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Antología de cuentos

con dinámicas

CON MOTIVO DEL

XV ENCUENTRO ESTATAL DE VALORES

“LEER PARA APRENDER A SER”

En esta pequeña “antología o recopilación de cuentos” te ofrecemos material para


trabajar con valores en la educación. Tú como miembro de una comunidad educativa,
director ó docente frente a grupo, podrás encontrar un estrategia excelente para manejar los
valores educativos, posiblemente como un mensaje previo a entrar a los salones, dirigido a los
niños y adolescentes ó para reforzar algún valor específico con los padres de familia y demás
miembros de la comunidad educativa. Introducir al niño desde pequeño al hábito de la
lectura, mediante formas literarias definidas como los cuentos, con las más diversas formas
creativas como los “cuenta cuentos”, “el teatro guiñol”, “la representación de personajes,”
entre otras, permiten al niño el gusto por la lectura y lo introducen en una riqueza cultural y
de valores, que han de ser interiorizados en lo ordinario. Para facilitar la interiorización de
valores se proponen ciertas dinámicas, que puedes adecuar según las edades de los alumnos.
La elección del valor qu desees trabajar, podrás localizarla en el índice que se te proporciona.

Con la colaboración de:

J. Bernardo Sahagún

Sarahí Zepeda

La educación es un baluarte preciado que tenemos en nuestras manos, proclamado por la


UNESCO, en su obra: “La educación encierra un tesoro,” Delors afirma la imperante
necesidad de Educar en valores:
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“El mundo, frecuentemente sin sentirlo o expresarlo, tiene sed de ideal y de valores que vamos
a llamar morales para no ofender a nadie. ¡Qué noble tarea de la educación la de suscitar en
cada persona, según sus tradiciones y sus convicciones y con pleno respeto del pluralismo, esta
elevación del pensamiento y el espíritu hasta lo universal y a una cierta superación de sí
mismo! La supervivencia de la humanidad—la Comisión lo dice midiendo las palabras—
depende de ello.”

El lema del Encuentro XV, “leer para aprender a ser,” busca fortalecer la parte valoral en la
educación, ya que existe una íntima relación entre la lectura y la formación de la persona, al
influir en su pensamiento con la construcción de sus creencias y sensibilidad ante los valores,
conformando una estructura mental que aproxima a la persona en relación al mundo, en
consecuencia la lectura incide en su actuación, y se busca que éste actuar sea ético.

Pablo Latapí, gran investigador e impulsor de la educación en México, asegura que aprender
a leer es, después de la adquisición de la lengua, la transformación mental más maravillosa
que puede experimentar un ser humano. La UNESCO dice que es adquirir la tecnología
básica de la inteligencia. Mientras nuestros ojos recorren unos diminutos signos, la mente
como en un segundo piso, va creando y recreando el pensamiento: descifra símbolos, analiza y
sintetiza, abstrae, relaciona y decodifica; bajo el mando de una coordinación silenciosa,
reconstruye así el lenguaje que otro escribió, se adentra en su significado y lo incorpora a
nuestro ser (Latapí S. P., 1996:25).

Mismo autor reconoce que leer es ejercitar la razón, poner en marcha el pensamiento,
aventurarnos por nuestro interior, acercarnos al alma, viajar por sus laberintos y, a partir de
la exploración de lo que somos, entrar en contacto con la experiencia de la humanidad en los
diversos géneros en que ésta se expresa y se celebra a sí misma: relato, poesía, reflexión y
ensayo, historia, ficción, drama y comedia, información científica o simple reporte de lo que
sucede (Latapí, 2001:114).

BIBLIOGRAFÍA

Latapí, S. P. (1996). Tiempo educativo mexicano II. México: Universidad Autónoma de Aguascalientes.

Latapí, S. P. (2001). Tiempo Educativo VII. México: Universidad Autónoma de Aguascalientes.


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ÍNDICE PAG.

El toro y el ratón (Perdón, humildad) .................................................................................................. 4


Las ranas y los niños (Respeto) ........................................................................................................... 5
El tesoro oculto (Trabajo en equipo y compañerismo)........................................................................ 6
El león y el ratón (Amistad) ................................................................................................................ 9
La caña y el roble (Amistad) ............................................................................................................. 11
Liebre con muchos amigos (Amistad) ............................................................................................... 13
La mariposa y la cucaracha (Perdón y humildad) ............................................................................. 14
A correr… (Amor, valentía) .............................................................................................................. 15
El arco iris y el camaleón (Perdón y humildad) ................................................................................ 17
Los amigos (Amistad) ....................................................................................................................... 19
El árbol mágico (humildad, solidaridad) ........................................................................................... 21
La araña y la viejecita. (Amistad) ...................................................................................................... 23
Las palabras mágicas (Humildad, perdón) ........................................................................................ 25
Los Cuatro Tesoros Mágicos (Trabajo en equipo y solidaridad) ...................................................... 27
Los clavos y el amor... (Amistad y amor) ......................................................................................... 30
Cuando el bosque habla (Solidaridad) ............................................................................................... 32
Las cosas de casa (Perdón) ................................................................................................................ 35
Un día en el zoo (Solidaridad) ........................................................................................................... 37
El hada desobediente (Perdon) .......................................................................................................... 39
El gato desesperado ........................................................................................................................... 40
Los talentos de los niños. ................................................................................................................... 41
Un paseo que sirvió de lección .......................................................................................................... 42
La belleza del corazón ....................................................................................................................... 43
Rosas sin espinas ............................................................................................................................... 44
La prudencia con los animales........................................................................................................... 45
Los juguetes de tony. ......................................................................................................................... 46
Los cristales del poder ....................................................................................................................... 47
Enseñar con amor, es mejor ............................................................................................................... 48
La amistad está sobre todo ................................................................................................................ 49
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Un niño con mucha autoestima (Respeto) ......................................................................................... 50


Angela aprende a cuidar a su mascota (Responsabilidad) ................................................................. 51
El hada que dio la vida por su hija (Amor)........................................................................................ 52
Una hormiguita con mucho amor (Amor) ......................................................................................... 53
Unos pequeños con gran corazón ...................................................................................................... 54
El flautista de Hamelin ...................................................................................................................... 55
El payaso de gran corazón (Amistad) ................................................................................................ 56
El violinista (paciencia y tolerancia) ................................................................................................. 57
Como solucionar el mundo (paciencia y tolerancia) ......................................................................... 59
El Rey (Paciencia y tolerancia) ......................................................................................................... 60
La ranita perseverante (perseverancia) .............................................................................................. 61
La princesa de fuego (Generosidad) .................................................................................................. 62
Los malos vecinos (Sinceridad) ......................................................................................................... 63
El regalo mágico del conejito pobre (Generosidad) ......................................................................... 64
El ladrón de rubíes (Justicia) ............................................................................................................. 65
Lío en clase de ciencias ..................................................................................................................... 66
Mirando desde la ventana (Paciencia) ............................................................................................... 68
Los monos bubuanos (Prudencia) ..................................................................................................... 69
El hada fea (Respeto) ......................................................................................................................... 71
La joven del bello rostro (Humildad) ................................................................................................ 72
El gran palacio de la mentira (Honestidad) ....................................................................................... 74

   
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El  toro  y  el  ratón  (Perdón,     humildad)  

Un día, un ratoncito asomo la nariz fuera de su agujero y vio que un


gran toro pastaba apaciblemente, apenas a una docena de metros de
distancia. Retozón, como siempre, el ratoncito se acercó a él por
detrás y él le propino un ligero mordisco en el pie. El toro lanzón
un aterrador mugido y echó a correr por él campo, desgarrando la
hierba y mirando a su alrededor, como si buscara a un enemigo. El
ratoncito corrió detrás de él, porque no quería perderse esa
diversión. - ¡Alguien me ha mordido el pie! – Bramó el toro-.
¡Alguien me ha mordido el pie y no descansaré hasta descubrirlo!
¡Simplemente, no lo toleraré! – ¿Te dolió mucho? - preguntó el
ratoncito, asomando con mucha precaución la cabeza por entre un
montón de hierba, -No- dijo el toro, con más suavidad-. Realmente
no me dolió, pero no quiero que me muerdan el pie. –Fui yo quien
lo hizo, noble toro – chilló el ratoncito-. Aunque solo soy un ratón,
obtuve una victoria sobre cuatro cascos, un poderoso cuerpo y un
par de cuernos. Y meneando la cola, escapó. El toro miró el sitio
donde había estado el ratón y después de un momento, se alejó
confuso. –Debí comprender que ninguna persona importante se
atrevería a atacarme –se dijo, esforzándose en recuperar la dignidad
perdida-. Después de todo, solo era un ratón.
Anónimo.

Análisis para reforzar el valor educativo


¿Quiénes son los personajes principales de la historia?
¿Con que intención el ratón mordió la cola del toro?
¿Cuál fue la reacción del toro cuando el ratón le hizo la travesura?
¿Cómo se sintió el ratón después de haberle hecho la travesura al toro?
¿Qué aprendió el toro con la travesura que le hizo el ratón?
¿Qué nos enseña el cuento?
¿Qué valor(es) encontramos en el cuento?
¿En qué situación has aplicado el PERDÓN?
¿Cómo te sientes después de perdonar a una persona que te ofendió u ofendiste?
¿Después de que ofendes a una persona le pides PERDÓN?
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Las ranas y los niños (Respeto)


Como una lluvia de balas, las piedras caían con
violencia sobre las pequeñas ranas que se soleaban
sobre las hojas de los nenúfares que flotaban en el
estanque. Los animalitos se sumergían rápidamente o se
ocultaban en el barro, para huir de los terribles golpes.
Pero los niños, empeñados en aquella travesura,
arrojaban una piedra tras otra, y los romos proyectiles
cruzaban los aires zumbando. -¡Deteneos! ¡Deteneos! –
suplicó una de las ranas, mientras saltaba a buena altura
sobre un nenúfar, para eludir una piedra que volaba-.
¡Deteneos! ¡Nos estáis hiriendo! ¿No los comprendéis?
Pero los niños seguían riéndose, dedicados en cuerpo y
alma aquella diversión. El granjero, que apareció en
aquel preciso instante, vio lo que sucedía y, recogiendo un puño de piedras, comenzó a
apedrear a los niños, con tiros bien dirigidos. Cuando las piedras lastimaron sus desnudas
piernas, los niños se echaron a llorar de dolor y suplicaron al granjero que no les tirara más.
-¿Por qué he de detenerme? - replicó el -. ¿Os habéis detenido vosotros cuando apedreabas
a las ranas? Luego hizo una pausa y agregó sabiamente: -¡Ya lo veis! Lo que divierte para
unos, puede causar dolor para otros.
Anónimo

Actividad para reforzar el valor educativo


Nombre: Te trato por lo que leo.

Objetivo: Fomentar el respeto a los demás.

Participantes: Todo el grupo.

Materiales: Etiquetas con actitudes negativas y positivas.

Desarrollo: Se dividen el salón en grupos cada grupo tendrá que organizar un evento, por
ejemplo, una fiesta, quermes, etc., a cada integrante del equipo se les asignaran actividades
para la organización del evento según la etiqueta que traiga en la frente, el primer equipo
que logre tener su evento planeado en determinando tiempo gana.

Conclusión o cierre: Se reunirá el salón una vez que se terminó la actividad y por equipos
compartirán su experiencia de trabajar en grupo, la organización de su evento y lo más
importante como se sintieron con los cargos de acuerdo a su etiqueta.
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El tesoro oculto (Trabajo en equipo y compañerismo)

En el aire se sentía la densa fragancia de las uvas,


y las hileras de racimos colgaban pasaderamente
bajo las atestadas ramas. Era un viñedo
esplendido y muy bien cuidado. Las uvas,
redondas y purpúreas, reventaban de tan
maduras. -¿Cómo hacéis para obtener uvas tan
esplendidas? –preguntó el granjero del valle
próximo, a los tres hermanos que las cuidaban.
El mayor descansó un instante sobre su azadón y
respondió. – Cuando nuestro padre yacía en su
lecho de muerte, nos llamó a su lado y nos dijo
que el viñedo nos pertenecía a los tres. Y nos
encargó que trabajásemos sin descanso, para
encontrar un valioso tesoro enterrado en el suelo, alrededor de las vides. –Durante algún
tiempo, trabajamos día y noche con las azadas, hasta revolver toda la superficie de la
granja- intervino el segundo hermano. – ¡Ya lo veo! - exclamó el granjero-. El delicioso
fruto que obtenéis ahora es el tesoro oculto. Realmente, la laboriosidad misma es un tesoro.
Y se inclinó sobre la rama, para arrancar uno de los tentadores racimos que se ofrecían
generosos.
Anónimo
Actividad para reforzar el valor educativo
Nombre: El tesoro oculto

Objetivo: Reforzar el valor educativo inmerso en el cuento.

Participantes: Todo los integrantes del grupo.

Materiales: Pañoletas y diferentes objetos que no sean riesgosos para esconder

Consignas de partida: Se acomodan a los niños en equipos y cada equipo tendrá que
encontrar lo que se les asigne después de esconderlos en determinado tiempo y lugar.

Desarrollo: El que está dirigiendo la actividad organiza pequeños equipos con los niños
mostrándole a cada equipo lo que les tocará encontrar. Por determinado tiempo el dirigente
de la actividad les tapa los ojos a los niños y esconde en diferentes lugares los objetos
asegurándose de que los niños no vean donde los ha escondido una vez hecho esto los
equipos comienzan a buscar lo que les tocó.

Conclusión o cierre: Cada uno de los participantes expresaran ante todo el grupo sus
experiencias vividas.
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Poniéndole el cascabel al gato (Compañerismo)

Desde hacía mucho tiempo, los ratones


que vivían en la cocina del granjero no
tenían que comer. Cada vez que
asomaban la cabeza fuera de la cueva,
el enorme gato gris, se abalanzaba
sobre ellos. Por, fin se sintieron
demasiado asustados para aventurarse a
salir, ni aún en busca de alimento, y su
situación se hizo lamentable. Estaban
flaquísimos y con la piel untada sobre
las costillas. El hambre iba a acabar
con ellos. Había que hacer algo. Y convocaron una conferencia para decidir qué harían. Se
pronunciaron muchos discursos, pero la mayoría sólo fueron lamentos y acusaciones contra
el gato, en vez de ofrecer soluciones al problema. Por fin, uno de los ratones más jóvenes
propuso un brillante plan. – Colguémosles un cascabel al cuello del gato- sugirió,
maneando con excitación la cola-. Su sonido delatara su presencia y nos dará tiempo de
ponernos a cubierto. Los demás ratones vitorearon a su compañero, porque se trataba de
una idea excelente. Se sometió a votación y se decidió, por unanimidad, que eso sería lo
que se haría. Pero cuando se hubo extinguido el estrépito de los aplausos… y por ser más
viejo que todo los demás, sus opiniones se escuchaban siempre con respeto. – El plan es
excelente- dijo-. Y me enorgullece pensar que se le ha ocurrido a este joven amigo que está
aquí presente. Al oírlo, el ratón joven frunció la nariz y se rasco la oreja, con aire confuso.
¿Quién será el encargado de ponerle el cascabel al gato? Al oír esto, los ratoncitos se
quedaron repentinamente callados, muy callados, porque no podían contestar a aquellas
preguntas. Y corrieron de nuevo a sus cuevas... hambrientas y tristes.
Anónimo

Actividad para reforzar el valor educativo

Nombre: Llegando a la meta junto con mis compañeros.


