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ÍNDICE:
Página
Definición de algunos conceptos de salud pública 1
Funciones esenciales 10
Determinantes sociales de salud 13
Aspectos básicos de epidemiología 15
Conceptos básicos. De la vigilancia epidemiológica a la
vigilancia en salud pública 18
Indicadores epidemiológicos básicos 22
La investigación epidemiológica en epidemias 32
Bibliografía 44
1
Para Piedrota Gil y Rey Calero (1991), la salud pública es la ciencia y el arte de
organizar y dirigir los esfuerzos colectivos para la defensa, promoción y restau-
ración de la salud de la población.
Esta es una definición que va más allá de las instancias de acción de los ser-
vicios de salud; debe incluir en su articulación las intervenciones de carácter
comunitario dirigidas a la población e incluye la responsabilidad del asegura-
miento para el acceso a los servicios de salud y social con calidad, oportuni-
dad y equidad en la atención de salud desde la mirada del bienestar (Borrel,
2004).
Es importante entender el concepto de política de salud pública, como la ex-
presión resultante de las acciones de un gobierno en el ámbito sanitario, que
se refleja en normativas y programas que corresponden al manejo y a las solu-
ciones de la problemática de la salud. Es preciso diferenciar entre la norma o
la teoría y la práctica; aquí subyacen las dificultades en aplicar las directrices
internacionales y que las soluciones realmente se traduzcan en mecanismos
para controlar o reducir el problema.
Hasta aquí el proceso para tomar una decisión razonada no es fácil, porque
puede favorecer un ambiente donde primen los intereses de quienes tienen el
poder (gobierno, agencias internacionales o instituciones con poder económi-
co), el diseño de un marco normativo con pobre participación de la comunidad
y de los sectores involucrados en su implementación, y la ausencia de accio-
nes de evaluación que puedan medir el impacto de las políticas.
Entre las funciones más importantes y destacadas que esta disciplina persi-
5 gue, se cuentan: evaluación y seguimiento de la situación de salud que pre-
domina en una comunidad determinada; investigación y control de los ries-
gos más grandes que puedan incidir de manera negativa en la salud de una
población; desarrollo de campañas de prevención de todas las enfermedades
plausibles de enfermar a los habitantes; incentivar a los ciudadanos para que
ellos también sean parte del cuidado de su propia salud, de la de los miem-
bros de su familia y la de su prójimo; desarrollo de políticas; recursos y capaci-
tación para conseguir un resultado satisfactorio en materia de salud, y reducir
al máximo los impactos negativos ante emergencias o desastres.
“La salud es, por tanto, vista como un recurso para la vida cotidiana y no el
objetivo de vivir. Así, la salud ofrece un significado para el bienestar y, con ello,
para el desarrollo humano. Esta visión es consistente con la Renovación de
Salud para Todos, que llama a movilizar esfuerzos para que todas las perso-
nas alcancen un nivel de salud que les permita llevar una vida económica y
socialmente productiva. Las metas en salud, bajo esta perspectiva, se pueden
resumir en las siguientes cuatro:
2. Funciones esenciales
En el contexto internacional, el impacto del fenómeno de la globalización en
la salud de la población constituye hoy materia de importante discusión (Lee
1999, Rennen y Martens 2003). La globalización, inicialmente concebida
como un proceso económico, ha sido reformulada más ampliamente, inclu-
yendo otras dimensiones que moldean la sociedad, entre ellas, la salud de la
población.
Bajo este nuevo enfoque y teniendo en cuenta que todos estos procesos
inciden en el contexto de los determinantes proximales y distales de la salud
(políticas públicas, desarrollo económico, interacciones sociales, comercio y
la provisión de ecosistemas y servicios de salud apropiados) y en los determi-
nantes más cercanos, se hace más evidente el impacto de la globalización en
la salud pública.
En 1999 la OPS/OMS puso en marcha una iniciativa denominada “La salud pú-
blica en las Américas”, con el propósito de mejorar la infraestructura y la prác-
tica de la salud pública, así como fortalecer el rol rector del Estado en el sector
salud. Para ello, se desarrollaron diferentes pasos, el primero encaminado a la
definición de las funciones esenciales de salud pública, luego a la medición de
su desempeño en los países de las Américas y, posteriormente, a la estimación
del gasto y el financiamiento que los países realizan para su ejecución.
