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Sociología

Sociología CBC
Planificación 2
Cuatrimestre 2016
Cátedra: Filmus
Profesor: Ariel Raidan

Giddens, Anthony: "Sociología: Problemas y Perspectivas", en Giddens, A., Sociología, Cap. I, Alianza Editorial, Madrid, 1991. Unidad 1 16/8
Teórico
Berger, Peter. y Luckmann, Thomas, "La sociedad como realidad subjetiva", en Berger, P y Luckmann, T., La construcción social de Unidad 1 19/8
la realidad, Cap. III, Amorrortu, Buenos Aires, 1984 Teórico
Bleichmar, Silvia: “De la creencia al prejuicio”, en Bleichmar, S., Dolor, país y después, Cap.XXV, Libros del Zorzal, Buenos Unidad 1 23/8
Teórico
Rivero, Emilse, Funes, Mariángeles, Alfaro, Paz. “El discurso como fuente de legitimación del binomio exclusión-inclusión”, en Unidad 1 26/8
Filmus, D. (Coord.), Crisis, transformación y crecimiento. América Latina y Argentina (2000-2010). EUDEBA Práctico
Lemos, Stella y Ronsino, Hernán. “Los unos y los otros. Sobre la construcción de realidades e identidades sociales”, en Filmus, D. Unidad 1 30/8
(Coord.), Crisis, transformación y crecimiento. América Latina y Argentina (2000-2010). EUDEBA, Buenos Aires, 2010 Práctico

Durkheim, Emile, “La Educación, su naturaleza y su papel”, en Natorp y Dewey, Teoría de la educación y sociedad, CEAL, Buenos Unidad 2 2/9
Aires,1991 Teórico
Parsons, Talcott, "La Educación como asignadora de roles y factor de selección social", en Dimensiones Sociales de la Educación. Unidad 2 6/9
Teórico
Tenti Fanfani, Emilio. “Escuela y equidad” en La escuela vacía, UNICEF/Losada, 1993.
Kliksberg, Bernardo, “Mitos y realidades sobre la juventud latinoamericana”, en Filmus, D.(Coord.), Crisis, transformación y Unidad 2 Práctico 13/9
crecimiento. América Latina y Argentina (2000-2010). EUDEBA, Buenos Aires, 2010
Bourdieu, Pierre, “El plató y sus bastidores “Sobre la televisión, Cap. 1, Editorial Anagrama, Buenos Aires, 1997. Unidad 2 16/9
Teórico

Urresti, Marcelo. “Paradigmas de la participación juvenil: un balance histórico” en Balardini, Sergio (Compilador), La participación Unidad 2 20/9
social y política de los jóvenes en el horizonte del nuevo siglo, CLACSO, Colección Grupos de Trabajo de CLACSO Práctico
Bottomore, T.B., “La estratificación social” en Bottomore, T., Introducción a la Sociología, Ediciones Península, Serie Universitaria Unidad 3 23/9
Teórico
Weber, Max: "División del poder en la comunidad, clases, estamentos y partidos", en Weber, M., Economía y Sociedad, Cap. VIII, Unidad 3 27/9
punto 6, F.C.E., 2 tomos, México, 1977 Teórico
Giddens, Anthony. “Las relaciones de producción y la estructura clasista”, en Giddens, A., El capitalismo y la moderna teoría social, Unidad 3 30/9
Capítulo III, Editorial Labor, Barcelona, 1985. Teórico

Marx, Karl y Engels, Federico. “Burgueses y proletarios” en Marx, K. y Engels, F., Manifiesto del partido comunista, Capítulo I, Unidad 3 4/10
Editorial Anteo, Buenos Aires, 1986 Teórico
1 Parcial 7/10

Bauman, Zygmunt: “Una sociedad de consumidores”, en Vida de consumo, Capítulo II, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, Unidad 3 11/10
2007. Práctico

Bellardi, Marta. “Los cambios en el mercado de trabajo durante la recuperación económica (2002-2007): una lectura desde la Unidad 3 14/10
estructura social”, en Filmus, D.(Coord.), Crisis, transformación y crecimiento. América Latina y Argentina (2000-2010). Práctico
EUDEBA, Buenos Aires, 2010.
Weber, Max, “Sociología de la dominación”, en Weber, M., Economía y Sociedad, Fondo de Cultura Económica, México, 1979. Unidad 4 18/10
Teórico
Giddens, Anthony, “El poder en los escritos de Talcott Parsons”, en Giddens,A., Política, sociología y teoría social, .Paidós, Estado y Unidad 4 21/10
Sociedad Nº 52, Barcelona-Bs.As., 1997. Teórico
Foucault, Michel, “El cuerpo de los condenados” y “Los medios del buen encauzamiento”, en Foucault, M.,Vigilar y Castigar, Caps. I Unidad 4 25/10
y II, Siglo XXI Editores Argentina, Buenos Aires, 2002. Teórico

Bauman, Zygmunt. “La vigilancia líquida como diseño post panóptico”, en Bauman, Z. y Lyon, David,Vigilancia líquida, Capítulo 2. Unidad 4 1/11
Paidós, Colección Estado y Sociedad, Barcelona, Buenos Aires, México, 2013 Teórico

Raidán, Ariel. “Los desafíos de las políticas públicas en la construcción de un modelo de Unidad 4 4/11
desarrollo con inclusión social“, en Filmus, D. (Coord.), Crisis, transformación y crecimiento. Pràctico
América Latina y Argentina (2000-2010). EUDEBA, Buenos Aires, 2012, segunda edición.
Bauman, Zygmunt. “Tiempo y clase” en Bauman, Z., La globalización. Consecuencias Unidad 5 8/11
humanas,Fondo de Cultura Económica, México, 2001. Teórico
Sader, Emir. “América Latina en el período histórico actual”, en Filmus, D.(Coord.), Crisis, Unidad 5 11/11
transformación y crecimiento. América Latina y Argentina (2000-2010). EUDEBA, Buenos Aires, Práctico
2010
Filmus, Daniel, “La educación en el tercer milenio” en Filmus, D., Argentina en el tercer milenio, Ed. Atlántida, Bs. As, 1997. Unidad 5 15/11
Práctico
Clase de Repaso 18/11
2 Parcial Unidad 5 22/11
Teórico

Sociologìa-Filmus
CBC-UBA
Ariel Raidan
Sociologìa

La Sociología es el estudio de la vida social humana, de los grupos y sociedades. Es una empresa cautivadora y atrayente, al tener como objeto
nuestro propio comportamiento como seres humanos. El ámbito de la sociología es extremadamente amplio y va desde el análisis de los encuentros
efímeros entre individuos en la calle hasta la investigación de los procesos sociales globales. Un pequeño ejemplo nos acercará a la naturaleza y
objetivos de esta disciplina.

Aprender a pensar sociológicamente -en otras palabras, usar un enfoque más amplio- significa cultivar la imaginación. Como sociólogos, tenemos
que imaginar, por ejemplo, cómo experimentan el sexo y el matrimonio aquellas personas -la mayoría de la humanidad hasta hace poco tiempo-
quienes el amor romántico les es ajeno e incluso les parece absurdo. Estudiar sociología no puede ser un proceso rutinario de adquisición de
conocimiento. Un sociólogo es alguien capaz de liberarse de la inmediatez de las circunstancias personales para poner las cosas en un contexto más
amplio. El trabajo sociológico depende de lo que el autor americano Wright Mills, en una célebre expresión, denominó la imaginación sociológica
(Mills, 1970). La imaginación sociológica nos pide, sobre todo, que seamos capaces de pensar distanciándonos de las rutinas familiares de nuestras
vidas cotidianas, para poder verlas como si fueran algo nuevo.

El estudio objetivo y sistemático del comportamiento humano y de la sociedad es un hecho relativamente reciente, cuyos orígenes se remontan a
principios del siglo XIX. El trasfondo de la primera sociología fue el de los cambios arrolladores que trajo consigo la Revolución francesa de 1789 y la
Revolución industrial en Europa. La sacudida que sufrieron las formas de vida tradicionales con estos cambios produjo una revisión de la forma de
entender tanto el mundo social como el natural.

Una evolución clave fue la utilización de la ciencia en vez de la religión para comprender el mundo. Las preguntas que estos pensadores del
siglo XIX querían contestar - ¿qué es la naturaleza humana?, ¿por qué está estructurada la sociedad de una determinada manera?, ¿como y por qué
cambian las sociedades?- son las mismas que se plantean los sociólogos de hoy. El mundo contemporáneo es completamente diferente al del pasado y
la labor de la sociología es ayudarnos a comprender ese mundo y lo que puede que nos aguarde en el futuro.