Definición: Consiste en retomar el mayor número de pañoletas sin que nos toquen con el
balón.
Objetivos: Potenciar el trabajo en pequeños grupos reconociendo el valor inmerso en el
cuento.
Participantes: Todo el grupo.
Materiales: 4 Pañoletas y un balón.
Consignas de partida: Se forman dos equipos, el que comenzará la actividad se coloca en
una de las esquinas formándose en fila india y en la otra esquina las 4 pañoletas que
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quedaran enfrente de ellos. El otro equipo se sitúa relativamente cerca de sus contrincantes
con 2 o más balones que considere necesarios la dirigente.
Desarrollo: El juego comienza cuando el dirigente de la actividad da la señal para empezar
y el equipo que comenzará se coloca en su lugar y los jugadores del otro equipo se
coloquen relativamente lejos del equipo contrario. El equipo que inició por orden tendrá
que ir y recoger todas las pañoletas que están en el otro extremo, en determinado tiempo
mientras que el equipo contrario hace todo lo posible por evitarlo obstruyéndoles el paso
botando el balón. Se cambian los papeles para que el siguiente equipo participe siguiendo la
misma dinámica. Gana el equipo que en total alcance a tomar el mayor número de
pañoletas o todas, en determinado tiempo.
Conclusión o cierre: Los niños se sientan en el suelo en círculo para compartir sus
experiencias tanto en equipo como individual encontrando las ventajas y desventajas de
trabajar en equipo o solos.
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El león y el ratón (Amistad)


El sol de la tarde caldeaba las flores y
todos los animales estaban tendidos,
durmiendo cómodamente la siesta:
todos, salvo el ratoncito, gris, que
retozaba en la danzarina luz y en la
sombra. Tan feliz se sentía en aquella
dorada tarde estival. Pero… ¡ay!
Persiguió de manera tan alocada su
propia cola?, que choco con el gran
león. El tonto ratón creyó que solo
había chocado con el tronco del árbol,
y hasta que se topó con la nariz del
gran león y sintió el aliento del gran animal, no comprendió lo que había hecho. El rey de la
selva se movió como si sintiera un cosquilleo en la nariz y, abriendo un ojo vio al ratoncito
gris, inmediatamente, puso la pata sobre la larga cola del animalito. El ratón chilló, con
terror – ¡no, no rey León!- ¡te suplico que tengas piedad de mí, quita tu pata de mi cola y
déjame ir! Pero el león se limitaba a aturdirlo con otro rugido. - ¡oh rey de León! ¡Si me
sueltas, algún día te salvare la vida! -. Varias semanas después, el ratoncito, al corretear de
nuevo entre los arboles del bosque, oyó un bramido de dolor que llegaba al otro lado de la
arboleda. Siguió la dirección del ruido y vio a su amigo el león firmemente atrapado en la
trampa de un cazador. Ahora le tocaba al gran rey de los animales tirar y forcejear. Pero
cuanto más intentaba liberarse de la red, tanto más se enredaba en ella. El ratón advirtió en
seguida lo que sucedía y empezó a roer las mallas de la red hasta que, a los pocos minutos,
el rey de la selva quedo en libertad.
Anónimo

Actividad para reforzar el valor educativo


Nombre: Elaborando un pequeño detalle para mi mejor amigo/a del salón.

Definición: Consiste en que cada uno de los niños elabore lo que sea de su preferencia con
los materiales, para el compañerito que el considere su mejor amigo/a del salón.
Objetivo: Reconocer y valorar el significado de la amistad en alguno de sus compañeros
rescatando el valor inmerso en el cuento.
Participantes: Todo el grupo.
Materiales: Hilo para pulsera o resorte de hilo, cuentitas, chaquira, para decorar la pulsera,
aguja de plástico.
Consignas de partida: Cada niño dispondrá del material que el desee para elaborar su
detalle, una vez que lo hayan terminado todos, se le dará a el amigo(a) que el elija.
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Desarrollo: se le entrega el material a cada niño, la maestra tiene que estar al pendiente de
que el niño no se lastime y tampoco a su sus compañeros con la aguja mientras elabora el
detalle que prepara para su amigo una vez que lo hayan terminado todos se recoge el
material. La maestra les pide que formen un círculo para que cada niño le valla entregando
al compañero que el eligió lo que elaboraron.
Conclusión o cierre: a cada uno de los participantes se les preguntará cuál era su concepto
previo de la amistad antes de comenzarla y en qué cambió al finalizar la actividad.
Preguntándoles cómo se sintieron en cada uno de los papeles que desempeñaban en ese
momento.
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La caña y el roble (Amistad)


El viento soplaba en grandes ráfagas. Las
espigas de trigo se tendían bajo los golpes de la
borrasca. Los esbeltos árboles de la selva se
inclinaban humildemente, y los animales corrían
en busca de refugio. El estruendo del viento
cantaba entre las copas de los árboles, fustigaba
la superficie del estanque de los lirios, tocándola
en espuma, y daba vueltas a las anchas y lisas
hojas de las plantas acuáticas. Pero el viejo
seguía erguido e inmutable en el linde del
bosque y no se doblaba bajo la furia de la
tormenta. -¿Por qué no te inclinas cuando el
viento golpea tus ramas?- preguntó la esbelta caña-. Yo solo soy una frágil caña. Me
balanceo con cada ráfaga. Desdeñosamente, el roble replicó: - ¡Bah, eso no es nada! Las
tormentas que he soportado y vencido son innumerables. La tormenta lo oyó y sopló
furiosamente. El luminoso zigzag de un relámpago rasgó la oscuridad del cielo, y la lluvia
azotó con fuerza el ramaje del poderoso roble. Pero el árbol resistió impasible. Por fin,
pasó la tempestad, asomó el sol por encima de una nube, sonrió a la Tierra que estaba allá
abajo y volvió a reinar la calma. Entonces, salieron del claro los leñadores, blandiendo sus
hachas y cantando alegremente. Iban a talar el gigantesco roble. Este se mantuvo erguido
con firmeza recibiendo valerosamente los golpes, cuando la filosa hoja del hacha lo hería.
Luego al balancearse su enorme tronco, profirió un terrible sonido y se desplomó con
estruendo atronador. Los leñadores les cortaron las ramas, lo atoraron, y se lo llevaron del
bosque, donde había estado en pie durante tantos años. La esbelta caña, firme y erecta en su
sitio, suspiró con lástima, - ¡qué desgracia!- exclamó-. ¡Pobre roble! ¡Éramos tan buenos
amigos!
Anónimo
Actividad para reforzar el valor educativo
Nombre: Elaboración de una carta para mi mejor amigo del salón.
Definición: el niño elaborara una carta dependiendo de la edad en la que se encuentra ya
sea con un dibujo o escrita para ser entregada a la persona que él decida.
Objetivo: Reconocer y valorar el significado de la amistad en alguno de sus compañeros
rescatando el valor inmerso en el cuento.
Participantes: Todo el grupo.
Materiales: Hojas de papel, bolígrafos, colores o crayola o ambas, pintura, una caja que
figure un cofre.

Consignas de partida: El niño deberá plasmar en la hoja de papel en blanco, como el


decida con los materiales que se le proporcionaron, un dibujo o algo escrito poniéndole el
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nombre de la persona a la que va dirigido, el cual irá depositando en el cofre una vez que
termine.
Desarrollo: se le entrega a cada uno de los niños una hoja de papel en blanco para que el
plasme lo que sea de su preferencia de acuerdo a la edad en la que se encuentra. Una vez
que lo termina la encargada de la actividad pasa el cofre para que cada uno de los niños
deposite su papel, una vez que están todas adentro, la encargada de la actividad saca todas
la hojas una por una para entregársela a la persona que va dirigida y el que la elaboró le
dará un abrazo a quien se la hizo.

Conclusión o cierre: primeramente se les cuestiona acerca del significado del valor de la
amistad, en seguida cada uno expresa lo que al compañero le quiso decir con el dibujo. La
persona que lo recibió comunica lo que significa la amistad de su amigo.
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Liebre con muchos amigos (Amistad)


Una alegre mañana de sol la liebre decidió visitar a
algunos de sus doscientos hijos. Salió temprano y
atravesó, dando saltos, los bosques, hasta que, de
improvisto le mallugó una de las patas traseras. Al
día siguiente la gente del pueblo venía a cazar a los
bosques y, para huir de sus sabuesos, ella tenía que
mostrarse más despierta y ágil que nunca. Avanzó
renqueando algunos pasos y, después de sentarse, se
rascó pensativa la oreja. Empezó a sospechar que
algo no andaba bien. -¿Porque he de huir para
salvarme en las condiciones que me encuentro? – se
preguntó, frunciendo su móvil hociquillo -.
Felizmente, tengo excelentes amigos que me ayudarán a salir de esta. – se levantó en el acto
y fue renqueando hasta una piedra donde encontró a sus amigos, el caballo, toro, cabra, y al
oso diciéndoles - ¡amigos estoy en dificultades mañana, como saben es el día de la cacería,
y con la mallugadura que tengo en la pierna me costara trabajo huir de mis sabuesos, ¿me
dejarían utilizar cada una de sus características para poder huir? – Claro dijeron cada uno
de sus amigos- llego el día de la cacería y como se lo prometieron sus amigos lo libraron
del pueblo que iba directo a cazarla.
Anónimo
Actividad para reforzar el valor educativo
Nombre: Abrazos musicales.
Definición: Se trata de saltar al compás de una música, abrazándose a un número
progresivo de compañeros, hasta llegar a un abrazo final.

Objetivos: Favorecer el sentimiento de grupo, desde una acogida positiva a todos los
participantes o compañeros inculcando en cada uno de los abrazos el valor inmerso en el
cuento.
Participantes: Grupo, clase, todo el salón.
Materiales: Aparato de música o instrumento musical.
Consignas de partida: Que no quede ningún participante sin ser abrazado.
Desarrollo: Una música suena, a la vez que los participantes danzan por la habitación.
Cuando la música se detiene, cada persona abraza a otra. La música continúa, los,
participantes vuelven a bailar (si quieren, con su compañero). La siguiente vez que la
música se detiene, se abrazan tres personas. El abrazo se va haciendo cada vez mayor, hasta
llegar al final.
Conclusión o cierre: Se formará un círculo y cada compañero expresa como se sintieron al
recibir abrazos consecutivamente por sus compañeros.
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La mariposa y la cucaracha (Perdón y humildad)


En un precioso jardín vivía la mariposa más bonita del
mundo. Era tan bonita y había ganado tantos concursos de
belleza, que se había vuelto vanidosa. Tanto que un día,
la cucaracha lista se hartó de sus pavoneos y decidió darle
una lección. Fue a ver a la mariposa, y delante de todos le
dijo que no era tan bonita, que si ganaba los concursos era
porque los jurados estaban comprados, y que todos sabían
que la cucaracha era más bella. Entonces la mariposa se
enfureció, y entre risas y desprecios le dijo a ti te gano un
concurso con el jurado que quieras. "Vale, acepto, nos
vemos el sábado", respondió la cucaracha sin darle
tiempo. Ese sábado todo fueron a ver el concurso, y la
mariposa iba confiada hasta que vio quiénes formaban el
jurado: cucarachas, lombrices, escarabajos y chinches.
Todos ellos preferían el aspecto rastrero y el mal olor de
la cucaracha, que ganó el concurso claramente, dejando a la mariposa tan llorosa y
humillada, que nunca más volvió a participar en un concurso de belleza. Por suerte, la
cucaracha perdonó a la mariposa su vanidad y se hicieron amigas, y algún tiempo después
la mariposa ganó el premio a la humildad.
Anónimo

Análisis para reforzar el valor educativo


¿Qué animales participan en el cuento?
¿Por qué la cucaracha le quiso dar una lección a la mariposa?
¿Qué aprendió la mariposa al no ganar el concurso?
¿Por qué la cucaracha decidió olvidar el incidente y volver a brindarle la amistad a la
mariposa?
¿Qué le enseñó la cucaracha al darle la lección a la mariposa?
¿Por qué la mariposa ganó el premio de humildad?
¿Qué nos enseña el cuento?

¿Cómo aplicas tú la HUMILDAD y el PERDÓN?


¿Qué valores nos enseña el cuento?
¿Has aplicado estos valore?
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A correr… (Amor, valentía)

Cuentan que cierto día, estaban en el bosque un caballo


y su pequeño hijo, ambos gustaban de correr sin rumbo
fijo, solo por el placer de sentir el cálido aire sobre sus
cabezas. Padre e hijo disfrutaban mucho de estas
carreras y el compartir sus conversaciones que tanto
bien hacia a ambos, siempre tenían pláticas de lo más
amenas y realmente existía una comunicación
constante entre ellos.

Una mañana, salieron como era su costumbre a correr,


estaban muy felices porque era un día espléndido,
cuando de repente el pequeño caballo tropezó y cayó
rodando, su padre se detuvo de inmediato volviendo
sobre sus pasos para ver que le había sucedido a su pequeño hijo. Se acercó a él para
averiguar si se encontraba bien, y el pequeño no lograba levantarse, muy asustado le dijo a
su padre: - Siento que no podré volverme a levantar, me siento muy lastimado de una pata.

- Hijo, debes levantarte, acaso ¿Te has roto algo?- Padre, le dijo el caballito, creo que no
me he roto nada, sin embargo, un caballo nunca se cae y cuando lo hace, le resulta
sumamente difícil levantarse. - Hijo, estás equivocado, algunos animales como nosotros
caen, pero vuelven a levantarse y tú te levantarás, porque tú no tienes nada roto, tu voluntad
hará que te levantes y vuelvas a caminar y a correr como siempre lo has hecho, no
permitirás que tu mente te haga tomar una decisión equivocada, creyendo que porque has
caído no podrás levantarte, además, yo te ayudaré a hacerlo, porque yo precisaré de tu
ayuda, cuando caiga y necesite levantarme igualmente.

- Pero padre, ¿cómo podría yo ayudarte a levantar si soy tan pequeño? - Hijo no se necesita
fuerza física para dar esa clase de ayuda, solo se requiere un gran amor, esa es la clase de
ayuda que necesitamos, sentirnos apoyados por nuestros seres más queridos, y yo te amo
mucho y por esa razón te digo que te levantes, porque todavía tenemos muchos caminos
que recorrer juntos. Y nuestro pequeño caballito, se levantó, se sacudió el polvo, empezó a
caminar junto a su amado padre y pronto empezaron a correr como era su costumbre.
CAERSE no es lo importante, lo importante es LEVANTARSE cuantas veces sea
necesario.

Anónimo

Actividad para reforzar el valor educativo

Nombre: Carrera de obstáculos.

Definición: El niño superará todos los obstáculos que se encuentren a su paso buscando la
mejor estrategia o forma para hacerlo.
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Objetivos: Fomentar la seguridad y confianza en sí mismo, aparte de refinar el valor


inmerso en el cuento por medio de la actividad.
Participantes: Todo el grupo.
Materiales: Lo que la encargada de la actividad considere para colocarlos como obstáculos
dentro de la sala, dejando espacio entre uno y otro.
Consignas de partida: La encargada tendrá que animar y conseguir que el niño logre pasar
el obstáculo, no importa el tiempo que se tarde y los intentos que tenga que hacer para
lograrlo.
Desarrollo: Se acomodan los objetos dentro del lugar donde se llevará a cabo la actividad
con cierta distancia unos de otros. Cada niño uno por uno y de forma ordenada los tendrá
que pasar como él pueda sin amontonarse ni apurar al compañero que está participando.
Conclusión o cierre: Los niños tendrán que compartir, cómo fue que superaron los
obstáculos, qué sensaciones tuvieron antes, durante y después de hacerlos.
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El arco iris y el camaleón (Perdón y humildad)

Un camaleón orgulloso, que se burlaba de los


demás por no cambiar de color como él. Pasaba
el día diciendo: ¡Qué bello soy!. ¡No hay ningún
animal que vista tan señorial! Todos admiraban
sus colores, pero no su mal humor y su vanidad.

Un día, paseaba por el campo, cuando de


repente, comenzó a llover. La lluvia, dio paso al
sol y éste a su vez al arco iris. El camaleón alzó
la vista y se quedó sorprendido al verlo, pero
envidioso dijo: ¡No es tan bello como yo!.

¿No sabes admirar la belleza del arco iris?: Dijo un pequeño pajarillo que estaba en la rama
de un árbol cercano. Si no sabes valorarlo, continuó, es difícil que conozcas las verdades
que te enseña la naturaleza. ¡Si quieres, yo puedo ayudarte a conocer algunas!.

¡Está bien!: dijo el camaleón. Los colores del arco iris te enseñan a vivir, te muestran los
sentimientos. El camaleón le contestó: ¡Mis colores sirven para camuflarme del peligro, no
necesito sentimientos para sobrevivir! El pajarillo le dijo: ¡Si no tratas de descubrirlos,
nunca sabrás lo que puedes sentir a través de ellos!

Además puedes compartirlos con los demás como hace el arco iris con su belleza. El
pajarillo y el camaleón se tumbaron en el prado. Los colores del arco iris se posaron sobre
los dos, haciéndoles cosquillas en sus cuerpecitos. El primero en acercarse fue el color rojo,
subió por sus pies y de repente estaban rodeados de manzanos, de rosas rojas y
anocheceres.

El color rojo desapareció y en su lugar llegó el amarillo revoloteando por encima de sus
cabezas. Estaban sonrientes, alegres, bailaban y olían el aroma de los claveles y las
orquídeas. El amarillo dio paso al verde que se metió dentro de sus pensamientos. El
camaleón empezó a pensar en su futuro, sus ilusiones, sus sueños y recordaba los amigos
perdidos. Al verde siguió el azul oscuro, el camaleón sintió dentro la profundidad del mar,
peces, delfines y corales le rodeaban. Daban vueltas y vueltas y los pececillos jugaban con
ellos.

