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Alan Gerardo Romero Guzmán

La democracia y la propaganda
Muchos podrán recordar cómo la novela 1984 de George Orwell1, el gobierno
elimina palabras del diccionario para controlar a la población bajo la premisa de
que al no existir palabras como “guerra”, pero sí “paz”, entonces la guerra como tal
no existe, existe solo menos paz. Parece ridícula la proposición y la idea de que
con ello la población es controlable. Según Octavio Paz 2, las palabras son la forma
de construcción de la realidad; las letras son la medida de todas las cosas. O sea
que es a través de las palabras que el ser humano le atribuye significado y
existencia a todas las cosas.

Es aquí donde parto porque para temas como propaganda política es


importantísimo saber de qué se construye la realidad en la que este hecho
sucede. Para empezar la propaganda política actual, tal como la conocemos hoy
con sus campañas políticas, etcétera, se da sobre todo en sociedades
democráticas. México, es un país democrático que muchos sabemos significa
poder del pueblo3 en el ideal del deber ser. Pero más bien se trata de una forma
de organización del Estado y de gobierno, la democracia es incluso una entidad
política.

La palabra no ha sido borrada, solo su significado ha sido cambiado y hoy


representa la representación ciudadana en el gobierno a través de sus
representantes4, de este modo el pueblo no se gobierna directamente y, en la
praxis, el pueblo ni siquiera se gobierna a sí mismo. Es aquí donde el carácter
simbólico contra lo real de la palabra democracia juega un papel importante en la
construcción de la realidad política de nuestra sociedad.

Rousseau en su ensayo filosófico sobre política Du contrat social, ou Principes du


droit politique5 habla de los representantes como vehículos de participación
ciudadano: estos representantes consultan a los ciudadanos y ‘piden permiso’
para aprobar las decisiones que estos toman. Las Repúblicas optaron por esta
forma de gobierno bajo la denominación de “gobierno representativo”. Ignorando a
Rousseau, quien decía que para que una ley fuera ley, todos debían participar en
su formación y no dejarle tal responsabilidad y poder solo a unos pocos pues no
se elegirían entonces representantes sino jefes.

Siguiendo la idea de la democracia y la propaganda política como producto de tal,


tenemos que en México los representantes de la ciudadanía se juntan en partidos
políticos, para Jean Charlot, los partidos políticos han evolucionado junto a la

1 George Orwell; 1984; UK (1949)


2 Octavio Paz; El arco y la lira; PDF; México (1967) pp. 9-17
3 Giovanni Sartori; ¿Qué es la democracia?; Tribunal Federal Electoral, IFE; PDF; México (1993)
4 Anthony Arblaster; Democracy; Open University Press; USA (2002) pp. 18-19
5 Jean Jacques Rousseau; Du contrat social, ou Principes du droit politique; PDF; España (1999)
Alan Gerardo Romero Guzmán
La democracia y la propaganda
democracia como este mecanismo para elegir a los gobernantes, más que como
forma de gobierno del pueblo, al respecto Charlot dice:

Puesto que el papel del partido es ante todo pedagógico


-como testigo visible, por su acción y por el estilo de su acción, de la
existencia y valor de la modernidad-, humaniza personalizándolas,
las relevaciones entre el individuo y las instituciones de la
modernidad: el taller, la oficina, el cuartel, el ministerio, el dinero, lo
escrito, la radio y la televisión, el viaje… El partido, pues, consiste
en un conjunto abigarrado de grupos sociales que integra sin
destruir. 6

Esto quiere decir que de forma idealista el partido político representa a sectores de
la población con intereses afines. Idealmente los partidos políticos son
representaciones de la sociedad que los cobija. Son muestras del quehacer, las
preocupaciones y aspiraciones políticas del pueblo.

Esta forma de gobierno, bajo la lupa de Tcqueville 7 la tiranía de la mayoría se da


porque durante el sufragio, la gente siempre ha de votar por lo que se le diga. La
gente elige de entre una pequeña y reducida posibilidad de candidatos a sus
gobernantes (jefes). De este modo, y bajo la proposición anterior de que el
lenguaje es el vehículo de construcción de la realidad del ser humano, la realidad
política se estrecha y se manipula ad libitum.

