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LAS PERSONAS QUE TRABAJAMOS EN CÁRITAS

He sido liberado por la comunidad para realizar un servicio. Como Iglesia, no una
organización de la Iglesia.

Cáritas es la expresión del amor preferencial de la comunidad cristiana por los pobres.
Se inserta en el mundo de las ONGs y los servicios sociales con su ser Iglesia y con los valores
del Reino. (No es una ONG podemos decir que eso es una mediación para trabajar en el mundo)

Es expresión del amor de la comunidad (de toda la comunidad, no solo de un grupito.


¿Realmente hay comunidad detrás?)

Soy Agente de pastoral caritativo-social.

La mística de Cáritas trata de aunar vida en el Espíritu y actitud ante la pobreza (se
conseguirá si yo en mí lo hago)

Nuestro ser cáritas debe entenderse como carisma, servicio y estilo de vida. (¿Cómo
afecta a mi vida la irrupción de los pobres?)

Perfil: Talante evangélico, relación personal con los pobres y búsqueda de soluciones,
capacidad de diálogo, comprensión con todo y compasión con los que sufren, conversión
permanente. (Esto solo puede hacerse con una vida según el Espíritu)

ACTITUDES DE ESTA ESPIRITUALIDAD DE CÁRITAS

- Adhesión a la pobreza evangélica.


- Experiencia concreta de compartir.
- Cercanía y convivencia con los pobres.
- Autenticidad de vida y profundidad.
- Gratuidad.
- Somos enviados.

VALORES MORALES QUE SEGÚN LA DSI FUNDAMENTAN UNA NUEVA SOCIEDAD

- Verdad
- Justicia
- Amor
- Libertad
- Convivencia humana.

El trabajador de cáritas es llamado a servir a los hermanos más desfavorecidos y


transformar la sociedad guiados por el amor. Desde una entidad que es la misma Iglesia
organizada al servicio de la caridad. Desde una Fe explícita.

Gratuidad y disponibilidad, cada uno desde su condición, es nuestro participar en


cáritas.
No caer en absolutismos en cuanto al perfil de las personas, cáritas también es espacio
de evangelización a través de la llamada a la solidaridad y la justicia. (Aunque hay que ver el lugar
donde va a colaborar)

Cáritas se basa en la dualidad voluntarios/contratados. Y todos llamados a vivir los


mismos valores con las mismas actitudes. Hay además otros perfiles como alumnos en
prácticas, becarios…

La atención y promoción de las personas no puede ser nunca monopolio de nadie, es


tarea para ser realizada juntos, en comunidad.

4.- ITINERARIO DE LAS PERSONAS EN CÁRITAS:

Antes de buscar a alguien, hay que tener bien identificadas las necesidades del trabajo
a desarrollar, los roles y tareas a desempeñar.

Dedicar tiempo y método en el proceso de selección para garantizar que la


incorporación es la adecuada a la necesidad y que esa persona va a estar a gusto en ese rol.

Contar también con jornadas de acogida y reforzar la formación antes de que se


incorpore. La formación es un pilar esencial para todos.

DEUS CARITAS EST, 31 a

Acompañar es hacer camino juntos. Debemos establecer objetivos y evaluarlos


anualmente. Las decisiones que sean cercanas, dialogadas, con humildad y honestidad.

El trabajador de cáritas tiene derecho a formación y el deber de retirarse si no es su


lugar.

Se deben crear, cuidar y animar los espacios de participación y relación de todo el


personal.

El personal tendrá horarios flexibles si se puede, contratación temporal solo si


realmente es así el proyecto, retribución según normativa y lo que otros del sector paguen.
Favorecer la atención a los ascendentes y descendientes.

Los voluntarios que funcionen según la ley del voluntariado, con seguro y que el
voluntario no tenga que poner dinero.
MARCO DE ACCIÓN EN LOS TERRITORIOS
La persona es el verdadero protagonista de su proceso, el territorio lo es de su
desarrollo.

Optar por una acción integral (transformar todas las dimensiones: acompañar
personas y comunidades, a la vez que incidir sobre las estructuras)

Recuperar en los territorios el sentido del “otro” como hermano.

“Marco de exclusión” y “Marco del territorio” deben leerse juntos.

La acción sociocaritativa es acción de toda la comunidad cristiana que se despliega en


parroquias, arciprestazgos, vicarías, servicios generales…

La comunidad es un espacio abierto al otro que aspira a construir un “nosotros”. La


fraternidad da sentido a la comunidad.

Promover un modelo de sociedad fundamentada en las relaciones de fraternidad y de


comunión eclesial, como levadura en la mesa.

1.- ¿QUÉ VEMOS EN EL TERRITORIO?

