PEDRO Y LAS LLAVES DEL REINO

(Mateo 16:19 y 20)

A la verdad es que el que no conoce la historia, es un simple ignorante,

por esto es bueno que cultivemos la lectura de las cosas que han pasado para
que no seamos ignorantes de la manera gloriosa en que el Apóstol Pedro dio a
conocer por medio de la revelación de Dios la más grande de las revelaciones
que encontramos en el Nuevo Testamento, con respecto al Señor Jesucristo, “Tu
eres el Cristo, el hijo del Dios viviente”, confesión esta que trajo como
consecuencia, que el Señor revelase a los suyos, el misterio escondido de su
iglesia, el cual fue más luego, revelado al Apóstol Pablo, el cual estaría destinado
a compartir esta revelación con los gentiles, Colosenses 1:24-29.

En nuestra porción de hoy vemos muy claramente que el Señor

Jesucristo concede al Apóstol Pedro el privilegio de ser el primero en recibir Las
llaves del Reino de los Cielos, las que antes habían pertenecido a los grandes
eruditos del judaísmo y que en este momento de la historia se ufanaban de
tenerla los del farisaísmo, los que ellos llamaban doctores de la ley como leemos
en Lucas 11:52 contra quienes el mismo Señor se manifiesta diciendo: “!Ay de
vosotros, interpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia;
vosotros mismos no entrareis y a los que entraban se los impedisteis”.

Veamos pues cual fue la promesa dada a Pedro y cuál fue el

alcance de la misma, luego de haber sido establecido el Señor Jesucristo que su
iglesia estaría fundamentada sobre la grandiosa declaración por el apóstol
Pedro, la cual le había sido revelada por Dios mismo.

I. PEDRO Y LA PROMESA
II. EL PODER DE ATAR Y DESATAR
III. LA DEMANDA FINAL DE JESÚS
Iglesia de Convertidos a Cristo 2
Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla “Evangelismo”

I. PEDRO Y LA PROMESA - (Mt. 16:19)

“Y a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos”.

A. LAS LLAVES DEL REINO DE LOS CIELOS

1. Como vimos en Lucas 11:52 - “La llave de la ciencia”, que lo que quiere
decir es conocimiento, era el único medio que Dios había provisto para
entrar en su reino de los cielos, esta estaba hasta este momento en
manos de los religiosos judíos, los intérpretes de la ley, quienes por
medio de la promesa hecha a los padres, la administraban.

2. El conocimiento en la Biblia es sinónimo de:

Ciencia – Entendimiento – Inteligencia – Prudencia -
Sabiduría
Y la LLAVE del conocimiento de las cosas de Dios hasta este
momento estaba en poder del pueblo de Israel, pero ellos se
negaban a usarla correctamente y bajo la voluntad de Dios.

3. Los judíos habían cerrado la entrada al reino de los cielos, al invalidar

la ley de Dios por su tradición, por lo que Dios en su infinita potestad y
misericordia decide hacerse hombre para poder reabrir la entrada a la
gloria eterna, Zacarías se refiere a Juan el Bautista, en Lucas 1:76-79

B. LAS LLAVES DEL REINO EN MANOS DE CRISTO

1. Al pueblo de Israel les pertenecía el privilegio de portar las llaves del

reino, por el hecho de que ellos poseían el conocimiento de la Palabra
de Dios, privilegio que no poseían otros pueblos en el mundo.

2. Ellos eran los herederos de la promesa y Dios sabía que sin su

conocimiento, su pueblo y el mundo estaban perdidos, Oseas 4:6.

3. En este momento histórico, (durante la encarnación de Dios), no es la

primera vez que el pueblo de Dios desechaba el conocimiento, aun
ellos sabían que esto era condenado por Dios. “El temor de Jehová es
el principio de la sabiduría, y el conocimiento del santísimo es la
inteligencia” (Pr. 9:10).
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Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla “Evangelismo”

C. LAS LLAVES DEL REINO EN MANOS DE PEDRO

1. “Y a ti te daré las llaves del Reino de los Cielos”. Notemos que nuestro
Señor Jesucristo, está hablando en futuro, y de ninguna manera está
ubicando a Pedro en una posición eterna con respecto a las llaves del
reino, sino en una posición de reapertura.

2. Es una verdad incuestionable lo que decimos y comprobamos por las

sagradas escrituras. El libro de Hechos de los Apóstoles, nos certifica que
es el apóstol Pedro el que reabre las puertas del reino de los cielos por
medio del conocimiento del plan de Dios para perdón de los pecados,
al predicar su primer mensaje en pentecostés.