Salieron a la superficie y contemplaron las estrellas. Había un baile en el cielo y las


estrellas se habían puesto sus mejores galas. El camaleón estaba entusiasmado. La fiesta
terminó y apareció el color azul claro. Comenzaron a sentir una agradable sensación de paz
y bienestar.

Flotaban entre nubes y miraban el cielo. Una nube dejó caer sus gotas de lluvia y se
mojaron, pero estaba contento de sentir el frescor del agua. Se miraron a los ojos y
sonrieron. El color naranja se había colocado justo delante de ellos.
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Por primera vez, el camaleón sentía que compartía algo y comprendió la amistad que le
ofrecía el pajarillo. Todo se iluminó de color naranja. Aparecieron árboles frutales y una
gran alfombra de flores.

Cuando estaban más relajados, apareció el color añil, y de los ojos del camaleón cayeron
unas lagrimitas. Estaba arrepentido de haber sido tan orgulloso y de no valorar aquello que
era realmente hermoso. Pidió perdón al pajarillo y a los demás animales y desde aquel día
se volvió más humilde.

Análisis para reforzar el valor educativo

¿Qué era lo que no admiraban del camaleón?

¿Qué fue lo que le enseñó el pajarito al camaleón?

¿Qué fue lo que provocó cada uno de los colores en los animales?

¿Qué era lo que mostraría el arcoíris al camaleón?

¿Por qué se volvió humilde el camaleón?

¿Qué aprendió el camaleón?

¿Por qué les pidió perdón al pajarito y los demás animales?

¿Por qué se puso triste y le salieron lágrimas al camaleón?

¿Qué valor nos enseñan los personajes?

¿Cómo se sentían con cada uno de los colores del arcoíris?


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Los amigos (Amistad)

Qué fácil es sonreír, cuando nos miramos al


espejo y nos damos cuenta que nuestra sonrisa
traerá otra sonrisa. Al perdonar y olvidar unos a
otros, las faltas, nos permite estar en armonía
con el Universo, si fuéramos perfectos no
estaríamos en la Tierra puliendo nuestro
Diamante Interior. Preparemos cada día nuestros
corazones para la armonía.

Había una vez un país donde había muchas


flores, quizás tantas que cuando las mariposas
golosas ya no sabían en cual flor se posarían
cada día, y los picaflores se paseaban aquí, acá y
allá. Esto era obra del amor que brotaba de todos
los corazones, y era expresado en la disposición
a sonreír, no habían peleas, ni malos entendidos y los corazones estaban plenos de sí
mismos, las fragancias de las flores llenaban sus sentidos, de emociones, de pensamientos y
sentimientos puros.

Hasta que un día un par de amigos no se hablaron más, y las flores de sus jardines se
marchitaron, cuando se veían en la calle se ignoraban como si nunca se hubieran conocido,
y cuando esto ocurría los jardines aledaños también se marchitaron. Este par de amigos
empezó a enfermar a su familia, amigos, teñían todo a su alrededor con la falta de amor. Y
un picaflor que venía de un lugar muy lejano se sorprendió de los cambios que se habían
producido allí, ya no era el país lindo que era. Entonces se propuso que visitaría todas las
casas que estaban un poco feas, y que con su cantar alegraría las flores y estas volverían a
ser partícipes de jardines muy bellos.

Así que con su alegre cantar, lleno de música los jardines y estos empezaron a mejorar poco
a poco. Y los corazones nuevamente estuvieron felices, pero hubo algunos jardines que no
tuvieron remedio, era del par de amigos que no se hablaban. Un día el pajarito cantó una
canción muy triste en casa de uno de ellos, y éste lloró amargamente y se dio cuenta que si
no volvía a conversar con su amigo, él ya no podría ser feliz, el rencor le roía el alma.

En otro día cantó la misma canción al otro amigo, pero este tenía duro el corazón, el
picaflor lo intentó tres días la misma canción al no obtener resultados, cantó la canción de
cuna que cantaba a sus hijitos y éste se sintió triste y se dio cuenta que le faltaba algo y que
no podía ser feliz. Esa misma tarde al pasear por allí, se encontró con su amigo, le miró a
los ojos y le dijo: ¿cómo esta, querido amigo? y él sólo le abrazó y le dijo que lo amaba y
que su amistad era un tesoro que había perdido.

Ambos amigos se quedaron abrazados largamente y se prometieron mutuamente nunca


dejar pasar demasiado tiempo para estar en paz. Y cuando el pajarito vio esto se puso muy
contento y emprendió nuevamente su vuelo. Todo en ese país, fue nuevamente la tierra de
las flores y del color y porque no decirlo también de la armonía.
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Actividad para reforzar el valor educativo

Nombre: ¿Quién es mi amigo?

Objetivos: Reafirmar el valor educativo inmerso en el grupo desarrollando en los niños


sentimientos de amistad hacia las demás personas.

Materiales: Una poesía o rima, una lámina, recortes de periódicos con fotos de adultos en
actitud de pelea, y otras en actitud amistosa, etc. Envoltorios pequeños con papel vistoso
que semejen caramelos
Participantes: Todo el grupo.
Desarrollo: El educador pedirá a los niños que formen un círculo, uno de ellos se colocará
en el centro del círculo y dirá la poesía:
Traigo en mis manitas
muchos caramelos
y se los daré
al amigo que quiero.
Le dará el caramelo al niño o niña que señale y dirá lo que hará por su amigo. El niño que
le ha tocado ocupa el centro del círculo y repite la actividad. Así, sucesivamente hasta que
todos encuentren el amigo (El educador estará atento para que a todos les corresponda un
amigo y en ese momento finaliza).
Conclusión o cierre: Se sentaran en círculo una vez que terminaron la actividad, para
compartir sus sentimientos y experiencias vividas.
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El árbol mágico (humildad, solidaridad)

En el centro de una placita, en el pueblo,


había un precioso árbol. El árbol tenía ramas
muy largas para los costados y también para
arriba. Parecía un poquito unos brazos locos
que invitaban a los niños a subirse a él.

Pero el árbol, que ya era muy viejito, porque


tenía 103 años, estaba un poquito triste.
Resultaba ser, que de tan abuelito que era, de
tan tan pero requeté tan gordo que estaba -
Había bebido mucha lluvia decían - , le
pusieron una cerca a su alrededor...con un
cartel. Pero como él no sabía leer... Estaba
más y más triste porque era un abuelito sin la alegría de sus chiquitos.

Un día escuchó el árbol - porque saben oír muy bien ellos, eh! - que alguien leía el cartelito:
- Árbol centenario. Monumento histórico nacional. Plantado por..... Pero al árbol no le
interesaba nada esas cosas, él quería oír risas y sentir cómo se trepaban los chicos... oír los
secretos que le contaban... pero no le gustaba nada cuando las personas grandes le hacían
daño, escribiéndolo o rompiéndolo.

Tanto tiempo había pasado... que el árbol ya se había cansado de esperar. Cuando esa tarde
de primavera, un chiquito, de unos 10 años, pasó la cerca ¡Qué contento se puso el árbol...!
Tanto, que escuchen bien lo que pasó:

El chiquito fue a buscar a otro amigo para no estar tan solito. Treparon a una rama que iba
para el costado del sol y se quedaron recostados contándose cosas... pequeños secretos de
cosas que les gustaría hacer. El árbol escuchaba todo y se reía con sus hojas alegres.
Entonces pensó que sería una linda idea hacer un poquito de magia.

El chiquito que primero había trepado se llamaba Guillermo, el otro Agustín. Guillermo le
contó a Agustín que él quería poder ganar muchas veces a las bolitas para que Jorge no se
riera más de él en el colegio, y así Carlota se haría su amiga. Al día siguiente
misteriosamente, Guillermo ganó en todos los recreos a las bolitas y Carlota le dijo que lo
había hecho muy bien y le regaló una bolita preciosa. Guillermo estaba muy contento y
guardó esa bolita como "la bolita de la buena suerte"

Esa misma tarde, después del cole, fue saltando y cantando de alegría al árbol, a
encontrarse con Agustín y le contó todo lo que pasó. Así, el árbol escuchó todo y estaba
muy feliz, ahora se reía muy fuerte con sus ramitas y sus hojas... - La magia funcionó! se
dijo el árbol. Agustín también le contó lo que quería hacer con muchas ganas y fue así
como el árbol abuelito se convirtió en el ÁRBOL MÁGICO, el que concedía los sueños.

Análisis para reforzar el valor educativo


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¿Por qué se le llamaba el árbol mágico?

¿Porque estaba triste el árbol?

¿Cuántos años tenía el árbol?

¿Qué necesitaba el árbol para ponerse feliz?

¿Cómo se llamaban los niños que se subían al árbol?

¿A qué se subía al árbol Guillermo y Agustín?

¿Tú has deseado algo con tantas fuerzas?

¿Compartes con tus amigos tus aventuras?

¿Qué has hecho con tus amigos?

¿Qué valor nos enseña los personajes del cuento?


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La araña y la viejecita. (Amistad)

En una casita, en lo alto de una montaña, vivía


hace tiempo una viejecita muy buena y cariñosa.
Tenía el pelo blanco y la piel de su cara era tan
clara como los rayos del sol.

Estaba muy sola y un poco triste, porque nadie iba


a visitarla. Lo único que poseía era un viejo baúl y
la compañía de una arañita muy trabajadora, que
siempre le acompañaba cuando tejía y hacía
labores. La pequeña araña, conocía muy bien
cuando la viejecita era feliz y cuando no.

Desde muy pequeña la observaba y había


aprendido tanto de ella que pensó que sería buena idea intentar que bajara al pueblo para
hablar con los demás. Así aprenderían todo lo que ella podía enseñarles. Ella les enseñaría a
ser valientes cuando estén solos, a ser fuertes para vencer los problemas de cada día y algo
muy, muy importante a crear ilusiones, sueños, fantasías.

Las horas pasaban junto a la chimenea y las dos se entretenían bordando y haciendo punto.
La viejecita, apenas podías sostener las madejas y los hilos en sus brazos. ¡Qué cansada me
siento!, ¡Me pesan mucho estas agujas!. Decía la ancianita. La arañita, la mimaba y la
sonreía.

Un día, la araña, pensó que ya había llegado el momento de poner en práctica su idea.
¿Sabes, lo que haremos?¡Iremos al mercado a vender nuestras labores! ¡Así, ganaremos
dinero y podremos ver a otras personas y hablar con ellas!

La anciana no estaba muy convencida. ¡Hace mucho tiempo que no hablo con nadie! Dijo:
la anciana. ¿Crees que puede importarle a alguien lo que yo le diga? ¡Claro que sí! ¡Verás
cómo nos divertimos! Se pusieron en marcha, bajaron despacito, como el que no quiere
perder ni un minuto de la vida.

Iban admirando el paisaje, los árboles, las flores y los pequeños animalitos que veían por el
camino. Llegaron al mercado y extendieron sus bordados sobre una gran mesa. Todo el
mundo se paraba a mirarlos. ¡Eran tan bonitos! La gente les compró todo lo que llevaban.
¡Además hicieron buenos amigos!

Enseguida, los demás, se dieron cuenta de la gran persona que era la viejecita y le pedían
consejo sobre sus problemillas. Al principio, le daba un poco de vergüenza que todo el
mundo, la preguntara cosas. Pero poco a poco descubrió el gran valor que tienen las
palabras y cómo muchas veces una palabra ayuda a superar las tristezas.

Palabras llenas de cariño como: ¡Animo, adelante, puedes conseguirlo! ¡Confía en ti, cree
en ti! Ella también aprendió ese día, que las cosas que sentimos en el corazón, debemos
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sacarlas fuera, quizá los otros puedan aprovecharlas para su vida. La arañita le decía a la
anciana: ¡Deja volar tus sentimientos, se alegre, espontánea, ofrece siempre lo mejor de ti!

La viejecita y la araña partieron hacia su casita de la montaña. Siguieron haciendo bordados


y bordados. Trabajaban mucho y cuando llegaba la noche la araña se iba a su rinconcito a
dormir. La anciana se despedía de ella y le decía: ¡Gracias por ser mi amiga!

¡Un amigo, es más valioso que joyas y riquezas, llora y ríe contigo y también sueña!
Mientras sentía estos pensamientos, la viejecita se iba quedando dormida, sus ojos cansados
se cerraron y la paz brilló en su cara. La luna les acompañaba e iluminaba la pequeña
casita y nunca, nunca estaban solas. Más allá, muy lejos, sus seres queridos velaban sus
sueños.

Actividad para reforzar el valor educativo

Nombre: Encuentra el tesoro escondido para un amigo


Objetivos: Desarrollar en los niños vivencias sobre la amistad rescatando el valor inmerso
en el cuento.

Materiales: Diversos objetos que servirán de tesoros: caracoles, piedras de colores, flores,
láminas, fotos, dibujos, papel para decorar, sobres, lápices de cera o rotuladores.
Participantes: Todo el grupo.
Consignas de partida: El educador creará un circuito en el que esconderá objetos que
deben encontrar los niños pues es el que les preparo su amigo. Cuidar que todos los niños
obtengan su tesoro.

Desarrollo: Los niños prepararán el regalo para su amigo. Puede ser un dibujo, una piedra
bonita, una foto, algo que ellos eligen entre sus cosas. Guardarán los regalos en sobres
decorados por ellos o los envuelven con papel de regalo, con el nombre a quien va dirigido.
El educador prepara un circuito en la sala de psicomotricidad o preferentemente al aire libre
en el área exterior, con diferentes obstáculos para encontrar su tesoro escondido, y donde
los niños tendrán que saltar, bordear, o pasar por debajo de los obstáculos para obtenerlo.

Conclusión o cierre: Se sientan en el suelo después de que todos encontraron su tesoro.


Por turno compartirán las experiencias vividas en la actividad, mencionando también la
dificultad que tuvieron para encontrarlo.
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Las palabras mágicas (Humildad, perdón)

Mariana era una niña caprichosa y engreída.


Creía tener derecho a todo lo que se le antojaba.
Le perteneciera o no. También creía ser la más
hermosa, la más inteligente, la mejor de todas
las niñas. Por esa razón pensaba que todos
deseaban estar con ella, jugar con ella y pasar el
tiempo con ella. Y por esa razón debían estar
sumamente agradecidos.

También podía contestar de mal modo sin pedir


disculpas o burlarse de los demás sin medir las
consecuencias. Como cuando uno de sus amigos
se cayó y ella en lugar de ayudarlo se largó a
reír. Un hada que pasó justamente y vio lo que
sucedía, decidió darle una lección. Mariana
debería aprender las palabras mágicas. El hada tocó a sus amigos con su varita y ellos
rápidamente se cansaron de su actitud veleidosa y pizpireta, y decidieron no salir más a la
vereda. Se quedaron jugando detrás de la reja en el jardín de su casa.

Mariana salió y no los vio. Le llamó la atención que no pasaran a buscarla. Justo a ella que
garantizaba la diversión y ahora tenía una nueva bicicleta color rosa tornasol. -¡Qué tontos!
Pensó. Y Salió a dar vueltas alrededor de la manzana. Al pasar por la reja vio a todos sus
amigos disfrutando bajo un árbol. Entonces les dijo-¡Tengo una bicicleta nueva! Pero los
amigos no la escucharon. Gritó más fuerte-¡Ey, Aquí estoy yo! pero los amigos parecían
estar sordos.

Volvió preocupada a su casa, y le pidió a su mamá una muñeca nueva.-Quiero una muñeca
Barbie vestida de playa. El Hada también tocó con su varita a sus padres. -Pero si tienes
veinte muñecas. Juega con esas. Respondió la madre. -Ya te dije que quiero una vestida de
playa. -Pues no. Dijo la madre por primera vez, ya que nunca le había negado nada.

Mariana se pescó una rabieta, se tiró al piso pataleando y gritando. Pero su madre hizo
oídos sordos hasta que se calmó. Se encerró en su habitación a estudiar la lección para el
día siguiente. La aprendió a la perfección para dejar a todos boquiabiertos. Pero el Hada
madrina, también sacudió su varita sobre la maestra y los compañeros.

Cuando llegó el momento de tomar la lección, la maestra pidió que levantaran las manos y
Mariana la levantó rápidamente al grito de –¡Yo, yo, yo! La maestra, parecía no verla ni
escucharla. Todos los que levantaron la mano, dieron su lección, menos Mariana que se
revolvía de rabia en su pupitre.

