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Época: Décima Época

Registro: 2010937

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 26, Enero de 2016, Tomo IV

Materia(s): Constitucional

Tesis: IV.1o.P. J/7 (10a.)

Página: 3012

FLAGRANCIA. EL ARTÍCULO 134, PRIMERA PARTE, DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES DEL
ESTADO DE NUEVO LEÓN, AL PREVER LOS SUPUESTOS EN QUE EL INDICIADO PUEDE SER DETENIDO
DENTRO DE LAS 72 HORAS POSTERIORES A LA COMISIÓN DEL HECHO DELICTIVO, ES
INCONVENCIONAL Y DEBE INAPLICARSE POR CONTRAVENIR LOS DERECHOS DE LIBERTAD Y DEBIDO
PROCESO.

El artículo 16, párrafo quinto, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece
que cualquier persona puede detener al indiciado en el momento en que esté cometiendo un
delito o inmediatamente después de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a disposición de la
autoridad más cercana y ésta con la misma prontitud, a la del Ministerio Público, y que existirá un
registro inmediato de la detención. Luego, para determinar los alcances de la expresión
"inmediatamente después de la comisión del delito", contenida en ese precepto, la Primera Sala de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver el 19 de septiembre de 2012, por mayoría de
cuatro votos, el amparo directo en revisión 991/2012, estableció que aquélla se refiere a lo que
doctrinariamente se identificó como cuasiflagrancia, que abarca la persecución durante la huida
física u ocultamiento del sujeto, los cuales se generan justo después de la realización del ilícito
penal, por lo que el concepto de flagrancia está limitado constitucionalmente al instante de la
comisión del delito -flagrancia stricto sensu- y al de la huida u ocultamiento del sujeto que se
genera inmediatamente después de la realización de los hechos delictivos -cuasiflagrancia-,
excluyendo la flagrancia equiparada. Ahora bien, el artículo 134, primera parte, del Código de
Procedimientos Penales del Estado de Nuevo León prevé que el indiciado puede ser detenido
dentro de las 72 horas posteriores a la comisión del hecho delictivo, siempre que sea perseguido
materialmente, alguien lo señale como responsable, se encuentre en su poder el objeto del delito
o el instrumento con el que se hubiera cometido, o existan huellas o indicios que hagan presumir
fundadamente su intervención en la comisión de aquél. Así, dicho precepto, al ampliar a 72 horas
-bajo determinados supuestos-, el periodo en que puede considerarse que se está en presencia de
flagrancia, para detener -sin orden judicial o de autoridad competente- al sujeto que se considere
como responsable de un ilícito, contraviene los derechos humanos de libertad y debido proceso,
reconocidos en los artículos 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; 9, numerales
1 y 4 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; I y XXV de la Declaración Americana de
los Derechos y Deberes del Hombre y 7, numerales 2, 3 y 6 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, pues la porción normativa en estudio contempla diversos supuestos en los
que puede estimarse -de manera similar o análoga- a la flagrancia en el delito, siempre que se
presenten dentro del término de 72 horas posteriores a la comisión de los hechos delictivos, es
decir, una flagrancia equiparada, institución prohibida por los instrumentos internacionales
invocados y por la Constitución, lo que no permite armonizar ese acto legislativo con los artículos
convencionales en comento; por tanto, en aplicación del principio pro persona establecido en el
artículo 1o. constitucional, dicho precepto es inconvencional y debe inaplicarse.

PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL CUARTO CIRCUITO.

Amparo directo 365/2014. 15 de enero de 2015. Unanimidad de votos. Ponente: José Heriberto
Pérez García. Secretaria: María Mercedes Ávila Arias.

Amparo directo 179/2014. 22 de enero de 2015. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Manuel
Rodríguez Gámez. Secretario: Francisco Ángel Rangel Mendoza.

Amparo directo 437/2014. 12 de marzo de 2015. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Manuel
Rodríguez Gámez. Secretario: Jorge Xavier Zamora Barrón.

Amparo directo 287/2014. 20 de marzo de 2015. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Manuel
Rodríguez Gámez. Secretaria: María Guadalupe Briones Rodríguez.

Amparo directo 363/2014. 9 de abril de 2015. Unanimidad de votos. Ponente: Ramón Ojeda Haro.
Secretario: David Acosta Huerta.
Esta tesis se publicó el viernes 29 de enero de 2016 a las 11:00 horas en el Semanario Judicial de la
Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del martes 2 de febrero de
2016, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

Época: Décima Época

Registro: 2010963

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 27, Febrero de 2016, Tomo I

Materia(s): Constitucional, Penal

Tesis: 1a. XXV/2016 (10a.)

Página: 671

DETENCIÓN EN FLAGRANCIA. APRECIACIÓN DE SU VALIDEZ CONSTITUCIONAL CUANDO LA


AUTORIDAD TIENE CONOCIMIENTO, POR MEDIO DE UNA DENUNCIA INFORMAL, QUE SE ESTÁ
COMETIENDO O SE ACABA DE COMETER UN DELITO.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha determinado el procedimiento que


debe seguirse para efectuar una detención cuando la autoridad tiene conocimiento por medio de
una denuncia informal sobre un delito cometido en flagrancia; y para que aquélla pueda ser válida
(por guardar correspondencia formal y material con la normativa que rige el actuar de la policía)
tiene que ceñirse al concepto constitucional estricto de flagrancia, es decir, debe actualizarse
alguno de los supuestos siguientes: 1. La autoridad puede aprehender al aparente autor del delito
si observa directamente que la acción se comete en ese preciso instante, esto es, en el iter
criminis; o, 2. La autoridad puede iniciar la persecución del aparente autor del delito a fin de
aprehenderlo si, mediante elementos objetivos, le es posible identificarlo y corroborar que, apenas
en el momento inmediato anterior, se encontraba cometiendo el delito. Ahora bien, tratándose de
la detención en flagrancia en el supuesto de denuncia informal (aquella que no se rinde ante el
Ministerio Público en las condiciones de regularidad formal que deben operar ordinariamente), al
evaluar la validez constitucional, el juez debe ponderar si la autoridad aprehensora contaba con
datos suficientes que le permitieran identificar con certeza a la persona acusada y evaluar el
margen de error que pudo haberse producido tomando como base la exactitud y la precisión de los
datos aportados en la denuncia.
Amparo directo en revisión 3463/2012. 22 de enero de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.

