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Revista de Psicología del Trabajo y de las

Organizaciones
ISSN: 1576-5962
revistas_copm@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España

SALANOVA SORIA, MARISA


Trabajando con tecnologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia
Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, vol. 19, núm. 3, 2003, pp. 225-246
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=231318057001

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Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones - 2003
Volumen 19, n.º 3 - Págs. 225-246

Artículo
Trabajando con tecnologías y afrontando el tecnoestrés: el rol
de las creencias de eficacia

Working with technologies and coping with technostress: the


role of efficacy beliefs
MARISA SALANOVA SORIA
Wont Prevención Psicosocial. Universitat Jaume I

RESUMEN

El objetivo del presente trabajo es describir qué es y cómo se produce el proceso de tecno-
estrés en el marco mas global del 'Modelo Demandas-Recursos', con especial énfasis en des-
cribir los principales resultados de la investigación reciente sobre el rol amortiguador que tie-
nen las creencias de eficacia en todo este proceso. Para ello se revisa en primer lugar el
concepto de tecnoestrés ofreciendo una definición comprehensiva del constructo. En segundo
lugar, se contextualiza el tecnoestrés en el marco más global de los Modelos Demandas-
Recursos, apuntando los principales hallazgos en la investigación sobre las características del
trabajo con Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). El artículo finaliza revi-
sando la investigación reciente sobre la autoeficacia como un recurso ‘amortiguador’ del pro-
ceso de tecnoestrés.

ABSTRACT

The aim of this article is to know what the technostress is in a broader Demands-Resour-
ces Model framework. The main research findings about the buffering role of self-efficacy in
the technostress process are showed. Firstly, the technostress concept is revised, showing a
comprehensive definition of the construct. Secondly, the technostress is explained in the glo-
bal Demands-Resources Model, taking into account the main findings in research on charac-
teristics of working with Information and Communication Technology (ICT). Finally, recent
research about the buffering role of self-efficacy in the technostress process is revised.

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Trabajando con tenologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia

PALABRAS CLAVE

Tecnoestrés, Autoeficacia, Modelos demandas-recursos.

KEY WORDS

Technostress, self-efficacy, demands-resources model

INTRODUCCIÓN demanda de prevención y asesoramiento


para evitar riesgos y efectos negativos del
Internet, telefonía móvil, robots indus- impacto tecnológico en la eficacia de las
triales, teletrabajo, e-conomía, sociedad de empresas y necesidades psicosociales de los
la información... son términos cada vez más trabajadores. En este contexto, por ejemplo
familiares. Las Tecnologías de la Informa- la Ley Española de Prevención de Riesgos
ción y de la Comunicación (TIC) forman Laborales de Diciembre de 1995, señala en
parte ya de nuestra vida privada y pública. el artículo 16 sobre la Evaluación de Ries-
En el ámbito del trabajo y de las organiza- gos que ésta se realizará cuando cambien
ciones, se están introduciendo TIC en la las condiciones de trabajo, por ejemplo,
mayoría de los sectores productivos, tanto debido a la introducción de nuevas tecnolo-
en el sector servicios como en producción, gías. Por tanto, se genera una necesidad de
así como en prácticamente la totalidad de abordar las consecuencias y los anteceden-
las áreas funcionales de las organizaciones. tes de las innovaciones tecnológicas en las
Todos estos cambios tecnológicos ponen de empresas para poder prevenir su impacto a
manifiesto problemas técnicos pero también nivel tanto individual, como grupal y orga-
problemas humanos y sociales objeto de nizacional (Salanova, Cifre y Martín, 1999).
profundo debate debido a sus consecuencias
tanto para las personas como para las orga- La investigación psicosocial en éste
nizaciones. Los cambios generados por las ámbito es cada vez más frecuente abordan-
innovaciones tecnológicas conllevan una do la problemática de las consecuencias de

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la introducción de TIC en la salud de las experiencias óptimas o flow) como nega-


personas en el trabajo como son los pro- tivo (ej. fatiga informativa, ansiedad).
blemas musculares, dolores de cabeza, Hablaríamos de tecnoestrés cuando nos
fatiga mental y física, ansiedad, temor, centramos en los efectos negativos del
aburrimiento. En este marco es donde uso de las TIC, y el objetivo sería clarifi-
cobra importancia el término de "tecnoes- car por una parte, qué es el tecnoestrés
trés" que viene a significar el estrés deriva- atendiendo a sus dimensiones básicas, y
do de la introducción de nuevas tecnolo- por otra parte, a concretar cuáles son sus
gías en el trabajo, ya que las TIC se antecedentes y procesos intervinientes.
pueden convertir en un estresor más. Digo Pero antes de entrar en esta materia, con-
'se pueden' porque no asumimos un mode- viene clarificar una cuestión previa, esto
lo determinista, sino que se plantea el pro- es, la tecnología en y por sí misma es
blema del tecnoestrés en un modelo inte- 'neutra'. Es decir, que en sí misma no
ractivo de percepción de 'Demandas- genera efectos ni positivos ni negativos.
Recursos', que viene a señalar a grandes La cualidad de los efectos depende de
rasgos que el impacto psicosocial de las factores tales como las demandas y falta
demandas asociadas al trabajo con TIC de recursos generados en el trabajo tras su
está 'amortiguado' por la presencia de implantación, las creencias en las propias
recursos presentes tanto en el ambiente capacidades y competencias para afrontar
físico y social del trabajo, como en las pro- con éxito el cambio tecnológico, etc. La
pias personas. Entre estos recursos perso- investigación reciente viene a decir que la
nales, la investigación viene a demostrar mera exposición a las TIC per se, no es la
que las creencias de eficacia tienen un causa de efectos psicosociales negativos,
fuerte poder amortiguador del estrés. En sino que existen variables intervinientes
este contexto el objetivo del presente tra- que median y modulan esa relación, tales
bajo es describir qué es y cómo se produce como la valoración de la experiencia
el proceso de tecnoestrés en el marco mas pasada con el uso de las TIC, las actitudes
global del 'Modelo Demandas-Recursos', y valores de la tecnología, y las creencias
con especial énfasis en describir los princi- de autoeficacia en relación con el uso de
pales resultados de la investigación recien- la tecnología (Chua et al., 1999; Salano-
te sobre el rol amortiguador que tienen las va, Grau, Cifre y Llorens, 2000; Salano-
creencias de eficacia en todo este proceso. va, Grau, Llorens y Schaufeli, 2001; Sala-
nova y Schaufeli, 2000). Por ejemplo en
nuestros estudios hemos puesto de mani-
SOBRE EL CONCEPTO DE fiesto que los efectos psicosociales de la
TECNOESTRÉS: ¿VINO VIEJO exposición a la tecnología se explican
EN BOTELLAS NUEVAS? mejor cuando tenemos en cuenta diferen-
tes tipos de exposición (ej. formación,
El concepto de tecnoestrés está directa- frecuencia actual de uso, tiempo de uso) y
mente relacionado con los efectos psico- también tenemos en cuenta el rol intervi-
sociales negativos del uso de las TIC. No niente de variables psicosociales tales
obstante, la investigación ha mostrado como la autoeficacia hacia la tecnología.
que la exposición a las TIC influye en el Una vez aclarada esta cuestión, pasemos a
bienestar psicosocial de los usuarios en centrarnos primero en el concepto de tec-
un sentido tanto positivo (ej. entusiasmo, noestrés.

