Sie sind auf Seite 1von 15

1

SIGLO XI

1.-UN SIGLO DE REFORMAS Y DE RECUPERACIÓN DEL PRESTIGIO DEL PAPADO.

El siglo comienza viviendo las secuelas de los males de la Iglesia y especialmente del papado, del siglo anterior, en
el que la intromisión del emperador y de los nobles en el nombramiento de papas y obispos, así como la
participación de estos en los asuntos temporales, llevó a la Iglesia a uno de los peores momentos de su historia. A
mediados del siglo XI, sin embargo, se realizarán un conjunto de reformas que acabarán con las causas de los
males pasados.

Una de ellas fue la creación del Colegio cardenalicio por el papa Nicolás II mediante el decreto “Produces sint” del
año 1059 en el que se establecía que sólo los cardenales participarían en la elección del papa.

El nombre de Colegio Cardenalicio hace referencia, en primer lugar al conjunto de presbíteros que rodeaban al
obispo de Roma, así como a otros obispos en los primeros siglos del cristianismo. A partir del siglo VI, los
presbíteros o sacerdotes de las 25 iglesias de Roma reciben el nombre de presbíteros cardinales, palabra derivada
del latín cardo, o bisagra, porque eran como el eje de la Iglesia Romana. A su vez era costumbre llamar cardinal o
incardinatus a un clérigo, fuera o no sacerdote que estuviese incorporado a una iglesia de manera estable.
Posteriormente fueron denominados diáconos cardinales a los encargados de atender a los pobres de las catorce
regiones de Roma, encargados también de asistir al Papa, en las celebraciones litúrgicas y en los asuntos
administrativos.

A esos 14 diáconos, se añadieron 4 diáconos palatinos que servían al papa en su palacio. Finalmente había 7
obispos que atendían las siete iglesias suburbanas de Roma y que acompañaban al papa en las funciones litúrgicas
a los que se llamaban obispos cardinales. El Colegio Cardenalicio en sus comienzos estaba formado por estos tres
grupos que ayudaban y acompañaban al papa de forma estable: Presbíteros cardenales, díáconos cardenales y
palatinos y obispos cardenales. En el siglo XI había en total 53 cardenales. En el transcurrir de los siglos el número,
la autoridad y prestigio de los cardenales fue creciendo, desempeñando las más variadas funciones por encargo de
los papas.

Con el decreto del papa Nicolás II en el que se determinaba que solos los cardenales serían los encargados de la
elección del papa, la intervención del clero, de la nobleza y pueblo romanos, quedó reducida a la aclamación del
papa elegido. Con relación a la intervención del emperador se utilizó una forma un tanto ambigua “ al joven rey
Enrique y a sus sucesores les correspondía el debido honor y reverencia”, pero no la decisión de elegir papa.

2.- EL PAPA GREGORIO VII, Y EL PROBLEMA DE LAS INVESTIDURAS.

De vida santa guió a la Iglesia teniendo como meta la reforma que lleva su nombre, reforma gregoriana. Con él la
sede romana volvió a ser respetada como rectora espiritual, luchó por la independencia de la Iglesia. Bajo pena de
excomunión prohibió a los eclesiásticos ser investidos en sus cargos por el emperador, reyes y señores feudales,
para ello escribió de su puño y letra a casi todos los obispos de Italia, Francia y Alemania, a los abades de Cluny y
Montecasino, al arzobispo de Canterbury, al rey alemán Enrique IV, al rey Felipe I de Francia, a Alfonso VI de
Castilla, a Sancho de Aragón, a Guillermo de Inglaterra, a los reyes de Hungría, Noruega, Dinamarca, Eslabona y al
emir de Marruecos, para que se abstuvieran de hacer ningún tipo de nombramientos eclesiásticos y le ayudaran a
promover una reforma de costumbres.

Un documento denominado Dictatus Papae, es la síntesis del pensamiento de Gregorio VII y el programa que se
proponía llevar a cabo a la vez y que tras su muerte fuese seguido de forma general en la Iglesia. Gregorio fue el
primero que quiso una separación entre la Iglesia y el estado. El documento es el siguiente:

La iglesia Romana ha sido fundada sólo por el Señor. -Sólo el Romano pontífice es definido con justo título universal.
-Sólo él puede deponer o absolver a los obispos. -Su legado en concilio está por encima de todos los obispos,
aunque sea de grado inferior a ellos, y puede pronunciar una sentencia de deposición contra ellos. -El papa puede
deponer a los ausentes.

-No se debe bajo el mismo techo de aquellos que han sido excomulgados por él.-El sólo puede, según la
oportunidad, establecer nuevas leyes, constituir nuevas comunidades, transformar una colegiata en abadía y
viceversa, dividir un obispado rico o unir obispados pobres.-Sólo él puede usar las enseñas imperiales.

-Sólo al papa todos los príncipes besan los pies. -El es el único cuyo nombre será pronunciado en todas las iglesias.
-Su nombre es único en el mundo. -A él le está permitido deponer al emperador. A él está permitido transferir los
obispos de una sede a otra si hay necesidad. -El puede ordenar donde quiera un clérigo de cualquier iglesia. -El que
ha sido ordenado por él puede recibir la iglesia de otro, pero no ser soldado ; pero no debe recibir de un obispo un
grado superio.- Ningún sínodo sea definido general sin su orden. -No existe ningún texto canónico fuera de su
autoridad. -Su decisión no debe ser reformada por nadie y sólo él puede reformar las decisiones de todos. -El no
debe ser juzgado por nadie. -Ninguno ose condenar a aquel que ha apelado a la Sede Apostólica.

-Los asuntos graves concernientes a una iglesia, cualquiera que sean, deben ser comunicados. -La Iglesia Romana
nunca ha errado, como atestigua la Escritura, y nunca cometerá errores. -El Romano Pontífice, si fuera ordenado
según los cánones, es indudablemente a través de los méritos de san Pedro establecido en la santidad, como
2

testimonia san Ennodio obispo de Pavía en acuerdo con numerosos padres, como se puede ver en el decreto del
beato papa Symmaco.

–Bajo orden y con permiso del papa está permitido a los súbditos sopesar una acusación. El puede, sin necesidad
de una asamblea sinodal, deponer o absolver a los obispos. /El que no está de acuerdo con la Iglesia no debe ser
considerado católico.-El papa puede liberar del juramento de fidelidad a los súbditos de un príncipe inicuo. justo título
universal. -fidelidad a los súbditos de un príncipe inicuo.

ENRIQUE V EN LA PUERTA DEL PAPA EN CANOSA.

Es conocida la lucha que entabló con el emperador alemán Enrique IV, que se opuso al papa en el tema de las
investiduras, y en el de la reforma de la disciplina y moral eclesiástica, Gregorio lo excomulgó y le exigió hacer
penitencia en Canosa, para recibir la absolución. Reconciliado, convocó un concilio en Maguncia y nombró un
antipapa con el nombre de Clemente III. Después fue a Italia y tras tres años de asedio logró conquistar Roma,
obligando a Gregorio VII a refugiarse en el castillo de Santángelo. El papa derrotado militarmente, se retiró a
Salermo donde falleció el 25 de mayo de 1085 recitando las palabras del salmo 44: “He amado la justicia y odiado la
iniquidad y por eso muero en el destierro”

A los ojos humanos Gregorio murió como derrotado, pero dejó una semilla en la Iglesia que dio abundantes frutos,
permaneciendo su obra durante mucho tiempo. Víctor III le sucedió y después Urbano II, éste dio a conocer su
programa: “Resuelto a caminar por las huellas de mi bienaventurado padre, el Papa Gregorio, rechazo lo que él
rechazó, condeno lo que él condenó, amo lo que el amó y me uno en todo a sus pensamientos y acciones.” Con éste
espíritu Urbano II continuó luchando contra la simonía y venta de cargos eclesiásticos, así como por la reforma de la
Iglesia.

El problema de las investuduras continuaria hasta el siglo siguiente en el que se solucionaría definitivamente en
tiempos del Papa Calixto II.

LAS CRUZADAS. CONQUISTA DE LOS SANTOS LUGARES.

3.-SE LLEVA A CABO LA PRIMERA DE LAS CRUZADAS.

Aunque el nombre de Cruzada ha sido utilizado en general para designar las guerras realizadas con un
motivo religioso, en propiedad y desde el punto de vista histórico, las cruzadas son las acciones guerreras
promovidas por los papas con el fin de liberar los Santos Lugares, es decir los territorios donde nació, vivió y
murió Jesús que desde el 1071 estaban en manos de los turcos convertidos al islamismo.

El origen de la palabra cruzada remonta a la cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que
tomaron parte en esas iniciativas. Después de pronunciar un voto solemne, cada guerrero recibía una cruz de
las manos del Papa o de su legado, y era desde ese momento considerado como un soldado de la Iglesia. A
los cruzados también se les concedían indulgencias y privilegios temporales, tales como exención de la
jurisdicción civil, inviolabilidad de personas o tierras, etc.

CONCILIO DE CLERMONT.