Esta tesis se publicó el viernes 19 de febrero de 2016 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2010961

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 27, Febrero de 2016, Tomo I

Materia(s): Constitucional

Tesis: 1a. XXVI/2016 (10a.)

Página: 669

CONTROL PROVISIONAL PREVENTIVO. PARÁMETROS A SEGUIR POR LOS ELEMENTOS DE LA POLICÍA


PARA QUE AQUÉL TENGA VALIDEZ CON POSTERIORIDAD A LA DETENCIÓN EN FLAGRANCIA.

La finalidad de los controles preventivos provisionales es evitar la comisión de algún delito,


salvaguardar la integridad y la vida de los agentes policiacos, o corroborar la identidad de alguna
persona, con base en información de delitos previamente denunciados ante la policía o alguna
autoridad. En este sentido, la realización de esos controles excluye la posibilidad de que la
autoridad pueda detener a una persona sin causa mínima que lo justifique, de lo contrario, bajo
una circunstancia abstracta -como la apariencia física de las personas, su forma de vestir, hablar o
comportarse-, podrían justificar su detención y revisión física cuando es evidente que no existen
circunstancias que permitan explicar la sospecha de que se está cometiendo un delito. Por tanto,
para que se justifique la constitucionalidad de un control preventivo provisional es necesario que
se actualice la sospecha razonada objetiva de que se está cometiendo un delito y no sólo una
sospecha simple que derive de un criterio subjetivo del agente de la autoridad. Así, las
circunstancias para acreditar empíricamente la sospecha razonable objetiva son relativas a los
objetos materiales del ilícito, los sujetos, lugares y horarios descritos por las víctimas y los testigos
de algún delito con las denuncias que haya recibido la policía. En este contexto, las condiciones en
las cuales la policía estará en posibilidad de llevar a cabo un control de detención, se actualizan
cuando la persona tenga un comportamiento inusual, así como conductas evasivas y/o desafiantes
frente a los agentes de la policía. Sin embargo, en la actualización del supuesto de sospecha
razonada, no existe la condición fáctica descrita, la comisión del delito evidente y apreciable de
forma directa, pero sí las condiciones circunstanciales que justifican la realización de un control
preventivo provisional por parte de los agentes de la autoridad, ya sea porque haya una denuncia
informal o anónima, o porque el sujeto exteriorice acciones que objetivamente den lugar a
considerar que se pretende ocultar la realización de un delito. Aunado a lo anterior, las condiciones
fácticas son las que van a determinar el grado de intensidad del control preventivo por parte de la
autoridad. En este sentido, existen dos tipos de controles que pueden realizarse: 1. Preventivo en
grado menor, en el cual, los agentes de la policía pueden limitar provisionalmente el tránsito de
personas y/o vehículos con la finalidad de solicitar información a la persona controlada, por
ejemplo, su identidad, ruta, motivos de su presencia, etcétera. En este control preventivo de grado
menor, también los agentes de la policía pueden efectuar una revisión ocular superficial exterior
de la persona o del interior de algún vehículo. 2. Preventivo en grado superior, el cual está
motivado objetivamente por conductas proporcionales y razonablemente sospechosas, lo que
implica que los agentes policiales estén en posibilidad de realizar sobre la persona y/o vehículos un
registro más profundo, con la finalidad de prevenir algún delito, así como para salvaguardar la
integridad y la vida de los propios agentes. En este supuesto, éstos podrían, además, registrar las
ropas de las personas, sus pertenencias así como el interior de los vehículos. Este supuesto se
actualiza si las circunstancias objetivas y particulares del delito y el sujeto corresponden
ampliamente con las descritas en una denuncia previa, o bien si los sujetos controlados muestran
un alto nivel de desafío o de evasión frente a los agentes de la autoridad. En consecuencia, si
después de realizar el control provisional legítimo los agentes de la policía advierten la comisión
flagrante de algún delito, la detención del sujeto controlado será lícita, y también lo serán las
pruebas descubiertas en la revisión que, a su vez, tendrán pleno valor jurídico para ser ofrecidas en
juicio.

Amparo directo en revisión 3463/2012. 22 de enero de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.

Esta tesis se publicó el viernes 19 de febrero de 2016 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
Época: Décima Época

Registro: 2011527

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 29, Abril de 2016, Tomo II

Materia(s): Constitucional, Penal

Tesis: 1a. CXXXVII/2016 (10a.)

Página: 1113

DETENCIÓN EN FLAGRANCIA. LOS ELEMENTOS POLICIALES QUE PARTICIPEN EN ÉSTA CARECEN DE


FACULTADES PARA REALIZAR ACTUACIONES SOBRE LA INVESTIGACIÓN DEL DELITO, SIN
AUTORIZACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO.

La detención en flagrancia, como excepción a la afectación del derecho humano a la libertad


personal, constituye un ejemplo del parámetro restringido de la intervención de la policía, el cual
aporta un fuerte contenido de seguridad jurídica para los gobernados, ya que los cuerpos de las
instituciones policiales que participen en dicha detención no tienen autorización, en términos
constitucionales, para actuar arbitrariamente; es decir, una vez lograda la detención del indiciado,
la policía tiene la obligación de presentarlo inmediatamente ante el Ministerio Público, sin que esté
facultada para realizar acciones relacionadas con la investigación del delito, sin autorización de
aquél. El anterior imperativo persigue un objetivo constitucional: hacer que la detención en
flagrancia opere materialmente como una verdadera excepción a la afectación del derecho
humano a la libertad personal. Además, dicho mandato busca que al indiciado se le presente sin
demora injustificada ante la autoridad a quien le competa verificar si es correcta la causa que dio
lugar a su detención y determinar la situación que guarda frente al sistema jurídico positivo y
vigente.

Amparo en revisión 549/2014. 8 de abril de 2015. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo
de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Julio Veredín
Sena Velázquez.
Esta tesis se publicó el viernes 29 de abril de 2016 a las 10:29 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2012186

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Semanario Judicial de la Federación

Publicación: viernes 05 de agosto de 2016 10:05 h

Materia(s): (Constitucional)

Tesis: 1a./J. 8/2016 (10a.)

