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Seminarios de Residentes de Ortopedia y Traumatología

Pontificia Universidad Católica de Chile

FIJADORES EXTERNOS

Dr. Jorge Filippi Nussbaum


Residente de Tercer Año

Octubre de 2004
INTRODUCCIÓN

Un fijador externo es un dispositivo situado fuera de la piel que estabiliza los


fragmentos del hueso por medio de agujas, tornillos o clavos conectados a una o más
barras o tubos longitudinales. (Manual AO).
La fijación externa, descrita por
primera vez por Malgaigne en 1840 (FIG 1),
presenta ciertas ventajas que le permiten ser
el método de elección para estabilizar ciertas
fracturas, en especial cuando hay gran daño
de partes blandas.
Dentro de las ventajas se encuentran:
1. Menor lesión de la vascularización
ósea
2. Mínimo daño de partes blandas
3. Útil en estabilización de fracturas expuestas
4. Posibilidad de cambiar configuración sin necesidad de nuevas cirugías
5. Buena alternativa cuando hay riesgo de infección
Las desventajas están principalmente relacionadas con la comunicación entre el hueso
y el exterior por los orificios de entrada de los tornillos:
1. Penetración de agujas o tornillos a través de tejidos blandos
2. Restringe movilidad articular (en algunos casos)
3. Infección en orificios de entrada de los clavos
4. A veces poco tolerado por el paciente

En los últimos años, con el desarrollo de técnicas de fijación interna de mejor calidad
y con métodos mínimamente invasivos, el fijador externo, ha pasado a ser una
herramienta reservada principalmente para el manejo de fracturas cuando hay extenso
daño de partes blandas o cuando se requiere un manejo rápido y transitorio de fracturas
de huesos largos en un paciente que presenta lesiones que comprometen la vida en
otros órganos. Otra indicación importante del fijador externo es en alargamientos óseos,
manejo de infecciones óseas y en artrodesis.
El presente seminario tratará acerca de los conceptos básicos de la fijación externa,
sus indicaciones, y la técnica quirúrgica para su instalación en los diferentes segmentos.

ASPECTOS BIOMECÁNICOS

La fijación externa (FE) presenta


ventajas en relación a otros métodos, es una
técnica rápida, simple y atraumática. Permite
una reducción fácil de la fractura, en
presencia de daño importante de partes
blandas, y se pueden hacer correcciones en
cuanto a la reducción y a la rigidez del marco.
Esto permite manipular el proceso de
consolidación.
La evolución tecnológica ha permitido
mejorar la rigidez de los fijadores externos disminuyendo sus desventajas del punto de
vista mecánico.
Los principales elementos de un fijador externo son:
- Tubos de acero inoxidable o de fibra de carbono
- Tornillos de Schanz o clavos de Steinmann o agujas
- Rótulas ajustables (abiertas o cerradas)
- Rótulas tubo a tubo
Existen varios tipos de agujas, clavos y tornillos disponibles:
- Clavos de Steinmann para marcos bilaterales
- Tornillos de Schanz autoperforantes y no autoperforantes
- Schanz pequeños
- Kirschner 1,8 y 2,0 para fijación circular

El tipo de consolidación que se logre, primaria o secundaria, va a depender del


tipo de fractura, la rigidez y configuración del marco, carga fisiológica y la interfase púa-
hueso. Un marco totalmente rígido va a favorecer el tipo de consolidación primaria, sin
presencia de callo óseo, en cambio uno que permita micromovimento va a permitir una
consolidación más fisiológica. Por otro lado una movilidad exagerada del foco de
fractura va a generar una no unión.
Los factores que van a aumentar la rigidez del marco son:
1. La distancia de los Schanz:
a. A la línea de fractura, mientras más cerca más rígido
b. En cada fragmento principal, cuanto más alejado mejor
2. Distancia entre la barra al hueso, mientras más cerca más rígido
3. Mayor número de barras
4. Tipo de configuración del marco (unilateral, bilateral, delta, etc.). Un marco
bilateral (púas transfixiantes) obtiene un 50% más de rigidez que con marco
simple, pero aumentando el diámetro de los tornillos, agregando una segunda
barra o con configuración tipo delta se logra rigidez similar.

