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REVISTA DE MÚSICA

Año IV - n." 30 - Diciembre 1988 - 400 p

dosier:
CARL PHILIPP EMANUEL BACH
1788-1988

ntrevist
MAURIZIO POLLINI

ZIMERMAN
Festival de Canarias 1989
Las Autoridades Sanitarias advierten que:
FUMAR PERJUDICA SERIAMENTE LA SALUD.
tduo
SCHERZO EDITORIAL. S A
C/ Marqués de Mondéjar, U - 4." C
2BQ28-Madrid. Teléí. (91) 24fi 7f> 22
Presidente
Gerardo Queipo de-Llano
Director
Antonio Moral
Director Adjunto
Arturo Reverier
Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura

Cornejo de Dirección
Javier Alfaya. Domingo del Campo C'aslel,
Manuel Garcia Franco. Agustín Muflo; J¡mi-
ne?. Enrique Pcrcz Adrián

Sen-iones.
Redacción en Barcelona: Rogar Alier. Actua-
scht^zo
Año IV n.° 30 - DICIEMBRE 1988 - 400 ptas.
lidad: Arturo Reverter y Enrique Martínez Miu-
ra Discos: Enrii/ue Pérez Adrián. Alia
Fidelidad: Alfredo Orozco. Danza: Roger Se-
tas. Libros: Xoan Manuel Carreira. Jazz: Ebbe
Traberg. Música contemporánea. José Iges.

Colaboran en ene número:


Javier Alfaya. Roberto Andrade Malde. Myriam
Ahissimov, Santiago Bueno. José Carlos Cabello
Arroyo, Sansón Carrasco, Xoan Manuel Carrei-
ra, Luis Fernando Carvajal Blazquez. Miguel An-
ge] Coria t Pedro Elias. Mauricio Fernández
Ordóñez, Fernando Fraga. Florentino Gracia Utri-
llas, M." Angeles de Juan Robledo, Kenneth Lo-
veland, Santiago Mari i n Rermúdej, Joaquín
Martin de Sagarminaga, Enrique Martineí Miu-
ra, Francesc Xavier Mata i Berttán, Blas Mala- SUMARIO
moro, Wolfgang Amadeus Mozart. Agustín
Muño/ Jiménez. Rafael Ortega Basagoiti, Hans- OPINIÓN 3
Ciúnleí Oltenberg. Enrique Pérez Adrián, Vicior ACTUALIDAD 8
Pliego de Andrés, Gerardo Quciprj de Llano
Onaindía. José Rada. Francisco Ramos, Arturo ENTREVISTA:
Reverter, Jordi Ribera i Bergos, Caimen Rodrí- — Maurizio Pollini. El corazón del ángel, Arturo Reverter 46
guez Suso. Ciemens Romijn, Andrés Ruiz Tara- ACTUALIDAD DISCOGRAF1CA 45
zona, Ebbe Traberg, Víctor Uceda, José Luis
Vidal, Albert Vilardell, Claudio Zulián. DISCOS 52
Coordinan el Dosier de este número: ESTUDIOS D1SCOORAFICOS:
Pilar Tomás Goii/ále? y Enrique Martínez Miura. — Un pianismo en la encrucijada, Enrique Martínez Miura 61
— Leonard Bernstein: 70 años, Rafael Ortega Basagoiti 62
Diseño ríe portada: — Un Beethoven renovador. Haitink se despide de Amslerdam, San-
Salvador Ala re o
foro de portada: tiago Martin Bermúdez 63
H. Caniler (DG). — Gyórgy Ligeli: un recorrido por su obra, Francisco Ramos.... 64
Publicidad, fíedaici'in LIBROS 65
y Administración^ LA GUIA DE SCHERZO 66
Scherzo Editorial. S,A, DOSIER: Cari Philipp Emanuel Bach. 1788-1988 67
Marijuíí de Mondéjar. II - 4." C — Un lipo galante, Gerardo Queipo de Llano Onaindía 68
28028-Madrid
— Un músico innovador, José Rada 72
Tpléf. ( « D i J ó l f i 22
Imprime:
— El Berlín de Cari Philipp, Andrés Ruiz Tarazona 74
MOVIECRAF. S.A. — C.P.E. Baeh y su Tratado sobre el verdadero arte de tocar instru-
< • Fstigia, ' i S mentos de tecla, Clemens Romijn 76
2SO37 Madrid — Los fundamentos clásicos de la Teoría de los afectos, Carmen Ro-
Tfno.: 204 95 0.1
dríguez Suso 84
Fotocomposición — Emanuel Bach, clavierista, José Rada 86
Lumimar, S r A r
Albasan?. 18-50 — C.P.E. Bach y los compositores clásicas^yieneses, Hans-Cünter
28037-Madrid Teléf. 204 30 01 Otlenberg 88
GALERÍA:
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ISSN-0213-4802 ANIVERSARIO:
— Karel AncerI: la inocencia, Pedro Elias 96
SCHERZO es una publicación de caráoeT plural MÚSICA CONTEMPORÁNEA:
y no pertenece ni está adscrita a ningún orga- — Metacoiiage. Consideraciones sobre la obra de Stocithausen, Clau-
nismo publico ni primado. La dirección rc^pe1^ dio Zulián 101
la libertad de expresión de sus colaboradores.
Lds texios firmados sonde la exclusiva respon-
JAZZ:
sabilidad de los firmantes, no siendo por tanto — Episodios, Ebbe Traberg 104
opinión oficial de la revista. EFEMÉRIDES 106

Scherzo 3
opinión

Puente de plata
y oportunidad deoro
la encuesta sobre la Orquesta Nacional y el maestro podría haber arbitrado al tiempo que se produjeron

E López Cobos que insertamos en páginas interiores,


el público muestra más amor a la música que
conocimiento de determinados mecanismos (una cosa
los sustanciosos aumentos retributivos de 1986, y a
pesar de las medidas que en tal sentido le ha ofrecido
la Administración. Sin embargo, también ha razonado
es que López Cobos se haya dedicado poco a la su dimisión por las famosas 27 vacantes adscritas a
O.N.E. y otra la impensable dedicación Lotal de funcionarios-músicos. Es una de las muchas
cualquier director, sobre todo si es de los grandes, a oportunidades perdidas durante el largo mandato de
un solo conjunto), al tiempo que parece desconocer López Cobos en la O.N.E. La encuesta es taxativa al
nombres importantes alternaiivos de la dirección de respecto: los aficionados creen necesaria una reforma
orquesta internacional, hasta el punto de relacionar a y tos músicos no deberían ser funcionarios, sino
Karajan, genial batuta y gran producto de marketing, contratados libremente. Ahora sólo hay tres españoles
ya con 80 anos, que le hacen poco aconsejable con contrato de prestigio (algo habitual en cualquier
alejarse de casa. También se relacionan precisamente orquesta, y además algo necesario): los concertinos de
los dos últimos graneles directores que han pasado por violín Domingo Tomás y Víctor Martín y el de los
Madrid: Mehta y Maazel. Los tres poseen abundante violonchelos, Pedro Corostola. Es lástima que un
discografía. Se ignoran, por lo tanto, importantes intento de reforzar la degradada familia de las violas
nombres al margen de las multinacionales del disco. {la más débil en orquestas españolas y extranjeras) no
Sin embargo, es de notar que más de un 55% del contara con el apoyo de los músicos y del propio
público no contesta en cuanto al nombre de un maestro. En cuanto a los extranjeros, sólo se puede
director extranjero adecuado, y casi un 42% no lo contratar un 10% (12 músicos en total). Pero un 65
hace tampoco de un director español. Es de notar el por ciento de los aficionados considera adecuado
bajo porcentaje del aún director titular, tal vez acudir a ellos para cubrir las vacantes, aunque el
porque muchos de los encuestados consideraban su sector encuestado de los profesionales parece
nombre no incluíble al haber presentado días antes su demostrar un temor gremial evidente. Hay que
dimisión. recordar que, a partir de 1992, Bruselas puede no
Esia dimisión, ahora se presta a comentarios. En el aceptar que un conjunto orquestal se componga de
Ber/iner Zeitung del pasado 13 de septiembre, podía funcionarios, porque ese ámbito de actividad no
leerse lo siguiente: «Jesús López Cobos, actual puede ser considerado, en modo alguno, como parte
director de la Opera de Berlín, pasará a dirigir dentro de la función pública.
de dos años la Orquesta de Cámara de Lausana. El Durante la mal llamada Rueda de Prensa (el maestro
director español no deja sólo sus actividades en no permitió preguntas, sólo leyó un comunicado), el
Berlín, como es sabido, sino también sus cometidos al abogado del Sr. López Cobos se permitió, entre otras
frente de la Orquesta Nacional de España». No era la opiniones, la de considerar que la ocasión era un
primera vez que se publicaba esta noticia como "puente de plata» para su retirada. Quizá ha sido así
posibilidad. Pero nunca se había expresado tan en vista de las aludidas declaraciones de los músicos,
rotundamente. Sorprende, entonces, que el maestro de sus compromisos internacionales y de una
López Cobos asegure dimitir de su cargo al frente de incipiente actitud crítica de algunos medios hacia su
la O.N.E. por las opiniones vertidas por varios gestión artística. El Ministerio, poco dado a acciones
músicos de la Orquesta en un artículo firmado por decididas, tiene ahora una «oportunidad de oro» para
nuestro colaborador José Luis Pérez de Arteaga en El llevar a cabo la reforma en profundidad de la
País dominical mes y medio después. O.N.E., que es algo, no lo olvidemos, que pide la
Estas opiniones fueron expresadas en un momento gran mayoría del público. Si no se hace ahora esa
difícil, justo después de un agotador programa de reforma (una reforma que respete los derechos de los
ensayos para los conciertos inaugurales del Auditorio trabajadores, sin que ello suponga olvidar los del
Nacional de Música y que el Ministerio de Cultura público, pues la O.N.E., cuya calidad artística es tan
tuvo que pagar a precio de oro. En tales cuestionada como cuestionable es un servicio público
circunstancias, los músicos pusieron en tela de juicio que ahora no cumple sus obligaciones al estar aislada
la labor de López Cobos, criticándola duramente. en un teatro, sin que ni siquiera se transmitan
Otras críticas, no tan evidentes desde perspectivas regularmente sus conciertos por radio para el resto de
gremiales, quedaban para otra ocasión: por ejemplo, la nación) ya no puede aducirse que la culpa sea de
la negativa a cubrir las plazas vacantes con obstáculos imponderables.
contratados en el mercado libre, algo que el maestro ¿Se sabrá aprovechar esta oportunidad de oro?

4 Seherzo
opinión

EL DISPARATE MUSICAL

El gato continuo
a nos han inaugurado el Audi- debió pensar si Beethoven había meti-
Y torio. En el Auditorio no tene-
mos órgano — todavía—, la
urbanización en la pueria principal es-
tá sin terminar, la de la puerta de las
do un gato a última hora en la partitu-
ra. Otros miraban, incrédulos, a la
soprano, no fuera a ser que... en fin,
ya me entienden. Algunos pensaron si
taquillas está... como puede (que es sería algún ministro. Los seguidores de
bastante mal), el parquet de uno de los Rodríguez de la Fuente se entretenían
anfiteatros se ha levantado, y además, en dilucidar si el gato era un Felis ca-
casi nunca hay entradas (mucho me te- tus, léase gato doméstico, a si por ven-
mo que hasta el casi es optimista), por tura tratábase de un Felis margarita,
aquello de que Simón and his bays si- léase gato de los arenales (hipótesis és-
guen actuando como si nada. Bueno, ta que iba ganando adeptos, dado el es-
como si nada, no, porque cada vez po- tado de la urbanización exterior del
nen más pasta. El caso éste de Don Si- local). Los más reían, mientras Sawa-
món es ver dad er amen le admirable: llisch, habiendo desistido de encontrar
para ser un negocio que no da benefi- al gato entre los instrumentos o voces
i—UNA BROMA MUSICAL—\ cios, las inversiones que se permiten son de la partitura, se volvía a uno y otro
de alivio; y si no, vean los kilos que ha lado sin saber si comenzar o mandar-
puesto para copar los abonos del Fes- nos a todos a freír gatos, digo, monas.
is dotes proféticas se

M
tival de Ibermúsica, cuyos precios, por Alguien, al fin, anunció con desmesu-
acrecientan en mi actual cierto, siguen siendo totalmente propios rada voz, desde las alturas, que el feli-
estado de inmortalidad. (?) para los ingresos del español medio, no se encontraba atrapado en el interior
En vida tampoco me equivoqué. que al parecer es el tipo de socio más de un tubo (no creemos que del órga-
Casi todo lo predije, incluso mi habitual en Simón 's Corporation Limi- no) sin que al parecer pudiera ser libe-
muerte, con réquiem anticipado. led. Pero, en fin, dado que este asunto rado con prontitud suficiente. En
La actual movida musical en lleva camino de convenirse en mono- medio de la general estupefacción, Sa-
Madrid se veía venir, pero había polio sin que a nadie se le muevan las wallisch, en generoso gesto, dio co-
pescañas, pues habrá que resignarse, al mienzo al concierto. El gato vio sus
que señalarla con el dado anti- menos hasta que alguien le haga la maullidos inicialmente sepultados por
cipadamente. La O.N.E. y Ló- competencia, momento en el que pro- el rorrente sonoro, pero, incansable y
pez Cobos iban camino del nostico una situación guapa: ríanse con voz potente, resultó claramente
divorcio por mutuo disenso. Así Vds. de las patadas de Seúl. Entre Lui- audible durante casi toda la obra. Re-
ha sido. El esposo, señor López sito destrozando música por un lado y sultaba asi innovador escuchar aquello
Cobos, a fuer de ligón, abando- Don Simón no dejándonos enlrar por de El sepulmiauuuuius esi, en efecto
na el domicilio conyugal. La es- el oiro, lo tenemos claro. que ni el mismo Strawinsky hubiera dis-
posa, o sea, la O.N.E., no Pero hablando de nuestra nueva, fla- currido.
cumplía con sus deberes conyu- mante, poco urbanizada pero por de- El gato debió ser extraído posterior-
gales desde hacía tiempo. En re- más excelente sala de conciertos, pues mente, ya que no percibí su presencia
sumen, un bello ejemplo de no tengo más remedio que hablarles del en los siguientes conciertos. Y no deja
matrimonio español. Sólo falta- gato. Sí, verán. Resulta que aquí no te- de ser una lástima, pues no apareció a
nemos órgano, pero tenemos una cre- recibir los aplausos (o abucheos, según
ba alguien para completar el ciente presencia de políticos en los gustos) que su empastada y perfecta-
triángulo mortal:, el INAEM. conciertos (tema que será tratado pron- mente traducida intervención merecía.
Se sospecha que en más de una lo como merece) y, además, tenemos Lo malo es, además, que con el senti-
ocasión el dulce veneno del po- gato. El otro día, cuando Sawallisch se do car peto be tónico del cachondeo, al-
der se derramó sobre tan poco disponía a iniciar la interpretación de guno puede llegar y decir aquello de que
estable relación. El público se ha la Missa Solemnis beethoveniana, se «aquí se cuela hasta el gato», y para
quedado sin matrimonio, y sin produjo una enirada anticipada, des- qué les cuento. Estarán conmigo en que
perjuicio de lo que se opina en carada y desafinada... del gato. Sawa- esto es una experiencia única: hemos
la encuesta de las páginas si- llisch quedó paralizado, presa de la oído la Missa Solemnis para solistas,
guientes, apuesto porque la so- sorpresa producida por el tan poco mu- coro, orquesta y gato continuo.
sical proceder del felino. Superado el Dejaré, por limitaciones de espacio,
lución será más negra que mis estupor inicial, parte del público reía, el sangrante tema de la dimisión de
días de réquiem: ¿Nuevo ma- mientras otros murmuraban indigna- López-Cobos a frente de la ONE. En
trimonio? ¿Amancebamiento? dos: «inefable», «país de traca». El di- esa orquesta sí que hay gato, y de los
¿Vida inestable para siempre? rector bávaro, sin dar crédito a lo que gordos. Ocasión habrá de hablar de
¿Muerte de la esposa?... Mein oía, porfiaba en su intención de iniciar ello, y del último poema sinfónico de
Gottü el concierto, mas he aquí que era esten- Richard Strauss. Mientras tanto, ya sa-
tórea e insistentemente interrumpido ben: Ha muerto el gato. Vivael perro,
por los maullidos, en tonalidad que no
tV.A.M. pude determinar, del garito. Alguien Rafael Ortega

Scherzo 5
opinión

BACHILLERÍAS ÁNGULOS

Anécdotas
Del poder A la prensa, en general tan poco
sensible a los aspectos menos vis-
tosos pero más profundos de la vi-
duda, ha tratado de disimular la vergüen-
za diciendo poco menos que en todas par-
tes cuecen habas, lo cual es estrictamente
da musical, han saltado en la.s últimas se- falso. En ningún país europeo —de las dos

C ieno filósofo redujo las fuerzas que


conducen a la Historia a tres: el po-
der, el sexo y la riqueza. Puede que
haya más, pero en esta breve columna me
bastan estas tres y aún me sobran dos, poi-
manas dos noticias que casi han ronda-
do lo sensacional: el escándalo de la
reventa de entradas para los conciertos y
la dimisión de Jesús Lopéz Cobos como
Europas— existe esa vergüenza permanen-
te. Hay métodos —y serios, operativos—
para cortar de raíz el mal. La cuestión es
ponerlos en práctica. Lo que no es tole-
que para hablar de la relación del sexo con director de la Orquesta Nacional. rable es la burla de la administración y de
la música precisaría fotos para las que no ten- Dos noticias, dos anécdotas. En gene- los administrados.
go espacio y al asunto dinero-música seria ral el tratamiento de ambas no ha pasa-
menester dedicarle un suplemento especial. En cuanto al asunto de López Cobos
do de ese plano. Nadie ha profundizado alguien podía haber ahondado, buscar las
Los pocos sabios que en el mundo han si- en lo que hay detrás, buscando los oríge- raices. Por supuesto el tema es complejo
llo solían distinguir con precisión entre po- nes de una y otra, investigando por deba- y en otra parte de la revista hay una am-
der y oulorídad. Sólo tiene autoridad sobre
algo quien es autor y, por tanto, puede auto- jo de la piel de dos hechos preñados de plia información sobre ello. Pero de lo que
rizar. Un ministro incompetente (de lo que significados. La reventa de entradas es un no cabe duda es que la dimisión de Ló-
seguramente vuesas mercedes conozcan al- escándalo antiguo que ha saltado varias pez Cobos ha puesto de manifiesto algo
gún ejemplo), tendrá lodo el poder que le veces tímidamente a los periódicos pero que se quiere ocultar —vivimos, y no es
olorgue el puesto, pero carecerá de la míni- que sólo ahora se presenta con las carac- ahora, en un país de apariencias: o en bal-
ma autoridad. Por el contrario, el maestro terísticas de lo insoportable. En cuanto a de una de las figuras emblemáticas de
en una materia será una autoridad en la mis- la dimisión de López Cobos más que una nuestra literatura es aquel hidalgo muer-
ma aunque los poderes lo mantengan al mar- anécdota es un signo de lo que marcha to de hamhre del ¡Mzarillo de Tormes que
gen de toda la actividad pública.
mal en la música española, que es casi se echaba migas en la capa para salir a
Dicho eslo de principio, echo en falla auto- todo. la calle y que los demás creyeran que iba
ridades entre los que rigen la cosa musical, bien comido y satisfecho— y es ta crisis
y en sobra poderes. Discútese a veces si es Un alma ingenua —si es que las hay— permanente de la ONE y más allá, bas-
preferible un técnico en la materia o un es- podría preguntarse: ¿por qué es infinita-
pecialista en gestión. Ante semejante disyun- tante más allá, la crisis estructural de la
l i va se suele optar por la solución salomónica mente más difícil para un ciudadano de música en nuestro país, desde la enseñan-
del político o del amigúete, y ahí suele estar Madrid conseguir entradas para cualquier za básica —que es mala, por no decir
el origen de no pocos cargos gubernamen- concierto en esta ciudad que conseguir- malísima— hasta la interpretación públi-
tales, autonómicos y municipales con inci- las —por ejemplo— para el maratoniano ca. El asunto, apuntamos, no es cuestión
dencia directa sobre la actividad musical. espectáculo de Londres donde Lorin Maa- de nombres, de políticas superestructura-
Al fin. quien tiene poder es quien puede, zel, con una considerable expectación in- les. El mal es profundo y resolverlo exi-
sepa o no sepa lo que se trae entre manos. ternacional, va a dirigir en una sola giría plantemientos radicales, de
En esto nuestra sociedad ha abandonado el jornada todas las Sinfonías de Beethoven? traslormación completa. Los parches —
dualismo aristotélico potencia-acto para ¿Por qué se permite que la picaresca na- aquí como en tantas cosas— no resuelven
adoptar las teorías de Nikolay Hartmann al cional se haya apoderado, descarada y nada.
respecto. Por si vuesas mercedes no eslán al abusivamente, sin el menor respeto a los
tanto de lo que afirma este pensador, se lo intereses del público, de una área tan im-
expondré en un ejemplo: cuando vemos nu- portante de la vida cultural? ¿Es que na- Así, estas dos anécdotas nos invitan a
bes afirmamos que es posible que llueya, pe-
ro en realidad tal posibilidad sólo es die va a poner coto a unas actividades que elevarlas a categorías, asomándonos a lo
alirmahle cuando confluyen las nubes con constituyen una vergüenza, un recordato- que en ellas subyace. Dos temas, como di-
determinadas temperaturas en las capas al- rio constante de que este país tiene los ojos ría un teenócrata de esos que tanto pulu-
tas de la atmósfera, cierta concentración de puestos en Europa pero los pies —y las lan en el país, que deben hacer reflexionar.
polvo atmosférico, un preciso desequilibrio manos— sólidamente asentados en el más Esa cosa tan difícil y tan infrecuente en
eléctrico, ele. Pero si lodas estas variables triste subdesarrollo? nuestro país.
coinciden, entonces no es posible que llue-
va, sino que efectivamente llueve. Es decir,
posibilidad (o potencia) y realidad lo ocio) Algún periódico, bienintencionado sin Javier Alfaya
coinciden. Sólo es posible lo que es real y
sólo es real lo que puede ser, o dicho con fra-
se más castiza, "lo que no pue ser no puc
ser y además es imposible».
i =>-
V en esas estamos. Nuestra realidad es la
única posible, porque es la que emana del
poder, y éste no deriva de la autoridad, sino
de oíros factores ajenos a la materia que ñus
ocupa, que no es la política, sino la música.
Y, sin embargo, ¿habrá que pensar como
Leíbniz que estamos en el mejor mundo de
los posibles?
Yo me digo todo esto cada vez que me tro- AUDITORIO NACIONAL C E MÚSICA
piezo con alguna de las habituales chapuzas
para no caer en la desesperanza. ¿Podría ha-
ber sido esto de otra manera mejor? Ca, no
señor, si es así, es porque sólo puede ser así.
Desde que pienso de tal modo no he conse-
guido arreglar nada, pero duermo mejor y
hasta he engordado algún kilo.
\++
Es un método que recomiendo.
Sansón Carrasco

6 Scherzo
opinión-

AL MARGEN
CARTAS
Una recuperación urgente: la tradición £1 mandarín
Enzina y no mucho después el infatiga-

L
as páginas de sucesos musicales Señor Director:
han recogido estos días las noveda- ble John Dowland solicita, una vez más,
des que ya lodos conocen: dimisio- los favores de su dama («come againu) y Con gusto hemos leído los artículos
nes, trifulcas, reproches... Sólo disonan- sube encendidamente los peldaños que le del número de octubre sobre la proble-
cias, a fin de cuentas. llevaran a su disfruie: «To see, to hear, to mática de la Música y de los Conser-
A mí me parece que la causa de este de- touch, to kiss, io die «(mirar, ofr, locar, vatorios. Como alumnos del Conser-
sasosiego no es otra que el generalizado besar, morir,..). vatorio de Valencia nos han parecido
abandono de aquellos sanos principios Mas no se crea que lan noble afición excelentes, por su buen enfoque del pro-
que guiaron la vida y la obra de nuestros fue exclusivo adorno de los claros varo- blema de nuesira profesión y futuro, los
más ilusires predecesores, así que acon- nes —o de las auténticas mujeres— de la de los profesores Ángulo y Torres.
sejo a todos que retornen a las fuentes de Antigüedad y del Renacimiento: Mauri- Pero nos ha sorprendido extraordina-
la armonía, en la que durante tantísimo ce Ravel, en los antipodas de todo ello, riamente el de un mandarín que acumu-
tiempo y con tan admirable fruto ha be- ha cantado en nuestros días a la belleza la todas las prebendas posibles en
bido la música. de Nahandove, cuyo seno —dice aquel ar- Valencia, que consiente la mafia orga-
Y me explico: Marco Valerio Marcial, tífice fabuloso— palpita, viva y delicio- nizada en el Con ser val orí o que él diri-
en un ayer ya lejano, se hizo lenguas de samente, bajo las carceleras manos de sus ge, que será bastante maltusiano, ya que
las «puellae gaditanae» (muchachas de amantes y cuya venustez resplandece, más no tiene alumnos en su especialidad y
Cádiz) y sus lascivas danzas, bailes cuyos aún, si cabe, tras sus amorosos trans- que ataca despiadadamente las organi-
pasos y sones sin duda navegaron hasta portes. zaciones en las que no se le permite la
ese bello fondeadero desde la orilla me- Pero ahora, ya digo, las virtudes de la entrada, por no tener competencias en
diterránea, aquella ribera que alcanzó, un tribu parecen irremediablemente perdidas ellas, quizá porque al quedar fuera no
alegre y venturoso día, nada menos que y sólo vemos airados ademanes, ceñudos puede chupar, como hace de todo lo
Afrodita, la misma ribera en que muy pro- semblantes, torvas miradas... Se diría que que puede, incluso de los conciertos ins-
bablemente retozaba Pan con las Ména- la cólera es hoy dueña y señora de la mú- titucionales del Conservatorio.
des —por cierto que nuestro poeta, dicho sica. Ya sé que la contemporánea, toda Como comprenderá, somos alumnos,
sea para mayor edificación de los lecto- aristas, hética, poco agraciada —si no de- y no nos atrevemos a firmar. El man-
res, fue un redomado tunante: merced a cididamente horrorosa—, no está para tro- darín tiene mucho poder.
su voluntaria abyección logró que Domi- tes ni revolcones. Sus adeptos, segura-
ciano le concediese la exención de tribu- mente por eso, renegaron en mala hora de
tos y aún no satisfecho casó, ya más Venus y sólo adoran al superabundante | AVISO |
pasado que maduro, con una rica viuda Pluto. Poco puede hacer, pues. Cupido,
bilbilitana, al abrigo de cuya hacienda con semejante tropa. Y así nos va y se- A partir del próximo número de
agotó los muchos inviernos que los Dio- guirá yendo, mientras no recuperemos los Enero-Febrero (n." 31) la revista
ses le concedieron sobre la tierra. valores tradicionales. SCHERZO pasará a costar 425 ptas.
«Más vale trocar placer por dolores an- y las suscripciones anuales 4.000
les que estar sin amores», asevera Juan del Migue/ Ángel Coria ptas.

La revenía no es por si misma la responsa- De hecho, aunque parezca paradójico, en las


REVISTA DE PRENSA ble del desaguisado. Las colas y ¡a reventa in- actuales condiciones de oferta y demanda, la
dican a las claras que la demanda de música solución es facilitar la reventa, no obstruirla.
clásica supera a la ofena a los precios oficia- Si las autoridades no atinan con el precio «jus-
Música, colas y economía les. El ajuste de oferta y demanda se produce to» —o quieren mantener la farsa de que pro-
Dado el atractivo del programa «Orquestas —el mercado se «vacia», como dicen los veen cultura a precios asequibles— lo mejor
del mundo», de Ibermúsica, un amigo y yo ma- economistas— a precios más elevados. Según seria que solamente los revendedores hicieran
drugamos el pasado martes 25 e hicimos una se cotizan las entradas en tas empresas reven- la cola y que los usuarios acudieran directamen-
larga cola ante el flamante Auditorio Nacional dedoras, el precio vjusto» puede superar al ofi- te a la reventa.
de Música. Ya desde la Tria madrugada la or- cial en un SU y a veces en un 100 por 100 o más. Es arriesgado pronosticar una disminución
ganización espontánea habla provisto a cada Esta es la diferencia que explica que la revenía de la demanda de música culta. Al contrario,
cual de su número; el nuestro —llegamos a las sea una actividad rentable. Más aún. mientras lo esperable seria que siguiese aumentando. Por
seis y media— era el 74. En condiciones nor- esta diferencia persista resulta inútil combatir lo tanto, no habrá forma humana de abaratar
males no habríamos lenido ningún problema, la reventa ponaue no es ella la causa de dicha su precio si la ofena no aumenta. Y este aumen-
pero el hecho mismo de la cota madrugadora diferencia, sino simplemente un efecto de la to debe ser e! objetivo primordial de las auto-
indicaba que no regían «condiciones normales». misma. ridades. Se debe estimular a la actividad cultural
En cuanto abrió la taquilla los revendedores El argumento que corría entre el aplauso de privada, promover uan adecuada y moderna le-
adquirieron nnualmente la totalidad de los abo- los sufridores de la cola era que la solución es- gislación sobre fundaciones, etcétera.
nos disponibles y salieron a la caite con varios triba en limitar el número de entradas que ca- Las colas y el elevado precio de la reventa de-
sacos llenos de entradas. La cola prorrumpió da persona puede adquirir. V esto es un error. muestran nítidamente que el mercado esta in-
en gritos hostiles y los revendedores partieron En rigor, la única solución a la extensa cola y satisfecho y por lo tanto debería resultar
a toda prisa, sacos al hombro. La furia se de- a la consiguiente reventa es ajuslar el precio ofi- atractivo para el capital privado. No digo que
sató más contra los revendedores que contra los cial al precio de mercado, lo que dcsestimula- la reventa vaya a desaparecer ante un aumento
que se colaron, contra los guardas jurados que ria las esperas prolongadas y privaría a la de la oferta —hay reventa en numerosos espec-
lo permitieron y la organización de la taquilla. reventa del carácter de actividad rentable. Si se táculos de amplia oferta, como el cine—, pero
A las doce y media se anunció que los abonos limita el número de entradas por persona, las el diferencial de precios entre taquilla y reven-
se habían terminado —todavía había una vein- empresas revendedoras pondrán no a uno, si- la no es muy grande {...).
tena de personas delante de nosotros—. Esto no a mil jóvenes en paro en la cola desde el día
no es más que un episodio que se repite con anterior, ello incrementará sus costes, disminuirá
enorme frecuencia en el caso de los espectácu- sus beneficios y hasta es posible que todo con-
los de música clásica. cluya en precios aún más elevados. Carlos Rodríguez Braun
Diario ABC (16-11-88)

Scherzo 7
octuolldod

Examen a Jesús López Cobos


y la Orquesta Nacional
Mli I asunto estaba en la calle tras la publicación en el dominical de El País de unas
explosivas declaraciones de algunos profesores de la Orquesta Nacional. Se criticaba
en ellas la labor de López Cobos al frente del conjunto. A los pocos días, en
decisión fulminante —v que revela la existencia desde hace tiempo de un evidente mar de
fondo—, se producía la dimisión del director zamorano. De pronto, cuestiones que, más o
menos, han estado larvados durante años, malestares latentes, aspectos no conocidos del gran
público, han aflorado a la superficie y se han hecho dramáticamente presentes. Resulta que
tenemos una orquesta que, de repente, se nos muestra envuelta en una crisis bastante más
grave de lo que podía suponerse. Es un asunto muy serio que mueve a plantearse graves
interrogantes cara al futuro.
SCHERZO, que procura siempre estar en la cresta de ¡a ola de la actualidad, no quería estar
ausente de la cuestión y deseaba brindar sus páginas para que tuviera cabida este palpitante
problema. Por eso ha encargado a una empresa de sondeos tan solvente como SIGMA DOS
la realización de una encuesta entre profesionales y aficionados a la música con objeto de
arrojar un poco de luz en torno al tema tan espinoso. ¿Cómo se ha recibido por el usuario
la crisis? ¿Qué piensa de ella? ¿Qué soluciones propugna? Nos parece que las contestaciones
al cuestionario poseen un alto grado de interés y que ilustran, respecto a próximas
actuaciones administrativas, deforma harto elocuente.

L os problemas que tiene la Or-


questa Nacional de España se
han puesto de actualidad por
los medios de comunicación a causa de
la dimisión de su titular, Jesús López
Como Vd. sabe. Jesús López Cobos ha dimitido como Director
de la Orquesta Nacional de España (O.N.E.). ¿Que opinión la merece
la labor de Jesús López Cobos como Director da la O.N.E.?
SEXO
18-29 3M4
EDAD

««1 -66
RELACIÓN CON LA MUSO
Profe- Estu Muy afi- Aficio-
Cobos, y de las polémicas que le han Hombre Mujer
años años años años sional diante cionado nado
enfrentado con los músicos de la Or-
TOTAL % % % % % % % % % %
questa.
La situación en que se encuentra la Muy buena 38,6 38,0 39,4 30,3 32.9 47,7 55.6 16,7 52.2 50.7 33.3
O.N.E. pone de manifiesto según los re- Buena 38,0 37.6 38,4 42,0 42,8 32.9 22.2 23.3 30,4 36.1 41.6
sultados de este sondeo la necesidad de Regular 10,6 11,8 9,3 13.4 9,2 10.3 7,4 30,0 8.7 9.0 9,0
transformarla profundamente; de que Mala 2.4 2,5 2,3 1.7 2.0 3.2 3,7 10,0 4.3 1.4 2,0
el nuevo titular encargado de su direc- Muy mala 0,4 0.4 0,5 0,0 0,7 0.0 3,7 0.0 0.0 0,0 0,8
ción tenga dedicación completa, y de NS/NC 9,9 9,7 10,2 12.6 12.5 5,8 7,4 20,0 4,3 2,8 13,3
que la programación de las actividades
musicales no dependa principalmente
de la Dirección artística, sino de la ac- ¿Cree Vd. que la actitud que han tomado la mayor parte
tuación colegiada del Director con la de los músicos de la Orquesta frente al Director
Junta de Programación. También se ha- Jesús López Cobos está...?
ce un especial hincapié en que los mú- RELACIÓN CON LA MÚSICA
sicos sean contratados libremente, en Profesional Estudiante Auy aficionado Aficionado
lugar de ser funcionarios y en que las
plazas vacantes en la actualidad se cu- TOTAL % % % %
bran con extranjeros. Totalmente jutificada 9,9 23,3 13,0 4,9 11.0
Aunque en la muestra los colectivos En parte justificada
de profesionales de la música y de es- De ningún modo 24,3 33.3 26,1 25,7 22.0
tudiantes tienen una representación me- Justificada 16,8 10.0 21.7 22,2 14.1
nor en comparación con los aficiona- NS/NC 49.0 33.3 39.1 47,2 52,9
dos, la opinión de aquéllos debe ser te-
nida en cuanta debido a que están más años en adelante, entre los estudiantes
cualificados. üe musita y entre los que se definen co-
FICHA TÉCNICA
mo muy aficionados. Esta opinión, en
La gestión de López Cobos Uüivrnu: aíslenles a la sala Sinfónica del cambio, ofrece un menor grado de acep-
Auditorio Nacional de Música. tación entre los profesionales de la mú-
l_ía valoración que hacen los encues- Ambilo: Madnd. sica; es más, un 30.0% de este colectivo
Mucsln: 450 enlrevjscas con un error para da- califica la labor profesional de Jesús
dos de la labor profesional de Jesús Ló- los globales de 4,7"'(, para un nivel de con-
pez Cobos es «muy buena» y «buena» harva de 95,5*0 idos s'igma) y un p/q •- 50/50. López Cobos de regular y un 10% de
en un 76.6%. Esta calificación, alta- Selección: aleatoria. mala. Es, pues, necesario dislinguir la
mente positiva, se refiere ante todo a su Ktchfl Irabijo de campo: dia?, I I , 12 y 1.1 de
óptica de valoración desde la cual res-
capaciíación artística y a su profesio- noviembre de 19HS. ponden los profesionales, de la otra Óp-
nalidad. La buena opinión de que go- Realización: Sigma Líos, S.A. tica que, en general, abarca a los
za es mayor entre los encuestados de 45 tvciulpf» Técnico: tose Miguel de libas, Josc encuestados profesionales que tienen
<'arios Ari/a, Carlos Campos.
IHrecrtón: ("drlos Mato de Molina.
8 Scherzo
-actualidad'

to lugar el metal, con una puntuación


de 6.83.
Las clasificaciones son buenas: dos
secciones sobrepasan el notable, y las
otras dos restantes se aproximan.
Teniendo en cuenta el estado actual
de la sección de cuerda (la que mayor
número de vacantes tiene), la califica-
ción que obtiene es alta. Si se segmen-
tan los datos por la relación de los
entrevistados con la música, la califica-
ción de los profesionales a esta sección
es más baja. La percusión, al contrario,
ocupa el primer lugar, lo mismo entre
los profesionales que entre los afi-
cionados.
No ha de chocar la calificación de es-
te grupo, compuesto tradicionalmente
en la O.N.E. por instrumentistas de
buen nivel, desde los históricos Vicen-
te o Puerto hasta Martín Porras, hace
años excedente, y los más o menos na-
cidos de su escuela o conectados con
ella, como Regoli, Anaya, el hoy ausen-
le Ivorra, Osa...
La opinión sobre la calidad artística
de la O.N.E. es mayor i tari amen te bue-
na (72.6%), sobre todo entre los jóve-
nes, los aficionados y los estudianies.
Calificación en verdad muy alta te-
niendo en cuenta las contestaciones a
la cuestión posterior y algo sorprenden-
te si se piensa que, por unas causas o
por otras, la orquesta lleva varios años
de la O N t ei Hitamente positiva para la aran en permanente crisis, con oscilaciones,
La labor unoiica de López Cobos uljrenu- ¡os profesionales de la música, que ¡a cuest.o- sin acabar de enconirar su sitia No en
mayoría de los encuatados, excepto para vano ha desarrollado en muchos casos
nan en un 40%. su afición a su sombra, incluso desde
relación con la música, ya sea como afi- percusión, que obtiene una puntuación los tiempos del Monumental. De todas
cionados o como estudiantes. No obs- de siete y medio (de 1 a 10, siendo I la formas, tampoco, hasia hace poco, han
tante, a lo largo del informe habrá que mínima y 10 la máxima). En segundo existido puntos de comparación. Mu-
considerar también la opinión de los es- lugar, se sitúa la madera, con un 7.05; chos guardan todavía en su memoria la
tudiantes de música en función de su en el tercero, la cuerda (6.96); y el cuar- imagen sonora de la Nacional de Ar-
futuro profesional y de su preparación
técnica. Siendo 1 la mínima puntuación y 10 la máxima, ¿cómo
La actitud que ha tomado una parte calificarla Vd. cada una de laa siguientes seccionas da la
de los músicos de la Orquesta frente al Orquesta según su calidad artfstlca7
Director está en parte justificada para RELACIÓN CON LA MÚSICA
un 24.3% de la muestra. Los que tie-
TOTAL Profesional Estudiante % aficionado Aficionado NS'NC
nen entre 18 y 44 años destacan sobre
los mayores; por su relación con la mú- Cuerda 6,96 6,58 6,82 6,90 7,07 8,00
sica, los profesionales se identifican Metal 6,83 7,41 6,38 6,63 6,92 8.00
más con la actitud de los músicos que Madera 7,05 7.42 6,73 7.16 6,97 5.00
los estudiantes o los aficionados. Si se Percusión 7,49 8.00 7,14 7,48 7,48 5,00
segmenta la muestra por recuerdo de
voto, no se observan diferencias signi-
ficativas entre los votantes de AP y ¿Qué opinión tiene Vd. de la calidad artística da la O.N.E.?
PSOE.
SEXO EDAD RELACIÓN CON LA M I S O
Casi la mitad de los encuestados no
sabe o no contesta sobre esta cuestión, 18-29 3044 €M »66 Profe- Estu- Muy afi- Aficio-
Hombre Mujer
sólo la décima parte cree que la actitud años años años años sional diante cionado nado
de los músicos está totalmente justifi- TOTAL % % % % % % % % % %
cada; la opinión contraria, la de aque-
Muy buena.... 16,8 13,5 20,4 1 1 , 8 16,4 17.4 37,0 16.7 4.3 17,4 17.6
llos que en ningún modo la justificaría
Buena - 55,8 53,6 58,3 59,7 57.2 54.2 40,7 43.3 56.5 51.4 60.0
es de de un 16.8%.
Regular 20.1 24,5 15,3 21,0 19,7 20.0 18,5 30.0 30.4 24.3 15.3
La orquesta por secciones
Mala 2.6 3,4 1,9 2.5 5,3 0,6 0.0 10.0 4.3 2.1 2,0
Según la encuesta la sección de la Or- Muy mala 0.2 0,0 0.5 0,0 0,0 0,6 0.0 0,0 0.0 0.7 0,0
questa de mejor calidad artística es la NS/NC 4,4 5,1 3,7 5,0 1,3 7,1 3,7 0,0 4,3 4.2 5,1

Stherzo 9
octuoltdod

¿Cuál cree Vd. que sería la mejor solución, de las siguientes que le cito, para atajar
los problemas que actualmente tiene la Orquesta Nacional?

SEXO EDAD RELACIÓN CON LA MÚSICA


16-29 +e Profe- Estu- Muy afi- Afkáo-
Hombre Mujar
años jftw años años sional diante cionado nado
TOTAL % % % % % % % % % %
Disolución v creación de una nueva orquesta. 3,5 6,3 0,5 2,5 5,9 1.9 3,7 10.0 0,0 4.2 2.7
54.5 51.9 57.4 55.5 59.9 52,3 33.3 43.3 69,6 61.1 51,0
22,5 23.2 21.8 22,7 17,8 25,2 33,3 36,7 21,7 19,4 22,4
NS/NC 19.4 18.6 20,4 19,3 16,4 20,6 29,6 10,0 8,7 15,3 23,9

genta y de los primeros años de Friih-


beck de Burgon. Pero el aficionado
persigue lo mejor: a despecho de que Más de la mitad
eslima que la O.N.E. es, una agrupación de los encuestados
buena, insistente, como se verá ensegui- afirma que hay que
da, en su reforma radical en busca de
un soñado ideal. reformar profundamente
Necesidad de una reforma profunda la O.N.E.
E n relación con estos problemas de la
Orquesta, un 54.5% de entrevistados

ellos (quizá pensando en su futuro pro-


considera que la mejor solución es re- fesional) estima que deben tener cate-
formarla profundamente. Esta opinión goría de funcionarios. Lo que hay que
es mayoritaria entre profesionales, es- destacar aquí principalmente es que los
tudiantes de música y aficionados. aficionados son partidarios de la con-
Seguidamente se van a tratar algunos tratación libre.
de eslos problemas: la contratación de El 65.6% de los entrevistados estaría
músicos, el tipo de dedicación que de- de acuerdo con que las vacantes exis-
be tener el Director de la Orquesta y la tentes en la Orquesta fueran cubiertas
programación de las actividades mu- con músicos extranjeros. Esta opinión
sicales. es mayoritario entre los aficionados; del
La opinión mayorilaria (72.4%) es mismo modo que antes, una porción del
que los músicos deben ser contratados colectivo de profesionales, seguida de
libremente. Así piensan sobre lodo los los estudiantes, no sería partidaria a es-
muy aficonados y los simplemente afi- ta medida.
cionados; también los estudiantes y los Desde un punto de vista ideológico,
profesionales, aunque una parte de los votantes de izquierda se muestran

10 Scherzo
octuolidod

más partidarios de la contratación libre ¿Sena Vd. partidario de la contratación de músicos


que los conservadores. extranjeros para cubrir las vacantes existentes
Está claro que para iniciar una posi- actualmente en la Orquesta?
ble reforma de la O.N.E. uno de los pa- RELACIÓN CON LA MÚSICA
sos inmediatos es el de revisar el status
actual de sus componentes. La mayo- Profesional Estudiante luy aficionado Aficionad
ría de los entrevistados no tienen rebo- TOTAL % % % %
zo en confesar (hasta un 78.5°7o en el
caso de los más aficionados) que pre- Si 65,6 56.7 60,9 72,2 63,5
fieren una orquesta no funcionarial y No 32,5 43,3 34,8 26,4 34,1
Opinan que la contratación de los pro- NS/NC 2,0 0,0 4,3 1.4 2,4
fesores ha de ser libre. Es decir, que se
propugna que no exista ningún tipo de mejorar el nivel de la formación. Lo que dad hay que buscarlo, y contratarlo,
corsés que cierren ia posibilidad de con- ha de extenderse al factor conectado allá donde esté, con independencia de
tar con músicos idóneos que ayuden a con el origen: al instrumentista de cali- su nacionalidad. No estima la mayoría

Scherzo II
actualidad-

de eneuesiados (un 65.6% nada menos)


la necesidad de que los integrantes de En relación con los músicos de la Orquesta Nacional,
¿con cual de esta* afirmaciones estaría Vd. de acuerdo?
la orquesta hayan de ser forzosamente
españoles. Ni se establece ningún tipo RELACIÓN CON LA MÚSICA
de porcentajes (aunque habría que su- Profesional Estudiante iluy aficionado Aficionada
poner que a igualdad de méritos y con- TOTAL % % % %
diciones, el nacional saldría adelante
antes que el foráneo). Los ejemplos de Los músicos deben ser
algunas otras formaciones españolas, en funcionarios 17,4 30.0 21,7 13.9 17,6
cuyo seno hay una proporción alta de Los músicos deben ser
extranjeros y cuya calidad ha aumen- contratados libremente.. 72,4 63,3 69.6 78,5 70,2
iadQ en los últimos años, habrán influi- NS/NC 10.2 6,7 8.7 7,6 12.2
do sin duda en la apreciación. Tampoco
se debe de haber pensado, se establecen falta de una infraestructura adecuada
en otros países de mayor tradición y ni- en el campo de las enseñanzas musica- ¿Qué tipo de dedicación
vel musical cortapisas funcionariales y les es la causa fundamental. Y estas co- cree Vd. que debe tener
de nacionalidad. Sucede sin embargo, sas, a lo que parece, !a mayoría de los el nuevo Director de la
que aquí la necesidad de importar mú- Orquesta Nacional?
aficionados las sabe; y las siente.
sicos preparados y sólidos es mayor; el TOTAL
lamentable estado de la educación, la %
Dedicación completa 66,0
Dedicación parcial 29,4
NS/NC 4,6

El nuevo director
de la Orquesta Nacional,
¿prefiere Vd. que sea
espaAol o extranjero?
TOTAL
%
Español 64,0
Extranjero 6,8
NS/NC 29,1

La programación de las actividades


musicales de la Orquesta debe depen-
der de la Dirección Artística y de la Jun-
ta de Programación. Con esta solución
colegiada está de acuerdo el 61.6% de
los encuestados. Gran parte de las crí-
ticas dirigidas contra Jesús López Co-
bos han ido en este sentido, ya que los
músicos le han acusado de excesivo pro-
tagonismo, si no de «despotismo».
Aunque esta opinión es mayoritaria en
todos ios sectores de la muestra, hay
que destacar a los profesionales y a los
estudiantes, que prefieren una solu-
ción colegiada a que la programación
dependa de al Dirección Artística
o de la Junta.
Uno de los problemas funda-
mentales de la O.N.E. es el de la
función de la Dirección Artística.
Las mayores críticas que se le han
hecho a Jesús López Cobos
han partido de este punto. La
mayor parte de los encuestados, desde
los profesionales hasta los aficionados,
El 72,4% de los consideran que la dedicación del nue-
encuestados piensa vo Director tiene que ser completa.
que los músicos Además, es preferible en un 64.0% de
la muestra, que el nuevo Director sea
deben ser contratados español (los estudiantes de música son
libremente los más radicales a este respecto).
Parece que esa mayoría que postula
por que el director sea español está, so-
bre todo, expresando un deseo (no con-

12 Scherzo
-octuolidod

En su opinión, ¿considera
Vd. que la programación
de las actividades musicales
de la Orquesta debe
depender...?

Sólo de la dirección artís-


tica
Dirección artística y junta
programación
Sólo de la junta de progra-
mación Ll 61% de los emueslados está de acuerdo en que la programación de la O.,Y£. se haga
NS/NC colegiadamente entre la Dirección Artística y la Junta de Programación.

creíado, sin embargo, por lo que se o indirectamente, su falta de dedica- aparezcan directores españoles de indu-
refiere a los instrumentistas). Es signi- ción, su política de contratación o de dable prestigio y formación.
ficativo que un 20.0% de profesionales programación. Esto último queda muy Entre los directores extranjeros que
apoyen la elección de un extranjero, claro en el cuadro correspondiente, que se consideran adecuados para dirigir la
quizá conscientes de que, de acuerdo revela que existe un muy alto porcen- Orquesta, se citan los nombres, por es-
con la experiencia y por distintos mo- taje de encuestados que propone una te orden, de Herbet Von Karajan, Zu-
tivos, la labor de los directores titula- actuación colegiala. La cita de otros bin Mehia, Lorin Maazel, Claudio
res hispanos no ha dado casi nunca los nombres es relativamente significativa Abbado, Bernstein, Barenboim y otros
frutos apetecidos. —en particular cuando hay un 41.9% cuyos porcentajes de aceptación son
Posibles titulares que no da ninguno—. En estos casos mínimos.
los encuestados suelen mencionar mu- Aquí valdría gran parte de lo dicho
Sobre qué director español ha de ser el chas veces e! primero que se les ocurre más arriba respecio a los españoles. Es
adecuado para dirigir la Orquesta, hay o tienen más fresco en la memoria. De impensable que la mayoría de los cita-
que destacar en primer lugar que la ma- ahí que, como se apunta, ni siquiera dos pueda acceder al podio de la
yoría de entrevistados no sabe o no con-
testa. Después, que el nombre más
¿Podría vd. decirme el nombre de un director español que
citado es el de Jesús López Cobos considere Vd. adecuado para dirigir la Orquesta Nacional?
(18.8%), seguido de Rafael Frühbeck,
Miguel Ángel Gómez Martínez, Anto- RELACIÓN CON LA MÚSICA
ni Ros Marba y Víctor Pablo Pérez. Al- Profesional Estudiante fluy aficionado Aficionado
gunos directores bastante conocidos, TOTAL % % % %
como Odón Alonso, tienen porcentajes
mínimos, otros directores importantes, Jesús López Cobos 18,8 6.7 13,0 25.0 17,3
como Arturo Tamayo, García Navarro, Antón i Ros Marba 7,7 13.3 8.7 6,9 7,5
Edmon Colomer a José Collado, ni si- Rafael Frühbeck 9.9 10,0 0,0 12,5 9.0
quiera son nombrados. Gómez Martínez 7,9 13,3 8.7 11,8 5.1
Es explicable que se mencione en pri- V. Pablo Pérez 6,4 10,0 17.4 3.5 6.7
mer lugar el nombre de López Cobos. 1,5 0.0 0.0 2.1 1.6
Su calidad, mayor o menor, como di- Luis de Pablo 0,4 0,0 0,0 1,4 0,0
rector nunca se ha negado aunque si, García Asen si o 1,5 3,3 0.0 0.7 2.0
a lo largo del articulo publicado en EL Antón García Abril 0,2 0,0 0.0 0.0 0,4
PAÍS, se haya puesio en entredicho su Cristóbal Halffter 0,4 3,3 0,0 0,0 0,4
concreta labor como litular o director Otros 3,0 6,7 8,7 3.5 2,0
artístico y se le haya criticado, directa NS/NC 41.9 33,3 43,5 32,6 48,2

Scherzo 13
octuolidod

O.N.E., y no ya por cuestión de dine- ¿Podría Vd. decirme


ro. Sin embargo, soñar siempre es el nombre de un director
nilo. No es raro que —con extranjero que considere
abstención del 55.6/— los más adecuado para dirigir
dos sean Karajan, el director la Orquesta Nacional?
más famoso, el auténtico mito para TOTAL
cualquier aficionado grande o peque-
ño, a pesar de su provecta edad, y Meh-
ta o Mazzel, estrellas refulgentes del Maazel 7.1
actual firmamento que, casualmente, Herbert von Karajan 9.3
acaban de visitar Madrid al frente de Leonard Bernstein 2,0
la Filarmónica de Nueva York y Filar- Zubin Mehta 9,3
mónica de Berlín, respectivamente. Claudio Abbado 3.8
Daniel Barenboim 2.0
La reventa de las entradas Cario María Giulíni 2,0
Ot' tro problema es el de la reventa de George Solti
Andre Previn
0,9
las entradas, que incide directamente en 0,2
el público. La medida que se conside- Otros 7.9
ra más acertada para acabar con esia NS/NC S5.6
situación es que la Administración se
responsabilice y busque una solución
legal. consecuencias de un estado de cosas in-
trínsecamente injusto.
Así opinan más de la Las calificaciones de distintos aspec-
mitad de entre- tos del nuevo Auditorio Nacional, de
1 a 10, da unas puntuaciones altas.
La acústica alcanza el sobresaliente; en
esta apreciación coinciden los más
cualificados,(profesionales y estudian-
tes) y los aficionados.
En el segundo lugar, se sitúa la fun-
cionalidad, que obtiene una puntuación
de 8.29. Le siguen la comodidad (7.99)
y la eficacia de los distintos servicios del
Auditorio (taquillas, personal, etc.), con
una puntuación de 7.70.

¿Cuál de las siguientes medidas considera Vd.


más acertadas para acabar con el problema de la
reventa de entradas?
TOTAL

Adquirir entradas: taquilla, correo, teléfono 24,7


Reducir número de abonos 10.6
/MÍ'" 1
Que la Administración se responsabilice y busque una
vistados; otras alternativas para solucio- * solución legal
nar el problema (reducción del número
de abonos y !a posibilidad de adquirir NS/NC
las entradas, además de en taquilla, por
correo, teléfono o tarjetas de crédito),
no alcanzan porcentajes significativos.
Debe considerarse que las soluciones,
relativas algunas, apuntadas no se ex-
cluyen entre sí, sino que son comple-
mentarias. Suponiendo que se pudiera
arbitrar una solución legal —para lo
que probablemente tendría que invei-
tir los despropósitos que, de acuerdo
con el /uí naiuralis y con lo que se de-
duce de una lectura del espíritu de la
Constitución, se producen en orden a
la adquisición de localidades, el que éV
tas pudieran obtenerse de un modo o
de otro, con una facilidades o con otras,
con limitación o sin ella, completaría las
bases de una situación nueva y desea-
da. Aquí, y es lógico, la postura de los
encuestados no admite duda. La mayo-
ría han sufrido en sus propias carnes las

14 Scherzo
Muchos de los conciertos de Wilhelm Furlwangler han sido grabados constituyendo de este rnodo un mitagroso patrimonio de su
irte. Desgraciadamente muchos de ellos han sido editados con frecuencia ciandestinamente, en perjuicio de la calidad original de
ts grabaciones y sin que la técnica pueda respetar la interpretación artística. Siempre he deseado que cese esta traición musical:
'•stoy feliz por la edición por parte de RODOLPHE PRODUCTIONS de los grandes momentos «Uve» de mi marido, en condiciones artís-
iicas y técnicas irreprochables lo más próxima cuanto es posible a las Interpretaciones originales.

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Don G¡ovanni Le Nozze di Fígaro Die Zau be rilóte Eüsabeth Grümmer, Rita Streich, Kurt Bóhme. Claus Clausen,
Cesare Siepi Paul Schoffer Josef Greindl Coros del "Wiener Staatsoper", 'Wiener Ph¡íharmóniker". Direc-
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RPC 32516.17 CD

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actualidad

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En la muerte de
Desde el pasado 5 de noviembre y
hasta el próximo 16 de mayo se extien-
de el ciclo de conciertos organizado por
Antal Dorati
la Universidad Autónoma de Madrid on Antal Dorati, fallecido hace tre el 66 > el 74 en Estocolmo, con la
bajo el título Grandes Autores e Intér-
pretes de la Música, que esta tempora-
da alcanza su decimosexta edición.
Aparte de otros valores, como el muy
C pocos días en Suiza, desaparece
un testigo importante de la mú
sica de este siglo; un hombre que lleva-
Filarmónica. Pasa luego a hacerse car-
go de la dirección de la Nacional de
Washington, de la Royal Philharmonic
evidente de enriquecer la vida musical ba denlro mucha historia y que no pa- de Londres y, por último, de la Sinfó-
madrileña, estas series cuentan en su ró, en toda su larga existencia y desde nica de Detroit, a la que abandona en
historial con el transcendente hecho de su niñez —era hijo de músicos—, de ha- 1981.
haber puesto a miles de universitarios cer cosas relacionadas con el arte de los Dorati ha sido, qué duda cabe, uno
en contacto con la música. Al parecer sonidos: componer, arreglar, enseñar, de los directores más activos de la cen-
este número de SCHERZO ya han te- dirigir, tocar... Había nacido en Buda- turia. Estaba en todas partes, se apun-
nido lugar la sesión de la Filarmónica pest —Hungría, cuna de grandes taba a todos los proyectos. Poseía un
Eslovaca y las dos veladas de los Lon- directores— el 9 de abril de 1906. Tuvo
don Virtuosi. Quedan por celebrar con- inmenso repertorio (favorecido por una
entre sus maestros nada menos que a gran memoria) que le condujo a grabar
ciertos corales, sinfónicos y de cámara. Bartók y a Kodály y de ellos bebió
Como es habitual, las orquestas de cá- en torno a los 500 discos con música de
mara ocupan un lugar destacado en la abundantemente constituyéndose en cualquier época. Es famoso su integral
programación. Una interesante selec- de las sinfonías de Haydn, autor de
ción de música religiosa rusa (con la in- quien ha registrado igualmente casi to-
clusión del italiano Sarti, que también das las óperas. Trabajó en estas sesio-
trabajó en Rusia), de Tchaikovsky a nes con la Philharmonia Hungarica y
Schnitke, nos ofrecerá el Coro de Mos- con la Orquesta de Cámara de Lausa-
cú. El Coro de la Filarmónica Checa,
por su parte, ha escogido a Palestrina na. No vale la pena detenerse, porque
y Bach. El estupendo conjunto La Cha- ello ocuparía un espacio del que no dis-
pelle Royale de París, que ya ha actua- ponemos, en detallar sus trabajos para
do en los conciertos de la Autónoma, el disco. Baste decir que lo grabó casi
protagonizará uno de los momentos todo, hasta una ópera como La Dueña
culminantes del ciclo con su monográ- de Gerhard, del que estrenó el Concier-
fico Victoria. Krzysztof Penderecki, un to para orquesta, o sinfonías de Berwald
músico muy ligado a la Universidad y Blomdahl. Mercury, Philips o Decca,
Autónoma de Madrid —fue nombra- entre otras casas, lo tienen en su ca-
do Doctor honohs causa y ha interve-
nido ya en estas temporadas—, dirigirá tálogo.
a la Orquesta de la Radiodifusión del La imagen del director húngaro en el
Norte de Alemania en un programa aún podio era muy peculiar: piernas sepa-
no conocido, pero que con seguridad radas, en permanente y nervioso movi-
incluirá obras suyas. La Orquesta de
Cámara de la Filarmónica de Berlín, miento, brazos abiertos, batuta móvil,
que tocará en dos ocasiones, se ha de- dibujando extraños e indescifrables ara-
cantado por el eclecticismo, al haber se- bescos... La música fluía de él con na-
leccionado obras barrocas, románticas tural facilidad, aunque no siempre su
y de nuestro siglo. Más unidad tienen mensaje —raras veces profundo— fuera
las sesiones de formaciones que no sue- entendido por los instrumentistas. Más
len faltar en los ciclos de la aulónoma: Anta! Dorali intuitivo que racional, muy directo y co-
conciertos Bartok y Haendel de la Or-
questa de Cámara de Franz Liszt de Bu- unos de sus principales intérpretes, en municalivo (para el público), por lo co-
dapest, tres jornadas Bach de la especial del segundo. mún sus texturas eran claras y su
Orquesta de Cámara de Suttgarl con Dio varias primeras audiciones de colorido orquestal brillante. Su tempi,
Munchinger, y atención al barroco ita- Stravinsky en Hungría. En 192S la en- vivos a veces en exceso, dotaban de elec-
liano y a Vivaldi en los tres días de 1 contramos en Dresde como asistente de tricidad a cualquiera de sus versiones y
Musici. Está sin precisar el contenido Fritz Busch. Inicia luego una extensa les daban un aire ligero no exento de
del programa de la Orquesta de Cáma- carrera internacional que no se deten- sensualidad.
ra de Noruega, sesión que tendrá a Ros- dría prácticamente hasta su muerte y En Madrid Dorali ofreció, en los me-
tropovitch como su baza más que le lleva sucesivamente a Múnster, jores tiempos de la Nacional, algún
importante. Narciso Yepes y el Cuar-
teto Enesco, finalmente, homenajearán Monte-Cario (con los Ballets Rusos), atractivo concierto, con su mujer, la pia-
a Carlos III con la interpretación de Nueva York (como titular del American nista Use von Alpenheim, de habitual
Quíntelos de Boccherini en un concier- Ballet Theatre y de la New York Opera compañera. Recordemos alguna sinfo-
to que conmemora los veinte primeros Company), Dallas (al frente de la Sin- nía de Dvorak, una curiosa e inespera-
años de vida de la Autónoma. Como fónica)... Su esplendor y máximo reco- da Sexta de Mahler y una excitante
se ve, una programación que no care- nocimiento vendría a partir de aquí, Séptima de Beethoven, que años des-
ce de interés, con convocatorias de im- sobre todo desde que accede a la titu- pués dirigiría también a la Sinfónica de
portancia, pero también notablemente laridad de la Sinfónica de Minneapo- Detroit. Visitó España igualmente con
convencional. lis, con la que graba, de 1949 a 1960, otras orquestas, la del Concertgebouw
más de 100 discos. Entre 1963 y 1967 avariable).
la cabeza (tres conciertos de calidad
lo hallamos en Londres con la BBC, en-

16 Scherzo
actualidad

Adiós a
Festival de Canarias: Pilar Yzaguirre
de cara al futuro Será, suponemos, un adiós momen-
táneo porque el hecho de que la em-
prendedora e inquieta organizadora
El Festival de Canarias cumple en madrileña se haya despedido del Festi-
1989 su quinta convocatoria, buena val de Otoño de la Comunidad de Ma-
oportunidad para realizar un rápido ba- drid no querrá decir que deja por
lance y esbozar los proyectos que la or- completo sus actividades. De seguro
ganización tiene en mente. Tengamos que muy pronto la veremos conectada
en cuenta que al crearse el evento en con alguna otra; es normal que en su
1985, con el apoyo decisivo del enton- mente bullan constantemente proyec-
ces presidente de la comunidad autó- tos. Quizá sea aún pronto para hacer un
noma, Jerónimo Saavedra, conocido repaso analítico y critico de su, en to-
aficionado a la música, no se coniaba do caso, entusiasta labor a lo largo de
en las islas con una infraestructura sa- cinco años al frente del certamen. El
tisfactoria, problema no resuelto toda- balance luego, es importante, los lo-
vía en la actualidad. Un hecho gros, indudables, aunque la mediaiiza-
determinante de la actuación del Festi- ción, los pies forzados, las limitaciones
val ha venido siendo la necesidad de administrativas en materia de contra-
atender tanto a Las Palmas de Gran tación hayan actuado en contra y aun-
Canaria como a Santa Cru¿ de Teneri- que a los planteamientos organizativos
fe, lo que ha dado a la manifestación les haya faltado, en lo musical, ciertas
una naturaleza en este sentido doble. dosis de equilibrio, novedad o decisión.
El Festival ha debido cubrir un va- F_) Festival, de todas formas, está
cio de muchos años con su actividad cumpliendo los fines —quizá políticos
programad ora. En otro número de antes que arrísticos— para los que fue
SCHERZO (n.° 26, p. 12) realizába- creado, y en mayor medida desde que
mos algunas valoraciones respecto al I uclav Seumann vulneró en IWUcurt la I cí- Ramón Espinar está al frente de la cul-
repertorio manejado en Canarias, va- cera de Mahler. tura de la Comunidad. El dio voto de
loraciones que matizamos ahora. Na- confianza a Yzaguirre en una época de-
turalmente, la situación no es la misma ca francesa. La Orquesta Nacional de licada y reforzó su autoridad, afirman-
en Madrid o Barcelona, donde ciertas la URSS, que será dirigida por Svella- do por otro lado la solvencia económica
obras se escuchan hasta la saciedad, nov, contará, si todo se confirma, con de la organización. Las cuentas de la
que en las ciudades de las islas. Aquí un solista de excepción: Svjatoslav Rich- edición que acaba de cerrarse se han
aún están por escucharse obras básicas ter. Prosiguiendo con las interpretacio- presentado ya. No es ninguna tontería
de compositores muy significativos. nes mahlerianas, la Filarmónica Checa, el coste total de la muestra, algo supe-
Así, la dirección del Festival está em- con Neumann, visitará b¡anualmente el rior al previsto: 285 millones de ptas.,
peñada en ofrecer audiciones de los ci- Festival. repartidas, claro, entre música, teatro
clos completos de las sinfonías de Otros proyectos, a más largo plazo, y danza. A la Comunidad, sin embar-
Mahler y de líruckner. Del primero se incluyen la participación de la Academy go, le toca pagar menos dinero, ya que
han oído ya 2, ", Canción de la Tierra, of Ancient Music y Hogwood, que en en taquillas se han recaudado 38 millo-
canciones, 9. ", 7. ", 5. ', I."; del segun- principio interpretarán el Réquiem de nes y medio y a los patrocinadores, con
do la 7. °. En el Festival de 1989 están Mozart, en 1991, año del bicentenario Amper a la cabeza, se le han sacado 55
previstas la 4.' y los Kindertoienlieder de ¡a muerte del compositor. A partir y medio. Uno de estos sponsor, la fir-
de Mahler y 4." y 8. " de Bruckner. Han de 1990 se desea incidir en una política ma alemana Bosch, subvencionó gran
pasado por el Festival muchas orques- de encargo de obras. Para 1992 el com- parte de los muchos que costó la visita
tas de importancia: Filarmónica de Is- positor Falcón Sanabria estrenará una de la Filarmónica de Berlín con Maazel.
rael. Sinfónica NDR de Hamburgo, obra sinfónico-cora. Este mismo pro- Según los datos facilitados a la pren-
Filarmónica de Estocolmo, London tagoniza el primer disco —listo para ser sa, el número de espectadores que han
Philharmonic, Filarmónica de Moscú, distribuido— en el que José Ramón En- asistido a esta quinta edición, excluyen-
Filarmónica Checa, Gewandhaus de cinar dirige a la Sinfónica de Londres. do espectáculos como Carmen, Car-
Leipzig, Sinfónica de Bamberg. A es- Continuando con el apoyo a las orques- men, Ay Carmela y los conciertos de
tas formaciones se las contrata especí- tas de las islas —a las que se hace ac- carillones de El Escorial, ha sido de
ficamente para e¡ evento y se recurre a tuar junto a renombrados solis- 59.036: es decir, un 81,3%. En Madrid
las orquestas en gira sólo parcialmen- tas—, existe la posibilidad de crear una la asistencia se cifra en un 83%.
te. Como es sabido, la Sinfónica de Filarmónica de Canarias con los instru- El Festival, por lo tanto, sigue. Ha-
Londres liene la entidad de conjunto mentistas de la Sinfónica de Tenerife brá que esperar ahora el nombramien-
residente en el Festival. y la Filarmónica de Gran Canaria. La to del nuevo director. No es un puesto
Dentro de las previsiones para 1990 recuperación del fesrival paralelo en fácil.
figura la vuelta de la Sinfónica londi- 1990, que hará llegar la música de cá-
nense, con su titular, Tilson Thomas al mara a todas las islas, es una importan-
frente, en un programa de música ame- te novedad. Teniendo en cuenta el
ricana y obras de Brahms y Schoen- presupuesto de 260 millones de pesetas,
berg. La Nacional Francesa, con debe reconocerse que se despliega una
Maazel, hará dos programas de músi- notable actividad.

