41 - El Piquete

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EL PIQUETE
Panfleto murgueado
De Norberto Lewin
(Sube la luz. Barricada: barriles, cubiertas, cajones, etc. Aparecen los personajes en un friso.)
SOLISTA:
Amanece... y la luz matinal rompe la oscuridad.
Aparece
Un tinglado especial, geometría inusual
Se establece.
Barricada vital que secciona la ruta
Y parece
Que hay un mundo hasta acá y otro mundo hacia allá.
¿De qué lado es que está nuestra gente?
CORO:
Amanece,
Todo toma color, ruido, aroma y sabor
Que estremece.
Un solo palpitar, un solo corazón
Que agradece
Estar juntos por fin, soñando el porvenir
Que merece
Aquel que da pelea y la da como sea
Vengan, pasen y vean
Cómo crece
Cómo crece, cómo crece, cómo crece!...
(El piquete se pone en movimiento. Energía, alegría, ladridos, ruidos cotidianos; percusión
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vivaz.)
LUCY (30-40 años):

Yésica, juntá a los chicos
El mate cocido se enfría.
MERCEDES (30-40 años):

Alguien que ayude a traer
Los baldes desde la canilla.
JUAN (MINERO) :
En mi pueblo había una mina
De capital extranjero.
Cuando se acabó el negocio,
Si te he visto no me acuerdo.
CARLOS (PYME) :
Una vez tuve una pyme
Pagaba unos 20 sueldos.
Me mató la importación,
El corral y los impuestos.
HILDA (PROFESORA):
Soy profesora de inglés
De escuela particular
Después de perderlo todo
Al piquete fui a parar.
MERCEDES:
Mi esposo traía el sueldo
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Poquito, pero alcanzaba.

No quiero un Plan Trabajar,
Quiero el sueldo que él ganaba.
UNO/A:
Otra vez los de la tele,
Andá a darles la entrevista.
OTRO:
No puedo; estoy ocupado
¡Se escaparon las gallinas!
PEDRO (UNIVERSITARIO) :
Yo iba a la facultad
También tenía un laburo;
Se me terminó el trabajo
Estudiar se me hizo duro.
OTRA (UNIVERSITARIA) :
Era muy buena estudiante,
Vaya a cualquiera y pregunte.
Al quedar desocupada,
Al carajo los apuntes!
MANUEL:
Soy obrero metalúrgico
Hace años desocupado.
La industria está destruida
Los tornos están callados.
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CORO:
¡Qué me dice; qué sorpresa,
Todos estamo’en la ruta
De ahí para acá, NOSOTROS;
Y allá, los hijos de puta!
¡ELLOS matan el trabajo,

ELLOS se llevan la plata.
ELLOS nunca se sonrojan,
Porque nunca dan la cara!
¡Estar juntos por fin, soñando el porvenir

Que merece
Aquel que da pelea y la da como sea
Vengan, pasen y vean
Cómo crece
El piquete, el piquete, el piquete!
HILDA (PROFESORA):
¿Alguno ha visto mis sábanas?
Acá mismo las colgué.
Son de primera, importadas.
LUCY:
Tome, las entreveré.
PROFESORA:
Yo no la acuso de nada,
Pero hay que ser cuidadosa.
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MERCEDES:
¿Qué está queriendo decir?
PROFESORA:
No quiero empeorar las cosas.
(Entra YÉSICA furiosa, en toallón, buscando al CURA. La sigue GONZALO, en pobrecito)
GONZALO (18-20 años):

Yésica, te lo re juro:
Ni se me ocurrió mirarte.
YÉSICA (16-18 años):

