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EL FUTURO SE DECIDE ANTES

DE NACER
La terapia de la vida intrauterina
Un método que revoluciona la Psicoterapia
Claude Imbert

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EL FUTURO SE DECIDE ANTES


DE NACER
La terapia de la vida intrauterina
Un método que revoluciona la Psicoterapia

2ª edición

Crecimiento personal
C O L E C C I Ó N
Título de la edición original:
L’avenir se joue avant la naissance.
© Editions Visualisation Holistique, París, 1998
Traducción: Maite Sádaba Champetier de Ribes

1ª edición: septiembre 2004


2ª edición: octubre 2008

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y


transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autoriza-
ción de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley.
Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos
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esta obra.

© EDITORIAL DESCLÉE DE BROUWER, S.A., 2004


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info@edesclee.com

Impreso en España - Printed in Spain


ISNB: 978-84-330-1884-7
Depósito Legal:
Impresión: Publidisa, S.A. - Sevilla
Gracias a todas las personas que acudieron a mí durante es-
tos diez años...

Gracias
... por la confianza que me habéis mostrado al elegirme para
acompañaros en el camino de vuestros renacimientos.

... por ser los actores, y los portavoces de muchos otros, que
aportáis las pruebas, a través de vuestra experiencia y vuestro
cambio, de la realidad del “pensamiento” y de la conciencia em-
brionaria y fetal, para ayudar a que otros adultos, adolescentes y
niños se acerquen a la libertad.

... por vuestro papel esencial de informadores del conjunto


de padres, actuales y futuros, grupo del que muchos de vosotros
ya formáis o pronto formaréis parte.

A través de este libro, por vuestras experiencias pasadas, les


mostráis el camino. Así, los futuros bebés verán cumplidas todas
sus necesidades básicas, que a menudo no fueron observadas en
vuestros casos.

Gracias a aquellas y aquellos que, por sus consejos y ayuda


precisa, han permitido que esta obra viera la luz...
A ti, el segundo sol que ilumina mi vida...

A vosotros, para que vuestro Niño interior renazca a la luz...

A todos los seres que, en la actualidad y en el futuro, sean llamados


a convertirse en los padres que los hijos esperan para guiarlos hacia la
libertad...

A todos los bebés que se convertirán en los futuros niños, adoles-


centes y adultos que el tercer milenio necesita para existir y dar un nue-
vo sentido a la humanidad...
“Lo que me gustaría conseguir es simplemente servir,
con mis débiles fuerzas, a la verdad y a la justicia,
aunque me arriesgue a no gustar a nadie”

Albert Einstein
ÍNDICE

Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
La vida antes del nacimiento. Una prioridad del tercer
milenio. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
¿A quién va dirigido este libro? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Qué hay que hacer. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
Para situarte en tu propio camino. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Retorno al origen... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
El inconsciente en toda su sencillez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
La princesa que creía no tener derecho a ser feliz . . . . . . . . 99
Necesidad de amor... incondicional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
Deseo, no-deseo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Miedos y depresión antes del embarazo . . . . . . . . . . . . . . . . 173
Preferencias por el sexo opuesto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 199
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El niño instrumento. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237


Nacer después de la muerte. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 247
Las huellas genealógicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 271
Nacer y renacer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293
La carta de los derechos del bebé para el siglo XXI . . . . . . . 325
En conclusión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339
Una breve guía para saber un poco más... sobre el embrión
y el feto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341
Recomendaciones para los lectores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 351

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PRÓLOGO

Hay libros que amplían horizontes y que marcan un antes y


un después, que hacen que nuestra visión de nosotros mismos y
de la vida tome otra dimensión. El futuro se decide antes de nacer
es uno de esos libros.
Todos tenemos, en mayor o menor medida, la certeza de
cómo los primeros años de nuestra vida son cruciales para nues-
tro posterior desarrollo, y decisivos para alcanzar la madurez
emocional que caracteriza a las personas adultas. De ahí que la
necesidad de proporcionar cariño, seguridad y confianza en los
primeros años de la vida de cada persona, sea algo indiscutible-
mente aceptado en nuestros días. Pero ¿qué ocurre antes del na-
cimiento, antes de que el ser que ha sido concebido venga al
mundo y comience a respirar como nosotros? Para muchos, nada.
Unos pocos saben que desde las primeras semanas de su exis-
tencia, el embrión tiene sensibilidad a la luz, al sonido, al calor,
tal y como confirman multitud de estudios científicos. La docto-
ra Claude lmbert, sin embargo, va mucho más allá de estas afir-
maciones: basándose en su larga experiencia terapéutica y en un

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EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

método desarrollado por ella misma muestra cómo precisamen-


te los nueve meses de gestación antes del nacimiento son abso-
lutamente decisivos y determinantes para nuestro futuro. Con la
ayuda de numerosos casos e historias de pacientes el libro pro-
fundiza en la vida afectiva intrauterina, en la importancia de
todas las reacciones parentales durante ese período y en la im-
placable influencia de los incidentes, de las emociones maternas
y de su estado anímico sobre nuestra vida actual. La influencia
de estos primeros meses es tan enorme que determina nuestra
manera de enfrentamos con la vida, nuestra confianza en noso-
tros mismos y la capacidad de alcanzar nuestros objetivos o no;
determina en fin, unas emociones profundamente arraigadas
que escapan a nuestro conocimiento y voluntad y con las cuales
es muy difícil trabajar desde las psicoterapias tradicionales. Este
libro, por lo tanto, no sólo abre una nueva dimensión en nuestra
comprensión de lo que somos, sino que representa un mensaje
de esperanza con respecto a estos grandes sufrimientos que por
fin pueden ser comprendidos y curados.
El ser que se está formando en el seno materno siente todo lo
que ocurre y posee una percepción clara de los sentimientos ma-
temos. Toda su experiencia se graba para siempre en la memoria
primitiva, que condicionará el resto de su experiencia, sin que
sea consciente de ello, ya que no, tiene acceso a esos recuerdos.
Sin embargo, el determinismo que se desprende de este hecho
viene, en el libro de Claude lmbert, de la mano de la esperanza:
la liberación que significó para sus clientes la terapia de la vida
intrauterina que, actualmente, sólo ella practica.
El método que ha desarrollado la Dra. lmbert, La Nueva
Sofrología, es una síntesis revolucionaria de la psicoterapia: un

14
PRÓLOGO

compendio claro, eficaz y magistral de Análisis Transaccional,


de Programación Neurolingüística, de relajación y de visualiza-
ciones.
Claude lmbert, doctora especializada en hemato-cancerolo-
gía, sintió la necesidad de un acercamiento global al enfermo y a
su enfermedad, así como la necesidad de abordar los sufrimien-
tos del alma para prevenir enfermedades graves o crónicas. La te-
rapia original que ella desarrolla reúne una multitud de factores.
Parte de una visualización en estado de conciencia amplificada
para llegar al bebé, así como a la infancia de sus padres y, de esta
manera, sana las heridas emocionales del paciente y las de su ge-
neración anterior que siguen condicionando su vida. El futuro se
decide antes de nacer consigue liberar todo aquello que se ha ido
acumulando de manera nociva desde la concepción.
Estamos seguros de que este libro va a ser muy revelador
para el público en general, y no sólo para futuros padres, terapeu-
tas, psicólogos o médicos. Esperamos que sean muchos quienes se
beneficien de su lectura.

El Bosque, junio de 2004

15
INTRODUCCIÓN

Hace ya algunos años que este libro maduraba en mi interior


y ahora estoy segura de que ya se gestaba antes de mi naci-
miento.
Hoy sé que los momentos difíciles de mi vida intrauterina y
sus consecuencias a lo largo de numerosos años fueron necesa-
rios para poder escribir estas páginas.
En realidad, esta obra simboliza una de las metas de mi vida.
En un mundo en plena evolución, en el que los progresos tec-
nológicos y científicos alcanzan el nivel más alto conocido desde
hace milenios, el universo embrionario y fetal todavía oculta
muchos de sus misterios. En el transcurso de varias décadas, los
conocimientos se han multiplicado prodigiosamente. El bebé an-
tes del nacimiento ya no es considerado como un ser “primario”
y vegetativo, sino dotado de percepciones.
Los trabajos de investigación proporcionan progresivamente
pruebas que echan por tierra ciertos bastiones de escepticismo

17
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

cartesiano, que rechazan esta idea por la ausencia de un sistema


nervioso completamente constituido.
Ya se ha demostrado y aceptado oficialmente que, durante
la segunda fase del embarazo, el feto es capaz de reconocer los
sonidos y los olores y, a los seis meses, percibe la luz, a pesar de
que no se haya observado ningún cambio en el estado anatómi-
co del sistema nervioso. No obstante todavía se pone en duda
la capacidad sensorial más temprana, así como la memoriza-
ción de los acontecimientos in utero y la realidad de una con-
ciencia fetal. Sin embargo, ésta es la puerta que debemos abrir,
por encima de cualquier prejuicio, idea recibida o reflexión ba-
sada en una lógica demasiado estricta. Es necesario situarnos
fuera del marco habitual de nuestras referencias y formas de
pensar si queremos avanzar en el estudio aún enigmático del
mundo prenatal.
Les propongo un viaje a aquellos que estén preparados a lo
largo de estas páginas y de las historias recopiladas, por una di-
mensión nueva del ser, alejada de los senderos más frecuentados
habitualmente.
Yo aporto un tipo de pruebas diferente al que los investiga-
dores nos tienen acostumbrados, las pruebas psicológicas de cen-
tenares de personas a las que he acompañado durante el regreso
a la memoria de su vida intrauterina y durante los “revividos” de
su desarrollo.
A través de los numerosos casos descritos, representativos de
todo el resto, nos vamos a sumergir en los misterios más escon-
didos del ser humano que crece en el vientre materno.
El bebé vive desde su concepción hasta su nacimiento en una
relación diferente de espacio y tiempo. En el útero se desarrolla

18
INTRODUCCIÓN

una “vida antes de la vida” en secreto, un prólogo que impone,


sin embargo, su tempo y su tonalidad a la existencia.
Es aquí, durante estos nueve meses, donde el futuro se de-
cide.
Este mundo todavía abstracto para nuestra mente racional se
encuentra en pleno movimiento, todo en él parecen vibraciones.
Tengo la intuición de que un sentido inicial, muy poco desa-
rrollado anatómicamente, podría captar imágenes sonorizadas
como si fuera una cámara de vídeo y a niveles más sutiles fun-
cionaría como un radar o un medio que percibe el contenido no
verbal más profundo, los pensamientos y las emociones de los
padres o del entorno. Las energías del bebé in utero graban la in-
formación exterior bajo la forma de impresiones visuales, auditi-
vas, olfativas, etc., así como sus reacciones emocionales internas.
De esta forma la “memoria” quedaría “impresa” como en una
película fotográfica ultra sensible.
El misterio de estos “pensamientos” prenatales radica en que
se generan sin el lenguaje y, sin embargo, están contenidos im-
plícitamente en las imágenes, los sonidos y las emociones.
Quedan como “huellas” que testimonian para siempre un pasa-
do que la mayoría asegura no haber conservado.
Ya es hora de que nos permitamos el derecho de intuir o de
creer en aquello que la ciencia ignora, aquello que no podemos
entender o explicar y que tiene, aun así, una posibilidad de
existir.
¿Y si el embrión y el feto poseyeran un tipo de supracon-
ciencia aún por conocer?
Muy a menudo las trampas del pensamiento científico aíslan
esta hipótesis hasta que no se llega a la confirmación tangible

19
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

de la intuición inicial, punto de partida de la investigación. En el


campo prenatal, mientras la hipótesis no se convierta en certeza
por medio confirmaciones racionales, la prevención y los conse-
jos de anticipación positiva dirigidos a los padres quedarán en el
fondo del cajón. Sin embargo, se trata de mensajes bien inofensi-
vos que no pueden tener más que un efecto positivo puesto que
es de amar de lo que estamos hablando.
Incluso los pioneros de las terapias que ayudan a revivir la
fase primaria de la vida están erróneamente persuadidos de que
no se puede generar ningún recuerdo ni “pensamiento” antes de
la adquisición del lenguaje y en ausencia de la corteza cerebral.
En realidad, es el método utilizado el que, basado en estos fun-
damentos, llama únicamente a la memoria del cuerpo, cuya ex-
presión excluye normalmente las imágenes y los pensamientos
concomitantes.

El embrión y el feto, “personas” ignoradas durante demasiado


tiempo

Aunque pueda chocar a numerosos médicos, psicólogos o


científicos que estudian la vida antes de la vida aérea, mi inten-
ción es la de proponer aquí una nueva perspectiva en la que to-
davía son muy pocos los especialistas dedicados a ella. Está basa-
da en diez años de práctica en terapia de adultos y sus resultados.
Estoy segura de que existe una conciencia y una “memoria” no
sólo fetales sino también embrionarias, alimentadas por las per-
cepciones sensoriales desarrolladas en una etapa muy temprana.
No importa que todavía no se conozca con exactitud todo su
funcionamiento y los órganos responsables de estos fenómenos.
Las pruebas que aportan los revividos de este periodo por las

20
INTRODUCCIÓN

personas que vinieron a mi consulta aquejadas por diferentes ti-


pos de mal vivir o de enfermedad, así como la transformación
profunda y duradera de sus vidas y de su salud, me obligan hoy
a difundir esta información para que otros puedan beneficiarse
de ella. Del mismo modo, los futuros bebés podrán ver evitadas
o atenuadas las consecuencias dolorosas de su pasado.
Por supuesto, algunos rechazarán esta hipótesis simplemen-
te porque implica modificar las costumbres de cada uno... El
cambio genera miedo, pero ¿a qué? ¿A amar más? ¿A comuni-
carse mejor con los bebés desde sus primeros instantes? ¿A ayu-
darles a vivir mejor y desarrollarse? ¿Es esto posible? ¿No se tra-
ta más bien de la angustia que genera el pasado de uno mismo?
La realidad seguirá estando ahí aunque sea ignorada. Ser capaz
de verla, ya significa cambiar.
Médico oncólogo en el pasado, mi evolución profesional me
hace ahora pertenecer al mundo de la terapia, del análisis psico-
lógico y sobre todo de la investigación del inconsciente. Animo
a mis colegas a que continúen con su admirable trabajo que per-
mite que unos hagan evolucionar los cuidados y otros puedan
convertir progresivamente las hipótesis en las pruebas tangibles
que exige la mayoría. Su ausencia, en este momento, no me su-
pone ningún obstáculo sino un estímulo para llegar cada vez
más lejos en la exploración de los confines del inicio de la vida,
allí donde la célula tendría, ella también, “recuerdos”...
En efecto, cuántas huellas genealógicas procedentes de las de
sus padres convendría alejar para que el bebé fuera concebido
con más libertad.
Desde la concepción hasta los primeros meses in utero, estoy
segura de que no son ni la corteza cerebral ni la vista, el oído, el

21
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

gusto, el olfato o el tacto en su modo habitual los responsables


de captar percepciones. Se trata más bien de un funcionamiento
primitivo de los sentidos, que todavía no ha sido explorado fi-
siológicamente, a pesar de que las pruebas demuestran que el
bebé es capaz de generar impresiones sólidas que yo denomino
“pensamientos”.
A lo largo de este libro citaré este término entre comillas ya
que se trata del proceso más parecido, aunque no abarque total-
mente la definición más corriente, aquella a la que estamos acos-
tumbrados, por no estar relacionado con el lenguaje, todavía no
adquirido.
El mundo emocional prenatal, a pesar de ser precoz, también
constituye para mí una evidencia. Sus huellas quedan inscritas en
el cuerpo, en las secreciones hormonales y en el funcionamiento
inmunitario. Pueden ser localizadas en los recuerdos a través de
una técnica específica que detallaré más adelante. La historia de
la salud futura lo revelará a menudo sin que sea oído.
Esta certeza no la adquirí durante mis estudios en medicina y
cursos especializados que, al contrario, me dejaron muy despro-
vista de conocimientos y de prácticas psicológicas, sino a través
de mi historia y mi profesión actual que me colocan cotidiana-
mente desde hace numerosos años frente a la realidad del mundo
de “percepción-pensamientos-emociones” del bebé in utero.

Es aquí, antes de nacer, donde el futuro se gesta.


¿Te sorprende este discurso?
¿Dudas que un embrión o un feto pueda “pensar” y progra-
mar el adulto en el que se convertirá más adelante? Comprendo
que esta noción pueda parecer inverosímil, puesto que también

22
INTRODUCCIÓN

lo es para los especialistas más eminentes, que se apoyan en el


hecho de que la ciencia actual todavía no ha aportado las prue-
bas de estas funciones.
Así que algunos exclamarán: “¡No es posible!”
Tal vez tengan miedo de afrontar una responsabilidad aún
mayor hacia sus hijos que la que habían imaginado. La lectura te
demostrará lo contrario cuando descubras que lo esencial se re-
duce al vínculo afectivo con el bebé y a la omnipresencia del
amor.
Qué pensarán ellos cuando lean sobre mi convicción de que
es aquí, en el vientre de la madre, donde el bebé “decide” si su
vida futura le llevará hacia el amor o la soledad, hacia el éxito o
el fracaso, hacia la salud o la enfermedad.
Otros encontrarán quizá que el título de esta obra es pesi-
mista o irreversible y protestarán: “¡Entonces, si todo está decidi-
do... ya no hay nada que hacer!”
Habrán pasado por alto la frase siguiente puesto que, al con-
trario, todo queda por hacer, tanto en la prevención a través de
la información a los futuros padres como en la curación psíqui-
ca de los adultos que desean cambiar sus vidas.

Los “pensamientos” del bebé en el vientre de su madre

Me gustaría aportar aquí mi contribución a las pruebas de


que el embrión y el feto graban e inscriben en lo más profundo
de sí mismos, el bienestar o los sufrimientos de su vida antes del
nacimiento.
A partir de la séptima semana de gestación, las vías nervio-
sas transmisoras del dolor comienzan a desarrollarse y son reco-

23
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

nocidas oficialmente como funcionales únicamente hacia el sex-


to mes. Incluso si todavía no hemos conseguido las pruebas, la
experiencia me lleva a intuir que esto ocurre antes, posiblemen-
te por otras modalidades, como por ejemplo los sufrimientos
emocionales. A pesar de que la ciencia opine que la audición no
es operacional hasta el quinto mes, yo estoy segura de que ya an-
tes existe otro medio eficiente.
También estoy convencida de que existe una memoria pre-
verbal embrionaria y fetal inicial, que contiene el todo, como si
fuera un holograma, y que puede generar consecuencias neuró-
ticas o psicosomáticas posteriores a través de sus anclajes.
Puesto que esta memoria está siempre presente, puede ser
localizada con facilidad y guiada durante las terapias en estado
de relajación profunda. Con muchas precisiones, se reactiva no
sólo en el cuerpo sino también en la mente.
No se trata de construcciones realizadas en el instante, pues-
to que a menudo se describen situaciones o detalles muy preci-
sos y desconocidos, confirmados posteriormente por los padres,
en los casos en los que así se ha deseado. De esta forma la me-
moria embrionaria de un paciente es capaz de recordar el vesti-
do negro de una madre embarazada de tres meses durante un
luto, el ruido aterrador de platos rotos por un padre violento al
saber que su mujer estaba embarazada por séptima vez, el color
del papel de una habitación que los padres dejaron antes del na-
cimiento... A veces son las sondas, tubos o agujas que penetran
en el útero los que hacen descubrir las tentativas de aborto fra-
casadas, hasta ese momento ignoradas. Más adelante, puede ser
la cara de la comadrona o del médico la que aflora, incluso a ve-
ces detalles de la sala de parto.

24
INTRODUCCIÓN

¿Las células corporales impregnadas de sus sensaciones con-


tienen los “pensamientos” primitivos que las engendraron y cu-
yo mecanismo escapa todavía a la neurofisiología?
Se trata de un contenido de reacciones “sin palabras” que
queda grabado en aquellos lejanos momentos, como si una pelí-
cula muda con subtítulos invisibles mantuviera el código de la
traducción para un futuro en la que sería vista de nuevo. Este
contenido se transpone más tarde al sistema del niño o del adul-
to a través sobre todo del lenguaje y, cuando es recontactado en
los revividos, evoca el funcionamiento intuitivo y subjetivo de la
conciencia, desprovista por supuesto de análisis lógico.

Así es como se desarrolla la continuidad psicosomática de


cada ser humano a partir de la concepción y a lo largo de la
vida.
El tiempo podrá transcurrir como un arroyo tranquilo, que
toma su fuente en el amor o el deseo, o bien como un río sin re-
torno, cuyo curso tumultuoso se aleja cada vez más de la felici-
dad, perdido en el no-deseo o en sufrimiento de las emociones
prenatales.
Cada uno de nosotros posee en sí mismo todo lo necesario
para proporcionarle a su vida el guión más bello y feliz. Así que
abandona cuanto antes tu papel de invisible o de protagonista de
corazón y cuerpo herido, para vivir la versión que se convertirá
en tu preferida, desde las primeras imágenes.
Te hará pasar de “superviviente” a viviente y te ayudará a
deshacerte de la innumerable multitud de “fantasmas” que pue-
blan el mundo, y que cargan sin saberlo con el peso inconscien-
te de su lejano pasado.

25
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Estas páginas están aquí para mostrarte cómo puedes libe-


rarte de ellos y te aportarán las claves esenciales del cambio, si es
que lo necesitas...
Cuando me convertí en terapeuta, una vez curada de las he-
ridas emocionales que sufrí antes de nacer, creé un nuevo méto-
do*, original, rápido y eficaz, síntesis de las diferentes corrientes
que conozco y que yo misma he profundizado con la Sofrología,
el Análisis Transaccional, la Programación Neurolingüística
(P.N.L.), la Bioenergía y la Psicogenealogía*. Así es como mi vo-
cación de “investigadora del inconsciente” confirma día tras día
mi convicción sobre la importancia del período embrionario, fe-
tal y del nacimiento para la vida futura.
Gracias a este material preciso, los padres podrán también
comprender mejor cuáles son las formas de “pensar” y las emo-
ciones de sus bebés antes de nacer frente a las principales cir-
cunstancias en las que se puedan encontrar. De esta manera y
por medio del diálogo podrán establecer una relación más estre-
cha con ellos desde los primeros instantes de vida.
¡Sí! El futuro se decide antes de nacer...
¡Sí! Prevenir y curar los sufrimientos emocionales permite
cambiar el futuro para iluminar las sombras y evitar que aparez-
can otras nuevas o dejar que se disipen aquellas que ya están
presentes...

* La Nueva Sofrología, Claude Imbert. Editorial Desclée De Brouwer, 2002.


* La Constelación Familiar es la variante practicada en España. (N. del T.)

26
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO
UNA PRIORIDAD DEL TERCER MILENIO

Un camino ya trazado

Fronçoise Dolto, especialista en la investigación y en la prác-


tica del psicoanálisis del lactante, del recién nacido y del niño, re-
salta la existencia de vínculos esenciales entre éstos y sus vidas
prenatales, la importancia del período intrauterino y la necesi-
dad de ayudar a estos pequeños seres a comprender los aconte-
cimientos. Ellos se dan cuenta de que a través de la comunica-
ción pueden curarse, es decir, al establecer vínculos afectivos y
dar un sentido a lo que han vivido. Hasta hace poco, el recién na-
cido era considerado como un ser vegetativo o un “tubo digesti-
vo” y el niño pequeño era tratado casi como un “retrasado” al
que no servía de nada explicarle las cosas hasta que no cumplie-
ra unos cuantos años. Afortunadamente hoy en día el lactante ha
pasado a ser un ser digno de respeto y capaz de comprender.

Nota de la autora: Con el fin de preservar el secreto profesional, los ejemplos


citados han sido ligeramente modificados y los nombres alterados.
* Des mots pour naître, Myriam Szejer. Éditions Gallimard, 1997. París.

27
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Los extraordinarios resultados clínicos obtenidos sobre el re-


cién nacido y el bebé a través de un acercamiento analítico*, en el
que el terapeuta ayuda a los padres a que hablen con sus hijos co-
mo si fueran pequeños adultos, constituyen una prueba de la
comprensión de los bebés ya en ese momento, mucho antes de la
adquisición del lenguaje. Este acercamiento puede utilizarse en
la resolución, a menudo inmediata, de problemas de comporta-
miento o de salud. La comunicación después del nacimiento les
permite sentirse en seguridad manteniendo ese vínculo afectivo.
Sin información, el sentimiento de abandono aparece rápida-
mente y puede generar angustias para el resto de la vida. Gracias
a los progresos alcanzados en este sentido, los padres y el públi-
co en general disponen hoy en día de cuantiosa información so-
bre la “persona” que es el bebé y sobre su llegada al mundo. En
la actualidad los servicios de neonatología y pediatría están com-
puestos además por psicoanalistas y psicólogos que ejercen una
labor muy importante. Su contribución ha permitido realizar
avances considerables en la comunicación entre padres e hijos.
Mi objetivo en esta obra es el de proporcionarle al bebé in ute-
ro el estatus de “persona” que le corresponde por naturaleza.

Un cierto retraso en el adulto

En este campo, la psicología, la psiquiatría y sorprendente-


mente también el psicoanálisis han dejado de lado durante de-
masiado tiempo al embrión y al feto, quienes, sin embargo, siem-
pre han estado presentes en lo más profundo del ser, y se han ol-
vidado de que constituyen una parte integrante y extremada-
mente influyente. Además también ignoran que todo lo vivido
condiciona la personalidad futura y su sistema de funciona-

28
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

miento afectivo, su modo de acción y reacción, sus pensamien-


tos y sus emociones.
Estos especialistas creyeron y siguen creyendo que no existe
todavía ninguna memoria ni forma de pensamiento en el em-
brión y en el feto.
Nada más lejos de la realidad. Yo estoy convencida de que el
núcleo primario del ser deja su huella en la película interior, que
se irá repitiendo sin cesar a lo largo de la vida.
Es verdad que estas técnicas no disponen todavía de las he-
rramientas necesarias para explorar con precisión el período de la
memoria primitiva prenatal. En general los especialistas tampoco
han experimentado el contacto con sus propios sufrimientos ini-
ciales, por lo que quedan sin resolver. Algunos llegan incluso a in-
quietar aún más al público, en conferencias o debates públicos y
privados, sobre el peligro de otras prácticas menos convenciona-
les mientras que en realidad la situación es la contraria. Guardar
esas marcas dentro de uno mismo es precisamente lo que provo-
ca inseguridad, como una verdadera “bomba de retardo” que se
lleva encima sin saberlo o, más bien, sin querer verlo.

Permanece siempre en el mismo estado y con el mismo ries-


go de explotar. Cuando esto ocurre, muchos no identifican el ori-
gen de lo que acaba de pasar. Las depresiones profundas, las
descompensaciones mentales, los suicidios, los infartos, los acci-
dentes vasculares cerebrales, el cáncer, las enfermedades dege-
nerativas u otras patologías específicas y los accidentes graves o
mortales constituyen, entre otros, el paso a la acción de las emo-
ciones arcaicas reprimidas, contenidas durante demasiado tiem-
po en el interior, así como de las “decisiones” precoces no anali-
zadas que limitan de esta forma la vida y ponen en peligro un
equilibrio psicosomático ya frágil.

29
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Ni siquiera los análisis mentales o los métodos más moder-


nos, como la Sofrología-relajación clásica, la Visualización creati-
va o el pensamiento positivo, son capaces de desactivar esta
energía contenida y, por lo tanto, de curar cuando que se utilizan
por su cuenta ya que su objetivo no es el de liberarla. En reali-
dad, todas las técnicas conductuales hacen poco caso del descu-
brimiento y de la expresión emocional analizada del núcleo re-
primido. Lo dejan intacto y bajo la imperativa necesidad de es-
conderse, mientras queda desplazado en proyecciones y juegos
psicológicos casi permanentes, que se ponen en marcha una y
otra vez bajo diferentes formas.
Incluso las técnicas más innovadoras que reconocen el im-
pacto que provoca el nacimiento sobre el futuro mental y somá-
tico del ser humano, se limitan a tomar el nacimiento como pun-
to de partida de sus investigaciones terapéuticas. Una vez más,
demasiado restringidas por la anteposición de los dogmas neu-
rofisiológicos sobre el desarrollo del sistema nervioso, del cere-
bro y de la ausencia de lenguaje, estas técnicas hacen abstracción
de las etapas de la vida in utero, si bien fundamentales para el
equilibrio futuro, y la apartan de la investigación.
A pesar de que pretenden acceder a la memoria primitiva,
se limitan a pensar que todo comienza a partir del nacimiento e
ignoran, por lo tanto, los impactos emocionales de los nueve
primeros meses que son en realidad los responsables de que
ciertas problemáticas persistan. Cuando las respiraciones de hi-
perventilación no conllevan una toma de conciencia de la rela-
ción presente-pasado ni tampoco están acompañadas de la in-
tegración de una nueva comprensión liberadora en la concien-
cia embrionaria o fetal, o bien en la del bebé en el momento del

30
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

nacimiento, no se consigue otra cosa que generar descargas in-


controladas o sintomatologías de tipo espamofílicas inoportu-
nas y una sensación de bienestar aparente, a menudo transito-
rio, por no haber alcanzado las capas más profundas y no ha-
berlas esclarecido.
En Bioenergía, cuando no se realiza una descodificación del
contexto cronológico que genera una determinada expresión
corporal, seguida de una redecisión transformadora durante el
estado ampliado de conciencia, sólo se evacúa un estrato de ten-
sión superficial por medio de sacudidas de energía, pataleos, vi-
braciones y gritos.
En cuanto al Análisis Transaccional y a la Psicogenealogía, a
pesar de que yo utilizo y reconozco la transparencia y exactitud
de sus conceptos, se trata de técnicas que durante sus prácticas
tradicionales, incluidas las terapias de grupo de psicodrama,
presentan numerosas lagunas sobre diversos aspectos de la ex-
ploración de la pequeña infancia y mares enteros sobre los revi-
vidos de las situaciones emocionales de la vida in utero y del na-
cimiento.
Por lo tanto, lo que yo propongo es una asociación precisa de
estas técnicas para poder beneficiarse de una sinergia óptima,
siempre y cuando sea utilizada de acuerdo con una ética estricta
y sea practicada por los profesionales que tengan una formación
sólida y que ellos mismos se hayan liberado previamente de sus
propias huellas pasadas por el mismo método que utilizarán a
partir de entonces. Esta nueva técnica les proporcionará una
transformación profunda y duradera que será palpable inme-
diatamente tanto en la vida cotidiana como en la salud de la per-
sona.

31
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Al contrario que en psicoanálisis, el objetivo principal de es-


ta terapia es la curación. Se obtiene cuando abrimos de par en
par las puertas que conducen al núcleo del guión, que ha estado
escondido con mucho cuidado dentro de uno mismo, bajo el pre-
texto erróneo de protección.
Yo creo que el motivo por el que las consultas se llenan de
personas angustiadas no es el de sus males, sino la idea de cam-
bio. Para mí, la verdadera razón que todavía, después de un si-
glo, anima a los clientes a tumbarse varias veces por semana en
los sofás herméticos del psicoanálisis para disertar insaciable-
mente sobre las impulsiones de su “ello” con relación a su “su-
perego”, reside en la certeza inconsciente de que, de esta forma,
nunca llegarán a curarse. Su núcleo primitivo, objeto del recha-
zo inicial y del que sin embargo tanto hablarán, no tendrá nin-
guna “posibilidad” de ser descubierto.
Incluso un incondicional del psicoanálisis cuya obra lo de-
muestra se ha dado cuenta. Woody Allen, después de treinta y
cinco años de psicoanálisis, ha declarado que está buscando
otras terapias. No le resultará muy difícil encontrarlas pues su
país es la fuente más importante de investigación y de métodos
vanguardistas en este terreno.
Seguro que pronto veremos en sus películas un bebé que ha-
bla, por qué no, desde el vientre de su madre, donde estaría es-
cribiendo su propio guión con la esperanza de modificar el cur-
so de su futuro, haciendo oír a sus padres sus necesidades y sus
deseos...

Un gran número de terapeutas ayudan a sus pacientes a ex-


presarse sobre el día a día. Otros, en cambio, los animan a hablar

32
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

de una parte de las huellas inconscientes, directas o simbólicas,


que les han coartado desde la infancia más temprana.
Aunque la mayoría está de acuerdo en que “todo se decide
antes de los seis años”, lo que ocurre durante los primeros me-
ses, tanto in utero como después, permanece escondido y sin ex-
plorar. Por lo tanto, al seguir encerrando los elementos reprimi-
dos, se limita gravemente la vida personal y la salud.

Es evidente que comparto la opinión sobre el carácter funda-


mental de los primeros años, pero además hago una precisión
suplementaria, fruto de mi investigación y de la práctica diaria.
Esta experiencia me permite afirmar que muchas de las personas
que presentan malestares o enfermedades, encuentran la raíz de
sus problemas en el período intrauterino.

“Todo se decide antes nacer”

Estos nueve meses de gestación constituyen los fundamen-


tos de la personalidad futura. Más adelante este período se verá
reactivado por el acontecimiento esencial de la llegada al mundo
y a veces también por las huellas emocionales específicas de las
primeras semanas de vida.
En la mayoría de los casos, lo que sucede durante los años si-
guientes a la gestación se interpreta en función del filtro estable-
cido en aquel momento y va reforzando sin cesar la experiencia
arcaica y lejana de la primera morada, el vientre de la madre.
En realidad, la mayoría de las mujeres y de los hombres “de-
ciden” en ese preciso momento del comienzo de la vida qué es lo
que van vivir, en qué se van convertir, cómo van pensar y cómo
van sentir.

33
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Una vida intrauterina mal vivida puede originar neurosis o


enfermedades posteriores

Las causas principales de estos desórdenes son las perturba-


ciones del ambiente celular, tanto de orden psicológico y fisioló-
gico como inmunológico.
Durante este período inicial de la vida, las células se multi-
plican a una velocidad vertiginosa y se organizan para formar
los grandes sistemas del cuerpo humano. La etapa más intensa
de proliferación comprende los dos primeros meses, período en
el que se constituye un ser completo en miniatura y que señala
el fin de la fase embrionaria y el comienzo del estado fetal, cuyo
crecimiento continúa a un ritmo más lento.
Los traumatismos emocionales de este período generan reac-
ciones memorizadas para el resto de la vida puesto que este pe-
queño ser en desarrollo está fijando conexiones neuronales espe-
cíficas, entre el origen de sus reacciones y los acontecimientos fu-
turos, y los irá reforzando regularmente.
Ciertas investigaciones publicadas a nivel internacional que
fueron realizadas sobre animales, y que son extrapolables al
hombre, muestran que la depresión y el miedo maternos impri-
men en el bebé ciertas perturbaciones en el sistema inmunitario,
en las sinapsis, en los receptores de los neurotransmisores y, en
algunos casos, en la estructura cerebral.
Está demostrado que la corteza cerebral del bebé cuya madre
vivió su gestación en un ambiente privilegiado de bienestar, de
juegos y de caricias tiene un grosor mayor, lo que conlleva un
aprendizaje más rápido y una “inteligencia” más desarrollada.

Las marcas grabadas durante situaciones emocionales trau-


máticas antes del nacimiento persisten de manera indeleble y

34
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

afectan a las células y a sus funciones. Permanecen latentes en la


zona límbica de la memoria emocional arcaica, inaccesibles es-
pontáneamente a la conciencia más elaborada. Estas huellas, que
son responsables de múltiples perturbaciones de las funciones
vitales y de las secreciones hormonales e inmunitarias, constitu-
yen el terreno sobre el que, en situaciones de estrés, se revelarán
los malestares, las depresiones o las enfermedades, tal y como lo
han demostrado numerosos estudios médicos elaborados en
Estados Unidos recientemente, tanto en el campo de la investi-
gación clínica humana como animal.
La hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, la coli-
tis, las patologías de la tiroides, la sinusitis crónica y las alergias
respiratorias, encabezadas por el asma, se asocian con frecuencia
a los impactos prenatales.
Estos últimos, grabados directamente en las células inmuno-
lógicas y en las células de multiplicación rápida, podrían reac-
tualizarse más tarde tomando la forma de un cáncer, es decir, un
tumor de reproducción rápida, o de enfermedades degenerati-
vas e inmunológicas, esclerosis múltiple, diabetes insulinode-
pendiente, poliartritis reumatoide, rectocolitis hemorrágica, en-
fermedad de Crohn, lupus, etc.
Si bien siempre es difícil extraer con seguridad relaciones de
causa-efecto que resultarían demasiado esquemáticas, me creo
autorizada a exponer ciertos principios.
Me parece esencial que todos los pacientes que presentan las
patologías mencionadas anteriormente, aunque no se trata de
una lista muy exhaustiva, se centren en la búsqueda de trauma-
tismos prenatales e intenten liberarlos.
De esta forma, la persona se dotará de todas las posibilida-
des de curación psíquica sin transferencia posterior de síntomas,

35
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

puesto que ya no “necesitará” ni su enfermedad y ni los benefi-


cios inconscientes que ésta le aportaba.
En cambio, estaríamos cometiendo un error si intentáramos
predecir o revelar el riesgo psicológico o somático de una deter-
minada huella anclada in utero en esta serie limitada, a pesar de
que ocurra en muchos casos. Los estudios sistematizados que se-
rían necesarios para este fin, se enfrentarían a los insuperables
obstáculos del funcionamiento inconsciente así como de la evo-
lución espontánea de cada ser humano frente a su vida, sus men-
sajes y sus acontecimientos, por lo que queda imposibilitada, y
menos mal, toda generalización. Lo que sí podemos afirmar es
que se trata de probabilidades y de factores de riesgo potencia-
les, basados en las repeticiones y confirmaciones de los cuadros
médicos que no podrían surgir, en ningún caso, del azar.
¿Acaso no existen suficientes datos como para que se deba
difundir, sin alertar infundadamente, las constataciones de las
nuevas vías de investigación psicológica? Yo creo que los padres
y los bebés pueden beneficiarse de ella así como los adultos víc-
timas de las consecuencias de su pasado.

Cómo evitar estas huellas

Lo principal es ayudar al niño a vivir su vida intrauterina en


la máxima armonía, teniendo en cuenta además las necesidades
de los padres y de su vida diaria. Ciertas recomendaciones y
consejos prácticos, compatibles con las actividades de cada uno,
os podrán servir de ayuda.
El apoyo a los padres y sus bebés es uno de los objetivos
prioritarios de este libro.

36
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

Si a lo largo de estas páginas, algunos capítulos generan en


vosotros sentimientos opuestos a mi intención de ayuda y pro-
greso, deberíais replantearos la tela de fondo omnipresente. Es
decir, la importancia de no juzgar y de ser consciente de los des-
conocimientos del pasado en un terreno invadido de lagunas,
para todos y desde hace tiempo. Tómate un momento para re-
encuadrarte con respecto a las culpabilidades que podrían surgir
por embarazos presentes o pasados.
Tú no tienes ninguna responsabilidad... no sabías nada de
esto. Además, todavía estás a tiempo de entablar el diálogo con
tu hijo, tanto in utero, como después, ya que las palabras curan
cuando aportan un sentido a lo que se ha vivido. Con frases sim-
ples, como si hablaras con un adulto, explícale lo que estabas vi-
viendo en ese momento, dile que tenías una idea abstracta de él,
que tus propósitos y tu comportamiento no estaban dirigidos
hacia él y que todavía no le conocías. Ve estableciendo progresi-
vamente nuevos diálogos con él y garantízale tu amor, ya verás
cómo todo se resuelve.
Si estas líneas suscitaran en ti ciertas inquietudes con respec-
to a una responsabilidad demasiado pesada, no dejes que te in-
vadan.
Siempre podrás volver a esta página para que te recuerde que
puedes olvidar todo lo que has leído y mantener únicamente la
conciencia de las necesidades básicas de todo ser humano a lo lar-
go de su vida así como las de tu bebé ya antes de que nazca. Estas
necesidades se resumen al amor incondicional, al reconocimiento
y a la comunicación a través de la palabra y del contacto.
Si todos los padres lo supieran y lo transmitieran a los em-
briones y los fetos que van a traer al mundo, les resultaría más

37
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

fácil mantener estas energías esenciales que tanto necesita el be-


bé en crecimiento.
Si hoy en día estas bases simples estuvieran más extendidas,
teniendo en cuenta que los bebés pueden ser concebidos en ge-
neral cuando se desean, o al menos en los países industrializados
donde la infraestructura de contracepción, de prevención y de
información psicológica lo permite, estoy segura de que habría
muchos menos malestares y enfermedades sobre la tierra.

¿Cómo pueden liberarse de las inscripciones prenatales


aquellos que las llevan?
Un método original al alcance de todos

Tanto en el caso de que se conozca a través de la familia la


presencia de huellas prenatales sin que se haya presentado has-
ta ese momento ninguna sintomatología, como en el caso de que
estos traumatismos se manifiesten clínicamente en malestares o
somatizaciones diversas, es esencial revivirlos en terapia para
poder liberarse de ellos. Esto se puede llevar a cabo en la edad
adulta, pero también antes, en la adolescencia, en la infancia e in-
cluso en la lactancia. En este último caso, el acercamiento se ha-
rá a través del lenguaje y en asociación con los padres.
En cualquier caso, yo propongo un método original específi-
co, descrito en detalle junto con otras aplicaciones en una obra
precedente*. Esta técnica se practica en terapias individuales o
de grupo. La inducción inicial de un estado amplificado de con-
ciencia se realiza por medio de relajación, de música y de visua-
lización, mientras el paciente está tumbado sobre un colchón. Yo

* La Nueva Sofrología, Claude Imbert. Editorial Desclée De Brouwer, 2002.

38
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

utilizo las bases de la P.N.L. para inducir el desplazamiento de la


memoria y seleccionar los momentos específicos que vamos a
explorar. Esta técnica, potenciada en algunas terapias por la
Bioenergía y la respiración sobre todo en el momento del naci-
miento, permite además que la memoria del cuerpo se exprese y
facilita el acceso a la conciencia lejana a partir de los primeros
días de vida uterina. La sugestión emocional se amplifica por la
atmósfera de temas musicales determinados y la difusión de una
grabación de latidos del corazón, tal y como se perciben en el
vientre materno.
Según mis conocimientos, este método, que consiste en hacer
surgir las experiencias pasadas en la conciencia, es único por la
globalidad del proceso y por el efecto liberador en los diferentes
planos: físico, emocional y psíquico. Además yo integro, siempre
en visualización “alfa”, los conceptos del Análisis Transaccional
y de la redecisión que me sirven de base para acompañar la
transformación.

En cada uno de los acontecimientos prenatales y perinatales,


una vez que el paciente se pone en la “piel” del bebé y recuerda
las percepciones ambientales así como las reacciones internas se-
cundarias, la fase de expresión de las emociones permite desha-
cer los bloqueos corporales y energéticos. En este momento, da-
mos paso a la integración del tiempo y de la memoria, de la com-
prensión del Adulto.
La exploración intrauterina es extensa. Comienza a partir de
la concepción y más tarde se centra en la búsqueda de raíces aso-
ciadas al árbol psicogenealógico por medio de la visualización.
De esta forma, los vínculos se irán individualizando y rompien-
do muy rápidamente.

39
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

En cada una de las etapas se van grabando en la memoria


nuevas imágenes en el lugar de las precedentes, reducidas cada
una de ellas a un “punto”, que mantiene aun así, como si fuera
un holograma, el conjunto de los contenidos precedentes, pero
siempre desactivados. No es una cuestión de manipulación ni
ocultación de los acontecimientos ni tampoco un truco que per-
mite dar una capa de rosa sobre otra negra. Todo ocurre tal y co-
mo habría tenido lugar en el pasado, si el bebé hubiera tenido a
su lado un adulto con el que poder dialogar para entender y evi-
tar las malas interpretaciones y las emociones bloqueadoras.
Aquí se sitúa la pasarela con los consejos de comunicación, para
los futuros padres, que están directamente relacionados con las
necesidades del embrión y del feto descubiertas a la luz de las
carencias y de los sufrimientos del pasado.
Cuando atiendo al reducido grupo de personas que tiene di-
ficultades para acceder a sus recuerdos, suelo guiar las terapias
hacia los símbolos que utiliza el inconsciente para desvelar los
anclajes establecidos in utero. Estos símbolos constituyen un
aporte considerable para el análisis y la transformación de los re-
chazos que a menudo son su única expresión. Para los pacientes
cuyas emociones están fuertemente “acorazadas”, las puertas se
abren con la utilización inicial de la Bioenergía, que permite en-
tonces revivir las experiencias.
Al entrar en contacto con estas percepciones, nos damos
cuenta de que los acontecimientos vividos se “vieron” y “oye-
ron” mucho antes del desarrollo funcional y conocido de estos
sentidos. Las “sensaciones” y las “impresiones” que se despren-
den de estos acontecimientos se traducen por reacciones internas
de tipo “pensamientos” visuales o auditivos, bastante antes de la

40
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

aparición del lenguaje y de la maduración de la corteza cerebral.


Por imitación, las emociones y las “decisiones” quedan ancladas
en la película inconsciente de ese momento preciso. Todo el
mundo puede acceder a ella gracias a la terapia para concederle
por fin al bebé que lleva dentro la palabra que entonces le fue de-
negada. Así podrá expresar sus sufrimientos e integrar una nue-
va “mirada” hacia los demás y hacia esa situación, con la com-
prensión Adulta que ahora tiene a su disposición. Todo esto con-
lleva una curación interior duradera.
Estos ejemplos de terapia muestran, sin lugar a dudas, la
realidad energética de la transformación, tanto durante como
después del proceso.

Finalmente, el recuerdo se distancia, se borra la versión ini-


cial y se dota de una nueva libertad.
Tras revivir la vida intrauterina y el nacimiento, se distan-
cian, con el mismo método, los recuerdos emocionales principa-
les de los primeros años de vida.

Conocerse o “co-nacerse”

Conocerse implica saber cuáles son los elementos que man-


tenemos del período anterior a nuestro nacimiento, presentes en
su forma inicial dentro del bebé que cada uno lleva en su inte-
rior, para poder proporcionarles un significado a través del len-
guaje y poder crear vínculos de comprensión y de reconciliación
en esos momentos lejanos de la vida.
Esto es lo que quiero enseñar a todos aquellos terapeutas y
personas con la vocación de ayudar a los demás que reconocen
la importancia y la urgencia de poder disponer de un nuevo mé-

41
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

todo que permita descubrir el terreno de los recuerdos, hasta


ahora inexplorado, cuyo contenido ejerce una influencia omni-
presente.

Una guía para todos

Puede parecer una apuesta arriesgada mi voluntad de diri-


girme al mismo tiempo tanto a adultos y profesionales a la bús-
queda de nuevos métodos para resolver las principales cuestio-
nes existenciales, como a las futuras madres y a los futuros pa-
dres para que se comuniquen a diario con el bebé que están es-
perando.
Yo acepto esto reto y trataré de difundir de manera sencilla
un mensaje cuyos diferentes aspectos están íntimamente unidos.
Para ello, sugiero que todas las categorías lectoras orienten
su mirada, su oído y su comprensión tanto hacia su propio ám-
bito como hacia el resto. Estoy segura de que de esta forma se es-
tablecerán con facilidad pasarelas y tomas de conciencia más
amplias.
Para vosotros los padres, no pretendo complicar vuestra ta-
rea ya suficientemente difícil ni tampoco suscitar nuevos temo-
res, sino que deseo ayudaros a dejar que vuestro corazón y vues-
tra intuición hablen... Vosotros también habéis sido bebés.
Mi objetivo es el de favorecer la evolución de ciertas actitu-
des.
Así podréis reforzar vuestra idea abstracta sobre el ser que
va a nacer y potenciar la importancia y las ganas de hablarle, es-
cucharle, tranquilizarle y explicarle cada día lo que él ve y oye
sin comprender y sin poder comunicarse. El bebé os necesita.

42
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

Una revolución cada vez más cercana

Qué gran avance, para los padres y los niños venideros, el


día en que los sistemas sociales, médicos y psicológicos propon-
gan, incluso antes de la concepción, una verdadera preparación
a la maternidad y a la paternidad.
La integración posterior de estos conocimientos les permiti-
rá adquirir actitudes mentales y emocionales positivas para en-
gendrar un bebé y ayudarle a crecer, no sólo satisfaciendo sus
necesidades materiales sino también aportándole amor y desa-
rrollo global.
Todo esto está más cerca de lo que parece.

Historias de vida que no son novelas

Para esta obra he seleccionado numerosos ejemplos signifi-


cativos de revividos del período prenatal.
Mujeres, hombres o adolescentes presentaban en la mayoría
de los casos malestares dominados por la angustia y el miedo,
desvalorizaciones, falta de confianza, culpabilidad, carencia de
amor hacia sí mismo, fobias o estados depresivos asociados a
creencias negativas de las que necesitaban liberarse.
Algunos de ellos habían sufrido violaciones, incestos y agre-
siones sexuales diversas, de las que arrastraban las consecuen-
cias asociadas a esquemas de autocastigo.
Otros habían manifestado síntomas o enfermedades, toques
de alarma de un cuerpo encerrado en una prisión de bloqueos
comunicativos y emocionales construida años atrás.
Cáncer, sida, esclerosis múltiple, esterilidad o enfermedades
psicosomáticas condujeron a estos pacientes a completar su tra-

43
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

tamiento con una terapia de la vida intrauterina, que les permi-


tió por fin salir de sus limitaciones.
Sus transformaciones, cuyas descripciones encontraréis más
adelante, son la prueba de que todo es reversible.
Aquello que se “decidió” in utero puede volver a plantearse
y a decidirse posteriormente en positivo, gracias a este nuevo ti-
po de análisis.

“Investigador del inconsciente”, la alquimia de la intuición y


de la estructura... con el amor en primer plano

En mi escucha como terapeuta siempre he dado prioridad a


las sensaciones, en busca de nuevos descubrimientos en un te-
rreno hasta ahora poco o nada explorado.
He integrado en el plano psicológico mis ideas científicas y
médicas con el fin de relacionar las consecuencias con las cau-
sas, de acercarlas entre sí en los detalles más sutiles... y llegar al
tratamiento, a la “curación psíquica” del bebé interior y del
adulto.
Estos largos años de estudio y de práctica médica, me impu-
sieron la necesidad de estructura y de lógica que me ha acompa-
ñado durante toda mi carrera.
Sin embargo, siempre he pensado que lo racional no es nues-
tra mejor baza. Nos sirve de anclaje para plasmar y darnos cuen-
ta del fruto de nuestras creaciones. Además, dentro de la prácti-
ca yo suelo conceder un puesto importante a la intuición. Si
aceptamos determinados datos procedentes de este sexto senti-
do y los situamos después dentro de las estructuras de análisis,
podremos llevar a cabo una alquimia esencial para el progreso.

44
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

Es una pena que hasta ahora la mente humana se haya ana-


lizado casi siempre dentro de un sistema alternativo, frustrante
y con límites. Si bien podría beneficiarse de ambas polaridades,
normalmente se estudia desde el punto de vista de la razón o
bien de la intuición, de lo racional o lo irracional, de lo visible
o lo invisible...
Ya es hora de trascender los marcos habituales.
Así mismo, conservo y he ampliado la energía fundamental
que me condujo hacia el ámbito médico hace veinte años, así co-
mo la tolerancia, el amor por el ser humano y la certeza sobre la
perfección de la vida y de la creación.

Años de “alumbramientos” y de “renacimientos” para com-


partir

Las personas a las que he acompañado, tal y como ocurrió en


mi caso, pasaron de los guiones de fracaso y de limitación a la
curación. Renacieron entonces hombres y mujeres libres de sí
mismos y de su vida. He extraído esta síntesis a fin de reforzar
mi objetivo primordial de información y de prevención dirigido
a favorecer la progresión y la evolución de los conocimientos de
cada uno y, por tanto, del conjunto.
Todos estos años de investigación, de terapia y de alumbra-
mientos sucesivos de un nuevo yo que experimentan las perso-
nas que vienen a mí, así como los caminos que les llevan a “re-
nacer”, no pueden quedarse en los cajones de mi experiencia
personal.
Cada uno de nosotros es una luz resplandeciente que queda
velada por sus sufrimientos, que siguen reproduciéndose dentro

45
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

de uno mismo y a veces también afectan a los demás... Esta luz


se enciende con la primera célula de nuestra vida embrionaria.
Nuestra misión es la de dejar que brille en toda su potencia
para que pueda crecer infinita e indefinidamente. A partir de ese
primer momento, también es importante tener en cuenta que el
embrión siente pero carece de información. Durante estos nueve
meses el amor, la comunicación y el diálogo protegerán esta lla-
ma, le ayudarán a crecer y a alcanzar su pleno desarrollo para to-
da la existencia.

Las pruebas científicas y la exploración de los “pensamientos”


in utero, al filo de lo imposible

El campo poco conocido de la ciencia de la vida intrauterina


procede de un único acercamiento. Los embriólogos describen
con talento las diferentes etapas del desarrollo progresivo de la
primera célula hasta el bebé, la aparición sucesiva de tejidos, de
órganos...
Los fisiólogos intentan explicar cómo evoluciona este peque-
ño ser en su primera fase de vida, pero todos están limitados por
los medios de exploración y los instrumentos de investigación.
La tecnología nos queda pequeña a pesar de que parezca
muy elaborada.
La suma de pensamientos, sensaciones y emociones infinitas
que representa el ser humano sigue siendo imposible de cuanti-
ficar y de identificar de manera científica. Lo que sí sabemos es
que ciertos lóbulos del cerebro son los responsables y que las fi-
bras nerviosas son las encargadas de conducir el influjo. Sin em-
bargo ninguna sonda, ningún rayo láser ni cualquier otro instru-

46
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

mento sofisticado ha conseguido hasta ahora explorar el cons-


ciente y el inconsciente para detectar lo que ocurre en un instan-
te determinado. ¿Qué pensamiento? ¿Qué sentimiento? ¿A qué
se deben? Pero no sólo “aquí y en este momento” sino también
¿qué es lo que se ha reactivado del pasado lejano?
Si bien la exploración del funcionamiento psíquico se efectúa
por medios distintos, desmarcados de la tecnología, se trata de
una realidad reconocida por todos, aun cuando utiliza jergas di-
ferentes, a veces herméticas como el psicoanálisis, otras veces ac-
cesibles a todos.
Debéis tener presente que la vida embrionaria hace referencia
al mismo campo de análisis del consciente y del inconsciente.
Estamos lejos de dominar el modo de pensamiento-emoción
del adulto. Entonces, por qué pedir técnicas directas que expli-
quen todo sobre los embriones y, a falta de ellas, rechazar en blo-
que la idea de un cierto modo de “pensamiento” específico de
esta fase de la vida, a pesar de que las estructuras actualmente
conocidas como los cimientos tradicionales de estas funciones no
estén todavía desarrolladas anatómica y fisiológicamente.
Estamos siempre hablando del ser humano con su lado mis-
terioso.
¿Y si no se pudiera racionalizar todo? Ésta es mi conclusión
tras examinar los datos psíquicos recogidos en las revividos,
acompañados de las pruebas retrospectivas de su autenticidad.
Este postulado permite dejar una puerta abierta a un modo de
conciencia particular, perteneciente a la vida prenatal, y que ha-
ría del bebé in utero, tal y como ocurre después, un ser con fun-
ciones perceptivas e intuitivas mucho más desarrolladas de lo
que parece.

47
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

¿Una revolución para mañana? La psicología a la ayuda de la


medicina

Tal vez, por primera vez en su historia y en la de la ciencia,


los conocimientos esenciales tendrían su origen en la psicología,
vínculo evidente, pero todavía demasiado rechazado, entre dos
mundos que podrían enriquecerse tanto mutuamente si acepta-
ran encontrarse más a menudo.
Durante este siglo tan rico en progresos científicos, hemos ol-
vidado otorgarle al hombre su lugar esencial... pero pronto lo re-
tomará.
Con este fin los representantes del mundo terapéutico del in-
consciente y del “alma” debemos permitir que nuestra intuición
rebase nuestra lógica para construir nuevas vías, a pesar de que
la ciencia no nos de la razón y se oponga incluso a nuestras tesis,
desdeñando las pruebas clínicas. Con frecuencia el futuro da la
razón a los pioneros y la tecnología suele arrastrar un retraso
considerable frente a las ideas.
Evidentemente algunos investigadores son innovadores, es-
pecialmente en el campo de la esterilidad y de la procreación in
vitro*. Asimismo juegan un papel notorio en la sensibilización de
la población ya que preparan el camino a la psicología en el cam-
po de la relación entre padres e hijos y sus consecuencias desde
la fase embrionaria.
Desearía que cada vez fueran más numerosos los médicos
que aceptan la posibilidad de la existencia de una memoria sen-

* Le bébé dans tous ses états, René Frydman, Myriam Szejer, Éditions Odile
Jacob, 1998, París.
Dieu et l’embryon, René Frydman, Éditions Odile Jacob, 1997, París.

48
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

sorial y de una conciencia fetal preverbal, así como su importan-


cia en la estructura de la personalidad futura.
Se habrá dado un gran paso el día en que acepten ver que
no existe ningún riesgo para los futuros bebés puesto que no se
trata sino de hablarles de amor. Es lo contrario precisamente lo
que podría ser nefasto... sólo hay que observar las secuelas del
pasado.
Para ello, estos profesionales deben ponerse a la escucha de
las nuevas terapias que, al hacer surgir en el adulto el contenido
de la memoria de la vida intrauterina, les aportarán los nexos y
las pruebas que la tecnología todavía no es capaz de obtener.

Somos los pioneros de un cambio anunciado

El juego de la evolución le proporciona a la humanidad eta-


pas a superar, avances que realizar y asuntos que descubrir o
redescubrir. Sin embargo, esto sólo puede llevarse a cabo si nos
alejamos de los sistemas en los que nuestros padres y nuestra
genealogía siempre funcionaron. Sin culpabilidad y aceptando
las razones de sus límites pasados, necesitamos poder ser mu-
jeres, hombres y padres diferentes de aquellos que nos criaron.
Para avanzar en nuestro futuro como grupo debemos, ade-
más y ante todo, dejar atrás la ignorancia y el poder, desvincu-
larnos de su búsqueda y de los posibles beneficios que pensába-
mos extraer.
Son insignificantes frente a la verdadera recompensa.
Debemos evitar que los problemas nos conduzcan a la solu-
ción y fomentar su anticipación por voluntad propia. Para esta-
blecer los medios de evolución y de prevención necesarios para

49
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

el tercer milenio, ¿debemos esperar a que algún gran estudio es-


tadístico se desarrolle durante un período de tiempo extrema-
damente largo para que demuestre que los bebés concebidos
para ser felices, que son deseados, amados y considerados co-
mo personas, se convierten después en niños y en adultos equi-
librados y con buena salud porque guardan del comienzo de
sus vidas “impresiones” armoniosas? Nosotros ya lo podemos
afirmar.
Cuando las instancias de poder y los organismos públicos de
reembolso o de prevención propongan todas estas medidas,
también se harán cargo de informar al público así como a los pa-
dres actuales y los futuros para prevenir las consecuencias pos-
teriores, como enfermedades, malestares o depresión y los cos-
tosos tratamientos que éstos implican.
Los responsables financiarán mayoritariamente las terapias
breves, preventivas o curativas, por los beneficios que pueden
generar para todo el mundo.
¿Cuánto tiempo tendrá que pasar para que la medicina lo
descubra y acredite por fin unas intuiciones que ya se funda-
mentan con pruebas?

¿Durante este siglo que se anuncia espiritual se hará hinca-


pié en los valores femeninos, tal y como lo prevén ciertos soció-
logos? Yo creo que sí. Tras una fase de desarrollo excesivo de la
energía masculina, que no ha demostrado una eficacia real para
la evolución de la humanidad, esta era se abrirá hacia un nuevo
ciclo en el que se antepongan el amor, la compasión, la com-
prensión, la sensibilidad y la intuición, es decir, todas las cuali-
dades Yin que predominan en el sexo femenino.

50
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

Con este fin y en calidad de mujeres tenemos que pasar por


un feminismo excesivo, probablemente necesario de forma tran-
sitoria para hacernos oír tras milenios de condición dolorosa que
permanece anclada en el inconsciente colectivo, para llegar a la
expresión verdadera de toda nuestra feminidad.
Debemos recordar que cada una llevamos, en un poco menos
de la mitad de nuestra persona, las características Yang necesa-
rias y suficientes para llevar a cabo las acciones encomendadas,
ahora que la aventura de las pioneras nos sirve de precedente y
nos ha preparado asimismo el acceso definitivo a una igualdad
tangible en la complementariedad.
En cuanto a nuestros compañeros masculinos, están empe-
zando a experimentar los valores femeninos que llevan dentro y
que reprimieron durante tanto tiempo.
Las mujeres de todas las culturas han sido las precursoras de
sus sociedades, a menudo ejerciendo su poder en la sombra. Hoy
en día lo van a hacer públicamente para que todos juntos poda-
mos dirigirnos hacia un progreso real y equilibrado.
También son los modelos a seguir para sus hijos.
Juegan un papel fundamental en la relación con el bebé in
utero por su sensibilidad a las necesidades del pequeño, al tiem-
po que respetan sus propios derechos como mujeres. Su deseo
constante de enriquecer sus conocimientos a favor de su bienes-
tar, más basado sobre la intuición que sobre datos científicos, me
da confianza para la difusión futura de este mensaje. Todo esto
me lleva a pensar que su papel de mujeres y de madres les con-
ducirá a constituir los nuevos pilares sobre los que se fundará
nuestra civilización futura.

51
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Una vida intrauterina en armonía para una mayor igualdad de


oportunidades en el futuro

Los líderes que manejan la vida política y social deberían


también ser conscientes del momento preciso en el que esta
igualdad se consiga así como del nivel real en el que se sitúe, no
tanto en el aspecto económico sino más bien en el plano de los
mensajes de amor y de deseo, recibidos o no, sin condición a par-
tir de la concepción. De esta forma podrían proponer programas
de acción adaptados realmente a las raíces esenciales de los pro-
blemas y no a sus consecuencias tardías.
Para salir del error en el que nos encontramos muchos de no-
sotros hoy en día, los problemas deben ser abordados en sus cau-
sas y no más tarde porque no conllevaría resolución alguna, sino
quizá una agravamiento del sentimiento de impotencia y del pe-
simismo individual y colectivo.
Este siglo, tan rico en progresos y descubrimientos sobre el
bienestar, la prevención y la salud, queda ensombrecido por el
aumento de los problemas humanos y sociales, desde depresio-
nes crónicas, soledad, fracasos afectivos y paro de larga duración
hasta enfermedades existentes y la aparición de otras nuevas.
Persiste una cierta “prehistoria” psicológica que afecta prin-
cipalmente al gran público. El aumento de la utilización de
tranquilizantes y antidepresivos que anestesian los dolores más
profundos sin curarlos no resuelve los problemas sino que los
amplifica.
No sirve de nada buscar soluciones externas al problema del
desempleo y del trabajo cuando éste tiene su origen en el in-
consciente de cada uno, bien alejado de la conjetura social y eco-
nómica de la que tanto hablan los políticos en vano.

