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FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE CONTABILIDAD

TEMA
“PRINCIPIO DE CAUSUALIDAD”

AUTOR:
AGUILAR FIGUEROA GUADALUPE
DUEÑAS CADILLO KASSANDRA
FLORES GRANADOS ANGELA
MIRANDA FALCON ANDERSON
SANCHEZ GARCES IRENE

ASESOR:
HUERTA ALCANTARO CARLOS

CURSO:
TRIBUTACIÓN

CHIMBOTE – PERÚ
(2016)
DEDICATORIA

Este presente trabajo está dedicado

Primeramente a DIOS, al profesor y luego a

Todos los compañeros que han apoyado y han

Hecho que este trabajo se realice.

Esperando que cada día aprendamos más de este curso

Que tan importante para nuestra carrera profesional.

Gracias.
AGRADECIMIENTO

Agradeciendo en primer lugar a Dios por darme la vida,

Por darme las virtudes como estudiante, por permitirme estar con vida

y hacer cumplir mis objetivos generales.

También agradezco a mis padres queridos por ayudarme en mis estudios,

por comprenderme y por todo el apoyo que me brindaron desde el principio y

Siguen hasta hoy, no hubiera sido nada sin ello.

Muy agradecido también a mi grupo por permitir finalizar este trabajo,

Por el apoyo único que nos han podido demostrar a cada uno de los integrantes del grupo.
INDICE
DEDICATORIA ...................................................................................................................................... 2
AGRADECIMIENTO.............................................................................................................................. 3
INTRODUCCIÓN .................................................................................................................................. 6
PRINCIPIOS DE CAUSUALIDAD ........................................................................................................... 7
CONCEPTO ...................................................................................................................................... 7
DEFINICION ..................................................................................................................................... 8
RELACIÓN DE CAUSALIDAD ............................................................................................................ 8
PRINCIPIO DE GENERALIDAD ......................................................................................................... 8
ALCANCES DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD................................................................................... 9
BASE LEGAL ................................................................................................................................... 10
EL GASTO DEBE CUMPLIR CON LOS CRITERIOS DE RAZONABILIDAD,
PROPORCIONALIDAD Y GENERALIDAD, DE SER EL CASO...................................................... 10
CRITERIOS CONFORMANTES DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD ........................................... 10
a) Razonabilidad ....................................................................................................................... 10
b) Necesidad.............................................................................................................................. 10
c) Proporcionalidad .................................................................................................................. 11
d) Normalidad ........................................................................................................................... 11
e) Generalidad .......................................................................................................................... 11
ELEMENTOS PARA CONSOLIDAR UN ADECUADO PRINCIPIO DE RAZONABILIDAD ................... 11
1.1 EL GASTO INCURRIDO DEBE SER NECESARIO PARA PRODUCIR Y/O MANTENER SU FUENTE
GENERADORA DE RENTA .............................................................................................................. 11
1.2 EL GASTO NO DEBE ENCONTRARSE PROHIBIDO DE MANERA EXPRESA POR LEY ................ 12
1.3. EL GASTO DEBE CUMPLIR CON LOS CRITERIOS DE RAZONABILIDAD, PROPORCIONALIDAD
Y GENERALIDAD, DE SER EL CASO ................................................................................................ 12
PRONUNCIAMIENTO DEL TRIBUNAL FISCAL ACERCA DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD 12
AGRUPACIÓN DE GASTOS SEGÚN EL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD ................................................. 13
GASTOS NECESARIOS.................................................................................................................... 13
DEDUCCIÓN DE GASTOS QUE INCIDEN CONJUNTAMENTE EN RENTAS GRAVADAS,
EXONERADAS E INAFECTAS .......................................................................................................... 14
a. Imputación de gastos directos ......................................................................................... 15
b. Según el porcentaje de la Renta Bruta Gravada .............................................................. 15

DEPRECIACIONES Y AMORTIZACIONES........................................................................................ 15
PREVISIONES, PROVISIONES Y RESERVAS.................................................................................... 16
a) Previsiones ........................................................................................................................ 16
b) Provisiones ........................................................................................................................ 16
c) Reservas ............................................................................................................................ 16
CONCEPCIÓN RESTRICTIVA DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD.............................................. 16
CONCEPCIÓN AMPLIA DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD ........................................................ 17
LA PRUEBA DE LA CAUSUALIDAD POR PARTE DEL CONTRIBUYENTE ............................... 17
PRINCIPIO DE CAUSALIDAD PARA RECONOCER UN GASTO .................................................. 18
PRINCIPIO DE CAUSALIDAD EN LA DOCTRINA ................................................................................. 18
a. El gasto Imprescindible............................................................................................................. 18
b.El gasto Conveniente ................................................................................................................. 18
c. El gasto Habitual ....................................................................................................................... 19
d. EL gasto Inherente .................................................................................................................... 19
e. El gasto causal ........................................................................................................................... 19
EL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD EN LA LEGISLACIÓN PERUANA ....................................................... 19
CONCLUSIONES ................................................................................................................................. 20
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS ........................................................................................................ 21

INTRODUCCIÓN

De acuerdo con lo dispuesto por el literal a) del artículo 59º del Código Tributario (en
adelante CT), dentro de la determinación de la obligación tributaria el deudor cumple un
rol activo al verificar el hecho generador de la obligación tributaria, señalar la base
imponible y también la cuantía del tributo.

