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INSTITUTO NACIONAL DE EDUCACIÓN BÁSICA

INSCRITA A ENRO JM

Maestra: Tomasa Morales

Curso: Orientación Pedagógica

Tema: Los Valores.

Nombre: Sara Beatriz Batz Bulux.

Clave: “5”.

Sección “A”.

Grado: Primero Básico.

Ciclo Escolar: 2,018


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Introducción

En sentido humanista, se entiende por valor lo que hace que un


hombre sea tal, sin lo cual perdería la humanidad o parte de ella. El
valor se refiere a una excelencia o a una perfección. Por ejemplo, se
considera un valor decir la verdad y ser honesto; ser sincero en vez de
ser falso; es más valioso trabajar que robar. La práctica del valor
desarrolla la humanidad de la persona, mientras que el contravalor lo
despoja de esa cualidad.

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INDICE

Carátula........................................................................... 1

Introducción.................................................................... 2

Índice............................................................................... 3

Los Valores..................................................................... 4

Conclusión...................................................................... 8

Bibliografía...................................................................... 9

VALORES

Valores son aquellas riquezas


objetivas o subjetivas que suscitan el
aprecio, el interés, el deseo en las
personas que se sitúan ante las
realidades que encontramos en la vida.

Max Scheler, en "El puesto del

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hombre en el cosmos", dice de ellos: "Los valores hacen que las cosas sean
valiosas por sí mismas. Hay distintos valores, porque hay distintas formas de valer.
Hay valores superiores a otros y hay que ser capaces de distinguirlos. Hay
jerarquías de valores que es preciso descubrir. Y siempre los valores absolutos
han de estar por encima de los valores relativos".

Por eso los valores son fuerzas que comprometen toda la personalidad y por
eso condicionan el modo de ser de cada hombre. Constituyen riquezas naturales y
sobrenaturales que dan sentido a nuestra vida y a nuestra relación con los demás.

Gracias a los valores que asumimos, nos sentimos definidos antes las
realidades de la vida: ante Dios, ante los hombres, ante los objetos, ante los
hechos y ante nosotros mismos.
Rasgos que definen

Los valores están configurados por diversos aspectos o elementos

- Los criterios y las ideas pertenecen a la esfera de la inteligencia y


orientan el modo de pensar y de preferir.
- Los motivos y los móviles dan fuerza la voluntad para determinar el modo
de obrar según lo que se aprecia.
- Los intereses, afectos y preferencias aluden a la capacidad afectiva del
hombre e impulsan los actos.

Los valores son resultado de la confluencia entre criterios, motivos e intereses y


ponen en movimiento todo el ser y obrar de los hombres. De alguna manera son
energías que se ordenan a la acción de las personas en la vida.

La libertad nos capacita para ennoblecer nuestra existencia, pero también nos
pone en peligro de empobrecerla. Las demás criaturas no acceden a esta
disyuntiva. Un gato siempre se comportará como un felino y no será culpado o
alabado por ello. Nosotros, en cambio, si prestamos oídos a nuestros instintos e
inclinaciones más bajas, podemos actuar como bestias, y de este modo,
deshumanizarnos. Boecio, el filósofo y cortesano del siglo V, escribió: El hombre
sobresale del resto de la creación en la medida en que él mismo reconoce su
propia naturaleza, y cuando lo olvida, se hunde más abajo que las bestias. Para
otros seres vivientes, ignorar lo que son es natural; para el hombre es un defecto.

Si no descubrimos lo que somos, tampoco descubriremos qué valores nos


convienen. Cuanto mejor percibamos nuestra naturaleza, tanto más fácilmente
percibiremos los valores que le pertenecen.
Alimentación y naturaleza

Hay una diferencia entre los valores humanos en general y nuestros propios
valores personales. El concepto de valores humanos abarca todas aquellas cosas
que son buenas para nosotros como seres humanos y que nos mejoran como

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tales. Los valores personales son aquellos que hemos asimilado en nuestra vida y
que nos motivan en nuestras decisiones cotidianas.

Podríamos comparar la diferencia entre los valores humanos en general y los


valores personales con la diferencia que hay entre ciertas comidas y su respectivo
valor nutricional para el cuerpo humano. La nutrición es para el cuerpo lo que los
valores son para la persona humana.

El cuerpo humano tiene sus requerimientos: algunos alimentos son muy nutritivos;
otros complementan la alimentación; otros son al menos tolerables en pequeñas
cantidades. Todos necesitamos una alimentación balanceada en vitaminas, fibra,
minerales y proteínas para mantener una buena salud. Algo parecido sucede con
los valores humanos: nos nutren, nos benefician como seres humanos en diversa
medida. Así tenemos toda una gama de valores culturales, intelectuales y
estéticos que promueven nuestro desarrollo humano y enriquecen nuestra
personalidad.
Cuando se habla de la nutrición corporal hay espacio para las preferencias
personales. Entre comer coliflor, guisantes o habichuelas, cada uno puede
escoger a su gusto; el número de calorías apenas varía. Nuestro organismo
asimilará estos alimentos y se nutrirá más o menos igual. Se insiste, más bien, en
que la dieta sea balanceada. El organismo cubre tus necesidades y se mantiene
en forma en la medida en que el alimento es sano y la dieta equilibrada.

