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Capa gaseosa de 10 000 kilómetros de espesor que rodea cualquier objeto celeste,
como la Tierra, cuando éste posee un campo gravitatorio suficiente para impedir que
escapen. Además de proteger el Planeta y proporcionar los gases que necesitan los
seres vivos, determina el Tiempo y el Clima.
Características
La atmósfera es una capa gaseosa de aproximadamente 10.000 km de espesor que
rodea la Litosfera e Hidrosfera. Está compuesta de gases y de partículas sólidas y
líquidas en suspensión atraídas por la gravedad terrestre. En ella se producen todos los
fenómenos climáticos y meteorológicos que afectan al planeta, regula la entrada y salida
de energía de la Tierra y es el principal medio de transferencia del calor.
Por compresión, el mayor porcentaje de la masa atmosférica se encuentra concentrado
en los primeros kilómetros. Es así como el 50% de ella se localiza bajo los 5 km, el 66%
bajo los 10 km y sobre los 60 km se encuentra sólo una milésima parte. La atmósfera
presenta una composición uniforme en los primeros niveles y está estructurada en capas
horizontales con características definidas.
En la Tierra, la actual mezcla de gases se ha desarrollado a lo largo de 4.500 millones
de años. La atmósfera primigenia debió estar compuesta únicamente de emanaciones
volcánicas, es decir, una mezcla de vapor de agua, Dióxido de carbono, Dióxido de
azufre y Nitrógeno, sin rastro apenas de Oxígeno. A lo largo de este tiempo, diversos
procesos físicos, químicos y biológicos transformaron esa atmósfera primitiva hasta
dejarla tal y como se conoce.
Formación de la atmósfera
La mezcla de gases que forma el
aire actual se ha desarrollado a
lo largo de 4.500 millones de
años. La atmósfera primigenia
debió estar compuesta
únicamente de emanaciones
volcánicas, es decir, vapor de
agua, dióxido de carbono,
dióxido de azufre y nitrógeno, sin
rastro apenas de oxígeno.
Para lograr la transformación
han tenido que desarrollarse una
serie de procesos. Uno de ellos
fue la condensación. Al
enfriarse, la mayor parte del
vapor de agua de origen
volcánico se condensó, dando
lugar a los antiguos océanos.
También se produjeron
reacciones químicas. Parte del
dióxido de carbono debió reaccionar con las rocas de la corteza terrestre para formar
carbonatos, algunos de los cuales se disolverían en los nuevos océanos.
Más tarde, cuando evolucionó la vida primitiva capaz de realizar la fotosíntesis, empezó
a producir oxígeno. Hace unos 570 millones de años, el contenido en oxígeno de la
atmósfera y los océanos aumentó lo bastante como para permitir la existencia de la vida
marina. Más tarde, hace unos 400 millones de años, la atmósfera contenía el oxígeno
suficiente para permitir la evolución de animales terrestres capaces de respirar aire.
Atmósfera terrestre: La capa exterior de la Tierra es gaseosa, de composición y
densidad muy distintas de las capas sólidas y líquidas que tiene debajo. Pero es la zona
en la que se desarrolla la vida y, además, tiene una importancia trascendental en los
procesos de erosión que son los que han formado el paisaje actual. Los cambios que
se producen la la atmósfera contribuyen decisivamente en los procesos de formación y
sustento de los seres vivos y determinan el clima.
Capas de la atmósfera
Partes de la atmósfera
Troposfera: Llega hasta un límite superior, tropopausa, situado a 9 Km de altura en los
polos y los 18 km en el ecuador. En ella se producen importantes movimientos verticales
y horizontales de las masas de aire, vientos, y hay relativa abundancia de agua. Es la
zona de las nubes y los fenómenos climáticos: lluvias, vientos, cambios de temperatura.
Es la capa de más interés para la ecología. La temperatura va disminuyendo conforme
se va subiendo, hasta llegar a -70ºC en su límite superior.