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Trabajando con tenologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia

Las últimas encuestas europeas sobre mentado las expectativas en la relación


condiciones de trabajo (Paoli y Merllié, recíproca entre la organización y el indivi-
2001). y la III y IV Encuestas Españolas duo en lo que ha venido denominándose el
sobre Condiciones de Trabajo (Instituto contrato psicológico. Por una parte, la
Nacional de Seguridad e Higiene en el organización ha incrementado sus expecta-
Trabajo, 2004) ponen de manifiesto que el tivas respecto a qué espera de los trabaja-
estrés laboral es la segunda causa de que- dores (compromiso y fidelidad a la organi-
jas relacionadas con el trabajo. En Europa, zación, trabajar más horas y llevarse
la primera causa es el dolor de espalda (de trabajo a casa, etc.), pero también los tra-
30% en 1995 aumenta al 35% en 2000), la bajadores han visto incrementadas sus
segunda causa es el estrés (28% tanto en expectativas ya que piden a la organiza-
1995 como en 2000) y la tercera la fatiga ción una mayor calidad de vida laboral tra-
(20% en 1995 al 23% en 2000). En España ducida en trabajos cada vez más ‘saluda-
la primera causa es también el dolor de bles’ como son aquellos con buenas
espalda (que aumenta de un 20% a un condiciones físicas, alta autonomía, buen
39%), la segunda causa es el estrés que al horario de trabajo, buena paga, etc. Estas
contrario que en Europa aumenta de un expectativas por ambas partes, aunque
15,5% a un 28% situándonos en el mismo altas, pueden mantenerse siempre y cuando
porcentaje que la media europea y la terce- se ofrezca algo a cambio como transacción
ra causa siguen siendo problemas múscu- en esa relación recíproca organización-tra-
lo-esqueléticos pero esta vez de dolor en bajador. El problema viene porque en
miembros superiores e inferiores (de un muchas ocasiones lo que ofrece la organi-
5,4% a un 26%). zación es inseguridad laboral con contratos
temporales y precarios, y lo que ofrece el
Pero ¿por qué ha habido este aumento trabajador es poca implicación y compro-
de las quejas relacionadas con el trabajo en miso. Con ello, el contrato psicológico se
torno al estrés laboral? Dicho de otra interrumpe y puede ser origen de estrés y
manera ¿por qué la gente está cada vez malestar. Quizá la cuestión está en que el
más estresada en el trabajo? Algunas inter- modelo tradicional de contrato psicológico
pretaciones posibles a esta tendencia son ya no funciona en nuestro mercado de tra-
las siguientes. En primer lugar, puede estar bajo actual caracterizado por la flexibili-
influyendo el hecho de que la gente sabe dad y globalización, y si antes se ofrecía
ahora mas qué es el estrés, qué síntomas se seguridad laboral en el empleo, ahora esto
asocian a el, cómo se puede combatir. El es insostenible y lo que parece ofrecerse es
conocer el fenómeno y ponerle una ‘eti- ‘empleabilidad’, es decir, la posibilidad
queta’ (‘proto-professionalization’) puede por parte de la organización de mantener a
estar influyendo en que los trabajadores se los trabajadores con competencias que le
sienten más identificados con la sintomato- hacer ser ‘competitivo’ en el mercado de
logía. Esto que por una parte es positivo y trabajo. El problema aquí es que los
puede favorecer el proceso de evaluación empleados vean esto como un ‘valor’ al
del estrés y su prevención, puede tener menos comparable con el valor que tiene
efectos negativos también generando auto- la ‘seguridad y estabilidad’ en el trabajo.
diagnósticos sobre-valorados.
En tercer lugar, la presión laboral por
En segundo lugar también han incre- acabar el trabajo en tiempo límite es una

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de las características del mercado de traba- ne una ventaja competitiva para las organi-
jo actual. Los trabajadores vienen a señalar zaciones, mejorando la rapidez en la elabo-
que se encuentran sometidos a demandas ración del producto o en la realización del
de trabajo que superan el tiempo disponi- servicio y facilitando la comunicación
ble para poder llegar a realizar las tareas a entre e intra organizaciones, también es de
tiempo. Es lo que viene a llamarse la destacar que tiene algunos inconvenientes
sobrecarga de trabajo, que puede ser cuan- y que son éstos los que se relacionan direc-
tativa (demasiadas cosas que hacer en el tamente con el tecnoestrés. Por ejemplo,
tiempo disponible) o cualitativa (cosas los cambios continuos a los que se ven
demasiado complejas que superan las pro- sometidas las mismas tecnologías tales
pias competencias para realizarlas). Esta como la rapidez con la que aparecen nue-
presión temporal en muchas ocasiones vas tecnologías y aplicaciones, la corta
viene causada por el ritmo de trabajo que vida y en pico de los productos tecnológi-
imponen las máquinas, el uso de TIC que cos, la dificultad en el conocimiento de su
hacen posible trabajar en cualquier funcionamiento para las personas sin for-
momento y en cualquier lugar, la rapidez mación técnica, la necesidad de mantener-
que se trabaja con las TIC y que nos exige se en constante proceso de aprendizaje de
más y más dedicación y responsabilidad, el las innovaciones por parte de los usuarios,
ritmo de trabajo que te imponen los com- y un largo etc.
pañeros de trabajo, los mandos interme-
dios, los usuarios o clientes del propio tra- El tecnoestrés es un término que fue
bajo, y un largo etc. También en el marco acuñado por primera vez por el psicólogo
de estas demandas crecientes tanto de tipo norteamericano Craig Brod en 1984 en su
mental (sobrecarga mental por el trabajo libro ‘Technostress: The Human Cost of
con TIC) como demandas de tipo emocio- the Computer Revolution’. Lo viene a defi-
nal (clientes exigentes, alumnos enfadados, nir como ‘una enfermedad de adaptación
etc.) vienen a señalar una realidad laboral causada por la falta de habilidad para tratar
que se caracteriza por un incremento de con las nuevas tecnologías del ordenador
este tipo de demandas que exigen al traba- de manera saludable’. En un sentido u
jador estar afrontando día a día un trabajo otro, hace referencia a los problemas de
cambiante. adaptación a las nuevas herramientas y sis-
temas tecnológicos. Por otra parte, entien-
El incremento de las demandas menta- de el tecnoestrés como ‘una enfermedad’ y
les en el trabajo está directamente relacio- lo más relevante: causada por una falta de
nado con la implementación de TIC en las habilidad o incompetencia de los usuarios.
organizaciones. Las TIC están introducién- Esto es, la causa es la incompetencia en el
dose de forma vertiginosa en el trabajo y afrontamiento a las TIC cuando son nue-
las organizaciones. Tanto es así que las vas. Otras definiciones del tecnoestrés han
últimas encuestas europeas vienen a seña- venido dadas por autores como Michelle
lar que el 40% de los puestos de trabajo Weil y Larry Rosen en su libro ‘Technos-
actuales están relacionados con el uso de tress: coping with Technology @work,
las TIC en alguna de sus versiones, esto es, @home and @play’ publicado en 1997.
en las tecnologías del trabajo de oficina y Ellos lo definen como ‘cualquier impacto
en el trabajo de producción. Aunque en un negativo en las actitudes, los pensamien-
principio la implementación de TIC supo- tos, los comportamientos o la fisiología