Volvió a su casa muy triste. Jamás le había pasado algo así. Y no sabía cómo hacer para
revertir esta dificultad. Pensó y pensó sin encontrar la solución del problema que la
afectaba. Mientras dormía el Hada se le apareció en sus sueños y le enseñó la importancia
de las palabras mágicas: ¨PERDÓN¨, ¨POR FAVOR¨ Y ¨GRACIAS¨.
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Al día siguiente Mariana le pidió PERDON a su mamá por la rabieta y le dio las GRACIAS
por la nueva bicicleta. Fue a visitar a sus amigos y les pidió POR FAVOR que abriera la
reja para jugar con ellos, y sus amigos la dejaron pasar. Luego les dio las GRACIAS por
invitarla. Luego le pidió PERDON a uno de sus amigos por haberse reído cuando se cayó
dolorido en la vereda, Y él la perdonó. En el colegio, pidió POR FAVOR que le
permitieran dar su lección y la maestra la felicitó.

Anónimo

Análisis para reforzar el valor educativo

¿Qué características tenia Mariana?

¿Por qué el hada en sueños le enseñó las palabras mágicas?

¿Cuáles eran las palabras mágicas que aprendió Mariana?

¿Tú usas las palabras mágicas cuando es necesario?

¿Por qué los niños se cansaron y se quedaron detrás de la reja del jardín?

¿Qué fue lo que hizo para poner en práctica las palabras mágicas?

¿Qué palabras mágicas usas con mayor frecuencia?

¿A quiénes le pidió perdón, les dio las gracias y por favor?

¿Qué fue lo que le pasó a Mariana para que llegara triste a su casa?

¿Qué nos enseña la lección que tuvo Mariana?


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Los Cuatro Tesoros Mágicos (Trabajo en equipo y solidaridad)

Cuatro santos derviches de la jerarquía


segunda, se reunieron y decidieron buscar, por
toda la superficie de la tierra, objetos con los
que pudiesen ayudar a la humanidad. Habían
estudiado cuanta cosa estuvo a su alcance y
concluyeron que mediante este tipo de
cooperación podrían servir de la mejor manera
posible. Decidieron encontrarse nuevamente
treinta años después.

El día indicado se reunieron nuevamente. El


primero trajo consigo desde el extremo Norte
un bastón mágico. Quien lo montase podía
alcanzar su destino de inmediato. El segundo había traído del extremo Oeste una, capucha
mágica. Quien la pusiera sobre su cabeza podría cambiar de inmediato su apariencia,
logrando así hacerse pasar por cualquier otro ser viviente. El tercero, como resultado de sus
viajes y búsquedas por el extremo Oriente, trajo un espejo mágico. Con sólo desearlo, se
podía contemplar en él cualquier lugar de la Tierra. El cuarto derviche, trabajando en el
extremo Sur, había traído un tazón mágico, con el que cualquier enfermedad podía curarse.

Así equipados, los derviches miraron en el Espejo para encontrar la fuente del Agua de la
Vida, que les permitiría vivir lo suficiente como para dar uso eficaz a estos instrumentos.
Encontraron la Fuente de la Vida; volaron a ella en el Bastón mágico y bebieron del Agua.

Una vez hecho esto, efectuaron una invocación para descubrir quién era el ser más
necesitado de sus servicios. Apareció en el Espejo el rostro de un hombre que se encontraba
al borde de la muerte. Se hallaba a muchos días de viaje.

Inmediatamente los derviches montaron el Bastón mágico y volaron en un abrir y cerrar de


ojos, hasta el hogar del enfermo. "Somos famosos médicos", le dijeron al hombre que
estaba en la puerta, «y nos hemos enterado de que tu amo se halla enfermo. Permítenos
entrar y lo ayudaremos."

Cuando el enfermo oyó esto, ordenó que los derviches fuesen traídos hasta su lecho. Sin
embargo, tan pronto los vio, su salud empeoró; casi como si hubiese sufrido un ataque.
Fueron echados de su presencia. Uno de los sirvientes les explicó que el enfermo era
enemigo de los derviches y los odiaba.

Colocándose, uno por uno, la Capucha mágica, cambiaron su apariencia tomando así un
aspecto agradable para el enfermo. De esta manera se presentaron nuevamente, pero esta
vez como cuatro médicos diferentes. Tan pronto el hombre hubo bebido una medicina del
Tazón Mágico, se sintió como nunca en su vida. Estaba contentísimo, y como era un
hombre rico, recompensó a los derviches, obsequiándolos con una de sus casas; los
derviches se instalaron en ella.
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Se quedaron a vivir en esta casa, y todos los días se alejaban en distintas direcciones
usando, para beneficio de la humanidad, los objetos mágicos que habían reunido.

Un día, sin embargo, cuando los otros derviches estaban haciendo sus recorridas habituales,
llegaron unos soldados y arrestaron al derviche que poseía el Tazón que curaba. El rey de
ese país había oído hablar de este gran médico; había mandado por él para que curase a su
hija, que sufría una extraña enfermedad.

El derviche fue conducido junto al lecho de la princesa. Le ofreció una de las medicinas
que ella solía tomar, pero servida en el Tazón especial. Mas, encontrándose imposibilitado
de consultar con el Espejo mágico cuál era la cura, ésta no dio resultado. La princesa no
mejoró, y el rey ordenó que se clavara al derviche en una pared. Este rogó que le dieran
tiempo para consultar a sus amigos, pero el rey, que era impaciente, pensó que esto sólo era
una estratagema para poder escapar.

Tan pronto como los otros derviches arribaron a su morada, miraron en el Espejo mágico
para descubrir dónde había ido su compañero. Viéndolo al borde de la muerte volaron
inmediatamente en su ayuda, utilizando el Bastón mágico. Lo salvaron justo a tiempo. Pero
no pudieron salvar a la hija del rey, pues el Tazón no pudo ser encontrado.

Mirando en el Espejo mágico, los derviches vieron que había sido arrojado, por orden del
rey, a los abismos del océano más profundo de la Tierra. A pesar de disponer de los otros
objetos milagrosos, les tomó mil años recobrar el tazón. A partir de la experiencia con la
princesa, estos cuatro derviches trabajaron siempre en secreto, de manera que, mediante
una hábil manera de actuar, cuanto hicieran en beneficio de la humanidad pareciese haber
sido hecho en forma fácilmente explicable.

Anónimo

Actividad para reforzar el valor educativo.


Nombre: El lavacoches.
Definición: Se trata de que todos tomen contacto físico con el resto de los participantes.
Objetivos: Favorecer la afirmación, el sentirse querido y acogido por el grupo reforzando
el valor educativo en el cuento.
Consignas de partida: Jugar despacio y con suavidad.
Desarrollo: El grupo forma dos filas, mirándose una a otra. Cada pareja, frente a frente, se
convierte en una parte de una máquina de lavado de coches, haciendo los movimientos
adecuados. Acarician, frotan y palmean al "coche" mientras pasa a través del túnel de
lavado. Al llegar al final, se incorpora a la máquina, mientras otra persona reinicia el juego:
Así sucesivamente, hasta que todos los participantes han sido "lavados".
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Conclusión o cierre: Se acomodarán en círculo para compartir sus experiencias vividas en


cada uno de los papeles que realizaron.
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Los clavos y el amor... (Amistad y amor)

Había un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre


le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que
perdiera la calma debería clavar un clavo en la cerca de
atrás de la casa. El primer día el niño clavó 37 clavos en la
cerca...

Pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era


mucho más fácil controlar su carácter que clavar los clavos
en la cerca. Finalmente llegó el día cuando el muchacho
no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre y
entonces el papá le sugirió que por cada día que controlara
su carácter debería sacar un clavo de la cerca.

Los días pasaron y el joven pudo finalmente decirle a su


padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca..., entonces el papá llevó de la mano
a su hijo a la cerca de atrás... Mira hijo, has hecho bien... pero fíjate en todos los agujeros
que quedaron en la cerca... Ya la cerca nunca será la misma de antes... Cuando dices o
haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como éste agujero en la cerca...

Es como meterle un cuchillo a alguien, aunque lo vuelvas a sacar, la herida ya quedó


hecha... No importa cuántas veces pidas disculpas, la herida está ahí...Una herida física es
igual de grave que una herida verbal... Los amigos y amores son verdaderas joyas a
quienes hay que valorar... Ellos te sonríen y te animan a mejorar... Te escuchan, comparten
una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte... Demuéstrales
cuánto los quieres...

Anónimo

Actividad para reforzar el valor educativo

Nombre: Entregando el corazón.


Objetivos: Reafirmar el valor educativo inmerso en el grupo.
Participantes: Todo el grupo.
Materiales: Un corazón (de cartulina o algún otro material) por participante,
Un cd o casette que servirá como música de fondo, debe tener canciones que hablen de la
amistad.
Consignas de partida: Cada niño elaborará su corazón para la persona que el designe
entregárselo.
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Desarrollo: Cada persona buscará una pareja, con quien intercambiará el corazón que se le
entregó. Le dirá cuánto significa para él su amistad y lo que sienta decirle en ese momento.
Lo mismo hará su pareja. Esto lo harán con todos, después el que está manejando la
actividad toma tres sillas (o las necesarias) las coloca frente a los jóvenes y les explica:
"tomaré algunos jóvenes al azar y los sentaremos aquí, vendaremos sus ojos y cada uno
vendrá y les dirá algo al oído... alguna palabra de aliento, o algo que les gusta de ellos" Las
sillas deben estar separadas y el líder debe asegurarse que los que están vendados no
puedan ver nada. Cuando todos hayan acabado, elige otros más, hasta que todos participen.
Conclusión o cierre: Se acomodarán los niños en círculo para compartir cada uno sus
experiencias en el desarrollo de la actividad.
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Cuando el bosque habla (Solidaridad)

Había una preciosa montaña, toda vestida de


bosques, donde convivían las ardillas,
pájaros carpinteros, ruiseñores, jabalíes,
entre otros muchos animales.Al subir por la
montaña se encontraba dos caminos que se
dividían en una extraña forma de “y” griega,
el camino de la derecha era una subida
bastante fuerte y la vegetación era mucho
más densa, el de la izquierda dominaba un
valle de cerezos en la flor.

Una parte del camino, el que subía, estaba


alfombrado de toda clase de piedras.
Cualquiera diría que estas piedras tenían vida propia, porque si uno afinaba muy bien el
oído hasta podía oírlas hablar:

¿¡Has visto!? Preguntó una piedra triangular a otra hexagonal con un tono de ofensa
inaudita. No, ¿qué pasó? Dijo la otra casi con un bostezo, porque hacía mucho tiempo que
nadie la cambiaba de sitio. Han venido unos humanos y dejaron un escritorio de tres patas
allí ... ¿Dónde? Allííí, ¿no lo ves? En ese barranco.

Las demás piedras prestaron más atención también, y estirándose todo lo que pudieron,
observaron el escritorio de tres patas. La que dio la voz de alarma, casi se tuvo que tapar las
orejas, porque todas las piedras del camino empezaron a comentar como locas a la vez, la
osadía de dejar allí mismo un mueble, ¿Cómo era posible aquello? En medio de pinos
añejos, y de algún que otro roble casi abuelo, yacía un viejo y destartalado escritorio, que le
faltaba algún cajón, la barandilla de arriba estaba suelta y maltrecha, pero que además,
estaba todo rallado por la caída.

Qué tristeza más grande, después de tantos años de servir, de enseñar, de dar todo de mí,
aquí termino mis días..., Se quejaba el escritorio. ¡Eh! Qué te pasa, por qué estas
lloriqueando y además recostado en mi tronco, no sé por qué, me suenas conocido.

El escritorio con un poco de timidez intentó quitarse del árbol tan grandote, pero claro solo
tenía tres patas así que fue a dar de cabeza contra otro colega aunque esta vez quedó patas
para arriba.

Ahh... No sé qué hacer, es muy difícil estar aquí, me han abandonado por tener solo tres
patas, mi cuarta pata no se podía reparar más, así que me tiraron, como un viejo trasto. Yo
también creo sentir algo especial aquí, pero... no sé qué es con exactitud. Yo siento que tú
tienes algo mío, le contestó un roble viejísimo, quizás somos parientes y todo. Anda, es
verdad, tu madera es igual que la mía, y mira aquí, la forma de esta veta, aquí debajo se
parece a esa tuya, aunque bien mirado la tuya es más pequeñita. ¡Sí, tienes razón! Esto ha
de ser porque mi padre la tenía mucho más grande. Dijo el árbol alegrándose con todas sus
hojas al aire.
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Estos dos siguieron charlando como si se conocieran de hace años mientras que más arriba
se podía oír: ¡Socorro, que alguien ponga el freno!, Gritaba tanto como podía un viejo
neumático que caía rodando cuesta abajo, rebotando contra todo lo que se encontraba por el
camino. Toda una estela de murmuraciones dejó detrás de sí el neumático, antes de caer
redondo entre la zarzamora.

A no muchos metros de allí, se oía otra voz lamentándose: ¡Ah, qué cosa más repugnante!
Con lo delicada que siempre he sido, con el cuidado que siempre me han tratado, con tantos
placeres que he brindado... Estar aquí no es justo, todo este polvo, todas las hormigas que
están subiendo por mis costados y este pajarraco que no deja de mirarme e intentar
picotearme sin parar. Oiga, un poco más de respeto que yo soy un Señor Carpintero, y usted
ha caído aquí, sin pedir permiso a nadie, por cierto... ¿Qué clase de cosa es usted?, Porque a
decir verdad, es imposible hacer un agujero de los bonitos como yo hago. Le soltó el pájaro
carpintero, restregándose el pico en su ala. Ja, Ja, Ja, Se rio. ¿No sabe quién soy? Si soy de
lo más importante, y sobre todo necesaria, soy una nevera, averiada, eso sí, pero nadie me
quitará mi condición de nevera de cinco estrellas. Terminó diciendo la nevera ufana, como
si se estuviera mirando las uñas recién pintadas.

Como de costumbre, el guarda forestal pasaba con su todoterreno y no le quedó más


remedio que detener el vehículo. Todo el bosque se sentía agradecido por su presencia ya
que él era el único que los cuidaba y protegía. El guarda prestó atención, porque oía algo
fuera de lo normal, al acercarse vio una ardilla corriendo dentro de una lavadora sin poder
parar, tenía mucho miedo cuando vio la mano del hombre, pero se dejó salvar de ese
martirio maratoniano.

Sí que corres más rápido ahora ardilla, parece que has estado entrenando mucho ahí dentro.
Dijo el hombre de verde al ver como huía el animalito. ¡Buf! Buena la tenemos hoy, han
dejado tirado de todo por aquí. ¡Ay, ay, ay!

Pensaba que se estaba creando una costumbre, cuando les estorba algo o les queda viejo, no
tenían mejor lugar donde ir a tirar las cosas que al bosque. Dentro de poco tendría lugar la
fiesta de verano del pueblo, aprovecharía para crear una campaña de solidaridad con el
bosque y reclutaría voluntarios que ayuden a limpiar el bosque. Una de las primeras cosas
que hizo el guarda forestal fue poner un gran cartel anunciando: Salvemos los pulmones de
la tierra, nuestros bosques nos dan el aire puro. Los bosques son el jardín de todos, Cuidarlo
y mantenerlo limpio también es cosa de todos.

Mucha gente de todas las edades se apuntó para ir al bosque a limpiar y los restos
encontrados los pondrían, un día en la plaza del ayuntamiento para que todos puedan
contemplar, y leer el cartel que dice: ¿Te gustaría tener esto en el salón de tu casa?

Anónimo

Actividad para reforzar el valor educativo


34

Nombre: El viento y el árbol


Definición: Una persona, en el centro del círculo, se deja bambolear de uno a otro, como
las ramas de un árbol mecidas por el viento.
Objetivos: Favorecer la confianza en el grupo y en uno mismo. Eliminar miedos basados
en el valor que maneja el cuento.
Participantes: Todo el salón.
Consignas de partida: Se forman pequeños grupos y una persona que sitúa en el centro
permanecerá rígida. Los demás la empujarán suavemente. El juego ha de hacerse en el
mayor silencio.
Desarrollo: Un participante se sitúa en el centro y cierra los ojos. Sus brazos penden a lo
largo de su cuerpo y se mantiene totalmente derecho, para no caerse. El resto de los
participantes, que forman un círculo a su alrededor, le hacen ir de un lado para otro,
empujándole mientras que otros evitaran que se mueva lo menos recibiéndole con las
manos. Al final del ejercicio es importante volver a la persona en posición vertical, antes de
abrir los ojos.