Auguste Comte

Es evidente que, por sí solo, ningún individuo puede fundar toda una disciplina y fueron muchos los autores que participaron en los orígenes del
pensamiento sociológico. Sin embargo, se suele conceder una especial importancia al autor francés Auguste Comte (1798-1857), aunque sólo sea
porque fue él quien acuñó el término "sociología". Inicialmente, Comte hablaba de "física social" para referirse al nuevo campo de estudio pero sus
rivales intelectuales también utilizaban este término. Comte quiso distinguir su perspectiva de la de los demás, de modo que acuñó el término
"sociología" para describir la disciplina que se proponía crear.

Comte creía que esta nueva área podría producir un conocimiento de la sociedad basado en datos científicos y consideraba que la sociología
era la última ciencia que quedaba por crear -siguiendo el ejemplo de la física, la química y la biología- y que era la más significativa y compleja de
todas. Para él la sociología debía contribuir al bienestar de la humanidad utilizando la ciencia para comprender y, por tanto, predecir y controlar el
comportamiento humano. Según este punto de vista, al final de su carrera elaboró ambiciosos planes para la reconstrucción de la sociedad francesa, en
particular, y de las sociedades humanas en general.

Émile Durkheim
Las obras de otro autor francés, Émile Durkheim (1858-1917), han tenido una influencia más duradera en la sociología moderna que las de
Auguste Comte. Aunque recogió algunos elementos de la obra de éste, Durkheim consideraba que la mayor parte de sus trabajos eran demasiado
especulativos y vagos y que no había logrado lo que se había propuesto: darle a la sociología una base científica. Según Durkheim, para llegar a ser
científica, la sociología debía estudiar hechos sociales, es decir, aspectos de la vida social -como el estado de la economía o la influencia de la religión-
que configuran nuestras acciones individuales. Creía que debíamos estudiar la vida social con la misma objetividad con que los científicos se ocupan
de la naturaleza. El primer principio de la sociología para Durkheim era el famoso "¡Estudia los hechos sociales como si fueran cosas!". Con ello lo
que quería decir era que la vida social puede ser analizada con el mismo rigor que los objetos o acontecimientos de la naturaleza.

Al igual que los demás fundadores de la sociología, a Durkheim le preocupaban los cambios que en su época estaban transformando la
sociedad y creía que lo que la mantiene unida son los valores y costumbres compartidos- Su análisis del cambio social se basaba en el desarrollo de la
división del trabajo (el aumento de las diferencias complejas entre las distintas ocupaciones). Para Durkheim este proceso estaba desplazando cada vez
más a la religión como principal núcleo de cohesión social. A medida que se expande la división del trabajo, las personas se van haciendo más
dependientes de los demás, porque cada una de ellas necesita bienes y servicios que le proporcionan los que realizan otras ocupaciones.

Según Durkheim, los procesos de cambio en el mundo moderno son tan rápidos e intensos que crean grandes trastornos sociales, que él vinculaba
con la anomia, una sensación de falta de objetivos y de desesperación producida por la moderna vida social. Los controles y normas morales
tradicionales que solía proporcionar la religión han sido prácticamente destruidos por el desarrollo social moderno y ello deja a muchos individuos de
las sociedades modernas con el sentimiento de que su vida cotidiana carece de sentido.

En uno de sus más famosos estudios (1952; publicado originalmente en 1897) Durkheim analizó el suicidio, fenómeno que parece un acto
puramente personal, resultado de una profunda infelicidad del individuo. Sin embargo, Durkheim señala que los factores sociales tienen una influencia
decisiva en el comportamiento suicida, siendo la anomia una de dichas influencias. Las tasas de suicidio señalan, año tras ano, una pauta regular que
ha de explicarse sociológicamente. Se pueden poner muchas objeciones a este estudio de Durkheim, pero continúa siendo una obra clásica que aún
mantiene su importancia para la sociología actual.

Karl Marx

Las ideas de Karl Marx (1818-1883) contrastan vivamente con las de Comte y Durkheim pero, como ellos, intentó explicar los cambios sociales
que estaban ocurriendo durante la Revolución industrial. Cuando era joven sus actividades políticas le ocasionaron problemas con las autoridades
alemanas y, después de una breve estancia en Francia, se exilió definitivamente en Gran Bretaña. Los trabajos de Marx cubren diversas áreas e incluso
sus críticos más severos consideran que su obra tiene una enorme relevancia para el desarrollo de la sociología. Gran parte de su obra se centra en
cuestiones económicas pero, considerando que siempre trató de conectar losproblemas económicos con las instituciones sociales, su obra está llena de
interesantes observaciones sociológicas.

La perspectiva teórica de Marx se basa en lo que él llamó la concepción materialista de la historia. Según este enfoque (que se opone al de
Durkheim las principales causas del cambio social no son las ideas o los valores de los seres humanos. Por el contrario, el cambio social está
primordialmente inducido por influencias económicas. El conflicto entre las clases -ricos frente a pobres- constituye el motor del desarrollo histórico.
En palabras de Marx: "Toda la historia humana hasta el presente es la historia de la luchas de clases".

Aunque escribió sobre distintos períodos históricos, Marx se centró en el cambio en la época moderna. Para él, las transformaciones mas
importantes de este período están vinculadas al desarrollo del capitalismo, sistema de producción que contrasta radicalmente con los anteriores órdenes
económicos de la historia, ya que conlleva la producción de bienes y servicios para venderlos a una amplia gama de consumidores. Los que poseen el
capital -fábricas, maquinaria y grandes sumas de dinero- conforman una clase dominante. El resto de la población constituye una clase de trabajadores
asalariados, o clase trabajadora, que no posee los medios para su propia supervivencia y que, por tanto, debe buscar los empleos que proporcionan los
que tienen el capital. En consecuencia, el capitalismo es un sistema de clases en el que el conflicto entre éstas es constante.

Para Marx, el capitalismo será reemplazado en el futuro por una sociedad sin clases, sin grandes divisiones entre ricos y pobres. Con esto no
quería decir que fueran a desaparecer todas las desigualdades entre los individuos sino que la sociedad no estará dividida entre una pequeña clase que
monopoliza el poder económico y político y una gran masa de personas que apenas se benefician de la riqueza que genera su trabajo. El sistema
económico pasará a ser de propiedad comunal y se establecerá una sociedad más igualitaria que la actual.
La obra de Marx ha tenido una influencia trascendental en el mundo del siglo XX. Hasta la reciente caída del comunismo soviético, más de
un tercio de la población de la tierra vivía en sociedades cuyos gobiernos se consideraban herederos de sus ideas. Además, muchos sociólogos se han
visto influidos por su concepción de las clases y de las divisiones que ocasionan.

Max Weber

Al igual que Marx, Max Weber (1864-1920) no puede ser etiquetado únicamente como sociólogo, ya que sus intereses y preocupaciones se
extendieron a diversas disciplinas. Nacido en Alemania, donde desarrolló gran parte de su carrera académica, Weber tenía una vasta cultura. En sus
obras abordó la economía, el derecho, la filosofía y la historia comparativa, además de la sociología, y gran parte de su trabajo se centró también en el
desarrollo del capitalismo. Como otros pensadores de su tiempo, intentó comprender el cambio social. Estuvo influido por Marx pero fue también muy
crítico con algunas de sus principales ideas. Rechazaba la concepción materialista de la historia y consideraba que los conflictos de clase eran menos
relevantes de lo que suponía Marx. Para Weber los factores económicos son importantes, pero el impacto de las ideas y los valores sobre el cambio
social es igualmente significativo.

Weber dedicó algunas de sus obras más influyentes al análisis de lo que diferenciaba la sociedad y la cultura occidental de otras grandes
civilizaciones. Estudió las religiones de China, la India y Oriente Medio y con estas investigaciones hizo aportaciones clave a la sociología de la
religión. Tras comparar los sistemas religiosos dominantes en China y la India con los occidentales, Weber llegó a la conclusión de que ciertos
aspectos de la doctrina cristiana habían tenido un papel fundamental en la aparición del capitalismo. Al contrario que en Marx, esta perspectiva no
surgía únicamente de las transformaciones económicas sino que, para Weber, las ideas y valores culturales ayudan a que se constituya una sociedad y
conforman nuestras acciones individuales.

La interpretación weberiana de la naturaleza de las sociedades modernas y de las razones de la difusión mundial de las formas de vida
occidentales también contrasta sustancialmente con la de Marx. Según Weber, el capitalismo -una forma característica de organizar la actividad
económica- no es más que uno de los muchos factores importantes que constituyen el desarrollo social. El impacto de la ciencia y de la burocracia son
factores que subyacen en el capitalismo y que, en cierto modo, son más importantes que él. La ciencia ha conformado la tecnología moderna y seguirá
haciéndolo en el futuro, mientras que la burocracia es la única forma de organizar eficazmente a grupos numerosos de personas y, por tanto, seguirá
expandiéndose inevitablemente con el desarrollo económico y político. Weber describió el conjunto constituido por los avances científicos, la
tecnología moderna y la burocracia como racionalización, es decir, la organización de la vida social y económica según principios de eficacia y,
basándose en conocimientos técnicos.

