Sie sind auf Seite 1von 183

.

.
3

Personalidad de los perfeccionistas según el SC


del Rorschach

Adelfo Tapia Pavón

Septiembre 2012
1

Adelfo Tapia Pavón


Madrid (España)
Reservados todos los derechos de propiedad intelectual para todos los países.
NºSol: M-002373/2014
RºDoc: 09/061456.8/14
Nº Ex: 09/RTPI-02603.6/2014
2

INTRODUCCIÓN
Los perfeccionistas son personas que desean y buscan siempre conseguir lo
mejor. Esto tiene aspectos positivos y negativos. El buscar siempre la perfección
genera una alta motivación que impide ceder al desaliento y a un sin fin de obs-
táculos. Siendo la motivación motor de la actuación, el perfeccionista transforma
el deseo en realidad, es decir, realiza su deseo cueste lo que cueste. La excesiva
exigencia obliga a sobre esforzarse para mantener una atención concentrada y
persistente. Los grandes logros están realizados por personas que muestran sig-
nos de perfeccionismo: artistas, deportistas de élite, grandes músicos, científicos,
entre otros muchos.
Si el perfeccionismo es muy pronunciado, es decir, está extrapolado, es muy
perjudicial. El perfeccionismo: es paralizante, el perfeccionista no actúa hasta
no estar seguro de que todos los cabos están bien atados, de que el resultado sea
un éxito; suscita sentimientos de auto reproche, el perfeccionista no tolera que
no sea capaz de conseguir la meta que se ha propuesto; genera, en el trabajo,
un bajo rendimientos, el perfeccionista pierde tiempo y consume mucha energía
en buscar y poner todos los puntos sobre las íes, en no dejar ninguna piedra sin
remover; conduce a la adición al trabajo, el perfeccionista sacrifica las relaciones
familiares y las sociales; suscita miedo a cometer un error, el perfeccionista no
entiende las limitaciones humanas, no tolera sus propios errores, ni los errores
de los demás y por eso, tiene miedo a ser rechazado por los demás; provoca
pensamientos polarizados: todo o nada; distorsiona la realidad: el perfeccionis-
ta ve las cosas no como son, sino como las desea ver. El afán perfeccionista
extrapolado y el fracaso producen fuertes tensiones, estrés, baja autoestima,
obsesión-compulsión, depresión.
Pues bien, ¿existen personas que son perfeccionistas?. ¿Se diferencian sig-
nificativamente de los que no lo son?. ¿Qué estructura de personalidad
tienen ?. ¿Estadísticamente en qué se diferencian?. El Estudio respondió
a las preguntas formuladas.

REVISIÓN DEL ESTUDIO


La revisión tiene tres objetivos

1. Confirmar lo ya establecido añadiendo, a las variables que identifican a los


que perfeccionistas, las variables que los diferenciaron significativamente
de los no perfeccionistas.
2. Comprobar si las diferencias encontradas en el nuevo grupo son significa-
tivas.

3. Comprobar si el incremento de las variables produce un cambio estadísti-


camente significativo.

El Estudio expone los datos, los interpreta, pero no los cuestiona.


3

Esbozado y planteado el asunto, delimitado el campo, se evalúa la personalidad


de los perfeccionistas y de los que no lo son mediante el “Sistema Comprehen-
sivo” de Exner.
Se examina el Procesamiento de la Información, la Mediación cognitiva, la
Ideación, la Autopercepción, las Relaciones Interpersonales, la Afectividad, el
Control y la Tolerancia al Estrés.
En cada tema se indica una aproximación al concepto y el significado de cada
una de las variables. El significado está ilustrado por lo que dicen: Rorschach,
Klopfer, Beck, Rapaport, Loosli Usteri, Bates Ames, Beizmann, Bohm, Alcock,
Endara, Serebrinsky, Salas, Rausch de Traubenberg, Portuondo, Tranque García
y Exner.
El contenido de los conceptos y el significado de las variables corresponden
literalmente a lo expuesto en el libro: “La Disgrafía. Evaluación Clínica según
el SC de Exner”.
Se trabaja con sujetos voluntarios a los cuáles se les ha aplicado el Rorschach
Test Perceptivo-Proyectivo. Los criterios de aplicación, codificación e interpre-
tación corresponden al “Sistema Comprehensivo” de Exner.
Se elaboran los datos calculando la media, la desviación típica de las Va-
riables Paramétricas y no Paramétricas, los porcentajes de las Variables no
Paramétricas y Estructurales. Se calcula la t de Student de las Variables Para-
métricas, mediante el Sistema SPSS15.0 para los datos propios y mediante la
fórmula de t para la comparación con los datos de Exner y el Método de las Pro-
porciones de dos Poblaciones para los porcentajes de las no Paramétricas y de
las Estructurales. Los resultados están indicados en sendas tablas. Se analizan
los resultados y se infieren las conclusiones.
Índice general

1. El Rorschach. Instrumento de investigación 14


1.1. Definición del Rorschach . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
1.1.1. El Rorschach es un test de percepción. . . . . . . . . . . . 15
1.1.1.1. Relación entre percepción - personalidad. . . . . 15
1.1.1.2. Relación entre personalidad-persona. . . . . . . . 16
1.1.2. El Rorschach es un test proyectivo . . . . . . . . . . . . . 16
1.1.2.1. Relación entre proyección - personalidad . . . . 17
1.1.3. Definición de estructura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
1.1.4. Validez y fiabilidad del Test . . . . . . . . . . . . . . . . 18
1.1.4.1. Validez del Test . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
1.1.4.2. Fiabilidad del Test . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

2. Identificación de los casos 20


2.1. Aproximación al concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
2.1.1. El perfeccionismo en el SC del Rorschach. . . . . . . . . . 21
2.1.2. Evaluación de la personalidad. . . . . . . . . . . . . . . . 21
2.2. Objetivos del Estudio anterior . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2.2.1. Elección del Sistema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2.2.2. Variables utilizadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
2.2.3. Aplicación del Test . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.2.4. Muestra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
2.2.5. Identificación de los sujetos perfeccionistas (SP). . . . . . 24
2.2.6. Identificación de los sujetos no perfeccionistas (SNP). . . 24
2.2.7. Diferencias entre perfeccionistas y no perfeccionistas . . . 24
2.2.7.1. Prueba t para la igualdad de medias . . . . . . . 24
2.2.7.2. Prueba U de Mann-Whitney para Variables no
Paramétricas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2.3. Objetivos actuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
2.3.1. Identificación de los perfeccionistas con el Índice (SPÍ) . . 26

3. Procesamiento de la Información 27
3.1. El Procesamiento de la Información en el SC . . . . . . . . . . . 28
3.1.1. Significado de Lambda: L . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
3.1.1.1. Significado de Lambda Alta. . . . . . . . . . . . 28

4
ÍNDICE GENERAL 5

3.1.1.2. Significado de Lambda Baja. . . . . . . . . . . . 29


3.1.2. Significado de OBS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
3.1.3. Significado de HVI. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
3.1.4. Significado de Zf. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
3.1.5. Significado de W:D:Dd . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
3.1.5.1. Interpretación de W. . . . . . . . . . . . . . . . 31
3.1.5.2. Interpretación de D. . . . . . . . . . . . . . . . 32
3.1.5.3. Interpretación de Dd. . . . . . . . . . . . . . . . 33
3.1.6. Interpretación de la Proporción W:M. . . . . . . . . . . . 34
3.1.7. Motivación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
3.1.7.1. Motivación Elevada. . . . . . . . . . . . . . . . 34
3.1.7.2. Motivación Escasa. . . . . . . . . . . . . . . . . 34
3.1.8. Calidad del esfuerzo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3.1.9. Eficiencia organizativa (Zd). . . . . . . . . . . . . . . . . 35
3.1.9.1. Hiperincorporadores. . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.1.9.2. Hipoincorporadores . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.1.10. Significado de PSV. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
3.2. Hipótesis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP
son significativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
3.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
3.3.2.1. Restringen la estimulación. . . . . . . . . . . . . 38
3.3.2.2. Se implican en la estimulación. . . . . . . . . . . 39
3.3.2.3. No son obsesivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
3.3.2.4. Están siempre expectantes. . . . . . . . . . . . . 39
3.3.2.5. Se esfuerzan para organizar los datos. . . . . . . 40
3.3.2.6. Aspiran a más de lo que tienen. . . . . . . . . . 40
3.3.2.7. Aspiran a menos de lo que pueden. . . . . . . . 40
3.3.2.8. Están muy motivados . . . . . . . . . . . . . . . 41
3.3.2.9. Están muy poco motivados. . . . . . . . . . . . . 41
3.3.2.10. El funcionamiento cognitivo es concreto . . . . . 41
3.3.2.11. Es sofisticado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
3.3.2.12. Es económico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
3.3.2.13. Son hiperincorporadores. . . . . . . . . . . . . . 42
3.3.2.14. Son hipoincorporadores. . . . . . . . . . . . . . . 42
3.3.2.15. Son rígidos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
3.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.4.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.4.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
3.4.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
3.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
3.4.3.1. Las 18 Variables incrementan en . . . . . . . . . 44
3.4.3.2. Las 18 Variables reducen en . . . . . . . . . . . 45
ÍNDICE GENERAL 6

3.4.3.3. Las 18 Variables ni aumentan, ni reducen en . . 45

4. Mediación cognitiva 46
4.1. Estado de la cuestión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.1.1. Contenido del Concepto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
4.1.2. Características de la percepción . . . . . . . . . . . . . . . 47
4.1.3. Factores que influyen en la percepción. . . . . . . . . . . . 47
4.1.4. Objeto de la percepción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
4.1.5. Alteraciones de la percepción . . . . . . . . . . . . . . . . 49
4.1.6. La percepción en el Rorschach . . . . . . . . . . . . . . . 50
4.1.6.1. Significado de F Pura . . . . . . . . . . . . . . . 50
4.1.6.2. Significado de F % . . . . . . . . . . . . . . . . . 51
4.1.6.3. Exactitud perceptual . . . . . . . . . . . . . . . 51
4.1.6.4. Valores cuantitativos . . . . . . . . . . . . . . . 53
4.1.6.5. Significado de XA %, WDA %. . . . . . . . . . . 53
4.1.6.6. Significados de X+ %. . . . . . . . . . . . . . . 54
4.1.6.7. Significado Xu %. . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
4.1.6.8. Significado de X- %. . . . . . . . . . . . . . . . . 54
4.1.6.9. Significado de P. . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
4.1.6.10. Significado de COMFAB . . . . . . . . . . . . . 56
4.2. Hipótesis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
4.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
4.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
4.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP
son significativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
4.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57
4.3.2.1. Se implican en la estimulación. . . . . . . . . . . 58
4.3.2.2. No son obsesivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
4.3.2.3. Interpretación de la información. . . . . . . . . . 59
4.3.2.4. Interpretación convencional. . . . . . . . . . . . 59
4.3.2.5. Interpretación hiperconvencional . . . . . . . . . 59
4.3.2.6. Interpretación muy personal . . . . . . . . . . . 59
4.3.2.7. Interpretación distorsionada . . . . . . . . . . . 60
4.3.2.8. Interpretación poco convencional . . . . . . . . . 60
4.3.2.9. Interpretación muy convencional . . . . . . . . . 60
4.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
4.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
4.4.2. La Hipótesis 2 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
4.4.3. La Hipótesis 2 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
4.4.4. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
4.4.4.1. Las 18 Variables incrementan en . . . . . . . . . 62
4.4.4.2. Las 18 Variables disminuyen en . . . . . . . . . . 62
ÍNDICE GENERAL 7

5. Ideación 63
5.1. Planteamiento del problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
5.1.1. Aproximación al Concepto . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
5.1.2. La percepción y el pensamiento en el S.C. . . . . . . . . . 64
5.1.3. Variables que reflejan la Ideación. . . . . . . . . . . . . . . 65
5.1.3.1. Significado de M . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
5.1.3.2. Significado de M>SumPondC. . . . . . . . . . . 67
5.1.3.3. Significado de EBPer. . . . . . . . . . . . . . . . 68
5.1.3.4. Significado de FM . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
5.1.3.5. Significado de m. . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
5.1.3.6. Significado de FM+m . . . . . . . . . . . . . . . 70
5.1.3.7. Significado de a:p. . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
5.1.3.8. Significado de Mp>Ma. . . . . . . . . . . . . . . 71
5.1.3.9. Interpretación de 2AB+Art+Ay. . . . . . . . . 72
5.1.3.10. Significado de los 6 Códigos Especiales Críticos. 72
5.1.3.11. Significado de SumPond6 . . . . . . . . . . . . . 73
5.1.3.12. Significado de MOR . . . . . . . . . . . . . . . . 74
5.1.4. Significado de la Calidad formal y niveles de distorsión de
las M. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
5.2. Hipótesis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
5.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
5.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
5.3.1.1. Las diferencias SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son
significativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
5.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76
5.3.2.1. Tienen perturbado el pensamiento. . . . . . . . . 77
5.3.2.2. Reflejan descontrol ideacional. . . . . . . . . . . 77
5.3.2.3. Son intratensivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
5.3.2.4. Son intratensivos rígidos. . . . . . . . . . . . . . 78
5.3.2.5. Son dogmáticos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 78
5.3.2.6. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por necesidades insatisfechas. 78
5.3.2.7. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por la eliminación del re-
gistro de necesidades. . . . . . . . . . . . . . . . 79
5.3.2.8. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por experiencias de presio-
nes estimulares. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
5.3.2.9. Viven en el mundo de la fantasía. . . . . . . . . 79
5.3.2.10. Sustituyen la realidad por la fantasía. . . . . . . 79
5.3.2.11. Intelectualizan sus sentimientos. . . . . . . . . . 80
5.3.2.12. Son pesimistas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
5.4. Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
5.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80
5.4.2. La Hipótesis 2 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
5.4.3. La hipótesis 2 es cierta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
ÍNDICE GENERAL 8

5.4.4. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82


5.4.4.1. Las 18 Variables incrementan en . . . . . . . . . 82
5.4.4.2. Las 18 Variables reducen en . . . . . . . . . . . 82
5.4.4.3. Las 18 Variables ni reducen, ni aumentan . . . 82

6. Autopercepción 83
6.1. Estado de la cuestión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
6.1.1. Aproximación al concepto. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
6.1.1.1. Autoimagen. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
6.1.1.2. Autovaloración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
6.1.1.3. Autoestima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
6.1.1.4. Factores que influyen en la autoestima . . . . . . 84
6.1.1.5. Influencia de la edad. . . . . . . . . . . . . . . . 85
6.1.1.6. Influencia de los padres . . . . . . . . . . . . . . 85
6.1.1.7. Factores que influyen en la autoevaluación . . . 85
6.1.1.8. ¿El autoconocimiento y la autoestima son con-
ceptos sinónimos? . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
6.1.2. La autopercepción en el Rorschach según Exner. . . . . . 87
6.1.2.1. Indice de Egocentrismo. . . . . . . . . . . . . . 87
6.1.2.2. Significado de Fr+rF . . . . . . . . . . . . . . . 88
6.1.2.3. Significado de FD y de V. . . . . . . . . . . . . 88
6.1.2.4. Contenidos Humanos. . . . . . . . . . . . . . . 89
6.1.2.5. H Pura. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
6.1.2.6. Hx>0. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
6.1.2.7. Significado de An+Xy. . . . . . . . . . . . . . . 90
6.1.2.8. Contenidos de Respuestas de Movimiento. . . . 91
6.1.2.9. Sobreelaboraciones Verbales. . . . . . . . . . . . 91
6.2. Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
6.3. Resultados. Análisis de resultados. . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
6.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
6.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP
son significativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
6.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
6.3.2.1. Se autoanalizan polarizándose hacia sí mismos. 94
6.3.2.2. Se autoanalizan infraestimándose . . . . . . . . . 94
6.3.2.3. Son narcisistas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
6.3.2.4. Están preocupados por su autoimagen . . . . . . 95
6.3.2.5. Están afectados por sentimientos dolorosos que
incrementan la ansiedad . . . . . . . . . . . . . . 95
6.3.2.6. Tienen preocupaciones corporales. . . . . . . . . 95
6.3.2.7. Están preocupados por temas sexuales. . . . . . 96
6.3.2.8. Fundamentan su autoimagen basada más en la
imaginación que en la experiencia. . . . . . . . . 96
6.3.2.9. Fundamentan su valía personal en la intelectua-
lización. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
6.3.2.10. Son pesimistas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
ÍNDICE GENERAL 9

6.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
6.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
6.4.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
6.4.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
6.4.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
6.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
6.4.3.1. Las 18 Variables incrementan en . . . . . . . . . 98
6.4.3.2. Las 18 Variables bajan en . . . . . . . . . . . . . 98

7. Relaciones interpersonales 99
7.1. Estado de la cuestión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
7.1.1. Relaciones Interpersonales en el Sistema Comprehensivo . 99
7.1.1.1. Significado de CDI. . . . . . . . . . . . . . . . . 99
7.1.1.2. Significado de HVI. . . . . . . . . . . . . . . . . 100
7.1.1.3. Significado de a:p. . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
7.1.1.4. Significado de Fd. . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
7.1.1.5. Significado de T. . . . . . . . . . . . . . . . . . 100
7.1.1.6. Significado de los Contenidos Humanos. . . . . 100
7.1.1.7. Significado de PER. . . . . . . . . . . . . . . . . 101
7.1.1.8. Significado de COP y AG . . . . . . . . . . . . 101
7.1.1.9. Significado del Indice de Aislamiento. . . . . . . 102
7.2. Hipótesis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
7.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
7.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
7.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP
son significativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
7.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
7.3.2.1. Las Habilidades Sociales están limitadas. . . . . 104
7.3.2.2. No están en estado de continua alerta. . . . . . . 104
7.3.2.3. Son pasivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
7.3.2.4. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo. 105
7.3.2.5. Están irritados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105
7.3.2.6. No se interesan por los demás. . . . . . . . . . . 105
7.3.2.7. Fundamentan su valía personal en la intelectua-
lización. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
7.3.2.8. Son autoritarios. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
7.3.2.9. Son dependientes. . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
7.3.2.10. No son cooperativos. . . . . . . . . . . . . . . . . 106
7.3.2.11. Son agresivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
7.3.2.12. Se aíslan de los demás. . . . . . . . . . . . . . . 107
7.4. Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
7.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
7.4.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
7.4.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
7.4.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
7.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
ÍNDICE GENERAL 10

7.4.3.1. las 17 variables incrementan en . . . . . . . . . . 108


7.4.3.2. las 17 variables bajan en . . . . . . . . . . . . . 109

8. Afectividad 110
8.1. Estado de la cuestión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
8.1.1. El mundo de los impulsos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110
8.1.2. El mundo de las emociones. . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
8.1.2.1. Modo de reaccionar. . . . . . . . . . . . . . . . 111
8.1.2.2. Intensidad de la reacción. . . . . . . . . . . . . 111
8.1.3. El mundo de los sentimientos. . . . . . . . . . . . . . . . . 112
8.1.3.1. Clasificación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
8.1.4. El mundo de los afectos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
8.1.5. Estados del yo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
8.1.6. Madurez afectiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
8.1.6.1. Adaptación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
8.1.7. Maduración de la personalidad . . . . . . . . . . . . . . . 115
8.1.7.1. Desarrollo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
8.1.7.2. Diferenciación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
8.1.7.3. Integración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 116
8.1.8. Características de la madurez . . . . . . . . . . . . . . . . 117
8.1.8.1. Características del niño y del adulto . . . . . . . 118
8.1.8.2. Grado del desarrollo emocional . . . . . . . . . . 118
8.1.9. La afectividad en el Rorschach. . . . . . . . . . . . . . . 120
8.1.9.1. Significado de las respuestas FC . . . . . . . . . 120
8.1.9.2. Significado de las respuestas CF . . . . . . . . . 122
8.1.9.3. Significado de las respuestas de C Pura . . . . . 122
8.1.9.4. Significado de la proporción FC:CF+C. . . . . . 123
8.1.9.5. Valores de la proporción FC:CF+C. . . . . . . . 124
8.1.9.6. Significado de Afr. . . . . . . . . . . . . . . . . 124
8.1.9.7. Significado de la Extratensividad . . . . . . . . . 125
8.1.9.8. Significado de Ambitendencia. . . . . . . . . . . 126
8.1.9.9. Significado de EBPer. . . . . . . . . . . . . . . . 126
8.1.9.10. Significado de S . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126
8.2. Hipótesis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
8.3. Resultados. Análisis de resultados. . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
8.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
8.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP
son significativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
8.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
8.3.2.1. Grado de la modulación de los afectos. . . . . . 129
8.3.2.2. Modulación hipercontrolada . . . . . . . . . . . 130
8.3.2.3. Modulación adecuada . . . . . . . . . . . . . . . 130
8.3.2.4. Modulación relajada. . . . . . . . . . . . . . . . 131
8.3.2.5. Modulación impulsiva. . . . . . . . . . . . . . . . 131
8.3.2.6. Modulación ausente. . . . . . . . . . . . . . . . . 131
8.3.2.7. Rehuyen la estimulación. . . . . . . . . . . . . . 131
ÍNDICE GENERAL 11

8.3.2.8. Son oposicionistas . . . . . . . . . . . . . . . . . 132


8.3.2.9. Son extratensivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
8.3.2.10. Son extratensivos rígidos. . . . . . . . . . . . . . 132
8.3.2.11. Son ambitendentes. . . . . . . . . . . . . . . . . 133
8.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
8.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
8.4.2. La Hipótesis 2 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
8.4.3. La Hipótesis 3 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
8.4.4. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
8.4.4.1. Las 18 Variables incrementan en . . . . . . . . . 134
8.4.4.2. las 17 variables bajan en . . . . . . . . . . . . . 134
8.4.4.3. las 17 variables ni bajan, ni aumentan . . . . . . 134

9. Afectividad disfórica. 135


9.1. Estado de la cuestión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
9.1.1. Ansiedad - Angustia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
9.1.2. Sentimientos de abandono. . . . . . . . . . . . . . . . . . 136
9.1.3. Conflictos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
9.1.4. La Afectividad Disfórica en el Rorschach . . . . . . . . . 137
9.1.4.1. Significado del Color Acromático. . . . . . . . . 138
9.1.4.2. Significado de las R. de Sombreado Difuso. . . . 139
9.1.4.3. Significado de FT. . . . . . . . . . . . . . . . . . 140
9.1.4.4. Significado de las Respuestas V. . . . . . . . . . 140
9.1.4.5. Significado de CP. . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
9.1.4.6. Significado de las Respuestas Complejas . . . . . 141
9.1.4.7. Significado de Respuestas C-SH. . . . . . . . . . 141
9.1.4.8. Significado de las Respuestas SH-SH. . . . . . . 142
9.1.4.9. Significado de SumC´:SumPondC. . . . . . . . 142
9.2. Hipótesis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 142
9.3. Resultados. Análisis de resultados. . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
9.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
9.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP
son significativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . 143
9.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
9.3.2.1. Los SP experimentan un intenso malestar emo-
cional. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 144
9.3.2.2. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo. 144
9.3.2.3. Están irritados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
9.3.2.4. Experimentan sentimientos de abandono. . . . . 145
9.3.2.5. Inhiben las manifestaciones afectivas. . . . . . . 145
9.3.2.6. Se auto denigran. . . . . . . . . . . . . . . . . . 145
9.3.2.7. Niegan las emociones displacenteras. . . . . . . . 146
9.3.2.8. Tienen sentimientos ambivalentes. . . . . . . . . 146
9.3.2.9. Suprimen la externalización de las descargas emo-
cionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
9.3.2.10. Tienen un funcionamiento psicológico complejo. 147
ÍNDICE GENERAL 12

9.4. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147


9.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
9.4.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
9.4.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147
9.4.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
9.4.3. La Hipótesis 3 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
9.4.4. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
9.4.4.1. Las 18 Variables incrementan en . . . . . . . . . 148
9.4.4.2. Las 18 Variables bajan en . . . . . . . . . . . . . 149
9.4.4.3. Las 18 Variables ni suben ni bajan en . . . . . . 149

10.Control y Tolerancia al Estrés 150


10.1. Estado de la cuestión. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
10.1.1. Estrés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150
10.1.1.1. Agentes provocadores . . . . . . . . . . . . . . . 151
10.1.2. Estrés psicológico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151
10.1.3. Conflicto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152
10.1.4. El Control y la Tolerancia al Estrés en el Sistema Com-
prehensivo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
10.1.4.1. Control. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153
10.1.4.2. Descontrol. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
10.1.5. Significado de las variables. . . . . . . . . . . . . . . . . . 154
10.1.5.1. Significado de EA. (Experiencia Accesible). . . . 154
10.1.5.2. Significado de EB. . . . . . . . . . . . . . . . . 155
10.1.5.3. Significado de eb . . . . . . . . . . . . . . . . . 155
10.1.5.4. Significado de es (Estimulación Sufrida). . . . . 156
10.1.5.5. Relación entre EA y es. . . . . . . . . . . . . . . 156
10.1.5.6. Significado de Y. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
10.2. Hipótesis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
10.3. Resultados. Análisis de resultados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
10.3.1. Estadísticos Descriptivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
10.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP
son significativas. . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
10.3.2. Variables Estructurales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160
10.3.2.1. Descontrolados crónicos. . . . . . . . . . . . . . 160
10.3.2.2. Descontrolados situacionales. . . . . . . . . . . 160
10.3.2.3. Controlados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
10.3.2.4. Reflejan descontrol ideacional. . . . . . . . . . . 161
10.3.2.5. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por necesidades insatisfechas.162
10.3.2.6. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por la eliminación del re-
gistro de necesidades. . . . . . . . . . . . . . . . 162
10.3.2.7. Están influenciados por una actividad mental
periférica provocada por experiencias de presio-
nes estimulares. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
ÍNDICE GENERAL 13

10.3.2.8. Están afectados por fuertes tensiones internas


que perturban el pensamiento . . . . . . . . . . 163
10.3.2.9. Viven con un malestar emocional. . . . . . . . . 163
10.3.2.10.Neutralizan las necesidades de contacto afectivo. 163
10.3.2.11.Están irritados. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
10.3.2.12.Experimentan sentimientos de abandono. . . . . 164
10.3.2.13.Inhiben las manifestaciones afectivas. . . . . . . 164
10.3.2.14.Se auto denigran. . . . . . . . . . . . . . . . . . 164
10.3.2.15.Tienen sentimientos ambivalentes. . . . . . . . . 165
10.3.2.16.Son vulnerables a la impulsividad emocional. . . 165
10.4. Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
10.4.1. La Hipótesis 1 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
10.4.2. La Hipótesis 2 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
10.4.2.1. No es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 165
10.4.2.2. Es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166
10.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
10.4.3.1. Las 18 Variables incrementan en . . . . . . . . . 167
10.4.3.2. Las 18 Variables reducen en . . . . . . . . . . . 167
10.4.3.3. Las 18 Variables ni reducen, ni incrementan . . 167
10.4.4. La Hipótesis 3 es cierta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167

11.Personalidad de los perfeccionistas 168


11.1. Plan de evaluación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168
11.2. Características . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 169
11.2.1. Procesamiento de la Información. . . . . . . . . . . . . . . 169
11.2.2. Mediación Cognitiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
11.2.3. Ideación. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 170
11.2.4. Autopercepción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
11.2.5. Relaciones interpersonales. . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
11.2.6. Afectividad. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 172
11.2.7. Control y tolerancia al estrés. . . . . . . . . . . . . . . . 172
Capítulo 1

El Rorschach. Instrumento
de investigación

1.1. Definición del Rorschach


El Rorschach es un test perceptivo proyectivo que “desidentificando” la “con-
signa” y activando recursos y deficiencias suscita respuestas que reflejan la es-
tructura de la personalidad.
El sujeto, frente a las manchas de tinta, estímulo amorfo, y frente a una
instrucción con un sin fin de posibilidades (qué podría ser esto, en lugar de lo
esperado: qué es esto), al no tener que responder diciendo la realidad, sino, una
posibilidad, y al encontrarse con un sin fin de posibilidades que tiene que selec-
cionarlas, una a una, responde verbalizando un objeto, o varios interrelacionados
o no, parecidos a las manchas de tinta.
En esa situación tan inédita y tan especial se encuentra solo, sin un punto
de referencia, es decir, ignora si sus respuestas serán positivas o negativas, acer-
tadas o erróneas, no sabe cuántas respuestas debe dar, intuye que el psicólogo
sacará algo de ellas, pero desconoce lo que será. Ante este cúmulo de incógni-
tas mueve todos sus recursos (cognitivos, emocionales, asociativos, conflictivos,
relacionales, cristalizados todos en sus experiencias) para ejecutar la tarea: dar
o no dar una respuesta. Esas respuestas reflejan su modo de ser, reflejan la
estructura de su personalidad.
Frente a dicha situación y en tales circunstancias, al desconocer la interpre-
tación que el psicólogo dará a sus respuestas basadas en la percepción y, algunas
en la proyección, los efectos de la “deseabilidad social” (tendencia a mejorarse
o a empeorarse para no perder las ganancias adquiridas) quedan neutralizados,
o, por lo menos, disminuidos. Esto quiere decir que las respuestas, no están
influenciadas directa, ni voluntariamente por la “deseabilidad social”.

14
CAPÍTULO 1. EL RORSCHACH. INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN15

1.1.1. El Rorschach es un test de percepción.


Klopfer (1966, pág. 22) dice: "La relación existente entre percepción y per-
sonalidad es un supuesto básico subyacente a la técnica del Rorschach. El modo
como un individuo organiza o "estructura" las manchas de tinta al formar sus
percepciones refleja aspectos fundamentales de su funcionamiento psicológico ...
Sus percepciones son seleccionadas y organizadas en función de sus necesidades
"proyectadas", experiencias y patrones habituales de respuesta como también
por las cualidades físicas de las manchas en sí. "
Bohm (1968, pág. 405 afirma: “El test de Rorschach se basa, evidentemente,
en la Hipótesis fundamental de que entre lo percibido y la personalidad debe
existir un isomorfismo".
Tranque García (1942, pág. 63) se expresa así: "Frente al cosmos abrevia-
do del test, repite en parte, cada sujeto, de manera esquemática y abreviada,
el trabajo de extraer de un caos sensaciones indiferenciadas, de percepciones
tumultuosas, un mundo estructural, diferenciado y personal: su mundo".
Estos criterios parece que son lo suficientemente claros y demostrativos.
Rapaport (1959) señala el “modus operandi”
En el proceso de percepción y selección está presente el "examen de la reali-
dad", es decir, la persona trata de adecuar sus producciones a los estímulos de
las manchas teniendo una actitud crítica de control.
Según Rapaport (1959) si las aptitudes perceptuales organizadoras y la acti-
tud crítica son débiles, será incapaz de pasar mucho más allá de la vaga impresión
total de la mancha. Sus respuestas serán vagas, pobres y hasta arbitrarias, tales
como mapas o radiografías o áreas diminutas o periféricas.
Si la organización perceptual es arbitraria, las áreas elegidas para las res-
puestas se desviarán de las articulaciones obvias de las manchas y/o dará como
respuestas un contenido incongruente con el área escogida.
Si los procesos asociativos son pobres, el sujeto no dispondrá de una mayor
provisión de ideas para nutrir sus respuestas y éstas, o bien faltarán o serán
de contenido vago, o en caso de ser específicas, se reducirán a las llamadas
respuestas populares.
Una efectiva actitud crítica de control, o sea una adecuación entre la reali-
dad I.e. manchas de tinta y los "engramas preexistentes", no permite que las
respuestas arbitrarias o absurdas se hagan conscientes o que sean verbalizadas
en caso de haber alcanzado la conciencia.
Una actitud hipercrítica hace poner en duda o simplemente negar las res-
puestas más evidentes.
Una actitud hipercrítica, aptitudes perceptuales organizadoras débiles y/o
material asociativo escaso, conducen al fracaso inevitable del probando.

1.1.1.1. Relación entre percepción - personalidad.


Brummer y Goldman (Abt. 1967) demostraron que la percepción depende:
- De un grupo de factores funcionales o de personalidad, sobre todo de las
necesidades y de los mecanismos aprendidos que controlan estas necesidades
CAPÍTULO 1. EL RORSCHACH. INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN16

(incluso mecanismo de defensa).


- De las valoraciones, actitudes, opiniones, ideas sobre la realidad.
- Del estado de ánimo y de la familiaridad con los estímulos.
.
Demostraron, además, que los factores subjetivos predominan sobre los fac-
tores externos, sobre todo cuando el campo de los estímulos se presenta vago y
ambiguo. Por lo tanto, cuanto mayor es la necesidad de un objeto socialmente
valorado, más marcada será la actuación de los determinantes de la conducta.
Algunos determinantes, como ciertos estados emocionales o ciertas motivacio-
nes, pueden provocar una distorsión perceptiva y, a veces, estos mecanismos
de distorsión operan inconscientemente. Esta demostración permite inferir que
la persona percibe, soluciona y elabora sus producciones verbales según sea su
personalidad.

1.1.1.2. Relación entre personalidad-persona.


El concepto personalidad es difícil de definir con exactitud. Ha constituido
y constituye en la actualidad un problema. Se problematiza más aún cuando se
pretende relacionarlo con el contenido del concepto persona. Los dos conceptos
tienen un historial de siglos. Como el objetivo de nuestro trabajo no es la solución
de estos problemas, nos abstenemos de señalar definiciones y nos contentamos
simplemente con indicar un matiz diferencial entre los dos conceptos.
La persona es la entidad total, el ser humano actualizado, el fundamento de
la personalidad.
La personalidad, en cambio, connota aspectos estructurales. A ella pertene-
cen el carácter, temperamento, afectos, impulsos, inteligencia, las huellas de la
cultura y de la sociedad, las perturbaciones y actos fallidos.
La persona es algo cuasi absoluto que permanece. Constituye una unidad
específica de funcionamiento que se autorregula, no es exclusivamente mental,
ni neuronal; es la reunión de las dos actividades. La capacidad para relacio-
nar e interpretar estímulos por un lado y para controlar y fijar las respuestas
por otro, constituye una medida de la integridad y unidad como sistema de
funcionamiento.
La personalidad se hace, es algo "in fieri", en trance de hacerse y en riesgo de
frustrarse. Es algo dinámico. Está en constante cambio y desarrollo. Se desarro-
lla según la clase particular de influencias fisiológicas, psicológicas y físico-socio-
culturales. Entre todos estos aspectos se da una interrelación intrapsíquica, es
decir, una interrelación entre impulsos, hábitos, afectividad, ideas, valores, ac-
titudes específicas y generales; una interrelación entre la totalidad y el medio
ambiente geográfico circundante.

1.1.2. El Rorschach es un test proyectivo


Rey (1962) afirma que el test proyectivo es un revelador privilegiado de
una actividad constante y normal. En nuestras acciones ante las cosas todo es
proyección.
CAPÍTULO 1. EL RORSCHACH. INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN17

Anzieu (1962, pág. 2) dice: "El método proyectivo consiste en presentar al


sujeto un material que esté lo menos estructurado posible pidiéndole que lo
organice a su manera, lo cual no puede hacer sin proyectar sobre él, la estructura
de su propia personalidad".
En el Rorschach “Sistema Comprehensivo”, la proyección se encuentra en
las respuestas de movimiento, en las respuestas de calidad formal negativa, en
las respuestas que corresponden a algunos Códigos Especiales.
Según estas descripciones, la proyección consiste en permitir la exterioriza-
ción de la estructura psíquica y del dinamismo de la persona.

1.1.2.1. Relación entre proyección - personalidad


El término proyección fue empleado por primera vez, en sentido psicológico,
en 1895 por Freud. Freud (1967), tratando de explicar el caso de una enferma
paranoica, describe el mecanismo utilizado como un desplazamiento. Todas las
veces en las que se produce una transformación interior se la puede atribuir, ya
a una causa interna, ya a una causa externa. Si algo impide elegir lo interior se
opta por lo exterior, i.e., se desecha una idea que el yo no tolera y a la que es
preciso expulsar. De este modo, el concepto de proyección en la paranoica, se
presenta como un mal uso de un mecanismo psicológico corriente, i.e., normal.
El mismo Freud posteriormente cataloga a la proyección como un síntoma
de la paranoia. La proyección consiste en la represión de una percepción interna
y en lugar de ella, el contenido, tras de recibir una cierta transformación, llega
a la conciencia en forma de percepción procedente del exterior.
En este proceso se advierten tres operaciones:
- Represión de un sentimiento: amor.
- Conversión en lo contrario: odio.
- Atribución del odio al objeto que despertó el amor.
Se trata de una proyección patológica. Hay un fin defensivo, un rechazo, una
oposición entre el mundo interior y el exterior.
Freud habló también de la proyección normal. La describió como un "me-
canismo primitivo" mediante el cuál se proyecta, hacia afuera las percepciones
interiores, incluidas las sensoriales. Las sensaciones desempeñan un papel capi-
tal en la representación del mundo exterior. El término "primitivo" parece ser
sinónimo de fundamental, no evolucionado.
El primero que dio el nombre de proyectivas a las pruebas de las manchas
de tinta de Rorschach y al T.A.T. fue Frank en 1939.
Según Frank el mundo privado de la persona se revela en todo lo que ejecuta
y a lo largo de toda su vida sean cuáles fuesen las circunstancias y los estímulos.
A partir de este momento la proyección es entendida de diversas maneras.
Para Murray (1953) la proyección es un hecho bastante evidente. Toda per-
sona proyecta casi inmediatamente sus experiencias, sus propias peculiaridades
o preocupaciones en el objeto evocador es.
Rapaport (1959) indica que la estructura psicológica se hace palpable en las
acciones, reacciones, elecciones, producciones, creaciones, etc.
CAPÍTULO 1. EL RORSCHACH. INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN18

Robert (1967) entiende por proyección un mecanismo por el cuál la persona


percibe como si estuvieran en el mundo exterior, en los otros, estados afectivos
que le son propios.
Boech (Bohm, 1968) no parece coincidir. Señala que la proyección es un
intento de adaptación en un estado de elevada presión hacia ella (tensión de la
necesidad) y disminuida la capacidad de alcanzarla.

1.1.3. Definición de estructura.


Se entiende por estructura, ni más ni menos, como lo entienden los físicos
(mutatis mutandis), es decir, como algo integrado por elementos y fuerzas ten-
dientes a mantener precisamente la estructura y a efectuar la función en relación
con otras entidades. Es lo que sucede en la personalidad. La personalidad tiene
sus propios y únicos elementos y fuerzas psíquicas que la mantienen y funciona
de acuerdo con sus características peculiares.
Los aspectos estructurales de la personalidad son tendencias determinantes
que entre una excitación de estímulos adecuados originan actos de ajuste y actos
expresivos, mediante los cuáles la personalidad se vuelve observable. Los actos
de ajuste son únicos en el tiempo, espacio y cualidad.
El ajuste no es una mera adaptación reactiva (animales y plantas) sino hu-
mana (encierra una gran medida de conducta espontánea y creativa respecto
del ambiente. Exige dominio y no sólo adaptación pasiva. Cuando el ajuste es
inadecuado se produce la inadaptación. Estos conceptos serán explicados pos-
teriormente.

1.1.4. Validez y fiabilidad del Test


Las opiniones de los autores acerca de la validez y de la fiabilidad del Test
son opuestas. En efecto: Fernández Rocío (1981, pág. 39) dice: "En líneas ge-
nerales tenemos que concluir diciendo que las técnicas proyectivas hasta el mo-
mento no han probado las características necesarias para ser consideradas como
instrumentos científicos. Esto no quiere decir que en el futuro -y a través de
un replanteamiento general sobre ellos- no puedan conseguir resultados que los
avalen". Vernon (1933) encontró fiabilidades relativamente bajas en todas las
variables del Rorschach, excepto en R.

1.1.4.1. Validez del Test


Ante estas opiniones se indican los estudios que han realizado algunos Au-
tores: Benjamin y Ebaugh (1945), Hertz y Rubenstein (1939), Brosin y Frornm
(1940), Frost (1948), Levine, Grassi y Gerson (1943), Rabin y Sanderson (1947),
Ruesch y Finesinger (1941),-Siegel (1948), Wallen (1948), Wishner (1948), Sar-
bin (1939), Young y Higginbotham (1942), Brussel, Grassi y Melnieker (1942),
Hitch (1943) demostraron la validez del test.
CAPÍTULO 1. EL RORSCHACH. INSTRUMENTO DE INVESTIGACIÓN19

1.1.4.2. Fiabilidad del Test


Ford (1946), Thornton y Guilford (1936), Orange (1953), Holzberg (1960-
1977), Kelley (1942), Kerr (1936), Kelley, Margulies y Barrera (1941), demos-
traron la fiabilidad del test. Detallar los resultados de estos trabajos no son los
objetivos de este Estudio. Se concluye con la opinión de Anderson y Anderson
(1939, pág. 184): "Tanto el enfoque molar, como el molecular y el experimental,
han contribuido a que el test de Rorschach se fuese transformando paulatina-
mente en un método de análisis de la personalidad bien fundamentado científica
y experimentalmente”.
La opinión de Anderson y Anderson está avalada por Exner (1978, pág. 11):
"Es uno de los mejores métodos de que disponemos para obtener una descripción
útil de la personalidad individual". Su afirmación está avalada por los datos
acumulados de más de 100 estudios completos
Capítulo 2

Identificación de los casos

2.1. Aproximación al concepto


Según la Literatura correspondiente, tal como está indicado en la Introduc-
ción, los perfeccionistas son personas que desean y buscan siempre conseguir lo
mejor. Esto tiene aspectos positivos y negativos. El buscar siempre la perfección
genera una alta motivación que impide ceder al desaliento y a un sin fin de obs-
táculos. Siendo la motivación motor de la actuación, el perfeccionista transforma
el deseo en realidad, es decir, realiza su deseo cueste lo que cueste. La excesiva
exigencia obliga a sobre esforzarse para mantener una atención concentrada y
persistente. Los grandes logros están realizados por personas que muestran sig-
nos de perfeccionismo: artistas, deportistas de élite, grandes músicos, científicos,
entre otros muchos.
Si el perfeccionismo es muy pronunciado, es decir, está extrapolado, es muy
perjudicial. El perfeccionismo: es paralizante, el perfeccionista no actúa hasta
no estar seguro de que todos los cabos están bien atados, de que el resultado sea
un éxito; suscita sentimientos de auto reproche, el perfeccionista no tolera que
no sea capaz de conseguir la meta que se ha propuesto; genera, en el trabajo,
un bajo rendimientos, el perfeccionista pierde tiempo y consume mucha energía
en buscar y poner todos los puntos sobre las íes, en no dejar ninguna piedra sin
remover; conduce a la adición al trabajo, el perfeccionista sacrifica las relaciones
familiares y las sociales; suscita miedo a cometer un error, el perfeccionista no
entiende las limitaciones humanas, no tolera sus propios errores, ni los errores
de los demás y por eso, tiene miedo a ser rechazado por los demás; provoca
pensamientos polarizados: todo o nada; distorsiona la realidad: el perfeccionis-
ta ve las cosas no como son, sino como las desea ver. El afán perfeccionista
extrapolado y el fracaso producen fuertes tensiones, estrés, baja autoestima,
obsesión-compulsión, depresión.

20
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 21

2.1.1. El perfeccionismo en el SC del Rorschach.


Los sujetos obsesivos en el “Sistema Comprehensivo” del Rorschach, están
representados por las variables D>3, Zf>12, Zd>+3.0, P>7 y FQ+>1. Según
los estudios de Exner (1994), el Índice es positivo si se cumplen una o más
condiciones: a), se cumplen todas de 1 a 5; b), se cumplen dos o más de 1 a
4 y FQ+>3; c), se cumplen tres o más de 1 a 5 y X+ %>.89; d) FQ+>3 y
X+ %>0.89. Cuando es positivo sugiere tendencia al perfeccionismo, y a reco-
ger las informaciones con muchos detalles. Corresponde a personas meticulosas,
cautelosas, muy preocupadas por los detalles, indecisas. Son personas que se es-
fuerzan por ser convencionales y se pierden cuando les toca resolver un problema
con prontitud. Son personas que tienen dificultades para expresar sus emociones,
sobre todo, cuando son negativas. El afán de perfeccionismo y la minuciosidad
no son necesariamente patológicos. Si el perfeccionismo y la minuciosidad se
unen al estilo hiperincorporador, la persona está atrapada en su necesidad de
ser correcta y convencional (muchas P) y de recorrer minuciosamente el campo
de los estímulos. El procesamiento de los datos, cuando el tiempo presiona y la
complejidad es agobiante, será disperso y caótico.
En los adolescentes, pueden aparecer casos obsesivo-compulsivos, sin que
tengan OBS positivo. Esto se debe a que el procesamiento cognitivo no está
completamente estructurado. OBS no es esperado en adultos no pacientes; es
poco común, representa tan sólo el 2 %. El tratamiento de los obsesivos es lento.

2.1.2. Evaluación de la personalidad.


En teoría, una muestra representa conductas semejantes y conductas dife-
rentes, idiosincráticas, es decir, representa sentimientos, actitudes, rasgos, cul-
turas. Si se acepta que el Rorschach refleja conductas semejantes (sentimientos,
actitudes, rasgos) y conductas idiosincráticas (sentimientos, actitudes, rasgos
propios), se asume que las variables plasmadas en valores significativamente
diferentes representan grupos diferentes.
En el Rorschach las actitudes, los sentimientos, los estilos están representados
en variables. El SC de Exner propone unos Estadísticos válidos y fiables para la
estructura de la personalidad de una muestra de 700 adultos no pacientes.
Se evalúa la estructura de la personalidad según los criterios de aplicación,
codificación e interpretación del “Sistema Comprehensivo” de Exner. Se exa-
minan los temas correspondientes a la Afectividad, Autopercepción, Relaciones
Interpersonales, Control y Tolerancia al Estrés, Proceso de la Información, Me-
diación Cognitiva e Ideación. En cada tema se indica una descripción del con-
cepto y el significado de cada una de las variables. El significado está ilustrado
por lo que dicen Rorschach, Klopfer, Beck, Rapaport, Piotrowski, Loosli Usteri,
Bates Ames, Portuondo, Serebrinsky, Beizmann, Bohm, Alcock, Exner.
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 22

2.2. Objetivos del Estudio anterior


Los objetivos del Estudio fueron contestar a las siguientes preguntas: ¿exis-
ten los perfeccionistas?. ¿Se diferencian significativamente de los que no lo son?.
¿Qué estructura de personalidad tienen y estadísticamente en qué se diferen-
cian?.
Para obtener los objetivos se eligió un Sistema y se aplicó el Test a sujetos
voluntarios. Se identificó a los sujetos perfeccionistas y a los que no lo son. Se
calcularon los Estadísticos Descriptivos. Se compararon los promedios de los dos
grupos. Se utilizó la t de Student del SPSS15.0 para las Variables Paramétricas
y U de Mann-Whitney para las no Paramétricas. Luego se calcularon los por-
centajes de las frecuencias de las Variables Estructurales. Se compararon dichos
porcentajes mediante el Método de las Proporciones de dos Poblaciones y de
este modo se obtuvo el Valor Z . Las diferencias encontradas dieron lugar a la
revisión de los resultados.

2.2.1. Elección del Sistema


Se eligió el Sistema Comprensivo de Exner por dos razones:

1. Porque incluye partes considerables de Beck y de Klopfer, elementos de


Herzt, Piotrowski y Rapaport-Shafer y, no en forma arbitraria, sino inten-
tando incluir lo mejor de cada uno de los sistemas.
2. Porque contiene las variables que empíricamente cumplen las exigencias
de fiabilidad y validez.

2.2.2. Variables utilizadas


Para evaluar la personalidad se han utilizado las variables propuestas por
Exner.
Las Variables Paramétricas utilizadas fueron 45: W, D, DQ+, DQo, M,
FM, m, FM+m, FC, CF, FC+CF+C, SunPondC, F, (2), Egoc, SH, L,
EA, es, PuntD, AdjD, a, p, Ma, Mp, Int, Zf, Zd, Compjs, Afr, P, X+ %,
X- %, Xu %, Aisl, H, (H), Hd, (Hd), TH, SumBr6, SumPond6, COP, AG,
PER.
Las no Paramétricas fueron 23: Dd, DQ/, DQv, MQ-, CPura, S, C´, T,
V, Y, CompljsC-SH, Fr, FD, Hx, Sx, Fd, An, Art, Ay, Xy, CP, MOR y
PSV.

Las Variables Estructurales, incluidos los Índices Positivos (no fue exami-
nada la Constelación de Suicidio) fueron 75. Algunos están repetidos. De
este modo, fueron: 11 en la Autopercepción; 15 en las Relaciones Inter-
personales; 16 en el Procesamiento de la Información; 9 en la Mediación;
13 en la Ideación; 22 en la Afectividad; y 15 en el Control y Tolerancia al
Estrés.
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 23

2.2.3. Aplicación del Test


Se aplicó el Rorschach a sujetos voluntarios que no han acudido ni al Psicólo-
go, ni al psiquiatra. El ser aplicado a sujetos voluntarios tiene un inconveniente:
incluir sujetos con problemas psiquiátricos. Sin embargo, la voluntariedad es
utilizada y es reconocida explícitamente por los autores que a continuación son
mencionados.
Álvarez (1980, pág.10) dice: “La muestra se compone de voluntarios, lo que
no excluye que entre nuestros sujetos existan individuos con problemas psiquiá-
tricos”. Silva (1990, pág. 34) lo reconoce: “En la formación de esta muestra no
hemos respetado el criterio de ausencia del historial psiquiátrico. Todos los su-
jetos ejercían sus actividades corrientes. Es por lo tanto posible que en uno u
otro caso el grado de equilibrio o ajuste mental no sea siempre normativo”.
Lo remarca Fúster (1997, Pág. 58): “Todos ellos han sido voluntarios y el
único criterio de exclusión es el de haber recibido, en alguna ocasión, trata-
miento psicológico y/o psiquiátrico. Por ello no es sorprendente que entre sus
componentes aparezcan 16 con CDI positivo, 9 con DEPI de 6 o 7, y 1 con SCZI
positivo”.
Como se puede observar, estos autores reconocen el riesgo de la voluntarie-
dad. El Estudio asume ese riesgo. La voluntariedad puede proceder de diferentes
y múltiples motivaciones: desde la sencilla colaboración desinteresada, la expe-
rimentación de una nueva vivencia, hasta el deseo de averiguar si la sospecha de
un “me encuentro fatal” es real. Ese “me encuentro fatal”, puede reflejarse en el
Rorschach si es real, o no, si es un farol. Los sujetos enmarcados en esa sospecha,
debieron acudir al Psicólogo, y al no acudir, están incluidos en la muestra..

2.2.4. Muestra
La muestra del Estudio corresponde a 258 protocolos de sujetos no pacientes
de Madrid, de 17 a 55 años, 121 hombres y 137 mujeres, de nivel económico me-
dio. La muestra incluye 110 casos (42 %), 51 hombres y 59 mujeres con Índices
Positivos: en PTI>3: 4 %; en DEPI>4: 25 %, en CDI>3: 12 %; HVI: 1 % OBS:1
caso. Estos datos no son inusitados. Los porcentajes de una muestra de Bar-
celona de Álvarez (1980) son mayores: SCZI>3: 16 %, DEPI>4: 34 %, CDI>3:
35 %, HVI Positivo: 21 %, OBS Positivo: 1 %.
En teoría, una muestra representa conductas semejantes y conductas dife-
rentes, idiosincráticas, es decir, representa sentimientos, actitudes, rasgos, cul-
turas. Si se acepta que el Rorschach refleja conductas semejantes (sentimientos,
actitudes, rasgos) y conductas idiosincráticas (sentimientos, actitudes, rasgos
propios), se asume que las variables plasmadas en valores significativamente
diferentes representan grupos diferentes.
En el Rorschach las actitudes, los sentimientos, los estilos están representados
en variables. El SC de Exner propone unos estadísticos válidos y fiables para
la estructura de la personalidad extraídos de una muestra de 700 adultos no
pacientes.
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 24

2.2.5. Identificación de los sujetos perfeccionistas (SP).


Teniendo presentes las cinco condiciones anteriormente indicadas, en los 258
protocolos, apenas hay dos casos que cumplen las exigencias. Estos casos como
son obsesivos han sido eliminados. Ahora bien, teniendo presente que las per-
sonas obsesivas, según Exner, tienden a ser perfeccionistas, asumimos que son
perfeccionistas los que cumplan dos o más condiciones. Según este criterio, en los
protocolos encontramos 82 casos que cumplen la exigencia. Representan el 32 %
de los protocolos. En esta muestra, un 80 % cumple dos condiciones y el resto,
tres; en ninguno de los casos se cumplen cuatro condiciones, ni mucho menos las
cinco. Corresponden a 34 hombres y a 48 mujeres. Dd>3 está representada por
el 77 %; Zf>12, por el 86 %; Zd>+3, por el 39 %; P>7, por el 22 %; FQ+>1,
por el 7 %; FQ+>3 y X+ %>0.89 no tienen representación. De los 82, 37 (45 %)
tienen Índice Positivo. DEPI:32 %, CDI:5 %, PTI:3 %, HVI:5 %, OBS:0 %.

2.2.6. Identificación de los sujetos no perfeccionistas (SNP).


De los 258, 173 casos no son, ni tienden a ser perfeccionistas. Con el fin
de agilizar los cálculos porcentuales se han suprimido al azar 93 casos. De esta
forma, los no perfeccionistas están representados por 80 casos: 32 hombres y
48 mujeres. Esta muestra incluye 24 casos (30 %) con Indice Positivo: PTI>3
tiene un 3 %; DEPI>4, un 6 %; CDI>3, un 16 %; HVI Positivo, un 1 %, OBS
Positivo un 2 %. Como en el apartado anterior, estos datos no son inusitados.
Los porcentajes de una muestra de Barcelona de Álvarez (1993) son mayores:
SCZI>3: 16 %, DEPI>4: 34 %, CDI>3: 35 %, HVI Positivo: 21 %, OBS Positivo:
1 %.

2.2.7. Diferencias entre perfeccionistas y no perfeccionis-


tas
Para comprobar las diferencias entre perfeccionistas y no perfeccionistas se
calculó la t para las Variables Paramétricas y U de Mann-Whitney para las no
Paramétricas.

