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NTRODUCCION
Las principales causas de deterioro de la columna de una estructura de tanque de agua son
las reacciones químicas involucradas en los componentes del concreto y acero , las acciones
físicas y las reacciones electroquímicas en la interface concreto-acero que causan la corrosión
de la estructura . Para evitar daños en la columna C-1 hay que asegurar una buena
composición en la realización de la mezcla, asegurando el menor volumen de vacíos y una
buena relación agua-cemento. Por otro lado, hay que prestar especial atención al
recubrimiento de la columna para que no se produzca la corrosión en las mismas, a causa de
los agentes agresivos externos.
Los efectos que puede producir la corrosión en la columna incluyen desde la reducción de la
sección transversal y, por lo tanto, de su área eficaz, la variación de las propiedades de
mecánicas (límite elástico, ductilidad, etc.) y de las propiedades de adherencia. Por otro lado,
la presencia de irregularidades debido a las picaduras de la corrosión puede producir
concentraciones de tensiones que pueden aumentar la fragilidad de las barras.
Si la estructura en cuestión es susceptible de soportar cargas cíclicas, ésta debe ser capaz
de resistir un número determinado de ciclos de carga sin que se produzca rotura por fatiga.
II. RESUMEN
III. OBJETIVOS
a. OBJETIVO GENERAL
o Verificar la aplicación real de la fatiga de materiales en la columna
c-1.
b. OBJETIVO ESPECIFICO
Evaluar de una manera eficaz de la columna deteriorada a causa de la
corrosión y poder deducir una vida útil.
Analizar las cargas que causan fatiga en la columna c-1 que inducen
Comprobar el estado limite a fatiga de la estructura de hormigón
armado con las armaduras deterioradas a causa de la corrosión
Modelar y relazar el ensayo correspondiente de la columna C-1.
Realizar los cálculos cuantitativos.
IV. ALCANCE
V. VARIABLES
a. VARIABLE INDEPENDIENTE
Análisis de la columna c-1 de una estructura de tanque de agua.
b. VARIABLE DEPENDIENTE
El método de la fatiga de materiales.
VI. HIPOTESIS
El desgaste que se va producir en el acero se encuentra en un rango de [3-5 tn]
a consecuencia de la fatiga de material que se produce en la columna C-1
debido a la corrosión .
El término “fatiga” fue usado por primera vez por Poncelet en 1839, para describir la
situación de falla de los materiales sometidos a cargas variables. Debido a que la falla
por fatiga tiene apariencia frágil, se pensaba que el material se había “cansado” y hecho
frágil después de soportar un cierto número de fluctuaciones de esfuerzo. Similarmente,
en 1843, Rankine publicó un estudio sobre las causas de la ruptura inesperada de los
muñones de los ejes de ferrocarril, en el cual decía que el material dúctil se había
cristalizado y hecho frágil debido a la fluctuación de los esfuerzos.
Luego, en 1870, después de 12 años de investigación sobre las fallas por fatiga, el
ingeniero alemán August Wohler publicó los resultados de su estudio, en el cual se
mostraba como “culpable” de la falla al número de ciclos de esfuerzo. Al realizar pruebas
sobre las mitades rotas de los ejes que habían fallado por fatiga, observó que el material
tenía la misma resistencia y ductilidad bajo carga de tensión que el material original; es
decir, el material no se había “cansado” ni fragilizado como se creía. Sin embargo, el
término fatiga se sigue utilizando para referirse a las fallas de elementos sometidos a
cargas variables.
En la figura 7.2 se observa que para el rango donde la pendiente de la curva continua es
negativa, entre menor sea el esfuerzo al cual se somete la probeta, mayor es su duración.
Si se somete una probeta al esfuerzo último, Su, la probeta sólo soporta la primera
aplicación de la carga máxima. Para esfuerzos menores se tendrán mayores duraciones.