¿Es la sociología una ciencia?

Durkheim, Marx y el resto de los clásicos del pensamiento sociológico consideraban que la sociología era una CIENCIA pero, en realidad,
¿podemos estudiar la vida social humana de forma científica? Para dar respuesta a estas preguntas, debemos entender lo que significa esta palabra:
¿qué es la ciencia?

Ciencia es la utilización de métodos sistemáticos de investigación empírica, análisis de datos, elaboración teórica y valoración lógica de
argumentos para desarrollar un cuerpo de conocimiento acerca de una determinada materia. Según esta definición, la sociología es una empresa
científica que conlleva la aplicación de métodos sistemáticos de investigación empírica, el análisis de datos y la valoración de teorías según las
pruebas existentes y con un argumento lógico.

Sin embargo, es diferente estudiar a los seres humanos que observar los fenómenos del mundo físico y la sociología no debe considerarse
exactamente como una de las ciencias naturales. A diferencia de los objetos de la naturaleza, los humanos son seres auto conscientes que confieren
sentido y finalidad a lo que hacen. No podemos siquiera describir la vida social con exactitud a menos que captemos primero el significado que las
personas conceden a su conducta. Por ejemplo, describir una muerte como suicidio supone saber qué es lo que la persona en cuestión pretendía. El
suicidio sólo puede producirse cuando un individuo trata deliberadamente de auto-destruirse. Si una persona se pone accidentalmente delante de un
coche y muere no puede decirse que haya cometido un suicidio.
El hecho de que no podamos estudiar a los seres humanos exactamente igual que estudiamos los objetos de la naturaleza es, en ciertos
aspectos, una ventaja para la sociología. Los sociólogos se benefician de poder plantear preguntas directamente a aquellos a los que estudian: otros
seres humanos. Sin embargo, esta situación crea dificultades con las que no tropiezan los científicos de la naturaleza, porque las personas que saben
que sus actividades se están estudiando muchas veces no se comportan del mismo modo en que lo hacen normalmente. Cuando los individuos
responden a cuestionarlos, consciente o inconscientemente pueden dar una imagen de ellos mismos que difiere de sus actitudes habituales. Pueden
incluso tratar de "ayudar" al investigador, dándole las respuestas que creen adecuadas.

¿Cómo puede ayudarnos la sociología en nuestra vida?

La sociología tiene muchas consecuencias prácticas para nuestra vida, tal y como subrayó Mills cuando desarrolló su idea de la imaginación
sociológica.

Conciencia de las diferencias culturales

En primer lugar, la sociología nos permite ver el mundo social desde muchos puntos de vista. Con frecuencia, si comprendemos realmente cómo
viven otros, también adquirimos un mejor conocimiento de sus problemas. Las políticas prácticas que no se basan en una conciencia fundamentada de
las formas de vida de las personas a las que afectan tienen pocas posibilidades de éxito. En este sentido, un asistente social blanco que trabaje en una
comunidad de mayoría negra no logrará ganarse la confianza de los miembros de ésta sin desarrollar una sensibilidad hacia las diferentes experiencias
sociales que a menudo separan a los blancos de los negros.

Evaluación de los efectos de las políticas

En segundo lugar, la investigación sociológica ofrece una ayuda práctica en la evaluación de los resultados de las políticas. Sobre el terreno, un
programa de reforma puede, simplemente, no lograr lo que pretendían los que lo concibieron, o acarrear desagradables consecuencias no deseadas. Por
ejemplo, en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial se construyeron, con dinero público, grandes bloques de viviendas en los centros
urbanos de muchos países. Estaban pensados para proporcionar viviendas de gran calidad a grupos de ingresos bajos de las áreas suburbiales y
disponían de servicios comerciales y comunitarios muy próximos. Sin embargo, la investigación puso de manifiesto que muchos de los que se habían
trasladado desde sus viviendas anteriores a estas grandes torres se sentían aislados y desgraciados. Los altos edificios y los centros comerciales de
zonas pobres solían acabar en estado ruinoso y se convertían en lugares propicios para atracos y otros delitos violentos.

El autoconocimiento

En tercer lugar, quizá lo más importante sea que la sociología puede señalarnos el camino del
autoconocimiento, es decir, de una mayor comprensión de uno mismo. Cuanto más sepamos acerca de por
qué actuamos como lo hacemos y sobre el funcionamiento general de nuestra sociedad, más posible será que
podamos influir en nuestro propio futuro. No hay que pensar que la sociología sólo sirve para ayudar a quienes
formulan las políticas -es decir, a los grupos poderosos- a tomar decisiones fundamentadas. No siempre
puede suponerse que quienes están en el poder piensen en los intereses de los menos poderosos o
privilegiados al implantar sus políticas. Grupos informados por sí mismos pueden responder de forma eficaz a
las políticas gubernamentales o plantear sus propias iniciativas. Asociaciones de autoayuda como
Alcohólicos Anónimos y movimientos sociales como los ecologistas son ejemplos de grupos sociales que han
intentado, con un éxito considerable, producir directamente reformas prácticas

Preguntas que debe hacer el sociólogo

Preguntas fácticas: algunas de las preguntas que se plantean en intentan responder los sociólogos son en
gran medida fácticas. Miembros de una sociedad, todos nosotros tenemos ya un cierto grado de conocimiento
fáctico sobre ella.

Las preguntas fácticas son a menudo mucho más complicadas y difíciles de responder de lo que uno podría
pensar.

Preguntas comparativas: la información fáctica sobre una sociedad no nos dirá hasta qué punto estamos
tratando con un caso inusual y no con un grupo de influencias muy general. Los sociólogos muchas veces
plantean preguntas comparativas, relacionando un contexto social dentro de una sociedad con otro o
contrastando ejemplos tomados de diferentes sociedades.

Peguntas de desarrollo: en sociología hemos de considerar no sólo a las sociedades existentes en las
relaciones que tienen entre sí, sino también hemos de comparar el presente y el pasado. Las preguntas que
los sociólogos plantean a este respecto son preguntas sobre desarrollo. Para comprendes la naturaleza del
mundo moderno tenemos que considerar formas de sociedad preexistentes, y también hemos de estudiar la
dirección principal que han tomado los procesos de cambio.

Preguntas teóricas: las investigaciones fácticas (empíricas) se ocupan de cómo suceden las cosas. Pero
también deseamos saber por qué ocurren las cosas, y para hacerlo hemos de aprender a plantear preguntas
teóricas. Las teorías implican la construcción de interpretaciones abstractas que pueden utilizarse para
explicar una amplia variedad de situaciones empíricas. Sólo podemos desarrollar enfoques teóricos válidos si
somos capaces de contrastarlos mediante el estudio empírico.

La Sociología ¿es ciencia?

Unidad Nº1
Docente: Ariel Raidàn

Introducciòn

A pesar de la expansión que ha experimentado la Sociología en el mundo moderno, fuera del