Mesosfera: Se extiende entre los 50 y 80 km de altura, contiene sólo cerca del 0,1% de
la masa total del aire. Es importante por la ionización y las reacciones químicas que
ocurren en ella. La disminución de la temperatura combinada con la baja densidad del
aire en la mesosfera se determina la formación de turbulencias y ondas atmosféricas
que actúan a escalas espaciales y temporales muy grandes. La mesosfera es la región
donde las naves espaciales que vuelven a la Tierra empiezan a notar la estructura de
los vientos de fondo, y no sólo el freno aerodinámico.
Ionosfera: Se extiende desde una altura de casi 80 km sobre la superficie terrestre hasta
640 km o más. A estas distancias, el aire está enrarecido en extremo. Cuando las
partículas de la atmósfera experimentan una ionización por radiación ultravioleta,
tienden a permanecer ionizadas debido a las mínimas colisiones que se producen entre
los iones. La ionosfera tiene una gran influencia sobre la propagación de las señales de
radio. Una parte de la energía radiada por un transmisor hacia la ionosfera es absorbida
por el aire ionizado y otra es refractada, o desviada, de nuevo hacia la superficie de la
Tierra. Este último efecto permite la recepción de señales de radio a distancias mucho
mayores de lo que sería posible con ondas que viajan por la superficie terrestre.
Exosfera: Es la región que se encuentra más allá de la ionosfera, se extiende hasta los
9.600 km, lo que constituye el límite exterior de la atmósfera.
Composición
Los gases fundamentales que forman la atmósfera son:
Clasificación de la humedad
Contaminación Atmosférica
La atmósfera no es un sujeto pasivo de la contaminación, todos los fenómenos
meteorológicos pueden jugar un papel importante en la evolución de los contaminantes
en la atmósfera y, por lo tanto, algunos aspectos relacionados con estos fenómenos
deben tenerse en cuenta.
Los agentes contaminantes que se vierten a la atmósfera pueden reaccionar entre sí, al
menos muchos de ellos, y dar lugar a compuestos de actividad más o menos intensa y
de mayor o menor nocividad. Esta sinergia o aumento de la perturbación entre
compuestos se agudiza sobre todo en las ciudades o en los polígonos de desarrollo
industrial, lugares en los que las emisiones son diversas y los agentes se mezclan al
difundirse en el aire.
Las interacciones entre los productos vertidos a la atmósfera se deben a mecanismos
de acción complejos, como pueden ser reacciones fotoquímicas, oxido reducción,
catálisis, polimerización, entre otros. Se encuentran contaminantes como:
Óxidos de azufre.
Sulfuros y mercaptanos.
Dióxido de Carbono
Hidrocarburos.
Ozono.
Óxidos de nitrógeno
Mercurio.
Fluoruros
Polvo
Fenómenos ópticos que se pueden observar en el cielo gracias a la
existencia de la atmósfera
Arco iris
El arco iris es un arco circular que aparece en el cielo frente al sol, causado por la
refracción y reflexión de la luz solar en las gotas de lluvia que cae. Los colores son los
colores primarios (violeta, índigo, azul, verde, amarillo, naranja y rojo), desde el violeta
hasta el rojo, el rojo es el color exterior. Un segundo de arco por lo general aparece por
encima de la primera, pero ahora los colores se invierten, va desde el violeta al rojo. El
primer arco, donde la más brillante, tiene un radio de 42 ° mientras que la segunda viga
es de 51 °. El arco iris se puede ver desde el suelo cuando el sol está a menos de 42 °
por encima de horizonte. La intensidad del color depende del tamaño de las gotas de
lluvia y más brillante cuanto más tiempo la gota.
Relámpago
El relámpago es el resplandor muy vivo producido en las nubes por una descarga
eléctrica. No se sabe exactamente cómo se produce un relámpago, hay varias teorías
aunque muchas de ellas no explican la procedencia de la cantidad de energía liberada
por este fenómeno.
Algunas teorías son: La diferencia de voltaje se debe sobre todo a las diferentes
velocidades de ionización de los componentes de los gases que forman dichas nubes.
La ionización de estos componentes se debe en sí misma al efecto de la luz solar y a la
diferencia de temperaturas entre los distintos estratos de la nube, así como a la
diferencia de temperaturas entre día y noche. Al igual que el rayo, el relámpago seguirá
lo que se llama gradiente de voltaje o de potencial eléctrico; esto es, la línea recta más
corta que une dos variaciones máximas de voltaje, dándole al rayo esa forma tan
peculiar.
