Sie sind auf Seite 1von 44

Articulo 1

PARANINFO DIGITAL MONOGRÁFICOS DE INVESTIGACIÓN EN SALUD ISSN: 1988-3439 - AÑO IX –


N. 22 – 2015 Disponible en: http://www.index-f.com/para/n22/539.php

PARANINFO DIGITAL es una publicación periódica que difunde materiales que han sido
presentados con anterioridad en reuniones y congresos con el objeto de contribuir a su rápida
difusión entre la comunidad científica, mientras adoptan una forma de publicación permanente.
Este trabajo es reproducido tal y como lo aportaron los autores al tiempo de presentarlo como
COMUNICACIÓN DIGITAL en FORO I+E “Impacto social del conocimiento” - II Reunión Internacional
de Investigación y Educación Superior en Enfermería – II Encuentro de Investigación de
Estudiantes de Enfermería y Ciencias de la Salud, reunión celebrada del 12 al 13 de noviembre de
2015 en Granada, España. En su versión definitiva, es posible que este trabajo pueda aparecer
publicado en ésta u otra revista científica.

Título Actitud y consumo de alcohol en pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2 Autores Perla
Guadalupe Sifuentes Pasillas, María Luz de Ávila Arroyo, Graciela Arrioja Morales, José Luis
Mendoza García, Noé Xicali Morales, Alejandro Torres Reyes Centro/institución Facultad de
Enfermería. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (FE-BUAP) Ciudad/país Puebla, México
Dirección e-mail pegusi-04.ok.hi@hotmail.com

RESUMEN

El consumo de alcohol se considera importante problema de salud pública semejante a la diabetes


con más del 80% de muertes, ambos tienen efectos relacionados incluyendo la obesidad y el
incremento a la resistencia insulinica, el consumo de alcohol ocupa el tercer lugar entre los
factores de riesgo de la carga mundial de morbilidad, por lo que se realizo un estudio con el
objetivo de identificar la actitud y el consumo de alcohol en pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2.
El estudio se realizó en pacientes mayores de 30 años con DMT2 que acudieron a consulta en una
Institución Pública de tercer nivel de atención en Monterrey, Nuevo León, el diseño fue descriptivo
transversal, el muestreo fue no probabilístico por cuota y el tamaño de la muestra fue de 93
pacientes. Se utilizó una Cédula de Datos Personales y la Escala de Actitud para el Consumo de
Alcohol. Se encontró que el 43%, de los pacientes con DMT2 han consumido alcohol en el último
año y 26.9% en el último mes y respecto a las actitudes los pacientes presentaron algunas
actitudes propicias para el consumo de alcohol.

TEXTO DE LA COMUNICACIÓN

Introducción

El consumo de alcohol se considera importante problema de salud pública semejante a la diabetes


con más del 80% de muertes en países de ingresos bajos (1), representando que el consumo de
alcohol es uno de los cuatro factores de riesgo prevenibles y que los efectos relacionados con el
consumo de alcohol incluyen obesidad, incremento a la resistencia insulinica, entre otros (2,3,4),
el consumo de alcohol ocupa el tercer lugar entre los factores de riesgo de la carga mundial de
morbilidad, lo que representa 2.5 millones de muertes cada año, haciendo referencia que entre los
18 y 65 años de edad el consumo es de altas cantidades por ocasión (5), asociándose con una
proporción importante de problemas, donde las dificultades más frecuentes son arrestos bajo
efectos de consumo de alcohol (41.3%), problemas relacionados con la familia (10.8%), peleas
(6%), problemas con la policía y laborales (3.7%) (6). La Diabetes Mellitus tipo 2 (DMT2) en
México, es la principal causa de muerte en el grupo de población de 55 a 64 años de edad. Las
personas con DMT2 muestran una prevalencia del 8%, donde aproximadamente uno de cada 10
pacientes presentan esta enfermedad antes de los 40 años de edad y alrededor de un 50%
consumen alcohol (7,8). El consumo de cantidades moderadas de alcohol sobre el aparente efecto
protector de diabetes desaparece cuando se incluye el peso corporal de los pacientes, elemento
clave para la diabetes, por lo que el efecto es de agresión entre el consumo de alcohol y la tasa de
mortalidad por diabetes (9,10,11). El contexto social y cultural de México son factores que pueden
establecer que las personas con diabetes desarrollen formas de conducta diferentes, dentro de
estas se encuentra la decisión de consumir o no consumir alcohol, por lo que las variaciones
individuales de la persona asociadas a un conjunto de creencias relevantes les otorga un valor
afectivo que el individuo le atribuye a las consecuencias siendo la actitud la predisposición
aprendida para responder de forma favorable o desfavorable hacia el consumo de alcohol
(12,13,14). La actitud es la predisposición aprendida a responder a un objeto en forma favorable o
desfavorable a través de sentimientos positivos o negativos del sujeto respecto a su conducta, la
actitud es considerada una organización de diversas creencias focalizadas sobre un objeto o
situación dada, las actitudes se centran y se orientan hacia situaciones y objetivos específicos (15).
La actitud hacia el consumo de alcohol varía de modo que las personas que abusan del consumo
tienden a mostrar actitudes más permisivas (16), la actitud más favorable hacia el consumo de
alcohol es más elevada cuando mayores sean los contactos con ambientes y compañías
incitadores, la percepción de un rechazo familiar y los conflictos personales (17).

De acuerdo a la Norma Oficial Mexicana para la Prevención Tratamiento y Control de las


Adicciones, una bebida alcohólica es aquella que contiene alcohol etílico en una proporción de 2%
y hasta 55% de volumen (18). El consumo de alcohol se refiere a la ingesta de bebidas alcohólicas
en relación con la frecuencia y cantidad de consumo, midiéndose por medio de la prevalencia,
siendo ésta, el número de usuarios consumidores respecto al tamaño de la población en un
momento determinado (6). Algunos de los indicadores utilizados para medir el consumo de
alcohol son la prevalencia lápsica, (consumo de alcohol en los últimos 12 meses) y prevalencia
actual (consumo de alcohol en los últimos 30 días) (19). Respecto a todo lo reportado se realizó un
estudio con el propósito de identificar la actitud y el consumo de alcohol en pacientes con
Diabetes Mellitus tipo 2.

Metodología

Se realizó un estudio en pacientes de 30 años a mas con Diabetes Mellitus tipo 2 que acudieron a
consulta en una Institución Pública de tercer nivel de atención en Monterrey, Nuevo León, el
diseño fue descriptivo transversal (20), el muestreo fue no probabilístico por cuota y el tamaño de
la muestra fue de 93 pacientes. Se utilizó una Cédula de Datos Personales (CDP), conformada por
preguntas sobre edad, sexo y estado marital, el Historial de Consumo de alcohol (HCA) que refiere
los tipos de prevalencia (lápsica y actual), y la Escala de Actitud para el Consumo de Alcohol (12),
se compone de 13 preguntas, es una escala tipo Likert de cinco opciones de respuesta: MD = Muy
en desacuerdo, D= Desacuerdo, I= Inseguro, A= De acuerdo y MA= Muy de acuerdo, obteniendo
un Alpha de Cronbach de .81. Para la recolección de los datos se solicitó la autorización de los
comités de Ética e Investigación de la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de
Nuevo León (UANL) y posteriormente se solicitó la autorización por escrito de las Autoridades
encargadas de un Hospital de tercer nivel de atención, de la ciudad de Monterrey Nuevo León. Los
criterios de inclusión integraron a los pacientes con DMT2, que asistieron al servicio de consulta
general no.1 y que aceptaron participar en el estudio, los principales criterios de exclusión fue que
los pacientes no hayan querido participar en la investigación y que no padecieran la enfermedad
crónica no transmisible. Respecto a las consideraciones éticas el estudio se apegó a los
lineamientos de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud (21), de acuerdo
con el Título Segundo, Capitulo I, Articulo 13, 14 y 17, entre otros donde se brindó respeto y trato
digno al paciente, se contó con el consentimiento informado, se conservó el anonimato y la
confidencialidad en todo momento considerándose un estudio de riesgo mínimo.

Resultados

Se encontró que el 44.1% tenían entre 51 y 60 años, el 65.6% fueron de sexo femenino y el 67.7%
contaba con pareja. La cerveza fue la bebida de preferencia con 77.5%, y el 52% de los
participantes consume de una a cuatro bebidas alcohólicas, el 43%, IC 95%, [LI .32- LS .53] de los
pacientes con DMT2 han consumido alcohol en el último año y 26.9% en el último mes, IC 95% [LI
.17- LS .36]. Respecto a las actitudes los pacientes con DMT2 para el consumo de alcohol refirieron
estar Muy en desacuerdo que estarían dispuesto a tomar alcohol cuantas veces fuera necesario
hasta emborracharse (37.6%), el alcohol no es uno de los grandes problemas de nuestra sociedad
(30.1%), el alcohol en pequeñas cantidades es perjudicial (19.4%), están en Desacuerdo que
aunque sus amigos beban ellos no piensan hacerlo (23.7%), admiran a quien no consume alcohol o
al que deja de beber (21.5%), el 19.4% esta Inseguro de que el alcoholismo tiene cura, respecto a
los que están De acuerdo que el alcohol puede producir trastornos físicos y mentales (61.3%),
dispuestos a tratar de convencer a alguien sobre el riesgo de alcohol (60.2%) y admirar a quien no
consume alcohol o al que deja de beber (59.1%) entre otros, en relación a estar Muy de acuerdo
que el alcohol puede producir trastornos físicos y mentales (11.8%), no tienen curiosidad para
probar nuevas bebidas alcohólicas y el abuso de alcohol produce infelicidad a largo plazo con
16.1% respectivamente.

Discusión

El presente estudio permitió determinar la actitud y el consumo de alcohol en pacientes con DMT2
de una Institución Pública de tercer nivel de atención en Monterrey, Nuevo

León. Los resultados encontrados muestran que de acuerdo al perfil sociodemográfico de los
pacientes con DMT2 se encontró que la edad que predomino fue entre 51 y 60 años, con una
media de 59.1 años, lo cual es similar al estudio realizado por algunos autores (22,8,23), donde se
refleja que la edad incrementa el riesgo de desarrollar DMT2 a partir de los 40 años(2). En el
estudio predominó el sexo femenino con un 65.6%, similar a lo reportado por otros autores
(22,2,24,25,26) aunque también difiere con otro mas (27) en dónde menciona que las
enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes se presenta en mayor proporción en los
hombres mayores de 44 años, esta situación puede ser explicada por las características que las
mujeres en esta edad son más susceptibles a situaciones de cambios o afecciones del sistema
reproductor femenino, asociado al incremento de las necesidades de insulina que puede variar a
lo largo del ciclo menstrual, y en relación a estado marital de los pacientes con DMT2
mencionaron que el 67.7 % tiene pareja, congruente a lo que mencionaron otros autores (2,28,8).
En relación al objetivo que fue identificar la actitud ante el consumo de alcohol en pacientes con
DMT2 se encontró una media de 61.7 (DE = 17). En los resultados respecto a las actitudes de los
pacientes con DMT2 para el consumo de alcohol refirieron estar Muy en desacuerdo que estarían
dispuesto a tomar alcohol cuantas veces fuera necesario hasta emborracharse, el alcohol no es
uno de los grandes problemas de nuestra sociedad, el alcohol en pequeñas cantidades es
perjudicial, están en Desacuerdo que aunque sus amigos beban ellos no piensan hacerlo, admiran
a quien no consume alcohol o al que deja de beber, están Inseguros que el alcoholismo tiene cura,
respecto a estar De acuerdo mencionaron que el alcohol puede producir trastornos físicos y
mentales, dispuestos a tratar de convencer a alguien sobre el riesgo de alcohol y admirar a quien
no consume alcohol o al que deja de beber, en relación a estar Muy de acuerdo que el alcohol
puede producir trastornos físicos y mentales, no tienen curiosidad para probar nuevas bebidas
alcohólicas y el abuso de alcohol produce infelicidad a largo plazo, lo que con cuerda con algunos
autores (12) ya que algunos de los resultados son similares, pero también difiere en algunos
puntos con estos mismos autores (12), sobre el alcohol no es uno de los grandes problemas de
nuestra sociedad, el alcohol en pequeñas cantidades es perjudicial, y no tienen curiosidad para
probar nuevas bebidas alcohólicas, esto puede deberse a que el estudio de estos autores fue en
otro tipo de población y cada persona tiene diferente actitud hacia el consumo o no consumo de
alcohol.

De acuerdo a prevalencia lápsica y actual del consumo de alcohol en pacientes con DMT2, el
consumo de alcohol para el último año (43.0%) y para el último mes (26.9%), esto concuerda en
algunos autores (29), quienes encontraron y refieren que las prevalencias disminuyen
constantemente con la edad, asociado a los cambios de estilos de vida que se generan con la
diabetes en particular, con el consumo de alcohol donde se evitan enfermedades como la
hipoglucemia, ya que conforme mayor es la edad mejora en general los estilos de vida, así mismo
un autor (28), refiere que los pacientes son más disciplinados en los hábitos para su mejor control

Conclusiones

Se encontró que el 44.1% tenían entre 51 y 60 años, la mayoría de los pacientes fueron de sexo
femenino y el 67.7% contaba con pareja. La cerveza fue la bebida de preferencia y los pacientes
consumen de una a cuatro bebidas alcohólicas. El 43% de las

pacientes con DMT2 han consumido alcohol en el último año y 26.9% en el último mes. Con
respecto a las actitudes de los pacientes con DMT2 presentaron algunas actitudes favorables para
el consumo de alcohol

Bibliografía

1. OMS. Organización Mundial de la Salud 2011. Informe sobre la situación mundial de las
enfermedades no transmisibles. Hallado en:
http://www.who.int/nmh/publications/ncd_report_summary_es.pdf. Acceso 20 de febrero del
2014. 2. Aguilar NSG, Reyes VJ, Borgues G. Alcohol, tabaco y deterioro cognoscitivo en adultos
mexicanos mayores de 65 años. Salud Pública de México. 2007; 49 (4): 467- 474. 3. Duran AS,
Carrasco PE, Araya PM. Alimentación y diabetes. Nutrición. 2012; 27 (4): 1031-1036. 4. Olaíz FG,
Rojas R, Aguilar SCA, Rauda J, Villalpando S. Diabetes mellitus en adultos mexicanos, resultados de
la Encuesta Nacional de Salud. 2007. Salud Pública de México. 49. 5. OMS. Organización Mundial
de la Salud. Alcohol 2011. Hallado en
http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs349/es/index.html. Acceso marzo 2012. 6.
CONADIC. Comisión Nacional Contra las adicciones. Encuesta nacional contra las adicciones 2008.
Primera edición. Instituto Nacional de Salud Pública. 7. ENSANUT. Encuesta nacional de Salud y
Nutrición. Secretarías estatales de salud Programa de Desarrollo Humano Oportunidades 2006. 1-
132. 8. Solís TA, Alonso CM, López GK. Prevalencia de consumo de alcohol en personas con
diagnostico de Diabetes Mellitus Tipo 2. Revista Electrónica Salud Mental. 2009; 5 (2): 1-13. 9.
Lapidus L, Bengtsson C, Bergfors E, Björkelund C, Spak F, Lissner LL. Alcohol intake among women
and its relationship to diabetes incidence and all-cause mortality. Diabetes care. 2005; 28: 2230–
2235. 10. Pereiro GC. Comentario a la sección Europea de Yu E. Razvodovzky alcohol y diabetes:
Mas evidencias sobre daños a la salud. Adicciones. 2006; 18 (3): 283-284. 11. Razvodovsky YE. El
efecto de la agregación entre el consumo de alcohol y la tasa de mortalidad por diabetes mellitus.
Adicciones. 2006; 1: 275-282. 12. Villa-Moral JM, Ovejero BA, Sirvent RC, Rodríguez DFJ, Pastor MJ.
Efectos diferenciales sobre las actitudes ante la experimentación con alcohol y la percepción de
riesgo en adolescentes españoles consumidores de cannabis y alcohol. Salud Mental. 2009; 31:
125-138. 13. Rodríguez KS, Díaz ND, Gracia GS, Guerrero HJ, Gómez ME. Capacidad predictiva de la
Teoría de la Conducta Planificada en la intención y el uso de drogas ilícitas entre estudiantes
mexicanos. Salud Mental. 2007; 30 (1); 68-81. 14. Stefani, D. Teoría de la Acción Razonada: Una
propuesta de evaluación cualicuantitativa de las creencias acerca de la institucionalización
geriátrica. Laboratorio de Evaluación Psicológica y Educativa. 2005; 5: 22-37. 15. Perez SV, Devis
DJ. Concepción y medidas de las actitudes hacia la actividad física relacionada con la salud.
Psicología del deporte. 2004; 13 (2): 157-173. 16. Moral MV, Ovejero A. Actitudes ante el consumo
de sustancias psicoactivas y mentalidades del usuario en adolescentes. Entemu. Centro asociado
de Asturias. 2003; 151-175. 17. Moral JM, Rodríguez DF, Sirvent RC. Factores relacionados con las
actitudes

juveniles hacia el consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas. Psicothema. 2006; 18 (1);
52-58. 18. NOM. Norma Oficial Mexicana para la prevención, tratamiento y control de las
adicciones, NOM-028-SSA2-2009. Hallado en:
http://www.conadic.salud.gob.mx/pdfs/norma_oficial_nom.pdf. Acceso Noviembre 2011. 19.
CONADIC. Consejo Nacional Contra las Adicciones. Encuesta Nacional de Adicciones 2008.
Secretaría de Salud. Hallado en:
http://www.conadic.salud.gob.mx/pdfs/ena08/ENA08_nacional.pdf. Acceso Noviembre 2011. 20.
Burns N, Grove SK. Investigación en Enfermería. (3a ed.). Barcelona, España: Elsevier Saunders;
2008. 21. SSA. Secretaria de Salud y Asistencia. Reglamento de la Ley General de Salud en materia
de investigación a la salud. México, D.F; 1987. 22. Alonso CBA, Palucci MME, Alonso CMM,
Guzmán FFR, Gómez MMV. Situaciones de la vida estresantes, uso y abuso de alcohol y drogas en
adultos mayores de Monterrey, México. Emfermagen. 2008; 16. 23. OPS/OMS. Organización
Panamericana de la Salud. Naciones unidas, centro de información, México, Cuba y República
Dominicana. 2004. Hallado en: http://www.cinu.org.mx/onu/estructura/mexico/org/ops.htm 24.
Cárdenas VVW, Pedraza LC, Lerma CRE. Calidad de vida del paciente con diabetes mellitus tipo 2.
Ciencia UANL. 2005; 8 (03): 351-357. 25. Chang J, Shrake E, Rhee S. Patterns of alcohol use
attitudes toward drinking among chinese and koreas American College students. Ethnicity in
substance abuse. 2008; 7 (3). 26. Maldonado GG, Banda GO, Rivera VP, Medrano MM, Villanueva
SO, García PA. Consumo de tabaco y alcohol en un colectivo de adultos mayores de Cd. Victoria
Tamps. Contribución a las ciencias sociales. 2010; 1-14. 27. Grundy SM, Cleeman JI, Merz CNB,
Brewer HBJ, Clark LT, Hunninghake DB. Implications of recent clinical trials for the national
cholesterol education program adult treatment panel III Guidelines. Circulation. 2004; 110: 227-
239. 28. Resendis LR, Felicitas OA, Saldierna LAL. Asociación de los dominios (estilo de vida) de la
encuesta IMEVID, con glucemia, en pacientes con diabetes tipo 2. Sanid Mili Mex. 2010; 64 (5):
211-223. 29. Guzmán RV. Crianza parental, dificultades interpersonales y el consumo de drogas
licitas e ilícitas en adolescentes escolarizados (Tesis de Maestría Inédita). Universidad Autónoma
de Nuevo León, Nuevo León, México. 2012.

