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serie del volador

NOVELA J:-:

R E L A T O

C;UENTÓ

ENSAYO

POESÍA

T E A T R O

E Z R A L O O M I S P O U N D n a c i ó en H a i l e y , I d a h o , el .'50
de o c t u b r e de 1885 y m u r i ó en Venecia el l o . de n o v i e m -
b r e de 1972. Su o b r a p o é t i ca y crítica es u n a de las más
i m p o r t a n t e s de este siglo. E n las página's de la revista
Poetvy ((jhicago), d i o a conocer a l p i i b l i c o norteanierica-
^ ^ n o f i g u r a s t a n i m p o r t a n t e s corno las de R o b e i t Frost,
Hjl^v. B . Yeats y T . S. E l i o t ; él h i z o j)osible, además, la ] ) u -
^ ^ > l i c a c ¡ ó n de El rt'tralo de un arti.slii adoJcsccntc (l!M(»)
y d e l Uíises (1922) de j o y r e . E n 1922 f u n d ó el m o v i m i e n -
to de los "Imagistes" . D e 191(, 1958 f u e r e c l u i d o p o r las
a u t o r i d a d e s norteamericana s c i i el H o s p i t a l Saint Eliza-
b e t h de W a s h i n g t o n , declaraao i n c o m p e t e n t e p a r a res-
p o n d e r a los cargos de t r a i i - m p o r sus programa s en la
r a d i o i t a l i a n a d u r a n t e 1;; «ee,i;;i \a M u n d i a l . Des-
de 1958 vivió en E u r o p a .
L a poesía de Ezra Pouncl a!canza su culmiiración en
los Caniarcs, o b r a en 'a (]ue el a u t o r i n t e n t a r e u n i r , p r o -
f u n d i z a r y o r d e n a r las tradiciones y los h i t o s q u e h a n

P
d a d o validez a l d e s a r r o l l o i n t e l e c t u a l de la h u m a n i d a d ,
\a versión es])aííola p u b l i c ó en 1975 la E d i t o r i a l Joa-
cpiín M o r t i z .
i
JOAQUÍN MORTIZ
J O A Q U I N M O R T I Z M É X I C O

Ezra Pound

arte de la poesía
VERSIÓN DIRECTA DE
JOSÉ VÁZQUEZ AMARAL

serie del volador


UNA RECAPITULACIÓN!

Tanto se ha garabateado respecto a una nueva ma-


nera de hacer poesía, que tal ve/, se me perdone esta
breve ojeada retrospectiva.
En la primavera o a principios del verano de 1912,
" H . D . " , Richard Aldington y yo decidimos que
estábamos de acuerdo en los tres principios que si-
guen:
1. Tratar la "cosa" directamente, ya fuese subje-
tiva u objetiva.
2. Prescindir de toda palabra que no contribuyera
a la presentación.
3. En cuanto al ritmo: componer (escribir) si-
guiendo una secuencia análoga a la de la frase mu-
sical, y no en una secuencia de m e t r ó n o m o .
Diferíamos en muchos puntos de gusto o prefe-
rencia, pei'o como estábamos de acuerdo respecto
a estos tres puntos, pensamos que teníamos derecho a
un nombre de grupo; tanto derecho, cuando meiios,
como algunas "escuelas" francesas presentadas por el
señor Flint en el n ú m e r o de agosto de 1911 de la
revista de Harold Monro.
Posteriormente se han declarado "miembros" o
T í t u l o original: The Art of Poelry
publicado como primera parte de Lüerary Essays of Ezra Pound
"seguidores" de esta escuela muchos que, cualquiera
editados por T . S . Eliot que sea su mérito, no dan muestras de estar de
© 1954 New Directions, New York, E E . U U . acuerdo con la segunda especificación. En efecto, el
vers libre ha llegado a ser tan prolijo y verboso
Primera edición en español, octubre de 1970
Segunda edición, junio de 1978 ^ U n a serie de ensayos y notas tempranas que aparecieron
D . R. © Editorial Joaquín Mortiz, S. A . con este título en Pavanas y Divisiones (1918). "Algunas
Tabasco 106, México 7, D . F . prohibiciones" se imprimi ó por primera vez • en Poetry, I , 6
(mai-zo, 1913).
I S B N 968-27-0031-0

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como todas las formas flácidas que lo precedieron. H a "complejo" más bien en el sentido técnico de los
dado origen a otras fallas. Lenguaje y fraseo con fre- psicólogos recientes, tales como Hart, aunque poda-
cuencia son tan malos como los de sus antecesores, mos no estar totalmente de acuerdo en su aplicación.
sin tener siquiera la excusa de que las palabras se Es la presentación instantánea de diclio "comple-
amontonan para cumplir con un p a t r ó n métrico o j o " lo que produce esa sensación de súbita liberación;
para completar el ruido de un sonido rimado. La esa sensación de estar libre de los límites temporales
cuestión de si las frases de estos secuaces son o no y espaciales; esa sensación de repentino crecimiento
musicales, debe dejarse al arbitrio del lector. Algunas que experimentamos ante las grandes obras del arte.
veces puedo encontrar en estos vers libres un me- Vale m á s presentar una sola imagen en toda una
tro marcado tan rancio y trillado como el de cual- vida que producir obras voluminosas.
quier seudo-swinburneano; otras veces parecen no Sin embargo, h a b r á quienes consideren todo esto
tener ninguna estructura musical. Pero es, en tér- discutible. L a necesidad inmediata es formular una
minos generales, buen terreno que se debe cultivar. LISTA D E PROHIBICIONES para los que empiezan a es-
T a l vez la nueva manera haya dado origen a uno cribir versos. N o puedo redactarlas todas en el i m -
que otro poema bueno y, de ser así, se justifica. perativo negativo como ley mosaica.
La crítica n i limita n i prohibe. Sólo proporciona Para empezar, considera las tres proposiciones (el
puntos de partida. Puede despertar al lector desaten- tratamiento directo de la "cosa", la economía de las
to o indiferente poniéndol o sobre aviso. L o poco que palabras y la secuencia de la frase musical), no como
en ella hay de valor se encuentra por lo general en un dogma —nunca consideres nada como u n d o g m a -
frases aisladas; o, si se trata de u n artista viejo que sino como el resultado de una larga meditación, que,
ayuda a un joven, casi todo se reduce a reglas em- aunque sea una meditación ajena, puede valer la
píricas, consejos basados en la experiencia. pena de ser tomada en cuenta.
R e u n í unas cuantas frases sobre el trabajo literario No hagas caso de la crítica de quienes nunca ha-
práctico en la época en que se publicaron las prime- yan escrito una obra notable. Piensa en la discre-
ras observaciones sobre el imaginismo. La palabra pancia entre lo que escribierotr los poetas y los dra-
"imaginista" se usó por primera vez en m i nota a los maturgos griegos y las teorías que elaboraron los
cinco poemas de T . E. Hulme, impresos ál final de gramáticos grecorromanos para explicar su métrica.
m i "Ripostes" en el otoño de 1912. Repito ahora las
advertencias que aparecieron en Poetry en marzo de LENGUAJE
1913.
No emplees una sola palabra supei-flua, n i un solo
ALGUNAS PROHIBICIONES adjetivo que no sea revelador.
No emplees expresiones como "nebulosos territo-
Una "imagen" presenta un complejo intelectual y lios de paz". La imagen se oscurece. Se mezcla una
emotivo en u n instante temporal. Empleo el término abstracción con lo concreto. Este error se debe a que
el escritor no se da cuenta de que el objetivo natural palabras tenga menos posibilidades de distraer su
es siempre el símbolo adecuado. atención del movimiento del verso; por ejemplo,
Teme las abstracciones. No repitas en versos me- cantares sajones, cantos populares de las islas H é -
diocres lo que ya se haya dicho en buena prosa. No bridas, el verso de Dante y la lírica de Shakespeare
creas que se puede engañar a una persona inteligente —con tal que pueda disociar el vocabulario de la
esquivando las. dificultades del inefablemente difícil cadencia. Que diseccione fríamente los versos líi-icos
arte de la buena prosa mediante el artilugio de frac- . de Goethe en los valores sonoros que los constituyen,
cionar la composición en versos. sílabas largas y cortas, acentuadas y sin acentuar, vo-
L o que hoy aburre al entendido, aburrirá al p ú - cales y consonantes.
blico m a ñ a n a . No es necesario que el valor principal del poema
N o creas que el arte de la poesía es más sencillo sea musical, pero si lo es, la música debe ser tal que
que el arte musical n i que se puede complacer al deleite al conocedor.
entendido sin dedicarle al menos tanto esfuerzo al Que el neófito conozca asonancia y aliteración,
arte del verso como le dedica al arte musical un rima inmediata y i-etrasada, simple y polifónica, como
maestro de piano comiin y corriente. se espera que el músico conozca la armonía, el con-
Déjate influir por cuantos grandes artistas sea po- trapunto y todas las minucias de su oficio. Nunca
sible, pero ten la decencia de reconocer plenamente será excesivo el tiempo que se dedique a estos asun-
la deuda o, si no, trata de ocultarla. tos o a uno soló en particular, aun cuando el artista
N o permitas que el término "influencia" signifique pocas veces tenga necesic^lad de valerse de ellos.
para t i únicamente absorber y reproducir el vocabu- No te imagines que algo "saldrá bien" en verso
lario de uno o dos poetas a quienes da la casualidad sólo porque resulta pesado en prosa.
que admiras. Hace poco que u n periodista turco fue No "teorices" —deja eso para los escritores de
sorprendido con las manos en la masa hablando de ensayitos filosóficos. No describas; recuerda que el
"colinas gris paloma" o de "palidez perlina", no re- pintor puede describir un paisaje mucho mejor que
cuerdo bien. tú, y tiene que saber mucho más acerca de él.
Nada de adornos; en todo caso, buenos. Cuando Shakespeare habla de la "Aurora vestida
con su manto rosáceo", está presentando algo que el
RITMO Y RIMA pintor no presenta. Nada hay en esta línea suya que
se pueda llamar descripción; simplemente presenta.
Que el aprendiz se llene la cabeza con las mejores Piensa más bien en la técnica de los científicos,
cadencias que pueda descubrir, preferiblemente en y no en la del propagandista de una nueva clase de
un idioma extranjero,i para que el significado de las jabón.
El científico no espera ser aclamado como gran
^ Esto en cuanto al ritmo: el vocabulario lo debe encontrar, científico sino hasta que descubre algo. Empieza por
por supuesto, en su lengua natal. aprender lo ya descubierto. Sigue adelante a partir

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Véanse las notas sobre la rima de Duhamel y
de este punto. No confía en lograr el éxito con su Vildrac en su Technique Poétique.
simpatía personal. N o espera que sus amigos aplau- lúa. porción de la poesía que interesa al ojo ima-
dan los resultados de sus ensayos de principiantes en ginativo del lector no perderá nada al traducirse a
las aulas. Desgraciadamenífe^los poetas principiantes una lengua extranjera; l o que atrae al oído sólo
no están encerrados en u n aula separada y recono- puede afectar a los que puedan leer el idioma origi-
cible. Están "metidos en todas partes". ¿Es sorpren- nal.
dente que "al público no le interese la poesía"? Considera la exactitud de la presentación de Dante,
N o cortes el material en yambos. N o hagas que el en comparación con la retórica de M i l t o n . Lee de
final de cada verso se pare en seco, para empezar Wordsworth cuanto no te parezca insoportablemente
el siguiente después de tomar aliento. Que el p r i n - abuirido.i
cipio del siguiente verso cabalgue el final de la ola Si quieres encontrar el meollo de todo esto, tienes
rítmica, a menos que desees una pausa larga y defi- que acudir a Safo, Catuló, V i l l o n , Heine cuando está
nida. en vena, Gautier cuando no es demasiado frío; o,
En suma, trabaja como u n músico, un buen m ú - si no conoces los idiomas, busca al tranquilo Chaucer.
sico, cuando se trate de esa parte de nuestro arte que L a buena prosa no te h a r á n i n g ú n daño, y es buena
tiene paralelos exactos en la música. Rigen las mis- disciplina intentar escribirla.
mas leyes, y no estás sujeto a otras. L a traducción es también una buena disciplina, si
Naturalmente, t u estructura rítmica no debe des- encuentras que t u materia original se "tambalea"
truir la forma de los vocablos, n i su sonido natural, cuando intentas reescribii-la. E l significado de un
n i su significado. Es improbable que, al principio, poema que se va a traducir no se puede "tambalear".
puedas obtener una estructura rítmica lo suficiente- Si usas una forma simétrica, no escribas primero
mente fuerte para afectarlos sensiblemente, aunque lo que quieres decir para después llenar con mierda
puedas caer en toda clase de interrupciones falsas los huecos que te queden.
debidas al t é r m i n o de la línea y a las cesuras. N o enturbies la percepción de u n sentido inten-
E l músico puede valerse del tono y volumen de la tando expresarlo en términos de otro. Generalmente
orquesta. T ú no. E l téraiino armonía está mal apli- éste es el resultado de no tener la siificiente energía
cado en poesía; se refiere a sonidos simultáneos de para encontrar la palabra exacta. Hay posibles excep-
tono diferente. Hay, sin embargo, en la mejor poesía, ciones a esta cláusula.
una especie de sonido residual que permanece en el Las tres primeras y sencillas recetas acabarán con
oído del que escucha y que actúa más o menos como nueve décimas partes de la mala poesía que ahora
el b o r d ó n del órgano'. se acepta como normal y clásica; y te evitarán más
U n a rima debe tener u n ligero elemento de sorpre- de u n crimen de producción.
sa si pretende agradar; no tiene por q u é ser extrava-
gante o curiosa, pero, si se emplea, debe emplearse ^ Vide infra.
bien.
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. .Mais d'abord i l faut étre un poete",- como hre y superhombre; y cuando pensamos en ese can-
dicen Duliamel y Vildrac al final ele su librito. doroso estado de cosas lo llamamos Edad de Oro.
Notes sur la Technique Poétique. Métastasio —¿quién lo ha de saber mejor?— nos
asegura que esa edad perdura, aunque el poeta
moderno tenga que gritar sus versos por teléfono a
Desde marzo de 1913, Ford Madox Hueffer ha hecho los que publican revistas baratas —S. S. McClure, o
notar que Wordsworth estaba tan absorto en la alguno de esa calaña—, aunque hordas de autores se
búsqueda de la palabra llana y sencilla que nunca r e ú n a n lúgubrement e a brindar por el "Derecho de
pensó en buscar h mot juste. Autor"; a pesar de todo esto, la edad de oro persiste.
John Butler Yeats ha tratado o maltratado a Se nota poco, si ustedes quieren, pero persiste. Se
Wordsworth y a los Victorianos, y su crítica, que se topa uno al desaliñado Amidas en • un restaurante
' encuentra en las cartas a su hijo, está impresa y a la del Soho y se habla con él de cosas muertas y olvida-
venta. - . das —una especie de comunión entre poetas, hablár
No me gusta escribir acerca del arte; m i primer, o de cosas muertas y casi olvidadas, y no parece haber
lo que creo que fue m i primer ensayo sobre el tema, mal en ello; siempre se ha hecho— y es mejor ser
fue, una protesta contra ello. empleado de correos que cuidar de ovejas .apestosas
y piojosas. . . y a otra hora del día se trueca el salón
PROLEGÓMENCS ^ por el restaurante, y es probable que el té sea más
agradable al paladar que la leche de burra, y los
Hubo un tiempo en que el poeta se tendía en el pastelillos mejores que la miel. Y de esta manera uno
pasto, apoyaba la cabeza contra un árbol y se entre- sobrevive a la renuncia del señor Balfour, y las
tenía tocando sus composiciones en un flautín bara- iniquidades de la aduana americana, e que! bufera
to, y los antecesores de César conquistaban la tierra, infernal, la prensa periódica. Y entonces, en medio
y los antecesores del dorado Craso peculaban, y las . de todo esto, no habiendo por lo visto a la mano otra
modas iban por su camino, y lo dejaban en paz. Y persona capaz a quien se pueda abordar, le ponen a
podemos suponer que estaba contento así, pues no uno la mano sobre el hombro y le piden que se ex-
cabe duda de que el que jjasaba casualmente por pliqtie.
ahí, movido por la curiosidad de saber poi- q u é Empiezo en este tono quejumbroso porque prefe-
alguien se pasaba el tiempo acostado bajo u n árbol i;iría tenderme en lo que queda de la sala de Catulo
tocando u n flautín barato, se detenía a charlai- con y especular en el azur qi.ie yace a sus pies y en las
él, y a veces entre los que pasaban, había personas colinas hacia Salo y Riva, pobladas por dioses olvida-
agradables o alguna joven que no había leído Hom- dos que se deslizan entre ellas sin estorbo, a tliscutir
jjrocedimienios y teorías artísticas, sean los que fue-
' Poelry and Drama (entonces Poelry Revtetu, editada por ren. Preferiría jugar tenis. No discutiré.
Harold Monro), Tcbrero de 1912.

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todas las formas y sistemas conocidos de la métrica,
y yo mismo me he dedicado con ahinco a lograrlo,
CREDO investigando particularmente aquellas épocas en que
los sistemas nacieron o alcanzaron su madurez. Se
Ritmo. —Creo en u n "ritmo absoluto", es decir, un ha dicho, con alguna razón, que yo entrego mis
ritmo en la poesía que corresponda exactamente a cuadernos de notas al público. Creo que sólo después
la emoción o al matiz emotivo que quiera expresarse. de una larga lucha p o d r á la poesía llegar a tal grado
E l ritmo de cada quien debe ser interpretativo, y lle- de desarrollo o, si se quiere,. de modernidad, que
gará a ser, por lo tanto, propio, infalsificado e i n - interese vitalmente a quienes están acostumbrados,
falsificabie. en prosa a Henry James y Anatole France, y en
Símbolos. —Creo que el símbolo adecuado y per- música a Debussy. Constantemente repito que se ne-
fecto es el objeto natural, y que si se emplean sím- cesitaron dos siglos de Provenza y uno de Toscana
bolos, ha de ser de tal manera que la función sim- para desarrollar los instrumentos que utilizó Dante
bólica no sea demasiado obvia; para que uno de los en su obra maestra, y que fueron necesarios los
sentidos posibles, y la calidad poética del pasaje, no latinistas del Renacimiento y la Pléyade, además del
se pierdan para los que no entiendan el símbolo lenguaje colorido de su propia época, para preparar
como tal, aquellos para los cuales, por ejemplo, un los instrumentos de Shakespeare. Es de enorme i m -
halcón es u n halcón. portancia que se escriba gran poesía, pero no importa
Técnica. —Creo en la técnica como prueba de la en absoluto quién la escriba. Las demostraciones
sinceridad del artista; en la ley, cuando ésta sea experimentales de u n hombre pueden ahorrar el tiem-
discemible; en la destrucción de cuanto convencio- po de muchos —de aquí m i furor por Arnaut Daniel—;
nalismo impida u oscurezca la claridad de la ley o si los experimentos de u n hombre ponen a prueba
la interpretación precisa del impulso. una nueva rima, o acaban de una vez por todas con
una brizna de las sandeces c o m ú n m e n t e aceptadas,
Forma. —Creo en la existencia de u n contenido
sólo está jugando limpio con sus colegas cuando da
"fluido" y otro "sólido", que algunos poemas pueden
a conocer sus resultados.
tener forma como u n árbol tiene forma, otros como
agua vertida en u n vaso. En que la mayoría de las, Nadie escribe mucha poesía que "importe". Es
formas simétricas tienen ciertos usos. En que una decir, nadie produce mucho que sea definitivo, y
enorme cantidad de temas no se pueden presentar cuando no está realizado lo que es eterno y perfecto;
precisa, y, por tanto, adecuadamente en formas cuando no está á la altura de IloixtAó-OQOv', á d á v a t '
simétricas. 'AcpQÓ5tTa, o de "Hist-said Kate the Qxieen", más le
"Creyendo digno sólo aquello en que se emplea valdría estar trabajando en experimentos que más
todo el arte." i Creo que el artista debe dominar tai-de serán de utilidad para su propio trabajo o el
de sus sucesores.
Dante, De Vulgari Eloquio. "The lyf so short, the eraft so long to lerne." Es

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una tontería empezar a trabajar sobre bases dema- A'íi revisión de poetas antiguos y semi-antiguos ha
siado estrechas, es una vergüenza que la obra de un sido una lucha por indagar q u é se ha hecho, de una
hombre no muestre un progreso creciente y una ma- vez por todas, mejor de lo que se puede volver a
yor perfección de principio a f i n . hacer jamás, y encontrar lo que nos queda por hacer
En cuanto a las "adaptaciones" (o poemas escritos —y atm queda mucho—, pues si es cierto que todavía
a la manera de...) se puede verificar que todos los sentimos las mismas emociones de quienes botaron
viejos maestros de pintura recomiendan a sus discí- las m i l naves, también es cierto que llegamos a esas
pulos que comiencen por copiar las obras maestras sensaciones de un modo diferente, con matices dife-
para luego proceder con sus propias composiciones. rentes, por gradaciones intelectuales diferentes. Cada
En cuanto a aquello de "cada quien su propio época posee sus dones en abuirdancia, pero son pocas
poeta", mientras más sepan todos de poesía, mejor. las que los convierten en materia perdurable. N o hay
Creo que todo el que quiera escribir debe hacerlo; buena poesía que se escriba en un estilo de veinte
la mayoría lo hace. Creo que todos deben saber años antes, porque hacerlo así muestra contundente-
bastante mtisica para tocar God bless our home en el mente que el autor piensa basándose en libros, con-
armonio, pero no creo que todos deban dar concier- venciones y clichés, y sobre la vida, pero el que
tos y publicar sus pecados. sienta el divorcio entre la vida y su arte puede, na-
La maestría en cualquier arte es obra de toda una turalmente, intentar resucitar una forma olvidada"^ si
vida. Yo no discrimiiraría entre el "aficionado" y el encuentra en ella alguna levadura, o si cree ver en
"profesional". O más bien, discriminaría muy a me- ella algún elemento del que carece el arte contem-
nudo en favor del aficionado, pero discriminaría tam- p o r á n e o y que pueda unir nuevamente este arte a
bién entre el aficionado y el experto. Es seguro su sustento: la vida.
que el caos actual seguirá hasta que, a fuerza de He encontrado en el arte de Daniel y Cavalcanti
prédicas, se le haya hecho tragar el Arte de la poesía esa precisión que echo de menos en los V i c t o r i a n o s , esa
al aficionado, hasta que haya una comprensión ge- presentación explícita, sea de la" naturaleza externa,
neral de que la poesía es u n arte y no un pasatiempo; o de la emoción. Sus testimonios son los del testigo
hasta que haya tal conocimiento de la técnica —de ocular, sus síntomas son de primera mairo.
la técnica de superficie y de la técnica de coiitenido—, En cuanto al siglo diecinueve, con todo respeto por
que los aficionados dejen de intentar ahogar a los sus logros, creo que llegaremos a considerarlo como
maestros con su clamor. un periodo bastante borroso y descuidado, una época
Si algo se expresó de una maiiera definitiva en la sentimentaloide y amanerada. Digo esto sin engrei-
Atlántidá o en la Arcadia, en el a ñ o 450 a. C.,. o miento, sin autosatisfacción.
en el 1290 de nuestra era, no nos toca a los modernos En lo que toca a un "movimiento" y a m i parti-
decirlo de nuevo n i e m p a ñ a r la memoria de los cipación en él, la concepción de la poesía como u n
muertos diciendo lo mismo pero con menos habilidad "arte puro" revivió con Swinburne, en el sentido en
y convicción. que yo uso el término. Desde la rebeHón puritana