Padre, dígale a Gonzalo
Que se deje de espiarme.
GONZALO:
Le juro, Padre, que yo
Sería incapaz de algo así.
Estaba buscando leña
Y entonces fue que la vi.
YÉSICA:
Qué raro; él siempre va y busca
Donde yo me estoy bañando.
GONZALO:
Por la Virgen...
CURA:
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Vos, callate.
Pecador, desfachatado.
¡Vas a hervir en el infierno!
YÉSICA:
Espere, no es para tanto.
(YÉSICA sale a las risas. La sigue GONZALO.)
UNA:
Alguien que ayude a pelar
Las zanahoria’ y las papas.
A todos les gusta comer,
Pero al laburo le escapan.
(MANUEL entra haciendo rodar un neumático pesado.)
MANUEL (35-45 años):

Miren lo que conseguí;
Quien pueda ayudar, que asome.
RICARDO (35-45 años) :

Voy yo, que hace tiempo fui
Obrero de Firestone.
Un neumático servía
Pa’l transporte o el paseo.
Hoy la juega de semáforo
Regado con keroseno.
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CORO Y SOLISTA:
Hace tiempo yo tenía
Cuatro paredes y un techo
Y aunque parezca mentira
También tenía un empleo.
Hoy mi techo es este cielo

Las paredes, el paisaje.
Y aunque no sea confortable
No deja’e ser un hogar.
Un hogar es el rincón
Donde crecen nuestros hijos.
Anote la dirección:
Ruta Nacional ‘ta y cinco.
Kilómetro mil doscientos

Setenta y ocho y medio.
Pueden entrar sin golpear
Pero pasar, lo veremos...
(Largo bocinazo de camioneta, tipo “Puente sobre el río Kwai”.)
HOMBRE 1:
A lo lejos veo un vehículo
Que se dirige hacia acá.
Cada cual vaya a su puesto
No es cosa de improvisar.
HOMBRE 2:
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Alguien que ayude a avivar

El fuego de las cubiertas.
HOMBRE 1:
Y hay que ir a señalizar
La mano que queda abierta.
YÉSICA:
Gonzalo, traé los panfletos,
Volantes explicativos.
Para que se entienda claro
Cuál es nuestra situación.
CORO Y SOLISTA:
El que pasa por la ruta
Seguro que es de los nuestros
Aunque no quiera entenderlo
Aunque le cueste creer.
Hoy maneja su rodado

Y mañana, quién lo sabe,
Tal vez tenga que venderlo
Para así poder comer.
HOMBRE 1:
Aflojen que es Gomensoro
Con su chata de reparto.
Se trata de un buen vecino
No lo vayan a prepear.
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GOMENSORO:
A ver si dejan un poco
De romperme las pelotas
Hace no sé cuántos años
Que los tengo que aguantar.
GONZALO:
A ver si baja el copete,
Se lo digo con respeto:
Colabore con la lucha
¡O lo incendio acá nomás!
GOMENSORO:
¡Qué vas a incendiar, pendejo!
GONZALO:
Pruebe y ya va a comprobarlo.
YÉSICA:
Callate, por Dios, Gonzalo.
Y usted, ya puede pasar.
(Se oscurece el piquete. Se enciende otro rincón: Despacho del LEGULEYO que recibe al
CABO.)
LEGULEYO:
¿Qué dice su parte diario?
CABO
Sin novedad en el frente.
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LEGULEYO:
Pero el piquete... ¿persiste?
CABO:
Cada vez tienen más gente.
LEGULEYO:
Eso es obra de activistas
Y de negros saqueadores.
No deben ser más de treinta...
CABO:
No más de treinta... millones.
LEGULEYO:
Son muchos...
CABO:
Son unos cuantos.
Y andan medio retobados.
Lo malo es que son bastantes,
Y están bien organizados.
LEGULEYO:
No están bien organizados,
Cabo, despreocúpese;
Clase media y clase obrera
Nunca se llevaron bien
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CABO:
¿Clase obrera? ¿Eso qué es?
Nunca lo había escuchado.
LEGULEYO:
Antes se decía así.
Olvídese, no me haga caso.
CABO:
¿Qué tengo que hacer?
LEGULEYO:
¡Sacarlos
Ahora mismo! ¡Qué atropello!
Interfieren el transporte
De las riquezas de ELLOS.
CABO:
¿Quiénes son ELLOS?
LEGULEYO:
¿No sabe?
Son los dueños. ¡Son los dueños!
Que sufren enormes pérdidas
Por los abusos de AQUELLOS.
CABO:
AQUELLOS, como usted dice,
Se hacen llamar NOSOTROS.
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LEGULEYO:
No se equivoque, mi cabo;
NOSOTROS... somos nosotros.
Vaya y despeje la ruta.
CABO:
Pero, yo pongo el pellejo.
Tengo amigos y parientes.
(El LEGULEYO le entrega un papel enrollado; es la orden.)
LEGULEYO:
¡No discuta la orden de ELLOS!
(Se apaga ese rincón. Se enciende el piquete.)
LUCY:
¡Vamos, los chicos a clase!
CHICO:
Seño, perdí mi cuaderno.
LUCY:
Más te vale que lo encuentres.
Estudiar es lo primero.
CHICOS:
Si NOSOTROS no estudiamos,
ELLOS hacen lo que quieren.
Si ELLOS hacen lo que quieren,
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NOSOTROS nos embromamos.
(Percusión grave y sostenida. Todos se miran preocupados.)
CORO Y SOLISTA:
Tiembla y retumba la tierra
Debajo de nuestros pies.
Cuando retumba parejo
De muy mal aguero es.
No es un camión de gran porte

