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POSESION Y CHAMANISMO 255
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POSESióN Y CHAMANISMO 1 j mente con Dios por medios anormales presdndieJ!if.o
"-el_ etran en la zona del chamanismo
y cte-I-a:-posesión, en la que se complace también lo
diabólico. Intentan_ saciarse de Dios, adelantándose
(
a la
como el poseso satánico constituyen:- 'éllérpo's_ _
extra-
ños en el sistema cristiano. Su comportamiento es
con
el propio de las religiones extáticas, cuya tipología
_ ___ La oración católica
vamos a tratar de esbozar rápidamente.
exige a la vez humildad y recogimiento, silencio del
cuerpo; es, tanto en el plano espiritual como en el Todas las técnicas del cuerpo cristianas que
plano físico, preparación a la muerte, que es aper- enumerado se oponen punto por punto a las técniéas
tura sobre la salvación. La actividad del cuerpo que- africanas y afroamericanas que caracterizan los cul-
da suspendida, restringida; esto se halla conforme con tos de posesión auténticos. La religión en ellas es un
una metafísica dualista que no ha cesado de estar en teatro una explosión dramática, una exube-
circulación, a pesar de un esfuerzo constante de la rancia dionisiaca, una alegría física. El cuerpo hu-
teología para disminuir la distancia vertiginosa que ..l<L_s_agta,clq,__
separa el alma del cuerpo. En la oración cristiana, el la tierra, ¿e encarnan, ucaba!gan.. el le
cuerpo está condenado a la desaparición; se encoge, rmenmen estremecrmtentos __ y su
voz. La personalidad propia del fiel se borra; ño re-
las manos ocultan el rostro: el hombre postrado se
prosterna. La risa está proscrita; el silencio reina
rute a la irrupción de la personalidad divina. El
sacerdote no es sino el organizador de un espect..áea-lo--
en el santuario, el fiel habla en voz baja, bisbisea.
en el gue los actore! no pueden a
No participa en el sacrificio, es simple espectador.
su -- --··--·-'
un solo actor: el sacerdote, apoyado por el ór-
._Peró'la posesión auténtica, aquena:···ae que el culto
gano y el coro. El júbilo que la música sacra difunde
haitiano del vudú o su equivalente dehomeyano nos
er: la no va acompañado de ninguna ma- ofrece los ejemplos más típicos, pertenece a un con-
nifestacwn f1s1ca: es puramente interno. En hora muy
junto completo de fenómenos religiosos cuyo estudio
el teatro naciente fue expulsado de la igle- sistemático no se ha emprendido todavía. El término
sia. En esta perspectiva, la alteración de los sentidos religiones extáticas podría servir para agruparlos sin
en la comunicación con lo sagrado es de esencia tener cuenta la fisonomía cultural particular de
diabólica. se aventuran, no sin pro- las sociedades en que aparecen. Este término englo-
c
vocar .la desconflanza del clero, a baría dos estructuras religiosas antinómicas, que los
observadores confunden a veces: el chamanismo de
'•P.ub!icado en Les religions africaines
tres mternationales de Bouaké, París, Éd. du Seuil, 1964, pp.
una parte, la posesión de otra. Aquí, nos limitaremos
133-146. Este texto ha sido reproducido y desarrollado en el a algunas consideraciones generales.
tomo 1.1 de. los Annales du Centre d'études des religions, de como la son modos
la Umve;s1dad de Bruselas (Instituto de Sociología). 1962,
con el tltulo: "Cultes de. possession et religions initiatiques
de __ de té¿nié:as
de salut en Afrique". __ llegan -a·-veces
[254]
256 RELIGIONES 257
al éxtasis. Estas técnicas apelan a una curiosa dispo-
-siCión··-def cuerpo y del espíritu humano, que nuestra
propia ·cultura considera como errática o neurótica:
el cambio de personalidad. Éste se opera en el curso
de una crisis nerviosa de intensidad variable que no
deja de recordar los "trastornos.. histéricos defini-
dos, de manera bastante confusa, por la psiquiatría
occidentaL El hecho singular que no ha dejado de
llamar la atención de los etnógrafos es que esta _crisis
nerviosa socializada puede afectar a veces a_ 1!!1 ...nú-
mero considerable_ de hombres y de como
ocurre en el vudú haitiano. Desde luego, los __e.tnó-
.grafos-(Métraux, mu-
chos otros) no se hacen solidarios áe las interpreta-
·---·e:Tones psiquiátricas que insisten sobre los caracteres t--
sociológicos del fenómeno: la crisis extática no es \
\
jamás anárquica, está
tral, se integra qrganizado que. ....posee \ \
sus sacerdotes, su sus reglas ..estdctas. El re- .__¡
conocimiento de estos hechos, que contrastan vigoro-
samente con la histeria pura y simple, ha sido salu-
dable. Pero, reconocidas claramente estas distinciones,
no por eso se ha quedado desembarazado del irri-
tante problema de las coincidencias extrañas que
subsisten entre el comportamiento del "histérico" oc-
cidental y el del poseso africano o del chamán sibe-
riano. Ya es tiempo de buscar un terreno común de
discusión entre la etnografía, la historia de las reli-
giones y la psiquiatría y proponer una perspectiva
en la que todas las manifestaciones ' 1histerifonnes"
se insertarían en una estructura psicosociológica co-
herente.
Nos limitaremos a desear esta colaboración que dará
por resultado sin duda una revisión simultánea de la
definición psiquiátrica la de-
terdisciplinario iniciado en otro tiempo en Francia por el
finición etnográfica de Dr. Pidoux.
• Yurta: cabaña de los nómadas del Asia central 'Y de Sibe-
ll Varios investigadores prosiguen actualmente este diálogo in- ria. [T.]