DEMORA EN LA PUESTA A DISPOSICIÓN DEL DETENIDO EN FLAGRANCIA ANTE EL MINISTERIO


PÚBLICO. LA VALORACIÓN DEL PARTE INFORMATIVO U OFICIO DE PUESTA A DISPOSICIÓN DE LOS
AGENTES APREHENSORES, DEBERÁ ATENDER A LA INDEPENDENCIA FÁCTICA Y SUSTANCIAL DE LA
DETENCIÓN Y LA PUESTA A DISPOSICIÓN.

Esta Primera Sala ha determinado que la violación al derecho fundamental del detenido a ser
puesto a disposición del Ministerio Público sin demora, genera la anulación de la declaración del
detenido, así como la invalidez de todos los elementos de prueba que tengan como fuente directa
la demora injustificada, y aquellas recabadas por iniciativa de la autoridad aprehensora, sin
conducción y mando del Ministerio Público; no así las pruebas obtenidas estrictamente con motivo
de la detención en flagrancia, a menos que se acredite la existencia de vicios propios de la misma
detención. En ese tenor, la valoración probatoria del parte informativo u oficio de puesta a
disposición de los agentes aprehensores, deberá atender a la independencia fáctica y sustancial de
esos dos momentos -detención y puesta a disposición-, para lo cual se tendrá que fragmentar el
contenido informativo del parte u oficio, conforme a dos elementos sustanciales: a) la descripción
de las circunstancias que motivaron la intervención de la policía y aquellas en las que tuvo lugar la
detención del inculpado, así como la relación de los objetos y evidencias aseguradas en esa acción;
y b) todas aquellas referencias a circunstancias y medios de prueba obtenidos por la policía, que
derivan directamente de la demora injustificada en la puesta a disposición del detenido, o que
hayan sido recopilados con motivo de una investigación policial no dirigida y controlada por el
Ministerio Público. Hecho lo anterior, se deberá excluir de la valoración probatoria únicamente lo
relativo al segundo inciso, pues conforme a los parámetros establecidos por esta Primera Sala, la
violación en cuestión sólo afecta la información relacionada con la siguiente acción que se debe
realizar al detenerse a una persona, que es su presentación oportuna ante el Ministerio Público, sin
que ello ocurra con la relativa al primer inciso, siempre y cuando la detención se ajuste al
parámetro constitucional de la flagrancia.

PRIMERA SALA

Contradicción de tesis 92/2015. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Noveno Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 4 de noviembre de
2015. La votación se dividió en dos partes: mayoría de cuatro votos por la competencia. Disidente:
José Ramón Cossío Díaz. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea,
José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho para formular voto concurrente, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, en cuanto al fondo. Disidente: Jorge
Mario Pardo Rebolledo, quien reservó su derecho para formular voto particular. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Julio César Ramírez Carreón.

Tesis y/o criterios contendientes:

El Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito, al resolver el juicio de amparo directo
206/2012, resolvió que aun cuando exista demora en la puesta a disposición del detenido ante el
Ministerio Público, ello no implica que deba restarse valor probatorio al parte informativo de los
elementos aprehensores.

El Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, al resolver el juicio de amparo directo 873/2014,
determinó que el material probatorio en contra del impetrante de garantías no puede considerarse
prueba de cargo válida al haber derivado de la violación a los derechos fundamentales a la puesta
de disposición ante el Ministerio Público sin demora y del debido proceso.

Tesis de jurisprudencia 8/2016 (10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de febrero de dos mil dieciséis.
Esta tesis se publicó el viernes 05 de agosto de 2016 a las 10:05 horas en el Semanario Judicial de
la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 08 de agosto de
2016, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.

Época: Décima Época

Registro: 2010490

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 24, Noviembre de 2015, Tomo I

Materia(s): Constitucional

Tesis: 1a. CCCLIV/2015 (10a.)

Página: 970

DERECHO A SER INFORMADO DE LOS MOTIVOS DE LA DETENCIÓN Y LOS DERECHOS QUE LE


ASISTEN A LA PERSONA DETENIDA. DEBE HACERSE SIN DEMORA Y DESDE EL MOMENTO MISMO
DE LA DETENCIÓN.

De conformidad con el artículo 1o. constitucional y con base en el principio pro persona, el artículo
20 constitucional -tanto antes como después de la reforma e independientemente de que esta
última haya entrado en vigor- en relación con el derecho a ser informado de los motivos de la
detención y de los derechos que le asisten a la persona detenida, debe interpretarse
armónicamente con los artículos 9.2 del Pacto de Derechos Civiles y Políticos, 7.4 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, así como con la jurisprudencia interamericana. En este
sentido, las autoridades que lleven a cabo una detención -tanto por orden judicial, por urgencia o
por flagrancia- tienen la obligación de informar inmediatamente a la persona detenida de los
hechos que se le atribuyen y de los derechos que le asisten. Dicha información, además, debe
darse ante el ministerio público y el juez. El razonamiento detrás de dicho derecho es el de evitar
detenciones ilegales o arbitrarias y, además, garantizar el derecho de defensa de la persona
detenida. En conclusión, toda persona detenida tiene derecho a que, sin demora y desde el
momento de su detención, se le informe sobre el motivo de la misma y sobre los derechos que le
asisten. Cabe aclarar que si la detención de un individuo se da en flagrancia por un particular, la
obligación de informar sobre dicho derecho surge en el momento preciso en que la persona
detenida es puesta a disposición de una autoridad.
Amparo directo en revisión 3998/2012. 12 de noviembre de 2014. Mayoría de tres votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto particular, y Jorge
Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria: Karla I. Quintana
Osuna.

Esta tesis se publicó el viernes 27 de noviembre de 2015 a las 11:15 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.

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LA FLAGRANCIA Y EL CÓDIGO NACIONAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES.-

La flagrancia no es el tipo de detención más justo y/o seguro, protector de derechos humanos.
Hemos analizado, por el contrario que, en la mayoría de los sistemas acusatorios se exige una
causa probable para la detención. No se ignore que el concepto de “flagrancia” incide en el modo
de detención no en el tipo de delito. Igualmente, en el proceso acusatorio la flagrancia no impera
en la legitimación de la detención sino en las modalidades de un proceso ágil.