El Impuesto a la Renta constituye un tributo que grava las rentas que provengan del capital,
del trabajo y de la aplicación conjunta de ambos factores, entendiéndose como tales
aquellas que provengan de una fuente durable y susceptible de generar ingresos periódicos.
Dentro de la determinación propia de la renta neta de tercera categoría para aquellos
contribuyentes que la generan, deben verificar en su balance anual la deducción de los
gastos necesarios para producir y mantener la fuente generadora. De allí la importancia de
poder efectuar un proceso de verificación de los gastos a efectos de poder evitar algún
reparo con el fisco. Como se observa, el propio contribuyente al momento de efectuar el
cálculo tendiente a la verificación del pago del Impuesto a la Renta realiza un proceso de
autodeterminación, cumpliendo así lo dispuesto en el artículo 59º del CT.

El problema que puede presentarse es que al momento de realizar la determinación de la


renta neta algunos gastos que fueron incluidos y considerados en dicho proceso pueden ser
reparables, ya sea porque no cumplen en principio de causalidad, no se cumplió con la
formalidad exigida en las operaciones, no existe fehacientica en las mismas, entre otras
situaciones.

Por estas razones y ante la proximidad de las fechas para la presentación de la Declaración
Jurada Anual del Impuesto a la Renta, consideramos importante desarrollar en el presente
trabajo el análisis del Principio de Causalidad

PRINCIPIOS DE CAUSUALIDAD
CONCEPTO

Para que un gasto se considere deducible para efectos de poder determinar la renta neta
de tercera categoría, necesariamente deberá cumplir con el denominado “Principio de
Causalidad”, el cual se encuentra regulado en el artículo 37º de la Ley del Impuesto a la
Renta (en adelante LIR).

Así, se señala que para establecer la renta neta de tercera categoría se deducirá de la renta
bruta los gastos necesarios para producirla y mantener su fuente, en tanto la deducción no
esté expresamente prohibida por esta Ley. Como señala GARCÍA MULLÍN, “En forma
genérica, se puede afirmar que todas las deducciones están en principio regidas por el
principio de causalidad, o sea que sólo son admisibles aquellas que guarden una relación
causal directa con la generación de la renta o con el mantenimiento de la fuente en
condiciones de productividad.”
Dentro de la doctrina nacional, en palabras de PICÓN GONZALES se considera a la causalidad
como “… la relación existente entre un hecho (egreso, gasto o costo) y su efecto deseado o
finalidad (generación de rentas gravadas o el mantenimiento de la fuente). Debe tenerse
presente que este principio no se considerará incumplido con la falta de consecución del
efecto buscado con el gasto o costo, es decir, se considerará que un gasto cumplirá con el
principio” de la renta

La propia SUNAT al emitir el Oficio Nº 015-2000—K0000 de fecha 07.02.2000, en respuesta


a una consulta formulada por la Asociación de Exportadores – ADEX, indicó que “… como
regla general se consideran deducibles, para determinar la renta de tercera categoría, los
gastos necesarios para producir y mantener la fuente, en tanto la deducción no esté
expresamente prohibida. Además, se deben tener en cuenta los límites o reglas que por
cada concepto hubiera dispuesto la LIR, cuyo análisis dependerá de cada caso en concreto”.

Para poder calificar determinados conceptos como deducibles es necesario que se acredite
una relación causal de los gastos efectuados con la generación de la renta y a su vez el
mantenimiento de la fuente. Es decir, debe tratarse de gastos necesarios o propios del giro
de la empresa, observamos que los gastos deben guardar coherencia y estar ligados a la
generación de la fuente productora de la renta.

DEFINICION
“De acuerdo con la naturaleza del Impuesto a la Renta que recoge en materia de gastos el
principio de causalidad, todo ingreso debe estar relacionado con un gasto cuya causa sea la
obtención de dicha renta o el mantenimiento de su fuente productora, noción que sin
embargo debe analizarse en cada caso en particular, considerando los criterios de
razonabilidad y proporcionalidad, atendiendo a la naturaleza de las operaciones realizadas
por cada contribuyente, el volumen de éstas, etc, que puede suceder que la adquisición de
un mismo bien o servicios para una empresa constituya un gasto deducible mientras que
para otra no”.

RELACIÓN DE CAUSALIDAD
Es el vínculo que guardan los costos y gastos realizados con la actividad productora de
renta. Por tanto las erogaciones realizadas deben sr las normalmente acostumbradas
dentro de una determinada actividad económica, ya que son el antecedente necesario
(causa) para producir e ingreso (efecto) que se genera en el desarrollo de dicha actividad.