El diagrama para muchos aceros es como el dado por la curva ABC. La curva tiene un
codo en S = Se’ y nc ≈106 ciclos, a partir del cual el esfuerzo que produce la falla
permanece constante. Esto indica que si la probeta se somete a un esfuerzo menor que
Se’, ésta no fallará; es decir, la probeta tendrá una vida infinita. A niveles superiores de
esfuerzo, la probeta fallará después de un número de ciclos de carga y, por lo tanto,
tendrá vida finita. Como Se’ es el límite por debajo del cual no se produce falla, se le
conoce como límite de fatiga.
La prueba de flexión giratoria, que arroja los datos de la curva S-nc, se convirtió en
estándar. Para muchos materiales de ingeniería se han desarrollado estas pruebas con
el fin de determinar sus comportamientos cuando se someten a cargas variables y,
específicamente, para encontrar los límites de fatiga o la resistencia a la fatiga para un
número de ciclos determinados.
Para terminar con la historia de la fatiga, consideremos los siguientes casos: en 1954,
muchos años después del descubrimiento del fenómeno de la fatiga, el Comet Británico,
la primera aeronave a reacción comercial para pasajeros, tuvo dos accidentes graves
debidos a fallas por fatiga causadas por ciclos de presurización y despresurización de la
cabina. Más recientemente, en 1988, un Boeing 737 de Hawaiian Airlines perdió un tercio
de la parte superior de la cabina en pleno vuelo; aterrizó con pérdidas mínimas de vidas.
Éstos, sin embargo, no son los únicos ejemplos recientes de falla por fatiga de tipo
catastrófico.
7.2. MECANISMO DE FALLA POR FATIGA
La falla por fatiga se puede dividir en tres etapas. La etapa de iniciación de grietas, en
la cual el esfuerzo variable sobre algún punto genera una grieta después de cierto
tiempo. La etapa de propagación de grietas, que consiste en el crecimiento gradual de
la grieta. Finalmente, la etapa de fractura súbita, que ocurre por el crecimiento inestable
de la grieta.
La figura 7.4 ilustra la apariencia típica de la sección de un elemento que ha fallado por
fatiga. La falla comienza alrededor de un punto de gran esfuerzo, en el chavetero (o
cuñero), desde donde se extiende paulatinamente formando ralladuras denominadas
marcas de playa. Durante la fractura progresiva del material, ocurre rozamiento entre
las caras de la sección, produciéndose una superficie lisa y brillante. Finalmente, el
elemento falla súbitamente dejando una superficie áspera como si fuera un material
frágil.
Figura 7.4 Ilustración de una sección de un árbol que ha fallado por fatiga
El tipo de fractura producido por fatiga se le denomina comúnmente progresiva, debido
a la forma paulatina en que ocurre, frágil, debido a que la fractura ocurre sin deformación
plástica apreciable, y súbita, porque la falla final ocurre muy rápidamente.
El mecanismo de falla por fatiga siempre empieza con una grieta (preexistente o que se
forma) y ocurre cuando el esfuerzo repetido en algún punto excede algún valor crítico
relacionado con la resistencia a la fatiga del material. Para los materiales que poseen
límite de fatiga, teóricamente es posible que nunca se generen grietas y, por lo tanto,
que no ocurra la falla, si los esfuerzos son tales que las deformaciones en el material
sean siempre elásticas. Esto es lo deseable cuando se diseña para que un elemento
soporte las cargas indefinidamente.
Finalmente, es conveniente tener presente que los materiales poco dúctiles, los cuales
tienen poca capacidad de deformación plástica, tienden a generar grietas con mayor
rapidez que los materiales más dúctiles. Además, los materiales frágiles pueden llegar
directamente a la propagación de grietas, a partir de micro grietas preexistentes. Los
materiales frágiles no son adecuados para aplicaciones con carga variable.
Antes de presentar los modelos de falla por fatiga que se utilizan actualmente, es
conveniente hablar sobre los regímenes de fatiga.