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hasta Swinburne, la poesía h a b í a sido sólo el vehículo
golpes y debilitar el impacto. Por lo menos en m i
—sí, decididamente, a pesar de los escrúpulos y las
caso, así la quiero; austera, directa, libre de babosa
actitudes de A r t h u r Symons—, la carreta de bueyes
emoción.
y la silla de posta para transmitir pensamientos,
poéticos o de otro tipo. Y tal vez los "grandes
¿Qué hay que añadir ahora, en 1917?
Victorianos", aunque es dudoso, y con seguridad los
de los "noventas" continuaron el desarrollo del arte,
RE VERS LIBRE
limitando sus innovaciones, sin embargo, principal-
mente al sonido y los refinamientos de estilo.
Creo que el apetito, por el verso libre se debe a que
El señor Yeats ha desvestido de una vez por todas
el gusto por el verso basado en la cantidad se hace
a la poesía inglesa de su abominable retórica. La ha
sentir después de años de hambre. Pero dudo de
purificado de todo lo que no es p o é t i c o . . . y mucho
de lo que sí lo es. H a llegado a ser u n clásico en vida que podamos hacer nuestras, en inglés, las reglas
y nel mezzo. del cammin. H a hecho de nuestro idioma cuantitativas establecidas para el griego y el latín, en
poético algo dúctil, u n lenguaje sin inversiones. gran parte por gramáticos latinos.
Robert Btidges, Maurice Hewlett y Frederic M a n - No creo que se deba escribir verso libre sino cuan-
ning están,^ cada uno a su manera, ocupándose do se vea uno forzado a hacerlo, es decir, cuando la
seriamente de revisar la métrica, y probar el lenguaje cosa sola tome u n ritmo más bello que el de la m é -
y su adaptabilidad a ciertas formas. Ford Hueffer trica establecida, o más real, más partícipe de la
experimenta con lo moderno. E l Preboste de Oriel emoción de la "cosa", más relacionado, íntimo e i n -
continúa su traducción de la Divina Commedia. terpretativo que la métrica de la poesía acentuada
En cuanto a la poesía del siglo veinte, y la poesía con regularidad; u n ritmo que lo haga a uno sentirse
que espero que aparezca más o menos en la próxima insatisfecho con los anapestos o los yambos rígidos.
década, se moverá, creo, en contra de la patraña, Eliot lo ha dicho muy bien: " N i n g ú n vers es libre
será más dura y más sana, estará "más cerca del para quien quiera hacer una buena labor."
hueso", como dice el señor Hewlett. Será lo más A guisa de detalle, hay u n verso libre de acento
parecida posible al granito, su fuerza residirá en su muy marcado como el sonido de u n tambor (como,
verdad, en su poder de interpretación (desde luego, por ejemplo, m i "Figura de danza"), y por otra
la fuerza poética siempre está ahí); quiero decir, que parte, creo haberme aventurado tan lejos como es
no intentará parecer feroz por el estruendo retórico posible hacerlo con provecho en la otra dirección (y
y por la desordenada sobreabundancia lujosa. Ten- tal vez demasiado lejos). Quiero decir que no creo
dremos menos adjetivos coloridos para acojinar los
que se puedan usar ventajosamente ritmos más tenues
e imperceptibles que algunos de los que yo he usado.
Creo que el progreso se encuentra más bien en u n
^ (Diciembre de 1911)
intento de aproximación a los metros cuantitativos
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clásicos (NO en copiarlos), que en el descuido de de Chicago: "Es de los demonios que a los poetas
ellos.i no les alcance el dinero para, comprar los libros que
escriben los otros poetas". L a mitad de los que se
interesan en los libros, sólo los piden prestados. En
Estoy de acuerdo con John Yeats sobre la relación EE. U U . son tan pocos los que se conocen entre,s í
entre belleza y certeza. Prefiero la sátira que nace que la mayor parte del problema reside en la distri-
de la emoción, a cualquier simulación emotiva. bución. T a l vez haya que reunir una antología: Un
He tenido que escribir, o al menos he escrito Étre en Marche, y Frieres, de Romains; Visite de
bastante sobre arte, escultura, pintura y poesía. He Vildrac. Retrospectivamente, la obra finamente tra-
sido testigo del vilipendio y obstrucción de las que bajada de Laforgue, los relámpagos de Rimbaud, las
son, para m i gusto, las mejores obras contemporá- -magras líneas de Tristan Corbiére, los esbozos de
neas. ¿Será posible escribir prosa de valor perma- Tailhade en Poémes Aristophanesques, las Litanies
nente o perdurable cuando sólo se está diciendo en de Gourmont.
cierto airo lo que casi todos d i r á n dentro de tres o
cuatro? He siclo battisirada para un escultor, u n
pintor, un novelista, y varios poetas. Escribí también Siempre es. difícil esaibir sobre las bellas, artes, es
sobre ciertos escritores franceses en The New Age, en casi imposible si no se acomjoaña la prosa con m u -
m i l novecientos doce u once. chas reproducciones. De todos modos quiero aprove-
Prefiriría que la gente viese las esculturas de char esta oportunidad para proclamar una vez más
Brzeska, y los dibujos de Lewis, y que leyese a Joyce, mi fe en el genio_ de Wyndham Lewis, tanto en sus
a Jules Romains, a Eliot, a que leyesen lo que yo dibujos como en lo que escribe. Y quiero mencionar
he dicho sobre ellos, o a que me pidan que vuelva un libro extraordinario en prosa, Scenes and Portraits
a publicar ensayos argumentativos o reseiias. de Frederic Manning, así como también los cuentos
Lo tánico que el crítico puede hacer por el lector, y la novela de James Joyce, Dubliners y el ya muy
o el público, o el espectador, es enfocarle la vista o conocido Pi-etraio del Artista, y el Tarr de Lewis,
el oído. Bien o mal, creo que mis explosiones y suponiendo que pueda tratar a m i desconocido
ensayos han logrado su objeto, y que hay ahora más lector como si fuera un amigo que llegase a m i
individuos que irán directamente a las fuentes que cuarto con la intención de llevarse mis mejores
los que leerán este libro. libros.
Se puede obtener "Existences" de Jammes en Le
Triomphe de la Vie. T a m b i é n sus primeros poemas. SÓLO L A E M O C I Ó N PERDURA
Creo que necesitamos más una buena antología que
una crítica descriptiva. Cari Sandburg me escribió Sólo la emoción perdura. Seguramente es mejor que
nombre los pocos poemas hermanos que a ú n suenai:i
' Quiero tccliar esta declaración el veinte de agosto de. 1917. en m i cabeza a que registre m i habitación en busca

22 23
de n ú m e r os atrasados de revistas y reordene todo lo
que he dicho sobre escritores amigos o enemigos.
Los primeros doce versos del "Drover" de Padraic
Colum; su "O Woman shapely as a sxuan, on your CÓMO LEER 1
account I shall not die"; " I hear an army", de Joyce;
los versos de Yeats que suenan en m i cabeza y en las PRIMERA PARTE: INTRODUCCION
de todos los jóvenes de m i época que se interesan
por la poesía: Braseal y el pescador, "The fire {En gran parte autobiográfica, referente al "estado de
that stirs about her when she stirs"; los versos finales cosas"- actual, y del pasado más o menos inmediato.)
de "The Scholars", las caras de los Reyes Magos;
"Postlude", de W i l l i a m Carlos Williams; "Atthis", La instrucción literaria en nuestras "casas de estu-
en la versión de Aldington; y las ondulaciones corito dio" 2 era, a principios de este siglo, pesada e ineficaz.
cimas de pinos de " H . D . " , y sus versos publicados Me imagino que lo sigue siendo. Ciertos profesores
en Des Imagistes, la primera antología; "How red más o menos excepcionales se sentían afectados por
your lips are" de Hueffer, en su traducción de Y o n las "bellezas" de diversos autores (generalmente falle-
der Vogelweide, su "Three Ten", el efecto general cidos), pero al sistema, en conjunto, le faltaba coor-
de su " O n Heaven"; su sentido de los valores o dinación y sentido. Me imagino que todavía es así.
cualidades prosísticas en la poesía; su capacidad para Cuando estudiamos física no se nos pide que estu-
escribir poemas que medio cantan y se malogran con diemos las biografías de todos los discípulos de
lo que les agrega el músico; además de todo esto, un Newton que se interesaron por la ciencia, pero que
poema de Alice Corbin, "One City Only"; y otro que
no lograron hacer n i n g ú n descubrimiento. Tampoco
termina "But sliding water over a stone". Estas cosas
se descargan sobre el atareado estudiante sus tanteos
se me pulieron en la cabeza y a ú n no he terminado
fallidos, esperanzas, pasiones, cuentas de lavandería
con ellas, n i con " I n Via Sestina" de /\,ldington,
o experiencias eróticas, n i se les considera pertinentes
n i con sus otros poemas en Des Imagistes, aunque
a la materia.
me han indicado sus fallas. Puede ser que su conte-
nido ya sea demasiado una parte de m í como para El menosprecio general hacia la "erudición", es-
fijarme en las palabras. pecialmente hacia cualquier aspecto de ella que
Casi soy otra persona cuando se trata de abogar forme parte de las materias que se incluyen en los
por los poemas de Eliot. progi^amas universitarios de "Artes"; la aversión del
público en general a cualquier libro que se califique

' New York Herald, "Books", 1928 o 27.


- Nota al p í e , algunas décadas más tarde. L a definición
adecuada serla "Instituciones para la obstrucción del apren-
dizaje."

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de "bueno"; y, por otra parte, los anuncios rimbom- estudio de una literatura, era repetido nuevamente
bantes que prometen enseñar el arte de "cómo apa- en otra.
rentar que se sabe sin saber", hace tiempo que deben Se le pedía al alumno recordar lo que algún crítico
haber indicado a las personas sensibles que algo (difunto) dijo alguna vez, sin considerar si sus
anda mal en los métodos contemporáneos de ense- opiniones eran todavía váhdas, o si algún día h a b í a n
ñanza literaria. sido inteligentes.
Como el lector comtin y corriente tiene sólo una En defensa de este sistema muerto y sin correlación
vaga idea sobre cuál es la esencia de esos métodos, interior, se puede decir que autores como Spengler,
p. ej. para el especialista que supone que debe servir que intentan una síntesis, a menudo lo hacen antes
al lector común y corriente, caeré o me arrojaré en la de reunir conocimientos suficientes de los detalles:
autobiografía. que amontonan objetos expansibles y comprimibles
En m i universidad encontré a varias personas i n - en categorías como si éstas fueran bolsas de goma, y
teresadas (o no) en sus materias, pero, creo, a nin- que limitan sus referencias e intereses al suponer que
guno que tuviera una visión de la literatura como las falacias pedagógicas que ellos mismos han encon-
un todo o con alguna idea de la relación entre lo trado, constituyela un error distribuido universalmen-
que le correspondía enseñar y lo denaás. te, y que encuentran todos los demás. En disculpa de
Aquellos profesores que consideraban su "materia" sus errores podemos admitir que cualquier error o
como un manual de ejercicios llegaban con mayor torpeza que se ha incrustado o ha sido introducido
rapidez a posiciones de responsabilidad ejecutiva a machamartillo en alguien a través de los años,
(uno de ellos es ahora preboste). Aquellos que tenían probablemente seguirá siendo un error —no sólo en
alguna aptitud para comprender a sus autores y para estado pasivo, sino un error que se'seguirá propa-
hacer que sus alumnos se sintieran a gusto en pre- gando, consciente o inconscientemente, por muchos
sencia de una obra maestra literaria permanecían educadores, debido a la pereza, al hábito o a la ma-
oscuramente en sus puestos inferiores. licia natural.
U n profesor de literaturas románicas admitió una La "literatura comparada" figura a veces en los
vez que la Chanson de Roland era inferior a la planes de estudio de las universidades pero son pocos
Odisea, pero hay que tomar en cuenta que en esa los que saben el significado del término o que la
época había que presentar a la Edad Media con abordan con u n método consciente o meditado.
disculpas, y además este caso, si mal no recuerdo; fue Con el propósito de tranquilizar al lector poco
una excepción aislada. No se comparaba a los nove- intelectual, diré de inmediato que no deseo confuir-
listas ingleses con los franceses. Se discutía sobre las dirle haciéndole leer más libros, sino permitirle leer
"fuentes", se comparaban cuarenta versiones de una menos con mayor provecho. (Estoy dispuesto a discu-
anécdota de Chaucer, pero no su respectivo mérito tir este punto con los libreros.). Se me ha acusado de
literario. Todo estaba lleno de redundancias. Quiero querer que la gente lea a todos los clásicos; y no es
decir que lo que se había aprendido en dase, en el así. Se me ha acusado de querer proporcionar un

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décadas, ah, sí, en otros setenta, en otros, tal vez,
"sustituto portátil del Museo Británico", cosa que
noventa años, admitirán q u e . . . etc.
haría en el acto si fuera posible. N o lo es.
Quiero decir que pensé que querían, pero que se
El "gusto" norteamericano es menos oficial que el
les impedía.
inglés, pero es más derivado. Cuando llegué a Ingla-
Más adelante caí en la cuenta de que la mejor
terra (1908 d. C ) , encontré una oscuridad mayor en
historia de la pintura en Londres era la Galería
la "prensa seria" inglesa que la que observara jamás
Nacional, y que la mejor historia de la literatura,,
en las riberas del Schuylkill. Ya en mis mocedades
especialmente de la poesía, sería una antología en
ignorantes me consideraban "sabio". Era imposible,
tres volúmenes en la que cada poema se seleccionara
al principio, ver -el p o r q u é y el cómo de las opinio-
no sólo por ser u n poema agradable o • porque le
nes c o m ú n m e n t e expresadas en los semanarios britá-
gustara a la tía Fulanita, sino por contener una i n -
nicos. Era increíble que gente de letras —es decir, lo
vención, una contribución definitiva al arte de la
suficientemente letradas para poder escribir los pá-
expresión verbal. Con todo esto en la cabeza me
rrafos ordenados que aparecían constantemente en
acerqué a u n agente literario respetable. Fue corté.s,
los periódicos— creyera las estupideces que aparecían
hasta se mostró abiertamente sorprendido con la
con tanta regularidad. (Más tarde, durante dos años,
lista de trescientos poemas que le mostré como indica-
publicamos cada quince días en el Egoist, una colum-
dora de m i esquema. N i n g ú n británico autóctono
na de absurdos por el estilo de lo que los franceses
había janrás, según creía, exhibido tal familiaridad
llaman sottisier, que no requería más que citas del
con tantos autpres, pero resultó demasiado perezoso
Times Literary Supplement. Dos número s del Sup-
para volver a escribir m i carta introductoria en una
plement nos daban material suficiente para llenar
forma adecenada para el comercio. E l agente se diri-
con holgui-a una página - del Egoist.) Durante varios
gió a una empresa editorial igualmente augusta y
años esperé la revelación. Cierto invierno me lo pasé
respetada (que ya había servido a nuestros intere-
en Sussex. Sobre la repisa de la chimenea de la h u -
ses). A los dos días hubo una llamada apresurada:
milde cabana campestre en donde me alojaba, en-
quería verme en persona. Le encontré sobrecogido,
contré libros de otra época, entre ellos una antología
como si alguien hubiera matado un gato en la sa-
impresa en 1830, y otra más fechada en 1795, y
cristía. ¿Sabía yo lo que decía en m i carta? Sí. H a b í a
ahí, ahí —lo juro—, estaba el gusto británico de este
dicho: "Ya es hora de que tengamos algo con q u é
siglo, 1910, 1915, y hasta el actual, 1931 d. C.
reemplazar al decrépito Palgrave." —¿Pero no sabe
t l a b í a leído aquello de Stendhal que dice que tisted —vinieron los tonos de espanto—, que toda la
cualquier cosa tarda ochenta años en llegar al p ú - fortuna de X y Cía. esta basada en el Golden Trea-
blico en general y, asomándome al yermo brezal, bajo sury de Palgrave?
la lluvia de diciembre, lo creí. Pero no he terminado
Desde ese día ninguno de mis libros tuvo u n int-
todavía. Lleno del candor que hace honor a nuestras
primatur británico hasta que apareció la edición
universidades, creí que la tardanza era cuestión sólo
castrada de mis poemas que hizo Eliot.
del tiempo. T o d a v í a pensaba: Con el roce de las
29
28
Me d i cuenta de que había miles de libras esterli- el día en que se inventaron. Avanzamos mediante el
nas invertidas en galvanoplastia, y de que el menor estudio de los descubrimientos. No se nos pide que
cambio en el gusto público, no digamos cambios rá-' memoricemos una lista de las partes de un motor de.
pidos y catastróficos, reduciría el valor de las placas ruedas laterales.
(de Hemans, digamos, o de CoUins, Cowper, y de Se podría, seguramente, aplicar al estudio de la
Churchill, que escribió los versos satíricos, o de casos literatura u n poco del sentido común que actual-
posteriores menos sonados, con menor sabor a moho). mente se aplica a la física o a la biología. En la
Busqué las orillas del Sena. Se puede luchar con- poesía hay procedimientos sencillos, y descubrimientos
tra la ignorancia, hasta contra la estupidez orgánica, conocidos, claramente marcados. Como he dicho en
pero contra intereses tan vastos era casi imposible. varios lugares de mis volúmenes fragmentarios y
Dos años después una editorial académica a ú n más desorganizados: en cada época uno o dos genios des-
augusta reexaminó el asunto. Ellos se aventuraban a cubren algo, y lo expresan. Puede estar sólo en una
retar a Palgrave: estaban "interesados"; ¿querría en- o dos líneas, o en alguna cualidad de una cadencia;
viarles m i proyectp? Lo hice. Encontraron el plan y después veinte o doscientos o dos m i l o más se-
"muy ambicioso". Dijeron que p o d r í a n hacer "algo", guidores repiten y diluyen y modifican.
pero que si lo hacían sería "más bien en forma de Y si el maestro escogiera sus ejemplos entre las
florilegios". obras que contienen estos hallazgos y sólo sobre la
base de tales descubrimientos —que se pueden en-
P A R A UN M É T O D O contrar en la profundidad, y no solamente en alguna
novedad superficial—, ayudaría a su discípulo mucho
Sin embargo, el método que yo había propuesto era más que presentando al azar los autores y hablando
simple, es quizás el único que puede dar a una de ellos in loto.
persona una estructura ordenada de sus percepciones Huelga decirio, esta presentación sería totalmente
de carácter literario. En su contra están las fuerzas de ajena al hecho de que los pasajes en cuestión se en-
la superstición, los resabios literarios. Suele conside- caminaran o no a hacer del estudiante un mejor re-
rarse a las letras como algo mucho más fofo, flotante, publicano, monárquico, monista, dualista, rotarlo o
complicado e indefinido que, digamos, las matemá- cualquier otro sectario. Para evitar confusiones, hay
ticas. Su materia, la conciencia humana, es más com- que dejar establecido que tal m é t o do nada tiene que
plicada que el n ú m e r o y el espacio. No es, empero, ver con aquellos supuestamente científicos que se
más complicada que la biología, y a nadie se le ocu- aproximan a la literatura como si fuese algo no
rre que lo sea. Empleamos un sistema de hojas liLerario, o con los intentos de los científicos por
sueltas en la contabilidad para separar lo vivo de lo subdividir los elementos de la literatura de acuerdo
muerto. En el estudio de la física empezamos con los con alguna división categórica no literaria.
mecanismos simples, la cuña, la palanca y el fulcro, No se divide a la física o a la química según cate-
la polea y el plano inclinado, tan útiles hoy como gorías raciales o religiosas. No se colocan los hallaz-

30 31
gos de los metodistas y de los alemanes en una cate-
goría, y los descubrimientos de los episcopales o los
americanos o los italianos en otra. ¿LIBROS P A R A QUÉ?

RELATIVIDADES DEFECTUOSAS I

Nunca se formuló esta simple pregunta inicial.


Se dice que en Estados Unidos nada se relaciona
El estudio de la literatura, o más jarobablemente
nunca conscientemente con otra cosa. He citado como
de la morfología, las raíces verbales, etc., se le permi-
una excepción las cuarenta versiones de la anécdota
tía al profesor a l e m á n en, digamos, 1880-1905, para
chauceriana; ellas y la gran edición de Horacio con
mantener su mente apartada de la vida en general y
su lista cuidadosa y la inclusión paralela de las fuen-
de la vida pilblica en particular.
tes griegas para tal o cual línea o párrafo, demuestran
En los Estados Unidos se permitía, por respeto al
cómo puede desviarse la facultad de asociación. O
precedente; se sabía que era permitido en Alemania;
por lo menos indican las primeras tentativas de
Alemania poseía una "gran tradición universitaria",
asociación. Convengamos en que algunos trozos lite-
y a los Estados Unidos les correspondía igualarla y,
rarios se han exhibido en casos especiales, en rela-
tal vez, sobrepasarla.
ción con otros trozos; generalmente algtin caballero
Se sabía que este estudio, o una variante más débil
verboso escribe una trilogía de ensayos, sobre tres
de él, también era permitido en Oxford, y se suponía
figuras grandiosas, comparando sus "filosofías" o sus
que su influencia contribuía a "refinar" al estudiante.
hábitos personales.
Lancemos una mirada a la "filología" y al "sistema II
germánico". Para hablar como historiador, "noso-
tros" podemos decir que este sistema se inventó para El ejercicio de la composición literaria en privado se
i n h i b i r l a facultad de pensar. A partir de 1848 se permite desde "tiempo inmemorial", como el tejido,
observó, en Alemania, que algunas gentes pensaban. el crochet, etc. Tiene ocupado al que lo practica y,
Se hacía necesario restringir esta peligrosa actividad, mientras no lo divulgue, ne nuit pas aun autres, no
a .los pensadores se les dio u n huevo de porcelana transgrede la definición de libertad que encontramos
llamado beca, y poco a poco se les incapacitó para en la declaración de los Droits de l'Homme: la liber-
la vida activa, o para cualquier contacto con la vida tad es el derecho de hacer todo lo. que no lesione a
en general. L a literatura era permitida como objeto los demás. L o cual es bastante negativo y poco satis-
de estudio. Y su estudio se estructuró de tal manera factorio.
que la mente del estudiante se desviara de la litera-
III
tura a la sandez.
Me parece bastante sosteniblé que la función de la
literatura en cuanto fuerza generada digna de apre-

32 33
CÍO es precisamente el incitar a la hurnanidad a con- palabras está al cuidado de los condenados y despre-
tinuar viviendo; el aliviar a la mente de tensiones, y (indos litierati. Guando su obra se corrompe —y con
el nutrirla, quiero decir definidamente como n i í í n - ello no quiero decir cuando expresan pensamientos
cián de impulso. indecorosos; sino cuando su medio mismo, la esencia
Esta idea puede pi-eocupar a los amantes del orden. misma de su trabajo, la aplicación de las palabras a
T a l como suele preocuparles la buena literatura. Les liis cosas se corrompe: se torna fangosa e inexacta,
parece peligrosa, caótica, subversiva. Ensayan cuanta excesiva o hiirchada—, la maquinaria entera del pensa-
engañifa idiota y degradante encuentran para ate- miento y el orden social e individual se va al demo-
nuarla. T r a t a n de hacer u n pantano, u n marasmo, nio. Ésta es una lección de la historia, una lección
algo podrido en vez de una sana y activa ebullición. ijue a ú n no entendemos n i a medias.
Y esto lo hacen por pura estupidez porqueril y No es necesario desinflar a los grandes escritores.
simiesca, y porque no pueden comprender la función No están llenos de papillas y no necesitan que se
de las letras. .. les exprima. N o se prestan a explotaciones imperia-
les n i sentimentales. Se fundó una civilización sobre
IV Homero, una civilización, y no simplemente u n i m -
perio hinchado. E l •dominio macedonio surgió y pros-
¿Tiene la literatura una función en el estado, en el peró después de los sofistas. T a m b i é n se desplomó.
conglomerado humano, en la repiíblica, en la res No es sólo una cuestión de retórica, de falta de
publica, que debería significar la conveniencia p ú - rigor en la expresión, sino también del uso a la ligera
blica (a pesar del lodo de la burocracia, y del gusto de las palabras individuales. L o que ganó el Rena-
execrable del populacho al escoger sus gobernantes)? rimiento en el examen directo de los fenómenos
La tiene. naturales, lo j^erdió en parte al perder el sentimiento
Y esta función no es la de obligar o persuadir me- y el deseo de usar términos descriptivos exactos.
diante la emoción, o intimidar o reprimir a la gente Quiero decir que la mente medieval tenía muy pocas
para que acepte unas opiniones en lugar de otras cosas además de las palabras para trabajar, y era
opiniones contrarias. más cuidadosa en sus definiciones y su verbosidad.
Tiene que ver con la claridad y el vigor de "todos No definía una pistola en términos que definirían
y cada uno" de los pensamientos y opiniones. Tiene igualmente bien una explosión, n i una explosión en
que ver con mantener limpias las herramientas, con términos que definirían un gatillo. •
la salud de la materia misma del pensamiento. Salvo Citando mal a Confucio, se podría decir: No i m -
en los raros casos de invención en las artes plásticas, porta que el autor quiera el bien de la raza o que
o en las matemáticas, el individuo no'puede pensar BCtúe simplemente por vanidad personal. E l resultado
y comunicar su pensamiento, el gobernante y el BC produce mecánicamente. E n la medida en que su
legislador no pueden actuar eficazmente o formular obra es exacta, es decir, fiel a la conciencia humana
sus leyes, sin palabras, y la solidez y validez de esas y a la naturaleza del hombre, en la medida en qite

34 35
formula con exactitud el deseo, será duradera y será
" ú t i l " ; quiero decir que mantiene la claridad y pre-
cisión del pensamiento, no sólo para el beneficio de SEGUNDA P A R T E ; O LO Q U E PUEDE SER .UNA
algunos diletantes y "amantes de la literatura", sino INTRODUCCIÓN A L MÉTODO
que mantiene la salud del pensamiento fuera de los
círculos literarios y en una existencia no literaria, en Es tan importante para el propósito del pensamiento
la vida general comunal e individual. mantener la eficiencia del lenguaje, como en la
O "dans ce genre on n'émciit que par la ciarte". cirugía mantener libres de bacilos del tétano las
Se "conmueve" al lector sólo mediante la claridad. vendas del paciente.
A l representar los movimientos del "corazón humano" A I introducir a una persona a la literatura con-
la durabilidad de lo escrito depende de la exactitud. viene hacerla examinar obras en que el lenguaje se
Es lo que es verdadero y lo que sigue siendo verdade- emplee eficazmente; inventar u n sistema para llegar
ro lo que se mantiene vivo para el nuevo lector. directa y expeditamente a tales obras, a pesar de las
Teniendo presente esta idea general, y después de cortinas de humo levantadas por críticos medio i n -
los hechos ya expuestos eir esta narración, propuse formados y que medio piensan. Alcanzarlas, a pesar
(desde la, orilla izquierda del Sena, y a una editorial de la materia muerta que esas personas han acumu-
norteamericana), no la antología de doce tomos, sino lado y conservado a su alrededor en la proporción de
una breve guia. Esto fue después de algunos años un barril de serrín por cada medio racimo de uvas.
de "calma y meditación". E l asunto fue recibido con
La gran literatura es sencillamente idioma cargado
agi-ado y considerado con simpatía, pero la edito- de significado hasta el m á x i m o de sus posibilidades.
rial decidió finalmente que no le convenía pttblicar
Cuando nos ponemos a examiiiarla encontramos
el libro n i a m í escribirlo, porque no teníamos con- que este objetivo ha sido logrado por varios tipos
tactos con el mercado de los libros de texto. Porque claramente definibles de gente, y por una periferia
hubiera sido u n l i b r o de texto, su circulación hubiese menos claramente determinada.
dependido de los educadores, y los educadores han
(a) Los invevlores, descubridores de u n proceso
sido definidos como "individuos carentes de intere-
particular o de más de u n modo y proceso. Algunas
ses intelectuales".
veces conocemos a esta gente o la podemos descubrir;
De ahí, después de cuatro años, este ensayo, dedica- por ejemplo, sabemos, con bastante certeza, que
do al señor Glenn Frank, y a otros iniciadores de Arnaut Daniel introdujo ciertos modos de rimar, y
universidades ideales, aunque sin muchas esperanzas sabemos que ciertas finuras de pei-cepción aparecie-
de despertarlos. ron primero en tal o cual trovador o en G; Caval-
canti. N o sabemos, y quizás nunca sepamos, nada
definitivo acerca de los precursores de Homero.
(b) Los maestros. Ésta es una clase muy pequeña, y
hay muy pocos que lo son realmente. E l término se