258 RELIGIONES POSESIÓN Y CHAMANISMO 259
\ mero de casos, el espíritu protector que elige el fu- llantemente que el adorcismo chamanístico es un
1 turo chamán se le revela en el curso de una crisis psicoanálisis invertido: 6 une hecho, la cultura cha-
f de -furor, que podría confundirse con una crisis de manística parece ser un -exacto equivalente de la
¡ posesión. De hecho, parece que el se técnica psicoanálítica, pero con una inversión de to-
i mostrándose; no se apodera del cuerpo del elegtdo. dos los términos. Ambas tienden a provocar una ex-
\ Esta revelación es un encuentro violento, no la sus- periencia y ambas lo ·logran reconstituyendo un mito
J titución de un alma por otra. Por lo demás en el que el enfermo debe vivir, o revivir. Pero, en un
1 curso de la cura chaman:ística, el chamán invoca los caso, es un mito individual que el enfermo cons-
f espíritus protectores. interpela .a veces de manera truye con ayuda de elementos sacados de su pasado;
l imperativa. Parece ex1st1r en ocaswnes todo lo más
l una utilización parcial del cuerpo del chamán por el
en el otro, es un mito social que el enfermo recibe
del exterior y que no corresponde a un estado per-
/ espíritu: ocurre que el espíritu protector habla por sonal antiguo. Para preparar la abreacción, que se
! la boca del que lo interroga. Mircea convierte entonces en una 'adreacción', el psicoana-
/ Eliades y Marcelle Bouteiller4 han sintetizado muy lista escucha, en tanto que el cham.án habla. Etc."
i bien todos estos rasgos. Esta advertencia pertinente exige una observación
técnica extática del chamán es necesaria como complementaria: si ,el regreso del alma)
re-&p'úésfa- a un en el chamanismo A es realmente una inversión com-
uido, · El pleta de _la_ técnica psicoanalítica, el prac-
chamán parte_ en su_ reconquista: la del ticado en el chamanÍSID:<?rB correspontÍe más al
-alma -se simboliza con frecuencia, ·-por la ingestión análisis puro y s!mpie! se
dé un cuerpo: el curandero .. pueblo. arranca. EI chamán exorcista, dentro defmarco del
grano de maíz, símb.olo del alma recobrada, en una B, registra el interior del cuerpo dolien-
bebida que el paciente debe absorber. 5 _ te, entorpecido, turbado por una presencia extraña
ciedades con chamán de Asia y América profesan una a sí mismo. Al término de esta exploración interna,
-segunda teoría de la enfermedad, simétrica e inversa:----- simétrica del viaje en el espacio mítico que carac-
:Ja:·-enfermedad _está provocada . por. .. la ... i:b:geren!;ia teriza la búsqueda del alma en el chamanismo A, el
tempestiva en el cuerpo del enfermo de tm cuerpo , ; extirpa la causa del mal; la chupa,
extraño. Esta vez, en este chamanismQ. es · arranca del cuerpo del paciente el elemento patógeno.
una Ür;a·· .no Pero Lévi-Strauss propone todavía a nuestra atención
erca:so-precedente-(chamanismo A), la curación una observación importante, que tiende un puente
<"sfstía en un adorcismo) en ·el chamanismo B,- es un entre los dos procedimientos terapéuticos asociados
·exorcismo. Esta segunda teoría parece más frecuente- el chamanismo. El autor demuestra que entre los in-
entre los amerindios. ha demostrado dios Cuna el mundo mítico al que combate el cha-
mán en el curso de un parto difícil se encuentra a
a Mircea Eliade, Le Chamanisme et les techniques archaiques
la vez en el interior y en el exterior, en el útero y
de l'extase, París, 1951.
' Marcelle Bonteiller, Chamanisme et guérison Pa·
ris, 1950. es ·c. Lévi-Strauss, Anthropologie structuraleJ Paris, 1958, p.
5
Id., p. 130. 220.
POSESIÓN Y CHAMANISMO
260 RELIGIONES
en el espacio propiamente mítico.7 La curación apa- restringido dé casos. asamos visiblemente del -do-=
rece, pues, como una síntesis dialéctica del adorcismo p-inio .de tea p
y del exorcismo. Podr:ia añadirse a esta interesante el mldfco-:zoco ( chamantsmo
sugestión que, inversamente, en el chamanismo as- ·
censional puro y simple (tipo A), es el cuerpo mismo agttaaon nerviOsa esta vez es del pacreme;-rro-del
del chamán, y no el del enfermo, el que se confunde 'iñédtco; es el eñrermo..
con el espacio mítico. En efecto, entre los Yakutes,
.. ...
la lucha contra los espíritus maléficos es un largo ...._lunod ha oescrito muy bien y con mucho detalle \''
sufrimiento para el chamán, obligado a incorporarse este tipo de ·posesión entre los Thonga de
los espíritus. Sufre más que el propio paciente, es Mozambtque.9 Los Thonga viven en el terror de ver 1
imagen de la enfermedad, la toma sobre sí. s Es, pues, su cuerpo invadido por los espíritus ancestrales de las 1
tan pronto el cuerpo del enfermo, tan pronto el del pc;>blaciones vecinas, los Vandau o los Zulúes. ·Esta \'
médico el que sirve de plano de proyección. enfermedad especifica se llama "la locura de los dio-
Tanto el exorcismo como el adorcismo chamanís- ses". El enfermo se encuentra bruscamente en un
dco tienen su equivalente en las estructuras míticas estado de inconsciencia, y se comporta de manera \
propias de los cultos de posesión africanos. Sin em- excéntrica; estos primeros síntomas son preludio de ¡'
) bargo. se inscriben en otra perspectiva. La posesión una crisis de agresividad acompañada de temblores.
