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NEUROCIENCIAS Y

EDUCACIÓN
Aldo Ferreres y Valeria Abusamra
con la colaboración de Analía Arévalo y Nancy China

NEUROCIENCIAS Y
EDUCACIÓN
Selección de títulos y prólogos
de Rosa Rottemberg

PAIDÓS
Buenos Aires - Barcelona - México
Selección de títulos y prólogos: Rosa Rottemberg
Diseño de cubierta: Gustavo Macri

Gardner, Howard Prólogo, Rosa Rottemberg .......................................................................... 13


La mente no escolarizada / Howard Gardner. - 1a ed
adaptada. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Paidós, 2016. Agradecimiento ........................................................................................... 15
296 p. ; 22 x 14 cm.
Palabras liminares ....................................................................................... 17
ISBN 978-950-12-9352-4

1. Educación. I. Título. Capítulo 1. Cerebro y aprendizaje, Aldo Ferreres ................................... 21


CDD 370
Introducción ............................................................................................ 21
El cerebro, órgano de la conducta ......................................................... 22
La complejidad del cerebro .................................................................... 22
Autorizado para vender con periódicos El desarrollo del cerebro ......................................................................... 30
Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del copyright,
Plasticidad y aprendizaje ........................................................................ 34
bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por Genes y aprendizaje ................................................................................ 36
cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático. Sistemas de memoria y aprendizaje ....................................................... 39
Imitación y neuronas espejo ................................................................... 50
© de todas las ediciones en castellano
Ediciones Paidós Ibérica SA Bibliografía consultada ........................................................................... 56
Av. Diagonal 662-664 - 08034 Barcelona
Capítulo 2. Cerebro, lectura y dislexia, Nancy China y Aldo Ferreres .... 59
© de esta edición Introducción ............................................................................................ 59
Editorial Paidós SAICF
La paradoja de la lectura. Herencia biológica y herencia cultural ...... 59
Av. Independencia 1682, Ciudad de Buenos Aires
El cerebro del lector ................................................................................ 62
difusion@areapaidos.com.ar
www.paidosargentina.com.ar Comprensión y lectura en voz alta de palabras escritas....................... 67
El aprendizaje de la lectura y el cerebro ................................................ 69
Primera edición en este formato: abril de 2016 Cerebro y dislexia ................................................................................... 74
ISBN 978-950-12-9352-4 ¿La dislexia responde a causas biológicas? ¿Es heredable?.................. 76
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723 ¿Existen diferencias funcionales entre los cerebros de los sujetos
Impreso en la Argentina. Printed in Argentina con y sin dislexia? .................................................................................... 77
¿Es posible mejorar el diagnóstico de dislexia con las técnicas de
Impreso en Grafica Triñanes, Charlone 971,
Avellaneda, en marzo de 2016 imágenes? ................................................................................................. 78
CAPÍTULO 2
CEREBRO, LECTURA Y DISLEXIA
Nancy China y Aldo Ferreres

Introducción

La lectura es el dominio en el que se registra la interacción más intensa


entre psicología, neurociencias y educación. Las modernas técnicas de estudio
del cerebro están ayudando a comprender cómo el cerebro humano posibilita
y al mismo tiempo resulta modificado por el aprendizaje de la lectura. Las
imágenes cerebrales funcionales registran los cambios que se producen en el
cerebro de un niño cuando aprende a leer, los patrones de actividad cortical
que caracterizan la lectura experta, los que se asocian a las dificultades disléxi-
cas y también los que reflejan los efectos del tratamiento. El descubrimiento
de genes que producen riesgo para la dislexia y el estudio del efecto modulador
de los factores ambientales están permitiendo completar una explicación más
completa de las bases biológicas de la lectura. Naturalmente, todos estos datos
de las neurociencias no son “prescriptivos” para la educación, pero tienen un
enorme valor, porque permiten analizar desde otra perspectiva los métodos,
las técnicas e incluso la selección de materiales para la enseñanza de la lectura.
Además, conocer cómo funciona la “maquinaria” de esta habilidad también
ofrece una fuente de inspiración para la innovación educativa.