Este siglo vio nacer la primera de las ocho cruzadas, la convocó Urbano II el 27 de noviembre de 1095 en el
Concilio de Clermont el papa en su convocatoria, entre otras cosas, afirmó:

“Quienes lucharon antes en guerras privadas entre fieles, que combatan ahora contra los infieles y alcancen la
victoria en una guerra que ya debía haber comenzado; que quienes hasta ayer fueron bandidos se hagan soldados;
que los que antes combatieron a sus hermanos luchen contra los bárbaros.”

“Comprometeos ya desde ahora que los guerreros solucionen ya sus asuntos y reúnan todo lo que haga falta para
hacer frente a sus gastos; cuando acabe el invierno y llegue la primavera, que se pongan en movimiento,
alegremente, para tomar el camino bajo la guía del Señor. Recordaos lo que dijo Mateo: “El que quiera venir en pos
de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.”

La convocatoria papal fue recibida con un entusiasmo exultante de forma que tras la predicación de Pedro el
Ermitaño, se reunió entre el pueblo un “ejército” de 20.000 cruzados, el llamado el ejército de los pobres, hombres,
mujeres y hasta niños quienes con hambre y desorientados, llegaron al imperio bizantino, pereciendo la mayor parte
de ellos en su camino hacia Jerusalén.

Después de ellos llegó un ejército, denominado el ejército de los príncipes de 60.000 hombres al mando de
Godofredo de Bouillón. Los cruzados tomaron plazas importantes entre ellas Antioquía. En junio 1099 llegaron a
Jerusalén la sitiaron cayendo en manos de los cruzados, el 15 de julio de 1099.

En Jerusalén establecieron un reino rodeado de turcos y bizantinos.


3

Tendremos tiempo de hablar del sentido de las cruzadas, pues las mismas se sucedieron hasta bien entrado el siglo
XIII.

MONJES CARTUJOS EN EL REFECTORIO. ZURBARÁN.

4.-NUEVAS ORDENES RELIGIOSAS Y MOVIMIENTOS EREMÍTICOS.

La orden benedictina, de la que surgiría la reforma de Cluny, que en este siglo llegó a tener más de 50.000
monjes, produjo un nuevo brote.

El abad Roberto abandona el monasterio de Molestes y con un grupo de monjes benedictinos intenta volver
al fervor primero que Gluny parece haber olvidado a finales del presente siglo. En 1098 fundó la abadía del
Cister, esta orden Cisterciense recibió un gran impulso con la llegada a ella de San Bernardo, el abad de
Claraval en el siglo siguiente.

San Bruno fundó la Cartuja concebida como una fusión de la vida solitaria y monástica, la Cartuja desde sus
comienzos fue una orden austera, cuyos miembros vivían en continuo silencio, teniendo como principal
búsqueda, la contemplación divina.

También a finales de este siglo brota un intenso movimiento eremítico, hombres y mujeres movidos por una
espiritualidad que anhela la experiencia de Dios a través de la oración y contemplación, se retiran a los
lugares solitarios, pero la fama de su santidad atrae a las gentes, convirtiéndose así en evangelizadores.

Este siglo conoce también una forma de vida religiosa consistente en vivir, bien un hombre o una mujer, en
una celda construida al lado de una iglesia, con una ventanita por la que sigue los actos litúrgicos y recibe el
alimento.

Abundantes son en este siglo los hombres y mujeres que hicieron florecer en la Iglesia el árbol de la
santidad. 139 en total. Entre ellos hay mártires, monjes, papas, recluidas,… también la Iglesia española, que sigue
avanzando en la reconquista con nuevos reinos cristianos, cuenta con frutos de santidad entre sus miembros.

CASA DE LA VIRGEN EN NAZARET.

5.-ALGUNAS DEVOCIONES PROPIAS DEL SIGLO.

1.-Entre las devociones practicadas en el siglo XI que estamos historiando, está la de las peregrinaciones a los
Santos lugares. Estas peregrinaciones se iniciaron en la Iglesia antes de la paz otorgada por el emperador
Constantino en el 313, aunque aumentaron considerablemente cuando la Iglesia gozó de paz y libertad en el Imperio
Romano. Las más antiguas peregrinaciones cristianas tenían a su vez, como destino Roma así como a las tumbas
de los mártires.

La más famosa de las peregrinas de esa época fue una española de nombre Egeria, quien nos narra cómo se
celebraban estas peregrinaciones en Tierra Santa en el siglo IV.

Las peregrinaciones en honor a la Bienaventurada Virgen María cobran fuerza entre los siglos V-VII principalmente
en Nazareth.

Uno de los lugares más prestigiosos, en el siglo XI, es el Sepulcro del Apóstol Santiago de cuya fama se hace eco la
orden cluniacense. A lo largo del siglo la llegada de peregrinos se intensifica y se inicia, por parte de los reyes
cristianos, una labor que facilitará el tránsito hacia Santiago. Se construyen puentes y hospitales en los enclaves
necesarios. Se establece una ruta principal, el llamado Camino Francés. En el 1073 da comienzo la construcción del
tercer templo consecutivo sobre la tumba del apóstol: la gran catedral románica que hoy conocemos.

La peregrinación, desde sus comienzos tenía un sentido, ayudando a la comprensión de que la vida cristiana era
como un peregrinar hacia una meta, término de nuestra vida terrena y comienzo de la vida eterna. Los peregrinos
encontraban en tales peregrinaciones un impulso de renovación espiritual.

2.- El culto a la Eucaristía fuera de la misa. La devoción de ir a orar ante el sagrario tiene un precedente histórico en
el monumento del Jueves Santo que precisamente se lleva a cabo a partir de este siglo, aunque ya el sacramentario
Gelasiano habla de la reserva eucarística en este día. El monumento del Jueves Santo introduce la práctica de ir a
orar ante el Sagrario, devoción que presupone la reserva del Santísimo iniciada en el siglo IX con ocasión de las
controversias eucarísticas referentes a la presencia real de Cristo en la Eucaristía.

3.-Espectacular incremento de la devoción a la Virgen. Signo de este crecimiento son la multitud de oraciones
utilizadas por los fieles para invocarla, entre ellas el Ave María, Salve Regina, el Ave Maris Stela. La Asunción de
María, la Purificación de Nuestra Señora y Natividad, son tema de las variadas expresiones artísticas: pintura,
escultura, literatura o música. En España son varios los monasterios dedicados a Santa María en esta época: El de
Ripoll en Gerona, el de Santa María de Poblet en Tarragona, el de Santa María de Huerta en Soria
4

6.- EL CISMA DE ORIENTE SEPARACIÓN DE LA IGLESIA GRIEGA DE LA IGLESIA CATÓLICA.

El suceso más triste para la Iglesia en este siglo es la ruptura entre la iglesia griega, cuyo centro era Constantinopla,
y la latina que tenía en Roma su sede presidida por el papa.

La separación se vino gestando a lo largo de varios siglos, con sucesos como el cisma promovido por Acacio en el
siglo V, por el problema del culto a las imágenes al que se opuso el emperador de oriente León III el Isáurico, más
tarde, en el siglo IX por Focio, con el problema de la procedencia de la tercera persona de la Trinidad, consumándolo
Miguel Celulario, patriarca de Constantinopla el 16 de julio de 1054.

Desde entonces la hoy denominada Iglesia ortodoxa, sigue separada de la Iglesia católica, cerca de 300 millones
de fieles ubicados especialmente en Grecia, Bulgaria, Rumanía y Rusia y el resto de pueblos eslavos integran esta
Iglesia , que mantiene prácticamente la misma fe que la Iglesia católica, si exceptuamos la negación del Primado del
Papa, así como los dogmas de la Inmaculada Concepción y Asunción de María a los cielos,
definidos posteriormente a la separación, y algunos aspectos relacionados con la liturgia y disciplina eclesiástica.

SINTESIS DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA. EL SIGLO XII.

La cantidad de sucesos ocurridos en la Iglesia en este siglo nos obliga a dividir en dos TEMAS el desarrollo de los
mismos. Damos a continuación el esquema de los que nos ocuparemos.

1.-Continúa el problema de las investiduras. 2.- El fin de las disputas entre la Iglesia y el imperio. 3.–Impulso y lucha
por la reforma de la Iglesia. 4.-Nacimiento de las órdenes militares. 5.-La obligación del celibato en la Iglesia católica.
5.-Dos nuevas Cruzadas para la conquista de los Santos Lugares.

LA HUMILLACIÓN DEL EMPERADOR ENRIQUE V EN CANOSSA.

1.-CONTINÚA EL PROBLEMA DE LAS INVESTIDURAS.

Como se dijo en el TEMA anterior “el problema de las investiduras” fue uno de los asuntos que el gran Papa
Gregorio VII abordó durante su pontificado. Aunque sus disposiciones frenaron un tanto el problema, éste continuó
tras su muerte, de modo que tanto el emperador como los reyes y señores feudales, siguieron entrometiéndose en
los asuntos de la Iglesia nombrando obispos y otros cargos eclesiásticos; este mal perduraría durante siglos en la
Iglesia apareciendo con distintas formas y nombres, a pesar de los esfuerzos de los papas por solucionarlo y de las
reuniones y concilios convocados con este fin, como por ejemplo, el Concordato de Worms, el primer Concilio del
Letrán, el segundo y tercer concilio del mismo nombre, etc.