círculo profesional y académico no hay ideas muy claras sobre en qué consiste esta disciplina. La
Sociología es una ciencia que ha venido alcanzando popularidad y sobre la que se ha creado (y se
sigue creando) muchas expectativas, pero, también, es una ciencia sobre la que se sabe muy poco.
Los sociólogos suelen ser consultados por políticos, instituciones, organizaciones
empresariales, etc. Aparecen cada vez con más frecuencia en programas de televisión y radio. Tanto
en formato digital, como en el del papel tradicional, los periódicos suelen publicar estudios y
encuestas realizadas por sociólogos. Incluso hay quien piensa que los sociólogos son una especie de
adivinos o profetas que pueden realizar pronósticos de futuro… Pero, ¿qué es la Sociología? ¿Es
ciencia?
Problematizando la cuestión
Cuando al profesional o al estudiante de Sociología se le hace esta pregunta, contestarla, aún
hoy, sigue siendo una tarea complicada y en muchas ocasiones, sin darnos cuenta, damos
respuestas tediosas que aclaran poco a quien nos hace tal cuestión. Para estas ocasiones es bueno
tener siempre una definición sintética. No obstante, sabemos, como pasa con otras tantas ciencias,
que una simple definición no basta para explicarlas con todos sus matices fundamentales.
Conviene a veces usar algunas metáforas que, aunque no ofrezcan una explicación completa,
al menos transmitan la esencia de lo que significa la Sociología, e incluso, despierten más la
curiosidad de quien nos pregunta ¿qué es la Sociología?. Richard Osborne (1996) en su
libro Sociología para todos, por ejemplo, usa las siguientes:
… la sociología se parece bastante a aprender a montar en bici.. Cuando sabes hacerlo parece fácil,
aunque increíblemente difícil de explicar a otra persona. […] En otras palabras, la Sociología consiste
en explicar algo que parece obvio (cómo funciona nuestra sociedad) a personas que creen que es
sencillo y que no entienden lo complicado que es en realidad.
Este tipo de metáforas intentan ofrecer una primera impresión oportuna a nuestro interlocutor
cuando intentamos explicarle en qué consiste la Sociología. Se trata de huir de la oscuridad que
pueda percibirse desde fuera del círculo de especialistas, y de evitar lenguajes esotéricos que nadie
entiende.
Sin embargo, como es lógico, en el intento de establecer una adecuada interlocución con la sociedad
—lo que dicen los sociólogos debe ser relevante para las preocupaciones de los ciudadanos tras el
uso de estas útiles metáforas, no se debe caer en el uso de argumentos triviales y poco rigurosos que
tergiversen el buen quehacer sociológico o generen falsas expectativas. Así, pues, es siempre
necesaria una definición bien construida por muy breve que sea.
Origen de la Sociologìa
El nacimiento de la sociología (como una ciencia de lo social) lo podemos ubicar a fines del
siglo XVIII y principios del XIX. Nace en Europa como respuesta de los intelectuales para explicar los
cambios que se presentaron en esa parte del mundo, tanto en lo económico como en lo político y
social.
En esta época el modo de producción capitalista, que se gestó en el seno del feudalismo,
empezó a predominar sobre las formas de producción precapitalistas; ya que tanto la artesanía como
la manufactura se vieron imposibilitadas a competir con el avasallador desarrollo de la gran fábrica
capitalista, al grado de desaparecer paulatinamente.
Del mismo modo, se intensificó el dominio económico de la ciudad sobre el campo, que
provocó la desaparición de gran parte del campesinado inglés y el cambio radical de la estructura
profesional, pues la población agrícola se incorporó poco a poco en las diferentes ramas de la
industria. Desde aquí cuando las grandes ciudades se convierten en centros industriales como
resultado de la Revolución Industrial.
Al mismo tiempo que se experimentaban estos cambios en la estructura económica y social, en
la política la burguesía desplazó del poder a la vieja nobleza feudal. En efecto, como una
consecuencia de su poder económico, para esta clase era imprescindible asumir el poder político del
Estado, ya que sólo así se podría tener una sociedad acorde con sus intereses. El discurso político
que sirvió para justificar la consolidación de la burguesía como clase dominante fue el Liberalismo.

Desde que apareciera esta disciplina a principios del siglo XIX (Comte fue el acuñador del
término ‘Sociología’), son muchas las definiciones que se han hecho de ellas. A día de hoy habrá
muchas más de cien, y lo curioso es que ninguna de ellas goza de un acuerdo totalmente unánime.
Sin embargo puede decirse que las últimas definiciones que podemos encontrar en los
manuales de Sociología más actuales tienden a parecerse bastante en lo esencial. Unas son más
breves, otras más completas, en otras sus autores intentan destacar algunos matices que consideran
más fundamentales que otros… La simple, pero concisa, definición que Anthony Giddens (2006)
ofrece en su manual Sociología podría servirnos:
La sociología es el estudio de la vida social humana, de sus grupos y sociedades. Es una empresa
cautivadora y atrayente, al tener como objeto nuestro propio comportamiento como seres sociales. El
ámbito de la sociología es extremadamente amplio, y va desde el análisis de los encuentros efímeros
entre individuos en la calle hasta la investigación de procesos sociales globales como el aumento del
fundamentalismo islámico.

¿Qué es la Sociología?
La Sociología es la ciencia que se ocupa del estudio de la realidad social. Su unidad de
análisis es la sociedad y los individuos en ellas. La Sociología observa, analiza e interpreta el
conjunto de estructuras y relaciones que se halla en toda sociedad dentro de un determinado
contexto histórico.
Además, procura predecir sus transformaciones y procesos con el fin, a posteriori, de realizar
diagnósticos que permitan la intervención, es decir, mejorar las políticas públicas y sociales
propuestas por los gobiernos y las instituciones privadas y estatales. Para todo ello, la Sociología
trata de encontrar los métodos y técnicas que le resultan más eficaces, creando teorías propias para
su adecuada comprensión.
Podemos observar como Giddens, en la segunda parte de su definición, marca un mayor
énfasis sobre el carácter del ámbito que tiene la Sociología, en este caso: el microsocial y
elmacrosocial. No obstante, en los últimos años la obsesión por consensuar una definición de la
Sociología ha pasado a un segundo plano. Lo fundamental en toda ciencia no es su carácter
definidor, sino su capacidad de ofrecer resultados prácticos.
No se nos debe olvidar la necesaria y oportuna interlocución de los sociólogos con la
sociedad. Más importante que alcanzar mejores definiciones y teorías sistemáticas, es «abrir más la
Sociología a la sociedad, evitando su enclaustramiento en círculos profesionales cerrados, y
explicando mejor y más clara y convincentemente el ser y el porqué de esta disciplina científica». El
objetivo debe ser dar una explicación sobre la Sociología, tanto de su “razón de ser contextual”
(cuáles fueron las condiciones para su aparición y en qué contexto histórico apareció), como su
“razón de ser sustantiva” (cuál es su contenido y finalidad).
La Sociología ocupa una posición destacada entre un grupo de disciplinas (entre las que también se
incluyen la antropología, la economía y las ciencias políticas) que generalmente se denominan ciencias sociales.
¿Pero podemos estudiar realmente la vida social humana de una forma "científica"? Para contestar a esta
pregunta, antes que nada hemos de entender las principales características de la ciencia como forma de empresa
intelectual.
¿Qué es ciencia? La ciencia es el uso de métodos sistemáticos de investigación, pensamiento teórico y
examen lógico de argumentos para desarrollar un cuerpo de conocimiento sobre un objeto particular. El trabajo
científico depende de una mezcla de pensamiento osadamente innovador y de la disposición y el control
cuidadosos de la evidencia para apoyar o desechar hipótesis y teorías.
La información y las ideas acumuladas durante el estudio y el debate científicos son siempre, hasta cierto
punto, tentativas: abiertas a la revisión, o incluso a ser descartadas totalmente, a la luz de nuevas pruebas o
argumentos. Cuando preguntamos: ¿es la sociología una ciencia? queremos decir dos cosas: ¿es posible
configurar esta disciplina siguiendo de cerca el modelo de los procedimientos de la ciencia natural? y ¿puede la
sociología esperar alcanzar el mismo tipo de conocimiento preciso, bien fundamentado, que los científicos
naturales han desarrollado con respecto al mundo físico?
Estas preguntas siempre han sido en alguna medida controvertidas, pero durante un largo período la
mayoría de los sociólogos respondió de forma afirmativa. Sostenían que la sociología puede, y debe, asemejarse
a la ciencia natural en sus procedimientos y en el carácter de sus descubrimientos (una perspectiva que a veces se
conoce como positivismo). Esta concepción se considera ahora ingenua. Igual que el resto de las "ciencias"
sociales, la sociología es una disciplina científica en el sentido de que implica métodos de investigación
sistemáticos, el análisis de datos, y el examen de teorías a la luz de la evidencia y de la discusión lógica.
Estudiar los seres humanos, sin embargo, es diferente de observar los sucesos del mundo físico y ni el
marco lógico ni los descubrimientos de la sociología pueden entenderse adecuadamente desde las comparaciones
con la ciencia natural.
El hecho de que no podamos estudiar los seres humanos exactamente igual que los objetos de la naturaleza es, en
ciertos aspectos, una ventaja para la sociología; en otros, crea dificultades con las que no tropiezan los científicos
de la naturaleza. Los investigadores sociológicos se benefician de poder plantear preguntas directamente a
aquellos a los que estudian: otros seres humanos.
Por otra parte, las personas que saben que sus actividades se están estudiando muchas veces no se
comportarán del mismo modo en que lo hacen normalmente. Por ejemplo, cuando los individuos contestan
cuestionarios, consciente o inconscientemente pueden dar una imagen de ellos mismos que difiere de sus
actitudes usuales. Pueden incluso tratar de "ayudar" al investigador dándole las respuestas que creen que desea.
La sociología tiene como particularidad tener por objeto campos de lucha: no solamente el campo de las luchas
de clases sino el campo de las luchas científicas mismo. Y el sociólogo ocupa una posición en esas luchas: de
partida, en tanto que detentor de un cierto capital económico y cultural, en el campo de las clases; enseguida,
en tanto que investigador dotado de cierto capital específico, en el campo de la producción cultural y, más
precisamente, en el sub-campo de la sociología. Esto, él debe tenerlo siempre en mente con el fin de discernir y
controlar todos los efectos que su posición soca puede tener sobre su actividad científica. Es la razón por la
cual la sociología de la sociología no es, para mí, una especialidad entre otras, sino una de las condiciones
primeras de una sociología científica. Me parece en efecto que una de las causas principales del error en
sociología reside en una relación incontrolada del objeto. Es entonces capital que el sociólogo tome conciencia
de su propia posición. Las posibilidades de contribuir a producir la verdad me parecen en realidad depender de
dos factores principales, que están ligados a la posición ocupada: el interés que se tiene en saber y en hacer
saber la verdad (o, inversamente, a esconderla o a escondérsela) y la capacidad que se tiene de producirla. Se
conoce la expresión de Bachelard: No hay ciencia sino de lo escondido.Pierre Bordieu

