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HISTORIA BOLIVIANA 11/2 (1982)

EL MNR Y LA BURGUESIA INDUSTRIAL (1952-1956)

Gustavo Rodríguez O.
(Cochabamba)

Es un hecho que el MNR, en sus actuaciones anteriores a abril


de 1952, enarboló un programa "grueso" y poco explícito. Tal vez
pensaba que no definiendo al detalle sus intenciones podría articular
mejor el abigarrado conjunto clasista, que contenía dentro de su or-
ganización.
Una vez en el gobierno el panorama cambió, pues debió enfren-
tarse a la materialidad de las clases sociales, a las cuales debió dar res-
puesta concreta. Concreciones que fueron perfilando aquello que te-
nía en mente o venía impuesto por la propia sociedad civil.
A lo largo de las páginas siguientes, hemos intentado establecer
algunos elementos de la relación entre el MNR y la burguesía indus-
trial en los años que corresponden a la primera administración de
este Movimiento. Claro está que, del mismo modo que el capital no
es un hecho físico, sino una relación social, la dinámica de la indus-
tria capitalista no se entiende exclusivamente por los resultados de su
proceso de trabajo, sino también por las clases sociales que ella mate-
rializa. En este sentido hemos tratado de dirigir nuestra investigación,
si bien guardando sus múltiples autonomías.
La importancia del tema en cuestión radica en que puede ayu-
darnos a comprender la debatida naturaleza de clase de la llamada
"Revolución Nacional" y de la forma estatal que terminó engendran-
do; aunque, como es de suponer, estamos seguros que este ensayo no
arrojará todas las luces posibles sobre aquel acontecimiento, ni si-
quiera en la parte específica que le toca tratar.

l. EL AMBITO SOCIAL
1

Es ya un lugar común afirmar que la eclosión del 9 de abril de


1952, que tuviera como protagonistas centrales al ejército oligárqui-
co y a las masas populares guiadas por el proletariado minero y fabril,
no estaba concebido como un vasto alzamiento que originara la vir-
tual liquidación de los aparatos represivos de la "rosca minero-feu-
dal" y suprimiera de escena a sectores clasistas de la formación social
boliviana. De suyo, los hechos originados aquellos días se encargarían,

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al influjo de las masas, de transformar en una verdadera- in 8 ·, �
"l odf h b . urreccion No había adquirido conciencia de que sus intereses corporativos
. o q�e P . ra a · erse reducido a un golpe palacíego más en nuestra ' a)
historía" (1). · debían rebasar sus propios límites y convertirse en los intereses
El M�vimiento Nadonalista Revolucionario (MNR) había acudí- de los grupos subalternos.
d.o al . golpísmo amparado en el consenso que le· pudiera otorgar su ·
· d 1 electoral
victoria , · , ._
.de 1951 y en la seguridad de repe t·ll' 1 as caractería, b) - No concebía al estado como instrumento propio destinado a
t icas e rápido triunfo de 1943 cuando encumbró al g b · · · crear las condiciones para su ampliación social. ( 5)
nalista de Villarroe.1 ' o terno nacio-
. "�a polític� �iene empero, su propia legalidad. En palabraa de Le- La crisis de hegemonía anotada, permitió a fracciones de la clase
nin tien� su_ lógica objetiva con pre'scindencia de lo que las personas media establecerse como "puente entre la lógica del capital y la de-
o los P�Idos planean de antemano" (2). Dicho de otra manera una manda de las clases populares" (6}. En Bolivia empero, la pequeña
correlac1on_ de íuei:zas _ tal como la que se había gestado en B¿livia �, burguesía hizo algo más que sentirse por encima de ''la contraposi-
por �sos anos, tema que dar como resultado, casi inevitable e inde- ' ción de clase" articulando en su discurso las "propuestas del- capital
pe?d1ente�ente de los deseos de sus actores los acontecimientos , y. el trabajo" (7). Partiendo de la concepción de la inexistencia de
allí producidos. ' una burguesía con una mentalidad nacional, tomó a su cargo impul-
El sorpresivo movimiento insurrecciona! modificó radical t ' sar la reproducción capitalista a través del estado. Este rol de la pe-
el cont?rno social boliviano. Este nuevo campo de relaciones ::r�a� queña burguesía no puede confundirse con el hecho normal del reclu-
se. ,hall� _su punto centr�l, en la reorganización estatal. El estado su- - ,tamiento de la administración burocrática del seno de la pequeña
fno ahí una transformacíón que no provenía de una alteración de. su burguesía, como acontece en cualquier país capitalista. La pequeña
c�rresponde�cia con su base económica, sino que reflejaba los cam- burguesía ubicada en el MNR no se sentía como mera administradora
bios acontecidos en . la correlación
_ de fuerzas · En propiedad as1s ,
· t·u1a- del estado, no razonaba como personal estatal que cumple y ejecuta
mos a un re 1 evam1�nto, no de_l tipo de estado, sino de la forma de �s:- -dentro los límites de la autonomía relativa- las órdenes que emana-
,
tado. Pese a sus reiterados atnbutos "señoriales" , el. estad o o ligarqui- .: ban de la clase que detenta el poder del estado. Se consideraba -y casi
co expresa b a -aunque en forma no totalmente plena- un do · · d lo era- la directora del proceso.
el� capitalista. Dominio, que la forma estatal en germina::�n� Una primera consecuencia de este rol autoasignado de la peque-
dería a expresar de modo_más completo. · ña burguesía, está dada por su enfrentamiento· cotidiano con la bur- _
. Para caracterizar este convulsionado período que se abre en guesía "real". En este frente chocan el MNR, conciente de fo necesa-
abril de 1952, y que para algunos concluye en 1954 t · rio para reproducir y extender el orden capitalista; y, la burguesía (le
1956· h h bl d d Y, para o ros en
" , se ª. a a o e una fase de hegemonía de las masas donde carne y hueso (la industrial sobre todo) conciente de sus intereses co-
e� �roletariado �s la clase dirigente del proceso democrático bur- mo capitalista; pero no, de cómo reproducirse socialmente a escala
�es (�)., Es decir, es un m?�ento en el cual el proletariado lucha ampliada. El razonamiento capitalista es aquí individual e inmediato
com� diría Marx, �n el Manifiesto Comunista- no contra sus propios sacrificando su propio interés general de clase a "sus intereses parti-
enemigos de clase, su�o _contra los enemigos de sus enemigos ( 4). culares más limitados" (8).
Ahora, la , ausencia de hegemonía obrera no significa strictu Un segundo resultado, es que la pequeña burguesía ( -como vi-
sens� �egemo?1a burgu�sa. Ello, es cierto en particular para la bur- mos en el capítulo anterior-) deba acudir al estado al que ve como un
gues1� 1�dustr1al ?ºliviana, la cual no reunía para sí los requisitos pa- "deme machine". Nos encontramos, por tanto, a la vista de un fenó-
ra adjudicarsa el liderazgo moral y político de la sociedad; pues: meno algo más complejo que un mero "sustituismo". Ya no se trata

-(1) LORA, Guillermo. La Revolución Boliviana. La Paz Difusión 1963 ág (5) De acuerdo a lo planteado por Antonio Gramsci. Sobre el concepto de he- -

�!�ºs, . plorC1Sinesio19L707PE�.
92. ' , ,P • gemonía en este autor, puede verse Cristine BUCI-GLUKSMANN, Del con-
(2) sentimiento como hegemonía: la estrategia gramsciana, Revista Mexicana
La� coyunturas revolucionarias en Lenin y
., acso, , pag. 16 . de Sociología, Vol. XLI/No. 2 (1979).
(3) • (6) LECHNER, Norbert. La crisis del estado en América Latina, Caracas, El
ZAV ALE:1,'A �-, René. El Proletariado Minero en Bolivia. Revista Mexica-
na de Soeíología, Vol. ��/No. 2 (1978), pág. 525. · j Cid, 1977, pág. 65. .