Quizá hay aquí una “psicopatología procesal” en el proceso penal-constitucional mexicano: centrar
la legítima detención de una persona no en el delito ni en las pruebas del mismo sino en el modo
como el imputado fue detenido. Pero, igualmente revela una “patología de la investigación”
porque la flagrancia es, siempre una “punta del iceberg”, es decir, la parte de un todo. Así se viene
actuando con un modelo de investigación que revela -en la realidad de las actuaciones policiales-,
ignorancia del manejo de la información indiciaria para el descubrimiento de las organizaciones del
crimen y la delincuencia.

La jurisprudencia ha confundido “indicio” con “persona que señala” y, por ende, “flagrancia” con
“persona señalada por alguien”. Indicio es “situación que señala”. No se ignore que el indicio es
únicamente un señalamiento, es decir, una “situación que señala hecho y autor del hecho” no el
descubrimiento de la realidad delincuencial. El indicio es, siempre, una pieza del rompecabezas.
Cuando se refiere a delincuencia organizada o asociación ilícita, iniciar proceso por la detención en
razón de indicio flagrante es la mejor forma policial de destruir una investigación por delito. El
problema es que, armar todo el rompecabezas “descubre” –y, entonces, es mejor ocultar-, y/o
exige inteligencia –y, entonces, es igualmente necesario ocultar-. La investigación entre más
secreta y/o confidencial, más eficaz, aunque igualmente puede ser corruptora.

La única situación procesal que exige, con la detención en flagrancia, el inicio del proceso es, la
flagrancia misma, porque una persona ha sido detenida cuando está cometiendo el delito. Todos
los demás modos –flagrancia virtual, flagrancia por persecución, flagrancia por señalamiento,
flagrancia por indicios, etc.-, exigen la investigación del delito a partir del indicio. Dígase así: desde
la psicología de la delincuencia solo la flagrancia exige detener por el escándalo y la inseguridad
que produce la realidad sociológica del hecho ilícito. Por eso la detención flagrante parte, casi
siempre, de una acción de la víctima y de los testigos, especialmente de aquellos que acuden en
amparo del ofendido, finalizando, casi siempre, en la aprehensión policial. Pero, desde una teoría
de la investigación las flagrancias que se desprenden del “inmediatamente después” exigen la
investigación para detener. Sólo de ese modo se descubre la organización y se erradica la
criminalidad.

La ignorancia de una metodología de investigación por delito se aprecia, sin dificultad, en el Código
Nacional de Procedimientos Penales. Por ejemplo, en la aplicación de criterios de oportunidad
mediante “negociación” el artículo 256, fracción V admite “cuando el imputado aporte información
esencial para la persecución de un delito más grave del que se le imputa, la información que
proporcione derive en la detención de un imputado diverso y se comprometa a comparecer en
juicio”. En ese caso -que como se puede ver es limitativo dentro de la “organización criminal”
porque se reduce a otro delito y no al mismo delito-, el mismo numeral comete el error de
enfrentar al “imputado” beneficiario con el “imputado” perjudicado. Considera que el modo de
resolver un caso de delincuencia organizada es la “testimonial” que, como sabemos, es la fuente
probatoria más débil. Dispone ese numeral que “en estos supuestos, los efectos del criterio de
oportunidad se suspenderán hasta en tanto el imputado beneficiado comparezca a rendir su
declaración en la audiencia de juicio”.

Pues bien, el Código Nacional que relaciona detención en flagrancia con delito en flagrancia
entiende que hay ocho tipos de flagrancia en el artículo 146:

Primero: Cuando “la persona es detenida en el momento de estar cometiendo un delito;


Segundo: Cuando “inmediatamente después de cometerlo es detenida, en virtud de que es
sorprendida cometiendo el delito”

Tercero: Cuando “inmediatamente después de cometerlo “es perseguida material e


ininterrumpidamente”

Cuarto: Cuando “inmediatamente después de cometerlo “la persona sea señalada por la víctima u
ofendido”; “siempre y cuando, inmediatamente después de cometer el delito no se haya
interrumpido su búsqueda o localización”.

Quinto: Cuando “inmediatamente después de cometerlo” la persona sea señalada por “algún
testigo presencial de los hechos”; “siempre y cuando, inmediatamente después de cometer el
delito no se haya interrumpido su búsqueda o localización”.

Sexto: Cuando “inmediatamente después de cometerlo” la persona sea señalada por “quien
hubiere intervenido con ella en la comisión del delito”; “siempre y cuando, inmediatamente
después de cometer el delito no se haya interrumpido su búsqueda o localización”.

Séptimo: Cuando “inmediatamente después de cometerlo” la persona “tenga en su poder


instrumentos, objetos, productos del delito”.

Octavo: Cuando “inmediatamente después de cometerlo” “se cuente con información o indicios
que hagan presumir fundadamente que intervino en el mismo”.

¿Es cierto que son 8 los tipos de flagrancia? Si desgloso los casos construyendo las frases, al modo
como lo he hecho salen ocho situaciones fácticas que producen flagrancia. Sin embargo, no
podemos ignorar que la lectura e interpretación literal del artículo 146 en estudio permite otra
respuesta: si la “y” es copulativa y las “o” igualmente copulativas, entonces, sólo hay un tipo de
flagrancia del inmediatamente después. Distinto si la “y” siendo copulativa admite las “o” como
disyuntivas. Mientras una interpretación sistemática me permite encontrar ocho tipos de
detención en flagrancia una interpretación literal me permite únicamente una flagrancia y dos
“inmediatas” para complicar la situación procesal de los particulares, las instituciones de policía y
el Ministerio Público. En estos casos, la interpretación final corresponde a los Jueces que forman
criterio de acción procesal en la jurisprudencia, analizando la ley al caso concreto.

