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Concursos y Quiebras
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Primer Parcial
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Cátedra: Alejandro Fontes
U.B.A.
Año 2017

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BESOMI, Brian; FIAMENGO, Luciano

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Concursos y Quiebras.

Tabla de contenido

Concurso preventivo. 2
Requisitos y efectos del concurso preventivo. 3
Verificación de créditos. 5
Informes individual y general. Categorización. 7
Período de exclusividad. Acuerdos. 8
Salvataje y APE. 10
Quiebra 11
Liquidación y extinción de la quiebra. 14
Clausura 16
Conclusión de la quiebra. 16
Privilegios 17

1
Concurso preventivo.

CONCURSO. PRINCIPIOS Y PRESUPUESTOS.


El concurso es un procedimiento legal utilizado en aquellas situaciones donde una
persona física o jurídica, atraviesa una crisis económica, para poder recuperar o
continuar su actividad en el caso del concurso preventivo o bien, liquidarlo por medio
de la quiebra. Los procesos concursales protegen los intereses de todos los acreedores
asegurándoles el cobro de sus créditos en igualdad de condiciones. Actualmente
tenemos en nuestra legislación dos clases de concursos: La quiebra o el concurso
preventivo. La LCQ también admite un tercer instituto conocido como el acuerdo
preventivo extrajudicial (APE).
Existen para los concursos algunos principios doctrinarios que surgen del análisis de
la Ley. Entre ellos tenemos:
a- Universalidad: Atrae todo el patrimonio del deudor, es decir, quedan
afectados al proceso todos los bienes del deudor. sin embargo, la ley excluye
ciertos bienes como por ejemplo aquel inmueble registrado como bien de
familia.
b- Colectividad: Es un proceso que hace referencia a todos los acreedores del
concursado de causa o título anterior a la presentación en concurso preventivo
o quiebra. Los acreedores post concursales quedan excluidos del proceso y
pueden ejercer derechos sin restricciones.
c- Igualitarios: Es el principio en que todos los acreedores concurrirán al
proceso en igualdad de condiciones. Se trata de una igualdad relativa no
absoluta, una igualdad entre iguales, es decir, la ley reconoce algunos
privilegios entre los acreedores para proteger ciertas relaciones jurídicas, por lo
tanto, la igualdad hace referencia entre los acreedores de la misma categoría
(quirografarios, privilegiados, etc.)
d- Oficiosidad: En los procesos concursales, es el juez quien tiene la carga de
impulsar el proceso, por lo cual se le otorgan amplias facultades e incluso tiene
el deber de actuar de oficio.

e- Unicidad: No pueden existir dos procesos concursales relativos al mismo


patrimonio de una persona.
Para iniciar un concurso deben reunirse dos presupuestos:
a. Objetivo: El deudor tiene que estar en cesación de pagos.

b. Subjetivo: Debe tratarse de un sujeto que pueda ser concursado.


La cesación de pagos es aquel estado de impotencia general de un patrimonio para
hacer frente en forma regular a las obligaciones que lo gravan. Dicho estado debe ser
generalizado, es decir, debe afectar todo el patrimonio y no a una obligación aislada
del deudor. También debe ser permanente, ya que debe proyectarse en el tiempo y no
ser un inconveniente ocasional. No hay que confundir cesación de pagos con un simple
incumplimiento, ya que el incumplimiento es un hecho mientras que la cesación de
pagos es un estado.
Al no haber una definición legal de cesación de pagos, la LCQ menciona algunos
hechos que pueden “revelar” dicho estado, son conocidos como hechos reveladores
y están en el art. 79.

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1) Reconocimiento judicial o extrajudicial del mismo efectuado por el deudor.

2) Mora en el cumplimiento de una obligación


3) Ocultación o ausencia del deudor o de los administradores de la sociedad.
4) Clausura de la sede de la administración o del establecimiento donde el deudor
realice su actividad.

5) Venta a precio vil, ocultación o entrega de bienes en pago.


6) Revocación judicial de actos realizados en fraude a los acreedores.
7) Cualquier medio ruinoso o fraudulento empleado para obtener recursos.

Se trata de una enumeración declarativa no taxativa. Puede haber otros hechos


reveladores no contemplados en la LCQ.
La LCQ es inclusiva, permite que cualquier persona pueda participar del proceso
concursal. Pueden presentarse en concurso:
a. Las personas físicas sean o no comerciantes.

b. Las personas jurídicas de carácter privado.


c. Los menores de edad y los incapaces a través de sus representantes.
d. Las sucesiones que estén aun en estado de indivisión.
e. El estado nacional, provincial o municipal, cuando tenga participación
mayoritaria en el capital de una sociedad.
f. Las personas domiciliadas en el extranjero con bienes radicados en el país.
Quedan excluidos para presentarse en concurso las compañías de seguro, las AFJP, las
entidades financieras y las ART. Tampoco puede hacerlo la Iglesia Católica.
En cuanto a la competencia y los jueces que entienden en el proceso se divide de la
siguiente manera: En razón de la materia, CABA intervienen los jueces con
competencia ordinaria en lo comercial. En el resto de las provincias, intervienen los
jueces con competencia ordinaria en lo civil y comercial.
En razón al territorio, si la persona concursada es física, corresponde el juez del lugar
del domicilio de la persona. En caso de que realice alguna actividad, el juez
competente es aquel del lugar de la sede administrativa del negocio. Si la concursada
es persona jurídica, es competente el juez del domicilio legal inscripto, si hay varias
sedes o establecimientos, será el juez del domicilio donde radique el establecimiento
principal.

Requisitos y efectos del concurso preventivo.

REQUISITOS.
Para solicitar el concurso preventivo, el deudor debe cumplir requisitos sustanciales y
formales.
En cuanto a los primeros, se debe diferenciar entre qué tipo de deudor se trate.

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Para las personas físicas, el concurso debe ser solicitado por el mismo deudor o por su
apoderado.

