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Funciones elementales
La familiaridad que a través del uso hemos llegado a adquirir con funciones como la exponencial,
el logaritmo, las funciones trigonométricas, pueden habernos hecho olvidar que en realidad nunca
hemos establecido una definición analítica rigurosa de todas ellas. Mediante consideraciones gráficas,
en algunos casos, o confiando en la autoridad en otros, hemos aceptado ciertas propiedades (entre
ellas, nada menos que su existencia), de las que hemos ido deduciendo las demás.
Excepciones notables a esta situación han sido la función logaritmo y la función exponencial.
En el capítulo de integración, el teorema fundamental del cálculo integral (teorema 6.3.4) nos pro-
porcionó un método de construcción de la función logaritmo como primitiva de la función 1/x, y
definimos luego la función exponencial como inversa del logaritmo. No es esta la única manera de
construir estas funciones, como vamos a probar a continuación, invirtiendo el proceso: definiremos
primero la función exponencial como suma de una serie, y después el logaritmo como inversa de la
exponencial. Igualmente definiremos las funciones seno y coseno como sumas de ciertas series de
potencias, y demostraremos después que las funciones así definidas tienen todas las propiedades que
manejamos habitualmente. En la última sección, veremos cómo también es posible construir las fun-
ciones trigonométricas por el método de las primitivas, empezando con las funciones trigonométricas
inversas.
Nos situamos, pues, en el principio de los tiempos, como si nunca hubiéramos oído hablar de
estas funciones, y sin más herramientas que los conocimientos teóricos aprendidos a lo largo del
curso (que no se apoyan en las propiedades de estas funciones) vamos a definirlas partiendo de cero,
bien mediante series de potencias, bien mediante primitivas.
Vimos cómo, dando por conocidas las propiedades básicas de derivación de las funciones elemen-
tales, se obtiene una representación de estas funciones mediante series de potencias. Sin embargo,
desde el punto de vista del desarrollo lógico del Análisis Matemático, sería más conveniente proceder
al revés, es decir, tomar como punto de partida las series para definir las funciones elementales y ob-
tener de esa definición todas sus propiedades. Esbozamos en lo que sigue cómo se puede llevar a cabo
este programa.
209
210 Capítulo 11. Funciones elementales
+∞
xn
exp(x) = ∑ .
n=0 n!
El número exp(1) se denota por e, y se escribe ex en lugar de exp(x), lo que se justifica por la
propiedad e) que probamos a continuación.
b) e0 = 1.
c) Para cada x ∈ R,
1
e−x = ,
ex
y, en particular, ex %= 0.
d) Dados x, y ∈ R,
ex+y = ex · ey .
f) Para cada x ∈ R,
ex > 0.
h) Se tiene
lı́m ex = +∞, lı́m ex = 0.
x→+∞ x→−∞
Demostración. Según vimos en el capítulo 6, es suficiente probar las dos primeras propiedades (ya
vimos cómo se obtenían las demás a partir de ellas). Pero la segunda es trivial y para obtener la primera
basta aplicar la regla de derivación de una función definida mediante una serie de potencias.
11.1. Funciones elementales y series de potencias 211
y
elog x = x cualquiera que sea x ∈ (0, +∞).
Sus propiedades son consecuencias de las de la función exponencial.
Propiedades 11.1.4. a) La función logarítmica es derivable indefinidamente, y su derivada es la
función 1/x.
b) log 1 = 0, log e = 1.
h) Se tiene
lı́m log x = −∞, lı́m log x = +∞.
x→0+ x→+∞
Demostración. a) La exponencial es una aplicación biyectiva de R sobre (0, +∞) y continua, luego el
logaritmo, que es su inversa, también es continua (teorema 4.2.14). Estamos en condiciones de aplicar
el teorema 5.1.7 de derivación de la función inversa para concluir que el logaritmo es derivable en
cada x ∈ (0, +∞), con derivada
1 1 1
log# x = = = .