0)�
(4) MARX, Carlos. El Manifiesto Comunista. Moscú. Progreso f , pag. ¡ (7) MARX, C., El 18 Brumario de Luis Bonaparte, Moscú, Progreso, s.f., pág.
. • 8 .. 26 .
1

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llanamente de la realización de las tareas históricas de una clase por ( vecharon las grietas que les ofrecía la contienda fracciona! al interior
o�ra. Ocurre que el :stado debe tomar a su cargo tareas que en pro- l de la clase dominante, par� tratar de i�poner en el �scenario de l�s
piedad corresponderían a las clases sociales (Ba),' � contecimientos sus propios planteamientos. Sucesivos pronuncia-
Ahora. bi��, a diferencia de 1946, cuando los tímidos intentos t �ientos, anteriores y posteriores a la insurrección ,de abr!l, se encar-
de mode1;11za�io� capitalista encaminados por el gobierno de Villa- t garían rápidament� d� mostrar que aquellos �onfluia!-1 hacia metas ta-
rroel habían sido desmoronados por la oligarquía; la destrucción so- 6 les corno: reconocimient� del �erec?o �� cmdadam.a pa� �odos l�s
cial de los grandes mineros y latifundistas permitió, que aquella for- j ''sectores sociales" del país, nacionalización de las minas sm indemni-
etstata11 emergente de la insurrección, ganara en autonomía, tanto I_-. zación y revolución agraria, junto a otros de menor importancia (12).
fma
ren e a os sectores opuestos a la expansión burguesa cuanto frente • En principio, la dirección del MNR, que gustaba repetir que las
a su base de reproducción mundial (9). . i contradicciones particulares entre una fracción ( ?) de la '.'clase explo-
Se trataba en fin, de que ahora· como nunca antes en su historia f tada" con otra de la "clase explotadora" (por ejemplo, campesinos-
existían condiciones para que el estado boliviano actuara verdadera: ¡ latifundistas) no perjudicaba al conjunto de la lucha nacional, no se
mente como un "capitalista. colectivo" e impulsara la dinámica ex- l opusQ a aquellos requerimie�t�s.; pero, c�n?i�ionó su ej��u�ión a qu�
pan�iva �?l capitalismo en el ámbito local. Por cierto, que esta ínédi- f se hiciera "dentro de las posibilidades históricas de Bolivia (13). Di-
ta srtuacíón estaba acompañada de un acontecimiento no menos no-
Í
& cho de otra manera, que no sobrepase los límites burgueses.
v.edoso: �a .ocupación de 'los aparatos estatales por parte del proleta- Dotado de tal permeabilidad, el partido gobernante consintió y
ríado. Mínistros obreros, control obrero, milicias armadas, cogobier- ! aún organizó -en el sector agrario por ejemplo- movilizaciones por
n? CO�-MNR; mostraban hasta _que punto la debilidad burguesa ha- ¡ aquellos reclamos, tratando siempre de adecuarlos a los requerimien-
. bía tenido que ceder frente a la fortaleza física -pero no ideológica- i tos del nuevo modelo tíe acumulación capitalista que pugnaba por
del proletariado. l - instaurar (14). A la postre, el MNR consiguió, no sin cierto grado de
, .Contraríaments a .10 que una visión excesivamente simplista po- 1 resistencia, imponer su perspectiva .. Conspiró en su favor. el que las
dría suponer, el cogobíerno COB-MNR no significó una profunda al- J demandas obrero populares acusaran tal inmediatez y fragmentación
teración en las practicas estatales. "Los ministros obreros -había J que de hecho no constituyeron una propuesta articulada de gobierno
sentenciado la Tesis de Pulacayo- no cambia la estructura de los go- 3 (15).
biem�s burgueses" (10). Desde el lado obrero, la labor cogobernante ; Con todo, aún como expresión deformada del radicalismo popu-
era VISta como el cumplimiento del papel de "impulsor de las medi- lar, aquellas medidas dejaron horrorizada a la burguesía boliviana an-
das esta�les, venciendo los temores (y) las inhibiciones de la pequeña te los desbordes emergentes del proceso democrático, cual si ya fuese
b�rguesia" (11). A pesar de este señalamiento; desprovisto el movi- la negación del propio orden burgués (16).
miento obrero de una política económica alternativa del MNR atra- · No es entonces casual que la nueva situación estatal que se asen- ·
pados P,or las estruc�ras internas del estado -cuya existencia objetiva tara sobre la supresión de lo "único plenamente burgués que existía
c_ompeha . Y constreñía sus acciones- los ministros obreros se convir- en Bolivia" (17) produjera una descomposición en las mediaciones es-
tieron en mterlocutores obreros de la política del MNR. tado-clase capitalista. El estado en el capitalismo debe constituir una
. Con ello, no se quiere· negar, de ninguna manera, el decisivo rol garantía de la propiedad privada; y, ésta es una barrera que no debe
Jugado por las movilizaciones obrero y campesinas en la adopción de
las_ transformaciones centrales operadas por la "revolución nacional". (12) Véase por ej., LOS TIEMPOS (Cochabamba) 24 de junio de 1952¡ también
Trmnfante Y en armas, el movimiento popular, no se agotó en el es- ¡: 12 de julio de 1952.
trecho marco de la propuesta con que los nacionalistas revoluciona- � (13) PAZ E., Víctor, Programa del MNR, en G. LORA, (comp) Documentos
polüicos de Bolivia, La Paz. Los Amigos del Libro, 1970, pág. 165.
ríos habían acudido al "golpe" de abril de 1952. Al contrario, apro-
(14) LUCERO, Héctor. La Revolución Bolivia entra en una etapa decisiva. Re-
(8a) V�ase El Resurgimiento de Antonio GRAMSCI. v1s Marxista Latinoamericana (Buenos Aires), No. 4, (1956), s.p.
(9) (15) MAYORGA, René. El estado y el desarrollo económico en Bolivia. 1952-
Vease. P� E.! V�c�r. Discurso en el acto de inauguración de los cursos de 1978. Mimeo. s.r., pág. 34.
capacuaeto« sindicalista, Industria (La Paz}, febrero 1954, pág. 37. (16) Esa impresión tuvo el autor en una entrevista sostenida con Enrique Pa-
(10) CORNEJO, Alberto. Programas políticos de Bolivia Cochabamba, Imp
lazzl, quien fuera presidente de la Cámara de Industria en Cochabamba. La
Universitaria, 1949, pág. 326. ' entrevista se llevó a cabo el 4 de enero de 1980.
(11)
CENTRAL OBRERA BOLIVIANA. Documento del J er. Congreso Nací - (17) Según expresión de René Zavaleta Mercado.
nal de Trdbajadores, La.Paz, s.e., 1966, pág. 24.
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ser fácilmente traspasada, ni por las fuerzas adversas al capital ni p ' guieron perturbar el normal funcionamiento de la dinámica capitalís-
e! propio es�do. Si este· último ocurriese, puede esperarse u�a rea�� ta éste -sabído es· requiere de una libre movilidad de la mano de obra.
cion cont�na ?e l?_s organismos cooperativos de la burguesía, aun. casi es una necesidad crucial para su existencia. En ese sentido, es
que esta estatización de lo privado" se haga al fin de cuentas par que una· de las funciones estatales, es asegurar que esto ocurra fluida·
favorecerla. a mente .
. , Cuando .en Bolivia ocurre que el sector de punta de la produ-, Por el contrario, en el caso que analizamos, asistimos a un raro
�1º� burgu1esba es exp,ropiado por el estado, como resultado del ernpu, momento en que el estado boliviano veíase forzado garantizar lo con·
Je o rero, a urguesia real -la de carne y hueso-, consi'dera que se h trario. Lo cual, no sólo supone problemas para la acumulación del ca-
t:ansgredido lo.s !ímites de _la seguridad estatal y comienza a deseo:� pital, s�?ó que conlle�a, s�,bre tod�, una incert�du�bre que conspira
f iar �; la efectividad del nusmo, exigiéndole garantías para la e ti- contra la paz y segundad requerida por el capitalismo,
1
nuac1on_normal de su proceso de reproducción material. on , La conclusión decisiva que es posible sacar de t.odo lo preceden-
As1 lo entendió la Cámara Nacional de Industrias. Cuando en I; r te, es .que la agudización de la lucha de clases en el país, junto con los