Articulo 2

European Journal of Child Development, Education and Psychopathology 2016, Vol. 4, Nº 1 (Págs.
5-16)

© Eur. J. Develop. Educa. Psychop. ISSN 2340-924X // www.ejpad.com doi:


10.1989/ejpad.v4i1.31 Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios
Ali De León Gómez3, Graciela Arrioja Morales2, María Teresa Antonio López1, Leticia Velasco
Parra2, Alejandro Torres Reyes2, Francisco Adrían Morales Castillo2, Erika Coyotl Rodríguez2, Noé
Xicali Morales2, Inés Tenahua Quitl2, María del Socorro Villegas Velázquez2 y Miriam Yoselin
Torres Zarate1 1Hospital Psiquiátrico Rafael Serrano (México); 2Universidad Autónoma de Puebla
(México); 3Instituto Mexicano del Seguro Social (México) La falta de ejercicio y consumo de
drogas en población joven es un problema. Se explicó el comportamiento de los factores
personales biológicos, psicológicos, socioculturales, la autoeficacia en la conducta de ejercicio y
consumo de drogas; conceptos del Modelo de Promoción de la Salud (MPS). La metodología fue
un diseño correlacional predictivo en (n=150) estudiantes universitarios de ingeniería de 18 a 25
años. Muestreo convencional, nivel de confianza de 95%, límite de error de estimación de .05.
Cinco instrumentos con alfa de Cronbach de .71 a .86. Resultados: Los factores personales
dependencia económica, autoestima, trabajo, estado civil y género afectaron a la autoeficacia
(Fcal, 5/144=9.21; p=.001) y al estilo de vida de ejercicio (Fcal, 2/147=2.88; p=.05 y R2=2.5). Los
factores personales dependencia económica, estado civil y presión arterial afectaron el consumo
de drogas (Fcal, 4/145=2.43; p=.05; R2=3.7). La autoeficacia afectó al estilo de vida de ejercicio
(Fcal, 1/148=32.33; p=.001; R2=17.4). Conclusiones: Se fortalece el marco conceptual del MPS, al
verificar las hipótesis planteadas. Encontrar evidencias para el diseño de intervenciones orientadas
a los estudiantes universitarios en el fomento de la conducta de ejercicio como factor protector en
la prevención del consumo de drogas. Palabras clave: Ejercicio, autoestima, autoeficacia
percibida, consumo de drogas. Exercise behavior and drug use among university students. Lack of
exercise and the drug use in young people is a problem. The behavior of biological, psychological,
sociocultural personal factors, self-efficacy and exercise behavior of drug use is explained;
concepts of Model of Health Promotion (HPM). Method: correlational predictive design (n=150) of
engineering college students between 18 to 25 years. Conventional sampling, confidence level of
95% estimation error limit of .05. Five instruments alpha Cronbach of .71-.86. Results: Personal
factors as economic dependency, self-esteem, work, marital status and gender affected the
efficacy (Fcal, 5/144=9.21, p=.001) and the lifestyle of exercise (Fcal, 2/ 147=2.88; p=.05 and
R2=2.5). Personal factors economic dependence, marital status and blood pressure affected drug
consumption (Fcal, 4/145=2.43; p=.05; R2=3.7). The efficacy affected the lifestyle of exercise (Fcal,
1/148=32.33; p=.001; R2=17.4). Conclusions: The conceptual framework of the HPM is
strengthened; when verifing hypotheses. Finding evidence for design-oriented college students in
promoting exercise behavior as a protective factor in the prevention of drug interventions. Key
words: Exercise, self-esteem, self-efficacy perceived drug. Correspondencia: Graciela Arrioja
Morales. Facultad de Enfermería, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. 25 Poniente No.
1304 Col. Volcanes. Puebla, Pue. México. C.P. 72410. E-mail: garrioja@yahoo.com

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

6 Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1


(Págs. 5-16)

En México, el número de jóvenes de 15 a 24 años, entre el 2005 y 2012, fue de 29.1 millones
(Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática [INEGI], 2013). La salud debe ser
cuidada en todas las etapas de la vida, aunque la juventud sea considerada relativamente exenta
de problemas de salud; hay evidencia que en estos años la salud se impacta positiva o
negativamente con daños a la salud que condicionan las afecciones crónicas. (Organización
Panamericana de la Salud [OPS], 2012; Pender, Murdaugh y Parsons, 2005), las cuales se
encuentran relacionadas con las principales causas de morbilidad y mortalidad en los jóvenes
universitarios como el consumo de drogas, prácticas de sexo inseguro a edades tempranas y con
múltiples parejas, exposición a ambientes peligrosos y violentos, peleas físicas e intentos de
suicidio y accidentes viales (OPS, 2012; Santos et al., 2003; Krauskopf, 2006). En la juventud deben
reforzarse conductas saludables como nutrirse adecuadamente, protegerse de accidentes, no
portar armas, no involucrarse en disputas, postergar el inicio de la actividad sexual o realizarla con
adecuada protección, no consumir sustancias psicoactivas, ni fumar; todo ello son factores
protectores de salud de los estudiantes universitarios (OPS, 2012; Pender et al., 2005). Las
conductas de riesgo y las conductas saludables son aprendidas y desarrolladas en el medio
ambiente social y físico; situación que en el ámbito universitario lleva a considerar que, los
estudiantes universitarios cuentan con poco tiempo para cuidar su salud al estar involucrados en
la carrera profesional, pese a ello a corto plazo deberán mostrar una conducta de modelaje a otros
con el auto-cuidado, promoción de la salud en familia y sociedad, además deben aprender cómo y
cuándo utilizar recursos para los cuidados de la salud (Benemérita Universidad Autónoma de
Puebla [BUAP], 2009; Pender et al., 2005). Para que los futuros adultos puedan ser efectivos en la
reducción de factores de riesgo que llevan a las personas en la edad adulta a enfermar
crónicamente (Pender et al., 2005). Es por ello que en la universidad deben implementar
programas permanentes e integrales de salud a nivel individual o a grupos vulnerables específicos,
previo conocimiento del estado real de las conductas en salud (Pender et al., 2005). En el ámbito
universitario, la planeación sistemática de actividades de promoción de la salud debe estar
sustentada en investigación de los estilos de vida en salud, para diseñar e implementar programas
de práctica de ejercicio y cultivo de rutinas cotidianas en el trabajo o con la familia que
incrementen la salud; de esta manera se contribuirá a evitar o disminuir hábitos perniciosos como
el consumo de drogas (BUAP, 2009; Pender, et al., 2005). Lo anterior es congruente, dado que la
educación superior es un bien y una responsabilidad pública que favorece y condiciona el progreso
en el conocimiento y el desarrollo, repercutiendo en el bienestar social, la tolerancia,
entendimiento entre las personas y los pueblos, así como la adecuada integración social de los
individuos (Secretaría de Educación Pública [SEP], 2005).

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1 (Págs. 5-16)


7

Por tanto, se contribuye a conocer en los estudiantes de los diferentes Programas Educativos (PE)
de Licenciatura de la BUAP, en el inicio del Modelo Universitario Minerva (MUM), con qué estilos
de vida en salud ingresan con relación al consumo de drogas. Por lo que el interés de este estudio
fue conocer el comportamiento de las variables (edad, género, autoestima, autoeficacia, estilo de
vida de ejercicio, consumo de tabaco, alcohol y otras drogas) en los conceptos del Modelo de
Promoción de la Salud de Pender et al. (2005), en las conductas de los jóvenes estudiantes
universitarios. El problema de estudio se delimitó con una pregunta y un objetivo de investigación:
¿Los factores personales biológicos, psicológicos, socioculturales seleccionados y la autoeficacia
afectan la conducta de salud de ejercicio y la de consumo de drogas en estudiantes universitarios?
El objetivo fue identificar entre hombres y mujeres las diferencias de las medias de las variables de
estudio. Se dio respuesta a la pregunta mediante un diseño correlacional predictivo (Burns y
Grove, 2004) y bajo el sustento teórico del modelo de promoción de la salud de Pender et al.
(2005). Propósito del estudio Explicar el comportamiento de los factores personales biológicos,
psicológicos, socioculturales, la autoeficacia en la conducta de ejercicio y la conducta de consumo
de drogas, como los conceptos seleccionados del modelo de promoción de la salud de Pender et
al. (2005); mediante un estudio de observación en una muestra de estudiantes universitarios.
Marco Teórico | La presente investigación fue guiada por el MPS de Pender et al. (2005). En el
constructo resultado conductual se ubicó el concepto de conducta de consumo de drogas. El
Modelo de Promoción de la Salud (MPS) ha sido marco para la investigación en enfermería. Este
modelo está integrado por tres constructos: a) las características y experiencias individuales (CEI);
b) cogniciones y afectos específicos de la conducta (CAEC) y c) resultado conductual. El primer
constructo (CEI) incluye a la conducta previa relacionada y a los factores personales (FP)
biológicos, psicológicos y socioculturales. Los FP en diferentes estudios han resultado ser
predictivos de conductas en salud. Los FP biológicos se refieren a la edad, el índice de masa
corporal, el estado de la pubertad, el estado de la menopausia, la capacidad aeróbica, la fuerza, la
agilidad y el equilibrio, entre otros. Los FP psicológicos incluyen las variables de autoestima, auto
motivación, el estado de salud percibido y la definición de salud. Los FP socioculturales, incluyen a
la raza, etnia, aculturación y el estado socioeconómico, entre otros. El segundo constructo (CAEC)
está integrado por seis conceptos: beneficios percibidos de acción; las barreras percibidas de
acción; la autoeficacia percibida, que es

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

8 Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1


(Págs. 5-16)

el juicio de la capacidad personal de organizar y ejecutar una conducta promotora de salud e


influye en la disminución de barreras de acción, de manera que a mayor eficacia menores
percepciones de las barreras para el desempeño de una conducta determinada. El concepto afecto
relacionado, que influye positivamente en la autoeficacia percibida y las influencias
interpersonales. El tercer constructo es el resultado conductual, que incluye un compromiso con
un plan de acción; las demandas y preferencias contrapuestas inmediatas para el logro de la
conducta promotora de salud. Los supuestos utilizados en el modelo de investigación son 15; para
esta investigación únicamente estudiamos tres: a) las características heredadas y adquiridas
influyen en las creencias, el afecto y la promulgación de la conducta promotora de la salud; b) la
competencia percibida o autoeficacia para ejecutar una conducta dada, aumenta la probabilidad
de un compromiso con la acción y la realización real de la conducta y c) las personas pueden
modificar las cogniciones, el afecto y los ambientes interpersonales y físicos para crear incentivos
para las acciones de salud. Hipótesis 1. Los factores personales biológicos, psicológicos y
socioculturales (FPBPSC) tienen efecto en la autoeficacia percibida del joven estudiante
universitario. 2. Alguno de los FPBPSC tienen efecto en la conducta de ejercicio del joven
estudiante universitario. 3. Alguno de los FPBPSC tienen efecto en la conducta de consumo de
drogas del joven estudiante universitario. 4. La autoeficacia percibida tiene efecto en la conducta
de salud de ejercicio del joven estudiante universitario. MÉTODO

El diseño del estudio fue descriptivo correlacional (Polit y Hungler, 2005; Burns y Grove, 2004). La
población del estudio estuvo conformada por hombres y mujeres de 18 a 25 años de edad,
estudiantes del segundo cuatrimestre de la Facultad de Ingeniería de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla. El tipo de muestreo utilizado fue convencional. La muestra fue calculada a
partir de la estimación con base bibliográfica, buscando un tamaño de muestra aproximado con
una confianza del 95%, un límite de error de estimación de .05 y 0.30 como nivel de poder (Polit y
Hungler, 2005), con lo que se obtuvo una muestra de 150. Instrumentos En este estudio se utilizó
una cédula de FPBPSC de estudiantes universitarios (FAPEU, 2012) y cuatro instrumentos: la escala
de autoestima de Rosemberg (1989) se

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1 (Págs. 5-16)


9

aplicó para obtener datos de la autoestima. La escala general de autoeficacia percibida de


Schwarzer y Baessler (1996). El instrumento de perfil de estilos de vida (PEPS II) elaborado Walter
y Hill-Polerecky (1996). El PEPS II consta de 52 reactivos tipo Likert. Sección F (EUTAD) (1996) de la
Encuesta de Uso de Tabaco, Alcohol y Drogas, que pertenece a una encuesta general del mismo
nombre elaborada y aplicada en la Universidad de California (1986). Los datos se transformaron en
índices de 0 al 100. Procedimiento Protocolo autorizado por la comisión revisora de Ética. Para la
recolección de los datos se colocó un módulo para la toma de presión arterial, peso y talla durante
los días de la investigación. El procedimiento de aplicación de la investigación fue el siguiente:
previo acuerdo con los profesores se llegó al salón donde tomaban clase los estudiantes del
segundo cuatrimestre, nuevamente se solicitó el permiso al profesor, una vez que aceptó, el
investigador se presentó al grupo para hacer la invitación explicando los objetivos, el nombre de la
investigación, así como los riesgos y beneficios. Se les entregó por escrito el consentimiento
informado; quienes participaron, lo firmaron, procediendo a recogerlo. Posteriormente se
entregaron cinco instrumentos para el auto llenado, haciendo énfasis a quienes participaron que
deberían contestar todas las preguntas de los cuatro instrumentos (auto informes). Se reiteró que,
si durante el llenado de los cuestionarios (auto informes) les parecía no continuar, podían
suspender el llenado. Al finalizar, se les agradeció su participación, se revisó el llenado de la cédula
y de los cinco auto-informes, se imputaron los datos y se procedió a la construcción de la base de
datos y a ingresar la información. Consideraciones éticas La investigación se apegó a lo dispuesto
en el Reglamento de la ley General de Salud en materia de investigación para la salud (Secretaría
de Salud, 2007). Desde el inicio del estudio se privilegió el respeto a la dignidad humana y la
protección de sus derechos y bienestar humano. RESULTADOS

La edad de 18 a 21 años predominó con 88%. El género de mayor predominio fue el masculino con
un 69% proporción esperada por ser estudiantes universitarios del área de ingeniería a la que
tienen mayor inclinación los varones. Se encuentra que el 52% presentó una presión arterial
óptima; contrario a lo esperado en población de esta edad. El 77% de los estudiantes participantes
presentó un índice de masa corporal normal. El 76% de estudiantes participantes son solteros, el
77% no trabaja y un porcentaje menor (69%) son dependientes económicos.

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

10 Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1


(Págs. 5-16)

Confiabilidad de los instrumentos La confiabilidad de los instrumentos fue aceptable, se obtuvo


por el coeficiente de alfa de Cronbach: Escala general de autoestima .71, autoeficacia percibida de
.86, la subescala del estilo de vida de ejercicio .83, la EUTAD de .84. Descripción de las variables de
estudio La media más alta la obtuvo la variable autoeficacia (74) con una DE de 17. La media de
conducta de ejercicio indica que los estudiantes universitarios del área de ingenierías realizan
poco ejercicio. La prueba de Kolmogorov-Smirnov indicó una distribución normal de los datos.
Matrices de correlación La variable autoestima se relacionó con la autoeficacia (r=.53; p=.001). A
su vez, la autoeficacia se asocia significativamente con el ejercicio (r=.41; p=.001). Pruebas de
Hipótesis Las pruebas de hipótesis se obtuvieron mediante modelos de regresión lineal simple y
múltiple (MRLM) (MRLS). Los FPBPSC para el estudio fueron introducidos como variables
independientes y como variables dependientes la autoeficacia, el estilo de vida de ejercicio y la
escala de uso de tabaco, alcohol y drogas. Los FPBPSC como género, presión arterial, trabajo y
dependencia económica se transformaron a variables artificiales, para participar en los MRL como
variables independientes. Hipótesis 1 La hipótesis planteó que los FPBPSC tienen efecto en la
autoeficacia percibida del joven estudiante universitario. Se construyó un MRLM, donde se
observa que: género, autoestima, estado civil, trabajo y dependencia económica impulsan un
efecto en la autoeficacia: se encontró efecto de los FPBPSC sobre la autoeficacia (Fcal,
5/144=9.21; p=.001) con una varianza de R2=21.6% (ver figura 1).

