Universidad Autónoma de la Ciudad de México

Carrillo Sandoval Emmanuel

Poesía III

DE LA POESÍA

Con el paso de los años en mi vida estudiantil he tenido muchas definiciones de la poesía.
Partiendo en un inicio con la idea de que poesía no es poesía, es un simple medio para tratar
de decir lo que cuesta mucho decir, lo que se siente y se vive de manera abstracta y
meticulosa. Pensaba que era una enfermedad incurable, una necesidad del hombre por
transmitir lo inimaginable, que no era algo que se tuviera que teorizar ni definir. Como lo
menciona Octavio Paz en Las peras del olmo (1963), hablando de la poesía nos dice que
"por eso no es moral o inmoral; justa o injusta; falsa o verdadera, hermosa o fea. Es
simplemente poesía de soledad o de comunión. Porque la poesía que es un testimonio del
éxtasis, del amor dichoso, también lo es de la desesperación. Y tanto como un ruego puede
ser una blasfemia”, es un registro de lo maravilloso que paso o pudo haber pasado.

Jugaba con la idea de unión, con la cuerda sensible hecha de emociones que se
conecta con el mundo, es ese dolor que sentimos por perder a alguien, es la sensación de
alguien amado abrasándote por detrás con una sonrisa, es el temor de un niño por haber
hecho una travesura, es el desliz de unos labios recorriendo tu cuerpo, un tímido suspiro, el
último aliento, el soplo del viento al pasar entre las hojas. Poesía es recuerdo y vida,
esperanza y muerte, el significado de lo que concebimos como humano.

Después me di cuenta que es algo más, poesía es más que todo esto, es
omnipresencia porque está y no está, es un silencio revelador, una ceremonia lúdica. Es
una parte de nosotros, es la esencia de ellos y el contacto espiritual con ustedes. Es un
vínculo hacia lo sagrado como lo decía Sicilia en su libro Poesía y espíritu (1998), “toda su
belleza, aún en sus aspectos más terribles y dolorosos, es revelación del espíritu, como el
mar en calma o arrasado por la tormenta”. Oscar Wong lo entendía como ese “ente
sublime” que tiene distintas formas, pensamientos y voces. Puede ser cualquier cosa y no
ser nada. Para mí tiene silueta de mujer, aroma de un dulce atardecer, de noche fría,
silenciosa, que arde en placer y muere en anhelos:

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 Amor mío,
no aflijas más en vela, que el ardor de tu aliento,
se convierte en el inferno
que galopa en mi cuerpo.

Si en la umbría de tu sexo, la oscuridad crece,

recuerda la brasa viva de mi tacto y los ángeles de mi boca.
El retoño de albas que se quedan
e ilumina tus lagunas azules.

La poesía tiene vida propia, es un arte poder acercarse sin dañarla, en mis viajes con
ella hemos recorrido un camino de muchos tropiezos, me ha hecho ver mis faltas y
modificado mis deseos. Me ha enseñado de la rima y el ritmo, que la métrica no es como
los poetas consagrados la pintan, que funciona como una madre corrigiendo a su hijo; es la
victoria de las palabras y signos de puntuación tras guerras y años de combate:

Tú que llevas en tu piel todo el amor,

atiende la fragua de mi corazón.
Que tan grande es mi tenaz torpeza,
al tenerte aquí, sin tenerte cerca.

Tú que llevas en tu aroma el deseo,

perdona mis nerviosos balbuceos.
Pues tan honda es mi alegría en tu sonrisa,
que en la cita y la espera llevo prisa.

En este semestre abordamos el verso libre y me quedo con el reto a la

experimentación, exprimir el sentimiento y una vez hecho jugo, verterlo en este frasco

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mágico de una manera que no haya sido servida. El verso libre sale del canon debido al
cansancio de la métrica y la rima, se estaba cansado de la cotidianeidad en la que estaba
viviendo la poesía, busca unir la esencia emotiva con la innovación. Pues puede haber una
gran rima en la imagen que engloba un poema, o una sensación que constante devora tu
cuerpo. En un artículo leído en clase decía que “la poesía no es sólo una cuestión de estilo.
La descripción profunda de experiencias añade elementos emocionales y cognitivos que ya
poseemos en nuestros recuerdos”, discutíamos que la única importancia en nuestros
tiempos era plasmar de cualquier forma, un sentimiento que logre trascender a otras
personas. Que provoque algo, lo que sea pero algo, porque el ser humano ha perdido sus
esencias, ha olvidado sus creencias, sus ideas y sus emociones. Se necesita regresar a las
cosas esenciales y preñarlas de estos sentimientos universales como el amor, la muerte, la
vida y la locura, de tal forma que penetre en las mentes de las personas y las haga ver
diferentes cosas. En mi poesía trato de transmitir la creatividad que fecundo en mi interior,
desde la intimidad de mis recuerdos, mis deseos y sueños:

Un hueco hondo,
ocultando lentamente
esta (des)espera por tenerte.

Del verso libre aprovecho esa libertad métrica y de estilo, para poder darle sentido a
mis sensaciones, en Muerte de la poesía de Raúl Zurita menciona que “la poesía morirá
con lo humano. Pero la poesía es muy anterior a la escritura; le sobrevivirá y tomará otra
forma”. Tanto en forma como en estilo, la poesía se ha modificado con el tiempo, no sé qué
le depara a la poesía, ni el futuro de mis poemas, lo que me queda claro es que la poesía es
una forma de vivir y la vida misma, reunida con el único fin de ser el hilo esencial del ser
humano para comunicarse con el alma…

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FUENTES:

FERNANDEZ DEL VALLE, Agustín. ¿Qué es la poesía? Introducción filosófica a la

poética. México. FCE. 2002.

PAZ, Octavio. Las peras del olmo. Seix Barral, 1963. Págs. 95-106

SICILIA, Javier. Poesía y espíritu. México. UNAM. 1998.

WONG, Oscar. Poética de lo sagrado. El lenguaje de Adán. México. Ediciones Coyoacán.

2006.

FUENTES VIRTUALES:

El Mein Kampf de Raúl Zurita: ¿Qué es el Paraíso?, en revista CAL Nº3, 1979.

CAUCE. Núm. 5. Puro Morales, Antonio. El amor en la poesía de Octavio Paz. Centro
Vitual Cervantes. Publicado en:

http://cvc.cervantes.es/literatura/cauce/pdf/cauce05/cauce_05_008.pdf/19/05/2016.

SDPnoticias.com. Leer poesía trae más beneficios que libros de autoayuda: estudio.
Publicado en: http://www.sdpnoticias.com/tecnologia/2013/01/15/leer-poesia-trae-mas-
beneficios-que-libros-de-autoayuda-estudio