exp# (log x) exp(log x) x
b) Obvio.
c) Basta tener en cuenta que
1 1 1
elog x = = = e− log x .
x elog x
212 Capítulo 11. Funciones elementales
d) Análogamente
elog(xy) = xy = elog x · elog y = elog x+log y .
e) Consecuencia inmediata de d).
f) Como la exponencial es biyectiva de R en (0, +∞), el logaritmo es biyectiva de (0, +∞) en R.
g) Para todo x ∈ (0, +∞),
1 1
log# x =
> 0, log## x = − 2 < 0.
x x
h) Como la función logaritmo es creciente, estos límites son, respectivamente, el ínfimo y el su-
premo del conjunto imagen, que es R.
Definición 11.1.7. Dado a > 0, a %= 1, la función logarítmica de base a se define en (0, +∞) mediante
la fórmula
log x
loga x = .
log a
Es inmediato comprobar que esta función es la inversa de la función exponencial de base a. Como
propiedad adicional interesante se tiene: dados a, b, x ∈ R con 0 < a %= 1, b > 0,
loga (bx ) = x loga b.
Estas funciones están bien definidas, ya que las dos series de potencias tienen radio de convergen-
cia +∞.
b) El seno es una función impar, mientras que el coseno es una función par; es decir, cualquiera
que sea x ∈ R se tiene
c) sen 0 = 0; cos 0 = 1.
d) Para cada x ∈ R,
sen2 x + cos2 x = 1.
sen(x + y) = sen x cos y + cos x sen y; cos(x + y) = cos x cos y − sen x sen y;
sen(x − y) = sen x cos y − cos x sen y; cos(x − y) = cos x cos y + sen x sen y.
Está claro que, como consecuencia de d), para todo t ∈ R es | sent| ≤ 1, | cost| ≤ 1. Se sigue fácilmente
por inducción, usando a), que | f (n) | ≤ 1 y |g(n) | ≤ 2 para cada n, luego según la proposición 9.2.1
∞
f (n) (0) n ∞
g(n) (0) n
f (x) = ∑ x , g(x) = ∑ x
n=0 n! n=0 n!
para todo x ∈ R. Observemos que f (0) = g(0) = sen y. Resulta que f # (x) = cos(x + y), g# (x) =
cos x cos y − sen x sen y, luego también f # (0) = g# (0) = cos y. Derivando de nuevo vemos que f ## = − f
y g## = −g, de donde se deduce que f (n) (0) = g(n) (0) para todo n. Por su expresión como series
de potencias, obtenemos que f = g, y entonces f # = g# , que son las dos igualdades que había que
probar.
Proposición 11.1.10 (definición y propiedades de π). a) La función seno tiene ceros positivos,
es decir,
{x > 0 : sen x = 0} %= 0.
/
Este conjunto tiene un elemento mínimo, que denotamos por π:
def
π = mı́n{x > 0 : sen x = 0}.
• para cada x ∈ R es
sen(π − x) = sen x = − sen(x + π); (11.1)
• para cualesquiera x ∈ R y k ∈ Z,
• para cada x ∈ R es
cos(π − x) = − cos x = cos(x + π);
• para cualesquiera x ∈ R y k ∈ Z,
x3
sen x > x − > 0, 0 < x ≤ 1, (11.3)
3!
y que
43 45 47 49
sen 4 < 4 − + − + < 0,
3! 5! 7! 9!
11.1. Funciones elementales y series de potencias 215
de donde se deduce que el seno no se anula en (0, 1] pero que, según el teorema 4.2.9 de Bolzano,
debe anularse al menos en un punto comprendido entre 1 y 4. Por tanto, está perfectamente
determinado el número real
π = ı́nf{x > 0 : sen x = 0}
y es mayor o igual que 1 (luego es mayor que 0). Para asegurar que π es el mínimo del conjunto,
o sea, que pertenece a él, basta tener en cuenta que es un punto de acumulación del conjunto y
emplear la continuidad de la función seno.