Figura 1. Gráfica de dispersión: Género y autoeficacia percibida Género y Autoeficacia en


Estudiantes Universitarios

Género

1.21.0.8.6.4.20.0-.2

Autoedficacia Percibida
120

100

80

60

40

20

Presion Arterial

PA normal A 130 -139 /85 -89

PA normal 120 129/84

PA óptima 120/80

Población total

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1 (Págs. 5-16)


11

En la gráfica de dispersión de la figura 1, se muestra que la autoeficacia decrece en el género


femenino, independientemente de la presión arterial. Se observó que el factor personal
autoestima afecta a la autoeficacia percibida (Fcal, 1/148=37.95; p=.001 y R2=19.9) (ver figura 2).

Figura 2. Gráfica de Dispersión Autoestima y Autoeficacia Percibida

Los datos observados en la gráfica de dispersión de la figura 2, muestran que a mayor autoestima,
mayor autoeficacia. Con las evidencias mostradas la afirmación de la hipótesis uno quedó
aceptada. Hipótesis 2 La hipótesis dos afirmó que alguno de los factores personales biológicos y
socioculturales (FPBPSC) influyen en el estilo de vida de ejercicio del joven estudiante universitario
del área de ingeniería. Para verificarla se construyó un MRLM. El efecto encontrado de los FPBPSC
sobre el estilo de vida de ejercicio fue (Fcal, 2/147=2.88; p=.05 y R2=2.5), hallazgos que afirman la
hipótesis dos y queda aceptada. Hipótesis 3 Afirmó que alguno de los FPBPSC tienen efecto en la
conducta de consumo de drogas del joven estudiante universitario del área de ingeniería.
Verificado con un MRLM, donde los FPBPSC se introdujeron como variables independientes y el
uso de tabaco alcohol y drogas como variable dependiente. El autoestima afectó el uso de tabaco,
alcohol y drogas (Fcal, 4/145=2.43; p=.05; R2=3.7). Se observó también efecto de los FPBPSC sobre
el uso de tabaco, alcohol y drogas (t=2.00 y un valor de p=.04). Con los hallazgos mostrados la
afirmación de la hipótesis tres se acepta.

Autoestima y Autoeficacia Percibida

Autoestima
100806040200

Autoeficacia Percibida

120

100

80

60

40

20

Presion Arterial

PA normal A 130 -139 /85 -89

PA normal 120 129/84

PA óptima 120/80

Población total

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

12 Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1


(Págs. 5-16)

Hipótesis 4 Se afirmó que la autoeficacia tiene efecto en la conducta de salud de ejercicio del
joven estudiante universitario. Verificado con un MRLS, donde la autoeficacia fue variable
independiente y el estilo de vida de ejercicio como variable dependiente, se obtuvo que la
autoeficacia afecta el estilo de vida de ejercicio (Fcal, 1/148=32.33; p=.001; R2=17.4) (ver figura 3).

Figura 3. Gráfica de Dispersión Autoeficacia Percibida y Conducta de Ejercicio

En la gráfica de dispersión de la figura 3 se muestra que, a mayor autoeficacia por el estudiante


universitario, mejor estilo de vida de ejercicio. Con los hallazgos anteriores se decide aceptar la
afirmación de la hipótesis cuatro. DISCUSIÓN

La discusión de los resultados del estudio giró alrededor de cuatro hipótesis y un objetivo logrado
en la “conducta de salud de ejercicio y conducta de consumo de drogas” en 131 jóvenes
universitarios del área de ingeniería que cursaban el segundo cuatrimestre en el plan de estudios
del Modelo Universitario Minerva (MUM). Con relación a los FPBPSC se encontró que la edad de
18 a 21 años predominó con 88%. El género masculino con el 69%. El 77% se encontró en el índice
de masa corporal (IMC) normal; el 87% lo representó la presión arterial (PA) óptima y normal, con
estos dos últimos resultados se puede afirmar que en la muestra de estudio no hay riesgo de
enfermedad cardiovascular u otra enfermedad crónica. Las evidencias encontradas en los FPBPSC
contrastan con lo reportado por Cid, Merino y Stiepovich (2006) que refirieron 52.2% con estilo de
vida saludable, y con el INEGI (2012) que reportó en personas de 20 años a más, sedentarismo y
alteraciones

Autoeficacia y Conducta de Ejercicio

Autoeficacia Percibida

120100806040200

Estilo de Vida de Ejercicio

120

100

80

60

40

20

-20

Presion Arterial

PA normal A 130 -139 /85 -89

PA normal 120 129/84

PA optima 120/80

Población total

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1 (Págs. 5-16)


13

y alteraciones de alimentación reflejados en el 80% de mujeres con sobrepeso, obesidad y un IMC


normal para el 29% de mujeres y el 36% de hombres. En cuanto a los factores socioculturales el
76% reportó un estado civil soltero, el 77% no trabaja y el 69% son dependientes económicos, lo
que es congruente con lo reportado por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de
Educación Superior (ANUIES) (2009) con el perfil de un estudiante universitario. La primera
hipótesis afirmó que los FPBPSC tenían efecto en la autoeficacia del joven estudiante universitario,
con los resultados encontrados se decidió aceptarla; pues dependencia económica, autoestima,
trabajo, estado civil y género, afectaron significativamente a la autoeficacia (p=.001), resultados
congruentes con los hallazgos de investigadores que han estudiado las variables en otra población
y en situación de salud diferente como Amador et al. (2008); Barrientos (2008); Martínez et al.
(2008); Mendoza (2008); Cerqueda (2005). Además de ser congruente con la primera proposición
de Pender et al. (2005), que asevera que las características personales heredadas y adquiridas
influyen en las creencias y promulgación de conducta promotora de salud. Segunda hipótesis con
resultados confirmatorios de que alguno de los FPBPSC tenían efecto en la conducta de ejercicio
(Fcal, 2/147=2.88; p=.05 y R2=2.5), el género y presión arterial afectan el estilo de vida de
ejercicio, estos resultados apoyan la proposición que sustenta: “Las características personales
heredadas y adquiridas influyen en las creencias y promulgación en la conducta de salud” (Pender
et al., 2005). También coincide con los hallazgos de Barrientos (2005) y Mellado (2009). Tercera
hipótesis con resultados que confirmaron que alguno de los FPBPSC afectaron en la conducta de
consumo de drogas. Se encontró que la dependencia económica, estado civil, género y presión
arterial afectan el uso de tabaco alcohol y drogas (Fcal, 4/145=2.43; p=.05; R2=3.7); resultados que
apoyan la proposición de que las características personales heredadas y adquiridas influyen en las
creencias y promulgación en la conducta de salud. (Pender et al., 2005). Estos resultados no
coinciden en cuanto a la edad y ocupación, que resultaron ser predictores del consumo de drogas
para investigadores como Lumbreras et al. (2009); Guzmán y Pedrao (2008). También reportaron
efecto de la edad con el consumo de alguna droga Lumbreras et al. (2009); Martínez et al. (2008);
Guzmán y Pedrao (2008); Guzmán, Alonso y López (2006). Con los resultados de la hipótesis tres se
apoya el sustento teórico: “La competencia percibida o autoeficacia para ejecutar una conducta
dada aumenta la probabilidad de un compromiso con la acción y la realización real de la conducta”
(Pender et al., 2005). La hipótesis cuatro confirma que la autoeficacia afectó la conducta de salud
de ejercicio (Fcal,1/148=32.33; p=.001; R2=17.4), resultados que coinciden con los de

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

14 Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1


(Págs. 5-16)

Barrientos (2005); Cid, Merino y Stipovich (2006); Amador et al. (2008); Nava, Arrioja, Morales y
Martínez (2009). La consistencia interna de los cuatro instrumentos aplicados fue entre .71 y .86.
CONCLUSIONES

La contribución científica del presente estudio realizado con estudiantes universitarios del área de
ingeniería, permitió confirmar algunas de las relaciones entre los conceptos de los factores
personales biológicos, psicológicos, socioculturales, la autoeficacia percibida, estilo de vida de
ejercicio y conducta de consumo de drogas; ésta última considerada como una conducta en salud
dentro del resultado conductual del modelo de promoción de la salud (Pender et al., 2005). Las
medias de las puntuaciones de autoestima fueron de 70, autoeficacia percibida de 73, estilo de
vida de ejercicio de 38 y de 77 el consumo de drogas; lo que sugiere el diseño de intervenciones
que incrementen las puntuaciones en estas variables hasta lograr una conducta promotora de
salud en la prevención de adicciones. Los factores personales: género, estado civil, autoestima,
trabajo, dependencia económica y presión arterial son predictores de la autoeficacia percibida, la
conducta de ejercicio y el consumo de drogas. Se confirma que la autoeficacia percibida es
predictora de la conducta de ejercicio. REFERENCIAS

Amador, G.M., Arrioja, M.G., Nájera, G.G., Marín, Ch.M., Domínguez, G., y Cruz, R.R. (2008).
Autoeficacia en la mujer embarazada. Ponencia presentada en el 3er Congreso Internacional de
Enfermería, Puebla, México. Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación
Superior [ANUIES]. (2009, septiembre). Foro Internacional sobre permanencia Estudiantil en
Educación Superior. Barrientos, G.E. (2008). Estilo de vida de los adolescentes. Tesis de maestría
en ciencias de enfermería no publicada. Facultad de Enfermería, Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, México. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. (2009).
Fundamentos Modelo Universitario Minerva: Vol. 1. La función social de la universidad pública,
(1a. ed., pp. 31-39). Puebla, Pue.: El Errante. Burns, N., y Grove, S.K. (2004). Investigación de
enfermería (3a. ed.). España: S.A. Elsevier. Cerqueda, G.L. (2005). Estilos de vida de la mujer en
climaterio. Tesis de maestría en ciencias de enfermería no publicada, Facultad de Enfermería,
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México. Cid, H.P., Merino, E.J., y Stiepovich, B.J.
(2006). Factores biológicos y psicosociales predictores del estilo de vida promotor de salud
[Versión electrónica]. Revista Médica de Chile, 134(12), 1491-1499.

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1 (Págs. 5-16)


15

Guzmán, F. R., Alonso, C. M. y López, G. K. (2006). Factores de riesgo y consumo de drogas en


bandas juveniles [Versión electrónica]. Revista Desarrollo Científico de Enfermería, 14(10), 1-7.
Guzmán, F.F., y Pedrao, L.J. (2008). Factores de riesgos personales e interpersonales en el
consumo drogas ilícitas en adolescentes y jóvenes marginales de bandas juveniles [Versión
electrónica]. Revista Latino-americana de Enfermagem, 64(3), 1-7. Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática. (2012). Día internacional de la juventud. Disponible en:
http://www.jovenes.df.gob.mx/biblioDocs/02informacion/ inegi.pdf Krauskopf, D. (2006). Las
conductas de riesgo en la fase juvenil [Mensaje en un blog]. Disponible en:
http://educaydesarrollo.blogspot.mx/2006/12/conductas-de-riesgo-y-juventud.html Lumbreras,
D.I., Moctezuma, A.M., Dosamantes, C.L., Medina, H.M., Cervantes, R.M., López, L.M., y Méndez,
P. (2009). Estilo de vida y riesgos para la salud en estudiantes universitarios: hallazgos para la
prevención [Versión electrónica]. Revista Digital Universitaria, 10(2). Disponible en:
http://www.revista.unam.mx/vol.10/num2/ art12/art12.pdf Martínez, M.R., Pedrao, L.J., Alonso,
C.M., López, G.K., y Oliva, R.N. (2008). Autoestima, autoeficacia percibida, consumo de tabaco y
alcohol en estudiantes de educación secundaria de área urbana y rural de Monterrey, Nuevo León,
México [Versión electrónica]. Revista Latino-americana de Enfermagem, 16(especial), 3-17.
Mellado, S.M. (2009). Factores personales biológicos de riesgo cardiovascular predictores del
estilo de vida en adultos sanos. Tesis de maestría en ciencias de enfermería no publicada. Facultad
de Enfermería, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México. Mendoza, G.J. (2008). Estilo
de vida de las personas adultas con hipertensión arterial. Tesis de maestría en ciencias de
enfermería no publicada. Facultad de Enfermería, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
México. Nava, N.V., Arrioja, M.G., Morales, E.M., y Martínez, R.M. (2009). Autoestima en el apoyo
social del estilo de vida en mujeres en condición de embarazo. Revista Paraninfo digital, 6.
Disponible en: http://www.index-f.com/para/n6/sumario.php Organización Panamericana de la
Salud. (2012). Plan de acción regional sobre salud de adolescentes. Washington. D. C. Pender, N.J.,
Murdaugh, C.L., y Parsons, M.A. (2005). Health promotion in nursing practice (4a ed.). The United
States Of America: Prentice Hall. Polit, D.F., y Hungler, B.P. (2000). Investigación científica en
ciencias de la salud (6a. ed.). (Palacios, y Féher, D. G., Trads.). México: McGraw-Hill
Interamericana. Rosemberg, M. (1989). Society and adolescent self image. Middletown, C.T:
Wesleyan University. Press. Santos, P.J., Villa, B.J, García, A.M., León, A.G., Quezada, B.S., y Tapia,
C.R. (2003). La transición epidemiológica de las y los adolescentes en México. Revista Salud Pública
de México, 45(1), 140-152. Secretaría de Educación Pública. (2005). II Reunión de Ministros de
Educación América Latina y El Caribe-Unión Europea. México, D.F. Disponible en:
http://www.dgri.sep.gob.mx/ formatos/decla.pdf Secretaría de Salud. (2007). Ley general de
salud. Nueva Ley publicada en el Diario Oficial de la Federación el 7 de febrero de 1984. Última
Reforma DOF 19-06-2007. Schwarzer, R., y Baessler, J. (1996). Evaluación de la autoeficacia:
adaptación española de la escala general de autoeficacia. En A. Cano-Vindel, y J.J. Miguel-Tobal,
(Ed). Universidad Libre de Berlín, Alemania.

DE LEÓN et al. Conducta de ejercicio y consumo de drogas en estudiantes universitarios

16 Eur. J. Develop. Educa. Psychop. Vol. 4, Nº 1


(Págs. 5-16)

Walker, S.N., y Hill-Polerecky, D.M. (1996). Psychometric evaluation of the Health-Promoting


Lifestyle Profile II. Unpublished manuscript, University of Nebraska Medical Center.

Recibido: 25 de enero de 2016 Recepción Modificaciones: 17 de febrero de 2016 Aceptado: 21 de


febrero de 2016

Articulo 3

28/9/2016 PARANINFO DIGITAL. ISSN 1988-3439

http://www.index-f.com/para/n22/444.php 1/2

ISSN: 1988-3439 Números publicados Búsqueda documentos

Modalidad de presentación: póster REF.: 444p


Liderazgo de enfermería en el cuidado de la salud comunitaria
Rosario Cano Chico, Graciela Arrioja Morales, Francisco Adrián Morales Castillo, Inés
Tenahua Quitl, Alejandro Torres Reyes, María de Lourdes Morales Espinoza
Facultad de Enfermería, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Puebla, México

Rev Paraninfo digital, 2015: 22 Cómo citar este documento


Cano Chico, Rosario; Arrioja Morales, Graciela; Morales Castillo, Francisco Adrián; Tenahua
Quitl, Inés; Torres Reyes, Alejandro; Morales Espinoza, María de Lourdes. Liderazgo de
enfermería en el cuidado de la salud comunitaria. Rev Paraninfo Digital, 2015; 22. Disponible
en: <http://www.index-f.com/para/n22/444.php> Consultado el 28 de Septiembre de 2016

RESUMEN
Las guías de práctica clínica (GPC) son herramientas metodológicas para la práctica innovadora del
cuidado de enfermería
comunitaria basada en la evidencia (PBE). Con la implementación de la presente guía,se pretende l
ograr el desarrollo de las
competencias del liderazgo de enfermería en el cuidado de la salud comunitaria y familia. Lo que c
ontribuirá en la transformación
de las condiciones desfavorables de salud, disminuyendo los indicadores de morbilidad y mortalid
ad a través de la promoción de
la salud, la protección específica y la identificación oportuna de daños al individuo, familia y comu
nidad. En la Jurisdicción No.2
Chignahuapan de los Servicios de Salud del Estado de Puebla, existe una gran expectativa por la im
plementación de la GPC:
“Desarrollo y mantenimiento de las competencias delliderazgo en enfermería” y por evaluar el imp
acto en los resultados de la
implementación de la GPC, mediante la medición de indicadores de salud para conocer el éxito de
la implementación.
Palabras clave: Capacidades de liderazgo/ Enfermería/ Cuidado de la salud/ Comunitaria.

