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IV ESTUDIO
NACIONAL
PREVENCIÓN en Estudiantes
y
CONSUMO de Secundaria
DROGAS
de
2012
DROGAS
de
DROGAS 2012
de
2012
1
© IV ESTUDIO NACIONAL: PREVENCIÓN Y CONSUMO DE DROGAS EN ESTUDIANTES DE
SECUNDARIA 2012
2013
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº: 2013-09648
Edita
Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas - DEVIDA
Observatorio Peruano de Drogas - OPD
Av. Benavides 2199-B, Lima 18. Perú.
Página web: www.devida.gob.pe; www.opd.gob.pe
Impresión y Diagramación:
Mercedes Group S.A.C.
Jr. Ica 431 - Lima
Diseño:
Uma - Comunicación y diseño SAC.
El desarrollo del presente estudio se realizó con el apoyo financiero de USAID y la colaboración y coordinacion de la
Dirección de Tutoria y Orientación Educativa - DITOE, Ministerio de Educación.
Derechos reservados. Se autoriza la reproducción total o parcial de este documento,
siempre y cuando se haga referencia a esta fuente bibliográfica.
2
COMISIÓN NACIONAL PARA EL DESARROLLO Y VIDA SIN DROGAS -
DEVIDA
OBSERVATORIO PERUANO DE DROGAS - OPD
EQUIPO TÉCNICO
3
ÍNDICE
PRÓLOGO 6
PRESENTACIÓN 8
I. ASPECTOS METODOLÓGICOS. 11
Policonsumo de drogas. 44
ANEXO 119
5
PRÓLOGO
El problema de las drogas se ha globalizado o, para ser más exactos, se ha potenciado con la
globalización, permeando sus distintas dimensiones. Las diferencias entre países productores
y países consumidores o de tránsito se han diluido. Las drogas sintéticas y las anfetaminas se
producen en el norte –y ahora también en algunos países del sur- y se consumen en todo el mundo.
En los Países Bajos se viene produciendo desde hace algunos años marihuana o “cannabis bajo
techo”, con un mayor potencial adictivo. La cocaína y opiáceos se producen en su totalidad en los
países del sur, pero su mercado no se limita a las naciones del norte, sino que también crece en el
sur, lo que se hace particularmente evidente en el incremento de las “rutas sur – sur”, en el tráfico
internacional de estas sustancias.
algunas regiones del mundo y, por otro, las personas que permanecen enganchadas al uso de drogas
cada vez más presentan problemas de abuso y dependencia o adicción a distintas sustancias. Esta
es una tendencia que se observa a mayor y menor escala en los países del norte y del sur. Asimismo,
Este es el contexto en el que hay que leer los resultados del presente estudio, que explora por
primera vez, a nivel nacional, factores como el bullying, el ciberbullying y la adicción a Internet, que
en curso, afectando la salud mental de los adolescentes e influyendo en el uso de drogas, tal
disminuido en los últimos tres años. Sin embargo, continúa creciendo y tiende a concentrarse en
las ciudades que coinciden con la ruta de salida de las drogas. Las dinámicas de la demanda y de
la oferta de drogas coinciden en estos espacios y eso explica el incremento del uso de drogas en
los estudiantes de estas ciudades. No podemos hablar, por tanto, de una estabilización, ni mucho
menos de una reducción sostenida o tendencia a la baja del uso de drogas. Los resultados, por
el contrario, nos alertan que el consumo de PBC, cocaína, éxtasis e inhalantes es más alto en los
estudiantes de edades más tempranas que en los de mayor edad y años superiores y que los
alumnos de colegios privados consumen más sustancias que sus pares de escuelas públicas. Es
probable que, de mantenerse estas tendencias, el uso de drogas vuelva a crecer en el futuro. Es por
6
ello que no podemos bajar la guardia y tenemos que mejorar el trabajo de prevención que se realiza
en las escuelas, sobre todo cuando sabemos que actuamos en un entorno adverso, que nos obliga
a ir contra la corriente.
Las personas se movilizan por dos principios: el de la felicidad y el de la justicia. Ambas son primas
hermanas de la salud mental. La justicia es la felicidad colectiva que promueve el sistema y sus
políticas. Difícil ser individualmente feliz en un escenario hostil que no resguarde los derechos.
La felicidad subjetiva, es decir “ese sentirse bien, desde lo íntimo y personal”, se asienta en una
sociedad que piensa y actúa para el bienestar colectivo. Ello requiere manejar y articular los recursos.
Significa “servir en el más amplio de los conceptos” e ir adecuando las políticas a una realidad, pero
también transformarla.
El presente gobierno tiene, a través de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012 –
2016, esa misión: mejorar la salud mental de las personas, incluyendo la intervención temprana
en los casos de abuso y dependencia de sustancias psicoactivas. Ello, a través de una política de
tratando de entenderlas dentro de un marco de respeto a los derechos humanos. A ellos nos
conducen los estudios como éste, que son herramientas para un análisis objetivo del problema del
El derecho a ser feliz implica que el Estado priorice las condiciones para que ello deje de ser una
Presidenta Ejecutiva
DEVIDA 7
PRESENTACIÓN
La Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas – DEVIDA tiene entre sus funciones
producir y gestionar información objetiva, confiable y actualizada, sobre el problema de las drogas
en el país; y que sirva de base para el diseño, gestión y evaluación de los planes, programas y
proyectos que ejecutan los distintos sectores y niveles de gobierno y las organizaciones de la
Sociedad Civil, en el marco de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2012 - 2016.
Esta función se ejerce a través del Observatorio Peruano de Drogas – OPD, órgano encargado de
producir, gestionar, analizar y difundir información sobre la oferta y demanda de drogas en el país y
de las respuestas que se vienen dando a este problema desde el Estado y la Sociedad Civil, a nivel
nacional, regional y local. El OPD contribuye de esta manera a mejorar la calidad de las intervenciones
El OPD tiene a su cargo la realización de los estudios nacionales de consumo de drogas, en población
general y población escolar, que DEVIDA elabora desde hace quince años. Estos estudios dan a
información confiable y actualizada que se recoge a nivel nacional y regional, cuyas metodologías e
instrumentos de recojo de datos, gracias al apoyo técnico de la cooperación internacional, han sido
El “IV Estudio Nacional: Prevención y consumo de drogas en estudiantes de secundaria - 2012” tuvo
los estudiantes de educación secundaria residentes en ciudades de 30 mil y más habitantes, a nivel
de drogas (RDD) que se realizan dentro y fuera del sistema educativo, en el marco de la Estrategia
Los resultados que se presentan en este documento son alentadores para la lucha contra las drogas,
pero incluyen también algunas señales de alerta que ameritan una intervención inmediata. Por un
lado, se evidencia una ligera disminución del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en
la población escolar, lo que sin duda es una buena noticia. Por otro, el uso de sustancias sigue
8
creciendo y tiende a concentrarse en las ciudades turísticas y las que se ubican en las rutas de salida
de las drogas. El consumo de PBC, cocaína, éxtasis e inhalantes es más alto en los estudiantes de
edades más tempranas que en los de mayor edad y años superiores. Los estudiantes de escuelas
privadas consumen más sustancias que sus pares de escuelas públicas. Ha crecido el número de
estudiantes que tienen una disposición fuerte al uso de drogas y, dentro de este grupo, ha aumentado
por una menor experimentación con drogas en la población adolescente y un endurecimiento del
que se inician en el uso de sustancias, situación que es alentada por la ampliación y diversificación
de la oferta de drogas en Lima y Callao y las ciudades del interior del país.
En este contexto, como parte de la respuesta del Estado, se requiere ampliar la cobertura que
se realiza en el sistema educativo con acciones de prevención selectiva e indicada en los grupos
vulnerables y adolescentes usuarios de drogas, focalizando las intervenciones en las ciudades que
registran una mayor incidencia de consumo, las escuelas privadas y los adolescentes de edades
más tempranas y los grupos de riesgo, en los que hay que incrementar la conciencia de riesgo y
Es importante también revisar los enfoques y las estrategias preventivas, incorporando en el discurso
al Internet, que han sido medidos en el estudio y que, de acuerdo con el análisis realizado, están
escolar.
Sin duda, queda aún mucho por hacer. En DEVIDA renovamos nuestro compromiso de seguir
luchando incansablemente contra este flagelo, en beneficio de todos y, sobre todo, de las nuevas
generaciones de jóvenes y adolescentes, que merecen vivir con una mejor calidad de vida y gozar
de mayores libertades, lejos de las drogas.
9
10
ASPECTOS
METODOLÓGICOS I
11
E
l “IV Estudio Nacional: prevención y consumo de drogas en estudiantes de secundaria – 2012” tuvo como
objetivos los siguientes:
OBJETIVO GENERAL:
Conocer la magnitud, características y factores asociados al consumo de drogas en estudiantes de
educación secundaria residentes en ciudades de 30 mil y más habitantes, con representatividad a nivel
nacional y según dominios regionales, atendiendo las necesidades de información de la Estrategia
Nacional del Lucha contra las Drogas 2012 – 2016, y aplicando los parámetros e instrumentos de
la metodología SIDUC/CICAD, a efectos de garantizar la comparación de los resultados con los
obtenidos en estudios similares realizados en otros países de la región.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
De manera específica, el estudio se propuso alcanzar los siguientes objetivos:
1). Determinar la prevalencia, incidencia y edad de inicio del consumo de drogas legales, ilegales
y médicas en la población escolar de secundaria, a nivel nacional y según dominios regionales;
2). Medir el ofrecimiento, la facilidad de acceso, la percepción del riesgo y disposición al consumo
de drogas, ilegales y médicas en la población escolar de secundaria, a nivel nacional y según
dominios regionales;
3). Determinar los factores asociados al uso de sustancias, a nivel individual y escolar, identificando
las principales variables que permiten explicar el consumo de drogas en la población escolar de
secundaria;
4). Estimar la demanda y acceso a servicios de orientación y tratamiento del consumo de drogas
existente en la población escolar de secundaria;
5). Conocer la percepción que tienen los estudiantes de las acciones de prevención del consumo
de drogas que se realizan en su entorno regional, local y escolar; y
6). Conocer la evolución del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar,
comparando los resultados del estudio con encuestas similares, realizadas anteriormente.
Este es el cuarto estudio que se realiza en la población escolar del país utilizando la metodología
del Sistema Interamericano de Datos Uniformes sobre el Consumo de Drogas – SIDUC, propuesta
por la Comisión Interamericana Contra el Abuso de Drogas - CICAD, para los países miembros de
la Organización de Estados Americanos – OEA, cuya finalidad es la de monitorear la evolución del
consumo de drogas a través de la construcción de indicadores uniformes y estandarizados en toda la
región.
Este estudio, al igual que los anteriores, realizados en el 2007 y 2009, cubrió a la población de 1º
a 5º año de secundaria, pertenecientes a instituciones educativas públicas y privadas ubicadas en
ciudades de 30,000 y más habitantes de la costa, sierra y selva del país.
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ASPECTOS METODOLÓGICOS I
El estudio se llevó a cabo a través de una encuesta autoaplicada, basada en un diseño transversal. La
muestra fue probabilística, bietápica y estratificada, según el tipo de gestión del colegio y dominios
regionales, teniendo como unidad primaria de muestreo a las Instituciones Educativas y como
unidad secundaria a las aulas o secciones de 1º a 5º año, las mismas que fueron seleccionadas
aleatoriamente. Una vez identificados los colegios y secciones, se procedió a encuestar a todos los
estudiantes que asistieron el día en que se levantó la información, constituyendo estos últimos la
unidad de análisis del estudio.
La información para la construcción del marco muestral fue proporcionada por la Unidad de
Estadística del Ministerio de Educación, en base a un listado de ciudades previamente seleccionadas
por DEVIDA, tomando como criterio la inclusión de al menos una ciudad por región, de las que se
obtuvo el registro de matricula correspondiente. El registro de matrícula que se tomó como base
para la elaboración del marco muestral corresponde al periodo 2011, dado que en el momento de
realización del estudio no se encontraba disponible el registro de matrícula del 2012, por lo que se
tuvo que ajustar la muestra luego del levantamiento de la información.
El diseño y selección de la muestra fue realizado por un consultor especializado, bajo la conducción
del Observatorio Peruano de Drogas, de DEVIDA.
La muestra fue diseñada para ser representativa y dar estimaciones confiables a nivel nacional y
según dominios regionales.
El diseño inicial de la muestra estuvo conformado por 433 colegios (304 públicos y 129 privados)
y 2,060 secciones (1,469 públicas y 591 privadas), seleccionados en las 26 regiones del país, con
un nivel de confianza del 95% y un margen de error relativo de ±0.55%. El factor de corrección por
efecto de diseño complejo incluido en el cálculo inicial de la muestra fue estimado en 2 y el ajuste
por la no respuesta (TNR) se fijó en 20%, teniendo en cuenta la experiencia de estudios anteriores;
lo que, además de incrementar el tamaño de la muestra, permite realizar estimaciones con una
mayor precisión que las que se obtienen por muestreo aleatorio simple.
En el Tabla 1 se puede observar la muestra de colegios obtenida inicialmente y los resultados del
trabajo de campo, distribuidos según dominios regionales. Cada dominio comprende una o más
ciudades de 30,000 y más habitantes existentes en las 26 regiones del país. A nivel del departamento
de Lima, se tiene dos dominios regionales, que incluyen Lima Metropolitana y sus 44 distritos y las
ciudades de Cañete, Imperial, Huacho, Huaral, Chancay y Barranca, pertenecientes a la región de
Lima Provincias. El diseño muestral empleado permite hacer estimaciones confiables –entre “muy
buenas” (coeficiente de variación menor que 5%) y “buenas” (CV entre 5% y 10%)- para los 26
dominios regionales o niveles de inferencia utilizados.
La muestra cubrió un total de 47 ciudades, que incluyó a todas la capitales (55.3%) y ciudades de
mayor importancia de las regiones del país (44.7%). El trabajo de campo fue realizado por el Instituto
CUÁNTO S.A., entre los meses de octubre y noviembre del 2012. Se levantó información en 2,013
aulas o secciones (1,477 públicas y 536 privadas), pertenecientes a 416 colegios (302 públicos y 114
privados). En el trabajo de campo se logró entrevistar a 48,025 estudiantes, registrándose una tasa
de rechazo del 3.9% de colegios y 2.3% de aulas o secciones, lo que la hace altamente confiable y
representativa a nivel nacional y de cada uno de los dominios regionales.
13
TABLA 1: Rendimiento de la muestra, según dominios regionales
MUESTRA DE COLEGIOS Rendimiento de la Número de
N
Dominios Regionales Muestra de colegios estudiantes
Planificada Final Expandido
(%) encuestados
1. Amazonas 12 12 100.0 1,209 25,508
2. Ancash 27 24 88.9 2,886 87,709
3. Apurímac 13 13 100.0 1,384 37,453
4. Arequipa 23 23 100.0 2,711 106,222
5. Ayacucho 11 11 100.0 1,354 56,621
6. Cajamarca 14 13 92.9 1,390 72,613
7. Callao 18 17 94.4 1,975 72,455
8. Cusco 20 20 100.0 2,876 99,607
9. Huancavelica 12 12 100.0 1,178 28,774
10. Huánuco 12 11 91.7 1,550 51,728
11. Ica 13 13 100.0 1,677 65,653
12. Junín 13 13 100.0 1,784 105,177
13. La Libertad 24 23 95.8 2,838 119,520
14. Lambayeque 25 24 96.0 2,692 92,131
15. Lima Metropolitana 36 33 91.7 4,150 652,397
16. Lima Provincias 16 15 93.8 1,787 59,707
17. Loreto 16 15 93.8 1,472 60,113
18. Madre de Dios 11 11 100.0 1,243 10,018
19. Moquegua 14 13 92.9 1,205 13,406
20. Pasco 13 13 100.0 914 20,254
21. Piura 25 24 96.0 2,891 124,533
22. Puno 12 12 100.0 1,702 101,116
23. San Martín 13 12 92.3 1,344 53,419
24. Tacna 12 12 100.0 1,401 25,705
25. Tumbes 9 9 100.0 840 16,474
26. Ucayali 19 18 94.7 1,572 35,750
TOTAL 433 416 96.1 48,025 2’194,063
Los resultados de la muestra final se expandieron a nivel del marco muestral (N expandido), haciendo
uso de factores de expansión para cada uno de los dominios regionales, que vienen a ser la inversa
de las probabilidades de inclusión de la muestra en cada una de las etapas de muestreo. El N
expandido final representa a 2’194,063 estudiantes, que equivale al 99.8% del total de alumnos de
secundaria matriculados en zonas urbanas en el 20111; lo que permite estimar los parámetros de
las principales variables de investigación, esto es las prevalencias del consumo de drogas legales,
ilegales y médicas, en cada uno de los dominios regionales y a nivel nacional.
1
El marco muestral de la encuesta, como ya ha sido señalado, se basó en la matrícula de 2011, debido a que la información
del periodo 2012 no se encontraba disponible al momento de diseñarse la muestra y levantarse la información del estudio.
En el 2011, según el Censo Escolar del Ministerio de Educación, se matricularon 2’198,489 alumnos en las Instituciones
Educativas de secundaria de la Educación Básica Regular, ubicadas en el área urbana.
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ASPECTOS METODOLÓGICOS I
La información recogida en campo pasó por un control de calidad, antes de ser ingresada en la
base de datos, para verificar si las hojas ópticas estaban completas y correctamente llenadas. El
procesamiento y análisis de la información se realizó en dos etapas: la primera, a cargo del Instituto
CUANTO; y la segunda, realizada por la Fundación San Marcos. En ambas etapas se realizaron las
siguientes actividades:
Instituto CUÁNTO:
• Diseño del programa para la lectura electrónica de los datos en la Lectora Óptica OMR (Optical
Mark Reader);
• Ingreso de datos a través de la Lectora Óptica;
• Consistencia electrónica y depuración de la Base de Datos, incluyendo la revisión de las
respuestas a nivel individual y colectivo; y
• Elaboración de un informe descriptivo con los principales resultados del estudio, incluyendo el
rendimiento de la muestra y el análisis de las principales variables de investigación (prevalencias
de vida, año y mes, incidencia del consumo de drogas y edades de inicio en las distintas
sustancias).
Todas estas actividades se ejecutaron bajo la conducción y supervisión del Equipo Técnico del
Observatorio Peruano de Drogas – DEVIDA, responsable del estudio y de la elaboración del presente
informe de investigación.
En los siguientes capítulos se presentan los resultados del estudio, tanto a nivel descriptivo como
inferencial, tomado como base los objetivos que se propuso alcanzar y el orden establecido al inicio
del presente documento.
15
16
INDICADORES
DE CONSUMO II
17
E
n este capítulo se describen los resultados del estudio en relación a los principales indicadores
del consumo de drogas en la población escolar (prevalencias de vida, año y mes, frecuencia
de consumo, consumo problemático de alcohol, incidencia de consumo, edad de inicio,
entorno de inicio de consumo, etc.), según género, año del estudio, tipo de gestión del colegio,
nivel socioeconómico y dominios regionales. Asimismo, se realiza un análisis detallado del uso de
tranquilizantes y estimulante y del patrón de consumo del éxtasis, atendiendo a los espacios en que
se consume, las sustancias con las que se acompaña y los efectos que los usuarios le atribuyen.
• El 40.5% de los escolares –esto es cerca de 900,000 adolescentes- han probado alguna
droga legal, ya sea alcohol o tabaco, alguna vez en su vida; el 23.3% lo ha hecho durante
el último año; y el 12.3% durante los últimos treinta días, previos a la aplicación de la
encuesta.
• Los reportes de consumo de sustancias ilegales, tales como marihuana, PBC, cocaína,
inhalantes, éxtasis, alucinógenos y otras, dan cuenta que el 8.1% de los escolares –esto
es poco más de 177,000 adolescentes- han ingerido estas drogas alguna vez en su vida, el
3.8% lo ha hecho en el último año y el 2.1% en los últimos treinta días.
• Doce de cada cien estudiantes (11.6%) que no habían probado alcohol un año antes de la
aplicación de la encuesta, se iniciaron en su uso en los últimos doce meses. En el caso
del tabaco, la incidencia de consumo se reduce a seis por cada cien estudiantes que no
fumaban un año antes.
• La marihuana registra la mayor incidencia de consumo entre las drogas ilegales: 1.5 de
cada cien estudiantes que no consumían esta sustancia un año antes de la aplicación de la
encuesta, se iniciaron en su uso durante los últimos doce meses. Le siguen los inhalantes,
la cocaína, el éxtasis y la PBC, que registran menores tasas de incidencia.
• En el caso de las drogas médicas, los tranquilizantes registran una tasa de incidencia
cercana a la de la marihuana. No ocurre lo mismo con los estimulantes, que registran una
incidencia menor, pero más alta que las demás sustancias ilegales, lo que evidencia un
mayor dinamismo de este tipo de drogas en la población escolar.
• La edad promedio de inicio del consumo de alcohol y tabaco se ubica en los 13.3 años. En
las drogas ilegales, la edad promedio de inicio oscila entre los 12 y 14.3 años. El éxtasis
registra una edad promedio de inicio similar a las de la marihuana, PBC y cocaína. Las
drogas médicas registran edades promedios de inicio menores que las que registran el
alcohol, el tabaco, la marihuana y las sustancias cocaínicas.
18
INDICADORES DE CONSUMO II
• El alcohol sigue siendo la sustancia legal más consumida por los escolares. Entre las
drogas ilegales, la marihuana es la más usada, seguida de los inhalantes, las sustancias
cocaínicas y el éxtasis. Esta última sustancia registra una prevalencia de año superior a
las de la PBC y cocaína; mientras que el uso actual (o prevalencia de mes) es similar. El
consumo de drogas médicas es mayor que las sustancias cocaínicas, sobre todo en el caso
de los tranquilizantes, que duplican las prevalencias de vida y de año que registran la PBC
y la cocaína.
TABLA 2: Principales Indicadores del consumo de drogas en la población escolar de secundaria residente
en ciudades de 30,000 y más habitantes
Prevalencias de consumo
Edad
Vida Año Mes Incidencia de
Tipo de Droga promedio
consumo*
N N de inicio
% % N Expandido %
Expandido Expandido
Drogas Legales 40.5 889,583 23.3 511,753 12.3 269,929 --- ---
Drogas Ilegales 8.1 177,599 3.8 83,212 2.1 47,068 --- ---
• San Pedro. 0.2 4,552 --- --- --- --- --- 13.6
• Otras drogas** 0.6 12,159 0.5 10,009 0.2 3,361 --- 13.2
Drogas Médicas 5.5 120,261 3.2 69,465 1.9 41,711 --- ---
La Tabla 3 registra las prevalencias de año del consumo de drogas legales, ilegales y médicas
en la población escolar y el número de estudiantes que representan en el marco muestral,
observándose lo siguiente:
• Existen 511,753 estudiantes que, dependiendo de las características de su uso, podrían estar
experimentando un daño a su salud física y mental y un mayor riesgo psicosocial, debido al
uso reciente y actual de alcohol y tabaco. Este riesgo es mayor entre los consumidores de
alcohol, cuyo número es 53.8% más alto que los que hacen uso de tabaco.
• 83,212 escolares están expuestos a un riesgo similar o mayor, debido al consumo reciente
y actual de drogas ilegales, siendo los usuarios de marihuana quienes conforman el grupo
19
más grande, seguido por los usuarios de inhalantes, éxtasis, PBC y cocaína. El número
de consumidores de éxtasis supera en 8.6% y 11.9% a los usuarios de PBC y cocaína,
respectivamente.
