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Básicamente leer nos brinda muchos beneficios como mejora a nuestra forma
de hablar y de escribir y nos enriquece el vocabulario que manejamos, lo cual
es muy importante a la hora de aplicar para una entrevista de trabajo.
Asimismo, la lectura nos brinda beneficios como entretenimiento y nos abre la
mente; algo sumamente importante a la hora de entender las necesidades y
comportamiento del consumidor con el objetivo de realizar una campaña
persuasiva.
Es por eso que tanto docentes, instituciones, empresas y fundaciones hacen
tanto énfasis en la importancia de leer, porque es una de las actividades que
ejercita nuestro cerebro, nos abre la mente y nos proporciona muchos
beneficios.
La lectura es un hábito y como todos los hábitos se educa. ¿Cómo quieres que
tu hijo lea si no te ha visto nunca con un libro en la mano? Si queremos un
futuro de personas que tengan un nivel cultural razonable, que sean capaces
de crear, de tener ideas propias, de argumentar y persuadir, ser imaginativos y
que tengan un pensamiento PROPIO, fomentemos la lectura. Los adultos, tanto
los padres como los educadores, tenemos la obligación y responsabilidad de
educar no solo en valores sino en conductas sanas para los niños.
Este artículo no es una guerra abierta contra la telebasura ni contra los
avances tecnológicos, sino un clamor hacia los beneficios de leer. Los
videojuegos y muchos de los entretenimientos audiovisuales fomentan la
atención, concentración y muchas otras habilidades y destrezas que favorecen
diferentes aspectos del desarrollo de los niños y adultos. Pero ninguno de ellos
puede suplir los beneficios de la lectura.
Las carencias que pueden tener los niños que no tienen el hábito de leer se
relacionan con bajo nivel cultural, más dificultades escolares, menor velocidad
lectora, pobreza de vocabulario y menor creatividad, entre otras.
La lectura forma parte de educar en valores. Leer puede ayudar a fomentar la
imaginación, la creatividad, la fantasía e incrementa la capacidad crítica, así
como la mejora de procesos cognitivos como concentración y atención, mejora
la comprensión de relaciones entre las cosas y la formación de conceptos.
Algunos libros ayudan al cambio de actitudes. Leer ayuda a soñar, a viajar,
crear y pensar, incluso reír, porque hay niños que mientras leen, se ríen a
carcajadas.
La lectura también está relacionada con la confianza, autoestima y seguridad.
Las personas con un bagaje cultural son capaces de participar en
conversaciones de todo tipo, se sienten con argumentos y formación
suficientes para opinar. La cultura que aporta la lectura hace que te sientas
más seguro a la hora de expresar opiniones en grupo, ya que el lector puede
fundamentar y contrastar información sobre un determinado tema o
problemática. Así que no solo aporta seguridad, sino que mejora tus relaciones
personales y sociales. Y esto es una fuente de bienestar y felicidad.
El debate no está en si es mejor regalar libros o videojuegos, porque cumplen
funciones diferentes. No podemos permitir que los videojuegos suplanten a la
lectura o a las relaciones sociales. Cada actividad debe ocupar su lugar en el
espacio de ocio de un niño o adolescente. Los videojuegos pueden ayudar a
introducirte en la informática, a estar al día en las nuevas tecnologías, pero
algún tipo de videojuegos puede fomentar la competitividad, la rivalidad y
comportamientos agresivos. El atractivo audiovisual de los videojuegos
(música, colores, etc.) compite con el esfuerzo que para algunos niños supone
coger un libro y empezar a leerlo. Podemos aprovechar el interés de algunos
videojuegos y películas para introducir al niño en la lectura.
Existen libros para cualquier edad. Si el niño no sabe leer, siempre hay cuentos
con los que empezar a familiarizarse. Libros que tienen diferentes texturas,
sonidos, colores y dibujos. El niño empieza a comprobar que el cuento es una
fuente de información. Es de vital importancia el papel que juegan los padres,
maestros y gente allegada en el fomento de la lectura, no solo como modelos
sino como estimuladores de la lectura.
Para fomentar la lectura es mejor que el niño empiece a leer aquello que le
gusta, siempre y cuando sea adecuado para su edad. Todos los libros, cómics
y cuentos pueden aportar aspectos positivos, aunque existen libros que
estimulan más la creatividad, la imaginación y el pensamiento crítico.