Otro aspecto importante en la biomecánica del fijador externo es la interfase entre la


púa y el hueso. Dentro de los factores que contribuyen al aflojamiento y a la infección de
las púas se encuentran:
1. Necrosis y daño térmico al momento de la instalación de la púa. Por ello se
recomienda realizarlo con una técnica adecuada, con motor de baja
velocidad, con brocas con filo adecuado, no reutilizar las púas, inserción no
eccéntrica. Así se evitará la necrosis del tejido óseo alrededor de la púa y se
logrará una mejor fijación
2. Diseño de la púa. Un tornillo que requiera gran torque para su inserción va
generar mayor temperatura y por lo tanto necrosis. Sin embargo uno con
muy bajo torque no va a lograr un anclaje adecuado. Por lo tanto el torque de
inserción debe ser balanceado.
3. Tensión y carga sobre la púa o tornillo. En fracturas inestables la carga sobre
la interfase hueso-púa puede ser muy alta y llevar a aflojamiento. Esta se
puede reducir aumentando la rigidez del tornillo (material con mayor módulo
de rigidez, tornillo de mayor ancho), reduciendo la distancia entre barra y
hueso o al aplicar el tornillo en forma transfixiante. (Chao et al, 1991). Se debe
evitar la marcha con carga en fracturas sin contacto entre corticales, por otro
lado en fracturas más estables es posible dinamizar el fijador, ya que la carga
va pasar por el hueso más que por el fijador.
4. Pretensado. Se ha demostrado que el pretensado radial es una técnica que
evita el aflojamiento de la púa, mejorando la compresión y área de contacto
entre la púa y el hueso. (Hyldahl et al, J Orthop Trauma 1991)
5. Recubrimiento de los Schanz. Está demostrado que el recubrimiento con
hidroxiapatita macroporosa mejora la fijación del tornillo al hueso (Moroni et al, J
Orthop Trauma 2002). Su uso actualmente está limitado por el costo y se
justificaría cuando se requiere un uso prolongado del FE.

TIPOS DE FIJADORES EXTERNOS

1. Fijadores con tornillos o clavos:


- en montaje unilateral
- montaje en V
- marco bilateral
- montaje triangular
2. Fijadores circulares con agujas
3. Fijadores híbridos
4. Fijadores PINLESS
5. Fijadores complejos (Orthofix, Mefisto, etc)

Los fijadores con tornillos más barras en montaje unilateral es el método más
utilizado, es de fácil instalación, entrega adecuada estabilidad, permite acceso para
procedimientos reconstructivos, permite un gran tipo de configuraciones. En el caso del
fijador tubular AO está compuesto de tornillos de Schanz de 5mm de diámetro, tubos de
11 mm. de diámetro y un sistema de rótulas tubo-Schanz y rótulas tubo-tubo para
marcos modulares.