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37
aplica con propiedad a los inventores que, aparte de (/j Y hay una sexta clase, o suplementaria, de es-
sus propias invenciones, son capaces de asimilar y critores, los iniciadores de manías, los Mc-Phersons
coordinar un riiimero considerable de invenciones "ossiánicos", los Góngoras i que inician una moda,
anteriores. Quiero decir que o bien empiezan con cuya ola cubre las letras durante unos siglos o décadas,
un núcleo de su propiedad y acumulan aditamentos,- para luego perderse, dejando las cosas como estaban.
o eligieren una gran cantidad de materias, aplican Se observará que las dos primeras clases son las
formas conocidas de expresión, y logran dotar al que están mejor definidas: que la dificultad de clasi-1
todo con alguna cualidacl especial o con un carácter Bear a ciertos autores menores aumenta conforme se
propio, dándole un estado de plenitud homogénea. desciende en la lista, excepto en la ú l t i m a clase, que
(c) Los diluidoreSj que siguen a los inventores o a es nuevamente bastante clara.
los "grandes escritores", y que producen algo de me- El caso es que si conocemos bien las dos primeras
nor intensidad, una variante más débil, algo difuso categorías, podemos evaluar a primera vista casi cual-
•o tumefacto que va a la retaguardia de lo válido. quier libro que no nos sea familiar. Podemos for-
(d) (Y esta clase produce la mayor parte de lo cjue marnos una idea justa de, su valor y saber cómo y
se escribe.) Los que hacen una obra más o menos dónde encaja en este esquema.
buena en el estilo más o menos bueno de un periodo. En cuanto a las manías, el n ú m e r o de enfermeda-
De ellos están llenas las deliciosas antologías, los can- des posibles en literatura no es quizás m u y grande,
cioneros, y elegir entre ellos es cuestión de gusto, las mismas dolencias surgen en países muy distantes
porque se prefiere Wyatt a Donne, Donne á Herrick, y que, no tuvieron una comunicación previa. E l buen
Drummond of Hawthornden a Browne, de acuerdo médico reconocerá el mal conocido, aunque las ma-
con una simpatía puramente personal; éstas gentes nifestaciones sean diferentes en la superficie.
no a ñ a d e n sino u n ligero sabor personal, alguna va- E l hecho de que seis críticos diferentes tengan,un
riante menor de u n estilo, sin afectar el curso prin- punto de vista distinto acerca de q u é autores corres-
cipal de la historia. ponden a cada una de las seis categorías de ninguna
Cuando son más débiles "lis n'existenl pas, leur manera las invalida. Cuando se conocen a fondo
amhiance leur conferí une existence". N o existen: su las dos primeras categoria.s, la lectura de obras, de las
ambiente les confiere una existencia. Cuando son otras categorías no cambiará en mucho la opinión
muy prolíficos se dan casos dudosos como Virgilio y acerca de las dos primeras.
Petrarca, quienes tal vez pasen, entre los menos
IDIOMA
exigentes, por colosos.
(ej Belles Lettres. Longo, Prévost, Benjamín Cons-
tairt, que no son precisamente "grandes maestros", Evidentemente este conocimiento no se puede adqui-
de quienes es difícil decir que dieron origen a una ' T a ] vez seria necesario pedir excusas, o expresar una duda
forma, pero que sin embargo han llevado algún en cuanto al origen del gongorismo, o- redefinirlo o empezar
n achacárselo a otro español.
estilo a u n alto desarrollo.

38 39
r i r sin el conocimiento de varias lenguas. Los mismos de la manifestación verbal y que es imposible encon-
descubrimientos han sido utilizados por varias razas. trar en la plástica o en la música. Es la ú l t i m a mo-
Si no se tiene tiempo para aprender idiomas dife- dalidad que se da, y quizás la más difícil y menos
rentes se puede, y en muy poco tiempo, enterarse de digna de confianza.
cuáles fueron sus descubrimientos; Si se quiere ser. L a melopea puede ser apreciada por el extranjero
u n buen crítico es menester indagarlo por cuenta de oído fiiro, auncj^ue desconozca l a lengua en que
propia. • se escribió el poema. Es prácticamente imposible tra-
Los malos críticos han prolongado el uso de una ducirla o transportarla de una lengua a otra, salvo u n
terminología anticuada, generalmente una termino- accidente divino, y a razón de medio verso a la vez.
logía que se inventó parít describir lo q.ue se hacía L a fanopea, al contrario, puede ser traducida casi,
antes del 300 a. C , y para describirlo en fox-ma más o completamente, intacta. Cuando es suficientemente
bien superficial. Los escritores de segundo orden han buena es casi imposible que el traductor la destruya,
intentado con frecuencia producir obras que encajen salvo por una gran torpeza y u n abandono de reglas
en alguna categoría o término que no se hubiera de formulación perfectamente conocidas.
intentado n i en su literatura local. Si nos olvidamos L a logopea no se puede traducir; aunque la actitud
de las clasificaciones que se refieren a la forma ex- mental que expresa puede pasar de u n idioma a otro
terior de la obra o a su motivo, y si consideramos l o mediata te la paráfrasis. O sea, no_ se puede traducir
que en realidad sucede en, digamos, la poesía, en- "Jocalmente", pero habiendo determinado el estado
contraremos que el idioma • se carga de energía o mental del autor original,, se puede o no encontrar
dinamiza de varios modos. un derivado o u n equivalente.
Eir otras palabras, hay tres "géneros poéticos":
PROSA
M E L O i ' E A , en el cual las palabras están cargadas,
además de su simple significado, con alguna propie-
dad musical, que dirige la tendencia u orientación El lenguaje de la prosa tiene una carga de m u d i o
de ese significado. menor intensidad, quizás sea ésta la únic a distinción
válida entre prosa y poesía. L a prosa permite una
F A N O P E A , que consiste en la proyección de imágenes
presentación más abundatrte de hechos, y puede ser
sobre la imaginación visual. muy explícita, pero requiere una mayor cantidad de
LOGOPEA, "la danza del intelecto entre las pala- lenguaje. Durante el último siglo,o siglo y medio la
bras", es decir, emplea palabras no sólo por su prosa, tal vez por primera vez, o por segunda o terce-
significado directo, sino que toma en cuenta en una ra, ha disputado la preeminencia a la poesía. Es
forma especial la manera en. que se acostumbra decir, Coeur simple, de Flaubert, probablemente es
usarlas, el contexto que esperamos encontrar con la más importante que Carmen, de T h é o p h i l e Gautier,
palabra, sus concomitancias usuales, sus acepciones etc.
conocidas, y juega irónicamente con ellas. Contiene
La carga energética total de ciertas obras en prosa
la esencia estética que constituye el dominio peculiar

40 41
del siglo diecinueve probablemente supera la carga N o es suficiente tener la idea general de que los
total que se encuentra en los poemas individuales chinos, (más particularmente Rihaku y Omakitsu)
de ese periodo; pero esto sólo indica que el autor alcanzaron e l . m á x i m o conocido en la fanopea, quizás
ha podido lograr su efecto cumulativamente, median- debido a la naturaleza de su ideograma escrito, o
te un mayor amontonamiento de datos, datos ima- preguntarse si Rimbaud es, en raras ocasiones, su
ginados, si se desea, pero expresados de una manera par. Uno desea que su conocimiento sea m á s definido.
objetiva. Es un error creer que la lectura en grandes canti-
Valiéndose de varios --centenares de páginas en dades producirá automáticamente tal conocimierito o
pi'osa, Flaubert, a fuerza de arquitectura, logra una comprensión. N i Chaucer con sus cuarenta libros, n i
intensidad semejante a la de la Heaulrniére de Villon, Shakespeare con quizás media docena, in folio, pue-
o de la oración por su madre. Esto no invalida m i den considerarse iletrados. Se puede aprender más
disociación de los dos términos: poesía y prosa. música estudiando una fuga de Bach hasta poder
E n la fanopea encontramos el mayor esfuerzo por descomponerla en sus elementos y volverla a com-
lograr la m á x i m a precisión de la palabra; este arte poner, que tocando diez docenas de cuadernos de
existe casi exclusivamente debido a ello,.. música heterogénea.
En la melopea la corriente va en sentido contrarío, Se puede decir que he pensado conscientemente en
es una fuerza que a menudo tiende a adormecer o este asunto durante veintisiete años, y que he leído
distraer al lector del sentido exacto del lenguaje. Es o intentado leer muchos libros, y que teniendo el
poesía que linda con la música, y la música es qtiizás problema siempre presente, no sé n i la mitad, de lo
el puente entre la conciencia y el mundo puramente que hay que saber sobre la melopea.
sensorial o hasta el insensible. Hay, por otra parte, unos cuantos libros que aún
Toda literatura consta de estos tres elementos, más consen'o sobre m i escritorio y muchos que jamás
el "arquitectónico" o "la forma del todo", y para volveré a abrir. Pero los libros que son necesarios
saber algo de la eficiencia relativa de tal o cual obra para "orientarse", ¡Dará valorar adecuadamente cual-
hace falta tener algún coirocimiento del m á x i m o que quier trozo de literatura, son muy pocos. L a lista es
ya han alcanzado alguiios autores, sin que importe tan breve, en verdad, que uno se pregunta por q u é
d ó n d e n i cuándo.^ la gente, los escritores profesionales en particular,
N o basta saber que los griegos alcanzaron la m á - están dispuestos a ignorarlos y continuar suspendidos
xima destreza en cuanto a la melopea, n i siquiera en medio del caos emitiendo los juicios más imbéciles
que los provenzales añadieron algunas cosas y que y viciando a menudo la producción de toda su vida.
algunos franceses, muy menores, del siglo diecinueve L i m i t á n d o n o s a los autores que realmente inven-
lograron ciertas elaboraciones. taron algo, o que son los "primeros ejemplos cono-
cidos" del proceso ya funcionando, encontramos:
^ Hay una laguna en este punto que se corregirá leyendo la
crítica del Schuiandreher de Hindemith. E . P., septiembre, 1938. DE LOS GRIEGOS: Homero, Safo, (Los "grandes drama-

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turgos" tienen menos fuerza que Homero, y dependen traste, los trovadores, tal vez treinta poemas en pro-
enoi-memente de él para sus efectos; su "carga", en venzal, y para compararlas con ellos unas cuantas
su más alta potencia, depende en gran manera y con canciones de V o n Morungen, o Wolfram von Essen-
gran frecuencia del conocimiento que sit ptibüco bach, y von der Vogelweide; y luego la Muerte de
tenga de la Iliada. Hasta Esquilo es retórico.) ^ Adonis, de Bion.
De esta mezcla, tomada en ese orden, el lector podrá
DE LOS ROMANOS: Como hemos perdido a Filetas, y aprender a orientarse en el arte de la jíoesía h e d í a
casi todo Calimaco, podemos suponer que los i'oma- para ser cantada; porque hay tres clases de melopea:
nos añadieron cierta sofisticación; de todos modos, 1, la hecha para cantarse con una tonada; 2, la que ha
de entonarse o cantarse con una especie de cantinela;
Catulo, Ovidio, Propercio, todos nos dan algo que
y 3, la que ha de decirse; y el arte de unir palabras
no podemos encontrar ahora en los autores griegos.
es diferente para cada una de estas clases y no se pue-
U n especialista puede leer a Horacio si se interesa
de entender claramente hasta que el lector sepa que se
por saber la delimitación precisa entre lo que se
persiguen tres fines distintos.
puede aprender del arte de escribir y lo que no.
Quiero decir que Horacio es u n ejemplo perfecto del
DE LOS ITALIANOS: Guido Cavalcanti y Dante; quizás
escritor que ha adquirido cuanto se puede adquirir
docena y media de los poemas de Guido, y una docena
sin tener las raíces. Ruego al lector que observe que
de sus contemporáneos, y la Divina Commedia.
estoy siendo excesivamente iconoclasta, que omito
En Italia, alrededor del 1300, se establecieron nue-
treinta nombres establecidos por cada dos que inclu-
vos valores, se dijeron cosas que no se h a b í a n dicho
yo. Rechazo a P í n d a r o y a Virgilio sin el menor es-
en Grecia, Roma o ninguna otra parte.
criipulo. N o sugiero u n "curso" de literatura griega
o latina, nombro a unos pocos escritores aislados;
VILLON: Después de V i l l o n y por varios siglos, la poe-
cinco o seis páginas de Safo. Se puede descartar por
sía se puede considerar como una fioritura, una eflo-
lo menos una tercera parte de Ovidio. Es decir, omito
rescencia, casi una efei-vescencia, y sin nuevas raíces.
a los autores que no pueden enseilarnos algiin m é t o d o
Chaucer es u n enriquecimiento, se puede decir que
nuevo o más efectivo de "cargar" (de sentido) las pa- una versión más cremosa de la "materia de Francia",
labras. y en alguna medida él precedió la riqueza verbal del
renacimiento clásico, pero empezando con los italianos
DEL MEDIOEVO: El Seafarer anglosajón y el examen
posteriores a Dante, pasando por los escritores en
r á p i d o de alguna narración medieval, no importa latín del Renacimiento, los franceses, los españoles,
demasiado cuál, podría ser Bcoxüulfj el Poema del Cid los ingleses, Tasso, Ariosto, etc., con los italianos siem-
o las sagas de Gvetlir y Burnt Nial. Luego, como con- pre u n poco a la vanguardia, todo es elaboración, con
una base medieval, y una ola tras otra de influencias
1 Las notas inéditas posteriores de E . V., enmiendan esto en
romanas y helénicas. Quiero decir que no hay nece-
cuanto a que exigen,un mayor reconocimiento de Sófocles.

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sidad de leer ninguna parte especial de todo esto para se vale del gesto, la mímica y la "personificación"
aprender los propios valores comparativos. para ayudarse. El actor tiene que realizar una buena
Si estudiáramos historia y no poesía, quizás po- mitad del trabajo. N o se le hace n i n g ú n favor al
dríamos descubrir la mentalidad medieval más teatro confundiendo los dos grupos de problemas.
directamente en el principio del Ecerinus de Mussato Los apologistas del teatro nos dicen constantemen-
que en Dante. La cultura de Chaucer es la misma que te en una forma u otra que el drama puede hacer
llegó contemporáneament e a Ferrara con la lengua un uso muy limitado, o ninguno, de palabras carga-
llamada "francoveneto". das hasta su m á x i m a potencia. Esto es rigurosamente
Es necesario subrayar los contrastes que encontre- cierto. Intentemos no apartarnos del problema con
mos en el quattrocento. V i l l o n puede ser tomado que empezamos, o sea, el arte de escribir, el arte de
como eje para comprenderlos. Después de V i l l o n , y "cargar" el lenguaje de significado.
comenzando antes de su época, encontramos esta Después de 1450 tenemos la época de la fioritura;
fioritura, y por siglos no encontramos nada más. y después de Marlowe y Shakespeare vino lo que se
Hasta en Marlowe y en Shakespeare se encuentra llamó u n movimiento "clásico", movimiento que
este bordado verbal, esta charla sobre el asunto, más restringió sin inventar. Cualquier cosa que le suceda
bien que su presentación. Dudo que nadie haya a la mente en Inglaterra ha sucedido generalmente
aprendido algún discernimiento al estudiar "los isa- en otra parte antes. Alguien inventa algo, luego
belinos". Hay gracia, riqueza de lenguaje, abundan- alguien desarrolla, o algunas docenas desarrollan u n
cia, pero probablemente no hay nada irremplazable, entusiasmo espumoso o cremoso o sobreabtmdante,
n i n g ú n adorno que no hubiera resultado igualmente y entonces alguien intenta hacer la limpieza. Por
bien en otra parte, o para el cual no hubiera sei-vido ejemplo, la estimable Pléyade castrando el idioma
otra figura retórica, o que fuese imposible destilar francés, y el clasicismo francés, y los clasicistas ingle-
de los antecedentes literarios. ses, etc., y todo debe relegarse a una zona secundaria:
El "icUoma" no se h a b í a escuchado en el teati-o el interés del periodo, el interés histórico, bric-á-brac
londinense, pero sí en los tribunales italianos, etc.; para los museos.
hubo esfuerzos locales, en toda Europa, para enseñar En este punto alguien dice: "Sí, pero los roman-
al público (en España, Italia, Inglaterra), dicción ces. . . " M u y bien, le concedo al voraz escudriñador
latina. Se concebía a la "poesía" (y todavía la con- media hora para los romances (ingleses y españoles, o
ciben así u n sinnúmero de bobos) como sinónimo de escoceses, fronterizos, y españoles). Nada más fácil que
"lenguaje florido y elevado". distraerse del objetivo persegtudo o del impulso p r i n -
U n 23erito isabelino ha sugerido que Shakespeare, cipal del tema por un deseo de ser totalmente justo
desalentado por sus ensayos, o cuando menos conven- y omnisciente.
cido de que no tendría éxito como poeta, se dedicó Digamos, pero directamente entre paréntesis, que
al teatro. E l teatro es u n arte mixto; no depende de había una muy limitada especie de' logopea en la
la carga mayor o menor de cada palabra, sino que sátira de los siglos diecisiete y dieciocho. Y que Ro-

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chester y Dorset tal vez introdujeron una nueva nota cuando queremos saber que tenían sangre y. huesos
o, más probablemente, reintrodujeron una antigua, como nosotros, acudimos a la poesía de esa época.
que reaparece más tarde en Heine. Pero, como ya he dicho, apareció el "asunto fiori-
Dejemos los detalles menores y las excepciones tura". Y una buena m a ñ a n a el señor Stendhal, sin
poco importantes: lo principal es que hemos llegado pensar en Homero, n i en Villon, n i en Catulo, pero
o que la humanidad llegó a u n punto en que el arte provisto de una aguda percepción de la actualidad,
de escribir versos ya no se puede entender clara- notó que la "poesía", la pocsie, como se entendía
mente sin el estudio del arte de escribir en prosa. entonces el término, lo que escribían sus contempo-
Concedamos, en bien de ia discusión, que, después ráneos franceses, o lo que le llegaba en sonoras olas
del colapso medieval, la prosa volvió en si con Ma- cuando asistía al teatro, era una lata infernal. Y dijo
quiavelo; admitamos que h a b í a n existido varias cla- que la poesía, con sus. motaos y pelucas, sus piernas
ses de prosa, de hecho h a b í a n existido casi todas. acolchadas y su pelo postizo, su "fustian a la Louis
H e r ó d o t o escribió una historia que es literatura. T u - XIV", era muy inferior a la prosa para dar una clara
cídides era u n periodista. (Es una necedad moderna idea de los diversos estados de nuestra conciencia
creer que la vulgaridad y la Taita de calidad tienen ("les mouvements du coeur").
el m é r i t o de ser novedades; siempre existieron, y no Y en ese momento, el arte serio de escribir "se
tienen n i n g ú n interés por sí mismas.) pasó a la prosa", y durante algún tiempo los avances
H a habido ampulosidad, oratoria, lenguaje foren- importantes del lenguaje como medio de expresión
se, frases equilibradas, elocuencia ciceroniana; Petro- fueron los de la prosa. Y no se puede comprender
nio escribió una novela satírica. Longo una delicada claramente o juzgar con justicia el valor del verso,
novela corta. L a prosa del Renacimiento nos deja a el verso moderno, cualquier verso, a meiaos que se
Rabelais, Brantóme, Montaigne. U n especialista de- haya comprendido esto,
cidido puede exhumar pasajes interesantes, suntuo-
sos y hasta sutiles de Pico, de los místicos medievales, TERCERA PARTE: CONCLUSIONES, EXCEPCIONES,
los escolásticos, y los platónicos, ninguno de los CURRICULA
cuales aprovechará en lo más m í n i m o a quien pre-
tenda aprender el arte de modificar el idioma. Antes de Stendhal probablemente no haya nada es-
Quiero decir c{ue desde el principio de la literatura crito en prosa que no exista también en verso o que
hasta 1750 d. C. la poesía era el arte superior, y así no se pudiera escribir en verso tan bien como en
se la consideraba, y si leemos libros escritos antes de prosa. Hasta el sistema empleado por Voltaire, Bayle
esa fecha encontramos que el n ú m e r o de libros es- y Lorenzo Valla para aniquilar la imbecilidad puede
critos en verso que tienen interés es cuando menos funcionar igualmente bien en coplas rimadas.
igual al de los escritos en prosa qrie a ú n son legi- Comenzando con el Renacimiento, o quizás con
bles; y que la poesía contiene la quintaesencia. Cuan- Boccaccio, encontramos una prosa que es bastante ne-
do queremos saber cómo era la gente antes de 1750, cesaria para la comprensión clara de las cosas en ge-

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neral: con Rabelais, Brantóme, ¡Montaigne, Fielding, pero que ahora explotan los mercantilistas. Fabre y
S terne, empezamos a ver una prosa que registra Frazer son esenciales para el pensamiento lúcido
estados de conciencia que eluden los poetas contem- contemporáneo. No estoy hablando de los libros que
poráneos, y esta conciencia más plena, en formas m á s vierten algo en la conciencia general, sino de los
delicadas, aparece en el abate Prévost, Benjamín libros que muestran cómo se vierte o que exhiben
Constant, Jane Austen. De modo que Stendhal tenía los implementos, recientemente descubiertos; con los
"algo que lo respaldaba" cuando hizo sus observa- que se puede hacer.
ciones.sobre la inferioridad ele "La Poésie". La novela del siglo diecinueve es tal útil. E l teatro
Durante el siglo diecinueve la superioridad cíe la de Ibsen es, quizás debamos decir era, tal instrumento.
prosa, aunque temporal, es de todas maneras obvia, Debemos cleterminar si estos instrumentos son más
y hasta tal punto que creo que nadie puede escribir efectivos que la poesía: a, como se conocía antes de
versos verdaderamente buenos hoy si no conoce a 1800; b, como se conoce desde el siglo diecinueve
Stendhal o a Flaubert. O, digamos. Le rouge et le hasta el presente.
noir, la primera mitad de La Chartreuse, Madame
Bovary, L'Education, Les trois contes, Bouvard et FRANCIA
Pécuchet. Para expresarme quizás con más fuerza, se
aprende más acerca del arte de cargar las palabras La decadencia de Inglaterra comenzó el día en que
con Flaubert que con los floridos dramaturgos del Landor hizo sus maletas y se fue a Toscána, Hasta
siglo dieciséis. entonces Inglaterra h a b ía logrado retener a sus me-
La expresión principal de la conciencia del siglo jores autores; después de esto encontramos a Shelley,
diecinueve está en la prosa. E l arte continúa en Keats, Byron, Beddoes en el Continente europeo, y
Maupassant, que p u l i ó la forma flaubertiana. El arte más tarde aún tenemos el edificante espectáculo
del éxito popular reside sencillamente en nunca de Browning en Italia y Tennyson en el palacio de
poner en una página más de lo que el lector ordina- Buckingham.
rio pueda asimilar en su ojeada rápida y semiatenta. En Francia, conforme se desarrollaba la novela,
Los Goncourt lucharon con sobriedad digna de ala- espoleada, digamos, por la actividad en la prosa, los
banza, noble, pero aburrida en ocasiones. Henry versificadores no estaban ociosos.
James fue el primero en aiiadir algo al arte de la A partir de Albertus, Gautier desarrolla el medio
novela del siglo diecinueve que no conocieran ya los qtie encontramos en los Emaux et Camées. E n los
franceses. noventa Inglaterra no había ido más allá del método
El pensamiento se agitó con Darwin, con la ciencia, de Alberlus. Si bien Corbiére no inventó n i n g ú n
con la maquinaria industrial, Nietzsche ¡Drovocó una procedimiento nuevo cuando menos devolvió al versó
conmoción temporal, pero todo esto es extrairo a francés el vigor de V i l l o n y con una intensidad que
nuestro tema, que es el arte de infinidir sentido a las n i n g ú n francés h a b ía logrado eri los cuatro siglos
palabras. Hay una influencia de Ibsen, para bien. anteriores.

