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ESCUELA JURÍDICA Y "Régimen de

excepción para
FORENSE DEL SURESTE la delincuencia
organizada”

“Maestría en Juicios Orales y Sistema


Acusatorio”
ESCUELA JURÍDICA Y FORENSE DEL SURESTE

“Maestría en Juicios Orales y Sistema Acusatorio”


"Régimen de excepción para la delincuencia organizada”

1. Instrumentos internacionales en materia de delincuencia organizada.


1.1 Convención de las Naciones Unidas Contra la Delincuencia Organizada
Transnacional.
En diciembre de 2000, al suscribir en Palermo (Italia) la Convención de las Naciones
Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, la comunidad internacional
demostró la voluntad política de abordar un problema mundial con una reacción
mundial. Si la delincuencia atraviesa las fronteras, lo mismo ha de hacer la acción de la
ley. Si el imperio de la ley se ve socavado no sólo en un país, sino en muchos países,
quienes lo defienden no se pueden limitar a emplear únicamente medios y arbitrios
nacionales. Si los enemigos del progreso y de los derechos humanos procuran servirse
de la apertura y las posibilidades que brinda la mundialización para lograr sus fines,
nosotros debemos servirnos de esos mismos factores para defender los derechos
humanos y vencer a la delincuencia, la corrupción y la trata de personas. Uno de los
contrastes más marcados que existen en el mundo actual es el abismo entre lo civil y lo
incivil. Cuando digo “lo civil” quiero decir la civilización: los siglos acumulados de
conocimientos que sientan las bases del progreso. Cuando digo “lo civil” también quiero
decir la tolerancia: el pluralismo y el respeto con los que aceptamos a los diversos
pueblos y nutrimos de ellos nuestras fuerzas. Por último, quiero decir la sociedad civil:
los grupos de ciudadanos, empresas, sindicatos, profesores y periodistas, los partidos
políticos y demás grupos que desempeñan una función esencial en el funcionamiento de
toda sociedad. Por el contrario, alineadas contra esas fuerzas constructivas, cada vez en
mayor número y con armas más potentes, se encuentran las fuerzas de lo que
denomino la “sociedad incivil”. Se trata de terroristas, criminales, traficantes de drogas,

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tratantes de personas y otros grupos que desbaratan las buenas obras de la sociedad
civil. Sacan ventaja de las fronteras abiertas, de los mercados libres y de los avances
tecnológicos que tantos beneficios acarrean a la humanidad. Esos grupos prosperan en
los países con instituciones débiles y no tienen escrúpulos en recurrir a la intimidación o
a la violencia. Su crueldad es la verdadera antítesis de lo que consideramos civil. Son
poderosos y representan intereses arraigados y el peso de una empresa mundial de
miles de millones de dólares; pero no son invencibles.
Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional
Para saber un poco más sobre sus orígenes de esta vamos con su definición
“Delincuencia” (del latín delinquentia) es la cualidad de delincuente (una persona que
comete delitos y, por lo tanto, viola la ley). El término también se utiliza para nombrar al
conjunto de los sujetos que delinquen y mantienen conductas contrarias al derecho.
Para saber un poco más sobre sus orígenes de esta vamos con su definición
“Delincuencia” (del latín delinquentia) es la cualidad de delincuente (una persona que
comete delitos y, por lo tanto, viola la ley). El término también se utiliza para nombrar al
conjunto de los sujetos que delinquen y mantienen conductas contrarias al derecho.
Artículo 1. Finalidad El propósito de la presente Convención es promover la cooperación
para prevenir y combatir más eficazmente la delincuencia organizada transnacional.
Artículo 2. Definiciones Para los fines de la presente Convención:
a) Por “grupo delictivo organizado” se entenderá un grupo estructurado de tres o más
personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el
propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la
presente Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio
económico u otro beneficio de orden material;
b) Por “delito grave” se entenderá la conducta que constituya un delito punible con una
privación de libertad máxima de al menos cuatro años o con una pena más grave;
c) Por “grupo estructurado” se entenderá un grupo no formado fortuitamente para la
comisión inmediata de un delito y en el que no necesariamente se haya asignado a sus

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miembros funciones formalmente definidas ni haya continuidad en la condición de
miembro o exista una estructura desarrollada;
d) Por “bienes” se entenderá los activos de cualquier tipo, corporales o incorporales,
muebles o inmuebles, tangibles o intangibles, y los documentos o instrumentos legales
que acrediten la propiedad u otros derechos sobre dichos activos;
e) Por “producto del delito” se entenderá los bienes de cualquier índole derivados u
obtenidos directa o indirectamente de la comisión de un delito;
f) Por “embargo preventivo” o “incautación” se entenderá la prohibición temporal de
transferir, convertir, enajenar o mover bienes, o la custodia o el control temporales de
bienes por mandamiento expedido por un tribunal u otra autoridad competente;
g) Por “decomiso” se entenderá la privación con carácter definitivo de bienes por
decisión de un tribunal o de otra autoridad competente;
h) Por “delito determinante” se entenderá todo delito del que se derive un producto
que pueda pasar a constituir materia de un delito definido en el artículo 6 de la presente
Convención;
i) Por “entrega vigilada” se entenderá la técnica consistente en dejar que remesas ilícitas
o sospechosas salgan del territorio de uno o más Estados, lo atraviesen o entren en él,
con el conocimiento y bajo la supervisión de sus autoridades competentes, con el fin de
investigar delitos e identificar a las personas involucradas en la comisión de éstos;
j) Por “organización regional de integración económica” se entenderá una organización
constituida por Estados soberanos de una región determinada, a la que sus Estados
miembros han transferido competencia en las cuestiones regidas por la presente
Convención y que ha sido debidamente facultada, de conformidad con sus
procedimientos internos, para firmar, ratificar, aceptar o aprobar la Convención o
adherirse a ella; las referencias a los “Estados Parte” con arreglo a la presente
Convención se aplicarán a esas organizaciones dentro de los límites de su competencia.
Artículo 3. Ámbito de aplicación 1. A menos que contenga una disposición en contrario,
la presente Convención se aplicará a la prevención, la investigación y el enjuiciamiento
de: a) Los delitos tipificados con arreglo a los artículos 5, 6, 8 y 23 de la presente

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Convención; y b) Los delitos graves que se definen en el artículo 2 de la presente
Convención; cuando esos delitos sean de carácter transnacional y entrañen la
participación de un grupo delictivo organizado. 2. A los efectos del párrafo 1 del
presente artículo, el delito será de carácter transnacional si: a) Se comete en más de un
Estado; b) Se comete dentro de un solo Estado, pero una parte sustancial de su
preparación, planificación, dirección o control se realiza en otro Estado; c) Se comete
dentro de un solo Estado, pero entraña la participación de un grupo delictivo organizado
que realiza actividades delictivas en más de un Estado; o d) Se comete en un solo
Estado, pero tiene efectos sustanciales en otro Estado.
Artículo 5. Penalización de la participación en un grupo delictivo organizado
1. Cada Estado Parte adoptará las medidas legislativas y de otra índole que sean
necesarias para tipificar como delito, cuando se cometan intencionalmente:
a) Una de las conductas siguientes, o ambas, como delitos distintos de los que entrañen
el intento o la consumación de la actividad delictiva:
i) El acuerdo con una o más personas de cometer un delito grave con un propósito que
guarde relación directa o indirecta con la obtención de un beneficio económico u otro
beneficio de orden material y, cuando así lo prescriba el derecho interno, que entrañe
un acto perpetrado por uno de los participantes para llevar adelante ese acuerdo o que
entrañe la participación de un grupo delictivo organizado;
ii) La conducta de toda persona que, a sabiendas de la finalidad y actividad delictiva
general de un grupo delictivo organizado o de su intención de cometer los delitos en
cuestión, participe activamente en:
a. Actividades ilícitas del grupo delictivo organizado;
b. Otras actividades del grupo delictivo organizado, a sabiendas de que su participación
contribuirá al logro de la finalidad delictiva antes descrita;
b) La organización, dirección, ayuda, incitación, facilitación o asesoramiento en aras de
la comisión de un delito grave que entrañe la participación de un grupo delictivo
organizado.

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2. El conocimiento, la intención, la finalidad, el propósito o el acuerdo a que se refiere el
párrafo 1 del presente artículo podrán inferirse de circunstancias fácticas objetivas.
2. Los Estados Parte cuyo derecho interno requiera la participación de un grupo
delictivo organizado para la penalización de los delitos tipificados con arreglo al inciso i)
del apartado a) del párrafo 1 del presente artículo velarán por qué su derecho interno
comprenda todos los delitos graves que entrañen la participación de grupos delictivos
organizados. Esos Estados Parte, así como los Estados Parte cuyo derecho interno
requiera la comisión de un acto que tenga por objeto llevar adelante el acuerdo
concertado con el propósito de cometer los delitos tipificados con arreglo al inciso i) del
apartado a) del párrafo 1 del presente artículo, lo notificarán al Secretario General de las
Naciones Unidas en el momento de la firma o del depósito de su instrumento de
ratificación, aceptación o aprobación de la presente Convención o de adhesión a ella.
Artículo 6. Penalización del blanqueo del producto del delito 1. Cada Estado Parte
adoptará, de conformidad con los principios fundamentales de su derecho interno, las
medidas legislativas y de otra índole que sean necesarias para tipificar como delito,
cuando se cometan intencionalmente:
3. La conversión o la transferencia de bienes, a sabiendas de que esos bienes son
producto del delito, con el propósito de ocultar o disimular el origen ilícito de los bienes
o ayudar a cualquier persona involucrada en la comisión del delito determinante a eludir
las consecuencias jurídicas de sus actos; ii) La ocultación o disimulación de la verdadera
naturaleza, origen, ubicación, disposición, movimiento o propiedad de bienes o del
legítimo derecho a éstos, a sabiendas de que dichos bienes son producto del delito; b)
Con sujeción a los conceptos básicos de su ordenamiento jurídico: i) La adquisición,
posesión o utilización de bienes, a sabiendas, en el momento de su recepción, de que
son producto del delito; ii) La participación en la comisión de cualesquiera de los delitos
tipificados con arreglo al presente artículo, así como la asociación y la confabulación
para cometerlos, el intento de cometerlos, y la ayuda, la incitación, la facilitación y el
asesoramiento en aras de su comisión.
Para los fines de la aplicación o puesta en práctica del párrafo 1 del presente artículo:

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a) Cada Estado Parte velará por aplicar el párrafo 1 del presente artículo a la gama más
amplia posible de delitos determinantes;
b) Cada Estado Parte incluirá como delitos determinantes todos los delitos graves
definidos en el artículo 2 de la presente Convención y los delitos tipificados con arreglo a
los artículos 5, 8 y 23 de la presente Convención. Los Estados Parte cuya legislación
establezca una lista de delitos determinantes incluirán entre éstos, como mínimo, una
amplia gama de delitos relacionados con grupos delictivos organizados;
c) A los efectos del apartado
b), los delitos determinantes incluirán los delitos cometidos tanto dentro como fuera de
la jurisdicción del Estado Parte interesado. No obstante, los delitos cometidos fuera de
la jurisdicción de un Estado Parte constituirán delito determinante siempre y cuando el
acto correspondiente sea delito con arreglo al derecho interno del Estado en que se
haya cometido y constituyese asimismo delito con arreglo al derecho interno del Estado
Parte que aplique o ponga en práctica el presente artículo si el delito se hubiese
cometido allí;
d) Cada Estado Parte proporcionará al Secretario General de las Naciones Unidas una
copia de sus leyes destinadas a dar aplicación al presente artículo y de cualquier
enmienda ulterior que se haga a tales leyes o una descripción de ésta;
Artículo 8. Penalización de la corrupción
1. Cada Estado Parte adoptará las medidas legislativas y de otra índole que sean
necesarias para tipificar como delito, cuando se cometan intencionalmente:
a) La promesa, el ofrecimiento o la concesión a un funcionario público, directa o
indirectamente, de un beneficio indebido que redunde en su propio provecho o en el de
otra persona o entidad, con el fin de que dicho funcionario actúe o se abstenga de
actuar en el cumplimiento de sus funciones oficiales;
b) La solicitud o aceptación por un funcionario público, directa o indirectamente, de un
beneficio indebido que redunde en su propio provecho o en el de otra persona o
entidad, con el fin de que dicho funcionario actúe o se abstenga de actuar en el
cumplimiento de sus funciones oficiales.

