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Sanidad Interior

Somos el producto de la experiencia total de nuestra vida, experiencias que hayamos vivido en
el pasado determinan nuestra forma de actuar y pensar en el presente.

Las heridas del pasado pueden distorsionar la percepción del presente ya que las heridas nos
atan, puede ser a la persona que nos hirió o a los pensamientos y sentimientos negativos.

El trabajo de Jesús cuando llega a nosotros es sanarnos de las heridas del pasado
Lucas 4:18 El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas
nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos.

Dios nos hizo seres tripartitos, tenemos cuerpo, alma y espíritu


 El cuerpo es la parte que vemos
 El alma es la parte que controla al hombre, es decir la mente, las emociones y la
voluntad
 El espíritu es la parte que está muerta sin Cristo pero que al llegar él se regenera para
adorar a Dios

Dios al venir a nosotros pone en equilibrio nuestras tres áreas, 1 Tesalonicenses 5:23 “Y el
mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea
guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo”.

Cuando le aceptamos él vivifica nuestro espíritu, sana nuestro cuerpo y busca regenerar
nuestra alma porque en ella se encuentran acumuladas y archivadas recuerdos, imágenes y
palabras, y es ahí donde recibimos más ataques del enemigo.

Cosas que dañan nuestra alma:

 La soledad: Aislamiento, falta de contacto con otras personas. Isaías 51:3

 La amargura, el resentimiento y el rencor: el resentimiento es un sentimiento de


disgusto o enfado avivado por el recuerdo de una ofensa o un daño recibidos. El
rencor es un profundo resentimiento arraigado y persistente. La amargura es un
disgusto o tristeza, especialmente por no haber podido satisfacer una necesidad o un
deseo. El resentimiento da lugar al rencor y ambos dan lugar a la amargura. Hebreos
12:15

 La depresión: es un trastorno de tipo emocional que se muestra como un estado de


infelicidad y abatimiento, que puede tratarse de algo situacional o quedar fijado de
forma estable y permanente. Isaías 54:14 y Proverbios 17:22

 El luto: Dolor y pena causados por la muerte de una persona. Isaías 61:3

 Maltrato en la infancia: acción física, sexual o emocional no accidental en el trato


hacia un menor, por parte de sus padres o cuidadores, que le ocasiona daño físico o
psicológico. Salmo 27:10, Salmo 139:16
 Preocupaciones: Sentimientos de inquietud, temor o intranquilidad que se tiene por
una persona, una cosa o una situación determinada. 1 Pedro 5:7

 Rechazo: Es la ausencia o la percepción de la ausencia de amor significativo, en otras


palabras, de AMOR Y ACEPTACIÓN incondicionales. Es lo opuesto a la aceptación.
Efesios 1:6

 Desánimo: Decaimiento del ánimo, falta de fuerzas o ganas de hacer algo. Santiago
1:8, Salmo 73:26

 Complejos: cuando se presenta una marcada disconformidad con alguno o varios


aspectos físicos, o mentales de la persona, lo que hace que la persona se sienta inferior
o superior que los demás. Isaías 43:1-4

 Odio: es la antipatía hacia algo o hacia alguien. Se trata de un sentimiento negativo


que desea el mal para el sujeto odiado. Es lo contrario al amor. 1 Juan 2:10-11,
Proverbios 10:12

 Ira y enojo: Ira un término de origen latino que se refiere a la furia y la violencia. Se
trata de una pasión del alma que genera enojo e indignación. Efesios 4:26,27

 Falta de perdón: es el no querer liberar a alguien de un agravio real o aparente. 2


Corintios 2:10, 11

 Palabras hirientes: palabras cargadas de desespero, de enojo, de mentiras, de rabia,


de dolor de odio incluso, que muchas veces no son hacia la persona sino hacia las
circunstancias que se impone. Mateo 12:36, Isaías 54:17

 Suicidio: es el acto por el que un individuo, deliberadamente, se provoca la muerte.


Isaías 41:13

 Rebeldía: cualidad de quien se opone a una autoridad. Proverbios 1:8-9, Proverbios


3:12

 Abuso sexual: Es un acto de violencia física o sexual contra una persona, puede ser
toqueteos o el acto del coito como tal. Romanos 8: 15- 17

Solución

Dios quiere traernos libertad a partir del perdón


 Dios nos perdonó y espera que nosotros perdonemos a quienes nos han causado daño,
Efesios 4:32
 Pero también que aprendamos a perdonarnos a nosotros mismos, Romanos 5:1
 Dios nos ama y quiere que aprendamos a amarnos a nosotros mismos, Lucas 10:27
 Él nos ha dado un lugar especial y quiere que reconozcamos nuestro sentido de
pertenencia, Juan 1.12
 Él nos ha dado valor y quiere que reconozcamos nuestro sentido de valor, 1 Pedro 2:9

El proceso de liberación comienza con la decisión de permitir que Jesucristo obre en


nuestro ser

1. Confiese sus pecados. Hasta tanto no se confiesen todos los pecados delante de Dios, el
Adversario espiritual tendrá “derecho legal” para seguir poseyendo o influenciando a la
persona, 1 Juan 1:9.

2. Arrepiéntase con sinceridad. Debe haber arrepentimiento sincero en la persona, podrá


ser libre. Es esencial que se reconozca la magnitud del error cometido y la grandeza de la
misericordia de Dios, Proverbios 28:13

3. Perdone a alguien si guarda odio aún. Un enorme muro que pone tropiezo a la liberación
espiritual lo representa la falta de perdón en las personas. El amado Señor Jesús enfatizó en la
importancia del perdón, Marcos 11:25

4. Renuncie y rompa toda atadura. La decisión de cerrar toda puerta abierta al enemigo y
romper toda atadura, en el nombre de Jesucristo, parte de la propia persona. Cada quien debe
reconocer la obra de Cristo y decidirse por Él.

5. Renuncie a toda maldición generacional. Las maldiciones generacionales ocupan un lugar


relevante en los procesos de liberación individual.

6. Confiese a Jesucristo como Señor y Salvador. Una vez la persona ha sido liberada, es
esencial que declare a Jesús como Señor y Salvador. Debe recibir a Cristo en Su corazón.

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