Conceptos clave: Territorio, comunidad y comunidad cristiana.

a) Territorio: Producto del medio físico, la historia y la cultura. Es espacio de


interacción entre las personas y de estas con el medio. Las personas y los
grupos se pueden identificar con un lugar, produciéndose el arraigo y el
desarraigo (Existe una identidad territorial). Es muy importante encontrar
las oportunidades y sentido del territorio.
b) La comunidad: Reconozco en la otra persona su dignidad y comparto con
ella lo que soy y lo que tengo. El sentimiento “sentirse parte de” está en la
base de lo que hacemos. No siempre que hay sociedad hay comunidad.
Muchas veces se generan “compromisos líquidos” y esto genera nuevas
pobrezas que van más allá de lo económico.
c) La comunidad cristiana: En la realidad anterior, de la que formamos parte,
es en la que estamos llamados a encarnarnos como comunidad cistiana.
Configurada desde la fraternidad y que comparte como forma de vida el
Evangelio. Hacer comunidad fraterna es tarea urgente de cada día.
El servicio de animación de cáritas se dirige fundamentalmente a que la
comunidad cristiana y cada uno de sus miembros tengan experiencia
profunda del amor de Dios, expresado en el amor a los hermanos.
El amor y servicio a los pobres no es opcional, es un elemento central de la
Fe y la Misión de la Iglesia.
Recordamos la triple tarea de la Iglesia:

- Anuncio de la Palabra.
- Celebración de los Sacramentos
- Servicio de la Caridad.

DOCUMENTO LA IGLESIA Y LOS POBRES (página 18): “La misericordia hacia los pobres es la
gran misión de todos y siempre”, si olvidamos esto, somos infieles a la Misión que el Señor nos
encomendó. (No sirve solo acompañar a grupitos o un despacho asistencial. NO, es la
COMUNIDAD COMO MISIÓN)

UNA REALIDAD NO DESEADA: POBREZA EN EL TERRITORIO Y POBREZA DEL TERRITORIO.

Necesidad de intensificar, junto con políticas sociales de recursos, políticas sociales de


sentido.

La inclusión social no se logra solo con el trabajo sino realizando un proyecto renovado
por parte de la persona en sus redes sociales.

Mecanismos de integración: empleo, derechos, protección social, salud, educación… (Si esto se
debilita caemos en estado de VULNERABILIDAD.

Procesos de arraigo: relaciones de proximidad, solidaridad, pertenencia, participación, sentido


vital… Si además falta esto caemos en estado de EXCLUSIÓN SOCIAL.

Podemos hablar de pobreza del territorio si las dinámicas existentes favorecen todo lo
anterior.

Un territorio empobrecido, empobrece a las personas. Y las condiciones para el desarrollo de


ese territorio.
Un territorio habitado por personas empobrecidas se convierte en gueto.

OTRO PUNTO DE VISTA: EL TERRITORIO COMO OPORTUNIDAD.

La inversión y activación económica son necesarias. Pero es fundamental contemplar a


la persona como potencialidad que vamos consolidando en nuestros acompañamientos.

Desarrollo humano integral a través del acompañamiento en los tres ámbitos:


necesidades, el sentido y la participación activa y responsable (empoderamiento)

La DSI sitúa el desarrollo de las personas en la solidaridad, el bien común y la


universalidad de los bienes. Y fundamental desde la opción preferencial por los pobres para
asegurar una fraternidad plena y justa.

Situarnos en el ámbito de la iniciativa, no de la espera. Por tanto hay que actuar


también en la comunidad, no solo con la persona.

Esfera del mercado (equidad/beneficio)


Esfera del Estado (justicia)

Esfera Sociedad Civil (gratuidad, el don)

Este último es el estado preferencial de cáritas (solidaridad, reciprocidad y


construcción colectiva de sentido) Sin esperar nada a cambio, solo construir un mundo donde
imperen las relaciones basadas en ser hermanos. (Pero tendremos que relacionarnos con el
Mercado y el Estado pero sin perder nuestra lógica del don).

La “denuncia profética” es una tarea de toda la comunidad cristiana.

También transmitir a las otras esferas (mercado y estado) nuestra lógica de la


gratuidad.

2. CÁRITAS EN EL TERRITORIO: LO CENTRAL EN ESTE MARCO

Nuestra misión es acompañar procesos de desarrollo humano (personal y comunitario)


integral, una de cuyas dimensiones es la comunitaria. (Hay que asistir y promocionar, pero
esto no es lo esencial)

La comprensión de lo comunitario como dimensión del acompañamiento centra


nuestra tarea.

No somos protagonistas, todos somos comunidad y territorio. Implicar a todos (otras


entidades…)

El crecimiento económico no implica necesariamente desarrollo humano (se ha visto


en los años anteriores a la crisis). Se necesita un nuevo método de Intervención Social.

La propuesta ética y moral cristiana (desarrollo integral y solidario), consiste en


desarrollar una cultura de la fraternidad frente a la cultura del lucro.