Esta es la razón que favorece las sinergias entre estas dos disciplinas, dado
que los profesionales de la salud muestran deficiencias en el uso y aplicación
de herramientas y estrategias para la comunicación de masas y no necesa-
riamente están formados en áreas de comunicación. Además, hoy por hoy
se resalta el impacto de la promoción de la salud. Por ello, cabe citar lo que
expresa Rina Alcalay:
Salud ocupacional
Salud materno-infantil
Enfermedades crónicas
Tomado del Instrumento para la medición de las funciones esenciales de salud pública (OPS, 2000)
Este modelo representa a su vez las interacciones entre los factores y considera
a las inequidades en salud como producto de exposiciones y vulnerabilidades
diferenciales que surgen a partir de diferencias en las posiciones socioeconómi-
cas de los individuos, desde la etapa gestacional y durante el curso de la vida,
generando interacciones socio-psico-biológicas. Con ello se busca que se actué
a partir de políticas que reduzcan la inequidad con esfuerzos colectivos actuan-
do en aquellos factores de riesgo modificables o controlables.
Figura 1. Diagrama del “Modelo de determinantes sociales en salud”
Definición de epidemiología
Gálvez y Guillen, en el texto “Medicina Preventiva y Salud Pública”, expresan que
“la existencia de numerosas definiciones de epidemiología hace sospechar, que
ninguna satisface todos los requisitos que se le deberían exigir”; debido a que
se trata de un sector del conocimiento esencialmente dinámico, que se ha ido
extendiendo a nuevos campos, enriqueciendo sus metodologías y estableciendo
el intercambio con varias disciplinas como la sociología, la biología, la sicología, la
antropología, la demografía y la estadística, entre otras.
• Susser, en 1973, la describe como “la disciplina, que estudia los patrones
de distribución de las enfermedades en la raza humana y los factores que
influyen en dichos patrones.”
• J.N. Morris (1975): “ciencia fundamental de la medicina preventiva y de la
salud comunitaria”.
• P.E. Enterline (1979): “simple ’sentido común’ en el estudio de los proble-
mas de salud del hombre, pero apoyado en técnicas especiales, propias de
la epidemiología”.
• R.R. Neutra (1978) y V. Ernster (1979): “ciencia, estudio o método de razo-
namiento”.
• En la década del ochenta, Jenicek, consideró la epidemiología como: “un
16 razonamiento y un método de trabajo objetivo, propuesto en medicina y en
otras ciencias de la salud, aplicado a la descripción de los fenómenos de la
salud, a la explicación de su etiología y a la investigación de los métodos de
intervención más eficaces.”
• En esa misma década, Payne la describió como “el estudio de la salud del
hombre, en relación con su medio.”
• En 1995, Kalh Martin Colimon la definió como: “la disciplina que estudia la
distribución de frecuencia de las enfermedades y de los fenómenos de salud
en grupos sociales y los factores que influyen sobre la ocurrencia y variación
de esta distribución.”
• Gálvez, Guillen y Fernández, en el libro “Medicina Preventiva y Salud Pública”
indican que un grupo de expertos la definen como “la ciencia encargada del
estudio de los aspectos ecológicos que condicionan los fenómenos de salud-
enfermedad en los grupos humanos, a fin de establecer sus causas, mecanis-
mos de producción y los procedimientos tendientes a conservar, incrementar
y restaurar la salud individual y colectiva”.
• Más recientemente, Kleinbaun expresa que la epidemiología “describe el estado de
salud de una población, identifica la magnitud del problema, la frecuencia de ocu-
rrencia entre diferentes grupos y la tendencia de la enfermedad; explica la etiología
de la enfermedad, determina los factores asociados y los modos de transmisión;
predice la magnitud y distribución de la enfermedad en las poblaciones y controla la
enfermedad por medio de medidas preventivas y de erradicación.”
Como hemos visto la epidemiología se puede definir, en una forma pragmáti-
ca, como el estudio de la causa y la distribución de la salud y enfermedad en
la población.
Surgen entonces dos elementos claves: proceso salud-enfermedad y población.
Por esta misma época, surgió el concepto de erradicación como el proceso por el
cual se interrumpía la transmisión de las enfermedades; asimismo, se incorpora el
término “vigilancia”, orientada hacia el descubrimiento de signos de persistencia en
la transmisión, determinación de sus causas y naturaleza, eliminación de los focos
residuales y prevención de casos de infección residual o importada.