La paradoja de la lectura. Herencia biológica y herencia cultural

Cuando un lector experto desplaza su mirada a lo largo de las líneas de un


texto, procesa rápidamente muchas palabras. El reconocimiento de letras y
palabras escritas es tan eficiente que el sujeto ni siquiera repara en que lo está
haciendo, es un proceso automático. El acceso al significado de las palabras
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aisladas, si son conocidas, también es muy rápido. El esfuerzo del lector está La paradoja de la lectura se acentúa cuando se repara en sus bases cere-
concentrado en la comprensión del texto, en la construcción de un signifi- brales. Como veremos más abajo, una vez alfabetizado, el cerebro cambia y
cado global, que es el resultado de combinar la información de las palabras desarrolla una red de áreas especializadas para reconocer, comprender y pro-
mismas con sus conocimientos previos. Para un lector maduro, leer es casi nunciar palabras escritas. Lo sorprendente es que estos mecanismos estén lo-
como escuchar un discurso; no se detiene en cada palabra ni en cada oración, calizados sistemáticamente en las mismas áreas del cerebro, con variaciones
porque el reconocimiento auditivo de cada una de ellas e incluso el análisis de mínimas entre los individuos. Ni siquiera las diferencias ostensibles entre los
la mayoría de las construcciones sintácticas es automático. El experto con- distintos sistemas de escritura cambian la localización de las redes cerebrales
centra su atención en el contenido del discurso, para él han quedado atrás las de la lectura. Es como si, a semejanza del lenguaje, existiera un órgano cerebral
horas laboriosas de la infancia que permitieron aprender y dominar el códi- de la lectura, pero que no ha sido modelado por la evolución.
go escrito. Tampoco es consciente de las innumerables veces que ha visto y Para resolver esta paradoja, Dehaene (2014) propone la hipótesis del re-
continúa viendo las palabras que forman su vocabulario visual. No sabe que ciclaje neuronal. La hipótesis parte de aceptar que la arquitectura del cerebro
esa práctica es la que le permite reconocerlas de inmediato y sin esfuerzo. humano obedece a restricciones genéticas muy fuertes, pero que algunos de
Que una gran parte de la población humana pueda alcanzar semejante habi- sus componentes toleran un margen de plasticidad. Esto significa que sistemas
lidad constituye una paradoja. ¿Cómo es posible que podamos dominar una de fuerte base genética, como el del lenguaje, no están sin embargo comple-
habilidad para la cual el cerebro no cuenta con dispositivos genéticamente tamente programados de antemano; conservan grados de plasticidad que les
programados? permiten adecuarse, por ejemplo, a las características fonológicas y sintácticas
La escritura es un invento cultural. Los primeros indicios de su existencia particulares de cada lengua. Los grados de plasticidad que conservan estos
se sitúan hace unos cinco mil cuatrocientos años en la zona de la Mesopotamia sistemas permiten que luego del nacimiento sean modificados por influencias
asiática. La escritura alfabética es aún más reciente: fue perfeccionada por los ambientales. Para Dehaene, el aprendizaje de la lectura “recicla” los sistemas
griegos hace unos tres mil ochocientos años. En cambio, la historia evolutiva visual y del lenguaje, generando nuevas conexiones que conforman un nuevo
del lenguaje es mucho más larga, se supone que abarca unos dos millones de sistema: el de la lectura.
años y que se inició mucho antes de la aparición del Homo sapiens (Cromag- Aunque no existe una programación genética específica, los sistemas de es-
non). Las características anatómicas de este último se adquirieron hace dos- critura de todo el mundo respetan las restricciones de los sistemas visual y del
cientos mil años, cuando ya había transcurrido un tiempo suficiente para que lenguaje y al mismo tiempo explotan su plasticidad. Se crea así un nuevo órga-
los circuitos cerebrales del lenguaje hubieran sido seleccionados. Por eso se no cerebral que depende tanto de la herencia biológica codificada en los genes
considera que el lenguaje es una función orgánica del cerebro, un sistema de (para el lenguaje y el procesamiento visual) como de la herencia cultural cris-
circuitos cerebrales modelados y unificados por la evolución. Esta fuerte base talizada en el sistema de escritura que se interioriza a través de la instrucción y
genética se refleja en su emergencia espontánea (cuando la persona está inmer- la práctica. Mediante el aprendizaje de un código de rasgos visuales inventados
sa en un contexto social), durante los primeros años de vida, y en la naturaleza y perfeccionados por el hombre, el reciclaje posibilita que el significado de las
robusta y predecible de su desarrollo. palabras pueda alcanzarse no solo mediante los efímeros estímulos auditivos,
La lectura, en cambio, no fue modelada por la evolución, no hubo tiempo sino también por intermedio de estímulos visuales que persisten en el tiempo.
suficiente, apareció mucho tiempo después de que nuestra especie adquiriera El estudio neurocientífico de la lectura se orientó primero a identificar las
su configuración genética actual. La lectura no cuenta con circuitos propios áreas cerebrales que sustentan la lectura en sujetos adultos, para luego enfo-
genéticamente determinados para su desarrollo sino que se apoya en sistemas car los cambios neurales que caracterizan el pasaje desde la lectura inicial a la
preexistentes, como el lenguaje y la visión, seleccionados para otros fines. Esto lectura experta.
explica la necesidad de esfuerzo e instrucción específica para el aprendizaje de
la lectura y que su enseñanza solo pueda iniciarse cuando ya han madurado
otros sistemas cerebrales. También explica la mayor vulnerabilidad de los cir-
cuitos de la lectura en relación con las variaciones en los factores genéticos y
en las condiciones ambientales.
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El cerebro del lector En otras palabras, es frecuente que una afasia (alteración del lenguaje) se vea
acompañada por una alexia (alteración de la lectura).
Con el mismo método de correlación anatomoclínica, Lissauer estudió la
Primeras evidencias
pérdida de la capacidad para reconocer objetos a través de la visión, trastorno que
Freud bautizó como agnosia visual. Posteriormente se encontró que las lesiones
Los primeros datos sobre la existencia de circuitos cerebrales relacionados podían afectar de manera relativamente selectiva el reconocimiento de distintos
con la lectura provienen de la neuropsicología.1 Uno de sus fundadores, Paul tipos de estímulos visuales: rostros (prosopagnosia), colores o escritura.
Broca, estudió a un paciente que había perdido la capacidad para producir ha- Dejerine fue el primero en estudiar las alteraciones de la lectura producidas
bla y, aunque apenas podía pronunciar una sílaba, conservaba intacta la com- por lesión cerebral. Uno de los cuadros que describió, la alexia sin agrafia, plan-
prensión del lenguaje. Tiempo después, el paciente falleció y en la autopsia teó por primera vez el papel de la región occipitotemporal izquierda en la lectu-
pudo examinarse su cerebro. Broca encontró una lesión en la parte inferior del ra. La alexia sin agrafia también recibe la denominación de alexia pura, porque
lóbulo frontal izquierdo (área que ahora lleva su nombre) y atribuyó la capa- el paciente pierde la capacidad para reconocer letras y palabras, pero conserva
cidad perdida –la producción de habla– a esa región de la corteza. intacto o casi intacto el lenguaje, el reconocimiento visual de los objetos y la es-
Años más tarde, Karl Wernicke estudió dos nuevos casos; a diferencia del critura (¡el paciente no puede leer lo que él mismo escribe!). Desde entonces, la
paciente de Broca, sus pacientes tenían un habla fluida y muy bien articulada región occipitotemporal (corteza OT) izquierda ha sido relacionada con la lec-
(aunque no completamente normal, porque sustituían con frecuencia una pa- tura y con otros procesos perceptivos visuales de alto nivel (reconocimiento de
labra por otra), pero mostraban severas dificultades para la comprensión del objetos, rostros, escritura, edificios). En la segunda mitad del siglo XX, la neu-
lenguaje. En uno de estos pacientes se pudo demostrar que la lesión afectaba la ropsicología cognitiva realizó aportes fundamentales para entender los procesos
región posterior del lóbulo temporal izquierdo (que a partir de entonces lleva subyacentes de la lectura y realizó una descripción muy detallada de la forma
el nombre de su descubridor). en que estos procesos están alterados en pacientes con distintos tipos de alexia.3
Desde las descripciones iniciales de Broca y Wernicke, la neuropsicolo- En síntesis, los estudios neuropsicológicos señalaron tres áreas corticales
gía ha aportado nuevos datos sobre las bases cerebrales del lenguaje. Se han del hemisferio izquierdo cuya lesión afecta la lectura: dos son áreas relaciona-
identificado más zonas del hemisferio izquierdo que participan en el procesa- das con el lenguaje, una anterior (la corteza FI) y la otra posterior (la corteza
miento del lenguaje y también zonas del hemisferio derecho que hacen con- TP); la tercera, ubicada en regiones relacionadas con el procesamiento visual,
tribuciones específicas. Sin embargo, la región en la que se localiza el área es la corteza OT (figura 2.1).
de Wernicke, la corteza temporoparietal (corteza TP) izquierda, sigue siendo
considerada, como propuso Wernicke, un área clave en el procesamiento au- Figura 2.1
ditivo del lenguaje. En la actualidad se considera que en esa zona se almacenan Áreas corticales relacionadas con la lectura
las representaciones neurales de los fonemas2 y de las formas fonológicas de las
palabras. El área de Broca, en la región frontal inferior (corteza FI) izquierda,
sigue considerándose un componente clave de los circuitos que procesan la
producción de habla, aunque ahora se conoce que el habla depende de una
red mucho más extensa que la supuesta en los estudios iniciales. Las lesiones
que destruyen cualquiera de estas áreas del lenguaje en el hemisferio izquierdo
y producen una afasia también suelen producir una alteración de la lectura.

1. La neuropsicología como disciplina clínica se ocupa del diagnóstico y trata- Las regiones occipitales tempranas son bilaterales, las especializadas en proce-
miento de las alteraciones de las funciones mentales debidas a lesión cerebral. Como samiento ortográfico están lateralizadas a la izquierda, igual que las regiones
disciplina básica, se propone entender las relaciones mente/cerebro a partir de los temporoparietal y frontal.
déficits generados por la lesión en el sistema neural que sustenta la función afectada.
2. Los fonemas son las unidades menores del sistema fonológico del lenguaje. 3. Para una revisión sobre alteraciones aléxicas en hispanohablantes, véase
En la palabra mesa se pueden reconocer cuatro fonemas: /m/ /e/ /s/ /a/. Ferreres y López (2014).
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El procesamiento visual de letras y palabras escritas Figura 2.2