Ni es auto particular
Se anuncia la autoridad.
Seguro que nos visita

La policía provincial
Nada bueno hay que esperar.
(Entra el CABO. Es evidente que tiene la tropa ahí nomás, aunque no se vea.)
CABO:
Veo que siguen el picnic
Manga’e vagos quilomberos.
MANUEL:
Si vino para insultarnos
Mejor se va, compañero.
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CABO:
¡Compañero, las pelotas!
Muchachos, estén alerta.
Y si alguno se retoba
¡Leña a estos negro’de mierda!
RICARDO:
Ojo, vos también sos negro.
CABO:
Puede ser, pero laburo.
Cumplo con mi obligación
Y al que jode, le doy duro.
MANUEL:
Si ha venido a controlar,
Ahí tiene el carril abierto.
Y si vino a provocar...
CABO:
Vos no te hagás el despierto.
Hace no sé cuántos años

Que insisten con este juego.
RICARDO:
Y seguiremos así
Hasta conseguir lo nuestro.
CABO:
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¿Lo de ustedes? Yo creía

que ustedes no tenían nada.
RICARDO:
Claro que tenemos, cabo:
El derecho a trabajar.
CABO:
Yo soy amigo del orden,
No me van a conmover.
Tienen veinticuatro horas
Para desaparecer.
MERCEDES:
¿Qué decís? Yo soy tu hermana
Y estoy re jugada en esto.
CABO:
En horario de servicio
Yo no tengo parentesco.
MERCEDES:
¿A tu hermana matarías,
A tu cuñao, tus sobrinos?
CABO:
Si lo manda el Comisario
Avanzo contra mí mismo.
Escuchen bien lo que traigo,
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Son órdenes superiores;

Acá avisa bien clarito
Lo que les va a suceder.
(Desenrolla el papel de la orden. Lee como si fuese un bando.)
“Orden del gobernador

Y del mando policial,
Por la paz de la Nación
Que debemos resguardar.
Mañana por la mañana

Antes que den las seis
Respetando esta ordenanza
La ruta despejareis.”
GONZALO:
Si no nos vamos, ¿qué pasa?
MANUEL:
¿Qué pasa si no nos vamos?
CABO:
Esto no es joda, muchachos;
Venimo’ y los arrasamos.
Se acabó nuestra paciencia,