La DSI inspirada en el Evangelio, promueve un humanismo integral, fraterno y


solidario. Desde aquí, los principios que deberían animar el orden social son:

1) DIGNIDAD INVIOLABLE DE LA PERSONA Y DERECHOS FUNDAMENTALES.

2) PRINCIPIO DEL BIEN COMÚN EN ESTRUCTURAS SOCIALES Y POLÍTICAS: Principio


que posibilita al hombre alcanzar su plenitud no en el aislamiento sino dentro de
comunidades. Cada uno descubre su propio bien pero desde el “nosotros” (no
como bien individual)

3) LA SUBSIDIARIEDAD: Las decisiones de la sociedad deben partir del nivel más


cercano a los afectados por las mismas, con la colaboración de los que tienen algo
que aportar.

4) LA PARTICIPACIÓN: Las posibles soluciones están en el mismo proceso y solo


advienen a través de la implicación de los participantes. Toda la vida social es
expresión de su protagonista, “la persona”. La persona se constituye en relación
con los otros.

5) LA SOLIDARIDAD: La familia humana es una (debemos estar sensibles hacia los


demás, especialmente los que sufren). La solidaridad no es un sentimiento, es la
determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien de todos y cada
uno. “Todos somos responsables de todos”. La caridad en la verdad es la fuerza.

6) EL DESARROLLO INTEGRAL: Nos encontramos en una situación de privilegio donde


podemos apostar por el verdadero desarrollo integral de la persona (sin
reduccionismos); fortaleciendo el espacio social y relacional, comunitario y
transcendente.

7) DIMENSIÓN TRANSFORMADORA: Debemos trabajar por el cambio de estructuras.


Lo que cuenta para nosotros es el hombre, cada hombre, cada agrupación de
hombres, hasta la humanidad entera. Denuncia social y exigencia política. Pero
denuncia profética. Jesús trabajó por cambiar el mundo desde el Reino del Amor.

8) LA ACTITUD PROFÉTICA: Nos mantiene atentos a las situaciones personales, para


detectar lo pequeño, lo que no es noticia.

ACOMPAÑANDO PROCESOS PERSONALES Y COMUNITARIOS DE DESARROLLO INTEGRAL

Tenemos que aprender a acompañar a las comunidades.

Contemplar nuestro entorno, como realidad a acoger y a acompañar (Mirada creyente,


Dios está ahí. ¿Qué quiere de mí?)

Debemos actualizar nuestro modelo de intervención en los territorios, buscando


mayor peso de lo comunitario (sin dejar de lado la persona, por supuesto). La animación
comunitaria es identidad de cáritas.

Es necesario revisar como nos situamos en el territorio, cómo lo habitamos. Superar el


exceso de separación con el que solemos comprenderlos.

ESTRATEGIAS DE LA ACCIÓN SOCIAL EN EL TERRITORIO

Tenemos claro el objetivo: Promover y acompañar procesos personales y comunitarios


de desarrollo integral, con todos. Y transformar así los valores y estructuras dominantes.

3 dinamismos de los social donde hay que estar: Ciudadanía-vecindad-fraternidad.

Entrar en relación de fraternidad nos deja expuestos.


Desde la clave de fraternidad debemos recrear nuestras acogidas y acompañamientos.
Que sean puerta de entrada a una comunidad acogedora en la que participar y a la que
pertenecer. La acogida es ya el primer momento de pertenencia a una comunidad. El
acompañamiento es el lugar de encuentro.

La participación es la base de todo trabajo sociocomunitario. El trabajo en red es vital


(cercanía de las relaciones personales, coordinación, encuentro, compartir) (¿Las personas que
acompañamos están en la red?)

Ser cada vez más una Iglesia constructora de la civilización del amor. Cáritas es una
acción de la Iglesia que traduce el amor fraterno en servicio a los pobres. Como parte de su
tarea evangelizadora.

Cáritas debe tender a enterrarse, ya que lo importante es que la comunidad entera


viva el servicio (la koinonía). El agente principal es la comunidad, cáritas realiza la función de
animar a la comunidad.

Debemos preguntarnos por las potencialidades y las fragilidades de nuestras


comunidades cristianas. Y preguntarnos: ¿Qué Caritas es la necesaria y posible en el siglo XXI?

Todos tenemos un proyecto común, una misma misión. Nuestras acciones han de ser
signo y testimonio del Reino. Construcción de una sociedad basada en la fraternidad.

Ser lugar de encuentro abierto a la diferencia y pluralidad. Ser Iglesia comprometida


desde una opción por las personas empobrecidas y la pobreza.