Para las personas jurídicas, debe solicitarlo el representante legal previa resolución de
órgano de administración, y dentro de los 30 días, adjuntar resolución que autorice la
continuación del trámite, emitida por el órgano de gobierno.
En cuanto a los formales se requiere,
1. Acreditar la inscripción en los registros respectivos, si el deudor se tratase de
un comerciante matriculado
2. Asistencia letrada, constituyendo domicilio en la jurisdicción en la cual se
presenta el concurso.
3. Balances de los últimos 3 ejercicios.
4. Detalle de activo y pasivo, junto a su causa o título, quien es el sujeto
acreedor, su domicilio, privilegios, y si existen codeudores.
5. Enumerar los libros de comercio.
6. Mencionar la causa de su situación patrimonial, la fecha estimada de cesación
de pagos y los hechos reveladores de la misma.
7. En los casos de sociedades con responsabilidad limitada, se deberá indicar los
datos de los demás socios.
8. Acompañar nómina de empleados, y detallar su condición laboral.

En el caso que no se cumplan los requisitos el juez podrá rechazar el pedido y tenerlo
por desistido, en cuyo caso, comienza a darse el plazo de inhibición de un año para
volver a presentarse en concurso.
El art. 14 establece qué deberá contener el auto de apertura de concurso, que tiene
fuerza de sentencia:
1. La declaración de apertura de concurso, detallado la persona del deudor y el de los
socios con responsabilidad ilimitada.
2. La inscripción en el Registro Universal.
3. Designación de audiencia para sorteo de síndico.
4. La orden de publicar edictos por 5 días en un diario local de amplia circulación y en
el Boletín Oficial.
5. Establece la fecha límite, que va de 15 a 20 días a partir de la última publicación de
edictos, para que los acreedores se presenten a verificar su crédito.
6. Inhibición para disponer y gravar bienes.
7. Determinación de un plazo de 3 días para que el deudor presente los libros
comerciales para colocar nota datada.
8. Determinación de un plazo de 3 días para que el deudor haga el depósito del valor
de las cartas certificadas. Estas cartas son enviadas por el síndico a los acreedores
9. Las fechas en las que el síndico deberá presentar los informes individual y general.
10. Fijación de una audiencia informativa, hasta 5 días antes del vencimiento del
período de exclusividad.
11. Fijación de la fecha del período de exclusividad.
12. Constitución de un comité provisorio de control.
13. La orden de correr vista al síndico para que informe sobre los créditos laborales.
14. La orden de que el síndico emite mensualmente un informe sobre el estado
patrimonial de la empresa.
EFECTOS.
En cuanto a los efectos que produce la apertura del concurso preventivo, debemos
diferenciar entre aquellos que afectan al concursado, al acreedor, a los contratos y
a los juicios del concursado.

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En primer lugar, el concursado continúa la administración de la empresa, pero
controlado por el síndico. Existen actos permitidos, actos sujetos a aprobación judicial
y actos prohibidos.

Los primeros son aquellos actos conservatorios o de administración ordinaria (por


ejemplo, el pago de salarios). Los segundos hacen a los actos que exceden la
administración ordinaria, aquellos que implican alteraciones considerables en el
patrimonio del deudor. Los prohibidos son aquellos actos a título gratuito, o que
beneficien o perjudiquen créditos pre-concursales (por ejemplo, pagándole a uno de
esos acreedores).
Asimismo, el concursado debe notificar al juez sus viajes al exterior. Si es por más de
40 días, deberá pedir autorización.
En cuanto a los efectos en relación con los acreedores, se debe destacar en
primer lugar que sólo afecta a aquellos créditos que tengan título o causa anterior a la
presentación en concurso.

En primer lugar, se produce la suspensión del devengo de intereses, con excepción de


los créditos hipotecarios y prendarios.
Se produce también la conversión en moneda local de las obligaciones en moneda
extranjera, así como también la conversión de deudas no dinerarias.
Se da el pronto pago de los créditos laborales, por medio del cual los acreedores
laborales tienen derecho a cobrar sin necesidad de presentarse a verificar sus créditos
ni tener sentencia previa.
En lo referido a los efectos en relación con los contratos, aquellos que tengan
obligaciones recíprocas pendientes podrán continuar previa autorización del juez.
En materia de contratos de servicios públicos, no les está permitido a las empresas que
otorgan dicho servicio suspenderlo por deudas anteriores al concurso.
En cuanto a los contratos laborales, la apertura del concurso no suspende los
convenios colectivos de trabajo.
Finalmente, en cuanto a los efectos en relación con los juicios, se produce la
suspensión de todos los juicios en trámite y opera el fuero de atracción. Se encuentra
excluidos los juicios laborales, así como también aquellos que tengan como fin la
ejecución de una garantía real (prenda o hipoteca), que podrán ser ejecutados una vez
verificados.

Verificación de créditos.

PERÍODO INFORMATIVO.
El periodo informativo abarca desde el proceso de verificación de créditos hasta el
informe general inclusive. El proceso de verificación de créditos comienza con lo
dispuesto por el art. 32 de la LCQ, se trata de un proceso de carácter administrativo, y
por este motivo es llevado a cabo en el domicilio del Síndico y no en el juzgado
propiamente dicho. El objeto de este proceso es comprobar la existencia, el monto de
los créditos y determinar los privilegios que corresponden a cada uno. Se pueden
diferencias 4 etapas marcadas:
1. Solicitud de verificación de créditos en cabeza de los acreedores.

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2. Observación de los créditos realizada por el deudor y los acreedores
presentados.

