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Asignatura:

Sociología

Tema:
Como afecta el feminicidio a los parientes

Facilitador:
Jose Alexander Pichardo

Presentado por:
Mariel Arias Lorenzo 17-5400

Jueves 19 abril de 2018, Santiago R. D.


¿Qué es el feminicidio?

El término “feminicidio” hace referencia a un tipo de homicidio específico en el que


un varón asesina a una mujer, chica o niña por ser de sexo femenino. A diferencia
de otros tipos de asesinato, los feminicidios suelen ocurrir en el hogar como
consecuencia de violencia de género. También se categorizan dentro de los
crímenes de odio, dado que se dan en un contexto en el que lo femenino ha sido
estigmatizado durante años.

La palabra “feminicidio” está en disputa; hay autores que afirman que incluye
cualquier asesinato cuya víctima sea una mujer, independientemente del género de
quien lo cometa o de cuáles sean sus motivaciones.

El feminicidio es la manifestación más extrema del abuso y la violencia de hombres


hacia mujeres. Se produce como consecuencia de cualquier tipo de violencia de
género, como pueden ser las agresiones físicas, la violación, la maternidad forzada
o la mutilación genital.

1. Íntimo y familiar

Mientras que los feminicidios familiares son cometidos por varones dentro de su
familia cercana o extendida, el concepto “feminicidio íntimo” suele usarse para
hablar del asesinato de la pareja o la ex pareja, independientemente de la relación
legal entre las dos personas.

El feminicidio íntimo se relaciona con el consumo de alcohol y otras sustancias y


supone un 35% de todos los asesinatos de mujeres (no sólo los cometidos por
hombres), lo cual lo hace el más frecuente de todos los tipos de feminicidio.

El asesinato por honor es un tipo especial de feminicidio que se comete contra


mujeres de las que se dice que han deshonrado a la familia. Entre los motivos más
habituales de “deshonra” se incluyen ser víctima de violación y ser acusada de
adulterio.
En la Familia

Cuando las mujeres no han logrado sobrevivir al ataque feminicida, la muerte no


solo termina con los sueños, el potencial, el futuro y el derecho a la vida de la víctima
principal, sino que también afecta a la familia.

En el 50 por ciento de los casos de feminicidio, hay testigos que presenciaron estos
crímenes. Son niños, niñas, adolescentes que sufrieron un trauma profundo al ver
a sus madres siendo humilladas, golpeadas, violentadas y finalmente asesinadas
por sus padres o sus parejas.

En un caso ocurrido el año pasado, un niño de 12 años fue testigo de la violencia


que su padre ejerció contra su madre desde que tenía uso de razón. La mujer nunca
denunció las agresiones. Finalmente, el niño vio a su padre apuñalar a su madre
hasta matarla.

Al margen del dolor de perder a su mamá de la manera más trágica, el pequeño


tuvo que ir a declarar ante la Fiscalía contra su papá. Vecinos de esta familia,
consternados, relataron a este diario que este niño sufrió terribles crisis de
depresión porque por un lado sentía rabia contra su papá por haberle arrebatado a
su mamá, pero por otro lado se sentía culpable pues su testimonio ayudaría a que
su padre, el único familiar cercano que le quedaba, fuera sentenciado a 30 años de
cárcel.

Consultada al respecto, la magíster Lorena Cox dijo que las secuelas en los hijos
del feminicidio pueden ser muy graves. Desde el sufrimiento excesivo hasta la
reproducción de la violencia. “Al haber vivido en un entorno violento, reproducirán
esa violencia ya sea de forma activa o pasiva”.

Ocurre de manera activa cuando esos menores de edad se convierten en agresores.


“Ejercen violencia contra sus hermanos, sus compañeros de escuela y después con
sus parejas”. Otros hijos se convierten en víctimas pasivas y permiten que los
demás ejerzan violencia en contra de ellos.

Estos huérfanos del feminicidio, sufren de baja autoestima, tienen una marcada
dependencia emocional y económica de otras personas, trastornos de personalidad.
También pueden reaccionar con rebeldía ante lo sucedido y empezar a delinquir
para “vengarse” de la sociedad, dependiendo de la poca o nula contención que
tengan después del asesinato de la madre.

¿Y qué pasa con las madres, los padres de una mujer víctima de feminicidio?
Sienten un enorme vacío en sus vidas, sufren ataques de frustración por no haber
prevenido las muertes de sus hijas, por no haber detectado a tiempo las señales de
la violencia que sufrían. Tratan de reconstruir mentalmente lo que pasó para hallar
respuestas. “Las familias enfrentan estados depresivos. Al principio se sienten
culpables, pero al final reconocen que las mujeres suelen esconder de sus padres
que son víctimas de violencia, ya sea para evitarles sufrimiento o por temor a ser
separadas del agresor del que dependen emocionalmente”.

