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I '

LA EDUCACIÓN MI
A DEBATE

JEAN PIERREP

sinfonía
Las Autoridades Sanitarias advierten que:
FUMAR PERJUDICA SERIAMENTE LA SALUD.
Edita
SCHERZO EDITORIAL, S.A.
C / Marqués de Mondejar, II - 4 . ' C
28O2B-Madnd. Teléf. (91) 246 76 11
Presidente
Gerardo Queipo de Llano
Dirtctor
Amonio Moral
Director Adjunto
Arturo Reverter
Redactor Jefe
Enrique Martínez Miura

Consejo de Dirección
Javier Alfaya, Domingo del Campo Castel,
Manuel García Franco. Aguslin Mufloz Jimé-
nez, Enrique Pérez Adrián.

Secciones
Redacción en Barcelona: Roger Alier. Actua- Año III n.° 28 - OCTUBRE 1988 - 400 ptas.
lidad: Arturo Reverter y Enrique Martínez Miu-
ra r Discos: Enrique Pérez Adrián. Alia
Fidelidad: Alfredo Orozco. Danza: Roger Sa-
las. Libros: Xoan Manuel Carreira. Jazz: Ebbe
Traberg. Música contemporánea.: José Iges.

Colaboran en este número:


Javier Alfaya. Roger Alier, Roberto Andrade
Malde, Manuel Ángulo, JOSÉ Carlos Cabello
Arroyo, Ricardo de Cala, César Calmell, Pau-
lino Capdepón, Carmelo. Sansón Carrasco.
Xoan Manuel Carreira, Maravillas Corbalán
Abellan, Miguel Ángel Coria, Cork, Xavier SUMARIO
Daufi, Pedro Elias, Rubén Fernández García,
Fernando Fraga. Florentino Gracia Uirillas.
Leopoldo Hontafión, Daniel Jotdán, María de OPINIÓN 4
los Angeles de Juan, Steven Ledbetter, Santia- ACTUALIDAD 8
go Martin Bermúdez, Antonio Martin Moreno,
Joaquín Martín de Sagarminaga, Enrique Mar- VOCES DE AYER Y DE HOY:
linez Miura, Blas Matamoro. Ángel Fernando — María Yvogün, Fernando Fraga 39
Mayo. Wolfgang Amadeus Mozart, Adolfo Nú- ENTREVISTA:
flez, Rafael Ortega Basagoni, Enrique Pérez
Adrián. Víctor Pliego de Andrés, Gerardo Quei- — Gilberi Kaplan: una vida, una sinfonía, José Carlos Cabello Arroyo 45
po de Llano Onamdia, Francisco Ramos, Ar- DISCOS 51
turo Reverter, Juan José Rey, Jordi Ribera i ESTUDIO D1SCOGRAFICO:
Beigós. Eduardo Rincón, Elisa Roche. Vicente
Ros. Andrés Ruiz Tarazona, Roger Salas, José — Voces históricas en CD, Fernando Fraga 63
Amonio Tapia Granados. Jacinto Torres Mu- LIBROS 64
las, Ebbe Traberg. Francisco José Villalba. LA GUIA 66
DOSIER: Debate sobre la educación musical 67
Diseño de portada: — Nueva sintonía para el Ministerio de Educación y Ciencia, Vicente Ros 68
Salvador Alarcó
— Formación del profesorado y enseñanza musical, Elisa Roche. .. 70
Foto de portada: — Pedagogías musicales, Maravillas Corbalán 72
Henry Grossman
— Consideraciones sobre la enseñanza musical en España, Manuel
Publicidad. Redacción Ángulo 76
y Administración
Scherzo Editorial, S.A.
— El problema de la cuerda en España, Rubén Fernández 78
Marqués de Mondéjar. II - 4.° C — La enseñanza musical de las nuevas tecnologías, Adolfo Núñez.. 80
28028-Madrid — Las otras titulaciones universitarias, Xoan M. Carreira 81
Telíf. 191)246 76 22 — Propuesta escéptica para un bachillerato artístico musical, Xoan M.
Imprime: Carreira 82
MOVIEGRAF. S.A. — La enseñanza de música joven, Pepe Rey 83
C/ Esligia. ) y 5
28037 Madrid — La música es lo que suena, Jacinto Torres 84
Tino.: 204 95 03 — La universidad y la música, Antonio Martin Moreno 87
Fotocomposición ESTUDIO:
Lumimar, S.A. — La música en Florencia: Del Ars Nova a la Camerata Bardi (2),
Albasanz, 48-50 Enrique Martínez Miura 93
28037 Madrid. TeléF. 204 JO 01 ANIVERSARIO: Leonard Bernstein, un showman, Enrique Pérez Adrián 99
Depósito legal — La conexión Tanglewood, Steven Ledbetler 101
M-4I822-19B5 HOMENAJE: Jean-Pierre Ponnelle
ISSN-0213-4802 — Jean-Pierre Ponnelle. creador de espacios para la música, Francisco
SCHERZO es una publicación de carácter plural José Viñalba 104
y no pertenece ni eslá adscrita a ningún orga- — Momeverdiana, Santiago Martín Bermúdez 105
nismo público ni privado. La dirección respeta DANZA:
IB libertad de expresión de sus colaboradores. — La reconstrucción cubana de Don Quijote, Roger Salas 112
Los lesios firmados son de la exclusiva respon-
sabilidad de los firmantes, no siendo por tanto
JAZZ:
opinión oficial de la revista. — Episodios, Ebbe Traberg 114