ORGANIZADOS AL SERVICIO DE LAS PERSONAS EN EL TERRITORIO


- Estructurada: no fruto de la improvisación. Analizar la realidad mirando
como Dios mira.
- Orgánica: De conjunto, TODOS.
- Integral: Abarca todas las dimensiones de la persona.
- En continua recreación.
- Independiente (asegurando los recursos propios, no depender del poder)
- Independiente de partidos e ideologías.

PREMISAS ORGANIZATIVAS

La organización debe articularse en coherencia con nuestra identidad y misión


evangelizadora. El HACER responde al SER.

Debemos comprender Cáritas como proyecto en la diócesis. Como totalidad, con una
Identidad y Misión única.

El centro de nuestra acción son las personas en su territorio.

Debemos ser flexibles en nuestra organización para responder a las necesidades en


una realidad cambiante.
RETOS

- Implicación de los sacerdotes y de toda la comunidad (animar esto es tarea


fundamental de cáritas)
- Acompañar al voluntariado y trabajar por su renovación. Cáritas es
fundamentalmente obra del voluntariado. (importancia del voluntariado
joven y contemplar el voluntariado como una escuela de vida)
- Cuidar el acompañamiento y la formación de los agentes de la caridad.
Formación técnica y profesional y formación del corazón. Que los ayude no
solo a hacer sino a ser.
- Potenciar la dimensión profética y transformadora de la caridad.

La caridad ha de ser transformadora del hombre y de la sociedad. Mirada atenta a la pobreza y


a las causas que la generan.
MODELO DE ACCIÓN SOCIAL
Este modelo simboliza la unidad entre identidad y acción, muestra un camino para
encarnar la Buena Noticia en nuestro tiempo.

“Construir un mundo nuevo que anticipe el Reino de Dios”

Son los relatos de acompañamiento, de diálogo y compromiso mutuo los que dan
sentido a nuestra acción.

Los pilares serán la Dignidad de la persona y el Amor de Dios que nos mueve. Practicar
la caridad en la luz de la verdad.

Visión personalista. La dignidad de las personas, en cuanto hijos de Dios, es el valor


que sustenta nuestro MAS. “Dios te ama” (con lo que eso supone y hacer que la persona se
descubra amada por Dios)

Cada persona es un vergel de inéditas posibilidades, con potencialidades y


capacidades.

La persona es un ser social, un ser en relación. La fraternidad invita a una vida en


comunión con los otros. Forma la comunidad (abierta al otro para construir el nosotros)

Para la persona el territorio es más que un trozo de terreno. La comunidad intenta


hacer del territorio “una tierra buena y espaciosa” en la que se realicen las utopías.

Ser persona es HACER, somos creadores a la vez que criaturas.

Solo el que experimenta ser amado es capaz de amar. “Cualquier persona es capaz de
amar”. El Amor también es la fuente de anhelo de justicia. El amor recibido nos equilibra y el
amor donado nos madura.

El Reino de Dios es la promesa de realización plena del amor, el destino de la


humanidad y el contenido de la Nueva Alianza. Debemos basarnos en los principios de la DSI.

El amor se concreta y precisa en la justicia, pero será siempre trascendido en la


caridad.

La caridad cristiana hunde su raíz en la Fe (Dios ha tomado la iniciativa en el amor, nos


amó primero). La caridad supone una forma de situarse desde Cristo. El amor es un auténtico
sacramento de Dios en aquello que se hace desde él, incluso cuando no se explicita.

LA IGLESIA COMO SACRAMENTO

La Iglesia es signo y sacramento de la acción amorosa de Dios. La Iglesia anuncia la


Palabra, celebra su Fe y sirve a la humanidad, en especial a los más pobres. La “diakonía” (el
servicio) no es por tanto algo optativo en la misión de la Iglesia.
Cuando Cáritas actúa es la Iglesia en su totalidad la que sirve. Nuestra acción es una
tarea encargada, un envío.

Este servicio es universal, no entiende ni atiende a distinciones. (No hacer


proselitismo, saber cuando hablar de Dios y cuando callar dejando que hable el amor) Consiste
en evangelizar y en dejarnos evangelizar por los últimos.

Cáritas es continuadora del amor creador de Dios, de la dinámica de la Encarnación, la


Cruz y la Pascua. Vivir en auténtica complicidad con los excluidos. La comunidad no puede
realizarse fuera de esta dimensión.

La comunidad cristiana debe ser comunidad que anuncia, denuncia y vive la


experiencia del compromiso, de la comunión fraterna y de la comunicación cristiana de los
bienes. La comunidad cristiana invierte en lo “inútil” (para la sociedad). Apostando por los
bienes inmateriales y yendo más allá de la eficacia y de la eficiencia.

INMERSOS EN LA REALIDAD

La pobreza y la exclusión son el marco y el espacio clave para nuestra acción. La


realidad es un espacio donde Dios se sigue revelando a la humanidad y su Espíritu sopla,
especialmente desde los más pobres.