2.-EL FIN DE LA DISPUTAS ENTRE LA IGLESIA Y EL IMPERIO.

Los enfrentamientos entre la Iglesia y el Imperio se encauzaron hacia una solución en el año 1122 durante el papado
de Calixto II por el acuerdo alcanzado en el Concordato de Works, confirmado un año después en el concilio de
Letrán.

Por el acuerdo entre la santa sede y el imperio se establecía que el poder eclesiástico sería quien daría la
investidura clerical de abades y obispos mediante la entrega del anillo y el báculo, y la colación de las órdenes
sagradas Los así investidos y ordenados debían obediencia al papa en todos los aspectos espirituales. Al poder civil
le correspondía la investidura como señor feudal así como el poder temporal. Al emperador se le concedía además
la potestad de asistir a la elección de los cargos eclesiásticos y de utilizar su voto de calidad en el caso de que no
hubiese acuerdo entre los electores eclesiásticos. La realidad es que en muchos casos bien por falta de acuerdo
entre los electores, bien por falta de asistencia de los mismos a la elección era el emperador quien terminaba
imponiendo su candidato. El problema de la injerencia del poder civil en los asuntos eclesiásticos perduró durante
varios siglos después hasta la separación definitiva entre la Iglesia y el Estado.

CISTERCIENSES EN UNA ABADÍA GERMANA.

3.-IMPULSO Y LUCHA POR LA REFORMA DE LA IGLESIA.

En este siglo se inicia, un clamor por la reforma de la Iglesia, protagonizado unas veces, por sus jerarquías,
monasterios, cabildos catedralicios y sacerdotes santos y otras por el pueblo creyente, que no dejó de advertir su
distanciamiento de las enseñanzas evangélicas. Este clamor tomó dos formas bastante distintas entre sí, una que
podríamos calificar de ortodoxa y otra que terminó por distanciarse del magisterio eclesiástico que las condenó
como heréticas.

1.- Formas calificadas como ortodoxas.

-La acción de los cistercienses y otras nuevas órdenes.


5

Los cistercienses de los que ya hablamos en el TEMA anterior, recibieron una renovación y nuevo impulso por obra
de san Bernardo quien a sus veinticuatro años fue nombrado abad de Claraval, en el año 1115, su acción se
extendió a los más variados aspectos de la vida de la Iglesia: trabajó intensamente contra el relajamiento de Cluny,
así como por la reforma del clero, denuncia el lujo de obispos y altos dignatarios eclesiásticos, interviene en la
solución del cisma provocado en la Iglesia de Roma, acusa a los obispos de malos pastores entregados más a los
asuntos temporales que a la edificación de los fieles, trabajó por la difusión del monacato por él reformado, la
abadía por él fundada llegó a contar más de 700 monjes, y a su vez fundó otras nuevas, no menos de 300.

El influjo de estos monasterios se dejó sentir grandemente en la Iglesia universal. Tanto éste como el siglo anterior
corresponden al tiempo de una sociedad de tipo rural y señorial. Los monasterios construidos en medio de los
campos eran el motor y centro de la vida de los fieles que acudían a ellos para recibir enseñanza y ejemplo, pues la
época del florecimiento de la vida monástica tenía como prototipo la vida de los monjes y monjas.

SAN BERNARDO DE CLARAVAL.

Otro de los aspectos de la vida de san Bernardo es el de su magisterio espiritual; su espiritualidad más que en los
aspectos ascéticos, hechos de renuncias y sacrificios, se basa en la unión con Dios por el amor, un amor que se
distancia de la concepción escolástica del mismo; el amor desinteresado que no necesita causa, pues se justifica y
vale por sí mismo: “Amó porque amo”” Vivo para amar”.Ésta espiritualidad influiría en gran manera en nuestros
místicos de los siglos XVI y XVII.

San Bernardo, como no podía ser menos, participaba del concepto de Cristiandad, el texto tomado de una de sus
cartas la 256, en la que comentando el texto de san Lucas en el que se habla de la entrada triunfal de Jesús en
Jerusalén, se refiere a las dos espadas: “ la una y la otra espada pertenecen a la Iglesia, es a saber, la espada
espiritual y la espada material. Pero ésta debe de ser sacada para la Iglesia y aquella debe ser sacada por la Iglesia;
la primera por mano del sacerdote, la segunda por la mano del caballero, pero desde luego por orden del sacerdote
y por mandato del emperador.

La vida canónica: canónigos regulares de san Agustín.

Los llamados canónigos regulares aparecen también en este siglo. Todavía hoy día llamamos canónigos, a los
sacerdotes que acompañan al obispo en la liturgia por él presidida y celebrada en las catedrales, en tiempos
anteriores los canónigos tenían otras funciones además de las litúrgicas, ellos eran como el senado denominado
cabildo, en quien el obispo se apoyaba en sus decisiones; lo normal es que estos tuvieran una vida secular, es
decir, viviendo en sus casas de forma individual y en medio del mundo, algunos de ellos, sin embargo, comenzaron a
vivir en comunidad, siguiendo la regla de San Agustín. Sobresalen entre ellos los canónigos regulares de san Juan
de Letrán y los de san Victor. La más importante de estas formaciones fue la llevada a cabo por san Norberto en
Premonté (año 1120) que dio lugar a la orden de los Premonstratenses, que se extendió por Europa desarrollando
una gran actividad misionera.

4.-NACIMIENTO DE LAS ÓRDENES MILITARES.

La creación de las órdenes militares es un producto de la Edad Media, y como tal deben juzgarse; como su mismo
nombre indica son la unión del monje y del caballero, monje-soldado. Nacen de grupos de caballeros que se
dedicaron, unas veces, a cuidar y defender a los enfermos cristianos en un Hospital de los Santos Lugares, otras a
defender a los peregrinos que iban a Tierra Santa , y en algún caso a la realización de diversas obras de
beneficencia en lugares de la misma Europa. Aunque pueda resultar para nosotros extraño, tales órdenes son efecto
de la renovación espiritual llevada a cabo por san Bernardo y están en su origen, en conexión con las Cruzadas.

Entre las creadas en este siglo se encuentran los Hospitalarios de san Juan dedicados al cuidado de los enfermos.
Los Templarios cuidadores del templo de Salomón reconstruido por Herodes; los Teutones que lograron la sumisión
y cristianización de los paganos del nordeste de Europa.

En España son conocidas las órdenes militares de Calatrava, de Alcántara, de Santiago y de Montesa que lucharon
en una Cruzada distinta: la de la reconquista de los territorios hispanos dominados por los moros.

BASILICA DE SAN JUAN DE LETRÁN O EL LATERANO, LUGAR DONDE SE CELEBRARON VARIOS


CONCILIOS Y NUMEROSOS SÍNODOS.

5.-LA OBLIGACIÓN DEL CELIBATO EN LA IGLESIA CATÓLICA.

Unas palabras que Uguccio de Pisa señaló, en torno al 1190: la «continencia de los clérigos es la que deben
observar no contrayendo matrimonio y no usando del matrimonio si lo hubieran contraído», nos pueden situar bien
acerca del sentido y evolución de la ley del celibato católico.

El texto, lo primero que indica es la existencia de un uso por el que, aunque los casados pudieran acceder a las
órdenes, debían no usar el matrimonio, con el consentimiento de la esposa, de ahí que el celibato eclesiástico se
denominaba en sus comienzos con propiedad « continencia»
6

La antigüedad de tal uso, es, como mínimo anterior a la celebración del Concilio de Elvira, celebrado en un lugar
cercano a Granada en el primer decenio del siglo IV, pues en este concilio se recoge por escrito la vigencia de la «
continencia» para los clérigos. El canon 33 de dicho concilio, bajo el título «Sobre los obispos y ministros [del altar],
que deben ser continentes con sus esposas», se encuentra el siguiente texto dispositivo: «Se está de acuerdo en la
completa prohibición, válida para obispos, sacerdotes y diáconos, o sea, para todos los clérigos dedicados al servicio
del altar, que deben abstenerse de sus mujeres y no engendrar hijos; quien haya hecho esto debe ser excluido del
estado clerical».

No es posible ver en el canon 33 una ley nueva. Se manifiesta claramente, por el contrario, como una reacción
contra la inobservancia, muy extendida, de una obligación tradicional y bien conocida a la que en ese momento se
añade también una sanción: o se acepta el cumplimiento de la obligación asumida:» la continencia» o bien se
renuncia al estado clerical.

De forma análoga se expresa el segundo Concilio africano del año 390, repetida en los posteriores: «Conviene que
los sagrados obispos, los sacerdotes de Dios y los levitas sean continentes por completo para que puedan obtener
sin dificultad lo que piden al Señor; a fin de que nosotros también custodiemos lo que han enseñado los Apóstoles y
ha conservado una antigua usanza».La misma enseñanza se encuentra en los Papas Siricio (386) e Inocencio I
(401-417), León Magno (456) y Gregorio Magno (590-604); y en los Padres S. Ambrosio, S. Agustín, S. Jerónimo .