2.2.7.1. Prueba t para la igualdad de medias


Para las Variables Paramétricas se utiliza la t de Student del Sistema SNSS15.0.
Si los niveles de significación son superiores a 0.05 o muy cercanos a uno, es más
probable que sea verdad la no diferencia entre el estadístico y el parámetro.
Si los niveles de significación son inferiores a 0.05 o muy cercanos a cero, es
más probable que la diferencia entre el estadístico y el parámetro sea estadísti-
camente significativa. Para comparar los datos propios con los datos de Exner
se utiliza la fórmula de t para las Variables Paramétricas y la Z para las no
Paramétricas.
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 25

2.2.7.2. Prueba U de Mann-Whitney para Variables no Paramétri-


cas
Para las Variables no Paramétricas se utiliza U de Mann-Whitney. Si los
niveles de significación son superiores a 0.05 o muy cercanos a uno, es más pro-
bable que sea verdad la no diferencia entre el estadístico y el parámetro. Si los
niveles de significación son inferiores a 0.05, o muy cercanos a cero, es más pro-
bable que la diferencia entre el estadístico y el parámetro sea estadísticamente
significativa.
Los resultados de la comparación entre los datos de los perfeccionistas y
los datos de Exner no están transcritos.
Según esos resultados:
- De las 45 Variables Paramétricas, 25 son las que diferencian significati-
vamente a los perfeccionistas de los que no son perfeccionistas: Zf, W, M,
DQ+, F, X- %, X+ %, m, FM, FM+m, a, p, Intelec, (2), H, (H), COP,
AG, FC, CF, FC+CF+C, SumPondC, EA, es, Compljs
- De las 22 no Paramétricas, 6 son las que los diferencian significativamen-
te: Dd, DQ/, PSV, S, T, C´
- En las Variables Estructurales, 18 son las que los diferencian significativa-
mente: Zf>12, Dd>3, Motiv alta, DQ+ alto, DQo alto, Zd>+3, FD>2, X-
%>,30, FM>5, SH>FM+m, Intelec>3, 3r+(2)/R<33, T=0, S>2, C´>2,
Compljs<4 PSV>0 y P>7. En todas las variables, los porcentajes de los
perfeccionistas son significativamente superiores a los porcentajes de los
SNP

2.3. Objetivos actuales


Como quedó indicado en la Introducción, los objetivos de la revisión consis-
ten en:
1. Confirmar lo encontrado en el Estudio anterior y añadir a la variable que
identifica a los perfeccionistas las variables que los diferenciaron significa-
tivamente de los que no lo son.
2. Constatar si las diferencias encontradas en los grupos nuevos son signifi-
cativas
3. Comprobar si el incremento de las Variables produce un cambio estadís-
ticamente significativo.
Para poder confirmar lo primero, se calcularon los porcentajes de las frecuen-
cias y mediante el Método de las Proporciones de dos Poblaciones se obtuvo
Z. Según los resultados encontrados, fueron 18 las Variables que diferenciaron
significativamente a los perfeccionistas de los que no lo son.
Están indicados en el siguiente cuadro.
CAPÍTULO 2. IDENTIFICACIÓN DE LOS CASOS 26

Cuadro. Variables que diferencian significativamente a los perfeccionistas


de los que no los son.
Variables Variables Variables Variables Variables
Zf>12 Dd>3 Motiv alta DQ+ alto DQo alto
Zd>+3 FD>2, X- %>,30 FM>5 SH>FM+m
Intelec>3 3r+(2)/R<33 T=0 S>2
Compljs<4 PSV>0 P>7 C´>2
Dd>3, Zf>12, Zd>3 y P>7 son las Variables propuestas por Exner.

2.3.1. Identificación de los perfeccionistas con el Índice


(SPÍ)
Las 18 Variables sugirieron la revisión del Estudio. La revisión consiste en
añadir dichas Variables, a los propuestos por Exner, como identificadores de los
perfeccionistas. El problema surge cuando en un mismo sujeto 9 Variables no
lo identifican y 9 sí. Como sucede algo similar en los protocolos restantes, para
solucionar el problema se opta por puntuar con un 1 a la Variable que no los
identifica. Se suman las puntuaciones. El puntaje superior obtenido que no los
identifica es igual a 11 y el inferior a 5. Se calcula la media y la desviación típica.
La media es igual a 8,33 y la desviación típica a 1,49. Se suprimen todas las
puntuaciones superiores a la media. De los 82 casos fueron excluidos 33. De este
modo, quedan 49 sujetos. Estos son los representantes de los perfeccionistas con
varias Variables. En estos 49 casos, 26 (53 %) tienen Índice Positivo. PTI tiene
un 6 %; DEPI, un 39 %; CDI, un 6 %; HVI, 2 % y cero OBS.

Esbozado y planteado el asunto, delimitado el campo, tal como quedó


indicado en la Introducción, la revisión del Estudio se propone:
Comprobar si las diferencias entre los nuevos grupos son significativas.
Comprobar si el incremento de las Variables produce un cambio estadís-
ticamente significativo.
Para cumplir con los objetivos propuestos, tal como queda indicado anterior-
mente, se evalúa la personalidad de los perfeccionistas (SP y SPÍ) y la de los no
perfeccionistas (SP y SNP) utilizando las Variables de cada una de las Agrupa-
ciones del “Sistema Comprehensivo”: Afectividad, Autopercepción, Relaciones
interpersonales, Procesamiento de la Información, Mediación Cognitiva, Idea-
ción, Control y Tolerancia al Estrés.
Capítulo 3

Procesamiento de la
Información

Las personas construyen su propio conocimiento a partir de sus estructuras


y de sus procesos cognitivos y con ese bagaje recogen e interpretan la estimula-
ción recibida. Intentamos aproximarnos someramente al contenido del concepto
indicando dónde se encuadra, cómo es utilizada la información y cuáles son las
características del procesamiento, mediante las ideas indicadas por dos autores:
Delclaux (1982) y Zaccagnini (1982).
Delclaux y Zaccagnini estiman que el contenido del concepto se encuadra
dentro de las teorías de la Psicología Cognitiva. Lo confirma Solso (cit. Por
Zaccagnini, 1982). Opina que la Psicología Cognitiva se ocupa de estudiar la
información acerca del mundo. Indica cómo tal información se codifica y se
convierte en conocimientos. Señala cómo se almacenan y cómo se usan esos
conocimientos para dirigir nuestra conducta.
Zaccagnini (1982, pág. 51), dice: “La información es utilizada para indicar
que los estímulos y las respuestas de los sujetos no son interpretados en función
de sus características físicas sino desde un marco conceptual más abstracto y
complejo”. En el proceso de la información “el sujeto construye activamente
su conducta a partir de un análisis de su medio que trasciende los aspectos
puramente físicos. El “procesamiento indica la actitud de parte de quién la usa,
de considerar al sujeto como activo (procesador) y fundamental a la hora de
explicar la conducta”.
Según Delclaux (1982, p. 22) “el procesamiento de la información es una
forma de ver la actividad humana que tiene en cuenta tanto el contenido de la
información del entorno como la elaboración que de ella hace el sujeto, así como
la información que éste devuelve al entorno”. Considera al sujeto como activo,
porque el ser humano es capaz de “manipular” la realidad sin necesidad de que
ésta esté presente.
.
Señalado en qué consiste el concepto se indica el significado de las variables

27
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 28

que reflejan el Procesamiento de la Información.

3.1. El Procesamiento de la Información en el


SC
En el Procesamiento de la Información se examina el esfuerzo y la calidad
del esfuerzo. La variables que reflejan el esfuerzo y la motivación son: L, OBS,
HVI, Zf, W:D:Dd, W:M. A continuación se indica el significado de cada una de
las Variables.

3.1.1. Significado de Lambda: L


Lambda sugiere implicación en las estimulantes complejas. Sugiere esfuerzo
en el procesamiento. Viene dada por la cantidad de F Pura. Rorschach (1961)
opina que la F Pura se relaciona con la atención y concentración del pensamien-
to. Para Beck y KloSPer representa una demora del afecto. Rapaport señala
que implica razonamiento formal. Los tres autores están de acuerdo en que F
Pura indica un tipo de defensa. Ames encuentra un número mayor de F Pura
en niños y adolescentes. Los alcohólicos dan más F Pura que los psicópatas. La
F Pura es baja en los caracteriales cuando se les exige rapidez y en los esquizo-
frénicos. El electrochoque las aumenta. En los antisociales F Pura es alta. En
los no pacientes, F Pura oscila entre el 25 % y el 35 %.
Exner (1995, pág. 92) dice: “el sujeto usa en este tipo de respuestas, so-
lamente el control intelectual (representado por la Forma) evitando procesar
emociones y dar complejidad a sus perceptos”.

3.1.1.1. Significado de Lambda Alta.


L>0.99, según Exner (1994), sugiere restricción de la estimulación a un nivel
fácil de manejar, para lo cuál se simplifica el campo estimular con el riesgo
de minimizar o ignorar la importancia de los elementos. La persona procesa
todos los elementos (nivel de admisión de datos), pero los considera como poco
importantes, aunque fuesen significativos, en vista de sus necesidades y de las
demandas de la situación. Estas conductas no responden a las demandas de una
situación dada o se desvían de las pautas esperadas. Una Lambda alta, aunque
no se relacione directamente con el control emocional, refleja actuaciones no
moduladas, repentinas, bruscas, desconectadas.
Es un estilo defensivo que puede cumplir una misión adaptativa frente a
situaciones complicadas o peligrosas (el sujeto las percibe como amenazantes
para su integridad o como obstáculos para su gratificación). El estilo defensivo
puede provenir de una inmadurez e ineptitud social (CDI>3); de una sensación
de privación en las relaciones interpersonales (T=0); de una excesiva preocupa-
ción por la gratificación de necesidades (FM>5); de prejuicios negativos hacia
el entorno (COP<2).
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 29

En niños o en adolescentes el significado de la variable es el mismo. El ni-


ño que está sometido a presiones escolares (fracaso académico) o a situaciones
emocionales de mucha tensión (separación de los padres), intenta protegerse
simplificando el campo perceptual (simplifica demasiado lo que percibe).

3.1.1.2. Significado de Lambda Baja.


L<0.32 refleja una tendencia a implicarse en las situaciones estimulares nue-
vas; más que una implicación voluntaria sugiere una incapacidad para evitarla.
La incapacidad puede provenir de tres factores:
- Dificultades para encontrar formas económicas a fin de poder realizar la
tarea propuesta. La persona es víctima de sus necesidades insatisfechas, de sus
pasiones y conflictos; está enredada en la complejidad estimular; la preocupa-
ción y el agobio perturban la concentración y el razonamiento lógico e impiden
encontrar una solución sencilla; está en un estado de agitación, de tensión in-
terna.
- Las personas ambiciosas buscan salir airosas en la tarea que se proponen
(hacen lo mismo con el Test) frente a la complejidad de los estímulos, desechando
las respuestas simples y haciendo esfuerzos laboriosos para elaborar interrela-
ciones. (X+ %, P, Zd estarán en el promedio, Zf, W, DQ+ serán altas.)
- En la tendencia al logro y la necesidad de evitar fracasos o errores (Zd
alta), el esfuerzo para organizar los estímulos es alto, pero la eficacia es baja.
Puede ser una ventaja o un inconveniente. Depende de X+ %, del Control y de
los Códigos Especiales.

3.1.2. Significado de OBS.


Este Índice forma constelaciones que corresponden a las Variables Clave.
OBS no es un estilo de respuesta. Cuando es positivo sugiere una tendencia al
perfeccionismo, a recoger las informaciones con muchos detalles. Corresponde a
personas meticulosas, cautelosas, muy preocupadas por los detalles, indecisas.
Son personas que se esfuerzan por ser convencionales y se pierden cuando les
toca resolver un problema con prontitud. Son personas que tienen dificultades
para expresar sus emociones, sobre todo, cuando son negativas.
El afán de perfeccionismo y la minuciosidad no son necesariamente patológi-
cos. Si el perfeccionismo y la minuciosidad se unen al estilo hiperincorporador,
la persona está atrapada en su necesidad de ser correcta y convencional (muchas
P) y de recorrer minuciosamente el campo de los estímulos. El procesamiento de
los datos, cuando el tiempo presiona y la complejidad es agobiante, será disperso
y caótico.
En los adolescentes, pueden aparecer casos obsesivo-compulsivos, sin que
tengan OBS positivo. Esto se debe a que el procesamiento cognitivo no está
completamente estructurado. OBS no es esperado en adultos no pacientes; es
poco común, representa tan sólo el 2 %. El tratamiento de los obsesivos es lento.
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 30

3.1.3. Significado de HVI.


Este Índice forma constelaciones que corresponden a las Variables Clave. HVI
refleja hipervigilancia. Sugiere utilización de mucha energía para mantenerse so-
bre aviso y estar superalerta. Son personas mal pensadas, muy vulnerables, con
una actitud negativa, desconfiada; se manifiestan cautelosas, muy reservadas
en sus relaciones sociales, recelosas de los gestos de proximidad de los demás,
atentas sólo a lo relacionado con su espacio personal, exageradamente controla-
das, se consideran víctimas potenciales. Si el rasgo está muy potenciado origina
conductas paranoides (trastornos paranoides, esquizofrenia paranoide).

3.1.4. Significado de Zf.


Zf representa el esfuerzo de la Actividad Organizativa.
Rorschach (1961) admite diferentes formas de organización en relación con
las diferentes respuestas globales. Beck (1968) amplia el criterio de "energía de
la organización" a las respuestas de detalles. Rapaport (1976, pág. 201) divi-
de las respuestas globales en cuatro categorías y según "el saldo arrojado por
el rendimiento del sujeto con respecto a estos cuatro tipos de respuestas de-
be interpretarse como su manera característica de encarar aquellas situaciones
que requieren una generalización y/o una visión organizadora". Klopfer (1972)
estima que la organización está relacionada con la adecuación y especificación.
Exner (1978), sugiere que Zf representa el esfuerzo que realiza el sujeto para
estructurar y organizar significativamente los elementos de un campo no estruc-
turado para verbalizar una respuesta. Esta actividad pone en funcionamiento
elementos cognitivos, afectivos y motivacionales. Dice (pág. 160):
- "Zf Baja puede asociarse a limitaciones intelectuales, o puede ser el re-
sultado de una falta de predisposición para intentar anudar la complejidad del
campo de los estímulos. Representa poca capacidad cognitiva o bien bajo nivel
de motivación e iniciativa.
- Una Zf Alta puede ser el producto de un esfuerzo intelectual, o puede
indicar la necesidad de tratar el campo de los estímulos con más cuidado y
precisión". Corresponde a personas muy motivadas. La motivación puede estar
originada por exigencias perfeccionistas o por situaciones de crisis o bien por un
ajuste adecuado.

3.1.5. Significado de W:D:Dd


W:D:Dd refleja el esfuerzo empleado en el procesamiento de los datos, i.e.,
la manera como el sujeto resuelve las situaciones nuevas y desestructuradas. El
sujeto frente al estímulo de las manchas elige la totalidad (Respuestas Globa-
les), o parte, (Respuestas de Detalle). Los detalles pueden ser escogidos por la
inmensa mayoría de los sujetos (Detalles Usuales) o por muy pocos (Detalles
Inusuales)
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 31

3.1.5.1. Interpretación de W.
Las Respuestas Globales son estudiadas teniendo presente su génesis, el nú-
mero, las láminas de dónde preceden, la Calidad Evolutiva y la Organización.
Según Rorschach (1961, pág. 59) "la producción de gran número de respues-
tas W requiere además de un rico caudal de engramas, cierta actividad de matiz
afectivo, una peculiar volición activa que consiste en la actitud volitiva dirigida
a la finalidad del todo, unida, con cierta frecuencia, a una fuerte aversión a los
detalles". “El número de respuestas W se considerará, ante todo, como un índice
de la energía disposicional de la actividad asociativa, y muchas veces, también
como expresión de la voluntad consciente o inconsciente de alcanzar complicados
rendimientos, tales como los que involucran procesos de abstracción o combina-
ción". Rorschach clasifica las W como primarias o secundarias. Las secundarias
pueden ser confabulatorias, de tipo combinatorio y de combinación simultánea.
Beck (1968) amplia el concepto de W con la variable de Organización llamada
Z y lo relaciona con la inteligencia en su dimensión de altura o nivel. El valor
fundamental consiste en indicar el grado de energía mental liberada.
En opinión de Klopfer (1966, pág. 143) las W pueden ser W, W´ (cortada) y
DW (Confabulatoria). "En general se considera que el uso de W refleja capacidad
para organizar material, relacionar detalles o interés por lo abstracto y teórico.
Lo anterior es cierto, "sólo cuando las W son buenas". El empleo de W’ puede
ser indicativo de una actitud crítica que lleva al sujeto a omitir lo que cree que
no se ajusta (a su concepto)...El uso de DW muestra debilidad en la percepción
de la realidad".
Para Rapaport (1976, pág. 201) "en general, W denota aptitudes abstracti-
vas, sintéticas e interactivas”. Las clasifica en 4 categorías:
1ª). Una W vaga (Wv) indica la presencia de una ansiedad perturbadora de
la organización perceptual, el bloqueo o el retardo asociativo.
2ª). Las arbitrarias (W-) denotan ansiedad y, si son muchas, pobreza crítica
de la realidad e insuficiencia de la facultad abstractiva.
3ª). La W abstracta (Wa) revela una adecuada aptitud generalizadora.
4ª). La W integrada compleja (W+) representa la facultad de sintetizar
y organizar. “El saldo arrojado por el rendimiento del sujeto con respeto a
estos cuatro tipos de W debe interpretarse con su manera característica de
encarar aquellas situaciones que requieren una generalización y/o una visión
organizadora".
Ames (1972, pág. 61) las clasifica en cinco categorías W, W/, WS, DW, y
DW Conf. Dice: "Las respuestas totales o globales, si son de una forma buena,
exigen mucho del sujeto en el sentido de la visualización estructural y de poseer
engranas bien definidos. Si la forma es pobre, pueden indicar un proceso de
pensamiento más superficial". Alkock (1965, pág. 49) indica tres clasificaciones
de W y el "valor varía de acuerdo con su naturaleza y frecuencia”.
Rauch de Traubenberg (1977, pág. 39) dice: "La G es en primer lugar un
componente de la inteligencia...La actitud G es un enfoque mental...refleja un
modo de pensamiento preocupado por la generalización...Y en otra parte, (pág.
31): "La G, acto perceptivo, implica el mecanismo cognitivo, la actitud afectiva
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 32

y puede ser utilizada como mecanismo de defensa ante el desconcierto y la


ansiedad provocados por la situación". Indica 4 estadios. El primero corresponde
a la "globalización primitiva" propia del niño hasta los 5 años. El segundo y
tercero corresponden al "análisis lógico". En el cuarto las W se apoyan en "la
articulación sintética de los detalles". Termina señalando la influencia positiva
o negativa del color.
Beizmann (l968, pág. 90) enfoca la percepción desde un ángulo genético y
distingue niveles de pensamiento que se extienden gradualmente entre 2 polos
extremos:
1º). "En el polo inferior, un pensamiento impreciso, confuso, indiferenciado,
correspondiente a una forma sincrética de aprehensión.
2º). En el polo superior, un modo de globalización más evolucionado que ca-
racteriza un pensamiento ricamente elaborado, sintético, capaz de la abstracción
y del análisis lógico".
Para Loosli Usteri (1965, pág. 36) "si se trata de una respuesta precisa y
ricamente estructurada la interpretación global es el producto de un complicado
proceso asociativo".
Según Bohm (1977, pág. 63) "las G expresan, por lo general, la capacidad
para la visión panorámica, para la percepción de las grandes relaciones, por lo
que están en una cierta relación con la inteligencia teórica y con el pensamiento
sistemático. Sin embargo, no todas las G son, sin más, signos de una elevada
inteligencia teórica". Para que así sea deben tener una forma exacta.
.
Exner (l939, pág. 27) dice: "Las Respuestas Globales han sido más estudiadas
que cualquier otro tipo de Localización". Relata la forma de aproximarse a
W. Las considera como Índice de Capacidad Organizativa, analiza la Calidad
Evolutiva, la frecuencia y las relaciona con las otras localizaciones. Se espera
alrededor del 40 %. Cita 17 trabajos relacionados con esta variable.

3.1.5.2. Interpretación de D.
Para Rorschach (1961, pág. 185) "la respuesta D: invariable expresión del
sentido común para la captación de lo inmediato, de las circunstancias del mo-
mento"
Según Klopfer (1966, pág. 91) D % y Dd % “indican en general, interés por
lo especifico, por los detalles, por lo concreto. Esto puede ser interpretado como
una aplicación práctica, cotidiana, del sentido común de la inteligencia".
Para Rapaport (1976, pág. 202) la "D revela interés y aptitud para captar la
obvio o lo concreto de la vida cotidiana". En el mismo sentido se expresa Rausch
de Traubenberg (1977, pág.42): La respuesta "D sugiere un enfoque mental muy
corriente, como inducido por el estímulo, que implica una actividad de análisis
y de diferenciación normal en la edad adulta, pero que puede ser difícil para el
niño muy pequeño y el enfermo adulto".
Para Beizmann (1968, pág. 103) las D "indican una orientación intelectual
práctica, dirigida ya hacia lo concreto, bien ajustada a la realidad cotidiana, si
existe además una buena representación de las trivialidades".
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 33

.
- D alta representa un funcionamiento marcadamente práctico, dirigido hacia
lo más sencillo, a lo más fácil, a aquello que no demanda excesivos esfuerzos.
Exner (1974, pág. 28) dice: "Todos los sistematizadores han incorporado este
postulado a sus propios marcos de referencia interpretativos". (pág. 29) Se espera
alrededor del 60 %. Las D "representan un conservadurismo o eficiencia”.
- D alta con A alta y PSV reflejaría una tendencia hacia la estereotipia y
hacia una rigidez perceptual cognitiva.

3.1.5.3. Interpretación de Dd.


Esta categoría no está propuesta por el Autor del Test.
Klopfer (1966, pág. 144) clasifica Dd en 4 categorías:
- Detalle muy Pequeño (dd) representa "tendencias obsesivas, minuciosas o
pedantes";
- Detalle Interior (di) indica "una preocupación ansiosa vinculada con las
relaciones interpersonales";
- Detalle de Borde (de) indica "temor a verse envuelto si se participa dema-
siado profundamente en cualquier cosa";
- Detalle Raro (dr) "puede revelar una gran perceptividad y flexibilidad de
enfoque, o una falta llamativa de sentido común o una actitud negativista hacia
lo obvio". Alkock (1965) sigue a Klopfer.
Para Rapaport (1976, pág. 203) las respuestas Dd "nunca constituyen índices
diagnósticos, revelando más bien cierta disposición selectiva para captar los
aspectos más sutiles, finos, agradables y coloridos de una situación".
Según Ames (1972, pág. 819) las Dd pueden "indicar una capacidad muy alta
para el juicio refinado y para dar interpretaciones que exigen una observación
sutil y crítica, si la forma es buena y la respuesta de buena calidad".
Para Rausch de Traubenberg (1977, pág. 49) tiene tres significados:
- "La Dd tiene valor de componente intelectual cuando se da como com-
plemento de G y D, cuando es pequeña o de borde, está determinada por una
estimación formal y, cuando se refiere a contenidos parciales.
- Tiene valor caracterial o de rasgo afectivo cuando se observa su aparición
al principio de la lámina.
- Tiene valor de mecanismo de defensa".
Loosli Usteri (1965, pág. 45) ve en ellas "un carácter mental desde luego po-
sitivo, capacidad para el pensamiento minucioso y fino que exige la observación
sostenida".
Según Bohm (l977, pág. 63) "las Dd representan el sentido de lo insignifi-
cante, de lo pequeño, lo accesorio, sutil y extravagante; en el sentido positivo
representan el espíritu de observación sagaz".
.
Exner (1974, pág. 30) sugiere que el valor interpretativo está en función del
número de respuestas W y D. Si es proporcionado "resulta probablemente un
signo saludable de iniciativa y capacidad de inhibición". Si es desproporcionado,
"posiblemente es más indicativo de huida y si va combinado con alguno de los
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 34

diversos tipos de movimiento, puede indicar un proceso ideativo inadaptado" Se


espera alrededor de un 5 %.

3.1.6. Interpretación de la Proporción W:M.


Estas variables se relacionan con el esfuerzo y la motivación empleados en
el procesamiento. W representa la capacidad de organización, el esfuerzo por
abarcar lo más posible, la exigencia de que no se quede nada. M representa la
capacidad de iniciativa, los recursos disponibles para iniciar conductas delibe-
radas, es decir, la expresión de razonamiento y la dirección deliberada de la
atención del pensamiento. Se espera que W:M, en general, sea de 2:1. No obs-
tante, la interpretación está en función de los estilos EB (Tipo Vivencial). La
relación para los intratensivos es 1.5:1; para ambiguales, 2:1; y para extratensi-
vos, 3:1.
- W Alta y M Baja corresponde a personas que tienen un elevado nivel
de aspiraciones y una necesidad de éxito superior a los recursos disponibles, sus
metas son superiores a sus posibilidades. Una W substancialmente mayor que M
(según sea el Estilo Vivencial) y un número de DQ+ bajo, refleja una necesidad
de logro mayor que los actuales recursos funcionales. La persona no consigue
sus objetivos y queda expuesta a vivencias de frustración.
- W Baja y M alta provienen de personas que tienen un bajo nivel de aspira-
ción con relación a sus recursos. Actúan por debajo de lo que pueden. Son poco
ambiciosas. W muy Baja (1:1 para intratensivos y ambiguales, 1.5:1 para extra-
tensivos), FQ+ y Zf por arriba de la media, reflejan prudencia, apocamiento al
establecer las metas a conseguir.
- En niños, los datos no son exactos, porque sobreestiman sus recursos, por-
que sus niveles de aspiraciones no están asociadas a las necesidades de logro;
porque sobreestiman sus capacidades y aspiran conseguir objetivos descabella-
dos a los que dan poca importancia. Esto les permite encajar más fácilmente el
fracaso. Es normal encontrar una relación de 8:1 en niños de 5-6 años y de 4:1
en niños de 9-10 años.

3.1.7. Motivación
3.1.7.1. Motivación Elevada.
Los sujetos están altamente motivados para solucionar los problemas o to-
mar decisiones (siempre que tengan los recursos disponibles y un buen nivel
cognitivo) si cumplen dos de las tres condiciones:
- Zf mayor que la media.
- W>(D+Dd).
- W aumentada en W:M, según el Estilo Vivencial de EB.

3.1.7.2. Motivación Escasa.


La persona se presenta poco motivada en el procesamiento, cuando, al menos,
se cumplen dos de los criterios siguientes:
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 35

- Zf inferior a la media;
- W inferior a la mitad de D+Dd y
- W disminuida en W:M, según el Estilo Vivencial de EB. Corresponde a una
forma defensiva frente a la competitividad social. Representa un retraimiento
proveniente de una autoimagen negativa.

3.1.8. Calidad del esfuerzo.


El desarrollo de los procesos cognitivos está representado por DQ. DQ, según
Exner (1978, pág. 27) "proporciona un índice de sofisticación cognitiva". Es la
capacidad de analizar y sintetizar el campo estimular dándole un significado. Lo
clasifica en cuatro categorías: DQv, DQv/+, DQo y DQ+. Estos valores repre-
sentan el desarrollo cognitivo que va desde lo más primitivo, lo más inmaduro,
hasta lo más sofisticado y complejo.
- DQ+ Alto "representa un nivel de operación cognitivo más alto"; indica
procesos de análisis y síntesis. Son respuestas que corresponden a personas in-
telectualmente brillantes. Una inteligencia brillante no significa necesariamente
que se ajuste a los estímulos reales. Se puede encontrar DQ+ y FQ-. DQ+ y Zf
suelen ir correlacionados. Representan un funcionamiento cognitivo sofisticado y
complejo; pero, un buen desarrollo intelectual puede ser ineficaz por desajustes
perceptivos.
- DQo representa la economía cognitiva, un funcionamiento correcto, un
procesamiento económico, sin gastar mucha energía. La persona evita la com-
plejidad, pero no renuncia a la calidad, ni al ajuste.
- DQv refleja un funcionamiento cognitivo esquemático y concreto, simplista,
difuso, infantil, primitivo. Las valoraciones DQv provienen de niños, (en menores
de 10 años se esperan de tres a cinco); provienen de sujetos con deficiencia
mental, con lesión cerebral o con perturbaciones. DQv>5 refleja un nivel inferior
de funcionamiento cognitivo
- DQv/+ representa una tendencia a una mayor sofisticación en el funciona-
miento cognitivo que el indicado por DQv; pero, su logro se encuentra interferido
por problemas de definición formal. DQv/+ presenta menos eficiencia que DQ+.
DQv/+ >1, en niños, indica un nivel más elevado de actividad cognitiva. DQv/+
>2, en adultos, significa dificultades para obtener niveles más complejos.

3.1.9. Eficiencia organizativa (Zd).


Zd=0 representa el esfuerzo y la eficiencia organizativa. Se refiere al modo
de explorar un nuevo campo. Zd, entre más o menos 3, es esperada en el 75 %
de los casos no pacientes. Corresponde a personas que son capaces de registrar
los elementos relevantes del campo estimular sin detenerse en lo accesorio, ni
dejar elementos fundamentales de la información.
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 36

3.1.9.1. Hiperincorporadores.
Zd>+3 representa a los hiperincorporadores. Son personas cautelosas, me-
ticulosas, rumiadoras; estas personas son indecisas, emplean mucha energía en
la exploración del campo estimular; dan muchas vueltas a los datos antes de
dar una respuesta; tienen dificultades para distinguir lo secundario de lo princi-
pal; son lentas en la ejecución, cometen pocos errores, prefieren situaciones en
las que disponen de tiempo; bajo presiones de tiempo se sienten poco seguras,
dan respuestas poco apropiadas. Si la variable es muy acusada, presentan ras-
gos perfeccionistas. El estilo es poco modificable. En niños no es esperada. Si
está presente, corresponde a casos de hípermadurez, en los cuáles el ambiente
es exigente, no tolera errores (rendimiento alto, eficacia, rapidez).

3.1.9.2. Hipoincorporadores
Zd<-3 representa a personas hipoincorporadoras que se muestran más dis-
puestas a correr riesgos, a escudriñar rápidamente el campo de los estímulos.
Estas personas se exponen a dejar elementos importantes, a dar respuestas
inapropiadas, a cometer más errores, a ser ineficaces y a precipitarse en las
decisiones. Son personas impulsivas que realizan un examen poco cuidadoso de
los estímulos. El estilo es modificable con la técnica de demorar la respuesta.
En niños, este estilo no tiene especial significación. Si es muy marcado, corres-
ponde a niños descuidados, negligentes, precipitados. Exner presenta 3 estudios
realizados con esta variable.

3.1.10. Significado de PSV.


PSV refleja inflexibilidad cognitiva, rigidez en el procesamiento de la infor-
mación o en el proceso de toma de decisiones; implica un desliz cognitivo, por
cuanto, ciertas operaciones cognitivas se hallan limitadas o perturbadas. Puede
provenir de un deterioro neurológico, de una deficiencia mental o de un bloqueo
psicológico.
- PSV=1 sugiere rigidez momentánea al decidir o seleccionar operaciones.
- PSV=2, una probable implicación neurológica.
- PSV>2 proviene de la Perseveración Mecánica. Cuando esto sucede, el
funcionamiento neurológico debe ser evaluado con las pruebas pertinentes. La
PSV Mecánica refleja una grave patología. Cuando PSV proviene del contenido
indica un intenso desasosiego provocado por graves perturbaciones.
PSV es poco común en adultos (5 %), aparece con más frecuencia en niños
pequeños (63 %) y en pacientes neurológicos; decrece a medida que avanza la
edad hasta el 3 % en los 12 años.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-
cado el significado de cada una de las variables del Rorschach, es procedente
añadir a la pregunta formulada en el Estudio anterior: ¿los SP recogen y proce-
san la información como la recogen y la interpretan los SNP?, dos más: ¿los SPR
recogen y procesan la información como la recogen y la interpretan los SNP?; la
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 37

modificación producida por el incremento de las 18 Variables es significativa?.


Se responde a las preguntas formulando las siguientes hipótesis

3.2. Hipótesis.
1. Las diferencias entre los Estadísticos Descriptivos de los SP-SNP, SP-NP
y SPÍ-SNP son significativas.
2. Las diferencias entre las Variables Estructurales de los SP-SNP y SPÍ-SNP
son significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 18 Variables es signi-
ficativa.

Para comprobar si los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP se toman las variables relacio-
nadas con el Procesamiento de la Información, tanto las que reflejan el esfuerzo
y la motivación del procesamiento: L, OBS, HVI, Zf, W:D:Dd y W:M, como las
que reflejan la calidad y eficiencia del esfuerzo: DQ, Zd y PSV.
La muestra, el procedimiento, los cálculos son los mismos que los indicados
en el primer Tema. Los resultados están expuestos en sendas tablas.

3.3. Resultados. Análisis de resultados


3.3.1. Estadísticos Descriptivos
3.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son signi-
ficativas.
Para comprobar si los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son significativamente di-
ferentes, se calculan los Estadísticos Descriptivos. Los resultados están indicados
en siguiente tabla.
Tabla 1. Estadísticos Descriptivos de 82 SP, de 49 SPÍ, de 80 SNP y de 700
adultos no pacientes de Exner.
Variables SP Dt SNP Dt SPÍ Dt NP Dt
L 0,84 0,75 0,81 0,73 0,96 0,94 0,58 0,26
Zf 16,46 4,14 10,85 3,64 16,86 4,83 11.81 2,19
W 11,03 4,56 8,13 3,83 11,98 4,89 8,55 1,94
D 12,78 8,68 11,55 6,91 12,98 9,69 12,89 3,54
Dd 4,84 2,59 2,69 2,36 4,93 2,74 1,23 1,70*
M 4,13 2,56 3,63 2,22 4,52 3,15 4,31 1,92
DQ+ 7 3,68 4,88 3,06 7,12 4,01 7,31 2,16
DQo 19,48 8,63 15,28 7,28 21,00 9,39 13,64 3,46
DQ/ 0,61 1,17 0,48 1,00 0,55 0,97 0,41 0,66*
DQv 1,16 1,64 1,06 1,49 1,17 1,70 1,30 1,26*
Zd -0,55 6,08 -1,39 4,24 -0,58 6,69 0,72 3,06
PSV 0,54 0,89 0,30 0,71 0,62 0,94 0,05 0,22*
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 38

*Son Variables no Paramétricas.


La visualización de los Estadísticos sugiere que entre SP-SNP hay algunas
diferencias que pueden ser estadísticamente significativas; son más numerosas
entre SPÍ-SNP y SP-NP de Exner.
Para comprobar si las diferencias son significativas se toman las Variables
Paramétricas y no Paramétricas. Se realizan los cálculos pertinentes. Los resul-
tados se indican en la siguiente tabla.
Tabla 2. t de la media de las Variables Paramétricas y z de las no Paramé-
tricas de 82 SP, de 49 SPÍ, de 80 SNP y 700 NP.
Los SP figuran como 1º; los SNP, como 2º; los SPÍ, como 3º y los NP, como
4º.
Varbls 1º-2º 1º-4º 3º-2º Varbls 1º-2º 1º-4º 3º-2º
L - ** - DQ+ ** ** **
Zf ** ** ** DQo ** ** **
. W ** ** ** DQ/ - - -
D - - - DQv - ** -
Dd - ** ** Zd - ** -
M ** - ** PSV ** ** **
** La diferencia es significativa al 0.01
*La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Según los datos encontrados, los SP-SNP se diferencian significativamente
en 6 de las 12 variables analizadas; los SP-NP, en 9 y los SPÍ-SNP en 7.

3.3.2. Variables Estructurales


Para conocer la magnitud de las diferencias, anteriormente encontradas, se
buscan los porcentajes de las variables que reflejan el Procesamiento de la In-
formación. Los resultados se indican en siguiente tabla.
Tabla 3. Porcentaje de las variables que reflejan el Procesamiento de la In-
formación de 82 SP, de 80 SNP y de 49 SPÍ.
Variables %SP %SNP SPÍ Variables %SP %SNP SPÍ
L>0,99 30 25 38 Mot.alta 34 7 36
L<0,32 18 20 24 Mot. baja 5 28 5
Zf>12 86 21 83 DQ+alto 24 6 28
OBS Posit 0 2 0 DQo alto 53 21 64
Dd>3 77 26 81 DQ/+DQv>2 28 25 26
HVI Posit 5 1 6 Zd>+3 39 6 43
W alt M baj 52 46 62 Zd<-3 29 20 38
Wbaj M alta 1 1 0 PSV>0 35 20 37

3.3.2.1. Restringen la estimulación.


El 30 % de los SP, el 25 % de los SNP y el 38 % de los SPÍ restringen
la estimulación a un nivel fácil de manejar, para lo cuál simplifican el
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 39

campo estimular con el riesgo de minimizar o ignorar la importancia de


los elementos. Procesan todos los elementos (nivel de admisión de datos),
pero los consideran como poco importantes, aunque fuesen significativos,
en vista de sus necesidades y de las demandas de la situación, no responden
a las demandas de una situación dada o se desvían de las pautas esperadas.
Son personas de estilo evitativo, hipersimplicadoras (L>0.99).
La diferencia de 5 puntos entre los SP-SNP y la diferencia de 13 puntos
entre los SPÍ-SNP no son significativas. Entre SP-SPÍ, los SPÍ suben 8
puntos. Las 18 Variables suben en un 8 % los sujetos que restringen la
estimulación a un nivel fácil de manejar.

3.3.2.2. Se implican en la estimulación.


El 18 % de los SP, el 20 % de los SNP y el 24 % de los SPÍ reflejan una
tendencia a implicarse en las situaciones estimulares nuevas, una incapa-
cidad para evitarla (L<0.32). Se trata de personas ambiciosas que buscan
salir airosas en la tarea que se proponen frente a la complejidad de los es-
tímulos, desechando las respuestas simples y haciendo esfuerzos laboriosos
para elaborar interrelaciones.
La diferencia de 2 puntos entre SP-SNP y la de 4 puntos entre los SPÍ-
SNP no son significativas. Entre SP-SPÍ, los SPÍ suben 6 puntos. Las 18
Variables suben en un 6 % los sujetos que se implican en las situaciones
estimulares nuevas.

3.3.2.3. No son obsesivos.


Ninguno de los SP, ni de los SPÍ, ni de los SNP tienen OBS Positivo. No
son obsesivos, pero, el 77 % de los SP, el 26 % de los SNP y el 81 % de
los SPÍ tienden a recoger la información con muchos detalles. Son perso-
nas meticulosas, cautelosas, indecisas, muy preocupadas por los detalles.
Se esfuerzan por ser convencionales, pero, se pierden cuando les toca re-
solver un problema con prontitud. Tienen dificultades para expresar sus
emociones (Dd>3).
Entre SP-SNP y entre DR-SNP las diferencias de 51 y de 55 puntos son
significativas. Es lo esperado. Esta es una de las variables que los iden-
tifica. Entre los SP y los SPÍ, los SPÍ suben 4 puntos. Las 18 Variables
incrementan en un 4 % los sujetos que tienden a recoger la información
con muchos detalles.

3.3.2.4. Están siempre expectantes.


El 5 % de los SP, el 1 % de los SNP y el 6 % de los SPÍ tienen HVI Positivo.
Estas personas se caracterizan por ser hipervigilantes, por utilizar mucha
energía para mantenerse sobre aviso, para estar superalerta. Tienen una
actitud negativa, desconfiada, recelosa hacia su entorno, hacia los gestos de
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 40

proximidad de los demás. Se manifiestan muy reservados en sus relaciones


sociales. Están atentos sólo a lo relacionado con su espacio personal. Se
consideran víctimas potenciales. Son muy vulnerables.
Entre los SP-SNP la diferencia de 4 puntos y entre los SPÍ-SNP la de 5
puntos no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 1 punto. Las
18 Variables incrementan en un 1 % los sujetos que son hipervigilantes.
Los datos de esta variable son muy poco representativos, eso sugiere que
son muy pocos los sujetos que tienen esta característica.

3.3.2.5. Se esfuerzan para organizar los datos.


El 86 % de los SP, el 21 % de los SNP y el 83 % de los SPÍ se esfuerzan pa-
ra estructurar y organizar significativamente los elementos de un campo
no estructurado para verbalizar su respuesta, es decir, hacen un esfuer-
zo intelectual para tratar el campo de los estímulos con más cuidado y
precisión (Zf>12). El esfuerzo empleado en el procesamiento de los datos
corresponde a la resolución de las situaciones nuevas y desestructuradas
de las manchas eligiendo la totalidad (W).

Entre SP-SNP los 65 puntos y entre DR-SNP los 62 son significativos.


Es lo esperado. Esta es otra de las variables que los identifica. Entre los
SP-SPÍ, los SPÍ bajan 3 puntos. Las 18 Variables bajan en un 3 % los
sujetos que se esfuerzan para estructurar y organizar significativamente
los elementos de un campo no estructurado.

3.3.2.6. Aspiran a más de lo que tienen.


En los SP, se han excluido 6 casos: uno que tiene M=0 y cinco que tienen
M=1. En los SNP, se han excluido 9 casos 5 que tienen M=0 y 4 que tienen
M=1. Teniendo en cuenta el Estilo Vivencial, el 52 % de los SP, el 46 % de
los SNP y el 62 % de los SPÍ tienen un alto nivel de aspiración con relación
a sus recursos, tiene una necesidad de logro mayor que los actuales recursos
funcionales y al no conseguir sus objetivos quedan expuesto a vivencias de
frustración (W alta y M baja).
En los porcentajes de los SP-SNP la diferencia de 6 puntos no es signi-
ficativa, pero entre los SPÍ-SNP la de 16 puntos tampoco (1,68). Entre
SP-SPÍ, los SPÍ suben 10 puntos. Las 18 Variables suben en un 10 % los
sujetos con un nivel de aspiración superior a sus recursos.

3.3.2.7. Aspiran a menos de lo que pueden.


El 1 % de los SP, el 1 % de los SNP y el 0 % de los SPÍ tienen un bajo el nivel
de aspiración con relación a sus recursos, aspiran a menos de lo que tienen (W
baja y M alta). Los resultados son bajos. Son muy pocos los sujetos que tienen
esta característica.
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 41

3.3.2.8. Están muy motivados


Cumplidos dos de los tres criterios exigidos, el 34 % de los SP, el 7 % de
los SNP y el 36 % de los SPÍ están altamente motivados para solucionar
los problemas o tomar decisiones.

Entre SP-SNP la diferencia de 26 puntos y la de 29 puntos entre los SPÍ-


SNP son significativas. Esta variable los identifica. Entre SP-SPÍ, los SPÍ
suben 2 puntos. Las 18 Variables incrementan en un 2 % los sujetos muy
motivados.

3.3.2.9. Están muy poco motivados.


Cumplimentados dos de los tres requisitos requeridos, el 5 % de los SP, el
28 % de los SNP y el 5 % de los SPÍ están muy poco motivados.

Entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP la diferencia de 23 puntos es sig-


nificativa. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ ni suben, ni bajan. Las 18 Variables
no han influido en los sujetos que están muy poco motivados.

3.3.2.10. El funcionamiento cognitivo es concreto


El 25 % de los SP, el 28 % de los SNP y el 26 % de los SPÍ tienen un
funcionamiento cognitivo de nivel inferior, es decir, un funcionamiento
esquemático, concreto, simplista, difuso, primitivo (DQ/+Dv>2).

La diferencia de 3 puntos entre SP-SNP y la de 2 puntos entre SPÍ-SNP


no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 1 puntos. Las 18 Va-
riables suben en un 1 % los sujetos que tienen un funcionamiento cognitivo
concreto.

3.3.2.11. Es sofisticado
El 24 % de los SP, el 6 % de los SNP y el 28 % de los SPÍ tienen un fun-
cionamiento cognitivo sofisticado y complejo que corresponde a procesos
de análisis y síntesis (DQ+alto, i.e., M+1Dt de Exner).
La diferencia de 18 puntos entre los SP-SNP y la de 22 puntos entre los
SPÍ-SNP son significativas. Es lo esperado. Esta variable los identifica.
Entre SP-SNP, los SPÍ suben 4 puntos. Las 18 Variables incrementan en
un 4 % los sujetos con un funcionamiento cognitivo sofisticado.

3.3.2.12. Es económico
El 53 % de los SP, el 21 % de los SNP y el 64 % de los SPÍ tienen un
funcionamiento cognitivo económico, que no gasta mucha energía, ni evita
la complejidad, ni renuncia a la calidad, ni al ajuste (DQo alto, es decir,
la M+1 Dt).
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 42

Entre los SP-SNP la diferencia de 32 y entre los SPÍ-SNP la de 43 puntos


son significativas. Es ta variable los identifica. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ
suben 11 puntos. Las 18 Variables aumentan en un 11 % los sujetos que
tienen un funcionamiento cognitivo económico.

3.3.2.13. Son hiperincorporadores.


El 39 % de los SP, el 6 % de los SNP y el 43 % de los SPÍ de los SNP
tienden a ser hiperincorporadores (Zd>+3). Los hiperincorporadores se
caracterizan por ser cautelosos, meticulosos, rumiadores, indecisos, lentos
en la ejecución. Tienden a emplear mucha energía en la exploración del
campo estimular; a dar muchas vueltas a los datos antes de dar una res-
puesta. Tienen dificultades para distinguir lo secundario de lo principal.
Cometen pocos errores. Prefieren situaciones en las que disponen de tiem-
po. Bajo presiones de tiempo se sienten poco seguros y dan respuestas
poco apropiadas.
La diferencia de 33 puntos entre los SP-SNP y la de 37 puntos entre los
SPÍ-SNP son significativas. Es esperado. La variable los identifica. Entre
los SP-SPÍ, los SPÍ suben 4 puntos. Las 18 Variables aumentan en un 6 %
los sujetos que son hiperincorporadores.

3.3.2.14. Son hipoincorporadores.


El 35 % de los SP, el 25 % de los SNP y el 38 % de los SPÍ tienden a
ser hipoincorporador (Zd<-3). Los hipoincorporadores se muestran más
dispuestos a correr riesgos, a escudriñar rápidamente el campo de los es-
tímulos. De este modo, se exponen a dejar elementos importantes, a dar
respuestas inapropiadas, a cometer más errores, a ser ineficaces y a preci-
pitarse en las decisiones. Se caracterizan por ser descuidados, negligentes,
precipitados, impulsivos, por realizar un examen poco cuidadoso de los
estímulos.

Entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP la diferencia de 10 y la de 13


puntos no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 3 puntos.
Las 18 Variables incrementan en un 3 % los sujetos hipoincorporadores.

Tanto hiperincorporadores como hipoincorporadores son ineficaces, los


unos por lentos, los otros por precipitados.

3.3.2.15. Son rígidos.


El 35 % de los SP, el 20 % de los SNP y el 37 % de los SPÍ reflejan inflexi-
bilidad cognitiva o una probable implicación neurológica (PSV>0).

La diferencia de 15 puntos entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP la de


17 son significativas al 0,05 (2,08 y 2,13). Es lo esperado es una de las
variables que los identifica. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 2 puntos. Las
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 43

18 Variables incrementan en un 2 % los sujetos que cognitivamente son


inflexibles.

3.4. Conclusiones
3.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas

Entre SP-SNP para Zf , W, M, DQ+, DQo y PSV.


Entre SP-NP para L, Zf, W, M, Dd, DQ+, DQo, DQv, Zd y PSV.
Entre SPÍ-SNP para Zf, W, Dd, M, DQ+, DQ/ y PSV

3.4.2. La Hipótesis 2
3.4.2.1. No es cierta
Los SP y los SPÍ son diferentes de los SNP, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos

Los dos grupos, en los porcentajes señalados, se implican en situaciones


estimulares nuevas, buscan salir airosos en la tarea que se proponen frente
a la complejidad de los estímulos, desechando las respuestas simples y
haciendo esfuerzos laboriosos para elaborar interrelaciones.
Restringen la estimulación a un nivel fácil de manejar, para lo cuál simplifi-
can el campo estimular con el riesgo de minimizar o ignorar la importancia
de los elementos.
No son hipervigilantes. No se caracterizan por utilizar mucha energía para
mantenerse sobre aviso, ni por tener una actitud negativa, desconfiada,
recelosa hacia su entorno.

Casi no tienen sujetos con aspiraciones inferiores a los recursos que dispo-
nen.
Tienen aspiraciones superiores a los recursos que disponen, con una necesi-
dad de logro mayor que los actuales recursos funcionales y al no conseguir
sus objetivos quedan expuestos a vivencias de frustración.

Tienen un funcionamiento cognitivo de nivel inferior, esquemático, con-


creto, simplista, difuso, primitivo.
Son hipoincorporadores. Se muestran más dispuestos a correr riesgos, a es-
cudriñar rápidamente el campo de los estímulos. De este modo, se exponen
a dejar elementos importantes, a dar respuestas inapropiadas, a cometer
más errores, a ser ineficaces y a precipitarse en las decisiones.
CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 44

3.4.2.2. Es cierta
Las diferencias son significativas. Los grupos son heterogéneos.
Los dos tienen un porcentaje significativamente superior de sujetos:
No son obsesivos, pero, son personas meticulosas, cautelosas, indecisas,
muy preocupadas por recoger la información con muchos detalles.

Hacen un esfuerzo intelectual para tratar el campo de los estímulos con


más cuidado y precisión para estructurar y organizar significativamente
los elementos.

Tienen un funcionamiento cognitivo sofisticado y complejo que correspon-


de a procesos de análisis y síntesis.
Tienen una economía cognitiva funcionando correctamente con un proce-
samiento económico que no gasta mucha energía, ni evita la complejidad,
ni renuncia a la calidad, ni al ajuste.
Altamente motivados para solucionar los problemas o tomar decisiones.
Son hiperincorporadores. Tienden a emplear mucha energía en la explo-
ración del campo estimular; que dan muchas vueltas a los datos antes de
dar una respuesta.

Los dos tienen un porcentaje significativamente inferior de sujetos poco


motivados.
Reflejan inflexibilidad cognitiva.

3.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, pero las diferen-
cias no son significativas.

3.4.3.1. Las 18 Variables incrementan en


Un 8 % los sujetos que restringen la estimulación a un nivel fácil de ma-
nejar.
Un 6 % los sujetos que se implican en las situaciones estimulares nuevas.

Un 1 % los hipervigilantes.
Un 10 % los sujetos que tienen un nivel de aspiración superior a sus recur-
sos.
Un 1 % los sujetos que tienen un funcionamiento cognitivo concreto.

Un 3 % los sujetos hipoincorporadores.


CAPÍTULO 3. PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN 45

Un 4 % los sujetos que tienden a recoger la información con muchos deta-


lles.
Un 2 % los sujetos muy motivados.

Un 1 % los sujetos que tienen un nivel de aspiración inferior a sus recursos.


Un 4 % los sujetos que tienen un funcionamiento cognitivo sofisticado.
Un 11 % los sujetos que tienen un funcionamiento cognitivo económico.
Un 2 % los sujetos cognitivamente inflexibles.

Un 4 % los sujetos hipervigilantes.


Un 6 % los sujetos hiperincorporadores.

3.4.3.2. Las 18 Variables reducen en


Un 3 % los sujetos que se esfuerzan para estructurar y organizar significa-
tivamente los elementos de un campo no estructurado.

3.4.3.3. Las 18 Variables ni aumentan, ni reducen en


Los sujetos muy poco motivados.
Capítulo 4

Mediación cognitiva

4.1. Estado de la cuestión.


Los minusvalorados perciben y traducen la información como la perciben y la
traducen los demás, o lo hacen en forma distinta; si la perciben en forma distinta,
el problema consistiría en determinar el modo como la perciben, en cuyo caso,
para una mejor intelección del tema, conviene señalar, al menos someramente,
el contenido del concepto percepción.

4.1.1. Contenido del Concepto.


La definición de la percepción no es tan fácil. Lo advierte Bartley (1976,
pág. 54) cuando dice: "En ninguna parte de la literatura podemos encontrar
de forma concisa y en una forma adecuada una explicación completa de lo es
la percepción, de cuáles son sus características y de cómo se relaciona a otros
aspectos de la conducta. De hecho una buena explicación no parece, ni aparece
ni siquiera en fragmentos dispersos".
Percepción es “la actividad general y total del organismo que sigue inme-
diatamente (o acompaña) a las impresiones energéticas que se producen en los
órganos de los sentidos". (pág. 18). Estima que la percepción es un medio de
conocimiento que implica identificar, interpretar y discriminar objetos.
Allport (1970) asume el término percepción del filósofo Buchler según el
cuál cada individuo tiene en sí mismo relaciones pretéritas con el mundo, dispo-
siciones emocionales y expectativas propias para el futuro. La percepción sigue
patrones culturales, pero cada sujeto tien su propio sistema. Lo cultural y lo
verídico se fusionan en lo personal.
La define en estos términos: "En sentido estricto, percepción es igual a sen-
sación más significación". (pag. 315)
Armstrong (1966, pág. 131) dice: "Percibir es la posibilidad de adquirir una
determinada cantidad de conocimiento sobre el mundo que le rodea por medio
de ciertos órganos llamados sentidos".

46
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 47

Day (1973) estima que la percepción es como el mantenimiento del contacto


del organismo con su medio ambiente, estados internos, postura y movimiento.
Mayoral (192, pág. 18) dice: "La percepción es una sensación interior que
resulta de una impresión anterior hecha en nuestros sentidos". La percepción es
un proceso integrador, es el resultado de la interacción cerebral, es el contacto
entre el organismo y el medio ambiente, entre los estados internos y las propias
posturas y movimientos.
Según Bartley (1976) puede ser estudiada en seis dimensiones:
- En un estudio comparativo entre percepción animal y percepción humana.
- En un estudio ontológico.
- En los cambios en la percepción de objetos específicos.
- En la influencia, la disposición, postura y otros factores.
- En los grados de restricción.
- En fuerza y duración del estímulo y en los determinantes culturales.
De la lectura de estas definiciones se infiere que existe un organismo, un
objeto, un proceso y un conocimiento intencional.