Situarnos como Iglesia en acción (diakonía) nos obliga a analizar la realidad. Nuestra
mirada a la realidad ha de ser siempre desde el lugar del pobre, ahí nos posicionamos. Pero
miramos desde ahí con los ojos de Dios.

Mirada que se auxilia en las ciencias sociales y que además es compasiva y


misericordiosa.

La comunidad cristiana no puede ser indiferente a la pobreza, ya sea de aquí o de allí


(también en otros países). El modelo social actual es pobre y empobrecedor (Norte-Sur;
Pobreza y exclusión social en la sociedad; inmigración-emigración) El problema deriva de la
idea que tiene el modelo de la persona y de la sociedad (sociedad de consumo, acumulación
de bienes, vidas cerradas a los demás…)

2ª PARTE: OPCIONES DE MODELOS


Método centrado en el acompañamiento a los procesos de crecimiento de las
personas y de las comunidades. Centrar la atención en los “caminos” más que en las “metas”.

La acción acompaña pero no suple, no somete, no hace demostración de lo que sabe.


Cuenta con el otro. El acompañamiento se realiza en la incertidumbre, por eso hay que estar
siempre atentos.
Debemos acompañar en los tres ámbitos del desarrollo humano:

1- Necesidades: No confundir necesidad con deseo y no quedarnos solo en


las necesidades materiales y evidentes. Las necesidades no reducirlas a
carencias sino entenderlas también como potencialidades. “Satisfactor” es
la manera en la que la necesidad se relaciona con el bien y viceversa. Ver si
dignifica y nos convierte en seres autónomos y solidarios.
2- El sentido: Nuestros procesos de acompañamiento han de provocar las
preguntas acerca del sentido. Abrirnos a la verdad y a la experiencia
trascendente. El sentimiento amoroso nos torna en apasionados
buscadores de la verdad del hombre y de la verdad de Dios. Se entiende así
la solidaridad como una auténtica trama de la especie humana. Transforma
nuestra concepción de herederos en albaceas. Trabajar con el sujeto
trascendente, la experiencia de fraternidad y una conciencia ecológica
profunda. Y en el caso de los creyentes también experiencia de filiación y
criaturas.
3- Participación activa y responsable (el empoderamiento): Acompañar en la
participación, protagonismo. La persona es el verdadero protagonista de
su proceso, el territorio lo es de su desarrollo. Debemos reconocer las
capacidades y las posibilidades de todas las personas.

Nuestro modelo de acompañante es Jesús, además es realmente Él el que acompaña,


nosotros aspiramos a ser sus manos y sus pies. Que lo reconozcan a Él no a nosotros.

REALIZAR ACCIONES SIGNIFICATIVAS

Acciones que no se agotan en sí mismas sino que se trascienden y van más allá. Son
sinérgicas, activan otras potencialidades. Hacen patente la presencia del Reino.

Nuestro modelo opta por la construcción de “zonas liberadas”, se trata de pequeños


espacios, realizaciones discretas y graduales, que son signo de Esperanza y donde se pueden
desarrollar procesos de personalización, humanización y liberación.

Nuestra acción anuncia que Dios tiene un proyecto para la humanidad, hacernos Hijos
liberados y convertirnos en hermanos unos de otros (proyecto de filiación y de fraternidad)

Nuestro análisis de la realidad debe hacerse con mirada creyente, responder a los
signos de los tiempos. Nuestro amor ha de ser eficaz, creíble, inteligible y significativo. Así
nuestras acciones serán referencia para otros y de esta forma trabajar también en red. Para
ello, nuestras acciones deben procurar traslucir que otro mundo es posible y necesario.

RASGOS DE UNA ACCIÓN QUE QUIERE SER TESTIMONIAL:

1.- Comunión cristiana de bienes.

2.- La gratuidad (como valor añadido de los agentes)


3.- la calidad, entendida como calidez, acción humanizada.

4.- La austeridad y la transparencia en la gestión de los recursos.

SER CAUCE DE LA ACCIÓN DE LA COMUNIDAD ECLESIAL

Nuestro modelo opta porque nuestra acción sea cauce para el desarrollo del
compromiso de toda la Iglesia con los pobres. Se trata de una tarea dirigida antes a la
implicación de la comunidad que a su suplantación o a la puesta en marcha de iniciativas al
margen de ella. Somos “enviados”, portavoces de otros y no protagonistas.

Nuestra acción también tiene una dimensión política y social. Ayudamos a transformar
personas, pero también a la sociedad.