.adivino consultado designa un curandero espe-
1 se opone en bloque al chamanismo en esto: el
1 manismo se nos aparece como un ascenso del hombre crahzado en este género de afecciones, un exorcista
\\ hacia dioses, una técnica y una metaf.ís.ica ascen- que tiene más del psiquiatra puro y simple que del
sionales;/ la posesión es un descenso de los _ chamán. Este médico, en efecto, actúa en frío, bien
LJ!!!a --- - -···--·-----....--···· · asentados los pies sobre la tierra, y trata de provocar
Un primer caso de posesión debe ser emparejado en una crisis decisiva, según un ritual
estructuralmente con la concepción chamanística re- prectso. Utthza el ataque nervioso, que dir· , com
lativa a la enfermedad como adjunción de un elemento un electrochoque. Un sacrificio violento, dionisiaco,
patógeno, el chamanisnio B.· . . dos es el vehículo del exorcismo: en el curso de ia -
casos una presencia extraña a sí mismo debe ser sión, provocada por los cambios que ordena el curan-
extirpada por exorcismo. únicamente en el caso de dero, el enfermo se arroja sobre la herida del animal
la posesión, el enfermo no es un enfermo cualquiera, sacrificado. y chupa _su san.gre con avidez. Esta sangre
está percibido claramente como enfermo mental. El no se .destina a ser 1ngurg1tada, transporta ·el espíritu
"poses9" .. .inv_adido (Y no parcialmen- maléflco, y será escupida con el fin de expulsar el
te como en el chamanismo Btp_or... in- espíritu. El curandero especializado es un chamán
nociva, anormal. Lo que era nosológia general de poca monta. Tiene del chamán una característica
--··en.- -et- ·pensa:m:i-e-nto-·"'diamanístico deviene aquí, en fundamental: domina los espíritus maléficos, pero
( ciertas regiones del África bantú especialmente, una controla sosegadamente; este psiquiatra es también
psiquiátrica limitada, aplicable a un número psicoanalista auténtico: interroga al enfermo poseso,
9
7
8
Id., pp. 205 ss.
Mircea Eliade, op. cit., pp. 208-209.
H.A. Junod, Moeurs et coutumes des Bantous. La vie
tribu sudafricaine, Paris, 1936, t. II, pp. 432-460. J
262 RELIGIONES POSESIÓN Y CHAMANISMO 263
llega a arrancarle el nombre del espíritu maléfico, mente por él; incluso a veces el dios llega a ser fija-
\
origen de ·su mal psíquico. Este chamanismo insulso do en él por medio de los ritos apropiados una vez
se ha vaciado de su sustancia extática....._q.ue__s_e__tefugia que su propia alma le ha sido retirada y puesta al
por entero en la -enfermedad----del----diente;...p.ercihimos abrigo sobre el altar (vudú haitiano). Espero no trai-
con claridad, en este punto crítico de estructuración, cionar aquí el pensamiento de los numerosos etnó-
el vínculo de "pies contra cabeza" que suelda' "cfia- logos que han consagrado a estos fenómenos estudios
manismo y posesión. Este paso se efectúa por un cam- penetrantes, especialmente Michel Leiris, Pieire Ver-
bio semántico radical del propio trance. El trance ger, William Bascom. Esta posesión auténtica vuel
thonga es a la vez epifanía y enfermedad, enferme- a encontrarse entre los Songhay del Níger, entre los
dad y medio terapéutico. El médico da una form'! Etíopes de la región de Gondar, en el Dahomey, en-
cultural a __ la crisis nerviosa:--ra--tntegraa-un sácríf1C1o tre los Yoruba de N igeria, en el vudú haitiano y entre
re1(g1oso y una descarga los negros brasileños; invierte todos los valores y los
íiber"ando al paciente: exorcizándolo. Al término de símbolos del chamanismo A, el que se funda- resuelta-
la curación} el paciente pasa por una iniciación re- mente sobre la ascensión chamán, la conquistad
ligiosa; definitivamente apaciguado, deviene vidente, alma sustraída y el carácter mágico y heroico de la
mago. Ya no volverá a ser poseído, atormentado. intervención humana . ...,tp. __ __ (A)_,
__ . cali- el fiel africano no los cha-
Jicado de p-osesión o.- descliclíáaa, dioses ·9!!..e__desfienden ha-
tka·: --Recuerda, pór muchos aspectos invertidos, el er, y toman _ el sentid<?.
chamanismo B, que apela igualmente al exorcismo. cuerpo, sustitüyendo plenamente
La enfermedad y el trance, cuidadosamente disocia- la personalidad normal. /Este . ado:rcismo,.-lejos de res-
dos en el chamanismo, se hallan estrechamente sol- tituir el equilibrio de Ia--·personalidad antigua, como
dados en esta posesión desdichada, siendo el trance en el caso de la terapéutica chamanística,
a la vez el signo de la enfermedad y el medio de una nueva así una situa_cion
curarla. posesión conducen comunicaciÓn--(firecfá éiitre' los
al mismo desenlace, el exorcismo:-- · y los sufre 'pasiva-
---En ·cambio, -versioli. char,nanismo, la mente, religiosamente· el trance: inicia a los elegidos,
que _utiliza ·el adorcismo (chamanismo A) encuentra les enseña a representar correctamente un papel tea-
equivalente estructural tral. Michel Leires ha desarrollado muy _pien este
tipo de posesión, que llamaremo·s ··es un actor
- -·{A). Aquí, la :e_resencia extraña a sí mismo cesa los fíéles ·posesos se' agrupan en asociaciones
( pato1ógicb, 'para no .- <fe.. cüllo que ·preséritan _a los dioses como--espectáculo;·
{ __ que pura eE_1f_an1a. LeJOS de ser rechazado ..--les- ofrecen -péiiódicamente el soporte de su propio
como un mal (posesión B), el espíritu se acepta como cuerpcr,·--c_fue se ttasmütii"en "montura". Se ve lo que
1
j un .. re- liga en pareja, con inversión de los elementos, estas
1\ ._ __ pi en pQ:r__ _ 10
Michel Leiris, "La Possession et ses aspects chz
... el llel eieg¡do por el d10s aprende baJO les de L'Hom.me, · Cahiers d'ethnologie,
\ --la dirección de un sacerdote a ser habitado periódica-
\ .... __ de geog-raphte et de ltngutstzque, París, 1958.