Scherzo 17
SERIE DE CASSETTES A PRECIO ESPECIAL

-—lila -^Ct-o— NS^ I «ÍV


N
BRAHMS
DOUBLE CONCERTÓ' BRAHMS
HAYDN: ^5^(
DOPPEIKONZERT PIANO CONCERTÓ BEETHOVEN: SYMPHONY NO. 88 ^
SCUl'MANN NO.l.Op 15 SYMFHONYNO.l.OP. :i SYMPHONY NO. 100.
PIANO CONCERTÓ SYMPHONY SO.2. OP. Mi •M1LJTARY"
COL' MBIA SWPIIOM ORCHE5TRA LAZAR BERMAN PIANO Xii I 'MPU STMPHflNV OBÍ3-ÍF5TE A COLÍ.MW». 'YMPH1WVORCHESTR*
HR1CH LEINSDORF Bruno Walter Bruno Walter

MYT44771

N4OZART
SYMPHONY SO.35. K.ÍB5 SAINT-SAENS SHOSTAKOVICH:
MAHLER ORGAN" SYMPHONy NO. i
SYMPHONY NC.4 H^HFNER" LEONARD RAVER ORGAN SYMPHOKYNO
iHE iXEVELANn OBCHESTRA SYMPHONY NO.W.K.54J rHli.HABJK.Nli
CULLMBIA bVMPHÜNY ORCHESTRA NEW'YORK ri!!L(iAR.UONIL
JUDITH RASIÓN SOPRAW LEONARD BERNSTEIN Leonard Bernslein
BRLfiO WALTER
GEORGESZELL

P 9 -^^°
MYT44713 MYT44778 MYT447I6 MYT44770

WAGNER
SIBEL1US MI.^1C FROM "THE RING'
1
SYMPHOMYNO.5 THE
POHJOLA'S DAUGHTER

MYT44720 MYT44769
octuolidod

Cuando el piano nos habla


Entrevista con Krystian /¡merman

K RlSTIAN ZIMERMAN.—Mi pa-


dre es un buen instrumentista, y se
llevó un primer premio en 1956.
Pero después de la guerra era muy difícil
para un músico de clásica ganarse la vi-
da en Polonia y tuvo que ponerse a tocar
en re si aura mes, como el padre de Vladi-
mir Ashkenazy. El me dio las primeras lec-
ciones de piano cuando yo tenía cinco
años. También me enseñó composición,
lo que me permitió escribir piezas breves.
En casa había una alfombra que tenía —y
esto es algo que no tiene nads que ver con
la música— un adorno, y este adorno con-
sistía en cinco líneas: sobre esas líneas es-
cribía yo mi música...
Un día, cuando tenia seis años y me-
dio, mi padre mandó que me hicieran una
foto, y cuando gané el Concurso Chopin
el fotógrafo vino a traerme aquel docu-
mento de 1963. Yo escribía variaciones y
mazurkas. Hasta he llegado a tocarlas, en
aquella época, para la televisión polaca.
SCHERZO.—Su padre dejó de darle
clases y te puso un profesor.
K.Z.—El señor Yashinsky enseñaba en
el Conservatorio de Cracovia. Era un jo-
ven de veinticinco años. Acababan de
nombrarle y yo era su primer alumno. Me
obligaba a hacer un montón de cosas,
S.—¿Lo había elegido su padre delibe-
radamente?
K.Z.—Había pedido consejo a la señora
Markevich, que en aquel tiempo era una
profesora muy prestigiosa, y fue ella quien
le habló de un brillante alumno suyo que
acababa de ganar un concurso y había ter-
minado sus estudios en Francia.
S.—¿Cómo enseñaba?
K.Z.—No era dogmático, dejaba que el
alumno tocara lo que deseaba tocar. Fue
Krystian Zimerman así como llegué a encontrarme muy pron-
FOTO: D.ü. to delante de partituras bástanle difíciles.
Me gustaban tanto que me costaba me-
nos trabajar con ellas que si me hubieran
obligado a perder el tiempo y la energía
tocos años han bastado al polaco Krystian Zimerman para colocarse con piezas para niños. Y asi me puse a to-
a la cabeza del ranking pianístico de la actualidad junto con otros cuatro car conciertos de Rachmaninov. De esta
manera he aprendido mucho más que si
o cinco instrumentistas de excepción como él. A los 32, cumplidos por me hubiera dado de bofetadas con los tí-
estas fechas, es ya considerado por muchos como un auténtico maestro. picos ejercicios.
Impulsado —como Pollini o como Pogorelich (éste precisamente por no S.— ^' -eñor Yashinsky tenía ideas in-
p
ganarlo)— por el galardón más famoso de la especialidad, el Premio Cho-irans' s en cuanto a la técnica, ¿no
pin de Varsovia, en 1975, ha desarrollado luego una carrera seria, selecti-
:,./..—La señora Markevich había estu-
va, de espaldas muchas veces a la galería, tocando poco, estudiando diado en Berlín anees de la guerra cuan-
incansablemente, grabando lo imprescindible. Personalidad introvertida, do ."."•,. i vivía allí. Se encontró junto a
afectiva, profunda, el artista, triunfador en Madrid en varias ocasiones alumne. de Liszt y de Egon Prcti, y de-
—con la Filarmónica de Viena y Bernstein en 1984, en recital de este año—,sarregló un icnomenal virtuosismo. Des-
pués se tue a estudiar con Magda
viene por derecho propio a nuestras páginas a través de esta entrevista. Tagliaferro, y con ella tuvo la revelación
En ella, respondiendo prontamente, con agudeza y rigor, nos ofrece al- del toque francés. Yashinsky, a su vez, ha-
gunas interesantes opiones en torno a su mundo, a su técnica y a su a1 e alemana
bía heredado las virtudes de las escuelas
y francesa.
y toca un aspecto frecuentemente marginado en este tipo de conversacio-
nes: el de la personalidad, casi humana, de los instrumentos. Muy pron- S.—¿Le gusta a usted Conot?
K.Z --¡Lo adoro! Tenia una sonoridad
to, al inicio del Festival de Canarias, el público español podrá tomar de delicada, refinada. Hay que tener en cuen-
nuevo contacto con él. En esta oportunidad «El Emperador» será la obra ta t)Li- los pianos de su época tenían un
situada en los atriles. Con él actuarán la Orquesta Sinfónica de Tenerife sonido más quedo y suave. ¿Sabía usted
que Chopin locaba a veces con tal suavi-
y Víctor Pablo Pérez. dad en los salones donde actuaba que ape-

Scherzo 19
actuolidod

ñas podía oírsele en la quinta fila? Listz tudio desde hace cuatro años, porque las do la de limitai la expansión de mi carrera.
era lodo lo contrario, un auténtico león sesiones me distraen de mi trabajo, obs- Una gran carrera se parece a un pantalón
del piano, completamente distinto a los taculizan mi desarrollo. No me gusta nin- demasiado ancho, hay que tirar de él a ca-
pianistas franceses... Una vez escuché una guna de mis grabaciones. Cuando vienen da momento. Y aún doy demasiados con-
grabación del Concierto en fa menor de los espectadores a mi camerino después ciertos, aunque pueda considerarse, en
Chopin por Corlot, con Barbirolli, y me de un concierto y me preguntan qué gra- relación con las pautas habituales, que
pregunté por qué los músicos de hoy en bación mía deberían comprarse, les acon- veinticinco apariciones en escena duran-
día se han alejado tanto de esa manera de sejo que las de... Rubinstein. "te este año es más bien poco.
tocar. S.—¿7o/ vez porque él si daba notas S.—¿Le basta a usted con eso para
Creo que todo cambió con la moder- equivocadas? vivir?
nización de las técnicas de grabación. Los K.Z.—¡Por supuesto que las daba! Pe- K.Z.—Mi mujer y yo hemos nacido en
músicos han podido escuchar, durante las ra tocaba maravillosamente, según le pe- familias polacas tan modestas, que la vi-
sesiones, los errores que cometían, y se dia el corazón. Yo le visité a menudo en da que llevamos hoy, nos parece realmen-
han puesto a estudiar más: hasta el pun- Suiza en los ocho últimos- años de su vi- te lujosa.
to de que hoy dia es difícil oírle a un so- da. No puedo decir que éramos amigos, S.—¿Cómo utiliza su tiempo libre?
lista una nota equivocada. Si Cortot ya que él se encontraba muy por encima K.Z.—La música no es mi oficio, es mi
entrara hoy en un estudio de grabación se de mi, pero nos apreciábamos mucho. Se amot... Después de haber seguido cuida-
pondría a trabajar inmediatamente en de- pasaba horas habiéndome de artistas de dosamente la prensa internacional durante
trimento de su manera de locar. Seria, por ios que yo no conocía sino la leyenda, y ocho años, me he suscrito a veintidós pu-
desgracia, el momento en que se perdería que él había tratado en la intimidad, co- blicaciones de Suiza, Alemania, Estados
la música, ya que a menudo se alcanza la mo, por ejemplo, Szymanowski. Unidos. Me interesa la psicología, la hip-
perfección técnica en detrimento de la nosis, la electrónica, la medicina, la ar-
música. S,~Su carrera es muy diferente de la
de Rubinstein, ya Que usted se niega a dar quitectura, la política, la filosofía... Me
S.—¿Qué piensa usted de sus graba- demasiados conciertos. causa estupor comprobar hasta qué pun-
ciones? K.Z.—Es cierto. Desde que gané el Pre- to está limitada la vida de los músicos de
K.Z.—No he puesto los pies en un es- mio Chopin mi única preocupación ha si- hoy. Los músicos parecen desear, apasio-

20 Scherzo
• actualidad

iradamente, que los reconozcan por la ca- Esto debe de producir un efecto de «viento S.—Después de estudiar la partitura y
lle, algo que yo detesto especialmente. No que sopla sobre las tumbas». ¿Cómo tra- haber elegido el piano, se pone usted a
aguanto que la gente sepa quién soy. Por ducir esta atmósfera en un piano de so- tocar, ¿no es asi?
esta razón he dejado de salir en televisión, nido limpio, fuerte, preciso...? K.Z.—No siempre. Cuando no doy con-
y también porque en este medio el soni- Un día me encontré con Arturo ciertos me paso mucho tiempo en las tien-
do es abominable. Benedetti-Michelangeli en un avión. Ha- das de música y salgo de allí con un
S.—¿Podría usted hablar de la educa- blamos sobre piano. El trabaja con habri- montón de partituras. Vuelvo a casa, leo,
ción musical en Polonia? ni, que sabe interpretar cada deseo suyo. y de repente hay una obra que me inspi-
K.Z.—Entre nosotros los estudios mu- Por mi parte, yo colaboro con varios téc- ra.. Intento identificarme con ella. Es un
sicales no se limitan a la posesión técnica nicos afinadores suizos, pero para una trabajo caótico. No puedo decir que me
del instrumento. He podido darme cuen- obra como el Segundo Concierto de siento ante el piano con la resolución de
ta de que en Francia los músicos no reci- Brahms, que he interpretado con Bern- estudiarme el repertorio de mis próximos
bían educación musical alguna. En el stein en Viena, lo he hecho todo yo mis- conciertos. Necesito por lo menos dos
Conservatorio de Cracovia se estudian mo. Encontré un instrumento en años para ponerme a tocar una obra nue-
dieciséis materias: idiomas extranjeros, Hamburgo y lo mandé a Viena. Intenté va. He estado esperando diez años para
geografía, historia, literatura, biología, ar- ajustarlo en la medida de lo posible a las tocar en concierto el Segundo de Brahms,
monía, instrumentación, trabajo de or- características propias del piano en el que y he anulado muchos contratos porque
questa, canto coral, fuga, contrapunto, yo había trabajado la obra. ¡Qué distin- aún no estaba en condiciones.
folklore, musicología, etc. tos son unos pianos de otros! Esto trae
a los técnicos por la calle de la amargu- S-—¿Qué tipo de memoria utiliza us-
Cuando era estudiante me levantaba a ra. Llega un solista y les pide determina- led para asimilar una partitura?
las cinco para tomar el tren. Llegaba a eso do sonido; a los dos días llega otro y les K.Z.—Creo que la memoria afectiva.
de las seis al Conservatorio y trabajaba pide el sonido contrario en el mismo ins- Una sonata hay que construirla en tres
sólo con el órgano, ¡que sólo estaba libre trumento. En mi opinión, hay tres elemen- partes: exposición de ambos temas, desa-
a esas horas! A continuación todos los mi- tos primordiales: el peso del sonido, su rrollo y dualidad entre los dos temas, reex-
nutos estaban ocupados hasta la tarde, en intensidad y su calidad. A esto hay que posición. Y sin embargo estos temas no
que era habitual que nos llevaran a un añadir otro factor que es imposible de me- son ya los mismos porque los tocas des-
concierto. A menudo me acostaba entre dir en casa; la acústica de la sala de con- pués del desarrollo.
las once y las doce de la noche. Estuve así ciertos. Yo tengo seis pianos, repartidos La música es humana, viva. Una sona-
cinco años. El gran maestre de esta febril ta es un momento de mi vida, y yo le
actividad era el señor Varikevich, el direc- transmilo mi experiencia y mis emocio-
tor, que de pequeño me daba mucho mie- nes. Todo eso me parece evidente, pero
do, y al que ahora he vuelto a ver para cuando enseño me doy cuenta de que el
darme cuenta de cuánto le debo. alumno no siempre es receptivo a esas evi-

L
S.—¿Qué hizo usted después de ganar dencias. ¡Es tan lenta la elaboración de
el Premio Chopin? este tipo de conocimiento! Yo trabajaba
K.Z.—Me fui a Londres con mi mujer en el Segundo Concierto de Brahms des-
—nos conocemos desde muy niños— y de hacía mucho tiempo y sabía perfecta-
mente que algunos pasajes no estaban
durante catorce meses no hicimos otra co-
sa que ir al leatro y estudiar inglés. Yo me /a realmente vivos. Lo dejé, y volví a él un
año después. Me había transformado en
compré todos los discos que siempre ha-
bía soñado. Debo tener unos seis mil. ¡Y
no sólo de música clásica y de piano! música el plano emocional, y toqué la obra des-
de el principio hasta et final sin ningún
problema.
S.—¿Realiza usted su propia edición de
Bach, Beeihoven o Mozan?
K.Z.—No, hay pianistas que hacen eso
no es mi Me preguntaba usted hace un rato có-
mo trabajaba, cómo me apropiaba de la
partitura. Creo que hay varias especies de
con mucho talento, como es el caso de
Paul Badura-Skoda con Chopin. Por mi
parte, consulto muy a menudo los fac-
oficio memoria. Rubinstein tenía una extraordi-
naria memoria visual. Se quedaba miran-
do una página de música durante unos
símiles.
S.—Dicen que es usted un entendido en es mi instantes, la guardaba y se ponía a tocar-
la en el aelo. Otros poseen una memoria
materia de factura del instrumento. lógica. Para acordarse, se dicen: «prime-
K.Z.—Es que en Polonia no teníamos
dinero suficiente para llamar a un técni- amor... » ro está A, luego viene B y C...» Pero tam-
bién existe la memoria táctil. A veces son
co cada vez que se estropeaba el piano. los dedos los que se acuerdan de todo,
Así que, en el Conservatorio, habia gente por los rincones, y a veces tengo varios mientras que la otra memoria te ha trai-
que era capaz de hacerse el piano por su teclados para el mismo instrumento. Ca- cionado. En mi opinión es muy peligroso
cuenta. A mí me gustaba verles trabajar. da piano te obliga a desarrollar cuajida- confiarse a esta memoria de los dedos,
Este tipo de saber está desapareciendo hoy des especificas, y puede decirse que existen porque puede llevarnos al desastre. Pero
día, pero yo sé todavía montar y desmon- al menos diecinueve elementos que deter- en cualquier caso considero menos grave
tar un piano. minan la producción del sonido. un fallo de la memoria que locar de ma-
S.—¿Comparte usied el punto de vista Cuando era niño no tenia juguetes. Mis nera no musical.
de Michetangeli, que sólo toca en su ins- padres no podían comprármelos, y tam-
trumento? bién hay que decir que habia pocas tien- La memoria emocional es muy impor-
K.Z.—Le comprendo perfectamente. Es das en Polonia a finales de los cincuenta. tante para mí y actúa mucho en mí cuan-
uno de los más grandes músicos de nues- Pero teníamos un piano en casa, y para do toco. No me gusta tocar fuerte, hacer
tro tiempo. A menudo me digo que si me mi aquello era un extraordinario juguete. bonito, producir un gran sonido. El soni-
contratara como técnico de pianos no Dormía a su lado, hablaba con él, le que- do no tiene que ser bello, sino auténtico.
anularía tantos conciertos. En lo que a mí ría. Pero hay pianos de concierto con los Un día una anciana señora vino a verme
respecta, siempre ajusto los pianos en los que es imposible hacer el amor. Le hablo al terminar un concierto y me dijo: «¡Es
que voy a tocar. Y es que hay obras que a algunos pianos que me inspiran y me maravilloso, ni siquiera me he dormido!»
no requieren un piano excepcional, pero contestan como si fueran seres humanos. En ese momento me reí, pero luego com-
hay otras que sí. Por ejemplo, yo he toca- En todas las salas de Europa me encuen- prendí que tenía razón. Lo que yo habia
do la Sonata en si bemol de Chopin en tro con Steinways, pero los Yamaha, los conseguido era captar su consciencia des-
cincuenta instrumentos diferentes, y no he Bósendorfer, los Fazioli, los Bechstein, de el principio hasta el final del concierto.
encontrado el que le convenía de verdad tampoco están mal. A veces me he encon-
a la obra. El final de esta sonata es impo- trado con muy buenos instrumentos he- Myrian Anissimov
sible de tocar en un piano moderno, por- chos por fabricantes desconocidos. No
que Chopin escribió legato y pianissimo. hay regla válida en este asunto. © Le Monde de la Musique
Traducción: Santiago Martin Bermúdez.

Scherzo 21
actualidad

fue programado a último momento, en


Mutter, serena y enérgica sustitución de otro, del mismo autor. Se
advirtió la escasez de ensayos y la peri-
cia del director para salir del paso sin
comprometerse. A veces, el volumen pa-
reció inapropiado y las cuerdas empas-
taron incómodamente a la solista.
En el Concierto de Stravinski las co-
sas fueron notoriamente mejor, pues en
ella el violin está arropado en un cómo-
do y blando entorno de vientos, y las
cuerdas intervienen en pizzicato. Las
maderas sirvieron especialmente a la
pieza.
La curiosa Sinfonía de Haydn, con
sus insertos teatrales (rachas de una
obertura, un aria) y sus chistes armó-
nicos, da juego para contrastes y sus-
penses. López Cobos prefirió una
lectura diáfana y un tanto impersonal,
correcta pero sin el toque de histrionis-
mo que propone el sabio papá y olvi-
dando, a veces, que estamos al final del
rococó y no en su apogeo.
El más logrado fruto del director fue
El pájaro de fuego, objeto de un minu-
cioso tratamiento, diríamos de tipo qui-
Anne-Shopie Mutter ensayando con la O.N.E. FOTO: A. MUÑOZ rúrgico, como si un pájaro de fuego
intentara atravesar una densa selva so-
Madrid- Auditorio Nacional» 4-XI-88. Orquesta Nacional de España, dirigida por Jesús López Cobos. nora sin llevarse los árboles por delan-
Solista de violin: Anne-Sophie Multer. Sinfonía n." 60 ti disimilo de Haydn. Concierto n.3 para violfn te. Cobos hizo un estudio de planos
de Mozan, Condeno paro violin y suile de El pájaro de fuego de Stravintki. exhaustivo y perito, alternó las crispa-
El programa se tendió sobre dos fron- sión mozartiana empuja más hacia ciones con el canto distendido, manejó
teras: Haydn y Mozart llevan al límite adentro y circula menos por la sala. la dinámica de los volúmenes y puso la
el clasicismo y abren las perspectivas del López Cobos tuvo faenas diversas guinda final con una contenida espec-
Sturm und Drang. Stravinski recupera que superar. El Concierto de Mozart tacularidad. B.M
las formas clásicas para citarlas en cla-
ve de parodia o de exasperación, dos
maneras de perpetuarlas. En el medio,
el siglo XIX con todos sus desarrollos.
Sonoramente, el clima fue austero has-
ta el ballet final, en que una robusta or-
Madrid recibe al hijo pródigo
questa cubrió el proscenio, aunque no
siempre la expectativa de sonoridad que Madrid, Auditorio Nacional, H de noviembre de 1988. Guridi: Diez melodías vascas: EraesloHalf-
produce el Stravinski de las primeras flen Rapsodia portuguesa, Debussy: El hijo pródigo, (iiiillenno González, piano; Miríi Oran, so-
prano; Hmnrd Cronk, tenor: David PHtman-Jennings, barítono. Orquesta Nacional. Director: Víctor
obras. Pablo Pire/.
Estrella de la tarde resultó Mutter, Era probablemente estreno en Madrid, al menos en su totalidad, la prime-
frágil y escuela como una niña, serena riza cantata de Debussy El hijo pródigo, con la que el autor recibió en 1884,
y enérgica como una matrona. Ya co-
nocemos sus cualidades en directo y por a los 22 años, el codiciado premio de la Academia Francesa de Roma al que
disco. Aquí debió afrontar dos partitu- había ya concurrido en la precedente edición con otra obra del mismo tipo.
ras estilísticamente distanciadas, que El gladiador, segundo premio entonces y todavía menos conocida que la que
exigen dos presentaciones instrumenta- motiva esta crónica. El músico galo, aún lejos de que su lenguaje comenzara
les diversas y una versación en épocas a adquirir la personalidad y riqueza que le otorgaría un puesto de honor en
muy aguda.
la historia de la música, tantea aquí, con el pie forzado de las inflexibles nor-
A todo ello sirvió Mutter con su com- mas de la Academia, el diálogo entre las voces, el subrayado orquestal, la deli-
petencia viloliníslica y su vigorosa in- cada pirueta instrumental en conexión con el conocido tema bíblico servido
teligencia de intérprete. Sonó siempre por mediocres y redundantes versos de Guinand. No deja de tener encanto,
rica y nítida su cuerda, con graves cor-
póreos y agudos cristalinos y penetran- dentro de su academicismo y superficialidad —tan a lo Massenet— esta esce-
tes. Se tendió en la melodía y se crispó na lírica, que proporciona posibilidad de lucimiento a tres solistas vocales,
en dobles cuerdas y adornos. En los cuyas partes no están siempre tratadas con conocimiento de la vocalidad ex-
momentos virtuosos, caminó, relajada, presiva.
sobre la cuerda floja (nunca mejor di- Pudo escucharse en esta ocasión una versión que permitió apreciar la livia-
cho). No tiene vértigos la muchacha, no
le asustan los abismos del circo musi- na poesía de la obra, conducida con seguridad, claridad de genio —dúctil y
cal y salta las distancias con una certe- amplio—, y adecuada sensibilidad por Víctor Pablo Pérez, que obtuvo en ge-
za felina. nera! de la orquesta aceptable rendimiento en una partitura cuyas mayores di-
En Mozart destacó la perfilación clá- ficultades se presentan a los cantantes. Un lirismo más efusivo y un más
sica del canto y el chisporroteo de las depurado alquitaramiento de los timbres —algo problemático en una forma-
dos cadencias. En Stravinski, la difícil ción de sonoridad global un tanto gris como la ONE y de empaste sólo
linea melódica y los pasajes de compro- relativo— no hubieran venido mal. Un poco justa arriba, de color quizá en
miso espectacular, los ataques á secco esceso lírico, María Oran, que cantó, no obstante, con musicalidad intacha-
y las piruetas armónicas. Su competen- ble. Demasiado limitado y corto, el nasal Crook. Plausible Pittman. Buena
cia se hizo más visible en el composi- labor, intencionada y limpia, de González en la obra de Halffter.
tor moderno, por tratarse de una obra
más vistosa, si cabe. La recogida expre- A.R.

22 Scherzo
octuolidod

tenido concreto y llevarla a efecto. Es que conduce a Nuevo Baztán. La infor-


Música en obvio que sufren de escasez de ideas.
Las que tienen entre manos las dilatan
al máximo. La idea en si es lo que me-
mación, que justifica los carteles y su
propia utilidad, es secundaria e intras-
cendente. En llamativo color y letras
Nuevo Baztán nos les importa. Ya se observa esta ten-
dencia en los horribles y llamativos
carteles que han sembrado, destrozan-
más grandes se anuncia ¡Comunidad de
Madrid! Ved y Creed.
Pedro Espinosa ofreció el dia 9 de oc- do el paisaje, a lo largo de la carretera Víctor Pliego de Andrés
tubre un concierto de música contem-
poránea en la iglesia barroca del palacio
de Nuevo Baztán con ocasión de las
fiestas municipales. En el programa,
compuesto de música navarra en honor
ScottRoss, intérprete de Soler
a Juan de Goyeneche, fundador del po-
blado, hubo piezas de Remacha, del P.
Donosda y de Albéniz, junio a dos es-
trenos absolutos del Grupo de Pamplo-
na (Iruñeako Taldea) y de Agustín
González-Acilu. De este último se estre-
naron los Cuadernos pora Piano I-VI
que reúnen un total de veintitrés piezas
de un intensidad expresiva comprimi-
da hasta el extremo. La pieza N° 6 (o
la 9), por ejemplo, sólo tienen seis com-
pases. Con tanta concisión González-
Acilu genera una fuerza claramente ex-
presionista, y aunque, evidentemente, la
colección es fruto de una profunda re-
flexión, ello, al igual que ocurre en Ra-
vel, no resta ni un ápice de musicalidad
y fluidez a esta obra exquisita.
El Grupo de Pamplona se compone
de cinco jóvenes compositores, discípu-
los de González-Acilu: Teresa Catalán,
Vicent Egea, Jaime Berrade, Luis Pas-
tor y Patxi Larrañaga. La obra de este
grupo que se estrenó se titula Da Capo
(Col Legno) y consiste en una colección
de veinticinco pequeñas piezas para el
piano, diversas como sus autores, pero
iguales en cuanto a concisión y breve-
dad, como las de Acilu. En casi todas
ellas encontramos la búsqueda de un Madrid. Museo Municipal. 27-X-SS. Obras de jeron inmiserícordemente en el recital
depurado melodismo. La colección es- Bach. Scarlalii y Soler. Sean Ross. clave. de Ross y el calor agobiante produjo
tá dedicada a Pedro Espinosa y tanto Siguen las celebraciones del bicente- problemas de afinación a su ins-
esta obra, como la anterior, ha sido pu- nario del fallecimiento de Carlos 111. trumento.
blicada por Arte Tripharia. Rememoración que ha tomado un ca- Scott Ross se decidió a tocar —no
Es de lamentar que el intérprete to- riz un tanto autocomplaciente, no el de adelantó el programa— la Parliía I de
cara el programa, visiblemente nervio- una necesaria revisión critica. La llama- Bach, que desde luego nada tiene que
so, de un tirón, sin paradas y sin dar da ilustración española existió a una es- ver con el tema de los conciertos. Pri-
ocasión al público de celebrar con sus cala muy reducida si se compara con el vilegio de astro. Fue una buena ocasión
aplausos los estrenos. resto de Europa. Estuvo además vigi- para comprobar la maduración de su
Este concierto se celebró con casi un lada, dado que la Inquisición, aunque concepto de Bach, muy interesante, mas
año y medio de retraso, pues estaba ini- suavizada, permanecía en activo. Fiján- sin la hondura de Leonhardt. Extraña-
cía!mente programado para el día 21 de donos ya en el aspecto musical, es cier- mente, el clavecinista se mostró menos
mayo de 1987, en que se debia haber to que Carlos III impulsó la música preciso de lo que en él es la norma. Vi-
efectuado la presentación oficial del bajo su reinado, pero sería útil plantear tales y luminosas las cuatro sonatas de
proyecto de la Escuela Internacional de si lo hizo respondiendo a las expectati- Scarlatti, autor al que Ross conoce co-
Música de Nuevo Bazián que la Comu- vas creadas por su extraordinario me- mo ningún otro intérprete vivo. Tuvo ca-
nidad de Madiid iba a promocionar. cenazgo napolitano. rácter de revelación su acercamiento a
Sin embargo, el silencio de la adminis- El ciclo de siete conciertos organiza- varias composiciones de Soler. En es-
tración frustró no sólo la presentación, do por el Museo Municipal presenta tas músicas el norteamericano se mos-
sino el propio proyecto, que en febrero una oferta desnivelada, sobresaliendo tró tan a su gusto como en Scarlatti.
de este año fue retirado por sus auto- con mucho las sesiones de apertura y Fue muy brillante su lectura del Fan-
res (V. SCHERZO n° 25, p. 91) sin que cierre, confiadas al clavecinista Scott dango, donde Scott Ross nos guió con
hasta el momento ninguna alternativa Ross y al Cuarteto Mosaíques. La Sala mano segura por el laberinto de dificul-
lo haya sustituido. La Comunidad de del siglo XVIII, escogida como lugar de tades de esta obra maestra.
Madrid se ha apropiado de la idea, las audiciones, no es precisamente idó-
magnifica idea, pero, por lo que se ve, nea. Los ruidos de la calle se introdu- E.M.M.
no tiene ningún interés en darle un con-

Scherzo 23
-actualidad-

de voces (obras que ya tocaran en Ma-


La hora de la degustación drid temporadas atrás), una aseada lec-
tura del siempre aburrido y lírico
Condeno de Schutnann (en el que el
Madrid. Auditorio Nacional. 31 de octubre, i y 4 de noviembre de 1988. Beethovtn: Egmoni, Leonora víolín solista quedó algo justito) y una
III y Sinfonía n. ° 7; Schumann: Condeno para violin (Solista: Karl Suske). Orquesta de la Geivand-
haus de Leipzig. Director: Kurl Masur- Mozart: Sinfonía n.° 39; Bruckner: Sinfonía n. " 7; Mendels- espléndida, detallada, matizad ¡sima y
sohn: Obertura Sueño de una noche de verano; Beethoven: Sinfonía f." 8; Prokofiev; Sinfonía n. " vibrante Leonora III, regalo que cerra-
5. Orquesta Filarmónica de Bedín. Director: Lorm Maazel. ba un concierto que, pese a lo sobado
de las composiciones beethovenianas,
distó mucho de ser rutinario.
Dos orquestas, dos maestros de la al contrario, maneja el factor rítmico
batuta y ocho autores (incluidas pro- con suma habilidad, acelerando o re-
pinas). Placeres para el oído: suntuo- tardando muy expresivamente lejos del Cerca de las estrellas
sas sonoridades, afinación, virtuosis- capricho, siempre con las miras pues-
mo, belleza timbrica. Y para la vista: tas en la lógica que ha de gobernar en Allí, al lado de ellas, nos colocaron
entrega acompasada, elegante gestua- todo instante cualquier discurso musi- Maazel y la Filarmónica de Berlín, as-
lidad de los directores. cal; algo que no se aprende en un día tros también ellos mismos, en determi-
Las dos formaciones son, cada una y para lo que es necesario, aparte la nados instantes de sus dos conciertos,
en su estilo, per fec f a mente representa- propia inspiración, tener, por ejemplo, cima y telón final del Festival de Oto-
tivas de la tradición musical germáni- 61 años y encontrarse inmerso en una ño. El vello se erizó y los pulsos se pa-
ca. Más compacta, equilibrada, corriente en la que antaño bebieron al- raron en aquella majestuosa progresión
poderosa y brillante la berlinesa; más gunos de los grandes. El Beethoven de dinámica que dibuja el luminoso ascen-
flexible, cálida y densa en sus arcos, al- este director es famoso en los cenácu- so al infinito del final del movimiento
go más apagada en el resto la de Leip- los desde principios de los 70 por su ex- inicial de la Séptima de Bruckner; o al
zig. En cuanto a dulzura, intensidad traña mezcla de sensibilidad y justeza, oír la manera de cantar la cuerda la
expresiva, potencia y precisión la cuer- por su elocuencia nacida de una correc- densa frase de comienzo del sublime
da de la Gewandhaus no tiene, en efec- ta planificación narrativa, por su plás- Adagio; o ante las precisas y esplendo-
to, nada que envidiar a su colega. Es tica configuración y su excelente rosas intervenciones de los metales en el
curioso que dos agrupaciones no muy construcción; todo ello apoyado en la Scherzo; o ante la dulzura de las ma-
alejadas en lo geográfico, hijas de una idónea pasta sonora de la Gewandhaus. deras en las figuraciones líricas del trío
misma cultura y que han llevado una Orquesta y director —cuyas grabacio- o del Finale. La respiración se cortó en
vida artística paralela durante años, nes de sinfonías y oberturas del com- el prodigioso pianissimo de los ágiles
compartiendo incluso maestros —do- positor de Bonn para Philips son violines que abren la obertura de Men-
bles reinados de Nikisch y ejemplares en muchos aspectos— ofre- delssohn, se acompasó escuchando el
Furtwangler—, se muestren tan distin- cieron en esta sesión madrileña, mon- suave y redondo sonido de las trompas
tas. Pero no deja de ser lógico tenien- tada casi por sorpresa y al paso por en el trío de la Octava y se entrecortó
do en cuenta las diversas sendas por las la Caja de Madrid, una bien organiza- ante el nervio, exactitud, brillo y vir-
que discurren en la actualidad y desde da obertura de Egmoni, una magnífi- tuosismo de los más agresivos y espec-
hace tiempo, la divergente planificación camente medida, excelentemente taculares pasajes de la Sinfonía de
de sus actividades y la dispar persona- clarificada y explicada Séptima, anima- Prokofiev, de la que conjunto y batu-
lidad de los directores que las rigen ha- da y viva, aunque con ciertos proble- ta brindaron una interpretación global-
bitualmente y que, sobre todo, las han mas de planificación y confusionismo mente sensacional, atendiendo más a lo
conducido en esta visita madrileña.
Masur y Maazel son, desde luego,
dos músicos, artística y técnicamente
disímiles. El primero es el típico —con
sus virtudes y defectos-— maestro teu-
tón, sólido, conocedor, preciso, enor-
memente dominador y totalmente
unido —desde hace 18 años— a sus
huestes. Es evidentemente un hijo de la
cultura y de la sociedad germanas, un
gigante de 1,90 que se asienta en el po-
dio con seguridad y firmeza y que, de
fijo, trabaja con ahínco y aplicación,
sin dejar nada al azar, la música que
dirige, en la que profundiza con rigor,
dominio del oficio y autoridad. Es, en
todo caso, dueño de un gesto flexible,
claro, sugerente, perfectamente indica-
tivo en el que la mano derecha —sin
batuta— marca incisiva y constante-
mente con secos y rápidos movimien-
tos de muñeca y la izquierda proyecta
y planifica con extrema habilidad. Su
gran estatura, su envergadura, propi-
cian la creación automática de bien cal-
culados climax sonoros en el momento
en que abre su brazos. Masur está le-
jos de la rigidez e inflexibilidad; antes l.orin Maazel FOTO; A. MUÑOZ

24 Scherzo
-actualidad

dramático que recreándose en los re-


mansos 1 i ricos que sin duda abundan
en ella y que oirás aproximaciones tie-
nen más présenles.
Maazel dio en todo momento un re-
Sawallisch: un trabajo serio
cita) de las características que han con-
formado su estilo directorial y que le Madrid, 28.10.88. Auditoría Nacional. L.V. Beethoven: Misse Solemnisen Re Mayor, Op. 123. Helen
Donath. soprano. Marjana Lipovsek, meoo. Wolfgang Schmid!. tenor. Theo Adam, barítono. Or-
han hecho justamente famoso, aunque questa y Coro de la Opera del Estado de Baviera. Director: Wolfgan Sawallisch. (Festival de Oiono
algunas de ellas no casen por comple- de la Comunidad de Madrid).
to con una formación como la berline-
sa —tan unida hipostáticamente a
Karajan—, con la que, a excepción de despertados por la presencia (audible,
la obra bruckneriana (que ambos han no visible) de un gato sobre cuyos mau-
grabado hace poco), no debió de ensa- llidos se escribirá, en el tono correspon-
yar demasiado para estas actuaciones. diente, en otro lugar de esta revista.
Cosa habitual por lo demás; sobre to- Con toda esta precarga, preludio de
do en formación tan experimentada y lo que pudo cargarse el concierto, Sa-
en batuta tan fácil como éstas. El maes- wallisch anunció desde el primer mo-
tro norteamericano se mostró, como mento una aproximación marcada-
siempre, elegante, persuasivo, flexible, mente dramática de la obra, producto
brillante, suelto y resuelto. Y un pun- de un mando firme, unos tempi vivos
to superficial. Su Mozart, que la or- y la consecución de súbitos pero con-
questa bordó, resultó, aunque bien trolados constrastes. Aunque la gama
delineado, escasamente contrastado (en dinámica ofrecida por el maestro bá-
obra tan contrapuntística), excesiva- varo, siendo amplia, distaba de abun-
mente galante. Bruckner estuvo esplén- dar en el matiz piano, estos contrastes
didamente construido, vigorosamente aportaban un elevado grado de tensión.
trazado, pero escaso de íntima intensi- Planteamiento, pues, lejos de la exclu-
dad, de ensimismamiento, de sabor de- siva devoción (aunque no exento de
moníaco (la extraña sensualidad del ella), en todo caso enteramente acep-
organista de San Florián) en el Adagio, table, y que permitió apreciar y disfru-
más bien extrovertido en esta ocasión. tar las maravillas escritas por
El dibujo de las macroestructuras fue Beethoven. Sawallisch podrá no ser ge-
diáfano; la carcasa, por decirlo así, re- nial, pero sin llegar quizá a cumbres,
pujada y sólida, brilló con mil fulgo- tampoco genera fiascos. Si a su traba-
res; dentro de ella, como podía y debía jo excelente (cuándo se dará cuenta al-
pedirse, no aparecieron las luces mati- guno de que la presencia de partitura
zadas, los claroscuros, las efusiones... no presupone mejor conocimiento ni
La propia dimensión sonora, tan cega- Wolfgang Sawallisch superior interpretación) añadimos la
dora, de poder lumínico tan brutal, no presencia de la aún excelente Donath,
respondió al tan interesante y revelador Confieso que me sentía atraído por siempre segura, grata y musical, de la
juego tímbrico que es posible extraer de este concierto por muy diferentes razo- no menos estupenda Lipovsek, con voz
partitura tan rica y concentrada, llena nes: la monumental Misa del sordo de potente pero nunca forzada, y de los
de los ecos de mil órganos. Bonn no suele ser interpretada por es- también afortunados Schmidt (que a
Irregular la página mendelssohniana, tos pagos, quizá en relación con el gra- última hora reemplazó a Büchnner, a
con ciertas dificultades de empaste y en- do elevad)simo de inclemencia técnica su vez anunciado para sustituir a Seif-
samblaje en los tulti; más bien incohe- contenido en su partitura vocal, lo que fert. La actuación de Schmidt no fue
rente Beethoven, ora vivaz y agreste, obliga a movilizar coro y solistas de alio anunciada, en muestra de buena orga-
ora melifluo y algo azucarado (los re- standing; por otra parte, estaba el ali- nización) y Adam (cuya bonita voz aún
petidos sforzandi, tan frecuentes en esta ciente de conocer el nuevo centro mu- se mantiene en buena parte, lo que no
Octava Sinfonía, casi estuvieron ausen- sical de nuestra capital, dados mis es poco a los 62 años, aunque la canti-
tes, algo habitual en la mayoría de los fracasados intentos (Don Simón habe- dad haya mermado), y se cuenta ade-
casos), con un timbal poco fino (que mus) para conseguir localidades en al- más con una buena orquesta y un coro
luego, en Prokofiev, tiró estrepitosa- guno de los conciertos inaugurales. En capaz de pasar (alguna tirantez en cier-
mente una pandereta). Apabullante la fin, y razón más importante, la presen- tos agudos, inhumanos por demás, co-
inevitable propina del preludio del ter- cia, tampoco frecuente, de Sawallisch, mo el E¡ viiam venturi saeculi. algún
cer acto de Lohengñn de Wagner y be- artista serio donde los haya, garante ca- desajuste de entradas, como los teno-
lla pero escasamente aromática y si siempre de un alto nivel de calidad res en el Quoniam) con notable la durí-
evocadora la danza eslava de Dvorak. interpretativa, y con unos mimbres que sima prueba de esta partitura,
En cualquier, caso, quede claro: con- hacían prever excelentes resultados, lo tendremos, en fin, los ingredientes de
ciertos para quitarse el gorro por estos que, en efecto, se vio confirmado. un magnífico concierto, de los que uno
pagos. Escuchar y ver a una orquesta El preludio del concierto lo consti- querría ver con más frecuencia. El ga-
como la berlinesa; ver a un director tan tuyó, para el firmante, la grata impre- to, las localidades vacías (¿el famoso
seguro, eficaz y brillante —músico no sión que produce el interior de la sala corle?) y la puntualidad (alguno llegó
profundo, pero competente— como (excepto por el cortinaje que sustituye al Sanctus) son temas dignos de otra
Maazel, a quien da gusto contemplar al órgano aún no instalado: primer de- sección: ya saben Vds. cuál.
en su sempiterno vaivén sobre el podio, talle típicamente celtibérico), si bien tu-
son placeres que no todos los días no vo una coda inusual en el torrente de
es dado degustar. A , „ carcajadas y murmullos de indignación Rafael Ortega Basagoiti
6
Arturo Reverter
Scherzo 25
actualidad

El arte de decir
La gran orquesta deeste siglo Madrid, Auditorio National, 26 de octubre de
I9BB. Obras de Haendel. Gan:ia Abril, Ciranados
Madrid, Teatro Monumental, 18 de noviembre de y Turina. Teresa Berganza, mezzosoprano. Orques-
1988. Mayuzumi: BttRakit; Bloch: Scheíomo; Oli- la de Cámara Reina Sofía. Director: David Parry.
vcr: ."vunt. Janácek; Sinftimeuu. Rafael Ramos,
Moloncello. Orquesta de la RTVE. Director: Ar- Es uno de los secretos del canto: me-
pad Joó. dir la intensidad sonora, regular el con-
De muy interésame cabria calificar trol del fiato, adaptar la emisión a los
esle concierto de ta RTVE con su titu- fonemas, acentuar éstos con arreglo a
lar al frente. En él la orquesta locaba la intencionalidad expresiva contenida
por vez primera tres obras, entre ellas, (y deducida de él) en el texto; articular
Nunc de Oliver, V Premio Reina Sofía, todo ello de forma inteligible. O sea —y
que se estrenaba mundialmenie. Cua- es algo básico en el campo de la músi-
tro composiciones infrecuentes; cuatro ca carnada—, enunciar con propiedad,
recorridos por la gran orquesta sinfó- resaltar los planos líricos, revelar las po-
nica de este siglo. Un suizo, un japo- tencialidades poéticas. En una palabra:
nés, un checo y el citado autor español decir. Algo en cierto modo vecino a
los firmaban. La partitura que veía la aquello propugnado por Bellini —y des-
luz, a diferencia de las otras, escrita só- cubierto por Monteverdi— de recitar
lo para cuerdas, es, podría decirse, un cantárida La belleza del timbre, el vo-
completo compendio de efectos musi- lumen, la extensión, el colorido de una
cales a cargo de los arcos. Oliver, co- voz son otras historias.
nocedor como pocos de nuestros Teresa Berganza tiene hoy 53 arlos,
autores del oficio, compositor que
siempre ha revelado mano firme, cri- edad que empieza a ser peligrosa en una
terio personal y que es capaz de otor- Angel Oliver voz de mezzo aguda como la suya, de
gar a todos sus productos una factura siempre y por otra parte tan bien ma-
te. Buena muestra, en todo caso, de tra- nejada. Su instrumento lo acusa, no po-
de primer orden, ha dado a esta parti- bajo preparado y realizado a
tura un tratamiento de concerro gros- see, lógicamente, la lersura de antaño,
conciencia, exponente de las exigencias la exultante facilidad y brillo que lo
so en una muy bien organizada que plantea la consecución del Premio
sucesión de secciones unidas sin solu- adornaban. Pero, a excepción de las zo-
Reina Sofía de la Fundación Ferrer Sa- nas extremas de la tesitura, aún conser-
ción de continuidad y centradas funda- lat, que en su VI edición ha sido adju-
mentalmente en la misión de dicado al joven autor catalán Agustín va —como esos vinos añejos de sabores
proporcionar a los instrumentos —a! Charles. La próxima temporada será su densos y pastosos o esos licores artesa-
tutti o a los solistas— diferenles posi- turno. nales con destellos de oro viejo— re-
bilidades de expansión. Para ello se tra- La interprelación de Joó y sus hom- dondez, vigor y cordial comunicativi-
bajan al detalle todos los amplios bres fue no más que correcta. Hay que dad, tamizados por la pátina del tiem-
recursos del conjunto de arcos: ataques reconocer, no obstante, que la obra es po enriquecedor, que ha preservado, sin
diversos, pizzicatti. ñolas mantenidas, difícil y que las cuerdas de la orquesta ajarlo, un color aterciopelado.
dobles cuerdas, güssandi, trémolos, tri- no están todavía para muchos trotes. Pero en este concierto lo que se re-
nos. Los divisi son continuos. La diná- Se notó, eso si, una labor de ensayos cordará —antes incluso que lo expues-
mica está muy cuidada ya desde el inhabitual (dos semanas, muy necesa- to y que la ya limitada facultad para la
comienzo, tras el pianissimo de los ce- rias, para este concierto) y se apreció
llos, que inician un lento crescendo. nítida y fácil reproducción de
la notable claridad y poder explicativo agilidades— es el modo de decir, tan ce-
Luego, un breve diseño de tres notas da de la batuta del director, músico com-
pie a una animada elaboración. La tex- rebral y espontáneo al tiempo, Cara
petente, de gesto amplio, bien dibuja- sposa del Rinaldo haendeliano, Las Ma-
tura se aligera y se adensa de forma al- do y criterio serio. Como dejó
ternativa. El lenguaje, de gran libertad, jas de Granados, el Poema en forma de
demostrado en el adecuada acompaña- canciones de Turina o Che faro sensa
no está exento de figuras ínterválicas. miento —mejor, colaboración— a Ra-
Pasajes lineales se suceden a pasajes de Euridice del Orfeo de Gluck, ofrecido
mos, solista de nítido fraseo, intachable como primera propina. Lástima que la
fuerte estructura armónica; lo dramá- afinación y bello, aunque no muy vo-
tico (contrastes entre cellos y violines, luminoso sonido, en ¡a partitura de colaboración orquesta! —¿falta de en-
bordoneo de los bajos, acordes diso- Bloch, tan rica de timbres, tan evoca- sayos?—, con un violinista como Án-
nantes, continuos ascensos y descensos dora y de tan excelente trazado. Janá- gel Jesús García irreconocible, fuera tan
de la marea sonora, que se contrae y cek, en su preciosa Sin/oniella, buen deficiente. Claro que la torpeza y esca-
se expande permanentemente...) se en- ejemplo de la variedad de sus recursos, so rigor de estilo del director no con-
tremezcla con lo sereno (notas mante- de la impecable estilización de su folk- tribuyeron en absoluto a que las cosas
nidas, discretos pizzicatti...). Largos lore, de lo convincente y brillante de su fueran distintas.
silencios aparecen aquí y allá. De uno orquestación, de la hábil y lúdica com-
de ellos nace el tutti que inaugura el vi- binación de lo lirico y lo militar, que- A.R.
brante y seco final. He aquí, pues, una dó algo deslucido en su primer tiempo
obra bien hecha, construida con serie- sobre todo por falta de empaste, de
dad, perfectamente diseñada e instru- ajuste y de afinación de los múltiples
mentada. Falta en ella, probablemente, meiales, pero alcanzó una plausible de- *-•—tf
una mayor fantasía tímbrica, una ima- lineación general y estuvo correctamen- solo moho can ¡abite
ginación narrativa más acusada que la te encajada en lo rítmico.
hagan un poco más amena y sugeren- A.R. ÉH
26 Scherzo
actuolidod

Semana Caballé Mi técnica,


tu técnica
Montarral Caballé y Miguel Zaneui {p.}; Leccio-
nes Magistrales. 22 al 27 de Octubre. Auditorio Na-
cional.
La soprano ha manifestado que «el
aire debe alcanzar la región fonadora
tras una perfecta coordinación de las
funciones musculares y respiratorias. El
esfuerzo abdominal desarrolla el volu-
men de los pulmones y crea un vacío
en su interior, que el aire exterior ocu-
pa creando una reserva mucho mayor
que si no se usa la técnica abdominal».
Esta defensa de la respiración abdo-
minal —que conecta con la vertiente
carusiana— es resaltada por la sopra-
no contra viento y marea en contra de
los sectores más puristas. A la opción
de Caruso contrapone Pertile el uso de
una respiración fundamentalmente to-
rácica apoyada en los músculos inter-
costales, lo que motiva un menor
Monlserral Caballé y José Manuel Garrido en el Auditorio. esfuerzo, dado que se excluye el concur-
so predominante de la musculatura ab-
Con las clases magistrales do las que no pudieron ser cantadas por haberse dominal.
se habla aquí al lado inició Caballé el extraviado o no llegar a tiempo sus par-
importante proyecto del INAEM, que tituras (!). Para la Caballé la inspiración debe
hasta la fecha ya casi cabalística de 1992 Dos características esenciales ha de realizarse siempre por la boca, lo que
reunirá en similares cometidos docen- reunir una buena cantante de música de permite mantener relajados los múscu-
tes a lo más distinguido de nuestra vi- cámara: la nítida y comunicativa dic- los del cuello, bombea con mayor flu-
da musical, entre cantantes, instrumen- ción del texto y la diferenciación pun- jo de aire los pulmones y ahorra un
tistas, directores de orquesta y com- tual de estilos. Ambas cualidades bri- tiempo necesario entre dos frases liga-
positores. La prolija relación de perso- llaron por sus ausencia en este recital das o el ritmo galopante impuesto por
najes invitados se concreta ya para el 89 de Montserrat Caballé. La primera muchos concertantes. Es un postulado
con los nombres de Luis de Pablo, Al- parte fue simplemente leída, superficial sorprendente, por cuanto que la inspi-
fredo Kraus, Groncal Cornelias, Cristó- y cómodamente, rehuyendo la cantan- ración nasal es recomendada unánime-
bal Halffter y Joaquín Achúcarro. te las dificultades por medio de su ba- mente entre quienes se han dedicado a
Sirviendo de clausura al curso, en la gaje musical y técnico reconocido,
faltando carácter y profundización en
la pedagogía del canto, gracias a su vir-
larde del día 27, se estrenó una cantata las tud de calentar el aire, humedecerlo y
ad hoc con música de Antón García y Soler lecturas. Los fragmentos de Martín filtrarlo de impurezas.
Abril sobre un poema de Rafael Alber- discutible de su ópera UArbore de Diana,
en principio su inserción
ti, el Salmo de la Alegría para el siglo aquí, le ocasionaron Las sesiones pusieron de relieve, apar-
XXI. En realidad, más que de estreno, bastantes proble- te de la apabullante vitalidad de Caba-
debe de hablarse de un ensayo general, fidimas vocales, en particular el aria Per- llé, que hay muchas y grandes voces,
en acertadas palabras de Caballé, que in questa guisa, de una dificultad pero acaban malográndose por falta de
aprovechó la coyuntura para que los del parecida al Come scoglio mozartiano incentivos o infraestruturas, es una ver-
alumnos, partitura en mano acompa- el clima Cosifan tutte. A partir de Albéniz dad como un puño. Véase si no la de
ñando tímidamente su canto, entendie- mejoró, pero no lo suficiente Ismael Pons, un barítono que, tras con-
para dar al resto del programa
ran la dinámica de la preparación de sario valor. De los ires bises (o sustitu-su nece- fesar su ignorancia en materia de estu-
una obra. Inteligente manera de subsa- ciones de las ausentes tonadillas), dos dios vocales, atacó un Eri tu que más
nar el hecho de que no había estudia- canciones de Obradors y las Carceleras de un profesional desearía poder igua-
do previamente la página. El Salmo de de Chapi, la buena impresión lograda lar, o a Miguel Ángel Zapater, un bajo
García Abril posee una densa y atrayen- por las primeras, fue anulada por la ex- profundo —sin más explicaciones—,
te sonoridad; encomendada a la cuer- trañísima interpretación de la página que literalmente, y haciendo abstracción
da completa de la orquesta, fue inter- zarzuelera de inclasificables maneras. del estilo, se paseó otra página verdia-
pretada cuidadosamente por esta sec- na del calibre de // lacéralo spiriío.
ción de la Sinfónica de Madrid y Ar-
bós. Las circunstancias ames aludidas La voz de la Caballé se mantiene aún Una soprano totalmente hecha fue la
en que se produjo la ejecución aconse- firme, a pesar de la aspereza del agudo Rey, quien se llevó la mayor ovación del
jan que no se entre en mayores consi- y el dificultoso pasaje del centro al gra- curso, totalmente merecida si juzgamos
deraciones hasta que no se escuche en ve, que se lorna afónico o forzado. Se su escena final de La Sonnambula, can-
sería Si ha de añadirse que esta Can- conserva la belleza de la línea, alguna tada con buen gusto, medida y fraseo
tata servirá siempre para clausurar fu- riqueza de matices musicales, si no se
turas clases magistrales, adaptándose infla el volumen del instrumento. A inteligentísimo,
por tanto a las categorías musicales del partir de tales aportaciones quedan en La soprano Marta José Gallego, úni-
artista enionces convocado. pie del recital algunos momentos má- ca discípula directa de Montserrat Ca-
gicos, únicos, en un balance general de ballé, contribuyó con un aria de
El recital del 29 de octubre sumaba tal,monotonía y distanciamiento. Un reci- Turando! y muy especialmenie con Bo-
páginas españolas del gótico, renaci- admirada no obstante, de gran éxito para la héme, a que en la pequeña sala del
miento y barroco al siglo XX, a través y querida cántame, que con-
tó con la precisa y colaboradora presen- Auditorio Nacional se oyeran unas ova-
de músicos como Valderrábano, Luis de cia al piano del buen acompañante que ciones como muy pocas veces he escu-
Milán, Literes, etc. y los más habitua- es siempre Miguel Zanetti. chado en los grandes teatros.
les de Falla, Granados, Turina y Albé-
niz. Las tonadillas de Blas de Laserna F F. J.M.S.

Scherzo 27
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MUSICAL
CARLOS III - N° t - ?B013 - MAOSID
«actualidad

ferencia al «lúgubre banquete de mer-


La doble respiración melada y miel» a menudo asociado al
compositor. Al contrario, cantaron las
cualidades del alma rusa: la Dushka y
Madrid. 3-11-88. Auditorio Nacional. Obras para dos pianos y piano a cuatro manos. Brahms: Venacio- el Uyutno en Romanze, la elegancia cá-
nes Haydn, Op. 56 b- Rajmaninov: Sutie rt." 2. Op. 17 Lutoslawski: Variaciones Paganini (1941). Schu- lida en Valse, la ebriedad creadora en
bert; Rondó en La mayor. Op. 107 (D. 951). Ravel: La Valse.
Taran tella.
Argerich y Freiré, polifacéticos, pa-
A la primera variación Haydn uno ya imposible de ensayar, scherzo y poesía saron del fuego al aire con Schuben:
se preguntaba: Pero bueno ¿qué están espontánea en Laideronnette, Impera- muy lejos de los Lieder, Landler, Salie-
haciendo los intérpretes? En vez del iríce des Pagodes; brillantez inimagina- ri, Viena, Madrid... estuvimos en una
ejercicio di bravura de un compositor ble en Lutoslawski. nube sonora. Una nube.
enseñando su maestría a partir de un Se suele decir que para tocar la mú- Existen dúos de pianistas, y muy bue-
tema popular tocado por unos distin- sica rusa, hay que ser Ruso, Español o
guidos pianistas, Argerich y Freiré nos nos, pero éste... ¡Ay, la mi madre!
Judío; habrá que añadir Porteño y Bra-
hacían partícipe de un rito primario y sileño. Los pianistas exaltaron el lado
telúrico, provocando la misma sensa- salvaje de Rajmaninov sin ninguna re-
ción que los viejos aficionados al fla- Pedro Elias
menco llaman arrancarse la camisa: el
deseo de estar solo en la última playa,
desnudo ante la última ola. Muy lejos
de un Papá Haydn jovial y bonachón,
de un Brahms ya sereno y bien nutri-
do, los intérpretes enlazaron las varia-
ciones Haydn con el Concierto en Re
menor. ¿Qué resonancias trágicas pro-
ducía la música de Haydn en este mo-
mento de la vida de Brahms? ¿Qué
drama provoca Brahms en estos dos
pianistas, y delante de tanta gente?
¿Qué carga emocional nos arrancan Ar-
gerich y Freiré de lo más profundo de
nuestra existencia, haciéndonos replan-
tear nuestra misma Weltanschauung?
Hay trastornos que conducen a un pun-
to de no retorno. Si Arrau es un crea-
dor pánico, Argerich y Freiré están bajo
el signo de Shiva de los mil brazos; ella
mercuriana, inquieta; él, venusino, ayu-
dándonos a tragar el filtro. Monha Argerich y Nelsol Freiré FOTO: A. MUÑOZ

A esta altura del concierto era patente


que también Freiré, primus Ínter pares,
es uno de los grandísimos pianistas del
tiempo: un artista que paga caro su no
Alicia de Larrocha
conformidad a las reglas del circo musi-
cal, A pesar de extraordinarias versiones
discográficas (Chopin, Villa-Lobos,
conciertos de Grieg y de Schumann con
como Verónica de Alhelí
Kempe —para muchos una de las Madrid. 8-II-S8. A.N.M. Soler: Sonatas en Sol menor. Re mayor, Sol menor. Schumann: Carnaval de
Viena, Op. 26. Albénii: Iberia (Libros 3 y 4). 8-11-88.
referencias—), hasta ahora hizo una ca-
rrera apartada del gran público. ¡Qué Un programa de concierto coherente es sión orgiástica presentes en el gran Car-
interpretación de la iberia podría (de- muy distinto al de un disco, sobre todo naval. El tratamiento rítmico fue
be) ofrecer! si no es monográfico. Soler, Schumann y prodigioso: un continuo andar y venir, el
Un crítico se lamentaba de que la Albéniz no tienen a primera vista ningu- deseo de cazar la pulsación fugitiva más
na afinidad electiva ni tampoco parecen rápida que un pensamiento. Una tercera
acústica de la sala impedia distinguir a opuestos como lo podrían ser Scriabin, mano, entre la izquierda y la derecha (in-
un solista de otro: Argerich y Freiré to- Stravinski y Schoenberg. Sin embargo, La- sistencia discreta de los pulgares), dibu-
caban en un sueño paralelo, sombra rrocha propone un concierto unificado jaba un contrarritmo, acentuación furtiva.
única y sorprendente, donde era impo- bajo el signo del ritmo, como una posi- La pianista estuvo lírica entre los episo-
sible el más mínimo desfase. El dúo de ble historia de la pulsación rítmica. Este dios bailables del Allegro, traviesa en Ro-
piano es aún más difícil que el dúo original concepto pone de relieve la mo- manzee, enloquecida en Fínate, pero
violín-piano donde el arco podría co- dernidad de cada compositor. Al inverso nunca a punto de perder el control.
rregir una posible imprecisión: aquí los de otros pianistas que hubieran buscado
En Albéniz asistimos a unos verdade-
ataques deben corresponder absoluta- un sonido para cada obra, Alicia de La-
ros Esludios de rumo: independencia de
mente, y como además los dos pianis- rrocha las interpreta a partir de su estruc-
tura rítmica, de su pulsación vital, de su las manos y de los dedos poco común, pa-
tas cantan y parecen inventar sobre la ra dividir y recomponer los ritmos casti-
marcha... Sólo se les podía distinguir vibración específica.
zos y andaluces: oído privilegiado, para
cuando uno lo decidía a través de un En las sonatas de Antonio Soler la me- tratar a los slaccali de forma diversa (con
cambio de timbre, de registro: en La lodía y la armonía se ordenan jerárqui- desplante en El Pulo, con sorna en La-
Valse, el sonido de Marina era como la camente a partir de ta pulsación unitaria vapiés.,,)
almendra arropada en su vaina por el que las genera. Alicia de Larrocha ofreció un concier-
sonido de Freiré, quien a su vez se ade- Con e\ pequeño Carnaval (buen humor, to revi tal izan te: exaltación de la ligereza,
lantaba creando el perfume amargo de exaltación alegre, color y movimiento), del poder de seducción y de la gracia de
la fruta. El hielo raveliano quemaba co- Alicia de Larrocha estuvo muy lejos de una España ilustrada.
mo el fuego más seguro. Hubo humor la embriaguez del travesiido, de la confu- P E.