Vías visuales y especializaciones de la vía ventral
Una fuente importante para el estudio de los mecanismos cerebrales de la
lectura fueron las investigaciones experimentales en animales. Hubel y Wiesel
estudiaron las respuestas de distintas zonas de la corteza visual insertando
electrodos de registro a lo largo de toda la vía visual de animales experimen-
tales. De esta manera examinaron la respuesta de las áreas corticales que eran
sucesivamente excitadas por distintos estímulos visuales. Descubrieron que
la corteza visual actúa como una ruta de procesamiento jerárquica consti-
tuida por neuronas encadenadas a través de sus conexiones. A medida que
se progresa por esta ruta, las neuronas de los sucesivos niveles responden a
propiedades cada vez más abstractas de los estímulos. En un nivel inicial (in-
ferior) de procesamiento, cada neurona solo responde a la iluminación de un
punto del campo visual. Un poco más adelante en la cadena, cada neurona
ya no responde a puntos sino a líneas, y eso se explica porque está conectada
a un grupo de neuronas inferiores que responden a cada uno de los puntos
que constituyen la línea. Más adelante, las neuronas responden a rasgos más
Izquierda: las vías ventral y dorsal del procesamiento visual.
abstractos del estímulo: intersecciones de líneas, bordes y, finalmente, siluetas Derecha: especializaciones dentro de la vía ventral, de adentro hacia fuera,
enteras. Estos estudios mostraron que el procesamiento visual recorre varias regiones relacionadas con el reconocimiento de edificios, rostros, letras y pa-
etapas (procesamiento serial) en las que se van extrayendo elementos cada vez labras escritas, y objetos. El reconocimiento de rostros está lateralizado a la
más abstractos del estímulo. derecha y el de palabras, a la izquierda.
Otras investigaciones en animales encontraron que la vía de procesamien- Fuente: Dehaene (2014).
to visual se subdivide en dos rutas. Los estudios con imágenes funcionales
cerebrales confirmaron que el sistema de procesamiento visual de los humanos Estudios más detallados con imágenes funcionales en humanos mostraron
también tiene dos vías. Ambas se originan en el área visual primaria del lóbulo especializaciones dentro de la vía ventral. A nivel del giro fusiforme, una de
occipital, que es el punto en que los estímulos visuales ingresan a la corteza. A las regiones de la vía ventral, se identificaron subregiones que responden a
partir de allí, la vía ventral sigue una trayectoria hacia delante en dirección al distintas categorías de objetos visuales. Por ejemplo, cuando se trata de casas,
polo temporal, atravesando regiones de procesamiento visual y luego regiones se produce la activación en la parte del giro fusiforme más cercana a la línea
relacionadas con el procesamiento semántico; se la denomina vía del qué, por- media; en cambio, frente a rostros se produce una activación desplazada hacia
que relaciona el reconocimiento perceptivo con la identificación semántica de el borde lateral; a continuación se encuentra la zona activada por las palabras
los objetos. La vía dorsal se dirige hacia arriba, en dirección al lóbulo parietal, escritas y, finalmente, la activada por los objetos manipulables (herramientas)
para luego proyectarse al lóbulo frontal; es la denominada vía del dónde, por- (figura 2.2, derecha). También se notó una preferencia hemisférica: mientras
que permite codificar las coordenadas espaciales en las que se localiza el objeto las palabras producían activación lateralizada hacia la izquierda, los rostros ac-
observado, información que es necesaria para orientar y planificar las acciones tivaban más el lado derecho. Este hallazgo sugiere que la vía visual ventral hu-
motoras (tomar el objeto, alejarse de él, etc.) (figura 2.2, izquierda). mana presenta especializaciones y que una de ellas, el área que responde pre-
ferentemente a las palabras escritas, ha sido reciclada por el aprendizaje para
responder a un objeto visual de origen cultural: la escritura. Dehaene llama a
esta región la caja de letras del cerebro y considera que, de manera similar a lo
mencionado más arriba, está constituida por grupos neuronales encadenados
que van representando sucesivamente propiedades cada vez más abstractas de
los estímulos escritos. Dehaene y otros (2005) han aportado evidencias de que
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la caja de letras funciona de esa manera. El procesamiento comienza con res- resultado, la red comienza a responder a combinaciones de letras en bigramas,
puestas bilaterales a los aspectos más concretos y elementales del estímulo es- sílabas y unidades mayores, como morfemas y palabras completas.
crito (puntos, líneas e intersecciones) y continúa, ya dentro de la caja de letras Curiosamente, la caja de letras procesa los estímulos ortográficos aunque
del lado izquierdo, con grupos neuronales que responden a letras, grupos de el sujeto no se dé cuenta de ello. La psicología experimental ha demostrado
letras (bigramas, sílabas), morfemas y, finalmente, palabras completas. hace tiempo que si un estímulo se presenta de manera muy breve (alrededor de
La identificación de esta jerarquía de procesamiento es muy importante: el treinta milisegundos), el sujeto no lo percibe conscientemente, pero de todos
reconocimiento de una palabra escrita depende del reconocimiento previo de modos es procesado porque puede, por ejemplo, facilitar el reconocimien-
las letras y los grupos de letras que la componen. Reconocer letras y palabras to de otro estímulo presentado inmediatamente después. Este fenómeno es
escritas no son procesos neurales completamente separados, sino dos etapas conocido como priming o facilitación subliminal. Las imágenes funcionales
diferentes dentro de la misma cadena de procesamiento. Esto es importante permitieron identificar la caja de letras del giro fusiforme como la región que
para la enseñanza de la lectura, porque revela que el reconocimiento de pala- se activa con las palabras escritas presentadas subliminalmente. En otras pala-
bras escritas ¡depende del reconocimiento de las letras que la componen! bras, aunque los sujetos no perciban conscientemente las palabras escritas, la
Esta evidencia neurocientífica no es compatible con la propuesta del méto- caja de letras las procesa.
do global de enseñanza de la lectura, porque este método dirige la atención no En su conjunto estas investigaciones mostraron que dentro de la vía ven-
a las letras, sino al aspecto visual general de la palabra. La velocidad con la que tral del procesamiento visual existe una región que ocupa parte del giro fusi-
el lector experto reconoce una palabra escrita puede crear la falsa impresión forme izquierdo a la que se dirige todo estímulo visual que consista en una
de que las letras no han sido procesadas individualmente. Pero esto tiene dos cadena de letras. Esta región, probablemente seleccionada por la evolución
explicaciones: en primer lugar, y a diferencia del aprendiz que procesa una le- para el procesamiento de objetos y rostros, ha sido reciclada por el aprendizaje
tra por vez, el lector experto procesa en paralelo unas siete u ocho letras y esto para responder a estímulos escritos.
alimenta los detectores de secuencias de letras (bigramas, sílabas, morfemas)
con mucha información simultánea. En segundo lugar, la práctica de la lectura
ha hecho que estos procesos visuales se vuelvan automáticos, de modo tal que
no requieran concentrar la atención sobre ellos y, en consecuencia, quedan Comprensión y lectura en voz alta de palabras escritas
fuera del foco de la conciencia.
La caja de letras tiene la misma localización en todos los sujetos alfabetiza- ¿Qué ocurre luego de que la caja de letras procesa la palabra escrita?
dos, con mínimas diferencias. Los estudios comparativos entre distintas len- ¿Cómo se relaciona en el cerebro el reconocimiento visual de los estímulos
guas han mostrado que, a pesar de las notorias diferencias entre los distintos escritos con el acceso al significado y la pronunciación? Desde la caja de letras,
sistemas de escritura, la caja de letras aparece en el mismo lugar, ya sea que los el procesamiento de los estímulos escritos sigue por dos caminos. Uno corre
sujetos lean con un sistema de escritura alfabético como el inglés o el italiano, hacia delante por el sector ventral del cerebro dirigiéndose a la parte anterior
uno silábico como el japonés o uno logográfico como el chino mandarín. de la circunvolución temporal media que, como señalamos más arriba, está
Además de la localización constante entre individuos y sistemas de lectura, asociada al procesamiento semántico de objetos y palabras. Esta vía se activa
son importantes los hallazgos sobre los factores que modifican la intensidad más con palabras frecuentes y palabras irregulares.4 También muestra fuerte
de la activación. Uno de los factores es la familiaridad de la cadena de letras. activación cuando las tareas tienen altas demandas de procesamiento semán-
En estudios con imágenes funcionales en los que se mostraban distintos tipos
de cadenas de letras a los sujetos, se observó que la activación era mayor cuan-
4. Se denomina palabras regulares a las que pueden ser leídas en voz alta
do la cadena formaba una palabra conocida (trabajo), menor cuando formaba
mediante la aplicación de reglas de conversión grafema-fonema; por ejemplo, mesa,
una no palabra pronunciable (tojabra) y mucho menor cuando la cadena de pala, tela. Se llama palabras irregulares a las que, como jeep /yip/, nylon /nailon/,
letras no era pronunciable (tjbrl). Esto sugiere que las neuronas de esta red jean /yin/, no pueden pronunciarse correctamente mediante la aplicación de las
cortical son sensibles a las letras, pero también a la frecuencia con que apare- reglas de conversión grafema-fonema. Utilizamos como ejemplo palabras prove-
cen combinadas con otras letras. Esto sucede porque cuando un grupo de neu- nientes del inglés porque el español tiene una ortografía casi transparente para la
ronas se activa, simultáneamente se fortalecen sus conexiones mutuas. Como lectura: prácticamente todas sus palabras pueden pronunciarse aplicando reglas de
conversión grafema-fonema.
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tico, por ejemplo, cuando se presentan pares de palabras escritas y el sujeto letras que llegue a la retina será rápidamente dirigido hacia el giro fusiforme
experimental tiene que decidir si están o no relacionadas por su significado izquierdo. A partir de allí, seguirá dos rutas de procesamiento, una que lo
(perro-gato frente a perro-carro). La región temporal medial no es exclusiva convierte en significado y otra que lo convierte en sonido. Ambas rutas actúan
de la lectura; también se activa si las mismas tareas se realizan con dibujos en paralelo, pero se activan más según el tipo de estímulo que se procese (pala-
o palabras oídas. La circunvolución temporal media parece ser, entonces, la bras frecuentes frente a no palabras) y según las demandas que plantee la tarea
puerta de acceso a la red semántica, que estaba previamente disponible para (analizar el significado o la fonología de la palabra escrita). Estos hallazgos de