264 RELIGIONES POSESIÓN Y CHAMANISMO 265
dos ideologías del adorcismo: el chamanismo A y la se transforman en sollozos aullados en un tono muy
posesión auténtica. El chamán, en el curso de la bús- bajo y característico (una especie de guaguagua-
queda del alma sustraída, trata voluntariamente de gua ... ). Y, de pronto,- el danzante cae al suelo, se
reconstruir la personalidad antigua, alterada. del en- yergue titubeando, abre los ojos llenos de lágrimas,
fermo que implora su ayuda; el poseso auténtico sufre respira con trabajo, gime continuamente: ya no es
pasivamente, por los demás, en beneficio de la co- el danzante el dueño de aquel cuerpo jadeante, es el
munidád entera (para que los dioses puedan comu- genio que lo habita y lo hace mover,- el que gime
nicarse con los hombres), la presencia _en .sí---mismo., así, y el que, dentro de un hablará:"11
de una personalidad divina n-ueva. J __Rouch ha- El dios dirige saludos a los sacerdotes y a la asisten-
descrito por su parte esta posesión dichosa que es cia. Las mujeres tranquilas,· que tratan de calmarlo
teatro ·sagrado, danzado, epifanía dionisiaca, entre los con palabras dulces, revisten al genio con su indu-
\. Songhay del N ·>Las crisis de posesión se desarro- mentaria ritual, y le preparan un asiento. El genio
·--·-·-.,_:_. _ Han en ante la casa del sacerdote del culto, conversa con el sacerdote, con una voz "velada y tem-
el zima. Los danzantes están sentados frente a los blorosa". Suministra los informes que le piden, en
músicos, y rodeados todos por los espectadores. Los los fieles posesos desempeñan el papel de mé-
preparativos se desarrotla:q. en medio del buen hu- dium. Sus frases son interrumpidas de cuando en
mor general. La a tocar; toca in- cuando por una crisis violenta. Después de los sa- -
cansablemente dur51nte un larguísimo, los aires cerdotes, los espectadores interrogan al dios o le ofre-
de todos los (holey sin que los que bailan cen regalos. La atmósfera no se parece en nada a
sean poseídos. El 'zi'!!}a la orquesta, sacude la de un rito cristiano; en lugar de desarrollarse en el
la apatía de los danzantes fatigados. "Pero, en gene- recogimiento y la gravedad taciturna que los espíritus
ral, al cabo de una hora o dos (a veces menos cuando occidentales asocian a la idea de la práctica religiosa,
el zíma es particularmente hábil), un danzante mani- "las ceremonias, que tenían ya un aspecto de bullicio,
fiesta los primeros signos de la posesión: para de se convierten en un verdadero 'jolgorio' ruidoso, pol-
bailar, y tiembla de manera imperceptible. Las mu- voriento y brutal, donde las confidencias más ínti-
jeres tranquilas lo rodean, dispuestas a ayudarlo. Los mas son repetidas con fuerte voz por los genios ... •' 12
sacerdotes zima [ ... ] intervienen de una manera más La posesión apenas si dura más de un cuarto de
activa que antes: se acercan al danzante y recitan los hora. La desencamación del genio se efectúa en_ el
lemas del genio que se manifiesta y al cual han re- curso de una nueva crisis, menos fuerte que la an-
conocido por ciertos detalles del comportamiento de terior, al término de la cual el "caballo" se queda
su 'caballo'. La orquesta ya no toca más que los aires inmóvil, jadeante, como un cadáver. Pronto se re-
de ese genio, en tanto que los demás danzantes si- anima, se despoja de sus ornamentos divinos, ayudado
guen bailando. Pronto el danzante privilegiado se- por las mujeres tranquilas, y luego, "titubeante, se
estremece con violencia, gime blandamente y llora. aleja de la danza y, sin tener el menor recuerdo de lo
Los sacerdotes lo rodean con toda su solicitud; es el ocurrido, regresa simplemente a su casa. Asi haya
tunandi, el 'hacer-levantarse', que debe hacer levan-
n Jean Rouch, La religion et la magie songhay, Paris,
tarse efectivamente el genio sobre su 'caballo'. La \ p. 217.
crisis es cada vez más aguda, el llanto y los gemidos p. 219.
266 RELIGIONES POSESIÓN Y CHAMANISMO 267
comido brasas, se haya quemado con una antorcha. ticas pertenecen al psicoanálisis; la posesión auténtica
o haya hecho una serie de cabriolas cabeza abajo, merece ser comparada con el electrochoque. Esta se-
no quedará el n1enor rastro ni en su cuerpo ni en su gunda sugestión ha sido formulada por Pierre Mabille
espíritu". en un importante estudio póstumo (que permanece
Vemos, pues, que polos...-4e-est--m&m:ruación inédito) sobre el vudú.13 Igualmente estas técnicas
. corporales merecen ser consideradas como la contri-
en el seno de .un sistema global de represen. bución más hnportante del mundo arcaico a la psi-
tación que comprende cuatro tipos,_los" se co- quiatría. No deja de tener interés recordar a este
rresponden dos a dos y se reducen a__ ...pm.c_esos respecto que, entre los Songhay (según Jean Rouch),
furiélamentales. Esta .. podría las personas propensas a crisis de posesión apenas
por el siguiente, quese -·éárac- constituyen el 6% de la población, en tanto que el
teriza por üna doble- y conjunto de ésta participa en el culto a título de
vertical a la vez. espectadores. Pero los cultos de posesión auténticos
trascienden toda terapéutica psicosomática. Los tran-
ADORCISl\fO EXORCISMO ces se desarrollan por lo general en serie, forman un
espectáculo, parecido a la commedia delrarte. En
Chamanismo A Chamanismo B efecto, cada poseso conoce la trama general de su
papel divino, que le ha sido enseñada en el curso
(?·etorno del alma) (extracción de una presencia
de una iniciación. Los cultos de posesión auténticos
extraña a si mismo)
son religiones iniciáticas.
