Reflexión de la lectura:

Teología Wesleyana: Una teología práctica

El mensaje que emuló Jesús en la tierra estuvo inherente a la realidad en que

él vivía, y sin escribir teologías complejas logro transmitir un claro mensaje: El don
de Dios ha venido a esta tierra para dignificar al ser humano, de esta manera
podemos comprender que toda reflexión teológica debe tener énfasis práctico y
coherente con las necesidades sociales, culturales, económicas etc.

Esto es lo que intenta hacer la teología Wesleyana, una practicidad teológica

que se asemeja a lo que Jesús hizo en la tierra y lo que las diversas comunidades
cristianas primitivas perpetuaron; aun en medio de líneas filosóficas, encontraron el
medio para volcarse a una práctica promovida por el amor de Dios capaz de enviar
a su hijo, es decir, Dios comprometió su Logos, para demostrar que el ámbito
religioso no solo debe quedarse en teoría, sino que baja del cielo y se muestra en
el quehacer social en el mundo.

Esta teología Wesleyana debe encontrarse en su enfoque soteriológico, esa

gracia que ha sido dada por Dios y que nos hace vivir una vida cristiana en respuesta
a su regalo de Amor, así como la persona se convierte en imagen de Dios así
procura con su vida ayudar a que otros puedan llegar a reconocer y convertirse en
la imagen de Dios; esta dignificación del ser humano y acogimiento del don de Dios
puesta en perspectiva soteriológica y epicentro de la vida cristiana evitara que se
caiga en un emocionalismo barato y acciones nada concretas para con el prójimo.

La necesidad es tener una ortodoxia que refleje el mensaje de salvación de

Dios hacia su máximo proyecto, pero también una correcta ortopraxis que haga vivir
a los seres humanos que nos rodean, esta vivencia no es fruto de nuestros actos
por sí solamente sino a sabiendas de que quien inicio la obra de gracia en nosotros
es Dios y el mismo a través de nosotros la va a perpetuar.
 Ahora, ¿cómo deben perpetuarse esa teología practica en nuestra
sociedad?, se proponen algunos principios que harán que la teología Wesleyana
sea una teología integral, en dirección hacia Dios y hacia el ser humano.

Debe de ser transformadora, en el sentido de que el ser humano vuelva a

ver-escuchar a Dios, y se convierta en la imagen de Dios, esto incluye aspectos de
transformación psicológica y de praxis, pero también en una dimensión espiritual,
que su necesidad de reflexionar sobre Dios, sea correctamente dirigida al Creador
de todo lo que hay.

Debe ser integral, es decir, no solo alcanzar una de las dimensiones del ser
humano, sino que plenamente sea transformado, su voluntad, su afecto o
emociones, y sus pensamientos. Los cristianos no son solo hacedores de obras solo
porque se les dé un dogma, sino porque se entiende en todas las dimensiones del
ser lo que significa ayudar al prójimo.

La revelación de Jesucristo debe de encarnarse en el cristiano; así como Dios

fue encarnado en la humanidad, así se debe ayudar a los demás a que acojan el
mensaje y se conviertan en el mensaje. No importando el contexto ni mucho menos
haciéndolo a un lado, se debe agudizar el proceso de encarnación dentro de su
marco histórico concreto.

Dicha revelación no puede ser exclusiva de una persona; se recuerda la

repetida frase “no somos islas para estar separados de todos”, debe pues
expresarse el mensaje de Dios de una manera colectiva, a sabiendas de que somos
parte especial de una comunidad y que entre todos representamos a la iglesia.

Esta teología debe de tener frutos, los cristianos son responsables de dejarse
guiar por el Espíritu de Dios para tener frutos, en una relación estrecha con él se
producirán frutos para el bien común de la sociedad.
 Por último, se debe comprender dentro de un plano misional y escatológico,
teniendo en cuenta de que específicamente no es nuestro mensaje sino el de Dios,
debemos prolongarlo hasta el fin de nuestros días, debe de existir el pensamiento
firme de que somos el “ya pero no todavía” y por lo tanto tener el anhelo de que más
personas conozcan el mensaje transformador a nivel personal y a nivel social.

La teología Wesleyano busca saltar el gran espacio que ha generado los

pensamientos sobre Dios que en vez ser semejantes a su propósito se alejaron
envanecidos por el poder y deseo de controlar el sistema. Busca pues tener un
mensaje conectado íntimamente con Dios, y que como resultado se refleje en
acciones hacia el prójimo, con el propósito de que, así como el cristiano es
transformado a imagen de Dios, también los que se acerquen a esta comunidad
cristiana sean transformados y reconozcan su conexión con Dios, quien los hará
vivir en su mejor versión en esta tierra.