Ante el dolor, los familiares pueden desarrollar trastornos alimenticios, de sueño,


alcoholismo, dependencia de ansiolíticos, antidepresivos. “Para los padres es muy
difícil procesar la muerte de una hija porque están acostumbrados a velar por su
bienestar y ahora que ya no está, sienten que deben seguir haciéndolo con sus
nietos y con la sociedad”.

Hay padres que se vuelven activistas para prevenir, educar, pues entienden por
experiencia propia que estas muertes se pueden evitar con la prevención, logrando
que los agresores tengan acceso a contención educativa, terapéutica y social de
sus impulsos.

Hay madres que no pueden asumir siquiera que sus hijas están muertas y se aíslan
tanto de la sociedad que viven en depresión y esa depresión les hace descuidar su
salud y sus necesidades básicas. "Pueden fallecer por ese descuido, por ese
abandono de sí mismas causado por una depresión profunda".

Dependiendo del tipo de violencia que han atestiguado los hijos en su hogar, pueden
sufrir secuelas en la esfera sexual cuando sus madres han sido violentadas en su
intimidad. “He evaluado a muchos hijos testigos de feminicidios. Tienen
inestabilidad emocional, un débil control de sus relaciones, de sus emociones y en
varios casos cometen delitos menores, por el alto grado de frustración y de
culpabilidad que sufren.

Estos huérfanos se quedan con tíos, abuelos, primos, pero siempre son adultos
estables. Estos familiares los golpean y los rechazan porque los consideran una
carga adicional y los empujan, indirectamente, a autolesionarse, a la delincuencia,
la promiscuidad e incluso a quitarse la vida.

Impacto psicológico. “La depresión lógicamente puede ser uno de los síntomas
principales, pero también puede presentar lo opuesto que es la rebeldía. El niño
puede adentrarse en una etapa de indisciplina que muchas veces termina en la
etapa de violencia”, señala.

Advierte que desde que se presentan las primeras experiencias de maltrato en el


hogar el niño va manejando una etapa depresiva, una etapa de violencia y dolor.
“Luego que ocurre el feminicidio viene lo peor para él, porque no solo pierde a su
madre sino también a su padre quien estará ausente, ya sea por huir, suicidarse o
estar recluido en una cárcel, quedando el niño en una gran inestabilidad emocional”.

Según la doctora Báez, a raíz de que ha perdido a sus guías, las personas que
deben brindarle el apoyo, la moral, la crianza y el amor necesarios para su
desarrollo, el niño tiende a vivir un sin número de emociones negativas como el
odio, el dolor, el rencor, la ira y la impotencia. Indica que probablemente esas
emociones regirán su conducta y resultarán en un ser humano inmisericorde,
depravado y malvado “carente de la atadura moral que ejercen las madres sobre
los hijos”.
Un niño que ha sido testigo del asesinato de su madre a manos de su padre
necesita apoyo familiar. La familia debe tener una actitud de responsabilidad
porque deberá asumir los roles de esos padres y no solamente ocuparse de los
compromisos de educación, comida, techo y salud, sino también de todo lo
relacionado con su desarrollo interior, como el apoyo moral, el amor, los valores y
el apego.

Ayuda profesional. Independientemente de que cuenten con el apoyo familiar, los


niños deberán recibir la ayuda de profesionales que les enseñen a manejar el
proceso vivido, de forma tal que la experiencia no se transforme en un futuro
negativo.

De acuerdo a la psiquiatra, baja autoestima, agresividad, impotencia para la


resolución de problemas, complejos y falta de misericordia, son algunos de los
resultados que pueden manifestarse de no recibir la ayuda necesaria.

El papel de los hijos ante la ola de agresión y maltrato. “Ellos deben ser la voz
de alerta, los guardianes y vigilantes si estas situaciones están aconteciendo. Deben
acercarse a las autoridades de ese matrimonio, llámense los padres de esa pareja,
los hermanos, los tíos, gente que tengan poder de autoridad sobre ellos y poder dar
la voz de alerta para impedir que ocurra la desgracia de un feminicidio o un suicidio”,
dice Báez.
Bibliografía:

 Feminicidios (Asesinatos a Mujeres) Causas y Tipos.


https://psicologiaymente.net

 Secuelas del feminicidio, el dolor, depresión e incluso la violencia.


http://www.opinion.com.bo/opinion/informe_especial/2015/0906/suplemento
s.php?id=7210

 Periódico Hoy
¿Qué pasa con los hijos de las víctimas de feminicidio?
http://hoy.com.do/que-pasa-con-los-hijos-de-las-victimas-de-feminicidio/
Publicado el: 19 julio, 2012

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