Scherzo 29
actualidad

Problemática versión de Don Cario sa que no podemos decir de la Eboli de


Srefania Toczysca, quien ya en la Canción
del velo mostró problemas en las agilida-
des y en O don fútale con los temibles agu-
en la apertura del Liceu dos, que resultaron desiguales cuando no
fallidos (recordemos que teóricamente de-
be alcanzar el Do5); por lo demás, al per-
Barcelona: Gran Teatro del Liceo. 7 de noviembre de 19R8. Verdi: Don Cario. Margare! Pricc, Slefania
Tocíysca. Rosa M 1 Conesa, Luis Lima, Piero C'appuccilli. Ruggero Raimondi. Harald Stamm, Alforno sonaje le faltó una mayor sensualidad y
Echevarría, ele Dirección musical: Thomas Fuiton. Dirección Escénica: Jean Claudc Riber. Escenogra- apasionamiento: qué duda cabe que, a pe-
fía: Josef Svoboda. Vestuario: Carin Bariels (Producción; Opera de Bonn). sar de todo, la Toczysca es una excelente
mezzo, aunque de una frialdad absoluta.
La presente versión de Don Cario, que rio encendido, estolidez en los cortesanos El caso de Luis Lima como Don Cario
ha inaugurado la temporada de ópera del y en la soldadesca, sometida además a al- es distinto, porque cantó indispuesto, A
Liceo , ropiameme dicha, no ha sido tan guna aparición gratuita, frontalidad ex- pesar del deslemplamiento en los agudos,
satisfactoria como se podría haber espe- cesiva, etc. Una labor bastante por debajo llegó hasta el Acto II sin demasiados pro-
rado, y ello se debe, en nuestra opinión, de la desempeñada en el Holandés errante blemas, pero en su intervención Siref egli,
a tres razones principales: en primer lu- de la pasada temporada, en suma. é lempo ch 'lo viva! de la escena del Auto
gar al uso, hoy. dia ya superado, de la ver- Del elenco vocal es justo citar ante to- de Fe se empezaron a evidenciar los sín-
sión italiana en cuatro actos de 1882-83 do a quien en resumidas cuentas fue el tomas de su afección en el estrangula-
(presentada en la Scala de Milán en 1884), gran triunfador de la noche: el admirable miento del agudo, y llevó adelante su parte
en vez de la versión también en italiano barítono Piero Cappuccilli, que interpre- en inferioridad de facultades pero con va-
de 1886 que conserva el Acto 1 original, tó a Posa en sustitución del indispuesto lentía. Su real padre en la ficción fue Rug-
nunca representado aquí en nuestro tiem- Renato Bruson. Cierto que su voz ha per- gero Raimondi, que presentó una
po; en segundo lugar, el uso de una pro- dido la lozanía de antaño, pero el arrojo, completa caracterización dramático-vocal
ducción distinta (Riber-Bonn) que la potencia, la facilidad en la emisión de del personaje. Su voz de bajo cantante de
reemplazaba a la nueva previamente anun- agudos y trinos, el buen gusto y el liris- claro timbre sirvió una importante versión
ciada (Faggioni-Liceo): es triste compro- mo, tan importante en este rol de que hi- del monólogo Ellagiammai m'amó!, pe-
bar una vez más la asombrosa facilidad zo gala, le granjearon la mayoría de las ro insistamos: ante lodo, el trabajo de Rai-
del Consorcio del teatro por hacer en ese ovaciones que se escucharon a lo largo de mondi es un trabajo globalizador, no un
aspecto las más halagüeñas promesas y la la velada. Su Cario che so! y el posterior trabajo a favor únicamente de la exhibi-
escasa capacidad para cumplirlas: en fin, Per me giunio é i! di supremo constitu- ción vocal. Como oponente en su cuerda
está en tercer lugar el rendimiento de un yen una lección que muchos barítonos no destacó el Gran Inquisidor de Harald
lujoso reparto, que en general ha decep- deberían olvidar. Stamm, aunque esta parte exija sin duda
cionado a público y critica. Se esperaba mucho más de la Elisabet- un timbre más oscuro y cavernoso.
La producción de Bonn contaba con un ta de Margaret Price, que por fin se pre- Muy bien el coro (brillante versión de
espacio escénico concebido por el ilustre sentaba en el Liceo. Su voz, de gran Spuntanto ecco il di) y correcta la orques-
escenógrafo Josef Svoboda, artista pro- belleza tímbrica, aparece algo fatigada, ta, obligada empero, por el desmelenado
clive a los símbolos, a la desnudez y a un pero su dominio del rol y su clase inter- Thomas Fuiton, a unos tempi rapidísimos,
decidido ant¡naturalismo. Se basaba en pretativa le permitieron ofrecer, aquí y incómodos para los cantantes y a un des-
una gran caja formada por una cuadrí- allá, de modo disperso, momentos de gran bocamiento continuo de los metales.
cula de andamies de madera que nos ha- arte verdiano (como en Non pianger, mía
cían pensar en los nichos de un compagna o en Tu che le vanitá). Por lo
cementerio. Asi, pues, sugería un inmen- menos gustó, aunque sin entusiasmar, co- Jordi Ribera Bergós
so pudridero dentro del cual moraba la
corte de Felipe II, una corte donde los sen-
timientos difícilmente tienen una vía de
escape y casi perecen ahogados o se re-
ducen al diálogo con uno mismo. Con el
cambio de distintos elementos corpóreos,
llegamos sin demasiados tropiezos hasta
el Auto de Fe, donde dicho espacio escé-
nico resultó insuficiente para contener lo
que externamente es a fin de cuentas una
escena de grand-opéra, a la que además
le faltó la sensación de pompa histórica
y el problema del rogo punitor se solu-
cionó con una molesta humareda blanca
que se expandía por el escenario. Menos
mal que en el vestuario estilizado a par-
tir de modelos históricos de Carin Bar-
iels hubo por lo menos corrección y decoro.
Riber realizó una satisfactoria dirección
de actores) (¿o deberíamos decir de can-
lames'}) y tuvo detalles interesantes —
asesinato del protagonista a manos del
Santo Oficio y puro espejismo en ia apa-
rición de Carlos V al final de la ó p e r a -
pero el movimiento de coristas y compar-
sas estuvo repleto de lugares comunes:
procesiones frailunas con el inevitable ci- Huggero Raimondi y Harald Slamm en Don Cario

30 Scherzo
actualidad

Torré Lledó: abrirse


Un premio al esfuerzo caminos fuera
Taire de !• Psssiú de Oltsa de Monlsrrrsl, 25-10-19S8. Bircdoni. Paiau de La Música, 18 de octubre de
Aída (Verdi). Marión Vemeiie Moore (Aida), Jesús Pimo (Radames). Adriana Siamenova (Amneris), 1488. Obras de Rossini, Sibelius. Torre Lledó y Fro-
Enrique Baquerizo (Amonasro), Juan P. García Marqués (Ramfis), Siefano Palatchi (El Rey), Rosa No- kofiev. Coral Ondarreta. O Sinfónica de la Radjo
nell (Sacerdotisa), Carlos Arboles (Mensajero). Coral Polifónica de Puigreig, Coro de Amics de l"Opera de Cracovia. Director: Ramón Térro Lledó.
de Sahadell, Coral Olesa de l a Pa.«io. Orquesta Sinfónica del Vallé?. Dirección- Javier Pére? Baiisra.
Torre Lledó, como oíros naturales de un
Cuando un día se escriba la historia ban con algo de ruido el decorado) país en el que la profesión de director y sus
de la ópera en nuestro país se rendirá poco acordes con la acción. enseñanzas están todavía poco menos que en
justicia a las temporadas, que hasta un En el aspecto vocal, hay que desta- mantillas, ha intentado, con cierto éxito,
poco más allá del primer tercio de si- car una interesante Marión Vernette abrirse caminos fuera. Con la Orquesta de
glo, se realizaban en ciudades y pueblos, Moore como Aida, con una voz algo lí- la Radio de Cracovia ha organizado una pe-
contribuyendo asi a la difusión de la rica para el rol, de bello color, que pier- queña gira española que ha contado con el
misma. Pero con el tiempo, fueron de- de algo de su nitidez en el registro patrocinio de Naviera del Odie], S.A.
sapareciendo hasta llegar un momento intermedio, recuperándolo en la zona Distó mucho de ser perfecta la ejecución
en que, prácticamente, en Cataluña, la aguda, acompañada de una buena línea global de este concierto de Barcelona. La for-
única posibilidad de oír dicho género canora y una deliciosa musicalidad. mación polaca, aplicada y profesional, po-
era el Liceu. El creciente interés actual Apreciable Adriana Stamenova, con see una cuerda muy estimable, pero carece
por la ópera ha generado iniciativas pa- una voz penetrante, algo oscura, que de relieve en la madera y flaquea, a veces pe-
ra volverla a llevar a otros lugares, así podría completar con una mayor expre- ligrosamente, en los metales. El coro bilbaí-
han surgido representaciones en Saba- sividad. Para el difícil papel de Rada- no, no tan amplio como precisa la cantata
dell, Terrassa, etc., y ahora también en més estaba previsto Francisco Ortiz, que de Prokofiev, prestó entusiasmo y todo su
Olesa de Montserrat, aprovechando el fue sustiiuido en el último momento vigor, pero anda escaso de redondez, de em-
bellísimo teatro que se construyó para por Jesús Pinto, tenor de bella voz y paste y de brillo, aunque posea una afina-
la clásica Passió a raíz del incendio que amplias facultades, pero con una limi- ción las más de las veces correcta. Con una
destruyó el local antiguo. La obra es- tada lécnica vocal y poco expresivo. orquesta gris y un cora falto de poder difí-
cogida fue Aída, una de las más popu- Muy interesante Enrique Baquerizo co- cil era obtener de la monumental parti-
lares y sin duda la más espectacular de mo Amonasro, con una bella voz, de- tura cinematográfica los relieves, el
Verdi. La iniciativa es muy loable y es- masiado lírica, y una amplia gama de abrigarrado colorido y el tono épico que
peremos que continúe y se extienda por matices. Cumplieron Juan P. García la caracterizan. Lo internó la extrañamente
doquier. Marqués y Stéfano Pal ate h i en los dos resuelta y fácil batuia del director vasco sin
papeles de bajo que completan la ópe- conseguirlo. Pero su estilo decidido, su ener-
Un teatro así permite montar una ra, y discretos Rosa Nonell y Carlos gía, su clara manera de marcar y subrayar
Aida realmente espectacular, y en este Arboles. lograron que, al menos, aquello tuviera for-
sentido considero muy interesantes los ma lógica y quedara narrado con aseo y no
decorados de los actos primero y segun- Otra de las gratas sospresas fue la ac- poca propiedad. Lo mejor se dio quizá en
do, adecuado el tercero, aunque podía tuación de la masa coral, que no sólo los tres bellos números del Pelleas de Sibe-
sacarse mayor partido del fondo, y bas- formó un todo cohesionado, sino que lius, en los que el director puso en juego una
tante discutibles los dos cuadros del úl- supo lograr momentos de gran brillan- evidente sensibilidad y un adecuado trata-
timo acto. La dirección escénica tuvo tez y expresividad. Más discretos los nú- miento de los timbres, en el vital y hasta gar-
sus momentos más afortunados en las meros de ballet de la Companyia de boso Intermedio de La boda de Luis Alonso
escenas de masas, aunque algunas com- Dansa Joan Tena; la Orquesta Sinfóni- ofrecida como primera propina y en la difí-
posiciones recordaban la propia Passió; ca del Valles, dirigida por Javier Pérez cil obra del propio Torre Lledó, muy com-
. "_., i líenos acertada fue la dirección de Batista, salvó las dificultades, pero tie- pleja en lo métrico, llena de un primitivismo
actores-cantantes, con detalles (como la ne un importante camino que recorrer muy directo, reveladora de un olfato dramá-
salida de Radamés en el tercer acto o en el desarrollo expresivo. tico indudable que recurre, con excelente do-
el aria de Aida en el primero, sola de- minio del oficio, aunque quizá algo
lante de una cortina mientras cambia- grandilocuentemente, a efectos de rico cro-
Albert Vilardell matismo y a la utilización de una muy com-
pleta gama percutiva. Partitura atractiva,
variada, racial, que incluye, en trabajo un
Agnes Baltsa supo a poco tanto superficial, falto de entrarla, vertido
únicamente a lo rítmico-tímbrico, una txa-
laparta, elemento que otorga un espléndido
Pilan de li Músicm Catalina, I de noviembre 1988. Barcelona.Agnes Ballsa, mezzo-soprano. Orquesta colorido a la pieza. Aportó su talento dra-
Ciulal de Barcelona. Dirección; Bdmori Colomer. Obras de Fauré, Ravel y Berlioz. mático, con una muy personal manera de de-
En el programa de I bercamera uno de los puntos más novedosos era poder oír cir el texto de Aresti, Esperanza Abad.
a esta gran mezzo soprano griega con la Orquesta Experimental de Atenas. Por
circunstancias especiales que no se dieron a conocer adecuadamente no pudo di-
cho conjunto mantener el compromiso, pero sí acudió Agnes Batsa, cambiando A.R.
el programa inidalmeme previsto por Les Nuitsd'été de Berlioz; la temperamen-
tal cantante y su sentido de la interpretación, capaz de expresar toda la sutileza
y la belleza expresiva que emana de la música del compositor francés; fue una * la ma de guido
lástima que la actuación de la artista fuera tan corta, apenas treinta y cinco minutos.
Acompañó a la cantante la Orquesta Ciutat de Barcelona, bajo la dirección
de Edmon Colomer, que interpretó en la primera parte Peltéas el Mélisande Op.
80 de Fauré, y Ma Mere, de Ravel; el director barcelonés dio unas versiones co-
medidas, cuidando que la orquesta estuviera cohesionada, aunque con una cierta
limitación expresiva. Nos queda el consuelo de esperar a Agnes Baltsa en una
obra también francesa como es el Samson el Dali/a, a representar en el Liceu el
próximo mes de junio.
A.V.
Scherzo 31
actualidad

Música en la
Universidad Temporada 88/89 de la Caixa
de Barcelona La Caixa de Pensions presentó su
nueva temporada musical 88/89 que
a cargo de Gyórgy Sebók y Hsiso-
Lieng-Liu y uno para violin a cargo de
Gaudeamus igitur... El añejo y que- constará en la presente edición de 28 Shlomo Mintz) y para orquestas de cá-
rido himno universitario, arropado en conciertos, a más de 5 programas ma- mara (Orpheus Chamber Orchesta —15
la pomposa y brillante instrumentación tinales, y en la primavera próxima, el ci- de enero— y Diábolus in Música —25
con que Brahms cierra, honoris causa, clo de Música Antigua que este año de enero—). Además se contará con la
su Obertura para un festival académi- llega a su edición número doce. El audi- participación del conjunto vocal La
co, llenó con su augusta reverberación torium de cristal del Palau Macaya se- Chapelle Royale, que ofrecerá una a
el espacio del Paraninfo de la Univer- rá donde tendrán lugar la mayoría de priori muy interesante versión del Ré-
sidad de Barcelona en solemne sesión los conciertos —un total de 24— El res- quiem de Tomás Luis de Victoria.
de apertura de curso. Fueron magnífi- to se ofrecerá en el Palau de la Música Los dos conciertos-estrella, los más
cos y aplaudidos protagonistas los Catalana. esperados y anhelados por el público
miembros de la Orquesta Ciudad de La temporada se inició el 16 de no- son El Mesías de Hándel, que este año
Barcelona bajo la dirección de su titu- viembre con un concierto para violin a será interpretado por The London Bach
lar Franz Paul Decker, gozosos partíci- cargo de Shlomo Mintz que tocó la Par- Orchestra and Choir, unos verdaderos
pes la comunidad universitaria y tita núm. I de Bach y finalizará el 18 especialistas en este género, secundados
cuantos ciudadanos quisieron sumarse de mayo con el Cuarteto Mosaiques que por la soprano Valerie Masterson, la
al acto; invitaba, comme ilfaui, el Mag- ofrecerán obras de Haydn, Beethoven mezzo Della Jones, el tenor John
nífico y Excelentísimo Sr. Rector de la y Mozart. Graham-Hall y el bajo Stephen Varcoe,
Universidad. Felicitemos, pues, a la Como en ediciones pasadas, los tra- y ¡a Pasión según San Maleo de J.S.
Universidad y felicitémonos de que tan dicionales conciertos de Navidad y Se- Bach que será ofrecida por la formación
simbólica apertura no tenga nada de ex- mana Santa, con El Mesías de Hándel holandesa The Amsterdam Baroque
cepción, sino de que sea un ejemplo, y la Pasión según San Mateo de J.S. Orchestra, con la colaboración de la so-
bien es verdad que de lujo, de una aten- Bach, tendrán lugar en el Palau de la prano Barbara Slich, la contralto Ula
ción constante prestada por el servicio Música. Groenewold, el tenor lan Honeyman,
de extensión universitario a la música, Los organizadores este año han que- los bajos Peter Kooy y Michael Schop-
precedido de un curso encero (el pasa- rido ofrecer, al público barcelonés, la per bajo la dirección de Ton Koopman.
do 1987-88), en que diversas facultades posibilidad de escuchar a los Tríos más Un total de 18 conciertos que forman
han prestado sus aulas para el ciclo Mú- destacados de actualidad. Por esta tem- parte de esta primera etapa, en donde
sica a la Universitat y prolegómeno, a porada pasarán los Tríos Mendelssohn las formaciones occidentales tienen un
no dudar, de un nuevo ciclo que espe- (23 de noviembre), Scherzo (14 de di- predominio absoluto. Los organizado-
ramos atentos. La obertura brahmsia- ciembre), Fontaney (1 de febrero), Bar- res han sabido combinar las diferentes
na era, claro está, de rigor en una celona (15 de marzo), Lipatti (5 de abril) formaciones que toman parte de esta
ocasión asi; de rigor, pero en modo al- y Polyvalence (12 de abril). Pero no de temporada y el resultado es una progra-
guno de rutina: Decker se la tomó muy Tríos solamente consta esta temporada, mación homogénea, compacta y su ge-
en serio, sensible sin duda, con la Or- sino que la organización, con muy buen rente que ha recibido el apoyo- del
questa entera, al marco y ocasión opor- criterio, ha incluido Cuartetos (Quartet público, agotando las entradas de de-
tunísimos, y dio una auténtica versión, Mistry —8 de febrero— y Quartet En- terminados conciertos en pocos días.
sólida y brillante y muy alenta a con- dellion —1 de marzo—), concierto pa-
jugar las diversas partes — ra instrumentos solistas (dos para piano Francesc Xavier Mata i Bertrán
deliberadamente goliardescas, casi vul-
gares, algunas; elocuentemente retóri-
cas otras— de este puzzle magnífico que
Brahms compuso entre divertido y so-
lemne. El ambiente derivó hacia la re-
flexión y el ensimismamienio con una
versión tensa, emocionada, del Adagiet-
to de la Qui/tía Sinfonía mahleriana,
para distenderse de nuevo con una fres-
ca y jugosa interpretación, por parle de
la mezzosoprano Bernadette Greevy y
de ta Orquesta, de las Cinco canciones
negras de Montsalvatge, presente, por
cierto, y cariñosamente aplaudido en
aquella fiesta académica y musical. El
año Gershwin naturalmente fue muy
dignamente conmemorado, con un es-
tupendo y nada gratuitamente jazzísti-
co Francesc Burrull al piano, con el
Concierto en fa. Recomendación final
para el año que viene: repetir, como fas-
tuoso bis, por lo menos la coda de la
obertura brahmsiana. Así se empieza el Orpheus
curso con ganas. Chamber
José Luis Vidal Orchestra

32 Scherzo
actualidad

Temporada de Euroconcert: Terrassa, la


la consolidación deun ciclo alternativa musical
a Barcelona
Iniciadas las actividades de este año
La temporada musical de Eurocon- con un interesante concierto de la Or-
cert llega este año a su cuarta edición. questa de Radio Pekín, a fines de octu-
Y se consolida como un ciclo de músi- bre, y con la presencia de la Orquesta
ca de cámara que abarca desde el siglo de Cámara de Friburgo, el resto de la
XIV hasta nuestros días, con dos im- programación anual es sumamente va-
portantes incursiones en el repenorio de riado y tiene un considerable interés,
música contemporánea y la inclusión que configura a Terrassa como alterna-
de un recital a cargo de soprano Bár- tiva musical a la actividad concertísti-
bara Hendricks. ca barcelonesa.
La organización, como en ediciones El concierto siguiente será el de Na-
anteriores, ofrecerá para sus abonados vidad, y correrá a cargo de la Orquesta
un concierto-invitación en el monaste- de Cámara de Munich, que ofrecerá un
rio de Pedralbes el 21 de noviembre a programa totalmente germánico con
cargo de Marcal Cervera, violonchelo, obras de Mozart, Bach y Dvorak.
y María Lluisa Cortada, clave, que ofre-
cerán tres Sonatas de J.S. Bach. El primer concierto del nuevo año co-
rrerá a cargo del pianista Joan Molí, ti-
La temporada de Euroconcert se ini- tulado Chopin en Mallorca, que
ciará el 2 de diciembre en el Palau de ofrecerá un recital sobre obras del com-
la Música Catalana, con la presentación positor polaco.
en nuestro país del Coro de Moscú, que
interpretará la obra de Rachmaninov, El 16 de febrero la formación húnga-
Bárbara Hendricks ra, Orquesta Ferenc Lísiz, bajo la direc-
Las Vísperas —que es la primera vez
que se ofrece en concierto en nuestro ción de János Rolla ofrecerá un
país. otra vez pero en esta ocasión secunda- programa con obras de Grieg, Hándel,
dos por David James, Gordon Jones e Corelli y Telemann.
La organización ha asignado un tí- lan Patridge. En el mes de marzo tendrá lugar la
tulo orientativo a cada uno de los con- En abril, en la iglesia gótica de San- actuación de la última formación occi-
ciertos —tal como viene haciendo en ta María del Mar, la Capella Reial que dental, el Ensemble César Franck de
ediciones anteriores— y éste llevará el dirige Jordi Savall ofrecerá El Ltibre Bélgica, que intenpretará obras de Mo-
título de La Gran Liturgia ortodoxa ru- vermell de Montserrat (S. XIV) que ser- zart y Schumann.
sa. Tomarán parte en él la mezzo Taiia- virá a ios aficionados para poder con-
na Gérangé y el tenor Víctor Roumia- El 20 de abril los Solistas de Zagreb
nev. trastarlo con la obra que Xavier interpretarán obras de Hándel, Rossi-
Benguerel estrenó en el Liceu esta tem- ni, Martínú y Mendelssohn. Destaca de
El 11 de enero y bajo el título de Tres porada. El segundo concierto del mes este concierto la inclusión de la Sinfo-
aspeaos singulares del Trío. La forma- de abril ya volverá a su sede habitual, nía n." 10 de Mendelssohn, para cuerda.
ción norteamericana The Beaux Arts el Palau, y bajo el título de Obras mues- La única ópera de la temporada, ten-
ofrecerá un programa basado en obras tras del siglo XX para orquesta de cuer- drá lugar el 18 de mayo. La ópera se-
de Haydn, Ravel y Brahms. Una sema- da The English Strings Orchestra bajo leccionada en esta edición ha sido el
na más tarde los Virtuosos de Berlín, la dirección de William Boughton y con Rapto del Serrallo, de Mozart. El Cen-
miembros de la Orquesta Filarmónica la participación de la soprano Kathleen tre Cultural de la Caixa de Terrassa po-
de Berlín, a los cuales ya tuvimos oca- Livingstone ofrecerán un programa ba- see un moderno auditorium con unas
sión de poder escuchar el año pasado, sado en las obras de Elgar, Bartók, Brit- instalaciones idóneas para este tipo de
ofrecerán un concierto basado en obras ten y Tippett. representaciones. Su escenario —que
de J.S. Bach, Telemann Verdi y Mozart. permite el efecto giratorio— puede dar
Los dos últimos conciertos que cie-
El 17 de febrero la soprano Bárbara rran el ciclo, tienen la particularidad de mucho de sí con esta producción. La
Hendricks, secundada al piano por que ambos ofrecerán obras que son es- Opera de Cámara de Praga, será la en-
Staffan Scheja, ofrecerá un recital de treno en nuestro país. El día II de ma- cargada de ponerla en escena. La direc-
lieder con obras de Fauré, Liszt y Schu- yo y bajo el título de El Teatro inglés ción correrá a cargo de Josef Bohac.
bert. Este concierto tiene un carácter es- de la Restauración se ofrecerá la ópera Los solistas de momento se desconocen
pecial para los organizadores dado que en versión concierto The Iridian Queen pero estas formaciones poseen unos
hacia bástanles años que Euroconcert de Henry Purcell. The King's Consort equipos tan amplios y equilibrados que
iba detrás de Bárbara Hendricks para bajo la dirección de Mark Brown será cualquiera de sus miembros puede de-
que interviniese en este ciclo. secundado por verdaderos especialistas sempeñar varios roles. Había una gran
El mes de marzo albergará dos con- en este género como Elisabeth Lañe (so- expectación por conocer el titulo de esta
ciertos. El primero de ellos estará dedi- prano), Timothy Penrose (contratenor), edición y cuando se anunció las entra-
cado a Hándel con la participación de James Griffett y lan Patridge (tenor), das se agotaron en breve plazo.
The Sixteen Choir and Orchesira y los lan Caddy (barítono) y Christopher
sol islas Lynda Russell, Maldwin Davies Keyte (bajo). La Orquesta Filarmónica de Silesia
y Michael George que bajo la dirección cerrará este ciclo el 1 de junio con un
de Harry Christophers ofrecerán por Y el 25 de mayo The Koenig Ensem- concierto-recital centrado en obras de
primera vez en Barcelona Alezander's ble cerrará este ciclo con el estreno de Penderecki, Tchaikovsky y Mozart. La
Feast (La Fiesta de Alejandro). El se- la obra de W. Walton Facade, que será soprano polaca Zdzislawa Donat can-
gundo estará dedicado integran)eme a acompañada de la obra de Stravinsky tará arias de Mozan bajo la dirección
Johann Sebastian Bach con su Pasión L'Histoire du soldat, dada su brevedad. de Karol Stryja.
según San Maleo BWv 245. Los solis-
tas y el director del concierto anterior
F.XM. F.X.M.

Scherzo 33
&K Í.TRJFT"»

octualidod

trumental asombroso como La Capilla


Real (en sentido estricto, un Hesperion
XX aumentado), auténtico lujo sono-
Por fin, un gran Monteverdi ro que sólo Jordi Savall se puede per-
mitir (y también sólo él sabe coínbinar
tantas exquisiteces individuales, con
gente como Bruce Dickey, Canihac,
Líón. 13 de octubre de 19B8. S.l. Catedral, 21 horas. Morucvsrdi: fespro delta Beata Vergine. Solistas Lasalle, Becu, Casademunt, Memels-
(M. Figucras, M.C. Kiehr, L. Picotti, G. de Mey. G.P: Fagoito, J. Cabré); Coro de] Centro de Música
Antigua de Padua, La Capilla Real. Dirección' Jordi Savall.
dorf, Gatti, Chamorro, etc.).
En cuanto al aspecto de plantemien-
Los habitantes de León pueden feli- verdi profundamente latino, calido, pa- to conceptual de la obra, como casi
citarse por el hecho de que, con esplén- sional y hermoso: el que presentó siempre Jordi Savall pareció dar cons-
dido criterio, los organizadores del Savall. Varios fueron los factores que tantemente en la diana: se escuchaba
Festival Internacional de Órgano (que ayudaron a este hecho. En primer lu- justo lo que uno se imaginaba que te-
este años celebraba su 5. * edición) ha- gar no siempre se tiene la suerte de con- nía que sonar, y tal y como debería ha-
yan contado con Jordi Savall como tar con un coro tan maravilloso como cerlo. Es muy difícil destacar algo de
auténtico animador musical de los tres el del Centro de Música Antigua de Pa- tan genial interpretación, pero creo que
últimos años. En 1986 fue El Ane de dua. Ver cantar a este coro ya es un es- se alcanzó a crear una magia especial
la Fuga de J.S. Bach lo que Hesperion pectáculo, porque se nota que viven con el bombón de la Vísperas: la So~
XX interpVetó en León. Al año siguien- plenamente lo que hacen. Sus voces, de nata sopra Sánela María. Todo tuvo
te, la Missa pro Defunctis y la Missa de un color bellísimo, perfectamente em- una altura insospechada, que será di-
Batalla de Joan Cererols, con Savall es- pastadas y afinadas, aportan algo esen- fícil superar, incluso en la grabación
trenando nueva formación: la Capi- cial, como es la expresividad mediterrá- discográfica que Savall realizará pró-
lla Real. Y en 1988, el bombazo: la nea. Un diez para este excepcional con- ximamente. Para finalizar, señalar sim-
mejor interpretación de las Vísperas junto, preparado por Livio Picotti. Por plemente que el director no planteó las
que este comentarista haya podido es- olro lado reunió Savall a un magnífico Vísperas como obra litúrgica, sino co-
cuchar jamás (ni siquiera en versiones plantel de solistas vocales como la mo obra concertante. Este último ex-
discográficas). Comentaba el cellista controvertida (para mi sublime) Mont- tremo podría discutirse, pero lo que no
Christophe Coin hace poco en las pá- serrat Figueras, María Cristina Kiehr, tiene discusión es que Savall se confir-
ginas de SCHERZO que «Monteverdi Ouy de Mey o Josep Cabré, etc. Voces ma, una vez más, como uno de los
todavía no sabemos lo que es», aludien- bonitas, frescas, perfectamente cono- grandes. Suponemos que el año que
do a la falta de expresión de las versio- cedoras del lenguaje monleverdiano, de viene volverá a León, ¡por favor!
nes inglesas. Pero por fin se ha podido las técnicas expresivas y ornamentales
asistir al descubrimiento de un Monte- de la época... Por fin, un conjunto ins- J.C.C.A.

Orquesta Sinfónica
y Coro de RTVE
Temporada 1988-1989
DtOEMMtl Director MRLIOZ Harold en Itoiia. Sellito: A determinar
Jueves, I John'Nelson Romeo y Julieta (fragmentos)
Viernes, 2

Jueves, 8 Director MADERNA Music oí gaity


Viernes, 9 Anioni Ros-Marbü OHANA Concierto para guitarra. Sollite: Narciso Yepes (guitarra)
BENGUEKEL Raíces Hispánicas
•RITTEN Cuotro Interludios Marinos de -Peter Grimes-
Jueves, 15 Director VIVALN Domine o d odiuvandum me, RV 5 9 3
Viernes, \á Vittorio Negrí Beotus v», RV 5 9 7
Introducción al Dixil, RV 6 3 6
Di<¡t Dominus. RV 594 SalLitot: Valene Masíerson y Teresa Ringholz (so-
pranos}, Christíne Coims |mezzosoprano|, Andreas Joeggi (tenor) y Cor-
nelius Hauptmann (bajo)
Coro de RTVE

Jueves. 22 Director SMETANA La novia vendida (obertura)


Viernes, 2 3 A r p a d Joo OVOKAK Concierto para violonchelo, o p . J 04 SoHitoi Jónos Starter Iviolonchdo)
PtOKOFKV Sinlonia núm. 5, o p . 100

Horario de ios conciertos: Ensaya general:


Jueves, a las 19,30 horas Jueves, a las 11,00 horas
Viernes, alas 20,30 horas

Teatro Monumental
MADRID
Los conciertos Impares corresponden al Abono A

Los conciertos pares corresponflen al AOono B

34 Scherzo
Chandos Chandos Chandos Chandos

SHOSTAKOVICH
ISYMPHONY NO.9 IN E FLAT O R 7 0 I
ISUITEfroniKATERMA 1SMAH.OVAI
FESTIVI OVBCTUWE O B « M I X T E A FQR TVWO Q B H
f^EME JABVIW SCOTnSH NATIONAL OftCHESTWA

r? I Ti'
i
SCHC .2BERN
.
MKL153NOE
M.UTIII.IS [ll.\li:PífJ..í,.r

iTchaikovsky
Manfred
Symphoay

•HmttT LC

i'HOKOIlEV

. JÍIJ.IJ Jf V,; . l.'l


Chandos
Compact disc

La única técnica conocida hoy como el «sonido Chandos» crea una calidad
de grabación natural e impresiónate que no tiene rival. Esto, junto con una
lista de artistas igualmente de primer orden, inusual como su línea de re-
pertorio y la documentación que se incluye, hecha con anterioridad, son tes-
tigo de la línea de Chandos.

Digital Audio Tape

Pero en auténtica avanzadilla, Chandos se incorpora a la


última técnica en soporte sonoro, publicando una amplia
selección de sus mejores éxitos en Digital Audio Tape. "El
Sonido Chandos" en DAT.

Pedir información a su proveedor habitual.


Arnold BAX
NEEME JARVI Sinfonía n° 7
SCOTTISH NATIONAL 4 canciones para tenor y orquest
ORCHESTRA London Philharmonic Orchestra
DVORAK SINFONÍAS Marlm HMI. tenor
Bryden Thomson, director
Ciclo completo CHAN 8626 CD ¡
ABRD 1317 LP

ACADEMY OF ST. MARTIN IN


THE FIELDS
SHOSTAKOVICH Criamber Ensemble
Sinfonía n° 14 op 135 SKAILA KANGA, harpa
Elizabeth Hollegue, soprano RAVEL
N. STOROJEV, bajo Introducción y allegro
I Musici de Montreal DEBUSSY
Yuli Turovsky, director
CHAN 8607 CD Danza sagrada y danza profana
SAINT-SAENS Sinfonía n° 4
ABDR 1252 LP
ABRT 1252 MC Fantasía Canciones bíblicas 1-10 op.99 STANFORD
ROUSSEL Brian Rayner Cook, barítono Sinfonía n° 6 en mi bemol mayt
Serenata Scottish National Orchestra Rapsodia Irlandesa n° 1
CHAN 8621 CD Neeme Jan/i, director Ulster Orchestra
HOSTAKOVICH ABRD 1309 LP
ABTD 1309 MC
CHAN 8608 CD
ABRD 1251 LP ABRT 1251 MC
Vernon Handley, director
CHAN 8621 CD
SYMPHONY NO.14 OR135 (7° de la serie Dvorak]
ELPIABETH HOLLEQUE loprono
ABRD 1309 LP
ABTD 1309 MC
NIKITA STOROJEV b o u
MUSICI DF MONTREAL YULt TUROVSKY Vaughan WILLIAMS
Sinfonía n" 4 en F menor
Concertó Accademico -]
Kennet Sillito, violln
The London Symphony Orctiestr
Brudem Thomson, director
CHAN 8633 CD ^
ABRD 1322 LP
ABTD 1322 MC

La sintonía n" 14 fue dedicada a


Benjamín Brillen estrenada por la
Orquesta de Cámara de Moscú PURCELL BRAHMS
(donde Yuh Turovsky fue primer Sonatas vol.1 Sinfonía n° 4 op 98
celisla) en 1969 con R Barshai y The Purcell Quartet
en presencia del mismo Shostako- SCHUMANN
CHAN 8591 CD Obertura Genoveva
vích. CHANDOS está orgulloso de ABRD 1285 LP
presentar esta nueva grabación. London Symphony Orcnestra
CHAN 8595 CD
ABRD 1290 LP

TANEYEV R. STRAUSS
Don Quijote Romanza en Fa
Piano Trfc^in Dmajor Op.gg para celo y orquesta
THE BOROOtN TRIO 2 canciones op. 27 n" 1 op. 33 n° 2
R. Walltisch, cello
F. Lott. soprano
Scottish National Orchestra PETER WARLOCK
Neeme Jarvi. director Song
CHAN 8635 CD Benaimin Luxon, barítono
David William. piano
CHAN 8643 CD

MENDELSSOHN
TANEYEV Sinfonía n° 9 para cuerda
Piano Trio en Re Mayor op. 22 Concieno para violín en Re menor
The Borodin Trio The soloist of Australia
CHAN 85 92 CD Ronald Thomas. director
ABDR 1261 LP CHAN 8644 CD
ABTD 1261 MC ABRD 1330 LP

netos Chanclos Chanclos Chandos Chanclos


hando^^gandos

SfflUSH ilM /M.l/f Jlüfl

S T R A (J S S

¡FOURLASTSONG® L O T T
F OE tP r« CA ÍWT O
i S i
I N £ E M E J
i rH e s c o i
N A I I O N A [

ii i n ,
1 IHíl

i IIIIIIIIIIIIIHI

lani
cwraro

l I|\tH,tK

l **l\ BM1B —
tU Uk |)UI \fflls t m i i
octuolldad

la aproximación de Lyubimov. Por suer-


te, se contaba con un excelente reparto
para superar los defectos visuales.
No esoro todo lo que reluce James Morris fue un Wotan poseído
por un tono cultural nunca forzado,
una tan dominante como meditativa
autoridad proclamada a todas partes.
El Loge de Kenneth Riegel fue un triun-
fo, chispeante, astuto e inventivo, la
confidencia de una disimulada motiva-
ción, sutilmente sugerida. Ekkehard
Wlaschila como Alberich dio nueva luz
a su personaje. ¿Nos apenaremos por
Alberich? Wlaschila lo reviste con ta-
les venas de humanidad que vuelve im-
posible que no sea asi. Un Alberich
avaro y codicioso tal vez, pero éste hi-
zo tan aguda su conmoción al ser trai-
cionado que tuvimos que responderle.
Además estuvo soberbiamente cantado.
La experiencia de Helga Dernesch se
demostró en una segura Fricka, Nancy
Gustafson fue una deliciosamente ju-
venil Freía. No es raro que los gigantes
se entristeciesen de perderla. Su pesar
fue vividamente expresado en los retra-
tos de Fasolt por Roderick Kennedy y
Fafner por Williard White, gigantes ca-
paces de torpe emoción. John Dobson
fue un Mime apropiadamente terrorí-
fico, Kim Begley y Philip Joll cantaron
con efectividad a Froh y Donner. La no-
El oro en el Covenl Carden. En el centro James Morris I Wolan) y Kennelh Riegel fLoge/. che comenzó agradablemente con las
De izquierda a derecha: Helga Dernesch (Frícka), Nancy Gusta/son (Freía), Roben Ken- tres Hijas del Rhin de Judith Howarth,
nedy (Fasolt), Willard White (Hafner), Philip Joll (Donner) y Kim Begley (Froh). Anne Masón y Jane Turner. Este es el
magnífico material vocal a partir del
cual puede construirse un Anillo de ca-
Londres. Royal Opera. Covenl Carden. l-X-88. rraban ofreciendo vistas instantáneas, tegoría. Queda por ver si puede vislum-
Wagner. Das Rheingold. que parecían tener poca relevancia con brarse el sentido dramático en la
El nuevo Anillo de la Roya! Opera se la acción. El efecto era más bien el de producción de Lyubimov. En 199] aca-
completará en 1991 después de cuatro una invitación a examinar algo a través so haya repensado algunos temas que
entregas anuales. Tanto el direcior de es- del lado equivocado de un telescopio, han sido ahora confusos en Das Rhein-
cena, Yuri Lyubimov, como el musical, causando una distracción. gold. Por lo menos (la levita de Wotan
Bernard Haitink, trabajan la obra por Con una excepción, el vestuario fue es una excepción menor) parece impro-
vez primera. Al final de la primera no- incompetente. La excepción estaba en bable que vaya a cargar el ciclo de su-
che de Das Rheingold, uno tenia la im- Loge, cuyo atavío arlequinesco, mitad gestiones políticas. Muchas gracias por
presión de que Lyubimov no estaba negro, mitad rojo, ayudaba a proyec- ello.
seguro de dónde se encontraba. Pero tar su personalidad dividida. Wotan ves-
musicalmente la cosa fue completamen- tía una levita reminiscente de director
te diferente. Haitink es obviamente un de compañía capitalista pasado de mo-
gran wagner i ano por su construcción, da. Donner, sin razón aparente, pare-
su decidida conducción de la corriente cía estar enfundado en una aureola, los Kenneth Loveland
orquestal, su apoyo a los cantantes, con- colores de arco iris de Froh eran enig-
figurando con elegancia las frases líri- máticos.
cas y subrayando los puntos de climax.
Cada motivo básico tuvo una clara de- Lyubimov insistió en añadir persona-
finición desde su primera aparición. Ex- jes. La figura de la Justicia, con lami-
trañamente, la temperatura musical nillas y todo, impuesta sin justificación.
decayó hacia el final, pero logrando una Loge tenía un asistente, aunque uno
refinada ejecución orquestal, fue más imaginaria esto de todos los persona-
el foso que la escena el que dio la sen- jes del Anillo, él fue capaz finalmente
sación de una narración continua. de cuidarse de sí mismo. Se nos presentó . S T - . l í l . : « 9 29 Al
demasiado pronto a los gigantes, redu-
Lyubimov y su escenógrafo, Paul ciendo con ello el efecto de su llegada Todus lu* d i «
Hernon, habían trabajado antes juntos más tarde en la ópera. La transforma- Música í lisie» ín dirtclu
ción de Alberich fue desastrosa.
en el Covent Carden (Jenufa), así que de serpiente, había un inofensivo gusa- En vez
era presumible una cierta unanimidad no verde hinchado. El sapo, un peque-
De lunes a jueves y a las 23.30 C l í I.OS
I>E MUSICA CLASICA, dedicados a un
de intención. Incluso esto fue difícil- ño y bonachón animal doméstico. Am- ¿lutor. a un esíilo o a un periodo de la
mente detectable. La pieza central era bos provocaron risas en el teatro. En Historia de la Música
un disco giratorio, donde las Hijas del cuanto al puente al Walhalla, se puede Viernes sábado*, y domingos, doi actua-
Rhin cabriolaban al ¡mentar alcanzar- asumir que los dioses no lo habían vis-
ciones, a las 20.30 y las 23,30.
las Alberich, y que luego tenía un agu- to antes de pagárselo a los giganies,
jero desde el que Erda, admirablemente quienes obviamente les defraudaron con
cantada por Jadwiga Rappé, salía para algo barato y útil. Se buscaría, infruc-
dar su advertencia. Al fondo, una pan-
talla con orificios que se abrían y ce- tuosamente, un impulso consistente en

Scherzo 39
actualidad

La Opera North del La de cal


experimento a la estabilidad y la de arena
París: Paiais Garnier. Verdi: Rtgoletto El Duque
de Mantua: Giuseppe Concia nzo/Pietro Bal!oh Ri-
Utds. lirand Theatre. I7.IX-8S. Prokofiei. El recordaban que Prokoftev fue influido por goletto: alain Kondary, Gilda: Alida Fcrrarini. Spa-
amor de faí tres naranjas. Optra North. el teatro de Meyerhold. Sólo en una oca- rafucile' Romuald Tesarowiz, Magdalena Jocelyne
Taillon. Orquesia de la Opera de París, director:
En sólo 10 años la Opera North ha pro- sión se sintió que Jones había ido dema- Alain Guingal, director de escena: Jean Mane
gresado desde el experimento a ser una siado lejos en su búsqueda de la risa. El Simón.
compañía estable con sede en Leeds, que tratamiento del demonio Farfarello era de Handd: Julio César. Cleopaira: Felicity Lott. Ce-
una grosera vulgaridad. «ar: Graham Pushee, Cornelia Guilletnette Lau-
actúa también en ciudades como Man- rens, Sesto: S u ^ n Quittmeyer, Tolomeo: Jochen
chester, Notiingham, Hull y Bradford. David Lloyd Jones ha sido el director Ko<*alski. Nireno: Dominiquc Vissé. La Grande
Hoy es un importante miembro de la ópe- musical desde el comienzo de la compa- Fcuric e la Chambre du Roí, director: Jcan-Claude
ñía y a él deben dirigirse buena parte de Malgoue. director de escena: Nicholas Hymer.
ra británica, con reputación por sus ima-
ginativas producciones, el apoyo de un las alabanzas por el éxito. Las ejecucio- Gracias a Julio César, la ópera de Pa-
público fiel, que ocupó la pasada tempo- nes orquestales han sido constantemente rís ha demostrado que es algo más que
rada el 90 por 100 del aforo, y una fuerte de calidad y así ha sido de nuevo en El un buen teatro de provincias, ya que es-
financiación de las autoridades locales a amor de las ires naranjas. Un afilado y ta impresión causaba el Rigoletto con
sus espaldas. Naturalmente, hubo algo de vibrante relato de la brillante partitura de que los franceses han inaugurado la
celebración en la apertura de la décima Prokofiev, con el que parpadearon y bai- principal temporada lírica del lejano
temporada con la nueva producción de El laron los rápidos movimientos de la país vecino. Una concertación foso-
amor de las tres naranjas de Richard Jo- escena. escena atenta —sin salirse de los lími-
nes. Esta fue violentamenie cómica, lle- Es éste un triunfo de equipo con nume- les impuestos por la rulina—, buenos
na de sorpresas y casi agotadoramente rosas caracterizaciones brillantes. El Truf- coros e iluminación excelente son algu-
movida, algo conseguido en gran parte faldino, vivaz, rico en payasadas, de Paul nos de los elementos que otorgan un
gracias a los fácilmente maniobrables, pe- Harrhy, fue una obra maestra de inven- barniz profesional a las producciones de
ro atmosféricos, decorados de los herma- ción. Peter Jeffes, como el príncipe, pre- este teatro.
nos Quay (equipo americano que trabaja sentó un convincente esbozo de un Pero Rigoletio es una ópera de luci-
en la ópera por primera vez). Pero fue una hipocondriaco autocompasivo. El preocu- miento vocal y sin voces resulta un bar-
sensación más profunda que una simple pado rey de Michael Glanville, la amena- co en desguace. No hay mucho donde
velada hilarante. El amor de las tres na- zadora Fata Morgana de Pauline Tinsley escoger hoy, es cierto, pero es una ex-
ranjas tiene raices de cuento de hadas, pe- (otro éxito más en la carrera de esta ex- cesiva declaración de impotencia el he-
ro las historias de hadas no son solamente perimentada cantante), la maligna prin- cho de que en las redes del Duque de
azúcar y encanto. En ellas, viven la cruel- cesa Clarissa de Patricia Payne, el cocinero Mantua se vieran apresados cinco teno-
dad y el miedo, y Jones dio luz a estos as- gigante de Richard Angas, Juliet Booth res: Schicoff, Ichihara, Bello, Constan-
pectos junto a lo grotesco, lo fantástico, como una encantadora Ninetta, Mana Ja- zo y Bailo, quienes por turno se iban
lo satírico y lo romántico. Se usaron unos gusz como Smeraldina, todos ellos se dis- indisponiendo o asustando.
personajes extrañamente vestidos, a mo- tinguieron, mientras el Leandro de Al final le tocó la china de cantar a
do de mudos comentaristas, que ocasio- Andrew Shore fue una mezcla repulsiva Giuseppe Constanzo, que fue recibido
nalmente rebosaban por los palcos, de servilismo y sigilosa maldad. con un abucheo porque ya se le conoce
atrayendo regularmente a la audiencia a en este foro, y aunque su voz no se oía
la acción. Había muchas cosas que nos Kenneth Loveland se advertían las venas del cuello desde
cualquier localidad. En la misma fun-
ción, a ¡a altura de La donna é mobile,
fue sustituido por Pietro Bailo que a su
lado parecía algo sin serlo gracias a
unos groseros agudos. Tampoco con-
venció el barítono Alain Fondary en su
retrato del protagonista, pues si bien la
voz interesa los primeros minutos, des-
pués él mismo desconecta y no te deja
otra opción que la de hacer lo propio.
Son sus credenciales la anchura artifi-
cia] en las notas que le resultan cómo-
das y para el resto imposibilidad de ligar
frases largas, nasalidades en la zona alta
y respiraciones ad libttum.
Veinticuatro horas después vino a po-
ner las cosas en su sitio el Julio César
haendeliano, al salir valedor de este po-
co afortunado Rigoleito. La puesta en
escena de Nicholas Hynter reflejaba un
disianciamiento irónico, palpable en
momentos como la discusión conyugal
del primer acto entre Cleopatra y To-
lomeo o en el intermedio de la batalla
El amor de IUÍ ¡res naranjas en la producción de la Opera North, entre las huestes de éste y las de César.

40 Scherzo
actualidad

IV Bienal
Madrid-Burdeos
Doce concienos, Doce constituyen la muy similares, acometen presentaciones
cuarta Bienal Madrid-Burdeos de mú- absolutas de obras de Mellé y Vercken
sica contemporánea que se desarrolla- y nacionales de partituras de Turina,
rá en el Circulo de Bellas Artes de Garrido y Miereanu respectivamente (8
nuestra capital del 6 al 11 de este mes. y 9).
El primer encuentro tuvo lugar en 1985 Altamente interesan le aparece lo que
en la ciudad francesa. Se pretende es- podríamos denominar sección pianísti-
tablecer una política de intercambios en- ca, en la que se han previsto conciertos
tre las dos culturas estructurada sobre de tres importantes instrumentistas. El
las obras de compositores de hoy y sus más clásico, Ciaude Helffer, se enfren-
intérpretes. ta a creaciones de autores no menos clá-
Las experiencias más recientes van a sicos como Stockhausen (siete
tener reflejo en esta serie de activida- Klaviersiücke), Manoury, De Pablo y
des organizadas por el Cemro para la Xenakis. El siempre inquietante valen-
Difusión de la Música Contemporánea ciano Caries Sanios combina, como vie-
y patrocinadas por el 1NAEM, el Ayun- ne siendo habitual en sus últimas
tamiento de Madrid, el Circulo de Be- producciones, el piano, la voz, el cine
Mas Artes y diversos Organismos y la acción escénica (ambos el día 10 a
franceses como el Ministerio de Cultu- distinta hora).
ra y Comunicación, la Asociación Fran- El tercero, asimismo autor e intérpre-
cesa de Acción Artística, el te, Denis Levaillant, actuante también
Ayuntamiemo de Burdeos y el Conse- el 10 (22 horas), improvisa sobre ban-
jo General de Aquitania. da magnética con singular empleo de
Cabe destacar en primer lugar el es- la luz como elemento expresivo. El mis-
pectáculo demoninado A corps el á cris, mo artista cerrará la Bienal con un es-
de Marc Monnet y la Compañía Capul cenario musical de su invención titulado
Mortuum, que combina ópera, teatro Les passagers du Delta, próximo, con
musical y danza buscando relaciones la intervención de percusión y contra-
entre sonido y escena y que se estrenó bajo, al mundo det jazz (día 11. 19 h.).
en Francia el pasado abril (8 de diciem- Dos agrupaciones galas inician y aca-
Jean-Claude Ma/goire bre). La lecon d'espagnol mezla también ban la muestra: el Ensemble Acroche
La concepción de la obra es algo es- distintos elementos organizados escéni- Note, con sendos conciertos en los que
camente por Luc Ferrari, que cuenta ven la luz en España obras de Manoury,
tática y próxima al oratorio, y es quizá Donatoni, Reverdy y Mache, y el En-
con el conjunto La Muse en Circuit.
la larga sucesión de arias lentas lo que semble International de Saxophones,
ha envejecido más deprisa. Jean-Claude Nada menos que cuatro estrenos dirigido por Jean-Marie Londeix, que
Malgoire hace tabla rasa ante cualquier mundiales se llevarán a cabo en esta brinda dos premieres, de Rossé y Lau-
ocasión (7) firmados por el propio Fe- ba, y dos mundiales, de Fusté-Lambezat
posible desigualdad de la ópera y diri- rrari, Musseau y Jisse. El Ensemble Mu-
ge toda la música sin sobresaltos ni al- y Guerrero; esta, Rfiea, resultado de un
sique Nouvelle de Bordeaux y el Grupo encargo de la Bienal.
tibajos. Concede igual importancia al Circulo de Madrid, dos formaciones
aria de presentación de Tolomeo que al
tiúo de Cornelia y Sesto, al célebre la-
mento de Cleopatra o al regocijante dúo
fina! enire ella y César. Afirma así una
incontrovertible unidad de la obra y de
paso su propia alegría contagiosa al di-
rigir esta música, la única que hoy pa-
rece conocer un auge irtterprelativo.
La pueria de acceso a la fantasía ba-
rroca de Hándel se encontraba abieria
de par en par por los tres contrateno-
res —César, Tolomeo y Nireno—, que
son la mejor elección para hacer de
guias en este recorrido. Destacó entre
ellos Jochen Kowalski, con una voz que
era la proclamación de la ambigüedad,
y fue más limitado Pushee, su rival y
protagonista. Del resto del reparto fue-
ron admirables Susan Quittmeyer, Ses-
to de voz deliciosamente impostada y
la Cleopatra de Felicity Lott (pese a al-
gún sonido entubado o fijo), con más
volumen pero perfectamente integrada
en el conjunto.
Joaquín Martin de Sagarminaga ciaude

Scherzo 41
octuolidod

Verdi sobre todo y otros compositores

15 atracciones 15 italianos y franceses. La orquesta de la


ORF tuvo un desganado y vulgar An-
ion Guadagno en el podio.
Con fines altruistas y desinteresados ¿Qué más destacar, para el bien o
se han reunido en una escena vienesa mal, del desfile vocal de la velada? Ahí
un plantel de cantantes líricos de enlre van, a vuela pluma, algunas impresio-
el montante actual de la escena operís- nes. María Chiara podría trasladar al-
tica. Allí estuvo TVE, en diferido, pa- go de su encanto personal a las dos
ra ofrecer el espectáculo por su segundo interpretaciones, faltas de sutileza, de
canal de la tarde del sábado, compitien- !M Forza y Tosca. Teresa Berganza re-
do, en la aira cadena, con una película cordó su gran clase en Isabella de L'Ita-
de los Hermanos Marx (si fuera la No- liana in Algeri (no tanto en Carmen),
che en la ópera la cosa traería cola). En pero puso demasiado alcohol en La Pe-
el desfile de estrellas hubo ausencias richole. Gedda sólo fue quien fue en po-
apreciadles de inmediato: la del ubicuo cos compases del aria de Lenski. Kurt
Domingo (días más tarde llenaría el va- Rydl, el único representante de su cuer-
cio zarzueleando en Contigo), la de la da de bajo (casi un símbolo esta falta
Caballé (Je chante totil el partout). Asi de competencia) apareció como un
como otros nombres de rodaje continuo
por los teatros del orbe. Pero el grupo comprimario con recomendaciones. El
reunido, un esfuerzo considerable, y a ya citado Thomas Hampson encandiló
pesar de las ausencias, pudo sevir para al fervoroso público con un desenvuel-
formarse una idea de la situación pre- to y juvenil Fígaro rossiniano, hábil ma-
sente de la ópera. Y se comprobó que nera de disimular un instrumento de
lo mejor se dio ofrecido por los vetera- evidente medianía. Cappuccilli y Manu-
nos (Kraus en primer término, y luego guerra, con destellos de autoridad y pre-
Ludwig), muy por encima del resto, los sencia vocal. En fin ¿para qué ocuparse
que hoy se encuentran en su momento, de los demás?
que se movieron entre lo correcto (Von Fueron, no obstante, tres horas de
Stade, Ricciarelli por momentos en La atención e interés sin decaimiento, aun-
Wally) y lo pésimo (Marton, Zampie- Alfredo Kraus que a la postre el entusiasmo quedara
ri>, con el agravante de preludiarnos un un tamo entibiado. No obstante, ¡has-
futuro con modestas esperanzas (Pace,
Hampson). Un programa donde no hu- bo nada de repertorio alemán, sin du- ta la próxima!
da no se encontraron intérpretes
disponibles de tal disciplina. Mucho F. F.

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DICIEMBRE 19,30 h. MARZO 19,30 h.


Martes, 6 Martes, 7

CORO DE MOSCÚ CORO DE LA


Obras de G. Sarti, P.I. Tdiaikovski, Bortnianski, S. FILARMÓNICA CHECA
Taneev, Rachmaninov, Alfred Schnitke Obras de G.P. Palestrina, J. S. Bach
Director: Valery Polianski

DICIEMBRE MARZO 19,30 h.


22,30 h.
Viernes, 16 Miércoles, 15

NARCISO TEPES Y ORQUESTA DE CÁMARA


EL CUARTETO ENESCO DE PARÍS NORUEGA Y ROSTROPOVICH
Quintetos de L. Boccherini Programa a determinar

ENERO 22 30 v 19 30 h
Sábado 14, lunes 16 y Martes 27 ¿¿ JW y
- ' >J" MARZO 17,30 h.
Lunes, 20
ORQUESTA DE CÁMARA
DE LA FILARMÓNICA DE BERLÍN ORQUESTA DE LA NDR DE
Obra;, cié Offenbach, Mendelssohn, Becihoven, HAMBURGO Dir. K. PENDERECKI
Schónberg, Telemann, J. S. Bach, Stravinski, Programa a determinar
Gershwin, Janacek

FEBRERO ABRIL 22,30 h.


19,30 h.
Domingo, 19 Jueves 20, viernes 21 y sábado 22

ORQUESTA DE CÁMARA ORQUESTA DE CÁMARA DE


FRANZ LISZT DE BUDAPEST STUTTGART Y K. NUNCHINGER
Obras de Béla Bartók, Haendel Obras de J. S. Bach

FEBRERO 18,30 h.
Domingo, 19 MAYO 22,30 b.
Martes 16, Miércoles 17 y Jueves 18
LA CHAPELLE ROYALE
DE PARÍS I MUSICI
Obras de T. Luis de Victoria Obras de Barroco italiano y Vivaldi

AUDITORIO NACIONAL
Con el patrocinio de CAMPSA
Con la colaboración del Instituto Nacional de las Artes
Escénicas y de la Música
Localidades: Departamento de Música de la Universidad Autónoma de Madrid y Taquillas del
Auditorio Nacional.
- actualidad

Música neutra
Messiaen: 80 años El tono general del concierto que
abrió el pasado día 24 de octubre la IX
edición del Festival de Jazz de Madrid
El 10 de diciembre cumple 80 años se correspondería aproximadamente
el compositor francés Olivier Messiaen, con el que hubiera ofrecido un músico
uno de los grandes nombres de la mú- del estilo denominado new age —esto
sica contemporánea, de los que más ha es, música neutra y ecléctica hasta ex-
influido en las diversas generaciones. tremos de intolerante somnolencia—,
Boulez, Stockhausen, Henry, Xenakis, pero interpretado por un artista que co-
Amy, entre otros, han bebido de sus en- noce profunda y extensameme la histo-
señanzas, impartidas desde 1942 en dis- ria del piano jazzístico: Keith Jarrett.
tintos centros. Jarren apareció en el escenario del
Messiaen es un incansable creador, Auditorio Nacional de Música con
un investigador profundo, una persona- quince minutos de retraso y, sin embar-
lidad subyugante que escribe sobre pa- go, la visión de su menuda figura resul-
pel pautado casi a partir de su tó casi inesperada. Saludó en medio de
nacimiento en Aviñón. El mismo se una ovación moderadamente apasiona-
autocalifica de compositor, ornitólogo da, tomó asiento delante de un Stein-
y especialista en ritmos. En su primera way y curvó tanto su espalda que casi
composición, La Dame de Shalolt, de se da de bruces contra el teclado. A par-
1916, para piano, muestra su inquieiud. tir de ese momento comenzó el habitual
Su primer maestro, Jean de Gibon, le espectáculo escénico que suele brindar
regala dos años más tarde una partitu- este pianista: contorsiones espasmódi-
ra de Pelléaset Mélisande. Su vocación cas, tocar de pie, a veces casi de espal-
queda entonces ya definitivamente fi- das, gestos crispados o inverosímiles
jada. Dukas y Dupré figuran entre sus que muchas veces son calcados minu-
profesores en el Conservatorio de Pa- ciosamente de tos que la madres efec-
rís en donde estudia de todo: piano, ar- túan diez segundos antes de parir,
monía, acompañamiento, percusión, estufidos, jijeos, gemidos, plañidos y
órgano (uno de sus grandes caballos de evohés.
batalla), contrapunto, fuga, composi-
ción, orquestación... Luego, sobreviene Fueron tres cuartos de hora de mú-
una carrera, larga —todavía con sica sin interrupción, un receso y otros
futuro—, rica, llena de éxitos y descu- cuarenta minutos de piano. Después
brimientos. Su matrimonio, en segun- Olivier Messiaen una propina, una delicada —tal vez
das nupcias, con la pianista Yvonne demasiado— versión de la bellísima
Loriod, marca buena parte de su crea- Over the Rainbow.
ción posterior (1961). Desde su salida «...mis preferencias van hacia una mú- Keith Jarrett es un músico técnica-
del Conservatorio parisino se empeñó sica variada, refinada, voluptuosa..., mente superdotado y parece conocer to-
en el estudio de diversas materias: rít- una música que arrulle, que cante...», das las escalas y acordes del universo
mica hindú, métrica griega, canto lla- «una música como una vidriera, una mundo.
no... Profundizó en la obra de Mozart vorágine de colores complementarios», Pudimos escuchar gigas, minués, to-
y Debussy e inició una sistemática ano- «un arco iris teológico» nos frigios, preludios del Clave bien
tación de los cantos de los pájaros, la- temperado, música árabe y si me apu-
bor ésta que le ha servido muchísimo Esta miisica, ausente de progresión, ran, aires propios del folklore alcarre-
en la confección de gran parte de sus de desarrollo se corresponde con una ño. Incluso en la segunda parte se le
obras posteriores. ausencia de intencionalidad. «La per- escaparon unos acordes de blues, pocos.
fección de su arte consiste en compo- Luego se pasó casi diez minutos tocan-
ner como la naturaleza lo hubiera do sólo las teclas negras del piano: de-
Es el propio compositor quien clasi- hecho, sin intervención de la voluntad bió de ser una promesa.
fica sus creaciones en cuatro clases: a) humana» (Paul Griffiths). Siempre hay Si Cecil Taylor es un pianista (actuó
religiosas y teológicas basadas en tex- en esta música una tendencia hacia la muy recientemente en Madrid) que to-
tos de las Sagradas Escrituras: Trois pe- inmovilidad, hacia la persecución de un ca en primer lugar para su propia sa-
tiles Liturgies, Visions de /'Amen. Les ideal: comprenderla como un color de- tisfacción personal, olvidando a veces
Corps gloríeux, Messe de la Pentecóte; fi ni torio de su deseo de eternidad. De que quien escucha puede no estar do-
b) de investigación rítmica: Vingt Re- ahí las relaciones establecidas entre tado de su compleja cultura musical y
garás, Qualtre Eludes de rythme. Liv- acordes y colores; por ejemplo, entre el riguroso oído, Keith Jarret quiere ser
re d'orgue, Chronachromie; c) de sexta aumentada en la mayor y el anle todo un divo. Le resulta imprescin-
relacionadas con el mito de Tristan e azul, el azul de los ríos, de los cielos y dible el reconocimiento público, el
Isolda: Harami, Cinq Rechants, Turan- de los mares del Catálogo de pájaros. aplauso apasionado. Por ello sus con-
galila Symphonie; d) escritas sobre el cesiones al oyente son infinitas. Toca sin
canto de los pájaros: Réveit des osi- Celebremos desde aquí y desde nues- sorpresas, como todo el mundo espera
seaux, Sep Haikaí, Catalogue tra natural modestia la efemérides, aun- que toque. O sea, muy bien. Pero esa
d'oiseaux... que no tengamos, al contrario que en tensión propia del jazz, ese algo inde-
Francia —donde se han programado di- finible que distingue a esta música de
La producción del octogenario com- versos actos—, ningún concierto con su la que no lo es, eso que llaman swing
positor es tan caleidoscópica como po- música que llevarnos al oído. Recorde- —vieja palabra que algunos han
día suponerse en artistas de su mos al menos su presencia entre noso- olvidado— no se sintió, sino en conta-
singularidad, que mezcla técnicas y es- tros hace dos otoños con moiivo de la das ocasiones.
tilos diversos en el tiempo y en el espa- interpretación en versión no escénica de
cio, incluidas las seriales. Recurramos gran parte de su ópera San Francisco
de nuevo a las declaraciones del autor: de Asís. Víctor Uceda

Scherzo 45
entrevisto

Maurizio Pollini,
el corazón del ángel

FOTO: D.G.

erio, concentrado, tímido, un poco huraño al principio. Asi es Maurizio Po-


S llini. Su voz, grave, queda, melodiosa. Su talante modesto. Sus largas pau-
sas a lo largo de la conversación. Su deseo de aprender con exactitud el
verdadero sentido de cada pregunta. Sus respuestas lentas, pensadas, razonadas...
Son rasgos que definen una personalidad sin duda singular y atractiva, llena de
claroscuros, en la que se aloja, no del todo en el fondo, un corazón musical y
humano de notable tamaña Hay algo de infantil y casi angélico en la mirada
de este mitanes de mediana estatura, que se muestra, quizá por hábito defensivo,
extremadamente cauto y que larda en entrar en situación. Extraña mezcla de in-
tuición e intelecto, de inspiración y razón, Pollini revela ser un fenomenal artista,
un ser de rara sensibilidad que no siempre es capaz de explicar los porqués de
su modo de hacer —pero ¿es explicable el arte?—, combinación exquisita de ri-
gor clásico, fantasía y arrebato.
SCHERZO pudo conseguir, al fin, esta entrevista con un pianista triunfador
y huidizo que, como escribiera Roberto Andrade en el número anterior, ofreció
el 12 de octubre un concierto memorable en un Real a punto de echar el cierre.
Son explicables por ello las alusiones y referencias que, a lo largo de ¡a conversa-
ción, aparecen en torno al señalado evento.