el lenguaje y la visión y que, a partir de la alfabetización, también puede ser la neurociencia cognitiva confirman en general las predicciones de los modelos
alcanzada directamente5 desde las palabras escritas conocidas. cognitivos de doble ruta de la lectura elaborados en el marco de la investiga-
El segundo camino corre hacia arriba, en dirección dorsal, hacia la parte ción psicológica experimental.
posterior de la circunvolución temporal superior. Esta zona contiene el área
de Wernicke y forma parte de la corteza TP izquierda mencionada más arriba
(figura 2.1). Como ya se señaló, esta región forma parte de la red neural del
lenguaje y está asociada al procesamiento de los sonidos del lenguaje. Esta vía El aprendizaje de la lectura y el cerebro
se activa en mayor medida cuando los estímulos son no palabras (por ejemplo,
toresi), palabras de baja frecuencia o simplemente desconocidas, que solo pue- En el momento de aprender a leer y escribir, el sistema lingüístico y visual
den ser leídas mediante procesos de conversión grafema-fonema. La activa- de los niños ya se encuentra muy desarrollado. La emergencia del lenguaje es
ción se extiende luego hacia delante y alcanza la región frontal inferior cuando muy precoz. Los lingüistas y los psicólogos del desarrollo han mostrado que
las tareas de lectura tienen altas demandas de procesamiento fonológico, por un bebé recién nacido reacciona de manera diferente a los sonidos de su lengua
ejemplo, cuando requieren decidir si dos palabras escritas riman (tarro-carro materna que a los de una lengua extranjera con la que no tuvo contacto. Esto
frente a tarro-mesa) o si una palabra contiene o no un determinado fonema indica que incluso antes de nacer, todavía dentro del útero, hay un sistema
(¿contiene el sonido /o/?: carro frente a mesa). auditivo preparado para registrar los sonidos del lenguaje. Los estudios con
En síntesis, la investigación neurocientífica muestra que el cerebro de un imágenes cerebrales funcionales confirmaron estos hallazgos: los sonidos del
lector experto procesa los estímulos escritos a través de una red de áreas ce- habla (palabras y oraciones) activan en bebés prelingüísticos de pocos me-
rebrales en gran parte lateralizada a la izquierda. Dentro de la red se destacan ses de vida las mismas regiones del hemisferio izquierdo que se activan en
tres áreas: 1) la corteza OT izquierda, más específicamente, una porción del los adultos. Esto sugiere una fuerte predisposición genética de estas regiones
giro fusiforme izquierdo, que es una corteza visual de alto orden; 2) la corteza para procesar información auditiva verbal. Con el correr de los meses y con
TP izquierda, que es un área del lenguaje vinculada al procesamiento de los la mera exposición al ambiente social, el niño avanza en el dominio verbal. A
fonemas y las representaciones fonológicas, y 3) la corteza FI izquierda, que los 5 años, momento en que por lo general el niño enfrenta el aprendizaje de
también está vinculada al lenguaje y participa en la articulación del habla.6 la lectura, ya es un experto lingüístico que procesa el lenguaje en sus múltiples
Las tres áreas mencionadas están genéticamente asignadas a habilidades que, niveles: fonología, morfología, léxico y sintaxis.
como el lenguaje y la visión, emergen temprana y espontáneamente en el de- El sistema visual se desarrolla con una velocidad y una espontaneidad si-
sarrollo del niño. El proceso de aprendizaje modifica parte de estas áreas hasta milares a las del lenguaje. Los bebés muestran tempranamente su preferencia
convertirlas en zonas especializadas en la lectura o que participan en la lectu- por los rostros y rápidamente discriminan entre el rostro de su madre y el de
ra. Una vez adquirida la lectura experta, todo estímulo visual constituido por otras personas. Que un niño de 2 años pueda denominar muchos objetos es
algo que no nos sorprende, porque estamos acostumbrados a observarlo, pero
es un índice no solo de la capacidad de procesamiento visual del niño, sino
5. Aquí directamente significa que la representación ortográfica alcanza la
representación semántica sin mediación fonológica, sin necesidad de pronuncia- también del desarrollo temprano de conexiones entre el sistema visual y el del
ción abierta o subvocal de la palabra escrita. lenguaje. Una vez más, esta emergencia temprana y espontánea del procesa-
6. Estas dos áreas del lenguaje, las cortezas FI y TP izquierdas, forman tam- miento visual sugiere la existencia de una fuerte predisposición genética.
bién un circuito que es la base neural del denominado bucle fonológico, el meca- El aprendizaje de la lectura requiere cambios en ambos dominios, que tie-
nismo de sostén a corto plazo de información verbal (memoria de corto plazo nen como requisito pasar del uso implícito del lenguaje y la visión a su análisis
fonológica).
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explícito, consciente. Bajo la dirección de un adulto, el niño debe realizar un teórica, como por ejemplo el modelo de Uta Frith que describe las etapas por
esfuerzo para orientar su atención hacia aspectos del lenguaje y la visión a los las que se atraviesa en el aprendizaje de la lectura. Estas etapas no tienen límites
que antes no había atendido, simplemente porque no son necesarios para el ni duración completamente estrictos, pero sirven para caracterizar los cambios
uso del lenguaje oral en la comunicación o para el reconocimiento visual de principales en las estrategias que utiliza el niño mientras aprende a leer y escribir.
los objetos del mundo. El niño es un “experto lingüístico” en el sentido de que Frith propone tres etapas. En la primera, denominada etapa logográfica
es capaz de hacer uso de las reglas gramaticales para comprender y producir (o pictórica), el niño reconoce unas pocas palabras, como su propio nombre o
mensajes verbales. Pero el niño no conoce explícitamente esas reglas, el uso algunas marcas comerciales. Para eso se guía por la forma global de la palabra,
del lenguaje no requiere de la reflexión consciente sobre sus componentes. como si esta fuera el dibujo de un objeto. No es casual entonces que produzca
Cuando se usa el lenguaje, el foco de la atención está puesto en la comprensión errores como “leer” Pepsi frente al logograma de Coca-Cola. Estrictamente
o en la transmisión del significado del mensaje. En cambio, el aprendizaje de hablando, esta actividad no puede ser considerada como lectura, porque con-
la lectura obliga a un análisis del propio lenguaje, que deja de ser un medio siste en la asociación entre una forma visual y una palabra del vocabulario oral.
de comunicación para convertirse en objeto de una observación consciente. Este procedimiento está más relacionado con la denominación de un objeto
Conocer el principio alfabético7 y dominar el código que relaciona cada so- que con la lectura, porque no implica el reconocimiento de las palabras escri-
nido del lenguaje con la letra o el grupo de letras que lo representa requiere tas como secuencias de letras. La segunda etapa, denominada alfabética, está
de un examen consciente del habla que permita descomponer el flujo sonoro caracterizada por la aplicación de reglas de conversión grafema-fonema. La-
continuo en sus componentes discretos (palabras, morfemas, sílabas y fone- boriosamente al principio y luego con mayor seguridad, el niño aplica reglas
mas). Esta habilidad metacognitiva recibe el nombre de conciencia fonológica de conversión entre letras y sonidos, con lo cual puede pronunciar muchas
y, específicamente en el caso de los fonemas, conciencia fonémica. palabras y acceder, a través de esta mediación fonológica, a su vocabulario oral.
Una parte del sistema visual también tiene que modificarse. Sin necesidad En esta etapa, el niño necesita pronunciar la cadena de letras para reconocer la
de instrucción específica, el sistema visual del niño desarrolla la capacidad de palabra y para acceder a su significado. La tercera etapa, denominada ortográ-
distinguir y almacenar representaciones de los objetos visuales con los que se fica, está caracterizada por el desarrollo de un vocabulario visual, entendido
encuentra: rostros, objetos de la naturaleza, objetos construidos por el hombre, como una memoria visual específica de palabras escritas, codificadas como
lugares. Estos objetos se codifican sobre la base de rasgos de forma, color, textu- secuencias de letras, que permiten el reconocimiento y el acceso directo al sig-
ra y movimiento. Una parte de ese sistema tiene que modificarse para procesar nificado, sin mediación fonológica.
un nuevo tipo de objeto visual: las letras y las palabras escritas, codificadas me- Aunque aún no se han identificado todos los correlatos cerebrales de estas
diante la combinación de un conjunto finito de rasgos ortográficos constituidos etapas del aprendizaje de la lectura, hay evidencias que muestran que este pro-
por un grupo muy reducido de líneas, intersecciones y curvas. Cuando ya nos duce cambios en las tres áreas del cerebro mencionadas más arriba. Una parte
hemos familiarizado con las letras, olvidamos el aspecto intrincado de estos es- de la investigación se ha dirigido a tratar de identificar en qué momento apa-
tímulos visuales. Pero una mirada a los caracteres de la escritura árabe es sufi- rece la especialización para objetos, rostros y escritura en la corteza OT y en
ciente para tomar conciencia de las exigencias a las que debe someterse nuestro qué momento se produce la lateralización a la izquierda para la escritura y a la
sistema visual para dominar el reconocimiento invariante de letras.8 derecha para los rostros. Los estudios con imágenes funcionales registran, ya
¿Cuáles son los cambios que se observan en el cerebro durante la alfabe- a los 7 años, una intensa actividad en la corteza OT durante la observación de
tización? Para la indagación sobre este tema resulta útil contar con una guía palabras escritas. A diferencia de los lectores expertos, en los que la activación
está lateralizada a la izquierda, la activación en los niños es bilateral. Recién
a los 8 años comienza un progresivo predominio del lado izquierdo. Otros
7. Los sistemas de escritura alfabéticos están regidos por el principio de que
autores señalan que, más que el aumento en el lado izquierdo, el cambio más
sus caracteres, las letras, representan los sonidos (fonemas) del lenguaje. En otros
sistemas de escritura, los caracteres representan sílabas (como uno de los dos sis- nítido es la disminución de la activación del lado derecho. Otros estudios han
temas de escritura del japonés) o palabras completas (los ideogramas del chino encontrado que el grado de activación OT izquierda correlaciona con el rendi-
mandarín). miento en lectura: los buenos lectores muestran mayor actividad OT izquier-
8. Reconocimiento invariante significa que reconocemos la letra a independien- da que los lectores iniciales, quienes muestran baja actividad o persistencia de
temente de que esté escrita en mayúscula, minúscula, manuscrita, gótica, grande o la activación del lado derecho.
chica, cabeza arriba o abajo, a la izquierda o a la derecha del campo visual.
72 | Neurociencias y educación Cerebro, lectura y dislexia | 73