Regímenes de fatiga
El límite de fatiga es el esfuerzo máximo invertido que puede ser repetido un número
indefinido de veces normalizada y pulimentada girando sometida a flexión, sin que se
produzca falla o rotura.
El límite de fatiga se obtiene realizando un gran número de veces la prueba de fatiga con
valores diferentes de S (variando el momento flector aplicado). Para cada probeta se
ubica una equis en el diagrama, con el esfuerzo aplicado y el número de vueltas que giró
hasta romperse. La figura 7.5 muestra un diagrama de Wohler típico de un acero. Los
puntos de ensayo siguen una tendencia como la mostrada. A partir del punto A (1, Su) la
línea desciende hasta al codo en B, y partir de allí los puntos tienden a ajustarse a la
línea horizontal BC; el valor de esfuerzo correspondiente a esta línea es el límite de
fatiga, Se’; al aplicar un esfuerzo menor a Se’ no ocurriría la falla, mientras que un
esfuerzo mayor produciría la falla después de cierto número de vueltas.
7.4.2. Resistencia a la fatiga para vida finita
Las piezas sometidas a cargas variables pueden diseñarse para un número de ciclos
determinado, dependiendo de la vida requerida. Particularmente, los materiales que no
poseen límite de fatiga no se pueden diseñar para vida infinita, sino que deben diseñarse
para una duración determinada. Entonces, podemos hablar de una “resistencia al fatiga”
para vida finita.
La figura 5.6 muestra un diagrama S-nc o de Wohler, típico de algunos materiales que
no poseen límite de fatiga (aleaciones de aluminio, cobre, etc.). Si, por ejemplo, se quiere
diseñar para una duración finita de 108 ciclos, la resistencia a usar es Sf’@1*108, que
corresponde a un nivel de esfuerzo que idealmente produciría una vida de nc = 108. En
general, denotamos Sf’ a la resistencia a la fatiga para vida finita.
Figura 7.6 Diagrama S-nc o de Wohler para un material sin límite de fatiga
La resistencia a la fatiga para vida finita, al igual que el límite de fatiga, es una propiedad
que se basa en pruebas de flexión giratoria sobre probetas normalizadas y pulidas. Sin
embargo, es necesario aclarar que pueden desarrollarse diagramas esfuerzo-
deformación y obtenerse resistencias a la fatiga para carga axial, torsión y otros tipos de
flexión. En este texto se trabajará sólo con límites o resistencias a la fatiga para
flexión giratoria.
7.5. LÍMITES Y RESISTENCIAS A LA FATIGA
En esta sección se presentan algunas ecuaciones y datos generales sobre los límites y
resistencias a la fatiga de algunos materiales comunes.
7.5.1. Aceros
La figura 7.7 ilustra la relación entre el límite de fatiga y el esfuerzo último para diferentes
aceros. La zona de sombreado oscuro corresponde a la tendencia que sigue la mayoría
de los aceros, de acuerdo con los datos experimentales; se observa que para valores de
esfuerzo último menores de aproximadamente 1380 MPa, entre mayor es el Su del acero,
mayor es su límite de fatiga.
Sin embargo, para valores de esfuerzo último por encima de 1380 MPa, el límite de fatiga
parece ser independiente de Su. Incluso, para aceros con Su muy por encima de este
valor, la resistencia a la fatiga puede ser inferior a la de un acero con Su = 1380 MPa.
Esto nos indica que, si de resistencia a la fatiga se trata, no parece ser conveniente
utilizar un acero con Su > 1380 MPa.
La tendencia de los datos se aproxima a las dos líneas rectas mostradas en la figura 7.7.
Una línea tiene una pendiente de 0.5 y, al extrapolar, partiría desde el origen del
diagrama; esto indica que el límite de fatiga es la mitad del esfuerzo último. La otra línea
es horizontal y parte desde el punto (1380, 690) MPa; se asume, entonces, que para los
aceros con Su > 1380 MPa, el límite de fatiga es aproximadamente 690 MPa.
