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Bolilla 1
● Introducción
Contenido de la materia.
El interés práctico que reviste el estudio de esta materia es que todas las relaciones pecuniarias
que existen entre los hombres, son relaciones de obligación.
La obligación cumple una función fundamental en la sociedad moderna, ya que es el instrumento
vital para el cumplimiento de fines individuales y sociales, para regular la convivencia y satisfacer un
interés patrimonial (derechos obligacionales, intelectuales y reales) o no patrimonial del acreedor.
Si bien esta importancia abarca a otras relaciones jurídicas patrimoniales, en las obligaciones, es
más habitual la producción, trasmisión y extinción de obligaciones porque se da el fenómeno de la
cooperación reciproca, orientada al interés de otro sujeto.
La relevancia jurídica del derecho de obligaciones no solo está en la base del derecho civil, sino del
derecho en su totalidad. El concepto de obligación constituye la armazón y el substratum del derecho.
Todos los días creamos obligaciones; y estas se generan a partir de:
Contratos: son los actos más comunes que dan nacimiento a obligaciones (deberes jurídicos
particulares y especiales) alrededor del hombre, que le permiten subsistir y desenvolverse en esa red
económica en el medio ambiente.
Daños (hechos ilícitos): el hombre se ve obligado por otras obligaciones que nacen de la
responsabilidad civil, lo que lo obligan a indemnizar, en determinadas circunstancias, el daño
ocasionado a otras personas (ej.: mala praxis, accidentes, etc.).
Definiciones.
Según el derecho romano.
A) Según las Institutas de Justiniano:
“La obligación es un vinculo jurídico que nos constriñe a pagar algo a otro, según el derecho civil”.
La última parte de la definición, “según el derecho civil”, carece de vigencia en la actualidad. Se
tuvo en el derecho romano cuando el derecho civil era aplicado solo a las relaciones jurídicas entre
ciudadanos, excluyendo a los que no tenían esta calidad que se regían por el ius gentium.
Analizando la definición se pueden destacar los siguientes elementos:
» Vínculo jurídico: relación jurídica que une al deudor con el acreedor.
» Los sujetos ligados por este vínculo: el deudor (el que debe pagar) y el acreedor (el que tiene
derecho al pago). La bipolaridad es uno de los rasgos principales de la obligación.
Derecho Civil II
» La prestación: es lo que debe pagar el deudor al acreedor. Tal prestación puede ser de dar, de
hacer y de no hacer. (Art. 495).
Según los hermanos Mazeaud, la definición de las Institutas es la más correcta y es aun valida.
No obstante, se considera que la definición dada por las Institutas está desactualizada y
discordante con una realidad socioeconómica diferente porque:
• No hay vínculo de constreñimiento, ya que la mayoría de las obligaciones se cumplen voluntaria y
espontáneamente, sin necesidad del uso de coacción. Así, muchos autores sustituyen la expresión
vínculo jurídico por necesidad jurídica, por relación jurídica, por situación jurídica.
Galli afirma que en realidad no es un vínculo ni una relación jurídica, sino una situación jurídica,
porque la relación significa una coincidencia de voluntades, es una situación plurisubjetiva (de varios
sujetos vinculados), en cambio, la situación jurídica es una manera de estar de la persona frente al
derecho.
Roca Sastre, por su parte, definía a la obligación como “una relación jurídica en virtud de la cual un
sujeto (o varios) tiene el derecho a exigir (pretensión) a otro sujeto (o varios) una determina
pretensión (consistente en dar, hacer o no hacer) y en procurar una satisfacción en base a la
responsabilidad patrimonial del deudor”.
• Dicha definición solo tiene en mira un aspecto de la obligación: el lado pasivo, sin considerar la
situación del acreedor y solo observa el lado patológico de la obligación.