La Tabla 4 da cuenta del consumo de drogas legales, ilegales y médicas, según el género de la
población escolar, observándose lo siguiente:
• La diferencia de consumo de drogas legales entre varones y mujeres es mínima: por cada
100 escolares hombres que usan este tipo de sustancias existen 86 estudiantes mujeres
que también lo hacen. La diferencia de consumo es menor en el caso del alcohol (por cada
10 varones que beben, hay 9 mujeres que también lo hacen) que en el del tabaco, que
todavía registra una diferencia significativa entre ambos sexos.
• El uso de drogas médicas es significativamente más alto en las mujeres que en los varones:
por cada 100 escolares hombres que consumen estas sustancias existen 142 mujeres
que también lo hacen. La diferencia de consumo es significativamente mayor en el caso
20
INDICADORES DE CONSUMO II
de los tranquilizantes (por cada 10 varones que los usan, hay 15 mujeres que también lo
consumen) que en el de los estimulantes, que registran una menor diferencia de consumo
entre ambos sexos.
• El consumo de drogas legales es cuatro veces más alto en los estudiantes que tienen
entre 17 y 20 años que entre los de 11 y 13 años. Una diferencia similar se observa entre
los estudiantes de quinto y primer año de estudios. El uso de sustancias legales aumenta
con la edad y los años de estudios. Tanto el alcohol como el tabaco registran la misma
tendencia de consumo.
• El uso de sustancias ilegales es casi el doble (92.3%) en los estudiantes que tienen entre
17 y 20 años que entre los de 11 y 13 años. Una diferencia parecida se observa entre
los alumnos de quinto y primer año de secundaria. Esta tendencia de consumo viene
determinada principalmente por el uso de marihuana. En los casos de la cocaína, la PBC,
los inhalantes y el éxtasis, se observa un comportamiento más errático de las prevalencias;
pero, en general, los estudiantes de mayor edad y de años superiores registran un menor
consumo, lo que estaría evidenciando que la nueva generación de estudiantes tiende a
consumir más este tipo de sustancias.
• El uso de drogas médicas, al igual que en el caso de las drogas legales, tiende a incrementarse
con la edad y los años de estudio. La prevalencia de consumo entre los estudiantes que
tienen entre 17 y 20 años es el doble que la que registran los que tienen entre 11 y 13 años.
Algo parecido se observa entre los estudiantes de quinto y primer año de estudios, aunque
21
la diferencia es menor. Tanto los tranquilizantes como los estimulantes registran la misma
tendencia; no obstante que estos últimos presentan un comportamiento más errático por
año de estudio.
Drogas Ilegales 2.6 4.4 5.0 2.9 2.9 4.2 4.4 4.9
• Otras drogas. 0.3 0.5 0.4 0.4 0.4 0.5 0.5 0.4
Drogas Médicas 2.3 3.5 4.8 2.2 2.6 3.9 3.6 3.8
• Al igual que en las sustancias legales e ilegales, el uso de drogas médicas es mayor en las
escuelas privadas que en las públicas: por cada 100 estudiantes de instituciones educativas
públicas que usan este tipo de sustancias existen 143 estudiantes de colegios privados que
también las usan. La diferencia de consumo es mayor en el caso de los tranquilizantes que
en el de los estimulantes.
22
INDICADORES DE CONSUMO II
Los resultados del estudio evidencian entonces que el consumo de drogas legales, ilegales
y médicas es más alto en los colegios privados que en los públicos, lo que plantea el reto de
fortalecer las acciones de prevención en los primeros.
En la Tabla 7 se da cuenta del consumo de drogas legales, ilegales y médicas, según el género
de la población escolar del colegio. En ella se observa lo siguiente:
• Los colegios de mujeres registran una mayor prevalencia de consumo de drogas legales que
los colegios de varones y mixtos, debido principalmente a un mayor consumo de alcohol.
En el caso del tabaco, las escuelas de hombres y mixtas registran un mayor consumo que
los colegios de mujeres, siendo las diferencias significativas entre los distintos tipos de
colegio.
• Los colegios de hombres registran las más altas prevalencias de consumo de drogas
ilegales, comparadas con las prevalencias que registran los colegios mixtos y de mujeres,
siendo las diferencias significativas. Esta tendencia viene determinada principalmente por
el consumo de marihuana e inhalantes. En los casos de la cocaína, la PBC y el éxtasis, los
colegios de hombres y las escuelas mixtas registran una prevalencia similar.
• En lo que respecta a las drogas médicas, los colegios de mujeres y mixtos registran
las mayores prevalencias de consumo. Tanto los tranquilizantes como los estimulantes
registran la misma tendencia de consumo.
23
TABLA 7: Prevalencia de año del consumo de drogas, según género de la población escolar del colegio
En esta sección se da cuenta del ranking del consumo de drogas legales, ilegales y médicas, según
dominios regionales, tomando como base la prevalencia de año. En el Gráfico 1 se observa que Lima
Provincias, Arequipa, Callao, San Martín, Tacna, La Libertad, Lima Metropolitana, Moquegua, Cusco
y Lambayeque registran las más altas prevalencias de consumo de drogas legales, ubicándose por
encima del promedio nacional. Es importante señalar que Lima Provincias, Arequipa, Callao, San
Martín y Tacna registran prevalencias significativamente más altas que Lima Metropolitana. Puno y
Huancavelica, por su parte, son las regiones que registran un menor consumo de drogas legales,
con prevalencias que se ubican por debajo de la mitad del promedio nacional. Le siguen, en orden
de menos a más, Pasco, Tumbes, Amazonas, Loreto, Ayacucho, Ancash, Apurímac, Cajamarca,
Huánuco, Madre de Dios, Piura, Ucayali, Junín e Ica, que registran prevalencias menores que el
promedio nacional, pero superiores a las regiones anteriormente mencionadas.
24
INDICADORES DE CONSUMO II
GRÁFICO 1: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS LEGALES, SEGÚN DOMINIOS REGIONALES
0 5 10 15 20 25 30 35
El Gráfico 2 da cuenta del consumo de sustancias ilegales en los dominios regionales. Tacna,
Lima Provincias, Cusco, Callao, Arequipa, Lima Metropolitana, Madre de Dios y Ayacucho son
las regiones que registran un mayor consumo de sustancias ilícitas, con prevalencias que se
ubican por encima del promedio nacional. Es importante resaltar que se trata de regiones que
cuentan con una importante presencia del narcotráfico, ya sea porque hay zonas de producción o
porque tiene ciudades que se ubican en la ruta de salida de la droga. Llama la atención el caso de
Tacna, que registra una prevalencia de consumo que es más del doble que el promedio nacional
y significativamente más alta que las que registran Lima y Callao. Es probable que ello se deba
a una mayor disponibilidad de sustancias en esta zona de frontera, que es ruta de salida para la
droga que sale hacia Chile y Argentina; no obstante que el incremento de consumo no solo se
ha dado en las sustancias cocaínicas, sino también en el uso de marihuana y de éxtasis. Lima
Metropolitana se ubica en el sexto lugar de consumo de sustancias ilegales; pero, por su tamaño,
alberga al mayor número de consumidores en todo el país. Puno, Amazonas, Huancavelica,
Pasco, Ica, Loreto y Piura, por otro lado, registran las más bajas prevalencias de consumo de
drogas ilegales, por debajo de la mitad del promedio nacional, seguidas, de menos a más, de
Cajamarca, Huánuco, San Martín, Moquegua, Tumbes, Apurímac, Junín, Lambayeque, Ucayali,
La Libertad y Ancash.
25
GRÁFICO 2: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS ILEGALES, SEGÚN DOMINIOS REGIONALES
Tacna 7.9
Lima Provincias 5.5
Cusco 5.5
Callao 5.2
Arequipa 5.1
Lima Metropolitana 5
Madre de Dios 4.7
Ayacucho 4
Nacional 3.8
Ancash 3.8
La Libertad 3.7
Ucayali 3.5
Lambayeque 3.6
Junín 3.3
Apurímac 3.3
Tumbes 3.2
Moquegua 3
San Martín 2.8
Huánuco 2.3
Cajamarca 2
Loreto 1.9
Piura 1.8
Ica 1.7
Pasco 1.4
Huancavelica 1.1
Amazonas 1.1
Puno 0.5
0 2 4 6 8
26
INDICADORES DE CONSUMO II
GRÁFICO 3: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS MÉDICAS, SEGÚN DOMINIOS REGIONALES
Arequipa 4.4
Tacna 4.4
Callao 4.3
La Libertad. 4.1
Lima Metropolitana 3.9
Cusco 3.7
San Martín 3.6
Lambayeque 3.6
Lima Provincias 3.5
Apurímac 3.4
Madre de Dios 3.3
Nacional 3.2
Huánuco 3.2
Ucayali 3.1
Ayacucho 2.8
Junín 2.4
Ancash 2.4
Tumbes 2.2
Cajamarca 2
Piura 2
Huancavelica 1.7
Pasco 1.7
Amazonas 1.6
Ica 1.5
Loreto 1.1
Moquegua 1
Puno 0.9
0 1 2 3 4
Los mapas de la Figura 1 ilustran la dinámica del consumo de drogas legales, ilegales y médicas
en las distintas regiones del país, ordenadas según cuartiles. En el primer cuartil, de color
marrón, se ubican las regiones que registran las prevalencias más altas y, por tanto, un mayor
riesgo de consumo de drogas. En el otro extremo, sombreado de amarillo, se encuentran las
regiones que registran un menor riesgo de consumo, dada sus bajas prevalencias. De acuerdo
con este análisis, Lima, Callao, Arequipa, La Libertad, Tacna y San Martín son las regiones que
registran un mayor riesgo de consumo de drogas legales en su población escolar. Lima, Callao,
Arequipa y Tacna además registran un alto riesgo de consumo de sustancias ilegales, junto a
Madre de Dios y Cusco. Lima, Callao, Arequipa, La Libertad, Tacna y Cusco, por otro lado, son
las regiones que registran el mayor riesgo de consumo de drogas médicas. En el otro extremo,
se ubican las regiones de Amazonas, Loreto, Huancavelica, Pasco y Puno que registran el menor
riesgo de consumo de drogas legales, ilegales y médicas. Se confirma entonces que la dinámica
del consumo de drogas se ha extendido de Lima a las principales ciudades del interior del país,
sobre todo en la zona sur del país y en la costa norte, zonas que coinciden con las rutas del
narcotráfico y en donde se ha incrementado la actividad delictiva.
27
FIGURA 1: Consumo de drogas en la población escolar de las regiones, según cuartiles y tipos de sustancias
Drogas Legales
Legales Drogas Ilegales Drogas Médicas
e26.1
.1%% e4.1
e4. 1% e3.7%
e3.7 %
19%
19 % a 26
26%% 3.3
3. 3% a 4.0
4.0% 3% a 3.7
3.7%%
17% a 18
18.9%
.9% 2.0%
2. 0% a 3.2%
3.2% 2% a 2.9
2.9%%
d17% d1.9
1.9%% d1.9%
d1.9 %
• El 15.7% de los usuarios de tabaco registran una frecuencia alta de consumo y el 38.9%
una frecuencia media. El 44.5% son consumidores experimentales.
• La mayoría de los usuarios de marihuana registran una frecuencia media (50.3%) y alta
(13.5%) de consumo. El 36.1% son consumidores experimentales.
• El éxtasis registra un menor consumo experimental (30.5%), comparado con las demás
sustancias ilegales. El 9.1% de los usuarios de esta droga, sin embargo, no precisa el
número de días que consumió.
• Los inhalantes registran el mayor consumo experimental (53.8%) entre todas las sustancias
ilegales. Un porcentaje minoritario de usuarios de esta droga registra una frecuencia alta
(10.2%) y media (36%) de consumo.
0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%
29
GRÁFICO 6: FRECUENCIA DE CONSUMO DE DROGAS MÉDICAS
EN LOS CONSUMIDORES DE ÚLTIMO AÑO
• Percepción negativa del modo en que consume alcohol: los amigos y familiares, que
forman parte del entorno del adolescente, perciben que bebe “más de la cuenta” y que
debería bajar su consumo de bebidas alcohólicas;
• Incapacidad para controlar el consumo de alcohol: el adolescente bebe para relajarse, para
sentirse mejor consigo mismo, para integrarse a un grupo y, cuando no tiene con quien
hacerlo, bebe solo; y
2
Knight, JR; Shrier, L; Harris, B; Terril, D; Farrell, M et al. “A new brief screen for adolescent: substance abuse”. En: Archive
of Pediatrics and Adolescent Medicine. Vol. 153, p. 591 – 596, 1,999.
30
INDICADORES DE CONSUMO II
En nuestro país es la primera vez que se utiliza esta escala para medir el consumo problemático
de alcohol en la población adolescente.
La Escala CRAFFT se compone de una batería de seis preguntas que se aplican a estudiantes
que registran un uso reciente de alcohol. Las preguntas aluden a dificultades personales y
problemas de interacción que experimentan los escolares como consecuencia de su consumo
de bebidas alcohólicas y que guardan relación con los factores arriba mencionados. La
respuesta positiva al menos a dos de estas preguntas indica que el estudiante registra un
consumo problemático de alcohol.
En la Tabla 8 se registra la respuesta individual que los estudiantes que son usuarios recientes
de alcohol dieron a cada una de las preguntas de la Escala CRAFFT. En ella, se observa que las
tres primeras preguntas de la escala –que aluden al riesgo psicosocial, la percepción negativa
del entorno y la baja capacidad para controlar el consumo de alcohol- registran una mayor
incidencia que las tres últimas en los usuarios recientes de alcohol. La percepción negativa
del entorno es mayor entre los varones y los estudiantes de las escuelas públicas que entre
las mujeres y los alumnos de colegios privados. En los demás casos, no existente diferencias
significativas por género o tipo de colegio.
3
Véase: Knight, JR; Sherrit, L; Shrier, L; Harris, SK et al. “Validity of the CRAFFT Substance Abuse Screening: test among
adolescent clinic patients” En: Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine. Vol. 156, pp. 607 – 614, 2,002. Knight,
JR; Sherritt L; Harris, S; Gates, E; Chang, G. “Validity of brief alcohol screening tests among adolescents: a comparison
of the AUDIT, POSIT, CAGE and CRAFFT” En: Alcoholism: Clinical and Experimental Research. Vol. 27 (1). pp. 67 – 73,
2,003. Bernard M; Bolognini M; Plancherel B; Chinet L et al. “French validity of two substance-use screening tests among
adolescents: a comparison of the CRAFFT and DEP-ADO” En: Journal of substance use. Vol. 10 (6), pp. 385 – 395, 2,005.
Cook R; Chung T; Kelly T; Clark D. “Alcohol screening in young persons attending a sexually transmitted disease clinic:
comparison of AUDIT, CRAFFT and CAGE instruments”. En: Journal of General Internal Medicine. Vol. 20, pp. 1 – 6, 2,005.
Tossman, P, Kasten, L, Lang, P, Strüber, E. Bestimmung der konkorruenten Valität des CRAFFT-d. // In: Zeitschrift für Kinder-
und Jugendpsychiatrie und Psyhcotherapie. Vol. 37 (5), pp. 451 – 459, 2,009. Subramaniam, M; Cheok, C; Verma, S; Wong,
J et al. “Validity of a brief screening instrument- CRAFFT in a multiethnic Asian population” En: Addictive Behaviors. Vol. 35.
p. 1102-1104, 2,010.
4
Pérez Gómez, Augusto y Scopetta Díaz – Granados, Orlando. “El CRAFFT / CARLOS como Instrumento para la Identificación
Temprana de Consumo de Alcohol y Otras SPA: una Adaptación al Español”. En: Revista Colombiana de Psicología. Vol.
20, N° 2, pp. 265 – 274, 2,011. Uribe Isaza, María Mercedes. “Validación colombiana de la Escala CRAFFT para tamizaje de
consumo de sustancias psicoactivas. Versión Universidad Nacional de Colombia. Fase I”. Universidad Nacional de Colombia
– Facultad de Medicina, 2,012.
31
TABLA 8: Análisis individual de los componentes de la escala Crafft, según sexo y tipo de colegio
4) ¿Alguna vez te has metido en problemas al consumir 19.3 16.9 18.4 17.8 18.1
bebidas alcohólicas?
5) ¿Alguna vez te has olvidado de lo que hiciste después 19.8 18.1 19.1 18.8 19.0
de consumir bebidas alcohólicas?
6) ¿Alguna vez has consumido bebidas alcohólicas 18.3 21.8 19.6 20.4 19.9
estando solo o sola?
TABLA 9: Consumo problemático de alcohol en los estudiantes que hicieron uso de esta sustancia
en los últimos 12 meses, según sexo y tipo de colegio
Otra aproximación al consumo problemático de alcohol viene a ser la medición del “beber
excesivo” (binge drinking) entre los estudiantes que reportan haber consumido bebidas
alcohólicas en el último mes. La CICAD define el beber excesivo como “haber consumido cinco
o más bebidas alcohólicas en un solo evento durante las dos semanas anteriores a la encuesta”5.
El beber excesivo es un indicador de abuso de alcohol entre los jóvenes y adolescentes, pero
no necesariamente mide la dependencia a esta sustancia. El beber excesivo, como tal, es una
conducta de alto riesgo, que además conduce a otros riesgos, tales como comportamientos
violentos, lesiones no intencionales, enfermedades de trasmisión sexual, embarazos no
deseados, intoxicación por alcohol, dependencia, etc. Se trata, por tanto, de un indicador de
consumo problemático de alcohol entre los usuarios de último mes.
5
CICAD – OEA. “Informe del Uso de Drogas en Las Américas - 2011”. Washington, D.C., 2011, p. 11.
32
INDICADORES DE CONSUMO II
En la Tabla 10 se observa que seis de cada diez estudiantes que consumieron alcohol en el último
mes son bebedores excesivos. En los varones el beber excesivo es ligeramente más alto que en
las mujeres, pero las diferencias no son significativas. Tampoco hay diferencias significativas por
tipo de colegio. En general, existen ciento veinte mil escolares que son bebedores excesivos de
alcohol y que, dada esta situación, podrían estar experimentando otras conductas de riesgo que
dañen su salud física y mental y la de las personas implicadas en sus acciones.
TABLA 10: Proporción de estudiantes secundarios que reportan beber excesivo de alcohol
(Usuarios de último mes)
En las últimas 2 semanas: ¿Cuántas Sexo Tipo de Colegio N° de
veces has consumido 5 o más bebidas Total
Hombre Mujer Público Privado Estudiantes
alcohólicas en una sola ocasión?
• Ninguna vez 38.1 42.2 39.6 40.7 40.0 80,261
- Entre dos y tres veces 16.5 15.3 15.9 16.0 16.0 32,001
- Entre cuatro y cinco veces 4.1 3.1 3.6 3.7 3.7 7,323
Esta situación se confirma con los reportes de embriaguez en los bebedores de último mes. En
la Tabla 11 vemos que siete de cada diez estudiantes que consumieron alcohol en los últimos
treinta días declara haberse embriagado al menos una vez en el último mes. Los estudiantes
de colegios públicos reportan una mayor prevalencia de embriaguez que sus pares de escuelas
privadas. Lo mismo ocurre entre hombre y mujeres, aunque las diferencias son menores. En
general, cerca de ciento cuarenta y cinco mil estudiantes reconocen haberse embriagado al
menos una vez en los últimos treinta días.
TABLA 11: Proporción de estudiantes secundarios que reportan haberse embriagado al menos un día en el último mes
¿Cuántos días has tomado más de la Sexo Tipo de Colegio
cuenta y te has emborrachado en el Total N° de Estudiantes
último mes? Hombre Mujer Público Privado
• Ningún día 24.2 27.1 19.7 35.0 25.5 51,761
• 1 a 2 días 53.0 54.0 57.8 46.4 53.5 108,527
• 3 a más días 19.2 14.7 18.7 14.6 17.2 34,835
• No responde 3.6 4.2 3.8 4.1 3.9 7,910
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 203,033
33
USO DE DROGAS SEGÚN ANTECEDENTES DE
CONSUMO EN LA FAMILIA Y GRUPO DE PARES.
Los antecedentes de consumo de alcohol y de drogas ilegales en la familia y el grupo de pares
inciden negativamente en la población escolar. En la Tabla 12 se observa que los estudiantes que
registran antecedentes de consumo de alcohol en la familia y en su grupo de amigos reportan
prevalencias de consumo de drogas legales, ilegales y médicas que son significativamente
más altas que los que no registran estos antecedentes.
TABLA 12: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar, según antecedentes
de consumo de alcohol en la familia y grupo de pares
Familia Grupo de Pares
Tipo de Droga No registra No registra
Registra antecedentes Registra antecedentes
antecedentes antecedentes
Drogas Legales 30.0 21.5 35.0 17.0
• Alcohol. 25.4 18.1 29.9 14.2
• Tabaco. 18.0 11.4 21.5 8.1
Drogas Ilegales 5.3 3.3 6.2 2.4
• Marihuana. 3.1 1.9 3.7 1.3
• Cocaína. 1.4 0.8 1.4 0.6
• PBC. 1.5 0.8 1.4 0.7
• Inhalantes. 1.7 1.1 2.0 0.7
• Éxtasis. 1.5 0.9 1.5 0.7
• Otras drogas. 0.7 0.4 0.8 0.3
Drogas Médicas 4.8 2.7 4.9 2.3
• Tranquilizantes. 3.6 1.9 3.7 1.5
• Estimulantes. 2.4 1.2 2.3 1.0
Una tendencia similar, aunque con diferencias más marcadas, se observa cuando se exploran
los antecedentes de consumo de sustancias ilegales. En la Tabla 13 vemos que los estudiantes
que tienen amigos o familiares que usan este tipo de drogas registran prevalencias de consumo
de sustancias legales, ilegales y médicas que son significativamente más altas que los que no
tienen estos antecedentes en su familia y grupo de pares. En los casos de las drogas ilegales y
médicas, el consumo de estas sustancias es entre dos y seis veces más alto en los estudiantes
que registran antecedentes de consumo en su entorno familiar y amical que entre los que no
registran estos antecedentes.
TABLA 13: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar, según antecedentes de consumo de
sustancias ilegales en la familia y grupo de pares
Familia Grupo de Pares
Tipo de Droga No registra No registra
Registra antecedentes Registra antecedentes
antecedentes antecedentes
Drogas Legales 35.3 22.8 43.7 17.0
• Alcohol. 29.5 19.2 37.7 14.1
• Tabaco. 24.3 12.3 28.2 8.0
Drogas Ilegales 9.4 3.5 9.1 2.1
• Marihuana. 5.8 2.0 6.2 0.9
• Cocaína. 3.2 0.8 2.0 0.5
• PBC. 3.5 0.8 1.8 0.7
• Inhalantes. 2.6 1.1 2.7 0.7
• Éxtasis. 3.0 0.9 1.9 0.7
• Otras drogas. 1.7 0.4 1.2 0.2
Drogas Médicas 8.5 2.9 6.1 2.3
• Tranquilizantes. 6.0 2.1 4.8 1.5
• Estimulantes. 4.8 1.3 2.9 1.1
34
INDICADORES DE CONSUMO II
TABLA 14: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar, según
antecedentes delictivos en la familia y grupo de pares
Familia Grupo de Pares
Tipo de Droga Registra No registra Registra No registra
antecedentes antecedentes antecedentes antecedentes
Drogas Legales 32.5 22.8 39.5 19.0
• Alcohol. 26.8 19.3 33.7 15.9
• Tabaco. 22.8 12.2 25.4 9.4
Drogas Ilegales 9.5 3.4 8.3 2.5
• Marihuana. 5.5 2.0 5.5 1.2
• Cocaína. 3.7 0.7 2.0 0.6
• PBC. 3.9 0.8 1.8 0.7
• Inhalantes. 3.0 1.1 2.5 0.8
• Éxtasis. 4.1 0.8 1.8 0.8
• Otras drogas. 1.5 0.4 1.1 0.3
Drogas Médicas 7.7 2.9 5.8 2.5
• Tranquilizantes. 5.5 2.1 4.5 1.7
• Estimulantes. 4.5 1.3 2.9 1.1
• Entre 80,000 y 90,000 estudiantes se inicia cada año en el consumo de alguna sustancia
ilegal, principalmente marihuana, seguida de los inhalantes, la cocaína, el éxtasis y la PBC.