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2. Cada Estado Parte considerará la posibilidad de adoptar las medidas legislativas y de
otra índole que sean necesarias para tipificar como delito los 11 actos a que se refiere el
párrafo 1 del presente artículo cuando esté involucrado en ellos un funcionario público
extranjero o un funcionario internacional. Del mismo modo, cada Estado Parte
considerará la posibilidad de tipificar como delito otras formas de corrupción.
3. Cada Estado Parte adoptará también las medidas que sean necesarias para tipificar
como delito la participación como cómplice en un delito tipificado con arreglo al
presente artículo.
A los efectos del párrafo 1 del presente artículo y del artículo 9 de la presente
Convención, por “funcionario público” se entenderá todo funcionario público o persona
que preste un servicio público conforme a la definición prevista en el derecho interno y
a su aplicación con arreglo al derecho penal del Estado Parte en el que dicha persona
desempeñe esa función.
Artículo 9. Medidas contra la corrupción
1. Además de las medidas previstas en el artículo 8 de la presente Convención, cada
Estado Parte, en la medida en que proceda y sea compatible con su ordenamiento
jurídico, adoptará medidas eficaces de carácter legislativo, administrativo o de otra
índole para promover la integridad y para prevenir, detectar y castigar la corrupción de
funcionarios públicos.
2. Cada Estado Parte adoptará medidas encaminadas a garantizar la intervención eficaz
de sus autoridades con miras a prevenir, detectar y castigar la corrupción de
funcionarios públicos, incluso dotando a dichas autoridades de suficiente independencia
para disuadir del ejercicio de cualquier influencia indebida en su actuación.
Artículo 10. Responsabilidad de las personas jurídicas
1. Cada Estado Parte adoptará las medidas que sean necesarias, de conformidad con sus
principios jurídicos, a fin de establecer la responsabilidad de personas jurídicas por
participación en delitos graves en que esté involucrado un grupo delictivo organizado,
así como por los delitos tipificados con arreglo a los artículos 5, 6, 8 y 23 de la presente
Convención.

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Artículo 13. Cooperación internacional para fines de decomiso
1. Los Estados Parte que reciban una solicitud de otro Estado Parte que tenga
jurisdicción para conocer de un delito comprendido en la presente Convención con
miras al decomiso del producto del delito, los bienes, el equipo u otros instrumentos
mencionados en el párrafo 1 del artículo 12 de la presente Convención que se
encuentren en su territorio deberán, en la mayor medida en que lo permita su
ordenamiento jurídico interno:
a) Remitir la solicitud a sus autoridades competentes para obtener una orden de
decomiso a la que, en caso de concederse, darán cumplimiento; o
b) Presentar a sus autoridades competentes, a fin de que se le dé cumplimiento en el
grado solicitado, la orden de decomiso expedida por un tribunal situado en el territorio
del Estado Parte requirente de conformidad con lo dispuesto en el párrafo 1 del artículo
12 de la presente Convención en la medida en que guarde relación con el producto del
delito, los bienes, el equipo u otros instrumentos mencionados en el párrafo 1 del
artículo 12 que se encuentren en el territorio del Estado Parte requerido. A raíz de una
solicitud presentada por otro Estado Parte que tenga jurisdicción para conocer de un
delito comprendido en la presente Convención, el Estado Parte requerido adoptará
medidas encaminadas a la identificación, la localización y el embargo preventivo o la
incautación del producto del delito, los bienes, el equipo u otros instrumentos
mencionados en el párrafo 1 del artículo 12 de la presente Convención con miras a su
eventual decomiso, que habrá de ordenar el Estado Parte requirente o, en caso de que
medie una solicitud presentada con arreglo al párrafo 1 del presente artículo, el Estado
Parte requerido.
Artículo 14. Disposición del producto del delito o de los bienes decomisados
1. Los Estados Parte dispondrán del producto del delito o de los bienes que hayan
decomisado con arreglo al artículo 12 o al párrafo 1 del artículo 13 de la presente
Convención de conformidad con su derecho interno y sus procedimientos
administrativos.

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2. Al dar curso a una solicitud presentada por otro Estado Parte con arreglo al artículo
13 de la presente Convención, los Estados Parte, en la medida en que lo permita su
derecho interno y de ser requeridos a hacerlo, darán consideración prioritaria a la
devolución del producto del delito o de los bienes decomisados al Estado Parte
requirente a fin de que éste pueda indemnizar a las víctimas del delito o devolver ese
producto del delito o esos bienes a sus propietarios legítimos.
Artículo 18. Asistencia judicial recíproca
1. Los Estados Parte se prestarán la más amplia asistencia judicial recí- proca respecto
de investigaciones, procesos y actuaciones judiciales relacionados 21 con los delitos
comprendidos en la presente Convención con arreglo a lo dispuesto en el artículo 3 y se
prestarán también asistencia de esa índole cuando el Estado Parte requirente tenga
motivos razonables para sospechar que el delito a que se hace referencia en los
apartados a) o b) del párrafo 1 del artículo 3 es de carácter transnacional, así como que
las víctimas, los testigos, el producto, los instrumentos o las pruebas de esos delitos se
encuentran en el Estado Parte requerido y que el delito entraña la participación de un
grupo delictivo organizado.
2. Se prestará asistencia judicial recíproca en la mayor medida posible conforme a las
leyes, tratados, acuerdos y arreglos pertinentes del Estado Parte requerido con respecto
a investigaciones, procesos y actuaciones judiciales relacionados con los delitos de los
que una persona jurídica pueda ser considerada responsable de conformidad con el
artículo 10 de la presente Convención en el Estado Parte requirente.
3. La asistencia judicial recíproca que se preste de conformidad con el presente artículo
podrá solicitarse para cualquiera de los fines siguientes:
a) Recibir testimonios o tomar declaración a personas;
b) Presentar documentos judiciales;
c) Efectuar inspecciones e incautaciones y embargos preventivos;
d) Examinar objetos y lugares;
e) Facilitar información, elementos de prueba y evaluaciones de peritos;

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f) Entregar originales o copias certificadas de los documentos y expedientes pertinentes,
incluida la documentación pública, bancaria y financiera, así como la documentación
social o comercial de sociedades mercantiles;
g) Identificar o localizar el producto del delito, los bienes, los instrumentos u otros
elementos con fines probatorios;
h) Facilitar la comparecencia voluntaria de personas en el Estado Parte requirente;
i) Cualquier otro tipo de asistencia autorizada por el derecho interno del Estado Parte
requerido.
4. Sin menoscabo del derecho interno, las autoridades competentes de un Estado Parte
podrán, sin que se les solicite previamente, transmitir información relativa a cuestiones
penales a una autoridad competente de otro Estado Parte si creen que esa información
podría ayudar a la autoridad a emprender o concluir con éxito indagaciones y procesos
penales o podría dar lugar a una petición formulada por este último Estado Parte con
arreglo a la presente Convención.
Artículo 24. Protección de los testigos
1. Cada Estado Parte adoptará medidas apropiadas dentro de sus posibilidades para
proteger de manera eficaz contra eventuales actos de represalia o intimidación a los
testigos que participen en actuaciones penales y que presten testimonio sobre delitos
comprendidos en la presente Convención, así como, cuando proceda, a sus familiares y
demás personas cercanas.
2. Las medidas previstas en el párrafo 1 del presente artículo podrán consistir, entre
otras, sin perjuicio de los derechos del acusado, incluido el derecho a las garantías
procesales, en:
a) Establecer procedimientos para la protección física de esas personas, incluida, en la
medida de lo necesario y lo posible, su reubicación, y permitir, cuando proceda, la
prohibición total o parcial de revelar información relativa a su identidad y paradero;
b) Establecer normas probatorias que permitan que el testimonio de los testigos se
preste de modo que no se ponga en peligro su seguridad, por ejemplo aceptando el

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testimonio por conducto de tecnologías de comunicación como videoconferencias u
otros medios adecuados.
3. Los Estados Parte considerarán la posibilidad de celebrar acuerdos o arreglos con
otros Estados para la reubicación de las personas mencionadas en el párrafo 1 del
presente artículo.
4. Las disposiciones del presente artículo también serán aplicables a las víctimas en el
caso de que actúen como testigos.
Artículo 25. Asistencia y protección a las víctimas
1. Cada Estado Parte adoptará medidas apropiadas dentro de sus posibilidades para
prestar asistencia y protección a las víctimas de los delitos comprendidos en la presente
Convención, en particular en casos de amenaza de represalia o intimidación.
2. Cada Estado Parte establecerá procedimientos adecuados que permitan a las víctimas
de los delitos comprendidos en la presente Convención obtener indemnización y
restitución.
3. Cada Estado Parte permitirá, con sujeción a su derecho interno, que se presenten y
examinen las opiniones y preocupaciones de las víctimas en las etapas apropiadas de las
actuaciones penales contra los delincuentes sin que ello menoscabe los derechos de la
defensa.
Artículo 31. Prevención
1. Los Estados Parte procurarán formular y evaluar proyectos nacionales y establecer y
promover prácticas y políticas óptimas para la prevención de la delincuencia organizada
transnacional.
2. Los Estados Parte procurarán, de conformidad con los principios fundamentales de su
derecho interno, reducir las oportunidades actuales o futuras de que dispongan los
grupos delictivos organizados para participar en mercados lícitos con el producto del
delito adoptando oportunamente medidas legislativas, administrativas o de otra índole.
Estas medidas deberían centrarse en:

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a) El fortalecimiento de la cooperación entre los organismos encargados de hacer
cumplir la ley o el ministerio público y las entidades privadas pertinentes, incluida la
industria;
b) La promoción de la elaboración de normas y procedimientos concebidos para
salvaguardar la integridad de las entidades públicas y de las entidades privadas
interesadas, así como códigos de conducta para profesiones pertinentes, en particular
para los abogados, notarios públicos, asesores fiscales y contadores;
c) La prevención de la utilización indebida por parte de grupos delictivos organizados de
licitaciones públicas y de subsidios y licencias concedidos por autoridades públicas para
realizar actividades comerciales;
d) La prevención de la utilización indebida de personas jurídicas por parte de grupos
delictivos organizados; a este respecto, dichas medidas podrían incluir las siguientes:
i) El establecimiento de registros públicos de personas jurídicas y naturales involucradas
en la constitución, la gestión y la financiación de personas jurídicas;
ii) La posibilidad de inhabilitar por mandato judicial o cualquier medio apropiado
durante un período razonable a las personas condenadas por delitos comprendidos en
la presente Convención para actuar como directores de personas jurídicas constituidas
en sus respectivas jurisdicciones;
iii) El establecimiento de registros nacionales de personas inhabilitadas para actuar
como directores de personas jurídicas; y iv) El intercambio de información contenida en
los registros mencionados en los incisos i) e iii) del presente apartado con las
autoridades competentes de otros Estados Parte.
3. Los Estados Parte procurarán promover la reintegración social de las personas
condenadas por delitos comprendidos en la presente Convención.
4. Los Estados Parte procurarán evaluar periódicamente los instrumentos jurídicos y las
prácticas administrativas pertinentes vigentes a fin de detectar si existe el peligro de
que sean utilizados indebidamente por grupos delictivos organizados.
5. Los Estados Parte procurarán sensibilizar a la opinión pública con respecto a la
existencia, las causas y la gravedad de la delincuencia organizada transnacional y la

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amenaza que representa. Cuando proceda, podrá difundirse información a través de los
medios de comunicación y se adoptarán medidas para fomentar la participación pública
en los esfuerzos por prevenir y combatir dicha delincuencia.
6. Cada Estado Parte comunicará al Secretario General de las Naciones Unidas el
nombre y la dirección de la autoridad o las autoridades que pueden ayudar a otros
Estados Parte a formular medidas para prevenir la delincuencia organizada
transnacional.
7. Los Estados Parte colaborarán entre sí y con las organizaciones internacionales y
regionales pertinentes, según proceda, con miras a promover y formular las medidas
mencionadas en el presente artículo. Ello incluye la participación en proyectos
internacionales para la prevención de la delincuencia organizada transnacional, por
ejemplo mediante la mitigación de las circunstancias que hacen vulnerables a los grupos
socialmente marginados a las actividades de la delincuencia organizada transnacional.
1.2 Concepto internacional de delincuencia organizada.