Posesión A Posesión B Tanto entre los Songhay del Níger como en Haití,·
la primera crisis de posesión, brutal, anárquica, no
(inyección de un (extracción de un alma ex- es una enfermedad sino el signo de una elección.
alma nueva) traña a sí mismo) El dios no quiere atormentar, trata de comunicarse
por intermedio de un cuerpo humano. La iniciación,
La relación dios-hombre se halla invertida cuando desde ""luego, no consiste en expulsar al dios, en exor-
se pasa del chamanismo a la posesión. Por otra parte, cizarlo como ocurre en la posesión inauténtica, des-
las estructuras particulares del uno y del otro (A y dichada (Thonga), sino en asumirlo, en acomodarse
B) se corresponden en "pies contra cabeza". El cha- con él, en entregarse a él en cuerpo y alma al tér-
manismo A, como la posesión A (Songhay), son mo- mino de un aprendizaje.
dalidades del adorcismo, en tanto que el chamanismo El punto de partida es el mismo, sin embargo, ya
B, como la posesión B (Thonga), son modalidades se trate de la posesión auténtica· o de la posesión
del exorcismo. El chamanismo evoluciona esencial- inauténtica. Sólo varían el desenlace y el sentido que
mente sobre el plano de la magia; la posesión es un la sociedad concede a estas manifestaciones. Entre
sistema religioso · o mágico-religioso, que postula un
13
ritual colectivo y una actitud más respetuosa ante lo Véase Luc de Heusch, "Cultes de possession et relig'ions
initiatiques de salut", Annales dt.t Centre d'Étude des Reli.gions,
sagrado que el chamanismo. Por sus aspectos terapéu- t. n, Instituto de Sociología de la Universidad Libre de Bru-
ticos primarios o secundarios, las técnicas chamanís- selas, 1962 (homenaje a Pierre Mabiile).
268 RELIGIONES POSESIÓN Y CHAMANISMO 269
los Songhay, por ejemplo, el poseso no iniciado apa- Los posesos songhay, tomados a cargo por el
rece, en el curso de su primera crisis, como un en- zima_, que los inicia en este lenguaJe, aprenden a
fermo mental: se halla postrado, no habla ya, está representar -a danzar mejor dicho- .el pa?el. de los
agitado de cuando en cuando por ataques terribles. dioses. En el curso de las ceremonras pubbcas, se
Pero al contrarío de los Thonga, que se esfuerzan, en desencadenan según ciertas reglas y bajo la vigilan-
tal caso, en devolver al enfermo a la vida normal, cia de "mujeres tranquilas", que son, en perspec-
adoptando en esto la actitud más típicamente tiva psiquiátrica, enfermeras, en la pe.rspecu:va teatral,
tal, los Songhay se esfuerzan por imprimir a esta tramoyistas y encargadas del vestuano, y
alteración inicial un estilo religioso. A partir del en la perspectiva religiosa, las sirvientas de los diO·
caos psíquico, yan a crear un orden, van a trans- ses, a los que limpian la nariz, y cuya baba o sudor
formar la enfermedad mental, que es desorden, con- enjugan, velando así por el respeto al pudor.
fusión y silencio (el enfermo ya no habla), en Observaremos que la crisis nerviosa insólita no es
guaje. Este maestro de hablar, este director de escena siempre el motivo inicial que a: un. hom?re
de los dioses, es un sacerdote, el zima. El lenguaje 0 a una mujer a entrar en una asoe1acwn conbánttca.
nuevo y el papel que enseña al enfermo son benefi- La danza de posesión ritualizada aparece en no pocos
ciosos a la vez para el grupo entero (que comunica casos como un derivativo a unos males que no t!enen
asi con los dioses) y para el propio enfermo; la efi- relación con los trastornos mentales. Es como si el
cacia psiquiátrica de esta técnica (que invierte ra- campo de aplicación de una medicina
dicalmente las concepciones fundamentales del psico- ordinariam.ente eficaz se hubiera extend1do a domi-
análisis, ya que acepta _el mal, y lo canaliza hacia nios vecinos todos los cuales ofrecen una
·fines nuevos) no puede ponerse en duda: la crisis, tica común: el mal, del cual importa desembarazarse,
que era permanente en los comienzos. se espacia. El 0 más bien que es preciso acond.icior:ar, está
genio no poseerá ya su "caballo"·más que en el curso bido como una forma de hech1zam1ento, es decrr
de las ceremonias, en el momento en que el ritmo de como una agresión del mundo exterior que altera
tambor específico, que es propio del genio, resuene. la personalidad psíquica. .
El zima sigue imponiendo, pues, en este sistema reli- Entre los _Etiopes de la región de Gondar, descn-
gioso, su voluntad mágica a los dioses. Al menos, tos por Michel Leiris, encontramos como punto de
maneja a los dioses, no trata de anular su acción, los partida un hombre o una mujer alterados por un mal
fuerza tan sólo a someterse al orden humano. Lejos 0 abrumados por una desgracia que creen poder
de ser un exorcismo, como el psicoanálisis, o la téc- imputar a la acción de un genio, un zar. La presen-
nica empleada frente a la posesión inauténtica, la cia ajena a sí mismo, que es el del p:oceso,
ración es una adaptación al desorden mismo, la puede pues ser también una presencia maléfica en
transformación de la enfermedad (que es por defini- torno de si mismo: 'En la mayoría de los casos
ción ausencia de comunicación) en estructura de co· cribe Leiris-, lejos de representar la alteración origi·
municación. La posesión auténtica es el lenguaje de nal que conviene curar, las crisis de posesión no apare-
los dioses. Los Thonga, que han optado, como la cerán hasta después de la intervención del curan»
psiquiatría occidental, por el exorcismo, dken por dero, cuando este último, con el objeto.de comunicarse
el contrario: la posesión es la locura de los dioses. con el perseguidor supuesto para llegar a un acuer-
270 RELIGIONES POSESIÓN Y CHAMANISMO 271
do, lo haya conducido a apoderarse del paciente de aparecerse en sueños al propio interesado. Pero la
una manera manifiesta o, más exactan1ente, haya ha- mayoría de los neófitos han sido ya poseídos espon-
bituado a éste a manifestar en su comportamiento táneamente antes de su iniciación; se con.sagTarán al
(principalmente en el curso de las asambleas de primer loa que descendió sobre ellos o al que se
adeptos) los signos reconocidos como los propios de ha manifestado con más frecuencia.
