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24/01/2017
EL PAPEL DEL ESTUDIANTE Y EL FACILITADOR EN EL MARCO
DE LAS TEORIAS COGNITIVAS.
En todos los tiempos el hombre ha sentido la necesidad de aprender, pero si el
aprendizaje en la mayoría de las situaciones de nuestra vida resulta fácil ¿por qué
resulta un problema en las aulas? ¿Será que la clave está en cómo concibe el
aprendizaje cada profesor? Las teorías han tratado de explicar cómo se lleva a cabo
este proceso y es a la luz del cognitivismo, una de dichas teorías, que trataremos
de encontrar una respuesta.
El cognitivismo centra su estudio en la mente humana para comprender como
interpreta, procesa y almacena la información en la memoria” [1].
Este modelo de teorías asume que el aprendizaje se produce a partir de la
experiencia como una representación de la realidad, con esto se observa que la
importancia de su estudio reside no únicamente en los aprendizajes, sino en los
procesos que se llevaron a cabo para lograrlos [2].
En este marco, para que se logre el aprendizaje, tanto el alumno como el facilitador
juegan un papel importante, debido a que hay una interacción entre ambos para que
la fijación de conocimiento sea óptima.
De esta manera, el estudiante es un sujeto activo, responsable de su conocimiento,
se interesa en aprender lo que se le enseña, da sentido a la nueva información que
recibe, emplea las estrategias necesarias para darle una organización personal y
construir su propio conocimiento.
El profesor en su papel de mediador, toma en cuenta las particularidades de sus
alumnos para organizar y desarrollar estrategias que permitan experiencias
didácticas estimulantes que favorezcan la construcción del conocimiento. Desarrolla
su clase con organización y secuencia. Es el encargado de impulsar y motivar para
que los alumnos puedan anclar sus conocimientos previos a los nuevos y den paso
al aprendizaje significativo.
En base a lo anterior, se puede concluir que el cognitivismo resalta la importancia
del proceso de la información para el cambio de conducta. Tanto el estudiante como
el facilitador juegan un papel importante, si partimos del principio de que el alumno
no es mero receptor sino un ser activo que media los resultados a consecuencia de
elaboraciones personales y que el docente, los materiales y las estrategias influyen
en su aprendizaje podemos inferir que solo en la medida que el alumno asuma su
papel de estudiante, se interese y se comprometa con su conocimiento será capaz
de desarrollar estrategias para lograrlo.
REFERENCIA