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Trabajando con tenologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia

causado directa o indirectamente por la futuras con la tecnología, 2) actitud global


tecnología’. Estos autores señalan que es negativa hacia la tecnología, sus operacio-
también una enfermedad y que se debe nes o su impacto social, y 3) diálogos
principalmente al creciente estrés que pro- internos autocríticos o cogniciones negati-
duce la invasión en la vida diaria de teléfo- vas específicas en la interacción presente o
nos móviles, e-mails, reproductores de futura con la tecnología. Mas recientemen-
VHS o DVD, PDAs, etc. Con esta defini- te, Mark Brosnan en su libro de 1998 titu-
ción van un paso más allá y centran el tec- lado ‘Technophobia: The Psychological
noestrés en el impacto de tipo negativo, impact of Information Technology’, la
siendo la causa la tecnología. El problema define como ‘pensamientos negativos y
es que es una definición a mi entender ansiedad relacionada con la tecnología de
demasiado amplia para poder ser operativa la información’. Rosen y Weil, afirman
y objeto de investigación científica. que la creciente necesidad de tecnología
crea dependencia, así como el uso de la
Por otra parte, existen diversos términos tecnología genera sobrecarga mental y
afines que se relacionan con el término dificultades para recordar, pensar con cla-
tecnoestrés, tales como el “Síndrome de ridad y descansar debido a la sobre-estimu-
Fatiga Informativa”, la Tecnoadicción y la lación que se recibe. Rosen y Weil amplían
Tecnofobia. Todos ellos hacen referencia la perspectiva de Brod al señalar que las
al tecnoestrés, ya que éste es un constructo repercusiones del tecnoestrés son compar-
amplio que alberga otros más específicos. tidas tanto por los “tecnófobos” (los que se
El síndrome de la fatiga informativa es tec- resisten al uso de la tecnología) como por
noestrés derivado por los actuales requisi- los tecnoadictos (personas que quieren
tos de la Sociedad de la Información y que estar al día de los últimos avances tecnoló-
se concreta en la sobrecarga informativa gicos y acaban siendo ‘dependientes’ de la
cuando se utiliza Internet, y sus conse- tecnología siendo el eje sobre el cual se
cuencias en la falta de competencia para estructuran sus vidas). Desde el punto de
estructurar y asimilar la nueva información vista de estos autores, se puede considerar
con la consiguiente aparición de la fatiga el tecnoestrés como cualquier impacto
mental de tipo informativo. La tecnoadic- negativo en las actitudes, los pensamien-
ción es el tecnoestrés específico debido a tos, los comportamientos o la fisiología
la incontrolable compulsión a utilizar TIC corporal causado directa o indirectamente
en todo momento y todo lugar, y el utili- por la tecnología.
zarlas durante largos períodos de tiempo.
La tecnofobia es también tecnoestrés pero Así desde finales de los años 80 se
focalizado en la dimensión afectiva de viene realizado investigación sobre el tec-
miedo y ansiedad hacia la TIC. Jay (1981) noestrés, si bien existe una literatura toda-
define la tecnofobia en base a tres dimen- vía limitada comparada con la investiga-
siones: 1) resistencia a hablar sobre tecno- ción sobre el burnout, o el estrés laboral en
logía o incluso pensar en ella, 2) miedo o general. La investigación ha ido creciendo
ansiedad hacia la tecnología, y 3) pensa- a medida que avanza el uso de las tecnolo-
mientos hostiles y agresivos hacia la tecno- gías y la necesidad de conocer sus repercu-
logía. También Rosen y Weil en 1990 la siones en las personas, grupos de trabajo,
definieron incluyendo tres dimensiones: 1) organizaciones, etc. Incluso hoy día existe
ansiedad sobre interacciones presentes y/o una importante relación de trabajos sobre

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el estrés y el uso de las tecnología en Prie- dose en los trabajadores por unas u otras
to, Zornoza y Peiró (1997), Peiró (1990, razones tales como el elevado ritmo de
1993) y Salanova, Cifre y Martin (1999; innovaciones tecnológicas que nos obliga a
2003), Salanova et al. 2000, 2001) y Sala- un aprendizaje continuado, la sobreabun-
nova y Nadal (2003). En base a estas defi- dancia de información que impide asimi-
niciones y en un intento de ofrecer una larla adecuadamente produciendo el agota-
definición del tecnoestrés más comprehen- miento mental, y también la dificultad de
siva y a la vez operativa, se puede entender establecer límites claros entre el trabajo y
como ‘un estado psicológico negativo rela- otros ámbitos como la familia, ya que las
cionado con el uso de TIC o amenaza de TIC nos permiten trabajar ‘en cualquier
su uso en un futuro. Ese estado viene con- momento y en cualquier lugar’ potencian-
dicionado por la percepción de un desajus- do el incremento de la ‘adicción al traba-
te entre las demandas y los recursos rela- jo’. Todo ello, influye en una percepción
cionados con el uso de las TIC que lleva a de desajuste entre demandas y recursos
un alto nivel de activación psicofisiológica disponibles para afrontar la tecnología que
no placentera y al desarrollo de actitudes ‘puede’ precipitar hacia el tecnoestrés
negativas hacia las TIC’. En esta defini- (esto es, ansiedad y actitud negativa hacia
ción queda reflejado que el tecnoestrés es la TIC). Ahora bien, en todo este proceso
un resultado de un proceso perceptivo de la autoeficacia juega un papel crucial.
desajuste entre demandas y recursos dispo-
nibles, y está caracterizado por dos dimen-
siones centrales: 1) síntomas afectivos o DEMANDAS Y RECURSOS:
ansiedad relacionada con el alto nivel de ¿QUÉ CARACTERIZA EL TRABAJO
activación psicofisiológica del organismo, CON TECNOLOGÍAS?
y 2) el desarrollo de actitudes negativas
hacia la TIC. Actualmente la concepción más exten-
dida del estrés es la mediacional centrada
Y en todo este proceso de desajuste, en los procesos cognitivos, evaluativos y
¿cuál es el papel de las creencias de efica- mediacionales que intervienen entre el
cia hacia la tecnología? Por supuesto, el estresor y la reacción de estrés. El estímulo
tecnoestrés está directamente relacionado potencialmente estresante puede conducir
con los bajos niveles de autoeficacia rela- a diferentes respuestas emocionales en
cionada con la tecnología. La investigación diferentes individuos, dependiendo de su
así lo ha puesto de manifiesto como vere- valoración cognitiva de la situación y de
mos mas adelante. La cuestión es que la sus recursos. Un aspecto muy importante
autoeficacia juega un rol modulador en el es que los procesos psicológicos median
proceso de tecnoestrés, en donde hay per- los efectos de los estresores sobre el bie-
cepción de demandas y falta de recursos en nestar (Karasek y Theorell, 1990; Lazarus
el trabajo actual o futuro con la tecnología. y Folkman, 1984). Así, el estrés laboral se
Y las creencias de los usuarios en las pro- puede considerar como un proceso en
pias competencias para afrontar con éxito donde intervienen estresores o demandas
el trabajo con la tecnología desempeñan un laborales de diversa índole, consecuencias
rol crucial en el desarrollo del tecnoestrés del estrés, y también recursos tanto de la
como veremos en las páginas siguientes. persona como del trabajo cuya ausencia
En suma, el tecnoestrés acaba manifestán- puede convertirse en un estresor más, y su