En la Figura 2 se presentan los diagramas de cajas con las edades de inicio de los estudiantes
que hacen uso de drogas legales, ilegales y médicas. Este tipo de diagramas permite visualizar
las distintas edades de inicio declaradas por los estudiantes, agrupadas por cuartíles, atendiendo
a su grado de dispersión. En ella, se observa lo siguiente:
36
INDICADORES DE CONSUMO II
• La edad de inicio más baja del consumo de alcohol se ubica en los 8 años: uno de cada
cuatro estudiantes (25%) que declara haber consumido bebidas alcohólicas alguna vez en
su vida comenzó a beber entre los 8 y los 11 años. El 50% de los usuarios de alcohol, sin
embargo, comenzó a hacer uso de esta sustancia cuando tenía entre 12 y 14 años.
• La edad de inicio más baja del consumo de cigarrillos se ubica en los 8 años: el 25% de
los estudiantes que reconocen haber fumado cigarrillos alguna vez en su vida iniciaron su
consumo entre los 8 y los 11 años. Uno de cada dos estudiantes usuarios de esta sustancia
(50%), por el contrario, comenzó a fumar cuando tenía entre 12 y 14 años.
• El consumo de inhalantes registra una mayor dispersión en las edades de inicio. Uno de
cada dos estudiantes que declara haber consumido estas sustancias (50%), se inició en su
uso entre los 11 y los 13 años. Existe, sin embargo, un 25% que comenzó a usar este tipo
de sustancia entre los 7 y los 10 años
• Las edades de inicio del éxtasis registran una alta dispersión, similar a la de los inhalantes,
aunque en edades más tardías. El 50% de los estudiantes que usan esta sustancia se
iniciaron en su consumo entre los 13 y los 15 años; mientras que el 25% lo hizo entre los 9
y los 12 años.
• Las edades de inicio de los usuarios de tranquilizantes registran la mayor dispersión entre
las drogas médicas: uno de cada cuatro estudiantes que declara haber hecho uso de estos
medicamentos sin receta médica, se inició en su consumo entre los 7 y los 10 años. El
50%, por el contrario, comenzó a usarlas entre los 11 y los 14 años
• La edad de inicio más baja del consumo de estimulantes se ubica en los 10 años: el 25% de los
estudiantes que han hecho uso de este medicamento comenzaron a usarlo a esa edad. Uno de
cada dos (50%), por el contrario, se inició en su consumo cuando tenía entre 11 y 14 años.
20 o 20
o o
18 18
16 16
14 14
12 12
10 10
o o
8 8 o
o o o o
6 6
20
18
16
14
12
10
Tranquilizantes Estimulantes
37
ENTORNO DE INICIO DEL CONSUMO DE
DROGAS.
El entorno de inicio hace referencia al grupo en el que el estudiante empezó a consumir una
sustancia. Tiene que ver con el espacio relacional en el que vive. No necesariamente refiere a
un espacio físico. Así, por ejemplo, un estudiante puede haberse iniciado en el consumo de una
droga con sus amigos de barrio; pero no en el lugar en el que reside, sino en una discoteca u
otro espacio ajeno al barrio. En la Tabla 17 se da cuenta del entorno de inicio del consumo de
las distintas sustancias, observándose lo siguiente:
• El entorno familiar, que incluye a los padres y hermanos (19.4%) y otros familiares (primos,
tíos, etc.: 17.1%), es el principal entorno de inicio del consumo de alcohol (36.5%), seguido
de los amigos de barrio (24.3%) y los compañeros de estudio (23.8%).
• Los amigos de barrio (31.5%) y los compañeros de estudio (24.1%) son los principales
entornos de inicio de consumo de tabaco en la población escolar. El 15.9% de los
estudiantes que fuman cigarrillos señalan que se iniciaron solos en su consumo y el 13.5%
comenzó a fumar dentro de su entorno familiar.
• La mayoría de los usuarios de marihuana comenzaron a consumir esta sustancia con sus
amigos de barrio (52.2%), en primer lugar, y con los compañeros de colegio (21.5%), en
segundo lugar. El 8% manifiesta que se inició solo en el uso de esta sustancia.
• El principal entorno de inicio del consumo de cocaína en la población escolar son los
compañeros de colegio (25.2%), seguido de los amigos de barrio (24.8%). El 17.7% señala
que se inició solo en el consumo de esta sustancia.
• Seis de cada diez estudiantes que consume PBC se inició en su uso con sus amigos de
barrio (30.8%) y con sus compañeros de estudio (30.9%). El 11.3% se inició solo en el
consumo de esta sustancia.
• La mayoría de los estudiantes que declaran haber consumido inhalantes se iniciaron solos
en el uso de esta droga (36%) y, en menor magnitud, con sus compañeros de colegio
(21.7%) y sus amigos de barrio (15%).
• La mayoría de los estudiantes que declara haber consumido éxtasis se iniciaron solos en el
uso de esta sustancia (24%) y, en menor magnitud, con sus compañeros de colegio (19%)
y amigos de barrio (13.2%).
Estos resultados ponen de relevancia al barrio como principal entorno de inicio del consumo de
marihuana, sustancias cocaínicas y tabaco; además del grupo familiar, como principal entorno
de inicio del consumo de alcohol; y el ámbito educativo, como importante entorno de inicio
del éxtasis y de otras sustancias legales e ilegales, espacios relacionales hacia donde debe
dirigirse la acción preventiva.
38
INDICADORES DE CONSUMO II
TABLA 17: Entorno de inicio del consumo de drogas en la población escolar de secundaria
Entorno de inicio
• Los estudiantes varones consumen más tranquilizantes que sus pares mujeres por
razones externas que por motivos internos. Las mujeres, por el contrario, consumen más
tranquilizantes que los hombres cuando se sienten deprimidas, para reducir la ansiedad,
calmar la tensión, relajarse, entre otras razones internas. No existen diferencias significativas
entre hombres y mujeres por uso de tranquilizantes asociado al consumo de alcohol y otras
drogas o relacionado con una mejora del desempeño o de la sociabilidad individual.
• Los estudiantes de los colegios públicos usan más tranquilizantes que sus pares de
escuelas privadas por razones externas que por motivos internos. Estos últimos, por el
contrario, consumen más tranquilizantes que los estudiantes de colegios públicos cuando
se sienten deprimidos, para reducir la ansiedad, calmar la tensión, relajarse y para mejorar
su desempeño o rendimiento escolar o laboral. No existen diferencias significativas entre
los estudiantes de ambos tipos de colegio por consumo de tranquilizantes asociado al uso
de alcohol y otras drogas o relacionado con una mejora de la sociabilidad individual.
39
Tabla 18: Razones para usar tranquilizantes sin receta médica
Sexo Tipo de Colegio
Razones Total
Hombre Mujer Público Privado
Razones externas
Por recomendación de un médico amigo de mi familia. 20.0 15.8 19.5 13.7 17.5
Por indicación de mis profesores o del psicólogo del
8.4 4.1 7.6 2.6 5.9
colegio.
Razones internas
Ansiedad / dependencia.
Para calmar los nervios, relajarme, dormir mejor. 16.1 18.6 16.9 19.0 17.6
Para reducir la ansiedad, calmar la tensión, bajar el
14.9 19.4 14.5 23.4 17.6
estrés.
Para no estar deprimido. 7.4 21.2 13.2 20.1 15.8
Mejorar desempeño / sociabilidad
Para estar más activo y mejorar mi rendimiento en la
6.4 5.5 4.6 8.3 5.9
escuela o el trabajo.
Para sentirme mejor, más sociable, desinhibirme. 3.7 4.4 4.3 3.7 4.1
Mejorar efecto de sustancia
Para mejorar el efecto del Alcohol o de otras sustancias. 1.9 1.8 1.8 1.8 1.8
No precisa. 27.1 25.4 27.1 24.1 26.1
En lo que respecta a los estimulantes, la Tabla 19 muestra, al igual que en el caso de los
tranquilizantes, que el 21.7% de los usuarios de esta sustancia no identifica alguna razón
valedera entre las opciones señaladas o no tiene una opinión formada sobre el tema. Y cuando
le atribuyen alguna razón, el uso por recomendación de un médico amigo de la familia (22.9%)
destaca por encima de las demás razones externas e internas que se invocan. La ansiedad y
dependencia y la mejora del rendimiento académico o laboral también sobresalen entre las
razones atribuidas al uso de estimulantes. Según género y tipo de colegio, se observa que:
• Los estudiantes varones consumen más estimulantes que sus pares mujeres por razones
externas o para sociabilizar mejor, mejorar su rendimiento intelectual y laboral e incrementar
el efecto del alcohol y otras drogas, entre las razones internas. Las mujeres, por el contrario,
usan más estimulantes que los hombres cuando se sienten deprimidas, para calmar los
nervios, relajarse o dormir mejor. No existen diferencias significativas entre hombres y
mujeres por uso de estimulantes asociado a la ansiedad y el estrés.
• Los estudiantes de los colegios públicos usan más estimulantes que sus pares de escuelas
privadas por indicación de sus profesores o del psicólogo del colegio (razón externa) o para
reducir la ansiedad y calmar la tensión y el estrés, porque se sienten deprimidos, porque
quieren sociabilizar mejor y cuando quieren relajarse, calmar los nervios y dormir mejor, entre
las razones internas. Los estudiantes de las escuelas privadas, por el contrario, consumen
más estimulantes que sus pares de colegios públicos por recomendación de un médico
amigo de la familia (razón externa) o para mejorar su rendimiento académico y laboral e
incrementar el efecto del alcohol y de otras drogas, entre sus motivaciones internas.
40
INDICADORES DE CONSUMO II
• Uno de cada cinco estudiantes que usó tranquilizantes (21.1%) y estimulantes (19.7%)
en el último año reconoce haber consumido estas sustancias después de ingerir bebidas
alcohólicas.
• El 14% de los estudiantes que usaron tranquilizantes (14.1%) y estimulantes (14%) en los
últimos doce meses reconoce haber consumido ambas sustancias de manera simultánea.
• Uno de cada diez estudiantes que consumió tranquilizantes (11%) y estimulantes (10.5%)
en el último año reconoce haber usado estas sustancias después de haber fumado
marihuana.
41
TABLA 20: Uso de drogas médicas asociado al consumo de otra sustancia
Ha usado Tranquilizantes después de Ha usado Estimulantes después de
Tipo de Droga haber consumido… haber consumido…
Si No No consume Si No No consume
• Alcohol. 21.1 49.5 29.4 19.7 44.7 35.7
• Estimulantes. 14.1 52.5 33.4 --- --- ---
• Tranquilizantes. --- --- --- 14.0 48.8 37.2
• Marihuana. 11.0 43.4 45.6 10.5 45.6 43.9
• PBC. 6.9 47.0 46.1 6.6 47.0 46.4
• Cocaína. 8.1 45.2 46.7 9.3 45.4 45.4
• Éxtasis. 7.2 48.5 44.3 7.3 45.4 47.3
• Inhalantes. 7.8 46.2 46.0 8.9 44.0 47.2
GRÁFICO 7: LUGAR DEL CONSUMO DEL ÉXTASIS EN LOS USUARIOS DE ÚLTIMO AÑO
En el colegio 2.1
En mi casa 14.3
0 5 10 15 20
42
INDICADORES DE CONSUMO II
En el Gráfico 8 vemos que la mayoría de los usuarios de éxtasis acompaña su consumo con
gaseosa (22.2%), agua (16.3%), cerveza (13.5%), trago corto (10.9%), chupetes (8.4%) y
bebidas energizantes (6.2%). El uso asociado a sustancias ilegales no sintéticas y a drogas
médicas es todavía menor. El consumo de éxtasis combinado con alcohol si es preocupante,
dado que esta combinación puede producir lesiones cerebrales y alteraciones a la memoria en
los estudiantes que experimentan esta modalidad de consumo6. Es importante, en ese sentido,
que los programas de prevención alerten sobre este riesgo e informen a los estudiantes,
docentes y padres de familia, a efectos de reducir su incidencia en la población escolar.
Ninguna 27.5
Otras… 2.6
Tranquilizantes 1
Estimulantes 3.6
Marihuana 4.1
Energizantes 6.2
Chupetes 8.4
Cerveza 13.5
Agua 16.3
Gaseosa 22.2
0 5 10 15 20 25 30
En lo que respecta a los efectos atribuidos al éxtasis, el Gráfico 9 muestra que a la mayoría de
los estudiantes usuarios de esta sustancia les produce euforia, felicidad y ganas de divertirse
y de pasarla bien (21.2%), experimentan tranquilidad y paz interior (17.1%), sienten que tienen
sed en exceso (13.9%) y experimentan mayor autoestima o seguridad en sí mismos (8.9%). La
mayoría de estos efectos son conocidos en el éxtasis y lo novedoso, en todo caso, es que se
experimenten en el hogar o reuniones de amigos, como ya ha sido señalado anteriormente.
0 5 10 15 20 25 30
6
Manuel Daza - Losada, Marta Rodríguez - Arias, María A. Aguilar & José Miñarro. “Acquisition and reinstatement of MDMA-
induced conditioned place preference in mice pre-treated with MDMA or cocaine during adolescence”. En: Addiction
Biology 14, pp. 447 – 456, Octubre de 2,009.
43
USO DE DROGAS SINTÉTICAS DISTINTAS AL
ÉXTASIS.
El estudio indagó sobre el consumo de otras drogas sintéticas en los usuarios de éxtasis,
partiendo de la hipótesis de que el uso de este tipo de drogas no se circunscribe a una sola
sustancia. En el Gráfico 10 se observa que un porcentaje importante de usuarios de esta
sustancia reconoce haber consumido otras drogas sintéticas, destacando la ketamina o ketalar
(18.3%), el GBH (12.2%), el “cristal” o metanfetamina (9.9%) y el LSD (6.5%). Uno de cada
dos usuarios de éxtasis reconoce haber consumido otra sustancia sintética. Partiendo de esta
evidencia, puede decirse que el uso de drogas de síntesis tiende a diversificarse en el país.
Ninguna 50.7
Anfetaminas 1.4
LSD 6.5
GHB 12.2
0 10 20 30 40 50 60
POLICONSUMO DE DROGAS.
El policonsumo o uso simultáneo o secuencial de más de una sustancia, con el propósito
de maximizar sus efectos y mantener alteradas las funciones mentales, se ha extendido en
la población escolar. En el Tabla 21 se observa que el 35.2% de los estudiantes usuarios de
drogas son policonsumidores, ya sea porque consume dos drogas (14.2%) o porque usa tres o
más sustancias (21%), en simultáneo o de manera secuencial. En general, existen alrededor de
30,000 policonsumidores de sustancias ilegales en la población escolar del país.
44
INDICADORES DE CONSUMO II
45
46
INDICADORES
DE PREVENCIÓN III
47
E
n este capítulo se presentan los resultados del estudio que dan cuenta de la medición de los
indicadores de prevención del consumo de drogas, que incluye la percepción del riesgo, la
facilidad de acceso a sustancias ilegales, el ofrecimiento de drogas y la disposición favorable
a su uso. En todos los casos, se analizan el comportamiento de estos indicadores en relación al uso
de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar, a efectos de establecer su influencia
en el consumo de sustancias.
• Alrededor del 60% de los estudiantes le atribuye un “gran riesgo” al consumo frecuente
de cigarrillo y alcohol. El resto, le atribuye un “riesgo moderado” (entre el 15% y 17%) y,
en menor medida, un “riesgo leve” o “ningún riesgo”. En el caso del consumo ocasional
(“alguna vez”), la percepción de un “gran riesgo” atribuida al consumo de alcohol y tabaco es
bastante menor (entre el 10% y 16%). La mayoría le atribuye un “riesgo leve” o “moderado”
a este tipo de consumo.
• Uno de cada cuatro estudiantes no sabe o desconoce el riesgo que conlleva el uso ocasional
y frecuente de éxtasis. Algo parecido se observa en el caso de la PBC y, en menor medida,
en los casos de los inhalantes, la cocaína y la marihuana.
• Alrededor del 55% de los estudiantes le atribuye un “gran riesgo” al uso frecuente de
drogas médicas. Los demás, le atribuyen un “riesgo moderado”, “leve” o “ningún riesgo”,
cuando no desconocen el riesgo que conllevan.
• Entre el 17% y el 20% de los estudiantes no sabe o desconoce el riesgo que conlleva el uso
ocasional y frecuente de drogas médicas.
Existe una marcada tendencia a atribuir un mayor riesgo al consumo de drogas ilegales y
médicas y al uso frecuente de las distintas sustancias frente a su uso ocasional. Como se sabe,
el uso ocasional de alcohol y tabaco es más tolerado en la sociedad. La conciencia de riesgo,
sin embargo, parece haber disminuido en la población escolar, si comparamos los resultados
del estudio con los de la encuesta anterior7, lo que podría estar evidenciando que los mensaje
preventivos no están llegando adecuadamente a la población escolar.
TABLA 22: Percepción del riesgo del consumo ocasional y/o frecuente de drogas
en la población escolar de secundaria.
Percepción del riesgo
Tipo de Consumo Ningún Riesgo
No sabe Riesgo leve Gran riesgo
riesgo moderado
Drogas Legales
Fumar cigarrillos.
Alguna vez. 14.2 14.8 39.5 15.5 15.9
Frecuentemente. 11.2 6.7 6.6 15.6 59.8
Consumir alcohol.
Alguna vez. 11.0 16.9 42.3 19.2 10.6
Frecuentemente. 11.7 6.7 6.1 16.4 59.2
Hasta embriagarse. 14.5 7.0 9.0 15.0 54.5
Drogas Ilegales
Fumar marihuana.
Una o dos veces. 14.8 8.7 27.9 22.0 26.5
Alguna vez. 15.2 10.8 30.3 22.4 21.3
Frecuentemente. 14.9 4.8 4.2 11.2 64.9
Consumir cocaína.
Una o dos veces. 16.3 7.0 24.6 25.6 26.4
Alguna vez. 16.7 8.6 24.9 23.1 26.7
Frecuentemente. 17.1 4.7 4.1 9.2 64.9
Consumir PBC.
Una o dos veces. 23.6 6.1 19.7 23.0 27.6
Alguna vez. 23.8 7.4 19.6 21.4 27.9
Frecuentemente. 23.8 4.7 4.0 7.8 59.7
Aspirar inhalantes.
Alguna vez. 18.5 7.7 8.5 18.4 47.0
Frecuentemente. 20.3 7.5 3.8 6.8 61.5
Consumir éxtasis.
Una o dos veces. 25.5 6.5 18.8 21.7 27.5
Alguna vez. 25.8 7.4 18.1 20.8 27.9
Frecuentemente. 26.4 4.7 3.0 5.9 60.0
Drogas Médicas
Consumir tranquilizantes.
Alguna vez. 16.9 9.7 21.4 24.0 27.9
Frecuentemente. 16.9 7.4 6.9 13.7 55.2
Consumir estimulantes.
Alguna vez. 20.4 9.7 22.4 23.5 23.9
Frecuentemente. 20.6 7.2 5.8 12.1 54.3
7
DEVIDA. “III Estudio Nacional: Prevención y Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria 2,009”. Lima – Perú, 2011,
p. 50.
49
En el Gráfico 11 se presentan los porcentajes agrupados de los estudiantes que declaran que
desconocen el riesgo de consumir drogas o señalan que hacerlo no conlleva “ningún riesgo” o
tiene un “riesgo leve”. En él se observa que:
• Entre el 45% y el 60% de los estudiantes son vulnerables a las sustancias ilícitas y las
drogas médicas, dado el desconocimiento y el bajo o ningún riesgo que le atribuyen al
consumo ocasional de éxtasis, cocaína, PBC, marihuana, estimulantes y tranquilizantes.
Comparados con los resultados del estudio anterior8, el nivel de vulnerabilidad debido a una
baja conciencia de riesgo parece haberse incrementado, siendo necesario reforzar los mensajes
preventivos y, en general la conciencia de riesgo, en la población escolar.
0 10 20 30 40 50 60
8
Ibid., p. 51.
50
INDICADORES DE PREVENCIÓN III
• El consumo de drogas ilegales llega a ser hasta 4 veces más alto en los estudiantes que
perciben que el uso ocasional de estas sustancias no conlleva “ningún riesgo”, comparados
con aquellos que si le atribuyen un “gran riesgo”, siendo las diferencias significativas entre
ambos grupos.
• El uso de drogas ilegales llega a ser hasta 3 veces más alto en los estudiantes que señalan
que el consumo frecuente de estas sustancias no conlleva “ningún riesgo”, comparados
con los que opinan en sentido contrario, siendo las diferencias significativas.
• El consumo de drogas médicas es aproximadamente 75% más alto en los estudiantes que
declaran que el uso frecuente u ocasional de estas sustancias no acarrea “ningún riesgo”,
comparados con los que le atribuyen un “gran riesgo”, siendo las diferencias significativas
entre ambos grupos de escolares.
La percepción de un “gran riesgo”, de acuerdo con este análisis, hace que un mayor número
de estudiantes se inhiban de consumir drogas; mientras que la percepción de “ningún riesgo”
estimula su uso. Este patrón funciona mejor en los casos de las drogas ilegales y médicas;
pero no necesariamente ocurre lo mismo con las drogas legales. En este caso, una mayor o
menor conciencia de riesgo no conduce a un mayor o menor consumo de alcohol y tabaco
indefectiblemente, tal como se evidencia en el presente estudio.
TABLA 23: Prevalencia de año de sustancias legales, ilegales y médicas, según percepción del
riesgo del consumo de drogas en la población escolar
Consumo ocasional y/o frecuente de sustancias Gran riesgo Ningún riesgo
Drogas Legales
Cigarrillos frecuentemente. 24.0 19.7
Alcohol frecuentemente. 23.8 18.9
Drogas Ilegales
Marihuana alguna vez. 2.1 9.1
Marihuana frecuentemente. 2.5 8.4
Cocaína alguna vez. 2.9 7.0
Cocaína frecuentemente. 2.9 8.2
PBC alguna vez. 2.8 7.5
PBC frecuentemente. 3.0 7.9
Inhalantes alguna vez. 3.4 6.5
Inhalantes frecuentemente. 3.4 6.6
Éxtasis alguna vez. 3.0 7.6
Éxtasis frecuentemente. 3.1 7.8
Drogas Médicas
Consume tranquilizantes alguna vez. 3.0 5.3
Consume tranquilizantes frecuentemente. 3.0 5.3
Consume estimulantes alguna vez. 3.1 5.4
Consume estimulantes frecuentemente. 2.9 5.1
51
OFRECIMIENTO DE DROGAS.