La inobservancia de la continencia por parte de los clérigos se hizo bastante general por el hecho de que muchos de
los beneficios que estaban unidos al oficio clerical: abades, obispos, párrocos, eran, en muchos casos, concedidos
por seglares, lo que dio lugar a la generalización del pecado de Simonía, es decir la compra de los oficios,
accediendo a ellos gente sin vocación, este mal fue afrontado especialmente por Gregorio VII.

Por tales motivos el segundo Concilio Lateranense (1139), dispuso que los matrimonios contraídos por los clérigos
mayores, como las personas consagradas mediante votos de vida religiosa fueran no sólo ilícitos, sino inválidos;
naciendo así la ley del celibato clerical tal como la conocemos en la actualidad en la Iglesia católica latina.

Contra la ley del celibato se levantaron numerosas voces de protestas entre obispos y clérigos, prácticamente el
conjunto de los obispos franceses, españoles alemanes e italianos se opusieron a esta medida que lentamente se
fue observando en toda la iglesia latina.( Cf. Pontificado de Gregorio VII, en el blog.)

SEGUNDA CRUZADA.PAPA EUGENIO III Y SAN BERNARDO.

6.- DOS NUEVAS CRUZADAS.

El papa hizo una nueva convocatoria para una segunda Cruzada, a la que respondieron numerosos cruzados, entre
ellos el rey de Francia, Luis VII y el emperador Conrado III. El emperador partió en 1147 al mando de un ejército; las
tropas francesas marcharon hacia Jerusalén un mes más tarde. Los germanos cayeron en una emboscada turca y
desmoralizados, tanto los soldados como los peregrinos regresaron a Europa. A las tropas francesas no les cupo
mejor suerte, pues llegados a Jerusalén en 1148, el rey Balduino III de Jerusalén les aconsejó que atacaran
Damasco, ataque que fue un fracaso pues no consiguieron tomar la ciudad. Poco más tarde regresaron a Francia.

El fracaso de esta segunda Cruzada permitió la reunificación de las potencias musulmanas. Al mando de Saladino
las tropas musulmanas tomarían Jerusalén quedando el ejército cristiano derrotado de forma definitiva el 4 de julio
de 1187, haciendo que desapareciese el reino cristiano de Jerusalén.

El, papa Gregorio VIII proclamó la tercera Cruzada. (1189-1192) El entusiasmo levantado en la Cristiandad fue
grande, a la convocatoria respondieron el emperador Federico I, el rey francés Felipe II Augusto y el monarca de
Inglaterra Ricardo Corazón de León. El resultado fue algo más positivo, pues aunque no lograron la conquista de
Jerusalén, consiguieron arrancar del control de Saladino una serie de ciudades que permitió el restablecimiento del
reino latino. Este segundo reino, mucho más reducido que el primero y por lo tanto más débil, perduró en
condiciones precarias un siglo más.

IMAGEN DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA. ESPAÑA.

SÍNTESIS DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA.

EL SIGLO DOCE.

Segunda parte.

Como indica el título de este TEMA estudiamos en él lo que nos quedó del esquema del anterior: 1.-Formas
consideradas heréticas que lucharon por la reforma de la Iglesia. 2.-Nace la Inquisición episcopal, anticipo de la
Pontificia y de la Inquisición española. 3.-La atención a los pobres en este siglo. 4.-Santos y Santas del siglo. 5.-
Desarrollo de las instituciones culturales. 6.-Aparición del sistema escolástico como forma de enseñanza. 7.-
Creación de las primeras universidades.

TUMBAS DE LOS BOGOMILOS EN BOSNIA.


7

1.-FORMAS CONSIDERADAS HERÉTICAS QUE LUCHARON POR LA REFORMA DE LA IGLESIA.

En relación con la inquietud religiosa por la reforma que vimos en el TEMA anterior, que eran conformes con el
magisterio de la Iglesia, en este mismo siglo XII aparecieron también bastantes grupos tendentes a este mismo fin
, pero que tenían su origen en el pueblo; estos grupos distintos de un lugar a otro tenían varias cosas en común,
entre ellas la búsqueda de la pobreza y sencillez, llegando en algún caso a la irrupción en los monasterios
quemando sus templos en protesta por la riqueza de los mismos, denunciando a los monjes que por más que
individualmente no tuvieran bienes, sus comunidades tenían grandes riquezas; coincidían también en el rechazo
del poder económico y político de la Iglesia, predicando la conformidad con las enseñanzas del evangelio que debía
ser puesto al alcance de todos por su traducción a las lenguas propias de cada pueblo.

Junto a ello defendían doctrinas contrarias a las prácticas de la Iglesia, como la oposición al bautismo de los niños,
a las liturgias celebradas en los monumentales templos, la creencia en la existencia de dos principios el del Bien y el
del Mal, la negación de los sacramentos de la penitencia y del matrimonio, de la presencia real de Jesucristo en la
Eucaristía y la protesta contra la tiranía del poder eclesiástico. Entre estos grupos sobresalieron los patarinos de
Milán, los petrobusianos de Pedro Bruyns, los bogomilos y especialmente los valdenses de Pedro Valdo.

Era este un rico comerciante de Lyón quien movido por la predicación de los monjes ambulantes distribuyó su
fortuna entre los pobres, (1173) Tomó como modelo el encargo del Señor en Mt 10,9ss y comenzó a llevar una vida
apostólica y pobre como predicador ambulante de penitencia. Reunió a su alrededor hombres y mujeres del mismo
pensar y los envió de dos en dos a predicar la penitencia En boca de los valdenses, el lema «¡Vuelta a la Iglesia
pobre de los apóstoles!» tenía un sentido esencialmente religioso. La Sagrada Escritura era el todo para ellos (como
descripción de la vida del redentor pobre; sobre todo con las advertencias de Cristo al joven rico: Mt 6,19.21); con
ellos comenzó propiamente el gran movimiento bíblico laico del Medievo. El fervor de estos «pobres de Lyón» era
bueno, ejemplarmente evangélico; en realidad se sentían enviados como ovejas en medio de lobos. Todo esto, sin
embargo, constituía una peligrosa provocación para el mundo cristiano y, en primer lugar, para la jerarquía y las
abadías.

Por desgracia, estos inflamados solían carecer de los necesarios conocimientos para la predicación. Ésta les fue
prohibida primeramente por el arzobispo de Lyón y luego por el Concilio de Letrán (1179).

Las ideas de los valdenses fueron variadas y estuvieron confusamente mezcladas; diferían mucho según los
distintos países y según sus diferentes etapas de evolución. Allí donde sus comunidades no estaban aún
organizadas, continuaron largo tiempo participando en la vida de la Iglesia. La imagen es mucho más radical en las
corrientes afines del norte de Italia, donde se impuso con más fuerza la influencia de los cátaros: negación del
purgatorio, consiguiente rechazo de la oración por los difuntos y las misas por sus almas; rechazo del culto a los
santos, de las indulgencias, del juramento, del servicio militar y de la pena de muerte…

San Bernardo como vimos en el Tema anterior participó en este mismo anhelo de purificación de la Iglesia sin salirse
de ella, trabajando por la reforma del clero y estimulando la práctica de la pobreza. Éste mismo espíritu se
manifestaría en el siglo siguiente en las Órdenes mendicantes, especialmente en la orden de predicadores y los
franciscanos hijos de san Francisco de Asís.

2.-LA INQUISICIÓN EPISCOPAL Y EL ANTICIPO DE LA INQUISICIÓN PONTIFICIA Y DE LA INQUISICIÓN


ESPAÑOLA.

El título de este apartado menciona los tres tipos de Inquisición que han existido en la Iglesia, en este Tema, nos
referimos a la Inquisición Episcopal directamente, de las otras nos ocuparemos en el siglo de su aparición.

Un decreto del papa Lucio III, “ad abolendam” del año 1184 ha sido llamado por muchos la “carta magna” de la
institución inquisitorial. En él se dice entre otras cosas “ …que cualquier arzobispo u obispo, por sí o por su
archidiácono, o por otras personas honestas e idóneas, una o dos veces al año, inspeccione las parroquias en las
que se sospeche que habitan herejes; y allí obligue a tres o más varones de buena fama, o si pareciese necesario a
toda la vecindad, a que bajo juramento indiquen al obispo o al archidiácono si conocen allí herejes, o a algunos que
celebren reuniones ocultas o se aparten de la vida, las costumbres o el trato común de los fieles. El obispo o el
archidiácono convoquen ante su presencia a los acusados, los cuales serán castigados según el juicio del obispo, a
no ser que a juicio de aquellos y según las costumbres patrias hubiesen purgado el reato imputado, o si después de
haber hecho penitencia recayesen en la perfidia primera. Pero si alguno de ellos rechazando el juramento por una
superstición condenable, se negasen tal vez a prestar juramento, sea considerado por este mismo hecho como
hereje y sea sometido a las penas que fueron indicadas más arriba”

Las penas “indicadas más arriba” consistían en que si se trataba de un clérigo sería entregado al juicio secular sin
ninguna otra investigación, debiendo confiscarse sus bienes entregándolos a la iglesia a la que servían. Si se trataba
de un laico directamente debía entregarse al tribunal secular para que le impusiesen la pena correspondiente “a su
crimen”.