la posesión".14 El sacerdote curandero, que interviene El alcance de la iniciación vuduesca no puede
interviuvando al espíritu, actúa ciertamente a la ma- ser reducido a una acción terapéutica. Una sacerdo-
nera de un psicoanalista, en el primer estadio de la tisa del culto afirma que la ceremonia "da suerte". 16
inv.estigaci?n; pero, repitámoslo, su terapéutica se Confiere al cuerpo y al espíritu un vigor nuevo. Es
aleJa considerablemente de la técnica freudiana. Se terapéutica de choque yJo transformación de la per-
trata aquí de incorporar, en el sentido literal de la sonalidad. Estamos aquí en presencia de- un escena-
palabra, "el mal" a la personalidad psíquica del clien- rio inidático auténtico: retiro, purificaciones, muerte
.
te. Sobre este terreno, Leiris nota además que el simbólica, resurrección.
poseso será "cabalgado'' en el curso de las ceremonias La. in.iciación dahomeyana al culto _
ulteriores por un espíritu o varios espíritus titula-
dos, los mismos que se declararon en el momento de
la terapéutica iniciática. Estos genios han sido ads- terapéuticas:-·Me-·apoyaré, esta vez __ en.loS--- t-rahajos de·
critos al poseso por un sacrificio. ___y_.__
Es también un vínculo personal entre el dios y kovits.17 Lo que llama la atención Inmediatamente
su "montura" el que establece el ritual iniciático del es'--·la:- muy larga duración del retiro iniciático en el
vudú haitiano, si bien ulteriormente podrá el fiel Dahomey; se lleva a cabo en instituciones religiosas
ser poseído de manera ocasional por otros dioses.J5 a las que se ha llamado "conventos", y su duración
N o sólo la iniciación asegura la particular variaba antes entre unos meses y tres u ocho años.
de un espíritu sino que además aporta la fuer- En nuestros días, este retiro ha sido por lo general
suplementaria que permite afrontar la penetración abreviado. Se señala por una primera fase corta, que
vwlenta de éste en el curso del trance. Los motivos de siete a diez y seis días, y a la que sigue
que impulsan al Íiel a ofrecer su cuerpo como "mon- u.Tia "resurrección'' publica del neófito. Esta fase
tura" a un dios son diversos: la iniciación aparece preliminar es la única, al parecer, que ha sido to·
con frecuencia como el remedio decisivo contra una mada por el vudú haitiano. evidente que una sode·
enfermedad, o el complemento de un tratamiento dad condenada a la esclavitud no podía darse el lujo
médico. El loa manifiesta por sí mismo su voluntad
de encarnarse en un fiel; puede expresarlo por la 16
Id., p. 179.
11 ,pierre Verge1-, "Notes sur le culte des Orisa et Vodun a
boca de un poseso en estado de crisis, puede también
Bahia, la baie de Tous les Saints, au Brésil, et a I'ancienne
B Michel Leiris,- "La Possession et ses aspects théá.traux chez cote des Esclaves en Afrique", Mémoires de l'lfan, Dakar,
les Éthiopiens de Gondar", L'Homme, Cahiers d'ethnologie, de 1957. M. J. Herskovits, DahomeyJ an Ancient West African
géographie et de nueva serie, núm. I, Parfs, 1958, Kingdom,- 2 vol., Nueva York, 1938. Geoffrey .Parrinder, La
p. 17. Religion en Afrique occidentale (ilustrada con las creencias -
15
Alfred Métraux, Le Vaudou hattien, París, 1958, pp. 172 y prácticas de los Yoruba, de los Akán y pueblos afines),
ss. París, 1950.
272 RELIGIONES POSESIÓN Y CHAMANISMO 273
de restaurar pura y simplemente la institución de entre en trance al son del tambor.19 Sin precisar
los conventos. los motivos personales ·de reclutamiento,
Entre los Fon del _Dahomey, más todavía que en indica que la reunión de los candidatos se realiza
Haití, el aspecto terapéutico de la crisis de posesión al principio de la estación de lluvias con motivo. de la
pasa a segundo plano; cesa incluso a menudo de procesión en que se exhibe a los dioses.2o El postu-
recer como un derivativo saludable a los modos de lante es poseído en curso de una danza hasta que
expresión histeriformes. Herskovits describe especial- cae bruscamente al suelo "como presa de una crisis
mente la iniciación de un niño que había sido con- de epilepsia". Es la primera fase de la iniciaciónJ la
sagrado a los dioses por su madre aún antes de su muerte simbólica; el "cadáver", envuelto en un suda-
nacimiento. Según este autor, existen tres modos prin- rio, se transporta al convento. Sólo la presión del
cipales de elección divina. Un niño puede ser pro- grupo explica que unos candidatos elegidos por ra-
metido a un dios antes de su nacimiento, a conse- zones tan diversas y arbitrarias adquieran de manera
cuencia de un voto, cuando su madre ha sido durante repentina la facultad de despersonalización que re-
largo tiempo estéril. La consagración a una divinidad quiere la posesión auténtica. Hay que considerar tam-
particular: se trasmite también por herencia: el here- bién una observación de Herskovits: esta "muerte"
dero del iniciado difunto lo elige la familia. La por fulminación está provocada por el dios que "ma-
·tradición afirma por lo demás que cada dios (vodún) ta a la mujer" (el candidato está asimilado a una
era en otro tie1npo por excelencia propiedad de un esposa divina, cualquiera que sea su
sexo) al final
grupo familiar. Si estos dos modos son puramente de un período de instru.cción secreta que dura cua-
religiosos, el tercero en fin se funda indirectamente renta y un días. 21 En Haití como en el Dahomey,
sobre motivaciones terapéuticas: en presencia de un un gran número de iniciados reciben una herencia
mal misterioso, el adivino consultado diagnostica una religiosa familiar, aunque la iniciación se halle abierta
epifanía: el dios desea que un miembro de la fami- a todos cuantos la buscan a título personal, como
lia se haga iniciar. 1 s Es curioso que en este último terapéutica, protección o medio de mejorar su con-
caso la relación terapéutica entre la enfermedad y dición social. En esta segunda perspectiva, el candi-
la posesión es mediata; no es el enfermo mismo quien dato ha experimentado con _frecuencia directamente
ha de sufrir necesariamente el "tratamiento" reli- la elección divina en el curso de posesiones "salva-
gioso. Esta vez también corresponde a la familia ele- jes", aun antes de haberse sometido a la disciplina
gir el futuro iniciado. Se observa que las mujeres iniciática. La posesión vuduesca aparece al menos
son más numerosas que los hombres en los conventos parcialmente como una respuesta a una necesidad o
iniciáticos. Herskovits no nos informa desgraciada- a un deseo personal, como entre los Songhay del
mente en cuanto a los factores que determinan esta Níger o los etiopes de Gondar. No ocurre lo mismo
elección. Es sorprendente comprobar. a tal respecto en el Dahomey, donde la presió11¡ social se ejerce no
que un niño de cinco o seis año_s, conducido por su sólo sobre la disciplina teatral, la fonnulación de la
madre ante el altar de los dioses para cumplir el voto crisis, sino además sobre la elección misma de los ini-
formulado por ella en la época de su esterilidad, u Herskovits, op. cit., p. 170.