3. Informe individual determinado por el síndico.


4. Resolución judicial sobre la verificación o no de los créditos.
VERIFICACIÓN DE CRÉDITOS.

Dentro del plazo establecido por el juez en la resolución de apertura del concurso,
todos los acreedores de causa o título anterior a la presentación deben solicitar al
síndico la verificación de sus créditos, indicando: causa, monto y privilegio.
La causa, es el negocio jurídico que dio origen al crédito. Debe ser anterior a la fecha
de presentación en concurso. El acreedor además de la causa debe probar su
existencia, es decir, presentar contrato, la factura, etc. Los “títulos abstractos” tales
como los pagarés y los cheques, se ha determinado por medio de fallos plenarios
(Translinea y Difry), que aun tratándose de titulas abstractos se debe invocar y probar
la causa por la que se recibió el título, es decir, la causa inmediata. Se trata así de
evitar que el concursado y un tercero simulen fraudulentamente créditos inexistentes.
El monto es el total reclamado, compuesto por el capital, los intereses y los gastos. El
capital debe ser nominal, en pesos argentinos. Los intereses (resarcitorios y punitorios)
se devengaran hasta la fecha de presentación en concurso. La tasa aplicable a los
intereses resarcitorios será la pactada, y en su defecto, se aplica la tasa activa del
BCRA.
En cuanto al privilegio, se debe indicar si su crédito es quirografario (común, sin
privilegios) o bien, privilegiado (los que presentan preferencia en el cobro, por ejemplo
acreedor hipotecario).
Dentro de las formalidades, el síndico armará un legajo individual de cada acreedor.
Se deben adjuntar y presentar ante el síndico los títulos (cheque, pagaré, sentencias,
etc.) que justifiquen el crédito, debe presentarse el original junto a 2 juegos de copias
firmadas. El síndico sellará y certificará un juego de copias y devolverá los títulos
originales dejando constancia en ellos del pedido de verificación y su fecha. Si el
acreedor no presenta los títulos su crédito no podrá ser verificado. El pedido de
verificación de créditos interrumpe la prescripción e impide la caducidad del derecho y
de la instancia.
Por cada solicitud de verificación que presente, el acreedor deberá abonar al síndico un
arancel equivalente al 10 % del salario MVM que se agregará a su crédito. Si hay un
remanente se aplicará como pago a cuenta de honorarios del síndico. Quedan
excluidos de este arancel los créditos laborales y los equivalentes a menos de 3
salarios MVM.

VERIFICACIÓN TARDÍA.
Una vez que se produce el vencimiento del plazo de verificación de créditos, si algún
acreedor no se presentó al mismo, podrá hacerlo luego en un plazo de 2 años desde la
presentación en concurso.
Si el concurso no ha finalizado, se realiza por vía judicial mediante incidente, y una vez
que se solicita, se produce el traslado por 5 días al deudor y al síndico. Caso contrario,
se deberá llevar a cabo mediante una acción individual. Las costas que se generan por
la verificación tardía corren a cargo del insinuante.
En cualquier instancia, quienes verifiquen tardíamente un acuerdo no tendrán derecho
a exigir a sus coacreedores aquello que se hubiese percibido en arreglo al acuerdo.

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Hay ciertas diferencias entre la verificación temporánea y la tardía, a saber:

- En la verificación tardía el trámite se hace ante el juzgado y no ante el síndico


como un trámite administrativo. Tramitará por vía incidental y el juez dará
traslado por 5 días ante el síndico y el deudor.
- El juez emite una resolución donde considerará verificado o no el crédito total o
parcialmente.
- Las costas de la verificación están en cabeza del acreedor en la verificación
tardía, cosa que en la temporánea está a cargo del deudor.

Vencido el plazo para solicitar la verificación del crédito, el concursado y los acreedores
que se hayan presentado a verificar, tienen 10 días para revisar el legajo de cada
acreedor e impugnar u observar las solicitudes presentadas, se lo conoce como
periodo de observación de créditos. Las impugnaciones u observaciones de los
créditos deberán cumplir ciertas formalidades:
- Presentarse en el domicilio del síndico.
- Hacerse por escrito y con 2 copias.

El original será agregado por el síndico al legajo del acreedor cuyo crédito haya sido
observado, una copia deberá entregarla al interesado colocando fecha y hora de la
recepción como constancia de la impugnación presentada, y la otra copia deberá
presentarla en el juzgado dentro de las 48 hs de vencido el plazo de observación.
Una vez vencido el plazo para impugnar y observar los créditos, el síndico tendrá 20
días para presentar un informe en el que dará su opinión fundada aconsejando la
verificación o rechazo de cada uno de los créditos y privilegios reclamados. Hay que
aclarar que el síndico solo informa y aconseja, el juez será quien tiene la decisión final.

Informes individual y general. Categorización.

INFORME INDIVIDUAL.
Una vez que se produce el vencimiento del plazo de verificación de créditos, el síndico
deberá emitir dentro de los próximos 20 días el llamado informe individual de
créditos del art. 35.
En este informe, el síndico otorga su opinión fundada acerca de la admisibilidad o no
de cada crédito presentado a verificar. Dicho informe debe contener los datos
personales del acreedor, el monto de su crédito, el privilegio, la causa y cualquier tipo
de información u observación recibida.

En este dictamen, se referirá a cada crédito como verificado, no verificado, admitido y


no admitido.
1. El crédito verificado es aquel que fue presentado temporáneamente a verificar
y no ha recibido observaciones.
2. El no verificado es aquel que se presenta en tiempo y no recibe observaciones,
pero se considera que no debe forma parte del pasivo.
3. El admitido es aquel que fue presentado de forma temporánea, pero recibió
observaciones.
4. Finalmente, los no admitidos son aquellos que se presentaron correctamente en
tiempo, recibieron observaciones, y se entiende que las mismas son
procedentes para excluir del pasivo al crédito.

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Una vez emitido el informe, el juez deberá expedirse al respecto dentro de los 10 días
confirmando, rechazando o modificando el dictamen presentado por el síndico. Los
acreedores con créditos no verificados, admitidos y no admitidos pueden recurrir la
decisión por recurso de revisión dentro de los 20 días y por vía de incidente, pero ello
no suspense el curso del juicio. A los fines de celebrar acuerdos, hasta tanto no se
resuelva el incidente, se tendrá el crédito en el carácter en el que fue resuelto. La
resolución del recurso puede ser apelada dentro de los 5 días de notificada.

En el caso de que se insinúe dolo, se podrá también recurrir el crédito verificado


dentro de los 90 días y por vía ordinaria.
INFORME GENERAL.
A los 30 días de haber presentado el informe individual, el síndico deberá presentar el
informe general de créditos de acuerdo al art. 39. Contiene la visión del síndico
sobre estado del concurso y del concursado, y tiene como finalidad brindar información
a los acreedores para facilitar la formación de un acuerdo.

Se incluye dentro de este informe el análisis de las causas económicas de la cesación


de pagos, así como los informes contables del concursado, el pasivo y el activo, las
inscripciones si se tratase de una persona jurídica, y la opinión fundada de la
categorización propuesta por el concursado.
CATEGORIZACIÓN.
Esta categorización de acreedores debe darse dentro de los 10 días de finalizada la
verificación de créditos. La misma es realizada por el concursado en base a criterios
propios, pero debe contener de forma obligatoria una división entre créditos
quirografarios, privilegiados y laborales (si los hubiese). En el caso de los privilegiados,
sólo es obligatorio incluirlos dentro de la categorización si se les presentará un acuerdo
diferente al de los quirografarios.