3. Estas son las llaves entregadas a Pedro, de las que Jesús profetizó. Por
medio de Pedro, Pablo y los demás creyentes continuaríamos hasta
hoy, proveyendo entrada al reino de los cielos a todo aquel que
invoque el nombre del señor (Hechos 2:14, 38; 3:12,19).

4. Es como dijo el apóstol Pablo en 1 Timoteo 2:1-15, específicamente en

el (v. 7): “Para esto fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en
Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad”.
Asimismo nos testifica Pablo que Cristo mismo daría luego este oficio a
los Pastores y Maestros que serían dados a la iglesia para que ella
tuviera el conocimiento de la verdad y no se volviera a cerrar la puerta
del reino de los cielos (Ef. 4:11-16).

5. Alguien dijo: “El conocimiento de Dios nunca más será

detenido, porque la apertura de su reino, por medio de la
predicación en Pentecostés, fue por medio del poder mismo
del Espíritu Santo que mora en los creyentes, y aunque a través
del tiempo Satanás ha querido ocultarlo, Dios en su poder, lo
ha impulsado más y más”.
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Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla “Evangelismo”

II. EL PODER DE ATAR Y DESATAR - (Mt. 16:19b)

“Y todo lo que atares en la tierra atado en los cielos; y todo lo que
desatares en la tierra será desatado en los cielos”.

A. EL CONTEXTO Y LOS PASAJES PARALELOS

1. El contexto de este pasaje se refiere únicamente a la iglesia de Cristo,

que para éste momento todavía no existía, sino, hasta el día de
pentecostés en el cual, se iniciaría la construcción del edificio espiritual,
por medio de la predicación de su Palabra. Edificio que tendría como
fundamento, únicamente, a la persona de Cristo,

2. Los pasajes paralelos a este texto se refieren de igual manera a la

relación entre creyentes y a la potestad que tendría la iglesia de atar,
desatar, redimir o retener los pecados de aquellos que pecaran
haciendo daño a la iglesia. Veamos Mateo 18:15-22 y Juan 20:21-23.

3. Un ejemplo concreto de esta doctrina, conocida con el nombre de

“Disciplina en la iglesia local”. La aplicación de esta doctrina, la vemos
en la carta que el apóstol Pablo dirige a la iglesia de los Corintios (1 Co.
5:1-13 y 2 Co. 2:5-11). También fue enseñado por el Señor en Mateo
18:15-22.

B. PEDRO Y LA SUCESIÓN

1. No encontramos en la escritura ningún solo texto, en el cual se nos

declare que la potestad de perdonar y retener los pecados entre
creyentes recayese exclusivamente en la persona del apóstol Pedro y
en los hombres que se han autoproclamado como sucesores de él,
cuando sabemos que el papado se inició alrededor del año 500
cuando se le comenzó a llamar papa al obispo de Roma

2. Todos sabemos por la historia bíblica, que el apóstol Pedro fue el

hombre clave, junto a Jacobo de la iglesia de Jerusalén y que su
ministerio se desarrolló única y exclusivamente dentro de los judíos, y
que Pedro nunca fue a Roma ya que él sabía dónde tenía que
desarrollar su ministerio, ya que Dios, desde antes de la fundación del
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Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla “Evangelismo”

mundo había apartado al apóstol Pablo para la predicación a los

gentiles.

C. UN POQUITO DE HISTORIA

1. Todo el que ha estudiado la palabra conocerá que es Pablo el primer

apóstol que pisa el suelo de Roma (Hch. 28:11-31), (Esto ocurre entre el
año 91 al año 100 d.C. Hch. 28:16). Hasta este momento, nadie había
llegado a esta metrópolis con la verdad del evangelio, pues Dios mismo
había apartado a Pablo para que fuese hasta allí con las buenas
nuevas de salvación.

2. Luego vemos, de acuerdo a la historia, que es Clemente el que es

elegido obispo de la iglesia de Roma, la cual es perseguida por el
emperador Adriano, durante el año 117 al 138 d.C. Así duró la
persecución hasta el año 312 cuando Constantino, se hace así mismo
cristiano terminando el temor del imperio Romano de ser socavado por
el Cristianismo. Constantino toma una decisión inteligente, y decide que
en vez de tener a los cristianos de enemigos y terminar con el imperio,
era mejor tenerlos de amigos y continuar con su asqueroso imperio.