Conclusión o cierre: Por orden los niños nos compartirán como se sintieron en el rol que
desempeñaron cada uno y como pueden ayudar a otros siendo solidarios.
35

Las cosas de casa (Perdón)

Érase una vez una niña que vivía con sus padres y su
mascota. Un día al salir de casa, cerraron la puerta de la
calle y la televisión empezó a hablarle a las estanterías
del salón.

"Que aburrimiento, a mí me tienen todo el día


encendida" - dijo la televisión. "Pues tú no te quejes" -
dijo la estantería- "a mí me tienen llena de libros y
nunca me quitan el peso de encima". "Pues anda que a
mí" -dijo el sofá- "yo tengo que estar aguantando su
peso y sus brazos".

"Yo, que soy una mantita, tengo todo el día al perro encima". "Y nosotros" -dijeron las
cintas de vídeo- "tenemos que estar siempre una encima de la otra". "Pues yo" -dijo la
estantería de la televisión- "tengo que estar soportando a la señora televisión que siempre se
calienta y hace mucho ruido". El frigorífico dijo- "yo tengo que estar abriendo y cerrando
todo el día la puerta y se me escapa el frío".

En fin, nadie estaba contento con su papel en la casa. Así que decidieron cambiar sus
puestos, el sofá quería ser la nevera y se puso encima toda la comida; las tres estanterías de
libros querían ser cada una un sofá y se tumbaron en el suelo; la estantería de la televisión
quería ser la cama del perro; la televisión quería ser la estantería de los libros y se puso
todos los libros encima; las cintas de vídeo se metieron en la nevera y la manta del perro
que quería ser cuadro se puso en la pared.

Cuando llegó la familia a su casa se encontraron todo patas arriba y se pusieron a chillar:
"¡Que escándalo es este!, ¿quién ha hecho todo esto?"

La familia salió horrorizada de la casa y llamaron por teléfono desde una cabina a la
policía. Cuando llegó la policía y entraron con la familia a la casa, se encontraron todos los
muebles en su sitio. La policía regañó a la familia diciendo: "la policía no tiene tiempo para
bromitas". La familia se quedó alucinada.

Al día siguiente, pasó exactamente igual, todos los muebles de la casa habían cambiado de
sitio y su trabajo era otro. Al tercer día, cuando se iban a ir, la madre fue la última en salir.
Cerró la puerta de un portazo y se quedó dentro de la casa. Vio como los muebles se ponían
a hablar, pero antes de que pudieran moverse de su sitio, dijo: "quietos, que nadie se
mueva". Los muebles se quedaron asombrados, los habían pillado.

"Quiero hablar con vosotros un momento, antes de que hagáis el loco" -dijo la madre-
"¿Porque todos los días os cambias vuestros puestos?" Contestaron los muebles- "Es un
rollo estar haciendo todos los días lo mismo". Pero la madre les dijo, "para eso estáis
hechos".
36

"Pero vosotros nos tratáis muy mal" -dijeron los muebles- "así que no os haremos caso y
todos los días estaremos haciendo lo mismo, hasta que aprendáis que a las cosas, por muy
inútiles que sean, siempre tienen un corazón".

La madre les pidió perdón e hicieron un acuerdo: "Desde este momento el perro, mi hija,
mi marido y yo os trataremos con cuidado y cariño". Y así cuando los muebles vieron que
no les trataban con indiferencia decidieron estar en paz y ser todos felices.

Anónimo

Análisis para reforzar el valor educativo

¿Cómo aplicas el perdón en tu vida?

¿Por qué estaban inconformes los muebles de la casa?

¿Qué discutían los muebles de la casa?

¿Qué acuerdo hicieron los integrantes de la familia?

¿Por qué los muebles cambiaron de sitio?

¿Por qué habló la mamá con los muebles del hogar?

¿En qué momentos aplicas tú el perdón?

¿Qué valor nos enseña el cuento?

¿Por qué decidieron cambiar de puesto cada mueble de la casa?

¿Qué aprendiste del cuento?


37

Un día en el zoo (Solidaridad)

Hacía una semana que la profesora de


Daniel, había anunciado en clase que iban a
irse de excursión al zoo. Desde aquel día
Daniel y sus amigos habían estado contando
los días, pues la idea de pasar una jornada
viendo animales les parecía algo estupendo.
Por fin había llegado el gran día. De camino
al zoo todos los niños iban cantando
canciones y pasándoselo genial. Al llegar al
zoo, un señor les estaba esperando, era el
guía y se encargaría de enseñarles todo el
zoo y de explicarles cosas sobre los
animales.

El zoo era muy grande y había todo tipo de animales. Daniel y su amigos estaban
entusiasmados, entre los animales que habían se encontraban, los fieros leones, los
dormilones osos, los grandes elefantes, las altísimas jirafas, los simpáticos pingüinos, los
amistosos delfines, los divertidos monos...Cada animal tenía algo de especial y todos están
disfrutando del paseo.

De pronto sonó una voz de alarma, uno de los monos se había escapado de la jaula e iba
corriendo y asustando a la gente por todo el zoo. Los cuidadores del zoo intentaban cogerle
pero no podían, entonces Daniel y sus compañeros, decidieron unirse a la captura y por fin
le cogieron. Los cuidadores se pusieron muy contentos y le dieron las gracias a Daniel y sus
compañeros, como recompensa por su ayuda, el dueño del zoo les invito a bañarse en la
piscina con los delfines.

Todos los niños empezaron a gritar y reír de alegría y de esta forma pasaron la tarde,
jugando y divirtiéndose con los delfines. Para Daniel y sus compañeros este fue el mejor
día de su vida.

Anónimo

Actividad para reforzar el valor educativo.

Nombre: El escultor

Definición: Se trata de, por parejas, ir formando esculturas con el cuerpo.

Objetivos: Lograr una comunicación/cooperación para conseguir una expresión creativa.


Favorecer la toma de conciencia del cuerpo recuperando el valor que maneja el cuento.
Participantes: Todo el salón.
38

Consignas de partida: El juego se hace en silencio.


Desarrollo: Se juega por parejas, en las que uno hace de modelo y otro de escultor. El
modelo deja que el escultor le mueva los brazos, piernas, cuerpo... para formar una
escultura. La comunicación es en todo momento no - verbal. Una vez realizada la escultura,
se intercambian los papeles.
Conclusión o cierre: Por parejas en orden nos compartirán que tanto trabajo les costó
formar su escultura.
39

El hada desobediente (Perdon)

Había una vez un hada madrina que era muy conocida


porque en su castillo albergaba a muchas pequeñas hadas
de todo el mundo que eran huérfanas. El hada madrina
tenía buen corazón pero siempre daba órdenes a las
futuras hadas madrinas y a muchas no les gustaba eso.
Pero hubo un día en que una de las pequeñas hadas,
llamada Dorita, decidió irse del castillo. Caminando por el
bosque empezó a sentir miedo por lo feos que se veían los
árboles. El bosque estaba lleno de brujas que no eran
buenas.

El hada madrina les habló de ellas y les había prohibido


que se acercaran al bosque. Pero Dorita era desobediente y por eso no hizo caso. Dorita
estaba distraída cuando una malvada bruja se acercó y la asustó. Se la estaba llevando
mientras ella gritaba desesperada: “¡Auxilio, socorro!”. Gritó tan fuerte que el hada
madrina la oyó y vino inmediatamente a ayudar a la Dorita. El hada madrina le llamó la
atención y le dijo que no la desobedezca ya que ella sabe por qué le dice las cosas. Al final,
el hada madrina le abrió los brazos y le dijo que la quería y que por eso la cuidaba. Dorita
arrepentida, prometió nunca más desobedecer y entendió que el hada madrina le decía las
cosas porque la quería.

Anónimo
40

El gato desesperado

Un gato que paseaba por un parque , tenía


varios días sin comer y estaba débil. Incluso
los ratones eran más rápidos que él y se le
escapaban. Un día, estando muy débil, ya
no soportaba más el hambre y al ver unos
árboles de manzana en el jardín de una
vecina, se animó a ir por ellas. Estaba tan
débil, que ya no podía saltar lo
suficiente. Pero era tanto el hambre que el
gato empezó a saltar desesperado.

Muy cansado, sin lograr tener siquiera una manzana, decidió darse por vencido y pensó
que mejor era irse a su casa a dormir. El gato no pensó que trepando por un muro que
estaba al costado del árbol, hubiera podido alcanzar fácilmente las manzanas, sin intentar
en vano saltar y gastar sus energías para no obtener nada. Por no detenerse a pensar un
momento, se rindió y perdió una gran oportunidad.

Anónimo
41

Los talentos de los niños.

Ana, era una niña de 10 años que vivía en una zona fría de
Europa con unas tías, hermanas de su padre. En un
accidente automovilístico, en el que ella viajaba con sus
padres cuando era una bebé, ellos perdieron la vida y la niña
fue la única sobreviviente. Afortunadamente pudo quedarse
con unas tías. Ella tuvo tanto amor, que no sintió la ausencia
de los seres más importantes en la vida de todo ser humano,
nuestros padres. La tía Julia era una gran pianista y Ana
aprendió a tocar el piano con mucha pasión, destacando en
todas las actividades en las que podía participar, ya sea en el
colegio, la iglesia o en reuniones familiares. Ana también tocaba la guitarra, era bailarina
de ballet y dibujaba muy bien. “¿Cómo puede hacer tanto una niña?”, decían las amistades
de las tías.

“¡Ah!, es que ella es muy disciplinada. No pierde el tiempo. Es una niña pero sueña con
llegar muy lejos. Sabe que la constancia y tener metas claras, hará que logre todo lo que se
propone, así como nosotras”, decía la tía Lupe. “¡Sí!”, decían sus hermanas a la vez. Ana
tenía buenos ejemplos y eran una familia luchadora que no se rendía ante nada. “Todo tiene
solución”, decían siempre. La constancia es muy importante. “Debemos perseguir nuestros
sueños”, repetían en sus conversaciones. Ana siempre recordaba lo que oía y sobre todo lo
que veía, como todos los niños que aprenden por imitación. Hacen todo lo que ven.

Anónimo
42

Un paseo que sirvió de lección

En cierta ocasión, un grupo de niños del colegio se


preparaba para iniciar la gran aventura de sus vidas.
Pasarían un fin de semana en un campamento en las
afueras de la ciudad donde vivían. Aquél lugar era
espectacular. Pero con tantos niños, las maestras fueron
acompañadas de algunos padres. Llegando al lugar
debían organizarse, pero unos niños lograron burlar el
cuidado estricto y se desviaron del camino, a pesar de
que los padres les dijeron que el sitio podría ser peligroso
si es que se alejaban mucho.

Cuando llegó la hora de pasar lista, notaron la ausencia de tres niños. Estos alumnos se
perdieron y confundieron la ruta hasta que llegaron cerca de un río. Hacía tanto calor que
los niños decidieron bañarse. César que no sabía nadar, empezó a ahogarse y a gritar
desesperadamente por lo que sus compañeros arrojaron unas ramas para sujetarlo pero la
corriente pudo más y arrastró a César. Los padres que estaban cerca de la orilla del río,
vieron al niño y uno de los padres que era salvavidas se lanzó a rescatarlo.
Afortunadamente, se salvó César, pero quedó con algunas heridas que pudieron
solucionarse gracias al seguro de salud escolar que todo colegio debe tener en casos de
emergencia. Desde ese día, César y todos sus amigos entendieron que era mejor obedecer
ya que así no pasarían por momentos desagradables. Entendieron que lo que les exigen sus
padres y maestros es para el bienestar de ellos.

Anónimo
43

La belleza del corazón

Hubo una vez, una familia de mujeres muy bonitas que


tuvo entre ellas una hija poco bonita. Así le decían siempre
porque no era rubia, ni tenía los ojos azules como sus
hermanas. Vicky decía muy triste: “Soy el patito feo de la
familia”. Sin embargo, Vicky era la más trabajadora de
todas las hermanas, muy bondadosa, alegre y virtuosa. La
familia organizó un día una fiesta para que sus hijas se
presentaran en sociedad, pero querían que Vicky no salga
esa noche.

Vicky ese día se hizo tarde en el trabajo, así que llegó


cuando la fiesta ya había empezado. Cuando entró a la casa, las hermanas y la madre
quisieron esconderla para no ser avergonzadas, según ellas, delante de las amistades que no
conocían a la joven. Pero algunos amigos que sí apreciaban a Vicky por sus cualidades y
virtudes, lograron entretenerla hasta que las hermanas tuvieron que desistir de sus malos
propósitos y tuvieron que dejar que se quede en la fiesta. Esa fue la gran noche de la joven
que se hizo querer y conocer por todos. Era una persona tan agradable en su trato, que
podría decirse los invitados estaban más a gusto con ella que con sus hermanas por ser tan
superficiales estas últimas.

Anónimo
44

Rosas sin espinas

En los jardines de mi vecina crecían las rosas más hermosas


que vi alguna vez. Doña Rosa no tenía hijos. Era oriental y
amaba mucho la naturaleza. En su país tuvo chacras y cultivos
de una variedad de flores muy hermosas y ahora en su casa
tenía solo jardines llenos de flores. Las rosas eran las favoritas
de mi vecina y cuando llegaban sus amigas les regalaba esas
flores cuidando antes de quitarles las espinas. Una de sus
vecinas un día le pregunta a Rosa: “¿Por qué te gustan tanto las
rosas? Si tienes flores exóticas que son más bonitas”. “Las
rosas para mí tienen un significado especial. La flor tiene la
belleza del rostro de la niña que perdí y las espinas son el
símbolo de las heridas que quedaron en mí. Por eso es que cuando las regalo, intento
compartir un pedazo de lo bello que la vida me regaló alguna vez. Las espinas son
el símbolo de las heridas que ya sané y por eso las quito y me quedo con lo mejor de mis
rosas”, explicó Rosa. Las amigas enmudecieron y ahora comparten con cariño un gusto
especial por aquellas rosas del hermoso jardín, que acompañaban a las margaritas, los
gladiolos y los tulipanes.

Anónimo
45

La prudencia con los animales

Abel era un niño travieso y juguetón, pero también era


deportista. Le gustaba hacer carreras de atletismo con sus
primos y en el colegio. Una tarde de descanso Abel estaba
aburrido en su casa y pensó salir a correr con su perro. Era
un perro muy tranquilo en la casa, pero sus padres siempre
que lo sacaban a la calle, por seguridad le ponían un bozal
que esa tarde Abel olvidó ponerle a Serafín (así se llamaba
el perro).

Salieron a correr por el parque y todo iba bien hasta que


Serafín vio a otro perro pasar. Abel no pudo controlar la
correa que sujetaba a su perro y este saltó de un solo
brinco dejando malherido al otro perro. Abel quedó paralizado de pánico y su Madre que
regresaba en ese momento con el hijo mayor de hacer compras, controlaron la situación
felizmente. ¿Se imaginan lo que hubiera pasado si el perro hubiera atacado también a otras
personas?

Anónimo
46

Los juguetes de Tony.

Tony era un niño que durante su infancia tuvo muchos


juguetes. Jugaba siempre con ellos, los cuidaba y les
daba un lugar muy especial en su habitación. Nunca los
dejaba tirados en el suelo, siempre los trataba con
cariño y todos estaban en orden y muy limpios. Los
años pasaron y Tony tuvo que ir a la universidad. Le
costaba mucho, a pesar de su edad, separarse de los
amigos con quienes pasó lindos momentos durante
mucho tiempo en su vida. Para él, los juguetes eran
eso, sus amigos. Tuvo que dejarlos, pero parecía que
sus juguetes sentían la ausencia de su querido amigo
Tony.

Un día la mamá hacía limpieza en la habitación de Tony y consideró que los juguetes
estaban de más. Como ya era grande y Tony estaba en la universidad le dijo a su hijo por
teléfono que regalaría sus juguetes favoritos y él se molestó. Es que los recuerdos y los
buenos momentos de su niñez estaban justamente ahí, con sus juguetes favoritos, aunque
solo estuvieran ahora como adorno, pensaba el joven. Tony regresó a casa el fin de semana
y separó sus juguetes, se quedó con algunos y lo demás pensó que debía dárselos a alguien
muy especial. Recordó a la hija de una vecina y él sabía que la niña era muy cuidadosa con
sus juguetes.

La carita de la niña desbordaba de alegría al ver las cajas llenas de juguetes, que Tony le
había regalado y estaba feliz. Tony se fue algo triste pero sabía que cuando el tiempo pasa,
muchas veces hay que aceptar los cambios en nuestras vidas. Antes que se llenaran de
polvo y se maltraten por falta de uso era mejor compartirlos y así hizo Tony.