"memo�andum" expedid� en La Paz en noviembre de 195 3, expre�� ;. désbordes de la socied�� �ivil orillaro_n una situación e� l� cual la
su segundad de que el gobierno boliviano: : nueva forma estatal, diffcilmente logro asegurar las condiciones ge·
. ¡ . nerales externas· de la producción capitalista (seguridad y represión);
" ... otorgaría todas las facilidades y garantías suficientes para la ínversíé l motivando en la clase burguesa, serias dudas sobre la conveniencia de
del capital "?". (añadiendo que) ... Sin duda, no puede tomarse corno ej��� f· continuar valorizando su capital.
plo en cont�ano la nacionalización de tres empresas mineras, operada en el l· Ante esta crítica situación el MNR trató de. reducir la incerti-
curso del ano pasado, que importan una medida excepcional ... " ( 18). f dumbre burguesa, proponiéndoles el cambio de un mal presente por
S t, . . , f' un buen futuro.
e es an reproduciendo aquí las escaramuzas entre el estado -re- [ Bajo ese entendido, en un discurso pronunciado en el IVº Con-
pres�ntante de la clase ?u�guesa en general- y una fracción de la bur- ,. greso de la Cámara Nacional de Industrias, Paz Estenssoro, señaló: ·
gue.s,1a, en torno � l�� limites. de lo pri�ado y estatal. Por propia ubi- f·
c�c1on el estado ve por encima de lo ínmedíato, las medidas reque- t· "Al presente, hay situaciones incómodas, obstáculos, problemas diarios.
ridas para e�tender. las relaciones capitalistas de producción. Parte de f . Soy el primero que los sufre ( ... ) pero, no debemos olvidar -repito- que es-
su �utonomia rel�t1v�, descansa en su capacidad de intervenir contra r tamos viviendo una época de profundas transformaciones, de cambios que
l�s .mt1e:�ses econorrucos de. una fracción capitalista, en aras del inte- i: van a significar la liberación de fuerzas productivas, o sea, que estamos
res po 1 tico de. clase. Precisamente, el que exista esta cont ra diiccion, " e,
f creando condiciones para un extraordinario desarrollo industrial. Hay que
l.
exp ica y .permite la auton?mía relati�a del estado. l afrontar los problemas presentes pero mirando también el porvenir, en el
.. O_bv1amente, un conjunto tan rico de acontecimientos clasistas f que tendrá plenitud la nueva Bolivia que estamos construyendo, porque de
y sindicales, como fue otro· modo, sería como atemorizarse contra los dolores del parto y evitar el
, . el período
. post insurrecciona! , no p o dí1a me . i:
nacimiento de un nuevo ser humano". (20)
nos que pesar e? múlüples lugares de la sociedad. Si en las grandes Ií-
neas� e.n el destino y funcionamiento de la estructura económica, el
En medio de su precariedad, la burguesía industrial boliviana no
�ov1m1enF� obrero no pudo en definitiva imponer su vocación no
atinaba, empero, a conceder tregua a la autonomía relativa del esta-
iba a oc.urr�r otro t�nto en el ámbito más estrechamente ligado 'a la
do, ni a extender a largo plazo la vuelta de las condiciones "subjeti-
escena sindical. Allí, en la lucha tradeunionista, sería donde usaría
vas" ( orden y paz) para su acumulación.
so?radamente el poder recién .adquirido. En este teatro de sucesos lo-
Trataremos de exponer brevemente estas ideas. Al no dominar
gro, tempranamente, que los despedidos por causas político·sindic . ,
el proceso social en su conjunto, sintiéndose desplazada del poder del
. l�s _d��de 1946, fueran recontratados. Tiempo después obtuvo la pr. .
h1b1c10? deldespido de empleados y obreros (19). estado y, constreñida por la invasión estatal sobre los espacios priva-
dos de valorización de capital, la burguesía industrial, miraba el acon-
Aun, sm este objetivo implícito, estas acciones clasistas co si-
tecer social y económico desde el estrecho ángulo del beneficio inme-
(18) INDUSTRIA, La Paz, noviembre de 1953, pág. 19.
diato. Y si aceptaba las duras condiciones actuales, no era del todo
(19) CANELAS, Amad�. Mito y realidad de la industrialización en Bolivia e, 1
chabarnba, Los Amigos del Libro, 1966. ' (20) INDUSTRIA. La Paz, abril de 1956. Pág. 16. ·
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porque confiara en la dirección social del MNR. Quizás más temía, ;
. ·, d. e una estrategia basada en un mínimo consenso. Aquel mo-
colocar la contramano de la Revolución Nacional y terminar transí. :. cus1on ¡· · t ··
t ésta no podía ser otra que mantenga los mearmen os agrans-
tando por el mismo camino que la oligarquía.
En este orden de cosas, se producirá una rápida manifestación f
-· men °, id 1
, s de la diversificación económica, pero no descm e as necesi a es id d
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que incidirá en la legitimación de la forma estatal emergente de la :· de la acumulac1on m us ria . , . .. , , .
confrontación de abril de 1952, frente a la burguesía. Esta clase re- .' Claro que, no habría explicacion alguna si d1Jeram?� q�e las u�1-
quería i,mperiosamente saber si más allá de las circunstancias actúa. i ones que impulsaron al estado a plasmar su polí tica industrial
cas raz superestructurales. Debe recordarse que 1 a m. d us t na . " manu f ac-
les, la organización de la sociedad política, armada por el MNR, re- :
presentaba los intereses del capital. A su vez, comprendía· el propio ? eran a" era considerada por el MNR como uno de los "sectores fun-
turer , t ib ·
MNR que no podía efectivamente, dominar el país sin toda una gama damentales de la economía nacional", por lo que, cabía con rt mr. a
de compromisos con fracciones de la burguesía a riesgo de quedar la fluidez de su reproducción. Pero, una cosa es esto y otra. muy d�s-
preso de las masas. Como administrador del estado, .el MNR debía . ta que el MNR pretendiera encajonarse tras el desarrollo industrial.
resolver su problema de legitimidad frente a la burguesía industrial,
tín '
El mismo término de · "diver�1fi�ac1on
· · ·, eco�omica
' · " sug1_ere · e l ar amen -
para lo cual, requería reproducir las relaciones capitalistas de produc- te, la pretensión de no constituir he?emorusmo.s �ect�nales,. do�a?do.
ción y mostrarse como garante efectivo de la sociedad que lo cobija- 1 apitalismo boliviano de una relativa autosuficiencia que impidiera
ba, a la par que prefigurar mejores condiciones para la valorización que las fluctuaciones en el mercado mundial repercutieran sobre su
del capital. funcionamiento.
De un modo más general, la necesidad de que la burguesía in-
dustrial y, la burguesía boliviana en su conjunto, se mirara en el esta- 2. LA POLITICA
do, era sumamente relevante para el MNR, a objeto de evitar que a-
Como acaba de verse, existen dos puntos para entrar a la com-
. . contra el abastecimiento de .los bienes por ella producidos, ��
tentara
prensión de por qué de la política estatal frente a la industria. ,
disminuya el grado de acumulación de capital, etc., arrojando más �
agua al molino de la crisis económica y social. De igual modo, impor- Sin embargo, por consideraciones ya hecha�, el MNR · no está
taba impedir que la burguesía industrial se sume a la desestabiliza- buscando desenvolver la mediación estado-industr!a, _de modo de pro-
ción del gobierno propugnada por la oligarquía. mover un acelerado desarrollo de este sector econormco.
En otros términos, lo que estamos buscando decir es que los in- Así y todo, como resultado de un compromiso impuesto por �a
