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Descubrimiento de América

Se denomina descubrimiento de América al acontecimiento histórico de 1492, con la llegada a


América de una expedición capitaneada por Cristóbal Colón por mandato de los Reyes
Católicos, Isabel y Fernando de Castilla, la cual había partido del Puerto de Palos dos meses y
nueve días antes y que, tras cruzar el océano Atlántico, llegó a una isla del continente
americano, Guanahaní, a lo que creía que era la India. Este acontecimiento constituye uno de
los momentos fundamentales de la historia universal y representa el encuentro de dos
mundos que habían evolucionado independientemente desde el origen de la humanidad,1 lo
cual cambió el rumbo de la historia.

Varios años después de la llegada de Colón, los europeos fueron dándose cuenta de que las
tierras a las que habían llegado no estaban conectadas por tierra a Europa y el resto de la
«tierra conocida», como se esperaba de la India, sino que formaban un continente distinto, lo
que hizo que a partir de 1507 se le empezara a llamar América. En los siglos posteriores desde
el descubrimiento del nuevo mundo, España, Portugal y en menor medida Inglaterra, Francia,
Holanda y otras potencias europeas compitieron por la exploración, conquista y colonización
del continente americano, resultando en el nacimiento de nuevos pueblos, culturas y estados.

Existe controversia respecto al empleo del término «descubrimiento» con la llegada de la


expedición de Colón, ya que, por un lado y desde el punto de vista de la humanidad, América
ya estaba poblada y había sido descubierta por los primeros seres humanos que llegaron al
continente hace aproximadamente 14.000 años, y, por otro lado, existe un probable primer
arribo europeo realizado por los vikingos en el siglo X, aunque sin evidencias de contacto.
El contacto con los españoles tuvo un enorme impacto en América, como la introducción de
diferentes especies vegetales y animales, por ejemplo el caballo, especie introducida en el
segundo viaje de Cristóbal Colón, extinguido en América en tiempos remotos.

En el artículo se distingue claramente entre el «acto mismo del descubrimiento», entendido


como una serie de viajes que hicieron navegantes españoles que llegaron a América y la
dimensión del encuentro entre culturas, y el posterior proceso histórico conocido como la
conquista de América que los europeos realizaron a continuación. Así, el encuentro entre esas
dos culturas tuvo importantísimas consecuencias para ambos.

Antecedentes

Actualmente se conocen contactos transoceánicos precolombinos antes del descubrimiento


por parte de Cristóbal Colón, la costa Atlántica muestra un único asentamiento vikingo en
Terranova bien testimoniado arqueológicamente que fue abandonado diez años después sin
contactos ni repercusión. En la costa del Pacífico existen evidencias materiales y genéticas que
apuntan a que pequeños grupos de navegantes malayo-polinesios pudieron arribar a las costas
de América del Sur, antes de la llegada de Colón. Sin embargo, en ninguno de los dos casos
estos grupos tuvieron un impacto permanente, por lo que en cierto modo no se consideran un
«descubrimiento» consciente de una civilización por parte de otra civilización.

Unos años antes del descubrimiento de América, los viajes marítimos portugueses a la India
bordeando la costa de África y siguiendo el derrotero hacia el este a través del Océano Índico
sirvieron como un estímulo para otros navegantes europeos que creían que era posible llegar a
las regiones de Asia oriental navegando hacia el oeste. Cristóbal Colón defendía la hipótesis de
que el diámetro de la Tierra era tan pequeño que se podía alcanzar Asia navegando desde
Europa hacia poniente. En 1492 consiguió el apoyo y el patrocinio económico de los reyes
Isabel y Fernando de Castilla y Aragón, que le autorizaron a organizar un viaje de exploración
que lo condujo a la costa americana.

Consecuencias

La llegada de Cristóbal Colón a América está considerada como uno de los hechos más
importantes de la historia universal por las consecuencias que tuvo y debe relacionarse con el
primer viaje alrededor del mundo realizado por la tripulación de Fernando de Magallanes
pocos años después, que abrió paso a la conquista del mundo por parte de Europa.