52
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

Todos aquellos que se inclinan hacia el ser humano y su psi-


cología saben que el guión de fracaso es interior y que el pasado
está siempre presente. ¿Cómo podría un adulto cuya infancia es-
tuvo llena de creencias limitadoras encontrar en sí mismo el po-
der necesario para afirmarse en la confianza y el optimismo?
¿Cómo puede canalizar todo su ser hacia los valores personales
propios, única posibilidad de éxito, aquel o aquella que guarda
inscrito el recuerdo de no haber sido deseada?
Aquellos que llevan en su interior un bebé que creyó que
nunca serían satisfechas sus necesidades de amor y de reconoci-
miento siguen creyéndolo en el fondo y continúan proporcio-
nándose las pseudopruebas que ellos interpretan como realida-
des en su vida social. Más tarde el adulto, sin darse cuenta, con-
vencido de que no fue reconocido por su padre o por su madre,
proyectará la misma creencia en su pareja o en un superior je-
rárquico, buscando inconscientemente el conflicto que generará,
tal y como ocurrió en el pasado, su sentimiento de rechazo.
Probablemente estará reinterpretando el mismo guión que vivió
in utero, cuando percibió el no-deseo o la preferencia por el sexo
opuesto que le llevó a creer que era culpable y que no podía ser
amado ni valorado, es decir, que debía ser castigado.
¿Qué milagro hace posible que un feto que no quiere nacer,
que ya se siente petrificado por su visión del mundo a través del
filtro emocional del microcosmos familiar y por sus percepcio-
nes de las reacciones paternas, sea capaz de implicarse en la vi-
da con confianza a pesar de que no lo hiciera en su nacimiento?
¿Cómo se establecen voluntades de acción sólidas y positivas,
cuando la primera que nos propusieron en el nacimiento se me-
morizó como la lucha entre dos impulsos, seguir vivo creyendo

53
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

en todo momento en una muerte inminente contra la que hay


que luchar para sobrevivir? Así es como la palabra acción se con-
vierte en sinónimo de miedo, incluso de terror, sensaciones ins-
critas en la mayoría de los humanos antes del nacimiento y en el
resto durante la llegada al mundo. Teniendo en cuenta el proce-
so inconsciente de reconfirmación, con frecuencia revivimos in-
conscientemente nuestro nacimiento tanto en el plano profesio-
nal como personal.
Por la sucesión de secuencias diarias en la relación con los
padres o de determinados acontecimientos, felices o no, la infan-
cia reactivará el núcleo psíquico inicial dentro del primer mo-
mento emocional responsable de la decisión de supervivencia.
No sirve de nada dejar que la mayoría debata sus problemas
afectivos, cada uno achacando sus males sobre los demás.
¿Cómo podrían imaginarse por sí mismos que todos partici-
pan inconscientemente en sus problemas y que necesitan libe-
rarse de las causas profundas que, sobre una cuestión tan esen-
cial como es el amor, se remontan a la primera infancia y al prin-
cipio de la vida? Todos somos creadores de nuestra existencia
por la opinión que tenemos de ella.
El deseo que pido para todos, a las puertas del desarrollo que
tenemos delante, es el de prevenir y curar los sufrimientos de es-
tos momentos fundamentales e iniciales de la vida, tanto para
padres y bebés como para los adultos que todavía los padecen.
Me pregunto si la justicia juega realmente su papel en el año
2000, con sus veredictos y prisiones, teniendo en cuenta que, más
allá de la defensa prioritaria de las víctimas y de la colectividad
no otorga una escucha diferente a aquellos a quien condena.
Estos seres llevan todos dentro un Niño interior encarcelado des-

54
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

de hace mucho tiempo en sus prisiones inconscientes. A pesar de


sus acciones, necesitan que se les considere como seres humanos
cuyo sufrimiento, aunque no siempre se perciba, se ha desviado
y su violencia primitiva se ha desinhibido en un paso a la acción.
También se ha demostrado que los dolores fetales graves in
utero o en el nacimiento asociados posteriormente a dificultades
afectivas durante la infancia favorecen además los problemas
psíquicos y somáticos, es decir, la delincuencia y la criminalidad
ulterior, de igual manera que la violencia o las violaciones sufri-
das en este período pueden, a la edad adulta, convertir la vícti-
ma en agresor.
¿Podemos contentarnos en la actualidad, tal y como ocurre
normalmente, con clasificar a éste último como un ser mons-
truoso sin percibir al mismo tiempo la terrible violencia en la que
está sumido por culpa de un sufrimiento de la infancia brutal-
mente exteriorizado? ¿Y si le ayudamos a curarse por medio de
unas estructuras terapéuticas al tiempo que ponemos a la socie-
dad al abrigo?

Para conseguir la igualdad ¿acaso es normal que a comien-


zos del siglo XXI la educación siga ocultando aquellos métodos
de aprendizaje que han demostrado, en ensayos pilotos serios,
su rápida eficacia sobre la inquietud, la falta de confianza y otros
problemas infantiles?
La Nueva Sofrología, enriquecida por la Visualización y cier-
tos principios de la psicología y de las artes marciales, conllevan
rápidamente una mejoría, una dinámica mental positiva, más
comunicación y creatividad, tal y como se constata en el simbo-
lismo de dibujos realizados antes y después de las terapias bre-
ves, que se pueden efectuar a todas las edades. Mejoras en los re-

55
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

sultados escolares y fortalecimiento de la calidad de concentra-


ción y de la confianza son ejemplos de lo que estas innovaciones
pueden aportar, sin olvidar a los profesores quienes pueden me-
jorar en gran medida la gestión de su estrés y de sus energías.
También podrán asimilar y transmitir mejor el rol de modelo que
juegan frente a los niños así como los mensajes de capacidad, de
protección y de amor que esperan de ellos, para no repetir las pa-
labras negativas recibidas de sus instructores, maestros y a veces
también de sus padres durante la infancia, sin haber podido ana-
lizarlas, controlarlas o liberarse de ellas.
Me gustaría que la implantación de nuevos métodos peda-
gógicos procurados por medios internacionales favoreciera la in-
tegración de un nuevo enfoque que haga progresar el aprendi-
zaje escolar y el clima en que se desarrolla.
Este tipo de programa también está dirigido a adolescentes
que presentan fracaso escolar. Estos jóvenes verían ampliadas
sus oportunidades de reinserción por medio de una sinergia psi-
coterapéutica.
En cuanto al ámbito político, el papel que podrían jugar sus
líderes en la puesta en marcha de campañas informativas y de
acción brillaría sobre algunos terrenos, como la salud, la educa-
ción y el trabajo.
¿Debemos esperar a que algún día llegue este cambio funda-
mental cuando actualmente muchos de los que podrían benefi-
ciarse ya están listos, siempre y cuando dispongan de informa-
ción concreta y convincente?
Este futuro me parece todavía lejano e irrealista para las
mentalidades actuales de los ámbitos oficiales a quien implica-
ría.

56
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

Nos concierne a todos

No se trata únicamente de un asunto para especialistas, to-


dos los días los padres necesitan comprenderse mejor a sí mis-
mos y a sus hijos para que tanto los unos como los otros sean
más felices y se sientan bien “en su pellejo”.
Para ello necesitan disponer de información y de consejos a
gran escala, basados en la realidad del mundo del “pensamien-
to” y de la “decisión” de esta primera fase que constituye la
vida prenatal y en el nacimiento, tan importante que determina-
rá la “visión” del bebé sobre el mundo, sobre los demás y sobre
sí mismo que mantendrá durante toda su vida...
Cada uno de nosotros, donde quiera que esté, tiene un lugar
en el inmenso edificio de la información y de la prevención.
Los medios de comunicación son también uno de los facto-
res determinantes de la gran aventura psicológica en este cam-
bio de siglo. Cualesquiera que sean los soportes, la multiplica-
ción y la calidad de los temas transmitidos al gran público, los
medios de comunicación garantizan una expansión rápida del
progreso.

¡Hombres y mujeres bien informados... Sí!


¡“Superpadres”... No!

Mi objetivo no pretende en ningún caso denigrar o culpabi-


lizar a nadie, y menos aún, a los padres del pasado o a los ac-
tuales. Ellos no eran conscientes de las consecuencias. Aquellos
que a lo largo de estas páginas crean haber cometido errores
tienen que tranquilizarse, no pasa nada. Es el desconocimiento

57
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

asociado a la desinformación el que le ha hecho actuar o pen-


sar de esa manera. En cuanto a las instituciones, están consti-
tuidas por seres humanos tan ignorantes en conjunto como in-
dividualmente.
Esto significa además que, incluso en un futuro en el que es-
temos mejor informados, se producirán olvidos, errores y mo-
mentos de estrés. Claro que es totalmente normal. Las emocio-
nes forman parte del ser humano y solamente los grandes espe-
cialistas podrían controlarlas a la perfección.
La vida diaria durante el embarazo comporta numerosas si-
tuaciones que se desarrollan tanto positiva como negativamente
durante estos nueve meses.
El feto no pide que se le consagre veinticuatro al día, además
de los sueños como un extra. No necesita tu atención permanen-
temente... al contrario. Desea vivir desde el principio una cierta
libertad, tener momentos de intimidad y de descanso.

Un derecho fundamental de los bebés a las puertas de un


nuevo milenio: la libertad de su futuro...

En calidad de padres, tenéis libertad plena para asimilar o no


estos nuevos conocimientos, pero no olvidéis tampoco que esta
libertad acaba donde empieza la del otro. Aquí se trata del bebé
y del ser en potencia que se está formando.
Una vez tomada la decisión de tener un hijo, le debéis al be-
bé todas las oportunidades de armonía y de salud a vuestro al-
cance para su vida futura.
Esta necesidad básica para el futuro de los bebés, debéis sa-
tisfacerla y asegurar su continuidad ya antes del nacimiento.

58
LA VIDA ANTES DEL NACIMIENTO

Ella seguirá presente y los niños, los adolescentes y los adul-


tos que hayan vivido determinadas circunstancias emocionales
in utero dispondrán también de métodos eficaces que les permi-
tirán ser ellos mismos para participar en la etapa esencial que va
abordar la humanidad en este nuevo siglo.

59
¿A QUIÉN VA DIRIGIDO ESTE LIBRO?

Para vosotros...

Adultos, adolescentes o niños que vivís limitaciones toda-


vía sin explicación, ahora podéis ir en busca de sus raíces lejanas
y escondidas gracias a una terapia de la vida intrauterina y del
nacimiento que ya está a vuestra disposición para que os liberéis
y viváis en armonía.
Si sufres angustias diversas, malvivir, desvalorización, falta
de confianza y de amor por ti, soledad, fracasos afectivos o pro-
fesionales repetidos, depresiones, dificultades en la toma de de-
cisiones, incapacidad de acción o de llevar a cabo tus objetivos o
padeces alguna enfermedad, te darás cuenta a lo largo de estas
páginas que existe una solución simple gracias a la cual no ten-
drás que pasar años acostado sobre un diván para llegar a com-
prender lo que te pasa ni cambiar drásticamente tu día a día, tal
y como ocurre con la mayoría de las terapias.
Este breve análisis, individual o de grupo de varios meses, o
incluso varias semanas, según el programa que tú elijas, te apor-
tará tomas de conciencia eficaces cuya rapidez es imprevisible, a

61
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

veces inmediato y otras veces más largo, porque es necesario que


cada uno siga su propio camino a su ritmo a fin de conseguir un
renacimiento profundo y duradero.
Este método te permitirá remontar el curso de la película de
tu memoria para transformar los momentos que hacen de tu vi-
da aquella en la que se ha convertido y no aquella que podría lle-
gar a ser.
En realidad, inconscientemente te bloqueaste, limitaste y en-
cerraste dentro de los muros que tú mismo construiste, creyendo
que en tu caso ya estaban presentes en el vientre de tu madre.
Tendrás que echarlos abajo progresivamente para poder recons-
truir un nuevo edificio de bienestar y de salud.
Todos aquellos que deseen conocerse mejor, podrán ponerse
en el lugar del embrión y del feto que fueron para que por fin és-
tos tomen la palabra y puedan liberarse de sus limitaciones a tra-
vés del diálogo durante la terapia. Al dejarte guiar por tu intui-
ción podrás, además, reencontrar la conciencia de tu bebé inte-
rior. Quizá sus historias hagan eco en algunas de las tuyas.
Comprenderás mejor qué es lo que hoy en día te puede limitar y
sabrás dónde encontrar las claves y las personas que te acompa-
ñen en tu curación interior.

Para vosotros...

Padres actuales y futuros, porque el futuro de vuestros hijos


es una prioridad, al igual que el vuestro. A fin de evitar que se
perpetúen los esquemas bloqueadores en el bebé y para prevenir
las consecuencias posteriores. Mi objetivo es el de ayudaros a
descubrir, desde los primeros instantes de la vida, que la con-
ciencia embrionaria existe bajo una forma intuitiva, sintética,

62
¿A QUIÉN VA DIRIGIDO ESTE LIBRO?

memorizada y asociada a un funcionamiento primitivo de los


sentidos. Esta conciencia carece de lógica constructiva, de capa-
cidad de análisis y de palabras expresadas por lo que los proble-
mas pueden persistir a lo largo de toda la vida.
Ciertas palabras quedarán grabadas en los “pensamientos”,
en las “decisiones” y también en el cuerpo.
¿Es éste el “funcionamiento de la vida” o podemos cambiar-
lo para ir más allá en la búsqueda de bienestar?
¡Claro que sí! Nos encontramos en el umbral del siglo vein-
tiuno, un milenio en el que la conciencia humana y planetaria es-
tá preparada para evolucionar, crecer e iluminarse.
Encontraréis personas cada vez más formadas para prepara-
ros hacia este encuentro con una nueva vida.
De esta forma os convertiréis en los padres que los bebés es-
peran para ser amados y criados en conciencia. Estos seres que
habéis decidido concebir os necesitan para poder entrar en con-
tacto con vosotros.
Su camino podrá comenzar en el resplandor, simbolizado
por vuestro deseo, vuestro amor incondicional y vuestra volun-
tad de ayudarles a convertirse en lo que llevan en el fondo de sí
mismos para realizarse y ser felices.
Para que se transmita a las generaciones futuras una nueva
manera de vivir la espera de los hijos, preparándoles a conver-
tirse en los hombres y mujeres libres y conscientes que construi-
rán el nuevo siglo venidero.

Para vosotros...

Profesionales, dedicados a la terapia de adultos, adolescen-


tes o niños o bien al apoyo de las madres, de los padres y de los

63
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

bebés desde la concepción hasta período neonatal, así como los


primeros meses en el mundo y los primeros años, pasando por la
vida intrauterina y el nacimiento. Encontraréis en estas páginas
información probablemente nueva o que confirma vuestras per-
cepciones intuitivas y vuestras experiencias.
Los médicos, los obstetras, las comadronas, los especialistas en
neonatología, los pediatras, las enfermeras, los puericultores, los
asistentes sociales, los psicólogos, los sofrólogos... podrán ayudar
en todos los eslabones de esta cadena capital de información, de
prevención y de cuidados físicos, psicológicos o espirituales, a los
más pequeños para que sean felices y tengan buena salud, al tiem-
po que ayudan a los adultos que llevan dentro.
De forma paralela los padres, más conscientes, se harán oír,
aconsejar y acompañar para realizar en armonía la alquimia de su
papel con respecto a su hijo así como el de mujer u hombre en
evolución sobre su propio camino.

Para vosotros...

Futuros bebés, que seréis los niños y los adultos del siglo XXI,
espero que este libro haya llegado al corazón de vuestros padres y
comprendan vuestra gran necesidad de que contribuyamos cuan-
to antes a la construcción de un futuro más justo y libre.

64
QUÉ HAY QUE HACER

Una forma original: dar la palabra a los bebés

He querido otorgar el “derecho a la palabra” de vez en cuan-


do a los embriones y fetos. Es evidente que a través de su voz,
me hago eco de los sufrimientos vividos en este período de la vi-
da recopilados por los adultos a los que he ayudado a “renacer”.
Los límites a los que se enfrentaron los bebés del pasado, las
necesidades y las carencias que padecieron, me condujeron hace
tiempo a definir los deseos universales de todo bebé por nacer,
que confirman aquello que yo ya había descubierto en mi propia
historia.
Los sufrimientos que expresan a “grito limpio” en su interior
algunas personas en el curso de las terapias así como las ener-
gías positivas que experimentan al reestablecer el diálogo con la
lógica de su Adulto interior, constituyen las pruebas de que exis-
te algo capaz de alimentar su bienestar y de apaciguarlos, recon-
ciliarlos y curarles.

65
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Para describirlo, les otorgo simbólicamente la palabra en los


textos en cursiva... al principio de cada uno de los capítulos prin-
cipales.
De esta forma podréis imaginarlos como si estuvieran ha-
blando directamente con vosotros, con palabras sencillas, y po-
dréis haceros una idea de su forma de “pensar” y de lo que to-
davía no pueden decir.
Los bebés in utero encontrarán aquí una voz para alcanzar
vuestro corazón y vuestra comprensión.

Todas las etapas de una fase iniciadora de nueve meses...


¿Cómo superar los límites del pasado a favor de un futuro libre?

Para una mejor comprensión, describiré, por orden cronoló-


gico de aparición, los datos esenciales de las situaciones emocio-
nales más frecuentes de la vida intrauterina.
Estarán ilustradas por secuencias extraídas de momentos de
terapia o de casos resumidos sintéticamente. También aquí lo ex-
presado por la persona durante la terapia estará marcado en cur-
siva. Por supuesto, todo este material no ha surgido de golpe si-
no que constituye la síntesis de numerosos revividos en terapias
individuales, de los que he condensado el contenido. Los nom-
bres de los pacientes han sido modificados a fin de conservar el
anonimato.
Constataréis a lo largo de vuestra lectura que el bebé in utero
es a menudo objeto de impactos emocionales sucesivos, por
ejemplo, un no-deseo seguido de una preferencia por el sexo
opuesto, asociado a proyecciones genealógicas de miedo o a fa-
llecimientos tempranos e inesperados que podrían generar un

66
QUÉ HAY QUE HACER

“niño de reemplazo”. En algunos casos, también se suman a es-


ta cadena acontecimientos posteriores al embarazo.
He clasificado cada ejemplo en el campo en el que me pare-
ce más representativo y os dejo a vosotros la tarea de identificar
otros rasgos comunes. Para que fuera más claro, he presentado
cada historia íntegramente a fin de resaltar la globalidad en la
que participa cada uno de los elementos del puzzle. Las he se-
leccionado, por una parte, por su carácter demostrativo del
mundo de las percepciones, de los “pensamientos” y de las emo-
ciones de la conciencia embrionaria y fetal que se expresa de
nuevo en el adulto por medio de los revividos y, por otra parte,
por el vínculo causal que une estas historias a los motivos que
trajeron a los pacientes a la consulta.
Me apoyo sobre los análisis exhaustivos realizados con los
informes de las personas a las que he acompañado. Las frases ci-
tadas son la transcripción fiel del material recogido durante las
terapias, con el fin de transmitir con precisión lo que viven los
bebés en el vientre de su madre.
Teniendo en cuenta la gran cantidad de casos y su incidencia
así como los procesos reproductivos que conllevan rápidamente
transformaciones de larga duración y curaciones psíquicas, he
podido establecer relaciones de causa-efecto significativas entre
una problemática desarrollada y una o varias huellas prenatales.
De manera inversa, me parece imposible deducir en el caso
de un contexto de sufrimiento in utero conocido, cuál podría ser
la consecuencia posterior ya que se debe tener en cuenta el fac-
tor de probabilidad. De hecho, se ha demostrado que si inme-
diatamente después del nacimiento se establece un vínculo fuer-
te de amor entre el bebé y alguna persona del entorno, los efec-

67
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

tos del traumatismo inicial pueden neutralizarse. No obstante, si


tras el parto se da de nuevo un contexto de abandono, sea cual
sea, este impacto futuro y su repetición aumentarán la posibili-
dad de malvivir o de enfermedad en la infancia, en la adoles-
cencia o en la edad adulta.
Por lo tanto, los períodos largos alejado de los padres o la
creencia de su incomprensión y de su desinterés, las nodrizas,
los duelos, los internados o las agresiones sexuales pueden agra-
var el cuadro.
En resumen, cuanto más se repitan los impactos emocionales
después del estado fetal, más numerosos serán en la infancia y
mayor será el riesgo de sufrir las consecuencias posteriores. Por
otra parte, el amor recibido después de nacer y a lo largo del de-
sarrollo del niño puede cicatrizar las heridas anteriores al tiem-
po que aporta alternativas sólidas de reconocimiento si las “de-
cisiones” todavía no se han consolidado. ¿Afecta esto a la totali-
dad o sólo a una parte de las marcas? ¿Puede ser liberado por
completo un no-deseo gracias a un futuro de ternura y de cari-
ño? Yo creo que no. Si se conserva una represión, podrá resurgir
en algún momento. ¿Nos curamos espontáneamente de nuestros
sufrimientos prenatales o del nacimiento? Tantas preguntas que
se necesitarán aún muchas investigaciones para poder aportar
respuestas satisfactorias. De todas formas, una vez completada
la terapia de la vida intrauterina y del nacimiento, se consagra-
rán algunas sesiones posteriores, siguiendo el mismo principio,
a los episodios emocionales posteriores.
Cuando se trata de casos de adopción, se pueden plantear
las mismas cuestiones sobre el momento en que tuvo lugar el
verdadero abandono y sobre los sufrimientos fetales más signi-

68
QUÉ HAY QUE HACER

ficativos. Estos niños necesitan ante todo que la sociedad y sus


padres adoptivos den prioridad al amor incondicional, pronun-
ciado con palabras y expresado con gestos. Éste es el factor de-
terminante sobre el que deberían basarse los informes de los or-
ganismos responsables, en lugar de tener que rellenar impresos
interminables en los que no siempre se aborda lo esencial: la ap-
titud de los padres hacia el amor que garantizará el bienestar
futuro de sus hijos. Si no está presente de manera natural, será
necesario suscitarla a través de información o consejo, incluso a
través de una terapia breve para que, al igual que ocurre con los
cursillos de maternidad y de paternidad, tanto la madre como
el padre puedan liberarse de los modelos limitadores de su pa-
sado.

“Para vosotros que vais a ser padres” y “la carta de los bebés...”,
Consejos para todas las circunstancias

Al final de cada capítulo, encontraréis información relevante


al tema que se acaba de abordar y que os ayudará a manejar una
situación similar y a evaluar si es necesaria la ayuda de un pro-
fesional. Aquellos que lo deseen pueden incluso empezar su lec-
tura por esta parte.
Sin ser exhaustivo ni alarmante, este párrafo tiene como ob-
jeto daros a conocer realidades diarias y proposiciones simples
para abordar adecuadamente ciertas situaciones que podrían te-
ner lugar durante la espera de vuestro bebé.
En otros casos, podréis también utilizarlas a título de conse-
jo para personas de vuestro entorno que lo necesita y os pide
vuestra opinión.

69
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

¡Recordad!... ¡Una resistencia puede esconder otra!

Al leer las descripciones de las sesiones de terapia, algunos


creerán probablemente que se trata de fantasías o de crisis de
histeria, otros pensarán que son construcciones puramente men-
tales del adulto. Sea lo que sea, mi impresión como terapeuta du-
rante las terapias y los resultados duraderos tras el análisis, cons-
tituyen para mí las pruebas de que se ha recontactado y trans-
formado la conciencia.
Lo que no puedo redactar con precisión en un texto y que en
realidad es fundamental, es todo aquello que tiene lugar en el
cuerpo, la emoción y lo no-verbal de los pacientes.
Las personas dubitativas que aceptaron probar la terapia in-
dividual o de grupo, quedaron la mayor parte tan emocionadas
y convencidas que ahora difunden esta información para dar a
conocer el tema.
Aún así, todavía quedan cartesianos empedernidos y escép-
ticos obstinados que no dan su brazo a torcer y que deberían dar-
se cuenta de que sus propios miedos les tienen presos.

Si pensáis: “Hoy en día es más corriente...


en nuestra época ignorábamos todo esto...”

... debéis saber que el modo de funcionamiento del incons-


ciente del bebé siempre ha sido el mismo y que no es una gene-
ración la que le ha hecho mutar, a pesar de que antiguamente se
le acordaba poca importancia al bebé y a sus sensaciones dentro
del vientre de la madre.
Estas reacciones comprensibles te han dado el permiso de en-
mascarar fácilmente ciertos momentos importantes que querías

70
QUÉ HAY QUE HACER

seguir “protegiendo”. Al creer que los habías “olvidado”, pensa-


bas evitar una nueva confrontación con las emociones que te han
hecho daño.
Recuerda que un toque de varita mágica no puede hacerlos
desaparecer, que siguen ahí, activos, sin que te des cuenta, y que
sólo te liberarás de ellos por medio de una terapia específica.

71
PARA SITUARTE EN TU
PROPIO CAMINO

Algunos de vosotros ya habéis comenzado a hacer pinitos


en vuestro desarrollo personal, por medio de terapias que os
hacen sentir bien por momentos pero recaéis siempre en vues-
tros antiguos esquemas. Es normal... los métodos empleados
probablemente no hayan sido capaces de llegar a las imágenes
iniciales de la película de vuestra existencia. Esta película, pre-
sente en cada uno de nosotros, contiene todas las llaves y todas
las raíces. El problema es que hay que acceder a ella.
Pero podéis estar tranquilos porque estas terapias no han si-
do en vano. Os han llevado a reflexionar sobre vosotros mismos,
a conoceros mejor... y eso ya es mucho. Si os habéis dirigido ha-
cia ellas, será probablemente porque todavía no estabais prepa-
rados para abordar vuestro núcleo más profundo.

Si tus pasos te han conducido hacia este libro, si tus ojos se


han posado sobre la sección en la que se encontraba, si tus ma-
nos lo han levantado y ojeado, será porque contiene elementos
que una parte de ti mismo quería desde hace tiempo conocer y

73
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

transformar, a pesar de las inquietudes del resto de tu ser... el


miedo al cambio... a ir hacia una libertad todavía desconocida.
Cuando leas las historias de lo que vivieron algunas perso-
nas en su experiencia y en su terapia, éstas te proporcionarán la
posibilidad de abandonar tu angustia y permanecer en el cami-
no de tus motivaciones. En esta senda, descubrirás “pasarelas”
entre problemáticas del momento, sus posibles orígenes in utero
y los medios de transformación.
Evidentemente, nadie dispone de recuerdos de este período
en la memoria consciente. Por lo tanto, no será esta vía la que te
permita unir cabos, sino la información obtenida por tu interro-
gación actual o recopilada posteriormente a través de los relatos
de tu familia, la que te situará sobre el buen camino. Éste se abri-
rá de par en par con la terapia.

Para otros, es vuestro primer acercamiento y estáis prepara-


dos a afrontar el origen del problema que más os limita. Vuestra
libertad está cerca porque vuestra curación será rápida.

Profesionales, estoy segura de que habéis reunido suficien-


tes elementos para querer formaros y profundizar, con toda la
ética necesaria, en un método que pueda, en el tercer milenio, in-
tegrarse al símbolo de innovación, de progreso y de evolución
que esta fecha representa, con el fin de extender el bienestar, la
comunicación y el amor entre los humanos.

Futuros padres, sin inquietaros inútilmente, estas páginas os


ayudarán a informaros de manera más precisa de las consecuen-
cias posibles y duraderas de los acontecimientos y contextos
emocionales nefastos vividos por el bebé antes de su nacimiento

74
PARA SITUARTE EN TU PROPIO CAMINO

o justo después, a raíz de las decisiones bloqueadoras que pue-


de tomar para su futuro.
La confrontación a las descripciones de los problemas de vi-
da o de salud de los adultos en terapia, correlacionados de ma-
nera estereotipada en estos casos, os ayudarán a ser aún más
conscientes de estas realidades.
Informados, podréis evitarlos o limitar considerablemente
las consecuencias. Al mismo tiempo, puede ser que descubráis
posibles huellas en vuestro interior, restos de la vida fetal. Os re-
sultará entonces más fácil daros cuenta de que os podéis liberar
de ellas y de las de vuestros futuros hijos. Al interrumpir estos
circuitos repetitivos, evitaréis que se perpetúen las proyecciones
recurrentes que podrían tener el mismo funcionamiento en el si-
glo veintiuno que hace cien años e incluso más.

En cualquier caso, ¿os habíais preguntado antes sobre vues-


tra concepción?
¿Te habías interrogado sobre dónde y cuándo tuvo lugar, en
qué estación, qué mes o qué día? ¿Cómo era entonces la relación
entre tus padres? ¿Deseaban un hijo en ese momento de sus vi-
das? ¿Preferían tener una hija o un hijo? Si es así, ¿por qué razón?
¿Qué acontecimientos emocionales pudieron perturbar la histo-
ria familiar durante tu gestación, como lutos, separaciones, acci-
dentes, problemas de trabajo, de salud o de relación? ¿Cómo se
desarrolló tu nacimiento? ¿En qué momento? ¿Prematuro? ¿A
los nueve meses? ¿Qué circunstancias particulares?
Si estas preguntas nunca te han venido a la mente o las elu-
des inmediatamente y tu vida está limitada por problemas exis-
tenciales, es probable que sean tus resistencias las que te impi-
den responder y que constituyan un tema de reflexión...

75
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Cómo dejar que la alquimia trabaje en ti

Si te sientes tentado de cerrar este libro, empujado por la


sombra de tus resistencias, entonces debes hacer lo contrario,
mantenerlo cerca de ti, leerlo por pasajes, abrirlo “al azar”.
Así es como estas líneas te hablarán, puesto que están escri-
tas para ti y para todos aquellos que necesiten encontrarse a sí
mismos para tomar conciencia y descubrir que es posible cam-
biar.
A veces dejarás el libro de lado durante algún tiempo. Hazlo
sin sentirte culpable pues ha de llevarse a cabo un trabajo inte-
rior, a tu ritmo, para algunos rápido, para otros más lento.
Poco importa. Para muchos se trata de un mundo nuevo, un
universo desconocido, aunque presentido intuitivamente, a ve-
ces opuesto al sistema que supuestamente representa la realidad.
Ésta era únicamente la vuestra o más bien aquella inducida por
vuestro inconsciente frente a vuestros padres y a las generacio-
nes pasadas.
Los desconocimientos psicológicos de un contexto sociocul-
tural que hasta ahora ha situado sus prioridades en otro lugar
son principalmente los responsables.

Gana un tiempo valioso gracias al autoanálisis

Si quieres empezar a llegar más lejos, déjate ayudar por una


“chuleta”* en la que te propongo un itinerario guiado para abor-
dar las preguntas esenciales que debes plantearte sobre tu vida,
desde la infancia hasta el presente, pasando por el período pre-

* Faites vous-même votre Psychothérapie. Claude Imbert, Éditions Visualisa-


tion Holistique, París.

76
PARA SITUARTE EN TU PROPIO CAMINO

natal y el nacimiento. Te aportará los instrumentos de transfor-


mación gracias numerosos ejercicios realizados a diario.
Puedes estar tranquilo, este trabajo será rápido y estarás or-
gulloso de haber dado el primer paso cuando constates que re-
sulta muy satisfactorio poder cambiar.

En el espejo parcial de tu historia

Aquí encontrarás ciertos elementos de tu “novela” personal


evidentes o todavía ignorados. Sin embargo, eres único en tu evo-
lución. Ningún habitante de este planeta tiene una personalidad
idéntica a la tuya. Eres el único que ha vivido las situaciones a las
que te has enfrentado. Tus hermanos, los gemelos y aquellos y
aquellas nacidos el mismo día que tú, a la misma hora, minutos y
segundos y en el mismo lugar, todos son diferentes.
El reencuentro con tu microcosmos familiar y tu genealogía,
los acontecimientos que han tenido y siguen teniendo lugar, to-
dos te son específicos. Y así es para cada uno.
Con respecto a esto constatarás hasta qué punto las compa-
raciones con los demás pueden ser apresuradas y necesitan re-
encuadrarse, tanto entre hermanos como en cualquier otro tipo
de relación. Debes intentar descubrir el ser que se encuentra en
tu interior para dejar que se exprese libremente porque ésta es la
vía de la sabiduría y de la realización de uno mismo.
A través de las secuencias de las historias vividas, encontra-
rás una parte de tu propio guión, con sus matices personales.
Con ciertas variantes, todos los embriones que se han “reexpre-
sado” dentro de los adultos en terapia, pronuncian el mismo
“discurso”, utilizan las mismas “palabras” y están marcados por
las mismas situaciones. Lo constato día tras día.

77
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El actor que tú representas y su entorno se diferenciarán poco


de los ejemplos citados, sin embargo, fíjate bien... A pesar de que
las puestas en escena y los lugares de rodaje cambien, a pesar de
que la iluminación, el sonido y los exteriores varíen un poco, el
decorado interior es el mismo.
El vientre de la madre constituye para todos una escena en la
que se va a desarrollar durante nueve meses una secuencia fun-
damental, un primer acto esencial, una vida antes de ver la luz...
Armonía o tragedia, sinfonía o disonancia... el resto de la exis-
tencia dependerá de ellas.

78
RETORNO AL ORIGEN...

Nunca encontraré suficientes palabras para agradecer a mis


padres por haberme concebido, en algún lugar de Provenza, en
el mes de octubre de 1951. Gracias a mi camino y al de muchos
otros, he descubierto realidades psicológicas fundamentales y he
tenido la suerte de ser guiada interiormente para tener acceso y
bañarme en las fuentes de conocimiento escondidas, lejanas y a
menudo desconocidas.
Este viaje de iniciación que conduce hacia la esencia de uno
mismo, a la confrontación de nuevos puntos de vista y de am-
plios horizontes, también lo realicé simbólicamente en el mundo
antes de descubrir que debía vivirlo en mi interior. Esto me per-
mite comunicarme con vosotros con la intención de compartir
los caminos de la toma de conciencia sobre los que me he guia-
do para sumergirme en el corazón de las investigaciones que me
conducen actualmente hacia vosotros.
A lo largo de los años en los que, como médico en la industria
farmacéutica, participaba en el desarrollo de productos de inmu-

79
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

nología y de cancerología y asistía a congresos de profesionales


internacionales, tuve la suerte de poder viajar por todo el mundo.
Guardo en mí los mensajes que no tenía al alcance en esa época.
Mi trayecto me condujo hacia la tierra situada más al sur del
mundo. Cuando llegué a Ushuaia, ya no podía descender más...
Encontré, flotando en un lago misterioso, la perfección de un
glaciar mágico de un azul perfecto, único ente en progreso mien-
tras que todo retrocedía, un sistema de la naturaleza que prueba
que sus leyes pueden ser invertidas. Vi icebergs, cuya parte visi-
ble inducía a presentir lo desconocido y el secreto de aquella que
le proporcionaba su realidad y que se sumergía en las profundi-
dades de la inmensidad...
En la jungla del Iguazú tuve la revelación de un arco iris que
renacía tras la noche sobre el agua mágica de sus cataratas irisa-
das...
Entonces, este mundo tan bello y tan extraño me mostró su
lado sombrío y de miseria... aquella realidad que se esconde, y
que es despreciada por los ricos, que constituyen las favelas de
Río y Caracas, pasando por las de Lima y Bogotá... Pude con-
templar el mismo drama en los suburbios de Yakarta, en las ca-
lles de Sri Lanka y de otras ciudades, inscrito en las miradas, en
los corazones y en los cuerpos de las mujeres, de los hombres y
de los niños... ¿Por qué tanto vacío, tantos miedos, tantas lá-
grimas, tanto dolor bajo su sol? Postrados, mendigos, lisiados,
violados; su dignidad de víctimas enfrentadas a una esperanza
de cambio tan ínfima constituye para nosotros un mensaje su-
plementario al de ayudarles.
¿Acaso son el reflejo de nuestra propia miseria interior, de la
prisión en la que, nosotros también, estamos encerrados, en

80
RETORNO AL ORIGEN...

nuestros seres y nuestras sociedades consideradas desarrolla-


das? ¿Expresan de otra manera el desasosiego de nuestras enfer-
medades y de nuestras limitaciones, revelando todas nuestras
posibilidades de renacer que, sin embargo, no aprovechamos
por miedo, mientras que ellos mismos no las tienen?
Esta aventura del bien y del mal ¿será la de nuestras ilusio-
nes perdidas o quemaremos por ella nuestra pasión de ideal?
¿No será también nuestro ideal el que nos haga cambiar de pai-
saje interior? Yo encontré tierras y hombres bajo el caos de la
guerra que unos locos avivaban, oprimiendo, matando, seleccio-
nando, ignorando el respeto a la vida y los derechos humanos,
siempre bajo la bandera del fanatismo, a veces de la religión y
otras de la segregación. Desde los guetos de Varsovia hasta los
campos de la muerte y los de la tortura de todos los países, to-
dos ellos son el recuerdo de que el hombre puede ser símbolo de
destrucción y de ruina en el plano colectivo e individual. Otros,
más numerosos, nos recuerdan todo su esplendor, el de todos
aquellos que luchan por la libertad y el derecho a las ideas que
resisten y siempre ganan a pesar de lo que el destino les depare.
Este lado de claridad también lo veo reflejado en los artistas
de todos los tiempos, cuyo genio, en todas sus formas y mani-
festaciones, nos conduce hacia lo absoluto y más allá de la per-
fección.
También descubrí, a través de la bruma que la escondía, la
mítica bahía de San Francisco como un nuevo mundo con sus
pioneros de la medicina, de la informática y de una nueva psi-
cología que modifica los límites de la antigua, sobre esta costa de
California donde todo puede ser construido y derruido en un
instante, cuando la tierra, por sus fallas, recuerda al hombre su

81
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

precariedad incluso, y sobre todo, cuando éste se ha elevado al


rango de un semidiós. Allí donde cohabitan la vida y el peligro,
el amor y la muerte, también están presentes el progreso, la
amistad, la tolerancia y la fraternidad.
Quise terminar este trayecto visitando de nuevo Egipto, tie-
rra en la que mis sentidos nunca se agotan de contemplarla. De
allí saqué la fuerza para mi continuidad. Allí donde el conoci-
miento se esconde por todas partes y grita para ser descubierto.
Al borde del Nilo vi pasar la vida hacia la muerte, la muerte ha-
cia la vida... la concepción hacia el nacimiento...
Renacer. He aquí nuestra labor a realizar... una y otra vez.
Renacer. Encontrar y ampliar los conocimientos ya utilizados
por las civilizaciones más antiguas de nuestra historia, para aso-
ciarlos al redescubrimiento de las realidades psíquicas funda-
mentales e integrar el poder del contenido humano e histórico
de estos momentos testigos del eterno retorno.
He aquí, pues, aquello en lo que creo que necesitamos inspi-
rarnos. En cada etapa, las mismas corrientes de pensamiento bus-
can el sentido del hombre, del mundo y del universo, tal y como
buscamos el de nuestra vida. Las teñimos del fruto de las evolu-
ciones sucesivas y las adaptaremos a este nuevo siglo que nace.
Conscientes de los misterios y de los secretos de la encarna-
ción, las antiguas civilizaciones, gracias a sus conocimientos es-
pirituales, protegían e iniciaban a las mujeres encinta para hacer
de su cuerpo y de su espíritu un templo para el alma que venía
a habitarlo.
Ciertas divinidades se ocupaban de su bienestar y del alum-
bramiento. Incluso si en aquella época, este régimen estaba más
bien reservado a ciertas iniciadas, hoy podemos inspirarnos

82
RETORNO AL ORIGEN...

en estas bases y hacerlas disponibles para todo el mundo. Tome-


mos los tesoros que estas culturas nos han legado ya que su saber
está reconocido universalmente independientemente de su ori-
gen.
Los creadores de las pirámides, los constructores de los tem-
plos del Nilo, de Tailandia, del Tíbet, de Israel o de muchos
otros, inspirados por una misma fuente, nos proporcionan un
modelo de perfección del cuerpo y de la mente.
La adaptación a nuestro mundo actual y la integración a
nuestra tecnología conforman la tarea a la que decidí consagrar-
me, tras mi propio renacimiento, descrito en otra de mis obras.

Diez años más tarde, descubrimiento tras descubrimiento, os


invito a seguir el itinerario de la encarnación que va desde la
concepción hasta el nacimiento, a través de la experiencia de los
bebés del pasado, para que las etapas de iniciación que ellos
atravesaron ayuden a preparar aquellas, más libres, del mundo
futuro...
Un itinerario que mañana podría ser el habitual, si la con-
ciencia individual y colectiva evoluciona progresivamente hacia
un nuevo enfoque sobre la llegada al mundo y la vida antes del
nacimiento y si las etapas iniciales se convierten en una de las
prioridades del siglo veintiuno. En realidad, esta nueva aproxi-
mación debe ser más abierta que en el siglo pasado para poder
salir del retraso en el que algunos, incluso jóvenes, se ven ac-
tualmente sumidos. Afortunadamente son sólo unos pocos los
que están paralizados sobre todo por el miedo y la dificultad de
ser diferentes a la generación que les precede. Una psicología
moderna que esté al alcance de todos, desde el colegio si es po-
sible, podrá proporcionar al gran público una información más

83
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

amplia para que cada uno conozca mejor su “planeta” interior y


comprenda la importancia de este progreso.
Prevenir y curar los sufrimientos de estos momentos funda-
mentales e iniciales de la vida, tanto para los padres y los bebés
como para los adultos que cargan con estos males desde su in-
fancia, éste es mi deseo para cada uno, en el umbral de la nueva
etapa evolutiva que ahora se nos presenta.

84
EL INCONSCIENTE EN TODA
SU SENCILLEZ

Antes de sumergirnos en este viaje que nos conducirá al co-


razón del ser humano, me parece importante recordar ciertas no-
ciones esenciales de su funcionamiento psíquico, ya que se salen
de los caminos demasiado trillados por un hermetismo perni-
cioso para todos.
Para ello voy a utilizar términos sencillos, en realidad sólo
unos pocos, por mucho que les disguste a los que quieren man-
tener en secreto lo que concierne a todos.

Nuestra globalidad, que está compuesta por nuestro cuerpo


y nuestra mente, funciona como un todo indisociable, en el que
los componentes interactúan entre sí, que establece la imperati-
va necesidad de una visión psicosomática del conjunto de sínto-
mas y enfermedades. En cualquier caso, son los sufrimientos del
alma los responsables de la cristalización de las emociones en al-
gún lugar de la superficie o del interior del cuerpo y por lo tan-
to son ellos los que necesitan curación. Cuando el conflicto inte-
rior no se expresa, pronunciado en palabras, éste toma otra vía,

85
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

la de los males y la “enfermedad”. Siempre dirijo a mis pacien-


tes hacia la raíz de su problema, tanto si se ha manifestado como
soriasis, asma o cáncer. El habla es la única capacidad implicada
en la curación profunda.

La energía de este conjunto psíquico y somático humano es


otro de los factores en común, que toma diferentes formas y den-
sidades y va en aumento del repertorio mental al repertorio cor-
poral. Muy sutiles para nuestros pensamientos, que son los pre-
cursores de todo aquello que ocurre dentro de nosotros, la ener-
gía es transmitida por las neuronas en forma de mensajes elec-
troquímicos. Además y por imitación, generan las emociones,
cuya energía se percibe con más facilidad, que dependen de pro-
cesos neurovegetativos y de diferentes secreciones hormonales
cerebrales y viscerales. Los comportamientos físicos y los movi-
mientos musculares son también corolarios y determinan la ac-
ción o el reposo, movilizando energías aún más tangibles.
El propio cuerpo está constituido por vibraciones de fre-
cuencias variadas que comunican y asocian entre sí a los electro-
nes, a los átomos y a las moléculas para formar redes de tejidos
y de órganos, que en conjunto forman la totalidad del organismo.
En resumen, en toda nuestra realidad, hasta los confines de
nuestro ser dotado de materia y de “pensamientos-emociones-
comportamientos-acciones-reacciones”, estamos hechos de
energía.
Nuestra cascada de reacciones internas afecta a los tres es-
tados del yo.
El Padre difunde, independientemente de nuestra edad, los
mensajes y los modelos de nuestros progenitores y de nuestra

86
EL INSCONCIENTE EN TODA SU SENCILLEZ

genealogía. Está en construcción permanente a lo largo de la vi-


da y se enriquece de cada acontecimiento nuevo.
El Adulto analiza con su lógica mientras que el Niño es la
cuna de la creatividad, de la intuición y de las emociones.
Cuando estas energías, siguiendo las denominaciones funda-
mentales del Análisis Transaccional, hacen referencia a la perso-
nalidad, la convención establece que la primera letra se escribe
en mayúscula, Padre, Adulto y Niño. Estos términos se escriben
en minúsculas cuando se trata del período de desarrollo niño o
adulto, o del estatus de padre. Así es como los encontraréis en
los textos posteriores.
El Niño vive en cada uno de nosotros a partir del momento en
que toma su decisión de vida. Si es libre, esta decisión se estable-
cerá hacia la edad de trece o catorce años, en cambio si es limi-
tante, será mucho más precoz. Aunque hasta ese momento se
había mantenido un equilibrio precario, que permitía que las cre-
encias estuvieran “abiertas”, se presenta ahora una nueva situa-
ción de sufrimiento que solidifica una decisión y marca a partir de
entonces la orientación de su vida en un sentido irrevocablemen-
te limitado. La única intención que le anima es la de “sobrevivir”.
Tal y como ocurre en las tragedias antiguas, el niño no sabe
todavía que su decisión de vida puede conducirle a exponerse a
un peligro físico o psíquico a corto o largo plazo.
Son numerosas las patologías que aparecen en la edad adul-
ta que deben ser reevaluadas a la luz de posibles acontecimien-
tos uterinos anteriores, como enfermedades o muertes in utero,
problemas asociados al nacimiento, enfermedades del lactante,
del bebé, muerte súbita y otras situaciones médicas o quirúrgi-
cas de la infancia, cáncer, infecciones rinofaríngeas recurrentes,
alergias, dermatosis...

87
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Su investigación y descubrimiento, teniendo en cuenta la di-


mensión global del ser humano, permite en ciertos casos solu-
cionar definitivamente el problema desde la raíz, al proporcio-
narle un sentido a lo vivido, que hasta ahora permanecía in-
consciente e incomprendido.
Según mi experiencia, la decisión se toma en la mayoría de
los casos dentro del vientre de la madre, se reactiva en el naci-
miento y se va reforzando a lo largo de la infancia y de la exis-
tencia por una necesidad de coherencia impuesta por el incons-
ciente, que orquestra las repeticiones regulares del guión inicial.
Esto se debe al miedo al vacío que generaría la confrontación a
una realidad diferente a la percibida por el bebé.
También constituye una forma de perpetuar la atmósfera del
traumatismo inicial, sin permitir que salga a la superficie ni que
se reviva realmente, pero saboreando poco a poco su gusto
amargo de tristeza o desesperación, bajo una forma diferente y
con otros personajes, en una transposición que no es otra cosa
sino una adaptación momentánea del guión. Una y otra vez, se
interpretará uno de los tres papeles posibles, cada uno el que le
es habitual: Víctima, Perseguidor o Salvador.
En caso de que la interpretación de partida de este pequeño
ser desprovisto de lógica sea falsa, el resto de la historia que él
mismo dirige será siempre errónea, aunque relegue en los demás
la responsabilidad del encarcelamiento en el que se ha colocado.
Sea cual sea su desarrollo, cada uno es el realizador y el actor de
su propia vida, cuyo guión escribió en algún momento antes de
nacer.

Por lo tanto todo comienza a través de pensamientos, aun-


que sean arcaicos y respondan a un repertorio todavía descono-

88
EL INSCONCIENTE EN TODA SU SENCILLEZ

cido en sus modalidades, tal y como lo demuestran las expe-


riencias revividas en terapia.
Éste es el estado en el que se sitúan las creencias, las grandes
certezas que todos asumimos a la edad de seis o siete años sobre
sí mismo, sobre los demás, sobre la vida y sobre los temas im-
portantes. Cuando estas creencias son positivas y están abiertas
a las diferentes alternativas, darán acceso a la libertad. Por el
contrario, cuando imponen límites y se estancan en su ángulo
negativo, tenderán a reducir el campo de visión, como si el ser
que las programó llevara unas gafas gruesas que le oscurecen la
vista. Se trata en realidad de la visión interior que acompañará al
individuo por todas partes y en todo momento, hasta que éste
las analice en terapia y descubra la creencia dominante sobre la
que edificó su existencia, es decir, la decisión de su guión.
Ahora bien, en la vida intrauterina, el sentimiento de impo-
tencia a la hora de evitar traumas emocionales pone en marcha
inmediatamente un proceso represión, por el que el bebé olvida
el dolor y centra su determinación en la búsqueda de medios de
supervivencia...
“Puesto que es así... (para seguir viviendo) tengo que... arre-
glármelas yo solo...”, tengo que... “ser del otro sexo...”, tengo que...
“dejar de pensar...”, tengo que... “reprimir mis emociones...”, ten-
go que... “evitar los problemas...”, etc.
Estos comentarios, que corresponden a la reacción emocional
vivida por el embrión y el feto, quedan grabados de manera abs-
tracta en lo más profundo de sí mismos y más tarde serán ex-
presados en palabras. El bebé, el niño, el adolescente y el adulto
interpretan el “aquí y ahora” a través del filtro de la decisión y
de las creencias pasadas. Todo lo que se asemeje a un “abando-

89
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

no”, puesto que no hubo explicación por parte de los padres,


conducirá al individuo a su huella inicial y le hará revivir el mis-
mo sentimiento. De igual manera, en todas las circunstancias en
las que no se sienta reconocido, revivirá la escena del pasado
en un nuevo decorado, pero con el mismo guión.

Este libro detallará más adelante todas las creencias estable-


cidas in utero cuya influencia obliga a muchos adultos a autoli-
mitarse y a afrontar el mundo siempre desde su posición de em-
briones o fetos.
Cuántos hombres y mujeres siguen todavía pensando como
en aquel momento lejano y perpetuando las decisiones tomadas
entonces. Las creencias como “No sé... no debo pensar...” testifi-
can a menudo una prohibición que el bebé impuso sobre “pen-
samientos” ya que no podía analizar ni escaparse físicamente de
esa situación.
“Esto me provoca demasiado dolor... será mejor que no es-
cuche lo que está pasando.”

Otros conservan la idea de que “nadie puede comprender-


me... no vale la pena que hable...” y con razón porque entonces
no tenían la palabra, sus padres no podían imaginar sus necesi-
dades. ¿Deben quedarse en este estado ahora que han adquirido
el lenguaje? Por supuesto que no. Sin embargo, muchos siguen
comportándose como si fueran embriones o lactantes.

Por imitación aparecen las emociones, cuya economía forma


parte de los sistemas que constituyen los fundamentos de la per-
sonalidad. Su energía fisiológica necesita exteriorizarse y la edu-
cación, a través de sus mensajes y modelos, juega un papel prin-

90
EL INSCONCIENTE EN TODA SU SENCILLEZ

cipal. Los padres pueden otorgar muy pronto este derecho a sus
hijos para ayudarles a hablar, comprender y exteriorizar sus
emociones o bien pueden reprimirlos y generar, sin saberlo, pro-
cesos de inhibición de larga duración.
En este caso, el sentimiento reprimido fluye por algún otro
sitio y bajo otra forma. A pesar de que nunca satisfaga al cuerpo
y al inconsciente, se convertirá en el proceso de sustitución y
transformará el sentimiento real en uno falso, que permitirá, aun
así, una evacuación parcial. El miedo se manifestará a veces ba-
jo la apariencia de ira, incluso de violencia, tanto en el niño, en
el adolescente como en el adulto, que reaccionarán frente a un
peligro enfadándose. En otros casos, la tristeza podrá esconder-
se bajo la máscara glacial de un control aparente.
Lejos de ser una ventaja, el hecho de no expresar las emocio-
nes y contenerlas constituye siempre una “debilidad”, al contra-
rio de lo que dicta el arquetipo masculino ancestral. La niña, así
como la mujer en que se convertirá, muestra su ira prohibida a
través de las lágrimas y manifiesta el resto de sus emociones do-
lorosas bajo la máscara de la felicidad permanente, al haber de-
cidido no causar problemas a su entorno para poder ser querida.
Espero que estas líneas y los casos que veáis mas adelante os
ayuden a tomar conciencia así como a curar y proteger vuestro
Niño interior.

Nuestra memoria está omnipresente en todo lo que hemos


visto, oído, pensado, sentido y hecho. Nuestro inconsciente y
nuestro consciente están por todas partes. No sólo dentro de ese
fabuloso instrumento que es nuestro cerebro, sino también den-
tro de ese espejo del alma que es nuestro cuerpo. Este vehículo
guarda el recuerdo de todo lo que hemos vivido, el conjunto de

91
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

“huellas”, tanto físicas como psíquicas y emocionales, de nues-


tra vida. Están “grabadas” en lo más profundo de sí mismos has-
ta que liberemos en terapia aquellas que nos limitan.

¿Desde cuándo llevamos estas marcas?

Mi respuesta es “desde siempre”... y desde ese primer ins-


tante de nuestra creación, en la que ya están presentes las “ins-
cripciones” de nuestra familia y de nuestro árbol genealógico.
Dichas huellas contienen las películas de las vidas de cada uno
de nuestros antepasados, desde sus primeras secuencias in utero
hasta sus nacimientos, pasando por sus alumbramientos, sus in-
fancias y todas las expresiones de sus guiones. Este programa
que habita en nuestra primera célula de bebé continuará, en la
madurez, proyectándose en la atmósfera de nuestro cuerpo con
las emociones grabadas de esos familiares, con sus enfermeda-
des e incluso a veces con sus muertes, a la misma edad, en las
mismas circunstancias o por las mismas patologías.

Desde el post-nacimiento y a lo largo de toda nuestra vida,


mantenemos el miedo y la angustia de la carencia de amor y las
creencias que les han precedido. Son ellas las que presiden el
sentimiento de abandono afectivo vivido por el recién nacido al
no recuperar inmediatamente el contacto con el cuerpo de su
madre, con su olor y con su tacto exterior. El bebé puede asus-
tarse si le seccionan el cordón umbilical demasiado pronto, que
le priva de oxígeno y le hace creer que su vida está en peligro. La
ansiedad puede convertirse en pánico por la incubadora, por la
ausencia de lactancia o por un destete demasiado rápido debido
a la falta de leche o a problemas médicos maternos.

92
EL INSCONCIENTE EN TODA SU SENCILLEZ

A veces se manifiesta una inquietud profunda en el bebé


criado por una nodriza o por sus abuelos.
También aparecen miedos en el niño frente a los modelos de
su padre, de su madre y de su genealogía. O bien surgen con-
flictos, como el temor a la separación, a la violencia, al maltrato
o incluso a las agresiones sexuales, a veces percibidas como una
amenaza vital. Puede aparecer el sentimiento de terror frente a la
separación por fallecimiento. El bebé puede también sufrir una
ansiedad celosa por la llegada de otro niño, la aprensión por una
intervención quirúrgica a la que se enfrenta sin haber sido infor-
mado y preparado, el pánico a la mascara de la anestesia para
una extracción de amígdalas o de vegetaciones, la castración
simbólica en la niña por una apendicitis...

De nuestro nacimiento sacamos el potencial para tomar de-


cisiones, para establecer nuestros objetivos y para llevarlos a tér-
mino, así como nuestras ganas o no de acercarnos a los demás.
También en este momento se imprime en nosotros la creencia del
carácter duro o fácil del trabajo. Algunos guardan asimismo la
huella de una circular del cordón umbilical que bloquea la co-
municación y que puede reactivar durante la terapia el enrojeci-
miento cutáneo cervical o el grito liberador de la llegada al mun-
do en la primera respiración. Para otros será el dolor y la presión
de los fórceps, un temor vital... Son numerosos los ejemplos que
demuestran esta certeza.

¿Qué pasa antes de nacer?

Incluso si nuestros sistemas de percepción, nuestros sentidos


y nuestros circuitos de pensamiento y de emoción posteriores no

93
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

parecen todavía desarrollados, estoy segura de que ya desde la


fase embrionaria existe efectivamente una conducción de infor-
mación exterior, a través de palabras, sonidos e imágenes, que se
explica por las razones expuestas más arriba y que serán confir-
madas más adelante por numerosos ejemplos.
En esta fase, está presente “otro tipo” de memoria, todavía
por demostrar en neurofisiología, que graba los datos para trans-
cribirlos posteriormente en la memoria que se instalará definiti-
vamente.
De esta forma, los pensamientos, las palabras, las emociones y
el comportamiento de los padres o de otras personas del entorno
son captados y codificados. Aquello que viene de la madre ocupa
un lugar principal, teniendo en cuenta la intimidad de la cohabi-
tación corporal, celular y bioquímica por el cordón umbilical.
También queda memorizada la experiencia personal del em-
brión y del feto, sus reacciones frente a diversas situaciones y la
manera de aceptación de los padres. Cada uno inscribe “pensa-
mientos prelingüísticos”, intuitivos y primitivos, cuyo significa-
do será traducido y restituido después de su adquisición. Todos
los acontecimientos corporales “grabados” conllevan estados in-
teriores ya característicos. Traducen el gozo del bienestar por
una agradable sensación de relajación e ingravidez, los miedos y
la tristeza por sensaciones difusas o localizadas de tensión, de re-
tracción, de descargas eléctricas...

¿Cuáles son las principales necesidades del bebé y del niño?

Antes, después y a lo largo de toda la vida las necesidades


principales del ser humano son el amor... siempre el amor y el
reconocimiento.

94
EL INSCONCIENTE EN TODA SU SENCILLEZ

Estas señales de afecto incondicionales deben ser expresadas


a menudo, pero no sólo a través de las palabras y su tonalidad
sino también en las energías que el bebé percibe y que emanan
de los brazos, de las manos, de los gestos, de las miradas y de
todo lo no verbal del cuerpo de su madre y de su padre.
Para él, el amor es tan esencial como el alimento, la limpieza y
el calor tras el nacimiento, así como una vida intrauterina acoge-
dora marcada por el diálogo y la calidez de su primera morada.
Además de la protección, también necesita que le sea otor-
gado el derecho de crecer y de ser él mismo, reforzado por los
mensajes de sus capacidades de éxito, de ser feliz y de tener bue-
na salud, incluso si los padres o los ancestros no las tuvieron.
Así es como su futuro, cuyo primer acto fundamental se ha
decidido antes de nacer, le verá crecer y desarrollarse en armonía.
Si, por el contrario, la primera escena de su vida está domi-
nada por la falta de amor o su expresión, se generan traumatis-
mos que bloquean la energía vital y conducen desesperadamen-
te al niño hacia la rebelión o la sumisión, intentando gustar, ser
perfecto y fuerte, o trabajar duro, darse prisa, en detrimento de
sus propias necesidades, siempre guiado por la búsqueda de un
amor que cree, aun así, imposible para él.
Puesto que durante la fase de dependencia fisiológica el be-
bé no puede utilizar el lenguaje ni la motricidad para escapar de
su sufrimiento, el niño y después el adulto pueden seguir cre-
yendo que, a pesar de que sus funciones ya estén desarrolladas,
son incapaces de escapar a las situaciones y de hacerse escuchar
o que no sirve de nada hablar.
A veces, debido a sus posibilidades limitadas para reunir
pruebas del amor parental, el embrión o el feto tiene que recurrir

95
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

in utero a los únicos medios de presión de los que dispone, la


amenaza vital. Muchos fetos crean de esta forma riesgos de in-
terrupción del embarazo para “comprobar” el deseo materno
fuente de la duda. Si a partir de entonces la madre reposa y guar-
da cama, el bebé percibirá los signos que demuestran su atención
por él.
En consecuencia, estos adultos tendrán siempre miedo a no
ser amados y crearán inconscientemente situaciones extremas,
poniéndose a menudo en peligro para saber si los demás se pre-
ocupan por ellos, en lugar de preguntarlo directamente. El mie-
do a un “no” vivido como un rechazo les lleva a preferir el mo-
do de funcionamiento uterino.
En otros casos, tras haber encontrado una salida aparente
que niega su necesidad, convencido de que de esta manera no
sentirá la falta, el adulto seguirá pensando que no tiene ningún
problema y que no tiene necesidad de nada. Sin embargo, a un
nivel profundo e inaccesible sigue intentando satisfacerlo en una
búsqueda permanente que fracasa sin fin. Así, un hombre que
niega su necesidad de cariño y una mujer que pretende no que-
rer a los hombres atentos, son ejemplos de “desconexiones”esta-
blecidas precozmente en la escucha de sus necesidades. Éstas les
llevan a acercarse a personas contrarias a sus deseos profundos,
que están desconectados en la superficie pero siempre muy pre-
sentes y activos a nivel subliminal. Los revivirán una y otra vez
en juegos psicológicos para reconfirmar sus creencias iniciales.
El bebé también puede defenderse, creyendo que se protege,
desplazando su emoción hacia su doble para contemplar su su-
frimiento desde el exterior. Es el “otro” el que llora y el que esta
triste, es el que padece el dolor. Este proceso de disociación per-

96
EL INSCONCIENTE EN TODA SU SENCILLEZ

durará en el adulto y le impedirá contactar con sus sensaciones.


Por lo tanto, en una separación o en un duelo algunos se mos-
traran impasibles y sin lágrimas.

Los mensajes del cuerpo

Cuando se tragan y amontonan sin cesar los sentimientos au-


ténticos reprimidos, capa tras capa, se crea un espeso caparazón
cada vez más grueso. Un día, como cualquier otro, se puede al-
canzar la dosis máxima y al no hacer caso de los primeros sínto-
mas de emergencia, el edificio precariamente construido “se des-
morona” brutalmente y el cuerpo pasa al acto en una llamada de
socorro, es decir, una enfermedad o un accidente grave, a veces
irreversible o mortal.
Un hombre de cuarenta y cinco años que ha reprimido siem-
pre su miedo y su sentimiento de abandono, podría verse fulmi-
nado por un infarto brutal, tras un conflicto profesional con sus
supriores o con uno de sus hijos o bien cuando descubre los pro-
yectos de separación de su esposa. Otro ejemplo es el de aquel
hombre para quien su trabajo era el único sentido de su existen-
cia y que justo después de jubilarse desarrolló un cáncer de evo-
lución rápida. Una mujer que pretende ser perfecta, para gustar
y ser fuerte, trabajará duro y, sumisa al factor de estrés, padece-
rá una enfermedad degenerativa con procesos agudos.
Todos ellos tenían en común una estructura neurótica que,
desde la primera infancia o la vida intrauterina, había sido el
caldo de cultivo de los “gritos” de sus cuerpos, a través de las
huellas también presentes en sus células inmunitarias. Latentes
desde entonces y reactivadas por un acontecimiento emocional
que hace eco en el núcleo oscuro del pasado, estas huellas consi-

97
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

guen reducir las defensas ya un tanto inhibidas. Las creencias,


los esquemas emocionales, es decir, el guión llevaba escrito en
tinta invisible la predicción de una enfermedad en potencia cu-
yo riesgo, sin embargo, no se podía cuantificar. Constituye el
modo de pasar al acto para un guión asociado a la decisión de
“no debo existir”, establecida a menudo antes de nacer, que al
mismo tiempo procura beneficios inconscientes en el plano afec-
tivo al luchar contra una situación inquietante o como pretexto
para ser atendido en una terapia.

¿Por qué guardamos las huellas de nuestros sufrimientos emo-


cionales?

El responsable es el mecanismo de represión por parte del in-


consciente. Para sobrevivir, desde la fase prenatal, cada momen-
to doloroso queda anestesiado de sus emociones cuando alcanza
el umbral de lo insostenible, que permanece bastante bajo mien-
tras la lógica mental no esté desarrollada. Las secreciones hor-
monales del estrés anclan profundamente los sufrimientos en la
memoria y éstos quedan intactos, pero encerrados.

Todos estos males, junto con muchos otros, necesitan ser re-
vividos en una terapia emocional en estado amplificado de con-
ciencia, para poder ser liberados de las profundidades del cuer-
po a través de la Bioenergía y la respiración así como por el aná-
lisis y la comprensión de una nueva redecisión.
Éste es el viaje que yo os propongo, ahora que ya poseéis las
claves para realizar vosotros mismos la evaluación de los con-
textos psicológicos presentados y medir el interés preventivo y
curativo del método propuesto a la luz de sus resultados.

98
LA PRINCESA QUE CREÍA NO TENER
DERECHO A SER FELIZ

Antes de acompañar al bebé en las primeras etapas de su vi-


da intrauterina, quiero iniciar vuestro camino comentando la
historia de esta joven, célebre y desaparecida demasiado pronto,
cuyo destino cruel conmovió al mundo entero a finales del vera-
no de 1997, a fin de que comprendáis mejor el modo de “pen-
sar”, los obstáculos y la ayuda que necesita el bebé.
Murió por no haber sido, en su concepción, el heredero que
su padre deseaba para reemplazar a un hermano fallecido tras el
nacimiento, dos años antes. Las sombras de esta preferencia, la
huella de esta muerte neonatal, le impidieron creer, a pesar de
las apariencias, que el sol brillaba sobre ella. Esta falta de amor y
de reconocimiento inicial convirtieron su breve existencia en el
mito que todos conocemos.
Me gustaría que el repaso de su vida y su pasado sirviera pa-
ra aclararos y ayudaros a comprender hasta qué punto el perío-
do prenatal es el primer acto de una continuación, ya anunciada
por lo vivido en esta fase inicial...

99
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Escrito en tinta invisible, inaccesible para los ojos del cons-


ciente y sin embargo esencial, el contenido del texto elaborado
allí, en el vientre de la madre, será el guión que seguirá a su au-
tor siempre y por todas partes...

Su vida no era un cuento de hadas...

Quién habría imaginado que esta bella joven, aún más tras su
trágica muerte, símbolo de la libertad y de la feminidad para casi
toda una generación, era en realidad presa de la fatalidad de una
vida en la que se rechazaba a sí misma el libre acceso a la felicidad.
¿Por qué haber gastado tanta energía en hacerse querer por los
medios de comunicación para perder la vida huyendo de ellos?
¿Acaso morir constituía su último medio de asegurarse el re-
conocimiento y el amor de todo un pueblo así como del mundo
entero?
Nadie lo sabrá realmente porque se llevó con ella la memo-
ria de sus sufrimientos pasados... No se trata más que de una hi-
pótesis, construida a partir de elementos de sus entrevistas y
confidencias reveladas por sus allegados y publicadas en la
prensa. No obstante, la coherencia entre las piezas que confor-
man el puzzle de su guión psicológico convierten prácticamente
esta suposición en una certeza.
Su historia constituye la prueba de que en la corte de los más
poderosos, no son la riqueza, los faustos de un aparente cuento
de hadas ni el universo de una infancia protegida socialmente,
los que conforman la felicidad de una futura reina, si la niña
que ella fue, careció de aquello que más necesitaba, el reconoci-
miento y el amor.

100
LA PRINCESA QUE CREÍA NO TENER DERECHO A SER FELIZ

El cuento de hadas, los sueños, los vestidos de baile y las dia-


demas siempre escondieron sus heridas originales, únicamente
perceptibles para aquellos que sabían verlas en los instantes fur-
tivos en los que sus ojos las expresaban, perdidos en la melanco-
lía del infinito y testigos de un desasosiego secreto... ¿Fatalidad de
un pasado... o de un futuro ya previsto? A veces, una tristeza re-
pentina quedaba reflejada en su mirada azul o bien surgía de una
cabeza agachada, protegida por un mechón de cabello rubio que
escondía su timidez y sus ilusiones.
También ella es la prueba, si fuera necesaria, de que el in-
consciente es mucho más fuerte que el más consciente de sus
deseos.
A pesar de haber jurado que jamás se divorciaría, para no ha-
cerles vivir a sus hijos el dolor que ella sufrió en la separación de
sus padres, no pudo vencer la fuerza profunda que inevitable-
mente le condujo a reproducir aquello que tanto quería evitar.