Existe un plazo posterior a la presentación del informe general de 10 días para realizar
observaciones. Vencido el plazo, el juez tiene 10 días para emitirse al respecto de la
categorización y el pasivo que incluirá cada categoría. Es decir, el concursado propone
una categoría, el síndico la analiza, y el juez la acepta o rechaza.

Período de exclusividad. Acuerdos.

PERÍODO DE EXCLUSIVIDAD.

Una vez notificada la resolución con respecto a la categorización, comienza el llamado


período de exclusividad del art. 43. Es un período de negociación, con un pasivo
cristalizado, y con una duración de 90 días, ampliables hasta 120.
El concursado debe presentar un acuerdo como máximo con 20 días de anticipación al
vencimiento de este período.
Generalmente, la propuesta del concursado se refiere a la realización de una quita,
espera y gracia. Si bien no son las únicas, son en la práctica las más utilizadas, y
pueden darse de forma conjunta o separada.
ACUERDOS.
El concursado puede presentar un acuerdo para todos los acreedores, o uno para
cada categoría, y debe presentar obligatoriamente una propuesta para los acreedores
quirografarios, y facultativamente a los privilegiados.

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Asimismo, los acreedores pueden renunciar a su privilegio de forma parcial o total y
quedar incluidos dentro de otra categoría. El mínimo de renuncia debe ser del 30% del
crédito. Esto le permite a los acreedores especular con la posibilidad de tener mayor
capacidad de marcar el rumbo de los acuerdos. Para los laborales, la renuncia mínima
es del 20% y en el caso de que no exista acuerdo, su privilegio renace.

Con 5 días de anterioridad al vencimiento del período de exclusividad, se celebra la


audiencia informativa entre los acreedores, deudor, síndico y comité provisorio ante el
juez.
En cuanto a las mayorías requeridas, se trata de una mayoría absoluta (más de la
mitad) de los acreedores, que representen al mismo tiempo al menos 2/3 del pasivo
total. Es decir, se trata de un doble requisito:
 Más de la mitad de los acreedores.
 Que se incluyan 2/3 del pasivo.

Esto se debe principalmente a los perfiles de los acreedores. En un concurso suelen


conjugarse proveedores y entidades financieras. Los primeros representan el mayor
número de acreedores, mientras que los segundos el mayor número de capital. Para
evitar una relación de poder desigual entre ellos, se exige esta doble mayoría.
La misma mayoría se requiere para los acreedores privilegiados, y se le agrega la
unanimidad de aquellos acreedores con créditos especiales. Sin embargo, en el caso de
que exista acuerdo con los quirografarios, pero no con los privilegiados, no se
decretará la quiebra.
Para que el acuerdo sea válido, el texto de la propuesta con la conformidad de los
acreedores deberá ser presentado hasta el día del vencimiento del período de
exclusividad, y deberá contar con la firma certificada de los acreedores que suscriban
dicho acuerdo.

IMPUGNACIÓN Y NULIDAD DE ACUERDO.


Una vez que el juez dicta una resolución dando a conocer la existencia del acuerdo,
notificada la misma hay un periodo de 5 días para impugnar el acuerdo. Los
legitimados activos para impugnarlo son los acreedores con derecho a voto, los
acreedores que hubieren iniciado incidente de verificación tardía, y los acreedores que
hubieren iniciado incidente de revisión. Las causales para impugnar el acuerdo son:
a. Error en el cómputo de las mayorías necesarias.
b. Falta de representación de acreedores que concurran a formar mayoría.
c. Exageración u ocultamiento del activo, o exageración del pasivo.
d. Inobservancia de formas esenciales para la celebración del acuerdo.

Tramitada la impugnación del acuerdo, el juez debe resolver. Si la considera


precedente, debe decretar directamente la quiebra o el salvataje en su caso. Si
considera que la impugnación es improcedente, debe homologar el acuerdo.
Entonces, luego de analizar el cumplimiento de los requisitos de forma del acuerdo, el
juez deberá homologarlo. Los jueces no pueden hacer un análisis de fondo del
acuerdo, pero si están facultados a no homologar acuerdos fraudulentos o abusivos.
Dentro de los efectos de la homologación del acuerdo tenemos la novación, es decir,
las obligaciones con causa anterior al concurso quedan extinguidas y son reemplazadas
por las que surgen del acuerdo homologado. Socios solidarios, el acuerdo
homologado se extiende a los socios ilimitadamente responsables. En cuanto al
alcance del acuerdo homologado, se aplica a todos los acreedores quirografarios

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de causa o título anterior a la presentación, a los acreedores privilegiados que hayan
renunciado a su privilegio, y a quienes hayan deducido incidente de verificación tardía
una vez que sus créditos hayan sido verificados.

Concluido el concurso, el deudor debe cumplir el acuerdo. Una vez cumplido, el juez
dicta una resolución de declaración de cumplimiento. A partir de esa fecha comienza el
“periodo de inhibición”: Periodo de 1 año durante el cual el deudor no podrá solicitar
nuevamente su concurso preventivo. Ante el incumplimiento del acuerdo, se
produce la quiebra indirecta.
La nulidad del acuerdo solo pueden plantearla los acreedores comprendidos en el
acuerdo, dentro de los 6 meses desde la homologación del acuerdo. La sentencia que
decrete la nulidad debe contener la declaración de quiebra del deudor, y no se
permite el salvataje. Las causales de nulidad pueden ser: Dolo por parte del deudor
para exagerar su pasivo, para ocultar o exagerar su activo, o bien, para aparentar
privilegios inexistentes o constituidos ilícitamente. Es requisito fundamental para que
proceda alguna de estas causales, que la conducta del deudor sea dolosa.

Salvataje y APE.

SALVATAJE.
El salvataje consiste en darle la posibilidad a terceros, de que ofrezcan propuestas de
acuerdo a los acreedores y en caso de que éstos acepten alguna propuesta, el tercero
que la formuló adquiera las acciones o cuotas sociales de la empresa, salvándola de la
quiebra, es una instancia previa a ella. El salvataje tiene lugar cuando la concursada no
llega a un acuerdo con sus acreedores.
Para poder iniciar un salvataje, es requisito que la concursada sea alguna de las
siguientes personas jurídicas:

a. SRL
b. S.A.
c. Sociedades cooperativas

d. Sociedades en que el Estado sea parte.


