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La EPOC se caracteriza por la presencia de una serie de síntomas respiratorios de forma persistente y la
limitación permanente del flujo aéreo por las vías respiratorias, ambos causados por anormalidades de las vías
respiratorias y/o de los pulmones y provocados por la exposición a partículas o gases dañinos, sobre todo (hasta
el 80 % de los casos) al humo de tabaco. Otros factores de riesgo importantes en la EPOC son: la exposición
a polvos y vapores en el ámbito laboral y a la contaminación del aire de interiores mal ventilados, como resultado
de la combustión de biomasa. Un factor de riesgo poco frecuente (<1 %) es el déficit de la α 1 -antitripsina
determinado genéticamente. El daño pulmonar en la EPOC se debe a una inflamación crónica de las vías
respiratorias, parénquima pulmonar y vasos pulmonares, a la proteólisis (efecto del desequilibrio entre la
actividad de las proteasas y antiproteasas) y al estrés oxidativo. Los cambios fisiopatológicos se presentan
generalmente siguiendo la secuencia:
1) hiperproducción del moco (atención, no en todos los enfermos con EPOC se presenta una secreción excesiva
y sintomática del moco) y alteración de la depuración mucociliar
2) reducción del flujo aéreo por las vías respiratorias a consecuencia de la obstrucción de los bronquios de menor
calibre y bronquiolos
3) hiperinsuflación pulmonar y enfisema, es decir aumento de los espacios aéreos situados distalmente al
bronquiolo terminal, con la destrucción de las paredes de los alvéolos pulmonares
5) desarrollo de hipertensión pulmonar y del cor pulmonale (a consecuencia de la constricción vascular debida a la
hipoxemia), de los cambios estructurales en las paredes de arterias pulmonares de pequeño calibre y de la
pérdida de capilares pulmonares (en el contexto del enfisema).
La heterogeneidad de la ventilación (alvéolos que son ventilados muy rápidamente, otros despacio y otros no se
ventilan) y de la perfusión (hay alvéolos perfundidos y no ventilados que forman un cortocircuito venoso no
anatómico) origina una alteración de la relación entre la ventilación y la perfusión pulmonar, lo que produce
hipoxemia y a consecuencia de la hipoventilación alveolar hipercapnia (insuficiencia respiratoria global).
El proceso inflamatorio crónico, la isquemia y la limitación de la actividad física asociados a esta entidad, junto
con los efectos adversos de los fármacos utilizados en su tratamiento provocan efectos sistémicos: caquexia,
atrofia muscular y alteraciones de la función de los músculos esqueléticos, pérdida de la masa ósea, anemia
y trastornos funcionales del SNC, entre otros. Las enfermedades concomitantes (p. ej. bronquiectasias,
hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, arritmias, ictus, diabetes, trastornos ansioso-depresivos) influyen en
el estado clínico del paciente con EPOC y empeoran el pronóstico. El riesgo de padecer cáncer de pulmón es
elevado.
Las principales causas de las exacerbaciones de la EPOC son: infecciones respiratorias (generalmente virales
o bacterianas), aumento de la polución del aire (p. ej. polvos, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre) e
interrupción del tratamiento crónico.
CUADRO CLÍNICO E HISTORIA NATURAL arriba
La EPOC es una enfermedad progresiva, especialmente cuando persiste la exposición a los factores nocivos para
los pulmones (sobre todo el humo de tabaco) y puede tener un curso variable. La mayoría de los enfermos
admite en la anamnesis hábito tabáquico de muchos años de duración. El abandono del hábito tabáquico en
cualquier etapa del desarrollo de la EPOC disminuye la progresión de la pérdida de función pulmonar. Un
porcentaje significativo de personas que padecen EPOC y que ha sido diagnosticada mediante un criterio
espirométrico no presenta síntomas clínicos.
1. Síntomas: tos crónica, que se presenta de forma episódica o a diario, a menudo durante todo el día,
raramente solo por la noche; expectoración crónica de esputo, que es más abundante al levantarse por la
mañana; disnea que generalmente es diaria y al principio asociada al esfuerzo, aumentando con el paso de
tiempo hasta hacerse de reposo. Al contrario del asma, estos síntomas tienen poca variabilidad durante el día
y de un día a otro. Los enfermos con EPOC severa pueden quejarse de fatiga con poco esfuerzo, pérdida de
apetito, adelgazamiento, empeoramiento del ánimo y de otros síntomas de depresión o ansiedad.