La importancia de la Sociología
La importancia práctica de la sociología Comprensión de las situaciones sociales La sociología tiene
muchas implicaciones prácticas para nuestra vida. El pensamiento y la investigación sociológicos contribuyen en
la práctica a la elaboración de políticas y a la reforma social de muchas maneras evidentes. La más directa es,
simplemente, haciendo comprender de forma más clara o adecuada que antes una situación social
Esto puede ser en el nivel del conocimiento fáctico, o mejorando la forma de captar por qué ocurre algo
(en otras palabras, mediante la comprensión teórica). Por ejemplo, la investigación puede poner de manifiesto
que vive en la pobreza una proporción de la población muy superior a lo que antes se creía. Evidentemente,
cualquier intento de fomentar mejores niveles de vida tendrá mayores oportunidades de éxito si se basa en una
información precisa y sin deficiencias. Sin embargo, cuanto mejor entendamos por qué sigue siendo tan
difundida la pobreza, tanto más probable es que puedan llevarse a cabo con éxito políticas en contra de ella.
Conciencia de las diferencias culturales
Una segunda forma en que la sociología ayuda en la elaboración práctica de políticas es ayudando a
fomentar una mayor conciencia cultural por parte de los diversos grupos sociales. La investigación sociológica
proporciona un medio de ver el mundo social desde una diversidad de perspectivas culturales, ayudando por
tanto a acabar con los prejuicios que los grupos tienen los unos sobre los otros.
Es imposible elaborar una política hábil sin tener una refinada conciencia de los cambiantes valores
culturales. Las políticas prácticas que no se basen en una conciencia informada de los modos de vida de aquellos
a los que afectan tienen muy pocas expectativas de éxito. Así, un asistente social blanco que trabaje en una
comunidad antillana de una ciudad británica no podrá ganarse la confianza de sus miembros sin desarrollar una
sensibilidad hacia las diferencias culturales que a menudo separan a los negros y a los blancos en Gran Bretaña.
Valoración de los efectos de las políticas En tercer lugar, la investigación sociológica tiene implicaciones
prácticas por lo que se refiere a la evaluación de las iniciativas políticas.

Un programa de reforma práctica puede simplemente fracasar en lo que se refiere al logro de los
objetivos de quienes lo concibieron, o acarrear una serie de desagradables consecuencias no pretendidas. Por
ejemplo, en los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial se construyeron grandes bloques de viviendas
en los centros urbanos de muchos países. Estaban pensados para proporcionar viviendas de elevado nivel a
grupos de ingresos bajos de las áreas suburbiales, y ofrecían servicios comerciales y de otro tipo muy próximos.
Sin embargo, la investigación mostró que muchos de los que se trasladaban desde sus viviendas
anteriores a los grandes bloques de apartamentos se sentían aislados y desgraciados. Los elevados edificios y los
centros comerciales peatonales se deterioraron rápidamente, y se convirtieron en lugares que favorecían los
atracos y otros crímenes violentos. El aumento del autoconocimiento En cuarto lugar, y en ciertos aspectos esto
es lo más importante de todo, la sociología puede enseñarles a los grupos sociales cosas sobre ellos mismos,
aumentar su autoconocimiento. Cuanto más sepan las personas sobre las condiciones de su propia acción, y
sobre el funcionamiento de su sociedad en general, tanto más probable es que puedan influir en las
circunstancias de su propia vida.
No es necesario que pensemos que la única tarea práctica de la sociología es la de ayudar a quienes
elaboran las políticas -es decir, a los grupos poderosos- a tomar decisiones informadas. No siempre puede
suponerse que quienes están en el poder piensen en los intereses de los menos poderosos o privilegiados al
elaborar sus políticas. Grupos informados por si mismos pueden responder de forma eficaz a las políticas que
lleven a efecto los funcionarios del gobierno u otras autoridades, y pueden por tanto tomar iniciativas políticas
propias. Grupos de "autoayuda" (como Alcohólicos Anónimos) y movimientos sociales (como los movimientos
de mujeres) son ejemplos de asociaciones sociales que tratan de producir directamente reformas directas.
¿Deben los mismos sociólogos defender de forma activa y llevar a efecto acciones públicas en favor de
programas prácticos de reforma o cambio social? Hay quienes defienden que la sociología puede preservar su
objetividad sólo si quienes la practican son cuidadosamente neutrales en controversias morales y políticas, pero
no hay razón alguna para pensar que los estudiosos que se quedan al margen de los debates de actualidad sean
necesariamente más imparciales que otros en su examen de las cuestiones sociológicas. Existe un nexo
insoslayable entre el estudio de la sociología y las exigencias de la conciencia social. Nadie que tenga
conocimientos sociológicos puede ser inconsciente de las desigualdades que existen hoy en el mundo, la falta de
justicia social en muchas situaciones sociales o las privaciones sufridas por millones de personas. Sería extraño
que los sociólogos no tomaran posición sobre las cuestiones prácticas, y sería tan ilógico como poco práctico
intentar prohibirles que recurrieran a su conocimiento sociológico al hacerlo. [ ... ] La sociología surgió como
una empresa intelectual definida con el temprano desarrollo de las sociedades industrializadas modernas, y el
estudio de tales sociedades sigue siendo su principal interés.

Algunas conclusiones

1. La sociología puede definirse como el estudio sistemático de las sociedades humanas, que presta un énfasis
especial a los modernos sistemas industrializados.
2. La sociología surgió como intento por entender los trascendentales cambios que han ocurrido en las sociedades
humanas a lo largo de los dos o tres últimos siglos. La industrialización, el urbanismo y nuevos tipos de sistemas
políticos están entre los rasgos importantes del mundo social moderno.
3. Los cambios implicados no son sólo cambios a gran escala. Se han producido modificaciones esenciales también
en las características más íntimas y personales de la vida de los individuos. El desarrollo del énfasis en el amor
romántico como base del matrimonio es un ejemplo.
4. Los sociólogos investigan la vida social planteando preguntas claras e intentando encontrar sus respuestas por
medio de la investigación sistemática. Estas preguntas pueden ser fácticas, comparativas, de desarrollo o
teóricas. En la investigación sociológica es importante distinguir entre los resultados pretendidos y no
pretendidos de la acción humana.
5. La práctica de la sociología implica la capacidad para pensar de forma imaginativa y para distanciarse de las
ideas preconcebidas sobre las relaciones sociales.
6. La sociología tiene vínculos íntimos con otras ciencias sociales. Todas las ciencias sociales se ocupan de la
conducta humana, pero se concentran en aspectos diferentes de la misma. Los nexos entre la sociología, la
antropología y la historia son particularmente importantes.
7. La sociología es una ciencia en el sentido de que implica métodos sistemáticos de investigación y la evaluación
de teorías a la luz de las pruebas y de la discusión lógica. Pero no puede configurarse siguiendo directamente el
modelo de las ciencias naturales, pues el estudio de la conducta humana es diferente en aspectos fundamentales
del estudio del mundo natural.
8. Los sociólogos intentan ser objetivos en sus estudios del mundo social, abordando su trabajo sin prejuicios. La
objetividad no solo depende de las actitudes del investigador, sino también de la evaluación pública de la
investigación y de la teoría, que forma parte esencial de la sociología como disciplina académica.
9. La sociología es un objeto de estudio con importantes implicaciones prácticas. Puede contribuir a la crítica de la
sociedad y a la reforma social práctica de diversas maneras. En primer lugar, la comprensión perfeccionada de
un cierto conjunto de circunstancias sociales muchas veces nos ofrece una mejor oportunidad de controladas. En
segundo lugar, la sociología proporciona los medios de aumentar nuestra sensibilidad social, permitiendo que las
políticas se basen en la conciencia de los valores sociales divergentes.