Su destino fatal fue programado antes de su nacimiento pa-


ra ser una tragedia, sin saber entonces que se representaría a la
vista de todos, en el escenario del universo.
El cuarto embarazo de su madre la trajo al mundo dieciocho
meses después de la muerte de un hermano, tan esperado desde
siempre para transmitir el apellido, el título y los bienes de un
padre autoritario a quien su mujer debía dar un heredero.
Esta vez, en su gestación, hicieron de todo para conseguir
que fuera niño tras los tres fracasos anteriores, dos niñas y un ni-
ño muerto en el nacimiento. Sus padres recurrieron a un régimen
alimenticio que supuestamente favorecería la creación de un va-
rón. ¿Podría ser esto el origen de la grave anorexia-bulimia que

101
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

padeció posteriormente y que impuso una vigilancia constante


de su alimentación?
Además, como si hubiesen querido modificar el destino y
desafiar la fuerza iniciadora del sexo del niño, decidieron no ele-
gir ningún nombre de niña... Olvidaban que son sus células y en
particular las de su padre las responsables en la determinación
del sexo del bebé y que no existe ningún medio que pueda alte-
rar este proceso.
Durante este tiempo, crecía en el vientre de la madre una ni-
ña que probablemente ya había decidido que no merecía la feli-
cidad... por no cumplir el deseo parental, por no haber sido ca-
paz de ser el niño tan esperado. También se sentía culpable de vi-
vir, mientras que ese hermano, anterior a ella, no pudo hacerlo.
Como embrión, ¿qué pudo decidir entonces? Lamentable-
mente su breve existencia nos da la respuesta:
– Decidió ser el hermano fallecido, reemplazarlo para seguir
su camino cruelmente interrumpido tan pronto, tal y como el su-
yo se detendrá un día en un súbito estruendo de chapas... contra
el decimotercer pilar de un túnel, que le cerrará la puerta de la
vida para abrirle la de una muerte trágica, ansiada voluntaria-
mente en el pasado.
– Decidió ser el niño deseado, única esperanza de ser amada,
aunque fuera ínfima, por ese padre terriblemente sectario.
Éstas debieron ser sus decisiones, teñidas del cruel dilema al
que su realidad cromosomática le enfrentaba incesantemente:
– No podía ser ni reemplazar al hijo deseado que, por otra
parte, si hubiera sobrevivido, se habría llamado Charles y su lle-
gada al mundo habría hecho inútil la concepción posterior, la de
ella, según comentó en una ocasión.

102
LA PRINCESA QUE CREÍA NO TENER DERECHO A SER FELIZ

Un año después de su nacimiento, recibe un duro golpe en el


que ve cómo se derrumban sus proyectos de convencer a su en-
torno de su papel de niño, o más bien de niña “chicazo”, por la
llegada al mundo del “verdadero” descendiente masculino de la
familia.
La aparición del hijo tan esperado la sumerge en una pro-
funda angustia.
Se fija entonces para sí misma un papel de segundo plano en
el seno de la familia y queda destinada a no poder ni tener dere-
cho a existir, lo que reforzará su desconcierto inicial.
Su hermano menor, a quien la reina acepta amadrinar, lleva-
rá por fin el nombre atribuido al primer niño y que hubiera sido
el suyo si... Será también el del hombre con el que contraerá ma-
trimonio, para encontrarse de nuevo en un segundo plano con
respecto a una rival.

Pero volvamos a su llegada al mundo, un espléndido mes de


julio.
Las decisiones ya tomadas, como ocurre siempre en estas cir-
cunstancias, se reconfirmaron seguramente en su nacimiento. La
decepción de sus padres fue tal que tuvo que esperar una sema-
na para recibir por fin el nombre de D...
Símbolo de generosidad, de amor y de implicación en las
grandes causas, será considerada como diosa divina y solitaria...
Su nombre, que entró a formar parte en la leyenda, transmi-
te el modelo de su vida con todo su resplandor pero también to-
da la sombra de sus penas y de la tragedia de una muerte en ple-
na juventud.
¿Debemos alegrarnos al ver a toda una generación de niñas
que se dedican a homenajear a la princesa, teniendo en cuenta la

103
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

carga psíquica que contiene en genealogía? Algunas correrán el


riesgo de encontrar en su estado civil un pasaporte escrito en tin-
ta bien negra, que les alejará de la felicidad...

A lo largo de los años y tras haber experimentado el dolor a


una edad tan temprana, que hizo de ella una niña reservada, si-
guió sufriendo las consecuencias del conflicto permanente entre
sus padres.
Ella, para quien el amor ya estaba asociado al sufrimiento, si-
guió confirmándoselo con la imagen de una madre depresiva y
en lágrimas frente a un hombre violento y hermético. Durante su
separación brutal que reforzó su sentimiento de abandono y ex-
clusión, creyó de nuevo ser indeseable al ser enviada a un inter-
nado que le hizo revivir inconscientemente el no-deseo percibi-
do en el comienzo de su vida.
Si su destino se decidió en nueve meses, en nueve años que-
dó sellado...

En la pubertad y en la adolescencia le resultó aún más difícil


vivir en ese cuerpo femenino que ella rechazaba para intentar
existir.
Padeció crisis anoréxicas con brotes de bulimia y a los quin-
ce años sufrió un golpe de crecimiento impresionante que le de-
jó con la talla aparentemente poco femenina de 1,82 metros.
Si más tarde contrajo matrimonio con el heredero del trono, es
porque su hermana mayor, preparada desde hace tiempo para es-
ta unión, se echó atrás. Por fin se autorizó a sí misma a pensar que
la felicidad estaba a su alcance... pero no fue por mucho tiempo.
Tras la boda real, que por fin le aportó una prueba del orgu-
llo de su padre y la certeza de ser querida universalmente, la

104
LA PRINCESA QUE CREÍA NO TENER DERECHO A SER FELIZ

amargura de su fracaso matrimonial, le confirmó una vez más


que había una persona más importante que ella.
Durante su primer embarazo la dificultad de la maternidad
alcanzó su paroxismo cuando, en el cuarto mes, intentó suici-
darse arrojándose desde lo alto de una escalera, como Scarlett,
con quien tenía en común las dificultades y obligaciones incons-
cientes de la feminidad.
Toda la carga emocional del conflicto interior del embrión se
vio reactivada y se manifestó probablemente en un deseo de
muerte in utero... por no haber sido aquel que esperaban.
¿Atravesó su madre un período depresivo y angustioso du-
rante su gestación? Es posible, si pensamos en la obligación que
recaía sobre ella de dar vida a un niño.
Al cabo de un tiempo, D... se hizo cortes en los senos con un
cuchillo.
En el nacimiento de su primer hijo revivió las angustias de su
propia llegada al mundo debido a la preferencia femenina de su
marido.
Tras las fases del embarazo que reactivaron inconsciente-
mente su mal vivir uterino y su dolor por ser mujer, se convirtió
en una madre magnifica y atenta, que daba a sus hijos todo el
amor y el cariño que necesitaban y que ella tanto echó en falta.

Cambió entonces de aspecto y de imagen y se empezó a acer-


car a los enfermos, a los desheredados, a los hombres, a las mu-
jeres y por supuesto a los niños, con quien compartía el sufri-
miento en lo más profundo de sí misma.
Ella conocía el abandono y la desesperación y ellos lo sen-
tían. Lo que ocurría en estos encuentros se tejía a un nivel que
ninguna película fotográfica podía captar incluso a la luz del día.

105
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

La pequeña, que creyó desde su concepción que no tenía de-


recho a la felicidad, se comunicaba por encima de las palabras
con todos aquellos que sufrían el dolor del alma y del cuerpo.
Todos leían en su mirada y en sus gestos que ella era una de lo
suyos. Por encima de su universo dorado de lentejuelas y faus-
tos, en algún lugar de su mundo interior se unía a ellos, en una
región tan misteriosa que no conocía ya el camino de acceso.
Un amor fatal la condujo a su fin precisamente en el mo-
mento en el que, quizá por primera vez, empezaba a pensar y a
convencerse de que la felicidad le sonreía.
¿Lo habría conseguido? ¿O bien impidió inconscientemente
que se realizara poniendo en marcha, a través de sus elecciones,
su comportamiento y sus acciones, los riesgos de una carrera-
persecución acelerada en la que huía de aquellos que ella misma
a menudo buscaba para que le ayudaran a hacerse querer por to-
do el mundo?
Un proceso implacable la enfrentó ineludiblemente a su des-
tino, como la fatalidad de una tragedia antigua que conduce al
héroe a morir. Sólo el futuro podría haberlo dicho, pero ya no po-
drá mostrarlo.
Ha encontrado en el más allá todos los amantes reales o mí-
ticos cuya felicidad podría haber sido perfecta ya que fueron se-
parados por la muerte y sigue demostrándoles así su inaccesibi-
lidad...
¿Ironía del destino o paso al acto de un final elegido antes de
nacer?
Al entrar en la leyenda se llevó consigo el secreto.
Dejémosla por fin reposar en paz con él y con la seguridad
del amor del mundo entero.

106
LA PRINCESA QUE CREÍA NO TENER DERECHO A SER FELIZ

He querido compartir con vosotros esta versión menos me-


diatizada de su historia, aunque ya bastante analizada por cier-
tos autores y periódicos de gran audiencia, porque es un ejem-
plo claro y demostrativo del tema de este libro. Espero que este
personaje conocido por todos vosotros pueda ayudaros a com-
prender que un niño negado en su sexo, porque sus padres pre-
firieron el opuesto, puede perder la vida en un guión extremo
tras haber vivido dolorosamente.
Su muerte revolucionó dogmas, sacudió un trono en su rigi-
dez y abrió las puertas de una austera catedral al himno al amor
que ella simbolizaba y por el que ella sentía una necesidad vital.
Espero que estas líneas también lleguen a vuestro corazón
para que guardéis en memoria a esta niña “de más”, que tuvo la
audacia, pero también la culpabilidad de nacer mientras que en
realidad era un niño lo que se esperaba con avidez.
Me gustaría que este mensaje, de una ardiente portavoz de la
libertad, pueda ayudar en la causa de los niños que ella tanto
quería y permita en el futuro que muchos de ellos, niñas o niños,
sean esperados sin condición.
¿Acaso la diosa con quien compartía nombre no era la pro-
tectora de los pequeños y de las mujeres embarazadas?
Así se podrá proseguir su obra en el ámbito de la ayuda a los
demás y la ayuda a la humanidad.
Todos los embriones del mundo, todos los fetos, los recién
nacidos y los niños tienen esta necesidad de reconocimiento y de
amor incondicional.
Todos la llevamos en lo más profundo de nuestro ser, algu-
nos alimentados desde siempre y otros portadores de carencias

107
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

que les conducen a satisfacerlas, de una manera más o menos de-


sesperada... Lo descubriréis a lo largo de estas líneas a través de
otras historias de vidas que tampoco son novelas.

108
NECESIDAD DE AMOR...
INCONDICIONAL

“Todo lo que necesitamos o todas nuestras necesidades se reducen a


un vínculo de amor. Parece sencillo... y, sin embargo, es raro y difícil
porque no se trata de cualquier tipo de amor, sino de uno total e incon-
dicional, que proviene de nuestros padres desde el primer instante de
nuestra creación e incluso... antes.
...Ser creados para nuestra felicidad, sin preferencias de sexo, li-
bres de ser nosotros mismos, sin proyecciones que anticipen nuestro
aspecto o nuestro carácter, pero que plasmen nuestra presencia, sin
convertirnos en instrumentos, sin tener que parecernos a un miembro
de nuestra genealogía, a continuarlo o a reemplazarlo con el mismo
nombre...
...Sentir este amor y escucharlo en las palabras que nos dirigirán
cada día, estar seguro de ser amados por nosotros mismos independien-
temente de nuestra persona y nuestros actos futuros...
Éstas serán las pruebas de nuestro desarrollo armónico, de nuestro
reconocimiento por poder acceder a la felicidad y a la salud...

109
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

...Nosotros, los bebés, necesitamos que nuestra concepción esté en-


focada hacia nuestro bien y nuestra armonía. Para que esta elección de
transmitirnos la vida se haga, además, pensando en los embriones y los
fetos en los que nos convertiremos y que llegaremos a una nueva fami-
lia, concebidos también para nosotros mismos en el mejor momento de
disponibilidad y de amor, deseados y esperados sin condición. Seremos
creados en el vientre de nuestra madre por la fusión entre su óvulo y el
espermatozoide de nuestro padre, al mismo tiempo que en sus mentes y
sobre todo en sus corazones.
En ellos encontramos la energía que más nos alimenta, más allá del
cordón umbilical, nos aporta las sustancias que nuestro cuerpo necesi-
ta para crecer. Es un canal virtual por supuesto, pero tan fuerte que
conduce el amor de nuestros padres hacia nosotros y de ahí hacia cada
célula, cada vibración de nuestro ser en completo desarrollo.
Desde nuestra creación, ésta es la sabiduría que esperamos recibir
de ellos y que nos sumerge en una fuerza, una confianza, una armonía
esencial para nosotros.
Es como si todo nuestro futuro dependiera de ella, como si todo lo
que vamos a hacer, todos nuestros pensamientos, nuestras emociones,
acciones y reacciones de nuestra vida futura estuviesen condicionadas
por la presencia de este amor. Nos da una fuerza inmensa, nos convier-
te en gigantes... Nos permitirá en el futuro desplazar montañas.
Aquello que nos parecería un obstáculo insuperable, que generaría de-
salientos, tristeza, sentimiento de incapacidad... y sobre todo miedos de
todo tipo, será accesible en un instante.
Todo es posible en esta corriente, esta fuerza única de amor.

Esto es lo que esperamos de vosotros, si elegís ser los actores que


permitan nuestra creación. Esperamos que el germen no esté solamen-

110
NECESIDAD DE AMOR... INCONDICIONAL

te en el vientre de nuestra madre sino también en vuestra mente y so-


bre todo en vuestros corazones, que cambie vuestra dimensión al con-
vertiros en padres y que al mismo tiempo nos hagáis evolucionar al tra-
ernos al mundo.”

111
DESEO, NO-DESEO

“¡Cuántos embriones y cuántos niños no deseados se criaron en el


pasado! El no-deseo es uno de los mayores sufrimientos que podemos
padecer en el vientre de nuestra madre, el que dejará más marcas en los
futuros adultos en los que nos convertiremos.”

¿Cuántos de vosotros están en este caso? Altibajos en vuestro


trabajo, en vuestra vida... fracasos personales o profesionales re-
currentes... falta de amor hacia vosotros mismos y, por lo tanto
hacia los demás, desvalorización, poco tiempo dedicado a voso-
tros mismos, preocupación perpetua, culpabilidad... o con difi-
cultades para encontrar un significado a vuestra vida y a vues-
tra presencia sobre la tierra...
Tal vez otros hayan trascendido estos esquemas. Cuando
vuestros cuerpos percibieron el encarcelamiento en el que esta-
bais confinados recurrieron a las llamadas de socorro, cada vez
más intensas, hasta ser oídos. Por medio de determinados dolo-
res crónicos y limitadores del cuello, de los hombros y de la es-
palda, así como a través de migrañas recurrentes, soriasis, ecze-
mas, asma o diversas manifestaciones orgánicas, el cuerpo te

113
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

avisa de que ciertas presiones, más o menos graves, están limi-


tando tu vida y que necesitas liberarte de ellas.
Cuando el cuerpo no logra hacerse escuchar, cuando las to-
mas de conciencia y los cambios de comportamiento tan espera-
dos no se producen... entonces los síntomas tienen que aumen-
tar el grado de su intensidad, que en algunos casos se traduce
por cáncer, enfermedades postradoras y degenerativas, acciden-
tes, sida...

¿Y si la raíz emocional de todos estos problemas proviniera


inicialmente de lo que quedó grabado dentro del vientre de
nuestra madre?
¿Creéis que ya ha pasado demasiado tiempo y que no puede
existir ninguna relación? Pues sí que la hay. El embrión, el feto y
el lactante que tú fuiste viven todavía de manera activa en tu in-
terior, tal y como ocurre en todas las personas. Las historias de
vida relatadas a continuación os mostraran diversas facetas de
las consecuencias del no-deseo durante la edad adulta, tanto en
el ámbito de los problemas psicológicos como psicosomáticos.
Descubriréis también que los embriones enfrentados al deseo o
al no-deseo de sus padres captan todo el desarrollo y la expre-
sión de sus pensamientos y sentimientos al conocer el embarazo.
Es evidente, que las percepciones y las reacciones de la madre
ocupan un lugar privilegiado.
En algunos casos se trata de una concepción imprevista, los
padres se hacen a la idea finalmente de tener este hijo y lo van
aceptando progresivamente antes de su nacimiento.
En otros casos se produce un rechazo más profundo por lo
que dejará huellas duraderas.

114
DESEO, NO-DESEO

A estos bebés, una vez conocida su presencia, se les adjudica,


en diferentes grados, etiquetas variadas relacionadas con los ca-
lificativos que utilizaron entonces sus padres. Os hablaré de los
niños concebidos “demasiado pronto”, de aquellos concebidos
“demasiado tarde” y de los embriones que sobrevivieron a ten-
tativas de aborto. Todos pueden ser “niños errores, accidentes,
mala suerte, problemas, aguafiestas...”. Estas calificaciones no es-
tán reservadas a una situación particular y, aunque las asocie a
determinados casos, podrían también ser utilizadas para otros.
Más allá de este primer impacto emocional, también pueden
tener lugar preferencias de sexo o determinados acontecimientos
asociados al embarazo, que amplíen y profundicen la huella blo-
queadora inicial.
Si al leer estas historias de vida, necesitas comprender mejor
los argumentos que generan las tomas de conciencia transfor-
madoras durante la terapia, dirígete al final de este capitulo, ya
que no las he desarrollado en cada uno de los casos, puesto que
se trata de procesos similares.
Comprenderás entonces por qué los bebés, desprovistos de
pensamiento lógico, cometen “errores de interpretación” y cómo
la terapia consigue liberar esas cargas.
En los párrafos siguientes, citaré algunos casos de personas
que vivieron un no-deseo. Los síntomas que presentan estas per-
sonas no son las únicas consecuencias posibles, sino que podrí-
an ser de mayor o de menor importancia, o incluso estar laten-
tes. No creáis que un contexto de esta naturaleza genera una pro-
blemática estereotipada o que una enfermedad está siempre uni-
da a una causa psicológica específica. En absoluto. Tomadlos
únicamente a titulo de ejemplo, generados por los sufrimientos
embrionarios y fetales.

115
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El bebé “demasiado pronto” en la vida de la pareja


Brigitte - el embrión que se creía culpable

Brigitte acaba de pasar el umbral de los cuarenta.


Esta etapa ha sido determinante para ella porque se ha dado
cuenta de que ya era hora de comprender y de cambiar lo que
hasta ahora le limitaba.
En realidad, su vida se ha desarrollado siempre sin pasión ni
ocio. Padece una falta de realización personal en el trabajo ya
que, al carecer de profesión, se siente desvalorizada con respec-
to a los demás, y se cree incapaz de conseguir lo que se propone
debido a la influencia persistente de un complejo por no tener
ningún diploma.
“... Ya sabes... cuando una vive así... sin ganas, sin deseos... piensa
que no sirve para nada... que es tonta... Una no se quiere a sí misma...”
Le comento que se expresa utilizando el pronombre “una” pa-
ra describir sus creencias, como si intentara hablar de su propia
historia proyectándola sobre otra persona, para no verse reflejada
en ella. Le aconsejo que deje poco a poco este tipo de formulación
en su vida diaria y que lo sustituya por el “yo” cuando esté des-
cribiendo sus pensamientos, sus emociones y sus acciones.
Esta señal de desvalorización se esfumará rápidamente a lo
largo de la terapia. De hecho, su fuerte motivación de evolución
le llevará a realizar un trabajo personal intensivo de dinámica
mental, de autoanálisis y de reencuadre gracias al cual empezará
a establecer un nuevo sistema activo de funcionamiento positivo.
A continuación, cuando descubre que las raíces profundas de
su esquema de inferioridad-culpabilidad se encuentran en su vi-
da intrauterina, este mecanismo se pondrá en marcha de forma
espontánea.

116
DESEO, NO-DESEO

Por otra parte, Brigitte se siente sola por la incapacidad de su


marido para expresar cariño:
“... Le cuesta ser atento... sobre todo en público... ya no lo soporto
más... estoy siempre a la defensiva... esto estropea los momentos en los
que podríamos estar a gusto...”
Más tarde comprenderá que inconscientemente contribuía
en la repetición de esta situación para obtener numerosos “be-
neficios”, que confirmaban regularmente el guión establecido en
su infancia.
Por haber creído que no merecía los cumplidos y no haberlos
aceptado nunca de los demás, se alimentó de estimulaciones ne-
gativas. En realidad, tras un período más o menos largo de au-
sencia de comunicación, en el que sigue sintiéndose rechazada y
sigue reprimiendo su tristeza y sus miedos, explota en un ataque
de ira que pone fin momentáneamente al conflicto sumergién-
dolo en el dolor.
Una vez desaparecida esa necesidad inconsciente, es capaz
de expresarse en el mismo momento en que tiene lugar el acon-
tecimiento y, de esta forma, fomenta una comunicación más
amplia. Como era previsible, y aunque ella todavía lo dude, su
transformación provoca paralelamente un cambio en la actitud
de su pareja, cada vez más expresivo en sus cumplidos.
Toda esta evolución la obtiene gracias a la terapia de su vida
intrauterina en la que descubre el anuncio del embarazo.
“... Me da la impresión de que mi madre no está contenta... La no-
ticia no le gusta... me quedo dormida... a mi no me concierne... o mejor
dicho, quiero creer que no me concierne... no debo pensar...”
Su Adulto toma entonces la palabra:

117
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

“... A menudo reacciono así en la vida... no quiero pensar... en rea-


lidad siempre me asusta no pensar adecuadamente... nunca sé si lo que
voy a decir es correcto... así que nunca hablo...”
Acepta entonces enfrentarse a ese momento inicial para des-
cubrir las emociones que sintió entonces. Brigitte toma concien-
cia de que ese momento es el origen del esquema que se ha ido
perpetuando y confirmando regularmente desde entonces hasta
la actualidad. Surgen los mismos pensamientos, las mismas emo-
ciones que las expresadas en nuestro primer encuentro:
“... ¿Qué va a ser de mí?... estoy de más... molesto... No me van a
querer... Oigo que mi madre se dirige a su padre con resignación:
‘Ahora ya no podemos hacer nada... mi matrimonio no va bien... pero
con un niño... me voy a tener que quedar’...”
Brigitte vuelve a sus reacciones de embrión:
“... Yo soy la que le va a impedir tener otra existencia... soy un pro-
blema para ella... le molesto...”
De manera fugaz, se plantea:
“... No sería una mala solución... que se deshiciera del bebé... de
mí...”
Pero inmediatamente y con mucha más intensidad, a pesar
de que su evolución no es todavía completamente positiva:
“... De todas maneras estoy aquí... y habrá que aceptarlo...”
Se presentan entonces sus creencias de culpabilidad:
“... Es por mi culpa... si no hubiera llegado... se habrían separado...
va a estropear su vida por mí...”
Estas creencias se reforzarán al percibir la preferencia mater-
na por un niño:
“... Y encima... no he sido capaz de ser aquel que ella por lo menos
habría deseado...”

118
DESEO, NO-DESEO

Un poco más adelante, encuentra una raíz esencial de su po-


co interés por la existencia:
“... Incluso la relación sexual de mi concepción me parece fracasa-
da... sin amor... sin deseo... Si hubieran estado presentes, mi vida podría
haber sido otra muy diferente...”
Le ayudo entonces a anclar un nuevo enfoque en su concien-
cia embrionaria gracias a su lógica de Adulto y a los conoci-
mientos que posee actualmente.
La biología le muestra que las células de sus padres, el óvu-
lo y el espermatozoide, son los únicos responsables de su crea-
ción, además de un mecanismo inconsciente que condujo a su
madre, ella misma no deseada, a reproducir su propia historia.
Por otra parte, como ocurre con frecuencia, su madre tuvo la
necesidad involuntaria de evitar enfrentarse a una responsabili-
dad de tanto peso, por lo que se deshizo de ella transfiriéndose-
la al pequeño ser en desarrollo y sin defensas que llevaba en el
vientre...
También percibe que las palabras maternas que captó sobre
el embarazo y sobre el bebé no se referían a ella, a Brigitte como
persona determinada, sino a la idea abstracta de un bebé cual-
quiera.
Al volver de nuevo a la memoria del comienzo de su vida, ya
puede afirmar:
“... Estoy segura de que me encuentro allí donde debo estar... tengo
derecho... a mi alrededor las cosas no han cambiado... pero yo soy dife-
rente... Lo que mi madre diga o piense... a mí no me afecta... no lo tomo
personal... estoy segura de mi valor... me siento unida a una fuerza...
que viene de más arriba y que abarca todo mi cuerpo... todas mis célu-

119
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

las... Ocupo mi lugar... mis potencialidades... con sólo pensar en ello...


siento un bienestar inmenso.”

De esta forma, Brigitte queda liberada de manera duradera


de las responsabilidades asumidas sin justificación in utero.
Tras encontrar su lugar positivo dentro de su entorno, que
ahora la reconforta regularmente, prepara actualmente con en-
tusiasmo la creación de una actividad profesional.

* * *
El caso de Brigitte representa claramente un guión de no-de-
seo con las manifestaciones clásicas que se le asocian: desvalori-
zación, falta de confianza y de amor hacia uno mismo, culpabi-
lidad, problemas de comunicación y sentimiento de ser Víctima.
También demuestra la transformación que aporta la terapia
de la vida intrauterina, tras una fase conductual de puesta en
marcha de nuevos funcionamientos.
Después de revivir el nacimiento, las principales circunstan-
cias emocionales de la infancia serán resueltas con más facilidad.
La desaparición duradera de los esquemas psicológicos limi-
tadores confirma la relación causa-efecto del reencuadre realiza-
do sobre el período prenatal.
¡Un año de análisis le ha permitido renacer!

Lo mismo ocurrió con Lucie, cuya historia os invito a conocer.

Lucie - el embrión que creía molestar

A la edad de treinta y ocho años, Lucie, contable en una em-


presa privada, viene a mi consulta por una insatisfacción pro-

120
DESEO, NO-DESEO

funda en su lugar de trabajo. Desea encontrar las raíces de lo que


ella define como un fracaso profesional, asociado a una dificul-
tad de establecer relaciones con los demás.
En el momento en que su madre conoce el embarazo, el em-
brión visualizado hasta entonces como luminoso, se vuelve de
golpe sombrío:
“... Es demasiado pronto... he llegado demasiado pronto... contra su
deseo... Siento que después de su boda, quería estar a solas con su ma-
rido... sin bebé...”

Al preguntarle si asume alguna responsabilidad, me contesta:


“... Sí... me siento culpable de su descontento... es por mi culpa que
no está bien... Estoy estropeando todos sus proyectos...”

¿Este hecho te hace extraer consecuencias para el futuro?


“... Sí... ¡no soporto que no tenga sentimientos positivos hacia mí!
Ya es suficiente... todo el mundo sentirá siempre lo mismo hacia mí...
nadie me apreciará... a partir de este momento decido protegerme de los
demás... he querido... y he sido rechazada... ¡no quiero volver a vivir es-
to nunca más!...”
Le propongo que haga llamar al adulto que es hoy en día y
le ayudo a través de preguntas a reencuadrarse en su pensa-
miento lógico, para establecer una nueva comprensión que le
aporte un nuevo enfoque:
“... ¡Es verdad! Cuando miro a mi madre, me doy cuenta de que es
muy joven... tiene veinte años... es muy inmadura... no se siente prepa-
rada... también veo que no se refiere a mí... ella no me ve... a mí, Lucie...
se hace una idea vaga del embarazo... es su primera vez... no me recha-
za por el hecho de que yo no sea suficientemente buena... Aceptar el em-
barazo es un primer paso para ella... una circunstancia... el bebé sigue

121
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

abstracto en sus pensamientos... todavía no me ha materializado... No


critica mi valor... mi forma de ser no se cuestiona... En el fondo de todo
esto, capto la felicidad de mi madre... porque siento que después de ca-
sarse quería hijos...”

Tras esta toma de conciencia de las diferencias entre lo vivi-


do, las preocupaciones de la madre y las del embrión, Lucie se li-
bera de la pesada carga alojada en ella desde siempre.
“... El pasado se ha borrado... ahora es una página en blanco... lle-
na de luz... donde ocupo mi lugar y mi valor... Sé que puedo querer y
ser querida en toda seguridad.”

El bebé “demasiado pronto”... después de otro hijo


Solange - el embrión que creía ocupar el lugar de su hermana

Maestra, de cuarenta y cuatro años, Solange, fue concebida


tres meses después del nacimiento de su hermana mayor y des-
de entonces piensa que no hay lugar para las dos. Antes de dar-
se el derecho de tener éxito y de ser feliz espera a que ya le haya
ocurrido a su hermana:
“... Si tomo mi lugar... ella se va a quedar gravemente desestabili-
zada en el plano psicológico... no tengo derecho a hacerle eso...”
In utero, descubre el desmoronamiento de su madre al cono-
cer el embarazo:
“... Un bebé está bien... pero dos ¡es demasiado!... El primer bebé to-
davía es muy pequeño... (no podré disfrutarlo)... ¡Cuánto trabajo!...”
La reacción sobre la que ha edificado sus creencias:
“... No debería estar aquí... voy a estropear su vida, su placer...
si yo soy yo... mi hermana va a desaparecer... La vida va a ser difícil...”

122
DESEO, NO-DESEO

y toma su decisión de vida: “Tengo que hacerme toda pequeñita... sin


ocupar mi lugar... sin expresarme...”
A lo largo de la terapia, va tomando conciencia de su dere-
cho a existir:
“...Es verdad... cada una puede tener su lugar.”

El caso siguiente tiene muchos puntos en común con la his-


toria de Corinne, que nació catorce meses después de su herma-
na y vivió un esquema similar de no-deseo, intensificado por
una preferencia de niño, todo ello sobre un trasfondo de tensión
y distanciamiento parental.

Judith - el embrión que creía ser un “aguafiestas”

Judith se dirige a mi consulta, tras cinco años de psicoanáli-


sis infructuoso, por un estado depresivo importante, asociado a
una desvalorización intensa y a un sentimiento de soledad, en-
frentada desde hace tiempo a un síndrome de abandono recu-
rrente.
Esta joven de treinta y cinco años, ejecutiva en una empresa
de importación y exportación, experimentó en el pasado varios
fracasos afectivos en relaciones que manifiestan claramente un
guión de amor-sufrimiento.
Desde nuestro primer encuentro las raíces de este guión sa-
len a la luz. A pesar de que se había prometido conscientemente
que nunca reproduciría la relación de sus padres, que se caracte-
rizaba por las discusiones frecuentes y por la ausencia de expre-
siones de cariño, ni tampoco el modelo materno de depresión y
de sumisión dolorosa frente a situaciones injustas, se da cuenta
de que ella lleva a cabo una reproducción idéntica.

123
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Dotada de una gran capacidad de análisis, Judith asume es-


ta constatación y comprende las causas. Sus esperanzas aparen-
tes de ser querida no son más que cepos que participan en una
estrategia sabiamente planeada por su inconsciente con el único
objetivo de confirmar la certeza inversa, la que ella ancló en su
infancia.
El conjunto de creencias familiares que ella adoptó no deja
lugar a dudas. Algunos miembros de su genealogía materna, con
quienes comparte el nombre, denigran a los hombres y los con-
sideran como personas violentas y ausentes:
“... Las parejas nunca duran... El amor significa aceptarlo todo in-
cluso si hace daño... Siempre es el hombre el que engaña a la mujer... Las
mujeres son víctimas de los hombres... Lo único que pueden hacer es ca-
llarse y someterse... Ellos están por encima de todo... Las cosas buenas
siempre se acaban... Se necesita el mal para que exista el bien... La vida
es dura y triste...”

Para comenzar le propongo que explore su vida intrauterina,


donde probablemente se sitúa el punto de partida de su guión,
teniendo en cuenta que recibió la etiqueta de “accidente”.
Primero abordamos simbólicamente su concepción:
“... Mi primera célula es un círculo amarillo sonriente... lleno de
energía...”
Acércate progresivamente al momento en el que tu madre se
da cuenta del embarazo...
“... Todo se vuelve negro a mi alrededor... y mi célula también” afir-
ma llena de angustia. “... No está contenta de que mi presencia... es
un golpe duro... le oigo decir... ¿Ya?... Yo... quiero salir de este vientre...
ella está triste... pero siento que poco a poco empieza a sonreír y que mi
presencia le hace feliz... pero también siento su decepción...”

124
DESEO, NO-DESEO

¿Qué es lo que la decepciona?


“... Mi padre... no se siente suficientemente querida... nos unimos
contra él... nos unimos en nuestros cuerpos... lo que capto... es difícil...
recibo sus pensamientos negativos sobre su matrimonio... los hombres...
las mujeres...”
Entonces su Adulto toma la palabra:
“... Comprendo que éste es el momento donde todo comenzó...
Cuando le comunican la noticia a mi padre... le oigo gritar... está enfa-
dado con mi madre... Le acusa de haber cometido un error de cálculo...
de ovulación... y dice: ¡era lo único que faltaba!... Él no me desea... en-
tonces... me uno a ella...”

¿Qué sientes en este momento?


“... Me siento muy culpable de estar aquí... de perturbar su exis-
tencia... ocupo demasiado lugar... mi madre no tiene tiempo de ocupar-
se de su primer bebé... soy una carga para ella... física y moral... no es-
tá disponible para su marido... Soy la responsable de su angustia... de
su decepción... Tras varios años de matrimonio, ella se da cuenta de la
violencia de él y se siente abandonada...
... Oigo a mi abuela decirle que no tienen suficiente dinero para per-
mitirse un segundo hijo... soy una problema económico... estoy de
más...
... También percibo su miedo... a lo que digan los demás... en reali-
dad mi padre también... se avergüenza de mi presencia frente a la so-
ciedad... de lo que van a pensar los demás... ¡a su edad!... ¡Es la prueba
de un acto sexual!... También comprendo que para mi madre el emba-
razo es una razón de evitar las relaciones sexuales con mi padre... se sir-
ve de mí como escudo de protección para protegerse de sus ganas... eso
es lo que él me echa en cara... cree que soy yo la responsable...”

125
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

¿Tus padres proyectan alguna preferencia de sexo para ti?


“... Sí” responde ella con una voz llena de tristeza. “... Quieren
un niño... yo no les valgo... Bueno... pues si es así... me convertiré en
niño... para hacerles felices...”

Le planteo entonces a Judith una serie de preguntas que la


conducen a reencuadrar las interpretaciones erróneas del em-
brión y a atribuir al bebé abstracto los pensamientos y las opi-
niones de sus padres. También percibe que el deseo de su madre
se ha reencuadrado rápidamente.
Al observar a sus padres, ya no como los gigantes que siem-
pre había visto desde el vientre de su madre, sino como seres
portadores de su propia historia de infancia, comienza a abordar
una nueva fase de comprensión.
Su abuela materna vivió un matrimonio obligado, sin amor
y sin deseo sexual, del que solía decir a su hija:
“... Lo de cumplir con mis deberes de esposa, no era nada diverti-
do... Yo sólo tuve un hijo, no dos”. Ella misma incentivó el fantasma
de los riesgos del embarazo para rechazar la sexualidad...
Comprende, además, que su madre in utero, también sufrió
la preferencia de su padre por un niño, quien sabía que su mujer
rechazaría tener después otro hijo. Ella misma no fue nunca fe-
menina, nunca se maquillaba. Reprodujo inconscientemente el
deseo de un varón, quizá para hacer feliz a su padre, con quien
tenía una relación estrecha, dándole el descendiente que ella no
había podido ser.
En cuanto a su padre, éste sintió, en el vientre de su propia
madre, la vergüenza y el abandono de los que ella fue víctima
por ser soltera, y se sentía culpable por ser la causa de su recha-

126
DESEO, NO-DESEO

zo social. Esta concepción fuera del matrimonio constituyó para


él un “secreto” pesado del que nunca pudo hablar. El anuncio de
este segundo embarazo de su mujer sumergió al embrión que
lleva dentro en el miedo y el terror de aquel momento, lo que ex-
plica su reacción emocional y su inquietud con respecto a la opi-
nión de los demás. El distanciamiento de su mujer le hizo revi-
vir el abandono inicial. Todas estas razones condujeron a su ni-
ño interior no desear esta progenitura.

De esta forma, cuando Judith vuelve a estas secuencias em-


brionarias para transformar el contenido, ya puede desatar esas
pesadas cadenas del pasado. Devuelve a sus antepasados sus
propias historias, consciente de que más allá de estas dos gene-
raciones precedentes que acaba de analizar, hay otras raíces que
explican lo que vivieron sus abuelos:
“... No es culpa mía... Judith... si no culpa de su pasado... mi padre
es como es... sus palabras no están dirigidas hacia mí, Judith... él no me
ve... a través del vientre... Yo no soy la responsable... Lo mismo pasa con
mi madre... Le devuelvo sus creencias negativas sobre los matrimo-
nios... los hombres... la vida de las mujeres... están unidas a una histo-
ria... la de sus padres... son sus pensamientos los que le han puesto en-
tre la espada y la pared, los que le hacen ver siempre casos similares a
su alrededor...
... Es su inconsciente el que los seleccionó por ella... tal y como yo
lo hice... Hoy sé que hay centenares de millones de seres en edad de
amarse sobre el planeta y que hay otras tantas parejas felices... hombres
cariñosos... mujeres que viven su feminidad y su sexualidad florecien-
tes... todo lo contrario... porque piensan que pueden ser así...
... Dejo a cada generación su historia... me uno a la fuerza interior
que siento en mí... tengo ganas de vivir... ocupo mi lugar... puedo desa-

127
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

rrollarme... lo tengo todo en mí... tengo derecho a ser una niña... puedo
pedir... recibir... ser querida...”
Todavía le queda otra etapa, no menos esencial, en la que bo-
rrar las huellas de la angustia y la solead sentidas con respecto a
su hermana:
“... Ella no me desea... no desea mi nacimiento... no me quiere...
seré siempre una aguafiestas... voy a nacer con la aversión de un fa-
miliar... siempre echaré algo en falta... será difícil... no podré estar del
todo contenta... porque soy la responsable de sus problemas.”
Comprende entonces que su hermana, que todavía no tiene
un año, le ha transmitido su angustia y sus celos por la idea de
perder la exclusividad. Este hecho cobra aun más importancia al
saber que su hermana mayor fue objeto de una gran preferencia
masculina. Esperada como “Christian”, sus padres añadieron una
vocal en su nacimiento para feminizar su nombre, que a pesar de
todo le dejó una marca permanente para el resto de su vida.
Judith se libera así de la culpabilidad que sentía, al compren-
der que su reacción se debía a una huella anterior a su llegada,
que marcó a Christiane en la historia de su propia concepción.
El bebé encuentra el símbolo de su primera célula con una
alegría resplandeciente. Reactivará todas estas energías positivas
justo antes de nacer, tras haber remontado el hilo temporal, re-
presentado por una gran espiral, símbolo por primera vez de li-
bertad.
Cuando revive en su cuerpo las contracciones maternas y la
presión de lo fórceps en las sienes, graba en positivo su llegada
al mundo por medio de una impulsión dinámica decidida a in-
yectarle a su vida la energía, la alegría, el amor y la condescen-
dencia que a partir de ahora siempre le acompañarán.

128
DESEO, NO-DESEO

A través de esta terapia Judith lleva a cabo una transforma-


ción total, percibida inmediatamente por su entorno que obser-
va los cambios físicos en la expresión de su cara. Sus rasgos re-
lajados acogen ahora una amplia sonrisa.

El bebé “demasiado pronto” en una concepción fuera del


matrimonio
Clotilde - el embrión que creía ser un accidente

Su historia ilustra las correlaciones entre sus interpretaciones


de bebé, hechas in utero, sus problemáticas de vida y su trans-
formación gracias a los descubrimientos de su terapia.
Esta joven que se acerca a los cuarenta sufre desde siempre
una gran dificultad de relación unida a una gran introversión.
Este encerramiento en sí misma genera bloqueos importan-
tes en su comunicación con los demás, tanto en el trabajo como
en el ámbito afectivo.
“... No llego a acercarme a los demás... a afirmarme... a tener con-
fianza en mí misma...” me dice tras largos momentos de silencio
durante los que observo la posición de sus dedos delante de la
boca, como si fueran los barrotes de una prisión.
El resto de su cara está poco visible, escondido por un largo
mechón de pelo y unas gafas oscuras enormes.
“... Es por timidez... por miedo a que los demás me juzguen... ten-
go la impresión de no aportarles nada... de molestarles... siento esto des-
de mi infancia...”
Al pedirle que me hable de la relación con sus padres, me
responde con indecisión:

129
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

“... Mi padre estaba siempre ausente... nunca me expresaba su ca-


riño... en realidad, mi madre tampoco... estaba siempre agresiva, se pa-
saba el día juzgándonos y desvalorizándonos...”

¿A quién?
“... A mi hermano pequeño y a mí... no paraba de decir que no ser-
víamos para nada... que nunca llegaríamos a ser nadie...”
Al expresar estas palabras, su cuerpo se va acurrucando ca-
da vez más y siente que se reactiva en ella la inquietud de ser
juzgada que le acompaña desde pequeña.
La tranquilizo diciéndole:
“Aquí puedes hablar en toda confianza... estoy aquí para ayudarte
a liberar los sufrimientos que te han limitado y para que descubras to-
das las potencialidades, que yo sé, que hay en ti.”
Más tranquila, continúa:
“... Todo esto me enseñó muy pronto a arreglármelas yo sola... no
me quedaba otro remedio... hacerlo todo por una misma... evita también
enfrentarse a los demás... Con los hombres pasa lo mismo... siempre doy
mucho más de lo que recibo... no son libres... o viven lejos... y me que-
do sola sufriendo mi soledad...”
A lo largo de una sesión en la que le propongo abordar su fal-
ta de afirmación de manera simbólica, ésta se manifiesta en su
garganta, asociada a una angustia intensa.
“... Veo una bola negra enorme... me impide respirar...”
Al dialogar con el elemento, éste le dice su nombre: “bebé”.
A la pregunta:
“¿Cuándo fue la primera vez que viniste a mí?”
Responde:
“... En el nacimiento...”

130
DESEO, NO-DESEO

¿En qué circunstancias?


“... ¿Acaso no tenía que haber nacido?...”
¿Qué sabes sobre tu nacimiento?
“... Nada en particular... nací poco tiempo después de la boda de mis
padres... nueve meses, creo...”
Teniendo en cuenta la información esencial que acaba de
proporcionarle su inconsciente, desde el principio de su terapia,
le propongo seguir esta orientación para explorar su vida in-
trauterina y acepta con gusto.
En realidad se siente sorprendida por el resultado obtenido
hasta ahora, lo que le ayuda a disipar las dudas con las que había
arrancado sobre sus aptitudes para encontrar recuerdos, tal y co-
mo suelo constatar en la mayoría de las personas desvalorizadas.
Animada para seguir adelante, aborda sus primeras sesiones:
“... Oigo a mi madre decir que es demasiado pronto... es un acci-
dente... todavía no quiere hijos... no está alegre... tiene miedo... no sé por
qué...”
¿Cómo reaccionas tú?
“... Yo también tengo mucho miedo... cuando mi madre se da cuen-
ta de que está embarazada... todo mi cuerpo se paraliza... siento como
una gran esponja en el tórax... que me oprime... me duele la tripa...
...Es por mi culpa... mi padre no tiene trabajo... mi madre dice
que se va a quedar bloqueada... por mi culpa... la vida va a ser difícil...
En el exterior... no es fácil... no quiero salir... tengo miedo de ser re-
chazada...”
Descubre entonces que el miedo de su madre estaba liado al
rechazo que ésta imaginaba por parte de su propio padre y de la
familia de éste.

131
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Al buscar las razones de estas inquietudes, se plantea por


primera vez, y con detenimiento, la cuestión de la fecha de la bo-
da de sus padres y la de su nacimiento.
Nacida a término, Clotilde deduce que fue concebida dos
meses antes de la oficialización de la unión de sus padres “... por
mi culpa se van a ver obligados a casarse... si no hubiera sido concebi-
da no habría habido ningún problema.”

Al atar los cabos de la historia familiar en aquel momento,


recuerda que durante ese mismo mes su abuelo paterno falleció
accidentalmente y que, aún así, se celebró la ceremonia debido al
embarazo.
De esta forma comprende, en estado de conciencia amplifi-
cada, las inquietudes de su madre y los juicios de los que fue ob-
jeto, que estaban asociados a su propio miedo hacia los demás, y
se desprende de ellos devolviéndoselos a su progenitora.
También se libera, en su memoria embrionaria, de la respon-
sabilidad asumida en su creación y que le había conducido a
pensar erróneamente que no poseía ningún valor.
Clotilde comprende por fin que sus padres son los actores
que le dieron la vida y se permite a sí misma volver a nacer.

Las últimas noticias que tengo de ella me indican que acaba


de tomar la dirección de un hotel en el sur de Francia y se ocupa
de la animación y de la recepción de los clientes. Estos datos son
testigos de su transformación.

La concepción fuera del matrimonio es un caso específico de


no-deseo. Las huellas habituales del bebé se refuerzan en esta
ocasión por una carga suplementaria y significativa de culpabi-
lidad, unida a las emociones de los padres frente a los juicios y,

132
DESEO, NO-DESEO

en algunos casos, al rechazo social de los que son objeto. Las con-
secuencias se plasmarán en intensidades variables según la du-
ración del no-deseo, la aceptación o no posterior y los posibles
acontecimientos que pueden tener lugar durante el embarazo.
En general serán responsables de un cierto mal vivir, de proble-
mas de comunicación, del miedo a la mirada de los demás y de
otros síntomas, que en conjunto indican la necesidad de una te-
rapia específica cuanto antes, como en el caso de Clotilde, para
poder liberarse de ellas.

El bebé “demasiado tarde” en la vida de la pareja

Estos bebés “demasiado tarde” pueden encontrarse en la mis-


ma situación, cuando tras largos años de deseo parental, éste de-
saparece en razón de su edad u otras circunstancias vitales.
Debido a su supuesta esterilidad, a menudo confirmada por
la medicina, la pareja no recurre a métodos de contracepción. El
embrión siente entonces emociones similares a las citadas con
anterioridad.
El caso de Madeleine, que encontraréis en el capítulo de las
huellas genealógicas puesto que es un ejemplo muy demostrati-
vo, podría también estar situado aquí.

El bebé “demasiado tarde”... en una familia numerosa


Mylène - el embrión que creía ser un error

Esta mujer de cuarenta y seis años, viene a mi consulta para


una relajación indicada por problemas neurológicos.
A la edad de veintinueve años aparecen los primeros sínto-
mas y durante el primer brote en el que padece una parálisis fa-

133
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

cial derecha asociada a un desorden de la deglución, se le diag-


nostica esclerosis múltiple. Tras una remisión transitoria, recae
tres meses más tarde. Algún tiempo después, presenta un nuevo
brote asociado a una parálisis del brazo izquierdo y de la pierna
izquierda así como una cojera al andar. Sufre otra recaída al ca-
bo de cuatro meses que le afecta al ojo derecho con visión doble
y pérdida de la agudeza visual de éste órgano.
Su último brote se remonta a hace cuatro años y desde en-
tonces presenta un estado equilibrado, aunque con persistencia
de desórdenes sensitivos en el costado derecho, como entumeci-
miento, hormigueo, insensibilidad de esta región y desórdenes
vesicales.

¿Cuál era el contexto de tu vida en el momento de cada uno


de estos dos grandes brotes y antes de la enfermedad? ¿Habías
tenido problemas emocionales... o factores de estrés antes de los
primeros síntomas?
“... Nací en Marruecos... contraje matrimonio con un francés...
Justo antes del comienzo de la enfermedad volví a Francia con mi ma-
rido y mi hija de cuatro años... Volví con el peso de una culpabilidad...
ampliada por mi familia... me decían: Os habéis marchado todos... y tu
madre, la pobre... ¡la habéis abandonado!...”
Con el sentimiento de dejar a su madre y a su abuela, unido
a la felicidad de su nueva vida, llega a París a comienzos de oto-
ño. Se enfrenta al mismo tiempo a las dificultades del clima in-
vernal, a un trabajo difícil de enfermera nocturna en el que se ve
obligada a realizar numerosas horas extras para sacar adelante a
la familia, mientras su marido termina unos estudios de muchos
años.

134
DESEO, NO-DESEO

“... En ese momento tenía muy poca confianza en mí misma... mu-


chas inquietudes profesionales... miedo de no estar a la altura... En esa
época, mi hija de cinco años... tuvo una crisis de asma por la que estu-
vo hospitaliza en urgencias... temí por su vida...”
La niña sufrirá tres crisis agudas que requerirán cada vez
una hospitalización, la última seguida de un período en la mon-
taña. Estos acontecimientos amplifican el clima emocional de an-
gustia, de depresión y de culpabilidad de Mylène.
Este es el contexto en el que aparece su primer brote de es-
clerosis múltiple, asociada a una incapacidad de alimentarse de-
bido a un desorden de la deglución. Justo antes del comienzo de
este segundo invierno en París, Mylène es hospitalizada, por lo
que le será acordada una baja por enfermedad que por fin le per-
mitirá ocuparse de su necesidad de reposo y que será un medio
inconsciente de no tener que hacerse cargo de los demás.
En realidad, en esta mujer angustiada, se perfila muy clara-
mente un rol de Salvadora que enmascara una Víctima profun-
da, con la preocupación constante de perfección. Se obliga a sí
misma a ser fuerte y se esfuerza constantemente por trabajar
duro. La desvalorización subyacente le lleva a considerarse infe-
rior y antepone siempre las necesidades de los demás a las su-
yas, le gusta hacer favores y disfruta poco del día a día. Una cul-
pabilidad cuyas razones profundas descubriremos más tarde le
lleva siempre a pensar:
“... No debo nunca pedir nada a nadie... no quiero molestar... me las
arreglo siempre por mí misma... no debo ponerme en primer lugar... no
debo hablar sobre mí... ¡lo tengo prohibido!... Las necesidades de los de-
más son más importantes que las mías... me paso el tiempo haciendo fa-
vores... no sé decir que no... No tengo derecho a descansar...”

135
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Las circunstancias precedentes al segundo brote catorce años


más tarde son tan evocadoras como las del primero.
“... Fue un año después de la muerte de mi madre en Marruecos...
y unos días antes de la de mi hermano... que desarrolló un cáncer de
pulmón en unos meses. No quise ver la gravedad de su enfermedad...
teníamos una relación muy estrecha... y unos días antes de su falleci-
miento, mientras me encontraba con él en cuidados paliativos... sufrí
una grave diplopía (visión doble)... y parálisis del costado izquierdo del
cuerpo... Sentía una gran culpabilidad por haberme marchado una se-
mana de vacaciones mientras él estaba mal... y por no haber visto la
gravedad de su estado...”
Cuando le propongo analizar los beneficios de su enferme-
dad, me doy cuenta de que ya ha tomado conciencia por sí mis-
ma de algunos de ellos.
Los síntomas le sirven de pretexto inconsciente para quedar-
se sola y no hacerse cargo de los demás, al contrario de lo que ha-
ce normalmente, y le permiten también descansar aunque du-
rante períodos demasiado breves porque prefiere retomar su ac-
tividad cuanto antes a fin de no causar problemas a sus colegas
de trabajo.
Por primera vez, se concede más tiempo para dedicarse a sí
misma, para realizar actividades que le hacen sentir bien, como
por ejemplo venir a esta consulta.
Pero, además, acepta la idea de que estos “castigos” de su
cuerpo, estas limitaciones de sus movimientos, de su sensibili-
dad, de su visión y de su funcionamiento diario, puedan consti-
tuir el fruto de un proceso de reactivación de ciertos elementos
latentes desde hace mucho tiempo, como una culpabilidad de su
Niña interior o incluso del bebé... que lleva dentro.

136
DESEO, NO-DESEO

¿De qué se creyó ella culpable? Esto es lo que necesita des-


cubrir para liberar a su inconsciente y a su cuerpo de los ele-
mentos lejanos que le aprisionan de forma que no vuelvan a re-
activarse en el futuro.
En este contexto, la Nueva Sofrología constituirá una ayuda
indispensable a través de la relajación, de la positivación y de la
dinámica mental que va a adquirir Mylène en unas sesiones, pe-
ro enseguida le propongo acompañarle más allá.

Le pido que me hable de su infancia:


“... Soy la sexta en una familia de siete hijos... no me deseaban... mi
padre... estaba ausente... mi madre muy valiente... responsable... no se
rendía nunca... siempre en el trabajo... de hecho murió mientras pinta-
ba la casa... era muy normativa... había muchas cosas prohibidas... de
moral... de ‘hay que... no hay que... debes... no debes...’ ... yo fui un tra-
bajo para ella... una carga... Y luego había un gran secreto en la fami-
lia... no éramos como todo el mundo... mi abuela materna Rose... con
quien comparto el nombre... era... francesa... así que nos escondieron...
como secuestrados... detrás de los altos muros del jardín... teníamos
prohibido salir a la calle... de estar con otros niños... Teníamos un perí-
metro de vida limitado...”
Abordamos entonces su vida intrauterina en una sesión sim-
bólica sobre su concepción que se revela muy significativa:
“... El óvulo es como una concha esférica de color claro... muy frá-
gil y fina... hecha de un pétalo de rosa... El espermatozoide es una ara-
ña, gris y marrón sobre fondo rojo... no me gusta... la fusión es violen-
ta... el pétalo resiste pero queda estropeado y después destruido... mi pri-
mera célula es una mariposa amarilla con puntos violetas... vacila... se
mueve... se agita... y luego se detiene porque le falta luz...”

137
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

¿Cómo la percibes desde el punto de vista energético?


“... No está mal... pero es muy frágil... débil... necesita más fuerza
para volar más tiempo... pero no se lo permiten... un obstáculo le impi-
de ir más lejos...”

¿Qué obstáculo? ¿Puedes percibirlo?


“... Sí... una pared dura y espesa... como una fortaleza... una pri-
sión... la tristeza...”

¿Qué representa esta pared?


“... No decir ni hacer lo que me hubiera gustado... y luego estará
también la del jardín...”

¿Quién la construyó?
“... Mi madre... con sus miedos del exterior... del parto también...
pensó que moriría... También representa su vientre... el útero... a la vez
prisión y protección para mí...”

¿Qué necesitas para renacer?


“... Necesito ser libre... me apetece... ahora veo que la mariposa es-
tá luchando... está más activa... quiere salir a toda costa... se escapa...
vuela alto... la luz es cada vez más fuerte...”
Retomamos ahora cada etapa concreta de su gestación y lle-
gamos al momento en el que su madre descubre su embarazo.
“... No la siento feliz... está resignada... angustiada... perdida... des-
contenta... yo estoy triste... es por mi culpa...”
El bebé, que se encuentra frente a la incoherencia del no-de-
seo y de su presencia, concluye:
“... Tengo parte de la responsabilidad... puesto que estoy aquí...
donde no debería estar... sobro... hay un error en mi concepción... soy
un error...”

138
DESEO, NO-DESEO

Siguiendo su lógica, decide:


“... No me quiere... así que... para conseguirlo... voy a intentar gus-
tarle... seré como ella quiera... obediente...”
Gracias al adulto y a sus argumentos, se otorga el derecho de
estar ahí y de crecer libre de toda responsabilidad.
Al encontrarse con su padre, percibe igualmente su no-deseo
como una hostilidad con rencor, amargor, tristeza e inseguridad,
lo que multiplica las dudas sobre su valor por haber infringido
la ley paterna.
“... Soy la intrusa... llamo... estoy ahí pero nadie viene... quiero que
me quieran... que me presten atención... hay demasiado silencio... no me
gusta.”
Después de ayudar al bebé a crear el vínculo por el que atri-
buirá a un bebé abstracto los pensamientos de su padre y de ha-
berse reencuadrado sobre los conocimientos que tiene del futu-
ro, Mylène integra en la visión del embrión la comprensión que
tanto necesita.
Reactivará también esta comprensión en el nacimiento y ven-
drá al mundo liberada, arropada y acompañada por el amor y la
aceptación del entorno.
Tras esta fase, Mylène explora las raíces profundas de sus
síntomas específicos, que se establecieron más tarde sobre la ba-
se de su perfil psicológico, ahora esclarecido. Relaciona sus de-
sórdenes motores con el temor que tuvo su madre a que su hija
no fuera capaz de andar. Mylène nació un año más tarde que un
primo suyo con discapacidad motora, al que hará referencia más
tarde, cuyas piernas atrofiadas y muerte precoz a los cinco años
generaron en su madre una inquietud desmesurada por su hija.
A continuación, su madre seguirá dirigiéndole mensajes in-
hibidores, que la tratan de torpe, le prohibirá subir a los árboles

139
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

por temor a que se caiga y llegará hasta el extremo de obligarla


a llevar un casco para evitar un supuesto peligro. Para no causar
ningún problema, Mylène acepta.
Alentada en los trabajos manuales, su madre quería conven-
cerla de su pasión por los bordados y por la cocina. Gracias a es-
te pseudointerés, ésta se veía aliviaba en sus tareas diarias, sin
embargo, Mylène, sumisa, se encerraba cada vez más en una
energía estática que odiaba. Asumió estas creencias como suyas
y se prohibió vivir libremente, a pesar de que ya estaba limitada
en su movimiento y no tenía autorización para cruzar la puerta
del universo cerrado de su jardín-prisión. Relaciona sus desór-
denes vesicales con las obligaciones obsesivas con respecto a la
limpieza impuestas por su madre tanto a ella como a sus herma-
nos. Para evitar la carga suplementaria de trabajo que supone la-
var las sábanas y las mudas cuando los niños se hacen pis, les
impone pasar ratos interminables sobre el orinal, que implican
aun así numerosos controles. En cualquier caso, haga lo que ha-
ga, se siente una carga.
Por fin encuentra un anclaje profundo que relaciona la di-
plopía de su ojo derecho aparecida tras la muerte de su her-
mano con un recuerdo de la infancia en el que él también par-
ticipaba.
A la edad de tres años, Mylène sufrió una infección aguda
del canal lacrimal del mismo lado en el que, más tarde, desarro-
lla una paresia. Fue necesaria una pequeña intervención quirúr-
gica debido a los dolores y a la ausencia de lágrimas. Fue su her-
mano quien le acompañó y le curó el ojo enfermo aplicándole
gotas varias veces al día.

140
DESEO, NO-DESEO

A lo largo de las sesiones de terapia, constata rápidamente


una clara mejoría de los síntomas que padece. Los hormigueos
permanentes, que le obligaban a levantarse para caminar y que,
por lo tanto, le impedían descansar, desaparecen al cabo de po-
co tiempo. Los desórdenes vesicales ya están bajo control.
Durante esta terapia, se instala una transformación completa
y constatada por su entorno. Aprende a decir que no, sin sentir-
se culpable, cuando así lo desea, ignorando los comentarios de
sorpresa de sus antiguos “amigos”. Durante sus vacaciones tam-
bién es capaz, sin sentirse egoísta, de repartir su tiempo entre
momentos de descanso y actividades agradables con su familia.
Se trata de un cambio importante puesto que desde hace nume-
rosos años su casa servía de hotel restaurante gratuito para sus
amistades más necesitadas, donde ella se ocupaba de todo, sin
recibir nada a cambio, excepto las críticas de que sus menús eran
demasiado repetitivos. Actualmente es consciente de que su
equilibrio depende de ello y de que tiene el derecho.

* * *
En ciertos casos, el no-deseo puede aparecer muy pronto, a
partir de la relación sexual origen de la concepción o durante los
días posteriores, cuando uno de los padres comienza a tomar
conciencia de una posible fecundación y se plantea las posibles
consecuencias que en aquel momento no había evaluado o había
subestimado, e incluso, rechazado.
Los embriones captan desde su concepción la ausencia de in-
tención de creación del padre o de la madre y sufren por haber
sido concebidos sin este “germen” fundamental.
En el caso de Patrice, las imágenes simbólicas del encuentro
de las células parentales lo demuestran.

141
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Patrice - el embrión que creía haberse equivocado

A los cuarenta años, se dirige a mí en estado depresivo y con


una falta de concretización de las acciones de su vida profesio-
nal. En una revivencia de su concepción, oye y ve las burbujas de
champán en las que percibe el espermatozoide de su padre. No
cree que ese día festivo esté consagrado a las ganas de crear du-
rante la fusión... Desde ese momento, su primera célula que está
llena de potencialidades se encuentra frenada por grandes obs-
táculos. Capta que su madre intuye rápidamente el embarazo,
después de haber traído al mundo a otros cinco hijos.
“... No me deseaban realmente... estoy aquí... es por mi culpa...”
Patrice cree que su primera acción, la de estar ahí, va a ser un
problema que agrave los conflictos de la pareja. “Despeja” en-
tonces el velo que le ensombrecía, al tomar conciencia de que él
no tenía ninguna responsabilidad y de la presencia del deseo de
las células parentales, sin el cual no se habrían encontrado, a pe-
sar del no-deseo aparente:
“... Todavía queda un puntito negro que viene de lejos... me corta
las alas... y sigue frenándome... como un secreto guardado por mi ma-
dre... Su madre se marcha repentinamente al extranjero... la deja sola...
cuando sólo tenía cinco años...”
Patrice comprende que todo este sufrimiento se reactiva en el
temor materno que capta in utero. En realidad, tras muchos años
de separación, acaba de reunirse con ella, justo antes de su muer-
te, tres semanas después de la concepción de Patrice.
“... Asumo toda la miseria que se está reactivando en ella y que se
ha acumulado desde su infancia... También toda la angustia de la rela-
ción con su marido, mientras éste disfruta de la vida... Le dejo a ella su
historia... Decido liberarme de mi decisión de ser un niño perfecto to-

142
DESEO, NO-DESEO

mada en pleno sentimiento de culpabilidad... como si creyera que tenía


una deuda con ella para no molestarla... no crearle problemas... no ex-
presar mis emociones... Puedo ser yo mismo... tengo derecho...”
Esta liberación tiene lugar de manera muy corporal.
Recorrido de ondas de choque intensas, Patrice, embrión, decide
expresar su ira frente a la injusticia y reivindica su lugar. El res-
to de la terapia le permitirá seguir la transformación en el mo-
mento del nacimiento, donde se había creído culpable de los su-
frimientos de su madre y había concluido arbitrariamente que su
padre no se interesaba por él.
Al llegar a casa, los primeros contactos con sus hermanos le
hacen sentir una hostilidad celosa, como si percibiera de ellos:
“... ¡Otro que nos va a quitar espacio y amor! Va a haber competi-
ción... tendremos que dividir...”. Frente a ellos, no se había otorga-
do el derecho de ponerse a su altura “... Me borro porque molesto...
me retiro para que podáis vivir bien... para que me queráis... vosotros
podéis porque estabais antes que yo...”
Tras integrar una nueva comprensión, por fin se ve en medio
de los otros, entre ellos. Rápidamente, sus relaciones de trabajo
se ven claramente mejoradas.

* * *
La historia siguiente también muestra la carga, la culpabili-
dad y el rechazo personal que se remontan al período prenatal
de un hombre que se creía responsable de su existencia, por
error... de su madre en el cálculo de los ciclos de fecundidad.
Su vida se vio bloqueada hasta los cuarenta años por este
sentimiento, así como por haber callado, como muchos otros en
este caso, una agresión sexual pedófila, cuyo análisis le permiti-

143
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

rá por fin hablar de ello para liberar las emociones escondidas


hasta entonces en lo más profundo de su ser.