No se podrá abrir este procedimiento cuando se trate de personas físicas, mutuales,
aseguradoras, AFJP y cuando se trate de pequeños concursos.
Vencido el periodo de exclusividad sin que el deudor hubiera obtenido las
conformidades, el juez tendrá 2 días para abrir un registro de oferentes en el
expediente. Abierto el registro, los terceros (acreedores o no) que estén interesados en
adquirir las acciones o cuotas sociales de la concursada, tienen 5 días para inscribirse a
los fines de formular una propuesta. Si vencido el plazo nadie se inscribe se decreta la
quiebra.
Ahora bien, si hay inscriptos en el registro, el juez nombrará a un evaluador para que
realice la valuación de la empresa. En base a esta valuación, el juez dictará una
resolución fijando el valor de las acciones o cuotas sociales de la empresa. Aquellos
que se hayan inscripto en el registro podrán presentar propuestas de acuerdo hasta el
día de la audiencia informativa, que se realizará 5 días antes del vencimiento del plazo
para presentar las conformidades de los acreedores. Los oferentes podrán mantener o
modificar la categorización realizada por el deudor en el periodo de exclusividad. En
esta etapa el deudor recobra la posibilidad de obtener adhesiones a la propuesta que

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había formulado o a la nueva que formulase, compitiendo sin ninguna preferencia con
el resto de los oferentes.

Todos los oferentes, incluido el deudor, tienen un plazo para obtener las
conformidades, que será de 20 días contados desde la resolución que fijo el valor de
las acciones o cuotas sociales. El primer oferente que presente en el expediente las
conformidades suficientes, adquirirá el derecho a que se le transfieran las acciones o
cuotas sociales de la concursada. Rigen las mismas mayorías y requisitos que para el
acuerdo preventivo. Si ningún oferente lograra las conformidades necesarias para el
acuerdo, se decreta la quiebra sin más trámite.
ACUERDO PREVENTIVO EXTRAJUDICIAL.
El APE, es un contrato por el cual el deudor ofrece a sus acreedores diferentes
propuestas, tales como: quita, espera, entrega de bienes, emisión de obligaciones
negociables, etc., para poder superar el estado de cesación de pagos o las dificultades
económicas o financieras de carácter general, evitando la apertura de un proceso
concursal. El aspecto fundamental de este acuerdo es que puede someterse a
homologación judicial logrando los mismos efectos que el acuerdo preventivo. Para que
el APE proceda se requiere alguna de estas 2 situaciones:

a- Que el deudor se encuentre en estado de cesación de pagos


b- Que el deudor se encuentre con dificultades económicas de carácter general.
El APE puede llevarse a cabo por instrumento público o privado, en este último caso,
tanto las firmas de las partes como las representaciones invocadas deberán estar
certificadas por escribano público. Luego de llevar a cabo el APE, el deudor podrá
presentarlo ante el juez competente para su posterior homologación.
Para que el acuerdo pueda ser homologado judicialmente deberá obtenerse la
conformidad de la mayoría absoluta de los acreedores quirografarios que representen
las 2/3 partes del pasivo quirografario total.
También se requiere que el acuerdo tenga publicidad, se hará por medio de edictos
durante 5 días en el diario de publicaciones legales y en un diario de gran circulación.
Dentro de los 10 días de finalizada la publicación de edictos, los acreedores podrán
oponerse a la homologación del acuerdo. La oposición solo podrá fundarse en
omisiones o exageraciones del pasivo o activo, o bien en la inexistencia de la mayoría
requerida para la homologación. Si procede la oposición, el juez abre a prueba durante
10 días y finalizado el plazo tendrá 10 días para resolver. Una vez cumplidos los
requisitos legales el juez deberá homologar el acuerdo.
El acuerdo homologado es oponible a todos los acreedores quirografarios del deudor
de causa o título anterior a la presentación, teniendo los mismos efectos que el
acuerdo preventivo.

Quiebra

QUIEBRA A PEDIDO DE ACREEDOR.


La quiebra es un proceso por el cual se liquidan todos los bienes del deudor para hacer
frente al cumplimiento de sus obligaciones. La quiebra puede ser indirecta, ya sea
declarada por el juez si fracasa el concurso preventivo o salvataje, o bien directa que
puede ser a pedido del propio deudor o de un acreedor.

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Ambas quiebras tienen el mismo procedimiento, la única diferencia es que en la
quiebra directa solicitada por el acreedor, éste deberá probar por sumarísimo la
existencia de su crédito, que el deudor es un sujeto concursable y, por último, algún
hecho revelador de la cesación de pagos.

Para ambas quiebras, se requiere el estado de cesación de pagos, para ello la ley exige
hechos reveladores que presumen la cesación de pagos, salvo prueba en contrario.
Estos hechos reveladores indicados por la ley son los mismos que vimos para el
concurso preventivo (art.79)
El pedido de quiebra debe ser presentado ante un juez competente. Cumplidos los
requisitos mencionados anteriormente, el juez debe notificar al deudor y citarlo para
que invoque y pruebe lo que estime conveniente para que el pedido sea rechazado,
ejerciendo se derecho de defensa. Puede probar que no es un sujeto concursable o
bien que no está en cesación de pagos. El deudor puede desmentir la cesación de
pagos de diferentes formas:
- Pagando

- Probando los pagos ya realizados que corresponden al hecho revelador


invocado
- Invocando la prescripción del crédito
Una vez ejercido el derecho de defensa del deudor, el juez decidirá si decreta o no la
quiebra.
Dictada la sentencia, el secretario del juzgado dará a conocer el estado de la
quiebra y el nombre y domicilio del síndico, publicando edictos durante 5 días.
El deudor frente a la sentencia de quiebra puede: pedir la conversión en
concurso preventivo. Interponer un recurso de reposición o bien, plantear la
incompetencia del juzgado.
QUIEBRA A PEDIDO DEL DEUDOR.
La quiebra a pedido del deudor debe cumplir los mismos requisitos que en el
concurso preventivo. En cuanto a la demostración de los hechos reveladores del estado
de cesación de pagos, algunos autores sostienen que el mismo pedido de quiebra
constituye un hecho revelador por sí mismo.
Una vez se encuentra pedida y acreditados los requisitos, el juez deberá proceder a
resolver una sentencia con respecto al pedido, de acuerdo al art. 88.
La misma debe contener:
1. La individualización del fallido.
2. La orden de anotar la quiebra y la inhibición
3. La orden de entregar al síndico los bienes.
4. La prohibición de hacer pagos al fallido.
5. La orden de interceptar la correspondencia del fallido por parte del síndico.
6. La orden de comunicar la prohibición de salida del país.
7. La orden de vender los bienes.
8. La designación de una persona para que realice el inventario.
9. La designación de audiencia para sorteo del síndico.
10. Las fechas para presentar la verificación de créditos, el informe individual y el
informe general, a partir de la fecha estimada de la finalización de publicación
de edictos.
Luego de dictar la sentencia, el juzgado deberá publicar edictos por 5 días en el Boletín
Oficial y en un diario de mayor circulación.

