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BIOMASA
TRABAJO DESARROLLADO PARA EL CURSO DE
ENERGÍAS NO CONVENCIONALES
DOCENTE
CAMPOS RAMOS RICARDO
ESTUDIANTES
CRUZ CASTILLO YESSENIA
JARA CHAFFO MELISSA
MELÉNDEZ BALTODANO LESLY
MENDOZA CHACÓN MARISOL
2017
TRUJILLO – PERÚ
Contenido
1. INTRODUCCIÓN ................................................................................................................................ 3
2. ¿QUÉ ES BIOMASA? .......................................................................................................................... 3
3. FUENTES DE BIOMASA...................................................................................................................... 4
4. PROCESO DE CONVERSIÓN DE BIOMASA EN ENERGÍA ..................................................................... 5
5. FORMAS QUE TENEMOS DE APROVECHAR LA BIOMASA ................................................................. 8
6. VENTAJAS DE UTILIZAR LA BIOMASA ................................................................................................ 9
6.1 VENTAJAS AMBIENTALES ............................................................................................................... 9
6.2 VENTAJAS SOCIOECONOMÓMICAS.............................................................................................. 11
7. TIPOS DE COMBUSTIBLES OBTENIDOS DE LA BIOMASA ................................................................. 12
8. BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................................. 15
1. INTRODUCCIÓN
Para la mayoría de la población mundial, las formas más familiares de energía renovable son
las que provienen del sol y del viento. Sin embargo, existen otras fuentes de biomasa, como
leña, carbón de leño, cascarilla de arroz, que proveen un alto porcentaje de la energía
consumida en el mundo y tienen potencial para suplir mayores volúmenes. (FOCER, 2002)
El término biomasa se refiere a toda la materia orgánica que proviene de árboles, plantas y
desechos de animales que pueden ser convertidos en energía; o las provenientes de la
agricultura (residuos de maíz, café, arroz), del aserradero (podas, ramas, aserrín, cortezas) y
de los residuos urbanos (aguas negras, basura orgánica y otros). Esta es la fuente de energía
renovable más antigua conocida por el ser humano, pues ha sido usada desde que nuestros
ancestros descubrieron el secreto del fuego. (FOCER, 2002)
Desde la prehistoria, la forma más común de utilizar la energía de la biomasa ha sido por
medio de la combustión directa: quemándola en hogueras a cielo abierto, en hornos y
cocinas artesanales e, incluso, en calderas; convirtiéndola en calor para suplir las necesidades
de calefacción, cocción de alimentos, producción de vapor y generación de electricidad. Los
avances tecnológicos han permitido el desarrollo de procesos más eficientes y limpios para la
conversión de biomasa en energía; transformándola, por ejemplo, en combustibles líquidos o
gaseosos, los cuáles son más convenientes y eficientes. (FOCER, 2002)
Así aparte de la combustión directa, se pueden distinguir otros dos tipos de procesos: el
termo-químico y el bio-químico. Las fuentes más importantes de biomasa son los campos
forestales y agrícolas pues en ellos se producen residuos (rastrojos) que normalmente son
dejados en el campo al consumirse sólo un bajo porcentaje de ellos con fines energéticos. En
la agroindustria, los procesos de secado de granos generan subproductos que son usados
para generación de calor en sistemas de combustión directa; tal es el caso del bagazo de caña
de azúcar, la cascarilla de café y la de arroz. Por otro lado, los centros urbanos generan
grandes cantidades de basura compuestas en gran parte, por materia orgánica que puede ser
convertida en energía, después de procesarla adecuadamente. (FOCER, 2002)
2. ¿QUÉ ES BIOMASA?
El término biomasa se refiere a toda la materia orgánica que proviene de árboles, plantas y
desechos de animales que pueden ser convertidos en energía; o las provenientes de la
agricultura (residuos de maíz, café, arroz), del aserradero (podas, ramas, aserrín, cortezas) y
de los residuos urbanos (aguas negras, basura orgánica y otros). Esta es la fuente de energía
renovable más antigua conocida por el ser humano, pues ha sido usada desde que nuestros
ancestros descubrieron el secreto del fuego. (FOCER, 2002)
Se considera que la biomasa es una fuente renovable de energía porque su valor proviene del
sol. A través del proceso de fotosíntesis, la clorofila de las plantas captura su energía, y
convierte el dióxido de carbono (CO2) del aire y el agua del suelo en carbohidratos, para
formar la materia orgánica. Cuando estos carbohidratos se queman, regresan a su forma de
dióxido de carbono y agua, liberando la energía que contienen.