En la esfera de los valores humanos se requiere


también un equilibrio y que cada uno de los
valores, tomado individualmente, sea saludable.
Así como ciertos alimentos son esenciales y otros
sólo sirven para adornar algún platillo, así
también los valores tienen una jerarquía, según
favorezca más o menos nuestro desarrollo
humano. Una porción discreta de pastel de
zanahoria con helado de vainilla es un excelente
postre para una comida familiar, pero no se nos
ocurriría comer pastel y helado tres veces al día y
terminar con una discreta porción de carne con
papas. Nuestro organismo no lo soportaría
(nuestra línea tampoco). Los valores humanos
también pueden ordenarse y clasificarse de acuerdo con los beneficios que nos
proporcionan. Algunos son esenciales; otros son más periféricos.

Una jerarquía de valores

Entre los valores objetivos existe una jerarquía, una escala. No todos son iguales.
Algunos son más importantes que otros porque son más trascendentes, porque
nos elevan más como personas y corresponden a nuestras facultades superiores.
Podemos clasificar los valores humanos en cuatro categorías: 1) valores

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religiosos, 2) valores morales, 3) valores humanos inframorales y 4) valores
biológicos.

1. Los valores biológicos o sensitivos no son específicamente humanos, pues los


compartimos con otros seres vivos. Entre ellos están la salud, el placer, la belleza
física y las cualidades atléticas. Desafortunadamente, muchos ponen demasiado
énfasis en este nivel. No es raro escuchar frases como ésta: Mientras tenga salud,
todo lo demás no importa. Según esto, uno lo pasaría mejor siendo un saludable
jefe de la mafia que un
enfermizo hombre de bien.
No eres más persona
porque seas sano o bien
parecido. Eso no aumenta
tu valor.

2. Los valores humanos


inframorales son
específicamente humanos. Tienen que ver con el desarrollo de nuestra naturaleza,
de nuestros talentos y cualidades. Pero todavía no son tan importantes como los
valores morales. Entre éstos están los intereses intelectuales, musicales,
artísticos, sociales y estéticos. Estos valores nos ennoblecen y desarrollan nuestro
potencial humano.

3. Los valores morales o éticos son superiores


a los ya mencionados. Esto se debe a que
tienen que ver con el uso de nuestra libertad,
ese don inapreciable y sublime que nos
permite ser constructores de nuestro propio
destino. Estos son los valores humanos por
excelencia, pues determinan nuestro valor
como personas. Incluyen, entre otros, la
honestidad, la bondad, la justicia, la
autenticidad, la solidaridad, la sinceridad y la
misericordia. Cada valor apoya y sostiene a
los demás; juntos forman esa sólida estructura
que constituye la personalidad de un hombre maduro.

4. Hay todavía un cuarto nivel de valores, el más elevado, que corona y completa
los valores del tercer nivel, y que nos permite incluso ir más allá de nuestra
naturaleza. Son los valores religiosos. Éstos tienen que ver con nuestra relación
personal con Dios.

El mundo de hoy pasa por alto un hecho muy sencillo: la persona humana es
religiosa. Aunque seguramente será difícil encontrar esta afirmación en un texto de
sociología, no ha habido en la historia una sola sociedad que no haya sido
religiosa. Preguntar por la existencia de Dios es algo que está íntimamente unido
al por qué de la existencia humana. Buscamos de forma natural la trascendencia,
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porque es lo que da sentido y significado a nuestra vida sobre la tierra. Si el
hombre cultiva los valores religiosos con tanta tenacidad, es porque ellos
corresponden a la verdad más profunda de su ser.

Ciertas cosas son buenas para nosotros porque nos ayudan a alcanzar nuestro fin
u objetivo. Si acertamos a descubrir a dónde vamos como hombres, cuál es
nuestro objetivo, podremos entonces saber qué es bueno para nosotros en ese
sentido

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CONCLUSION

Los valores son construidos por cada uno de los individuos y en ese proceso de adquisición
son varios los factores que influyen desde la familia, la escuela, los amigos, en el trabajo,
etc. Puesto que hacemos nuestro ciertos valores y otros no. Los valores reflejan el curso de
la vida, porque hay algunos que son permanentes en el tiempo que otros.

Los valores cambian con las necesidades y experiencias de las personas, es decir: Hay
valores de nuestra sociedad que dan importancia a la recompensa monetaria y otros que dan
importancia a la categoría o al servicio social

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BIBLIOGRAFÍA

- Fabelo, Corzo. Valores universales y problemas globales, Compilación


Filosófica, 1994.
- Ingenieros, José. Las Fuerzas Morales. Serie América la Universal . Bolivia
1981

- http://www.monografias.com/trabajos66/valores-humanos/valores-
humanos2.shtml#xconclusi#ixzz5AKkvsSRl

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