tentos de recuperación de la burguesía industrial, por parte del MNR, correlación de fuerzas y la luch� de clases! más �ue de una estrategia
pueden contribuir a explicar la política estatal llevada sobre la indus- conciente, aquella política estara pues, _mas. destm?da a mantener las
tria "manufacturera" en los años 1952-1956; en Íos mismos, donde condiciones de· funcionamiento del capital industrial, que a provocar
la política económica se convertirá casi en la principal mediación su ampliación. · , . .
estado-burguesía. · . En tal sentido, será entonces, una pohtíca no destma�a, fun�a-
En lo inmediato, la burguesía industrial, presentaba.buenos re- talmente a producir realidades físicas sino, a reproducir relacio-
mensociales, lo
nes · · d u' ltiima d e 1 es t a-
' que en buenas cuentas es la fmahda
quisitos para ser considerada como aliada por el MNR. Tenía peso en
la economía y una organización corporativa de índole nacional. A do en el capitalismo. . . .
más de que sus requerimientos en la acumulación no chocaban radi- A grosso modo, podríamos en los años 1952-1_956, dist!�guir en
calmente con el esquema del "nacionalismo revolucionario". (21) la relación estado-industria dos aspectos de una misma poh tíca, As-
Visto concretamente, y como ya se. ha insinuado, ganarse a la 'r pectos que por comodidad de exposición los designaremos como:
burguesía industrial en todos los ámbitos constituirá el sentido de
muchas de las acciones estatales en el primer período del MNR. Pa- a) Política industrial
ra ello, diseñará una política que armonice con las demandas más in- b) Política hacia la industria
mediatas de los capitalistas individuales con el buen desarrollo del ca-
., pital social. En esta racionalidad era de singular importancia la conse- El in · so primero, hace fundamentalmente, refer�ncia a la ac-
ción estatal como agente productor en el campo industrial. Se t�atab�
(21) Véase mi trabajo. Estado e Industria Manufacturera en Bolivia (1952-56}¡ r en fin, de una intervención que corría si? �ediación a�guna, mscr�:
Quito, FLACSO. 1980. (Inédito). ·t biendo directamente al estado, como capitalista; en el ciclo del capi
t tal industrial. Esto implicaba, que el estado se encargaba de trasladar
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capital-dinero, proveniente en su mayoría de la minería nacionaliza- y restarle posibilidades, ya que esas industrias (Molino de Yuca, Fábrica de
da, para transformarlo en capital productivo en otro sector. Leche en Polvo, Ingenios Azucareros, etc.) serán manejadas por manos
i::or el contrario, la segunda, muestra formas más bien indirectas privadas en forma de sociedades anónimas, de cooperativas de producción
a traves de las cuales, el estado actuaba positiva o negativamente so- o de sociedades mixtas; una vez que se hallen totalmente instaladas".
bre la valor.i�ación del capital industrial. En este punto, corresponde (24)
una aclaración, La política estatal del MNR no se circunscribió única-
men!e a facilitar la reproducción industrial. Presionado por circuns- La no apropiación estatal de las industrias por él creadas retra-
tancias que emanaban de su compromiso con la "clase obrera. tomó taban el intento . . del gobierno de la "Revolución Nacional", de con-
medidas que desalentaron la acumulación en este sector. Olvirdar este tribuir por propia mano, a ampliar la capacidad de acumulación y re-
último equivale caer en un burdo "instrumentalísmo" ( el estado cap- . producción de la clase burguesa. Este procedimiento era una suerte
turado por la clase dominante), ignorando el peso de 'la lucha de cla- . de subsidio que buscaba aliviar al capitalista industrial de los costos
ses en la cristalización de las políticas estatales. 'propios de la instalación, así como de evitar el ''riesgo de la inver-
. Volviendo sobre el primer punto enunciado. En la medida en sión", toda vez que la- privatización de estas empresas se haría una
que el estado �e . introd�jo en un, ámbito considerado como propio vez qué esté asegurada su rentabilidad.
por la burguesía índustrial, en razon de que no contenía condiciones De acuerdo con lo señalado, mediante este mecanismo se des-
tales como la le�� rotación del capital, indivisibilidad del producto . personalizaba la plusvalía generada por el proletariado minero, prin-
etc., que l? alejarfan de las posibilidades privadas; puso al desnud� cipal fuente de excedente estatal, transformándola en plusvalor so-
una vez mas, las contradicciones existentes entre el aparato estatal cial. La burguesía industrial boliviana veíase así, favorecida por la dis-
la burguesía industrial emergentes del modo de acumulación impulS:. ponibilidad de uri trabajo no remunerado que no explotaba directa-
do por el MNR. mente pero, del cual resultaba a la larga apropiándose .
. , En efecto, aunque a los ojos de la burguesía industrial, esta in- Es pertinente anotar que el estado boliviano, mediante su actua-
vasion estatal era resultado de las "escasas posibilidades marginales de ción "empresarial", buscaba no sólo acelerar el desarrollo, burgués si-
crear em�resas a base �e capital privado interno" (22), hallaba que no, orientarlo hacia los sectores que estimaba más conveniente. Para
ello. conñrmaba las peligrosas tendencias "estatístas" que creía ad- el gobierno del MNR quedaba en claro, luego de la experiencia de la
¡: vertir en el estado. La premisa que los movía era de corte liberal dominación oligárquica, que las solas leyes del mercado, eran incapa-
p�e�, sos�enía? �ue �ste. debía dedicarse simplemente a funciones ad: ces por sí mismas de promover la diversificación del país; de ahí que,
rmmstrati�as sin mrmscmrse como empresario en la economía (23). las empresas escogidas por el estado para su implementación buscarán
En virtud a esta confrontación, el MNR quedaba atrapado entre asegurar la realización de este objetivo.
la. "cruz Y la espada". Por contribuir a la extensión del sector indus- Acorde a esta percepción durante los años analizados, el organis-
tríal; r�sultab� enfrentando a los intereses más inmediatos de la bur- mo estatal CBF, estableció bases suficientes para poner en marcha
guesia industrial, · · una serie de unidades productivas en el campo industrial que en con-
No ob�tante, percibiendo esto a cabalidad, portavoces guberna- junto implicaban una inversión total de aproximadamente 15 millo-
�en�les senalaro.n la transitoriedad de la presencia estatal, como ca- nes de dólares. Estas empresas se distribuían fundamentalmente en la
p1t�!1Stas p�oductivos, en el área industrial manufacturera. Una decla- rama II* de la economía y estaban constituídas de la siguiente mane-
raci�n oficial del Ministerio de Economía Nacional, 1954, deja cons- ra: Ingenio Azucarero "GUABIRA" en el Departamento de Santa
tancia que: Cruz; Planta Industrializadora de Leche PIL. en Cochabamba; Fábri-
ca Nacional de Fósforos en La Paz; junto con algunas pequeñas "pi-
�'Si el �tado, como ocurre actualmente, promueve la creación de nuevas · ladoras" de arroz en las zonas orientales del país. Este cuadro se com-
mdus�nas con sus propios planos y recursos económicos, ello obedece a la pl eon dos molinos harineros ubicados en ef Departamento de
nec.es1dad de acelerar nuestra liberación de los mercados externos y no de- arija (25). ·
be mterpretarse como si el gobierno pretendiera sustituir el capital privado La lectura de los datos anteriores nos sugieren varias conclusio-