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A menos que yo tenga razón en descubrir que hay el único hombre de letras serio y completo jamás
logopea en Propercio (lo que quiere decir; a menos nacido en esas islas.
que la enseñanza académica del latín muestre una Nos resulta u n estorbo tan ineludible tener a la
insensibilidad crasa, lo cual, es probable), casi debemos literatura inglesa en primer término que aun en este
decir que Laforgue inventó la logopea, observando al breve estudio debemos concederle u n espacio despro-
mismo tiempo que en toda l a sátira la logopea se ha- porcionado. Se la mantuvo viva en el siglo pasado
llaba mUy limitada, y que Heine a veces emplea algo mediante una serie de inyecciones exóticas. Swin-
que se le parece, j u n t o con unas gotas de amargura, burne leía griego y se dedicó a reajustar la métrica
como las que (aunque él quizás no lo supiera) se pue- inglesa; Rossetti introdujo a los primitivos italianos;
den encontrar en algunos versos de Dorset y Roches- FitzGerald escribió el único poema bueno de esa
ter. En todo caso L'aforgue descubrió o redescubrió época que llegó al pueblo; se dice que es, y en gran
la logopea. Y Rimbaud devolvió a la fanopea su cla- parte es verdad, una tra- o maltraducción.
ridad e inmediatez. H u b o u n ligero airecillo de influencia francesa
Estos cuatro poetas, Gautier, Corbiére, Laforgue, temprana. Morris tradujo sagas, los irlandeses se apro-
Rimbaud, redimen a la poesía de la condenación de piaron del asunto durante algunos años; Henry James
Stendhal. Hay en Corbiére algo que no se encuentra encabezó o, mas bien, precedió a los novelistas, y lue-
en nadie antes de él, a no ser en V i l l o n . go los británicos renunciaron en bloc: el lenguaje
Laforgue no se parece a n i n g ú n poeta • anterior. está hoy al cuidado de los irlandeses (Yeats y Joyce);
Su semejanza a Propercio no es muy frecuente. aparte de Yeats, desde la muerte de Hardy, la poesía
En Rimbaud la imagen es limpia, desembarazada en inglés la escriben los norteamericanos. Desde 1910
de palabras que no funcionan; para encontrar algo todo desarrollo del verso inglés se debe casi exclu-
parecido a esta presentación directa hay que volver sivamente a los norteamericanos. La verdad es que
a Catulo, quizás al poema del ¿lentes liabet. ya no hay razón para llamarle poesía inglesa, y no
Si se es demasiado perezoso para leer las breves hay razón actualmente para ocuparse de Inglaterra,
obras de estos poetas, se debe renunciar a entender Hablamos una lengua que era inglesa. Cuando
la creación literaria, la poética, la prosa, todo lo que Ricardo Corazón de L e ó n escuchó el turco por prime-
es escribir, ra vez dijo: "He spik lak a fole Britain." Y de esta
ortografía uno deduce cjue el propio Ricardo proba-
INGLATERRA blemente hablaba como u n francocanadiense.
Es u n idioma magnífico y ' n o necesitamos, n i nos
Frente a esta actividad seria, Inglaterra sólo puede aprovecha, menospreciar lo que les debemos a los
ofrecer a Robert Browning. N o tiene paralelo fran- ingleses que murieron antes de 1620, Tampoco hay
cés n i europeo. Tiene, sin duda, graves limitaciones, razón alguna para estudiar la "Historia de la litera-
pero en The Ring and the Bookhay experimentación tura'inglesa" tal como se enseña. Es bastante curio-
seria. Es mejor poeta que Landor, quien fue quizás so que las historias de las literaturas española e ita-

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liana siempre tomen en cuenta a los traductores. Las centro mediterráneo civilizado a través de zonas se-
historias de la literatura inglesa siempre saltan sobre micivilizadas hasta los pueblos bárbaros.
las traducciones —supongo que será por u n comple- Los británicos nunca se han desprendido de la
jo de inferioridad—; sin embargo, algunos de los, barbarie; se enorgullecen de decir que T á c i t o dijo
mejores libros en lengua inglesa son traducciones. la tiltima palabra sobre los germanos. Cuando Ma-
Esto es importante por dos razotres. Primero el lector ría Estuardo fue a Edimburgo se quejó de tener que
espantado por las partes anteriores que exclamó: i r a vivir entre salvajes, pero ella misma procedía
"¡Pero si no puedo aprender todos esos idiomas!",, de una corte que m a n t e n í a tan sólo una caricatura
bárbara, idiota y superficial de la cultura italiana tal
puede consolarse a medias. Puede .aprender el arte
como había sido antes de la débácle de 1527. Los
de escribir precisamente donde tantos grandes inge-
hombres que intentaron civilizar a estos peludos
nios locales lo aprendieron; si no precisamente de
palurdos marginales llevándoles noticias de la civi-
los poemas que he enumerado, cuando menos de los
lización han dejado cierto mimero de traducciones
autores que primero aprendieron de esos poemas.
que hoy se pueden leer con más agrado que las obras
Podemos considerar el Seafarer, Beowulf, y los de los isleños ignorantes que eran demasiado so-
fragmetrtos anglosajones subsistentes como arte i n - berbios para traducir. Después de Chaucer tenemos
dígena; cuando menos, trataban temas nativos, y con la Eneados de Gavin Douglas, mejor que el original,
un arte que no era u n préstamo reciente. Si el metro porque Douglas había escuchado el mar. Las Meta-
aliterativo debe algo al hexámetro latino o no, es algo morphoses de Golding, de donde Shakespeare apren-
que se puede discutir; por ahora no tenemos medios dió tanto del oficio.' La traduccióir de los Amores de
de precisar esta deuda. Landor sugiere el problema' Ovidio que hizo Marlowe. N o tenemos una traducción
en su diálogo entre Ovidio y el Príncipe de los satisfactoria de n i n g ú n autor griego. Chapman y
Gaetas. Pope han dejado Iliadas que interesan a los espe-
Después de este periodo la literatura inglesa vive cialistas; que yo sepa, la única traducción de Homero
de la traducción, se alimenta de la traducción; cada que se puede leer con placer sostenido es la de
nueva exuberancia, cada nueva aspiración, ha sido Hugues Salel en francés primitivo; él, cuando menos,
estimulada por la traducción, todas las épocas llama- estaba atento a la narración y no distraído y con-
das grandes son épocas de traducción, comenzando fundido por detalles secundarios. He discutido los
por Geoffrey Chaucer, Le Grand Translateur, tra- méritos de estos traductores en otra parte. Iirtento
ductor del Romaunt of the Rose, parafraseador de ahora decirle al lector lo que puede aprender de
"Virgilio y Ovidio, condensador de viejos cuentos que literatura comparada a través de traducciones que
h a b í a encontrado en latín, francés e italiano. son más amenas que la "poesía original" de la
misma época. Puede estudiar todo el desarrollo local,
Después de él hasta los romances que relatan una
o, sería mejor decir, la secuencia de las modas locales'
historia local lo hacen con un arte que le deben a
en la poesía británica, en las traducciones de Horacio
Europa. Es la onda natural que se va ampliando del

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que manan ininteiTumpidamente de las imprentas A l referirme a éstas traducciones de ninguna ma-
británicas desde 1650. Ésa es una labor propia del nera acepto o implico que alguien en nuestra época
especialista, o historiador, no de quien simplemente pueda pensar con sólo u n idioma. Puede inventar
quiera establecer sus ejes de referencia mediante el un nuevo carburador, o quizás hasta trabajar con
conocimiento de lo mejor de cada género que se haya eficacia en u n laboratorio de biología, pero proba-
escrito; de la misma manera en que establecerla sus blemente no i n t e n t a rá esto ú l t i m o sin estudiar por
ejes de referencia para la p i n t u r a conociendo algu- lo menos una lengua extranjera. L a ciencia moderna
nas pinturas de Cimabue, Giotto, Piero della Fran- siempre ha sido multilingüe. U n buen científico no
cesca, Ambrogio de Predis, etc.; Velázquez, Goya, etc. toleraría estar l í m i t a d o - a - n n solo idioma,-heGho que
Una cosa es saber reconocer la mejor pintura y le obligaría a recibir con retraso noticias de los nue-
otra muy distinta y mucho menos necesaria saber vos descubrimientos. E l escritor o lector que se con-
exactamente dónde aprendi ó ciertos defectos u n pin- forma con tal ignorancia sencillamente confiesa que
tor segundón o tercerón. su cerebro es menos importante que sus ríñones o su
Aparte de estas traducciones tempranas, se puede automóvil. Los franceses que no saben inglés son tan
incrementar el conocimiento de la poesía internacio- fragmentarios como los norteamericanos que no saben
nal leyendo las adaptaciones del griego que hizo francés. U n o sencillamente deja la mitad de su pensa-
Swinburne. Los griegos estimtüaron a Swinburne; si miento sin revelar cuando está en su compañía.
bien él tenía defectos, recordemos que, aparte H o - ' Las diferentes lenguas —me refiero a los vocabula-
mero, los griegos eran con frecuencia swinburnianos. rios mismos, los modismos— han elaborado ciertos
Catulo no lo fue, o lo fue muy poco. De donde se mecanismos de comunicación y registro. Ninguna
puede .compreiider cuál i u e la naturaleza de la con- lengua es completa. U n maestro puede estar constan-
tribución latina, no-griega, al arte de la expresión.^ temente expandiendo su propio idioma, haciéndolo
E l V i l l o n de Swinburne no es exactamente V i l l o n, capaz de soportar alguna carga que hasta entonces
pero es quizás el mejor Swinburne que tenemos. Las sólo aguantaba u n idioma extranjero, pero el proceso
traducciones de Rossetti son probablemente mejores no se detiene con n i n g ú n hombre en particular.
que los originales de Rossetti, y su Vita Nuova y los Mientras Proust aprende de Henry James, preparán -
poetas italianos primitivos lo llevan a uno a origina- dose para i r r u m p i r a través de ciertas divisiones de
les que él ha mejorado una y otra vez. Nuestro cartón de la literatura francesa, todo el idioma norte-
contacto con la poesía orientaJ:.'-^mpieza con el R u - americano sigue renovándose y ampliándose, como
báiyát de FitzGeral. E l ensayo de Fenollosa sobre el todas las demás lenguas.
ideograma chino abre una puerta que los estudiantes Para hacerse "posible)' como compañía mentalmen-
anteriores no h a b í a n logrado abrir, aunque no se te activa el norteamericano h a d e aprender francés, el
puede afirmar que hubieran hecho gran esfuerzo. francés ha de aprender inglés o norteamericano. E l
italiano lía aprendido francés desde hace tiempo.
^ Comparar con la economía de Sófocles. El que no conoce el italiano del duocento y el trecento'

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lleva en sí una penosa laguna, no necesariamente plean términos vagos para ocultar lo que quieren
peirosa para él mismo, pero hay algunas cosas que no decir, y a todos los críticos que emplean los término^
sabe, y que no puede saber; es como si estuviera ciego tan vagamente que el lector puede creer que está de
para cierta parte del espectro. Debido al testarudo acuerdo con ellos o que asiente a sus afirmaciones
esfuerzo de los patrióticos latinistas de la Italia del cuando de hecho no es así.
Renacimiento por "conquistar" el griego mediante la La primera credencial que se ha de exigir al crítico
traducción efectiva de todos los autores griegos al es su ideograma de lo bueno; de lo que considera
latín, es posible ahora entender mucho del griego a
escritura válida, es más, de todos sus términos gene-
través de estas traducciones latinas. Cuando se dejaron
rales. Entonces sabemos por dónde aiida. N o puede
de usar estas traducciones latinas en el estudio del
simplemente quedarse en Londres escribiendo acerca
griego, supongo que hacia 1820, se causó u n dairo
de cuadros franceses que sus lectores no han visto.
considerable a la distribución general de la "cultura
Debe empezar afirmando que tales y cuales obras
clásica".
particulares le parecen "buenas", "óptimas", "indife-
Otro punto mal, entendido por los que son torpes
rentes", "válidas", "no válidas". Sugiero u n curricu-
para los idiomas es que no es necesario aprender
l u m definido en lugar de los actuales émiettements,
todo el idioma para poder entender u n o una docena
de desmenuzar el asunto en migajas que pronto se
de poemas. Frecuentemente basta con comprender
resecan. U n curriculum para instructores, para estu-
completamente el poema, y cada una de las docenas o
centenas de palabras que lo integran. diantes impertinentes que quieren molestar a los
profesores aburridos, para aquellos que no hayan
Esto es lo que empezamos a hacer cuando de pe-
queños memorizamos algiin poema de Goethe o de tenido tiempo de llevar cursos universitarios sistemá-
Heine. A propósito, este sistema nos da u n término ticos. Llamémoslo la base míirima para una buena
de comparación que nos sirve toda la vida: a, para y liberal educación en letras (con "ayudas" inglesas y
juzgar cierta clase de poema, &, para la lengua alema- francesas entre paréntesis).
na, de modo que, sin importar lo mucho que nos CONFUCIO: Completo (como no hay una versión
aburra el Grundriss von Groeber, jamás olviclaremos completa e inteligente en inglés, h a b r í a que aprender
del todo la sensación del idioma. chino o echar mano de la versión francesa de Pau-
thier).
VACUNA HOMF.RO: Completo (traducciones latinas, Hugues
Salel en francés, no hay versión inglesa satisfactoria,
¿Sugiero algiin remedio? Sí. Sugiero varios remedios. aunque se puede usar a Chapman como referencia).
Sugiero mandar al diablo a cuanto crítico emplee oyipio: Y los poetas "personales" latinos, Catulo
términos generales vagos. N o sólo a los que usan tér- y Propercio. [Meiamorphoses de Golding, Amores de
minos vagos por ser tlemasiado ignorantes para tener Marlowe. N o hay versión inglesa útil de Catulo.)
algo que decir; sino también a los críticos que em- UN CANCIONERO PROVENZAL: Con referencias cru-

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zadas a los Minnesingers, y a Bion, quizás unos de meditación sobre el asunto y un resumen de con-
treinta poemas en total. clusiones. Quizás esto sea una razón para tomarlo en
DANTE: " Y su círculo"; es decir, Dante y unos consideración. N o es una razón para aceptarlo como
treinta poemas de sus contemporáneos, la mayor algo definitivo. Si se traga por entero es inútil. Para
parte de Guido Cavalcanti. uso práctico en el salón de clase el profesor debe
VILLON: intentar, e incitar a sus estudiantes a intentar, desglo-
ENTRE PARÉNTESIS: Se puede añadir algo más del Me- sar algún elemento que yo he incluido y sustituirlo
dioevo, y algiin esquema general de la historia del por algo m á s válido. E l lego inteligente intentará
pensamiento a través del Renacimiento. instintivamente hacerlo por su cuenta.
VOLTAIRE: ES decir, alguna incursión por sus es- Simplemente insisto en que sin este míiiimo el crí-
critos críticos, no sus intentos dramáticos o nove- tico casi no tiene posibilidad de u n juicio sólido. Éste
lísticos, y algún muestreo de sus contemporáneos tendrá otra posibilidad más de ser sólido si se le puede
(prosa). persuadir a considerar el ensayo de Fenollosa o alguna
STENDHAL: (Cuando menos libro y medio). otra elucidación, desconocida por m í pero igualmente
FLAUBERT: (Omitiendo Salambo y la Tentation) efectiva, de los ideogramas chinos.
—Y los Goncourt. Antes de m o r i r quisiera ver cuando menos algunas
GAUTIER, CORBIÉRE, PJMBAUD. de las mejores obras chinas en traducción bilingüe,
Esto no a b r u m a r í a a l i n estudiante que dispusiera como los textos que prepararon Ariga y M o r i para
de tres o cuatro años. Tras esta inoculación se le I'^enollosa, una "traducción literal", o sea la repro-
puede impunemente "exponer" a l o moderno o a ducción de cada ideograma a c o m p a ñ a d a de una ex-
cualquier otra cosa en literatura. Es decir,, no perde- plicación completa.
ría la cabeza n i atribuiría valores ridículos a obras Para que haya u n contacto práctico con toda la
de intensidad secundaria. T e n d r í a ejes de referen- poesía del pasado que se cantó en su tiempo, sugiero
cias y los enconti-aría, creo yo, de fiar.
que cada docena de universidades se ponga de acuerdo
Para los fines de una educación general podríamos para emplear u n par de cantantes que comprendan
omitir todo estudio de totemismo y v u d ú monista el significado de las palabras. Hay personas como
por esjDacio de cincuenta años por lo menos, y el Yves Tinayre y Robert M a i t l a n d que están disponi-
estudio de Shakespeare por treinta, tomando en cuen-
bles. Media docena de horas empleadas en escuchar
ta que el conocimiento de estos temas ya está muy
los poemas cantados proporcionaría n al estudiante
difundido y que uno absorbe suficiente información
más conocimientos sobre esa clase de melopea que
acerca de ellos en aburridas conversaciones circun-
un a ñ o de estudiar filología. Los Kennedy-Fraser
dantes.
han desenterrado música que le queda bien al Beo-
Esta lista no contiene, obviamente, los nombres de .
xuulf. La estaban usando para acompaiiar cantos
cuanto autor ha escrito u n buen poema o una buena
heroicos en las Islas Hébridas. Hay más música
octava o sexteto. Es el resultado de. veintisiete años

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L a gran transición en el uso del lenguaje ocurre,
disponible, bastante, desde la época de Faidit (1190
sin embargo, con el cambio del idioma declinado al
d. C.) cuando menos.
no declinado. N o se puede comprender con dema-
No puedo insistir demasiado n i con demasiada
siada claridad que ciertos procedimientos son buenos
fuerza sobre m i advertencia en contra de los llama-
para un idioma en el cual cada palabra tiene una cola
dos críticos que discuten en torno al tema, no definen
o etiqueta final que indica q u é parte de la oración
sus términos, y nó dicen fratrcameirte que ciertos
es y en q u é caso está y si se trata de sujeto, objeto
autores les parecen aburridos. Haz que un hombre
u accesorio; y que estos procedimientos no son bue-
te diga- antes que nada y en especial q u é escritores
nos en inglés o en francés. M i l t o n se metió en u n
piensa que son buenos escritores, después se pueden
lío al tratar de escribir en inglés como si fuera latín.
escuchar sus explicaciones.
L o florido del Renacimiento tardío se debe en gran
Naturalmente, ciertos profesores que han invertido
parte a que no se respetaba esta distinción. N o se
todo su capital intelectual, v. gr., que han perdido
pueden estudiar a q u í todas las enfermedades y sus
mucho tiempo con U n a época perfectamente muerta,
variaciones. E l estudio de la latinización equivocada
no quieren confesar C|ue se les ha tomado el pelo, y no
requiere u n tratado aparte.^
tienen a menudo el valor de aceptar u n fracaso. No
hay razón para seguirlos-a las tinieblas.
Acepto la plena responsabilidad de mis omisioiies
en la lista anterior. He omitido a "los rusos". Bien.
Dejemos que se les juzgue después de encontrarse con
Charles Bovary; se les leerá con mayor equilibrio. He
omitido casi toda la palabrería que se incluye en los
planes de estudio de literatura francesa en las uni-
versidades norteamericanas (Bossuet, Corneille, etc.),
y al hacerlo no ha sido por olvido.. Para muchos lo
que incluyo de alemán parecerá insuficiente. Muy
bien. Lo he hecho. N o tengo más que decir.
Si alguno cree conveniente pensar en función de
ciclos cronológicos, y quiere "relacionar la literatura
con la historia", sugiero tres descansos o colapsos
convenientes. La caída del imperio de Alejandro de
Macedonia; la caída del imperio romano; el colapso
de Italia después de 1500, la caída de Ludovico
Moro, y el saqueo de Roma. Es decir, la lucidez
humana parece haber alcanzado varias veces una espe- . E l tema de este ensayo se desarrolla en el ABC a/ Reading.
cie de culminación para luego sufrir un retroceso. del propio autor.

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62
flor de cuatro pétalos (el cornejo norteamericano, no
el que ustedes llaman así) surge del coi-azón de Aucas-
sin, o tal vez esto sea sólo fantasía. Sigamos el asunto
EL A R T I S T A F O R M A L i al terreno de la ética.
Es obvio que la ética tiene su base en la natura-
I
leza humana, tal como es obvio que el civismo se
fundamenta en la naturaleza de los hombres que
Es curioso que se le pida a uno escribir de nuevo la conviven en grupos.
Defence of Poesy de Sidney en el a ñ o de gracia de Es obvio que el bienestar del mayor n ú m e r o no
1913. E n los 'siglos que median, y antes de ellos, se puede lograr hasta saber en cierta medida en q u é
otros centros de civilización hablan decidido que el ha de consistir ese bienestar. En otras palabras, tene-
arte de buena calidad es una bendición y el de mala mos que saber q u é clase de animal es el hombre
calidad un crimen, y dedicaron algún tiempo y antes de pensar en lograr su m á x i m a felicidad o antes
pensamiento para dar con los medios de distinguir de decidir q u é porcentaje de esa felicidad puede ser
el arte verdadero de las imitaciones. Pero en la suyo sin causar un porcentaje excesivo de infelicidad a
Inglaterra de ahora, en la época de Gosse como en .sus semejantes.
la de Gosson, todavía se nos pregunta si el arte es Las artes, la literatura, la poesía, son ciencias tal
moral o no. Se nos pide que d e ñ n a m o s la relación como la química. Su objeto de estudio es el hombre,
del arte con la economía, se nos preginita q u é lugar tanto la especie como el individuo. L a química trata
ha de ocupar el arte en la república ideal. Y es de la materia considerada en cuanto a su com-
claramente la opinió n de mucha gente menos obje- posición.
table que los Sydney \^ebb que sería mejor que las Las artes nos dan u n gran porcentaje de los datos
artes no existieran ert absoluto. ^ duraderos e inapelables respecto a la naturaleza del
No me agrada mucho .escribir prosa sobre la esté- hombre, del hombre inmaterial, del hombre consi-
tica. Creo que una obra de arte vale por cuarenta derado como criatura pensante y sensitiva. Empiezan
prefacios y otilas tantas apologías. Pero la interroga- donde la ciencia médica termina o más bien d u p l i -
ción fue planteada seriamente y por una persona de can, en parte, e§a ciencia. Los límites de ambas artes
buena voluntad. Es como si alguien me dijera: ¿para de entrecruzan.
q u é sirven los espacios abiertos en esta ciudad, de q u é De la medicina aprendemos que el hombre físico
sirve u n rosal y para q u é quiere usted plantar árboles prospera mejor cuando se lava, toma el aire y el sol
y hacer parques y jardines? Hay quienes no se de- como es debido. De las artes aprendemos cjue el
leitan con estas cosas. L a rosa surge más hermosa de la hombre es caprichoso, que u n hombre difiere de otro.
garganta de algún César enterrado y el cornejo con su Que los hombres difieren entre sí como las hojas de
los árboles. Que no se parecen los unos a los otros
^ T o m a n d o de The Egoisi, 1913 d . C . como los botones que hace una m á q u i n a .
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65
, T a m b i é n aprendemos de las artes en q u é forma se estado diferente de la sociedad. Es como si en física
parece el hombre y en q u é forma difiere de otros o en ingeniería nos negásemos a considerar una
animales. Aprendemos que ciertos hombres se pare- fuerza que había sido destinada a afectar a una masa
cen a menudo más a ciertos animales que a otros hom- dada en su i-elación (v. gr. de la fuerza) con otra
bres de distinta composición. Aprendemos que no masa totalmente diferente, o notablemente diferente,
todos desean las mismas cosas y que por lo tanto de la primera masa.
no sería equitativo dar a cada uno dos hectáreas de Así como existen inequidades debidas a no querer
tierra y una vaca. considerar la realidad de que una ley está en rela-
Sería manifiestamente inequitativo tratar al aves- ción con una condición social, también pueden
truz y al oso polar de igual manera, aceptando que darse inequidades por negarse a considerar la rea-
no es injusto encerrarlos en algún sitio donde estén lidad de la composición de las masas, o de los i n -
a nuestra merced. dividuos a quienes se aplican.
Una ética basada sobre la creencia de que los hom- Si todos los hombres desearan sobre todas las cosas
bres son distintos de lo que son es manifiestamente dos hectáreas de tierra y una vaca, es obvio que el
estúpida. Es tan estúpido aplicar tal ética como estado perfecto sería el que diera a cada hombre
aplicar las leyes y las normas de una tribu n ó m a d a dos hectáreas de tierra y una vaca.
o bárbara, a gente hacinada en los arrabales de una Si alguna ciencia aparte de las artes fuese capaz
metrópoli moderna. Es asi que en la tribu es bueno de determinar con mayor precisión lo que el i n d i -
engendrar hijos, porque mientras más varones se viduo no desea, esa ciencia sería de la mayor utilidad
tengan menos probable es que le rompan a uno la para aportar los datos que necesita la ética.
cabeza los varones de las tribus vecinas, y mientras En forma parecida, si cualesquiera ciencias con la
más hijas haya más r á p i d a m e n t e a u m e n t a r á la tribu. excepción de la medicina y de la química pudiesen
En los arrabales, por el contrario, es un crimen peor determinar q u é cosas son compatibles con el bie-
que el asesinato engendrar hijos para cuyo bienestar nestar físico, esas ciencias serían de m á s valor para
físico y económico no se, han hecho los debidos pre- proporcionar datos para la higiene.
parativos. E l aumento no sólo aflige a los niños que Esto nos lleva a la inmoralidad del arte malo. E l
nacen, sino que también aumenta el n ú m e r o de mal arte es u n arte inexacto. Es arte que rinde i n -
pobres y mantiene bajos los salarios. De esta manera formes falsos. Si u n científico falsifica un infonne
el obispo de Londres —que aconseja este tipo de ya sea deliberadamente o por descuido, le considera-
crecimiento—, es un criminal de clase más detestable mos como un criminal o como un mal científico, de
y baja que el souleneur, acuerdo con el t a m a ñ o de su delito, y se le castiga
Cito lo anterior como ejemplo de una inequidad o despi-ecia según el caso.
que persiste debido a la constante negativa a con- Si falsifica los informes de u n hospital de ma-
siderar u n código que fue elaborado para un estado ternidad con el f i n de conservar su puesto y obtener
de la sociedad, en su relación (del código) con u n ganancias o ascensos en la administración, quizás