Jean - el embrión “mala suerte”

A los cuarenta años, Jean viene a mi consulta por una falta de


confianza, una desvalorización que se remonta a la infancia y
que le impide afirmarse en su papel de patrón de una empresa y
una dificultad de comunicación y de expresión de sus senti-
mientos que perturba las relaciones con sus hijos y con su pare-
ja. Ha estado siempre persuadido de que el origen de este mal vi-
vir se remonta a las agresiones sexuales repetidas sufridas en el
umbral de la adolescencia y mantenidas hasta este momento en
secreto. La importancia reciente y en aumento otorgada por los
medios de comunicación a las violencias de este orden y a sus
víctimas, le ayuda a hablar de ellas por primera vez para inten-
tar liberarse.
“... Siempre tengo miedo de la mirada de los demás... de lo que pien-
san... siempre me siento culpable... incluso cuando las cosas me salen
bien...
...No tengo la conciencia completamente tranquila... no tengo dere-
cho a vivir bien... a ser feliz... toda alegría... la alegría... me está prohi-
bida...”
Tras tres sesiones de terapia en las que revive esta relación pe-
dófila a la edad de diez años, consigue identificar las creencias y
las emociones de ese momento y, por fin, los disocia de sí mismo.
Gracias al diálogo terapéutico que le ayuda a reordenar las
responsabilidades allí donde les corresponde, consigue abando-
nar los pensamientos de su niño interior: “... Es por mi culpa... yo
soy el culpable... me da vergüenza... no puedo contárselo a nadie... mi

144
DESEO, NO-DESEO

padre sobre todo no lo comprendería... sólo me ocurre a mí, me van a


echar la bronca...” y adopta una visión precisa de la realidad: “... Es
evidente... no tengo la culpa de nada... no lo había entendido bien...
toda la responsabilidad es suya... soy un niño... él es adulto...”
Esta toma de conciencia es rápida y profunda, tal y como lo
demuestra su decisión de dirigirse a sus padres para revelarles
por primera vez lo que ocurrió en el pasado y, aprovechando la
ocasión, para decirle “te quiero” a su padre, algo que nunca ha-
bía podido hacer hasta ese momento.
Éste, emocionado, reconoce de inmediato su sufrimiento,
responsabiliza por completo al agresor y le dice a su hijo que si
lo hubiera sabido en aquella época, habría hecho todo lo necesa-
rio de inmediato para que cesaran estas acciones perversas.
La información de las primeras citas, me llevan a proponerle
que profundice en la búsqueda de raíces que me parecen rela-
cionadas con su vida intrauterina. Lo acepta a pesar de su difi-
cultad inicial, como muchos de los que se encuentran en su caso,
a hacerse a la idea de un posible no-deseo.
“... ¡Claro que no! Ella nos deseó puesto que estábamos ahí... Fue
una casualidad que estuviera embarazada...”
Tercero en una familia de cinco hijos, concebido doce meses
después de su hermano precedente, en un contexto económico
difícil, recuerda:
“... Siempre estaba triste... estaba solo... no tenía amigos... siempre
estaba distanciado de mis hermanos... a menudo me preguntaba qué ha-
cía yo ahí... me sentía inútil... mi padre estaba siempre ausente... mi
madre decía que se sacrificaba por nosotros... me sentía culpable...”
Al empezar la exploración de su memoria embrionaria, se si-
túa en el momento en el que su madre conoce el embarazo:

145
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

“... ¡Y van tres!...” Le oye suspirar con voz resignada “... Qué
remedio nos queda... nos tendremos que hacer a la idea...”
Continúa con lágrimas en los ojos:
“... Siento que no está alegre...”
Jean está viviendo al mismo tiempo la angustia de ese mo-
mento opresivo:
“... ¿Adónde voy a llegar? Soy una carga para ellos... soy el culpa-
ble... más me hubiera valido quedarme allí donde estaba... ¡qué triste es
la vida!...”
La reacción de su padre refuerza aún más su dolor:
“... Oigo que pregunta dónde me van a meter, cómo se van a orga-
nizar... tengo ganas de decirle que me haré todo pequeñito... pero que
por lo menos me dejen algo de espacio...”
Entonces constato que esta reacción inicial y el discurso que
le acompaña son idénticos a los de los momentos de agresión.
Esto confirma, tal y como he observado frecuentemente en
mi experiencia, que el esquema de culpabilidad-desvalorización
ya estaba presente con anterioridad, en la vida prenatal. Esta es
la razón por la que se reactiva durante las violencias sexuales
posteriores y se confirma de nuevo, por lo que el niño no es ca-
paz de imaginar que él es inocente y que el otro es el culpable,
que puede gritar, escapar y hablar de ello a sus familiares.
La situación a los diez años fue interpretada como la vivida
cuando sólo contaba unos días:
“... Es por mi culpa...”
Sigue con emoción:
“... Quizá mi primer error fue el de estar ahí... infringí su ley... no
respeté... su deseo... si no hubiera habido ningún niño, tanto mejor...
hubo uno... mala suerte.”

146
DESEO, NO-DESEO

Este niño “mala suerte”, este niño “error”, que lleva dentro
de sí mismo desde aquel momento, se fue manifestando en la fa-
talidad que salpicó sus días llenos de castigos, sin placer, sin de-
seo y sin alegría.
Para cambiar sus creencias bloqueadoras y la visión pesimis-
ta del mundo y de sí mismo, establecidas en aquel momento, mi
papel consistirá en ayudarle in utero, en el nacimiento y después
a que encuentre su derecho a tomar su verdadero lugar y devol-
ver a sus padres las responsabilidades que les pertenecen.
Esto es lo que hizo y su día a día se vio inmediatamente
transformado.
Por fin sus labios dibujan una sonrisa y avanza con afirma-
ción hacia un futuro de éxito, al que ya se autoriza a sí mismo el
acceso.
* * *
También se pueden asociar otros problemas psicológicos al
niño “demasiado tarde” quien, por falta de confianza, por cul-
pabilidad y bajo la máscara de la alegría o de la tristeza, podría
padecer más tarde diferentes somatizaciones de gravedad va-
riable.
El caso siguiente muestra hasta qué punto una etiqueta como
ésta puede también conducir a la depresión.

Charlotte - el embrión que creía ser un problema

Charlotte, modelo de treinta y dos años, se dirige a mi con-


sulta tras varios años de psicoanálisis infructuoso. Durante este
período, se ha visto favorecido un clima depresivo doloroso y
una hiperemotividad que influye sobre su vida personal y pro-
fesional.

147
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Desde la primera cita, le propongo que explore su vida in-


trauterina porque varios elementos me hacen presagiar que las
causas profundas de su problemática se encuentran en este pe-
ríodo.
Poco a poco Charlotte irá desatando sus emociones genera-
das por un no-deseo inicial por ser el séptimo hijo, por la idea de
aborto y por una preferencia masculina. Además, su gestación se
desarrolló bajo la angustia materna debido a que la familia se vio
obligada a dejar en ese momento su país por acontecimientos
políticos y separarse del padre que permaneció en su tierra, a
partir de entonces y durante varios años.
La paciente presenta un esquema de desvalorización y de
culpabilidad y tiende a minimizar todo aquello que la concierne.
“... No pasa nada... así es la vida... los demás tienen problemas más
importantes...”
En el momento en el que se le comunica a su madre el em-
barazo, se siente invadida por una intensa angustia:
“... Me siento rodeada por un pánico enorme...”

¿Cuál es la causa de ese pánico?


“... No sé si me voy a quedar...”

¿Qué es lo que te lleva a pensar eso?


“... No sé si me desean... ellos no eligieron tenerme... Capto que mi
madre tiene intenciones de hacerme desaparecer... Oigo a su hermana
decirle que no debería tener más hijos... y, además, tiene miedo de lo que
dirá la gente... estar embarazada a su edad...”
Tras un largo diálogo, Charlotte comienza a deshacerse de
las responsabilidades que había asumido sobre su existencia y

148
DESEO, NO-DESEO

descubre en lo más profundo de su madre las ganas y la decisión


de tener el bebé.
Sin embargo, siguen asaltándole numerosas dudas:
“... ¿Voy a ser un problema? ¿Me van a querer? ¿Voy a molestar a
mis hermanos?...”

Al revivir de nuevo este momento en otra sesión posterior,


todavía se siente inquieta:
“... Estoy a la espera... No sé si me van a aceptar o no... a desear...
a querer o no... Me da la impresión de que no sé si me voy a quedar...
no estoy del todo instalada... estoy esperando...”

¿Qué es lo que estás esperando?


“... La reacción de mi padre... y sobre todo la de mi hermana ma-
yor... a mi madre le da miedo decírselo... porque es ella la que más le
ayuda a cuidar de los niños... Percibo a mi madre como si fuera una ni-
ña pequeña... Necesito sentir que está tranquila...”
Su angustia es tan grande en ese momento que la asocia a un
dolor de vientre intenso. Se resuelve cuando toma conciencia de
que su individualidad está fuera de causa y que sus padres, si
hubieran sabido hasta qué punto estaba ella determinando el
resto de su vida, le habrían comunicado su amor, tal y como hi-
cieron después de su nacimiento.
“... Ahora ya estoy aquí, en el vientre... existo... capto cosas que se
mueven... mi madre no está relajada... tiene preocupaciones... prepara-
tivos... un viaje... me da la impresión de que comparto sus emociones...
a través de su sangre...”

¿Qué es lo que necesitas en este momento?


“... Necesito comprender... que me hable...”

149
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Le propongo que escuche a su Adulto que le explicará la si-


tuación, la expatriación y le mostrará el futuro que ella ya cono-
ce para alcanzar la tranquilidad interior y la seguridad.
Entonces descubre una preferencia masculina por parte de
su padre y de su madre, que desconocía hasta entonces, y que
aclara su actitud de niña “chicazo” durante la infancia y el sín-
drome premenstrual doloroso que había comentado en la pri-
mera cita. Al analizar las razones de esta preferencia, logra libe-
rarse de las huellas que ésta había dejado en su interior.

¿Sabes cuál era el nombre destinado al bebé, caso de haber si-


do niño? ¿Quién lo eligió? ¿Por qué razón?
“... ¡Sí!... Jacques... Ahora lo entiendo... era el hermano de mi ma-
dre... ella lo adoraba... acababa de morir un año antes... Y, además, pen-
saba que un niño era más fácil de criar... no hay que protegerlo tanto...
Mi padre... mis hermanos también preferían un niño...”
Charlotte exclama:
“... Menos mal que fui yo quien quedó engendrada... ¡pobrecito!...
Habría sido una carga muy pesada para él... No habría podido reem-
plazar a aquel hermano favorito... la muerte le habría rondado toda su
vida...
... De repente me siento proyectada hacia mi nacimiento... y siento
en el fondo que mi madre se libera al saber que soy niña... para detener
el ciclo de la fatalidad... de la tristeza... unida a este niño... Jacques...”

¿Cómo te encuentras ahora? ¿Qué sientes?


“... Estoy muy contenta de ser niña... acepto mi cuerpo... me dejo
mecer... hay una gran tranquilidad en mi interior... Sigo captando la
agitación alrededor... pero no me concierne... estoy en seguridad... Si

150
DESEO, NO-DESEO

antes tenía ganas de salir... ahora... sé que todavía no es el momento...


me quedo aquí a gustito... voy creciendo...”
La guío hacia su nacimiento y en el momento crucial nota un
movimiento en su vientre y se siente atraída por el ombligo:
“... Tengo ganas de nacer... me acepto totalmente... ¡es el comienzo
de una nueva vida!”
Charlotte ancla mucha confianza, seguridad y amor, así co-
mo una fuerza poderosa para su vida que se manifiesta inme-
diatamente por un resplandor que emana de todo su ser.
Actualmente, Charlotte se siente liberada de ese pasado y su
vida afectiva se ha visto transformada. Decidió dedicar parte de
su tiempo a las actividades artísticas que siempre había querido
hacer y en estos momentos destaca por su saber hacer.

El bebé que sobrevive a una tentativa de aborto

El embrión que vive un no-deseo generador de la decisión de


interrupción del embarazo nace con una pesada carga que le es
impuesta en el vientre de su madre.
Algunos llevan encima este fardo sin saberlo, otros lo oyeron
durante su infancia o más tarde, de la boca de su madre, de su
padre o de un entorno con buenas intenciones, cuya ignorancia
les culpabilizó constantemente por haber sobrevivido... o por ha-
berse agarrado bien.
Por supuesto se trata de casos anteriores a la interrupción
voluntaria del embarazo tratada con medicinas. Sea cual sea el
sistema de aborto, directo a través de sondas, inyecciones, agu-
jas de hacer punto o indirecto por contenciones abdominales,
caídas provocadas, ejercicio excesivo, la voluntad de no tomar

151
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

las precauciones de reposo o tratamientos preconizados, a fin


de perder el bebé, el esquema de reacciones embrionarias será
idéntico.
En general, el embrión se cree doblemente culpable, primero
por estar en un vientre en el que no es deseado y segundo por
haberse quedado.
Estas huellas, que se van reforzando hasta el nacimiento, son
la causa del guión de vida dramático que puede conducir al sui-
cidio, a accidentes o a enfermedades mortales, y que siempre
conlleva estados depresivos graves asociados a una profunda
desvalorización y una culpabilidad omnipresente que reconfir-
man el dolor y el pesar por haber sobrevivido en contra de la de-
cisión parental, tal y como lo demuestra el caso siguiente...

Odette - el embrión que creía ser una catástrofe

Odette, cerca de los cincuenta años y ejecutiva de una gran


empresa, me consulta por un estado depresivo y el intenso estrés
provocados por su trabajo. Divorciada, sin hijos y tras haber vi-
vido varios fracasos afectivos, Odette compensa su soledad su-
mergiéndose hasta el extremo en su profesión.
“... Empecé de la nada... lo hice yo sola... ya sabes... aquí donde es-
toy... ¡es por mí misma!... No puedo aceptar lo que ocurre hoy en día...
con todo lo que he hecho para mi sociedad...”
En realidad, desde hace un año sufre acoso psicológico por
parte de su superior directo.
“... Es un verdadero sádico... está siempre esperando a que cometa
el mínimo error... para echarme la culpa... me humilla sin cesar... in-
cluso llego a dudar de mí misma... me da la impresión de que quiere ma-

152
DESEO, NO-DESEO

chacarme... Me pregunto por qué... hago todo lo que puedo y él no lo re-


conoce nunca... al contrario...”
Odette, perfeccionista sin duda, Salvadora que esconde en el
fondo una Víctima desvalorizada, vive bajo el temor de ser juz-
gada, de que se confirme en cada instante la incapacidad que le
acompaña desde su infancia.
“... Mi padre me repetía una y otra vez que yo no entendía nada...
que no sería nada en la vida... Nunca me mostraba su afecto... mi ma-
dre tampoco... ¡Cuántas veces se olvidó de mí en el colegio!... Creía que
me habían abandonado...”
De sus padres guarda el recuerdo de una pareja que discutía
constantemente antes de su divorcio.
Progresivamente Odette va aceptando la idea, aunque le re-
sulte difícil al principio, de su participación inconsciente en el
conflicto con su jefe. Los beneficios que extrae le permiten refor-
zar sus creencias negativas de inferioridad, de desconfianza ha-
cia los otros y su decisión de vida:
“... No debo confiar nunca en los hombres... ni tampoco en las mu-
jeres... en nadie... tengo que arreglármelas siempre yo sola...”
Gracias a esta descodificación y en unas pocas terapias de
Sofrología conductual, Odette aprende a cambiar su modo de re-
acción en el día a día para salir de su papel habitual, a retomar
el control de la mayoría de las situaciones, no emotivas, hacien-
do preguntas a su superior y rechazando, sin culpabilidad, las
tareas que no le incumben.
Consciente de que este autocontrol no es más que una etapa
que no borra las causas de su esquema bloqueador, Odette acep-
ta un acercamiento analítico.

153
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Durante nuestro primer encuentro, me confía que fue conce-


bida en una relación adúltera de la madre, que sospecha no de-
seada, por lo que le propongo comenzar por este período inicial
de su vida.
“... Creo que no me esperan... cuando se da cuenta de mi presen-
cia... mi madre no dice nada... siento que no tenía intenciones de tener
un hijo... no está loca de alegría... al contrario, no está nada alegre...
... Mi padre... está contento... pero ella no le dice lo que piensa y
siente realmente...”

¿Cuál es tu reacción como embrión? ¿Qué pensamientos y


emociones vives en ese momento?
“... Me da la impresión de que no soy más que un par de ojos en un
lugar oscuro... un túnel con una salida en el fondo... busco un sitio pa-
ra esconderme... para que no me vean... tengo miedo de que vengan a
buscarme para que salga... no hay nada para cubrirme... mi madre quie-
re hacerme salir... estoy segura... segurísima... ella no me desea...”

¿Crees que ella te ve a ti, Odette, y que es consciente de quién


eres tú?
“... ¡No... claro que no!... es verdad... ella no me ve a mí... No va en
contra de mí... no es por mí... que está intentando alguna cosa...”
Esta comprensión, aunque todavía no la haya anclado pro-
fundamente y por completo, ayuda a que su inconsciente deje
abiertas nuevas puertas.
Odette continúa:
“... Tengo mucho miedo... temo por mi vida... soy una catástrofe pa-
ra ella... así que va a hacer todo lo posible para venir a por mí... no sé
cuándo... tengo que mantenerme siempre en guardia... me siento sola...

154
DESEO, NO-DESEO

tengo menos sitio... siempre estoy corriendo de un lado para otro... hay
algo a mi lado en la oscuridad... está intentando atraparme...”
Prosigue con voz asustada:
“... Es como una aguja larga... como está todo oscuro... consigo es-
conderme... no soy más que un par de ojos... como un renacuajo... me
muevo con rapidez... siempre soy desconfiada... a la defensiva... es por
eso que no consigue... atraparme...”
El descubrimiento de esta tentativa de aborto la conmueve
profundamente y le hace recordar la culpabilidad que siente por
haber seguido viva y haber resistido al intento, en contra del de-
seo de su madre.
“... Quizá debería dejarle hacer... quizá me equivoque al oponerme...
puesto que quiere que me vaya.”
Este esquema ha guiado inconscientemente toda su vida, ha
sido la base de su desvalorización, de su creencia de equivoca-
ción, de su papel de “Salvadora-Víctima” y de los sufrimientos y
castigos que se ha infligido, sobre todo en el marco profesional,
que le permitían revivir habitualmente el rechazo por parte de la
figura de autoridad materna, representada por su jefe.
Se plantea de nuevo esta duda y pronto queda convencida
de que tiene el derecho de querer vivir y de decidirlo indepen-
dientemente del deseo de su madre que no ostenta el poder ab-
soluto sobre la existencia del bebé.
Tras haber recurrido ella misma a una interrupción volunta-
ria del embarazo hace unos años, practicada en el entorno médi-
co adecuado, por una gestación no deseada en un momento do-
loroso de su vida, hoy en día es capaz de entender mejor la ten-
sión y la angustia vividas por su madre.

155
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Pero, además, también perdona a su progenitora teniendo en


cuenta que, tal y como comprendió durante su aborto, para los
adultos que toman esta decisión el embrión no es sino un ser
abstracto, cuya individualidad y persona no son en ningún caso
la causa o el objetivo de la acción emprendida, como pudo cre-
erlo en un principio.
Ayudada en este aspecto por la creencia espiritual que ha ido
asimilando progresivamente desde hace unos años, más allá de
toda religión, Odette se siente amarrada durante este revivido
embrionario a una fuerza superior.
Este vínculo de amor inmenso e incondicional le autoriza a
existir, a desarrollarse y a nacer. Ya puede anclarse plenamente
en la inmensa fuerza que lleva dentro y que le permitió preser-
var su vida.
Ahora que se ha deshecho de la culpabilidad asumida in
utero, la convierte en una fuente fundamental de recursos para
una nueva dinámica.

Liberada de la necesidad de reconfirmarse un pasado con el


que ya se ha reconciliado, ha cambiado de actividad profesional
y tras una reconversión con éxito, Odette dirige actualmente una
agencia de viajes.

El bebé frente a la idea de aborto

A parte de estas acciones concretas, un cierto número de em-


barazos no deseados quedan salpicados por los deseos maternos
de que se produzca un aborto espontáneo... “Esperemos que el
bebé parta...”, “que no se quede...”, “que no aguante...”. A veces
se trata de ideas, de palabras, incluso de decisiones más precisas
de interrumpir voluntariamente la gestación bajo los consejos de

156
DESEO, NO-DESEO

aborto impartidos de manera más o menos autoritaria por el pa-


dre, o prodigados por los amigos, padres, hermanos y hermanas,
hijos mayores...
En algunos casos estos abortos no se llevan acabo por razo-
nes prácticas. Los cambios de rumbo pueden ser debidos a un
desplazamiento complicado o demasiado costoso hacia Suiza, a
la ausencia del médico elegido o a temores de último minuto, in-
cluso en la propia sala de intervención. Bajo estas causas apa-
rentemente materiales, se revela un deseo de conservar el bebé,
expresado en ese momento por la parte consciente o inconscien-
te de la madre.
Identificaréis este deseo enmascarado en algunas de las his-
torias de vida relatadas a lo largo de estas páginas.
Os daréis cuenta del dolor provocado por estos pensamien-
tos hasta la edad adulta, ya que no fueron objeto de reencuadre
por parte de la madre durante el embrazo o durante la infancia.
Y con razón porque ésta no se imaginaba su incidencia sobre el
embrión.
Plantearse una interrupción de embarazo es un derecho abso-
luto de los padres, ahora bien si se toma la decisión de mantener
en vida al bebé, es esencial que la madre hable con él sobre sus in-
quietudes y dudas pasadas sin culpabilidad, explicándole que no
se trataba de él ni de su valor. De esta forma la madre evitará que
se establezcan huellas bloqueadoras para el futuro del bebé.

¿Por qué los bebés in utero cometen errores de interpretación?

Como acabáis de observar, el embrión queda profundamen-


te herido cuando cree que él no es deseado... que precisamente a
él no le esperaban... que él, personalmente, no es querido...

157
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

No es más que una creencia, pero él no lo sabía. No es la rea-


lidad, sino “su” realidad y, sin embargo, le va a seguir durante to-
da su vida hasta que gracias a la terapia se la vuelva a plantear.
Si tú también creíste que no eras deseado, como el embrión
de las descripciones precedentes, probablemente necesites escla-
recer tu análisis-Adulto con nuevos elementos de toma de con-
ciencia, como lo hicieron Brigitte, Jean... y otros que leeréis más
adelante.

Del bebé abstracto a la persona real... las trampas del lenguaje

El objeto de duda que los padres o los familiares cuestionan


y comentan durante el embarazo no este niño, con su individua-
lidad propia. Ya lo habéis visto, se trata de la idea abstracta que
se forman tanto del bebé como del embarazo.
Ahora bien, debido a la ausencia de razonamiento analítico
ya construido y a un funcionamiento emocional teñido de una
“pseudológica”, el embrión y el feto establecen falsas relaciones
de causa-efecto.
Como lo señalaba en la introducción, los bebés también pue-
den malinterpretar las palabras y el lenguaje de sus padres ya
que captan los mensajes con nitidez y precisión, pero “al pie de
la letra”. Así, el bebé lo toma de forma personal a pesar de que
se trate de una idea vaga y abstracta que no concierne la perso-
na especifica que él es.
Es comprensible, si nos ponemos en su lugar, y como mues-
tran los ejemplos precedentes, que los embriones crean ser la
causa principal cuando perciben por parte de su padre o de su
madre:

158
DESEO, NO-DESEO

“¡Yo no quiero este niño... no es el momento adecuado!” ...


“¡Es demasiado pronto!” ... “¡Queríamos disfrutar de la vida!” ...
“¡Ha sido un accidente!” ... “¡Ha sido un error!” ... “¡Es una ca-
tástrofe!” ... o bien... “Ahora ya es demasiado tarde...”
Los bebés lo comprenden y guardan en su memoria prever-
bal las “impresiones” que para ellos significan:
“Mi madre no quiere crearme”... “Mi padre no me desea”...
“Mi llegada es demasiado temprana”... “Yo les voy a impedir
que disfruten de la vida”... “Yo soy un accidente”... “Soy una ca-
tástrofe”... “Yo soy el error”... “He llegado demasiado pronto”...
“He cometido un error al estar aquí”.

Embriones y fetos, los abogados de una auto acusación de vere-


dicto inapelable

Desde el interior del vientre materno, el bebé siempre queda


impregnado de los acontecimientos, de lo que se dice y de las
emociones que le rodean y que toma para sí tanto positiva como
negativamente. En caso de no-deseo, el bebé queda convencido
de que él es el culpable todo y en especial de su presencia. Se
convierte entonces en el abogado mudo de su acusación, negán-
dose cualquier defensa:
“¿Por qué te encontrabas tú allí en ese momento?... Observa
las consecuencias que va acarrear tu llegada para tus padres...
No te querían... Tu padre va a tener que abandonar los estudios
y vas a destrozar su carrera...” o bien “tu madre se verá obliga-
da a dejar su trabajo para ocuparse de ti y ya no tendrá dinero
suficiente para vivir...” o también “Serás otra boca más que ali-
mentar... ¿cómo van a arreglárselas?... Ya es bastante difícil
así”... “Tu madre quería disfrutar de tu hermana... nacida un

159
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

año antes que tú... deseaba una relación más larga, sola con
ella”... “vas a ser un estorbo”.
Frente a estos hechos, que rechazan toda circunstancia ate-
nuante, el bebé se transforma en juez implacable que dicta un ve-
redicto irrevocable: “Eres culpable... tú eres el responsable... ¡No
eres suficientemente bueno!... debes ser castigado por lo que has
hecho”...
Este auto juicio inconsciente y arbitrario puede arrebatarle la
libertad para siempre, la libertad de tener confianza en sí mismo,
de sentirse bien en su cuerpo, de estar seguro de su valor y de su
derecho al amor, a la felicidad y al éxito. A veces puede conde-
narle a la enfermedad o a la pena de muerte a corto o largo plazo.
Lejos de quedar aquí, el bebé decide aplicar inmediatamen-
te la sentencia sin apelación. Se cree efectivamente culpable y es-
ta certeza implica la obligación de ser castigado. De ninguna ma-
nera puede plantearse de nuevo el veredicto. Sin más demora, el
bebé ejecuta la sanción encerrándose a sí mismo en sus creencias,
sus culpabilidades y sus emociones.
Allí, en el vientre de su madre, incluso tras sólo unos pocos
días de vida, el bebé puede encarcelarse en su interior. Aun sien-
do tan pequeñito, ya sabe construir la prisión que amuralle su vi-
da, en la que quede preso su futuro. Afortunadamente, la llave
de esta fortaleza estará siempre en su posesión y podrá recurrir
a ella más tarde a través de un estudio psicológico. Mientras tan-
to, se obligará a pensar sin cesar: “Culpabilidad... falta de valor...
no eres digno de ser querido... castigo...”.
El bebé “piensa” que no tiene derecho a imaginarse a sí mis-
mo de manera diferente a lo que cree ser, a observar libremente
el mundo. Aquello que es bello, agradable o fácil no será para él

160
DESEO, NO-DESEO

o, al menos, no por mucho tiempo. Si por casualidad tiene la


oportunidad de probarlo, reprimirá este placer al instante. El
universo de su vida tendrá que basarse en el esfuerzo, la obliga-
ción... el fracaso.
En caso de que le diera por “pensar” que puede ser bueno,
un sabotaje de su inconsciente le arrebataría rápidamente esta
ilusión y le reconduciría por el camino erróneo de su “decisión”
embrionaria... Sin embargo, esto todavía no lo sabe.
Más tarde, durante la adolescencia o la edad adulta podrá
cambiar su visión de ese momento de su historia en una terapia.
Descubrirá que el no-deseo no estaba dirigido a ese pequeño,
a ese embrión o feto por ser él en concreto, sino a la idea abstrac-
ta de un hijo cualquiera.
Comprenderá que si millones de embriones, niñas o niños, se
hubieran encontrado en ese momento preciso en su mismo lu-
gar, durante el embarazo, habrían percibido los mismos pensa-
mientos y las mismas frases por parte de sus padres.
Su presencia ya no significará que él es culpable y que carece
de valor, tal y como creyó en el pasado, durante tanto tiempo,
que no era deseado porque él no era suficientemente bueno co-
mo para ser querido, porque era portador de algo que no se po-
día querer.
De qué peso tan grande se liberará cuando se dé cuenta, al
volver a sus emociones embrionarias durante la terapia, de que
todos esos mayores que él captaba con los ojos cerrados no po-
dían verle, a pesar de sus grandes ojos abiertos a todo lo que les
rodeaba.
Aunque el vientre materno no supone un obstáculo para los
sentidos primitivos del bebé, éste es incapaz de comprender que
es opaco para los padres y el entorno. En realidad, es como si el

161
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

vientre fuera transparente para el feto, quien, apenas engendra-


do, puede ya percibir, como se demuestra en los revividos, ade-
más del olor de su madre a través del líquido amniótico, sus
emociones, el color de su ropa y la de las personas a su alrede-
dor, detalles de sus siluetas y de sus caras y por supuesto de sus
voces, sus palabras e incluso de sus pensamientos.
Ahora que su madurez ya está suficientemente desarrollada
y gracias a la amplificación del estado de conciencia que le per-
mite cambiar su ángulo de visión para descubrir lo que ven los
demás, se sorprenderá al descubrir que los demás no ven su apa-
riencia física o su talla ni perciben la persona que él es.
Un gran número de bebés, sobre todo en el pasado, fueron
un completo misterio para muchos padres, quienes tomaron re-
almente conciencia del hijo únicamente a partir de su nacimien-
to. Pocos de ellos se interesaron entonces por las tablas de ana-
tomía que les habrían ayudado a hacerse una idea más concreta
del bebé para que éste se sintiera más reconocido, a pesar de que
ésa todavía no fuera su verdadera realidad. De forma extrema,
esta falta de unión puede llevar al feto a sentir que no existe y es-
te sentimiento se reactivará posteriormente en la vida.
En el trabajo terapéutico, esta comprensión se integrará en
la visión y en el entendimiento del embrión y reimprimirá en la
película de la memoria una nueva versión de esta secuencia de
la vida.

“Por tu culpa...” o... por culpa de los padres que transfieren una
responsabilidad que les quema las manos
En otros casos, los padres intentan convencerse de que ellos
no tuvieron nada que ver en la concepción, incluso algunos si-

162
DESEO, NO-DESEO

guen más tarde culpabilizando a su hijo de su presencia, por me-


dio de un proceso inconsciente para disculparse de una respon-
sabilidad molesta a la que no quieren enfrentarse. De esta mane-
ra, cuando lo necesitan y para tener la “conciencia tranquila”, los
padres disponen de supuestas “buenas razones” que les sirven
de pretextos:
“Si no hubieras llegado... me habría divorciado... habría en-
contrado un hombre que me quisiera... o... habría continuado
mis estudios... hoy sería médico y no una simple empleada...”

Todos estos “Por tu culpa...” son cargas muy pesadas de


llevar. Estos pequeños seres no saben que todo esto es falso ni
tampoco pueden imaginarse que sus padres están proyectando
sobre ellos su propia culpabilidad. El bebé, solo, no posee los
medios para defenderse, para comprender el engaño y devolver
la responsabilidad de su concepción a sus progenitores que son
los únicos que deben asumirla. ¿Cómo podría él saberlo cuando
éstos se lo esconden?
La madre y el padre justifican así con más facilidad sus fra-
casos y sus insatisfacciones con respecto a ciertos aspectos limi-
tadores de sus vidas y evitan enfrentarse a la verdadera realidad
de los bloqueos de sus historias personales, de su falta de con-
fianza, de sus miedos, de sus desvalorizaciones y otros obstácu-
los que les impidieron utilizar sus recursos interiores.
Les resulta más ventajoso traspasar sus responsabilidades a
los pequeños “seres esponja” que van a dar a luz. Estos toman al
pie de la letra todo lo que proviene de las personas importantes
en el sentido afectivo y emocional, es decir, los padres y la fami-
lia cercana. Ellos creen en todo lo que estos piensan y dicen y se-
gún el caso, concluyen que los defectuosos son ellos.

163
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

¿Cuántos embriones, fetos y niños, que fueron rechazados


por el desconocimiento y la negativa a aceptar la realidad, si-
guen escuchando esos falsos mensajes, formulados en tono acu-
sador: “Si no hubieras nacido...”?
Una de las causas puede ser el funcionamiento del incons-
ciente humano que intenta deshacerse en la mayoría de los casos
de las responsabilidades que le “queman las manos” y transfe-
rirla a una “Víctima ideal”.
En este caso concreto, la Víctima será el bebé por su depen-
dencia afectiva y por carecer de defensa.

De la generación espontánea... a la Bio-lógica, una información


que lo cambia todo

Es verdad que muchos de los padres del pasado no tuvieron


a su disposición las bases elementales de la biología... y por lo
tanto de la bio-lógica. Al intentar responsabilizar al embrión, le
hacen creer que se ha “auto creado” en el vientre de su madre...
y efectivamente eso es lo que creerá.
En terapia, un ejercicio liberador consiste comprender los
desconocimientos parentales inconscientes basados en la inten-
ción de no enfrentarse a ellos mismos.
La ausencia de educación sexual en las décadas pasadas lo
facilitó ampliamente. La integración de estos nuevos elementos,
durante la amplificación del estado de conciencia, fija profunda-
mente la imagen del encuentro del óvulo materno y del esper-
matozoide paterno, que se fusionan en una relación sexual para
engendrar la primera célula del bebé.
La memoria se impregna de la realidad biológica y reencuadra
claramente las responsabilidades allí donde siempre han estado.

164
DESEO, NO-DESEO

Del futuro desconocido... al conocimiento del futuro... o cómo


interviene la relatividad en terapia

El embrión y el feto no escapan a una de las leyes esenciales


del ser humano, el miedo a lo desconocido. Si supiéramos de an-
temano el resultado de las situaciones que vamos a abordar, nos
ahorraríamos mucha energía, frecuentemente perdida en inte-
rrogatorios e hipótesis angustiantes.
En la mayoría de los casos, si los bebés hubieran sabido có-
mo se comportarían sus padres tras su nacimiento o durante su
infancia, no habrían establecido muchas de las huellas bloquea-
doras. Por fortuna estas huellas son reversibles.
Así, el adulto en análisis dispone hoy de la información que
la conciencia prenatal tanto echó en falta. Su simple transfe-
rencia a la “visión” embrionaria o fetal, permite curar un gran
número de temores, especialmente aquellos de no ser aceptado
o querido tras el nacimiento. Ahora el adulto dispone de las
pruebas que podrá anclar en profundidad y reutilizar en su día
a día.
Una nueva película, como un zoom en aumento, reemplaza-
rá la antigua que se verá relativizada, pero conservará aun así la
versión inicial y su interpretación bajo la forma de un punto que
tiende hacia lo infinitamente pequeño y que contiene el todo, co-
mo si fuera un holograma.
Una vez integrada la memoria del futuro en la del pasado, el
porvenir puede modificarse.
Asimismo, justo antes de nacer, el feto ya “sabe” que con es-
ta nueva comprensión sus reacciones frente a los acontecimien-
tos posteriores serán diferentes a las que tuvo. Sus recuerdos ya

165
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

no constituyen un obstáculo para el renacimiento puesto que irá


visualizando a continuación las diferentes etapas en formato pa-
norámico, al tiempo que integra en la conciencia de esos mo-
mentos la nueva interpretación del embrión y del feto que ahora
son libres.
Cuando el bebé renace a una nueva realidad, la totalidad de
su persona se beneficia al instante, tal y como lo demuestran los
cambios inmediatos que se producen en su vida.
Aquellos que tengan la impresión de que el futuro confirmó
sus temores fetales deben, en primer lugar, comprobar cuidado-
samente que dicha impresión surge de un razonamiento Adulto
auténtico.
Si fuera necesario, el terapeuta, por medio de preguntas y
confirmaciones lógicas, le ayudará entonces a descontaminarla
para situarse de nuevo en el caso precedente. Esta argumenta-
ción puede revelarse injustificable al tener en cuenta ciertos
acontecimientos o comportamientos parentales persistentes ob-
viamente invertidos. Se trata entonces de un trabajo de distan-
ciamiento, en el que la comprensión de la historia de la madre o
del padre irá aportando progresivamente la reconciliación indis-
pensable. Cuando se interviene tras una fase de expresión emo-
cional inicial, siempre necesaria, la visión que el niño tenía de
sus padres, unida a su genealogía, proporciona una compren-
sión más amplia de los sufrimientos que llevaba dentro y que ex-
teriorizó inconscientemente.
Aquí también, las imágenes de la película prenatal y postna-
tal serán modificadas ya que la comprensión Adulta actual
transforma la carga emocional y el reparto de las responsabili-
dades que había quedado grabado inicialmente.

166
DESEO, NO-DESEO

Para vosotros que vais a ser padres

Seréis testigos de hasta qué punto las trabas desaparecen a


través de las tomas de conciencia durante las terapias en aque-
llos que las padecen, a menudo desde hace décadas, y que se
creen responsables y rechazados por su culpa o por no haber
sido “suficientemente buenos”... Cuando comprenden que tienen
derecho a ocupar su lugar, recobran la conciencia de su valor.
Todo este tiempo, que suele ser largo y a veces abarca más de
la mitad de sus vidas, es necesario a razón de la evolución toda-
vía limitada de los conocimientos en el momento de su naci-
miento e incluso después. Completamente dependientes y des-
provistos de funcionamiento lógico, estas personas empezaron a
construir los cimientos de sus vidas sobre unos fundamentos
erróneos, como fue el caso de muchos de los bebés de antaño.
Todo aquello que captéis a partir de ahora del mundo em-
brionario y fetal os permitirá relacionaros con la “persona” que
es vuestro bebé. Desde los primeros instantes, sabréis que se tra-
ta de un ser que “piensa”, que siente y que necesita dialogar con
vosotros y ser informado para que le ayudéis en su evolución
psicológica y afectiva futura.
Gracias a la medicina muchos de estos sufrimientos del pa-
sado pueden evitarse actualmente. No obstante, todavía en al-
gunos casos puede darse la casualidad... Un error o problema de
contracepción, una enfermedad que la contraindica, incluso una
información insuficiente, reticencias o una elección personal de
no recurrir a métodos anticonceptivos, pueden ser la causa por
la que se evitan estas medidas de prevención y se produce en
consecuencia una concepción, aun así, no deseada consciente-
mente. También puede ocurrir que la concepción se produzca

167
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

bajo un deseo inicial, que desaparece de golpe por unas circuns-


tancias imprevistas.
No desear un bebé constituye una realidad y también un de-
recho absoluto de uno u otro de los padres. Durante ese tiempo,
cada uno de ellos se encuentra enfrentado a la elección de tener
el niño y acogerlo o de apelar al último recurso posible, la inte-
rrupción del embarazo, en el contexto de angustia que prevalece
en ese momento. En este último caso, médicos y psicólogos es-
tán a su disposición para ayudarles a plantearse las últimas pre-
guntas antes de tomar la decisión.
Durante las conferencias, me piden con frecuencia que dé mi
opinión sobre la interrupción voluntaria del embarazo, teniendo
en cuenta la información que aporto sobre el mundo emocional
del embrión. Me parece importante exponer mi punto de vista
sobre esta cuestión.
Al colocarnos en el papel de la madre, considero que ésta
tiene la libertad de disponer de su cuerpo y de su vida futura. Si
el embarazo representa para ella una carga demasiado pesada,
sin posibilidad de disponer de los recursos personales necesarios
tanto para ella como para el futuro bebé, el aborto se le presen-
tará como la única salida viable en ese momento. Incluso con la
certeza de que se trata de un embrión con pensamientos, sigue
siendo una persona en construcción todavía sin realizar, que mi-
de apenas cuatro milímetros al cabo del primer mes. Al defender
la causa de los bebés, me resulta imposible olvidar los sufri-
mientos de aquellos que más tarde vivieron un verdadero aban-
dono al quedar en manos de los servicios sociales. O bien aque-
llos otros, los más numerosos, que permanecieron con sus ma-
dres en su dolor, en su precariedad material o emocional y en su

168
DESEO, NO-DESEO

dificultad de asumir sus necesidades básicas de amor. Vivos es-


tán... pero ¡en qué condiciones y bajo qué rechazo!
Una interrupción del embarazo puede evitar todo este dolor
potencial al bebé, que se arriesga a crecer careciendo incluso de
lo mínimo indispensable para su equilibrio debido a los sufri-
mientos de su madre que están generados por otros motivos. És-
ta es la razón por la que considero que éste método forma parte
de los medios que deben estar disponibles, siempre y cuando se
reserve a las decisiones de último recurso.
También constituye un progreso de nuestra sociedad, que to-
da mujer disponga de un contexto de cuidados y de seguridad
para que pueda vivir este momento tan difícil, en un aspecto u
otro, en las mejores condiciones posibles, colocando en primer
plano su salud física y psicológica actual y futura.
También es esencial la existencia de lugares de acogida, de
información, de diálogo y de escucha, de tolerancia, de respeto y
de prevención a fin de proporcionar otras opciones contracepti-
vas eficaces.
Este seguimiento podrá igualmente continuarse más tarde
en caso de que, como es frecuente tras las interrupciones de em-
barazo voluntarias o terapéuticas, fuera necesario despedirse del
bebé o si la mujer quisiera aliviar los sentimientos de arrepenti-
miento, de culpabilidad, de miedo o de creencias de castigo pos-
terior. Este tipo de ayuda es tan esencial que comprenderéis me-
jor su prescripción cuando descubráis más tarde las posibles
consecuencias sobre las concepciones futuras. Evitará que los
próximos bebés perciban estas huellas nefastas y puedan vivir
plenamente su vida y no la de aquellos o aquellas cuyo camino
se detuvo.

169
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Los detractores de la interrupción del embarazo deberían re-


cordar también los dramas de un pasado en el que el aborto se
llevaba a cabo por medio de intervenciones personales o a ma-
nos de aquellos que, sin ninguna delicadeza, se beneficiaban de
un comercio sórdido, aprovechando la presión de ese momento.
Al recurrir a ellos, muchas mujeres perdieron la vida o conser-
varon secuelas graves. En cuanto a los embriones que sobrevi-
vieron, cargaron con unas creencias tan pesadas que condujeron
a muchos de ellos a la muerte. Los supervivientes, como Odette,
cuya historia habéis leído, necesitan liberarse de las profundas
depresiones y de la culpabilidad aplastante que dominan sus vi-
das gracias a los revividos y a una reconciliación analizada.
Un caso particular es el de la interrupción terapéutica del
embarazo. Esta situación supone para los padres la necesidad no
sólo de hacer el duelo, sino también de distanciar el sentimiento
de verse obligados a una elección que realmente no desean.
Estos suelen sentir una gran injusticia con respecto a la medici-
na y sobre todo al progreso de la ciencia, impotente en su caso.
La incomprensión y la duda pueden instalarse cuando, tras la in-
tervención, pueden contemplar un feto aparentemente normal
cuya eliminación, sin embargo, fue recomendada. Siempre se
aconseja un dialogo y un seguimiento terapéutico para facilitar
la aceptación y el duelo y liberar las futuras gestaciones.
Si, en circunstancias no terapéuticas, tu decisión de seguir con
el embarazo acaba con el no-deseo, significa que tus nuevos co-
nocimientos del mundo psicológico del bebé han cumplido con
su misión de ayudarte a ti y al bebé que vas a traer al mundo.
Los niños del año 2000 tienen derecho a fundar su futuro so-
bre una base de creencias libres porque se habrán visto ayudados

170
DESEO, NO-DESEO

muy pronto por unos padres que son conscientes de que, al otro
lado de la placenta, existe un pequeño ser que “piensa” a su ma-
nera, que se “plantea preguntas” sobre sí mismo y sobre su pre-
sencia allí donde está y que pronto “decidirá” su futuro. En cuan-
to sea posible, háblale como si lo hicieras con un adulto, explíca-
le lo que ha pasado, tus interrogaciones, tus dudas y tus razones
para tranquilizarle y confirmarle de nuevo tu deseo actual. Elige
las palabras que harán desaparecer del pensamiento embrionario
el sentimiento de que “él es un error” y que reforzarán la idea de
su libertad. Muéstrale asimismo que asumes tus propias respon-
sabilidades. A continuación y cuanto antes, confírmale tu amor.
A veces este camino puede resultar largo de recorrer para
una persona sola. Ahora bien, cuanto antes asimilen su decisión
los padres y se reencuadren en positivo, antes se verá tranquili-
zado el niño y se reducirán, o incluso desaparecerán, las huellas
de este momento de inquietud. Lo ideal es que se haga al co-
mienzo del embarazo o antes del nacimiento. Si no es el caso,
siempre estás a tiempo de hablar con él después de su llegada al
mundo. El bebé es capaz de entenderlo todo si se lo explicas.
Quizá este libro, u otros, no sean suficientes para afrontar es-
te cambio. En este caso, en el que la historia personal lejana re-
tumba en la experiencia emocional del presente, se reactivan las
zonas latentes desde hace mucho tiempo y se generan angustias,
depresión, ira y culpabilidad... parentales. Podéis entonces recu-
rrir a la ayuda de profesionales que os acompañarán durante es-
tos nueve meses.
En el pasado, la “prehistoria” psicológica tuvo consecuencias
muy negativas sin que los padres fueran responsables, puesto
que todo eso ocurrió sin que se dieran cuenta o en contra de su

171
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

voluntad. Se trata de un hecho asociado al desconocimiento del


universo psíquico embrionario y fetal, a los restos de la rígida
educación del pasado y a la excesiva medicalización de la rela-
ción con el bebé al presuponer sus necesidades de manera arbi-
traria y errónea, en detrimento de la intuición.
Al cruzar el umbral de este nuevo milenio, la conciencia de
los hombres y de las mujeres que van a ser padres no hará sino
evolucionar, tal y como lleva haciéndolo desde hace tiempo gra-
cias al progreso de los conocimientos y la difusión de la infor-
mación.
Esta conciencia tiene que ir creciendo en todas las capas de
nuestra sociedad. Su nuevo equilibrio depende de ello.
Para que en el futuro esta prevención sea óptima me parece
esencial que esté gestionada por un programa social propuesto
por los sectores públicos de la salud y de la protección de la in-
fancia, con la cooperación de asociaciones privadas. Estas últi-
mas ostentan por ahora el papel de pioneros y de iniciadores, en
la demostración de toda la utilidad de estas acciones pilotos.
Este seguimiento psicológico, que ya existe durante el embarazo,
debe ampliarse, desarrollarse, actualizarse y generalizarse para
proponer en todas las maternidades un acompañamiento de la
gestación y, si es posible, una preparación, además, a la paterni-
dad. Con el apoyo de profesionales competentes y con una for-
mación sólida de los instrumentos rápidos y eficaces, se podrá
proponer una ayuda dinámica que permita a los bebés llegar al
mundo con más igualdad y oportunidades para su futuro.

172
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES
DEL EMBARAZO

“Aquello que nos puede ser transmitido y que, sin embargo, no ne-
cesitamos son los miedos que habitan sobre todo en nuestra madre, pe-
ro también en nuestro padre. A parte de todas sus inquietudes persona-
les y existenciales que forman una parte integrante de su guión, existe
una que, si la padecen, nos atormentará durante esos nueve meses así
como el resto de nuestra vida. Es el miedo al embarazo.”

Los miedos pueden ser conscientes, desde una inquietud


sorda y casi permanente hasta un pánico que invade el embara-
zo y que incluso puede presentarse antes de la concepción en ca-
da relación sexual.
Estos miedos que proceden de la madre son signo de diversas
causas, especialmente genealógicas, bajo la forma de recuerdos de
embarazos o partos más o menos lejanos transmitidos a través de
la familia. Pueden estar asociados a accidentes graves o muertes,
maternas o infantiles, en diferentes momentos de la gestación, del
nacimiento, del período neonatal o de la primera infancia y se
reactivan inconscientemente en las generaciones posteriores.

173
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

También pueden estar generados por las complicaciones apa-


recidas durante un embarazo precedente o posterior, como he-
morragias, abortos espontáneos, terapéuticos o interrupciones
voluntarias. En otros casos, lo que se reactiva es la memoria de la
madre de su período como bebé, de su vida intrauterina o de su
nacimiento y las emociones difíciles que experimentó entonces.
Este miedo de reproducir, de hacer pasar a un hijo por los su-
frimientos angustiosos, la tristeza, la culpabilidad y el resto de li-
mitaciones pasadas que ella misma vivió, se cristaliza en su se-
xualidad. Si la madre se siente en peligro, el embrión creerá en
esa realidad y podrá llegar a reprocharse su existencia, al pensar
que efectivamente su presencia plantea un riesgo para su madre
o que su propia vida está amenazada.
Un niño que vivió in utero dentro de este contexto de miedos
maternos o de accidentes del embarazo en las generaciones pa-
sadas, podría pensar que el esperma del hombre, y por lo tanto
el suyo, es peligroso y generaría en consecuencia una esterilidad
o una impotencia para poner en seguridad a la otra persona.

A continuación expongo varios casos femeninos con otras


consecuencias.

* * *
El bebé frente al miedo de un embarazo contraindicado
France - el embrión que creía ser un peligro

France, dedicada a la enseñanza, se dirige a mi consulta a la


edad de treinta y cinco años con la intención de descubrir las
causas de su falta de confianza y su dificultad para vivir el día a
día y para aceptar su cuerpo. Padece un desinterés por los as-

174
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

pectos materiales de la vida, en su búsqueda permanente de lo


absoluto y de la perfección.
“... Oigo discutir a mis padres... dicen que no quieren tener el be-
bé... No me siento querida... Además, su mundo no es el mío... presien-
to que no llegaremos a comprendernos... me gustaría que hubiera otra
solución que la de nacer...”

Le propongo que escuche las razones de ese no-deseo expre-


sado por sus padres.
“... Oigo al médico comunicarle el embarazo a mi madre... y le dice
que es una situación dramática... Ella tiene mucho miedo porque desde
su infancia padece una malformación cardiaca para la que el embarazo
está contraindicado... por los graves riesgos que corre...”

Le incito a que viva sus emociones para que pueda liberar


con detenimiento los sufrimientos que su cuerpo guarda de ese
instante. Revive este momento en lágrimas:
“... Estoy triste... tengo miedo... Me siento como en una cárcel... me
ahogo en este vientre... presiento que un peligro planea sobre mi cabe-
za... no debo expresarme... no tengo que hacer ningún ruido... no debo
hacerme notar... si no, podría correr algún riesgo... e incluso podría ma-
tar a mi madre...”
France describe esta inquietud de manera simbólica:
“... Si toco la bolsa que me rodea voy a molestar... la voy a estro-
pear... tengo que hacerme pequeñita... si no... todo explotará por mi
culpa... es peligroso...”
Ciertas sensaciones físicas acompañan a estas imágenes:
“... A la izquierda siento que mi cuerpo está completamente desa-
rrollado... pero a la derecha se encoge...”

175
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El lado derecho representa el ámbito de la acción que cree no


dominar y que inhibe por miedo a las consecuencias para su ma-
dre. En ese momento, ¿qué es lo que necesitas para poder ocupar
tu lugar?
“... Necesito seguridad... saber que mi madre y yo seguiremos
vivas...”

Hoy conoces la respuesta sobre el desenlace de esta situa-


ción. ¿Qué te contaron sobre el parto, sobre tu nacimiento y des-
pués?
“... Mi madre tuvo mucho miedo... el parto fue difícil, pero se desa-
rrolló contrariamente a las inquietantes previsiones...”
Estos miedos están generados por el hecho de que el futuro
es desconocido para el embrión, ¿no es así?
“... Sí... si hubiera sabido que las dos llegaríamos a buen puerto...
no habría aceptado la presión del entorno que influyó sobre mis emo-
ciones y mis decisiones...”
Le propongo a continuación que se tome el tiempo de inte-
grar en la comprensión del bebé antes de nacer lo que el adulto
ya sabe. Esta transferencia de información retrospectiva en la pe-
lícula de la memoria consigue tranquilizarla y le proporciona un
impulso dinámico.

Además de la asimilación de este nuevo punto de vista ¿ne-


cesitas alguna otra cosa para poder ocupar tu lugar?
“... Sí... necesito estar segura de que mis padres me van a querer...”
¿Qué es lo que captas en lo más profundo de sí mismos?
“... Detrás del miedo a la muerte que siente mi madre... siento un
gran deseo de tener un hijo... está feliz por llevar una vida dentro de

176
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

ella... es una esperanza de cambio... Ahora... tengo ganas de ocupar mi


lugar... ya puedo... tengo derecho.”

Después de dejar atrás todo aquello que pertenecía a la his-


toria materna, le otorga el derecho a su Niña interior de vivir y
de expresarse. Se ha liberado de la creencia de que su existencia
ponía en peligro la vida de su madre y ahora sabe que puede
existir, reaccionar y vivir en toda seguridad para los demás.

* * *
El bebé enfrentado al temor de la anomalía

Se trata de otro tipo frecuente de temores durante el embara-


zo. Pueden estar relacionados con el reciente nacimiento, en la
familia o en el entorno, de un bebé que presenta alguna anoma-
lía física, psicomotriz o cromosomática, que puede llegar a crear
inquietudes irracionales.

Este es el caso de Mylène, cuya historia está descrita ante-


riormente, que nació un año más tarde que un primo con disca-
pacidad motora que presentó muy pronto retraso del equilibrio
e incapacidad para caminar. Debido a los temores maternos que
percibió sobre su motricidad, se establecieron unas huellas emo-
cionales bastante fuertes que se reactivaron después durante la
infancia. A causa del guión de no-deseo que vivió en su vida in-
trauterina y el esquema psicológico limitador que se estableció
en consecuencia, a la edad adulta reaparecieron estas inscripcio-
nes inconscientes, latentes hasta entonces en su cuerpo, y se ma-
nifestaron bajo una esclerosis múltiple y desórdenes motores.
La madre de Christine se enfrentó durante su embarazo al na-
cimiento de un sobrino con síndrome de Down, además de otro

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EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

niño con retraso mental en la generación anterior. Vivió los meses


anteriores al parto bajo una ansiedad profunda. Su hija siempre
fue una niña angustiada y a los quince años sufrió varias crisis se-
veras de espasmofilia, ahora superadas gracias a la terapia.
Tras una vacunación realizada al comienzo de una gestación
todavía sin diagnosticar, la madre de Laurance quedó invadida
por los temores incesantes de anomalía, reforzados por la in-
tranquilidad de su médico. Su hija, inquieta desde siempre, de-
sarrolló en la adolescencia ataques de pánico casi a diario de los
que se ha liberado en la actualidad al romper con los vínculos
bloqueadores en varias sesiones terapéuticas.
La historia de Bérangère describe una gestación vivida bajo
la inquietud permanente de su madre y transmite los sufrimien-
tos del bebé in utero, reforzados antes del nacimiento, así como
las consecuencias acarreadas en su vida futura.

Bérangère - el bebé sin nombre

Bérangère tiene treinta y cinco años cuando viene a mi con-


sulta por primera vez, animada por una amiga que, algún tiem-
po antes, había hecho una terapia breve conmigo que le permi-
tió al fin proporcionarle a su vida de pareja la armonía que tan-
to deseaba.
A pesar de todo, Bérangère muestra ciertas dudas durante
nuestra primera cita:
“... No estoy segura de que pueda conseguirlo, yo... no tengo nin-
gún recuerdo... como si los fuera borrando... poco a poco...”
La tranquilizo. Después de dar este paso, ya empieza a ha-
blarme con más libertad sobre la razón de su consulta. Se siente,

178
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

como muchos, desvalorizada y con falta de confianza, pero en su


caso, este “sentirse mal en su piel” está ampliado por una ligera
cojera debida a una luxación congénita de la cadera derecha.
También tiene dificultades a la hora dedicar cierto tiempo a sí
misma y disfrutar porque considera siempre que los demás son
más importantes y porque no sabe decir “no”.
“... Sufro desde la infancia... más en el plano psicológico que en el
físico... siempre me he sentido diferente... cuando era pequeña tuve
dificultades para andar... estuve inmovilizada durante mucho tiempo
para la rehabilitación... después no podía jugar... ni hacer deporte...
siempre estaba sola... tenía miedo de los demás a causa de sus burlas...
además, mis padres no eran cariñosos conmigo... no sabían muy bien
cómo comportarse debido a este problema, al que daban tanta impor-
tancia... creo que se sentían responsables... porque ya había otros casos
en la familia... mi abuela materna y una de mis tías...”
Al principio de la sesión, los primeros datos que me propor-
cionó, algo avergonzada, sobre su estado civil me confirman que
fue en el comienzo de su vida cuando estableció sus creencias li-
mitadoras. Al preguntarle por su nombre, me responde:
“... Desde hace algunos años utilizo el segundo nombre... Bérangère...
No me gusta el primero... el que mis padres eligieron...”

¿Por qué razón?


“... Porque al darse cuenta en el nacimiento de mi malformación
cambiaron su intención de llamarme Bérangère... por miedo a que fue-
ra demasiado difícil de llevar con mi handicap... prefirieron Marie-
Jeanne... desde que me lo dijeron, al contrario ha sido aún más duro...”
La relación de confianza se establece entre nosotras al com-
partir este análisis y Bérangère acepta, tras dos o tres sesiones de

179
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

dinámica positiva, volver a la fuente de su vida. Durante la vi-


sualización simbólica de su concepción descubre el óvulo mater-
no, en forma de bola roja envuelta por una cáscara dura, un ver-
dadero caparazón en el que el espermatozoide tiene dificultades
para entrar.
“... Mi madre tiene miedo de las consecuencias de esta fusión... mie-
do de tener un hijo... porque no sabe si estará bien formado... ya hay al-
gunos casos en la familia... sin embargo, la fecundación se produce... es-
talla en dos semiesferas... una contiene el caparazón... es la parte ma-
terna que no quiere el niño... no acepta el embarazo... y que tiene mie-
do... la otra va creciendo... contiene el feto... la vida... mientras que del
otro lado... está la muerte...”
Continúa lentamente con una voz llena de lagrimas y aga-
rrotada por el miedo:
“... Mi madre piensa que si el bebé no es normal... es mejor que
muera... más me vale ser normal... si no me va a matar... Cuando le co-
munica a mi padre que está embarazada... también le transmite su in-
quietud... tampoco puedo contar con él...”
Le ayudo a terminar la terapia de anclaje sobre una com-
prensión positiva. Se traduce por una gran fuerza que siente en
la columna vertebral, en el momento en el que embrión compar-
te con el adulto su conocimiento del futuro.
A continuación descubre que durante su vida intrauterina
mantuvo su primera impresión negativa de rechazo. Encuentra,
además, las explicaciones y la liberación de la claustrofobia que
sufre desde siempre.
“... Estoy encerrada... no puedo estirarme... no tengo suficiente lu-
gar... tengo miedo y al mismo tiempo ganas de salir de este encierro...
mi madre sigue pensando que si no soy normal es mejor que muera en

180
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

el nacimiento... todavía no acepta mi presencia... sufro por no poder de-


cirle lo que siento... este sentimiento se me imprime en la carne... como
si todas mis células se encogieran...”
Le propongo que exprese todo aquello que no dijo a cada
uno de sus padres de la manera más corporal posible para vaciar
todas sus emociones. Se siente entonces liberada y puede conti-
nuar integrando en su visión de antes de nacer los conocimien-
tos actuales del adulto. Bérangère descubre, entre otras cosas,
que en la genealogía hay un proceso de reproducción, es decir,
que su madre fue un bebé no deseado por razones idénticas. Esto
le permite comprender la profunda culpabilidad materna, trans-
mitida en el pasado y reactivada en este embarazo. Ahora capta,
más allá de la pantalla opaca que constituía esta emoción, la
energía de amor y el deseo intenso de traer al mundo el hijo que
llevaba dentro.
Esta toma de conciencia y la nueva certeza le permiten afir-
mar:
“... Ahora sé que puedo... expresarme... ocupar todo el espacio que
necesito... Tengo derecho... lo quiero y lo hago.”

La historia de Nicole muestra otro aspecto de la experiencia


del embrión y el feto y de los miedos parentales múltiples duran-
te la gestación, cuyo impacto fue reforzado severamente a la edad
de dos meses por los sentimientos de abandono generados al ser
entregada su custodia a otra persona durante varios años. Sus
emociones fueron responsables de una inquietud crónica y una
reacción exacerbada frente al estrés a la edad adulta. Su guión
uterino se fundamentó sobre temores a alguna anomalía y mie-
dos a los problemas en la evolución del embarazo, ampliados en
la genealogía bilateral por la presencia de bebés nacidos muertos.

181
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Nicole - el bebé que quería ser perfecto

Esta bella joven de treinta y cinco años, casada y madre de


tres niños, descubrió hace poco un cáncer en el seno derecho.
Tras una intervención limitada y en el comienzo de una quimio-
terapia, viene a verme para un seguimiento psicológico de su
tratamiento, gracias al cual desea también liberarse del estrés y
la angustia crónica que presenta desde su infancia.
“... Sufro a causa de mi hipersensibilidad... lloro a menudo... esto me
ocurre regularmente los domingos por la tarde... Ya me pasaba en el ins-
tituto... pensaba que sería incapaz de afrontar la semana siguiente...”
Desde esta primera cita se confirma la hipótesis de un esque-
ma de obligaciones sobre un fondo de culpabilidad y presiento
que está relacionado al mensaje de “Sé perfecta”. Identifico en ella
el perfil que con tanta frecuencia observo en mujeres que han de-
sarrollado este tipo de patologías o de enfermedades degenerati-
vas. Su perfeccionismo y su papel de Salvadora permanente se
manifiestan en su campo profesional paramédico, en el que inten-
ta siempre destacar e ir más allá, en la educación exigente de sus
hijos, en su apariencia personal, en su disposición para escuchar a
su entorno y en el cuidado maníaco de la limpieza de su casa.
“... No soporto ver una mota de polvo sobre los muebles... ni una
cama sin hacer durante el día... me es inconcebible dejarlo así...”

Entonces, ¿cuándo descansas? Y ¿de qué manera?


“... ¡Nunca!... siempre estoy en movimiento... no me gustan las
tumbonas... siempre tengo algo que hacer...”
Me confirma que siempre da mucho más de lo que recibe, sin
pedir nada a los demás. También reconoce que en el fondo de sí
misma se siente desvalorizada.

182
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

“... Tengo permanentemente la impresión de que no conseguiré ha-


cer bien las cosas... en realidad soy como mi madre... activa... sin pa-
rar... Incluso enferma... y lo estuvo a menudo... nunca se autorizaba a
sí misma a quejarse o descansar...”

A parte de este modelo que ella representaba para ti cuando


eras niña, ¿qué otros mensajes te transmitía?
“... Era severa... muy exigente con mis resultados escolares... yo no
tenía derecho al fracaso... quería parecerme a ella para que estuviera
contenta conmigo... para que me quisiera... Mi padre también transmi-
tía esa idea de normas... de perfeccionismo... de puntualidad... siempre
vi que mis padres situaban el trabajo en primer plano... en detrimento
de los placeres y de las vacaciones...”

¿Existen otros aspectos de identificación con tu madre?


“... Sí... probablemente sea la razón por la que me casé a la mis-
ma edad y que tuve mi primer hijo también a la misma edad que ella
me trajo al mundo a mí... la hija mayor... Como ella... yo tampoco di
el pecho...”
Cuando le pido que evalúe los factores de estrés que prece-
dieron la aparición de su enfermedad, reconoce que una amplia
serie de circunstancias familiares le habían enfrentado a temores
sucesivos desde hacía cuatro años.
Temió por la vida de su marido y de su padre cuando apare-
cieron sospechas de un posible cáncer, que finalmente se disipa-
ron. Los síntomas de este último se presentaron durante el em-
barazo de su segundo hijo, marcado además por la rotunda de-
saprobación de su madre, hostil a este segundo embarazo, que
dejó de dirigirle la palabra durante un mes.
“... Tuve miedo de perder su amor...”

183
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Esta idea la sumerge en una tristeza y una culpabilidad pro-


funda.
En la misma época se produjeron dos fallecimientos rápidos
en su entorno cercano, por una parte, la persona que la crió has-
ta los tres años y que padecía un tumor maligno y, por otra, el
abuelo que la consideraba como su nieta preferida. Poco des-
pués, se hace cargo durante varios meses de la hospitalización
de su abuela materna al tiempo que descubren en su madre una
enfermedad hepática crónica. Fue en este contexto en el que se
manifestó su enfermedad.
Le propongo también que analice los beneficios buscados
por su inconsciente y que reflexione sobre aquello que este cán-
cer le ha permitido obtener y que antes no se autorizaba por
culpa de esas creencias malignas.
Rápidamente, Nicole me confirma que ya había empezado
por sí misma a comprender este proceso y a examinarlo.
“... Me quedé sorprendida por el gran número de muestras de inte-
rés y de afecto de mi entorno afectivo y profesional... Sin embargo... me
sentía incomprendida y sola frente a las responsabilidades... mi marido
estaba muy absorbido por su trabajo... no me atrevía a decírselo... aho-
ra es mucho más atento y está más presente... Mis padres, que seguían
pidiéndome que fuera perfecta en todos los aspectos... renunciaron a su
perfeccionismo por mí... lo relativizaron y tomaron conciencia de lo que
es realmente importante... la salud... la vida... y su calidad...”
Teniendo en cuenta la localización de su cáncer, abordamos
a continuación su relación con su cuerpo desde la infancia.
“... A partir de la pubertad me sentí mal en mi cuerpo... tenía com-
plejos a causa de los kilos de más... de las gafas... desde los dieciocho
años pensaba que habría sido mejor ser chico... los hombres tienen que

184
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

hacer menos elecciones en cuanto a su profesión y su familia... mi pa-


dre siempre me pareció más libre que mi madre...”
Durante las sesiones terapéuticas posteriores, constato que
Nicole se replantea numerosos rasgos de su perfeccionismo.
Entonces descubre que en su vida intrauterina se encuentran
las causas iniciales de su decisión de ser perfecta así como la de
su emotividad y la de su inquietud crónica, que quedaron refor-
zadas rápidamente cuando fue separada de sus padres dos me-
ses después de su nacimiento.
“... Veo mi primera célula... pequeñita... llena de vida... pero... está
temblando... presiento que teme por su evolución... por su desarrollo...”