No ignoramos que hoy se han montado muchos casos que producen flagrancia del
“inmediatamente después”. Algunos cuerpos de policía y agentes del Ministerio Público no
encuentran incómodo moral para inventar víctimas que señalan, testigos que señalan, personas
que señalan, llamadas telefónicas que señalan, indicios que señalan, evidencias sembradas que
señalan, información e informantes que señalan, testigos encubiertos que señalan, testigos
protegidos que señalan. Pero, un delincuente que persigue delincuentes no puede producir
seguridad social y tranquilidad ciudadana. Cuando los cuerpos represivos pierden la ética en su
acción represiva todos terminamos teniendo miedo a las instituciones de policía. No se puede
manejar una política criminal amparados en una estadística de casos injustamente cerrados. No se
olvide: la flagrancia no es el modo más inteligente de investigar a los grupos de delincuencia
organizada.

Fuente: Dr. José Daniel Hidalgo Murillo.

Época: Décima Época

Registro: 2008844

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 17, Abril de 2015, Tomo II

Materia(s): Constitucional

Tesis: VII.4o.P.T.16 P (10a.)

Página: 1728

FLAGRANCIA. EL ARTÍCULO 202, FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA
EL ESTADO DE VERACRUZ, ABROGADO, AL ESTABLECER QUE LA DETENCIÓN DE LA PERSONA PUEDE
REALIZARSE DENTRO DE LAS CUARENTA Y OCHO HORAS POSTERIORES A LA COMISIÓN DEL HECHO
DELICTIVO, VULNERA EL DERECHO HUMANO AL DEBIDO PROCESO.
El artículo 16, párrafos primero y quinto, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establece la posibilidad de realizar detenciones en flagrancia, entendiéndose por éstas,
aquellas en que se sorprenda a una persona durante la comisión del delito; y como una segunda
hipótesis, contempla que también existirá flagrancia cuando se detenga al probable responsable en
el "momento inmediato posterior" a la comisión del delito, entendiendo por éste al que se genera
con la persecución material del sujeto, es decir, durante su huida física u ocultamiento cuando se
acaba de cometer el ilícito; disposición que es acorde con el artículo 7, numeral 3, de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), que prohíbe la
detención arbitraria. Por su parte, el artículo 202, fracción III, del Código de Procedimientos
Penales para el Estado de Veracruz, abrogado, prevé que en el caso de delitos graves, las personas
pueden ser detenidas "dentro de las cuarenta y ocho horas" posteriores a la comisión del hecho
delictivo, cuando sean señaladas como responsables por el ofendido, la víctima, por algún testigo o
quien hubiese participado con ellos en la comisión del delito; cuando se encuentre en su poder el
instrumento o producto del delito, o aparezcan huellas o indicios que hagan presumir
fundadamente su participación en éste, siempre que se haya iniciado la investigación ministerial y
no exista interrupción en la persecución de la persona. Ahora bien, el citado precepto vulnera el
derecho humano al debido proceso, por no respetar la ratio que gira en torno a la flagrancia, pues
el Constituyente Permanente no autorizó aquella excepción para detener a una persona con una
extensión de hasta cuarenta y ocho horas más de haber cometido los hechos delictuosos, lo que
contraviene el mencionado artículo 16, párrafo quinto, constitucional, en tanto que sólo puede
detenerse a una persona en el momento en que está cometiendo el delito o inmediatamente
después.

CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y DE TRABAJO DEL SÉPTIMO CIRCUITO.

Amparo directo 40/2014. 21 de noviembre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Jorge


Sebastián Martínez García. Secretario: Ismael Martínez Reyes.

Nota: La denominación actual del órgano emisor es la de Segundo Tribunal Colegiado en Materia
de Trabajo del Séptimo Circuito.

Esta tesis refleja un criterio firme sustentado por un Tribunal Colegiado de Circuito al resolver un
juicio de amparo directo, por lo que atendiendo a la tesis P. LX/98, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VIII, septiembre de 1998, página 56, de
rubro: "TRIBUNALES COLEGIADOS DE CIRCUITO. AUNQUE LAS CONSIDERACIONES SOBRE
CONSTITUCIONALIDAD DE LEYES QUE EFECTÚAN EN LOS JUICIOS DE AMPARO DIRECTO, NO SON
APTAS PARA INTEGRAR JURISPRUDENCIA, RESULTA ÚTIL LA PUBLICACIÓN DE LOS CRITERIOS.", no
es obligatorio ni apto para integrar jurisprudencia.

Esta tesis se publicó el viernes 10 de abril de 2015 a las 9:30 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2010961

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 27, Febrero de 2016, Tomo I

Materia(s): Constitucional

Tesis: 1a. XXVI/2016 (10a.)

Página: 669

CONTROL PROVISIONAL PREVENTIVO. PARÁMETROS A SEGUIR POR LOS ELEMENTOS DE LA POLICÍA


PARA QUE AQUÉL TENGA VALIDEZ CON POSTERIORIDAD A LA DETENCIÓN EN FLAGRANCIA.

La finalidad de los controles preventivos provisionales es evitar la comisión de algún delito,