PRINCIPIO DE GENERALIDAD
Todos contribuirán, lo que establece una obligación general pero matizada por el siguiente
principio. Capacidad económica: la contribución debe realizarse en base a la riqueza y
situación concreta de cada personal generalidad tributaria no es más que una consecuencia
del postulado liberal de igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, con la consiguiente
condena de toda situación de excepción o privilegio. En la esfera tributaria supone la
necesidad de que todos los ciudadanos contribuyan a hacer frente a las cargas públicas
mediante el pago de impuesto.
El único límite tolerable y a la vez necesario es el que deriva de su compatibilidad con el de
capacidad económica

ALCANCES DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD


Señala Luis Durán que el principio de causalidad está recogido, normativamente, en el
artículo 37 de la LIR, al inicio del capítulo VI de dicha norma, referido a la determinación de
la renta neta. El mencionado artículo establece que, a fin de establecer dicha renta neta de
tercera categoría, se deducirán de la renta bruta los gastos necesarios para producirla y
mantener su fuente, así como los vinculados con la generación de ganancias de capital, en
tanto la deducción no esté expresamente prohibida (Durán, 2009).
Por regla general determinar la renta neta en base a la causalidad de los gastos con la
actividad generadora de renta resulta ser el método más exacto y justo para determinar el
monto sobre el cual corresponde aplicar el impuesto, ya que en virtud de ella se permite la
deducción de gastos que guardan relación causal directa con la generación de la renta o con
el mantenimiento de la fuente en condiciones de productividad, en la medida que el gasto
no se encuentre limitado o prohibido por la norma tributaria, tal como ha sido recogido en
nuestra legislación en el primer párrafo del artículo 37º de la LIR.
Al respecto, una lectura aislada del primer párrafo de dicha norma permitiría afirmar que
el legislador peruano optó por una concepción restrictiva del Principio de Causalidad. No
obstante ello, cuando en la misma norma se establece de manera enunciativa qué gastos
son deducibles, podemos observar que el legislador permite la deducción de gastos que no
son imprescindibles, adscribiéndose a una concepción amplia de los mismos, como por
ejemplo, los gastos de salud, recreativos y culturales recogidos en el literal ll) del artículo
37º de la mencionada Ley (Informativo Caballero Bustamante, 2012).
Esta apreciación ha sido señalada por el Tribunal Fiscal en la RTF Nº 710-2-99 de fecha
25.08.1999 en los siguientes términos: “Que el Principio de Causalidad es la relación de
necesidad que debe establecerse entre los gastos y la generación de renta o el
mantenimiento de la fuente, noción que en nuestra legislación es de carácter amplio pues
se permite la sustracción de erogaciones que no guardan dicha relación de manera directa;
no obstante ello (...) deberán aplicarse criterios adicionales como que los gastos sean
normales de acuerdo al giro del negocio o éstos mantengan cierta proporción con el
volumen de las operaciones, entre otros.”
Cabe indicar que esta concepción amplia de los gastos ha sido recientemente confirmada
por el Poder Judicial a través de la Sentencia de Casación N° 2743-2009-LIMA de fecha
14.09.2010, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 30.09.2011, según la cual se
establece que constituye gasto deducible el mantenimiento de carreteras que permiten el
tránsito normal y seguro hacia y desde el campamento minero, ello en razón a los siguientes
argumentos”(...) el Principio de Causalidad no debe interpretarse en sentido restrictivo, sino
en sentido amplio dentro de los márgenes de la normalidad, razonabilidad (...).
La normalidad a la que hace referencia la norma debe entenderse, según ha precisado la
sentencia recurrida, como gasto que sea inherente y habitual en la empresa. Asimismo, del
análisis de las normas (...) no se advierte que se exija como requisito que un gasto para que
sea deducible, debe ser obligatorio por mandato legal, ni que deba corresponder al objeto
social de la empresa, así como que la actividad que origina el gasto no sea también
desarrollada por el Estado‖ (Informativo Caballero Bustamante, 2012). En consecuencia, en
virtud del Principio de Causalidad se permite la deducción de gastos que guardan relación
causal directa e indirecta con la generación de la renta o con el mantenimiento de la fuente
en condiciones de productividad, en la medida que el gasto no se encuentre limitado o
prohibido por las normas tributarias, sean normales, razonables y proporcionales con la
actividad e ingresos del contribuyente, a lo que habría que adicionar la generalidad, en
relación con los gastos a que se contraen los incisos l), ll) y a.2) del artículo 37° de la LIR, y
que además se cumpla con los presupuestos necesarios para que la causalidad resulte
aplicable.

BASE LEGAL
Al fin de establecer la renta neta de tercera categoría se deducirá de la renta bruta los gastos
necesarios para producirla y mantener su fuente, así como los vinculados con la generación
de ganancias de capital, en tanto la deducción no este expresamente prohibida por esta ley,
en consecuencia son deducibles.

EL GASTO DEBE CUMPLIR CON LOS CRITERIOS DE RAZONABILIDAD,


PROPORCIONALIDAD Y GENERALIDAD, DE SER EL CASO

El último párrafo del artículo 37 de la LIR señala que adicionalmente a lo dispuesto por el
principio de causalidad se deberá dar cumplimiento a los principios de Razonabilidad,
Proporcionalidad y Generalidad.