Scherzo 3
OPINIÓN

Los mandarines, las instituciones y la reforma

S CHERZO dedica en este número un dosier a los


problemas de la enseñanza musical en nuestro país. Este
tipo de enseñanza, regulada por el Decreto 2618/66
(que no resolvió nada de lo antes regulado por normativas de
1917 y 1942), será sometido a reforma muy pronto, como
de Información) y se diferenció una Dirección General de
Música, más tarde de Música y Teatro, cuyas funciones asume
hoy un organismo autónomo de carácter comercial, el [NAEM.
¿Es en Cultura donde debe ubicarse la educación musical (y. por
la misma razón, las enseñanzas teatrales) que ahora dependen de
postulan nuestros colaboradores. Pero tal vez sea convenienle Enseñanzas Artísticas? Sobre esto hay opiniones encontradas,
puntualizar algunas cuestiones al margen del propio dosier. pero al margen de los intereses personales de gremio hay un
El Decreto de 1966 debería haberse referido sólo a la enseñanza acuerdo en que si en el MEC la enseñanza musical se encontrará
necesaria para convertirse en músico. Lamentablemente, la siempre fuera de prioridad, en Cultura correría peligro de mayor
confusión se instaló en la realidad y en el discurso, y los pobres manipulación e ineficacia. Después de todo, la enseñanza y la
conservatorios han tenido que soportar también a adultos que, titulación es objetivo natural del MEC, un Departamento donde
con toda justicia, deseaban poseer una cultura musical, y a los la conflictividad no impide la seriedad tradicional de un equipo
pequeños estudiantes que echaban de menos la música en los de funcionarios especializados (a pesar del abrumador aterrizaje
estudios primarios y secundarios. Sería conveniente que cada de fieles expertos en tal o cual materia en los últimos años).
palo aguantara su propia vela, esto es, que los colegios tuvieran Pero el Ministerio de Cultura es la cara ¡avada del antiguo
enseñanza musical en EGB (lo que no es fácil, al no haber Departamento de propaganda, y eso se nota aún, porque no se
profesores suficientes ni suficiente preparación) y que haya ha renunciado a ello. La política de fachada y escaparate
escuelas artísticas (públicas y privadas) para esos adultos de impregnaría también a la educación musical, y ya tiene bastante
encomiable inquietud, muchos de los cuales son lectores de esta materia con sus propios problemas. Luego no hay solución
revistas corno la nuestra. La reforma ha de evitar esa confusión a lo institucional. Pero al menos podemos reclamar al MEC que
e impedir que unos grupos incidan negativamente en otros. la educación musical tenga su prioridad, al pesar de que otros
La norma en cuestión fue elaborada por músicos, que no sectores sean muy importantes, como reconocemos; que la
supieron o no quisieron evitar su carácter intrincado y su Subdirección de Enseñanzas Artísticas ejerza sus funciones de
confusión. Algunos razonables diagnósticos de la situación ordenación y gestión sin que esta última, por su peso y
actual han concluido que la nueva reforma han de hacerla los con ni el i vi dad inmediata, impida la necesaria reforma que se
músicos. Es preciso disentir, no sólo porque la música es algo plantea ya el Ministerio; que la gestión se deje a los gestores,
demasiado serio para dejarla en manos de los músicos, sino esto es, a los profesionales de la Administración, no a los fieles
porque en esta profesión, en cuanto a la enseñanza, se han ni a los mandarines; que haya un mínimo de coordinación con
distinguido sectores dominados por el mandan nal o y el quien subvenciona música y crea espectáculo, es decir, con el
maltusianismo, esto es, por impartir una enseñanza sin control 1NAEM.
ni racionalización, y por impartirla de manera que esas