3.-LA ATENCIÓN DIRECTA A LOS POBRES EN ESTE SIGLO


8

La atención a los pobres fue abundantemente desarrollada en las ciudades de la Edad media. Ya en este siglo su
ejecución era llevada a cabo por el clero parroquial, los monasterios y hospitales, las hermandades, corporaciones y
confraternidades y hasta los gremios. Este cuidado no carecía de organización, también en los lugares rurales,
nadie puede negar a la Iglesia, desde sus orígenes hasta nuestros días esta preocupación: los pobres siempre han
sido objeto de atención por parte de la Iglesia. Más problemática ha sido la atención de los pobres cuando éstos no
se han resignado a ser meros objetos de atención sino que han querido ser sujetos de su propia liberación, algo de
lo que no queremos ocuparnos en este TEMA pues habrá lugar para analizarlo. En otros siglos.

4.-SANTOS Y SANTAS DEL SIGLO.

En total el santoral católico del siglo XII asciende a 194 santos y santas. La mayor parte de ellos fueron monjes
benedictinos, especialmente de la reforma llevada a cabo por san Bernardo el abad de Claraval.

Es muy nombrado san Anselmo obispo y doctor de la Iglesia, que nacido, en Aosta fue monje y abad del monasterio
de Bec, en Normandía, enseñando a los hermanos a caminar por la vía de la perfección y a buscar a Dios por el
estudio y comprensión de la fe. De él es el famoso argumento ontológico para demostrar la existencia de Dios.
Promovido a la sede de Canterbury en Inglaterra, trabajó por la independencia de la Iglesia sufriendo por ello
persecuciones y destierro.

EL ARTE ROMÁNICO ES LA MÁS PURA MANIFESTACIÓN DEL ARTE CRISTIANO EN TODOS SUS
ASPECTOS.

5.-DESARROLLO DE LAS INSTITUCIONES CULTURALES.

En el siglo XII hubo un renacimiento cultural que abarcó distintas ramas del saber: lógico, filosófico, teológico,
científico y artístico en el que la Iglesia tuvo un papel de protagonismo. Desde el punto de vista artístico el arte
románico llegó a su culminación estética dando lugar a la aparición de un nuevo estilo, el gótico, que lo mismo que el
románico se convertiría en la expresión del sentir religioso de la Iglesia, teniendo sus mejores representaciones en la
arquitectura, escultura y pintura llenando a toda Europa del sentir religioso y cristiano.

Las escuelas monacales salvaron en gran medida la sabiduría clásica, en ellas se descubrieron antiguos filósofos
griegos especialmente Platón y Aristóteles a través de las traducciones del árabe hechas en Toledo y Sicilia. Los
centros del saber monástico fueron rebasados por las escuelas catedralicias, de las veinte existentes en la anterior
centuria se pasó, por lo menos hasta doscientas, pues cada ciudad episcopal se sentía obligada a tener la suya, las
materias enseñadas eran gramática latina, retórica y dialéctica, en lo que podíamos denominar como saber
humanístico, y aritmética, geometría, astronomía y música en el científico. Estas escuelas aunque tenían como
sujeto preferente a los clérigos, quienes recibían entre otros el saber teológico, eran también frecuentadas por
numerosos laicos.

Fue en estas escuelas donde surgió el método escolástico, que hacía de la razón el instrumento básico de todo
conocimiento, de modo que uno de los objetivos perseguidos por este método era enseñar a utilizar la razón, algo
que se lograba con el estudio de la lógica, previo al conocimiento filosófico y teológico.

UNIVERSIDAD DE PARÍS.

6.-CREACIÓN DE LAS PRIMERAS UNVERSIDADES.

También en el siglo XII nacieron las universidades aunque la gran eclosión de las mismas sería el siglo XIII.

La primera universidad fue la de Bolonia, en Italia, esta universidad, sin embargo, tuvo un origen completamente
laico, dedicada principalmente al estudio del derecho, de tal forma que resucitaron el derecho romano, siendo
utilizada en no pocos casos, por los emperadores alemanes para fundamentar sus derechos sobre la autoridad
papal. Sus alumnos eran en su mayoría seglares, administradores de reyes, príncipes y señores
feudales; posiblemente anterior a ella, fue la Escuela de medicina de Salermo también en Italia. La recuperación del
derecho romano y su aplicación por parte de reyes y emperadores fue objeto de múltiples males para la sociedad,
así como para la Iglesia, pues éste fue el instrumento del que se sirvieron para afincar en la sociedad europea, por
ejemplo, la pena de muerte y la tortura.

De creación pontificia fue la universidad de París, en la que por cierto se excluyó la enseñanza del Derecho Romano.

Para protegerse, los estudiantes de Bolonia crearon un gremio, después el cuerpo docente también se organizó
como un grupo, de ahí surgió el nombre de universidad, universitas, como el conjunto de estudiantes y profesores.

SÍNTESIS DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA. EL SIGLO XIII.

ORDEN DE PREDICADORES. MENDICANTES DOMINICOS. SÍNTESIS DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA. EL


SIGLO TRECE. Iª Parte.
9

El siglo trece es denominado por algunos como “el siglo de oro” de la Edad Media, lo que de tal denominación en
nuestro TEMA más nos interesa no es su calificación, que desde varios aspectos podría ser discutida, sino la
cantidad de sucesos que en él acontecieron en el seno de la Iglesia; lo que nos obliga a dividir el TEMA en tres
partes.

1.- Nuevas Cruzadas. 2.-El pacifismo de los primeros cristianos. 3- El papa Inocencio III y la Cristiandad. 4.-
Órdenes religiosas surgidas en este siglo. 5.- La Órden de predicadores. 6.- La órden franciscanas o de los
Hermanos Menores.

1.-NUEVAS CRUZADAS.

Cinco fueron las cruzadas llevadas a cabo a lo largo de todo el siglo XIII, desde el 1202 que tuvo lugar la primera de
las cruzadas del siglo, hasta el 1270, completando así las ocho cruzadas realizadas en total, tres de la cuales se
llevaron a cabo en el siglo anterior, como indicamos en su momento.

Varios fueron los papas que impulsaron la celebración de las mismas: Inocencio III, Honorio III, Gregorio IX e
Inocencio IV. Los llamamientos papales tuvieron respuestas desiguales en cada una estas cruzadas por los reyes de
Inglaterra, Francia, Alemania, Hungría, Duques y caballeros y pueblo cristiano, de una Europa que andaría por estas
fechas rondando los treinta millones de habitantes.

Si juzgamos las cruzadas por los fines buscados por ellas, es decir la conquista de los Santos Lugares, debemos
decir que resultaron un completo fracaso; si las evaluamos desde otras perspectivas, el saldo positivo no fue
tampoco muy grande: el logro de una pobre y muchas veces rota unidad de los países cristianos en una empresa
religiosa común, la contención de la amenaza islámica sobre Europa, la comunicación entre pueblos de distinta
cultura y religión, la apertura de relaciones comerciales entre pueblos distantes entre sí. Por el contrario muy
negativos fueron varios de los hechos ignominiosos ocurridos en ellas, como la conquista y saqueo, por parte de los
cruzados, de Constantinopla, en la quinta cruzada, los sufrimientos y muertes de muchos de los participantes, las
divisiones e intereses egoístas de los jefes de las expediciones etc. y sobre todo la justificación de una guerra
ofensiva promovida por la Iglesia católica La Iglesia pasó del pacifismo de los primeros cristianos a la guerra hecha
en nombre de Dios y a través de la teoría de la guerra justa.

DE CONSTANTINOPLA A ESTAMBUL.

2.-EL PACIFISMO DE LOS PRIMEROS CRISTIANOS.

El pacifismo de Jesús fue tan claro que los cristianos no sólo se negaron a participar en ninguna guerra sino que
rechazaron incluso en alistarse en el ejército. Orígenes afirma “No salimos con el Emperador a la guerra, aun cuando
se nos obligue a ello” ( Cf. Contra Celso, lib. VIII núm.73) Existen testimonios de soldados que abandonaron el
ejército al hacerse cristianos ( Cf. Tertuliano de Corona mílitis. Cap. XI. Taciano “Discurso contra los griegos XI.”
Sabemos también cómo se exigía a los que pedían el bautismo, antes de hacer el catecumenado la renuncia al
estado militar, o no eran admitidos si sus padres eran militares.

Es cierto que este pacifismo no solía crear problemas a la mayor parte de los cristianos porque el ejército se nutría
de voluntarios, excepto a los hijos de los militares que eran obligados a alistarse en el ejército. Este fue el caso de
san Maximiliano, hijo de militar, cuando fue llamado a incorporarse al ejercito se negó diciendo: “ Yo no puedo ser
soldado; yo no puedo hacer el mal, porque soy cristiano.” Su negativa le ocasionó la muerte. ( Cf. Martirio de san
Maximiliano I; )

Los testimonios de cristianos no distinguían entre quien mata a un hombre en tiempo de paz y quien lo hace en
tiempo de guerra. ( Cf. Cipriano de Cartago,A Donato. 6) Tertuliano afirmó rotundamente que “ Cristo , al desarmar a
Pedro, desarmó a todos los cristianos” ( Tertuliano De idolatría , cap. 19. nº 3)

EL PAPA INOCENCIO III POR EL GIOTTO.

3.- EL PAPA INOCENCIO III Y LA CRISTIANDAD.