Bibliografía

1. Norma Oficial Mexicana. NOM-017-SSA2-1994, para la vigilancia epidemiológica. Diario Oficial d


e la Federación [Internet]. México: Secretaria de Salud;
1999 [Consultado 18 marzo 2015] Disponible en: http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/nom/01
7ssa24.html
2. Registered Nurses Association of Ontario. Toolkit: Implementation of best practice guideline (2n
d ed.). Toronto; 2012. 3. Registered Nurses Association of Ontario. Developing and sustaining nurs
ing leadership (2nd ed.). Toronto; 2013.
4. Consejo Internacional de Enfermeras. Servir a la comunidad y garantizar la calidad: Las enfermer
as al frente de la atención primaria de salud [Internet].
Ginebra, Suiza; 2008 [Consultado 18 marzo 2015] Disponible en: http://www.consejogeneralenfer
meria.org/index.php/internacional/cie/finish/63-cie/1172-0-2-4dia-internacional-de-la-enfermeria
-2008-servir-a-la-comunidad-y-garantizar-la-calidad
5. Consejo Internacional de Enfermeras. Las enfermeras: Una Fuerza para el cambio un recurso vit
al para la salud. Día Internacional de la enfermera 2014
[Internet]. Ginebra, Suiza; 2014 [Consultado 25 febrero 2015] Disponible en: http://www.consejog
eneralenfermeria.org/docs_revista/DIE2014.pdf
6. Secretaría de Salud. Programa Sectorial de Salud 2013-2018 [Internet]. (1ª ed.). México: Secreta
ría de Salud; 2014 [Consultado 13 marzo 2015] Disponible
en: http://www.salud.df.gob.mx/portal/images/portal/programas/archivo/Programa_Sectorial_Sa
lud_2013-2018.pdf
7. Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud. Manual metodológico para el desarrollo de
guías de práctica clínica de enfermería en el sistema
nacional de salud [Internet]. (1ª ed.). México: Secretaria de Salud; 2013 [Consultado 13 m
arzo 2015] Disponible en:
http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/manual2013/ManualMetodologicoGPC_Enferm
eria.pdf
8. Consejo Internacional de Enfermeras. Servir a la comunidad y garantizar la calidad: Las enfermer
as se comprometen a dispensar cuidados innovadores
[Internet]. Ginebra, Suiza; 2009 [Consultado 18 marzo 2015] Disponible en: http://www.consejog
eneralenfermeria.org/index.php/internacional/cie/finish/63cie/1173-0-2-5-dia-internacional-de-la
-enfermeria-2009-enfermeras-y-cuidados-innovadores
9. Consejo Internacional de Enfermeras. Servir a la comunidad y garantizar la calidad: Las enfermer
as en la vanguardia de los cuidados de las enfermedades
crónicas [Internet]. Ginebra, Suiza; 2010 [Consultado 20 febrero 2015] Disponible en: http://files.sl
d.cu/editorhome/files/2010/05/carpeta-dia-enfermera.pdf
10. Consejo Internacional de Enfermeras. Resolver la desigualdad: De las pruebas a la acción. Día i
nternacional de la enfermera [Internet]. Ginebra, Suiza;
2012 [Consultado 25 febrero 2015] Disponible en: http://www.consejogeneralenfermeria.org/doc
s_revista/DIE2014.pdf

28/9/2016 PARANINFO DIGITAL. ISSN 1988-3439

http://www.index-f.com/para/n22/444.php 2/2

11. Dirección General de los Servicios de Salud del Estado de Puebla. Programa Sectorial 2011-201
7 [Internet]. México, Puebla: Secretaria de Salud; 2011
[Consultado 25 de febrero 2015] Disponible en: http://www.cidge.gob.mx/wp-content/uploads/20
13/05/PUEBLA.pdf
12. Secretaria de Innovación y Calidad. Programa de acción específico 2007-2012. Desarrollo de gu
ías de práctica clínica [Internet]. México: Secretaria de
Salud; 2008 [Consultado 13 marzo 2015] Disponible en: http://www.cenetec.salud.gob.mx/descar
gas/PAES/gpc.pdf
13. Comité Nacional de Guías de Práctica Clínica. Programa de acción: Estrategia para la difusión e
implantación de las guías de práctica clínica en el sistema
nacional de salud [Internet]. (1ª. ed.). México: Secretaria de Salud; 2012 [Consultado 13 ma
rzo 2015] Disponible en: http://www.cenetec.salud.gob.mx/interior/catalogoMaestroGPC.html
14. Urra E, Retamal C, Tapia C, Rodríguez M. Enfermería basada en la evidencia: qué es, sus caract
erísticas y dilemas. Investigación y Educación en Enfermería; 2010; 28(1): 108-118.
15. Sistema de Información Administrativa de Recursos Humanos en Enfermería. Secretaria de Sal
ud, Subsecretaria de Innovación y Calidad 2013. Cédula
para el personal de enfermería que labora en instituciones de salud y educativas [Internet]. Méxic
o; 2013 Recuperado de [Consultado 18 marzo 2015]
Disponible en: http://www.salud.gob.mx/unidades/cie/siarhe/?Id_URL=antecedentes
16. Vinagre JA, De Pablos C. Impacto estratégico de las guías de práctica clínica en enfermería en la
función de gestión de la supervisión. Rev Esc de Enferm USP 2013; 47(5): 1241-1246.
17. Consejo Internacional de Enfermeras. Resolver la desigualdad: Objetivos del desarrollo del mile
nio 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1. Día Internacional de la enfermera
2013 [Internet]. Ginebra, Suiza; 2013 [Consultado 18 marzo 2015] Disponible en: http://colegiodee
nfermeras.cl/wp-content/uploads/2015/05/CIE-2013-resolverla-desigualdad.pdf
18. Tizón E, Marcos MP. ¿Es posible el uso de la evidencia científica en la formación de especialista
s de enfermería familiar y comunitaria?. Rev Enferm (Barc). 2013; 7(2): 1-5.
19. Eterovic C, Stiepovich J. Enfermería basada en la evidencia y formación profesional. Ciencia y E
nfermería. 2010; 16(3): 9-14.
20. Gómez-Urquiza JL, Hueso-Montoro C, Reina-Leal LM, Hernández-Zambrano SM, Amezcua M. ¿
Cómo resolver dudas compartidas con el paciente?
Publicación de recomendaciones clínicas basadas en evidencias. Índex de Enfermería. 2014; 23(1-2
): 90-94.
21. Mancilla ME, Zepeda F. Importancia de las guías de práctica clínica en enfermería [Editorial]. R
ev Enferm Inst Mex Seguro Soc. 2012; 20(1): 1-3. Appraisal
GR. Evaluation Next Steps Consortium. Instrumento AGREE II. Instrumento de evaluación de guías
de práctica clínica [Internet]. 2009 [Consultado 20 febrero
2015] Disponible en: http://www.guiasalud.es/contenidos/documentos/Guias_Practica_Clinica/Sp
anish-AGREE-II.pdf

Tweet 0

DEJA TU COMENTARIO VER 1 COMENTARIOS Normas y uso de comentarios

| Menú principal | Qué es Index | Servicios | Agenda | Búsquedas bibliográficas | Campus digital
| Investigación cualitativa | Evidencia científica | Hemeroteca Cantárida |
Index Solidaridad | Noticias | Librería | quid-INNOVA | Casa de Mágina | Mapa del sitio
FUNDACION INDEX Apartado de correos nº 734 18080 Granada, España - Tel/fax: +34-958-293304

Articulo 4

European Journal of Health Research 2015, Vol. 1, Nº 2 (Págs. 39-49)

© Eur. J. Health. Research. ISSN 2444-9067 // www.ejhr.es doi: 10.1989/ejhr.v1i2.5

Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

Erika Coyotl1, Francisco A. Morales1, Noé Xicali1, Alejandro Torres1, Mª del Socorro Villegas1,
Inés Tenahua1, Ali De León2, María T. Antonio3 y Graciela Arrioja1 1Universidad Autónoma de
Puebla (México), 2Instituto Mexicano del Seguro Social (México), 3Servicios de Salud del Estado
de Puebla (México)

Objetivo: Describir el apoyo social de las personas que padecen cáncer y la relación con la calidad
de vida. Metodología: Estudio descriptivo correlacional de alcance transversal, muestreo no
probabilístico, en 132 personas diagnosticadas con cáncer, a quienes se les aplicó el cuestionario
de Apoyo Social en Pacientes con Cáncer y el instrumento de Evaluación Subjetiva de la Calidad de
Vida. Resultados: La edad promedio de los adultos con cáncer fue de 50.49 años ± 13.65,
predomino el género femenino (76%). Los tipos de cáncer, fueron cáncer de mama (40%), cáncer
cervicouterino (19%), otros tipos de cáncer (41%). El 65% estuvo con tratamiento de
quimioterapia. La media del apoyo social fue 72.51 ±21.01 y de 66.55 ±14.64 para la calidad de
vida. El apoyo social y la calidad presentaron una relación débil, (r=.28**, p=.001), positiva y
significativa. Conclusión: El cáncer afecta más a mujeres, sobresaliendo el cáncer de mama. Se
encontró relación entre el apoyo social y la calidad de vida. Debido muy probablemente a que los
adultos se ven fortalecidos por la redes de apoyos social (seguridad social, familiares y amigos), y
refieren buena su calidad de vida. Lo que indica que a mayor apoyo social mayor calidad de vida.

Palabras clave: Apoyo social, calidad de vida, cáncer, adultos.

Relationship of social support and quality of life in people with cancer. Objective: To describe the
social support for people with cancer and related quality of life. Methodology: Descriptive
correlational cross reach, non-probability sampling, in 132 people diagnosed with cancer who
were applied a questionnaire of Social Support in Patients with Cancer and the instrument of
Subjective Evaluation of Quality of Life. Results: The average age of adults with cancer was 13.65 ±
50.49 years, female gender predominance (76%). Cancers were breast (40%), cervical (19%)
cancer, other cancers (41%) cancer. 65% was with chemotherapy. The average social support was
72.51±21.01 and 66.55±14.64 for the Quality of Life. Social support and quality showed a weak
relationship (r=.28**, p=.001), positive and significant. Conclusion: The cancer affects more
women, breast cancer out. Relationship between social support and quality of life was found.
Most likely due to the fact that adults are strengthened by social support networks (social, family
and friends security) and refer good quality of life. Indicating that the higher the social support
better quality of life.

Keywords: Social support, quality of life, cancer, adults.

Correspondencia: Erika Coyotl Rodríguez y Francisco Adrián Morales Castillo. Facultad de


Enfermería de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. C.P.: 72000. Puebla, México. E-
mails: erika_coyotlr@hotmail.com; holistic-care21@hotmail.com

COYOTL et al. Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

40 Eur. J. Health. Research. Vol. 1, Nº 2 (Págs.


39-49)

El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo; ya que en el 2012 causó 8.2
millones de defunciones. Por otro lado, los cánceres de mayor incidencia han sido de pulmón,
hígado, estómago, colón y mama representando el 13% del total de las muertes y la segunda causa
de mortalidad; se calcula que para el 2030 ocupe el primer lugar con 12 millones de decesos por
año (Organización Mundial de la Salud, 2015). En México se registraron 78.719 defunciones en el
2012 a consecuencia del cáncer, con una tasa de mortalidad general de 67.8 por cada 100.000
habitantes, siendo el sexo femenino ligeramente más afectado con una tasa de mortalidad de 68 y
el masculino 67.5 considerando en primer lugar el cáncer de próstata y en mujeres es el cáncer de
mama (Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica [SINAVE], 2015). Por lo anterior en el Estado
de Puebla el cáncer ha provocado 3.047 muertes lo que representa el 7.3% del total de muertes
(Consejo Nacional de Población [CONAPO], 2012). Existen varios factores de riesgo para
desarrollar cáncer los cuales se dividen en cuatro grupos: conductuales, ambientales, biológicos y
hereditarios; de los cuales destacan: obesidad, sedentarismo, tabaquismo, alcoholismo, radiación
ultravioleta, contaminación, edad, sexo, raza, grupo, herencia de padres a hijos. Esta enfermedad
se puede presentar en cualquier etapa del ciclo vital humano, sin ser la excepción los adultos
mayores, quienes presentan grandes riesgos de padecer cáncer debido al incremento de la
esperanza de vida; este fenómeno se está dando como consecuencia de que la población mundial
va envejeciendo por la disminución de la natalidad y mortalidad; además, se estima que entre los
años 2000 y 2025, serán casi de 57 millones de adultos mayores que se sumaran a los 41 millones
existentes, y entre 2025 y 2050 el incremento será de 86 millones de personas lo que significa que
se triplicará (OMS, 2012). La prevalencia de las enfermedades crónicas va en aumento de forma
lenta pero progresiva, se ha aumentado el interés por la calidad de vida del enfermo y por los
múltiples factores biopsicosociales que inciden sobre ella, es importante describir la calidad de
vida en el paciente crónico porque permite identificar diferentes aspectos como: el impacto de la
enfermedad y el tratamiento, conocer al enfermo, su evolución y su adaptación a la enfermedad;
para saber los efectos secundarios de los tratamientos (Vinaccia y Orozco, 2005): Norma Oficial
Mexicana [NOM-041] SSA, 2002). El creciente interés que existe por la calidad de vida del
paciente con cáncer y el interés por el apoyo social que recibe, ha tomado cada vez más fuerza y el
profesional de enfermería cuya esencia es el cuidado, preocupado por las repercusiones del
envejecimiento poblacional y la salud de los adultos mayores, requiere asumir acciones que
repercutan en su beneficio.

COYOTL et al. Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

Eur. J. Health. Research. Vol. 1, Nº 2 (Págs. 39-49)


41

La calidad de vida es una noción eminentemente humana que se relaciona con el grado de
satisfacción que la persona tiene sobre su condición física, su estado emocional, su vida familiar,
amorosa y social, así como con el sentido que le otorga a su propia vida (Schwartzmann, 2003).
Por otro lado, el apoyo social es definido como el proceso (de percepción o recepción) a través del
cual los recursos de la estructura social permiten satisfacer necesidades, sean instrumentales y/o
de expresión, en situaciones cotidianas o de crisis (Lins y Ensel, 1989 citado por Domínguez et al.,
2012). Así mismo, el apoyo social que ha demostrado tener influencia positiva sobre la experiencia
del cuidado de las enfermedades crónicas y de los cuidadores familiares, que se describe como
“un proceso de interacción entre personas o un grupo de personas, que a través del contacto
sistemático establecen vínculos de amistad y de información, recibiendo apoyo material,
emocional y afectivo, en la solución de las situaciones cotidianas en momentos de crisis” (Vega y
González, 2009). Por lo que respecta al impacto que representa el cáncer en la población como
problema de salud pública, es relevante mencionar que en las personas con cáncer se ve afectada
su dimensión biológica, social, espiritual y cultural; lo cual da como resultado un cambio en su vida
tanto para la persona como para la familia, lo que hace necesario conocer el proceso de
enfermedad que viven las personas que padecen esta patología. Algunos autores reportan que la
calidad de vida en las personas con algún problema de salud se ve modificada por las redes de
apoyo con que cuentan (Peña, Terán, Moreno, y Bazán, 2009) y a su vez la calidad de vida es
percibida baja (Maldonado y Mendiola, 2009). Por otro lado, cuando el apoyo social es sólido y
fuerte, tienen buenas relaciones familiares, se sienten satisfechos con su vida (Fenco, 2010); así
mismo, modificando la percepción de la calidad de vida (Candiotti, 2013). Por lo tanto, Hernández,
y Landero (2014a), encontraron una relación positiva entre la calidad de vida con el apoyo social
(rs=.32, p=.021). También se ha considerado el apoyo social para la vida cotidiana y la condición
de salud de los adultos mayores que provienen de los familiares cercanos y en algunos casos de los
vecinos. La familia continúa siendo la fuente fundamental de apoyo (Pelcastre, Treviño, González,
y Márquez, 2011), por otro lado Hernández y Landero (2014b) han identificado relación
significativa entre felicidad y apoyo social en pacientes con cáncer (r=.38, p=.001). Atendiendo al
cuidado de las personas con cáncer y el creciente interés que existe por la calidad de vida y el
apoyo social que reciben; nuestro estudio tuvo el objetivo de describir las características
principales del apoyo social y la relación con la calidad de vida de las personas que padecen
cáncer, que asisten a una unidad de consulta externa.

COYOTL et al. Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

42 Eur. J. Health. Research. Vol. 1, Nº 2 (Págs.


39-49)

MÉTODO

El diseño del estudio fue descriptivo correlacional transversal (Burns y Grove, 2012; Hernández,
Fernández, y Baptista, 2014). El muestreo fue no probabilístico por conveniencia, el tamaño de la
muestra se calculó a través del análisis de potencia con un nivel de significancia de 0.05, una
potencia de 0.90 y una R2=0.30, quedando conformada por 132 personas con diagnóstico de
cáncer. Los criterios de inclusión fueron: adultos de 18 a 95 años, de ambos sexos, con diagnóstico
de cáncer, corroborar en el expediente clínico en el reporte histopatológico y que acudan a control
ambulatorio en la unidad de oncología. Por lo tanto, los criterios de exclusión fueron: otra
patología que no fuera cáncer, deterioro cognitivo, que no hablen español y que estén
hospitalizados.

Participantes Los sujetos del estudio fueron 132 personas con diagnóstico de cáncer de una
unidad de oncología que acudieron a atención ambulatoria. Por un lado, en los que respecta a los
participantes en el estudio con una edad comprendida entre los 21 años y 82 años siendo la media
de 50.49 años y una desviación estándar de 13.65. En cuanto al sexo, el 75.8% eran mujeres y
24.2% hombres. Según el estado civil de los sujetos se obtuvo que el 46.2% estaban casados,
24.2% solteros, 13.6% viven en unión libre.