condiciones nunca puedan cambiar. Los músicos en la reforma El MEC soporta cargas y culpas que no son suyas: ya es hora
son necesarios, pero no pueden estar solos. Pues aunque hay de que las Comunidades Autónomas asuman sus cometidos en la
casos de músicos honestos que eviten determinadas materia, transferidos a diferencia del resto de la educación; y de
incompatibilidades morales (las otras no existen, porque no que ayuntamientos y diputaciones, y sobre todo la propia
olvidemos que es una profesión que permite ser músico de atril, sociedad, asuman sus obligaciones, a ejemplo de escuelas y
profesor de conservatorio, solista e instrumentista de cámara, conservatorios que ya funcionan en virtud de este tipo de
todo al mismo tiempo), pero hay muchos casos de doble instancias. No todo puede salir del Estado en un sistema
enseñanza inadmisibles, que sin embargo permiten padres y descentralizado como el español. En Francia, por ejemplo, la
tutores que instan al Ministerio a lomar medidas, pero que se Administración central gasta menos en enseñanza musical que la
desdicen alemorizados cuando es preciso hacer una denuncia española, pero junto a ella hay toda una red de instituciones
concreta- Por lo tanto la reforma no sólo ha de permitir la públicas y privadas que son complemento indispensable y
integración de la enseñanza musical en la general evitando la síntoma de verdadera vida social. Al tiempo, hay que evitar esas
disuasión a un muchacho normal no heroico, sino que ha de efímeras escuelas que ni siquiera viven para revalidar los
impedir la continuidad de las paulas monopolistas de una estudios de sus defraudados educandos. En fin, ni qué decir
profesión donde es habitual el privilegio y el abuso de poder, tiene que la reforma ha de seguir el modelo contrario del
con unos protagonistas que desvían sus culpas a! Ministerio de intrincado, retorcido, disfuncional y disuasorio Decreto de 1966,
Educación, pero que deben tener alguna responsabilidad en que obra de los mandarines a su propia medida.
no salgan instrumentistas de nuestros conservatorios.
No es halagüeño que la enseñanza musical sea cometido de un
departamento como el Ministerio de Educación y Ciencia (MEC)
que siempre tendrá prioridades más inmediatas que la música. Y (I) Se ha considerado que [al acumulación de funciones justificaría una Di-
aún así, como veremos es un mal menor. La encargada en e! rección General, aunque lambién se leme que lal ascenso pudiera ser excesivo
MEC de esia enseñanza es la Subdirección General de y disfuncional ame el ejemplo dudoso de casos semejante? en ottas áreas de
Enseñanzas Artísticas, que además gestiona las Escuelas de Arte la Administración. Pero hay Que considerar que, aunque la gestión de centros
y la ordenación de La enseñanza \on dos cometidos perfectamente delimitados'
Dramático y Danza, la Escuela de Canto, artes aplicadas, oficios en el MEC (hay una Dirección General para cada una de esias funciones, res-
artísticos, cerámica y restauración (1). Se integraba antes en pectivamente Centro Escolares > Renovación Pedagógica), existen dos Subdi-
Bellas Artes, donde estaba la Comisaría de la Música y la rectores que integran conjuntamente la gestión y La ordenación. Una es la de
Orquesta Nacional. Más tarde Bellas Artes paso al flamante Educación Especial, adscrita a Renovación Pedagógica. La otra es precisa-
Ministerio de Cultura (cuando se pretendió borrar el estigma del mente Enseñanzas Artísticas, hoy en la Dirección General de Ceñiros, como
podría estarlo en otra o en ninguna (ya sucedió esto al pasar Bellas Artes a
Culiural. lo que demuestra a las claras que el MEC no ha sabido qué hacer
con esle ripo de ensenan/as.