Los fijadores circulares como el ILIZAROV


están construidos en base a barras laterales y
elementos circulares que se conectan al hueso por
alambres de Kirschner aplicados bajo tensión.
Utilizado principalmente en alargamientos óseos.
Dentro de sus ventajas está que la fijación con
alambres bajo tensión entrega un ambiente mecánico
que sería favorable para la consolidación. Permite
además la carga del peso corporal durante el
tratamiento. En análisis biomecánico el dispositivo de
Ilizarov ha demostrado ser alrededor de un 25% tan
rígido como los fijadores uni o biplanares en la
dirección axial, mientras que mantienen
aproximadamente la misma rigidez ante las fuerzas
de flexión y torsión. Estas características materiales
permiten conseguir los efectos beneficiosos de la
micromovilidad axial eliminando los efectos nocivos
que suponen el cizallamiento en torsión y en
traslación. Presenta varias desventajas que hacen
que su uso esté muy restringido, como, riesgo de lesiones neurovasculares por utilizar
alambres transfixiantes, atraviesan masas musculares que pueden generar dolor y
rigidez, instalación altamente compleja y presenta alta tasa de infección, además de por
su volumen genera disconfort en el paciente.
Los fijadores híbridos combinan la fijación con agujas
(sobre fijador de ¾ de aro en la metáfisis) y la fijación con
tornillos (sobre barra en la diáfisis). Son de utilidad en
fracturas periarticulares. Dentro de las ventajas están: se
puede obtener alineación con mínima invasión en fracturas
articulares simples, el anclaje de las agujas es mejor que los
tornillos de Schanz en hueso esponjoso, permite libertad para
la movilidad postoperatoria y permite la posibilidad de
combinarse con fijación interna limitada. Su instalación no es
fácil y requiere tiempo y experiencia, por lo tanto su uso está
considerado como un segundo paso en el manejo de la
fractura.

Los fijadores Pinless están diseñados para


estabilizar fracturas sin invadir el canal medular y así
evitar infección en un futuro clavo endomedular. Utiliza
un sistema de garras que se anclan sólo en la cortical
externa de la tibia. Si bien el fundamento teórico es
atractivo no hay grandes trabajos que justifiquen su uso.

Los fijadores tipo Orthofix, Mefisto, Hoffman,


Wagner y otros, son fijadores articulados, modulares y
monolaterales que permiten dinamización. Sus ventajas
son:

• Máxima versatilidad con un mínimo número


de partes, para facilitar la aplicación del
aparato y la reducción de la fractura.
• Un sistema simple de barra externa y púas
que controle fuerzas de inclinación lateral y
torque pero que permita distracción,
compresión o dinamización controladas.
• Máxima rigidez que se mantenga durante las primeras fases de la consolidación.
• Un diseño de las púas que maximice la estabilidad, mimimice el trauma a los
tejidos blandos y disminuya las complicaciones a largo plazo de las púas.
• Liviano y libre de características voluminosas que impidan al paciente funcionar
normalmente.
• Marco y púas fáciles de retirar en un procedimiento ambulatorio.

Su único problema es el alto costo económico.

TIPOS DE MARCOS Y CONFIGURACIONES

Hay 4 tipos de configuraciones básicas con el fijador externo tubular AO.

1. Marco unilateral o tipo I.

Se refiere a que las púas están en un sólo lado de la extremidad, es decir, no


son transfixiantes. Se pueden configurar en forma uniplanar o biplanar (tipo
delta)
2. Marco bilateral. Se
refiere a que el marco va
a estar a ambos lados de
la extremidad con púas
transfixiantes.

También se pueden
configurar de manera
uniplanar (Tipo II) o biplanar
(Tipo III o triangular)

Hasta hace algún tiempo


se utilizaban en mayor
proporción marcos
bilaterales, es decir,
transfixiantes, en busca de
mayor rigidez y estabilidad.
De hecho, los montajes
biplanares son más efectivos en la neutralización de los movimientos
multidireccionales en flexión y torsión. Sin embargo estos son sólo necesarios
cuando tratamos fracturas conminutas severas, con pérdida de sustancia ósea, en
artrodesis y osteotomías. Actualmente se ha comprobado que un marco unilateral
brinda estabilidad suficiente y evita el transfixiar las masas musculares en la
mayoría de las fracturas.

En la mayoría de los casos es suficiente un montaje tipo I con 1 o 2 barras. Si


existe un defecto óseo o se necesita mayor estabilidad se puede instalar un montaje
tipo delta.

En lesiones metafisiarias en que el fragmento metafisiario es corto, se puede


realizar una configuración mixta, o sea, delta en la metáfisis y uniplanar en la
diáfisis.

Hay ocasiones en fracturas metafisiarias, en que es necesario incluir a la


articulación en la fijación externa, con un montaje transarticular fijándose al hueso
vecino. Por ejemplo fijación al astrágalo o calcáneo en fracturas de pilón tibial, o
fijación a la tibia proximal en casos de fracturas del extremo distal del fémur. El
problema de esta configuración es que impide la
movilidad articular.