Ventajas de la lectura
Con lo dicho hasta ahora quedará claro cuán importante y ventajoso resulta
dominar las habilidades lectoras y estar en posesión de hábitos adecuados. No
obstante, conviene hacer hincapié en aspectos que, aunque puedan quedar
implícitos en el contenido de este libro, es necesario tener en cuenta, como son
las ventajas que se derivan de la lectura. No se pretende hacer una reflexión
exhaustiva en este punto, sino señalar algunos de los aspectos más relevantes
e incitar a que se descubran otros nuevos.
Entre las ventajas que se derivan de la lectura, quizá una de las más
significativas sea la de que, a través de ella, ganamos en autonomía e
independencia porque fomenta el sentido crítico y provoca la inquietud
intelectual al aportarnos ideas nuevas, proporcionarnos conocimientos y
argumentos, lo que viene a estimular el razonamiento y la imaginación. Nos
hace más libres en nuestros pensamientos y en nuestros actos al disponer de
elementos de juicio y evaluación, favorece la adecuada toma de decisiones y
potencia la creatividad personal.
Mediante la lectura se consigue un paulatino y progresivo enriquecimiento
personal. Con ella ganamos en vocabulario, aprendemos a hacer una correcta
utilización de nuestra lengua y mejora el conocimiento de nuestro idioma, lo
que nos permite mejorar en nuestras posibilidades expresivas y de
comunicación al dotarnos de mayores recursos. Este mayor conocimiento
facilita que transmitamos con mayor precisión y claridad aquello que deseemos
transmitir, tanto si lo hacemos por escrito, como si es verbalmente, a la vez que
nos sitúa en una adecuada posición para entender mejor a los demás, sea a
través de sus escritos, o sea, a través de lo que nos comunican oralmente.
Para dominar la escritura hay que leer y escribir mucho, y sobre todo hay que
entender que es un medio extraordinario para aclarar el propio pensamiento y
comunicar sentimientos, ideas, experiencias, sueños, deseos, ilusiones.
Lo que debe enseñarse es pensar y crear. “Escribir, más que transmitir un
conocimiento
Acceder a ese conocimiento. El acto de escribir nos permite aprehender una
realidad que hasta el momento se nos presentaba en forma incompleta, velada,
fugitiva, caótica. Muchas cosas las comprendemos solo cuando las
escribimos"(Ribeyro, 1975).
Solo se llega a ser buen lector y escritor leyendo y escribiendo constantemente,
ambos procesos se alimentan mutuamente y se producen al mismo tiempo, la
expresión escrita, se enriquece, se modifica y se alimenta de la recepción
lector, se sostienen en la capacidad de comprensión y de expresión. Ambas
son inseparables y simultáneas
“El arte de la escritura implica una lucha tenaz con las palabras. Para atrapar al
lector, para seducirlo hay que aprender a corregir, a perfeccionar, a no
contentarse con una escritura fácil, sin esfuerzo. De ahí la importancia del
silencio para madurar en el palabras verdaderas. Solo quien escapas de
escucharse, de escuchar el silencio, de escuchar el mundo y a los otros, será
capaz de
escribir palabras verdaderas”.(Esclarin 2006)
1. Falta de interés.
2. Falta de motivación.
3. Falta de recursos económico en la compra de libros.
4. Falta de libros en las instituciones o centros educativos.
5. Falta de apoyo a los estudiantes por la lectura.
6. Falta de práctica.
7. Falta de tiempo.
8. Falta de conocimiento.
9. Falta de metodologías de lecturas en las escuelas.
10. Falta de bibliotecas
PROBLEMA
Si los maestros crean un habito por la lectura desde una temprana edad el o
estudiante por lo tanto tendrá un gusto por la misma, por lo que en un futuro
próximo, así como en la actualidad habrá una demanda mayor por este tipo de
material (libros)
Colomer, Teresa. (1997). Falta de interés por la lectura, resulta cada vez más
notoria en la población juvenil, son muchas las distintas actividades que realiza
un joven durante el día y si las evaluamos resultaría incluso extraño que una de
ellas sea leer por “gusto o porque le apasiona”. La mayoría de los adolescentes
leen por asignaciones, trabajos, evaluaciones, entre otros; notándose que no
les provoca interés en informarse o culturalizase sobre distintos temas.
Gómez Palacio Muñoz M. (1992). Una de las causas que podrían influir en esta
problemática es el costo elevado de los libros o revistas (en algunos casos),
esto implica que la población con posibilidad de adquirirlos sea reducida. Sin
embargo, hoy día existen múltiples maneras de obtener libros o espacios de
lectura mediante la web o visitando las bibliotecas, las cuales están siendo
olvidadas por que los lectores son pocos. También, el gusto por otras
actividades como los videojuegos, la televisión, o simplemente porque no les
gusta, han provocado que el desinterés por la lectura aumente y no sea parte
de la rutina de los jóvenes.