El plazo casi ha vencido.
Va a ser peor que en Kabul.
Mejor, venite conmigo.
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MERCEDES:
De acá sólo viá’salir
Con los pies para adelante.
Con mi marido y los otros
Yo me quedo hasta el final.
(El CABO mira la hora, se relaja)
CABO:
Por hoy terminó mi horario.
Te mandan esta encomienda.
MERCEDES:
¿Qué es?
CABO:
Lo manda mamá.
Galletas pa´la merienda.
MERCEDES:
Decile que no demore,
Que venga, la precisamos.
CABO:
Un mensaje así no llevo
Aunque estuviera de franco.
(Sale el CABO, muy digno. TODOS se miran angustiados.)
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LUCY:
Esto va en serio, Mercedes
¿Qué vamo’hacer con los chicos?
RICARDO:
Hay que llevarlos pa’l pueblo.
LUCY:
Está bien.
MANUEL:
Ya lo han oído.
Al pueblo se van los chicos

De la mano de los viejos.
Padre, sería mejor
Que usted se fuera con ellos.
CURA:
Ni lo sueñes, hijo mío,
Todavía tengo resto.
Vamos, que hay mucho que hacer,
¡A rezar el Padrenuestro!
(VARIOS se arrodillan. TODOS en actitud de recogimiento y respeto.)
CASI TODOS:
Padrenuestro que estás en los cielos, (murmullos) en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo, amén.
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CURA:
Con esto doy por resueltos
Los temas espirituales.
MANUEL:
Entonces, a resolver
Los asuntos terrenales.
LUCY:
Viejos y chicos ya están
A buen recaudo en el pueblo.
RICARDO:
¡A reforzar las defensas!
Vamos, que está anocheciendo.
HOMBRE 3:
Todavía hay un montón
De neumáticos gastados,
Y barriles de 200
Pa’dificultar el paso.
(GONZALO reúne a los hombres. Secretean.)
GONZALO:
Vengan acá los varones;
Repartamos estos fierros.
MANUEL:
Ojo, ¿qué pensás hacer?
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Lo que es yo, no estoy de acuerdo.
Si alguna vez se intentó,

No dio buenos resultados.
Ésta la hacemos sin fierros,
Llevátelos a otro lado.
GONZALO:
¿Qué les pasa? ¡Maricones!
HOMBRE 3:
¡Ojito cómo me hablás!
GONZALO:
Yo nací en este piquete,
No lo pienso regalar.
Es mi hogar, aquí crecí,

Me educaron pa’ser duro.
El piquete no lo entrego,
Antes, los bajo uno a uno.
MANUEL:
Yo vine con mi mujer
Cuando tenía tus años.
Acá tuve a mis seis hijos;
Tampoco pienso entregarlo.
GONZALO:
¿Qué piensan hacer, entonces?
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PYME:
¿Qué tal un cacerolazo?
(Se suman al debate OTROS y OTRAS.)
ALGUIEN:
¿Acá, en medio de la ruta?
PYME:
Siempre ha dado resultado.
UNO:
¡Pero, no diga huevadas!
Mejor, hago que no escucho.
Váyase a cacerolear
A Santa Fe y Ayacucho.
HILDA:
Cuidado con lo que dice,
Respete el caceroleo;
Es una medida digna,
Más honrada que el saqueo.
UNO:
Saqueo, como usted dice,
Es consecuencia del hambre.
HILDA:
Pero he visto a más de uno
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Robando whisky, no fiambre.
UNO:
Cuando estás desesperado
Y hay quien vive como reyes,
Se te calienta la sangre,
Y te olvidás de las leyes.
Salís como enloquecido,