3. Exacerbaciones: empeoramiento agudo de los síntomas respiratorios con mayor variabilidad de un día a otro
respecto a la situación normal, lo que condiciona el cambio de tratamiento.
DIAGNÓSTICO arriba
Exploraciones complementarias
1. Pruebas funcionales.
1) EPOC: una relación VEF1 /CVF después de la inhalación de un fármaco broncodilatador (p. ej. 400 μg de
salbutamol) <0,7 es el criterio diagnóstico de la EPOC según las recomendaciones de la GOLD (2017). La
severidad de la obstrucción de las vías respiratorias se establece en base a los valores de VEF1 (→más
adelante). En algunas guías se recomienda diagnosticar la EPOC sobre la base del coeficiente VEF1 /CVF <LIN
(este criterio permite un diagóstico más preciso). Un aumento del VEF1 >12 % y 200 ml después de la
inhalación del fármaco broncodilatador puede observarse en pacientes con EPOC, mientras que una mejora de
>15 % y 400 ml sugiere el diagnóstico de asma.
2) Pletismografía: aumento del volumen residual, de la capacidad residual funcional, de la capacidad pulmonar
total y de la relación entre el volumen residual y la capacidad pulmonar total en caso de hiperinsuflación
o enfisema.
3) Prueba de difusión pulmonar (útil en enfermos con disnea que parece no ser proporcional al grado de
obstrucción de las vías respiratorias): se observa disminución de DLC O en el enfisema avanzado.
4) Valoración de la tolerancia al esfuerzo físico, que está disminuida en la enfermedad avanzada y tiene
relación con el estado general de la salud y con el pronóstico:
a) test de la marcha (prueba de marcha de 6 min o prueba de lanzadera de marcha constante o progresiva)
2. Pruebas de imagen. Radiografía de tórax: descenso y aplanamiento de las cúpulas diafragmáticas, aumento
del diámetro anteroposterior del tórax, de la transparencia pulmonar y del espacio aéreo retroesternal. En el
caso de hipertensión pulmonar se describe la disminución o ausencia de trama vascular en partes periféricas del
pulmón, dilatación de las arterias pulmonares y el aumento del ventrículo derecho. El escáner de alta resolución
es útil en caso de dudas diagnósticas. Permite diagnosticar el tipo de enfisema y determinar la intensidad y la
localización de los cambios enfisematosos, así como detectar bronquiectasias asociadas.
4. Cultivo del esputo: en caso de obtenerse un esputo purulento, este puede revelar la presencia de los
microorganismos responsables de la exacerbación de la EPOC, así como evaluar su sensibilidad a los antibióticos.
5. Otras pruebas:
1) hemograma de sangre periférica: aumento del número de eritrocitos (Hto a menudo >55 %) en enfermos con
hipoxemia o anemia normocrómica normocítica (anemia de enfermedades crónicas)
3) pruebas dirigidas al diagnóstico del déficit de α1-antitripsina en pacientes <45 años (sobre todo no
fumadores) o con la historia familiar altamente sugestiva.
Criterios diagnósticos
1) disnea persistente
2) tos crónica
Según la guía GOLD el diagnóstico de la EPOC se confirmará si el resultado de la espirometría muestra una
relación VEF1 /CVF <0,7 después de la inhalación del fármaco broncodilatador.
Proceso diagnóstico
En la valoración global de la EPOC que servirá para elegir el tratamiento adecuado, habrá que precisar:
a) la intensidad de los síntomas, que se valorará mediante el test CAT (www.catestonline.org; un resultado
≥10 indica una gran intensidad de los sítomas) o bien con el test CCQ (COPD Control Questionnaire, un
resultado >1-1,5 indica una gran intensidad de los síntomas); se puede usar también la escala mMRC (→cap.