Los estudios con registros de la actividad eléctrica y magnética cerebral fonológica, que no se desarrolla fuera de la alfabetización.9 Estudios poste-
también detectan cambios asociados con el curso del aprendizaje. Al comien- riores mostraron cambios importantes en el grado de activación de la prime-
zo de la escuela, la actividad eléctrica provocada por las palabras escritas no ra circunvolución temporal izquierda (a nivel del planum temporale).10 Esta
se diferencia de la producida por rostros u objetos. A los 7 años, comienza región, en conjunto con la corteza temporoparietal (TP) próxima, almacena
a diferir de la provocada por otros estímulos visuales (por ejemplo, formas representaciones de los fonemas y de las cadenas de fonemas de las palabras y
geométricas). Esta respuesta diferencial parece señalar el inicio del proceso de se activa cuando se escuchan sonidos del lenguaje. La activación es mayor en
especialización en la región OT. En tercer grado, a los 8 años, se observa por los sujetos alfabetizados que en los analfabetos. Esto sugiere que el análisis de
primera vez una lateralización a la izquierda de la actividad eléctrica. Recién a los sonidos del lenguaje es más detallado y que este cambio ha sido provocado
los 10 años aparece en los niños la onda eléctrica N170 (una onda negativa que por la alfabetización.
aparece ciento setenta milisegundos después de presentar la palabra escrita), Otra notable modificación de las áreas del lenguaje debida a la alfabetiza-
que señala el momento en que los lectores expertos llevan a cabo el reconoci- ción es la activación de la caja de letras en tareas puramente verbales, tareas que
miento perceptivo de las palabras escritas. En los lectores expertos, la mayoría no requieren recurrir a información ortográfica. La corteza OT izquierda se
de las palabras escritas produce una onda N170 que se registra nítidamente activa en tareas como decidir si dos palabras oídas riman (por ejemplo, cajón-
en la región OT izquierda; en los niños, solo se registra con palabras muy co- talón frente a cajón-calor) o si el par de palabras oídas son iguales o distintas
nocidas. Otra señal típica de los lectores expertos es la activación de la región (beso-beso frente a beso-peso). Esto sugiere que una vez que la alfabetización
OT por no palabras pronunciables (por ejemplo, sanoli), que recién comienza conectó las letras con los sonidos del lenguaje, estos pueden activar la caja de
a observarse entre los 13 y los 14 años. letras aunque la tarea no lo demande de manera específica.
Los datos de los estudios con técnicas de imágenes cerebrales y de regis- Finalmente, algunos estudios destacan la importancia de orientar en forma
tro de señales eléctricas y magnéticas pueden ser interpretados con la ayuda adecuada la atención durante el aprendizaje de la lectura. La experimentación
del modelo de Frith. La actividad cerebral bilateral, similar para palabras y psicológica ha puesto de relieve la importancia de la consigna para orientar
objetos, concuerda con la idea de que en la etapa logográfica el niño utiliza la atención del sujeto hacia los aspectos relevantes de las tareas experimenta-
capacidades visuales aún no especializadas para la lectura. A los 7 años, la in- les. Frente a los mismos pares de estímulos (por ejemplo, perro-gato, techo-
tensa actividad OT bilateral que produce la presentación de palabras escritas tacho, perro-piso, ciruela-manzana, etc.), el procesamiento es diferente según
puede interpretarse como el reclutamiento de amplias áreas visuales durante la consigna sea “Diga si los pares comienzan por el mismo sonido” o “Diga si
el aprendizaje de las correlaciones grafema-fonema. El dominio de estas reglas
está marcado por la lateralización a la izquierda de la actividad, lo que refleja
la especialización (o reciclaje) de una parte del sistema visual para procesar los 9. Castro-Caldas aprovechó para su estudio una costumbre arcaica de la
estímulos escritos. La aparición de la onda N170 y la activación de la región población rural de Portugal: la primera hija de la familia quedaba en casa ayu-
dando en las tareas del hogar, mientras que las hijas menores podían asistir a la
OT izquierda observada en los estudios con imágenes señalan el pasaje a la
escuela. Doce mujeres, seis alfabetizadas y seis analfabetas provenientes del mismo
etapa ortográfica de la lectura, proceso cuya maduración cerebral dura varios medio social, fueron estudiadas con pruebas conductuales y con imágenes cere-
años y depende de la práctica de lectura. brales (tomografía por emisión de positrones). La prueba conductual más signifi-
También las redes del lenguaje cambian con el aprendizaje de la lectura. El cativa fue la de repetición de palabras y no palabras; ambos grupos podían repetir
estudio pionero de Castro-Caldas y otros (1998) con tomografía por emisión correctamente las palabras, pero las mujeres que no leían tenían dificultades para
de positrones (PET) mostró que, en una tarea exclusivamente verbal como repetir no palabras y producían errores de lexicalización (por ejemplo, /binero/ >
repetir palabras y no palabras, la actividad de las áreas del lenguaje de los su- /dinero/; /kintura/ > /pintura/). Esto sugería que el aprendizaje de la lectura había
modificado el propio lenguaje, permitiendo un análisis a nivel de fonemas no dis-
jetos alfabetizados era diferente a la de los sujetos no alfabetizados. Esta fue
ponible para las mujeres no alfabetizadas. Las imágenes cerebrales confirmaron
la primera comunicación neurocientífica de algo que ya habían observado los que el patrón de activación producido por la repetición de palabras y no palabras
psicólogos del desarrollo y educacionales: el aprendizaje de la lectura modifica difería entre ambos grupos.
la manera en que se procesa el lenguaje. Más específicamente, el aprendizaje 10. El planum temporale es la parte de la circunvolución temporal superior
de la lectura se relaciona estrechamente con la emergencia de la conciencia ubicada inmediatamente por detrás del área auditiva primaria (el punto de entra-
da de los estímulos auditivos al cerebro). Del lado izquierdo incluye el área de
Wernicke.
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los pares tienen un significado próximo”. La consigna orienta la atención del niño que cuenta con todos los factores necesarios para hacerlo: inteligencia,
sujeto hacia determinados aspectos del estímulo. Los estudios con imágenes motivación, estimulación familiar y escolaridad aceptables. ¿Esto significa que
funcionales registran claramente este efecto: la consigna que pide decidir si el trastorno solo afecta a niños de ambientes favorecidos? No. La dislexia afec-
dos palabras comienzan con el mismo fonema recluta la activación de regio- ta a niños de todos los medios y de todos los países independientemente de la
nes dorsales relacionadas con el procesamiento de los sonidos del lenguaje lengua que hablen, de los sistemas de escritura que utilicen o de las oportuni-
(lóbulos temporal superior, parietal inferior y frontal inferior izquierdos); la dades educativas que tengan. Lo que sucede es que, en medios desfavorecidos,
consigna que pide concentrarse en el significado recluta la activación de las el diagnóstico es más difícil porque la baja calidad de la enseñanza y/o la pobre
regiones ventrales (circunvolución temporal media e inferior). La orientación estimulación para la lectura en el hogar exageran dificultades menores, que en
de la atención es crucial durante el proceso de aprendizaje de la lectura. Si el un medio más favorecido serían compensadas por la estimulación, por la ex-
docente orienta al niño a dirigir su atención a las relaciones letra-sonido se ac- posición temprana a material escrito y por una enseñanza de calidad.
tivarán las redes más adecuadas para aprender esas relaciones. Esto no ocurrirá Los síntomas propios de la dislexia consisten en: dificultad para apren-
si la atención es orientada hacia la forma global de las palabras, por ejemplo, der las correspondencias grafema-fonema, lectura en voz alta lenta, laboriosa,
a observar la saliencia de las letras por encima o por debajo del renglón, a errores de decodificación (cha > ca; ba > da; ga > ja; camino > camimo) e in-
comparar la longitud de las palabras, a asociar palabras escritas y dibujos o a tentos de compensar el déficit por adivinación, ya sea de la palabra completa
adivinar el significado de las palabras escritas. Estas consignas alejan la aten- (teja > tela; cañón > camión; entre > en; perdona > persona) o de una parte
ción del niño de lo que es realmente importante: la relación de las letras con (carnicería > carnicero; terminarían > terminará). La escritura está siempre
los sonidos del lenguaje. Un estudio de Brem y otros (2010) con imágenes afectada. La evaluación del niño normalmente encuentra déficits de conciencia
funcionales destaca el papel de focalizar la atención durante el aprendizaje: el fonológica, a veces de memoria de corto plazo verbal y, en general, cociente
entrenamiento en las correspondencias letra-sonido en niños no lectores de intelectual promedio o superior. Muchas veces, gracias al esfuerzo y el apoyo,
jardín de infantes llevó a la aparición de sensibilidad para la ortografía en la el niño consigue decodificar de manera correcta; sin embargo, no logra alcan-
corteza OT ventral revelada por las imágenes funcionales. zar velocidad y fluidez en el reconocimiento de las palabras, lo que afecta la
¿Y qué sucede en el cerebro de los chicos con dificultades para aprender a comprensión de textos. Esto crea un círculo vicioso, entre otras cosas, por-
leer? ¿Hay estudios biológicos que den cuenta de esta dificultad? que provoca un impacto negativo sobre el placer y la práctica de la lectura y
también afecta el desarrollo del vocabulario. Los síntomas están presentes al
comienzo del aprendizaje, pero es importante tener en cuenta que la dislexia
es una alteración duradera, que persiste a lo largo de la vida.
Cerebro y dislexia Inicialmente se pensó que la dislexia se debía a un trastorno visual. Sin
embargo, la investigación psicológica mostró que, contra lo que indicaba la
No cualquier dificultad para aprender a leer es una dislexia. Antes de diag- apariencia, el déficit subyacente era verbal, más específicamente, fonológico.
nosticar una dislexia, el especialista debe descartar otras causas que afectan el Los niños con dislexia tienen una dificultad en el procesamiento de los sonidos
aprendizaje de la lectura, como los trastornos sensoriales, el retardo mental, las del habla. Este compromiso fonológico es lo suficientemente sutil como para
desventajas socioeconómicas y, por supuesto, la mala escolaridad. Es tan impor- no manifestarse en el desarrollo y uso del lenguaje. Pero también es lo sufi-
tante no utilizar la palabra dislexia para rotular la mínima dificultad de apren- cientemente importante como para afectar el aprendizaje de la lectoescritura.12
dizaje de la lectura como utilizarla cuando se ha hecho un diagnóstico correcto. El déficit fonológico afecta sobre todo el desarrollo de la habilidad para mani-
El diagnóstico permite ajustar las expectativas, evitar al niño sufrimientos in- pular de forma consciente los sonidos del lenguaje, la conciencia fonológica.
necesarios e implementar las intervenciones que pueden mitigar la dificultad.11 Estos niños pueden llegar a segmentar el habla en palabras e incluso en síla-
La dislexia es un trastorno específico del aprendizaje de la lectura y la es- bas, pero tienen dificultades para segmentarla en sus unidades más pequeñas:
critura. Consiste en una dificultad para aprender a leer que se presenta en un los fonemas. Así, no pueden decir qué palabra queda si a pala le quitamos el