(22) I�DUSTRJA. (La Paz) abril de 1966, pág. 16. . .


(23) Vease Jose ROMERO LOZA, Bolivia: Nación en Desarrollo La Paz Los
* Rama 11: Medios de consumo.
Rama 1: Medios de producción.
Amigos del Libro, 1974, pág. 319. ' ' (25) PAZ E., Víctor. Discurso ... , pág. 63-66.
·rv:
132
oco servían para sentar las bases de un di_namismo industrial (2�:;;
nes: j p Las consideraciónes anteriores P?�1an parecer. una exageración
Lo esmirriado del nuevo parque construído no nos autoriza a ara el lector poco informado. Para dísípar dudas, oigamos a una voz .
sostener que .el MNR intentara seriamente crear, desde el estado, uti-
lizando para ello la CBF, tina nueva burguesía de características "na-
cionales" con asiento en la industria manufacturera. Esta era una em-
I!
�.
�utorizada. En junio de 19�7, en ocasión de �resentar al Segundo
congreso Nacional de Trabajadores, �u:in Lechm Oquendo, Secreta-
·0 Eiecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), sostuvo: ,
presa más allá de las fuerzas y posibilidades de gestión directa de la I n � .
acumulación del capital industrial presentes en él primer gobierno i "Como Bolivia no es un país ni medianament.e industrializado, el objetivo
de Víctor Paz Estenssoro ( 26). t del desarrollo económico no podía ser, como en otros países, híerrorce-
Ahora bien, la diversificacíón económica no tenía como eje no- i
! mento y energía eléctrica sino, la producción de alimentos, de artículos de
dal la irradiación industrial; lo que halla su correlato, en las especifi- consumo. Esta fue la orientación correcta que siguió la política económica
caciones del sector estatal manufacturero puesto en marcha en la pri- l- del gobierno de la'Ravoluclén Nacional". (28)
mera .etapa gubernamental del Movimiento Nacionalista Revoluciona- 1
rio. La mirada retrospectiva de Lechín, sobre el primer gobierno del
El impacto y efecto de arrastre de este sector sobre el resto de MNR, confirma en todos lbs aspectos lo que hemos venido soste�en-

1
la industria era prácticamente nulo. Siendo en su mayoría producto- do: los ámbitos de la acción directa estatal no encontraron su nucleo
ra de valores de usé> de consumo ñnal, su eslabonamiento hacia ade- en la expansión industrial. . ·
lante se agotaba rápidamente. Tampoco contribuía decisivamente a
abaratar el valor de la fuerza de trabajo. Su mayor resonancia recaía i . Tratemos ahora, el otro frente, que por buen uso hemos llama-
. do política hacia la industria. .. .
más bien sobre la. estructura agraria. Más propiamente, la empresa f El ciclo del capital-dinero, visto en su: conjunto, opera de la si-
azucarera Guabirá de una capacidad. de 19 mil toneladas, abriría un
eje a través del cual se canalizaría gran parte del desarrollo capitalista
1 guiente manera: D-M_mp ... P ... M' -D', conteniendo tres fases:

agrario en el área de Santa Cruz de la Sierra.


. La situación es tan clara que aún analizando el proceso en su
1i D-M_mp . �apital-dinero; función compra

conjunto o sea, sumando a las empresas de la Rama II, las instala- P ... capital productivo, función valorización
ciones en la Rama 1, llegaremos a las mismas conclusiones. En la Ra-
ma 1, la política del MNR giró en torno a incentivar el desarrollo de
1¡ M'-D' capital mercancía, función venta '
la industria Petrolera; la cual llegó a tasas inusitadas de crecimiento 1 •
(72.9%, 1952-55). En grado mucho menor se ocupó del rubro de ma-
teriáles de construcción en el que se redujo a terminar la fábrica de
i� En general el estado puede intervenir en cualquiera de los mo-
mentos a objeto de acelerar o deprimir la acumulación del capital.
cemento "SUCRE" (27a).
Es fácil · observar que, tanto el petróleo como el cemento no
l Las formas son múltiples y tan variadas que imposibilitan un listado
que no sea a la vez extenso e incompleto. Más didáctico es establecer
contribuían tampoco a salvar los problemas derivados de la "repro-
ducción dependiente" del capitalismo boliviano. Al no ser unidades
1 centros de la gestión estatal. A nuestro juicio, éstos se encuentran en

¡
destinadas a la producción de maquinaria, no permitían romper, al J
(27b) Dicho a grandes rasgos, la estrat.egia del MNR, comprendía la realización
capital industrial, su inserción con el mercado mundial; por lo qu de la Reforma Agraria y la Nacionalización de las Minas las cuales -se argu-
i mentaba- crearían las condiciones para la diversificación económica. En
realidad, visto desde ese ángulo, .ambas eián más medios que fines. La d!-
. ·� iJ versificación económica, no implicaba, como muchas veces se ha sostení-
!� f do, un desplazamiento del sector-eje de la acumulación hacia la industr}a.
Lo que se proponía era algo más �od�sto: se �r�taba de llenar l�s vacios

n del mercado interno y dotar al capítalísmo bolívíano de una relativa au.to�


'�·; ¡1'.i
"'. 2.

suficiencia que impidiera que las fluctuaciones en el mercado mundial,


� t repercutieran sobre su funcionamiento. Véase Walter GUEVAR� ARCE,
Plan de Politica Éconámica de la Revolución Nacional. La Paz, Mm. Rela-
(26) Sin gran base productiva previa, con la cotización del estaño en deseen o,

l
'

'
pagando indemnización a los "barones del estaño", ete., era sumame te ciones Exteriores y Culto, 1966.
¡
. difícil que el estado pudiera transferir una gran cantidad de plusvalía• (28) Citado por: Amado CANELAS, op, cit., págs. 43-44.

