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I.

INTRODUCCION
II. REVISION DE LITERATURA

2.1. Células Animales y Vegetales

Las células animales y las células vegetales comparten buena parte de la


estructura básica, pues ambas son células eucariotas. Los dos tipos presentan una
membrana citoplasmática similar y varios tipos de organelos celulares, estructuras
internas que tienen membrana lipídica propia y que están relacionadas con
funciones celulares muy concretas.

Uno de los organelos más característicos presentes en todas las células


eucariotas es el núcleo celular, un organelo que separa el ADN del citoplasma y del
resto de estructuras celulares. Otros organelos comunes en células vegetales y
animales son, por ejemplo, las mitocondias, el retículo endoplasmático, el aparato
de Golgi o los peroxisomas.

Más allá de estas similitudes, las células vegetales y las animales presentan
diferencias muy importantes, destacando la pared celular vegetal y organelos
exclusivos de solo uno de los dos tipos de células, por ejemplo las vacuolas, los
lisosomas y los centriolos de células animales, o los cloroplastos de células
vegetales.

2.1.1. Tamaño y forma

Aunque existen células animales y vegetales de tamaños muy variables, las


células animales suelen ser más pequeñas. Una célula animal típica tiene un
tamaño entre 10 y 30 micrómetros, mientras que una célula vegetal puede variar
entre los 10 y los 100 micrómetros.

Igual ocurre con la forma, aunque existen células animales y vegetales de


formas muy variadas, las células animales suelen presentar una forma redondeada
o irregular, mientras que las células vegetales suelen presentar una forma
rectangular o geométrica. Esto se debe a la presencia de la pared celular vegetal,
una estructura de celulosa rígida que determina la forma de la célula.

2.1.2. Pared celular

Todas las células vegetales tienen una pared celular compuesta de celulosa
que engloba a toda la célula en una estructura relativamente rígida, incluyendo a la
membrana citoplasmática. La pared celular de celulosa es una característica muy
importante y diferenciadora de las células vegetales. Existen otros organismos que
presentan pared celular, pero de celulosa solo las plantas. Las células animales no
tienen ningún tipo de pared celular.

2.1.3. Plasmodesmo

Los plasmodesmos son poros presentes en la pared celular, por tanto no


presentes en las células animales, que comunican los citoplasmas de células
contiguas permitiendo la circulación directa de moléculas y señales de
comunicación entre ellas.

2.1.4. Organelos

Las células animales y las células vegetales tienen muchos organelos en


común, destacando el núcleo, las mitocondrias, el retículo endoplasmático y el
aparato de Golgi, todos ellos presentes también en otros tipos de células eucariotas,
por ejemplo en los hongos.

Puede que los organelos más característicos y distintivos de las células


vegetales sean los plastos, los organelos donde se sintetizan las sustancias más
importantes para la célula vegetal y que comparten con muchos tipos de algas:

Cloroplastos: contiene varios pigmentos capaces de absorber la energía de


la luz solar, principalmente clorofila, y en ellos se realiza la fotosíntesis.
Cromoplastos: sintetizan y almacenan numerosos pigmentos vegetales,
sobre todo amarillos, rojos y naranjas del grupo de los carotenoides
(carotenos y xantófilas).
Leucoplastos: son plastos incoloros o “blancos” que aparecen en zonas de
las plantas no expuestas a la luz o no fotosintéticas. Suelen ser vacuolas de
almacenamiento con sustancias de reserva. En función del tipo de sustancia
almacenada se denominan amiloplastos (almidón), oleoplastos (lípidos), o
proteoplastos (proteínas).

Los glioxisomas son otros organelos presentes solo en las plantas; ayudan
a degradar los lípidos durante la germinación. Otra diferencia son las vacuolas de
almacenamiento. En las células animales suelen ser pequeñas y numerosas. En las
células vegetales, por el contrario, es habitual que aparezca una gran vacuola
central que puede llegar a ocupar casi la totalidad del citoplasma.