Consecuencias a largo plazo

La llegada de Cristóbal Colón permitió el comienzo de la conquista de América, cuya primera


campaña fue la que los españoles emprendieron en Cuba, por Velázquez. A ella siguieron las
dos más importantes: la del Imperio azteca, por Hernán Cortés y la del Imperio inca (por
Francisco Pizarro) así como otras hasta su finalización definitiva tras los decretos del rey Felipe
II de abolición de la conquista. A partir de ellos comenzó la «colonización de América», en la
que intervinieron también portugueses, ingleses, holandeses y franceses.

El contagio de las enfermedades que los europeos llevaron consigo (viruela, tifus, fiebre
amarilla, etc.) produjo un colapso de la población indígena de América, con gran impacto en la
mortandad. Igualmente vinieron enfermedades de las Américas como la en su día temida sífilis
que diezmó la población europea desde las posesiones españolas en Italia en 1494.

Si bien todas las potencias europeas impusieron obligatoriamente sus idiomas en sus
respectivos territorios, debido a la hegemonía que sobre América ejercieron España y Portugal
predominaron el idioma español y portugués en sus respectivas zonas de influencia. España,
empero, permitió la utilización de varios idiomas indios como el quechua y el guaraní. Por su
parte la religión católica pasó a ser oficial y la conversión de los indígenas fue una de las causas
de la conquista; además se generó una población con altos niveles de mestizaje genético y
cultural entre los pueblos originarios, los europeos y los africanos subsaharianos.
La principal riqueza generada por los territorios españoles en América fue la extracción del oro
y la plata. Inicialmente los españoles encontraron sobre todo oro, y las cantidades enviadas a
España fueron pequeñas: hasta 1514 llegaron unos 40.000 o 50.000 pesos anuales desde la
Española, otros 11.000 desde San Juan y cantidades menores desde Cuba y Tierra Firme.25 La
conquista de los imperios azteca e inca deparó puntualmente grandes botines de oro. Sin
embargo fue la puesta en explotación de minas de plata en México y, sobre todo, en Potosí a
partir de 1545 lo que multiplicó la producción y exportación de metales preciosos. Se ha
calculado que hasta 1660 se enviaron a España unas 16.600 toneladas de plata y 181 toneladas
de oro, incluyendo tanto las remesas de particulares como los impuestos a la Corona. Esto
desató una revolución de precios en Europa y permitió a la Monarquía Hispánica financiar las
numerosas guerras en que se vio envuelta.2627 No obstante, la mayor parte de la plata y del
oro, en torno al 80%, se quedó en la América española.28

Otra importante consecuencia de la llegada de los europeos a América fue la asimilación y la


difusión mundial de los alimentos que habían sido consumidos por las culturas americanas y
que hoy se estima constituyen el 75% de base alimentaria que consume la Humanidad. Ellos
son el maíz, la batata, la calabaza, el tomate, el chocolate, el cacahuate o maní, la vainilla, los
ajíes, la palta o aguacate, todos estos originarios de Mesoamérica, con justa razón nombrada
por los conquistadores «el cuerno de la abundancia», y la papa (o patata como se denomina en
España) originaria de los pueblos nativos de los Andes. Otros productos importantes
originarios de América son la goma y el tabaco.

Por otro lado, los españoles primero y los europeos después llevaron consigo a América
animales tan útiles como el caballo, el burro, el asno y demás ganado como la vaca castellana,
el buey, la oveja y animales de granja como el cerdo, la gallina/gallo, el conejo... Así como
ciertos árboles frutales, la cebada, la avena, el centeno y el trigo de la península ibérica y la
caña de azúcar de la islas Canarias o Madeira, que tanto éxito tuvo en el Caribe o el mismísimo
café de las colonias portuguesas en África.

La llegada de Colón a América causó también una gran expansión de la navegación y el


comercio entre los pueblos, que se volvió mundial.

