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Integración Bíblica

Taller práctico y conclusiones

LA TOTALIDAD DE LA VERDAD

¿Te recuerdas que definimos la integración Bíblica como "la enseñanza de TODA
materia como parte de la totalidad de la Verdad de Dios" (Gangel, Integración de y
Aprendizaje)? Esto significa que el enfoque de nuestra materia o curso debe ser enseñado
y presentado como si viniera de la misma mente de Dios.

Significa que debemos de procurar estudiar nuestra materia con esos mismos ojos de
maravilla, curiosidad y creatividad. Ver qué conexiones existen dentro del contenido que
enseñamos con aplicaciones prácticas de la vida diaria. Analizar qué preguntas surgen al
estudiar de lleno mi materia.

¿Te emociona pensar en cómo Dios desarrolló las Verdades en tu(s) materia(s)?

FUNDAMENTAR BIEN LO QUE ENSEÑO

¿Por qué no solo hacemos la integración bíblica según el tema que vamos a enseñar?
Claro. Esto también lo debemos de hacer de un manera más activa, pero es importante
entender el fundamento bíblico del "para qué" enseñamos la materia. Seguramente
encontraste varias razones para enseñar idioma, sociales, matemática o el curso que hayas
colocado anteriormente.

A Dios le importa grandemente que cada uno de Sus hijos esté "enteramente capacitado
para toda buena obra" (2 Tim. 3:17, NVI).
Es por eso que tenemos cursos y materias que nos aseguran que el estudiante tenga una
capacitación integral y que lo prepare para cualquier área de la vida. La misión de la
escuela cristiana es de poder capacitar, pero también de desarrollar en el estudiante una
cosmovisión Bíblica de las verdades que va aprendiendo. Parte de lo que vemos en este
programa te debe de ayudar a estudiar y examinar tu materia bajo la luz de las escrituras.
En el libro "Reclamando la esencia de la educación escolar cristiana" Albert Greene
propone algunas respuestas de este "para qué". Aquí compartimos solamente 3 ejemplos,
pero podrán encontrar el resto en las páginas 149-177 (este libro es del curso de Filosofía
Educativa Cristiana).

EJEMPLO DE ARTE

La idea clave del aspecto estético de la experiencia es armonía o falta de ella (Calvin
Seerveld, un experto en dicha área prefiere la palabra alusión). Asociamos la estética con
belleza o fealdad, pero ¿qué significan estos términos? C.S. Lewis sugiere que detrás de la
belleza yace el anhelo (ver libro “El peso de la gloria”) y probablemente tiene razón. El
desasosiego del alma es un desasosiego por anhelar a Dios, según lo dijo Agustín, y la
belleza del Señor es encantadora para el corazón redimido. La belleza del mundo es
realmente la belleza de Dios que viene a nosotros por medio de la creación. Él nos habla
también en la fealdad del mundo para recordarnos la ruina que el pecado ha traído,
particularmente en la vida humana.
La estética es el área de las Artes: música, danza, drama, poesía, literatura, pintura,
escultura. Es el área de la creatividad, la imaginación y la originalidad. La estética es el
dominio del “hemisferio derecho del cerebro”, y es mucho más importante, incluso en la
ciencia, de lo que hemos creído. “La aceptación de la teoría de Copérnico se basó
únicamente en la estética: su simplicidad y economía de estructuras la hacía superior a la
teoría de Ptolomeo” (God Spy, Owens, p. 25). Esta tendencia no ha disminuido en la
física moderna.

Vale la pena notar que cuando se satura el currículo escolar, lo primero que se descarta
son las artes. Esto debería ser particularmente extraño como cristianos especialmente
cuando notamos que dos de los principales aspectos que la Biblia menciona acerca del
cielo es que habrá música y silencio. Nuestros programas de estudio, ¿realmente
preparan a los niños para sentirse como en casa?

Cuando el Catecismo de Westminster dice que el fin principal del hombre es “Glorificar
a Dios y disfrutar de Él para siempre”, nos habla de belleza pues la gloria y la belleza son
conceptos íntimamente relacionados. Debemos ver la belleza del mundo como la belleza
de Dios a través de la creación. Es su belleza la que satisface nuestro corazón, ya sea en
una flor o en un enamorado. Mientras esta conciencia crece en nosotros y en nuestros
estudiantes, honraremos a Dios dándole un lugar preferente en nuestro corazón y en
nuestra vida. Como Él nos ha amado, así le amamos, en y a través de la belleza de su
mundo. De esta forma ejercitamos el sacerdocio para el cual hemos sido comprados por
la sangre de Cristo (1 Pedro 2:9; Hebreos 13:15). Recibimos la belleza de la creación y la
devolvemos a Dios en alabanza y adoración.