46 Scherzo
entrevisto

P—De Nono, por ejemplo, he grabado las dos únicas en las

S
CHERZO.— Usted ha actuado una sola vez en Madrid.
Sin embargo, se le puede considerar un pianista casi mi- que él utiliza el piano: una especie de cantata, como una ola de
tico para nuestro público. Quizá ello se deba, entre otras fuerza y luz. con texto en español de una poeta chileno, para pia-
cosas, al mismo origen, un tanto legendaria de su ca- no, soprano, orquesta y cinta magnética, del 71 o 72, y Sofferte
rrera. Le habrán preguntado ya ames las razones que onde serene, para piano y cinta, escrita pocos años más tarde.
le movieron, tras ganar el Premio Chapín en Varsovia, a aban- S.—Hoy precisamente uno de los principales compositores ita-
donar prácticamente todo para dedicarse al estudia ¿Qué nece- lianos quizá sea Nono. Y a su lado, Beño.
sidad sintió para hacerlo cuando tenia ya ante sí el triunfo, la P.—Sí. Pero debo decirle que en Italia existen actualmente otros
gloria? autores de enorme personalidad, aparte de los citados, que pro-
POLLINI.— Verá... No fue exactamente así, como se suele con- bablemente son menos conocidos: Bussotli, Manzoni, Donato-
tar. Después del concurso de Varsovia comencé a locar, a dar mu- ni, Clementi..., todos surgidos después de la guerra. Y luego, de
chos conciertos. En seguida me di cuenta de que era demasiado una generación posterior, Sciarrino, extremadamente interesan-
pronto para mi, de que no me convenia este upo de vida; y corlé te... Creo que estamos de suerte ahora en mi país. Es quizá el
el sentido de mi carrera. Pero se ha exagerado en exceso. Se ha momento más feliz desde que terminó la guerra.
dicho que abandoné las salas de concierto por completo. Eso es 5.—¿Uniría el nombre de Scelsi, recientemente fallecido, un
asi sólo por lo que respecta al primer año. Luego reinicié mi ca- auténtico adelantado ya en los años cincuenta, a los men-
rrera, pero tocando de forma limiíada, reduciendo actuaciones. cionados?
Creía que era lo mejor para mi desarrollo artístico a lo largo de P.—Es posible, era una personalidad atrayenle, pero no conozco
los sesenta. prácticamente su música.
S.—¿Fue durante ese año sin actuar cuando entabló relación S.—Ha comentado usted alguna vez que la música hija del
con Benedetti-Michelangeli? dodecafonismo había que escucharla con independencia de que
P.—Exactamente, debió de ser por el sesenta y uno o sesenia estuviera adscrita a un sistema sonoro determinado; con oídos
y dos. inocentes. Por ejemplo, y en concreto la última de las Piezas op.
S.—Es de suponer que sentía por él gran admiración y que 23 de Schoenberg, que tocó en el concierto de ayer.
su personalidad influiría mucho en usted por aquella época. P.—En efecto, ante este Vals, primera composición estrictamen-
R— Benedettí, qué duda cabe, era y es un gran artista, un pia- te dodecafónica del autor, el oyente no ha de sentir forzosamen-
nista de excepción; pero, a pesar de que en su momento recibí te una fractura estilística; para él no es evidente la sistemática
de él útilísimos consejos en el orden técnico y sobre la concreta empleada. Ha de dejarse llevar. Y asi suele suceder. Como parece
interpretación de algunas obras, yo he seguido mi propia evolu- que ha sucedido en este concierto de Madrid.
ción. Han pasado muchos años. Mi forma de locar es, en todo S.—Al abordar el estudio e interpretación de una pieza, ¿atien-
caso, consecuencia de mi manera de sentir ta música. Tengo por de usted en mayor medida a los efectos ¡imbricas, puramente
Benedeiii el máximo respeto, pero no creo que pueda establecer- sonoros, o a la estructura, a la arquitectura?
se un paralelismo entre él y yo. P.—... Depende. Ante todo es preciso saber de qué música se ha-
S.—¿Puede hablarse de una escuela pianística italiana equi- bla, conocer el carácter de la composición. De un modo general
valente a las de otros países o que siga las grandes lineas fijadas puede decirse que el timbre es un componente muy importante
por la de Liszt-Siloti o sus herederos rusos o polacos? para otorgar —según las relaciones que se establezcan entre él
P—Puede hablarse más bien de la existencia de magníficos pro- y otros componentes— aquel carácter individual. Pero quizá de-
fesores que, en cierto sentido, quizá hayan constituido, si se les ba hablarse sobre todo de que los distintos aspectos de la obra
agrupa, una especie de escuela. Recuerdo, como representante forman un conjunto perfectamente integrado en el que ninguno
de la vieja tradición, a Lonati, con quien estudié de niño, o a ha de tener relevancia en perjuicio de los demás. El fraseo, el tim-
Vilale, miembro de una, podríamos llamarla asi, escuela napoli- bre, la dinámica, la estructura... Son todos elementos que se com-
tana, que tuvo una extraordinaria cantidad de alumnos, pianis- binan a la vez, que se integran. No son independientes, están
tas de primer orden. Quizá podría considerarse que, más que una íntimamente ligados.
escuela propiamente dicha, lo que ha habido es una notable flo- S.—Da la impresión escuchándole tocar de que usted conce-
ración de espléndidos enseñantes, una estirpe de estupendos pe- de especial preponderancia a la claridad de la estructura básica,
dagogos. a la nitidez de las voces.
S.—¿Llegó a conocer a Diño Ciani? R—No lo sé. Puedo comentarle que la mayoría de las veces
P— Si. Era amigo mió. Un artista de altísimo nivel, siempre no prefiguro de manera precisa la transparencia de la estructu-
interesado en todos los aspectos de la música. Una personali- ra. Lo que intento es realizar la idea que tengo de la composi-
dad magnífica. Lástima que muriera tan joven. ción; una idea que trato de enlazar directamente con su carácter.
S.—¿Se sintió interesado desde el principio de su carrera por Pero no me planteo como objetivo la evidencia o relevancia de
la música de vanguardia, que tanta relevancia ha ido teniendo un factor por encima de los otros.
en su repertorio? S.—Y, como ¡odo músico-intérprete, quiere reproducir la par-
P—Ya en !a época de concurso de Varsovia mi repertorio era titura del modo más fiel posible.
bastante extenso. Junto a obras de Beethoven, Chopin y otros P—Sin duda. Me parece algo deseable la fidelidad al texto,
compositores clásicos, situaba las de autores del novecientos. En seguir las indicaciones del compositor lo más rigurosamente po-
aquellos años tocaba ya, por ejemplo, Petrouchka de Siravinsky, sible. Pero no creo que esto sea suficiente par transmitir el espí-
Mi interés concreto por la música de vanguardia es posterior, hacia ritu de una obra musical. El respeto a lo escrito es una cosa buena,
el fin de los sesenta, cuando comencé a estudiar las partituras pero es muy poca cosa, podría decirse. No hay en él creación.
de Schoenberg, la Segunda Sonata de Boulez... Y ya en los años Es simplemente un buen punto de partida. Nada más.
sesenta, obras de Nono, Stockhausen, Manzoni, etc. S—¿Hasta dónde se plantea cuestiones de carácter histórico
S.—y algunas las ha grabado. o estilístico en la interpretación de composiciones del pasado

"M ¡forma
de tocar es consecuencia
de mí manera
de
sentir la música

Scherzo 47
entrevisto

Claudio Abbado y Maunzio Pollmi, amigos en la vida y en la música desde hace años.

que precisaban de insirumemos de naturaleza y características años tuve reservas en relación con el uso del piano en una obra
determinadas? Por ejemplo, en relación con la reproducción hoy, destinada en principio para el clave. Hace ya algún tiempo que
en un piano moderno, de una sonata de Mozart escrita en prin- me decidí a ello y comencé a tocar el primer cuaderno. Estoy
cipio para un fortepiano. contento de la experiencia. Pienso realmente que es una posibi-
R—Yo en esle lema concreto no me muestro demasiado rígi- lidad de acercarse a la música de Bach. Hoy no debe haber de-
do. Pienso que lo verdaderamente imponante es la imaginación masiadas restricciones sobre este tipo de fidelidad ceñida al
de Mozart. La idea de los compositores creo que no estaba nece- concreto instrumento. Hay que tener en cuenta que el propio Bach
sariamente ligada al instrumento que tenia a su disposición. Re- realizó un incontable número de transcripciones de sus obras. Por
cordemos la famosa contestación de Beethoven a aquel violinista ejemplo, transformó el preludio de la Suitepara violi'n en Mi ma-
que se lamentaba de la dificultad de algunos pasajes: «Créame yor en una pieza sinfónica para órgano y orquesta ubicada en
que pienso en su miserable instrumento cuando escribo». Ha- una cantata. Convertía un concierto para clave en un concierto
blemos de Chopin: el piano era ciertamente más moderno, más para violín o viceversa. Ha hecho todo tipo de transcripciones
próximo al aciual que el existente en la época de Beethoven o de su música... Y de la de otros. Pero lo que importa señalar es
de Mozart. En este caso nos encontramos con una adherencia que la esencia de sus composiciones iba más allá que las carac-
clara, con una escritura extraordinariamente feliz de un compo- terísticas tímbricas de los correspondientes instrumentos. Al me-
sitor para un instrumento. Pero es evidente que si esla escritura nos en la mayoría de los casos.
la trasladamos, la ponemos en práctica sobre un piano actual,
el resultado es aún mejor. Insisto en que para mi es más relevan- S.—¿Con qué compositor o compositores se identifica más?
te el edificar la interpretación más a partir de la imaginación del P.—Me identifico con la música que toco; no con un autor más
compositor que a partir det tipo de instrumento. La propia fan- que con otros. En realidad toco las obras que amo; aquellas con
tasía creativa debe ir más allá de la realidad precisa y de las po- las que ¡a identificación es posible.
sibilidades de aquél. S.—Su repertorio es, en verdad, amplísimo. Toca usted mu-
chas composiciones de distintas épocas. No es especialista en
S.—¿Estos son los criterios que ha empleado para acercarse, un autor determinado, en un tipo de música particular. ¿Puede
por ejemplo, al Clave bien temperado? decirse que es especialista en todo y en lodos?
P.—Sí, aunque este es un ejemplo extremo. Durante muchos P.—(Con franca risa). ¡No! Sobre todo no soy especialista, ni

48 Scherzo
entrevista-

"L a dirección
de orquesta requiere una dedicación
y una constancia que
no son
compatibles
con las exigencias de mi profesión • t

quiero serlo. Los pianistas leñemos la fortuna de contar con un so es importante, pero ei grado de atención del oyente es lo que
repertorio extraordinario, único para nuestro instrumento, lo que anima; atención que viene promovida tanto por la preparación
nos permite una enorme multiplicidad de iniereses y experien- y disposición de aquél como por la intensidad y calor —y, desde
cias diversas. luego, nivel artístico— del pianista. He ahí lo fundamental, lo
S.—Además de Benedetti-Michelangeli y Ciani, ¿a qué oíros que promueve la especial atmósfera que une a ambos.
pianistas admira? S.—En el condeno de ayer se produjo esa atmósfera. Pero
R—¡A muchos! He admirado profundamente a Rubinstein, a había demasiadas toses inoportunas, ¿no cree?
Schnabel, al que conozco solamente a través de sus discos; a P.—No hubo tantas, me parece, Yo toqué muy a gusto. Y el
Backhaus; a Lipafii, igualmente por sus discos; Cortot... Y, na- público siguió atentamente una primera parte bástanle difícil. Qui-
turalmente, Horowitz y Arrau; y a algunos de mi generación. zá, esa impresión me dio, estuvo algo desconcertado en Schoen-
S.—Y lodos muy disiimos. berg y Stockhausen; pero eso, después de todo, no es tan raro.
P.—A fo rt uñad ame n te. S.—Usted graba bastante. ¿Encuentra el necesario punto de
S.—¿Por Qué razón ha empezado a dirigir recientemente ópe- concentración en los estudios?
ra? ¿Que le movió a ello? R—No tengo especial dificultad. Pero he de reconocer que pre-
P.—Bueno... Esto en realidad fue una experiencia ya pasada fiero las tomas realizadas en las propias salas de concierto. La
impulsada por mi interés por la orquesta. Dirigí algún concierto vida de las ejecuciones públicas es única, tienen una dimensión
de Mozart, un número no crecido de conciertos sinfónicos... Y imposible de encontrar en la frialdad de un estudio. Pese a las
posteriormente tuve la oportunidad de dirigir La donna del lago lógicas imperfecciones, como hecho artístico, las grabaciones en
de Rossini en Pesaro, que me atrajo por la posibilidad de descu- vivo son preferibles.
brir el Rossini serio, no muy conocido. Pero luego decidí inte- S.—¿Proyectos discográ/icos?
rrumpir esta actividad. Creo que la vastedad del repertorio P.—Continuar con las sonatas de Beethoven. Hace años gra-
pianístico es tal que, al menos para mí, no es posible hacer las bé las del último periodo. Ahora me centraré en el del medio.
dos cosas al tiempo. La dirección de orquesta requiere, por otra Luego registraré en Berlín el Concierto de Schoenberg con Ab-
parte, si se desea desempeñarla con rigor, una dedicación y una bado, que irá en el mismo disco con el de Schumann, cuya gra-
constancia muy grandes que no son compatibles con las exigen- bación está prevista para el año próximo. Hay muchos proyectos,
cias de mi profesión pianística. Así que por el momento la he algunos todavía sin concretar: Liszt, Debussy, Chopin...
abandonado.
S.—¿Conciertos?
S.—¿Estudia mucho, es amigo de estar horas y horas ante el P.—Sí, también; aunque he reducido bastante mi actividad al
teclado? respecto. He limitado el número de actuaciones: ahora hago me-
P.—Sí (dudando), bastante. Sin embargo, creo que no se debe nos de cincuenta al año.
tocar el piano demasiado tiempo seguido. Hay que dejarlo des- S.—Es importante en la música concertante contar con batu-
pués de un cierto número de horas. Se puede pensar en la músi- tas de confianza. ¿Con qué maestros se compenetra en mayor
ca, se puede pensar en la interpretación, que, después de todo, medida?
son modos de estudiar, de profundizar en ta música. Pero debe P.—Quizá Abbado en primer lugar. Tengo con él una relación
huirse de estar mucho tiempo físicamente sentado ante las te- inmejorable. Somos amigos desde hace muchos años. Pero re-
clas. Acaba por hacerse inútil. cuerdo felices experiencias con otros. Me acuerdo, por ejemplo,
S.~Da la impresión de que durante sus conciertos se halla to- de la magnífica relación con Bóhm a propósito de incisiones de
talmente concentrado, inmerso en lo que toca. Mozart, Beethoven y Brahms. Tengo en la memoria conciertos
muy afortunados con Karajan, con Boulez, etc.
P.—... Sí; cierto...
S.—Sin embargo, esa concentración no le impide percatarse S.—¿Alcanzó a ver en Italia a Toscanini?
de lo que sucede en la sala cuando ello hace peligrar precisa- P.—Solamente durante un ensayo en la Scala. Era yo muy ni-
mente ese grado de ensimismamiento. Sin ir más lejos, ayer, en ño. Debió de ser hacia el 52. Pero era demasiado pequeño para
el curso del segundo movimiento de la Appassionata, hubo dos darme cuenta de las cosas; aunque ya estudiaba música. De ni-
personas que Te levantaron en el patio de butacas y salieron; y ño también, un poco más tarde, tuve oportunidad de escuchar
usted se dio perfecta cuenta: dirigió una mirada, y no precisa- y ver a muchos grandes artistas del piano, como Rubinstein, Back-
mente de aprobación, hacia ellas. haus, Fischer, Cieseking, etc. A directores de orquesta, como Mi-
P.—¡Ah! ¿También usted lo vio? (Riendo). Sí. La verdad es que tropoulos, Bruno Walter...
hay como una especial sensibilidad, un sexto sentido que nos in- S.—Para ir terminando, maestro Pollini, ¿le gusta la sociedad
forma de lo que ocurre en la sala. en la que vive?
S.—¿Necesita al público para tocar? ¿Es importante para el R—¿En Italia?
acto interpretativo? S.-~En Europa, aunque la italiana sea más conocida por usted.
P.—Sin duda. Es fundamental. Otorga sentido a nuestra pro- p.—Quizá debería abrirse con esto,,, (riéndose) una nueva en-
fesión, define la propia manera de tocar. Es lo que proporciona trevista... Puedo decirle lo que pienso de mi país. Creo que se
vida a una sesión concertistka. Creo que entre el artista y el pú- vive muy bien, dentro de una atmósfera agradable. Pero flota en
blico se puede establecer un intercambio muy importante. En to- el ambiente una cierta desilusión que, hay que decirlo, no impi-
dos los órdenes. Algo que no siempre sucede, claro. de a la nación desarrollarse, esto es verdad. Pero no se hace ab-
solutamente nada para resolver los grandes problemas...
S.—Aunque el público tiende a aplaudir siempre de la misma
manera. S.—Lo cual guarda bastante similitud con lo que sucede en
R—No crea. En todo caso, el aplauso es io menos interesante. España-
Lo que tiene significación es la forma en que el público escucha
y lo que ocurre durante la ejecución. Por supuesto que. el aplau- Arturo Reverter
Scherzo 49
PLACIDO DOMINGO
LO MEJOR DE LA ZARZUELA

ÍMr
• discos

ACTUALIDAD
DISCOGRAFICA

D espués de sus buenas versiones de


Idomeneo y El rapio en el serrallo,
Nikolaus Harnoncourt prosigue su
grabación del corpus operística mozartiano
con el nuevo registro de La flauta mágica;
la Orquesta de Filadelfía dirigida por su ti-
tular, Riccardo Muti. Como es bien sabido,
éste ha firmado un contrato con Philips pa-
ra grabar la música orquestal de Brahms con
su Orquesta de Filadelfia.
vo a la Bal I le con ei omnipresente James Le-
vine en una nueva edición de La Creación
de Haydn y de la Misa en Do de Mozart.
Saliéndose de sus habituales cauces comer-
ciales, la DEUTSCHE GRAMMOPHON
los interpretes más destacados en esta ver- Sin embargo, Riccardo Muti permanece nos ofrecerá la primera grabación mundial
sión son Edita Grubeiova, Bonney, Bloch- fiel a su compañía habitual, la F.MI ingle- del Concierto para vinlín y orquesta de la
witz, Salminen, Lipovsek, Coburn y Moser, sa, con la que ha firmado un nuevo contra- compositora rusa Sofía Gubaidutina: Gidon
con los coros y orquesta de la Opera de Zu- to para realizar grabaciones con sus dos Kremer, destinatario de la obra, será acom-
rich. A la vez, el director berlinés continúa orquestas, la de La Scala de Milán y ta de pañado por la Orquesta Sinfónica de Bos-
con el integral de las sinfonías de MozarI Filadelfia, asi como con las Filarmónicas de ton dirigida por Charles Dutoit. Finalmente,
(números26, 2&y3O)y Haydn (números 101 Viena y Berlín. Los proyectos incluyen Ai- el Cuarteto Emerson, nueva adquisición de
y 102) con la Orquesta del Concertgebouw tila y Las Vísperas Sicilianas de Verdi en Mi- la DG, ha grabado los Seis Cuartetos de Béla
de Amsterdam. También en el sello TEL- lán, y obras de Dvorak (el Concierto pora Bartók.
DEC Kurt Masur comienza una nueva edi- violin y orquesta con Kyung Wha Chung),
ción discográfica de las Sinfonías de Scriabin, Wagner y Rachmaninov en Fila- El nuevo y flamante titular de la Sinfóni-
Mendelssohn con su habitual orquesta de la delfia. Con la Filarmónica de Viena com- ca de Londres, el norteamericano Michael
Gewandhaus de Leipzig; las primeras en pletará su ciclo dedicado a las Sinfonías de Tilson-Thomas, continuará en su nueva eta-
aparecer serán las populares Escocesa e ¡la- pa con su casa habitual de grabación, la CBS
liana. Señalemos también en este sello las
primeras publicaciones de la pianista sovié-
tica Elisa bel h Leonskaia (Primera sonata de
Schumann, Segunda de Brahms, Cuadros de
una exposición y la Gran Sonata de Tchai-
kovsky).

De nuevo Vladimir Ashkenazy ha regis-


trado los Conciertos para piano y orquesta
de Beelhoven para su casa habitual, la DEC-
CA. Como es bien sabido, el célebre pianista
ya había grabado estas composiciones beet-
hovenianas dirigido por Sir Georg Sol (i y Zu-
bin Mehta respectivamente; ahora ha opiado
por hacerlo él solo ejerciendo las funciones
de pianista y director con la Orquesta de Cle-
veland (del mismo modo que no hace mu-
cho Daniel Barenboim lo había hecho para
la EMI inglesa con la Filarmónica de Ber-
lín). También en Cleveland el titular de la
Orquesta, Crisloph von Dohnanyi, será pro-
tagonista en una nueva edición de las Sin-
fonías de Schumann, habiéndose grabado
ya la Primera y la Segunda. Siempre en e!
mismo sello, pero esta vez en Amsterdam y
con la orquesta del Concertgebouw, Riccar-
do Chai I! y ha comenzado la grabación del
mismo cíelo schumanniano. Joshua Bell,
después de su excelente comienzo dideográ- Nikolaus Harnoncourt
fico, ha grabado en Cleveland los Concier- CABMELO
tos para violi'n y orquesta de Wieniawski y la Rapsodia para contralto de Brahms con trelias de un concierto de gala registrado en
Tchaikovsky con dirección de... Vladimir Schubert y añadirá el Don Giovanni a sus Tokio durante la última gira del Met por la
Ashkenazy. Además de los primeros discos célebres versiones de Cosifan lutte y Bodas capital nipona. Nos encontraremos de nue-
de Kerben Blomstedt dirigiendo a la Sinfó- de Fígaro (ya publicadas). Con la Filarmó- MASTERWORKS. con la que ya ha regis-
nica de San Francisco, la DECCA propon- nica de Berlín grabará más Bruckner (la Sex- trado numerosos y excelentes discos; recor-
drá próximamente también las Cuatro pinas ta ha sido publicada este mes en Europa. demos sus más que notables versiones de
sacras de Verdi con Stephen Cleobury y 'as Cuando estas lineas aparezcan en el núme- obras de Charles Ivés, Cari Ruggles, Steve
Su i íes Inglesas de Bach interpretadas por ro de diciembre, la citada lectura ya habrá Reich. Stravinsky o Gershwin. Los proyec-
Andras Schiff. sido importada a nuestro país). Siguiendo tos como titular de la London Symphony in-
con EMI señalemos el contrato en exclusi- cluyen la Tercera de Mahler (con Janet
va que ha firmado Wolfgang Sawallisch con Baker), ya grabada; Seven Deadly Sins, de
la empresa británica; el mismo ha sido inau- Kurt Weill (con Julia Migenes-J orín son); la
Jessye N arman y Philip» gurado con la grabación de La mujer sin música orquestal completa de Ravel; los
sombra de Richard Strauss (no olvidemos Poemas sinfónicos de Richard Strauss, mú-
t i essye Norman ha firmado un contrato de que también Sir Georg Solti la ha grabado sica de Ballet de Debussy y Tchaikovsky; las
larga duración en exclusiva con Philips Clas- para DECCA; de esta forma pasaremos de Sinfonías de Stravinsky y las Serenatas,
sics Produclions. En el mismo se contem- no tener ninguna versión de la ópera straus- Oberturas y Danzas húngaras de Brahms.
pla la realización de las siguientes, graba- siana, a tener tres: la ya publicada por Asimismo, 'i BBC producirá programas de
ciones: Carmen dirigida por Seiji Ozawa; un DEUTSCHE GRAMMOPHON dirigida televisii1" l Tilson-Thomas dirigiendo y
recital tomado en vivo con Geoffrey Par- por el fallecido Karl Bohm, la de Sawallisch explica' .o obras como Till Eulenspiegel o
sons; los Kindertotenlieder con la Orques- en EMI y la de Solti en DECCA). la 5i .\u de Sibelius (nuestra Televisión po-
ta Sinfónica de Boston y Seiji Ozawa; Los día tomar buena nota... claro que sin car-
cuentos de Hoffmann con Jeffrey Tale; un gar lo:. ccLjncillos de Tilson-Thomas en los
álbum de canciones populares acompañada Presupueí'js Generales del Estado-.- ¿les
Otra vez LCVIBC suena?).
por John Williams; un recital de lieder acom-
pañada al piano por el inevitable James Le-
vine, registrado en concierto público en el
pasado Festival de Salzburgo y, finalmente I nos vamos ahora al sdlo amarillo. Kath-
leen Bal I le y Plácido Domingo son las es- Enrique Pérez Adrián

Schmo 51
discos

ARNE: Los seis conciertos para órgano. Ro- ¡Qué lástima de disco! Es senci-
ger llevan Williams, órgano. Cantilena; di-
re.: Adrián Shepherd. Clisados 8604-5, 2 DISCOS llamente deplorable la manera
que tiene Virgil Fox de interpre-
tar a Bach, utilizando todos los amanera-
CD's.DDD. 86 minutos.
mientos posibles nada más empezar la gran
Esta es la primera grabación in- Toccata y Fuga BWV 565. No es ni siquie-
tegral de los Concierros para ór- ra una interpretación romántica, grandio-
gano de Arne, de los cuales había sa... que hubiera sido una cierta opción,
algunos registros parciales aquí y allá; y de aunque pasada de moda. Son inventados cal-
nuevo tendremos que agradece! a Cantile- derones aquí y allá sin sentido; el volumen
na su esfuerzo por acercamos repertorios po- del órgano del Albert Hall de Londres es
co conocidos (la grabación de DiitersdoiT aumentado y bruscamente disminuido de
aquí comentada hace unos meses, las Sin- manera insufrible, etc.
fonías del propio Arne, etc). Los Concier-
tos, publicados en 1793, algo después de la Y después de la Fuga en sol menor, siguen
muerte de Thomas Arne, seguramente de- unos arreglos a partir de una diversidad
bieron mantenerse en repertorio durante un enorme de obras: del cora! de la Cantata 147
cierto tiempo en las serenatas de los Vaux- (¡qué mala fortuna!), del coro de entrada de
hall Gardens o sitios similares, lo cual dice con todo lo que ello implica, es Bach y no la 140, del aria de la Suite en sol... todo ello
algo respecto a su calidad y popularidad. Tchaikowsky, siendo consciente al mismo de lo más meloso.
Musicalmente toman pinceladas de cosas an- tiempo de que lo que está utilizando es un Para colmo, el sonido es malo. El ruido
teriores que se mezclan con el estilo galante piano y no otro instrumento. de fondo de la cinta original se impone so-
propio de la época: rilóme]los casi vivaldia- Nos encontramos en este disco a un pia- bre los pasajes piano. Y la toma tampoco
nos, contrapunto barroco, t[adición orga- nista que se halla entre los grandes de nues- es nada del otro mundo.
nística británica (con movimientos a solo), tro tiempo por méritos propios. Autor de
etc. En general escuchamos melodías muy Todo ello no puede justificarse porque se
más de un portento discográfico, para nues- trate de una serie económica, o divulgativa.
atractivas, un estilo ligero y fresco, y varios tro placer, Richter es pianista de medios téc-
pasajes que denotan la habilidad e inventi- a precio medio encontramos otras interpre-
nicos apabullantes capaz de ponernos al taciones magistrales, como las de Helmut
va de Tliomas Ame. Puestos a escoger, creo borde de la silla. Confieso que nunca le ha-
que el momento más bello del disco es el ter- Walcha (Gallería, Deutsche Grammophon)
bía escuchado en obras del Cantor de San- o las de Marie-Claire Alain (Erato).
cer tiempo del Concierto n.° I (un solo de to Tomás, y que a priori, lo único que me
órgano realmente precioso) junto con la gi- parecía seguro es que estaría muy bien to-
ga final del Segundo y el movimiento inicial cado, dado que otros grandes del piano me 5.A.
del Tercero, lleno de interesantes figuracio- han producido considerables decepciones,
nes en el instrumento solista. con frecuencia por caer totalmente fuera de BACH: Concierto para piano y orquesta
estilo. n." len Re menor, BMW 1052. BEETHO-
Como podría esperarse de Cantilena, sus El Bach de Richter está, como era de es- VEN: Concierto para piano y orquesta n. "
interpretaciones, sin llegar a ser extremada- perar por lo dicho antes, espléndidamente 2 en Si bemol mayor, Op. 19. Glenn Gould,
mente pulidas, son de alta calidad. Los tiem- tocado, con articulación muy clara y con las piano. Orquesta Sinfónica de la Filarmonía
pos han sido escogidos con sensibilidad y fugas sabiamente planteadas en lo referen- de Leningrado. Dir.: Lad¡siav Slorak. LE
conocimiento, y se acompaña de forma sen- te a la exposición de la trama contrapuntís- CHANT Dl¡ MONDE CD LDC 278916
sible al organista, Roger Bevan Williams, un tíca, merced a un sabio empleo de las (AAI), 53'06). (Grabación mono durante un
músico que domina el repertorio. Su forma posibilidades de matiz del instrumento. Le- concierta en Leningradn, 1957). Distribui-
de locar es muy precisa y segura, si bien en jos del autenticismo (lo que resulta lógico), do por Harmonía Mundi.
algunos momentos uno desearla que se re- Richter no duda en emplear una gama di-
creara un poco más en esos silencios que námica amplia, aunque no exagerada, hu- Que el canadiense Glenn Could
hay metidos dentro de la música; en algu- yendo de la clásica monotonía del mf, era un gran pianista nadie pue-
nos pasajes (allegro del Concierto n. ° 5) pa- aunque es éste el más frecuentemente em- de ponerlo en duda. Que era un
rece que no deja que la música respire, pero pleado. No recurre, sin embargo, al más mí- tanto extravagante, creo que tampoco. Pro-
en conjunto su actuación me parece que es- nimo crescendi lo que ya no resulta tan ducto del elevado interés que despierta su
tá a la altura de la música, lo cual garantiza razonable. El fraseo es siempre muy cuadri- portentosa técnica, su asombrosa claridad
el disfrute. No sé si habrá muchos aficiona- culado, sin concesiones a dosis mínimas de de ideas, su extraordinaria articulación, es
dos interesados en Arne, pero para los rubato (para lo cual no acierto a ver la ra- la edición de un disco como el presente, que
amantes de la música inglesa estamos ame zón). En cambio, encontramos aquí y allá con solista menos atractivo no tendría sen-
un registro necesario. Para terminar, recor- r i tardan di un tanto exagerados (Fuga tido, ni por obras, ni por grabación, ni por
dar únicamente que, como es bien sabido. XIII, c.40, por ejemplo). Los tempi se mue- acompañamiento. Digo esto porque el so-
Cantilena y Bevan Williams utilizan instru- ven entre lo equilibrado (Preludio VI), lo nido es penoso (incluso se oye otra música
mentos convencionales (es decir, suenan de mortecino (Fuga II) y lo desquiciado (Pre- durante el primer tiempo del concierto de
forma convencional. Además se ha omiti- ludios II y XV, Fuga XX). Beethoven), la orquesta es bastante pobre
do cualquier dato sobre el órgano, del que y la batuta es de quinta división. El acom-
sólo sabemos el nombre de su constructor, pañamiento resulta así lamentable, con en-
McKenzie). Así, encontramos un nivel variable con
aciertos indudables (N.° V, VI, por ejem- tradas desajustadas y tardías (la del final de
plo) y algunos otros que no lo son tanto la cadencia del primer tiempo en Beelhoven
(N.° XII, XX). es tan retrasada que casi entran en el segun-
J.C.C.A. En suma, testimonio de un excelente pia- do movimiento).
nista en, quizá, una de las músicas más di- Pero lo cierto es que Gould domina el dis-
BACH: El Clavecín bien temperado. Libro fíciles de interpretar. Creo, no obstante, que co, que es lo que al final importa al poten-
¡I. Svialoslav Rfchler, piano. LE CHANT se pueden conseguir mejores cosas con es- cial comprador del mismo, que desde iuego
DU MONDE CD LDC 278 528/29 (2 CDs. las obras, incluso en versión pianística. So- no será quien vaya buscando una versión
ADD, 148'2S"). Grabación: Salzburgo, nido aceptable sin más, aunque una mayor princeps de estos conciertos para su dis-
1972-73. Distribuido por Harmonía Mundi. claridad y transparencia sonoras quizá ha- coteca.
brían hecho más favor a Richter.
O Ira vez el eterno tema de dis- Sobre el tema Bach-piano-clave se han es-
cusión: ¿Bach al piano, sí o no? crito ríos de tinta y no seré yo quien entre,
Aunque este crítico piensa que lo R.O.B. al menos aquí, en la polémica. Partiendo de
ideal es escuchar estas obras en el instrumen- que para muchos la conjunción Bach-piano
to para el que fueron escritas (léase el cla- BACH: Grandes obras para órgano. Toe- resulta aceptable, he aquí un pianista capaz
ve), ello no debe ser obstáculo para que cata y Fuga en re menor. Pequeña Fuga en de ofrecernos un Bach vivo, maravillosa-
puedan ser disfrutadas en versión pianísti- sol menor y otras/. VirgU Fox, órgano. RCA mente articulado y disecado en su compleja
ca, siempre y cuando el pianista en cuestión Viclroi» VD87736 (ADD) Compacto. Serie trama; un Bach sin concesiones al Tullo le-
no pierda de vista que lo que está tocando, media. Duración; 40'23". gato, a la blandenguerla almibarada y a la

52 Scherzo
- discos

sordina; un Bach tocado por alguien que lo ta inarmónica de Vttna. Director, Cario Ma- la antigua de Bruno Walter (CBS) —
siente, pero que no pretende, lógicamente, ría Glulini. Disco compacto DG 413574-2 demasiado veloz para mi gusto— y la de
estar locando otra cosa que un piano, lo que DDD. Duración, 73'28". Klemperer, magistral de construcción, con
se traduce en la ausencia de miedo a su pro- La relación entre Giulini y un equipo excelente pero, como casi todo el
pio sonido. Un Bach, en suma, del máximo Brahms dala de los años 30, Brahms que nos legó el maestro berlinés, al-
Ínteres. cuando, como viola de la Or- go seco. Mi recomendación iría, con todo,
El Beethoven de Gould, traducido tam- questa del Augusieo en Roma, tocaba su hacia esta última o hacía Giulini, a la espe-
bién con cristalina claridad, en nada preten- música bajo las batutas de Furtwángler, ra de algún milagro, como el «reprocesado»
de ser la mera continuación de Mozarl. Walter, de Sabata, Klemperer y otros. A fi- de la de Kempe.
Desde los lempi hasta los sforzandi, todo es nales de los 50, el joven maestro inició, con
aquí el más genuino Beethoven, aunque en la Filarmónica de Walter Leggc, la graba- R.A.M.
este caso quepa lamentar especialmente la ción de las Sinfonías de Brahms que habría
deplorable orquesta que acompaña al de culminar diez años después con una me- BRUCKNER: Sinfonía n. " 7. Orquesta Fi-
pianista. morable Cuarta en Chicago. A comienzos larmónica de Viena. Director: Karl Bohiri.
En suma, disco documental de gran inie- de los 80, una soberbia Primera y una no-
table Segunda señalaron el arranque de una Deuuchf Grmmmophon. Gallería, 419858-2,
rés para los entusiastas de Gould, que son compacto ADD. Duración: 66'25". Graba-
unos cuanlos. nueva integral para DG, todavía incomple-
ta. Ojalá este Réquiem dé ánimos a la casa ción: Vitna, 1976.
R.O.B. alemana y al propio maestro para registrar
las Sinfonías restantes, pues aunque no sea BRUCKNER: Sinfonía n." 7. Orquesta Sin-
ésta la versión definitiva del Réquiem alemán fónica de Chicago. Director: Sir Georg SolU,
BARTÓK: Concierto para violín y orques- Decca 4176)1-2, compacto DDD. Duración:
ta n." 2, Op. postumo. André Gtrtkr, vio- sí es una de las mejores que esta monumen- 68*35". Grabación: Chicago, octubre de
lin. Orquesta filarmónica Checa. Director: tal composición, tan difícil de realizar, ha- 1986.
Karel Ancerl. SOUND 3432. Digital com- ya conocido en disco.
pacto. AAD. 36'76". Dos buenas versiones de la más popular
En una entrevista publicada en el libro de las sinfonías de Bruckner, sobre todo la
El sello holandés Sound nos pro- Conductors on conducting (Macdonald and del desaparecido Karl Bóhm, uno de sus, a
pone la reedición en compacto de Jane's Londres 1979), Giulini confiesa a Ber- mi juicio, pocos e indiscutibles logros en los
una ya añeja versión de este con- nard Jacobson el ímprobo esfuerzo que le estudios de grabación. Supera a Solti en idio-
cierto de Bartók, producida originariamen- costó encajar las fugas en la estructura ge- ma, lirismo, efusividad y misterio. Lo de Sir
te por el sello checo Supraphon bajo la di- neral de la obra. En efecto, la excesiva mo- Georg es un trabajo orquestal severo, frío,
rección del ya desaparecido Karel Ancer!, numentalidad en tales pasajes supone el lógico, de una claridad y objetividad impre-
distinguida batuta de la Opera de Praga y riesgo, no siempre evitado aun por los gran- sionantes, pero, por desgracia, ahí empieza
de la Filarmónica Checa, con la que realizó des —Karajan o Sol ti—, de romper la at- y acaba su Bruckner. Apuntemos también
numerosas grabaciones. mósfera íntima que caracteriza este singular que ni uno ni otro logran alcanzar a Cario
La obra que nos ocupa fue compuesta en Réquiem. Giulini supera este escollo de mo- María Giulini en su reciente grabación con
1937-38 y estrenada, en ausencia de su autor, do admirable y, en general, se puede decir la Filarmónica de Viena para DG (versión
en Amsterdam el 23 de marzo de 1939, con que su construcción es perfecta o poco me- comentada desde estas mismas páginas ha*
Zollán Székely como solista y la Orquesta nos, no sólo en los números más líricos (1, ce algunos meses). En fin, el disco de Bohm
del Concerlgebow a las órdenes del históri- 4,5 y 7), dichos con calor y afecto, sino tam- se puede adquirir sin temor a que defraude,
co Willem Mengelberg. Con anterioridad a bién en los más intensos o dramáticos (2, 3 pues además de las virtudes reseñadas po-
esta premiére, Bartók y Székely se encontra- y 6). see una gloriosa intervención de la Filarmó-
ron en París para discutir acerca del nuevo nica de Viena, el sonido original ha sido
concierto, encuentro que fue seguido por va- El problema principal de este disco es que mejorado y es de precio medio (nota malé-
rias revisiones urgentes del mismo realiza- la toma sonora no reproduce la extraordi- vola, quizá innecesaria: el Dr. Bohm no era
das por el compositor. En esta obra —una naria calidad de la Orquesta vienesa que, so- ni Furtwangler, ni Celibidache, ni Schuricht,
de las grandes composiciones de la época de bre todo en los climax de las partes segunda ni Knappertsbusch, todos ellos bruckneria-
plena madurez bartokiana y una de las últi- y tercera, suena algo metálica y sin equili- nosde primer orden, lo cual no es óbice pa-
mas creadas en Europa antes del exilio de- brio correcto con las masas corales. Tam- ra considerar su lectura como muy bella y
finitivo a los E.U.A. en 1940 ante el avance poco los solistas son lo que Giulini merecía: atractiva). En cuanto a la interpretación de
del nazismo— hallamos un lenguaje alta- Andreas Schmidí sigue las huellas de Solti, si a usted, suirido lector, le sobra el
mente personal y una vena melódica en los Fischer-Dieskau con algunos de sus manie- dinero hasta el punto de no saber qué hacer
cuales puede detectarse por todas partes, a rismos, inferior talento y escasos graves; con él, la puede adquirir con el único obje-
pesar de todo, las huellas de la música po- Barbara Bonney es correcta pero superficial. tivo de facilitar el estudio de la partitura da-
pular húngara. La versión que nos propo- Recordemos a las destacadas parejas da su claridad y excelente grabación.
nen Gertler, Arcerl y los músicos checos se Schwarzhopf-Hotter (Karajan I, 1948);
adapta totalmente a estos rasgos. Gertler ex- Schwarzkopf-Dieskau (Kiemperer, 1962);
hibe una sonoridad recia e interesante, aun- Janowitz-Waechter (Karajan II, 1964); y, so- E.P.A.
que a veces ligeramente desgajada; buen bre todas, Grummer-Díeskau (Kempe,
rapsoda, tiene además un bagaje técnico que 1956). El coro está acertado pero sin alcan-
le permite afrontar con éxito todos los es- zar la redondez de otras ocasiones ni la ple- DON1ZETTI: II Campanello. Angelo Ro-
collos virtuosísticos. Su entrada, tan atra- nitud del de Santa Eduvigis con Kempe. mero, Enzo Dan, Agites Baltsa, Blanca Ma-
yente en lo melódico, del Allegro non troppo ría Caso ni. Cario Caifa. Coro Open de
inicial, es ya ejemplar, y aún lo es más la En suma, problemas técnicos y otros han Vitna. Orquesta Sinfónica de Vieua. Direc-
cadencia del mismo movimiento. rebajado el valor de una versión que pudo tor: Cary Bertiai. CBS MK 38450. DDD.
haber sido definitiva; pero el caso es que no SS'S»".
hay ninguna que la supere de forma clara.
A la toma de sonido le falta una mayor En general, las antiguas son la mejor con- Tercera versión d¡geográfica de
claridad, resultando un punto borroso. Las seguidas musicalmente como la citada de // Campanello la que nos propo-
grabaciones de Supraphon nunca fueron se- Kempe o la de Furtwangler, pero ofrecen se- ne CBS, que sigue a la de la Rai
gún nuestro parecer de primera calidad en rias limitaciones técnicas. De las cuatro fir- de I9S5 con Capecchi y Bruscantini y a la
ese aspecto, aunque sí de indudable interés madas por Karajan (I, 3 para EMI; 2 y 4 de DGG de 1965 con Rinaldi y Mariotti to-
en cuanto a repertorio e intérpretes. Pero por para DG), la mejor es la primera. Entre las mada en vivo de la Fenice de Venecia. Obra
lo menos es lícito hablar de una calidad stan- recientes, bien grabadas, destacan Solli (Dee- menor, por extensión y resultados, del ca-
dard dignificada por la reimpresión en ca) y Haitink (Orfeo), pero no acaban de dar tálogo donizettiano, pero que posee una fres-
compacto. en la diana. Sawallisch (Orfeo), Levine cura, alíenlo e ingenio nada despreciables.
Jo.R.B. (RCA). Previn o Shaw (Telare), entre las de Con abundante y decisivo recitativo (en la
última hora, aportan poca cosa, y hay que versión acompañado curiosamente al piano)
evitar la prosaica y tediosa de Leinsdorf, pu- ¡a partitura se desenvuelve con una rapidez
BRAHMS: Un réquiem alemán, Op. 45. blicada por RCA en serie económica. En su- dramática y musical concisa y operativa, en-
Barbara Bonney, soprano; Andreas Schmfdt, ma, tras esta apresurada revisión, quedan contrando su punto álgido en las escenas que
barítono. Coro de hi Open estala! y Orques-

Scherzo 53
discos

dan contenido a la situación cení ral de la pio timbre característico y con un colorido nes original y revisada) Central Park in the
obra y que le da titulo. Hasta entonces la inigualado e inigualable (ningún director in- dark. Cbkago Sympbony Orcheslr» It Cho-
música sólo define convencional mente a los glés —a Beecham no le gustaba Elgar— ras: Mkhael Tilson Thomas. CBS Master-
protagonistas: a Pistacchio, el farmacéuti- ha conseguido con estos pentagramas lo que works MK 42381 DDD.
co, tímido esbozo del futuro Don Pasquale, logra Sir John). En fin, discos imprescindi- Este disco es de una considera-
y a Enrico y Serafina, en un dúo donde el bles. Esperamos que EMI prosiga en esta es- ble importancia. No sólo porque
músico se toma un poco el pelo a sí mismo tupenda serie la publicación del resto de la contiene una obra raras veces
como compositor de ópera romántica. El música orquestal de Elgar por este inolvida- grabada, la llamada Holidays Symphony ó
meollo, pues, se encuentra en aquellas es- ble director. A Symphony: New Engtand Holidays. ex-
cenas, con Enrico, travestido en tres pinto- celente muestra del itinerario compositivo de
rescos y caricaturescos personajes, obstacu- E.P.A. [ves en cuatro obras (que suelen interpretarse
lizando la noche nupcial de Pistacchio. De por separado) escrita; desde finales del si-
ahí que la parle del león corresponda a es- glo (la primera versión del cuarto movimien-
tos dos personajes, que precisan, en similar HALFFTEH. Cristóbal: Antiphonismo, to, el más antiguo, fue concluida en 1903)
balance, al cantante y al actor. Angelo Ro- Oda, Concierto para Flauta y Sexteto de hasta casi su retiro de la composición hacia
mero y Enzo Dará dan en esta versión el es- Cuerdas. Grupo Círculo. Flauta: Salvador 1920. Tampoco es importante el disco por-
perado relieve, tratándose de cantantes Espasa. Director: José Luis Temes. GRA- que contenga el maravilloso díptico de dos
especializados en este tipo de empleos. Sin BACIONES ACCIDENTALES. GA-240. breves y trascendentales obras, una de ellas
embargo, como el resto det equipo, están Grabación patrocinada por la Fundación en dos versiones. La importancia radica en
bastante frenados por una dirección, colo- Locwe. que se trata de la grabación de ediciones cri-
rida y brillante, pero demasiado comedida, La producción de cámara de Cristóbal ticas realizadas por expertos a partir del ma-
que supedita la elegancia y el buen tono a Halffter es escasa y poco conocida. Com- terial de Y ale, catalogado por Kirpatrick seis
una música a la que algo de exceso y desme- prende algunas canciones para canto y pia- años después de la muerte de Ivés. En este
sura no le vendrían mal. De todos modos se no, un par de piezas para flauta sola y otras sentido, la esplendida interpretación de Til-
trata de una realización recomendable sin para piano. Aparte de las Tres piezas para son Thomas de las cuatro ./¡esto se diferen-
ambages, que se escucha con progresivo inte- cuarteto de cuerda, las demás obras de cá- cia en cuanto a fuente estricta de la antigua
rés y donde Agnes Baltsa (en un rol escrito mara son ya para un pequeño conjunto ins- versión de Bernstein (también CBS). La ca-
para un soubrette) pone un interés adicional trumental. En el texto que acompaña a este lidad de las lecturas y lo inédito de lo leído
en su episódico cometido. La grabación es disco Halffter afirma que su lenguaje mu- hacen más que recomendable este disco, di'
del año 1983 y, como es habitual en la mar- sical necesita un medio muy numeroso pa- rígido por uno de los defensores más asiduos
ca, técnicamente impecable. ra desarrollarse, y, verdaderamente, aunque de la causa de Ivés en la fonografía. Por otra
emplee pocos instrumentos en algunas ra- parte, se trata de uno de los pocos discos que
ras ocasiones, éstos están siempre aprove- en los últimos tiempos ha grabado la Sinfó-
F.F. chados al máximo. La música contem- nica de Chicago (interviene además su coro
poránea se suele difundir en nuestro país, asociado, dirigido espléndidamente por Mar-
por razones obvias, principalmente gra- gare! Hillis) y se remonta a dos anos atrás.
ELGAR: Marchas de Pompa y circunstan- cias a conciertos de cámara. Cristóbal Half- No es una orquesta muy New England por
cia. Op. 39, Oberturas de Cookaigne. Op. fter es un compositor bien conocido, pero lo geográfico (lo serían Filadelfia o Boston),
40 y Froissart, Op. 19. Philharmónica Or- gracias a su música sinfónica, aunque pa- pero la gran comprensión de Tilson Thomas
ebestra. New Phil harmonía Orchestra. Di- radójicamente en los grandes conciertos la nos da perfectamente el espíritu trascenden-
rector: Sir John Barblruili. EMI Studio música contemporánea es infrecuente. Por tal ísta de la antigua costa este que está pa-
CDM 769563 2compacto ADD. Duración: ello, este disco tiene un especial interés. tente en estas espléndidas obras del mayor
58'20". Grabaciones realizadas en la King- compositor que han dado los Estados
sw«y Hall de Londres en agosto de 1962 y Las dos primeras piezas del disco son de Unidos.
JuBo de 1966. Reprocesado a digital en 1988. tiempos lejanos. Antiphonismo, compues-
ta en 1967, fue un encargo de ALEA. La
ELGAR: Variaciones Enigma. Op. 36. Fals- Oda, pora felicitar a un amigo, al Dr. Al- S.M.B.
taff, estudio sinfónico. Op. 68. Philharmo- fred Kalmus, director de la Universidad Edi-
nia Orcbestni (Op. 36). Hollé Orchestra (Op. tion, en su ochenta cumpleaños, es de 1969.
68). Director: Sir John Barbirolh. EM1 Stu- JANACEKT Sinfonietta, Taras Bulbo. Or-
El Concierto para Flauta y Sexteto de Cuer- questa Filarmónica Checa.- Director: Vacia*
dio CDM 7 69185 2 compacto ADD. Dura- das es más reciente, de 1982, y también es
ción: 65'10". Grabaciones realizadas en la Neumann. Duración: 46 02". SUPRAP-
un encargo, en este caso del Patrimonio Na- HON. (Importado por TURNER). DDD.
Ktugswaj Hall de Londres en mayo de 1962 cional, para los Stradivarius del Palacio Real
y Junio de 1964. Reprocesado • digital en y en homenaje a SS.MM. los Reyes. Cada La Sinfonietta y Taras Bulba son
19». una de las caras del disco representa un mo- sin ninguna duda las dos obras
Hay obras y autores que parecen mento creativo bien distinto. En la primera de Ja nace k que llegan con ma-
haber sido concebidos para un encontramos un compositor que juega con yor frecuencia a las salas de conciertos. Fo-
número limitado de intérpretes, todos los recursos del lenguaje instrumen- nográficamente la primera tiene una gloriosa
siendo para el resto total o parcialmente inal- tal, a los que tanto partido saca en su pro- historia detrás de sí —Ancerl, Kubelik,
canzables. Recordemos, por citar solamen- ducción sinfónica. La segunda cara nos Szell. Abbado. Kempe (en una preciosa ver-
te a los más representativos, el Réquiem de presenta un maestro consumado que huye sión grabada durante un concierto con la or-
Verdi por Víctor de Sabata (EMI Référen- de la espectacularidad que tanto le identifi- questa de la BBC de los buenos tiempos, jay!
ces), el Concierto en Sol de Ravel por ca. Con unos medios sencillos y austeros lo- pasados), recientemente Mackerras—. Ta-
Benedetti-Michelangeli (también EMI), el gra un resultado lleno de expresividad. ras Bulba ha tenido una suerte un poco peor,
Tristón de Furtwángler (nuevamente EMI), tal ve; porque es una obra sobre la que, a
el Winterreise de Schuben por Han Hotter Este disco reúne en suma un aspecto po- pesar de su belleza, ha pasado algo más el
(en cualquiera de sus cuatro versiones) o La co conocido a Cristóbal Halfter. Su publi- tiempo. De cualquier manera ambas son dos
consagración de ¡a primavera por Pierre cación es un acierto y tiene un gran interés. hitos en la obra de Janacek y la talla de este
Boulez (en su versión para CBS con la Or- Con esta grabación, la calidad técnica de la compositor genial— y malamente conocido
questa de Cleveland), por no hablar de discografía del Grupo Círculo, que tanto es- en nuestro país— no ha hecho más que cre-
Bruckner de Celibidache, del Mahler de Ho- tá haciendo por la música española contem- cer en los últimos años.
renstein o del Wagner anticuado de Knap- poránea, mejora sensiblemente, pero está La interpretación de Neumann y su sober-
pertsbusch. Pues bien, otro binomio similar aún lejos de alcanzar un nivel plenamente bia orquesta se ajusta con precisión al espí-
nos llega ahora con excelente sonido y a pre- satisfactorio. ritu de ambas obras. Neumann tiene una
cio medio en dos compactos que esperamos V.P. de A. concepción de ambas obras sólida y preci-
sean la introducción de lo que Sir John Bar- sa: tensión dramática ejecutada con impe-
birolli hizo con la música de Elgar. Nunca cable pulso en el Taras Bulba. transparencia
ha sonado esta música asi, con tal fervor IVÉS: Hoüdays Symphony (Washington y nitidez en la Sinfonietta, impecablemente
emocional, con tal claridad instrumental, Birthday, Decoration Day, The Fourth of servida por la Filarmónica Checa.
dando a cada detalle de la partitura f> pro- July, Thanksgiving and Forefathers'Day);
Díptico: The unanswered question (versio- J.A.