El pontificado de Inocencio III se puede considerar como la aplicación de uno de los principios que integraban el
concepto de Cristiandad: el de la autoridad papal sobre cualquier otra autoridad en las sociedades cristianas, tanto
en lo espiritual como en lo temporal.

Inocencio III puso orden en los Estados Pontificios, sometiendo a su autoridad a las familias nobles más importantes
como los Colonna, Orsini, Frangipani.

Fue señor feudal del reino de Sicilia, así como de Inglaterra: Juan “sin tierra” se opuso a la designación de Esteban
Langthon como arzobispo de Canterbury; el papa lo excomulgó y liberó a sus súbditos del juramento de fidelidad.
Juan arrepentido pidió perdón al papa declarándose feudatario del mismo.

También fue señor feudal de Aragón, cuando Pedro II, buscando la nulidad de su matrimonio con María de
Montpelier, que por cierto Inocencio III no concedió, se ofreció voluntariamente como feudatario del papa. Portugal,
10

Hungría, Polonia buscaron igualmente la ayuda del papa frente a los usurpadores declarando por este motivo sus
naciones como feudos papales.

Inocencio III logró por completo la independencia de la Iglesia, liberándola de las intromisiones de reyes y señores
feudales.

INOCENCIO III PAPA. APRUEBA LAS ORDENES MENDICANTES

4.- ÓRDENES RELIGIOSAS SURGIDAS EN ESTE SIGLO.

Trinitarios.- A finales del siglo anterior, el 1198 San Juan de Mata fundó la llamada orden trinitaria con una finalidad
muy específica: la “redención” de cautivos. Además de los tres votos clásicos de castidad, pobreza y obediencia,
añadían un cuarto voto, por el que se obligaban a trabajar por la libertad de los cristianos hechos
prisioneros principalmente por musulmanes, en no pocos casos ofreciéndose ellos mismos a cambio de los
prisioneros.

Mercedarios.- Con un fin similar, San Pedro Nolasco fundó la orden Mercedaria en el año 1218, siendo aprobada por
el papa Gregorio IX en 1235. Estas órdenes religiosas contarían pronto con una rama femenina, bien monjas de
clausura o religiosas dedicadas al cuidado de enfermos, pobres y ancianos. La orden mercedaria tiene en su haber
334 acciones de redención con unos 80.000 prisioneros rescatados, y unos 300 mártires entre sus filas.

Las órdenes mendicantes. También este siglo conoció la aparición de las llamadas órdenes mendicantes, que
surgieron, en primer lugar, como respuesta a las nuevas necesidades de la sociedad, una sociedad que estaba
conociendo la creación de las ciudades, como ámbito nuevo de convivencia humana, y por otro, como reacción a la
pérdida del fervor de los grandes monasterios que a través de los siglos acumularon riquezas, convirtiéndose en
verdaderos feudos o señoríos, similares a los de los señores feudales laicos, también como rechazo del
enriquecimiento de no pocos pastores de la Iglesia, especialmente obispos, canónigos y racioneros, entregados al
lujo, y a las actividades temporales.

Estos no serán llamados monjes, pues no vivían en rígida clausura como ellos, sino abiertos a la sociedad para
anunciar el mensaje cristiano en cualquier lugar, denominándose religiosos. Vivían en fraternidades literalmente de
las limosnas del pueblo, sin tierras de labranza, ni rentas, ni productos fabricados por ellos. Entre las principales
órdenes mendicantes se encuentran la de los dominicos, y los franciscanos

SANTO DOMINGO DE GUZMÁN. EL GRECO.

5.- LA ORDEN DE PREDICADORES.

Los dominicos: llamada también Orden de los Predicadores, fue fundada por el español santo Domingo de
Guzmán apoyada por el papa Inocencio III y aprobada por Honorio III en 1216. Como indica su sobrenombre: Orden
de Predicadores, su carisma era la transmisión del mensaje cristiano a través de la predicación, de la enseñanza y
del estudio, dando en este campo numerosos frutos que llegan a nuestros días. Entre sus filas son de sobra
conocidos San Alberto Magno y su discípulo santo Tomás de Aquino, cuya teología fue adoptada por los papas
como la propia de la Iglesia Universal. Los dominicos, tras la muerte de su fundador continuaron extendiéndose por
toda la Iglesia, y han llegado hasta nosotros.

Desde 1216, año en que Honorio III aprobó la Orden de Predicadores, grandes figuras de la familia dominicana han
engrandecido y adornado la historia de la Orden. Santos, teólogos, fundadores, predicadores.

Frailes, monjas, hermanas, terciarios… son muchos los miembros de la Orden de Predicadores que a lo largo de los
siglos han sido testigos vivos del carisma dominicano y ejemplo para los que caminamos tras sus pasos. En muchos
de ellos la Iglesia ha reconocido el testimonio evangélico de su vida y los ha beatificado o canonizado. El número de
santos y beatos de la Orden es de varios centenares, de los que un gran número fueron mártires en Extremo
Oriente.

La relación entre los dominicos y la devoción del rezo del Rosario es innegable aunque el Rosario, como forma
actual, tuvo su prehistoria y su evolución. No fue una fórmula precisa y fija que la Virgen le entregara a Santo
Domingo, tal como se representa en la iconografía. Ya se representaba así en dos cuadros del siglo XIII, destruidos
en la revolución francesa y en los que aparecía la Virgen dando el rosario a santo Domingo.

Con este tipo de representaciones iconográficas se trata de expresar el don de la obra de santo Domingo, debida,
aunque con elementos previos, a una iluminación sobrenatural, que le hizo estructurar y extender esta devoción en
sus elementos fundamentales. Santo Domingo nace en 1170 y muere el año 1221. ¿Cuál es su obra como fundador
del rosario? ¿Con qué prehistoria se encontró? Naturalmente se trata de la primera parte del Ave María, ya que el
“Santa María” y las partes siguientes no se generalizaron en el rosario hasta principios del siglo XVII. Y hasta parece
seguro que el nombre de “Jesús”, añadido a la primera parte del rezo avemariano, no se generalizó hasta mediados
del siglo XIII.

SANTO TOMÁS DE AQUINO


11

6.-LA ORDEN DE LOS HERMANOS MENORES, O FRANCISCANOS.

Otra de las órdenes mendicantes aparecida en este siglo es la de los Hermanos Menores o Franciscanos que tienen
su origen en San Francisco de Asìs quien en un momento de su vida se sintió llamado a reproducir literalmente la
vida de Jesús; en 1208 escuchó en la iglesia de la porciúncula las palabras del evangelio: “id, proclamad que está
cerca el reino de Dios. No llevéis oro ni plata…” Con algunos compañeros que se le unieron va por los caminos
proclamando la alegría de la buena nueva. Su lema es “paz y bien”, no emite ningún juicio sobre la Iglesia, pide
solamente un espacio de libertad para vivir según el evangelio. Inocencio III aprueba en 1209, el género de vida de
los que querían ser tenidos como los menores en la Iglesia.

.LA MUERTE DE SAN FRANCISCO DE ASÍS.

Francisco predica con su vida y su palabra, sin ser ordenado sacerdote, por humildad, no se creía digno de tal
honor, tiene entonces doce compañeros, diez años más tarde son tres mil. El mensaje de paz, de sencillez, de
imitación de Cristo se siguió extendiendo y multiplicando en la Iglesia y ha llegado hasta nosotros, en todos los que
tras la muerte de Francisco, continuaron haciendo presente su carisma.

No obstante la disminución numérica, la Familia religiosa Franciscana (200.000 miembros, de ellos 20.000 monjas
contemplativas de la Segunda Orden y 35.000 frailes de la Primera Orden) sigue constituyendo una cuarta parte del
total de los religiosos y religiosas del mundo.

Se trata de una fantástica fuerza espiritual para la vida del mundo, de una fuerza que debe encontrar sus propias
expresiones en el mundo actual y encarnarse en las aspiraciones y en el entramado cotidiano de la vida de los
hombres del tercer milenio.

Las órdenes mendicantes pronto tuvieron una rama de mujeres, denominada la segunda orden y junto a ello una
tercera orden integrada por seglares que quieren vivir en el mundo, en sus casas y trabajos, el espíritu de sus
fundadores, entre las santas de la tercera orden dominicana sobresale Santa Catalina de Siena que tanto trabajó
para el retorno de los papas de Aviñón a Roma.

SÍNTESIS DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA. SIGLO TRECE. IIª PARTE.

1.- Herejías y concilios. 2.- Nace la Inquisición Pontificia. 3.- Los Estudios Generales, origen de las Universidades. 4.-
Vida de la Iglesia. Santos y Santas del Siglo.

SANTO DOMINGO Y LOS ALBIGENSES POR BERRUGUETE

1.- HEREJÍAS Y CONCILIOS.

El siglo trece conoció varias herejías. La primera la de los Valdenses, que nació a finales del siglo XII, en el TEMA
dedicado a este siglo nos hemos referido a ellos. Mayor difusión e importancia tuvieron los Albigenses así llamados
por la ciudad de Albi en la que sus enseñanzas se extendieron casi a todos sus habitantes. Recibían también el
nombre de Cátaros, “ los puros”, “ los perfectos”.