Uno de los grandes avances en el fijador externo


AO fue la incorporación de las rótulas tubo-tubo. Este
sencillo aparato permite realizar con facilidad montajes
modulares que facilitan la instalación de las púas y
facilitan también la reducción. Es así que los tornillos
de Schanz se pueden instalar en forma libre y casi sin
necesidad de rayos, para luego realizar la reducción
ayudándose del fijador y uniendo ambas barras a una
tercera barra mediante las rótulas tubo-tubo.
INDICACIONES PARA LA FIJACIÓN EXTERNA EN TRAUMA

En general, la fijación externa está indicada cuando se requiera estabilizar


segmentos óseos y esto no sea posible realizarlo por otro método (yeso o fijación
interna), ya sea por condiciones locales del segmento afectado, por características
del paciente (politraumatizado p.ej).

INDICACIONES GENERALES

1. Fracturas expuestas graves (grado III B o C) en que no sea posible fijación


interna
2. Fracturas expuestas infectadas
3. Fracturas asociadas a daño importante de partes blandas
a. Tscherne 2 o 3
b. Quemaduras
c. Fasciotomías
4. Fracturas en pacientes politraumatizado
a. En politraumatizados graves la fijación externa puede ser la mejor
alternativa para la estabilización transitoria de fracturas en huesos largos
(fémur o tibia), mientras se realiza una adecuada resucitación y se
corrigen las lesiones que ponen en riesgo la vida

INDICACIONES ESPECÍFICAS

1. EXTREMIDAD INFERIOR

Es en la extremidad inferior donde existe el mayor uso de fijación externa. Existen


lesiones en que se requerirá un manejo completo hasta la consolidación de la fractura
con fijador externo, y en otras, que son la mayoría, sólo como un elemento transitorio.

Indicaciones de fijación externa temporal en EE.II. (Haydukewych GJ, J Orthop Trauma 2002):

1. Fx de pilón tibial con gran conminución o daño de P.B.


2. Fx de platillo tibial con gran conminución o daño de P.B.
3. Fx de fémur distal con gran conminución o daño de P.B.
4. Luxofractura expuesta de tobillo
5. Sd. Compartimental asociado a fractura compleja
6. Flictenas en sitio de fractura
7. Abrasiones severas
8. Lesiones vasculares
9. Lesiones complejas múltiples en politraumatizado
10. Aumentar estabilidad en fijación interna limitada o en hueso osteoporótico
11. Proteger tejidos blandos luego de fijación interna
12. Utilización en campo de batalla o en desastres masivos
FÉMUR

Los FE se usan en forma muy ocasional en el fémur debido a que es un hueso


concéntrico con masas musculares en todo su perímetro que hace que los FE sean mal
tolerados. Se describe no unión e infección profunda de los pins en hasta un 20%. Por
lo tanto, a excepción de los niños, el uso de FE en fémur es generalmente transitorio.
Su uso está indicado en:

1. Fracturas expuestas III-C


2. Fracturas con pérdida ósea segmentaria importante
3. Lesión arterial asociada
4. Fractura de 1/3 distal muy conminuta
5. Estabilización rápida de fracturas en caso de paciente en shock que requiera
resucitación.

La inserción de las púas debe ser cuidadosa evitando las zonas riesgosas. En
general la zona segura es por lateral a lo largo de todo el muslo.

En fracturas conminutas distales puede ser necesario la aplicación de fijador


transarticular con fijación en la tibia. Para ello pueden ser muy útiles los fijadores tipo
Orthofix o Mefisto.

TIBIA

Dado que es el hueso que con más frecuencia sufre fracturas expuestas, es el lugar
donde más se usan los FE.