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Trabajando con tenologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia

presencia puede amortiguar los efectos plantea que las condiciones de trabajo de
dañinos de los estresores. El modelo los empleados pueden ser categorizadas en
Demandas y Recursos en el cual centramos dos grandes categorías ‘demandas labora-
la descripción del proceso de tecnoestrés, les’ y ‘recursos laborales’, que se relacio-
está basado en estos modelos de explica- nan de modo distinto con resultados espe-
ción del estrés ocupacional. Aunque existe cíficos. Las demandas laborales se
más de una docena de teorías y modelos de refieren a aquellos aspectos físicos, socia-
estrés laboral sólo unas pocas han demos- les y organizacionales que requieren
trado validez científica y pueden ser apli- esfuerzo físico sostenido, y están por tanto
cadas en la práctica. Entre ellas el modelo asociados a ciertos costes fisiológicos y
de Demandas/control de Karasek (1979), y psicológicos (por ejemplo, el agotamien-
sus posteriores revisiones por sus creado- to). Mientras las teorías de la fatiga expli-
res (Karasek y Theorell, 1990) ha estimu- can las relaciones entre demandas y agota-
lado mucha investigación científica, lle- miento (Hockey, 1993), las relaciones
vando incluso a la ampliación del modelo entre recursos e implicación laboral pue-
en los Modelos de Demandas y Recursos. den ser explicadas por teorías sobre la
El modelo defiende que las reacciones de promoción de la salud (Antonovski,
estrés o sus consecuencias proceden de una 1987). La cuestión básica de estas teorías
combinación de trabajos con demandas es conocer qué mantiene a la gente sana,
psicológicas elevadas y un reducido mar- incluso después de estar sometidos a altos
gen de autonomía o decisión. No obstante, niveles de sobrecarga laboral. La respues-
algunos resultados de investigación no ta es la existencia de factores de "protec-
encajan en las predicciones del modelo, ción", llamados recursos. Los recursos
especialmente los efectos multiplicativos laborales son aquellos aspectos físicos,
de demandas y control. El modelo se ha psicológicos, sociales y organizacionales
ido ampliando con otros recursos como el que 1) son funcionales en la consecución
apoyo social y el locus de control de los de metas, 2) reducen las demandas labora-
trabajadores con la idea de aumentar la les, 3) estimulan el crecimiento y desarro-
varianza explicada. La investigación llo personal (ej. autonomía en el trabajo,
reciente pone de manifiesto la necesidad potencial para la cualificación, participa-
de seguir investigando las relaciones espe- ción, variedad, apoyo social, etc.). Los
cíficas entre las variables del modelo, resultados de una serie de análisis de
ampliando el tipo de recursos laborales (ej. ecuaciones estructurales (Demerouti et al.,
clima de apoyo social en la organización, 2001) muestran una fuerte evidencia para
feedback, variedad en las tareas) (Salano- la validez de este modelo, siendo un
va, Peiró y Schaufeli, 2002; Schaufeli, modelo parsimonioso capaz de integrar un
1999). amplio rango de demandas potenciales y
recursos. Así se puede utilizar para estu-
De este modo, actuales revisiones del diar diferentes perfiles de demandas y
modelo Demandas-Control, han ampliado recursos que pueden ser típicas para ocu-
el concepto de control también a otros paciones específicas.
recursos laborales (Demerouti, Bakker,
Nachreiner y Schaufeli, 2001; Bakker, Hasta el momento, el modelo se ha cen-
Demerouti, Taris, Schaufeli y Schreurs, trado en la predicción de resultados nega-
2003). El Modelo Demandas y Recursos tivos como el burnout. La predicción cen-

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tral del modelo es que las demandas labo- Desde este planteamiento, los tecnoes-
rales se relacionan básicamente con el tresores se pueden categorizar en dos blo-
agotamiento emocional, y la falta de ques: tecno-demandas y ausencia de tecno-
recursos laborales con la no-implicación recursos laborales. Las (1) tecno-demandas
(‘disengagement’) (Demerouti et al., laborales son aspectos físicos, sociales y
2001). No obstante, el modelo se puede organizacionales del trabajo con tecnologí-
aplicar también con la misma lógica al as que requieren esfuerzo sostenido, y
estudio de otros resultados negativos están asociados a ciertos costes fisiológi-
como es el ‘tecnoestrés’. Además también, cos y psicológicos (por ejemplo, la ansie-
este modelo igual que explica resultados dad). La investigación realizada en el seno
negativos, también podría explicar resulta- del equipo WONT (Work, Organization
dos positivos en el trabajo, como son, la and New Technology Research Team) ha
implicación o engagement y la ocurrencia puesto de manifiesto que las principales
de experiencias óptimas en el trabajo o tecnodemandas en trabajadores que utili-
flow (además del clásico burnout y del zan TIC son la sobrecarga de trabajo como
tecnoestrés). A este asunto volveremos al demasiadas cosas que hacer en el tiempo
final de este artículo. Por ahora, señalar disponible, la rutina en el trabajo sobreto-
que la predicción del modelo es que las do cuando el trabajo con TIC es aburrido y
altas demandas y la falta de recursos en el monótono y no requiere un esfuerzo men-
trabajo con las TIC están relacionadas con tal y sostenido, es decir que requiere poca
un aumento del tecnoestrés (esto es, ansie- cualificación (ej. introducir datos en el
dad y actitudes negativas hacia las TIC), ordenador); el conflicto de rol ya que apa-
siendo esta relación modulada por la pre- recen demandas que son percibidas como
sencia de recursos personales como la incompatibles entre si por ejemplo las ins-
autoeficacia (ver figura 1). trucciones dadas por grupos diferentes; el

TECNO-
DEMANDAS

TECNO-
ESTR S

TECNO-
RECURSOS

A U T O-
EFICACIA

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Trabajando con tenologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia

conflicto trabajo-familia, etc. Dos datos a Salanova y Peiró, 2001; Salanova, Peiró y
resaltar. En primer lugar, las demandas Schaufeli, 2002; Salanova y Schaufeli,
mentales no tienen una relación negativa 2000) hemos podido comprobar que los
con el bienestar psicológico y el burnout principales recursos laborales que si faltan
tecnológico sino más bien lo contrario. en el trabajo se convierten en tecnoestreso-
Esto es a mayores demandas de tipo men- res son por orden de importancia: la falta
tal como atención, concentración, trabajo de apoyo social, la falta de feedback y la
en paralelo, etc. se experimenta menor bur- falta de autonomía. Entre los recursos
nout y mayor bienestar psicológico. Este laborales uno muy importante y que ha
resultado fue en principio contraintuitivo sido tradicionalmente objeto de estudio
ya que esperamos mayor fatiga mental son las estrategias de implantación de TIC
frente a las mayores demandas mentales. en las organizaciones. La implantación
No obstante, y teniendo en cuenta los supone un cambio organizacional que
resultados con la variable ‘rutina en la puede implicar un nuevo sistema de pagas
tarea’, las demandas mentales son más e incentivos, la construcción de un nuevo
bien percibidas en su versión positiva, esto complejo de despachos, un nuevo sistema
es, los trabajos con TIC que requieren de gestión empresarial, etc. Desde una
demanda mental son percibidos como más perspectiva psicosocial, la gran mayoría de
complejos y por tanto no rutinarios, lo que estudios que analizan las implicaciones
hace estimulante la tarea teniendo una psicosociales de las TIC insisten sobre los
repercusión positiva en el bienestar psico- efectos de las estrategias de implantación,
lógico. En segundo lugar, encontramos sobre su eficacia, las actitudes de las per-
que el tiempo trabajando con las TIC sonas, sus resistencias al cambio, y la pro-
entendido como una demanda laboral, no pia eficacia de los cambios para la organi-
lo es como tal, y tampoco como recurso. zación. Las estrategias de introducción de
Es decir, no es un predictor del bienestar nuevas tecnologías pueden estar centradas
psicológico ni en positivo ni en negativo. en la tecnología o centradas en el usuario
Esto es porque no hay relación directa sino (Blacker y Brown, 1986). El factor clave
mediada por la valoración cognitiva de la está en la responsabilidad sobre el control
experiencia con el uso de las TIC. Si la de la tarea: si el control recae sobre la tec-
mayor exposición a la tecnología, va aso- nología o sobre los usuarios. La posición
ciada con una valoración negativa de la que asigna mayor responsabilidad en el
experiencia, entonces si que predice el tec- proceso a la tecnología se denomina diseño
noestrés. Y también en sentido contrario. centrado en la tecnología. La posición
(Grau, Salanova y Peiró, 2001; Salanova, alternativa, defendida por científicos socia-
Peiró y Schaufeli, 2002; Salanova y les, es conocida como diseño centrado en
Schaufeli, 2000). el usuario. La primera enfatiza que el obje-
tivo de la automatización es desplazar
Los recursos laborales, son entre otros, hacia la tecnología las responsabilidades y
el nivel de autonomía en el trabajo con las competencias que anteriormente poseía el
TIC, el feedback o retroalimentación sobre operador. La principal consecuencia es la
las tareas realizadas con las TIC, y el clima tesis de la descualificación (‘deskilling’):
de apoyo social por parte de compañeros y los operadores son agentes pasivos que
supervisores fundamentalmente en el uso desarrollan tareas auxiliares. Frente a esta
de las TIC. En nuestros estudios (Grau, posición está el enfoque sociotécnico que