4.1.2. Características de la percepción


La percepción, según Bartley (1976), está caracterizada por el simbolismo,
la clasificación, predicción e interpretación, auto consistencia interna y determi-
nación del campo.
Para Luria (1939) tiene un carácter activo mediatizado; un carácter objetivo
y generalizado que evoluciona con la edad y el desarrollo intelectual; un carácter
permanente y cabal y, finalmente, tiene manejabilidad y movilidad.
Según Allport (1970) la percepción es selectiva y ser selectiva es una necesi-
dad funcional, tan necesaria como la percepción verídica. Está integrada por tres
procesos: Preparación perceptiva; vigilancia perceptiva y defensa perceptiva.

4.1.3. Factores que influyen en la percepción.


La percepción, según Mayoral (1982), está influenciada: por la asociación de
sensaciones; por la la selección perceptiva; por la evocación de representaciones;
por la fusión; por la identificación de percepciones compuestas de sensaciones
diferentes; por el predominio de cierta especie de sensaciones. La selección de-
pende de la atención, de la motivación y de la intensidad del estímulo.
Se han realizado muchas investigaciones. Según Allport (1970) en un solo
decenio ha habido por lo menos 300 investigaciones relativas a la influencia que
los factores de la personalidad ejercen sobre la percepción y, aunque se han
formulado muchas críticas contra la teoría y los experimentos, las pruebas, en
general, tienden a ser positivas. Constató que diversos investigadores, partiendo
de diferentes puntos, llegaron al mismo resultado.
Fraisse (1976) estima que las investigaciones demuestran que hay variaciones
interindividuales en correlación con la frecuencia de las experiencias perceptivas
anteriores y con el valor adaptivo que han tenido.
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 48

Murray, en un estudio, después de un juego de miedo (asaltos y muertes)


constató que los sujetos vieron más rostros hostiles y agresivos que antes del
juego. Lo cuál quiere decir que las "disposiciones" de la persona influyen sobre
las funciones de la percepción.
Nuttin (1953) comprobó que los pesimistas y los optimistas en el medio
ambiente se comportaron de acuerdo con sus disposiciones perceptivas en el
laboratorio.

4.1.4. Objeto de la percepción.


El problema del objeto de la percepción tiene siglos de existencia. Ha susci-
tado múltiples controversias. Ha dado margen a varios sistemas.
Los autores plantean el problema en estos términos: ¿Qué percibe el ser
humano? . ¿Qué significado tiene lo percibido?. ¿La percepción es innata o
adquirida?
Las respuestas tienen diversos enfoques. Mayoral (1982) indica 3 sistemas:
Empirismo, Nativismo y Psicología de Forma. Armstrong (1966) refiere 3: Rea-
lismo, Representacionismo y Fenomenalismo. El Realismo acepta que el objeto
inmediato que percibimos es una entidad física que existe independientemente
del sujeto que percibe. El Representacionismo y el Fenomenalismo sostienen que
el objeto inmediato que percibimos es una impresión sensorial, un dato senso-
rial. Sustentan que no puede existir independientemente del sujeto que percibe.
Berkeley entiende que las cualidades sensibles de los objetos no son más que una
especie de sensaciones, son subjetivas, "mera apariencia"; por ejemplo, lo grande
y lo pequeño no pueden existir en parte alguna sin la mente, son, por lo tanto,
enteramente relativos. Según Luria (1939) las sensaciones son fuente de conoci-
miento del mundo exterior y del propio cuerpo. Son condiciones fundamentales
para el desarrollo psíquico de la persona. Las sensaciones pueden influirse recí-
procamente y los órganos pueden funcionar (sinestesia). Estima que mediante la
asociación de las diversas modalidades transformamos las sensaciones aisladas
en percepción integral y pasamos del reflejo de indicios aislados al reflejo de
objetos o situaciones completas.
.
La percepción íntegra del objeto surge como resultado de una compleja labor
analítica sintética, que destaca unos rasgos esenciales y mantiene inhibidos otros
que no lo son y combina los detalles percibidos en un todo concienciado. Se
trata de un proceso activo y complejo que se halla estrechamente relacionado
con la activación de las pautas de las experiencias anteriores que incluye en su
estructura la labor mancomunada de la actividad de los sentidos y la actividad
psíquica de nivel superior, el lenguaje. La persona mediante la palabra nombra
objetos percibidos. Según Mayoral (1982), la sensación pura no se da jamás en
el adulto, por lo menos en el estado normal.
El Empirismo admite que la percepción es adquirida i.e., aprendida en el
contacto con el medio ambiente.
El Nativismo estima que el sujeto nace con ella, i.e., admite que la percepción
es innata.
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 49

4.1.5. Alteraciones de la percepción


La percepción, según Vallejo Nájera (1964), puede presentar alteraciones
cuantitativas o cualitativas. Las cuantitativas se refieren a la intensidad de las
sensaciones: hiperestesia, anestesia, hiperestesia. Las cualitativas se refieren a
las ilusiones, alucinaciones y alteraciones del esquema corporal.
Las ilusiones, percepciones deformadas, se dan por inatención, por tensión
afectiva y por autoprovocación.
Según Hécaen (1939), las ilusiones, se refieren a todo lo concerniente a la
forma, contornos tamaño, número y movimiento de los objetos o de las personas
y por extensión a las modificaciones de los colores de los objetos. Las defor-
maciones perceptivas son provocadas por lesiones cerebrales focalizadas y por
intoxicaciones.
Bermejo (1981) estima que la ilusión, en un sentido amplio, consiste en la
falta de correspondencia entre lo percibido y la realidad física; en un sentido
estricto, consiste en la inadecuación sistemática entre percepción o estimación
subjetiva de una o varias propiedades de un objeto y la realidad objetiva de las
mismas.
Según Armstrong (1966) la ilusión consiste en la sensación sin la presencia
el objeto, i., e., si digo veo un gato y el gato no está presente. Otra cosa es que
me lo represente imaginariamente.
En la ilusión sensorial intervienen dos elementos: la creencia y la experiencia
perceptual o impresión sensorial en la que se funda la creencia.
En la percepción verídica, las creencias son verdaderas; en la ilusión sensorial,
son falsas. No podemos estar equivocados de las sensaciones en el momento de
tenerlas, son necesarias.
Para Bartley (1976), las anomalías de la percepción, son las parestesias,
sinestesias y afasias. Las percepciones están sujetas a alteraciones de ensayo a
ensayo, originadas por la falta de seguridad que tiene el sujeto sobre lo correcto
o incorrecto de sus percepciones.
Las alucinaciones, percepciones sin objeto, suelen ser auditivas, visuales, gus-
tativas, táctiles, olfativas y alucinaciones de la imagen corporal. Están caracte-
rizadas por la complejidad, corporeidad, convicción de realidad, localización en
el campo sensorial. Las alucinaciones hacen referencia a un estado afectivo par-
ticular de la conciencia, sentimientos de extrañeza, de nunca visto, de ya visto.
Las alucinaciones son fenómenos sensoriales anormalmente surgidos, corpóreos
y no representacionales que no llevan en sí a un juicio de realidad como juicio
sobre tales fenómenos sensoriales.
Según Allport (1970), la razón en conjunto de que las cosas sean percibidas
con exactitud, consiste en que el sujeto pueda comportarse realísticamente en
su relación con el medio ambiente, en que sepa enfrentarse con él. De este modo,
la percepción, no sólo es verídica, sino también personal.
Para Jaspers (1977), en la percepción, conviene diferenciar: a), entre el ma-
terial de las sensaciones, la intuición del espacio y tiempo y las vivencias de los
actos; b), entre el carácter de realidad, el juicio de realidad y el juicio psicológi-
co; c), entre percepción y representación; d), entre el carácter de subjetividad y
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 50

el carácter de objetividad. Los juicios de realidad dependen del medio ambiente


cultural en que vive la persona, de su inteligencia y personalidad, del estado de
conciencia y de la dirección de atención.
Como epílogo pueden servir las palabras de Bartley (1976, pág. 548): "La
personalidad es una expresión de la percepción”. La persona ante el contacto
directo con el estímulo reacciona aquí y ahora como una totalidad y en forma
discriminativa.
.
Dicho lo dicho, se busca en el Rorschach cómo procesan, es decir, cómo
traducen la información procesada

4.1.6. La percepción en el Rorschach


La traducción puede ser: hiperconvencional; o extremadamente peculiar; o
ajustada a la realidad. Cuando es hiperconvencional o extremadamente peculiar,
la adaptación es inadecuada y la percepción, en la admisión de los datos, dis-
torsionada. El desajuste perceptivo condiciona las conductas de un sujeto, i.e.,
condiciona la adecuación a las situaciones nuevas con mayor o menor precisión
del funcionamiento.
Si el funcionamiento es flexible, la capacidad de adaptación es eficaz; en caso
contrario, la conducta tenderá a la ineficacia y a la desadaptación. Se espera
que la traducción sea ajustada a la realidad en la inmensa mayoría de los casos.
La medida de la claridad de la percepción que va desde la precisión rígida
hasta lo indefinido y borroso se encuentra en las Respuestas F. Estas Respuestas
representan el razonamiento formal y la tendencia a percibir cumpliendo las
exigencias de la realidad. Se relaciona con la "fuerza del yo", con la ausencia
o demora de las manifestaciones emocionales. A continuación se indican los
significados interpretativos de F y de F %.

4.1.6.1. Significado de F Pura


La F Pura, según Rorschach (1961) refleja la atención y concentración del
pensamiento.
Rapaport (1976) estima que la F Pura se relaciona con el razonamiento
formal de la persona y su tendencia a percibir y cumplir las exigencias de la
realidad que le rodea. Se plantea dos interrogantes: Cuál debe de ser el porcen-
taje de F y cuál es su calidad o nivel formal. El 1º implica el grado en que las
consideraciones lógico-formales dominan el pensamiento y la conducta y el 2º,
la eficiencia o deficiencia de estas consideraciones, i.,e., la calidad del "examen
de la realidad".
La F Pura, según Klopfer (1966) se refiere al grado de control asequible a
la persona. La F Pura opina Portuondo (1976) sirve para evaluar fundamental-
mente la capacidad observadora de la persona, su atención y concentración; la
capacidad de percibir la realidad. Para Loosli (1965) la medida en que la persona
domina activamente las láminas refleja su capacidad de dirigirse en la vida, de
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 51

adaptarse a la realidad exterior bajo la dirección del sistema intelectual-volitivo,


i.e., guiada por el pensamiento y la razón.
Los datos encontrados en las diversas investigaciones, según Exner (1974)
dan alguna credibilidad a la noción de que la F Pura, de alguna manera, está
relacionada con las ausencias o la demora del afecto.

4.1.6.2. Significado de F %
El F % según Klopfer (1966) se vincula con el grado de control del sujeto y
con su capacidad para manejar situaciones sin implicarse emocionalmente. El
grado de control está mediatizado por la cultura y la civilización. La civiliza-
ción occidental exige que la satisfacción de los impulsos esté sometida a cierta
postergación, a cierta demora, a la estimación lógica, antes de ser puesta en
actividad.
Rapaport (1959) opina que F % indica el grado de autonomía de los procesos
mentales conscientes que se resisten a la intromisión de factores subconscientes.
Expresa la medida en que los procesos de razonamiento formal pueden conti-
nuar su curso sin verse interrumpidos o reorientados por la intrusión de afectos,
ansiedades y preocupaciones.
Tranque García (1942, pág. 65) sigue también la misma idea. Dice: F %
es "un índice muy significativo de la precisión de los mecanismos asociativos
conscientes del poder de concentración y persistencia en la atención".
.
En cuanto a los valores cuantitativos, los autores no están de acuerdo.
Klopfer (1966) indica que un sujeto normal debe dar un F % comprehendido
entre un 20 % y 50 %. Alcock (1965) sigue el mismo criterio. Rapaport (1959)
señala un 60 % y 70 %.
- Un F % elevado, según Rorschach (1964), Rapaport (1959), Beck (1967),
Portuondo (1973), Beizmann (1968) Serebrinsky (1948) y KloSPel (1966) debe
estar entre un 50-80. Representa rigidez, constricción, ansiedad, empobrecimien-
to de la expresión ideacional y afectiva, atención excesiva hacia el control lógico,
excesivo control afectivo, postergación del impulso. Esta hipótesis es cierta sobre
todo cuando no hay mucho movimiento, color y sombreado. En caso contrario,
es indicio de "un yo fuerte".
- Un F % muy elevado (mayor que 80 %) es un índice patológico.
- Un F % muy bajo (menor que 20) según Bohm (1945), Rapaport (1959),
Beck (1967) representa impulsividad, riqueza afectiva y experiencia ideacional
variadas, pero con frecuencia incontroladas o inadecuadas. Representa una reac-
ción demasiado personal, rayana en la arbitrariedad.

4.1.6.3. Exactitud perceptual


Todos los autores concuerdan con Rorschach en que las respuestas de Forma
representan la exactitud de la percepción. La exactitud de la percepción implica
atención, sistemas de control y juicios discriminantes. El sujeto ajusta sus en-
gramas al estímulo y decide si la coincidencia es o no es adecuada. Los Autores
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 52

valoran el aspecto cualitativo y cuantitativo de las respuestas.


Rorschach (1956, Págs. 56-57) utilizando el criterio estadístico clasifica las
respuestas F en "formas buenas" (F+) y en "formas malas" (F ). La percepción
de formas buenas implica: "Capacidad de mantener estable la atención. El sujeto
ha de poseer nítidos engramas formales. La capacidad de ecforizar, despertar
y llevar a la conciencia esas imágenes mnémicas nítidamente conformadas. La
capacidad de elegir entre la multitud de imágenes similares que se ofrecen, la
imagen mnémica más ajustada. En síntesis F+ constituye un índice de la agu-
deza de ciertos procesos asociativos o quizá de todos , así como del grado de
persistencia de la atención y la capacidad de concentración"
Para Klopfer (1966, pág.144) "La clasificación F generalmente se refiere al
grado de control intelectual asequible al individuo". Indica tres niveles de exac-
titud formal: F+, F, F- .
- F+ refleja que el individuo se preocupa "por ser exacto, se interesa por
la situación real.... puede ser muy inteligente, muy compulsivo, o ambas cosa a
la vez". El nivel formal se basa en la exactitud, especificación y organización.
La calidad formal se refiere a la exactitud de la percepción, i. e., al grado con
él que la persona ajusta un concepto al material de la mancha. F representa
a sujetos que "por lo general no son ni tan inteligentes ni tan emocionalmente
controlados".
- La F- representa la debilidad del yo para relacionarse con la realidad; se
da una necesidad que distorsiona el estímulo y vuelve subjetiva la percepción.
La persona ve lo que quiere ver o deja de ver lo que teme para defenderse de su
temor.
Rapaport (1976, pág. 209) considera el determinante formal (F) y el nivel
formal. "El uso de F como determinante parece hallarse relacionado con el razo-
namiento formal del sujeto y una tendencia a percibir y cumplir las exigencias
de la realidad que lo rodea en la vida diaria". Amplía la clasificación de F: F+,
F+-, F-+, F-. La calidad formal viene dada por la adecuación entre percepción
y estímulo. "El grado de congruencia indica la medida en que la insistencia en el
procedimiento lógico formal encuadra dentro de la realidad. Denuncia el éxito
del examen de la realidad, la estrictez y eficiencia de la actitud crítica de control
frente a las propias producciones".
Según Beck (1968) el porcentaje de F+ implica percepción clara, reconoci-
miento y discriminación.
El sujeto, comenta Loosli Usteri (1965, pág. 57), se ve obligado ante la con-
signa y ante el caos del estímulo a responder con "un acto creador, es decir,
un acto formativo". “La medida en que el sujeto domina activamente las lámi-
nas rorscharchistas refleja su capacidad de dirigirse en la vida, de adaptarse a
la realidad exterior, bajo la dirección del Sistema intelectual volitivo (Sistema
sofropsíquico); es decir, guiado por la razón y por el pensamiento".
En ese "acto creador" comenta Piotrowski (1957) el sujeto se siente impelido
por el deseo de dominar el caos del estímulo en lugar de sumergirse en él. Pero
en la adaptación al mundo exterior, la afectividad es indispensable. Por esto, el
limitarse a las interpretaciones de la forma es propio de personas que se privan
del contacto inmediato espontáneo.
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 53

Para Bates Ames (1972, pág. 85) "las respuestas de forma reflejan el grado de
dominio intelectual del individuo y suministran cierta indicación sobre la capa-
cidad intelectual de ese examinado, su poder de razonamiento y sus facultades
críticas”.
Según Beizmann (1968, pág. 160) "las respuestas F+ indican agudeza per-
ceptiva, una observación precisa y una actividad de concentración".
Para Bohm (1977, pág. 94) "Las F+ descubren ante todo una buena capaci-
dad de observación... capacidad de concentración, la atención y, en cierto grado,
también la tenacidad".
Exner (1995, pág.92) dice: “el modo y la calidad con que la forma se utiliza al
crear cada percepto, representa la capacidad del sujeto para percibir los objetos
de manera convencional y realista”. El sujeto frente al estímulo amorfo utiliza
las huellas mnémicas de los objetos para encontrar un objeto que se parezca
a los contornos de la mancha. La coincidencia puede ser o no ser adecuada.
El ajuste o control de la realidad dependerá de la atención, del control y del
poder discriminante de los sujetos. El criterio que adopta Exner (pág. 93) es el
estadístico, dice: “el ajuste perceptivo va a medirse a través de lo que la mayoría
de la gente percibe en cada área de las manchas”. De este modo, las respuestas
serán frecuentes o infrecuentes, usuales o raramente percibidas, inusuales, y, en
este continuum, estarán enmarcadas las convencionales, las individuales y las
distorsionadas. Exner indica tres grupos de datos que informan sobre el control
de la realidad, es decir, sobre la calidad de la forma

4.1.6.4. Valores cuantitativos


Los valores cuantitativos del F+ %, según Rorschach (1964) debes estar com-
prendidos entre el 70 % y 80 %. Tranque García (1942), alrededor del 75 %.
Bochner y Halpern (Cit. por Serebrinsky, 1948), entre el 85 % y 100 %. Rapa-
port (1956), entre 65 % y 75 %, por encima de 90 % es muy raro. Potuondo
(1976), entre 70 % y 80 %. Loosli (1965), entre 79 % y 92 % para hombres y
entre 76 % y 91 % para mujeres. Exner (1974), entre 70 % y 93 %, un F+ % y
X+ % muy altos, cerca de 100 %, representan una preocupación exagerada por
la realidad.
.
Para conocer cómo traducen los sujetos la información recibida se indica el
significado de las siguientes variables: L, OBS, XA %, WDA %, X+ %, X- %, S-,
P, X+ %, Xu %, FAB y los datos de frecuencia de FQ.
Los significados de Lambda y OBS están indicados en el Tema anterior. No
obstante, conviene señalar que L alta, tratándose de la Mediación Cognitiva,
opera con negligencia y no cumple con las demandas o las expectativas sociales.
Ningún niño tiene OBS positivo.

4.1.6.5. Significado de XA %, WDA %.


El significado interpretativo general concedido debe ser esencialmente como
un índice de los rasgos de control de la realidad del protocolo. Son variables que
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 54

miden el ajuste convencional:


- XA % y WDA % conforman un tanden que identifica las dificultades en la
percepción (mediación) y discrimina mejor verdaderos positivos y falsos positi-
vos. Las características del objeto identificado corresponden a los contornos de
la mancha o del área utilizada, y cuanto más obvias sean las características del
estímulo, habrá menos respuestas FQ-.

4.1.6.6. Significados de X+ %.
El significado interpretativo general concedido al X+ % debe ser esencial-
mente como un índice de los rasgos de control de la realidad del protocolo. Es
una variable que mide el ajuste convencional.
- X+ % entre 0.70-0.89 corresponde a personas que dan respuestas conven-
cionales.
- X+ %>0.89 representa a personas hiperconvencionales, preocupadas ex-
cesivamente por ser aceptadas en la sociedad; a personas perfeccionistas que
buscan la exactitud antes que expresar su capacidad de creatividad; a personas
que sacrifican su individualidad.
- X+ %<0.70 corresponde a sujetos poco convencionales en sus percepciones;
a personas que no perciben las cosas como las perciben los demás. Puede deber-
se a un modo personal sin distorsión en la percepción o a un alejamiento de la
realidad. Si el alejamiento cuantitativa y cualitativamente es notorio es mayor
el riesgo de inadaptación. X+ %<0.70 relacionada con L alta, corresponde a su-
jetos que realizan traducciones menos convencionales, muy individuales. Eso no
significa que sean necesariamente antisociales. X+ % baja, debido a respuestas
sin forma (T, V, Y, C puras), es un indicador poco fiable. Cuando X+ % es
baja y tiene muchas respuestas sin FQ, conviene matizar la interpretación con
el análisis cualitativo de los datos. Refleja la presencia de problemas afectivos
que interfieren el Proceso de Mediación. Exner cita 49 trabajos y presenta 5
estudios realizados con esta variable.

4.1.6.7. Significado Xu %.
Xu %>0.20 señala un excesivo autocentramiento. Corresponde a personas
individualistas que perciben las cosas en función de sus necesidades, desde sus
propios puntos de vista y ofrecen una resistencia al modo de ver de los demás,
pero no distorsionan.

4.1.6.8. Significado de X- %.
X- %, si aparece con baja frecuencia, indica una distorsión en la traducción
de la admisión de datos.
- X- %<0.15 refleja adecuación perceptiva.
- X- % entre 0.15 y 0.20 indica una posibilidad de inadecuación perceptiva o
distorsión mediacional.
- X- %>0.25 sugiere una percepción inadecuada, distorsión mediacional. Se-
ñala el grado relevante de apartarse de lo convencional. Este tipo de respuestas
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 55

aparecen en psicóticos, especialmente en esquizofrénicos. En todo caso, el aná-


lisis de los niveles de distorsión, indicará el riesgo de aparición de conductas
bizarras, inapropiadas, desajustadas.
- X- % >0.70 refleja un brote psicótico o fingimiento.

4.1.6.9. Significado de P.
Todos los autores concuerdan con Rorschach en señalar que las Respuestas
Populares representan la capacidad de ver las como las ven los demás; la ca-
pacidad de adaptarse sin claudicaciones. Son Respuestas que, además de estar
de acuerdo con el significado interpretativo, están de acuerdo con el criterio de
frecuencia.
Para Rorschach (1961, pág. 195, Artículo Póstumo) las Respuestas Populares
pueden "informarnos sobre la capacidad de adaptación intelectual, de la partici-
pación en el mundo colectivo de comprender las cosas". Las clasifica ateniéndose
al criterio estadístico (1 por cada 3 examinados).
En opinión de Klopfer (1966, pág. 150) "las respuestas populares originales,
P-O, revelan la capacidad de un sujeto para ver el mundo de la misma manera
que la mayoría de las personas o por el contrario de una manera diferente que
los demás".
Según Rapaport, (1976, pág. 228) "una incidencia adecuadamente elevada
de P indica que el sujeto es suficientemente sensible a los significados o impli-
caciones obvios de las situaciones que plantea la realidad cotidiana y que posee,
por lo tanto, un adecuado sentido común".
Para Beizmann (1968, pág. 255) un nº satisfactorio de P "indica que el sujeto
participa en el pensamiento colectivo, i.e., en la manera general de pensar de su
medio".
Para Beck (1968) P representa la identificación con las normas del grupo.
.
Exner (1974, pág. 43) recomienda que P "debe interpretarse siempre en tér-
minos de R teniendo también en cuenta la actividad Z y la calidad formal
reflejada en el protocolo". P entre lo esperado indica, en situaciones obvias,
una producción de respuestas aceptables o concordantes con las expectativas
sociales.
- P<de lo esperado refleja dificultad en la percepción de lo convencional,
poca conformidad, más individualismo. El sujeto no ve las cosas como las ven
los demás. Esto puede suceder por incapacidad (pobre contacto con la realidad,
en casos de esquizofrenia) o por renuencia (individualidad, FQ-, FQu). Cuando
se da un caso en el que no aparece la P en las áreas esperadas de las láminas III,
V, VIII, es útil la Prueba de Límites, por cuanto proporciona una información
cualitativa.
- P>de lo esperado indica preocupación por lo convencional, excesivo some-
timiento a la norma. Influye la deseabilidad social y un superyo rígido. Relacio-
nada con L alta refleja un esfuerzo económico de energías. Si se relaciona con L
baja refleja una predisposición a la convencionalidad
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 56

4.1.6.10. Significado de COMFAB


FAB2 sugiere un apartarse considerable de la realidad, capacidad defectuosa
de enjuiciar, control mermado de la impulsividad ideativa, graves alteraciones
afectivas que obnubilan el juicio, un producto de pautas cronificadas de pensa-
miento perturbado.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indica-
do el significado de cada una de las variables del Rorschach, es procedente añadir
a la pregunta formulada en el Estudio anterior: ¿los SP traducen la información
como la traducen los SNP?, dos más: ¿los SPÍ traducen la información como
la traducen los SNP?; ¿la modificación producida por el incremento de las 18
Variables es significativa?. Se responde a las preguntas formulando las siguientes
hipótesis

4.2. Hipótesis.
1. Las diferencias entre los Estadísticos Descriptivos de los SP-SNP, SP-NP
y SPÍ-SNP son significativas.

2. Las diferencias entre las Variables Estructurales de los SP-SNP y SPÍ-SNP


son significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 18 Variables es signi-
ficativa.

Para comprobar si los SP-SNP, los SPÍ-SNP y los SP-NP son significativamente
distintos, se toman las variables que reflejan la Mediación Cognitiva: L, F, P,
X+ %, X- %, Xu %. La muestra, el procedimiento, los cálculos son los mismos
que los indicados en el primer Tema. Los resultados están indicados en sendas
tablas.

4.3. Resultados. Análisis de resultados


4.3.1. Estadísticos Descriptivos
4.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son signi-
ficativas.
Para comprobar que los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son significativamente
diferentes, se calculan los Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan
la Mediación Cognitiva. Los resultados se indican en la siguiente tabla.
Tabla 1. Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan la Mediación
Cognitiva de 82 SP, de 49 SPÍ, de de 80 SNP y de 700 NP de Exner.
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 57

Variables M de SP Dt M de SNP Dt SPÍ Dt M de NP Dt


F* 11,66 7,06 9,47 5,03 12,86 6,93 7,99 2,67
X+ % 0,51 0,13 0,59 0,14 0,51 0,12 0,79 0,08
Xu % 0,22 0,11 0,17 0,09 0,24 0,09 0,14 0,07
X- % 0,25 0,12 0,22 0,13 0,25 0,11 0,07 0,05
P 5,40 2,11 5,16 1,77 5,69 2,07 6,89 1,39
* Los datos correspondientes a L están indicados en el párrafo correspon-
diente del Capítulo anterior.
Según los resultados, las diferencias entre SP-SNP y SPÍ-SNP, excepto para
F, parecen similares, parece que no son significativas. Las diferencias entre SP-
NP son acentuadas, parecen significativas.
Para comprobar si los SP y los SPÍ son significativamente diferentes de los
SNP, de los SNP y de los adultos no pacientes, se busca la t de los promedios de
las variables que reflejan la Mediación Cognitiva. Los resultados están expuestos
en la siguiente tabla.
Tabla 2. t de la media de las Variables Paramétricas de 82 SP, de 49 SPÍ, de
80 SNP y de 700 adultos no pacientes de Exner.
Los SP figuran como 1º; los SNP, como 2º; los SPÍ, como 3º y los NP, como
4º.
Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º
L - ** - Xu % - ** -
F ** ** ** X- % ** ** **
X+ % ** ** ** P - ** -
** La diferencia es significativa al 0.01
* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Según estos datos, SP-SNP son significativamente diferentes en 3 de las 6
variables estudiadas; SPÍ-SNP en 3. Entre los SP-NP las diferencias son signifi-
cativas para todas las variables.

4.3.2. Variables Estructurales


Para comprobar la magnitud de los que no interpretan la información como
la interpretan los demás, se calcula el porcentaje de las variables que reflejan la
Mediación Cognitiva. Los resultados están indicados en la siguiente tabla.
Tabla 4. Porcentaje de las variables que reflejan la Mediación Cognitiva de
82 SP, de 49 SPÍ, de 80 SNP y de 48 SNP.
Variables %SP %SNP SPÍ Variables %SP %SNP SPÍ
L>0,99 30 25 38 X+ %>0,89 1 4 0
L<0.32 18 20 24 Xu %>0,20 63 52 59
OBS Posit 0 2 0 X- %>0,30 16 6 24
XA %>0,70 74 73 66 P<4 23 15 20
X+ %>0,70 11 21 7 P>7 22 27 24
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 58

El análisis de los resultados de L>0,99, de L<0,32 y de OBS Positivo están


indicados en el tema anterior. Los transcribimos.
El 30 % de los SP, el 25 % de los SNP y el 38 % de los SPÍ de los SNP res-
tringen la estimulación a un nivel fácil de manejar, para lo cuál simplifican
el campo estimular con el riesgo de minimizar o ignorar la importancia de
los elementos. Procesan todos los elementos (nivel de admisión de datos),
pero los consideran como poco importantes, aunque fuesen significativos,
en vista de sus necesidades y de las demandas de la situación, no res-
ponden a las demandas de una situación dada o se desvían de las pautas
esperadas. Son personas de estilo evitativo, hipersimplicadoras (L>0.99).
La diferencia de 5 puntos entre los SP-SNP y la diferencia de 13 puntos
entre los SPÍ-SNP no son significativas. Entre SP-SPÍ, los SPÍ suben 8
puntos. Las 18 Variables suben en un 8 % los sujetos que restringen la
estimulación a un nivel fácil de manejar.

4.3.2.1. Se implican en la estimulación.


El 18 % de los SP, el 20 % de los SNP y el 24 % de los SPÍ reflejan una
tendencia a implicarse en las situaciones estimulares nuevas, una incapa-
cidad para evitarla (L<0.32). Se trata de personas ambiciosas que buscan
salir airosas en la tarea que se proponen frente a la complejidad de los es-
tímulos, desechando las respuestas simples y haciendo esfuerzos laboriosos
para elaborar interrelaciones.
Los 2 puntos entre SP-SNP y los 4 puntos entre los SPÍ-SNP no son
significativos. Entre SP-SPÍ, los SPÍ suben 6 puntos. Las 18 Variables
suben en un 6 % los sujetos que se implican en las situaciones estimulares
nuevas.

4.3.2.2. No son obsesivos.


Ninguno de los SP, ni de los SPÍ, ni de los SNP tienen OBS Positivo. No
son obsesivos, pero, el 77 % de los SP, el 26 % de los SNP y el 81 % de
los SPÍ tienden a recoger la información con muchos detalles. Son perso-
nas meticulosas, cautelosas, indecisas, muy preocupadas por los detalles.
Se esfuerzan por ser convencionales, pero, se pierden cuando les toca re-
solver un problema con prontitud. Tienen dificultades para expresar sus
emociones (Dd>3).
Entre SP-SNP y entre DR-SNP las diferencias de 51 y de 55 puntos son
significativas. Es lo esperado. Esta es una de las variables que los iden-
tifica. Entre los SP y los SPÍ, los SPÍ suben 4 puntos. Las 18 Variables
incrementan en un 4 % los sujetos que tienden a recoger la información
con muchos detalles
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 59

4.3.2.3. Interpretación de la información.


Teniendo en cuenta que el nº de respuestas condiciona el porcentaje resul-
tante de estas variables, conviene señalar que los SP tienen 4 protocolos con
15 respuestas y 2 con 17 y el resto, con más de 17. Los SNP tienen 5 con 14
respuestas, 4 con 15, 4 con 16, 6 con 17 respuestas y el resto con más de 17.
Teniendo en cuenta, además, que la distorsión tiene niveles de gravedad, en el
análisis de un caso es factible detectar el nivel, es posible también detectar la
causa o las causas, pero en el análisis de muchos casos resulta muy laborioso,
razón por la cuál, sólo se indican los porcentajes.

4.3.2.4. Interpretación convencional.


El 74 % de los SP, el 73 % de los SNP y el 66 % de los SPÍ tienen XA+ %>0.70.
Corresponde a sujetos convencionales en sus percepciones; a personas que
perciben las cosas como las perciben los demás.
La diferencia de 1 puntos entre SP-SNP y la 7 entre los SPÍ-SNP no son
significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 8 puntos. Las 18 Variables
disminuyen en un 8 % los sujetos convencionales en sus percepciones.

4.3.2.5. Interpretación hiperconvencional


Un 1 % de los SP, un 4 % de los SNP y un 0 % de los SPÍ son personas hiper-
convencionales, preocupadas excesivamente por ser aceptadas socialmente;
son perfeccionistas que buscan la exactitud antes que expresar su capaci-
dad creativa; son personas que sacrifican su individualidad (X+ %>0.89).

Entre los SP-SNP y algo similar entre los SPÍ-SNP la diferencia de 3 y ls


de 4 puntos no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ disminuyen 1
punto. Las 18 Variables bajan en un 1 % los sujetos hiperconvencionales,
preocupadas excesivamente por ser aceptadas socialmente. En todo caso,
los datos son poco representativos. Esto significativa que son muy pocos
los sujetos que tienen esta característica.

4.3.2.6. Interpretación muy personal


El 63 % de los SP, el 52 % de los SNP y el 59 % de los SPÍ perciben
las cosas en función de sus predisposiciones, desde sus propios puntos de
vista. Son personas individualistas, excesivamente autocentradas, ofrecen
una resistencia al modo de ver de los demás (Xu %>0.20). En este 63 % hay
29 y y en 59 % hay 14 casos que tienen, además, un X- % entre 0,15 y 0,30.
Reflejan una tendencia a apartarse de lo convencional, una inadecuación
perceptiva. Este dato refuerza la tendencia a ver las cosas como se las
quiere ver y no como son en realidad.
La diferencia de 11 puntos entre SP-SNP y entre los SPÍ-SNP, la de 7
no no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 4 puntos. Las
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 60

18 Variables disminuyen en un 4 % los sujetos que perciben las cosas en


función de sus predisposiciones.
Exner presenta un 16 %. Entre el 63 %, 52 % y el 59 % vs 16 %, las dife-
rencias son significativas.

4.3.2.7. Interpretación distorsionada


El 16 % de los SP, el 6 % de los SNP y el 24 % de los SPÍ tienen dificultades
en el ajuste convencional, en el control de la realidad. La percepción es
inadecuada, distorsionada. La traducción de la información no se ajusta
a la realidad. Son respuestas que corresponden a conductas inapropiadas,
desajustadas (X- %>0.30).
La diferencia de 10 puntos entre SP-SNP es significativa al 0,05 (2,03) y
entre los SPÍ-SNP la diferencia 18 puntos es significativa al 0,01. Entre los
SP-SPÍ, los SPÍ suben 8 puntos. Las 18 Variables incrementan en un 8 %
los sujetos que tienen dificultades en el ajuste convencional.

4.3.2.8. Interpretación poco convencional


El número de P depende del número total de respuestas. Si el porcentaje
de las de las respuestas es inferior a 17 se espera que P oscile entre 4-6,
si está entre 17 y 28, se espera que P oscile entre 5-7 y si es superior a
28, se espera que P oscile entre 6-9. Siguiendo los criterios referidos, el
23 % de los SP, el 15 % de los SNP y el 20 % de los SPÍ tiene P inferior a
lo esperado. Son personas poco convencionales. Tienen dificultades en la
percepción de lo convencional, es decir, tienen poca conformidad, no ven
las cosas como las ven los demás, son más individualistas.

La diferencia de 8 puntos entre los SP-SNP y la de 5 puntos entre los


SPÍ-SNP no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 3 puntos.
Las 18 Variables bajan en un 3 % los sujetos que tienen dificultades en la
percepción de lo convencional.
Entre los porcentajes de los grupos: 23 %, 15 %, 20 % y el 1 % de los adultos
no pacientes de Exner, las diferencias son significativas.

4.3.2.9. Interpretación muy convencional


El 22 % de los SP, el 7 % de los SNP y el 24 % de los SPÍ son muy conven-
cionales, es decir, están preocupados por la corrección, por acomodarse a
las normas (P mayor que lo esperado).
Entre los SP-SNP la diferencia de 15 puntos y la de 17 puntos entre los
SPÍ-SNP son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 2 puntos. Las
18 Variables incrementan en un 2 % los sujetos que están preocupados por
la corrección, por acomodarse a las normas.
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 61

4.4. Conclusiones
4.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas
Entre SP-SNP para : F, X- % y X+ %.
Entre SP-NP para F, X+ %, X- %, Xu % y P.
Entre SPÍ-SNP para F, X- % y X+ %.

4.4.2. La Hipótesis 2 no es cierta


Los SP y los SPÍ son diferentes de los SNP, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos.
Los SP-SNP y los SPÍ-SNP se implican en situaciones estimulares nuevas,
buscan salir airosos en la tarea que se proponen frente a la complejidad
de los estímulos, desechando las respuestas simples y haciendo esfuerzos
laboriosos para elaborar interrelaciones.
Restringen la estimulación a un nivel fácil de manejar, para lo cuál simplifi-
can el campo estimular con el riesgo de minimizar o ignorar la importancia
de los elementos.
No están preocupadas excesivamente por ser aceptadas en la sociedad; no
son perfeccionistas que buscan la exactitud antes que expresar su capaci-
dad de creatividad; no sacrifican su individualidad.
Tienen poca conformidad, no ven las cosas como las ven los demás.
Interpretan la información como la interpretan los demás.
Perciben las cosas en función de sus predisposiciones, desde sus propios
puntos de vista. Son personas individualistas, excesivamente autocentra-
das, ofrecen una resistencia al modo de ver de los demás.

4.4.3. La Hipótesis 2 es cierta


Los SP y SPÍ tienen un porcentaje significativamente superior de sujetos:
Con dificultades en el ajuste convencional, en el control de la realidad. La
percepción es inadecuada, distorsionada, la traducción de la información
no se ajusta a la realidad. Son respuestas que corresponden a conductas
inapropiadas, desajustadas.
que no son obsesivos, pero que tienden a recoger la información con muchos
detalles.
Muy convencionales, es decir, están preocupados por la corrección, por
acomodarse a las normas.
CAPÍTULO 4. MEDIACIÓN COGNITIVA 62

4.4.4. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, pero las diferen-
cias no son significativas

4.4.4.1. Las 18 Variables incrementan en


Un 8 % los sujetos que restringen la estimulación a un nivel fácil de ma-
nejar.

Un 6 % los sujetos que se implican en las situaciones estimulares nuevas.


Un 8 % los sujetos que interpretan la información distorsionándola.
Un 2 % los sujetos preocupados excesivamente por ser aceptados en socie-
dad.

4.4.4.2. Las 18 Variables disminuyen en


Un 4 % los sujetos no son obsesivos, pero que tienden a recoger la infor-
mación con muchos detalles.

Un 4 % los sujetos que perciben las cosas en función de sus predisposicio-


nes.
Un 8 % los sujetos convencionales en sus percepciones.

Un 8 % los sujetos que interpretan la información sin distorsionarla.


Un 2 % los sujetos que tienen dificultades en la percepción convencional.

Un 1 % los sujetos hiperconvencionales.


Capítulo 5

Ideación

5.1. Planteamiento del problema


5.1.1. Aproximación al Concepto
La respuesta de un sujeto a cualquier estímulo es expresada en forma verbal
o por escrito. La selección de una respuesta, según Exner (1994, 1995) depende
de muchos factores:
- Depende de los rasgos o estilos o hábitos que originan preferencias conduc-
tuales reiterativas en la solución de dificultades o problemas.
- Depende de los estímulos afectivos: sentimientos disfóricos (tristeza, pérdi-
da de control emocional, abandono), o de los sentimientos gratificantes, ocasio-
nales unos, crónicos otros, que provocan cambios de conducta, aumentando o
disminuyendo las conductas anteriores o sustituyéndolas por otras que originan
respuestas diferentes. Las respuestas de un sujeto reservado, intranquilo, tris-
te, estresado se traducen de distinta manera que las respuestas de otro sujeto
espontáneo, tranquilo.
- Depende de estímulos externos. La fiebre o el calor medio ambiental ex-
cesivo provocan cambios de conducta y, en consecuencia, cambios de respuesta;
en general, no modifican los rasgos básicos.
El sujeto relaciona las ideas (objetos) unas con otras y las expresa. La expre-
sión puede ser coherente o incoherente, depende del funcionamiento cognitivo y
del estado emocional. Lo cognitivo y lo afectivo, el yo y el entorno tienen una
influencia recíproca. Si lo cognitivo funciona elegirá la respuesta adecuada, es
decir, ajustada a la realidad, Si no funciona, la respuesta será ilógica, disparata-
da, distorsionada, no ajustada a la realidad. Respuestas ilógicas, disparatadas,
distorsionadas, no ajustadas a la realidad las dan los esquizofrénicos. La iden-
tificación de la esquizofrenia y de sus manifestaciones es un tema complejo y
polémico. Se la considera como un síndrome de etiología, como una sintomato-
logía que tiene pronósticos diversos. Existen muchas teorías explicativas: unos
autores la consideran como un trastorno biológico (una reacción) y otros, como
un constructo útil, pero provisional; para unos, es un continuo; para otros, una

63
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 64

entidad discreta y separada de los otros trastornos mentales; pero, para todos,
es un trastorno de pensamiento.
Las manifestaciones también son objeto de polémica. Son muchos los signos
propuestos. Por Ej., el DSM III presenta como características: delirios bizarros,
delirios somáticos, delirios persecutorios, alucinaciones auditivas, incoherencia,
pensamiento ilógico, ausencia de afecto. El deterioro es considerado en relación
a un nivel previo y los signos deben ser continuos durante seis meses. Las mani-
festaciones de la esquizofrenia pueden concretarse en 4 elementos centrales: 1º,
percepción inadecuada; 2º, alteración del pensamiento; 3º, controles emocionales
lábiles; 4º, ineptitud interpersonal.

5.1.2. La percepción y el pensamiento en el S.C.


En el Rorschach, según los últimos experimentos, estas manifestaciones no
son exclusivas de la esquizofrenia. Hay muchos casos de personas no esquizofré-
nicas que tienen un control emocional inadecuado (son impulsivas) o fallan en las
relaciones sociales (). Los sujetos que experimentan una grave desorganización
cognitiva perciben mal su mundo y se perciben mal a sí mismos. La evaluación
de sus experiencias es irreal, tienden a actuar en forma rara, no convencional.
Dicen cosas que están fuera de lugar, establecen relaciones descabelladas. Su
percepción es distorsionada. Ven las cosas como las quieren ver y no como son.
El pensamiento es incoherente, desordenado. Se manifiesta en la ruptura de una
secuencia de ideas, en conclusiones carentes de lógica, en preocupaciones des-
concertantes, en simbolismos idiosincráticos, en exageraciones generalizadas. La
persona no controla la ideación, tiene pensamientos perturbados, está asustada
por sus ideas.
El Índice PTI del SC refleja tanto la percepción inadecuada como los tras-
tornos de pensamiento. Traduce las dificultades en la mediación y en la ideación.
Estas dificultades se encuentran en esquizofrénicos, en trastornos afectivos gra-
ves, en trastornos de personalidad.
En los esquizofrénicos:
- Las relaciones interpersonales están habitualmente muy empobrecidas. El
protocolo presenta ausencia o muy pocos Contenidos Humanos, la H Pura es
igual a cero y los Contenidos Humanos presentes van acompañados de Códigos
Especiales.
- La ideación deliberada está acompañada de trastornos de pensamiento y de
distorsiones perceptivas. Un protocolo con M sin Forma, representa la ideación
que no se ajusta a los datos de la realidad, es un proceso similar al que ocurre
en el pensamiento delirante. Un protocolo con M- mayor que uno, representa un
trastorno perceptual cognitivo.
- La percepción es distorsionada y las respuestas verbalizadas son arbitrarias,
no se ajustan a los contornos del estímulo. El protocolo presenta FQ- de nivel 2
y el doble o más de FQ- que la suma de FQo y FQ+.
- El trastorno de pensamiento es grave. El protocolo presenta más de 6 Có-
digos Especiales y un nivel 2 mayor que 2. En los trastornos de pensamiento
conviene diferenciar el esquizofrénico del maníaco depresivo. Los trastornos de
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 65

pensamiento maníaco no son crónicos, desaparecen, mientras que en los esquizo-


frénicos están siempre presentes. Los primeros son más leves, están representados
por DR y no aparecen otros Códigos Especiales que sean del nivel 2, mientras
que en los segundos, aparecen otros Códigos Especiales.
El maníaco, ante la prueba, habla y habla, está a gusto, mientras que el
esquizofrénico está a disgusto, quiere irse. En los protocolos de esquizofrénicos
el número de respuestas es inferior a 17, se dan muchos fracasos, el número de
Repuestas Populares es bajo, P<4 y el Tipo Vivencial es intratensivo.
En el PTI cabe la posibilidad de darse un pequeño porcentaje de falsos
negativos, es decir, de sujetos que no son detectados, razón por la cual, se
quedan fuera. Produce un 10 % de falsos positivos, es decir, designa como sujetos
trastornados a los que no lo son, excepto en los casos de drogas Generalmente,
corresponden a protocolos muy pobres en productividad. Son protocolos que
presentan pocas respuestas, fracasos en las láminas, Perseveración Mecánica. En
estos casos, el Rorschach proporciona poca información, sin embargo, el hecho
de que el PTI sea negativo, no significa necesariamente ausencia del trastorno,
indica, tan sólo, que los datos no son suficientes para formular la hipótesis. En
todo caso, el análisis de los Contenidos Humanos, de los Movimientos Humanos,
de la Calidad Formal Negativa y de los Códigos Especiales ayuda a apoyar o
rechazar el diagnóstico de esquizofrenia.
Los trastornos de pensamiento están indicados en las variables de la Idea-
ción. La adecuación y la convencionalidad están representadas por las variables
correspondientes a la Agrupación de Mediación Cognitiva (P, XA %, WDA %,
X- %)

5.1.3. Variables que reflejan la Ideación.


Las variables de la Agrupación de la Ideación indican cómo es conceptua-
lizada y utilizada la traducción de la información aceptada. El pensar implica
organizar símbolos o conceptos de forma significativa y constituye el núcleo
de dónde proceden las decisiones y conductas deliberadas. Los datos permiten
elaborar un cuadro de las operaciones de pensamiento de la persona.
Los datos están representados por M>SumPondC, EBPer, FM, m, a:p,
Ma:Mp, MOR, Calidad de Movimiento, 2AB+ Art+Ay, Códigos Especiales.

5.1.3.1. Significado de M
La interpretación de M y de la relación tiene un denominador común entre
los Autores. La interpretación de las respuestas de M fue formulada por Rors-
chach, (1961, pág. 64), dice: "Las sinestesias han de ser, pues, una especie de
instrumento de creación interior, de la calidad de introversión que considerare-
mos más adelante. En principio, esto significa dos cosas, por un lado, el proceso,
el acto de ensimismarse; por el otro, el estado de ensimismamiento".
Los autores posteriores asumen las aseveraciones de Rorschach. Expresa-
mente lo manifiesta Rausch de Traubenberg (1977, pág., 65) cuando dice: "Los
valores interpretativos propuestos recientemente, conservan en su conjunto los
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 66

valores de inteligencia, de imaginación creadora, de madurez y de conciencia de


la vida interior".
Beck (1968) estima que M profundiza en la personalidad hasta la vida de los
instintos, llega en algunos casos, hasta las primeras y más tempranas etapas de
la personalidad revelando los deseos más primitivos del individuo.
Klopfer (1966, pág. 146) dice: "M implica un proceso imaginativo que el
individuo emplea libremente...capacidad para sentir empatía con otras perso-
nas...percepción de naturaleza altamente diferenciada".
Para Rapaport (1976, pág. 214) "las M parecen resultar del fino ajuste del
juego recíproco entre los procesos perceptuales y asociativos...La condición bá-
sica para esta sensibilidad del dinamismo perceptual es una rica dotación na-
tural...El caudal y disponibilidad de las imágenes y recursos que participan en
la producción de las respuestas M requieren la presencia de una activa y rica
ideación. Por otra parte, la demora necesaria para la integración asociativa de
los elementos que participan en una respuesta cinética requieren - aún más que
las buenas respuestas F cierta facultad de posponer los impulsos o el despliegue
afectivo en la vida cotidiana".
Bohn (1977, pág. 69) dice: "Las respuestas de movimiento representan en
primer lugar la riqueza del mundo de las vivencias tiene relación con la fuerza
creadora de la personalidad y también con la experiencia religiosa... son los
síntomas más generales de la productividad.
Según Ames (1972, pág. 87) "el factor M se considera generalmente como la
clave de la riqueza de la vida interior del individuo e indicio de su poder creador
íntimo".
Exner (1974, pág. 57) dice: "Parece claro que M tiene una base intelectual
que incluye un cierto tipo de razonamiento, componentes de imaginación y una
conceptualización de alto nivel. Es una forma de demora frente a los impulsos
a respuestas más espontáneos, que depende de un tipo activo de ideación. Es
una experiencia interna que parece ser deliberada y que manifiesta fantasías
relacionadas con el mundo exterior". Es así como M es una variable relevante
que tiene conexión con la mayor parte de las actividades psicológicas.
El Contenido de las Respuestas de Movimiento Humano (1995) implica una
proyección y es muy complejo.
- No obstante, los estudios permiten afirmar que M refleja la utilización de
la ideación voluntariamente iniciada en las relaciones interpersonales. M está
relacionada con: a), la actividad intelectual de razonamiento; los estudios su-
gieren una correlación positiva entre actividad intelectual (frecuencia y calidad
de M) y los tests de inteligencia; b), la creatividad (talento artístico); c), la
fantasía (soñar despierto); e), la actividad de demora; f), el autoconcepto; g),
las relaciones interpersonales; y h), la mejoría en la terapia.
- Puede reflejar cooperatividad, pasividad, conductas agresivas verbales o no
verbales, asertividad, exhibicionismo.
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 67

5.1.3.2. Significado de M>SumPondC.


La relación M>SumPondC, según Rorschach (1961, pág. 40), es básica y
constante, dice: "En la medida en que el número de las respuestas cinéticas
sobrepase al de las cromáticas, la afectividad del sujeto estará sólidamente esta-
blecida, ya sea éste normal, neurótico o psicótico. . . ”. Es el Estilo Intratensivo
que se caracteriza por una mayor vida interior, una afectividad más estabilizada,
un círculo ambiental más reducido, pero de reacciones más intensas.
Bohm (1977) considera a la relación como el "eje" de toda la prueba por-
que refleja la posición fundamental de la personalidad en relación con el yo y
con el mundo exterior y describe al introvertido asumiendo los rasgos indicados
por Rorschach. Para Rausch de Traubenberg (1977) las respuestas M en reali-
dad provienen de dos procesos: asociativo y proyectivo y son dos aspectos, el
intelectual y proyectivo que se superponen constantemente.
Rapaport (1976, pág. 221) habla del equilibrio vivencial EB y de su estabi-
lidad, dice: "Cuando el EB se dilata en ambas direcciones, ello significa, dentro
del orden normal, la presencia de un amplio caudal de actividad ideacional como
así también de despliegue acción-afecto. Cuando se halla constreñido en ambas
direcciones se deducirá la presencia de una fuerte inhibición, tanto en el orden
normal como en el patológico". El introvertido se caracteriza por el predominio
de la actividad ideacional y de la demora de la acción, con una adaptación nor-
mal, bien dotada y productiva, pero emocionalmente más o menos exuberante
en la esfera de la fantasía.
Loosli Usteri (1965) llama al EB "Tipo de Resonancia Intimo". Los clasifi-
ca como intratensivos o extratensivos puros o mixtos, coartados o ambiguales.
Rauch (1977) asume el nombre y la clasificación dada por Loosli.
Klopfer (1966) asume lo indicado por Rorschach y señala que el intratensivo
tiene una tendencia a ser estimulado desde dentro, a restaurar el mundo en
función de sus propios valores y necesidades.
Para Piotrowski (1957) los que dan preferencia a M prefieren cautela y una
actividad motriz. Según Serebrinsky (1948) el intratensivo tiende más a razonar
que a obrar.
.
Exner (1974) establece relaciones con cada una de las variables y propone
los estilos de personalidad: intratensivo, extratensivo. La persona intratensiva,
según Exner (1994, pág. 353), "prefiere demorar el tomar decisiones o iniciar sus
conductas mientras, a su entender, no haya considerado todas las alternativas
posibles". Son personas que mantienen sus emociones al margen mientras buscan
solucionar sus problemas, o tomar decisiones basándose más en sus evaluaciones
internas antes de formular sus juicios; toleran mal las equivocaciones. El EB
intratensivo en niños menores de 12 años es poco frecuente. Si se da en un caso,
es señal de hípermadurez, impropia en niños.
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 68

5.1.3.3. Significado de EBPer.


Cuando es positivo representa una marcada rigidez a la hora de afrontar
muevas situaciones. Corresponde a sujetos que actúan siempre de la misma
manera, que utilizan la ideación para solucionar todos los problemas, aunque su
resultado sea inefectivo o inapropiado.