Estas herejías encontraron un ámbito propicio para su difusión en el anhelo de reforma que había en el pueblo
cristiano, frente a las lacras de parte del clero y los obispos. El concilio de Lyón de 1245 hizo balance de los males
de la Iglesia señalando como principales problemas la relajación de los clérigos, peligro de las amenazas de la
cristiandad por parte de los turcos, inminencia de la invasión de los mongoles en Europa y sobre todo las guerras de
Federico II, rey de Sicilia al que el concilio excomulgó.

A pesar de esos anhelos de perfección de los albigenses, éstos se alejaron tanto de la enseñanza de la Iglesia que
en modo alguno podían ser aceptados por ella. No reconocían la existencia de una Iglesia visible, no admitían como
sacramento más que el bautismo que solamente recibían los “perfectos.” El resto a la hora de la muerte.

Eran maniqueos en la concepción del universo, afirmaban la existencia de un principio del Bien y otro del Mal etc.
etc. Los albigenses sentían un gran odio contra la Iglesia católica, odio que en muchas ocasiones se mostraba en el
saqueo de templos, en atentados sacrílegos, asesinato de clérigos y fieles.

El IV Concilio de Letrán convocado por Inocencio III, condenó tanto a los Valdenses como a los Albigenses. A pesar
de esta condena los Albigenses, apoyados por varios príncipes y señores feudales, por odio al papa, siguieron
extendiéndose especialmente por el sur de Francia.

El papa Inocencio III empleó, en un principio, métodos suaves para su conversión, así envió algunos monjes para
que les predicaran y convencieran de sus errores, luego mandó a Santo Domingo de Guzmán junto con otros
compañeros, pensando que con el conocimiento de las verdades cristianas que los dominicos tenían, así como por
su vida de pobreza y santidad, podrían lograr algún fruto con su predicación; al final todos estos medios resultaron
inútiles, por lo que el papa terminó por convocar una Cruzada, solicitando la ayuda de los reyes de Francia,
Alemania, reino de Aragón, aunque estos reyes se implicaron de alguna forma, el papa acabó enviando soldados
12

contra ellos, capitaneados por Simón de Montfor quien terminó venciendo a reyes y señores que apoyaban a los
herejes.

Por donde iban pasando los cruzados dejaban como trofeo cadáveres de enemigos colgados de los árboles, cuerpos
carbonizados, mujeres y niños arrojados al fondo de los pozos. Con razón se dice que la cruzada contra los
albigenses hace presente un fanatismo cruel impensable en unas fuerzas adheridas a la Iglesia católica.

La guerra contra los cátaros albigenses continuaría tras la muerte del papa Inocencio III, en los enfrentamientos
entre cruzados y señores feudales que apoyaban a los albigenses hubo diversas alternativas, terminando el rey de
Francia por agregar a su reino los territorios donde se encontraban la mayor parte de los albigenses que finalmente
acabarían por desaparecer principalmente por obra de la Inquisición.

2.- NACE LA INQUISICIÓN PONTIFICIA.

La decretal del Papa Lucio III dio origen a la Inquisición Episcopal, de ella nos ocupamos al estudiar el siglo XII. Esta
Inquisición no logró sus fines, resultando poco eficaz , por ello el papa Gregorio IX creó en 1232 la Inquisición
Pontificia a la que confió velar por la pureza de la fe católica, encargando especialmente a los dominicos el
descubrimiento y juicio de los herejes. Como el tema de la Inquisición es uno de los asuntos que se sigue empleando
como arma arrojadiza contra la Iglesia católica, le dedicaremos LA TERCERA PARTE DEL TEMA exclusivamente
para hablar de ella.

DE ESTUDIO GENERAL A UNIVERSIDAD .

3.-LOS ESTUDIOS GENERALES ORIGEN DE LAS UNIVERSIDADES.

El siglo XIII se caracterizó por la aparición y multiplicación de las Universidades, el proceso de este nacimiento
podíamos describirlo así: Las antiguas escuelas monásticas y las catedralicias no respondían a las necesidades de
los tiempos, algunas de estas se fueron desarrollando convirtiéndose en Estudios Generales, así denominados
porque recibían alumnos de fuera de las diócesis en las que estaban ubicados, y además concedían títulos que eran
reconocidos fuera de las mismas; contaban con Estatutos propios. De aquí surgieron las universidades. El nombre
de Universidad dice relación a su organización, pues en sus orígenes se constituían en GREMIOS bien de alumnos
o de profesores, o de ambos a la vez, como el conjunto (UNIVERSITAS) de profesores y alumnos, unidos por un fin
común: el del saber .

Inicialmente estas universidades eran independientes de cualquier poder bien civil o religioso, siendo similar a los
GREMIOS fundados para otros fines. Pero pronto comenzaron a recibir privilegios y reconocimientos por parte de la
autoridad civil, o del papado, terminando por depender del poder que las reconocía, o fundaba. Así nacieron las
Universidades de Bolonia, después la de París, Padua, Nápoles, Toulouse, Praga, Viena, Colonia, Palencia,
Salamanca, Valladolid etc. la mayoría de estas Universidades eran de carácter pontificio, siendo el reconocimiento
por parte del papado el que daba a la universidad su mayor valor, pues tanto los grados que en ella se concedían, el
de Bachiller, Licenciado; Doctor o Maestro, como la determinación de las materias en ellas enseñadas dependía del
poder papal, por eso se llamaban Universidades Pontificias. Las materias más comunes de estas universidades eran
la de Teología, Derecho, Filosofía, Medicina, Artes o Humanidades. De un total de 44 universidades europeas antes
del siglo XIV, 31 contaron con un documento fundacional pontificio.

PROCESIÓN DEL CORPUS EN EL SIGLO XIII.

4.-VIDA DE LA IGLESIA. SANTOS Y SANTAS DEL SIGLO.

Bien podemos afirmar que en el siglo XIII la fe católica impregnaba toda la vida de los habitantes de Europa: la
religiosidad, los cultos religiosos, sus fiestas, los nombres de personas, de los gremios, la cantidad y variedad de
templos, el culto a las reliquias de los santos, vida sacramental, devociones populares etc. etc. abundaban por
doquier. Esta fe en no pocos casos, producía frutos morales influyendo en las costumbres tanto individuales como
sociales, los mejores testigos de ella fueron los santos y santas; en este siglo se cuentan 193 en total.

Entre ellos hay mártires, monjes, religiosos y religiosas, sacerdotes, obispos y seglares, mas a la vez que hacemos
esta afirmación de que la fe católica impregnaba toda la vida de la sociedad, no podemos decir lo mismo de los
comportamientos morales, esta fe coexistía con el pecado, con los vicios y la corrupción moral, estando presente en
todos los estamentos y clases sociales, de tal forma que la moral y las buenas costumbres no se correspondían con
la universalidad de la fe. Nombramos algunos aspectos de la vida religiosa propios de este siglo:

ESTE ES EL SACRAMENTO DE NUESTRA FE.

El cuarto Concilio de Letrán ordenó la confesión y comunión anual. Se acordó que no se autorizarían nuevas
órdenes sin el consentimiento de la Curia papal. Se adoptó oficialmente la palabra Transustanciación para referirse
al cambio del pan y del vino en el Cuerpo y Sangre de Jesucristo. La palabra intenta explicar lo que sucede en el
misterio eucarístico utilizando conceptos filosóficos procedentes de la filosofía aristotélica y que Santo Tomás aplicó
a la eucaristía.
13

Entre los conceptos empleados sobresalen dos principalmente, el concepto de sustancia y el de accidente. Se
entiende por sustancia la realidad que constituye al ser siendo el sustrato que permanece en todos los cambios
producidos en el mismo, así la sustancia de cualquier persona individual es lo que permanece siempre estable a
pesar de que la persona cambie de lugar, de dimensiones, de cualidades, peso, etc. y por accidentes aquellas cosas
que cambian en el ser, permaneciendo éste el mismo.

En la eucaristía la sustancia del pan y del vino desaparecen siendo sustituida por la sustancia del cuerpo y sangre de
Cristo, en cambio los accidentes del pan y del vino permanecen, por ello aunque nosotros veamos estos accidentes:
color del pan, y del vino, sabor, cantidad, forma del mismo etc., sin embargo lo que hay ahí ya no es pan ni es vino,
sino el cuerpo y sangre de Cristo.

Tal teoría no forma parte de nuestra fe sino que tiene como función racionalizarla dando una explicación de la
misma, lo que no quiere decir que la tal teoría, no pueda ser sustituida por otras, con tal de que la fe permanezca
invariable. En este mismo siglo se instituyó la celebración del Día del Corpus Christi, comenzando a extenderse la
procesión con el Santísimo. Santo Domingo de Guzmán y su orden difundieron por todas partes el rezo del Rosario.
La orden carmelitana aprobada también en este siglo, difundió la devoción al escapulario de la Virgen del Carmen.

EL SIGLO XIII. 3ª. PARTE. LA INQUISICIÓN PONTIFICIA.

Este es el Índice que seguiremos en el Tema. 1.-El delito de herejía. 2.-La legislación civil contra la
herejía. 3.-El por qué histórico del nacimiento de la Inquisición Pontificia. 4. Los procedimientos de la
Inquisición.