En base a la definición clásica se han formulado diversas críticas:
» Para Galli: la definición de las Institutas ha sido erróneamente empleada ya que la misma solo
tiene en mira la relación obligacional en el momento en que, incumplida por el deudor se reclama la
intervención del derecho. Por eso, propone una nueva definición: “Situación en virtud de la cual el
sujeto se halla en el deber jurídico de cumplir una prestación”.
» Para De Gásperi: la obligación no es el vínculo jurídico, este es uno de sus elementos. La esencia
de la obligación es la justicia correctiva (Aristóteles). Producido un desequilibrio patrimonial entre dos
sujetos la justicia correctiva restablece el equilibrio por medio de la obligación.
» Para Giorgianni: la definición de las Institutas en incorrecta porque habla de obligación en un
sentido genérico, que puede coincidir con las definiciones del deber jurídico y no como aquel particular
deber jurídico que es la obligación. Él define a la obligación como “aquella relación jurídica, en virtud de
la que una persona determinada llamada deudor, esta vinculada a un comportamiento
patrimonialmente valorable para satisfacer un interés, aunque no sea patrimonial de otra persona
determinada, llamada acreedor, que tiene derecho al comportamiento por parte de la primera”.
B) Según el Digesto de Paulo: “La sustancia de obligación consiste en constreñir a otro hacer
cumplir algo”.
Esta definición está desactualizada porque no hay vínculo de constreñimiento, ya que el
cumplimiento es espontáneo y voluntario. Además porque solo tiene en cuenta el aspecto pasivo, es
decir, la situación del deudor.
Transformaciones: su evolución.
Derecho Romano: principios.
A pesar de que los romanos, primitivamente, realizaron una obra admirable en esta rama del
derecho civil, no había una teoría general de las obligaciones. Sí comenzó a existir a partir del derecho
romano clásico.
Sí existían figuras jurídicas concretas, como el nexum, por el cual se podía obligar a una persona;
la mancipatio (en reales). Más tarde surge la stipulatio, aquella promesa por parte de una persona a
entregar algo. Por último surgen los contratos, seguidos de los cuasicontratos.
En esta época, el derecho de obligaciones se caracterizaba por:
» Ser eminentemente personalista.
» La intransmisibilidad de la obligación.
» Estar protegido por acciones impersonales.
» Deber ser cumplidas con todas las formalidades.
Cazeaux señala dos cuestiones, en el derecho romano:
» Formalismo, técnica jurídica: constituye el mecanismo de las obligaciones, cómo se forman,
funcionan, se clasifican y se extinguen. Hoy en día se mantiene, el legado romano perdura en nuestros
tiempos, sin experimentar cambios; salvo los cambios generados en la evolución de la vida del hombre.
Así, han aparecido nuevas fuentes obligacionales (ej.: enriquecimiento sin causa) y dentro de la fuente
contractual se advierten nuevas figuras (ej.: contrato de seguro, de propaganda, de representación
teatral, etc.), también ha habido cambios en cuanto a la transmisión de las obligaciones.
» El contenido, el espíritu, el fin de las obligaciones: ha sufrido una mutación notable. Se puede
señalar la permanencia de dos principios rectores:
• El individualismo: implica la soberanía de la voluntad individual con exclusión de toda intervención
estatal en relaciones privadas; casi total independencia del individuo frente a la sociedad; la sola
voluntad de los particulares era la creadora de las obligaciones.
• El formalismo: consistía en la necesidad de emplear ciertas prácticas preestablecidas, ritos en los
cuales se utilizaban determinadas palabras, gestos u objetos, en lugares y momentos prefijados, y
antes cierto número de personas. La forma tiene un origen religioso. En Roma, las formalidades eran
necesarias para comprender y dar validez al acto. Hoy, se exigen para proteger a las partes
intervinientes o como medio de publicidad frente a terceros.
Todo esto ha cambiado, originando el principio de la autonomía de la voluntad, teorías de la
responsabilidad objetiva, etc.