54 Schcrzo
discos

MAHLER. Segunda Sinfonía «Resurrec- madurado su concepto de esta Sinfonía tan xima reedición en compacto), Cario María
ción». Barbara Hendrirks, soprano; Chlis- completa y difícil de realizar (esquizofréni- Giulini (Deutsche Grammophon), Bernard
ta Ludwig, meiííHoprano. Coro Westmins- ca, según la llamó Deryck Cookc). Atenta Haitink (Philips) o Eliahu Inbal (Denon), to-
ter. Orquesta Filarmónica de Nueva York. a los sutiles lazos temáticos que unen los blo- dos ellos preferibles al maestro italiano. No
Director, Leonard Bernslein. DG 423395-2. ques de esta partitura, capaz de mantener obstante, el acostumbrado rigor interpreta-
2 discos compactos DDD. Duración 9'2g". una pulsación coherente, pesca unos tempi tivo de Abbado, la claridad en las texturas
Leonard Bernstein prosigue su amplísimos, y con un enfoque optimista aná- orquestales, la intensidad y la espectacu-
ciclo sinfónico MahJer para 1X5, logo al de Bruno Walter, Bernstein redon- lar respuesta orquestal de una Filarmónica
el cuarto que la casa alemana tie- dea una gran interpretación que, dentro de de Viena en plenitud de facultades, son vir-
esta línea, acaso sólo sea superada por la tudes más que suficientes para recomendar
ne en curso, junto con los de Abbado, S¡- inolvidable de Barbirolli, recientemente re- esta más que notable y atractiva versión dis-
nopoli y Kaiajan. Tras la aparición hace arlo editada por EM1. cográfica, con una toma de sonido muy clara
y medio de las Sinfonías 7 y 9, se publica y definida. Para los que no se conformen con
ahora la Cuarta, además de las Segunda y Citemos aún, para esta Quinta Sinfonía esto, ya saben dónde acudir.
Quima aquí comentadas. En el número 12 a WaJter, Scherchen y Mitropoulos, referen-
de SCHERZO apuntaba EPA en su critica cias obligadas en toda la obra de Mahler,
a Séptima y Novena que las lineas maestras a pesar de los muchos años que soportan sus E.P.A.
del ciclo en curso eran las fijadas en el com- grabaciones. Entre las más recientes descue-
pletado para CBS a mediados de los 60 y re- llan, a mí juicio, las de Si no poli (ver
tocado años después mediante una nueva (y SCHERZO 6) y Eliahu Inbal, todavía fres- MARTINU: Sinfonía n." 3. Sinfonía n,"6
muy supetioi) versión de la Segunda con la ca en la memoria de muchos asistentes a] "Fantasías sinfónicas». Orquesta Filarmó-
London Symphony. También señalaba EPA Teatro Real. Para la Segunda, eran, son y nica Checa: Vádav Neumann. SUPRAP-
que los tctnpi actuales son mucho más am- serán insustituibles Walter (CBS) y Klempe- HON 33C3T-7760 DDD 55:40 mns. Impor-
plios, aduciendo como ejemplo el final de rer (EM1; ver número 5 de SCHERZO). Ha- tador: Turner.
la Novena, exageradamente lento en su Co- ce un par de meses recomendaba JLT las El compositor checo Bohuslav
da. Todo ello es aplicable a estas Segunda versiones de Ozawa y Neumann. ésta últi- Martinu (1890-1959) fue prolffi-
y Quinla, verdaderamente hermosas de con- ma en un solo compacto de precio barato. co en exceso. Compuso algunas
cepto y realización. Bemstein domina el len- En cualquier caso, Bernstein sigue siendo un
valor seguro en este repertorio, con la plus- cosas suyas que debía de haber revisado o
guaje mahleriano y sabe cómo obedecer las destruida Sin embargo, hay obras suyas, co-
abundantes indicaciones de lempo y diná- valía de unos registros de gran calidad.
mo sus óperas y su ciclo de seis sinfonías,
mica de estas Sinfonías sin que la atención que cuentan entre lo más importante que se
al detalle debilite su cohesión interna, pro- ha escrito en el siglo XX. El ciclo sinfónico
blemática en origen y difícil de realizar, pe- R.A.M.
de Martinu ocupa un lugar tardío en su am-
ro imprescindible para llevar a buen puerto plísima relación de títulos orquestales: la pri-
su ejecución. La apuesta de Bemstein es muy MAHLER: Sinfonías números 9y lOiAiti- mera es de 1942 y la sexta de 1953. Es decir,
audaz: Alargar hasta 93 minutos una obra gio). Orquesta Filarmónica de Viena. Direc- se trata de su periodo americano, antes del
que en su grabación más lápida (Klemperer tor: Claudio Abbado. Deutsche Grammo- regreso a Europa (aunque no a Checoslova-
/ Decca) dura 72 y que normalmente no pasa ptaon 423564-1, álbum de 2 discos compac- quia). En 1977-78 Václav Neumann y la Or-
de 80 (Bruno Walter / CBS), es arriesgarse tos DDD. Duraciones 52'O6" y 52-42". questa Filarmónica Checa grabaron la
a que el discurso se trocee y, por muy be- Grabaciones realizadas en conciertos públi- integral de las sinfonías de Martinu y die-
llos que resulten los fragmentos aislados, cos en la Konzerthaus de Viena en mayo de ron a conocer así a los melómanos una mú-
acabe por aburrir y, además, pasen a un in- 1987 (Novena) y en la Muslkvtrttnsaal de sica de radical importancia. Dos de esas
debido primer plano las irregularidades o tri- la misma ciudad en junio de 1985 (Décima). sinfonías fueron prensadas en España por
vialidades rara vez ausentes de las obras de Por fin se han dado cuenta los Discophon (segunda y sexta). Pese a la cali-
Mahler, bien notables en el final de la Se- ejecutivos de la PolyGram, e dad de aquellos registros, Supraphon lanza
gunda Sinfonía. ahora de nuevo lo que parece otra integral,
imaginamos que el propio Clau-
dio Abbado también, de que las grabacio- lo cual resulta chocante, sobre todo si tene-
Pero nada de esto sucede. V aunque aca- nes en vivo son de un atractivo infinitamente mos en cuenta que este disco, plenamente
so otros directores (Waller. Klemperer, Hai- mayor que los gélidos productos salidos de digital, es de 19S5.
t¡nk, Kubelik) consiguen realizar de forma los estudios de grabación. Los que hayan vis-
más coherente y acabada la estructura cícli- to en concierto al director italiano interpre- Lo que parecía imposible, podernos cons-
ca de las partituras de Mahler, Bernstein es tando alguna partitura de Mahler sabrán sin tatarlo, se ha producido: Neumann y su cen-
un óptimo narrador de eslas (permítaseme) ningún género de dudas a qué nos referimos: turia se han superado a si mismos. Lo que
fábulas sinfónicas en que coexisten lo oní- quizá uno de los ejemplos más representa- antes era calidad, comprensión, cuidado,
rico, lo mágico, lo grotesco, lo trivial, lo so- tivos sea el de la soberbia lectura de la Quin- ahora es uno de los mejores discos que he-
brenatural y otras muchas categorías. Y ta hecha por Abbado en Madrid al frente mos escuchado en los últimos tiempos. La
consigue cautivar nuestros sentidos con so- de la Sinfónica de Londres hace algunos fuerza y el dramatismo de estos pentagra-
noridades orquestales siempre cálidas y bri- años y la comparación que pudimos hacer mas son dados aquí en lecturas que senti-
llantes, llamando la atención hacia esta con su inexpresiva aunque impecable versión mos la tentación de creer definitivas, aunque
plétora de hallazgos timbrícos (que sesudos discográfica con la Sinfónica de Chicago ya sabemos lo que pasa en la fonografía.
epígonos convertirán en klangfarbenmelo- aparecida semanas después en nuestro mer- Nos parece un disco maravilloso. Tan sólo
dien, nada menos); y arrastramos con la en- cado del disco. En general su ciclo Mahler esperamos que llegue pronto el resto de la
tusiasta y extrovertida vitalidad característica (pendiente sólo de registrar la Octava) he- segunda integral Martinu de Neumann y su
del Bcmsiein de las grandes ocasiones y que cho para la Deutsche Crammophon en es- orquesta.
evita que el resultado final se transforme en tudio tiene poco o nada que ver con sus
un espectáculo egocéntrico y efectista, co- interpretaciones en vivo; desde luego, de lo S.M.B.
mo en el caso de su reciente registro de las que le hemos oído en directo (Segundo. Ter-
Sinfoniasác Schumann. Todo funciona de cera. Sexta, Séptima v Novena) sólo esta úl-
maravilla: hasta la sexagenaria Christa Lud- tima queda en una cota interpretativa
wig, cuya soberbia voz está ya agotada, aún inferior a la que ahora comentamos, aun- MARTINU: Conciertas para vello y orques-
sale airosa de sus intervenciones con gran que este ejemplo no sea válido en tanto que ta N.° I y 2. Angélica May, cello. Orquesta
clase. El Coro Westminster está admirable esta versión también está tomada en vivo. Filarmónica Chita. Director: Vaclav Neu-
(¡ese «Auferstehn» murmurado!), como la El problema de esta partitura radica en su mann. Duración: 63*32". SUPRAPHON
Filarmónica de Nueva York que, galvaniza- enorme complejidad, superior en concepto {Importado por TURNER) DDD.
da por su titular de tantos años, da lo me- al resto de sinfonías citadas y con la cual Ab- Uno siente la tentación de decir
jor de sí misma. bado no logra deshancar a otros directores que Bohuslav Martinu fue un
más afortunados en estos pentagramas: re- formidable artesano de la músi-
La nueva versión de la Quinla mejora con- cordemos a Bruno WaJter (EM1 Références ca, de una inspiración marean témeme va-
siderablemente su anterior —y notable— con y CBS, ambas comentadas desde estas mis- riada, que de vez en cuando encontraba la
Nueva York, que ya tenia un excelente Ada- mas páginas), Otto Klemperer (EMI, pró- vía del genio, asi en algunas de sus óperas
gieito: de los aiíos 60 a hoy, Bemstein ha como La pasión griega, o Juliette, en los ma-

Schcrzo 55
-discos

ravillosos Frescos de Piero della Francesa, cómico que al principio motivr .a hilaridad NIELSEN: Sinfonías números 4, «Inextin-
en el oratorio Gilgamesh o en sus Fantasías de Nielsen, pero que luego no cesó de vol- guible», y 5. Orquesta Sinfónica de San
sinfónicas. Martinu fue un músico sin com- verle a la mente, es un preciso y precioso re- Francisco. Director: Herbert Blomsledt.
plejos, que sin vivir a espaldas de las van- trato de los cuatro temperamentos enume- Decca compacto 421524-2, DDD. Duración:
guardias de su tiempo cogió de ellas lo que rados antes. En esta obra, el ascenso tonal 71'S9". Grabado en la Davies Symphony
le plació para alimentar su talento dúctil y de Si Bemol Mayor (3.") a Re Mayor en el Hall de San Francisco en noviembre «le 1987.
errabundo. El resultado es una música de un 4.", cuando los anteriores mostraban tona- El interés despertado por la obra
frescor y una gracia inmarchitables, que es- lidades progresivamente descendentes, pro- sinfónica de Nielsen queda de-
tá hoy posiblemente mucho más viva que la porciona un cambio lógico de gran efecto mostrado por el empeño de di-
de algunos de sus contemporáneos que vi- (el de «melancólico» a «sanguíneo»).
vieron con la obsesión de «étre toujours á versas compañías díscográficas embarcadas
la page». La Tercera Sinfonía, subtitulada Expan- actualmente en la grabación de sus Sinfo-
siva, es obra que nos devuelve, corregida y nías; recordemos a Esa-Pekka Salonen con
Son dos tas obras concertantes aquí reco- aumentada, la energía vital de la primera. la Orquesta de la Radio Sueca para CBS, el
gidas. El Primer Concierto para cello fue de- La Cuarta (Inextinguible), compuesta en los coreano Myung-Whun Chung para BIS (no
dicado a nuestro compatriota Gaspar principios de la primera guerra mundial, reú- estará de más refrescar la memoria con la
Cassadó, que lo estrenó en Berlín en 1931. ne climas de aparente caos y catástrofe en espantosa Escocesa ofrecida por este direc-
El Segundo fue compuesto en 1945 pero sólo conflicto con la constante energía del com- tor al frente de nuestra Orquesta Nacional
fue estrenado veinte años más tarde en Pra- positor. Cl último tiempo de esta sinfonía hace algunos años) y al finlandés Paavo Bar-
ga. Son dos obras vigorosas, doladas del en- es verdaderamente difícil de resistir, con sus glund para RCA. A la vez, la Orquesta Sin-
canto melódico y del fulgor rítmico propios frenéticos pasajes de cuerda y su espectacu- fónica de San Francisco y su nuevo director
del autor, aunque el Primer Concierto es una lar diálogo entre timbales. La Quinta se mue- musical, el sólido y eficaz Herbert Blomsledt,
obra más densa y elaborada que el Segun- ve en una atmósfera que se antoja siniestra, han comenzado a grabar para Decca otro ci-
do. Excelente interpretación —clara, vital, como algo que viniera de la nada y fuera a clo sinfónico del compositor danés, cuyo pri-
dinámica, como corresponde a esta mú- parar a la nada. El contraste mayor viene mer ejemplar con las sinfonías Cuarta y
sica— de la cellista germana-occidental An- con la Sexta Sinfonía, verdadera ruptura con Quinta es el que ahora comentamos.
gélica May, espléndidamente acompañada to anterior que, aun tratando de transmitir
por los filarmónicos checos dirigidos aquí una idea humorística, nos deja con la sen- El director sueco ya había grabado la obra
una vez más por el gran Vactav Neumann. sación de que estamos ante un humor ne- sinfónica completa de Nielsen para EM1 a
gro, tal es la amargura que respira. mediados de la década de los setenta con la
Orquesta de la Radio Danesa (álbum de S
J.A. Aun no siendo quizá un genio, no cabe Lps hoy prácticamente inencontrable), de tal
duda de que el talento sinfónico de Nielsen forma que ya estaba muy familiarizada con
era masque notable. Otros, con menos mé- estos pentagramas. Estas dos nuevas versio-
NIELSEN: Las Seis Sinfonías. Orquesta ritos, son insistentemente programados y re- nes han ganado en prestación orquestal (ex-
Sinfónica de Load res. Dir.: Ole Schmidt. gistrados. Así, pues, esta integral vino a celente el conjunto sinfónico de San
UNICOBN KANCHANA Compacto hacer justicia y a rellenar un hueco. Desa- Francisco) y grabación, permaneciendo igua-
VK CD 2000/1/2 (3 Cds, AAD, 208 minu- fortunadamente, y a juzgar por la lista de les en concepto y construcción, faltando ese
tos). Importador: Turner. contribuciones que aparece al final del fo- indefinible algo más que encontramos en
Hace pocos meses comenté en es- lleto acompañante, la grabación debió ha- otras versiones (léase Jascha Horenstein pa-
tas mismas páginas la primera cerse con dificultades de tiempo y medios. ra la Quinta lectura de autémica antología
edición integral de la obra para Así, encontramos fallos palpables de ejecu- que esperamos escuchar pronto en compac-
piano del danés Cari Nielsen (1865-1931), ción (último tiempo de la Primera, bastan- to, y Simón Raitle en la Cuarta, asombro-
músico notable al que creo que la historia tes momentos de la Cuarta, por ejemplo), samente intensa y vibrante —nos alegra
aún no ha hecho la justicia que debiera. Es- con ataques y entradas pifiados, que son im- coincidir con Kurt Masur acerca del direc-
ta injusticia, verdaderamente clamorosa en propios de un conjunto de la categoría de tor inglés: es, sin ninguna duda, una de tas
nuestro país, en el cual sigue siendo un per- la sinfónica londinense. promesas más sólida en la dirección de
fecto desconocido, es especialmente llama- orquesta—). En definitiva, dos buenas ver-
tiva en lo referente a su obra sinfónica, No da la sensación de ser Schmidt el to- siones, sin más, fiel reflejo de lo que hoy es
campo que dominaba con bastante más sol- ial responsable de tales pifias, ya que tanto Herbert Blomstedt: maestro seguro y solven-
tura que la que mostró en su escritura pia- el conocimiento de las obras como sus ver- te, siempre atento a la letra y, lamentable-
nística, con ser ésta muy interesante. siones son inatacables; en muchos casos la mente, poco imaginativo.
Así las cosas, nos llega ahora la primera interpretación es de nivel muy elevado (La
integral de sus sinfonías que fue registrada Sexta, por ejemplo, o la Cuarta). Más bien
en Londres por la casa británica (¡como no!) parece que no haya existido demasiado tiem- E.P.A.
Unicom en 1973 y 74 (todo un dato, por po para ensayos, con lo que determinados
cierto). pasajes (Nielsen es de todo menos fácil de PAGANINI: Centone di sonóte per Violi-
tocar) han quedado cogidos con alfileres. Sin ne e Chitarra. Vol. III. Luigi Alberto Blan-
El mundo sinfónico de Nielsen abarca des- ir más lejos, la respuesta que obtiene Pre-
de 1891-92 (I.'Sinfonía) hasta 1924-25 (Sex- vin en la Primera Sinfonía, con esta misma chi; violfa, Maurizio Preda; guitarra. CDS
ta), y en este periodo se aprecia —como orquesta (RCA), no tiene nada que ver. Eso 34-dh»mic digital 68'20".
también resultaba palpable en su obra por no hablar de la que Karajan y sus chi- Miscelánea de Sonatas, dividida
pianística— una progresiva liberación tan- cos ofrecen en la Cuarta (DG). en tres juegos de seis Sonatas ca-
to en el manejo de la forma como en el de da una. Fecha aproximada de
la tonalidad. Como muy bien señalan las Por otra parte, la grabación, para ser de composición: 1828.
magníficas notas de Roben Simpson (qui- los años 73-74, es simplemente lamentable: El sucinto comentario que acompaña es-
zá si máximo expeno en el tema), Nielsen opaca, sin presencia, con una sensación de te compacto indica que dicha forma de so-
demostró que la tonalidad era aún algo a tra- mazacote bastante aparente. Las notas de nata para violín y guitarra fue abandonada
vés de lo que se podían encontrar nuevas vías Roben Simpson, como ya se apuntó, son del por Paganini tras los inicios de su carrera
de hacer música. En cuanto a la forma, baste todo excelentes, las mejores que he leído en y que, si bien muchos las consideran un con-
citar algunas de sus indicaciones de lempo un folleto desde hace tiempo. junto de obras sin importancia, compues-
para comprobar lo atipico de su elección: el En resumen, obras muy interesantes, que tas a beneficio de amateurs, están nutridas
allegro orgoglioso en la primera, los cuatro merecerían ser grabadas de nuevo con sufi- por el mejor aliento paganiniano. No es del
calificativos de la segunda, que tipifican los cientes medios, y quizá con una batuta de todo cierto, y al escucharlas tenemos la im-
cuatro temperamentos clásicos: colérico, fle- más relieve. Por el momento, esto es lo que presión de que están concebidas un tanto co-
mático, melancólico y sanguíneo, o el ter- tenemos y, para hacerlo más atractivo, ter- mo ejercicios, de ejecución mucho más fácil
cer tiempo de la Sexta, titulado «Proposta minaré aclarando que los tres discos están que los Caprichos, pese a la profusión de es-
seria». Y éste es sólo un detalle. muy bien aprovechados y pueden adquirir- calas y notas de adorno.
se a un precio muy atractivo. Para ser la úni-
Si tuviera que resumir, diría que la Pri- ca alternativa, no está mal. El violín de Bianchi no es especialmente
mera Sinfonía es una típica obra del roman- dulce ni contrastado, e incluso resulta du-
ticismo tardío, rebosante de energía y ro. Los armónicos tienen poca expansión,
vitalidad. La Segunda, basada en un cuadro R.O.B. pero esta sequedad es en parte achacable a

56 Scherzo
discos-

la grabación, muy plana y sin eco. La gui- K1MSY-KORSAKOV: Scheherazade, suite te, junto a nombres de la talla de Astrid Var-
tarra de Pieda —audible en todo momento sinfónica Op. 35. Obertura de La Gran Pas- nay, Víctor de Sabata, Igor Markevitch o el
gracias a este hecho—, armoniza con el vio- cua Rusa, Op. 36. llrt Pianka, violín. Israel propio Fritz Wundcrlich: una mancha, la
lin en un col de acompañante que muy es- Philharmoníc Oches Ira. Dir.: Zubin Men- primera, en una serie que promete muchos
casas veces asume el canto. ta. CBS Maslerworks MK 44559 (DDD) tesoros ocultos. Recordemos que en el año
La música es agradable y tiene un explí- Compacto. Duración 60'00" de grabación de este disco, 1965, todavía in-
cito loque mozarliano. pero acaba fatigan- terpretaba (¡y de qué forma!) Gerald Moo-
Mehta plantea la suite de Sche- re, y recordemos también que el piano en
do un poco, ya que muchas de sus melodías herazade como narración, con
descansan en la fosa del lugar común. el lied es protagonista a dúo, no relleno a
un inicio lento, denso, intimísta posteriori. Federico Sopeña decía con acierto
mas que brillante. Se sitúa, por ejemplo, «que su núcleo inicial, base de esta forma,
J.M.S. muy lejos de un Karajan (en la versión de presenta unidos al piano y a la voz, e inclu-
1965, Galena), quien opta por la brillante so una de las maravillas expresivas y técni-
PROKOFIEV: Romeo y Julieta. Suite N. - exposición desde el principio. cas es que la voz sea realmente compañía a
2. Chiikovski: Cascanueces. Op. 71. Selec- Desde esta visión serena va hilando el en- la afirmación primerisima del piano». En de-
ción. Por la Orquesta Filarmónica de Lcnin- redo de la sultana. Para ello cuenta como finitiva, el bueno de Hubert Giesen malo-
grado. Director: Yevgcny Mravinsky. solista con Uri Pianka, seguramente de la gra lo que podía haber sido una excelente
PHILIPS 420 S. CD. Duración: 59'14". misma Orquesta Filarmónica de Israel, quien versión de La bella molinera. Preferible, por
cumple con fortuna su ejecución. supuesto, la en muchos aspectos modélica in-
Cuando hace unos meses falle- Pero echo en falta algo más de interés en terpretación de Fischer-Dieskau y Moore
comei
cía Yevgeny Mravinsky el mun- esta interpretación de Mehta. En todo mo- (Deulsche Grammophon, recientemente
es© do de la música perdía a uno de mento se espera que se anime, que se vuel- transferida a compacto, si bien en la serie
sus nombres coniem pora neos más ilustres. va más intensa, que aporte el dramatismo cara).
Mravinsky era una leyenda, pero no un di- que también contiene la leyenda de las Mil
vo. Director de la misma orquesta —la no y Una Noches. Pero ese aspecto no llega fi- En cuanto al disco protagonizado por la
menos legendaria Filarmónica de nalmente, y la versión se disuelve en algo que soprano norteamericana de color Kathleen
Leningrado— casi tanto tiempo como Er- podría haber sido (ensoñadora, quizás), pero Battle, digamos que no pasa de ser un atrac-
nest Ansermet lo fue de su Orquesta de la que no acaba de cuajar. Es demasiado blan- tivo recital de una bonita voz que no inte-
Suisse Romande, Mravinsky fue un ejem- da, y ello ahoga los contrastes entre los te- rioriza las canciones, bien acompañada por
plo magistral de servicio a la música sin nar- mas: la princesa, el sultán, el mar, el peligro, James Levine (sobre todo si lo compararnos
cisismo y sin histerias. En España tuvimos la intriga... con el pianista de! disco anterior) y con una
ocasión de poder verlo y escucharlo varias cálida intervención del siempre excelente mú-
veces. Por supuesto vino a nosotros sin el Versión, pues, no del todo conseguida. sico Karl Leister en El pastor en la roca, sin
acompañamiento habitual del markeling La obertura de La Gran Pascua Rusa fue duda lo mejor del disco. Desde luego este
multinacional y de los servicios de prensa y la siguiente obra compuesta por Rimsky, de- registro no hará historia. Cuando la Battle
promoción que venden a directores de me- dicada a Borodin y Mussorgsky. También se dedique a estudiar y profundizar en el
dio pelo y a orquestas ramplonas como oro es una partitura de contrastes, entre los can- mundo del lied schubertiano, entonces será
puro. Mravinsky no era hombre de entre- tos litúrgicos ortodoxos rusos, inmensos y otra cosa. Hoy por hoy hay que seguir acu-
vistas sensacionales ni de montajes publici- solemnes, y la pervivenda o reminiscencia diendo a nombres como Ludwíg, Norman
tarios millonarios. Era, en cambio, eso tan de antiguos ritos paganos en la celebración Grümmer, Schwarzkop o Ferrier para sa-
supremamente difícil: un gran artista. cristiana de la Pascua en Rusia. ber cómo se tiene que cantar a Schubcrt.
La interpretación de Mehta sigue las líneas
Se reúnen en este CD dos obras registra- de la obra anterior, también tendiendo a li-
das en vivo. Una, Romeo y Julieta, data del mar constrastes, aunque de una forma más E.P.A.
30 de diciembre de 1981. Cascanueces de un limitada. Por ello me parece más acertada
concierto celebrado al día siguiente. la dirección en esta obertura que en la suite. SCRIABIN: Las últimas obras. Sonatas 8,
Mravinsky grabó relativamente poco y la En resumen, quilas Mehta debería ver un 9 y ¡0 Preludios Op. 67 y 74. Poemas Op.
mayor parte de sus grabaciones proceden poco más dinámicamente la música de 69 y 71. Estudios Op. 65. Danzas Op. 73.
precisamente de conciertos en vivo. Lo cual Rimsky, porque a veces le sale demasiado Vers laflamme. Mikhail Kudy, plano. CD
añade un interés mayor a esas grabaciones. parecida al Mendelssohn de la Sin/orna es- Calliope. CAL 9692. ADD. 69'53".
En este caso se trata de dos interpretacio- cocesa. .. La vida de Vladimir Sofronitzkí
nes deslumbrantes. El director soviético nos (uno de los más importantes pia-
ha dejado un Chaikovski —Sinfonías 4, 5 S.B. nistas del siglo) corresponde al
y 6— absolutamente renovador, bien lejos
de la complacencia crespuscular de otros di- programa de la Tercera Sonata de Scriabin:
rectores. Su Chaikovski es un compositor SCHUBERT: La bella molinera. D. 795. el alma libre y salvaje se lanza con pasión,
que no mira nostálgicamente hacia el pasa- Tres Heder D. 550, 686 y 257. FriU Wun- en el color y en la lucha, para caer, herida
do sino un músico que apunta hacia el por- derlich (leñar), Huberi Giesen (piano). por el rayo, anles de alcanzar la cima. De
venir, creador de grandes estructuras Deulsche Grammophon. Dokumentc, las Sonatas 8, 9 y 10 (con i. 4, 5. CD, Chant
sinfónicas, fiel al espíritu de su tiempo. La 413956-2, compacto ADD. Duración: du Monde), Sofronitzki ofrece una interpre-
selección de Cascanueces que aquí se nos 71'35". Grabaciones: Munich, noviembre de tación iluminada, en la cual la carreta exal-
presenta nada tiene que ver con la Suite rea- 1965 v julio de 1966. Reproctsado a digital tada hacia la Estrella se yuxtapone a su
lizada por el propio compositor. Mravinsky en 1988. propio drama. Hoy, sólo Arrau ÍAprés une
opta una vez más por el Chaikovski menos leciure de Dante) puede dejar esa sensación
blanco, menos asimilable. Su suite tiene am- SCHUBERT: Lieder. Klihleen Balite (so- de incurable herida.
plitud y poder sinfónicos. prano), James Levine (piano), Karl Leister Horowitz (Recital CBS) se centra en el as-
(clarinete, en D. 965). Deulsche Grammop- pecto intelectual (sin olvidar las referencias
En cuanto a Romeo y Julieta tal vez el me- hon 419237-2, compací o DDD. Duración: metafísicas) y anima la obra de Scriabin de
jor elogio sea decir que esta versión es com- 57'18". Grabaciones: Salzburg, agosto de un movimiento inexorable, hasta el vértigo
parable y en algunos aspectos mejora a una 1985 y agosto de 1987. psicodélico.
que los discófilos consideran de referencia Ninguno de los dos discos con- Szidon (excepcional integral de las Sona-
par excellence: la soberbia del gran Karel sigue su objetivo. La belleza tím- tas. DCG. ¡Urge reeditarlo inmediatamen-
Ancerl con la Filarmónica Checa. Mravinsky brica, la extraordinaria inten- te!) en una interpretación audaz y dramática,
logra con su Filarmónica de Leningrado una acepta el reto del compositor y se sumerge
interpretación de majestad y de tensión ca- sidad y la concentración del excelente can-
tante de Lieder que fue Fritz Wunderlich se en las oscuras profundidades del espíritu
si insoportables. La música suena crispada, creador, tímidos esbozos de la vida; intenta
refulgente, animada por un formidable sen- malogran por un acompañamiento burdo y
superficial, más propio de un estudiante de (y consigue una aproximación al mundo de
tido de los valores rítmicos y tímbricos. Un Debussy /Preludios) y de Ravel ÍCaspard de
disco indispensable. conservatorio que de un pianista profesio-
nal, mal sin paliativos, sobre todo teniendo ¡a nuil)-
en cuenta que la Deutsche Grammophon lo En un programa ideal por su unidad con-
J.A. ha lanzado en una serie llamada Dokumen- ceptual (los tres últimos anos de Scriabin),

Scherzo 57
discos

Rudy, con una técnica trascendental, en la do mayor, en el cuarteto central, desmenti- —si bien ya existía una versión discográfi-
linca de Richier, pero con más atención al do por la referencia a los Kindenotenlieder; ca (EM!)— que en su valor puramente mu-
texto, obtiene una fluidez (los cambios de Mi bemol menor, rarefacción final en el sical. Este aspecto debe tenerse muy en
dinámica e intensidad son menos exacerba- n. ° 15. cuenta a la hora de adquirir un compacto
dos) y una transparencia, ausentes en La exal- Los Borodin (extrovertidos, patéticos, vio- de tales características.
tación visionaria de los tres pianistas (la lentos y desesperados) privilegian la indepen-
Novena Soneto es más negra con Szidon, la dencia de los instrumentos; los Fitzwilliam F.C.U.
Décima, más alucinada con Sofroniizki; en (con más distancia, más abstractos), el la-
Vers laflamme, Horowitz, ilusionisia ma- do sinfónico. Enfrente de estas opciones, las STRAVINSKY: Peirushka (versión original
gistral, transmite la sensación física del fuego obras aquí reunidas, parecen creadas en el de 1911). La consagración de la primavera.
creador y destructor). momento por Gidon Kremer y sus amigos Orquesta Sinfónica Columbia. Director:
Para los que pueden molestarse con el de- de Lockenhaus (lugar único donde se reú- Igor Stravinsky. CBS MK 42433, compac-
lirio religioso del compositor, aquí está la nen algunos de los más destacados solistas lo ADD. Duración 65'26". Grabaciones rea-
versión edulcorada de Rudy; para los que para hacer música de cámara), intérpretes lizadas en Hollywood > Nueva York en 1%©.
se abandonan con bravura ai placer, la ver- de la crrancia eterna, de la espera, de la in- Reprocesadr» • digilal en 1988.
sión Hardúe Sofroniizki quema de manera certidumbre, de la quebradura; en esta mis-
ma ausencia, nace el Acto Poético. STRAVINSKY: El pájaro de fuego. Scher-
inconfesable,
zo a la rusa. Scherzo fantástico. Fuegos Ar-
P.E. P.E. tificiales. Orquesta Sinfónica Columbia.
OrqnesU Sinfónica CBC. Director: Igor
SHOSTAKOVITCH: Cuartetosn.° 13y 14. Stravinsky. CBS MK 42432, compacto
Dos Movimientos para cuarteto de cuerda. STA1NER: The Crucifixión. ADD. Duración: 63'26". Grabaciones rea-
SCHULHOFF: S*xl«o. Dúo para violín y lenor. Michad George, bajo. Andrew New- lizadas en Hollywood, Hueva York en 1961,
cello. Estudios de Jazz para piano. Gidon berry, órgano. Coro de la Catedral de Pe- 1962 y 1963. Kenrocesftdgs a digital en 1988.
Kremcr, Annetle Bik, Philip Hirsrhhorn, terborough. Director Stanley VRDII.
Thomas Zthelmair (tiolines). Veronika Ha- HELIOS CD8K007. Compacto (61' 01") STRAVINSKY: Sinfonía en tres movimien-
gen, Nobuko Imai, Kim Kashkashian (vio- Distribución: Harmonía Mundi. tos. Sinfonía en Do. Sinfonía de los Salmos.
las). Julius Berger, Tilomas Dementa, David Orquesta Sinfónica Columbia. Orquesta Sin-
Geringas, Boris Pergamentsrhikow (cellos), No es pródiga la Inglaterra del fónica CBC, Cantores del Festival de Toron-
James Tocto (piano). L.P. DDD. Edil Ion siglo XIX en grandes nombres lo. Director: Igor Slravinsky. CBS MK
Lockenhaus. ECM ¡NEW SERIES. Vol. 4 para la Historia de la música. Al- 42434, compacto ADD. Duración: 70" 10".
gunos de ellos, aunque nacidos a mitades de Grabaciones realizadas en Hollywood y To-
y 5. dicha centuria, ocupan buena parle de nues- ronto en 1962 y 1963. Reprocesadas en 1988.
Durante los años cuarenta se libró un dra- tro siglo XX, como son los casos de Elgar De todos es conocida la pericia
ma paralelo a la guerra oficial, en el cual la y Delius. Otros, menos conocidos, como de Stravinsky dirigiendo sus pro-
Unión Soviética y e¡ Tercer Reich compitie-
ron en el horror, asesinando por millones a
Parry, Stanford o Stainer, se encuentran
prácticamente enmarcados entre 1840 y
a pias obras, ya que en cada una
tXUVlJllBD
sus propios ciudadanos. Meyerhold, Babel, 1900, tocando el siglo actual sólo en sus prin- de ellas sabia muy bien lo que tenia que de-
Mandelstam fueron liquidados en Moscú o cipios. No obstante, lodos ellos coincidie- cir plasmándolas en cada caso con induda-
en Siberi», mientras la cantante Ottilie Metz- ron en el desarrollo de su labor durante una ble maestría directoría], hasta tal punto que
ger y el compositor Viktor Ullman lo fue- de las épocas más prósperas de la Historia muchos las consideran como las auténticas
ron en Auschwitz. El pianista Karl Roben de este país, la Era Victoriana. versiones de referencia. Ahora nos llegan es-
Kreiten fue ahorcado (era soldado), acusa- tos tres compactos excelentemente transfe-
do de desmoralizar al ejército (a raíz de es- John Stainer, cuya vida se extiende de ridos a sonido digital por el productor
te hecho, Arrau, su maestro, decidió dejar 1840 a 1901, es en su música un prolotípico original, el veterano John McCIure (también
Alemania). representante del espíritu presidido por la ci- productor de la mayoría de la discografia de
tada época. Su relación con la música, y más Bruno Waller), conteniendo varias de las
El caso de Erwin Schulhoff es más com- en concreto con la de carácter religioso, co- composiciones más papulares del composi-
plejo: nacido (1894) en Checoslovaquia, ob- mienza en la Catedral de San Pablo, de Lon- tor ruso dirigidas por él mismo y que cons-
tuvo ¡a nacionalidad soviética (era comu- dres, donde entró a formar parte del coro tituyen el preludio de lo que será toda la obra
nista), intentó escapar así al genocidio (era a la edad de siete años. A los veinie ocupa stravinskyana reprocesada a digital en so-
judio), pero fue finalmente asesinado en el el puesto de organista en el Colegio de la pone compacto (claro que todo esto depende
campo de Wulsburg. Entre las dos guerras, Magdalena de la Universidad de Oxford, re- de cómo se porten los consumidores con es-
llegó a ser un compositor muy celebrado en gresando posteriormente a San Pablo como tos tres compactos iniciales que, lamentable-
Europa Central; escribió dos óperas, seis sin- organista y maestro del coro. mente, la CBS lanza en serie cara). Por lo
fonías, un ballet, un concierto para piano, La obra de Siainer recogida en este com- que respecta a la interpretación en sí ya he-
varias obras de cámara, músico el manifiesto pacto viene marcada por su carácter medi- mos dicho que las versiones son clásicas e
del partido comunista... Se interesó durante tativo en lomo a la Pasión de Cristo. El imprescindibles en cualquier discoteca; sin
una época por el sistema de Alois Haba, pero discurso musical presenta una estructura embargo, no hay que olvidarse de los ex-
no practicó un vanguardismo radical. Inte- bastante sencilla: intervenciones alternas de traordinarios resultados de otros directores
gró en su vocabulario elementos de músicas solistas y coro con el único acompañamien- en estas partituras: recordemos la lectura de
populares y tradicionales (Estudios de Jazz}. to del órgano como soporte instrumental. Le Sacre por Pierre Boulez con la Orquesta
utilizó la politonalidad (Sexteto), encontró La obra, sin excesivas aspiraciones ni com- de Cleveland (también CBS), el director
timbres nuevos (Dúo), empleó el collage... plicaciones, es presentada con limpieza y francés logra enseñar a Stravinsky cosas que
Al igual que Shostakovitch, con el cual es- buen hacer por todos los componentes del éste ignoraba o no recordaba haber escrito
taba unido por una amistad y respeto mu- conjunto. No creo, sin embargo, que este as- y que, tras su lección magistral, nadie pue-
tuo, Schulhoff puede ser considerado como pecto positivo tenga el peso suficiente para de ya ignorar; tampoco puede pasar inad-
un músico de la ambigüedad. apuntalar una composición bastante ende- vertida la lectura de este mismo director de
ble en líneas generales. El texto literario, in- Petrushka (Filarmónica de Nueva York,
Se suelen presentar los Cuartetos de Shos- tegrado por el relato evangélico y por himnos nuevamente CBS): realmente es un verda-
takovitch como una reflexión íntima, com- escritos ad hoc, tampoco resulla demasia- dero examen radiológico capaz de detectar
plemento del lado público de sus Sinfonías. do afortunado, En cuanto a las notas que los más mínimos detalles; o la impresionante
Puede ser verdad para algunos Cuartetos. acompañan ai disco son escasas y pobres de interpretación de Leonard Bernstein de la
Otra escucha provocan los que fueron escri- contenido. Entiendo que éste es uno de los Sinfonía de los Salmos (Sinfónica de Lon-
tos después de largos silencios sinfónicos: el aspectos que más deberían cuidarse cuando, dres, otra vez CBS). Pero, a pesar de todos
Quinto, seis años después de la Novena Sin- precisamente, se trata de obras y autores in- los pesares, estos discos pueden ser conside-
fonía; el Octavo, tres después de la N." II; habituales y poco conocidos, como ocurre rados historia, una de las lecciones orquesta-
el Duodécimo, seis después de la Babi Yar. en el caso de Stainei. les más importantes de nuestro siglo.
Un último grupo: el 13 y 14, aquí grabados,
forman un triplico con el N. ° 15. Si bemol En definitiva, estamos ante una de esas
menor para el clima angustioso; Fa sosteni- obras cuyo interés radica más en la novedad E.P.A.

58 Scherzo
discos

TCHAIKOWSKY: Sinfonía n.° 5 en Mi me- La maestría polifónica y conlrapuntísti- biciosos, y emplearon medios no tan inte-
nor, Op. 64. Gewandhausorchester Leipzig: ca de Victoria es aparente a lo largo de to- lectuales para conseguirlos. Músico, pues,
Kurt Masar, director. CD Tchlece-Digital do el disco. La Misa, obra central del mismo, un tanto aislado y poco clasificable, mere-
8.43675 ZK 47'12". está escrita para coro a 6 voces (salvo el Ag- cería Wolf-Ferrari, no obstante, mejor con-
La Quinta de Tchaikowsky en nus, que lo está a 7 voces), y utiliza (de nuevo sideración de la que suscita en público y
manos del voluntarioso Kurt salvo en el último número), reelaborado, critica.
material temático del motete del mismo // segreto di Susanna toma como modelo
Masur adopia la apariencia de titulo.
una obra eufónica y de muy grato curso, que La serva padrona de Pergolesi con sus tres
fluye y se desarrolla con naturalidad y sin La versión del coro de la Catedral de personajes, uno de ellos criado mudo. Para
especiales sobresaltos. Masur es cualquier Westminster, que con este disco continúa el excelente texto de Enrico Golisciani, que
cosa antes que apasionado; su Tchaikowsky una interesante serie de grabaciones de Vic- desarrolla un sencillo tema de equívocos en-
no hace uso del portamento continuo ni se toria, es del todo impecable. No saben qui- tre marido celoso y mujer fumadora (con la
complace en gritos neuróticos y se lo agra- zá los ingleses el inmenso tesoro que poseen fobía actual al tabaco, poco porvenir le que-
decemos. Sin embargo, quien tanto y tan conservando la tradición coral en colegios da ya a la obrita), el músico compuso una
bien se preocupa de mostrar el gran oficio e iglesias, pues ello proporciona una escue- partitura de traslúcida orquestación, con te-
de Tchaikowsky acaba despojándole un lan- la musical inmejorable, una cantidad nota- mas recurrentes que van explicando la ac-
ío de su genialidad. ble de coros verdaderamente buenos, y, en ción y una línea cantable atractiva, aunque
fin, la posibilidad de afrontar (y para el de no muy elevada inspiración. Pero es tal
Desde el comienzo de la sinfonía se ocu- oyente, de disfrutar) de repertorios que pa- la unión entre texto, música y gesto teatral
pa Masur de nivelar contrastes demasiado ra el sufrido aficionado hispano son casi que quizas en un registro discográfico se
acusados, y el paso al Allegro, tras el An- desconocidos por no interpretados. David pierda bastante de la eficacia de la ópera,
dante inicial, se produce gradualmente y casi Hill es un músico con un gusto espléndido que en una representación bien dirigida al-
con desgana. Todo ei primer movimiento tie- y con un conocimiento notable de lo que está canzaría su completa realización.
ne cierto regusto brahmsiano, y la conten- haciendo. El acompañamiento de O'Donnell
ción del director prima sobre cualquier en las dos últimas obras, discreto en el me- La versión propuesta por CBS cuenta con
elemento, incluidas las alusiones folklóricas. jor sentido del término. una justa lectura de la firme y esmerada ba-
Carece, además, de cualquier alisbo de fan- tuta de John Pritchard y con una pareja ca-
tasía en momentos como la reexposición, en Lo cierto es que, aunque puedan encon- si ideal de intérpretes vocales. Es cierto que
la que el lírico segundo tema está calcado trarse muchas vías válidas para la interpre- Scotto ya por esos anos (la grabación es de
de su presentación sin apenas variar un tación de este tipo de música (apoyo la idea 1980) dejaba ver algunos problemas, hoy
acento. de que es un error la versión standard; error agudizados, con el control del víbralo y el
La versión se encuentra en los antipodas que señala Bruno Turner en sus acertadas agudo, pero la imaginativa artista hace de
de la de Mengelberg, quien acentúa en ex- notas), y que por consiguiente éste o aquel Susanna un personaje vivo y acabado. A su
ceso el fervor sentimental. El contrapeso per- criterio puedan parecer discutibles, cuando lado, Renato Bruson da una réplica perfec-
fecto de este elemento con otros factores, uno se encuentra un coro de voces asi de bo- ta a su conde Gil de estudiada seriedad, ideal
que van desde el fatalismo del mensaje al nitas, perfectamente empastado, de afina- contraste con el juego siempre picaro y hasta
equilibrio de la construcción, se encuentra ción y conjunción inatacables, y conducido malicioso de la soprano.
sólo en ese alquimista soberbio que fue Yev- por un maestro de criterio tan sólido como
geny Mravinsky. el de Hill, pues no nos queda sino sentar- F.F.
nos tranquilamente a disfrutar de to mejor
del arte coral, y envidiar a quienes tienen
J.M.S. conjuntos asi. Una grabación igualmente im-
pecable redondea un disco recomendable sin RECITALES
VICTORIA: A ve María. A ve Morís stella. reticencia alguna.
Ne límeos, Moña. Sánela Mario. Succurre PURCELL'S LONDON: Obras de Godfrey
miseris. Vidi speciosam. Missa Vidi specio- Keller, Nícol» Maltéis, Thomas Balizar,
sam. Coro de la Catedral de Weslminster. R.O.B.
John Blow, Wllliam Crofl, Henry Purcell
James O'Donell, órgano. Dir.: David Hill. y anónimos. Crispían Steele-Perkins, trom-
H Y PER ION Disco Compacto CDA 66129 WOLI-FERRA8I: // segreto di Susanna. peta natural: The Parle; oF Instruments. Di-
(DDD. 45' 09"). Distribuidor: Harmonía Renata Scolto, Renato Bruson. Philharmo- rección: Roy Goodman y Peter Hclman.
Mandl. nia Orcheslra. John Pritchard. CBS MK Hyperion CDA MtO8. DDD. Duración:
Pese a ser uno de nuestros más 36733. DDD. Duración 4Í'34". 50'56". Distribuido por Harmonía Mundi.
grandes compositores de polifo- De los catorce títulos escritos por
nía, no se puede decir que la mú- Wolf-Ferrari son este intermezzo El cada vez más interesante con-
sica de Victoria sea el pan nuestro de cada estrenado en 1909 e / Quattro junto The Parleyof Instruments
día en cuanto a grabaciones discográTicas msteghi (de 1906) las dos obras del com- nos trae una nueva grabación,
(especialmente en lo referido a las grandes positor que merecen un intermitente in- ejemplar por su contenido y por su excelen-
casas: Beethoven vende mucho más). El pa- terés por parte de la programación escéni- te interpretación. Con el titulo de El Lon-
norama es aún más desolador si nos vamos ca. Y similar reflejo presenta el medio dres de Purcell nos presenta obras y autores
a explorar la participación espartóla en el te- discográfico, que, en el caso de // segreto, bastante poco frecuentados en la discogra-
ma. Lo triste, aunque real, es que, entre la aparte de la que se comenta, cuenta con tres fía: músicos como Keller, Matleis o Balizar,
Iglesia Católica por un lado y los colegios ediciones más, siendo la más destaca ble la que vivieron durante el período comprendi-
por el otro, la música sacra viene sufriendo realizada en 1976 con Chiara, Weikl y Car- do entre la restauración de Carlos 11, en
un prolongado y continuo declive que la ha dellí para Decca. Con la grabación de Sly 1660, y la muerte de la Reina Ana, en 1714,
colocado en peligro de extinción. en 1983 se completa la escasa oferta del mú- y que tuvieron un papel considerable den-
sico veneciano por parte del disco. tro de la palpitante vida musical del Lon-
Eso se antoja especialmente indignante dres de aquellos días. Naturalmente, no todo
cuando uno escucha este tipo de música, ver- La personalidad musical de Wolf-Ferrari el material musical que nos encontramos en
dadero arte coral donde los haya, y se en- parece definida por los dos orígenes del ape- esta grabación es de absoluto primer orden,
cuentra, casi continuamente, con músicos... llido compuesto: la procedencia germana se aunque sí que podremos disfrutar con obras
de las Islas Británicas, como no podía ser refleja en su cuidadosa escritura orquestal; de categoría, como la fulgurante Sonata n. °
menos. la italiana, en la elección temática (que no I de Keller, para trompeta, 2 violines, viola
El presente disco, no excesivamente gene- en el idioma, pues sus óperas, a menudo, y continuo, la suite que Crogt compuso pa-
roso en cuanto a duración, contiene, ade- cuentan con ediciones bilingües) y en la im- ra la obra teatral The Twin Rivals, o la ma-
más del archiconocido (y de auntenticidad portancia concedida a la linea melódica. Pe- ravillosa Cibell de Purcell (ambas con la
IH> totalmente aclarada) .4 ve Morio, famoso ro en esta segunda escritura no tuvo Wolf- misma disposición instrumental que la obra
—agárrese— entre otras cosas por servir de Ferrari el aliento de muchos de sus comtem- de Keller). Es precisamente en las obras que
sintonía al Ángelus de RNE en la época fran- poráneos peninsulares (véase Mascagni, requieren el concurso de la trompeta en las
quista, el himno Ave Maris slella y tres mo- Leoncavallo, Giordano, Cilea), quienes, a que hallaremos, creo yo. más placer, si bien
tetes, asi como la Misa Vidi speciosam. pesar de su inferior formación, estuvieron la Sonata con «concertino» anónima para
perteneciente al II libro de misas (1592). más seguros de sus propósitos, menos am-

Schcrzo 59
discos

cuerdas que se inicuye aquí denota que su En fin, disco interesante, bien hecho... pa- 1977, en su mejor momento musical, pero
compositor era un verdadero maestro. Por ra los tocos por el clarín barroco. precisamente en las dos versiones donde el
lo general las músicas grabadas en este dis- autor participa el aburrimiento es absoluto,
co están llenas de ligereza y colorido; son S.B. gigantesco, ¿por qué? La partitura liene
obras extrovertidas y poco profundas, que aciertos, pero también muchos fallos con-
requieren agilidad y virtuosismo por parte ceptuales y de mera instrumentación de po-
de los intérpretes, dados sus constantes cam- sibilidades. Las partes corales, desmesuradas
bios rítmicos y sus frecuentes pasajes desti- MÚSICAS en cuanto a participantes, no pegan, como
nados a causar la fácil admiración entre la TRADICIONALES suele decirse, ni con cola, y únicamente Los
audiencia. Calchakis supieron resolver el problema sus-
La actuación de Steele-Perkins a la trom- tituyéndolas por instrumentos folklóricos
ITALIE: Chants de Mendiants. (Cantos de (por cierto, mucho mejor interpretados que
peta natural barroca es de las que difícilmen- mendigos). Malteo Salvatort, canto y gui-
te pueden superarse, no sólo por su brillante aquí), consiguiendo asi un ambiente since-
y flexible técnica, sino por el color y redon- larra. Harmonía Mundi. H, A 190434. ro y genuino. Pero Ramírez no ha querido
dez de su sonido, su exquisita dinámica y su ADD. Precio medio. 38*10'\ ver lo evidente; su talento no va más allá de
musicalidad (únicamente hay algún mínimo El poco entusiasmo popular ha- ser un buen inventor de melodías, pero no
roce que no empana para nada su gran la- cia la música escrita en la segun- puede arreglarlas de forma que suenen con-
bor). El acompañamiento de The Parley of da mitad del siglo (salvo excep- vincentemente. De hecho, prácticamente to-
Instruments es vigoroso y efectivo, con una ciones: Brillen, Ohana, Tippett...), está en da su música (no sólo la del disco) ha sido
línea del continuo que toca con garra y fuer- gran parte compensado por la revelación de versionada por muy distintos intérpretes, y
za. La cuerda alta, violines y violas, ocasio- las músicas clásicas y populares de las diver- casi siempre mejorada sensiblemente. Dicho
nalmente peca de alguna falta de sas culturas del mundo. Maneo Salvatore era de otra forma: su música necesita un arre-
refinamiento y precisión, pero sin que la afi- un músico enante (el término mendigo, co- glista.
nación final sufra. mo consta en e! disco es menos adecuado,
aunque más seductor) dentro de la tradición La interpretación naufraga igualmente,
En resumen, interpretación vi ¡alista y de la Italia meridional. No es un mero trans- comenzando por Carreras. Durante esta gra-
enérgica de una música interesante. Com- misor de repertorio, sino un auténtico crea- bación empezó a sentirse mal, y quizas eso
pacto más que recomendable. dor como lo fueron el Ashik Veysel en explique su desastrosa actuación, hasta el lí-
J.C.C.A. Turquía, Rosa Ashkenazy en Grecia, Anto- mite de lo aguantable. No sólo está fuera de
ñel Fresquet en nuestro Levante y Juan Ta- repertorio, es que desafina y se va de ritmo
MÚSICA BARROCA PARA TROMPE- lega en Andalucía. Las canciones inter- de forma escandalosa (en el Sanctus de la
TAS: Conciertos para una o más trómpe- pretadas durante la vida errante de Sal va- Misa, por ejemplo). Pero los instrumentis-
las de Vivaldi. Telemann, Pac bel bel, lore reúnen, en este disco picante y sabroso tas no están mucho mejor, desgraciadamen-
Michael Haydn y Biber. Wynlon Marsalis, como un plato de strozzapreti alia puttanes- te. Los vi en listas, aparte de mediocres, ya
trómpelas (sincronización). English Cham- ca, toda la gama de las emociones y viven- que no son capaces de hacer sonar de for-
ber Orchtstra. Dir.: Rajmond Leppard. cias del ser humano: el amor (Mo ve'la bella ma ágil y profunda algo tan simple como la
CBS Maslenvorks MK 42478 (DDD) Com- mía), la irisleza (Lu pecurerej, el sentimiento zampona, y como kenistas son penosos, lo-
pacto. Duración: 47'19". religioso (San Michele del Monte), la comu- can de forma abiertamente cursi (algo que
nión con la naturaleza (La notie e'bella), el se ha extendido últimamente entre los gru-
Este disco está concebido para el trabajo (II pescivendolo es una jubilosa enu- pos folklóricos argenlinos de nuevo cuño,
lucimiento del trompetista ame- meración de los peces del Adriálico digna en oposición a los magníficos grupos chile-
ricano Wynton Marsalis, para el del mejor Niño Rota —a menos que sea al nos, como lnti lili maní o lllapu, o, en plan
cual se escogieron varias obras del género revés), la sátira social (de la manera más totalmente distinto, los bolivianos de Boll-
en tas que participaran varias partes de trom- ladina—furba dicen los italianos, y es una via Manta, auténticos representantes del
peta (hasta ocho en la sonata de Biber). Pe- cualidad, Salvatore acata el discurso oficial folklore de los países andinos). Muy cursis
ro, según los comentarios del disco, no se —Padrone mío. quiero hacerte más rico—, y rebuscados lambién los percusionistas (con
pudieron encontrar suficientes irompetistas pero con una sorna, dentro de la tradición Domingo Cura no podía esperarse otra co-
de la talla del solista principal, por lo que que va del Arlecchino hasia Darío Fó, más sa). El charanguista es, simplemente, malo
se opló por utilizar la sincronización para efectiva, que mil manifiestos). y soso. Comprendo que para los aficiona-
que él mismo grabara lodas las panes, por dos no especialmente iniciados en la músi-
medio de complicados procesos en los que ca sudamericana estos datos puedan parecer
debía escuchar lo anterior grabado con auri- Tratándose de un disco tan entrañable uno confusos y complicados, pero creo que si al-
culares para añadir cada vez la parte corres- no quisiera ser desagradable, pero tiene que guien lee esta reseña lo hace buscando orien-
pondiente. denunciar una práctica miserabilista: los tex- lación. y les puedo asegurar que esta
tos de los poemas (auténticas joyas popula- grabación de la Misa Criolla vale menos que
El resultado es espectacular en lo técni- res, algunas pulidas durante siglos) han el dinero del Monopoly. En cuanto a los di-
co, y bastante apreciable en lo artístico. Para desaparecido en esta reedición en compac- rectores de coros, se debe señalar que, por
ello cuenta con la excelente English Cham- to. ¿Tacañería o desprecio hacia el público? principio, con masas corales tan grandes era
bei, y con un Raymond Leppard que sabe lógico que su actuación fuera pesada, mar-
sacar jugo de estas partituras, dentro de unas P.E. mórea, turbia... Sin que se sepa muy bien
interpretaciones, evidentemente, alejadas de la causa, la mayoría de las veces pronuncian
las realizadas con instrumentos y técnicas con la «s» (a la manera sudamericana),
originales. RAMÍREZ: Misa Criolla. Navidad en ve- mientras que Carreras, con muy buen senli-
rano. Navidad nuestra. José Carreras, lenor. do, lo hace normalmente, esto es, en castella-
Pero no todo pueden ser, desde mi pumo Ariel Ramírez, teclados: Conjan los Huan-
de vista, alabanzas. Continúo yo creyendo car*; Coral Salvé de Laredo; Sociedad Co- no de Castilla. Bueno, para qué seguir... Son
que la riqueza que se obtiene en conjugar ral de Bilbao. Dirección: José Luis «cejo tantas cosas, que mejor nos olvidamos de
la personalidad de más de un artista no pue- (Misa Criolla) y Damián Sánchez. Philips que el disco dichoso existió, ¿de acuerdo? Si
de compararse a la perfección técnica de un 420955-2. DDD. Duración: 43'34". desean escuchar muy bella recreación de la
Wynton Marsalis omnipresente. Todo sue- Misa Criolla, acudan a la casa Arión-
na igual, no hay casi opción a la curiosi- Cuando hay que reseñar discos Hispavox. y pidan el volumen 10 de Los Cal-
dad... se convierte en un mero entreteni- tan lamentables como éste, uno chakis. Sinceramente.
miento. Por otra parte, recurre a los consa- vumuM
nunca sabe por dónde empezar,
bidos arreglos (del mismo Leppard) de obras lal es el cúmulo de barbaridades que se es-
que no siempre se compusieron para trom- cuchan. Pero, en fin, al tajo. La primera cri- J.C.C-A.
peta. Si tales licencias son hasta cierto pun- tica será para el propio Ramírez, que no sólo
to admisibles en la música barroca, llegan ha consentido que su obra fuera literalmente
al abuso indiscutible cuando se arregla el co- avasallada, sino que encima ha participado En el n.° 29 (noviembre 88) de
nocidísimo Canon de Pachelbel paia 3 (!) activamente como instrumentista. Tendría SCHERZO aparecen sin firma dos crí-
trompetas y cuerda: resulta una cosa más que haber optado por una versión más cáli- ticas discográficas: Hazanout (p. 40) y
bien rara y con poco que ver con la simpli- da, auténtica y popular, como la pío I ago- Maroc: listad Massano Tazi (p. 45). Co-
cidad y hermosura del original. nizada por Los Calchakis para Arión hacia rresponden ambas a las siglas P.E.

60 Scherzo
•studio discogrófico-

Un pianismo en la encrucijada
B usoni era hasta hace no mucho tiem-
po un músico menospreciado por una
época para la que se han convertido
en extrañas las paráfrasis y transcripciones.
Lo injusto de esta estereotipada imagen de
mada por breves retratos sonoros, que lla-
ma Macchiette Medioevali (1883). En
seguida se sintió atraído el gran pianista por
los procedimientos del discurso musical de
Brahms. Compuso varias obras bajo esta in-
Descubrí miento de un Intérprete busouiano
Ge
leoffrey Douglas Madge, el pianista aus-
traliano encargado de ia grabación, se mues-
tra como un conocedor profundo de la
un hombre dolado de multitud de talentos fluencia, que es resumida y conducida a su música de Busoni. Madge suele interpretar
—y no sólo musicales— se nos viene reve- máxima expresión en las Variaciones y fu- sobre todo piezas del siglo XX y está reali-
lando desde que su importante ópera Dok- ga sobre un tema de Chopin (1885). Busoni zando una carrera que se cimenta en la de-
tor Fausí se ha vuelto accesible gracias al hizo una segunda versión de esta obra, tam- dicación a significativas páginas olvidadas
disco. Le toca ahora el turno a! piano bu- bién recogida en esta grabación, en 1922. por los pianistas de fama. Dueño de una téc-
soníano, que constituye la parte principal de Abreviando considerablemente las variacio- nica muy completa —el hecho de que los re-
su actividad compositiva. Siendo él mismo nes, introdujo, sin embargo, algunas nue- gistros no sean de estudio así lo certifica—,
un formidable pianista — Rubinstein afirmó vas con un marco armónico mucho más obtiene un sonido siempre hermoso, brillan-
que tenia una técnica diabólica—, era lógi- avanzado. Después de la interesante conse- te cuando es preciso y con un convincente
co que dedicase a su instrumento lo mejor cución de las primitivas Variaciones Buso- balance entre ambas manos. Su preocupa-
y más abundante de su esfuerzo creador. ni compone poco. Encontramos en estos ción constante por el control dinámico, así
Mas, como en tantos otros casos, el virtuo- años piezas de corto vuelo que reflejan una como un sabio uso del pedal, forman parle
so eclipsó al compositor. técnica lisztiana: Zwei Tanzstúcke(IS90, re- de sus aciertos. Madge experimenta con las
hecha en 1914). Vierte Ballett-Szene (1892), sonoridades en las páginas busonianas más
6 Stücke (1895). Etapa de entrega a la in- avanzadas y dota de un moderado neoba-
tina época, un hombre terpretación, sí, pero en la que sin una gran rroquismo a las de este sello. Sus lecturas
imaginación se intuye una crisis creativa. Bu- son siempre rigurosas, el mismo Busoni se
-F erruccio Busoni (1866-1924) incluso co- soni la resuelve con la que es su primera obra habría tomado muchas libertades al recrear-
mo ser humano nos da una impresión que pianística auténticamente personal. Se tra- las, pero pianistas como el australiano per-
su música acentúa aún más: la de encontrar- ía de las Elegías (1907), página bisagra que, tenecen ya a la objetividad actual.
se en una encrucijada de caminos. Este ita- partiendo de sonoridades que son todavía
liano de mentalidad y gustos germánicos, del postromanticismo, se abre a posibilida- Geoffrey Madge sabe ser sencillo y leve-
interesado por una constelación de temas, des de renovación que cuajarán en un futu- mente romántico en los Preludios, vital y co-
defensor por escrito de avanzadas posturas ro inmediato. No se rompe aún con la municativo en las Tanzstücke y Ballet-Szene,
estéticas que sólo aislada o (imidamente se armonía tradicional, pero se la fuerza. Las de un tenue populismo en la Suile campes-
atrevió a poner en práctica, encarna casi ar- novedades contenidas en esta obra tienen un tre y un ágil instrumentista en las 6 Stücke,
queiipicamente las fuertes contradicciones eco en Nuil de Noel (1908), cuya textura tie- Perpetuum mobile o la Toccata. El lado na-
de la cultura europea, por descontado de la ne mucho que ver con el impresionismo. La rrativo, en su caso plástico, no es desaten-
música, de las décadas iniciales de nuestro Fantasía sobre Bach (1909), que vuelve bu- dido en los Racconti y Macchiette. Aun ¡as
siglo. Como intérprete de piano, pertenecía soni anas tres piezas organísticas de! genio composiciones de menos peso, las de clara
a la gran tradición decimonónica. No dudó barroco, y Andie Jugend t,\<KÑ), que utili- intencionalidad pedagógica, como An die
en realizar arreglos de páginas de Bach, Mo- za temas de Bach, Mozart y Paganini, son Jugend y las 7 kurze Stücken, son dignifi-
zart, Beethoven, Lisa y aun de páginas pro- páginas de un pianismo en tono menor. To- cadas por la interpretación. Las dos versio-
pias que ponía al servicio de sus facultades do lo contrario representa la Fantasía con- nes de las Variaciones sobre un temo de
como ejecutante. Cuando escribe obras ori- trapuntistica (1910), una de las piezas más Chopin dan pie a la manifestación de un pia-
ginales, Busoni traduce en su teclado un ambiciosas, logradas y extensas del catálo- nismo integral, por momentos orquestal, lo-
mundo con multitud de referencias, algunas go de Busoni. A partir del contrapunto fi- grando Madge atender por igual los aspectos
miran al pasado, otras al porvenir. nal, no acabado, de El arte de la fuga, estructurales y de color de la música. Las So-
Busoni, fiel a ia esencia bachiana, realiza una natinas son exploradas como una lección de
creación totalmente suya. La página es cier- los cambios y la evolución operados en Bu-
Un piano enlrt «I barroco y U vanguardia tamente una de las más extraordinarias del soni. No está ausente un apropiado deje iró-
Estos seis compactos que comentamos, piano del siglo XX. Su retorno al reperto- nico en la interpretación de la basada en
dedicados según se indica a las obras más rio vivo es de la máxima urgencia. Por lo Carmen. Las importantes Elegías son enfo-
importantes para piano, no a todas, dejan demás, no olvidemos que Busoni fue un gran cadas desde varios ángulos. El pianista, aquí
de lado al Busoni arieglista y parafraseador conocedor de la música de Bach, de ia cual especialmente claro y atento a la dinámica
para centrarse en el autor personal. Preci- hizo una amplia edición, acabada sólo en —amplísima en la tercera Elegía, donde otra
samente, no le resultó fácil a nuestro músi- 1920, cuatro años antes de Su muerte. Con vez se culminan vigorosas sonoridades
co hacerse con un lenguaje propio. La obra Choral Vorspiel (1912) vuelve al material de orquestales— adopta un prisma mistérico,
más antigua grabada, la Suile campestre la Fantasía, reelaborándolo de forma total- en algunas instantes schoenberguiano y, fi-
(1878), ofrece numerosas pruebas de influen- mente independiente, si bien en una pieza nalmente, lúdico como una forma de libe-
cias y es lógico que asi sea, pues las piezas de alcance mucho más reducido. La Sona- ración (sígase el jugueteo con el tema de
de carácter que la integran fueron escritas tina seconda (1912) es otra de las piezas fun- Mangas verdes en la cuarta Elegía). Pero
por un muchacho de doce años. Pronto se damentales de Busoni. Sigue aquí rápida- donde Madge se comporta como un pianis-
despeja el panorama, la siguiente obra fija mente los pasos de Schoenberg con una mú- ta de talla es en su versión de la Fantasía
las dos más fuertes atracciones del teclado sica alona!, nacida no de la conciencia his- contrapuntística. Logra salvar las dificulta-
de Busoni: Bach y los grandes hitos del si- tórica, sino de una necesidad de libertad. Las des extremas de la partitura, lo que ya es mu-
glo XIX. Los 24 Preludios (1881), sin exce- sonatinas del compositor son un variado uni- cho, pero además accede a la plenilud sonora
sivas demandas al ejecutante, explotan las verso que admite desde el ejemplar progre- desde una concepción de la obra que no es
posibilidades del instrumento, suponiendo sista que acabamos de ver al neoclasicismo la de un falso barroquismo.
al mismo tiempo una realización más per- de la Sonatina ad usum Infantis (1915) y el
sonal, aunque esté claro que El clave bien regreso a la paráfrasis de la Sonatina sobre
temperado —se recorren todas las tonali- «Carmen» (1920). Es una música escrita por Por el interés de las obras y lo adecuado
dades— y los Preludios de Chopin han si- él mismo la que usa Busoni —de sus óperas de las interpretaciones estos discos se reco-
do los modelos seguidos. Los Racconti fan- Die Braulv/ahl y Doklor Faust— como pun- miendan por si solos.
taslici (1882) presentan una inspiración to de partida de la Toccata (1920) que guarda
literaria que los retrotrae al primer roman- una fuerte conexión procedimental con la Enrique Martínez Miura
ticismo. Formalmente, alcanzan un grado de toccata antigua. BUSONI: Las obras mayores para piano.
elaboración no desdeñable. Es a Schumann Geoifrcy Douglas Madge, piano. PHILIPS
al que se acerca Busoni con la partitura, for- 420 740-2.6 Compactos. DDU. Tiempo 10-
lal: 3S5'29".