ACCIÓN INTEGRAL

Nuestro modelo opta por una transformación integral, abarcando todas las
dimensiones, acompañando personas, animando comunidades y haciendo anuncio y denuncia
profética. Que nuestra acción permita las condiciones para el ejercicio de la dignidad humana.
También debemos actuar en relaciones internacionales. Una forma de hacerlo es a través del
compromiso con los que están cerca y con cambios en el estilo de vida (personal y
comunitario)

CARACTERÍSTICAS DE LA ACCIÓN QUE DAN SOPORTE AL MODELO


ACCIÓN ENTENDIDA COMO DIÁLOGO ENTRE SUJETOS

Somos seres relacionales. En nuestra acción no hay alguien que actúa y alguien sobre
el que se actúa, hay un diálogo que enriquece a ambos en la relación, cada uno desde lo que
es, tiene, hace y está. En una relación de ayuda puede darse la asimetría pero cuidado con
confundirlo con dicotomía. La asimetría no anula las potencialidades. No hacer una lectura
vertical de la ayuda (arriba-abajo). El rol de ayudador se debe ir alternando en el proceso. En el
proceso también un rasgo fundamental es la participación del sujeto.

Nuestra acción social trata sobre “ir siendo personas en sociedad”, esto no es un
programa para “ellos” sino el diálogo entre ellos y nosotros. Nos afecta a todos, es un proyecto
de CONVERSIÓN UNIVERSAL. Esto nos lleva a plantear la necesidad d construir otro modelo de
desarrollo basado en un nuevo humanismo.
MÉTODO
Hablamos del método en su sentido más profundo.

LAS HUELLAS: Aprender a seguir las huellas que cada persona y colectividad dejan al
hilo de su existencia. Entramos en relación con la persona en concreto, que lleva con ella sus
condiciones de vida, que son de exclusión. Hacerlo así, nos lleva a donde el otro está, no donde
pensamos que debería estar. Seguir huellas nos hace olvidar estándares.

EL ENCUENTRO: Si rastreamos las huellas, terminaremos encontrándonos. Pero no es


lo mismo encontronazo que verdadero encuentro. El encuentro debe ser auténtico y profundo,
con el cimiento de la solidaridad y el amor. “Confiando” y “acompañando”, pero partiendo de
las potencialidades.

EL TIEMPO: Debe ser un tiempo humanizador, donde no cuentan las horas sino el
proceso. Pero siempre en gerundio, siempre en marcha. Nuestro tiempo es el tiempo de Dios
cuya medida es la personalización. Acompañando a cada persona en su tiempo propio.
Desaparecer lo puntual, lo inmediato, las respuestas parciales.

EL PROYECTO DEL REINO DE DIOS: Marcar objetivos reales y realistas, pero que
trasciendan a la vez lo que el mundo considera razonable. El Reino es fuente constante de
dinamismo y compromiso a realizar acciones significativas y transformadoras. Si nuestras
acciones no son así cronifican la realidad injusta que queremos cambiar.

LA COMUNIDAD CRISTIANA AGENTE DE LA ACCIÓN SOCIAL


Filiación, fraternidad, Reino y Amor trascienden y ahondan todo lo expuesto
anteriormente.

El agente es la comunidad cristiana entera, que no está completa si no desarrolla el


servicio a los más pobres. Acción encarnada en personas concretas, que son y se sienten
enviadas, pero es la Iglesia entera. Hay que valorar profundamente el potencial humano y
material de la comunidad cristiana.

Cultivar las relaciones del compartir fraterno en la comunidad y así los pobres se
encontrarán como en su casa. Se necesita de verdad una comunión de bienes entre las Iglesias
(pero real). También debe haber un plus de gratuidad y compromiso, compromiso creyente de
vivir su fe y llamados a acoger a todos los pobres de la tierra.
QUEDA TODO POR HACER: DEL PENSAMIENTO A LA
ACCIÓN.
¿Por dónde comenzar a trabajar? 3 ámbitos de trabajo:

1.- Personas en situación de exclusión social.

2.- Acción en los territorios.

3.- Cooperación internacional.

Debemos ponernos en clave de aprendizaje, el método no se aplica mecánicamente.


Necesitamos “comprender” el modelo. Buscar una interiorización que provoque cambio y
conversión del saber, del sentir y del actuar. Y todo esto a la vez que se actúa, aprehendemos
en la acción.

Para realizar todo esto tenemos 6 ejes generales:

1) Procesos de reflexión/acción: Esto debe ser la praxis habitual, no de vez en


cuando (pararse, tomar distancia y preguntarle a la acción todas las preguntas que
surgen del MAS) Esta revisión debe hacerse en grupo y es lo que toda la vida se ha
usado en la Iglesia (ver-juzgar-actuar; llamado revisión de vida, lectura creyente de
la realidad…)
2) Comprensión estratégica de la acción: Acompañamos el camino de otros
(personas, comunidades…) Si la acción no es flexible, no acompaña (lo que haría
sería marcar el camino y que la sigan). Por tanto: estrategia sí, pero de
acompañamiento. No aplicar sin más lo programado. Tenemos que cambiar
nuestra forma de pensar, de ver, de saber y de hacer.
3) Las relaciones acción-agente: El agente hace la acción y esta hace al agente. El
agente debe reconocer el ser sujeto del otro. Formación permanente del agente.
Las actitudes se cultivan. La acción es diálogo entre sujetos, hay que incorporar al
otro como protagonista de la acción (cambiar el rol del agente), acompañamos
procesos. La formación continua del agente debe ser de aptitudes y actitudes (o
actúas como piensas o acabas pensando como actúas). No solo teoría, reflexión de
lo cotidiano y las propias personas implicadas que nos iluminan. Formación en el
acompañamiento.
4) Trabajar en red: No somos los únicos que intervenimos en el campo de la pobreza
y la exclusión. Tods en el mismo “campo de juego”. Las diferencias a veces generan
tensiones. Que nadie renuncie a lo que es sustancial suyo, pero sin dejar de ser
eficaces en la acción. Dinamizar una red no es dirigirla. No duplicar acciones y
poner el servicio por delante del protagonismo institucional.
5) Estar y hacer con la comunidad cristiana: Un “estar” que haga que se sitúe a
cáritas, mejor, a la ACCIÓN SOCIOCARITATIVA, como uno de los centros de la vida
comunitaria. Y debemos plantearnos un “hacer” con la comunidad, no suplantarla.
Es una tarea que trasciende a la propia cáritas, no obsesionarnos con la titularidad
de las acciones. La comunidad no tiene que conocer y apoyar lo que yo hago sino
animarla a que ella haga. Nos situamos en la frontera. Hay que incorporar la acción
sociocaritativa en la catequesis y la celebración y viceversa. Pastoral de conjunto.
6) Organizar la acción al servicio de esta comprensión: La acción debe estar
organizada, el acompañamiento es el proceso que articula la estructura
organizativa. Revisar continuamente como nos organizamos y estructuramos. La
estructura debe ser flexible, porque ninguna estructura es perfecta (y menos en
algo tan grande como cáritas)
IGLESIA SERVIDORA DE LOS POBRES
PRINCIPIOS DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA QUE
ILUMINAN LA REALIDAD:
1.- LA DIGNIDAD DE LA PERSONA: Lo primero en el orden social es la persona. No
reducir al ser humano, el hombre necesita mucho más que satisfacer sus necesidades
primarias. Nuestro servicio a la liberación del pobre debe ser integral.

2.- EL DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES: Los pobres no son una carga sino una
riqueza. La tierra es creación de Dios que desea que todos sus hijos disfruten de ella por igual,
la tierra debe tener una función social. Jesús también plantea implantar la justicia rehaciendo
la igualdad. (Realmente no damos de lo nuestro sino que devolvemos a los indigentes lo que es
suyo, es más justicia que misericordia.) Los bienes creados deben llegar a todos, la propiedad
privada no es un derecho absoluto e intocable, sino subordinado al destino universal de los
bienes.

3.- SOLIDARIDAD, DEFENSA DE LOS DERECHOS Y PROMOCIÓN DE LOS DEBERES: JpII:


“La solidaridad no es sentimiento, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por
el bien común (de todos y cada uno) para que todos seamos verdaderamente responsables de
todos”. Francisco: “La solidaridad es un término que está desgastado, pero realmente supone
crear una nueva mentalidad que piense en términos de comunidad”. El ser humano es sujeto
de derechos y también de deberes, la comunidad política tiene la responsabilidad de
garantizar los derechos de los ciudadanos.

4.- EL BIEN COMÚN: Buscar el bien común es una exigencia moral de la caridad. Es el
bien de ese “todos nosotros”. Incidir en las instituciones, podríamos decir que esta es la vía
institucional de la caridad. No se trata de suplir las deficiencias de la justicia (aunque a veces
hay que hacerlo), se trata de un compromiso activo y operante, fruto del amor cristiano a los
hombres.

5.- EL PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD: El hombre tiende a asociarse, el Estado debe


apoyar y fomentar estas organizaciones intermedias y su participación en la vida social. Pero
nunca serán un pretexto para descargar sobre ellas sus obligaciones. El principio de
subsidiariedad dispone que un asunto debe ser resuelto por la autoridad más próxima al
objeto del problema. (El Estado debe actuar cuando ve que los particulares no lo hacen bien,
pero a la vez no debe actuar cuando los grupos o asociaciones más pequeñas puedan resolver
por sí mismas la situación (primero la familia y luego el Estado podríamos decir por ejemplo)

6.- DERECHO A UN TRABAJO DIGNO Y ESTABLE: La política más eficaz para lograr la
integración y la cohesión social es la creación de empleo. Además debe ser un trabajo digno y
estable. Para lograrlo es imprescindible la colaboración de todos. Es una destacada forma de
caridad y justicia social.
PROPUESTAS ESPERANZADORAS DESDE LA FE
Ante la ardua tarea que debemos afrontar, necesitamos levantar la mirada y acudir a
Dios para que Él nos inspire. El Evangelio ilumina el cambio e infunde esperanza.