CRITERIOS CONFORMANTES DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD

a) Razonabilidad
En virtud de este criterio debe existir una relación razonable entre el monto del
desembolso efectuado y su finalidad, el mismo que debe estar destinado a producir y
mantener la fuente productora de renta.
b) Necesidad
Implica que sin la realización del mencionado desembolso no habría renta o la fuente no
podría subsistir; vale decir, la necesidad debería ser directa.
c) Proporcionalidad
Alude a un parámetro meramente cuantitativo, centrado en verificar si el volumen de la
erogación realizado por una empresa guarda debida proporción con el volumen de sus
operaciones.
d) Normalidad
Referido principalmente a que los gastos en los cuales se incurren deben realizarse dentro
del giro normal de las actividades del negocio, como se puede observar muy vinculado con
el criterio de razonabilidad.
e) Generalidad
Legislativamente se establece que el presente criterio debe ser cumplido cuando el gasto
se encuentre vinculado con servicios de salud, gastos recreativos culturales, aguinaldos,
bonificaciones, etc.; de esta forma el beneficio debe ser de carácter “general” para todos
los trabajadores teniendo en cuenta su posición dentro de la estructura organizacional de
la empresa; así, el Tribunal Fiscal ha desconocido el gasto por incumplimiento de este
criterio mediante la RTF Nº 6671-3-2004.

ELEMENTOS PARA CONSOLIDAR UN ADECUADO PRINCIPIO DE


RAZONABILIDAD
La ley administrativa general del Perú prevé que a efectos de aplicar el principio de
razonabilidad se debe considerar que:

 La determinación de la sanción considere criterios como la existencia o no de


intencionalidad.
 La comisión de la conducta sancionable no resulte más ventajosa para el infractor
que cumplir las normas infringidas o asumir la sanción.
 El perjuicio causado.
 Las circunstancias de la comisión de la infracción.
 La repetición en la comisión de infracción.

ELEMENTOS QUE SON CONSIDERADOS CONCURRENTES PARA PODER


CALIFICAR EL DESEMBOLSO DE DINERO COMO GASTO DEDUCIBLE
Analizar si un gasto es A continuación presentaremos algunos elementos que deben ser
tomados en cuenta para poder aceptable o no, complementando por supuesto al principio
de causalidad anteriormente descrito.

1.1 EL GASTO INCURRIDO DEBE SER NECESARIO PARA PRODUCIR


Y/O MANTENER SU FUENTE GENERADORA DE RENTA
Para el desarrollo normal de una actividad se requiere necesariamente la existencia de
desembolsos de dinero que estén vinculados a la adquisición de bienes y servicios, los
cuales estarán destinados de manera necesaria a la generación de rentas y/o al
mantenimiento de la fuente generadora de rentas de tipo empresarial. Éste es quizás la
manifestación más clara del principio de causalidad. Si se observa se deberá recurrir al
análisis de cada caso concreto toda vez que quizás un gasto puede ser aceptable para un
determinado contribuyente y para otro quizás no. Un ejemplo permitirá apreciar nuestra
explicación. Veamos el caso de una empresa que durante las festividades del Día de la
Secretaria decidió obsequiar al personal femenino que realiza dichas labores prendas de
lencería fina con encajes; nos percatamos de manera inmediata que los bienes entregados
a las secretarias no estarían vinculados con la generación de rentas para la empresa ni
tampoco que mantendría una vinculación con el mantenimiento de la fuente productora.
Situación distinta se produce cuando una empresa que se dedica a la elaboración de
comerciales de televisión decide elaborar uno promocionando el uso de lencería fina,
motivo por el cual adquiere diversas prendas a efectos de que éstas sean utilizadas por
distintas modelos en la filmación de los comerciales. Como se aprecia, en este último caso
bastará con acreditar la necesidad de la filmación del comercial, el tipo de publicidad a llevar
a cabo y el uso de las prendas en la mencionada filmación. Adicionalmente se observa que
la adquisición de un determinado bien puede ser considerado necesario y causal para una
empresa y no para otra.

1.2 EL GASTO NO DEBE ENCONTRARSE PROHIBIDO DE MANERA


EXPRESA POR LEY
Si se observa el texto del artículo 44º de la lir se aprecia que de manera expresa se prohíbe
la deducción de determinados gastos, los cuales están señalados en los incisos a) hasta el
literal q). Los conceptos indicados en los incisos señalados constituyen una verdadera lista
cerrada, ello en términos jurídicos configuran lo que se denomina en como apreciamos, el
artículo 44º de la lir sería lo opuesto al artículo 37º de la lir, ya que ambos se diferencian
porque el primero de los nombrados no permite la inclusión de “otros conceptos”.

1.3. EL GASTO DEBE CUMPLIR CON LOS CRITERIOS DE


RAZONABILIDAD, PROPORCIONALIDAD Y GENERALIDAD, DE SER EL
CASO
El último párrafo del artículo 37º de la LIR señala que adicionalmente a lo dispuesto por el
principio de causalidad se deberá dar cumplimiento a los principios de razonabilidad,
proporcionalidad y generalidad.