Scherzo 61
•studlo discográflco

Leonard Bcrnslein: 70 años


E l famoso director-compositor norte-
americano Leonard Bernstein ha
cumplido 70 años recientemente, efe-
méride que ya ha sido recordada en esta re-
vista. Con (al motivo, la multinacional CBS,
Bernstein siente indudable afinidad, por lo
que se mueve muy a gusto en ambas sinfo-
nías. Destacaría su humorística lectura del
allegretto de la Quinta, así como su afortu-
nada versión, con buen ambiente camerís-
que ha sido su casa discográfíca durante bue- tico, de la Novena.
na parte de su carrera, le ha nombrado «ar- En resumen, edición, al menos en lo que
tist lauréate" y le ha dedicado una mini se nos ha remitido, bastante afortunada en
edición (en España más mini aún, me temo) cuanto a versiones y sonido (pese a ser gra-
conmemorativa en una serie de compactos. baciones ya antiguas). Mención especial me-
Bernstein, un auténtico showman, como recen los discos dedicados a Bartók y
muy bien señalaba Enrique Pérez Adrián en Strawinsky {.Consagración de la primavera
su artículo (SCHERZO N." 28), hombre al- y Sinfonía de los salmos). Totalmente recha-
rededor del que se mueven extraordinarios zables los Encores. Por desgracia, me temo
aparatos publicitarios, es, qué duda cabe, que nos han privado de lo más interesante,
uno de los grandes directores de nuestro léase Mahler. El folleto acompañante no re-
tiempo, aunque recurra a veces a medías po- vela si estos discos son de precio medio. De
co ortodoxos y a técnicas gesluales rayanas no serlo, ello constituiría una sería des-
ocasionalmente en lo hilarante. El director ventaja.
norteamericano posee un fino sentido rítmi-
co (ama los ritmos complejos, que domina
a la perfección), y aunque sus ideas musi-
cales pueden resultar a veces extravagantes,
con frecuencia, sobre todo en determinados Rafael Ortega
autores, se traducen en efectos muy conse-
gidos y en traducciones acertadísimas. Bern-
stein disfruta hasta el máximo haciendo Leonard Bernstein
música, y ello se transmite inmediatamente
al oyente. Es todo lo contrario de un músi-
co anodino. III, como cabía esperar). Recomiendo en- SHOSTAKOVITCH: Sinfonías 5 y 9. O.F. de
carecidamente al lector, por el bien de la paz Nutv« York. CBS CD MK 44711 (ADD. 71').
de su familia, que evite la audición de estos NIELSEN: Sinfonías 3 (Real OrqnesU Danta)
En la edición que nos ocupa hay, como ejemplares, verdaderamente impresentables. y 5 (O.F. de Nutvi Vori). CBS CD MK 4470S
era de esperar, de todo. Hay que lamentar, El resto ofrece, por fortuna, perspectivas {ADD, 70'Sl").
en primer lugar, que no nos haya sido re- bien distintas. Una arrebatadora lectura de BAHTÓK: Condeno pata orquesta. Música pa-
mitido ningún ejemplar de sus grabaciones Le Sacre, con una fuerza rítmica impresio- ra cuerdas, percusión y celesta. O.F. de Nueva
mahlerianas, especialmente si se tiene en nante, centra la atención de un disco que se York. CBS CD MK 44707 (ADD. t9'50").
cuenta que sí se nos han remitido dos de los completa con una afortunada Pulcinella; STRAWINSKY: Sin/onía di/OÍ ía/moj (Coro i d
tres especímenes de una horterada mayes- ambas versiones, pese a lo antiguo de la gra- Eagllsh Bmch Festival; O.S. d« Lonirol. POll-
lática titulada «The Encoré collection». Es- bación, suenan muy bien, y podemos apre- l.ENC: Clona (Judlth BlegcB, sopnio; WM-
miniltr Ctaolr; O.F. de Nueva York).
tas joyítas son uno de los mayores petardos ciar una magnifica ejecución por parte de BERNSTEIN: Chichester Psalms (John Bo(*rt,
discográficos que uno haya tenido ocasión ambas orquestas, especialmente la británi- •Un; Camera» Singere: O.F. de NIKVI York),
de soportar, y contienen piezas inigualables, ca. El disco dedicado a música coral tiene CBS CD MK 44710 (ADD. M'52").
como el final (?) de la obertura de Guiller- su punto más alto en una sentida, muy bien STRAWINSKY: La consagración de la primave-
mo Tdl o la decimoctava variación de la rap- construida y traducida lectura de la Sinfo- ra (fl.S. de Londres). Pulcinella, suitr <O.F. dt
sodia de Rachmaninoff sobre un tema de nía de los salmos de Strawinsky. La versión Nutva York). CBS CD MK 4471» (ADD, 58').
Paganini, por no hablar del preludio del acto del Gloria de Poulenc se me antojó más so- THE ENCORF. COLLECTION, Vols. II ) III.
O.r. de Noen York. CBS CU MLK 447M/5
11 de Lohengrin (que resulta ser el del acto sa, a lo que contribuye un sonido no muy (ADD, 7 2 ' » " y TJ'M").
afortunado. Los Chichester Psalms, del pro-
pio Bernsiein. son música agradable de es-
cuchar y están muy bien interpretados, como
cabla esperar, aunque el solista anda un poco
j imito.
El compacto con obras de Bartók es otro
gran acierto, en especial por lo que se refie-
re a una espectacular versión del Concierto
para orquesta, con especial mención para el
finale. La grabación suena muy bien, pese
a los años que tiene (el original es de 1959).
Nielsen (cuya creciente presencia discográ-
fica saludamos con satisfacción) y Shosta-
kovitch completan la colección remitida. Las
versiones que ofrece Bernstein de las dos sin-
fonías del danés son muy buenas, especial-
mente en el caso de la Quinta, planteada sin
concesiones y con el grado justo de atmós-
fera siniestra. La Tercera es también fran-
camente buena, si bien un punto demasiado
espectacular en algún momento. En ambos
casos, la grabación y ejecución son superio-
res a las de Schmidt (Unicom). Shostako-
vitch, en fin. es compositor con el que

62 Scherzo
•studlo discogrófko

Un Beethoven renovador:
Haitink se despide de Amsterdam
A l encontrarnos con una nueva inte-
gral de Beethoven es legitime pen-
sar que vamos a enfrentarnos a una
nueva leciura de gran corrección y aporta-
ción escasa. Después de tantas integrales de
Kleiber o Klemperer como terribles armas
arrojadizas. Haríamos mal de echar mano
de tan respetable parnaso, porque indicaría
que no hemos comprendido lo que nos pro-
pone Haitink. Esa No vena se presenta en su
Novenal No, lo que tal vez sucede es que
ahora la propuesta es demasiado diferente
y los tempi se resienten, o mejor dicho, nos
resentimos nosotros, con nuestra escucha
acumulada, nuestra historia sonora impla-
las sinfonías, qué se puede decir aún a estas radical novedad precisamente en unir lo apa- cable. No es fácil desromantizar, despate-
alturas. Esta reacción fue la que tuvimos an- rentemente opuesto: la aportación profén- tizar, e incluso, por qué no decirlo (sin que
te el álbum de 6 CD que ahora reseñamos. ea del sinfonista prerromántico y la lectura con ello condenemos a los antiguas), desfi-
En seguida acudieron los fantasmas ideales clásica de quien se codeó con Goethe y fue, listeizar este Beethoven tan interpretado y,
del pasado, encabezados por Furlwangler. como él, masón y filántropo; pero también eventualmente, tan castigado por inadecua-
Qué podían hacer frente a ese legado Hai- era Beethoven el músico de quien Goethe das manos. Este es un camino, sin duda. Se
tink y la orquesia del Concertgebou» de desconfiaba por su pulsión futurista... Dón- impone, entonces, una escucha más dilata-
Amsterdam, director y conjunto que siem- de está el equilibrio, dónde la objetividad en da en el tiempo, que acaso pueda neutrali-
pre deseamos ver actuar en vivo y del que el planteamiento de las sinfonías del genio zar lo que es casi consuetudinario, para ver
a menudo descreemos fonográficamente. de Bonn. Después de todo, el más futurista qué hay en realidad en esa Tercera y en esa
de todos los Beelhoven, el de la Novena, no Quinta.
Por una antigua manía personal, suma- fue seguido por sus epígonos. Estos siguie-
mente inofensiva, empecé la escucha por la ron el modelo de las ocho primeras y de él Podemos decir que lo que hace Haitink
Pastoral. Desde el principio la integral en extrajeron auténtico romanticismo: Men- con Beethoven es paralelo a lo hecho por
cuesiión se hacia notar como algo diferen- delssohn, Schumann, Brahms... y naciona- Harnoncourt con Mozart (no olvidemos que
te, como algo apañador. El resto de la es- listas como Dvorak, o románticos tardíos se trata de la misma orquesta). Y tampoco
cucha no hizo sino confirmar esto. Aun así, como Chaikovski. Sin embargo, es legítimo Harnoncourt surgió de la nada. El autor de
hice repetidas escuchas y realicé compara- sospechar que todo esto es forzar el nivel de la revolución mozartiana ha sido Harnon-
ciones puntuales de determinadas sinfonías. conciencia musical posible de Beethoven court, pero antes estuvo ese antecedente in-
En estas comparaciones habia que prescin- cuando compuso no las ocho, sino las nue- soslayable que es Krips (de nuevo la misma
dir de la gran iradición romántica, es decir, ve sinfonías. También Schubert entrevio el orquesta). Es lógico que este conjunto y
de Furtwangler y compañía. Las versiones futuro y compuso algunas amplias y densas quien hasta ahora era su titular hayan deci-
de Haitink son todo lo contrario, y su filia- sinfonías finales, y no por eso podemos con- dido, por fin, hacer lo mismo con Beetho-
ción hay que buscarla en nombres como siderarle un romántico. Es tal vez el último ven: los dioses clásicos no desdeñan aqui la
Toscanini o Szell, que infundieron una tre- clásico vienes. Por eso, su contemporáneo armadura, y aun asi son elegantes y bellos.
menda energía no sólo romántica a esos pen- mayor, Beethoven, al margen de lo patéti- Es el verdadero sentido de una época clási-
tagramas, que le dieron cierta vida operística co (que le resulta extraño, por la grandeza ca, de la que Beethoven es superviviente y
—poi decirlo asi— mediante una revisión de espiritual <te su música), puede considerar- albacea testamentario, con un concepto de
las convenciones que se consideró objet ¡vis- se con más razón el gran clásico vienes que belleza que es preciso redefinir cada cierto
ta, pero que en realidad era un planteamien- vino de Renania. Luego el planteamiento de tiempo, como en este caso.
to de convenciones interpretativas radical- Haitink no sólo no es inadecuado, sino que
mente diverso. No olvidemos que eso que tiene gran lógica y es, dada la tradición in- En resumen: se trata de una de las gran-
llamamos convenciones son las pautas más terpretativa de estas sinfonías, decididamen- des integrales de Beethoven en la historia de
o menos indefinibles, pero vigentes en una te recuperador. la fonografía. El tiempo nos dirá en qué lu-
época, a la hora de acercarse a una partitu- gar de tan importante parnaso se sitúan es-
ra. Pues bien, con Beethoven, eso que em- tas lecturas que ahora creemos profunda-
pezó más o menos con Toscanini y siguió Se diría que no hay grandes problemas en mente renovadoras. Esperemos no tener que
con Szell, ha sido consumado y llevado más aceptar el clasicismo poderoso de la Segun- dejar pasar, para aceptarlas, tanto tiempo
allá por Haitink en la integral que nos ocu- da, Cuarta, Sexta y Octava: la Sexta es de como fue necesario en el caso del Mozart de
pa. Se trata de un estilo clásico. Apolo ha una/irme delicadeza, más descriptiva que Harnoncourt.
triunfado plenamente sobre el pathos, el sen- nunca, con ese gusto por la referencia exte- Estas nueve sinfonías (con la preciosa pro-
timiento, el drama. Pero se trata de un cla- rior literal que es propia del siglo XVIil, pina de un Egmont imponente) son el lega-
sicismo lleno de energía, de vigor, de fuerza, frente a la referencia espiritual (de situación) do final de Haitink con la Concertgebouw.
una pro""?sia cuya elegancia no excluye la que será propia del sinfonismo heterodoxo Todo acabó aquí, sobre todo si se confirma
u.i—utez y el poderío. del XIX (Liszt y el poema sinfónico, Bruck- que !a Octava de Mahler de abril no se co-
ner y la macrosínfonia). Por esa razón la mercializará en disco. Es una lástima que,
La integral puede resumiise en las pro- Pastoral proporciona una de las claves de obteniendo estos resultados, cuesliones en
puestas de las sinfonías Segunda y Novena. esta integral. Otra clave se encuentra en el principio ajenas a la música hayan llevado
La Segunda puede ser propuesta clásicamen- espléndido, arrollador tratamiento de las sin- a este lamentable divorcio. No sabemos si
te sin problemas para el oyente, que lo acep- fonías consideradas menores (Segunda. alguien saldrá ganancioso. Desde luego, no
ta sin planteárselo. La Novena, en cambio, Cuarta, Octava), si es que alguna de ellas va a ser la orquesta del Concertgebouw.
ha sido leída siempre mediante propuestas puede ser siquiera hipotéticamente plantea-
que entran de lleno en el Romanticismo; des- da como menor. Esa Segunda y esa Octava
pués de todo, se trata de una partitura que son tan olímpicamente grandes (o tan deífi- Santiago Martín Bermúdez
acaso prefigure muchas cosas del Romanti- camente grandes) que la integral merecería
cismo más tardío. Cómo realizar una lectu- ía pena sólo por ellas.
ra clasicista sin que se note un desajuste entre Las dudas pueden llegar en Tercera, Quin-
nuestra memoria y la propuesta actual. Có- BEETHOVEN: Sinfonías I a 9. Obertura Eg-
mo no ceder entonces a la tentación de ha- ta y (algo menos) en Séptima, cuyo úliimo moni. Orqwil* dd Conccrt£tbouw de Ansler-
cer uso de los nombres de Funwangler, Erich movimiento es más que espléndido, es apo- dua. flcmird HúHnk. dinrlor. PHILIPS 416
teósico. Cabe legitimidad en ello, cabe in- S22-2. 6 CD. DDD. Duración: 6 hora. 5'R".
cluso creer que nos encontramos ante una
propuesta relativamente menor si compara-
mos lo aportado en media Séptima y en las
otras seis sinfonías. ¿Es que acaso no con-
sigue aquí Haitink el milagro de reconcilia-
ción de los opuestos que consigue en la

Schcrzo 63
estudio discogrófko

Gyórgy Ligeti: Un recorrido por su obra


L a publicación en los últimos meses de
A grabaciones en el mercado interna-
cional conteniendo música de Lige-
ti, nos mueve a la redacción de un apresu-
rado comentario en el que se quiere hacer
del primer intento de Ligeli por buscar una
nueva manera, lo que va a configurar más
tarde su estilo de los años 80. El autor se
enfrenta aquí a la disyuntiva de continuar
empleando como material básico los gran-
cas pretéritas, ya perceptibles en piezas co-
mo Le Grand Macabre o Passacaglia
Ungherese. de una parte, y por la otra, una
mayor atención por una escritura más libre
en la que no hay ningún rubor en emplear
hincapié en el giro que ha tomado el estilo des bloques sonoros y el estatismo melódi- cadencias perfectas, tenemos conformado ya
de este compositor en los últimos años. En co o, por el contrario, derivar hacia una un esquema muy útil para saber cuál es el
casos como éste es cuando hay que agrade- escritura más flexible, donde se puedan dar momento actual del autor de Lontano.
cer la existencia del disco, que posibilita el cita otros lenguajes musicales y donde las El Trio para violín, trompa y piano (1982)
que cualquier aficionado pueda desde casa emociones personales puedan fluir con más es un claro ejemplo de música pastiche. Ho-
seguir la trayectoria de un músico determi- libertad. En las Tres piezas se encuentran menaje explícito al Trío de la opus 40 de
resios del modelo típico de Ligeti {Selbspor- Brahms, juega con formas pretéritas, como
nado, y en este caso es especialmente singu- Irait: uso de varias capas sonoras estratifi-
lar al tratarse no ya de un autor vivo, sino la chacona o la passacaglia, con el empleo
cadas) pero también perfiles poco habituales de danzas de diferentes pueblos (Hungría,
de uno de los creadores de sonidos más ori- hasta ese momento. Por ejemplo, Monu-
ginales y apasionantes de la última mitad del Rumania, los Balcanes), pero, ante todo, re-
meni, donde empieza a obsesionarse con la zuma gran expresividad, con un núcleo mis-
siglo. Las tres épocas fundamentales de la idea del ritmo, y es ahí donde radica la no-
obra de Ligeli están representadas en estos terioso, melancólico y nostálgico en el
vedad de la pieza, articulada sobre la base Adagio. Nunca como aquí denotó la músi-
discos: la primera, de formación, o perío- de una complejidad rítmica que irá acen- ca de Ligeli tal sentimiento de tristeza.
do húngaro (1941-1956), con Capriccio, las tuándose gradas a una renovación constante
Invenciones, Música Ricercata. para piano, del tratamiento del material. Es evidente que Tras la transición hacia una nueva expre-
y el Cuarteto n. ° I; la segunda época, la de Ligeti ha querido aquí rendir un homenaje sividad del Trío. Ligeti compone en I9S5 los
la expansión y reconocimiento de su estilo, a los representantes clásicos de la música re- Eludes para piano, su obra-faro en lo tocan-
con Doble concierto, San Francisco Poly- petitiva, Riley y Reích (de hecho, el subtí- te al nuevo estilo y de la que se ha grabado
phony, Continuum y las Tres piezas para tulo de la primera pieza es significativo: aquí el Primer Libro en interpretación fide-
piano; y la tercera, o actual, en la que abun- A utorretrato con Reich y Riley, con Cho- lísima de Volker Banfield, en perfecta co-
da el pastiche, la recreación sobre los viejos pin al fondo). Ligeti conjuga en ella su pro- munión con las exigencias del autor. La
modelos, representada por el Trío de 1982 pia técnica de transformaciones rítmicas propuesta de Eludes es muy diversa. Así, el
y el primer libro de los Eludes pour piano progresivas y la de los americanos. El resul- n.° 3, Touches, se relaciona con Selbspor-
tado es cercano a la repetición, pero con el trail en el empleo de la técnica de la piano-
(1985). sello de Ligeli. Veamos por qué: nuestro mú- la. El n.° 4, Fanfyre, es reminiscencia de
Camino de madurez sico emplea una técnica pianística particu- Música Ricercala, así como pastiche de vie-
El auditor, así, se halla de un plumazo an- lar, e! bloqueo o truco móvil de las teclas. jos modelos pianísticos: Schumann, Liszt y
te toda una trayectoria compositiva que va que consiste en apoyar con los dedos de una sobre todo Chopin. Lo que en la superficie
desde los balbuceos por escapar de la inevi- mano en ciertas teclas sin emitir sonidos y es un desfile de temas familiares, en el fon-
table influencia de Bartok (Capriccio) has- tocar realmente con los dedos de la otra ma- do es algo muy ajeno a una estructura clá-
ta el empleo de las estructuras polirritmicas no sobre las teclas que no están bloqueadas. sica. Ligeti, sobre los viejos modelos, aporta
de Eludes. En efecto, las primerizas Inven- Los sonidos tocados serán las notas norma- una inventiva rítmica constante con momen-
ciones (1942) y la posterior Música Ricer- les, los mudos serán las pequeñas notas. Ello tos tan llenos de vitalidad como el fenome-
cata (1953) son un paso decisivo por parte permite obtener ritmos complejos de un gé- nal Elude n." I, «Desordre», obra maestra
de Ligeti en ese durísimo ira bajo que con- nero, para entonces, nuevo, siendo la fór- de vigor y simplicidad y, además, nos de-
sistía en doblegar la huella bartokiana. En mula de los dos pianos la más adecuada. muestra gran capacidad de síntesis al aunar
ambos casos estamos ante un intento de ex- Las Tres piezas anuncian con 9 años de el pensamiento tradicional europeo con las
perimentación con la sintaxis musical. In- antelación lo que será la obra de Ligeti de influencias ya antes apuntadas, de la poli-
venciones está concebida como un entra- composición más reciente contenida en es- rrilmia africana, y las del tratamiento a ba-
mado de pequeñas células melódicas dispues- tas grabaciones. En efecto, algunas de las se de superposiciones y permutaciones
tas según todas sus posibilidades combina- características que se vislumbran en el Mo- rítmicas de Conlon Nancarrow.
torias. Esto y el uso del principio de numem están plenamente desarrolladas en
imitación lo aproximan al mundo de Bach, el Primer Libro de los Eludes pour piano Los Eludes, por su frescor, su comunica-
pero la evidente falta de relaciones tonales (1985), pieza ésta que pone de manifiesto, tividad y la enorme técnica que explota del
lo acercan mucho más al estilo de Bartok y como ya lo hizo el Trío de 1982, el interés piano, se nos revela como un trabajo que
al de Webern. de Ligeti por encontrar nuevos métodos ex- tendrá gran resonancia en lo venidero, ya
presivos. que supone un importante paso de un com-
El Cuarteto n. ° 1 (1954) o Metamorfosis positor actual que se enfrenta con el proble-
nocturnas es la obra más importante del pri- ma de cambio de estilo y, sobre todo, con
mer periodo y, sin duda, uno de los más be- el dilema de cómo insuflar un nuevo aire a
llos logros de toda la carrera de Ligeli. A EJ nuevo estilo su música con el fin de conseguir, gracias
la vez síntesis del período húngaro y antici- Nuestro autor, que ya se había distingui- a una mayor expresividad, un más inmediato
po del nuevo estilo, conserva aún este Cuar- do del grueso de los maestros de Darmstadt contacto con el público auditor. Las antí-
teto la estela del autor de El Mandarín al no aceptar en su propio estilo el puntillis- podas de las Sonatas de Boulez o los Kla-
maravilloso, pero también contiene pince- mo a lo Webern, creando un mundo sono- vierstücke de Stockhausen.
ladas del Ligeti más característico, como las ro propio e intransferible mucho más
superposiciones en clusters. Concebido en uniforme y continuo, ajeno a las configu-
un solo y largo movimiento, el Primer Cuar- raciones matemáticas y numéricas de la se- Francisco Ramos
teto, que ha sido ignorado durante mucho rie, se ve necesitado en un momento dado — Trio para Piolín, trompa y piano. Passacagtia Unghe-
(lempo por parte de los concertistas en fa- de insuflar un nuevo aliento a su música. El resv. Ciinftnuum. Hungariari Rock. í pieza*, paro dos pia-
vor del más innovador Cuarteto n. ° 2, con- mismo ha reconocido repetidamente que las nos Gftwríloff IvIoJm). Baumtim tlrompal, Bcsdi (pinito),
tiene páginas de exaltada emoción que hacen influencias provenientes de los cantos poli- ChDtnarka (clmel. BaNlM». Canino I » . Werg<i 60]M.
plenamente recomendable su escucha. rrítmicos de Centroáfrica y de los trabajos — Música Rice reata. Coprjcctt) ¡nvenitort. Monu-
Ü l t g . L t e f e . MDDEIUTIU. Wer-
sobre ritmos superpuestos de Conlon Nan-
De las obras del segundo período o de ma- carrow han resultado ser fundamentales para — Eludís pour pinna (+ ME5SIAEIS: M ReíanJj sur
durez estilística de Ligeti, representadas en alimentar lo que se puede llamar su nuevo l'taflat Jejos). Bantírid. Vrttjo 601J4.
estos discos, la más sobresaliente por sus es- — Doble concierto pümnhae, flaum y uit/vesla. San fran-
estilo. Si a estas dos grandes presencias en ctsiv
peciales características es Monument/Selb- Potyptiony. Cuantío n " / t.'onttnuurn Muticti Ri-
el último Ligeti agregamos un mayor gusto cercala. Homnll- Orquesta S4«l<rakl de la Radio Saeca.
sportrait/Bewegung (1976), también deno- por el pastiche, el empleo de citas de músi- Cuide» Voces lalloue. En Noidoill Idnrl, Lúa Pbjo-
minada Tres piezas para dos pianos. Se traía li (pl. BIS CD 53.

64 Scherzo
libros

ENRICO HJBIM: La enética musical des- galado al violinista Manuel Quiroga y con-
de la Antigüedad hasta el siglo XX. Traduc-
ción de tartos Guillermo Pérez de A randa. LIBROS servado en A Corufla). El Centro de
Documentación ha realizado en este senti-
Madrid 1988. Alianza Música n." 31. 521 do una importantísima labor a través de sus
páginas. adquisiciones, sus catálogos monográficos y
Enrice Fubíni es una de las personalida- Establecidas las numerosas virtudes, pa- sus conciertos con música del Centro; pero
des destocadas que ha dado ]a efervescente samos a los escasos defectos, en su mayoría cuanto mayor es la importancia de los fon-
moderna musicología italiana. En sus traba- de poca relevancia. dos más amplio veo el camino que queda por
jos aparece como una constante la preo- recorrer. Otro aspecto a elogiar es el criterio
Las citas que figuran al principio de cada estrictico seguida al acertar todo tipo de ma-
cupación por las relaciones estre la filosofía capítulo sólo están traducidas en parte, lo
y la música. Fruto de sus estudios en este terial sin juicios de valor lo que posibilita que
que en mi opinión constituye un error. La se ofrezcan obras de autores de tan sólo ca-
campo son sus dos textos clásicos en la ma- impresión de los fragmentos musicales (el li-
teria, La enética musical de la Antigüedad torce años.
bro contiene más de 400 ejemplos) es en oca-
al siglo XVIII y La estética musical del si- siones difícilmente legible —por pequeña— La impresión ha mejorado con respecto a
glo XVIII a nuestros días. Esta última me- desde el atril del piano, que es el lugar don- las anteriores ediciones y con ella la correc-
reció ya versión castellana (Barcelona, 1971. de se supone que el lector potencial lo em- ción de los errores tipográficos y el esmero
Traducción de Antonio Pigrau Rodríguez), pleará. Por otra parle, la búsqueda de en la ordenación de la información. Menor
que ha sido durante esios años punto obli- ejemplos en parles distintas del libro resul- rigor existe en la introducción de informa-
gado de referencia en el tema para los lecto- ta a veces un tanto fatigosa, si bien la solu- ción sobre si el Centro posee Documenta-
res españoles. El libro que nos presenta ahora ción de tal problema es un tanto difícil. ción, Publicaciones o Referencias sobre/de
Alianza es básicamente la refundición de los Finalmente, y aunque la profusión de ejem- tos autores pues me sorprende que, por po-
dos escritos antes mencionados del investi- plos es sin duda muy positiva, quizá lo hu- ner un ejemplo, el Centro no posea la pre-
gador italiano. Ahora bien, editores y traduc- biera sido más aún si el texto acompañante ciosa autobiografía de Sorozábal. Un
tor han tenido el acierto de basarse en la hubiera sido un punto más aclaratorio. capítulo descuidado es el referido a las fe-
última edición italiana de La estética musi- chas de nacimiento y fallecimiento de los
cal del siglo XVIII a nuestros días, en laque No obstante, creo que nos encontramos autores, que puede incluso desorientar al
el autor ha introducido una considerable can- ante una obra necesaria que tendrá éxito en- lector.
tidad de nuevo material. A diferencia del li- tre el grupo de lectores que le aguarda —
bro de Lewis Rowell, Introducción a la ciertamente no masivo, como muy bien
Filosofía de la Música, que tuvimos ocasión apunta Achúcarro en su acertado prólogo—. X. M. C.
de comentaren su momento (SCHERZO Libro, pues, para leer y experimentar senta-
n°ll, pág,46), y que abordaba directamente do al piano.
algunos problemas estéticos, Fubini opta por MÚSICA Y EDUCACIÓN. Revista de in-
Lo único malo que tienen este tipo de vestigación pedagágico-musical. Vol I. Nnm.
una exposición histórica de las posturas de
las distintas épocas ame e¡ hecho musical.
obras es que a veces resulta muy diffcil ex- Io. Madrid, primavera de 198S. 291 pp. 11x15
traer unas reglas más o menos fijas, tenien- cms.
Se repasan asi las variadas creencias que fi- do en cuenta que cada mano es un mundo
lósofos y teóricos han tenido de nuestro ar- La educación musical en todos sus aspec-
distinto. Bien es verdad que esto lo deja muy tos es hoy un tema de gran actualidad en
te: como imitación de la naturaleza, armonía Claro el autor. En definitiva, obra de total re-
dentro del cosmos ordenado, expresión de nuestro país y de vivas polémicas ante la im-
comendabilídad para quienes está dirigido. periosa necesidad de acometer de una vez por
emociones, estructuración del discurrir del Excelente presentación.
tiempo, proceso autónomo de talante inte- todas una reforma seria y profunda. Esta re-
lectual. El libro de Fubini, magnífico de por forma tan solicitada es una necesidad cul-
si, carece de competencia en castellano en es- R. O, B. tural y una obligación política que cada día
te asunto. La recomendación es, pues, obli- se impone con más fuerza. En este terreno
gada, aun con la ausencia de índices CENTRO DE DOCUMENTACIÓN DE LA todavía no se ha hecho prácticamente nada
onomásticos o analíticos, algún error tipo- MÚSICA ESPAÑOLA CONTEMPORÁ- y hay una gran inquietud, no sólo en los co-
gráfico y determinados descuidos en la tra- NEA.— Catálogo de obras 19SS. Fundición lectivos directamente afectados, sino también
ducción. Juan Mareta. Madrid, 1988. Vol. de I7S pp. en otros sectores sociales. Por eso, la apari-
21 x 15 cm. ción de esta nueva revista, que dirige D. Ma-
riano Pérez, no podía ser más oportuna y se
Tras un paréntesis de un par de años, la convierte en señal esperanzadora de que el
£. Ai M Fundación March nos entrega ahora el cuar- interés es creciente. La revista está estructu-
to catálogo de sus fondos de música espa- rada en diversos bloques (artículos, docu-
ALBERT NIETO: La dieitación pianística. ñola del siglo XX, actualizado al última día mentos, recensiones, noticias) y ofrece una
Fundación Banco Exterior. Colección Inves- de 1987. La espera valió la pena y quizás hu- información de primera mano que sin duda
tigaciones. 272 pags. Madrid, 1988. biera valido que fuera un poco más larga será de gran utilidad para potenciar el de-
No puedo sino iniciar este comentario ex- pues pude comprobar personalmente en el bate que actualmente hay en lorno a la re-
presando mi más efusiva felicitación al autor pasado mes de febrero que recientemente hu- forma de la enseñanza musical. Sin embargo,
de este excelente libro sobre la digitación pia- bo incorporaciones de gran importancia; la también tiene interés para todos aquellos que
nística. Felicitación que se basa en un tra- propia presentación de este Catálogo espe- quieran estar al corriente de las novedades
bajo serio, bien documentado, pensado y cifica que han quedado fuera las obras com- sobre educación musical (publicaciones, ma-
estructurado. Sin duda, es un libro de mi- pletas de Conrado det Campo, de Salvador teriales didácticos, cursos, concursos, becas,
norías, es un libro para pianistas, sobre to- Bacarísse y tengo noticias de otros impor- noticias, informes sobre experiencias educa-
do para profesores o. en menor grado, para tantes legados. tivas y sobre la enseñanza musical en distin-
alumnos suficientemente avanzados. El pequeño esfuerzo de leer detenidamente tos países, documentos sobre la reforma). Es
El orden de la obra, que se divide en tres este Catálogo (no lleva más de dos horas y una revista de carácter científico que servi-
grandes secciones (Generalidades, que inclu- media) se ve recompensado con noticias gra- rá para apoyar y orientar la tarea de peda-
ye la evolución histórica. El Elemento Físi- tificantes como las novedades en manuscri- gogos, para delimitar la situación y las
co y El Elemento Compositivo), es tos de obras de Falla nunca publicadas y con necesidades de la educación musical en Es-
perfectamente adecuado. Los ejemplos son el notabilísimo incremento en la relación de paña y como tribuna donde quienes se inte-
siempre ilustrativos y el lenguaje es, en ge- compositores, y en la oferta de la obra de los resan por este importante tema puedan
neral, suficientemente claro. Quiza la parte ofrecidos anteriormente. El Catálogo es tam- expresar diversas opiniones y experiencias.
dedicada a la ana tomo-fisiología de la ma- bién un excelente termómetro del estado de La revista pretende ser plural y abarcar to-
no sea la más dura para el lector, aunque des- los conocimientos sobre la música española das las áreas de la educación musical en su
de luego no lo fue para mí (mi condición del XX; que sigamos sin disponer de la obra más amplio sentido Estoy seguro de que esta
profesional me hace ser parcial en este de Mantecón o Casal Chapí es una tragedia nueva revista no tardara en convenirse en una
juicio). que puede ejemplificar lo que digo como lo obligada referencia. Desde SCHERZO da-
es la pequeña colección de partituras de Gra- mos la bienvenida a esta nueva compañera.
Cualquier pianista encontrará aquí los nados y la ausencia de partituras de Albé-
problemas de todos los días en lo que a di- niz (del primero he de dar noticia de un
gitación se refiere, y la forma o formas de cuarteto de cuerdas cuyo autógrafo fue re-
intentar resolverlos. KP.de A.

Scherzo 65
-lo guío de scherzo-

Randova. Molí. S, 11,13.16,


te de Grignon, Cassadó, 19 de diciembre-
Cklo de Cámara f Polifanii BERLÍN SALOMh (Siraus). U*e
Homs, Gerhard. Momnou,
CONCIERTOS 13 de dicwmbre: Orquesla de Nin. Sinfónica de I* Radio Mund. CabaiJé, Muss, Siesi-
Cámara Teatrc Lliurc Josep hesmann Hoits. 27,30 de di-
Pons. Brolons, Schoenberg, 11: Joaquín Torre, violin. dt Berilo cktnbrt
Ravel, Berio, Hindtmith. Boris Sluisky, piano. Mo- 23 de diciembre Vladimir
BARCELONA 15: Genoveva üálvez, clave; zart. Prokofisv. Saint-Saens. Ashkenazy. Anne-Sophie
Paganini, Sarasete- Muucr, yiolln. Giasunov. BILBAO
Ibeminu Frank Thcuns, flauta. Le- ShostakoviEch.
ctait, Bach. C.P.E. Bach. Miieo MaoMptl Teatro Arriaga
6 de diciembre: María Joao 20: Orquesta df Cámara Vi- Carlos III v li Músk»
Pues, piano. Brahms, Mo- lla de Madrid. Mercedes Pa- de sa Tiempo BOSTON LA VERBENA DE LA PA-
zan, Monpou. Becihoven. dilla. Vivaldi. Haende!. LOMA (Bretón). LA RE-
1 de diciembre: Presentación Sinfónica de Boston VOLTOSA (Chapi). Compa-
Eurocoacerl Marcello, Boccherini, Mo- 4. 5, 6, 7, 10 de enero: Jef-
zarr. RÍOS, órgano de cámara. La- nia del Teatro Lírico La Zar-
2 de diciembre: Coto de rranaga, Lidón, Nebra, AL- frey Tale. John Alcr, tenor. zuela. 14, 15, 16, \t de di-
Moscú. Valery Polianski. Ta- 22: Pro Música Antigua. Mi- bero, Scarlatti. Seixas. Soler. Scfireker, Brillen, Schubert. ciembre.
tiana Gerangé. mezzo; Vic- guel Ángel Tállame. La mú- 1S: Cuarteto Mosaiques. Jo- LA TABERNERA DEL
lor Roumames, tenor sica en Europa hacia 1600. sé Miguel Moreno, guitarra. CINCINNATI PUERTO (Sorozánal). Pro-
Raen mam inoi. Vísperas. 10 de enero: Trío Beaux Boccheríni, Haydn, Mozart. ducción del A [naga. 27, 2S.
Arts. Mozart, Schumann, Stnfíoka de Ondonsü 29, 30 de diciembre.
Orquesta Ciudad Mendelssohn. 2, 3 de dirwmbrt: Rafael
de BircdoH* 12: Cuando Borodin Bo- TABRASA Frühbeck. pmitri Siiko-
rodin. Shoslakovitch, vetsky, violin. Prokofiev. MADRID
6 de diciembre: Franz-Paul B rahms. Beethoven.
Decker. Alicia de Larrocha. Cenlre CullunU de la Caixa
át T t m s H 9, I0T I van Físcher. Pelel Teatro Lírico Nacional
piano. Beeihoien. Ibtratiíslca La Zarzuela
10. II: Frani-Paul Decker. 15 de didcntbfe: Orquesta de Frankl, piano. Mozart.
NikiEa Magalo*. piaña Bar- 3 ái dkicnibn: The Cham- Cámara de Munich. Hans Mahler. DON G1OVANNI ¡Mozan).
ber, Rachmaninoi. Tchai- bet Orchestra or Europe. Stadlmair. Mozatt. Bach, 13, 14: Jesús Lóp» Cobos. Amoni Ros Marbá. Mario
kovwky. Marickc Blankestijn. Bach. Reicha. Dvorak. Cho-Liang Lin, violin. Coradi. Bren del. Robinson,
17,18: Jean Foumet. Sophie Mozan. Dvorak. Arriaga, Hoffman. Men- Winberg, Ricciarelli. 13,15.
Rolland, cello. Berhoz. 12 de enero: 1 Solisti Veneti. delssohn. 18, 20. 22 o> enero.
Saini-Saéns. Chausson. Claudio Scimone. Viyaldi, TENERIFE
Roussel. Rossini, Puccini. Verdi. LISBOA
Sinfúaica de Tenerife VALENCIA
Centro de Arle Reina Sofía Fuadacidn Calouttc
BILBAO Conciertos del l.IM S, 9, 10 de diciembre: Viclor Tnlro Priacipsl
Pablo Pérei. Tchaikovsky. Gulbenkian
4 de diciembre: Patachich, 15.16, 17 de diciembre: Co- DON GIOVANNt (Mozan).
Sociedad filarmónica Orts, fcslcvan. Marie. Mon- Liszt, Dvorak. ro y Orquesta Gulbenkian. Ivan Fischer. Kent Opera.
6 de diciembre: Orquesta de [an^s, Iges. 15,16,17: Edmon Colomer. Midiel Corboz. Saim-Saéns, Gómez, Knapp. Curtís, Da-
CamJra buropea. t>. Boyd. II: í.choenbeig, Brahms. Strauss, Bottesíni, Schu- Weber. niels. 15, 17 de diciembre.
15: Andrei Gavnlovh piano. 11: Prieto, Looten, Girard. mann. FIDELIO (Beelhoven). [van
Hidalgo, Lim. 22, 23: Víctor Pablo Pérez. LONDRES Fischer. Kent Opera. Milner,
Vaughan Williams, Vahes, The Soolta Bank Centre Dnwer, Cannan. Knapp. 16,
CANARIAS IV Bienal Madrid-Burdeos fragmentos de zarzuelas, vi- 18 dt diciembre
Circulo de Bellas Arles. llancicos. I de diciembre: Nash En-
V Festival de Música semble. Jornada Messiaen.
de Canarias 6 de diciembre: Ensemblc 4: RPO.LSO, Philharmonia.
Acronche Note. Manoury, Lorin Maazel. Beethoven, BERLÍN
7, 8 de eaero: Sinfónica de Dona ion i. Rcvcrdy. Marco. VALENCIA las 9 sinfonías. Opera de Címara de Berlin
Tenerife. Víctor Pablo Pérez- 7: La Muse en Circuit, rerra- 10: London Philharmonic
Kristian Zimerman, piano. ri, Mus»au, Fourts, Jisse. Paliu de li múskí ORLANDO (Haendel).
Orchesira & Chorus. Solis-
Beethoven, Sibelius. 8: Ensemble Musiques Nou- 2 de diciembre: The Cham- tas. Kenc Nagano. Messiaen, Brynmor Llewelyn Jones.
8, ID: Lucia Popp, lrwin Ga- velles de Bordeau. Michel ber Orchcslra or Europe. San Francisco de Asís. Henry Akina. 2. 3 de di-
c. Schubert, Schumann, Fusií-Lambezal. Garcin, Mozart, Shostakovkch. ciembre.
6 rahms, Wolf.
11,12, U, 1* Rojal PhilKar-
Mellé, Vercken, Dusapin.
9: Grupo Círculo. José Luis
Bach. Dvorak.
3: Orquesla Municipal de
15: Philharmonia Orchestra.
Guiseppe Sinopoli. Shlomo
Mintz, violin. Schoenberg,
monte. Wladimír Ashke- Temes. J.L. Turina, Garrido, Valencia. Narcís Bonet. Brahms- CHICAGO
nazy. Crista Ludvig, Miereanu, Boulez. Mompou, BoneE. Lyric Open
con! ral LO. Slrauss, Mahler, 10: Caries Santos. / L'laude 4: Coro de Moscú, valery 9-12 de eaero: Hermann
Franck. Mozan, Sibelius. Helffer. piano. Slockhausen. Polianski. Rachmaninov. Prey, Helmut Deutsch. Schu- DON GIOVANN1 (Mozart).
II, 12, 13, 14: Finarmónica Manoury. De Pablo. Xena- S: Nikita Magalov, piano. beri. Semyon Bychkov. Vatless.
de Leningrado. Yun Temir- 7, (: Trio I ivchii/ de Zurich. Manila. McLaughlin, Dcs-
kis./ l)en« l-evaillant. piaña Barbkan Cenlrr deri, Winbergh, Macurdy. 2,
kanov. Bariok. Slravinsky. Levaillant. Schubert, Beelhoven, Doh-
Mariss Jansons. Respighi, nanyi. / (Con Nigalov) 15 de diciembre: Maxim 5, ID de diciembre.
Siiauss. 11: Ensemble International Schubert, Faur¿. Brahms. Shostakovirch. Shosiako- SALOMt (.Sirauís). Leo-
de Saxophones. Londeix. 9: Orquesta Municipal de vitch. nard SI al km. Fcter Hall,
Fuesié-Laambe^at. Lauba, Valencia. Tonko Níníc. íiwing. Nimsgern. King.
GRANADA Rosse, Guerrero. Haydn. Bottesini. Moiart. MUNICH Fassbaender. 3. 7, 12, 16, 19
Centro Cultural Man Bel — les Passagers du Delta de Ifc Alcunder Lagoya. guiia- de diciembre.
de Falla Levaillant. rra. Milán, Tárrega. Rodri- Filarmónica de Munlcn AÍDA (Verdi). Richard
Fondados Juan March 7,1, 9, 10: Yevgueni Svetla- Buckley. Nicolás Joel. Dunn.
1 de diciembre: Camerata o, Poulenc, Asencío. Villa
MozarL. Fausto Zadra.
Haydn. Mozart.
7 d> dkkmbft: LIM Jesús
Villa Rojo. Homs.
fobos.
II: Banda Municipal de Va-
nov. Wagner.
16.17, l E Cario María Gíu-
Gíacomini, Zajick, Nims-
gern 17, 20, 30 de di-
lini. María Joao Pires, pia- ciembra.
11: Orquesta de Cámara de 14: Aula de reestrenos. Ma- lencia. ña Mozart, Bruckner
Munich. Ha/is Stadlmair. ría Rosa Calvo Manzano, ar- — Orquesta de Cámara Rei- 22, 23: Coro de la Filarmó-
Mendelssohn, Reícha, pa. Obras de Guridi, na Sofía. Haendel. Montsal- nica. Solistas, fcter Schreier. LONDRES
Slrauss. Gombau, Bacatisse. vatge, Dvorak. Haendel, El Mesías.
21: Martín. Tomás. Mateu, 12-16: Invitación a la danza. 6,7. 8 de enero: Kurt Masur Royal Operm House Covenl
MADRID Corostola. Prieto, Cuarteto 12: Orquesta Lysy-Gslaad. Slrauss. Beelhoven. Carden
de primavera. 17: The Enghsh Brass En- MANON (Massenei). Plai-
Orquesta Nacional semble. Obras del renaci- son. Hegarty. Kitchen, Po-
Centro Cultural de l> Villa miento y el barroco. PARÍS.
I, 3, 4 de diciembre: Walter laleenl de !• Obra 19: Alexis Weinssenbcrg. vrell, Vaduva. 2 de dktembre.
WclícT- Angeles Domínguez, Orquesta de Paris RIGOLETTO (Verdi). Bo-
arpa. Nikita Magalot, piano. de Cámara de Brahms piano. t de diciembre: Daniel Ba- der. Espert. Shicoff. Ander-
López-Chavarn. Chopin, 3 de diciembre: Romani, 20, 22: Orquesta Municipal renboim. Cecilia Barloli. son. Me Int y re, Ellis.
Glasunov. Francesch. Mocató, Ruiz- de Valencia. Coro de Valen- Rossini. Mo/arl. Strauss. Tomlinson. I. 13, 17, 20, 23,
9, 10, II: Waller Weller. Casaus. Sonatas para clari- cia, Manuel Galduf. Haen- 14, 15: Daniel Barenboím. 26, 29 de diciembre. 4 de
Barry Tuckwell, trompa. nete. Trío pan trompa. del. El Mesías. Isaac Stcrn. Beethoven, Du enero.
Slrauss, Dvorak 14 de enero: Quinteto Espa- 21: Orquesla Johnn Slrauss tilleux. Tchaikovski.
16, 17, IR: Rafael Rfuhbeck. flol. con Aureli Vila. viola. de Viena. Alfred Schwe. Pol- 21, 22; Daniel Barenboím. Naliosal Opera
Albíntz, resto sin de- Quintetos para cuerda. kas y valses. Bruckner. THE MAKING OF THE
terminar. 23: Orfeón Universitario. 4, S, tí. Semyon Bychkov. REPRESfcNTAfTVE FOR
Aula de Cultura d> la Caja Orquesta del Conservatorio
13,14,15 de enero: Sinfóni- Postal de Ahorroi Hnas. Labeque. Hindemith, PLANET 8 (Glass). Llo^d.
ca de Euskadi. Gabriel de Valencia. Eduardo Cifré. Mozart. Mendelssohn. Terada. Garren, Shore. An-
S, 12, 19 de diciembre: José Villancicos. 13, 14: Daniel Barenboim. gas. 2, 7, 9. 13, 16 de dl-
Chmura. Ibarrondo, Men- Francisco Alonso, piaña
delssohn, Sibelius. 9 de eaero: Roya! Philhar- Wagner. ciembrr-
Schuben, Sonatas. monic Orchcslra Wladimir
Orquesta de RTVE 7: Josep Colom. Carmen Ashkenazy. Mozart, Shosta-
Deleito, piano a 4 manos- kovíteh.
I, 2 de diciembre: John Nel- Moszkowsky, Rimsky- PARIS
son. Berlioz. Korsakov, Ravel. OPERAS Opera de Paris
I, 9: Antoni Ros-Marbá. Ye- 14: Claudia Bonamico, pia-
pes Madema, Ohana. Ben- no. Scarlatti, Soler, Mozart, VALLADOLIO ORPHEE AUX ENFERS
guerel. Brillen. Beethoven, Schumann. BARCELONA (Offenbach). Lombard.
15. 16: Vi [lorio Negri. Solis- Teatro CaMeraa Maríinoly. Raphanel. Vissc
9 de enero: Marta Mircheva, Gran Teatro dd Liceo
tas. Coro RTVE. Vivaldi. cello; Perfecto García Chor- 20 de diciembre: Ivo Pogo- Dran, Galois. 21, 22, 23, 24,
22, 23: Arpad Joó. Smelana, net, piaña Granados, Lama- relich, piano. Liszt, Brahmsh PARS1FAL (Wagner). Uwe 26. 2?. 28. 29, 30. 31 de di-
Dvorak. Prokofíev. Chopin. Mund. Hoffman. Esles. ciembre, I de enero.

66 Scherzo
-dosier-

Cari Philipp Emanuel Bach


1788-1988

Grabado de J.M. Lips.

La enorme figura de Johann Sebastian Bach venia eclipsando secularmente las creaciones
de sus varios hijos compositores. Sólo recientemente hemos aprendido que éstos son
acreedores de lugares propios en la historia de la música. El más famoso de todos en su
época, Cari Philipp Emanuel, está siendo reconocido en la nuestra como el autor de la
música más importan le. El proceso de recuperación, sin embargo, no ha concluido todavía:
comienzan a grabarse un buen número de discos dedicados a Cari Philipp, pero únicamente
en un futuro no muy lejano se verá completa la edición —una parte considerable del
legado del compositor se mantenía en manuscrito— de su ópera ommnia. El tricentenario
de su muerte, ocurrida el 14 de diciembre, es un buen motivo para insistir en la revisión de
su personalidad y su obra.

Scherzo 67
dost«r

Un tipo galante
l quinto de los veinte hijos que luvo Juan Sebastián momento. Por lo demás, el músico había expresado claramente
E Bach nació en Weimar el 8 de marzo de 1714 y murió
en Hamburgo, a los 74 años, el día 14 de diciembre
de 1788, hace exactamente ahora doscientos años.
Parte de su periplo vital se desarrolla durante la época en la
sus ideas en un Tratado: Ensayo sobre el verdadero arte de lo-
car instrumentos de teclado, en el que alude, entre otras cosas,
a la carga emotiva que el ejecutante debe transmitir al audito-
rio. Su especial posición histórica quedó espléndidamente pre-
que floreció el denominado estilo galante. cisa en las palabras de Haydn: «Emanuel Bach es el padre, no-
sotros somos sus hijos».

Los hijos de Bach y el estilo galante


La afirmación artística y estética
ÜJS difícil definir con absoluta precisión lo que es el estilo
galante. Como en tantas ocasiones nos encontramos frente .Adentrémonos ahora, aun cuando sea brevemente, en el pe-
a un concepto acomodativo que comprende, al mismo tiempo, riplo vital y artístico de este singular compositor. Como afir-
páginas musicales muy distintas entre sí, como pueden serlo la ma Geiringer en su estupendo libro La familia de los Bach:
de los italianos Pescetti o Paradisi, las de algunos de los hi- siete generaciones de genio creador: «era típico de su natu-
jos de Bach, o del silesiano Schobert, o del padre de Mozart, releza emprendedora, el hecho de que a los 17 años, grabó
e incluso del mismo Mozart joven. No obstante la abstrac- por su propia mano su Opus I, un minué para clave, publica-
ción del término y la diversidad del lenguaje de cada músico, do casi simultáneamente con la Opus I de su padre, el c/avier
hay algo común que se advierte fácilmente: se trata de esa Ubung». En aquella fecha era ya un destacado intérprete de
particular sensibilidad, ese patetismo, ese querer cargar a la clave, si bien, a pesar de ello su padre decidió que estudiara
música de un vibrante acento derecho durante tres años en
de pasión que desembocará en Leipzig, y posteriormente en
el romanticismo musical y en- Frankfurt der Oder para con-
contrará una afortunada pleni- tinuar sus estudios. En esta ciu-
tud en la poderosa y arreba- dad había todavía muy poca
tadora sonoridad del piano. actividad musical, por lo que
Algunos de los hijos del gran un joven ambicioso, con talen-
Bach desempeñaron un impor- to como él, podía encontrar
tantísimo papel en este concre- una buena ocasión para esta-
to momento histórico. Se ha blecerse. Y eso fue precisamen-
dicho muchas veces cuan difí- le lo que hizo.
cil y delicada era la situación Aunque el joven Emanuel
de los hijos del gran músico de gozaría de una posición desta-
Eisenach. Hoy nos vemos incli- cada, sin duda no pensó en vi-
nados, al mismo tiempo, a su- vir allí de una manera
pervalorarlos, como un permanente, pues sentía la ne-
emocionado homenaje a su pa- cesidad de residir en un centro
dre, y a infravalorarlos, bus- artístico donde pudiese encon-
cando en ellos solamente un irar otros músicos y aprender
eco del magisterio paterno y no de ellos. Impulsado por su in-
auténticas individualidades ori- Weimar, ciudad natal de C.P.E. Bach nato sentido de la inpedenden-
ginales. Por otra parle, no cia decidió marchar a Prusia y
hay que olvidar que los hijos de Bach no tuvieron que sufrir probar suerte en Berlín, su capital. Es posible que este viaje
durante toda su vida la gran sombra del padre ya que fueron fuera aconsejado por los hijos del Ministro prusiano Von Han-
considerados, casi sin excepción, absolutamente superiores a pe, que coincidieron con él en la Universidad, ya que poste-
Juan Sebastián cuya grandeza no comenzó a perfilarse hasta riormente se tienen noticias de las relaciones especialmente
bien entrado el siglo XIX. cordiales entre los Bach y el Ministro von Happe, que fue pa-
Gran parte de la existencia de Cari Philipp Emanuel trans- drino de un hijo de Emanuel y de otro de los hijos de su her-
currió al servicio de la corte de Prusia, como clavednista, de mano Friedemann.
Federico II. Los Últimos veinte años los pasó en Hamburgo, Así, pues, en 1738 Cari Philipp Emanuel se encuentra en
amado y apreciado por lodos como organizador de la vida Berlín, sin duda, con la intención de establecerse allí. Pero
musical de la ciudad. A él se debe, entre otras cosas, la primera poco después fue invitado a acompañar a un joven noble en
ejecución alemana del Mesías de Haendel y el estreno inte- la acostumbrada gira continental, y aceptó, disfrutando por
gro de la Miso en Si menor de su padre. Lo mismo que su her- anticipado de las alegrías del viaje por el extranjero. Cuando
mano mayor, la parte más interesante de su monumental pro- estaba a punto de emprender el viaje fue llamado a Rheins-
ducción está dedicada al teclado. En estas páginas, Cari Phi- berg, donde el príncipe heredero Federico residía en una es-
lipp Emanuel, encuentra frecuentemente un feliz equilibrio pecie de exilio, proyectando reformas gigantescas y actividades
entre la vena sentimental y las brillantes elegancias del estilo culturales para la época en que subiese al trono, y gozando
galante. Por algo se le consideró como el inventor de la forma mientras tanto de festivales de buena música, que habían de
sonata, no tanto porque fuera el primero en experimentarla, mantenerse secretos para el emperador, sólo interesado en fo-
como por haber fundido en ella las distintas tendencias del mentar y perfeccionar el arte militar. Esta llamada le impi-

68 Scherzo
Cari Phiiipp Cmonuel Boch

horas de éxtasis ante el clave eran vitales para él, ya que le


proporcionaban un desahogo para sus más Íntimos anhelos
artísticos y después de semejante experiencia se sentía capaz
y con fuerzas para acometer la solución de los extremada-
mente arduos problemas cotidianos.
En este dualismo de su personalidad, que le aseguraba el
éxito lanto artístico como material, Emanuel tañía mucho de
común con Haydn a quien las obras del maestro proporcio-
naban un estímulo decisivo. Podemos imaginarnos cuánto ha-
bría gozado cada uno de ellos con la compañía del otro,
charlando sobre los aspectos agradables de la vida para lo que
ambos tenían una aguda percepción mientras saboreaban ali-
mentos exóticos, tales como las calandrias que Emanuel le
había enviado. Pero nunca llegaron a encontrarse, y el joven
Haydn que tocaba entusiasmado las sonatas de Emanuel no-
che tras noche, en su carcomido clave y descubriendo un nuevo
mundo en ellas, no podía sospechar que este venerado músi-
co fuera un hombre eminentemente práctico, astuto y hasta
duro en la tramitación de sus negocios.
Se han conservado informes que presentan a Emanuel co-
mo un avaro desagradable, pero ésios deben considerarse, jun-
to con las historias de embriaguez de Friedemann, como
leyendas propagadas por sus enemigos, No hay duda de que
Emanuel era tan escrupuloso en cuestiones de dinero como
su padre lo había sido. Se había criado en una tradición de
estricta austeridad en asuntos económicos y la atmósfera pe-
culiar de Hamburgo incrementó aún más tales tendencias.
Como su padre, parece que gozó de una agradable vida ho-
gareña, pero todo en una escala más opulenta que en el mo-
Andreas Stóitup pintando a Bach y al Pastor Srurm. desto hogar de su progenitor. Burney elogia la comida
elegantemente servida que hizo en la casa de Emanuel, y el
dio viajar al extranjero frustrando así uno de los mayores hermoso y gran salón de música adornado con cuadros de
anhelos de su vida. más de 150 músicos eminentes, que su anfitrión había logra-
Sin embargo, en Rheinsberg el principe heredero disponía do reunir. No es difícil imaginar que la encantadora habita-
de un pequeño grupo en el que, como flautista consumado, ción, llena de libros, que vemos en un cuadro que el pintor
locaba con regularidad. No se sabe cómo Federico llegó a in- Augusí Stóttrup hizo de Emanuel, Sturm y él mismo, es una
teresarse por Emanuel Bach, quizá conocía alguna de las obras de la casa de Emanuel. El retrato del músico, de pie junto
que había escrito para flauta o también pudiera sei que la al pastor Sturm revela claramente el dualismo de su natura-
familia Von Happe elogiase las dotes sobresalientes del com- leza. Esta persona elegantemente vesiida, más bien corpu-
positor. Sea como fuere, Federico llamó a Bach e impresio- lenta, se asemeja mucho a un hombre mundano que sabe
nado por la extraordinaria forma que tenia de tocar el teclado, gozar de las cosas buenas de la vida; las manos ágiles pare-
le contrató como acompañante, aunque no podía hacerse un cen expresar los rasgos de ingenio de su dueño y su modo
nombramiento en regla dada la particular posición de Fede- temperamental de hablar. La cara sin embargo, refleja un de-
rico. Dos años más tarde, subió al trono de Prusia y Ema- seo vehemente y una tristeza penetrante. Es la misma tristeza
nuel, como él mismo escribe en su pequeña biografía, «tuve también visible en un retrato pintado en 1773 por Jaríann Phi-
el honor de acompañar en el clave, al primer solo de flauta lipp Bach.
que Federico tocó como rey». En los años siguientes, un acontecimiento en su propia fa-
A partir de esta fecha, especialmente desde 1742 cuando en milia contribuyó a profundizar la expresión en los ojos del
Berlín se inauguró el Teatro de la Opera, la vida y los hechos compositor. Ninguno de sus dos hijos varones quiso ser mú-
musicales de Cari Philipp Emanuel Bach son conocidos y se sico. Esto fue un gran golpe para Emanuel que coleccionaba
tratan, en sus diversos aspectos, en el resto de los artículos con cariño antecedentes pertenecientes a la historia de la fa-
que SCHERZO le dedica en este dosier de fin de año. Por milia, y para quien la descendencia ininterrumpida de músi-
lo tanto, mi intención es transmitir la imagen de un músico cos Bach era un motivo de orgullo y satisfacción. Su tristeza
especial imbuido del mundo galante y con un sentido del hu- se tornó definitiva cuando murió en Roma a los treinta años
mor, realmente extraordinario, hasta tal punto que sus chis- su segundo hijo, mientras recibía lecciones de pintura. A partir
tes eras famosos en toda la corte. de este año 1778, la muerte fue un visitante frecuente en la
Examinando de cerca el carácter de Cari Philipp resulta, familia. En 1781, murió su hermanastra Elizabeth, un año des-
sorprendentemente, bastante alejado de lo que los cuadros de pués el hijo menor de Juan Sebastián y enl784, Friedemann.
la época nos transmiten cuando contemplamos su imagen. El propio Emanuel estuvo gravemente enfermo en 1782 y nun-
Bajo, más bien rechoncho, con un cierto tinte sombrio en su ca más recuperó su fortaleza falleciendo seis años más larde,
rostro, al que sólo se oponían dos ojos vivos y profundos, el 14 de diciembre de 1788. Al día siguiente los periódicos pu-
nuestro músico fue persona enormemente activa, emprende- blicaron la siguiente nota necrológica: «Fue uno de los ma-
dora y positiva. Es curioso observar las distintas reacciones yores músicos teóricos y prácticos, creador de la verdadera
que experimentaban Emanuel y su hermano Friedemann en técnica del clave, sin igual en este instrumento. La música pier-
momentos íntimos cuando juntos se dedicaban al arte de la de con él uno de sus mayores ornamentos, y para los músicos
improvisación en el que ambos sobresalían. Así, mieniras la el nombre de Cari Philipp Emanuel Bach será siempre sagra-
exaltación que se produda en esos momentos servia solamente do. En su trato personal fue un hombre vivaz, alegre, lleno
para incrementar la incapacidad de Friedemann para enfren- de espíritu e ingenio, contento y satisfecho...»
tarse con la realidad, Emanuel tenía la rara habilidad de man-
tener netamente separadas las dos esferas de su existencia. Las Gerardo Queipo de Llano Onaindia
Scherzo 69
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dosier

Un músico innovador
ari Philipp Eraanuel Bach ha sido y es uno de los mú- Vistos desde la perspectiva de su época y, en especial, siguien-
C sicos más innovadores de todas las épocas, a la vez que do el transcurso de sus vidas y obras, existen entre padre e
uno de los que todavía no han encontrado su auténti- hijo un número considerable de puntos afines.
ca posición en el cuadro de valores de la historia de la músi- Como compositor-intérprete, Cari Philipp consolida el pro-
ca y en nuestro entorno musical actual. La sombra de su gran ceso iniciado por su padre, quien creaba e interpretaba en el
padre y la influencia de la obra de éste en el mundo musical denominado estilo mixto, una fusión de los estilos francés e
del siglo XIX, y hasta nuestros lares musicales, nos han he- italiano, que fue la gran obsesión de J.S. Bach. Tener esto en
cho ver en C.P.E. Bach un compositor extraño, galante (siem- cuenta es muy importante a la hora de juzgar y analizar la
pre en comparación con estilos anteriores) y, sobre todo, de obra de padre e hijo. El completo oficio como teclista y com-
enrarecidas ideas estético musicales en parangón con su augus- positor de Cari Philipp no seria posible de entender sin una
to padre. Con la restauración en el romanticismo de la obra línea directa de enlace con Johann Sebastian.
de J.S. Bach, totemizada en
Alemania por el latente prusia-
nismo germánico, apareció el
mito de un C.P.E. Bach (inclu-
so existen pastiches y compo-
siciones irónicas al respecto)
hijo indócil, que no se enten-
día con su padre, que no admi-
raba la inmensa obra paterna,
que vendía las partituras de
Juan Sebastián, y, antes que
nada, no seguía los caminos
del gran músico, que tantos
frutos ha dado a la historia de
la música.
En primer lugar, se debe
afirmar que todas estas teorías
se hunden por sí solas docu-
mental e históricamente, con-
virtiéndose en puras espe-
culaciones anímicas que tien-
den a ensalzar la enorme figu-
ra de Johann Sebastian Bach.
Hubo naturalmente un conflic-
to generacional entre padre e
hijo, pero éste discurrió por
cauces estéticos y en ningún
momento personales, ésio en
virtud del compromiso históri-
co que cada cual estaba con-
vencido de llevar a término.
Johann Sebastian Bach, que-
rámoslo o no —y quizás gra-
cias a Dios— se sintió llamado
a consolidar muchas cosas de
su entorno musical, renuncian-
do a la modernidad y convir-
tiéndose automáticamente en
lo que hoy llamamos un con-
servador, cuya música en el vi-
brante mundo alemán de su
época llevaba ya muchos años
fuera de moda.
Cari Phiüpp Emanuel, por el
contrario, institucionalizó y
condujo lo que hoy llamaría-
mos la vanguardia, sin la cual
no hubiera sido posible el in-
menso cambio de estructuras
que dio paso al clasicismo en
sus diversas fases y vertientes. Fríednch Goiilieb Klopstock, 1780

72 Scherzo
Cari Philipp Cmanual Boch

Otra faceta heredada de su padre, bastante silenciada por


los biógrafos de ambos, pero trascendental para comprender
a Cari Philipp Emanuel Bach, es su absoluto desinterés por
la todopoderosa ópera de su tiempo, e igualmente su despre-
cio olímpico por los espectáculos teatro-mus i cales tan domi-
nantes en el ambiente musical de entonces. A Johann
Sebastian Bach le costó muchos disgustos e incomprensiones
este distanciamiento, pero piénsese en Cari Philipp, asalaria-
do en Berlín en la real corte de Federico 11 de Prusia, rey mú-
sico totalmente poseido por la fiebre de la ópera, para el que
su cembalista no compuso absolutamente nada en este esti-
lo, siguiendo con terquedad luterana las normas heredadas
de su augusto padre. Su estancia en Hamburgo como maes-
tro de capilla (ciudad a la que J.S. Bach siempre quiso ir),
donde existia la fuerte tradición operística creada por Matt-
heson, Haendel y Telemann (este último su antecesor), no cam-
bió la actitud hacía el género de nuestro famoso kapellmeister.
Cultural mente, ambos procedían de dos mundos distintos.
Johann Sebastian Bach enraizaba su persona en toda la tra-
dición de creadores muy influenciados por la reforma lutera-
na, con su estatus de cultos artesanos de formación
eminentemente práctica, y cuya cultura irradiaba sus propios
moldes de trabajo, de una afinidad fundamental de su mun-
do con el religioso. Asi comprendemos la falta de textos
poético-religiosos de una calidad parecida a la de la música
en las obras vocales de J.S. Bach. Por el contrario, algunos
son poseedores de un supino mal gusto. Sin embargo, Cari
Philipp Emanuel Bach, estudiante de leyes, decide hacerse mú-
sico y desde su estancia en Leipzig se rodea de poetas y filó-
sofos propios de su época. Más tarde, y tanto en sus obras
como en la famosa tertulia de su casa de Hamburgo, se co-
dea con lo más interesante del mundo poético e incluso pic-
tórico de su tiempo. A la cabeza de sus libretistas de textos
profanos (no hay que olvidar la importancia de Cari Philipp
como compositor de üeder) y religiosos se encuentran filóso-
fos y poetas del rango y la inquietud intelectual de Lessing,
Ramlez, Klopstock, Gerstenberg, etc. ti pmior J.S. Bmh
Naturalmente el nuevo estilo encuadrado dentro del llamado to silábico, poético y retórico de mayor importancia que en
Slurm und Drang no fue un invento de Cari Philipp, aunque la época anterior. Si verdaderamente el paso del renacimien-
sí fue éste quien concretó e institucionalizó todo este perio- to al manierismo y al llamado barroco sólo es posible bajo
do, donde los afectos dominan sobre los bloques y donde otra la decisiva influencia de Monteverdi y Frescobaldi, tampoco
vez se vuelve a nombrar hasta la saciedad esa unión poética cabe entender a Mozart, Haydn y Beethoven sin pasar por
enlre verso y música, dándole al discurso musical un contex- la obra total e inmensa de Cari Philipp Emanue! Bach. Sólo
asi se explica la gran veneración de estos tres mú-
é i t t i C)t<rti>t C t r U t l n sicos por Cari Philipp, del que escriben con enor-
mes elogios y cuyas obras interpretan. Mozart, por
8 n f í Ii 4 1 # t f i i a [ ejemplo, obtuvo un éxito señalado con la interpre-
tación en Viena del oratorio La resurrección y as-
tSttioWa ium Singcn ttp frtm ffíottím censión de Cristo, presidida por un retrato del
propio Cari Philipp.
«un
Volviendo a las relaciones de padre e hijo, es se-
guro que J.S. Bach quiso que su hijo fuera aboga-
do, ésle, por el contrario, llevado del veneno de la
música, decide, como muchos jurisconsultos de to-
das las épocas, dedicarse al arte de los sonidos. Cari
Philipp llama a su hijo igual que su padre, Johann
Sebastian Bach, y desea ardientemente convertirlo
en músico, pensando en ampliar y continuar la sa-
ga de los Bach, llamada inexorablemente a desa-
parecer. J.S. Bach (júnior) se hace pinlor
naturalista y marcha a Roma (historia casi
romántico-chopiniana), donde muere de tubercu-
losis. Cari Philipp, en medio de dolor por la muerte
de su hijo, consciente del final de la saga musical
de los Bach, compone un Rondó hermosísimo
a modo de lamentación, en el que las notas
~* B-A-C-H si bemol, transportadas, son siempre cor-
>•• 3 * l " > ('••'• í r i . l t , iiu.
tadas en el discurso musical, sin que se complete
la palabra Bach, como intuyendo el final de la
Edición de Cantos Espirituales. Hamburgo 1781 familia. José Rada