5.1.3.4. Significado de FM
FM representa la ideación no deliberada, que puede interferir el proceso de
la ideación deliberada y contribuir a la sobrecarga interna.
Rorschach no clasifica las respuestas de movimiento de los animales. La cla-
sificación y valoración de FM es de Klopfer. La asumen Hertz, Alcock, Bates
Ames, Loosli Usteri, Serebrinsky, Piotrowski, Exner. No la asumen Beck, Rapa-
port, Bohn.
Klopfer (1972, pág. 208) dice que las respuestas FM "representan la influencia
de las capas más instintivas de la personalidad, hipótesis que explicaría porque
los niños a menudo visualizan en las láminas animales en movimiento, pese a
que rara vez perciben movimiento humano".
Piotrowski (Cit. por Loosli Usteri, l965) estima que FM representa tenden-
cias que se remontan a la infancia, que no han alcanzado plena madurez.
Para Alcock (1965, pág. 63) FM se "relaciona con un tipo de reacción ju-
venil en íntima conexión con impulsos libidinosos y en conexión también con
una escasa tolerancia a la frustración, pero que representa al mismo tiempo una
característica de espontaneidad que puede ser elemento positivo en una perso-
nalidad madura". En opinión de Bates Ames (1972, pág. 89) "las respuestas FM
representan las tendencias naturales, sin aculturación". Para Golfarb, (Cit. por
Bel, 1964, pág. 73) las respuestas FM indican "excitación imaginativa en res-
puesta a la estimulación emocional con un conocimiento menos directo, menos
consciente y consecuentemente menos maduro, de la naturaleza y dirección de
los sentimientos suscitados".
Loosli Usteri (1965, pág. 70) dice: "Personalmente me inclino a ver en las FK
tanto el signo de una regresión con él de una detención del desenvolvimiento. De
este último, sobre todo, cuando los FK vayan acompañados de claros signos de
perturbación". FK es la FM. Canivet (Cit. por Loosli, pág. 71) ve en las FM "un
signo de inmadurez, de imaginación que continúa siendo pueril y, por lo tanto,
inadaptado para las realizaciones y la productividad adultas". Para Serebrinsky
(1945, pág. 81) los FM "son, en cierta medida, índice de la afectividad no bien
evolucionada".
.
Exner (1978. pág. 126) infiere que las respuestas FM "se correlacionan con
la ideación creada por estados de necesidad. En teoría, se trata de pensamien-
tos no provocados que se dan con bastante frecuencia cuando una persona no
está realizando una determinada actividad". Reflejan estados de insatisfacción
de necesidades básicas, tanto primarias (hambre, sed, etc.) como secundarias
(éxito, logro, prestigio, etc.). Reflejan preocupaciones, estados de necesidades
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 69

no gratificadas.
- FM baja sugiere que el sujeto elimina el registro de las necesidades básicas.
- FM alta sugiere malestar interno procedente de los estados de necesidad.
Se manifiesta en forma de tensión, falta de atención, insomnio.

5.1.3.5. Significado de m.
La respuesta m no es una clasificación de Rorschach, es una clasificación de
Klopfer. La asumen Hertz, Piotroswski, Bates Ames, Loosli Usteri, Beizmann,
Exner. No la asumen Beck, Rapaport, ni Bohm.
Según Klopfer (1972, pág. 209) m refleja "las tensiones interiores de la es-
tructura de la personalidad. Cabe decir que tales m aparecen cuando el sujeto
experimenta sus impulsos interiores más como fuerzas hostiles incontrolables
que operan contra él, que como fuentes de energía a su disposición".
Para Piotrowski (Cit. por Loosli, l965) m expresa tendencias profundas pero
incompatibles con la personalidad consciente y casi dejadas de lado por ella.
El admitir la existencia de estos modos de reacción instintiva crearía graves
conflictos interiores.
Bames Ames (1972, pág. 95a) dice: "La presencia de m se considera de diver-
sos modos: como signo de agresividad reprimida o explícita; como signo de una
tensión interior, ansiedad o lucha entre emociones en conflicto; como indicación
de que el sujeto siente que sus impulsos íntimos son hostiles".
Para Loosli Usteri (1965, pág. 73) las m (k, en la autora) "representan ten-
dencias que no llegan a expresarse de modo constructivo. Como no entran en
contacto con la realidad, quedan inadaptadas y se desenvuelven de manera des-
viada. En el adulto la k es siempre un signo desfavorable".
Para Beizmann (1968, pág. 179) “m implica un movimiento sentido por el su-
jeto que está movido por una fuerza interior con exclusión de las fuerzas pasivas
agitadas por una fuerza exterior". Para Bochner (Cit. por Beizmann, 1968) las
m expresan conflictos interiores no resueltos, dificultades de sublimación, deseos
irrealizables. Según Canivet (Cit. por Beizmann, 1968, pág. 82) las respuestas
m expresan "fuerzas explosivas inadaptadas".
Exner (1974, pág. 60) dice: "Obviamente, cuando m se da con alguna frecuen-
cia significativa debe considerarse como una señal de aviso que puede representar
la incidencia de la tensión excesiva, frustración y/u hostilidad en la integración
de la personalidad". Exner (1978) presenta cinco estudios que apoyan la hipó-
tesis de que m se relaciona con una sensación de tensión en la que el sujeto
se desorganiza y se siente fuera de control. Las últimas valoraciones de Exner
(1994) señalan que m se refiere a "experiencias de intenso malestar emocional",
sentimientos de descontrol, de desasosiego, a un estado de estrés. La variable
m es inestable, depende del estado psicológico del individuo y es inducida por
las tensiones situacionales. La actividad mental con la que se relaciona implica
un sentimiento de indefensión y/o de pérdida de control. El sujeto experimenta
dificultades de atención y concentración y el discurso puede alterarse o inte-
rrumpirse
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 70

5.1.3.6. Significado de FM+m


La actividad mental provocada por estados de presión estimular está repre-
sentada por FM+m>M.
Klopfer (1972, pág. 209) estima que M menor que FM representa a una per-
sona "emocionalmente infantil que vive en su nivel de pulsión instintiva inferior
a su edad cronológica y mental". En caso contrario, cuando M es mayor que
FM revela: que el sujeto demora, i. e., subordina la necesidad de gratificación
inmediata a motivaciones más elevadas y a metas a largo plazo, sin excesivo
conflicto interno; que el funcionamiento del yo tiene un nivel relativamente alto,
i. e., hay capacidad de aceptarse a si mismo, a los propios impulsos, fantasías
y, además, capacidad de establecer buenas relaciones con la realidad exterior.
Cuando FM+m es mayor que una y media veces M, es un índice de "tensiones
que son demasiado fuertes como para permitir que el individuo use sus recursos
en forma constructiva" (pág. 163).
Para Ames (1972, pág. 39) "las respuestas de movimiento humano y animal
aumentan rápidamente durante los primeros años con prevalencia del movimien-
to humano. El punto en el cuál M sobrepasa por primera vez a FM se sitúa a
muy diferentes edades desde los 7 (Ford) hasta alrededor de los 14 años (McFate
y Orr)".
Según Loosli Usteri (1965, pág. 72) "en lo que los autores están de acuerdo es
en que en los resultados de adultos las K deben ser más numerosas que las FK+k
(K> FK+k), lo que efectivamente queda confirmado por mis dos grupos-tipo
en su totalidad". (K es M)
Para Beizmann (1968) M<FM refleja la inmadurez de la persona, sus regre-
siones, sus rechazos, por cuanto la M aumenta progresiva y regularmente según
la edad, mientras que decrecen las FM.
.
Exner (1974, pág. 39) concuerda con todas las opiniones anteriormente indi-
cadas. Dice: "Parece que la clase de actividad psicológica asociada con m tiene
una relación más directa con FM que con M. Mientras M es una experiencia in-
terna más deliberada relacionada con la mediación de imputs estimulares, FM y
m representan actividades considerablemente menos sofisticadas y menos orga-
nizadas. Se relacionan con la actividad mental provocada por estados de presión
estimular". Reflejan vivencias de estrés, de necesidad o de una mezcla de ambas.
Son estímulos para alertar al sujeto y para ponerlo en acción.

5.1.3.7. Significado de a:p.


Rorschach (196l, pág. 34) dividió las respuestas de movimiento en buenas
y malas, en primarias y secundarias, dice: "por último conviene examinar las
sinestesias particularmente en los normales, a fin de ver si en ellas predominan
los movimientos de extensión o los de flexión. Los cenestésicos extensivos son
personas activas, con poderosos impulsos de autoafirmación, aunque a menu-
do dominadas por inhibiciones neuróticas. Los cenestésicos flexivos, en cambio,
son seres pasivos, neurasténicos resignados”. Oberholzer (Cit. por Rorschach
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 71

1961, pág. 194) comenta: "Las sinestesias de flexión reflejan la actitud viven-
cial profunda del paciente: denotan su pasividad y los elementos femeninos de
su sexualidad pertenecen, por consiguiente, a las capas más profundas del in-
consciente". Algunos autores siguen el criterio expresado por Oberholzer. Binder
abunda en la misma dirección. Toda verdadera sinestesia proviene de la esfera
del inconsciente, es instintiva.
Para Loosli Usteri (1965, pág. 45) “la verdadera respuesta cenestésica es la
proyección de la imagen de un movimiento ejecutable por el propio sujeto".
Beck (1968) habla de movimientos estáticos. Reflejarían indecisión o más
bien ambivalencia que martiriza cuando el sujeto se encuentra en el caso de
tomar una decisión y que le arrojan al centro muerto de las alternativas.
Para Piotrowski (1957) las M extensivas están asociadas a orientaciones afir-
mativas, no implican necesariamente actividad o iniciativa. Las M de flexión es-
tán asociadas a actitudes sumisas, pasivas, pero no son sinónimas de pasividad
y sumisión.
.
Exner (1978) clasifica el movimiento en activo y pasivo. En cuanto a la
literatura sobre la calidad flexora extensora del movimiento indica que es muy
limitada. Concluye (pág.159): "La combinación de las dos proporciones de activo
pasivo podrán facilitar considerable información sobre tendencias ideacionales e
incluso conductuales, de algunos sujetos".
- p>a+1 refleja pasividad en las relaciones interpersonales. Corresponde a
personas que esperan que los demás les soluciones sus problemas, que evitan
responsabilizarse, que no asumen las consecuencias de sus decisiones. El com-
portamiento es pasivo dependiente si se dan las siguientes variables: p>a+1,
T>1, P alta, Ind de Eg bajo. Esto no significa que sean personas sumisas, más
aún, pueden ser agresivas, si aparece AG, S.
- p>a+1 refleja también una fuerte tendencia a refugiarse en la imagina-
ción para gratificar las necesidades y compensar en la fantasía las frustraciones.
Corresponde a sujetos propensos a la ensoñación. Lo cual puede ser positivo
o negativo. Es positivo, si es para actividades creativas; es negativo, si es una
estrategia defensiva utilizada para no enfrentarse con los problemas.
- a:p refleja, además de lo indicado, rigidez cognitiva, cuando un valor es cua-
tro y el otro es cero; y cuando la suma de los dos es mayor que cuatro y el valor
de uno es el doble o el triple del valor del otro. Corresponde a sujetos que se afe-
rran a sus criterios, que son dogmáticos, que les cuesta mucho cambiar su punto
de vista. El pronóstico es desfavorable porque el sujeto resiste a los cambios.
En caso contrario, cuando la diferencia es menor que cuatro, refleja flexibilidad
cognitiva y las características son opuestas a las indicadas anteriormente.

5.1.3.8. Significado de Mp>Ma.


Exner (1994) indica que Mp:Ma puede revelar información útil sobre ciertas
características ideativas.
- Mp>Ma sugiere una tendencia a sustituir la realidad por la fantasía cuando
entra en funcionamiento la ideación deliberada. Su empleo, por el momento,
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 72

alivia la situación desagradable, pero aumenta la dependencia de los demás. El


abuso es perjudicial y lo es más para los intratensivos, porque los problemas
quedan sin solución.
- Mp>Ma+1 se refiere a la pasividad interpersonal. La persona asume el
papel de pasiva en las relaciones interpersonales; evita responsabilizarse de sus
decisiones, solucionar las dificultades y establecer nuevas pautas de conducta.
Corresponde a sujetos que carecen de habilidades sociales; que utilizan la fan-
tasía como procedimiento habitual para solucionar los problemas; que evitan
asumir responsabilidades y tomar decisiones. La conducta es similar a la de
Blanca Nieves. Responde más a actividades iniciadas por otras personas que
a las actividades que podría iniciar por sí misma. Vive de lo que hacen los
enanitos. Conviene tener en cuenta lo ya indicado. La pasividad no significa
necesariamente sumisión. Si en el contenido hay una Fd, la persona, además de
ser pasiva, tiende a ser dependiente. En este caso, la conducta es más marcada,
se caracteriza por pedir ayuda a los demás. En los no pacientes, "p" excede a "a"
en más de uno, tan sólo, en el 30 % de los casos. En general, no sucede lo mismo
si se trabaja con los diversos estilos de respuesta: intratensivos, extratensivos,
ambiguales. El estilo pasivo parece darse con más frecuencia en los intratensivos.
Para que esta información sea fiable es necesario que haya más de dos M.

5.1.3.9. Interpretación de 2AB+Art+Ay.


Esta variable representa una estrategia defensiva.
- 2AB+Art+Ay refleja la intelectualización utilizada como estrategia defen-
siva.
- 2AB+Art+Ay<3 no es significativo. Entre tres y cinco refleja una tendencia
a utilizar la intelectualización más que los demás.
- 2AB+Art+Ay>5 representa un mecanismo defensivo seudointelectual pa-
ra neutralizar el efecto displacentero que produce la emoción. Corresponde a
sujetos que distorsionan el verdadero sentido de la situación al intentar rehuir
o negar la presencia del afecto disfórico para disminuir sus efectos; los que así
operan, se alejan del modo realista de afrontar el problema. Estos sujetos son
vulnerables ante la sobrecarga emocional y, en consecuencia, son menos eficaces.
El mecanismo provoca una distorsión del verdadero significado de la situación.

5.1.3.10. Significado de los 6 Códigos Especiales Críticos.


Exner (1974) indica que los Códigos Especiales Críticos nivel 1 y nivel 2
identifican los casos en los que se producen dificultades en diversos aspectos del
pensamiento: lapsus, incoherencias, fallos lógicos. Si son aislados, no son signifi-
cativos; al contrario, si son numerosos y la cualidad es grave, señalan trastornos
de pensamiento más o menos severos. El valor cualitativo queda reflejado en
los niveles 1 y 2. La valoración de los niveles puede estar condicionada por la
subjetividad de la codificación. La puntuación ponderada permite una aproxi-
mación a la magnitud del trastorno ideativo, admitiendo que el trastorno es un
continuun que va desde lo leve a lo menos grave y de lo menos grave a lo más
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 73

grave. (Leve - menos grave - más grave). Después (1994, pág. 423) lo matiza:
moderado - importante - grave
Trastorno leve.

Está representado por: DV1, ISP1, DR1. Las tres reflejan un desliz cognitivo
relativamente moderado:
- DV1 sugiere una dificultad para comunicarse con claridad y precisión.
- ISP1, un fracaso de la capacidad de discriminación.
- DR1, capacidad limitada de juicio, impulsividad ideática, desconexión de
la tarea por divagaciones inconsistentes.

Trastorno menos grave.


Está representado por DV2, FAB1, ISP2, ALOG. Las cuatro sugieren un fallo
importante del pensamiento:
- DV2 refleja preocupación que se infiltra en el funcionamiento cognitivo.
- ISP2, una lógica dislocada, un pensamiento seriamente afectado por des-
precio a la realidad o preocupaciones.
- FAB1, una actividad de síntesis irracional, pensamiento inconsistente des-
organizado y primitivo.
- ALOG, razonamiento forzado, crea y mantiene relaciones causa - efecto
erróneas; la lógica es deficiente y el juicio, deteriorado.
Trastorno más grave.
Está representado por DR2, FAB2, CONTAM. Las tres representan una grave
disfunción cognitiva:
- DR2 refleja una alteración seria del control de la impulsividad ideativa, una
dificultad para mantener el hilo del pensamiento, un pensamiento desarticulado.
- FAB2 sugiere un apartarse considerable de la realidad, capacidad defectuo-
sa de enjuiciar, control mermado de la impulsividad ideativa, graves alteraciones
afectivas que obnubilan el juicio, un producto de pautas cronificadas de pensa-
miento perturbado.
- CONTAM refleja una desorganización cognitiva muy grave, fusión irreal
de experiencias o de procesos perceptivos.

5.1.3.11. Significado de SumPond6


Las dos variables reflejan el funcionamiento del pensamiento.
- SumPond6 proporciona información inmediata sobre el grado de deterioro
del pensamiento. El grado depende de la combinación de los Códigos Críticos.
No es lo mismo cuatro DV1 y dos ISP1 que dos ALOG y dos FAB2. El primero
presenta un caso de una leve alteración; el segundo, una prueba de pensamiento
perturbado. El intérprete debe examinar en dónde se dan los Códigos Críticos,
si en las láminas cromáticas o en las de color sombreado, o en las acromáticas,
para poder relacionarlos con afecto, constricción, introvisión negativa, soledad
o sentimientos de abandono.
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 74

- SumBr6. Lo deseable es que no existiese. No obstante, entre los adultos no


pacientes se encuentra hasta tres. Lo mismo sucede en los niños no pacientes.
Un número mayor que cinco en adultos y un número mayor que la media más
una DT en niños, refleja perturbación de pensamiento.

5.1.3.12. Significado de MOR


MOR representa la percepción displacentera del sujeto atribuida a los demás.
Es una actividad proyectiva.
- MOR<2 es esperada en adultos no pacientes.
- MOR>2 sugiere dependencia de los demás, un escape hacia la fantasía para
defenderse, un desvalimiento autoimpuesto. Corresponde a sujetos dominados
por prejuicios: “En todo me va mal”; a sujetos en los cuáles la autopercep-
ción es negativa: “No sirvo para nada”; a sujetos que perciben las relaciones
interpersonales como dudosas o poco fiables: “Nadie me entiende”. La ideación
está inmersa en un tono de pesimismo. Esto genera conductas que buscan la
anticipación para evitar la catástrofe.
- MOR>5 corresponde a personas que intentan neutralizar el efecto que
produce la emoción y que utilizan un mecanismo seudo-intelectual que rehuye o
desmiente la presencia del afecto. Conviene recordar que MOR es un elemento
de la Constelación de Suicidio y del Índice de Depresión. MOR correlaciona
negativamente con el Índice de Egocentrismo.

5.1.4. Significado de la Calidad formal y niveles de distor-


sión de las M.
La calidad formal de M señala cuánto se alejan los procesos de ideación de
lo convencional.
- MQo es lo esperado, representa el ajuste perceptivo común.
- MQ->0 refleja la existencia de una rareza ideativa, un modo ilógico de
pensamiento. Es infrecuente.
- MQ->1 sugiere pensamiento desorientado, desprecio del campo estimular.
- MQ->2, pensamiento delirante. Si todos van acompañados de otros ele-
mentos, por Ej. de S, el trastorno de pensamiento puede aparecer cuando se da
la actitud de oposicionismo.
- MQsin (respuestas abstractas o simbólicas) representa operaciones de tipo
alucinatorio, intelectualización intensificada.
- MQu sugiere un proceso ideativo muy personal. Si en el protocolo hay
muchos Mo puede ser positivo; pero si hay muchos M- puede generar dificultades
de ajuste y adaptación. Si todas las M son Mu corresponde a un pensamiento
excéntrico y raro, sin que esto signifique que el sujeto esté trastornado.
En resumen, tal como se indicó, las variables de la Agrupación de la Idea-
ción indican cómo es conceptualizada y utilizada la traducción de la información
aceptada. El pensar implica organizar símbolos o conceptos de forma significati-
va y constituye el núcleo de dónde proceden las decisiones y conductas delibera-
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 75

das. Los datos permiten elaborar un cuadro de las operaciones de pensamiento


de la persona.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-
cado el significado de cada una de las variables del Rorschach, es procedente
añadir a la pregunta formulada en el Estudio anterior, ¿en los SP funciona la
ideación como funciona en los SNP?, dos más: ¿en los SPÍ funciona la ideación
como funciona en los SNP?; ¿la modificación producida por el incremento de
las 18 Variables es significativa?. Se responde a las preguntas formulando las
siguientes hipótesis

5.2. Hipótesis.
1. Las diferencias entre los Estadísticos Descriptivos de los SP-SNP, SP-NP
y SPÍ-SNP son significativas.
2. Las diferencias entre las Variables Estructurales de los SP-SNP y SPÍ-SNP
son significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 18 Variables es signi-
ficativa.

Para comprobar que los SP y los SPÍ son significativamente distintos de los
SNP, de los SNP y de los adultos no pacientes de Exner se toman las variables
que reflejan la Ideación: SumBr6, SumPond6, M, SumPondC, FM, m, FM+m,
a, p, Indic Intelec, MOR, MQ-, Ma, Mp. La muestra, el procedimiento, los
cálculos son los mismos que los indicados en el primer Tema. Los resultados
están indicados en sendas tablas.

5.3. Resultados. Análisis de resultados


5.3.1. Estadísticos Descriptivos
5.3.1.1. Las diferencias SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son significati-
vas.
Para comprobar si los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son significativamente
diferentes se calculan los Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan
la ideación. Los resultados se indican en la siguiente tabla.
Tabla 1. Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan la Ideación
de 82 SP, de 49 SPÍ, de de 80 SNP y de 700 adultos no pacientes de Exner.
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 76

Variables SP Dt SNP Dt SPÍ Dt NP Dt


SumBr6 3,74 4,72 2,85 2,68 4,29 5,67 1,62 1,26
SumPond6 9,96 8,87 8,24 7,84 10,21 9,47 3,28 2,89
M 4,57 2,79 3,5 2,29 4,69 3,04 4,31 1,92
SumPondC 3,70 2,37 2,53 1,69 3,92 2,34 4,52 1,79
FM 4,11 3,05 3,05 1,92 4,10 3,18 2,75 1,19
m 2,21 1,89 1,68 1,40 2,20 2,10 1,33 0,85
FM+m 6,32 3,87 4,71 2,56 6,24 4,32 3,39 1,51
a 6,83 3,72 5,15 3,03 6,65 4,03 6,48 2,14
p 4,13 2,80 2,89 1,99 4,27 2,94 2,69 1,52
Intelect 3,09 2,35 1,85 2,22 3,48 2,37 1,56 1,29
MQ- 0,78 1,01 0,55 0,81 0,82 1,03 0,03 0,19*
Ma 3,11 2,07 2,57 1,77 3,02 2,26 3,04 1,59
Mp 1,67 1,48 1,06 1,36 1,78 1,58 1,31 0,94
MOR 1,89 1,85 1,45 1,59 1,88 2,01 0,70 0,82*
*Son Variables no Paramétricas.
Las diferencias entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP están potenciadas en
pocas variables. Las diferencias entre las medias de los SP y de los adultos no
pacientes de Exner son más acentuadas en muchas variables.
Para comprobar si las hipótesis son ciertas se busca la t de las variables que
reflejan la Ideación. Se realizan los cálculos pertinentes. Los resultados están
indicados en la siguiente tabla.
Tabla 2. t de la media de las Variables Paramétricas y z de las no Paramé-
tricas de 86 SP, de 49 SPÍ, de 80 SNP y 700 NP.
Los SP figuran como 1º; los SNP, como 2º; los SPÍ, como 3º y los NP, como
4º.
Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º
SumBr6 - ** - a ** - **
SumPond6 - ** - p ** ** **
M ** - ** Intelect ** ** **
SumPondC ** ** ** MQ- - ** -
FM ** ** ** Ma - - -
m - ** - Mp - - -
FM+m ** ** ** MOR - ** -
.
** La diferencia es significativa al 0.01
* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Los SP y los SNP son significativamente diferentes en 7 de las 14; los SPÍ-
SNP, en 7; y los SP-NP en 10 de las 14 variables estudiadas.

5.3.2. Variables Estructurales


Para comprobar la magnitud de las diferencias se calcula el porcentaje de las
variables que reflejan la Ideación. Los resultados están indicados en la siguiente
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 77

tabla.
Tabla 3. Porcentaje de las variables que reflejan la Ideación de 86 SP, de 49
SPÍ y de de 80 SNP.
Variables % SP % SNP SPÍ Variables % SP % SNP SPÍ
PTI>3 3 3 6 FM <3 38 46 45
MQ->0 45 39 49 m>2 38 25 45
M>SPonC 27 34 32 p>a+1 8 10 14
EBPerPost 27 10 26 Mp>Ma 14 8 24
a>2p o p>2a 42 35 45 Ind.Int >3 41 17 49
FM >5 32 10 32 MOR>2 27 17 28

5.3.2.1. Tienen perturbado el pensamiento.


Según los datos encontrados, el 3 % de los SP, el 3 % de los SNP y el 6 % de
los SPÍ reflejan perturbaciones de pensamiento (PTI>3, SumPond6>18).
La perturbación del pensamiento parece provenir del fracaso de la capaci-
dad de discriminación (ISP), del razonamiento forzado que crea y mantiene
relaciones erróneas de causa-efecto (ALOG), de operaciones de intelectua-
lización intensificada (MQsin).
Entre los SP-SNP no hay diferencia y entre los SPÍ-SNP la diferencias
3 puntos no es significativa. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 3 puntos.
Las 18 Variables suben en un 3 % los sujetos que reflejan perturbaciones
de pensamiento. La escasa representatividad sugiere que los sujetos que
tienen esta característica son muy pocos.

5.3.2.2. Reflejan descontrol ideacional.


El 45 % de los SP, el 39 % de los SNP y el 49 % de los SPÍ se alejan de
los procesos convencionales de la ideación, manifiesta un modo ilógico de
pensamiento, un modo raro de ideación. Falta claridad, hay un descontrol
ideacional. Es un modo de pensar muy peculiar. (MQ->0).

Entre los SP-SNP la diferencia de 6 puntos y la diferencia de 10 puntos


entre los SPÍ-SNP no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben
4 puntos. Las 18 Variables disminuyen en un 4 % los sujetos que se alejan
de los procesos convencionales de la ideación.

5.3.2.3. Son intratensivos.


El 27 % de los SP, el 34 % de los SNP y el 32 % de los SPÍ tienen M>SumPondC.
Son personas intratensivas que prefieren demorar el tomar decisiones o ini-
ciar sus conductas mientras, a su entender, no hayan considerado todas
las alternativas posibles. Son personas que mantienen sus emociones al
margen, mientras buscan solucionar sus problemas; que toman decisiones
basándose más en sus evaluaciones internas antes de formular sus juicios.
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 78

Ningún caso de los SP, ni de los SPÍ, por exigencia del criterio, tienen
M=0, pero, 3 de los SP y 23 de los SPÍ tienen SumPond mayor que 3.5.
Estos casos estarían ahogados por la emocionalidad que interfiere el fun-
cionamiento de la conceptualización.
Entre los SP-SNP la diferencia de 7 puntos y entre los SPÍ-SNP la de 2
puntos son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 5 puntos. Las
18 Variables incrementan en un 5 % los sujetos intratensivos.

5.3.2.4. Son intratensivos rígidos.


El 27 % de los SP, el 10 % de los SNP y el 26 % de los SPÍ tienen EB-
Per positivo. Son personas que actúan siempre de la misma manera a la
hora de afrontar muevas situaciones, i.e., utilizan el mismo procedimiento
para solucionar todos los problemas, aunque su resultado sea inefectivo o
inapropiado.

La diferencia de 17 puntos entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP la de 16


puntos son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 1 punto. Las 18
Variables reduce en un 1 % los sujetos intratensivos rígidos.

5.3.2.5. Son dogmáticos.


El 42 % de los SP, el 35 % de los SNP y el 45 % de los SPÍ se aferran a su
criterio, son dogmáticos, les cuesta mucho cambiar su punto de vista, lo
que valoran es difícil que lo alteren. Es difícil hacerles cambiar de opinión.
Los SP presentan 6 casos con una de las variables con cero, los SPÍ con
4 y los SNP también con 6. Fueron excluidos. La diferencia de 7 puntos
entre los SP-SNP y entre los SP-SPÍ la de 10 puntos no son significativas.
Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 3 puntos. Las 18 Variables incrementan
en un 3 % los sujetos dogmáticos.

5.3.2.6. Están influenciados por una actividad mental periférica pro-


vocada por necesidades insatisfechas.
El 32 % de los SP, el 10 % de los SNP y el 32 % de los SPÍ presentan una
actividad mental provocada por experiencias de necesidad manifestadas en
forma de tensión, falta de atención, insomnio. Son estímulos que alertan
a los sujetos para ponerlos en acción (FM>5).

La diferencia de 22 puntos entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP es sig-


nificativa. Es lo esperado. Es una de las variables que los identifica. Entre
los SP-SPÍ, los SPÍ ni suben, ni bajan. Las 18 Variables ni bajan, ni suben
el porcentaje de los sujetos que presentan una actividad mental provocada
por experiencias de necesidad manifestadas en forma de tensión.
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 79

5.3.2.7. Están influenciados por una actividad mental periférica pro-


vocada por la eliminación del registro de necesidades.
El 38 % de los SP, el 46 % de los SNP y el 45 % de los SPÍ tienen una activi-
dad mental periférica provocada por eliminar el registro de las necesidades
básicas, por eliminar o evitar el impacto (FM<3).

Los 8 puntos de diferencia entre los SP-SNP y 1 punto entre los SPÍ-SNP
no son significativos. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 7 puntos. Las 18
Variables incrementan en un 7 % los sujetos con una actividad mental
periférica provocada por eliminar el registro de las necesidades básicas.

5.3.2.8. Están influenciados por una actividad mental periférica pro-


vocada por experiencias de presiones estimulares.
El 38 % de los SP, el 25 % de los SNP y el 45 % de los SPÍ tienen una
actividad mental periférica está provocada por experiencias de presión
estimular, de estrés situacional. Experimentan un intenso malestar emo-
cional, sentimientos de descontrol, de desasosiego (m>2).
La diferencia de 13 puntos entre los SP-SNP no es significativa, pero, la
diferencia 20 puntos entre los SPÍ-SNP es significativa al 0,05 (2,40). Este
resultado llama la atención, no sigue la secuencia. Revisados los datos,
se confirma el resultado. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 7 puntos. Las
18 Variables incrementan en un 7 % los sujetos con una actividad mental
periférica provocada por experiencias de presión estimular.

5.3.2.9. Viven en el mundo de la fantasía.


El 8 % de los SP, el 10 % de los SNP y el 14 % de los SPÍ son propensos
a vivir en el mundo de la ensoñación, a utilizar la fantasía como procedi-
miento habitual para solucionar los problemas. Tiene una fuerte tendencia
a refugiarse en la imaginación para gratificar las necesidades y compensar
en la fantasía las frustraciones (p>a+1).
Entre los SP-SNP la diferencia de 3 puntos y la de 4 entre los SPÍ-SNP
no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 6 puntos. Las 18
Variables incrementan en un 6 % los sujetos propensos a vivir en el mundo
de la ensoñación.

5.3.2.10. Sustituyen la realidad por la fantasía.


El 14 % de los SP, el 8 % de los SNP y el 24 % de los SPÍ reflejan una clara
tendencia a sustituir la realidad por la fantasía en situaciones de estrés
(Mp>Ma).

Entre los SP-SNP los 6 puntos de diferencia no es significativa, pero, entre


los SPÍ-SNP la diferencia de 16 puntos es significativa al 0,05 (2,62). Este
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 80

resultado llama la atención, no sigue la secuencia. Revisados los datos, se


confirma el resultado. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 10 puntos. Las 18
Variables incrementan en un 10 % los sujetos con una clara tendencia a
sustituir la realidad por la fantasía en situaciones de estrés.
En los SP, tan sólo hay un caso que tiene Mp>Ma+2 y uno en los SNPy
en los SPÍ. Son personas que esperan que los demás les soluciones sus
problemas, que evitan responsabilizarse, que no asumen las consecuencias
de sus decisiones, que responden más a actividades iniciadas por otros que
las actividades iniciadas por sí mismos. Viven de lo que hacen los demás.
Correspondería a lo que llaman síndrome de Blanca Nieves.

5.3.2.11. Intelectualizan sus sentimientos.


El 41 % de los SP, el 17 % de los SNP y el 49 % de los SPÍ utilizan el me-
canismo defensivo seudointelectual para neutralizar el efecto displacentero
que produce la emoción. Distorsionan el verdadero sentido de la situación
al intentar rehuir o negar la presencia del afecto disfórico para disminuir
sus efectos. Se alejan del modo realista de afrontar el problema. Son vulne-
rables ante la sobrecarga emocional y, en consecuencia, son menos eficaces
(2AB+Art+Ay>3).
La diferencia 24 puntos entre SP-SNP y la de 32 puntos entre SPÍ-SNP
son significativas. Es lo esperado. Es una de las variables que los identifica.
Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 8 puntos. Las 18 Variables incrementan
en un 8 % los sujetos que utilizan el mecanismo defensivo seudointelectual
para neutralizar el efecto displacentero que produce la emoción.

5.3.2.12. Son pesimistas.


El 27 % de los SP, el 17 % de los SNP y el 28 % de los SPÍ tienen MOR>2.
Corresponde a sujetos dominados por prejuicios, a sujetos en los cuáles
la autopercepción es negativa. La ideación está inmersa en un tono de
pesimismo. Esto genera conductas que buscan la anticipación para evitar
la catástrofe.
La diferencia de 10 puntos entre los SP-SNP y la de 11 puntos entre los
SPÍ-SNP no son significativas. Entre SP-SPÍ, los SPÍ suben 1 punto. Las
18 Variables incrementan en un 1 % los sujetos pesimistas.

5.4. Conclusiones.
5.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas
Entre SP-SNP para M, SumPondC, m, FM, FM+m, a, p, Intelec.
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 81

Entre SP-NP para SumBr6, SumPond6, SumPondC, m, FM, FM+m, p,


Intelec, MQ-, MOR.
Entre SPÍ-SNP para M, SumPondC, m, FM, FM+m, a, p, Intelec.

5.4.2. La Hipótesis 2 no es cierta


Los SP y los SPÍ son diferentes de los SNP, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos.
Los SP y los SPÍ reflejan perturbaciones de pensamiento

Se alejan de los procesos convencionales de la ideación manifestando un


modo ilógico (muy peculiar) de pensamiento, un modo raro de ideación,
falta la claridad.
Son propensos a vivir en el mundo de la ensoñación, a utilizar la fantasía
como procedimiento habitual para solucionar los problemas, a refugiarse
en la imaginación para gratificar las necesidades y compensar en la fantasía
las frustraciones.

Tienen una actividad mental periférica provocada por eliminar el registro


de las necesidades básicas, o evitar su impacto.
Tienen una clara tendencia a sustituir la realidad por la fantasía en situa-
ciones de estrés. En que se aferran a su criterio, en que les cuesta mucho
cambiar su punto de vista. Lo que valoran es difícil que lo alteren, es difícil
hacerles cambiar de opinión, son dogmáticos.
Prefieren demorar el tomar decisiones o iniciar sus conductas mientras, a
su entender, hasta que no hayan considerado todas las alternativas posi-
bles; mantienen sus emociones al margen mientras buscan solucionar sus
problemas.

Están dominados por prejuicios, por una autopercepción negativa.

5.4.3. La hipótesis 2 es cierta.


Los grupos son heterogéneos. Los SP y los SPÍ tienen un porcentaje signifi-
cativamente superior de sujetos:
Que actúan siempre de la misma manera a la hora de afrontar muevas si-
tuaciones, utilizan el mismo procedimiento para solucionar todos los pro-
blemas aunque su resultado sea inefectivo o inapropiado. Reflejan una
clara tendencia a sustituir la realidad por la fantasía en situaciones de
estrés.
Que tienen una actividad mental periférica provocada por experiencias de
necesidad manifestadas en forma de tensión, falta de atención, insomnio.
CAPÍTULO 5. IDEACIÓN 82

Que utilizan el mecanismo defensivo seudointelectual para neutralizar el


efecto displacentero que produce la emoción.
Los SP no se diferencian significativamente de los SNP, pero los SPÍ se di-
ferencian significativamente de los SNP en que tienen una actividad mental
periférica provocada por experiencias de presión estimular, de estrés situa-
cional; en que experimentan un intenso malestar emocional, sentimientos
de descontrol, de desasosiego.

5.4.4. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, pero las diferen-
cias no son significativas

5.4.4.1. Las 18 Variables incrementan en


Un 3 % los sujetos que reflejan perturbaciones de pensamiento.
Un 3 % los sujetos que se alejan de los procesos convencionales de la idea-
ción.
Un 5 % los sujetos intratensivos.

Un 10 % los sujetos que tienen una clara tendencia a sustituir la realidad


por la fantasía en situaciones de estrés.
Un 8 % los sujetos que utilizan el mecanismo defensivo seudointelectual
para neutralizar el efecto displacentero que produce la emoción.

Un 1 % los sujetos pesimistas.


Un 6 % los sujetos propensos a vivir en el mundo de la ensoñación.
Un 7 % los sujetos con una actividad mental periférica provocada por
experiencias de presión estimular.

Un 3 % los sujetos dogmáticos.


Un 7 % los sujetos que tienen una actividad mental periférica provocada
por eliminar el registro de las necesidades básicas.

5.4.4.2. Las 18 Variables reducen en


Un 1 % los sujetos intratensivos rígidos.

5.4.4.3. Las 18 Variables ni reducen, ni aumentan


Los sujetos que presentan una actividad mental provocada por experien-
cias de necesidad manifestadas en forma de tensión.
Capítulo 6

Autopercepción

6.1. Estado de la cuestión.


6.1.1. Aproximación al concepto.
La autopercepción lleva consigo la autoimagen y la autovaloración.

6.1.1.1. Autoimagen.
La autoimagen es la percepción que uno tiene de sus cualidades y deficiencias.
Está conformada por todo lo que uno siente, piensa, quiere, espera, teme acerca
de sí mismo. Tiene mucha influencia en el desarrollo de la autoestima. La persona
que tiene una autoimagen baja genera una baja autoestima.

6.1.1.2. Autovaloración
El yo, en la autovaloración, es el que valora y, al mismo tiempo, es el objeto
valorado. El yo frente a sí mismo conforma un juicio de valía. Eso implica un co-
nocimiento y una comparación. El conocimiento le viene dado por la percepción
que tiene de sí mismo al compararse con el otro. El conocimiento está basado
directamente en las experiencias adquiridas en la relaciones con los demás y
en las atribuciones que él mismo hace de su conducta. La valoración puede ser
positiva o negativa.
La valoración será positiva (en consecuencia, de aceptación), si el sujeto
evalúa sus pensamientos, sentimientos, sensaciones, experiencias que ha recogido
durante el transcurso de su vida y los cataloga como positivos. Piensa que es
bueno, más o menos inteligente, se siente simpático, manifiesta el grado de su
satisfacción, estima que funciona eficazmente, aprecia el gusto de su manera de
ser. Si así sucede, la autoestima será alta.
La valoración será negativa (en consecuencia, de rechazo de sí mismo), si el
sujeto evalúa sus pensamientos, sentimientos, sensaciones, experiencias que ha

83
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 84

recogido durante el transcurso de su vida y los cataloga como negativos. Si así


sucede, la autoestima será baja.

6.1.1.3. Autoestima
La autoestima, según Rosenberg (1973, pág. 39), "es una actitud positiva o
negativa hacia un objeto particular: el sí mismo". Según Coopersmith (Cit. por
Rosenberg, 1973) es un juicio personal de valía y una experiencia subjetiva que
se expresa mediante las actitudes que el sujeto mantiene frente a sí mismo.
En opinión de Fromm (1972) la autoestima es una estructura permanente y
consciente de referencias, relaciones caracterizadas por la comprensión, el res-
peto mutuo, convencimiento de que las relaciones pueden darse en un clima de
amistad.
Para Rogers (1951) la autoestima es una interacción de dos variables: a),
de la imagen personal de sí mismo que desarrollan los sujetos a fin de guiar y
mantener las relaciones con el medio ambiente, y b), del medio ambiente que
refleja juicios y valores de la familia y de la sociedad.
Entre la persona y los otros hay una continua interacción. La persona tiene
una opinión de sí misma y de los otros, i.e. tiene una valoración de sí misma y
una opinión acerca de lo que los demás piensan de ella. Interpreta sus propias
actitudes y las actitudes que los demás tienen hacia ella. En caso de ser favorable
o desfavorable puede aceptarse o rechazarse, sentirse a gusto o a disgusto. En
cualquier caso, hay una evaluación positiva o negativa o indiferente que puede
oscilar entre muy alta o muy baja.
Una baja autoestima genera individuos hostiles, agresivos, inseguros, ais-
lados, que se consideran injustamente tratados, incomprendidos por los demás,
que se sienten desamparados, discriminados, acosados por sentimientos de ansie-
dad. En cuanto a la actitud de los sujetos frente a la autoestima baja, unos como
Maslow 1942), Rogers (1951) opinan que desean salir de su situación; otros, co-
mo Festinguer (1957), al contrario, opinan que aceptan la valoración negativa
que reciben de los demás e incluso se manifiestan atraídos hacia aquellos que
los menosprecian y rechazan a los que los evalúan favorablemente.
En una valoración ambigua de autoestima, Montané (1980) constató una
dependencia, un predominio de la percepción negativa. Según el nivel de au-
toestima del individuo, el medio ambiente en el que nos movemos, siendo una
situación ambiental ambigua, puede ser percibido como positivo o amenazante.

6.1.1.4. Factores que influyen en la autoestima


Los factores que influyen en la autoestima, según Rosenberg (1973) son:
Tratamiento respetuoso, aceptable y comprometido que se recibe de los demás;
éxito; aspiraciones y valores; responsividad ante la evaluación.
Según Coopersmith (1967), las condiciones que influyen en la autoestima
del niño son: aceptación de los padres; límites educativos claramente definidos y
respetados; respeto de la acción del niño dentro de los límites; amplitud dejada
en esta actividad.
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 85

Para James (1960) las aspiraciones y valores son los puntos de referencia
para determinar la autoevaluación personal. Depende de las pautas, status y
del valor dado al desarrollo de la personalidad.
En opinión de Mead (1972) el sujeto se conoce a sí mismo interiorizando al
otro y al introducir al otro, pone un punto de referencia exterior. La evaluación
se producirá mediante una comparación con el otro, de modo que si cambia la
referencia cambiaría la autoestima. La respuesta de la persona al medio ambiente
estaría en función de su autoestima.

6.1.1.5. Influencia de la edad.


Entre los autores no hay acuerdo acerca de la influencia de la edad en la
autoestima.
Según Wylie (1968) la autoestima no varía. En los estudios realizados cons-
tata que no se dan diferencias estadísticamente significativas provocadas por la
edad. Según Long y cols (1976) la autoestima se incrementa en función de la
edad. En cambio para Ziller y cols (1972) decrece con la edad debido a mayores
aspiraciones. Wylie (1979) admite que decrece, pero no debido a la edad, sino a
la frustración.
Exner (1978), entre los muchos protocolos recogidos (2535) entre niños y
adolescentes, constata que el promedio del Índice de Egocentricidad es más alto
entre 5-6 años que entre 15-16; constata también que en los 3 grupos: niños no
pacientes, niños con problemas y niños retraídos, difiere significativamente.

6.1.1.6. Influencia de los padres


Entre los autores que tratan el tema de la autoestima coinciden en afirmar
que la primera influencia proviene del comportamiento de los padres.
Según los estudios de Rosenberg (1973), en una muestra de adolescentes
constató que los alumnos a quienes reñían sus padres por las notas tenían pun-
tuaciones más altas en autoestima que aquellos a quienes sus padres no daban
importancia. En otro lugar, (pág. 111), "es más probable que los niños que tie-
nen éxito en la escuela tengan alta autoestima". En sus estudios comprobó que
el nivel de baja estima está significativamente relacionado con una actuación
académica y unas relaciones sociales muy pobres; con una agresividad y una
independencia; con una sensibilidad a la crítica y una ansiedad más intensas.
A estas personas, los familiares los suelen estimar como difíciles, destructivos,
llenos de problemas; mientras
Groiwe (1980), en una muestra de niños de 10-12 años, comprobó que la alta
autoestima está relacionada con afecto materno, ayuda y castigo ligero y que
una baja autoestima está relacionada con una actitud protectora de lo padres
en chicos, más no, en chicas.

6.1.1.7. Factores que influyen en la autoevaluación


Se indica la opinión de algunos Autores.
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 86

Entre los factores que influyen en la autoestima en el estudio de Rosenberg


(1973) figura la relación que existe entre autoestima y pertenencia a un grupo,
i.e., a la sociedad global: clases, religiones, nacionalidades, razas y familia. La
autoestima se relaciona con la inestabilidad de la autoimagen, con el sí mismo.
La baja autoestima genera individuos que no se sienten comprendidos por los
demás; suscita una serie de hechos que conducen a sentimientos de ansiedad.
Según From (1972) el niño, apenas siente que se libera de los vínculos que lo
ligan a sus padres, se siente aislado y desamparado. Los factores ambientales que
pueden provocar inseguridad son muchos: el aislamiento social, la dependencia
o la inseguridad. Este Autor (1960) estima que la personalidad neurótica se
caracteriza por un sentimiento subyacente de desvalorización.
Para Adler (1961) al niño con deficiencias y dependencia le nace un senti-
miento de insuficiencia que se traduce en todas las actividades vitales y consti-
tuye una fuente de baja autoestima.
En opinión de Horney (1968) el niño experimenta, frente a un ambiente
hostil, una sensación de aislamiento y desamparo. Los factores ambientales que
pueden provocar inseguridad son muchos: indiferencia, conducta ambigua, ar-
bitrariedades, excesiva admiración (o carencia de ella), falta de respeto por sus
necesidades, injusticia, aislamiento, sobreprotección, excesiva responsabilidad,
discriminación, hostilidad, promesas incumplidas ... en una palabra, todo lo que
perturba la seguridad del niño con sus padres provoca ansiedad básica. El niño
que no logra conquistar el amor de los otros, intentará adquirir poder sobre
ellos, compensación de la sensación de desamparo, o será competitivo, o volverá
hacia sí la agresividad y llegará a menospreciarse.
Sullivan (1959) analiza la manera que utiliza un sujeto para contrarrestar o
disminuir la amenaza de su autoestima.
Según Sigmonds (1951) la eficacia, en primer término, tiene que ser mostrada
para que el sujeto pueda sentir autoestima y confianza en sí mimo

6.1.1.8. ¿El autoconocimiento y la autoestima son conceptos sinóni-


mos?
García (1983), al revisar la Literatura sobre el tema, indica que Wells y Mal
well (1976) señalan que Taylor (1955), Fitts (1965), Korman (1968), Yamamoto
(1972) y Gimeno Sacristán (1976) opinan que son términos semejantes.
Rosenberg (1973) indica que autoconcepto y autoestima son conceptos dife-
rentes. El autoconcepto implica un contenido, una estructura; unas dimensiones
y las extensiones del yo. Lerner y Col. (1980) tienen la misma opinión. En la
evaluación, se busca cuánto importa la cualidad (mucho, bastante, algo, poco,
nada) se la tenga o no se la tenga. La evaluación alta de una cualidad implica
una alta autoestima.
La autoestima es un constructo unidimensional. García (1983, pág. 217)
constata que el "test de Autoestima (RSE) puede considerarse unidimensional
y los de Autoconcepto (El, P-H Y TSCS) multidimensionales". Wylie (1974)
estima que el concepto de la autoestima es multidimensional. Mirels y McPeek
(1977)* la considera como actitud. Webster y Sobieszek (1974), como estado.
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 87

Mischel (1973), Argyle y Little (1982), Gecas (1974), Goffman (1959), Stone
(1972), Brumer (1969), como una variable que tiene determinantes sociales y
situaciones. Engel (1959), Bachman y O’Malley (1977), Carlson (1965), Prawat
y Cols. (1977) la consideran como un rasgo. 1

6.1.2. La autopercepción en el Rorschach según Exner.


Exner (1995, pág. 153) define la autopercepción “como el conjunto de con-
ceptos y actitudes, es decir, de elementos Descriptivos y valorativos que el sujeto
ha podido ir construyendo sobre sí mismo para lograr su autoconocimiento y
una autovaloración más o menos amplios y ajustados a su realidad”.
- La autoestima sería el valor asignado a la descripción personal en contras-
te con las fuentes de valoración externa, que pueden ser reales o imaginarias.
Implica estimación de la valía personal en relación con los demás. Influyen en
las evaluaciones generales y específicas y en el establecimiento de los objetivos.
Autoimagen y autoestima son rasgos interrelacionados, no obstante, su relación
no es tan directa.
- La autoimagen sería la autovisión como resultado de una descripción de
las propias características (cualidades y defectos) que pueden estar basadas en
datos objetivos o imaginarios.

6.1.2.1. Indice de Egocentrismo.


El egocentrismo es una característica natural de la persona que probablemen-
te funciona como un factor positivo siempre que no sea excesivo o insuficiente.
En este contexto, se ha creado una proporción experimental de 3r+(2)/R para
proporcionar un índice de autoestima.
Exner (1978, pág. 155) matiza más su afirmación, dice: "Aunque el Índice de
Egocentricidad se relaciona básicamente con el estar centrado en uno mismo, el
problema de la autoestima probablemente se manifieste, por lo menos, cuando
el índice es bajo. Esta hipótesis se deriva del gran número de sujetos depresivos
que registraron un índice bajo, y de la frecuencia relativamente alta de índices
bajos entre sujetos con propensión al suicidio" .
No sólo considera al índice bajo como signo de baja autoestima, sino tam-
bién al índice alto. Dice: "Por otro lado, cuando el índice es significativamente
alto no se debe interpretar como una forma de autoglorificación, ya que, aunque
pueda ser el caso, es posible que un exceso de egocentricidad pueda también
relacionarse con una baja autoestima; es decir, una frecuencia alta de compor-
tamiento egocéntrico puede ser una defensa frente a profundos sentimientos de
desvalorización" .
- El Índice de Egocentrismo refleja la medida de análisis que el sujeto dedica a
sí mismo. Proporciona una estimación de la preocupación que tiene de sí mismo
y de su autoestima.
- Un Índice de Egocentrismo menor que la media con uno o dos Fr refle-
ja un grave conflicto entre autoimagen y autoestima; la persona puede sufrir
1 (Los autores comprendidos entre estos signos están citados por García.)
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 88

cambios de humor y disfunciones conductuales. El estilo es estable. La terapia


difícilmente lo modifica. En adultos no pacientes se espera un 7 %. Se incremen-
ta en pacientes: 13 % en esquizofrénicos; 10 % en depresivos; 20 % en ; 75 % en
homosexuales.
- 3r+(2)/R>0.44, en adultos o una Dt sobre la media en niños, refleja una
tendencia a centrarse en sí mismo mucho más que los demás. Autocentrarse
no es sinónimo de elevada autoestima. Un elevado autocentrarse puede reflejar
una baja autoestima si hay V>0 y MOR>2. Corresponde a sujetos que dan
preferencia a sus puntos de vista y tienen dificultad de ver las cosas como las ven
los demás. Cuando el Índice está relacionado con la rigidez cognitiva y si existen
las dos variables (V>0 y MOR>2), se refuerza la significación anteriormente
indicada. Cuando el Índice es mayor que la media, la autoasignación de una
gran valía, en algunos casos, puede señalar una marcada insatisfacción propia.
- 3r+(2)/R<0.33, en adultos y menor que una Dt inferior a la media en
niños, indica una autoestima negativa de la valía personal. La persona tiene
una autoimagen peor que la que tiene de los demás.

6.1.2.2. Significado de Fr+rF


Fr+rF>0 representa un estilo de respuesta, el estilo narcisista. Corresponde
a personas que tienen una acusada tendencia a sobreestimar su valía personal.
Es natural en los niños, desaparece en la adolescencia cuando las relaciones in-
terpersonales adquieren una renovada importancia. Si se encuentra en adultos,
el sujeto tiene una creencia de valía personal inflada y así se auto percibe y
así percibe las relaciones con el mundo que le rodea. Esta percepción influye,
tanto en la toma de decisiones, como en la actividad, por cuanto genera una
necesidad de reafirmación o confirmación continua y exagerada. Las aspiracio-
nes, en la sociedad, son muy altas; si son logradas puede ser positivo (actores,
bailarinas); si no lo son, se verá abocado a la frustración, al negativismo y a
buscar sistemas defensivos como la racionalización, la negación, la "actuación".
Si hay extrapolación puede devenir en una inadaptación (prejuicios asociales o
antisociales) o en una patología.

6.1.2.3. Significado de FD y de V.
Las variables FD y V reflejan un proceso de auto inspección con matices de
autocrítica negativa; son signos de baja autoestima.
- FD<2 es esperada en adultos y adolescentes no pacientes; no es esperada
en niños. Su presencia con FV=0 significa una dedicación rutinaria a la auto-
inspección.
- FD>2 y FV>0 indican mucha actividad de autoinspección. Suelen darse
en momentos críticos, como pérdidas afectivas, fracasos, problemas físicos y/o
psicológicos.
- FD>2, FV>0 y Fr=1 reflejan la presencia de un conflicto en relación con
la autoimagen.
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 89

- FD>2, FV>0 y un Índice de Egocentrismo mayor que la media sugieren


una actividad inusual de autoinspección relacionada con un valor negativo que
la persona se asigna a sí misma. La media es mayor en un intratensivo que en
un extratensivo; esto significa que un intratrensivo tiene mayor capacidad de
demora, mayor concentración, más internalización.

6.1.2.4. Contenidos Humanos.


Los autores están de acuerdo en relacionar el Contenido Humano con el
interés que tiene el sujeto por las personas que lo rodean, y con el grado de
concentración.
Según Rorschach (1961, pág. 49) las respuestas "de figuras humanas eviden-
cian regularidades características". Enfatiza la relación H : Hd.
Klopfer (1966, pág. 164) asigna un significado para las diversas partes del
cuerpo. Quién ve cabezas y caras, refleja "preocupación por lo intelectual"; si ve
perfiles "el individuo se siente cómodo consigo mismo y con los demás"; si las
respuestas son de sexo, las personas "son suficientemente maduras" u ocultan "re-
laciones sexuales inadecuadas"; si las respuestas no tienen identificación sexual,
sugieren "problemas en la identificación sexual". Personas peleando, discutiendo
o atacando sugieren "sentimientos hostiles"; haciendo reverencias, escuchando
o conversando sugieren "sensación de sometimiento"; riendo, bailando sugieren
"satisfacción real"; personas percibidas como feas, hermosas o amenazantes su-
gieren "proyección de los sentimientos del sujeto con respecto a los demás"; como
monstruos, etc. reflejan "incapacidad de identificarse plenamente con las perso-
nas reales; como brujas, reflejan "algunas de las cualidades de la relación madre
hijo.
El contenido Humano, comenta Beck (1967) refleja el cultivo de la inteligen-
cia.
En opinión de Rapaport (1976. pág. 225) "la dimensión del H % indica la
medida del interés del sujeto por las personas que lo rodean".
Según Beizmann (1968, pág. 245) "el estudio de las respuestas humanas en el
Rorschach nos permite ver la posición del sujeto y la naturaleza de sus intereses
frente a las personas y a su ambiente".
Para Bohm (1977, pág. 73) "el número de respuestas humanas es en cierta
medida para saber qué papel desempeñan en la vida del probando los intereses
humanos y sociales
En opinión de Rausch de Traubenberg (1977, pág. 129) "el H % significa
clásicamente capacidad de contacto afectivo cuando está compuesta más por H
que Hd".
Para Ames (1972, pág. 177) "el H % indica el interés en las personas o en el
yo".
Según Portuondo (1976, pág. 157) "las respuestas de contenido humano in-
dican más que nada el interés hacia lo humano y, en última instancia, hacia el
ambiente en general. También pueden indicar interés hacia uno mismo".
Exner (1974) asume lo dicho por los Autores. El contenido humano refleja
el interés por las personas. Encuentra que los intratensivos dan más respuestas
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 90

humanas que los extratensivos. En los niños, H aumenta con la evolución hasta
los 11 años, se estabiliza en la adolescencia y se mantiene en la edad adulta.
Los Contenidos Humanos aportan información sobre la autopercepción y la
percepción de los demás.

