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como las diversas clisciplinas de las puesto, de la prolífica producción del rural como urbana, expresiva, llena de

ciencias naturales y de las ciencias autor. ingenio y sabiduría, de sentído común,


sociales. Saldarriaga Roa, junto con Loren- de discreción y humildad. Una arqui-
Estos elementos, presentados en zo Fonseca Martinez, también egre- tectura autodiseiíada y autoconstruí-
forma esquemática, constituyen al- sado de la Universidad Nacional, da por una inmensa franja de nuestra
gunas de las reflexiones del prólogo pueden considerarse entre Jos más población a lo largo y ancho del terri-
comentado, que le presentan al lector consistentes investigadores de la ar- torio nacional, a partir de sus propias
un panorama amplio de la riqueza de quitectura popular y de la vivienda intuiciones, desde la implantación en
la obra de Fals Borda, uno de los pen- rural en Colombia durante los últi- el pajsaje, que no solo en el terreno, el
sadores más importantes de Colom- mos cuatro decenios en los que han uso de las proporciones, de los mate-
bia en la segunda mitad del siglo XX, sido coautores de las publicaciones; riales y sistemas constructivos, del
quien, al mismo tiempo, fue una per- Arquitectura popular en Colombia. manejo del clima y la topografía, del
sona humilde, modesta, sencilla, co- Herencias y tradiciones (1992) y Vi- color y la geometría. Una arquitectu·
mo lo debe ser el verdadero sabio, vienda guajira (1991); Vivienda en ma- ra anónima, una arquitectura sin
y cuya obra y acción podría sinteti- dera San Andrés y Providencia (1985); arquitectos.
zarse con la palabra de sen.t ipensan- La arquitectura de la vivienda rural en
te que él mismo inventó. Sí, en efecto, Colombia (vol. I, 1980) y Minifundio
Orlando Fals Borda fue un sociólogo cafetero en Antioquia, Caldas, Quin-
sentipensante que actuaba al mismo dío y Risaralda (vol. u, 1984); Tecnolo-
tiempo con la razón y el corazón, algo gía regional de la construcción y tipo-
digno de aprender en estos tiempos logías arquitectónicas de la vivienda
de saberes académicos apolillados y rural en Colombia (etapas I, 1977, n,
encerrados en cascarones teóricos 1978 y m, 1979) y Método para el es-
sin vida y desprovistos de cualquier tudio de cqlidad de la vivienda urbana
vínculo con los problemas reales de y rural en Colombia ... (1977), y de su
los .seres humanos de carne y hueso. autoría en solitario El hábitat rural en
O como él lo dijo, refiriéndose a su Colombia, componentes y conflictos
magistral Historia doble de la Costa: (1977). Con este bagaje investigati-
"Quizás me recuerden[. .. ] por esos vo acumulado, Saldarriaga nos ofre-
cuatro tomos de alegrías y tormentos ce ahora esta Guía para mirar la casa
vivencia/es que cubren desde Mom- popular colombiana, un libro de.imá-
pox hasta el Sinú'' (pág. 231, resalta- genes, didáctico, con el concepto grá- Las imágenes fotográficas publica-
do nuestro). fico de diseño y de diagramación del das nos permiten recorrer la variada
fotógrafo Luis Carlos Celis Calderón, riqueza geográfica y cultural de Co-
Renán Vega Can.t or que lleva casualmente el mismo título lombia, exceptuando la región de los
Profesor titular, de la película argentina Un lugar en Llanos Orientales y la selvática e indí-
Universidad Pedagógica Nacional el mundo (1992), del director Adolfo gena; hay ejemplos de la casa popular
Arista rain. colombiana en la región Andina frfa y
cálida con su zona cafetera, la región
Caribe ardiente, desértica y lacustre,
la Atlántica insular y costera y la Pací-
Arquitectura fica húmeda y tropical. Lo que signifi-
sin arquitectos ca un interesante recorrido por la ma-
yor manifestación de la arquitectura,
Un lugar en el mundo como lo es, sin duda, el hábitat huma-
Guía para mil'ar la casa no, en este caso la vivienda unifami-
popular colombiana liar. Una guía para dar una mirada a
ALBERTO SALDARRIAGA ROA uno de los rostros de la vivienda co-
Universidad de B'ogotá Jorge Tadeo lombiana, a estas casas rurales o cam-
Lozano, Bogotá, zoro, 25& págs., il. pesinas y urbanas localizadas en 53
municipios y varios de sus corregi-
ESTE NUEVO trabajo· del eonocido mientos, caseríos, inspecciones de po-
arquitecto de la Universidad Nacio- licía y lugares de veintiún departa-
mentos del país, incluidas ciudades
~etamente
nal de Colombia, Alberto Saldarriaga
Roa (n. 1941), actual decano de la Fa- Esta publicación visual, pequeñas y barrios de algunas de sus
c_ultad de Ciencias Humanas, Artes y con fotografías a col<?I:. en su mayoría ciudades caprtales 1 , entre ellos Pie de
Diseño de la Fundacién Universidad en gran formato y unos textos mfnj.
de Bogotá· Jorge Tadeo Lozano, es ·re- mas, permite dar una¡mirada a las for-
1 • Bogotá D. C., Bucaramanga. Armenia.
sulta_cle de la p.olltioa cle publicaciones mas de habitar en cblombia a través Cartagena, Cúcula, Manizales, Neiva, Pereira y
de es·t e. eentr-o uni·v ersita-:rio y, p0r su- de una arquitecturh popular, tanto Rioha,cha.