Así sen x %= 0 para todo x ∈ (0, π) y por continuidad el seno debe mantener el signo en todo este
intervalo. De acuerdo con (11.3), debe ser sen x > 0 para todo x ∈ (0, π).
b) Como sen2 π +cos2 π = 1, se deduce que cos2 π = 1 y por tanto cos π = ±1. Pero además, la fun-
ción coseno es estrictamente decreciente en el intervalo [0, π], porque su derivada es − sen x < 0
para todo x ∈ (0, π). Como cos 0 = 1, debe ser cos π = −1.
Puesto que cos π = 2 cos2 π2 − 1, debe ser cos π2 = 0, lo que obliga a que sen2 π2 = 1. Como
0 < π2 < π, sen π2 debe ser positivo y por tanto igual a 1.
c) Las igualdades (11.1) son consecuencia de las fórmulas de adición y de los valores previamente
calculados. La fórmula (11.2) se comprueba por inducción.
! π"
Con esto, conociendo
! π " los valores del seno en el intervalo 0, 2 , podemos obtener los valores
en el intervalo 2 , π usando que sen x = sen (π − x); por ser el seno impar, pasamos entonces
a todo el intervalo [−π, π] y ya por periodicidad a todo R.
Tenemos ahora dos versiones de las funciones seno y coseno: la versión analítica, que venimos
explorando, y la versión geométrica de la trigonometría (medición de triángulos). La siguiente propo-
sición prueba que una versión es coherente con la otra.
cos α = x, sen α = y.
cos β = x, sen β = y,
Demostración. Como x ∈ [−1, 1], existe al menos un t ∈ R tal que cost = x. Entonces sen2 t = y2 , de
donde o bien sent = y, y tomaríamos α = t, o bien sent = −y, y bastaría tomar α = −t.
Por periodicidad, igualmente cos(α + 2kπ) = x, sen(α + 2kπ) = y para todo k ∈ Z. Supongamos
ahora que encontramos β ∈ R para el que cos β = x, sen β = y. Entonces
sen(β − α) = yx − xy = 0,
luego por el apartado g) de la proposición 11.1.10 existirá un m ∈ Z tal que β − α = mπ. Si m fuese
de la forma 2k + 1, k ∈ Z, resultaría cos(β − α) = −1; sin embargo,
cos(β − α) = xx + yy = x2 + y2 = 1,
Tomemos un punto P = (x, y) de la circunferencia distinto de (1, 0), sea α ∈ (0, 2π) tal que x = cos α,
y = sen α y veamos que α es el ángulo que forma el punto P con el origen de coordenadas y el semieje
x positivo.
P = (x, y)
y
x 1
11.2. Funciones trigonométricas 217
Pero este ángulo es la longitud del arco de circunferencia desde el punto (1, 0) hasta el punto P. Y
como (1, 0) = (x(0), y(0)), la longitud del arco es
% α& % α' % α
x (t) + y (t) dt =
# 2 # 2 sen t + cos t dt =
2 2 dt = α,
0 0 0
como queríamos ver. Por lo tanto, esta definición analítica del seno y el coseno coinciden con la
definición geométrica.
En resumen, en este apartado hemos definido las funciones seno y coseno, y hemos demostrado
todas las propiedades fundamentales que usamos habitualmente. En este punto, podemos continuar
rigurosamente el estudio de las restantes funciones trigonométricas (tangente, cotangente, secante,
cosecante) y de las funciones trigonométricas inversas, que como sabemos son inversas parciales
de las anteriores, es decir, inversas de la restricción de las funciones trigonométricas a subdominios
adecuados. Sería muy largo completar todos los detalles, pero queremos al menos detenernos en la
función arco seno y ver que se puede construir y estudiar mediante integración, como hicimos en su
momento con el logaritmo.