Instrumentos Con la finalidad de recabar datos sobre características sociodemográficas se estimó


oportuno obtener información a través de una cédula de factores sociodemográficos y personales
elaborada por los investigadores compuesta de 11 reactivos, en ella se registraron las siguientes
variables: edad, sexo, estado civil, tipo de cáncer, tratamiento médico, atención médica, tiempo
de diagnóstico de la enfermedad, familiares con los que vive, ingreso económico mensual, tipo de
vivienda y religión. Para valorar el apoyo social se ha utilizado el cuestionario de Apoyo Social en
Pacientes con Cáncer [MOS-SSS; Costa, Salamero, y Gil, 2007] el cual consta de 20 ítems. El primer
ítem es abierto cuya respuesta es opcional; los demás se miden en una escala tipo Likert, con un
patrón y una opción de respuesta: 1= nunca, 2= casi nunca, 3= algunas veces, 4= casi siempre y 5=
siempre. El instrumento evalúa las siguientes dimensiones: apoyo estructural o cuantitativo;
apoyo emocional/informacional, apoyo afectivo, apoyo instrumental. El instrumento ha mostrado
buenas propiedades psicométricas siendo el alfa de Cronbach de .94 en la validación del mismo en
población española en pacientes con cáncer (Costa, Salamero, y Gil, 2007) y para los sujetos del
estudio que presentamos el alfa de Cronbach fue .95.

COYOTL et al. Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

Eur. J. Health. Research. Vol. 1, Nº 2 (Págs. 39-49)


43
Para medir la calidad de vida se utilizó el instrumento de Evaluación Subjetiva de Calidad de Vida
diseñado para pacientes con cáncer por Lara, Ponce, y De la Fuente (1996); califica a las personas
en las últimas dos semanas previas a la aplicación. Consta de cuatro ítems, cada uno con seis
opciones diferentes de respuesta, cada respuesta se suma obteniendo un puntaje mínimo de 4 y
un puntaje máximo 24; que a mayor puntaje es mayor la calidad de vida. Este instrumento ha sido
aplicado en población mexicana en mujeres y hombres de 25 a 59 años de edad, con diagnóstico
de cáncer de próstata y de mama; el coeficiente de alfa de Cronbach de 0.90, que tiene una
confiabilidad general aceptable (Arreguin, 2012) y en los sujetos de estudio fue de .83.

Procedimiento Tras la autorización de la unidad de oncología en la que se implementó el proyecto,


en primer lugar se llevó a cabo una reunión con el jefe de enseñanza y personal que labora en la
unidad para detallar los objetivos del estudio así como los instrumentos de evaluación. La
selección de las personas participantes en el estudio, se llevó a cabo obedeciendo un muestreo
por conveniencia dependiendo del cumplimiento de los criterios de inclusión mencionados. La
colaboración de los participantes en el estudio fue voluntaria previa firma del consentimiento
informado, salvaguardando la confidencialidad y el anonimato como lo marca la Ley General de
Salud (2009). La recolección de los datos se llevó a cabo durante el mes de julio del año 2015 por
parte de los autores del estudio. Se ha utilizado un enfoque no experimental. Para ello se han
aplicado dos instrumentos y una cédula de factores sociodemográficos y personales. Para el
análisis estadístico de los datos se utilizó el programa SPSS versión 22. El análisis descriptivo de los
datos se llevó a cabo utilizando el estudio de frecuencias en porcentajes, media y desviación
estándar. Para determinar la consistencia interna o confiabilidad de los instrumentos se obtuvo
mediante el coeficiente de Alfa de Cronbach. Se calculó la prueba de Kolmogorov-Sminov
realizando transformación a índices en una escala de 0 al 100, con corrección de Lillierfors para
determinar la normalidad en la distribución de las variables continuas y numéricas. Para dar
cumplimiento al objetivo se utilizó estadística inferencial con correlación de Pearson para
relacionar apoyo social y calidad de vida.

RESULTADOS

Características sociodemográficas y personales Atendiendo al total de participantes, se


clasificaron los resultados obtenidos en 2 áreas: 1) contexto familiar y 2) antecedentes clínicos.

COYOTL et al. Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

44 Eur. J. Health. Research. Vol. 1, Nº 2 (Págs.


39-49)

La edad promedio de las personas con cáncer participantes en el estudio fue de 50.49 años (DE
=13.65), con un rango de 82 a 21 años y el número de amigos íntimos y familiares cercanos
promedio es de 6.7 personas (DE=5.40), con un rango de 0 a 30, el 75.8% son mujeres. El estado
civil que predominó fue el de casado con 46.2% y el siguiente soltero con 24.2%. El tipo de
vivienda con el que cuentan es propia con 52.3% el ingreso económico mensual es de 2100 a más
con un 26.5%, la religión que predomina es católica con un 84.8% y los familiares con los que vive
la persona con cáncer es primordialmente con esposo (a) e hijos con un 36.4% (véase en la tabla
1).
Tabla 1. Características sociodemográficas: Contexto familiar Variables N % Sexo Femenino
100 75.8 Masculino 32 24.2 Estado Civil Soltero 32 24.2 Casado 61 46.2 Unión Libre
18 13.6 Viudo 12 9.2 Divorciado 2 1.5 Separado 7 5.3 Tipo de vivienda Propia 69
52.3 Rentada 23 17.4 Prestada 40 30.3 Ingreso económico mensual Menos de $500 33
25.0 De $600 a $1000 30 22.7 De $1100 a $1500 13 9.8 De $1600 a $2000 21 15.9 De
$2100 a más 35 26.5 Religión Católica 112 84.8 Evangélica 8 6.1 Testigo de Jehová 4
3.0 Otra 7 5.3 Ninguna 1 .8 Familiares con los que vive Esposo (a) 14 10.6 Hijos 22
16.7 Esposo (a) e hijos 48 36.4 Hijos y Nietos 7 5.3 Esposo (a), Hijos y Nietos 9 6.8 Otros
26 19.7 Solo 6 4.5 Nota: CFASPE N=132

COYOTL et al. Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

Eur. J. Health. Research. Vol. 1, Nº 2 (Págs. 39-49)


45

El 40% padece cáncer de mama, 17.4% cáncer cervicouterino y también el 39.4% padece otro tipo
de cáncer (ovario, testículo, colon, etcétera). El tiempo de diagnóstico de la enfermedad se
encontró en más de 6 meses con un 71.2% y la modalidad de tratamiento con mayor frecuencia es
la quimioterapia con 65.2%. Es el seguro popular la atención médica más percibida con un 84.1%
(véase tabla 2).

Tabla 2.Características sociodemográficas: Antecedentes clínicos Variables N % Tipo de cáncer


Próstata 3 2.3 Estómago 2 1.5 Mama 53 40 Cervicouterino 23 17.4 Otro 51 39.4
Tratamiento Médico Quimioterapia 86 65.2 Radioterapia 3 2.3 Quimioterapia-
Radioterapia 15 11.4 Cirugía 7 5.3 Otro 21 15.8 Atención Médica Programa Prospera 9
6.8 Seguro Popular 111 84.1 Ninguno 5 3.8 Tiempo de diagnóstico de la enfermedad
Menos de 3 meses 7 5.3 3 a 6 meses 31 23.5 6 meses o más 94 71.2 Nota: CFASPE
N= 132

Apoyo social y calidad de vida Se ha encontrado valores altos en lo que se refiere a estas dos
variables, la media de apoyo social fue 72.51±21.01, sobresale en las preguntas, la respuesta de
siempre lo que evidencia un resultado de alto apoyo social y la media de la calidad de vida fue de
66.55±14.64 se aprecia en lo que corresponde a las últimas 2 semanas previas a la aplicación del
instrumento, destacan las respuestas de agradable con el 57.6%, satisfecho 54.5%, buena 62.8% y
a gusto con el 57.6% lo cual significa: buena calidad de vida. Se ha hallado un correlación débil,
positiva y significativa entre la calidad de vida y el apoyo social de la personas con cáncer
(r=.286**, p=.001). Esto supone muy probablemente a que los adultos se ven fortalecidos por las
redes de apoyo social (seguridad social, familiares y amigos), y refieren buena su calidad de vida.
Lo que indica que a mayor apoyo social mayor calidad de vida (Figura 1).

COYOTL et al. Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

46 Eur. J. Health. Research. Vol. 1, Nº 2 (Págs.


39-49)

Figura 1. Gráfico de dispersión para el apoyo social y la calidad de vida

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
El presente estudio describe los factores sociodemográficos de las personas con cáncer y a su vez
al apoyo social y calidad de vida percibidos. De 132 adultos el 75.8% correspondió al sexo
femenino, la media de edad correspondió a 50.49 años. Respecto al estado civil, la mayoría de los
encuestados 46.2% tienen una unión estable (casados); en relación al tipo de diagnóstico que
padece, se presentó un mayor porcentaje de cáncer de mama con un 39.4%, este dato coincide
con lo reportado por el SINAVE (2015) en la incidencia y mortalidad de cáncer en mujeres y que
corresponde a que fue mayor la población femenino en el estudio. El 65.2% de los entrevistados
tienen como modalidad de tratamiento la quimioterapia, el 84.1% cuenta con atención médica del
seguro popular dato que coincide con lo reportado por Hernández y Landero (2014b), el 71.2%
cuenta con más de seis meses de diagnóstico de la enfermedad, el 36.4% vive con su esposa (o) e
hijos, 52.3% cuenta con vivienda propia y 84.8% son de religión católica. Datos que coinciden con
lo reportado por Peña, Terán, Moreno, y Bazán (2009), Maldonado y Mendiola (2009), Fenco
(2010), y Candiotti (2013) pero que difiere en cuanto a edad y sexo. De acuerdo al apoyo social en
el Paciente con Cáncer, medición que se hizo con el instrumento (MOS-SSS). Se obtuvo el Alfa de
Cronbach de .95 lo cual es similar con lo reportado por Costa, Salamero, y Gil (2007) pues el
coeficiente de la confiabilidad fue de .94. Al comparar los resultados coincide que cuanto mayor es
el tamaño de la red social (número de amigos íntimos y familiares cercanos), es mayor la
percepción de apoyo social percibido.

COYOTL et al. Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

Eur. J. Health. Research. Vol. 1, Nº 2 (Págs. 39-49)


47

La calidad de vida que se midió con el instrumento Evaluación Subjetiva de la Calidad de Vida de
Lara, Ponce, y De la Fuente (1996), refleja alta calidad de vida en los pacientes entrevistados, la
consistencia interna del instrumento difiere mínimamente con lo reportado por los autores del
instrumento de .93 a .83. En el presente estudio se encontró que existe que existe correlación
positiva débil de la calidad de vida con la edad y el número de amigos y familiares, también se
encontró correlación débil pero significativa entre la calidad de vida y el apoyo social de las
personas con cáncer (r=.286**, p=.001), resultado similar con Hernández y Landero (2014a)
(r=.327, p=.021) que encontró una correlación positiva entre apoyo social y calidad de vida. Sin
embargo, la media de apoyo social (72.51±21.01) fue más alta en relación a dicho estudio
(44.5±9.41). Por otro lado las dimensiones del apoyo social reportan una relación positiva
considerable y significativa entre el Apoyo Emociona/Informacional y el Apoyo Afectivo, lo cual
nos indica, que entre más demostraciones reales de amor, cariño o empatía existe mayor
expresión de afecto y guía de consejo o información. Para concluir la valoración del apoyo social y
la calidad de vida en Personas con Cáncer permitió identificar su estructura. El MOS-SSS y la
Evaluación Subjetiva de la Calidad de Vida, constituyen una herramienta de fácil aplicación para la
valoración del apoyo social y calidad de vida en personas con cáncer, los datos del estudio deben
servir para llevar a cabo acciones preventivas o de intervención tanto en los pacientes como en los
familiares de los que se apoyan. Las acciones han de ir encaminadas en la elaboración de
programas multidisciplinarios en el tratamiento psicológico del cáncer (Hernández-Moreno y
Landero-Hernández, 2014a).

REFERENCIAS
American Psychological Association (2010). Publication manual of the American Psychological
Association. (6th ed.) Washington, DC: American Psychological Association. Arreguin, L. (2012).
Incertidumbre y calidad de vida en personas con cáncer de próstata y mama. (Tesis inédita de
maestría). Facultad de Enfermería de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Burns, N., y
Grove, S. (2012). Investigación en enfermería. Desarrollo de la práctica enfermera basada en la
evidencia (5ª Ed.). Elsevier: España. Candiotti, C. (2013). Autopercepción de la calidad de vida del
adulto mayor con diagnóstico de cáncer sometido a quimioterapia ambulatoria. (Tesis de
Licenciatura, Universidad Nacional Mayor de San Marcos). Consejo Nacional de Población (2012).
Ganancia en la esperanza de vida 1990-2012 y principales causas de muerte 2012, en México y las
entidades federativas. Consultado el 16 de febrero de 2015. Recuperado de:
http://www.conapo.gob.mx/en/CONAPO/Mexico _en_cifras Costa, G., Salamero, M., y Gil, F.
(2007). Validación del cuestionario MOS-SSS de apoyo social en pacientes con cáncer. Medicina
Clínica, 128(18), 687-691.

COYOTL et al. Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

48 Eur. J. Health. Research. Vol. 1, Nº 2 (Págs.


39-49)

Domínguez, M.T., Mandujano, M.F., Georgina, M., Sotelo, T.I., Gaxiola, J.C., y Valencia, J.E. (2013).
Escala de Apoyo Social para cuidadores familiares de adultos mayores mexicanos. Universitas
Psychologica, 12(2), 391-402. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=64728763007 Fenco, M. (2010). Autopercepción de la
calidad de vida del adulto mayor con diabetes mellitus en el hospital nacional Daniel Alcides
Carrión. (Tesis de Licenciatura, Universidad Nacional Mayor de San Marcos). Recuperado de:
http://cybertesis.unmsm. edu.pe/bitstream/cybertesis/1299/1/fenco_am.pdf Hernández, S.,
Fernández, C., y Baptista, L. (2014). Metodología de la investigación (6ª Ed.). McGrawHill-
Interamericana: México. Hernández, M.F., y Landero, H.R. (2014a). Aspectos psicosociales
relacionados con la calidad de vida en mujeres con cáncer de mama. Summa Psicológica, 11(1), 99-
104. Recuperado de: http://www.summapsicologica.cl/index.php/summa/article/view/164/148
Hernández, M.F., y Landero, H.R. (2014b). Propiedades psicométricas de la escala de felicidad
subjetiva (SHS) y su relación con el estrés, la salud percibida y el apoyo social en pacientes con
cáncer de mama. Psicoconlogía, 11(2), 357-367.
http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4925185 Lara, M., Ponce, S., y De la Fuente
(1996). Desarrollo de un instrumento para medir la calidad de vida en pacientes con cáncer.
Revista de Salud Mental, 19, 30-35. Recuperado de:
http://132.247.16.20/pdf/sm19s03/sm19s330.pdf?PHPSESSID=83c4d8983947e4f5428a
c9e7506f32da Maldonado, G., y Mendiola, S. (2010). Autopercepción de la calidad de vida en
adultos mayores en Contribuciones a las Ciencias Sociales. Consultado el 16 de Enero de 2015.
Recuperado de http://www.eumed.net/rev/cccss/04/mgmi.htm Organización Mundial de la Salud
(2012). 10 datos sobre el envejecimiento de la población. Consultado el 16 de Enero de 2015.
Recuperado de: http://www.who.int/ features/factfiles/ageing/es/ Organización Mundial de la
Salud (2015). Cáncer, Datos y Cifras. Nota descriptiva N°297 Febrero de 2015. Consultado el 16 de
Febrero de 2015. Recuperado de: http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs297/es/
Pelcastre, B., Treviño, S., González, T., y Márquez, M. (2011). Apoyo social y condiciones de vida de
adultos mayores que viven en la pobreza urbana en México. Cadernos de Saúde Pública, 27(3),
460-470. Peña, B., Terán, M., Moreno, F., y Bazán, M. (2009). Autopercepción de la calidad de vida
del adulto mayor en la Clínica de Medicina Familiar Oriente del ISSSTE. Revista de Especialidades
Médico-Quirúrgicas, 14(2), 53-56. Schwartzmann, L (2003). Calidad de vida relacionada con la
salud: aspectos conceptuales. Ciencia y enfermería, 9(2), 9-21. doi: 10.4067/S0717-
95532003000200002 Secretaría de Salud (2002). Norma Oficial Mexicana 041, Para la prevención,
diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del cáncer de mama. Consultado el 5
de Septiembre de 2014. Recuperado de: http://www.salud.gob.mx/unidades/
cdi/nom/041ssa202.html Secretaría de Salud (2009). Reglamento de la ley general de salud en
material de investigación para la salud. Consultado el 16 de enero 2014. Recuperado de:
http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/nom/compi/rlgsmis.html Sistema Nacional de Vigilancia
Epidemiológica (2015). Panorama epidemiológico del cáncer en México. Boletín Epidemiológico,
5(32), 1-68. Recuperado de:
http://www.epidemiologia.salud.gob.mx/doctos/boletin/2015/sem05.pdf

COYOTL et al. Relación del apoyo social y la calidad de vida en personas con cáncer

Eur. J. Health. Research. Vol. 1, Nº 2 (Págs. 39-49)


49

Vega, O.M., y González, D.S. (2009). Apoyo social: elemento clave en el afrontamiento de la
enfermedad crónica. Revista Electrónica Enfermería Global, 16, 1-11. Vinaccia, S., y Orozco, L.
(2005). Aspectos psicosociales asociados a la calidad de vida de personas con enfermedades
crónicas. Diversitas, 1(2), 125-137. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67910202

Recibido: 11 de junio de 2015 Recepción Modificaciones: 20 de junio de 2015 Aceptado: 23 de


junio de 2015

Articulo 5

European Journal of Child Development, Education and Psychopathology 2015, Vol. 3, Nº 2 (Págs.
55-67) © Eur. J. Develop. Educa. Psychop. ISSN 2340-924X // www.ejpad.com doi:
10.1989/ejpad.v3i2.29

Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas en estudiantes universitarios


María Teresa Antonio López1, Graciela Arrioja Morales2, Ali De León Gómez3, Leticia Velasco
Parra2, Alejandro Torres Reyes2, Francisco Adrían Morales Castillo2, Erika Coyotl Rodríguez2, Noé
Xicali Morales2, Inés Tenahua Quitl2, María del Socorro Villegas Velázquez2 y Miriam Yoselin
Torres Zarate1 1Hospital Psiquiátrico Rafael Serrano (México); 2Universidad Autónoma de Puebla,
(México); 3Instituto Mexicano del Seguro Social (México)

El consumo de alcohol y tabaco afecta a estudiantes universitarios, es el tercer daño a la salud y


principal adicción en México. En este trabajo se analizó la interacción entre los factores personales
y la resiliencia en las conductas de salud y el consumo de drogas en estudiantes universitarios.
Mediante diseño correlacional predictivo y muestreo aleatorio se seleccionó a la Facultad de
Comunicación. La muestra se calculó con análisis de potencia (N=145 estudiantes). Se aplicaron
cuatro instrumentos de .7000 a .8746 Alfa de Cronbach. Análisis estadístico inferencial. Se
encontró que los factores personales seleccionados influyen sobre la conducta de salud (p<.050) y
sobre la conducta de consumo de alcohol, tabaco y drogas (p<.050). La resiliencia influye sobre la
conducta de salud (p<.050) y sobre la conducta de consumo de alcohol, tabaco y drogas (p<.050).
La conducta de salud no influye sobre el consumo de alcohol, tabaco y drogas (p>.050). La
resiliencia fue variable predictora de la conducta de salud y el consumo de drogas en el Modelo de
Promoción de la Salud de Pender. Los hallazgos encontrados son aportación teórica a la práctica y,
eventualmente, en una intervención de enfermería en estilos de vida saludables, como factores
protectores en la prevención de adicciones en estudiantes universitarios.

