MIÉRCOLES DE LA OCTAVA DE PASCUA María, en la mañana?

A mi Señor glorioso,
4 de abril
la tumba abandonada,
LAUDES los ángeles testigos,
sudarios y mortaja.
Si Laudes es la primera celebración del día se empieza con el versículo del ¡Resucitó de veras
Invitatorio: mi amor y mi esperanza!
V. Señor, abre mis labios. Venid a Galilea,
R. Y mi boca proclamará tu alabanza. allí el Señor aguarda;
INVOCACIÓN allí veréis los suyos
la gloria de la Pascua.
V. Dios mío, ven en mi auxilio. Primicia de los muertos,
R. Señor, date prisa en socorrerme. sabemos por tu gracia
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, que estás resucitado;
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya. la muerte en ti no manda.
HIMNO Rey vencedor, apiádate
de la miseria humana
Ofrezcan los cristianos y da a tus fieles parte
ofrendas de alabanza en tu victoria santa. Amén. Aleluya
a gloria de la Víctima
propicia de la Pascua.
Cordero sin pecado
que a las ovejas salva,
a Dios y a los culpables
unió con nueva alianza.
Lucharon vida y muerte
en singular batalla
y, muerto el que es la Vida,
triunfante se levanta.
¿Qué has visto de camino,
Salmodia cielos, bendecid al Señor.
Aguas del espacio, bendecid al Señor;
Antífona 1: En ti, Señor, está la fuente viva. Aleluya. ejércitos del Señor, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
Salmo 62, 2-9 astros del cielo, bendecid al Señor.
¡Oh Dios!, tú eres mi Dios, por ti madrugo, Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
mi alma está sedienta de ti; vientos todos, bendecid al Señor.
mi carne tiene ansia de ti, Fuego y calor, bendecid al Señor;
como tierra reseca, agostada, sin agua. fríos y heladas, bendecid al Señor.
¡Cómo te contemplaba en el santuario Rocíos y nevadas, bendecid al Señor;
viendo tu fuerza y tu gloria! témpanos y hielos, bendecid al Señor.
Tu gracia vale más que la vida, Escarchas y nieves, bendecid al Señor;
te alabarán mis labios. noche y día, bendecid al Señor.
Toda mi vida te bendeciré Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
y alzaré las manos invocándote. rayos y nubes, bendecid al Señor.
Me saciaré de manjares exquisitos, Bendiga la tierra al Señor,
y mis labios te alabarán jubilosos. ensálcelo con himnos por los siglos.
En el lecho me acuerdo de ti Montes y cumbres, bendecid al Señor;
y velando medito en ti, cuanto germina en la tierra, bendiga al Señor.
porque fuiste mi auxilio, Manantiales, bendecid al Señor;
y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mares y ríos, bendecid al Señor.
mi alma está unida a ti, Cetáceos y peces, bendecid al Señor;
y tu diestra me sostiene. aves del cielo, bendecid al Señor.
Fieras y ganados, bendecid al Señor,
Antífona 2: Enviaste tu Espíritu, Señor, y existió la creación. Aleluya. ensalzadlo con himnos por los siglos.
Hijos de los hombres, bendecid al Señor;
Cántico Dn 3, 57-88. 56 bendiga Israel al Señor.
Sacerdotes del Señor, bendecid al Señor;
Criaturas todas del Señor, bendecid al Señor, siervos del Señor, bendecid al Señor.
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Ángeles del Señor, bendecid al Señor de los Almas y espíritus justos, bendecid al Señor;
santos y humildes de corazón, bendecid al Señor. Ejecutar la sentencia dictada
Ananías, Azarías y Misael, bendecid al Señor, es un honor para todos sus fieles.
ensalzadlo con himnos por los siglos.
Bendigamos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, Lectura Breve
ensalcémoslo con himnos por los siglos.
Bendito el Señor en la bóveda del cielo, Rm 6, 8-11
alabado y glorioso y ensalzado por los siglos. Si verdaderamente hemos muerto con Cristo, tenemos fe de que también
viviremos con
Antífona 3: Dios es el rey del mundo: tocad con maestría. Aleluya. él, pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos ya no
muere; la
Salmo 149 muerte no tiene ya poder sobre él. Su muerte fue un morir al pecado de
ALEGRÍA DE LOS SANTOS una vez para
Los hijos de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, se alegran en su Rey, Cristo, siempre más su vida es un vivir para Dios. Así también, considerad
el Señor (Hesiquio). vosotros que estáis
Cantad al Señor un cántico nuevo, muertos al pecado, pero que vivís para Dios en unión con Cristo Jesús.
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; Responsorio Breve
que se alegre Israel por su Creador, En lugar del responsorio breve se dice la siguiente antífona: Ant. Este es el
los hijos de Sion por su Rey. día en que actuó el Señor: sea él nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya.
Alabad su nombre con danzas, Canto Evangélico
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo Antifona 4: Empezando por Moisés y continuando por todos los profetas,
y adorna con la victoria a los humildes. Jesús les fue explicando
Que los fieles festejen su gloria todos los pasajes de la Escritura que a él se referían. Aleluya.
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca Benedictus Lc 1, 68-79
y espadas de dos filos en las manos: El Mesías y su precursor
para tomar venganza de los pueblos + Bendito sea el Señor, Dios de Israel,
y aplicar el castigo a las naciones, porque ha visitado y redimido a su pueblo,
sujetando a los reyes con argollas, suscitándonos una fuerza de salvación
a los nobles con esposas de hierro. en la casa de David, su siervo,
según lo había predicho desde antiguo,
por boca de sus santos profetas.

Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos Preces

y de la mano de todos los que nos odian;
realizando la misericordia
que tuvo con nuestros padres,
recordando su santa alianza
y el juramento que juró a nuestro padre Abrahán.
Para concedernos que, libres de temor,
arrancados de la mano de los enemigos,
le sirvamos con santidad y justicia,
en su presencia, todos nuestros días.
Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo,
porque irás delante del Señor
a preparar sus caminos,
anunciando a su pueblo la salvación,
el perdón de sus pecados.
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
nos visitará el sol que nace de lo alto,
para iluminar a los que viven en tinieblas
y en sombra de muerte,
para guiar nuestros pasos
por el camino de la paz.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Oremos a Cristo, que fue entregado por nuestros pecados y resucitado
para nuestra
justificación, y aclamémoslo, diciendo:
Por tu victoria, sálvanos, Señor.
Salvador nuestro, Señor Jesús, que con tu victoria sobre la muerte nos has
alegrado y con
tu resurrección nos has exaltado y nos has enriquecido,
— ilumina hoy nuestras mentes y santifica nuestra jornada con la gracia
de tu Espíritu
Santo.
Tú que en el cielo eres glorificado por los ángeles y en la tierra eres
adorado por los
hombres,
— recibe la adoración que en espíritu y verdad te tributamos en estas
fiestas de tu
resurrección.
Sálvanos, Señor Jesús, muestra tu amor y tu misericordia al pueblo que
confía en tu
resurrección,
— y, compadecido de nosotros, defiéndenos hoy de todo mal.
Rey de la gloria y vida nuestra, haz que, cuando te manifiestes al mundo,
— podamos aparecer también nosotros juntamente contigo en la gloria.
Aquí se pueden añadir algunas intenciones libres.
Concluyamos nuestra oración, diciendo juntos las palabras de Jesús,
nuestro maestro:
Padre nuestro.
Padre Nuestro
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en tentación,
y líbranos del mal.

Oración
Oremos:
Dios nuestro, que todos los años nos alegras con la solemnidad de la
resurrección del
Señor; concédenos, a través de la celebración de estas fiestas, llegar un
día a la alegría
eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

Conclusión

V. El Señor esté con vosotros.

R. Y con tu espíritu.
V. La bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo + y Espíritu Santo,
descienda sobre vosotros.
R. Amén.