Parrinder,
!U> op. p. 107;
18
Herskovits, op. cit., vol. u, pp. 178-179. Herskovits,
:ll. op. cit.} vol. n, p. 180.
274 RELIGIONES POSESIÓN Y CHAMANISMO 275
ciados. Ocurre incluso que un hombre decide consa- epileptoide. El ¡,cadáver, permanece siete días en el
grar a uno de sus hijos a un vodú'li para protegerse convento antes de su "resurrección", según Parrin-
de los riesgos de la guerra o de una aventura peli- der;:3 siete, nueve, trece o dieciséis días según Hers.;
grosa. Pero el propio Herskovits nota que este kovits: 24 Al final de este primer retiro, con el que
miento" de la vida cultual debilita la intensidad se satisface el vudú haitiano, el candidato reaparece,
del trance en relaci-ón con las posesiones más espon- resucita públicamente, ante el templo, al llamamien-
táneas que se observan en África. En el Dahomey, to repetido por su nombre nuevo, el nombre del dios
"incluso cuando se desencadena el frenesí, resulta que que lo habita, pronunciado por un sacerdote, el
el danzante rara vez se halla, si es que se halla alguna voduno. 25 Al séptimo llamamiento, el "'cadáver" emi-
vez, completamente en estado de trance". 22 Los he- te un gruñido, y vuelve a la vida. Titubeante aún,
chos dahomeyanos hacen retroceder considerablemente da siete veces la vuelta a los tambores. Pero se halla
la frontera más frecuentemente trazada por los pro- lejos de ser un iniciado, un vodunsiJ y se le lleva
pios africanos entre lo psíquico y lo sociológico. Al de. nuevo al convento para que siga allí un aprendi-
comienzo de esta exploraCión rápida, hemos encon- secreto muy largo. 26 Parrinder cree poder
trado la teoría de la posesión como enfermedad, he- t1tu1r sus etapas más importantes. Durante la primera
chizamiento, irrupción en sí mismo de una persona- fase de la iniciación, se ha afeitado la cabeza del
lidad maléfica, extraña a si mismo (Thonga). Hemos candidato. El sacerdote-iniciador conserva la cabelle-
progresado hacia una concepción mixta en la cual ra en un lugar secreto. Sométese regularmente el
la posesión se presentaba a los propios interesados del neófito a unciones de aceite de palma, a
como un malestar curado por su transformación en fm, dicen, de que el dios experimente placer en
teatro sagrado (Songhay, Etíopes de Gondar). El vudú l mirar a "su mujer". La acción del clero tendiente a
en fin se nos ha presentado como una extensión de !.: remodelar la personalidad es profunda; trabajo- de
la teatralidad más allá del tratamiento médico, que larga duracións el iniciado aprende a hablar una len-
suele completar: la posesión vuduesca está delibera- f gua nueva, a entonar los cánticos del dios. a marcar
damente buscada a causa de sus efectos benéficos, 1 sus pasos de danza. Hay que subrayar que cada
reconfortantes; la iniciación se convierte en un me- 1 plo se consagra exclusivamente al culto de un solo
dio global de salvación médica, psíquica, y hasta ¡ tipo de divinidades agrupadas en un panteón ho-
metafísica. Ahora, en las propias fuentes históricas \ servido por un clero especializado. En esto
del vudú, nos encontramos frente a una pura teatra- 1 también, la configuración religiosa de los Fon del
lidad, sin que se pueda hacer a los dahomeyanos j Dahomey difiere sensiblemente de la del vudú hai-
sospechosos de superchería. Todo teatro se sitúa a j tiano, en el que todos los dioses son honrados en el
mitad de camino entre la posesión y la simulación, '. :. houmfo. El neófito aparece como un objeto pasivo,
y cae dentro del campo de la fenomenología gene- femenino, en manos de técnicos hábiles del
ral de la posesión. - ¡· namiento psicológico. Es notable que las mujeres sean
No hay que perder de vista que la crisis iniciática -
que pone en la iniciación está des- ¡ 23
Parrinder, op. cit., p. 107.
crita en el Dahomey como particularmente brutal, i u Herskovits, op. vol. u, p. 180.
¡J
25
Id .• pp. 179 ss.
Herskovits. op. cit., p. 199.
2
Parrinder, pp. 107 ss,
s
l
276 RELIGiONES POSESIÓN Y CHAMANISMO 277
más numerosas que los hombres en los conventos abandonan el convento, han perdido por completo
iniciáticos. Los hombres y las mujeres están separa- su personalidad antigua, son "otros", no comprenden
dos y, en el curso de esta reclusión· casi monástica, ya la lengua del país, son simbólicamente ofrecidos
están rigurosamente prohibidas las relaciones sexua- en venta como esclavos, y· su familia los "rescata"
les. Los neófitos se hallan obligados a ejercicios es- de los sacerdotes. Permanecen bajo la dependencia
peciales, que ignoramos en absoluto, y cuyo objeto estrecha de los sacerdotes que los han transformado,
es provocar la posesión bajo el control sacerdote. y trabajan de cuando en cuando para ellos. No dan-
Sin embargo, volvemos a encontrar en el ntual daho- zan ni entran en trance más· que por orden del sa-
meyano el rito central de adorcismo practicado en la cerdote, con .motivo de las fiestas en honor del
iniciación en el vudú: tras una primera enseñanza, al que se han consagrado y sometido como una es-
los candidatos llevan sobre la cabeza o sobre la nu- posa a su marido. 28
ca los "paquetes., sagrados de los dioses; estos sacra- Convendría volver a nuestro punto de partida y
menta son verdaderamente, como en Haití, el soporte situar en esta perspectiva estructuralista. algunas ten-
del dios. Pierre Verger insiste muy particularmente tativas cristianas marginales. En ambos extremos del
sobre la importancia de las hierbas en el estableci- sistema ortodoxó, _Y--
miento del vínculo místico estrecho entre el iniciado
y la divinidad a la cual se consagra. En el período
se---aCercan a lo/Sagrado O..._ªJ:.