Los colonos ingleses en América terminaron organizando a partir de 1776 un nuevo tipo de
sociedad a partir de conceptos novedosos como independencia, constitución, federalismo y
dieron origen a los Estados Unidos de América que, en el siglo XX, remplazó a Gran Bretaña
como potencia mundial dominante.

EL DEBATE TERMINOLÓGICO
La expresión «descubrimiento de América» para referirse a la llegada de Cristóbal Colón al
continente americano es criticada por diversos sectores, culturas y estudiosos, dando lugar a
un amplio y apasionado debate. Esta confrontación ha estado íntimamente vinculada al uso de
los términos Día de la Raza, Día de la Hispanidad, Día de la Resistencia Indígena y otros creados
para referirse al mismo suceso. El debate se generalizó en 1992, con ocasión del V centenario
de la llegada de Colón a América.

En el debate terminológico sobre la manera de denominar el acontecimiento sucedido el 12 de


octubre de 1492 se han desarrollado diversas posiciones, a la vez que se han expresado
diversos alcances para cada término:

 Postura tradicional: es la postura tradicional o clásica, mayoritaria, que se ha usado


desde fines del siglo XVI, primero en la cultura occidental y luego se ha extendido en
todo el mundo, que utiliza el término «descubrimiento de América», para referirse
exclusivamente al acto realizado por Colón el 12 de octubre de 1492, al llegar a la isla
Guanahaní conduciendo la expedición española embarcada en las famosas tres
carabelas, en su primer viaje. La postura tradicional tiene su origen en el «mito del
piloto original» ya presente en los testimonios del padre Bartolomé de las Casas, luego
modificado por Fernando Colón en la biografía de su padre, Vida del almirante,
publicada en 1571 (ver O’Gorman).

 Postura tradicional ampliada: es la postura que sin abandonar la postura


tradicional discute el alcance original, y sostiene que el término debe
extenderse a todos los viajes de Colón a América, o sea, a sus cuatro viajes ya
que entiende el término «descubrimiento de América» no como un acto sino
como una etapa, la primera de la expansión ultramarina de Europa, sucedida
luego por otras dos etapas: la conquistay la colonización.

 Postura tradicional modificada: esta postura sostiene que es incorrecto


aplicar el término «descubrimiento de América» a ninguno de los actos
realizados por Colón y sus hombres, y que dicha denominación debe
reservarse al momento que el primer europeo «descubrió» que Colón había
llegado a tierras desconocidas hasta entonces para las culturas europeas,
africanas, asiáticas y polinésicas del siglo XV. Este momento también se
encuentra discutido, pero existe cierto consenso en atribuírselo al
italiano Américo Vespucio a partir de cuyo nombre los europeos denominaron
«América» a ese continente.

 Postura cronológica: es la postura que sostiene que el término «descubrimiento», a


secas, o «primer descubrimiento», debe ser reservado para el primer ser humano en
realizarlo, y en el caso en debate, para los primeros seres humanos en poblar el
continente americano y es la utilizada por algunos arqueólogos, antropólogos e
historiadores, como por ejemplo William Dancey (de la Universidad de Ohio).33 y que
admite denominaciones sucesivas como «primer descubrimiento», «segundo
descubrimiento», «tercer descubrimiento», «cuarto descubrimiento», de América,
para referirse a las llegadas de los primeros seres humanos, y luego de
los inuit, vikingos/europeos y españoles/europeos, respectivamente.
 Postura cronológica modificada europea vikinga: esta postura rechaza la
aplicación del término «descubrimiento de América» para la llegada de Colón
porque sostiene que los primeros europeos en llegar a América fueron los
vikingos, debiendo aplicarse el término a la llegada a América de Leif
Eriksson en 985 (ca.).

 Postura cronológica modificada europea moderna: esta postura sostiene que


hubo otros europeos modernos que descubrieron América antes de la llegada
de Colón, como la hipótesis de Alonso Sánchez de Huelva.