66 67
pueda pasar inadvertido. Si se niega a realizar tal
falsificación puede perder ventajas económicas. En canalla y saber que alguien más, así sea una sola
ambos casos su bajeza o su valor pueden pasar ig- persona, también lo sabe.
norados salvo por muy pocas gentes. Sin embargo, Distinguimos muy claramente entre el médico que
no hace falta discutir su caso. E l hombre de la calle hace lo mejor que puede por el enfenno, que em-
sabe de inmediato al enterarse de ello si el médico plea las medicinas que le merecen fe, o que está en
merece que se le censure o que se le alabe. una región salvaje, digamos, donde el paciente no
Si un artista falsifica su infonne acerca de la na- puede tener ninguna otra asistencia médica. Distin-
turaleza del hombre, acerca de su propia natura- guimos, digo, muy claramente entre, el fracaso de tal
leza, acerca de la naturaleza de su ideal de lo perfecto, médico y la acción de aquel que sin saber la enferme-
acerca de la naturaleza de su ideal de esto o lo otro, dad del paciente y teniendo al alcance mejores mé-
de dios, si dios existe, de la fuerza vital, de la natu- dicos, niega deliberadamente tal ignorancia de la que
raleza del bien y el mal, si el bien y el mal existen, tiene conciencia, se niega a consultar a otros médicos,
de la intensidacl con la que cree. o no en esto, eso intenta evitar que el paciente llegue a mejores ma-
o lo otro, del grado en que sufre o se alegra; si el nos, o tortura cieliberadamente al paciente para sus
artista falsifica sus informes sobre estos asuntos o propios fines.
sobre cualquier otro asunto con el f i n de ajustarse No hace falta leerlo en letras de molde para re-
al gusto de su época, a los requisitos de un soberano, conocer este hecho ético acerca de los médicos. Pero
a las conveniencias de u n código ético preestablecido, es menester hablar mucho para convencer al lego de
entonces ese artista miente. Si miente por voluntad que el arte malo es "inmoral". Y de' que el buen
deliberada de mentir, si miente por cobardía, des- arte es esencia totalmente virtuosa:, por más "inmo-
cuido, pereza, o por cualquier negligencia, miente ral" que sea. Simple y sencillamente que el buen
de todos modos y se le debe castigar o despreciar de arte xo puede ser inmoral. Por buen arte entiendo
acuerdo con la magnitud de su delito. Su delito es aquel que ofrece un testimonio auténtico, quiero
de la misma naturaleza que el del médico y de decir el arte más preciso. Se puede ser completamen-
acuerdo con su posición y con la naturaleza de su te preciso al representar una vaguedad. Se puede
mentira, es responsable de opresiones o equivocacio- mentir completamente al pretender que determinada
nes futuras. Y sin embargo sus mentiras son cono- vaguedad se presentó como precisa. Si no se entiende
cidas sólo por unos cuantos, y sus verdades también. esto respecto a la poesía, consideramos el asunto en
Y sin embargo puede pasar sin censura por las unas términos pictóricos.
y sin elogio por las otras. Y sin embargo sólo puede Si se ha olvidado m i afirmación de que las artes
ser castigado en el plano de su a i m e n y sólo por el dan testimonio y definen para nosotros la naturaleza
desprecio de aquellos que lo conocen. Quizás sea interior y las condiciones del hombre, tómese en
canallada más bien que ci'imen. Sin embargo tal vez consideración la Victoria de Samotracia y el Taj de
no haya nada peor para un hombre que saberse Agrá. El que esculpió aquélla o el que diseñó éste
bien puede haber tenido el aspecto de un mono, o
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de dos monos si son dos. Pueden haberse parecido La belleza en el arte le recuerda a uno q u é es lo
a otros hombres simiescos o porcinos. La Victoria y que vale la pena. N o hablo ahora de fingimientos.
el T a j son los testimonios de que había en ellos Hablo de la belleza, no del culebreo resbaloso, no de
algo diferente de los otros hombres que parecen mo- la sentimentalización acerca de la belleza, no de
nos o cerdos. Así aprendemos que la humanidad es decirle a la gente que la belleza es lo apropiado y
una especie o género animal capaz de una variación respetable. Quiero decir la belleza,. N o se discute
que producirá el deseo de un Taj o de una Victoria, acerca de una brisa primaveral, se fortalece uno
y a ú n más, capaz de realizar ese Taj o esa Victoria cuando la encuentra. Se siente uno fortalecido cuan-
en piedra. Sabemos por otros testimonios artísticos do se encuentra con un pensamiento de movimiento
y por experiencia propia que el deseo sobrepasa a rápido en Platón o con una arista fina en una
menudo la capacidad de realización eficiente; por lo estatua.
tanto concluimos que otros miembros de la raza bien Hasta este alboroto acerca de los dioses le recuer-
pueden haber querido realizar u n T a j o una Victo- da a uno que algo vale lá pena. La sátira le re-
ria. Hasta suponemos que los hombres han deseado cuerda a uno que algunas cosas no valen la pena. Lo
hacer cosas más bellas a ú n , a pesar de que pocos lleva a uno a considerar el tiempo perdido.
somos capaces de formarnos una imagen mental pre- El culto a la belleza y la delineación de la feal-
cisa de algo que fuera, a su manera, más bello que dad no se contraponen.
esa estatua o que ese edificio. T a n difícil resulta,
que nadie ha podido efectuar una restauración de la II
cabeza perdida de la Victoria. Que yo sepa, por lo
menos, nadie la ha hecho en piedra. Sin duda mu- He dicho que las artes nos dan los mejores datos para
chos al pararse frente á la estatua han hecho tales determinar q u é clase de criatura es el hombre. Como
cabezas en su imaginación. nuestro tratamiento del hombre se debe determinar
T a l como en medicina existen el arte de diagnos- por nuestro conocimiento o nuestra concepción de lo
ticar y el arte de curar, también en las artes, y en las que es el hombre, las artes proporcionan datos para
artes .particulares de la poesía y la literatura, existe el la ética.
arte de diagnosticar y el de curar. Uno persigue el Estos datos son seguros y los datos de los psicólo-
culto de la fealdad y el otro el culto de la belleza. gos generalizadores y de los teóricos sociales general-
E l culto de la belleza es la higiene, el sol, el aire mente no lo son, porque el artista serio es científico
y el mar y la lluvia y el b a ñ o en los lagos. E l culto y el teórico es por lo general empírico a la manera
de la fealdad, V i l l o n , Baudelaire, Corbiére y Beardsley medieval. Es decir, un buen biólogo h a r á u n n ú m e -
son diagnóstico. Flaubert es diagnóstico. La sátira, si ro razonable de observaciones de cualquier fenómeno
hemos de apoyarnos en-esta metáfora hasta hacerla dado antes de sacar sus conclusiones, así leemos fra-
tambalear, la sátira es cirugía, inserciones y ampu- ses como "más de 100 cultivos de las secreciones de
taciones. las vías respiratorias de más de 500 enfermos y de 30

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enfermeras y ayudantes". Los resultados de estas ob- quier artista que busca la admiración particular es,
ser-s'aciones deben ser precisos y ninguna observación en tanto que la busca, menos artista.
por sí sola se debe tomar como determinante de una El deseo de salir al foro, del aplauso, nada tiene
ley general, aunque, después del experimento, ciertas que ver con el arte serio. A l artista serio le puede
observaciones se puedan considerar como típicas o gustar salir al foro, y puede ser, fuera de su arte,
normales. E l artista serio es un científico en cuanto cualquier clase de imbécil, pero no hay conexión
que presenta la imagen de su deseo, de su odio o entre ambas cosas, al menos no son concéntricas.
de su indiferencia como eso precisamente, como la Muchos que n i pretenden ser artistas desean la baba
imagen precisa de su deseo de odio o indiferencia. admirativa de los que tienen menos sesos que ellos.
Mientras más preciso sea su informe, más duradera El artista serio está generalmente, o está con fre-
e inexpugnable será su obra de arte. cuencia tan lejos del aegrum vulgus como lo está el
El teórico —y esto lo vemos constantemente ilusti-a- científico serio. Nadie sabe quiénes fueron los ma-
do por los ingleses que escriben sobre temas sexua- temáticos abstractos que elaboraron las determinan-
les—, constantemente procede como si su propio tes que usó Marconi en sus cómputos para la tele-
caso, sus propias limitaciones o predilecciones fueran grafía sin hilos. E l público, ese público tan caro al
el caso típico, e incluso como si fuera la regla uni- corazón de los periodistas, está mucho más intere-
versal. Constantemente insta a otros a comportarse sado en los accionistas de la compañía Marconi.
como él, el teórico, quisiera comportarse. Ahora La propiedad permanente, la propiedad aportada
bien, el arte nunca le pide a nadie que haga nada, a la larga para toda la raza humana consta precisa-
o piense en nada, o sea nada. Existe como existen los mente de estos datos del científico serio y del artista
árboles; se les puede admirar, sentarse bajo su soiñ- serio; del científico en cuanto toca a las relaciones
bra, cosechar plátanos, hacer leña, o hacer lo que a entre números abstractos, la energía molecular, la
uno le dé la real gana. composición de la materia, etc.; del artista serio, en
Además se es tonto, si se busca la clase de arte que cuanto a lo que se relaciona con la naturaleza del
no nos complace. Se es tonto si se leen los clásicos hombre, de los individuos.
porque se le dice a uno que lo haga y no porque a Los hombres han dejado de tratar de conq_uistar el
uno le gusten. Se es tonto si se aspira a tener un mundo ^ y de adquirir conocimientos universales.
buen gusto que no se tiene naturalmente. Si hay Tratan todavía de promover el Estado ideal. No se
algún punto donde es idiota simular, ese punto está fundará n i n g ú n Estado perfecto sobre la teoría, o
frente a una obra de arte. T a m b i é n se es tonto si no sobre la hipótesis de trabajo de que todos los hom-
se tiene una mente abierta, si no se está ansioso de bres se parecen. Ninguna ciencia excepto las artes
gozar algo que se puede gozar aunque no se sepa nos dará los datos necesarios para saber en q u é
muy bien cómo, Pero no con-esponde al artista pedir difieren los hombres.
que uno aprenda, o defienda su obra de arte en
particular, o insistir en que uno lea sus libros. Cual- •• H/ir.d Olitiinisni. l í H S ti, C .

72 73
E l dato mismo de que muchos hombres odian las a q u é arte es bueno. Se niegan a considerar el "pro-
artes es valioso, pues nos permite, al averiguar q u é blema del estilo". Quieren "el valor del arte en
parte de las artes es la que odian, aprender algo relación con la vida" y "cuestiones fundamentales".
acerca de su naturaleza. Con frecuencia cuando En cuanto a los asuntos fundamentales: las artes
alguien dice que odia las artes descubrimos que sólo nos proporcionan datos de psicología, del hombi-e en
odia la charlatanería y los malos artistas. sus interioridades, de la proporción relativa del
En el caso de u n hombre que odia u n arte ¡oarti- pensamiento y de las emociones, etc., etc., etc.
cular y rio los demás quizás descubramos que su L a piedra de toque de i m arte es su precisión.
oído es defectuoso o su inteligencia deficiente. Así, Esta precisión es de varias y complicadas clases y
un hombre inteligente puede odiar la música o un sólo el especialista puede determiirar si ciertas obras
buen músico puede detestar a muchos autores exce- de arte poseen determinados tipos de precisión. N o
lentes. quiero clecir que cualquier persona inteligente no
Todas estas cosas son muy obvias. puede tener un juicio m á s o menos acertado respecto
Entre la gente pensante y sensitiva el mal artista a si cierta obra de arte es buena o no. Generalmente
es despreciado en la misma manera en que despre- una persona inteligente puede decir si alguien tiene o
ciaríamos a u n médico negligente o a u n científico no buena salud. Pero es verdad también que hace falta
descuidado o inexacto, y al artista serio se le deja en un buen médico para hacer ciertos diagnósticos o
paz, o incluso se le apoya y estimula. En la niebla y encontrar la enfermedad que se oculta tras una
la oscuridad circundante no se toman medidas para apariencia de vigor.
distinguir al artista serio del que no lo es. Ya que Es tan imposible dar en pocas páginas itistruccio-
el artista poco serio es la especie más c o m ú n y nes completas para conocer una obra maestra como
supera en gran n ú m e r o al artista serio, y constitu- lo sería dar' instrucciones completas para todos los
yendo una ventaja temporal y aparente para el falso diagnósticos médicos.
artista, el ganar los premios propios del artista serio,
es natural que el artista poco serio haga todo lo III
posible por ocultar las líneas divisorias.
Siempre que uno intenta demostrar la diferencia E M O C I Ó N Y POESÍA
entre la obra seria y la que no lo es, se le dice que
ésa "es-simplemente una discusión técnica". Y así se Que no es fácil ser un gran poeta es obvio. Si lo
ha quedado; en Inglaterra se ha quedado así desde fuera, muchas más gentes lo h a b r í a n logrado. En
hace m á s de trescientos años. L a gente prefiere ' n i n g u n a época de la historia ha estado libre el
las medicinas de patente al tratamiento científico. mundo de gente que ha tenido algunas ganas de ser
Aceptarán ocasionalmente que se les diga que el arte un gran poeta y no pocos que se han esforzado
como arte no viola las leyes más sagradas de Dios. concienzudamente por serlo.
N o aceptarán la o p i n i ó n de u n especialista en cuanto Me doy cuenta de que se considera que los adje-

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cimos que cierta temperatura es cálida y otra fría.
tivos de magnitud huelen a barbarie. A ú n así no es
En la misma forma decimos que cierto pasaje escrito
A'ergonzoso querer hacer grandes regalos y una crítica
en prosa "es poesía" cuando queremos elogiarlo, y
ilustrada no establece comparaciones ignominiosas
que cierto pasaje escrito en verso es "sólo prosa"
entre V i l l o n y Dante. La mayoría de los llamados
cuando lo queremos menospreciar. A l mismo tiempo
poetas mayores han regalado su propio don, pero el
"¡¡•Poesialü" se usa como sinónimo de "¡Tontería!,
t é r m i n o de "mayor" es más bien u n regalo que les
¡¡Bazofia)!, j¡¡Basura!!!". L o que cuenta es "Escribir
hace Cronos a ellos. Quiero decir que han nacido
bien".
justamente a su hora y que les fue dado amontonar
y arreglar y armonizar los resultados de los trabajos Y "escribir bien" es tener u n control perfecto. Y
de muchos hombres. Esta facultad para la amalgama es muy fácil controlar una cosa que no tiene energía
es parte de su genio y es, en cierta forma, una es- —siempre que no sea demasiado pesada y que uno
pecie de modestia, de altruismo. N o han deseado ser no quiera hacer que se mueva.
los propietarios. Y, como todas las palabras que uno usaría para
escribir sobre estas cosas son las palabras vagas del
Aquellos de quienes Dante pidió prestado son re-
habla cotidiana, es casi imposible escribir con pre-
cordados tanto por haberle prestado como por sus
cisión científica sobre "prosa y verso" a meiios,,que
propias composiciones. A l mismo tiempo él dio de
uno escriba un tratado completo sobre el "arte de
sí mismo, y n i n g ú n simple compilador y clasificador
escribir", definiendo cada palabra como se definirían
de los descubrimientos ajenos recibe el nombre de
los términos en \un tratado de química. Y por ésta
"poeta mayoi-" por más de una temporada.
razón todos los ensayos sobre la "poesía" son gene-
Si Dante no hubiera hecho bastante más que pe-
ralmente no sólo aburridos sino inexactos y totalmen-
dirle prestadas rimas a Arnaut Daniel y teología a
te inútiles. Y por la misma razón si se le pregunta
T o m á s de Aquino no lo publicaría Dent en el año
a u n pintor q u é es lo que intenta hacer en una tela,
de gracia de 1913.
probablemente agite las manos, desesperado, y musite
Podríamos llegar a creer que lo que importa en
que " E l . . . esto... este... no puede hablar de ello".
el arte es una especie de energía, algo asi como la
Y que si usted "ve a l g o . . . él e s t á . . . m á s o menos...
electricidad o la radioactividad, una fuerza que trans-
este. , . satisfecho".
fusiona, suelda, unifica. Una fuerza parecida a la del
Sin embargo, se ha tenido por una cosa vergonzosa
agua cuando salta a través de la arena brillante y
la pone en movimiento rápido. Se puede hacer la el que u n hombre no pueda dar razón de sus actos
imagen que se quiera. y palabras. Y si no le importa a uno que lo tomen
por mistificador se puede intentar dar respuestas
No sé que sirva de nada elaborar una respuesta a
aproximadas a preguntas hechas de buena fe. T a l vez
la frecuente pregunta: ¿Qué diferencia hay entre la
poesía y la prosa? seria mejor hacer las cosas bien y escribir u n tratado
exacto, pero no siempre se tienen dos o tres años
Creo que la poesía es la más cargada de energía. disponibles, y estamos tratando u n asunto sutil y
Pero estas cosas son relativas. Igual que cuando de-
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complicado, y además, la misma álgebra de la lógica den servir. ^Cuando se desea algo que no se tiene
está en tela de juicio. ante los ojos o cuando se quieren comunicar ideas,
Aproximadamente, pues, escribir bien es escribir es necesario valerse del lenguaje. Poco a poco uno
con control perfecto, el escritor dice exactamente lo comienza a querer comunicar algo menos desnudo y
que quiere decir. L o dice con completa claridad y ambiguo que las ideas. Se quiere comunicar una idea
sencillez. Emplea el menor n ú m e r o posible de pala- y sus modificaciones, una idea y una m u l t i t u d de
bras. No quiero decir que sea avaro con el papel o sus efectos, atmósferas, contradicciones. Se quiere
que se retuerza como T á c i t o para meter su pensa- preguntar si cierta fórmula funciona en todos los ca-
miento en el menor espacio posible. Pero concedien- sos, o en q u é porcentaje de los casos, etc., etc, etc,
do que a veces dos frases son más fáciles de entender y tenemos la novela de Henry James.
que una sola con doble significado, el autor intenta Se desea comunicar una idea y sus emociones con-
comunicarse con el lector en la forma más expedita, comitantes, o una emoción y sus ideas concomitantes,
excepto cuando por una de cuarenta razones posibles o una sensación y sus emociones derivadas, o una
no quiere hacerlo así. impresión que sea emotiva, etc., etc., etc. Se empieza
T a m b i é n es cierto que hay varios tipos de claridad. por el aullido y el ladrido, y luego se pasa a la danza
Hay la claridad del pedido: " M á n d e m e cuatro libras y a la música, y a la música con palabras, y final-
de clavos de diez peniques." Y hay la sencillez sintác- mente a las palabras con música y finalmente a las
tica del pedido: "Cómprem e la clase de Rembrandt. palabras con un vago esbozo de música, palabras que
que me gusta." Esto último es un absoluto criptogra- sugieren música, palabras medidas, o palabras con
ma. Presupone un conocimiento más complejo e lUí ritmo que conserva alguna característica exacta
íntimo del que habla que el que la mayor parte de de la impresión emotiva, o del carácter esencial de
nosotros tiene de persona alguna. Tiene tantos signi- la emoción propiciadora o generadora de las pala-
ficados, casi, como personas que lo puedan decir, A
bras.
un extraño no le dice nada.
Cuando este ritmo o cuando la melodía o secuen-
La labor casi constante del artista en prosa es la cias de vocales y consonantes parece llevar verda-
de traducir esta última clase de claridad a la prime- deramente el dejo de emoción que con el poema
ra; decir " M á n d e m e la clase de Rembrandt que me (pues al f i n hemos llegado al poema) se intenta
gusta" en términos de " M á n d e m e cuatro libras de comunicar, decimos que esta parte de la obra es
clavos de diez peniques". buena. Y "esta parte de la obra" es para entonces
Todo es una evolución, A l principio bastaban las "técnica". E.sa técnica "seca, abunida y pedante" que
palabras simples: Comida; agua; fuego. Tanto la condenan todos los artistas malos. Es sólo una parte
prosa como la poesía son una extensión del lenguaje,,. de la técnica, es el ritmo, la cadencia y la distribu-
El hombre desea comunicarse con sus semejantes. ción de sonidos.
Desea una comunicación cada vez más complicada. T a m b i é n la "prosa", o sea las palabras y su sentido,
El gesto sirve hasta cierto punto. Los' símbolos pue- deben ser de tal naturaleza que correspondan a la

78 79
emoción. O, visto de otra manera, las ideas o frag- Además, si u n buen tirador sólo monta a caballo
mentos de ideas, la emoción y las emociones conco- unas cuantas veces quizás nunca logre disparar bien
mitantes de este '''Complejo Intelectual y Emocional" desde la silla. O, dejando a u n lado la metáfora,
(porque hemos llegado al complejo intelectual y supongo que lo que, a la larga, hace a un poeta, es
emocional) deben estar en armonía, deben foi-mar un una especie de persistencia de la naturaleza emocio-
organismo, deben ser el roble que sale de la bellota. nal, y, unida a ella, una forma peculiar de control.
Cuando se tienen las palabras de un treno com- El dicho de que "un poeta lírico bien puede mo-
puestas en el ritmo y tiempo de Thcre'U be a Hot r i r a los treinta" equivale a decir que la naturaleza
Time in the Oíd Town to-night se tiene o u n efecto emotiva pocas veces persiste más allá de esa edad, o
bufo intencional o muy mal arte. Sensitive Planl de que viene a ser, cuando menos, sometida e incapaz
Shelley es uno de los poemas más putrefactos que se de mover al hombre total. Por supuesto ésta es una
han escrito jamás, cuando menos uno de los peores generalización, y, como tal, es inexacta.
que se puedan atribuir a un autor reconocido. Tiene
Es cierto que la mayoría de la gente poetiza más
la misma tonadilla de A little peach in the orchard
o menos, entre los diecisiete y los veintitrés años. Las
greui. Sin embargo Shelley se recuperó y escribió el
emociones son nuevas, y, para su dueño, interesantes,
quinto acto de los Cenci.
y no hay mucha personalidad o mente que mover.
Conforme el hombre, conforme su mente, se vuelve
IV
una m á q u i n a más y más pesada, una estructura cada
vez más complicada, necesita de u n voltaje cada vez
A veces sugieren los doctos que los poetas debeii mayor de energía emotiva para adquirir u n movi-
adquirir las gracias de la prosa. Esto es una exten- miento armónico. Es seguro que las emociones crecen
sión de lo que se dijo antes aceixa del control. La
en vigor al madurar u n hombre vigoroso. En el caso
prosa no necesita emoción. Puede, aunque no nece-
de Guido, su obra más fuerte se da a los cincuenta.
sita, intentar describir la emoción.
La poesía más importante la han escrito hombres de
La poesía es u n centauro. La facultad pensante, más de treinta,
estructuradora y aclaradora de las palabras debe mo- "En Van trentiesme de mon eage", empieza V i l l o n
verse y saltar con las facultades energetizantes, sensi- y si se considera su tipo de vida, los treinta años le
tivas y musicales. Es precisamente la dificultad de encontrarían más acabado que los cuarenta de una
esta existencia anfibia lo que mantiene bajo el n ú - vida más ordenada,
mero de buenos poetas de quienes se tiene noticia.
Aristóteles nos dice que " E l uso adecuado de la
E l prosista logrado dirá que "sólo puede escribir poe-
metáfora, siendo, como lo es, la r á p i d a percepción
sía cuando le duele el estómago" y de ahí deducirá y
de relaciones, es la verdadera marca del genio". Esa
argüirá que la poesía simplemente no es un arte.
abundancia, esa prontitu d en la formación de figu-
Me atrevo a decir que hay buenos tiradores que no ras nos indica que la mente es llevada por la fuerza
pueden disparar desde u n caballo. ' de cori'iente emotiva.

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81
Por "uso adecuado", creo que sería bueno enten- Estas cosas tienen esa apasionada sencillez que está
der una rapidez, casi una violencia, y desde luego más allá de las precisiones del intelecto. Verdadera-
una vivacidad. Esto no quiere decir elaboración y mente son perfectas como la buena prosa es perfecta,
complicación. pero de alguna manera son diferentes de las claras
Hay otra manera de apelar a la sensibilidad que declaraciones del observador. Son en alguna forma
no me importa analizar en sus partes componentes, diferentes del magistral final de la Herodías: "comme
suponiendo que tal vivisección fuera posible. No es elle était tres lourde ils la portaient alternativement"
la frase formal de Flaubert por más que tal forma- o de la comprobación en St. J u l i á n Hospitalier: "Et
lidad sea deseable y noble. Es el fraseo que encon- l'idée lid vient d'employer son existence au service
tramos en des autres."
El autor de prosa ha mostrado el triunfo de su
Era gia l'ora che volge il disto intelecto y uno sabe que tal triunfo no ha carecido
Ai naviganti... de sufrimientos por el camino, pero, con los versos,
uno se encuentra de pronto con el momento apasio-
O las primeras líneas de la ballata que empieza: nado. Este instante no ha traído consigo nada que
viole la sencillez de la prosa. E l intelecto no lo ha
Perch 'io non spero di tomar gia mai encontrado pero sí se ha conmovido.
Ballatetta, in Toscana. Es casi una locura buscar líneas divisorias, pero
si las dos artes han de ser separadas podemos,usar esa
O: línea tan bien como cualquier otra. En el verso algo
le ha sucedido a la inteligencia. En la prosa la inte-
S'iís n'ayment fors que pour l'argent, ligencia ha encontrado un objeto para sus observa-
On ne les ayme que pour l'heure. ' ciones. El hecho poético preexiste.
De una manera diferente, desde luego, el objeto
O, en su contexto: de la prosa t a m b i én preexiste. Quizás la diferencia
es indemostrable, tal vez n i siquiera se pueda comu-
The fire that stirs about her, luhen she stirs, nicar salvo a los de buena voluntad. Creo sin em-
bargo que el orden en los más grandes pasajes
O, en su engaste tan diferente: poéticos, la tranquila declaración que participa de la
naturaleza de la prosa y que es sin embargo arrojada
Ne maeg werigmod wyrde widlistondan y arrastrada por el oleaje emotivo, es quizás una
ne se hreo hyge helpe gefremman: prueba tan verdadera como la que menciona el teó-
for dhon domgeorne dreorigne oft rico gi'iego.
in hyra brecstcofan bindath faeste.