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CONVERSIÓN EN CONCURSO. RECURSOS DE REPOSICIÓN E
INCOMPETENCIA.

Frente a la sentencia de quiebra, el deudor tiene 3 posibilidades: pedir la conversión en


concursos preventivo, o interponer recurso de reposición o incompetencia.
En el primer caso, se debe hacer dentro de los 10 días desde la última publicación de
edictos. Se acepta tanto cuando la quiebra la pide un acreedor, como cuando la pidió
el propio deudor, esto último en base al plenario “Puyol”. No procede cuando la
quiebra es indirecta por incumplimiento de acuerdo, cuando ya haya un concurso en
trámite, o cuando haya período de inhibición.
El recurso de reposición sólo lo pide el deudor, y tiene un plazo de 5 días a partir de
que toma conocimiento de la sentencia de quiebra (por ejemplo, por la clausura de los
establecimientos), o en última instancia, hasta 5 días de publicado el último edicto en
el diario oficial.

Debe fundar el recurso, y demostrar la ausencia de un requisito fundamental. Existe


una variante mediante la cual se produce el levantamiento de la quiebra sin necesidad
de dirigirse por la vía de incidente, y se trata de aquel caso en el cual además de
interponer el recurso de reposición, el deudor realiza un depósito en pago o a embargo
del total reclamado (salvo que demuestre la ilegitimidad de un crédito).
El recurso de incompetencia es un recurso meramente dilatorio del proceso. Si lo
solicita el deudor, el plazo es igual que para el recurso de reposición. Si lo solicita un
acreedor, se da un plazo de 5 días a partir de la última publicación de edictos.
EFECTOS.
Los efectos de la quiebra pueden dividirse en efectos sobre la persona del fallido,
sobre el patrimonio, sobre los actos perjudiciales a los acreedores, sobre las relaciones
jurídicas preexistentes, sobre las relaciones jurídicas en particular y sobre el contrato
de trabajo.
Los efectos personales son:
1. Inhabilitación del fallido: dura un año y se refiere a la imposibilidad de ejercer
el comercio.
2. Autorización para viajes: el fallido necesitará autorización judicial para salir de
país, la cual deberá ser otorgada salvo excepciones.
3. Interceptación de correspondencia: el síndico es quien abre la correspondencia
en presencia del juez o del mismo fallido.
4. Deber de cooperación: el fallido deberá dar explicaciones sobre su situación
patrimonial cada vez que se lo requiera.
5. Derecho a trabajar: el fallido mantiene su facultad para poder realizar tareas
profesionales.
6. Muerte o incapacidad: no detiene la quiebra, la siguen los herederos o
representante.
Los efectos sobre el patrimonio son:
1. Desapoderamiento: salvo algunos bienes que quedan excluidos, el fallido no
puede administrar ni disponer de sus bienes.
2. Incautación: los bienes sujetos al desapoderamiento se incautan mediante la
clausura de los establecimientos, la entrega directa de los bienes al síndico (que
realiza un inventario), o bien mediante el despojo de los bienes que estuvieren
en poder de terceros.
3. Conservación, administración y disposición del síndico: por lo general, es el
síndico quien se encarga de realizar dichas acciones sobre los bienes
incautados.

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4. El fallido asimismo pierde la legitimación procesal, y no puede repudiar
herencias ni donaciones.

Los efectos sobre los actos perjudiciales a acreedores hacen referencia al


período de sospecha. El mismo se refiere a aquellos actos que resulten anteriores a la
declaración en quiebra, pero posteriores a la cesación de pagos.
Se toma como fecha de cesación de pagos la que estime el síndico según el informe
del art. 39. Si es por pedido de deudor, se tomará la fecha de la presentación de la
quiebra. En ningún caso el período de sospecha puede retrotraerse por más de 2 años
desde la presentación en concurso.
Los actos realizados por el deudor dentro del período de sospecha que perjudiquen a
los acreedores serán pasibles de ser considerados ineficaces (es decir, que no resultan
oponibles a los acreedores, pero sí entre las partes contratantes y terceros).

Existen actos ineficaces de pleno derecho (los actos a título gratuito, el pago anticipado
de deudas), y actos ineficaces por conocimiento de la cesación de pagos (acción
revocatoria concursal). En este último supuesto entran aquellos que al momento de
celebrarse, la persona con la cual contrató el fallido sabía de su estado de cesación de
pagos. El efecto de tal acción es reingresar los bienes al patrimonio del fallido,
quedando desapoderados.
En cuanto a los efectos sobre las relaciones jurídicas preexistentes, los más
notables son el sometimiento de todos los acreedores a la quiebra (ya no pueden
iniciar acciones individuales para el cobro de su crédito), la suspensión de intereses
(con excepción de los créditos con garantía hipotecaria o prendaria) y el fuero de
atracción.
LOS OTROS EFECTOS SON SOBRE CONTRATOS PARTICULARES, DUDO MUCHO QUE
LOS HAYAMOS VISTO

PERÍODO INFORMATIVO.
El período informativo de la quiebra, al igual que en el CP, abarca desde la verificación
de créditos hasta el informe general del síndico.
Este período es igual que en el Concurso Preventivo. Cuando se trate de una quiebra
indirecta, se tomarán como válidos la verificación y los informes emitidos en tal etapa.
En este caso, los únicos que pueden verificar sus créditos son los acreedores post
concursales y previos a la quiebra

Liquidación y extinción de la quiebra.