PRONUNCIAMIENTO DEL TRIBUNAL FISCAL ACERCA DEL PRINCIPIO


DE CAUSALIDAD

El Tribunal Fiscal ha manifestado el carácter enunciativo de los gastos del artículo 37º de la
LIR al emitir la RTF Nº 753-3-99 del 27 de setiembre de 1999, cuando precisa que “La LIR
recoge el principio de causalidad como regla general para admitir la deducibilidad o no de
los gastos y así determinar la renta neta de las empresas; así, conforme a este principio
serán deducibles sólo los gastos que cumplan con el propósito de mantener la fuente
productora de renta o generar nuevas rentas, debiendo indicarse que los gastos deducibles
que se expresan en los incisos que contiene dicha norma son de carácter enunciativo mas
no taxativos, desde que pueden existir otros gastos que por el principio en mención son
plausibles de ser deducidos para determinar la renta neta; para tal fin debe meritarse si el
monto del gasto corresponde al volumen de operaciones del negocio para lo cual
corresponde examinar la proporcionalidad y razonabilidad de la deducción.

El Tribunal Fiscal ha esbozado un concepto del denominado Principio de Causalidad al emitir


la RTF Nº 710-2-99, de fecha 25 de agosto de 1999, cuando lo define como “La relación de
necesidad que debe establecerse entre los gastos y la generación de renta o el
mantenimiento de la fuente, noción que en nuestra legislación es de carácter amplio pues
se permite la sustracción de erogaciones que no guardan dicha relación de manera directa;
no obstante ello el Principio de Causalidad deber ser atendido, por lo cual para ser
determinado deberán aplicarse criterios adicionales como que los gastos sean normales de
acuerdo al giro del negocio o que estos mantengan cierta proporción con el volumen de las
operaciones entre otros.”

Debemos precisar que no basta con el solo hecho de invocar el principio de causalidad para
determinar si el gasto es deducible o no, para ello es necesario que exista un correlato con
la realidad, de manera que la operación que se haya realizado y respecto de la cual se
necesite efectuar la deducción del gasto.

AGRUPACIÓN DE GASTOS SEGÚN EL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD

El tratadista Roque García Mullín propone la siguiente agrupación de los gastos en base al
Principio de Causalidad como sigue:
a) Gastos necesarios para la obtención de la renta
b) Depreciaciones y amortizaciones
c) Previsiones y Reservas

GASTOS NECESARIOS
El primer rubro de deducciones necesarias para obtener la renta neta se encuentra dada
por los denominados gastos necesarios, cualidad primordial que deben reunir los gastos
para ser considerados como deducibles. Dicha cualidad –como ya se explicó– debe
encontrarse vinculada a la obtención de la renta o al mantenimiento de la fuente
generadora de la misma, mesurándose la misma en base al denominado criterio de
razonabilidad del gasto. Así en aplicación del principio de causalidad todos los gastos
necesarios son deducibles de la renta bruta aun cuando la ley no los considere de manera
particular, salvo en el caso que se encuentren expresamente prohibidos para efectos de su
deducibilidad. En tal razonamiento, las leyes nacionales en materia tributaria no tendrían la
necesidad de regular expresamente cada concepto deducible, salvo que lo limite, restrinja
y prohíba.
Que el gasto sea necesario, implica en sentido restrictivo, que sin la realización del
mencionado desembolso no habría renta o la misma no podría subsistir, vale decir bajo tal
entendimiento, la necesidad debería ser directa. No obstante ello, existen determinados
gastos cuyo adecuación con el principio de causalidad de alguna manera no encuadra en
sentido estricto dentro de los alcances del mencionado principio. Tal es el caso de los
desembolsos que efectúa la empresa para prestar servicios asistenciales, culturales,
educacionales y de esparcimiento a sus trabajadores, o aquellos que implican adquisiciones
de bienes y servicios para brindar mayores comodidades a sus trabajadores (instalación de
un comedor para los trabajadores). En sentido estricto dichos desembolsos no son
necesarios ni indispensables para la generación de renta gravada ni para el mantenimiento
de la fuente productora de la misma, no obstante ello doctrinalmente se ha establecido que
indirectamente tales erogaciones tienen una clara finalidad motivadora de la fuerza laboral,
la cual es indispensable para la generación de renta gravada, con lo cual se concluye que en
dichos supuestos sí existe una relación causal, gasto-renta. Sobre el particular García Mullín
señala que: “Sin embargo, debe tenerse en cuenta que las empresas hacen dichos gastos
en procura de motivar al personal para el mejor desempeño de sus obligaciones, sea
brindándoles ventajas adicionales que los interesen en el mantenimiento de sus puestos y
en un adecuado rendimiento (...) Esa finalidad, que vincula a los gastos de que se trata con
la obtención de la renta, es la que permite en una interpretación amplia, encuadramos en
el principio de causalidad, y es por ello que normalmente las legislaciones afirman su
carácter de deducibles”. Así las cosas, la necesidad antes aludida, deben ser interpretadas
en un sentido distinto, por decirlo de alguna manera extensiva a los desembolsos que
indirectamente son necesarios para producir y/o mantener la fuente productora de renta.