Derecho canónico: su aporte al derecho moderno.
En el campo obligacional, se ha evidenciado el aporte de los principios de la moral cristiana. El
Corpus Iuris Canónico del siglo XII compiló actas y leyes eclesiásticas, que daban los principios básicos:
» El respeto por la palabra dada: los pactos están para ser cumplidos, de lo contrario es un
pecado. La obligación puede tener como fuente el mero consentimiento. Así como en derecho romano
había una sujeción a las formalidades, se considera que la palabra dada basta. Ahora el simple pacto
genera obligaciones. Así se general el principio de la buena fe.
» El principio de la buena fe (bona fides): existía en el derecho romano, pero no con el sentido
dado por el derecho canónico. Según este último, significa lealtad, tiene que ver con los móviles. Art
1198 C.C.
» La teoría de la causa: se desprende del principio de la buena fe. La causa es lo que en derecho
romano era la forma: el fundamento de la obligación. La causa es el móvil, el motivo por la cual se
contrae, es la razón de por qué debe cumplirse la palabra empeñada. Si la causa es ilícita, el contrato
es nulo.
» Las teorías de la lesión, del precio justo y de la usura: todas derivadas de la teoría de la causa.
Solo admitían una moderada ganancia para el contratante que tuviera mayor fuerza o habilidad, pero
excluyendo toda pérdida excesiva para la parte más débil. También se prohibió la usura, entendida
como préstamo a interés cualquiera fuese la tasa del mismo, siendo considerada como delito.
» La teoría del abuso y de la imprevisión: como derivación del principio de la buena fe.
» Ensanchamiento del concepto responsabilidad: se obliga al hombre a reparar todo daño
causado a otro por su culpa. Tiene gran trascendencia en el campo de las obligaciones
extracontractuales.
» La regla moral (justicia): este es el rasgo más característico del aporte del derecho canónico que
impregna a la norma jurídica, pero sin que se alterara el espíritu individualista del derecho romano.
Individualismo.
Tiene su origen en el humanismo jurídico del siglo XVI-XVIII, que colocaba al hombre como centro
de la sociedad (principio liberal) y en la escuela del derecho natural, con Grocio y Spinoza.
Derecho Civil II
» El Libro Segundo “De los derechos personales en las relaciones civiles” (Art. 495 a 2310)
» El Libro Tercero “De los derechos reales” (Art. 2311 a 3261)
» El Libro Cuarto “De los derechos reales y personales” (Art. 3279 a 4043)
Dos títulos preliminares.
» 1° título preliminar “De las leyes” y “De los modos de contar los (Art. 1 a 29)
intervalos del derecho”
» 2° título preliminar “De la transmisión de los derechos en general” (Art. 3262 a 3278)
Un título complementario.
» Título complementario “De la aplicación de las leyes civiles” (Art. 4044 a 4051)
El Libro Segundo es el que interesa a esta materia. El codificador lo dividió en tres secciones:
» Sección Primera “De las obligaciones en general” (Art. 495 a 895)
» Sección Segunda “De los hechos y actos jurídicos que producen la (Art. 896 a 1136)
adquisición, modificación, transferencia o extensión
de los derechos y obligaciones”
» Sección Tercera “De las obligaciones que nacen en los contratos” (Art. 1137 a 2310)
En el Libro Segundo, se incluye la parte general de las obligaciones y sus dos fuentes más
importantes: los contratos y los hechos ilícitos.
En esta temática, el codificador siguió a Freitas, Thibaut y Savigny, Putcha, quienes proponían una
parte general para las obligaciones como forma de diferenciarlas de su fuente más importante, que son
los contratos y, además, reglas generales para todo tipo de obligaciones (contractuales,
extracontractuales o legales).
Siguen esta metodología los códigos: alemán, chileno, ruso, italiano, portugués, paraguayo,
peruano, mexicano, etc.
