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1. Frente a la constatación de que “puta” es una palabra que describe múltiples formas de
insumisión y autonomía femenina, en particular de insumisión y autonomía sexual; NOS
ASUMIMOS PUTAS.
2. Frente a la represión que sufren l@s trans y otras personas que asumen expresiones de
género alternativas; NOS VESTIMOS PUTAS.
3. Frente a la represión que sufren las trabajadoras sexuales - las “putas remuneradas” entre
las “otras putas” - NOS ALIAMOS EN UN UNICO BANDO DE “PUTAS TODAS”.
4. Frente a la negación del placer femenino, y porque puta significa muchas veces “la que
goza”, NOS NOMBRAMOS POSITIVAMENTE PUTAS.
6. Frente a las marcas de control y castigo infligidas en los cuerpos femeninos y feminizados,
que en su peor expresión se plasman en femicidio, feminicidio y crímenes de odio; NOS
RECONOCEMOS COLECTIVAMENTE PUTAS.
Porque “PUTA” ha sido siempre “ELLA” y nunca “YO”, siempre una sentencia y nunca una
asunción, hoy nos robamos la sentencia para afirmar que somos NOSOTRAS quienes nos
juzgamos a NOSOTRAS MISMAS. Marchemos, PUTAS, para que la palabra nunca más nos
duela, nos culpe ni nos estigmatice. Marchemos, PUTAS, para que se escuche y se entienda
que le decimos NO a la VIOLENCIA DE GENERO y SI A LA LIBERTAD ESTÉTICA Y SEXUAL, A LA
AUTONOMÍA Y A LA IGUALDAD ENTRE MUJERES, HOMBRES Y PERSONAS DE DIVERSA
CONDICIÓN SEXO-GENÉRICA.
¡TODAS PUTAS TODAS!!!
*Este manifiesto usa femenino genérico a lo largo del texto y masculino específico cuando
corresponde.
La “Marcha de las Putas” nació en Canadá en abril de 2011, a raíz de las declaraciones que
diera el policía Michael Sanguinetti durante una conferencia sobre seguridad ciudadana en la
Osgoode Hall Law School de Toronto, donde aseguró que “las mujeres deben evitar vestirse
como “putas” para no ser víctimas de violencia sexual”. The “Slutwalk” (como se denominó la
primera marcha) es una denuncia pública en contra de todas las formas de violencia hacia las
mujeres y de la estructura social e institucional que la reproduce y la justifica que ha recorrido,
hasta el momento, más de 60 países.
El fenómeno de la Marcha de las Putas es una expresión contemporánea del feminismo que
entre sus características principales:
1. hace una particular apropiación del espacio público a través de la denuncia visible, la
insumisión estética (en particular la estética “puta”), la celebración de la hiperfeminidad y de
todas las posibilidades de expresión genérica como positivas si son libremente escogidas.
2. Hace una reapropiación del insulto “puta”, con su carga de condena dedicada a las mujeres
y otras feminidades, a fin de denunciar y subvertir esa carga.