Al momento de dictada la sentencia de quiebra, el síndico debe encargarse de la


realización, es decir, la venta de los bienes del fallido. No se procederá con la venta
inmediata de los bienes cuando el fallido haya interpuesto recurso de reposición, el
juez haya admitido la conversión de la quiebra o bien, se haya resuelta con la
continuación de la explotación de la empresa.
La venta de los bienes debe realizarse de la forma más conveniente para la quiebra, y
será elegida por el juez según el siguiente orden de preferencia:
1. Enajenación de la empresa o de los establecimientos, esta modalidad se elige
cuando se estableció la continuación de la explotación de la empresa.

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2. Enajenación en conjunto de los bienes que integren el establecimiento del
fallido.

3. Enajenación individual de los bienes.


Ahora bien, los medios para poder llevar a cabo esta venta son los siguientes:
a. Subasta pública: es la venta pública de bienes al mejor postor, con
intervención de un juez o de otra autoridad.

b. Licitación: consiste en la presentación de ofertas en sobres cerrados por parte


de los interesados, de acuerdo a un pliego de condiciones, donde resultará
adjudicatario del bien, aquel oferente que haya ofrecido el precio más alto.
c. Venta directa: el juez puede disponer la venta directa de bienes cuando no
convenga que sean vendidos por subasta o licitación, por ejemplo, aquellos
bienes perecederos, los de escaso valor, etc.
En el caso de que existan bienes invendibles, el juez puede disponer, dando vista al
síndico y al deudor, la entrega de dichos bienes a asociaciones de bien público. En la
práctica no suele pasar esto, ya que los bienes invendibles vuelven al acervo del
deudor. El síndico también se encarga de cobrar los créditos del fallido, pero puede
encomendar la gestión de cobro a bancos oficiales o privados de primera línea.
Las enajenaciones deben efectuarse dentro de los 4 meses contados desde la fecha de
la quiebra o, si se interpuso recurso de reposición, desde que la quiebra haya quedado
firme. El juez puede, por resolución fundada, ampliar el plazo en 90 días. En la práctica
resulta casi imposible cumplir con dicho plazo estipulado en la ley.
En el informe final, el síndico da a conocer todo lo relativo a la enajenación de los
bienes y presenta un proyecto para llevar a cabo la distribución entre los acreedores
del dinero obtenido con las ventas. A los 10 días de aprobada la última enajenación, el
síndico deberá presentar el informe final en doble ejemplar. El informe deberá
contener:
a- La rendición de cuentas de las operaciones efectuadas, con sus respectivos
comprobantes.
b- El resultado de la enajenación de los bienes, detallando bienes vendidos,
montos logrados, gastos, etc.
c- La enumeración de los bienes que no se pudieron enajenar, así también de
los créditos no cobrados y de los créditos pendientes de demanda judicial.
d- El proyecto de distribución final, considerando las verificaciones y
graduación de los créditos.

El síndico tiene el deber de hacer reserva y separar fondos suficientes para los gastos
de conservación y justicia, para honorarios, para los créditos sujetos a condición
suspensiva y, para los pendientes de resolución judicial. Luego de presentado el
informe, el juez regulará los honorarios. En cuanto a la publicidad, se publican
edictos por 2 días, haciendo conocer la presentación del informe, el proyecto de
distribución final y la regulación de honorarios. Y, dentro de los 10 días siguientes, el
fallido y los acreedores podrán formular observaciones al informe por omisiones,
errores o falsedades.
Una vez aprobado el proyecto de distribución, se pagará el dividendo que
corresponda a cada acreedor, a través del banco de depósitos judiciales o mediante
transferencias a sus cuentas bancarias. El derecho del acreedor a cobrar el dividendo
concursal caduca al año contando desde la fecha de su aprobación. La caducidad se

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produce de pleno derecho, y es declarada de oficio, destinándose dichos importes al
patrimonio estatal para fomento de la educación común.

Una vez distribuidos los dividendos finales, se pueden hacer distribuciones


complementarias, con el producto de bienes no realizados a la fecha del informe final,
bienes provenientes de desafectación de reservas, o bienes ingresados con
posterioridad al activo del concurso. Un dato a tener en cuenta en relación al acreedor
que reclama la verificación de su crédito después de presentado el proyecto de
distribución final, solo podrá cobrar de los dividendos de las futuras distribuciones
complementarias.

Clausura

La clausura de la quiebra no implica la finalización de la misma, sino su suspensión. Se


produce cuando no se puede pagar la totalidad de los créditos. Existen dos supuestos
de clausura: por distribución final y por falta de activo.

En el primer caso, la clausura se produce cuando al ejecutar el activo, quedan créditos


verificados por saldar. Debe ser declarada de oficio, pero también puede ser pedida
por el síndico o por el fallido.
Se produce una suspensión de 2 años, tiempo en el cual la quiebra subsiste con sus
efectos (aunque cabe recordar que la clausura no implica una prórroga de la
inhabilitación de un año). Las únicas acciones que son admitidas son aquellas
tendientes a incrementar el patrimonio del fallido. Estos ingresos de bienes pasibles de
ser desapoderados puede provenir de una acción revocatoria; de una herencia, cuando
se tratase de una persona física (el Síndico actúa en su nombre en el juicio sucesorio);
por una sentencia favorable al actor; por la incorporación de bienes en razón del
período de sospecha, o por haberse detectado ocultamiento de bienes.
Cumplido este plazo, se produce la conversión de clausura a quiebra.

En cuanto a la clausura por falta de activo, se trata de una situación en la que el activo
es marcadamente insuficiente para cubrir el pasivo, ni siquiera los gastos de justicia. Es
solicitado por el síndico. En este caso, frente a la completa disparidad entre activo y
pasivo, la ley presupone la existencia de fraude, por lo que se debe derivar a la justicia
penal para que la misma se expida al respecto.

Conclusión de la quiebra.

La conclusión pone fin a la quiebra y a todos sus efectos. La quiebra finaliza y no hay
posibilidad de reapertura. Hay distintos modos de conclusión de la quiebra:
1. Por conversión de la quiebra en concurso preventivo.
2. Revocación de la sentencia de quiebra pro recurso de reposición.
3. Desistimiento de la quiebra por el deudor en la quiebra solicitada por él.
4. Por vencimiento del plazo de dos años desde la clausura del procedimiento de
quiebra sin su reapertura.
5. Avenimiento
6. Pago total.

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7. Otorgamiento de cartas de pago de todos los acreedores.