El ofrecimiento de drogas es un indicador que mide el grado en que los estudiantes se
encuentran expuestos a las sustancias ilegales en su entorno inmediato, que incluye los
distintos lugares que frecuenta, además de su casa y el colegio. El 16.6% de la población
escolar, esto es 365,001 estudiantes, señalan que le han ofrecido al menos una droga ilegal
(marihuana, cocaína, PBC o éxtasis) alguna vez en su vida.
En la Tabla 24 se observa que la marihuana es la droga que más ofrecida a los escolares en
el último año y durante los últimos treinta días, seguida de la cocaína, la PBC y el éxtasis, que
registran un ofrecimiento relativamente menor. El ofrecimiento de último mes del éxtasis es
similar al de la PBC y, en general, ambas sustancias registran un patrón bastante cercano, lo
que confirma el dinamismo que ha adquirido el comercio del éxtasis en los últimos años.
Marihuana
Durante los últimos 30 días. 3.6 78,078
Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 4.4 94,073
Hace más de 1 año. 6.4 137,349
PBC
Durante los últimos 30 días. 1.2 25,625
Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 2.0 42,371
Hace más de 1 año. 3.3 71,881
Cocaína
Durante los últimos 30 días. 1.8 39,602
Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 2.6 56,849
Hace más de 1 año. 4.2 90,030
Éxtasis
Durante los últimos 30 días. 1.2 26,792
Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 1.8 39,873
Hace más de 1 año. 3.2 69,527
En el Gráfico 12, se observa que el ofrecimiento de drogas ocurre principalmente en los espacios
de diversión (fiestas, discotecas, conciertos, polladas, etc.), seguido del barrio o alrededores
de la casa y del colegio y sus alrededores. El internet u otro medio virtual también ha ganado
dinamismo como espacio de ofrecimiento de drogas.
52
INDICADORES DE PREVENCIÓN III
GRÁFICO 12: LUGAR DONDE LE OFRECIERON MARIHUANA Y OTRAS DROGAS A LOS ESTUDIANTES.
17.3
Por Internet, mail o chateando.
13
17.7
Alrededores del colegio.
15.3
17.6
En el colegio.
18.8
20.1
Alrededores de la casa o barrio.
24.7
0 5 10 15 20 25 30
• El consumo de alcohol y tabaco llega a ser hasta 3.4 veces más alto en los estudiantes que
señalan que le han ofrecido drogas ilícitas en el último mes y durante el último año que en
aquellos que declaran que nunca le han ofrecido este tipo de sustancias.
• El consumo de drogas ilícitas es 17.7 veces más alto en los estudiantes que declaran que
le han ofrecido marihuana en el último mes que entre los que señalan que nunca le han
ofrecido. Entre los que reportan que le han ofrecido marihuana “hace más de un mes, pero
menos de un año” el uso de drogas ilícitas es 9.6 veces más alto.
• El consumo de drogas ilegales es entre 8 y 10 veces más alto en los estudiantes que señalan
que le han ofrecido cocaína, PBC o éxtasis en los últimos treinta días que entre los que
declaran que nunca le han ofrecido estas sustancias. Entre los que reportan ofrecimiento
de las mismas sustancias “hace más de un mes, pero menos de un año” el consumo de
drogas ilícitas es entre 6 y 7 veces más alto.
• El consumo de drogas médicas llega a ser hasta 7 veces más alto en los estudiantes que
señalan que le han ofrecido drogas ilícitas en el último mes que entre los que declaran en
sentido contrario. Entre los que reportan ofrecimiento de drogas ilícitas “hace más de un
mes, pero menos de un año” el consumo de drogas médicas llega a ser hasta 6 veces más
alto.
Estos resultados muestran que los estudiantes que están más expuestos a la oferta de drogas
ilícitas consumen más sustancias legales, ilegales y médicas, siendo este un factor a controlar
en el marco de las acciones de prevención del uso de drogas.
53
TABLA 25: Prevalencia de año del consumo de drogas legales, ilegales y médicas, según ofrecimiento de drogas
en la población escolar
Tipo de Droga
Ofrecimiento de drogas
Marihuana Cocaína PBC Éxtasis
Drogas Legales
Durante los últimos 30 días. 63.9 55.0 46.4 50.6
Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 54.7 51.6 43.2 43.5
Hace más de 1 año. 41.7 36.6 31.1 31.6
Nunca le han ofrecido. 18.6 21.3 22.3 22.3
Drogas Ilegales
Durante los últimos 30 días. 30.2 26.4 24.6 28.2
Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 16.3 18.7 18.5 16.9
Hace más de 1 año. 7.3 8.7 9.9 10.1
Nunca le han ofrecido. 1.7 2.6 3.0 2.9
Drogas Médicas
Durante los últimos 30 días. 11.8 12.0 15.5 19.2
Hace más de 1 mes, pero menos de 1 año. 8.4 14.4 12.6 11.9
Hace más de 1 año. 5.3 7.1 6.7 7.7
Nunca le han ofrecido. 2.4 2.5 2.7 2.6
54
INDICADORES DE PREVENCIÓN III
Tipo de Droga
Facilidad de acceso
Marihuana Cocaína PBC Éxtasis
• Me sería fácil conseguir. 13.0 8.5 5.8 5.0
• Me sería difícil conseguir. 12.2 14.5 13.5 13.1
• No podría conseguir 20.3 22.7 23.5 23.8
• No sé si es fácil o difícil conseguir. 54.5 54.4 57.2 58.1
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0
• El consumo de drogas legales llega a ser hasta tres veces más alto en los estudiantes que
declaran que le sería fácil conseguir alguna sustancia ilícita que en los que opinan en un
sentido contrario.
• Los estudiantes que declaran que le sería fácil conseguir marihuana registran un consumo
de drogas ilícitas que es 7 veces más alto que los que señalan que no podrían conseguirla.
• El consumo de drogas ilegales es 5.3 veces más alto en los estudiantes que manifiestan
que le sería fácil conseguir cocaína que en los que declaran que opinan que no podrían
adquirir estas sustancias.
• Los estudiantes que declaran que le sería fácil conseguir PBC y éxtasis registran un
consumo de drogas ilegales que es 4 veces más alto que los que señalan que no podrían
conseguir estas sustancias.
• El uso de drogas médicas llega a ser hasta 3 veces más alto en los estudiantes que declaran que
le sería fácil acceder a alguna sustancia ilícita que entre los que opinan en un sentido contrario.
Los resultados evidencian que a mayor facilidad de acceso mayor es el consumo de drogas
legales, ilegales y médicas en la población escolar, siendo el impacto mayor en el consumo de
sustancias ilegales.
55
TABLA 27: Prevalencia de año del consumo de drogas legales, ilegales y médicas en los estudiantes
de secundaria, según facilidad de acceso a drogas ilegales
Acceso a Acceso a Acceso a
Respuesta Acceso a PBC
Marihuana Cocaína Éxtasis
Drogas legales
Me sería fácil. 53.6 48.3 43.5 44.8
Me sería difícil. 25.1 30.5 32.4 33.0
No podría conseguir. 17.5 20.1 22.2 22.7
No sé si es fácil o difícil. 18.0 18.9 19.7 19.6
Drogas ilegales
Me sería fácil. 14.0 13.2 12.4 12.2
Me sería difícil. 3.7 6.1 6.5 7.3
No podría conseguir. 2.0 2.5 3.1 3.2
No sé si es fácil o difícil. 1.9 2.2 2.5 2.5
Drogas médicas
Me sería fácil. 7.8 8.8 9.0 9.6
Me sería difícil. 3.1 3.9 4.4 4.6
No podría conseguir. 3.0 3.0 3.3 3.3
No sé si es fácil o difícil. 2.1 2.2 2.2 2.2
El análisis del acceso a drogas en la institución educativa confirma esta tendencia. En la Tabla
28 vemos que entre el 15% y el 17% de la población escolar –cerca de 380,000 escolares- tiene
acceso a drogas al interior o en los alrededores de su institución educativa, ya sea porque
conocen a algún compañero o saben que hay personas ajenas al colegio que traen, pasan,
compran o venden sustancias ilícitas en estos espacios, sin que se registren diferencias
significativas por sexo o por tipo de colegio.
Dentro de tu colegio ¿has visto algunos estudiantes traer, pasar, comprar o vender drogas?
En la Tabla 29 se observa que los estudiantes que tienen acceso a sustancias ilegales en su
institución educativa consumen dos veces más drogas legales que sus pares que no tienen
acceso, siendo la diferencia mayor en el caso del alcohol. El uso de drogas ilegales es entre
tres y cuatro veces más alto en los primeros que en los segundos. Algo parecido ocurre con
las sustancias médicas, cuyo consumo es entre dos y tres veces más alto entre los estudiantes
que tienen acceso a drogas en su colegio que entre los que no lo tienen. Se evidencia entonces
que a mayor acceso a drogas en la Institución Educativa, mayor consumo de sustancias legales,
56 ilegales y médicas en la población escolar, siendo el impacto mayor en el uso de drogas ilegales.
INDICADORES DE PREVENCIÓN III
TABLA 29: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar, según acceso a drogas en la
institución educativa o en sus alrededores
En la Tabla 30 se observa que el 22.6% de la población escolar, que equivale a cerca de 494,929
estudiantes, tiene una disposición favorable al consumo de drogas ilícitas: el 11.7% registra
una disposición fuerte -es decir tienen curiosidad de probar y además señalan que consumirían
si tuvieran la oportunidad de hacerlo- y el 10.8% tiene una disposición moderada.
57
TABLA 30: Disposición al consumo de drogas ilícitas en la población escolar de
secundaria
Disposición % N° de estudiantes
30
25.7
25
21.7 22.6
20 17.7
14.6
15
11.7
10 8
7.1 10.8
0
2,007 2009 2012
• El consumo de drogas legales es 2.8 veces mayor en los estudiantes que tienen disposición
a consumir sustancias ilícitas que en aquellos que no la tienen, siendo la diferencia mayor
aún en los que registran una disposición fuerte.
• No se registra consumo de sustancias ilícitas entre los que no tienen disposición y entre lo
que tienen disposición moderada. El uso de drogas ilegales, por el contrario, se concentra
entre los que registran una disposición fuerte.
58
INDICADORES DE PREVENCIÓN III
• El uso de drogas médicas es 4.8 veces más alto en los estudiantes que tienen una disposición
favorable al consumo de drogas ilegales que en los que no tienen esta disposición. La
diferencia es mayor aún en el caso de los que registran una disminución fuerte.
Existe entonces una fuerte relación entre la disposición al consumo y el uso de drogas legales,
ilegales y médicas. Tanto más fuerte es la disposición, mayor es el uso de drogas. Es probable,
sin embargo, que el consumo de drogas legales y médicas sea un factor que preceda y
condicione la disposición al uso de sustancias ilegales y no al revés, tema que necesita ser
estudiado con mayor detalle.
TABLA 31: Prevalencia de año del consumo de drogas, según disposición para consumir
drogas ilícitas en la población escolar
Prevalencia de Año
Disposición
Drogas Legales Drogas Ilegales Drogas Médicas
59
60
FACTORES ASOCIADOS
AL CONSUMO DE DROGAS IV
61
E
n este capítulo se presentan los resultados del análisis de factores asociados al consumo
de drogas en la población escolar. En esta oportunidad, el análisis de factores asociados
incluyó al bullying, el riesgo de adicción al internet y el ciberbullying. El bullying, que es una
manifestación específica de la violencia escolar, se analizó teniendo en cuenta el grado de exposición
de los estudiantes a este tipo de prácticas en sus instituciones educativas, así como bajo los roles
de víctimas o agresores. El riesgo de adicción al internet, por su parte, incluye un análisis previo del
acceso a este servicio, como base para determinar el nivel de dependencia a esta tecnología en la
población escolar. El ciberbullying se analizó en su doble dimensión de victimización y agresividad,
tomando como base el acceso a internet y a la telefonía celular por parte de los estudiantes. En
todos los casos, se analizó la relación que existía entre estos factores y el consumo de drogas,
determinándose una asociación positiva entre ambos, tal como veremos a continuación.
BASES CONCEPTUALES
El consumo de drogas es una práctica muy antigua, ligada a pautas de consumo tradicional en
las distintas sociedades, a lo largo de la historia. En el mundo moderno, sin embargo, el uso de
sustancias se vuelve masivo, abusivo y diversificado, vinculado a comportamientos de riesgo y
prácticas de exclusión y de pérdida de libertad humana que no sólo producen el deterioro de las
relaciones familiares, sino que además debilitan el vínculo social, incrementando la inseguridad y la
desconfianza en la población.
Una aproximación sociológica al problema permite esclarecer los vínculos que hay entre el uso de
drogas y los procesos de modernización e individualización en curso, los que se han intensificado
en el contexto de la globalización, y que han dado lugar a la emergencia de nuevas adicciones y
otros problemas o factores asociados al consumo de sustancias –como es el caso de la adicción
a Internet, el bullying y el ciberbullying–, que merecen ser analizados con mayor detalle en un nivel
empírico, tal como se realiza en el presente estudio.
MODERNIZACIÓN E INDIVIDUALIZACIÓN
La modernización produce cambios en los estilos de vida, que afectan el carácter social, la organización
familiar y la construcción de las identidades individuales. Un factor clave para comprender los
procesos de modernización en la sociedad actual es el fenómeno de la individualización, que se
experimenta con mayor o menor intensidad en los distintos países, a medida que se integran a la
economía global. Las instituciones claves de la sociedad moderna actual, entre las que se ubica en
9
Este autor rescata esta definición de la anomia propuesta por William Lambarde a fines del siglo XVI. Véase: Darendorf, Ralf.
”El conflicto social moderno”. Edit. Biblioteca Mondadori. Barcelona - España, 1990 (e.o., en alemán: 1988).
62
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
primer lugar el sistema educativo, están diseñadas de modo tal que inducen a la individualización de
los seres humanos, obligándolos a desarrollar su propia biografía y su vida individual. Este fenómeno
se da también al interior de la familia.
La individualización, de acuerdo con este enfoque, es una “característica estructural de una sociedad
altamente diferenciada” que, lejos de poner en peligro su integración, “más bien la hace posible”11.
El “individualismo institucionalizado”, en términos positivos, quiere decir que:
Este proceso se incrementa a medida que avanza la desintegración de las formas de vida tradicionales,
expresada en la creciente fragilización de las categorías de clase y status social, los roles de género,
la familia, el vecindario, etc. Esto implica también el colapso de las “biografías normales”, esto
es, de los marcos de referencia y modelos o roles sancionados por el Estado y promovidos por
la institución educativa. La “biografía normal”, en el contexto de la individualización, se convierte
en “biografía electiva”, en “biografía reflexiva”, en biografía “hágalo usted mismo”, que son, por
otro lado, “biografías de riesgo”, en la medida en que están permanentemente amenazadas por el
fracaso, derivado de una elección equivocada de la carrera o de una mala situación ocupacional,
combinada y agravada por la desgracia experimentada en la vida privada, ya sea como consecuencia
de una crisis familiar, un enfermedad, una hipoteca o deudas contraídas que no se pueden pagar,
etc.
10
Beck, Ulrich. “La sociedad del riesgo. Hacia una nueva modernidad”. Edit. Paidós. Barcelona - Buenos Aires – México, 1998,
p. 98.
11
Beck, Ulrich & Beck-Gernsheim, Elizabeth. „La Individualización. El individualismo institucionalizado y sus consecuencias
sociales y políticas“. Ediciones Piados Ibérica. Barcelona - España, 2003 (e. o., en ingles: 2,002), pp. 29 - 30.
12
Ibid., p. 30.
63
“La individualización -nos dice Beck- es una condición social no alcanzable por libre decisión
de los individuos”13. Los individuos no son tanto impelidos o coaccionados, pero si invitados
permanentemente a constituirse en individuos, esto es, a planificarse, entenderse, concebirse y
actuar como si fueran individuos y, en caso de fracasar, asumir la responsabilidad de su fracaso, por
no haber sabido elegir lo que querían para sí mismos. En ese sentido, se experimenta como:
“Una compulsión, aunque paradójica, a crear y modelar no sólo la propia biografía, sino
también los lazos y redes que la rodean, y hacerlo entre preferencias cambiantes y en los
sucesivas fases de la vida mientras nos vamos adaptando de manera interminable a las
condiciones del mercado laboral, al sistema educativo, al Estado de Bienestar, etcétera”14.
Las instituciones modernas, en el contexto actual, obligan de hecho a la propia auto organización y
autotematización de las biografías individuales. Los procesos de individualización, que tienen lugar
en el marco de una sociedad altamente diferenciada, exigen a las personas una activa contribución
en la configuración de sus propias biografías individuales:
En este contexto, las oportunidades, los peligros, las “incertidumbres biográficas”, que antes se
codificaban y procesaban colectivamente en la familia, clase o grupo de pertenencia, deben ahora
percibirse, procesarse, interpretarse y decidirse a nivel individual. “El fracaso -dice Beck- corre
parejo con las formas de autorresponsabilidad. Mientras que la enfermedad, la drogodependencia,
el desempleo y otras desviaciones de la norma solían considerarse golpes del destino, hoy se
pone el acento en la culpa y la responsabilidad individuales”16. Para bien o para mal, el individuo se
convierte entonces, en el marco de la individualización, en la “unidad de reproducción de lo social”
en su propio mundo vital. Surge así una “cultura de la libertad”, que acompaña permanentemente la
búsqueda de la propia individualización, aun cuando ésta muchas veces acabe en el fracaso.
“La importancia específica de la adicción -nos dice Anthony Giddens- puede ser entendida
en términos de una sociedad en la que la tradición ha sido más eliminada que nunca
anteriormente, y en la que el proyecto reflexivo del yo asume correspondientemente una
importancia especial. Donde amplias áreas de la vida de una persona ya no están conformadas
por modelos y hábitos preexistentes, el individuo se ve obligado continuamente a negociar
opciones de estilos de vida”17.
13
Ibid., p. 42.
14
Ibid., p. 42.
15
Ibid., p. 42.
16
Ibid., p. 72.
17
Giddens, Anthony. “Las Transformaciones de la Intimidad. Sexualidad, amor y erotismo en las sociedades modernas”. Edit.
64 Cátedra – Teorema. Madrid - España, 1998, p. 75.
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
Giddens señala que la adicción, en el sentido moderno del término, no tiene sentido en una cultura
tradicional, donde es normal hacer hoy lo mismo que ayer. En un contexto tradicional, donde las
personas actúan siguiendo modelos y hábitos preexistentes, nada puede ser descrito como una
adicción. La idea de adicción proviene de mediados del siglo XIX, en que precisamente se intensifican
los procesos de modernización, estando referida inicialmente a la dependencia química del alcohol
y de otras drogas, significado que se ha hecho difuso en la actualidad, paran denominar a distintos
trastornos de personalidad que registran una patología común.
“La adicción entra en juego cuando la elección, que debería estar impulsada por la
autonomía, es trastocada por la ansiedad. En la tradición el pasado estructura el presente
a través de creencias y sentimientos colectivos compartidos. El adicto también es siervo
del pasado, pero porque no puede romper con lo que al principio eran hábitos de vida
libremente elegidos”21.
La adicción es, en ese sentido, “autonomía congelada”, pérdida de libertad. Amartya Sen define el
desarrollo como una ampliación progresiva de las libertades humanas, que tiene base en la agencia
individual y en las capacidades o “funcionamientos” de las personas para ejercerlas22. La adicción
es una “incapacidad de colonizar el futuro”, de hacer realidad el proyecto de vida. Constituye, por
tanto, un obstáculo para el desarrollo y, de no prevenirse adecuadamente, puede paralizar y hasta
revertir los procesos de desarrollo.
En el contexto de la vida moderna, todo modelo de acción, patrón o hábito puede llegar a hacerse
compulsivo y convertirse en una adicción. Algunas adicciones, al inicio, pueden ser consideradas
como “estilos de vida” por un sector mayoritario de la población, antes de ser catalogadas como
tales. Eso es lo que sucedió, por ejemplo, con la anorexia y la bulimia. Las adicciones, por otro lado,
sin intercambiables entre sí. “Las adicciones son con frecuencia equivalentes funcionalmente, en
términos físicos, para el individuo. Una persona luchará para liberarse de una adicción sólo para
sucumbir a otra, y quedará aprisionada en un nuevo modelo de conducta compulsiva”23. El uso de
alcohol, por ejemplo, se asocia al consumo de marihuana y cocaína, el consumo de tabaco (y también
el alcohol) al juego, los trastornos alimenticios a las compras, el trabajo al uso de estimulantes y café
(cuando no cocaína), el sexo al consumo de cigarrillos, cocaína o éxtasis, etc.
18
Giddens, Anthony. “Un mundo desbocado. Los efectos de la globalización en nuestras vidas”. Edit. Taurus. México, D. F.,
1998, p. 23.
19
Ibid., p. 21.
20
Ibid., p. 21.
21
Ibid., p. 23.
22
Sen, Amartya. “Desarrollo y Libertad”. Edit. Planeta. Buenos Aires – Argentina, 2000.
23
Giddens, Anthony. “Las Transformaciones de la Intimidad…”. Ob. Cita., p. 74.
65
En unos casos, las adicciones sociales o “no químicas” preparan el camino para el consumo de sustancias
ilegales. En otros, el afán de logar estados anímicos deseables o la búsqueda de “autocontrol”, conduce
al uso no medicado de estimulantes o tranquilizantes, generando un patrón de dependencia que a la
larga “engancha” con el consumo drogas ilegales. La existencia de estas adicciones y los intercambios
entre ellas configuran –a decir de da Silva Rodio- la “psicopatología de la vida moderna”24.
“Existe hoy -nos dice este autor- una tendencia de las personas a endosar cada vez más sus
fuentes de autorregulación a elementos exógenos. El aumento exponencial del consumo de
ansiolíticos, somníferos y antidepresivos, así como la búsqueda de experiencias eufóricas o
extremas en el deporte de aventura, son parte de esta sintomatología. Vitalidad, descanso
y éxtasis se sustraen del sujeto y se le ofrecen luego bajo la forma de tabletas, ‘polvitos’ o
paseos de alta velocidad. El aumento explosivo del consumo de drogas ilícitas se inscribe
en esta dinámica”26.
La sociedad contemporánea entonces induce, de una u otra manera, al consumo de drogas. Las
drogas legales, ilegales y médicas cumplen una función compensatoria de la volatilización de las
fuentes de equilibrio interno. La vida moderna fragiliza al individuo, y más aún a los adolescentes y
jóvenes –que se encuentran en proceso de formación-, incrementando su padecimiento psíquico
y haciéndolos vulnerables al uso de sustancias de diverso tipo. “El lugar que ocupa las drogas en
nuestras sociedades -nos dicen Fitoussi y Rosanvallon- corresponde... a un verdadero fenómeno de
civilización. La droga, en efecto, promete la reconstitución del yo, de manera temporaria y ficticia,
es cierto, pero en todo caso durante un tiempo, aligerándolo del peso de las restricciones. Los
tranquilizantes permiten resolver la gran contradicción moderna: ser uno mismo y estar a la vez
liberado de sí mismo”27. El resultado es un incremento y diversificación de la demanda de drogas y
una creciente dependencia a estas sustancias en la población.
24
Da Silva Rodío, Fredy. “Adicciones con y sin drogas. Su prevención”. S/F. Artículo disponible en:
http://www.castalia.org.uy/docs/libros/PrevProcesosColect/11Fredy.pdf, p. 15.