Es aquí en donde entra en juego la propaganda política electoral. No puede haber


democracia son comunicación pública política pues la comunicación permite un
acercamiento entre los electores, partidos políticos y sus candidatos; la
comunicación sirve también para que los ciudadanos juzguen y evalúen el actuar
de sus representantes (o jefes). Si la comunicación es vital para la democracia,
entonces el lenguaje con el que se construyen los discursos políticos es crucial. El
discurso político dentro de la comunicación política pretende persuadir y hacer
razonar a la sociedad para que tome una decisión respecto a sus derechos
políticos. Como lenguaje tiene un sistema de signos y símbolos que permiten
entablar este discurso y la forma que nos atañe es la propaganda.

La propaganda como forma de lenguaje político actualmente emplea todas las


técnicas de la publicidad: investigación de mercado, encuestas, usos de formatos,
tendencias, soportes, tecnología, espacios, etcétera. La diferencia entre la
propaganda y la publicidad es solo la intención de ambas. Mientras una pretende

6 Jean Charlot; Los partidos políticos; Edit. Hispánicas; México (1991) p. 119
7 Deneen P. J.; Equality, Tyranny, and Despotism in Democracy: Remembering Alexis de Tocqueville; (2015);
theimaginativeconservative.org; artículo en línea
Alan Gerardo Romero Guzmán
La democracia y la propaganda
propagar ideas e imágenes públicas, la otra pretende vender bienes y servicios o
experiencias8.

Tan es así que en el artículo 67 de la Ley Federal de Radio y Televisión de México


ambos térmicos (propaganda y publicidad) se emplean para señalar la venta de
productos y a los mensajes políticos por igual, sin embargo, es importante acatar
la palabra propaganda para darle un marco al quehacer político dentro de esta
área, pues en el fondo no es lo mismo una gran M de McDonald’s y una cruz
cristiana; una empresa de refrescos vendiendo felicidad o un partido político
propagando bienestar social… ¿O sí es lo mismo?

Si lo es entonces es muy importante preguntarnos ¿qué tipo de propaganda se ha


de emplear en una campaña política?

Antes de abundar al respecto hay que comprender que la siguiente razón de


Gonzales Molina sobre cómo funcionan las campañas electorales:

Las campañas son guerras. No sólo en el sentido de que el


elector presencia verdaderos ataques y contraataques por parte
de los principales protagonistas. Es guerra en el sentido de que el
elector favorece a quien percibe como el ganador de la
confrontación comunicacional. Por eso son impactantes los debates
al interior de una campaña, porque pueden catapultar a un
candidato que es percibido como “ganador” y al mismo tiempo
sepultar a un candidato que aparece como “el perdedor”. La guerra
de polarización puede ser descrita como un enfrentamiento
permanente y contundente entre temas o “lógicas predominantes de
voto”. Y quien logra obtener mayor relevancia para su tema y mayor
nivel de atribución positiva en éste, gana la elección.9

De aquí mis dudas iniciales en torno a si dentro de una democracia se encuentran


las voluntades de los ciudadanos expresadas a través del voto, pues lo que está
en juego durante una campaña es la percepción de los votantes y la manipulación
de la información comunicada a través de la publicidad de las ideas: la
propaganda. Para alcanzar esta simulación de democracia debe de haber
competencia entre partidos políticos, candidatos, mensajes, imágenes públicas,
opinión pública y demás.

Ya entendido el tema de la propaganda y hablando de competencia también hay


tomar en cuenta el concepto de contrapropaganda. Wikipedia ofrece una
definición bastante eficaz, dice que básicamente es la forma de contrarrestar la
propaganda existente, es la respuesta y la comprensión de la propaganda inicial.

8 Edmundo Gonzáles Llaca; Teoría y práctica de la propaganda, 2007; Grijalbo; México (2007) p. 32
9 Gabriel Gonzales Molina; Cómo ganar las elecciones; ediciones Cal y Arena; México (2000) p. 72
Alan Gerardo Romero Guzmán
La democracia y la propaganda
Ambas (propaganda y contrapropaganda) se proponen manipular la información,
pero la contrapropaganda busca cambiar las cogniciones y actitudes en contra de
la propaganda a la que se responde y, a su vez, hacer nueva propaganda para
lograr una respuesta que promueva la intención deseada del contrapropagandista.