Igualmente, surgió el término “control” que se derivó del término “contención”, proce-
so en el cual se utilizan métodos y procedimientos para disminuir los efectos de los
eventos epidemiológicos.
Más tarde, el ámbito de la vigilancia fue extendido a las actividades de laboratorio para
efectuar la confirmación de los casos sospechosos, al conocimiento de los elementos
inherentes a la transmisión y reservorios, a la distribución geográfica y a los efectos de la
influencia ambiental en enfermedades como la malaria, la viruela y la fiebre amarilla.
Desde 1950, la vigilancia se ha utilizado para referirse a ciertas medidas relacionadas
con el control de enfermedades infecciosas. En 1955, los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) propuso un sistema de vigi-
lancia orientado a la recolección sistemática de datos de una enfermedad específica,
al análisis e interpretación de los mismos y la distribución de esta información a las
personas responsables de las intervenciones.
Este desarrollo del concepto tradicional de la vigilancia debe tener en cuenta las par-
ticularidades propias de las enfermedades crónicas e incorporarlos a los conceptos
clásicos de la vigilancia epidemiológica de las enfermedades transmisibles. La VSP
se aplica a todos los aspectos relacionados con la historia natural de la enfermedad;
su etiología; los determinantes socioeconómicos, medioambientales, conductuales y
genéticos de la enfermedad; los aspectos preclínicos relacionados con la detección
precoz y los programas de tamizaje; los aspectos clínicos relacionados con los indica-
dores de morbilidad, accesibilidad de poblaciones a servicios, y a los resultados en
salud relacionados con la calidad de vida, supervivencia, mortalidad, etc.
Clases de notificación:
Las clases de notificación están determinadas por las especificidades y el comporta-
21 miento epidemiológico de los eventos, la gravedad, la transmisibilidad y el probable
impacto sobre la salud de la población.
Periódica e individual: es aquella que se efectúa para aquellos eventos donde el nivel
superior de notificación no requiere del conocimiento de manera inmediata, pero sí
de la caracterización individual. En la mayoría de los casos es complementaria de la
notificación inmediata e individual.
Periódica y colectiva: es aquella que permite conocer las tendencias de los eventos
prioritarios. Debe incluir variables de persona, tiempo y lugar. Por lo general, se esta-
blece la semana, el mes o el periodo epidemiológico, el trimestre o el semestre como
momentos de notificación.
La notificación negativa se debe hacer sólo para los eventos de eliminación (tétanos
neonatal, rubéola congénita, sífilis gestacional, sífilis congénita, rabia humana y lepra),
erradicación (parálisis flácida, sarampión) y control internacional (cólera, peste y fiebre
amarilla).
La medición constituye un aspecto muy importante para la labor científica. Los indica-
dores tienen numeradores y denominadores, en donde el numerador es el número de
eventos de morbilidad, de defunciones o servicios; y el denominador generalmente se
conoce como población total o como población en riesgo. Los indicadores son medi-
das que se pueden usar para ayudar a describir una situación existente o para medir
cambios o tendencias a lo largo de un período de tiempo. Pueden ser de tipo cuantita-
tivo (los más usados) o cualitativo.
Los indicadores construidos a partir de cocientes, pueden ser de los siguientes tipos:
razones, proporciones, porcentajes y tasas o coeficientes.
Así mismo, los indicadores demográficos nos muestran el crecimiento de una comuni-
dad o población, por medio del crecimiento natural que se da a través de la natalidad y
mortalidad, y por la migración (inmigración y emigración). Los indicadores demográficos
ayudan a establecer grupos de riesgo, de acuerdo a sus características demográficas.
Los indicadores epidemiológicos: miden los efectos que los factores de riesgo tienen
sobre la salud en términos de morbilidad y mortalidad. En el primero de los casos, se
relacionan con la prevalencia e incidencia de enfermedades y de ciertas condiciones
del ambiente sanitario con el objeto de estimar necesidades de salud asociadas a la
población. Frente a la mortalidad, se emplean la mortalidad proporcional y las tasas
brutas o generales y las específicas, entre otras.
TIPOS DE INDICADORES
DEMOGRÁFICOS
SOCIOECONÓMICOS
INDICADORES
EPIDEMIOLÓGICOS
Tomado del libro de Borda P., M; Navarro L., E; Tuesca M. R. Métodos cuantitativos: herramientas
24 para la investigación en salud. 2ª edición. Ed. UNINORTE. 2009.