25
Gilles Lipovetsky. “La era del vacío. Ensayos sobre el individualismo contemporáneo”. Edit. Anagrama. Barcelona – España,
1,992, p 219.
26
Martín Hopenhayn. “Factores de contexto en el consumo de drogas psicoactivas”. En: “La grieta de las drogas:
desintegración social y políticas públicas en América Latina”. Naciones Unidas - CEPAL. Santiago de Chile, 1,997, p. 78.
27
Fitoussi, Jean Paul & Rosanvallon, Pierre. “La nueva era de las desigualdades”. Ediciones Manantial. Bs. As. – Argentina,
66 1997, p. 47.
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
“La forma anómala en que la persona se relaciona con la droga es lo que define la adicción.
La sustancia centraliza la vida del individuo, organiza sus tiempos y acciones, su pensamiento
y sus emociones. El concepto es el de pérdida de libertad, el de sumisión a algo o a
alguien. Para algunos se origina en la palabra anglosajona “addiction”. Para otros deriva del
vocablo jurídico francés de la Edad Media, también “addiction”, utilizado para el condenado
a depender de otro (el acreedor) por deudas. Los franceses lo tomaron del latín ad-iure que
significa adherirse o someterse. De todos modos los conceptos de vasallo y señor están
desde el origen del término y forman el núcleo del concepto de la adicción”28.
La adicción a las drogas es una pérdida de libertad, expresada en una relación de sometimiento a la
sustancia, que es precedida por un deterioro gradual de las capacidades y funcionamientos en las
personas que padecen este tipo de patología. Tiene que ver con procesos de individualización mal
llevados que, lejos de hacer más autónomas e independientes a las personas, termina fragilizándolas
y socavando su capacidad para decidir por sí mismas el tipo de vida que desean llevar, hasta caer en
el abismo de la dependencia y la adicción.
A diferencia de las “nuevas adicciones” o “adicciones no químicas”, que son más recientes y no
están incluidas en el DSM - IV y el CIE - 10, la adicción a las drogas si forma parte de estos manuales
de diagnóstico publicados por la “Asociación Americana de Psiquiatría” y la Organización Mundial de
la Salud (OMS), bajo las denominaciones de “trastornos relacionados con sustancias” y “trastornos
mentales y del comportamiento debido al consumo de sustancias psicótropas”, respectivamente.
La OMS define como droga a “toda sustancia que introducida en un organismo vivo puede modificar
una o más de las funciones de este”. La dependencia, por su parte, es definida como “el estado
psíquico y a veces físico causado por la acción recíproca entre un organismo vivo y una droga, que
se caracteriza por cambios en el comportamiento y por otras reacciones que comprenden siempre
un impulso irreprimible a tomar la droga en forma continuada o periódica, a fin de experimentar
sus efectos psíquicos y a veces para evitar el malestar producido por la privación”. La adicción
a las drogas se produce en una secuencia que va desde la experimentación con la sustancia,
pasa por el uso y el abuso, hasta llegar a la dependencia, que puede ser física o psicológica. Se
trata de un proceso que, de no ser prevenido y evitado a tiempo, produce cambios fisiológicos,
comportamentales y cognoscitivos que hacen de la sustancia -cualquiera que ésta sea- la máxima
(y a veces la única) prioridad para el individuo.
28
Da Silva Rodío, Fredy. Ob. Cit., p. 13. 67
VIOLENCIA ESCOLAR, BULLYING Y CIBERBULLYING
La violencia, en su acepción más amplia, es una relación social que inaugura un proceso de
victimización, mediante la imposición abusiva de un diferencial de poder, que proviene ya sea del
status y prestigio social o de la fortaleza física o psicológica. En una relación que se expresa por
medios violentos, el vínculo social deviene en imposición, acatamiento y sumisión por parte de
la víctima29. Así, la relación entre victimario y víctima se torna unidireccional, en la que el primero
siempre gana y el segundo pierde todo el tiempo, y sólo se invierte la relación cuando la víctima
ejerce una violencia aún más abusiva contra el victimario, generándose así una escalada de violencia
que afecta al conjunto de la sociedad.
En los últimos años ha cobrado fuerza la idea de que la violencia en la escuela tiene un carácter
sistémico. La violencia sistémica, según Ross Epp, tiene que ver con prácticas o procedimientos
institucionalizados que producen un efecto adverso en los individuos o grupos, al imponerles
una carga psicológica, mental, cultural, espiritual, económica o física. En el ámbito educativo,
esta violencia se expresa a través de prácticas pedagógicas y procedimientos institucionales que
imposibilitan el aprendizaje de los alumnos, causándoles un daño en su desarrollo físico y mental30.
No se trata de actos intencionados, sino de efectos no deseados de prácticas pedagógicas y
procedimientos institucionales que, lejos de incluir, excluyen a un importante sector del alumnado,
generando la reacción violenta por parte de éstos. La violencia se convierte así en el “punto ciego”,
lo que no se ve o solo se visualiza parcialmente, en la violencia protagonizada por los estudiantes,
cuyas causas además se trasladan a la familia o a la sociedad.
Este es el contexto en el que hay que ubicar al bullying, como una práctica específica de
violencia de pares al interior de la escuela. Olweus, que es el creador del término, lo define como
“Un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y/o
agresividad física de unos niños hacia otros que se convierten, de esta forma, en víctimas
de sus compañeros. Un alumno es agredido o se convierte en víctima cuando está expuesto, de
forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios
29
Araos, Consuelo & Correa P., Verónica. “La Escuela hace la diferencia. Aproximación sociológica a la violencia escolar”.
Fundación Paz Ciudadana - Instituto de Sociología P.U.C. Santiago de Chile, 2004.
30
Ross Epp, Juanita & Watkinson, Alisa M.. “La violencia en el sistema educativo. Del daño que las escuelas causan a los
niños”. Edit. La Muralla. Madrid - España, 1999.
31
Luhmann, Niklas. “Teoría de la sociedad y Pedagogía”. Edit. Paidós Ibérica. Barcelona - España, 1996.
32
Jackson, Philipe. “La vida en las aulas”. Edit. Morata. Madrid - España, 1996.
68
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
de ellos” 33. El bullying se circunscribe a la violencia entre pares y no cualquier par, sino aquellos
que comparten una misma escuela, es decir, compañeros de colegio. La violencia entre pares
que son vecinos y pertenecen a un mismo barrio, por ejemplo, no está incluida en el concepto de
bullying, salvo que estudien en la misma escuela. El concepto de bullying, por tanto, no cubre todo
el espectro de la violencia escolar, en sus múltiples formas, y tampoco da cuenta de las distintas
formas como se manifiesta la violencia juvenil y adolescente. El bullying se circunscribe a la violencia
de pares que tiene lugar al interior de las escuelas. A ello hay que agregar la intencionalidad, la
repetición sistemática de la agresión y el desequilibrio de poder entre el agresor y la víctima, como
características distintivas de este tipo de violencia, que se desprenden de la definición de Olweus.
A diferencia del bullying, el ciberbullying o ciberacoso tiene una aplicación más difusa y no
necesariamente se circunscribe a la violencia entre pares dentro de las escuelas. Smith lo define
como un “acto agresivo e intencionado, llevado a cabo de manera repetida y constante a lo largo
del tiempo, mediante el uso de formas de contacto electrónicas por parte de un grupo o de un
individuo contra una víctima que no puede defenderse fácilmente”34. Haciendo uso de los diversos
formatos tecnológicos, los ciberacosadores (adultos o menores) realizan amenazas, vejaciones,
hostigamientos, envían imágenes o mensajes intimidantes (fotos, videos, mensajes de texto, a
través del Internet o de la telefonía móvil), con el propósito de someter, extorsionar y/o destruir a sus
víctimas, escudándose muchas veces en el anonimato35. El ciberbullying es considerado como una
nueva modalidad o subtipo del bullying, que es la forma tradicional de acoso escolar. Sin embargo,
el uso de medios electrónicos hace que este nuevo tipo de acoso tenga características distintas
y propias. Slonje y Smith señalan que el ciberbullying se diferencia del bullying en tres aspectos:
1) Las victimas de ciberbullying –en este caso escolares- no dejan de ser acosadas cuando salen
del colegio y vuelven a casa, por el contrario, el acoso continúa mientras están conectadas o
enganchadas al internet o al teléfono celular. El hogar deja de ser un refugio para las víctimas;
2) El ciberacoso puede implicar a distintas personas, incluyendo adultos y menores que no estudian
en el colegio, mientras que el bullying se circunscribe al grupo de pares al interior de la escuela,
cuya audiencia es más reducida –mayormente a nivel de aula- y más homogénea; y
3) La relación entre el agresor y su víctima trasciende las relaciones cara a cara –típica en el caso del
bullying- y el primero, que muchas veces se escuda en el anonimato, no tiene plena conciencia
del daño que le produce a su víctima, lo que incrementa su sensación de impunidad y el poder
que tiene sobre ella, cuyo potencial de indefensión también aumenta36.
A ello hay que agregar que en el ciberbullying la fuerza física y el tamaño de las personas dejan de
ser importantes y pasan a un segundo plano. El acosador no necesariamente tiene que ser más
fuerte ni más grande que su víctima. El ciberbullying es principalmente un acoso psicológico que
opera a través de la violencia verbal y escrita y por medio de la violencia de las imágenes, sin que
el acosador sea necesariamente un personaje marginal o “problemático” dentro o fuera del aula37.
33
Olweus, D. “Bullying at scholl. What we know and what we can do”. Oxford U.K., Blackwell, 1993 (Existe versión en
español: “Conductas de acoso y amenaza entre escolares”. Edit. Morata. Madrid - España, 1998).
34
Smith, KP. “Ciberacoso: Naturaleza y extensión de un nuevo tipo de acoso dentro y fuera de la escuela”. Paper presentado
al Congreso Educación Palma de Mallorca, 2006, p. 2.
35
Félix - Mateo, Vicente; Soriano – Ferrer, Manuel; Godoy - Mesas, Cármen & Sancho - Vicente, Sonia. “El ciberacoso en la
enseñanza obligatoria”. En: Aula Abierta. Vol. 38, N° 1, Universidad de Oviedo, 2010, p. 47 y 48.
36
Slonje, R. & Smith, KP. “Ciberbullying: Another main type of bullying”. En: Scandinavian Journal of Psychology. N° 49, 2008.
37
Del Río Pérez, Jorge; Bringué, Xavier; Sádaba, Charo; González González, Diana. “Cyberbullying: un análisis comparativo en
estudiantes de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Venezuela”. En: Generació digital: oportunitats i riscos dels
públics. La transformació dels usos comunicatius. Paper presentado al V Congrés Internacional Comunicació i Realitat, 2009.
69
Lo que tienen en común el ciberbullying y el bullying es que en ambos comparten la intencionalidad
de la agresión, la repetición sistemática del acoso y el desequilibrio de poder entre el agresor y la
víctima. Se trata, sin embargo, de distintos tipos de violencia. El bullying es una forma de acoso
tradicional que opera en el ámbito de la escuela. En rigor, es una forma de violencia escolar. El
ciberbullying, por el contrario, es un nuevo tipo de acoso que opera en el ámbito de las tecnologías
de la información y comunicación (TICs). Ambos tipos de acoso están relacionados, pero uno no
depende del otro. Hay ciberbullying entre escolares, pero también en la población adulta, sin pasar
por la escuela. No ocurre lo mismo con el bullying, que es un fenómeno netamente escolar.
El estudio partió de la hipótesis de que existe una relación problemática entre estos tipos de acoso
y el consumo de drogas en la población escolar. Se trata de fenómenos interdependientes, que se
retroalimentan mutuamente: a mayor bullying o ciberbullying, mayor uso de drogas en la población
escolar. Y viceversa: el consumo de drogas incrementa los niveles de bullying y ciberbullying entre
los escolares. Los resultados del estudio, que incluyen la medición de la incidencia de estas prácticas
de acoso en la población escolar, permiten contrastar esta hipótesis.
LA ADICCIÓN A INTERNET
Volviendo al problema de las adicciones, el estudio abordó el tema del acceso y uso de internet en
la población escolar y los problemas de abuso y dependencia que genera, asociado al uso de drogas
legales, ilegales y médicas. La difusión de las nuevas tecnologías de la información y comunicación
ha generado un entorno tecnológico al que no es posible sustraerse y cuyo acceso es problemático
para la población en general y, en particular, para los adolescentes, debido a los riesgos que conlleva.
Si el siglo anterior, entre otras cosas, produjo el auge de las drogas químicas, hecho que se mantiene
y se diversifica con las denominadas drogas de diseño, el nuevo siglo ha traído consigo un conjunto
de nuevas adicciones, entre las que destaca el Síndrome de Adicción al Internet (IAD, por sus siglas
en inglés: Internet Adictive Disorder).
Actualmente no hay consenso sobre la existencia de este problema. Algunos autores señalan que
esta patología no existe y que se confunde el uso excesivo con la adicción. Se reconoce, sin embargo,
que hay un uso en exceso de la red y que éste es problemático, aunque no necesariamente adictivo38.
Entre los que sí reconocen que hay un problema o patología en el uso excesivo de Internet,
tampoco se ponen de acuerdo en su denominación. Además de “adicción al Internet”, se habla
de “uso patológico de Internet”, “trastorno adictivo a la Internet”, “uso compulsivo de Internet”,
“uso excesivo de Internet”, “uso problemático de Internet”, entre otros39. También se usan términos
como “ciberadicción”, “dependencia al Internet” y “uso obsesivo de Internet”, para aludir al mismo
problema. La adicción al internet, al igual que las adicciones psicológicas o no químicas, no está
incluida en el DSM - IV, el manual de diagnóstico de desórdenes mentales editado por la Asociación
Americana de Psiquiatría (1994), en el que el término adicción se reserva para los trastornos
producidos por el abuso de sustancias psicoactivas. Algunos autores han planteado incluirlo en
el DSM V, como parte de un trastorno compulsivo-impulsivo, propuesta que se viene discutiendo
actualmente, pero sin que haya un consenso al respecto40. La Organización Mundial de la Salud
tampoco reconoce la existencia de este tipo de patología.
38
Matute, Helena. “Adaptarse al Internet. Mitos y realidades sobre los aspectos psicológicos de la red”. Ediciones Casa de la
Ciencia. La Coruña – España, 2003.
39
Chih-Hung Ko; Ju-Yu Yen; Sue-Huei Chen; Ming-Jen Yan; Huang-Chi Lin & Cheng-Fang Yen. “Proposed diagnostic criteria
and the screening and diagnosing tool of Internet addiction in college students”. En: Comprehensive psychiatry 50, 2009,
pp. 378 – 384.
40
Block, Jerald J. “Issues for DSM V: Internet Adicction”. Edit. Am J. Psychiatry, 2008.
70
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
Sin embargo, desde mediados de los noventa se viene discutiendo y realizando estudios sobre este
tema en distintos países. Goldberg fue el primero que hablo del Síndrome de Adicción al Internet
(Internet Adictive Disorder), en 199541. En la misma época, Kimberly Young, otra pionera en el tema,
definió la “adicción a Internet” como “un deterioro en el control de su uso que se manifiesta como un
conjunto de síntomas cognitivos, conductuales y fisiológicos. Es decir, la persona ‘netdependiente’
realiza un uso excesivo de Internet lo que le genera una distorsión de sus objetivos personales,
familiares o profesionales”42. Tomando como base los criterios de diagnóstico del DSM - IV para
juegos patológicos43, esta autora propuso ocho criterios para el diagnóstico del IAD:
La presencia de cinco o más de estos criterios permiten, de acuerdo con Young, diagnosticar como
adictos al Internet a las personas que los padecen. Griffiths posteriormente propuso el concepto de
“adicciones tecnológicas”, para aludir con ello a las adicciones no químicas que surgen de la relación
hombre – máquina. Estas pueden ser pasivas (la televisión) o activas (juegos de ordenador, Internet,
etc.)44. Asimismo, precisó el concepto de adicción, para referirlo a cualquier comportamiento que
cumpla con los criterios de silencia (la actividad se convierte en lo más importante para el individuo
y domina sus pensamientos, sentimiento y conducta), modificación del humor (experiencia
subjetiva resultante de la actividad realizada), tolerancia (el sujeto necesita incrementar su actividad
para lograr el mismo efecto antes experimentado), síndrome de abstinencia (estado emocional
desagradable y efectos físicos que ocurren cuando la actividad es interrumpida o reducida), conflicto
(interpersonales, sociales, laborales, intrapsíquicos, etc.) y recaída (tendencia a volver a patrones
tempranos de la actividad después de una aparente recuperación)45. La adicción al Internet, según
este autor, debería diagnosticarse aplicando estos criterios, que además son válidos para todas las
adicciones tecnológicas y las adicciones no químicas en general.
41
Goldberg, I. “Internet Addictive Disorder (IAD) Diagnostic Criteria”. Psycom.net, 1995. Disponible en:
http://www.psycom.net/iadcriteria.html.
42
Young, Kimberly. “Internet Addiction: The emergence of a new clinical disorder”. En: CiberPsychology and Beahovoir, Vol.
1, N° 3, 1996, pp. 237 - 244.
43
Young utilizó inicialmente los criterios de diagnóstico para la dependencia de sustancias del DSM IV, considerando ”adicto
a Internet” a las personas que respondían positivamente a 3 de los 7 criterios propuestos. Luego, cambio estos criterios
por los de juego patológico, desarrollando un cuestionario en base a los 8 items propuestos. Véase: Luengo López, A.
”Adicción a Internet: conceptualización y propuesta de intervención”. En: Revista Profesional Española de Terapia Cognitiva
– Conductual, N° 2, 2004.
44
Griffiths, M. D. “Tecnologial Addictions: Looking to the future”. Paper presentado en la 105 Annual Convention of The
American Psychological Association. Chicago – Ilinois, 1997.
45
Griffiths, M. D. “Tecnologial Addictions: does it really exist?”. En: Gackenbach, j (Edit.). “Psychology and the Internet:
intrapersonal, interpersonal and transpersonal implications”. Academic Press. New York – EE.UU., 1998.
71
causa marcadas dificultades sociales, ocupacionales, financieras y de consumo de tiempo (2) y no
se presentan solamente dentro de un episodio de manía o hipomanía (3), sino que es permanente46.
Este concepto cuenta con un mayor consenso en la actualidad. La propia Young considera que tiene
una “aproximación más comprensiva” al diagnóstico de la adicción a la Internet47, por lo que se
recomienda su uso, tanto a nivel clínico como en estudios poblacionales.
En nuestro país se han realizado algunas investigaciones sobre esta problemática que vale la pena
reseñar. Cruzado (y colaboradores) hicieron un estudio en pacientes hospitalizados con diagnóstico
de “adicción a internet”, en el Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado – Hideyo Noguchi,
con el objetivo de conocer sus características clínicas y epidemiológicas, concluyendo que estos
pacientes se caracterizan por su corta edad (18.3 años de edad promedio), la mayoría se inició en
el uso de Internet cuando menos dos años antes de su hospitalización (83.3%), elevado tiempo de
uso diario de Internet (el 50% se conectaba más de 6 horas diarias), uso predominante de juegos
en red (90%), alta frecuencia de rasgos y conductas antisociales (40%), antecedentes de disfunción
familiar (80%), baja autoestima y una importante comorbilidad de cuadros de depresión y uso de
sustancias, además del deterioro personal, académico y de sus relaciones familiares48. La adicción a
Internet, según este estudio, es un problema que afecta principalmente a los jóvenes y adolescentes
y mantiene una estrecha relación con el uso de sustancias.
Estos antecedentes sirvieron de base para el estudio, que se propuso conocer el nivel de acceso a
internet en la población escolar y el riesgo de adicción a que está expuesta, partiendo de la hipótesis
de que existe una relación problemática entre el uso y abuso de internet y el consumo de drogas
en los estudiantes de secundaria. Ambos fenómenos son interdependiente y se retroalimentan
positivamente: a mayor uso y riesgo de adicción a Internet, mayor consumo de drogas en la
población escolar. Y viceversa: el uso de drogas incrementa el riesgo de adicción a Internet entre
los escolares. El análisis realizado permitió corroborar esta hipótesis.
Este es el marco en el que se recomienda leer los resultados de este capítulo, que da cuenta de
la situación del consumo de drogas y de los factores asociados –bullying, ciberbullying y riesgo
de adicción a Internet- que incrementan la vulnerabilidad y el uso de sustancias en la población
escolar del país.
46
Shapira, Nathan A; Lessig, M.C.; Goldsmith, T.D.; Szabo, S.T.; Lazoritz, M. & Gold MS, Stein DJ. “Problematic internet use:
proposed classification and diagnostic criteria”. Depress Anxiety, 17(4), 2003, pp. 207 - 216.
47
Young, Kimberly. “Internet Addiction: Diagnosis and treatment considerations”. En: Journal of Contemporary Psychotherapy,
Vol. 39, Issue 4, 2009, pp. 241 - 246.
48
Cruzado Díaz, Lizardo; Matos Rteamozo, Luis & Kendall Folmer, Rommy. “Adicción a Internet: Perfil clínico y epidemiológico de
pacientes hospitalizados en un instituto Nacional de Salud Mental”. En: Revista Médica Herediana, 17 (4), 2006, pp. 196 – 205.
49
Lam-Figueroa, Nelly; Contreras-Pulache, Hans; Mori-Quispe, Elizabeth; Nizama-Valladolid, Martín; Gutiérrez, César;
Hinostroza-Camposano, Williams; Torrejón Reyes, Erasmo; Hinostroza-Camposano, Richard; Coaquira-Condori, Elizabeth
& Hinostroza-Camposano, Willy David. “Adicción a Internet: Desarrollo y validación de un instrumento en escolares
72 adolescentes de Lima, Perú”. En: Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública. 28 (3), 2011, pp. 462 – 469.
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
50
Olweus, D., Ob. Cit.
51
Trautmann M., Alberto. “Maltrato entre pares o ‘bullying’. Una visión actual”. Revista Chilena de Pediatría. Volumen 79,
Número 1, 2008.
52
Varela, Jorge; Ferren G., Diego & Tijmes I., Cecilia. “Violencia escolar en educación básica: Evaluación de un instrumento
para su medición”. Fundación Paz Ciudadana. Santiago de Chile, 2010.
53
DEVIDA – ONUDD - CTB. “II Estudio Nacional: Prevención y consumo de drogas en estudiantes de secundaria – 2007”.
Lima - Perú, 2009.
73
CUADRO 1 DIMENSIONES DEL BULLYING
Agresión física /
Violencia Amenazas con armas ¿Has sabido de algún compañero tuyo al que le hayan roto o dañado algo
física. / Robos / Roturas y/o suyo a propósito? (por ejemplo que le hayan rayado el cuaderno o le rompan la
ocultamiento de cosas. mochila, etc.)
¿Has visto alumnos con armas dentro del colegio? (cuchillo, pistola, etc.)