�r,
(27a) PAZ E., Víctor. Discurso ... , pág. 65.
¡
135
134
la fase del capital productivo y ocurren a través �e modificaciones en La conversión del capital-dinero en capital-productivo en escala
.. el valor del capital constante y de fuerza de trabajo �29). - . . creciente, depende de otro· tipo de condicionamientos que no sólo
Aunque ést.os sean los eje� .no��es, no es. posible, al an�izar la tjenen que ver con la posibilidad de obtener plusvalía, sino también
· política estatal, ignorar la movilización de capital social mediante el con 1as condiciones sociales y aún, económicas que rodean la valori-
otorgamiento de créditos de inversión; sobre todo en circunstancias zación del capital.
en las que los bajos niveles de acumulación del capital industrial, im- En otro lugar, hemos mostrado cómo la crisis social que acom-
pedíanle llevar a cabo por sí· mismo, un vigoroso proceso de repro- pañaba al primer gobierno del MNR, indudablemente, no daba seguri-
ducción ampliada. dad a la burguesía industrial de continuar usufructuando del plustra-
En el caso de la política crediticia, que corresponde a una inter- bajo' generado por el proletariado· al que explotaban. Lo que todavía
vención en la fase D-M, la acción estatal fue, como· 10 reconoce la no hemos dicho, y que constituirá una constante en la fase que ana-
CEPAL, favorable a la industria (30). Correspondió al Banco Central
de Bolivia jugar el rol . central en esta ampliación, a partir de la socíe- ' lizamos, son las altas tasas dé ganancia en el área del capital comercial
dad, del monto de capital-dinero en poder de los capitalistas indus- . (especulativo) ( 3 5).
triales. Naturalmente, a partir de ambas situaciones, el capital-dinero
Así, si en 1951 sólo el 21. 77 de los créditos a la industria manu- tendió a dirigirse hacia ese ámbito; proceso del cual no escapó el
1 . facturera estaban en manos de aquél Banco, este porcentaje subiría · otorgado como "crédito industrial".
al 88.57 en 1953 aunque decaería al 50% en 1956 (31). . En este mismo orden debe considerarse las facilidades concedi-
La preminencia estatal en los créditos privados permitía ejercer das a la "célula de actividad Económica". Estas células integradas por
al estado su función de planificador inductivo, tratando de derivar el industriales y comerciantes del MNR, se beneficiarán con créditos de
capital-dinero social hacia el capital productivo. Con ello, · buscaba '•Honor'\ divisas a precio oficial etc., hechos bajo la idea de crear
que los movimientos del capital privado se dieran preferentemente en una "burguesía nacional", los resultados fueron mínimos en tanto los
la creación de valores de 'uso, antes que en las Improductivas fases de
fondos destinados a este fin se volcaron sobre el área especultativa
la circulación (32). Con esta intención, en julio de 1954, se autorizó
a los Bancos a elevar su cartera en un 30 %, a objeto de otorgar crédi- (35b). .
tos industriales con plazos de hasta ocho años. Igualmente, se conce- Sintetizando, por las condiciones· señaladas la expansión del cré-
dió un plazo de doce meses a fin de que un 20 % de los saldos de car- dito, ni la centralización ·del mismo sobre el sector industrial, contri-
tera, al 30 de abril de 1953, representen créditos industriales y, 24 buyeron definitivamente a transformar las condiciones materiales de
meses para convertir otro 20% (33). producción en la actividad manufacturera. Por el contrario, sirvieron
Nos muestra que el crédito del Banco Central fue · destinado en para mantener las características especulativas que el capital privado
un 57 %, 61 % y 85 % a la indústria en los años 1952-55, respectivamen- había evidenciado durante el régimen oligárquico. Aunque, así y to-
te. do, permitieron exhibir una nueva actitud estatal respecto a la valo-
No se poseen datos suficientes como para establecer si los eré- ' rización del capital industrial. •
ditos fueron efectivamente utilizados como capital productivo. Em- Ya en el verdadero núcleo de la cuestión, según un autor, el aba-
pero, según la CEP AL, hay suficientes indicios para suponer que fue- ratamiento del capital constante constituyó la piedra angular de la
ron en su mayoría destinados a fines distintos a los originales (34).
En otros términos, ello significaría que buena parte de los mismos no política del MNR. Sostiene Ernesto Aranibar, que con ello se buscaba
ingresaron al circuito de la. acumulación industrial, conspirando con- incrementar el ritmo de acumulación, a más de lograr, resultado del
tra el cumplimiento del ciclo del capital en este sector; mellando con subsecuente aumento de la composición "orgánica" de capital, que
ello su .base material. Al fin y al cabo, los créditos aumentan las tasas aquellas que alcanzarán una productividad mayor al promedio, pu-
de acumulación; pero, no aseguran su ·utilización efectiva. · . dieran aumentar su ganancia capturando parte de la plusvalía produ-
cida en su sector (36). ·
(29) Véase N. POULANTZAS, op. cit., págs. 200-219.
(30) CEPAL, Etdesarrollo económico de Bolivia, La Paz, 1957, Mimeo. Vol , (35) Por ejemplo, mientras el mercado oficial cotizaba el dólar a 190 bolivianos,
págs. 212-216. en el mercado libre llegaba a 1.820 bolivianos en diciembre de 1954, a
4.018 Bs. en diciembre de 1955 y a 11.604 en octubre de 1956. CEP AL,
(31) V. PAZ E., Mensaje del Presidente de la República al H. Consejo Nacio al, op, cit., Vol. L, pág. 190. Como se ve, comprar dólares a precio oficial y
La Paz, SPIC, 1956. venderlos al libre, daba buenos beneficios.
(32) BANCO CENTRAL DE BOLIVIA. 26a. Memoria, La Paz, 1954, pág. 17 (35b) Véase los testimonios de Alfredo Franco Guachalla, En torno a la cuestión
(33) iua, pág. 18. social y el de Lydia Gueiler Tejada La Mujer y la revolucion,
(34) CEPAL, op, cit., Vol. l. pág. 216. (36) Ernesto ARANIBAR Q., Crecimiento económico y procesos poltticos, La
Paz, Los Amigos del Libro, 1978, págs. 33-35. ·
136 137