EJEMPLO DE SOCIALES

La idea clave del aspecto social es el intercambio social. Dios no creó a los seres
humanos para ser personas aisladas. Él los creó para el gozo, el bienestar y la fuerza que
viene de relacionarse con otros. Por esto la Biblia, que comienza en un huerto bastante
solitario, termina en la ciudad de Dios, la esposa del Cordero bajando del cielo. Los seres
humanos, como entes sociales, son sensibles a la privación del contacto humano que se
da en el confinamiento solitario. La soledad proviene del hecho que el pecado lo ha
separado de Dios y de los demás. En un esfuerzo por negar o escapar de la soledad,
todavía nos estrechamos las manos y nos abrazamos, comemos, jugamos y bailamos
juntos. Nos necesitamos unos a otros, aunque el sentido de necesidad ha sido negado por
el demoledor egoísmo de nuestra sociedad. La proliferación de tecnología en los tiempos
modernos ha profundizado la necesidad en lugar de aligerarla, dejándonos cada vez más
aislados de los demás.

En cada experiencia hay un aspecto social. Esta es una de las formas en las cuales
encontramos al mundo de Dios y sus habitantes creados. La idea del intercambio social
se encuentra en la trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo (Efesios 3:14-15). Nuestra
necesidad de compañía humana refleja el anhelo que tenemos de Dios, que es parte de
nuestro ser creado a su semejanza. El quebrantamiento por divorcios frecuentes, familias
de un solo padre o madre y generaciones aisladas que caracterizan a nuestra sociedad,
son un testigo trágico de las consecuencias del servicio idolátrico. Porque cuando usamos
las relaciones humanas para otra cosa que no sea el amoroso servicio a Dios, servimos a
los ídolos. El cuerpo de Cristo tiene la misión de ser el escaparate de las relaciones
restauradas. Promete la satisfacción de la necesidad de nuestro corazón y un
fortalecimiento que no puede venir de ninguna otra forma. Al estudiar el aspecto
sociológico de nuestras experiencias, entonces, debemos planear para trabajar en una
forma de vida redentora que ejemplifique el poder reconciliador de la salvación de Cristo
e invitar a otros a disfrutarlo.
EJEMPLO DE IDIOMA

Una de las primeras formas en la cual se forma la cultura es en el desarrollo del lenguaje.
Dado que el idioma es el portador más significativo de una cultura, la prohibición de un
idioma nativo es la forma más efectiva de destruir una cultura. Tal política jugó un papel
desastroso en los esfuerzos de los americanos blancos para “civilizar” a los indios. Lo
mismo ocurrió durante las primeras décadas de este siglo cuando los japoneses
prohibieron a los taiwaneses usar su idioma durante la ocupación japonesa de la isla.

La idea clave del aspecto lingüístico es el significado simbólico, presente en cada una de
nuestras experiencias. El simbolismo es uno de los aspectos más malentendidos y
menospreciados en la vida humana, especialmente para los cristianos. Generalmente nos
detenemos en el simbolismo de la mesa de la comunión, donde el pan y el vino hablan
del cuerpo quebrantado y de la sangre derramada de Cristo. Pero, como bien lo señala
Alexander Schmemann, la creación entera es sacramental. Todo en ella revela a Dios:
“los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos”
(Salmos 19:1). Los salmistas frecuentemente nos dicen que la totalidad del mundo creado
alaba a Dios; lo hacen porque esa es la razón por la cual Dios creó al mundo. Y Él creó a
los seres humanos para ser portavoces de esa alabanza. Hizo el mundo para hablarnos de
sí mismo (Romanos 1:20). Por eso también el Cristo encarnado es llamado la Palabra de
Dios.

Usamos palabras porque llevamos la imagen de Dios. Lo primero que Dios le ordenó
hacer a Adán fue nombrar a los animales y esa responsabilidad no ha cesado. Aún somos
llamados a “nombrar a los animales” y este es un privilegio; es decir, percatarnos de lo
que Dios nos está diciendo en la creación y devolverle a Él la creación por la forma en
que hablamos de ella y la usamos. De eso se trata la escuela.