Violencia Insultos / Burlas / ¿Has visto a un alumno burlándose de otro por alguna característica física
verbal. Apodos. o por su forma de ser, por ejemplo, poniéndole sobrenombres ofensivos o
humillándolo? (puede ser por su peso, su color de piel, la música que escucha,
su forma de hablar, o cualquier otra razón)
No dejan participar / ¿Has visto a un alumno que quiere participar de una actividad o juego pero no
Exclusión
ignorar o discriminar a puede porque los otros compañeros no lo dejan? (por ejemplo jugar a la pelota
social.
un compañero o cualquier juego)
Acoso o agresión
Violencia ¿Has visto a uno o varios compañeros acosando o agrediendo sexualmente a
sexual, individual o en
sexual. otro compañero?
grupo
La Escala de Exposición al Bullying (EEB) estuvo compuesta por los 11 ítems descritos en el
cuadro anterior, teniendo como delimitación temporal el último año. A la respuesta positiva a
cada una de las preguntas se le otorgó 1 punto y 0 puntos a las respuestas negativas, con lo
que el puntaje de la escala osciló entre 0 y 11 puntos. En el análisis, los puntajes registrados se
agruparon en tres niveles de exposición al bullying, cuyos resultados se describen en la Tabla
32. En ella se observa que el 79.4% de la población escolar –esto es 1’665,745 alumnos- registra
un nivel medio (34.3%) y alto (45.1%) de exposición al bullying en sus instituciones educativas.
Los estudiantes varones y de escuelas privadas registran una mayor exposición al bullying que
sus pares mujeres y de colegios públicos. El valor del Alfa de Cronbach que reportó la EEB es
de 0.875, lo que evidencia una alta confiabilidad.
TABLA 32: Escala de exposición al bullying en la escuela, según sexo y tipo de colegio
(0 – 2: Nivel bajo / 3 - 6: Nivel Medio / 7 - 11: Nivel alto)
74
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
TABLA 34: Escala de victimización por bullying, según sexo y tipo de colegio
(0 – 2: Nivel bajo / 3 - 6: Nivel Medio / 7 - 10: Nivel alto)
TABLA 35: Escala de victimización por bullying, según problema de discapacidad o enfermedad
Presenta alguna
Nivel de No discapacidad o
Usa Dificultad Problema de Otros
victimización por escucha Cojea enfermedad Total
lentes para hablar aprendizaje problemas
bullying bien
Sí No
Bajo 60.8 49.9 53.0 49.3 49.2 54.4 55.6 64.1 61.3
Medio 29.6 32.2 18.2 33.3 33.1 33.0 31.5 25.7 27.6
Alto 9.6 17.9 28.8 17.4 17.7 12.6 12.9 10.2 11.1
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
Los estudiantes de raza negra y de origen indígena son los más afectados por el bullying en
sus escuelas, entre los distintos grupos étnicos y raciales (Tabla 36). Por región natural, los
estudiantes de la sierra o de origen serrano reportan una mayor victimización por bullying que los
de origen costeño o selvático. Lo mismo ocurre con los estudiantes de provincias, que registran
un nivel de victimización por bullying significativamente más alto que sus pares limeños.
76
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
TABLA 38: Escala de agresividad a través del bullying, según sexo y tipo de colegio
(0 – 2: Nivel bajo / 3 - 6: Nivel Medio / 7 - 10: Nivel alto)
Los estudiantes que presentan alguna discapacidad o enfermedad registran una mayor
agresividad que los que no tienen este tipo de problemas (Tabla 39). Los alumnos con problemas
de cojera registran el nivel más alto de agresividad, aunque menor que el nivel de victimización
reportado anteriormente. Los estudiantes que tienen problemas de aprendizaje o dificultades
para ver, hablar y escuchar, registran un nivel medio y alto de agresividad que se ubica por
encima del promedio general. En general, poco más de un tercio de los estudiantes afectados
por alguna discapacidad registra un nivel medio o alto de agresividad.
77
TABLA 39: Escala de agresividad a través del bullying, según problema de discapacidad o enfermedad
Nivel de Presenta alguna
No discapacidad o
agresividad Usa Dificultad Problema de Otros
escucha Cojea enfermedad Total
a través del lentes para hablar aprendizaje problemas
bien
bullying Sí No
Bajo 67.0 63.1 57.8 62.7 60.1 63.6 64.1 69.7 67.8
Medio 25.2 25.1 20.5 25.0 26.7 26.2 25.7 22.5 23.6
Alto 7.9 11.9 21.7 12.3 13.2 10.1 10.1 7.8 8.6
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
En la Tabla 40 vemos que los estudiantes de raza negra y de origen extranjero son los que
registran un mayor nivel de agresividad, entre los distintos grupos étnicos y raciales. Si juntamos
los niveles medio y alto de agresividad, los estudiantes de origen indígena registran una menor
violencia que sus pares de otros grupos étnicos y raciales. Lo mismo ocurre con los estudiantes
de origen serrano y selvático, comparados con los de origen costeño; no obstante que los
primeros reportan un nivel alto de agresividad ligeramente mayor. Los estudiantes de origen
provinciano, por su parte, registran un mayor nivel de agresividad que sus pares de origen
limeño, independientemente del lugar en el que residen.
TABLA 40: Escala de agresividad a través del bullying, según grupo de origen
Nivel de agresividad a través del bullying
Grupo de origen Total
Bajo Medio Alto
Raza o Etnia
Blanco
63.1 25.7 11.1 100.0
Indígena
66.7 21.5 11.8 100.0
Raza negra
58.2 26.6 15.2 100.0
Asiático
65.6 26.0 8.4 100.0
Mestizo
65.4 26.3 8.3 100.0
Extranjero
60.2 24.6 15.2 100.0
Región Natural
Persona de la costa
67.4 24.4 8.2 100.0
Persona de la sierra
69.6 21.0 9.4 100.0
Persona de la selva
71.5 19.1 9.3 100.0
Área Geográfica
Limeño
67.0 26.5 6.5 100.0
Provinciano
65.0 24.2 10.7 100.0
TOTAL 67.8 23.6 8.6 100.0
En la Tabla 41 vemos que a mayor nivel de agresividad a través del bullying, mayor es el uso
de drogas legales, ilegales y médicas en la población escolar. Existe una relación positiva entre
ambas variables. Los estudiantes que registran un nivel de agresividad medio y alto tienen
niveles de consumo que se ubican por encima del promedio nacional en la mayoría de las
drogas analizadas, siendo las diferencias significativas con los que registran un bajo nivel de
agresividad, cuyo nivel de consumo se ubica por debajo del promedio.
TABLA 41: Prevalencia de año del consumo de drogas, según escala de agresividad a través del bullying
Nivel de agresividad a través del bullying
Tipo de droga Total
Bajo Medio Alto
Drogas Legales 18.0 32.9 37.7 23.3
Alcohol 15.1 28.0 31.5 19.7
Tabaco 8.9 18.7 25.5 12.8
Drogas Ilegales 2.2 5.0 10.9 3.8
Marihuana 1.2 3.0 6.7 2.2
Cocaína 0.4 1.0 3.9 0.9
PBC. 0.5 0.7 4.1 0.9
Éxtasis 0.5 0.8 4.6 1.0
Inhalantes 0.7 1.6 4.0 1.2
Drogas Médicas 2.4 3.5 7.7 3.2
Tranquilizantes 1.7 2.6 5.7 2.3
Estimulantes 1.1 1.5 4.3 1.5
78
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
Se desprende del análisis realizado que el bullying incrementa el consumo de drogas en los
adolescentes. Cuanto más expuestos e implicados están los estudiantes en este tipo de
prácticas en sus instituciones educativas, mayor es el uso de drogas legales, ilegales y médicas
que registran. La victimización y agresividad a través del bullying presentan la misma tendencia,
con lo que se confirma la hipótesis de que existe una relación positiva entre el bullying y el
consumo de drogas en la población escolar.
En la Tabla 43 vemos que la mayor parte de los estudiantes que tienen acceso a Internet hacen
uso de esta tecnología desde sus viviendas y en cabinas públicas. Los estudiantes de colegios
privados acceden más desde sus casas; mientras que sus pares de colegios públicos lo hacen
mayormente a través de cabinas públicas. Las mujeres acceden a Internet más que los hombres
desde sus casas. Estos últimos, por el contrario, registran un mayor acceso que las primeras
a través de cabinas públicas, sin que las diferencias sean significativas. El acceso y uso de
internet desde las instituciones educativas es todavía minoritario.
TABLA 43: Lugar de uso de internet en la población escolar que tiene acceso a este servicio.
Sexo Tipo de Colegio N° de
Lugar de uso Total
Hombre Mujer Público Privado estudiantes
Entre los estudiantes que tienen acceso a Internet, uno de cada cuatro (27%) se conecta desde
sus habitaciones y el 36% también lo hace desde su casa, pero fuera de sus habitaciones (Tabla
44). El acceso domiciliario y desde la habitación personal es significativamente más alto entre
los estudiantes de colegios privados que entre sus pares de escuelas públicas. Los varones
registran un mayor acceso que las mujeres desde la habitación personal, siendo las diferencias
por sexo poco significativas.
79
TABLA 44: Acceso a internet en casa
En la Tabla 45 se observa que la mayoría de los estudiantes con acceso a internet se conecta
todas las semanas (73%) y cuatro de cada diez (40.1%) lo hace todos los días o casi todos los
días. Los estudiantes de colegios privados registran una mayor frecuencia de conexión que
sus pares de escuelas públicas, siendo las diferencias significativas. Los varones registran una
frecuencia de conexión ligeramente más alta que las mujeres, sin que las diferencias por sexo
sean significativas.
La mayoría de los estudiantes entra al Internet para buscar información y realizar sus tareas del
colegio y, al mismo tiempo hace uso de las redes sociales (Facebook, Twiter, Hi5, etc.) (Tabla 46).
Los estudiantes de los colegios privados acceden más a las redes sociales que sus pares de
escuelas públicas, siendo las diferencias significativas. Las mujeres buscan más información y
también hacen un mayor uso de las redes sociales que sus pares varones. El chateo, el uso del
YouTube, bajar programas, publicar escritos, fotos y videos y los juegos en línea son actividades
que registran igualmente una alta prevalencia. Las mujeres y los estudiantes de colegios privados
chatean más que sus pares varones y alumnos de escuelas públicas. Lo mismo ocurre con el
uso del YouTube, bajar programas y la publicación de escritos, fotos y videos. En los juegos en
línea, los hombres registran una mayor actividad que las mujeres; pero, al igual que en los casos
anteriores, los estudiantes de colegios privados aventajan a sus pares de escuelas públicas.
Sólo dos de cada diez estudiantes que tiene acceso a Internet hace uso del correo electrónico,
sin que haya diferencias significativas por sexo o tipo de colegio.
80
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
Uso del correo electrónico 20.5 20.0 19.7 21.1 20.3 241,295
Uso del Facebook, Twiter, Hi5 u otra
60.7 64.9 56.9 72.6 63.0 749,556
red social
Chatear 31.6 36.8 30.0 41.2 34.3 408,813
• El 11.9% de los estudiantes que tienen acceso a internet declaran que al menos una vez
le han ofrecido drogas ilegales por este medio, y el 2.6% señala que este ofrecimiento se
da siempre o casi siempre. Los varones y los estudiantes de colegios públicos registran
reportan un mayor ofrecimiento que sus parea mujeres y de escuelas privadas;
• El 45.9% de los estudiantes señala que al menos una vez ha hecho amistad con personas
mayores a través de la red. El 9% manifiesta que hace este tipo de amistades siempre o casi
siempre, y el 24.1% declara que lo ha hecho algunas veces. Los varones y los estudiantes
de colegios privados hacen amistades con personas mayores con más frecuencia que su
pares mujeres y de escuelas públicas;
• Uno de cada cuatro estudiantes (24.3%) que tiene acceso al internet al menos una vez
ha iniciado un romance o relación con una persona que conoció por este medio. El 4.4%
manifiesta que lo hace siempre o casi siempre, y el 8.3% señala que a veces. Los varones
reportan más este tipo de experiencias que sus pares mujeres. Además, por tipo de colegio
no se registran diferencias significativas;
• Al 13.4% de los estudiantes que tienen acceso a Internet le han propuesto al menos una
vez tener relaciones sexuales con otra persona que conoció por este medio. El 2.9% señala
que siempre o casi siempre se lo proponen, y el 4.6% manifiesta que le ha ocurrido algunas
veces. Los varones y los estudiantes de colegios públicos reportan este tipo de situaciones
con más frecuencia que sus pares mujeres y de escuelas privadas;
• El 8.5% de los estudiantes que tienen acceso a Internet reconoce que al menos una vez
ha tenido cibersexo con otra persona que conoció por este medio. El 2.4% señala que
siempre o casi siempre tiene cibersexo, y el 2.8% reconoce haberlo tenido algunas veces.
Los varones y los estudiantes de colegios públicos son más propensos a tener este tipo de
prácticas que sus pares mujeres y de escuelas privadas;
• El 8.6% de los estudiantes que tienen acceso a Internet ha tenido relaciones sexuales con
otra persona que conoció por este medio. El 2.8% manifiesta que tiene relaciones sexuales
siempre o casi siempre, y otro porcentaje similar (2.8%) declara que las ha tenido algunas
veces. Los varones y los estudiantes de instituciones educativas públicas son más proclives
a tener este tipo de prácticas sexuales que sus pares mujeres y de colegios privadas;
82
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
Una vez definido el acceso y uso del Internet, se procedió a medir el Riesgo de Adicción al
Internet (RAI), tomando como base la Escala de Adicción a Internet de Lima (EAIL), propuesta por
Lam- Figueroa (y colaboradores)54. Como podemos apreciar en el Cuadro 2 se utilizaron los 11
ítems de esta escala, a los que se añadieron dos nuevos ítems, tomados de los criterios clínicos
de corroboración del propio documento fuente y del Test de Echeburúa55, con el propósito de
reforzar la Dimensión II de disfuncionalidad de la escala y balancear mejor su composición
interna. Asimismo, se utilizó como criterio de imputación de una probable adicción o riesgo
de adicción a Internet la respuesta positiva al menos a 5 de los ítems propuestos, siguiendo el
criterio de diagnóstico establecido por Young56, con lo que se obtuvo un nuevo instrumento, la
Escala de Adicción al Internet – EAI, utilizada en el presente estudio.
54
Lam-Figueroa, Nelly; Contreras-Pulache, Hans; Mori-Quispe, Elizabeth; Nizama-Valladolid, Martín; Gutiérrez, César;
Hinostroza-Camposano, Williams; Torrejón Reyes, Erasmo; Hinostroza-Camposano, Richard; Coaquira-Condori, Elizabeth
& Hinostroza-Camposano, Willy David. “Adicción a Internet: Desarrollo y validación de un instrumento en escolares
adolescentes de Lima, Perú”. Ob. Cit.
55
Echeburúa, E. “¿Adicciones sin drogas? Las nuevas adicciones: juego, sexo, comida, compras, trabajo, internet”. Bilbao:
Desclee de Brower, 1999.
56
Young, Kimberly. “Internet Addiction: The emergence of a new clinical disorder”. Ob. Cit.
83
CUADRO 2: Dimensiones de la adicción al internet
TABLA 49: Escala de adicción al internet – eai, según sexo y tipo de colegio
(Adolescentes con riesgo de adicción = 5 o más respuestas positivas a la EAIL)
Sexo Tipo de Colegio N° de
Nivel de riesgo Total
Hombre Mujer Público Privado estudiantes
Con riesgo de adicción. 24.7 22.6 24.2 22.8 23.6 259,440
Sin riesgo de adicción. 75.3 77.4 75.8 77.2 76.4 839,506
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 1’098,945
• Los estudiantes que no tienen acceso ni uso de Internet registran prevalencias de consumo
de drogas que se ubican por debajo del promedio nacional y que son significativamente
más bajas que las que registran los escolares que si tienen acceso y que presentan riesgo
de adicción al Internet.
• Los estudiantes que tienen acceso a la red pero no registran riesgo de adicción, reportan
prevalencias de consumo de sustancias legales cercanas al promedio nacional o por encima
57
El número podría llegar a 314,875 estudiantes si consideramos que el total de escolares con acceso a Internet es de
1’334,216 alumnos y, de este total, sólo el 82.4% respondió a todos los ítems de la EAI.
84
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
del mismo, pero que en general son significativamente más bajas que las que registran los
estudiantes con riesgo de adicción al Internet.
TABLA 50: Prevalencia de año de consumo de drogas, según la escala de adicción al internet – EAI
Con acceso a internet
Sin acceso ni uso
Tipo de droga Sin riesgo de Con riesgo de Total
de internet
adicción adicción
Drogas Legales 15.8 27.8 34.9 23.3
Alcohol 12.2 24.6 29.6 19.7
Tabaco 9.4 13.9 20.5 12.8
Drogas Ilegales 2.4 3.7 8.1 3.8
Marihuana 1.2 2.3 4.5 2.2
Cocaína 0.5 0.9 2.0 0.9
PBC 0.7 0.7 2.0 0.9
Éxtasis 0.6 0.8 2.6 1.0
Inhalantes 0.6 1.1 3.2 1.2
Drogas Médicas 2.2 3.2 6.1 3.2
Tranquilizantes 1.5 2.2 4.7 2.3
Estimulantes 1.1 1.4 3.1 1.5
Se confirma entonces que a mayor uso y abuso de Internet, mayor consumo de sustancias en
la población escolar.
2) Han colgado fotos o videos donde aparece el estudiante, con imágenes desagradables o que
revelan secretos o detalles personales, con el fin de avergonzarlo o ponerle en ridículo; y
3) Le han enviado mensajes al correo electrónico o al Facebook u otra página de Internet para
amenazarlo o chantajearlo.
La respuesta positiva al menos a una de las preguntas que se formularon en torno a estas
situaciones se utilizó como criterio de imputación para la victimización por ciberbullying. En la
Tabla 51 vemos que el 29.8% de los escolares que registran acceso a Internet –alrededor de
350,000 estudiantes- han sido víctimas de ciberbullying a través de la red durante el último año.
No existen diferencias significativas por sexo o tipo de colegio. El valor del Alfa de Cronbach
que registró el instrumento de medición es de 0.758, lo que da cuenta de una confiabilidad
moderada – alta. 85
TABLA 51: Victimización por ciberbullying en internet, según sexo y tipo de colegio
Victimización por Sexo Tipo de Colegio N° de
Total
ciberbullying Hombre Mujer Público Privado estudiantes
Sí 30.4 29.3 29.9 29.7 29.8 349,183
En la Tabla 52 se observa que el consumo drogas legales, ilegales y médicas crece de un modo
significativo con el acceso a Internet y es significativamente más alto entre los estudiantes que
han sido víctimas de ciberbullying que entre los que no registran este antecedente en la red y
los que no tienen acceso al ciberespacio. Las prevalencias de consumo de drogas entre los que
han sido víctimas de ciberbullying son asimismo significativamente más altas que el promedio
nacional registrado en todas las sustancias.
TABLA 52: Prevalencia de año del consumo de drogas, según victimización por ciberbullying en internet
El 45.3% de los estudiantes, según declaración propia, cuenta con teléfono móvil o celular.
A esta población se le pregunto si en el último año habían sido víctimas de las siguientes
situaciones a través del celular:
86
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
TABLA 53: Victimización por ciberbullying a través del celular, según sexo y tipo de colegio
TABLA 54: Prevalencia de año del consumo de drogas, según victimización por ciberbullying a través del celular
Con acceso a celular
Sin acceso ni uso de No han sido
Tipo de droga Si han sido víctimas Total
celular víctimas de
de ciberbullying
ciberbullying
Drogas legales 17.3 27.5 41.3 23.3
Alcohol 13.7 24.2 36.0 19.7
Tabaco 9.8 13.9 25.0 12.8
Drogas ilegales 2.6 3.5 11.3 3.8
Marihuana 1.4 2.1 6.9 2.2
Cocaína 0.5 0.7 4.1 0.9
PBC 0.6 0.6 4.3 0.9
Éxtasis 0.6 0.5 5.1 1.0
Inhalantes 0.8 1.1 4.1 1.2
Drogas médicas 2.3 2.7 9.6 3.2
Tranquilizantes 1.7 1.9 7.0 2.3
Estimulantes 1.1 1.2 4.7 1.5
1) Han hackeado o cambiado le clave del correo electrónico de uno o más de sus compañero(a)s;
2) Han colgado en Internet fotos o videos con imágenes desagradables o que revelan secretos
o detalles personales de uno o más de sus compañero(a)s, para avergonzarlo(s) o ponerle
en ridículo; y
3) Han enviado mensajes al correo electrónico o al Facebook u otra página de Internet para
amenazar o chantajear a uno o más de sus compañero(a)s.
La respuesta positiva al menos a una de las preguntas que se formularon en torno a estas
situaciones se utilizó como criterio de imputación para la agresividad por ciberbullying. En
la Tabla 55 se observa que uno de cada cuatro estudiantes (24.8%) que registran acceso a
Internet –cerca de 300,000 alumnos- han agredido a través del ciberbullying a uno o más de sus 87
compañero(a)s durante el último año. Los varones y los estudiantes de colegios privados suelen
ser más agresivos que sus pares mujeres o de escuelas públicas. El valor del Alfa de Cronbach
que registró el instrumento es de 0.807, lo que da cuenta de una alta confiabilidad.
TABLA 55: Agresividad por ciberbullying en internet, según sexo y tipo de colegio
Agresividad por Sexo Tipo de Colegio N° de
Total
ciberbullying Hombre Mujer Público Privado estudiantes
Sí 29.4 20.6 23.7 26.5 24.8 288,611
No 70.6 79.4 76.3 73.5 75.2 876,030
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 1’164,641
En la Tabla 56 se observa que el uso de drogas aumenta de un modo significativo con el acceso
a Internet y es significativamente más alto entre los estudiantes que han agredido a otros a
través del ciberbullying que entre los que no registran este antecedente en la red y los que no
tienen acceso al ciberespacio. Las prevalencias de consumo de drogas entre los que reportan
antecedentes de agresión a través del ciberbullying son asimismo significativamente más altas
que el promedio nacional registrado en todas las sustancias.
TABLA 56: Prevalencia de año del consumo de drogas, según agresividad por ciberbullying en internet
A los estudiantes con teléfono móvil, por su parte, se les preguntó si en el último año habían
protagonizado las siguientes situaciones a través del celular:
1) Ha realizado llamadas para insultar, amenazar o chantajear a uno o más de sus compañeros;
2) Ha enviado fotos o videos con imágenes desagradables o que revelan secretos o detalles
personales de uno o más de sus compañeros, para avergonzarlos o ponerles en ridículo; y
3) Ha enviado mensajes de texto o SMS para insultar, amenazar o chantajear a uno o más de
sus compañeros.
Al igual que en los casos anteriores, la respuesta positiva al menos a una de las preguntas que
se formularon sobre estas situaciones se utilizó como criterio de imputación para la agresividad
por ciberbullying a través del celular. En la Tabla 57 se observa que el 14.3% de los estudiantes
que tienen teléfono móvil –cerca de 150,000 adolescentes- han agredido a uno o más de sus
compañeros a través de este medio durante el último año. Los hombres y los estudiantes de
colegios públicos registran una mayor agresividad por ciberbullying a través del móvil que sus
pares mujeres y de escuelas privadas. El valor del Alfa de Cronbach registrado por el instrumento
es de 0.827, lo que equivale a una confiabilidad alta.