Razón o número índice: es el cociente resultante al dividir dos valores diferentes, con la
condición de que uno no incluya al otro. Sirve para comparar subgrupos o estratos entre sí.
Este indicador refleja la calidad de los servicios de control prenatal, los programas de
control de natalidad y la calidad de los servicios de salud. En las regiones en desarrollo
es 1:75 (una muerte materna de cada 75 nacidos vivos, mientras que en los países
desarrollados es 1:7300).
Los porcentajes se obtienen multiplicando las proporciones por 100. Los porcentajes se em-
plean con mayor frecuencia que las proporciones y son muy útiles para el análisis epidemio-
lógico por su fácil manejo e interpretación, lo que permite hacer comparaciones de eventos
dentro de la población. Así mismo, se pueden comparar grupos de diferentes tamaños y se
valora el peso relativo de una categoría con respecto a la totalidad del fenómeno.
25
Tasa o coeficiente: es una medida de incremento o decrecimiento de una variable (mortali-
dad, natalidad, etc.), en un período de tiempo definido. Es un parámetro que incorpora una
idea dinámica del proceso de enfermar en una colectividad a lo largo del tiempo, lo que difi-
culta su abstracción. Estrictamente la definen como el potencial instantáneo de cambio de
una variable (generalmente una enfermedad) por la unidad de cambio de otra (en el tiempo)
y relacionado con el tamaño de una población expuesta al riesgo.
Ejemplo de tasa específica: se desea establecer cuál fue la tasa de morbilidad por
enfermedad diarreica aguda (EDA) en menores de un año en la ciudad de Atlántida en
el 2001. La oficina de población reporta que se presentaron 520 casos de EDA en ese
grupo y que la población según proyección del censo era de 10.423 menores de 1 año.
Conceptos epidemiológicos:
Incidencia
Se define como el número de casos nuevos de una enfermedad en un período de tiem-
po definido y en un área determinada. Como se mide a través del tiempo se considera
un concepto dinámico, a diferencia de la prevalencia que por medirse en un momento
del tiempo es estática.
Se obtiene del número de casos nuevos de una enfermedad y se calcula por medio de
la aplicación del concepto de porcentaje y de tasa.
Casos nuevos. 10
I . A. = ---------------------- = ------- = 0.066 X 100 = 6.66%
Población inicial 150
Tasa de letalidad:
Por cada 100 personas que contrajeron el dengue, murió aproximadamente una.
Prevalencia
Se define como el número de casos existentes en un momento del tiempo, o los que
se desarrollen en un período, es decir comprende los casos viejos que aún permane-
cen enfermos y los nuevos diagnosticados durante un espacio de tiempo.
Cuando los casos se dividen entre la población total, se tiene una proporción de preva-
28 lencia y no una tasa, por tanto no se habla de tasas de prevalencia, sino de proporción
de prevalencia o simplemente prevalencia de la enfermedad.
574
P= x 100 = 0.85 x 100
67.896
Endemia:
Del griego “endos”, que significa dentro y “demos”, que significa pueblo. Es decir, significa
que una enfermedad se presenta con una incidencia de manera relativamente constante
en una comunidad geográfica. Se presenta una endemia cuando los factores determinan-
tes de la enfermedad están enraizados en el ambiente y no se modifican; por ejemplo, el
incremento de los casos de dengue: dado por las conductas de la población relacionada
con el manejo de agua y el bajo control de mantener erradicación de focos (botellas vacías,
llantas, aguas estancadas, entre otras). La endemia se subdivide de acuerdo al nivel de
afectación poblacional en holoendemia, cuando afecta más del 75% de la población; hipe-
rendemia, cuando afecta del 50-75% de la población; mesoendemia, cuando afecta del 10
al 50%, e hipoendemia cuando afecta menos del 10% de la población.
Epidemia:
Proviene de dos raíces: “epi” que significa sobre y “demos”. Se entiende como el au-
mento natural de la incidencia habitual de una enfermedad transmisible en una comu-
nidad. Comúnmente esta definición también aplica a enfermedades no transmisibles:
muertes violentas. Cuando aparece en una comunidad una entidad que estuvo contro-
lada o erradicada, se denomina “epidemia”, así solo aparezca un caso y ello también
aplica para entidades letales; por ejemplo, un caso de cólera, polio, viruela.