234 REVISTA DE PSICOLOGÍA DEL TRABAJO Y DE LAS ORGANIZACIONES


M. Salanova Soria

defiende la ausencia de ese determinismo, ansiedad y aumento del bienestar psicoló-


al considerar la tecnología en interacción gico (Salanova, Cifre y Martín, 2003).
con el sistema social de la organización. Se
basa en que la tecnología y la mente huma- Por otra parte, la formación puede ser
na pueden tener funciones diferentes aun- útil como estrategia para afrontar la ges-
que complementarias. Así, el ordenador tión e introducción de cambios tecnológi-
puede desempeñar funciones de carácter cos en las empresas. La formación para las
rutinario que exijan manejar grandes canti- tecnologías es otro elemento relevante en
dades de datos, y el operador puede este proceso, y puede reducir la ansiedad
desempeñar funciones de mayor compleji- hacia las tecnologías (Torkzadeh, Pflugho-
dad mental que exijan reconocimiento de eft y Hall, 1999). Algunas implicaciones
pautas, razonamiento abstracto, síntesis, de los cambios tecnológicos se derivan en
relación entre elementos, razonamiento la necesidad de formar en destrezas cogni-
intuitivo, etc. La aproximación no determi- tivas de orden superior, como resultado de
nista deja en manos de los diseñadores la cambios en el lugar de trabajo debidos a la
posibilidad de evitar sistemas tecnología- incorporación de nuevas tecnologías (Hes-
operador que podríamos denominar de keth y Bochner, 1994). En este contexto es
"alto riesgo", tanto por sus consecuencias necesario que la formación atienda las
psicológicas sobre el trabajador como situaciones complejas con las que tienen
sobre la producción y la organización en que enfrentarse las personas en sus puestos
general. Así, si se introduce una rígida pro- de trabajo, ya que los cambios tecnológi-
gramación de la acción, las reacciones psi- cos requieren técnicas de formación que
cológicas del operador conllevarán proble- preparen a las personas para la adquisición
mas conductuales (ej. errores, accidentes de nuevas competencias a lo largo de toda
de trabajo), mentales (ej. sobrecarga o ruti- la vida. Pero además, la investigación ha
na), y afectivos (ej. insatisfacción, ansie- puesto también de manifiesto que el hecho
dad). Este planteamiento genera la apari- de hacer formación "per se" no garantiza
ción de múltiples estresores que han de ser su efectividad, sino que es necesario que la
adecuadamente analizados y neutralizados. formación para el cambio tecnológico
Dos de los factores más importantes rela- cumpla unos criterios de calidad (ej.
cionados con la gestión del cambio organi- aprendizaje de destrezas generalizables,
zacional desde un punto de vista sociotéc- garantizar la transferencia al trabajo, eva-
nico son la participación de los usuarios luación continua, etc) (Hesketh y Bochner,
finales en todo el proceso de introducción 1994; Salanova y Grau, 1999). Es más, la
de nuevas tecnologías, tanto en el diseño formación puede convertirse en un estre-
como en la implantación propiamente sor incrementando los niveles de cinismo
dicha y la formación para el cambio tecno- de los formandos una vez acaban la acción
lógico (Salanova y Grau, 1999). La partici- formativa (Salanova et al., 2000), o redu-
pación de los usuarios juega un papel cir sus percepciones de autoeficacia si no
importante tanto como predictor como se controlan sus actitudes previas (pre-trai-
moderador sobre el estrés de los trabajado- ning) hacia las tecnologías (Salanova,
res, ya que amortigua la incidencia de las Cifre y Martin, 2003; Torzadeh, Pflugho-
innovaciones tecnológicas en el puesto de eft y Hall, 1999) y también sus niveles
los usuarios durante el cambio. Dicha par- previos de autoeficacia hacia las tecnolo-
ticipación produce una reducción de la gías.

REVISTA DE PSICOLOGÍA DEL TRABAJO Y DE LAS ORGANIZACIONES 235


Trabajando con tenologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia

LAS CREENCIAS DE EFICACIA: ¿UN fiesto el fuerte poder de las propias creen-
RECURSO DE AFRONTAMIENTO cias de eficacia. Estos procesos de agencia
AL TECNOESTRÉS? humana se enmarcan en la Teoría Social
Cognitiva desarrollada por Albert Bandura
Los recursos personales hacen referen- (1997, 1999, 2001); que define la autoefi-
cia a las características de las personas que cacia como las “creencias en las propias
funcionan como amortiguadores del capacidades para organizar y ejecutar los
impacto negativo de las altas demandas y cursos de acción requeridos para producir
la falta de recursos laborales en el bienes- determinados logros” (Bandura, 1997, p.
tar psicológico. Entre los principales recur- 3). Pero ¿por qué es tan importante la auto-
sos personales mostrados en la investiga- eficacia? ¿En qué influye? Según la Teoría
ción encontramos determinadas carac- Social Cognitiva, la autoeficacia afecta a la
terísticas de personalidad más estables a lo agencia humana en la forma de actuar,
largo del tiempo, y también las creencias pensar y sentir de las personas. Se tienden
sobre las propias competencias para hacer a evitar aquellas actividades que creemos
frente a las tecnologías. Entre las caracte- exceden nuestras capacidades y realizamos
rísticas de personalidad amortiguadoras del aquellas actividades que somos capaces de
tecnoestrés, la investigación ha demostra- dominar. Determinan el esfuerzo para rea-
do que la Personalidad Resistente (Kobas- lizar las tareas y la persistencia, cantidad
sa, 1988) es un estilo de personalidad que de intentos y tiempo que se invertirá ante
es fuente de resistencia al estrés en gene- los obstáculos. Afecta a cómo pensamos y
ral, en donde se dan tres atributos: compro- nos sentimos, un sentido de autoeficacia
miso, control y desafío. El compromiso negativo está asociado con burnout, depre-
como capacidad para creer en lo que uno sión, ansiedad y desamparo. La autoefica-
hace, y tendencia a implicarse en lo que cia positiva se asocia con la persistencia, la
hace. El control o tendencia a creer y dedicación y la satisfacción en las acciones
actuar suponiendo que uno puede influir que realizamos (Garrido, 2000; Martínez,
sobre el curso de sus eventos, responsabili- Marques-Pinto, Salanova y De Silva,
dad en las acciones. El desafío o reto, se 2002; Salanova et al., 2000, 2003; Salano-
basa en la creencia de que el cambio más va y Schaufeli, 2000). En suma, las creen-
que la estabilidad es la norma de la vida. cias de autoeficacia han probado ser una
Las personas motivadas por el reto buscan variable relevante en la teoría y la investi-
el cambio y nuevas experiencias y se apro- gación sobre el estrés laboral y también
ximan a ellas con flexibilidad y tolerancia específicamente en el burnout.
a la ambigüedad. Los sucesos indeseables
son posibilidades y no amenazas. También La investigación en autoeficacia se ha
el locus de control interno, la autoeficacia, ido centrando cada vez más en la inclusión
el patrón de conducta tipo A, el sentido de de diferentes niveles de medida del cons-
la coherencia, y el optimismo son amorti- tructo, por ejemplo, el grado de especifici-
guadores del estrés derivado por el cambio dad (Bandura, 2001; Salanova, Peiró y
tecnológico o tecnoestrés (Salanova, Cifre Schaufeli, 2002). Básicamente se asume
y Martín, 1999). que existe un continuo desde la autoefica-
cia generalizada (Schwarzer, 1999) a tipos
Entre estos amortiguadores del tecnoes- más específicos de autoeficacia (Cherniss,
trés, la investigación ha puesto de mani- 1993; Murphy, Coover y Owen, 1989;