Bibliografía
Osborne, R., Loon, B., Fernández Aúz, T., & Eguibar Barrena, B. (2005). Sociología para todos. Ediciones Paidós Ibérica.
Emilio Lamo de Espinosa (2010). Discurso pronunciado como Presidente de la FES (Federación Española de Sociología) en el
Acto de Inauguración del X Congreso Español de Sociología, celebrado en Pamplona en julio de 2010
Furfey, P. H. (1953). The scope and method of sociology: a metasociological treatise. Harper.
Giddens, A., & Muñoz de Bustillo Llorente, F. (2007). Sociología. Alianza Editorial, Buenos Aires.
Giner, S. (2010). Sociología. Ediciones Península S.A.
Mills, C., & Torner, F. (s.f.). Imaginación sociológica, la. Fondo de Cultura Económica de España, S.L.
Berger, P., Luckmann, T., & Zuleta, S. (1986). Construcción social de la realidad, la. H.F. Martínez de Murguía.

Links de interés
¿Es la Sociología una ciencia?
http://elpais.com/diario/1976/09/05/cultura/210722406_850215.html
Pierre Bourdieu La Sociologìa como ciencia.
https://www.youtube.com/watch?v=G82TGZ8L2Tc
¿Qué es la sociología?

https://www.youtube.com/watch?v=NCZuq5CYreg

Sociología CBC

Cátedra: Filmus

Profesor: Ariel Raidan

Ficha de Cátedra

Los campos de la ciencia

Se ha sostenido que Aristóteles fue el último de los hombres capaces de abarcar todo el saber
de su época, aunque es indudable que en su tiempo hubo muchas áreas de conocimiento que
él conocía superficialmente. La explosiva acumulación del conocimiento moderno se divide en
cuatro categorías principales: (1) ciencias naturales, por ejemplo biología y geología, que
estudian los objetos naturales; (2) ciencias físicas, como la química y la física, que estudian
los
materiales carentes de vida; (3) ciencias sociales, como la sociología y la ciencia política, que
se ocupan de la vida social del hombre; y (4) humanidades, por ejemplo el lenguaje, la
literatura, la filosofía y las artes, que estudian las creaciones humanas de carácter intelectual y
estético.
Cada disciplina procura delimitar un cuerpo de fenómenos relacionados lógicamente, al que se
adecúan sus métodos de estudio. Así, cada disciplina trata de determinar ciertos límites,
lógicamente racionales y metodológicamente útiles, entre ella misma y otras disciplinas. Pero
algunas confusiones y superposiciones son inevitables. La agricultura incluye tanto la química
del suelo (ciencia física) como la biología de las plantas (ciencia natural). A veces se asigna a
la psicología el carácter de ciencia natural, y otras el de ciencia social. Las antiguas
disciplinas
se subdividen a medida que se acumulan conocimientos y surgen otras nuevas cuando el
progreso del conocimiento relaciona disciplinas anteriores (como ocurre hoy con la ecología
ambiental, que recibe el aporte de casi todas las ciencias físicas, naturales y sociales).
Las ciencias sociales estudian al hombre y su comportamiento social, y cada una concentra
sus esfuerzos en un aspecto distinto de su vida social. La economía estudia las disposiciones
adoptadas por el hombre con el fin de producir y distribuir artículos y servicios. La ciencia
política concentra la atención en la lucha por el poder y la distribución de las recompensas.
Aunque a veces se la considera una de las humanidades, la historia estudia las sociedades en
el curso del tiempo, movida por la esperanza de que el pasado pueda ayudarnos a comprender
el presente.
La sociología atiende preferentemente al estudio del comportamiento grupal y de las
costumbres y disposiciones sociales perdurables que derivan de aquél. La antropología se
superpone tanto con la sociología que no es posible definir límites claros. En todo caso, la
antropología se interesa más bien en la comparación de distintas sociedades entre sí y en la
descripción completa y detallada del comportamiento total de un pueblo, con el fin de dilucidar
las mutuas relaciones de los diferentes tipos de conducta.
Los métodos científicos

Cada ciencia puede definirse con referencia al método (un conjunto de procedimientos para el
estudio sistemático de cierto tema) o al contenido (un cuerpo de conocimientos verificados
descubierto con la ayuda de métodos científicos de estudio). Las ciencias sociales estudian al
hombre y su conducta social. En cada caso puede hablarse de ciencia en la medida en que se
utilizan métodos científicos de estudio y se desarrolla un cuerpo de conocimientos ciertos,
fundados en la investigación científica.
El método científico consiste en los siguientes pasos: (1) formular el problema; (2) planear la
estructura de investigación; (3) reunir los datos; (4) analizar los datos; (5) extraer las
conclusiones. Este método fundamental es idéntico en todas las ciencias, si bien cada una
utiliza un conjunto de técnicas o procedimientos detallados que se ajustan a sus propios
datos. Así, la química emplea tubos de ensayo y experimentos de laboratorio, los astrónomos
escudriñan el cielo con telescopios, y la sociología usa cuestionarios y estadísticas.
El método científico incluye el uso de conceptos, hipótesis, teorías y leyes. Los conceptos son
ideas generalizadas evocadas mentalmente por una palabra. "Pupitre" es un concepto. El
tamaño y el estilo de los pupitres son variables, pero de todos modos no es difícil reconocer
uno cualquiera de ellos. La "molécula" es un concepto químico; el "grupo", la "institución" y la
"subcultura" son conceptos de la sociología (que más adelante definiremos). Los hombres de
ciencia necesitan conceptos definidos, precisamente para elaborar sus descripciones
científicas y construir sus teorías. Así como sería imposible describir un carro -sin el concepto
de "rueda", es inconcebible la ciencia sin el empleo de conceptos.
Puede afirmarse que una hipótesis es una conjetura explicitada. Indica una relación
posible e n t r e h e c h o s. Por ejemplo, consideremos el hecho de que los jóvenes que
conducen automóviles tienen muchos más accidentes que las jóvenes.
Enunciándolo formalmente: "Entre los automovilistas jóvenes, los varones se suelen
accidentar más frecuentemente". Cualquier enunciado que se proponga para explicar este
hecho es una hipótesis. Por ejemplo: (1) los varones tienen más accidentes porque manejan
más tiempo; (2) los varones tienen más accidentes porque manejan con mayor frecuencia en
condiciones riesgosas; (3) los varones tienen más accidentes porque conducen con más
frecuencia de manera agresiva u ostentosa. Cada una de estas hipótesis se puede probar por
medio de estudios
sistemáticos (así ha ocurrido, pero se halló un apoyo claro solo para la tercera proposición).
Una teoría es una organización sistemática de un cuerpo considerable de hechos e
hipótesis comprobados en una organización general razonable. Por ejemplo, entre las
diferentes teorías que intentan explicar la delincuencia juvenil pueden mencionarse la teoría
de la subcultura delictiva (se recluta un número muy elevado de delincuentes en un mundo
social en que la delincuencia es normal), la teoría del conflicto grupal (la delincuencia se
origina en conflictos entre grupos raciales, étnicos y de clase), la teoría de la oportunidad
limitada (se suscitan y frustran deseos y expectativas inalcanzables), y otras. Cada una de
ellas se apoya en una importante serie de datos aportados por la investigación y en hipótesis
bien fundadas.
Como no pueden formular leyes, los científicos sociales asignan a sus conclusiones la forma
de generalizaciones o afirmaciones generales que admiten ciertas excepciones. Por ejemplo:
"A diferencia de lo que ocurre en muchas sociedades, en la nuestra, y en la actualidad, la
mayoría de los matrimonios se basa en el amor". Y como los datos que utilizamos varían
constantemente (la fisonomía de la familia ha cambiado), nuestras generalizaciones deben
especificar siempre el tiempo, el lugar, los grupos y las condiciones en que son válidas ("… en
la nuestra y en la actualidad, la mayoría de los matrimonios se basa en el amor").

La sociología como ciencia

La sociología es una ciencia muy joven. Cuando daba sus primeros pasos, se discutió mucho
si debía ser una ciencia o un movimiento en favor de mejoras sociales. En Estados Unidos,
este nuevo campo del saber era muy popular entre los sacerdotes, los periodistas y los
asistentes sociales empeñados en la reforma del mundo. Pero estas personas tenían escasa
formación científica, y por lo tanto tendían a ser víctimas de su propio prejuicio e ignorancia.
La sociología comenzó a conquistar jerarquía científica bien entrado el siglo XIX. En 1842,
Augusto Comte acuñó por primera vez la palabra "sociología" en su Curso de Filosofía
positiva. Propuso una ciencia de la sociología fundada en la observación y la clasificación
sistemáticas de la conducta humana. En Inglaterra, Herbert Spencer publicó en 1876 el primer
texto —Sociology— dedicado a esta disciplina, seguido en 1883 por el norteamericano Lester
F. Ward, autor de Dynamic Sociology. A los autores mencionados, muy pronto se unieron Max
Weber en Alemania, Emile Durkheim en Francia, y William Graham Sumner, Charles Horton
Cooley y Albion W. Small en Estados Unidos. Aunque gran parte de los escritos de estos
autores tenían carácter especulativo y filosófico, delinearon métodos científicos de análisis
social y echaron los cimientos de la sociología moderna.
En la década del noventa comenzó la organización de cursos universitarios, en 1895 se inició
la publicación del American Journal of Sociology y en 1905 se creó la American Sociological
Association. En la actualidad la sociología ocupa un lugar por derecho propio en el mundo
académico.