88
FACTORES ASOCIADOS AL CONSUMO DE DROGAS IV
TABLA 57: Agresividad por ciberbullying a través del celular, según sexo y tipo de colegio
Agresividad por Sexo Tipo de Colegio N° de
Total
ciberbullying Hombre Mujer Público Privado estudiantes
Sí 17.4 11.8 15.0 13.1 14.3 140,584
No 82.6 88.2 85.0 86.9 85.7 841,240
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 981,823
TABLA 58: Prevalencia de año del consumo de drogas, según agresiividad por ciberbullying a través del celular
Con acceso a celular
No han
Sin acceso ni uso Si han agredido
Tipo de droga agredido a Total
de celular a otros usando
otros usando el
el ciberbullying
ciberbullying
Drogas Legales 17.3 27.4 47.4 23.3
Alcohol 13.7 24.1 41.6 19.7
Tabaco 9.8 13.8 29.9 12.8
Drogas Ilegales 2.6 3.2 16.0 3.8
Marihuana 1.4 1.9 9.5 2.2
Cocaína 0.5 0.6 5.6 0.9
PBC 0.6 0.6 5.6 0.9
Éxtasis 0.6 0.5 7.0 1.0
Inhalantes 0.8 1.1 5.3 1.2
Drogas Médicas 2.3 3.1 10.1 3.2
Tranquilizantes 1.7 2.2 7.0 2.3
Estimulantes 1.1 1.2 5.5 1.5
Los resultados del análisis realizado evidencian que el ciberbullying incrementa el consumo
de drogas en la población escolar. Cuanto más implicados están los estudiantes en este tipo
de acoso no tradicional, mayor es el uso de drogas legales, ilegales y médicas que registran.
La victimización y agresividad a través del ciberbullying presentan una tendencia similar, lo
que confirma la hipótesis de que existe una relación positiva entre el ciberbullying y el uso de
sustancias en la población escolar.
89
90
V
DEMANDA DE ORIENTACIÓN
Y TRATAMIENTO POR
CONSUMO DE DROGAS
91
E
n este capítulo se describen los resultados del estudio respecto a la demanda de orientación y
tratamiento por problemas de consumo de drogas en la población escolar. En la primera parte,
se presentan los resultados del análisis de la demanda y acceso a servicios de orientación por
parte los escolares, a través de las distintas instituciones públicas y privadas que ofrecen este tipo
de servicio, tanto dentro como fuera del ámbito educativo. En la segunda parte, se describen los
resultados del análisis de la demanda de tratamiento por problemas de consumo de drogas en la
población escolar con referencia al sistema de salud; análisis que concluye con una estimación de
la demanda real y potencial de tratamiento que existe en la población escolar.
TABLA 59: Demanda de orientación sobre el uso de drogas en la población escolar, según sexo,
tipo de colegio y ámbito geográfico.
Sexo Tipo de Colegio Ámbito Geográfico
Demanda de N° de
Lima Resto del Total
orientación H M Público Privado estudiantes
Metropolitana país
Si necesito.
34.6 44.8 43.6 29.4 31.1 43.3 39.7 839,908
No necesito porque
me considero bien 43.7 39.8 38.0 51.6 51.8 37.6 41.8 885,047
informado.
No necesito porque
21.7 15.4 18.4 19.0 17.1 19.2 18.6 393,076
no me interesa.
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 2,118,032
En la Tabla 60 se da cuenta del acceso a servicios de orientación sobre el uso de drogas por
parte de la población escolar. En ella se observa que el 55.4% de los estudiantes ha tenido
acceso a este tipo de servicio, pero sólo el 36.1% quedó satisfecho con la orientación recibida.
El resto considera insuficiente la orientación recibida (19.3%) o no ha tenido acceso a este
servicio (44.7%). Se advierte que existen diferencias significativas por sexo, tipo de colegio
y ámbito geográfico. Las mujeres reportan un mayor acceso que los hombres y también
una mayor insatisfacción respecto a los servicios recibidos. Los estudiantes de las escuelas
privadas, por su parte, registran un mayor acceso y una mayor satisfacción con la orientación
recibida que sus pares de los colegios públicos, cuyo acceso es menor y menos satisfactorio.
Algo parecido se observa entre los estudiantes de Lima Metropolitana y del interior del país:
los primeros registran un mayor acceso y una mayor satisfacción con los servicios recibidos
que los segundos.
92
DEMANDA DE ORIENTACIÓN Y TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS V
TABLA 60: Acceso a servicios de orientación sobre el uso de drogas en la población escolar, según sexo,
tipo de colegio ámbito geográfico.
Sexo Tipo de Colegio Ámbito Geográfico
Acceso a servicios N° de
Lima Resto del Total
de orientación H M Público Privado estudiantes
Metropolitana país
Si recibió y está
35.3 36.8 32.6 45.3 46.3 31.7 36.1 791,188
satisfecho.
Si recibió, pero
considera que es 15.2 23.4 19.4 19.0 19.5 19.2 19.3 422,851
insuficiente.
No recibió.
49.4 39.8 48.0 35.7 34.2 49.1 44.7 980,023
En la Tabla 61 se da cuenta del lugar de residencia de los estudiantes que han tenido acceso a
servicios de orientación en el tema de drogas y del nivel de acceso regional. En ella se observa
que la mayor parte de estudiantes que han tenido acceso a servicios de orientación provienen de
Lima Metropolitana (35.4%), seguido a mayor distancia de Arequipa (6.3%) La Libertad (5.9%),
Cusco (4.7%), Junín (4.5%), Lambayeque (4%), Callao (3.9%), Piura (3.8%) y Ancash (3.7%). Las
demás regiones registran una participación que oscila entre el 0.5%, en el caso de Madre de Dios,
hasta el 3%, registrado por Lima Provincias. La mayor participación de Lima Metropolitana se
explica por el peso demográfico de esta ciudad - región, que concentra al 30.9% de la población
nacional y al 28.7% de la población infantil y adolescente, de acuerdo a los resultados del censo
nacional de población y vivienda de 200758. Lo mismo ocurre con las demás regiones, aunque no
necesariamente siguen el mismo orden que se registra a nivel nacional.
En general, las diferencias de acceso entre las distintas regiones se explican por su nivel de
urbanización y la magnitud del problema del consumo de drogas en cada una de ellas, que
incrementa la demanda de orientación en la población escolar.
58
INEI – UNFPA. “Perfil Sociodemográfico del Perú”. Censo 2,007. Lima - Perú, 2008.
93
TABLA 61: Lugar de procedencia de los estudiantes que han tenido acceso a servicios
de orientación en el tema de drogas
Región % N° de estudiantes Nivel de acceso (%)
94
DEMANDA DE ORIENTACIÓN Y TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS V
GRÁFICO 14: Intituciones en las que recibieron orientación sobre el tema de drogas
los estudiantes que tuvieron acceso a este servicio.
Otra. 19
ONGs. 1.1
Iglesia. 11.2
Escuela. 66.7
0 10 20 30 40 50 60 70
En la Tabla 62 vemos los resultados del análisis de la demanda de tratamiento registrada por los
estudiantes. Se trata, en rigor, de la “demanda sentida” o explícita. El 13.6% de los estudiantes
señala que necesita algún tipo de tratamiento u orientación especializada en el sistema de salud
por problemas de uso de drogas. Esta demanda es mayor en los hombres que en las mujeres, en
los estudiantes de colegios públicos que en los de las escuelas privadas y en los adolescentes
del interior del país que en los de Lima Metropolitana, siendo las diferencias significativas en
todos los casos. Es importante señalar que no todos los estudiantes que demandan tratamiento
son consumidores o usuarios de drogas y que en el grupo de estudiantes que declaran que no
necesitan tratamiento existen consumidores recientes y actuales de sustancias, por lo que se
requiere de un análisis más detallado, que permita determinar la demanda real y potencial de
tratamiento en la población escolar, análisis que se realiza más adelante.
95
TABLA 62: Demanda de tratamiento por uso de drogas en la población escolar, según sexo,
tipo de colegio y ámbito geográfico.
Sexo Tipo de Colegio Ámbito Geográfico
Demanda de N° de
Lima Resto del Total
Tratamiento H M Público Privado estudiantes
Metropolitana país
Si necesito.
14.8 12.4 15.5 8.6 10.1 15.1 13.6 298,544
No necesito, porque
66.3 74.8 69.0 74.7 76.5 68.0 70.5 1,547,429
no consumo.
No necesito, porque
18.9 12.8 15.6 16.7 13.4 16.9 15.9 348,090
no me interesa.
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 2’194,063
TABLA 63: Acceso de la población escolar a servicios de tratamiento por uso de drogas en el sistema de salud,
según sexo, tipo de colegio y ámbito geográfico.
Sexo Tipo de Colegio Ámbito Geográfico
Acceso a servicios de N° de
Lima Resto del Total
tratamiento H M Público Privado estudiantes
Metropolitana país
Sí, alguna vez. Pero no
1.9 1.4 1.9 1.0 1.4 1.7 1.6 36,103
en la actualidad
Sí, actualmente
5.0 3.6 4.9 2.8 4.2 4.4 4.3 94,500
No, nunca ha estado
93.1 95.0 93.2 96.2 94.4 93.9 94.0 2’063,461
en tratamiento
TOTAL 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 2’194,063
En el Gráfico 15 se observa que la mayor parte de los estudiantes que recibieron o reciben
tratamiento por consumo de drogas accedieron a este servicio en clínicas privada (31.6%),
instituciones de salud pública (Hospitales / Centros de Salud: 26.6%) y comunidades terapéuticas
o centros de rehabilitación (23.1%). Las demás instituciones analizadas registran un acceso
bastante menor.
GRÁFICO 15: LUGAR RECIBIERON TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS LOS ESTUDIANTES
QUE TUVIERON ACCESO A ESTE SERVICIO.
Otra 12.9
ESSALUD 4.2
0 10 20 30 40
96
DEMANDA DE ORIENTACIÓN Y TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS V
En cuanto al tipo de tratamiento recibido, la mayoría de los estudiantes que registran acceso
a este servicio lo hizo bajo el sistema no residencial (63.3%), ya sea por clínica de día (33.6%)
o por tratamiento ambulatorio (29.7%). El 36.7%, por el contrario, tuvo acceso a través de un
sistema residencial o de internado (Gráfico 16).
GRÁFICO 16: TIPO DE TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS RECIBIDO POR LOS ESTUDIANTES
QUE TUVIERON ACCESO A ESTE SERVICIO.
Ambulatorio 29.7
0 10 20 30 40
En el Gráfico 17 vemos que en la mayoría de los casos de tratamiento reportados por los
estudiantes se obtuvo un resultado positivo, sea porque dejo de usar alcohol y/o drogas (23%)
o porque disminuyó su consumo (36%). Uno de cada cinco estudiantes que recibió tratamiento
(20.4%), por el contrario, manifiesta que dejó de consumir, pero que luego volvió a usar alcohol
y tabaco. El 11% abandonó el tratamiento.
0 10 20 30 40
Retornando al análisis de la demanda de tratamiento, una estimación más precisa tiene que tener
en cuenta que no todos los estudiantes que demandan tratamiento u orientación especializada en
drogas registran consumo en el último año, es decir, son “ex consumidores” o no se han iniciado
en el consumo aún, lo que los excluye de la demanda real de tratamiento. Del mismo modo,
existen estudiantes que declaran que “no necesitan tratamiento porque no les interesa” y que, sin
embargo, registran consumo de drogas en el último año, lo que los incluye en la demanda real de
97
tratamiento. Se presume en este último caso que su falta de interés o resistencia al tratamiento
está asociado a un consumo problemático. La suma de ambos grupos de usuarios de drogas -los
que hacen explícita su demanda de tratamiento y quienes la mantienen implícita- constituyen la
demanda real de tratamiento. La demanda potencial se obtiene del grupo de estudiantes que
señalan que no necesitan tratamiento porque no consumen sustancias o consideran que no
tienen un consumo problemático de drogas. Al interior de este grupo, se selecciona a los alumnos
que registran un uso actual o reciente de sustancias, que pasan a formar parte de la demanda
potencial de tratamiento por consumo de drogas.
En la Tabla 64 se presentan los resultados del análisis realizado aplicando estos criterios. En
ella se observa que:
• El 1.3% de la población escolar, esto es 29,813 estudiantes, requiere acceder a algún tipo
de tratamiento especializado en el sistema de salud debido al uso de drogas médicas.
Por último, es importante señalar que la demanda real de tratamiento por consumo de drogas
ilegales es 72% más alta que la demanda real que registran de las drogas médicas; pero estas
últimas aventajan en 24.6% a las primeras cuando se comparan las demandas potenciales,
es decir, su potencial de crecimiento es mayor y podría dar lugar, en los próximos años, a un
incremento de la demanda real de tratamiento por consumo de tranquilizantes y estimulantes,
situación que requiere ser vigilada de cerca.
98
DEMANDA DE ORIENTACIÓN Y TRATAMIENTO POR CONSUMO DE DROGAS V
Drogas Legales
• No consumidores y ex
76.7 1’682,310
consumidores.
Drogas Ilegales
• No consumidores y ex
96.9 2’124,598
consumidores.
99
100
VI
PERCEPCIÓN DE LAS ACCIONES
DE PREVENCIÓN A NIVEL
REGIONAL, LOCAL Y ESCOLAR
101
E
n el cuestionario se incluyó una batería de preguntas orientadas a conocer y medir la percepción
de los escolares de las acciones de prevención que se ejecutan a nivel regional, distrital y
escolar, cuyos resultados se presentan en este capítulo.
En la Tabla 65 se observa que uno de cada tres estudiantes (33.9%) tiene conocimiento de que se
están realizando campañas o programas para prevenir el consumo de drogas a nivel de su región;
pero sólo uno de cada cinco (21.6%) señala que este tipo de acciones también se realizan en su
distrito. La mayoría reporta que no se ejecutan acciones de prevención en su distrito o región o,
en su defecto, desconoce que se estén haciendo o se hayan ejecutado. En Lima Metropolita la
percepción es mayor que en el interior del país. No se registran diferencias significativas por género.
TABLA 65: Conocimiento de la ejecución de acciones de prevención a nivel regional y distrital, reportado por la
población escolar, según sexo y ámbito geográfico.
Sexo Ámbito Geográfico
N° de
Nivel Lima Resto del Total
Hombre Mujer estudiantes
Metropolitana país.
Regional.
33.2 34.6 37.3 32.5 33.9 743,654
Distrital.
20.6 22.6 25.3 20.0 21.6 473,541
En lo que respecta a las instituciones que ejecutan programas y acciones de prevención a nivel local,
el Gráfico 18 nos muestra que los estudiantes que tienen conocimiento de las mismas, señalan
en primer lugar, a la Escuela (45.5%), seguido de las Instituciones de Salud (25.5%) y, a mayor
distancia, el Gobierno Local (13.6%), la Iglesia (12%), la PNP (10.7%), el Gobierno Regional (7.9%), la
Municipalidad provincial (7.7%) y las ONGs (3.8%). Es probable que el trabajo de estas últimas, que
mayormente se desarrolla a través de las escuelas, no se visibilice adecuadamente en la percepción
de los estudiantes y, por esta razón, esté subreportado. No sucede lo mismo con los gobiernos
locales, que tienen un mandato preventivo que emana de su propia ley orgánica y que, de acuerdo
a la percepción de los estudiantes, vienen cumpliéndolo de una manera deficitaria.
GRÁFICO 18: Instituciones que ejecutan programas o acciones de prevención a nivel distrital
Otra 17.9
ONGs 3.8
Iglesia 12
Escuela 45.5
0 10 20 30 40 50
A nivel escolar, la Tabla 66 indica que el 61.3% de los estudiantes señala que en su institución
educativa se realizan acciones de prevención de drogas dirigidas a los alumnos (charlas informativas,
capacitaciones, etc.). El 65% además reconoce que la prevención de drogas ha sido incorporada
dentro del currículum escolar de su institución educativa y se trabajan estos temas en los cursos y
102
PERCEPCIÓN DE LAS ACCIONES DE PREVENCIÓN A NIVEL REGIONAL, LOCAL Y ESCOLAR VI
la hora de tutoría; pero solo el 34% señala que los docentes cuentan con material educativo para
el desarrollo de las actividades preventivas en aula. Asimismo, los estudiantes de colegios públicos
y de Lima Metropolitana registran un mayor acceso a programas preventivos en sus instituciones
educativas que los alumnos de escuelas privadas y del resto del país. Por sexo, este acceso es
mayor en las mujeres que en los varones, siendo las diferencias poco significativas.
TABLA 66: Nivel de incorporación de la prevención del consumo de drogas en las instituciones educativas,
según sexo, tipo de colegio y ámbito geográfico.
Sexo Tipo de Colegio Ámbito Geográfico
N° de
Nivel de incorporación Lima Resto del Total
H M Público Privado estudiantes
Metropolitana país.
Finalmente, en la Tabla 67 se registra la opinión que tienen los estudiantes sobre la actitud preventiva
de las autoridades regionales. A la pregunta si éstas se preocupan por prevenir el consumo de
drogas en su región o departamento, el 41.5% de los alumnos respondió que sí se preocupan y el
58.5% opinó en sentido contrario. No se registran diferencias por sexo. Por su parte, los estudiantes
de Lima Metropolitana tienen una opinión más favorable de la autoridad regional –en este caso la
Municipalidad Metropolitana- que los del resto del país.
TABLA 67: Opinión sobre la actitud preventiva de las autoridades regionales frente al consumo
de drogas, según sexo y ámbito geográfico.
No se preocupan.
58.2 58.9 52.6 61.1 58.5 1,284,494
El análisis de los resultados evidencia una baja cobertura de los programas y acciones de prevención
en el ámbito local. Los gobiernos regionales y gobiernos locales están poco involucrados en las
acciones de prevención del consumo de drogas y eso se ve reflejado en la opinión de los estudiantes
que, fuera de la escuela, no perciben que se lleven a cabo este tipo de programas y acciones en su
entorno local. En las escuelas, por el contrario, se registra una mayor cobertura, reportada por los
propios estudiantes. Es importante destacar que hay avances en la incorporación de la prevención
del uso de drogas en el currículo escolar, que beneficia a cerca de dos tercios de la población
escolar, pero el acceso a material educativo sigue siendo deficitario, lo que va en detrimento de
la calidad de las acciones preventivas que se realizan en las instituciones educativas. Bajo estas
condiciones, se hace necesario mejorar no sólo la cobertura sino también la calidad de las acciones
de prevención que se llevan a cabo en las escuelas y en los espacios locales y regionales, a efectos
de que tengan un impacto positivo en la reducción del consumo de drogas.
103
104
VII
EVOLUCIÓN DEL CONSUMO
DE DROGAS EN LA
POBLACIÓN ESCOLAR
105
E
n este capítulo se da cuenta de la evolución del consumo de drogas en la población escolar,
en el periodo 2007 – 2012, tomando como base el análisis comparativo de las prevalencias de
año del uso de sustancia legales, ilegales y médicas, registradas en los estudios de escolares
del 2007, 2009 y 2012. Estos estudios comparten la misma metodología, por lo que es posible
comparar sus resultados y determinar la evolución que ha seguido el uso de drogas en la población
escolar, en el periodo de tiempo indicado. En la primera parte, se analizan las prevalencias globales
de consumo de drogas; y en las siguientes, se da cuenta de la evolución que ha tenido el uso de
cada sustancia en la población escolar según tipo de droga.
GRÁFICO 19: Prevalencia de año del consumo de drogas legales, ilegales y médicas
en la población escolar: 2007 – 2012
40
36.7
35
30
28.9
25
23.3
20
15
10
6.8
4.9
5 3.8
4.6
3.9 3.2
0
2007 2009 2012
Drogas Legales Drogas Ilegales Drogas Médicas
Los datos globales permiten evaluar los resultados de la política y las intervenciones orientadas
a reducir la demanda de drogas, pero nos dicen muy poco sobre la dinámica interna de esta
demanda, por lo que es necesario acercar la mirada a los espacios regionales. En la Tabla 68 se
da cuenta del comportamiento que ha seguido la prevalencia de año del consumo de drogas
legales, ilegales y médicas en los dominios regionales, observándose lo siguiente:
106
EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR VII
• El consumo de drogas ilegales ha crecido en más del 100% en Tacna y Cusco. Ayacucho
también registra un incremento importante (73.9%). En la mayoría de regiones, sin embargo,
ha disminuido el uso de sustancias ilegales. Ica, Amazonas, Puno, Loreto y Madre de Dios,
registran las mayores reducciones, seguidas de Tumbes, Piura, Ucayali, entre otras. En Lima
Metropolitana la disminución es mínima (-2%), ubicándose muy por debajo del promedio
registrado a nivel nacional (-17.4%).
• El consumo de drogas médicas se ha reducido en todas las regiones del país, con excepción
de Tacna y Cusco. Tumbes, Ica, Loreto, Junín, Madre de Dios y Amazonas registran las
mayores disminuciones, seguidas de Ucayali, Moquegua, Ancash, Apurímac, Huancavelica,
Cajamarca, Puno, Lima Provincias, Piura, entre otras. Lima Metropolitana registra un
disminución de -44.3%, por debajo del promedio nacional (-52.9%).
TABLA 68: Prevalencia de año del consumo de drogas en la población escolar de secundaria,
según dominios regionales: 2007 – 2012
Drogas Legales Dogas Ilegales Drogas Médicas
Dominios ∆% ∆% ∆%
Regionales 2007 2009 2012 2009 - 2007 2009 2012 2009 - 2007 2009 2012 2009 -
2012 2012 2012
1. Amazonas 30.1 10.5 15.5 47.6 1.9 4.7 1.1 -76.6 4.4 7.6 1.6 -78.9
2. Ancash 32.3 36.5 17.9 -51.0 4.8 3.7 3.8 2.7 6.2 6.4 2.4 -62.5
3. Apurímac 32.3 15.3 18.5 20.9 4.0 5.0 3.3 -34.0 4.7 8.7 3.4 -60.9
4. Arequipa 37.8 29.6 34.0 14.9 3.8 4.2 5.1 21.4 4.2 7.3 4.4 -39.7
5. Ayacucho 28.6 19.4 17.3 -10.8 4.7 2.3 4.0 73.9 6.4 4.5 2.8 -37.8
6. Cajamarca 30.6 21.3 18.7 -12.2 1.9 2.6 2.0 -23.1 3.1 4.6 2.0 -56.5
7. Callao 40.7 29.9 33.4 11.7 5.2 6.2 5.2 -16.1 6.0 9.4 4.3 -54.3
8. Cusco 34.5 21.4 26.1 22.0 3.2 2.6 5.5 111.5 5.2 3.6 3.7 2.8
9. Huancavelica 20.2 18.9 9.4 -50.3 1.6 1.7 1.1 -35.3 6.1 4.1 1.7 -58.5
10. Huánuco 35.7 19.1 18.7 -2.1 4.3 2.1 2.3 9.5 5.5 4.0 3.2 -20.0
11. Ica 33.6 30.7 19.5 -36.5 3.6 7.4 1.7 -77.0 5.5 14.2 1.5 -89.4
12. Junín 27.1 26.4 19.4 -26.5 2.5 6.2 3.3 -46.8 2.9 13.5 2.4 -82.2
13. La Libertad 32.5 31.6 26.7 -15.5 3.6 4.1 3.7 -9.8 5.9 5.4 4.1 -24.1
14. Lambayeque 27.4 24.3 23.9 -1.6 2.8 3.3 3.6 9.1 3.5 4.8 3.6 -25.0
15. Lima
44.8 33.8 26.4 -21.9 4.3 5.1 5.0 -2.0 5.4 7.0 3.9 -44.3
Metropolitana
16. Lima
35.2 26.3 34.9 32.7 3.5 4.7 5.5 17.0 4.7 6.9 3.5 -49.3
Provincias
17. Loreto 29.1 25.5 15.0 -41.2 4.3 5.6 1.9 -66.1 5.8 7.0 1.1 -84.3
18. Madre de Dios 21.5 29.7 18.9 -36.4 3.3 12.0 4.7 -60.8 4.3 18.1 3.3 -81.8
19. Moquegua 40.7 29.8 26.3 -11.7 5.4 4.2 3.0 -28.6 4.7 2.7 1.0 -63.0
20. Pasco 13.7 16.3 13.4 -17.8 1.7 1.2 1.4 16.7 1.9 2.7 1.7 -37.0
21. Piura 35.7 29.3 18.7 -36.2 3.4 3.6 1.8 -50.0 3.6 3.9 2.0 -48.7
22. Puno 16.9 10.7 8.5 -20.6 1.7 1.5 0.5 -66.7 2.9 1.8 0.9 -50.0
23. San Martín 35.7 26.3 32.0 21.7 5.7 3.9 2.8 -28.2 6.0 4.9 3.6 -26.5
24. Tacna 36.1 26.1 30.2 15.7 6.4 3.5 7.9 125.7 5.4 4.2 4.4 4.8
25. Tumbes 31.7 30.2 14.8 -51.0 3.1 7.6 3.2 -57.9 4.2 21.0 2.2 -89.5
26. Ucayali 26.0 23.3 19.0 -18.5 3.0 6.9 3.5 -49.3 4.5 9.3 3.1 -66.7
TOTAL 36.7 28.9 23.3 -19.4% 3.9 4.6 3.8 -17.4% 4.9 6.8 3.2 -52.9%
107
DROGAS LEGALES.