1.12, tabla 12-1), pero esta únicamente sirve para valorar la disnea (un resultado ≥2 indica una gran
intensidad)
- el número de exacerbaciones durante los últimos 12 meses (<2 — riesgo bajo, ≥2 — riesgo alto)
- número de hospitalizaciones por exacerbación de la EPOC en los últimos 12 meses (el antecedente de
hospitalización constituye un riesgo alto)
1 La disnea se produce al andar deprisa en llano o al subir una pendiente poco pronunciada
2 La disnea imposibilita mantener el paso de otras personas de la misma edad caminando en llano, u obliga
a detenerse o descansar al andar en llano al propio paso
3 Tiene que detenerse a descansar al andar unos 100 m o a los pocos minutos de andar en llano
4 La disnea impide al paciente salir de casa o aparece con actividades tales como vestirse o desvestirse
3) la presencia de comorbilidades.
Fig. 8-1. Clasificación de los casos de EPOC según las categorías GOLD y farmacoterapia inicial recomendada según GOLD 2017
(modificada).
Diagnóstico diferencial
asma EPOC
Inicio de los Habitualmente en Habitualmente Habitualmente □ inicio a <20 años □ inicio a >40 años
síntomas la infancia; sin >40 años a una edad
embargo, la ≥40 años; sin
enfermedad embargo, los
puede afectar síntomas
a cualquier edad pueden
aparecer en la
infancia
o juventud
Traducido con el acuerdo de Global Strategy for the Diagnosis, Management and Prevention of COPD, © Global
Initiative for Chronic Obstructive Lung Disease (GOLD) 2016. Todos los derechos reservados. Disponible en:
http://www.goldcopd.org
2) Bronquiectasias: se caracterizan por la presencia de abundante esputo purulento, estertores sobre los
campos pulmonares en la auscultación y descripción de una dilatación de los bronquios con engrosamiento de
la pared bronquial en la radiografía de tórax o en el escáner de alta resolución de tórax.
4) Tuberculosis: con poca frecuencia aparece disnea, normalmente cambios en la radiografía del tórax.
5) Cáncer de pulmón: anamnesis breve, se refiere un cambio en las características de la tos crónica, pérdida de
peso, hemoptisis.
6) Con menor frecuencia bronquiolitis obliterante, tumor o cuerpo extraño en las vías respiratorias, hipertensión
pulmonar, traqueobroncomalacia. En las personas de raza asiática también la panbronquiolitis difusa.
7) Otras causas de tos crónica →cap. 1.39. Frecuentemente coexiste con enfermedades del sistema circulatorio.
El diagnóstico diferencial de la exacerbación de la EPOC se realizará, entre otros, con el tromboembolismo
pulmonar, neumotórax, insuficiencia cardíaca izquierda y con la exacerbación de las bronquiectasias o del
asma, infección de las vías respiratorias bajas.
TRATAMIENTO arriba
Tratamiento crónico
Recomendaciones generales
1. Abandono completo del hábito tabáquico, además de evitar el tabaquismo pasivo y la exposición a la
polución ambiental y a la de los espacios interiores. En cada visita se debe recomendar a los enfermos
fumadores el abandono del hábito tabáquico y proporcionarles acceso a programas de apoyo o a farmacoterapia
→cap. 3.27.
3. Rehabilitación: en todos los enfermos (salvo los grupos con baja intensidad de los síntomas y bajo riesgo de
exacerbaciones), sobre todo en aquellos en los cuales persiste disnea a pesar del tratamiento óptimo y una
limitación de la actividad diaria por disminución de la tolerancia al esfuerzo físico. Los programas más eficaces son
programas complejos que duran ≥6 semanas (cuanto más tiempo, mejores efectos), que incluyen ejercicios
respiratorios, ejercicios que mejoran la condición física general, educación del enfermo y de sus familiares,
tratamiento del hábito tabáquico, soporte psíquico, intervenciones psicosociales y consejo nutricional.
4. La educación (debe asociarse a los métodos de colaboración controlada con el paciente), dependiendo de la
gravedad de la EPOC debería abarcar las siguientes cuestiones:
2) en enfermos con síntomas muy intensificados: métodos del manejo de disnea, métodos de ahorrar energía
durante las actividades de cada día, métodos del manejo de estrés
3) en enfermos con alto riesgo de exacerbaciones: evitar los factores que agravan los síntomas, monitorización
de los síntomas y tratamiento en caso de su aparición, significado del plan de acción por escrito
4) con síntomas muy intensificados y alto riesgo de exacerbaciones: tratamiento paliativo, cuestiones
relacionadas con la última etapa de la vida, información que facilite con antelación la toma de decisiones sobre
el tratamiento en el estadio avanzado de la enfermedad.