4 Scherzo
OPINIÓN

EL DISPARATE MUSICAL

Humoreske
ste país nuestro va ganando en incomparable marco, escenario de tan-
E sentido del humor. Siempre nos
hemos reído de todo. Recuerdo
una vez que hasta nos reímos de unos
tos acontecimientos musicales de re-
cuerdo imperecedero; me estoy refi-
riendo, claro, al parque de atracciones
secuestradores que venían, muy serios de nuestra capital. Luisito, que tiene
ellos, a montar el pollo desde el Orien- más fortuna con el Ministerio de Cul-
te Medio. El cachondeo llegó a tal lí- tura que Lola Flores con Hacienda (es-
mite (con venta de bocadillos incluida) to es, que no le investigan), va camino
que los pobres hubieron de partir a tie- de convertirse en un magnate de la in-
I—[UNA BROMA MUSICAL]- rras donde les tomaran más en serio. versión en suelos donde buscar la ins-
La democracia nos ha traído más sen- piración (?) para sus composiciones
¡Pues hemos empezado bien el tido del humor para hacer bromas y pa- (??) de música clasico-popular (? perío-
curso! Estaba yo dando de comer a ra aguantarlas. Ahora gastan bromas do, o sea, ???, etc.).
mi estornino una dulce mezcla de hasta las autoridades. El otro día reci- También ha habido quien, este vera-
triturado de Parsifal y salvado de bí la negativa del delegado de la O.N.E. no, nos ha descubierto que Richard
canelones Rossini, cuando se me sobre mi solicitud de abono para la si- Strauss era el más famoso compositor
acerca un critico musical para decir- guiente temporada (¡ay, mi Don Simón de valses en el imperio austro-húngaro
del alma!). Se conoce que el hombre no (ya saben que era primo lejano de Jo-
me que, según fuentes generalmen- quiso despedirse sin una nota de humor hann, a través de la hermana de su cu-
te bien informadas, esos prodigios que endulzara el sabor amargo de la ne- ñada, que a su vez había emparentado
de la técnica sonora actual, llama- gativa, y a fe que lo consiguió. Va el con Cari María y Von Weber; por
dos discos compactos, tienen una vi- señor delegado y dice que la próxima asuntos genealógicos difíciles de expli-
da máxima de 8 años, a partir de los temporada vamos a tener otra vez to- car en estas líneas, era también antece-
cuales empiezan a ponerse como el dos las mismas oportunidades. Hom- sor directo de Beckenbauer), y hasta
estilo directorial de Zubin Mehta, es bre, mira qué bien. Pero, ¿no se da hemos sabido que existía un cierto com-
decir, completamente oxidados. usted cuenta, buen señor, de que el sis- positor norteamericano luchando por
A mi pobre estornino, que lo en- tema, mediando Don Simón (y otros salir a la luz, llamado «Gerswing». Lo
tiende casi todo, como los regido- que saldrán al hilo si no paran esto), que se dice una joven promesa. Otro te-
res de la música oficial, se le es incompatible con la igualdad de ma apasionante es el de los sondeos. En
atragantaron los canelones Rossini oportunidades? En fin, el caso es que los sondeos no es que haya pitorreo, pe-
y casi estira la pata. Mientras tan- pasé un buen rato riendo la broma del ro es que hay ca chondeo que ya ya.