Y no esperás que te cobren.
HILDA:
¡Pero roban al kiosquero,
Es una guerra entre pobres!
UNO:
La señora está en lo cierto,
El bolichero es amigo.
Pero, ciego por la angustia
Uno le erra al enemigo.
(Se oscurece el piquete. Se enciende el despacho; el CABO y el LEGULEYO.)
LEGULEYO:
¿Se rindieron?
CABO:
Ni un poquito.
Ninguno se quiere ir.
Mañana por la mañana
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Tendremos que reprimir.
Sabe, estuve pensando...
LEGULEYO:
¡Acá el que piensa soy yo!
Haga lo que haya que hacer.
CABO:
Son demasiados, señor.
Habría que convocar

a nuestras Fuerzas Armadas.
Ellos tienen elementos...
LEGULEYO:
¡Pero, no diga pavadas!
No es tiempo de militares;
Estamos en Democracia;
Para estas menudencias,
Con la policía alcanza.
Tire unas balas de goma,

Vaya y llénelos de gases,
Va a ver que salen corriendo
Como ratas por tirante.
CABO:
Alguno nos va a enfrentar.
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LEGULEYO:
Serán doce o dieciocho.
A esos sí, como advertencia
Va y me los llena de plomo.
CABO:
Desde aquí todo es muy fácil,
Me ordena y yo hago el mandado.
LEGULEYO:
Se equivoca; igual que usted
Apenas soy empleado.
Puedo ser gobernador,

Senador o diputado,
Puedo hasta ser presidente.
Y así y todo... yo no mando.
CABO:
Pero, entonces...
LEGULEYO:
¿Qué? ¿No entiende?
Yo también soy mandadero.
Recibo órdenes precisas
Directo de Puerto Madero.
ELLOS me pasan la orden

Y NOSOTROS las cumplimos.
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Es cierto, me llevo un vuelto,

Que comparto con amigos.
(Le da unas monedas.)
Cabo, cumpla su deber,
Usté’ es valiente y honrado.
Si hace lo que hay que hacer
Lo asciendo a sub-comisario.
CABO:
Como a Judas Iscariote
Treinta monedas me compran.
En fin, qué se le va a hacer;
Tengo que parar la olla.
Voy a hacer lo que me pide

Pero no me deje solo.
LEGULEYO:
Confíe, voy con usted.
Estamos juntos en todo.
(El LEGULEYO lo abraza. Se apaga el despacho y se enciende el piquete. Percusión. Cae la

noche. De a poco, clima de recogimiento. Grillos, chicharras.)
SOLISTAS Y CORO:
¿Cómo llegamos a esta situación curiosa y tan confusa?
Sin darnos cuenta, la miseria nos llevó a un cruce de rutas.
ELLOS con su ambición forzaron esta dura situación.
Lo que debía ser fugaz es cotidiano y permanente.
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Los que eran sólo unos pocos hoy ya son toda la gente.
Piquete nacional de todos por igual.
Sin casa y sin sustento, la vida es un tormento

¿De qué sirve el lamento, de qué sirve llorar?
Mañana con el sol traerán los carros, gases y armamentos.

¿Pregunto quién se anima a ser un mártir, el próximo muerto?
ELLOS, la represión. NOSOTROS, nuestro cuerpo y nuestra voz...
(Sucesión de diferentes fogoncitos íntimos. Primero, GONZALO y YÉSICA.)
GONZALO:
Esta noche puede ser
La noche de despedida.
Por favor, no te me escapes,
Te quiero más que a mi vida.
YÉSICA:
Nací y viví en el piquete
Siempre alerta, siempre en guardia,
Pensando que era careta
Sentirme así, enamorada.
GONZALO:
Pero, Yésica, no es justo,
El amor es un derecho.
YÉSICA:
Hay muchas cosas que hacer,
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No tengo tiempo para eso.
(Gonzalo se aleja destruido; Yésica queda pensativa. Otro fogoncito: El CURA y la