Figura 7.7 Relación entre el límite de fatiga y el esfuerzo último de los aceros
Podemos concluir que para la mayoría de los aceros (de bajo carbono, aleados,
inoxidables):
Una gráfica similar a la de la figura 7.7, se obtiene para la relación entre la dureza de un
acero y el límite de fatiga. La diferencia principal e importante es que la curva no
permanece horizontal para valores grandes de dureza, sino que tiende a caer. Al
aumentar la dureza de un acero, no necesariamente aumenta el límite de fatiga; para
valores altos de dureza, un aumento de ésta puede implicar una reducción del límite de
fatiga.
Los datos experimentales muestran que la relación entre el límite de fatiga y el esfuerzo
último de los aceros depende de la microestructura:
Aceros al
carbono Se’ ≈ 0.6Su (ferrita)
Se’ ≈ 0.4Su (perlita)
Se’ ≈ 0.25Su
(martensita) (7.5)
Se’ ≈ 0.35Su
Aceros aleados (martensita) (7.6)
Se' = aSy
bSu , (7.7)
Donde a y b son valores que se obtienen mediante interpolación rectilínea de los datos de
la tabla 5.1.
Figura 7.8 Curva esfuerzo – tiempo (S-t) del punto crítico de un elemento
El modelo de falla por fatiga estudiado en este libro se basa en el diagrama de Wohler
(figura 7.2, por ejemplo), el cual se obtiene con pruebas sobre probetas sometidas a
flexión giratoria. Este tipo de carga produce una variación sinusoidal de los esfuerzos
por lo tanto, en esta teoría se modela cualquier tipo de variación de esfuerzos de una
manera sinusoida.
La figura 7.9 muestra un modelo de variación sinusoidal para la variación real de
esfuerzos de la figura 7.8. Los valores de los esfuerzos máximo y mínimo se han
mantenido iguales a los valores reales, y el periodo (o la frecuencia) fue escogido de tal
manera que parezca similar al de la curva real.
Figura 7.9 Modelo sinusoidal de la curva S-t del punto crítico de un
elemento.En este caso particular, el esfuerzo es fluctuante (con compresión
más pequeña)
Las variables o parámetros de un modelo como el de la figura 5.9 son:
Smax: esfuerzo máximo.
Smin: esfuerzo mínimo.
Sm : esfuerzo medio (o promedio).
Sa : esfuerzo alternativo (amplitud de la onda).
máximo. De la figura 7.9 pueden obtenerse las dos primeras de las siguientes relaciones:
donde Ssmax, Ssmin, Sms y Sas son los esfuerzos cortantes máximo, mínimo, medio y
alternativo, respectivamente.
Otras expresiones que se derivan de las anteriores son:
Para el manejo de estas variables, debe tenerse en cuenta que un esfuerzo normal de
tracción es positivo y un esfuerzo normal de compresión es negativo. Para el caso de
esfuerzos cortantes, el esfuerzo es positivo en la dirección en la que éste alcanza
su mayor magnitud, y es negativo en dirección contraria.
Las variables en la cuales nos debemos concentrar para la utilización de las ecuaciones
de diseño son el esfuerzo medio y el esfuerzo alternativo.
De lo dicho hasta aquí y de las ecuaciones se puede inferir que (i) el esfuerzo alternativo
nunca es negativo, ya que representa la amplitud de una onda; (ii) para el caso de
esfuerzos normales, el esfuerzo medio puede ser negativo o positivo, mientras que para
esfuerzos cortantes el esfuerzo medio es siempre positivo (ya que la dirección
positiva del esfuerzo es en la dirección del esfuerzo máximo).
Algunas variaciones típicas de esfuerzo, con sus nombres y los rangos correspondientes
para R.