11. La dislexia debe ser diagnosticada por un especialista, quien se basa en la


historia clínica y educativa del niño, en la referencia de padres y maestros y en la 12. En algunos casos, la historia clínica registra un retraso en la adquisición
evaluación especializada. del lenguaje que se compensó espontáneamente o con terapia del lenguaje.
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sonido inicial o qué sílaba resulta de unir los sonidos b-l-a presentados por adecuado y la intervención educativa y/o clínica. Por otro lado, como se se-
separado. El déficit fonológico afecta el aprendizaje de las correspondencias ñaló más arriba, la dislexia también puede aparecer en niños sin antecedentes
grafema-fonema y todo el desarrollo posterior de la lectura, incluyendo un familiares.
pobre desarrollo del vocabulario visual y la falta de automatización de la de- ¿Cuál es la función de los genes identificados? Según los resultados de
codificación. Finalmente, la ausencia del reconocimiento fluido de las palabras estudios en animales, tres de los cuatro genes intervienen en el proceso de
escritas hace que todos los recursos del niño se concentren en la decodifi- migración neuronal, y el bloqueo experimental de estos genes produce un de-
cación, lo que afecta la comprensión del texto y extingue la motivación y el sarrollo anómalo de la corteza13 con islas de neuronas apelotonadas que no se
placer de la lectura. habían desplazado correctamente. Este hallazgo se asoció inmediatamente con
estudios previos que habían descripto malformaciones microscópicas en el ce-
rebro de pacientes disléxicos que, sugestivamente, se concentraban en áreas
del lenguaje y del procesamiento visual.14
¿La dislexia responde a causas biológicas? ¿Es heredable?