1. Fracturas expuestas III B-C


2. Fractura cerrada posterior a fasciotomía
3. Fractura asociada a lesión neurovascular o Tscherne II o III
4. Fracturas metafisiarias conminutas
a. Tanto en pilón como en platillos el FE puede ser utilizado en forma
transitoria mientras mejoran los tejidos blandos, asociado o no a OTS
mínima.
5. Fracturas infectadas o seudoartrosis infectadas

En cuanto al paso a una fijación definitiva con un clavo endomedular, lo


recomendado es realizar el enclavijado endomedular antes de las 2 semanas y sin
signos de infección de las púas para obtener resultados satisfactorios. Si existe
infección de las púas se deben administrar ATB y el fijador debe ser retirado al menos
una semana antes de la instalación del CEM.

En las fracturas de pilón tibial, que generalmente están asociadas a mecanismos de


alta energía, la fijación interna inmediata, en presencia de daño de partes blandas, ha
mostrado malos resultados. Así la estabilización transitoria por 7 a 10 días con un fijador
externo, asociado o no a fijación interna mínima, es una excelente alternativa, previo a
la fijación definitiva.
2. EXTREMIDAD SUPERIOR.

Son menos utilizados que en extremidad inferior, debido a que las lesiones severas
son menos frecuentes, el acortamiento es mejor tolerado, no son zonas de carga y los
medios de fijación interna han demostrado buenos resultados.

Su principal uso es en fracturas conminutas de la muñeca, pero también puede ser


usado en circunstancias muy especiales:

- Fracturas de húmero con daño importante de partes blandas


- Pseudoartrosis infectada de húmero
- Fracturas expuestas grado III de antebrazo en forma transitoria

MUÑECA

En este segmento el FE permite el movimiento


de dedos, rotación del antebrazo y movilización del
codo. Está indicado en:

- Fracturas expuestas
- Fracturas inestables con conminución
metafisiaria importante en que una
fijación interna es insuficiente
- Fracturas con gran acortamiento

Técnica de instalación

En general se instalan 2 púas en el 2° MTC y 2 púas en el 1/3 distal del radio,


instaladas a 45° de la horizontal, para permitir una extensión completa del pulgar. Luego
se reduce la fractura y se instalan la barra. Junto con esto se puede realizar fijación
interna de los fragmentos de la fractura con
Kirschner percutáneos.

Aparte del fijador AO, hay otros como el Agee,


que permite correción de la deformidad en todos los
planos y que por lo tanto entrega una mejor
reducción. Su único problema es que es de alto
costo.

3. PELVIS

El fijador anterior de pelvis es una excelente alternativa para el manejo urgente


de las fracturas con inestabilidad rotacional en que el complejo posterior no está
dañado. Permite controlar la hemorragia disminuyendo el volumen de la pelvis y
disminuyendo el sangrado óseo.
Instalación del fijador anterior de pelvis

Puede colocarse en forma abierta o percutánea. Paciente en posición supina


(mesa radiolúcida). Incisión sobre la cresta iliaca desde EIAS hacia atrás por 5 a7 cm (o
dos incisiones pequeñas). Las incisiones deben ser mediales a la cresta iliaca en el
caso de fx en libro abierto. Se debe tener cuidado con el nervio femorocutaneo lateral.
Se profundiza la incisión hasta la cresta iliaca. El primer orificio se sitúa en el
centro de la cresta, 1 cm posterior a la EIAS, con una inclinación de 25°-40° hacia
medial y 10°-15° hacia caudal y una profundidad de 5 cm. Se utiliza una broca de 3,5
mm, luego se revisa con un probador de pedículo vertebral. Se coloca una púa de
Schanz de 5 mm x 180 (o 250 mm). Se coloca la segunda púa 1 a 2 cm detrás de la
anterior.
Con las barras se puede adoptar forma rectangular o trapezoidal, siempre
tomando en cuenta que debe quedar instalado para que sea posible realizar otros
procedimientos como laparotomías, etc.