5. Nutrición adecuada: la malnutrición se diagnostica en caso de que el IMC <21 kg/m2 , pérdida de >10 % del
peso en los últimos 6 meses o de >5 % en el último mes. El tratamiento alimenticio incluye p. ej. aporte de
cantidades suficientes de calorías, p. ej. mediante el consumo de pequeñas y frecuentes raciones de comida
durante el día. Si es necesario, la dieta se puede complementar con suplementos alimenticios. Hay que tener en
cuenta los factores que puedan dificultar el consumo de alimentos (p. ej. disnea, mal estado de la dentición
o problemas con la preparación de las comidas). En enfermos obesos aplicar métodos de reducción de peso.
6. Vacunación contra la influenza (todos los enfermos) e infecciones neumocócicas (enfermos de edad ≥65
años [vacunas PCV13 y PPSV23] y en aquellos más jóvenes con enfermedades concomitantes graves, p. ej. una
enfermedad cardíaca [vacuna PPSV23]).
7. El tratamiento de los enfermos con bronquiectasias coexistentes no se diferencia del llevado a cabo en los
demás enfermos con EPOC, pero durante las exacerbaciones pueden requerir antibioticoterapia más intensa
y prolongada.
8. En los enfermos con EPOC grave en situación de estadio terminal es necesario iniciar cuidados paliativos
dirigidos hacia la mejoría de la calidad de vida y de las actividades diarias.
Tratamiento farmacológico
Es fundamental una buena técnica de inhalación de fármacos. A la hora de elegir el tipo de inhalador hay que
tener en cuenta la habilidad del paciente y sus preferencias. Instruir al paciente sobre la técnica adecuada
a utilizar con su inhalador y verificar durante cada consulta si el enfermo emplea el inhalador de manera correcta.
Antes de considerar insuficiente el tratamiento actual, siempre se debe evaluar la técnica de inhalación y el
cumplimiento terapéutico.
La elección de los fármacos dependerá de la intensidad de los síntomas y del riesgo de exacerbaciones →fig. 8-1.
1) β2-miméticos inhalados:
a) de acción prolongada (LABA): formoterol y salmeterol (tiempo de acción ~12 h, preparados y dosificación
→cap. 3.9, tabla 9-2), indacaterol (150 o 300 µg 1 × d; tiempo de acción 24 h), vilanterol (tiempo de acción
~24 h, disponible en forma del preparado compuesto con furoato de fluticasona [92 + 22 µg 1 × d]
y umeclidinio [92 + 22 µg 1 × d])
b) de acción corta (SABA): fenoterol y salbutamol, tiempo de acción 4-6 h. Preparados y dosificación →cap.
3.9, tabla 9-2.
b) de acción corta (SAMA): bromuro de ipratropio con tiempo de acción 6-8 h (MDI de 20 µg/dosis: 1-3 dosis
4 × d; solución para nebulización 0,4-2 ml 3-4 × d); preparados compuestos (SABA + SAMA): fenoterol +
ipratropio (MDI 50 + 20 µg/dosis: 1-2 dosis 3-4 × d; solución para nebulización 0,5 + 0,25 mg/ml: 1-2 ml 3-4
× d, a demanda hasta 4 ml); salbutamol + ipratropio (solución para nebulización 2,5 + 0,5 mg/amp.: 1 amp.
3-4 × d); preparados compuestos (LABA + LAMA): indacaterol + bromuro de glicopirronio 85 + 43 µg
1 × d, vilanterol + umeclidinio 22+55 µg 1 × d.
2. Glucocorticoides inhalados (en dosis media o alta →cap. 3.9, tabla 9-2): indicados para prevenir
exacerbaciones de EPOC en enfermos con alto riesgo de exacerbaciones (grupos C y D). En los enfermos con un
VEF1 <60 % estos fármacos reducen también la intensidad de los síntomas y mejoran la función pulmonar y la
calidad de vida. Aumentan el riesgo de neumonía. No utilizar glicocorticoides inhalados en monoterapia. No se
deben administrar los glucocorticoides sistémicos de manera crónica.