salvaguardar la integridad y la vida de los agentes policiacos, o corroborar la identidad de alguna
persona, con base en información de delitos previamente denunciados ante la policía o alguna
autoridad. En este sentido, la realización de esos controles excluye la posibilidad de que la
autoridad pueda detener a una persona sin causa mínima que lo justifique, de lo contrario, bajo
una circunstancia abstracta -como la apariencia física de las personas, su forma de vestir, hablar o
comportarse-, podrían justificar su detención y revisión física cuando es evidente que no existen
circunstancias que permitan explicar la sospecha de que se está cometiendo un delito. Por tanto,
para que se justifique la constitucionalidad de un control preventivo provisional es necesario que
se actualice la sospecha razonada objetiva de que se está cometiendo un delito y no sólo una
sospecha simple que derive de un criterio subjetivo del agente de la autoridad. Así, las
circunstancias para acreditar empíricamente la sospecha razonable objetiva son relativas a los
objetos materiales del ilícito, los sujetos, lugares y horarios descritos por las víctimas y los testigos
de algún delito con las denuncias que haya recibido la policía. En este contexto, las condiciones en
las cuales la policía estará en posibilidad de llevar a cabo un control de detención, se actualizan
cuando la persona tenga un comportamiento inusual, así como conductas evasivas y/o desafiantes
frente a los agentes de la policía. Sin embargo, en la actualización del supuesto de sospecha
razonada, no existe la condición fáctica descrita, la comisión del delito evidente y apreciable de
forma directa, pero sí las condiciones circunstanciales que justifican la realización de un control
preventivo provisional por parte de los agentes de la autoridad, ya sea porque haya una denuncia
informal o anónima, o porque el sujeto exteriorice acciones que objetivamente den lugar a
considerar que se pretende ocultar la realización de un delito. Aunado a lo anterior, las condiciones
fácticas son las que van a determinar el grado de intensidad del control preventivo por parte de la
autoridad. En este sentido, existen dos tipos de controles que pueden realizarse: 1. Preventivo en
grado menor, en el cual, los agentes de la policía pueden limitar provisionalmente el tránsito de
personas y/o vehículos con la finalidad de solicitar información a la persona controlada, por
ejemplo, su identidad, ruta, motivos de su presencia, etcétera. En este control preventivo de grado
menor, también los agentes de la policía pueden efectuar una revisión ocular superficial exterior
de la persona o del interior de algún vehículo. 2. Preventivo en grado superior, el cual está
motivado objetivamente por conductas proporcionales y razonablemente sospechosas, lo que
implica que los agentes policiales estén en posibilidad de realizar sobre la persona y/o vehículos un
registro más profundo, con la finalidad de prevenir algún delito, así como para salvaguardar la
integridad y la vida de los propios agentes. En este supuesto, éstos podrían, además, registrar las
ropas de las personas, sus pertenencias así como el interior de los vehículos. Este supuesto se
actualiza si las circunstancias objetivas y particulares del delito y el sujeto corresponden
ampliamente con las descritas en una denuncia previa, o bien si los sujetos controlados muestran
un alto nivel de desafío o de evasión frente a los agentes de la autoridad. En consecuencia, si
después de realizar el control provisional legítimo los agentes de la policía advierten la comisión
flagrante de algún delito, la detención del sujeto controlado será lícita, y también lo serán las
pruebas descubiertas en la revisión que, a su vez, tendrán pleno valor jurídico para ser ofrecidas en
juicio.

Amparo directo en revisión 3463/2012. 22 de enero de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.

Esta tesis se publicó el viernes 19 de febrero de 2016 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2010963
Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 27, Febrero de 2016, Tomo I

Materia(s): Constitucional, Penal

Tesis: 1a. XXV/2016 (10a.)

Página: 671

DETENCIÓN EN FLAGRANCIA. APRECIACIÓN DE SU VALIDEZ CONSTITUCIONAL CUANDO LA


AUTORIDAD TIENE CONOCIMIENTO, POR MEDIO DE UNA DENUNCIA INFORMAL, QUE SE ESTÁ
COMETIENDO O SE ACABA DE COMETER UN DELITO.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha determinado el procedimiento que


debe seguirse para efectuar una detención cuando la autoridad tiene conocimiento por medio de
una denuncia informal sobre un delito cometido en flagrancia; y para que aquélla pueda ser válida
(por guardar correspondencia formal y material con la normativa que rige el actuar de la policía)
tiene que ceñirse al concepto constitucional estricto de flagrancia, es decir, debe actualizarse
alguno de los supuestos siguientes: 1. La autoridad puede aprehender al aparente autor del delito
si observa directamente que la acción se comete en ese preciso instante, esto es, en el iter
criminis; o, 2. La autoridad puede iniciar la persecución del aparente autor del delito a fin de
aprehenderlo si, mediante elementos objetivos, le es posible identificarlo y corroborar que, apenas
en el momento inmediato anterior, se encontraba cometiendo el delito. Ahora bien, tratándose de
la detención en flagrancia en el supuesto de denuncia informal (aquella que no se rinde ante el
Ministerio Público en las condiciones de regularidad formal que deben operar ordinariamente), al
evaluar la validez constitucional, el juez debe ponderar si la autoridad aprehensora contaba con
datos suficientes que le permitieran identificar con certeza a la persona acusada y evaluar el
margen de error que pudo haberse producido tomando como base la exactitud y la precisión de los
datos aportados en la denuncia.

Amparo directo en revisión 3463/2012. 22 de enero de 2014. Cinco votos de los Ministros Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez
Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.
Esta tesis se publicó el viernes 19 de febrero de 2016 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2010499

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 24, Noviembre de 2015, Tomo I

Materia(s): Constitucional, Penal

Tesis: 1a. CCCLXXIV/2015 (10a.)

Página: 979

FLAGRANCIA EQUIPARADA. EFECTOS JURÍDICOS DERIVADOS DE LA DECLARATORIA DE


INCONSTITUCIONALIDAD DEL ARTÍCULO 267, PÁRRAFO SEGUNDO, DEL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL DISTRITO FEDERAL, QUE LA PREVÉ.

La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha determinado que la invalidez de


medios probatorios no sólo afecta a aquellas pruebas obtenidas directamente con motivo del acto
que provocó la violación a los derechos humanos, sino también a todas aquellas que tengan un
vínculo directo con dicha violación. Asimismo, que las pruebas obtenidas como resultado de una
prueba ilícita son igualmente inválidas, aunque para su consecución se hayan cumplido todos los
requisitos legales y constitucionales, al derivar de la violación de algún derecho humano, ya sea
directa o indirectamente, por lo que, de conformidad con la regla de exclusión probatoria, no
deben ser empleadas en un procedimiento jurisdiccional. De ahí que el alcance de dicha
interpretación, en relación con el artículo 16 de la Constitución Política de lo Estados Unidos
Mexicanos, respecto de las condiciones excepcionales que justifican válidamente la afectación a la
libertad personal de los individuos, con base en la cual declaró inconstitucional el artículo 267,
párrafo segundo, del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, que prevé el
supuesto de detención por flagrancia equiparada, tiene como efecto jurídico la exclusión de las
pruebas que tienen un impacto real en el proceso, lo que constituye una vía de reparación del
derecho humano vulnerado.
Amparo directo en revisión 6024/2014. 2 de septiembre de 2015. Cinco votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien
formuló voto concurrente en el que se aparta de las consideraciones contenidas en la presente
tesis, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: José
Ramón Cossío Díaz. Secretario: Julio Veredín Sena Velázquez.