1.-EL DELITO DE HEREJÍA.

Difícilmente se podrá comprender la persecución de los herejes llevada a cabo tanto por las
autoridades civiles, como religiosas de la edad media si no partimos del hecho de que la herejía y los herejes fueran
considerados por ambos poderes, como uno de los males mayores que podrían caer sobre la sociedad en que ésta
nació: el grave delito de herejía.

¿Qué se entendía por herejía y qué por hereje?

Para la Iglesia católica la herejía es una creencia contraria a cualquier verdad revelada.

Hereje es todo aquel bautizado que mantiene de forma pertinaz creencias distintas a las de la Iglesia

La Enciclopedia Teológica precisa: “Según el canon de 1325 se considera como hereje a un bautizado que quiere
mantener el nombre de cristiano, pero niega o pone pertinazmente en duda una verdad que debe aceptarse con fe
divina y católica. El hereje no renuncia a toda la verdad de la fe católica, a diferencia del apóstata.”

Estamos viendo como a través de los siglos han venido apareciendo no pocas herejías en el seno de la
Iglesia católica. La actitud de la Iglesia con los herejes fue siempre la de la condena de los mismos, sirviéndose
de concilios locales, o universales; pero la condena en los primeros siglos de los herejes era la de su exclusión de
la Iglesia mediante la excomunión y otras penas canónicas, no se aplicaban castigos materiales. Llegó un momento,
sin embargo, en el que la herejía fue considerada como un delito, algo que iba en contra, no sólo de las enseñanzas
de la Iglesia, sino también contra las leyes civiles, a partir de esta consideración la persecución y castigo del hereje
se llevaba a cabo por la autoridad civil, aplicándole un castigo de orden material, propio de la autoridad civil, que
podía llegar incluso a la pena de muerte.

¿Por qué y cómo la herejía llegó a ser considerada como un delito?

Las causas de tal cambio fueron varias:

La primera la difusión de la religión católica que terminó por ser la única en toda Europa, siendo la principal causa de
la unidad de sus pueblos.

La segunda, la unión entre la Iglesia y el poder civil que llegaron a confundirse de tal modo, que los reyes y
poderes públicos consideraron que los asuntos de la Iglesia les competían también a ellos, entre otros la defensa de
la Iglesia y de la fe, y los papas que los asuntos temporales eran también algo que también les afectaba a
ellos, terminando por considerarse la autoridad suprema de la sociedad., tanto en lo material como en lo espiritual.

La tercera, la valoración que se hacía de la salvación eterna, ésta era el mayor bien, de tal forma que por
alcanzarla debía ponerse en juego hasta la propia vida. El hereje, según se creía, ponía en peligro no sólo la
salvación de su alma, sino también la de todos aquellos que le siguieran.

La cuarta, la idea de que los males que a la Iglesia y a la sociedad cristiana le sobrevenían: guerras entre los países
cristianos, victoria de los enemigos del cristianismo, enfermedades, pestes, etc. etc. eran un castigo que Dios
mandaba a los cristianos por sus pecados y especialmente por permitir las herejías, nacidas en su seno.
14

La quinta la politización de las herejías que promovían numerosas revueltas del pueblo por causa de la utilización de
las mismas, por reyes, señores feudales, para sacar ventajas sociales.

La sexta la implantación del Derecho Romano, en varios países cristianos especialmente en los territorios del
imperio germánico, a partir de la fundación por el emperador Federico II de la universidad de Bolonia en el siglo XII,
que puso el Derecho Romano como materia central de su enseñanza, este derecho castigaba incluso con la muerte
el delito de impiedad o herejía religiosa, tal como ocurrió en la Roma Imperial, siendo empleada durante tres siglos
contra la Iglesia naciente.

2.-LA LEGISLACIÓN CIVIL CONTRA LA HEREJIA.

Ya desde la época romana varios emperadores como Diocleciano, Constantino, Teodosio se ocuparon de perseguir
a los herejes, especialmente a los maniqueos. También los emperadores de Oriente, así en el siglo IX Alejo
Conmeno, al final de su reinado en el 1118, mandó buscar a Basilio jefe de los bogomilos, castigándolo a la hoguera
y a sus discípulos a la cárcel.

En Occidente el 1023 por mandato del Rey Roberto de Francia, fueron quemados trece eclesiásticos acusados de
maniqueos.

En Alemania los herejes eran ahorcados, así el 1052, el Emperador Enrique III, mandó ahorcar a un grupo de
cátaros.

En Inglaterra el rey Enrique II habiendo sabido que había aparecido un grupo de cátaros, mandó que los marcasen la
frente con un hierro ardiente, ordenando que nadie les diera alojamiento, por lo que terminaron muriendo de frío.

Pedro II el rey de Aragón mostró un rigor bárbaro contra los Valdenses. Contándose por miles los que exterminó.

De Felipe Augusto de Francia sabemos que hizo quemar a ocho cátaros en Troyes el año 1200, uno en Nevers el
año 1201, otros muchos en 1204, y obrando como rey “cristianísimo y católico,” hizo quemar a todos los discípulos
de Amaury de Chartres, hombres, mujeres, clérigos y laicos.

Basten estos ejemplos para evidenciar cómo las autoridades civiles se adelantaron a las eclesiásticas en el castigo a
los herejes.

Los cronistas medievales refieren muchos casos en que el pueblo exigía la muerte del hereje, y no permitía que las
autoridades se mostrasen condescendientes con ellos, por ejemplo Guillermo Nogent cuenta que en
Soissons fueron descubiertos algunos herejes, el obispo Lisiardo no sabiendo qué hacer, pidió consejo al concilio de
Beauvais, en su ausencia, el pueblo asaltó la cárcel, sacó fuera de la ciudad a los herejes y los abrasó entre llamas.

EL PAPA GREGORIO IX.

3.-EL POR QUÉ HISTÓRICO DEL NACIMIENTO DE LA INQUISICIÓN PONTIFICIA.

Ya dijimos en el Tema anterior que la Inquisición Pontificia era aquella que dependía directamente de la Santa
Sede, quien encargó a los dominicos que en su nombre juzgasen y sentenciasen a los herejes, de acuerdo con las
ordenanzas emanadas del papa.

¿Qué fue lo que movió al papa Gregorio IX a ocuparse directamente del delito de herejía?

Si el papa se decidió a la creación del Tribunal extraordinario dependiente de él, fue movido por la actuación del
emperador Federico II quien en 1220 publicó una constitución en la que se atribuyó el derecho de perseguir a los
herejes. Federico alude en sus decretos “a la plenitud del poder” “al origen divino de su autoridad” a su misión de
proteger a la Iglesia” y afirma que “el sacerdocio y el sacro romano imperio tienen el mismo origen divino e idéntica
significación”.

Cualquiera creería que al astuto monarca le movía el más puro celo religioso, cuando en realidad sus fines eran
políticos, además de la razón de orden público y la avaricia del dinero. Conforme a estos principios, en marzo de
1224 condenó a todos HEREJES DE Lombardía a ser quemados vivos o, al menos, a que se les cortase la lengua.

Ante estas actuaciones Gregorio IX en febrero de 1231 se decide a crear el Tribunal. Como dice Mons. Douais,
Gregorio IX al instituir el tribunal trabajó por la civilización, ya que para proteger al hereje, la Iglesia no tenía más
que un medio: Juzgarlo ella misma.

Por la misma razón había afirmado Marcelino Menéndez y Pelayo, al tratar de los decretos y leyes de Pedro el
católico con tra los herejes, que la Inquisición, era un evidente progreso al lado de semejante legislación.

4.-LOS PROCEDIMIENTOS DE LA INQUISICIÓN.


15

De forma general está históricamente demostrado que la Iglesia al instituir la Inquisición dio forma jurídica a los
juicios contra los herejes, librándolos de las condenas dictadas tras juicios sumarísimos, por la autoridad civil, así
como de los linchamientos por parte del pueblo.

La historia demuestra, igualmente, que los tribunales de la Inquisición fueron los más equitativos, suponiendo un
progreso en la legislación penal.

La Inquisición medieval evitó con el juicio y condena de las herejías, mortandades y revoluciones sangrientas que
habrían surgido en Europa por efecto del caos religioso.

En cuanto a las condenas a muerte dictadas por el tribunal de la Inquisición , según Mons. Duoais en los autos de fe
habidos en el espacio de quince años de 1308 a 1323, el inquisidor Bernardo Gui, pronunció 930 sentencias, de las
cuales 42 fueron de pena capital, las absoluciones con libertad inmediata 139, y los condenados a cárcel 307, de las
penas restantes, varias de las cuales podían recaer en la misma persona, la mayoría eran penitencias como
peregrinar a Tierra Santa, luchar contra los sarracenos, o llevar cruces distintivas en el vestido.

CONSIDERACIONES:

 TENER EN CUENTA LOS PAPAS


 CONCILIOS
 COMUNIDADES RELIGIOSAS
 ACCIONES DEL CLERO
 DE CADA SIGLO (11, 12 Y MEDIADOS DEL 13)
 VIDEOS 8-14 (REVISARLO)

Das könnte Ihnen auch gefallen