La delincuencia organizada es la actividad delictiva de un grupo estructurado de tres o


más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el
propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a
la Convención de Palermo con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio
económico, político u otro beneficio de orden material. 1

En la sociedad usualmente se comete el error de usar indistintamente los conceptos


de crimen organizado y organizaciones criminales. Ambos hacen referencia a un grupo de
personas que, buscando alcanzar sus objetivos (que pueden ser riqueza, poder, etc., ya
que esto es propio de los grupos terroristas.), realizan acciones que van en contra de la
legislación existente. La diferencia central entre crimen organizado y grupo criminal, es
que en el primero existen personas con los vínculos necesarios para evitar ser perseguidos
por los delitos que cometen o evitar la pena o castigo de los mismos, y el grupo criminal
no tiene estos vínculos.

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El término de crimen organizado se ha utilizado recientemente para señalar a grupos de
personas que se dedican a traficar drogas, personas, cometer secuestros, asesinatos,
entre otros delitos.
Con el propósito de armonizar la definición sobre delincuencia organizada y promover
mecanismos de cooperación para su combate a nivel internacional, en 2000 las Naciones
Unidas adoptaron en Palermo, Italia, la Convención de las Naciones Unidas contra la
Delincuencia Organizada Transnacional. En dicho instrumento se recogen definiciones
universales sobre este fenómeno y se establecen mecanismos para su combate.
El concepto: "delincuencia organizada", fue empleado por primera vez por el criminólogo
norteamericano John Ladesco en 1929, para designar a las operaciones delictivas
provenientes de la mafia.

Este tipo de delincuencia fue designada con la palabra "organizada", ya que se refiere a la
"asociación", a la "sociedad", a la "corporación", al "grupo", al "sindicato", a la "liga", al
"gremio", a la "coalición", en sí a la "unión", como forma de conjuntar esfuerzos en grupo;
y con el empleo de la violencia, soborno, intimidación y fuerza, los delincuentes llevaban a
cabo sus actividades ilegales.

La Delincuencia Organizada hoy es uno de los problemas más grandes que sufre la
humanidad general y es que como podemos ver no pasa ni un solo día sin que veamos sus
consecuencias directa o indirectamente. Cabe mencionar que este tipo de organización
cuenta con un cabeza y con individuos disciplinados, todos siguiendo un mismo objetivo.
La delincuencia organizada se ve alimentada por la falta de educación, y la carencia de
valores. Los diferentes tipos de Delincuencia Organizada siempre han existido desde
épocas inmemoriales, pero claro no con las dimensiones que hoy existen y con el nivel de
sangre fría con el que se desarrollan y tratan de imponer su voluntad.

Tradicionalmente la mayoría de esas organizaciones tienen un orden jerárquico. Hoy día


están mutando a una organización en red formando una netwar con lazos débiles y
temporales entre los nodos.2

Su ascensión en el mercado puede llevarles a usar estrategias delictivas como


la extorsión o chantaje, o el asesinato en busca de ganarse el favor de la administración,
eliminar a la competencia, sortear los procesos jurídicos en contra de tales actividades u

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obtener recursos. Dada la dureza de las estrategias empleadas, su régimen económico
más habitual es el de monopolio en las zonas de menor rendimiento económico y el
de oligopolio en las de mayor. La consecución de dicho ascenso ha dado lugar a cruentos
enfrentamientos armados entre miembros de diferentes bandas, entre los que cabe
destacar la batalla entre Al Capone y Bugs Moran que finalizó con la masacre de San
Valentín en 1929, en la que fueron asesinados los principales gángsters de Moran a manos
de los de Capone, así como también la lucha entre miembros de la mafia Colombiana, en
el siglo XXI y las luchas entre mafias mexicanas.

De ahí que el crimen organizado haya sido conceptualizado como una sociedad, que busca
operar fuera del control del pueblo y del gobierno, pues involucra a miles de delincuentes
que trabajan dentro de sus estructuras complejas, ordenadas y disciplinadas como
cualquier corporación, mismas que están sujetas a reglas aplicadas con responsabilidad.

2. La delincuencia organizada en México.


2.1 El problema de México ¿es delincuencia organizada?

En nuestro país, como en otros más de latinoamericana y el resto del mundo el problema
de la delincuencia organizada empezó a cobrar víctimas, debido a que varios grupos
quieren tener el control total de una región o regiones. El tema principal del presente es
demostrar que la delincuencia organizada es problema político, laboral y moral. La
problemática de delincuencia organizada en México se debe a la falta de ética, valor social
y al conformismo de la generación actual, también a diferentes factores como a la
desigualdad social y al mal pago de los salarios a los que son sometidos los mexicanos. Es
correcto afirmar, que la mayoría de los delitos graves de alcance internacional, cometidos
con claros fines de lucro forman parte de alguna banda organizada transnacional. Algunas
de las actividades que más comúnmente se asocian a este ámbito son el tráfico de
personas, de drogas y de armas, la adulteración de productos, el blanqueo de dinero, la
venta de animales y, más recientemente, los ataques a sistemas informáticos de grandes
compañías.

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Uno de los aspectos más preocupantes de la delincuencia organizada es su capacidad de
mutar para adaptarse a las cambiantes tendencias de los mercados, como si se tratase de
un virus que evita por todos los medios Dado que no responde a ningún marco legal o
moral, este negocio no teme las medidas drásticas, siempre que le garanticen la
continuidad de sus ganancias. Además del tráfico de drogas, que supera al resto de las
actividades en lo que a beneficios económicos se refiere (se estima que su valor anual
ronda los 320 mil millones de dólares al año), la trata de personas es uno de los delitos
más terribles, ya que consiste en convertir a individuos de todas las edades en productos
orientados a la explotación laboral y sexual.

Lo anterior es aplicable a la situación que se vive en México respecto la delincuencia


organizada, ya que las personas desean tener un ingreso pero deberían hacer una elección
usando más su razón que sus deseos. Si los mexicanos usaran su razón para conseguir lo
que quieren, actuarían buscando trabajos estables, negocios lícitos, en lugar de secuestrar
o traficas personas para cobrar rescates de grandes cantidades de dinero.

La delincuencia es un aspecto de la violencia social que aqueja de manera creciente a la


sociedad mexicana; por esto, la población de México demanda una mayor atención en la
seguridad pública por parte de las autoridades del gobierno de la República, así como de
las locales. En el medio de la seguridad publica recae una gran desconfianza con los
cuerpos policiacos ya que hay un gran número de efectivos de las fuerzas de seguridad
que están inmiscuidos en la delincuencia organizada, esto debido a la magnitud del
poderío económico de esta, siendo que de allí tienen una mejor entrada que la paga que
le hace el gobierno por sus servicios, porque este trabajo conlleva un gran riesgo de la vida
del efectivo policiaco. Lamentablemente, en el país es muy poco probable evaluar el
índice de hasta donde ha llegado la delincuencia, esta ha optado por darse en todos los
niveles económicos, muchas personas que son víctimas de este mal, por temor que le
hagan daño a ellos o a sus familiares no acuden a denunciar siendo este una de las causas
por la que no pueden ser perseguidos los que pertenecen a la clase mala de mexicanos.

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Se ha tratado sea directa o indirectamente de apoyar a la sociedad mexicana, con la
reforma de las leyes, haciendo evidente que debido a los problemas que atraviesa el país
en la actualidad uno de los últimos casos es de la pena de hasta 140 años de cárcel a
secuestradores “prácticamente cadena perpetua” esto busca conllevar a que el índice de
secuestro baje en el país ya que este mal no se va a acabar de la noche a la mañana,
esperando disminuir el número de víctimas y poder elevar un poquito la seguridad
nacional.

No olvidando que trabajar para o en la delincuencia, puedes ser tu propio jefe y ganar lo
que tú quieras o puedas, haciendo un menor esfuerzo y en menos tiempo que en un
trabajo normal, permitiendo que uno y sus familias puedan tener algunos lujos; si en
México hubiera mayores ingresos sería innecesario la opción de delinquir y causar daño a
la sociedad. Es importante destacar que esto se debe al entorno político o mejor dicho el
hecho de que algunas cuantas personas tengan el poder total de la decisión de un país, ya
que por el hecho de que estamos en un país capitalista esto nunca va a cambiar, el pobre
seguirá siendo pobre y el rico seguirá siendo rico.

Podemos quedar que la delincuencia organizada en una empresa en expansión constante


a nivel mundial, generadora de empleos y de miles de millones de dólares o de cualquier
otro tipo de moneda, siendo una “mal” que nunca se va acabar y siempre va a estar en
constante lucha contra el gobierno para su sustento. La delincuencia abarca muchos
mercados, no distingue sexo, no pide límite de edad, no hace contratos y produce
demasiado dinero dando mucho poder a las personas que la lideran.

Es necesario que las personas en México tengan buenos trabajos para fomentar la cultura
de determinación y buenos valores, lo cual disminuiría los índices de delincuencia.

2.1 Concepto nacional de delincuencia organizada.

El artículo 16 Constitucional, conceptualiza a la delincuencia organizada de la siguiente


forma:

17
“Por delincuencia organizada se entiende una organización de hecho de tres o más
personas, para cometer delitos en forma permanente o reiterada, en los términos de la ley
de la materia”.

2.2 El objeto de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada.

DOF: 07/11/1996

LEY Federal contra la Delincuencia Organizada.

Al margen un sello con el Escudo Nacional, que dice: Estados Unidos Mexicanos.- Presidencia de la
República.
ERNESTO ZEDILLO PONCE DE LEÓN, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, a sus
habitantes sabed:
Que el Honorable Congreso de la Unión, se ha servido dirigirme el siguiente
DECRETO
"EL CONGRESO DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, D E C R E T A:
LEY FEDERAL CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA
TÍTULO PRIMERO
DISPOSICIONES GENERALES
CAPÍTULO ÚNICO NATURALEZA, OBJETO Y APLICACIÓN DE LA LEY

Artículo 1o.- La presente Ley tiene por objeto establecer reglas para la
investigación, persecución, procesamiento, sanción y ejecución de las penas, por los
delitos cometidos por algún miembro de la delincuencia organizada. Sus
disposiciones son de orden público y de aplicación en todo el territorio nacional.

2.3 Tipos penales de delincuencia organizada.

Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada

Artículo 2o.- Cuando tres o más personas acuerden organizarse o se organicen para
realizar, en forma permanente o reiterada, conductas que por sí o unidas a otras, tienen
como fin o resultado cometer alguno o algunos de los delitos siguientes, serán
sancionadas por ese solo hecho, como miembros de la delincuencia organizada:

I. Terrorismo, previsto en el artículo 139, párrafo primero; contra la salud, previsto en


los artículos 194 y 195, párrafo primero; falsificación o alteración de moneda, previstos en
los artículos 234, 236 y 237; operaciones con recursos de procedencia ilícita, previsto en el
artículo 400 bis, todos del Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero
Común, y para toda la República en Materia de Fuero Federal;

18
II. Acopio y tráfico de armas, previstos en los artículos 83 bis y 84 de la Ley Federal de
Armas de Fuego y Explosivos;

III. Tráfico de indocumentados, previsto en el artículo 138 de la Ley General de


Población;

IV. Tráfico de órganos, previsto en los artículos 461, 462 y 462 bis de la Ley General de
Salud, y

V. Asalto, previsto en los artículos 286 y 287; secuestro, previsto en el artículo 366;
tráfico de menores, previsto en el artículo 366 ter, y robo de vehículos, previsto en el
artículo 381 bis del Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y
para toda la República en Materia de Fuero Federal, o en las disposiciones
correspondientes de las legislaciones penales estatales.