Palabras clave: Resiliencia, factores personales, estilos de vida, consumo de drogas.

Resilience, health behavior and drug use behavior in college students. Alcohol and tobacco affect
college students, it is the third damage to health and primary addiction in Mexico. It was analyzed
the interaction between personal factors and resilience in health behaviors and drug use among
university students. Predictive correlational design, with random sampling, was applied to the
School of Communication, sample calculated using power analysis (N=145 students). There were
four instruments .7000 - .8746 Cronbach's alpha. Inferential statistical analysis. The selected
personal factors influence on health behavior (p<.050) and on the behavior of alcohol, tobacco
and drugs consumption (p<.050); resilience influence health behavior (p<.050) and on the
behavior of alcohol, tobacco and drugs (p<.050). Health behavior has no influence on the
consumption of alcohol, snuff and drugs (p>.050). The resilience was predictor of health behavior
and drug use in the Model Health Promotion of Pender. Findings with theoretical contribution to
the practice and eventually a nursing intervention on healthy lifestyles as protectors in addiction
prevention factors in college students.

Keywords: Resilience, personal factors, lifestyle, drug.

Correspondencia: Graciela Arrioja Morales. Facultad de Enfermería, Benemérita Universidad


Autónoma de Puebla. 25 Poniente No. 1304 Col. Volcanes. Puebla, Pue. México. C.P.: 72410. E-
mail: garrioja@yahoo.com

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

56 Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2


(Págs. 55-67)

El problema de salud que provoca la ingesta de alcohol y tabaco va en creciente magnitud e


impacto en todos los ámbitos de la sociedad. Las personas menores de 25 años tienen mayor
riesgo de ingresar al peligroso mundo de las adicciones al iniciar con el consumo de tabaco, seguir
con el consumo de bebidas alcohólicas, hasta llegar al consumo de drogas ilegales. El fenómeno de
la demanda del consumo de drogas afecta particularmente a los jóvenes estudiantes, quienes por
curiosidad empiezan a probar las drogas, que en ocasiones algún compañero les ofrece (Comisión
Nacional contra las Adicciones [CONADIC], 2011). Algunos hallazgos refuerzan la asociación de los
consumos de tabaco y alcohol en estudiantes universitarios con la resiliencia (Colgan, Turnbull,
Mikocka-Walus y Delfabbro, 2010; Myers, Doran, Trinidad, Klonoff y Wall, 2009). El abuso en el
consumo de alcohol es la causa de muerte de 2.5 millones de personas en el mundo, de los cuales,
1.8 millones pertenecen a población de 15 a 24 años de edad. A nivel mundial, este consumo
ocupa el tercer lugar entre los principales factores de riesgo que causan daño a la salud, es la
cuarta causa de mortalidad y la primera de discapacidad en América (Organización Mundial de la
Salud [OMS], 2010). Según la encuesta nacional de adicciones de 2008, la principal adicción en
México es el alcoholismo con 27 millones de personas que beben en exceso; el grupo de edad que
muestra los niveles más altos de consumo es de 18 a 29 años, etapa en la que se encuentran en la
universidad. Puebla se encuentra en el cuarto lugar de los estados con mayores niveles de
consumo en la República (Secretaría de Salud, Instituto Nacional de Salud Pública, Instituto
Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñíz, Consejo Nacional contra las Adicciones y
Fundación Gonzalo Río Arronte, 2008; CONADIC, 2011). Con relación al consumo de tabaco, la
OMS (2011) estima que la epidemia de tabaquismo mata casi 6 millones de personas en el mundo
cada año, y más de 600.000 muertes ocurren entre personas no fumadoras expuestas al humo del
tabaco. Actualmente 150 millones de jóvenes consumen tabaco. En México, de acuerdo a la
encuesta de tabaquismo en Jóvenes (ETJ) de 2009, del total de la población fumadora activa de 12
a 65 años 18.5% son fumadores, lo cual equivale a 14 millones, originando la muerte de
aproximadamente 60 000 personas por año debido a enfermedades atribuibles al tabaco. Los
estudiantes inician el consumo de cigarros antes de cumplir los 15 años y continúan con el alcohol;
Puebla es la segunda ciudad con más fumadores (Reynales-Shigematsu, Valdés-Salgado,
Rodríguez-Bolaños, Lazcano-Ponce y Hernández-Ávila, 2009; CONADIC, 2010). El consumo de
alcohol y tabaco es causado por la interacción de factores personales y la resiliencia como una
cognición de la conducta. Los factores centrados en la persona aluden a características propias del
sujeto vinculados al contexto social inmediato como la familia, grupo de iguales o escuela (Pender,
Murdaugh y Parsons,

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2 (Págs. 55-67)


57

2006). En este complejo entramado de influencias se van gestando y modificando los factores
relacionados con la génesis del consumo de sustancias psicoactivas (Moral, 2007). En México
existen 29.7 millones de jóvenes que tienen entre 15 y 29 años de edad, lo cual corresponde a una
de cada cuatro personas que viven en el territorio nacional, donde el 16.3% se encuentra cursando
el nivel académico superior (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática [INEGI],
2014). La educación es uno de los pilares fundamentales de los derechos humanos. En particular,
la educación superior es un instrumento esencial para formar ciudadanos capaces de construir una
sociedad más justa y abierta, basada en la solidaridad, el respeto de los derechos humanos y el
uso compartido del conocimiento y la información. En una sociedad cambiante es necesaria una
formación integral, general y profesional que propicie el desarrollo de la persona como un todo y
favorezca su crecimiento personal, su autonomía, su socialización y la capacidad de convertir en
valores los bienes que la perfeccionan. Ante la complejidad de los desafíos mundiales, presentes y
futuros, la educación superior tiene la responsabilidad social de hacer avanzar la comprensión de
problemas polifacéticos con dimensiones sociales, económicas, científicas y culturales, así como
nuestra capacidad de hacerles frente (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla [BUAP], 2009;
Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura [UNESCO], 1998,
2009). Lo antes descrito origina que la universidad contemple como un elemento importante la
promoción de la salud en todas sus dimensiones. Para ello, se requiere promover el concepto de
salud de la OMS (2014) e implementar estrategias de corresponsabilidad para contribuir al
desarrollo de un estilo de vida saludable que favorezca el bienestar humano, el mantenimiento de
la salud y la disminución de las demandas de atención a enfermedades. El Modelo de Promoción
de la Salud (MPS) de Pender, constituye una base para estudiar el modo en que los individuos
toman decisiones con respecto al cuidado de su salud. Por tal motivo, el presente estudio se
realizó bajo dicha perspectiva teórica. Este enfoque incluye el aumentar los recursos y promover la
resiliencia en la persona para vivir con efectividad, direccionados a realizar actividades para la
promoción de la salud (Benito, 2009; BUAP, 2009; Pender et al., 2006). La resiliencia es una
cualidad innata de los individuos donde existe una serie de factores que influyen en que pueda o
no desarrollarse según el momento vital del individuo y sus circunstancias interpersonales; nos
habla, por tanto, de que algunos individuos tienen una buena adaptación a la vida, lo que indica
que tienen una capacidad para superar situaciones de riesgo en su salud física o psíquica y
adaptación ante la adversidad (Benito, 2009; Earvolino, 2007; Moral, 2007).

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

58 Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2


(Págs. 55-67)

El consumo de alcohol de riesgo y perjudicial a la salud es alto en los estudiantes universitarios,


especialmente en hombres (Arrieta, 2009). En los estudiantes de Artes, en Australia, existe
relación entre el consumo diario de tabaco con la depresión, ansiedad y estrés; el tener a un
compañero fumador hace dos veces más propenso al estudiante ser un fumador, y en la mayoría
de los estudiantes la salud y acondicionamiento son razones para no fumar (Colgan et al., 2010).
El problema de estudio se delimitó en la siguiente pregunta de investigación ¿Cómo influyen los
factores personales biológicos (edad y sexo), socioculturales (escolaridad y estado civil) y la
resiliencia sobre la conducta de salud y la conducta de consumo de alcohol, tabaco y drogas en
estudiantes universitarios del área de las ciencias sociales? Se dio respuesta a la pregunta con un
diseño correlacional y tres hipótesis sustentadas por el MPS de Pender (2006) y literatura
relacionada.

Objetivo Analizar y explicar el efecto de los factores personales (FP) y la resiliencia en la conducta
de salud y consumo de alcohol y tabaco en estudiantes universitarios del área de las ciencias
sociales en el Modelo de Promoción de Salud, además de contribuir al incremento de
conocimiento científico de las ciencias de la salud y de enfermería.

Hipótesis 1. Los factores biológicos y socioculturales influyen sobre la conducta de salud del
estudiante universitario del área de las ciencias sociales. 2. La resiliencia influye sobre la conducta
de salud del estudiante universitario del área de las ciencias sociales. 3. La resiliencia influye sobre
la conducta del consumo de alcohol, tabaco y drogas del estudiante universitario del área de las
ciencias sociales.

MÉTODO

El estudio fue de diseño no experimental dado que la observación del fenómeno fue tal como
sucede, sin intervención o manipulación de variables por parte del investigador; correlacional,
predictivo y de alcance transversal porque solo se requirió de una medición en un solo momento.
Más allá de describir las variables se identificaron sus relaciones existentes para luego analizar
dicha correlación (Polit y Hungler, 2002; Burns y Grove, 2004). La población estuvo conformada
por estudiantes universitarios, hombres y mujeres matriculados en la Facultad de Ciencias de la
Comunicación de la BUAP, México. Con muestreo aleatorio simple se seleccionó a la Facultad de
Ciencias de la Comunicación. El tamaño de la muestra se calculó a través de análisis de potencia
para

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2 (Págs. 55-67)


59

un α = .05, un efecto estimado de .30 y un poder de 95%, que estableció una muestra de 145
estudiantes universitarios (Polit y Hungler, 2002). Se incluyeron a estudiantes universitarios
matriculados en el segundo y octavo cuatrimestre de la Licenciatura de Ciencias de la
Comunicación, hombres y mujeres entre 18 y 26 años de edad que aceptaron participar
voluntariamente en el estudio. Para obtener la información sobre las variables a medir en este
estudio, se utilizó una cédula y tres instrumentos: la Cédula de Factores Personales del Estudiante
Universitario FAPEU (elaborado por las investigadoras); la Escala de Resiliencia (Wagnild y Young,
1993); Cédula Perfil de Estilo de Vida PEPSS-II (Walker y Hill-Polerecky, 1996) y la Sección F de la
Encuesta de Uso de Tabaco, Alcohol y Drogas (Sussman, Flay, Dent, Stacy y Burton, 1986). Se
solicitó la autorización al Comité Académico de Investigación y Estudios de Posgrado y al Comité
de Ética de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la BUAP. El estudio se llevó a cabo de
acuerdo con las disposiciones de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud,
en atención al Título Quinto, Capítulo Único, de los aspectos éticos de la investigación en seres
humanos (Secretaría de Salud [SS], 2012). La aplicación de la prueba final estuvo a cargo del
investigador responsable y diez personas asesoradas y capacitadas previamente. Se aplicó en las
aulas de clase, previa autorización por escrito mediante un consentimiento informado, al finalizar
se les agradeció su participación. Para el procesamiento de datos se utilizó el Statistical Package
for Social Sciences (SPSS) versión 18. En el análisis de cada una de las variables se aplicó estadística
descriptiva y medidas de dispersión. La confiabilidad de los instrumentos se obtuvo con el
coeficiente de alfa de Cronbach. Los datos se transformaron a índices en una escala de 0 a 100 y se
aplicó la prueba de ajuste de Kolmogorov-Smirnov (K-S). La selección del estadístico se
complementó de acuerdo al tipo de variable, la escala de medición y el resultado de la prueba K-S.
En el caso donde se aplicó estadística paramétrica para relacionar variables tipo escalar fue
factible utilizar la correlación de Pearson.

RESULTADOS

Los resultados se presentan en el siguiente orden: a) descripción de la muestra de estudio, b)


confiabilidad de los instrumentos, c) análisis descriptivo de las variables de estudio y prueba de
normalidad, d) matriz de correlación y e) estadística inferencial para verificación de hipótesis.

Descripción de la muestra de estudio Se describen las variables de factores personales biológicos y


socioculturales.

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…


60 Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2
(Págs. 55-67)

Se observa que en la actualidad son más mujeres (77%) que hombres estudiantes universitarios en
el área de las ciencias sociales. La edad promedio fue de 19.96 años (DE=1.7), lo cual corresponde
al nivel académico que cursan (Tabla 1).

Tabla 1. Modelos de regresión lineal múltiple: factores personales sobre la conducta de salud

Modelos F

Valor de p

Error estándar

Coeficiente estandarizado B

t Valor de p R2

5 Hombre, octavo cuatrimestre y no trabaja.

6.212 .001

2.170 1.895 2.052

.187 -.164 .221

2.411 -2.110 2.800

.017 .036 .006

.107

VD: CS de manejo del estrés

El grado escolar de mayor predominio (62%) fue del primer año. El 75% refirió ser soltero, con
dependencia económica el 78% y sólo el 30% trabajaban; resultados esperados en estudiantes
universitarios (tabla 2).

Tabla 2. Regresión lineal simple del efecto de resiliencia sobre la conducta de salud Variables Suma
de cuadrados gl Cuadrado medio F. cal Valor de p Model 2 1127.839 1 1127.839 18.900 .001
Residual 9368.965 157 59.675 VI: resiliencia VD: conducta de salud R2 = 11%

Confiabilidad de los instrumentos La consistencia interna de los tres instrumentos aplicados se


obtuvo mediante el coeficiente de alfa de Cronbach. Las puntuaciones de consistencia interna
fueron aceptables: la escala de resiliencia con .9200, el perfil de estilos de vida .8800 y la escala de
uso de alcohol, tabaco y drogas con .8500 (Tabla 3).

Tabla 3. Regresión lineal simple del efecto de resiliencia sobre la conducta de salud de crecimiento
espiritual Variables Suma de cuadrados gl Cuadrado medio F. cal Valor de p Model 4 6476.291 1
6476.291 70.466 .001 Residual 14429.296 157 91.906 VI: R confianza en sí mismo VD:CS en
crecimiento espiritual R2 = 31.0%
Análisis descriptivo de las variables de estudio y prueba de normalidad En los estudiantes
universitarios del área de las ciencias sociales se encuentra para la variable resiliencia una media
de 74 (DE=14), que pudiera favorecer a elevar la media de la conducta de salud que fue de 40
(DE=8). La media de resiliencia pudiera explicar la media del uso de alcohol, tabaco y drogas de 95
(DE=13), que indica bajo consumo, pues a mayor puntuación menor consumo de alcohol, tabaco y
drogas. En los

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2 (Págs. 55-67)


61

resultados de las pruebas de normalidad K-S, se encontró una distribución normal de los datos de
las variables resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de alcohol, tabaco y drogas.

Matriz de correlación A continuación se describe la relación de variables de la matriz de


correlación de Pearson, donde se muestra que la variable resiliencia se correlaciona positiva, débil
y moderadamente (r=.215 a .549; p=.001) con la conducta de salud. Las correlaciones de la
resiliencia con el consumo de alcohol, tabaco y drogas fueron positivas, débiles y significativas (r
=.162 a .169; p=.001).

Estadística inferencial para verificación de hipótesis En la verificación de las hipótesis realizadas


mediante la construcción de modelos de regresión lineal simple y múltiple (MRLS y MRLM), las
variables independientes fueron los factores personales biológicos y socioculturales, resiliencia y
conducta de salud. Y las variables dependientes en otro momento también fueron resiliencia,
conducta de salud y conducta de consumo de alcohol, tabaco y drogas. Las variables categóricas se
transformaron a variables artificiales para introducirlas en los modelos de regresión lineal como
variables independientes.