82 83
V
Hay varias clases de trabajo honrado. Está "lo que
tiene que salir" o exige ser expresado. Está la formu-
La poésie, avec ses cómparaisons obligées, sa
lación consciente, infinitamente más laboriosa, ya
mythologie que ne croit pas le poéie, sa dignité
que la primera no requiere trabajo, aunque su rea-
de style a la Louis XIV, et tout Vattirail de
lización eficaz puede depender de una buena canti-
ses ornements 'appeles poétiques, esl bien au-
dad de trabajo anterior.
dcssous de la prose des qu'il s'agit de donner
Hay el "trabajo precedente'", la prueba paciente
- une idee claire et precise des mouvemcnts dti
de los medios, el experimento paciente que quizás
coeur; or, dans ce genre, on n'émeui que par
beneficie al propio artista, pero que es igualmente
la ciarte. STENDHAL
probable que le sirva a u n sucesor.
El primer tipo de trabajo puede ser poesía.
Y es precisamente por eso que uno se lanza a buscar
El segundo tipo, la formulación consciente, suele
precisamente poesía que no contenga ese plumaje, esa
ser prosa.
pompa á la Louis XIV, "farde de comme". La crítica
El tercer tipo de trabajo huele a laboratorio, atañe
de Stendhal no es aplicable al Poema del Cid, n i a
al especialista y al dilettante, si la palabra a ú n retiene
la despedida de Odiseo y Calipso. Entre los escritores
algo de su sentido original más fino. Propiamente
del duocento y principios del trecento encontramos
un dilettante es una persona que se deleita o alegra
una psicología precisa, enterrada en una jerga ya
con el arte, no una persona que intenta interponer
casi ininteligible, pero que está a h í de todas mane-
sus productos inferiores entre la obra maestra y el
ras. Si no podemos volver a esas cosas, si el artista
público.-
serio no puede lograr esa precisión en el verso, debe
Rechazo la palabra connoisseur porque está aso-
entonces dedicarse a la prosa o renunciar a su dere-
ciada en nuestras mentes con u n deseo adquisitivo.
cho a llamarse un artista serio.
El connoisseur tiende a querer comprar lo raro a
Es precisamente por esa pomposidad que las un precio y venderlo a otro. N o creo que una perso-
Parnasiadas y los poemas épicos del siglo dieciocho na con este espíritu jamás haya visto una obra de
y la mayor parte de las obras contemporáneas de arte. Permítaseme devolver a la palabra dilettante,
casi todos nuestros versificadores son plagas y abo- sinónimo de locura o tontería, a su lugar cerca de la
minaciones. palabra diletto.
Como la forma más eficaz de no decir nada es El dilettante no tiene interés propio que defender.
quedarse callado, y como la técnica consiste precisa- Si también fuese artista, no estaría menos preocupado
mente en hacer de la forma más eficaz lo que uno por conservar las mejores obras anteriores. Sacará
quiere hacer, nadie que utilice tres páginas para decir a la luz "fuentes" que lo h a r á n menos original que
nada puede esperar que se le tome en serio como lo que su propio público pensaba.
técnico. Usar tres páginas para no decir nada no es
En cuanto a la censura de Stendhal, si podemos
estilo, en el sentido serio de la palabra.
tener una poesía que se acerque tanto como la prosa.
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85
pour donner une idee claire et precise, tengámosla, haya cambiado las etiquetas—, y con algunos diseños
"Ecli venire a ció io sludio (¡uanlo posso... che la egipcios que deberían probablemente ser considera-
mia vita per alquanti anni duri." . . . Y si no pode- dos como escultura,
mos lograr tal poesía, noi altri poeti, ¡callémonos, Y al hablar de poesía hablo de algo que está
por Dios! " R i n d á m o n o s , sometámonos", etcétera; i-e- asociado en m i niente con los nombres de una docena
conozcamos que nuestro arte, como el arte de bailar o más de escritores.
con la armadura puesta, está fuera de época y fuera En un análisis más estricto encuentro que quiero
de moda. O procedamos a nuestro ignominioso f i n decir algo así como "máxima eficacia de expresión";
conscientes de que nos hemos esforzado, que hemos quiero decir que el escritor ha expresado algo inte-
agotado nuestras fuerzas intentando preparar el ca- resante en tal forma que. no se puede volver a clecir
mino para una nueva clase de arte poético —no es más eficazmente. T a m b i é n quiero decir algo que
una nueva sino una vieja clase— pero sepamos que está asociado con el descubrimiento. El artista debe
hemos intentado hacer más posible que nuestros haber descubierto algo: ya sea de la vida misma o
sucesores recuperen ese arte. Escribir poesía que de los medios de expresión.
pueda ser una comunicación entre hombres inteli- El gran arte debe necesariamente ser parte del
gentes. buen arte. I n t e n t é definir el buen arte en un capítulo
Para lograr este fin io studio quanlo posso. He anterior. Debe ser testimonio verdadero. Es obvio que
intentado establecer una demarcación clara. Se me el gran arte debe ser algo excepcional. N o puede
ha discutido el uso de m i frase "gran arte" en un ser algo que todos puedan hacer después de unas
artículo anterior. Es casi tan i n i i t i i buscar una defi- horas de práctica. Debe ser el resultado de alguna
nición de "gran arte" como buscar una definición excepcional facultad, fuerza, o percepción. Casi debe
científica de la vida. Uno sabe bastante bien lo que ser esa fuerza de percepción trabajando con la com-
quiere decir. Uno quiere decir algo que está más o pHcidad del destino, del azar, o como se le quiera
menos en proporción con su propia experiencia. Uno llamar.
quiere decir algo bastante diferente en los diferentes Y, ¿quién ha de juzgar? El crítico, el receptor, no
periodos de su propia vida. importa cuan estúpido o ignorante sea, ha de juzgar
Es por una razón como ésta que toda crítica debía por sí mismo. La única crítica realmente viciada es
ser admitidamente personal. A l final de cuentas el la crítica académica de los que hacen la gran renun-
crítico sólo puede decir "me gusta", o "me conmue- cia, que se niegan a decir lo que piensan, si es que
ve", o algo por el estilo. Cuando se nos ha mostrado piensan, y que citan las opiniones aceptadas; estos
a sí mismo podemos comprender lo que quiere decii-. hombres son los gusanos; su traición a la gran obra
Así, al hablar de pintura, quiero decir algo que del pasado es tan grande como la del falso artista del
asocio vagamente con Durero, y Rembrandt,' y Ve- presente. Si no les importa lo suficiente la herencia
lázquez, etc., y con pintores que apenas conozco, como para tener convicciones personales, no tienen
posiblemente T'ang y Sung —aimque es posible que derecho a escribir.

86 87
Todo critico debería dar información acerca de
las fuentes y límites de su conocimiento. La crítica
de la poesía inglesa por quienes no conocen
otro idioma que el inglés, o el inglés y los clásicos LA MISIÓN DEL MAESTRO '
escolares, ha sido u n marasmo.
Guando sabemos hasta dónde se ha llevado cierta
forma de expresión en, digamos, media docena de
grandes literaturas, empezamos a ser capaces de decir , Los artistas son las antenas de la raza," Si esta
si determinada obra tiene el exceso del gran arte. No .afirmación es incomprensible y sus corolarios nece-
permitiríamos a u n hombre juzgar cuadros si sólo 'Sitan alguna explicación, digamos que los escritores
conociera cuadros ingleses, n i música si sólo supiera _.;de u n país son los voltímetros y los manómetros de
de música inglesa... o alemana o francesa tampoco. '^a vida intelectual de una nación. Son los instru-
E l juicio estúpido y provinciano del arte se apoya '^paentos registradores, y si falsifican'sus informes no
en la creencia de que el gran arte debe parecerse al ,hay límite al d a ñ o que pueden causar. Si supiéra-
arte que ha aprendido a respetar. •jpios de alguien que vende termómetros defectuosos
;ii un hospital, lo consideraríamos como u n sujeto
.'.particularmente v i l o defraudador, Pero hace ya cin-
.; cuenta años que una manera análoga de tratar el
^pensamiento se aplica en los Estados Unidos, sin
fñesacreditar a quienes lo practican.
Por esta razón yo no me sentiría culpable de ase-
sinato si por algún milagro tuviera el placer de
matar a Canby o al editor de Atlantic Monthly y sus
iguales, o de ordenar la muerte masiva y/o la
deportación de u n gran n ú m e r o de señores modera-
dos, afables, suaves, todos ellos perfecta y cómoda-
mente convencidos de su respetabilidad y todos i n -
capaces del menor resquemor de conciencia debido
a cualquier forma de cobardía mental o falsificación
de informes.
Los criminales no tienen intereses intelectuales.
¿Está claro para el profesor de literatura que los
escritores que falsifican sus informes pecan en con-

* Englisli Jüunial, I9jl.

88 89
tra de la salud mental de la nación? ¿Hay algún a realizado un descubrimiento el practicante local
"miembro del p ú b l i c o " que se pueda alzar a sostener ^ueda tan sujeto a la censura como el propio descu-
lo contrario? ¿Habrá algún lector tan humilde res- bridor si no hace uso de los remedios y profilácticos
pecto de sus propios poderes mentales como para ya conocidos.
declarar que no comprende esta afirmación? Un sistema económico viciado ha corrompido el
Como la educación y la prensa .NO han proclamado pensamiento en todas sus ramificaciones. No hay
este punto de vista en nuestro tiempo, el primer posibilidad de ignorar esto indefinidamente. Prime-
paso de una reforma educativa es declarar la nece- ro hay que reconocer el mal, después hay que cu-
sidad de un REGISTRO HONRADO^ y ejercer una intole- rarlo.
rancia antiséptica respecto a todo informe inexacto
sobre las letras: una intolerancia .del mismo tipo de II
la que se ejercería respecto a una gráfica falsa en un
hospital o un análisis falso en el laboratorio de Las imperfecciones de la educación y de los maestros
un hospital. deben ser subsanadas por cada individuo interesado;
Esto significa abolir la vanidad personal en la su primer acto debe ser u n examen de conciencia,
información; significa la abolición de esta vanidad ya el segundo, dirigir su voluntad, hacia la luz.
sea que el autor haga un informe sobre la sociedad El primer síntoma que encontrará será con toda
en general, sobre el orden económico y social, o sobre seguridad la PEREZA mental, falta de curiosidad,
la propia literatura. Significa la abolición de la deseo de que no se le moleste. Esto no es para nada
vanidad local. N o se toleraría a u n doctor de Chica- incompatible con el hecho de estar muy OCUPADO de
go que afirmara que la fiebre de los enfermos en la manera en que se acostumbra estar ocupado.
Chicago era siempre menor que la de los enfermos Mientras el maestro no quiera conocer todos los
del mismo mal en Singapur (a menos que la dife- datos y separar las raíces de las ramas, las ramas de
rencia fuera registrada por instrumentos exactos). las puntas, y comprender la ESTRUCTURA PRINCIPAL
Como la prensa, diaria, semanaria, y mensual, de su tema y la importancia y peso relativo de sus
está completamente corrompida, ya sea por causas partes, no será más que un bodoque muerto en el
económicas, o personales, le CORRESPONDE manifiesta- sistema docente..
mente a la profesión docente actuar por sí misma, sin La enfermedad del último siglo y medio ha sido
esperar que los tarados de la prensa y las revistas les la "abstracción". Se ha extendido como la tubercu-
ayuden. losis.
La vida mental de una nación no es propiedad p r i - Tomemos el ejemplo obvio de "la libertad". La
vada de nadie. La función de la profesión docente es libertad se volvió una diosa en el siglo dieciocho, y
mantener la SALUD DE LA MENTE NACIONAL. T a l como tuvo una .FORMA. ES decir, la libertad fue "definida"
hay gi-andes especialistas y descubridores médicos, ha)- en los Dcrccltos del Hombre como "el derecho de
también "escritores de primera"; pero una vez que se hacer cualquier cosa que no dañe a los demás". La

90 91
cláusula restrictiva y altamente ética fue RETIRADA o en favor de los modernos contra los antiguos o de
.unas décadas después. L a idea de libertad degeneró los antiguos contra los modernos, desaparecerían ne-
hasta significar simplemente irresponsabilidad )• el cesariamente.
derecho a ser tan estúpidamente idiota como le diera Todo el sistema de intercomunicación a través de
la gana al m á s perezoso subhombre, y a ejercer la página escrita en Estados Unidos es, y siempre
cualquier actividad sin considerar para nada sus ha sido, u n simple asunto de diluciones sucesivas del
efectos en la comunidad. conocimiento. Cuando algú n europeo se cansaba de
una idea la escribía, después de u n tiempo se i m -
Me valgo intencionalmente de u n ejemplo no lite-
primía y era reseñada, digamos, en Londres por
x-ario. Observando la misma clase de deserción men-
algún columnista apremiado y acosado, por io ge-
tal en la crítica literaria que en los pretendidos
neral perezoso, casi siempre indiferente. ,Los perió-
programas, estigmatizamos la literatura que consta
dicos de Londres eran diluidos nuevamente por re-
de "términos generales". Estos términos generales
señadores neoyorkinos a ú n más acosados y general-
finalmente NO tienen n i n g ú n significado, en el sen-
mente incompetentes, y su " o p i n i ó n " se dispersaba y
tido de que cada profesor los usa con u n significado
aguaba por medio de la distribución comercial
tan vago que no co?nunica nada a los estudiantes.
norteamericana. De a h í el retraso de 15 o 20 años
. T o d o esto es imperdonable DESPUÉS de la época de
con que todas y cada una de las ideas, y cada nueva
"Agassiz. and the fish"; con esto quiero decir que
clase de literatura, llega al "profesor" o al "lector
ahora la educación general tiene la posibilidad de
norteamericano".
aprender de los paralelos en los estudios biológicos
basados en e l ' EXAMEN y la COMPARACIÓN de espe- El lector c o m ú n no tiene n i n g ú n medio de con-
címenes particulares. trolar los datos bajo tal sistema. Se le ha educado
Toda la enseííanza literaria debería realizarse me- con declaraciones vagas y generales, que han embo-
diante la presentación y la yuxtaposición de trozos tado naturalmente su curiosidad. La simple ignoran-
literarios y NO por la discusión de lo que algún cia mostrada hasta en el English Journal es asombro-
otro discutidor dijo sobre la importancia de u n poeta sa, y los individuos no son siempre los culpables.
o autor. Cualquier profesor de biología dirá que el U n examen sereno de los arclm'os de la Liille
conocimiento NO puede transmitirse mediante decla- Review de 1917-19 revelará el atraso entre la publi-
raciones generales sin el conocimiento de los casos cación y la recepción efectiva de datos perfectamente
particulares. Usando el métod o de presentación y sencillos. L a economía de Douglas que ahora difunde
yuxtaposición hasta u n profesor medianamente igno- el senador Cutting y que recibe "cuidadoso estudio
rante puede transmitir la mayor parte de lo que sabe del gobierno", se conocía en 1919 y fue mencionada
SIN llenar la cabeza del alumno con grandes cantida- en las pequeñas revistas norteamericanas en 1920.
des de prejuicios y errores. L a enseñanza puede ser Muchos creen que nos hubiera salvado de la crisis y
incompleta, pero no será viciosa o idiota. Los pre- acabado con la pobreza, de haber recibido atención
juicios ridículos en favor de los autores conocidos. y estudio adecuado, en esas fechas y si se hubiese

92 93
puesto en marcha entonces. Aludo a esto para mos- por inocente hasta que se demuestre lo contrario, se
trar que el atraso de la publicación y de la enseñan- debe considerar a una persona como de buena vo-
za en los Estados Unidos Ño SE L I M I T A a lo que lla- luntad hasta que se demuestre lo contrario.
man "asuntos meramente culturales", sino que afecta El hombre de buena volimtad abandona una idea
hasta cuestiones de vida o muerte, alimentación o falsa tan pronto como se le hace ver su falsedad,
hambre, la comodidad y el sufrimiento de grandes abandona una declaración falsa tan pronto como se
masas de gente. le corrige. En el caso de un profesor que informe
mal a sus estudiantes, es deber de sus superiores
in 1N.STRU1RLO, no simplemente suprimirlo. En el caso de
profesores, etc., el caso debe ventilarse en un debate
Nuestro editor pregunta: ¿Qué debe hacerse? público.
1. Examen de conciencia y de los propios alcances Cuando la Universidad de París estaba viva (cUga-
por parte de cada profesor o profesora. mos en la época de Abelardo) hasta los debates alta-
2. D i r i g ir la voluntad hacia la luz, con el aban- mente técnicos y especializados eran motivo de exalta-
dono concomitante de la pereza y el prejuicio. ción pública. La eclucación que no trate de la VIDA y
3. Exigir inexorablemente los hechqs. de los problemas cotidianos más importantes e inme-
4. U n examen desapasionado del métod o ideogra- diatos es puro sabotaje y sofocación.
mático (examen y yuxtaposición de especímenes par- La retrospección es imperdonable, especiamente en
ticulares; p. ej., obras particulares, trozos literarios) la educación, excepto cuando se usa claramente COMO
como implemento para transmitir y adquirir cono- palanca para moverse hacia el futui-o. Una educación
cimientos. que no se enfoque sobre la vida de hoy y de m a ñ a n a
5. Una campaña decidida contra los fósiles huma- es mía traición al alumno. N o hay vocablos de los que
nos que todavía obstruyen el sistema. Exigir que se puedan publicar en u n boletín educativo decente
cese el sabotaje o que se vayan los saboteadores. que puedan describir la vileza del sistema universita-
Como resultado y concomitante habría naturalmen- rio norteamericano tal como nosotros lo hemos cono-
te una garantía de que se dejaría de cesar a profeso- cido. Y con esto no quiero decir que su superficie no
res y maestros por haber EXAMINADO los hechos y haya sido a menudo encantadora. Quiero decir que
discutido las ideas. T a l supresión de los buscadores la perversión fundamental ha sido infame. Tiende a
de la Verdad NO conviene a la época del Nuevo incapacitar al estudiante para desempeñar su come-
T r a t o y debe exhibirse en la p i c o t a ' d e ' l a infamia tido en su época. Algunos rectores universitarios se
como síntoma de la época de Wilson-Harding- han escogido más bien por su talento para el servi-
Coolidge-Hoover. Para cesar a un profesor por sus lismo que por su agudeza intelectual o su deseo de
iDF^s., debería ser necesario demostrar que esas ideas avivar y desarrollar la vida del intelecto. Otros, que
son maliciosas y van contra la salud mental de la tenían buenas intenciones, han visto estorbados sus
nación. Como en nuestras LEYES se tiene al individuo propósitos y desviados sus proyectos mejor intencio-

94 95
nados, y se han visto obligados a oscilar entre el
antologo ampliamente i-espetado contiene una gran
propósito elevado y la restricción. E l mal, como todo
cantidad de errores, afirmaciones que están en con-
mal, reside en la dirección de la voluntad. Para que
tradicción con una simple cronología verificable. No
la frase tenga vida, debe haber voluntad y dirección.
he sabido de queja alguna. E n el English Journal hay
Quizás haya habido excusa o circunstancias ate-
errores que deberían ser' corregidos NO por autores
nuantes para m i generación, pero ya no debe haber
famosos, sino por los profesores jóvenes. Esto nos
más excusas. Cuando yo estaba en secundaria, Ibsen
llevaría de manera inevitable a una moral intelectual
era un chiste en las tiras cómicas, y los grandes autores
más alta. A algunos profesores les GUSTARÍA, otros ten-
de la prensa "literaria" y de las "mejores revistas"
drían que aceptarlo porque no p o d r í an funcionar de
e r a n . . . nombres ahora conocidos sólo para los " i n -
otra manera. E l falso testimonio en la enseñanza
vestigadores de esa época". Luego vino el sabotaje
de las letras DEBERÍA ser tan poco honorable como la
de Huneker-Brentano. La gente "avanzada" de Nue-
falsificación en medicina.
va York a b a n d o n ó la Guerra Civil para quedarse en
el Londres de los noventas, o la Europa Central de
los sesentas u ochentas. Es decir, el criterio de los
años noventa de Londres se sostuvo en Nueva York
hasta 1915. Todo lo que no fuera eso se consideraba
arrogante estulticia. E l punto de vista del Ailanlic
Monthly sobre la literatura francesa en 1914 era tan
cómico como la o p i n i ó n de Huey Long sobre T o m á s
d é Aquino. Y los simuladores, los que entonces se
instituyeron en críticos y editores, todavía prosperan
e impiden que las ideas contemporáneas entren en
el sistema de la biblioteca Carnegie o lleguen a la
profesión docente, hasta que no acumulen el moho
de una o dos décadas.
El profesor de primaria más humilde PUEDE CON-
TRIBUIR a la educación nacional si no permite que el
error impreso pase sin reprobarlo.
(a) Adquiriendo u n m í n i m o de conocimiento exac-
tos basados en el examen y la comparación de libros
ESPECÍFICOS.
(fe) Corrigiendo sus propios errores con agrado y
como algo normal a la primera oportunidad.
Por ejemplo, una antología muy conocida de u n

96
97
Ne maeg werigmod wryde xuiüistondan
ne se hreo hyge helpe gefremman:
for thon domgeorne dreorigne oft
LA CONSTANTE PRÉDICA A in hyra breosicofan bindath faeste.
LA CHUSMA 1
"For the doom-eager brindetli fast his blood-bedrag-
Una y otra vez la misma mentira. N o tiene caso gled heart in liis breast" .. . una disculpa por atre-
hablar de mentiras a los ignorantes, pues carecen de verse a hablar, y el hablar sólo perdonado porque
criterio. Algunos consideran que engañar a los igno- su capitán y todos los marinos y los compañeros han
rantes es una maldad, pero al demagogo le interesa muerto; algunos muertos por los lobos, otros arran-
apoyar su profesión y demostrar que la demagogia es cados de los acantilados por las aves cuyos nidos sa-
la m á x i m a obra de Dios. Y por eso leemos por milé- quearon.
sima vez que la poesía se escribe para entretener. De Poemas como éstos no fueron escritos para los ora-
la siguiente manera: "Los comienzos de la poesía i n - dores de banquetes, como no lo es el undécimo libro
glesa. . . realizada por una gente guerrera y ruda para de la Odisea. No obstante, la chusma se siente hala-
entretener a los honibres de armas, o para los hom- gada cuando se le dice que su importancia es tan
bres que se sentaban a la mesa de los monjes." grande que el solaz de los hombres solitarios, y la más
0 estas afirmaciones se hacen para obtener los señorial de las artes, fue creada para su espaiximiento.
favores de otras personas sentadas frente a estériles
mesas gordas, o se hacen por ignorancia que es
charlatanería cuando pretende pasar por sagrado e
impecable conocimiento.
"Los comienzos. . . para entretener".. . ¿acaso ha
leído quien afirma esto The Seafarer en anglosajón?,
¿Nos quiere decir el autor para quién fueron escritas
estas líneas, únicas entre las obras de nuestros ante-
pasados que se pueden comparar con H o m e r o . . . , para
el entretenimiento de quién? No se hicieron para en-
tretener a nadie, sino porc^ue u n hombre que se
aferraba al silencio no pudo dejar de hablar. Y ese
poema menos ^^arejo, The Wanderer, se parece a
aquel otro; en ambos habla u n hombre destruido:

1 Poetry, VIH,3 {junio, 1916).

98 99
rado en la fase del "que yo sepa". Quizás le hayan
hecho trabajar demasiado, dejándole poco tiempo para
su recreo favorito.
Se muestra amigo de la rectitud cuando sostiene
EL SEÑOR H O U S M AN
que la "buena literatura que se lee por placer tiene
EN L I T T L E B E T H E L i
q u e . . . hacerle bien al lector, avivar su p e r c e p c i ó n . . ,
agudizar su discriminación, suavizar la rudeza de la
Este volumen ^ me llega con una nota de u n amigo
opinión personal".
diciéndome que "ha perturbado a muchos críticos de
Supongo que esta miaja de sentido común h a b r á
Cambridge". M i primer deseo fue, naturalmente, que
sido responsable de la perturbación de la capilla de
la perturbación hubiera ocurrido en alta mar y lo
críticos que sostienen que la opinión de Fulano sobre
más lejos posible de algún peligro de salvación,
la explicación de Shakesj->eare hecha por Zutano
A. E, H , , con suma cautela, adopta la posición de
ilustrará al lector y le iniciará en mayor grado en
que es incompetente para discutir el tema y desafía
la percepción del texto que-si leyera el propio texto
a Zeus y a Tersites a que lo saquen de él. Todo va
del bardo, /
bien hasta a h í , y yo seria el último en objetar algo;
M i divergencia inicial, que lleva ya treinta años,
es por la página 8 cuando la ceja del lector tiende
tanto de unos como de otros, consiste en afirmar que
irresistiblemente a levantarse: " E l artificio de la
mientras el crítico inglés muestre una ignorancia tan
versificación.... poco explorado por los críticos" (muy
condenable de una parte tan grande de la mejor
cierto), "unas cuantas páginas de C. Patmore y de F.
literatura y hasta de media docena de clases de la
Myers lo contienen todo, que yo sepa, o cuando menos
mejor literatura, la crítica inglesa será limitada en
todo lo valioso, que se sha escrito sobre' la materia;
cuanto a su alcance e insuficiente no sólo para el
y a éstos podría a ñ a d i r algunos m á s " .
escritor serio sino también para el lector que se haya
Como autobiografía no es posible contradecir lo
deleitado en terrenos más altos o en praderas más
primero, y como el señor Housman se abstiene del
anchas.
soslayado " a ñ a d i r " no hay manera de saber si se ha
entregado a la vana jactancia, o si simplemente está En los veinticinco años en que m i conocimiento
afirmando u n hecho. de las letras ha sido todo menos casual y m i observa-
ción de la producción inglesa ha estado lejos^ de ser
L a maravilla es, o lo sería para cualquier extran-
desinteresada, no me he tropezado con u n solo indicio
jero que desconociera Inglaterra, que cualquier pro-
de que el señor Housman estuviera al tanto del
fesor de latín de una institución docente reconocida,
mundo de mis contemporáneos. Esto es bastante
o que cualquier hombre que diga que su "recreo
normal, y son pocos los hombres de cualquier país
favorito ha sido la mejor literatura en varios idio-
que observan con atención a sus sucesores, Pero
mas", pudiera quedarse los veinte años de su profeso-
a ú n entre los escritores de la época de Housman debe
CriUrion, enero de 1934. haber una i n t i m a c i ó n perdida, una línea aquí y otra
' The Ñame and Nature of Poetry.