6.1.2.5. H Pura.
- H Pura sugiere una autoimagen y una autoestima (ideas sobre las perso-
nas, incluida la propia) basadas en experiencias reales más que en imaginarias.
Esto no significa que sean necesariamente adecuadas o contrastadas con fuentes
externas.
- Hd refleja una visión más parcial y una relación más cautelosa, reservada,
suspicaz.
- (H) sugiere alejamiento del mundo real en la autopercepción y en la per-
cepción de los demás.
- Hd se relaciona con percepción referida a elementos humanos. La ausencia
de H sugiere falta de motivación y desapego de las personas. Un sujeto aislado
del contacto social da H y Afr bajos.
- H<(H)+Hd+(Hd) da una autoimagen y una autoestima basadas en expe-
riencias más imaginarias que reales. Suelen ser personas menos maduras y con
frecuencia tienen nociones muy distorsionadas de sí mismas. Cuando predomina
Hd, la percepción es limitada y sesgada y la relación es retraída o paranoide.
Cuando predomina (H), (Hd), la autoimagen o percepción del otro está basada
en experiencias más imaginarias que reales.
- (H)+(A):(Hd+)+(Ad). En adultos oscila entre 1:0 o 2:0; en niños entre 2:1
o 3:0. En adultos, si la suma de los dos valores es mayor que tres; cuatro, en
adolescentes; cinco, en niños menores de 13 años y si (Hd)+(Ad) es mayor que
dos, sugiere mala interpretación del medio ambiente social.
- H+A<Hd+Ad. Se encuentra en personas retraídas que perciben con sus-
picacia el medio ambiente social que las rodea. Lo esperado es 4:1. Si Hd+Ad es
mayor que la cuarta parte de H+A, el individuo tiene una perspectiva inusual
de su medio social. Sucede así en pacientes con rasgos paranoides.

6.1.2.6. Hx>0.
Sugiere una autoimagen y una autovalía basadas en el recurso de la inte-
lectualización, intentando ignorar la realidad; una dificultad para controlar la
impulsividad ideacional.

6.1.2.7. Significado de An+Xy.


Estas variables están relacionadas con preocupaciones corporales.
- An+Xy sugiere preocupaciones corporales sin que necesariamente esté im-
plicado un malestar fisiológico a no ser que FQ sea negativa, en cuyo caso, puede
afectar a la organización psicológica.
- An+Xy>2 refleja mucha preocupación corporal y, si no existe el problema
físico, se trata de una distorsión en la autoimagen, con posible presencia de
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 91

trastornos psicosomáticos o hipocondríacos. Conviene revisar si hay Xy, en cuyo


caso, la preocupación está marcada por sentimientos más perturbadores, por
cuanto Xy está asociada a respuestas de sombreado o acromáticas.
- Si An y Xy van con FQ- sugieren una distorsión mayor en la imagen corporal
y, si van con Códigos Especiales, reflejan que el deslizamiento ideativo puede
provenir del procesamiento de datos sobre el propio cuerpo.
- Si An+Xy se relaciona con profesionales (médicos, enfermeras, etc.) pue-
de indicar un intento de utilizar lo conocido antes que arriesgarse a cualquier
situación nueva. Conviene tener presente que las quejas somáticas, si no se tra-
ducen en estas variables, son utilizadas para llamar la atención o satisfacer otras
necesidades. El sujeto no está preocupado en torno a su cuerpo..

6.1.2.8. Contenidos de Respuestas de Movimiento.


Se debe interpretar los contenidos de tipo proyectivo. Reflejan preocupación.
Conviene leerlos todos y, además, examinarlos en el orden en el que aparecen,
comenzando por los que se encuentran en la Fase de la Respuesta y continuando
por los que se hallan en la Fase de la Encuesta, para conocer en qué temas se
agrupan. Si los temas están dispersos o son escasos, se puede prescindir de ellos.
Estas respuestas son fuente de información de la autoimagen, de la representa-
ción de la persona claramente expresada. Son variables portadoras de elementos
proyectivos. Hay que leerlas sistemáticamente y por este orden: M, FM, m.
- Cuando M no corresponde a H, refleja confusiones en la identidad o intelec-
tualización para neutralizar el impacto de afectos negativos provocados por baja
autoestima. Conviene agruparlos en temas: agresividad, pasividad, etc. Cuan-
to mayor sea la reiteración, mayor será la posibilidad de la existencia de una
dimensión de la autoimagen. Pueden aparecer aportaciones contradictorias; si
aparecen, conviene confirmarlas con otros datos. Si los datos confirmatorios no
aparecen, es preciso desecharlos. Pueden aparecer adornos inusuales o peculia-
res; si aparecen, se debe tomar las respuestas como una verbalización inusual,
dramática.

6.1.2.9. Sobreelaboraciones Verbales.


Este es el último paso. Para que la interpretación sea correcta, es menester
buscar agrupaciones temáticas, I.e., varias verbalizaciones que contengan el mis-
mo tema. Conviene recordar que los procesos de las fases de la Respuesta y de
la Encuesta son diferentes y que los elementos proyectivos son los que ofrecen
el material más rico y analizable. Algunos de los contenidos temáticos (An+Xy,
MOR) ya están explicados. Restan otros que a continuación son examinados:
- Contenidos Sexuales. Tanto los directos, como los indirectos (caderas, pe-
cho, pelvis), reflejan preocupación por temas sexuales.
- Contenidos Agresivos. Los directos como los indirectos (cuchillo, látigo)
reflejan una marcada hostilidad con el riesgo de actuarla.
- Contenidos Regresivos. Objetos primitivos que ofrecen protección como
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 92

cueva, chupete, peluche, biberón, madriguera nido, reflejan vulnerabilidad, ne-


cesidad de sentirse protegido. Esto constituye un signo de inmadurez.
- Contenidos Amenazantes. Objetos generadores de temor como gigantes,
monstruos, figuras vistas desde abajo, implican una visión del medio ambiente
como hostil, ante el cual, el sujeto intenta defenderse.
- Contenidos Fóbicos. Los objetos que producen repulsión, asco reflejan una
tendencia a la evitar, a la huida para no enfrentarse con el problema.
- Contenidos de Desvitalización. La percepción de la representación de ob-
jetos, como estatuas, fotos, en lugar de objetos reales, sugiere alejamiento del
entorno, confirman el aislamiento emocional.
- Contenidos Sensoriales. La percepción de órganos sensoriales: ojos, oídos,
boca, tacto, nariz, sugiere una actitud de alerta. Es esperado en paranoides.
- Comunicación verbal y no verbal. El estilo de las verbalizaciones puede ser
rico, elaborado, preciso y fluido o lo contrario. En el lenguaje no verbal conviene
tener presente cómo es manejado el material, cuál es la actitud frente al test,
si es la misma en la Fase de la Respuesta y en la Fase de la Encuesta, en las
láminas cromáticas y acromáticas, en las expresiones faciales (gestos, posturas,
bostezo, miradas al techo). Todos los datos que pueden tener una inferencia
necesitan ser confirmados para poder ser elevados a definitivos.
.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indica-
do el significado de cada una de las variables del Rorschach, es procedente añadir
a la pregunta formulada en el Estudio anterior, ¿los SP se autoperciben como
los SNP?, dos más: ¿los SPÍ se autoperciben como los SNP?; ¿la modificación
producida por el incremento de las 18 Variables es significativa?. Se responde a
las preguntas formulando las siguientes hipótesis

6.2. Hipótesis
1. Las diferencias entre los Estadísticos Descriptivos de los SP-SNP, SP-NP
y SPÍ-SNP son significativas.
2. Las diferencias entre las Variables Estructurales de los SP-SNP y SPÍ-SNP
son significativas.

3. La modificación producida por el incremento de las 18 Variables es signi-


ficativa.

Para comprobar si las hipótesis pueden ser aceptadas se toman las variables que
reflejan la Autopercepción: 3r+(2)/R, FD, V, An+Xy, H, Hd, (H), (Hd), Hx y
Sx. La muestra, el procedimiento y los cálculos ya están indicados.
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 93

6.3. Resultados. Análisis de resultados.


6.3.1. Estadísticos Descriptivos
6.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son signi-
ficativas.
Para comprobar si la diferencia entre los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP es signi-
ficativa, se calculan los Estadísticos Descriptivos. Los resultados están indicados
en la siguiente tabla.
Tabla 1. Media y Dt de las variables que reflejan la Autopercepción de 82
SP, de 49 SPÍ, de 80 SNP y de 700 adultos no pacientes de Exner.
Varbls SP Dt SNP Dt SPÍ Dt NP Dt
(2) 8,96 4,50 7,54 3,74 9,10 4,71 8,68 2,15
Fr 0,39 0,66 0,54 0,91 0,35 0,63 0,08 0,35*
3r+(2)/R 0,36 0,13 0,49 0,65 0,34 0,12 0,40 0,09
FD 1,35 1,56 1,04 1,03 1,57 1,73 1,16 0,87*
V 0,45 0,85 0,47 0,71 0,52 0,92 0,26 0,58*
H 3,61 2,09 3,07 1,98 3,88 2,19 3,40 1,80
(H) 1,71 1,85 1,2 1,07 1,86 1,96 1,20 0,98
Hd 1,75 1,78 1,41 1,44 1,73 1,87 0,69 0,89
(Hd) 0,51 0,90 0,37 0,72 0,61 1,06 0,14 0,35
Hx 0,45 1,03 0,31 0,89 0,59 1,17 0,01 0,11*
Sx 0,61 1,11 0,33 0,82 0,69 1,21 0,70 0,39*
* Son Variables no Paramétricas.
Las diferencias de las medias entre SP-SNP no están muy potenciadas ni en
las Variables Paramétricas, ni en las no Paramétricas, excepto en las que los
identifican. Esto sugiere que las diferencias restantes no son significativas. No
sucede lo mismo entre los SP y los adultos no pacientes de Exner. Las diferencias
son más acentuadas. Entre los SPÍ-SNP sucede algo similar, las diferencias que
los identifican están potenciadas, las restantes no parece que sean significativas.
Para comprobar si lo dicho es cierto, se calcula la t de Student para las
Variables Paramétricas y la z para las no Paramétricas. Los resultados se indican
en la siguiente tabla.
Tabla 2. t de las Variables Paramétricas y z de las no Paramétricas de 82
SP, de 49 SPÍ, 90 SNP y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los SP figuran como 1º; los SNP, como 2º; los SPÍ, como 3º y los NP, como
4º.
Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º
Fr - ** - (H) ** * **
(2) ** - ** Hd - ** -
3r+(2)/R - - - (Hd) - **
FD - * - Hx - ** -
V - * - Sx - ** -
H ** - ** MOR - ** -
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 94

** La diferencia es significativa al 0.01


* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Según estos resultados, los SP son significativamente diferentes de los SNP
en 3, de los NP de Exner, en 9 y los SPÍ de los SNP en 3 de las 12 variables
analizadas.

6.3.2. Variables Estructurales


Para conocer la magnitud de las diferencias, se buscan los porcentajes de
las variables que reflejan la Autopercepción. Se indican en la tabla siguiente los
resultados anteriores y los actuales.
Tabla 3. Porcentaje de las variables que reflejan la Autopercepción de 82 SP,
49 SPÍ y de 80 SNP.
Variables SP SNP SPÍ Variables SP SNP SPÍ
3r+(2)/R>0,44 24 40 14 H<Hd+(H)+(Hd) 46 42 47
3r+(2)/R<0.33 44 29 49 Hx>0 24 16 30
Fr>0 30 35 28 An+Xy>2 28 17 24
FD>2 23 6 28 Sx>0 30 22 34
V>0 29 36 32 MOR>2 27 17 28

6.3.2.1. Se autoanalizan polarizándose hacia sí mismos.


El 24 % de los SP, el 40 % de los SNP y el 49 % de los SPÍ reflejan una
tendencia a centrarse en sí mismo mucho más que los demás, una preocu-
pación por su propio yo, por su autoestima (3r+(2)/R>0,44).
Entre los SP-SNP hay 16 puntos, la diferencia es significativa al 0,05 (2,18)
y entre los SPÍ-SNP hay 26 puntos, la diferencia es significativa. Es lo
esperado. Es una de las variables que los identifica. Entre los SP y los SPÍ,
los SPÍ bajan 10 puntos. Las 18 Variables bajan en un 10 % los sujetos que
reflejan una tendencia a centrarse en sí mismo mucho más que los demás,
una preocupación por su propio yo, por su autoestima

6.3.2.2. Se autoanalizan infraestimándose


El 44 % de los SP, el 29 % de los SNP y el 49 % de los SPÍ tienen una auto-
estima baja proveniente de una autoimagen percibida como peor que la que
tiene de los demás (3r+(2)/R<0.33). Estas personas evalúan sus pensa-
mientos, sentimientos, sensaciones, experiencias que han recogido durante
el transcurso de su vida como negativos. Se manifiestan hostiles, agresivas,
inseguras, aisladas; se consideran injustamente tratadas, incomprendidas
por los demás; se sienten desamparadas, discriminadas, acosadas por sen-
timientos de ansiedad.
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 95

Entre los SP-SNP hay 15 puntos la diferencia es significativa al 0,05 (1,98)


y entre los SPR-SPN hay 20 puntos, la diferencia es significativa. En igual
forma que en el párrafo anterior, es lo esperado. Es una de las variables
que los identifica. Entre los SP y los SPÍ, los SPÍ suben 5 puntos. Las 18
Variables suben en un 5 % los sujetos con una autoestima baja proveniente
de una autoimagen percibida como peor que la que tiene de los demás

6.3.2.3. Son narcisistas.


El 30 % de los SP, el 35 % de los SNP y el 28 % de los SPÍ son narcisistas.
Los narcisistas son personas que tienen una acusada tendencia a sobre
estimar su valía personal.

Entre los SP-SNP hay 5 puntos y entre los SPÍ-SNP, 7 puntos. Las diferen-
cias no son significativas. Entre los SP y los SPÍ, los SPÍ bajan 2 puntos.
Las 18 Variables bajan en un 2 % los sujetos narcisistas.

6.3.2.4. Están preocupados por su autoimagen


El 23 % de los SP, el 6 % de los SNP y el 28 % de los SPÍ están preocupados
por su autoimagen (FD>2).

Entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP las diferencias de 17 y de 22 pun-


tos son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 5 puntos. Las 18
Variables incrementan en un 5 % los sujetos que están preocupados por su
autoimagen.

6.3.2.5. Están afectados por sentimientos dolorosos que incrementan


la ansiedad
El 29 % de los SP, el 36 % de los SNP y el 32 de los SPÍ están afectados
por la ansiedad. Estas personas perciben sus capacidades como negativas
y el percibirlas como tales produce sentimientos dolorosos que aumentan
la ansiedad (V>0).

Entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP, las diferencias de 7 y de 4 puntos no


son significativas. Entre SP-SPÍ, los SPÍ suben 3 puntos. Las 18 Variables
aumentan en un 3 % los sujetos afectados por la ansiedad.

6.3.2.6. Tienen preocupaciones corporales.


El 28 % de los SP, el 17 % de los SNP y el 24 % de los SPÍ presentan preo-
cupaciones corporales sin que necesariamente esté implicado un malestar
fisiológico (An+Xy>2).

Los 11 puntos de la diferencia entre SP-SNP y los 7 entre SPÍ-SNP no son


significativos. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 4 puntos. Las 18 Variables
bajan en un 4 % los sujetos preocupados por su imagen corporal.
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 96

6.3.2.7. Están preocupados por temas sexuales.


El 30 % de los SP, el 22 % de los SNP y el 34 % de los SPÍ están preocupado
por temas sexuales (Sx>0).
Entre los SP-SNP las diferencias de 8 y de 12 puntos entre SPÍ-SNP no son
significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 4 puntos. Las 18 Variables
incrementan en un 4 % los sujetos preocupados por temas sexuales.

6.3.2.8. Fundamentan su autoimagen basada más en la imaginación


que en la experiencia.
Como el contenido humano está relacionado con la autoimagen y la au-
tovaloración, como la relación entre H Pura y (H), Hd, (Hd) depende del
porcentaje y del estilo de respuestas y de que el total de los contenidos
sea tres o mayor que tres, siguiendo esos criterios se ha encontrado que
un 46 % de los SP, el 42 % de los SNP y el 47 % de los SPÍ tienen una
autoimagen y una autovaloración basadas más en la imaginación que en
la experiencia. Suelen ser personas menos maduras y con frecuencia tienen
nociones muy distorsionadas de sí mismas (H<(H)+Hd+(Hd).
La diferencia entre SP-SNP y entre los SPÍ-SNP de 4 y de 5 puntos no es
significativa. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 1 punto. Las 18 Variables
aumentan en un 1 % los sujetos que fundamentan la autovaloración basada
más en la imaginación que en la experiencia.

6.3.2.9. Fundamentan su valía personal en la intelectualización.


El 24 % de los SP, el 16 % de los SNP y el 30 % de los SPÍ fundamentan su
autoimagen y su autovalía en el recurso de la intelectualización, intentan-
do ignorar la realidad, tienen dificultades para controlar la impulsividad
ideacional (Hx>0).
La diferencia de 8 puntos entre SP-SNP y entre DR-SNP y la de 14 (1,89)
no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 6 puntos. Las 18
Variables aumentan en un 6 % los sujetos que fundamentan su autoimagen
y su autovalía en el recurso de la intelectualización.

6.3.2.10. Son pesimistas.


El 26 % de los SP, el 23 % de los SNP y el 28 % de los SPÍ tienen MOR>2.
Corresponde a sujetos dominados por prejuicios, a sujetos en los cuáles
la autopercepción es negativa. La ideación está inmersa en un tono de
pesimismo. Esto genera conductas que buscan la anticipación para evitar
la catástrofe.
La diferencia de 3 puntos entre los SP-SNP y la de 5 entre los SPÍ-SNP no
son significativas. Entre SP-SPÍ, los SPÍ suben 2 puntos. Las 18 Variables
aumentan en un 2 % los sujetos pesimistas.
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 97

6.4. Conclusiones
6.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Entre SP-SNP para (2), H y (H).

Entre SP-NP para Fr, FD, V, (H), Hd, (Hd), Sx, Hx y MOR.
Entre SPÍ-SNP para (2), H y (H).

6.4.2. La Hipótesis 2
6.4.2.1. No es cierta
Los SP y los SPÍ son diferentes de los SNP, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos.
Los dos fundamentan la autoimagen y la autovaloración basadas más en
la imaginación que en la experiencia.

Son narcisistas
Tienen preocupaciones corporales sin que necesariamente esté implicado
un malestar fisiológico.
Están preocupados por temas sexuales.

Están preocupados por su autoimagen.


Perciben sus capacidades como negativas y al percibirlas como tales les
produce sentimientos dolorosos que aumentan la ansiedad.

Son pesimistas

6.4.2.2. Es cierta
Las diferencias son significativas. Los grupos son heterogéneos.
Todos los SP y SPÍ tienden a centrarse en sí mismos mucho menos que
los SNP, el 30 % y el 28 % tienen tendencias narcisistas
Todos SP y SPÍ tienen baja la autoestima y el 29 % y el 32 % tiene un
conflicto entre la autoimagen y la autoestima.

Fundamentan su autoimagen y su autovalía en el recurso de la intelectua-


lización, intentando ignorar la realidad.

6.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, pero las diferen-
cias no son significativas
CAPÍTULO 6. AUTOPERCEPCIÓN 98

6.4.3.1. Las 18 Variables incrementan en


Un 3 % los sujetos afectados por la ansiedad.
Un 5 % los sujetos que están preocupados por su autoimagen.

Un 6 % los sujetos que fundamentan su autoimagen y su autovalía en el


recurso de la intelectualización.
Un 1 % los sujetos que fundamentan la autovaloración basada más en la
imaginación que en la experiencia.

Un 4 % los sujetos preocupados por temas sexuales.

Un 2 % los pesimistas

6.4.3.2. Las 18 Variables bajan en


Un 2 % los sujetos narcisistas.
Un 4 % los sujetos preocupados por su imagen corporal.
Capítulo 7

Relaciones interpersonales

7.1. Estado de la cuestión.


Toda persona es sociable por naturaleza, es decir, nace con las habilidades
para poder relacionarse con sus semejantes; necesita ponerse en contacto, me-
diante la comunicación, sea en forma superficial o profunda, para interactuar
con otra persona o con el grupo. De la comunicación cotidiana surge la amis-
tad, factor necesario para sentirse autorrealizado y para poder desarrollar las
habilidades sociales, sin interrupción, durante toda la vida.
Las buenas relaciones constituyen una herramienta esencial para saber tole-
rar las frustraciones, el mal humor de ciertos compañeros y el poder aceptarlos
tal como son , sabiendo que somos diferentes y que todos no son como quisiéra-
mos que fuesen.
Los malos entendidos entre compañeros de trabajo son frecuentes. Provocan
situaciones tensas y desagradables que menoscaban la cooperación en las tareas
de cada día, rompen la comunicación y fomentan la agresividad.

7.1.1. Relaciones Interpersonales en el Sistema Comprehen-


sivo
Se trata de ver cómo las personas perciben a los demás y cómo se relacionan
con ellos en función de las necesidades, actitudes, prejuicios y estilos. El cómo
perciben a los demás y el cómo se relacionan con los demás viene dado en
la Agrupación de las Relaciones Interpersonales. Está reflejado por CDI, HVI,
COP, AG, a:p, Fd, T, H Pura, PER, Índice de Aislamiento. A Continuación
se indica el significado de cada una de estas variables. Conviene recordar que
algunas ya están indicadas en los Temas anteriores y aquí no se repetirán.

7.1.1.1. Significado de CDI.


CDI>3 corresponde a sujetos que tienen problemas para enfrentarse a las
demandas cotidianas de su entorno. Son personas que no tienen las habilidades

99
CAPÍTULO 7. RELACIONES INTERPERSONALES 100

para desenvolverse en la sociedad. La falta de habilidades produce sentimientos


de desvalimiento o de baja autoestima que provocan las depresiones secundarias.
Cuando son internados, la mayoría de ellos, se sienten cómodos porque tienen
resueltos sus problemas. La inhabilidad social puede ser corregida con una te-
rapia de desarrollo de las habilidades, lo cual permite resolver los problemas sin
recurrir a los demás.

7.1.1.2. Significado de HVI.


En el Tema del Procesamiento de la Información, se examina también el
significado de HVI positivo. Corresponde a sujetos que están continuamente en
un estado de alerta y tienen una actitud negativa y desconfiada hacia los demás.
Son sujetos vulnerables que actúan cautelosamente y se manifiestan reservados
en sus relaciones.

7.1.1.3. Significado de a:p.


En el Tema de la Interpretación de la Ideación, se indica también la in-
terpretación de esta variable. P>a+1 refleja pasividad, sin que eso signifique
necesariamente sumisión. Corresponde a sujetos que eluden sus responsabilida-
des y dejan a los demás que decidan; a sujetos que se apoyan demasiado en
los demás y esperan que toleren sus demandas. Es conveniente comprobar si la
pasividad está acompañada de dependencia. (Comprobar si T>1 y Fd >0).

7.1.1.4. Significado de Fd.


Fd significa una dependencia que puede afectar a las relaciones interperso-
nales.

7.1.1.5. Significado de T.
- T=0 en el Tema sobre la Afectividad Disfórica se indicará su significado.
Corresponde a sujetos reservados y cautelosos, a sujetos que buscan mantenerse
distantes en las relaciones interpersonales.
- T>1 refleja una necesidad intensa de cercanía. Corresponde a sujetos que
experimentan intensos sentimientos de soledad, que buscan constantemente con-
tactos con los demás. Son vulnerables y, mucho más todavía, si son pasivos-
negativistas.

7.1.1.6. Significado de los Contenidos Humanos.


Lo dicho en la Agrupación de la Autopercepción es válido también para la
Agrupación de Relaciones interpersonales, porque reflejan el elemento humano
en su doble vertiente: personal e interpersonal. Reflejan el cómo se ve la persona
a sí misma y cómo ve a los demás.
Las Repuestas Humanas Buenas o Pobres (GHR:PHR) son dicotómicas. Pa-
ra poderlas interpretar es necesario que concurran por lo menos tres. Las Buenas
CAPÍTULO 7. RELACIONES INTERPERSONALES 101

representan conductas consideradas como efectivas y adaptativas. Corresponden


a personas que son aceptadas y bien consideradas por los demás, cuyas activi-
dades no son caóticas. Generalmente corresponden a ‘no pacientes; pero, se
encuentran también en algunos pacientes, cuyos problemas no afectan al área
interpersonal. Las Conductas Pobres se encuentran en el polo opuesto. Repre-
sentan trastornos psicológicos graves. Corresponden a pacientes; sin embargo,
pueden encontrarse también en no pacientes. La interpretación está basada en
la diferencia numérica entre la una y la otra. Cuanto mayor sea la diferencia,
más clara será la atribución. Si resulta igual, la interpretación corresponde a la
Conducta Pobre. Esta variable no está estudiada.
Los significados de los tipos de H están indicados en el Tema de la Autoper-
cepción.

7.1.1.7. Significado de PER.


- PER, en adultos, no es esperado. Es abundante en niños, decrece con
el desarrollo evolutivo. Representa una modalidad de defensa, de discrepancia
entre imagen real e ideal; sugiere una necesidad de justificar defensivamente la
autoimagen.
- PER<2 no es significativo.
- PER>2 refleja un autoritarismo defensivo ante las situaciones personales
propias de etapas infantiles. Si se dan en un adulto refleja inmadurez o infanti-
lismo.
- PER>3 sugiere mucha inseguridad. El sujeto trata de combatirla con au-
toritarismo; busca que los demás se sometan a sus exigencias; y cuando no se
someten tiene problemas. Los demás los ven como dogmáticos o rígidos. Esta
variable se la encuentra en los grupos de pacientes

7.1.1.8. Significado de COP y AG


COP y AG se interpretan conjuntamente.
COP representa una tendencia a establecer vínculos positivos que se tradu-
cen en amabilidad hacia los demás. AG está relacionada con la agresividad física
o verbal. Se espera una o dos. De las posibles combinaciones que pueden surgir,
se indican las siguientes:
COP=0 con AG=0 o 1 corresponde a personas que no están interesadas
en las relaciones interpersonales. Los demás las consideran como distantes o
despegadas.
COP=0 o 1 con AG=2 representa a sujetos proclives a percibir, en las acti-
vidades interpersonales, como naturales conductas agresivas.
COP=<2 con AG>2 corresponde a actitudes agresivas o coactivas hacia los
demás para defenderse del medio ambiente considerado como hostil.
COP=1 o 2 con AG=>1 representa a personas que perciben las interacciones
como positivas; que están dispuestas a participar en ellas y buscan interacciones
armoniosas. Los demás las consideran como agradables, acogedoras.
CAPÍTULO 7. RELACIONES INTERPERSONALES 102

COP=2 o 3 con AG=2 corresponde a sujetos agresivos con actitudes ama-


bles. Si ambos valores se incrementan, es poco frecuente, existe un conflicto
entre el comportamiento y la relación con los demás.

7.1.1.9. Significado del Indice de Aislamiento.


El Índice de Aislamiento indica cómo percibe el sujeto el medio social y
cómo, en consecuencia, se relaciona con él.
- Aisl entre 0.25 y 0.32, corresponde a sujetos menos implicados en las re-
laciones sociales, a sujetos que están caracterizados por ser retraídos. Esto no
significa que se encuentren en conflicto o que estén mal adaptados.
- Aisl.>0.33 representa a sujetos que se encuentran socialmente aislados, no
tienen contactos e intercambios con sus semejantes. La Hipótesis se confirma si
COP<2 y Afr es bajo.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-
cado el significado de cada una de las variables del Rorschach, es procedente
la pregunta formulada en el Estudio anterior: ¿las relaciones interpersonales de
los SP son significativamente diferentes de las de los SNP?, dos más: ¿los SPÍ
son significativamente diferentes de los SNP?; ¿la modificación producida por
el incremento de las 18 Variables es significativa?. Se responde a las preguntas
formulando las siguientes hipótesis

7.2. Hipótesis
1. Las diferencias entre los Estadísticos Descriptivos de los SP-SNP, SP-NP
y SPÍ-SNP son significativas.
2. Las diferencias entre las Variables Estructurales de los SP-SNP y SPÍ-SNP
son significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 18 Variables es signi-
ficativa
Para comprobar si las hipótesis son ciertas se toman las variables que reflejan las
Relaciones Interpersonales: p, a, Fd, T, COP, AG, H, (H), Hd, (Hd), PER, Ind
Aislamiento. La muestra, el procedimiento, los cálculos son los mismos que los
indicados en el primer Tema. Los resultados están indicados en sendas tablas.

7.3. Resultados. Análisis de resultados


7.3.1. Estadísticos Descriptivos
7.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son signi-
ficativas.
Para comprobar si los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son significativamente
distintos se calculan los Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan
CAPÍTULO 7. RELACIONES INTERPERSONALES 103

las Relaciones Interpersonales. Realizados los cálculos pertinentes, se indican los


resultados en la siguiente tabla.
Tabla 1. Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan las Relaciones
Interpersonales de 82 SP, de 49 SPÍ, de 80 SNP y de 700 adultos no pacientes
de Exner.
Variables SP Dt SNP Dt SPÍ Dt NP Dt
a 6,83 3,72 5,15 3,03 6,65 4,03 6,48 2,14
p 4,13 2,80 2,89 1,98 4,27 2,94 2,69 1,52
Fd 0,52 0,96 0,24 0,79 0,48 0,80 0,23 0,50*
T 0,74 1,03 0,92 1,13 0,51 1,06 1,03 0,58*
COP 0,62 0,99 0,94 1,06 0,59 0,86 2,07 1,52
AG 3,61 2,09 3,07 1,98 0,63 1,03 1,18 1,18
H 1,71 1,85 1,2 1,07 3,88 2,19 3,40 1,80
(H) 1,75 1,78 1,41 1,44 1,86 1,96 1,20 0,98
Hd 0,51 0,90 0,37 0,72 1,73 1,87 0,69 0,89
(Hd) 0,33 0,72 0,37 0,73 0,61 1,06 0,14 0,35
PER 0,18 0,13 0,17 0,14 0,37 0,83 1,05 1,00
Aisl 0,49 0,78 0,35 0,74 0,18 0,14 0,20 0,09
* Son Variables no Paramétricas.
La visualización de los datos sugiere que los SP-SNP y los SPÍ-SNP no se
diferencian significativamente. Las diferencias son acentuadas entre los adultos
no pacientes de Exner y los SP.
Para comprobar si la afirmación es correcta se comparan mediante la t de
Student las medias de los grupos y mediante la z, los porcentajes. Los resultados
se indican en la siguiente tabla.
Tabla 2. t de la media de las Variables Paramétricas y z de las no Paramé-
tricas de 82 SP, de 49 SPÍ, de 80 SNP y 700 NP.
Los SP figuran como 1º; los SNP, como 2º; los SPÍ, como 3º y los NP, como
4º.
Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º
a ** ** ** Hd - ** -
p ** ** ** (Hd) - ** -
COP - ** - PER - * -
AG - - - Ind.Aisl - - -
H ** - ** z deT ** ** *
(H) ** * ** Fd - ** ?
** La diferencia es significativa al 0.01
* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Según estos resultados, los SP se diferencian significativamente de los SNP
en 4 de las 18 Variables analizadas y de los NP de Exner, en 10. Los SPÍ son
significativamente diferentes de los SNP en 4 de las 18 Variables.
CAPÍTULO 7. RELACIONES INTERPERSONALES 104

7.3.2. Variables Estructurales


Para conocer la magnitud de las diferencias, se buscan los porcentajes de las
variables que reflejan las Relaciones Interpersonales. Los resultados se indican
en siguiente tabla.
Tabla 3. Porcentaje de las variables que reflejan la Relaciones Interpersonales
de 82 SP, de 80 SNP y de 49 SPÍ
Variables SP SNP SPÍ Variables SP SNP SPÍ
CDI>3 5 16 6 AG>2 8 4 10
HVI Posit 5 1 2 PER>2 2 2 4
P>a+1 12 11 14 Aisl.>0.33 29 22 10
T>1 11 5 10 H Pura<2 17 13 12 .
T=0 67 87 71 H=0 6 7 4
COP=0 53 44 59 Hx>0 24 16 30
COP<2 80 70 85 Fd>0 29 17 32
AG=0 64 61 63

7.3.2.1. Las Habilidades Sociales están limitadas.


El 5 % de los SP, el 16 % de los SNP y el 6 % de los SPÍ tienen limita-
dos los recursos disponibles para iniciar deliberadamente una respuesta
cuando aparece un estímulo. Sus habilidades no les permiten solucionar
los problemas que diariamente se presentan. No tienen recursos para dar
respuesta a los intensos estimulantes y para relacionarse con los demás
como lo hace la mayoría (CDI es Positivo).

Las diferencias de 11 puntos entre SP-SNP es significativa al 0,05 (2,33) y


la de 10 entre SPÍ-SNP no es significativa (1,69). Entre los SP y los SPÍ,
los SPÍ suben 1 punto. Las 18 Variables suben en un 1 % los sujetos que
tienen limitados los recursos disponibles para iniciar deliberadamente una
respuesta cuando aparece un estímulo.

7.3.2.2. No están en estado de continua alerta.


El 5 % de los SP, el 1 % de los SNP y el 6 % de los SPÍ tienen una actitud
negativa y desconfiada hacia su entorno, presentan un estado continuo de
alerta, se sienten vulnerables en los contactos cercanos y, por lo tanto, se
manifiestan cautelosos, reservados en las relaciones con los demás (HVI es
positivo).
Entre los SP la diferencia de 4 puntos y entre los SPÍ-SNP la diferencia de 5
puntos no son significativas. Entre los SP y los SPÍ, los SPÍ suben 1 punto.
Las 18 Variables aumentan en un 1 % los sujetos que tienen una actitud
negativa y desconfiada hacia su entorno. Estos datos son muy bajos. Eso
sugiere que en los grupos casi no hay sujetos que estén en continua alerta.
.
CAPÍTULO 7. RELACIONES INTERPERSONALES 105

7.3.2.3. Son pasivos.


El 12 % de los SP, el 11 % de los SNP y el 14 % de los SPÍ son pasivos, es
decir, eluden sus responsabilidades, se apoyan excesivamente en los demás
para tomar decisiones, pero esto no significa que necesariamente lleven
consigo ser sumisos (p>a+1).

Las diferencias de 1 punto entre SP-SNP y de 3 entre SPÍ-SNP no son


significativas. Entre SP y SPÍ, los SPÍ suben 2 puntos. Las 18 Variables
incrementan en un 2 % los sujetos pasivos.

7.3.2.4. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo.


Si la T, según Exner, "indica el impacto emocional de la necesidad de
contacto afectivo, más que la necesidad en sí misma”, si representa la
historia del desarrollo afectivo, si el tacto es estímulo del recién nacido y
si la proximidad es un canal de comunicación, entonces el 67 % de los SP,
el 87 % de los SNP y el 71 % de los SPÍ neutralizan las necesidades de
contacto afectivo y ha abandonado la experiencia de necesidad natural de
afecto, o se ha roto o se ha extinguido, o no funciona bien, razón por la
cuál no se dan las manifestaciones de las necesidades de proximidad (T=0).
Parece que nuestros bebés tienen satisfechas las necesidades de cercanía
emocional y por eso posteriormente no las perciben y en consecuencia no
las verbalizan.
Entre los SP-SNP la diferencia 20 puntos es significativa y entre los SPÍ-
SNP la diferencia de 16 puntos es significativa al 0,05 (2,25). Entre los
SP-SPÍ, los SPÍ suben 4 puntos. Las 18 Variables aumentan en un 4 % los
sujetos que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.

Las diferencias entre los 4 grupos y los adultos no pacientes de Exner


(67 %, 87 % y 71 % vs. 11 %) son significativas.

7.3.2.5. Están irritados.


El 11 % de los SP, el 5 % de los SNP y el 10 % de los SPÍ experimentan
una gran irritación debido a las necesidades no gratificadas de afiliación
emocional y siente y experimenta soledad (T>1).
Entre los SP-SNP la diferencia de 6 puntos y entre los SPÍ-SNP la dife-
rencia de 5 puntos no son significativas. Entre SP-SPÍ, los SPÍ bajan 1
punto. Las 18 Variables bajan en un 2 % los sujetos irritados.

7.3.2.6. No se interesan por los demás.


El 17 % de los SP, el 13 % de los SNP y el 12 % de los SPÍ tienen poca
capacidad de contacto afectivo, poco interés por sí mismos y por las per-
sonas que les rodean (H<2). El 6 % de los SP, el 7 % de los SNP y el 4 %
CAPÍTULO 7. RELACIONES INTERPERSONALES 106

de los SPÍ tienen H=0. La ausencia de H sugiere falta de motivación y


desapego de las personas.
Las diferencias de 4 puntos entre SP-SNP y de 1 punto entre los SPÍ-SNP
no son significativas. Entre los SP y los SPÍ, los SPÍ bajan 3 puntos. Las
18 Variables disminuyen en un 3 % los sujetos que tienen poca capacidad
de contacto afectivo.

7.3.2.7. Fundamentan su valía personal en la intelectualización.


El 24 % de los SP, el 16 % de los SNP y el 30 % de los SPÍ fundamentan su
autoimagen y su autovalía en el recurso de la intelectualización, intentan-
do ignorar la realidad, tienen dificultades para controlar la impulsividad
ideacional (Hx>0).

Las diferencias de 8 puntos entre SP-SNP y de 14 entre SPÍ-SNP no son


significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 6 puntos. Las 18 Variables
aumentan en un 6 % los sujetos que fundamentan su autoimagen y su
autovalía en el recurso de la intelectualización.

7.3.2.8. Son autoritarios.


El 2 % de los SP, el 4 % de los SNP y el 2 % de los SPÍ tienen PER>2.
Estas personas, cuando surgen dificultades, cuando surgen discusiones re-
curren al mecanismo defensivo, recurren al autoritarismo para justificar la
inseguridad y a la actitud constrictiva de sus sentimientos hacia los demás.
Entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP la diferencia de 2 puntos no es
significativa. Entre SPÍ-SNP, los SPÍ ni bajan ni suben. Las 18 Variables
bajan ni suben los sujetos que recurren al autoritarismo para justificar la
inseguridad.

7.3.2.9. Son dependientes.


El 29 % de los SP, el 17 % de los SNP y el 32 % de los SPÍ tienen Fd>0.
Estas personas una dependencia que puede afectar a las relaciones inter-
personales.
Entre los SP-SNP la diferencia de 12 puntos no es significativa, pero la
diferencia de 15 puntos entre los SPÍ-SNP es 1,96, pero como no es superior
a 1,96 no es significativa. Entre SPÍ-SNP, los SPÍ suben 4 puntos. Las 18
Variables aumentan en un 4 % los sujetos dependientes.

7.3.2.10. No son cooperativos.


El 53 % de los SP, el 44 % de los SNP y el 59 % de los SPÍ no están
interesados en las relaciones interpersonales, no tienen una actitud amable
hacia los demás, ni buscan relacionarse con ellos de una manera armoniosa.
CAPÍTULO 7. RELACIONES INTERPERSONALES 107

Los demás los perciben como personas poco agradables, poco acogedores,
como distantes o despegados (COP=0).
Las diferencias de 9 puntos entre SP-SNP y la de 15 (1.65) entre los SPÍ-
SNP no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 6 puntos. Las
18 Variables aumentan en un 6 % los sujetos que no son cooperativos.

7.3.2.11. Son agresivos


El 8 % de los SP, el 4 % de los SNP y el 10 % de los SPÍ tienen AG>2.
Corresponde a sujetos agresivos.
Entre los SP-SNP la diferencia 4 puntos y entre los SPÍ-SNP la de 6
puntos no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 2 puntos.
Las 18 Variables incrementan en un 2 % los sujetos agresivos.

7.3.2.12. Se aíslan de los demás.


El 29 % de los SP, el 22 % de los SNP y el 10 % de los SPÍ efectivamente
se aíslan, no se interesan por los demás, no les agrada estar con ellos
(Aisl>,33).
Entre SP-SNP la diferencia de 7 puntos y entre los SPÍ-SNP la diferencia
de 12 puntos no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 19 pun-
tos. Las 18 Variables disminuyen en un 19 % los sujetos que efectivamente
se aíslan.

7.4. Conclusiones.
7.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas
Entre SP-SNP para a, p, COP y H
Entre SP-NP para T, a, p, COP, H, (H), Hd, (Hd), Fd y PER
Entre SPÍ-SNP para a, p, COP, H y AG

7.4.2. La Hipótesis 2
7.4.2.1. No es cierta
Los SP y los SPÍ son diferentes de los SNP, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos.
Los dos tienen limitadas las habilidades sociales.
Con una actitud poco amable hacia los demás que no buscan relacionarse
con ellos de una manera armoniosa.
CAPÍTULO 7. RELACIONES INTERPERSONALES 108

Con una necesidad intensa de cercanía, experimentan intensos sentimien-


tos de soledad, buscan constantemente contactos con los demás.
Con una actitud distante en los contactos afectivos, con una tendencia a
evitarlos al no sentirse cómodos en las situaciones de cercanía emocional.
Recurren al autoritarismo como mecanismo defensivo para justificar la
inseguridad y la actitud constrictiva de sus sentimientos hacia los demás.
Fundamentan su autoimagen y su autovalía en el recurso de la intelectua-
lización.
Se aíslan y no se interesan por los demás.
Son personas agresivas.
Son sujetos pasivos que eluden sus responsabilidades, que se apoyan ex-
cesivamente en los demás para tomar decisiones, esto no significa que
necesariamente sean sumisos.
Son sujetos dependientes

7.4.2.2. Es cierta
Las diferencias son significativas. Los grupos son heterogéneos.
Los SP y los SPÍ tienen un porcentaje significativamente superior de per-
sonas con poca capacidad de contacto afectivo, poco interés por sí mismas
y por las personas que les rodean
Solamente los SPÍ tienen un porcentaje significativamente superior de per-
sonas no están interesados en las relaciones interpersonales, que no tienen
una actitud amable hacia los demás, ni buscan relacionarse con ellos de
una manera armoniosa.

7.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, pero las diferen-
cias no son significativas

7.4.3.1. las 17 variables incrementan en


Un 2 % los sujetos que tienen limitados los recursos disponibles para iniciar
deliberadamente una respuesta cuando aparece un estímulo.
Un 2 % los hipervigilantes.
Un 14 % los sujetos tienen poca capacidad de contacto afectivo, poco in-
terés por sí mismos y por las personas que les rodean.
Un 2 % los sujetos irritados
CAPÍTULO 7. RELACIONES INTERPERSONALES 109

Un 5 % los sujetos que son poco cooperativos.


Un 5 % los sujetos que tienen
Un 1 % los sujetos que efectivamente se aíslan.

7.4.3.2. las 17 variables bajan en


Un 2 % los sujetos pasivos.

Un 2 % los sujetos que fundamentan su autoimagen y su autovalía en el


recurso de la intelectualización.
Un 3 % los sujetos que recurren al autoritarismo para justificar la insegu-
ridad.

Un 5 % los sujetos que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.


Un 1 % los sujetos que son agresivos
Capítulo 8

Afectividad

8.1. Estado de la cuestión.


El contenido de la afectividad es muy complejo. La afectividad impregna
toda la actividad psicológica de una persona desde que nace hasta que muere.
Se articula con el pensamiento e influye, a veces tenue y otras intensamente, en
los juicios, decisiones, acciones y conductas. En muchas ocasiones es maneja-
ble y dirigible; en otras, incontrolable. Las emociones, a lo largo del desarrollo
personal, van de más a menos violentas y los elementos cognitivos de menos
a más sofisticados. En la vida real los aspectos cognitivos y los afectivos son
inseparables.
El contenido de la afectividad, como el contenido de los impulsos, emociones,
sentimientos y afectos tiene dimensiones imprecisas.
Por experiencia sabemos lo qué es la afectividad, lo que producen en nosotros
las emociones, los sentimientos, los impulsos, pero cuando pretendemos definirlos
surgen las dificultades.
Bleuler, (cit. por Rorschach, 1964, pág. 93) piensa que el contenido del con-
cepto afectividad comprende "los afectos, las emociones, los sentimientos de
placer y displacer” Aceptamos esta opinión. Por lo tanto, las manifestaciones
de la afectividad estarán representadas por reacciones impulsivas, emocionales,
sentimientos, afectos.

8.1.1. El mundo de los impulsos.


Dice Rorschach (1954, pág. 96): "Compréndase aquí; bajo el término de im-
pulsos, las repentinas descargas afectivas que, de acuerdo con la correlación
general entre la afectividad y la motivación, son acompañadas por abruptas y
simultáneas descargas motrices. Los impulsos constituyen el grado máximo de
la inestabilidad emocional".
El contenido de este concepto se ve perfectamente plasmado en la conducta
del infante. Un impulso se convierte de inmediato en acción; impulso y acción
son casi simultáneos. El infante es incapaz de esperar. Si algo desea tiene que

110
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 111

obtenerlo inmediatamente. Lo hace acuciado por la urgencia de su deseo. No


evalúa el grado de importancia o de peligro. Cuando actúa, actúa totalmente o
no actúa. Tiende a repetir una y otra vez la actividad realizada, es reiterativa.
El ego infantil, comenta Allport (1973) no es maduro, ni está organizado.
Al contenido del concepto impulso, señalado por Rorschach, Jarspers (1970,
pág. 144) citando a Thiele, añade una matización: el impulso, puede ser descrito
"como una tendencia de descarga originariamente sin objetivo y sin dirección de
un desasosiego y de una tensión torturantes”. Esta descripción puede ser obser-
vada en ciertos adultos "inmaduros". Un esquizofrénico, por Ej., salta, golpea,
corre sin ningún control. Su actividad es típicamente impulsiva. "Las descar-
gas" no son contenidas, ni contenibles, ni controlables. Se mueve sin objetivo, es
decir, sin sentido.

8.1.2. El mundo de las emociones.


El contenido de este concepto despierta mucho interés. Dumbar encontró
4.717 publicaciones referidas a la emoción desde 1910 hasta 1953. Esto signifi-
ca que cada autor describe el suyo. Ante la abundancia de tanta literatura, se
indica una descripción basada en López Ibor (1963). La emoción es un estado
afectivo que se representa con cierta agudeza, producido casi siempre por un es-
tímulo sensorial y acompañado de un correlato fisiológico manifiesto y evidente.
Los datos de la observación manifiestan que una persona frente a un estímulo
cualquiera reacciona, “responde”. En la reacción se pueden observar: 1º, el modo
y 2º, el grado de la intensidad de la responsividad.

8.1.2.1. Modo de reaccionar.


El modo de reacción depende de la estructura emocional de la persona,
de cómo es considerado el estímulo. La responsividad es muy compleja. Puede
manifestarse entre estas dos formas polarizadas: Una, pasiva y otra, activa. Lo
matizamos con un ejemplo. Una persona ante un grave disgusto:
a. O permanece inmóvil de cuerpo, de mirada, abatida, inerte, respira len-
tamente.
b. O se agita físicamente, da gritos, jadea, tiene los puños crispados, llora.
c. O permanece tranquila y serena.
Este "modo" de reaccionar está condicionado por el modo de ser de la persona
y por el modo de considerar el estímulo. El estímulo puede ser considerado como
agradable o desagradable, fácil o difícil de realizar.

8.1.2.2. Intensidad de la reacción.


La intensidad de reacción también puede ser polarizada en muy alta y vio-
lenta o en lo contrario.
Cuando es violenta, adopta la forma de crisis, dura poco tiempo, entonces
tenemos la llamada "emoción-choque" y, en caso contrario, tenemos, eI ’senti-
miento’.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 112

En la emoción-choque se pueden observar manifestaciones fisiológicas y psí-


quicas. La persona se siente perturbada; siente alteraciones más o menos pro-
fundas, agudas, súbitas y pasajeras del ritmo circulatorio; siente latir eI corazón;
enrojece o palidece; le sudan las manos y tiembla; y cuando la perturbación es
muy violenta, afecta, inclusive, al sistema digestivo. Estos efectos son extremos.
En general, los efectos de la emoción pueden originar dos tipos de comporta-
miento: a), hacen que la persona se vuelva crédula, sugestionable, la aproximan
al comportamiento infantil, o permiten detectar lo conveniente o peligroso, con
tiempo y distancia; y, b), pueden estimular o paralizar la actividad mental. En
uno u otro caso, (excitación o depresión) dicha actividad nunca es idéntica a
la normal por cuanto produce una disminución del control voluntario y, por lo
tanto, un aumento de la impulsividad.

8.1.3. El mundo de los sentimientos.


El contenido de este concepto es amplio y, por lo tanto, impreciso. Ya lo
dijo Jaspers (1970, pág. 134): "Mientras existe una claridad bastante general
respecto a lo que es una sensación, una percepción, una representación, una
idea, quizás también respecto a lo que es un movimiento instintivo o un acto
de voluntad. Con respecto a la palabra y al concepto de sentimiento impera
la voluntad, la falta de claridad ya sobre el sentido de la palabra en los casos
especiales. Ordinariamente se llama sentimiento a todo lo psíquico que no se
puede poner en el mismo plano con los fenómenos de la conciencia del objeto,
ni con los movimientos instintivos y los actos de la voluntad”.
La imprecisión se manifiesta en las diversas descripciones de los autores. Son
cualidades, para Kruger, Lipps. Son estados del yo, para Scheler, López Ibor,
Lersch. Son tendencias, disposiciones de la personalidad, para Claparede. Sin
embargo, en general, la imprecisión no origina una confusión con las sensaciones,
impulsos o emociones. En efecto:
a), los sentimientos se diferencian de las sensaciones en que la sensación
encierra en sí una nota de objetividad, es decir, da una visión del mundo externo
y la persona puede percibirlo en estado "neutro"; en cambio, el sentimiento
encierra en sí mismo una nota de subjetividad, de intimidad, es decir, la persona
percibe "su mundo" interior y lo integra en su estado.
b), los sentimientos se diferencian de los impulsos en que el impulso es más
indiferenciado y va hacia aquello que lo alimenta, por Ej., el impulso sexual, en
general, se dirige a todas las personas del sexo opuesto. En cambio, el sentimiento
es algo más delimitado y puede alimentarse a sí mismo (amor platónico). Sin
embargo, sentimiento e impulso son algo "duradero" y el sentimiento depende,
como condición necesaria, del impulso.
c), los sentimientos se diferencian de las emociones en razón de la intensidad
y del tiempo. Los sentimientos son estados de ánimo que se proyectan sobre
el medio ambiente, son estados del yo que manifiestan cómo se encuentra una
persona en relación consigo misma; mientras que las emociones son modalidades
de sentirse afectado por el medio ambiente en un momento determinado.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 113

8.1.3.1. Clasificación.
Como las manifestaciones de la persona son innumerables, innumerables son
las clasificaciones. Se indica la de Scheler.
Scheler (cit. por López Ibor, 1963) clasifica los sentimientos en: a) sensoriales,
b) vitales, c) anímicos y d) espirituales.
a), los sentimientos sensoriales son los que se encuentran más próximos a la
corporalidad. Tienen una significación teleológica. Sirven al instinto de conser-
vación. Obedecen en general, a procesos locales, Vgr. El dolor.
b), los sentimientos vitales indican cómo esta la totalidad del ser. Están
íntimamente relacionados con los sentimientos sensoriales, Vgr., tristeza, miedo,
angustia.
c), los sentimientos anímicos son una modalidad del yo. El yo, en ellos toma
activamente una actitud, Vgr. "yo me encolerizo". Son reacciones a los estímulos
externos. Se ligan al sentido de lo percibido (significado) y no a la percepción
misma.
d), los sentimientos espirituales o de la personalidad son los que se funden
con la persona. No son modos de estar, son modos-de-ser.

8.1.4. El mundo de los afectos.


El contenido del concepto afectos tiene algo del contenido de las emociones y
del contenido de los sentimientos, según se desprende de las descripciones hechas
por Jaspers (1970), López Ibor (1963), Rapaport (1959).
Jaspers considera a los afectos como sucesos del sentimiento, un fenómeno
complejo de gran intensidad y con manifestaciones concomitantes y consecuti-
vas, dentro de las cuáles se puede considerar a las emociones.
Según López Ibor, en la práctica, los afectos suelen confundirse con las emo-
ciones, por cuanto tienen en común el ser estados reactivos, producidos desde
fuera; sin embargo, en el afecto se enfatiza la impresión que el mundo exterior
produce, en cambio, que en la emoción se enfatiza el correlato vegetativo que la
acompaña.
Rapaport llama afecto no sólo a la rabia infantil, a la cólera del adulto acom-
pañado de movimientos expresivos, sino también a los sentimientos subjetivos
de adultos bien controlados que muestran ligera o ninguna experiencia afecti-
va y también a la ira de los compulsivos supercontrolados que sólo saben que
podrían o deberían estar enojados.
De todo lo anterior, se infiere que los afectos y las emociones son estados
reactivos, producidos por estímulos externos. En el afecto, sin embargo, se en-
fatiza la impresión que produce el estímulo del medio ambiente; mientras que
en la emoción, las alteraciones fisiológicas que la acompañan.
Los afectos pueden ser sentimientos cuando tienen una larga duración y falta
la conciencia de la causa que los producen.
Los impulsos, las emociones, sentimientos y afectos influyen en el modo de
ser y de actuar de la persona.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 114

La interacción con los demás es fuente de reacciones afectivas que pueden ser
adecuadas si son moduladas, o inadecuadas si son desproporcionadas, constreñi-
das, evitadas, o descontroladas. La persona tiene que saber apreciar y expresar
sus afectos, debe tratar de comprenderlos sin minimizar, ni exagerar su impor-
tancia.