Scherzo 73
dosj«r

£1 Berlín de Cari Philipp


D espués de haber estudiado Derecho ires años en Leip-
zig, Cari Philipp Emanuel Bach se trasladó a
Frankfun-am-Oderen 1734 para ampliar estudios. La
ciudad era menos importante y culta que Leipzig, pero, lejos
de la protección familiar, pudo dar clases de cémbalo, fun-
timulante. Pudo ver como en 1742 se alzaba en Berlín el Tea-
tro de la Opera, gracias a lo cual se puso en contacto con la
producción operística italiana de su época; esa experiencia
le sirvió para canalizar su talento dramático, aunque fuese
dentro de la música instrumental, (Sonatas Prusianas y So-
dar y dirigir una academia de música, componer y dirigir en natas Würlenberg ). Vio también como se alzaba en Postdam
conciertos públicos durante ciertas festividades. el palacio de Sans-Souci entre 1743 y 1747, obra maestra de
Acostumbrado a la independencia (nunca más apreciada von Knobelsdorff, y sobre todo, como la pequeña orquesta
que en esas familias numerosísimas, llenas de niños por to- de 17 músicos del castillo de Rheinsberg pasaba en Posldam
das partes, como era la suya), Cari Philipp quiso probar suerte a ser de cuarenta, que se reunían cinco veces a la semana pa-
ra los conciertos nocturnos, en los cuales participaba muchas
en la capital prusiana, la pujante ciudad de Berlín. Tal vez veces como ejecutante el propio rey.
le animó el tener por compañeros en Frankfurt a dos hijos
del ministro prusiano von Happe. Asi que, en 1738, a los vein- Entre los músicos que formaban parte de la orquesta dé
ticuatro años de edad, se dirigió a la capital de Prusia con Federico el Grande en Sans-Souci estaba el célebre flautista,
intención de establecerse allí. compositor y teórico Johann Joachim Quantz, preferido del
Inmediatamente, sin embargo, le surgió la oportunidad de rey, que era discipulo suyo. Gozaban de alta consideración
acompañar en un preceptivo viaje por Europa, a un joven ca- en la corte los hermanos Graun. Uno de ellos, Johann Got-
ballero, que no era otro que el hijo del embajador de Rusia tlieb, era violinista y director de la orquesta real. El otro, Cari
en Dresde (conde Hermann Keyserlingk, para quien Juan Se- Heinrich, es el autor del célebre oratorio pasión Der Tod Je-
bastián Bach había escrito las célebres Variaciones Goldberg) su. Cari Heinrich dirigía además la ópera de Berlín y para
. Le hacia ilusión conocer Austria, Italia, Francia e Inglate- ella escribió unas 27 óperas en estilo italiano, entre ellas Ce-
rra en compañía de Heinrich Christian Keyserlingk, pero no sare e Cleopalra, que inauguró en 1742 la ópera berlinesa de
pudo ser. De pronto fue convocado para presentarse en Unter den Linden. Estaba también en la corte el destacado
violinista y autor bohemio Frantisek Benda y su hermano Ji-
Rheinsberg, donde en 1738 se encontraba el principe herede- ri Antonin (1722-1795) extraordinario compositor que hoy es
ro de Prusia, Friedrich, amante de la música y músico é¡ visto como uno de los precursores de ta gran ópera alemana
mismo de los Mozart (El rapio y La flaula), Weber y Beethoven. Su
El padre del príncipe Friedrich, Federico Guillermo I, ha- melodrama Medea y sobre todo su Ariadne auf Naxos son
bía enviado a su heredero a Ruppin, a un Regimiento, en 1732, modélicos a ese respecto.
y poco después, el príncipe se casaba con Elisabeth Christine
de Brunswick contra su voluntad (hay razones fundadas pa- Resulta curioso y significativo, sin embargo, que precisa-
ra pensar que era homosexual). Ella vivía en Shónhausen e mente Cari Philipp Emanuel y Jiri Antonin (o Georg Benda,
iba a veces a Rheinsberg, pero no pondría nunca ios pies en cono era allí llamado), fueran, una y otra vez, los músicos
Sans-Souci, la residencia favorita de Friedrich. peor tratados en los presupuestos cortesanos. Benda cobra-
El príncipe era feliz en la residencia de Rheinsberg, que ha- ba 800 táleros por año y Cari Philipp (el músico peor paga-
bía mandado restaurar al gran arquitecto Georg Wenzeslaus do de la corte) tan sólo 300. Recordemos que Cari Heinrich
von Knobelsdorff (1699-1753), pues allí se rodeó de una serie Graun cobraba 1200 táleros y Quantz 2000, además de un su-
de personas que le agradaban, gentes refinadas, intelectua- plemento por cada composición (tal vez ello explique sus más
les, poetas, actores, músicos, filósofos, embebidos de cultura de 300 conciertos para flauta).
francesa, gentes en fin, muy diferentes a la camarilla que ro- ¿Por qué Benda y Bach eran los menos apreciados en la
deaba a su padre en Tábakscollegium, o la degenerada corte corte de Federico el Grande?. La respuesta ya la dio el musi-
de la vecina Sajonia en Dresde (la de Augusto II el Fuerte). cólogo viajero Charles Burney (The Presen! Slale oj Music
Pues bien, tal vez porque Federico hubiese oído alguna obra in Germany the Netherlands and United Provinces) al decir
para flauta —su instrumento favorito— escrita por Cari Phi- que «se habían atrevido a tener un estilo propio». Y eso, cla-
lipp, tal vez porque conocía por referencias sus grandes cua- ro, no debía ser del agrado del autocrático rey prusiano, por
lidades como ejecutante al cémbalo, o bien porque la familia otra parte enormemente conservador en sus gustos.
von Happe le había recomendado, el caso es que Cari Phi- Un célebre cuadro de Adolf Menzel (Neue National Gale-
lipp fue contratado y pasó a formar parte, como clavecinis- rie de Berlín) refleja una de las veladas musicales en el céle-
ta, de la orquesta del Principe heredero de Prusia. bre salón rococó del palacio de Postdam. En él vemos al rey
Dos años más tarde, en 1740, el principe subía al trono con tocando la flauta (probablemente un concierto de Quantz),
el nombre de Federico II de Prusia, y pese a sus muchas de- a quien se ve a la derecha supervisando la ejecución) con una
bilidades y errores, ha pasado a la historia con el nombre de orquesta en la que Cari Philipp figura sentado al clave. Sólo
Federico «el Grande». le debía apreciar el rey a Cari Philipp como ejecutante y, des-
de luego, las relaciones entre ellos jamás debieron ser como
las que mantuvo el padre de Cari Philipp con el príncipe de
Bach y Federico el Grande Anhalt Cóthen. Tampoco le debía hacer mucha gracia al rey
el genio critico de Bach, su espíritu bromista, un tanto co-
rrosivo, que debía tener desde niño y que le acarreó muchos
E.A joven Bach tendría el honor de ser el primero en acom-
pañar al clave al nuevo monarca en un solo de flauta en la
problemas. Se le atribuye, por ejemplo, el siguiente chiste:
«Pregunta: ¿cuál es la bestia más terrorífica del mundo? Res-
residencia de Charlottenburg. puesta: El perrito de la señora Quantz; el señor Quantz la te-
Cari Philipp Emanuel va a permanecer durante casi trein- me a ella, pero él es temido, a su vez, por rey más poderoso
ta años al servicio de Federico el Grande y en la corte berli- de la tierra».
nesa dará a conocer, sin excesivo reconocimiento por parte
del rey, buena parte de su obra. Su estancia en Prusia, en un Entre Postdam y Berlín, fueron transcurriendo los años —
momento de particular esplendor de este estado nortealemán, no muy brillantemente— para Cari Philipp Emanuel. El maes-
iba a ser para él altamente provechosa y, en muchos casos es- tro supo, de todas formas, aprovechar aquellos días en que,

74 Scherzo
Cari Phllipp Cmonuel Bach

i fiolph
"i lenzel:
F.l concierto
de//aula, 1752.
Con Friedrich
tler Grossen
de solista
i Cari Philipp
hmanuel Bach
en el
cémbalo

en la corte del monarca prusiano triunfaba el espíritu ilus- ron como padrinos y madrinas. Dos margraves, Friedrich
trado de la Aufklárung (movimiento espiritual característico Heinrich y Cari Brandenburg-Schwedt; dos ministros de es-
del racionalismo del siglo de las luces), un tanto constreñido tado, el Conde Keyserlingk y von Happe; la viuda del general
en Prusia por el autoritarismo autocrático del rey. De todas von Meyer y su hija, casada con un amigo de Emanuel, Frie-
formas, el rey se interesaba por la historia, la filosofía, las drich Wilhelm von Printzen. Esto da idea del prestigio social
[ciencias políticas, la administración y, sobre todo, las técni- de que gozaba Cari Philipp en Berlín, aunque sus obras se
cas militares. Fue un gran mecenas de la arquitectura, de la escucharan poco en la corte.
literatura al gusto francés y de la ópera italiana. Se carteó con Como hemos apuntado, Cari Philipp disfrutó de aquel gran
numerosos intelectuales de la época, entre ellos Voltaire, que Berlín de Federico el Grande, donde se pudo relacionar con
llegó a instalarse en 1750 en la corte prusiana de quien él lla- los poetas de la escuela anacreóntica (Johann Ludwig Gleim,
mó «el Salomón del Norte». Johann Peter Uz, Karl Wilhelm Ramler) con el ilustre Cott-
Voltaire escribió en Berlín su Micromegas (1752), traduci- hold Ephraim Lessing (1729-1781) que por entonces escribía
das luego al castellano por el afrancesado y revolucionario su Mmna von Barhelm, con Sulzer, Agrícola, los Graun; con
abate Marchena. Voltaire sólo duró tres años en la corte de la familia de banqueros Itzig, a la que pertenecía Sara Levy,
Federico el Grande, pues disentía de los afanes guerreros e la tía abuela de Mendelssohn; con el periodista Christoph Frie-
imperialistas del monarca alemán, que era además hombre drich Nicolai (1733-1811), editor délas Cartas sobre la Iilera-
religioso, si bien tolerante. tura actual, primer intento serio de acabar con el
a francesa miento de las letras alemanas, etc.
Fueron años de gran efervescencia espiritual y política, en
El ambiente íntimo los que se abolió la tortura, se rehabilitó a catedráticos pros-
critos, como Christian Wolf (destituido años antes de su cá-
I ese a su preterición en la corte. Cari Philipp disfrutó de tedra en la Universidad de Halle) y a ciertos militares, como
aquel gran momento de los 40 y 50 en el Berlín del siglo XVIII. el teniente Keith, se establecieron reformas agrarias como la
Conoció y trató a buen número de intelectuales y artistas de de los silos del Estado, se fundó la Academia Prusiana...
aquella época, reuniéndose con ellos en el famoso Club de La guerra de los Siete Años (1757-1763) y la creciente dedi-
los Lunes, en los conciertos de los sábados en la casa de Agrí- cación del rey a los asuntos políticos y militares, dio un vuel-
cola, o en su propia casa, siempre abierta a todos. co a tan halagüeño panorama, pese a que en 1765 se fundaba
Karl Geiringer (The Bach Family) dice que Cari Chilipp la Banca del Estado y cuairo años después se daba fin al Neues
ofrecía a sus amigos muchas horas deliciosas con sus impro- Palais (1763-69) de Postdam, henchido hasta la saciedad de
visaciones al calvicordio, mientras rendía pleitesía a las viu- esculturas y ornamentos. Por cierto, en su interior se ha con-
das berlinesas trazando encantadores retratos musicales de servado una de las mejores colecciones históricas de instru-
ellas, los cuales aparecieron en varias antologías de la época. mentos musicales. Pero para entonces, Cari Philipp ocupaba
La Bergius, la Borchward, la Prinzette, la Buchholtz, la Stahl, su nuevo cargo de diieaor musical en la ciudad libre y prós-
fueron viudas de altos oficiales y algunas de ellas y sus mari- pera de Hamburgo. Dejaba atrás una gran obra creada y su
dos fueron madrinas y padrinos de los hijos de Cari Philipp. formidable Versuch Uber die wahre Ari das Clavier zu spie-
Cari Philipp se había casado en 1744 con Johanna María Don- len (Ensayo sobre el verdadero arte de locar instrumentos de
nemann, hija de un comerciante de vinos. Ninguno de sus teclado), cuyas dos partes aparecieron en Berlín en 1753 y
hijos fue músico. El mayor, Johann August, fue jurista. Des- ¡762.
pués tuvo una hija, Anna Carolina Philippina (1746-1804)
que permaneció soltera, y finalmente otro hijo, Johann Se- En Hamburgo, Cari Philipp seguiría siendo el músico in-
bastian II (1748-1778), notabilísimo pintor y exquisito paisa- telectual que admiraron hombres como Haydn y Beeihoven.
jista, que falleció en Roma a los 30 años de edad. Cuando
nació Juan Sebastián li no menos de seis aristócratas firma-
Andrés Ruíz Tarazona
Scherzo 75
dosier

C.P.E. Bach y su tratado sobre el verdadero


arte de tocar instrumentos de tecla
n el año de 1772 visita el eminente historiador inglés tiva en lo que respecta a la apreciación de su obra entre el
E Charles Burney la ciudad de Hamburgo. Pasa por ca- público.
sa de Cari Philipp Emanuel Bach, con el cual tiene una Bach mismo nos legó una clave con su impresionante tra-
interesantísima entrevista. Bach toca e improvisa al clavicor- tado, una obra en la cual podemos seguir hasia en los más
dio de una manera incansable, usando toda su fantasía. Bur- mínimos detalles el proceso creador del compositor.
ney describe asi el encuentro con Bach en su Diario de un
viaje musical: «Bach se senió al clavicordio y de pronto su
espíritu se llenó de emoción y arrobamiento; no sólo locaba La enfermedad
sino que toda su complexión traducía por medio de gestos
sus emociones. Sus ojos no se movían mientras que su labio «{Muestro intérprete disparatado tiene unas manos de en-
inferior caía y parecía como si su alma hubiera abandonado sueño. Sin embarga no tiene la mínima noción de cómo usar-
su cuerpo sin sentir más los sufrimientos de la existencia. Al las, pero ¡cómo cambia la situación cuando el aya se descuida
finalizar afirmó que si siempre pudiera locar de esa manera y lo deja a solas con sus alumnas! Las reglas de la digitación
rejuvenecería». son un misterio para él. Cuando hace trinos con la mano de-
En términos semejantes se expresa Johann Friedrich Rei- recha usa exclusivamente los dedos segundo y tercero y es re-
chardt cuando describe la inspiración de Bach, sus modula- nuente en permitir a los dedos tercero y cuarto que hagan lo
ciones y gran riqueza de armonías que dejaban a sus oyenles mismo. Cuando toca acordes en triada con la mano derecha
completamente desconcertados: «... los oyentes se pasaban la con una cuarta sobrepuesta a una tercera (como por ejemplo
mano por la frente». Tal vez su música se adelantaba a la época re, sol, si), emplea los dedos segundo, tercero y quinto, aun
en aquellos años (1770-1780). Burney recalca que «muchas de cuando la nota intermedia deba tocarse con el cuarto dedo.
sus obras parecen estar escritas pa-
ra oíros mundos o por lo menos
para siglos venideros, y tal vez en-
tonces lo que hoy parece difícil y
Sari
rebuscado, se volverá fácil e inte-
ligible».
Bach mismo escribe en su Tra-
tado sobre el verdadero arte de to-
car instrumentos de tecla (1753)
con cuania confusión se topan los
malos ejecutantes que no com-
úbtx bit
prenden el «genio de una obra; no
saben lo que se esconde detrás de
una composición porque simple-
mente no saben buscar».
La grandeza de Emanuel Bach
ha sido reconocida por una mino-
ta* Slfltwr 3« fp telen
ría de historiadores desde el siglo
XV1I1, y aún su música parece re-
buscada y enigmática para mucha
gente, mientras que una buena
itt Ne wn í>em 2fccompaancmmt
parte del público la ignora por
completo. En nuestro siglo ha
Ut frecen &anta(te
cambiado esta situación gracias al reirí.
trabajo de musicólogos como son
Bitter, Wotquenne, Schenker y 9?e6|í rinít JtupfertafeL
Vrieslander. Todos sus esfuerzos,
aunados al trabajo de otros cien-
tíficos en las últimas décadas, han SBerífguna awctorií.
tenido como resultado el siguien-
te: una biografía básica (H.G. Ot-
tenberg, 1982), la edición en
facsímil de todas las obras para te-
clado (edición de O.M. Berg) y por
último un catálogo de toda la obra
compleia de Bach (E. Helm). Más
aún, se editará la correspondencia
integra (R. Angermüller) y la edi-
ción de las obras completas está SBtrlin,
por terminarse. Tal vez la conme- ©tfcrttrft 6(1} ffiífrg* gutewig 2Bí»t(T,
moración de fallecimiento de Bach
(1788) tenga una influencia posi- Portada de la segunda pane del Tratado, edición de 1762.

76 Scherzo
Cari Phllipp Cmonuel Boch

Con todo esto destroza las manos de sus alumnos. Para col- musical: instrumentos de tecla, realización del bajo cifrado
mo de males es tan pésimo ejecutante del bajo cifrado que y composición. A diferencia de su hermano Friedemann, Cari
no conoce siquiera las notas de un acorde de segunda aumen- Philipp no recibe clases de violin por el hecho de ser zurdo.
tada. Como acompañante se parece al peor de los organistas Después de graduarse en leyes en las universidades de Leip-
de iglesia y salta de una octava del teclado a otra, como si zig y Frankfurt, es nombrado clavecinísta principal en la corte
sólo pudiera realizar los acordes en aquellas zonas del tecla- del príncipe heredero Federico, más tarde conocido como Fe-
do que le son conocidas. Aquí va otro ejemplo de su igno- derico el Grande de Prusia y uno de los mecenas más ilustres
rancia total de la armonía: no solamente toca todas las notas de su época. Es en la corte de Berlín donde Bach crea las so-
erróneas de una copia defectuosa de un aria, pero como si natas llamadas Prusianas y las de Wúrttemberg, en 1742 y 1744
esto no fuese suficiente, copia él mismo los mismos errores respectivamente. Estas Sonatas para clave poseen caracterís-
para sus alumnos». Este es el texto de una sátira aparecida ticas bastante avanzadas para su época. Haydn, Mozart y Beet-
el 13 de mayo de 1749 en el Critische Musicus an der Spree, hoven las conocerán y admirarán a su tiempo. No menos
la gaceta musical de Berlín dirigida por Friedrich Wilhelm innovador resultará su Tratado, editado en dos partes en los
Marpurg (1718-1795). años 1753 y 1762. En 1768 toma Bach a su cargo el puesto
Marpurg es sin lugar a dudas el autor de esta sátira y en de director de música de las cinco iglesias principales de Ham-
ella se ve que no tiene clemencia alguna
con los maestros de música de la época.
Marpurg, uno de los más ilustres teó-
ricos, críticos y compositores del siglo
XV1I1, es con seguridad el auior mismo
de la citada sátira; ésta es un ejemplo en-
tre muchos de este tipo de publicaciones
que vieron la luz alrededor de 1750. En
ellas se critican duramente la teoría y la
práctica de la interpretación de tecla en
Alemania. Podemos imaginarnos que to-
da esta crítica corresponde a la realidad
de aquellos años.
La curación

V einticuatro aflos más tarde leemos en


el Hamburger unpartheiischer Corres-
pondent el siguiente texto (11 de enero de
1773). Me ha complacido sumamente
comprobar que desde la aparición de mis
dos tratados referentes al arte de tocar
instrumentos de tecla, los cambios de ac-
titud han sido favorables. Sin tratar de
alabarme yo mismo puedo afirmar que
desde ese momento la educación y la in-
terpretación han mejorado considerable-
mente. También es notable la aparición
de multitud de tratados y manuales so-
bre los instrumentos de tecla, parecien-
do por el momento que esta moda no se
agotará pronto».
Así se expresa Emanuel Bach (casi se-
xagenario) respecto a los efectos logrados
desde la aparición de su Tratado sobre el
verdadero arte de tocar instrumentos de
teda, editado en dos partes en 1753 y 1762
respectivamente. Bach puede verificar que
no sólo la educación ha cambiado radi-
calmente, sino que los intérpretes reali-
zan mejor la música de tecla. Este texto (jrabodo de Charles Humey.
nos da asimismo una idea de las capacidades literarias de Ema- burgo. Esta vacante se creó a la muerte de su padrino Tele-
nuel Bach. mann. A diferencia de Berlín, donde Bach compuso
Antes de comentar algunos aspectos del tratado de Bach, principalmente obras instrumentales, en Hamburgo se ges-
ofrecemos a continuación una corta biografía para aquellos tan muchas composiciones vocales tales como son pasiones,
lectores que no estén familiarizados con nuestro compositor. oratorios, etcétera. También nacen en esta ciudad las famo-
sas seis sinfonías (1733) y las Seis colecciones de Sonatas, Fan-
Cari Philipp Kmanuel Bach (1714-1788) tasías libres y Rondas para conocedores y aficionados
(1779-1787). En 1788 muere Bach a la edad de setenta y cua-
t^arl Philipp Emanuel Bach fue el segundo hijo de Johann tro años. Deja una vasta obra de más de 875 composiciones,
Sebastian Bach y su primera esposa María Bárbara. Nació una extensa correspondencia y por supuesto su famoso
en Weimar en el año de 1714 el que más tarde seria conocido Tratada
como «el Bach berlinés o hamburgués». A la edad de nueve Primera parte
años comienza su educación en la Thomasschule de Leipzig
donde su padre ejerce la función de director musical y can- / \ h o r a trataremos varios aspectos del manual de Bach. En
tor. Es pues su padre quien le enseña los principios del arte la primera pane habla Bach del tocar en sí, o sea, la realiza-

Scherzo 77
dosier -

ción sonora del texto musical y destaca tres características lograr una síntesis armoniosa entre el estilo italiano (el can-
esenciales: la digitación, la ornamentación y la interpretación. tabile) y el refinado gusto francés; por otro lado, se desata
Una obra de tal envergadura consagrada al arle de locar en Berlín y otras ciudades alemanas una polémica entre par-
los instrumenios de tecla era en tiempos de Bach un aconte- tidarios y oponentes a uno de los dos estilos (léanse los escri-
cimiento único en su género. Solamente podemos comparar tos de Marpurg y Agrícola), Bach indica que los franceses
este tralado con la versión de Franfois Couperin, su Arle de son excelentes en el arte de la ornamentación, aunque abu-
tocar el clavecín, aparecido en 1717. El manual de Couperin sen de ella. Los alemanes por el contrario usan menos ador-
no se puede medir con el de Bach por sus dimensiones mu- nos y así podrán ejercer una influencia positiva sobre los
cho más reducidas.

Clavecín, clavicordio y fortepiano


Inmediatamente en el primer volumen nos en-
contramos con un hecho bastante personal, es-
to es, la preferencia de Bach por el clavicordio
por encima del clavecín y el fortepiano, sobre
todo cuando se trata de lograr la máxima ex-
presión y realización sutil del estilo emocio-
nal (en alemán la muy discutida Empfind-
samkeit). «Hasta nuestros días ha habido dos
instrumentos muy favorecidos por el público,
el clavecín y el clavicordio. El clavecín se em-
plea para interpretar música con dinámicas
fuertes; el clavicordio en cambio se usa para
tocar cuando está uno solo. El nuevo instru-
mento es el fortepiano, el cual, en el caso de
estar bien construido, puede ofrecer muchas
ventajas siempre y cuando uno lo estudie ar-
duamente. Este instrumento es recomendable
para piezas solistas y para combinaciones de
instrumentos muy sonoros. Sin embargo, soy
de la opinión de que un buen clavicordio, ex-
ceptuando su sonido débil, puede reproducir
una vasta cantidad de bellezas con su vibra-
ción muy particular (en alemán Bebung) auna-
da al alcance del tono. Esto se logra pro-
longando la duración del sonido aplicando una
cierta presión sobre la tecla. Es por consiguien-
te el instrumento perfecto para juzgar las ca-
pacidades de cualquier intérprete». Aquí se nos
revela Bach como un partidario de una diná-
mica rica en sutilezas y cambios abruptos, a
la vez que favorece un crescendo y decrescen-
do paulatino. Son muchos los pasajes en sus
obras que nos descubren esta preferencia. «Las
cuerdas deben poder resistir un ataque violento Página de la copia de C. P. E. Bach de su Tratada, por un copista y con
o sutil a fin de poder realizar toda la gama di- correcciones del propio Bach. Del catálogo de Hans Schnneider (n." 132).
námica». Aquí nos encontramos con una paradoja: Bach franceses; al menos, ésta es la idea de Bach. «Uno debe apren-
favorece el clavicordio, el cual habría de pasar pronto de der a sacar ventaja de todo lo bueno para emplearlo adecua-
moda y eso en un tratado dirigido hacia el futuro. damente».
En otro fragmento afirma Bach que «está claro que nues-
La independencia del pulgar tro gusto actual ha sido influido enormemente por el sitio can-
labile de los italianos; por lo mismo no nos basta el estilo
A.] leer el capítulo sobre la digitación resalta el hecho de francés y por esta razón trato de unificar los diversos estilos
que Bach nos está transmitiendo las enseñanzas de su padre. en uno solo. También advierto que he contribuido yo mismo
Estas enseñanzas avalan el uso del pulgar, el dedo que aún a lograr esta síntesis añadiendo elementos propios». Leyen-
en tiempos de la juventud de Johann Sebastian era conside- do este fragmento no nos sorprende el hecho de que Bach
rado como poco menos que obsoleto. Emanuel Bach trata hable de siete tipos principales de adornos, más veinticuatro
exhaustivamente las técnicas de pasar el pulgar por debajo subtipos, de los cuales no emplea más de unos cuantos en el
de los demás dedos, abriendo así el camino hacia la indepen- apéndice de su tratado, los Dieciocho Ensayos en forma de
dencia de los diez dedos. Emanuel Bach es mucho más mo- seis sonatas.
derno en este aspecto que Francois Couperin, el cual sin
embargo, parece poseer el arte de cambiar de dedos frecuen-
temente, ya sea tratándose de notas tenidas o repetidas. Segunda parte (1762)
Una síntesis alemana INos sorprende alin hoy día la manera decidida y definitiva
como Bach presenta su Tratado en medio de una verdadera
Í J O S capítulos que tratan la ornamentación nos revelan al- revolución estilística y práctica, la cual se llevaba a cabo en
gunos aspectos estilísticos de Bach sumamente interesantes. los años cincuenta del siglo XVIII. Esta observación se apli-
Nos encontramos con un compositor alemán que trata de ca sin lugar a dudas a la segunda parte del manual, editada

78 Scherzo
AUDITORIO
xi CICLO
NACIONAL
DE MÚSICA DE CÁMARA
Y POLIFONÍA
Temporada 1988/89 PROGRAMACIÓN: DICIEMBRE/ENERO

10
1 de deiemhre de I98K, jueves

David Alien Wher, piano


CICLO B
14 22 de diciembre de 1988. jueves

Pro Música Antigua


Dirfttoí1 Méjuel Ángel Tafame
CICLO B

Kobefl "La música en Europa hacia 1600"


SdMuiw: ttaldscenen. Op 82 (España. Italia. Alemania. Ingkicüdi
Fntiance
Huraetm Ambuih
l.ondy Roaers
Haumed Place
Fncndl) Undsape
15 10 de enero de 19K9. manes

T r í o Beaux Arts
CICLO C

M u a l Trio pan piano, ipiolin vviolonf helo en Si bemol mavor.


AlThcInn
The Bird - Prophel
Hunting Song Sefannan Tno para piano. Piolín y violonchelo en Re menm. Op ó J
Farewll Mtndtbota Trio para piano. ^IOHII y violonchelo en Do menor. Op. tt
Jota
Fantasía on an Oaimio
lint*
Cruud» Los itquiebra df "Goyescas" 16 lonrin
16 de enero de 1989, lunes

Cuarteto Borodin
Cuarteto num 2 en Re mayor
CICLO B

Hijín Sonataen Mi mayor, HobXVI:48 Sbosuko'ieb Cuarteto num. 11 en Fa mayor, Op. 122
Andante ton spiesaone Bnkms Cuarteto núm. 1 en Do menor. Op SI.
Rondo Presto
frimlijl Dos piezas de "Atines de Pclennigc*
Pnmer año. Suua.
ValleedObtimanri
Au lar dr Wallenslail
17 17 de enero de 19B9. manes

Orpheus Chambtr OrcheMra


Sinfonía num B.Ven Sol menor
CICLO A

Rapsodia húngara num. ó.


Sduaberg \oche transfigurada, Op i
E)umbanon Oais
Dvohli Sercnju dt nenio

11
13 de diciembre de 1988, manes CICLO A

Duector;
Orquesta de Cámara Teatre Ltiure
JotqiFon
18 DmcTor
I9deenerode 1989,jueves

Orquesta de Cámara Reina Sofia


S i b u Cfllvilla
CICLO C

FuskJ.Op.45. Sálala Rifífl Ranas, •iulmchrio


InHm
«ndd M i m Orín, «peino
Sdaoabert Sinfonía de CimaR Op. 5 trtnnulD Obertura en Sol menor
Suite en Re nuvoi para violonchelo, orquesta de cuerdas y
Inri Tns poemas de Mallarmt. continuo
IrttfH Las Iluminaciones, Op 13
Boto Concertino

19
Pai 24 de enero de 1989. martes CICLO A
H M n M Kammermusik, num. 1.
Trío Oistrakh
Solistas Igor Oütrikh, >ioln i •lob
Vdrry Oiarüt, i c f c
XHüt íotialovL finan

12
15 de diciembre de 1988. jueves CICLO B
Inbm Tno para ruano. Piolín y nola en Mi bemol mayor, Op 40
Genoveva G i l vez, clave
Hahonn Pasaíalks pata nolin y kiold
Franfc Thcuns, flauta travesera
Winimii tualrmarmchuinaradosiiolincssolindeOp 181.
Ledú Sonata en Sol mayor, pira flauta y injo continuo Imano nurru 1. 2. i. i
libro, sonata núm 7) Puema "Knendship" parí dos uolines) pane. Op. 26
JS.faí* T o m a en Mi menor. BWV 914 Susue Danza española "Navarra" para dos tiolivs apiano
Sonata en Mimayoi, parJibuUV bajocommuo. BWV
I OÍS
C. n. l i c k Wiaaen U mere», pan (lauta sola, Wotq 1)2
Sonata en Si menor, para flauta ¡ clave obligada. BWV 1030 20 26deenerode 1989.jueves

Lindsay Q u a r i t i
Hi<dD Cuarteio para cuerda. Op "4. núm. 3
CICLO C

BriiBi Cuarteto para cuerda, núm. J

13 20 de diciembre de 1988. manes

Orquesta de Cámara
CICLO C leftbna Cuartelo pata cuerda. Op 54. núm. 1

Directora
Soluta
Villa d f Madrid
M n n d n Pidilta
MipdQñMokoe
21 31 de enero de ¡989. manes

Trío Anudeus
CICLO B

Tno para puno y violonchelo, en Sol iftayor. Op l.num. 2


Vitili Sinfonía núm .' en Sol mayor
Contieno en La menor num 5 para oboe, ciiffday continuo Trio pira piano "oim v violoncheio. núm. í en Re mitof, Op
Murrio Conwnoen Do menor, para oboe i orquesta 'O núm. 1
I c c t k ñ B Paitorale. patr t landaiuo Trio para puno, viohn y violonchelo, núm 7 cu SJ bemol Dp.
Monrl Serenata en Re mayor, K V ffl 97vArchiduqiie~

H o n r o de a m a n t o * 19J0 h.

MINISTERIO DE CULTURA
~dosi*r-

SJfln ttv frítjín Jantafií. 341


&&ír¡ugtf)ín: e t o i t Híffnit n 6 « t t i r b boj (5) mit auilaffuns
ttt n>eid)cn £>ttr¡fían$t6 b ote úStrmágigc CWmrt ftn S«un-
ttnaccorbí |tim c gmomttKn, alé retnn man in t a i t)ar» 9
auíncidien rnolt*, unb ngitift htm ofinstatfet Cit Jjatmonit
txii mtidicn 9 ( 6 ) , loormif man mifyitnifyttíi butd) {ijyonittnt*
©rifft ísírtír tn bit £juprtortart $<f)tt, unb bit ganiafif mil tiintn
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Tema de una fantasía libre. Desarrollo de un lema de fantasía.

en Berlín en 1762. Aquí se concentra Bach sobre la interpre- adornos, se concentra Bach en el género más curioso de to-
tación de piezas escritas y la improvisación. Esta última prác- dos: la fantasía libre.
tica va siendo relegada a segundo plano junio con la
realización del bajo cifrado. Más tarde, en la época de Dus- La fantasía libre
sek, Haydn, Mozart, Beethoven y Hummel renace una vez
más el arte de la improvisación. tiste género era el más refinado medio de expresión dentro
La segunda parte del Tratado de Bach que se ocupa del del estilo llamado Empfindsamkeit, correspondiente con la
acompañamiento de bajo continuo y la fantasía libre, es la corriente literaria y musical del Sturtn und Drang.
más extensa compilación de todos los siglos y también la úl- Se trata de una forma sin medida de tiempo con modula-
tima (excepción hecha del Manual de Türk, publicado en 1791, ciones hacia tonalidades bastante lejanas y que hace uso de
el cual debe mucho a Bach). contrastes abruptos y pausas.
Bach concluye su Tratado con una Fantasía libre, de la cual
él nos da de antemano la estructura: un tema en el bajo ci-
frado. Aquí nos percatamos de la enorme riqueza musical de
La alta escuela del bajo cifrada Bach. Ya antes de nosotros hubo compositores que se dedi-
caron a explotar esta riqueza del Tratado de Bach.
U na vez que Bach trata las diferentes clases de instrumen- Entre ellos podemos mencionar a Johann Chrislian Bach,
tos de tecla con todas sus perfecciones, defectos y posibilida- Jan Ladislav Dussek, Friedrich Hüllmandel, Franz Xaver
des de dinámica, se dedica el autor a dar instrucciones Richter, y sobre todo Haydn, Mozart, Clementi, Beethoven,
educativas. En veinte capítulos comenta una cantidad igual Czerny, Weber y Mendelssohn. Bach mismo llamó al hecho
de acordes, ordenados según sus intervalos comunes. Leyen- de imitar «una especie de robo, pero necesario en lo que a
do estas líneas nos percatamos de cuan importante es para música se refiere».
Bach la realización adecuada del bajo cifrado. Habla Bach
de la conducción de las diferentes voces (una visión netamente Ctemens Romijn
contrapuntística de la armonía, la cual caracteriza la obra de (Traducción del holandés de Mauricio Fernández Ordóñez)
Bach), de la dinámica del acompañamiento, del crescendo y
decrescendo y de cómo lograrlos de manera más efectiva (aña-
diendo o disminuyendo la cantidad de voces en el acompa- INDUSTRIAS DEL FUNK DISTRIBUCIONES
ñamiento). CD INTERNACIONAL CLUB
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80 Scherzo
J.S. BACH
Das wohltempenerte Clavier
El clave bien temperado
David Moroney, Clavecín
HMC 901285 88 CD
Cada vez que se inlerpreta una obra es un momento único donde se
mienta captar lo inalcanzable. Cada vez que se reinterpreta la misma
obra, el resultado es distinto, el problema, es que el disco capta
únicamente uno de esos instantes y lo tita. Por esta razón yo dudo
siempre mucho antes de realizar un disco y con ello fijar mi visión del
momento. Es el caso del "Clave bien temperado" ahora que parece
insuperable.
(De la interviú de Davitt Moroney y Jean-Luc Macia 1987}

JOSQUIN
DESPREZ
ADIEU.
MES AWOURS
Canciones
HMC 901279 CD
Ensemble Clement Janequin
Primera grabación enteramente dedicada a las canciones de J
Desprez, importante ¡alón en el conocimiento de la obra de este
compositor

MONTECLAIR
LA MORT DE DIDON. CANTATES
Les Aris Florissants
Agnés Mellon, soprano
Monique Zanetli. soprano
Gérard Lesne, contra tenor
Jean-Paul Fouchécourt, tenor
Jean-Francois GardeN. bap
WILLIAM CHRISTIE, director
HMC 901280 CD
Una gran ocasión de escuchar
los grandes cantantes que forman
parte de Les Arts Florissants
con la obra del ma.s importante
compositor francés entre Lully v
NOVEDADES POLYGRAM SELECCIÓN
DECCfi WOZAKT Conoenn No U Omt para 2 pianos
Ashltenizy Barenhcmn - II) -+21OÍÉ2 W SIJiASTIAX Rtt'H
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MOZAKT Quiiiinu con ctannete Hit liud.i.1 n
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dosier

Los fundamentos clásicos


de la teoría delos afectos
La imitación Para reproducir e imitar este orden numérico del mundo,
los teóricos de la música insistían en el fundamento también
numérico de las estructuras musicales. Pero, en el umbral del
T al como mostró Ervvin Panofsky, el pensamiento de
la Antigüedad mantuvo dos posturas contrarias respec-
to a ia función deí Arte. Por una parte, el ideal de lo-
do artista era el de emular a Zeuxis, portentoso pintor que,
según se cuenta, había reproducido en una de sus obras un
siglo XVI!, otras voces comenzaron a levantarse, reclaman-
do exactamente lo contrario. Su idea era que e! papel de la
música no era el de someterse y copiar las leyes cósmicas,
uno expresar áe la manera más intensa posible, pasiones, sen-
racimo de uvas tan aparentemente reales, que hasta los mis- timientos y afectos, para inducir así ai oyente a experimen-
mos pájaros acudían a picarlas, creyendo que eran auténti- tarlos por sí mismo. Estos nuevos teóricos, encabezados por
cas. Según esta teoría, la misión de los artistas debe ser imitar Vincenzo Oalilei (1533-159!), y Claudio Monteverdi
a ¡a Naturaleza, colaborando con ella, sometiéndose a sus (1567-1643) y los músicos a los que sus teorías daban apoyo
leyes y apariencia, y subordinándose a lo que perciben los (Luca Marenzio, Jacopo Peri, Giulio Caccini y el mismo Mon-
sentidos. teverdi) decidieron que para poder expresar los sentimientos
a veces puede ser legitimo —si ese sentimiento que se va a
Pero, por otro lado, los grandes idealistas consideraban expresar lo requiere— utilizar determinadas técnicas musica-
que el Arte debía Superar a la Naturaleza, puesto que su ob- les no autorizadas por las teorías numéricas.
jetivo era representar la Idea misma de la Belleza, para al-
canzar esta meta, les parecía legítimo el que los artistas Así es como comenzó a escucharse música con disonan-
corrigieran, modificaran o desecharan los aspectos imperfec- cias intolerables según la teoría numérica, cuando el texto
tos del mundo visual, e incluso, que tomaran motivos de su que se iba a cantar hablaba de temas como guerra, odio, do-
propia imaginación. De este modo, sentaron las bases para lor, etc. A excepción de quienes conscientemente se opusie-
la autonomía de los lenguajes artísticos, ofreciendo al espec- ron a esta nueva música, en particular los autores de mucha
tador un resultado que mejoraba la realidad circundante. música eclesiástica o de fugas, el reinado de esta segunda prác-
Esta contraposición entre los que consideran al artista co- ttca fue total desde el siglo XVII.
mo un mero copista de la realidad, y los que lo consideran Pero este triunfo histórico no fue acompañado del corres-
como un portador de verdades que trascienden la realidad, pondiente logro en el campo de la teoría. Frente al formida-
ha creado una tensión dinámica que atraviesa toda la Histo- ble aparato de normas, leyes y tradiciones que podían
ria de las Artes en Occidente. Así, la contraposición entre ostentar, razonar y justificar los viejos contrapuntistas, re-
Venecia y Florencia, entre dibujo y color, entre el último Du- curriendo al acervo conceptual acumulado durante siglos de
rero y Miguel Ángel, o entre impresionistas y simbolistas, etc. predominio de sus lécnicas, Monteverdi y los suyos no su-
También la Historia de la Música está atravesada por este pieron alzar un edificio equivalente, y, ante las criticas de estos
conflicto dramático, en el que un importante papel lo repre- conservadores, no pudieron replicar más que con decir algo
sentó nuestro C. P.E. Bach, como veremos. De hecho, y da- tan poco serio como que «no tenían tiempo para contestar-
do que las obras musicales de la Antigüedad no fueron les», según respondió Monteverdi a Bottrigari y Artusi.
accesibles a la Europa moderna, la influencia de la época clá-
sica sobre la música posterior solamente podía ejercerse a tra-
vés de las doctrinas sobre la misión del Arte y del compositor.
Dos formas de mover los afectos
Ejsta pobreza conceptual en la defensa de la segunda prác-
Hacia el artista creador tica nos impide utilizar fuentes directas para señalar el pro-
ceso mediante el cual se fue sustituyendo un ideal por el otro.
Uurante la Edad Media, la teoría del Arle, si es que exis- Pero, dado que el objetivo de estos nuevos y revolucionarios
tió, mantuvo una discreta posición colaboracionista con res- músicos era «mover al oyente a varios afectos», y apoderar-
pecto a la imitación de la Naturaleza, y, así, los recursos se de él mediante la expresión apasionada, podemos dirigir-
técnicos de la música se consideraron como si fueran una re- nos a los escritos de otra disciplina que tiene también este
producción de la naturaleza física, que. a su ve/, derivaba mismo objetivo, aunque sea con otros medios: Se trata de
e imitaba un principio metafisico. De este modo, la música la Oratoria, que también persigue la finalidad de convencer
instrumentaiis. la música audible, la que hacen los músicos, por medio de la emoción.
era siempre una copia terrenal de la música mundana, esa Aunque existen importantes escritos sobre este tema du-
armonía inaudible que realizan los seres celestiales ordena- rante los siglos XVI y XVII, bien sean traducciones de los
dos por Dios. grandes clásicos como Cicerón o Quintiliano, o bien obras
Con las grandes transformaciones de la sociedad bajome- originales, la primera aplicación sistemática de los concep-
dicval, sin embargo, la música se fue olvidando de estas raí- tos de los rétores a la música no la encontramos hasta las
ces imitativas, pero, aun así, el fundamento metafisico de las obras de Joachim Burmeister, justo en los años que bordean
estructuras musicales se mantuvo a través del pensamiento el cambio de siglo del XVI al XVII. En ellas, expone el mo-
basado en la aritmologia de los herederos del pitagorismo an- do de aplicar a la música las figurae, que son diseños especí-
tiguo. Según esta, la música está basada en las relaciones de ficos, análogos a las figuras del habla que emplean los
los diversos ritmos, intervalos o consonancias, que pueden oradores, y que están destinadas a provocar determinados
ser expresadas con proporciones numéricas, y siendo éstas efectos emocionales en los oyentes del discurso. Siguiendo
los instrumentos por medio de los cuales ha sido construido las obras de Burmeister, se llega a realizar tablas enteras de
y ordenado el mundo. Podemos verlo, por ejemplo, en la su- equivalencias entre los estados de ánimo o afectos, y los di-
cesión do los doce signos zodiacales, en el orden de las ocho seños musicales correspondientes. De este modo, se raciona-
esferas planetarias, las siete virtudes o pecados capitales, las liza uno técnica expresiva, y se sistematiza algo que, a primera
siete semanas de cuaresma, o los cuatro elementos, los cua- vista, podría parecer totalmente irracional.
tro humores, las cuatro edades del hombre, o sus cuatro tem- Esta línea de pensamiento que planea racionalmente el con-
peramentos, etc. tenido afectivo de cada obra, y que espera del oyente que se-

84 Scherzo
Corl Philipp Cmonuel Boch

nuestro Bach como teórico. Hereda el tema clásico de la imi-


tación, pero lo desvía hacia el campo de la expresión perso-
nal, lanzándolo así a los territorios de lo que será el
Romanticismo.
Este nuevo ideal se encuentra expuesto en, entre otras
obras, su tratado de 1753 y 1762, el célebre Ensayo sobre la
verdadera manera de locar los instrumentos de teclado. No
en vano nuestro autor se encontraba muy cerca de los inte-
grantes de aquel movimiento literario conocido como Sturm
und Drang, que, años después, repudiaría la vida cor-
tesana por artificiosa, proponiendo la naturalidad del
mundo rural como ideal de vida. El ambiente cultural en el
que se movía conectaba también con el incipiente movimiento
nacionalista alemán que por su parte daría lugar al Roman-
ticismo. Amigos de C. P.E. Bach fueron Lessing y Klops-
tock, y, como muestra de su interés por el mundo del
pensamiento sensible, baste decir que fue corresponsal de
Diderot.
La orientación hacia ese mundo de los sentimientos espon-
táneos se muestra todo a lo largo del tratado de C.P.E. Bach,
sin recibir un tratamiento específico por separado. Asi, por
ejemplo, toda su exposición de la manera de ornamentar las
obras está empapada de la idea, revolucionaría en su momen-
to, de que los ornamentos tienen como principal misión la
de facilitar la expresión afectiva, y no la de permitir las exhi-
biciones de dominio técnico y virtuosístico del intérprete por
la dificultad que entraña su ejecución.
De este modo, nuestro autor llega a defender la suprema-
cía del intérprete sobre el compositor, ya que, según sepa
alumbrar tas posibilidades expresivas de la obra al desnudo,
mediante las sutilezas interpretativas, puede, incluso, llegar
a «realzar una composición mediocre, y hasta a conseguir-
le una cierta aprobación». Para ello, es necesario que este in-
térprete sea tan sensible que sepa «experimentar las mismas
pasiones que el compositor en el momento en que escribía».
El principal papel del mundo musical viene así reservado
al intérprete, que se convierte en el centro del que dependen
tanto la obra misma como el autor. De hecho, propone un
tipo de intérprete que ha de saber incluso improvisar sus ac-
Fantasía de la Sonata n. " 6, aparecida tuaciones, y tener una disciplina interna abocada hacia la in-
como complemento de la 2, ° edición del Ensayo
tensa experiencia emocional. Por eso, defiende a aquellos
intérpretes que sean capaces de dominar «la elocuencia y el
pa decodiftcar las figuras para reaccionar consecuentemente, ra arte de pasar bruscamente de un sentimiento a otro», y, pa-
ello, frente a la idea de obra acabada, propone practicar
se encuentra a lo largo de la teoría de los siglos XVII y XVIII, sobre
conformado asi lo que solemos denominar música barroca. memoria todo «las fantasías, hechas sin pasajes aprendidos de
ni tomados de otro, sino viniendo de un alma to-
Se trata de todo lo contrario a la emotividad espontánea que talmente musical».
puso de moda el Romanticismo, y que predomina aún hoy
en nuestros días. El resultado de esta poética intensamente emocional, y grá-
El cambio de actitud frente a este modo de expresión ra- cilmente inestable, son piezas musicales en las que la música
cional vino de la mano de los músicos y teóricos (frecuente- va pasando de un afecto a otro, evitando mantenerse en el
mente, las dos cosas a la vez) que realizaron su obra en los mismo clima afectivo durante largos períodos, y cambiando
dos últimos cuartos del siglo XVIII: Son los que prefieren constantemente el tiempo, la dinámica, etc. Es ésta la razón
el reinado de la expresión franca, llana e instintiva. En los de que C.P.E. Bach prefiera el clavicordio al clavicémbalo,
países germánicos, esta nueva poética se difunde desde el cír- ya que éste no permite realizar dinámicas cambiantes, y por-
culo de músicos de Berlín que se adscriben ai llamado Emp- que el primero produce una sonoridad más recogida, que,
findsamer Siil, del que formaban parte el (eórico Marpurg, por lo tanto, favorece tocar ante un público menos numero-
el flautista Johann Joachim Quantz, y también nuestro Cari so y más íntimo, donde la inspiración personal puede vagar
Philipp Emanuel Bach. con total libertad. Es el preludio del salón romántico.
C.P.E. Bach aspira, pues, a convertirse en médium de los
sentimientos propios tal como discurren en el corazón. Al
Los afectos en C.P.E. Bach tocar son imitados de modo que se exteriorizan, entrando el
oyente en esa misma corriente. ¿Qué ha quedado de la leo-
Er,jn lodos estos autores alemanes se observa la tendencia a, na clásica de las artes en nuestro autor? Bajo una apariencia
por una parte, rechazar el contrapunto bárbaro (dando asi bien alejada del sereno ideal de los griegos de la Antigüedad,
el golpe definitivo a la primera práctica, e inscribiéndose asi late, sigue latiendo, la idea y la confianza en los poderes trans-
entre los contrarios a la figura de Johann Sebastian Bach) y, formadores de la música, en su capacidad para conmover al
por otra, a rechazar también las a rl i Ociosidades cerebrales oyente, y su objetivo purificador. Basándose en una teoría
de la expresividad barroca. Lo importante para estos inno- de la imitación, el resultado final es puramente catártico, de
vadores, agrupados en torno a la corte prusiana, es poder modo que las dos posturas contrarias de los teóricos antiguos
expresar las emociones y sentimientos de una forma natural quedan abolidas en una síntesis que alimentó todo el movi-
y espontánea, dejándose llevar por el flujo interno de las pa- miento romántico. No es poco mérito. Y nada hubiera com-
siones propias, y haciendo estallar los moldes de la expresi- placido más a Lessing... y a todo lo que siguió.
vidad codificados en el período anterior. Es en esta
reorieniación en donde radica la principal importancia de Carmen Rodríguez Suso
Scherzo 85
-dosier-

Emanuel Bach, clavierista


D os años después de la muerte, en 1788, de! Kapelmeis-
ter hamburgués C.P.E. Bach, su viuda edita en la im-
prenta de Gottlieb Friedrich Schniebes, a la sazón
impresor en Hamburgo, el catálogo de libros, partituras pro-
pias y de oíros compositores, así como el llamado Archivo
el destino artístico de clavierista (definición alemana de la épo-
ca que describía a un virtuoso tañedor de tecla). El mismo
Cari Philipp, en distintas cartas y conversaciones con amigos
poetas como Claudius o Gerstenberg, reivindica con legíti-
mo orgullo la condición de clavierista.
antiguo de ia familia Bach, además de una colección impo- Un clavierista era un compositor-intérprete, que empezan-
nente de grabados de poetas, músicos prominentes, pintores do a formarse en el clavicordio (siempre escrito con «c») do-
y personajes épicos, junto con una relación interesantísima minaba en ambas vertientes creadoras el clave (Flügel) y el
de instrumentos, casi todos de tecla, que según consta tex- todavía en proceso evolutivo fortepiano. Lógicamente, el ór-
tualmente pertenecieron al difunto Cari Philipp y al igual que gano, instrumento que dominaba la liturgia y e! acompaña-
los otros objetos del catálogo pueden ser adquiridos en casa miento de los coros, también entraba en el conglomerado de
de su viuda. La relación es la siguiente: instrumentos de tecla, pero en el caso de Cari Philipp, y él
\? Un clave (Fliigel) de madera de nogal de cinco octa- mismo nos lo indica en su tratado Versuch über die Wahre
vas, que posee una entonación fuerte (Stark von Ton), Art das Clavier zu spielen, se usa para los coros y las fugas
2? Un fortepiano o «Clavecín Roial» del viejo Federico vocales dentro de las cantatas, pasiones y oratorios. No es nin-
(se trata de Federico II de Prusia. aunque se debiera uno in- gún secreto la reserva de Cari Philipp hacia el órgano y la
clinar hacia Amalia de Prusia, gran amiga y mecenas de Cari poca importancia que le dio en sus obras. En parte es com-
Philipp en Berlín) lodo él de roble con una entonación de so- prensible por la afinación que tenían estos instrumentos en
nido muy hermosa (se trata, sin duda, de un instrumento de su época, que los hacía casi imposibles para las nuevas ten-
entonación algo suave y menos agresiva que la que estaba de dencias físico-armónicas. Una ojeada a los fúgalos de los ora-
moda hacia 1780). torios donde se debe utilizar el órgano nos da la clave de las
dificultades en mantener las coordenadas de la armonía ba-
3.° Un clavicordio de Jungcurt hecho de roble y de soni- chiana con las estructuras de composición armónica de los
do hermoso. órganos de esta época. Esta inhibición organística le costó
4." Un clavicordio de cinco octavas del viejo Friederici, varios disgustos y quejas, sobre todo de sus superiores, por
de roble, con la tapa de Feuernholz (casi con seguridad cas- no usar el pedal.
taño rojo), de hermoso sonido. En este clavicordio han sido
compuestas casi todas las obras creadas en el período ham-
burgués.
5? Una corneta de marfil hecha del diente torneado de
un solo elefante, que puede ser tan interesante como para es- Clavicordio
tar en una colección de obras de arte.
Por encima de la divertida anécdota del Cari Philipp co- Ur1 na de las mejores definiciones del instrumento y su uso
leccionista de cornetas de marfil entre otras cosas, esta rela- nos la da J.G. Walther en su Musik Lexikon, editado en 1732,
ción de los posibles últimos instrumentos del maestro indica donde dice: «Clavischordarum, este conocidísimo instrumento

Clavicordio
de Jnhann
Hehmch
Silbcrmann,
Hamburgo,
¡775

86 Scher?o
-Cari Philipp Cmanuel Bach

es, por decirlo asi, la primera gramática del tañedor, que, cuan- y así se aseguraba que no fuera vendido o maltratado des-
do se hace fuerte en él, podrá dominar la spinetta, el clave, pués de su muerte, cosa que realmente, y por dificultad de
el regal, el positivo y el órgano con facilidad». (Esta defini- subsisiencia de su viuda, ocurrió, como pasó con casi todas
ción fue tan acertada que fue copiada por varios tratadistas las viudas y huérfanas de los Bach.
literalmente, uno de ellos es J.F.B.C. Maier, en su Museum
Musicum, también editado en 1732). O quizá Walther la co-
pia de otro tratadista que no conozco.
Todos los indicios conducen a un instrumento que en Ale- Clave (Flügel)
mania fue el preferido de los tañedores como base de la for-
mación teclistica, por su lañido delicado y pulsación, y sobre 1/ orkel, en su Almanaque musical de 1782, nos da una idea
todo por su capacidad de percutir a través de las tangentes de la postura de su época respecto al clave cuando dice: «A
una enorme cantidad de aspectos dinámicos, como en nin- saber (el clave), con este instrumento no puede sensibilizarse
gún otro instrumento de léela. Su movilidad como mueble el corazón, mal se puede con él pintar paisajes y poner luz
y la simpleza de su mecánica abogan por esta predilección, dentro de las sombras, por el contrario, nos da el clave el as-
pero la motivación de la gran importancia del clavicordio en pecto concreto y claro y la aptitud corta y decidida del mo-
Alemania es estética y está suficientemente fundamentada en mento, acabando cortésmente, y dicho con rapidez, es el ideal
toda la literatura de tecla del barroco de dicho pais. La nueva para acompañar». Llamado dentro de la sistemática de no-
estética con su teoría de los afectos, donde cada tono (bajo menclaturas de instrumentos de tecla de la época Flügel (co-
el difícil control del experto tañedor) puede cambiar su diná- la), pasa a ser el instrumento amado y odiado del tiempo.
mica, los trémolos de dedos (Bebung) sobre la misma nota, Amado por su terrible empleo dentro del bajo continuo y
el estilo cantable y todas las aplican uras (movimiento de los odiado por no responder con flexibilidad a las nuevas ten-
dedos) y todas las maneras de este estilo hicieron del clavi- dencias de subidas y bajadas de volúmenes sonoros. Sea lo
cordio estéticamente no sólo la base del principio del estudio que fuere, el clave sigue siendo el instrumento imprescindible
de un tañedor (clavierista), sino también el instrumento pre- en la época, sobre todo en el recitativo, donde reina, y en la
ferido de la llamada casi simbólicamente Kam-
mer (recinto para la música, habitación de es-
tudio, etc.) y el abandono de las nuevas
tendencias estélicas del llamado Sturm und
Drang.
Curiosa es la mención del catálogo de po-
sesiones de Cari Philipp Emanuel, en la que
se indica que en uno de los clavicordios había
compuesto casi toda la obra de su época de
Hamburgo, ciudad que contó, entre otros, con
dos importantes factores de clave muy renom-
brados por sus excelentes clavicordios, uno de
ellos era de la familia de los Hass, el más co-
nocido y apreciado de sus artesanos era Hie-
ronymus Albrecht y el otro era Johann
Chrislian Gerlach. El Museo de Historia de
Hamburgo guarda entre otros instrumentos
dos clavicordios preciosos, uno de Hass y otro
de Gerlach, hechos el primero en 1742 y el se-
gundo en 1769. Ambos con una amplia caja
de resonancia y en la parte superior con un re-
gistro de octava alta o cuatro pies, pero por
sus distintas formas en la construcción y, so-
bre todo, en las medidas de las cuerdas, el de
Hass obtiene un sonido con un tono algo más
intimo, mientras el de Gerlach, construido 27
años más tarde, posee una sonoridad algo más
robusta. Volviendo a Cari Philipp Emanuel
Bach como clavicordista, todos coinciden en
la perfecta forma de exponer sobre este ins-
trumento el discurso musical, los afectos, el
cantable y hasta un virtuosismo siempre al ser-
vicio de! discurso y del afecto, que reinaban
sobre iodo lo demás. Hammerfíugel de Goujned Silbermann. 1749
Jakob Adlung (1699-1762), profesor en ia Facultad evangé- música concertante, conciertos de tecla, tríos, etc. Incluso en
lica y organista en la Predigerkirche de Erfurt, en su Escuela la iconografía es el instrumento que predomina sobre el cla-
básica para aprender las estructuras, uso y conservación de vicordio y el pianoforte. Es interesantísimo comprobar có-
órganos, clavicémbalos, clavicordios y oíros instrumentos, mo el clavicordio, con su forma de mesa cuadrada, y el clave
es-
crito en dos partes y editado en Berlín tras su muerte en 1768, en forma de cola, influyeron en la construcción exterior del
dice en su intitulada Música Mecánica Organoedá «Un cla- pianoforte de martílleles, y aunque en realidad su uso es casi
vicordio debe sonar fuerte, pero no a golpes, sino con un so- ej mismo, no como en el caso de los otros instrumentos antes
nido suave y fino como si fuera un arpa». Este punto es en citados, el Tafelklavier (con «k») en forma de clavicordio, se
el que los constructores nos dan reales quebraderos de cabe- usa en recintos pequeños, mientras el Hammerfliigel (cola de
za y hacen clavicordios a su manera y según les viene en gana. martillos) se utilizaba en conciertos solos. Es entonces cuan-
Interesante es la historia casi mítica de la venta o regalo do aparece la nomenclatura de Kielflügel (cola con plectros)
(no aparece nada claro al respecto) del amadísimo clavicor- para hablar del, o mejor dicho, denominar al clave, sobre to-
dio Silbermann en posesión de Cari Philipp y con destino a do después del gran impulso de la mecánica vi en esa, dada
Dietrich Ewald Gotthus, a quien aquél dedicó el famoso Ron- por la familia Stein en 1770 a la del pianoforte, que llenó de
dó en mi menor, llamado «Despedida del clavicordio Silber- entusiasmo algunos años más tarde a Mozart, por cierto gran-
mann», obra en forma de lamento, que fue contestada por dísimo admirador de nuestro Cari Philipp Emanuel Bach.
el nuevo dueño con un Rondó en do mayor sobre «La alegría
de recibir el clavicordio Silbermann». Esto ocurría en 1781
y parece que Cari Philipp, quizá intuyendo su desaparición,
puso su amadísimo instrumento en manos de un conocedor
José Rada

Scherzo 87
dosier

C.P.E. Bach y los compositores clásicos vieneses


e puede decir que C.P.E. Bach creó una escuela de com-
S posición en el más amplio sentido del término. Desde
sus días de Berlín atrajo generaciones de alumnos que
hicieron buen uso de sus técnicas interpretativas e incluso de
las compositivas, si tal era su inclinación. Mayor aún es el
número de los que aprendieron de él indirectamente, a tra-
vés de un detallado estudio de sus obras, entonces en circu-
lación, principalmente del Versuch uber die wahre Art das
Clavier zu spielen. Gran parte de la obra de Bach fue publi-
cada ya durante su vida; sólo en el terreno de la música para
teclado existían 8 colecciones, por no citar las numerosas
obras incluidas por separado en antologías de la época.
Tenemos información bastante precisa sobre la distribu-
ción geográfica de la producción de Bach. Sin embargo, no
parece haber ejercido una influencia decisiva en la vida mu-
sical de Mannheim o de Viena, por citar sólo dos centros de
la zona meridional. Su música no se abrió paso en los pro-
gramas, al contrario que la de su hermano Johann Christían,
ni moslraron mucho interés en ella los editores, salvo una
o dos excepciones, a esle respecto son reveladores los comen-
tarios hechos por Friedrich Nicolaien Viena en 1781: «Uno
de los aficionados musicales más conocedores del tema es
Herr Reichshofrath von Braun, quien admira especialmente
al gran Philipp Emanuel Bach. No es preciso decir que tiene
en contra suya a la mayor parte del público vienes. Yo mis-
mo he oído en Viena a muchos expertos amantes de la músi-
ca hablar de Bach no sólo con indiferencia, sino también con
abierta hostilidad. Sus ídolos entre los compositores de cla-
ve son Kozeluch y Steffan».
La razón de ello es el profundo arraigo que en Viena y io-
do el Sur de Alemania tenía la tradición local, representada
por la música de Johann Wenzel Anión Stamitz, Christian Joseph Haydn
Cannabich, Cario Giuseppe Toeschi, Georg Christoph Wa-
genseil, Matthias Georg Monn y Joseph Antón Steffan. Es- «Haydn entró en una librería y pidió un buen texto teóri-
ta no sólo poseía un eihos musical completamente diferente, co. El librero le habló de los escritos de Cari Philipp Ema-
impregnado del espíritu de la suite y del dívertimento, sino nuel Bach como de los más recientes y mejores. Haydn quiso
que también difería en lo esencial del estilo musical de Bach. verlos con sus propios ojos. Comentó a leer, a entender, en-
El desarrollo musical y el Fompinnung —como en la obra contró lo que estaba buscando, pagó e¡ libro y se marchó muy
de Steffan— degeneraba con demasiada frecuencia en figu- complacido.
ras triádicas sin diferenciación temática, adornos gratuitos «Que Haydn procuró hacer suyos los principios de Bach
de rasgos melódicos simples, escalas y progresiones armóni- y que los estudió sin descanso queda claro incluso en sus jo-
cas totalmente convencionales. viales obras de este periodo. Aprendió tan rápido que, a sus
No hay que olvidar, sin embargo, que había algunos com- 19 años, Haydn escribió cuartetos que le valieron la reputa-
positores en Alemania del Sur y Austria que bebieron con ción de genio entre los amantes de la música. Con el paso
frecuencia en las fuentes estilísticas de Bach. En concreto los del tiempo fue adquiriendo los nuevos escritos de Bach. En
tres grandes compositores del Clasicismo vienes destacaron su opinión éstos constituyen el mejor, y más difundido y útil
en más de una ocasión el estimulante efecto que su obra ha- libro de texto editado jamás».
bía ejercido sobre ellos. No es preciso decir que no hay que «Tan pronto como fue publicada la obra de Haydn, Bach
sobreestimar tales influencias. La música de Haydn, Mozart comprendió con satisfacción que podía considerarle como uno
y Beethoven se alimentó de tantas fuentes que el papel de Bach de sus alumnos. Más tarde tuvo hacia él un halagador cum-
en la formación de un estilo clásico debería considerarse más plido al decir que solamente Haydn había comprendido to-
bien como un estímulo, si bien muy importante. talmente sus escritos y había sabido sacarles buen partido».
Estos comentarios no dejan lugar a dudas sobre el enorme
Haydn impacto que Bach ejerció en este compositor 18 años más jo-
ven que él. Ello ha quedado demostrado con respecto a la
Lia relación de Haydn con Cari Philipp Emanuel Bach fue música para teclado de Haydn, especialmente a las sonatas
comentada por sus primeros biógrafos, Griesinger y Dies. El escritas a finales de los años 60, pero puede aplicarse igual-
primero relata: mente a los cuartetos de cuerda, las sinfonías y otros géne-
«Por esta época (noviembre de 1749) Haydn descubrió las ros, aunque no se han realizado estudios detallados. Ambos
6 primeras sonatas de Emanuel Bach. «No pude abandonar músicos nunca se conocieron personalmente; cuando Haydn
mi instrumento hasta que las interpreté todas y cualquiera pasó por Hamburgo en su regreso a Viena desde Londres en
que me conozca bien ha de ver que debo mucho a Emanuel 1795 solamente conoció a la hija de Bach.
Bach, que le he estudiado con aplicación y le he comprendi- Para un joven compositor la música de C.P.E. Bach ofre-
do. El mismo Emanuel Bach me felicitó una vez en Viena cía sobre todo lo que podría llamarse un receptáculo de esti-
por ello». los de gran variedad. Bach y Haydn poseían una disposición
La versión de Dies es la siguiente: artística muy similar. El apasionado Empfindsamkeit carac-

