Reflexión en Bodas de Cana 02-06-2016

Lectura del Evangelio de Lucas 10, 1-12. 17-20

Buenas noches estimados hermanos en Jesucristo Nuestro Señor,

agradezco a Dios esta oportunidad y el poder compartirle a cada uno de
ustedes esta pequeña meditación del evangelio.

«la cosecha es abundante y los obreros son pocos, pues, rueguen al

dueño de la cosecha que envíe obreros a recogerla…» les decía Nuestro
Señor a sus discípulos, cuando los enviaba de dos en dos a predicar su buena
nueva, su evangelio. Les enviaba con la autoridad que el solo posee, el de ser
hijo de Dios, dándoles el poder y autoridad sobre todo poder enemigo,
dándoles la protección que se merecen, por si pisan serpientes, o si les pica
algún escorpión, los envía asistidos por su santo espíritu.

En esta parte Jesús les advierte que la misión a la que él les envía, no
será nada fácil, que estarán en medio de lobos con piel de corderos, o mejor
dicho en medio de falsos profetas, que ofrecen un camino fácil pero que lleva
a la perdición, por eso esa es la razón por la que él les advierte, por la que él
les da su poder, y más aún les dice que para esa misión no lleven muchas
cosas, pues de seguro porque les será innecesario llevar tantas cosas, y
además fatigoso el llevarlas a cuesta, pues el cansancio, la fatiga será mucha.

Y además esta advertencia de que no lleven muchas cosas a la misión

lo relacionaba con un pasaje bíblico que dice: el pastor conoce a sus ovejas
y ellas le conocen, por les llamo a cada una por su nombre y ellas me
siguen, pues es Cristo quien envía, ¿cierto?, y como él es el verdadero pastor,
las ovejas que son de su rebaño, les acogerán gustosos, y nada les faltará, y
a esta advertencia se añade no estén cambiando de casa en casa, en el
sentido que reciban lo que les dan, y sanen a los enfermos. En nuestra
actualidad sería den consejo a quien lo necesita, etc.
 Cuando hacia la reflexión recodaba esta pequeña canción: el Señor
envió a sus discípulos a sus discípulos, los envió de dos en dos…, que
hermoso es ver bajar de la montaña los pies del mensajero de la PAZ.

A que venía esto, al hecho que una de las características fundamentales

del Cristiano que por naturaleza y esencia de misionero es ser el portador de
Paz, pues el Señor les pide que en cada pueblo que vayan digan primero: la
paz este en esta casa, este con ustedes, permanezca en cada uno de los que
habitan la casa, pues para ser misioneros debemos estar en paz con uno
mismo, para que, a pesar de las dificultades, puedan anunciar la buena nueva,
con tranquilidad, con serenidad, con sencillez.

Pues un claro ejemplo podría ser: la actitud de Juan y Santiago los

apóstoles que Jesús envía a pedir posada a Samaria, y en samaria no les
dieron por que Jesús iba a Jerusalén, y ellos se enojaron y le dicen a Jesús,
¿maestro, Señor hacemos que caiga fuego sobre este pueblo? Así como esas
dificultades u otras que se presenten, podríamos perder la paz, y por así decir
hacer caer fuego del cielo, cuando nos enojemos. Jajeje…

Así pues, anunciar que el reino de Dios está cerca, es también en cierto
sentido transmitir, paz, amor, etc. Y como dice Jesús, si en la casa que llegan
viven personas de paz, la paz que transmitan se quedara en la casa, y si no
les acogen, no se hagan problema, porque la paz regresara a quien la anuncia,
a quien la transmite, a quien la posee, y esa paz que regresa es para no poder
perder la calma, y dejar que solo es Dios juzgue.

Pues quien no acoge la palabra de Dios, la paz, el amor y la fidelidad

que el transmite por medio de sus enviados, tendrán por así decir su diálogo
con Dios.

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 Y así queridas hermanas y hermanos, Jesús nos envía, les envía a ir de
dos en dos, a tocar las puertas, a evangelizar, y pedir al dueño de la mies que
les envíe más obreros, a la mies.

Pensaba en la vocación al matrimonio a la que cada uno de ustedes ha

sido llamado y que también cada uno de ustedes responde de distinta manera,
con sus altos y bajos, pero que dan testimonio de familia Cristiana, que sigue
a Cristo en la condición y estilo de vida que se encuentran, diciendo así que
si se puede, vivir en plenitud la vida matrimonial, que si puede existir
fidelidad en un matrimonio, que el amor a Dios es lo fundamental, y lo demás
viene por añadidura.

Y la misión de ustedes es esa, es la de vivir en familia, tener sus hijos,

y dar testimonio de ello. Como también el de ir de dos en dos a predicar el
evangelio, pues son ustedes dichosos, cada uno de ustedes, tiene su
compañero, su compañera de camino, ir de dos en dos, transmitiendo la
gracia, el perdón de Dios, que reciben y de la cual se nutren a diario.

Y además pidan obreros para la mies, pidan por su vocación, no

olvidemos que la vocación es el llamado que Dios hace a cada persona a vivir
un distinto estilo de vida, pero siempre estando en comunión con él.

Y también la iglesia necesita de la vocación al matrimonio, y pues como

fruto de la vocación a la vida Esponsal puede salir, también una vocación a
la vida sacerdotal, es hermoso ¿cierto? Ver como todo va unido.

Y a esto añado una pequeña recomendación que, si cada uno de ustedes

tiene algún hijo, nieto, que quiere servir a Dios por medio del sacerdocio, la
vida religiosa, que antes de opacarle la vocación, sino más bien ayúdenles,
incentiven más, a Amar a Cristo, amar a su Iglesia, Amar más a María. Pues
ella es ejemplo de Madre, esposa, hija, de Discípula. Esposa del esposo más
amado que es Cristo Nuestro Señor, el hijo de Dios. Discípula fiel que hizo
lo que Dios le mando, y que sigue en todo momento acompañando a su hijo
Jesucristo, la cual hizo Jesús pudiera obrar su primer milagro, en la Cana,
cuando se celebraba una boda.

Así pues, sean ustedes esos misioneros de Cristo, y que Cristo tanto
necesita. Alegrándose no por haber hecho buenas obras con el poder que
Dios les da, no. Sino más bien alegrándose que por haber hecho la voluntad
de Dios, y permanecer fiel a su promesa de Amor, ya ustedes son tenidos en
cuenta en el reino de los cielos.

Pues Cristo ve todas que hacen en su nombre, y se alegra de la fe, que

ustedes tienen, la valentía con cual ustedes dan testimonio, y el amor con el
ustedes obran a diario.

A esto añado también que este año, es el año de la misericordia, y que

de cierta manera Cristo, nos prepara el camino para vivir, y experimentar su
misericordia, y ser discípulos y portadores de su misericordia.

Como familia, como parejas de esposos vayan de dos en dos, no tengas

miedo y anuncien la paz y la misericordia. Y que en la familia vivan el amor
y la felicidad de ser los misioneros de Cristo.