Los recursos biomásicos incluyen cualquier fuente de materia orgánica, como desechos
agrícolas y forestales, plantas acuáticas, desechos animales y basura urbana. Su
disponibilidad varía de región a región, de acuerdo con el clima, el tipo de suelo, la geografía,
la densidad de la población, las actividades productivas, etc.; por eso, los correspondientes
aspectos de infraestructura, manejo y recolección del material deben adaptarse a las
condiciones específicas del proceso en el que se deseen explotar.
3. FUENTES DE BIOMASA
Desechos urbanos: Los centros urbanos generan una gran cantidad de biomasa en
muchas formas, por ejemplo: residuos alimenticios, papel, cartón, madera y aguas
negras. La mayoría de los países centroamericanos carecen de adecuados sistemas
para su procesamiento, lo cual genera grandes problemas de contaminación de
suelos y cuencas; sobre todo por la inadecuada disposición de la basura y por
sistemas de recolección y tratamiento con costos elevados de operación. (FOCER,
2002)
La biomasa se caracteriza por tener bajo contenido de carbono y un elevado contenido de oxígeno y
compuestos volátiles (formados por cadenas largas de hidrocarburos, y presencia CO2, CO e H2),
éstos concentran gran parte del poder calorífico de la biomasa.
El poder calorífico que tenga, es decir, la cantidad de calor que libera por cada kilogramo de biomasa
en su combustión, depende mucho del tipo de biomasa considerada y de su humedad. Y esto
juntamente con el bajo contenido de azufre de la biomasa, la convierten en un producto atractivo
para ser aprovechado energéticamente.
Desde el punto de vista ambiental:
BIOMASA SECA:
Se obtiene de forma natural con un porcentaje de humedad menos al 60%, como la leña, la paja,
etc. Se utiliza energéticamente mediante procesos: Termoquímicos o Fisicoquímicos, que
producen energía térmica o productos secundarios en la forma de combustibles sólidos, líquidos
o gaseosos.
PROCESOS TERMOQUÍMICOS:
o COMBUSTIÓN: Este proceso es el más sencillo y el que se usa más, tanto en tiempos
pasados como en el presente. Ya que permite obtener energía térmica para usos
domésticos (cocción, calefacción) o industriales (calor de proceso, vapor mediante una
caldera). Las tecnologías utilizadas para la combustión directa de la biomasa van desde
un sencillo fogón hasta calderas de alto rendimiento utilizadas en la industria.
o GASIFICACIÓN: Consiste en la quema de biomasa en presencia de oxígeno, en forma
controlada, para producir un gas combustible llamado “gas pobre” por su bajo contenido
calórico.
La gasificación se realiza en un recipiente cerrado, conocido por gasógeno, en el cual se
introduce el combustible y una cantidad de aire menor a la que se requeriría para su
combustión completa.
El gas pobre obtenido puede quemarse luego en un quemador para obtener energía
térmica, en una caldera para producir vapor, o bien ser enfriado y acondicionado para su
uso en un motor de combustión interna que produzca, a su vez, energía mecánica.
o PIRÓLISIS:
Proceso similar a la gasificación (a la cual en realidad incluye) por el cual se realiza una
oxigenación parcial y controlada de la biomasa, para obtener como producto una
combinación variable de combustibles:
- Sólidos, carbón vegetal.
-Líquidos, efluentes piroleñosos.
- Gaseosos, gas pobre.
Generalmente, el producto principal de la pirólisis es el carbón vegetal, considerándose a
los líquidos y gases como subproductos del proceso.