Entre las muchas funciones de esta gran vacuola, está la degradación de


macromoléculas. En las células animales esta función la realizan los lisosomas, un
tipo de organelo que rara vez aparece en células vegetales.

2.1.5. Centriolos y citocinesis

Las células animales muestran unas estructuras llamadas centriolos que no


están presentes en las células vegetales y que son imprescindibles para numerosas
funciones celulares, entre ellas la división celular, ya sea por mitosis o por meiosis.

Un centriolo está formado por 9 tripletes de microtúbulos similares a los del


citoesqueleto. Dos centriolos perpendiculares forman el diplosoma, un organelo no
membranoso típico de células animales. Un tipo de diplosoma en concreto, llamado
centrosoma, es el que guía la división de una célula en dos células hijas
(citocinesis).
Al principio de la profase (la primera fase de la división celular) cada
centriolo del centrosoma migra a un polo opuesto de la célula guiando consigo
agregados de proteínas para formar el huso mitótico o huso acromático, que son
hebras de microtúbulos que guían el movimiento de los cromosomas para la
separación de la célula en dos.

Los centriolos tienen muchas más funciones. Ellos son los ejes de anclaje
de flagelos y cilios y permiten su movimiento. También ayudan a mantener la forma
de las células e interaccionan fuertemente con el citoesqueleto para transportar
numerosas sustancias y organelos a través del citoplasma.

2.1.6. Otras diferencias

En los animales, solo las células madre tienen capacidad de diferenciación


en otros tipos de células del organismo más especializadas. En cambio, casi todas
las células vegetales son pluripotenciales con capacidad de diferenciación.

Las células vegetales pueden aumentar considerablemente de tamaño


absorbiendo agua. Las células animales no pueden soportar este aumento de
tamaño y presión por no tener pared celular. En consecuencia, el crecimiento de
tejidos en los animales se produce principalmente por división celular, mientras que
en las plantas puede haber un crecimiento tisular importante sin un aumento
proporcional del número de células.

Las células vegetales, al no tener centriolos, tampoco muestran flagelos ni


cilios, con la notable excepción de algunas plantas primitivas con gametos móviles,
como las plantas hepáticas; estas plantas tienen gametos masculinos biflagelados
que pueden desplazarse cortas distancias a través del agua, aunque la estructura
es muy diferente a los verdaderos flagelos animales. El principal hidrato de carbono
de reserva energética en células animales es el glucógeno, en las células vegetales
es el almidón.
Cuadro 1. Comparación de células Animal y Vegetal
Célula Animal Célula Vegetal
Tipo de Célula Eucariota Eucariota
Pared Cecular No tiene Sí tiene

Forma Redonda e irregular Rectangular

Organelos Membrana plasmática Membrana plasmática


Membrana nuclear Pared celular

Vesículas Membrana nuclear

Una o más vacuolas pequeñas Plasmodesmo

Centriolos Gran vacuola

Citoplasma Vesículas

Rectículo endoplasmático Plastos

Ribosomas Cloroplastos

Mitocondrias Leucoplastos

Aparato de Golgi Cromatina

Microtúbulos/microfilamentos Aparato de Golgi

Flagelo Ribosoma

Lisosomas Retículo endoplasmático

Núcleo Mitocondrias

Cilios Lisosoma

DNA Flagelo (algunas)

Microcuerpos

Citoplasma

Núcleo

ADN
III. BIBLIOGRAFIA

CURTIS, H. y BARNES, N. (2001). Biología. España: Editorial Médica


Panamericana

KARP, G. (1998). Biología Celular y Molecular. México: McGraw-Hill


Interamericana

MADER, S. (2008). Biología. Colombia: McGraw-Hill Interamericana


ANEXO
Figura 1. Diferencia célula Animal - Vegetal

Figura 2. Pared Celular (Célula Vegetal)

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