8. Ausencia de acreedores concurrentes.


El avenimiento es el acuerdo celebrado entre el fallido y todos sus acreedores
verificados, por el cual estos últimos dan su consentimiento para poner fin a la quiebra.
Normalmente, los acreedores dan su consentimiento a cambio de un acuerdo por el
cual el fallido se obliga a cumplir alguna prestación. Los requisitos para el
avenimiento son los siguientes:
a. Unanimidad: debe ser consentido por todos los acreedores verificados,
quirografarios y privilegiados.

b. Forma: el consentimiento de los acreedores debe ser expresado por escrito


con formas autenticadas por notario o ratificadas ante el secretario.
c. Oportunidad: la petición debe ser formulada después de la verificación hasta
que se enajene el último bien del fallido.
El juez puede requerir al deudor el depósito de una suma, para pagar a los acreedores
verificados que no pudieron ser hallados y a los pendientes de resolución judicial.

Al disponer la conclusión por avenimiento, el juez determinará la garantía que debe


otorgar el deudor para asegurar los gastos y costas del juicio y fijará el plazo
pertinente. Vencido éste, sin que el fallido otorgue la garantía, siguen sin más los
trámites de la quiebra. El avenimiento hace cesar todos los efectos patrimoniales de la
quiebra. Si el deudor no cumple con alguno de los acuerdos que celebró con sus
acreedores, éstos no podrán solicitar la “reapertura” de la quiebra, ya que ésta
concluyó. Solo podrán requerir la apertura de una nueva quiebra.
La quiebra puede concluir cunado los bienes realizados alcanzan para pagar todos los
créditos y los gastos y costas de la quiebra. El juez podrá declarar la conclusión por
pago total, una vez aprobada la distribución definitiva. Si existe un remanente, deben
pagarse los intereses suspendidos a raíz de la declaración de quiebra. El saldo debe
entregarse al deudor.
Por carta de pago, cuando se paguen los gastos del proceso y se agregue al
expediente carta certificada de todos los acreedores por la cual expresen que fueron
extinguidos todos sus créditos.
Por inexistencia de acreedores verificados, si no se presenta ningún acreedor a
verificar y se pagaron los gastos del proceso.

Privilegios

En general, los créditos pueden ser privilegiados o quirografarios. En el primer caso, el


privilegio puede ser especial (recae sobre un bien en particular), o general (recae
sobre toda la masa de bienes).
El orden en que deben pagarse los créditos es el siguiente:
1. Gastos de justicia y conservación de los bienes.
2. Privilegio especiales.
3. Privilegios generales.
4. Quirografarios.

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El primer crédito es aquel que se origina como consecuencia de la quiebra. Son los
gastos que erogan los bienes, y los gastos que se genera por la consecución del juicio.
No requieren ser verificados, pero sí autorizados por el juez. Es un privilegio general,
que se cobra sobre todo el activo. A la hora de ejecutar un bien, se debe realizar una
reservar porcentual para cubrir los gastos que dicho bien ha generado.

Los gastos generados para la conservación de una cosa, siempre que hayan sido
erogados por el fallido. El privilegio recae sobre la cosa mejorada o conservada.
Los privilegios especiales, como se ha dicho, son aquellos que recaen sobre un
determinado bien, por lo que tienen prioridad de cobro por lo producido de la
ejecución del mismo.
Son privilegios especiales:

1. Los créditos laborales por remuneraciones debidas por los últimos 6 meses e
indemnizaciones y multas. Recaen sobre la materia prima, mercadería,
maquinaria, etc., del fallido. La particularidad de los créditos laborales es que
pueden ser cobrados sin necesidad de que exista un proyecto de distribución. El
pronto pago recae sólo sobre los créditos laborales de naturaleza remunerativa
por los últimos 6 meses. Deben ser no litigiosos. Se pide por vía de incidencia,
y se encuentra sujeto a la existencia de fondos líquidos.
2. Los créditos fiscales que se aplican sobre determinados bienes. El privilegio
recae justamente sobre esos bienes.
3. Los créditos garantizados por hipoteca o prenda, sobre el bien hipotecado o
prendado. Estos tienen la particularidad de seguir generando intereses durante
2 años de haberse iniciado la quiebra, además de que pueden ser ejecutados
por el procedimiento de concurso especial.
4. El crédito del retenedor, que recae sobre la cosa retenida.
En el caso de que sobre un bien recaiga más de un privilegio especial, primero se
pagará el hipotecario o prendario (luego de la reserva por gastos), luego tendrá
prioridad el retenedor y luego se abonarán de acuerdo al orden de los incisos. Si sobre
el mismo bien recaen dos privilegios especiales de igual jerarquía, se pagan a prorrata,
o por el grado de la hipoteca o prenda.
Una vez pagados los privilegios especiales, el sobrante integrará la masa de activo para
seguir abonando al resto. Se abonarán en primer lugar los gastos de conservación y
justicia (si quedasen impagos)
Con posterioridad, se abonan los créditos con privilegio general.
Son privilegios generales aquellos que no recaen sobre ningún bien, sino sobre la masa
excedente de bienes una vez liquidados los especiales.
Son créditos con privilegio general:

1. Las remuneraciones laborales por 6 meses, y los provenientes de


indemnizaciones y multas.
2. Prestaciones adeudadas a organismos de seguridad social.
3. Si es persona física, los gastos funerarios y los gastos de enfermedad y
alimentación por los últimos 6 meses.
4. Los originados por tasas e impuestos que no recaigan sobre bienes que tengan
un privilegio especial.
5. El capital por facturas de crédito de hasta $20000 por cada vendedor.
Ahora bien, para el pago de estos créditos, el cómputo, de acuerdo al art. 247, es el
siguiente:

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Primero se abonan los créditos con privilegios especiales (con la reserva), luego los
gastos de justicia y conservación. Con el sobrante, se pagan los créditos laborales con
privilegio general. Lo que resulte de ello se divide a la mitad. Con una mitad se pagan
los créditos con privilegio general. Si no se alcanza a cubrir la totalidad, se divide a
prorrata (no hay prioridad entre ellos), y por el faltante ingresan a la masa de
acreedores quirografarios. Con la otra mitad, se pagan los créditos quirografarios, y si
no alcanzase, se hace a prorrata. Es decir, un acreedor con privilegio general podrá
cobrar una parte como acreedor de tal crédito, y otra parte como quirografario.

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