 Postura cronológica modificada no europea: esta postura sostiene que antes


que ningún pueblo europeo hubo otros pueblos no europeos en llegar a
América luego de los siberianos e inuit. Los casos varían entre chinos,
polinésicos, fenicios, egipcios, mandingos y marroquís.

 Postura etnológica: esta postura sostiene que puede considerarse «descubrimiento»


al realizado por cada cultura o etnia en condiciones de aislamiento. De este modo
tanto la llegada original de los siberianos a América y eventualmente de otras etnias,
como las posteriores de los inuit, los vikingos y los españoles, significaron un
«descubrimiento» para cada una de esas etnias o culturas. En este caso, propone
adicionar al término «descubrimiento» la etnia o cultura para la que es significativa,
hablando de «descubrimiento de América por los vikingos» o «descubrimiento de
América por los europeos medievales», etc.34 Un ejemplo de esta postura es el
libro The American Discovery of Europe (El descubrimiento americano de Europa), de
Jack D. Forbes, 2006. Esta postura abrió camino también al concepto de
«descubrimiento de Europa» por parte de las culturas indígenas, cuya existencia
también desconocían, concepto que utilizan algunos historiadores como Daniel Richter
(Universidad de Pensilvania, en Native American Discoveries of Europe) o el estado
de Chile que denomina al 12 de octubre como Día del Descubrimiento de Dos Mundos.

 Postura pluralista: esta postura acepta que para diversos grupos sociales, étnicos,
lingüísticos y culturales, el término «descubrimiento de América» tiene múltiples
acepciones, sin tomar partido por ninguna.

 Postura indígenista/anticolonialista: esta postura es sostenida por varios pueblos


indígenas americanos que cuestionan el término «descubrimiento de América» por
considerarlo una denominación eurocéntrica, que ignora la presencia de sus
antepasados en América al momento de la llegada de los españoles, dando prioridad a
la idea de América como «tierras» antes que como pueblos, con el fin de legitimar
culturalmente la posterior dominación y colonización de la que fueron objeto. Con
esta postura coinciden los sectores opuestos al colonialismo y al neocolonialismo para
quienes el término es una expresión de colonialismo cultural. En general han
propuesto términos alternativos como «invasión de América», o «Día de la
Resistencia», entre otros.

 Postura hispanista: esta postura rechaza como acto de «indigenismo» (en


sentido peyorativo) y considera un ataque contra la Hispanidad, todo cuestionamiento
al término «descubrimiento de América» que no signifique llegada de los españoles a
América con Colón. Para esta postura el término y el hecho que expresa, está
vinculado a la superioridad de la cultura hispana, occidental y cristiana, sobre las
demás. Estuvo originalmente vinculada a la invención en 1915 del controvertido «Día
de la Raza» como Día de la Hispanidad y de la Raza Española, para el 12 de octubre,
aunque luego varios países atemperaron su significado para relacionarlo con una
supuesta raza mestiza. Fue difundida intensamente por algunos gobiernos
latinoamericanos en los años setenta.

 Postura conciliatoria: esta postura propone conciliar las posturas


indigenista/anticolonialista con la hispanista, sosteniendo que antes que poner el
acento en la mayor o menor violencia que pudiera haber caracterizado la llegada de
los españoles a América, lo que se debe destacar es el hecho del encuentro entre dos
grupos de culturas humanas que habían vivido separados por milenios. Propone
denominar «Encuentro de Dos Mundos» o «Encuentro de Dos Culturas», al hecho de
la llegada de Colón a América.35

 Posturas nacionales: estas posturas han comenzado a aparecer como posturas


oficiales frente al 12 de octubre de 1492 y su denominación, en muchos casos
rechazando o limitando la denominación «descubrimiento de América». En Argentina,
por ejemplo, para el INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación) «la idea de
descubrimiento y el elogio de la conquista española» es violatoria de la Convención
sobre Eliminación de toda Forma de Discriminación Racial y constituye un acto de
discriminación.

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