PROFESORA.)
PROFESORA:
Padre, vengo a confesar
Mis pecados.
CURA:
Bien, te escucho.
PROFESORA:
Yo vengo de clase media;
Mi pecado es el Orgullo.
El piquete me deprime.
No aguanto tanto dolor,
Tan mal gusto, tanto ruido,
Tanto perro y tanto olor.
CURA:
Nadie de los que aquí estamos
Vinimos por vocación,
Pero es el único modo
De capear la situación.
PROFESORA:
Yo empecé a cacerolear
En Santa Fe y Ayacucho.
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Peleé por mi plazo fijo,

Esto para mí ya es mucho.
CURA:
Ya nadie se salva solo,
Por eso es que nos juntamos.
No te rindas, pensá en Dios
Y acercate a tus hermanos.
(Otro fogoncito: MERCEDES y RICARDO. Intimidad y angustia.)
RICARDO:
Acá criamos seis hijos.
Y así pasamos la vida.
Sé que hicimos lo correcto,
Pero temo al nuevo día.
MERCEDES:
Acá criamos seis hijos,
Con dignidad, con afecto.
Y aunque nos maten mañana,
Quisiera buscar el séptimo.
(Se besan y abrazan. Otro fogoncito: PEDRO, MINERO Y PYME.)
PEDRO (UNIVERSITARIO) :
Yo iba a la facultad
Y ya me faltaba poco
Pero tuve que largar
Para trabajar en Coto.
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Después me fui a la embajada

El pasaporte saqué
No me alcanzó pa’l pasaje
Y al piquete me sumé.
MINERO:
Yo era minero en el Sur,
Y antes pastor en el Norte,
Y antes, dueño de la tierra,
La tierra de mis mayores.
PYME:
Después de cerrar la empresa
Salí a vender chucherías,
Después fabriqué empanadas,
Y después, me las comía.
(Otro fogoncito RICARDO. Llega HOMBRE 3. Los dos, meditabundos)
HOMBRE 3:
¿Cómo la ves?
RICARDO:
Bien oscura,
Aunque ya esté amaneciendo.
HOMBRE 3:
¿Qué pasa si nos reprimen?
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RICARDO:
Si nos reprimen, veremos.
HOMBRE 3:
Tal vez sería prudente
Dar un pasito al costado.
RICARDO:
No cuentes conmigo para eso,
Aunque vengan degollando.
(Comienza a amanecer, apenas. Yésica encuentra a Gonzalo)
YÉSICA:
¡Gonzalo! Que suerte que
Te encuentro antes del desastre.
Lo pensé, tenías razón,
Nada impide que te ame.
Lástima que se nos fue el tiempo.

Lo siento...
GONZALO:
El tiempo es nuestro.
Aunque dure sólo un día,
Nuestro amor va a ser eterno.
(Se besan. Percusión grave y sostenida.)
CORO Y SOLISTA:
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Tiembla y retumba la tierra

Debajo de nuestros pies.
De muy mal aguero es.
(Entra el CABO decidido, implacable. Atrás, nervioso, el LEGULEYO.)
CABO:
Se acabó lo que se daba,
Así que, desalojando.
MANUEL:
De acá no se mueve nadie.
CABO:
A vos te tengo fichado.
LEGULEYO:
¡Qué hace, Cabo, qué vergüenza!
¡Su tonito me sorprende!
Sea humilde y no se abuse,
Respete un poco a la gente.
GONZALO:
Esa palabra de mierda
Guárdela pa’otro momento.
Déjese de decir “gente”
Anímese a decir “pueblo”.
LEGULEYO:
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Por supuesto, no me asusta,

Yo mismo vengo del... pueblo.
Su voz es la mejor música.
Yo sólo los interpreto.
Dios y la Patria demanden

