Beruflich Dokumente
Kultur Dokumente
El legado
del
emperador
Entendernos y entender a los otros es la base de la convivencia
social en armonía y paz
Amanda Céspedes
5
A
ño 323 a.C., día 13 de Junio. En el palacio de Nabucodonosor,
Babilonia, muere el gran Alejandro Magno, pocas semanas antes
de cumplir 33 años. Se iniciaba así el fin del gran imperio Persa y
el nacimiento de otro enorme imperio, el Maurya, en manos de
una dinastía india. Este imperio se extendería velozmente hacia
el norponiente de la India, aprovechando el vacío político dejado por la muerte
de Alejandro y alcanzando su apogeo bajo el reinado de Ashoka, nieto del primer
rey maurya.
Ashoka vivió entre el 268 y el 239 a.C. Desde que asumió el poder, se dedicó
a extender y consolidar el enorme imperio creado por su abuelo. Sin embargo,
el acelerado expansionismo militar que puso en acción y su inevitable secuela de
destrucción y muerte, le acongojaron a tal punto que cambió radicalmente su estilo
de gobierno, adoptando un modelo sustentado en la tolerancia, la paz, la no vio-
lencia y la búsqueda permanente del bienestar social de sus súbditos. Su inspiración
era el budismo, por el cual mostraba gran simpatía desde muy joven y que en sus
manos fue no sólo un camino espiritual, sino un poderoso movimiento intelectual
y un instrumento de gestión política e incluso económica. La poderosa impronta
histórica de Ashoka permaneció oculta al mundo occidental hasta 1937, cuando
un funcionario británico radicado en la India, James Prinsep, descifró la escritura
brâhmi, permitiendo que occidente conociera por fin el pensamiento de Ashoka, el
que había sido sintetizado en sus Edictos, los que fueron tallados en piedra, reparti-
dos por todo su imperio y escritos en numerosas lenguas, entre ellas el arameo y el
griego. Dichos Edictos son un compendio de virtudes que el monarca anhela para
sus súbditos y para todos los hombres; sus proclamas se basan en el Dharma, un
orden sustentado en la tolerancia, la compasión y la solidaridad y se inspiran en la
Ahimsá, la no violencia. En tales Edictos se detalla el ideario que le movía para en-
tregar dichos dones, quedando de manifiesto que Ashoka era un líder pacifista, que
anhelaba la felicidad para sus pueblos y ofrecía entregar esa felicidad a través de un
gobierno basado en la tolerancia, la paz y la no violencia y en una política centrada
en el bienestar social, con particular preocupación por la salud de hombres y ani-
males, clemencia para los enemigos, tolerancia y armonía entre las distintas sectas
religiosas, administración imparcial de la justicia y políticas pacifistas con pueblos
limítrofes. Ashoka también pedía un compromiso de cada súbdito con las virtudes
de la tolerancia: respeto reverencial por los padres y los ancianos, generosidad para
con los amigos, amabilidad para con todos; protección a los animales, moderación
en la posesión de bienes y en los gastos, etc., así como el compromiso con las virtu-
des del alma: autodominio, humildad, capacidad de escucha, tolerancia, gratitud y
pureza del corazón.
Año 1995 d.C., Estados Unidos. Un El interés que despierta de inmediato refleja también la necesidad de muchos
doctor en psicología y periodista publi- en amplios sectores parece ser una señal de encontrar el sentido de la vida a través
ca un novedoso libro, explicando que lo optimista: el mundo occidental está des- de mirarse en el espejo del conocimiento
hace movido por un apremiante impera- contento y busca sin saberlo un cambio emocional. Pero también esa hipnótica
tivo: colaborar para detener la veloz des- de timón; el sueño del emperador As- seducción por el tema de la Inteligencia
trucción del tejido moral de la sociedad hoka parece ser una renovación interna Emocional se puede entender desde otra
en manos del egoísmo, la violencia, la posible, armonizar emoción y razón para perspectiva. Al terminar el siglo, las gen-
ruindad, la ausencia de autodominio, de alcanzar la felicidad. tes comenzaban a despertar de su pasiva
empatía, de altruismo… Evitar que siga aceptación de los fenómenos emociona-
avanzando la corrupción valórica, afir- ESE HOMBRE ANCESTRAL QUE NOS les y conductuales humanos como surgi-
ma, debe sustentarse en la decidida bús- HABITA dos de una “caja negra” llamada psiquis
queda por parte de cada persona de un o mente, interesándose ahora por develar
dominio de sí mismo y de una profunda El poderoso interés que concitó el libro los misterios de la morada de la mente:
compasión, virtudes que agrupa bajo el de Daniel Goleman en todo el mundo el cerebro y su biología. Goleman no se
concepto de Inteligencia Emocional. Ese occidental refleja, por una parte, la in- limitó a definir las cualidades de la empa-
periodista y psicólogo es Daniel Gole- quietud de las gentes en torno a las fuer- tía y el autodominio dentro de las fron-
man; su libro habría de transformarse en zas oscuras, con su sello de muerte y do- teras de la psicología, sino que ofreció al
un superventas y sus postulados darán la lor, que parecían haber dominado el siglo lector fascinantes evidencias acerca del
vuelta al mundo occidental en distintos XX, fuerzas tan lejanas de la tolerancia, poder del cerebro emocional, la fuerza
y originales envases dirigidos a un ávido el amor y la empatía que se afirma son atávica de su historia evolutiva y cómo
público, desde la escuela a la empresa. el patrimonio humano por excelencia. Y los seres humanos podemos emplear ese
9
¿Es la escuela de hoy un escenario posible para aprender
a tener dominio inteligente sobre las emociones propias,
una capacidad profunda para leer y sintonizar con las
emociones de los otros y, sobre la base de ambos procesos,
desarrollar una personalidad sana, equilibrada, creativa y
en permanente armonía con el entorno?