DEDUCCIÓN DE GASTOS QUE INCIDEN CONJUNTAMENTE EN RENTAS


GRAVADAS, EXONERADAS E INAFECTAS
Otro tema relevante que merece analizarse, es el referido a los gastos que inciden
conjuntamente en Rentas Gravadas, Exoneradas e Inafectas, ya que en puridad no cumplen
con el principio de causalidad. Sobre el particular el profesor García Mullín señala que:
“...Más específicamente, la relación de causalidad se establece con la generación de la renta
gravada, lo que significa la necesidad de soluciones especiales en casos en que la empresa
es productora también de rentas exentas, o de rentas no alcanzadas con el gravamen (p.
ej.: rentas generadas en el exterior, si el principio jurisdiccional del país es el de
territorialidad de la fuente)” Para ello la doctrina ha desarrollado una solución que consiste
en la aplicación de la regla de la prorrata, permitiendo la deducción del gasto en la
proporción que las rentas gravadas guarden con las rentas no gravadas. Sobre el tema,
García Mullín expresa que es frecuente que en algunas legislaciones la regla de la prorrata
se extienda a toda la empresa de modo tal que independientemente de que un cierto gasto
pueda ser identificado en su relación causal con una renta exenta, se tome el total de gastos
y se permita su deducción en la proporción que el total de las rentas gravadas guarde con
el total de las rentas obtenidas, señalando que tal solución sólo puede aceptarse por
motivos de simplificación y economía administrativa. Sobre el particular, nuestra legislación
nacional establece en el inciso p) del artículo 21º del D.S. Nº 122-94-EF, agregado por el D.S.
Nº 194-99-EF (31.12.99), que cuando los gastos necesarios para producir la renta y
mantener la fuente incidan conjuntamente en rentas gravadas y rentas exoneradas o
inafectas, y no sean imputables directamente a unas o a otras, la deducción se efectuará en
forma proporcional a los gastos directos imputables a dichas rentas. En los casos en que no
se pudiera establecer la proporcionalidad indicada, se considerará como gasto inherente a
la renta gravada el importe que resulte de aplicar al total de los gastos comunes el
porcentaje que se obtenga de dividir la renta bruta gravada entre el total de rentas brutas,
gravadas y exoneradas o inafectas. Es decir, en el caso de gastos que inciden conjuntamente
en rentas gravadas y exoneradas o inafectas, el importe deducible se determinará de
acuerdo a uno de los procedimientos siguientes:
a. Imputación de gastos directos
Es decir, si la empresa determina en forma separada los gastos que inciden en la
renta gravada de aquellos que inciden en la renta exonerada o inafecta, el importe
deducible por gastos comunes se efectuará de acuerdo a la proporción de gastos
directos.
b. Según el porcentaje de la Renta Bruta Gravada
Si la empresa, no puede establecer los gastos que inciden en rentas gravadas o
exoneradas e inafectas, el importe deducible por gastos comunes se determinará en
función al porcentaje que representa la Renta Bruta Gravada del total de Rentas
Brutas. Debe tenerse en consideración que la norma hace referencia a la Renta
Bruta, que resulta de la diferencia entre el ingreso gravado menos costo
computable.

DEPRECIACIONES Y AMORTIZACIONES
Otra de las deducciones a la renta bruta se encuentra dada por las depreciaciones y
amortizaciones que consisten en pérdidas de valor originadas por el desgaste o por el
transcurso del tiempo producido en los bienes afectados a la generación de renta gravada.
Las depreciaciones y amortizaciones responden a la necesidad de cubrir la disminución
gradual del valor de uso de bienes físicos aplicados a una actividad por el desgaste,
destrucción u obsolescencia subsecuentes a su empleo, que en buena cuenta implican el
recupero del valor de los bienes destinados a la producción para mantener la intangibilidad
de la fuente productora de renta. Ahora bien, es importante resaltar que las depreciaciones
y amortizaciones deben efectuarse también con arreglo al principio de causalidad, vale decir
que son computables en la medida que los bienes se encuentren afectados a la producción
de rentas efectivamente gravadas y en la medida que corresponda tal afectación. De otra
parte es importante mencionar que los términos depreciación y amortización son utilizados
de acuerdo a la naturaleza de los bienes, así si se trata de bienes corporales ellos son
susceptibles de ser depreciados, en cambio si estamos frente al caso de bienes incorporales
o “activos intangibles”, los mismos son susceptibles de amortización.
PREVISIONES, PROVISIONES Y RESERVAS
García Mullín expresa que al cierre de cada ejercicio es frecuente que las empresas tengan
la perspectiva de tener que atender en el ejercicio siguiente algunos gastos que se han
generado en el ejercicio actual, pero respecto de los cuales no ha nacido aún la obligación
de su pago, razón por la cual estrictamente no podrían ser computadas aún en el sistema
de lo devengado, por ello señala que es frecuente que por prácticas comerciales, las
empresas efectúen cargos que disminuyen su utilidad en el ejercicio para reservar parte de
ella para atender tales gastos, siendo frecuente también efectuar reservas para hacer frente
a determinados riesgos que pueden afectar su actividad En tal sentido, las legislaciones
nacionales aceptan que las empresas puedan efectuar determinadas previsiones,
provisiones y reservas deducibles de la renta bruta las cuales dicho sea de paso sólo se
encuentran presentes en las rentas empresariales, para lo cual explicaremos brevemente
el concepto de cada una de dichas especies.
a) Previsiones
Las previsiones son fondos que se efectúan para hacer frente a contingencias que si
bien tienen cierto grado de incertidumbre en cuanto a que se verifiquen o no
respecto de la empresa, la probabilidad de que ello tenga lugar es generalmente
medible estadísticamente o estimativamente, no obstante ello, son futuras y
eventuales. Dichas previsiones inciden necesariamente en la cuenta de ganancias y
pérdidas.