Artículo 3o.- Los delitos a que se refieren las fracciones I, II, III y IV del artículo anterior,
que sean cometidos por algún miembro de la delincuencia organizada, serán investigados,
perseguidos, procesados y sancionados conforme a las disposiciones de esta Ley.

Los delitos señalados en la fracción V de dicho artículo lo serán únicamente si, además de
cometerse por un miembro de la delincuencia organizada, el Ministerio Público de la
Federación ejerce la facultad de atracción. En este caso, el Ministerio Público de la
Federación y las autoridades judiciales federales serán las competentes para conocer de
tales delitos. Bajo ninguna circunstancia se agravarán las penas previstas en las
legislaciones de las entidades federativas.

Artículo 4o.- Sin perjuicio de las penas que correspondan por el delito o delitos que se
cometan, al miembro de la delincuencia organizada se le aplicarán las penas siguientes:

I. En los casos de los delitos contra la salud a que se refiere la fracción I del artículo 2o. de
esta Ley:

a) A quien tenga funciones de administración, dirección o supervisión, respecto de la


delincuencia organizada, de veinte a cuarenta años de prisión y de quinientos a veinticinco
mil días multa, o

19
b) A quien no tenga las funciones anteriores, de diez a veinte años de prisión y de
doscientos cincuenta a doce mil quinientos días multa.

II. En los demás delitos a que se refiere el artículo 2o. de esta Ley:

a) A quien tenga funciones de administración, dirección o supervisión, de ocho a dieciséis


años de prisión y de quinientos a veinticinco mil días multa, o

b) A quien no tenga las funciones anteriores, de cuatro a ocho años de prisión y de


doscientos cincuenta a doce mil quinientos días multa. En todos los casos a que este
artículo se refiere, además, se decomisarán los objetos, instrumentos o productos del
delito, así como los bienes propiedad del sentenciado y aquéllos respecto de los cuales
éste se conduzca como dueño, si no acredita la legítima procedencia de dichos bienes.
Artículo 5o.- Las penas a que se refiere el artículo anterior se aumentarán hasta en una
mitad, cuando:

I. Se trate de cualquier servidor público que participe en la realización de los delitos


previstos para la delincuencia organizada. Además, se impondrán a dicho servidor público,
destitución e inhabilitación para desempeñar cualquier cargo o comisión públicos, o

II. Se utilice a menores de edad o incapaces para cometer cualesquiera de los delitos a que
se refiere esta Ley.

Artículo 6o.- Los plazos para la prescripción de la pretensión punitiva y de la potestad de


ejecutar las penas y medidas de seguridad correspondientes, se duplicarán respecto de los
delitos a que se refiere el artículo 2o. de esta Ley cometidos por miembros de la
delincuencia organizada.

Proyecto del Código Penal Nacional INACIPE.

Capítulo V: Pandilla, Asociación Delictuosa y Delincuencia Organizada


Artículo 317.- Cuando se cometa algún delito por pandilla, se impondrá una mitad más de
las penas que correspondan por el o los delitos cometidos, a los que intervengan en su
comisión.

20
Se entiende que hay pandilla, cuando el delito se comete en común por tres o más
personas, que se reúnen ocasional o habitualmente, sin estar organizados con fines
delictuosos.

Cuando el miembro de la pandilla sea o haya sido servidor público de alguna corporación
policíaca, se aumentará en dos terceras partes de las penas que le corresponda por el o
los delitos cometidos y se impondrá además, destitución del empleo, cargo o comisión e
inhabilitación de uno a cinco años para desempeñar otro.

Artículo 318.- Se impondrán prisión de cuatro a ocho años y de cien a mil días multa a
quien forme parte de una asociación o banda de tres o más personas con el propósito de
delinquir.

Artículo 319.- Se impondrá de cuatro a diez años de prisión y de doscientos hasta mil días
multa, sin perjuicio de las penas que correspondan por otros delitos, a quien integre una
organización de hecho de tres o más personas para cometer, en forma permanente o
reiterada, alguno de los delitos siguientes:

I. Corrupción de persona menor de dieciocho años de edad o persona que no tenga la


capacidad de comprender el significado del hecho o de persona que no tiene capacidad
de resistir la conducta establecidos en los artículos 198, 200 primero, segundo, tercero,
cuarto y quinto párrafos y 201 en sus fracciones I y II de este Código;

II.- Extorsión, conforme al contenido del primer párrafo del artículo 272 de este Código;

III. Falsificación de documentos públicos, de acuerdo con el primer párrafo del artículo
401 de este Código;

IV. Homicidio, de conformidad con el artículo 136 de este Código;

V. Lenocinio previsto en los artículos 204 y 205 de este Código;

VI. Operaciones con recursos de procedencia ilícita, de conformidad con el párrafo


primero del artículo 378 de este Código;

21
VII. Pornografía establecido en los artículos 202 y 203 de este Código;

VIII. Privación de la libertad personal, en concordancia con lo previsto por los artículos
177 y 178 de este Código;

IX. Retención y sustracción de menores e incapaces, de conformidad con el artículo 182


de este Código;

X. Robo de conformidad con el artículo 250, fracciones II y VIII, en su hipótesis primera;

XI. Robo de identidad, previsto en el artículo 413 y 415 de este Código;

XII. Tráfico de menores, contemplado en el párrafo tercero del artículo 180 de este
Código;

XIII. Turismo sexual, establecido en el artículo 201 este Código;

XIV Explotación laboral de menores o personas con discapacidad física o mental,


previsto en los artículos 206 y 207 de este Código;

XV. Encubrimiento por receptación, contemplado en el artículo 279 de este Código;

XVI. Encubrimiento por favorecimiento, previsto en el artículo 418 de este Código; o

XVII. Delitos ambientales previstos en los artículos 424 al 438 de este Código.

A quien tenga funciones de administración, dirección o supervisión en la delincuencia


organizada, se le impondrá de seis a doce años de prisión y de cuatrocientos a dos mil días
multa, sin perjuicio de las reglas de concurso para la imposición de sanciones.

Artículo 320.- Si el miembro de la asociación delictuosa o de la delincuencia organizada es


o ha sido servidor público o autoridad encargada de la función de seguridad pública, de
conformidad con lo previsto en la Ley General que establece las Bases de Coordinación del
Sistema Nacional de Seguridad Pública, o miembro de una empresa de seguridad privada,
y por virtud del ejercicio de las funciones a él encomendadas se facilitó la comisión del o
22
los ilícitos a que se refieren los artículos anteriores, las penas se aumentarán en una mitad
y se impondrá además, en su caso, la destitución del empleo, cargo o comisión e
inhabilitación por un tiempo igual al señalado como prisión para desempeñar otro, en
cuyo caso se computará a partir de que se haya cumplido con la pena.

Cuando los miembros de la delincuencia organizada utilicen para delinquir a menores de


edad o incapaces, las penas a que se refieren los artículos anteriores se aumentarán en
una cuarta parte.

Se presumirá que existe asociación delictuosa o delincuencia organizada cuando las


mismas tres o más personas tengan alguna forma de autoría o participación conjunta en
dos o más delitos.

Capítulo VI: Terrorismo


Artículo 470.- Se impondrá pena de prisión de quince a cuarenta años y cuatrocientos a
mil doscientos días multa, sin perjuicio de las penas que correspondan por otros delitos
que resulten:

I. A quien, dolosamente realice actos en contra de bienes o servicios, ya sea públicos


o privados, o bien, en contra de la integridad física, emocional, o la vida de
personas, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o
sector de ella, por medio de sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o
similares, material radioactivo, material nuclear, combustible nuclear, mineral
radiactivo, fuente de radiación o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos,
o armas de fuego, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento,
para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad o a un
particular, u obligar a éste para que tome una determinación.
II. A quien acuerde o prepare un acto terrorista que se pretenda cometer, se esté
cometiendo o se haya cometido en territorio nacional.
Las sanciones a que se refiere el primer párrafo de este artículo se aumentarán en una
mitad, cuando además:

23
I. El delito sea cometido en contra de un bien inmueble de acceso público;
II. Se genere un daño o perjuicio a la economía nacional, o
III. En la comisión del delito se detenga en calidad de rehén a una persona.
Artículo 471.- Se aplicará pena de uno a nueve años de prisión y de cien a trescientos días
multa, a quien encubra a un terrorista, teniendo conocimiento de sus actividades o de su
identidad.
Artículo 472.- Se aplicará pena de cinco a diez años de prisión y de doscientos a
seiscientos días multa a quien amenace con cometer el delito de terrorismo o utilice
medios electrónicos que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo
o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad o a un
particular, u obligar a éste para que tome una determinación a que se refiere el párrafo
primero del artículo 470 de este Código.
Artículo 474.- El delito de terrorismo es imprescriptible cuando en su realización haya
causado la muerte de alguna persona.

Capítulo VII: Terrorismo Internacional


Artículo 475.- Se impondrá pena de prisión de quince a cuarenta años y de cuatrocientos a
mil doscientos días multa, sin perjuicio de las penas que correspondan por otros delitos
que resulten:

I. A quien utilizando sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material


radioactivo, material nuclear, combustible nuclear, mineral radiactivo, fuente de radiación
o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos o armas de fuego, o por incendio,
inundación o por cualquier otro medio violento, realice en territorio mexicano, actos en
contra de bienes, personas o servicios, de un Estado extranjero, o de cualquier organismo
u organización internacionales, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en
un grupo o sector de ella, para presionar a la autoridad de ese Estado extranjero, u obligar
a éste o a un organismo u organización internacionales para que tomen una
determinación;

II. Al que cometa el delito de homicidio o algún acto contra la libertad de una persona
internacionalmente protegida;
24
III. Al que realice, en territorio mexicano, cualquier acto violento en contra de locales
oficiales, residencias particulares o medios de transporte de una persona
internacionalmente protegida, que atente en contra de su vida o su libertad, o

IV. Al que acuerde o prepare en territorio mexicano un acto terrorista que se pretenda
cometer, se esté cometiendo o se haya cometido en el extranjero.

Para efectos de este artículo se entenderá como persona internacionalmente protegida


a un jefe de Estado incluso cada uno de los miembros de un órgano colegiado cuando, de
conformidad con la constitución respectiva, cumpla las funciones de jefe de Estado, un
jefe de gobierno o un ministro de relaciones exteriores, así como los miembros de su
familia que lo acompañen y, además, a cualquier representante, funcionario o
personalidad oficial de un Estado o cualquier funcionario, personalidad oficial u otro
agente de una organización intergubernamental que, en el momento y en el lugar en que
se cometa un delito contra él, los miembros de su familia que habiten con él, sus locales
oficiales, su residencia particular o sus medios de transporte, tenga derecho a una
protección especial conforme al derecho internacional.

El delito de terrorismo internacional es imprescriptible cuando en su realización haya


causado la muerte de alguna persona.

Artículo 475.- Se impondrá pena de cinco a diez años de prisión y de cien a trescientos
días multa, a quien encubra a un terrorista, teniendo conocimiento de su identidad o de
que realiza alguna de las actividades previstas en el presente capítulo.

Artículo 476.- Se aplicará pena de seis a doce años de prisión y de doscientos a


seiscientos días multa al que amenace con cometer el delito de terrorismo a que se
refieren las fracciones I a III del artículo
2.4 La investigación en tratándose de delincuencia organizada.

25
a) Retención y detención de indiciados.

Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada

26
Capítulo Segundo de la Detención y Retención de Indiciados
Artículo 12.- El Juez podrá dictar el arraigo, a solicitud del Ministerio Público de la
Federación, en los casos previstos en el artículo 2o. de esta Ley y con las modalidades de
lugar, tiempo, forma y medios de realización señalados en la solicitud, siempre que sea
necesario para el éxito de la investigación, para la protección de personas, de bienes
jurídicos o cuando exista riesgo fundado de que el inculpado se sustraiga a la acción de la
justicia, sin que esta medida pueda exceder de cuarenta días y se realice con la vigilancia
de la autoridad, la que ejercerá el Ministerio Público de la Federación y la Policía que se
encuentre bajo su conducción y mando inmediato en la investigación. La duración del
arraigo podrá prolongarse siempre y cuando el Ministerio Público acredite que subsisten
las causas que le dieron origen, sin que la duración total de esta medida precautoria
exceda de ochenta días.
Artículo reformado DOF 23-01-2009
b) Reserva de la investigación.
Capítulo Tercero. De la reserva de las actuaciones en la averiguación previa
Artículo 13. A las actuaciones de averiguación previa por los delitos a que se refiere esta
Ley, exclusivamente deberán tener acceso el indiciado y su defensor, una vez que haya
aceptado el cargo, únicamente con relación a los hechos imputados en su contra, por lo
que el Ministerio Público de la Federación y sus auxiliares guardarán la mayor reserva
respecto de ellas, sin perjuicio de que el indiciado o su defensor, en base en la información
recibida, puedan presentar las pruebas de descargo que juzguen oportunas.
No se concederá valor probatorio a las actuaciones que contengan hechos imputados al
indiciado, cuando habiendo solicitado el acceso a las mismas al Ministerio Público de la
Federación, se le haya negado.
Artículo 14.- Cuando se presuma fundadamente que está en riesgo la integridad de las
personas que rindan testimonio en contra de algún miembro de la delincuencia
organizada deberá, a juicio del Ministerio Público de la Federación, mantenerse bajo
reserva su identidad hasta el ejercicio de la acción penal.
c) Las órdenes de cateo y de intervención de comunicaciones.

27
Capítulo Cuarto de las Órdenes de Cateo y de Intervención de Comunicaciones Privadas
Artículo 15.- Cuando el Ministerio Público de la Federación solicite por cualquier medio al
juez de distrito una orden de cateo con motivo de la investigación de alguno de los delitos
a los que se refiere el presente ordenamiento, dicha petición deberá ser resuelta en los
términos de Ley dentro de las doce horas siguientes después de recibida por la autoridad
judicial.
Párrafo reformado DOF 23-01-2009
Si dentro del plazo antes indicado, el juez no resuelve sobre el pedimento de cateo, el
Ministerio Público de la Federación podrá recurrir al tribunal unitario de circuito
correspondiente para que éste resuelva en un plazo igual.
El auto que niegue la autorización, es apelable por el Ministerio Público de la Federación.
En estos casos la apelación deberá ser resuelta en un plazo no mayor de cuarenta y ocho
horas. Cuando el Juez de Distrito competente, acuerde obsequiar una orden de
aprehensión, deberá también acompañarla de una autorización de orden de cateo, si
procediere, en el caso de que ésta haya sido solicitada por el agente del Ministerio Público
de la Federación, debiendo especificar el domicilio del probable responsable o aquél que
se señale como el de su posible ubicación, o bien el del lugar que deba catearse por tener
relación con el delito, así como los demás requisitos que señala el artículo 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Párrafo reformado DOF 23-01-2009
Artículo 16.- Cuando en la averiguación previa de alguno de los delitos a que se refiere
esta Ley o durante el proceso respectivo, el Procurador General de la República o el titular
de la unidad especializada a que se refiere el artículo 8o. anterior, consideren necesaria la
intervención de comunicaciones privadas, lo solicitarán por escrito al juez de distrito,
expresando el objeto y necesidad de la intervención, los indicios que hagan presumir
fundadamente que en los delitos investigados participa algún miembro de la delincuencia
organizada; así como los hechos, circunstancias, datos y demás elementos que se
pretenda probar. Las solicitudes de intervención deberán señalar, además, la persona o
personas que serán investigadas; la identificación del lugar o lugares donde se realizará; el

28
tipo de comunicación privada a ser intervenida; su duración; y el procedimiento y equipos
para la intervención y, en su caso, la identificación de la persona a cuyo cargo está la
prestación del servicio a través del cual se realiza la comunicación objeto de la
intervención. Podrán ser objeto de intervención las comunicaciones privadas que se
realicen de forma oral, escrita, por signos, señales o mediante el empleo de aparatos
eléctricos, electrónicos, mecánicos, alámbricos o inalámbricos, sistemas o equipos
informáticos, así como por cualquier otro medio o forma que permita la comunicación
entre uno o varios emisores y uno o varios receptores.
Artículo 17.- El juez de distrito requerido deberá resolver la petición en los términos de ley
dentro de las doce horas siguientes a que fuera recibida la solicitud, pero en ningún caso
podrá autorizar intervenciones cuando se trate de materias de carácter electoral, fiscal,
mercantil, civil, laboral o administrativo, ni en el caso de las comunicaciones del detenido
con su defensor.
Artículo 18.- Para conceder o negar la solicitud, el juez de distrito constatará la existencia
de indicios suficientes que hagan presumir fundadamente que la persona investigada es
miembro de la delincuencia organizada y que la intervención es el medio idóneo para
allegarse de elementos probatorios. En la autorización el juez determinará las
características de la intervención, sus modalidades y límites y, en su caso, ordenará a
instituciones públicas o privadas, modos específicos de colaboración. La autorización
judicial para intervenir comunicaciones privadas, que únicamente llevará a cabo el
Ministerio Público de la Federación bajo su responsabilidad, con la participación de perito
calificado, señalará las comunicaciones que serán escuchadas o interceptadas, los lugares
que serán vigilados, así como el periodo durante el cual se llevarán a cabo las
intervenciones, el que podrá ser prorrogado por el juez de distrito a petición del
Ministerio Público de la Federación, sin que el periodo de intervención, incluyendo sus
prórrogas pueda exceder de seis meses. Después de dicho plazo, sólo podrán autorizarse
intervenciones cuando el Ministerio Público de la Federación acredite nuevos elementos
que así lo justifiquen. El juez de distrito podrá en cualquier momento, verificar que las

29
intervenciones sean realizadas en los términos autorizados y, en caso de incumplimiento,
podrá decretar su revocación parcial o total.
El Ministerio Público de la Federación solicitará la prórroga con dos días de anticipación a
la fecha en que fenezca el periodo anterior. El juez de distrito resolverá dentro de las doce
horas siguientes, con base en el informe que se le hubiere presentado. De negarse la
prórroga, concluirá la intervención autorizada, debiendo levantarse acta y rendirse
informe complementario, para ser remitido al juzgador. Al concluir toda intervención, el
Ministerio Público de la Federación informará al juez de distrito sobre su desarrollo, así
como de sus resultados y levantará el acta respectiva. Las intervenciones realizadas sin las
autorizaciones antes citadas o fuera de los términos en ellas ordenados, carecerán de
valor probatorio.
Artículo 19.- Si en los plazos indicados en los dos artículos anteriores, el juez de distrito no
resuelve sobre la solicitud de autorización o de sus prórrogas, el Ministerio Público de la
Federación podrá recurrir al tribunal unitario de circuito correspondiente, para que éste
resuelva en un plazo igual. El auto que niegue la autorización o la prórroga, es apelable
por el Ministerio Público de la Federación. En estos casos la apelación deberá ser resuelta
en un plazo no mayor de cuarenta y ocho horas.
d) El decomiso.
Capítulo Quinto del Aseguramiento de Bienes Susceptibles de Decomiso
Artículo 29.- Cuando existan indicios suficientes que hagan presumir fundadamente que
una persona es miembro de la delincuencia organizada, el Ministerio Público de la
Federación podrá disponer, previa autorización judicial, el aseguramiento de los bienes de
dicha persona, así como de aquéllos respecto de los cuales ésta se conduzca como dueño,
quedando a cargo de sus tenedores acreditar la procedencia legítima de dichos bienes, en
cuyo caso deberá ordenarse levantar el aseguramiento.
Artículo 30.- Cuando existan indicios suficientes que hagan presumir fundadamente que
hay bienes que son propiedad de un miembro de la delincuencia organizada, o de que
éste se conduce como dueño, podrán asegurarse con autorización judicial previa. Si se
acredita su legítima procedencia, deberá ordenarse levantar el aseguramiento.

30
Artículo 31.- El aseguramiento de bienes a que se refiere esta Ley, podrá realizarse en
cualquier momento de la averiguación o del proceso.
Artículo 32.- Los bienes asegurados se pondrán a disposición del juez de la causa, previa
determinación del Ministerio Público de la Federación de las medidas provisionales
necesarias para su conservación y resguardo, sin perjuicio de lo dispuesto por los artículos
40, 41 y 193 del Código Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común, y para
toda la República en Materia de Fuero Federal y 181 del Código Federal de
Procedimientos Penales.
Artículo 33.- El juez de la causa, en todo momento durante el proceso, tomará las
determinaciones que correspondan para la supervisión y control de los bienes asegurados
conforme a las disposiciones de esta Ley. La administración de bienes asegurados por el
Ministerio Público de la Federación, conforme a las disposiciones de esta Ley y, en su caso,
la aplicación y destino de los fondos que provengan de dichos bienes, serán determinados
por el Consejo Técnico de Bienes Asegurados, previsto en la Ley Orgánica de la
Procuraduría General de la República.
3 Testigos protegidos.
Capítulo Sexto de la Protección de las Personas
Artículo 34.- La Procuraduría General de la República prestará apoyo y protección
suficientes a jueces, peritos, testigos, víctimas y demás personas, cuando por su
intervención en un procedimiento penal sobre delitos a que se refiere esta Ley, así se
requiera.
4 La valoración probatoria en casos de delincuencia organizada.
4.1 Tipos de prueba.
4.2 La reserva de actuaciones.
4.3 Valoración judicial.
Título Tercero de las Reglas para la Valoración de la Prueba y del Proceso
Capítulo Único
Artículo 40.- Para efectos de la comprobación de los elementos del tipo penal y la
responsabilidad del inculpado, el juez valorará prudentemente la imputación que hagan

31
los diversos participantes en el hecho y demás personas involucradas en la averiguación
previa.
Artículo 41.- Los jueces y tribunales, apreciarán el valor de los indicios hasta poder
considerar su conjunto como prueba plena, según la naturaleza de los hechos, la prueba
de ellos y el enlace que exista entre la verdad conocida y la que se busca. Las pruebas
admitidas en un proceso podrán ser utilizadas por la autoridad investigadora para la
persecución de la delincuencia organizada y ser valoradas como tales en otros
procedimientos relacionados con los delitos a que se refiere esta Ley. La sentencia
judicial irrevocable que tenga por acreditada la existencia de una organización delictiva
determinada, será prueba plena con respecto de la existencia de esta organización en
cualquier otro procedimiento por lo que únicamente sería necesario probar la
vinculación de un nuevo procesado a esta organización, para poder ser sentenciado por
el delito de delincuencia organizada.
5 Régimen de excepción para la delincuencia organizada en la reforma de 18 de
junio de 2008.
5.1 Artículo 16 constitucional.
a) El arraigo.
En términos generales, el término arraigo suele ser usado cuando se quiere dar cuenta de
una fuerte fijación, firme y duradera que una persona mantiene respecto de alguna
cuestión. Por ejemplo, cuando un individuo presenta una fuerte y recurrente tendencia a
practicar algunas costumbres, ritos, que son consideradas además como propias de la
cultura de la cual proviene, se dirá que esa persona tiene un fuerte arraigo a sus
costumbres.
En tanto y a propósito de esto, el arraigo, es una cuestión que suele saltar y estar muy
presente en el momento en el cual por alguna razón de fuerza mayor, como puede ser
una cuestión laboral, una persona debe dejar su casa, su patria, sus hábitos y costumbres
para mudarse a otra región, totalmente distinta y que por supuesto no tardará en poner
en evidencia la cuestión del arraigo, extrañando todo aquello que ya no puede ver ni
hacer.