Esta tesis se publicó el viernes 27 de noviembre de 2015 a las 11:15 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2008639

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 16, Marzo de 2015, Tomo II

Materia(s): Constitucional

Tesis: 1a. XCIV/2015 (10a.)

Página: 1097

DETENCIÓN Y RESTRICCIÓN PROVISIONAL DE LA LIBERTAD PERSONAL. SU INTERRELACIÓN Y


DIFERENCIAS CONCEPTUALES.

En materia de seguridad pública existen diferentes niveles de contacto entre la autoridad y las
terceras personas para efectos de prevenir, investigar y perseguir las posibles conductas delictivas,
en términos del artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. El primer
nivel de contacto es la restricción temporal del ejercicio de un derecho como puede ser la libertad
personal, que surge como una afectación momentánea de esa libertad que debe estar justificada
constitucionalmente bajo la existencia de una suposición razonable de que se está cometiendo una
conducta delictiva. El segundo nivel se origina con la privación de dicho derecho a partir de una
detención, el cual se justifica con base en ciertos requisitos constitucionalmente exigidos, entre
ellos, la flagrancia. Bajo esa tónica, resulta importante resaltar que no deben confundirse los
citados niveles de actuación, pues habrá situaciones en las que restricciones temporales a la
libertad personal se conviertan en detenciones, al verificarse en el instante de la restricción la
actualización de una conducta delictiva, mientras que en otros casos se agotará la actuación
policial en dicha restricción sin que exista propiamente una detención; en ese caso, la suposición
razonable deberá acreditarse en su momento por la autoridad para que el juzgador pueda tomar
como válidas las consecuencias o pruebas conseguidas a partir de aquél. Dicho lo anterior, podría
darse el supuesto de que un control preventivo provisional tenga una relación directa con una
detención en flagrancia, por lo cual esta última no se justificaría si los elementos con los cuales
pretende acreditarse derivan o provienen únicamente de una restricción temporal de la libertad
personal carente de razonabilidad constitucional; es decir, no es posible justificar en todos los
casos la flagrancia a partir de elementos conocidos por una restricción temporal de la libertad de
una persona que no se realice de conformidad con los límites establecidos constitucionalmente. En
cambio, si la detención en flagrancia es autónoma respecto a la restricción temporal de la libertad,
es posible validar la detención sin tener que analizar si el control preventivo provisional se efectuó
conforme a los citados lineamientos constitucionales, ya que en ese supuesto nunca hubo
restricción temporal, sino directamente detención.

Amparo directo en revisión 1596/2014. 3 de septiembre de 2014. Mayoría de tres votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto particular, y Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: Miguel Antonio Núñez
Valadez.

Esta tesis se publicó el viernes 13 de marzo de 2015 a las 9:00 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

Época: Décima Época

Registro: 2008643

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 16, Marzo de 2015, Tomo II

Materia(s): Constitucional

Tesis: 1a. XCII/2015 (10a.)


Página: 1101

LIBERTAD PERSONAL. ESTATUS CONSTITUCIONAL DE SU RESTRICCIÓN PROVISIONAL.

La libertad es un derecho humano de protección evolutiva que se reconoce formalmente tanto a


nivel interno como internacional y que admite diferentes manifestaciones como la libertad
personal que, en su ámbito más básico, es entendida como la capacidad de una persona de llevar a
cabo sin intromisiones injustificadas sus propios actos, incluyendo la libertad de movimiento o
libertad deambulatoria. Ahora, restringiéndose al ámbito de la materia penal, se ha sostenido que
para la privación de la libertad de una persona deben concurrir una serie de requisitos
constitucionales como la emisión de una orden de aprehensión, un caso de urgencia acreditable
por el Ministerio Público o la actualización de un supuesto de flagrancia delictiva. Sin embargo, es
notorio que al margen de estos casos, existen afectaciones momentáneas a la libertad que no
encuadran dentro de dichas categorías conceptuales y que deben de cumplir con otros parámetros
para validar su constitucionalidad. Es decir, las competencias propias de los agentes de seguridad
pública implican actos de investigación o de prevención del delito, mismos que necesariamente
provocan algún tipo de incidencia o contacto entre agentes del Estado y los habitantes de este
país. A este tipo de situaciones se les puede denominar como restricciones provisionales al
ejercicio de un derecho, ya que no conllevan una privación del derecho de libertad personal, sino
una afectación momentánea de la misma que deberá estar justificada por la autoridad y que en
muchos casos tiene como finalidad última la prevención, preservación o consecución de la
seguridad pública. En ese tenor, para analizar la validez de estas restricciones, en precedentes de
esta Suprema Corte (en específico, el amparo directo en revisión 3463/2012), se ha ideado el
concepto de control preventivo provisional, consistente en las diferentes actuaciones de
investigación y prevención del delito, el cual es legítimo desde el punto de vista constitucional
cuando se realiza en cumplimiento a lo previsto en el artículo 21 de la Constitución Federal,
siempre que se efectúe atendiendo al estándar de excepcionalidad y la concurrencia de una
sospecha razonable acreditable caso por caso.

Amparo directo en revisión 1596/2014. 3 de septiembre de 2014. Mayoría de tres votos de los
Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto particular y Jorge Mario
Pardo Rebolledo. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: Miguel Antonio Núñez
Valadez.

Esta tesis se publicó el viernes 13 de marzo de 2015 a las 9:00 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.
Época: Décima Época

Registro: 2007357

Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito

Tipo de Tesis: Jurisprudencia

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 10, Septiembre de 2014, Tomo III

Materia(s): Constitucional, Penal

Tesis: (V Región)5o. J/5 (10a.)

Página: 2210

DETENCIÓN DEL INCULPADO. SI LOS ELEMENTOS APREHENSORES QUE REALIZABAN LABORES DE


VIGILANCIA OBSERVARON QUE ÉSTE, AL NOTAR SU PRESENCIA, ADOPTÓ UNA ACTITUD EVASIVA Y
AL PRACTICARLE UNA REVISIÓN PRECAUTORIA SE PERCATAN DE QUE ESTÁ COMETIENDO UN
DELITO EN FLAGRANCIA (POSESIÓN DE NARCÓTICOS), AQUÉLLA NO ES ARBITRARIA.

El artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece, por una parte,
que nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en
virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del
procedimiento y, por otra, que en los casos de delito flagrante, cualquier persona puede detener al
indiciado poniéndolo sin demora a disposición de la autoridad inmediata y ésta, con la misma
prontitud, a la del Ministerio Público. Por tanto, si el Constituyente Originario dispuso que
cualquier persona puede detener a otra cuando se le sorprenda en flagrante delito, con mayor
razón, los agentes de la policía, pues entre sus funciones, no sólo está la de detener a quienes
realizan un hecho delictivo en el momento en que lo ejecutan o después de ello, ya que, en
términos del artículo 21 de la Constitución Federal, también tienen facultades de prevención del
delito y para vigilar la aplicación de los reglamentos. Ahora bien, si los elementos aprehensores, al
realizar sus labores de vigilancia observaron que el inculpado, al notar su presencia adoptó una
actitud evasiva y al practicarle una revisión precautoria se percatan de que está cometiendo un
delito en flagrancia (le encontraron el narcótico afecto a la causa), motivo por el que lo detuvieron,
la actuación de dichos agentes no fue una detención arbitraria que requiriera de un mandamiento
escrito que cumpla con los requisitos constitucionales apuntados, sino que se trata de dos
momentos distintos que concurren en dicha actuación, el primero, consistente en la revisión que
los policías pueden realizar a cualquier persona con la finalidad de prevenir o investigar la comisión
de algún delito, a fin de garantizar la seguridad pública y, el segundo -consecuencia del primero-, lo
constituye la detención en flagrancia que pueden llevar a cabo si con motivo de la revisión
observan la comisión de algún ilícito.

QUINTO TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA QUINTA REGIÓN.

Amparo directo 947/2013 (cuaderno auxiliar 781/2013) del índice del Primer Tribunal Colegiado
del Décimo Quinto Circuito, con apoyo del Quinto Tribunal Colegiado de Circuito del Centro
Auxiliar de la Quinta Región, con residencia en La Paz, Baja California Sur. 15 de octubre de 2013.
Unanimidad de votos. Ponente: Edwigis Olivia Rotunno de Santiago. Secretario: José Guadalupe
Rodríguez Ortiz.

Amparo directo 1373/2013 (cuaderno auxiliar 27/2014) del índice del Primer Tribunal Colegiado
del Décimo Quinto Circuito, con apoyo del Quinto Tribunal Colegiado de Circuito del Centro
Auxiliar de la Quinta Región, con residencia en La Paz, Baja California Sur. 30 de enero de 2014.
Unanimidad de votos. Ponente: Juan Manuel Serratos García. Secretario: Israel Cordero Álvarez.

Amparo directo 1381/2013 (cuaderno auxiliar 116/2014) del índice del Primer Tribunal Colegiado
del Décimo Quinto Circuito, con apoyo del Quinto Tribunal Colegiado de Circuito del Centro
Auxiliar de la Quinta Región, con residencia en La Paz, Baja California Sur. 13 de marzo de 2014.
Unanimidad de votos. Ponente: Juan Manuel Serratos García. Secretario: Israel Cordero Álvarez.

Amparo directo 81/2014 (cuaderno auxiliar 276/2014) del índice del Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito, con apoyo del Quinto Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de
la Quinta Región, con residencia en La Paz, Baja California Sur. 8 de abril de 2014. Unanimidad de
votos. Ponente: Juan Manuel Serratos García. Secretario: Israel Cordero Álvarez.

Amparo directo 278/2014 (cuaderno auxiliar 447/2014) del índice del Primer Tribunal Colegiado
del Décimo Quinto Circuito, con apoyo del Quinto Tribunal Colegiado de Circuito del Centro
Auxiliar de la Quinta Región, con residencia en La Paz, Baja California Sur. 29 de mayo de 2014.
Unanimidad de votos. Ponente: Juan Manuel Serratos García. Secretario: Israel Cordero Álvarez.

Esta tesis se publicó el viernes 5 de septiembre de 2014 a las 9:30 horas en el Semanario Judicial
de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 8 de
septiembre de 2014, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario
19/2013.

Época: Décima Época

Registro: 2006476

Instancia: Primera Sala

Tipo de Tesis: Aislada

Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación

Libro 6, Mayo de 2014, Tomo I

Materia(s): Constitucional

Tesis: 1a. CC/2014 (10a.)

Página: 545

FLAGRANCIA. LA DETENCIÓN DE UNA PERSONA SIN EL CUMPLIMIENTO IRRESTRICTO DEL MARCO


CONSTITUCIONAL Y CONVENCIONAL QUE REGULA AQUELLA FIGURA, DEBE CONSIDERARSE
ARBITRARIA.

El artículo 16, párrafo cuarto, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, prevé la
siguiente descripción: "Cualquier persona puede detener al indiciado en el momento en que esté
cometiendo un delito o inmediatamente después de haberlo cometido, poniéndolo sin demora a
disposición de la autoridad más cercana y ésta con la misma prontitud, a la del ministerio público.
Existirá un registro inmediato de la detención.". Por su parte, los artículos 9 del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos y 7 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos prevén
como requisitos para que la detención de una persona sea válida que: 1. Sus causas y condiciones
estén fijadas de antemano en la Constitución y en la ley; 2. Prohibición de la detención arbitraria;
3. La persona detenida debe ser informada, en el momento de su detención, de las razones de la
misma, y notificada, sin demora, de los cargos formulados contra ella; 4. La persona detenida será
llevada sin demora ante la autoridad competente que verifique la legalidad de la detención; 5. Se
ordene su libertad si la detención fue ilegal o arbitraria.

Amparo en revisión 703/2012. 6 de noviembre de 2013. Cinco votos por la concesión del amparo
de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Mayoría de tres
votos por el amparo liso y llano de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz y Jorge
Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Encargado del engrose: Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: José Alberto Mosqueda Velázquez.

Esta tesis se publicó el viernes 23 de mayo de 2014 a las 10:06 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.

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