Nota. Una vez más, la interpretación analítica y la geométrica concuerdan. Dado y ∈ [−1, 1], su arco
seno A(y) es la longitud del arco de la circunferencia unidad que tiene y por seno (ver la figura 11.1).
En efecto: si parametrizamos la semicircunferencia de la derecha por
( √
x(t) = 1 − t 2
−1 ≤ t ≤ 1 →
y(t) = t,
y
arc sen y
−1
% 1 % 1
1 1
√ dt = 2 √ dt,
−1 1 − t2 0 1 − t2
lo que explica la siguiente definición.
Definición 11.2.2 (el número π). % 1
def 1
π=2 √ dt.
0 1 − t2
Es muy fácil ver con esta definición que 3 < π < 4: por un lado, para cada t ∈ (0, 1) se cumple
que 1 − t 2 = (1 − t)(1 + t) > 1 − t, y por tanto
% 1 % 1 ) √ *t=1
1 2
π =2 √ dt < √ dt = − 4 1 − t = 4.
0 1 − t2 0 1−t t=0
11.2. Funciones trigonométricas 219
π/2
−1
−π/2
Gráfica de la función A (arco seno)
Ya hemos comentado cómo se relaciona la definición que hemos dado de π con la definición
geométrica más habitual, en función de la longitud de la circunferencia unidad. Vimos en su momento
cómo se corresponde la noción de área con la integral, y conforme a ello reencontramos π como valor
del área del círculo unidad.
Dejamos como ejercicio probar que el área de un círculo de radio R es πR2 (y que la longitud de
su circunferencia es 2πR).
El número π tiene una historia milenaria, por lo que no es extraño que abunde el folklore en torno
a él. Dos referencias interesantes son [B ERGGREN -B ORWEIN -B ORWEIN] y [D ELAHAYE].
Para obtener ahora el seno y el coseno, podemos proceder así: dado que A es biyectiva, existe
su inversa, a la que llamamos S. Así, S aplica biyectivamente [−π/2, π/2] sobre [−1, 1] y es cre-
ciente. Como A# no se anula en (−1, 1) resulta que S es derivable en (−π/2, π/2), con S# (x) =
220 Capítulo 11. Funciones elementales
−π/2
π/2
−1
Gráfica de la función S (seno) en [−π/2, π/2]
'
1
= 1 − S2 (x). De hecho, S es derivable también en los puntos ±π/2, ya que por la regla
A# (S(x))
de L’Hospital 5.3.8
&
S(x) − S(π/2)
lı́m = lı́m S# (x) = lı́m 1 − S2 (x) = 0
x→π/2 x − π/2 x→π/2 x→π/2
1 2n
f (x) = ∑ ck x k .
n! k=n
f es un polinomio, y esta expresión es la serie de Taylor-Maclaurin de f , así que f (k) (0) = 0 si k < n
ó k > 2n (de hecho, f (k) = 0 si k > 2n). Si n ≤ k ≤ 2n, entonces f (k) (0) = n!
k!
ck es un número entero.
Como f (x) = f (1 − x), f y todas sus derivadas toman también valores enteros en x = 1.
Supongamos que π 2 = ab , con a, b ∈ N, y lleguemos a una contradicción. Elegimos entonces n ∈ N
tal que πa
n an
n! < 1 (podemos hacerlo, porque n! → 0). Para este valor de n tomamos f como hemos dicho,
y definimos
n
G(x) = bn ∑ (−1)k π 2n−2k f (2k) (x),
k=0
H(x) = G# (x) sen πx − πG(x) cos πx.
como
n n
G(1) = bn ∑ (−1)k π 2n−2k f (2k) (1) = ∑ (−1)k an−k bk f (2k) (1)
k=0 k=0
son números enteros, y entonces G(0) + G(1) es un número entero del intervalo (0, 1). Esto no puede
ser.