32
El arraigo encuentra su fundamento en el artículo 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Podemos definirlo como una privación de la libertad llevada a
cabo en la etapa de la investigación inicial por el ministerio público con previa autorización
del juez con la finalidad de conseguir una investigación exitosa o para prevenir que el
imputado pueda sustraerse de la acción de la justicia. Una vez terminado el tiempo del
arraigo (que pueden ser de cuarenta a ochenta días) el ministerio público podrá presentar
al arraigado a la autoridad jurisdiccional.

El arraigo es una figura jurídica que forma parte del régimen de excepción penal, esto
quiere decir, que forma parte de las normas contrarias pero al mismo tiempo, paralelas al
sistema penal acusatorio. Subsiste en el sistema penal mexicano un conjunto de normas
que vulneran o restringen los derechos humanos de las personas investigadas o
procesadas por conductas ligadas a la delincuencia organizada.

Los requisitos para dictar el arraigo son:

1. El arraigo debe ser solicitado por el ministerio público a un juez;


2. Deberá ser solicitada únicamente en casos de delincuencia organizada;
3. La necesidad del arraigo para conseguir el éxito en la investigación o la
existencia de riesgo fundado de que el inculpado se sustraiga de la acción de la
justicia;
4. Las modalidades de tiempo y lugar deberán ser establecidas por el ministerio
público.
El arraigo podrá ser aplicado únicamente conforme a lo establecido por la Ley Federal
Contra la Delincuencia Organizada en la cual se establece que la delincuencia organizada
será cuando tres o más personas se organicen y lleven a cabo en forma permanente o
reiterada conductas que por sí mismas o unidas tengan como fin el resultado el cometer
alguno de los delitos
b) Detención ante el Ministerio Público.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos

33
Artículo 19. Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo de setenta
y dos horas, a partir de que el indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique
con un auto de vinculación a proceso en el que se expresará: el delito que se impute al
acusado; el lugar, tiempo y circunstancias de ejecución, así como los datos que
establezcan que se ha cometido un hecho que la ley señale como delito y que exista la
probabilidad de que el indiciado lo cometió o participó en su comisión. El Ministerio
Público sólo podrá solicitar al juez la prisión preventiva cuando otras medidas cautelares
no sean suficientes para garantizar la comparecencia del imputado en el juicio, el
desarrollo de la investigación, la protección de la víctima, de los testigos o de la
comunidad, así como cuando el imputado esté siendo procesado o haya sido sentenciado
previamente por la comisión de un delito doloso. El juez ordenará la prisión preventiva,
oficiosamente, en los casos de delincuencia organizada, homicidio doloso, violación,
secuestro, trata de personas, delitos cometidos con medios violentos como armas y
explosivos, así como delitos graves que determine la ley en contra de la seguridad de la
nación, el libre desarrollo de la personalidad y de la salud. La ley determinará los casos en
los cuales el juez podrá revocar la libertad de los individuos vinculados a proceso. El plazo
para dictar el auto de vinculación a proceso podrá prorrogarse únicamente a petición del
indiciado, en la forma que señale la ley. La prolongación de la detención en su perjuicio
será sancionada por la ley penal. La autoridad responsable del establecimiento en el que
se encuentre internado el indiciado, que dentro del plazo antes señalado no reciba copia
autorizada del auto de vinculación a proceso y del que decrete la prisión preventiva, o de
la solicitud de prórroga del plazo constitucional, deberá llamar la atención del juez sobre
dicho particular en el acto mismo de concluir el plazo y, si no recibe la constancia
mencionada dentro de las tres horas siguientes, pondrá al indiciado en libertad. Todo
proceso se seguirá forzosamente por el hecho o hechos delictivos señalados en el auto de
vinculación a proceso. Si en la secuela de un proceso apareciere que se ha cometido un
delito distinto del que se persigue, deberá ser objeto de investigación separada, sin
perjuicio de que después pueda decretarse la acumulación, si fuere conducente. Si con
posterioridad a la emisión del auto de vinculación a proceso por delincuencia organizada

34
el inculpado evade la acción de la justicia o es puesto a disposición de otro juez que lo
reclame en el extranjero, se suspenderá el proceso junto con los plazos para la
prescripción de la acción penal. Todo mal tratamiento en la aprehensión o en las
prisiones, toda molestia que se infiera sin motivo legal, toda gabela o contribución, en las
cárceles, son abusos que serán corregidos por las leyes y reprimidos por las autoridades.
5.2 Artículo 18 constitucional.
a) Compurgación de penas.

Ley Federal Contra la Delincuencia Organizada

Título Cuarto.
Capítulo Único.
De la prisión preventiva y ejecución de las penas y medidas de seguridad
Artículo 42.- La autoridad deberá mantener recluidos a los procesados o sentenciados que
colaboren en la persecución y procesamiento de otros miembros de la delincuencia
organizada, en establecimientos distintos de aquéllos en que estos últimos estén
recluidos, ya sea en prisión preventiva o en ejecución de sentencia.
Artículo 43.- Los sentenciados por los delitos a que se refiere la presente Ley no tendrán
derecho a los beneficios de la libertad preparatoria o de la condena condicional, salvo que
se trate de quienes colaboren con la autoridad en la investigación y persecución de otros
miembros de la delincuencia organizada.
Artículo 44.- La misma regla se aplicará en relación al tratamiento preliberacional y la
remisión parcial de la pena a que se refiere la ley que establece las normas sobre
ejecución de penas y medidas de seguridad.
Artículo 45.- Los sentenciados por los delitos a que se refiere esta ley no tendrán el
derecho de compurgar sus penas en el centro penitenciario más cercano a su domicilio.
La legislación que establezca las normas sobre ejecución de penas y medidas de seguridad
preverá la definición de los centros especiales para la reclusión preventiva y la ejecución
de sentencias, la restricción de comunicaciones de los inculpados y sentenciados y la
imposición de medidas de vigilancia especial a los internos por delincuencia organizada.
b) Centros especiales y vigilancia especial.

35
c) Restricción de comunicaciones.
5.3 Artículo 19 constitucional.
a) Prisión preventiva.
b) Regulación en caso de extradición.
5.4 Artículo 20 constitucional.
a) Restricción de garantías en el apartado B de la constitución.
ARTÍCULO 20. El proceso penal será acusatorio y oral. Se regirá por los principios de
publicidad, contradicción, concentración, continuidad e inmediación.
A. De los principios generales:
B. De los derechos de toda persona imputada:
I. A que se presuma su inocencia mientras no se declare su responsabilidad mediante
sentencia emitida por el juez de la causa;
II. A declarar o a guardar silencio. Desde el momento de su detención se le harán saber los
motivos de la misma y su derecho a guardar silencio, el cual no podrá ser utilizado en su
perjuicio. Queda prohibida y será sancionada por la ley penal, toda incomunicación,
intimidación o tortura. La confesión rendida sin la asistencia del defensor carecerá de todo
valor probatorio;
III. A que se le informe, tanto en el momento de su detención como en su comparecencia
ante el Ministerio Público o el juez, los hechos que se le imputan y los derechos que le
asisten. Tratándose de delincuencia organizada, la autoridad judicial podrá autorizar que
se mantenga en reserva el nombre y datos del acusador. La ley establecerá beneficios a
favor del inculpado, procesado o sentenciado que preste ayuda eficaz para la
investigación y persecución de delitos en materia de delincuencia organizada;
IV. Se le recibirán los testigos y demás pruebas pertinentes que ofrezca, concediéndosele
el tiempo que la ley estime necesario al efecto y auxiliándosele para obtener la
comparecencia de las personas cuyo testimonio solicite, en los términos que señale la ley;
V. Será juzgado en audiencia pública por un juez o tribunal. La publicidad sólo podrá
restringirse en los casos de excepción que determine la ley, por razones de seguridad
nacional, seguridad pública, protección de las víctimas, testigos y menores, cuando se

36
ponga en riesgo la revelación de datos legalmente protegidos, o cuando el tribunal estime
que existen razones fundadas para justificarlo. En delincuencia organizada, las actuaciones
realizadas en la fase de investigación podrán tener valor probatorio, cuando no puedan
ser reproducidas en juicio o exista riesgo para testigos o víctimas. Lo anterior sin perjuicio
del derecho del inculpado de objetarlas o impugnarlas y aportar pruebas en contra;
VI. Le serán facilitados todos los datos que solicite para su defensa y que consten en el
proceso. El imputado y su defensor tendrán acceso a los registros de la investigación
cuando el primero se encuentre detenido y cuando pretenda recibírsele declaración o
entrevistarlo. Asimismo, antes de su primera comparecencia ante juez podrán consultar
dichos registros, con la oportunidad debida para preparar la defensa. A partir de este
momento no podrán mantenerse en reserva las actuaciones de la investigación, salvo los
casos excepcionales expresamente señalados en la ley cuando ello sea imprescindible
para salvaguardar el éxito de la investigación y siempre que sean oportunamente
revelados para no afectar el derecho de defensa;
VII. Será juzgado antes de cuatro meses si se tratare de delitos cuya pena máxima no
exceda de dos años de prisión, y antes de un año si la pena excediere de ese tiempo, salvo
que solicite mayor plazo para su defensa;
VIII. Tendrá derecho a una defensa adecuada por abogado, al cual elegirá libremente
incluso desde el momento de su detención. Si no quiere o no puede nombrar un abogado,
después de haber sido requerido para hacerlo, el juez le designará un defensor público.
También tendrá derecho a que su defensor comparezca en todos los actos del proceso y
éste tendrá obligación de hacerlo cuantas veces se le requiera, y IX. En ningún caso podrá
prolongarse la prisión o detención, por falta de pago de honorarios de defensores o por
cualquiera otra prestación de dinero, por causa de responsabilidad civil o algún otro
motivo análogo. La prisión preventiva no podrá exceder del tiempo que como máximo de
pena fije la ley al delito que motivare el proceso y en ningún caso será superior a dos años,
salvo que su prolongación se deba al ejercicio del derecho de defensa del imputado. Si
cumplido este término no se ha pronunciado sentencia, el imputado será puesto en
libertad de inmediato mientras se sigue el proceso, sin que ello obste para imponer otras

37
medidas cautelares. En toda pena de prisión que imponga una sentencia, se computará el
tiempo de la detención.
b) Beneficios otorgados por el Estado por el apoyo en la investigación.
V. Será juzgado en audiencia pública por un juez o tribunal. La publicidad sólo podrá
restringirse en los casos de excepción que determine la ley, por razones de seguridad
nacional, seguridad pública, protección de las víctimas, testigos y menores, cuando se
ponga en riesgo la revelación de datos legalmente protegidos, o cuando el tribunal estime
que existen razones fundadas para justificarlo. En delincuencia organizada, las actuaciones
realizadas en la fase de investigación podrán tener valor probatorio, cuando no puedan
ser reproducidas en juicio o exista riesgo para testigos o víctimas. Lo anterior sin perjuicio
del derecho del inculpado de objetarlas o impugnarlas y aportar pruebas en contra;
c) Actuaciones en la fase de investigación.
Es la primer etapa del proceso penal mexicano (conforme al artículo 211 C. N. P. P.), que
busca tener los medios de convicción necesarios para fundamentar y motivar
debidamente la acusación.
Los sujetos y partes intervinientes deben actuar con estricto apego a los Derechos
Humanos.
Los objetivos que tiene la nueva etapa de investigación son: la racionalización de la carga
de trabajo, la auténtica eficacia en la investigación, así como en la protección de las
víctimas, entre otras.
Características generales de la Etapa de Investigación:
1. Inicialmente está a cargo del Ministerio Público.
2. El control de la investigación a cargo del órgano jurisdiccional.
3. Las actuaciones que realice el Ministerio Público se rigen por los principios de
Objetividad y Legalidad.
4. Es una etapa con carácter preparatorio.
5. Se caracteriza por ser desformalizada y flexible.
6. Es un proceso acusatorio eminentemente oral.
7. Publicidad, en sus partes y también, es secreto

38
8. Debe haber legalidad en la solicitud de las medidas cautelares, así como restricción y
proporcionalidad en su aplicación.
9. Se establecen mecanismos de solución y de aceleración del proceso.
Desarrollo de la investigación preliminar
- Existencia de un hecho o conflicto desconocido.
- Etapa desformalizada, innominada o de investigación policial.
- Conocimiento del hecho presumiblemente delictivo por la autoridad.
- Puede conocer tanto la policía (artículo 131, fracción ll, C.N.P.P) o bien, el
ministerio público (artículo 131, fracciones l y ll, C.N.P.P).
- Se realiza la investigación inicial.
- Requisitos de procedibilidad.