8.1.5. Estados del yo.


Los estados del yo, es decir, el estado habitual de ánimo de una persona
no suele manifestarse con variaciones acusadas. Cuando así no sucede, es decir,
cuando hay alteraciones, se manifiestan entre dos polos opuestos: en un extre-
mo: angustia, tristeza, tedio, inhibición; en el otro: alegría, éxtasis, entusiasmo,
exaltación.
Los estados del yo pueden ser modificados por la persona. Eso significa que
sintoniza con el medio ambiente, que es capaz de ser influenciada y de reaccionar,
pero también de irradiar a los demás. Al ser influenciada y al irradiar, puede
manifestarse entre dos extremos: por un lado, rigidez, bloqueo o congelación de
la afectividad; y por otro, labilidad afectiva.
La rigidez o bloqueo están caracterizados por la incapacidad de modificar
el estado de ánimo que está fijado en alguna de sus modalidades, a pesar de la
intensidad de los estímulos.
La labilidad afectiva está caracterizada por las típicas variaciones del estado
de ánimo, bruscas e inmotivadas, de gran intensidad y breve duración. La per-
sona llora y ríe sin transición de una a otra acción. La manifestación del estado
de ánimo es aparatosa.

8.1.6. Madurez afectiva


El término madurez, en un sentido amplio, significa una evolución hacia la
plenitud que implica transformaciones y un progreso en relación con lo que antes
existía. Matizamos este concepto contrastándolo con el concepto de inmadurez.
El concepto inmadurez indica la persistencia en el estado adulto de reacciones
propias de la infancia, sea por un simple retraso debido a ciertas circunstancias
de la vida, sea por el hecho de la fijación y regresión en estadios arcaicos del
desarrollo como consecuencia de sucesos traumatizantes.
La inmadurez psíquica implica inadaptación, es decir, un fracaso en las reac-
ciones ante los estímulos del medio ambiente.
Según De Moragas (1972, pág. 76): "El mundo es un constante productor
de estímulos; el hombre es un constante productor de reacciones. Cuando la
reacción es adecuada al estímulo, cuando hay un equilibrio entre el estímulo y
la respuesta, la vida del ser es una vida adaptada. Cuando el tipo de reacción
no corresponde a la índole del estímulo, cuando la reacción es insuficiente o
desmedida, comienza la inadaptación". Pierre Male concuerda con este criterio.
La inadaptación implica también un nivel elevado de aspiración, es decir, por
encima de las posibilidades.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 115

Según Lersch (1968, pág. 7) la adaptación es un proceso mediante el cuál


"todo organismo para llegar al autodesarrollo y conservar la vida necesita de
las condiciones de su perimundo, éstas no suponen empero un sistema rígido
e invariable; antes al contrario, el organismo es capaz, dentro de determinados
límites, de adaptarse mediante la autorregulación a nuevas condiciones ambien-
tales, inhabituales hasta un momento dado".

8.1.6.1. Adaptación.
El animal se adapta mediante el instinto y la actividad se cristaliza en há-
bitos; el hombre se adapta mediante el instinto y la razón y su actividad se
cristaliza en hábitos y metas por conseguir, trascendentales unas, no trascen-
dentales, otras.
El hombre por el instinto se aproxima al animal, pero por la razón se aleja
de él, pues es capaz, para adaptarse, de renunciar, esperar, demorar, solucionar
inteligentemente los problemas, lo cuál le permite rejuvenecerse continuamente.
Por Ej., ante una invasión de insectos, el instinto responde con movimientos
reflejos; la razón, con dosis de insecticidas. Según estas afirmaciones, el ser vi-
viente se ajusta a su medio ambiente. El ajuste está modificado constantemente
por cambios internos y externos. En este proceso intervienen la acomodación y
la asimilación.
a), la acomodación es la adaptación del individuo al medio ambiente. El
adulto manda, el niño obedece.
b), la•asimilación es la adaptación del medio ambiente al individuo. El in-
dividuo es un superhombre, dominador, conquistador.

8.1.7. Maduración de la personalidad


Siguiendo el criterio de los autores, en particular el criterio de Allport (1965),
parece que la personalidad madura: a), desarrollándose; b), diferenciándose y
c), integrándose.

8.1.7.1. Desarrollo
"Toda personalidad -dice Allport (1965, pág. 118)- se desarrolla en forma
continua desde el estadio de la infancia hasta la muerte y durante todo este
lapso, aunque cambia, persiste".
Entiende por crecimiento un conjunto de procesos que conducen hacia la au-
torealización definitiva, i.e., hacia la plenitud. En el conjunto de procesos se da
una interacción de factores endógenos (íntrapersonales): impulsos, sentimientos,
motivaciones, valores y de factores exógenos (interpersonales): roces emociona-
les con la realidad exterior. Cuando las circunstancias son propicias, es decir,
cuando hay armonía y cooperación entre los diversos factores, el desarrollo es
óptimo y se traduce en un comportamiento adecuado, adaptado. Cuando las cir-
cunstancias son negativas el crecimiento se estaciona, no progresa, regresa y se
traduce en un comportamiento inadecuado, rígido, tenso, ansioso, inadaptado.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 116

En el crecimiento, enfatiza más lo fisiológico. Cuando existe cualquier tipo


de lesión, sobre todo cerebral, repercute indiscutiblemente en el desarrollo de
la estructura de la personalidad total. Las lesiones del sistema nervioso dan
lugar a un deterioro de la personalidad que impide un adecuado conocimiento
del mundo exterior. La enfermedad somática no produce una desintegración del
psiquismo, sino una reacción o conmoción, frente a la cuál el sujeto se siente
afectado por un ataque a los fundamentos biológicos de la personalidad.
La regresión se caracteriza por el retroceso o el regreso a niveles más tempra-
nos; se caracteriza por la renuncia a la madurez ya alcanzada (enuresis). Parece
que es producida, por experiencias muy duras, cuando la persona ha sido fuerte-
mente contrariada. Los experimentos realizados por Garret (1945) en animales
y niños confirman estas afirmaciones.

8.1.7.2. Diferenciación
Se ha señalado en el apartado anterior que la persona progresa psíquicamente
de un estado menos desarrollado hacia un estado positivamente más evolucio-
nado. Pues bien, la diferenciación es el aspecto del crecimiento significativo del
desarrollo de la personalidad. El crecimiento significativo tiene unas metas: la
"actuación propia", es decir una plena diferenciación y un mezclarse armonioso
de todos los aspectos.
La indiferenciación está representada en el recién nacido, viene al mundo en
un estado de indiferenciación. En el afecto, casi todas sus actividades van acom-
pañadas de movimientos auxiliares sin sentido ("sinquinesias"). La actividad es
global. Tiene poca capacidad para la respuesta graduada y para la demora. Pe-
ro esta estructura va transformándose con el paso del tiempo. Los movimientos
van siendo cada vez más adaptativos y precisos. Va surgiendo la inhibición. La
inhibición tiene un papel transformador. Destruye el comportamiento infantil
reduciendo la expresión emocional generalizada y violenta hasta el punto de que
en la persona adulta no queden sino manifestaciones de lo socialmente admitido,
un leve gesto por ejemplo. A veces la inhibición es rígida y entonces vuelve a la
persona incapaz de hacer, sentir o pensar ciertas cosas y su función consistiría
en sustraer a la persona de la angustia que le producirá si pretendiese hacerlas,
sentirlas o pensarlas.

8.1.7.3. Integración.
La integración, dice Allport (1965, pág. 157) "significa formación de todos
más amplios y de mayor contenido a partir de unidades separadas de comporta-
miento". Esto significa que de lo múltiple emerge lo uno. Así se opera dentro del
individuo una "unificación" y se manifiesta por una ausencia de conflictos. En
caso contrario, se origina una desintegración y se manifiesta por una regresión
o una disociación. En estos casos es difícil la adaptación.
Según Allport (1965, pág. 160): "El proceso de la disociación ocurre cuando
algún sistema dotado de coherencia no consigue integrarse con el resto de la
vida personal y se convierte entonces en un "complejo" independiente, en una
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 117

organización a prueba de toda exigencia lógica que resiste la influencia curativa


del sentido común y también otras experiencias que podrían neutralizarlo" .
Según las opiniones mencionadas parece que una persona desarrollada armó-
nicamente, diferenciada y "unificada" no debe presentar signos manifiestos de
inadaptación, en otras palabras, se presupone sana psíquicamente o sea adap-
tada y adaptable.

8.1.8. Características de la madurez


El abanico de las características del concepto madurez es amplio y variado.
Para indicar las características de la madurez, se estima que es menester distin-
guir entre la madurez ideal y la real. La ideal sería una meta por conseguir; y la
real de cada persona, la que le corresponde de acuerdo con la edad cronológica.
Se indican las características señaladas por Maslow, por referirse a personas
autorealizadas, las de Allport, por ser el autor más cognotado en este tema y
las de Erickson, por representar una línea psicoanalítica.
Maslow (1998) señala algunas características que han alcanzado ciertos hom-
bres autorealizados que los distinguen del término medio de la gente. Son las
siguientes: percepción superior de la realidad; mayor aceptación de uno mis-
mo, de los demás y de la naturaleza; mayor espontaneidad; mayor capacidad
de enfoque de los problemas; mayor independencia y deseo de intimidad; ma-
yor autonomía y resistencia a la indoctrinación; mayor frescura de apreciación
y riqueza de reacción emocional; mayor frecuencia de experiencias superiores;
mayor identificación con la especie humana; mayor creatividad; cambio (los clí-
nicos dirían mejoramiento) en las relaciones interpersonales, en la escala propia
de valores; estructura caracterológica más democrática.
Allport (1965) indica que la personalidad madura tiene las siguientes carac-
terísticas: Amplia extensión del concepto de sí misma; capacidad de establecer
relaciones emocionales con otras personas, en la esfera íntima y en la esfera no
íntima; seguridad emocional fundamental y aceptación de sí misma; percepción,
pensamiento y actuación con penetración y de acuerdo con la realidad exterior;
capacidad de verse objetivamente a sí misma (introvisión), de conocerse a sí
misma; sentido del humor y convivencia mediante una filosofía unificadora de
la vida.
Erickson (1973), dentro de la línea de investigación psicoanalítica señala
una lista de atributos que deben ser conseguidos normalmente en cada etapa
de la vida: Lactante: sentido básico de la confianza. Primera infancia: sentido
de autonomía. Edad de juego: sentido de iniciativa. Edad escolar: aplicación y
capacidad. Adolescencia: identidad personal. Juventud: intimidad. Edad adulta:
generatividad. Edad madura: integridad y aceptación.
Dada la importancia del tema vale la pena indicar lo que caracteriza al niño
y lo que caracteriza al adulto.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 118

8.1.8.1. Características del niño y del adulto


Según Watson (1965), Monedero (1976), Gemelli (1952), Gessel (1967), las
características serían las siguientes:
Niño. Una de las características de la estructura infantil de la personalidad es
el egocentrismo, es decir, una incapacidad de ponerse en lugar de otra persona y
mirar el aspecto que desde allí tienen los acontecimientos y las cosas. Relaciona
casi todo con su yo que lo considera como centro del mundo. Es normal. Resulta,
tanto de la falta de discriminación entre el yo y el medio ambiente, como del
énfasis en el proceso de asimilación, lo cuál no le permite establecer relaciones
y comparaciones porque se relaciona con muy pocas personas y cosas.
Adulto. En cambio, el adulto goza de una específica autonomía frente a sí
mismo y frente a los demás, a quienes tiene en cuenta y con quienes colabo-
ra. Está dirigido hacia afuera, es decir, hacia fines socializados y culturalmente
compatibles. Tiene conciencia de sus posibilidades y limitaciones. Planea el fu-
turo con inteligencia y perspicacia. Tiene una variedad de intereses: sociales,
afectivos, políticos, religiosos, teóricos, estéticos.
El niño es realista (objetivo) pero su realismo, no es el realismo del adulto.
Considera como vivos y conscientes a un gran número de seres: "La luna nos
mira y nos sigue". Da órdenes a las cosas y si no le obedecen se enoja. Atribuye
a los objetos oficios y papeles que tienen que desempeñar y define las cosas por
su utilidad. No analiza. Capta conjuntos.
El adulto examina el mundo interior (autoconocimiento, comprensión de sí
mismo) en comparación con el mundo de la realidad. Analiza, i.e., reflexiona.
Capta el todo (el todo difiere de el conjunto en que éste es algo amorfo y aquél
algo organizado. Analiza los acontecimientos y con mayor independencia de los
propios deseos, sentimientos y pensamientos, basándose en un firme sentido de
la realidad y liberándose de las fijaciones y fantasías infantiles.
El niño racionaliza, es decir, adecua la concepción de la realidad a sus im-
pulsos y deseos.
El adulto razona, es decir, adecua sus impulsos y creencias al mundo de la
realidad. El razonamiento descubre las razones reales de los actos; la racionali-
zación encuentra buenas razones para justificarlos.

8.1.8.2. Grado del desarrollo emocional


Se indica ahora el grado de desarrollo emocional y el grado de madurez del
niño. Como lo estiman Watson, Gessell, Monedero, Bühler, Gemelli, el grado
está caracterizado por etapas y frases claves.
El el recién nacido, según Watson (1965), tiene 3 emociones fundamentales:
miedo, cólera, amor. El niño, según Gessell (1967), en la segunda infancia (3-7
años) se manifiesta: tímido, obstinado, sumiso, negativista, con afán de dominio,
de propiedad, con necesidad de protección y afecto. El niño en la 3a infancia
(7-12 años) se manifiesta más consciente, más absorto, menos obediente, activo,
interesado por las relaciones con los demás, libre de tensiones, independiente y
directo, inquisidor; tiene una actitud de "no me importa", de autocrítica; busca
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 119

y pone a prueba su yo haciéndolo entrar en conflicto con el yo de los demás.


La efectividad adulta está caracterizada por una determinada libertad, por
una posibilidad de crear nuevos lazos y una apertura hacia el porvenir. El hom-
bre afectivamente maduro goza en sus contactos de una comodidad y de una
seguridad que faltan precisamente en el inmaduro.
La madurez afectiva va marcada por un desarrollo gradual de la indepen-
dencia emocional de los padres y de los que, en alguna manera, los representan
hasta alcanzar el desarrollo pleno de la autoconfianza. Este desarrollo implica
liberalización de los sentimientos de inferioridad que resultan de la compara-
ción del propio yo con el yo de los demás. El hombre afectivamente maduro es
autónomo, pero inserto en su historia y en su contorno social. Es sexualizado,
pero sin reprimir su instinto, ni dejarse dominar por él, no es reprimido porque
la represión niega una salida consciente y abierta a los deseos incómodos o no
socializados y parece ser causa y efecto de conflictos. Es adaptado y adaptable,
capaz de hacer variaciones y cambios, pero sin ansiedad e inseguridad. Lo di-
cho presupone acomodación y asimilación. En la acomodación el individuo se
adapta al medio ambiente. En la asimilación el medio ambiente se adapta al
individuo. El resultado de estos procesos complementarios es el ajuste, es decir,
esa capacidad potencial de adaptación.
El hombre afectivamente maduro actúa conscientemente i.e., decide y orga-
niza la decisión. Su decisión y ejecución son motivadas. En la motivación están
implicados todos los aspectos de la personalidad como realidad interior ya sean
positivas (deseos, conocimientos), ya sean negativos (miedos, aversiones) o como
lazos emocionales con el medio ambiente.
El hombre emocionalmente maduro es adecuadamente controlado. No per-
mite que un impulso se convierta inmediatamente en acto. Lo pone bajo la
dirección de la razón y de la voluntad. A veces, lo ejecuta en contra de las resis-
tencias. El control es adecuado, equilibrado, no es rígido, constrictivo, excesivo.
Un control excesivo y cuánto más excesivo hace que los afectos sean más pobres
(pobreza afectiva) en intensidad, variabilidad y modulación. No es débil. Un
control débil y cuánto más débil (labilidad emocional) hace que sea menor la
variabilidad y modulación y mayor la intensidad de estallidos afectivos masi-
vos. La labilidad emocional está caracterizada por la variación caprichosa del
sentimiento vital. Se exterioriza mediante una manera particular comúnmente
llamada "genio lunático". El genio lunático es indulgente y tolerante con sus
cambios de humor. No está regulado por criterios de objetividad. No tiene con-
ciencia de la responsabilidad. No se siente obligado a ser imparcial. En la "buena
luna" se muestra favorable a su ambiente, es generoso, generosidad caprichosa,
hasta puede perdonar los agravios.
La inaceptación del yo se fundamenta en la insuficiencia de las experiencias
de la vida, de la capacidad representativa y del poder de juicio frente a los
valores objetivos. Es un fenómeno subjetivo producido por la relación entre la
aspiración y el éxito.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 120

8.1.9. La afectividad en el Rorschach.


El significado de cada una de las variables está ilustrado por lo que dicen au-
tores tales como Rorschach, Klopfer, Beck, Rapaport, Piotrowki, Loosli Usteri,
Bates Ames, Beismann, Bohn, Alcock, Exner.
Desde Rorschach hasta Exner hay unanimidad en los autores al afirmar que
entre el color cromático y la afectividad hay una relación.
Serebrinsky (1948, pág. 85) dice: "Sobre la significación de estas respues-
tas existe unanimidad entre todos los autores, bien que expresen sus ideas en
términos algo diferentes".
Rorschach (1964, pág.94) dice: "Siempre hemos sabido que existen íntimas
relaciones entre los colores y la afectividad. De una persona de ánimo sombrío, se
dice que "lo ve todo negro", mientras que la de humor alegre "lo ve todo de color
rosa". En otro lugar, (pág. 92): "La significación sintomática de las respuestas
de color permite determinar la afectividad".
Bohm (1977, pág. 72) dice: "En las respuestas de color (todas las categorías)
puede leerse la afectividad del Pr.”.
Para Beck (1968) la importancia de las respuestas de color está en la parte
de la personalidad que allí se refleja, a saber, los sentimientos del individuo
dirigidos hacia el mundo exterior. Es evidente que la relación entre el color y
la afectividad no es un descubrimiento de Rorschach. Hay pruebas de que ello
era conocido en las primeras etapas de la civilización. Las respuestas de color
se relacionan con la sensibilidad del individuo a los hechos y a las cosas que le
afectan vivamente, en general, a las gentes normales de un mismo grupo cultural.
Según Klopfer (1966, pág. 148) "las clasificaciones del color vinculan, en
general, con la extensión y naturaleza de la responsividad del individuo a los
estímulos provenientes del ambiente. Por lo general, se presupone que estos estí-
mulos se encuentren en el área de las relaciones interpersonales y que, por tanto,
las respuestas de color han de ser interpretadas para señalar cómo reacciona el
individuo al impacto emocional de las relaciones con otras personas".
Para Loosli Usteri (1965, pág. 148): "Una de las inestimables cualidades del
material del test de Rorschach es la de provocar reacciones afectivas auténticas,
en lugar de, como lo hacen los cuestionarios, limitarse a pedir la opinión del
sujeto sobre su propia afectividad, opinión que forzosamente a de ser subjetiva".
La reacción afectiva depende del carácter del estímulo. Si tiene partes distin-
guibles, provocará sobre todo sentimientos aislados; mientras que si tiene partes
que poseen características comunes, provocará una reacción afectiva difusa.
Exner (1974, pág. 77) dice: "Las respuestas de color en el Rorschach pueden
ser demoradas y organizadas, como en el caso de las respuestas FC, o pueden
tener una implicación más abiertamente emocional, como en el caso de las res-
puestas CF, C, Cn.

8.1.9.1. Significado de las respuestas FC


Rorschach (1964, pág. 188) dice: "Las respuestas de FC representan la ca-
pacidad de relación y adaptación afectiva propiamente dichas, una especie de
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 121

sintonía entre la adaptación afectiva y la intelectual. En términos generales,


caracterizan al individuo sano, bien adaptado y capaz de nuevas adaptaciones".
Lo indicado por Rorschach es asumido por los autores:
Bohm (1977, pág. 72) dice: "las FFb+ son expresión de aquel sentimiento que
toma en consideración el objeto y simultáneamente permanece bajo un cierto
control de la razón; se obtienen así dos valores sintomáticos; por un lado se
aprecia el contacto afectivo, la capacidad de relación, la ligazón al objeto, la
adaptación del sentimiento a la situación y a los intereses del objeto; por otro,
el control de la inteligencia, que contiene el sentimiento dentro de los límites
moderados, el freno en el sentido de autodominio".
Para Beck (1968) las FC representan una fase en el desarrollo del individuo;
denotan que los sentimientos de la persona están a tono con los sentimientos de
los demás; indican comprensión, adaptación, i.e., están en consonancia emocio-
nal con el mundo; indican simpatía, sentir el aspecto emotivo de las personas o
cosas, sentir que el punto de relación son los demás.
Rapaport (1959, pág.217) dice: "FC representa la armonía de los afectos y la
atención a la realidad, entrañando cierta aptitud para un apropiado despliegue
afectivo, para establecer relaciones interpersonales firmes y genuinas y vínculos
afectivos, para adaptarse, para empatizar con las implicaciones afectivas de las
situaciones cotidianas".
Según Klopfer (1966, pág. 148): "las FC indican responsividad controlada,
pero dispuesta al impacto emocional. Esta responsividad controlada implica
que una persona es capaz de reaccionar de modo apropiado a las exigencias
emocionales de la situación, que puede llevarse con los otros. Se ha mostrado
que FC es un modo de los signos más confiables de una buena adaptación.
Para Bates Ames (1972, pág. 99): "Las interpretaciones FC se evalúan como
un índice de la afectividad de adaptación, o por lo menos, de deseo de adaptación
afectiva".
Endara (1976, pág. 134) dice: "FC es un índice de la disposición afectiva bio-
lógicamente necesaria, es decir, expresión de la capacidad para el acercamiento
afectivo hacia el ambiente. Capacidad de contacto, de adaptación, de voluntad
de adaptación".
Según Loosli Usteri (1965) cuanto más viva es la reacción al color, más fuerte
y poderosa es la afectividad del sujeto; cuanto más fuerte sea el factor formal
en las interpretaciones, más controlada y mejor adaptadas serán las reacciones
afectivas.
Para Portuondo (1976, pág. 140) "las FC indican el buen contacto afectivo,
la adaptación del sentimiento a la situación y también el control afectivo o cierto
autodominio. Resultan un fuerte índice de la normalidad mental".
Exner (1978, pág. 143) dice: "La FC refleja la descarga afectiva, que está
más controlada y/o dirigida por elementos cognitivos que las respuestas CF o
C".
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 122

8.1.9.2. Significado de las respuestas CF


Rorschach (1964, pág. 45) dice: "Las respuestas CF han demostrado ser ín-
dices de la inestabilidad afectiva, la irritabilidad, la sensibilidad y también la
sugestionabilidad".."Las CF corresponden a una afectividad que ya no es adap-
table, por más que con frecuencia persista un poderoso afán de adaptación". Los
autores asumen la interpretación de Rorschach.
Beck (1968) indica que las CF son características de la actividad menos
impulsiva que C, pero aún altamente explosiva de la irritabilidad, de la suges-
tionabilidad; son señales de una integración inadecuada; responden más a lo
instintivo que a lo racional; sin embargo, suponen conciencia del mundo y una
actuación en relación con los demás; reflejan un índice de madurez en el proceso
del desarrollo en relación con la fase infantil. El individuo busca y da afecto,
pero con cierto egoísmo.
Según Bohm (1977, pág. 98) las respuestas CF son "la medida de la afecti-
vidad lábil que pretende, pero no logra, establecer una relación duradera con el
objeto". En otro lugar (pág. 253), dice: "Son un indicador de la sugestibilidad".
Hablando de la afectividad lábil comenta (pág.,252): "es sometida a inquietas
fluctuaciones que sin mesura y sin una detenida consideración de la situación,
se precipita hacia su fin y cada día reacciona de un modo diferente"
En opinión de Rapaport (1965, pág. 218) "CF denota una impulsividad no
excesivamente inapropiada; una reactividad afectiva poderosa, allí dónde las
consideraciones lógico racionales tienden a perder eficacia; una escasa toleran-
cia dilatoria en la satisfacción de los impulsos y, en consecuencia, tendencias
narcisistas".
Klopfer (1966, pág. 149) dice: "Las CF representan una actividad poco con-
trolada a los estímulos sociales, pero sin embargo, apropiada y genuina. El estí-
mulo influye a tal punto sobre el individuo que éste se vuelve impulsivo".
Loosli Usteri, Beizmann, Bell, Salas, Endara, Alkock, Tranque García, Por-
tuondo, concuerdan con las opiniones indicadas, aunque las expresen con mati-
zaciones distintas.
Exner (1974, pág. 77) dice: "Las respuestas en que domina el color manifies-
tan un descuido o relajación excesivos de control cognitivo, en que la actividad
mental del sujeto está invadida y, al menos temporalmente, controlada por la
emoción".

8.1.9.3. Significado de las respuestas de C Pura


Rorschach (l954, pág.45) dice: "Cuanto más numerosas sean las C, tanto ma-
yor será la tendencia a los actos impulsivos”. (pág., 95), dice: “Las respuestas
C indican la impulsividad, en la que ya no existe la tendencia a la adapta-
ción”. (pág. 96): “Los impulsos constituyen el grado máximo de la inestabilidad
emocional". Los autores concuerdan con lo expresado por Rorschach.
Según Beck (1968) las C corresponden a una emoción no controlada, es un
modo de responder infantil, normal en los niños; en el adulto indicaría descontrol
de los impulsos, accesos de rabia, escisión entre inteligencia y afecto.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 123

Para Bohm (1977, pág. 253) las C puras son "expresión de la afectividad
impulsiva, cuya finalidad única es la descarga de los afectos y que ya no pretende
la ligazón y adaptación afectivas al ambiente. El probando debe crear el ambiente
por sí mismo".
En opinión de Rapaport (l959, pág. 218) las C puras revelan "falta de control
de los afectos; un pensar patológicamente autista; la posibilidad de violentos es-
tallidos no controlados por consideraciones realistas; y, en ciertas circunstancias,
hasta impropiedad de los afectos, allí dónde éstos vienen y se van sin referencia
a la situación inmediata de la realidad".
Según Klopfer (1966) reflejan la afectividad explosiva no controlada y las Cn,
intentos sin éxito de manipular una situación emocional con medios mágicos más
que realistas.
Exner constata la presencia de C pura en los grupos de pacientes y en ni-
ños de 5 y 6 años y, en una frecuencia elevada, en los de 8 a 10 años y dice:
(1994, pág.437), "significa un fallo en la modulación de un impulso, puede indicar
labilidad, entendiendo por ello que la persona es incapaz de atemperar cogni-
tivamente la descarga a causa de la gran intensidad de la experiencia afectiva,
pero puede ser también señal de que el sujeto ha tomado la decisión de dejar
libre el impulso, en lugar de tomarse el trabajo de modularlo. En cualquier ca-
so, la respuesta C Pura se corresponde con conductas emocionales básicamente
carentes de control"

8.1.9.4. Significado de la proporción FC:CF+C.


Rorschach (1964, pág. 95) dice: "Al ir en aumento el número de las CF y las
C particularmente si sobrepasan la cantidad FC quizá pueda conservarse una
fuerte tendencia a la empatía. Sin embargo, las cargas afectivas inadaptadas
superan a tal punto a las adaptables, que aún estando dominados por el deseo
de adaptarse y de alcanzar una relación empática con el prójimo, los individuos
de esta especie, exigen que éste se les adapte a su vez y los comprendan. No son
capaces de simpatizar comprensivamente con el prójimo sino que son exigentes,
egoístas, egocéntricos".
Lo que dice Rorschach en relación con la proporción indicada es aceptado
por los autores.
Para Klopfer (1966, pág. 152) "cuando FC es mayor que CF+C, pero estas
últimas clasificaciones están representadas por algunas respuestas, el individuo
es capaz de ejercer control sobre sus impulsos y emociones. Tal persona, or-
dinariamente, es capaz de responder con sentimientos y acciones apropiadas y
genuinas a su ambiente social. Si CF+C se hallan ausentes o casi ausentes, el
control es excesivo y las respuestas socializadas (representadas por FC) tienden
a ser superficiales".
Según Bohm (1977, pág. 254) "si predominan las FFb sobre las (FbF + Fb)
o sea, el tipo de color desviado a la izquierda, la afectividad se halla estabilizada
y equilibrada... en el tipo desviado a la derecha, la afectividad es inadaptada,
lábil e impulsiva".
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 124

Loosli Usteri (1965, pág. 76) dice: "Se estima que un sujeto alcanza su ma-
durez afectiva cuando da más FC que entre CF+C reunidas (FC>CF+C)".
En opinión de Beizmann (1968, pág., 201) "es normal que en un niño... las
reacciones cromoestésicas difieran de las del adulto y se expresen en el Rors-
chach por una insuficiencia marcada de FC en favor de un número relativamen-
te más elevado de CF y sobre todo de C puros (se caracterizan por la fórmula
FC<CF+C)".
Los autores concuerdan en señalar que la relación FC:CF+C refleja el grado
de modulación de las descargas y de los intercambios emocionales deliberada-
mente iniciados o cesados. En una iniciación deliberada, no significa necesaria-
mente que los sujetos controlen la intensidad hasta el final. La modulación de
los adultos y la de los niños es diferente. El valor interpretativo depende de la
cantidad de las variables.
Exner (1974. pág. 39) dice: "Cuando la frecuencia de respuestas CF, C o
Cn se aproxima o es mayor que la frecuencia de respuestas FC, es grande la
posibilidad de que surjan comportamientos lábiles. Por el contrario, cuando el
protocolo está marcado por la ausencia de respuestas CF o C ha de plantearse
seguramente la cuestión de un control excesivo".

8.1.9.5. Valores de la proporción FC:CF+C.


Se indican solamente los señalados por Exner. Son los siguientes:
FC>CF+C como 2:1 y C=0, en los adultos, es lo esperado. Representa a
personas que casi siempre modulan sus descargas emocionales.
FC>CF+C como 2:1 y C>0 representa a personas que se esfuerzan por
modular, pero que tienen fallos frecuentes y graves. Conviene examinar en dónde
aparecen y de qué están acompañadas.
FC>3(CF+C) o CF+C=0 sugiere hípercontrol en las descargas emocionales
o en los intercambios. Son sujetos que tienen miedo a expresar sus emociones.
Conviene comprobar si la variable C’ es alta. Si es alta, el control resulta refor-
zado.
CF+C>FC, en menos de dos puntos y C=0, corresponde a sujetos que ex-
presan sus afectos espontánea y relajadamente.
CF+C>FC en más de dos puntos y C>1 corresponde a sujetos impulsivos
en los intercambios o en las descargas emocionales; corresponde a sujetos que
no modulan la expresión de sus emociones, son similares a los niños. A mayor
diferencia de puntos, mayor descontrol, mayor intensidad y falta de modulación
en las descargas afectivas y en los intercambios. Si hay C’>2, hay un intento de
neutralizar la labilidad, mediante el bloqueo o constricción (internalización).
El descontrol, aquí indicado, es emocional. El indicado en el Tema de Control
y Tolerancia al Estrés (AdjD<0) es general.

8.1.9.6. Significado de Afr.


Afr refleja la responsividad emocional. Las respuestas dadas en las láminas
cromáticas se relacionan con la Proporción Afectiva. Esta variable es posterior
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 125

a Rorschach. La propuso Klopfer. Klopfer (1972, pág. 191) dice: "el porcentaje
de las respuestas de las últimas láminas VIII, IX y X parece indicar una res-
ponsividad a los estímulos exteriores menos sometida al control consciente del
sujeto que el empleo de los elementos del movimiento". En términos generales
los autores asumen este criterio.
Según Alcock (1965, pág. 99): "Las repuestas a las últimas láminas habitual-
mente constituyen del 30 al 40 por ciento del total. Menos de un 30 por ciento
refuerza la proporción del lado del movimiento, o sea, la tendencia llamada in-
troversiva. Un porcentaje mayor de 40 aumenta las anotaciones extratensivas".
Beizmann (1968, pág. 234) dice: "La baja productividad en las tres últimas
láminas coloreadas, en el caso en que las respuestas fueran inferiores al tercio
de las respuestas totales del protocolo, hace presumir en el sujeto, además de
la existencia de un choque al color, dificultades de adaptación afectiva en sus
relaciones con el mundo exterior".
Según Beck (l968), informa acerca de la sensibilidad del sujeto frente al
estimulo doloroso. Los valores medios que oscilan entre 40 60 indican facilidad
para provocar experiencias agradables. Sobre 60, relajación afectiva. Inferior a
40, inhibición de la afectividad.
Exner (1978. pág. 149) dice: "Evidentemente, cualquier combinación de un
exceso de control o de su falta, más una responsividad elevada o deficiente, puede
generar un desajuste potencial, y toda descripción de la personalidad o planifi-
cación de tratamiento que se haga a partir de los datos del Rorschach deberían
centrarse en ambos caracteres como entidades separadas pero psicológicamente
relacionadas".
En otro lugar, (pág. 197), dice: "El estilo u operación que representa la Pro-
porción Afectiva parece implicar receptividad psicológica a estímulos emociona-
les. Refleja tendencia o expectativa para procesar estos estímulos en operaciones
cognitivas, y el procesamiento en si mismo se convierte en una forma de respues-
ta, que parece servir de estímulo a otras respuestas".
- Afr<0.50, poco interés por procesar estímulos emocionales.
- Afr<0.40, una tendencia a rehuir la estimulación emocional, la incomodi-
dad ante las emociones, retraimiento social, aislamiento. En estos casos, con-
viene revisar las variables relacionadas con estas tendencias (T=0, Aislamiento,
FD). Una combinación de hiperresponsividad con descontrol emocional aumen-
ta las posibilidades de descontrol. Una combinación de baja responsividad con
hípercontrol añade significación al hípercontrol o lo neutraliza. Depende de las
variables que aparezcan.
Afr no se relaciona directamente con el control afectivo. Cualquier combina-
ción de híper control o descontrol con una hiperresponsividad o evitación refleja
problemas en la afectividad, crea conflictividad emocional.

8.1.9.7. Significado de la Extratensividad


El Extratensivo, según Rorschach (1964) tiene una inteligencia estereotipada,
una afectividad más lábil, un ambiente más extenso, relaciones interpersonales
más superficiales. Los autores asumen las aseveraciones de Rorschach.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 126

Para Rapaport (1951) el extratensivo se caracteriza por la presencia de in-


tensos impulsos y afectos, por una adaptación básicamente pobre, sobre todo
cuando M está ausente.
Serebrinsky (1948) indica que se orienta hacia la acción. El interés principal
radica en lo concreto, lo material, lo inmediato.
Klopfer (1966) opina que tiende a ser estimulado desde fuera, puede ser una
persona bien adaptada, capaz de responder a los estímulos externos en función:
a), de la expresión emocional manifiesta, o b), de la intensidad del sentimiento,
o c), de un sometimiento pasivo a las exigencias externas.
Exner (1994) sugiere que los extratensivos (M<SumPondC) mezclan, du-
rante sus actividades, los sentimientos con el pensamiento para solucionar sus
problemas; sus actividades son imprecisas, poco lógicas, están marcadas por la
ambigüedad; les gusta la actividad de ensayo y error y toleran mejor sus errores;
son más lábiles en las descargas emocionales; utilizan las relaciones interperso-
nales como fuentes de obtención de gratificación; cometen más errores, pero
consiguen más aciertos que los introvertidos.

8.1.9.8. Significado de Ambitendencia.


Exner, además del intratensivo y del anterior, propone el Ambitendente
(M:SumPondC). El ambitendente no tiene una forma definida de manejar los
datos de la realidad, es vacilante, gasta mucha energía, es incoherente, tiene
una conducta imprevisible. Unas veces procesa afecto, otras utiliza la ideación.
Comete más errores y consigue menos aciertos.
M=0 y SumC=0 sugiere que la persona está paralizada en lo emocional y en
lo ideacional, está coartada. En lo afectivo, restringe al máximo el intercambio
emocional y en lo ideacional, restringe al máximo la reflexión. La parálisis cons-
tituye un esfuerzo defensivo para protegerse de los estímulos externos perturba-
dores. La parálisis puede estar presente al mismo tiempo que la impulsividad.
La persona, al no tener los recursos para organizarse, sobrevive y, ante presiones
agobiantes, es posible que se desorganice.

8.1.9.9. Significado de EBPer.


Un EBPer positivo refleja rigidez. La rigidez resta eficacia en el proceso de
la adaptación.

8.1.9.10. Significado de S
El oposicionismo, el negativismo en el Rorschach está representado por el
símbolo S.
Para Rorschach (1961, pág. 45) las respuestas S "traducen siempre cierta
tendencia oposicionista”. Los autores están de acuerdo con esta interpretación.
Para Klopfer (1966, pág.144) la S "se relaciona con una tendencia oposicio-
nista en la esfera intelectual, relacionándose el grado de negativismo o terquedad
al modo como es usado".
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 127

Según Rapaport (l976, pág. 207) la S "revela un inclinación a invertir el


sentido o significación de las situaciones en la vida cotidiana; dicho en otras
palabras, expresa negativismo, testarudez, hesitación o hasta suspicacia".
En opinión de Ames (1972, pág. 81) las respuestas S "ordinariamente se
aceptan como indicaciones de tendencias de oposición aunque esto nunca se ha
podido comprobar adecuadamente por los hallazgos clínicos".
Para Rausch Traubenberg (1977 pág. 50) "la valoración del aspecto positivo
de Dbl no nos hace olvidar que se trata de oposición a la consigna y a la fuerza
sugestiva del estímulo".
Para Loosli Usteri (1965, pág. 49) Si las S "se combinan con el tipo de re-
sonancia íntima extratensivo, indican oposición hacia afuera, hacia el mundo
exterior; se manifiesta como negativismo. . . Combinadas con el tipo de reso-
nancia ambigual, la tendencia oposicionista se dirige contra la vida consciente
del sujeto y tendremos entonces escepticismo, duda...Combinadas con el tipo de
resonancia íntima intratensivo, la oposición parece dirigirse hacia el fondo de la
personalidad del propio sujeto; tendremos entonces constante desconfianza".
Bohm (1977, pág. 65) dice: "son sencillamente una expresión de la agresivi-
dad".
Exner (1939, pág. 30) dice que las respuestas S pueden ser interpretadas
"como indicativas de alguna forma de negativismo o rasgos oposicionistas, lo
cual puede considerarse saludable o útil dependiendo de la frecuencia de S y de
otras características del protocolo".
Según Exner (1994-95) el negativismo, el oposicionismo, viene representado
por la variable S.
- S<2 es lo esperado, refleja autoafirmación. Corresponde a personas que
saben decir no, saben defender sus posturas, hacen esfuerzos para mantener su
autonomía.
- Si S=3 y las 3 S se encuentran en las dos primeras láminas, el negativismo
está activado en esa situación, es situacional.
- Si S=3 y una de las 3 S se encuentra después de la lámina II, se manifiesta
una tendencia al negativismo, un antagonismo hacia el medio ambiente.
- S>3 y todas las S aparecen en las tres primeras láminas, refleja una ten-
dencia clara a la rabia y a la oposición, una hostilidad hacia el medio ambiente.
- S>3 y una S aparece después de la lámina III, refleja una actitud clara-
mente rabiosa y negativa, una hostilidad hacia el medio ambiente. Se trata de
personas iracundas, poco tolerantes que siempre están enfadas. Es un estilo de
comportamiento que dificulta las relaciones sociales
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-
cado el significado de cada una de las variables del Rorschach, es procedente
añadir a la pregunta formulada en el Estudio anterior: ¿La modulación de la
afectividad de los SP es diferente de los SNP y de los NP de Exner?, dos más:
¿La modulación de la afectividad de los SP es diferente de los SNP y de los NP
de Exner?; ¿la modificación producida por el incremento de las 18 Variables es
significativa?. Se responde a las preguntas formulando las siguientes hipótesis
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 128

8.2. Hipótesis.
1. Las diferencias entre los Estadísticos Descriptivos de los SP-SNP, SP-NP
y SPÍ-SNP son significativas.
2. Las diferencias entre las Variables Estructurales de los SP-SNP y SPÍ-SNP
son significativas.

3. La modificación producida por el incremento de las 18 Variables es signi-


ficativa.

Para comprobar las hipótesis se utiliza la muestra, el procedimiento y los cálculos


ya especificados en el primer Tema.

8.3. Resultados. Análisis de resultados.


8.3.1. Estadísticos Descriptivos
8.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son signi-
ficativas.
Para comprobar si la modulación de las manifestaciones de la afectividad de
los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP es significativamente diferente, se utilizan las
variables que la reflejan: FC, CF, C, Afr, S y M:SumPondC.
Se calculan los Estadísticos Descriptivos de los grupos y se transcriben los
de Exner. Los resultados están indicados en la siguiente tablas
Tabla 1. Estadísticos Descriptivos de 82 SP, de 49 SPÍ, de 80 SNP y 700
adultos no pacientes de Exner.
Variables SP Dt SNP Dt SPÍ Dt NP Dt
FC 2,17 1,91 1,61 1,63 2,47 1,93 4,09 0,85
CF 1,73 1,51 1,41 1,34 1,67 1,36 2,36 1,27
C 0,62 0,90 0,34 0,69 0,65 1,01 0,08 0,28*
FC+CF+C 4,44 2,75 3,15 1,92 4,65 2,77 6,54 2,52 .
M 4,57 2,79 3,5 2,29 4,69 3,04 4,31 1,92
SumPondC 3,70 2,37 2,54 1,69 3,92 2,34 4,52 1,79
Afr 0,52 0,22 0,49 0,17 0,51 0,21 0,69 0,16
S 4,13 2,56 2,06 1,68 4,67 2,86 1,47 1,21*
*Son Variables no Paramétricas.
La visualización de los datos sugiere que las manifestaciones afectivas de los
SP y de los SPÍ están relajadas como como lo están las de los SNP, pero más
relajadas que las de los adultos no pacientes de Exner.
Para comprobar si las diferencias de las Variables Paramétricas y no Para-
métricas son significativas se utiliza el procedimiento anteriormente indicado.
Realizados los cálculos correspondientes, los resultados están indicados en la
siguiente tabla.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 129

Tabla 2. t de la media de las Variables Paramétricas y z de las no Paramé-


tricas de 82 SP, 80 SNP, 49 SPÍ y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los SP figuran como 1º; los SNP, como 2º; los SPÍ, como 3º y los NP, como
4º.
Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º
FC ** ** ** SumPondC ** ** **
CF - * - M ** ** **
z de C - ** - Afr - ** -
FC+CF+C ** ** ** S ** ** **
** La diferencia es significativa al 0.01
* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Según los resultados encontrados, los SP-SNP y los SPÍ-SNP registran 5 di-
ferencias estadísticamente significativas de las 8 variables estudiadas. Los SPÍ y
los NP, 8 de las 8 analizadas. Estos resultados sugieren que el grado de modula-
ción de las manifestaciones afectivas, en esas variables, será significativamente
diferente.

8.3.2. Variables Estructurales


8.3.2.1. Grado de la modulación de los afectos.
El grado de modulación de la afectividad está reflejado en la proporción
FC:CF+C. Va desde el hípercontrol hasta el descontrol.
Para comprobar el grado de modulación se buscan los porcentajes corres-
pondientes a cada variable.
Tabla 4. Porcentaje de las variables que reflejan la modulación de la afecti-
vidad de 82 SP, 80 SNP y 49 SPÍ.
Variables %SP % SNP SPÍ Variabs % SP % SNP SPÍ
FC=0 18 28 10 CF=1 21 41 22
FC=1 24 32 24 CF>1 52 35 53
FC>1 57 40 65 C>0 25 23 39
CF=0 27 24 24
Según los resultados encontrados
Los SP tienen el 42 % de FC<2, el 52 % de CF>1 y el 25 % de C>0, cuando
lo esperado para un adulto no paciente en la proporción de FC:CF+C es
como 2:1 y C=0; por lo tanto, la modulación reflejada será distinta de la
esperada.
Los SNP tienen el 60 % de FC<2, el 35 % de CF>1 y el 37 % de C>0, cuan-
do lo esperado para un adulto no paciente en la proporción de FC:CF+C
es como 2:1 y C=0; la modulación reflejada será distinta de la esperada.
Los SPÍ tienen un 34 % en FC<2, el 53 % de CF>1 y el 39 % de C>0, esto
sugiere que hay una diferencia en la modulación.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 130

Para comprobar si el grado y la modulación son distintos de lo esperado, se


examinan las variables de la proporción FC:CF+C. Luego se examina Afr, S
y M:SumPondC. Se buscan los porcentajes. Se transcriben los resultados del
Estudio anterior y se indican los encontrados en la modificación en la siguiente
tabla.
Tabla 5. Porcentaje de las variables que reflejan el grado de modulación de
82 SP y de de 80 SNP, y de 48 SNP.
Variables % SP %SNP SPÍ Variables %SP %SNP SPÍ
FC>3CF+C 8 4 7 Afr<0.40 39 46 39
FC>CF+C+1 12 6 28 S>2 73 32 77
FC>CF+C+2 2 6 7 SumPondC>M 17 10 20
CF+C>FC+1 18 10 47 EBPer Posit 13 5 14
CF+C>FC+2 11 16 11 Ambiguales 53 56 43
FC y CF+C=0 3 5 2
Conviene advertir que los protocolos que no cumplen la exigencia, tales como
FC=1, CF=1 y C=0; FC=0, CF=1 y C=0 y otros similares, fueron clasificados
como CF+C>FC+1. En igual forma, los que tienen FC=2, CF=1 y C=0; FC=1,
CF y C = 0 y otros similares, fueron clasificados como FC>CF+C+1 y otros
que no cumplen ninguna de estas condiciones fueron excluidos.
Tal como quedó indicado, el grado de modulación va desde el hípercontrol
hasta el descontrol impulsivo y la ausencia.

8.3.2.2. Modulación hipercontrolada


Según los resultados encontrados, el 8 % de los SP, que además tiene C‘
mayor que dos; el 4 % de los SNP y el 7 % de los SPÍ cumplen las exigencias.
Son personas que tienden a supercontrolar las descargas o los intercambios
emocionales, son personas que tienen miedo a expresar sus emociones. En
esta variable los datos son muy bajos. Eso significa que son muy pocos los
sujetos que tienen esta característica.
Entre SP-SNP la diferencia de 4 puntos y la de 3 entre los SPÍ-SNP no son
significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 1 punto. Las 18 Variables
disminuyen en un 1 % los sujetos que tienden a supercontrolar las descargas
o los intercambios emocionales.

8.3.2.3. Modulación adecuada


El 14 % de los SP, el 12 % de los SNP y el 35 % de los SPÍ siempre o
casi siempre modulan las descargas emocionales. En los adultos, esto es lo
esperado (FC>CF+C como 2:1 y C=0).

En los resultados encontrados, entre los SP-SNP la diferencia de 2 puntos


no es significativa, pero, entre los SPÍ-SNP la de 23 puntos es significativa.
Este resultado llama la atención. No sigue la secuencia. Revisados los
datos, se confirma el resultado. Entre los SP-SPÍ, el porcentaje de los SPÍ
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 131

sube 21 puntos. Las 18 Variables incrementan en un 21 % los sujetos que


modulan adecuadamente la afectividad. Esta diferencia es significativa.

8.3.2.4. Modulación relajada.


El 18 % de los SP, el 10 % de los SNP y el 47 % de los SPÍ expresan es-
pontánea y relajadamente sus afectos, pero tiene fallos frecuentes y graves
(CF+C > FC +1 y C>0).

La diferencia de 8 puntos entre SP-SNP no es significativa, pero, la de 37


entre los SPÍ-SNP es significativa. Lo mismo que en el párrafo anterior,
este resultado llama la atención. No sigue la secuencia. Revisados los datos,
se confirma el resultado. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 29 puntos. Las
18 Variables incrementan en un 29 % los sujetos que expresan espontánea
y relajadamente sus afectos. La diferencia es significativa.

8.3.2.5. Modulación impulsiva.


El 11 % de los SP, el 16 % de los SNP y el 11 % de los SPÍ son impulsivos en
los intercambios o en las descargas emocionales; no modulan la expresión
de sus emociones, su comportamiento es similar al comportamiento de los
niños (CF+C>FC+2 y C>1). A mayor diferencia de puntos, mayor des-
control, mayor intensidad y falta de modulación en las descargas afectivas
y en los intercambios.

La diferencia de 5 puntos entre SP-SNP y entre SPÍ-SNP no es signi-


ficativa. Entre SP-SPÍ, los SPÍ ni suben, ni bajan. Las 18 Variables ni
acrecientan ni disminuyen los sujetos impulsivos.

8.3.2.6. Modulación ausente.


Un 3 % en los SP, un 5 % en los SNP, un 2 % en los SPÍ tienen 0FC:0CF+C.
Las diferencias no son significativas. ¿El tener un cero significa que no
tienen afectividad y por eso no la manifiestan?, ¿o que está tan atrofiada
que no reaccionan ante la estimulación?.

8.3.2.7. Rehuyen la estimulación.


El 39 % de los SP, el 46 % de los SNP y el 39 % de los SPÍ manifiestan
una tendencia a rehuir la estimulación emocional, una incomodidad ante
las emociones, retraimiento social, aislamiento. Estas personas evitan la
estimulación emocional, intentan no ser provocados afectivamente, tienden
a retraerse de los estímulos afectivos, tienen la sensación de que si se ven
implicados van a tener sentimientos dolorosos (Afr<0.40).

Entre los SP-SNP la diferencia de 7 puntos y entre los SPÍ-SNP la de 10


puntos no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ ni suben, ni bajan.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 132

Las 18 Variables ni incrementan, ni disminuyen los sujetos que rehuyen la


estimulación emocional.
Ningún caso presenta una combinación de baja responsividad con híper-
control.

8.3.2.8. Son oposicionistas


El 72 % de los SP, el 32 % de los SNP y el 77 % de los SPÍ manifiestan una
tendencia al negativismo, un antagonismo hacia el medio ambiente o una
tendencia clara a la rabia y a la oposición, una hostilidad hacia el medio
ambiente.
Entre los SP-SNP la diferencia de 40 puntos y entre los SPÍ-SNP la de
45 puntos son significativas. Esta variable una de las que los identifica.
Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 5 puntos. Las 18 Variables incrementan
en un 5 % los sujetos que manifiestan una tendencia al negativismo, un
antagonismo hacia el medio ambiente o una tendencia clara a la rabia y a
la oposición, una hostilidad hacia el medio ambiente.

8.3.2.9. Son extratensivos.


Para poder determinar quienes son extratensivos y quienes son ambiten-
dentes o ambiguales es necesario que EA sea mayor que tres. El 17 % de
los SP, el 10 % de los SNP y el 20 % de los SPÍ cumplen la exigencia, por lo
tanto, son extratensivos. Estas personas mezclan, durante sus actividades,
los sentimientos con el pensamiento para solucionar sus problemas; sus ac-
tividades son imprecisas, poco lógicas, están marcadas por la ambigüedad;
les gusta la actividad de ensayo y error y toleran mejor sus errores; son
más lábiles en las descargas emocionales; utilizan las relaciones interper-
sonales como fuentes de obtención de gratificación; cometen más errores,
pero consiguen más aciertos que los introvertidos.
Entre los SP-SNP la diferencia de 7 puntos y entre los SPÍ-SNP la de 10
puntos no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 3 puntos.
Las 18 Variables incrementan en un 3 % los sujetos extratensivos.
Entre el 17 %, el 10 % y el 20 % vs el 44 % de los adultos no pacientes de
Exner, las diferencias son significativas.

8.3.2.10. Son extratensivos rígidos.


El 13 % de los SP, el 5 % de los SNP y el 14 % de los SPÍ tienen EBPer
Positivo. Son los extratensivos rígidos. La rigidez les resta eficacia en el
proceso de la adaptación.
La diferencia de 8 puntos entre SP-SNP y la de 9 entre DR-SNP no son
significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 1 punto. Las 18 Variables
incrementan en un 1 % los sujetos extratensivos rígidos.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 133

8.3.2.11. Son ambitendentes.


Entre los ambitendentes o ambiguales hay 3 casos de los Pf y 12 de los NPf
que tienen EA<3. Otros autores, a estos casos, los denominan coartados.
Entre los ambitendentes o ambiguales hay 3 casos de los SP, 3 de los
SPÍ y 12 de los SNP que tienen EA<3. Otros autores, a estos casos, los
denominan coartados. Incluidos estos casos, el 53 % de los SP, el 56 % de
los SNP y el 43 % de los SPÍ son ambitendentes. El ambitendente no tiene
una forma definida de manejar los datos de la realidad, es vacilante, gasta
mucha energía, es incoherente, tiene una conducta imprevisible. Unas veces
procesa afecto, otras utiliza la ideación. Comete más errores y consigue
menos aciertos.
La diferencia de 3 puntos entre los SP-SNP y la de 13 entre SPÍ-SNP no
son significativas. Entre SP-SPÍ, los SPÍ bajan 10 puntos. Las 18 Variables
disminuyen en un 10 % los sujetos ambiguales.
Entre el 53 %, 56 % y el 43 % vs el 20 % de los adultos no pacientes de
Exner, las diferencias son significativas.