4. Otros fármacos:
2) el uso crónico (1 año) de azitromicina puede considerarse en enfermos que sufren exacerbaciones a pesar del
tratamiento con 3 fármacos inhalados
3) morfina en tratamiento paliativo, para controlar la disnea →cap. 1.12, tabla 12-3
4) fármacos mucolíticos → no utilizarlos de forma rutinaria; en enfermos con EPOC no tratados con
glucocorticoides inhalados el uso de N-acetilcisteína o de carbocisteína puede reducir la frecuencia de
exacerbaciones
Paciente con disnea moderada 1) Dosis inicial de morfina 2,5 mg-5 mg VO en forma de fármaco de liberación
o grave en reposo que todavía inmediata; después de la primera dosis se debe observar al paciente durante
no está tratado con opioides: 60 min. Si tras 24 h son necesarias más de 2 dosis, en disnea se suele
administrar morfina VO empezar el tratamiento regular con morfina, ajustar dosis dependiendo del
efecto, tiempo y síntomas.
2) Desde el principio administrar morfina regularmente (normalmente 2,5 mg
VO cada 4 h) en forma de un preparado de liberación inmediata, con dosis de
rescate (p. ej. 1-1,5 mg); después de la primera dosis se debe observar al
paciente durante 60 min. Si es necesario en siguientes días titular la dosis
gradualmente.
Paciente con disnea en reposo →más arriba; empezar con dosis VSc 3 veces menor (p. ej. 1-2 mg)
que todavía no está tratado
con opioides, en el que no es
posible administrar medicación
VO (p. ej. casos de trastornos
de la deglución): administrar
morfina VSc
Paciente tratado con morfina Se puede considerar cambiar de fármaco al de liberación controlada + dosis de
en preparación de liberación rescate b
inmediata VO cada 4 h a causa
de la disnea, después de
ajustar dosis de morfina
Paciente con disnea de reposo Puede usarse este tratamiento, pero siempre con una observación cuidadosa
que hasta ahora no ha y un aumento gradual de la dosis, necesarios para obtener un resultado
recibido opioides potentes: óptimo
iniciar el tratamiento con una
preparación de morfina de
liberación controlada
Paciente tratado con morfina Dosis adicional de morfina en forma de liberación inmediata, dependiendo del
a causa del dolor (VO o VSc) grado de disnea (p. ej. en disnea leve o moderada adicionalmente un 25-50 %
que se acompaña de disnea de dosis previa ingerida regularmente a causa del dolor cada 4 h):
1) en caso de buena respuesta al tratamiento con morfina administrar esta
dosis solo en agudización de disnea (y continuar el tratamiento actual por
dolor con dosis regulares de morfina)
Paciente tratado con tramadol Interrumpir tramadol, administrar morfina (2,5-5 mg en forma de liberación
a causa del dolor que se inmediata VO cada 4 h)
acompaña de disnea
Paciente tratado a causa de la Morfina VSc a dosis diaria reducida en 3 veces (en algunos casos en 2 veces)
disnea con morfina VO, en el en inyecciones cada 4 h o en infusión continua en la forma de bomba de la
b
que se debe cambiar la vía de infusión (y dosis de rescate)
administración a parenteral (p.
ej. si el paciente no consigue
deglutir o vomita)
Paciente con disnea creciente 1) Morfina utilizada regularmente y en caso de disnea, cambio de la vía de
en reposo y con ansiedad (con administración de VO a VSc (reducción de dosis diaria en 3 veces, en
mayor frecuencia los últimos algunos casos en 2 veces) y titulación. Si persiste la ansiedad y la disnea,
días de la vida; normalmente considerar administrar benzodiazepina, p. ej. si el paciente recibe un
no hay posibilidad de tomar fármaco en infusión continua VSc a la morfina se le puede añadir midazolam,
fármacos VO) inicialmente a dosis pequeñas (p. ej. y 1,25-2,5 mg VSc en caso de
necesidad y 5-10 mg/d en infusión continua VSc).