INSTALACIÓN DE UN FIJADOR EXTERNO

Los componentes básicos de un sistema de fijación externa son:


Púas y agujas:
1. Púas de Schanz, con rosca en un extremo, convencionales o
autorroscantes, de acero o de titanio. Hay de 5 mm de diámetro con 50 mm
de longitud de rosca, con longitudes desde 100 a 200 mm, son
autoroscantes. No se recomienda usarlos como autoperforantes debido a
la necrosis térmica y la posibilidad de aflojamiento precoz.
2. Púas de Steinmann, con rosca en el centro, para marcos bilaterales.
3. Agujas de Kirschner con o sin olivas para fijadores circulares.
4. Agujas de Kirschner roscadas para fijadores pequeños.
El diámetro de las púas debe ser menos de un tercio del diámetro del hueso para
prevenir fracturas a nivel de los agujeros.
Barras: De acero o de carbono. Las de carbono tienen las ventajas de ser más
livianas y radiolúcidas, pero las de acero ofrecen una construcción más firme. Se
recomienda no usar barras de carbono para montajes modulares porque no tendrían
suficiente estabilidad. Son de 11 mm de diámetro con longitudes de 100 a 400 mm.
Rótulas: Que sirven para unir las púas a las barras y las barras entre sí.
Tenemos el fijador externo estándar y el fijador externo pequeño. Además hay
minifijadores externos, como los que se usan para la mano.

Para la colocación de las púas es necesario conocer la


anatomía regional En una extremidad el hueso puede estar en
posición concéntrica o excéntrica. Es preferible colocar un
fijador en un hueso excéntrico, ya que se atraviesa sólo el
plano subcutáneo. En los huesos concéntricos, es inevitable
atravesar la envoltura musculotendinosa, con todas sus
consecuencias.
Según las estructuras que es necesario atravesar para
fijar una púa en el hueso se han definido tres tipos de
corredores:
- Corredor seguro: no contiene elementos musculotendinosos ni
estructuras neurovasculares importantes. Ocurre sólo en segmentos
excéntricos en los que el hueso yace subcutáneo.
- Corredor peligroso: contiene elementos musculotendinosos pero no
estructuras neurovasculares importantes. La colocación de un fijador en
éste se puede asociar con síndrome compartimental, rigidez articular y
una mayor tasa de infecciones de las púas.
- Corredor inseguro: contiene tanto elementos musculotendinosos como
neurovasculares importantes. Hay riesgo de lesión de vasos y nervios, y
las púas deben colocarse con exposición abierta de su trayecto.

LOCALIZACIÓN E INSTALACIÓN DE LAS PÚAS


Una regla básica es no instalar implantes en el foco de fractura. Se deben
instalar las púas lo suficientemente cerca del foco para darle mayor estabilidad, pero no
tan cerca como para que afecten el hematoma de fractura y afecten la consolidación.
Otro aspecto a considerar es evitar colocar las púas en el sitio donde se va a
instalar la OTS en forma diferida, ya que aumenta las probabilidades de infección.
La púa debe atravesar el canal medular y quedar anclada en la cortical opuesta.
En lo posible se deben utilizar corredores seguros.
Se debe evitar la necrosis térmica durante su instalación debido a está
comprobado que mientras mayor la necrosis alrededor de la púa, hay mayor fibrosis y
mayor probabilidad de aflojamiento e infección. Este riesgo se disminuye utilizando
brocas muy afiladas, no reutilizar las púas, utilizando perforadores de baja velocidad y
aplicando suero fisiológico durante su instalación.

TÉCNICA
Se realiza una pequeña incisión en la piel, se coloca camisa protectora hasta el
contacto con el hueso haciendo una moderada presión de ésta contra el hueso.
Perforación con una broca de 3,5 mm para Schanz de 5 mm a través de la guía
de perforación. (broca de 2,0 mm para Schanz de 3mm)
Colocación de la púa a través de la camisa protectora con técnica manual,
lentamente hasta anclarse en la cortical opuesta sin sobrepasarla.
Revisión de partes blandas alrededor de las púas y liberación de éstas si hay
tensión.
Luego se conectan las púas a las rótulas y éstas a las barras para dar la
configuración deseada.