Siempre se sospechó que la dislexia (no cualquier dificultad en el apren-


¿Existen diferencias funcionales entre los cerebros de los sujetos con y sin
dizaje de la lectura) tenía una causa biológica, que podía heredarse. Uno de
dislexia?
los primeros investigadores, Hinshelwood, estudió seis casos que pertenecían
a dos generaciones de la misma familia. En la actualidad, la heredabilidad de
la dislexia está firmemente comprobada. Una proporción importante de los Los estudios con imágenes funcionales durante tareas de lectura mostra-
niños con diagnóstico fiable de dislexia tienen un familiar próximo afecta- ron diferencias de activación cerebral entre niños con dislexia y sujetos con-
do por el mismo trastorno. Las estimaciones van del 33% al 65%, según los troles sin dislexia, y también han permitido observar cambios luego de recibir
países y los criterios utilizados. Eso significa que, si un niño tiene hermanos terapia específica. Aunque persisten algunos puntos de controversia, los estu-
o padres con dislexia, su riesgo de padecerla es más alto que el de otro sin dios con imágenes funcionales cerebrales mostraron que quienes padecen de
familiares afectados. También significa que hay casos bien diagnosticados sin dislexia tienen una hipoactivación de las dos regiones posteriores del cerebro
antecedentes familiares. La identificación del riesgo debido a los antecedentes relacionadas con la lectura. Las cortezas TP y OT izquierdas están menos ac-
familiares tiene importancia clínica y preventiva, porque debería promover tivas en los sujetos disléxicos que en los controles. Además, los sujetos con
un seguimiento más atento con el fin de implementar medidas de diagnóstico dislexia muestran más activación que los controles en la región frontal anterior
e intervención tempranas. El estudio de familias afectadas por la dislexia en bilateral y en la región TP derecha. La hipoactivación TP y OT se interpreta
varias generaciones permitió la identificación de algunos genes que parecen como ausencia de los cambios que produce el aprendizaje de la lectura en los
indicar una propensión al trastorno. Los cuatro genes identificados están lo- sujetos controles (como se describió más arriba). La hiperactivación frontal
calizados dentro de los cromosomas 3, 6 y 15, y otros genes son candidatos a
sumarse a la lista. 13. La corteza cerebral tiene, según las zonas, entre tres y cinco capas cons-
Sin embargo, es importante señalar que no existe un “gen de la dislexia”, tituidas por distintos tipos de neuronas y conexiones. Durante el desarrollo, las
ni existe una prueba genética que pueda determinar inequívocamente su de- neuronas migran hasta ocupar su lugar en la capa correspondiente. Una de las
sarrollo. La lectura es una función que requiere del buen funcionamiento de técnicas utilizadas para identificar la función de un gen consiste en bloquear su
varios circuitos cerebrales, cuyo desarrollo depende a su vez de la acción de acción y observar qué efecto produce. Los genes asociados con la dislexia están
presentes en la rata; el bloqueo de la acción de los genes durante una etapa tem-
centenares, tal vez miles, de genes. Lo más probable es que el trastorno sea
prana del desarrollo de la rata produjo malformaciones de la corteza cerebral.
multigénico, que dependa de la acción conjunta de múltiples genes actuando 14. La tomografía y la resonancia magnética estructural que se utilizan en la
en conjunción con una estimulación ambiental pobre o insuficiente. Los an- clínica neurológica corriente no muestran alteraciones cerebrales macroscópicas
tecedentes hereditarios y la presencia de ciertos genes sirven para identificar en los pacientes con dislexia. Pero el estudio microscópico del cerebro de personas
riesgo de dislexia, pero no son sinónimo de enfermedad. El riesgo puede ser con dislexia (pacientes adultos fallecidos por causas ajenas a su dislexia) muestra
modificado, al menos en parte, por la experiencia, por el estímulo temprano en varios de ellos malformaciones microscópicas de la corteza cerebral debidas a
defectos de la migración neuronal (Galaburda y Kemper, 1979).
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bilateral y TP derecha se interpretan como la expresión de mecanismos com- estudios con magnetoencefalografía revelan diferencias entre sujetos en edad
pensatorios desencadenados por el esfuerzo para lidiar con la dificultad. escolar con dislexia y controles sin dislexia. Durante las etapas iniciales del
Otros estudios han comparado la activación antes y después de la terapia procesamiento visual, a los cien milisegundos de la presentación de una pala-
y encontraron un claro efecto de la intervención sobre el patrón de activación. bra escrita, la magnetoencefalografía no registra diferencias entre niños con y
La activación TP se hizo más lateralizada a la izquierda y apareció activación sin dislexia. Sin embargo, entre los ciento cincuenta y doscientos milisegun-
en la corteza OT izquierda que estaba ausente antes de la intervención. dos, los controles tienen una onda negativa pronunciada que se localiza en la
región TO izquierda; esta onda no está presente en los disléxicos. Se considera
que la onda de los ciento cincuenta y doscientos milisegundos marca el ingreso
del estímulo visual a la caja de letras. Un poco más adelante, a los doscientos
¿Es posible mejorar el diagnóstico de dislexia con las técnicas de imágenes? milisegundos, también hay diferencias: los lectores sin problemas muestran
actividad temporal fuertemente lateralizada a la izquierda y los disléxicos, una
Algunos autores consideran que la hipoactivación TP y OT izquierdas que mayor actividad temporal derecha.
se observa en la resonancia magnética funcional de los niños con dislexia cons- En síntesis, aunque la cadena de causalidad completa de la dislexia aún no
tituye su “firma”, es decir, un signo identificador del trastorno. Sin embargo, está totalmente desentrañada, los estudios actuales muestran que hay genes de
aún es necesario un mayor número de trabajos para establecer con seguridad susceptibilidad y que estos u otros genes aún no identificados podrían alterar
que estas técnicas tienen mayor sensibilidad y especificidad que los actuales el desarrollo normal de las redes corticales en las que se apoya el aprendiza-
recursos de diagnóstico (historia clínica y evaluación con instrumentos espe- je de la lectura. Los estudios con imágenes cerebrales, en sujetos jóvenes y
cíficos). adultos con dislexia, documentan el desarrollo anómalo de las redes corticales
En uno de los estudios longitudinales más cuidadosos, el de Jyväskylä, que contienen esos circuitos. Los estudios con magnetoencefalografía aportan
Finlandia (Lyytinen y otros, 2015), se llevó a cabo el seguimiento de un grupo evidencia que apunta en el mismo sentido.
numeroso de niños con riesgo familiar de dislexia, desde el nacimiento y a lo Existe consenso en que el riesgo genético para la dislexia es modulado por
largo de toda la escolaridad. Se aplicaron distintas pruebas y técnicas neura- factores ambientales, en particular por los hábitos lectores de la familia, por
les. Los autores señalan que existen muchos indicadores que pueden predecir la calidad de la enseñanza recibida y por la intervención clínica. Otro factor
cuáles de estos niños desarrollarán una dislexia. Pero desde una perspectiva importante es el sistema de escritura: es mucho más fácil aprender las corres-
práctica, que no requiere una tecnología compleja y costosa, los indicadores pondencias grafema-fonema en sistemas de escritura transparentes como el
más destacados de probabilidad de desarrollar una dislexia son el retraso en español que en los opacos como el inglés.16 Esto hace que el aprendizaje de la
la adquisición del lenguaje expresivo y la dificultad para aprender las corres- lectura y las características de la dislexia resulten diferentes en niños de distin-
pondencias letra-sonido.15 Otro estudio que abarcó ocho países europeos tam- tas culturas. Un modelo que representa las interacciones entre aspectos bioló-
bién encontró que las mediciones de conciencia fonológica y de velocidad de gicos, cognitivos y ambientales en la causalidad de la dislexia es el de Ramus,
denominación eran buenos predictores de dislexia en todos los sistemas de Pidgeon y Frith (2003) que se representa en la figura 2.3.
escritura estudiados.
Los estudios con registro eléctrico y magnético de la actividad cerebral
atraen especial interés porque son menos costosos que los exámenes con imá-
genes y tienen menos dificultades para ser usados en niños pequeños. Los