El problema es que el pecado ha torcido el lenguaje humano de manera que con


frecuencia no sirve ni a Dios ni al prójimo. Pero la Biblia nos dice que nuestro hablar
debe ser siempre con gracia, sazonado con sal, de manera que edifique a los que nos
escuchan (Colosenses 4:6, Efesios 4:29). Concebido apropiadamente, hablar es una cosa
admirable porque refleja la entrega propia de Dios en la forma en que se comunica con
nosotros a través de la creación. Necesitamos aprender a leer la creación, para ver lo que
el Señor nos está diciendo en ella y luego comunicar el nutritivo y poderoso mensaje del
amor y la gloria de Dios en nuestro uso del don de la palabra. Cuando los niños
aprenden esto, su reverencia será usada por el Espíritu Santo para dirigir su discurso por
canales que revelen su amor a Dios y al prójimo.
DE PREGUNTAS A PRINCIPIOS BÍBLICOS

Nuestros estudiantes son seres curiosos y tienen preguntas para todo. ¿Qué preguntas
tendrán del tema que estás enseñando? Imagínate 3 posibles preguntas que pueden surgir
en tu clase de Formación Ciudadana y Civismo tema.

¿Cómo hacemos para responder a estas preguntas?

Si estamos usando el modelo del principio integrador, las respuestas a estas preguntas
deben encontrarse dentro de la lección que enseñamos y debemos traducirlas a
principios bíblicos.

Por ejemplo:

El profesor Harold está preparando su lección acerca de los seres vivos que están en el
mar para sus estudiantes de 10 años. Su lección gira alrededor de identificar qué seres
son mamíferos, peces y plantas. Él sabe que a pesar que vivan todos en un mismo
entorno, existen clasificaciones que nos ayudan a estudiarlas. El profesor anticipa la
siguiente pregunta:

¿Por qué los mamíferos que viven en el mar no son considerados peces?

Siendo un profesor experto, él estudia las diferencias entre peces y mamíferos y ve que la
manera de reproducción y nacimiento es diferente. ¿Qué pasaje nos habla en cuanto a la
reproducción o clasificación de animales? El profesor hace una búsqueda y encuentra 2
pasajes: 1 Génesis 1:21-22 y Levítico 19:19. Estos dos pasajes le muestran al profesor que
¿El
Dios creó a los seres vivos con el fin de que se multipliquen y que se reproduzcan
control únicamente con su propia especie. Al pensar en ejemplos de mamíferos en el mar, el
o el profesor pensó "Que bueno que las ballenas no se reproducen de la misma manera que
dominio? un pez normal, porque si no tendríamos mucho más ballenas en el mar que ocuparían
bastante espacio." Una explicación bastante simple, pero que le muestra que Dios
establece límites de reproducción que les permite habitar bien en sus entornos. Hasta de
esto tiene Dios el control. Este es el principio bíblico que usa el profesor para la lección.

Un ejemplo básico del ejercicio mental que debemos de realizar para traducir las
preguntas en principios bíblicos.

Practiquemos un poco este ejercicio con otros ejemplos.


Responde a esta pregunta.
¿Para qué debemos estudiar Formación Ciudadana y Cívica?

Debemos estudiar Formación Ciudadana y Cívica porque si Dios en 1 Pedro 2:12-20 establece
responsabilidades personales de los creyentes como ciudadanos entonces debemos favorecer el
desarrollo de procesos cognitivos y socio-afectivos en el estudiante, que orienten su conciencia y
actuación cívico–ciudadana en un marco de conocimiento y respeto a las normas que rigen la
convivencia y la afirmación de su identidad.

Si en la Palabra de Dios encontramos instrucciones acerca de someterse por causa del Señor;
para que los no creyentes puedan ver actitudes y acciones correctas y enmudezcan entonces
debemos fomentar comportamientos complejos resultantes de la puesta en práctica de
conocimientos, capacidades y actitudes que el estudiante va adquiriendo o fortaleciendo
progresivamente y que pone en constante ejercicio en sus diversos entornos.

Si los creyentes, por sus acciones, deben reconocer su libertad en Cristo, pero no deben usar esa
libertad para cubrir la malignidad entonces debemos buscar que los estudiantes participen activa,
creativa y responsablemente en la construcción de una comunidad democrática, en la que se
reconozcan a sí mismos y a los otros como sujetos de derecho e iguales en dignidad. En tal
sentido se construyen normas que fomentan su participación crítica, constructiva y autónoma en
comunidad.
TOMANDO LAS COMPETENCIAS

Ahora, no se trata de solamente esperar en qué momento un estudiante levanta la mano y


hace un pregunta. Eso sería usar el modelo interpersonal de integración bíblica, el cual es
bueno y útil, pero debemos de buscar la integración desde que hacemos el plan de
nuestra enseñanza.