3. Constantino eleva y publica el Edicto de Milán en el año 313 y

constituye a Silvestre I, obispo de Roma, cuando ya el cristianismo falso
fue hecho la religión del Imperio Romano. Luego de este tiempo el
llamado cristianismo político estaba dominado por 5 grandes centros
que fueron:
Roma, Constantinopla, Antioquía, Jerusalén, Alejandría.
Para el siglo IV los obispos de estas metrópolis se les llamaban
“patriarcas”. Para el 395 d.C. se divide el Imperio en Oriente y
Occidente y los obispos de Antioquía, Jerusalén y Alejandría reconocen
poco a poco la supremacía del obispo de Constantinopla con quien
Roma inicia la lucha por la supremacía.

Es ya en el siglo V cuando Inocencio I (402 a 417) se llama así mismo

“Regente de la iglesia de Dios” con la autoridad de fallar en los asuntos
de Roma.
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Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla “Evangelismo”

León I (440 al 461) el primer obispo de Roma a quien se le da el nombre

de “PAPA” en contradicción a las enseñanzas de Cristo y por supuesto
de Pedro, dadas en Mateo 23:9 cuando dice: “Y no llaméis padre
vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro padre, el que está en
los cielos”. Esta proclamación traería mas tarde, la institucionalización
del papado de manera gradual, hasta que para el 590 d.C. es
proclamado Gregorio I, como el verdadero primer papa.

Con Esteban II (752-757), es que se le da territorio a Roma y se constituye

el “ESTADO PAPAL” y es por manos de León III quien eleva a
Carlomagno como “EMPERADOR DE ROMA” con lo cual consiguió la
Roma Papal nuevo dominio político, aplastando el obispo o patriarca
de Constantinopla.

III. LA DEMANDA FINAL DE JESÚS - (Mt. 16:20)

“Entonces mandó a sus discípulos que a nadie dijesen que él era Jesús el
Cristo”.

A. JESÚS NO QUERÍA PUBLICIDAD

1. Cuando vemos la oración de Jesús de (Lucas 10:21-24) es que

comprendemos que Jesús no vino a este mundo a buscar publicidad
y poder, y mucho menos lo intentaron sus discípulos.

2. El sabía que su conocimiento vendría a los hombres por el poder del

Espíritu Santo el cual haría la obra de convicción en aquellos que
amarían la verdad. (Jn. 16:8-13), para esto no se necesitaba publicidad,
pues el mismo cambio en la vida de aquellos que nacerían de nuevo,
transformaría la vida de los que fuesen predicados.

3. Jesús no buscaba gloria de hombre, ni propugnaba por un reino o fama

terrenal, él lo había dicho muy claro: “Mi reino no es de este mundo”.
Enseñó además que todos aquellos que le siguieran, padecerían
persecución de parte de los hombres, a diferencia del papado que
todo lo que ha padecido es de la complacencia con los reinos de este
mundo y de la hegemonía sobre las naciones.
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Autor: Pastor Arq. José R. Mallén Malla “Evangelismo”

B. JESÚS NO QUERÍA QUE LO CONFUNDIERAN CON EL CESAR

1. La palabra Cristo significaba para los judíos como MESIAS o UNGIDO y

para ellos este título solo se les daba a los reyes y para ellos no había
otro Rey más que el Cesar.

2. Notemos que Jesús prefiere llamarse el hijo del hombre que también es
un título MESIÁNICO, pues era profetizado como SIERVO SUFRIENTE (Mr.
8:31 y 10:43-45).

3. Este era el propósito de los judíos al incriminar a Jesús como aquel que
quería tomar el lugar de Cesar entre los Judíos y usaron este argumento
como pretexto para condenarlo como notamos en Juan 18:33-38 y
19:19, Jesús no pretendió, bajo ninguna circunstancia, un reino terrenal
y lo hizo evidente en su predicación y con su testimonio.

C. JESÚS QUIZO ENSEÑAR A PEDRO Y A LOS DEMÁS QUE SU PROPÓSITO AQUÍ,

ERA PADECER

1. Desde este momento Jesús comenzó a declarar a sus discípulos que

tendría que padecer mucho de los ancianos, de los principales
sacerdotes y de los escribas: “Y ser muerto, y resucitar al tercer día”
(Mt.16:21).

2. Su propósito era morir por el mundo pecador, y dar una oportunidad

de Salvación al hombre que estaba muerto en sus delitos y pecados, al
tiempo que estaba separado de Dios.

3. Su propósito estaba trazado y él obtendría la victoria, pues el objetivo

principal era reinar en el corazón de todos aquellos que le invocaran
para salvación y vida eterna.

CONCLUSIÓN Y APLICACIÓN:

Ojalá todos siguiéramos la verdad de Cristo, que fue también la verdad de

Pedro y sus discípulos.Buscar en Jesús, la ROCA de salvación.