Si algún error cometiere.
Mi vida sacrifiqué
En bien de todos ustedes
UNO:
Guárdese su sacrificio.
OTRA:
Ya no nos defienda más.
OTRO:
La Patria somos nosotros.
Y lo vamos a juzgar.
CURA:
En cuanto a Dios, se equivoca;
Él no está ALLÁ... está ACÁ.
Aquí estamos sus Fiscales,
Lo vamos a condenar.
LEGULEYO:
¡Así que esas teníamos!
¿Qué espera, cabo? ¡Reprima!
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CABO:
Ya oyeron; al que se queda
Lo aplasto como a una hormiga.
UNO:
Cabo, dejá de joder;
Sos más de acá que de allá.
CABO (duda) :
Mirá con qué te salís...
LEGULEYO:
Cabo, hágase respetar.
Ustedes se la buscaron,
Armaron este desastre.
A veces siento vergüenza
De ser su Representante.
MANUEL:
Vergüenza nuestra sería
Permitir que esto siguiera.
Desde ahora declaramos
Que usted no nos representa.
LEGULEYO:
¡Esto es antidemocrático!
Me eligió el electorado.
UNA:
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Habrá que cambiar las reglas;

En algo hemos fallado.
LEGULEYO:
Yo no voy a permitir
El caos y la anarquía.
CABO:
A ver, muchachos, apunten
Con toda la artillería.
MANUEL:
Somos muchos, no te atrevas
LEGULEYO:
No es verdad; son unos pocos.
Cabo, qué espera, adelante,
Que son cuatro gatos locos.
UNO:
Para los que miran mal
Parecemos unos pocos.
Pero que miren mejor:
En la ruta estamos todos.
OTRO:
En el colegio, el taller,
En la calle, en la oficina.
OTRO:
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En el banco, en el mercado,
En el trueque, en cada esquina.
(DUO) :
Los que tenemos trabajo
O sufrimos desempleo.
(DUO) :
Los que soñamos tenerlo
Los que tememos perderlo.
SOLISTA Y CORO:
Un día nos dimos cuenta
Que estaba todo podrido.
Y que estaba en nuestras manos
Recuperar lo perdido.
SOLISTA Y CORO:
No hay gas ni bala de goma
Que reprima el sentimiento.
Ni habrá discursos hipócritas
Que confundan nuestros sueños.
No avances contra nosotros,

No necesitamos mártires.
No mientas con tus discursos,
No vamos a creer como antes.
MANUEL:
Nadie se va del piquete,
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El piquete nos abarca

Desde los Andes al mar,
Desde Ushuaia hasta La Quiaca.
(Bocinazo de Gomensoro y murmullos de multitud que avanza. Entra Gomensoro.)
GOMENSORO (Al cabo) :

Piense antes de disparar,
Contra el pueblo no se enfrente.
Los que antes sólo mirábamos
Nos sumamos al piquete.
GONZALO:
¡Menos mal que se avivó...!
GOMENSORO:
Todo llega en su momento.
Apostemos a estar juntos.
(Suspenso. Gonzalo duda, por fin se decide.)
GONZALO:
¡Un abrazo, compañero!
(Vivas y batuque festivo. El CABO y LEGULEYO, en un aparte, al borde de la histeria.)
CABO:
¿Cómo resuelve este lío?
¿Cómo apaga este barullo?
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LEGULEYO:
Yo me vuelvo a mi despacho;
Ahora es asunto suyo.
CABO:
Pero, en esto somos socios,
Yo lo hago por usted.
LEGULEYO:
Yo no me mancho las manos.
Vaya y cumpla su deber.
CABO:
Usted tira de la piola
Y el que se jode soy yo.
LEGULEYO:
Usté es guardián de la Patria,
Defiéndala con honor.
Me voy a Puerto Madero