¿Dónde buscamos integrar la Verdad de Dios?

Lo ideal es que desarrollemos las competencias basados en los principios bíblicos que
queremos reforzar en nuestra lección. Es decir, tomar los principios bíblicos, y de allí
sacar las competencias que queremos desarrollar según la materia que enseñamos.

Sin embargo, la realidad es que la mayoría de escuelas ya trabajan con un currículo que
delimita las competencias a desarrollar para cada materia/lección.

¿Cómo logro integrar la Biblia entonces? Sigamos estos pasos:

1. Estudia las competencias y analiza qué preguntas pueden surgir al desarrollarlas


en clase. Piensa en por lo menos una pregunta que tenga que ver con la
comsovisión de la persona.
2. Estudia lo que dice la Biblia para responder a esta pregunta. Inicia orando y
pidiendo que el Espíritu Santo te guíe. Puedes hacer una búsqueda usando
herramientas como la Enciclopedia de Verdades Bíblicas las cuales ya te dan los
principios por materia.
3. Cuando ya hayas encontrado pasajes (asegurándote que no son tomados fuera de
contexto), tradúcelos a principios bíblicos.

¿Quieres ver un ejemplo?

Ejemplo de planificación para una clase de lectura:

Tema: Lectura de capítulo 1 del libro: “El Dador” de Lois Lowry

Resumen de tema Este primer capítulo introduce al personaje de Jonás, un niño de 11 años que vive
en una sociedad extraña con reglas en cuanto a la conducta de los ciudadanos.
(50 palabras): Leemos acerca de la interacción que tiene Jonás con su familia durante una cena.
También leemos acerca de unos sentimientos de temor que él siente.
Competencia(s) que Describir el contexto inicial de la historia.
desarrollará el estudiante: Comparar la familia de la historia con contexto propio.

No me gusta leer. ¿Por qué tenemos que leer?


Posibles preguntas Esta familia es diferente/similar a la mía.
que surjan: ¿Cómo deben ser las familias?

El plan de Dios es que las personas sean capaces de leer para


Integración de aprender (Ex.17:14; Ap. 1:11,19)
cosmovisión bíblica Dios diseño el modelo de familia (Gen. 1:27; 1 Cor.11:10-11)

LECCIONES INTERESANTES

Ya que tienes una mejor idea de cómo analizar las competencias e integrar la
cosmovisión bíblica a la planificación, seguimos a otra pregunta:

¿Cómo realizo la integración a mi lección?

Cuando integramos la Palabra de Dios dentro de nuestra lección desde que trazamos las
competencias, entonces la manera que se la presentamos al estudiante debe ser similar a
cómo presentamos cualquier contenido que enseñamos.

Para esto hay muchas maneras de hacerlo:

1. Por medio de un juego de descubrimiento (o resolución de problemas)


2. Debates/discusiones de clase (en pareja o grupales)
3. Hoja de trabajo con preguntas analíticas o de reflexión
4. Forma magistral con interacción de estudiantes

Las maneras que NO debemos hacerlo:

 Hacer devocionales o sermones largos


 Hacer preguntas muy difíciles de responder sin proveer respuestas o ayuda
 Pedirle al estudiante que memorice el pasaje que está en mi plan de lección (sin
proveer tiempo de analizar o discutir el pasaje)
 Hacer ejercicios con el pasaje sin analizar el contenido (circular el sujeto,
identificar verbo, etc.)

Piensa en tu grupo de estudiantes. ¡Tú sabrás la mejor manera de presentarles la Verdad


de Dios por medio de tu lección!

CONCLUSIÓN

La integración bíblica es la pieza que no debe faltar en nuestras lecciones, ya que unen el
"qué" y "para qué" de lo que enseñamos. Desarrolla en el estudiante una mejor
comprensión de las verdades como parte de la totalidad de Dios, además de darle un
sentido de propósito al estudio.

El reto ahora es que tú tomes tu materia, tus lecciones y planes y puedas analizarlos bajo
la luz de las Escrituras. ¡Sigue adelante creciendo y aprendiendo!

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