b) Provisiones
Las provisiones por su parte son compromisos de la empresa pues corresponden al
cálculo preventivo de partidas que necesariamente habrán de afectar el balance,
aun cuando no sean todavía a la fecha de las mismas deudas de la empresa. Las
provisiones implican pues cargos ciertos y de cálculo exacto que deben gravitar en
los resultados del ejercicio. En nuestro medio, el término provisiones engloba
incorrectamente tanto a las previsiones como a las provisiones anteriormente
mencionadas. No obstante ello, es importante resaltar que únicamente se acepta la
deducción para efectos tributarios de las provisiones para cargas comprobadas,
ciertas o constatadas, y no las que recaen sobre cargas futuras, inciertas o
eventuales (técnicamente previsiones).

c) Reservas
Por último, las reservas son beneficios determinados en el balance general del
ejercicio y que no son distribuidos (p.e. La reserva legal o reservas estatutarias).

CONCEPCIÓN RESTRICTIVA DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD

Bajo esta concepción se permite la deducción de los gastos que tengan la característica de
necesarios e indispensables para poder producir la renta y/o también mantener la fuente
generadora, es decir, se entienden por gastos necesarios aquellos desembolsos
estrictamente indispensables.

CONCEPCIÓN AMPLIA DEL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD

Se permite la deducción de todos aquellos gastos necesarios para producir y/o mantener la
fuente generadora de renta, tomando en cuenta adicionalmente la totalidad de
desembolsos que puedan contribuir de manera indirecta a la generación de renta.

LA PRUEBA DE LA CAUSUALIDAD POR PARTE DEL CONTRIBUYENTE

Un tema recurrente en las Resoluciones del Tribunal Fiscal que se pronuncian sobre la
deducción de gastos, es el de confirmar el reparo efectuado por la Administración Tributaria
al no haber probado el contribuyente la relación de causalidad entre el gasto incurrido y la
fuente generadora de la renta o el mantenimiento de la misma. Ello ocurre precisamente
en la Resolución 03774-1-2005, pues si bien tanto los gastos incurridos por la adquisición
de canastas navideñas y como los de adquisición de leche para ser entregada a los
trabajadores con el fin de evitar efectos tóxicos, cumplen con el principio de causalidad y
no son gastos ajenos al giro del negocio, de acuerdo al reiterado criterio del Tribunal fiscal,
hay que estar en aptitud de demostrar tal casualidad.

No hay duda alguna respecto a que quien alega un hecho debe estar en condiciones de
probarlo. Sin embargo, creemos que la Ley del Impuesto a la Renta debería explicitar tal
criterio, a los efectos de que los contribuyentes no tengan la engañosa sensación de
seguridad, al considerar que si el gasto se encuentra sustentado con un comprobante de
pago entonces es deducible.

No obstante ello, ha de tenerse en cuenta que la actuación de la Administración Tributaria


en los procedimientos administrativos --entre ellos el de fiscalización y el contencioso
tributario--, debe encontrarse arreglada a los principios del procedimiento administrativo
recogidos en el Artículo IV de la Ley 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General.
En concreto, el numeral 1.11 del referido artículo contempla el principio de verdad material,
según el cual, la autoridad administrativa debe verificar plenamente los hechos que sirven
de motivo a sus decisiones, para lo cual deberá adoptar todas las medidas probatorias
necesarias autorizadas por Ley, aun cuando no hayan sido propuestas por los
administrados. Siendo ello así, en caso la Administración Tributaria pueda acceder a
información de terceros para corroborar la causalidad del gasto, se encontrará obligada a
hacerlo, y si es que con tal información se prueba la causalidad del gasto, deberá levantar
el reparo al margen de si el contribuyente cumplió o no con probarla.
Particularmente, consideramos que la forma de probar la causalidad en estos gastos,
consiste en hacer firmar un cargo de recepción a los trabajadores, los que deberán estar
consignados como tales en las planillas de la empresa. En el caso de la entrega de leche,
adicionalmente a lo antes indicado, se debería contar con un informe del departamento
médico de la compañía o de un profesional independiente, en el sentido que recomiende
la asignación de tal producto, indicando las razones para proceder de tal forma, así como
las cantidades que se recomiendan y respecto de que tipo de trabajadores.

PRINCIPIO DE CAUSALIDAD PARA RECONOCER UN GASTO

Uno de los principales reparos que realiza la Administración Tributaria a las empresas es
sobre los gastos que presenta en sus declaraciones juradas, pues para que los gastos sean
reconocidos como tales deben estar de acuerdo al principio de causalidad que se menciona
en la Ley de Impuesto a la Renta (LIR). El TUO de la LIR en el artículo 37 se menciona lo
siguiente: “A fin de establecer la renta neta de tercera categoría se deducirá de la renta
bruta los gastos necesarios para producirla y mantener su fuente, así como los vinculados
con la generación de ganancias de capital, en tanto la deducción no este expresamente
prohibida por esta ley,…”
Para empezar me gustaría explicar algunas frases de este artículo de la ley, cuando
menciona, “establecer la renta neta de tercera categoría”, esto quiere decir que para
obtener la utilidad neta con la cual se permitirá determinar el impuesto a la renta, este
articulo solo es para los generadores de renta de tercera categoría, es decir aquellos que
tienen negocios o los que realizan alguna actividad de explotación empresarial. Ahora para
determinar esta renta neta se deducirá o restara de los ingresos los gastos que existan en
la empresas, pero estos gastos deben cumplir el requisito de ser gastos necesarios, esto
quiere decir que en los gasto debe existir un principio de causalidad.