101
100
allá en, digamos, los suaves murmullos de Bridges o The windblown seas have wet my hum
Hopkins que pudieran sumarse a la sabiduría de And here the beer is free.
Patmore, o a la astucia de Fred Myers (cuya poesía,
si es que existe, desconozco). Nada de esto, que yo ¡No! Aunque el verso del doctor Bridges no siempre
sepa, aparece en las peores antologías aceptadas, n i salta con la gacela, corcovea con el cimarrón, corre
lo ha publicado el señor Housman, con la ligereza del antílope, n i de ninguna manera
Podría, si el señor Housman se interesa, propprcio- llena el pecho de "truenos y oleajes", y aunque
narle una lista de obras que, si no están específica- Gerard Hopkins no tenga el hábito de variar su
mente catalogadas como "tratados de versificación", movimiento al cambiar lo que uno cree la emoción
"prosodia en diez lecciones", "guia a las musas para subyacente, no puedo creer que n i Bridges n i H o p -
niños", por lo menos le darían una idea a q uí y otra kins quedaran del todo satisfechos con el ejemplo que
allá; y no es que quiera meterme con los solaces de eligió Housman.
nadie. La prosa del señor Housman procede con una sua-
Todo ello no quita que la nota de Housman que vidad que el autor presente está perfectamente dis-
aparece en la página 8 con letra p e q u e ñ a sea uno de puesto a envidiarle. Sólo u n juicio predispuesto sería
los resiunenes más magistrales de u n p e q u e ñ o sector de capaz de negar esto, y sólo el que escribiese con irrita-
los problemas de la versificación que yo jamás haya te- ción dejaría, me parece, de percibirlo. Se va de con-
nido el placer de encontrar. Dudo que alguien haya traste en contraste, la competencia bien conocida del
logrado hacer algo mejor en inglés, es decir, que señor Housman hasta cierto punto, y los sorprenden-
haya logrado en tan breve espacio hacer una lista tes y súbitos límites de sus conocimientos; si fuese u n
mayor de asuntos tan importantes y algunos de ellos palurdo o una persona a sueldo de la prensa amarilla,
fundamentales. no nos sorprendería que cite a Johnson como fuente
L o que maravilla es que haya querido conformarse de la repetición que hace de Aristóteles; ¿pero u n
con la ayuda de Myers y Patnrore. La duda particular profesor de latín, u n lector, por gusto, en "varias len-
surge con los ejemplos específicos de Housman de lo guas"? ¿O quizás se deba a que Aristóteles era griego?
que supone un tiiunfo particular. ¿Por qué, por Y en cuando a "the dawn in ntsset manile", que es
ejemplo, "dejamos de galopar sobre el caballo de un perfecto ejemplo de Aristóteles por vía de la
Caliender y empezamos a volar con Pegaso" (cual "marca indudable del genio" de Johiison, no veo poi-
águilas que bollan las estrellas, etc.) cuando^ trope- qué ha de proporcionar un placer puramente inte-
zamos con un verso escrito en la siguiente medida, lectual e intelectualmente frivolo, y no poseer más
más fácil de parodiar que de transcribir? virtudes que u n anagrama.
T a l vez la suavidad de lo que escribe Housman no
Come, linnium Greek, Ulysses, come^ se lleva con la precisión del pensamiento.
Cai'ess iliese siiores xúitli me: Sugeriría una corrección en la página 19. T a l como
^ O "tum", como puede .ser e l caso.
está se nos invita a suponer que la "inteligencia" (se

102 103
discute el siglo dieciocho) implicaba "alguna repre- 22) han de calificarse, sinceramente dudo de que los
sión y acallamiento de la poesía". últimos sean inferiores a los primeros. ¿El contenido
La inteligencia nunca hizo cosa parecida. (Reí'. más o menos parejo y la métrica del siglo dieciocho
"Ecstasy", de Donne, " V o i ch'avete intelletto d'amo- algo más limpia?
re", " V o i ch' intendendo i l terzo ciel movete", ¡y La tendencia general del discurso de Housman
hasta los hábiles comentarios de Homero!) sobre lo poco deseable de confundir la poesía con
La forma particular de afirmación abstracta, volte- "pensamientos elevados expresados en lenguaje her-
riana (viene de Bayle, viene de Quevedo, viene'de la moso y florido", no puede sin embargo sino beneficiar
Antigüedad) especie de reducción ad absurdiim, etc., a sus lectores.'Supongo que cuando habla del "siglo
cara al siglo dieciocho, tuvo su efecto sobre el verso. dieciocho" quiere decir ese siglo en Inglaterra.
No tenían método ideograma tico o no lo habían Nuevamente m i pedantería (aunque no soy como
transformado en. sistema y no sabían nada acerca de el señor Housman un profesor con honores, bene-
los pescados del Profesor Agassiz, pero confundir la ficios n i prebendas eclesiásticas) se rebela ante una
tendencia a la declaración abstracta general con la cuestión de nomenclatura. Housman ha traído de
"inteligencia", loiil boiincineiit, es pecar contra to- los cabellos un "siglo dieciocho" que define como
dos esos cánones admirables de nomenclatura que el condición y no como medida cronológica, y encuentra
señor Housman alabó tanto (en las dos páginas ante- bastante justificación para esta extensión del lenguaje,
riores). aunque no encaje del todo en el color estipulado de
"La poesía del siglo dieciocho", dice el señor su doctrina.
Housman, "era muy satisfactoria cuando no intentaba Pero, ¿estará bien así? Dryden, de acuerdo con m i
ser poética." ¿Y la de otros siglos? Otra vez encon- diccionario de fechas, respiró entre 1631 y 1700,
tramos una curiosa trilogía: "sátira, controversia y Crabbe entre 1754 y 1832.
burla". ¿Qué h a b r á hecho la sátira para que la en- J a m á s le he dicho a nadie que lea a Dryden, que
contremos tan confundida? ¿Y q u é le dijo Hermcs a parece ser el demonio principal y anti-Eliótico en
Calipso? el cosmos del señor Housman, pero, ¿perteneció
El señor Housman debe estarnos exhortando, real- Crabbe hasta el cuadragesimosexto año de su vida
mente vamos en camino de las mayores altiu-as posi- al siglo dieciocho por cronología o por definición
bles, donde Homero, Ovidio, Dante y Chaucer en- espiritual?, y, ¿no es verdad que Landor está bien
contrarán difícil entrar. Su santuario se debe estar metido en los días más chochos de la reina Victoria,
reduciendo. no sólo por la cronología de su adolescencia, sino
"Le poinie de la pyramide", dice Brancusi, "on por su afinidad con la definición de Housman?
est 1(1, on ne petit pas botiger." Nuevamente los designios de la mente de Housman
La referencia de Housman a la "gran parsimonia se hacen insondables; después de condenar lo bur-
y tacto" quizás lo defina a él. Si los ejemplos de cuco lesco y menospreciar a G i l p i n por carecer de subli-
desteñido del siglo diecinueve y dieciocho (página midad, nos sale con:

104 105
Uprose the sun and up rose Emily Housman tiene la protección del cielo. La maldición
de Isaías, que le hace temblar a l pensar que había
como lo chauceriano inmejorable. Dios sabe que yo caído en los años oscuros del Tratado de Utrecht, ha
no quiero mejorarlo, pero, ¿es ésta la cumbre de la inundado su país durante las regencias literarias de
seriedad a q u í lograda, o escuchamos una risilla chau- •Marsh y Abercrombie (1910-1930), y el señor Hous-
ceriana? O, de todas maneras, ¿podrá el lector que man ni siquiera se ha enterado.
conoce a Chaucer, pero sin i r a buscar el contexto, ' Y el Polo Norte le dijo al Polo Sur: "Heteróclito
suponer que este verso es más expresivo o que está es el hombre y seguramente hay lugar para muchas
más cerca del corazón de la selva oscura de otro, etc., divergencias."
que algún verso del fierabrás Alex? Cualquiera capaz de escribir frases tan suaves y
Que los cielos sean testigos de que yo, bajo n i n g ú n aliñadas como las del señor Housman con tan
pretexto, y entre todos los hombres, no quiero que abierta sinceridad es una bendición para... para el
Juanito Dryden sea exhumado de nuevo. Ya sea por lector actual —aunque sólo sea por chocar contra
madurez de la sesera, ya porque desde m i más tem- otro punto de vista tan extraño a toda preocupación,
prana niñez he estado a salvo por asociación de ideas y de actitud tan completamente opuesta.
con la primera sílaba del apellido de John [Dry: "No hay ninguna verdad", dice Housman, "dema-
seco] —y los esfuerzos del señor Eliot sólo han servido siado valiosa, ninguna observación demasiado pro-
para fortalecer m i resolución de nunca jamás volver funda, n i n g ú n sentimiento demasiado exaltado ¡Dará
a abrir a John Dryden, sus obras o algún comentario expresarlo en prosa." • -
sobre ellas—, pero si algo pudiera suscitar interés en No estoy calificado para hablar de sentimientos
esa monumental aridez sería el aislamiento de alguna exaltados, pero yo diría que no hay ninguna idea
afirmación bastante sensata sobre Chaucer ilustrada que valga la pena tener en la cabeza año tras año, y
en su favor y en su contra; en su contra, por tres n i n g ú n cuento lo suficientemente bueno como para
rebuznos tan grandes como IVIilton; ¿en favor? bueno, que yo quiera contarlo, que no se resienta con la
quizás sin mucho éxito. llaneza de la prosa, no sufx-a por una formulación
En una palabra, Dryden dio con un término crítico inadecuada, no me deje con la impresión de que se
bastante bueno", pero siendo bobo por natui'aleza, no ha hecho a medias, o se ha dicho de una manera
pudo obtener gran claridad de tal accidente. Lo que abstracta, o definido en términos tan elásticos que
me maravilla es cómo nadie que esté decidido a re- cualquier mono puede estirar esa definición para
crearse "con lo mejor", y sin embargo con un campo ajustaría a su propia pobreza o acomodarla a su
tan limitado (aparentemente) de lecturas, haya po- propia imbecilidad, hasta que no se una a la música,
dido, entre una cerveza y otra, traspasar, transgredir o por lo menos se le dé una definición rítmica aun-
y llegar hasta el punto de citar tantas líneas de los que no se llegue a definir su articulación total.
enjalbegados del señor Dryden sobre Chaucer. En cuanto a "unas ideas sí, otras no", etc., el señor
Por otra parte, no cabe duda de que el señor Housman es demasiado "selectivo". N o es la idea.

106 107
sino el grado de su definición, lo que determina su
impedido escribir poesía! Vale tanto como declarar
aptitud de llegar a la música. , . ,
que los rieles del ferrocarril paran a la locomotora.
Es obvio que hemos llegado a una encrucijada; "Si
Nadie dijo nunca que la harían caminar.
la poesía tiene significado tal vez sea bueno deter-
La adoración del tonto de aldea, ¿es quizás algo
minarlo", Housmani^ " E l amor intelectual por una
exclusivo de Inglaterra? Hasta los irlandeses prefie-
cosa consiste en la comprensión de sus perfecciones",
• ren pensar que la mente del hombre está en alguna
Spinoza. T a m b i é n "le style c'est l'homme", vir
parte, aimque se haya, marchado con las hadas.
quidem, que para lo que me importa pudo haber sido
Cuando llega a afirmar que Shakespeare escribía
toda la latinidad, o todo el hombre mediterráneo,
"insensateces", o al ejemplo que da: a) La muestra
hecho verbo y articulado.
no es de ninguna manera insensata, fe) E l intelecto
En la página 38, el señor Housman desciende al
ha estado en función plena, ya que Shakespeare es el
sentimentalismo, a la indefinición, a la ambigüedad,
técnico inglés sin paralelo, y tuvo la sabiduría de
al retorcimiento de palabras, y está a punto dé
concentrar su técnica en el punto en que el intelecto
acabar el respeto que sentíamos por él. Si la palabra
más iluminado concentraría naturalmente la técnica,
griega ahí traducida significa "locura" en el sentido
es decir en la distribución de sus sonidos, en las
en que Smart y CoUins y W i l l i e Blake tenían que
veintiséis letras de su alfabeto, en la calidad 'y dura-
pasar uno que otro f i n de semana en el manicomio;
ción de sus sílabas y en la fuerza variable de sus
si significa algo más que cierta tensión emocional, o
acentos, para lo cual saqueó los cancioneros italianos.
exceso mental, no más demente que la ciase de exceso
Hablo de los poemas impresos con la música más
físico que pez'mitía al negro Siki bailar espalda
que de ¡Dáginas que sólo contienen letras impresas.
contra espalda con su contrincante en el cuadrilátero
y darle golpes por encima de su cabeza, o que ¡El mayor técnico, el verdadero escritor inglés del
permite a la hormiga sable cortar en pedazos a una Epos, retando al material dispar de las Historias,
araña, entonces Platón era un puerco, un mono, el aplicando de nuevo su menle! Fue menester un
piojo de u n piojo, u n mentiroso impertinente y sin Miltoir con orejas de burro para que pudiera pasar
¡M-incipios, que se aparta de todos los hechos feha- esa imbecilidad sobre los cantos de pájaro tan caros
cientes de la poesía griega, ninguno de cuyos grandes a la epiglotis de Wordsworth.
autores fue lunático, masticalunas, tonto de aldea, Para admirar la métrica de algunos poemas de
o imbécil, como no lo fueron los mejores latinos, n i Blake hay que olvidar a Lewis Carroll.
Dante, n i Guido, n i Villon, n i Gautier, Corbiére, Que haya una fuente de poesía en alguna parte
Browning; y el señor Housman puede guardarse esta del loco cíe W i l l i a m , yo sería el ú l t i m o en negarlo,
baba sentimental en la mochila, y emplear sus ha- pero que las furias y los oleajes ganen al ser presen-
bilidades en lanzar dardos en la taberna más cercana. tados en el dialecto de
¡Seis peniques de gratificación por cualquier caso
Tijier, Tiger, calch'em qnick!
auténtico de alguna persona cuyo intelecto le haya
All the liille larnbs are sick,
108
109
me inclino a negarlo. E l señor Housman discute por
a q u í cuan poético viene a ser aquello que no es i n -
telecto cuando se expresa en un lenguaje inconmen-
surado. ZONAS CRITICAS 1
Recuerdo algo de Herrick que no pierde nada
porque su autor haya estado lúcido: I

Your dew drinks offerings on my iomb La crítica tiene, cuando menos, las siguientes cate-
gorías, que difieren bastante en cuanto al volumen
o algo por el estilo. de su manifestación verbal, y no igualmente delimi-
Sospecho que el señor Housman adolece de falta tadas.
de curiosidad. Ya que parece no haber considerado 1. La crítica por discusión, que va de la simple
verso alguno que no tenga u n buen golpe en cada palabrería, las distinciones- bizantinas y la descripción
sílaba alterna, o al menos basado ¡Drincipalmente en de tendencias hasta el registro y clara definición de
el sistema de sílabas ti Tum ti Tum ti Tum, a veces los procedimientos y el intento de formular princi-
hasta diez sílabas. pios más o menos generales.
En la página 47 nuestro autor desciende, profun- Aristóteles, que no era n i poeta n i imbécil com-
damente, a esa jocosidad que se espera de los que pleto, se contentó con formular algunas relaciones
han merecido palmas académicas, y que sienten la generales interiores y exteriores de las obras ya exis-
necesidad de no estar tan tiesos: de conocer, de tentes.
mezclarse humanamente con el público. Ratas, te- Seguramente es el padre de la mayor familia
rriers, el !'erizarse" de la piel del señor Housman bastarda de todos los filósofos. Fulano, Mengano y
bajo la navaja de afeitar, si algún pensamiento Perencejo, todos tratan de decir lo que el próximo
poético atraviesa su memoria, y por último ¡Fanny escritor debe hacer.
Brawnel Dante, que era capaz de realizar la obra y de
tener ideas generales, registró parcialmente sus cono-
Milton thou should'st he living at this hour! i cimientos.
2. La crítica por traducción.
3. La crítica que consiste en practicar el estilo de
determinada época.
Así como no se pueden tomar en serio los cono-
cimientos de tenis de un individuo hasta no verlo
jugar en algún torneo, así podemos suponer que
1 Make it new, 1934, L o n d r e s , Faber and Faber L t d . ; 1935,
• E u tiuiiUo p o d r í a h a b e r dado conferencias en C a m b r i d g e . N e w H a v e n , Y a l c U n i v e r s i t y Pre-ss.

,110 111
No hubiera tenido caso pedir indulgencia mientras
hasta que un hombre no domine efectivamente de- las apariencias estaban tan en contra mía, quiero
terminados procedimientos debe haber en ellos m u - decir mientras la apariencia de simple descuido diera
chos elementos que no conoce bien. base para el argumento y el lector de mala voluntad
Esto introduce una nota casi- personal, o cuando tuviera amplio fundamento para sus demostraciones
menos una contestación tardía a los quejosos que hostiles.
objetaron el que yo me pasara tres días traduciendo
a Fontenelle, diciendo que yo debía estar realizando
una obra original y no malgastando energías en la
n
traducción. Tomaron la Divagación como prueba de La crítica, hasta donde yo he podido saber, tiene dos
que yo estaba perdiendo el tiempo. funciones:
4. La crítica por vía musical, que significa sencilla- 1. Teóricamente trata de preceder a la composi-
mente ponerle m-úsica a las palabras de u n poeta; por ción, servir de mira, aunque creo que la previsión
ejemplo en Le Testamenta, a las palabras de V i l l o n , J A M Á S ha servido en lo más m í n i m o a nadie excepto
y en Cavalcanti, en que les he puesto música a las a los creadores. Quiero decir que el que puede formu-
palabras de Guido y .Sordello. En la famosa carica- lar cualquier principio coordinador por adelantado
tura de Eduardo y Alfonso, sentados en u n banco es el mismo que produce la demostración.
del Bois, el monarca más viejo le dice al joven: "A Los demás que aplican el principio generalmente
vütre age fétais seulement Prince de Galles, c'est le aprenden del ejemplo y en la mayoría de los casos
seul moyen de bien connaílre Paris." simplemente lo diluyen y oscurecen.
Ésta es la forma más intensa de la crítica con excep- Creo que casi siempre se encontrará que la obra
ción de; deja atrás a la ecuación formulada o cuando menos
5. La crítica mediante una nueva composición. a la publicada, o cuando mucho proceden como los
Por ejemplo la crítica sobre Séneca en el Agón del dos pies de u n bípedo,
señor Eliot es infinitamente más viva, más vigorosa 2. Excernimiento. El ordenamiento general y des-
que en su ensayo sobre Séneca. yerbamiento de lo ya hecho. La eliminación de lo
Hace años cometí el error de publicar un volumen repetido. Faena análoga a la que llevaría a cabo un
(Instigations) sin decirle claramente al lector que el buen comité seleccionador o u n director de una
libro tenía cierto propósito y plan. Siguiendo a una Galería Nacional o u n museo de biología;
época de gran confusión y desatino, en que el El ordenamiento de los conocimientos para que
disfraz era mucho más común que cualquier clase el que sigue o la generación siguiente pueda descu-
de coherencia, tan violento .rompimiento con la brir inmediatamente la parte viva y pierda el menor
costumbre del gran público es perfectamente inútil, tiempo posible en cuestiones obsoletas. ^
y quizás sea injusto con aquellos lectores que habitan "Confesé que no tenía nada que ver con la vida
l a zona intermedia entre el intelecto fulgente y les pero que no se. podía modificar, por eso no me ma-
cuistres.
113
112
triculé en el curso." (Carta de u n estudiante de él solo TODA U N A NUEVA BIOLOGÍA. Cuando muclio
Cambridge, noviembre de 1933. L a carta se refería espera explorar u n campo limitado, mejorar el cono-
a u n curso de economía y no de literatura, pero es cimiento de algunos detalles y si tiene suerte, aclarar
Un ejemplo demasiado bueno del espíritu académico, las relaciones dentro de ese campo, y de ese campo
¡ay de m i l del espíritu "universitario" para no apro- con el exterior.
vecharlo.)
No se espera que necesariamente los bacilos en un
Es imposible tratar todo el asunto de la educación,
tubo de ensayo nos informen respecto a los de otro
de la "cultura", del paideuma, en u n solo volumen
gracias a u n mero razonamiento lógico o silogístico.
de crítica literaria. L o que el señor Eliot llama
El buen científico de tarde en tarde descubre seme-
"Para- quié n sabe q u é " no necesita ocuparnos por
janzas, grupos de familias, comportamientos pare-
unos cuantos centenares de páginas, salvo para decir
cidos en presencia de reactivos parecidos, etc. Mark
que la educación universitaria de mis tiempos fra-
Carleton "el grande" mejoró el trigo norteamericano
casó por falta de atención a su círculo de referencia:
por medio de una serie de búsquedas. N o veo por qué
(a) La sociedad en general.
una seriedad semejante deba ser extraña al crítico de
(6) La vida intelectual de la nación en general. las letras.
Supongo que esto era igualmente cierto en Ingla- E l lenguaje no es una mera curiosidad de gabinete
terra, en los EE. U U . y en varias naciones más en u objeto exjjuesto en un museo. Decididamente, fun-
las cuales no he tenido experiencias tan dolorosas. ciona en toda vida humana desde la vida tribal en
Ya se pasó el tiempo en que era posible engañarse adelante. N o se puede gobernar sin él n i hacer leyes.
a uno mismo con u n "brillante" o cualquier otro tipo Es decir, se pueden formular leyes, pero éstas se
de genei-alización. E l filósofo contemporáneo al estilo tornan berenjenales para el peculado y la discusión.
griego, cuyo sistema consiste en una intuición (cuan- "Hay que determinar el sentido", etc.
do mucho) profunda y más o .menos central y muchas Hay otros medios de comunicación humana pero
hipótesis no verificadas, analogías y detalles no exa- todos están definitivamente limitados a sus departa-
minados con cuidado, ya no llama la atención. Desde mentos específicos, inmediatez plástica, relaciones
Leibnitz (cuando menos desde Leibnitz) la filosofía matemáticas (en música o ingeniería) y en el terreno
ha ido a la zaga de la ciencia material, y .sólo se de- limítrofe donde u n poco de lenguaje muy claro tiene
dican a ella individuos de tercera categoría. que acompaña r a la expresión técnioi (aunque sólo
N o es de esperarse que el conocimiento de la se trate de ima etiqueta en la fotografía o diaposi-
conciencia humana, o de su más eficaz material re- tiva). N o importa cuánto se acepte de la teoría de
gistrador, el lenguaje, pueda prescindir de un pro- Frobenius de que el paideuma es individual, ya sea
gi-eso en los métodos que esté a la par, cuando me- que se tome esto como un hecho, o como un modo
nos, con el de las ciencias particulares, n i C|ue ningún conveniente de correlación, el idioma hablado no
individuo pueda escaparse de todas las limitaciones sólo es factor principal sino seguramente uno de los
de sus compañeros. N i n g ú n biólogo espera formidar más potentes, y su importancia crece progresivamente