Mirando de lejos, el supuesto parece razonable. · Empero, para .· · ento de la tasa de ganancia, el precio de fábrica de hería recono-
aceptarlo plen�ente, es �reciso. establecer algunas distinticíones que J aumal trabajo muerto
· ·
impo rtad o un " val or .supenor
· " al pagad o por e 1
a la larga temunan por Iesionarlo, l cer 'talista industrial. Sólamente así podría decirse que existe abarata-
I ca�>l to absoluto del capital constante, el cual, vía una suerte de ga-
1
En mayo de 1953, el gobierno boliviano estableció la nueva pa-·
JJllen 1 ., d
r�dad del dólar, �ue mantendrá hasta d_ic'.1embre. de 1 �56, en 190 boli- l_.· nancia · extraordinaria
. ·, aumente el fondo de acumu acron en manos. e
vianos. Por lo mismo, el valor del capital constante importado, salvo · la burguesía industrial ( 39). .
modificaciones en su lugar de origen, que no alteran el análisis, per- Hasta aquí, nos estamos moviendo en el mero t,erreno de la .:s-
manecerá inalterable durante aquel período. . n teórica puesto que aún no sabemos de que manera se ñja-
pecu 1ac 1·0' ' . . l -
Resulta de ahí, que no existe razón alguna para considerar la . ban efectivamente .los precios de fábrica en Bolivia, entre os anos
existencia de un abaratamiento en el valor del trabajo muerto impor- durante los cuales el control de precios t�vo su �a�or �uge.
1953.56,
tado que modificara favorablemente la tasa de ganancia del capital in- Debemos reconocer que en torno a ellos rema todavía, cierta
dustrial.
Se podría objetar, que puesto que existía una diferencia entreel
"valor" real y las divisas vendidas por el sector minero a un promedio
:s nfusión. Sin embargo, por observaciones contenidas en documen-
del gobierno boliviano, la propia burguesía in�ustrial Y la CEP �L,
es posible suponer, con buen margen de segundad, qu� �l capital
de 622,37 bolivianos por dólar (1953-56) y, el que se otorgaba a los constante importado era valorado oficialmente a 190 bolivianos por
capitalistas industriales (190 bolivianos por dólar), acontecía no sólo dólar ( 40). De este· modo,. al reconocer a -los elem�nt�s �e prod�c-
un abaratamiento del capital constante, sino una transferencia por . ' importados sólo el valor adelantado por el capitalista industrial,
c1on, ., d ·
esta vía, de excedente generado en la minería hacia la industria. Cu- · se o'peraba en su favor una elevación de la tasa e ganancia.
riosamente, a pesar de sus limitaciones, estas consideraciones se han no A su vez, la detenninación estatal. de l,a mencionada_ tas�, que
convertido casi en un lugar común sobre el tema (37). .m . como una constante impuesta desde' fuera al capital indus-
No es· de nuestro interés establecer una discusión talmúdica ( op eraba
trial, suponía que un mismo ?1onto, d� capi'tal con�u�id. o, m · d e�en-
acerca de cuál es el verdadero valor al que debe· considerarse el capital " dientemente de su composicion orgamca, obtenga idéntica can�idad
constante. Preferimos tomar un camino mucho más práctico en nues- I· ��u�alo� · , . . ..
tro empeño de mostrar por qué, no necesariamente, la política cam- g Como miembros de la propia burguesía industrial han reconoci-
biaria del MNR contribuía a aumentar el fondo de acumulación de la f do, a menudo el costo de producción, sobr� todo � través �e sus com-
burguesía industrial. Veamos. ponentes importados, era elevado por losindustriales a �?Jeto de oh:
La reforma monetaria, como se ha dicho, había abolido los cam- J . tener- mayores precios y por lo tanto, mayores beneficios (41). 81
bios diferenciales e instaurado el cambio único de 190 bolivianos por ¡ esto es cierto, y así lo creemos; de este �o�o, pud� operar ':na trans-
dólar. Se esperaba que esta medida cortara con el proceso inflaciona- É ferencia de valor en favor de la burguesía industrial en razon d�l re-
rio y estabilizara la paridad del cambio. El resultado fue un estruen- ¡ conocimiento al capital constante importado de un valor superior al
doso fracaso (38). ! pagado. - · . . . ·
Resulta de particular importancia para nuestro análisis, destacar · - · Ahora esta modificación no llega a rectificar radicalmente nues-
que este control de precios se hacía, principalmente, sobre los precios
¡·:·.·
' .
tras conclusiones. El hecho es que esta sobreganancia no proviene �,o-
. .
de fábrica. La fijación de los mismos, corría oficialmente por parte rno resultado deliberado de la política estatal, sino por la c?rrupc1on
del Ministerio de Economía Nacional. Se empleaba una fórmula que i,. funcionaria. Es pues, un resultado que no se mira en lo mas pu�o. ?e
consistía en fijar una "utilidad" del 10 al 20%, subiendo según el gra- l la mediación estado-industria, sino, en el lado :nalo de .1� cond1c10!1
do de materias primas nacionales utilizadas sobre el costo de produc- f estatal. Una· disponibilidad que' no siempre esta al. �erv�c�o homoge-
ción. ( da la clase, más bien, depende del acto casi individual de lle-
Vayamos rápidamente al corazón de la cuestión. Para que efec- i·
tivamente se produzca un abaratamiento del capital constante y un 1:
(39) Se trataría en realidad de una transgresión a la ley. del valor.
(40) Sobre todo, este argumento se encuentra en Jo�é ROM�RO LOZ�, op, cit.
(37) Por ejemplo, E. ARANIBAR, op, cit.' y A. CANELAS, op, cit. 1 pág. 370. Cabe destacar que este autor ocupo en vanas oportumdades la
(38) Véase Eduardo BASAURE, Las politicas de estabilización monetaria en presidencia de la Cámara Nacional de Industria. Igualmente, CEPAL, op,
·i
f

Bolivia, La Paz. (Tesis 1974), págs. 40-45. cit., Vol. L, pág. 227. . ,
(41) José ROMERO LOZA, op, cit., pag. 371.
l
138 139