En el Gráfico 20 se observa la evolución que ha seguido el consumo de alcohol y tabaco en la
población escolar. El uso de alcohol disminuyó en cerca de cinco puntos porcentuales entre
el 2009 y 2012. Lo mismo se observa en el caso del tabaco. Ambas sustancias registran una
disminución de alrededor del 10% entre el 2007 y 2012.
35
29.9
30
24.5
25
22.9
20
19.7
17.8
15
12.8
10
0
2007 2009 2012
Alcohol Tabaco
La dinámica regional del consumo de alcohol y tabaco, descrita en la Tabla 69, da cuenta de lo
siguiente:
• El consumo de tabaco se redujo en la mayoría de las regiones del país, con excepción de
Amazonas, San Martín, Apurímac, Arequipa, Lima Provincias y Cajamarca. Ancash, Tumbes,
Loreto y Huancavelica son las regiones donde más se ha reducido el consumo de tabaco,
seguidas de Madre de Dios, Piura, Ayacucho, Junín, Ica, Pasco, Lima Metropolitana, entre
otras. Lima Metropolitana registra una disminución de -31.4%, por encima del promedio
registrado a nivel nacional (-28.1%).
108
EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR VII
TABLA 69: Prevalencia de año del consumo de drogas legales en la población escolar de secundaria,
según dominios regionales: 2007 – 2012
Alcohol Tabaco
Dominios Regionales ∆% ∆%
2007 2009 2012 2009 - 2007 2009 2012 2009 -
2012 2012
1. Amazonas 25.4 8.9 12.7 42.7 14.9 7.4 8.1 9.5
10. Huánuco 29.1 16.3 16.1 -1.2 22.2 11.5 11.2 -2.6
11. Ica 26.7 27.3 16.2 -40.7 20.7 18.3 11.9 -35.0
12. Junín 19.2 22.1 15.0 -32.1 20.7 17.6 11.3 -35.8
13. La Libertad 26.5 27.6 22.6 -18.1 19.0 18.9 14.3 -24.3
14. Lambayeque 22.5 20.5 20.3 -1.0 16.3 15.0 11.8 -21.3
15. Lima Metropolitana 37.3 28.9 22.4 -22.5 28.4 20.7 14.2 -31.4
16. Lima Provincias 28.6 22.3 30.9 38.6 22.3 17.2 17.9 4.1
17. Loreto 22.5 22.5 12.8 -43.1 16.1 15.0 7.4 -50.7
18. Madre de Dios 14.0 23.8 14.6 -38.7 17.9 23.7 12.5 -47.3
19. Moquegua 35.8 26.4 22.7 -14.0 24.0 18.7 14.1 -24.6
20. Pasco 8.9 11.1 10.2 -8.1 10.7 12.8 8.5 -33.6
21. Piura 29.6 26.0 16.2 -37.7 19.3 15.2 8.1 -46.7
22. Puno 10.8 7.2 5.1 -29.2 12.0 7.8 6.4 -17.9
23. San Martín 29.1 24.0 28.4 18.3 20.4 13.2 14.4 9.1
24. Tacna 30.5 21.6 26.2 21.3 20.4 16.5 16.4 -0.6
25. Tumbes 27.3 27.0 11.7 -56.7 15.8 18.1 8.6 -52.5
26. Ucayali 20.1 19.1 16.0 -16.2 13.8 14.0 9.8 -30.0
109
DROGAS ILEGALES.
En el Gráfico 21 se describe la evolución del consumo de drogas ilegales en la población escolar,
según el tipo de sustancia. En general, la prevalencia anual de consumo de todas las sustancias
ilegales bajó entre el 2009 y 2012, sin llegar a los niveles registrados en el 2007. Los inhalantes
(-40%) y el éxtasis (-28.6%) son las drogas que registran la mayor disminución, seguidas de las
sustancias cocaínicas (-10%) y la marihuana (-8.3%).
2.5 2.4
2.2
2
2
1.9
1.8
1.5 1.4
1 1.2
1 1
0.9 1 0.9
0.9
0.7
0.6
0.5
0
1 2 3
Marihuana Cocaína PBC Éxtasis Inhalantes
• El consumo de PBC disminuyó en la mayoría de regiones del país. Amazonas e Ica son las
regiones que registran la mayor reducción, seguidas de Madre de Dios, Tumbes, Puno, Junín,
Apurímac, Loreto, Moquegua, Ucayali, entre otras. Es importante señalar, sin embargo, que el
consumo de PBC se cuadruplicó en Ayacucho, se triplicó en Tacna y creció más del doble en
Lambayeque. En Ancash y Cusco se duplicó. Lima Metropolitana, Lima Provincias y La Libertad
también registran un incremento importante. En estas regiones se ubican las principales rutas
de salida de las drogas y, en los casos de ciudades como Cusco y Huaraz, hay una alta afluencia
de turistas, por lo que el incremento del consumo de PBC en ellas no debe pasar inadvertido.
• En la mayoría de las regiones del país ha bajado el consumo de cocaína. Amazonas, Ica,
Cajamarca y Puno registran la mayor disminución, seguidas a mayor distancia de Loreto,
Tumbes, Madre de Dios, Callao, Apurímac, Moquegua, Junín, entre otras. El uso de cocaína,
sin embargo, creció en 4.5 veces en Ayacucho y en cerca de 3 veces en Tacna y Ancash.
En Cusco y Huánuco se duplicó, Lambayeque, Lima Provincias, Pasco y Ucayali igualmente
registran incrementos importantes. En Lima Metropolitana el consumo de cocaína creció
16.7%. Al igual que en el caso de la PBC, el consumo de cocaína ha crecido en las regiones
110 donde se ubican las principales rutas de salida de la droga.
TABLA 70: PREVALENCIA DE AÑO DEL CONSUMO DE DROGAS ILEGALES EN LA POBLACIÓN ESCOLAR DE SECUNDARIA, SEGÚN DOMINIOS REGIONALES: 2007 – 2012
111
VII
• El consumo de éxtasis se redujo en la mayoría de regiones del país. Ica, Amazonas, Tumbes
y Madre de Dios son las regiones que registran la mayor disminución de consumo de éxtasis,
seguidas de Junín, Loreto, Ucayali, Moquegua, Apurímac, Callao, Huánuco, entre otras. El uso
de esta sustancia, sin embargo, creció 7 veces en Tacna y en Ayacucho y Cusco se incrementó
en más de 150%. La Libertad y Lambayeque también registran un aumento importante. En
Lima Metropolitana el uso de éxtasis creció en 6.7%. Al igual que en el caso de las sustancias
cocaínicas, el uso de éxtasis ha aumentado en las regiones donde se ubican las principales
rutas de salida de la droga; no obstante, es una sustancia que no se produce en el país.
• La mayoría de las regiones del país, con excepción de Cusco, Tacna, Huánuco, Pasco y Lima
Provincias, registran una disminución del consumo de inhalantes. Loreto, Ica, Tumbes y San
Martín son las regiones donde más ha disminuido el consumo de esta saustancia, seguidas
a mayor distancia de Puno, Amazonas, Piura, Junín, La Libertad y Lima Metropolitana. Esta
última región registra una reducción mayor que el promedio nacional.
Lima Metropolitana, según este análisis, ha dejado de ser la región que registra las más altas
prevalencias de consumo de drogas ilegales en la población escolar; no obstante, por su volumen
demográfico, sigue siendo la que tiene un mayor número de consumidores. Tacna, por ejemplo,
registra prevalencias de consumo de drogas más altas. En Cusco, La Libertad, Lambayeque y
Ayacucho igualmente ha crecido el consumo de drogas ilegales. El uso de sustancias cocaínicas
y de éxtasis ha adquirido un mayor dinamismo en las regiones donde se ubican las rutas de
salida de las drogas, con la excepción del Callao, lo que plantea el reto de fortalecer las acciones
de prevención en estos espacios regionales.
DROGAS MÉDICAS.
En el Gráfico 22 se observa que el uso de tranquilizantes y estimulantes se redujo entre el
2009 y 2012 a niveles que se ubican por debajo que el registrado en el 2007. El consumo de
tranquilizantes bajó en -50% y el uso estimulantes disminuyó en -68.8%.
4.6
5
4 4.8
4
2.3
2
1.9 1.5
1
0
2007 2009 2012
Tranquilizantes Estimulantes
112
EVOLUCIÓN DEL CONSUMO DE DROGAS EN LA POBLACIÓN ESCOLAR VII
• El consumo de tranquilizantes se ha reducido en todas las regiones del país, con excepción
de Cusco y Pasco. Ica, Madre de Dios y Loreto son las regiones donde más se ha reducido
el consumo de tranquilizantes, seguido de Tumbes, Junín, Amazonas, Ucayali, Ancash,
Moquegua, Huancavelica, Apurímac y Cajamarca, entre otras. Lima Metropolitana registra
una disminución de -45.5%, por debajo del promedio registrado a nivel nacional.
TABLA 71: Prevalencia de año del consumo de drogas médicas en la población escolar de secundaria, según
dominios regionales: 2007 – 2012
Tranquilizantes Estimulantes
Dominios Regionales ∆% ∆%
2007 2009 2012 2009 - 2007 2009 2012 2009 -
2012 2012
1. Amazonas 3.7 5.7 1.4 -75.4 1.6 6.0 0.4 -93.3
2. Ancash 5.1 4.6 1.8 -60.9 2.3 4.2 1.1 -73.8
3. Apurímac 3.7 6.0 2.8 -53.3 1.7 5.6 1.5 -73.2
4. Arequipa 3.5 5.2 3.8 -26.9 1.6 5.0 1.8 -64.0
5. Ayacucho 4.8 3.8 2.2 -42.1 2.8 2.7 1.1 -59.3
6. Cajamarca 2.4 3.2 1.5 -53.1 1.3 2.9 0.8 -72.4
7. Callao 5.3 5.7 3.4 -40.4 1.8 7.2 2.1 -70.8
8. Cusco 4.4 2.8 3.0 7.1 1.7 1.8 1.3 -27.8
9. Huancavelica 4.6 2.8 1.3 -53.6 2.3 2.7 1.1 -59.3
10. Huánuco 4.3 3.3 2.3 -30.3 2.3 2.0 1.6 -20.0
11. Ica 4.2 10.0 1.3 -87.0 2.5 10.8 0.7 -93.5
12. Junín 2.3 9.0 2.1 -76.7 1.2 10.4 0.8 -92.3
13. La Libertad 4.8 4.1 3.1 -24.4 2.1 2.9 1.6 -44.8
14. Lambayeque 2.8 3.3 2.2 -33.3 1.1 3.3 1.9 -42.4
15. Lima Metropolitana 4.5 4.4 2.4 -45.5 2.1 4.9 2.1 -57.1
16. Lima Provincias. 3.6 4.6 2.4 -47.8 2.2 5.2 1.7 -67.3
17. Loreto 5.0 5.5 1.0 -81.8 2.4 4.6 0.5 -89.1
18. Madre de Dios 3.6 16.1 2.8 -82.6 1.2 14.1 1.5 -89.4
19. Moquegua 3.7 2.1 0.9 -57.1 1.7 1.1 0.2 -81.8
20. Pasco 1.8 1.5 1.5 0.0 0.4 1.7 0.6 -64.7
21. Piura 2.9 2.7 1.7 -37.0 1.2 2.7 0.7 -74.1
22. Puno 2.4 1.3 0.8 -38.5 1.0 0.8 0.3 -62.5
23. San Martín 4.9 3.7 2.7 -27.0 2.9 3.2 1.7 -46.9
24. Tacna 4.5 3.4 3.3 -2.9 2.2 2.1 2.4 14.3
25. Tumbes 3.4 10.3 2.1 -79.6 1.5 18.3 0.5 -97.3
26. Ucayali 3.4 6.4 2.2 -65.6 1.9 7.1 2.0 -71.8
TOTAL 4.0 4.6 2.3 -50.0 1.9 4.8 1.5 -68.8
113
Es importante señalar que en las pruebas de hipótesis (prueba T para muestras independientes
aplicada por el SPSS) a las que fueron sometidas las prevalencias de consumo de drogas
legales, ilegales y médicas del 2009 y 2012, en forma individual y agrupadas, la mayoría resulto
ser estadísticamente significativa al 95% y 99% del nivel de confianza, con la excepción de
la cocaína (ver Anexo 1), lo que permite confirmar la hipótesis de que se ha producido una
disminución del uso de drogas en la población escolar en el periodo de tiempo analizado.
Estos resultados nos ponen ante un escenario complejo y en apariencia contradictorio. A nivel
nacional, se ha reducido el consumo de drogas legales, ilegales y médicas, lo que sin duda es
una buena noticia. Sin embargo, el uso de sustancias tiende a concentrarse y sigue creciendo
en algunas regiones, lo que es particularmente evidente en el caso de las drogas ilegales y,
de manera específica, en el consumo de sustancias cocaínicas y de éxtasis. Las ciudades
principales y ciudades intermedias, ubicadas en las rutas de salida de la droga –con la excepción
del Callao–, o que cuentan con una alta afluencia de turistas, son las que registran un mayor uso
de estas sustancias, que en algunos casos viene acompañado de un incremento del consumo
de drogas legales y médicas. Los resultados del estudio plantean la necesidad de reforzar las
acciones de prevención en estas regiones, a efectos de dar una respuesta efectiva a la dinámica
que ha asumido el consumo de drogas en la población escolar.
114
REFLEXIONES
FINALES
VIII
115
L
os resultados del estudio evidencian a nivel general, que el consumo de drogas legales,
ilegales y médicas en la población escolar presenta una ligera disminución entre el 2009 y
2012. El escenario, sin embargo, es complejo y heterogéneo. Por un lado, hay una efectiva
disminución del uso de drogas a nivel nacional y, por otro, el consumo de sustancias tiende a
concentrarse y sigue creciendo en algunas regiones del país, lo que es particularmente evidente
en el caso de las drogas ilegales y, más específicamente, en el uso de sustancias cocaínicas y de
éxtasis.
Lima Metropolitana ha dejado de ser la región que registra las más altas prevalencias de consumo
de drogas en la población escolar; no obstante que, por su volumen demográfico, sigue siendo la
región que tiene un mayor número de consumidores de sustancias legales, ilegales y médicas. Tacna,
Lima Provincias, Arequipa, La Libertad, Cusco y Callao son regiones que registran prevalencias de
consumo de drogas más altas que Lima Metropolitana. En lo que respecta a las sustancias ilícitas,
las ciudades principales y ciudades intermedias, ubicadas en las rutas de salida de la droga –Tacna,
Cusco, Arequipa, Puerto Maldonado, Huanta, Huamanga, Trujillo, Chiclayo, etc.-, registran las más
altas prevalencias de consumo, las que en algunos casos vienen acompañadas de un mayor uso de
drogas legales y médicas.
El uso de sustancias ilegales, por otro lado, es significativamente más alto entre los estudiantes de
mayor edad y de años superiores que entre sus pares de menor edad y de años inferiores, tendencia
que viene determinada principalmente por el uso de marihuana. En las sustancias cocaínicas, el éxtasis
y los inhalantes, por el contrario, los estudiantes de mayor edad y de años superiores registran un
menor consumo, lo que pone en evidencia que la nueva generación de estudiantes tiende a consumir
más este tipo de sustancias, siendo esta una importante señal de alerta del estudio.
El incremento del consumo de drogas en estos espacios y grupos de estudiantes se debe, por
un lado, a la existencia de una mayor disponibilidad de sustancias, sobre todo en las ciudades
intermedias de mayor tamaño que se encuentran en las rutas del tráfico ilícito de drogas; y por otro
lado, tiene que ver con un mayor uso de sustancias ilegales entre aquellos alumnos que tienen una
mayor disposición para consumirlas. En general, la disposición al consumo de drogas ilícitas ha
disminuido, pero ha crecido el número de estudiantes que registran una disposición fuerte y también
se ha incrementado el uso de drogas en este grupo. Esto quiere decir que entre los estudiantes que
registran una disposición fuerte al uso de drogas cada vez son más los que terminan consumiéndolas
de manera efectiva.
En síntesis, la situación del consumo de drogas en la población escolar se puede describir en los
siguientes términos:
El uso de drogas tiende a concentrase y sigue creciendo en las ciudades que se ubican en las
rutas de salida de las drogas.
116
REFLEXIONES FINALES VIII
El uso de cocaína, PBC, éxtasis e inhalantes está creciendo entre los estudiantes de edades más
tempranas que cursan los primeros años de estudio.
Los estudiantes de escuelas privadas registran prevalencias de consumo de drogas que son
significativamente más altas que sus pares de escuelas públicas.
Ha crecido el número de estudiantes que tienen una disposición fuerte al uso de drogas y, dentro
de este grupo, también se ha incrementado el número de alumnos que consumen sustancias
ilegales.
• Por un lado, cada vez hay más adolescentes que se inhiben de experimentar con drogas (sobre
todo en las zonas de mayor influencia del discurso preventivo); lo que se refleja en la reducción
de las prevalencias globales de consumo de drogas legales, ilegales y médicas en la población
escolar; y
• Por otro, los adolescentes que permanecen en el consumo y los que se inician en el uso de
drogas tienden a experimentar con nuevas drogas y a endurecer su consumo, absorbiendo
la oferta de sustancias existente en el mercado e incursionando en nuevos comportamientos
de riesgo, que incluye su involucramiento en actividades delictivas, lo que genera una mayor
inseguridad en la población.
La función del éxtasis y de las sustancias de diseño, así como de las anfetaminas, responde a este
nuevo patrón de consumo. Se trata de atraer a nuevos consumidores con sustancias aparentemente
“no adictivas”, lúdicas, que gocen de una mayor aceptación en la población, principalmente en los
sectores más integrados, que son a su vez los más individualizados; pero también en los sectores
medios y bajos, menos individualizados, en los que igualmente ha crecido y se ha diversificado
la oferta de drogas. Lo que se busca es “enganchar” a los jóvenes y adolescentes con la droga,
para que luego prueben con otros tipos de sustancias más “duras” (cocaína, PBC, marihuana,
etc.), embarcándolos en una dinámica autodestructiva que sólo puede terminar en la adicción y la
dependencia.
De acuerdo con este análisis, el discurso y las acciones de prevención han sido eficaces para
evitar que un mayor número de adolescentes experimenten con drogas, lo que se expresa en la
disminución de las prevalencias de consumo; pero no han tenido la misma eficacia para sacar del
consumo a los adolescentes que ya usan drogas y que eventualmente pueden estar experimentando
un consumo problemático y problemas de dependencia y adicción, lo que incrementa el malestar y
la inseguridad en la población.
En este contexto, se plantean nuevos retos para la prevención. En primer lugar, es necesario
complementar la prevención universal que se realiza en el sistema educativo y otros espacios
(familia, comunidad, etc.) con acciones de prevención selectiva e indicada en los grupos vulnerables
y usuarios de drogas, incluyendo la implementación de sistemas de alerta temprana que hagan más
eficaces este tipo de intervenciones.
117
En segundo lugar, es importante focalizar las intervenciones preventivas de acuerdo a las necesidades
y características específicas que asumen la oferta y demanda de drogas en las distintas regiones del
país. Se requiere no sólo una focalización territorial, sino también temática y psicosocial, que tome
en cuenta los diversos tipos de consumo y discursos que se construyen en torno a ellos, así como
los distintos niveles de riesgo a los que puede estar expuesta la población juvenil y adolescente,
siendo ésta por naturaleza altamente heterogénea.
En tercer lugar, hay que fortalecer el trabajo de prevención en las escuelas privadas, lo que también
debe ser considerado como un criterio de focalización, dado que los niveles de consumo en estas
instituciones educativas son significativamente más altos que en los colegios públicos, lo que
evidencia una mayor exposición al uso de drogas en estos espacios.
En cuarto lugar, es necesario revisar los enfoques y las estrategias preventivas dentro y fuera del
sistema educativo, de manera que se pueda atender mejor las necesidades de la población juvenil
y adolescente en el marco de los procesos de modernización e individualización en curso, así como
dar una respuesta efectiva al nuevo patrón de consumo de drogas que existe en el país.
En quinto lugar, hay que incrementar la presencia de profesionales de la salud mental en las
Instituciones Educativas. Solo el 15.6% de los colegios incluidos en la muestra del estudio contaban
con psicólogos al momento de la realización del trabajo de campo. En las regiones de Amazonas,
Apurímac, Loreto, Madre de Dios, Pasco Puno, San Martín y Ucayali no se encontraron psicólogos
en las instituciones educativas seleccionadas en la muestra. En junio del 2011 se dio la Ley 29719
o “Ley antibullying”, que en su artículo 3 señala que es “de necesidad la designación de, por lo
menos, un profesional de Psicología en cada institución educativa, encargado de la prevención y
el tratamiento de los casos de acoso y de violencia entre los alumnos”, lo que a la fecha ha sido
implementado en la mayoría de Instituciones Educativas.
118
ANEXO 1
ANEXO 1
TABLA 1: Resultado de las pruebas de hipótesis para comparar las prevalencias de año del
consumo de drogas registradas en el 2009 y 2012
Prevalencia de año Significancia
Tipo de droga
2009 2012 Al 95% Al 99%
Drogas legales 28.9 23.3 * **
Alcohol 24.5 19.7 * **
Tabaco 17.8 12.8 * **
Drogas ilegales 4.6 3.8 * **
Marihuana 2.4 2.2 * **
Cocaína 1.0 0.9 ns ns
PBC 1.0 0.9 * **
Éxtasis 1.4 1.0 * **
Inhalantes 2.0 1.2 * **
Drogas médicas 6.8 3.2 * **
Tranquilizantes 4.6 2.3 * **
Estimulantes 4.8 1.5 * **
*Estadísticamente significativo al 95% del nivel de confianza.
ns: No significativo.
119
120
El Observatorio Peruano de Drogas (OPD) tiene como objetivo principal
consolidar un Sistema Nacional de Información sobre Drogas,
promoviendo y coordinando la participación de los organismos públicos
y privados en materia de información sobre oferta y demanda de drogas,
en el marco de la Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas
2012-2016.