236 REVISTA DE PSICOLOGÍA DEL TRABAJO Y DE LAS ORGANIZACIONES


M. Salanova Soria

Schaubroeck y Merrit, 1997). Desde una zada. Se confirmó en este estudio el mayor
concepción más general de la autoeficacia poder modulador de la autoeficacia especí-
se entiende como un constructo de perso- fica, al compararla con la autoeficacia
nalidad, esto es, una creencia en la habili- generalizada. También en otro estudio en
dad general de uno mismo para el éxito. donde comparamos el poder amortiguador
En esta línea, Schwarzer (1999) define la de dos niveles de autoeficacia (autoefica-
autoeficacia generalizada como la confian- cia generalizada y autoeficacia profesio-
za global en la propia habilidad de afronta- nal) en el tecnoestrés de 140 usuarios de
miento a través de un alto rango de situa- TIC en sus trabajos (Grau, Salanova y
ciones demandantes o nuevas. Por otra Peiró, 2001), encontramos un efecto de
parte, la autoeficacia como un constructo interacción de dos vías entre demandas
específico es la creencia en la propia com- (rutina en el trabajo y conflicto de rol) y
petencia para resolver con éxito situacio- autoeficacia. De este modo, los trabajado-
nes concretas de la vida. Por ejemplo, res tanto con altos como con bajos niveles
Murphy, Coover y Owen (1989) definen la de autoeficacia profesional mostraron
autoeficacia hacia los ordenadores como la mayores niveles de cinismo cuando la ruti-
percepción de la persona de sus propias na en el trabajo es alto, que en puestos con
capacidades relacionadas con su conoci- baja rutina. No obstante, cuando los nive-
miento y destrezas relacionadas con el les de autoeficacia son bajos, el incremen-
ordenador. No obstante, la investigación to en el cinismo es mas alto que cuando los
previa apoya la necesidad de utilizar medi- niveles de autoeficacia son altos. Los mis-
das específicas de autoeficacia en relación mos resultados obtuvimos para el caso de
con dominios concretos (Bandura, 1997; la demanda: conflicto de rol.
Brouwers, 1999; Salanova, Peiró y Schau-
feli, 2002) ya que se encuentran resultados La investigación llevada a cabo por el
mucho más robustos. Teóricamente equipo WONT sobre el tecnoestrés, se ha
hablando esto es así porque las creencias centrado casi exclusivamente en el estudio
de autoeficacia son específicas de un del burnout en relación con el uso de las
dominio, y así las creencias de eficacia de TIC como un indicador del tecnoestrés. La
una persona difieren entre si dependiendo investigación reciente sobre el síndrome de
de la actividad o dominio a que hacen refe- estar ‘quemado’ en el trabajo (‘burnout’)
rencia (Bandura, 1997, 1999). Paradójica- con sus tres clásicas dimensiones de agota-
mente, a pesar de esta insistencia que apa- miento, despersonalización/cinismo y falta
rece en la investigación, no siempre se ha de logro personal/eficacia; ha puesto de
tenido en cuenta la variación en niveles de manifiesto dos tendencias en el estudio tra-
autoeficacia en función de los dominios dicional del concepto (Maslach, Schaufeli
específicos. En este sentido, por ejemplo y Leiter, 2000): (1) la ampliación a todo
en el estudio que realizamos en una mues- tipo de profesiones y otras muestras pre-
tra de 405 trabajadores que utilizaban TIC ocupacionales, y (2) el estudio de su teóri-
en sus trabajos (Salanova, Peiró y Schaufe- camente opuesto el ‘engagement’ o vincu-
li, 2002), encontramos un efecto de inte- lación psicológica. En primer lugar, el
racción de tres vías entre demandas y con- concepto de ‘burnout’ se ha ampliado a
trol en el uso de la TIC y autoeficacia con todo tipo de profesionales y grupos ocupa-
los ordenadores. Este efecto no fue encon- cionales, y ya no está tan restringido al
trado en el caso de la autoeficacia generali- dominio de los servicios a personas (HSS-

REVISTA DE PSICOLOGÍA DEL TRABAJO Y DE LAS ORGANIZACIONES 237


Trabajando con tenologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia

Human Services, como profesionales de la como las experiencias de fracaso o falta de