Figura 7.10 Variaciones sinusoidales de esfuerzo con respecto al tiempo
7.7. FACTORES QUE AFECTAN LA RESISTENCIA A LA FATIGA
En las secciones precedentes se habló del diagrama de Wohler, a partir del cual se
obtienen el límite de fatiga y las resistencias a la fatiga. Como se dijo, estas propiedades
están basadas en probetas de ensayo normalizadas (usualmente de 0.3 in de diámetro
en la sección más delgada), de superficies altamente pulidas (pulido a espejo),
trabajando bajo condiciones ambientales favorables, como por ejemplo, en ausencia de
corrosión y a temperaturas “normales”.
Los efectos de los aspectos (a) hasta (f) sobre la resistencia a la fatiga se cuantifican
mediante los factores
Ka, Kb, Kc, Kd, Ke y Kcar, cuyo producto se designa con el término K:
K= Ka Kb Kc Kd Ke Kcar
7.7.1. Factor de superficie (Ka)
El estado superficial tiene efecto sobre la resistencia a la fatiga de los elementos; a mayor
rugosidad de la superficie, menor será la resistencia, ya que las irregularidades de la
superficie actúan como pequeñísimos concentradores de esfuerzos que pueden iniciar
una grieta de manera más temprana.
La manera de introducir el efecto del acabado superficial, así como el de otros aspectos
que es definiendo factores multiplicadores de la resistencia a la fatiga.
El factor de superficie, Ka, es el coeficiente que tiene en cuenta el efecto del acabado
superficial sobre la resistencia del material a las cargas variables y está en el intervalo
[0,1]. Para el caso de elementos pulidos a espejo Ka = 1, ya que este tipo de superficie
es el que tienen las probetas para determinar el límite de fatiga; por lo tanto, no habría
necesidad de hacer corrección por estado superficial. Un valor menor que uno implica
que el estado superficial reduce en cierto grado la resistencia. Si, por ejemplo, Ka = 0.35,
la resistencia a la fatiga corregida para vida infinita sería el 35% del límite de fatiga, si se
considerara sólo el efecto de la rugosidad.
De la figura se puede observar también que Ka no sólo depende del acabado superficial
sino también del esfuerzo último del acero. A mayor esfuerzo último, menor tiende a ser el
factor de superficie, ya que los aceros más resistentes tienden a ser más sensibles a los
efectos de concentración de esfuerzos producidos por las imperfecciones de la superficie.
Esto se debe a que dichos materiales tienden a ser menos dúctiles, es decir, a tener menos
capacidad de deformarse plásticamente.
Como se dijo, las curvas de la figura 7.11 son válidas para el acero, con el cual se hicieron
las pruebas experimentales, aunque también pueden aplicarse a otros metales dúctiles,
pero como valores aproximados. Para el hierro fundido se puede tomar Ka = 1, porque
las discontinuidades internas debidas a las inclusiones de grafito, hacen que la rugosidad
de la superficie no reduzca de manera adicional la resistencia a la fatiga.
7.7.2. Factor de tamaño (Kb)
El tamaño de la pieza en las secciones críticas también tiene efecto sobre su resistencia.
En general, a mayor tamaño de la pieza menor es su resistencia, aunque para carga axial
no existe este efecto.
La pérdida de resistencia al aumentar los tamaños de las piezas se debe a que hay una
mayor probabilidad de que exista un defecto en el volumen que soporta los mayores
esfuerzos. Considere la figura 7.12 en la cual se muestran las secciones transversales
de dos probetas; la segunda con el doble de diámetro que la primera. Si las probetas
están sometidas a flexión giratoria, los puntos que soportan mayores esfuerzos son los
que están entre la circunferencia a trazos y el contorno de la sección; si los puntos
mostrados fueran defectos en la sección, la de mayor diámetro tendrá muchos más
defectos en la zona crítica, con lo que tendría mayor probabilidad de que se iniciara una
grieta por alguno de ellos.