Pandemia:
Una pandemia es la expansión de una enfermedad infecciosa a lo largo de un área
geográficamente muy extensa, a menudo por todo el mundo. Para que una enfermedad
pueda calificarse de pandemia debe tener un alto grado de infectabilidad, cierta mortali-
dad y un fácil contagio de una zona geográfica a otra.
Según la Organización Mundial de la Salud para que pueda aparecer una pandemia es
necesario:
• Que aparezca un nuevo virus, o una nueva mutación de uno ya existente, que no haya
circulado anteriormente y que la población no sea inmune a él.
• Que el virus sea capaz de producir casos graves de la enfermedad, con una mortalidad
significativa.
30 • Que el virus tenga la capacidad de transmitirse de persona a persona de forma eficaz,
provocando un rápido contagio entre la población.
Fase 1: en la naturaleza, los virus gripales circulan continuamente entre los animales,
sobre todo entre las aves. Aunque en teoría esos virus podrían convertirse en virus
pandémicos, en la fase 1 no hay entre los animales virus circulantes que hayan causa-
do infecciones humanas.
Fase 3: se caracteriza por la existencia de un virus gripal animal o un virus reagrupado huma-
no-animal que ha causado casos esporádicos o pequeños conglomerados de casos huma-
nos, pero no ha ocasionado una transmisión de persona a persona suficiente para mantener
brotes a nivel comunitario. La transmisión limitada de persona a persona puede producirse
en algunas circunstancias como, por ejemplo, cuando hay un contacto íntimo entre una
persona infectada y un cuidador que carezca de protección. Sin embargo, la transmisión
limitada en estas circunstancias restringidas no indica que el virus haya adquirido el nivel de
transmisibilidad de persona a persona necesario para causar una pandemia.
Fase 6: es decir, la fase pandémica, se caracteriza por los criterios que definen la fase
5, acompañados de la aparición de brotes comunitarios en al menos un tercer país de
una región distinta. La declaración de esta fase indica que está en marcha una pande-
mia mundial.
En el periodo pospandémico, los casos de gripe habrán vuelto a ser comparables a los
habituales de la gripe estacional. Cabe pensar que el virus pandémico se comportará
como un virus estacional de tipo A. En esta fase es importante mantener la vigilancia
y actualizar en consecuencia la preparación para una pandemia y los planes de res-
puesta. Puede requerirse una fase intensiva de recuperación y evaluación.
1) ¿La enfermedad representa una amenaza para la salud? Existen patologías que de
acuerdo a los objetivos generales de los programas de control o al peligro real o po-
tencial para la población, requieren una investigación epidemiológica. En estos casos,
se debe investigar sin consideración a otro criterio. Por ejemplo, cólera, poliomielitis,
viruela, ántrax, botulismo, virus del Nilo entre otros (un solo caso amerita una investi-
gación).
Para la clasificación de los casos se deben establecer unas definiciones con base en
criterios clínicos, epidemiológicos y de laboratorio: Las definiciones de caso son útiles:
como criterios de inclusión, como clasificador de los casos y para la aplicación y eva-
luación de las medidas de control.
Hay que tener en cuenta que un número de casos mayor que el esperado se puede
contrastar con los periodos de tiempo, para predecir la situación (ver Figura 2). Tam-
bién puede estar relacionado con acciones de búsqueda activa o con la implementa-
ción de programas de control.
4 Cuartil
Zona de seguridad inferior
2
Zona éxito
0
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
Mes
Tomada de: Bortman M. Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 5(1), 1999)
3) ¿De qué fuente provienen los casos? Se debe valorar de dónde procede la fuente
de contagio. Cuando hay sospecha de que los casos proceden de una fuente común,
se sospechan enfermedades transmitidas por agua o alimentos. La investigación de
los casos iniciales puede permitir la detección temprana y evitar mayor número de
casos.
15
10
0
Tiempo
Ancho < Promedio del periodo de incubación
Brote
20
primario
Brote
15
terciario
10
Periodo de incubación
Caso índice
Estos estudios tienen gran valor epidemiológico, debido a que contribuyen a ampliar
el conocimiento sobre la historia natural del evento estudiado y dan las bases para
prevenir su posterior diseminación.