Ahora, hablando de información, hay que tomar en cuenta que hay distintos tipos
de propagandas con base en cómo se manejan las informaciones 10:

 Bélica. Cuando la información se centra en un contexto de guerra. Aquí la


verdad tiende a ser muy manipulada.
 Blanca. Muestra en sus mensajes al emisor real.
 Gris. Oculta la fuente emisora.
 Negra. Oculta la fuente emisora y buscan difamar, generar rumores, atacar
al contrario y se basa en información falsa y/o manipulada.
 Clandestina y de Agitación. Es la empleada por los grupos subversivos de
extremos políticos y sociales. Dan a conocer la fuente, pero ocultan datos
para evitar ser localizados generalmente. Pretende la agitación social en
contra de algo o alguien.
 Integración y Estatal. Proceden de las autoridades estatales o de gobierno
y buscan mantener la cohesión social y la legitimación de los gobiernos.
 Electoral. Todo elemento comunicativo y medios para la difusión que se
crean y consumen durante los periodos electorales, concretamente durante
las campañas políticas.

La propaganda electoral busca la construcción de mensajes que sirven para


destacar no solo los aspectos positivos del candidato en cuestión, sino los
negativos de los contendientes. Actualmente se toman en cuenta los famosos
once principios de propaganda política enunciados por Goebbels. 11 Todo para
que la información divulgada tenga este aspecto verosímil para conseguir el
efecto deseado en los perceptores. Si es cierto que el ciudadano votará por
quien se le diga, también es necesario comunicar efectivamente esa orden.

Por eso hoy la prominencia de técnicas como el marketing político electoral,


cuya realización y planteamiento se basa en las necesidades de un mercado
electoral para construir, con base en dichas necesidades, un programa
ideológico que pueda solucionar problemas sociales en búsqueda de que un
candidato o partido político personalice dicho programa y que sea apoyado
mediante la propaganda política12. Todo esto con la ayuda de la tecnología y

10 González Llaca, ob. cit., pp. 41-65


11 Leonard W. Doob; Goebbels y sus principios propagandísticos. USA (1950)
12 Francisco Javier Barranco Sáinz; Técnicas de marketing político; PDF; p. 13
Alan Gerardo Romero Guzmán
La democracia y la propaganda
las ciencias sociales como la sociología, la psicología y la comunicación. Las
necesidades son cubiertas por ideas simbólicas que persuaden a las personas
a cambiar o reforzar sus actitudes políticas, sociales y culturales.

En México, durante las elecciones intermedias del 2015, el padrón electoral se


conformó de 82 millones de ciudadanos, de los cuales, el 30% eran jóvenes
entre 18 y 29 años, y 18 de ellos votaron por primera vez 13. Un porcentaje
significativo en realidad. En este sentido el mercado meta es joven y hoy no ha
cambiado mucho la cifra. Las formas de persuasión y manipulación durante los
procesos electorales se diseñan en ese sentido.

Una de esas formas de persuasión es la manipulación de encuestas y


monitoreos. Hoy en día se ha identificado por parte de la Universidad Nacional
Autónoma de México que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cuenta
con un 20.05 por ciento de aceptación, mientras que el Movimiento
Regeneración Nacional (MORENA) cuenta con el 17.35 y el Partido Acción
Nacional (PAN) con16.48 por ciento. Después el Partido Revolución
Democrática (PRD) con 9.85, Movimiento Ciudadano con 9.82, Encuentro
Social con 8.25, Nueva Alianza con 6.62, Partido Verde con 5.99 y Partido del
Trabajo (PT) con 5.58 por ciento.14

Así concluyó el periodo e precampañas de la presente contienda electoral


2018. Con un par de contrincantes que dominan en el monitoreo. Esto
representa una forma de comunicar poder y predominio. Un predominio que
enmarca las posibilidades de elección del votante, sobre todo del votante joven
y primerizo. La información en realidad no es analizada por el ciudadano
promedio, sin embargo, es influyente en este y este tipo de situaciones
funcionan también como técnicas de persuasión.

Si el ciudadano ha de votar por quien se le dice, entonces el sistema político de


México no es la democracia ni la representatividad. Es la tiranía y la dictadura
que descansa en las instituciones políticas, sociales y culturales del país. El
mexicano es influido por los medios de comunicación a su alcance para elegir
a sus jefes y estos acatan dicha realidad sin problemas, pues la ilusión de que
el voto determina el futuro de la nación es también parte de la propaganda
gubernamental para mantener el orden social y político que el mismo
Rousseau combatió.

13 Excelsior digital; 21/04/2015; excelsior.com.mx/nacional/2015/04/21/1019897


14 24 horas digital; 12/02/2018;.24-horas.mx/2018/02/12/ine-publica-resultados-del-monitoreo-
precampanas-federales/

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