39
¿Qué es Carpeta de Investigación?
Es la verificación de datos para realizar la vinculación, de tal manera que con el simple
hecho de una testimonial o un simple indicio, sin que sea una evidencia en concreto,
resulta ser suficiente, para iniciar la actividad jurisdiccional
d) Derecho de las víctimas.
El concepto de víctima: En primer lugar, se debe fijar como prioritario asumir un concepto
de victima en el sentido “amplio” del mismo, por ende será tanto victima aquel que ha
sufrido un menoscabo ante un delito cuyo imputado sean individuos físicos y jurídicos
privados como personas físicas y jurídicas que forman las distintas agencias publicas que
conforman el estado en su conjunto, por ejemplo delitos por abuso de autoridad,
apremios ilegales, etc. Esto es importante recalcar, ya que es frecuente que por medio de
una dialéctica falaz se trate de destacar aquellos damnificados por delitos cuyos autores
son agentes privados como los únicos y verdaderos acreedores de protección penal. Esto
es un fenómeno, con elementos metajuridicos, que se debe tomar como señal de una
resistencia al cambio por la crisis que vive el paradigma actual del derecho penal antes
explicado.

40
Establecida dicha aclaración, diré que por víctima se debe entender por: “persona que
sufre las consecuencias de un violencia injusta en si o en sus derechos y es acreedor pasivo
del delito”1 en un sentido amplio.

El Diccionario de la Real Academia Española, define a la víctima en los siguientes términos:


“Del lat. Vĭctima.
1. f. Persona o animal sacrificado o destinado al sacrificio.
2. f. Persona que se expone u ofrece a un grave riesgo en obsequio de
otra.
3. f. Persona que padece daño por culpa ajena o por causa fortuita.
4. f. Persona que muere por culpa ajena o por accidente fortuito” 2.
Por su parte, en la Declaración de la Organización de Naciones Unidas sobre los principios
fundamentales de justicia relacionados a las víctimas, se adujo que: "Se entenderá por
‘víctimas’ a las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive
lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo
sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones
que violen la legislación penal vigente en los Estados miembros, incluida la que proscribe el
abuso del poder."3
Conforme al concepto indicado, “víctima”, no sólo es el sujeto pasivo del delito, sino todo
aquel que sufre las consecuencias de la comisión de un hecho delictivo. Tal como lo
sustenta el maestro Rodríguez Manzanera, “la víctima no coincide por fuerza con el sujeto
pasivo del delito considerado por los jurista, ya que para la victimología, víctima es todo
aquel sujeto que sufre por la comisión de una conducta antisocial aunque no sea
detentador el derecho vulnerado.”4
En el ámbito del Derecho interno-local, la Ley de Atención y Apoyo a las Víctimas del
Distrito Federal, aporta una definición de víctima en los términos siguientes:

1
“Diccionario de ciencias jurídicas políticas y sociales” Manuel Ossorio, ED. Heliasta. 1996.
2
http://buscon.rae.es/draeI/html/cabecera.htm
3
Enciclopedia Jurídica Omeba, Tomo XXVI,. Ed. Ws.Dreskill, S.A. Buenos Aires, 1979.
4
RODRÍGUEZ Manzanera Luis. “Revista Mexicana de Justicia”.Número 2, volumen II. México, 1984. Página 16.

41
“Artículo 7.- Se entiende por víctima a la persona que haya sufrido dado,
como consecuencia de acciones u omisiones realizadas en su contra,
tipificadas como delito y sancionadas por la legislación penal”.
El artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ha sufrido
diversas reformas tendentes a lograr un equilibrio en relación a la víctima y ofendido del
delito, tal y como a continuación se demuestra.
Hasta antes del Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, el tres de
septiembre de mil novecientos noventa y tres, por el que se reformaron los artículos 16,
19, 20, y 119, y se derogó la fracción XVIII del artículo 107, de la Constitución Federal, las
víctimas u ofendidos del delito, a nivel constitucional, carecían de garantías
fundamentales específicas, de orden tutelar o proteccionista.
En la iniciativa de reforma propuesta por integrantes de diversos grupos
parlamentarios de la Quincuagésima Quinta Legislatura de la Cámara de Diputados del
Congreso de la Unión, por vez primera se elevaron a rango constitucional algunos
derechos de las víctimas u ofendidos por el delito. Por lo que, a raíz de la inquietud
legislativa, se adicionó un párrafo final al artículo 20 constitucional. Lo anterior, constituye
el principio del reconocimiento de ciertas garantías a favor de la víctima. El precepto en
cuestión, se redactó de la manera siguiente:
“En todo proceso penal, la víctima o el ofendido por algún delito, tendrá
derecho a recibir asesoría jurídica, a que se le satisfaga la reparación del
daño cuando proceda, a coadyuvar con el Ministerio Público, a que se le
preste atención médica de urgencia cuando la requiera y, los demás que
señalan las leyes.”
De la lectura de la porción normativa, se aprecian los primeros derechos de la
víctima del delito, reconocidos como garantías fundamentales, y que consistieron en:
a. Recibir asesoría jurídica;

b. Que se le satisfaga la reparación del daño;

c. Opción de coadyuvar con el Ministerio Público;

42
d. Recibir atención médica de urgencia cuando lo requiera; y,

e. Las demás prerrogativas que señalen las leyes.

De la exposición de motivos de esta reforma, destaca que, el propósito de


fortalecer el respeto de los derechos humanos y su inserción al ámbito de justicia penal,
por estimarse que en este campo el Derecho primordialmente busca el justo equilibrio
entre los principios de seguridad con los de libertad, a través de la observancia de la
legalidad y el respeto a los derechos fundamentales del ser humano, como aspiración
legitima de un pueblo que ha decidido asegurar la paz y la tranquilidad por el camino de la
libertad y la justicia; en ese sentido, se estimó necesaria la reforma de cuenta, en
beneficio de la propia sociedad, con vista a la protección de los derechos humanos y al
fortalecimiento de las garantías individuales, dentro de la legalidad, de modo tal que el
Ministerio Público y el Juzgador no pueden ni deben ir más allá de lo que el marco jurídico
les permite, en tanto que el marco de libertad de los particulares se extiende a todo
aquello que no afecte los derechos de los demás como norma esencial limitante de
elemental civilidad.
Por otra parte, un catálogo novedoso de garantías constitucionales en torno a la
víctima, se estableció en una segunda reforma al artículo 20 constitucional –vigente a la
fecha-, y que aparece publicada en el Diario Oficial de la Federación de veintiuno de
septiembre de dos mil, así el precepto quedo dividido en dos apartados:

 El Inciso A), en el que se establecen los derechos fundamentales del inculpado; y,

 El inciso B), en el que se consagraron las garantías de la víctima o del ofendido.


Las nuevas garantías de la parte agraviada por el delito -que superan
significativamente a las primeramente reconocidas-, son del tenor literal siguiente:
“Artículo 20.
(…)
B. De la víctima o del ofendido:

43
I.- Recibir asesoría jurídica; ser informado de los derechos que en su favor
establece la Constitución y, cuando lo solicite, ser informado del desarrollo del
procedimiento penal;
II.- Coadyuvar con el Ministerio Público; a que se le reciban todos los datos o
elementos de prueba con los que cuente, tanto en la averiguación previa como en
el proceso, y a que se desahoguen las diligencias correspondientes.
Cuando el Ministerio Público considere que no es necesario el desahogo de la
diligencia, deberá fundar y motivar su negativa;
III.- Recibir, desde la comisión del delito, atención médica y psicológica de
urgencia;
IV.- Que se le repare el daño. En los casos en que sea procedente, el Ministerio
Público estará obligado a solicitar la reparación del daño y el juzgador no podrá
absolver al sentenciado de dicha reparación si ha emitido una sentencia
condenatoria.
La ley fijará procedimientos ágiles para ejecutar las sentencias en materia de
reparación del daño;
V.- Cuando la víctima o el ofendido sean menores de edad, no estarán obligados
a carearse con el inculpado cuando se trate de los delitos de violación o
secuestro. En estos casos, se llevarán a cabo declaraciones en las condiciones que
establezca la ley; y
VI.- Solicitar las medidas y providencias que prevea la ley para su seguridad y
auxilio”.
Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
1. Instrumentos internacionales en relación al papel de la víctima en el sistema
penal acusatorio.

La Organización de las Naciones Unidas, en materia de víctimas y abuso de poder,


ha emitido diversos documentos, que sintetizan las políticas generales de protección
victimal.

44
a) Así, en primer lugar, La Declaración sobre Principios Fundamentales de Justicia
para las Victimas de los Delitos y Abuso de Poder, resolución 40/34, aprobada en sesión
plenaria de 69ª, por la Asamblea General, el veintinueve de noviembre de mil novecientos
ochenta y cinco, insta a los Estados miembros a:

 Implementar políticas sociales, sanitarias, incluidas la salud mental, educativa y


económica e incluso políticas orientadas a la prevención del delito con la finalidad
de disminuir la victimización y alentar la asistencia a las víctimas que la necesiten.

 Promover los esfuerzos de la comunidad y la participación de la población en la


prevención del delito.

 Revisar y actualizar la legislación en materia preventiva del delito y de la


victimización.

 Organizar los servicios de asistencia victimales.

 Fomentar la observancia de los códigos de conducta y principios éticos, en


particular las normas internacionales, por los funcionarios públicos encargados de
hacer cumplir la ley.

 Eliminar las prácticas y los procedimientos conducentes al abuso, como lugares de


detención secretos y la detención con incomunicación.

 Fomentar la cooperación entre los Estados, mediante la asistencia judicial y


administrativa mutua, en temas como: enjuiciamiento de criminales, su extradición
y la incautación de bienes para destinarlos a resarcimiento de las víctimas.
También recomienda que los Estados miembros tomen medidas concretas para
promover actividades de formación destinadas a fomentar el respeto de las normas y
principios de las Naciones Unidas y reducir los posibles abusos; patrocinar investigaciones
prácticas de carácter cooperativo sobre los modos de reducir la victimización y aliviar la
situación de las víctimas y establecer medios para promover recursos a las víctimas
cuando los procedimientos nacionales sean insuficientes.
Por otro lado, la declaración define a la víctima como: las personas que, individual
o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento
emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales,

45
como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los
Estados miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder.
Asimismo, se incluye como víctima, en su caso, a los familiares o personas a cargo
que tengan relación inmediata con la víctima directa y a las personas que hayan sufrido
daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización.
En cuanto al acceso a la justicia y trato justo a las víctimas, la Declaración dispone
que serán tratadas con respeto a su dignidad y tendrán derecho al acceso de los
mecanismos de la justicia y a una expedita reparación del daño conforme a la legislación
nacional. En ese aspecto, se adaptarán los procedimientos judiciales y administrativos de
las víctimas, conforme a los siguientes lineamientos:
“6. Se facilitará la adecuación de los procedimientos judiciales y administrativos a
las necesidades de las víctimas:
a) Informando a las víctimas de su papel y del alcance, el desarrollo cronológico y
la marcha de las actuaciones, así como de la decisión de sus causas,
especialmente cuando se trate de delitos graves y cuando hayan solicitado esa
información;
b) Permitiendo que las opiniones y preocupaciones de las víctimas sean
presentadas y examinadas en etapas apropiadas de las actuaciones siempre que
estén en juego sus intereses, sin perjuicio del acusado y de acuerdo con el sistema
nacional de justicia penal correspondiente;
c) Prestando asistencia apropiada a las víctimas durante todo el proceso judicial;
d) Adoptando medidas para minimizar las molestias causadas a las víctimas,
proteger su intimidad, en caso necesario, y garantizar su seguridad, así como la
de sus familiares y la de los testigos en su favor, contra todo acto de intimidación
y represalia;
e) Evitando demoras innecesarias en la resolución de las causas y en la ejecución
de los mandamientos o decretos que concedan indemnizaciones a las víctimas”.
5.5 Artículo 22 constitucional.
a) Extinción de dominio.