A recabar instrucciones.
ELLOS sabrán qué hay que hacer.
(LEGULEYO huye. El CABO, desolado.)
CABO:
ELLOS son unos cabrones.
(El CABO evalúa sus fuerzas. Enorme tensión. Por fin, se va yendo; trata de mantener la
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dignidad.)
CABO:
Por mi oficio sé muy bien,
Cuando conviene aflojar.
Es sólo un repliegue táctico,
¡No empiecen a festejar!
(Sale. Percusión vivaz. Solista pide silencio.)
SOLISTA:
Ya lo veo,
Tremendo titular en Clarín o en Nación,
Se los leo:
“Elenco teatral perpetra sin pudor
Un panfleto”.
OTRO SOLISTA:
El panfleto es cuadrado, es simplista, es ingenuo,
Ya lo creo.
Pero podría ser el puntapié inicial pa’empezar a pensar
Algo nuevo.
CORO:
Quién diría
Que el deseo de vivir, progresar y crear
Persistía.
La solidaridad se puede practicar
Día a día.
De traje o de overol, pollera o pantalón,
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¡Qué alegría!
Los cruces de caminos se pueblan de argentinos
Por pan y dignidad.
¡Por la vida! ¡Por la vida! ¡Por la vida!
FIN
39

41 - El Piquete

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LUCY (30-40 años):

MERCEDES (30-40 años):

Poquito, pero alcanzaba.

¡ELLOS matan el trabajo,

¡Estar juntos por fin, soñando el porvenir

(Entra YÉSICA furiosa, en toallón, buscando al CURA. La sigue GONZALO, en pobrecito)

GONZALO (18-20 años):

YÉSICA (16-18 años):

(YÉSICA sale a las risas. La sigue GONZALO.)

(MANUEL entra haciendo rodar un neumático pesado.)

MANUEL (35-45 años):

RICARDO (35-45 años) :

Hoy mi techo es este cielo

Kilómetro mil doscientos

(Largo bocinazo de camioneta, tipo “Puente sobre el río Kwai”.)

Alguien que ayude a avivar

Hoy maneja su rodado

(El LEGULEYO le entrega un papel enrollado; es la orden.)

(Se apaga ese rincón. Se enciende el piquete.)

NOSOTROS nos embromamos.

(Percusión grave y sostenida. Todos se miran preocupados.)

No es un camión de gran porte

Seguro que nos visita

Hace no sé cuántos años

¿Lo de ustedes? Yo creía

Escuchen bien lo que traigo,

Son órdenes superiores;

(Desenrolla el papel de la orden. Lee como si fuese un bando.)

“Orden del gobernador

Mañana por la mañana

Se acabó nuestra paciencia,

(El CABO mira la hora, se relaja)

(Sale el CABO, muy digno. TODOS se miran angustiados.)

Al pueblo se van los chicos

(VARIOS se arrodillan. TODOS en actitud de recogimiento y respeto.)

(GONZALO reúne a los hombres. Secretean.)

Lo que es yo, no estoy de acuerdo.

Si alguna vez se intentó,

Es mi hogar, aquí crecí,

(Se suman al debate OTROS y OTRAS.)

Robando whisky, no fiambre.

Salís como enloquecido,

(Se oscurece el piquete. Se enciende el despacho; el CABO y el LEGULEYO.)

Tendremos que reprimir.

Sabe, estuve pensando...

Habría que convocar

Tire unas balas de goma,

Puedo ser gobernador,

ELLOS me pasan la orden

Es cierto, me llevo un vuelto,

Voy a hacer lo que me pide

(El LEGULEYO lo abraza. Se apaga el despacho y se enciende el piquete. Percusión. Cae la

Lo que debía ser fugaz es cotidiano y permanente.

Sin casa y sin sustento, la vida es un tormento

Mañana con el sol traerán los carros, gases y armamentos.

(Sucesión de diferentes fogoncitos íntimos. Primero, GONZALO y YÉSICA.)

No tengo tiempo para eso.

(Gonzalo se aleja destruido; Yésica queda pensativa. Otro fogoncito: El CURA y la

Peleé por mi plazo fijo,

(Otro fogoncito: MERCEDES y RICARDO. Intimidad y angustia.)

(Se besan y abrazan. Otro fogoncito: PEDRO, MINERO Y PYME.)

Después me fui a la embajada