Notas:
1) En caso de un tratamiento con morfina y midazolam parenteral
(especialmente iv.), asegurar el acceso a los fármacos que actúan
antagónicamente →texto.
a
Atención: no hay regímenes de dosificación estrictos; la dosificación es individual, se necesita una
monitorización exacta.
b
Las dosis de rescate de morfina en forma de liberación inmediata (VO o VSc) también deben ser tituladas. En
situación de estabilizada demanda diaria de morfina suelen constituir 1/12-1/6 de la dosis diaria. En general
en el tratamiento con morfina VO, en caso de necesidad de administrar dosis adicionales, se recomienda
mantener los intervalos de 60-90 min, mientras que en caso de morfina VSc de 60 min. Si es necesario repetir
las dosis, hay que estrechar la observación del paciente.
c
Los pacientes de edad avanzada, caquécticos, con coexistencia de EPOC o tratados con benzodiazepinas
son más sensibles a la acción de los opioides.
d
El fármaco se debe administrar muy lenta y cuidosamente. Los pacientes de edad avanzada, caquécticos,
con coexistencia de EPOC o tratados con opioides son más sensibles a la acción de las benzodiazepinas.
Asistencia respiratoria
En los enfermos con EPOC muy severa (grupo D), sobre todo aquellos con hipercapnia más intensa durante el día
a pesar del tratamiento óptimo con fármacos, se debe considerar la asistencia con ventilación no invasiva (VNI)
junto con OCD. Los parámetros ventilatorios deben ajustarse para reducir la PaCO2 en ≥20 %. En los enfermos
en los que coexiste un síndrome de apnea e hipopnea del sueño, se debe considerar la asistencia de ventilación
con presión positiva continua en vías respiratorias (CPAP).
Tratamiento quirúrgico
1. Resección de las bulas enfisematosas (bulectomía): considerarla cuando la bula enfisematosa ocupe ≥50 %
del volumen del pulmón y claramente comprima el parénquima pulmonar adyacente.
2. Cirugía de reducción de volumen pulmonar: se debe considerar en los enfermos con VEF1 >20 % sobre el
valor de referencia y cuyo enfisema ocupe sobre todo los lóbulos superiores, o bien con enfisema difuso en
enfermos con capacidad física limitada después de la rehabilitación preoperatoria.
3. Trasplante pulmonar: criterios de inclusión del enfermo en la lista de espera (según GOLD). Índice BODE 7-10
y ≥1 de los siguientes puntos:
3) VEF1 <20 % del valor de referencia y DLC O <20 % del valor de referencia o enfisema de distribución
homogénea.
Tratamiento de la exacerbación
La anamnesis con el objetivo de evaluar las exacerbaciones de la EPOC debería incluir: la duración de los
síntomas, el grado de disfunción pulmonar (basado en los resultados de la prueba de espirometría previa; no
recomendar esta prueba durante las exacerbaciones), la información sobre exacerbaciones pasadas, las
enfermedades concomitantes, el tratamiento habitualmente utilizado y eventualmente sus modificaciones
recientes.
Lugar de tratamiento
1. Indicaciones para la valoración o para el tratamiento del enfermo en el hospital: EPOC severa
o antecedentes de exacerbaciones frecuentes, aumento significativo de la intensidad de síntomas (p. ej. disnea
de reposo de aparición súbita), síntomas de alerta (p. ej. cianosis, edemas periféricos), falta de mejoría después
del tratamiento inicial, enfermedades concomitantes graves (p. ej. insuficiencia cardíaca o aparición de arritmias),
dudas diagnósticas, enfermo de edad avanzada, cuidado domiciliario insuficiente. En los demás casos el
tratamiento puede realizarse en el domicilio.
2. Indicaciones para la admisión del enfermo en la UCI (las primeras 5 situaciones son en general también
indicaciones para la intubación endotraqueal y la ventilación mecánica):
2) disnea severa (sobre todo ante la utilización de la musculatura respiratoria accesoria y presencia de
movimientos respiratorios paradójicos de la pared abdominal, o taquipnea >35/min) que no responde
adecuadamente al tratamiento inicial de emergencia, así como ventilación mecánica no invasiva
4) hipoxemia mantenida o que empeora (PaO 2 <40 mm Hg), hipercapnia severa o que aumenta (PaCO 2 >60
mm Hg) o acidosis respiratoria severa o que empeora (pH <7,25) a pesar de la oxigenoterapia y de ventilación
mecánica no invasiva
7) otras complicaciones severas (trastornos metabólicos, sepsis, neumonía grave, tromboembolismo pulmonar de
alto riesgo, barotrauma pulmonar, neumotórax, derrame pleural masivo, aspiración masiva)
8) control insuficiente y falta de experiencia en los cuidados del enfermo que requiere ventilación mecánica no
invasiva fuera de la UCI.