46
Ley Federal de Extinción de Dominio

Artículo 5. La acción de extinción de dominio es de carácter real, de contenido


patrimonial, y procederá sobre cualquier bien, independientemente de quien lo tenga en
su poder, o lo haya adquirido.

El ejercicio de la acción de extinción de dominio corresponde al Ministerio Público.

A la acción de extinción de dominio se aplicarán las reglas de prescripción previstas para


los hechos ilícitos señalados en el artículo 7, de conformidad con los plazos establecidos
en el artículo 102 del Código Penal Federal, excepto en el caso de los bienes que sean
producto del delito que será imprescriptible.

El Ministerio Público podrá desistirse de la acción de extinción de dominio en cualquier


momento, antes de que se dicte sentencia definitiva, previo acuerdo del Procurador
General de la República. En los mismos términos, podrá desistirse de la pretensión
respecto de ciertos bienes objeto de la acción de extinción de dominio.

Artículo 6. Para la preparación de la acción de extinción de dominio, el Ministerio Público


podrá emplear la información que se genere en las averiguaciones previas que inicie en
términos del Código Federal de Procedimientos Penales y en su caso, de la Ley Federal
Contra la Delincuencia Organizada.

Artículo 7. La acción de extinción de dominio se ejercerá, respecto de los bienes a que se


refiere el artículo siguiente, aún cuando no se haya determinado la responsabilidad penal
en los casos de los delitos previstos en la fracción II del artículo 22 constitucional.

El ejercicio de la acción de extinción de dominio se sustentará en la información que


recabe el Ministerio Público cuando se haya iniciado la averiguación previa, o en las
actuaciones conducentes del procedimiento penal respectivo, o de ambas, cuando de ella
se desprenda que el hecho ilícito sucedió y que los bienes se ubican en los supuestos del
artículo siguiente.

47
La muerte del o los probables responsables no cancela la acción de extinción de dominio.

Artículo 8. La acción de extinción de dominio se ejercerá respecto de los bienes


relacionados o vinculados con los delitos a que se refiere el artículo anterior, en
cualquiera de los supuestos siguientes:

1. Aquéllos que sean instrumento, objeto o producto del delito;


2. Aquéllos que hayan sido utilizados o destinados a ocultar o mezclar bienes
producto del delito.

Se entenderá por ocultar, la acción de esconder, disimular o transformar


bienes que son producto del delito y por mezcla de bienes, la suma o
aplicación de dos o más bienes;

3. Aquéllos que estén siendo utilizados para la comisión de delitos por un


tercero, si su dueño tuvo conocimiento de ello y no lo notificó a la
autoridad por cualquier medio o tampoco hizo algo para impedirlo. Será
responsabilidad del Ministerio Público acreditarlo, lo que no podrá
fundarse únicamente en la confesión del inculpado del delito;
4. Aquéllos que estén intitulados a nombre de terceros y se acredite que los
bienes son producto de la comisión de los delitos a que se refiere la
fracción II del artículo 22 constitucional y el acusado por estos delitos se
ostente o comporte como dueño.

Artículo 9. El ejercicio de la acción de extinción de dominio no excluye que el Ministerio


Público solicite el decomiso de los mismos bienes con motivo del ejercicio de la acción
penal, en los casos que resulte procedente.

5.6 Artículo 73 de la constitución.


a) Facultad del Congreso para legislar en materia de delincuencia organizada.
Se reforma la fracción XXI del artículo 73 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos.

48
ARTÍCULO ÚNICO. Se reforma la fracción XXI del artículo 73, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:
Artículo 73. El Congreso tiene facultad:
I. a XX. ...
XXI. Para expedir:
Las leyes generales en materias de secuestro y trata de personas, que establezcan como
mínimo, los tipos penales y sus sanciones.
Las leyes generales contemplarán también la distribución de competencias y las formas de
coordinación entre la Federación, las entidades federativas, el Distrito Federal y los
municipios;
La legislación que establezca los delitos y las faltas contra la Federación y las penas y
sanciones que por ellos deban imponerse; así como legislar en materia de delincuencia
organizada;
La legislación única en materia procedimental penal, de mecanismos alternativos de
solución de controversias y de ejecución de penas que regirá en la República en el orden
federal y en el fuero común.
Las autoridades federales podrán conocer de los delitos del fuero común, cuando éstos
tengan conexidad con delitos federales o delitos contra periodistas, personas o
instalaciones que afecten, limiten o menoscaben el derecho a la información o las
libertades de expresión o imprenta.
En las materias concurrentes previstas en esta Constitución, las leyes federales
establecerán los supuestos en que las autoridades del fuero común podrán conocer y
resolver sobre delitos federales;
XXII. a XXX. ...
6 La extinción de dominio
6.1 Naturaleza jurídica de la extinción de dominio
Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal
Artículo 4. La Extinción de Dominio es la pérdida de los derechos de propiedad de los
bienes mencionados en el artículo 5 de esta Ley, sin contraprestación ni compensación
alguna para el afectado, cuando se acredite el hecho ilícito en los casos de delitos contra
la salud en su modalidad de narcomenudeo, secuestro, robo de vehículos y trata de
personas, y el afectado no logre probar la procedencia lícita de dichos bienes y su
actuación de buena fe, así como que estaba impedido para conocer su utilización ilícita.
La Extinción de Dominio es de naturaleza jurisdiccional, de carácter real y de contenido
patrimonial, y procederá sobre cualquier derecho real, principal o accesorio,
independientemente de quien los tenga en su poder, o los haya adquirido.

49
La acción es autónoma, distinta e independiente de cualquier otra de naturaleza penal
que se haya iniciado simultáneamente, de la que se haya desprendido, o en la que
tuviera origen, sin perjuicio de los terceros de buena fe.
La extinción de dominio no procederá sobre bienes decomisados por la autoridad
judicial, en sentencia ejecutoriada.
El Ministerio Público sólo podrá presentar la demanda de extinción de domino cuando
se haya dictado el auto de formal prisión o el auto de vinculación a proceso que
corresponda al imputado, acusado o procesado por el delito.
(REFORMADO, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)
Los bienes sobre los que se declare la Extinción de Dominio se aplicarán a favor del
Gobierno del Distrito Federal, mediante acuerdo del Jefe de Gobierno que se publique
en la Gaceta Oficial del Distrito Federal. Cuando se trate de bienes fungibles se
destinarán en porcentajes iguales a la Procuración de Justicia y la Seguridad Pública.
Toda la información que se genere u obtenga con relación a esta Ley se considerará
como restringida en los términos de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información
Pública del Distrito Federal. La Secretaría de Finanzas y la Oficialía Mayor, entregarán un
informe anual a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, sobre los bienes materia de
este ordenamiento.
6.2 Características de la extinción de dominio

6.3 El origen de la figura en el ordenamiento jurídico mexicano

6.4 Análisis de la Ley Federal de Extinción de Dominio

6.5 Bienes susceptibles de extinción de dominio


Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal

50
Artículo 5. Se determinará procedente la Extinción de Dominio, previa declaración
jurisdiccional, respecto de los bienes siguientes:
I. Aquellos que sean instrumento, objeto o producto del delito, aun cuando no se haya
dictado la sentencia que determine la responsabilidad penal, pero existan elementos
suficientes para determinar que el hecho ilícito sucedió;
II. Aquellos que no sean instrumento, objeto o producto del delito, pero que hayan sido
utilizados o destinados a ocultar o mezclar bienes producto del delito, siempre y cuando
se reúnan los extremos del inciso anterior;
III. Aquellos que estén siendo utilizados para la comisión de delitos por un tercero, si su
dueño tuvo conocimiento de ello y no lo notificó a la autoridad o hizo algo para
impedirlo; (REFORMADA, G.O. 7 DE MAYO DE 2014)
IV. Aquellos que estén intitulados a nombre de terceros, pero existan suficientes
elementos para determinar que son producto de delitos patrimoniales, y el acusado por
estos delitos se comporte como dueño. (REFORMADO, G.O. 7 DE MAYO DE 2014)
El supuesto previsto en la fracción III, será aplicable cuando el Agente del Ministerio
Público acredite que el tercero utilizó el bien para cometer secuestro, trata de personas
o robo de vehículos y que el dueño tenía conocimiento de esa circunstancia.
6.6 Facultades del Agente del Ministerio Público de la Federación en la extinción de
dominio
Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal
Capítulo III De las Medidas Cautelares
(REFORMADO PRIMER PÁRRAFO, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)
Artículo 11. El Agente del Ministerio Público solicitará al Juez las medidas cautelares que
considere procedentes a fin de evitar que puedan sufrir menoscabo, extravío o
destrucción; que sean ocultados o mezclados; o se realice acto traslativo de dominio;
sobre aquellos bienes de los que existan datos o medios de prueba suficientes para
vincularlos con alguno de los señalados en el artículo 5 de esta Ley y relativos a alguno
de los delitos señalados en el artículo 4 de este ordenamiento.

51
El Juez deberá resolver en un plazo de 6 horas a partir de la recepción de la solicitud. Las
medidas cautelares podrán consistir en:
I. La prohibición para enajenarlos o gravarlos;
II. La suspensión del ejercicio de dominio;
III. La suspensión del poder de disposición;
IV. Su retención;
V. Su aseguramiento;
VI. El embargo de bienes; dinero en depósito en el sistema financiero; títulos valor y sus
rendimientos, lo mismo que la orden de no pagarlos cuando fuere imposible su
aprehensión física; o
VII. Las demás contenidas en la legislación vigente o que considere necesarias, siempre y
cuando funde y motive su procedencia.
Las medidas cautelares dictadas por el Juez, cuando se trate de bienes inmuebles, se
inscribirán en el Registro Público de la Propiedad que corresponda, y en caso de bienes
muebles, se informarán a través del oficio respectivo, a las instancias correspondientes.
En todos los supuestos se determinarán los alcances de las medidas cautelares que se
decretan. En todos los supuestos, los bienes materia de las medidas cautelares
quedarán en depósito de áreas especializadas de la Secretaría de Finanzas, en caso de
bienes muebles, o de la Oficialía Mayor del Distrito Federal, cuando se trate de bienes
inmuebles, y a disposición de las autoridades que determine el Juez. Del resultado de la
aplicación de las medidas cautelares se informará a la Asamblea Legislativa,
anualmente, a quienes competa la administración.
Artículo 16. Durante la sustanciación del procedimiento, se podrá solicitar la ampliación
de medidas cautelares respecto de los bienes sobre los que se haya ejercitado acción.
También se podrán solicitar medidas cautelares con relación a otros bienes sobre los
que no se hayan solicitado en un principio, pero que formen parte del procedimiento. La
ampliación de las medidas cautelares sólo será posible antes de acordar el cierre de la
instrucción.
6.7 Sujetos legitimados para intervenir en el proceso de extinción de dominio

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Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal
CAPÍTULO VII DE LAS PARTES
Artículo 27. Son partes en el procedimiento de Extinción de Dominio:
I. El afectado;
II. La víctima;
III. El ofendido;
IV. El tercero; y
V. El Agente del Ministerio Público.
6.8 Legislaciones locales
Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal
Capítulo I
Disposiciones generales (REFORMADO, G.O.D.F. 18 DE DICIEMBRE DE 2014)
Artículo 1. La presente ley es de orden público, interés social y observancia general en el
Distrito Federal y tiene por objeto regular la instauración del procedimiento de Extinción
de Dominio previsto en el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
Publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 08 de diciembre de 2008 Última reforma
publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federa el 18 de diciembre de 2014.

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