El relámpago es una poderosa descarga electrostática natural producida durante una
tormenta eléctrica. La descarga eléctrica precipitada del rayo es acompañada por la
emisión de luz (el relámpago), causada por el paso de corriente eléctrica que ioniza las
moléculas de aire. La electricidad (corriente eléctrica) que pasa a través de la atmósfera
caliente y expande rápidamente al aire, produciendo el ruido característico del trueno
del relámpago.
Halo solar
Halo es un anillo de luz, a veces de color (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, índigo y
violeta) con el rojo es el color del color interior y exterior hasta el violeta, que aparece
alrededor del Sol o la Luna. Se forman debido a la refracción de la luz en cristales de
hielo que hay en las nubes cirros que pueden producirse en la alta atmósfera de la
Tierra. Ellos tienen diferentes tamaños, pero el tamaño más común de halo es de 22
grados.
Estos cristales de hielo actúan como diminutos prismas, formando un halo blanco o, a
veces de colores alrededor del sol o la luna. Se trata de cirroestratos típicamente
indicadores de un frente cálido que se acerca y se asocia con un sistema de baja
presión. No siempre se comprueba la ocurrencia de la lluvia o la nieve después de la
visualización de un halo, pero la probabilidad de ocurrencia es más alta, y será mayor
cuanto mayor es el brillo de la aureola.
Corona lunar
Corona Lunar es un anillo luminoso alrededor del sol o la luna, el fenómeno es un
fotometeoro producido por la difracción de la luz al paso por una nube compuesta por
gotas de agua de tamaño uniforme. No es muy común su observación, ya que la nube
ha de tener un espesor muy uniforme; los días de niebla espesa son adecuados
también, pero solo cuando dejan entrever el Sol. Todos los colores del espectro son
visibles, de color rojo el más externo.
Aurora
Son fenómenos producidos en latitudes cercanas a los polos magnéticos de la Tierra, pues se
producen mediante la interacción de éste con las partículas que transporta el viento solar del Sol.
Cuando las partículas llegan a la Tierra, impactan contra las moléculas de la atmósfera superior
y por tanto las excitan (ionizan), hecho que produce el conocido resplandor de las auroras. Éstas
se conocen como auroras boreales o australes, según en el hemisferio donde se las ve.
Normalmente las auroras sólo pueden verse a latitudes por encima de los 65º (ej. Alaska,
Canadá), pero durante periodos de alta actividad solar (como las tormentas solares), éstas
incluso pueden verse desde latitudes más bajas, alrededor de los 40º. Estos fenómenos pueden
durar alrededor de 1 hora, o bien toda la noche si es durante un periodo de alta actividad.
Rayos crepusculares
Este fenómeno ocurre con cielos despejados, una vez transcurridos de 15 a 20 minutos luego de
la puesta (o antes de la salida) de Sol. Estos rayos son producidos por una nube bajo el horizonte
que está bloqueando parcialmente al Sol; de este modo, los rayos que logran atravesar la nube
iluminan partículas de polvo en el aire, dando la apariencia de rayos proyectados hacia el cielo.
El fenómeno tiene una duración limitado a medida que el Sol termina de esconderse o estar a
punto de levantarse, según sea una puesta o salida.
Parhelio
Es un fenómeno de reflexión y refracción de la luz del Sol, que ocurre cuando éste se encuentra
bajo en el cielo y existen nubes cirros altas. Al refractarse la luz en cristales de hielo hexagonales,
se forman dos manchas brillantes o resplandores a ambos lados del Sol, a unos 22º (esto se
debe al ángulo de refracción de los rayos luminosos); la refracción se divide en los colores del
arcoiris, por lo cual en ocasiones es posible verlos en las manchas brillantes, así como cabe
destacar que el parhelio sólo constituye los puntos más brillantes de un halo que rodea al Sol,
pero el cual rara vez logra verse completo. Los halos se forman bajo el mismo principio
meteorológico que los parhelios.