¿Por qué razón?


“... Tiene que ser perfecta... para que los padres no se inquieten...
para que el bebé esté vivo... en el nacimiento...”
Prosigue con una voz llena de lágrimas:
“... Ya nacieron dos bebés muertos en la familia... un hermano de
mi madre... y un sobrino de mi padre... además... era su padrino...”
Tras esta toma de conciencia, Nicole empieza a distanciarse
de este miedo:
“... Mi célula ahora ya es toda redonda... está tranquila... bien pro-
tegida... arropada en el vientre de mi madre... vive a su ritmo... en la
plenitud...”

Poco a poco vas creciendo... día tras día, hasta llegar al mo-
mento en el que le comunican a tu madre que está encinta. ¿Qué
es lo que captas?
“... Siento su alegría... su felicidad... su deseo de tener una niña, pe-
ro al mismo tiempo su inquietud... por el embarazo... por el parto... por
esos bebés muertos... También percibo su incertidumbre de ser una bue-

185
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

na madre... no quiere hacer pasar a su hijo por lo que ella misma vivió...
siento su miedo de no ser perfecta...”
De vuelta en la piel del embrión, dialoga simbólicamente con
su madre y se libera entonces de su historia.

¿Y tu padre?
“... Le veo llorar de felicidad... está contento... está seguro de tener
una niña... pero siento que está inquieto por la evolución del embara-
zo... le oigo decir que tiene miedo de un problema... por el tren que mi
madre toma todos los días... me apetece decirle que todo va bien... que
no hay razón para preocuparse... pero no puedo hacer que me entien-
dan... así que... doy unas pataditas... tengo ganas de mostrarles que es-
toy bien... que estoy viva... quiero tranquilizarles...”
El vínculo se hace evidente con su esquema de adulto y to-
ma conciencia de la inversión de papeles que llevó a cabo al cre-
er que debía hacerse cargo de tranquilizar a sus padres mientras
que, en realidad, era ella, el bebé, quien necesitaba sentirse en se-
guridad, bajo su protección.
Le propongo que se apoye en los conocimientos que tiene ac-
tualmente sobre el desarrollo de la gestación y del nacimiento
para transmitirle serenidad al embrión y devolver a sus padres
las causas de sus temores, que se remontan a una época muy an-
terior a ella y sobre todo a sus propias infancias. De esta forma
consigue reafirmar su derecho, su deseo y su determinación de
ser una niña a la escucha de sus propias necesidades personales.
“... Decido ser yo misma... espontánea... libre.”
Varias sesiones terapéuticas servirán para reforzar este nue-
vo estado interior, que se revelarán particularmente necesarias
justo antes del nacimiento, momento en el que se habían intensi-

186
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

ficado los temores genealógicos de los padres. Efectivamente, es-


tos se vieron reactivados cuando, al ausentarse su padre para
asistir al bautizo de un recién nacido, hermano del ahijado que
nació muerto, su madre sufrió una pleuresía cuya tos espasmó-
dica provoca el parto prematuro de tres semanas.
Nicole puede así deshacerse del peso de los miedos y las res-
ponsabilidades sin analizar que había asumido entonces. A con-
tinuación, se dedicará a distanciar las huellas posteriores de
abandono que había anclado precozmente a los dos meses cuan-
do su custodia pasó a manos de su tía y, de nuevo, a los tres años
cuando fue separada de ella para volver al domicilio familiar.
Nicole descubre, sorprendida, la inmensa tristeza que vivió por-
que siempre había creído que “... todo salió bien...”, tal y como
sus padres le habían dicho y quisieron hacerle creer. Sintió en ca-
da separación el dolor de perder una unión que le parecía vital y
el vacío que le confirmaba de nuevo la creencia de la muerte.

El resultado ha sido espectacular por su rapidez, facilitado


por su marido que le animaba en todo momento y participaba
plenamente en su transformación.
Nicole puede curarse sabiendo que a partir de ahora será ca-
paz de obtener lo que necesite expresándose con libertad.
Pronto se desvincula de las obligaciones de las tareas caseras.
Adopta una actitud más serena con sus hijos y constata que el
clima familiar se relaja. Ahora les muestra espontáneamente la
imagen de un modelo que les ayudará a construirse en positivo.
Solicita la reducción de su trabajo a media jornada para cuando
se reincorpore próximamente, con la intención de dedicarse a las
diversas actividades creativas que tenía en mente desde hace
tiempo.

187
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El bebé frente al miedo a los desastres naturales

Un contexto específico de concepción y de embarazo es


aquél que se desarrolla en algunas zonas geográficas o momen-
tos determinados de la historia y que viene determinado por los
desastres naturales o artificiales, como los terremotos o los bom-
bardeos. Éstos son percibidos por el feto a través de las emocio-
nes de la madre y de su entorno con la misma intensidad. Las
consecuencias sobre el umbral de reacción al estrés y la inquie-
tud crónica son muy claras, como lo podemos observar en la his-
toria siguiente...

Farha - el embrión y el miedo de la tierra

A los treinta y cinco años, esta joven soltera de origen iraní,


viene a consultarme por una depresión grave y crónica surgida
tras una separación afectiva, cuatro años antes. Vive en un clima
de hiperemotividad, de angustia, de culpabilidad y de ira, está
convencida de que la vida es injusta y que los problemas son
“por su culpa”.
Diez años antes pasó por una situación similar en un contex-
to idéntico. Vive las rupturas como un abandono intenso que se
reactiva regularmente en fases de profunda desesperación aso-
ciada a un intenso sentimiento de fracaso. Sigue una psicotera-
pia desde hace varios años en la que habla de su vida diaria, sin
haber abordado todavía las causas profundas de su funciona-
miento, que muy probablemente se centran en las emociones vi-
vidas cuando era un bebé.
Con este objetivo comenzamos entonces una terapia de su vi-
da intrauterina. Esta metodología queda justificada por los datos

188
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

que me comunica; es el tercer hijo del segundo matrimonio de su


padre y nace prematuramente, tras un parto largo, en un con-
texto en el que se teme por su vida.
“... El vientre es muy oscuro... no me siento tan bien... Oigo gritos
de miedo... fuera hay hombres... mujeres... está lleno de gente gritando...
no sé lo que está pasando... lo que me va a ocurrir... me siento sola... mi
madre puede actuar... pero yo no...”

¿Cuál es origen de la agitación?


“... El miedo de la tierra... ¡está temblando!... Mi madre baja las es-
caleras gritando... sujetándose el vientre...”

¿Qué es lo que sientes en lo más profundo de ti misma?


“... Estoy aterrorizada...” reconoce temblando de miedo.
“... Me siento impotente... dependiente... incomprendida... por mi
madre... incapaz de hacerme oír... Necesito que se siente... que deje de
gritar... que me hable... que me explique lo que está ocurriendo... me
siento invadida por una gran soledad...”
El embrión de Farha necesita encontrar al mismo tiempo la
seguridad y el vínculo con su madre. Lo consigue apoyándose
en sus conocimientos actuales del futuro así como en el análisis
lógico de la situación. En efecto, Farha sabe que el terremoto no
tuvo consecuencias nefastas para su familia. Por otra parte, toma
conciencia de que su madre tuvo miedo tanto por sí misma co-
mo por el bebé, con quien se mostró muy atenta en cuanto a su
cuidado y a su protección. Comprende también que la falta de
comunicación que sufrió no fue voluntaria sino debida a la ig-
norancia de lo que ella estaba viviendo in utero.
Finalmente, localiza en ese momento lejano de su vida la
huella esencial que se reactivaba en ciertas situaciones emocio-

189
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

nales y consigue transformarla durante las sesiones terapéuticas


en las que revive su nacimiento, con lo que actualmente se en-
cuentra totalmente liberada de ella.

* * *
Otros miedos se dan en contextos parecidos, en los que los
elementos responsables son mecánicos. Un gran número de be-
bés cuya vida intrauterina transcurre durante la guerra, con-
texto que se prolonga o no tras el nacimiento, guardan huellas
profundas de miedos anclados en bombardeos, huidas para
ponerse al abrigo o éxodos. Algunos perciben vía sus madres la
violencia y la barbarie de las torturas, de los saqueos o de la ex-
terminación. A parte de la ausencia del padre, prisionero, de-
portado, en la resistencia o expatriado, vivieron, además, du-
rante estos nueve meses interminables los miedos maternos,
únicamente atenuados por los mensajes personales o de carác-
ter más general emitidos por la radio, cuyo ruido muchos be-
bés asociaron a un factor de seguridad. Los adultos que llevan
dentro estas emociones padecen con frecuencia en su vida dia-
ria inquietudes más o menos analizadas, que parecen aneste-
siarse gracias a un fondo sonoro permanente. Estos temores se
plasman entonces en pesadillas con el objetivo de liberarse de
ellos.

El bebé y el miedo materno de anunciar el embarazo


Micheline - el embrión “escondido”

Esta artista de cuarenta y cinco años dedicada a la pintura


viene a mi consulta para que le ayude a salir de un problema de
relación omnipresente en su vida personal y profesional.

190
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

Siempre ha tenido grandes dificultades para comunicarse y,


en consecuencia, la sensación de ser incomprendida y de no lle-
gar nunca a ser reconocida. Enseguida, le aconsejo y ayudo a que
reviva su vida intrauterina.
“... Mi madre sabe que está embarazada... pero no se lo dice a na-
die... ya tiene tres hijos... no sé si está contenta de que yo esté aquí... no
siento ninguna alegría... yo soy muy pequeñita... esconde mi presen-
cia... espera a que se vea... dos meses... tres meses... mi padre está ahí...
pero ella no le dice nada... tiene miedo de su reacción... me da la impre-
sión de que no existo... me siento muy sola... ella está mal... yo soy la
responsable... estoy esperando a que me presente a mi padre... a mis her-
manos... a mi hermana...
... Estoy sentada frente a un espejo transparente... los demás no
me ven... pero yo a ellos sí... les oigo hablar... tengo ganas de gritar...
de decirles que existo... de explicarme... pero no puedo... me siento im-
potente...”

Hoy el embrión tiene la palabra. Por fin puede decirle a su


madre todo lo quería expresar.
“... ¿Por qué no quieres decirles... que existo... que hace tiempo que
estoy en tu vientre?... ¿Cuál es el problema? ¿Yo?... ¿Mi padre?... ¿Le
reprochas haber engendrado otro hijo? ¿Estás enfadada conmigo... por
estar aquí?...
... Puedes estar tranquila... seré buena... no te causaré ningún pro-
blema... me haré toda pequeñita... para no molestar a mis hermanos...”
Sus propósitos confirman la culpabilidad que ancló entonces
y sus decisiones limitadoras de no ocupar el lugar que le corres-
ponde y de intentar hacerse querer encajan perfectamente.
Estos sentimientos están directamente relacionados con su
comportamiento en la vida diaria por lo que le propongo que

191
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

analice estos esquemas bloqueadores. Para ello, llama al Adulto


que es hoy en día y escucha sus argumentos. El bebé extrae de
este diálogo nuevas realidades:
“... Devuelvo a mi madre sus preocupaciones... ella tiene las solu-
ciones... sé que las encontrará después de mi nacimiento... Tengo dere-
cho a crecer... a evolucionar... tengo mi lugar... sé que cuando aprenda
a hablar podré expresar lo que pienso... lo que siento.”

El bebé frente al miedo de la transformación del cuerpo


durante el embarazo

En el marco de una vivencia dolorosa de la feminidad, la ma-


ternidad puede acarrear desórdenes en la imagen del cuerpo,
asociados a un rechazo consciente o inconsciente de los cambios
físicos que implica.
La causa puede ser el miedo a dejar de ser atractiva para la
pareja, a veces justificado por un cierto distanciamiento o inclu-
so por infidelidades o abandono.
En la mayoría de los casos el bebé in utero se limita en su de-
sarrollo, inquieto de no ser querido por su madre.
Tal y como seguirá haciéndolo el adulto más adelante, el be-
bé no se autoriza a ocupar el lugar que le corresponde, no se im-
pone y se encoge para no llamar la atención.
Cuando capta el distanciamiento paterno, la culpabilidad le
invade. A veces este sentimiento será reforzado por los mensajes
maternos posteriores si le responsabilizan de la separación, del
abandono y de sus consecuencias.
Éstas serán diferentes según el sexo del bebé y estarán pro-
bablemente asociadas a las dificultades de vivir en armonía con
su sexualidad.

192
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

Para vosotros que vais a ser padres

En cualquier caso, ahora ya sabéis gracias a las revividos pre-


cedentes que, a través de la sangre de la placenta, los cambios
bioquímicos del miedo se transmiten instantáneamente al bebé,
que lo “siente” como una atmósfera eléctrica y puede llegar a
verdaderas descargas o sacudidas corporales.
Algunos de vosotros en realidad ya lo sabéis por experiencia
personal de embarazos anteriores. Muchas situaciones están re-
lacionadas directamente con la gestación, otras surgen por cau-
sas exteriores pero que tienen efectos sobre la pareja, la madre y
el bebé.

Los miedos específicos del embarazo

Con frecuencia, en una fase tan temprana como es el anuncio


de la gestación pueden surgir temores, muy a menudo irracio-
nales, que se fundamentan en gran medida en la historia fami-
liar propia. Puede tratarse de gestaciones problemáticas prece-
dentes, ellas mismas ya teñidas de su genealogía, que hacen eco
en el interior.
Si estos temores se presentan, hay que expresarlos y asociar-
los a sus respectivos contextos para distanciarlos. El miedo a que
se produzca un “incidente” en el transcurso del embarazo, como
un aborto natural, puede conducir por superstición a no comu-
nicar la noticia al entorno.
Durante este tiempo el bebé puede llegar a “creer” que su vi-
da corre peligro. Tanto por la madre como por él, hay que evitar
estos sentimientos angustiantes. Otro de los miedos frecuentes
es el de la anomalía, sobre todo cuando existen antecedentes en

193
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

la familia o el entorno. También en este caso es necesario alejar-


se de él ya que si las revisiones médicas confirman que todo va
bien, se trata de temores infundados que generan un clima ne-
gativo para el feto.
A veces, a partir del sexto o séptimo mes, aparece el miedo a
un parto prematuro. Aquí también puede esconderse otro senti-
miento, por ejemplo un deseo inconsciente de acercar el alum-
bramiento a fin de evitar el riesgo imaginado de dar a luz a un
bebé mayor. Recuerda que él es gran medida el actor que provo-
ca el nacimiento.
Hay que dejarle hacer... Su ritmo fisiológico está progra-
mado.

En otros casos, a partir de ese momento, en lugar de vivir


plenamente el proyecto de tener un hijo, la pareja comienza a in-
quietarse por su responsabilidad frente al bebé y por su capaci-
dad de educar y de ser unos “buenos padres”.
Hay que vivir el instante presente teniendo en cuenta ciertos
fundamentos básicos para cubrir las necesidades del bebé; he
aquí uno de los mejores consejos para que la gestación se desa-
rrolle con toda serenidad.
Más adelante si se sobrepasan los nueve meses, puede apa-
recer el miedo a que el bebé no salga. Éste también es un temor
irracional que debe ser erradicado.
Afortunadamente en la actualidad, la obstetricia lleva a cabo
una vigilancia del embarazo que reduce considerablemente la
incidencia de los problemas maternos, sin embargo, algunos
procedimientos pueden despertar temores, como por ejemplo
los exámenes del embarazo.

194
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

En particular, la amniocentesis puede generar inquietudes,


tanto por su práctica en sí como por la espera de los resultados.
Si te encuentras en esta situación, debes saber pedir aquello
que necesitas. Una vez que se instale la calma gracias a explica-
ciones precisas o un seguimiento tranquilizador, podrás también
preparar a tu bebé explicándole la evolución por adelantado así
como en el momento mismo.
En algunos casos excepcionales, es necesaria una intervención
médica en la madre, que también debe ser comunicada al bebé pa-
ra que esté al corriente de lo que va a ocurrir y lo comprenda.
En efecto, la pérdida momentánea del vínculo por la aneste-
sia y por la agresión potencial de la incisión que se va a realizar,
sobre todo en la zona abdominal y perineal, puede generar in-
quietudes en el bebé in utero.
En ocasiones muy raras, el bebé antes de nacer puede ser ob-
jeto de terapias médicas, seguidas de operaciones tras su llegada
al mundo.
Si se establecen distancias temporales que lo alejen de su
madre para llevar a cabo los cuidados neonatales, necesitará que
ésta le explique cada una de las etapas y que le asegure la per-
sistencia de su vínculo de amor. A pesar de la dificultad de esta-
blecer las incidencias posteriores de determinadas situaciones
del embarazo, es razonable pensar que el feto tiene la misma
necesidad de ser informado, acompañado y tranquilizado que
su madre, puesto que éste también tiene reacciones emocionales.
Por lo tanto, estas incidencias deben ser limitadas únicamen-
te a las indicaciones necesarias permitiendo que los extraordina-
rios progresos médicos sigan desarrollándose con el fin de mejo-
rar la salud.

195
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Miedo al parto

Este sentimiento, sobreentendido por el inconsciente colecti-


vo, familiar y materno, está dominado por la inquietud de otor-
gar un carácter excesivamente médico al parto, por el miedo al
dolor, por no recurrir a la inyección epidural o por la posibilidad
de una cesárea.
También puede reactivar temores de anomalía y de la inmi-
nencia del papel de madre que está a punto de materializarse.
La experiencia y los conocimientos de los profesionales os
prepararán para el parto y os ayudarán a ser conscientes de que
no sirve de nada crearse inquietudes procedentes de ficciones
mentales. Gracias a la evolución de los conocimientos, vosotros
sois los primeros en ser diferentes de las generaciones pasadas,
por lo que ninguna comparación con ellas es justificable.

Inquietudes genealógicas

Muchos adultos en este fin de siglo cargan todavía con estas


marcas, por lo que podrían transmitirlas inconscientemente a
sus hijos.
Todos y todas necesitan devolver al pasado lo que le perte-
nece y relacionarlo con los niveles profilácticos limitados que
existían en esas épocas. Se protegerán a sí mismos y a sus hijos
al guardar en memoria la asociación de ese contexto médico
ancestral a los acontecimientos dolorosos vividos por las gene-
raciones pasadas y al considerarlos como hechos puntuales
asociados a una causa específica y transitoria, incluso si es des-
conocida.

196
MIEDOS Y DEPRESIÓN ANTES DEL EMBARAZO

Inquietudes no específicas de la vida diaria

Pueden ser profesionales o personales, surgir en la pareja, en


la relación con los hijos o los amigos o bien aparecer frente a de-
terminadas situaciones. En cualquier circunstancia, estas angus-
tias deben ser detectadas y sus causas analizadas teniendo en
cuenta que son siempre secundarias a los pensamientos, que las
preceden invariablemente, tanto si están reconocidas o no.
Un autoanálisis rápido te permitirá activar la lógica inicial-
mente bloqueada que te ayudará entonces a reencuadrarte. A
menudo, al evaluar la probabilidad estadística de que ese temor
llegue a materializarse, se descubre que se trata de creaciones
mentales irracionales. En otros casos, sí que puede existir una
posibilidad de que el miedo se haga realidad, sin embargo, la so-
lución se encuentra más allá de tus competencias. Así que déjela
a manos de los expertos o de Dios.
Finalmente, puede que tu inquietud te haya alertado objeti-
vamente y que tengas los medios de acción para evitar que lle-
gue a desarrollarse. Utilízala como desencadenante de tu acción.

197
PREFERENCIAS POR EL SEXO
OPUESTO

“Que nuestros futuros padres nos den la libertad de expresar el


sexo al que pertenecemos para que podamos desarrollar la riqueza de
potencialidades que están dentro de nosotros. ¡Deseadnos sin condi-
ción!
Independientemente de lo que vosotros esperéis, debéis tener en
cuenta que lo contrario puede ocurrir en vuestro cuerpo. Podéis no de-
sear un hijo y, aun así, crearlo. ¡Podéis rechazar la idea de una niña y,
aun así, traerla al mundo y viceversa!
Debéis ser conscientes de que sois vosotros los que tenéis la respon-
sabilidad, incluida la de no saber o no querer ver cómo funciona la bio-
logía.
Desde hace generaciones, los bebés creen que todo es por su culpa y
los adultos en los que se convierten también. Piensan que son ellos los que
quisieron plantarse allí, en contra de vuestra voluntad. Que son ellos los
que decidieron su sexo, mientras que vosotros queríais el sexo opuesto.
Os necesitamos y solamente vosotros, los padres, podéis llevar a ca-
bo este cambio elevando vuestra conciencia hacia el deseo incondicional.”

199
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

A partir de la ecografía, los futuros padres pueden conocer,


si así lo desean, el sexo del bebé, sabiendo que en ciertos casos
no será posible y que existe un margen de error de un quince por
ciento en el caso de que se trate de un niño.
Cuando los padres desean el sexo opuesto, esta técnica per-
mite acelerar la aceptación del bebé gracias a la ayuda de los es-
pecialistas. Así podrán comprender mejor las razones que les lle-
varon a tener una preferencia, cuyas raíces inconscientes descu-
brirán muchos de ellos con sorpresa.
En estos casos, el bebé, que normalmente comienza a inscri-
bir al instante sentimientos de culpabilidad, de inquietud y de
tristeza, necesita que la duración de esta preferencia sea lo más
corta posible y que al menos uno de los padres, si no los dos, se
reencuadren rápidamente en positivo.
Antiguamente el feto que se enfrentaba en el momento mis-
mo de su nacimiento a una preferencia persistente que se había
alargado durante todo el embarazo, llevaba en su interior la pri-
sión emocional de los meses precedentes, asociada además a un
inmenso temor por salir del vientre de su madre. Estos miedos a
la reacción y a la decepción de los padres anulaban su confianza
en sí mismo y en su valor propio e impedían el desarrollo de las
fuerzas necesarias para vivir en armonía. Qué largos eran esos
meses de inquietud y cuánto estaban asociadas las dudas, las in-
decisiones y los temores con el embarazo. Se manifestaban en el
niño, en el adolescente y después en el adulto al emprender cual-
quier acción, al reactivar inconscientemente ese primer contacto
con el mundo exterior, y solían generar guiones de fracaso o de
enfermedad en estas etapas de la vida.

200
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

Esta preferencia de sexo puede constituir el primer impacto


emocional para el bebé o suceder a un no-deseo inicial de tener
hijos, tal y como ocurre en los casos siguientes.

Cuando se prefiere un niño para tener un heredero


Marie-Claude

Responsable del departamento de marketing internacional


de una gran empresa, esta joven de cuarenta años expresa su fe-
minidad de manera muy discreta, bajo el pretexto de no tener su-
ficiente tiempo. El objetivo de su consulta es el de encontrar so-
luciones para gestionar el estrés intenso y permanente presente
en su vida.
Se encuentra bajo la influencia de numerosos mensajes coac-
tivos, procedentes de la infancia, que la mantienen atada a su
sentimiento de desvalorización y a su falta de confianza. Se sien-
te obligada a esforzarse siempre al máximo y todavía hoy nece-
sita la aprobación de los demás, como si entregara un examen
con la necesidad imperativa de ser la mejor:
“... Tengo que ser perfecta... fuerte... hacer todo rápido... darme pri-
sa... no descansar nunca... trabajar duro...”
Marie-Claude cree que de esta forma aumenta su valor y su
mérito, por el sufrimiento y el esfuerzo, que en realidad enmas-
caran una voluntad profunda de autocastigo. Su cuadro emo-
cional asocia inquietudes y culpabilidades sobre un fondo de
tristeza.
De su creencia dominante “La vida es dura”, se deducen aque-
llas que la encauzaron por el camino de la soledad. “... Tengo que
arreglármelas yo sola... no puedo esperar nada de los demás...”

201
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Le explico, sin alarmarle, que necesita aprender a tomarse


su tiempo, a otorgarse el derecho de ser y vivir sin esfuerzos ex-
cesivos y que llega a tiempo a la terapia pues su cuadro expre-
sa el grito de alarma dado por el cuerpo, que podrá descansar
por fin gracias a ella. En realidad, sólo presenta alergias ya que,
como descubrirá a lo largo de las sesiones de terapia, además de
su decisión de perfección también estableció un mensaje pro-
tector: “... No tengo derecho a debilitarme... debo tener una salud de
hierro...”
Tras un programa rápido de dinámica positiva, acepta em-
prender la exploración de su vida intrauterina en la que descri-
be varios anclajes emocionales conocidos, con una tela de fondo
marcada por ciertas huellas genealógicas profundas. Su concep-
ción tuvo lugar a pesar de que su madre se creyera incapaz de
procrear debido a una enfermedad de la infancia que limitó su
crecimiento. Toda la gestación, que se mantuvo prácticamente
invisible, se desarrolló bajo el miedo de tener un hijo con mal-
formaciones. Ella misma sufrió miedos idénticos durante sus
embarazos.
Tras varios años de matrimonio forzado, llegó al mundo en
un contexto de gran tensión entre sus padres y de desasosiego
familiar que originó un no-deseo materno inicial, seguido de una
aceptación.
Esta conformidad le fue transmitida posteriormente en un
mensaje de doble filo: “... Menos mal que estabas ahí... si no hubie-
ras venido... probablemente me habría marchado...”
Su hija se dio cuenta de esta dualidad puesto que concluyó:
“... Tengo una deuda frente a ella... no debo causarle ningún pro-
blema... Tengo que hacerle feliz... siento que ahora ella cuenta conmi-

202
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

go... para salvarla... para que yo me comporte como ella lo desea... fuer-
te... sólida... para hacer lo que ella no pudo... ser independiente... estu-
diar... tener éxito... para que esté orgullosa de mí... No tengo derecho al
fracaso... ni a decepcionarla...
... No tengo derecho a que mi vida sea más fácil que la suya... pues-
to que yo fui la razón por la que no se marchó...
... Va ser difícil... pero me vengaré por ella... Nos unimos ella y yo...
contra los demás...”
A lo largo de las terapias, le devuelve a su madre los límites,
el esquema de víctima, el guión de vida femenino y las creencias
bloqueadoras que le pertenecen, cuyas raíces comprende y loca-
liza en su infancia.
Se autoriza a sí misma a ser diferente, a no tener que aseme-
jarla, y además consigue deshacerse del peso de los dogmas de
su educación religiosa y de su nombre Marie, del que decide li-
berarse y utilizar simplemente Claude.
En el contexto anterior a su transformación en terapia Marie-
Claude, embrión, se vio entonces enfrentada a la preferencia por
un niño expresada por su padre, quien había acogido el anuncio
del embarazo con alegría con el deseo de tener un hijo.
“... Oigo que desea tener un hijo... para transmitirle el apellido...
para tener un heredero... de la tierra... Para él es evidente... tras haber
estado esperando durante tanto tiempo... será niño... tiene más valor...”

¿Cómo reaccionas tú?


“... Primero me digo que he sido bastante lenta porque me ha cos-
tado mucho llegar hasta aquí... y encima para llegar siendo niña... por-
que sé perfectamente que no soy niño... así que para que él me quiera...
seré aquél que espera... No lloraré... seré fuerte...”

203
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Sin duda alguna, estas decisiones reforzaron aquellas susci-


tadas anteriormente por su madre.
Al analizar las causas de la preferencia de su padre, Marie-
Claude descubre que no se trata de un deseo propio. Toma con-
ciencia del papel fundamental jugado por su abuelo paterno,
cuya autoridad patriarcal había subordinado siempre al hijo y
lo había colocado, por ser el único varón entre sus hermanas, al
cargo de transmitir el apellido, condición sine qua non para estar
orgulloso de él. El deseo paterno de tener un niño era un inten-
to de “agradarle”, de ser reconocido y de ser querido. El abuelo,
que desde hacía unos años, le humillaba y desvalorizaba al con-
siderarlo impotente, acogió el nacimiento de una niña con un
“Es mejor que nada”.
También descubre que su padre veía en ella un milagro, una
señal de la abuela paterna fallecida, con quien tenía él una rela-
ción muy estrecha y con quien Marie-Claude compartía nombre,
debido a que fue concebida tras la muerte de ésta y, sobre todo,
a que nació exactamente un año después de su fallecimiento. En
realidad, él mismo murió, mucho más tarde, la víspera del ani-
versario de esta muerte y del nacimiento de su hija.
Puesto que siguió viviendo con sus padres tras el matrimo-
nio, quizá fuera este duelo el que le permitió levantar un blo-
queo inconsciente que le impedía procrear.
Marie-Claude capta que su padre en el fondo se sentía feliz
de haber engendrado una vida, independientemente del sexo
que adoptaría, y que la causa de su preferencia estaba única-
mente asociada al reconocimiento de su propio padre. Esta nue-
va realidad interior le permite al fin ser la niña que siempre re-
chazó.

204
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

Tras haber reencuadrado durante su renacimiento todas es-


tas nuevas certezas, sus derechos, sus ganas y sus determinacio-
nes positivas para su vida, ya puede abordarla con una libertad
completa que se manifiesta tanto en su trabajo como en su vida
familiar. También dedica regularmente parte de su tiempo a ac-
tividades de ocio, fines de semana y vacaciones de descanso y de
bienestar.
Tras aceptar plenamente su amor hacia sí misma y por lo tan-
to su feminidad, decide poner de relieve su belleza con un ma-
quillaje y un peinado armoniosos y ropas de colores.
Así es como una prestigiosa marca de perfume acaba de con-
fiarle la dirección internacional de la comunicación de sus pro-
ductos.

* * *
La historia de Virginie también es un buen ejemplo de la do-
ble huella de ser un bebé “demasiado pronto” tras un primer hi-
jo, en la que el no-deseo inicial cedió el paso a una aceptación pa-
rental, seguida de una preferencia paterna de niño. El análisis de
las razones genealógicas de éstas liberó a Virginie del peso con el
que cargaba desde siempre.

Cuando se prefiere un sexo para encontrar un miembro de la


genealogía
Virginie
Esta joven, guapa y elegante de veinticinco años, diseñado-
ra de muebles contemporáneos, se dirige a mi consulta por un
“malvivir” que se manifiesta por un estado depresivo crónico y

205
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

una inquietud permanente, sobre un fondo de desvalorización


y de pesimismo.
Nacida dos años después que su hermano, me cuenta en los
primeros instantes de nuestra cita que en la adolescencia supo,
en un arrebato de ira de su madre contra su padre, que, al des-
cubrir en el nacimiento que se trataba de una niña, éste se mar-
chó diciéndole al médico: “¡Te la puedes quedar!...”
Virginie piensa desde siempre que su malvivir persistente
viene de ahí. En realidad cree: “No puedo contar con nadie... y me-
nos aún en los hombres... sólo puedo contar conmigo misma... lo haré
todo siempre yo sola...”
La imagen materna, infeliz en su matrimonio, que afirma no
haberse divorciado “por los hijos”, asociada a la del padre, una
persona egoísta, inexpresiva y que desvaloriza, genera en su vi-
da afectiva un esquema de amor-sufrimiento.
Como muchas mujeres desvalorizadas, Virginie cree que no
ama a los hombres cariñosos y atentos, a quienes califica de irri-
tantes y agobiantes, mientras que en el fondo de sí misma piensa
que no los merece.
Asocia lo emotivo con la debilidad y la dominación por la
fuerza con la virilidad.
Le confirmo que su nacimiento es ciertamente un momento
esencial de su guión.
No obstante, abordamos primero la terapia de su vida in-
trauterina para analizar las raíces que se pudieron anclar en esta
época.
La paciente describe su primera célula en el momento de la
concepción:

206
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

“... Frágil... casi nada... impotente...”


Tras ayudarle “renacer”, le propongo que se deje crecer has-
ta llegar al momento en el que su madre se da cuenta del emba-
razo y se lo comunica a su padre:
“... Veo que tiene una expresión triste... por el tono de su voz se di-
ría que está anunciando una catástrofe... él le pregunta si está total-
mente segura... Al final, a él le da igual... dice que saldrán adelante co-
mo siempre... que no es tan grave... no importa...”

¿Y tu madre?
“... Siento que está abatida por la noticia... no se lo quiere creer... di-
ce que no es posible... ahora no... está muy enferma... vomita mucho...
Llego demasiado pronto... no tendrá tiempo para dedicarse a mí... no me
quiere...”

¿Cómo reaccionas tú?


“... No tengo a nadie en quien apoyarme... mi madre está abruma-
da... a mi padre le da exactamente igual... Es como si me dieran una bo-
fetada... no entiendo por qué... Intento encogerme... esconderme... voy a
intentar ser una niña buena... para que por fin me quiera... y se sienta
feliz de tenerme... Le digo que no se inquiete... ya lo verás... no seré una
carga... al contrario... Haré cosas de las que estarás orgullosa...”
Y a continuación: “¡No me abandones!”, suplica en lágrimas
con una tristeza profunda y temiendo por su vida, además de la
culpabilidad que siente por su presencia.
Integra entonces, en la visión del embrión, la idea de que fue-
ron las células de sus padres las que engendraron su vida y que
ella está libre de toda responsabilidad en su creación.
Al tomar conciencia de que su madre no puede verla como
una persona concreta y que sus propósitos se centran en un be-

207
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

bé abstracto, invisible a sus ojos, Virginie asocia en visualización


este ser imaginario con todas las zonas sombrías que guardaba
en su interior.
Una sensación de fuerza invade todo su ser, como una luz
brillante.
“... Me siento bien... ahora sé que ella me querrá... además... el fu-
turo me lo ha demostrado... incluso él también a su manera... no pudo
darme lo que él mismo no había recibido...”
Ahora ya puede dejarse crecer, a la escucha de las percepcio-
nes sobre sus padres y en especial sus intenciones en la elección
de su nombre:
“... Es mi madre la que elige Virginie... le apetece tener una niña...
mi padre, sin embargo, dice que de todas formas no quiere ninguna ni-
ña... cree en la superioridad del hombre... Me uno a ella... nos juntare-
mos frente a él... nos daremos fuerzas mutuamente...”
Para desarrollar completamente su polaridad femenina, le
propongo que integre en su concepción los conocimientos genéti-
cos que ahora tiene a su disposición, al observar que es el esper-
matozoide paterno portador del cromosoma X el responsable del
sexo del bebé, incluso si su padre no lo sabía o lo había olvidado.
El análisis detallado de las causas inconscientes de la prefe-
rencia paterna completará su transformación. Éstas se desarro-
llaron muy probablemente sin que él tuviera la menor idea.
Dicho ejemplo, como muchos otros, muestra que este tipo de
terapia consiste también en analizar a sus propios padres. Por su
puesto, se trata de un puzzle que se apoya sobre interpretaciones
hipotéticas, puesto que sus jardines secretos no se pueden ex-
plorar directamente. Forma parte de su intimidad y ellos mis-
mos con frecuencia no conocen el aspecto de su inconsciente.

208
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

Basado en la lógica y los conocimientos de la psicología sobre


el funcionamiento humano, el cuadro resultante suele ser muy
parecido, incluso calcado, a la realidad del mundo de las creen-
cias y emociones parentales, confirmadas al unir los cabos o por
los padres en persona, que se encuentran presentes o que son in-
terrogados por sus hijos.
La comprensión por parte de los hijos de las creencias de sus
padres no suele tener lugar en condiciones de tolerancia plena y
fuera de todo juicio, pero qué más da puesto que les permitirá
desatar todas las cuerdas que les mantenían amarrados y bene-
ficiarse de esta reconciliación dentro una comunicación armo-
niosa.
Cuando Virginie observa el niño que fue su padre, con rela-
ción a sus hermanas, a sus propios padres y a su genealogía, des-
cubre las raíces que la liberan definitivamente de las cargas que
hasta entonces se había impuesto.
Jean, su abuelo paterno, fallecido accidentalmente en pre-
sencia de su hijo cuando éste tenía sólo diez años, lo considera-
ba como su preferido frente a sus dos hermanas, a quien trataba
con mucha dureza. El padre de Virginie tenía una buena relación
con sus hermanas a pesar de que desde su infancia constatara:
“con las chicas, no es lo mismo...”
Comprende entonces que su padre intentaba encontrar en un
hijo ese padre desaparecido demasiado pronto ya que no lo ha-
bía podido hacer con su hijo mayor, con el que compartía pocas
afinidades. De esta forma con su hijo, nacido dos años antes y a
quien le puso Jean como segundo nombre, comparte muy pron-
to las mismas actividades que con su padre antes del accidente.
Buscaba un niño de “reemplazo” para revivir esta complicidad

209
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

interrumpida demasiado pronto y darle aquello de lo que él mis-


mo careció tan dolorosamente, con el fin de vivir de nuevo una
infancia más ideal “por procuración”.
También se va a revelar una causa más recóndita al profun-
dizar en el análisis del árbol genealógico paterno.
Descubre en un entorno cercano a la infancia de su padre, la
existencia de cuatro muertes a edades tempranas, entre ellas tres
niñas fallecidas por enfermedad y un niño de siete años atrope-
llado por un coche.
De su estadística infantil, su padre guardaba en su fuero in-
terior la creencia no confesada de un riesgo mortal más impor-
tante en las niñas, probablemente responsable en él de miedos
no expresados.
Una prueba de esta hipótesis es el grave accidente de moto
que sufrió su hermano a los catorce años, reproducción incons-
ciente de esta fatalidad de accidente infantil, probablemente re-
forzada por el nombre de su abuelo que carga con una muerte,
también ella accidental.
En cuanto a Virginie, fue una niña a menudo enferma y pa-
deció una anorexia grave, por no querer alimentarse, que puso
en peligro su vida. A los veinte años, tras ser atropellada por un
coche, las numerosas heridas que sufrió en la cara cicatrizaron
milagrosamente sin dejar ninguna secuela.
A continuación, integra todos estos datos en la conciencia y en
la visión del embrión, en los primeros momentos en los que per-
cibió la preferencia de su padre. Teniendo en cuenta los sufri-
mientos que éste lleva dentro desde hace tanto tiempo y el niño
“caprichoso” en su interior, Virginie alcanza la reconciliación últi-
ma que reactivará también en el momento de su renacimiento.

210
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

“... El mundo es fantástico... quiero disfrutar de todo lo que puedo


ver... tomar... conocer... veo que mi madre me acoge con alegría... su
amor... En mi padre... siento un hombre tierno pero también... un niño
herido... cerrado en sí mismo... Sé que la causa se encuentra en su pa-
sado y que existen muchos hombres diferentes.”

Llega al mundo con la fuerza de la libertad que ha adquirido


con respecto a sus antecesores y a su pasado, con confianza y en
plena armonía con la mujer que ella es.

Cuando la preferencia intenta evitar un sexo asociado aparen-


temente a un riesgo de muerte

Esta causa de preferencia que ya hemos identificado en la


historia de Virginie como raíz secundaria puede también encon-
trarse en primer plano y jugar un papel dominante en el naci-
miento, como en el caso siguiente.

Gisèle

Esta joven profesora de treinta y dos años sufre pánico e in-


quietudes omnipresentes “desde siempre”. También presenta un
ritmo de elocución muy rápido que le provoca respiraciones rui-
dosas. Desde las primeras palabras, presiento que revive en ca-
da instante una emoción arcaica del pasado, sin saberlo.
Segunda en una familia de cuatro hijas, su infancia se desa-
rrolló en la tensión permanente entre un padre tirano y violento
y una madre sumisa y cariñosa con ella. Cuando le pregunto so-
bre su nacimiento, me cuenta lo que, en su opinión, fue su pri-
mer miedo a través de su madre “Creíamos que estabas muerta... es-
tabas como muerta...” Tras nacer en posición podálica, estuvo más

211
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

de un minuto sin respirar en el momento de su difícil llegada al


mundo. Cianótica y con dificultades respiratorias, finalmente tu-
vo que ser reanimada.
Carga con el peso de una preferencia paterna de niño, que se
repitió insatisfecha en cada embarazo. “Era por el apellido y sobre
todo por la tierra...” me confiesa.
La integración de los datos de su árbol genealógico durante
las sesiones de terapia de la vida intrauterina, abrirá las puertas
a nuevas comprensiones que le permitan liberarse de los víncu-
los inconscientes que la limitaban.
Descubre bajo la máscara de su padre, considerado hasta en-
tonces por ella como el hijo único y mimado de sus padres, el
gran sufrimiento de una desvalorización. Nacido con un pie zo-
po, fue el objeto de burla de los niños a su alrededor y más tar-
de se excluyó, acomplejado en sus relaciones con las chicas que
se alejaban de él en la adolescencia. La creencia inicial de su pa-
dre “Las chicas no le interesan”, se transformó entonces en “Tiene
miedo de las chicas (a causa de su pasado)”.
In utero, Gisèle implanta esta nueva visión en la conciencia
embrionaria junto con la idea de la responsabilidad cromosómi-
ca paterna en su creación. Se libera de la imagen simbólica de un
embrollo de cuerdas enredadas que finalmente, después de
treinta años, consigue desenmarañar.
Se presenta entonces una nueva clave: “... Estoy en el útero...
hay un velo negro... un duelo... un bebé vestido todo de blanco... en un
ataúd... una niña relacionada con mi abuela... me abruma... ha sido un
golpe para mi padre...”
La toma de conciencia del papel de esta niña, hermana nacida
muerta, tres meses antes de la concepción de su padre, constituye

212
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

otra gran liberación para Gisèle. Comprende la huella de muerte


que pudo hacer de él una persona desagradable, que le generó un
miedo a nacer y lo culpabilizó además por haber seguido vivo.
Además, su handicap físico pudo ser la consecuencia de su auto-
castigo. Esta muerte también condujo a su madre a rechazar la in-
tervención quirúrgica de su hijo, por miedo a que algo fuera mal,
por lo que contribuyó, sin saberlo, a mantener el sentimiento de
desvalorización generado por el hecho de ser diferente.
En el inconsciente de su padre, tener una hija implicaba por
lo tanto arriesgar su vida y volver a vivir una separación dolo-
rosa, que además reforzaría sus emociones de culpabilidad y de
desvalorización. Esta interpretación ilumina y esclarece la prefe-
rencia paterna de niño con una nueva luz liberadora.
También identifica el poder de esa huella en su propio naci-
miento. En el alumbramiento el miedo a morir se reactiva, trans-
mitido por la memoria de esta hermanita de su padre, que nació
muerta, inscrita directamente en él y en la abuela que la llevó
dentro.
Tras devolver a cada uno de ellos sus propias historias,
Gisèle puede comenzar a renacer a la vida. Su respiración, que
ha mejorado rápidamente con la reducción de sus temores des-
de el comienzo de la terapia, amplifica en ella el sentimiento de
liberación.
A continuación explora la rama materna, en la que descubre
otras huellas de intensidad parecida. El fortalecimiento bilateral
de las dos vías de su árbol genealógico es el responsable del pro-
fundo arraigo de sus emociones.
Durante los revividos terapéuticos localiza en su madre la
muerte neonatal de una prima cercana nacida antes que ella.

213
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Identifica también los propios miedos de su madre que fue


concebida fuera del matrimonio y los de su abuela, “madre solte-
ra”, para quien el embarazo supuso su marginación de la familia
y de la sociedad y la condujo a atentar contra su vida durante la
gestación.
Este rechazo, que le obligó a dar a luz sola y por el que “... su-
frió horriblemente alejada de todos...”, tuvo grandes repercusiones
sobre el bebé que era su madre, quien hizo suya una gran an-
gustia asociada a pesadas culpabilidades y quizá también a un
deseo de muerte. Gisèle, a su vez, las adoptó como propias y las
añadió a su culpabilidad de ser niña frente a la preferencia pa-
terna y frente al peligro de vivir una feminidad y una sexuali-
dad, asimiladas con dificultad en el pasado de la abuela, que
eran sinónimo de exclusión e infelicidad.
Esta huella fue reconfirmándose progresivamente en la in-
fancia a través de su abuela y de su modelo materno.
La genealogía paterna, por su parte, continuó fortaleciendo
las cargas emocionales inconscientes, por las que el hecho de ser
niña implicaba un riego de muerte neonatal y ser madre conlle-
vaba el riesgo de perder los hijos, por la presencia de dos muer-
tes infantiles antes de su nacimiento.
Al tomar conciencia de que este escenario mórbido estuvo a
punto de provocar un proceso de transposición y que cada vez
que padecía un miedo del pasado revivía la muerte de algunos
de sus antepasados, se deshizo de las cadenas que no le pertene-
cían y se otorgó el derecho y la libertad de renacer y de vivir. A
eso es a lo que se dedica ahora.

* * *

214
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

La historia de Víctor se asienta sobre unos fundamentos pa-


recidos.

Víctor

Consejero financiero de cincuenta y dos años, me consulta


por una dificultad para expresar sus emociones, asociada a una
falta de confianza y una desvalorización. El miedo está omni-
presente en su vida cotidiana y le limita en sus relaciones con lo
demás y consigo mismo.
Tras el nacimiento de un primer hijo, cuatro años antes, sus
padres habían manifestado el deseo de tener una niña y ense-
guida me cuenta que esperaban llamarle Micheline. Su terapia le
permitirá descubrir que esta preferencia no se debía al deseo de
tener un hijo de cada sexo, como siempre había creído, sino al te-
mor materno de traer al mundo a un niño, tras el fallecimiento
rápido de Paul por meningitis, primer hijo de una amiga muy
cercana. Sus padres pensaban que sería más seguro tener una
niña puesto que la muerte estaba relacionada con el sexo mascu-
lino en esta pseudoestadística.
Por otra parte, en el período de guerra en el que se desarro-
lló su concepción, las creencias sobre el riesgo que rodeaba la vi-
da de los hombres reforzaron profundamente la inquietud ini-
cial. Además, su padre fue llamado a filas apenas un mes des-
pués de su concepción. Un tercer elemento fundamental apare-
ció también a lo largo de otras sesiones de terapia.
La muerte de este bebé, primer hijo de estos amigos, impli-
có para los padres de Víctor, que también tenían un único hijo,
la necesidad imperativa de tener un segundo por si acaso el

215
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

primero falleciera. Su inconsciente concluyó asimismo que los


niños corrían un riesgo de muerte sobre todo si eran varones.
La culpabilidad de no haber sido la niña aparentemente preferi-
da y el miedo que pesaba sobre el sexo masculino le condujeron
desde antes de nacer a alejarse de sus emociones para “sobre-
vivir”:
“... Tengo miedo de estar solo... abandonado... de desaparecer...
Cuando mi madre comunica el embarazo... oigo que mis abuelos desa-
prueban mi presencia... Mi madre recibe incluso una bofetada de mi
abuela... le dice que no es el momento de tener un hijo... se va a decla-
rar la guerra...”
La creencia inicial de ser el objeto de ataque desaparece y ce-
de el paso a una nueva comprensión:
“... Yo no tengo nada que ver... ellos no pueden verme...”
Descubre entonces que la reacción de su madre estaba indu-
cida por su propia experiencia de niña durante la guerra prece-
dente del 14-18. En ese momento, cuando sólo contaba con un
año, su padre se marchó y estuvo ausente durante cinco años,
por lo que su madre tuvo que asumir sola la responsabilidad de
criarla. El bofetón, treinta años más tarde, tenía sus raíces en el
miedo a que se reprodujera la situación que tanto le había hecho
sufrir entonces:
“... Me falta el aire... la energía... es por culpa de Micheline... me ro-
ba el oxígeno... veo a mi madre haciendo punto con un ovillo de color
rosa... no es para mí... sino para otra persona... Necesitaría que fuera
para mí... En el vientre éramos dos...”
El reencuadre en su visión de adulto le permite entonces de-
jar atrás la imagen fantasma de Micheline y anclarse en la con-

216
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

ciencia de que fue creado por las células parentales y de su con-


tenido cromosomático:
“... Soy el chico que me corresponde... tal y como mis padres me
engendraron... tengo ganas... tengo derecho... quiero ser yo mismo...
Existo...”
Victor comprende y acepta la ausencia de su padre, que par-
tió poco después de su concepción. “No es por mi culpa... es el pe-
ríodo de la historia el que lo alejó”.
Tras varios renacimientos, toma por completo el control de
su futuro y consigue por fin escuchar y expresar sus emociones
en seguridad.

* * *
En otros contextos, haber vivido dolorosamente su polaridad
puede estar asociado a la huella uterina de un aborto anterior o
del fallecimiento de un niño o un bebé del sexo opuesto.
A veces, al no autorizarse a ser uno mismo, el individuo de-
cide vivir la vida que el otro habría vivido, guiado por la culpa-
bilidad de estar ahí mientras que la concepción precedente no si-
guió adelante.

En otras ocasiones, son los padres o la familia quienes, cons-


ciente o inconscientemente, esperan que el nuevo hijo “reempla-
ce” al anterior, objetivo que no consiguen alcanzar.
La decisión tomada en la fase embrionaria es rechazada ro-
tundamente por el inconsciente y necesita revivirse en estado de
conciencia amplificada.
Encontraréis ejemplos de esta situación más adelante en el
capítulo de “Nacer después la muerte”.

217
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Cuando una preferencia pretende evitar la reproducción de un


contexto genealógico

La historia siguiente ilustra cómo numeras proyecciones ge-


nealógicas constituyen los hilos principales que se van entre-
mezclando y forman una verdadera “tela de araña”, en el centro
de la cual se vio atrapado Régis y cuyas huellas se reactivaron en
el momento de su nacimiento.

Régis

Este director de empresa, nacido justo antes de la declaración


de la Segunda Guerra Mundial, viene a mi consulta para liberar-
se de sus inquietudes y reforzar la confianza en sí mismo. Nació
cinco años después que su hermano mayor y experimentó la pre-
ferencia materna por una niña durante la gestación, “para tener
la parejita”, pensaba él.
Al llegar al mundo tras un largo parto, sufrió un paro respira-
torio prolongado antes de pegar su primer grito que obligó a la co-
madrona a introducirlo en agua helada. La terapia y el análisis ge-
nealógico le permitirá comprender la situación desde un punto de
vista totalmente diferente. Su madre, Régine, mostró a través de la
elección de su nombre una irrefutable voluntad inconsciente de
continuidad, de alargamiento de sí misma, que pone en evidencia
su amor por él, del que hasta entonces Régis había dudado.
Los fundamentos reales de su preferencia son otros muy dis-
tintos de los que había pensado él en un principio. Tras las ma-
las experiencias de su infancia con respecto a sus dos hermanos
y después de haber tenido ya un hijo, la Niña interior de su ma-
dre temía revivir las relaciones difíciles del pasado si tenía de

218
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

nuevo otro hijo varón. Deseaba por el contrario poder compartir


cierta complicidad con una niña, es decir, la hermanita que echó
en falta.
Por otra parte, en este período de amenaza bélica, engendrar
un niño equivalía a traer al mundo un futuro muerto. Tener una
niña, sin embargo, implicaba darle más oportunidades de segu-
ridad.
Su madre no tenía buenas relaciones con los hombres a su al-
rededor mientras que idealizaba a los muertos de su familia.
Régis descubre lo que pensó antes de nacer:
“... No puedo obtener el amor de mi madre... si no soy la niña que
desea... Sólo si muero me querrá.”
Identifica en el fondo de sí mismo un poderoso instinto de
supervivencia que cuestiona esa decisión y se aferra al impulso
de nacer y a la determinación de salir y de respirar.
Además descubre que su madre, en su época embrionaria,
también captó una preferencia de niño por parte de su padre,
que implicó un fenómeno idéntico.
En el momento del parto, le devuelve a su madre todos los
miedos que ella padeció en su etapa fetal.
Régis se reafirma cada vez más en su vida profesional y de-
dica parte de su tiempo a las actividades creativas con las que
siempre había soñado.

Cuando los nombres marcan la preferencia

Teniendo en cuenta el funcionamiento psíquico del bebé an-


tes de nacer y el papel fundamental que juega este momento de
la vida para el futuro del adulto, podemos imaginar con facili-

219
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

dad que las consecuencias serán idénticas y de larga duración,


tanto si la preferencia se expresa claramente como si es tácita.
La ausencia de elección de nombre para el sexo excluido
puede durar hasta después del parto y, a veces, esta tarea tan im-
portante se deja en manos de la comadrona, del médico, de un
amigo, del administrador del estado civil o del calendario y sus
santos, sin pensar en la influencia directa que ejerce sobre la per-
sona que lo lleva.
En ocasiones un nombre que sea al mismo tiempo de chico y
de chica, como Trinidad o María José (José María), aunque a me-
nudo esconda un sexo preferido, deja abierta las dos posibilida-
des.

En otros casos, la elección se inclina por un nombre masculi-


no al que se le puede añadir una “a” en caso de que finalmente
se trate de una niña.
Cuántas mujeres llamadas Alejandra, Antonia, Claudia,
Daniela, Ángela, Camila, Alberta, Josefa, Juana, Lucía, Cecilia,
Roberta, Federica, Luisa, Octavia, Manuela, Emilia, Ivana,
Francisca, Renata, Marcelina, Juliana... llevan encima desde siem-
pre, a menudo sin saberlo, el sello de los deseos de sus padres.
En algunos casos, ciertas pseudointuiciones, que no son otra
cosa que la expresión de los deseos parentales inconscientes y
sin analizar, se proyectan sobre el bebé y quedan reforzadas por
el entorno.
Cuánto dolor causa a un embrión femenino el oír: “Estoy se-
guro(a) de que será niño... No puede ser niña... lo siento...”. Los
niños también sufren con los mensajes inversos.
El bebé que está presente en el vientre de su madre oye y su-
frirá durante mucho tiempo.

220
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

Niñas “chicazos” y niños “afeminados”

Estos individuos, objeto de preferencias, se enfrentan a in-


mensas dificultades a la hora de ser ellos mismos, de vivir en ar-
monía con sus cuerpos, en su polaridad y su sexualidad, e in-
tentan agradar y parecerse al sexo opuesto, el que sus padres de-
searon durante el embarazo.
Piensa en todos los bebés de sexo femenino cuyos padres de-
seaban un niño por diferentes razones y cuyas vidas están salpi-
cas de síntomas evocadores.
Aquí encontrarán las causas de sus pubertades tardías o mal
vividas, de las reglas dolorosas que incluso exigen reposo tem-
poral, de los síndromes premenstruales desagradables como de-
presión o accesos alternados de tristeza y agresividad así como
de las reactivaciones mensuales de una realidad rechazada, la de
ser mujer.
Por las mismas razones, otras personas serán víctimas de mi-
grañas intensas más o menos acompañadas de vómitos justo an-
tes de la aparición de los ciclos o durante la ovulación.
En la gran mayoría de los casos, los síntomas mejoran visi-
blemente o desaparecen por completo cuando la polaridad fe-
menina se acepta, se reinvierte y se distancian las náuseas y vó-
mitos durante el embarazo. Éstos pueden ser percibidos por el
bebé, sobre todo cuando son pronunciados y duraderos, como
otro tipo de “rechazo” hacia sí mismo, ya que los asocia incons-
cientemente.
En general, los síntomas que aparecen durante la pubertad
evocan en las chicas este tipo de huellas psicológicas. Éstas pue-
den solucionarse rápidamente en terapia puesto que se trata de
una situación cercana cronológicamente.

221
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Ten en cuenta también las posibles huellas que el bebé podría


guardar si padece hernias inguinales estranguladas que afecten
a los ovarios ya que, según la gravedad, la ablación puede llegar
a ser necesaria y por lo tanto podría poner en peligro su poten-
cial de reproducción.
Durante la adolescencia hay que estar pendiente de posibles
fases de bulimia-anorexia y más tarde de una feminidad mal
aceptada, infecciones urinarias repetidas, incluso transformacio-
nes corporales mal vividas durante el embarazo, que perturban
la imagen ya alterada en la conciencia fetal.
Otros pensarán que a través de la homosexualidad su deseo
de ser del sexo opuesto se cumplirá.
En cuanto a las esterilidades que la medicina no es capaz de
resolver por no ser orgánicas, muchas de ellas se curan gracias a
terapias por lo que se otorga a la mujer y sobre todo a su bebé in-
terior el derecho de vivir plenamente su sexo y, por lo tanto, la
capacidad de procrear.
Una vez reconciliada con sus propios padres, puede a su vez
convertirse en madre, libre de crear la vida biológicamente y de
traer al mundo un bebé evitando definitivamente el temor a una
reproducción psicológica de lo que ella vivió.
En otros casos, las señales varían más específicamente según
su intensidad y expresión y pueden llegar a la creación incons-
ciente de patologías auténticas ginecológicas, como la poliquis-
tosis ovárica, la endometriosis, las malformaciones o los emba-
razos extrauterinos, que ponen en peligro la capacidad de repro-
ducción.
Veamos algunos ejemplos sintetizados.

222
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

Simone, soltera de cincuenta y seis años, tuvo la primera


menstruación a los dieciocho. Siempre vivió como un niña “chi-
cazo” para agradar a su padre y sustituir al hermano que murió
justo antes de nacer ella.

Marie-Claire vino a consultarme por ciclos menstruales muy


dolorosos que le obligaban a quedarse en cama y pedir la baja la-
boral uno o dos días por mes. Finalmente tomó conciencia del ori-
gen profundo de sus síntomas en una sesión de terapia simbólica.
Al llamar en su interior al elemento causante del dolor, vio
aparecer una estatua egipcia que identificó inmediatamente como
el busto de Amenofis III. Tras reflexionar sobre su significado, de-
dujo el siguiente juego de palabras: “Amène... au fils... trois(iè-
me)” (conduce... al hijo... tercero). Segunda después de su herma-
na mayor, se dio cuenta de que sus padres preferían un chico...
que por fin llegó como tercer hijo. Niña “chicazo” en la infancia,
a continuación vivió muy mal el momento de su primera regla
que desde entonces le hizo sufrir recordándole todos los meses su
incapacidad y su dolor emocional de no ser un chico.
Tras esta sesión y la continuación de su terapia, su síntoma se
resolvió por completo.

Paulette estuvo durante los primeros nueve meses de su


existencia entre la vida y la muerte. Un poco más tarde, desarro-
lló graves desórdenes de la visión para atraer la atención de su
padre, médico, que deseaba un chico.

En el mismo caso de preferencia paterna, Dominique, para


agradarle, decidió vivir como un hombre. Deportista de alto ni-
vel y jefe de empresa, su decisión inconsciente le condujo a la es-
terilidad.

223
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El cáncer y las huellas prenatales

En otras mujeres que vivieron el mismo tipo de preferencia


por el sexo opuesto, a menudo asociado a un no-deseo preceden-
te, el desarrollo posterior de cáncer hizo necesario la ablación de-
finitiva de los órganos de la feminidad, de la reproducción, de la
gestación y de la lactancia como los senos, los ovarios o el útero...
Además de esta mutilación, pondrán en práctica otra pro-
gramación, que esta vez, afectará a sus vidas.

Pierrette

Hace tiempo que esta joven de treinta y cinco años quería de-
jar el trabajo de enfermera en un sector difícil en el que las rela-
ciones humanas eran tensas. Anteriormente ya había presentado
una esterilidad cuyo mensaje no había sido capaz de compren-
der, pero al no saber decir “no”, el cáncer de mama resultó ser un
alivio que le otorgó un año de baja por enfermedad. Durante to-
da su infancia se dedicó a ser útil ya que creía ser una carga pa-
ra sus padres. Su culpabilidad, su desvalorización y su progra-
ma inconsciente de autocastigo se reforzaron a la edad de cinco
años cuando sufrió una agresión sexual de la que no habló por
sentirse responsable.
Bajo el pretexto de no llamar la atención y puesto que su ma-
dre no la motivó en su feminidad, intentó escapar todos los as-
pectos relacionados con su sexo. Nunca pasa más de cinco mi-
nutos en el baño para la higiene, no es capaz de mirarse en un es-
pejo, no se maquilla, no utiliza perfume y siempre viste colores
tristes o de negro.
Antes de nacer, tercera niña después de sus dos hermanas, se
enfrentó a un no-deseo seguido de una preferencia masculina y

224
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

vivió el nacimiento como un “agujero negro”, bajo el temor de la


mirada de los demás, que ha mantenido desde entonces y am-
pliado a lo largo de su vida.
Tras la terapia, expresa cada vez mejor su feminidad y se au-
toriza a sí misma a estar a la escucha de sus necesidades, se rein-
corpora en su trabajo a tiempo parcial y se dedica también a ac-
tividades creativas.

Joséphine

Mientras su marido se alejaba de ella por otra mujer, con la


excusa de un cambio de ciudad por razones profesionales,
Joséphine desarrolló a la edad de cuarenta y dos años un cáncer
ovárico invasor que consiguió acercar de nuevo al esposo tem-
poralmente. Dos años más tarde, él retoma su intención cuando
su hija deja el hogar familiar para seguir sus estudios. Joséphine
recae en ese momento con múltiples metástasis pélvicas y óseas.
Víctima desde su concepción, cargaba con el pesado fardo de
creerse culpable de haber llegado al mundo, bajo un no-deseo se-
guido de una preferencia masculina, después de sus cuatro her-
manos. Su infancia reforzó la idea de que carecía de valor y que
debía ser perfecta sin causar problemas ni expresar sus necesi-
dades.
Eso fue lo que la condujo cuarenta años más tarde a perpe-
tuar este esquema de comunicación, a castigarse a través del cán-
cer y a morir. Era demasiado tarde para reconstruir una nueva
dinámica y volver cuestionar su lugar en el mundo. Se autorizó
a realizar una terapia, pero demasiado tarde, en la última fase de
la enfermedad, que la ayudó sin embargo a terminar su vida con
el espíritu iluminado.

225
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Denise

Tras haber vivido siempre bajo el temor, Denise desarrolló a


los cuarenta y cinco años, a la misma edad que su madre, un cán-
cer del seno derecho en un contexto de múltiples factores de es-
trés que sobrepasaron el límite: divorcio, fallecimientos familia-
res, mudanza y problemas profesionales y sociales.
Fue su enfermedad la que la trajo a la terapia y le permitió li-
berarse de los sufrimientos de un pasado demasiado abrumador,
con el que cargaba su Niña interior desde su concepción fuera
del matrimonio. Desde entonces se sintió invadida por la culpa-
bilidad del rechazo social de su madre y se hizo responsable de
todos sus males, incluido el de no haber sido capaz “por lo me-
nos” de ser chico. Este drama de no-deseo fue fortaleciéndose
sucesivamente después de su nacimiento al ser separada de su
madre, que la dejó en manos de una nodriza, y a los dos años su
custodia pasó a los abuelos. La etiqueta de “bastarda” la persi-
guió tanto en la familia como en la escuela por lo que su terrible
creencia de culpabilidad por haber venido al mundo se reforza-
ba sin cesar. No volvió a ver a su madre hasta unos años más tar-
de, cuando ésta se casó de nuevo. A continuación calló las agre-
siones sexuales inflingidas por su padrastro. El internado en el
que fue inscrita muy pronto le alejó también de la violencia ma-
terna. Su vida de adulto se desarrollaba siguiendo el mismo me-
canismo hasta que gracias a la terapia pudo liberarse.
Estos casos, extraídos de una larga serie, describen según mi
experiencia personal un “perfil” psicológico que origina, en la
mujer, un malestar que podría llevar al inconsciente a crear una
enfermedad degenerativa y en especial un cáncer. Cuando apa-
recen determinadas situaciones emocionales de la vida, a veces

226
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

acumuladas en un lapso de tiempo bastante breve, pueden de-


sestabilizar una estructura psicológica precaria que favorece la
eclosión de una patología en los dos o tres años siguientes.
Los factores de estrés más importantes están dominados espe-
cialmente por las separaciones afectivas como un fallecimiento, un
divorcio, el abandono del hogar familiar por parte de los hijos o in-
cluso pérdida de empleo o problemas económicos. Por medio de
la depresión inmunitaria generada por estos factores, las células
de defensa del organismo, disminuidas en número y en funciones,
pueden dejar surgir corporalmente el conflicto inconsciente.
Cuando la desvalorización, la culpabilidad y el rechazo de sí
mismo se asocian a los sufrimientos prenatales de tipo no-deseo
o preferencia masculina, en la mayoría de los casos se ven auto-
máticamente reforzados en el nacimiento, por miedos a la mira-
da o al juicio de los padres. La pequeña negará entonces sus ne-
cesidades en detrimento de las de los demás, con el deseo de ser
perfecta y de no causar problemas. Este esquema generará pos-
teriormente altos riesgos ginecológicos, sobre todo si se produ-
cen traumatismos emocionales en la infancia que hagan sentir
falta de amor o abandono.
Por otra parte, muchos de los casos que he estudiado, tal y
como he indicado anteriormente, se asociaron posteriormente a
agresiones sexuales que ampliaron probablemente el autocastigo
hacia determinadas partes del cuerpo, consideradas como obje-
tos del deseo censurado. Estoy convencida de que un tratamien-
to terapéutico temprano en este terreno de facetas convergentes,
podría evitar la aparición de una neurosis segura y de un posi-
ble cáncer posterior, que no representa sino la transposición de
los rechazos pasados.

227
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

De la misma manera, cuando se trata de una preferencia fe-


menina sobre un embrión masculino, se puede generar una falta
de afirmación e incluso una feminización que puede conducir a
la homosexualidad o a una dificultad para vivir su sexualidad
que provoque impotencia, eyaculación precoz...