La pirólisis con aprovechamiento pleno de subproductos tuvo su gran auge antes de la
difusión masiva del petróleo, ya que constituía la única fuente de ciertas sustancias
(ácido acético, metanol, etc.) que luego se produjeron por la vía petroquímica. Hoy en
día, sólo la producción de carbón vegetal reviste importancia cuantitativa, ya que
presenta la ventaja de tener un poder calórico mayor o, lo que es lo mismo, un peso
menor para igual cantidad de energía, lo que permite un transporte más fácil. No
obstante, debe hacerse notar que la carbonización representa una pérdida muy
importante de la energía presente en la materia prima, ya que en el proceso consume
gran cantidad de ella.
BIOMASA HÚMEDA:
Se denomina así cuando su porcentaje de humedad supera el 60%, como en los restantes
vegetales, vegetación acuática, etc.
PROCESOS BIOQUIMICOS:
CALOR
Las aplicaciones térmicas con producción de calor y agua caliente sanitaria son las
más comunes dentro del sector de la biomasa. Estas aplicaciones incluyen un primer
escalafón referido al uso de calderas o estufas individuales a escala doméstica (las
estufas de toda la vida, pero notablemente más eficientes), y las calderas que
permiten su adaptación a un sistema de radiadores o de suelo radiante y a otros con
producción de agua caliente sanitaria.
Esta oferta de empleo permite fijar la población en los núcleos rurales evitando algunos
de los problemas sociales derivados de la migración hacia las grandes ciudades, como
son el abandono de las actividades del mundo rural, el abandono de nuestros pueblos y
la aparición de zonas marginales y desempleo en las grandes ciudades.
1. EL BIOETANOL
Ya en el año 1908, Henry Ford, cuando diseñó su primer automóvil, promovía el empleo de
etanol como combustible, fabricado a partir de fuentes renovables. De hecho, en la década
de 1920 se incorporó en Estados Unidos un 25% de etanol a la gasolina, pero los altos precios
del maíz, combinados con dificultades en el almacenamiento y transporte, hicieron fracasar
el proyecto. En la década de 1930 Henry Ford y varios expertos unieron fuerzas y
construyeron una planta de fermentación para fabricar etanol a partir de maíz para
combustible de motores, al que llamaron "gasohol". Pero en la década de 1940, los bajos
precios del petróleo llevaron al cierre de la planta, y el gasohol fue reemplazado por la
gasolina otra vez. En la actualidad, el reemplazo del petróleo por fuentes de energía
renovables y más limpias vuelve a cobrar impulso, y el bioetanol se presenta como una
alternativa atractiva. El bioetanol es un alcohol, y se obtiene como la cerveza y otras bebidas
alcohólicas. Los carbohidratos son transformados en azúcares simples, los que se convierten
por fermentación en etanol, que luego es destilado en su forma final. Se produce
principalmente a partir de caña de azúcar o maíz (en algunos casos mezclado con otros
cereales), cuyos hidratos de carbono son fermentados a etanol por las levaduras del género
Saccharomyces. La caña de azúcar es la fuente más atractiva para la producción de etanol, ya
que los azúcares que contiene son simples y fermentables directamente por las levaduras. El
mayor inconveniente es que resulta cara como materia prima. Los cultivos como el maíz son
ricos en almidón, un hidrato de carbono complejo que necesita ser primero transformado en
azúcares simples. Este proceso se denomina sacarificación, e introduce un paso más en la
producción, con el consecuente aumento en los costos. La producción podría realizarse a
partir de desechos agrícolas, forestales, industriales o municipales. Las materias primas ricas
en celulosa, como los desechos agrícolas y forestales son las más abundantes y baratas, sin
embargo, la conversión de la celulosa en azúcares fermentables es un proceso complejo y
costoso que hace que la obtención de etanol a partir de desechos no sea rentable, al menos
por ahora. Los principales productores de alcohol como combustible son Brasil, Estados
Unidos y Canadá. Brasil lo produce a partir de la caña de azúcar y lo emplea como “hidro-
alcohol” (95% etanol) o como aditivo de la gasolina (24% de etanol). Estados Unidos y
Canadá lo producen a partir de maíz (con un poco de trigo y cebada) y es el biocombustible
más utilizado en diferentes formulaciones que van desde el 5% al 85% de etanol. Más de
1.500 millones de galones (5.670 millones de litros aprox.) se agregan anualmente a la
gasolina para mejorar el rendimiento de los vehículos y reducir la polución atmosférica.