La Iglesia desde su nacimiento ha sido una comunidad que ha vivido el amor, en ella se
ha amado y servido a todos, especialmente a los más pobres (el tesoro de la Iglesia) La Iglesia
es caridad.

Necesidad de un proceso de conversión: “Necesitamos avanzar en el camino de una


pastoral de conversión y misionera que no puede dejar las cosas como están” (Francisco).

Según sea nuestra adhesión a Cristo, así será nuestra caridad. Conversión a Cristo.

Estamos llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los


pobres.

El anuncio del Evangelio es la primera caridad.

Los pobres deben ser configuradores de nuestro ser y nuestro hacer.

La Caridad tiene su origen en Dios, cáritas, manos unidas… Están llamadas a vivir una
profunda espiritualidad. En la Iglesia hemos caído en la tentación de contraponer la vida activa
y la contemplativa, el compromiso y la oración. Y más en la lucha por la justicia social.

Debemos estar muy atentos al Espíritu que anima y alienta nuestro compromiso
caritativo. Solo el ESPÍRITU SANTO puede abrir nuestro corazón.

RASGOS DE LA ESPIRITUALIDAD CARITATIVA


- TRINITARIA: De comunión en el amor, que hunde su raíz en Dios.
- ENCARNADA: Y de ojos y oídos abiertos a los pobres.
- DE LA TERNURA Y DE LA GRACIA.
- TRANSFORMADORA, PASCUAL, EUCARÍSTICA.
- HUMILDAD Y SERVICIO (para una entrega total)

Los problemas sociales tienen causas más profundas que las materiales. Es la falta de
Fraternidad.

Evangelización y promoción van siempre unidas.

La cáritas-ágape supera los confines de la Iglesia.

La Iglesia nos llama al compromiso social. La Iglesia existe para evangelizar, hacer
presente la Buena Noticia del Amor de Dios a los hombres manifestado en Cristo. Si Dios es
amor, el lenguaje que mejor evangeliza es el del amor.
Nuestra caridad no puede ser meramente paliativa, debe ser preventiva, curativa y
propositiva. Tenemos el reto de ejercer una caridad más profética. Instaurar una economía
más humana en un mundo más fraterno (alternativa al modo de producir, consumir y vivir)

Nº 46 del librito “Iglesia servidora de los pobres” (El aumento de la pobreza en esta crisis ha
obligado a las instituciones de la Iglesia a dar una respuesta urgente de primera asistencia
reparto de comida, ropa, pago de medicamentos, de alquileres y otros consumos que
considerábamos ya superadas en nuestro país. Estos servicios de beneficencia se han
multiplicado tanto que en ocasiones han restado tiempo y disponibilidad para poder atender a
tareas tan importantes como el acompañamiento y la promoción de la persona. Este segundo
nivel de asistencia, junto con la erradicación de las causas estructurales de la pobreza,
constituyen las metas superiores de nuestra acción caritativa) Esto nos puede dar luz a lo que
hablamos en la reunión pasada.

El acompañamiento a las personas es básico en nuestra acción caritativa. Es necesario


“estar” con los pobres. No limitarnos a “dar” a los pobres. Para hacer esto es necesario que
Dios nos toque el corazón.

La pobreza tiene causas responsables. Hemos de trabajar en ello:


- Crear empleo
- Responsabilidad de las administraciones públicas del Estado social de
bienestar.
- Implicar a la sociedad civil.
- Pacto social contra la pobreza.
- Mercado responsable.
- Vivir más austeramente. Y que nos impliquemos más.
- No olvidar por nuestra crisis el clamor de los pueblos más pobres de la
tierra.
- Formar nuestra conciencia

Defender la vida y la familia como bienes sociales fundamentales. La familia ha sido la


gran valedora en estos años de crisis.

No a la economía de exclusión, hay que dar paso a una economía de comunión.

Fortalecer la animación comunitaria. Cuando la actividad caritativa es asumida por la


Iglesia (comunidad) necesita programarse, previsión y colaboración con otras instituciones.
Toda la comunidad ha de estar en vigilancia permanente para responder a los retos de la
marginación y la pobreza.

Las personas que ejercen la acción necesitan de cuidado y acompañamiento. (Nosotros


cuidamos y debemos de tener mecanismos en el equipo para cuidarnos a nosotros)

LA REVOLUCIÓN DE LA TERNURA (Francisco)


EL TIEMPO ES SUPERIOR AL ESPACIO (Francisco)
Trabajar a largo plazo. Lo importante es iniciar procesos, no tener todo resuelto en el
presente.

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