Anónimo
47

Los cristales del poder

Mi amigo Roberto y yo íbamos siempre al jardín de


mi casa, después de las clases del colegio. Allí, en la
rama de un árbol, colgábamos nuestras capas
de plástico y unas piedras que pintamos de colores.
Para nosotros era suficiente dejar volar nuestra
imaginación y jugábamos a que nuestras piedras eran
los cristales mágicos que nos daban poder para volar.

Mi madre se prestaba al juego y nos seguía la


corriente jugando con nosotros a veces incluso. Un
día, mi amigo y yo jugábamos con barro y algo de pintura. Regresé con la ropa tan sucia
que pensé que me ganaría un buen castigo, pero mi mamá sólo me dijo: “Yo también tengo
mis cristales del poder y ellas me ayudarán a dejar todo en orden”. Yo sonreí y me dije a mí
mismo: “Mi mamá con cristales o sin ellos siempre será una súper mamá”.

Anónimo
48

Enseñar con amor, es mejor

Era una mañana fría de invierno en la que


celebrábamos el inicio de un nuevo año. Mis hermanos y
yo jugábamos incansablemente haciendo bolas de nieve.
Esta vez nadie se libró de recibir un buen puñado de
nieve en la cara, pero con cuidado como siempre decía
nuestra madre. Era la hora de cenar el rico pavo como es
costumbre en la familia. A Camila, mi hermana menor,
no le gustaba comer con todos en la mesa y provocaba
tremendo alboroto; era demasiado inquieta. Nuestra
madre que no estaba dispuesta a soportar esta vez sus
berrinches, le dijo: “Si te corriges, regresarás a casa de
los abuelos“.

Camila detestaba estar con sus abuelos por qué eran muy disciplinados y ella no. El papá
que estaba preocupado por su hija, habló con su esposa y le dijo: “Tenemos que motivar a
Camila. Debe aprender a ser obediente. Tal vez si le hablamos con amor y paciencia, sin
gritos y órdenes, podría ser más fácil que entienda”. Así lo hicieron y prometieron a la niña
que por cada logro y por el esfuerzo que ella mostrase por cambiar, le regalarían una
estrella muy brillante, que aunque fuera de papel la haría muy feliz, porque se la darían con
mucho amor. Camila en una semana llenó su dormitorio con decenas de estrellas de todos
los tamaños y colores que le regalaban sus padres. Hasta en la escuela notaron el cambio
que se dio en Camila y se lo comunicaron a los padres. Por fin Camila había cambiado para
bien.

Anónimo
49

La amistad esta sobre todo

En una tarde de sol, dos niños que eran amigos desde la


infancia, se preparaban para salir a pasear. Vivían muy
cerca y al frente de un parque grande y bonito. Aquella
tarde era especial pues empezaba la primavera, era
domingo y había muchos niños que jugaban con sus
cometas, unos en bicicleta y otros con patines, todo era
alegría ya que en primavera todo tiene más color y
alegría. Carlos y Adrián, querían saber cuál de ellos tendría
la cometa más grande, bonita y la que volaba más alto.

Cuando empezaron a correr, todo iba muy bien hasta que la cometa de Carlos se enredó en
un árbol. Adrián no se dio cuenta y siguió corriendo muy contento al ver tan alto su cometa
de colores. Cuando volteó a buscar a su amigo, lo vio sentado en el parque, llorando
desconsoladamente. Al regresar donde estaba Carlos y enterarse de lo sucedido, lo abrazó
fuerte y le propuso jugar un rato cada uno con su cometa, con tal de no verlo triste. Así
terminó la competencia entre amigos y empezaron a compartir como cuando eran más
pequeños.

Anónimo
50

Un niño con mucha autoestima (Respeto)

En un lugar lejano, terminaban las clases del año


escolar y todos los niños de la escuela se preparaban
para ir de paseo al bosque. Era temprano y los buses
estaban estacionados afuera del colegio. Los alumnos
iban con sus padres y algunos profesores. Julián era el
hermano menor de Alicia y era un niño diferente a los
demás. Nació con un problema de salud y era muy
pequeño. No podía crecer como los demás niños, y
tenía que tomar muchas vitaminas. Aquél día, en el
bus, los niños que estaban cerca de Alicia y su
hermano, se burlaban del niño, le decían: “Mira a ese
enano, pero qué feo que es”.

Alicia muy molesta gritó: “¡No molesten a mi hermano, déjenlo tranquilo!”, Julián que oía
todo con paciencia empezó a reírse. “¿Qué te pasa Julián, estás loco?”, dijo más enojada
Alicia. “Lo que pasa, es que estos niños no saben que siguiendo mi tratamiento algún día
yo creceré. Tal vez sea hasta más grande que ellos, en cambio yo no sé si a ellos, algún día
se les quitará lo tontos que se ven”, dijo riéndose Julián. Ahora Alicia entendía las
carcajadas de su hermano y se dio cuenta de lo inteligente que era para responder y salir de
ese mal momento. Ahora se reían todos, menos los niños que se burlaban de él quedando
muy avergonzados. Alicia abrazó a Julián y dijo muy orgullosa: “Ése es mi hermano”.

Anónimo
51

Ángela aprende a cuidar a su mascota (Responsabilidad)

En casa de Ángela, los animales eran considerados como


miembros más de la familia y se preocupaban mucho por
ellos. Tenían a Bobby que era un perrito de cinco meses
de nacido que crecía muy rápido, tenían gatitos, varios
conejos y algunos canarios. Ángela sabía que pronto
sería su cumpleaños y lo que más deseaba era que la
llevaran a un parque de diversiones a pasear con sus
primos y su inseparable Bobby. Llegó el día y fueron a
celebrar al parque de diversiones, la familia y los
amiguitos de Ángela. Antes de subir a la montaña rusa,
la mamá le dijo a Ángela: “No creo que sea buena idea
que subas a los juegos con Bobby, es mejor que lo
dejes”, pero la niña no hizo caso, se hizo la que no escuchó nada y se apresuró a subir con
su mascota.

Cuando la rueda empezó a girar, Bobby que nunca estuvo en esos juegos se asustó con la
altura y en un descuido ¡zas!, se cayó y quedó atrapado entre los fierros. Todos gritaban
desesperados, pero afortunadamente, se detuvo la rueda. Un señor que estuvo muy cerca,
pudo rescatarlo a tiempo, sin embargo hasta el señor se enojó por la imprudencia de llevar
al animalito y sin correa que es peor. Llegando a casa, le llamaron la atención a Ángela por
terca y desobediente. Esa noche no pudo ver su programa favorito de dibujos, pero
aprendió que nunca más llevaría a cualquier sitio a su perrito.

Anónimo
52

El hada que dio la vida por su hija (Amor)

En el reino de las hadas, vivía un hada muy joven, hermosa y bondadosa que se llamaba
Bella. Así le pusieron sus padres al verla tan hermosa cuando nació. La niña creció y todos
se deleitaban con ella al verla jugar. La pequeña Bella adoraba las aves, las mariposas, las
tortuguitas y todos los días jugaba con ellos y con sus amigos en el bosque. Una mañana,
jugaban todos a las escondidas pero algo extraño sucedió; sus amigos de Bella no la
encontraban por más que la buscaban y pronto se dieron cuenta que había desaparecido.

Cansados de buscar tuvieron, que avisar a sus padres que la niña había desaparecido. Muy
preocupados los padres convocaron a todas las hadas del reino para buscar a su hija. Las
hadas sabían que una bruja le tenía mucha envidia a la niña por su belleza. “Tal vez ella la
secuestró”, dijeron todas. Fueron a buscarla por todo el bosque y encontraron a la pequeña
atada a un árbol y a la bruja a punto de lanzar uno de sus conjuros sobre Bella para quitarle
su hermosura. La mamá de Bella se acercó sigilosamente a la bruja para echarle un hechizo
y liberar a su hija, pero la bruja se dio cuenta a tiempo y se apuró en hacer un conjuro
maléfico contra Bella. La mamá de Bella se interpuso entre el hechizo de la bruja y su
hija.

Ella dio su vida para salvar a su hija. Las otras hadas al ver esto, atacaron a la bruja y la
encerraron para siempre en una botella. Bella se puso muy triste y se puso a llorar durante
horas. Las hadas la calmaron y le hicieron ver a la niña que solo le quedaba ser feliz
sabiendo que su mamá la quería mucho. El padre de Bella ahora la cuida más, pero ella
sabe que siempre habrá un hada invisible que estará a su lado protegiéndola de todo mal,
pase lo que pase.

Anónimo
53

Una hormiguita con mucho amor (Amor)

Hubo una vez, una mamá hormiga que tenía un


hijito. Aunque tenían poco alimento y un espacio
pequeño para vivir, tenían mucho cariño. Un día
la mamá hormiga se acordó que ya se acercaba el
cumpleaños de su hijo pero no tenía alimentos
para hacerle una comida especial. Y para colmo,
a su hijo le gustaba comer rico. Su mamá se
acordó que el año pasado, no había podido
cocinar algo sabroso para su cumpleaños y su hijo
ese día la pasó triste. Era necesario salir a buscar
algo especial para cocinar. Así que le pidió a su
hijo que se portara bien mientras ella salía un
momento (su hijo no sabía que se iba a buscar
algo rico para comer).

A pesar del calor y el esfuerzo, la mamá hormiga buscaba y buscaba alimentos sabrosos
para hacer una comida especial, pero no encontraba. En el camino solo encontraba granos
de trigo, arroz, pedacitos de pan, unas hojas de colores y dos nueces pequeñitas; pero ella
quería algo especial para el cumpleaños. Se acercaba la noche y la mamá volvió triste con
poco alimento. Al día siguiente la mamá le preparó a su hijo algo que inventó en la cocina.

Hizo todo lo posible para que saliera rica la comida con lo poco que tenía, pero no salió
rico. Aunque no estuvo rico el almuerzo, su hijo le dijo que no le importaba. Que el
ingrediente principal era el amor y que para él eso era suficiente. El hijo estaba feliz y le
dijo a su mamá que lo mejor no era recibir regalos ni comida en su cumpleaños; para él lo
mejor era todo lo que su mamá hacía por él. Aunque fuera poco, lo hacía con mucho amor y
eso era suficiente para él.

Anónimo
54

Unos pequeños con gran corazón

Unos pequeños ratoncitos jugaban alborotados en un


verde campo. Con tanto ruido no se dieron cuenta de
que por allí muy cerca se encontraba un tigre
descansando. Fue tanto el enojo del tigre por haberse
despertado, que sin pensarlo dos veces se lanzó sobre los
temerosos ratones.

Los ratones suplicaron por su vida rogando que no se los


coma. Ante tantas súplicas, el tigre accedió diciendo:
“Bueno, bueno, como acabo de cenar hace poco, los
dejaré libres pero si me molestan de nuevo, no dudaré en
convertirlos en mi desayuno”.

Los ratones respondieron: “Gracias señor tigre, le prometemos que no se arrepentirá y que
le devolveremos el favor algún día”.

El tigre se fue riéndose y pensando: “¿Cómo es que siendo tan pequeños me podrán ayudar
algún día?”

A la mañana siguiente, los ratones jugaban como siempre alocados con las frutas del
bosque y con su hula-hula pero con más cuidado para no molestar al tigre. De pronto
escucharon unos gritos que les llamó la atención. Fueron todos a ver qué sucedía y vieron al
tigre que colgaba de unas redes; había caído en una trampa.

El tigre vio que su amigo el oso pasaba cerca y le dijo: “¡Oso, ayúdame por favor que ya
vienen los cazadores y me van a llevar!” El oso se asustó y se fue corriendo para que los
cazadores no lo atrapen a él también. Los ratoncitos que estaban mirando al tigre le dijeron:
“Nosotros le podemos ayudar señor tigre”. El tigre triste porque pensaba que ya era presa
segura de los cazadores, les dijo sin ganas: ”está bien ratones, hagan lo que puedan antes
que vengan los cazadores y me lleven. De todos modos ya me resigné.”

Los ratones empezaron a morder la red hasta que se rompió y por fin salvaron al tigre. Esta
noble acción dejó meditando al tigre gruñón ya que él pensó que los ratones lo dejarían allí
para que no vuelva a ser un peligro para ellos. Desde entonces fue un gran amigo de los
ratones y entre todos ahora se cuidan para que nadie les haga daño.

Anónimo
55

El flautista de Hamelin

Había una vez una ciudad que se llamaba


Hamelín donde todos sus habitantes vivían
felices, o, al menos, hasta que llegó una
invasión de ratones. Los ratones acababan
con todas las cosechas y la gente tenía miedo
de quedarse sin reservas para los próximos
meses. Es por ello que el alcalde de la
ciudad ofreció dinero a la persona que
consiguiese deshacerse de todos los ratones.
De entre los que aparecieron, destacaba un
flautista que se comprometió a acabar con la invasión. El alcalde aceptó y el flautista
empezó a tocar su flauta. Poco después, los ratones empezaron a seguirle de forma que fue
alejándolos de la ciudad hasta llegar a un río donde acabaron todos ellos.

Fue entonces cuando el flautista volvió de nuevo a la ciudad para cobrar su recompensa.
El caso es que el alcalde y sus compañeros, a no tener ya el problema, decidieron no pagar
al flautista.

Esto hizo que se enfadase y comenzó a tocar de nuevo la flauta, pero en esta ocasión, los
que le seguían no eran los ratones, sino los niños del pueblo. Por mucho que sus padres los
llamaban, ellos no hacían caso. Finalmente, el flautista consiguió llevárselos muy lejos, por
lo que el pueblo se quedó sin niños para siempre.

Anónimo
56

El payaso de gran corazón (Amistad)

Había una vez un hombre que vivía en un pueblo


donde siempre se había dedicado a hacer feliz a
todos sus habitantes vistiéndose de payaso y
gastando bromas. El caso es que los años fueron
pasando y finalmente acabó dejando lo que más
le gustaba en este mundo porque ya no se
encontraba en condiciones de continuar.

Esto hizo que poco a poco la gente lo fuese


olvidando, y las nuevas generaciones se fueron
renovando de tal forma que varios años después
ya prácticamente nadie sabía quién era ese
hombre. Un día, decidió volver a enfundarse su
nariz y salir a un parque para hacer reír de nuevo
a la gente, ya que echaba de menos ver la
sonrisa en los rostros de sus vecinos.

Cuando empezó a actuar, muchas personas que habían a su alrededor empezaron a mirarlo
de forma extraña. Los padres empezaron a recoger a sus hijos del parque y les dijeron que
nunca se acercasen a ese payaso. Después de varios días intentándolo, finalmente el
hombre se dio por vencido y se sentó en un banco donde empezó a llorar. En ese mismo
instante, un niño pequeño se acercó y le regaló una flor que había cogido del mismo
parque.

Aquí fue cuando este entrañable anciano se dio cuenta de que todo no estaba perdido, ya
que en el corazón sincero de los niños, siempre existirá esa sonrisa que, aunque no la vea,
siempre seguirá buscando.

Anónimo
57

El violinista (paciencia y tolerancia)

Ayer leí por casualidad uno de esos cuentos que gustan


leer. Se trataba de un violinista que estaba en un
concierto muy importante acompañado de una orquesta,
y lleno de público. Tocando en esta función las mejores
notas jamás oídas se le rompió una cuerda del violín. La
orquesta paro, y el público se desilusionó, pero el
violinista siguió tocando con tres cuerdas y la orquesta le
seguía. Las notas que salían del violín eran igualmente
preciosas. Pero nuevamente se rompió otra cuerda, y la
orquesta paro, el público atónito no creía que le
sucediera aquello a uno de los mejores violinistas, pero
este decidió seguir tocando y la orquesta le acompañaba
de nuevo. De pronto otra cuerda se rompió y solo quedaba una cuerda en el violín, la
orquesta paro, no viendo salida a la situación para tan genial violinista, el público
lamentaba la tremenda situación, pero otra vez el violinista se puso a tocar y de la única
cuerda que le quedaba saco las mejores notas musicales jamás oídas en violín y pudo
terminar el concierto. Queda claro que al margen de las adversidades se puede seguir
adelante.

Algunos decían que Paganini era muy raro. Otros, que era sobrenatural. Las notas mágicas
que salían de su violín tenían un sonido diferente. Por eso nadie quería perder la
oportunidad de ver su espectáculo. Una noche, el escenario de un auditorio repleto de
admiradores estaba preparado para recibirlo. La orquesta entró y fue aplaudida. El director,
a su vez, fue muy ovacionado. Pero cuando apareció triunfante la figura de Paganini,
aquello fue el delirio. Paganini acomodó el violín contra su hombro, y lo que siguió fue
indescriptible: blancas y negras, fusas y semifusas, corcheas y semicorcheas parecían tener
alas y volar con el toque de aquellos dedos encantados. De repente, un extraño sonido
interrumpió el ensueño de la platea: una de las cuerdas del violín de Paganini se había roto.
El director se detuvo. La orquesta dejó de tocar. El público contuvo el aliento. Pero
Paganini, mirando su partitura, siguió extrayendo sonidos deliciosos de un violín con
problemas. el director y la orquesta, admirados, volvieron a tocar. El pueblo se calmó.