114 115
conforme madura cualquier civilización. Ya sea i^a- lo conocieron opoi-tunamente pero que no convivie-
labra impresa o idioma de tambores africanos, todo ron con él tan íntimament e como yo. Fenollosa m u r i ó
lenguaje tiene que ver con la vida en común de la en 1908. Yo empecé un examen comparativo de la lite-
gente. Así como el lenguaje se vuelve el más poderoso ratura europea en o alrededor de 1901, con la inten-
instrumento para la perfidia, también es cierto que ción precisa de saber q u é era lo que se h a b í a escrito
es el único medio de atravesar la m a r a ñ a de confu- y cómo. En cuanto a los motivos supuse que diferían
sión y malos entendimientos. Empleado para ocultar con los escritores individuales.
el significado, para osciu'ecerlo, para ¡producir el ab- Rodolfo Agrícola, siglos atrás, había indicado cuan-
soluto y total infierno del siglo pasado... cuya discu- do menos tres grupos principales de projíósitos lite-
sión me llevaría más allá de los límites de este volu- rarios;
men. . . en contra del cual SÓLO el amor al lenguaje, al "Ut doceatj ut movcat, ut delectet",
registro exacto mediante el lenguaje, nos puede valer.
Y si los hombres lo descuidan por mucho tiempo sus divisiones que, supongo, proceden de la Antigüedad.
hijos se encontrarán de limosneros y sus vastagos Además de estas zonas generales, discernimos ahora
traicionados. Existen ya resúmenes de mis conclusio- más allá y, en vez del simple proceso o técnica en la
nes después de una búsqueda de treinta años (Cómo obra aislada de determinada época, notamos las mo-
leer, ABC of Reading). dalidades, los hacinamientos generales de ecuaciones
E l volumen presente es una colección de informes implícitos en "el estilo de la época". Es decir un
(en el sentido usado por los biólogos) sobre es- modo de escribir que implica u n acuerdo muy grande
critos específicos, empezados con la esperanza o con entre escritor y lector, entre escritor y un orden de
los fines de la crítica y de acuerdo con el método vida, así como un porcentaje de diferencia considera-
ideogTamático, que he encarado muy al principio en blemente bajo,
m i Artista Formal y ahí ejemplificado en u n caso "Toutes mes chases datent de quinze ans", dice
cuando menos; indicado seriamente en El ideograma Brancusi. N o hay nada muy nuevo en esta sección
chino escrito de Ernest FenoUosa, tratado a h í en prefatoria, sólo quiero ahorrar tiempo al lector con-
forma narrativa en vez de como métod o que habría densando lo que he dicho, en vez de publicar de
que poner en práctica. Este método es una conclusión nuevo una cantidad considerable de material impreso,
demasiado necesaria de toda la actividad más inte- cuyos fines iniciales ya han sido satisfechos,
ligente de muchas décadas para que exista la menor
duda acerca de que pertenezca o no a alguien en III
particular,
E l trabajo de Fenollosa me fue presentado en ma- Parábola del cahnllo y el agua
nuscrito cuando yo estaba preparado para recibirlo.
Me ahorró muchísimo tiempo. Seguramente les aho- Podemos llevar a un hombre a Perugia, o a Rorgo
rrá menos a un n ú m e r o limitado de escritores que San Sepolcro, pero no podemos hacer que prefiera

116 117
una cla.se de pintura a otra. L o único que podemos debía man teneres dentro de ciertos límites. Etcétera,
hacer es evitai- cjue crea que liay una sola clase de etcétera.
pintura o literatura, o sólo dos o tres, o una gama El que la tontería de estos cuistres haya quedado
limitada. en evidencia tan tas veces, hasta la fecha no ha tenido
C u á n d o hablamos de estas cosas con u n colega, le casi n i n g ú n efecto sobre el negocio de los libros. Una
escuchamos discurrir sobre cosas que no conocemos prueba en contra de este sistema demente es la clara
directamente, le decimos lo que él no sabe y luego incapacidad de estos conjurados para hacer cosa
intercambiamos opiniones .sobre las cosas que ambos alguna por infundir vida a las letras. Siete ciegos
hemos visto. para escoger las balas del pelotón. Incompetentes
A l buscar un nuevo paideuma, sea la que sea la estériles encargados de gastar las rentas de millones
utilidad que pueda tener m i crítica a la larga, ha sido ya n i siquiera en monumentos eu que los hechos se
por muchos años m i intención investigar las relacio- pueden determinar con relativa facilidad, sino magari
nes de cuando menos cierto n ú m e r o de fenómenos para ESCOCER a los paladines de m a ñ a n a , el talento
literarios (bloques de manifestación verbal) sin lo que surge, cosa que constituye un procedimiento tan
cual cualquier opinión sobre la literatura como tal sutil que el mejor de los mejores lo emprende con
tiene que ser incompetente, defectuosa hasta tal sumo cuidado.
punto que tiene que producir u n "dolor" proporcio- Las pruebas no han servido para nada. Es obvio
nado a la sensibilidad del oyente o excitar su capa- que la habilidad para escoger a los triunfadores no
cidad para la risa. ha afectado los dominios de la acción material. Los
La crítica inglesa y norteamericana de la genera- mismos que se han equivocado sin interrupción
ción anterior a la mía, y la completamente desprecia- década tras década, que persistentemente y a interva-
ble y condenable actividad de la burocracia literaria los de diez, cinco o hasta menos años han escrito
en el poder (materialmente atrincherada en las ofici- largos artículos analizando a autores ahora relegados
nas de redacción, casas editoras, etc.) ha estado ocupa- al olvido, todavía decretan q u é libros.se han de pu-
da principalmente con la afinnación inane de que la blicar, q u é libros han de comprar la enorme cantidad
jirafa no existe, y magari no sólo de la jirafa sino de bibliotecas Carnegie. Hasta la fecha n i n g ú n editor
de tribus enteras de animales como el puma, la pan-
"establecido" ha llegado a publicar libro alguno de
tera y el conocidísimo búfalo indio. Ovejas y bueyes
autor novel, ni, de hecho, ningún libro que yo haya
castrados sí h a b í a n visto, pero a n i n g ú n W . H .
recomendado (a no sei- que se puedan contar una o
Hudson se le iba a permitir que regresara de los
dos antologías). Semejante condición resultaría sin
Andes con informes acerca de "aves antiguas sobre la
tierra", n i n g ú n Beebe había de descender con un duda cómica en los altos círculos intelectuales del
di,spositivo para sacar más especies de peces del pugilismo o las cari'eras de galgos, j>ero es grave y
fondo del mar. La mayor de todas las bestias era el solemne e n . . . bueno, supongo que no son las faldas
alce del Canadá, etcétera. El concepto de fauna del Parnaso... El monte sigue intacto, el agua de la

119
118
fuente todavía es excelente. Palux Laerna ha existido
alinearon DESPUÉS de recibir la inyección hipodérmica
desde siempre.
vía Londres. Hasta Frost, ese preciado ejemplar de lo
Mis editores actuales sugirieron, o cuando menos
autóctono, hizo su debut en Londres y ganó el forzado
uno de ellos sugirió que incluyera en este volumen
reconocimiento bucólico local de la Nueva Inglaterra
mis primeras reseñas sobre autores de m i generación.
desde Kensington, W . 8. Las pitees justificatives son
N o sé de q u é serviría. Este libro debe imprimirse
los archivos de Poetry y el Egoist de octubre de 1912
para ser leído, cada página debe transmitir cuando
en adelante. La Little Review, 1917-19, mensual, con
menos algo al lector. N o estamos a q u í para pasar u n
los números trimestrales posteriores. La hiél para la
examen. Si hay u n grupo de auditores que desee
tribus ciinicium es que si. no fuera por el presente
verificar las cuentas de las transacciones literarias
execrable escritor vaiios individuos molestos se hu-
pasadas todavía puede encontrar suficientes datos
bieran quedado en el anonimato y que ese olvido
en el Museo Británico y debe haber unos cuantos
hubiera sido mucho menos perturbador para su letar-
ejemplares de mis volúmenes agotados que todavía
go, pereza, etc. T o d o lo cual tiene y siempre ha tenido
no hayan sido robados de las bibliotecas públicas de
su lado chusco, ahora cada vez más aparente al desa-
Nueva York y Brooklyn.
pasionado testigo del humano tumulto.
Quedemos en que la función de la crítica es esfu- Saliendo de los cenáculos, de apariciones dispersas
marse cuando ha establecido sus disociaciones. Baste en revistas desconocidas, las siguientes fechas pueden
decir que de 1912 en adelante por más de una década, hacer las veces de reimpresiones que serían más
f u i responsable de forzar la publicación y, secunda- costosas: Caiholic Anthology, 1915, por haber pu-
riamente, de comentar ciertas obras que ahoi'a acepta blicado dieciséis páginas de Eliot (poemas después
como válidas todo lector competente; las fechas de publicados en Priifrock). Crítica de Dubliners de
las distintas revistas, antologías, etc., se pueden com- Joyce en Egoist, 1916, y la serie de notas sobre la
probar. Rene T a u p i n se molestó en investigar muchas obra de Joyce publicadas desde entonces en adelante.
que se me habían olvidado. L a afirmación descui- Gestión para la publicación de Joyce por entregas
clada, debida a la pereza (de hecho quizás más al y erj volumen, Egoist, Little Review, culminando con
desorden mental general que a cualquier otra causa) la crítica de Ulysses en el Mercure de France, junio
o al orgullo y prejuicio locales, o a la tendencia de 1922. Ésa fue, creo, la primer crítica francesa
a cjuedarse en cómodas actitudes heredadas invalida a seria del señor Joyce (es decir, escrita en u n "francés'
cierta cantidad de literatin-a "tie divulgación". un poco extraño, pero de todos modos comprensible.)
Creo que hay u n solo error considerable de esta Se puede comentar a q u í que el Mercure fue fun-
clase actualmente en los EE, U U . , y consiste en pen- dado sobre principios decentes; lo caracterizaba u n
sar que los grupos locales cjiue se quedaron en francocentrismo impersonal, pero se apegaba a los
casa hayan hecho ALGO por el sLil'nuovo o por el hechos y creía en la discusión abierta. Habiendo sido
despertar. Robinson sigue perteneciendo al estilo la gran revista literaria de Europa por más décadas
viejo, Lindsay sí tenía brillo propio, los demás se de las que podemos recordar, la decadencia del

120
121
Mercure se debe solamente a la fatiga natural de los el eterno collar de caballo de la comunidad anglosa-
hombres que envejecen y que han sobrevivido a su jona.
vigor. No se trata de una estultificación voluntaria El hecho de que ciertos autores tientan ahora la
o de u n rechazo de la información disponible. avaricia de Tauchnitz y otros me parece que elimina
La respuesta de Valette a m i comentario sobre la la necesidad de reparar o volver a inspeccionar los
deficiencia de las notas sobre literatura norteame- argumentos usados hace años para llamar la atención
ricana en el Mei'cure fue ofrecerme la sección.. . en reacia.
un momento en que yo no podía hacerme cargo de En unos treinta años más quizá la idiotez rampante
ella. Cualquier revista literaria contemporánea re- de dos décadas de editores también q u e d a r á al clescu-
conocida, inglesa o norteamericana, hubiera tratado bierto.^ Quiero decir su miopía; y especialmente su
de proteger alguna forma de ignorancia o incompe- política de falsificar la moneda literaria hasta el
tencia. punto en que ya no e n g a ñ a ni a las gaviotas. El
T a l vez m i crítica del señor Lewis se debía jDrin- negocio malo excepto para las imitaciones de Edgar
cipalmente a su capacidad para la organización tle las Wallace, porque la avaricia dé la ganancia inmedia-
formas, pero además de Blast y la escultura de
ta los cegó y no vieron la necesidad de mantener
Gaudier, Tarr fue publicada por entregas en el
viva una m í n i m a invención, de cultivar aunque fuera
Egoist y la redacción extranjera de la Little Review
un poco de buen grano para una cosecha nueva,
fue aceptada "para que la obra de Joyce, Lewis,
de apreciar ese m í n i m o de percepción adicional, de
Eliot y la m í a apareciera pronta y regularmente y
en un solo lugar, sin retrasos inanes e idiotas". {Lit. honradez indeseable, que separa, digamos, a McAlmon
Rev., mayo de 1917.) Además del Ulysses (hasta que de Sinclair Lewis, y hace que éste sea tan aceptable
fue públicamente prohibida por subditos 100 por al tonto cuyas limitaciones reconocidas él pinta, sin
ciento adictos a Woodie Wilson el maldito) y poe- sacar el a r p ó n de algo que afecte la vanidad perso-
mas de la segunda fase de Eliot, la revista publicó nal. ¡Nueva York eterno chivo expiatorio! A ñ o tras
varios de los más activos cuentos del señor Lewis. año, década tras década la misma falta de sensibili-
Creo que se nos suprimió por Cantleman's Spring dad. Los EE. U U . ahora abundan en libros impresos
Mate antes de que se nos suprimiera por la inde- y escritos imitando a McAlmon, inferiores al original.
cencia de Bloom. Que yo sepa todavía no se publica un solo libro de
La decisión en contra de Ulysses ha sido revocada, McAlmon en su propio país.
como supongo que todos sabrán, pero esa ley idiota Una vez Antheil me dio una lista de compositores,
sigue formando parte de los estatutos norteamerica- ahora olvidados, que desde 1860 h a b í a n sido salu-
nos. L a maquinaria legal que implementarí a alguna dados a intervalos sucesivos como de verdadera i m -
futura idiotez parecida a la supresión de Ulysses portancia en los EE. U U . en perjuicio o detrimento
subsiste, y sólo falta una recaída en la época de de los compositores que recordamos.
Andy Mellon para producir otra sonrisilla por entre No es la vox populi. Uno tiende a hablar del

122 123
gusto popular, cuando lo que h a b r í a que hacer sería un periodista expei-imentado en la siguiente frase:
buscar a los que manejan el oráculo. "Claro que la revolución ha ocurrido pero todavía
E n este punto se vuelve cada vez más diíícil dejar nadie se lo ha dicho a la prensa."
de hablar de los Tactores económicos. O digamos que
en ajisencia de una organización decente, de un IV
sentido de responsabilidad hacia las letras, de hom-
bres que tuvieran tal sentido de responsabilidad y al Con el amanecer del a ñ o X I I de la era actual, la
mismo tiempo algo de poder o energía, los factores savia vieja del cronista corre de nuevo; por vez
económicos (control comercial, etc.) se volvieron cada primera desde que nosotros mismos éramos así, yo
vez más capaces de forzar la degradación de los estoy preparado para asumir riesgos locos y apostar
libros. Tod o culminó quizás en el retiro de sobregiros m i dinero a los potrillos de este a ñ o .
de los editores londinenses cjue no se portaban bien. Eso, sin embargo, todavía no es crónica y no entra
Comoquiera cj^ue sea, de 1917 a 1919 el producto en este libro.
británico más activo apareció en Nueva York. Nueva En el año X I I , ¿dónde estamos? Estamos en la
York tuvo la oportunidad, de ponerse a la cabeza de época de Stalin, Gesell, C. H . Douglas y de I I Duce,
l a tarea editorial pero fue demasiado estúpido para con el señor Roosevelt a ú n como figura más o
aprovecharla. La oportunidad estuvo ahí sin que na- menos nebulosa, u n poco aquí, otro poco allá, un
die se diera cuenta por una década y para estas poco para el tío que tiene la plata' (sin, a pesar de
fechas supongo que ya se h a b r á perdido. todo, dársela a los dueños extranjeros de la ídem),
Durante los años de la posguerra hasta 1924 o un poco a los fabricantes de cañones navales, un poco
1925 la actividad tanto de Inglaterra como de los la p e q u e ñ a discreta esperanza y rumor de familia de
Estados Unidos quizás era más aparente en París que que F. D . compreiide esto o lo de más allá, gran
en cualquier otra parte. maestro de la carambola. (Hoy 28 de enero.)
El nuevo grupo de emigres norteamericanos eran De lo que escribí en febrero, él, para marzo, h a b í a
todo menos los Peregrinos Apasionados de la época
admitido la mitad, dejando el resto en la neblina.
de James o los inquisitivos de la mía. Nosotros
Und so weiter. Mussolini, u n macho de la especie y
vinimos a encontrar algo, a aprender, quizás a con-
autor de la consegna de este año.
servar, pero este nuevo grupo vino disgustado, y
"Gli uomÍ7ii vivono in pochi." Frobenius trabajan-
anuncia, según creo, una época de p o r q u e r í a y degra-
dación en casa que creo que cada vez será reconocida do mucho, Cocteau "fragile ma non debole."
más claramente como tal. De H a r d i n g a Hoover no Es hora de presentar la tabla de materias:
ha habido nada limpio en el poder, Y Dios sabe que U n examen
el hedor de Wilson fue bastante. DEL habla en relación con la música, secciones I , I I .
En 1933 no vemos en los Estados Unidos n i n g ú n DEL habla I I I , I V , V.
boletín diario contemporáneo, la situación ia resume V I . Sumario general del estado de la conciencia hu-

124 125
mana en las décadas inmediatamente anteriores a la prisa, el historiador cuidadoso de los m i l novecientos
mía, el compendio de H . James y de De Gourmont. diez y pico todavía no abuirda.
V I I . Cavalcanti, el que j u n t ó todos estos cabos, la Los demás puntos creo que o bien se explican
conciencia, la profundidad de la misma permaneció solos o están mejor indicados en las notas inmediatas.
casi intacta en lo escrito entre su época y la de Ibsen
y James; quiero decir si se considera no como una J'Y TIE:NS
formulación platónica de la filosofía sino como
psicología. De nada sirve que m i moderador sugiera que en mis
V I H . Una ú l t i m a sección, que dejo para otro volu- notas sobre Monr o y Housman en el Criterion haya
men, era una revisión del pasado más inmediato. indicado ya en forma general en q u é estado se en-
Después de esa sección me he dejado guiar. Tuve la contraba la cultura inglesa en 1910-30 o 1933. N o
intención de dar al libro, en son de burla, un apén- me interesa específicamente el estado de ilustración
dice vermiforme. Pap á Flaubert compiló u n sottisier, en que se hallaban unos cuantos centenares de
yo también. Sigo tan convencido como siempre de personas muy refinadas, que tenían un interés anor-
que tales compilaciones son útiles, pero concedo que mal o superior al común en las bellas letras. Afirmo
puede no haber necesidad de reimprimir el mío por claramente que hice el sottisier, que examiné sínto-
ahora. Cuando menos los materiales están en los mas que el antropólogo visitante o estudiante de
archivos. No se puede conocer una época conocien- Kulturmorphologie hubiese anotado como "costum-
bres de la tribu britannicus", la clase de material que
do tan sólo lo mejor de ella. Gourmont y James no
el hombre c o m ú n hubiera tenido a la mano, en
fueron el total de la segunda parte de u n siglo. Hay
forma de material impreso, en la ciudad de Londres
toda clase de capas hasta llegar al fondo.
alrededor de 1918-19.
Se entiende el Ivledioevo a través de Mussato mejor Eso constituye una dimensión definida, y su exa-
que como se puede entender a través de Dante sin men una especie de medición de moeurs contempo-
Mussato; y Mussato es también una cumbre. raines. Para ser usada como contraste con cualesquie-
La afirmación de que m i sottisier, compilado hace ra otras condiciones especiales.
quince años, podría tener su equivalente en la prensa En cuanto a la opinión ilustrada: Para 1920 o
actual, no me parece que tenga nada que ver. Excepto cualquier fecha más precisa, la opinión ilustrada
por unas líneas de M i l o r d Rqchester se creería que h a b í a digerido ya a Fabre y a Frazer, cuando menos
ciertas ociosidades eran totalñiente victorianas y no al punto mostrado por los Gourmont.
pertenecían a la apretada época de la Restauración. Alrededor de 1750 la "opinión ilustrada" cUgería
Confieso, sin que me pregunten, que el sottisier la actitud de Fontenelle hacia el cosmos. L a moda-
en cuestión no hubiera mostrado nada que pertene- lidad de tal afirmación afecta sü "significado literal".
ciera a "lo mejor que se haya conocido o pensado". Para 1934 Frazer está suficientemente digerido para
Podría anzi ayudar en la valoración. Pero no hay que nosotros sepamos que los sistemas contrapuestos

126 127
de moral europea se fundan en los temperamentos de la pioesía, o si yo no hubiera querido que la
opuestos de los que creían que la cópula era buena edición sirviera de modelo para ediciones de u n
para las cosechas y la facción opuesta que creía que n ú m e r o muy limitado de autores.
la cópula era mala para las cosechas (o sea los eco- (De nuevo, siguiendo el principio de separar los
nomistas de la escasez de la prehistoria). Eso debería factores de principal importancia de los otros... en
reducir la discusión a términos más simp>les. E l este caso en gran parte mediante las fotos y la tipo-
cristiano debe decidir cuando menos si está por grafía.)
Adonis o por Atis, o si es mediteiTáneo o no. L a Me parece deseable establecer claramente la de-
utilidad precisa que haya tenido el teñir a Europa marcación entre lo conocido y lo desconocido, cuando
con una mitología ideada para explicar el clima menos en algunas zonas que sirvan de ejemplo. Hasta
'totalmente indeseable de la Arabia Petraea es, en que no se tome la molestia de hacerlo no veo como
algunas partes, oscura. se pueda escapar a cierta notable torpeza en el
Mayor esfuerzo invertido en contestar la pregunta Anschauung general.
indirecta del señor Eliot, acerca de q u é es "lo que Quiero decir, por ejemplo, como lo he dicho en u n
piensa el señor P.", quizás esté fuera de lugar en esta libro mucho m á s corto (a propósito de D o n n é en
coyuntura. Los frenesíes peculiares del culto de Atis ABC of Reading) que se puede verificar perfecta-
parecen fuera de lugar en las porciones más agrada- mente que cierto n ú m e r o de hombres en épocas
bles de la cuenca mediterránea. Creo que en n i n g ú n sucesivas ha podido entenderse con respecto a una
tiempo he tratado de ocultar a m i tan eminente gama de percepciones que niegan absolutamente otros
colega mis creencias, pero siempre he querido saber grupos de individuos.
el límite entre lo que sé y lo que no sé, como segura- Me parecería bastante anticientífico negar su exis-
mente hasta la reimpresión parcial de m i Cavalcanti tencia cuando menos como percepciones, cuando
ayudará a convencer al lector (si no, puede consultar menos como hacinamientos correlativos de datos
la edición de Genova, con placas y demás aparatos, comunicables, aunque obviamente no se les pueda
si la encuentra en el Museum Britannicum). discutir con provecho con las nueve décimas partes
L a diferencia entte lo que se sabe y lo que sólo de nuestros conocidos, y eso que sí sé hablar de ellos
se simula saber, o se deduce, siempre me ha pare- a veces con gente bastante sencilla y auténtica.
cido algo que vale la pena conocer. Obviamente, En cuanto a m i credo:
mientras más limitado es el campo más detallada
puede volverse la demarcación. Creo en el Ta Hio
Creo que es claro que sólo u n n ú m e r o limitado de
autores merecen la atención que ahí (Rime, edición Cuando una docena de gentes me hayan conven-
Marsano) doy a Guido, creo que sería discutible tan cido de que entienden esa obra tan lúcida, podré
minuciosa atención, a ú n en el caso de Guido, si yo quizás encontrar razones para aceptar una explicación
no hubiera puesto música, más tarde, a gran parte más complicada. Hasta entonces el asunto me parece

128 129
recordar el de mis últimas cuatro páginas sobre escandaloso descuido en la construcción, eri la nave-
la "gran bordona", no conozco a nadie excepto a A n - gación, o en el cuidado de las m á q u i n a s . Algunas
theil y a T i b o r Serly y quizás a otros dos composito- infamias del a ñ o X I I son tan innecesarias como
res que pudieran hacer uso de esas ¡Dáginas. E l morirse de sed en la ciudad de Londres. Hay u n
compositor norteamericano John Becker trató en TIEMPO en estas cosas.
vano de hacerlas publicar en revistas especializadas, Es obvio que no todos habitamos el mismo tiempo.
son tan útiles circulando como ahora, en copias
mecanografiadas, y en la conversación, como lo
serían en letras de imprenta.
U n poema épico es un poema que incluye la
historia. No creo que en la actualidad nadie salvo
un cabeza de alcornoque crea que sabe historia hasta
que no entienda de economía. Ya sea que se proponga
hacer algo o incitar a otros a hacerlo, es manifiesto
que no p o d r á entender a Gibbon o el Dazzi e Monti
de Gatti o cualquier otra colección de datos y docu-
mentos que verse sobre el funcionamiento, sin ese
hilo de Ariadna —la prueba es que generaciones en-
teras de supuestos historiadores no han podido. "En
donde quiera que se encuentre un M e d i d se encuen-
tran préstamos a interés bajo, frecuentemente a la
mitad del de sus contemporáneos."
Pensé, jactanciosamente, que había realizado u n
ioiir de forcé cuando reduje una ecuación econó-
mica contemporánea a lo que los benévolos llaman
verso; en el términ o de 24 horas (veinticuatro horas)
encontré el pasaje en que Dante ataca a Philippe le
Bel por haber reducido el valor de la moneda
(Paradiso X I X , 118).
Dejo intacta m i afirmación sobre anagke en las
notas sobre H . James, pero la Voluntad de Dios
cambia con el tiempo. E l naufragio de un barco del
siglo quince puede ser por la Voluntad de Dios,
mientras que un desastre en una tormenta de las
mismas proporciones ^e debería hoy en día a un

130 131
(

ÍNDICE

Una recapitulación
7

Cómo leer
25

El artista formal
64

La misión del maestro


89

La constante prédica a la chusma


98

El señor Housman en Little Beihel


•100

Zonas críticas
111

I
j
IMPRESO Y H E C H O EN MÉXICO
PRINTED AND MADE IN MEXICO
EN LOS TALLERES DE
L I T O A R T E , S. D E R . L .
FERROCARRIL DE CUERNAVACA 683
M É X I C O 17, D.F.
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Y SOBRANTES PARA REPOSICIÓN
22-VI-I978

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