El cultivo del esputo (o del aspirado traqueal en enfermos intubados) se realiza cuando:
2) la exacerbación es grave o están presentes factores de riesgo que favorecen la ineficacia de la terapia
empírica (tratamiento previo con antibióticos o un glucocorticoide oral, >4 exacerbaciones en un año, VEF1 <30
% del valor de referencia, exacerbación prolongada).
No se debe realizar espirometría en casos de exacerbación de EPOC. En enfermos que van a ser tratados en
domicilio generalmente es suficiente la determinación de SpO 2 con pulsioxímetro.
Tratamiento farmacológico
1. β2-mimetico de acción corta (→más arriba), hasta 8 dosis del inhalador con cámara espaciadora cada 1-2 h
o en nebulización (p.ej. salbutamol 2,5-5,0 mg cada 4-6 h). Las dosis y la frecuencia de administración de los
fármacos dependerán de la respuesta del enfermo al tratamiento. Además, se puede utilizar el bromuro de
ipratropio (2-8 dosis del inhalador con cámara espaciadora o 0,25-0,5 mg en nebulización, 4 × d). Se pude
administrar el β2 -mimético y el fármaco anticolinérgico en forma del preparado combinado (fenoterol + ipratropio)
hasta 8 dosis del inhalador con cámara espaciadora o 1-2,5 ml (20-50 gotas) en nebulización 4 × d. La teofilina
iv. es un fármaco de segunda línea (baja eficacia, riesgo mayor de efectos adversos) → inyección de 3 mg/kg,
posteriormente infusión 0,5 mg/kg/h (en total máx. 750 mg/d).
2. Glucocorticoides: prednisona 40 mg/d VO (si el enfermo no puede tomar fármacos VO → iv. hidrocortisona
100 mg cada 6-8 h o metilprednisolona 40 mg/d) durante 5 días. Alternativa: budesonida 2 mg 4 × d en
nebulización.
3. Antibióticos: generalmente se administran durante 5-10 días. Están indicados en caso de sospecha de
infección bacteriana, es decir, cuando se observa que existe un incremento de la cantidad de esputo expectorado
y/o un aumento de la disnea, un esputo purulento y en los enfermos tratados con ventilación mecánica (invasiva
o no invasiva). La determinación de procalcitonina facilita la decisión sobre el uso de antibioticoterapia →cap.
3.13, tabla 13-1. Es seguro no emplear antibiótico en los enfermos con concentración de procalcitonina <0,25
ng/l, pero se debe repetir la determinación después de 6-24 h. Los agentes etiológicos más frecuentes son:
Haemophilus influenzae, Streptococcus pneumoniae y Moraxella catarrhalis.
1) en los enfermos sin factores de riesgo de evolución desfavorable de la agudización (EPOC severa,
enfermedades concomitantes graves, agudizaciones frecuentes [>3 × año], o uso de fármacos antimicrobianos
en los últimos 3 meses) → amoxicilina (antibiótico de elección)
1. Los enfermos con insuficiencia respiratoria deberían recibir oxígeno →fig. 8-2. Si a pesar del tratamiento óptimo
y de la oxigenoterapia se desarrolla acidosis (pH ≤7,35) y/o hipercapnia (PaCO 2 >45 mm Hg) o persiste la disnea
(sobre todo severa, caracterizada por un aumento de trabajo de los músculos respiratorios accesorios y con
movimientos respiratorios paradójicos de la pared abdominal o taquipnea >35/min) → utilizar la ventilación
mecánica, si anteriormente no se hubiese tomado la decisión de emplearla por estar en la fase terminal de la
enfermedad. Si es posible, utilizar la asistencia de ventilación no invasiva, en caso contrario intubar al enfermo
y conectarlo al respirador.
1) mantener una hidratación adecuada del organismo (control estricto del balance hídrico)
4) intervenciones que ayudan a eliminar secreciones de las vías respiratorias (a través de la provocación de la
tos y a través de espiraciones forzadas a volumen bajo). En enfermos que expectoran grandes cantidades del
esputo o con la atelectasia lobar puede ser beneficioso la percusión torácica manual o mecánica y el drenaje
postural →cap. 25.20. En caso de atelectasia → fibrobroncoscopia terapéutica.