Hipótesis 1 La hipótesis uno plantea que los factores biológicos y socioculturales influyen sobre la
conducta de salud del estudiante universitario del área de las ciencias sociales (ver tabla 1). En la
tabla 1 se presenta el resumen de MRLM donde se aprecia que los factores personales biológicos
como el género y socioculturales como la escolaridad y no trabajar, afectan a la conducta de salud
de manejo del estrés (FCal2/156=6.212; p=.001; R2 =10%). Con los hallazgos presentados se
acepta la hipótesis uno.

Hipótesis 2 La hipótesis dos plantea que la resiliencia influye sobre la conducta de salud del
estudiante universitario del área de las ciencias sociales (ver tabla 2). En el resumen de la tabla 2,
se muestra que el efecto de la resiliencia sobre la conducta de salud fue significativo
(Fcal,1/157=18.900; p=.001; R2=11%). En la tabla 3 se muestra el resultado del MRLS, donde se
aprecia el efecto significativo de la resiliencia de confianza en sí mismo sobre la conducta de salud
en crecimiento espiritual (Fcal,1/157=70.466; p=.001; R2=31%) (ver tabla 3).

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

62 Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2


(Págs. 55-67)
Figura 1. Gráfica de dispersión resiliencia confianza en sí mismo y conducta de salud de
crecimiento espiritual

Confianza en sí mismo y espiritualidad

Resiliencia confianza en si mismo

120100806040200

CS espiritualidad

80

70

60

50

40

30

20

10

Género

Hombre

Mujer

Población total

En la figura 1 de la gráfica de dispersión, se aprecia que, a mayor confianza en sí mismo, mejor


conducta de salud en la espiritualidad en estudiantes universitarios del área de las ciencias
sociales, independientemente del género. Con los hallazgos presentados queda aceptada la
hipótesis dos.

Hipótesis 3 La hipótesis tres plantea que la resiliencia influye sobre la conducta del consumo de
alcohol, tabaco y drogas del estudiante universitario del área de las ciencias sociales. Para verificar
la hipótesis se diseñó un MRLM y un MRLS (ver tabla 4).

Tabla 4. Regresión lineal múltiple del efecto de resiliencia sobre la conducta de consumo de
alcohol y tabaco Variables Suma de cuadrados gl Cuadrado medio F. cal Valor de p Model 1
2195.724 2 1097.862 5.093 .007 Residual 33629.379 156 215.573 VI: R sentirse bien solo, R
perseverancia VD: consumo de alcohol, tabaco y drogas en ambiente universitario R2 = 6.1%

En la tabla 4 se resume el resultado del MRLM, donde se aprecia el efecto significativo de


resiliencia en sentirse bien solo y resiliencia en perseverancia sobre el consumo de alcohol, tabaco
y drogas en ambiente universitario (Fcal,2/156=5.093; p=.007; R2=61%).
ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2 (Págs. 55-67)


63

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

La descripción de la edad indicó que el 58% fue de 17 a 20 años, el género más representado
fueron estudiantes mujeres (77%), cifras similares a lo reportado por investigadores como Becoña
et al. (2006), Colgan et al. (2010), Domínguez (2010), Sánchez (2011) y Xicali (2011). En conjunto se
destaca que en los últimos años en los programas de educación superior son más mujeres que
hombres, lo que puede deberse a los efectos de la equidad de género o al aumento real del último
censo poblacional, donde el número de mujeres es mayor que el de hombres. Sin embargo, una
situación diferente reportan Chau y Oblitas (2007) en una facultad de ciencias de la comunicación,
en donde la mayoría de estudiantes son hombres. En relación al estado civil, el 75% de la muestra
refirió no contar con pareja, datos similares con Xicali (2011) 72%, pero con una diferencia
porcentual de 10 en comparación con los resultados de Sánchez (2011), donde los universitarios
sin pareja fueron el 85%; datos no coincidentes con lo reportado por Chau y Oblitas (2007) en
Lima, donde el 99% de estudiantes universitarios son solteros. Situación contraria se observó en
estudiantes universitarios mexicanos, donde el vivir con pareja durante la etapa universitaria
tiende a ir en aumento. Con relación al trabajo, el 70% refirió no trabajar, y de los que trabajan,
algunos continúan en dependencia económica (78%). Es de suponer que el sueldo en esa etapa de
la vida es bajo porque aún no tienen una profesión culminada y quienes tienen pareja (cuarta
parte) deben trabajar por la responsabilidad adquirida, pero continúan siendo dependientes
económicos. La variable resiliencia obtuvo una media de 74 (DE=14), que pudiera ser útil en una
intervención para la media de la conducta de salud que fue de 40 (DE=8). La media de resiliencia
pudiera explicar la media alta del uso de tabaco, alcohol y drogas de 95 (DE=13) que indica bajo
consumo, pues a mayor puntuación menor consumo de alcohol, tabaco y drogas. En la primera
hipótesis se afirma que los factores biológicos y socioculturales influyen sobre la conducta de
salud en el estudiante universitario con las siguientes evidencias: los factores personales género
(hombre), escolaridad y no trabajar impulsó el efecto sobre la conducta de salud en el manejo del
estrés (Fcal,2/156=6.212; p=.001; R2=10%). Hallazgos coincidentes con De León (2010),
Domínguez (2010), Hernández (2010), Sánchez (2011) y Xicali (2011) cuyos resultados apoyan la
proposición que sustenta que las características personales heredadas y adquiridas influyen en las
creencias y promulgación en la conducta de salud (Pender et al., 2006). Existe congruencia con lo
reportado por Colgan et al. (2010) quienes observaron que hubo influencia de las mujeres para no
fumar, adicionado a que los universitarios eligieron “salud y acondicionamiento” como un motivo
para evitar el consumo de tabaco; así

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

64 Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2


(Págs. 55-67)

mismo con Chau y Oblitas (2007) quienes reportaron la influencia de la edad, nivel educativo y la
relación de pares, pero con conductas negativas de salud. Se verifica la segunda hipótesis, que
establece que la resiliencia influye sobre la conducta de salud del estudiante universitario. Los
resultados son coincidentes con las evidencias de Colgan et al. (2010) que mencionan algunos
factores resilientes como razones dadas para no fumar. Pero difieren con lo reportado por Becoña
et al. (2006) donde existió mayor resiliencia en los que fuman (t=1.144; p=.001). Los resultados
obtenidos en este estudio aportan información para facilitar intervenciones basadas en la
resiliencia de universitarios, con lo que se puede contribuir a elevar la conducta de salud, que en la
muestra fue baja. Una posible explicación se encuentra en que quizá no les sobre tiempo para una
adecuada alimentación o para realizar ejercicio o algún otro tipo de conducta saludable, ya que
muchos universitarios vienen de lugares aledaños e inclusive de otras ciudades. Se afirma la
hipótesis tres, donde la resiliencia influye sobre la conducta del consumo de alcohol, tabaco y
drogas del estudiante universitario; con el efecto significativo de resiliencia en sentirse bien solo y
resiliencia en perseverancia sobre el consumo de alcohol, tabaco y drogas en ambiente
universitario (Fcal/2,156=5.093; p=.007; R2 = 61%). La resiliencia como variable cognitiva-afectiva
en el MPS es predictora de la conducta de salud, resultados congruentes con la proposición que
sustenta que “la competencia percibida para ejecutar una conducta dada aumenta la probabilidad
de un compromiso con la acción y la realización real de la conducta” (Pender et al., 2006). Sin
embargo, Moral (2007) precisa que la resiliencia actúa como macrofactor frente a la conducta de
la experimentación de sustancias psicoactivas. En resumen, se puede interpretar en este estudio,
que el nivel bajo del consumo de alcohol, tabaco y drogas, puede deberse a la alta resiliencia en
los universitarios; contrario a la evidencia de lo investigado por Colgan et al. (2010), donde
confirman que el estrés contribuye a la iniciación del tabaquismo (F=2.22; p=< .05). Ardila y Herrán
(2008) muestran en su estudio que una de las razones para consumir alcohol es la creencia de que
“disminuye la tensión física y psicológica”; de igual manera Myers et al. (2009) reportan que el
descontrol del comportamiento influyó en la experimentación hacia fumar un primer cigarrillo
(95% IC=1.03; p=.043). Al examinar estos últimos datos, imperan variables de la conducta de salud
mental que sugieren áreas de atención importantes en la prevención de las adicciones. Por último,
hay que señalar que la conducta de salud juega un papel significativo hacia la transición de
consumo de alcohol, tabaco y drogas en estudiantes universitarios.

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2 (Págs. 55-67)


65

REFERENCIAS Ardila, F.M. y Herrán, F.O. (2008). Expectativas en el consumo de alcohol en


Bucaramanga, Colombia. Revista Médica de Chile, 136, 73-82. doi:
dx.doi.org/10.4067/S003498872008000100009 Arrieta, V.K. (2009). Consumo patológico de
alcohol entre los estudiantes de la universidad de Cartagena. Revista de Salud Pública, 11(6), 878-
886. Becoña, I.E., Míguez, V.M., López, D.A., Vázquez, D.M., y Lorenzo, P.M. (julio/septiembre,
2006). Resiliencia y consumo de tabaco en jóvenes. Prevención del Tabaquismo, 8(3), 98-107.
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. (2009). La función social de la universidad pública.
Fundamentos Modelo Universitario Minerva (Vol 1, pp. 31-39). Puebla, México: Autor. Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla. (2009). Estrategias generales para el desarrollo del modelo de
integración social. Fundamentos Modelo Universitario Minerva (Vol 2, pp. 23-35). Puebla, México:
Autor. Benito R. A. (2009). Análisis de la demanda tras los atentados del 11 de marzo en el Centro
de Salud Mental de Alcalá de Henares (Tesis doctoral, Universidad de Alcalá, España) Burns, N., y
Grove, S.K. (2004). Investigación en enfermería (3a ed.). Madrid, España: Saunders Elsevier. Chau,
C., y Oblitas, H. (diciembre, 2007). Características del consumo de bebidas alcohólicas en
estudiantes universitarios. Revista Peruana de Drogodependencias. Análisis e Investigación, 5(1).
Recuperado de http://www.alcoholinformate.org.mx/ BebAlcoholInvest08062009.pdf Colgan, Y.,
Turnbull, D., Mikocka-Walus, A., y Delfabbro, P. (2010). Determinants of resilience to cigarette
smoking among young australians at risk: An exploratory study. Tobacco Induced Diseases, 8. doi:
10.1186/1617-9625-8-7 Comisión Nacional contra las Adicciones. (noviembre, 2010). Las
adicciones, asunto prioritario en la agenda pública. Recuperado de
http://www.conadic.salud.gob.mx/prensa/ boletines2010/adiccionesprioritario_220210.html
Comisión Nacional contra las Adicciones. (marzo, 2011). Palabras del Dr. Carlos Tena Tamayo,
comisionado nacional contra las adicciones, CONADIC. Recuperado de
http://www.conadic.salud.gob.mx/prensa/boletines2011/palabrasavancesNV_300311.ht ml De
León, G.A. (2010). Conducta en salud de ejercicio y conducta de consumo de drogas en jóvenes
estudiantes universitarios (Tesis de maestría inédita). Facultad de Enfermería, Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla, México. Domínguez, R.A. (2010). Conducta de manejo del estrés
y consumo de drogas (Tesis de maestría inédita). Facultad de Enfermería, Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, México. Earvolino-Ramirez M. (2007). Resilience: A concept analysis.
Nursing Forum, 42, 73-82. doi:10.1111/j.1744-6198.2007.00070.x/full Hernández, R.E. (2010).
Conducta de autorrealización y consumo de drogas en estudiantes universitarios (Tesis de
maestría inédita). Facultad de Enfermería, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México.
Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. (2014). Perfil sociodemográfico de
jóvenes. Recuperado de http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/
bvinegi/productos/censos/poblacion/2010/perfil_socio/jovenes/702825056636.pdf Moral, J.M.
(2007). Personalidad, resiliencia y otros factores psicosociales asociados al consumo de sustancias
psicoactivas en la adolescencia: Propuesta etiológica. Revista Española de Drogodependencias,
32(3), 250-291.

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

66 Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2


(Págs. 55-67)

Myers, M.G., Doran, N.M., Trinidad, D.R., Klonoff, E.A., y Wall, T.L. (2009). A prospective study of
cigarette smoking initiation during college: Chinese and korean-american students. Health
Psychology, 28, 448-456. doi: 10.1037/a0014466. Organización Mundial de la Salud. (2010).
Estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol. Recuperado de
http://apps.who.int/iris/handle/10665/44486 Organización Mundial de la Salud (2011). Día
mundial sin tabaco: El convenio marco de la OMS para el control del tabaco. Recuperado de
http://www.who.int/tobacco/wntd/ 2011/announcement/es/ Organización Mundial de la Salud.
(2014). Adolescentes: Riesgos para la salud y soluciones (Nota descriptiva N°345 mayo de 2014).
Recuperado de http://www.who.int/ mediacentre/factsheets/fs345/es/ Organización Mundial de
la Salud. (2014). Salud mental: Fortalecer nuestra respuesta (Nota descriptiva N°220 agosto de
2014). Recuperado de http://www.who.int/mediacentre/ factsheets/fs220/es/ Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. (1998). Conferencia mundial sobre la
educación superior. La educación superior en el siglo XXI: Visión y acción (Tomo I, informe final).
Recuperado de http://unesdoc.unesco.org/images/0011/001163/116345s.pdf Organización de las
Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (2009). Conferencia mundial sobre la
educación superior: La nueva dinámica de la educación superior y la investigación para el cambio
social y el desarrollo. Recuperado de
http://www.unesco.org/education/WCHE2009/comunicado_es.pdf Pender, N.J., Murdaugh C.L., y
Parsons M.A. (2006). Health promotion in nursing practice (5a ed.). EE. UU.: Prentice Hall. Polit,
D.F., y Hungler, B.P. (2000). Investigación científica en ciencias de la salud (6a ed.). (Palacios, M.R.
y Féher, D.G., Trads.). México: McGraw-Hill Interamericana. Reynales-Shigematsu, L.M., Valdés-
Salgado, R., Rodríguez-Bolaños, R., Lazcano-Ponce. E, y Hernández-Ávila, M. (2009). Encuesta de
tabaquismo en jóvenes en México. Análisis descriptivo 2003, 2005, 2006, 2008. Cuernavaca,
México: Instituto Nacional de Salud Pública. Recuperado de
http://www.conadic.salud.gob.mx/pdfs/pie/etj2008.pdf Sánchez, G.M. (2011). Autoestima,
autoeficacia percibida, manejo del estrés y consumo de drogas en universitarios (Tesis de maestría
inédita). Facultad de Enfermería, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México. Secretaría
de Salud. (2012). Reglamento de la ley general de salud en materia de investigación para la salud.
Recuperado de http://www.salud.gob.mx/unidades/cdi/nom/ compi/rlgsmis.html Secretaría de
Salud; Instituto Nacional de Salud Pública; Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente
Muñíz; Consejo Nacional contra las Adicciones; Fundación Gonzalo Río Arronte. (2008). Encuesta
nacional de adicciones (1ª ed.). Cuernavaca, México: Instituto Nacional de Salud Pública.
Recuperado de http://www.conadic.salud.gob.mx/ pdfs/ena08/ENA08_NACIONAL.pdf Sussman,
Flay, Dent, Stacy, y Burton. (1986). Student pretest and posttest questionnaire development and
content: television, school and family project (Technical Report # 86 TVSFP-14). Los Angeles:
University of Southern California, Health Behavior Research Institute. Wagnild, G., y Young, H.
(1993). Escala de resiliencia (ER). Walker, S.N., y Hill-Polerecky, D.M. (1996). Psychometric
evaluation of the health-promoting lifestyle profile II. Unpublished manuscript, University of
Nebraska Medical Center.

ANTONIO et al. Resiliencia, conducta de salud y conducta de consumo de drogas…

Eur. J. Develop. Educa. Psychop Vol. 3, Nº 2 (Págs. 55-67)


67

Xicali, M.N. (2011). Conducta de responsabilidad en salud en el consumo de drogas en jóvenes


estudiantes universitarios (Tesis de maestría inédita). Facultad de Enfermería, Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla, México.

Recibido: 20 de abril de 2015 Recepción Modificaciones: 18 de mayo de 2015 Aceptado: 20 de


mayo de 2015

Articulo 6

European Journal of Investigation in Health, Psychology and Education 2014, Vol. 4, Nº 3 (Págs.
321-327)

© Eur. J. investig. health psychol. educa e-ISSN 2254-9625 // www.ejihpe.es

Síntomas depresivos versus depresión en adultos mayores de una comunidad rural


Clemente Cordero Sánchez, Guillermina García Madrid, Marcela Flores Merlo, Francisco Javier
Báez Hernández, Alejandro Torres Reyes y Miguel Ángel Zenteno López Universidad Autónoma de
Puebla (México)

La depresión es un trastorno del estado del ánimo que se caracteriza por la pérdida de interés o
placer por las actividades de la vida diaria. Síndrome geriátrico que generalmente pasa
desapercibido generando un gran deterioro físico y funcional. El objetivo del trabajo fue conocer la
sintomatología depresiva en adultos mayores de una comunidad rural del estado de Puebla,
México. Estudio descriptivo, correlacional, transversal, realizado en 155 adultos mayores a quienes
se les aplicó la Escala del Centro de Estudios Epidemiológicos de la Depresión CES-D y la Escala de
Yesavage. El rango de edad fue de 60 a 90 años, predominó el género femenino (65.2%), el CES-D
reportó que el 18.7% se encontró sin síntomas clínicamente significativos, el 70.3% en síntomas de
depresión sub-umbral, el 9% en posible episodio de depresión mayor y el 1.9% en probable
episodio de depresión mayor. Resultados análogos a los de la Escala de Yesavage en donde el
43.2% se encontró sin datos de depresión, el 32.9% con depresión leve, el 17.4% con depresión
moderada y el 6.5% con depresión severa. Dándose una diferencia por género
(Femenino=8482.00, Masculino=3608.00; p=.023). El conocer la sintomatología depresiva en
adultos mayores permite implementar intervenciones de cuidado basadas en evidencia científica.