salud, de la educación y trabajadores dominio, conllevan al desarrollo del bur-
sociales). Además también se ha ampliado nout, entendido como una ‘crisis de autoe-
a muestras pre-ocupacionales como el así ficacia’.
llamado burnout académico. La publica-
ción del MBI-SS (Maslach Burnout Inven- En este marco, los usuarios de TIC pue-
tory-Student Survey) por Schaufeli, Sala- den también desarrollar burnout en rela-
nova, González-Romá y Bakker (2002) ción con su uso, siendo un indicador de
hizo posible estudiar el ‘burnout’ fuera del tecnoestrés. Estos trabajadores, pueden
ámbito ocupacional al definir sus dimen- acabar ‘burnout’, y sentirse agotados por el
siones en referencia al ‘estudio’. El agota- uso de la tecnología, manifestar actitudes
miento y la distancia mental (entendida cínicas respecto a la utilidad de las tecno-
tanto como despersonalización como cinis- logías en su trabajo, sintiéndose en todo
mo) se han considerado el “corazón del este proceso poco competentes en el uso
burnout" (Green, Walkey y Taylor, 1991, de la TIC. No obstante, existen pocos
p.463). El tercer componente del burnout - estudios centrados en las relaciones entre
eficacia profesional- se ha criticado como el uso de las TIC y el burnout. Por ejem-
siendo más una variable de la personalidad plo, Schaufeli, Keijsers y Reis-Miranda
(Shirom, 1989; Cordes y Gougherty, (1996) encontraron entre enfermeras de
1993). Además, desde un punto de vista unidades de cuidados intensivos que había
empírico, la eficacia profesional desempe- una relación positiva entre burnout y uso
ña un papel distinto (Maslach, Schaufeli y de nueva tecnología (un equipo complejo
Leiter, 2001). Por ejemplo, Leiter (1992) de ventilación asistida por ordenador). De
muestra que la eficacia profesional es inde- este modo, a mayor uso de esta tecnología
pendiente del agotamiento y del cinismo. más burnout. Salanova y Schaufeli (2000)
Los resultados de un meta-análisis reciente mostraron que la valoración de la expe-
confirman el papel independiente de la efi- riencia con la TIC medió el efecto de la
cacia profesional (Lee y Ashforth, 1996). exposición a la tecnología y el burnout.
Es más, algunas teorías y modelos sobre el Por su parte en Salanova et al. (2000)
desarrollo del burnout, señalan que éste se encontramos que la autoeficacia hacia los
desarrolla a partir de sentimientos de inefi- ordenadores moderó la relación entre for-
cacia o ‘crisis de autoeficacia’. Por ejem- mación en ordenadores y cinismo. De esta
plo, Cherniss (1980, 1993) asume que la forma, los trabajadores con baja autoefica-
falta de confianza en las propias competen- cia hacia los ordenadores mostraron mayor
cias es un factor crítico en el desarrollo del burnout cuando acabaron la formación
burnout. También Leiter (1992) da un paso específica que antes de empezar. En cam-
más allá y considera el burnout esencial- bio, los trabajadores con mayores niveles
mente como ‘crisis en la autoeficacia’. Así de autoeficacia hacia los ordenadores, a
pues, el burnout se relaciona con los senti- mayor exposición a la formación en orde-
mientos de incompetencia personal, profe- nadores, menor burnout. Estos resultados
sional y colectiva (Grau, Salanova y Peiró, pusieron de manifiesto que la formación
2001; Salanova, Peiró y Schaufeli, 2002; hacia los ordenadores no es la panacea que
Salanova et al., 2003). De alguna manera, lo ‘cura’ todo, sino que depende de los
los sentimientos de ineficacia o autoefica- niveles previos de autoeficacia de los for-
cia negativa, provocados por fuentes tales mandos. Por eso, es necesario que en el

238 REVISTA DE PSICOLOGÍA DEL TRABAJO Y DE LAS ORGANIZACIONES


M. Salanova Soria

pre-training se evalúen los niveles de auto- les de autoeficacia, la eficacia colectiva


eficacia, ya que según nuestros estudios, percibida a nivel de grupo actúa como un
cuando los niveles previos son bajos, la amortiguador del estrés al funcionar como
formación se convierte en un estresor más un recurso para afrontar por ejemplo nue-
incrementando los niveles de burnout. Es vos sistemas tecnológicos. También la efi-
decir, si uno cree que no va a ser capaz de cacia colectiva percibida puede actuar
realizar bien la tarea con el ordenador y en como amortiguador al proveer a las perso-
nuestro caso, aprovechar la formación, el nas del grupo con los medios necesarios
hecho de enfrentarse con aquello que teme para reducir las demandas laborales (Jex y
(la tecnología) hace incrementar los nive- Bliese, 1999). Por ultimo, similar también
les de tecnoestrés, entendido aquí como al caso de la autoeficacia, la eficacia colec-
aumento del burnout en el uso de la tecno- tiva percibida puede potenciar el bienestar
logía. colectivo del grupo y su desempeño (Jex &
Bliese, 1999; Schaubroeck, Lam & Xie,
Otro desarrollo reciente en la investiga- 2000). En este sentido, un experimento
ción sobre la autoeficacia ha sido el estu- longitudinal realizado por el grupo WONT
dio de su carácter colectivo. Así la teoría (Salanova et al., 2003) en una muestra de
social cognitiva ha extendido la concep- 28 grupos (18 utilizando chat-internet en
ción de agencia humana a la agencia colec- su interacción y 10 grupos control traba-
tiva. La eficacia colectiva percibida se jando cara-a-cara) encontramos claramente
define como la creencia grupal compartida este efecto amortiguador de la eficacia
sobre las competencias conjuntas para colectiva percibida en la relación entre
organizar y ejecutar los cursos de acción demandas laborales (presión temporal por
requeridos para producir niveles dados de realizar la tarea y uso de nueva tecnología)
resultados (Bandura, 1997). Tal y como y tecnoestrés (ej., ansiedad colectiva). Los
Bandura ha señalado (1999) el desempeño grupos trabajando bajo presión temporal y
de un grupo es el producto de las dinámi- con bajos niveles de eficacia colectiva,
cas coordinadas e interactivas de sus mostraron un incremento de la ansiedad
miembros. Así pues, la eficacia colectiva colectiva en tiempo 2. Además el desem-
percibida no es la mera suma de las creen- peño colectivo fue peor en los grupos que
cias de eficacia individuales, sino más bien utilizaron el chat-internet, que trabajaban
es una propiedad emergente del grupo. además bajo presión temporal y con bajos
Pero aunque la eficacia colectiva percibida niveles de eficacia colectiva percibida, que
y la autoeficacia difieren en el nivel de en el resto de los grupos.
agencia, ambos tipos de creencias tienen
funciones similares y operan a través de Pero la autoeficacia no se construye de
los mismos procesos psicosociales (Bandu- la nada sino basándose en los juicios sobre
ra, 2001). Por ejemplo, la investigación ha las propias capacidades. Según la Teoría
puesto de manifiesto que cuando las perso- Social Cognitiva, las principales fuentes de
nas tienen niveles más altos de eficacia autoeficacia y de eficacia colectiva son
colectiva percibida, la ejecución del grupo cuatro, a saber, experiencias de éxito
es mayor (Bandura, 1997; Gibson, 1995; (‘mastery experiences’), la experiencia
Hodges y Carron, 1992; Sampson, Rau- vicaria, la persuasión verbal y por último,
denbush y Earls, 1997). Además también, los estados emocionales y somáticos. Entre
igual que ocurre con los niveles individua- todas estas fuentes de las creencias de efi-