Estudio de brote
35
Triada epidemiológica
Agente
Medio ambiente
37
Huésped susceptible
Cadena epidemiológica
Cadena epidemiológica.:
El agente
Tóxico
Infectividad
Físico / químico Dosis letal
Toxicidad
Mutagénico
Patogénico
AGENTE Biológico Virulento
Mutagénico
Hábitos tóxicos
Inmunogénico
Social / psicológico Ritos/costumbres
Tendencias/modas Específico
Normas/valores
Figura 10. Características del reservorio
Cadena epidemiológica:
Reservorio
Reservorio Natural
(hábitat natural
del agente)
Animal Humano
•Caso clínico
•Caso subclìnico
•Portador: sintomático /
39 asintomático
Inanimado •Crónico
Terminal / permanente
Sucesos, suelo,
Ligero /espontáneos
aire, agua
Constante / intermitente
Cadena epidemiológica:
Puerta de salida
Respiratoria
Digestiva
Natural
Genitourinaria
Puerta Piel/tegumentaria
de Salida
Artificial Mecánica
Figura 12. Características del vehículo de salida
Cadena epidemiológica:
Vehículo
Secreciones
nasales
saliva
Heces
Vómitos
Orina
Leche
La investigación en epidemias
La etapa “Información y análisis preliminar” o también llamada fase rápida comprende:
41 Los datos analizados epidemiológicamente deben compararse con los resultados del
laboratorio. El agente causante de una enfermedad puede confirmarse con la presen-
cia de patógenos o toxinas conocidos o por el aumento de títulos de anticuerpos en
especímenes de enfermos, siempre que los signos y síntomas experimentados por los
pacientes concuerden con los producidos por el agente.
3. Métodos de control
Una vez se ha llevado a cabo un análisis exhaustivo de los datos, se formularán recomen-
daciones de orden práctico que tiendan a evitar o controlar futuras epidemias. La mayor
información sobre el agente, el huésped y el ambiente, facilitan la solución del problema.
Pero, como en cualquier otro campo de la investigación, el éxito depende en gran parte del
análisis que se realice con base en los datos, más que en los datos mismos.
La notificación oficial en el decenio 1967 - 76, reveló la existencia de una tasa de 0,4
por mil para el año 1976. Como conclusión general, se pudo afirmar que la triquinosis
humana estaba difundida pero con tasas bajas de morbilidad; o que realmente la tasa
era baja debido al subregistro de casos.
42
Entre los animales la trichinela spiralis tiene una amplia variedad de huéspedes. Los
cerdos tienen especial interés entre los animales domésticos, cuya carne y subproduc-
tos son la fuente principal de infección para el hombre.
De esta encuesta surgió que la mayoría de los enfermos son familiares y que a pesar
de vivir en distintos domicilios (muy cerca unos de otros), se reunían habitualmente a
almorzar o cenar. Este grupo de familia compró durante los meses de junio, julio, agos-
to y septiembre (como lo hacían en años anteriores), carne y factura de cerdo a un
vecino, quien faenó en forma clandestina varios cerdos en esta época, los que luego
vendía en el barrio afectado.
La atención médica de los pacientes tanto internados como por consultorio externo
fue realizada por el médico clínico que solicitó dicha investigación. Asimismo, los análi-
sis efectuados de rutina de sangre y orina a los internados estuvo a cargo del laborato-
rio de la misma clínica.
Distribución en el tiempo:
La distribución en el tiempo y por la anamnesis realizada, surge que 8 pacientes ingerían
carne de cerdo desde tiempo antes al período de incubación máxima; los 12 pacientes
restantes comían habitualmente alimentos comunes antes de la ingesta de cerdo. La
fecha de ingestión corresponde con los períodos mínimos y máximos de incubación. Los
picos de máxima incidencia atañe a los días 8, 16 y 18 de octubre de 1977.
Conclusiones
En este trabajo se demuestra una vez más la importancia de la notificación por parte
de los profesionales del sector privado que permite, como en este caso, la detección y
el control de un brote epidémico de triquinosis.
Dicho brote ocurrió entre varias familias residentes en dos barrios adyacentes, ubica-
dos en la periferia de la ciudad, en época de primavera, lo que avala lo descrito en el
punto referente a distribución y frecuencia. La fuente de infección estaba localizada en
una familia que faenaba clandestinamente y vendía carne entre el vecindario.
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