Scherzo
Corl Phllipp Cmonu*l Boch

teristico de ambos compositores y la búsqueda de soluciones torios La Creación y Las Estaciones de Haydn. En dichas
compositivas poco usuales deben ser considerados como ma- páginas éste logró una genuina individualidad, dominando
nifestaciones del Slurm und Drang. Destaca en la música de nuevas técnicas y formulando ideales clásicos y expresiones
Haydn un gran esfuerzo por lograr la unidad temática sobre humanísticas completamente originales.
la base de una lécnica de desarrollo motivico allamente refi-
nada. En esto puede observarse con especial claridad la in- Mozart
fluencia de Bach, tanto más cuanto que el problema del IVlucho más diluidas y difíciles de precisar, son las cone-
tratamiento temático no fue ni mucho menos tan importan- xiones entre la obra de Cari Philipp Emanuel Bach y la de
te para los compositores preclásicos de Viena y Sur de Ale- Wolfgang Amadeus Mozart. A primera vista podría parecer
mania como para Bach. En las sonatas de Monn predominan que aquél, con su tendencia a la intensidad profunda y la pa-
a menudo los pasajes técnicos y las escalas, lo cual es con- sión desenfrenada, no tendría nada en común con la espon-
trario a cualquier deseo de unificación lemática. tánea riqueza del arte mozartiano, su buen humor, su
No ocurre lo mismo con Haydn. Desde el comienzo de sus elegancia interpretativa, con su gran sensibilidad, fuerza dra-
movimientos los motivos y temas reaparecen constantemen- mática y su absolutamente inagotable flujo de invención me-
te en formas ampliadas e intensificadas, como resultado de lódica. De hecho Mozart estaba más cerca del extrovertido
unas dotes de despliegue melódico extraordinariamente ricas. estilo del cantabile italiano de Johann Christian Bach.
El ejemplo que a continuación citamos, extraído de ta Sona- Sin embargo, existieron también lazos de unión con C.P.E.
ta en Mi menor (anterior a 1766), que es la versión más tem- Bach, y el siguiente testimonio (¿apócrifo?) de Rochlitz no
prana y probablemente original de esta obra, Hoboken es la única prueba de ello:
XVI/47, puede ser ilustrativo de las imaginativas transfor- «Cuando Mozart visitó Leipzig unos años antes de su muer-
maciones que Haydn puede hacer de sus temas: te había pasado por Hamburgo poco antes y se preocupó por
visitar a Bach, que era ya anciano; oyó a éste improvisar va-

mm
" i* * _ ~

(Aquí se muestran sólo las principales configuraciones te-


máticas, no las innumerables variantes motivicas, ni las fi-
guras individuales). Incluso Betlina Wackernagel, que tiende
a minimizar la influencia de C.P.E. Bach sobre Haydn en
su monografía Joseph Haydn friihe Klaviersonaten, obser-
va con respecto a este empeño por conseguir unidad: «Nin-
gún otro compositor que pueda haber influido en Haydn
utiliza una técnica para lograr unidad tan similar a la del pro-
pio Haydn, en su esfuerzo por la cohesión lemática de cada
movimiento, como Bach».
En algunos movimientos lentos pueden observarse aún más
afinidades con el lenguaje musical de Bach. Hermann Aben
pone de relieve los rasgos estilísticos bachianos del Largo de
la Sonata en si bemol mayor de Haydn, Hob. XV1/2, que
transcribimos a continuación, citando la «emotiva cantilena Medallón
del tema principal con sus profundas suspensiones, la am- de Mozart realizado por Leonard Posch en 1780
plia melodía rota por sincopaciones, tos variados rumos de
la frase consiguiente, los restos de fuertes golpes que inte- rias veces en su Silbermann. Hablando de ello durante una
rrumpen la melodía, la figuración impregnada de croma- velada musical en casa de Doles, el anfitrión pidió al músico
tismos...». salzburgués su opinión sobre la interpretación de Bach. El
nvitado respondió con un candor y sinceridad típicamente
teñeses: «El es el padre, nosotros sus hijos. Los que saben
algo lo aprendieron de él; cualquiera que no admita esto es
un... (no logré entender esta última palabra). Lo que él ha-
cía, conlinuó Mozart, seria considerado hoy como anticua-
do, pero la forma en que lo hacía era insuperable. Prefirió
oírme tocar el órgano. Aunque hace tiempo que perdí prác-
mf tica ello no le importó, y me abrazó una y otra vez hasta que
casi grité».
j J Si bien no hay prueba de que Mozart visitase Hamburgo,
de todos modos queda bien paiente la alta estima que sentía
por Cari Philipp Emanuel Bach.
«Además, la vía que une a Haydn con C.P.E. Bach es, se- En sus primeros años la preocupación de Mozart por la
gún Aben, la misma a través de la cual el maestro se descu- música de Bach fue en cierto modo esporádica, siendo sus
brió a si mismo». Es también, podríamos añadir, la que lleva modelos principales compositores como Schobert, Eckard,
a las sinfonías clásicas, a los cuartetos de cuerda y a los ora- Abel y Johann Christian Bach; tras conocer al Barón van

Scherzo 89
dosier

Swieien, es decir, a partir de 1782, aquélla cambió. Mozart el joven Beethoven usa una lécnica de desarrollo melódico
hizo un cuidadoso estudio de la música para teclado de Bach. sorprendentemente avanzada para alguien de tan poca edad,
Hermann Aben, en su biografía de Mozart, describe las ca- y precisamente esta técnica contribuye a lograr la unidad te-
racterísticas que influyeron en las Fantasías K 394, 397 y 475; mática dentro del movimiento. Incluso el segundo tema pa-
«el elemento fuertemente subjetivo, el carácter de concierto, sa a ser una variante del primero.
que se revela en arrolladuras escalas y arpegios, los rasgos Respecto al Larghetto de introducción de la Sonata en Fa
típicos del recitativo y las osadías armónicas». Aún no se han menor, que detallamos más adelante, y al comienzo de la for-
investigado estas mismas influencias de Bach en el desarro- ma Scherzando de la Sánala en Re mayor, Ludwig Shieder-
llo de los conciertos para piano de Mozart. Hay un tempra- mai declaraba: «En esos agitados pasajes, que ascienden para
no Concierto en Re mayor, K 40, que contiene versiones estallar más tarde, en esos violentos acentos e interrupciones
orquestales de algunos movimientos para teclado solista de vive algo del revolucionario y demoníaco espíritu de Cari
Honauer, Eckard y C.P.E. Bach. Philipp Emanuel Bach».
Mozart interpretó ocasionalmente obras de Bach; la mú- Se podría objerar que Haydn ejerció una influencia ma-
sica de cámara era la forma de entretenimiento más popular yor en el joven Beethoven. Pero, mientras que no hay duda
en los conciertos dominicales del Barón van Swieten. Ei anua- de que Neefe, quien, como ya se mencionó antes, se educó
rio Musikaiischer Aimanach fur Deutschland auf das Jahr en la tradición musical de Alemania del Norte, se preocupó
1789 de Forkel contiene información sobre una importante de enseñarle a su alumno las Sonatas de Bach, sin embargo,
empresa de grandes conciertos: el papel representado por la obra de Haydn en la educación
«Viena, 26 de febrero de 1788. En esta fecha y también del Beethoven de aquella época no puede analizarse aquí. Qui-
el 4 de marzo se interpretó en casa del Conde Johann Ester-
házy, y bajo la excelente disposición del incomparable Bach
de Hamburgo, la Cantata de Ramler Die Auferstehung und
Himmelfahn Chrísli, con una orquesta de 86 músicos, en pre-
sencia y bajo la dirección del gran conocedor de música Ba-
rón von Swieten, que mereció el aplauso de todos los
distinguidos asistentes. El maestro de la Capilla Imperial Herr
Mozart dirigía y el maestro de la Capilla Imperial Herr Um-
laff estaba sentado al clave. La interpretación fue magnifica
y de acuerdo a los dos ensayos generales que había habido.
Durante la interpretación del 4 de marzo su señoría mostró
a los asisientes un grabado en cobre del maestro de capilla
Herr Bach. Las princesas y condesas de la audiencia, así co-
mo toda la alta nobleza, admiraron al gran compositor y lan-
zaron grandes vítores y aplausos».
Beethoven
t i l legado de Beethoven incluía una copia manucrista del
Klopstocks Morgengesang am Schopfungsfesie, al cual ha-
bía añadido el comentario; «escrito por mi querido padre».
Beethoven debió haber dado con esta obra cuando aún se ha-
llaba en Bonn. Por entonces era ya alumno de Chrisiian Got-
tlob Neefe, que no sólo le dio una sólida base en piano y
órgano, bajo cifrado y composición, sino que también des-
pertó en él un gran interés literario y filosófico. Neefe, un
estimulante compañero y admirador de Gellert y Klopstock,
había comenzado su aprendizaje musical bajo !a guia del can-
tor de Leipzig Johann Adam Hiller, y a comienzos de los años
70 encontró en Cari Philipp Emanuei Bach un poderoso mo-
delo. No debe sorprendernos, por tanto, que durante sus es-
tudios con Neefe, Beethoven entrara en contacto directo con
Johann Christian y C.P.E. Bach. De este modo el joven com- pwimtft por H
positor tuvo que abordar una gran variedad de estilos, que zá al principio de los años 80 y con seguridad después, en-
iban desde el elevado arte de la música polifónica aprendida Viena, durante su breve estancia de estudio con Haydn,
del Clave bien temperado, hasta las obras para teclado de Beethoven aprendiera directamente en su obra a utilizar las
carácter poco rígido e incluso casi improvisatorio de C.P.E. técnicas de tratamiento temático que Haydn había ido desa-
Bach. Pero sería un error suponer que Beethoven, que en- rrollando en los llamados Toit-Quartels y en sus Sinfonías
tonces tenía 12 años, comprendiera totalmente las sutilezas de Londres,
y el gran potencial que contenían las técnicas de desarrollo Debemos al menos contemplar a Bach como uno de los
motívico utilizadas en las colecciones Fur Kenner und modelos de los cuales derivó el primer estilo de Beethoven.
Liebhaber. ¿Cómo podría interpretarse el comentario que éste hizo en
Las tres Kurfürstensonaten, WoO 47. muestran diversos 1809, en el sentido de que la obra para teclado de Bach ten-
grados de influencia bachiana: la intervención melódica en dría que servir a todo artista «también para fines de estu-
la Sonata en mi bemol mayor se concentra en la mano dere- dio», sino como prueba de que él mismo había, en el curso
cha, con un fraseo regular y una articulación directa, y hay de su desarrollo artístico, recurrido a ejemplos concretos de
un acompañamiento de figuras de nota repetida y bajos Al- técnica compositiva utilizados por C.P.E. Bach, aun cuan-
berli. Desde el punto de vista estilístico tal escritura no tiene do él llevara tan lejos sus descubrimientos que resulta impo-
nada en común con las texturas mucho más variadas de la sible reconocer el modelo original en sus obras, por llevar
música para teclado del último período de Bach; pero lo que un sello tan absolutamente personal?
sí puede derivar de él es el hecho de que en la misma Sonata Algunas comparaciones analíticas entre la Sonata en fa me-

90 Scherzo
AUDITORIO
ORQUESTA Y CORO
NACIONAL
DE MÚSICA NACIONALES
DE ESPAÑA
Temporada 1988/89 PROGRAMACIÓN: DICIEMBRE/ENERO

6 3, 3, 4 Diciembre 1988

Director Walter WeUer


Solistas: Angrfes Domiiguez, upa
Nüta MagaloS, perno
Ciclo 111
9 13. 14. IS Enero 1989

Orquesta Sinfónica de Euskadi


Director Gabriel Chmura
Ciclo III

López Chivuii * Concierto para arpa y orquesta de cuerda Solistas: Féfa Ayo, viokn
(revisión Zabaleta) Emma Jknénez, piano
Chopal Concierto para piano y orquestó núm. I en Mi Ibarrondo [rrintzi
menor Op. 11 Menddsofan Concierto para vioKn, piano y orquesta en Re menor
Sinfonía núm. 5 en Si bemol. Op. 55 Scbuntam Sinfonía núm. 3 en Mi bemol mayor "Renana"

7 9,10, I! Diáanbrc 1988

Director WaltíT WefleT


Ciclo U
10 20, 21,32 Enero 1989

Joven Orquesta Nacional


de España
Ciclón

Solista: Barrj Tucfcwefl, trompa Director Edmon Colomer


Stmns * Sinfonía de "I-a mujer sin sombra" Gluck Danza de las furias de "Orfeo y Euridice"
Concinto para trompa y orquesta núm. 2 en Mi Mozart Sinfonía núm. 38 en Re mayor, K. 504 "Praga™
bemol mayor GnuBdoa [ntermtdio de "Goyescas"
Dvorak Sinfonía núm. 5 en Fa mayor. Op. 76 Fairí •Peileas el Meüsande" suite Op. 80
Ravd "Ma mere L'oye"

8 16.17. 18 Drémbre 1988

Rafael Frühbeck de Burgos


Cidol 11 27, 28, 29 Enero 1989

Orquesta Ciudad de Barcelona


Ciclo 1

Bnhns Sinfonía núm. 4 en Mi menor. Op. 98 Director. Franz-Paul Decker


Alieno Evocación Solistas; [gor OiSrskh. viobi
Corpus Christi en Sevilla Valen O ñ n k h , viola
Triana Moart Sinfonía concertante para violín, viola y orquesta en
Ravd Bolero Mi bemol K. 364
Matakr Sinfonía núm. 5 en Do sostenido menor

Primera vez por la O.N.E.

Horario de conciertos:
Viernes y sábados 19 JO h.
Domingo 11,30 h.

Con tí palrocino de IBEROUERO

MINISTERIO D€ CULTURA
dosier

ñor op. 2 n." i de Beethoven y la Sonata en la misma clave cantabile cargado de suspensiones y dinámicas muy bien gra-
de Bach Wq 57n. " 6 de la tercera colección Für Kenner uncí duadas, un bello ejemplo de expresividad introspectiva:
Hebhaber pueden apoyar este argumento. „„,„ ,
Se pueden observar tanto semejanzas como contrastes ya
desde los primeros compases. El tema principal del Op. 2
n. - I:

El solista responde con un recitativo instrumental;


R«Hl.
n

rrrf fc
ÉPÜ íító

aparece a primera vista como un préstamo de la ¡dea temáti-


ca que abre la composición de Bach. El diálogo que sigue ilustra otra de las características ha-
lladas en muchas de las fantasías: en el curso de su improvi-
sación el solista parlante se va apartando gradualmente de
la tonalidad inicial en Mi bemol mayor, e incluso alcanza la
. remota clave de Mi mayor, por medio de armonías y progre-
siones de terceras. Como resultado, e! ripieno también es
atraído hacia esas nuevas regiones tonales y así, necesaria-
mente, cambia su modo de expresión. De esta forma el reci-
tativo, con su armónica movilidad y función retórica, hace
que el Affekt se presente bajo un aspecto siempre nuevo.
También llena el mov i mié ni o lento del Concierto para pia-
no en Sol mayor de Beethoven un diálogo similar entre dos
pasajes declamatorios y a modo de prosa de los tutti:
En efecto, hay semejanzas entre ambas páginas en el enér-
gico ímpetu de estos primeros compases, cargados de tensión
(mucho más en el ejemplo de Beethoven que en el de Bach)
y, sobre todo, en la omnipresencia del tema principal. Sin
embargo, la comparación es dudosa, puesto que, indirecta-
mente, presupone intenciones similares por parte de ambos
autores. Ni siquiera la referencia a la relación entre las líneas y la poesía Hrica del instrumento solista:
melódicas y las progresiones armónicas bastan para indicar
cualquier similitud importante entre ambas obras. Los logros
de Beethoven en su Sonata son totalmente diferentes de los
de Bach, el primero logra una poderosa demostración de téc-
nica de desarrollo que no decae ni un momento. La sustan-
rr
cia temática se presenta al oyente de un modo conciso y É
concentrado poco usual; durante los 8 primeros compases está
sujeta a una aceleración gradual del ritmo armónico, inten- tosPero aquí actúa un principio dual que eleva ambos elemen-
sificada por un crescendo que llega aiforiissimo, seguido de de laalfelicidad»
nivel del Clasicismo puro: «el lamento por la pérdida
lleva inevitablemente a un ruego por el esta-
un repentino retorno al piano, que prepara la segunda frase, blecimiento del bienestar personal y común. Beethoven des-
todo ello a un nivel que Bach no sólo nunca logró, sino que cubre en el Finóle este alegre y elíseo humor.
ni siquiera intentó. Parece cierto, sin embargo, que «la téc-
nica de desarrollar todo un movimiento desde una pequeña No se encuentran estos mensajes en la música de Bach, sin
célula temática», que Beethoven poseía, se base en un pro- embargo, para alcanzar esta persuasividad e ingenuidad mu-
sicales Beeihoven tuvo que conocer a fondo los logros de
fundo estudio de la música de Bach. C.P.E. Bach, y, al menos, en lo que respecta a la música pa-
Ambos autores tienen otros rasgos comunes: su gusto por ra teclado, transmitió lo que había aprendido.
lo poco convencional, por procedí miemos compositivos idio-
sincrásicos. Cuando un cronista del Allgemeine Musikalis- dijo Cuando Cari Czerny quiso ser alumno suyo, Beelhoven le
che Zeitung criticaba en 1798-99 las Sonatas para piano y al padre del muchacho:
viotín Op. 12 de Beethoven por su «extraña y difícil progre- «Su hijo tiene talento; me encargaré de su educación per-
sión» y por su «búsqueda de modulaciones poco corrienies» sonalmente, envíemelo dos veces por semana. Cómprele aho-
ra mismo una copia del tratado de C.P.E. Bach sobre el
se hacía eco de las críticas hechas a Bach muchos años antes. verdadero arte de interpretar instrumentos de teclado y que
Se ha destacado la cualidad de paríanle de los temas de venga con él».
Bach respecto a la cuestión de la influencia en el estilo musi-
cal de Beethoven. De hecho el «principio de progresión retó- se En la amplia perspectiva de la historia musical puede ver-
rica» y otras formas de declamación instrumental juegan un noque C.P.E. Bach logró muchas novedades y que, aunque
pudo hacer llegar sus ideas hasta las cimas del Clasicis-
papel decisivo en la música de Beelhoven, Consideremos en mo, estableció una base sobre la que los otros pudieron edi-
primer lugar una obra de Bach en la cual el principio de diá- ficar. Lo que él empezó o completaron Haydn, Mozart y
logo se pone claramente de manifiesto: el Concierto para clave Beelhoven. „ _.. _
en do menor, WqSI, de 1753. Los tutu del comienzo del Ada-
gio, que a continuación exponemos, consisten en un pasaje Hans-Gunter Otíenoerg
© Vertag Philipp Rectam jun. Leipzig

92 Scherzo
galería

Ernest Martínez Izquierdo


a la conquista de París u presencia no por discreta, a lo

S
En la selección que este mes inauguramos, con un titulo más que significati-
vo, se pretende dar cauce para que diversos profesionales de la música hagan
acto de presencia, se den a conocer en algún caso, expongan sus inquietudes en
todos; hablen, sin tapujos ni mordazas, de la parcela que cada uno ocupa, de
largo de la última temporada de
la O.N.E. ha sido menos derla.
Sentado imperturbable en el entresue-
las limitaciones que encuentran el desarrollo de su labor, de las aspiraciones que lo del Teatro Real, partitura en mano,
los mueven y de los proyectos que los animan y que suelen estar detrás de su ha sido testigo de los ensayos que a es-
cotidiano trabajo. A veces el público aficionado, la propia administración musi- casos metros de él han dirigido los
cal desconocen la realidad creativa y laboriosa de estos habitantes no siempre maestros de turno.
populares del entramado social, frecuentemente situados entre bambalinas, en Escueto, de mirada intensa y escru-
misiones alejadas de cualquier relumbrón; de cualquier triunfo y general acepta- tadora, Ernest Martínez Izquierdo ha
ción y reconocimiento, que quizá algún día, como premio a un esfuerzo, puede sido el último asistente de la O.N.E.,
llegar. becado por la Fundación Banco Exte-
A lo largo de entrevistas o de semblanzas de carácter informal intentaremos, rior; barcelonés, de 26 años, intuitivo
por tanto, acercar al lector a estas personas que, día a día, acaban por ser las y racional al 50%, compositor y direc-
forjadoras de una historia, no tan pequeña, de ¡a música del país. tor, admirador incondicional de Bou-
lez, su vida y sus inquietudes son las de
los músicos que hacen la travesía del de-
sierto español en busca de un lugar en
donde desarrollar sus capacidades an-
te la indiferencia de los responsables de
la cultura.
Apenas con un pie en el estribo para
irse a completar su formación como be-
cario áe Boulez en el Intercomemporain
de París, Ernest comentaba su historia
y las razones de esta salida de estudios
al extranjero; según sus palabras «aquí
no hay nada que hacer porque no exis-
te una planificación racional que ter-
mine por normalizar la música, ya que
para eso se necesitan muchos buenos
profesionales, conciertos y centros do-
centes que formen y ayuden a difundir-
la. Además, como artista es muy
frustrante seniir la necesidad de expre-
sar muchas cosas que no se pueden de-
cir, porque las mafias de siempre
controlan todo en beneficio propio, no
dan oportunidades a los jóvenes y en
este caso es mejor buscarse la vida
fuera.»
la historia de Ernest Martínez Iz-
quierdo no registra ninguna precocidad
ni tiene estigmas especiales; en su fa-
milia no existen antecedentes musica-
les, pero su madre, gran aficionada a
la música, lo lleva al conservatorio pa-
ra que estudie, y en ese follón, entre
B.U.P. y la flauta, entre reyes godos,
ecuaciones y la armonía, se irá confi-
gurando una personalidad, que a los 18
años decide dedicarse por entero a la
música; entonces a partir de ahí, es el
apretón fuerte para ponerse al día y es
el momento en que decide ser director
de orquesta o compositor. Con apenas
20 años escribe sus primeras obras y se
matricula como alumno de Ros Mar-
bá en la clase de dirección.
KJTO: A. MUÑOZ Pronto Ernest se dará cuenta que

94 Scherzo
golería

FOTO: A. MUÑOZ
teoría sin práctica no sirve de mucho, La experiencia adquirida, insuficien- beca consiste en estar en París para
que sonido pensado no escuchado, no te por pasiva, le demuestra obviamen- aesistir a los ensayos del conjunto y ba-
tiene ningún valor; entonces con oíros te que se pueden evitar muchos errores, jo la dirección del propio Boulez con-
compañeros funda un grupo que se Ma- si los ves en otros. tinuar estudiando las obras
mará Barcelona 216, con el que expe- En cualquier caso, ha sido un traba- programadas, dirigir en algunas ocasio-
rimentan sus obras y las dan a conocer, jo que si estuviera planificado más ra- nes bajo su tutela hasta que la madu-
aunque según confiesa, esas obras es- cionalmente, cara a su labor íbrmativa, rez del alumno aconseje dar cor ciertos.
taban llenas de barbaridades, porque se sería más beneficioso. Han caído algu- ¿Qué pudo interesarle a Boulez del jo-
aprende de los errores y el conocimien- nos conciertos para escolares y hubie- ven español?, muy posiblemente su mo-
to pasa por la experiencia. ra sido intersante que bajo la dirección mento vital en el que aún puede
Con el título de director y mientras del titular, por ejemplo, se hubieran aprender y asimilar muchas cosas, con
continúa los ensayos compositivos, es trabajado fragmentos de obras por sec- la ayuda de un ambiente más culto e in-
admitido como asistente de Edmon Co- ciones o grupos, facilitándose su labor. teresante, en este caso, los buenos so-
lomeren la J.O.N.D.E. Alli se enfren- El gran momento esperado surgió listas del Intercontemporain, el Ircam,
ta a la realidad de una orquesta casualmente cuando se matricula en con la música electroacústica, y, en su-
sinfónica no profesional y cuyo siste- uno de los escasísimos cursos que Bou- ma, toda la música actual europea que
ma de trabajo, más minucioso y lento, lez da con el Ensemble Intercontempo- pasa por París, la oportunidad es única.
hace que constantemente haya de resol- rain, en el que se estudian Le marteau Cuando se publique esta semblanza,
ver miles de problemas que surgen de Sans Mattre, Eclats y la Segunda Im- Ernest Martínez Izquierdo estará en Pa-
instrumentistas bisónos, sin experien- provisación sobre Mallarmé. Tras las rís, su suerte le ha permitido encontrar
cia de atril; ¡todo un desafío! para un difíciles selecciones de vigor pudo diri- a un Boule/ en el momento justo, pe-
principiante. gir algunos fragmentos de teláis ante ro, ¿cuántos talentos se pierden por fal-
En este duro deseo de aprender y ma- Boulez, prueba que fue satisfactoria ta de una enseñanza adecuada? Ahora
durar, a comienzos del 88 llega la beca porque finalmente fue seleccionado con que somos europeos: ¿no va siendo ho-
de la Fundación del Banco Exterior y otros tres compañeros para trabajar di- ra de modernizar las instituciones mu-
es nombrado asistente de la O.N.E. Ese rectamente con el maestro francés y sicales para evitar que el fantasma del
es el encuentro con ia vida profesional después de un «repaso machacante», tercermundismo continúe enviando a
en bruto, con el trabajo rápido, con las recibió la oferta tentadora: «Necesito los artistas más prometedores allende
carreras contra reloj, los agobios y los un asistente de sus características, le los Pirineos?
desfiles de directores que semana tras conseguiré una beca para trabajar con-
semana suben al podio de !a O.N.E. migo o en el Intercontemporain». La Agustín Muñoz
Scherzo 95
aniversario

Karel Ancerl: La inocencia


E ste año se ha celebrado por octogésima vez el aniversa-
rio de Herbert von Karajan, dejando en el más com-
pleto olvido el de Karel Ancerl, nacido en 1908 y muerto
en 1973.
las trompas está acompañado, una primera vez por un
p ^ f > d e la orquesta. Unos compases más tarde, e! tema
aparece con el acompañamiento siguiente:
La historia oficial de la dirección de orquesta divide el mun-
do entre los herederos de Toscanini y de Furtwángler, propo-
niendo a Karajan como el sintetizador ejemplar. Recientes
reediciones de Ancerl, Fricsay, Horenstéin, Kleiber, Krips, Mi-
tropoulos, Monteux... ponen en entredicho esta clasificación
artificial. Saliendo poco a poco de la clandestinidad, Karel
Ancerl representa ta voz discrepante en el universo karajanes-
co. Opuestos humana y artísticamente, poeta y emperador,
fueron protagonistas de las más grotescas situaciones. En 1942,
cuando Karajan era Staatskappellmeister de la Opera de la
capital del III Reich, Ancerl conocía (según la expresión de
Gerard Belvire) extraños escenarios: Terezin y Auschwitz. En
1968, durante la invasión de su país por las tropas soviéticas,
Ancerl se encontró en el exilio en Francia. Las autoridades
culturales prefirieron, para el cargo de director de la Orques- En toda la Sinfonía (Tpo. Io compases 21, 42, 72, Cifra II.
ta de París, un nombre más prestigioso y escogieron a Karajan. Tpo 2° Cifra 2. Finale Cifra 3...) encontramos supersposicio-
nes de acentos y de reguladores organizados en canon, en slrel-
Hoy, asistimos a un cambio de suerte. Mientras se reconsi- ta, en aumentación... El respeto escrupuloso del texto (e!
dera el legado de Ancerl, el imperio de Karajan empieza a significante y no sólo el significado) se transforma en con-
tambalearse: sus interpretaciones del Barroco desaparecen dis- cepto estructurante; una polifonía de intensidades y acentos
cretamente de los catálogos; Mozart, Beethoven, Schubert... aparece y contribuye, en gran parte, a la vibración misterio-
brillan con otra luz en versiones de Brüggen, de Norrington... sa, a la tensión agridulce que distinguen esta interpretación
Algunos músicos empiezan a decir en voz alta lo que muchos única.
piensan de Karajan intérprete de los impresionistas (James
Galway), de Bartok (Karl Leister), de Mahler (Christa Lud- Encontramos la misma inocencia en la Primera de Mahler
wíg). Al contrario, los discos de Ancerl no han envejecido, (Tpo. Io)
siguen ocupando sitios de honor en nuestras discotecas. El La versión de Ancerl (enire todas las estudiadas) es la úni-
arte de este director es único su mirada ante la partitura es ca en la cual se puede oír la melodía del oboe con los matices
tan inocente que solicita la más activa participación del audi-
torio. Una eliminación de todo preconcepto interpretativo, una
decisión de no favorecer unas voces en detrimento de otras,
permiten, en una misma obra, la coexistencia de varios mun-
dos musicales, que el auditor, transformado en Alicia, visita
según su capricho. Polimorfa para siempre, la obra así inter-
pretada, goza de una eterna modernidad. La inocencia an-
ceruana alcanza de esta manera la más refinada dialéctica.
Tal actitud frente a la partitura (habría que hablar de acto
musical) ha sobrevivido en algunos directores que hoy revo- •4 ' ' r #M*#
lucionan la interpretación (concretamente Norrington en Mo-
zart, Beethoven, Berlioz...). FÍI
- -6 LS • "
...Sé decirlo todo. Hacer reír, llorar LJ LU1J ir
V descubrir el Nuevo Mundo.

indicados: —,.,*. ínfimas variaciones dinámicas paralelas a


la fluctuación (melódica, armónica y tímbrica) del resto de
la orquesta son recuerdos que se nublan, sueños que no po-
demos recordar. Ancerl consigue aquí un punto álgido de la
interpretación. ¡A veces la inocencia es muy astuta!

Inocencia en el tratamiento orquestal.


Dvovak: Sinfonía n." 9, compás 16
Para Karajan los instrumentos parecen no tener vida pro-
En muchas buenas versiones (Fricsay, Kubelik, Chailly, Ma- pia, cada uno prolonga la tesitura de otro en un universo sin
cal...), los directores funden las dos indicaciones —crescendo sentido; Viena y Berlín, bajo su batuta, son magníficas má-
y acentos— en un solo concepto: las trompas tocan cada vez quinas inhumanas en pos de una perfección inexistente, gi-
más fuerte y non legato, o bien, los sucesivos acentos produ- gantescos órganos tubulares. Ancerl está fascinado por los
cen el crescendo. Las trompas checas, con Ancerl, encuentran timbres específicos, busca una extrema individualización de
una riqueza mayor, superponiendo las dos estructuras los instrumentistas, unificados en un criterio camerístico.
(— - y => a» > ). Siguen la partitura al pie de la letra; En el scherzo de la Novena de Dvorak (Compases 5 y sig.),
dentro del crescendo integran los acentos como coletazos de los músicos despiertan inmediatamente nuestra atención: con-
bailaora. Este detalle tiene singular importancia: el tema de trabajos, violas, celos y violines, verdadero quinteto, intercam-

96 Scherzo
aniversario

...Quiero dar » las visiones


inquietas el cobijo de la rima y
del ritmo.
Para Ancerl la pulsación no es
una horma a la uua! todas las
obras se tienen que adaptar. No es
falta de respeto señalar que, en las
interpretaciones de Toscanini,
Flirtwángler y de sus seguidores,
encontramos siempre las mismas
características rítmicas, y casi ges-
i uales. La pulsación de Ancerl in-
terviene como concepto interpre-
tativo, cambiando a veces radical-
mente, de color: en el Concierto
Para Orquesta de Bartok, la pul-
sación en la Elegía, ligeramente
crispada en el Intermezzo. En la
Segunda de Brahms, al contrario,
la pulsación homogénea unifica el
carácter dramático del Finale y la
fantasía del Allegretto Grazioso.

Dialéctica
«La música popular judía es
única... No está nunca en un solo
nivel. A veces alegre exteriormen-
te, pero trágica en realidad, casi
siempre se oyen risas a través de lá-
grimas. Esta propiedad de la mú-
-.ica popular judia es muy próxima
a mi concepción de la música. La
música tiene que tener siempre dos
niveles. Se ha perseguido a los ju-
díos durante tanto tiempo que han
aprendido a disimular su desespe-
ranza. Y esta desesperanza los ju-
díos la expresan en sus bailes».
(Shostakovitch citado por Vol-
kov). Intérprete de Mahler, Ancerl
bian el esquema rítmico sin contundirse en un solo rumor, consigue lo que añoraba Inbal a la hora de transmitir la vena
flaula y oboe cantan entonces al unísono, pero buscando a popular de las sinfonías. Ancerl entiende el Mil Parodie {Pri-
través de sus timbres una tensión que resolverá el clarinete. mera sinfonía, Tpo 3o) como un matiz interior, no recurre
Rechazando el dilema momento-gran frase, (Toscanini- a un Forte Súbito, a ninguna enfatización de la percusión, de
Furtwángler), Ancerl consigue dar vida a unos compases ge- [acuerda col legno... La parodia no es burla ni sorna, sino un
neralmente despreciados. tierno homenaje a los músicos bohemios, a todos los músi-
En la Primera de Mahler (Tpo 1°, compases 10 y sig.) el cos callejeros: metal y madera, acompañados por bombo y
clarinete bajo no se contenía con prolongar el registro de sus platillos, se mezclan jocosamente para el baile del oso, para
colegas en Si b, y prepara el canto de las trompetas en Fa; las acrobacias de !a cabra. En estrecha complicidad, los dos
las trompetas en Si, imitando el clarinete bajo —es decir, re- bohemios (compositor y director nacieron en Kaliste y en Ne-
chazando la asimilación—, contestan con insolencia. El con- lahozeves) recrean esta fiesta radiante en la cual se esconde
cepto orquesta de Ancerl transforma este preludio (con la más irreprimible melancolía.
muchos directores, Inbal incluido, no pasa nunca nada) en Horenstein, Walter, Inbal... han entendido, evidentemente,
una alfombra rulilante para el tema de las cuartas. el humor Judio del Ttío (Tpo. 2"), pero en el vals ancerliano,
En la Primera de Mahler (Tpo Io, compases 10 y sig.) el con Charlo! y Kafka, quienes se embriagan del ritmo vienes.
clarinete bajo no se contenta con prolongar el registro de sus
colegas en Si b, y prepara el canto de las trompeta;, en Fa; Discografíu (brevemente) comentada
las trompetas en Si, imitando el clarinete bajo —es decir, re-
chazando la asimilación—, contestan con insolencia. El con- BARTOK: Intérprete ideal de Bartok, Ancerl compagina
cepto orquesta! de Arcerl transforma este preludio (con la poesía popular con la construcción cerebral. En el Con-
muchos directores, Inbal incluido, no pasa nunca nada) en cierto Pañi Orquesta (CD), el lado romántico aparece sin én-
una alfombra rutilante para el tema de las cuartas. fasis dramático (Karajan), el edificio rítmico es cristalino, pero
En la Consagración (cifra II), los músicos, diferenciados sin frialdad (Boulez), en una versión de gran virtuosismo, nun-
al extremo, tocan a piacere, unidos por la pulsación sobera- ca gratuito (Solti). Bruckner, Debussy, Mahler, Smetana, som-
na del director, produciendo un momento de anarquía triun- bras furtivas, impregnan el paisaje banokiano. Concierto para
fante (Boulez consigue una lectura muy clara, pero somete, piano n° 3 (Bernáthova), para violín n. a /(Suk), n.°2(Ger-
sin embargo, la página al canto del clarinete piccolo.). tler): adaptándose a las personalidades distintas de los solis-

Scherzo 97
aniversario-

tas (mozartiano Gertler, más sensual Suk), Ancerl firma las MUSORGSSKY-RAVEL: Cuadros de una exposición.
versiones de referencia. (CD). Reiner y Mravinsky son tan salvajes como Ancerl, pe-
BERG: Concierto para violin (Suk). Versión de original con- ro éste, más complejo, introduce momentos de alegría
cepto: al dramatismo de Suk, Ancerl opone una lectura ana- inocente.
lítica. Siempre al límile de la ruptura, solista y director PROKOFIEV: Concierto para piano n.° I (Richter). Vir-
consiguen un clima de tensión inolvidable. (Menuhin y Bou- tuosismo sin límite en una versión histórica, Richter y An-
lez internan la misma aventura sin alcanzar el mismo equi- cerl se pierden en la aparente libertad de la música popular.
librio). SHOSTAKOVITCH: Sinfonías i y 5. Shostakovitch, como
BRAH MS: Doble Concierto (Suk, Navarra). Obertura trá- en Mahler, la vena dialéctica de Ancerl encuenira terreno de
gica: los solistas admirables se sitúan entre el clasicismo de predilección. El director concibe las dos sinfonías como un
Haitink-Szeryng-Siarker y el fuego de Szell-Oistraj- díptico simétrico: en la Primera, un lenguaje nuevo surge del
Rostropovitch. Sinfonías I y 2. Opuesto a la tradición monu- mundo postromántico, tiende hacia el modernismo provoca-
menia! (Furtwangler, Klemperer, Solti), Ancerl consigue unas dor de la Segunda, para, en la Quinta, recaer en el punto de
sinfonías luminosas, a la altura de Monteux y Walter. partida. Las obras se contestan en un fascinante juego calei-
D V O R A K : Concierto para violin (Suk), Romance Op II. doscópico.
Oberturas (Mi País OP. 62, Al aire libre OP 91, Carnaval STRAVINSKY: Msj. Sinfonía de los Salmos. OedipusRex.
Op 92. Ote/lo Op. 93). Sinfonías 6 y 9 (la Nuevo Mundo, dis- Petrushka (1911). Consagración de la Primavera.
ponible en CD). JANACEK: Misa Glagolilica (CD). Taras En Petrushka, Ancerl no subraya la audacia de la escritura
Bulba, Sinfonietta (CD). SMETANA: Má Vtasi. De la músi- (Boulez), no quiere demostrar. Escoge como Monteux (la otra
ca checa, Ancerl tiene una visión dramálica y llena de fanta- versión de referencia) un lempo giusto para el ballet, para el
sía; la melancolía está habitada por la vitalidad de los ritmos baile desesperado del pelele. En la Consagración Ancerl con-
populares, la nostalgia teñida de humor. Dvorak, Janacek y sigue una osmosis excepcional entre iodas las lecturas posi-
Smetana son universales como Brahms, Liszl o Mahler: frente bles: perfección rítmica, dispersión máxima de los timbres en
a tal interpretación, nada existe realmente. un mosaico bárbaro (Karajan divide su orquesta en dos: cuer-
MAHLER: Sinfonías 1 y 9. Horenstein (en la Primera), Mi- das y viento), organiza todos los detalles de la partitura (Bou-
tropoulos (en la Novena), Walier (en ambas) son igualmente lez) dentro del poema coreográfico (Monteux).
indispensables: Ancerl ofrece las versiones más ambiguas, más
ricas y, por qué no decirlo, más bellas. Pedro Elias

98 Scherzo
CONGRESO INTERNACIONAL
DE TERMINOLOGÍA MUSICAL CASTELLANA

MURCIA, 18-20 ENERO 1989

UNIVERSIDAD DE MURCIA - AULA DE MÚSICA

TEMAS Y PONENTES

EL VOCABULARIO MUSICAL ANTIGUO: LOS TRATADOS CASTELLANOS


RENACENTISTAS Y BARROCOS: Dr. D. Francisco-José León Tello (Catedrático
de Estética de la Universidad Complutense. Catedrático excedente del Conservatorio
Superior de Música de Valencia).

EXAMEN DE LOS TÉRMINOS MUSICALES EN EL DICCIONARIO DE LA


REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: D. Alvaro Marías (Profesor del Real Conserva-
torio de Música de Madrid. Licenciado en Literaturas Hispánicas).

LA TERMINOLOGÍA MUSICAL EN LA COMPOSICIÓN, ESTILÍSTICA Y ANÁ-


LISIS: D. Ramón Barce (Compositor).

EL VOCABULARIO DE LOS INSTRUMENTOS MUSICALES: D. a Cristina Bor-


das (Investigadora. Experta en Organología).

PROBLEMAS DE TRADUCCIÓN DE LOS TÉRMINOS MUSICALES: D. Carlos-


José Costas (Crítico musical y traductor de libros musicales).

PROBLEMAS DE EDICIÓN DE TEXTOS MUSICALES: D. Pablo López de Osa-


ba (Director de Alianza-Música de Alianza Editorial. Director Técnico de las Sema-
nas de Música Religiosa de Cuenca).

Las ponencias irán seguidas de comunicaciones y coloquios.

información e inscripciones: AULA DE MÚSICA, UNIVERSIDAD DE MURCIA,


c/ Granero, 4. 30071 MURCIA. Tels. (968) 21 05 66-21 08 64.

UNIVERSIDAD DE MURCIA - CAJA DE AHORROS DEL MEDITERRÁNEO


INSTITUTO DE COOPERACIÓN IBEROAMERICANA
AYUNTAMIENTO DE MURCIA
DIRECCIÓN GENERAL DE CULTURA. COMUNIDAD AUTÓNOMA DE MURCIA.
8 de? Dici

TEATRO MUNICIPAL
MIGUEL DE CERVANTES
20'30 horas

(Coro de la Universidad de Sczcean - Polonia)


Director: lun Sz

Coral Carmina Nora, k Uá _


5
[lleves
Director 1 Miguel Ángel Garrido, Sánchez

Cortil [áfl ?ÚWfjí k Rljgfal {Yugoslavia)


Director Dusan Praselj

Ojjm UÉmitario k M
Director 1 Luis Diez Huertas

Otxote "Danok Bat" de Portugalete


Director
Viernes ' 0 S £ Moisés Egaña

Coral Santa Mana ¿ la V\tím,k Ml


1
Sábado
Director; Manuel Gdmez López

Coral POÍÍ/ÓÉÍÍ (fe te


Director: luán lose Falcan Sanabria

Concito k Cbsura
Intervención conjunta de todas las corales participantes:
Interpretación de temas representativos de cada comunidad
representada.
Domingo Estreno en España de la Cantata
"\am Rara Micant Sidera"
para solistas. Coro y Orquesta
Texto: Séneca
Música: Salvador Brotóns

Ayuntamiento de Málaga
músico contemporánea

Metacollage
Consideraciones sobre la obra de Stockhausen
El pretexto de las presentes reflexiones ha sido la serie de once conciertos que de las características acústicas de los
el Festival de Otoño de París ha dedicado al compositor en el mes de septiembre eventos más pequeños. En este sentido,
y octubre. El programa estaba constituido por uno versión del concierto de la el compositor ha podido decir de su
ópera Montag aus Lichi (Lunes de Luz) y diez sesiones donde se mezclaban com- Klavierrstücke XI que no es más que
posiciones antiguas y recientes. Hemos podido oír asi obras como Kontakte, «un único sonido». La aparición, en es-
Hymnen y Manirá, junto con extractos de las tres óperas del ciclo Licht, Don- tos mismos años, de las primeras téc-
nerstag, Samstag.y Monlag. nicas electroacústicas, supuso una
aportación decisiva a la hora de crear
a característica más sobresalien- de todos los parámetros sonoros, una
L te de estas úllimas composiciones
de Stockhausen es una especie de
heterogeneidad febril que afecta todos
continuidad entre la estructura física
del sonido y la forma general de una
pieza. Un espectro acústico servirá co-
sonidos cuya constitución interna pu-
diera corresponder al plan formal de la
obra. Piezas como los Estudios electró-
nicos ¡y II o Kontakte representan uno
ios niveles de la música y de la puesta mo punto de partida para la creación de los momentos de máximo rigor de
en escena. Jirones de melodías, ruidos de acordes, para la determinación de las
instrumentales, sonidos electrónicos, relaciones entre los acordes, luego en-
irónicas teatralizaciones, referencias li- tre los grupos de acordes, y así sucesi- II) Cantrechamps n." 9, Karlheinz Stockhausen,
terarias, místicas y autobiográficas, se vamente. O bien, al revés, de una idea Edilions L"Age d'Homme. Lausanne, 1988. pag.
acumulan de un modo caleidoscópico formal general se llegará a la definición 11 (traducción francesa).
e inestricable. Sin embargo, el autor
nos advierte que toda aquella multipli-
cidad aparente tiene un único núcleo.
No solamente cada una de las tres ópe-
ras está construida a partir de una fór-
mula, sino que existe una superfórmulo
que es ei germen del ciclo entero (siete
óperas). Esta manera de formar no es
nueva en la producción del compositor,
incluso podríamos decir que es uno de
sus rasgos más típicos, pero ha dado lu-
gar a obras radicalmente diferentes en-
tre sí. Este hecho es muy significativo,
y merece ser analizado con detalle.
Tanto en las primeras piezas, como
en los primeros escritos del autor, que-
da muy claramente afirmada la volun-
tad de fundar todas las fases de una
composición en un solo principio. Así
por ejemplo, en un artículo de 1952 po-
demos leer: «La música como orden so-
noro se dirige a la facultad que tiene el
ser humano de percibir un orden de so-
nidos... El orden sonoro significa una
subordinación de los diferentes sonidos
a un principio unitario representado y
una ausencia de contradicción entre el
orden de lo particular y el orden de lo
general» (I). En el mismo escrito,
Stockhausen relaciona esta concepción
con la obra de Webern. y con el pensa-
miento estructuralista, que estaba, en
esos años, en su apogeo.
Los modos de expansión o desarro-
llo del material de una pieza son deter-
minados por los principios de la
«riqueza de relaciones» y de la «ausen-
cia de contradicciones». En esta pers-
pectiva el compositor intenta
establecer, a través de la serialización Karlheinz Stockhausen

Scherzo 101
músico contemporáneo

portancia creciente a la interpretación,


entendida como momento culminante
de una integración existencia] de lo he-
terogéneo. La voluntad del coinpositor-
intérprete de hacer convivir materiales
diferentes en un instante dado es sufi-
ciente para anular toda contradicción
y reencontrar asi los dos preceptos de
la «riqueza de relaciones» y de la
^ausencia de contradicciones». Stock-
hausen llama «música intuitiva» a la
que se da en estas condiciones y cuya
máxima expresión puede ser considera-
da Aus den Sreben Tagen: la partitura
está constituida por unos poemas des-
tinados a los intérpretes, sin ninguna
notación específicamente musical.
El reinado de ta Fórmula
Más o menos coincidiendo con el co-
mienzo de los años 70 aparece la segun-
da estrategia: la serie es sustituida por
la fórmula. En las composiciones de los
años 50, la serie es un principio orde-
Fórmu/a de Manirá nador abstracto que permite y define
las relaciones entre los diferentes nive-
esta manera de componer que, en al- una parte, esta música ha dejado poco les estructurales de una pieza, así co-
guno de sus aspectos fundamentales, a poco de ser nueva y ha ido forman- mo la ordenación interior de cada nivel.
permanece inalterada hasta las obras do su propia tradición y, por otra par- Casi podríamos pensar en una fórmu-
más recientes. te, nuestra percepción también está la matemática que define de un modo
En el famoso articulo «...wie die históricamente determinada. abstracto órdenes y relaciones.
Zeit vergeht...» (2) (...como el tiempo Stockhausen es muy consciente de es- La fórmula, por el contrario, es una
pasa...) Stockhausen intenta hallar en tos problemas, e intenta resolverlos po- entidad existente en la realidad, com-
la fisica acústica y en nuestros límites niendo el acento cada vez más en la puesta de elementos dispares que la vo-
perceptivos unas bases objetivas a la capacidad que tiene el acto compositi- luntad del compositor ha reunido.
continuidad enire microeventos y ma- vo para integrar materiales heterogé- Tiene la función de prefigurar la obra
croeventos. Con este fin reduce, de una neos: «Yo busco los medios (...) para entera en sus propias relaciones inter-
manera un tanto forzada, los habitua- trabajar abiertamente, con la sola con- nas. Por ejemplo, en la fórmula de
les cuatro parámetros del sonido — dición de que todas las cosas nuevas Manirá que reproducimos en esta pá-
altura, intensidad, timbre y tiempo— sean incorporadas a lo que existe y sean gina, hay trece notas, «cada nota tiene
al solo parámetro temporal, e interpre- transformadas, transformando» (3). un carácter diferente (ataques, appog-
ta todas las variaciones que pueda ha- En relación con esta deriva de los plan- giaturas, ritmos...). Estos trece carac-
ber en los demás parámetros como teamientos iniciales, se van definiendo
variaciones de una escala temporal par- dos nuevas estrategias, que aproximada- (2) Conrrechamps n," 9. Op. til., aparecido por
ticular. Un ejemplo típico podría ser la mente se suceden en el tiempo. En los primera ve/ en Die Reiche 3, 1957.
transformación de una serie de impul- años 60, el autor va otorgando una im- (31 Contrechtimps n." 9, op. cit., [«S- 119.
sos en un sonido de una altura deter-
minada: lo que se percibe como ritmo
se transforma a partir de las veinte re-
peticiones por segundo, en altura. ; SOCNO di ,^-
'""•'• i LUCIFE> • SEQLIIEM
En conjunto, estas ideas tienden a
reducir el peso de la tradición musical,
con todo su repertorio de formas, sin-
Segmento dJ formula
taxis y sonidos. Las justificaciones his-
tóricas quedan descartadas y hay un per
intento de buscar la legitimidad de los SABATO d* LUCE
procedimientos compositivos en ¡a ra- IMaggio 19S1I
cionalización y en la ciencia. Sin em-
barga, hacer tabla rasa de la historia de
la música es prácticamente imposible.
Nos baste, como ejemplo, el conside-
rar que el sonido de cualquier instru-
mento es un hecho preformado, una
estructura sonora inmutable (hasta cier-
to punto) y que, además, está cargado
de connotaciones históricas. Sólo la
música electrónica podría permitir un
verdadero alejamiento de la tradición,
puesto que sus sonidos se pueden cons-
Iruir y no están connotados. Pero, por Samstag aus Lichi

102 Scherzo
músico contemporánea

teres diferentes van a dominar las trece lo exclusivo sino, más bien, por la uti- musical, la compacidad de estos presu-
grandes partes de la obra» (4). lización de sujetos fuertes y por el de- puestos empieza a resquebrajarse. La
Olro ejemplo, sacado de una obra seo de crear una situación de equilibrio, ciencia es voluntariamente incapaz de
mucho más reciente, es la fórmula que de mediación y de intermodula- dar razones ante fenómenos de conno-
subyace en toda la ópera Samsiag aus ción» (5). tación. Aparece, por lo tanto, un pro-
Lichl, en la que el compositor mismo El método de la fórmula permite la blema en cuanto a la legitimidad
ha indicado a qué segmentos de la fór- integración de elementos dispares y per- filosófica de los nuevos procedimien-
mula corresponde cada parle de la ópe- mite, por lo tanto, la subsistencia de un tos compositivos.
ra. La expansión de cada segmento, proyecto compositivo detallado y orien- Abandonada, aunque no del todo, la
según los conocidos principios de «ri- tado, capaz de usar cualquier forma- ciencia, Stockhausen ha echado mano
queza de relaciones» y «ausencia de ción musical {y extramusical) de una fuenie de legitimidad antigua y,
contradicciones», genera todo el mate- respetando su identidad y, al mismo en general, inútil ya para nosotros: la
rial de la escena correspondiente. tiempo, asegurando su relación estruc- religión. En sus escritos y en sus entre-
Notemos, de paso, que la fórmula no tural con otras formaciones. Aquí ve- vistas, el compositor subraya y esgri-
es un tema, puesto que este último no mos, pues, cuál es el sentido de la me continuamente su religiosidad
determina sus propias manipulaciones afirmación de que el enorme y hetero- gnóstica. Estas creencias cumplen un-
y, en general, no tiene implicaciones géneo proyecto de Lichl «tiene un nú- papel importante en su producción ac-
constructivas tan profundas. cleo único», y hasta qué punto hay tual: le permiten encontrar un sentido,
Este método tiene una gran ventaja continuidad con la obra anterior del más allá de lo estrictamente musical, al
para Stockhausen: le permite usar una compositor. acto de componer. La potencia barro-
parte de sus antiguos modos de formar Para terminar, quisiera ilustrar bre- ca del ciclo Lichl, comparada a la re-
en un contexto comp leí amenté diferen- vemente un problema relacionado con lativa inanidad de la filosofía que lo
te. La continuidad entre los detalles y el método que acabamos de describir. sustenta, nos recuerda que el arte, junto
la forma general está asegurada y sir- El proyecto de serializaeión integral de con todo lo que no es cuantificable, ha
ve, además, para dominar las fuerzas todos los parámetros se apoya, en últi- sido asignado a una zona oscura, im-
centrífugas debidas a la diversidad de ma instancia, en la descripción cientí- pensable, opuesta a la ciencia. Quizás
los materiales. El compositor nunca ha fica del sonido. El punto de partida es tengamos que empezar a dudar de ta-
abandonado la idea de un proyecto la estructura acústica del sonido, tal y les categorías.
compositivo preconcebido y definido, como la describe la física —una ima-
de una manera u otra, hasta el mínimo gen fria y ahistórica—. No hace falta
detalle, aun reconociendo la particula- ninguna legitimación especial para ta- Claudio Zulián
ridad de todo material sonoro: «Téc- les concepciones, puesto que la ciencia
nicamente es muy difícil de superar el es la fuente de toda legitimidad en nues-
cotlage, de hacer que un evento no des- tra cultura. (4> Jonathan Con, Conversanonx avec Slock-
truya a otro... el metacollage y la inte- Al tener que reconocer la carga hausen. F,d. J. C. Unes. París. 1979. pag. 261.
gración no son sistemas dominados por histórico-existenciai de cualquier evento (5) Jonaihan Cotí, op. di- pag. 217.

Scherzo 103
jazz

ca del be-bop que significó nada menos


EPISODIOS que la liberación de la música, su defi-
nitivo distanciamiento de una pesada y
absurda rutina. Es una gran tragedia lle-
na de locura, amor, poesía y humor, na-
e verdad, no recuerdo haber ido si tres horas de duración, tenía que dar
D con mayor preocupación al es-
treno de una película que aquel
día de junio en París cuando fui a ver
mo se le llamaba a Charlie Parker. Y
también acertó plenamente cuando eli-
rrada con conmovedora comprensión,
cuerpo y alma al difunto Yardbtrd co- sin bordear el melodrama y, desde lue-
go, sin el menor intento de moralizar.
Un impresionante homenaje a un genio
—y sobre lodo oír— Bird, el tan comen- gió a Forest Whitaker, magnífico actor cuya imborrable huella, a los 33 años
tado retrato de Charlie Parker que ha que dedicó un par de años a aprender de su muerte, se hace cada día más
supuesto para Clint Eastwood su éxito a hablar, pensar, vivir, moverse, reaccio- grande.
más resonante tras una docena de obras nar y casi tocar como el siempre irra-
que no eran precisamente fracasos. Ya cional saxofonista a quien se parece le Por digna
lo lanto, una obra absolutamen-
que se puede y se debe volver
conocíamos desde hacía tiempo su pro- incluso físicamente.
yecto de contarnos la dilatada carrera a ver una, dos o más veces tal como lo
Bird es la historia fragmentada de un he hecho yo, aun contándome entre los
de este revolucionario músico, para mu- hombre que, rodeado de inseguridad e
chos el más genial en [oda la historia privilegiados que llegaron a ver a Par-
injusticia, vivía constantemente al borde ker en vida y en pleno vuelo. Fue en el
del jazz, y la cosa era, desde luego, pa- del abismo y que lograba siempre ex- otoño de 1950, concretamente en Co-
ra echarse a temblar pensando en los presar el caos, que la droga y el alco-
desastres cinematográficos que otros penhague, durante su segunda y última
hol habían sembrado en él, con su visita a Europa. Por supuesto, no se me
han hecho con Louis Armstrong, Du- fabuloso saxo alto que hizo cambiar de olvidará jamás. Ya llevaba varios años
ke Ellington, Benny Goodman, Billie rumbo el jazz allá por los años cuaren- obsesionado con su música que después
Holiday y un largo etcétera. ¿íbamos a ta. La película es ante todo un apasio- ganó otra dimensión y una profundidad
ver una vez más a un intruso pisar un te- nado tributo a este legendario pionero, que no ha dejado de aumentar con el
rreno tan sagrado para nosotros y co- puro lambicn refleja fielmente, a través
meter un auténtico sacrilegio con fines liempo, y que la obra de Eastwood no
de múMpies Jlashbacks, la gloriosa épo- daña en lo más mínimo.
comerciales?
Bien es cierto que vimos recientemen-
te con satisfacción RoundMidnight, el
intento de Bertrand Tavernier de acer-
carse a dos figuras tan trascendentales
como Lester Young y Bud Powell a tra-
vés de Dexter Gordon, otro gran músi-
co y además actor. Resultó ser un
trabajo serio y convincente, tal vez mar-
cado por un excesivo sentimentalismo
muy francés, pero, al fin y al cabo, lle-
no de autenticidad y emoción, sin con-
cesiones morbosas de ningún tipo. ¿Iba
a tener la misma suerte el mítico Par-
ker que, más de treinta años después de
su muerte prematura, no podía contri-
buir a la aventura de otra forma que con
su música?
Precisamente el miedo a lo que East-
wood podría hacer con la banda sono-
ra de su película empezó a cundir en los
amantes del bello y poderoso discurso
parkeriano que, a pesar de sus innume-
rables imitadores, no admite ninguna
clase de trucos. Y es en este terreno tan
delicado donde el director ha sabido ju-
gar como un maestro recurriendo a un
experto responsable y respetable como
Lennie Niehaus, que decidió utilizar
una serie de interpretaciones del mismo
protagonista aislándolas de su contexto
original, limpiándolas gracias a los
métodos de la nueva técnica digital que
permiten una resonancia mucho más lu-
minosa, y añadiendo otro acompaña-
miento de músicos afines a Parker. A
simple vista un disparate que, sin em-
bargo, resulta milagrosamente satis-
factorio.
Con este problema esencial resuello.
Eastwood, que es desde su infancia un
magnifico conocedor del jazz y lo de-
muestra a ¡ravés de esta película de ca-
Charlie Parker en el 46
104 Scherzo
jozz

Y, sin embargo, hay que poner cier-


tos reparos que, por otra parte, son na-
turales, por no decir inevitables en un
caso como éste. Se ha dicho que la pe-
lícula es más bien un retrato de Chan,
la acompañante de Parker durante sus
últimos, tan difíciles y turbulentos años.
En cieno modo es verdad, porque esta
inteligente mujer, magist raímente inter-
pretada por Diane Venora, tenia una
importancia capital para él a pesar de
sus continuas huidas. Pero también sir-
ve como una especie de espejo que nos
ayuda a comprender mejor al protago-
nista. A través de ella se aclaran una se-
rie de enigmas que tienen su raíz en una
infancia tan desgraciada y absurda que
muy pronto tenia que surgir el proble-
ma de la droga. La película, que en gran
parte se basa en la biografía de Ross
Rusell Bird Uves, se limita a describir
el infierno del adicto, nunca cuenta lo
positivo de sus hábitos y la inspiración
que busca y, sin duda, encuentra en los desequilibrada como la vida de su pro- muy alto nivel técnico, literario y mu-
estupefacientes. Y es una pena. Igual- tagonista, pero nunca desigual, no pre- sical. Creo sinceramente que tanto los
mente quedamos un tanto escépticos y tende cubrir toda la biografía de Parker, amantes del jazz como los del cine de-
decepcionados por la manera deficien- sólo dar pinceladas, destellos de una bemos estar agradecidos a Clint East-
te de retratar a los compañeros de Par- realidad que se revela en toda su mag- wood que con esta hazaña ha querido
ker. Dizzy Gillespie y Max Roach no nitud, crueldad y, ¿por qué no?, belleza. hacer lo imposible y lo ha logrado, gra-
eran así como nos los presentan. Bud
Powell, Duke Jordán. Miles Davis,
Tan densa, tan rica en episodios dis-
pares es este documento tremendamente
cias a una impresionante ambición ba-
sada en la pasión y, sobre todo, a una í
Kenny Dorham y Tommy Potter ni apa- estremecedor que aguanta una segun- fe ciega en su cometido.
recen. Y sería, sin duda, pedir demasia- da y hasta una tercera visión, ya sin el

-
do. Bird, que es en el fondo tan nerviosismo de la primera. Se sitúa a un Ebbe Traberg

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Scherzo 105
-efemérides

dor de los «Nouveaux Con-


1-1935: Enrique Fernán-
dez Arbós dirige en Madrid EFEMÉRIDES certs» conocidos después
el estreno mundial del Se- como «Concerls La-
gundo Concierto de violín moureux».
de Sergei Prokofiev. El vio- 22-1808: Beethoven dirige
linista francés Robert Soe- en Viena el estreno de sus
tans, que había encargado Sinfonías Quinta y Sexta.
la obra, interpretó la parte En este mismo concierto se
solista. interpretaron, por primera
2-1883: Hans Richter al vez, el Cuarto concierto pa-
frente de la Filarmónica de ra piano y la Fantasía para
Viena estrena la Tercero piano, coro y orquesta,
Sinfonía de Johannes obras en las que el propio
Brahms. compositor intervino como
3-1883: Nace en Viena solista.
Antón von Webern. 23-1893: Richard Strauss
4-1881: Estreno en Viena dirige en Weimar la prime-
del Condeno para violín y ra representación de la ópe-
orquesta de P.I. Tchai- ra Hansel y Gretel de Én-
kowsky. Esta obra, escrita gelbert Humperdinck.
en 1878, estaba considera- 24-1871: Dentro de los ac-
da por los violinistas de la tos celebrados con motivo
época como intocable. En de la inauguración del Ca-
esta primera audición inter- nal de Suez se estrena en El
vino como solista Adolf Cairo la ópera Aida de
Brodski. Verdi.
5-1791: Muere en Viena 25-1815: Se interpreta en
Wolfgang Amadeus Mo- Viena, por primera vez,
zart. Mar Serena y Viaje Próspe-
6-1846: En el Teatro de la ro, Cantata para coro y or-
Opera Cómica de París se questa con lexios de
estrena La Condenación de Goethe y música de L. van
Fausto de Héctor Berlioz. Beethoven.
Esta «Cantata», que fue 26-1709: En el Tealro San
acogida con indiferencia Giovanni Crisóstomo de
por parte de la critica y el Venecia se estrena Agnppi-
público, se transformó pos- na, ópera bufa compuesta
teriormente en «Opera de en el plazo de tres semanas
Concierto», forma en la Brtihms: ittnmt>\ uño$ por G.F. Haendel.
que se interpreta actualmente. 13-1928: La Orquesta Filarmónica de 27-1525: Fecha establecida, con reser-
7-1841: Se représenla en el Teatro de New York, dirigida por Damrosch, in- vas, como la del nacimiento de Giovan-
la Cruz de Madrid // Solitario, prime- terpreta por primera vez el «fragmen- ni Perluigi da Palestrina.
ra de las óperas compuestas por Hila- to sinfónico» Un americano en París de 28-1768: Muere en París el flautista y
rión Eslava. George Gershwin. compositor francés Michel Blavet.
8-1915: Para celebrar el 50 cumplea- 14-1657: Nace en París el compositor 29-1928: Estreno en el Teatro Apolo de
ños de Jean Sibelius se celebra en Hel- Michel Delalande (también La Lande Madrid de la zarzuela La Pícara Moli-
sinki un concierto extraordinario o Lalande). nera de la que es autor Pablo Luna.
durante el cual se inlerpreta por prime- 15-1899: Gustav Mahler présenla con 30-1905: En el Teatro An der Wien se
ra vez su Quinta Sinfonía, aunque hasta la Orquesta Filarmónica de Viena su estrena Die lustige Witwe (La Viuda
1919 no alcanzó su forma definitiva. versión para orquesta de cuerda del Alegre), opereta de Franz Lehár que,
9-1882: Nace en Sevilla Joaquín Cuarteto op. 95 de Beethoven. contra pronóstico, alcanzó un éxito ful-
Turina. 16-1893: Antón Seidi, al frente de la minante. Antes de 1920 había alcanza-
10-1923: Muere en Madrid Tomás Orquesta Filarmónica de New York, do en todo el mundo 18.000 represen-
Bretón. ofrece la primera audición de la Sinfo- taciones, para las cuales debían reser-
11-1940: Un mes después de su estreno nía n."9 (del «Nuevo Mundo») de An- varse las localidades con más de un año
en Barcelona se presenta en Madrid el tonin Dvorak. de antelación. Fue llevada al cine en va-
Concierto de Aranjuez de Joaquín Ro- 17-1749: Nace en Aversa (Italia) el com- rias ocasiones y traducida a diez idio-
drigo. Fueron sus intérpretes, en esta positor Domenico Cimarosa. mas, enire ellos el árabe (El Cairo,
ocasión, Regino Sáinz de la Maza (a 18-t953: Paul Sacher estrena en Basi- 1946).
quien está dedicada la obra) y la Or- lea la Cantata de Navidad, última de 31-1907: Se hace efectiva la dimisión
questa Nacional de España bajo la di- las obras compuestas por Arthur Ho- presentada por Gustav Mahler como
rección de Jesús Arámbarri. negger. director de la Opera de Viena, aunque,
12-1891: Primera audición del Trío pa- 19-1888: Nace en Budapest el director en realidad, el compositor ya se encon-
ra violín, clarinete y violonchelo (op. Fritz Reiner. traba en Estados Unidos desde el 21 de
114) y de! Quinteto con clarinete (op. 20-1872: Nace en Tortona (Italia) el este mismo mes para hacerse cargo del
115) de Johannes Brahms, ambas obras compositor y organista Lorenzo Perosi. Metropolitan Opera House de New
interpretadas por el Cuarteto Joachim 21-1899: Fallece en París el violinista York.
y el clarinetista Richard Mülfred. y director Charles Lamoureux, funda- L.F.C.B.

106 Scherzo
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