REVISTA DE PSICOLOGÍA DEL TRABAJO Y DE LAS ORGANIZACIONES 239


Trabajando con tenologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia

cacia destacan las experiencias de éxito o torio (Cifre, Salanova, Llorens y Martínez,
dominio. El éxito repetido en determinadas 2002; Martínez, Salanova, Llorens y Cifre,
tareas aumenta las evaluaciones positivas 2003). Diversos modelos de ecuaciones
de autoeficacia mientras que los fracasos estructurales muestran apoyo empírico al
repetidos las disminuyen. Un sentido resis- modelo ‘hacia abajo’ del burnout como
tente de eficacia requiere experiencias en ‘crisis de autoeficacia’ y al modelo ‘hacia
sobrellevar los obstáculos a través del arriba’ del engagement como ‘motor de
esfuerzo y la perseverancia. La segunda autoeficacia’. También los resultados
manera de crear y fortalecer las creencias muestran apoyo empírico a la mediación
de eficacia es a través de la experiencia de la autoeficacia entre el éxito pasado y
vicaria desde los modelos sociales. Viendo los niveles de burnout y de engagement
a gente similar tener éxito debido a su que a su vez predice la autoeficacia en el
esfuerzo sostenido, aumenta las creencias éxito académico futuro; o a la mediación
de los observadores de que ellos también de la eficacia colectiva percibida entre
tienen las competencias adecuadas para emociones colectivas positivas (como el
llegar al éxito. Por su parte, la persuasión entusiasmo, la satisfacción y confortabili-
verbal es la tercera fuente de autoeficacia. dad) y el desempeño y vinculación psico-
Las personas persuadidas de que tienen las lógica del grupo. En suma en nuestros
competencias para alcanzar con éxito estudios hemos ofrecido evidencia empíri-
determinadas acciones, tienen más proba- ca también sobre el modelo espiral de la
bilidad de realizar mayores esfuerzos y autoeficacia como un círculo vicioso (con
persistir en las adversidades, que las perso- la autoeficacia negativa) y como un círculo
nas que tienen dudas sobre las propias virtuoso (con la autoeficacia positiva)
competencias. Finalmente, la gente tam- (Salanova, Bresó y Schaufeli, en prensa).
bién difiere en cómo interpreta sus estados Además se ha puesto de manifiesto que las
emocionales y somáticos, y esos estados experiencias de dominio u éxito son una
emocionales influyen también en los jui- fuente de autoeficacia positiva. De este
cios de las propias competencias. Las emo- modo, también hemos puesto de manifies-
ciones positivas aumentan la eficacia per- to la ‘parte positiva’ del uso de la tecnolo-
cibida, y las emociones negativas la gía.
disminuyen.
Respecto a esta última idea, y para fina-
En el seno del equipo WONT hemos lizar, señalar que este trabajo ha tenido por
estudiado principalmente dos fuentes de objetivo revisar las relaciones entre el tec-
autoeficacia: las experiencias de dominio y noestrés y la autoeficacia, y más concreta-
los estados emocionales y somáticos. En mente clarificar el rol de esta última en el
nuestros estudios hemos puesto de mani- complejo proceso de desarrollo del tecno-
fiesto el modelo espiral ‘hacia arriba’ y estrés a través del proceso de desajuste
‘hacia abajo’ de la autoeficacia en mues- percibido entre las demandas y los recur-
tras de 353 estudiantes universitarios espa- sos derivados del trabajo con las TIC. Por
ñoles y belgas (Salanova, 2003; Salanova, todo ello, el énfasis se ha puesto en todo
Bresó y Schaufeli, en prensa); en estudios momento en el ‘lado negativo’ del trabajo
longitudinales con 248 profesores de ense- con las tecnologías. Pero no me gustaría
ñanza secundaria (Llorens, García, Cifre y finalizar este trabajo sin un apunte ‘positi-
Salanova, 2003), y en 26 grupos de labora- vo’. Estudios recientes muestran también

240 REVISTA DE PSICOLOGÍA DEL TRABAJO Y DE LAS ORGANIZACIONES


M. Salanova Soria

la existencia de efectos positivos del uso gica, por qué hay personas más felices que
de tecnologías sobre el bienestar psicológi- otras, y la búsqueda del optimismo realista.
co y las experiencias óptimas en el trabajo Pero si el estudio de las experiencias ópti-
(“flow”). El término "flow" es utilizado mas en el trabajo es relativamente reciente
para decribir los mejores sentimientos en la Psicología, todavía lo es más en los
(Czikszentmihalyi, 1990) y las experien- estudios sobre efectos del uso de TIC.
cias más agradables en la vida humana, Investigaciones recientes sobre esta temáti-
como “el máximo de la existencia”. Por ca han puesto de manifiesto que la Web
definición “flow” es un estado psicológico supone un tipo de actividad que puede
en el cual un individuo se siente cognitiva- facilitar la ocurrencia de experiencias ópti-
mente eficaz, motivado y feliz. Cuando se mas (Chen, Wigland y Nilan, 1999). Por
experimenta el estado de “flow”, la perso- ejemplo, se ha encontrado (Chen et al.,
na empieza a estar absorta en su actividad, 1999) que la ocurrencia de este tipo de
y deja atrás pensamientos irrelevantes. Es experiencias se produce en el ambiente de
un estado de “experiencia óptima”. Flow la Web en donde los usuarios de Internet
es un concepto relativamente nuevo en el tienen experiencias de disfrute, agrado,
ámbito de la Psicología, y que junto a otros retos a alcanzar, control sobre el sistema, y
aspectos positivos de la experiencia huma- absorción en el tarea (“mientras el tiempo
na como la felicidad, el bienestar, el opti- pasa volando”). En el marco del equipo
mismo, y la satisfacción, parecen estar pro- WONT hemos analizado la estructura fac-
vocando un cambio en el objeto de la torial del flow en usuarios de TIC tanto en
Psicología en los últimos tiempos, pasando sus trabajos (Salanova, Martínez, Cifre y
de una Psicología que se centra en tratar Schaufeli, 2002) como en los estudios
los problemas y la intervención (ej. estrés, (Rodríguez, Aguilar, Cifre y Salanova,
trastornos psicológicos) a una Psicología 2003). En ambos trabajos hemos confirma-
más positiva en donde se trata de optimizar do una estructura trifactorial en donde el
y potenciar el bienestar y la felicidad en las flow se conceptualiza en base a las dimen-
vidas de las personas. Dos números mono- siones de ‘absorción’, ‘competencia perci-
gráficos sobre Psicología Positiva han sido bida’ e ‘interés intrínseco’ en la actividad
ya publicados en la American Psychologist realizada con las TIC. Otros estudios
en el 2000, volumen 55, número 1 (Enero) recientes vienen a enfatizar los efectos
y en el 2001 en el volumen 56, número 3 positivos del uso de TIC. De este modo, se
(Marzo). El primero consta de 15 artículos ha encontrado que su uso produce una
que tratan sobre temas relacionados con la reducción del cinismo, y del incremento de
felicidad, los efectos de la autonomía y la la autoconfianza y obtención de metas
auto-regulación, cómo el optimismo y la (Salanova y Schaufeli, 2000), asi como un
esperanza afectan la salud, qué caracteriza aumento de la motivación y autoeficacia
la sabiduría, y cómo se desarrollan el (Coffin y MacIntyre, 1999). De este modo,
talento y la creatividad. El segundo núme- cuando la implantación y el uso de TIC
ro de 2001, no es realmente un monográfi- supone un aumento de recursos en el traba-
co pero contiene 5 artículos sobre la Psico- jo (aumento de la autonomía, del clima de
logía Positiva, tratando cuestiones como: apoyo social en la organización y de los
por qué es necesaria una psicología positi- niveles de competencias), éstos actúan
va, el rol de las emociones positivas en la como motivadores laborales que influyen
psicología positiva, la resistencia psicoló- en un aumento del vigor y la energía desa-

REVISTA DE PSICOLOGÍA DEL TRABAJO Y DE LAS ORGANIZACIONES 241


Trabajando con tenologías y afrontando el tecnoestrés: el rol de las creencias de eficacia

rrollada en el trabajo, la dedicación y la Brod, C. (1984). Technostress: The


implicación en las tareas (engagement). human cost of the computer revolution.
Ello a su vez, repercute en la posibilidad Reading. Mass: Addison-Wesley.
de incrementar las experiencias óptimas en
el trabajo (Chen et al., 1999). Pero todo Brosnan, M. (1998). Technophobia: The
esto es quizá objeto de otro trabajo enfoca- Psychological impact of Information Tech-
do desde la óptica de la Psicología Positi- nology. London: Routledge.
va, o más concretamente podríamos hablar
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