15. Los autores reportan que la mejor tarea predictora es la de dar el nombre
de las letras. En finlandés, los nombres de las letras coinciden con su sonido en
casi todas las vocales y consonantes. Eso ocurre en español solo con las vocales,
mientras que el nombre de todas las consonantes es diferente a su sonido. La letra 16. Por ejemplo, en español se usan cinco letras vocálicas para representar
p se pronuncia /p/ y su nombre es /pe/. Por lo tanto, la tarea de decir el nombre cinco fonemas vocálicos, mientras que en inglés se utilizan combinaciones de las
de las letras en finlandés equivale a la tarea de decir el “sonido” que representan cinco letras vocálicas y de algunas consonantes para representar sus más de veinte
las letras en español, esto es, las correspondencias grafema-fonema. fonemas vocálicos.
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Figura 2.3 dispositivos computacionales, como los lectores de texto y los programas de
Modelo de factores causales de la dislexia dictado, pueden, según los casos, ser de ayuda. También se debe proporcionar
tiempo extra en las evaluaciones académicas de este grupo de niños.

Neurociencias y enseñanza de la lectura

¿Qué sugieren los conocimientos neurocientíficos actuales respecto a la en-


señanza de la lectura? Como señala Dehaene, responder esta pregunta requiere
cautela: “La neurociencia está aún lejos de ser prescriptiva. Una amplia brecha
separa el conocimiento teórico acumulado en el laboratorio de la práctica en
clase” (Dehaene, 2014: 263). La aplicación de los datos e hipótesis neurocien-
tíficas a la enseñanza plantea problemas que no se tienen en cuenta durante la
investigación. La enseñanza incluye niveles de complejidad propios que deben
abordarse desde la teoría y la práctica educativas. Pero los resultados de la in-
vestigación en neurociencias no pueden estar ausentes de los grandes debates
pedagógicos. Las neurociencias aportan evidencias que permiten tomar partido
por unas teorías cognitivas sobre otras y, por esta vía, sirven para fundamentar
métodos de enseñanza que, de todos modos, deben demostrar su superioridad
mediante experimentación específica propia en el aula. Tal vez el desafío y el
En este modelo de Ramus, Pidgeon y Frith (2003) se incluyen factores bio- estímulo para producir evidencia propiamente educativa constituya un aporte
lógicos, como el riesgo genético; los procesos cognitivos esenciales, como la más que las neurociencias hagan a la educación. Decidir por tal o cual método
conciencia fonológica y el mapeo grafema-fonema, y los factores ambientales, de enseñanza, en ausencia de evidencia experimental sobre su eficacia, puede
como la transparencia del sistema de escritura y la calidad de la enseñanza, que conducir al pantano de las discusiones en las que las teorías se convierten en
interactúan para producir los rasgos conductuales de la dislexia: bajo rendi- dogmas, en lugar de guiar la práctica y el análisis de los resultados.
miento en lectura y en tareas de conciencia fonológica.
Con el cuidado que se acaba de señalar, los datos neurocientíficos dispo-
nibles avalan un puñado de principios que deberían tenerse en cuenta en la
El diagnóstico precoz del riesgo permite implementar medidas de inter-
enseñanza de la lectura.
vención que han mostrado efectividad. La estimulación de la conciencia fono-
lógica, el refuerzo de la enseñanza del principio alfabético y de las correspon-
1. El reciclaje del lenguaje y la visión conducen a la conformación de una
dencias grafema-fonema han mostrado ser técnicas efectivas para lograr una
nueva red de procesamiento, la de la lectura, cuyo núcleo principal
decodificación correcta y mayor precisión en la lectura. Lamentablemente, no
es el sistema que relaciona letras con sonidos del lenguaje. Esto no se
hay evidencias consistentes de que la baja fluidez responda a las técnicas de
logra sin modificar el lenguaje (conciencia fonológica) y sin desarrollar
tratamiento implementadas. Esto hace que la dislexia, aun en los casos trata-
detectores de letras en el sistema visual. La conclusión obligada es que
dos, sea una condición que está presente a lo largo de toda la vida, con impacto
el primer objetivo de la enseñanza de la lectura tiene que ser el dominio
negativo sobre la comprensión del texto, el placer de la lectura, la experiencia
del principio alfabético basado en la enseñanza explícita, sin temor a
lectora y el desarrollo del vocabulario. Como es natural, esto también afecta
la repetición, de la relación entre las letras y grupos de letras con los
la escolaridad, la motivación y la autoestima. Muchos autores insisten en que,
sonidos del lenguaje.
además de intervenir sobre los déficits, hay que desplegar recursos de adap-
2. El método tiene que contemplar el rol activo del docente en la ense-
tación. Para sortear el cuello de botella de la dislexia, se puede fomentar el in-
ñanza de la lectura. Reciclar el lenguaje y la visión requiere que el niño
greso de información (escolar y no escolar) por vía auditiva o audiovisual. Los
82 | Neurociencias y educación Cerebro, lectura y dislexia | 83

reoriente su atención, y el docente juega el papel principal en la guía Ferreres, A. y López, C. V. (2014): “La transparencia ortográfica y las alexias
atencional. Los recursos didácticos deben estar al servicio de concen- (acquired dyslexias) en hispanohablantes, una revisión”, Estudios de Psico-
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como la adivinación, que lo desvían de este. Ferreres, A.; López, C. V. y China, N. (2003): “Phonological alexia with
3. Leer no es solo pronunciar letras o balbucear sílabas; el objetivo de la vowel-consonant dissociation in non-word reading”, Brain & Language,
lectura es comprender textos. Las redes neurales de la lectura incluyen 84(3): 399-413.
conexiones con las regiones semánticas de la corteza y es probable que Ferreres, A.; Martínez Cuitiño, M. y Olmedo, A. (2005): “Acquired surface
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nocidas y oraciones sencillas, al alcance de los alumnos, es un elemen- a spanish-speaking aphasic”, Brain & Language, 49(2): 153-172.
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Snowling y C. Hulme (eds.), The science of reading: a handbook, Malden,
trabajo, para que termine un partido de fútbol, cuánto cuesta hacer una torta,
John Wiley & Sons.
estimar la cantidad de gente que puede haber en una fiesta, jugar al ta-te-ti,
controlar el vuelto de las compras son actividades que ponen en juego el pro-
cesamiento de información numérica, cuyo resultado determina nuestra con-
ducta y nuestras decisiones. Los números están presentes en muchos aspectos
de la vida contemporánea, pero sería un error pensar que son el producto de la
civilización avanzada. Los cazadores recolectores tenían que calcular (¿cuán-
tos animales hay en esa manada?) y también los primeros sedentarios que de-
sarrollaron la agricultura (¿cuántos días faltan para cosechar?). Las primeras
señales de numerales fueron rayas grabadas en huesos hace unos treinta mil
años. Los sumerios y babilonios usaban marcas numéricas diez mil años antes
de Cristo, es decir, mucho antes de la invención de la escritura. Las habilidades
numéricas, ¿son entonces un producto cultural temprano de los humanos?
Hay numerosas evidencias de que muchas especies animales son capaces de
estimar cantidades y que esa habilidad es importante para su supervivencia.
También hay evidencias de que la estimación de la cantidad, la base de lo que
más tarde va a ser el terror de muchos escolares –las matemáticas–, aparece
muy temprano en la ontogenia humana y precede incluso a la emergencia del
lenguaje. La escuela familiariza a los niños y adolescentes con operaciones
numéricas precisas y complejas. La ubicuidad y la jerarquía que caracterizan
la capacidad de procesamiento numérico han suscitado un amplio debate so-
bre cómo y cuándo surgen en el desarrollo filogenético y ontogenético, dos
aspectos que, a su vez, dirigen la atención hacia el cerebro.

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