Orígenes de la Sociología

El terreno de la sociología se desarrolla plenamente durante el siglo diecinueve, como


resultado de la introducción del método científico en los estudios de la sociedad por parte de
algunos filósofos.
Dos importantes factores promovieron la transformación de los filósofos en sociólogos. El
primer elemento fue la llamada “Revolución Industrial” ocurrida en Europa durante el siglo
diecinueve, la cual se considera como el período clásico del sistema capitalista junto a su
proceso de acumulación a escala mundial.
El mundo oriental cambió drásticamente durante este periodo y la Revolución Industrial
promovió nuevas industrias y tecnologías, como a la vez, nuevos estilos de vida. De la noche a
la mañana, las antiguas sociedades rurales se transformaron en centros urbanos
industrializados con grandes concentraciones de población en donde las emergentes
ciudades debieron enfrentar nuevos problemas tales como las migraciones del campo a la
ciudad, el desarrollo de una poderosa clase obrera, conflictos laborales, congestión y pobreza,
falta de habitaciones adecuadas, crímenes y delincuencia.
Simultáneamente, el orden político de Europa fue estremecido por una serie de importantes
movimientos sociales y como resultado de la “Revolución Francesa”, por ejemplo, se produce
un cuestionando general del poder político de las monarquías absolutistas y del
poder de la iglesia. Lo anterior lleva a los actores sociales de la época a exigir mayores
libertades individuales, derechos sociales, políticos y económicos. Por esta razón, muchos
pensadores sociales de la época debieron enfrentar el desafío de encontrar soluciones a los
problemas de sus sociedades, como al mismo tiempo, entender y explicar los motivos de
dichos cambios radicales.
El segundo elemento importante en el desarrollo de la sociología fueron los increíbles avances
alcanzados por las ciencias naturales durante este periodo. En efecto, las ciencias naturales
eran considerablemente respetadas debido a su habilidad para proporcionar explicaciones
lógicas, como a la vez, los elementos para entender los diversos aspectos del mundo físico y
del mundo material. En ese sentido, ciertos filósofos sociales comienzan a observar las
ciencias naturales como el modelo que ellos necesitan para entender y controlar el mundo
social.
Sin lugar a dudas, muy pocos disputarían que los precursores del pensamiento sociológico
son los franceses Auguste Comte y E. Durkheim, el inglés Herbert Spencer, el alemán Max
Weber y el judío-alemán Karl Marx. Veamos pues, el significado y relevemos el trabajo de cada
uno de estos pioneros de la sociología.
Auguste Comte, 1789-1857
Muchos autores se han referido a Comte como “el padre de la sociología”. En efecto, este
pensador francés, fue uno de los primeros en acordar el nombre Sociología, en 1839, para
referirse al estudio científico de la sociedad. Comte fue uno de los primeros que sugirió que el
método científico podía ser aplicado a las ciencias sociales. En ese sentido, desarrolló lo que
se denomina la corriente positivista, argumentando que la conducta y los eventos sociales
podían ser observados y medidos científicamente.
En otras palabras, una vez que las leyes de la conducta social eran conocidas por los
investigadores, estas podían predecir con mucha precisión los diferentes eventos sociales,
pudiendo incluso controlarlos. Comte sostenía que cada sociedad presenta tres etapas de
desarrollo: una religiosa, una metafísica, y una científica.
De acuerdo a Comte, las etapas religiosas y metafísicas se caracterizan por basarse en la
superstición y la especulación, lo que impide el conocimiento adecuado de la sociedad como a
la vez, resolver los problemas sociales. De este modo, según Comte, lo que la sociedad
necesitaba era movilizarse hacia la etapa del conocimiento científico de la sociedad, basado
en
hechos sociales, del mismo modo que el conocimiento científico del mundo físico se basa en
hechos físicos.
Emile Durkheim, 1858-1917
Emile Durkheim es considerado el pionero en la aplicación sistemática de los métodos
científicos a la sociología. Su estudio clásico, El suicidio no se basa en meras especulaciones
tal como ocurría en el pasado, sino que es el resultado de un organizado plan de investigación.
Durkheim recolectó grandes cantidades de información estadística en varios países europeos
las cuales fueron cuidadosamente analizadas para investigar las causas que llevaban a los
individuos a cometer suicidio. En este sentido, la preocupación central de Durkheim fue hacer
de la sociología una ciencia separada y única para explicar la sociedad. Su visión social lo
llevó a definir la sociología como el estudio científico de los hechos sociales, cuya
característica principal es que son hechos externos y coercitivos para los individuos. Estos
hechos son vistos como una variedad de fenómenos separados y distintos a los cuales se les
aplica el término de “social”. Debido a que ellos representan un nuevo orden de fenómenos
socialmente distintos, no pueden explicarse psicológicamente.
Consecuentemente, cada vez que un fenómeno social se interpreta como un fenómeno
sociológico, el resultado es falso. El planteamiento central de Durkheim fue que la estructura
social —es decir, los hechos sociales externos de los individuos— pueden ofrecer una
explicación de la conducta y otros hechos sociales. De acuerdo a este método, Durkheim
aislaba los elementos que le parecían propios de la sociología, la que entendía como una
ciencia que estudia los hechos sociales independientemente de los individuos.
Durkheim sostenía que los sociólogos no debían concentrarse en la observación de la noción
que los individuos tienen de las cosas para explicar la sociedad; es decir, las experiencias
subjetivas de los individuos no deberían ser parte de la preocupación investigativa del
sociólogo. La sociedad para Durkheim, no consistía únicamente en la suma de sus partes, sino
que, a la vez, era necesario entender que dichas partes son coercitivas y restrictivas para los
individuos. Un ejemplo de un hecho social es la posición de presidente de la república de un
país.
Durkheim creía que los hechos sociales podían ser estudiados y explicados en la misma forma
en que estudiamos el mundo físico y biológico, es decir, científicamente. Similar al
funcionamiento del cuerpo humano, Durkheim creía que la explicación de los hechos sociales
consistía en establecer las causas y las funciones que estos cumplen. Del mismo modo que
podemos estudiar y explicar el funcionamiento de nuestros órganos a partir de la función del
corazón, que hace posible la circulación de la sangre a través de las venas y arterias,
Durkheim sostenía que los sociólogos debían identificar las relaciones causales y funcionales
de las partes que forman nuestra sociedad.
Herbert Spencer, 1820-1913
Pensador social inglés del siglo diecinueve, Spencer, se diferenciaba de Durkheim, por no
asignarle una importancia tan preponderante al rol del sociólogo. Spencer creía que la
sociedad podía ser comparada a cualquier organismo viviente. Por ejemplo, cada parte de un
animal —el corazón, los pulmones, el cerebro y otros órganos— poseen sus propias funciones
a pesar de que existe una estrecha interdependencia entre ellas, de modo que un cambio en
una de las partes afecta el funcionamiento del resto. Más aún, cada parte contribuye a la
sobrevivencia y a la salud de ese ser viviente como un todo. Si un órgano se atrofia, el resto se
adapta a la enfermedad y trabajarán más fuerte para asegurar su sobrevivencia. En la misma
forma, Spencer sostenía que cada parte de la sociedad cumple una función propia, la cual
contribuye a la sobrevivencia y estabilidad del resto de la sociedad. En ese sentido, la familia,
la religión, el gobierno, la escuela, la industria, son todas partes del mismo organismo llamado
sociedad.
Spencer argumentaba que si se deja a la sociedad sola, ésta puede resolver sus propios
problemas en una forma natural para alcanzar su estabilidad natural. Los problemas sociales
se arreglan solos a través del proceso natural de adaptación. Este razonamiento implicaba que
los ricos y poderosos, junto a otros sectores pudientes de la sociedad, merecen gozar sus
riquezas, poder y éxitos porque han sido seleccionados por la naturaleza para lograr los
beneficios que alcanzaron.
.
Max Weber, 1864-1920
Weber definía a la sociología como la ciencia que intenta alcanzar un entendimiento
interpretativo de la acción social, para de esta forma obtener una explicación causal de su
curso y efecto. De acuerdo a Weber, la acción social se refiere a toda conducta humana a la
cuál el ser humano le agrega un significado subjetivo. Por ejemplo, en algunos países
latinoamericanos e Italia, levantar la mano mostrando el dedo pequeño y el cuarto dedo es un
insulto que indica que la esposa o novia lo engaña con otro hombre. Weber concluía en que
una acción es social en virtud a la significación subjetiva, interna, que el o los individuos le
otorgan. En ese sentido, la acción social toma en cuenta la conducta de otros y su curso de