gar al cohecho ( 42). fenómeno se desarrollaba al revés de lo que podía preverse. ¿Por qué
En resúmen, a no ser que admitamos los "deslices" del aparato sucedía aquello? ¿Por qué la burguesía industrial no aprovechó de
estatal como parte de la política pública, no podemos aceptar que al · estas favorables condiciones para hacerse de un buen parque de ma-
mante�er .el MN1:t la política cambiaria ya descrita, acelerara la acu- J quinaria? Apuntemos algunas razones, además de las ya consideradas.
mulacion industrial. -. r Recordemos que la correlación de fuerzas existente, obligaron al
Observando los hechos evidentes ya descritos, uno podría pre- · estado a garantizar el derecho al trabajo con la consiguiente imposibi-
guntarse, si de nada servía alcapítal industrial una paridad de cambio · lidad del despido de los obreros. Evidentemente, en un mercado rela-
estacionaria, en una economía inflacionaria. tivamente estacionario com_o era el del momento, esto generaba difi-
Debido a este proceso, el capitalista industrial contaba con cre- cultades al capital industrial para reemplazar el trabajo vivo por tra-
cientes masas de plusvalía "potencial" en pesos bolivianos, lo que se bajo muerto (45). Pero, hay otro motivo. Como Marx señaló en el
traducía también, en su aumento en términos de dólares a la cotiza- Tomo 111 de El Capital, la competencia obliga a cada capitalista a de-
ción oficial. sarrollar sus fuerzas productivas a objeto de superar a su rival. A re-
Si se desea mantener la producción con la misma composición sultas de esta "ley coercitiva externa", del modo de producción capi-
técnica del capital, el fenómeno no es relevante. Pero, si el capitalis- talista, la composición técnica del capítal resulta elevándose (46).
ta eligiera alterar la relación física entre los medios de trabajo y la Acá en cambio, la temprana concentración en la industria manufac-
masa de obreros, en perjuicio de estos últimos, el asunto toma otro I turera, el control estatal sobre los precios que prácticamente iguala-
cariz. I ban las tasas de ganancia, etc.: habían, virtualmente suprimido el
Ello, acontece porque en_ la medida en que el capital fijo es im- mecanismo competitivo en la economía industrial boliviana en los
portado, una elevación de la disponibilidad del plusvalor, en términos años 1952-56. Lógicamente, perdido este dinamismo interno, el ca-
de dólares, significa para el capitalista industrial una mayor capacidad pitalista individual no se hallaba impulsado a aumentar su producti-
de compra, sobre aquel trabajo muerto; vidad, frenándose de este modo también el reemplazo de capital va-
En otras palabras, de mediar un razonamiento lógico. el empresa- riable por capital constante en términos físicos y no modificando su
rio manufacturero, debía tender a adquirir maquinaria del exterior, la proceso de trabajo. · . -
cual le significaba cada vez una proporción menor de plusvalía, en Finalmente, y quizás la principal razón, fue la existencia de altas
términos de pesos bolivianos. Máxime, cuando en las mismas unida- tasas de ganancia para las inversiones ( ?) especulativas y comerciales,
des, . y como resultado del fracaso estatal en la gestión de la fuerza de la que desvió el capital-dinero de origen ·industrial hacia esas activida-
trabajo, los salarios ascienden contínuamente. ' des; lesionando la formación de capital "físico" en la industria manu-
En la situación que analizamos, el fenómeno descrito tenía sus facturera ( 4 7).
propios límites. Límites que están determinados, porque en un mo-
mento dado, el capital industrial, no puede disponer libremente de PALABRAS FINALES
todo su plusvalor en términos de dólares, ya que la conversión de pe-
sos a dólares está tamizada por la distribución estatal de las divisas El capital industrial había ocupado una posición "marginal" al
(43). interior del modelo de acumulación, implementado por la "gran mi-
[: Si observamos los datos, vemos que entre 1952 y 1956 el stock nería". Ubicación que le impidió reproducirse a escala ampliada y
de capital acumulado, reflejo pálido del capital constante, dado que afirmarse ideológicamente, como clase específicamente capitalista.
sólo incluye el capital fijo, se mantuvo casi estacionario. La masa de En tal virtud, sin visualizar a cabalidad la matriz de sus relaciones con
obreros acusó en cambio, un crecimiento del orden del 32i ( 44). · la oligar ía, abrogó de un posible liderazgo político y moral sobre el
Estos son meros indicadores, pero nos están señalando que el res de la sociedad, prefiriendo ocupar una, posición secundaria, an-
(42) Por tanto, en propiedad, no es una política pública. 45) Ernesto ARANIBAR Q., op, cit., pág. 36.
(43) Véase Comelius ZONDAG, Problems in the Economic Development of (46) Carlos MARX, El Capital , Vol. m., págs. 213-231.
Bolivia, La Paz,' 1956, Mimeo, págs. 133-134. (47) Durante los años analizados, el Estado entregó a los empresarios industria-
(44) Ela��rado por el !�tor en base a: CEPAL, op, cit., Vol. 11, pág. ·55 y Di- les 50.673.127 dólares con destino a la adquisición de los elementos mate-
receten de Estadistica y Censo, Anuario Industrial 1950-57 Mimeo La riales para su reproducción. Cálculos nuestros, basados en datos del comer�
Paz, 1957, pág. 7. ' ' cio exterior boliviano, nos han permitido establecer que de ellos sólo fue-
ron utilizados para su propósito original, aproximadamente 30 millones.
Gustavo RODRIGUEZ. on. cit .. náu. 120.
140 141
HISTORIA BOLIVIANA 11/2 (1982)
tes que encabezar las tareas históricas de la revolución democrático.
burguesa. Con todo, el enfrentamiento contra los movimientos del
capital, plasmados por la oligarquía, terminó por rebasar el marco
unilateral. Ello, porque sus Iímites se ampliaron para dar lugar a una ·.
t BOLIVIA: EL TRISTE Y CORROMPIDO FINAL DE LA
REVOLUCION*
expresión que intentaba articular, no el interés hegemónico de una (1952 • 1978)
fracción contra otra, s,ino los intereses generales del capital. f
Esta tarea quedo a cargo del Movimiento Nacionalista Revolu- James M. Malloy
cionario, quién intuyó en el estado y su poder, el motor de la genera- . � (Píttsburgh, EE.UU.)
Iízación de· las relaciones de producción capitalistas en Bolivia.
El programa del MNR, en razón del modo como éste sentía la
- d��;ndencia d�l país, giró en torno � satisfacer los vacíos que la Di·
visión Internacional del Trabajo habfa producido. A su vez que plan- La gran Revolución
t�ab� la expansión del ámbito espacial del modo de producción ca-
pitalista, como una forma . de extender la soberanía estatal. Dentro Hay la tendencia a olvidar que la Revolución Nacional Boliviana
ese .mar:o, la industria, si bien fue revalorizada en tanto expresaba en · .. (RNB) de 1952 fue considerada en algún momento como la segunda
su interior, las relaciones del capital, que el MNR fetichizaba· no ( déspués de la de México) gran conmoción social progresista del siglo
emergió como el sector eje del nuevo modelo. de acumulación. ' · XX en América Latina. Las grandes reformas revolucionarias (nacio-
El caos social, originado por la imprevista insurrección, obligó nalización de las grandes minas de estaño, reforma agraria, liberación
al MNR a buscar apoyo en la clase de "carne y hueso", a la cual ha- de la servidumbre campesina indígena, etc.) desplazaron a la antigua
bía renunciado previamente. oligarquía de los barones del estaño y de los latifundistas ( conocida
Esta política estuvo plagada de contradicciones, como contra· en Bolivia como "la rosca") e hicieron creer en una era de progreso
· di�tº?º era. el p_roceso de la cual emergía de un modo tal que en la económico y de justicia social.
practica la ínvalídaron como modo de incrementar el fondo de acu- Al tratar de crear un nuevo orden, la élite del Movimiento Na-
mulación industrial, aunque si pudo, desbrozar el camino de la repro- cionalista Revolucionario (MNR) se encontró con dos problemas fun-
ducción "dependiente" de este capital ( 48). damentales, comunes a todos los intentos contemporáneos de trans-
formar las sociedades en el mundo de menor desarrollo. El primero
fue la necesidad de definir e implantar un nuevo modelo de· econo-
mía· política en el que Se desarrollara la, sociedad; el segundo. fue la
necesidad de organizar una nueva serie de estructuras políticas que
, vincularan establemente el estado con la sociedad. Naturalmente, to-
dos los revolucionarios modernos se encuentran con que la verdadera
tarea que les espera, una vez desalojados los antiguos inquilinos del
poder y desmantelado el antiguo régimen, es modelar una red de íns- ·
tituciones políticas dentro del cual se pueda ir desplegando el modelo
de desarrollo escogido. ·
Cuando el MNR llegó al poder, estaba formado por una amplia
amalgama de grupos sociales con diversas tendencias ideológicas. Los
pri ·p es líderes del partido (V. Paz, H. Siles y W. Guevara) eran
nos populistas latinoamericanos de antiguo cuño, que se inspiraban
ideológicamente en México y no en Moscú. Imitando a México, tra-
(48) Las cifras muestran que, en una economía en declive la industria creció un taban de crear un sistema de "capitalismo de estado", con un estado
5% entre 1952 y 1955, sin que este aumento del valor dinerario se debiera
a un incremento de los valores de uso, que en algunos casos incluso dismi-
nuyeron. Véase Ministerio de Hacienda, Anuario Industrial 1950-1957 La
* Presentamos, porgenerosa autorización del autor, la mayor parte del artí-
culo aparecido en UFSI - Reports (Hanover, NH) 3(1982) 1-9.
Paz, Mimeo, s.f. ' Traducción de J.M. Barnadas (Cochabamba).

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