La unificación interna de las obligaciones civiles y comerciales ha sido siempre una ambición de los
juristas de todo el mundo. En el derecho comparado aparece plasmada la unificación en Suiza, Rusia,
del Líbano, Paraguay y Cuba.
En Argentina, luego de numerosas conferencias, se declaró la necesidad de la unificación de las
obligaciones civiles y comerciales.
Como proyectos cabe destacar:
• En 1987 una comisión de juristas, que elaboró un proyecto de código civil con el fin de unificar
las obligaciones. Esto fue aprobado por el senado pero vetado por el Poder Ejecutivo.
• Una comisión federal que propuso derogar el código de comercio a fin de unificar la legislación.
Ya posee media sanción en la cámara de diputados y está a consideración del senado.
• Una comisión de juristas designados por el Poder Ejecutivo pretende modificar el libro segundo, y
propicia la derogación del código de comercio y la incorporación parcial de este al código civil,
incorporando, además, nuevas instituciones. Este proyecto se encuentra en el mismo estado
parlamentario que el anterior.
Antecedentes.
El origen histórico comienza en el derecho romano aunque los conceptos del derecho real o
personal no fueron conocidos en el derecho romano. La diferencia se produjo con relación a las
acciones entre:
» Actio in rem (acciones reales): la reivindicatoria, la confesoria y la negatoria.
» Actio in personam (acciones personales): posibilitaban que alguien pudiera reclamarle a su
deudor que, por ejemplo, devolviera una suma prestada (mutuo) o bien el pago de una indemnización
derivada de un delito.
Tesis.
Existen cuatro criterios para analizar los derechos reales y los derechos personales.
A) Tesis clásica.
Para esta tesis:
Derechos reales Derechos personales o creditorios
• Constituyen un vínculo jurídico directo e • Relacionan a dos personas o más.
inmediato entre una persona y una cosa.
• Son absolutos, pues se ejercitan erga omnes. • Son relativos, pues carecen de efectos frente a
terceros.
• Importan un tener. • Implican un deber tener.
• Utilizan la acción reipersecutoria y • Utilizan la acción que es persona, sin efectos
reivindicatoria (cuando es arrebatado la cosa hacia terceros (cuando se promete la casa
objeto). enajenada y se exige la entrega de la cosa).
• Son limitados. Son los creados por la ley. • Son ilimitados. Son los creados por las partes.
• La prescripción es el medio de adquirirlos. • La prescripción es el medio de extinguirlos.
• Se exige para su nacimiento el título y modo • Basta para su nacimiento el consentimiento.
(acuerdo y tradición).
B) Tesis monista obligacional.
Esta tesis es sostenida por Planiol (Francia) y Thon (Alemania)
Algunos autores dicen que todos los derechos son personales, porque las relaciones jurídicas solo
pueden darse entre personas, ya que las cosas no pueden ser sujetos ni objeto de derecho.
Sostienen que el derecho de propiedad (derechos reales) no consiste en que el dueño pueda hacer,
sino en que los demás deben respetar lo que él haga; es decir, el derecho real sería un “obligación
pasivamente universal”, donde el sujeto pasivo estaría constituido por el resto de las personas
(deudores) que deben someterse al ejercicio de ese derecho.
C) Tesis monista realista.
El derecho o la relación creditoria es un derecho subjetivo de una persona sobre un patrimonio
ajeno.
En la obligación, la relación no es entre persona sino que siempre está referida a las cosas. El
contenido de la prestación se dirige a los objetos, ya que ante el incumplimiento voluntario, el acreedor
Derecho Civil II
agrede los bienes del deudor que puede hacer vender y así satisface su derecho creditorio. La relación
es entre el sujeto titular y los bienes del obligado.
Rocco (jurista italiano) sostiene que del derecho de crédito importa una especie de prenda del
acreedor sobre los bienes del deudor.
Von Ihering decía que la relación se brinda entre dos patrimonios, no entre personas.