Enfocarse en el ahora
A menudo, los profesores hacen hincapié en la importancia de la lectura
diciendo: “la necesitarán para el examen”, o “la necesitarán para la
universidad”, o “al llegar al mundo real, necesitarán ser capaces de leer en
forma regular”. Bueno, los estudiantes viven en el mundo real en este momento
y, en su mayoría, tienen una preocupación real sobre sus vidas, que quieren
resolver ahora.
En general los niños y adolescentes desean conocer cómo impacta en su vida
el aprendizaje en el momento. Centrarse en el futuro puede conducir a la
procrastinación, ya que, para algunos jóvenes, el futuro puede parecer algo
muy distante. Además, los profesores pueden perder el enfoque en las
necesidades de los estudiantes en el presente.
Podemos hacer que la lectura elegida para toda la clase sea motivadora, en
relación al “aquí y ahora”. Es bueno cuestionar a los alumnos para determinar
lo que quieren aprender, y seleccionar materiales de lectura alineados con sus
intereses. En conjunto es divertido y creativo que los estudiantes hagan
presentaciones o parodias de sus materiales de lectura.
La diversidad de las diferentes regiones del país, aunado a la falta de recursos económicos,
dificulta que se tenga una educación de calidad en educación básica.
sin que el lector sea consciente de ellos; éstos son muy veloces, pues la
comprensión del texto tiene lugar casi al mismo tiempo que el lector desplaza
su vista sobre las palabras.
Diversas son las vías que nos permiten saber si un maestro posee dichas
cualidades, no obstante, los mejores conocedores de esto son nuestros propios
alumnos, ya que hacia ellos se dirige la enseñanza. Tengamos presente que
hay factores como el tiempo, el espacio, la cultura, la ideología, la tecnología, la
economía, etc., que marcan las diferencias en las perspectivas de los alumnos
de hoy con los de generaciones pasadas, y que con seguridad exigen y
exigirán con el paso del tiempo diferentes características de un maestro.
Dicen que a la lectura sólo hay que dedicarle los ratos perdidos, que se pierde
vida mientras se lee. Lo cierto es que, agradable pasatiempo para
muchos, obligación para otros, leer es un beneficioso ejercicio mental. Rendir
culto al cuerpo está en boga, pero ¿y dedicar tiempo al cultivo de la mente? “Al
igual que nos cuidamos y vamos cada vez más al gimnasio, deberíamos
dedicar media hora diaria a la lectura”, sostiene el escritor catalán Emili
Teixidor, autor de La lectura y la vida (Columna) y de la exitosanovela que
inspiró la película Panegre.
Un buen libro puede ser una experiencia increíble. Te enseña acerca de las
cosas más allá de tus horizontes diarios, te conecta con las mentes más
brillantes y puede crear personajes tan reales que parece que los conoces.
Una de las bibliotecas más grande del mundo es la Biblioteca Pública de Nueva
York. La cual tiene más de 3 millones de libros a lo largo de sus estanterías. En
cantidad es más de un millón de bytes de información.
Con frecuencia pensamos que el acceso al libro debería ser algo natural partir
del momento en que tiene uno ciertas capacidades como leer, que tenemos un
cierto grado escolar; sin embargo, la práctica de la lectura puede resultar
imposible o arriesgado principalmente cuando entra en conflicto con las
costumbres, con los valores del grupo y del lugar en el que vivimos.
Rief, S.F. (1999). Cómo tratar y enseñar al niño con problemas de atención e
hiperactividad: Técnicas, estrategias e intervención para el tratamiento del
TDA / TDAH. Buenos Aires: Paidós.
sin que el lector sea consciente de ellos; éstos son muy veloces, pues la
comprensión del texto tiene lugar casi al mismo tiempo que el lector desplaza
su vista sobre las palabras.
Diversas son las vías que nos permiten saber si un maestro posee dichas
cualidades, no obstante, los mejores conocedores de esto son nuestros propios
alumnos, ya que hacia ellos se dirige la enseñanza. Tengamos presente que
hay factores como el tiempo, el espacio, la cultura, la ideología, la tecnología, la
economía, etc., que marcan las diferencias en las perspectivas de los alumnos
de hoy con los de generaciones pasadas, y que con seguridad exigen y
exigirán con el paso del tiempo diferentes características de un maestro.
Rief, S.F. (1999). Cómo tratar y enseñar al niño con problemas de atención e
hiperactividad: Técnicas, estrategias e intervención para el tratamiento del
TDA / TDAH. Buenos Aires: Paidós.