(ArgenBio, 2013)
2. EL BIODIESEL
Rudolf Diesel hizo funcionar su primer prototipo de motor diesel, cien años atrás, con aceite
de maní. Diesel vislumbraba que los motores diesel operarían a base de una variedad de
aceites vegetales. Pero cuando el combustible diesel proveniente del petróleo irrumpió en el
mercado, se convirtió en el combustible elegido, ya que era barato, razonablemente
eficiente y fácilmente disponible. A mediados de la década de 1970, la escasez de
combustible en los Estados Unidos estimuló el interés en diversificar sus fuentes y con ello el
interés en desarrollar biodiesel como una alternativa al obtenido a partir de petróleo. El
biodiesel es un éster que puede producirse a partir de aceites vegetales, como el de soja,
colza, girasol, y otros, y también a partir de grasas animales. Su elaboración se basa en la
reacción de transesterificación de los glicéridos, utilizando catalizadores. Desde el punto de
vista químico, los aceites vegetales son triglicéridos, es decir, tienen tres cadenas de ácidos
grasos unidas a un alcohol, el glicerol. En la reacción de transesterificación, una molécula de
triglicérido reacciona con tres moléculas de metanol o etanol para dar tres moléculas de
monoésteres y una de glicerol. Estos ésteres metílicos o etílicos (biodiesel) se mezclan con el
diesel convencional (o gasoil) o se utilizan como combustible puro en cualquier motor diesel.
El glicerol desplazado se recupera como un subproducto de la reacción (Fig.1). El biodiesel
tiene una cantidad de energía similar al diesel de petróleo, pero es un combustible más
limpio, y puede ser utilizado por cualquier tipo de motor diesel (en vehículos de transporte,
embarcaciones, naves turísticas y lanchas) solo o como aditivos para mejorar la lubricidad del
motor. (ArgenBio, 2013)
3. EL BIOGÁS
Para la obtención de biogás se puede utilizar como materia prima los excrementos animales,
la cachaza de la caña de azúcar, los residuales de mataderos, destilerías y fábricas de
levadura, la pulpa y la cáscara del café, así como la materia seca vegetal. Esta técnica permite
resolver parcialmente la demanda de energía en zonas rurales, reduce la deforestación
debida a la tala de árboles para leña, permite reciclar los desechos de la actividad
agropecuaria y, es un recurso energético “limpio” y renovable. El biogás que se desprende de
los tanques o digestores es rico en metano que puede ser empleado para generar energía
eléctrica o mecánica mediante su combustión, sea en plantas industriales o para uso
doméstico. La Fig. A muestra digestores de uso doméstico para producir biogás. La Fig. B
muestra las instalaciones industriales de producción de biogás emplean tanques de metal
que sirven para almacenar la materia orgánica y el biogás por separado. Debido al gran
volumen de materia orgánica que necesitan para garantizar la producción de biogás y la
cantidad de biofertilizante que se obtiene, se diseñan con grandes estanques de recolección
y almacenamiento construidos de ladrillo u hormigón. (ArgenBio, 2013)
Ciclo Biogás
El biogás se obtiene por descomposición de la materia orgánica, en ausencia de oxígeno, y a
través de la acción de cuatro tipos de bacterias:
Las hidrolíticas, que producen ácido acético, compuestos monocarbonados, ácidos grasos
y otros compuestos policarbonados.
Las acetogénicas, productoras de hidrógeno.
Las homoacetogénicas, que pueden convertir una cantidad considerable de compuestos
carbonados en ácido acético.
Las metanogénicas, productoras del gas metano, principal componente del biogás.
(ArgenBio, 2013)
Por tanto:
8. BIBLIOGRAFÍA
agroindustria, M. d. (2016). De la Biomasa a la Energía Renovable: Dendroenergía en
Argentina.
FOCER. (2002). Manuales sobre energía renovable: Biomasa. Costa Rica: San José, Costa Rica.