D) Tesis intermedias.
Son posiciones críticas en cuanto a la tesis clásica y monistas o extremas. Son muchos los juristas
que han dado estos tipos de soluciones:
» Según Ginossar: sostiene que la propiedad y los derechos creditorios se complementan en una
especie de obligación pasivamente universal a cargo de todos.
» Según Giorgianni: existen situaciones jurídica calificadas como derechos reales donde el titular
no tiene un poder inmediato sobre la cosa; en cambio, en ciertos derechos creditorios el acreedor
consigue su interés mediante un poder inmediato sobre la cosa. Para el primer supuesto da como
ejemplos a los derechos reales de garantía y a las servidumbres negativas. Para el segundo supuesto
se da como ejemplos al arrendamiento y al comodato.
» Según Díez-Picazo: la diferenciación que hace la doctrina clásica entre los derechos reales y
personales es insuficiente en el actual derecho positivo, ya que no existen separados, sino que tienen
una zona que les es común. Clasifica a estos derechos según:
• Eficacia: acá se encuentran los derechos reales (ej.: propiedad), de utilización y de disfrute, y los
derechos dirigidos a obtener la prestación del propietario (obligaciones propter rem).
• Función económica (estructura de poder que otorgan a su titular): son los de disfrute y de
obligación.
Situaciones jurídicas intermedias.
Entre los derechos reales y personales es posible diferenciar situaciones jurídicas intermedias.
Ius ad rem.
Es una figura que surge en la Edad Media y tiene como finalidad explicar algunas situaciones
jurídicas propias del momento. El ius ad rem es un derecho que corresponde a quien, teniendo título
para adquirir, carece de la posesión de la cosa. Es un derecho mayor que el personal, pero disminuido
en cuando al derecho real. El ius ad rem hoy ha perdido actualidad e interés.
Obligaciones reales.
Son las llamadas propter rem, ambulatorias, scripta in rem . Consisten en imponer el cumplimiento
de una prestación al titular de ciertos derechos de señorío sobre una cosa. El hecho de que a
determinadas personas, por ser poseedoras o propietarias de una cosa, se les impongan obligaciones,
hace que la obligación real sea considerada como una categoría intermedia entre derechos reales y
personales.
» Naturaleza: la doctrina se divide en tres corrientes.
• Los que consideran que son una categoría intermedia que participa de los derechos reales y los
personales; una especie de doble naturaleza (Alsina Atienza).
• Los que entienden que se trata de un cierto tipo de derechos reales, donde la obligación
constituye una especie de “lado pasivo”. Esto es lo que llaman “derechos reales in faciendo” (Gatti).
• Los que piensan que se trata de vínculos personales y resultan una subespecie del género
“obligación” (Borda).
» Recepción en el Código Civil Argentino: el Art. 497 C.C. establece “a todo derecho personal
corresponde una obligación personal. No hay obligación que corresponda a derechos reales”.
La norma tuvo su fuente en Freitas.
Refiriéndose expresamente a las obligaciones reales, niega su inclusión en la legislación civil.
La nota al artículo en referencia es importante, en la que se evidencia la postura contraria del
codificador frente a las ideas de Aubry y Rau y Toullier, que están a favor de las obligaciones propter
rem. Sin embargo, los Art. 3266 y 3268 sostienen la existencia de estas obligaciones reales en el C.C.
» Casos: se citan algunos casos de obligaciones propter rem en la legislación civil:
• Obligaciones inherentes a la posesión (Art. 2416 a 2418).
• El derecho del tercer poseedor del inmueble hipotecario (Art. 3162, 3165, etc.).
• Obligaciones del acreedor prendario (Art. 3225, 3228).
• Obligaciones del propietario del fundo gravado con servidumbre (Art. 3036 a 3038).
• Obligación de pagar las expensas en la propiedad horizontal (Art. 17) Etc.