Homosexualidad y sida
Dominique

Este hombre de treinta y dos años fue esperado por su ma-


dre con la esperanza de que fuera una niña. Lo educó como tal
durante la infancia, regalándole muñecas, leyéndole cuentos de
hadas en los que se identificó rápidamente no con el príncipe
azul, sino con la bella durmiente. No tuvo otra posibilidad de ser
querido por su madre que negando su virilidad. De esta forma,
con vestidos y pelo largo, su madre proyectó en él su rechazo ha-
cia el sexo masculino, considerado por ella como violento y per-
verso. La elección inconsciente de su marido le confirmó evi-
dentemente sus creencias relacionadas con su padre y con las
violaciones y agresiones que sufrió durante su infancia.
En cuanto a Dominique, su conducta sexual le llevó a con-
traer el virus VIH, que evolucionó rápidamente, asociado a un
deseo confesado de suicidio. Este deseo lo he identificado en la
mayoría de los casos de seropositivos que he acompañado.
Tanto en los toxicómanos como en los homosexuales, su com-
portamiento frente a la droga o al sexo surge de una voluntad de
autodestrucción que necesita ser desactivada lo antes posible.
Gracias a la terapia de su vida intrauterina, liberó los ancla-
jes descubiertos, sobre todo el no-deseo de su padre y su violen-

228
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

cia al conocer el embarazo, la preferencia de su madre por una


niña y el miedo al sexo de su padre, que lo percibió relacionado
a la voluntad de autodestrucción en una relación sexual durante
el embarazo.
Toma conciencia de que su individualidad no fue la respon-
sable y devuelve a cada uno de sus padres las historias que les
pertenecen.
Así, al cabo de tan sólo unos meses se libera de su guión
mórbido.
Su tasa de linfocitos T4, inicialmente muy baja, pasa rápida-
mente de 300 a 600 al final de la terapia.
Continúa implementando su nueva dinámica positiva y
transforma sus costumbres sexuales, su higiene de vida y su nu-
trición, que constituían otras formas de autodestrucción, junto
con una toxicomanía de la que también se libera. Su cantidad de
T4 pasa sucesivamente a 900 y a 1200, tasa alrededor de la cual
se mantiene desde hace seis años.
Su cohabitación pacífica con el virus tras la terapia, corrobo-
rada por la de muchos otros, y el distanciamiento de los esque-
mas del pasado constituyen una prueba de las relaciones bien
conocidas actualmente en psicoinmunología entre la mente
consciente, el inconsciente y el sistema inmunitario.
Se confirma en este caso, así como en el cáncer y en las en-
fermedades degenerativas, la gran importancia de que las tera-
pias sean breves, profundas y eficaces.
En efecto, la cuestión de tiempo es prioritaria.
En una enfermedad en la que el pronóstico vital está en jue-
go, o una decisión de “no existir” está latente en espera de pasar
al acto, la persona no dispone de varios años para liberarse o ha-

229
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

blar de ello sobre un sofá. Necesita centrarse en lo esencial de la


historia de su guión, que se fundamenta en la gran mayoría de
los casos en la experiencia vivida in utero.
El desafío para los próximos años consistirá en actuar rápida
y profundamente sobre los esquemas inconscientes o, al menos,
ayudar a que el ánimo participe en la estabilización y por qué no
en la curación.

Hacia una nueva comprensión


Las responsabilidades deben recaer sobre sus propietarios

Durante las sesiones de terapia en las que se reviven estos


impactos arcaicos, el embrión podrá al fin tomar conciencia de
que su primera célula es el fruto del encuentro de las de sus pa-
dres, un óvulo y un espermatozoide que les pertenecen a ellos.
Él no existía en el momento en el que éstas se encontraron.
No fue su voluntad la que acercó a las células entre sí, puesto
que todavía no se había creado.
Puede que esto te parezca evidente. Si insisto, es porque to-
dos los días constato en terapia hasta qué punto parece que lo
han olvidado, tanto los bebés, que es normal, como los adultos.
Para muchos de estos últimos estos datos constituyen verdade-
ras lagunas. ¿No se tendrían que haber incluido ciertos concep-
tos básicos de biología y de genética en los programas de educa-
ción del pasado?
Quizá los padres hicieron novillos justamente esos días. A no
ser que su inconsciente les hiciera pasar una mala jugada, por la
que sus conocimientos se borraron en el instante preciso en que
se sintieron tentados de realizar proyecciones nefastas sobre el
sexo del futuro bebé.

230
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

Ellos mismos pudieron también padecer un no-deseo o una


preferencia por parte de su padre o de su madre, bajo la influen-
cia de los “fantasmas” familiares que les obligaron a asumir
consciente o inconscientemente “Sobre todo nada de niñas” o
por el contrario “Nunca niño”.
Es muy fácil no responsabilizarse, no ver o hacerse creer que
uno no sabe... en lugar de enfrentarse a la realidad.

¡Cuántas cicatrices necesitan una buena cirugía estética... psi-


cológica! Ésta sería necesaria para muchas personas antes de que
se plantearan la que modificará su físico. ¡Cuántas personas ne-
cesitarían, antes de arreglarse la nariz, hacer renacer el recién na-
cido que llevan dentro!
¡Cuánto tiempo ha de pasar hasta que queden convencidos!
Cuántas situaciones limitadoras comparables a menudo a “in-
fiernos” opresores, que condenan a aquellos que los viven a va-
ciarse de sus energías y de muchas de sus esperanzas y que “re-
man” hasta perder el aliento, arriesgándose a perder... la vida.

Un resumen de genética que cambia la vida

Si los padres y las madres recordaran o aprendieran una so-


la tabla de biología, todo iría mucho mejor para todos. Ya no cul-
pabilizarían a sus hijos diciendo “Si hubieras sido niño, habría
tenido menos preocupaciones...” o “Si hubieras sido niña, no ha-
bríamos tenido que trabajar tanto para pagarte los estudios...”
Todo lo que necesitan saber sobre el sexo de los bebés... se re-
sume en dos párrafos. No hay nada más simple y, sin embargo,
cuántos problemas han acarreado para los niños por culpa de la
ignorancia. Aquí los tenéis.

231
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Las células de los órganos reproductivos, los ovarios y las gó-


nadas, son las únicas del organismo que poseen un solo cromo-
soma, X o Y. Todas las células del resto de tejidos u órganos tie-
nen dos, XY en los hombres y XX en las mujeres. Puesto que el
cuerpo del ser humano es perfecto, el óvulo y el espermatozoi-
de, que son células destinadas a encontrarse para engendrar un
embrión, sólo tienen un cromosoma para que la primera célula
del bebé tenga dos. A continuación, ésta se irá reproduciendo de
manera idéntica, perpetuando así la especificidad humana.
Todos los óvulos maternos llevan el cromosoma X. En el con-
junto de los espermatozoides paternos, algunos poseen el cro-
mosoma X y otros el Y. Resulta fácil comprender que si la madre
sólo puede dar cromosomas X, es el espermatozoide del padre el
que determina el sexo del bebé, niño si se trata de un Y, niña se
es un X.
Muchos padres del pasado lo olvidaron y culpabilizaron a
sus hijas de ser niñas mientras que ellos habían deseado hijos, o
bien lo achacaron a sus esposas. Deberían replantearse su igno-
rancia en biología y ser conscientes de que la responsabilidad
celular y cromosómica del bebé es únicamente suya.
Ya es hora, a las puertas del año 2000, de dar a conocer a to-
dos los descubrimientos que datan de varias décadas atrás.
Su incidencia sobre los futuros bebés es tan significativa que
es necesario difundir esta información cuanto antes. Pero no so-
lamente en un entorno hermético de médicos y especialistas en
genética que estudian los cromosomas para el progreso de la hu-
manidad, sino también hacia el gran público, porque si se trata
de sus células, son los primeros a quien les concierne, teniendo
en cuenta las consecuencias biológicas y psicológicas esenciales
para ellos y sus descendientes.

232
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

Para vosotros que vais a ser padres

Tenéis que ser conscientes en todo momento de que vuestros


deseos o esperanzas conscientes no ejercen ninguna influencia
sobre las células. Por el contrario, debéis trabajar para liberaros
de vuestras preferencias y para comprender las causas.
Una vez en armonía con estos nuevos conocimientos, los be-
bés necesitan que mantengáis vuestra determinación positiva
con respecto a ellos, fuera de todo preferencia de sexo y sin de-
jarse influenciar por los demás.
Algunos os criticarán, intentarán haceros dudar, querrán
impedir que progreséis y pretenderán convenceros de que os
replantéis el tema. Probablemente su intención no sea mala, si-
no que se debe al miedo a cambiar el sistema de referencia en
el que han funcionado desde hace muchos años. Quizá vues-
tros padres, abuelos, tíos y tías, amigos y relaciones intenten
persuadiros de una preferencia:
“... Sería mejor si fuera niña... ya tenéis un niño...” o bien “Será
niño... estoy segura... yo no me equivoco nunca...”
Antes de leer este libro, estos mensajes podían reactivar insi-
diosamente vuestras preferencias inconscientes. Ahora, por el
contrario, podéis usarlas para evaluar si todavía conserváis el
buen rumbo de la transformación.

Para los padres que leen estas páginas antes de haber conce-
bido a sus hijos, es como si les transmitieran:
“... Escuchad vuestro interior... si todavía no estáis preparados
para aceptarnos sin condiciones, si todavía tenéis preferencias de sexo,
esperad un poco. Tomaros un tiempo para comprender las causas y el

233
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

origen en lugar de dejarlas flotar en vosotros a merced de vuestro in-


consciente. Si las mantenéis tal cual, nosotros los bebés las recibiremos
como latigazos y eso nos hará mucho, pero que mucho daño.”

¿Eso es lo que queréis?


Oigo que contestáis “No, claro que no”. Así que analizad lo
que ocurre dentro de vosotros... Todo pensamiento, todo deseo
tiene una o varias causas que se refuerzan entre sí.
Debéis buscarlas, encontrarlas y liberarlas. Este libro os po-
drá ayudar puesto que ése es su objetivo, su vocación profunda
y esencial. Las historias de vidas relatadas en su realidad diaria
no abarcan todos los casos posibles, pero muchos de ellos están
detallados para que podáis identificar aquello que más necesi-
táis.
Aquellos casos que os conciernen harán eco en vuestro Yo in-
terior, ya lo veréis. A continuación debéis liberaros emocional-
mente con un terapeuta. Sólo él puede ayudaros en unas pocas
sesiones a dejar atrás el peso que limitaba vuestra vida actual, re-
flejo de vuestro pasado, de vuestra infancia y de vuestra propia
vida intrauterina. Sin saberlo estáis repitiendo una saga familiar
que a veces se alarga sobre varias generaciones.
Pueden ser páginas más o menos lejanas inscritas en vuestra
“novela familiar” que tratan de hombres “perdidos” hace mucho
tiempo y que siguen presentes a través de los miedos a concebir
niños.
Ya es tiempo de detener la cadena maléfica que puede hace-
ros preferir inconscientemente por ejemplo una niña, sin saber
que las causas profundas se remontan a dos generaciones de
hombres asesinados en la guerra.

234
PREFERENCIAS POR EL SEXO OPUESTO

Otros descubrirán bajo una preferencia masculina el deseo


inconsciente de encontrar un hombre de la familia con el que se
interrumpió un vínculo muy fuerte o el deseo de agradar a su
padre que era en realidad el que prefería que fuera niño.
Algunos descubrirán la creencia de una condición femenina di-
fícil procedente de finales del siglo XIX o comienzos del XX que
se fue transmitiendo generación a generación. La angustia de
la abuela que vivió un embarazo fuera del matrimonio, “madre
soltera” rechazada por la sociedad, hizo que la familia recorda-
ra los sufrimientos y las restricciones padecidas durante toda su
vida.
Otra conservará el recuerdo de mujeres que trabajaron tan
“duro” que se dejaron la vida, la salud y el cuerpo. Sin saberlo,
algunas piensan inconscientemente que morirán en el parto o
que quedarán inválidas por las secuelas de los desgarros. Se
sienten inquietas por traer al mundo una niña y prefieren que
sea niño para evitarle todo esto.
Han nacido y van a nacer bebés alrededor del año 2000 en
una sociedad en la que los progresos sociales y médicos tienden
a dar y darán más oportunidades a cada uno, a condición de que
las acepten. Las mujeres ya acceden, si lo desean, a las funciones
antiguamente reservadas a los hombres. La salud, la higiene, la
técnica en la vida diaria así como la evolución progresiva de las
costumbres y de las mentalidades masculinas en el reparto de las
responsabilidades de las actividades domésticas de cuidado y de
educación de los hijos no hacen más que crecer.
¿Todavía debemos hoy transmitir a nuestros hijos todo este
pasado de la humanidad, desde la Prehistoria hasta nuestro
siglo, pasando por la Edad Media? Ya es hora de que, en esta

235
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

larga cadena de creencias limitadoras, de emociones que blo-


quean la vida y de esquemas repetitivos que impiden ser feliz,
cada vez sean más numerosos los que aceptan y, sobre todo, se
autorizan a romperla.

236
EL NIÑO INSTRUMENTO

“Necesitamos ser concebidos y deseados sin condición, sabiendo


que nuestros padres nos crean para nuestra felicidad. En realidad, a ve-
ces captamos motivos diferentes que son personales. En este caso tam-
poco sabemos relativizar, por lo que sufrimos mucho cuando sentimos
que la finalidad de su deseo no somos nosotros sino ellos.
A nosotros esto nos resulta casi tan duro como enfrentarnos a un
no-deseo porque ¿cuál es nuestro lugar en todo esto? ¿Quién se preo-
cupa por nosotros?
¿Quién se da cuenta de que nuestra desazón y nuestro tormento
podrán continuar marcando toda nuestra existencia?
Pedimos a nuestra madre y a nuestro padre que no utilicen negati-
vamente esa capacidad creadora que tienen a su disposición. No deben
utilizarnos como cómplices y objetos de chantaje para alcanzar sus ob-
jetivos personales.
Por otra parte, tampoco nos adjudiquéis, ni antes de la concepción
ni durante el embarazo, el deber de reemplazar a un familiar fallecido
cuya desaparición no habéis aceptado todavía. Es una responsabilidad
demasiado pesada que no nos incumbe.
¡Dadnos la libertad de ser nosotros mismos!”

237
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El bebé instrumento de la pareja...

El niño que sirve para manipular al padre o a la madre vive


una situación excesivamente dolorosa, tal y como lo describen
los pacientes cuando reviven la experiencia en las terapias.
Esta desgarrante situación de ser el objeto de chantaje, vivi-
da muy a menudo en la infancia, puede a veces empezar a dar-
se antes y en algunos casos ya in utero el embrión la percibe muy
claramente por lo que siente que no es querido por ser él mismo.
Cree que fue creado únicamente para “obligar” a sus padres
a casarse, para “salvar” el matrimonio en plena crisis, para man-
tener o acercar al compañero o compañera que se estaba alejando.
Todo esto le confirma que uno de sus padres se sirve del be-
bé, es decir, él mismo, y que no fue creado por su verdadero bien.

La historia de Laurence ilustra un caso de malvivir específi-


co de este contexto. La patología desarrollada a la edad adulta
confirma la huella.

Laurence

A la edad de treinta y cinco años se le diagnostica a Laurence


un cáncer de ovario por el que viene a consultarme en el marco
de un acompañamiento psicológico en sinergia con los trata-
mientos radio-quimioterapéuticos.
Laurence descubre a lo largo de las terapias que vivió su pe-
ríodo intrauterino en contacto con el miedo y la depresión de su
madre, sola durante las largas ausencias de su padre navegante.
También descubre que su concepción, durante el viaje de novios,
estuvo orientada principalmente por el deseo materno de ejercer
presión sobre su marido para incitarlo a que cambiara de profe-

238
EL NIÑO INSTRUMENTO

sión, objetivo que en realidad consiguió, pero durante un perío-


do muy breve.
In utero Laurence siente malestar, perdida en un vacío oscuro:
“... Si uno no es deseado por ser él mismo... no vale la pena vivir...
Yo no he pedido nada... no tengo ganas de estar aquí... si esto es la vi-
da... ¡cómo será más tarde...!”
Simboliza su nacimiento por un túnel muy oscuro y sin sali-
da aparente que le evoca la muerte, la nada y el vacío con el que
relaciona su miedo a la oscuridad y su claustrofobia. También re-
vive la angustia y la presión de los fórceps, su sufrimiento y la
reanimación a su llegada al mundo:
“... Dejé de respirar... quería morir en el nacimiento para no ser un
instrumento.”
Al revivir más tarde el período que pasó en la incubadora, la
contempla como un ataúd de plástico transparente. Comprende
entonces que al no haberse cumplido su decisión de morir, en-
contró otros medios inconscientes para llevarla a cabo, pero tam-
poco lo consiguió.
A continuación sufrió numerosas caídas, con impactos crane-
ales repetidos, de la cuna, de un muro, de un caballito, de moto y
esquiando, antes de ser golpeada con una pelota de tenis en el ojo.
Tras varias heridas graves, dos de ellas la dejaron en coma,
toma conciencia de que su voluntad de autodestrucción por cas-
tigo se ha plasmado en el cáncer. En su infancia, reforzó esta vo-
luntad culpabilizándose por su presencia y creyendo que le ha-
bía impedido marcharse a su madre.
Durante las siguientes terapias, Laurence asimila completa-
mente su impulso de vida y lo fortalece a través de una decisión
positiva.
* * *

239
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

En otros casos, el embarazo permite ejercer presión para aca-


bar con una relación paralela del marido.
A veces, cuando la madre es la amante de un hombre casado,
ésta espera que se decida o se precipite un divorcio que se lleva-
rá o no a cabo.
El niño no sólo llevará la carga emocional del papel de ins-
trumento que le piden que juegue, sino también la del éxito o el
fracaso de las consecuencias planeadas, la boda celebrada o no,
la felicidad o no, la pareja reunida o no, divorcio o no...
Además el progenitor sobre el que el otro hace presión a tra-
vés del bebé, podrá percibir más tarde al hijo como aquél que le
forzó a ir en contra de su deseo en ese momento.
Podría hacerle sufrir las consecuencias ya desde la concep-
ción. La relación será difícil por estar llena de rencores, expresa-
dos con palabras o implícitamente a través de la mirada, los ges-
tos y la forma de actuar frente al niño.

El bebé instrumento concebido para “agradar” al entorno

En el pasado, muchos bebés fueron concebidos para satisfa-


cer las ilusiones expresadas o anticipadas de un miembro de la
familia, el abuelo, la abuela u otros, porque eran mayores y se
arriesgaban a no ver nacer o crecer a sus nietos o más bien a sus
herederos. Para otras personas que acaban de quedarse viudas,
la llegada de un bebé podría constituir una distracción que les
ayuda a compensar la pérdida del ser querido. Son ellos, ade-
más, quienes a veces se encargarán de criar total o parcialmente
al bebé y después al niño durante una temporada de su vida y se
convierten en los padres “por procuración” que habían planea-
do en algún momento.

240
EL NIÑO INSTRUMENTO

Muchos son los argumentos a su disposición para hacer pre-


sión sobre su hija o hijo quien, al encontrar esta ayuda o simple-
mente por no saber decir que no, le otorgan la custodia del nie-
to o nieta supuestamente “por su bien”.
Según el caso y los “puntos débiles” que observan en la pa-
reja y para manejarla mejor con el fin de aumentar sus posibili-
dades de conseguir lo que buscan, estos abuelos dominadores
e inconscientemente manipuladores juegan con la inmadurez,
la inexperiencia de los padres y con la responsabilidad de éstos
frente a sus otros hijos y frente a sus obligaciones de trabajo.
Se apoyan sobre su estatus de jubilados que les proporciona
una libertad más amplia, además de estar más acostumbrados
a criar niños que sus hijos. A veces es la vida en el campo de los
abuelos, “el aire puro”, lo que determina la decisión.
Esta situación lleva a los bebés, ya tristes de ser instrumentos
y de no ser queridos por sí mismos antes de su nacimiento, a vi-
vir separaciones crueles sentidas cada vez como abandonos que
reactivan el primero.
A veces implican largas separaciones afectivas, incluso geo-
gráficas, que ignoran los fundamentos psicológicos sobre las ne-
cesidades básicas del bebé.
Por supuesto, todo esto solía ocurrir sobre todo en el pasado,
cuando se desconocían las prioridades reales de los niños o in-
cluso cuando ciertos médicos prescribían en algunos casos la se-
paración materna.
Afortunadamente en la actualidad la mayoría de los peque-
ños están mejor protegidos tanto por los padres, como por los
médicos y sus nuevos conocimientos.

241
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El bebé instrumento que reemplaza al progenitor fallecido

Algunos padres atribuyeron a sus hijos, sin saberlo, la difícil


tarea de reemplazar a un miembro fallecido de la familia directa
o de la genealogía.
Estos bebés asumieron in utero el peso de una vida que no era
la suya y creyeron que su deber era el de perpetuar la existencia
del ser desaparecido.
Todo esto lo llevaron a cabo empujados por su necesidad vi-
tal de ser reconocidos, para agradar e intentar ser queridos,
puesto que creían que siendo ellos mismos, no lo conseguirían.
A veces la intención de reemplazo se establece durante la
concepción o inmediatamente después.
Otras veces, puede llegar tras la aceptación secundaria del
embarazo, que sustituye a un no-deseo inicial. En este caso, el
embrión, apenas reanclado en positivo por la decisión parental
de acogerlo, se sumerge de nuevo en las emociones dolorosas de
una nueva preferencia.
Su identificación posterior con el fallecido dependerá tam-
bién de su sexo, de su apariencia física y de su carácter. Cuan-
to más se le parezca, más fácil le resultará al niño tomar su lu-
gar.
Si es del sexo opuesto, seguirá de todas formas intentado
sustituirle, alejándose del suyo, y asumirá además la culpabili-
dad de no haber respondido adecuadamente a las expectativas
de los padres.
En el caso en el que los padres, al acecho de cualquier pare-
cido con el fallecido, lo encuentren, el niño se verá aún más obli-
gado en su deber de reemplazarle.

242
EL NIÑO INSTRUMENTO

Estoy segura de que algunos de vosotros, al leer estas líneas,


os estaréis diciendo que “Los padres nunca esperan eso de sus
hijos”.
Yo os puedo confirmar que “sí inconscientemente” ya que es-
te caso es frecuente, pero “no conscientemente”. Los padres no
imaginan, por su puesto, las consecuencias nefastas que van a in-
ducir y que no pretendían crear.
No sabían que el embrión, como si fuera un clarividente,
captaba todo lo que ocurría en su interior e incluso aquello de lo
que no eran conscientes los padres.
Así es como se explican algunos casos extremos en los que la
familia llega a afirmar que el bebé que acaba de nacer es la reen-
carnación del difunto o una señal suya, sobre todo si se da algu-
na similitud o coincidencia entre la fecha de la llegada al mundo
del pequeño y la del nacimiento o la muerte del desaparecido.
A veces se le da al bebé el mismo nombre que su ancestro pa-
ra que, si se trata de un familiar paterno, compartan nombre y
apellido. Bajo el pretexto de la tradición familiar, éstos se transmi-
ten a través del hijo mayor de cada generación, por lo que se hace
aún más evidente el deseo inconsciente de prolongación parental.
Si se trata del primer hijo, el efecto será más pronunciado ya
que cuando los padres u otras personas piensen o hablen sobre
el bebé y lo nombren, tendrán en mente aquella persona y le aso-
ciarán inconscientemente su programa de vida y, quizá también,
de salud.
En segunda o tercera posición, el impacto será más suave,
pero siempre estará potencialmente presente.
Qué largo será todo este tiempo en el que el niño se verá obli-
gado, sin saberlo, a continuar una vida que no le pertenece y que
tendrá que vivir por procuración.

243
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

A veces se orientará a través de ese nombre común o ese pa-


recido físico y su carga psicogenealógica hacia una estudios, una
profesión, una forma de vida afectiva o social, unas enfermeda-
des o una muerte, que fueron las del difunto.

Para vosotros que vais a ser padres

En el futuro y con esta información, muchos de estos límites


podrán evitarse ya que no son necesarios.
Si no es el caso, el bebé deberá esperar a que hagáis una te-
rapia para que vuestra capacidad parental se vea liberada de to-
da raíz negativa y, en consecuencia, le evitéis a él tener que ha-
cerla más tarde.
Ahora sabéis que todas estas expectativas inconscientes, de
que el bebé se convierta en el instrumento que cumpla los obje-
tivos personales parentales, son captadas por el embrión y el fe-
to y que les resulta muy doloroso sentirse el objeto del chantaje
afectivo.
De esta forma, cuando tratéis vuestros problemas entre adul-
tos, ya no les implicaréis puesto que sois conscientes de las con-
secuencias.
No son los seres amorfos e inexistentes psicológicamente que
muchos imaginaron en el pasado. Tanto por su bien como por el
vuestro, no debéis utilizarles inconscientemente ya que también
sabéis que su creación no va a resolver vuestras tensiones pro-
fundas y vuestros conflictos de pareja. Necesitáis hacer un ba-
lance de vuestra situación, quizá con la ayuda de especialistas,
para enfrentaros a ellos, comprenderlos y solucionarlos vosotros
mismos.

244
EL NIÑO INSTRUMENTO

Hablad con vosotros mismos, reflexionad sobre vuestra vida


en común y buscad soluciones a través de una comunicación
más fluida. Vuestros hijos no pueden solucionar nada de mane-
ra profunda y duradera poniéndose en vuestro lugar. ¡No pue-
den ser vuestros salvadores ni tampoco vuestros terapeutas!
Cuando elijáis sus nombres, evitadles los de aquellos miem-
bros de la genealogía, asociados a dificultades de vida, de salud
o a muertes precoces o dramáticas. Tomaros el tiempo de anali-
zar el modelo que cada nombre os inspira para poder rechazar
aquellos que podrían restringir la libertad y la felicidad de vues-
tros hijos.
Es él quien os necesita a vosotros y quien requiere vuestro
amor y todo vuestro conocimiento sobre sus necesidades duran-
te este período inicial de su vida.

245
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

“Sea por un luto que te afecta directamente u otro que a nosotros


nos atañe tanto o más que a ti, necesitamos que nos permitas estar ahí,
que seamos nosotros mismos y que sigamos, más que nunca, nutrién-
donos de tu amor a la vez que respetamos tu tristeza.
Sea por la desaparición de un miembro de la familia, por la pérdida
de los embriones que estaban antes que nosotros y que no vivieron, por
un bebé muerto, cuya antigua presencia todavía captamos, o incluso por
nuestro gemelo que no ha sobrevivido, nosotros podemos sentir una gran
culpabilidad por el hecho de existir mientras que los otros no pudieron...
Necesitamos vuestras palabras para comprender, para darle sentido
a todo aquello que captamos y nos duele.”

El bebé gestado durante un duelo

Durante la gestación o un poco antes, cabe la posibilidad de


que acontezcan lutos y fallecimientos de personas cercanas a los
padres, que sumergen a éstos en la tristeza. Sin embargo, el bebé

247
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

necesita que sus padres se tomen un tiempo para contarle lo que


está ocurriendo y lo que sienten, así como para que afiancen su
amor hacia él. De lo contrario, el bebé se sentirá aislado, ignora-
do y abandonado con sus miedos.
“¿Qué va a ser de mí?...”. El embrión puede llegar a creer que
el vínculo afectivo se rompe. Entonces, se cree tan poco impor-
tante para sus padres que tiene ganas de chillar.
Los casos que se describen a continuación te ayudarán a en-
tender mejor el sufrimiento de los bebés cuando las palabras no
pueden salir de sus bocas.
A veces, también se siente culpable y cree que, si hubiera es-
tado ausente, sus padres habrían dedicado más tiempo al ser
querido cuando estaba enfermo y antes de morir, ya que la im-
plicación de los padres en la gestación les ha impedido estar más
disponibles.
Otras veces, el embrión puede pensar que su madre habría
deseado seguramente vivir el duelo sola y creen que su presen-
cia le molesta.
Los sentimientos de culpa y arrepentimiento de los padres
los adopta como suyos, si los padres no establecen un diálogo.

Gérard

Después de dos años de terapia conductual de P.N.L. y de


Análisis Transaccional, Gérard siente la necesidad de ir más allá
para liberar las raíces profundas de los problemas que, a pesar
de una mejora sensible, continúan limitándole a diario.
Éstos se han reactivado con la partida reciente de su hija al
extranjero, donde ha emprendido largos años de estudio, en un

248
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

momento en que se enfrentaba casualmente a la muerte de su


padre y a dificultades relacionales importantes con su superior
jerárquico.
A un paso de los cincuenta, Gérard se encuentra sumergido
en una hiperemotividad que le impide controlar sus emociones,
las cuales no expresa normalmente y afloran de vez en cuando
en forma de agresividad. La falta de confianza, el sentimiento de
inferioridad y el encerrarse en sí mismo aumentan aún más la in-
comprensión latente ya en su pareja.
En una de las sesiones terapéuticas iniciales Gérard se reen-
cuentra con el niño que fue y me dice:
“... Está triste... solitario... tiene miedo de los demás... siente una
gran necesidad insatisfecha de amor...”
Al preguntarle sobre su historia pasada, me revela que es el
quinto hijo de una familia de nueve y recuerda con emoción que
rozó la muerte a los dos años tras una congestión pulmonar gra-
ve. Me habla de su madre, severa, distante, angustiada, quien le
pedía que fuera perfecto y de su padre, a menudo ausente y po-
co implicado en su educación, quien le animaba a trabajar con
empeño.
Después de haber entendido de manera diferente los princi-
pales acontecimientos y relaciones de su infancia, abordamos su
vida intrauterina.
“... Estoy muy trise... ya soy bastante mayor... todo está muy ne-
gro... antes todo estaba claro... y la luz ha desaparecido cruelmente...
siento una tristeza inmensa... tengo la impresión de estar solo... no lo
entiendo... no lo puedo explicar...”
Le propongo que traslade su consciente hacia el exterior pa-
ra descubrir lo que pasa:

249
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

“... Veo algo negro... es el vestido de mi madre... está hablando con


otras personas... ellas también están de negro... me siento como si estu-
viera en un ataúd... me siento muy abandonado... como si todo se para-
ra... una ruptura entre mi madre y yo... se desinteresa por mí... está
muy triste... y su entorno también...”
Se da cuenta de que creyó que su madre había perdido inte-
rés hacia él cuando ella se encontraba inmersa en su tristeza por
el duelo de un allegado, a quien todavía no puede identificar.

Dicho conocimiento le aporta un alivio considerable:


“... Los velos negros se levantan... la luz aparece... nazco con ella y
con mucha energía...”
En cuanto vuelve de esta sesión, constato un cambio muy
claro que él también siente al liberar su cuerpo y su mirada de ese
filtro opaco creado por el mencionado fallecimiento. Asimismo,
lo relaciona con la necesidad excesiva de luminosidad para ver
mejor y con un problema de desprendimiento de retina que le
afecta desde hace algunos años.
Al preguntarle sobre el desarrollo de su embarazo unos días
más tarde, Gérard se da cuenta de que, efectivamente, ha revivi-
do el cuarto mes de su gestación en el que se produjo la muerte
repentina de su abuelo materno. Esto explica el vestido negro
que vestía su madre en señal de luto en ese momento y durante
todo el embarazo.
El hecho de que la madre, desbordada de emociones, no pu-
diera dedicarse a reencuadrar la vida del bebé que llevaba den-
tro, le ha confirmado que ella no podía imaginarse lo que él es-
taba viviendo ni que dudaba de su amor.
Por primera vez, asocia este intenso momento de tristeza fe-
tal con el síndrome depresivo que le afecta desde hace años, to-

250
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

dos los meses de junio, en la fecha del aniversario de dicho mo-


mento. Ya no volverá a sentirlo nunca más.
Tras estas etapas esenciales, le propongo que siga reviviendo
las etapas posteriores de su vida y se detenga en los momentos
que requieren un distanciamiento específico. Descubre con gran
nitidez los pormenores de una neumonía que sufrió a los dos
años y revive un poderoso sentimiento de abandono y de ruptu-
ra que es responsable de un deseo de muerte, legado incons-
ciente de esta enfermedad.
“... Es justo dos meses después de que naciera mi hermano peque-
ño... mi madre está muy alegre por su llegada... él recibe lo que yo nun-
ca tuve de ella... el bautismo es una fiesta... donde todos expresan su re-
conocimiento...” y dirigiéndose a su madre “¡Te aporta la felicidad
que yo no te supe dar!... Todo se centra en él y a mí me olvidas... ¡tengo
la impresión de no... existir... de estar solo... muy solo!”

Comprende que este acontecimiento ha reactivado el ante-


rior, el de su vida intrauterina y deshace los lazos que le impiden
situarse en aquel momento.
Son tales las transformaciones realizadas que descubre que
tiene vocación de terapeuta y se empeña en seguir la trayectoria
de este cambio. Esto se debe al inmenso deseo de compartir con
los demás las energías que su renacimiento le ha aportado.

Laurent

El caso de Laurent es otro de los ejemplos en los que la tera-


pia de la vida intrauterina permite descubrir la causa de su cua-
dro de angustias crónicas y fracasos, generado por las emociones
que ancló antes de nacer en el momento en que su abuela ma-
terna falleció.

251
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

En estado consciente, él desconocía la cronología de dicho


duelo y al revivirlas en unas pocas sesiones terapéuticas, se sien-
te liberado.
Este hombre de treinta años, alto y deportista, ocupa un car-
go importante en la dirección de una empresa multinacional. Sin
embargo, Laurent es presa de un pesimismo permanente y de
una dificultad omnipresente para tomar decisiones, relacionados
con un miedo a enfrentarse a la realidad.
Cuando Laurent se remonta simbólicamente a su concep-
ción, describe lo siguiente:
“... El espermatozoide de mi padre es un cubo gris... el óvulo, una
esfera naranja... se encuentran sobre un fondo soleado... mi primera cé-
lula es de color tierra... tiene una forma intensa... voy creciendo en ar-
monía... hasta que de repente se rompe en un instante...”

¿Cuál es la causa?
“... Siento una especie de conmoción física... pero está unida a una
emoción... como si, en ese momento, se hubiera interrumpido la fabri-
cación celular... todo se paraliza... ¿cuánto va a durar esto?... De mo-
mento... no veo el desenlace...”

¿Quieres volver a recordar el momento de perturbación? ¿De


dónde procede?
“... Me siento nervioso... se produce una injusticia... me veo mi-
rando un muro... entre el muro y yo hay un agujero... a un metro... me
detengo delante... no puedo avanzar más a no ser que lo rodee...”

¿De qué se trata?


“... Hay una noticia... que lo paraliza todo... es un duelo... estoy
asustado... siento tensión en todo el cuerpo... este muro crea una an-

252
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

gustia permanente... me acerco para rodearlo... Para el adulto perma-


nece ahí... suavizado... pero en otro plano... lo estoy pisando...”
¿Qué representa este muro?
“... La angustia de mi madre... me contamina como si fuera un vi-
rus... y después el sentimiento de injusticia... es el mismo que el que me
acompaña desde hace años... que incluso busqué... para luchar... para
reforzar mis creencias... y para existir...”

¿Sabes de qué duelo se trata?


“... Sí, el de la madre de mamá... estaban muy unidas... ella vene-
raba a su madre... por lo demás su comportamiento es todavía triste...
hoy también se ha quedado así... ¡todavía no ha conseguido despedirse
de ella...!”

¿Cuánto tiempo tenías cuando ocurrió este fallecimiento?


“... Ya soy bastante grande en su vientre... seis o siete meses... Me
falta esa energía que ella proyecta sobre su propia madre...”

¿Qué es lo que necesitas en esta situación?


“... Dejar de estar resentido con mi madre... eso es lo que hago... en-
tenderla... ¡ella no sabía lo que yo estaba viviendo...!”
Al centrarnos de nuevo en este período en las siguientes se-
siones terapéuticas, los símbolos pasan a ser percepciones e imá-
genes concretas.
“... Cuando mi madre se da cuenta de que está embarazada... sien-
to una sensación de calor... de tranquilidad... ella desea que yo esté
aquí... y después me invade la tristeza brutalmente... la suya... a mi al-
rededor sus tejidos están tensos...”
Entonces, tras un ataque de tos, Laurent dice entre sollozos:
“... No tenía que haber venido... no es un buen momento... ¡tenía
que haber llegado más tarde... o antes!... ya no merece la pena que

253
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

nazca... ya no está el deseo... no es el momento oportuno... tengo miedo


de que no me reconozcan...”

¿Qué captas en tu padre, en el entorno?


“... No adopta ninguna postura... está tácitamente de acuerdo con
mi madre... los demás dicen que es una pena... que no voy a conocer a
mi abuela... Esta pena me molesta... siento como una amargura... nadie
piensa verdaderamente en mí ni en mis necesidades... todo se orienta
hacia esa mujer muerta... mientras que yo sí que estoy aquí... yo sí que
existo... ¡me siento indignado...!”
Le ayudo a ver que su madre desconocía su sufrimiento y
cuando por fin comprende que no tenía malas intenciones res-
pecto a él, Laurent acepta “renacer” para transformar las creen-
cias que le acompañaban en el pasado:
“...La vida no está llena de felicidad... ¡no es un placer!...” se con-
vierte en “Dejo que algo parecido a un velo de tristeza se aleje de mí...
durante mi nacimiento... ahora sé que la intensidad de este duelo será
pasajera... digo que sí a la vida... sé que me traerá felicidad... y dispon-
go de los medios para superar los malos momentos.”

Asimismo, Laurent revive, con una nueva perspectiva, su pa-


so por la incubadora. Este hecho había reactivado el alejamiento
de su madre y, además, le reconfirmaba su creencia prenatal de
abandono.
Laurent adopta una nueva visión y la integra en los momen-
tos principales que acontecen con posterioridad, pasando revis-
ta a la película panorámica de su vida para luego proyectarse en
un futuro sereno y activo, al que se dedica ahora con plena con-
fianza.

254
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

El bebé concebido para sustituir a otro niño fallecido


En ocasiones, los padres piden al bebé que sustituya a otro
niño fallecido antes del nacimiento de aquel o durante su pri-
mera infancia. Esto deseo constituye una carga enorme para el
embrión, como ya habéis observado en el caso de D... El niño
capta estos mensajes a través de los pensamientos de sus padres
y de sus esperanzas a que se parezca al anterior, que por otra
parte suelen ser irrealistas ya que éste no tuvo tiempo de crecer.
Asimismo, pueden elegir para el bebé el mismo nombre que
el del difunto o uno de ellos si es compuesto. A veces, el manda-
to es aún más directo: Renato/a (¡renace!), que representa una
obligación sin concesión alguna. Otras veces, se manifiesta sin
que se den cuenta en el nombre Angustias el miedo a que la
muerte se presente de nuevo.
En ciertos casos, los padres añaden una problemática suple-
mentaria a este cuadro ya sombrío cuando hacen sentir al hijo
que, de todos modos, nunca será tan bueno como el primero ya
que su muerte le otorga un lugar privilegiado en sus corazones
que nadie podrá reemplazar.
Entonces estos niños sólo tienen una salida: ¡Deben seguir el
mismo camino para que les quieran!

Los padres pueden encontrar pretextos negativos para no dar


al niño el nombre del difunto que en principio habían elegido.
Además de la nefasta huella del deseo de reencontrar el vínculo
anterior, se suma la de no ser digno de llevar el mismo nombre.
Así, los padres de Elisabeth intensificaron el sufrimiento de la
niña en su nacimiento cuando le negaron el nombre de Isabelle,
cuyo significado, belleza, parecía no merecer por culpa de su icte-
ricia.

255
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Tras este golpe inicial, es probable que los padres, sin saber-
lo, protegieran al bebé de un desenlace dramático como el de su
hermana; no obstante, esto generó otra causa de desvalorización.
Cuántas Catalinas, Carolinas, Anas y otras niñas con nom-
bres asociados a la belleza en la mente de los padres de las ge-
neraciones anteriores, fueron despojadas de estos nombres, de
las ilusiones previstas para ellas, y tuvieron que cargar con otros
como María o Remedios al llegar al mundo. Todo ello con el pre-
texto de que estos nombres más comunes serán más fáciles de
llevar por haber nacido con el cabello demasiado negro, dema-
siado espeso o fino... En resumen, por haber cometido el error de
no ser bebés lindos para sus padres.
En el momento en que la muerte deja sus huellas emociona-
les, éstas se manifiestan bajo la forma de arrepentimientos, re-
mordimientos, sentimientos de culpa... y, sobre todo, la tristeza y
las lágrimas cristalizadas en el corazón, en el cuerpo y en todas
las células maternas. Los futuros bebés adoptarán estas huellas
para sí mismos a menos que sean liberados de ellas.
Si el bebé pertenece al sexo opuesto del niño fallecido, como
ya vimos antes, puede ingenuamente tomar la decisión de vivir
en su lugar y de asumir el papel de aquel o aquella que sus pa-
dres le piden que sea. Ya conocéis la historia de “La princesa que
no creía en la felicidad...”.

El bebé tras la muerte de su gemelo

Aunque acontezca raramente en los embarazos de gemelos, la


defunción de uno de los embriones al comienzo de la gestación
deja la huella de una inmensa angustia en el que se queda. La tris-

256
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

teza y el temor asociados a la partida, al vacío y al miedo a la


muerte, se tiñen del sentimiento de culpa por haber sobrevivido.
Esta fusión inicial se interrumpe, lo que trastorna la imagen
del cuerpo y hace que el bebé se sienta profundamente incom-
pleto y con una carencia permanente. Esta ruptura se interpreta
como algo irreversible y, a menudo, los vínculos posteriores que-
dan impregnados de nostalgia y, en ocasiones, de insatisfacción.
No obstante, estas sensaciones se pueden percibir como un ries-
go de separación cuando tienen lugar nuevos acontecimientos,
lo que puede provocar un miedo irracional de abandono, a ve-
ces, suscitado de manera inconsciente.
Este mecanismo reproduce el del nacimiento, donde el feto
se encuentra obligado a llegar solo al mundo con su pesado se-
creto, el cual rechazará enseguida para evitar enfrentarse à a es-
te horrible recuerdo y a esas emociones.
Hay que vencer muchas resistencias y anclar profundamen-
te las motivaciones para que las puertas de la memoria se abran.
Cuando esto se consigue en terapia, se obtiene un completo re-
nacimiento.
Cuando no se tiene conocimiento de esta circunstancia al
principio, a menudo se descubre en la terapia y la madre confir-
mará más tarde los síntomas significativos. En ocasiones no se
encuentra ningún síntoma, pero la resolución del problema por
el que se dirige a la consulta confirma el origen del desorden, co-
mo en el caso siguiente. Paul sufría habitualmente ataques de
pánico asociados a brotes de fatiga intensa. Éstos desaparecieron
inmediatamente después de concederle un sentido a su vida em-
brionaria, y al poner fin al duelo por su gemelo para liberarse de
las huellas emocionales.

257
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

En otros casos, la madre sabe que está embarazada de geme-


los, bien porque da a luz a un embrión fosilizado en el parto, co-
mo en el caso de Jeanne, o bien por hemorragias al comienzo del
embarazo, como en el caso de Marianne, que pueden llevar a
pensar que se trata de un aborto.

Jeanne

Jeanne, asistenta social de cuarenta y ocho años, vino a mi


consulta para liberarse de las angustias intensas y crónicas que
perturban su vida desde siempre. En cuanto le pregunto a cerca
de su gestación, Jeanne da con el aspecto fundamental de su pro-
blemática:
“... Conmigo había un gemelo, nació fosilizado, era un niño...”
Los esquemas habituales de este contexto de gemelos apare-
cen con algunas frases:
“... Siempre he tenido la sensación de que me falta una mitad... que
yo tomo el lugar de otra persona... que molesto... o que fastidio al
otro...”

La primera sesión en la vida intrauterina le lleva a la separa-


ción inicial:
“... Siento que mi madre está muy contenta de estar embarazada...
yo ya siento un gran vacío en el corazón... hay una masa negra a mi la-
do... como una oreja...”

¿Puedes detectar de qué se trata?


“... Me duele a la altura del ombligo... me ahogo... ya no tengo aire...
tengo náuseas...”
Y añade con la voz entrecortada por la tristeza: “¡Es un feto!”

258
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

Ante tal emoción, le propongo que retroceda hasta el co-


mienzo de esta relación:
“... Antes sentía alegría... jugábamos... había una comunicación
con el otro... nuestros cuerpos estaban atados... fusionados y esto me
proporcionaba mucha energía y calor...”
Le propongo que individualice los dos cuerpos de manera
que simbolice la disociación de las dos encarnaciones. De forma
espontánea, Jeanne hace aparecer dos canales de luz que repre-
sentan a las dos almas y empieza a aceptar que se trata de seres
distintos. En otra de las sesiones terapéuticas, ya se siente capaz
de volver a recordar la tristeza causada por la separación.
“... Tengo la garganta oprimida... no puedo hablar... mis lágrimas
no pueden salir... Tengo mucho miedo... me siento mal en este espacio
tan reducido donde todo está negro... me ahogo...”

Y sigue así:
“... Me siento impotente... sola... no me habla nadie... no sé lo que
hago aquí... no quiero salir yo sola...”

Le animo a que exprese sus emociones y continúa diciendo:


“... Golpeo el vientre para salir... ¡esto es una cárcel!...”

¿Qué necesitas en este momento?


“... ¡Que me expliquen por qué estoy aquí!... No entiendo nada...”
dice con voz entrecortada por el nudo en la garganta que le mo-
lesta al respirar.

Cuando Jeanne descubre en este contexto su voluntad em-


brionaria evidente de morir, le propongo que se apoye en su
Adulto o en su sensatez interior.

259
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

“... A mi lado hay una guía luminosa... me dice que confíe en mí


misma... que tengo en mí todas las llaves para convertirme en una per-
sona... me dice que lo puedo hacer todo por mí misma...”
Esta toma de conciencia le aporta un calor intenso en el ple-
xo. Mientras tanto, le pregunto si está preparada para aceptar
que la vida del otro bebé se ha detenido y que ella tiene que con-
tinuar con la suya.
“... Sí... ahora puedo hacerlo... sé que poseo mi individualidad... es-
toy tranquila.”

Tras varias sesiones, la sonrisa vuelve a aparecer en sus la-


bios y su rostro irradia una nueva energía.

Jeanne ha encontrado la paz interior y la autonomía.

Marianne

Esta joven guapa de veinticinco años, de profesión actriz de


comedia, vino a mi consulta para aprender a controlar los ner-
vios en el escenario pero, sobre todo, para perfeccionar la inter-
pretación del personaje que iba a encarnar, mediante el análisis
de su guión psicológico. Este entrenamiento especializado ha si-
do utilizado con frecuencia por actores americanos. Con mucho
gusto, acepto su petición ya que me apasiona tanto el teatro co-
mo el cine.
Con entusiasmo me comprometo a acompañarla por este ca-
mino... que le llevará a un dominio completo de su actuación.
Durante la entrevista, me llaman la atención las largas fases
de tristeza que aparecen en su vida, en la que Marianne tiene la
impresión inexplicable de carecer continuamente de algo y, por
otra parte, de sentir que no puede hacer las cosas por sí misma.

260
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

Entonces, me viene a la mente la idea de que hubiera un posible


gemelo, muerto in utero.
Precisamente Marianne me confirma que su madre le ha ha-
blado recientemente de dicho suceso, el cual había mantenido en
secreto hasta entonces.
Ante su asombro, le confieso que es muy habitual, aunque
parezca incomprensible, que los padres proporcionen en un mo-
mento decisivo una información que permite que su hijo o hija
se libere de un problema que le está limitando. Se trata de lazos
invisibles que comunican de forma mágica nuestros inconscien-
tes para que al final las puertas se abran.
“... Veo un feto luminoso... semejante a una oreja... se ha ido... me
siento sola... yo me he quedado porque el otro ha muerto... tengo miedo
de haber tomado su sitio...”
Entonces le propongo que dialogue con el bebé que ha mate-
rializado simbólicamente en sus imágenes.
“... Dice que no es el momento oportuno para él... que no va a que-
darse... ha seguido su camino... diferente al mío... él está bien...”
A continuación, el adulto toma la palabra:
“... Estoy preparada para dejar atrás esa presencia que me ha acom-
pañado a diario desde siempre... como si fuera un guardaespaldas invi-
sible... que me hacía sentir en seguridad e inquieta al mismo tiempo...”
Marianne se imagina un haz luz que ilumina el interior de sí
misma y contacta de nuevo con una energía poderosa.
“... Estoy contenta de entender lo que ocurrió... ahora ya puedo na-
cer... tengo el derecho de hacerlo... estoy entera... en mi caparazón.”
Al término de la terapia, veo frente a mí una nueva mujer por
fin libre. A partir de ahora, Marianne podrá exteriorizar su ener-
gía vital en el día a día así como a la luz de los focos.

261
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El bebé concebido tras interrupciones del embarazo

Si uno o más embriones o fetos anteriores no llegaron a per-


sonificarse en el mundo exterior, puede deberse a un problema
físico o a la consecuencia de un clima emocional doloroso que
genera la decisión de morir. El aborto espontáneo que le acom-
paña deja huellas inscritas en el seno del útero de su madre que
permanecerán allí hasta que ella las libere.

¿Te sorprende? ¿Crees que todo esto es imposible? Todo lo


contrario, estas muertes intrauterinas pueden tener un efecto ne-
gativo en los bebés venideros.
Entonces, ¿qué sienten los embriones que llegan después?
Para empezar, sienten miedo y tristeza cuando captan a su alre-
dedor las energías y las emociones de la muerte que se hallan
presentes in utero. Acto seguido llega el sentimiento de culpabi-
lidad, por estar ahí, bien sujeto, bien vivo, mientras que el otro u
otros han desaparecido. Y piensan: “¿Por qué él (o ella)... y no
yo? ¡No tengo derecho a vivir!”.

Existe al mismo tiempo, y es muy duro de soportar, la creen-


cia de que si el otro hubiera vivido, puede que ellos no habrían
sido concebidos. Así, su existencia se encuentra subordinada a la
no-vida del bebé anterior.
Sean las interrupciones del embarazo espontáneas, terapéu-
ticas o voluntarias, los embriones venideros pueden recibir tam-
bién la influencia de los remordimientos maternales, tanto cons-
cientes como inconscientes. Esta influencia puede ser tan intole-
rable que, en casos extremos, lleva a algunos a la muerte o a la
malformación ya que la obsesión de la madre es tan omnipre-

262
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

sente que ésta tendrá que sufrir el castigo, en el niño siguiente,


como una sanción de la justicia divina como pago por sus actos.
En la mayoría de los casos, debido a que es muy frecuente
que el embrión tienda a culpabilizarse por estar ahí, éste necesi-
ta todo vuestro apoyo para evitar que establezca creencias que
bloqueen su vida futura.
¿Cómo puede el embrión desarrollarse en armonía cuando
tiene la impresión de que un fantasma o varios hacen sombra en
el vientre materno y le impiden vivir? Los casos que siguen lo
demuestran.

* * *
Josiane

Esta mujer de treinta años, casada y con dos hijos, especialis-


ta en informática, me visita tras varios años de psicoanálisis por
un sentimiento persistente de encerramiento asociado a un mie-
do omnipresente. Una de las manifestaciones de dicho miedo
consiste en una claustrofobia que perturba su vida cotidiana y
que está causada por el miedo al vacío.
Por otro lado, Josiane comenta una creencia que le limita y
que le hace pensar que no tiene derecho a vivir.

Josiane cita que tuvo un nacimiento difícil en el que su vida


corrió peligro, por lo que me parece indicado explorar la memo-
ria de su gestación.
“... Siento mucha tensión... como si yo fuera una esponja en el inte-
rior del vientre de mi madre... percibo toda su tristeza... siento el miedo
en el cuerpo... me encojo...”

263
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Poco a poco te diriges al momento en el que tu madre se da


cuenta de que está embarazada. ¿Qué es lo que percibes?
“... Soy una carga añadida... no es el momento adecuado... mi pa-
dre... no me rechaza... pero está preocupado por las condiciones mate-
riales... no quiero crecer... tengo la impresión de que un peligro vital me
amenaza... si sigo creciendo...”
Gracias al diálogo que proseguimos, Josiane se da a sí misma
el derecho de estar ahí, pues comprende que su madre tiene un
miedo inconsciente de reproducir en ella los sufrimientos de su
infancia. Josiane decide que va a crecer.
En terapias posteriores, Josiane capta otras angustias mater-
nas cuyas causas descubrirá en breve.
“... Tengo la impresión de ser un guisante que se agarra a la cásca-
ra... me encojo para escapar de una corriente que puede arrastrarme...
veo una especie de masa negra extensa a mi alrededor... el líquido es
opaco... muy oscuro... me encuentro invadida por una angustia de muer-
te... veo sombras... son otros embriones... vivieron aquí antes que yo...
¡están muertos!... Hay tres... dos niñas y un niño...” balbuce entre
sollozos.
Le ayudo a que profundice en esa emoción para que exprese
todo lo que piensa en ese momento.
“... Tengo la impresión de tomar su lugar... me siento culpable de
estar ahí... mientras que ellos están muertos... su presencia me impide
vivir... sobre todo la niña... capto su muerte... es como si todavía estu-
viera ahí... intenta aferrarse a mí... tengo miedo... me siento culpable
por quedarme.”
De manera espontánea, Josiane toma conciencia del origen y
de la causa de sus formas de pensar en la vida diaria y com-

264
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

prende que suelen conducirla a no luchar, para dejar el sitio a los


otros, pues cree que tiene menos derecho que ellos.
Le guío para ayudarle a encontrar la paz en el interior de sí
misma. Gradualmente acepta que estos seres, cuyas huellas aca-
ba de captar, sigan su destino y se da a sí misma el derecho de
tomar “su” lugar, diferente al de ellos. Josiane se aferra con fuer-
za a sus nuevas certidumbres.
Ante tal descubrimiento y gracias a la transformación ener-
gética que le procura, Josiane decide consultar a su madre. Tras
ciertas reticencias, su madre afirma que sufrió tres abortos, su-
mida en el desamparo pues no tenía a quién recurrir.
Después de haber dado con esta verdad tan profunda y ocul-
ta durante tanto tiempo, el hecho de liberarse de ella le facilita el
acceso a sus recursos. La claustrofobia y el miedo al vacío desa-
parecen. Josiane renace a la vida.

Jeannine

Esta joven médico de veintinueve años viene a la consulta


para realizar una terapia de la vida intrauterina, aconsejada por
una amiga con la que comparte el mismo problema. Tras consta-
tar en algunas sesiones la nueva dinámica de su amiga, Jeannine
quisiera poder expresar las potencialidades que siente presentes
en sí misma, pero que están obstaculizadas.
“... Es como si no tuviera derecho a triunfar frente a los que están
desfavorecidos... como si me sintiera culpable de una manera inexplica-
ble... por ser feliz... o por tener éxito material...”
Por otro lado, numerosos signos demuestran una feminidad
rechazada que se confirma con las primeras reglas tardías a los

265
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

quince años y un síndrome premenstrual depresivo que resulta-


ba en ciclos menstruales dolorosos y migrañas intensas que in-
comodaban su vida cotidiana.
Teniendo en cuenta que Jeannine realizó con anterioridad
una larga psicoterapia por una esterilidad sin causa orgánica re-
velada, me comunica que quiere dirigirse rápidamente al terre-
no inexplorado que es, precisamente, su gestación.
Jeannine no encuentra ningún elemento de no-deseo o de
preferencia de sexo, a lo sumo una inquietud latente de su ma-
dre cuyas razones entenderá rápidamente.
A medida que continúa, llega bruscamente a una emoción:
“... Hace frío... es como si estuviera dentro de un cubito de hielo...
alrededor reina la oscuridad... todo está negro... un punto gris me ame-
naza... tiene la forma de un feto transparente... tengo ganas de calen-
tarlo... pero no llego...”

¿Quién es el bebé? ¿Eres tú?


“... ¡Tengo la impresión de que soy yo!... Tengo ganas de chillar...
me duele... tengo hambre...”
En ese instante, Jeannine siente una emoción aguda en su
vientre, responsable de un malestar intenso.
Le sugiero que visualice una luz para captar su calor y que la
utilice para percibir mejor lo que ocurre.
“... A mi alrededor... la atmósfera está muy fría... helada... el calor
interior me ayuda a soportar el frío...”
¿Cuál es la causa?
“... La oscuridad... la soledad... la tristeza de un abandono... alguien
que... me daba seguridad... se ha marchado...”
¿En qué momento estuvo ahí?

266
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

“... ¡Antes de que yo llegara!... su presencia es positiva... pero al


mismo tiempo tengo la impresión de que se sacrificó para que yo lle-
gara...”
¿Por qué razón?
“... Es como si me hubiera dejado su lugar... para que yo... pueda vi-
vir... de modo que yo decido vivir para él... en su lugar... la vida que él
no vivió...”
Al proponerle que observe de nuevo dicha situación con la
mirada del Adulto, Jeannine devuelve al otro su camino y su se-
xo, y ella prosigue:
“... Hay algo más... ahora siento que me necesita...”

¿Qué espera?
“... Que le libere... que le ayude a marcharse... eso me parece difí-
cil... pues él es para mí una fuente de amor... que me alimenta... me ha
ayudado... ahora me toca a mí... dejo que se vaya... a donde tenga que
ir... acepto que se vaya por su bien... y yo... yo soy autónoma... los dos
somos libres.”

La prueba de la huella de un aborto anterior no se confirma


de inmediato ya que Jeannine nunca tuvo conocimiento de ello.
Esto ocurrirá poco tiempo después, cuando su madre le confía de
manera espontánea que dos años antes de que ella naciera, había
perdido un bebé al comienzo del embarazo. Se da cuenta que es-
ta situación emocional muy precoz es la causa fundamental de su
sentimiento de culpa y de su dificultad para tener éxito.

En una carta reciente me cuenta hasta qué punto ha cambia-


do en la actualidad, tanto en su apariencia física, muy femenina,
como en su vida profesional y afectiva.

267
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Para vosotros que vais a ser padres


Los duelos del embarazo

Puede ser que necesitéis un acompañamiento durante el due-


lo ya que un fallecimiento puede activar de manera consciente,
pero sobre todo inconscientemente, todos los del pasado, ya sean
conocidos o se remonten a vuestro nacimiento. En ese momento
podréis empezar a reestablecer el nexo esencial con vuestro bebé.
Determinadas palabras serán suficientes in utero para re-
construir el circuito de amor y energía.
“Estoy aquí... te quiero... aunque pase menos tiempo contigo
debido a la tristeza que siento por separarme de... ese ser que yo
quería”
El feto puede entender bien lo que viven los adultos durante
esa separación, ya que muchos describen emociones parecidas
en el momento de su encarnación. Abandonan un espacio de luz
absoluta y de amor que puede crearles tristeza.

Otros dicen que reconocen el recuerdo de algún duelo o de


su propia muerte, así como el dolor de sus allegados. Puede que
se trate de vidas anteriores o del inconsciente colectivo...
Quienes entiendan estas palabras y estén listos para recibir-
las comprenderán mejor que pueden hablar con los bebés como
si fueran adultos. En realidad, puede que estos pequeños seres
ya sean ancianos en el más allá, independientemente de su edad
terrestre.
Probablemente esta sea la razón por la que adquieren tan
pronto la capacidad de pensar, sentir, decidir... pero sin poder
nunca acceder al pensamiento lógico. Este es el juego de la vida
y los bebés aceptan participar.

268
NACER DESPUÉS DE LA MUERTE

El fallecimiento de niños y bebés

Si en el pasado se produjo el fallecimiento de un bebé con-


cebido en un embarazo anterior, podéis dejaros acompañar por
un especialista si lo consideráis necesario, pero sobre todo no
concibáis otro bebé para reemplazarle. Primero debéis realizar el
duelo y aceptar la partida, antes de concebir otro niño.
Si devolvéis a este pasado lo que pertenece y lo colocáis allí
donde debe estar, podréis otorgarle al futuro bebé el derecho de
ser él mismo y ayudarle en ese camino. Así podrá llevar su nom-
bre, el suyo propio.
Después de una interrupción del embarazo, puedes seguir
una terapia rápida o autoanalizarte a ti misma para evacuar las
emociones que no hayas expresado y que se han quedado ancla-
das en ese momento. Si es posible, deberías hacerlo antes de que-
darte embarazada de nuevo.
Ten presente que una vez ahí, en tu vientre, el bebé no tiene
que pagar por nada y tú tampoco. Deja que el amor fluya sin
condiciones tanto para ti como para él.
Ahora que ya conoces las reacciones que puede tener, anticí-
palas y háblale...
Juntos construiréis una relación libre y nueva para vuestro
presente y vuestro futuro.

269
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

“Nosotros los bebés estamos aquí con el objetivo de ser nosotros


mismos, pero sólo lo conseguiremos si nuestros padres se liberan de las
huellas emocionales del pasado de esta familia que vive siempre dentro
ellos.
Puede ser el regalo de nacimiento más maravilloso o la carga más
pesada, la libertad o la prisión. En el segundo caso, ¿cuánto tiempo ne-
cesitaremos para comprender que nuestra vida podría ser diferente a lo
que es?
¿Qué edad tendremos que alcanzar para ser conscientes de que la
felicidad es nuestro derecho y el de los demás?
Debéis evitarnos esos senderos tortuosos y empinados, creceremos
mejor y más rápido al constatar frente a nosotros un camino despejado
por el que podremos llegar muy lejos. Sois vosotros quienes nos lo tra-
záis desde que estamos en el vientre materno. Necesitamos estar en se-
guridad, sentirnos protegidos, saber que somos capaces y que poseemos
todo lo necesario para conseguir nuestros objetivos en la vida, y saber
que vuestro amor hacia nosotros es incondicional.

271
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Todo esto lo esperamos de vosotros a través de los mensajes que


nos enviáis y de vuestros modelos, aquellos que nosotros necesitamos,
libres de las cadenas genealógicas que se habían formado, que además
os permitirán transformar vuestra propia vida al tiempo que nos ayu-
dáis a nosotros.”

La herencia celular

Individualizo aquí de manera totalmente arbitraria un capí-


tulo específico sobre la Psicogenealogía porque, como ya habréis
podido constatar, se encuentra por todas partes.

Os estaréis preguntando de qué manera capta el embrión to-


do esto.
Primero a través de las vibraciones de su primera célula que
contiene la totalidad de la información transmitida por el óvulo
y el espermatozoide de sus padres...
De esta forma le transfieren no sólo los cromosomas que
definen el color de la piel, de los ojos, del pelo, la talla y las
grandes características morfológicas que le caracterizan, sino
también las huellas de todo lo que son tanto el uno como el
otro.
Se inscriben en el embrión los pensamientos, las emociones y
los comportamientos que tuvieron lugar en el momento en que
fue concebido y en los instantes que lo preceden inmediatamen-
te, así como durante toda su vida desde el instante mismo de su
concepción.
En sus primeras células, los padres también les transfieren su
historia, que ya contiene las de sus generaciones anteriores.

272
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

Su primera célula, que contiene la cadena genealógica desde


hace décadas, se va a multiplicar de manera idéntica, por lo que
la herencia quedará inscrita en todos los tejidos y órganos.
Algunas familias tienen miembros cuya carga es muy pesa-
da debido a sus vidas, a sus enfermedades, a sus muertes, a sus
creencias en el momento histórico que vivieron o quizá a sus se-
cretos.
En el corazón de las células parentales y por lo tanto en to-
das aquellas que constituyen su ser completo, se encuentran
todos los guiones de vida de los miembros de esta familia, éxi-
to o fracaso, amor o soledad, alegría o pena, seguridad o mie-
do, confianza o desvalorización, salud o enfermedad, longevi-
dad o duración de vida limitada...

Los embriones se arriesgan a tomar una parte de ella.

“Muñecas rusas” genealógicas en el útero materno

El clima en el que vive la madre ejercerá una influencia mayor


que el entorno del padre ya que más allá del óvulo que participa
en la primera célula, también impregna todo su ser a partir de
ese instante y a lo largo de todo el embarazo así como el útero en
el que el bebé se instala.
Por lo tanto, se encuentra en todo momento en contacto di-
recto con su inconsciente, hasta con lo más profundo de sus cé-
lulas. El útero es a la vez símbolo femenino y materno, y man-
tiene también el recuerdo del embrión que ella misma fue al
principio de su vida, en el vientre de su propia madre.
Un embrión in utero, en el útero de su madre, se encuentra
unido a las huellas inconscientes sucesivas que, como si fueran

273
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

muñecas rusas, guardan las inscripciones de las generaciones de


mujeres y madres que le precedieron.
Este órgano contiene una memoria doble, la “versión” de las
madres de cómo vivieron sus embarazos y la “versión” de los
embriones que ellas fueron durante sus propias gestaciones.
Guarda inscrito con tinta invisible los pensamientos, emociones,
sensaciones, decisiones y acciones respectivas de cada una de las
dos situaciones.
Es precisamente todo este contenido arcaico el que puede
reactivarse a lo largo de un embarazo cuando se viven los mis-
mos acontecimientos durante los meses simbióticos de la gesta-
ción.
Por medio de este mecanismo el feto in utero entra en con-
tacto con los embriones que fueron su madre, su abuela, su bisa-
buela... A través de estas huellas, el feto mantiene intacto todo
aquello que cada una de las madres vivió en su generación, su
“novela” familiar, genealógica y también colectiva. Guarda sus
historias, sus creencias, la experiencia de sus sexualidades, de
sus maternidades, de sus partos, de sus relaciones con los hom-
bres, sus compañeros, sus hijos y todo su entorno.
Todo esta gente está presente y activa en el volumen de la ca-
vidad uterina, desde la superficie de las paredes hasta los confi-
nes de las células que constituyen este órgano, así como en todo
el cuerpo materno. Así, una madre puede llevar en su vientre la
huella de la abuela materna que murió durante un parto a la
misma edad que ella, la huella de una tía que se hizo monja a los
veinte años tras una decepción amorosa o la de una mujer “lige-
ra” rechazada por su entorno familiar...