Palabras clave: Sintomatología depresiva, depresión, adulto mayor.

Depressive symptoms versus depression in older adults in a rural community. Depression is a


mood disorder characterized by loss of interest or pleasure in activities of daily living. Frequent
and disabling geriatric syndrome that often goes unnoticed, which generates physical and
functional. The objective was to know the depressive symptoms in older adults in a rural
community in the state of Puebla, Mexico. Study was descriptive, correlational, cross, made of 155
seniors was an applied to Scale Center for Epidemiologic Studies Depression CES-D and the Scale
of Yesavage. The age range of older adults was 60 to 90 years, with a predominance of female
gender in 65.2%, the CES-D reported 18.7% were found no clinical y significant symptoms, 70.3%
in symptoms of sub- threshold depression, 9% in possible major depressive episode, 1.9% in
probable major depressive episode. Similar results to those of Scale of Yesavage 43.2% found no
evidence of depression, 32.9% with mild depression, 17.4% with moderate depression and 6.5%
with severe depression. Noticing a difference by gender (Women=8482.00, Male=3608.00,
p=.023). Knowing depressive symptoms in older adults can implement care interventions based on
scientific evidence.

Keywords: Depressive symptomatology, depression, elderly.

Correspondencia: Clemente Cordero Sánchez. Hospital Psiquiátrico Dr. Rafael Serrano SSEP. C/
Francisco Sarabia 811. Col. Adolfo López Mateos. Puebla (México). E-mail:
clecosa@yahoo.com.mx

CORDERO et al. Depresión en adultos mayores

322 Eur. J. investig. health psycho. educa Vol. 4, Nº 3 (Págs.


321-327)
El envejecimiento es un periodo de la vida en la que el adulto mayor tiene más tiempo para
encontrarse consigo mismo y percibir su realidad. Es entonces cuando empieza a tomar
consciencia de que su vida está cambiando y de que experimenta cambios físicos, fisiológicos,
psicológicos, emocionales, espirituales y laborales que le hacen susceptible a vivir diversos estados
emocionales. Por otra parte, el adulto mayor es un ser socialmente frágil emocionalmente, en el
sentido de haber perdido a este nivel algunos de los pilares básicos en los que sustentaba su vida
(pareja, familiares, amigos, actividad y prestigio profesional). Situación que puede ser peligrosa, ya
que si no logra encontrar la armonía necesaria y plantearse nuevos retos y metas de vida, la vejez
le conducirá a una desarmonía psíquica sucumbiendo a la sintomatología depresiva. La depresión
contribuye de manera significativa a la carga global de enfermedad, afectando la calidad de vida
de las personas en todos los países. Es una de las causas principales de discapacidad a nivel
mundial (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2012). Por lo antes expuesto el estado del
ánimo del adulto mayor puede variar de un día a otro. Múltiples son los factores además de los ya
mencionados pueden inducir a ello: problemas familiares, psicológicos, neurológicos, endócrinos,
nutricionales, inflamatorios, neoplásicos, cardiovasculares, polifarmacia, síndromes geriátricos
entre otros. La presentación clínica puede ser distinta en cada individuo y puede estar
enmascarada. Aunque la depresión es común entre los adultos mayores con frecuencia se
diagnostica de forma equivocada o se omite. Varias circunstancias ocasionan este
comportamiento, entre ellos que la depresión en personas mayores se puede enmascarar o
encubrir por otros trastornos físicos. La fatiga asociada con la insuficiencia cardiaca, es probable
que disfrace la falta de energía que se observa en la depresión (Lentz, 2002). El aislamiento social,
la discriminación, la negación y la incomprensión del proceso normal del envejecimiento,
contribuyen a que no sea frecuente su detección. Aunado a ello es desafortunado el actuar de
algunos profesionales de la salud que cuando un adulto mayor llega a hospitalizarse por algún otro
problema de salud, lo menos que se hace es identificar y tratar la depresión dejando pasar muchas
oportunidades perdidas. De igual manera la familia, considera generalmente la depresión en el
adulto mayor, como una vivencia natural del envejecimiento. Los trastornos del estado del ánimo
son uno de los términos que más han cambiado en las últimas décadas. Tanto en lo conceptual
como en los datos publicados se manifiesta una pluralidad de criterios en la definición, manejo,
explicación y medición de la enfermedad depresiva. De acuerdo con el Manual Diagnóstico y
Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM4) de la Asociación Psiquiátrica Americana y de la
Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10) de la Organización Mundial de la Salud
(OMS), la depresión, es un trastorno del estado del ánimo que se caracteriza

CORDERO et al. Depresión en adultos mayores

Eur. J. investig. health psycho. educa Vol. 4, Nº 3 (Págs. 321-327)


323

por la pérdida del interés o placer por las actividades de la vida diaria. Síndrome geriátrico
frecuente e incapacitante que pasa muchas veces desapercibido por la familia, que genera
deterioro físico y funcional, mayor susceptibilidad a las enfermedades crónicas y un aumentando
en las tasas de morbilidad y mortalidad de este grupo de población, ya que muchas veces suele
inducir a las personas a intentos de suicidio y/o a la muerte. Según el Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática (INEGI, 2010) en México existen más de 10.5 millones de
adultos mayores. Según estimaciones, para el año 2030 habrá 22.2 millones y para la mitad del
siglo XXI uno de cada tres habitantes será adulto mayor. Panorama demográfico que evidencia el
envejecimiento poblacional que vive el país y que patentiza el riesgo de una mayor demanda de
servicios de salud, debido a un incremento en las enfermedades crónicas, tasas mayores de
dependencia físico cognitiva y mayor incidencia y prevalencia de enfermedades mentales como la
depresión (OMS). De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS, 2010) en México, la
depresión afecta aproximadamente al 11.3% de adultos mayores y en el estado de Puebla es la
primera causa de consulta en las unidades de psiquiatría en donde el 16.8% son personas
mayores. En las comunidades rurales de acuerdo a Bello et al. (2010); Tenev, Robinson y Jorge
(2012), la depresión es un factor de riesgo de deterioro cognitivo, fragilidad, dependencia y
mortalidad en los adultos mayores. Martínez, Pastrana, Rodríguez y Gómez (2009) manifiestan
que existe una relación compleja entre la funcionalidad familiar y la depresión e intervienen en
ella múltiples factores que condicionan la enfermedad. Zavala y Domínguez (2013) obtuvieron una
asociación importante entre depresión y disfunción familiar y Pezo, Costa y Komura (2004)
mostraron que la familia demora en percibir los cambios de comportamiento relacionados a la
depresión en los adultos mayores, hecho que retarda la búsqueda de ayuda para su tratamiento.
Ante todo este panorama, es preocupante para los profesionales de la salud, específicamente para
enfermería, disciplina cuya esencia es el cuidado de la salud humana, estudiar el fenómeno de la
depresión en el adulto mayor, con el fin de poder plantear intervenciones orientadas al cuidado de
la salud mental del adulto mayor basadas en la evidencia científica.

Objetivos El objetivo primordial del estudio fue conocer la sintomatología depresiva y el grado de
depresión en adultos mayores de una comunidad rural del estado de Puebla, mediante el CES-D y
la Escala de Yesavage. Pero, también se correlaciono la sintomatología depresiva con la edad y el
género del adulto mayor y se sacaron diferencias.

CORDERO et al. Depresión en adultos mayores

324 Eur. J. investig. health psycho. educa Vol. 4, Nº 3 (Págs.


321-327)

MÉTODO

El estudio fue de tipo descriptivo, correlacional, transversal. La población estuvo conformada por
todos los adultos mayores de 60 años a más de edad, de una comunidad rural del estado de
Puebla. El muestreo fue probabilístico aleatorio simple a través del censo nominal de la población
adulta mayor de la comunidad. La muestra se determinó mediante el Análisis de Potencia, con un
nivel de significancia de .05, un poder de .95%, una r2=.30 y una atrición del 15%. Siendo
conformada por 155 adultos mayores. Para la recolección de la información se utilizaron: una
cédula de datos sociodemográficos, la Escala del Centro de Estudios Epidemiológicos de la
Depresión (CES-D) y la Escala de Yesavage para ancianos, con un alpha de Cronbach de .89 y .80
respectivamente. La primera contiene datos como: edad, sexo, estado civil, ocupación, nivel socio
económico, adscripción a programas sociales y problemas de salud presentados. La segunda se
creó en el Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos (Radloff, 1970), pero fue
actualizada en México con el fin de hacerla viable y factible a los criterios del DSM- IV y el CIE-10
por Reyes et al., en el 2003. La escala actualizada consta de 35 preguntas, con cinco opciones de
respuesta tipo Likert que indican la frecuencia y/o intensidad de los síntomas depresivos. Ha sido
utilizada en diversos estudios con un alpha de Cronbach de 0.90. La tercera es una escala
ampliamente conocida y validada fue diseñada por Sheikh y Yesavage en 1986. Consta de 15
preguntas dicotómicas, su ventaja radica en que la versión para ancianos evita en lo posible la
disminución de la concentración y el cansancio en el adulto mayor, además no se centra en
molestias físicas, sino en aspectos directamente relacionados con el estado de ánimo: esperanza,
deseos de muerte y capacidad de disfrute. El estudio desde su inicio hasta su terminación se apegó
a los lineamientos que establece el Reglamento de la Ley General de Salud en materia de
Investigación para la Salud (Agenda de Salud, 2011:1984). En él prevaleció desde su inicio hasta su
terminación el respeto a la dignidad y la protección de los derechos de las personas, se solicitó el
consentimiento informado por escrito previa explicación de la justificación y los objetivos y se dio
la libertad de retirarse del estudio en el momento que ellos lo decidieran. Para dar cumplimiento
al artículo16 se les garantizó el anonimato. Los datos fueron procesados mediante el Paquete
Estadístico para las Ciencias Sociales SPSS versión 20.0 (Statistical Package for Social Sciences).
Para su análisis se utilizaron estadísticos descriptivos: frecuencias, porcentajes media y desviación
estándar. Para el análisis inferencial se utilizó la correlación r de Pearson de acuerdo a la curva de
normalidad de los datos. Así como la U de Mann-Whitney para obtener las diferencias por género.

CORDERO et al. Depresión en adultos mayores

Eur. J. investig. health psycho. educa Vol. 4, Nº 3 (Págs. 321-327)


325

RESULTADOS

En las características generales de los adultos mayores se obtuvo, que el rango de edad fue de 60 a
90 años, con una media de 72 años para los hombres y de 75 para las mujeres. Predominó el
género femenino en un 65.2%, el 85% son campesinos, el 11% está desempleado, el 35.5% está
inscrito en el programa de 70 y más, el 91% profesa la religión católica y el 33.2% padecen alguna
enfermedad crónica: Diabetes mellitus, hipertensión arterial y cardiopatía isquémica entre otras.
En relación a los resultados del CES-D y la Escala de Yesavage, ambos resultados son concordantes
y se exponen en las tablas 1 y 2.

Tabla 1. Sintomatología Depresiva del Adulto Mayor de acuerdo al CES-D (n=155) Variable f % Sin
Síntomas Clínicamente Significativos 29 18.7 Síntomas de Depresión Sub-Umbral 109 70.3 Posible
Episodio de Depresión Mayor 14 9.0 Probable Episodio de Depresión Mayor 3 1.9 Síntomas
Clínicamente Significativos de Depresión Mayor 0 0.0 Fuente: CES-D. Puebla, 2013

Tabla 2. Grado de Depresión del Adulto Mayor de acuerdo a la Escala de Yesavage (n=155)
Variable f % Sin Depresión 67 43.2 Depresión Leve 51 32.9 Depresión Moderada 27 17.4 Depresión
Severa 10 6.5 Fuente: Yesavage. Puebla, 2013

Los datos obtenidos en la Escala del Centro de Estudios Epidemiológicos para la Depresión (CES-D)
muestran que la categoría sin síntomas clínicamente significativos obtuvo la media más alta
(X=47.77, DE=17.01) y la categoría síntomas clínicamente significativos de depresión mayor la
media más baja (X=12.73, DE=12.23). La media de la Escala general de Yesavage fue de 10.28,
DE=3.22. En cuanto a la correlación se encontró que tanto la edad como el sexo se correlacionan
positivamente aunque no de manera muy significativa con la sintomatología depresiva: CES-D
(r=.286, p=000), Escala de Yesavage (r=.183, p=023). Para obtener la diferencia por género se
construyó una U de Mann-Whitney obteniéndose que las mujeres se deprimen más que los
hombres (Femenino=8482.00 Masculino 3608.00; p=0.23).

DISCUSIÓN

Los resultados obtenidos mostraron que la Escala del Centro de Estudios Epidemiológicos de la
Depresión (CES-D) de Radloff, actualizada por Reyes en el 2003,

CORDERO et al. Depresión en adultos mayores

326 Eur. J. investig. health psycho. educa Vol. 4, Nº 3 (Págs.


321-327)

y la Escala de Yesavage, permite estudiar la sintomatología depresiva y el grado de depresión en


los adultos mayores. La expresión de síntomas clínicamente significativos de depresión en la
muestra de este estudio es similar a los reportados por Sánchez, Juárez, Gallegos, Gallo, Wagner y
García (2012) y Reyes et al. (2003). El identificar sintomatología depresiva en los adultos mayores
de una comunidad rural permite implementar intervenciones de cuidado basadas en evidencia
científica y en relación con su contexto familiar y social. A pesar de que los resultados del presente
estudio son satisfactorios, hace falta recorrer todavía un largo camino en la investigación
exploratoria e interpretativa con el fin de identificar percepciones, vivencias, mecanismos y formas
de afrontamiento. El estudio, permite concluir que la salud mental de los adultos mayores es una
experiencia subjetiva global que muestra el grado de congruencia del sistema humano en su
medio ambiente interno y externo.

REFERENCIAS

Agenda de Salud (1984, 2012). Reglamento de la Ley General de Salud: Reglamento en Materia de
Investigación para la Salud. 6ta. ed. Instituto Superior de Estudios Fiscales, A/C. México. 15(1).
Bello, M., Puentes, R.E., Medina, M.E. y Lozano, R. (2005). Prevalencia y diagnóstico de depresión
en población adulta en México. Revista del Instituto Nacional de Salud Pública de México, 47(1),
4-11. Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI (2010). Estadística a Propósito del Día
Internacional de las Personas de Edad 2010. Recuperado de: www.inegi.org.mx. Lentz, M.S.
(2002). Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Episodios Afectivos,
Características de la Depresión, DSM-IV (2011). Depression in the elderly. Recognitión and
treatment Asociación Estadounidense de Psiquiatría. Clin. Geriatr, 10, 94. Martínez, P.A.,
Pastrana, H.E., Rodríguez, O.A. y Gómez, A.C. (2009). Existe correlación entre depresión y función
familiar en adultos mayores que asisten a una clínica de medicina familiar. Revista Médica de
Chile, 137(12). Organización Mundial de la Salud, OMS (2012). El Estado de salud del Adulto
Mayor en América Latina. OMS. Recuperado de:
http://www.fce.unal.edu.co/cuadernos/46/El%2520estado.pdf Organización Mundial de Salud,
OMS (2010). Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10) (WHO-FIC), en español.
Recuperado de. http://es.wikipedia.org/wiki/CIE-10 Pezo, S.M., Costa, S.M. y Komura, H.L. (2004).
La familia conviviendo con la depresión: De la incomprensión inicial a la Búsqueda de Ayuda. Índex
de Enfermería. Granada. Vol.13 No. 47. Reyes, O.M., Soto, H.A.L., Milla, K.Y.G., García, R.A.,
Hubard, V.L., Mendoza, S.A., Mejía, G.L., García, P.M.C. y Wagner, E.F. (2003). Actualización de la
Escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos (CES-D). Estudio Piloto en una
Muestra Mexicana. Salud Mental, 26(1). Tenev, R.R. y Jorge, E.R. (2009). Is Family History of
Depression a Risk Factor for Post stroke Depression? A Meta-analysis. American Journal Geriatry
Psiquiatry of the University of Iowa Carver College of Medicine.

CORDERO et al. Depresión en adultos mayores

Eur. J. investig. health psycho. educa Vol. 4, Nº 3 (Págs. 321-327)


327

Sheikh, J.I. y Yesavage, J.A. (1986). Geriatric Depression Scale (GDS): Recent evidence and
development of a shorter version. En Brink TL (Eds.), Clinical Gerontology: A guide to assessment
and intervention (p. 165). New York: Haworth Press. Zavala, G.M. y Domínguez, S.Z. (2013).
Depresión y percepción de la funcionalidad familiar en adultos mayores urbanos mexicanos.
Viguera Editores 2010SL. Psicogeriatría. México, 2(1), 41-48. Zavala, L. (2010). Depresión, primera
causa de consulta en Psiquiatría: IMSS Puebla. Unión Campesina. Miércoles, 27 de octubre de
2010 00:04. Recuperado de:
http://www.conexionenlineaunioncampesina.com/noticias/index.php?option=com_conte
nt&view=article&id=3795:depresion-primera-causa-de-consulta-en-psiquiatria-imsspuebla-
&catid=57:municipio&I

Recibido: 1 de mayo de 2014 Recepción Modificaciones: 26 de mayo de 2014 Aceptado: 6 de


agosto de 2014

Das könnte Ihnen auch gefallen