vino) por caminos ·análogos....a ·1os --que acaoamos de
que separa la resurrección de la imposición del _nuevo esbozar. Sugiero comparar la posesión satánica, cuya
nombre, "se halla sumido en un estado de embota- realidad no ha cesado jamás de afirmar la Iglesia,
y de atonía mental; lo ha olvidado todo, ya con las formas de posesión desgraciada que exigen
no sabe hablar y sólo se expresa por sonidos inarti- la intervención de un exorcista especializado. Tanto
culados". 2 7 La constitución de la personalidad nueva en el pensamiento como en el sistema cató-
es muy "precipitada" en el vudú, si se compara la lico, el poseso se encuentra bajo el dominio de un
iniciación haitiana al paciente trabajo, a la inflexible espíritu maléfico que el sacerdote se esfuerza en ex-
disciplina de los sacerdotes dahomeyanos. Este traba- pulsar. La mística cristiana, en el otro extremo de
jo insensato, extraordinariamente eficaz, se extendía la cadena, realiza una curiosa síntesis entre el cha-
en otro tiempo a lo largo de años; ocho duraba a manismo y la posesión. Si se me permite pasar por
veces. Estos plazos han sido abreviados en nues.tros alto en esta sugestión preliminar los matices. parece
días, pero dejan de ser incomparable- que la marcha inicial del místico, en el umbral del
mente pí:S largbs que la de retiro impuesta_ a éxtasis, es ascensional, chamanfstica. La Iglesia
los hóunsi en Hai#. Esta reclusión, en el cur- confía, por lo demás, de este primer impulso y de-
·so de la se la. a unos nuncia el orgullo que amenaza a aquel que se aven-
jóvenes vigo:ros..OSr-€fUe aceptan fem1nerzarse moral- tura por esta vía. Pero al final de esta ascensión, el
mente, cualquiera que sea su sexo, al contacto cada místico se siente invadido,. poseído por la presencia
vez más estrecho· de un dios cuya sustancia los em- divina. El vocabulario que utilizan los místicos para
bebe lentamente, no está interrumpida sino por al- describir este estado de beatitud después de las prue-
gunas breves salidas ceremoniales. Cuando al fin bas de -tipo chamanístico está lleno de celadas. De
Yerger, op. cit., p. 72. 28
op. cit., p. 187.
Herskovits,
278 RELIGIONES
hecho, se trata de un estado de posesión ambiguo; LA LOCURA DE LOS DIOSES Y LA RAZóN DE
la intrusión de Dios en la personalid?-d humana no LOS H011BRES
realiza exactamente una encarnación: esta
ción parecería sacrílega en el sistema cristiano. Los
místicos afirman más fácilmente que en la esfera
intermedia que imaginan haber alcanzado se absor-
ben en Dios. Realizan asíJ a mitad de camino entre
ciJ:lo y estado ae-cte-spersonaliZaaori_ .ca:ra-é- l. ENFER.!\IIEDAD_, DESGRACIA Y RELIGIÓN
la posesión" auténtica, "(pie difiere de ella
"SOtamellte -por- su -·c·aracter terreno, inmediato, fami- El debate sobre la naturaleza psicológica o socioló-
liar, alegre, colectivo. Apenas hay esperanzas de que gica de la religión, al que se refería recientemente
el cristianismo africano pueda absorber pura y sim- Evans-Pritchard 1 con cierto escepticismo ecléctico" y
plemente las técnicas dionisiacas, teatrales de los cul- desengañado, es estéril en la medida en que esta
tos de posesión tradicionales. El gozo del místico aparente contradicción disfraza una experiencia :fun-
cristiano es puramente interno, yerto, cadavérico. Se damental, que es la de la desgracia y la finitud. Los
ha producido en el vudú haitiano un sincretismo en- funcionalistas no recuperan más que una parte de
tre los dioses africanos y los santos católicos. Pero la realidad, cuando, olvidando tratar la utopía re-
esta asimilación es completamente superficial; no hace ligiosa· como tal, se limitan a describirla como instru-
mella en la fuerte personalidad de los primeros.· ni mento de control social, no sin apremiar ·a veces a
altera en modo alguno la significación o el vigor de los hechos. Ahora bien, la religión -concierne ora al
las crisis rituales de posesión. Aunque se sitúen el uno individuo ora a la sociedad. Individuales o colecti-
y el otro sobre el mismo plano estructural, existe vos, . ritos se definen -ª-utónoma
una antinomia entre la marcha solitaria y dolorosa 'cieT1engüafénabiaao·-v··gestuaf-
----- ---·- ----·--
-
del místico cristiano y. el teatro sagrado de los posesos yecto de orden para··-défender o restaurar al ser de-
africanos, que los misioneros no han cesado de atri- __ ·su poteñdal vital' o,
buir a Satán. ..--aestruir eL ser del" otro. Estas- "diversas mcxfálidades;
a ia acción ritual individual
como colectiva, se inscriben en el tiempo. Parece que
sólo ,tfes posibilidades se abren al despliegue de los
ritos.
l) Cíclicos> son del orden de
tura. El proyecto de orden se vuelve
·1aestnictura mism'i
del de unanegaCión
al
_ _, ....... -···----··
1 1965.
' Véase Leach. 1961.
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