274
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

En el primer caso, imagínate que esta madre está embarazada


de un bebé niño. ¿Qué creencias asimilará el pequeño sobre la fe-
minidad, la sexualidad y el parto? En el futuro el niño podría pa-
decer esterilidad o impotencia basadas en el miedo de que su es-
perma es peligroso porque podría matar a la mujer que da a luz.
Si se tratara de una niña, os podéis hacer una idea de la he-
rencia que le sería transmitida con respecto a sus maternidades
futuras.

La historia de Roselyne lo describe mejor que un largo dis-


curso.

Roselyne

Roselyne, asistenta social de treinta y siete años, sigue sin-


tiendo una tristeza y una angustia profunda que ella asocia a la
separación de sus padres cuando tenía cinco años, a pesar de ha-
ber realizado una psicoterapia analítica durante varios años.
Tras haber presentado dificultades al final de su primer em-
barazo y malestar durante el parto, empezó a cuestionarse su
propia gestación y las huellas que pudo reactivar.
No tiene ningún recuerdo consciente anterior al divorcio de
sus padres y se inquieta por la exploración que ha decidido lle-
var a cabo. Le tranquilizo diciéndole que el método que va a
abordar le permitirá alumbrar todas las zonas oscuras de su me-
moria.
Su caso es frecuente y sé por experiencia que el nivel de con-
ciencia generado por la relajación y la música permite a la ma-
yoría de los pacientes descubrir campos sin explorar.
Eso es precisamente lo que consigue Roselyne:

275
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

“... Me siento como un embrión minúsculo... a mi alrededor, la os-


curidad es total... algo me oprime el pecho... como un ladrillo pesado...”
Si quieres, puedes cogerlo con la mano, sacarlo y dialogar con
él para ver qué es lo que contiene:
“... Es el miedo de mi madre... acaba de saber que está encinta...”

¿Cuál es el origen del miedo?


“... Me da la impresión de que tiene miedo de la muerte...”

Desde el punto de vista de tu embrión, imagínate la niña que


fue tu madre con relación a sus hermanos y hermanas y, detrás
de ella, sus padres, su genealogía... ¿Identificas alguna raíz que
explique ese miedo?
“... ¡Claro!... su abuela... Marie... murió durante el parto... la niña
que nació... era su madre... también se llamaba Marie... Tuvo cinco hi-
jos... incluida mi madre que además... su segundo nombre es Marie...”
¿Cuántas generaciones están unidas por esta angustia?
“... Estoy descubriendo que... se repite... desde hace cuatro genera-
ciones de mujeres... tengo que dejarla atrás para liberar a mi hija... Mi
abuela debió de sentirse perseguida por este miedo y quizá por la cul-
pabilidad... unida a la creencia de haber matado a su madre... en el na-
cimiento... siempre oí decir que quería entrar en un convento... puede
que fuera para no tener hijos... y no arriesgarse a morir... o tal vez pa-
ra castigarse...”

¿Tienes alguna información sobre la muerte de tu bisabuela?


“... No... lo único que oí decir... fue que tuvieron que elegir entre la
madre o el bebé...
... ¡Dios mío!... Esta abuela perdió tres de sus hijos... uno de ellos
en el nacimiento...”

276
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

¿Cómo se desarrolló el parto de tu madre y tu llegada al


mundo?
“... Apocalíptico... según su descripción... me tuvo tarde... a los
treinta y cinco años... ahora comprendo todo lo que pudo reactivarse en
ella... inconscientemente... así como... dentro de mí en el nacimiento de
mi hija...”

Roselyne devuelve a las generaciones femeninas precedentes


sus creencias y sus miedos, y a su bisabuela su muerte durante
el parto en el siglo pasado. Explica esta defunción por el nivel de
conocimiento y de cuidados limitados de aquella época, que se
repite en el período entre las dos guerras mundiales en el que
murieron los tres niños. Se reencuadra en la actualidad, al final
del siglo XX, teniendo en cuenta el alto nivel de tecnología y de
prevención que rodea a la maternidad.
Esta primera etapa ya conlleva una transformación notable
en Roselyne, observada también por su entorno. Ella misma es
consciente y se siente liberada de las cargas inconscientes que
constituían para ella esos fallecimientos.
Prosigue la exploración de su vida intrauterina y descubre a
su alrededor una oscuridad diferente a la observada en las pri-
meras terapias.
“... La habitación es oscura... el dormitorio en el que mi madre pa-
sa tanto tiempo es muy oscuro... sólo capto algún rayo de luz que se fil-
tra a través de la persiana... la vida está fuera... y no dentro...”

¿Tu madre está triste o deprimida?


“... Sí... me da la impresión de que el problema viene de lejos... la
muerte parece estar presente en toda la habitación... ya está... ¡ahora
comprendo!... Allí es donde su madre... Marie, estuvo enferma... donde

277
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

la cuidó durante mucho tiempo... por su cáncer... Allí es donde murió...


muy joven... Pero también están... todas las muertes que esta mujer
transportaba en ella... desde su nacimiento... su madre... fallecida en el
parto... los tres niños pequeños que ella misma perdió...”
Una vez más, devuelve a su madre lo que le pertenece y se
apoya en la luz exterior para transformar simbólicamente esta
habitación en positivo. Aparece entonces una cúpula, una mon-
taña luminosa.
“... Me encuentro en una burbuja de luz dorada... filtra lo positivo
y deja en el exterior todo lo que pertenece a mi madre... y no a mí.”

A partir de ahora, ya no viene a mi consulta vestida de negro


como de costumbre, sino de colores claros. Su renacimiento le ha
proporcionado tanto las ganas como el derecho de hacerlo.

En la siguiente historia de vida, encontraréis proyecciones


genealógicas diferentes y significativas en el marco de las con-
cepciones “demasiado tarde” en las que los padres se creían es-
tériles.

Geneviève

Con treinta y cuatro años, esta joven madre de cuatro hijos


viene a mi consulta por un estado depresivo. Vive con el miedo
de no “estar a la altura”, de ser juzgada por los demás y se sien-
te dominada por una culpabilidad y una desvalorización cons-
tantes que generaron un autocastigo bulímico por el que au-
mentó significativamente de peso. Por otra parte, también sufre
por la dificultad de su marido para expresar sus sentimientos
respecto a ella. A falta de cariño, teme no ser amada.

278
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

Tras algunas terapias conductuales, el encuentro y el diálogo


con su Niña interior para proporcionarle amor ya le hacen sentir
la transformación. Le propongo entonces comenzar la explora-
ción de su vida intrauterina.
“... Mi madre acaba de saber que está embarazada... no se lo quiere
creer... se calla durante mucho tiempo y esconde su estado porque no se
atreve a hablar...”

¿Por qué razón?


“... Pensaba que era estéril... después de tanto tiempo... le cuesta ha-
cerse a la idea de que ha conseguido quedarse embarazada tras tantos años
de espera... Ahora es demasiado tarde... ya se había dado por vencida...”

¿Cuántos años tiene?


“... Cuarenta años... siento que está angustiada... teme que el em-
barazo no llegue hasta el final... que sufra un aborto... que pierda el be-
bé... Tiene un trabajo pesado...”

¿Cómo reaccionas tú? ¿Cuál es tu reacción?


“... Me ahogo... me falta espacio... tengo ganas de salir... tengo mie-
do... Me transmite sus temores... tengo miedo de no salir adelante... de
no conseguirlo... de hacer mal las cosas... tengo miedo de que no me
quiera... Tengo que ser fuerte...”

Actualmente, Geneviève conoce la continuación de esta pelí-


cula, el embarazo, el parto, su infancia y su buen desarrollo. Así
que le propongo que utilice toda esta información, todavía desco-
nocida para el embrión, para mostrarle su futuro y tranquilizarle.
Una vez hecho esto y tras haber sentido un gran alivio, le
propongo, para devolverle a su madre todas sus emociones, que
busque otras causas en su historia pasada y en su genealogía...

279
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Descubre entonces dos generaciones de madres solteras obliga-


das a asumir solas sus embarazos, que intentaron esconder al
máximo, rechazadas y excluidas de la familia y de la sociedad.
Su madre, que captó este pesado fardo cuando estaba in utero,
reprodujo inconscientemente este miedo de “mostrar” su estado
a pesar de su legitimidad, tal y como anteriormente se había
impedido a sí misma durante doce años estar embarazada por el
temor inconsciente de ser juzgada por los demás.

De manera inversa, Geneviève, que durante su primer y se-


gundo embarazo engordó veinte kilos, mostró con ostentación
que estaba encinta desde los primeros días, por ella... y por sus
antepasados.
Por otra parte, cuando capta durante su embarazo el miedo
de su madre de perder el bebé por culpa de su trabajo duro, em-
pieza a sentir, inconscientemente y más allá de su deseo volun-
tario de adelgazar, un temor a “perder” peso. Deberá cambiar es-
te término en sus pensamientos y en sus palabras para referirse
a su adelgazamiento si no quiere que se reactive inconsciente-
mente el temor.
Identifica asimismo otra de las raíces de sus kilos de más al
descubrir la preferencia masculina de su madre y sus causas:
“... Sobre todo que no sea niña... un niño es siempre más fácil de
criar...”
Comprende entonces el mensaje implícito en esas palabras:
“un niño no corre el riesgo de quedarse embarazado”. Todo es-
tá relacionado con la creencia materna negativa sobre la condi-
ción femenina, justificada por su genealogía. Consideraba que
la vida de los hombres era más fácil y los calificaba de cobardes,

280
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

de irresponsables y de blandos por todas estas generaciones de


padres “desconocidos” y ausentes, que dejaron a las madres sol-
teras frente a un destino incierto del que fueron considerados
responsables.

Frente a estas percepciones, Geneviève decide antes de nacer


que debe ser fuerte y demostrarle a su madre que no hay nada
que temer.
“... Quiere un niño... Tendré que ser doblemente buena.”
Su cuerpo le hizo caso siguiendo su temor y su creencia de
no ser querida.

* * *
He querido individualizar y profundizar en dos tipos de
huellas genealógicas determinadas para ayudaros a tomar con-
ciencia de la frecuencia de su incidencia y para libraros a voso-
tros y a vuestros descendientes, en el caso de que las tengáis. Se
trata de los bebés de la guerra y de aquellos marcados por los
dogmas de la religión.

Los bebés y los dogmas religiosos

“Si sentís poco o nada de deseo, de placer o de alegría, ¿puede ser


que vuestros padres, abuelos... os hayan transmitido estos bloqueos por
medio de los mensajes de la religión judeocristiana? No los guardéis pa-
ra transmitírnoslos a nosotros, vuestros hijos. Liberaos de ellos para en-
contrar su verdadera esencia y expresar estas energías tan maravillosas,
que tanto necesitamos todos.
Dadnos más bien esos tesoros, esas fuerzas inconmensurables, que
son el deseo, el placer y la alegría.

281
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

De esta forma dispondremos de las armas más positivas cuando las


asociemos al amor.”

Los dogmas de la religión judeocristiana y su manipulación,


por parte de las personas de poder que los promulgaron desde
lo alto de la jerarquía, ocupan un lugar privilegiado en las vidas
de algunas mujeres y madres, así como de hombres, padres o fa-
milias.
¡Qué lejos estaban de la esencia de las palabras de Cristo!
¡Cómo fueron deformadas, transformadas e interpretadas
por siglos de oscurantismo y de sumisión de la mano de aque-
llos que las utilizaban como si fueran fantasmas del miedo y del
infierno! En realidad, constituyen un himno al amor, a la perfec-
ción del hombre, del universo y de su creador que los hizo a su
imagen y semejanza. ¡Cómo se olvidaron de esto!
Bajo el disfraz de los grados eclesiásticos, de los votos de cas-
tidad y de la posesión exclusiva de los conocimientos, según ellos
divinos, privaron a la mujer de su derecho al placer sexual y le au-
torizaron a tener relaciones sexuales únicamente con el fin de pro-
crear. Le obligaron a asumir pesadas culpabilidades y remordi-
mientos, que generaron en ella bloqueos, malvivir y frigidez.
También provocaron partos invadidos por el miedo y la ten-
sión bajo el “pretexto” de parir con dolor, cuando en realidad se
trataba de un alumbramiento interior por la transformación de
uno mismo.

La Virgen María

La interpretación de los dogmas impuso la imagen de la


Virgen María a generaciones sucesivas de mujeres y reforzaron,

282
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

de esta manera, la falsa idea de la impureza de la carne por la


unión corporal de dos seres.
A través del discurso y la iconografía religiosa, omnipresen-
te en la vida cotidiana de muchas familias, se han llevado a cabo
un sin fin de manipulaciones en nombre de Dios.
Muchas fueron las tentativas insidiosas y poderosas que pre-
tendían alejar a las niñas, a las adolescentes y a las mujeres adul-
tas de sus cuerpos, de su deseo y de su placer, por medio de la
representación idealizada de la Virgen, a quien debían parecerse
y acercarse.
Sin embargo, estas mujeres estaban encarnadas en una vida
terrestre en la que el cuerpo y los sentidos constituyen un parte
esencial en el desarrollo global y óptimo del ser.
Cuando se elige el nombre de “María” en este contexto reli-
gioso durante el embarazo, se apagan, en lugar de iluminarse,
parte de los sentidos del bebé, que cargará durante toda su vida
con un fardo inscrito en letras negras sobre su estado civil, sin sa-
berlo ella conscientemente ni tampoco sus padres.
El nombre “María”, tanto a secas como compuesto, transmi-
te el mismo mensaje, y quedará aún más reforzado si el segundo
es el de Cristo. Las María Cristinas que no se autorizan a ser fe-
lices viven una sexualidad frustrada y de la que se sienten cul-
pables o se autocastigan en sus vidas expresando inconsciente-
mente el sacrificio de Cristo, el castigo de la humanidad por su
responsabilidad en la muerte de éste y el modelo de su madre
santa y siempre virgen.
¡Qué cruz les espera en sus vidas si no se replantean estas
cuestiones!

283
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Esos nombres santos que programan nuestras vidas

Debemos ser conscientes de que nuestras existencias están


guiadas, sin que lo sepamos, hacia la culpabilidad de no ser cas-
tos y en función de la historia específica de cada uno de noso-
tros... Juana, Chantal, Teresa, Juan, Marcos, Lucas, Mateo, Pablo,
Vicente, Francisco, etc.

El cuerpo, templo ignorado

La iglesia obligó a mujeres y hombres a denigrar y rechazar


la imagen de sus cuerpos, convertida en sinónimo de pecado
omnipresente que debía ser herido simbólicamente y flagelado
para castigarlo.
Así es como este vehículo perfecto concebido divinamente
para albergar el alma, que debería ser cuidado con el mayor res-
peto, perfumado, iluminado con colores, venerado y querido co-
mo si se tratara de una catedral, fue transformado por el oscu-
rantismo de unos pocos en un objeto terrible de deseo que había
que esconder, abandonar y menospreciar y ante todo no debía
ser amado.
¡Qué consecuencias tan graves conllevó esta profunda igno-
rancia!
¡Qué influencia más nociva tuvo sobre generaciones sucesi-
vas, incluidas las de nuestros padres e incluso a veces sobre las
nuestras!
Para impedir que éstas alcancen a los futuros bebés, la socie-
dad debe replantearse estas conductas con urgencia para apren-
der a escuchar en los textos sagrados las palabras que se malin-
terpretaron.

284
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

¿Cuál fue el objetivo de todo esto?

Las gentes de poder que se sucedieron en la dirección de la


Iglesia no tenían todos la intención de transmitir fielmente los
mensajes de Cristo, sino de transformarlos en su beneficio. ¿No
resulta más fácil dirigir una población de víctimas que cree vivir
en el pecado por lo que espera castigo y pide perdón sin cesar?
Pero ¿perdón por qué? ¿Por vivir? ¿Por existir?
¡Cuántos guiones de sufrimiento, de sacrificio o de maso-
quismo tienen localizadas allí sus raíces más profundas y tan di-
fíciles de extirpar! ¡Y con razón! ¡Se fundamentan en casi dos mil
años de creencias falsas!
Estos dogmas siguen activos en la Iglesia cristiana y para
muchos constituye una tarea bastante ardua liberarse de ellos.
Estos textos falsamente interpretados todavía se enseñan, se leen
y se recitan en la enseñanza básica, sin tener en cuenta el aspec-
to simbólico que Él les otorgó, por lo que siguen cargando a una
gran parte de la humanidad de miedos, de culpabilidad y de re-
chazo por uno mismo.
Y, sin embargo, el amor es omnipresente, inscrito desde
siempre en filigranas en cada palabra y en cada página.

Dos mil años de oscurantismo

Los padres del pasado se apoyaron en los mensajes transmi-


tidos por la religión, a veces para su bienestar personal en la edu-
cación “si no eres bueno, Dios te castigará” y en otros casos pa-
ra justificar sus esquemas de fracaso y convencerse de que “es-
tamos en la tierra para sufrir... para cargar con la cruz... la felici-
dad, ya veremos... cuando estemos muertos”.

285
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Si bien no fue su intención, transmitieron a sus hijos mode-


los bajo el yugo de una fatalidad irreversible, de una fuerza
de la que es imposible escapar y contra la que no sirve de nada
luchar.
¡Qué interpretaciones más bellas de los mensajes de un Dios,
supuestamente, de amor! ¿Quién pudo introducir una oposición
tan flagrante sino los que transmitían sus palabras?

El mensaje que cura

¿Para qué denigrarse tanto y no cuidar de nuestro cuerpo?


¿Por qué no nos queremos a nosotros mismos y nos justificamos
con el pretexto de no ser egoístas y de tener que ocuparse de los
demás? ¿Hemos olvidado que “Amarás a tu prójimo como a ti
mismo”? A menos que nuestros maestros hayan olvidado desta-
car estas palabras para insistir más bien en la noción de impu-
reza.
Al integrar este mensaje de Jesús ¿cómo se puede querer a
los demás si uno no se quiere a sí mismo?
Esta frase tan clara, portadora de la clave esencial de nues-
tras vidas, ¿le habías prestado atención, la habías escuchado o
aplicado en tu vida cotidiana?
Si no, espero que te sirva de tema de meditación para tu
transformación y te dé el derecho divino de quererte.
Otras huellas genealógicas específicas se representan por los
contextos históricos sucesivos que convirtieron a algunos bebés
en los transmisores de una memoria inconsciente que les limitó
durante décadas y que se perpetuó más tarde a través de la des-
cendencia.

286
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

Los bebés de la guerra


Numerosos son aquellos que, sin saberlo, llevan las marcas
en las profundidades de su ser...

Miedos y depresión

Ciertas épocas recientes, que todavía afectan a algunos adul-


tos en la actualidad, tuvieron una influencia particular sobre los
bebés concebidos o nacidos en período de guerra, en un contex-
to en el que los hombres de su genealogía, como los padres o los
tíos, partieron y estuvieron ausentes durante un largo período
de tiempo.
Las consecuencias fueron directas, por la ausencia paterna y
por la interrupción más o menos duradera del vínculo padre-hi-
jo, o bien indirectas, a través de la tristeza, de la angustia mater-
na y de los miedos de las heridas, del encarcelamiento o de la
muerte.
En algunos casos también se temieron los bombardeos, los
traslados apresurados a las zonas de abrigo, los éxodos o la clan-
destinidad de la resistencia o de la exclusión.

El no-deseo

Los sufrimientos afectivos maternos son captados por el be-


bé in utero que los va acumulando junto con las emociones que
percibió anteriormente en el momento en el que los padres su-
pieron de su presencia.
¡Cuántos de ellos se arrepintieron entonces! ¡Cuántos abue-
los u otros miembros de la familia reforzaron ese rechazo!
“Si lo hubiéramos sabido... nunca habríamos engendrado un
bebé ahora. ¡No es el momento!”

287
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

“¡Menudo follón! ¿Por qué nos hemos metido en este lío! Es


una locura... una boca más que alimentar en una época como és-
ta... ¡Podíais haber esperado!”.
Cuánta culpabilidad se sintió en esos casos.
Cuántos se preguntaron: “¿Por qué he venido en este mo-
mento?”... “Me he equivocado, soy un problema para mis pa-
dres... es por mi culpa”.
A menudo pensaron “No debí existir nunca” y se considera-
ron cargas o fardos suplementarios para sus madres, en algunos
casos solas durante el nacimiento y los primeros años de vida,
responsables tanto del hogar como de la familia.

Imágenes de héroes o de padres destrozados

Sin duda estas creencias se reforzaron si los padres murieron,


o pudieron perdurar cuando éstos volvieron traumatizados por
el distanciamiento afectivo, los combates, los encarcelamientos o
las posibles torturas físicas o morales. Algunos de ellos heridos,
inválidos, empequeñecidos en sus imágenes de hombres y de
padres o bien, al contrario, transformados en héroes. Los hijos se
encontraron a menudo frente a un desconocido que no les vio
nacer ni crecer.

Estas tres guerras* que siguen ahí... además de otras

Los niños de las “guerras”, si bien no participaron en los


combates, cargan con unas huellas muy profundas que podrían
acompañarles a lo largo de todas sus vidas. Según el momento de

* Francia estuvo implicada en la guerra franco-prusiana de 1870, en la pri-


mera y en la segunda Guerra Mundial. (N. del T.)

288
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

tu nacimiento, puede que formes parte de esos niños que guardan


las cicatrices de la última guerra. El miedo y la tristeza, e incluso
a veces el terror, te acompañaron a ti y también a tus padres.
Tres décadas antes, vuestros padres y tíos, que eran niños o
embriones en el vientre materno, conocieron lo que vivisteis vo-
sotros más tarde. Vuestros abuelos o tío abuelos partieron a la
guerra, para volver, o no, algunos con problemas respiratorios o
inválidos, cuando sus familias apenas acababan de superar las
secuelas de la guerra franco-prusiana de 1870.
Otros conflictos como la guerra de Argelia, del Vietnam o del
Líbano, dejaron heridas en la memoria de los niños, de los ado-
lescentes y de los adultos que las vivieron. Siguen marcados por
las pérdidas materiales, las separaciones, las expatriaciones y las
torturas...

¡Cuántas heridas en el árbol genealógico de la familia!

¡Cuántos cortes y hemorragias recorren nuestro árbol genea-


lógico y siguen en carne viva! ¡Cuántas veces fueron abiertas de
nuevo, tiempo después, por aquellos o aquellas que hablaban sin
cesar de sus recuerdos, que vivían inmovilizados en el sufri-
miento de su pasado, reactivado por las galerías de cuadros y re-
tratos, trofeos, medallas y álbumes de fotos, que convierten al-
gunas habitaciones de las casas más bien en cementerios que en
lugares donde vivir!
Cuántas creencias activas permanentemente en los adultos
de hoy en día están unidas a estos períodos, transmitidas de ge-
neración en generación por las novelas familiares.
“Los hombres mueren jóvenes... en la guerra”... “Las mujeres
se quedan solas y lo asumen todo”... “No tengáis niños... Se irán

289
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

a la guerra y no volverán”... “No tengáis niñas... estarán total-


mente solas”... “La vida es difícil e injusta”.

Lo esencial es comprender las raíces de nuestras huellas y


aceptar devolverlas a las personas a las que pertenecen, es decir,
a aquellos que vivieron esos momentos de la historia. Así es co-
mo su descendencia se liberará de estos pensamientos, cuyo fun-
damento no proviene del momento presente. Lo que fue para al-
gunos la constatación de una realidad que era la suya y de la que
eran los actores, ya no lo es para aquellos que viven en la actua-
lidad.
Estas creencias anacrónicas necesitan borrarse del inconscien-
te de aquellos que todavía las poseen para que dejen de vivir a tra-
vés de los hombres y las mujeres de estas épocas pasadas.

Volved al presente

A las puertas del año 2000 vivimos en los países industriali-


zados en un contexto de paz que puede mantenerse si el conjun-
to de los dirigentes se conduce como seres conscientes de la
oportunidad brindada y sobre todo si colocan el valor de la vida
humana por encima de los poderes personales, económicos y es-
tratégicos. Las creencias negativas y bloqueadoras que genera-
ron las guerras en el inconsciente colectivo e individual deben,
por supuesto, desaparecer. Sin embargo, también debemos man-
tener el mensaje esencial de ese pasado para conservar el re-
cuerdo en nuestras conciencias del horror de los dramas, de los
abominables peligros que representan esas situaciones.
En una época de la historia en la que cada vez son más nu-
merosos los países de nuestro planeta que disponen de armas

290
LAS HUELLAS GENEALÓGICAS

nucleares o que son capaces de destruir toda o una parte de la


tierra, es fundamental convencerlos de que no las utilicen y en
especial de que no las conserven, puesto que nos encontramos
a merced de un resbalón de poder, de oscurantismo o de inte-
grismo.
En un milenio en el que debemos encontrar la vía del amor
y de la espiritualidad, la mayoría necesita tomar conciencia de
que la guerra se desarrolla en el interior de nosotros mismos,
contra las “sombras” que nos persiguen en diferentes intensida-
des, y que necesitamos triunfar. Nuestro devenir está en nues-
tras manos.

291
NACER Y RENACER

“En el pasado fuimos muchos los que reforzamos en el nacimiento


las huellas grabadas durante nuestra vida intrauterina y que añadimos
otras, tanto mecánicas como emocionales, en el mismo momento del
parto.
A la luz de nuestra experiencia y de los límites que acarrearon pa-
ra nosotros, a la edad adulta, esperamos que los bebés del futuro se be-
neficien de un “nuevo nacimiento”, preparado y acompañado por nues-
tros padres y los profesionales que nos van a ayudar a llegar al mundo.”

Puesto que he elegido deliberadamente hablaros sobre la vi-


da antes del nacimiento teniendo en cuenta los principales con-
textos cronológicos que le sirven de teatro, las consecuencias
más comunes y los medios preventivos y curativos de este enfo-
que, me limitaré a desarrollar cierta información básica sobre la
llegada al mundo.
Es necesaria la contribución de la mayoría de los futuros pa-
dres y de los profesionales involucrados en la preparación médi-

293
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

ca y psicológica a la maternidad y a la paternidad para ayudar a


la madre y al padre a que se impregnen de su esencia, ante todo,
humana, en este momento tan fundamental para el bebé. Este pe-
ríodo representa la primera iniciación del ser, que le llevará paso
a paso a dejar el medio acuático y temporal de su gestación para
adoptar, gracias a la respiración, el entorno terrestre aéreo.
Si he concentrado la mayor parte de vuestra atención sobre
el mundo in utero, es porque sigue siendo desconocido y porque
quería compartir los elementos que fundan mi convicción sobre
su importancia fundamental. En este momento se establecen y
“memorizan” numerosas “impresiones” que le permiten al bebé
“saber” de manera primitiva, pero muy sutil, así como tomar
“decisiones” de vida o de supervivencia, al tiempo que inscribe
sus primeros anclajes emocionales.
Las marcas psicológicas del nacimiento suelen normalmente
reactivar y ampliar las del pasado uterino... y en otros casos se
crean nuevas huellas corporales y emocionales, asociadas a las
etapas sucesivas del parto. Éstas interfieren directamente en el
niño y pueden estar presentes toda la vida.
Aquí también, lo revivido en terapia revela la intensidad de
los impactos vistos y sentidos por parte del bebé. Esta informa-
ción, asociada a las observaciones del desarrollo del parto desde
el punto de vista materno, permite proponer un enfoque de pre-
paración y de acompañamiento para un “nuevo nacimiento”.

“Renacer”

A continuación expongo ciertos detalles sobre el método que


yo utilizo en esta fase de la terapia a fin de que los adultos que
lo necesiten puedan liberarse del pasado para poder “renacer”.

294
NACER Y RENACER

Después de la inducción de un tipo de relajación rápida,


siempre propongo al paciente que se ancle en la conciencia fetal
imaginándose en el cuerpo del bebé justo antes de llegar al mun-
do. Así es como se puede estudiar la “visión” del feto sobre la vi-
da, sobre los demás y sobre sí mismo. A continuación se procede
a una serie de respiraciones aceleradas que se trasladan progre-
sivamente desde la raíz del cuerpo hasta por encima de la cabe-
za, pasando por el ombligo-cordón umbilical, el plexo solar, el
corazón, el tórax, la garganta y finalmente la frente. Puesto que
las huellas están asociadas a los movimientos de ondulación del
cuerpo, que recrean las reptaciones fetales en el canal genital, de
esta forma la memoria puede liberarse de las huellas más pro-
fundas, expresar sus emociones de tristeza, las lágrimas, el mie-
do o el terror y dejar salir por fin las palabras que tanto le alivia-
rán. Los anclajes específicos provocados por una circular del cor-
dón umbilical, por los fórceps o por un nacimiento con compli-
caciones médicas también se reviven y se distancian. A veces,
cuando las energías de impulso no consiguen activarse para cru-
zar las etapas del embarazo, suelo proponer, inspirada por un ri-
tual de chamanes, que el paciente, una vez individualizado el re-
curso necesario, visualice el animal que mejor le simbolice. Le
servirá de iniciador para la revelación interna de la fuerza que
necesita el feto. “Impresa” en el cuerpo, le permitirá superar es-
te acontecimiento y apoyarse en ella en el día a día.
También se transforman las inscripciones limitadoras del na-
cimiento asociadas a la primera respiración, al primer grito, a la
sección del cordón umbilical o a la primera acogida por las per-
sonas presentes. Si los brazos de la madre o del padre estaban
ausentes, ahora son los del adulto los que arropan al recién naci-

295
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

do mientras se va estableciendo el contacto visual que garantiza


amor, reconocimiento, protección y seguridad. Si se descubre una
separación prolongada o duradera que rompe o distancia aún
más un vínculo materno ya precario, se debe abordar bajo una
comprensión distinta. De esta forma, tanto las dificultades paren-
tales para expresar su amor como las estancias en incubadora, las
intervenciones médicas, las perfusiones u otras reanimaciones del
bebé necesitan ser reencuadradas en su dimensión real y no en su
interpretación inicial, manchada por una creencia de abandono
asociada a las “impresiones” y emociones de la vida intrauterina.
Se requieren varias terapias individuales o de grupo para
evacuar estas marcas y ceder el lugar a un impulso energético
positivo e intensificado que pueda ponerse en marcha cada vez
que se necesite. Se detecta inmediatamente en expresión facial,
en la dinámica de los movimientos y en la voz. También está pre-
sente en la vida diaria, en la toma de decisiones, en los compro-
misos o en los impulsos para emprender una acción y llevarla a
término, además de reforzar y facilitar el trabajo y el contacto
con el exterior y con los demás.
Independientemente de cómo fue el “primer” nacimiento,
los “renacimientos” posteriores permiten acceder directamente
al camino de la vida, hasta entonces poco frecuentado.
La resistencia suele quedar bastante reducida frente al acce-
so directo al cuerpo, generalmente sin mentalización ni imáge-
nes durante la hiperventilación.
Las tomas de conciencia y los vínculos de causalidad con los
modos de pensamiento o de conducta del presente o del pasado
se realizan en el estado de relajación que sigue a los ciclos respi-
ratorios acelerados.

296
NACER Y RENACER

A continuación se revive en terapia un “nuevo nacimiento”


que permite que los adultos decididos a no “sobrevivir” más y a
empezar a vivir plenamente, reemplacen la antigua película de
ese momento por una nueva que supere las etapas de forma
positiva.

Nacer

Se pueden individualizar esquemáticamente tres fases prin-


cipales y cada una de ellas presenta, a su vez, secuencias inter-
mediarias. Son los tres actos de un “primer” nacimiento que
todos vivimos al comienzo de nuestra vida y que vivirán los
futuros bebés, preparados y acompañados para ello, así como su
madre y su padre, durante su paso a la vida aérea. Gracias al dis-
tanciamiento de los elementos limitadores de su historia y a la in-
formación de que ahora disponen sobre esta etapa fundamental,
los bebés podrán entrar en contacto con el mundo lo más li-
bremente posible. Sus padres seguirán transmitiéndoles amor,
unión y comunicación durante ese momento, anticipado desde
hace tiempo.
Os invito a seguir la fabulosa aventura que iniciará al feto a
la existencia aérea y que le enfrentará en cada etapa a la dialécti-
ca de la vida o de la muerte.

La decisión de nacer

El bebé participa activamente en el desencadenamiento del


parto. En el medio angosto en el que vive, el feto comienza a sen-
tirse incómodo y apretado por lo que se ve en la necesidad de
cambiar de entorno. Frente a esta urgencia, se va a convertir en

297
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

el actor de su salida y desplegará su voluntad de alejarse de allí.


Esta voluntad está condicionada directamente por lo que ocurrió
en el período prenatal. Será más o menos fuerte según se sienta
deseado, esperado sin condición en su sexo o, al contrario, si to-
davía, después de nueve meses, sigue sin ser aceptado. De la
misma forma, si siente que es el instrumento de presión de uno
de los miembros de la pareja o si capta una atmósfera conflictiva,
depresiva, triste o angustiosa, se verá invadido por las dudas.
Este es el momento en que el feto reactiva o no sus “ganas”
de salir a la vida exterior, en función de su “visión “ del mundo,
de los demás y de su “impresión” sobre su propio destino.
Sus “creencias” pueden ser el reflejo de su contexto anterior,
positivo o no, en el que él mismo evolucionó si la actitud de sus
padres se modificó con respecto al embarazo, en el sentido dese-
ado por él.
Se sentirá feliz por llegar a un mundo que él considera boni-
to y acogedor, en el que entra lleno de energía y confianza, o bien
se sentirá inquieto por un futuro que presiente severo y difícil a
través del microcosmos familiar. Según su desarrollo, el contex-
to del parto vivido por la madre, que está intensamente impreg-
nado de su historia emocional reciente y genealógica, podrá re-
confirmar los temores del bebé. Su miedo puede convertirse en
terror si sigue sintiéndose rechazado, si los padres tienen dudas
o por la idea de mostrar su sexo, cuando éste no es el deseado
por uno o los dos progenitores.
Todos los protagonistas de los casos citados anteriormente se
enfrentaron a ciertas dificultades en el nacimiento que necesita-
ron evacuar, independientemente de los impactos emocionales
de la gestación.

298
NACER Y RENACER

Más tarde en la vida cotidiana, lo vivido en esta etapa condi-


cionará la facilidad a la hora de tomar decisiones y de activar el
impulso de acción en general así como el que permite levantar-
se de la cama cada mañana.
También se relaciona con el estado sedentario, según haya si-
do fácil o difícil la elección libre de salir de su primer entorno, el
vientre de su madre. Al contrario, la dificultad de permanecer en
casa puede estar causado por un malestar uterino responsable
de un deseo imperioso de salir.

La progresión por el canal del parto

Aquí es donde vuelve a tener lugar por segunda vez el com-


bate a vida o muerte, presente en la etapa anterior en caso de
que, frente a la estrechez de su entorno y a la progresión de su
tasa de crecimiento, el feto no saliera.
Desde que entra en acción, los movimientos fetales se ayu-
dan o se oponen a las contracciones maternas y al empuje más o
menos fuerte que éstas ejercen. En cualquier caso, su madre le
ayuda a salir por medio de las contracciones de expulsión y las
que dilatan el cuello, que al mismo tiempo le bloquean el paso.
La eficacia de la labor y la elasticidad de los tejidos de la madre
están directamente relacionados con las marcas que lleva en su
historia inconsciente celular, que acompañan o detienen la pro-
gresión, bien porque son indispensables ciertas fases fisiológicas
de descanso para retomar fuerzas, o bien por razones mecánicas
o por que el bebé capta el sufrimiento de su madre. Si el feto per-
cibe que esas huellas están asociadas a miedos genealógicos,
conscientes o inconscientes, a fallecer en el parto, éste podría de-
sarrollar un temor a morir o a matar a su madre.

299
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

La soledad y el agotamiento ocupan un lugar predominante


en esta fase, que se le presenta al feto como interminable si no es-
tá preparado, informado y acompañado por un contacto perma-
nente.
Cuántos niños como Paul cargaron con la culpabilidad, que
les impidió ser felices, de haber hecho sufrir o haber “rasgado” a
sus madres, quienes siguen achacándoles décadas después el
número de puntos de sutura que necesitaron y las secuelas en su
sexualidad o su continencia. ¡Cuántas veces se repetirán estos
mensajes en los próximos años! Estos niños cargaron en la in-
fancia con la responsabilidad de todos sus males y de sus conse-
cuencias posteriores, como el engaño o el distanciamiento de su
padre. También se les reprochó indirectamente el hecho de que
su madre ya no quisiera tener más hijos... “con uno ya basta”. No
es de extrañar que este hombre de cincuenta años hubiera desa-
rrollado un proceso de fracaso profesional y afectivo, ya que pa-
ra él su felicidad implicaba hacer daño a la otra persona, que de-
tuvo gracias a la terapia.
En cada cumpleaños, con el pretexto de celebrar su naci-
miento, la madre de Annie le recuerda a su hija y le culpabiliza
por los dolores de su parto memorable en el que “tanto sufrió
ella y estuvo a punto de morir por una hemorragia dramática...”
¿Se comportaba así por un supuesto amor o por ignorancia?
Debería haber tomado conciencia de las nefastas consecuencias
de esta conducta para detener a tiempo este proceso inconscien-
te y sombrío. Pero, como ocurre en la gran mayoría de los casos,
las madres eligen, sin saberlo, delegar en sus hijos una respon-
sabilidad que les “quema” las manos, y esto es lo que Annie
comprendió en la terapia.

300
NACER Y RENACER

Este avance era esencial para dejar de sentirse Víctima de es-


tos juegos potencialmente peligrosos para su equilibrio futuro y
para su capacidad de tener hijos. Como si fuera un milagro, su
madre nunca volvió a comentar su llegada al mundo.
Annie acaba de dar a luz a un bebé con una salud de hierro,
a quien ha ido acompañando durante todo el embarazo gracias
a sus nuevos conocimientos y su experiencia personal.

Más adelante en la vida cotidiana, la aptitud para aceptar


compromisos dependerá de esta primera decisión, tomada en la
fase del alumbramiento.
El progreso por el canal del parto será fácil o difícil en fun-
ción de la pasividad del feto frente a los movimientos de impul-
so hacia el exterior, hacia los demás y hacia el mundo.
El estado sedentario, las ganas de quedarse en casa, hace re-
vivir el deseo del bebé de quedarse en su primer hogar, como un
reflejo de la etapa que afrontó cuando no quiso abandonar el
vientre materno.

La facilidad o la dificultad de este nacimiento, que depende


especialmente de su duración y de la eficiencia de las contrac-
ciones maternas, establecerá en consecuencia las características
precisas de la acción o de la retracción.
En estos casos, la obstetricia prepara de manera sutil al bebé
y al futuro adulto para un trabajo laborioso a través de las pala-
bras que le dirige, si el parto se presenta difícil o al contrario. En
la primera situación y en casos extremos, la vida puede adoptar
un cariz de mártir, en la que cualquier acción requiere un des-
pliegue de energía sobrehumano ya que la persona revive in-
conscientemente su nacimiento en ese momento. En determina-

301
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

dos guiones, los mensajes amenazadores como “Trabaja duro” o


“Realiza esfuerzos” tienen su origen en estos instantes y algunos
se verán reforzados por las palabras posteriores de los padres y
los modelos que ellos representen en cuanto a ese tema.

Durante el paso del bebé, diversas huellas mecánicas y emo-


cionales marcan su cuerpo con inscripciones invisibles y profun-
das que en general son responsables de los síntomas posteriores.
Opresión, ahogo, presión craneal y corporal, aplastamiento
por las contracciones, sensación de encierro peligroso, estímulo
de vida o de muerte, angustia, terror en el pasadizo genital... Ira
y violencia al resistirse, sensación de impotencia o de agresivi-
dad frente a un obstáculo... tristeza en la separación...

Cuando se reviven en el cuerpo los vínculos de causa-efecto


que se establecieron en aquella época, podemos desactivarlos.

La expulsión y la llegada al mundo

Durante la fase denominada “expulsión”, el bebé entra en lo


desconocido. Ya se ha hecho una cierta idea sobra el mundo y la
vida que va a vivir en él, a través de lo que captó in utero direc-
tamente o por medio de sus padres, de sus creencias, sus recur-
sos y sus mensajes. Es precisamente por esta razón que necesita
a estos últimos para que le faciliten y le hagan más familiar la lle-
gada y mantengan el vínculo afectivo a través de la palabra du-
rante el parto y después.
Su primer encuentro con el mundo exterior solía ser el de las
manos y ojos “médicos”, fríos y fijados en lavarlo y en ponerle
los pañales. Estos primeros cuidados, que también dejan sus
huellas, deben ser asociados a la ternura.

302
NACER Y RENACER

Para que hoy en día la primera visión directa del bebé le an-
cle en la armonía para el resto de su existencia, necesita reen-
contrarse inmediatamente con el cuerpo, con el contacto de la
piel, con el tacto exterior de su madre, su calor y su olor a fin de
evitar el sentimiento de alejamiento o de abandono tan frecuen-
te en los bebés de antaño.
Su primer grito señala su integración en el entorno aéreo.
Ahora ya puede tener lugar la separación física definitiva
por la sección del cordón umbilical, idealmente tras diez o quin-
ce minutos pasados junto a su madre. La acogida de los padres,
sus miradas, sus palabras y las de las personas presentes, el am-
biente, la temperatura y la luminosidad son los primeros ele-
mentos que el bebé asocia al mundo en el que va a vivir a partir
de ahora. Lo sentirá tibio, agradable o frío, inquietante y ruido-
so, símbolo de abundancia de alimento afectivo, que evoca la vi-
da en expansión o en regresión. La tranquilidad y la protección
o la separación demasiado brutal y el alejamiento inexplicado re-
activarán o distanciarán en esta fase fundamental el contenido
prenatal.
Camille, que sufría una aerocolia molesta sobre un fondo de
desvalorización y de falta de confianza asociada a las obligacio-
nes de un trabajo siempre duro, descubrió y se deshizo de las
huellas profundas de su nacimiento responsables de su modo de
funcionamiento. Concebida en el norte de África, el anuncio del
embarazo fue acogido por las risas irónicas de su madre y por la
preferencia masculina de su padre a menudo ausente, en un con-
texto de disturbios y de guerra a punto de estallar en la zona.
Esta fue la difícil situación en la que se desarrolló su naci-
miento y donde se enfrentó a un miedo intenso generado por la

303
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

sección demasiado rápida del cordón umbilical. En esos mo-


mentos se vive el escalpelo como algo peligroso que amenaza la
vida. El bebé se siente culpable de existir e interpreta esta situa-
ción a través del filtro de sus creencias anteriores. Tras haber re-
encuadrado el contexto real junto con una comprensión y una re-
conciliación en las etapas prenatales, Camille se liberó de la coli-
tis, que estaba relacionada, como ocurre a menudo, con fenóme-
nos neurovegetativos fetales.

El miedo a que el bebé se exponga a un riesgo mortal genera


con frecuencia manipulaciones intempestivas, vividas como me-
didas agresivas para provocar la primera respiración dando una
palmada en las nalgas o sujetando al bebé por los pies con la ca-
beza abajo...
Régis, tras un parto bastante largo, fue sumergido en una ba-
ñera de agua helada. ¡Menuda entrada en materia para un ser
que acaba de nacer! Se mantuvo durante toda su vida en el re-
chazo inicial de las ganas de vivir, relacionado con los aconteci-
mientos de su gestación, especialmente la preferencia materna
por una niña y la impresión de que sólo la muerte haría que su
madre le quisiera tanto como a los miembros fallecidos de su fa-
milia a quienes seguía llorando. Ésta sentía una sensación de im-
potencia frente a la agresividad de un entorno percibido como
peligroso, por lo que la vida de Régis se vio limitada. Al com-
prender en la terapia que su progenitora tenía miedo de predes-
tinar a su hijo a una muerte temprana en este período de guerra
y de volver a experimentar las relaciones difíciles que vivió con
su hermano durante la infancia, se otorga el derecho de ser él
mismo y de renacer con una energía de impulso y de acción de-
terminada y positiva.

304
NACER Y RENACER

Christiane, sesenta años, viene a la consulta para liberarse de


una falta de confianza omnipresente. Vive sumergida en la an-
gustia sin tener conciencia totalmente de las consecuencias de
ésta. A menudo permanece sola en su casa en un contexto de-
presivo que le impone dificultades a la hora de dirigirse hacia los
demás. Durante nuestro primer encuentro, se sorprende de la
existencia de la memoria prenatal y cree que en su caso no va a
ser capaz de localizarla. Aún es mayor su sorpresa cuando des-
cubre que las imágenes abundan desde el principio.
Segunda hija en una familia numerosa, identifica la desvalo-
rización y la culpabilidad de llegar “demasiado pronto” ancla-
das en el anuncio del embarazo. En este momento se instala por
primera vez el miedo. En su nacimiento revive las dificultades
de compromiso, el estrangulamiento por el cordón umbilical y el
frío por la ausencia de los brazos y de las miradas calurosas de
sus padres. En unas pocas sesiones de terapia, en las que se aso-
cia la Bioenergía con las respiraciones, Christiane consigue desa-
tar las “cuerdas” que unían su cuerpo con las huellas que coar-
taban sus decisiones, sus acciones, su impulso hacia los demás y
su comunicación. Al tomar conciencia de la energía de amor
dentro de sus padres, observándoles como “incapaces” para ex-
presarse, ya no se siente responsable de las dificultades de éstos
y reimpulsa su propio valor.
La energía que puede encontrar en sí misma tras su transfor-
mación es tanta que actualmente que se dedica al cuidado y a la
curación de los demás.

Más tarde en la vida diaria, esta fase se reactivará por medio


de la realización de las acciones, del hecho de llevarlas a cabo
adecuadamente y de terminarlas. Sellará la propensión y el pla-

305
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

cer, o no, de relacionarse con los demás, de entablar nuevas rela-


ciones. La libertad con respecto a la mirada de los demás, a su
juicio o el miedo a éste hacen referencia a lo vivido en el primer
encuentro con las personas presentes en el nacimiento. El con-
tacto visual y físico fundan las bases para el futuro de la aptitud
a la relación o al rechazo. Aquellos que carecieron en extremo de
este contacto podrían desarrollar una estructura autística, esqui-
zofrénica o derivada.

El nacimiento en circunstancias particulares

Cada uno de los casos citados a continuación puede acarrear


consecuencias de intensidad variable, cuyo factor determinante
se encuentra en el período de vida prenatal. Según las “percep-
ciones”, los “pensamientos” y la visión fetal del mundo, las emo-
ciones e “interpretaciones” del bebé serán diferentes cuando
nazca. Por lo tanto, el contexto global histórico y emocional de la
vida intrauterina alberga las raíces de sus reacciones y las claves
para su transformación.
En terapia siempre se revive este período antes que el del na-
cimiento. Así éste podrá abordarse en sus anclajes iniciales y a
continuación reinterpretarse de otra manera con la integración
de una nueva comprensión. A la luz de este principio esencial os
propongo en este momento entrar en cada una de las diferentes
circunstancias del nacimiento.

El nacimiento por cesárea

En este nacimiento incompleto, tanto si ha sido programado


y realizado desde el principio por razones médicas o mecánicas,

306
NACER Y RENACER

como si se lleva a cabo por urgencia durante el alumbramiento,


el bebé vive la interrupción de su estancia uterina como una vio-
lación que puede también generar un miedo a los objetos cor-
tantes, debido al bisturí, o la culpabilidad de haber herido a su
madre. En su primer contacto con el mundo exterior recibe en los
ojos el impacto de la luz artificial, agresiva y cegadora proce-
dente del techo. El bebé carece del mensaje corporal profundo
que se transmite durante la expulsión por las contracciones. En
mayor medida que otros, este recién nacido necesita recrear el
vínculo afectivo con su madre a través del tacto. Si se aplica
anestesia general, el sentimiento de separación se reforzará ya
que la madre no puede acoger al bebé físicamente.
El nacimiento por cesárea acarrea en la vida una dificultad a
la hora de terminar las cosas o de llegar hasta el final y en algu-
nas ocasiones también genera la necesidad de ayuda externa, a
veces divina, como un milagro que salva en el último instante.
Siempre hay algo que deja de funcionar, entonces alguien llega
simbólicamente y resuelve el punto muerto, tal y como hizo el
cirujano en los primeros instantes de vida aérea del bebé.
Durante la preparación prenatal, la anticipación materna de
esta posibilidad garantizará la desdramatización, en el caso de
que sea necesaria la cesárea, e informará al bebé sobre esta etapa
para ayudarle a vivirla bajo la seguridad que su madre repre-
senta y no al contrario, como ocurrió en el pasado con tanta fre-
cuencia.

Este es el caso de Pierre, cuarenta y cinco años, que me con-


sulta porque su incapacidad de llevar a término por sí mismo
sus proyectos genera en él una falta de confianza y una sensa-
ción de angustia. Revive durante su llegada al mundo el miedo

307
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

brutal provocado por la incisión del útero y cree que está a pun-
to de morir. Cegado por una luz intensa, tiene la impresión de
llegar a un mundo hostil y glacial. Al revivir corporalmente esta
etapa en varias sesiones, consigue liberarse de las huellas pro-
fundas alojadas en su interior.
La puesta en marcha de la película de su nuevo nacimiento,
tal y como habría ocurrido si sus padres hubieran sabido que
debía ser informado, le permite integrar la comprensión de las
razones de esta operación quirúrgica y disociarla de las acciones
futuras, que a partir de ahora podrá llevar a término por sí
mismo.

El nacimiento cuando la madre está inconsciente

Tanto después de una anestesia por vía general o por másca-


ra, como después de un desmayo materno a causa de un esfuer-
zo intenso y doloroso, de una complicación del parto o de una
hemorragia grave, el bebé, que hasta entonces había mantenido
una complicidad con su madre, se siente bruscamente abando-
nado en el momento del cambio de estado de conciencia. Este
sentimiento de alejamiento se refuerza al nacer y en algunas oca-
siones se multiplica por la culpabilidad de haberla matado.
La impotencia frente a una fuerza superior que vive el bebé
en ese momento, perdurará en el futuro y se ampliará la impre-
sión de estar bajo control. En las pruebas de la vida futura, tal y
como ocurrió en la primera, se da una tendencia a evadirse y
desconectarse cortando con las emociones y los sufrimientos,
bien espontáneamente o bien por medio de la toxicomanía, que
parece favorecida en estos casos.

308
NACER Y RENACER

Como en los nacimientos por cesárea, la persona no consigue


arreglar los problemas por ella misma, los ignora y cuando vuel-
ve a prestarles atención, otra persona ha resuelto la cuestión en
su lugar.
Raros son los casos de muertes maternas acaecidas en las dé-
cadas pasadas o en los que el padre debe elegir entre su mujer y
su hijo. Pero cuando así ocurre y el progenitor se decanta por
mantener en vida al pequeño, éste extraerá de esta situación ex-
trema una culpabilidad que le acompañará durante toda la in-
fancia y la edad adulta y le confinará a una existencia en la que
toda felicidad le está prohibida por haber matado a su madre.
Christiane, cincuenta años, cargaba desde su nacimiento con
este autocastigo que liberó de su conciencia de recién nacida al
comprender que su madre había llegado al final de una vida que
ella misma había limitado para que se acabara en su primer
alumbramiento. En realidad había asumido, sin saberlo, uno de
los papeles dramáticos de la novela familiar que ya se había in-
terpretado anteriormente. La muerte durante el parto de su
abuela materna, con quien compartía nombre, también había
inscrito en su bebé interior, a través de su madre, la creencia de
ser culpable.
Desde que revivió en numerosas ocasiones este período y se
deshizo de las inscripciones corporales que le limitaban, se au-
toriza por fin a sí misma a ser libre y feliz.

Los nacimientos con la inyección epidural, si bien todavía no


se han podido analizar sus consecuencias por ser un método
bastante reciente, plantean la hipótesis de una percepción menor
de las sensaciones maternas y por lo tanto también del bebé, que
se encuentra probablemente “desconectado” de ella.

309
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El nacimiento prematuro

Tanto si la decisión de nacer antes de término viene determi-


nada por el inconsciente del bebé como si está causada por el de
la madre, es decir, por razones que se deducen de las “percep-
ciones” y de las “creencias” prenatales del bebé o bien de las
huellas psicogenealógicas maternas, este nacimiento prematuro
está asociado a un contexto emocional que será analizado y dis-
tanciado al revivir la vida intrauterina en terapia. Se tratará, si ci-
tamos algunos ejemplos extremos, de poner su vida en peligro
para seguir el modelo de otros niños muertos, para responder al
no-deseo parental que generó ideas o tentativas de aborto o tras
la pérdida del vínculo afectivo con la madre por el fallecimiento
de un prójimo durante el embarazo. En otros casos, es la madre
la que repite el guión de su nacimiento o quien inconsciente-
mente teme que se presenten problemas en el parto y provoca el
nacimiento antes de tiempo para que el bebé, que es más peque-
ño, “pase” con más facilidad...
Tras haber analizado y transformado las situaciones in utero,
queda levantar los anclajes limitadores de la llegada al mundo.
A veces el adelanto del parto es mínimo y no necesita estancia en
incubadora. Sin embargo, la impresión de fragilidad, de debili-
dad y de vulnerabilidad puede persistir por lo que será necesa-
rio que sea distanciada.
En otros casos, además de los temores precedentes, una tem-
porada más o menos larga en la incubadora puede sumar al te-
mor de abandono y la creencia de necesitar ayuda para vivir, el
miedo al tacto y a la mirada del otro, sinónimo de dolor y de pe-
ligro. Se asocian a la “mano” médica que puso inyecciones o son-
das y al “ojo” médico que observó, juzgó y realizó pronósticos.

310
NACER Y RENACER

Numerosas personas nacidas prematuramente se inquietan


con exceso por su puntualidad, por miedo a llegar tarde o a ha-
cer esperar a los demás.
Luc, treinta y cuatro años, vive con miedo a los demás y su-
fre una intensa claustrofobia y agorafobia. Desde hace tiempo
padece un esquema de paranoia que le hace pensar que el mun-
do es peligroso y que necesita protegerse de él. Sus experiencias
de vida no han hecho otra cosa que confirmárselo a través de las
relaciones nefastas presentes en su entorno personal y profesio-
nal. En su vida afectiva tampoco descansa. “Mi novia y yo nos
peleamos... nos “picamos” todo el tiempo”. La terapia le ayuda-
rá a identificar una concepción fuera del matrimonio y el recha-
zo social y familiar de su madre. En cuanto a su nacimiento,
Luc revive el corte brutal del vínculo materno y su llegada al
mundo en un “ataúd de cristal”. Numerosas inyecciones agre-
dieron su cuerpo tanto como las miradas inquietantes que le
escrutaban día y noche. Varias semanas en la incubadora y una
intervención neonatal fueron las causas de sus síntomas, ahora
erradicados.

Fabienne, enfermera de treinta y cinco años, se dirige a mi


consulta por sus frecuentes crisis de angustia que se presentan
sin razón aparente, en cualquier circunstancia. Tristeza, senti-
miento de aislamiento, imposibilidad de establecerse objetivos
futuros y dificultad de comunicación son los síntomas que pre-
dominan en el cuadro. Al abordar su vida intrauterina y su naci-
miento siente la misma angustia que aquella que le invade dia-
riamente. Se ve a sí misma en una “caja” que le ahoga y revive el
sentimiento de aflicción encerrada en una incubadora de la que
no sabe si saldrá. La calma vuelve cuando hace llamar al adulto

311
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

que ella es actualmente para explicarle lo que va a pasar, para


tranquilizarla, ponerla en seguridad y tomarla en sus brazos.

El nacimiento de término sobrepasado

Aquí también, las razones de una estancia in utero más larga


de lo previsto pueden depender del niño o de la madre. Las cau-
sas profundas de no querer venir a un mundo que parece poco
acogedor o de un deseo de retener al bebé en el vientre, para te-
nerlo durante más tiempo consigo, serán descifradas y analiza-
das. La vida se ve perturbada por la dificultad de iniciar accio-
nes y por los problemas para gestionar el tiempo, que suele te-
ner como consecuencia ciertos retrasos.
Es importante renacer para colocarse en la posición adecua-
da frente a la vida y las acciones propias.
Mientras Mylène era un embrión en el vientre de su madre,
ésta esperaba tener un niño. Cuando se cumplieron los nueve
meses de gestación, decidió no salir por el miedo que tenía de no
gustar o de no ser querida. Hasta tal punto, que puso su vida en
peligro. En el parto, provocado, revive la aguja utilizada para
romper aguas como si intentara darle muerte. Mylène descubre
que esta interpretación estaba relacionada con la culpabilidad de
su sexo y se liberará de ella en las sesiones de terapia posterio-
res. Al comprender que las razones de la preferencia materna se
debían a la dolorosa vivencia de su condición femenina, descu-
bre que su madre escondía una intención de amor por el bebé.
Tras devolver a su progenitora sus creencias limitadoras, de-
cide renacer e instalar en su mente y en su cuerpo la decisión y
el impulso de venir al mundo que habrían estado presentes si
hubiera sabido que...

312
NACER Y RENACER

El nacimiento con fórceps

Las huellas mecánicas de los fórceps sobre el cráneo y las sie-


nes están asociadas directamente a las emociones de miedo del
bebé, que ve cómo llegan hacia él estos instrumentos cuya inten-
ción desconoce y que, en casos extremos, pueden evocarle un pe-
ligro vital.
Más tarde se sentirá manipulado por los demás y forzado,
obligado a actuar, a llevar a cabo...
Como en los nacimientos por cesárea, el bebé no puede llegar
por su cuenta y necesita una ayuda que en general le hace daño.
Entre las secuelas, destacan las cefaleas, las migrañas, las
neuralgias faciales o los dolores cráneo-cervicales, que se resuel-
ven gracias a los revividos terapéuticos.

El nacimiento con una circular del cordón umbilical

El cordón puede dar una o varias vueltas alrededor del cue-


llo, lo que pone en peligro la vida del bebé. ¿Acaso el feto, antes
de salir, había tomado la decisión de morir como última acción?
En cualquier caso, la muerte le parece inminente y se confunde
con la vida.
Posteriormente la persona seguirá rozando el peligro y a
menudo se sentirá “estrangulado” en sus relaciones. Le resulta-
rá difícil soportar ropas ceñidas alrededor del cuello y rechazará
la comunicación y la expresión.
Los revividos terapéuticos liberarán su existencia diaria, tal
y como lo demuestra la historia de Bernadette. De profesión
maestra, viene a mi consulta por una dificultad de comunicación
con los demás.

313
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Adopta constantemente una actitud de retirada motivada


por el sentimiento de culpabilidad. Fue la cuarta hija de una fa-
milia de granjeros y su concepción no era deseada. Desde el vien-
tre materno Bernadette capta la vida dura y llena de obligaciones
de su madre, quien carga con pesados fardos... Desesperada, se
siente culpable de ser un peso suplementario y decide hacerse
“olvidar”. Nacida con una circular del cordón muy ceñida, le
cuesta mucho deshacerse de las tres vueltas. Serán necesarios nu-
merosos mensajes de aprobación y de autorización para que al
fin acepte liberarse. Es un grito de gran potencia el que le per-
mite “renacer” y por primera vez tomar la palabra que ya no
abandonará nunca.
Jacqueline es madre de dos niños y educadora especializa-
da. Viene a la consulta por impulsos mórbidos y cíclicos que
son responsables de las tendencias suicidas de su adolescencia.
Ignorada, desvalorizada e indecisa, vive sumergida en la de-
presión y el miedo, exacerbado por momentos de terror. En su
vida intrauterina, descubre el no-deseo de sus padres y una
tentativa de aborto. Su abuela materna le aconsejó a su hija
que tomara una infusión abortiva y Jacqueline revive este re-
chazo en lo más profundo de su cuerpo. Viene al mundo con
una circular para responder a los deseos de muerte que ha cap-
tado. Este revivido se verá acompañado durante unos minutos
de la huella cutánea del cordón alrededor del cuello, roja y de
unos dos dedos de anchura.
La sensación concomitante de ahogo, de náuseas y de miedo
desaparece en pocas sesiones de terapia. Paralelamente, la con-
fianza y la expresión van ocupando su lugar y su vida se integra
en una nueva dinámica.

314
NACER Y RENACER

El nacimiento con presentación podálica

Esta posición, normalmente causada por huellas anteriores


de la vida prenatal, se opone a la salida del bebé, quien toma la
decisión de quedarse por diferentes razones. En algún momento
pasado se dijo que no quería estar allí, que no quería nacer, que
debía luchar y ponerse en peligro. Eso es lo que hará al desple-
gar esfuerzos extremos en la fase de avance y de expulsión.
Además, también asume la culpabilidad de los sufrimientos y de
las “heridas” provocadas en la madre.
Esta será la primera acción de una existencia en la que se
confirmará rápidamente, tal y como creía, que “la vida es una lu-
cha” y que no es capaz de hacer bien las cosas.
Este sentimiento ya había empezado a darse in utero, cuando
creyó que había cometido un error por llegar en un momento
inoportuno, por no ser del sexo deseado o bien por estar con-
vencido de que debía morir como los niños anteriores que, ade-
más, él no podrá reemplazar...
Este es el caso de Gisèle, cuya historia está relatada anterior-
mente. Cuando percibe la preferencia masculina de su padre, los
dramas genealógicos de la muerte de bebés en el nacimiento y
cuando revive el parto de su abuela suicida rechazada social-
mente, así como las huellas de su madre, que como feto se sintió
culpable de estar ahí, Gisèle decide no darse la vuelta para no sa-
lir del vientre.
El reencuadre y la comprensión diferente de su pasado pre-
natal así como el revivido bioenergético de este nacimiento, en el
que rozó la muerte tal y como lo había programado, le liberarán
de la opresión respiratoria permanente y del miedo crónico que
le acompaña a diario.

315
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

El nacimiento de gemelos

En general el primero que decide nacer será el primero en sa-


lir y el líder, pero también asumirá la culpabilidad de ser más
fuerte que el segundo. Sin embargo, puesto que las imágenes de
sus cuerpos no están diferenciadas, se perciben mutuamente co-
mo parte de uno mismo.
Según la reacción que capten los bebés de sus padres en el
anuncio del doble embarazo, esta situación de nacimiento se ve-
rá o no reforzada. Si la gestación era deseada para un bebé pero
la idea de dos genera angustia o rechazo, uno de ellos se sentirá
en su sitio y el otro podría considerarse “de más”.
¿Hubo preferencia de sexo? Uno puede sentirse esperado y
el otro excluido o incluso los dos. Aunque adopte diferentes apa-
riencias, el miedo será su denominador común, a veces bajo la
forma de culpabilidad para el primero. Además de otras proble-
máticas posteriores específicas de los gemelos, la terapia de la vi-
da intrauterina y del nacimiento les ayudará a tomar conciencia
del ser único y completo que compone cada uno de ellos.

En todos los casos en los que aparecen problemas de con-


ducta o síntomas en el recién nacido, en el lactante o en el niño,
es importante evaluar junto con la madre los acontecimientos a
los que este pequeño ser se enfrentó en su vida intrauterina y en
su nacimiento. Las consecuencias para el adulto, a las que ya os
habéis familiarizado a lo largo de este libro, también están pre-
sentes en abundancia anteriormente.
La neonatología y la pediatría no pueden sino enriquecer su
eficiencia terapéutica por medio de un estudio psico-emocional
de este período de la vida. Después se establecerá un diálogo en-

316
NACER Y RENACER

tre la madre y el niño, facilitado por el terapeuta que aportará las


palabras que, al dar un sentido a aquello que el bebé está vi-
viendo, tendrán la capacidad de curar. A veces será necesario
abordar en varias sesiones de terapia los revividos y la transfor-
mación de las huellas bloqueadoras que permita disolver rápi-
damente un guión que, si hubiera seguido adelante, se habría
convertido en limitador por medio de las reconfirmaciones in-
conscientes y repetitivas que habría generado.

