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José Gil Fortoul

Nació en Barquisimeto (Edo. Lara) el 25 de noviembre de 1861


Murió en Caracas el 15 de junio de 1943
José Gil Fortoul desempeñó diversas funciones como abogado, escritor, sociólogo e
historiador, destacando además por su defensa y justificación del régimen de Juan Vicente
Gómez, actividad que compartió con personajes como César Zumeta, Pedro Manuel
Arcaya y Laureano Vallenilla Lanz. Fueron sus padres José Espíritu Santo Gil (conocido
también como el Pelón Gil) y Adelaida Fortoul Sánchez. Recién nacido fue llevado por sus
padres a la ciudad del Tocuyo, donde transcurrió su infancia y adolescencia. En dicha
ciudad cursó estudios en el colegio La Concordia, el cual era dirigido por el profesor Egidio
Montesinos.
Prolífico escritor y diplomático
En este instituto obtuvo el 2 de julio de 1880, el título de bachiller en filosofía. Luego de
esto viajó a Caracas para realizar estudios de derecho en la Universidad Central de
Venezuela donde recibió el doctorado en ciencias políticas en 1885. Durante el tiempo que
estudió derecho, Gil Fortoul asistió bajo la dirección de Adolfo Ernst a clases de historia
natural y colaboró con el diario La Opinión en cuyas columnas sostuvo polémicas ideológicas
con algunos compañeros de juventud y con autoridades eclesiásticas, en especial con el
entonces presbítero Juan Bautista Castro. Debido a la formación que recibió durante esos
años, por sus opiniones y escritos fue desde entonces identificado como uno de los
principales voceros del positivismo en Venezuela.
En 1886 fue nombrado cónsul de Venezuela en Burdeos (Francia), dando con esto inicio su
primera estadía en Europa, la cual duró 10 años (1886-1896). La primera etapa de ese
tiempo europeo de Gil Fortoul transcurrió en Burdeos y luego en Hamburgo hasta 1890. Por
este tiempo publicó "Recuerdos de París (1887)" y "Filosofía Constitucional (1890)". Entre
1890 y 1892 se desempeñó como Cónsul de Venezuela en Liverpool, publicando en ese
período los libros "Filosofía penal" y "El Humo de mi pipa", e inició su colaboración con El
Cojo ilustrado. En 1892 pasó a París como secretario de la Legación venezolana. Publicó un
trabajo sobre La esgrima moderna, así como su primera novela "¿Idilio?". Dos años después
se ocupó, como encargado de negocios en Berna, de la representación venezolana en Suiza
y comienza la publicación de sus "Cartas a Pascual". Los años de 1897 y 1898 lo encuentran
en Caracas. Durante este tiempo escribió en El Cojo Ilustrado y en El Pregonero y dictó
conferencias en la Universidad Central de Venezuela sobre temas sociológicos y
antropológicos. El 30 de noviembre de 1898, el Gobierno Nacional, por decreto del
presidente Ignacio Andrade, le encargó la preparación de una historia de Venezuela
destinada a conmemorar el paso del siglo XIX al XX. Gil Fortoul comenzó a desarrollar su
texto en Venezuela, pero al poco tiempo decidió trasladarse al exterior para trabajar con
más comodidad.
En 1900 regresó a la vida diplomática, primero como cónsul en Trinidad (1900), luego como
representante de Venezuela en la Segunda Conferencia Internacional Panamericana de
México (1901) y después a Europa, donde ejerció cargos consulares en Liverpool y París
(1902-1905). En 1906 cuando se encontraba en Berlín como encargado de negocios, finalizó
el primer tomo de su "Historia Constitucional de Venezuela". En 1907, mientras participó
en la Segunda Conferencia de la Paz en La Haya, recibió la orden del presidente Cipriano
Castro de retirarse de dicho evento junto con el resto de la delegación venezolana. El
motivo de dicha decisión por parte de Castro se debía a que éste se oponía a una
proposición de la delegación norteamericana relativa al cobro de deudas y reclamaciones
por parte de súbditos de un Estado con otro Estado. Por su parte Gil Fortoul en su rol
diplomático, intentó convencer a Castro que abandonar la conferencia sería un error, lo que
fue interpretado por la prensa caraqueña como una "insubordinación" a las órdenes del
presidente, lo que derivó en que, a su regreso a Berlín, a fines de 1908, fuera destituido.
Caído en desgracia ante Cipriano Castro, Gil Fortoul planeó viajar a Argentina para dedicarse
a actividades culturales, no obstante, el Gobierno de Juan Vicente Gómez surgido a raíz del
golpe de Estado del diciembre de 1908, lo reintegró al cargo de ministro plenipotenciario
en Berlín. En 1909 publicó el segundo tomo de su "Historia Constitucional" y preparó su
regreso a Venezuela que ocurrió en 1910.
Magistrado y presidente interino
A su regreso a Venezuela, Gil Fortoul se incorporó al Congreso Nacional como senador
(1910-1911 y 1914-1916), destacando además por desarrollar iniciativas destinadas a la
reformación de la legislación civil sobre los derechos de la mujer y el niño, la modificación
del régimen matrimonial, la adopción con normas para la emisión de cédulas hipotecarias
y para la regulación de los contratos de trabajo. En 1913 Gil Fortoul se encargó de la
presidencia de la República, debido a que la Constitución vigente, establecía que al
separarse de su cargo el presidente de la República, Juan Vicente Gómez, por estar al frente
del Ejército Nacional con motivo de una supuesta invasión de fuerzas castristas, le
correspondía al presidente del Consejo de Gobierno, cargo que entonces desempeñaba Gil
Fortoul, ejercer la primera magistratura. Miembro fundador de la Academia de Ciencias
Políticas (1915), presidente de la Sociedad de Derecho Internacional (1915), Gil Fortoul
representó a Venezuela como plenipotenciario ante el Consejo Federal Suizo, en la
tramitación del laudo que debía resolver el problema limítrofe pendiente entre Venezuela
y Colombia (1916-1924). En esta negociación Gil Fortoul expuso la tesis de obtener un
arreglo de la frontera en la Guajira que diera a Venezuela el control total del golfo de
Venezuela, a cambio de permitirle a Colombia la libre navegación por los ríos venezolanos,
proposición que sin embargo no fue aceptada por la Cancillería venezolana. De nuevo en
nuestro país, fue elegido individuo de número de la Academia Nacional de la Historia. En
1931 fue nombrado director de El Nuevo Diario y en 1933, fue enviado a México, como
ministro plenipotenciario para la reanudación de las relaciones diplomáticas, interrumpidas
desde 1923. Falleció en 1943, cuando preparaba el tercer tomo de su "Historia
Constitucional de Venezuela".

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