8.4. Conclusiones
8.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas
Entre SP-SNP para FC, CF, FC+CF+C, M, S, SumPondC
Entre SP-NP para FC, CF, CPura, FC+CF+C, SumPondC, M, S.
Entre SPÍ-SNP para FC, CF, FC+CF+C, M, S, SumPondC

8.4.2. La Hipótesis 2 no es cierta


Los SP y los SPÍ son diferentes de los SNP, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos.
Los dos grupos tienen sujetos impulsivos en los intercambios o en las des-
cargas emocionales.
Tienden a supercontrolar las descargas emocionales o los intercambios por
miedo a expresar sus emociones
No reflejan las manifestaciones afectivas.
Evitan la estimulación emocional, sienten incomodidad ante las emociones.
Son extratensivos
Son extratensivos rígidos.
Son ambitendentes.
CAPÍTULO 8. AFECTIVIDAD 134

8.4.3. La Hipótesis 3 es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, pero las diferen-
cias son significativas
Los SP y los SPÍ tienen un porcentaje significativamente superior de sujetos:

Que siempre o casi siempre modulan más o menos adecuadamente las


manifestaciones afectivas de acuerdo a lo esperado.

Que expresan sus afectos, más o menos espontánea y relajadamente, co-


metiendo fallos más o menos graves.

Que son oposicionistas.

8.4.4. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, pero las diferen-
cias no son significativas

8.4.4.1. Las 18 Variables incrementan en


Un 3 % los sujetos extratensivos.

Un 1 % los sujetos extratensivos rígidos.


Un 5 % los sujetos oposicionistas

8.4.4.2. las 17 variables bajan en


Un 1 % los sujetos supercontrolados
Un 10 % los ambiguales.

8.4.4.3. las 17 variables ni bajan, ni aumentan


Los sujetos impulsivos

Los sujetos que rehuyen la estimulación emocional.


Capítulo 9

Afectividad disfórica.

9.1. Estado de la cuestión.


Según la literatura, la afectividad disfórica se manifiesta en la tristeza,
decaimiento, desánimo, pesimismo, derrota, retraimiento, desvalimiento,
aislamiento, rendimiento inferior a los recursos, fuertes tensiones internas,
ansiedad, angustia, sentimientos de abandono.

Según los estudios pertinentes, la afectividad disfórica presenta tres carac-


terísticas:

9.1.1. Ansiedad - Angustia


En general, el crecimiento se realiza en forma armoniosa, tranquila, aun-
que sea relativamente. Sin embargo, no siempre sucede así. Factores negativos
provocan ansiedad, angustia, manifestaciones distintas que proceden fundamen-
talmente de una misma cosa: un miedo sin objeto concreto. No se trata de un
miedo que surge de la amenaza de un peligro real que puede ser definido, sino
de algo vago o indeterminado, considerado como peligro amenazador. Algunas
personas, frente a esa peligrosidad, reaccionan con angustia o con ansiedad. La
ansiedad y la angustia son dos conceptos que parecen tener un denominador co-
mún: miedo a un peligro indeterminado. No obstante, la ansiedad y la angustia
son diferentes.
Según López Ibor (1963), la ansiedad se traduce como movilidad. La persona
se mueve con cierto desorden, reacciona con sobresaltos, registra síntomas de
falta de aire, sensaciones de ahogo. La angustia suele manifestarse como sobreco-
gimiento, sensaciones de opresión en la garganta, en el epigastrio, en el corazón
o en la región precordial. La persona se reclina sobre el pecho y permanece así
hasta que se pase la crisis.
Vallejo Nájera (1964) tiene la misma opinión. Estima que la angustia y la
ansiedad son diferentes. La angustia es como el sustracto de todas las neurosis y
psicopatías. En la angustia dominan los sentimientos corporales; en la ansiedad

135
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 136

se percibe con más intensidad lo psíquico; no obstante, las dos tienen un elemento
común, el temor de algo indefinido.
Poveda (1981) estima que la ansiedad aparece en las relaciones de la persona
con lo que ella considera sus límites. Se presenta como una emoción, como un
estado. Puede estar ligada a la situación estímulo, a suscitar, o puede ser algo
característico de la personalidad del individuo que acompaña y caracteriza a su
existencia.
Freud (1967) presenta a la ansiedad como un estado de tensión. Cuando la
tensión no puede ser eficazmente manejada, reduce a la persona a un estado de
desamparo infantil. Clasifica a la ansiedad en real, neurótica y moral.
Exner (1978, pág. 100) dice: "La ansiedad inhibe o fragmenta las operaciones
de concentración que se requieren para la reflexión".
La ansiedad o angustia son signos de inadaptación general. El crecimiento,
dadas estas circunstancias, no puede ser balanceado.

9.1.2. Sentimientos de abandono.


El sentimiento de abandono, según Porot (Cit. por Ríos González, 1939);
consiste en la ausencia, relajación o rotura de un ligamen afectivo de apoyo que
lleva consigo, en la mayor parte de los casos, el olvido de las obligaciones morales
o materiales que llevaba unidas.
La carencia afectiva se da cuando la madre envía mensajes a través del
mundo táctil, i.e., reacciones negativas, tales como irritabilidad, pena, llanto y
el niño contesta con rechazo. Si el niño no recibe la sensación de ser aceptado
como persona, como objeto de placer y orgullo para su madre, reacciona con
rechazo. Si la comunicación es brusca, irregular, desigual, aparecen reacciones
de angustia, ansiedad, miedo y agresividad.
En tempranas edades se pueden dar semicarencias. Estas determinan com-
portamientos alterados. Aparecen entre otras variables, rasgos de pasividad,
escasa iniciativa, uniformidad estereotipada y dependencia del observador, psi-
comotricidad retrasada.
La información recibida del padre es asumida como modelo de identificación
primaria, de masculinidad (para el varón), de seguridad. La carencia de tiempo,
intimidad e intensidad en la comunicación provocará una tendencia a buscar
otros modelos de identificación. El padre vincula al hijo con el medio ambiente.
El sentimiento de abandono en la escuela puede estar provocado por la ne-
cesidad de apoyos afectivos, de aprobación por el éxito, de valoración por el
esfuerzo, de necesidad, de seguridad y autoestima. El retraso escolar es una
contestación, un rechazo, una protesta de tipo afectivo en las relaciones interfa-
miliares que las viven como un abandono.
En el medio ambiente familiar, la comunicación es la base del intercambio
afectivo. Existen familias que "crean" individuos necesitados de apoyo. Falla
el sistema de comunicación afectiva. La información tiene una intencionalidad
muy amplia, va desde los gestos hasta las palabras. El vacío puede desencadenar
conflictos. El control es necesario. El establecer límites, el señalar prohibiciones,
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 137

según Rof. Carballo (1972) hace que el hombre se haga hombre, i.e., se estructure
en forma más rica, más compleja y así construya su personalidad.
Spitz (1972) constata que lo complejo del contenido da margen para hablar
de síndrome de abandono o carencia afectiva. La fijación precoz de un compor-
tamiento reactivo desencadena dependencias exageradas, agresividad latente,
repliegue sobre sí mismo. Estas variables las comprobó en la situación "Hospi-
talismo"
Para Guex (1950), en general, los efectos del sentimiento de abandono son
angustia, agresividad y falta de autovaloración.

9.1.3. Conflictos
En algunos casos los impulsos que originan los deseos son antagónicos entre
sí, es decir, unos siguen una dirección y otros, precisamente la opuesta. Cuando
esto se produce, se ha producido un conflicto. Cuando esto sucede, se suele
traducir en un comportamiento "ambivalente", en otras palabras, en una lucha
interior. Esta lucha representa un despilfarro de energía. Cuando se incrementa
hasta llegar a constituir una forma estable de perturbación, origina las llamadas
Psiconeurosis. La armonía del crecimiento queda bloqueada.

9.1.4. La Afectividad Disfórica en el Rorschach


Según los autores, existe una relación entre las respuestas de sombreado y
la afectividad disfórica,
La opinión de Serebrinsky (1948, pág. 90) puede servir de punto de partida:
"Todos los autores están acordes en que las respuestas grises revelan estados
disfóricos, angustiosos. Cuánto menos ligado se halle el gris a la forma, mayor
libertad tiene la angustia. Su control parece vinculado a las formas bien vistas”
Rorschach (1964) atribuyó a las respuestas de claroscuro el valor sintomático
de una adaptación afectiva angustiosa-prudente-reprimida y de una tendencia a
la disposición fundamental depresiva del ánimo.
Según Rapaport (1959) las interpretaciones del claroscuro emergen de un
estado anergético (sin energía, ausencia de actividad) del cansancio psicológico;
expresan un estado de ánimo central casi siempre de tipo disfórico (ansiedad,
irritabilidad, tristeza, pesimismo, sentimientos depresivos). El apoyo en el som-
breado se convierte en síntoma de ansiedad principalmente por las dificultades
de articulación con la consiguiente vaguedad que ello implica.
Klopfer (1966, pág. 146), dice: "Las clasificaciones de sombreado indican, en
general, el modo como el individuo maneja su necesidad de afecto, de pertene-
cer a algo o a alguien y de obtener contactos satisfactorios. Todas las personas
tienen estas necesidades elementales". Las respuestas de sombreado difuso son
signos de angustia provenientes de frustraciones afectivas. Traducen excitaciones
interiores ya en forma de ansiedad, ya en forma de tendencias introspectivas a
las que recurre la persona para disipar la ansiedad. Las respuestas k, kF y Fk re-
presentan un esfuerzo ineficaz para intelectualizar la ansiedad proveniente de la
frustración de las necesidades afectivas. La interpretación sombreado-pasividad
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 138

tiene menos estudios, pero los resultados son más consistentes. Prefiere inter-
pretar las respuestas sombreado difuso como indicativas de una forma de in-
defensión psicológica y/o inhibición que, pueden ir acompañadas de ansiedad.
Sugieren parálisis o resignación ante la tensión, experiencias emocionales peno-
sas. Estas respuestas aparecen con las frecuencias medias más altas en pacientes
externos, en internos depresivos, en niños adolescentes retraídos.
Según Loosli Usteri (1965) la reacción afectiva depende del carácter del estí-
mulo. Si tiene partes distinguibles, provocará sobre todo sentimientos aislados,
mientras que si tiene partes que tienen características comunes, provocará una
reacción afectiva difusa.
Bohm (1945, pág. 109), comentando a Binder, dice: "Las interpretaciones
de sombras significan en cada caso un dominio del intelecto, pero además una
capacidad de adaptación afectiva específica y finamente matizada, próxima a
la capacidad de adaptación afectiva general de las FFb .Las interpretaciones
del claroscuro son, por el contrario, expresión del estado de ánimo central casi
siempre de tipo disfórico".
Christoffel, señala Bohm (1945), demostró que las respuestas de claroscuro
son especialmente típicas en los estados de angustia.
Según Exner (1978, pág. 129), cada respuesta de sombreado difuso o de
claroscuro, "representa una forma de experiencia emocional para el sujeto y
cada una de estas experiencias, tiene un efecto irritante, y es esta irritación la
que crea un estímulo o un efecto de aviso. Este efecto se puede manifestar como
tensión, ansiedad, aprehensión o algún otro tipo de incomodidad internamente
experimentada".
.
Indicadas las diversas opiniones de algunos Autores, a continuación se indi-
can los significados de las variables que reflejan la afectividad disfórica.

9.1.4.1. Significado del Color Acromático.


Las respuestas acromáticas, según Klopfer (1966), Rapaport (1959), Bell
(1964) representan una reacción rica y variada a toda clase de estímulos o una
responsividad amortiguada y vacilante a los estímulos externos; constituyen un
freno a la actividad interna originando cautela y reserva frente a nuevas situacio-
nes, revelan un elemento frío y rígido de la personalidad. Pueden revelar también
impresionabilidad artística, si se hallan en un protocolo con muchas respuestas
cromáticas; en caso contrario, manifiestan tendencias depresivas y, en el fondo,
ansiedad.
Según Loosli (1939) las respuestas clob indican que el sujeto se abandona
sin resistencia a la impresión desagradable del carácter negro de las manchas;
incapaz de movilizar las fuerzas de defensa se rinde en forma pasiva.
Para Bates Ames (1972) indican una necesidad de hacer algo activamente
para relajar una ansiedad perturbadora. En las respuestas clob el núcleo de la
personalidad del sujeto es sacudido, se abandona a sí mismo sin resistencia a los
estados de ánimo disfóricos intensos.
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 139

Según Portuondo (1976) las respuestas acromáticas indican siempre cierta


cautela afectiva, ánimo deprimido.
Para Rapaport (1965) las respuestas acromáticas son provocadas por un
cierto freno puesto a la afectividad intensa.
Exner (1978, pág. 134) dice: "Se ha demostrado que el determinante C’ se re-
laciona con la constricción emocional. Es como un morderse la lengua psicológico
en dónde la emoción queda detenida más que exteriorizada y, en consecuencia,
genera irritación ... La emoción se libera, pero no se manifiesta directamente al
mundo externo".

9.1.4.2. Significado de las R. de Sombreado Difuso.


Binder (Cit. por Loosli Usteri, (l965, pág. 93) fue el primero en utilizar el
sombreado difuso como respuesta. Distinguió las que son dadas con gusto y les
atribuyó “el valor diagnóstico de afectividad finamente matizada, dispuesta en
todo momento para adaptarse a los demás” y las que denotan cierta ansiedad.
Según Klopfer (1966, pág. 148), las respuestas de sombreado difuso "se rela-
cionan con la angustia creada por la frustración de necesidades afectivas, frustra-
ción contra la cuál el individuo no ha dirigido defensas adecuadas". Las respues-
tas de la utilización amortiguada del sombreado "parecen indicar la existencia
de angustia respeto a las necesidades afectivas que el individuo intenta ocultar
por medio de la intelectualización".
Rapaport (1965 pág.222) coincide con Beck y Klopfer. Las repuestas al cla-
roscuro (Ch) son "un índice de ansiedad y que con su mayor intensidad aumenta
el número de Ch. Un gran número de ChF especialmente de Ch denota una an-
siedad total y paralizante".
Para Beck (1967), las respuestas de sombreado difuso indican ausencia de
actividad, retirada dolorosa dentro de la pasividad emocional.
Exner (1974, pág. 87), opina que las respuestas de sombreado difuso reflejan
"una forma de indefensión psicológica y/o inhibición que pueden ir acompa-
ñadas de ansiedad. Estas respuestas de sombreado difuso sugieren parálisis o
resignación ante la tensión y son, como otras respuestas a las características
grises y negras de las manchas, experiencias emocionales penosas". Y en otro
lugar, (1994), los datos que relacionan el sombreado y la ansiedad son obvia-
mente equívocos y en el mejor de los casos permiten interpretar las respuestas
Y como representando, algunas veces, ciertos tipos de ansiedad, pero sin que se
los pueda considerar sistemáticamente como indicador indirecto de ansiedad.
- La Y es la variable más inestable. Se espera una. Representa reacciones a
situaciones externas, sentimientos de indefensión, de desvalimiento. La persona
está afectivamente paralizada; durante un tiempo, su capacidad de respuesta
está bloqueada. Si m representa la estimulación ideacional que genera tensión y
malestar, Y representa su equivalente en lo afectivo y genera un intenso malestar
emocional.
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 140

9.1.4.3. Significado de FT.


Según Klopfer (1966), Beck (1967) las respuestas de textura se relacionan
con la conciencia que tiene el sujeto con respecto a sus necesidades de afecto
y de dependencia; con la sensibilidad o los matices del mundo subjetivo; con
la preocupación por la cantidad de afecto y atención que espere recibir. La Fc
representa la conciencia y la aceptación de las necesidades afectivas propias y de
las necesidades afectivas de los demás. Son experimentadas en función del deseo
de aprobación y correspondencia de los demás. La ausencia de Fc constituye un
signo de desajuste. Las cF y c indican la necesidad de unión, de dependencia
excesiva de los otros, la necesidad de contacto físico. Fc debe superar a cF+c,
si no es así, constituye un índice de inmadurez.
Según Exner (1978, pág. 130) una respuesta de textura "indica el impacto
emocional de la necesidad de contacto afectivo, más que la necesidad en sí mis-
ma. La ausencia de T puede implicar que el sujeto ha abandonado la experiencia
de necesidad natural". La T representa la historia del desarrollo afectivo. El tac-
to es estímulo del recién nacido. La proximidad es un canal de comunicación.
Hay una gran relación entre el tacto y el afecto que no desaparece.
- Un aumento de T sugiere que el sujeto experimenta una gran irritación
debido a las necesidades no gratificadas de afiliación emocional; el sujeto expe-
rimenta soledad.
- La ausencia de T refleja la extinción del contacto táctil, una ruptura o
un mal funcionamiento, razón por la cuál no se dan las manifestaciones de las
necesidades de proximidad. Esto en los niños es falso. El niño necesita estar en
situación de proximidad afectiva, pero las situaciones penosas hacen que no se
esfuerce.
- La respuesta TF se relaciona con una incapacidad del sujeto para gratificar
su fuerte necesidad de afecto.

9.1.4.4. Significado de las Respuestas V.


Klopfer (1966), Beck (1965) indican que las respuestas de vista represen-
tan un esfuerzo por comprender y tolerar la ansiedad; representan sentimientos
de autoevaluación negativa; sentimientos de inferioridad, de inadecuación, de
vanidad interior, de pequeñez, de distanciamiento del mundo interior; pero se
vinculan todavía a una buena adaptación. Más de 3FK es un signo de intros-
pección autoconsciente.
Según Exner, (1978, pág. 132), las respuestas V se dan con una frecuen-
cia muy baja, parecen caracterizar un "fenómeno situacional", representan "una
experiencia emocional de tipo interno y negativo asociada a autoexamen o in-
trospección"... La baja frecuencia de la respuesta V en todos los grupos, excepto
en los que tienen tratamiento, indican que la presencia de una sola respuesta
V debe ser motivo de una cuidadosa evaluación. Las respuestas V poseen un
elemento afectivo asociado que puede crear, y a menudo sucede, una distorsión
de lo que se ve".
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 141

9.1.4.5. Significado de CP.


Esta variable es de Piotrowski. CP refleja simpleza emocional. Correspon-
de a sujetos que tratan de encubrir sentimientos de indefensión mediante la
introducción de una emoción eufórica, pero irreal.
- CP>0 corresponde a sujetos que niegan la presencia de las emociones irri-
tantes o displacenteras y las sustituyen por una falsa emoción positiva o por la
atribución irreal de un valor positivo a las situaciones. Es un proceso maniaco
o histeroide que distorsiona la realidad para evitar enfrentarse con lo desagra-
dable. Es una estrategia de negación de la realidad.

9.1.4.6. Significado de las Respuestas Complejas


La interpretación debe basarse tanto en la cantidad como en el contenido. Las
respuestas de determinantes múltiples representan una actividad considerable de
análisis y de síntesis de los elementos del estímulo. Es lo opuesto a lo que sucede
en F pura. El número esperado oscila entre cuatro y siete, depende del EB. Los
intratensivos dan menos que los extratensivos y ambitendentes (ambiguales).
Los niños y los pacientes dan una por lo menos.
- Complejs.<4. Reflejan pobreza o constricción psicológica, baja sensibilidad
hacia el mundo personal y hacia el entorno, limitación intelectual. El proceso
cognitivo es menos complejo de lo se espera.
- Complejs>7. Si hay recursos disponibles abundantes, es positivo; si los
recursos disponibles son limitados o existen problemas de control o modula-
ción, es negativo. El funcionamiento complejo puede favorecer las situaciones
de desorganización, máxime, si aparecen más de dos variables. En las Respues-
tas Complejas, cuando está involucrado el afecto, no hay un criterio fijo, son
innumerables las combinaciones. El análisis de los componentes proporcionará
la información correspondiente. Si en estas respuestas se encuentra una m o
una Y significa que en ellas está involucrado el afecto y el estrés situacional
puede incrementar el funcionamiento psicológico. Las Respuestas Complejas en
las cuáles hay movimiento y FD se relacionan con operaciones ideacionales que
generan emociones.
- Un alto porcentaje (90 %) se relaciona con vivencias afectivas (color cro-
mático, acromático y sombreado).

9.1.4.7. Significado de Respuestas C-SH.


Son más frecuentes, un 36 % entre los no pacientes; un 20 % para niños y
adolescentes y un 55 % para depresivos.
En Beck representan placer y dolor, simultáneamente.
En Exner (1994) reflejan sentimientos positivos y negativos hacia una misma
situación, una experiencia emocional confusa, una mezcla de afectos, una ambi-
valencia. La ambivalencia provoca confusión por cuanto el sujeto experimenta
sentimientos de placer y de dolor frente a un mismo estímulo emocional y, en
consecuencia, afecta a las relaciones interpersonales. Su presencia constituye un
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 142

indicio de conflicto emocional. Suele ser situacional si hay Y; crónico, si no hay


Y.

9.1.4.8. Significado de las Respuestas SH-SH.


Las Compjs SH-SH son muy infrecuentes, aparecen en depresivos (9 %) y en
drogadictos (12 %).
- La presencia de una variable indica afectos dolorosos e irritables.
- La de dos o más, en la misma repuesta, representa un número mayor de
vivencias que producen un impacto perturbador en casi todas las funciones
afectivas y ejercen una influencia negativa en el pensamiento.
El análisis de los Contenidos informará sobre sus orígenes. Si hay una Y, el
problema es situacional. Las experiencias son reactivas a una situación externa
estresante. En caso contrario, si hay T,V,C’, es crónico y las consecuencias son
más graves. La modificación es más difícil. En cualquiera de los casos, reflejan la
existencia de conflictos emocionales que incrementan el sufrimiento experimen-
tado. El que sea crónico o situacional no modifica lo fundamental, pero tiene
relación con el pronóstico y la planificación de la terapia.

9.1.4.9. Significado de SumC´:SumPondC.


La relación indica el grado de constricción afectiva con el procesamiento de
emociones deliberadas. El lado izquierdo debe ser inferior al derecho; en caso
contrario, la persona internaliza demasiado las descargas emocionales que debe-
rían ser externalizadas, lo cuál aumenta la tensión y favorece la somatización.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-
cado el significado de cada una de las variables del Rorschach, es procedente
añadir a la pregunta hecha en el Estudio anterior: ¿los SP están afectados por
la afectividad disfórica?, dos más: ¿los SPÍ y los SNP son significativamente
diferentes?; ¿la modificación producida por el incremento de las 18 Variables es
significativa?. Se responde a las preguntas formulando las siguientes hipótesis

9.2. Hipótesis.
1. Las diferencias entre los Estadísticos Descriptivos de los SP-SNP, SP-NP
y SPÍ-SNP son significativas.
2. Las diferencias entre las Variables Estructurales de los SP-SNP y SPÍ-SNP
son significativas.
3. La modificación producida por el incremento de las 18 Variables es signi-
ficativa.

Para comprobar si los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP se toman las variables que
reflejan los trastornos emocionales: T, C‘, Y, V, CP, Compljs, Compjs C-SH.
La muestra, el procedimiento, los cálculos son los mismos que los indicados en
el primer Tema. Los resultados están indicados en sendas tablas.
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 143

9.3. Resultados. Análisis de resultados.


9.3.1. Estadísticos Descriptivos
9.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son signi-
ficativas.
Para comprobar si los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son significativamente
diferentes, se calculan los Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan
trastornos afectivos. Los resultados se encuentran en la siguiente tabla.
Tabla 1. Estadísticos Descriptivos de 82 SP, de 49 SPÍ, de de 80 SNP y 700
adultos no pacientes de Exner.
Variables SP Dt SNP Dt SPÍ Dt M NP Dt
T 0,52 0,96 0,24 0,79 0,51 1,06 1.03 0,58*
C’ 1,99 1,66 1,19 1,44 2,37 1,80 1,53 1,25*
V 0,45 0,85 0,47 0,71 0,52 0,92 0,57 1,00* .
Y 0,95 1,18 0,84 0,97 0,96 1,26 0,26 0,58*
CP 0,05 0,27 0,03 0,18 0,08 0,34 0,02 0,14*
Compljs 4,61 2,96 3,05 2,03 4,74 3,09 5,16 1,93
CompC-SH 0,45 0,93 0,18 0,42 0,31 0,69 0,46 0,69*
*Son Variables no Paramétricas.
Como se puede observar las diferencias de los promedios de los dos grupos
no son tan potenciadas. Esto significa que no son significativas.
Las diferencias entre los adultos no pacientes de Exner y los SP están más
potenciadas. Eso sugiere que las diferencias pueden ser estadísticamente signifi-
cativas.
Para comprobar si las afirmaciones son ciertas, se calcula la t de la media de
las Variables Paramétricas. Se buscan los porcentajes de las frecuencias de las
no Paramètricas y se calcula la z mediante el Método de la Proporción de dos
Poblaciones. Los resultados se indican en la siguiente tabla.
Tabla 2. t de la media de las Variables Paramétricas y z de las no Paramé-
tricas de 82 SP, de 49 SPÍ, de 80 SNP y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los SP figuran como 1º; los SNP como 2º; los SPÍ como 3º y los NP como

Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º
T ** ** ** CP - - -
C ** ** ** CompC-SH - - -
V - * - Compljs ** ** **
Y - ** -
** La diferencia es significativa al 0.01
* La diferencia es significativa al 0.05
- La diferencia no es significativa.
Según estos resultados, entre SP-SNP y SPÍ-SNP las diferencias son sig-
nificativas para 3 de la 7 variables analizadas. Entre los SP y los adultos no
pacientes, las diferencias son significativas para 5 de las 7 variables analizadas.
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 144

Para conocer en qué dimensión se diferencian los SP de los demás, si es


que se diferencian, se buscan los porcentajes de las variables que explican la
afectividad disfórica. Los resultados están indicados en la siguiente tabla.

9.3.2. Variables Estructurales


Para conocer en qué dimensión se diferencian los grupos se buscan los por-
centajes de las variables que explican la afectividad disfórica. Se realizan los
cálculos pertinentes. Se indican los resultados encontrados en la modificación y
los resultados del Estudio anterior.
Tabla 3. Porcentaje de las variables de la afectividad disfórica de 82 SP, de
49 SPÍ y de 80 SNP.
Variables SP SNP SPÍ Variables SP SNP SPÍ
SH>FM+m 19 6 20 V>0 29 36 32
T=0 67 86 71 Compljs<4 35 61 32
T>1 11 5 11 CpljsC-SH>0 28 16 20
Y>1 27 26 26 CP>0 3 2 6
C‘>2 29 14 47 SumC‘>SPC 11 15 12
.

9.3.2.1. Los SP experimentan un intenso malestar emocional.


Cuatro casos de SP, 5 de SNP y 4 de SPÍ, que tienen FM+m=1, son supri-
midos, por cuanto este valor tiene que ser por lo menos dos. De este modo,
el 19 % de los SP, el 6 % de los SNP y el 20 % de los SPÍ experimentan un
intenso malestar emocional, están angustiados (SumSH>FM+m).
Entre los SP-SNP hay 13 puntos, la diferencia es significativa al 0,05 (2,46)
y entre los SPÍ-SNP la diferencia de 14 es significativa. Es lo esperado.
Es una de las variables que los identifica. Entre los SP-MRS, los SPÍ
incrementan 1 punto. Las 18 Variables incrementan en un 1 % los sujetos
que tienen un intenso malestar emocional.

9.3.2.2. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo.


Si la T, según Exner, "indica el impacto emocional de la necesidad de
contacto afectivo, más que la necesidad en sí misma”, si representa la
historia del desarrollo afectivo, si el tacto es estímulo del recién nacido y
si la proximidad es un canal de comunicación, entonces el 67 % de los SP,
el 86 % de los SNP y el 71 % de los SPÍ neutralizan las necesidades de
contacto afectivo y ha abandonado la experiencia de necesidad natural de
afecto, o se ha roto o se ha extinguido, o no funciona bien, razón por la
cuál no se dan las manifestaciones de las necesidades de proximidad (T=0).
Parece que nuestros bebés tienen satisfechas las necesidades de cercanía
emocional y por eso posteriormente no las perciben y en consecuencia no
las verbalizan.
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 145

Entre los SP-SNP los 19 puntos de diferencia es significativa y entre los


SPÍ-SNP los 15 puntos es significativa al 0,05 (2,25). Entre los SP-SPÍ, los
SPÍ suben 4 puntos. Las 18 Variables incrementan en un 4 % los sujetos
que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.
Las diferencias entre los grupos y los adultos no pacientes de Exner (67 %,
86 % y 71 % vs. 11 %) son significativas.

9.3.2.3. Están irritados.


El 11 % de los SP, el 5 % de los SNP y el 11 % de los SPÍ experimentan
una gran irritación debido a las necesidades no gratificadas de afiliación
emocional y siente y experimenta soledad (T>1).
Entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP las diferencias de 6 puntos no es
significativa. Entre SP-SPÍ, los SPÍ ni aumentan, ni disminuyen. Las 18
Variables ni incrementan, ni disminuyen los sujetos irritados.

9.3.2.4. Experimentan sentimientos de abandono.


El 27 % de los SP, el 26 % de los SNP y el 26 % de los SPÍ están afectados
por sentimientos de desamparo, de abandono, provocadores de angustia
(Y>1).
La diferencia de 1 punto entre SP-SNP no es significativa. Entre SPÍ-
SNP no hay diferencia. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 1 punto. Las 18
Variables incrementan en un 1 % los sujetos afectados por sentimientos de
abandono.

9.3.2.5. Inhiben las manifestaciones afectivas.


El 29 % de los SP, el 14 % de los SNP y el 47 % de los SPÍ inhiben las
manifestaciones afectivas. La emoción se libera, pero queda detenida más
que exteriorizada, no se manifiesta explícitamente a los demás y, en con-
secuencia, genera sentimientos de irritación (C‘>2).

Los 15 puntos de diferencia entre SP-SNP y los 33 puntos entre SPÍ-SNP


son significativos. Es lo esperado. Es una de las variables que los identifica.
Entre los SP-SPÍ, los SPÍ incrementan 18 puntos. Las 18 Variables incre-
mentan en un 18 % los sujetos que inhiben las manifestaciones afectivas.
La diferencia es significativa

9.3.2.6. Se auto denigran.


El 29 % de los SP, el 36 % de los SNP y el 32 % de los SPÍ están afec-
tados por experiencias emocionales internas de tipo negativo asociadas
a autoexamen o introspección. Estas personas se auto denigran, se auto
reprochan (V>0).
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 146

Entre SP-SNP hay 7 puntos de diferencia y entre SPÍ-SNP, 4, las diferen-


cias no son significativas. Ente los SP-SPÍ, los SPÍ suben 3 puntos. Las 18
Variables incrementan en un 3 % los sujetos que están afectados por ex-
periencias emocionales internas de tipo negativo asociadas a autoexamen
o introspección.

9.3.2.7. Niegan las emociones displacenteras.


El 3 % de los SP, el 2 % de los SNP y el 6 % de los SPÍ tienen CP>0. Son
personas que niegan la presencia de las emociones irritantes o displacente-
ras y las sustituyen por una falsa emoción positiva o por la atribución irreal
de un valor positivo a las situaciones. Es un proceso maniaco o histeroide
que distorsiona la realidad para evitar enfrentarse con lo desagradable. Es
una estrategia de negación de la realidad.
Entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP las diferencias de 1 y la de 4 no son
significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 3 puntos. Las 18 Variables
incrementan en un 3 % los sujetos que niegan la presencia de las emociones
irritantes o displacenteras y las sustituyen por una falsa emoción positiva
o por la atribución irreal de un valor positivo a las situaciones. En todo
caso, la representatividad de los grupos es baja. Eso sugiere que son muy
pocos los sujetos que tienen esa característica. Exner tiene registrados 13
casos (0.018 %).

9.3.2.8. Tienen sentimientos ambivalentes.


El 28 % de los SP, el 16 % de los SNP y el 20 % de los SPÍ tienen CompljsC-
SH>0. Corresponde a personas que reflejan sentimientos positivos y nega-
tivos hacia una misma situación. Es una experiencia emocional confusa,
es una mezcla de afectos, es una ambivalencia que provoca confusión por
cuanto experimentan sentimientos de placer y de dolor frente a un mis-
mo estímulo emocional y, en consecuencia, están afectadas las relaciones
interpersonales.
La diferencia de 12 puntos (1,84) entre SP-SNP y la de 4 entre los SPÍ-
SNP no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 8 puntos. Las
18 Variables disminuyen en un 8 % los sujetos que tienen sentimientos
ambitendentes.
Los SP, SNP, SPÍ, SNP son significativamente diferentes de los adultos no
pacientes de Exner (28 %, 16 % y 20 % vs 5 %)

9.3.2.9. Suprimen la externalización de las descargas emocionales


El 11 % de los SP, el 15 % de los SNP y el 12 % de los SPÍ tienen SumC‘>SumPondC.
Estas personas internalizan demasiado las descargas emocionales que de-
berían ser externalizadas. Esto aumenta la tensión y favorece la somatiza-
ción.
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 147

Entre los SP-SNP la diferencia de 4 puntos y entre SPÍ-SNP la de 3 pun-


tos no son significativas. Entre SP-SPÍ, los SPÍ suben 1 punto. Las 18
Variables incrementan en un 1 % los sujetos que internalizan demasiado
las descargas emocionales.

9.3.2.10. Tienen un funcionamiento psicológico complejo.


El 35 % de los SP, el 61 % de los SNP y el 32 % de los SPÍ tienen Compljs>4.
Estas personas reflejan un proceso cognitivo concreto, baja sensibilidad
hacia el mundo personal y hacia el entorno.
Los 26 puntos de diferencia entre los SP-SNP y la de 29 entre SPÍ-SNP
son significativas. Es lo esperado. Esta variable los identifica. Entre los
SP-SPÍ, los SPÍ bajan 3 puntos. Las 18 Variables bajan en un 3 % los
sujetos que reflejan un proceso cognitivo concreto.

9.4. Conclusiones
9.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Entre SP-SNP para T, C´, Compljs
Entre SP-NP para T, C´, V, Y y Compljs.
Entre SPÍ-SNP para FC, CF, FC+CF+C, M, S, SumPondC.

9.4.2. La Hipótesis 2
9.4.2.1. No es cierta
Los SP y los SPÍ son diferentes de los SNP, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos.

Los SP-SNP y los SPÍ-SNP experimentan una gran irritación debido a las
necesidades no gratificadas de afiliación emocional y sienten y experimen-
tan soledad.

Están más afectados por experiencias emocionales internas de tipo nega-


tivo asociadas a autoexamen o introspección que se auto denigran, que se
auto reprochan.

Reflejan un proceso cognitivo concreto, baja sensibilidad hacia el mundo


personal y hacia el entorno.
Suprimen las descargas emocionales que deberían ser externalizadas. Esto
aumenta la tensión y favorece la somatización.

Reflejan sentimientos positivos y negativos hacia una misma situación:


una mezcla de afectos, una experiencia emocional confusa.
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 148

Están afectados por sentimientos de desamparo, de abandono, provocado-


res de angustia.
Niegan la presencia de las emociones irritantes o displacenteras y las sus-
tituya por una falsa emoción positiva o por la atribución irreal de un valor
positivo a las situaciones.

9.4.2.2. Es cierta
Los SP-SNP y los SPÍ-SNP son signifcativamente diferentes. Los grupos son
heterogéneos.
Los SP-SNP y los SPÍ-SNP tienen un porcentaje significativamente supe-
rior de sujetos que experimentan un intenso malestar emocional.

Neutralizan las necesidades de contacto afectivo.


Internalizan las manifestaciones afectivas. La emoción se libera, pero que-
da detenida más que exteriorizada generando sentimientos de irritación.

9.4.3. La Hipótesis 3 es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, las diferencias
son significativas
Para los sujetos que internalizan demasiado las descargas emocionales.

9.4.4. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, pero las diferen-
cias no son significativas

9.4.4.1. Las 18 Variables incrementan en


Un 1 % los sujetos que tienen un intenso malestar emocional.
Un 4 % los sujetos que inhiben las manifestaciones afectivas.
Un 1 % los sujetos que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.

Un 3 % los sujetos que están afectados por experiencias emocionales inter-


nas de tipo negativo asociadas a autoexamen o introspección.
Un 1 % los sujetos que niegan la presencia de las emociones irritantes o
displacenteras y las sustituyen por una falsa emoción positiva o por la
atribución irreal de un valor positivo a las situaciones.
CAPÍTULO 9. AFECTIVIDAD DISFÓRICA. 149

9.4.4.2. Las 18 Variables bajan en


Un 1 % los sujetos afectados por sentimientos de abandono.
Un 8 % los sujetos que tienen sentimientos ambitendentes.

Un 3 % los sujetos que reflejan un proceso cognitivo concreto.

9.4.4.3. Las 18 Variables ni suben ni bajan en


Los sujetos irritados.
Capítulo 10

Control y Tolerancia al
Estrés

10.1. Estado de la cuestión.


Entre los humanos existen personas que tienen capacidad para regular la
propia conducta, i.e., tienen capacidad para soportar las adversidades y los pro-
blemas, capacidad para no dejarse llevar por la presión de sentimientos y emo-
ciones, tienen recursos disponibles para afrontar las estimulaciones internas y
externas. Hay otras personas que habitualmente tienen los recursos disponibles,
pero, en el momento actual están sobrecargados por los estímulos y se encuen-
tran en una situación de estrés situacional. Y, hay unos terceros que no tienen
los recursos disponibles y habitualmente están sobrecargados por la estimulación
interna y externa y se encuentran en un estado crónico de estrés.

10.1.1. Estrés
El término estrés, tensión de vivir, tiene una historia reciente. Aparece en
1911 con el experimento de Cannon. Lo explica como una respuesta del orga-
nismo ante una situación percibida como peligrosa, i. e., el estrés lleva en sí
una amenaza que implica presión o daño y una respuesta del organismo a esa
presión.
Según Cofer (1939) existen dos tipos de estrés: el Sistemático, se refiere a lo
fisiológico y a lo psicobiológico y el Psicológico.
Selye después de varios estudios consecutivos (1936, 1950, 1951, 1956, 1956a,
1959) concluyó que el estrés sistemático es como un estado del organismo que
surge tras el fracaso de los mecanismos reguladores homeostáticos normales de
adaptación. El estrés se manifiesta mediante síntomas de un síndrome general
de adaptación; este síndrome no es lo mismo que la adaptación.

150
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 151

10.1.1.1. Agentes provocadores


Cualquier estímulo puede provocar el estrés.
Mason (1959), Christian (1959) lo demostraron utilizando animales. Baso-
witz y Cols. (1955), Cook y Wherry (1950), Mason (1959) lo demostraron en
personas en situaciones que amenazan a la existencia de la vida. Los agentes
provocadores del estrés pueden ser internos o externos, una intoxicación, una
hemorragia, el frío, el calor. Jaumann considera que la inseguridad y la intran-
quilidad interior son factores productores de estrés. En la sociedad actual el
exceso de trabajo, la premura de tiempo son los tópicos comunes. Quizá se deba
añadir otros, el "paro".
El grado de estrés depende del tipo y de la intensidad de la amenaza. Las
respuestas dadas por el sujeto son adaptaciones adecuadas a la forma particular
del provocador. Cuando la adaptación resulta inefectiva se acude al síndrome
general de adaptación; ese recurso manifiesta el estado del estrés.
El estado del estrés incluye tres etapas: a), etapa de reacción de alarma: se
suceden una serie de reacciones, descarga de adrenalina, disminución del tono
muscular, cuando la estimulación amenazante no es severa, surge el contra-
choque; b), etapa de resistencia: los síntomas de la primera etapa parece que
desaparecen, si la estimulación amenazante persiste, reaparecen los síntomas; c),
etapa de agotamiento: un productor de estrés muy intenso puede interrumpir el
sistema general de adaptación, esto da lugar al agotamiento inmediato.

10.1.2. Estrés psicológico


El estrés psicológico es un término que se usa como sinónimo de ansiedad,
conflicto, frustración, amenaza, emoción. El estrés psicológico no es lo mismo
que el estrés sistemático, el psicológico es más amplio.
Cofer (1939, pág. 449) lo presenta como “un estado del organismo cuando
éste percibe que su bienestar (o integridad) está en peligro y que debe dedicar
todas sus energías a su protección".
Pascal (1951), Mason (1971) enfatizan el papel de la percepción. Según sea
percibida la situación ambiental que amenaza la satisfacción de las necesidades,
será más o menos intenso el estrés.
Miller (1953) lo presenta como una variable del estímulo. El estrés consiste
en cualquier estimulación que constituyendo una amenaza, causa algún cambio
significativo de conducta.
Basowitz y Cols (1955) enfatizan la probabilidad. Hicieron estudios con es-
tímulos que, con mayor probabilidad, podrían producir perturbaciones.
Schaffer pone énfasis en la motivación. El estrés proviene cuando un organis-
mo fuertemente motivado no encuentra una respuesta de ajuste a la situación
en la que se encuentra.
Para Lazarus, Deese y Osler (1952) el estrés proviene de la frustración de
las metas. Una situación particular amenaza la consecución de alguna meta.
Tygranyan (1976) demostró que el reposo absoluto, es decir, la ausencia de
estímulos, provoca estrés.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 152

Según Cofer (1939) cualquier estímulo puede provocar el estrés psicológico


en determinados sujetos si se dan las circunstancias pertinentes. Clasifica a
los provocadores psicológicos en dos categorías: a), la que implica deficiencias,
aislamiento físico, tareas monótonas y repetitivas, o excesos de estimulación,
exigencia de un ritmo rápido; b), la que implica ambigüedad, no sabe el sujeto
lo que se le pide, o conflicto de estímulos, se exige la ejecución de actividades
contradictorias.
Lazarus, Deese y Osler (1952), para clasificar los productores de estrés, uti-
lizaron también dos categorías: a), estrés de fracaso, la tarea resulta imposible y
estrés es inducido por una tarea, por la sobreexigencia, por la presión de tiempo;
b), la amenaza debe ir dirigida hacia la integridad o la vida del sujeto.
Holtzman y Bitterman (1952) utilizaron muchos métodos para inducir ex-
perimentalmente el estrés en 7 tipos de acercamiento.
Ax (1953), Funkenstein y Cols. (1957) demostraron el nexo que existe entre
estrés psicológico y estrés sistemático.
En resumen, el estrés es la tensión de vivir, es una respuesta del organismo
ante una situación percibida como peligrosa o ante una demanda incrementada.
En esta descripción confluyen una amenaza o una demanda que implican presión
o daño y una respuesta a esa presión. La tensión emocional es provocada por
los conflictos.

10.1.3. Conflicto
El conflicto, según la Literatura, es otro de los factores que provoca mucha
tensión.
El conflicto, según Cofer (1939, pág. 426) es un estado emocional, "resulta
de dos o más tendencias de respuestas iguales, pero incompatibles".
Para Miller (1944) el conflicto es un estado de tensión potenciada, caracte-
rizado por la vacilación, la duda, la fatiga y, a menudo, por el bloqueo. Elaboró
un modelo teórico de conflicto. Contiene estas suposiciones: Gradientes de evi-
tación, Gradientes de acercamiento. La gradiente de evitación es más inclinada
que la de acercamiento y aumenta más rápidamente con la cercanía. Las ten-
dencias de acercamiento y las de evitación varían directamente con la fuerza de
sus respectivas pulsiones de base. Cuando están en conflicto dos respuestas in-
compatibles ocurrirá la más fuerte. Brown (1948), Kagan (1945), Mowrer (1960)
apoyan el análisis de Miller.
Según Lewin (1935) se dan 4 tipos de conflictos: a), el conflicto de aproximación-
aproximación, Graumann (1971) lo explica comentando la fábula del famoso
asno de Buridan que murió de hambre en medio de dos montones de heno; b),
el conflicto de evitación-evitación, el sujeto permanece firme entre dos metas
igualmente negativas: realizar algo desagradable o ser castigado; c), el conflicto
de aproximación-evitación, la meta atrae por la seducción y repele por el peligro
que reviste; y c), el doble conflicto de aproximación-evitación, se dan muchas
metas que atraen y repelen.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 153

10.1.4. El Control y la Tolerancia al Estrés en el Sistema


Comprehensivo.
El estrés, según Exner (1994, 1995), es desorganizador. Esto sucede cuando
la persona tiene limitadas sus capacidades de control i, e., cuando las habilida-
des para utilizar los recursos disponibles no responden de forma intencionada
y adecuada en el momento de formular y poner en práctica las decisiones. Las
demandas estimulares sobrepasan las capacidades. Si las demandas estimulares
sobrepasan las capacidades, las conductas originadas escapan a la dirección y
control del sujeto. La persona está en un estado de sobrecarga estimular, está
estresada. El estrés proviene de una excesiva actividad mental, y/o de expe-
riencias afectivas irritativas, y/o de relaciones interpersonales deficientes. La
excesiva actividad mental o actividad mental periférica está representada por
FM y por m. Las experiencias afectivas irritativas están representadas por T,
C‘, V, Y. m e Y no son crónicas, son situacionales.
El control y la tolerancia al estrés en el Sistema Comprehensivo están refle-
jados por las Puntuaciones D y AdjD que se interpretan conjuntamente y por
CDI.
- AdjD refleja la capacidad típica o capacidad habitual para formular y diri-
gir los comportamientos; la posibilidad o habilidad de utilización de los propios
recursos disponibles en el momento de formular y ejecutar decisiones intencio-
nadas y con sentido.
- D indica la capacidad tal y cómo es en el presente. En las dos situaciones,
hay recursos disponibles y las estimulaciones externas y/o internas no son supe-
riores a las capacidades. En consecuencia, siempre que haya una capacidad de
control adecuada, habrá una eficaz tolerancia al estrés. La tolerancia al estrés
es un correlato de la capacidad de control. La capacidad de control y tolerancia
al estrés no corresponden necesariamente a una buena adaptación. El que se
utilice los recursos disponibles, se tome las decisiones y se oriente las conductas,
no significa que las conductas sean eficaces, ni lógicas, ni adaptativas.

10.1.4.1. Control.
El Control está representado por
- AdjD=0. El sujeto tiene los recursos disponibles (capacidades cognitivas)
y los puede utilizar deliberadamente; posee una tolerancia adecuada frente a las
tensiones de la vida y tan sólo en situaciones de estrés intenso, prolongado o
inesperado fallará significativamente en sus controles.
- AdjD>0. La persona posee mayor capacidad de control y mayor tolerancia
al estrés. Sus recursos le permiten desenvolverse holgadamente.
- Índice CDI>3. CDI positivo es la otra variable importante que informa
sobre el control y tolerancia al estrés. Aunque AdjD sea aceptada como creíble, si
CDI es positivo, existen serias dudas de que el sujeto tenga un control adecuado.
Sugiere inmadurez social.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 154

10.1.4.2. Descontrol.
El descontrol puede ser crónico o situacional.
Descontrol crónico.

Está representado por D y AdjD<0. Las demandas estimulares sobrepasan la


capacidad para dar respuestas adecuadas. Las demandas internas o externas
que presionan impactan internamente en forma de actividad mental y o emo-
cional que la persona ni inicia, ni controla. Las conductas del sujeto escapan a
su dirección y control. Los recursos no son suficientes. Los medios disponibles
son menores. La sobrecarga es crónica, continua. El estrés es crónico. El funcio-
namiento es ineficaz. Hay riesgo de caer en formas impulsivas de pensamiento,
de acción y de inadaptación. Estos sujetos tienen dificultades en las situaciones
nuevas, la sobrecarga los confunde y los hace ineficaces, tienen pocas posibili-
dades de grandes éxitos; pero, funcionan bien en los entornos estructurados y
rutinarios. Tanto la actividad mental como la emocional que generan, actúan
como estímulos, como señales de alarma que ponen en marcha la acción. Los
estímulos provocadores serán explicitados posteriormente.
Descontrol situacional.
El Descontrol Situacional está representado por D<AdjD. El sujeto tiene los
recursos esperados, pero se ha producido un aumento brusco de las demandas
estimulares; la sobrecarga estimular no le permite dar una respuesta eficaz; la
sobrecarga estimular desmantela parte de la organización de las operaciones y
hace que algunas o todas las respuestas sean insuficientes, inapropiadas y hasta
caóticas, cuando aumenta la sobrecarga. Estas personas que están inmersas en el
descontrol tienen menos recursos, mayor vulnerabilidad al verse sobrecargadas
por la complejidad de las demandas estimulares de la vida. Esto es esperado en
niños; con menos frecuencia, en adultos. Si se manifiesta en un adulto dará la
impresión de una persona desorganizada y si las internaliza, tendrá accesos de
ansiedad, incomodidad, desvalimiento, tensión o depresión.

10.1.5. Significado de las variables.


La puntuación D viene de EA–es. EA proviene de EB y EB de M+SumPondC.
La puntuación “es” proviene de la suma de los valores de eb. La AdjD proviene
de EA-esAjust. A continuación se examina cada una de estas variables.

10.1.5.1. Significado de EA. (Experiencia Accesible).


Según Beck (1972) refleja el volumen de la actividad organizada del sujeto.
Piotrowski, mediante los estudios que realizó, llegó a la misma conclusión que
Beck.
Exner (1994, pág.320) asume el EB de Rorschach y la EA de Beck; dice: "M y
la suma ponderada de C reflejan la utilización de los recursos, i.e., se relacionan
con comportamientos psicológicos deliberadamente iniciados". La experiencia
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 155

actual, EA, proporciona una comprensión adicional al EB. Estima que el tipo
de actividad o experiencia expresadas es organizada. Refleja el estado interior
del sujeto como vitalidad psicológica total que presiona hacia fuera o hacia
adentro. Refleja el grado en el que los recursos se organizan de modo que resultan
accesibles. Puede referirse al momento o puede representar una manera de vivir.
Va desde la constricción hasta la dilatación. Es un indicador de la medida en
la que los recursos están organizados de tal forma que pueden ser accesibles. El
aumento de M y SumPondC representan un enriquecimiento del mundo interno
y del mundo afectivo.
.
Fiabilidad de EA. Para que EA sea fiable es necesario que el valor encon-
trado sea superior a seis (EA>6). En caso contrario, no es fiable. Cuando EA es
fiable, el sujeto puede iniciar conductas deliberadas. No obstante, la fiabilidad
de EA puede ser dudosa. Es necesario examinar la fiabilidad de EB.

10.1.5.2. Significado de EB.


El análisis de EB y de las dos variables que la conforman está indicado en la
Agrupación del Afecto. Para que EB sea fiable (indirectamente EA) es necesario
que ni M, ni SumPondC sean cero. El cero refleja un problema afectivo que
predispone a un estado actual de estrés o es un producto del estrés. En algunos
casos, cuando EA es superior a seis, EB puede inducir a error si M o SumPondC
son cero.
- M=0 y SumPondC>3 sugiere que la persona está abrumada por el afecto,
que no puede demorar la actividad ideativa en la toma de decisiones.
- SumPC=0 y M>2, hay constricción afectiva, vulnerabilidad a la sobrecarga
estimular, desorganización.

10.1.5.3. Significado de eb
eb proviene de FM+m:C’+V+T+Y. Es de máxima utilidad, aclara los ele-
mentos que integran “es” al exponer los rasgos psicológicos que actúan sobre
el sujeto. Correlaciona con estímulos internos, i.e., con sensaciones que actúan
sobre la persona de forma provocativa.
Klopfer (1966, pág. 154) estima que FM+m:C’+V+T+Y "representan ten-
dencias intratensivas que no son plenamente asequibles para el sujeto en ese
momento. Las respuestas acromáticas indican tendencias extratensivas que no
son plenamente aceptadas o asequibles momentáneamente".
.
Según Exner (1994), representa los estímulos que la persona no inicia delibe-
radamente, ni puede cesarlos directamente. La cantidad de demandas estimula-
res internas que presionan al sujeto son disparadores de tensión interna; actúan
como sistema de señales que incitan a la acción.
La activación puede desempeñar una función de estimulación o de alerta
poniendo a la persona en acción. Si la activación mental es excesiva, puede re-
sultar perturbadora: falla la concentración y el poderse relajar. Estas deficiencias
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 156

generan situaciones de sobrecarga: la persona no logra organizar su conducta


con arreglo a las exigencias externas de las situaciones. La sobrecarga interfiere
el Procesamiento de la Información y el ajuste de las respuestas, originando
ineficacia y predisponiendo a la pérdida de control.
El análisis de las seis variables que conforman "eb" es útil para detectar las
demandas estimulares, y aporta información relevante para conocer las fuentes
de malestar interno, sus características y el impacto en el funcionamiento psi-
cológico de la persona. FM, C’, T, V reflejan un estado habitual, más crónico
y persistente, mientras que m, Y son más inestables, se relacionan con factores
situacionales.

10.1.5.4. Significado de es (Estimulación Sufrida).


“es” representa la experiencia de la estimulación interna vivenciada como
irritación, malestar o incomodidad. Corresponde a los estímulos internos que
actúan sin ser deliberadamente iniciados y sin poder ser cesados.
- es superior a los valores medios, si es debido a FM+m, sugiere falta de
concentración, dificultades en sueño; si es debido a las variables emocionales
irritativas (C’, T, V, Y) sugiere constricción, soledad, auto desvalorización, in-
defensión.
- es ajustada refleja los factores de la estimulación interna más crónicos y
persistentes.

10.1.5.5. Relación entre EA y es.


EA, según Exner, está aparentemente relacionada con es (Estimulación Ex-
perimentada). es se refiere a necesidades y afectos que "actúan" sobre el sujeto
frente a las actividades psicológicamente más controladas. “es” es signo de los
recursos que no son accesibles para su organización y control. La relación EA:es
proporciona una aclaración sustancial sobre el estilo de respuesta EB. No refleja
madurez en el sentido de ajuste afectivo, pero parece reflejar algunas caracterís-
ticas del desarrollo u organización de recursos, dentro de una forma de relaciones
estables o semipermanentes. Las palabras "madurez" o "sofisticación psicológica"
se emplean frecuentemente para diferenciar a los que parecen menos confundi-
dos por tales experiencias, mientras que a los que manifiestan mayor confusión
y desorden se les llama generalmente "inmaduros" o "primitivos". EA evoluciona
gradualmente, por lo cuál en adultos no pacientes será mayor que es.
- EA mayor que es no indica necesariamente un ajuste psicológico bueno o
malo.
- es mayor que EA sugiere que la persona falla en la capacidad para proce-
sar datos importantes de la realidad. Hay mucho funcionamiento interno. Hay
menos tolerancia a la frustración o menos persistencia en las tareas indetermina-
das. Hay más prontitud a manifestar comportamientos impulsados por acciones
psicológicas que no son del todo accesibles o que carecen de sentido.
.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 157

Los significados de las variables FM, m, constan en el Capítulo correspon-


diente a la Ideación y los significados de T, C´, V, constan el el Capítulo corres-
pondiente a la Afectividad Disfórica. El significado de Y se indica a continuación.