1) El enfermo (o su cuidador en el domicilio) entiende plenamente cómo utilizar de manera adecuada los fármacos
prescritos y sabe hacerlo.
2) El enfermo requiere inhalaciones de β2 -mimético de acción corta con una frecuencia mayor que cada 4 h.
3) El enfermo que caminaba antes de la admisión al hospital consigue caminar por la habitación.
4) El enfermo es capaz de comer sin ayuda y duerme sin despertares frecuentes por disnea.
5) El estado clínico del enfermo (incluyendo los resultados de gasometría) es estable durante 12-24 h.
6) Se han planeado visitas de control (la primera generalmente después de 4-6 semanas desde el alta
hospitalaria) y se ha facilitado el cuidado domiciliario (p. ej. visitas del enfermero, suministro de oxígeno,
preparación de comidas, etc.).
7) El enfermo (así como su familia y su médico) está convencido de que es capaz de estar solo en su casa.
2) Valoración de la habilidad del enfermo para manejarse en su entorno, realizar esfuerzo físico y actividades
diarias.
3) Espirometía.
7) Valoración de las enfermedades concomitantes y de su tratamiento. En los enfermos con hipoxemia durante la
exacerbación se debe realizar una gasometría arterial y/o pulsioximetría antes del alta hospitalaria y después
de 3 meses.
OBSERVACIÓN arriba
En cada visita:
1) preguntar sobre cambios en los síntomas desde la última visita y sobre los síntomas de las eventuales
enfermedades concomitantes
3) establecer si el paciente fuma; si fuma → recomendar decididamente el abandono del hábito tabáquico
y proporcionar el apoyo necesario
4) valorar el tratamiento actual, el cumplimiento terapéutico, la técnica de inhalación, la eficacia del tratamiento
usado para controlar los síntomas, así como los efectos adversos
5) evaluar las exacerbaciones (frecuencia, gravedad, posibles causas); repetir la espirometría ≥1 × año.
COMPLICACIONES arriba
Hipertensión pulmonar e insuficiencia cardíaca derecha, policitemia secundaria, anemia de enfermedades crónicas,
caquexia, enfermedad tromboembólica venosa, depresión y trastornos de ansiedad. Véanse también
complicaciones de la insuficiencia respiratoria crónica →cap. 3.1.2.
En algunos enfermos, sobre todo de edad avanzada, la diferenciación entre el asma y EPOC es difícil (→tabla 8-
1). Hay un porcentaje de enfermos en los que las dos enfermedades coexisten. El diagnóstico de la superposición
asma-EPOC (asthma–COPD overlap, ACO [antes síndrome de superposición asma-EPOC, asthma–COPD overlap
syndrome, ACOS]) requiere la confirmación de la presencia de síntomas de asma y de la obstrucción bronquial
persistente (VEF1 /CVF <0,7 después de la inhalación del broncodilatador). El resultado de la prueba
broncodilatadora muchas veces es positivo. Los enfermos con ACOS se caracterizan por tener una calidad de vida
más baja, exacerbaciones frecuentes, progresión más rápida de la disfunción pulmonar y riesgo de muerte más
alto. Administrar un glucocorticoide inhalado a dosis bajas o intermedias y un LABA.
Intervenciones quirúrgicas
Viajes en avión
Los enfermos con VEF1 <30 % del valor de referencia o que requieren OCD deben consultar con el neumólogo
antes del viaje. Los enfermos que utilizan OCD deben mantener durante el vuelo la SpO 2 >85 % utilizando aporte
de oxígeno por gafas (o bigoteras) nasales (2-4 l/min). La mayoría de las compañías aéreas proporciona el
suministro de oxígeno a petición del pasajero, pero hay que informar sobre este tipo de necesidad con
antelación.
PRONÓSTICO arriba
El pronóstico puede mejorar con el abandono del hábito tabáquico. Las exacerbaciones de la EPOC aumentan el
riesgo de muerte. Las causas principales de muerte son las enfermedades del sistema circulatorio, cáncer de
pulmón e insuficiencia respiratoria.
PREVENCIÓN arriba
La manera más eficaz de prevenir la EPOC y la progresión de la enfermedad es no fumar tabaco. Es importante
también evitar la exposición a la contaminación ambiental y a otros factores de riesgo.