8E>LE1i1N O<UtTURA'L Y BIBLIOGRAFICO, VOL. XLVI I , NUM . 84, ~013

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.
la Popa, Torices, Lo Amador, Manga y materiales tomados del entorno: tie- descansar, dormir, cocinar, comer, es-
Amberes e n Cartagena, Barrack en rras, arcillas, piedras, guaduas, chus- tar, departir. Los corredores en oca-
San Andrés, San Judas y Berlín en Pe- ques, maderas, ramas y hojas, conver- siones frontales o perimetrales, siem-
reira, Las Delicias en Riohac4a y Sao tidas luego en tierra apisonada, tapias pre con sus variados barandaJes, como
Joaquín en Bogotá, Distrito Capital. pisadas, adobes, bahareques, sopor- en las casas situadas en medio de los
Este trabajo de investigación y vi- tes estructurales, cubiertas de paja o cafetales o las habitaciones individua-
sualización es además una síntesis y palmiche y en ocasiones tejas de ba- les o compartidas, espacios a veces se-
una .lección a la persistencia del autor, rro, y las urbanas ya construidas con parados tan solo por muros de papel o
al continuado estudio y seria observa- materiales industriales: ladrillos, .h ie- de tela.
ci6n del tema de la vivienda rural y rro y cemento, vidrio y plástico, zinc Este nuevo trabajo de Alberto Sal-
urbana popuJares, a su paciente regis- y tejas cocidas, casas, como expresa darriaga Roa es un gran homenaje vi-
tro fotográfico desde 1975 hasta 2004, el investigador, a veces semejantes sual a la casa popular colombiana. Es
resultado de numerosos viajes no so- a sus vecinas, a veces diferentes, con una guía, insisto, didáctica para descu-
lo a las cabeceras municipales, sino a sus fachadas ordenadas o desordena- brirla o redescubrirla y encontrar en
distantes corregimientos corno los de das, sencillas y sobrias o abigarradas y ella la imagen cultural de quienes las
Camarones, DibuJla, El Molino y el festivas que enriquecen el patrimonio edificaron y de quienes las habitan.
Cabo de la Vela en la Guajira; Bocas material de la nación con su rica y co- Casas que, c<:>mo decía el gran poe-
de Aracataca, Tasajeras y Buenavis- lorida arquitectura. ta peruano César VaUejo, vienen al
ta en el Magdalena; Arabia en Risa- mundo no cuando las acaban de edi-
ralda o inspecciones de poJjcfa como ficar, sino cuando empiezan a habi-
Carrizal en la Guajira, Berlín en San- tarlas. Un álbum de la memoria en el
tander, Pantano de Vargas en Boyacá, que, desafortunadamente, muchas de
La Mariela en el Quindío, La Loma y las presentadas en el libro, a la fecha,
San Luis en San Andrés y Providen- ya han desaparecido.
cia, caseríos y lugares como Mayapo
y Cucurumaná, también en la Guajira. Luis Fernando Carrasco Zaldúa
Las imágenes que acompañan la
publicación, junto con los cortos tex-
tos que a propósito el autor repite
-hasta tres veces- para enfatizar Jo di-
Textos de una
cho en concordancia con las imágenes
que discurren a lo largo de nueve ca- expOSICIOR
. .,
pítulos de sugestivos títuJos: "Entre la
tierra y el cielo''; "Entretejidas"; "De Nosotros~ vosotros~ ellos:
cara frente al mundo"; "Se permite Al mismo tiempo, Saldarriaga utili- memoria del arte en Medellín
pasar"; "Ojos para ver el mundo" ; "La za en sus textos un interesante parale- durante los años setenta
piel, texturas y colores"; "Umbrales"; lo entre la fisonomía humana y la ar- FÉLIX ÁNGEL
''Mundos interiores" y "Los habitan- quitectura para presentar de manera Tcagaluz Editores, Medellín,
tes del mundo''. Capítulos en los que pedagógica, didáctica, el rostro de esta 2008, 300 págs., il,
Saldarriaga Roa enseña distintos as- vivienda popular, no solo el exterior,
pectos de esta wvieoda popular, tan- sino también sus espacios interiores. COMO BIEN afirma Álvat0 Tirado
to de las casas rurales, unidades in- Así la cara de la casa es la fachada con Mejfa, prologuista del libro Noso-
dividuales solitarias o agrupadas en su piel de colores, texturas, recubri- tros, vosotros, ellos: memoria del arte
medio de la tierra, del desierto o del mientos y revestimientos, detalles y en Medellín durante los años setenta,
agua,,como si brotaran del paisaje, co- aperturas. La puerta es la boca, un pla- en medio de una· centuria rep1'e ta de
mo también de las casas urbanas, las no que se abre y se cierra, un lugar que grandes acontecimientos y mutacio-
cuales, una tras otra, forman cuadras, da a.c ceso a la vivienda. Las ventanas nes, quizá fuera el deceni0 de los-.se-
manzanasj pueblos o la periferia de son los ojos para mirar el mundo, pero senta el que de mejor manera y con
los centros urbanos más grandes. Ca- también lo son para oír, escuchar el mayor intensidad sintetizara ese espí-
sas campesinas que surgen en e l pai- ruido del viento entre los árooles o al ritu transformador y revolucionario
saje del minifundio nariñense o cun- aturdidor ruido urbano, además para que caracterizara al siglo XX.
diboyacense o en hilera en medio de dejar pasar el aire como pulmones. El decenio de los años sesenta fue
la exuberante vegetación en Quimba- Los techos o cubiertas que las cubren posiblemente el más interesante de
ya (Quindío) y, en general, en el Viejo con sus prolongaciones, los aleros, todo el siglo xx por lo que implicó
Caldas o integrando conjuntos palafí- protegen de la lluvia y del sol a Jílane- en el cambjo de las costll111bres, las
ticos en las ciénagas magdalenenses y ra de sombreros o viseras, así a<:>mo·las visiones sobre la sociedad y el poder,
a orillas del mar en Thmaco o ranche- rejas a estos ojos-ventanas. Casa aden- la irrupción masiva.de la juventud en
rias en el desierto guajiro. tro vienen los umbrales y los mund0s formas distintas ·de ví'¿ja, la conquista
Viviendas cuyas in1ágenes nos per- interiores. Los espacios para vivir, los del esp.acia, el avance· en lo.s medios
m_iten ver que fueron construidas con espacios privados de la vida cotidiana: de eomunicación, que c<imvirtieron ál

[J70] BOLETIN CULTURAL Y B!BL.I0GRJ.HOO, VQL., xt:,vll, NÚI,h 84, 2013

Digitalizado por la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Colombia.

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