De repente, otro sonido perturbador atrajo la atención de los asistentes. Otra cuerda del
violín de Paganini había saltado por los aires. El director se detuvo de nuevo. La orquesta
volvió a dejar de tocar. Paganini, no. Como si nada hubiera ocurrido, olvidó las dificultades
y siguió arrancando sonidos imposibles. El director y la orquesta, impresionados, volvieron
a tocar. Pero el público no podía imaginar lo que iba a ocurrir a continuación. Todas las
personas, asombradas, gritaron un ¡Ohhhhhh! que retumbó por toda la sal: una tercer
cuerda del violín de Paganini se había quebrado.

El director se detuvo. La orquesta también. El público quedó en suspenso. Pero Paganini,


como si fuera un contorsionista musical, arrancó todos los sonidos posibles de la única
cuerda que quedaba en el violín destruido. Ninguna nota fue olvidada. El director,
embelesado, se animó. La orquesta se motivó. El público pasó del silencio a la euforia de la
58

inercia al delirio. Paginini alcanzo la gloria. Su nombre perdura a través del tiempo. Él no
es un violinista genial. Es el símbolo del que continúa adelante aun en medio de las
dificultades, de los problemas y de todo lo que parece imposible.

Anónimo
59

Como solucionar el mundo (paciencia y tolerancia)

Había una vez un científico, que vivía preocupado con los


problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los
medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en
busca de respuestas para sus dudas. Cierto día, su hijo de 7
años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El
científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que
fuese a jugar a otro lado. Viendo que era imposible sacarlo,
el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de
distraer su atención.

De repente se encontró con una revista, en donde había un


mapa con el mundo, justo lo que precisaba. Con unas tijeras recortó el mapa en varios
pedazos y junto con un rollo de cinta se lo entregó a su hijo diciendo: - Cómo te gustan los
rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo repares sin la ayuda de nadie.
Entonces calculó que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue así.
Pasadas algunas horas, escuchó la voz del niño que lo llamaba calmadamente. -Papá, papá
ya hice todo, conseguí terminarlo.

Al principio el padre no creyó al niño. Pensó que sería imposible que, a su edad hubiera
conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes. Desconfiado, el científico
levantó la vista de sus anotaciones con la certeza de que vería el trabajo digno de un niño.
Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos los pedazos habían sido colocados en sus
debidos lugares. ¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? De esta manera, el
padre preguntó con asombro a su hijo: - Hijito, tú no sabías cómo era el mundo, ¿cómo lo
lograste? - Papá, respondió el niño, yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el
mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un hombre. Así
que di vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí sabía cómo era.
"Cuando conseguí arreglar al hombre, di la vuelta a la hoja y vi que había arreglado el
mundo"

Anónimo
60

El Rey (Paciencia y tolerancia)

Había una vez un rey muy poderoso que reinaba un país muy
lejano. Era un buen rey. Pero el monarca tenía un problema:
era un rey con dos personalidades. Había días en que se
levantaba exultante, eufórico, feliz. Ya desde la mañana, esos
días aparecían como maravillosos. Los jardines de su palacio
le parecían más bellos. Sus sirvientes, por algún extraño
fenómeno, eran amables y eficientes esas mañanas. En el
desayuno confirmaba que se fabricaban en su reino las
mejores harinas y se cosechaban los mejores frutos. Esos eran
días en que el rey rebajaba los impuestos, repartía riquezas,
concedía favores y legislaba por la paz y por el bienestar de
los ancianos.

Durante esos días [...] el rey pensaba en los compromisos contraídos en otros tiempos y se
asustaba pensando en cómo cumplirlos. Esos eran los días en que el rey aumentaba los
impuestos, incautaba tierras, apresaba opositores... Temeroso del futuro y del presente,
perseguido por los errores del pasado, en esos días legislaba contra su pueblo y su palabra
más usada era NO. Consciente de los problemas que estos cambios de humor le
ocasionaban, el rey llamó a todos los sabios, magos y asesores de su reino a una reunión.
—Señores –les dijo— todos ustedes saben acerca de mis variaciones de ánimo. Todos se
han beneficiado de mis euforias y han padecido mis enojos. Pero el que más padece soy yo
mismo, que cada día estoy deshaciendo lo que hice en otro tiempo, cuando veía las cosas de
otra manera. Necesito de ustedes, señores, que trabajéis juntos para conseguir el remedio,
sea brebaje o conjuro que me impida ser tan absurdamente optimista como para no ver los
hechos y tan ridículamente pesimista como para oprimir y dañar a los que quiero. Los
sabios aceptaron el reto y durante semanas trabajaron en el problema del rey. Sin embargo
todas las alquimias, todos los hechizos y todas las hierbas no consiguieron encontrar la
respuesta al asunto planteado. Entonces se presentaron ante el rey y le contaron su fracaso.

Esa noche el rey lloró A la mañana siguiente, un extraño visitante le pidió audiencia. Era un
misterioso hombre de tez oscura y raída túnica que alguna vez había sido blanca.
—Majestad –dijo el hombre con una reverencia—, del lugar de donde vengo se habla de tus
males y de tu dolor. He venido a traerte el remedio. Y bajando la cabeza, acercó al rey una
cajita de cuero. El rey, entre sorprendido y esperanzado, la abrió y buscó dentro de la caja.
Lo único que había era un anillo plateado. —Gracias –dijo el rey entusiasmado— ¿es un
anillo mágico? —Por cierto lo es –respondió el viajero—, pero su magia no actúa sólo por
llevarlo en tu dedo... Todas las mañanas, apenas te levantes, deberás leer la inscripción que
tiene el anillo. Y recordar esas palabras cada vez que veas el anillo en tu dedo. El rey tomó
el anillo y leyó en voz alta: Debes saber que ESTO también pasará
61

La ranita perseverante (perseverancia)

Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de


crema.

Inmediatamente sintieron que se hundían; era imposible


nadar o flotar mucho tiempo en esa masa espesa como
arenas movedizas. Al principio, las dos patalearon en la
crema para llegar al borde del recipiente pero era inútil,
sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse.
Sintieron que cada vez era más difícil salir a la superficie
a respirar.

Una de ellas dijo en voz alta: - No puedo más. Es


imposible salir de aquí, esta materia no es para nadar. Ya
que voy a morir, no veo para qué prolongar este dolor. No entiendo qué sentido tiene morir
agotada por un esfuerzo estéril.

Y dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez siendo literalmente tragada por el
espeso líquido blanco.

La otra rana, más persistente o quizás más tozuda, se dijo: - No hay caso! Nada se puede
hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo ya que la muerte me llega, prefiero luchar
hasta mi último aliento. No quisiera morir un segundo antes de que llegue mi hora.

Y siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar un centímetro.


Horas y horas! De pronto… de tanto patalear y agitar, agitar y patalear…la crema, se
transformó en manteca.

La rana sorprendida dio un salto y patinando llegó hasta el borde del pote. Desde allí, sólo
le quedaba ir croando alegremente de regreso a casa.

Anónimo
62

La princesa de fuego (Generosidad)

Hubo una vez una princesa increíblemente rica, bella y sabia.


Cansada de pretendientes falsos que se acercaban a ella para
conseguir sus riquezas, hizo publicar que se casaría con quien le
llevase el regalo más valioso, tierno y sincero a la vez. El
palacio se llenó de flores y regalos de todos los tipos y colores,
de cartas de amor incomparables y de poetas enamorados. Y
entre todos aquellos regalos magníficos, descubrió una piedra;
una simple y sucia piedra. Intrigada, hizo llamar a quien se la
había regalado. A pesar de su curiosidad, mostró estar muy
ofendida cuando apareció el joven, y este se explicó diciendo:

- Esa piedra representa lo más valioso que os puedo regalar, princesa: es mi corazón. Y
también es sincera, porque aún no es vuestro y es duro como una piedra. Sólo cuando se
llene de amor se ablandara y será más tierno que ningún otro

El joven se marchó tranquilamente, dejando a la princesa sorprendida y atrapada. Quedó


tan enamorada que llevaba consigo la piedra a todas partes, y durante meses llenó al joven
de regalos y atenciones, pero su corazón seguía siendo duro como la piedra en sus manos.
Desanimada, terminó por arrojar la piedra al fuego; al momento vio cómo se deshacía la
arena, y de aquella piedra tosca surgía una bella figura de oro. Entonces comprendió que
ella misma tendría que ser como el fuego, y transformar cuanto tocaba separado lo inútil de
lo importante.

Durante los meses siguientes, la princesa se propuso cambiar en el reino, y como con la
piedra, dedicó su vida, su sabiduría y sus riquezas a separar lo inútil de lo importante.
Acabó con el lujo, las joyas y los excesos, y las gentes del país tuvieron comida y libros.
Cuantos trataban con la princesa salían encantados por su carácter y cercanía, y su sola
presencia transmitía tal calor humano y pasión por cuanto hacía, que comenzaron a llamarla
cariñosamente "La princesa de fuego". Y como con la piedra, su fuego deshizo la dura
corteza del corazón del joven, que tal y como había prometido, resultó ser tan tierno y justo
que hizo feliz a la princesa hasta el fin de sus días.

Anónimo
63

Los malos vecinos (Sinceridad)

Había una vez un hombre que salió un día de su casa para ir al trabajo, y justo al pasar por
delante de la puerta de la casa de su vecino, sin darse cuenta se le cayó un papel importante.
Su vecino, que miraba por la ventana en ese momento, vio caer el papel, y pensó: - ¡Qué
descarado, el tío va y tira un papel para ensuciar mi puerta disimulando descaradamente!

Pero en vez de decirle nada, planeó su venganza, y por la noche vació su papelera junto a la
puerta del primer vecino. Este estaba mirando por la ventana en ese momento y cuando
recogió los papeles encontró aquel papel tan importante que había perdido y que le había
supuesto un problemón aquel día. Estaba roto en mil pedazos, y pensó que su vecino no
sólo se lo había robado, sino que además lo había roto y tirado en la puerta de su casa. Pero
no quiso decirle nada, y se puso a preparar su venganza. Esa noche llamó a una granja para
hacer un pedido de diez cerdos y cien patos, y pidió que los llevaran a la dirección de su
vecino, que al día siguiente tuvo un buen problema para tratar de librarse de los animales y
sus malos olores. Pero éste, como estaba seguro de que aquello era idea de su vecino, en
cuanto se deshizo de los cerdos comenzó a planear su venganza.

Y así, uno y otro siguieron fastidiándose mutuamente, cada vez más exageradamente, y de
aquel simple papelito en la puerta llegaron a llamar a una banda de música, o una sirena de
bomberos, a estrellar un camión contra la tapia, lanzar una lluvia de piedras contra los
cristales, disparar un cañón del ejército y finalmente, una bomba-terremoto que derrumbo
las casas de los dos vecinos…

Ambos acabaron en el hospital, y se pasaron una buena temporada compartiendo


habitación. Al principio no se dirigían la palabra, pero un día, cansados del silencio,
comenzaron a hablar; con el tiempo, se fueron haciendo amigos hasta que finalmente, un
día se atrevieron a hablar del incidente del papel. Entonces se dieron cuenta de que todo
había sido una coincidencia, y de que si la primera vez hubieran hablado claramente, en
lugar de juzgar las malas intenciones de su vecino, se habrían dado cuenta de que todo
había ocurrido por casualidad, y ahora los dos tendrían su casa pie…

Y así fue, hablando, como aquellos dos vecinos terminaron siendo amigos, lo que les fue de
gran ayuda para recuperarse de sus heridas y reconstruir sus maltrechas casas.

Anónimo
64

El regalo mágico del conejito pobre (Generosidad)

Hubo una vez en un lugar una época de muchísima sequía y


hambre para los animales. Un conejito muy pobre caminaba
triste por el campo cuando se le apareció un mago que le
entregó un saco con varias ramitas. "Son mágicas, y serán
aún más mágicas si sabes usarlas" El conejito se moría de
hambre, pero decidió no morder las ramitas pensando darles
buen uso.

Al volver a casa, encontró una ovejita muy viejita y pobre


que casi no podía caminar. "Dame algo, por favor", le dijo.
El conejito no tenía nada salvo las ramitas, pero como eran
mágicas se resistía a dárselas. Sin embargó, recordó como sus padres le enseñaron desde
pequeño a compartirlo todo, así que sacó una ramita del saco y se la dio a la oveja. Al
instante, la rama brilló con mil colores, mostrando su magia. El conejito siguió contrariado
y contento a la vez, pensando que había dejado escapar una ramita mágica, pero que la
ovejita la necesitaba más que él. Lo mismo le ocurrió con un pato ciego y un gallo cojo, de
forma que al llegar a su casa sólo le quedaba un de las ramitas.

Al llegar a casa, contó la historia y su encuentro con el mago a sus papás, que se mostraron
muy orgullosos por su comportamiento. Y cuando iba a sacar la ramita, llegó su hermanito
pequeño. Llorando de hambre, y también se la dio a él.

En ese momento apareció el mago con gran estruendo, y preguntó al conejito ¿Dónde están
las ramitas mágicas que te entregué? ¿Qué es lo que has hecho con ellas? El conejito se
asustó y comenzó a excusarse, pero el mago le cortó diciendo ¿No te dije que si las usabas
bien serían más mágicas? ¡Pues sal fuera y mira lo que has hecho!
Y el conejito salió temblando de su casa para descubrir que a partir de sus ramitas, ¡¡todos
los campos de alrededor se habían convertido en una maravillosa granja llena de agua y
comida para todos los animales!! Y el conejito se sintió muy contento por haber obrado
bien, y porque la magia de su generosidad hubiera devuelto la alegría a todos.

Anónimo
65

El ladrón de rubíes (Justicia)

El en palacio de Rubilandia había un ladrón de rubíes. Nadie


sabía quién era, y a todos tenía tan engañados el ladrón, que
lo único que se sabía de él era que vivía en palacio, y en que
palacio debía tener ocultas las joyas. Decidido el rey a
descubrir quién era, pidió ayuda a un enano sabio, famoso por
su inteligencia. Estuvo el enano algunos días por allí, mirando
y escuchando, hasta que se volvió a producir un robo. A la
mañana siguiente el sabio hizo reunir a todos los habitantes
del palacio en una misma sala. Tras inspeccionarlos a todos
durante la mañana y el almuerzo sin decir palabra, el enano
comenzó a preguntar a todos, uno por uno, que no sabían de
las joyas robadas.

Una vez más, nadie parecía haber sido el ladrón. Pero de pronto, uno de los jardineros
comenzó a toser, a retorcerse y a quejarse, y finalmente cayó al suelo. El enano, con una
sonrisa malvada, explicó entonces que la comida que acababan de tomar estaba
envenenada, y que el único antídoto para aquel veneno estaba escondido dentro del rubí que
había desaparecido esa noche. Y explicó cómo él mismo había cambiado los rubíes
auténticos por unos falsos pocos días antes, y cómo esperaba que sólo el ladrón salvara su
vida, si es que era especialmente era rápido…

Las toses y quejidos se extendieron a otras personas, y el terror se apoderó de todos los
presentes. De todos, menos de uno. Un lacayo que al sentir los primeros dolores no tardó en
salir corriendo hacia el escondite en que guardaba las joyas, de donde tomó el último rubí.
Efectivamente, pudo abrirlo y beber el extraño líquido que contenía en su interior, salvando
su vida. O eso creía él, porque el jardinero era uno de los ayudantes del enano, y el veneno
no era más que un jarabe preparado por el pequeño investigador para provocar unos fuertes
dolores durante un rato, pero nada más. Y el lacayo así descubierto fue detenido por los
guardias y llevado inmediatamente ante la justicia.

El rey, agradecido, premió generosamente a su sabio consejero, y cuando le preguntó cuál


era su secreto, sonrió diciendo: - Yo sólo trato de conseguir que quien conoce la verdad, la
de a conocer. - ¿Y quién lo sabía? si el ladrón había engañado a todos... - No, majestad, a
todos no. Cualquiera puede engañar a todo el mundo, pero nadie puede engañarse a sí
mismo.