PRINCIPIO DE CAUSALIDAD EN LA DOCTRINA

La “necesidad del gasto” ha sido muy estudiada por la doctrina y jurisprudencia existente,
pero como saber si un gasto cumple con el principio de causalidad, bueno existen algunas
tesis como las siguientes:
a. El gasto Imprescindible
Estudiado por el Derecho empresarial menciona lo siguiente: “para esta primera tesis el
gasto necesario es aquel gasto efectuado por la empresa o la persona que realiza actividad
empresarial a fin de obtener un ingreso, es decir, se considera como gasto necesario a aquel
gasto que directamente ha generado un renta, bajo un examen ex post o cuya erogación es
obligatoria o imprescindible.”
b.El gasto Conveniente
Son gastos que mediante un criterio “apriorístico, es decir, que fueron adecuados para
producirla con independencia de que efectivamente hubieran contribuido a ello y se
hubieran traducido en renta”. “El gasto necesario es aquel gasto adecuado o
convenientemente decidido por el empresario como idóneo para la generación de rentas,
aunque estas después sean fallidas o no se generen”.
c. El gasto Habitual
En ella se debe establecer “criterios objetivos para calificar el gasto deducible como seria la
habitualidad en determinados gastos dentro del giro del negocio o gastos normales para el
desarrollo de las actividades del negocio”
d. EL gasto Inherente
En esta tesis lo “primero que se tiene que tener claro es cuál es la actividad que en sí
constituye el objeto de la actividad económica de la empresa, y, una vez identificada la
misma, se debe distinguir claramente que gastos son aquellos que guardan relación de
causalidad directa con el objeto de la actividad económica, de tal manera que estos serán
los gastos deducibles.
e. El gasto causal
Según esta doctrina los “gastos serán deducibles cuando teniendo una conexión objetiva
con la actividad productiva, hayan sido realizados con la finalidad de obtener ingresos
sujetos.

EL PRINCIPIO DE CAUSALIDAD EN LA LEGISLACIÓN PERUANA

En nuestra legislación se ha adoptado la concepción amplia de la necesidad del gasto, esto


quiere decir que no solo se acepta los gastos que generan ingresos, pues existen otros
gastos que no se pueden determinar directamente en la generación de rentas, pero si
ayudan en la administración de la empresa, este es el caso de los gastos de representación,
atención de personal, gastos en cobranza y otros, pero eso si la ley peruana nos dice que
acepta todos los gasto que sirvan para generar renta, pero la mayoría de gastos no cumplen
con esto normalmente tienen un tope aceptable, si uno supera ese tope el excedente no
será considerado gasto.
Así que antes de pensar que todos los gastos son considerados como tales, los contadores
deberán determinar y aclarar a la gerencia con precisión que gastos pueden servir para ser
deducidos, entonces no crea que la cocina que se compró con factura a nombre de la
empresa, o la compra del regalo a su hijo, los almuerzos familiares del fin de semana entre
otros la Administradora tributaria los aceptara como gasto deducible.
CONCLUSIONES

 El principio de causalidad requerido para la deducción de gastos del impuesto a la renta de


tercera categoría, influye indirectamente en las empresas que desarrollen programas de
responsabilidad social empresarial ya que permite deducir cualquier tipo de gasto que
cumpla con este principio incluidos los gastos producidos por prácticas de responsabilidad
social empresarial.

 Se determinó que el principio de causalidad es de obligatoria observancia al deducir los


gastos para determinar la renta neta y puede ser interpretado no solamente de manera
restringida sino también de manera amplia.

 La Ley del Impuesto a la Renta procede adecuadamente cuando señala que para efectos de
poder deducir los gastos, estos deberán adicionalmente de cumplir con el principio del
devengado y causalidad, con los criterios de razonabilidad en relación con los ingresos y
generalidad para algunos tipos de gastos, porque siempre se debe cumplir con la correlación
de ingresos y gastos
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

García Mullín, Juan Roque 1980 Impuesto sobre la Renta. Teoría y Práctica del Impuesto.
Santo Domingo: ICT.
Reig, Enrique Jorge, Jorge Gebhardt y Rubén Malvitano 2006 Impuesto a las Ganancias.
Undécima edición. Buenos Aires: Macchi.
FERNANDEZ ORIGGI, Italo. ”Las deducciones del Impuesto a la Renta”. Palestra Editores.
Lima, 2005.
DURAN ROJO, Luis. “Alcances del Principio de Alcances del principio de causalidad en el
impuesto a la renta empresarial”. Artículo publicado en la revista “Contabilidad y
Negocios” (4) 7, 2009 / ISSN 1992-1896.

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