Para vosotros que vais a ser padres


Un nuevo alumbramiento... para un “nuevo nacimiento”

Las diferentes fases de la preparación parental durante el


embarazo incluyen desde el principio la anticipación positiva
del parto en las diversas etapas así como el entrenamiento de las
respiraciones que secundarán a las contracciones de dilatación
del cuello y del avance fetal. Os sentiréis más tranquilos al saber
que también disponéis de medios eficaces para luchar contra el
dolor por medio de vuestro pensamiento, que posee incluso los
instrumentos mentales necesarios para realizar una hipoestesia
del cuello uterino.
Como ya conoces de manera sencilla la intimidad de tu ana-
tomía, sabrás lo que ocurre dentro de tu cuerpo, en tus tejidos y
en tu bebé. Este control por medio de tus conocimientos y de la
agudeza de tus percepciones garantiza un parto y un nacimien-
to en armonía.
Madres y padres, conscientes de la importancia del vínculo
permanente de comunicación con vuestro hijo e iniciados desde
el anuncio del embarazo, le explicaréis con antelación como se

317
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

desarrollará la película de su llegada al mundo y estaréis listos


para informarle de lo que vaya ocurriendo en cada etapa.
En el momento en el que tome la decisión de nacer, necesita-
rá la confirmación de vuestro amor y de una acogida calurosa,
que se convertirá en el reflejo de su visión del mundo.
Durante el alumbramiento, se sentirá mejor acompañado si
le ayudas aprovechando el sentido de su movimiento gracias a
contracciones eficaces y sincronizadas. Cada vez más, las coma-
dronas y los médicos de obstetricia utilizan de nuevo una posi-
ción de empuje materno más fisiológico con un punto de apoyo
eficaz de los pies sobre un taburete o bien en cuclillas sobre el
suelo, y no haciendo fuerza sobre los estribos. De esta forma, le
resulta más fácil al bebé bajar en vertical que tener que luchar
para salir en posición horizontal.
Al venir al mundo, encontrará inmediatamente tu mirada y
la de su padre, así como tus brazos, tu tacto ahora exterior, tu
olor y tu calor mientras descansa sobre tu vientre.
Tras ayudarle a establecer una relación positiva con los de-
más, que mantendrá en el futuro, y una vez superada en armo-
nía la transición del medio acuático al medio aéreo, le explicaréis
que la sección del cordón umbilical tendrá lugar unos diez mi-
nutos más tarde, que recibirá los primeros cuidados y que des-
pués dormirá tranquilamente cerca de ti.
La lactancia le aportará la continuidad del vínculo esencial
materno, que garantizará su bienestar posterior.

En el caso de un alumbramiento particular, intenta ponerte


en su lugar y recuerda que el bebé espera que le expliques todo
lo que va a pasar para poder sentirse en seguridad, protegido y
querido a través del vínculo afectivo.

318
NACER Y RENACER

Explícale con sencillez, con tus palabras, las diferentes eta-


pas a las que se va a enfrentar. Recuerda el origen de las pertur-
baciones emocionales de los bebés del pasado frente a una cesá-
rea, a los fórceps, a una circular del cordón, a una temporada en
la incubadora... háblale, tranquilízale y refuerza tus mensajes de
amor.
Según las circunstancias del nacimiento, pregúntate poste-
riormente a ti misma y al terapeuta cuáles han podido ser las
causas. Entonces podrás hablar de las experiencias de la vida in-
trauterina que hayan pasado desapercibidas durante la gesta-
ción y se hayan revelado en el contexto específico del nacimien-
to. Tus palabras podrán evitar o disolver rápidamente los ancla-
jes negativos del bebé.
En los párrafos siguientes, os propongo algunas sugerencias
para hablar con vuestro bebé e informarle antes y durante el par-
to sobre las circunstancias particulares que vais a atravesar juntos.
La comadrona sofróloga y terapeuta o el tocólogo que estará
con vosotros podrá ayudaros en esta tarea, pero debido a que to-
davía deben evolucionar las mentalidades y las costumbres, qui-
zá debáis hacerlo por vuestra cuenta. Tomad estos ejemplos co-
mo propuestas manteniendo siempre la libertad de utilizar vues-
tras propias palabras.
Recordad que lo esencial se dice con el corazón.

Algunas palabras para prevenir o curar las huellas de los naci-


mientos ... por cesárea

“... Ahora es el momento de tu llegada al mundo... va a ser


diferente a los demás (o a lo que estaba previsto)... tienes dere-

319
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

cho... puedes hacerlo... ya verás cómo todo va de maravilla...


Para que te sientas en seguridad, el médico va a abrirme la tripa
desde el exterior con un bisturí, después cortará la pared del úte-
ro... la casa en la que has crecido y que ahora vas a dejar... Puedes
estar tranquilo... es un amigo tuyo... y mío... no me va a doler...
toda esta parte de mi cuerpo estará dormida... Después de to-
marte en sus brazos para sacarte al exterior... me coserán la tripa
y pronto no quedará ninguna marca... puede que la luz que veas
te deslumbre... si quieres, puedes mantener los ojos cerrados
durante un rato... tranquilo... no es la luz del mundo, sino la de
la sala de parto... es importante que esté bien iluminada... el sol
ya lo viste a través de mis ojos cuando paseábamos juntos por la
naturaleza... pronto podrás disfrutar de él... Una vez fuera ense-
guida estarás conmigo y con tu padre... en nuestros brazos... y
un poco más tarde cortarán el cordón umbilical que nos unía
cuando estabas en la tripa... Te queremos y estaremos aquí para
protegerte, para abrazarte y darte calor... Esta ayuda exterior
sólo la necesitarás en esta situación única de tu nacimiento...
Después... cuando crezcas... tendrás todos los recursos para llevar
a cabo y terminar por ti mismo todo aquello que te propongas...
En algunos casos si lo deseas, podrás pedir ayuda voluntaria-
mente a los demás.”

... con anestesia

“... Estaré dormida cuando vengas al mundo... pero recuerda


que será corto y que durante cada instante de mi sueño estaré en
relación contigo... Tú estarás consciente... totalmente libre... te
quiero... tu papá estará aquí para acogerte... Vas a nacer en se-
guridad y en tranquilidad... te esperamos.”

320
NACER Y RENACER

... prematuros con estancia en incubadora

“... Vas a venir al mundo antes de lo previsto... sean cuales


sean las razones... puedes cambiar de opinión y esperar hasta
más tarde para seguir desarrollándote en mi tripa... te quiero... te
queremos y te esperamos...
Si decides salir ahora... puedes hacerlo... tienes derecho a se-
guir tu ritmo... tienes toda la fuerza necesaria... Estaremos aquí
para acogerte en seguridad... Como necesitarás crecer todavía un
poco... te van a colocar en un lugar agradable y calentito donde
te cuidarán... En todo momento estaré cerca de ti a través del
pensamiento y del amor... En la incubadora te daré alguna cosa
mía para que tengas mi olor, el que te ha acompañado durante
todos estos meses... Estarás bien cuidado por todos los que se
van a ocupar de ti... Todo lo que hagan será por tu bien... sus ma-
nos... sus miradas estarán ahí por tu salud y por tu seguridad...
muy pronto estaremos juntos y conocerás el mundo verdadero y
sus colores... la vida... todo lo que tiene de precioso y que ya he-
mos visto juntos...
Tras este acontecimiento único de tu nacimiento... podrás
arreglártelas por ti mismo... tienes toda la fuerza que necesitas
para actuar y cuidar de ti mismo.”

... de término sobrepasado

“... Si inconscientemente todavía no te había dado “luz ver-


de” para nacer... ahora lo hago... Espero con impaciencia tu lle-
gada y el momento en el que nos encontremos por primera vez
en el exterior... tu padre y yo te aceptamos y te esperamos sin
condiciones... te queremos... Estamos felices de acompañarte en
el mundo para que crezcas con libertad... haremos todo lo posi-

321
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

ble para mostrarte la belleza y ayudarte a que desarrolles todos


los recursos que llevas dentro... Si quieres nacer ahora... puedes
hacerlo por ti mismo... responsable de tu propio ritmo...
Si no lo haces... es porque hay algo que no has podido decir-
nos o que nosotros no hemos comprendido... te ayudaremos para
que puedas salir y estar en seguridad... puedes confiar en noso-
tros...
Más tarde encontraremos juntos las razones que te retenían
dentro... para que esta dificultad de empezar acciones quede
asociada solamente a este momento único... y que tu te sientas li-
bre de comenzar todo lo que te propongas en el futuro... con la
seguridad de poder elegir y controlar el momento.”

... con fórceps

“... Claro que podrías venir al mundo por ti mismo y conmi-


go... tienes el valor y todos los recursos necesarios para ello... pe-
ro para que puedas salir con más facilidad, vendrá a buscarte
una cosa parecida a dos “cucharas”... tranquilo... no hay de qué
tener miedo... irá hacia tu cabeza para sacarte al exterior... y des-
pués no te quedará ninguna marca...
En tu vida futura tendrás los recursos necesarios para em-
prender todas las acciones que te propongas... y también podrás
dejarte ayudar por los demás si así lo deseas... Te ayudarán a sa-
lir, pero será solamente por esta vez y para que nazcas con más
facilidad.”

... con una circular del cordón umbilical

“... A pesar de lo que hayas podido percibir desde tu con-


cepción... tienes que saber que eres un ser único y que puedes

322
NACER Y RENACER

estar orgulloso de ti mismo... eres importante para nosotros...


para el mundo... y para ti también puedes serlo... tienes algo que
aportar... tienes tu lugar en la familia... en el universo... Tienes
derecho de estar aquí con tu individualidad... Te queremos... te
aceptamos... y te esperamos... puedes nacer en seguridad y sen-
tirte libre de expresar todo lo que llevas dentro... estamos aquí
para ayudarte.”

... con presentación podálica

“... Sean cuales sean las razones que te han llevado a colo-
carte así para nacer... no debes de estar totalmente decido a na-
cer en la armonía y la facilidad... hemos oído tu mensaje y esta-
mos aquí para transmitirte todo nuestro amor... Te esperamos y
estamos felices de tu llegada... sabes que puedes estar aquí... tie-
nes derecho y la posibilidad de darte la vuelta para nacer con li-
bertad... con facilidad... y abordar una vida agradable en la que
podrás expresarte plenamente.”

... de gemelos

“... Los dos tenéis vuestro lugar... cada uno de vosotros es


único... está entero... completo... en vuestra individualidad... te-
néis derecho... cada uno puede ocupar todo el espacio que nece-
site... y también compartirlo con libertad... Os queremos y os es-
peramos tanto a uno como al otro... estamos aquí para ayuda-
ros... para protegeros... para ayudaros a crecer y revelar el ser
único que constituye cada uno de vosotros.”

Espero que de esta forma los “nuevos nacimientos” vividos


tras una vida intrauterina apacible en la unión de amor y de co-

323
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

municación, permita que los bebés conserven el estado de liber-


tad que tanto necesitan para desarrollarse en armonía y que só-
lo sus padres pueden concederles.

324
LA CARTA DE LOS DERECHOS DEL
BEBÉ PARA EL SIGLO XXI

“El mundo está a punto de adquirir un conocimiento y una técni-


ca en la materia, cualquiera que sea su forma, nunca alcanzados desde
hace milenios. La fuente de su investigación, de sus invenciones y de
sus descubrimientos reside en la fuerza de la mente humana. Ac-
tualmente disponemos de instrumentos extraordinariamente eficientes
para vivir mejor día a día, para comunicarnos, para ser tratados y cu-
rados...
Nos beneficiamos de los métodos que nos permiten concebir a nues-
tros hijos, solamente si lo deseamos y cuando lo deseamos, dentro del
tiempo y la organización de nuestra existencia...
Las generaciones de mujeres y hombres anteriores vivieron bajo el
temor de las maternidades, de los nacimientos y de los problemas mate-
riales o de salud que se podían generar.
Hoy en día la ciencia y la medicina permiten a la mayoría regular
la fecundidad y a las parejas vivir su amor y su sexualidad en libertad.
No hay tiempo que perder. Debemos ser libres cuanto antes para po-
der ser los “gigantes” del siglo XXI, eximidos de todas las cargas del
pasado.

325
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Todo lo que decimos está inscrito en todos nosotros, tanto si nos gus-
ta como si no, tanto si somos conscientes de ello como si no.
La “causa de los embriones, de los fetos y de los bebés” es una causa
que nos incube a todos.
Curarnos y hacer evolucionar los conocimientos a través de esta con-
cienciación así como liberar a los que nazcan en el futuro, esto es lo im-
portante actualmente.
Deseáis la felicidad para vuestros hijos, ¿no es así? He aquí algunas
sugerencias para alcanzarla.”

326
CARTA DE LOS DERECHOS DEL BEBÉ PARA EL SIGLO XXI

La carta de los derechos del bebé...


1) Ser concebidos con la intención y el deseo incondicional de
nuestros padres para ser queridos sin condición, sin preferen-
cia de sexo, con nuestros derechos, nuestras capacidades y con
el sentimiento de que nuestra vida está protegida.
2) Ser concebidos para acompañarnos en nuestra evolución,
ayudarnos a ser nosotros mismos para expresar todas nuestras
potencialidades.
3) Estar unidos a nuestro padre y a nuestra madre e informa-
dos desde el principio por la comunicación mental y verbal, co-
mo si fuéramos personas completamente formadas, a través de
palabras sencillas, las del corazón, para que nos tengan al co-
rriente de los acontecimientos a los que se enfrentan y nos con-
firmen su amor.
4) Ser imaginados, visualizados, oídos y sentidos por nuestra
madre y nuestro padre, conscientes de la persona física, psí-
quica y espiritual en desarrollo que somos.
5) Evolucionar en la presencia inagotable de las energías de de-
seo y de amor de nuestros padres a lo largo de todo el embara-
zo así como después.
6) Ser concebidos en el amor recíproco de nuestros padres para
poder construir en armonía nuestras dos polaridades Yin y Yang.
7) Ser concebidos por padres libres de las proyecciones de su
pasado, que hayan reflexionado sobre ellos mismos en terapias
breves, si es posible antes de nuestra fecundación, y que estén
informados de manera sencilla sobre la psicología y sobre
nuestras necesidades básicas para acompañarnos en un “nue-
vo nacimiento”.
... por todo esto, gracias.

327
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Me gustaría que estos mensajes pudieran llegar a todos los


padres para que sus hijos comiencen sus vidas en libertad y dis-
fruten de la oportunidad de construir una estructura sólida so-
bre la que fundarán su personalidad y su futuro...

A lo largo de este libro, se han abordado muchos de los apar-


tados principales de esta “carta”, pero sólo profundizaré en
aquellos que me parecen importantes para la preparación a la
maternidad y la paternidad.

Tomad conciencia de la realidad de vuestro bebé


La ecografía

La ciencia nos ayuda a elegir el momento para concebir a


nuestros hijos con la intención y el deseo mutuo. También pro-
pone unos cuidados óptimos tanto para la madre como para el
bebé, gracias al progreso de la obstetricia y la contribución de la
ecografía.
Los padres que tienen dificultades para imaginarse el bebé
pueden encontrar una ayuda considerable en la ecografía. Lo
que veréis no será todavía su verdadera apariencia, sino formas,
claros y sombras.
Dispondréis de unas fotografías que son las instantáneas de
sus vibraciones.
Podréis seguir sus movimientos “en directo” en la pantalla y
percibir los latidos del corazón.
Gracias a esto, dejarán de ser ideas u “objetos” abstractos, in-
cluso sin realidad hasta el nacimiento, como ocurrió en el pasa-
do en muchos de vuestros casos. Tomarán forma ante vosotros y
se convertirán en seres concretos.

328
CARTA DE LOS DERECHOS DEL BEBÉ PARA EL SIGLO XXI

Muy pronto existirán seguramente medios aún más precisos


que permitan ver al bebé en su apariencia exacta y en etapas
tempranas de la gestación para que los padres puedan conocer
con facilidad al embrión. En realidad, son muchos los padres que
todavía tienen dificultades para acercarse al bebé e imaginárselo
ya que sigue siendo una idea abstracta para ellos.

La Sofrología

En su versión tradicional, ya ocupaba un lugar importante


en la preparación a la maternidad. Pero recientemente ha sido
protagonista de una gran evolución con mi versión de la “Nueva
Sofrología” y todas las aportaciones en el ámbito psicológico de
la información y el acompañamiento de los padres y de los be-
bés. Será uno de los métodos líder del futuro. Consistirá en vi-
sualizar, dar forma, imaginar al bebé, entrar en comunicación
con él a través de un método de utilización muy simple, relajar-
se, permitir al bebé que capte y comparta vuestra alegría, hasta
llenarse de un flujo extraordinario, cercano al éxtasis. Esta felici-
dad constituye para él una fuerza que le permitirá alcanzar to-
dos sus objetivos.
Los padres que conocen a título personal estas técnicas antes
del embarazo entablan con más facilidad y rapidez la relación
con el pequeño ser para crear una comunicación maravillosa, re-
lajándose y ampliando su estado de conciencia. Otros ya lo hací-
an antes espontánea e intuitivamente sin estos métodos, pero
eran sólo unos pocos.
Día a día aumenta el número de personas que quieren acce-
der a este método porque saben que ese vínculo con el bebé es
necesario desde el principio de la gestación y que hay que ser

329
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

conscientes de que el bebé constituye una persona en construc-


ción desde su concepción.

Medios para cada uno

Sin que exista jerarquía, puesto que todos somos únicos, es


indiscutible que los seres humanos no tenemos todos el mismo
desarrollo perceptivo, intuitivo y creativo. Por esta razón serán
necesarios diferentes medios para entrar en contacto con ellos,
pues todos los embriones y fetos necesitan sentirse imagina-
dos.
Con este objetivo he recopilado al final del libro cierta infor-
mación simplificada sobre el desarrollo intrauterino para que
aquellos que quieran informarse sobre los elementos técnicos
tengan una idea más clara de su función.

Comunicaos con vuestro bebé

Aquí también la Nueva Sofrología juega un papel predomi-


nante. Debes compartir con el bebé tus alegrías y tus proyectos.
Háblale también de lo que ocurre en el día a día. Un conflicto fa-
miliar o de pareja, un problema de trabajo o incluso un despido,
un imprevisto, una caída, el cansancio, una enfermedad, una
operación, una muerte... Él no comprende exactamente lo que
está ocurriendo y eso le inquieta.
Si no hay diálogo, recibirá a través del cordón umbilical una
especie de descargas eléctricas, de adrenalina, de hormonas, de
sustancias diversas... que confirman tu estado emocional, así
como parte de los sentimientos que se deducen de su padre.
Tenéis que prepararle, informarlo y tranquilizarlo.

330
CARTA DE LOS DERECHOS DEL BEBÉ PARA EL SIGLO XXI

Es importante prever con antelación que durante nueve


meses y todavía algunos años existirá la posibilidad de que se
produzcan acontecimientos en gran parte imprevisibles. En rea-
lidad, si decidieras posponer la concepción, siempre estarías
en el mismo caso de que se presenten situaciones difíciles ines-
peradas. Si te sumerges en la psicología y en los medios que
permiten desarrollar los recursos personales, una vez liberada
de los bloqueos del pasado, podrás enfrentarte a esta realidad
y anteponer a cualquier circunstancia el proyecto de tener un
hijo.
El bebé todavía no puede contestaros con palabras, pero lo
hace a su manera por medio de sensaciones, vibraciones y men-
sajes que envía a su madre. Funciona como si fuera una antena
de energía, un emisor-receptor que no utiliza el mismo código
que los padres para comunicarse, sino un medio más sutil.
Muchas madres oyen a sus hijos al ponerse a la escucha de sí
mismas y perciben, a través de sus propios pensamientos y sen-
saciones, los del bebé antes de que éste haya alcanzado el grado
de desarrollo que le permita servirse de sus movimientos como
medio de expresión.
Déjate llevar por una agradable relajación y en ese momento
os encontraréis el uno junto al otro... muy, muy unidos.
En esos momentos no se necesitan palabras. Todo ocurre por
encima del lenguaje porque el intercambio, el contacto físico y
recíproco que tiene lugar, es indescriptible. Se trata de un mo-
mento único para los padres... los embriones y los fetos.
Aquellos de vosotros que han vivido estos instantes, si los
comparten con su entorno, estarán contribuyendo a que cada
vez sean más numerosos los padres que puedan acceder a ellos.

331
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Algunos necesitarán un poco más de tiempo para deshacerse de


sus protecciones, que pueden llegar a ser verdaderas armaduras.
Se consideran fuertes al resistirse y, sin embargo, se trata de
una gran debilidad, tan alejados, sin saberlo, de sus sensaciones
fundamentales. Estas últimas son las que todo el mundo debe re-
encontrar, ampliar y permitir su expresión porque en ellas se en-
cuentra la fuerza del ser humano.
Al contrario de lo que mucha gente piensa todavía, nos en-
contramos bajo la influencia de la educación y a menudo de los
dogmas instituidos por la religión. En cambio, las emociones li-
mitadoras pueden despojar a los bebés in utero de sus recursos
ya que éstos no entienden el porqué de las situaciones que las ge-
neran. No saben lo que está ocurriendo si no se lo explican... si
no se les habla... simplemente para tranquilizarles.
Sin vuestra ayuda, los bebés se sienten aislados, “creen” en
vuestra indiferencia e incluso pueden sentirse culpables. A veces
piensan que es por su culpa, por su presencia, que sus padres di-
cen, sienten o actúan de una manera determinada.
El bebé necesita saber que tus ojos le ven, que tu cuerpo le
percibe y que eres consciente de que él te necesita a ti y a tu vi-
sión porque la suya todavía no ve.
También necesita oír a través de tus oídos mientras los suyos
permanecen cerrados y recibir tus pensamientos que analizan
los hechos y conocen las razones.
Si sabes todo esto, compártelo sin restricción con él ya que
siente de una manera muy intensa y primitiva sin saber real-
mente lo que está ocurriendo.
También es capaz de “pensar”, pero sólo en el pequeño uni-
verso del útero de su madre por lo que no sabe todo lo que hay

332
CARTA DE LOS DERECHOS DEL BEBÉ PARA EL SIGLO XXI

a su alrededor y que tu sí percibes. Tampoco sabe gran cosa del


mundo en el que tú te encuentras, el microcosmos del hogar, de
la familia, del trabajo, de los amigos... así como el macrocosmos
más alejado de la ciudad, del país, del planeta y de todos los se-
res que viven en él. No conoce nada de esto. La totalidad de su
imaginación abarca apenas unos metros alrededor del vientre
materno.
Puede captar algunos de los satélites que le rodean, como su
padre por supuesto, otros niños si los hay, los abuelos, los tíos y
tías, los amigos, las personas que se acercan a la madre allí don-
de se encuentre y las habitaciones o lugares en los que ésta evo-
luciona. Sin embargo, él no lo ve todo siempre con claridad.
El embrión y el feto van “grabando” imágenes, pero no en
sus retinas que funcionarán más adelante, sino en sus células, en
sus vibraciones más profundas, desde el primer momento de su
existencia como seres unicelulares, hasta que abren los ojos en su
nacimiento.
Por todas estas razones, el bebé in utero necesita que os co-
muniquéis con él, que le expliquéis la vida y vuestra vida, el
mundo y vuestro mundo. Expresadlo con palabras ya que él per-
cibe las vibraciones desde sus primeros instantes. En ese mo-
mento no son sus oídos ni su cerebro los receptores, puesto que
todavía no son funcionales, sino quizá la piel, su envoltura, que
funciona como una antena sumergida en el líquido amniótico,
como una caja de resonancia que le transmite el sonido.
Habladle directa y personalmente pues eso es precisamente lo
que necesitan a partir del momento en que conocéis su presen-
cia, cuando la menstruación desaparece o cuando se adivina en
ocasiones por intuición.

333
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Si el vínculo no se ha creado, el bebé puede asimilar tus pa-


labras y su significado de manera positiva, pero también negati-
vamente, a pesar de que no sea esa tu intención. Puesto que no
puede llegar comprenderlo todo, a veces se generan en él ten-
siones desagradables. Aquí es cuando empieza a “pensar”, a
“extrapolar” y a realizar “interpretaciones” por las que asumirá
como reales ideas siempre fragmentarias o falsas.
En estos casos en los que no se le explica lo que está pasan-
do, los bebés se arriesgan a “extraer conclusiones” apresuradas
y erróneas.
En realidad normalmente necesitan determinarse hacia un
sentido u otro ya que una posición indefinida resulta difícil de
mantener.
Las historias de los bebés y de sus sufrimientos emocionales
descritos en este libro constituyen pruebas irrefutables. Para que
estas situaciones no se reproduzcan, o que al menos disminuyan,
debéis aprender a conocerles y comprenderles mejor, a saber có-
mo funcionan y cuáles son sus necesidades.
Es tan simple... y, sin embargo, hasta hace bien poco, nos pare-
cía a muchos de nosotros una tarea tan difícil como la de aprender
chino. Dejemos que los bebés que se expresaron a través de los re-
vividos de los adultos sean los precursores y nos ayuden a recor-
dar que todos estuvimos en su lugar... con las mismas necesidades.

Amor y sexualidad
La relación sexual de la creación

El estado mental y emocional en el que se encuentran los pa-


dres en ese momento, lo que piensan y sienten en esos instantes,
tanto el padre como la madre, es importante para el bebé. En al-

334
CARTA DE LOS DERECHOS DEL BEBÉ PARA EL SIGLO XXI

gunos casos, puede ser uno de los factores determinantes en la


sexualidad del futuro adulto.
Los revividos terapéuticos simbólicos nos llevan a pensar
que las vibraciones instantáneas se imprimen sobre una placa fo-
tográfica, que define un decorado, un “paisaje”, es decir, un cli-
ma que podría teñir la personalidad. Estas energías parentales
formarán parte de la visión que tendrá este ser en formación so-
bre el mundo, sobre los demás y sobre sí mismo.

Las relaciones sexuales durante el embarazo

El bebé completará la percepción de esa experiencia inicial


de la sexualidad de sus padres con la que seguirá teniendo lugar
durante la gestación, con su frecuencia o su ausencia, con deseo,
placer, violencia, miedo, amor...
Al informarle de que ese momento de intimidad se va a pro-
ducir, el feto o el embrión participa en la sexualidad plena de los
padres, que garantizará la suya en el futuro.
De esta forma el bebé quedará impregnado de una energía
poderosa de amor y accederá a una intensidad aún mayor. Lo
que el feto necesita sentir en sus padres, unidos en la relación se-
xual de su concepción así como en las siguientes, es ante todo el
deseo, la alegría, el placer en sus corazones y la experiencia de la
sexualidad en sus cuerpos.
En otros casos, el bebé sentirá la violencia del acto sexual que
podría hacerle daño... también a él. Tanto si se trata de una viola-
ción como de una relación sexual vivida como una agresión por
la madre en una pareja formada, el bebé quedará marcado por esa
huella, que generará temores y dificultades sexuales de los que
tendrá que liberarse posteriormente en el plano genealógico.

335
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Los bebés concebidos sin este deseo, sobre todo por parte del
progenitor con el que comparte el sexo, podrían carecer en su vi-
da futura de dicho deseo. Por esta razón, es posible que les re-
sulte difícil disfrutar de esos momentos, sea por la creencia de in-
capacidad o por la de no tener derecho.
Esto se manifiesta tanto por una falta de ganas de crear, de
realizar, de expresarse y de ocio como por frigidez en las niñas e
impotencia en los niños.
De esta forma se convierten en personas sin ganas, sin vida,
que no tienen deseos o muy pocos.
Engendrados sin alegría ¿cómo podrán sentirla?
Si estas energías están ausentes en la concepción, también
suelen estarlo en el nacimiento. Tantos bebés nacidos sin placer,
nacidos sin alegría, tantos adultos limitados en sus vidas y en
sus cuerpos.
El bebé será fuerte si interpreta la relación de intimidad-se-
xualidad que engendró su primera célula como una fusión de
amor bilateral, intenso y profundo, de la que vosotros esperabais
que emanara un ser vivo, como fruto material y espiritual de
vuestra unión. El bebé sabe que el poder de fusión de vuestras
almas es un escudo para su protección, como un resplandor su-
plementario para su desarrollo.

La alquimia del Yin y del Yang

Lo ideal para el bebé es que estén presentes la intención, el


deseo y el amor en ambos padres. A veces, el feto percibe inten-
samente estos tres factores en uno de sus padres y en el otro, los
siente menos acentuados o incluso ausentes inicialmente.

336
CARTA DE LOS DERECHOS DEL BEBÉ PARA EL SIGLO XXI

Este anclaje, si bien incompleto, le proporciona unas bases


sólidas a pesar de que necesite ambas polaridades para construir
la suya.
La niña se identifica con su madre, pareciéndose u oponién-
dose a ella, pero también posee vibraciones Yang de las que se im-
pregna por su padre de la misma manera. Las necesita para sus
futuras relaciones con los hombres con los que compartirá su in-
timidad. Lo mismo ocurre con el niño, pero de manera inversa.
Los dos padres son esenciales y lo que transmiten a sus hijos
es fundamental para el equilibrio presente y futuro de éstos.
Por supuesto, ciertos acontecimientos de la vida pueden se-
parar a los seres humanos, como los divorcios o los fallecimien-
tos, y privar al niño en diferentes intensidades de uno de sus mo-
delos. Dadle la oportunidad inicial de evolucionar con su padre
y con su madre durante el tiempo que el destino le depare. Las
futuras madres que quieran tener un hijo por su cuenta, deben
plantearse todas las cuestiones preliminares a esta decisión y no
sólo la motivación de su propio deseo.
Después de leer este libro, si aceptan adoptar una visión ob-
jetiva, ¿qué elegirán? Mantenerse en su deseo es bien compren-
sible, pero ¿no resulta también unilateral y egocéntrico? ¿O bien
evaluarán al mimo tiempo “la causa de los bebés” para darles
todas las oportunidades posibles en la vida futura?
¿Decidirán entonces analizar los elementos bloqueadores de
sus guiones para liberarse de ellos, en lugar de transmitírselos
a su hijo? Se trata de creencias inconscientes, de emociones y de
decisiones que se remontan a su propia infancia y les llevan a
“arreglárselas” por su cuenta, a rechazar a los hombres y les im-
piden crear una pareja estable con uno de los millones de seres

337
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

humanos masculinos de este planeta... que será posible después


de un análisis adecuado.
Participar en la creación de una vida para que ésta se desa-
rrolle en armonía constituye un acto de amor incondicional, al-
truista y desinteresado sobre el que se debe reflexionar con la
ayuda del punto de vista de los demás, para poder ser conscien-
te de cuestiones e ideas nuevas y afrontarlas. De esta forma la
decisión se tomará con más libertad.

338
EN CONCLUSIÓN...

A lo largo de estas páginas, deseo que el embrión y el feto ha-


yan dejado atrás parte de su misterio y que vosotros hayáis acep-
tado seguirles hasta el final. Del ser equipado de una percepción
rudimentaria, tal y como era descrito hasta hace muy poco tiem-
po, al “gigante” dotado de una sensibilidad y percepción revela-
da, no hay más que un paso que hemos dado juntos y espero que
muchos sigan.
Ya es hora de que la cortina se levante sobre un mundo nue-
vo... en el que cada uno pueda encontrar la libertad y la igualdad
en el interior de sí mismo y en el universo. Sobre el camino poco
frecuentado de la verdadera búsqueda de los diferentes horizon-
tes para un futuro mejor, la transformación debe iniciarse en los
orígenes del ser humano. Si desde hace diez años la práctica me
guía fuera del marco de pensamiento tradicional, es porque allí se
encuentra una de las puertas de la evolución para el futuro.
Os he transmitido mi pasión y mis certezas con todo mi co-
razón y en toda simplicidad.

339
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

Espero que los padres que estén listos se beneficien del se-
guimiento y de la ayuda que necesitan para que los bebés pre-
sentes y futuros tengan la oportunidad de cumplir su destino, al
que por fin tendrán acceso.
Creo que antes de nacer y después, el bebé es un ser supra-
consciente cuyo funcionamiento es la base de todo el resto de su
vida. Si se siente comprendido en sus necesidades de amor y de
unión, permanecerá en este estado de conciencia, a pesar de que
después cambie el contexto. Si, por el contrario, se enfrenta a la
desconfianza y a la incomprensión, el bebé “sobrevivirá”, pero
congelará una gran parte de sus potencialidades.
¿Azar o “decisiones” tomadas por una mano divina? ¿Cerro-
jos impuestos para que más tarde tengamos que encontrar las
llaves? ¿Trampa para “crecer” mejor y avanzar en nuestros co-
nocimientos?
¿Y si la solución al enigma se encontrara en otra dimensión,
en la metafísica?
Dejo que contestéis vosotros mismos a estas cuestiones para
que reflexionéis sobre ello y nosotros nos veremos de nuevo en
la próxima ocasión para avanzar en lo desconocido...

Hasta entonces, espero que cada vez sean más numerosos los
bebés en la tierra que reciban todo el amor que necesitan y al que
tienen pleno derecho.

340
UNA BREVE GUÍA PARA SABER
UN POCO MÁS... SOBRE EL EMBRIÓN
Y EL FETO

La vida se caracteriza por una perfección suprema. Para que


todos, y en particular para los futuros padres, tengan un conoci-
miento más amplio de las etapas sucesivas del desarrollo del be-
bé in utero, os voy a hablar con palabras sencillas sobre este mun-
do que puede parecer misterioso y que me gustaría que se con-
virtiera en algo más familiar.
Observad, como si estuvierais dentro, lo que ocurre y cómo
evoluciona el embrión a lo largo de los nueve meses en los que
se desarrolla y crece en su primera morada.
¿Qué es más importante, la exploración de los planetas del
sistema solar o poder proporcionarle a la mayoría de las perso-
nas ciertas explicaciones sobre este mundo tan extraordinario,
este continente embrionario y fetal excepcional, que nos devuel-
ve a cada uno a su propia esencia, a la fuente de nuestra vida y
de la vida en general?
La creación del embrión humano es el ejemplo más bello de su
perfección. Todos hemos sido concebidos de la misma manera... la

341
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

perfección está siempre dentro de nosotros... aunque muchos lo


duden. No esperemos más para informar a todo el mundo.
¡Son tantos los que necesitan las pruebas para estar seguros!
¡Pues aquí están!
El hecho de que dos células procedentes de los padres pue-
dan unirse y crear un ser tan perfecto que lleva el germen del ni-
ño y del futuro adulto, es una realidad de una belleza infinita ro-
deada todavía de un gran misterio.
Tanto el conjunto de la creación como muchos otros reinos
obedecen a las mismas leyes.
Muchos científicos de diferentes campos de investigación se
vuelcan sobre las etapas de la diferenciación de esta única célu-
la inicial, que irá formando los grandes sistemas del cuerpo hu-
mano, tan distintos entre sí como son la piel, los músculos, los
huesos, los órganos digestivos, el cerebro, el sistema nervioso,
los órganos de los sentidos...

La ciencia y las percepciones sensoriales del bebé in utero

Las investigaciones* describen la cronología de la aparición


de los cinco sentidos en el orden siguiente: el tacto, el olor, el gus-
to, el oído y la vista. Están de acuerdo en decir que los sentidos
son funcionales antes del nacimiento, a pesar de que su madu-
ración no se haya completado.
– A las tres semanas de la concepción se establecen las bases
del sistema nervioso central y se desarrollan el cerebro y la mé-
dula espinal.

* L’aube des sens, E. Herbinet y M. C. Busnel, Éditions Stock, 1995, París, 9ª


edición.

342
UNA BREVE GUÍA PARA SABER UN POCO MÁS...

– La placoda, primera estructura del olor, se constituye en la


cuarta semana. Los neurorreceptores de la mucosa olfativa se for-
man a las seis semanas. El desarrollo completo del bulbo olfativo,
que alcanza los 300 gramos, tiene lugar a los cuatro meses y
medio.
– Las vesículas ópticas, precursoras de las retinas, aparecen a
las cuatro semanas y los nervios ópticos, tres semanas más tarde.
– Los receptores nerviosos del tacto se desarrollan alrededor
de la boca a las ocho semanas. Se producen reacciones al tacto en
la cara, después, en las palmas de las manos y en todo el cuerpo
a los seis meses.
– La región del tímpano aparece a las ocho semanas, el oído
interno se forma quince días más tarde. Alcanzará su talla defi-
nitiva en el quinto mes y el oído medio se establecerá a los ocho
meses.
– El desarrollo de las papilas gustativas de la lengua y los
primeros movimientos respiratorios aparecen hacia las doce se-
manas.
En el sexto mes de gestación el feto prueba el líquido amnió-
tico y reconoce los olores. La retina está diferenciada y los pár-
pados se abren.
Los investigadores también reconocen “oficialmente” que,
llegado a este estado, el feto es capaz de ver puesto que las esti-
mulaciones luminosas endouterinas generan aceleraciones en su
ritmo cardíaco. A la misma edad, el feto también oye sonidos
pues los latidos de su corazón se relajan al oír la voz materna que
le habla a él, mientras que permanece constante cuando se diri-
ge a un interlocutor neutro que está en la misma habitación. Este

343
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

experimento también demuestra la existencia de una memoriza-


ción ya que se produce la misma reacción en los mismos bebés
tras el nacimiento.
Asimismo, se ha demostrado que el olfato es funcional en el
entorno acuático. El feto memoriza la información y la reutiliza
tras el nacimiento, y es capaz de reconocer el olor del líquido
amniótico materno entre otros. Varias décadas han sido necesa-
rias para obtener la confirmación científica de la demostración
clínica magistral realizada por Françoise Dolto en prematuros,
que observó que los bebés se relajaban gracias al olor de una
prenda utilizada por su madre, de la que se habían visto aleja-
dos por la incubadora. Este experimento es una prueba de que
la intuición y la observación pueden adelantarse a la ciencia y
que es necesario salir del marco de los postulados para poder
progresar.
Puesto que los revividos proporcionan las pruebas clínicas,
podemos imaginar lo que nos dirá la investigación científica
dentro una décadas... Teniendo en cuenta, además, que algunos
ya hablan de los rasgos comunes con los animales, en los que se
plantea un posible aprendizaje prenatal por el que adquieren
ciertas competencias sensoriales que podrían favorecer la madu-
ración, el desarrollo y el funcionamiento posterior de los siste-
mas.
Todo esto entra dentro de las bases de la preparación a la ma-
ternidad y a la paternidad, cuya ética debe ser armónica y libre,
al tiempo que respete las necesidades reales de los bebés in utero
para que se desarrollen y tengan derecho a mejores oportunida-
des en el futuro.

344
UNA BREVE GUÍA PARA SABER UN POCO MÁS...

Del embrión al feto: nueve meses para preparar toda una vida

Durante las primeras semanas posteriores a la fecundación


se suceden una serie de etapas de cambios morfológicos, dirigi-
dos por la información genética contenida en los cromosomas de
la primera célula. Su perfecta programación forma, ya a finales
del segundo mes, los esbozos esenciales de los principales órga-
nos o aparatos prácticamente concluidos y que se completarán
en las semanas siguientes.
En las primeras etapas de la diferenciación embrionaria tie-
ne lugar una evolución intensa y rápida de los órganos internos
y sobre todo del aspecto externo. En la cuarta semana el cuerpo
mide apenas cuatro milímetros y se asemeja a las especies filo-
genéticas anteriores. En el extremo caudal la “cola” transitoria
que se había formado experimenta una regresión y desaparece
en la sexta semana, cuando el embrión mide prácticamente un
centímetro.
Al cabo de dos meses de la concepción, mide tres centímetros
y su aspecto humano, si bien rudimentario, ya está bastante de-
finido.
En esta fase, la extremidad correspondiente a la cabeza es vo-
luminosa y muestra los bosquejos de los ojos, de las orejas y de
la región facial. El cerebro adopta su forma definitiva gracias a
una multiplicación intensa de las neuronas. Los miembros se
han formado a partir de unos salientes y la rotación se efectúa
para permitir el desarrollo de su morfología y la orientación de-
finitiva. Los dedos están separados por surcos.
A lo largo del segundo mes, una de las particularidades más
notables es la flexión de la cabeza con respecto al eje del cuerpo,
cuyo grado varía entre un embrión y otro. En la región del tórax

345
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

abdominal se eleva un bulto voluminoso debido al desarrollo


del corazón protegido por el pericardio.
A partir de la quinta semana, el futuro hígado también so-
bresale en esta región y forma una gran protuberancia sobre la
que el embrión apoya la cabeza. Abajo se encuentra el cordón
umbilical que une el bebé con la placenta, órgano vital para su
desarrollo...
El final de la octava semana, o incluso de la décima, marca la
terminación del período embrionario y la transformación de un
ser que hasta ahora tenía unas formas relativamente indefinidas
a un feto reconocible cuyo aspecto humano es muy evidente, a
pesar de su precariedad, y que pronto podrá adquirir rasgos per-
sonales.
Los otros siete meses de gestación están reservados al per-
feccionamiento de las grandes funciones vitales, a la organiza-
ción del conjunto del cuerpo y a que cada órgano adquiera la
masa de tejido que condicionará su eficacia.
Por lo tanto, al término de su período de elaboración, el em-
brión constituye un ser completo en miniatura y posee el con-
junto de las bases de los diferentes órganos. El feto concluye es-
ta evolución y adquiere sus caracteres distintivos.
– A los tres meses, mide siete centímetros y pesa alrededor
de veinte gramos.
– A los seis meses, alcanza los treinta centímetros.
– A los ocho meses, supera los cuarenta centímetros y pesa
dos kilos.
– En el nacimiento, llega a los cincuenta centímetros y pesa
algo más de tres kilos.

346
UNA BREVE GUÍA PARA SABER UN POCO MÁS...

Algunas cifras

A lo largo de la gestación, el ritmo de crecimiento no es cons-


tante. Durante el primer mes el peso del embrión se multiplica
por 8000, lo que representa una progresión intensa. En realidad,
si la evolución persistiera al mismo ritmo hasta la edad adulta al-
canzaría una masa superior a todo el sistema solar.
Por lo tanto se establece un freno de manera natural hasta el
noveno mes. El crecimiento de peso no es más que de un 33%, lo
que no es nada despreciable. La talla, más fácil de medir con pre-
cisión, sigue más o menos el mismo aumento.
La talla se mide entre el cráneo y el cóccix en los embriones
y hasta la planta de los pies en los fetos cuando están en posición
estirada.
Todas las partes del cuerpo no están sometidas al mismo rit-
mo de crecimiento. Al comienzo del tercer mes la cabeza repre-
senta alrededor de la mitad del cuerpo, en el quinto mes un ter-
cio de la largura total y un cuarto en el nacimiento.
La extraordinaria perfección de este desarrollo programa es-
pecíficamente las diferentes velocidades de crecimiento de la
placa embrionaria inicial, que explica la mayor parte de los cam-
bios de posición relativa de los órganos a lo largo del desarrollo.
Esta evolución global está asociada a tres factores: la multi-
plicación del número de células, controlado por los genes, el cre-
cimiento de cada célula (elemento menos importante excepto pa-
ra los músculos) y el aumento del sedimento de material intra-
celular. Todo esto está en función de la cantidad de sustancias
nutritivas disponibles en la alimentación de la madre y que son
transferidas al bebé por al cordón umbilical y la placenta.

347
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

La placenta

La placenta es un órgano elaborado transitoriamente duran-


te la gestación por la madre y por el bebé, de manera bilateral, y
tanto su organización como sus funciones son fascinantes.
A lo largo de su implantación, el huevo caracterizado por
una proliferación intensa se introduce en la mucosa uterina y se
establece allí para efectuar la nidación. Ésta forma diferentes ca-
pas que envuelven al embrión en desarrollo. El músculo uterino
y el embrión participan juntos en la constitución de este órgano
gracias a unos intercambios esenciales.
Asimismo, la placenta deja pasar proteínas hacia el bebé úni-
camente bajo la forma de pequeñas moléculas, bien los aminoá-
cidos directamente de la madre, o bien los que él mismo trans-
forma gracias a su “fábrica” celular y enzimática a partir de las
proteínas maternas. Detiene todas las moléculas “gordas” que
sobrepasan los siete milimicrones.
La placenta también suministra vitaminas, hormonas, como
los estrógenos o los andrógenos, y, dentro del campo del estrés
que nos interesa, adrenalina, vasopresina y corticoides mater-
nos. Él mismo también los elabora.
Sin embargo, no se trata de una barrera impermeable a los
gérmenes. Se ha demostrado que microbios y virus pasan con
facilidad de la madre al niño y algunos de ellos pueden gene-
rar malformaciones graves en el embrión o el feto. Un ejemplo
conocido es el de la rubéola que justifica la prevención en las
niñas a partir de la pubertad si no han contraído directamente
la enfermedad para evitar que la padezcan durante el emba-
razo.

348
UNA BREVE GUÍA PARA SABER UN POCO MÁS...

El feto produce anticuerpos antiinfecciosos, lo que explica la


inmunidad in utero y en el recién nacido durante una período va-
riable según el germen y la protección de la madre.
Los medicamentos pasan con comodidad por lo que algunos
están contraindicados o administrados con prudencia durante la
gestación debido a las consecuencias peligrosas para el feto.
También atraviesan la placenta ciertos anticuerpos anti-Rh
responsables de determinados problemas neonatales.
Al cabo de unas pocas semanas, este órgano toma el relevo
de la hipófisis y empieza a segregar la hormona gonadotrofina
coriónica (HCG) que estimula en el ovario la producción de pro-
gesterona y cuya detección es uno de los factores principales en
el diagnóstico precoz del embarazo.
La placenta sintetiza asimismo estrógenos que estimulan la
multiplicación y el crecimiento de las fibras musculares lisas
del útero. Quedan sensibles a la acción del ocitocina liberada
por la hipófisis que provocará a término las contracciones del
parto.
Durante el cuarto mes, la placenta también toma el relevo de
los ovarios para segregar progesterona que inhibe las funciones
uterinas, lo que impide las contracciones. Los estrógenos y la
progesterona preparan la glándula mamaria para la lactancia.

El desencadenamiento del parto

El feto es el que tiene el control. Cuando el trofoblasto lanza


el mensaje, activa también el eje hipotálamo-hipófisis-suprarre-
nal fetal a través de una disminución del cortisol placentario.
Entonces tiene lugar una aceleración de la maduración pulmo-

349
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

nar y la placenta sintetiza una hormona, la CRH o la Hormona


Liberadora de Corticotrofina, que provoca las primeras contrac-
ciones.

El crecimiento del bebé y la maduración completa que hacen


que el feto esté listo para nacer surgen de la perfección pura co-
mo el símbolo del número de meses de su gestación.
El bebé mide una fracción de milímetro y tiene un peso des-
preciable en su fecundación y nueve meses más tarde pasa a con-
tar con unos cincuenta centímetros y entre tres y cuatro kilos. El
proceso por el que una célula se convierte en un ser completo
compuesto por millones de células altamente especializadas, esa
es la magnífica evolución del ser humano.

350
RECOMENDACIONES PARA
LOS LECTORES

Si, tras leer este libro, deseas hacer una terapia de la vida in-
trauterina y del nacimiento con el método descrito o si vas a ser
madre o padre y deseas un seguimiento del embarazo y el par-
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niéndote en contacto conmigo.

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351
EL FUTURO SE DECIDE ANTES DE NACER

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JIMÉNEZ HERNÁNDEZ-PINZÓN. (2ª ed.)
10. Cuerpo y Psicoanálisis. Por un psicoanálisis más activo. JEAN SARKISSOFF. (2ª ed.)
11. Dinámica de grupos. Cincuenta años después. LUIS LÓPEZ-YARTO ELIZALDE. (7ª ed.)
12. El eneagrama de nuestras relaciones. MARIA-ANNE GALLEN - HANS NEIDHARDT. (5ª ed.)
13. ¿Por qué me culpabilizo tanto? Un análisis psicológico de los sentimientos de culpa.
LUIS ZABALEGUI. (3ª ed.)
14. La relación de ayuda: De Rogers a Carkhuff. BRUNO GIORDANI. (3ª ed.)
15. La fantasía como terapia de la personalidad. F. JIMÉNEZ HERNÁNDEZ-PINZÓN. (2ª ed.)
16. La homosexualidad: un debate abierto. JAVIER GAFO (ED.). (3ª ed.)
17. Diario de un asombro. ANTONIO GARCÍA RUBIO. (3ª ed.)
18. Descubre tu perfil de personalidad en el eneagrama. DON RICHARD RISO. (6ª ed.)
19. El manantial escondido. La dimensión espiritual de la terapia. THOMAS HART.
20. Treinta palabras para la madurez. JOSÉ ANTONIO GARCÍA-MONGE. (11ª ed.)
21. Terapia Zen. DAVID BRAZIER. (2ª ed.)
22. Sencillamente cuerdo. La espiritualidad de la salud mental. GERALD MAY.
23. Aprender de Oriente: Lo cotidiano, lo lento y lo callado. JUAN MASIÁ CLAVEL.
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25. Cuando el problema es la solución. Aproximación al enfoque estratégico.
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26. Cómo llegar a ser un adulto. Manual sobre la integración psicológica y espiritual.
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27. El acompañante desconocido. De cómo lo masculino y lo femenino que hay en cada
uno de nosotros afecta a nuestras relaciones. JOHN A. SANFORD.
28. Vivir la propia muerte. STANLEY KELEMAN.
29. El ciclo de la vida: Una visión sistémica de la familia.
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30. Yo, limitado. Pistas para descubrir y comprender nuestras minusvalías.
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31. Lograr buenas notas con apenas ansiedad. Guía básica para sobrevivir a los
exámenes. KEVIN FLANAGAN.
32. Alí Babá y los cuarenta ladrones. Cómo volverse verdaderamente rico. VERENA KAST.
33. Cuando el amor se encuentra con el miedo. DAVID RICHO. (3ª ed.)
34. Anhelos del corazón. Integración psicológica y espiritualidad. WILKIE AU - NOREEN
CANNON. (2ª ed.)
35. Vivir y morir conscientemente. IOSU CABODEVILLA. (4ª ed.)
36. Para comprender la adicción al juego. MARÍA PRIETO URSÚA.
37. Psicoterapia psicodramática individual. TEODORO HERRANZ CASTILLO.
38. El comer emocional. EDWARD ABRAMSON. (2ª ed.)
39. Crecer en intimidad. Guía para mejorar las relaciones interpersonales.
JOHN AMODEO - KRIS WENTWORTH. (2ª ed.)
40. Diario de una maestra y de sus cuarenta alumnos. ISABEL AGÜERA ESPEJO-SAAVEDRA.
41. Valórate por la felicidad que alcances. XAVIER MORENO LARA.
42. Pensándolo bien... Guía práctica para asomarse a la realidad. RAMIRO J. ÁLVAREZ.
43. Límites, fronteras y relaciones. Cómo conocerse, protegerse y disfrutar de uno mismo.
CHARLES L. WHITFIELD.
44. Humanizar el encuentro con el sufrimiento. JOSÉ CARLOS BERMEJO.
45. Para que la vida te sorprenda. MATILDE DE TORRES. (2ª ed.)
46. El Buda que siente y padece. Psicología budista sobre el carácter, la adversidad y
la pasión. DAVID BRAZIER.
47. Hijos que no se van. La dificultad de abandonar el hogar. JORGE BARRACA.
48. Palabras para una vida con sentido. Mª. ÁNGELES NOBLEJAS. (2ª ed.)
49. Cómo llevarnos bien con nuestros deseos. PHILIP SHELDRAKE.
50. Cómo no hacer el tonto por la vida. Puesta a punto práctica del altruismo.
LUIS CENCILLO. (2ª ed.)
51. Emociones: Una guía interna. Cuáles sigo y cuáles no. LESLIE S. GREENBERG. (3ª ed.)
52. Éxito y fracaso. Cómo vivirlos con acierto. AMADO RAMÍREZ VILLAFÁÑEZ.
53. Desarrollo de la armonía interior. La construcción de una personalidad positiva. JUAN
ANTONIO BERNAD.
54. Introducción al Role-Playing pedagógico. PABLO POBLACIÓN KNAPPE y ELISA LÓPEZ
BARBERÁ Y COLS.
55. Cartas a Pedro. Guía para un psicoterapeuta que empieza. LORETTA CORNEJO.
56. El guión de vida. JOSÉ LUIS MARTORELL.
57. Somos lo mejor que tenemos. ISABEL AGÜERA ESPEJO-SAAVEDRA.
58. El niño que seguía la barca. Intervenciones sistémicas sobre los juegos familiares.
GIULIANA PRATA; MARIA VIGNATO y SUSANA BULLRICH.
59. Amor y traición. JOHN AMODEO.
60. El amor. Una visión somática. STANLEY KELEMAN.
61. A la búsqueda de nuestro genio interior: Cómo cultivarlo y a dónde nos guía. KEVIN FLANAGAN.
62. A corazón abierto.Confesiones de un psicoterapeuta. F. JIMÉNEZ HERNÁNDEZ-PINZÓN.
63. En vísperas de morir. Psicología, espiritualidad y crecimiento personal.
IOSU CABODEVILLA ERASO.
64. ¿Por qué no logro ser asertivo? OLGA CASTANYER Y ESTELA ORTEGA. (5ª ed.)
65. El diario íntimo: buceando hacia el yo profundo. JOSÉ-VICENTE BONET, S.J. (2ª ed.)
66. Caminos sapienciales de Oriente. JUAN MASIÁ.
67. Superar la ansiedad y el miedo. Un programa paso a paso. PEDRO MORENO. (7ª ed.)
68. El matrimonio como desafío. Destrezas para vivirlo en plenitud. KATHLEEN R. FISCHER y
THOMAS N. HART.
69. La posada de los peregrinos. Una aproximación al Arte de Vivir. ESPERANZA BORÚS.
70. Realizarse mediante la magia de las coincidencias. Práctica de la sincronicidad
mediante los cuentos. JEAN-PASCAL DEBAILLEUL y CATHERINE FOURGEAU.
71. Psicoanálisis para educar mejor. FERNANDO JIMÉNEZ HERNÁNDEZ-PINZÓN.
72. Desde mi ventana. Pensamientos de autoliberación. PEDRO MIGUEL LAMET.
73. En busca de la sonrisa perdida. La psicoterapia y la revelación del ser.
JEAN SARKISSOFF.
74. La pareja y la comunicación. La importancia del diálogo para la plenitud y la
longevidad de la pareja. Casos y reflexiones. PATRICE CUDICIO y CATHERINE CUDICIO.
75. Ante la enfermedad de Alzheimer. Pistas para cuidadores y familiares. MARGA NIETO
CARRERO. (2ª ed.)
76. Me comunico... Luego existo. Una historia de encuentros y desencuentros. JESÚS DE LA
GÁNDARA MARTÍN.
77. La nueva sofrología. Guía práctica para todos. CLAUDE IMBERT.
78. Cuando el silencio habla. MATILDE DE TORRES VILLAGRÁ. (2ª ed.)
79. Atajos de sabiduría. CARLOS DÍAZ.
80. ¿Qué nos humaniza? ¿Qué nos deshumaniza? Ensayo de una ética desde la psicolo-
gía. RAMÓN ROSAL CORTÉS.
81. Más allá del individualismo. RAFAEL REDONDO.
82. La terapia centrada en la persona hoy. Nuevos avances en la teoría y en la práctica.
DAVE MEARNS y BRIAN THORNE.
83. La técnica de los movimientos oculares. La promesa potencial de un nuevo avance psico-
terapéutico. FRED FRIEDBERG. INTRODUCCIÓN A LA EDICIÓN ESPAÑOLA POR RAMIRO J. ÁLVAREZ
84. No seas tu peor enemigo... ¡...Cuando puedes ser tu mejor amigo! ANN-M. MCMAHON.
85. La memoria corporal. Bases teóricas de la diafreoterapia. LUZ CASASNOVAS SUSANNA.
86. Atrapando la felicidad con redes pequeñas. IGNACIO BERCIANO PÉREZ. CON LA COLABORA-
CIÓN DE ITZIAR BARRENENGOA. (2ª ed.)
87. C.G. Jung. Vida, obra y psicoterapia. M. PILAR QUIROGA MÉNDEZ.
88. Crecer en grupo. Una aproximación desde el enfoque centrado en la persona.
BARTOMEU BARCELÓ.
89. Automanejo emocional. Pautas para la intervención cognitiva con grupos.
ALEJANDRO BELLO GÓMEZ, ANTONIO CREGO DÍAZ.
90. La magia de la metáfora. 77 relatos breves para educadores, formadores y
pensadores. NICK OWEN.
91. Cómo volverse enfermo mental. JOSÉ LUÍS PIO ABREU.
92. Psicoterapia y espiritualidad. La integración de la dimensión espiritual en la práctica te-
rapéutica. AGNETA SCHREURS.
93. Fluir en la adversidad. AMADO RAMÍREZ VILLAFÁÑEZ.
94. La psicología del soltero: Entre el mito y la realidad. JUAN ANTONIO BERNAD.
95. Un corazón auténtico. Un camino de ocho tramos hacia un amor en la madurez. JOHN
AMODEO.
96. Luz, más luz. Lecciones de filosofía vital de un psiquiatra. BENITO PERAL.
97. Tratado de la insoportabilidad, la envidia y otras “virtudes” humanas. LUIS RAIMUNDO
GUERRA. (2ª ed.)
98. Crecimiento personal: Aportaciones de Oriente y Occidente. MÓNICA RODRÍGUEZ-ZAFRA (ED.).
99. El futuro se decide antes de nacer. La terapia de la vida intrauterina. CLAUDE IMBERT.
(2ª ed.)
100. Cuando lo perfecto no es suficiente. Estrategias para hacer frente al perfeccionismo.
MARTIN M. ANTONY - RICHARD P. SWINSON. (2ª ed.)
101. Los personajes en tu interior. Amigándote con tus emociones más profundas. JOY
CLOUG.
102. La conquista del propio respeto. Manual de responsabilidad personal. THOM RUTLEDGE.
103. El pico del Quetzal. Sencillas conversaciones para restablecer la esperazanza en el fu-
turo. MARGARET J. WHEATLEY.
104. Dominar las crisis de ansiedad. Una guía para pacientes. PEDRO MORENO, JULIO C.
MARTÍN. (5ª ed.)
105. El tiempo regalado. La madurez como desafío. IRENE ESTRADA ENA.
106. Enseñar a convivir no es tan difícil. Para quienes no saben qué hacer con sus hijos, o
con sus alumnos. MANUEL SEGURA MORALES. (9ª ed.)
107. Encrucijada emocional. Miedo (ansiedad), tristeza (depresión), rabia (violencia), alegría
(euforia). KARMELO BIZKARRA. (3ª ed.)
108. Vencer la depresión. Técnicas psicológicas que te ayudarán. MARISA BOSQUED.
109. Cuando me encuentro con el capitán Garfio... (no) me engancho. La práctica en psico-
terapia gestalt. ÁNGELES MARTÍN Y CARMEN VÁZQUEZ.
110. La mente o la vida. Una aproximación a la Terapia de Aceptación y Compromiso.
JORGE BARRACA MAIRAL. (2ª ed.)
111. ¡Deja de controlarme! Qué hacer cuando la persona a la que queremos ejerce un do-
minio excesivo sobre nosotros. RICHARD J. STENACK.
112. Responde a tu llamada. Una guía para la realización de nuestro objetivo vital más pro-
fundo. JOHN P. SCHUSTER.
113. Terapia meditativa. Un proceso de curación desde nuestro interior. MICHAEL L. EMMONS,
PH.D. Y JANET EMMONS, M.S.
114. El espíritu de organizarse. Destrezas para encontrar el significado a sus tareas. PAMELA
KRISTAN.
115. Adelgazar: el esfuerzo posible. Un sistema gradual para superar la obesidad. AGUSTÍN
CÓZAR.
116. Crecer en la crisis. Cómo recuperar el equilibrio perdido. ALEJANDRO ROCAMORA. (2ª ed.)
117. Rabia sana. Cómo ayudar a niños y adolescentes a manejar su rabia. BERNARD
GOLDEN, PH. D.
118. Manipuladores cotidianos. Manual de supervivencia. JUAN CARLOS VICENTE CASADO.
119. Manejar y superar el estrés. Cómo alcanzar una vida más equilibrada. ANN WILLIAMSON.
120. La integración de la terapia experiencial y la terapia breve. Un manual para terapeutas
y consejeros. BALA JAISON.
121. Este no es un libro de autoayuda. Tratado de la suerte, el amor y la felicidad. LUIS
RAIMUNDO GUERRA.
122. Psiquiatría para el no iniciado.RAFA EUBA.
123. El poder curativo del ayuno. Recuperando un camino olvidado hacia la salud. KARMELO
BIZKARRA. (2ª ed.)
124. Vivir lo que somos. Cuatro actitudes y un camino. ENRIQUE MARTÍNEZ LOZANO. (3ª ed.)
125. La espiritualidad en el final de la vida. Una inmersión en las fronteras de la ciencia.
IOSU CABODEVILLA ERASO.
126. Regreso a la conciencia. AMADO RAMÍREZ.
127. Las constelaciones familiares. En resonancia con la vida. PETER BOURQUIN. (4ª ed.)
128. El libro del éxito para vagos. Descubra lo que realmente quiere y cómo conseguirlo sin
estrés. THOMAS HOHENSEE.
129. Yo no valgo menos. Sugerencias cognitivo- humanistas para afrontar la culpa y la ver-
güenza. OLGA CASTANYER.
130. Manual de Terapia Gestáltica aplicada a los adolescentes. LORETTA CORNEJO. (2ª ed.)
131. ¿Para qué sirve el cerebro? Manual para principiantes. JAVIER TIRAPU.
132. Esos seres inquietos. Claves para combatir la ansiedad y las obsesiones. AMADO
RAMÍREZ VILLAFÁÑEZ.
133. Dominar las obsesiones. Una guía para pacientes. PEDRO MORENO, JULIO C. MARTÍN,
JUAN GARCÍA Y ROSA VIÑAS
134. Cuidados musicales para cuidadores. Musicoterapia Autorrealizadora para el estrés
asistencial. CONXA TRALLERO Y JORDI OLLER
Serie MAIOR
1. Anatomía Emocional. La estructura de la experiencia somática STANLEY KELEMAN. (7ª ed.)
2. La experiencia somática. Formación de un yo personal. STANLEY KELEMAN. (2ª ed.)
3. Psicoanálisis y análisis corporal de la relación. ANDRÉ LAPIERRE.
4. Psicodrama. Teoría y práctica. JOSÉ AGUSTÍN RAMÍREZ. (3ª ed.)
5. 14 Aprendizajes vitales. CARLOS ALEMANY (ED.). (11ª ed.)
6. Psique y Soma. Terapia bioenergética. JOSÉ AGUSTÍN RAMÍREZ.
7. Crecer bebiendo del propio pozo.Taller de crecimiento personal.
CARLOS RAFAEL CABARRÚS, S.J. (11ª ed.)
8. Las voces del cuerpo. Respiración, sonido y movimiento en el proceso terapéutico.
CAROLYN J. BRADDOCK.
9. Para ser uno mismo. De la opacidad a la transparencia. JUAN MASIÁ CLAVEL
10. Vivencias desde el Enneagrama. MAITE MELENDO. (3ª ed.)
11. Codependencia. La dependencia controladora. La depencencia sumisa. DOROTHY MAY.
12. Cuaderno de Bitácora, para acompañar caminantes. Guía psico-histórico-espiritual.
CARLOS RAFAEL CABARRÚS. (4ª ed.)
13. Del ¡viva los novios! al ¡ya no te aguanto! Para el comienzo de una relación en
pareja y una convivencia más inteligente. EUSEBIO LÓPEZ. (2ª ed.)
14. La vida maestra. El cotidiano como proceso de realización personal. JOSÉ MARÍA TORO.
15. Los registros del deseo. Del afecto, el amor y otras pasiones. CARLOS DOMÍNGUEZ
MORANO. (2ª ed.)
16. Psicoterapia integradora humanista. Manual para el tratamiento de 33 problemas
psicosensoriales, cognitivos y emocionales. ANA GIMENO-BAYÓN Y RAMÓN ROSAL.
17. Deja que tu cuerpo interprete tus sueños. EUGENE T. GENDLIN.
18. Cómo afrontar los desafíos de la vida. CHRIS L. KLEINKE.
19. El valor terapéutico del humor. ÁNGEL RZ. IDÍGORAS (ED.). (3ª ed.)
20. Aumenta tu creatividad mental en ocho días. RON DALRYMPLE, PH.D., F.R.C.
21. El hombre, la razón y el instinto. JOSÉ Mª PORTA TOVAR.
22. Guía práctica del trastorno obsesivo compulsivo (TOC). Pistas para su liberación.
BRUCE M. HYMAN Y CHERRY PEDRICK.
23. La comunidad terapéutica y las adicciones Teoría, Modelo y Método. GEORGE DE LEON.
24. El humor y el bienestar en las intervenciones clínicas. WALEED A. SALAMEH Y WILLIAM F.
FRY.
25. El manejo de la agresividad. Manual de tratamiento completo para profesionales.
HOWARD KASSINOVE Y RAYMOND CHIP TAFRATE.
26. Agujeros negros de la mente. Claves de salud psíquica. JOSÉ L. TRECHERA.
27. Cuerpo, cultura y educación. JORDI PLANELLA RIBERA.
28. Reír y aprender. 95 técnicas para emplear el humor en la formación. DONI TAMBLYN.
29. Manual práctico de psicoterapia gestalt. ÁNGELES MARTÍN. (4ª ed.)
30. Más magia de la metáfora. Relatos de sabiduría para aquellas personas que tengan a
su cargo la tarea de Liderar, Influenciar y Motivar. NICK OWEN
31. Pensar bien - Sentirse bien. Manual práctico de terapia cognitivo-conductual para niños
y adolescentes. PAUL STALLARD.
32. Ansiedad y sobreactivación. Guía práctica de entrenamiento en control respiratorio.
PABLO RODRÍGUEZ CORREA.
Este libro se terminó
de imprimir
en los talleres de
Publidisa, S.A., en Sevilla,
el 8 de octubre de 2008.

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