Anónimo
66

Lío en clase de ciencias


El profesor de ciencias, Don Estudiete, había pedido a sus
alumnos que estudiaran algún animal, hicieran una pequeña
redacción, y contaran sus conclusiones al resto de la clase.
Unos hablaron de los perros, otros de los caballos o los peces,
pero el descubrimiento más interesante fue el de la pequeña
Sofía: - He descubierto que las moscas son unas gruñonas
histéricas dijo segurísima.

Todos sonrieron, esperando que continuara. Entonces Sofía


siguió contando: - Estuve observado una mosca en mi casa
durante dos horas. Cuando volaba tranquilamente, todo iba bien, pero en cuanto encontraba
algún cristal, la mosca empezaba a zumbar. Siempre había creído que ese ruido lo hacían
con las alas, pero no. Con los prismáticos de mi papá miré de cerca y vi que lo que hacía
era gruñir y protestar: se ponía tan histérica, que era incapaz de cruzar una ventana, y se
daba de golpes una y otra vez: ¡pom!, ¡pom!, ¡pom!. Si sólo hubiera mirado a la mariposa
que pasaba a su lado, habría visto que había un hueco en la ventana... la mariposa incluso
trató de hablarle y ayudarle, pero nada, allí seguía protestando y gruñendo.

Don Estudiete les explicó divertido que aquella forma de actuar no tenía tanto que ver con
los enfados, sino que era un ejemplo de los distintos niveles de inteligencia y reflexión que
tenían los animales, y acordaron llevar al día siguiente una lista con los animales ordenados
por su nivel de inteligencia... Y así fue como se armó el gran lío de la clase de ciencias,
cuando un montón de papás protestaron porque sus hijos... ¡¡les habían puesto entre los
menos inteligentes de los animales!! Según los niños, porque no hacían más que protestar y
no escuchan a nadie. Y aunque Don Estudiete tuvo que hacer muchas aclaraciones y calmar
unos cuantos padres, aquello sirvió para que algunos se dieran cuenta de que por muy listos
que fueran, muchas veces se comportaban de forma bastante poco inteligente.

Anónimo
67

El Hada y la Sombra (Lealtad y compromiso)

Hace mucho, mucho tiempo, antes de que los hombres


y sus ciudades llenaran la tierra, antes incluso de que
muchas cosas tuvieran un nombre, existía un lugar
misterioso custodiado por el hada del lago. Justa y
generosa, todos sus vasallos siempre estaban dispuestos
a servirle. Y cuando unos malvados seres amenazaron
el lago y sus bosques, muchos se unieron al hada
cuando les pidió que la acompañaran en un peligroso
viaje a través de ríos, pantanos y desiertos en busca de
la Piedra de Cristal, la única posible para todos.

El hada advirtió de los peligros y dificultades, de lo


difícil que sería aguantar todo el viaje, pero ninguno se
asustó. Todos prometieron acompañarla hasta donde
hiciera falta, y aquel mismo día, el hada y sus 50 más
leales vasallos comenzaron el viaje. El camino fue aún más terrible y duro que lo había
anunciado el hada. Se enfrentaron a bestias terribles, caminaron día y noche y vagaron
perdidos por el desierto sufriendo el hambre y la sed. Ante tantas adversidades muchos se
desanimaron y terminaron por abandonar el viaje a medio camino, hasta que sólo quedó
uno, llamado Sombra. No era el más valiente, ni el mejor luchador, ni siquiera el más listo
o divertido, pero continuó junto al hada hasta el final. Cuando ésta le preguntaba que por
qué no abandonaba como los demás, Sombra respondía siempre lo mismo "Os dije que os
acompañaría a pesar de las dificultades, y eso es lo que hago. No voy a dar media vuelta
sólo porque haya sido verdad que iba a ser duro”.

Gracias a su leal Sombra pudo el hada por fin encontrar la Piedra de Cristal, pero el
monstruoso Guardián de la piedra no estaba dispuesto a entregársela. Entonces Sombra, en
un último gesto de lealtad, se ofreció a cambio de la piedra quedándose al servicio del
Guardián por el resto de sus días... La poderosa magia de la Piedra de Cristal permitió al
hada regresar al lago y expulsar a los seres malvados, pero cada noche lloraba la ausencia
de su fiel Sombra, pues de aquel firme y generoso compromiso surgió un amor más fuerte
que ningún otro. Y en su recuerdo, queriendo mostrar a todos el valor de la lealtad y el
compromiso, regaló a cada ser de la tierra su propia sombra durante el día; pero al llegar la
noche, todas las sombras acuden el lago, donde consuelan y acompañan a su triste hada.

Anónimo
68

Mirando desde la ventana (Paciencia)

Había una vez un niño que cayó muy enfermo.


Tenía que estar todo el día en la cama sin poder
moverse. Como además los niños no podían
acercarse, sufría mucho por ello, y empezó a dejar
pasar los días triste y decaído, mirando el cielo a
través de la ventana.

Pasó algún tiempo, cada vez más desanimado,


hasta que un día vio una extraña sombra en la
ventana: era un pingüino comiendo un bocata de
chorizo, que entró a la habitación, le dio las buenas
tardes, y se fue. El niño quedó muy extrañado, y
aún no sabía qué habría sido aquello, cuando vio aparecer por la misma ventana un mono
en pañales inflando un globo. Al principio el niño se preguntaba qué sería aquello, pero al
poco, mientras seguían apareciendo personajes locos por aquella extraña ventana, ya no
podía dejar de reír, al ver un cerdo tocando la pandereta, un elefante saltando en cama
elástica, o un perro con gafas que solo hablaba de la política…

Aunque por si no le creían no se lo contó a nadie, aquellos personajes terminaron alegrando


el espíritu y el cuerpo del niño, y en muy poco tiempo este mejoró notablemente y pudo
volver al colegio. Allí pudo hablar con todos sus amigos, contándoles las cosas tan raras
que había visto. Entonces, mientras hablaba con su mejor amigo, vio asomar algo extraño
en su mochila. Le preguntó qué era, y tanto le insistió, que finalmente pudo ver el
contenido de la mochila: ¡¡allí estaban todos los disfraces que había utilizado su buen
amigo para intentar alegrarle!! Y desde entonces, nuestro niño nunca deja que nadie este
solo y sin sonreír un rato.

Anónimo
69

Los monos bubuanos (Prudencia)

Había una vez una extraña selva llena de monos


bubuanos. Los bubuanos eran unos monos de largos
brazos y piernas cortitas, que dedicaban todo el tiempo
a adornar sus brazos de coloridas y brillantes pulseras.
Cada cierto tiempo les visitaba el macaco Mambo, con
su carro lleno de pulseras y cachivaches. En una de sus
visitas, apareció con unas enormes y brillantísimas
pulseras, las más bonitas que había llevado nunca. Y
también las más caras, porque nunca antes había
pedido tanto por ellas. Todos los bubuanos, menos
Nico, corrieron por todas partes a conseguir plátanos
suficientes para pagar su pulsera. Siendo tan caras,
tenían que ser las mejores partes.

Pero Nico, que guardaba plátanos por si alguna vez en el futuro hicieran falta, y que a
menudo dudaba de que todas aquellas pulseras sirvieran para algo, pensó que eran
demasiado caras. Pero como no quería desaprovechar la visita de Mambo, rebuscó entre sus
cachivaches algo interesante, hasta dar con una caja extraña llena de hierros torcidos. "No
sirve para nada, Nico", le dijo el vendedor, "puedes quedártela por un par de plátanos".

Así, Mambo se fue habiendo vendido sus pulseras, dejando a los bubuanos encantados y
sonrientes. Pero al poco tiempo comenzaron a darse cuenta de que aquellas pulseras, tan
anchas y alargadas, no dejaban mover bien los brazos, y eran un verdadero problema para
hacer lo más importante en la vida de un bubuano: coger plátanos. Trataron de quitárselas,
pero no pudieron. Y entonces resultó que todos querían los plátanos de Nico, que eran los
únicos en toda la selva que no estaban en los árboles. Así, de la noche a la mañana, Nico se
convirtió en el bubuano más rico y respetado de la selva.

Pero no quedó ahí la cosa. Aquella caja de raros hierros torcidos que tan interesante le
había parecido a Nico y tan poco le había costado, resultó ser una caja de herramientas, y
cuando Nico descubrió sus muchas utilidades, no sólo pudo liberar a los demás bubuanos
de aquellas estúpidas pulseras, sino que encontraron muchísimas formas de utilizarlas para
conseguir cosas increíbles.

Y así fue como, gracias a la sensatez de Nico, los bubuanos comprendieron que el precio de
las cosas nada tiene que ver con su valor real, y que dejarse llevar por las modas y demás
mensajes de los vendedores es una forma segura de acabar teniendo problemas.

Anónimo
70

La deliciosa música del arpa (Perseverancia y esfuerzo)

Un rey adoraba tanto la música que buscó por todo el mundo el


mejor instrumento que hubiera, hasta que un mago le entregó un
arpa. La llevó a palacio, pero cuando tocó el músico real, estaba
desafinada; muchos otros músicos probaron y coincidieron en
que no servía para nada y había sido un engaño, así que se
deshicieron del arpa tirándolo a la basura. Una niña muy pobre
encontró el arpa, y aunque no sabía tocar, decidió intentarlo.
Tocaba y tocaba durante todo el día, durante meses y años,
siempre desafinando, pero haciéndolo mejor cada vez. Hasta
que un día, de repente, el arpa comenzó a entonar las melodías
más maravillosas, pues era un arpa mágica que sólo estaba
dispuesta a tocar para quien de verdad pusiera interés y
esfuerzo. El rey llegó a escuchar la música, y mandó llamar a la niña; cuando vio el arpa, se llenó de
alegría, y en aquel momento nombró a la niña como su músico particular, llenando de riquezas a
ella y a su familia.

Anónimo
71

El hada fea (Respeto)

Había una vez una aprendiz de hada madrina, mágica y


maravillosa, la más lista y amable de las hadas. Pero era
también un hada muy fea, y por mucho que se esforzaba en
mostrar sus muchas cualidades, parecía que todos estaban
empeñados en que lo más importante de un hada tenía que
ser su belleza.

En la escuela de hadas no le hacían caso, y cada vez que


volaba a una misión para ayudar a un niño o cualquier otra
persona en apuros, antes de poder abrir la boca, ya la
estaban chillando y gritando: - ¡fea! ¡bicho!, ¡lárgate de
aquí!.
Aunque pequeña, su magia era muy poderosa, y más de una
vez había pensado hacer un encantamiento para volverse bella; pero luego pensaba en lo
que le contaba su mamá de pequeña: - tu eres como eres, con cada uno de tus granos y tus
arrugas; y seguro que es así por alguna razón especial…

Pero un día, las brujas del país vecino arrasaron el país, haciendo prisioneras a todas las
hadas y magos. Nuestra hada, poco antes de ser atacada, hechizó sus propios vestidos, y
ayudada por su fea cara, se hizo pasar por bruja. Así, pudo seguirlas hasta su guarida, y una
vez allí, con su magia preparó una gran fiesta para todas, adornando la cueva con
murciélagos, sapos, arañas y música de lobos aullando.

Durante la fiesta, corrió a liberar a todas las hadas y magos, que con un gran hechizo
consiguieron encerrar a todas las brujas en la montaña durante los siguientes 100 años.
Y durante esos 100 años, y muchos más, todos recordaron la valentía y la inteligencia del
hada fea. Nunca más se volvió a considerar en aquel país la fealdad una desgracia, y cada
vez que nacía alguien feo, todos se llenaban de alegría sabiendo que tendría grandes cosas
por hacer.

Anónimo
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La joven del bello rostro (Humildad)

Había una vez una joven de origen humilde, pero


increíblemente hermosa, famosa en toda la comarca por
su belleza. Ella, conociendo bien cuánto la querían los
jóvenes del reino, rechazaba a todos sus pretendientes,
esperando la llegada de algún apuesto príncipe. Este no
tardó en aparecer, y nada más verla, se enamoró
perdidamente de ella y la colmó de halagos y regalos. La
boda fue grandiosa, y todos comentaban que hacían una
pareja perfecta.

Pero cuando el brillo de los regalos y las fiestas se


fueron apagando, la joven princesa descubrió que su guapo marido no era tan maravilloso
como ella esperaba: se comportaba como un tirano con su pueblo, alardeaba de su esposa
como de un trofeo de caza y era egoísta y mezquino. Cuando comprobó que todo en su
marido era una falsa apariencia, no dudó en decírselo a la cara, pero él le respondió de
forma similar, recordándole que sólo la había elegido por su belleza, y que ella misma
podía haber elegido a otros muchos antes que a él, de no haberse dejado llevar por su
ambición y sus ganas de vivir en un palacio.

La princesa lloró durante días, comprendiendo la verdad de las palabras de su cruel marido.
Y se acordaba de tantos jóvenes honrados y bondadosos a quienes había rechazado sólo por
convertirse en una princesa. Dispuesta a enmendar su error, la princesa trató de huir de
palacio, pero el príncipe no lo consintió, pues a todos hablaba de la extraordinaria belleza
de su esposa, aumentando con ellos su fama de hombre excepcional. Tantos intentos hizo la
princesa por escapar, que acabó encerrada y custodiada por varios guardias constantemente.

Uno de aquellos guardias sentía lástima por la princesa, y en sus encierros trataba de
animarle y darle conversación, de forma que con el paso del tiempo se fueron haciendo
buenos amigos. Tanta confianza llegaron a tener, que un día la princesa pidió a su guardián
que la dejara escapar. Pero el soldado, que debía lealtad y obediencia a su rey, no accedió a
la petición de la princesa. Sin embargo, le respondió diciendo: - Si tanto queréis huir de
aquí, yo sé la forma de hacerlo, pero requerirá de un gran sacrificio por vuestra parte.

Ella estuvo de acuerdo, confirmando que estaba dispuesta a cualquier cosa, y el soldado
prosiguió: - El príncipe sólo os quiere por vuestra belleza. Si os desfiguráis el rostro, os
enviará lejos de palacio, para que nadie pueda veros, y borrará cualquier rastro de vuestra
presencia. Él es así de ruin y miserable. La princesa respondió diciendo: - ¿Desfigurarme?
¿Y a dónde iré? ¿Qué será de mí, si mi belleza es lo único que tengo? ¿Quién querrá saber
nada de una mujer horriblemente fea e inútil como yo? - Yo lo haré - respondió seguro el
soldado, que de su trato diario con la princesa había terminado enamorándose de ella

Para mí sois aún más bella por dentro que por fuera. Y entonces la princesa comprendió
que también amaba a aquel sencillo y honrado soldado. Con lágrimas en los ojos, tomó la
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mano de su guardián, y empuñando juntos una daga, trazaron sobre su rostro dos largos y
profundos cortes… Cuando el príncipe contempló el rostro de su esposa, todo sucedió
como el guardián había previsto. La hizo enviar tan lejos como pudo, y se inventó una
trágica historia sobre la muerte de la princesa que le hizo aún más popular entre la gente.

Y así, desfigurada y libre, la joven del bello rostro pudo por fin ser feliz junto a aquel
sencillo y leal soldado, el único que al verla no apartaba la mirada, pues a través de su
rostro encontraba siempre el camino hacia su corazón.

Anónimo
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El gran palacio de la mentira (Honestidad)

Todos los duendes se dedicaban a construir dos palacios, el


de la verdad y el de la mentira. Los ladrillos del palacio de
la verdad se creaban cada vez que un niño decía una
verdad, y los duendes de la verdad los utilizaban para hacer
su castillo. Lo mismo ocurría en el otro palacio, donde los
duendes de la mentira construían un palacio con los
ladrillos que se creaban con cada nueva mentira. Ambos
palacios eran impresionantes, los mejores del mundo, y los
duendes competían duramente porque el suyo fuera el
mejor.

Tanto, que los duendes de la mentira, mucho más tramposos y marrulleros, enviaron un
grupo de duendes al mundo para conseguir que los niños dijeran más y más mentiras. Y
como lo fueron consiguiendo, empezaron a tener muchos más ladrillos, y su palacio se fue
haciendo más grande y espectacular. Pero un día, algo raro ocurrió en el palacio de la
mentira: uno de los ladrillos se convirtió en una caja de papel. Poco después, otro ladrillo se
convirtió en arena, y al rato otro más se hizo de cristal y se rompió. Y así, poco a poco,
cada vez que se iban descubriendo las mentiras que habían creado aquellos ladrillos, éstos
se transformaban y desaparecían, de modo que el palacio de la mentira se fue haciendo más
y más débil, perdiendo más y más ladrillos, hasta que finalmente se desmoronó. Y todos,
incluidos los duendes mentirosos, comprendieron que no se pueden utilizar las mentiras
para nada, porque nunca son lo que parecen y no se sabe en qué se convertirán.

Anónimo

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