10.1.5.6. Significado de Y.
Binder (Cit. por Loosli Usteri, (l965, pág. 93) fue el primero en utilizar el
sombreado difuso como respuesta. Distinguió las que son dadas con gusto y les
atribuyó “el valor diagnóstico de afectividad finamente matizada, dispuesta en
todo momento para adaptarse a los demás” y las que denotan cierta ansiedad.
Según Klopfer (1966, pág. 148), las respuestas de sombreado difuso "se re-
lacionan con la angustia creada por 1a frustración de necesidades afectivas,
frustración contra la cuál el individuo no ha dirigido defensas adecuadas". Las
respuestas de la utilización amortiguada del sombreado "parecen indicar la exis-
tencia de angustia respeto a las necesidades afectivas que el individuo intenta
ocultar por medio de la intelectualización".
Rapaport (1965 pág.222) coincide con Beck y Klopfer. Las repuestas al cla-
roscuro (Ch) son "un índice de ansiedad y que con su mayor intensidad aumenta
el número de Ch. Un gran número de ChF especialmente de Ch denota una an-
siedad total y paralizante".
Para Beck (1967), las respuestas de sombreado difuso indican ausencia de
actividad, retirada dolorosa dentro de la pasividad emocional.
Exner (1978, pág. 87), opina que las respuestas de sombreado difuso reflejan
"una forma de indefensión psicológica y/o inhibición que pueden ir acompañadas
de ansiedad. Estas respuestas de sombreado difuso sugieren parálisis o resigna-
ción ante la tensión y son, como otras respuestas a las características grises y
negras de las manchas, experiencias emocionales penosas".
Según Exner (1994), los datos que relacionan el sombreado y la ansiedad
son obviamente equívocos y en el mejor de los casos permiten interpretar las
respuestas Y como representando, algunas veces, ciertos tipos de ansiedad, pero
sin que se los pueda considerar sistemáticamente como indicador indirecto de
ansiedad.
- Y es la variable más inestable. Se espera una. Representa reacciones a
situaciones externas, sentimientos de indefensión, de desvalimiento. La persona
está afectivamente paralizada; durante un tiempo, su capacidad de respuesta
está bloqueada. Si m representa la estimulación ideacional que genera tensión y
malestar, Y representa su equivalente en lo afectivo y genera un intenso malestar
emocional.
- Y>1 relacionada: con p>a+1 refuerza la tendencia a la paralización, al
bloqueo, a la indefensión; con T>1 refleja aumento de tensión por la pérdida de
afecto. La causa de dicho aumento es fácil confirmarla mediante la historia del
sujeto.
Constatada la importancia del tema, definido y delimitado el campo, indi-
cado el significado de cada una de las variables del Rorschach, es procedente
añadir a la pregunta formulada en el Estudio anterior: ¿en los SP funciona el
control y la tolerancia al estrés como funciona en los SNP? dos más: ¿ en los
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 158

SPÍ funciona el control y la tolerancia al estrés como funciona en los SNP?; ¿la
modificación producida por el incremento de las 18 Variables es significativa?.
Se responde a las preguntas formulando las siguientes hipótesis

10.2. Hipótesis.
1. Las diferencias entre los Estadísticos Descriptivos de los SP-SNP, SP-NP
y SPÍ-SNP son significativas.
2. Las diferencias entre las Variables Estructurales de los SP-SNP y SPÍ-SNP
son significativas.

3. La modificación producida por el incremento de las 18 Variables es signi-


ficativa.

Para comprobar que los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP se toman las variables que
reflejan el Control y la Tolerancia al Estrés: EA, es, PuntD, AdjD, m, T, C‘,
V, Y, MQ-, C Pura, Compjs, CompljsC-SH. La muestra, el procedimiento, los
cálculos son los mismos que los indicados en el primer Tema. Los resultados
están indicados en sendas tablas.

10.3. Resultados. Análisis de resultados


10.3.1. Estadísticos Descriptivos
10.3.1.1. Las diferencias entre SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son sig-
nificativas.
Para comprobar si los SP-SNP, SP-NP y SPÍ-SNP son significativamente
diferentes, se calculan los Estadísticos Descriptivos de las variables que reflejan
el Control y la Tolerancia al estrés: EA, es, PuntD, AdjD, m, T, C‘, V, Y, MQ-
, C Pura, Compjs, CompljsC-SH. La muestra, el procedimiento, los cálculos
son los mismos que los indicados en el primer Tema. Realizados los cálculos
procedentes, los resultados se indican en la siguiente tabla.
Tabla 1. Estadísticos Descriptivos de 82 SP, de 49 SPÍ, de de 80 SNP y de
700 NP de Exner.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 159

Variables SP Dt SNP Dt SPÍ Dt NP Dt


EA 6,61 3,06 7,03 3,6 8,60 3,79 8,83 2,18
es 8,61 4,73 8,57 4,7 10,71 6,60 8,20 2,98
PuntD -0,51 1,51 -0,05 1,34 -0,59 2,17 0,04 1,08
AdjD -0,06 1,15 -0,16 1,19 -0,06 1,60 0,2 0,87
M 3,34 1,93 4,46 2,56 4,69 3,04 4,31 1,92
FM 3,11 2,09 4,07 2,75 4,10 3,18 3,70 1,19
m 2,19 2,03 1,74 1,33 2,20 2,10 1,02 0,85
FM+m 5 3,15 5,67 3,39 6,24 4,32 4,82 1,51
T 0,54 1,03 0,56 0,82 0,51 1,06 1.03 0,58*
C’ 1,8 1,63 1,53 1,81 2,37 1,80 1,53 1,25*
V 0,63 1,02 0,69 0,88 0,52 0,92 0,57 1,00*
Y 1,21 1,22 1,05 1,24 0,96 1,26 0,26 0,58*
MQ- 0,8 0,98 0,95 1,45 0,82 1,03 0,03 0,19*
Compljs 3,39 2,27 3,93 2,98 4,34 3,23 5,16 1,93
* Son Variables no Paramétricas.
Las diferencias de las medias entre SP-SNP y entre SPÍ-SNP no parecen
estadísticamente significativas para la mayoría de las variables Paramétricas y
no Paramétricas. En cambio, sí lo parece para SP y NP. Para comprobar si las
sugerencias son ciertas, se calcula la t de Student para las Variables Paramétricas
y la z para las no Paramétricas. Los resultados se indican en la siguiente tabla.
Tabla 2. t de la media de las Variables Paramétricas y z de las no Paramé-
tricas de 82 SP, de 49 SPÍ, de 80 SNP y 700 adultos no pacientes de Exner.
Los SP figuran como 1º; los SNP, como 2º; los SPÍ, como 3º y los NP, como
4º.
Variables 1º-2º 1º-4º 3º-2º Variables z de1º-2º z de1º-4º 3º-2º
EA ** ** ** Compjs ** ** **
es ** - ** T ** ** **
PuntD - ** - C‘ ** - **
AdjD - ** - V - * - .
M ** ** ** Y - ** -
FM ** ** ** MQ->0 - ** -
m - ** - CpjsC-SH - ** -
FM+m ** ** ** CPura - ** -
** Diferencia significativa al 0.01
* Diferencia significativa al 0.05
- No hay diferencia significativa.
Según los resultados encontrados, entre SP y SNP y entre SPÍ-SNP, las
diferencias son significativas para 8 de las 16 variables analizadas. Entre los SP
y los adultos no pacientes, las diferencias son significativas para 14 de las 16
variables analizadas.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 160

10.3.2. Variables Estructurales


Para conocer la magnitud de las diferencias se buscan los porcentajes de las
variables que reflejan el Control. Los resultados están indicados en la siguiente
tabla.
Tabla 3. Porcentaje de las variables que reflejan el control de 82 SP, de 49
SPÍ y de de 80 SNP.
Variables %SP %SNP SPÍ Variables %SP %SNP SPÍ
D y AdjD<0 17 27 16 C‘>2 29 14 47
D<AdjD 32 19 30 V>0 29 36 32
AdjD=0 o>0 51 54 53 T=0 67 86 71
CDI>3 5 16 6 T>1 11 5 11 .
FM>5 32 10 32 Y>1 27 26 26
FM<3 38 46 45 C Pura>0 25 23 39
m>2 38 25 45 MQ->0 45 39 49
m>3Y 14 4 16 CpljsC-SH>0 28 16 20
Y>3m 5 1 4

10.3.2.1. Descontrolados crónicos.


AdjD y D < 0 y CDI>3 identifican a los descontrolados crónicos. Según
los datos encontrados, el 17 % de los SP, el 27 % de los SNP y el 16 % de los
SPÍ tienen AdjD y D < 0 y/o CDI>3. Corresponden a los descontrolados
crónicos. Estas personas, independientemente de que CDI sea positivo,
soportan una sobrecarga estimular, cuyo grado de gravedad va desde -1 a
-3. Están más prontas a manifestar comportamientos impulsados por ac-
ciones más primitivas que no son del todo accesibles, están manejadas por
situaciones conflictivas. Los estímulos irritativos que actúan en el interior,
sobrepasan sus capacidades. Sus recursos no son suficientes para manejar
holgadamente sus necesidades y tensiones, ni son suficientes para dar res-
puestas a las demandas estimulares. Su conducta no está bajo control, es
crónica, viven en estado de estrés.
Entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP la diferencia de 10 puntos y la de
11 no son significativas. Entre los SPR-SP, los SPÍ bajan 1 punto. Las 18
Variables disminuyen en un 1 % los descontrolados crónicos.

10.3.2.2. Descontrolados situacionales.


La Puntuación D inferior a AdjD y la diferencia entre es y Adjes igual
o superior a dos puntos, identifican a los descontrolados situacionales.
El 32 % de los SP tienen D<AdjD y la diferencia entre es y Adjes es
igual o superior a dos puntos, excepto para 4 casos, que son excluidos,
el 19 % de los SNP (4 casos que no cumplen la exigencia son excluidos)
y el 30 % de los SPÍ tienen una tolerancia actual al estrés menor que la
habitual. El estrés situacional sobrecarga los procesos y origina ineficacia
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 161

en la solución de los problemas planteados. Si la sobrecarga disminuye,


el problema se soluciona y podrán volver a recuperar el control habitual;
pero, si no disminuye, la sobrecarga terminará transformándose en crónica.
Los casos que no cumplieron las exigencias fueron excluidos.
La diferencia de 13 puntos entre SP-SNP y la de 11 entre los SPÍ-SNP
no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 1 punto. Las 18
Variables reducen en un 1 % los descontrolados situacionales.

10.3.2.3. Controlados.
AdjD=0 y AdjD>0 identifican a los casos que se controlan. El 51 % de los
SP (42 casos) cumplen estos requisitos. Pero, para que esto pueda ser aceptado
es necesario que AdjD sea creíble, y AdjD es creíble, si EA y EB son fiables.
EA es fiable, si es superior a seis. EA es superior a seis en 31 casos, 9 son
eliminados y entre éstos, hay 3 casos que tienen EA=6. Para que EA en los
31 casos restantes sea creíble es necesario que EB también sea fiable. Para que
EB sea fiable es necesario que ninguno de sus componentes sea igual a cero. En
dos casos M es igual a cero (ya está eliminados por tener EA<6) y en ningún
caso, SumPondC=0. De este modo, el 38 % (31 casos) cumplen las exigencias.
Todos estos tienen los recursos suficientes para no descontrolarse aunque se den
situaciones conflictivas o se susciten fuertes tensiones internas o externas.
En la muestra hay 4 casos de SP con CDI>3, ya están excluidos al no tener
EA>6. Aunque AdjD sea aceptada como creíble, si CDI es positivo, existen se-
rias dudas de que el sujeto tenga un control adecuado, porque no dispone de las
habilidades requeridas para responder a las demandas sociales. La organización
de la personalidad es inmadura, es vulnerable ante situaciones estresantes. Las
respuestas deliberadas no están ajustadas a la realidad, corresponden a conduc-
tas ineficaces y desajustadas.
Siguiendo el mismo procedimiento los SNP están representados por un
31 % y los SPÍ por un 35 %.

La diferencia de 7 puntos entre los SP-SNP y la de 4 puntos entre SPÍ-


SNP no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 3 puntos. Las
18 Variables disminuyen en un 3 % los sujetos que se controlan y tienen
tolerancia a la frustración.
Las 4 Variables siguientes están examinadas en el Capítulo de la Ideación. Las
transcribimos.

10.3.2.4. Reflejan descontrol ideacional.


El 45 % de los SP, el 39 % de los SNP y el 49 % de los SPÍ se alejan de
los procesos convencionales de la ideación, manifiesta un modo ilógico de
pensamiento, un modo raro de ideación. Falta claridad, hay un descontrol
ideacional. Es un modo de pensar muy peculiar. (MQ->0).
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 162

Entre los SP-SNP la diferencia de 6 puntos y la diferencia de 10 puntos


entre los SPÍ-SNP no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben
4 puntos. Las 18 Variables disminuyen en un 4 % los sujetos que se alejan
de los procesos convencionales de la ideación.

10.3.2.5. Están influenciados por una actividad mental periférica


provocada por necesidades insatisfechas.
El 32 % de los SP, el 10 % de los SNP y el 32 % de los SPÍ presentan una
actividad mental provocada por experiencias de necesidad manifestadas en
forma de tensión, falta de atención, insomnio. Son estímulos que alertan
a los sujetos para ponerlos en acción (FM>5).

La diferencia de 22 puntos entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP es sig-


nificativa. Es lo esperado. Es una de las variables que los identifica. Entre
los SP-SPÍ, los SPÍ ni suben, ni bajan. Las 18 Variables ni bajan, ni suben
el porcentaje de los sujetos que presentan una actividad mental provocada
por experiencias de necesidad manifestadas en forma de tensión.

10.3.2.6. Están influenciados por una actividad mental periférica


provocada por la eliminación del registro de necesidades.
El 38 % de los SP, el 46 % de los SNP y el 45 % de los SPÍ tienen una activi-
dad mental periférica provocada por eliminar el registro de las necesidades
básicas, por eliminar o evitar el impacto (FM<3).
Los 8 puntos de diferencia entre los SP-SNP y 1 punto entre los SPÍ-SNP
no son significativos. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 7 puntos. Las 18
Variables incrementan en un 7 % los sujetos con una actividad mental
periférica provocada por eliminar el registro de las necesidades básicas.

10.3.2.7. Están influenciados por una actividad mental periférica


provocada por experiencias de presiones estimulares.
El 38 % de los SP, el 25 % de los SNP y el 45 % de los SPÍ tienen una
actividad mental periférica está provocada por experiencias de presión
estimular, de estrés situacional. Experimentan un intenso malestar emo-
cional, sentimientos de descontrol, de desasosiego (m>2).

La diferencia de 13 puntos entre los SP-SNP no es significativa, pero, la


diferencia 20 puntos entre los SPÍ-SNP es significativa al 0,05 (2,40). Este
resultado llama la atención, no sigue la secuencia. Revisados los datos,
se confirma el resultado. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 7 puntos. Las
18 Variables incrementan en un 7 % los sujetos con una actividad mental
periférica provocada por experiencias de presión estimular.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 163

10.3.2.8. Están afectados por fuertes tensiones internas que pertur-


ban el pensamiento
El 14 % de los SP, el 4 % de los SNP y el 16 % de los SPÍ están afectado por
fuertes tensiones internas que afectan al pensamiento, tienen una excesiva
ideación periférica que perturba la atención y la concentración (m>3Y).
Entre los SP-SNP la diferencia de 10 puntos y la de 12 entre los SPÍ-
SNP son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 2 puntos. Las 18
Variables suben en un 2 % los sujetos con fuertes tensiones internas que
afectan al pensamiento.

10.3.2.9. Viven con un malestar emocional.


El 5 % de los SP, el 1 % de los SNP y el 4 % de los SPÍ reflejan un ma-
yor impacto emocional, están afectados por sensaciones de ansiedad, de
tensión (Y>3m).
Entre los SP-SNP la diferencia de 4 puntos y la de 3 entre los SPÍ-SNP no
son significativas. Entre SP-SPÍ, los SPÍ bajan 1 punto. Las 18 Variables
disminuyen en un 1 % los sujetos reflejan un mayor impacto emocional, que
están afectados por sensaciones de ansiedad, de tensión. Estos resultados
tienen poca representatividad, eso sugiere que son muy pocos los casos
que tienen esta característica.
Las 6 variables siguientes están examinadas en el Capítulo de la Afectividad
Disfórica. Las transcribimos.

10.3.2.10. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo.


Si la T, según Exner, "indica el impacto emocional de la necesidad de
contacto afectivo, más que la necesidad en sí misma”, si representa la
historia del desarrollo afectivo, si el tacto es estímulo del recién nacido y
si la proximidad es un canal de comunicación, entonces el 67 % de los SP,
el 86 % de los SNP y el 71 % de los SPÍ neutralizan las necesidades de
contacto afectivo y ha abandonado la experiencia de necesidad natural de
afecto, o se ha roto o se ha extinguido, o no funciona bien, razón por la
cuál no se dan las manifestaciones de las necesidades de proximidad (T=0).
Parece que nuestros bebés tienen satisfechas las necesidades de cercanía
emocional y por eso posteriormente no las perciben y en consecuencia no
las verbalizan.
Entre los SP-SNP los 19 puntos de diferencia es significativa y entre los
SPÍ-SNP los 15 puntos es significativa al 0,05 (2,25). Entre los SP-SPÍ, los
SPÍ suben 4 puntos. Las 18 Variables incrementan en un 4 % los sujetos
que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.
Las diferencias entre los grupos y los adultos no pacientes de Exner (67 %,
86 % y 71 % vs. 11 %) son significativas.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 164

10.3.2.11. Están irritados.


El 11 % de los SP, el 5 % de los SNP y el 11 % de los SPÍ experimentan
una gran irritación debido a las necesidades no gratificadas de afiliación
emocional y siente y experimenta soledad (T>1).

Entre los SP-SNP y entre los SPÍ-SNP las diferencias de 6 puntos no es


significativa. Entre SP-SPÍ, los SPÍ ni aumentan, ni disminuyen. Las 18
Variables ni incrementan, ni disminuyen los sujetos irritados.

10.3.2.12. Experimentan sentimientos de abandono.


El 27 % de los SP, el 26 % de los SNP y el 26 % de los SPÍ están afectados
por sentimientos de desamparo, de abandono, provocadores de angustia
(Y>1).

La diferencia de 1 punto entre SP-SNP no es significativa. Entre SPÍ-


SNP no hay diferencia. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ suben 1 punto. Las 18
Variables incrementan en un 1 % los sujetos afectados por sentimientos de
abandono.

10.3.2.13. Inhiben las manifestaciones afectivas.


El 29 % de los SP, el 14 % de los SNP y el 47 % de los SPÍ inhiben las
manifestaciones afectivas. La emoción se libera, pero queda detenida más
que exteriorizada, no se manifiesta explícitamente a los demás y, en con-
secuencia, genera sentimientos de irritación (C‘>2).
Los 15 puntos de diferencia entre SP-SNP y los 33 puntos entre SPÍ-SNP
son significativos. Es lo esperado. Es una de las variables que los identifica.
Entre los SP-SPÍ, los SPÍ incrementan 18 puntos. Las 18 Variables incre-
mentan en un 18 % los sujetos que inhiben las manifestaciones afectivas.
La diferencia es significativa

10.3.2.14. Se auto denigran.


El 29 % de los SP, el 36 % de los SNP y el 32 % de los SPÍ están afec-
tados por experiencias emocionales internas de tipo negativo asociadas
a autoexamen o introspección. Estas personas se auto denigran, se auto
reprochan (V>0).

Entre SP-SNP hay 7 puntos de diferencia y entre SPÍ-SNP, 4, las diferen-


cias no son significativas. Ente los SP-SPÍ, los SPÍ suben 3 puntos. Las 18
Variables incrementan en un 3 % los sujetos que están afectados por ex-
periencias emocionales internas de tipo negativo asociadas a autoexamen
o introspección
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 165

10.3.2.15. Tienen sentimientos ambivalentes.


El 28 % de los SP, el 16 % de los SNP y el 20 % de los SPÍ tienen CompljsC-
SH>0. Corresponde a personas que reflejan sentimientos positivos y nega-
tivos hacia una misma situación. Es una experiencia emocional confusa,
es una mezcla de afectos, es una ambivalencia que provoca confusión por
cuanto experimentan sentimientos de placer y de dolor frente a un mis-
mo estímulo emocional y, en consecuencia, están afectadas las relaciones
interpersonales.
La diferencia de 12 puntos (1,84) entre SP-SNP y la de 4 entre los SPÍ-
SNP no son significativas. Entre los SP-SPÍ, los SPÍ bajan 8 puntos. Las
18 Variables disminuyen en un 8 % los sujetos que tienen sentimientos
ambitendentes.

Los SP, SNP, SPÍ, SNP son significativamente diferentes de los adultos no
pacientes de Exner (28 %, 16 % y 20 % vs 5 %)

10.3.2.16. Son vulnerables a la impulsividad emocional.


El 34 % de los SP, el 27 % de los SNP y el 37 % de los SPÍ corresponden
a personas vulnerables a la impulsividad emocional (CPura>0). Tienen
dificultades para controlarse y la posibilidad de desorganizarse por cuanto
D<-1, -2, -3.

La diferencia de 7 puntos entre SP-SNP y la de 10 entre SPÍ-SNP no son


significativas. Entre SP y SPÍ, los SPÍ suben 3 puntos. Las 18 Variables
incrementan en un 5 % los sujetos vulnerables a la impulsividad emocional.

10.4. Conclusiones.
10.4.1. La Hipótesis 1 es cierta
Las diferencias son significativas

Entre SP-SNP para EA, es, M, FM, FM+m, Compljs, T, C´.


Entre SP-NP para EA, PuntD, AdjD, M, FM, m, FM+m, Compljs, T, V,
Y, MQ- , CPura y CompljsC-SH.
Entre SPÍ-SNP para EA, es, M, FM, FM+m, Compljs, T, C´.

10.4.2. La Hipótesis 2
10.4.2.1. No es cierta
Los SP y los SPÍ son diferentes de los SNP, pero las diferencias no son
significativas. Los grupos son homogéneos.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 166

Los dos tienen sujetos con estrés crónico.


Con estrés situacional.
Con recursos para controlarse

Tienen sujetos con un mayor impacto en las emociones que suscitan sen-
saciones de ansiedad, de tensión.
Experimentan una gran irritación debido a las necesidades no gratificadas
de afiliación emocional y sienten y experimentan soledad.

Están afectados por experiencias emocionales internas de tipo negativo


asociadas a autoexamen o introspección.
Tienen una actividad mental periférica provocada por eliminar el registro
de las necesidades básicas.

Están afectados por sentimientos de desamparo, de abandono, provocado-


res de angustia.

Son vulnerables a la impulsividad emocional.


Están afectados por el estrés que ha creado una confusión emocional.

10.4.2.2. Es cierta
Las diferencias son significativas. Los grupos son heterogéneos. Los SP y los
SPÍ tienen un porcentaje significativamente superior de sujetos:

Afectados por fuertes tensiones internas que afectan al pensamiento, ori-


ginando una excesiva ideación periférica que perturba la atención y la
concentración.

Que internalizan excesivamente la emocionalidad que debería ser exterio-


rizada.

Con una actividad mental provocada por experiencias de necesidad mani-


festadas en forma de tensión, de falta de atención, de insomnio.
Que neutralizan las necesidades de contacto afectivo y han abandonado la
experiencia de necesidad natural de afecto, o se ha roto o se ha extinguido,
o no funciona bien, razón por la cuál no se dan las manifestaciones de las
necesidades de proximidad.
Es cierta para los SPÍ que tienen una actividad mental periférica provocada
por experiencias de presión estimular, de estrés situacional, pero no lo es
para los SP.
CAPÍTULO 10. CONTROL Y TOLERANCIA AL ESTRÉS 167

10.4.3. La Hipótesis 3 no es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, pero las diferen-
cias no son significativas. En unas variables lo incrementa, en otras lo reduce y
en algunas ni lo aumenta, ni lo reduce.

10.4.3.1. Las 18 Variables incrementan en


Un 1 % los descontrolados crónicos
Un 7 % los sujetos que tienen una actividad mental periférica provocada
por eliminar el registro de las necesidades básicas.
Un 7 % los sujetos que tienen una actividad mental periférica provocada
por experiencias de presión estimular, de estrés situacional.
Un 4 % los sujetos que neutralizan las necesidades de contacto afectivo.
Un 3 % los sujetos que están afectados por experiencias emocionales inter-
nas de tipo negativo asociadas a autoexamen o introspección.
Un 2 % los sujetos con fuertes tensiones internas que perturban el pensa-
miento.
Un 4 % los sujetos que se alejan de los procesos convencionales de la idea-
ción
Un 14 % los sujetos vulnerables a la impulsividad emocional.

10.4.3.2. Las 18 Variables reducen en


Un 2 % los descontrolados situacionales
Un 3 % los sujetos que tienen recursos para controlarse.
Un 1 % los sujetos que reflejan un mayor impacto emocional, que están
afectados por sensaciones de ansiedad, de tensión.
Un 1 % los sujetos afectados por sentimientos de abandono.
Un 8 % los que sufren confusión emocional.

10.4.3.3. Las 18 Variables ni reducen, ni incrementan


Los sujetos con una actividad mental provocada por experiencias de ne-
cesidad manifestadas en forma de tensión.
Los sujetos irritados.

10.4.4. La Hipótesis 3 es cierta


El incremento de las 18 Variables modifica los porcentajes, las diferencia es
significativa para los que internalizan las manifestaciones afectivas.
Capítulo 11

Personalidad de los
perfeccionistas

11.1. Plan de evaluación


Todas las personas tienen habilidades y deficiencias. Mutatis, mutandis, lo
que sucede a una persona, sucede a los grupos. Por lo tanto, un grupo ten-
drá protocolos con más habilidades y otro, con menos. Esto significa que las
afirmaciones que se infieran, se refieren a la cantidad y no a la cualidad.
Los grupos son evaluados como se evalúa a un sujeto. Los resultados de la
aplicación del Rorschach están indicados en los Estadísticos Descriptivos de ca-
da una de las Agrupaciones. En cada una de las Agrupaciones se ha seguido la
estrategia de interpretación propuesta por Exner (1995): Procesamiento de la
Información, Mediación Cognitiva, Ideación, Autopercepción, Percepción Inter-
personal, Afectividad y Controles. Se utiliza las medias y los porcentajes de las
diferentes variables.
Para que la evaluación sea fiable es necesario que los protocolos sean válidos.
Un protocolo es válido cuando cumple dos exigencias: L< 0.99 y R>14. El 30 %
de los SP, el 25 % de los SNP y el 38 % de los SPÍ tienen L>,99; pero ningún
grupo tiene menos de 14 respuestas.
Se identifica a los grupos teniendo presente, como quedó indicado, que las
personas obsesivas, según Exner, tienden a ser perfeccionistas, asumimos que son
perfeccionistas los que cumplan dos o más condiciones de las 5 requeridas para
las personas obsesivas. Según este criterio, en los 255 protocolos encontramos
82 casos que cumplen la exigencia. Representan el 32 % de los protocolos. En
esta muestra, un 80 % cumple dos condiciones y el resto, tres; en ninguno de los
casos se cumplen cuatro condiciones, ni mucho menos las cinco. Corresponden
a 34 hombres y a 48 mujeres. Dd>3 está representada por el 77 %; Zf>12, por
el 86 %; Zd>+3, por el 39 %; P>7, por el 22 %; FQ+>1, por el 7 %; FQ+>3 y
X+ %>0.89 no tienen representación. La muestra contiene 37 casos (47 %) con
Indice Positivo: PTI>3 tiene un 3 %; DEPI>4, un 32 %; CDI>3, un 5 %; HVI

168
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS PERFECCIONISTAS 169

Positivo, un 5 % y OBS Positivo, un 1 %; este caso fue suprimido. Estos datos no


son inusitados. Los porcentajes de una muestra de Barcelona de Álvarez (1980)
son mayores: SCZI>3: 16 %, DEPI>4: 34 %, CDI>3: 35 %, HVI Positivo: 21 %,
OBS Positivo: 1 %.
No se examina el Índice de la Constelación de Suicidio.
- De estas 45 Variables Paramétricas, las 25 que diferencian significativamen-
te a los perfeccionistas de los que no son perfeccionistas son: Zf, W, M, DQ+,
F, X- %, X+ %, m, FM, FM+m, a, p, Intelec, (2), H, (H), COP, AG, FC, CF,
FC+CF+C, SumPondC, EA, es, Compljs
- De las 19 no Paramétricas son: Dd, DQ/, PSV, S, , T, C´
- En las Variables Estructurales, 17 son las que los diferencian significa-
tivamente: Zf>12, Dd>3, Motiv alta, DQ+ alto, DQo alto, Zd>+3, FD>2,
X- %>,30, FM>5, SH>FM+m, Intelec>3, 3r+(2)/R<33, T=0, S>2, C´>2,
Compljs<4 y P>7. En todas las variables, los porcentajes de los perfeccionistas
son significativamente superiores a los porcentajes de los sobrevalorados.

11.2. Características
Se indican las características de los perfeccionistas correspondientes a las
respectivas Agrupaciones

11.2.1. Procesamiento de la Información.


Las personas construyen su propio conocimiento a partir de sus estructu-
ras y de sus procesos cognitivos y con ese bagaje recogen e interpretan la
estimulación recibida. La información es interpretada según el modo de
ser de la persona. La interpretación es un modo de ver la actividad de
los humanos tanto en el contenido de la información como en su trasmi-
sión al entorno. El sujeto es activo, procesa, elabora la respuesta y puede
manipular la realidad.

Los SP se caracterizan significativamente por ser personas no obsesivas,


pero sí, meticulosas, cautelosas, indecisas, muy preocupadas por recoger la
información con muchos detalles. Son personas que utilizan mucha energía
para mantenerse sobre aviso, que tienen una actitud negativa, desconfiada,
recelosa hacia su entorno. Los SP son hiperincorporadores, es decir, perso-
nas que se esfuerzan intelectualmente en tratar el campo de los estímulos
con más cuidado y precisión para estructurar y organizar significativa-
mente los elementos, que dan muchas vueltas a los datos antes de dar una
respuesta, que están altamente motivados para solucionar los problemas o
tomar decisiones. Son personas que utilizan una economía cognitiva que no
evita la complejidad, ni renuncia a la calidad, ni al ajuste que corresponde
a procesos de análisis y síntesis, pero que son cognitivamente inflexible o
adolecen de una probable implicación neurológica
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS PERFECCIONISTAS 170

11.2.2. Mediación Cognitiva


Cada persona percibe y traduce la información que recibe según su modo
de ser, en forma distinta de los demás. Unas personas perciben e interpre-
tan la realidad según los hace la gran mayoría, otras la interpretan y la
traducen de una manera muy personal y unas terceras la interpretan y la
traducen distorsionándola. Esto que sucede en las personas se encuentra
en los grupos.

Los PF se caracterizan por tener dificultades en el ajuste convencional, en el con-


trol de la realidad. La percepción es inadecuada, distorsionada, la traducción
de la información no se ajusta a la realidad. Son respuestas que corresponden a
conductas inapropiadas, desajustadas. Son personas preocupadas por la correc-
ción, por acomodarse a las normas. No son obsesivos, pero tienden a recoger la
información con muchos detalles.

11.2.3. Ideación.
El sujeto relaciona las ideas (objetos) unas con otras y las expresa. La
expresión puede ser coherente o incoherente, depende del funcionamiento
cognitivo y del estado emocional. Lo cognitivo y lo afectivo, el yo y el
entorno tienen una influencia recíproca. Si lo cognitivo funciona elegirá
la respuesta adecuada, es decir, ajustada a la realidad, Si no funciona, la
respuesta será ilógica, disparatada, distorsionada, no ajustada a la reali-
dad. La respuesta de un sujeto a cualquier estímulo es expresada en forma
verbal o por escrito. La selección de una respuesta, según Exner (1994,
1995) depende de los rasgos o estilos o hábitos que originan preferen-
cias conductuales reiterativas en la solución de dificultades o problemas.
Depende de los estímulos afectivos: sentimientos disfóricos (tristeza, pér-
dida de control emocional, abandono), o de los sentimientos gratificantes,
ocasionales unos, crónicos otros, que provocan cambios de conducta, au-
mentando o disminuyendo las conductas anteriores o sustituyéndolas por
otras que originan respuestas diferentes. Las respuestas de un sujeto reser-
vado, intranquilo, triste, estresado se traducen de distinta manera que las
respuestas de otro espontáneo, tranquilo. Depende de estímulos externos.
La fiebre o el calor medio ambiental excesivo provocan cambios de con-
ducta y, en consecuencia, cambios de respuesta; en general, no modifican
los rasgos básicos.
Los SP son propensos a vivir en el mundo de la ensoñación, a utilizar
la fantasía como procedimiento habitual para solucionar los problemas, a
refugiarse en la imaginación para gratificar las necesidades y compensar
en la fantasía las frustraciones. Se alejan de los procesos convencionales
de la ideación que se manifiestan en un modo ilógico (muy peculiar) de
pensamiento, en un modo raro de ideación, en la falta la claridad. Están
dominados por prejuicios, por una autopercepción negativa. Tienen una
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS PERFECCIONISTAS 171

actividad mental periférica provocada por eliminar el registro de las ne-


cesidades básicas, o evitar su impacto. Presentan una clara tendencia a
sustituir la realidad por la fantasía en situaciones de estrés. Se aferran a su
criterio, les cuesta mucho cambiar su punto de vista; lo que valoran es di-
fícil que lo alteren, es difícil hacerles cambiar de opinión, son dogmáticos.
Prefieren demorar el tomar decisiones o iniciar sus conductas, a su enten-
der, hasta que no hayan considerado todas las alternativas posibles, eso
significa mantener las emociones al margen mientras se busca solucionar
los problemas.

11.2.4. Autopercepción.
Si la autoimagen es la percepción que uno tiene de sus cualidades y de
sus deficiencias, es decir, de todo lo que uno siente, piensa, quiere, espera,
teme acerca de sí mismo. Esa autoimagen tiene mucha influencia en el
desarrollo de la autoestima. Una autoimagen baja genera una baja auto-
estima. El yo, en la autovaloración, es el que valora y, al mismo tiempo,
es el objeto valorado. El yo frente a sí mismo conforma un juicio de valía.
Eso implica un conocimiento y una comparación. El conocimiento le viene
dado por la percepción que tiene de sí mismo, al compararse con el otro
y está basado directamente en las experiencias adquiridas en la relaciones
con los demás y en las atribuciones que él mismo yo hace de su conducta.
La valoración puede ser positiva (en consecuencia, de aceptación), si el yo
evalúa sus pensamientos, sentimientos, sensaciones, experiencias que ha
recogido durante el transcurso de su vida y los cataloga como positivos:
piensa que es bueno, más o menos inteligente, se siente simpático, satis-
fecho, estima que funciona eficazmente, aprecia el gusto de su manera de
ser. Si así sucede, la autoestima será alta. La valoración será negativa (en
consecuencia, de rechazo de sí mismo), si el yo evalúa sus pensamientos,
sentimientos, sensaciones, experiencias que ha recogido durante el trans-
curso de su vida y los cataloga como negativos. Si así sucede, la autoestima
será baja.
Los SP tienden a centrarse en sí mismos mucho menos que los SNP y el
30 % y el 28 % tienen tendencias narcisistas.Tienen baja la autoestima y
el 29 % y el 32 % tiene un conflicto entre la autoimagen y la autoestima.
Fundamentan su autoimagen y su autovalía en el recurso de la intelectua-
lización, intentando ignorar la realidad.

11.2.5. Relaciones interpersonales.


Toda persona es sociable por naturaleza, es decir, nace con las habilidades
para poder relacionarse con sus semejantes; necesita ponerse en contac-
to, mediante la comunicación, sea en forma superficial o profunda, para
interactuar con otra persona o con el grupo. De la comunicación cotidia-
na surge la amistad, factor necesario para sentirse autorrealizado y para
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS PERFECCIONISTAS 172

poder desarrollar las habilidades sociales, ininterrumpidamente, durante


toda la vida. Las buenas relaciones constituyen una herramienta esencial
para saber tolerar las frustraciones, el mal humor de ciertos compañe-
ros y el poder aceptarlos tal como son, sabiendo que somos diferentes y
que todos no son como quisiéramos que fuesen. Los malos entendidos en-
tre compañeros de trabajo son frecuentes, provocan situaciones tensas y
desagradables que menoscaban la cooperación en las tareas de cada día,
rompen la comunicación y fomentan la agresividad. Lo que sucede en una
persona sucede en un grupo.
Los SP son personas con poca capacidad de contacto afectivo, con poco
interés por sí mismas y por las personas que les rodean, pero, solamente los
SPÍ son personas que no están interesados en las relaciones interpersonales,
que no tienen una actitud amable hacia los demás, ni buscan relacionarse
con ellos de una manera armoniosa.

11.2.6. Afectividad.
Tal como quedó indicado, el contenido de la afectividad es muy comple-
jo. La afectividad impregna toda la actividad psicológica de una persona
desde que nace hasta que muere. Se articula con el pensamiento e influye,
a veces tenue y otras intensamente, en los juicios, decisiones, acciones y
conductas. En muchas ocasiones es manejable y dirigible; en otras, incon-
trolable. Las emociones, a lo largo del desarrollo personal, van de más a
menos violentas y los elementos cognitivos de menos a más sofisticados.
En la vida real los aspectos cognitivos y los afectivos son inseparables. Si
la emoción y la ideación son inseparables funcionalmente, la influencia en
la formulación de los juicios, en la toma de decisiones, en la actividad, en
la conducta, en mayor o en menor grado, es recíproca. Lo que sucede en
una persona sucede en un grupo. Por lo tanto:
Los SP siempre o casi siempre modulan más o menos adecuadamente las
manifestaciones afectivas de acuerdo a lo esperado. Expresan sus afectos,
más o menos espontánea y relajadamente, cometiendo fallos más o menos
graves. Son personas oposicionistas. Experimentan un intenso malestar
emocional. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo. Internalizan
las manifestaciones afectivas, la emoción se libera, pero queda detenida
más que exteriorizada generando sentimientos de irritación.

11.2.7. Control y tolerancia al estrés.


No todas las personas tienen las habilidades suficientes para modular ade-
cuadamente las descargas, es decir, no todas las personas tienen los re-
cursos disponibles para formular y cumplir las decisiones y para actuar
eficazmente. Mutatis, mutandis, lo que sucede en una persona, sucede en
un grupo. Un grupo tendrá más y otro menos.
CAPÍTULO 11. PERSONALIDAD DE LOS PERFECCIONISTAS 173

Los SP están afectados por fuertes tensiones internas que afectan al pensa-
miento, originando una excesiva ideación periférica que perturba la aten-
ción y la concentración. Internalizan excesivamente la emocionalidad que
debería ser exteriorizada. Tienen una actividad mental provocada por ex-
periencias de necesidad manifestadas en forma de tensión, de falta de
atención, de insomnio. Neutralizan las necesidades de contacto afectivo y
han abandonado la experiencia de necesidad natural de afecto, o está rota
o se ha extinguido, o no funciona bien, razón por la cuál no se dan las
manifestaciones de las necesidades de proximidad.
Bibliografía

[1]

Abt, L.C. y Bellak, K.L. (1967). Psicología Proyectiva. Enfoque Clínico de la


Personalidad. Buenos Aires, Paidós.
Ainsworth, M. D. (1954). Problems of Validation. En Developments in the
Rorschach Technique, Vol. I, Klopfer, B. et al. Nueva Yorak, Harcourt, Brace
and World.
Alcock, T. (1965). La Prueba de Rorschach en la Práctica. Méjico Buenos
Aires, Fondo de Cultura Económica.
Álvares Villar, A. (1967). Psicodiagnóstico Clínico. Madrid, Aguilar
Álvarez, M. & Cols. (1993). Primera aproximación a un estudio normativo
de la ciudad de Barcelona y su entorno. Revista de la Sociedad Española del
Rorschach y Métodos Proyectivos, 6, 6-20
Ames, B. L. y Leadned, J., Metraux, R. M Y Walker, R. N. (1972). El
Rorschach Infantil. Buenos Aires, Paidós.
Anderson y Anderson (1978). Técnicas Proyectivas del Diagnóstico Psicoló-
gico. Madrid, Rialp.
Anzieu, D. (1962). Los Métodos Proyectivos. Buenos Aires, Kapellusz.
Beck, S. y Beck, A. G., Leviit, E. E. y Molsh, H. B. (1967). Le Test de
Rorschach. Paris, P.U.F.
Beizmann, C. (1968). E1 Rorschach en el Niño de 3 a 10 años. Madrid,
Aguilar S.
Bell, J.E. (1971). Técnicas Proyectivas. Exploración de la Dinámica de la
Personalidad. Buenos Aires, Paidós.
Benjamin, J. D. y Ebaugh, F. G. (1938). The diagnostic validity of the
Rorschach test. Am. J. Psychiat., 94, 1163-1178
Bohm, E. (1953). Manual del Psicodiagnóstico del Rorschach. Madrid, Mo-
rata.
Bohm, E. (1977). Manual del Psicodiagnóstico del Rorschach. Madrid, Mo-
rata.
Brosin, H. W. y Fromm, E. O. (1940). Rorschach and color blindnees. Rors-
chach Res. Exch. 4, 39-70
Brussel (1946). The Rorschach Method and Post-Concussion Syndrome. Psy-
chiat. Quart, 16, 707-743

174
BIBLIOGRAFÍA 175

Brussel, J. A. y Hith, K. S. (1942). The Rorschach method and its uses in


military psychiatry. Psychiat. Quart, 3-29.
Campo, V. (1993). Resúmenes de datos normativos presentados en el Sim-
posio interactivo del Congreso de Lisboa. Revistas de la Sociedad Española del
Roschach y Métodos Proyectivos, 6, 36-38.
Carp, A.L. y Shavzin, A. R. (1950).The susceptibilty to falsification of the
Rorschach Psychodiagnostic technique. Journal of Consulting Psychology, 14,
230-233
Cohen, D. (1973). Transient stress, rater bias, and Rorschach interpretation.
Journal of Clinical Psychology, 29, 345-347.
Colligan S.C. y Exner, J.E., (1985). Responses of schizofrenics and nonpa-
tients to a tachistoscopic presentation of the Rorschach. Journal of Personality
Assessment, 49, 126-136.
Cronbach, L. J. (1949). Statistical methods applied to Rorschach Scores. A
review. Psychological Bulletin, 46, 393-429.
Cronbach, L. J. (1956). Assessment individual differences, Ann. Rev. Psy-
chol. 6, 21 - 25
Dana R. H. y Back, B.R. (1983). The concurrent validity of child Rorschach
interpretations. Journal of Personality Assessment. 47 (1), 3-6
Endara, J. (1976). Test de Rorchach. Quito, Universidad Central
Exner, J. (1978 - l981). Sistema Comprensivo del Rorschach. Madrid, Pablo
del Río.
Exner, J. E. (1990). Manual del Rorschach para el Sistema Comprehensi-
vo. Rorschach Workshop. Asheville North, Carolina. (Para la edición española)
Sociedad Catalana del Rorschach y Métodos Proyectivos.
Exner, J. E. (1994). El Rorschach. Un Sistema Comprehensivo. Madrid,
Psimática
Exner, J. E. (1995). Manual de Codificación de Rorschach para el Sistema
Comprehensivo. Madrid, Ed. Psimática
Exner, J. E. & Sendín, C., (1995). Manual de Interpretación del Rorschach
para el Sistema Comprehensivo. Madrid, Psimática.
Exner, J.E. (2000). Principios de Interpretación del Rorschach. Un Manual
para el Sistema Comprehensivo. Madrid, Psimática.
Exner, J. E. (1959). The influence of chromatic and achromatic color in the
Rorschach. Journal of Projective Techniques, 23, 418-425
Exner, J. E., Armbruster, G. L. y Mittman, B. (1978). The Rorschach res-
ponse process. Journal of Personality Assessment, 42, 27-38.
Exner, J. E. y Wylie, J.R. (1976). Alterations in frecuency of response and
color articulations as related to alterations in the coloring of specific blot areas.
Estudio nº 219 (inédito) de Rorschach Workshops.
Eysenck, H. J. (1959). The Rorschach Test. En O. K. Buros Ed. The 5th
Mental Measurement Year Book, H. Park. The Gryphon Press.
Ephaim, D. & Cols. (1993). Diferencias nacionales en la frecuencia de res-
puestas populares y comunes al Rorschach. Un estudio de sujetos venezolanos.
Revista de la Sociedad Española del Rorschach y Métodos Proyectivos, 6, 28-35.
BIBLIOGRAFÍA 176

Ford, M. (1946). The application of the Rorschach test to young Children.


University of Minnesota child Monograph, Nº 23.
Fuster, J. (1996). Las influencias culturales en el Sistema Comprehensivo
del Rorschach. La codificación de la Calidad Formal. Revista de la Sociedad
Española del Rorschach y Métodos Proyectivos, 9, 57-63
Forsberg, I. (1941). And Experimental Study of the Reability of the Rors-
chach Psychodiagnostic Technique. Rorschach Res. Exch., 5, 72-84
Frank, L.K. (1939). Projective method for the study of personality. J. Psy-
chology, U.S. A. 8, 389-413
Frost, C.F. (1948) The Relationship Between the Verbal and Galvanic Skin
Responses to the Rorschach Test for Schizophrenic and Normal Subjects. (Wor-
certer, Mass., Clark University). Doctoral Dissertation
Goodman, N. L. (1979). Examiner influence on the Rorschach: The effect
of sex, sex-pairing and warmth on the testing atmosphere. Tesis Doctoral Long
Island University.
Harrower-Erickson, M, R. y Steiner, M. E. (1943) Modification of the Rors-
chach Method for Use as a Group Test. Genet. Psychol. , 62, 119-133
Henry, E. M. y Rotter, J. B. (1956). Situactional Influences on Rorschach
Responses. Journal of Consulting Psychology, 20, 457- 462.
Hertz, M. R. (1933). The reliability of the Rorschach ink-blot test. J. Appl.
Psychol., 18, 461-477
Hertz, M. R. y Rubenstein, B. B. (1939). A Comparison of Tree blind Rors-
chach Analyses. Am. J. Orthopsychiat.9,295-314.
Hich, K. S.(1943). A Rorschach Diagnosis of Cerebral Arteriosclerosis. Psy-
chiact. Quart. 17, 81-86.
Holzberg, J.D. (1977). Reliability re-examined. En M.A. Ricker Ovsiankina.
Ed. Rorschach Psichology, Robert E. Krieger, New York. 2ª Ed.
Holzberg, J. y Wexler, M. (1950). The predictability of schizophrenic perfor-
mance on the Rorschach test. Journal of Consulting Psychology, 14, 395-399.
Horiuchi, H. (1961). A Study of perceptual process of Rorschach cards by
tachistoscopic method on movement and shading responses. Jourmal on Projec-
tiveTechniques, 25, 44-53.
Hunt, H. F. (1950). Clinical methods. Psychodiagnostics. Ann. Rev. Psychol.
I, 207 -220
Hunter, M. (1939). The practical value of the Rorschach test in a psycholo-
gical clinic. Amer, J. Orthopsychiat. 9, 287-295
Hensen, A. R. (1958). Personality. Ann. Rev. Psychol., 9, 295 - 322
Kimble, G. A. (1945). Social influence on Rorschach records. J. abnorm. Soc.
Psychol. 40, 89-93
Larraz, J. y Valero, A. (1988). Respuestas Populares al test de Rorschach en
la población española. Muestra de Barcelona. Revista de la Sociedad Española
del Rorschach y Métodos proyectivos, 1, 47-54.
Lelley, D. M. (1941). The stability of de Rorschach method as denostrated
in electric convulsive therapy cases. Rorschach, Res. Exch. 5, 35-43
Leura, A. V. y Exner, J. E. (1978). Structural differences in the records of
adolescents as a function of being tested by one’s own teacher. Estudi nº 265
BIBLIOGRAFÍA 177

(inédito) de Rorschach Workshops


Levine, K. M., Grassi, J.R. y Gerson, M.T. (1943). Hipnotically induced
mood changes in the verbal and graphic Rorschach: A Case Study. Rorschach,
Res. Exch. 7, 130-134.
Levy, M. R. y Kahn, M. W. (1970). Interpreter Bias on the Rorschach Test as
a Functiun of Patients’ Socioeconomic Status. Journal of Projective Techniques
and Personality Assessment, 34, 106-112.
Lord, E. (1973) Experimentally induced variations in Rorschach performan-
ce. Psychological Monographs, 60, todo el nº 316.
Loosli Usteri, M. (1965). Manual Práctico del Rorschach. Madrid Méjico,
Ed. Rialp S.A.
Mcarthur, CH. C. (1972). The Rorschach test. En O.K. Buros Ed. The 7th
Mental Measurements Yearbook. The Gryphon Press, New York
Mattlar, C. & Cols. (1993). Rasgos del Contenido y del Resumen Estructu-
ral Rorschach característicos de los finlandeses: Una comparación transcultural.
Revista de la Sociedad Española del Rorschach y Métodos Proyectivos, 6, 21-27
Murray, H. (1964). Test de Apercepción Temática. Buenos Aires, De. Paidós
Kelley, D. M., Margulies, H. y Barreva, S.E. (1941) The stability of the Rors-
chach method as demonstrated in electric convulsive therapy cases. Rorschach
Res. Exch. 5, 35 - 43.
Kelley. L. (1942). The reliability coefficient. Psychometrika, 7, 75-83.
Kerr, M. (1936). Temperamental differences in twins. British. Journal of
Psycholology, 27, 51-59
Klopfer, B. y Davidson, H. (1966). Técnica del Rorschach. Buenos Aires,
Paidós.
Klopfer, B. y Kelley, D. (1972). Técnica del Psicodiagnóstico del Rorschach.
Buenos Aires, Paidós.
Krugman J. I. (1942). A clinical validation of the Rorschach with problem
children. Rorschach Res. Exch. 6, 61-70
Orange, A. (1953). Perceptual consistency as measured by the Rorschach.
Journal of Projective Techniques, 17, 224-228.
Parker, R.A. (1983). A meta-analysis of the reliability and validity of the
Rorschach. Journal of Personality Assessment, 47, 227-231
Piotrowski, Z. (1957). Perceptanalysis. Nueva York, Macmillan
Portkay, (1973). El Psicólogo Clínico y el Test de Rorschach. Buenos Aires,
Eudeba S. E.
Portuondo, J. (1976). El Psicodianóstico de Rorschach en Psicología Clínica.
Madrid, Biblioteca Nueva.
Rabin, A. y Sanderson, M. H. (1947). An Experimental inquiry into some
Rorschach Procedures. J. Clin. Psychol., 3, 216-225.
Rapaport, D. (1965). Test de Diagnóstico Psicológico. Buenos Aires, Paidós.
Rausch de Traubenberg, N. (1977). La Práctica del Rorschach. Madrid, Pa-
blo del Río.
Rey, A. (1967). Interpretation de dessins et developpement psychologique.
Neu-Chatel- Paris. Delachaux et Niestlé
BIBLIOGRAFÍA 178

Robert, P. (1967). Dictionaire de la Lange Francaise. Societé du Nouveau


Litré. Le Robert.
Rorschach, H. (1961). Psicodiagnóstico. Buenos Aires, Paidós.
Rovira, F. M. (1983). El Rorschach. Nuevas Aportaciones de Exner al Siste-
ma Comprensivo. Madrid, Siglo XX1.
Ruesch, J. y Finesinger, J. E. (1941). The relation of the Rorschash color
response to the use of color in drawings. Psychosom. Med., 3, 370-378.
Salas, J. (1944). E1 Psicodiagnóstico de Rorschach. Madrid, Ed. Morata.
Shachter, M. y Klopfer, B. (1969). Introducción al Psicodiagnóstico de Rors-
chach. Buenos Aires, Paidós.
Sarbin, T, R, (1939). Rorschach Pattens under Hypnosis. Am. H. Orthopsy-
chiat, 9, 315-319.
Seamons, D.T., Howell, R. J., Carlisle, A. I. y Roe A. V. (1981). Rorschach
simulation of Mental Illness and Normality by Psychotic and Nonpsychotic Legal
Offenders. Journal of Personality Assessment, 45 (2), 130 - 135.
Serebrinsky, B. (1948). Psicodiagnóstico de Rorschach en los Adolescentes.
Buenos Aires, Paidós.
S.E.R.Y.M., (1985). Un Manuel Rorschach para el Sistema de Exner. Bar-
celona.
Siegel, M. G. (1948). The disgnostic and pronostic validity of the Rorschach
test in a child guidance clinic. Am. H. J. Orthopsy, 18. 119-133.
Silva, D. & Cols. (1990). Los datos normativos del Rorschach presentados
por Exner son válidos para la población europea in extenso?. Ensayo con una
población portuguesa. Revista de la Sociedad Española del Rorschach y Métodos
Proyectivos, 3, 33- 40.
Stein, M. I. (1949). Personality factors involved in the temporal development
of Rorschach responses. Rorschach Research Exchange, 13, 355 - 414.
Thornton, G. R. y Guilford, J.P. (1936).The Reability and meaning of Er-
lebnistypus Scores in the Rorschach Test. J. Abnorm. & Soc. Psychlogy, 31,
324-330.
Vernon, P. E. (1933). The Rorschach inkblot test.II. British Journal of Me-
dical Psychology, 13, 179-205.
Wallen, R. (1948). The nature of color shock. J.Abn. & Soc. Psychology, 43,
346-356.
Williams, M. (1947). An experimental study of control under stress and
associated Rorschach factors. J. Consult. Psychol. 11, 21-29
Wishner, J. (1948). Rorschach intellectual indicators in neurotics. Am. J.
Orthopsychiat., 18, 265-279.
Young, R. A y Higginbothan, S. A. (1942). Behabior checks on the Rorschach
method. Am. J. Orthopsychiat., 42, 87-94.

Das könnte Ihnen auch gefallen