acción orienta en una forma determinada por ella.
Una acción social ocurre entre dos individuos cuando cada persona toma en consideración la
acción de la otra, Para Weber, entonces, la sociología debe preocuparse del significado de las
acciones subjetivas que guían las conductas sociales de las personas, para de este modo
lograr un entendimiento objetivo de las formas que las personas evalúan, usan, crean y
destruyen sus relaciones sociales.
Los sociólogos que estudian una nación deberían, entonces, concentrarse en los aspectos o
motivos subjetivos que dicha nación ofrece a sus miembros, debido a que el significado de
esos términos es lo que define la realidad social de esos individuos.
Esta noción weberiana de la sociedad contrasta con el planteamiento de Durkheim, quien
sostiene que una nación es una realidad en si misma —un hecho social— y por lo tanto no
puede ser explicada a través del estudio de sus partes; es decir, por el significado subjetivo
del entendimiento de los individuos. Weber, por su parte, creía que los individuos son los
únicos portadores de conductas significativas debido a que sólo ellos pueden agregarle
subjetividad y emotividad a sus acciones. En ese sentido, el cientista social puede imputarle
motivos a los individuos e ir más allá de predecir la conducta humana para entenderla. Este
tipo de razonamiento según Weber, difiere de las ciencias físicas o naturales, en donde el
elemento subjetivo de los sujetos de la investigación es irrelevante para el observador.
De acuerdo a Weber, la formulación de leyes generales que expliquen las conductas humanas
son posibles, pero inadecuadas. Del mismo modo en que observamos los objetos naturales
tales como las plantas, la luna, el sol, las hojas o los animales, es posible observar las
conductas de los humanos. Sin embargo, ésta es una observación externa, realizada desde
afuera, y que sólo explica la regularidad de la conducta de los individuos a partir de leyes
causales abstractas.
Pero de acuerdo a Weber, es posible ir más lejos en la observación de los seres humanos que
con la de los objetos naturales. Efectivamente, por medio de imputar motivos a la
interpretación de las acciones y las palabras de las personas es posible llegar a conocer los
significados subjetivos que los actores sociales le otorgan a sus propias conductas y a las
conductas de otros individuos. ¿Pero cómo estudiamos las motivaciones?
Según Weber, para entender lo que es único a los humanos necesitamos una metodología
diferente al de las ciencias naturales. Esta nueva forma, para Weber, es el conocimiento o
entendimiento interpretativo de la conducta social—Verstehen— ya mencionado. De acuerdo a
Weber, este tipo de conocimiento puede alcanzarse a través de dos formas. El primero
consiste en reproducir en nosotros mismos el razonamiento intencional del actor.
Por ejemplo, si vemos a un individuo caminando con un periódico bajo el brazo, podemos
concluir que lo va a leer, o que lo conserva para que otra persona lo lea o para envolver algo.
El segundo y más importante elemento del entendimiento era lo que Weber denominó empatía,
es decir, los sociólogos deberían ponerse ellos mismos en el lugar del actor para entender las
COSAS en la FORMA que el individuo mismo LAS ve. Por ejemplo, un sociólogo interesado en
estudiar el efecto de los cigarrillos en la salud debería empezar por determinar quiénes fuman,
cuán a menudo lo hacen, cantidad de cigarros que consumen diariamente, la edad y la clase
social de los fumadores para determinar si hay alguna relación entre esas dos variables y así
lograr algún tipo de generalización empírica. Pero ésta metodología es aún inadecuada. El
sociólogo debe también determinar el significado de la acción de fumar para esos individuos,
los elementos que los motivan a hacerlo y que los incentiva a continuar fumando. Para realizar
el estudio, nuestro sociólogo debe tomar contacto con los fumadores, hablar con ellos,
observarlos e imaginariamente debe tratar de experimentar la acción de fumar en la misma
forma que los fumadores la interpretan. Solamente una vez alcanzada esta etapa, es el
momento en que nuestro investigador social tendrá acceso a los elementos exclusivamente
sociológicos.
Weber sostenía que este sistema de conocimiento era científico.
Sin embargo Weber prevenía que la naturaleza misma de las ciencias rechaza los juicios de
valores y por lo tanto sostenía que los sociólogos debían recolectar información que no
estuviera influenciada o contaminada por sus juicios valorativos personales. Por ejemplo, un
ateo puede recolectar información precisa y confiable, acerca de las diversas creencias
religiosas. El problema reside cuando éste se pone a interpretar las creencias religiosas desde
su propia perspectiva atea. Similarmente, Weber también creía que los datos científicos y
teorías en sí mismas no contienen los elementos que le puedan indicar al cientista social lo
que tiene que hacer con la información. Por ejemplo, no existe absolutamente nada en la teoría
de la relatividad que le indique a un científico que es malo lanzar bombas atómicas. Lo bueno
y lo malo, lo correcto o incorrecto, la bondad o la maldad son elementos ajenos a las ciencias
y solamente los seres humanos pueden agregarle valores a sus propias acciones. Para Weber,
el rol del médico consiste solamente en sanar a sus enfermos y este no tiene el derecho a
decir que vivir o morir es recomendable. Las ciencias son muchas y por lo tanto no responden
a
juicios valóricos o emocionales.
Karl Marx, 1818-1883
El planteamiento central de Marx se basaba en el entendimiento del sistema de la producción
material de la sociedad el cuál, históricamente, ha generado importantes relaciones entre los
individuos, los medios de producción y la naturaleza. Ninguna sociedad puede vivir sin
producir los medios materiales para su existencia. De este modo, la producción material es un
proceso de interacción entre la sociedad y la naturaleza, por medio del cual los individuos
transforman los objetos de la naturaleza para satisfacer sus necesidades. Este proceso tiene
siempre un carácter social, en donde el trabajo individual para Marx es tan irrelevante como el
desarrollo del idioma en una sociedad sin individuos.
De acuerdo a Marx, en una sociedad actúa una multitud de fuerzas materiales e ideales las que
en su conjunto condicionan su vida y desarrollo. Sin embargo, el papel de estas distintas
fuerzas no es idéntico. En otras palabras, la sociedad no es como el mar en donde todas las
gotas de agua o granos de sal juegan un rol similar. Entre todas las fuerzas que actúan en y
sobre la sociedad el motor propulsor de sus movimientos, desarrollo y transformaciones es la
producción material, la cual actúa como la fuerza que da origen a todos los fenómenos
sociales de la sociedad. Así, las causas de la transición y transformación de un régimen social
a otro diferente se encuentran en las contradicciones que se originan en la producción de
bienes materiales que se llevan a cabo dentro de una sociedad.
Marx sostiene que la producción material tiene dos aspectos indisolublemente unidos, que
son las fuerzas productivas y las relaciones de producción. El elemento constitutivo de las
fuerzas productivas son los individuos, es decir los trabajadores.
Ellos son los elementos activos de la producción, promotores de las iniciativas de dicho
proceso de producción, su duración, intensidad y finalidad. Sin embargo, este proceso
productivo requiere más que trabajadores, es decir, también requiere de elementos que se van
a someter a elaboración: la tierra, los minerales, los bosques, materias primas, etc. Pero estos
objetos no se pueden transformar con las manos vacías y de este modo se necesitan las
herramientas, las máquinas, las fábricas.
Dentro de esta doble relación —primero entre los individuos y luego con la naturaleza— es
donde toma lugar la producción. Marx denomina a este proceso como relaciones sociales de
producción, o simplemente, relaciones de producción.
Según Marx, las relaciones de producción son las relaciones materiales que se establecen
entre los individuos, independiente de sus conciencias y voluntad, en el proceso de
producción de bienes materiales. Tales relaciones de producción constituyen la base de la
estructura económica —la infraestructura— de la sociedad, o sea, la base real sobre la cuál
descansan todas las relaciones sociales que se establecen entre los individuos y la sociedad.
La historia de la humanidad ha conocido dos tipos fundamentales de relaciones de producción
de acuerdo a Marx: relaciones antagónicas y no antagónicas. Las relaciones de producción no
antagónicas se basan en la colaboración y ayuda mutua entre los individuos. Las relaciones
antagónicas se caracterizan porque tienen como base la subordinación, dominación y
explotación. Tanto las relaciones antagónicas como las no antagónicas se encuentran
estrechamente vinculadas al carácter de la propiedad de los medios de producción.

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