CUIDADOS POSTERIORES
Se debe evitar la infección de las púas. En general las que están rodeadas de
masas musculares presentan mayor riesgo de infección. En general se recomienda el
aseo diario ya sea con suero fisiológico o asociado a un antiséptico. Sin embargo no
hay estudios adecuados que demuestren un protocolo de aseo sobre otro.

COMPLICACIONES DE LOS FIJADORES EXTERNOS

INFECCIÓN Y AFLOJAMIENTO DE LAS PÚAS


Como ya se dijo, lo más importante para evitar la infección y el aflojamiento es
una adecuada técnica de inserción de los Schanz.
Corresponde a la complicación más frecuente. Dependiendo de cómo se defina
la infección los porcentajes publicados van desde 0 al 100%. Lewallen et al, describen
aflojamiento o infección en fémur y tibia en un 10% de los pins, afectando a un tercio de
los pacientes. En húmero y pelvis un 16% de los pins en 40% de los pacientes. En
mano y pie es menos frecuente, alrededor del 1%.
Se clasifican según Checketts en
- Grado 1: Leve enrojecimiento con mínima secreción. Sólo requiere
manejo local con curaciones frecuentes
- Grado 2: Enrojecimiento y sensibilidad en tejidos vecinos, a veces con
escaso pus. Se manejan con aseo local y ATB orales.
- Grado 3: Similar a Grado 2 pero no responden al tratamiento local y ATB
orales. Se resuelve reposicionando el pin y ATB ev. Se puede mantener
el fijador.
Las infecciones mayores se dividen en 3 grupos y en todas habría que
abandonar el fijador y usar ATB ev.
- Grado 4: Compromiso importante de las partes blandas alrededor del pin,
y frecuentemente infecciones de más de 1 pin. Requiere remoción de los
pin y abandono del fijador externo.
- Grado 5: En este grupo se observa compromiso radiográfico del hueso
con osteomielitis.
- Grado 6: presenta secuestros óseos y compromiso óseo mayor que
requerirá cirugías para erradicar la infección

LESION NEUROVASCULAR
Se describe en un 0,5% dependiendo la ubicación del fijador.
El tratamiento va a depender de la estructura lesionada.

RETARDO DE CONSOLIDACION
En general el uso de FE se asocia a mayor índice de pseudoartrosis que con
otros sistemas. Esto es en parte debido a que son lesiones más graves que por sí solas
van a presentar esta complicación.
Para prevenir esta complicación se recomienda:
- Reducción anatómica en el eje mecánico de la extremidad
- Uso funcional de la extremidad afectada
- Realizar compresión interfragmentaria cuando sea posible
- Aplicando dinamización cuando corresponda
- Evitar la infección

RIGIDEZ
La inserción de púas a través de tendones o músculos van a evitar la movilidad
articular y generar rigidez. El uso de fijadores transarticulares también contribuye a esta
complicación. Se deben utilizar las zonas seguras para la instalación de las púas, lejos
de la articulación, dejar libre la articulación lo antes posible y realizar terapia fisio
kinésica.

ANGULACIÓN
Se produce en dirección de la tracción de las masas musculares. Se puede
evitar utilizando un fijador adecuado que dé la mayor estabilidad. Para ello es necesario
a veces los marcos bilaterales o híbridos.
CONCLUSIONES

La fijación externa es un método de estabilización ósea de rápida y fácil


instalación y con baja morbilidad operatoria.
En trauma su uso está especialmente indicado en fracturas con lesión
importante de partes blandas o en el manejo urgente de un paciente politraumatizado.
Su uso actual está ideado principalmente como transitorio, para luego pasar a
una fijación interna definitiva. Para ello se debe evitar principalmente la infección de los
sitio de entrada de las púas.
Es una herramienta fundamental que todo traumatólogo debe manejar porque
permite solucionar, al menos, transitoriamente, problemas muy complejos.

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