La sociedad latinoamericana desde su descubrimiento y colonización se ha visto
enmarcada en un sin número de luchas sociales a lo largo de su historia, desde la lucha
perpetrada por los pueblos indígenas originarios de nuestro continente para resistir y sobrevivir al proceso de conquista y colonización por parte de los europeos, sobreviviendo a persecuciones, saqueos, llegando a perder gran parte de si identidad cultural, pasando posteriormente a lo largo de la historia de nuestro continente por luchas y gestas independentistas, hasta llegar a movimientos sociales surgidos como respuesta a las políticas o a la falta de políticas e instrumentos que garanticen la defensa de los derechos sociales de un país. Acentuándonos en los acontecimientos de la evolución de las luchas sociales en Colombia, encontramos una variedad de disputas nacionales en la cuales la participación del pueblo ha sido significativa, la cuales van desde el cabildo abierto para declarar la independencia y adoptar constituciones, el referendo territorial de San Andrés, el referendo constitucional de 1886, el plebiscito o referendo de 1957 que se realizó posterior al derrocamiento del gobierno militar del general Gustavo Rojas Pinilla, el Plebiscito de la séptima papeleta, el referendo del año 2003, hasta llegar al plebiscito por la paz en el año 2016; todos estos acontecimiento se han conjugado gracias a un común denominador que ha estado presente y ha sido el detonante de todas las luchas sociales que han existido en nuestro país, este común denominador ha sido el inconformismo de la sociedad con las políticas establecidas por el gobierno para afrontar la realidad que ha encarnado el país en los diferentes momentos de la historia , pero sin duda alguna hay uno de estos acontecimientos que marco el rumbo de las luchas sociales modernas de nuestro país y que más aun marco el punto de referencia de nuestra patria en materia de derechos sociales, no solo por la implicaciones que este plebiscito aún tiene en nuestra sociedad, sino también por la forma en como un grupo de jóvenes universitarios lograron dejar a un lado sus diferencias de clases sociales y decidieron unir esfuerzos para lograr llamar la atención de toda una nación y solicitar la convocatoria de una asamblea nacional constituyente que en su postrero cambiaria de manera significativa nuestra carta magna y definiría la forma en como dirigir y organizar el país hasta nuestros días. Pero para poder entender todo este contexto de cambio nacional, debemos preguntarnos ¿Por qué y para que se llegó a la convocatoria de una asamblea nacional constituyente?, ¿Cómo se dio todo este proceso? Qué papel jugo el movimiento social estudiantil en todo este cambio? A finales de la década de 1980 Colombia se encontraba sumergida en un proceso de ingobernabilidad política, azotada por el narcotráfico, la narco política y el paramilitarismo, los grupos guerrilleros, la corrupción, la toma del palacio de justicia por parte del grupo insurgente M - 19, la guerra declarada por los narcotraficantes de la época al estado en su búsqueda por ser declararos no extraditables, el poco interés y los insipientes esfuerzos de los gobiernos de turno por reducir la brecha social que hasta nuestros días sigue presente en nuestro país, todo esto en su conjunto llevo al debilitamiento de las instituciones jurídicas y de la democracia en general. Todo un país inmerso en el más grande temor a combatir todos estos flagelos de los cuales era víctima y de los cuales la sociedad colombiana en todo su esplendor era quien sufría de manera vehemente el accionar de sus verdugos, pero al parecer todo no era oscuridad pues junto a todo este desolador panorama de la sociedad colombiana también había una luz de esperanza o por lo menos eso nos ha contado la historia pues encontramos en todo este proceso a verdaderos líderes políticos capaces combatir todo este flagelo, tal es el caso de los líderes políticos LUIS CARLOS GALAN, CARLOS LEON PIZARRO LEON GOMEZ y BERNARDO JARMILLO OSSA, todos ellos aspirantes a ser electos como el máximo mandatario de los colombianos y con gran aceptación por parte de las muchedumbres colombianas, todos en su conjunto con común denominador en sus ideales “Ideas sociales demócratas, combatir el narcotráfico y la corrupción” algo que seguramente era de mucho disgusto para quienes tenían enfrascado al país en un baño de sangre y corrupción. En síntesis fue esta contravía de ideales entre los candidatos presidenciales y los grupos a quienes querían combatir lo que en menos de dos años acabaría con sus vidas, dejando al país inmerso en un profundo dolor y desesperanza. Todos estos acontecimientos de la década de 1980 golpearon en lo más profundo del ser a la sociedad de nuestra nación, y en especial a un grupo de estudiantes de universidades públicas y privadas que indignados por todos estos acontecimientos y más aun con el dolor inherente por el asesinato del candidato presidencial LUIS CARLOS GALAN SARMIENTO el 18 de agosto de 1989 poco antes de comenzar un discurso público en el municipio de Soacha a la edad de 45 años, decidieron como se dice en el argot popular “Tomar cartas en asunto” y consientes de la necesidad de cambio de nuestra nación, dejando a un lado el temor común que querían imponer los grupos narcotraficantes, decidieron protestar de manera diferente a la forma en que para la época los estudiantes universitarios en especial de instituciones públicas se manifestaban y tratando de emular la marcha del silencio realizada por Jorge Eliecer Gaitán, dejando a un lado sus diferencias sociales realizaron una marcha enlutada por este magnicidio y por las víctimas de la guerra contra el narcotráfico que logro reunir más de 15.000 personas, esta fue una marcha sin precedentes sobre todo por el contexto que la rodeaba y éxito rotundo que logro determinar en la sociedad colombiana una lucha común entre los estudiantes y los medios de comunicación por promover los ideales y recoger el clamor común de las necesidad de cambio de un país, sobre todo por cambiar la estructura y forma en que era gobernado.