to, en este mismo mes, aguardamos señor delegado. Hace poco publicaron uno de esos
con emoción y misterio lo que nos Otra buena ha sido la del ilustre vi- chondeos en cierto diario, y salían unas
pueda deparar el nuevo Auditorio cepresidente del Gobierno, al que le han cuentas que me tienen sin vivir en mí:
Nacional. ¿Se verá? ¿Se oirá? Lo nombrado Doctor Honoris Causa en el 75 por 100 de la población ama la
que ya se ha visto y oído es la pro- no sé dónde por, entre otras cosas, ha- música, el 75 por 100 de la población
gramación para la temporada, que ber contribuido a la introducción de la no va nunca a conciertos. Sólo el 9 por
obra de Mahler. Toma geroma, pasti- 100 de la población acude regularmen-
cuando se la leí a mi buen pajarra- llas de goma. te a conciertos. Un día de estos queda-
co se puso a cantar fragmentos del Mejor aún son las últimas de Luisi- ré con Pitágoras a ver si me lo explica.
Contrapunto besliale alia mente. to, que ha adquirido tropecientas fin- Entretanto, aguardaremos. Creo que a
Este bicho más que sugerir, aplas- cas merced a los beneficios originados Luisito le darán pronto el doctorado
ta. Y la verdad, no se quejaba por- por Puccini, Albinoni, Verdi y otros. Honoris Causa en la reputada Univer-
que apenas programen obras de Una pena que casi ninguno de ellos go- sidad de Tombuctú, departamento de
quien suscribe, que sí se quejaba, si- zó en vida de tan holgada posición. Ha- Sismología, sección de Catástrofes His-
no porque en general está hecho pa- ce poco cierto diario informaba, muy tóricas. Y si no, ya lo verán.
ra aburrir hasta a los estorninos. seriamente, sobre el éxito apoteósico de
Y termino con Ripoll. Allí, en ese Luisito en un concierto celebrado en un Rafael Ortega
bello enclave catalán derriban un
edificio, sin vaciarlo previamente.
Ya se pueden figurar lo que apare- % r.—" • — ~ — • pretina interesamos
ció entre los escombros: cantidades -' UBS K_i¿CUQIüQC LklllcU iif-inhaw hoy mismo
•llámenos!
ingentes de partituras, muchas de
ellas originales. Una delicia. Desde
esa fecha creo que han aprendido
« f SOTO MESA 97
\ 24785831248292
música en la localidad hasta los es- ),' I V • w,iiof-r
rcííU itr s.jrjFMqr> 2
torninos vernáculos. S.HI
W.A.M. 13 años de experiencia nos avala) t

Scherzo 5
OPINIÓN

BACHILLERÍAS ÁNGULOS

De Magnitudine Ofertas sensacionales


E
xistió en mi tiempo un catedrá- uizá nuestra época tenga el trisle rio que anda por ahí afirmó hace anos que
tico salmantino que se dedicó a
recoger refranes poniéndose los
días de mercado en el puente sobre el
Tormes. Fue el famoso maestro Co-
rreas. De entre sus muchos y sabrosos
Q privilegio de ser aquella en que la
cultura ha llegado al extremo de
ilinación. La norteamericariización de
la vida a la que asistimos en todo el mun-
trivifizac
do occidental —y con más fuerza en nues-
lo era determinada formación sinfónica
norteamericana y que quien pusiera seme-
jante verdad en duda lo haría por razo-
nes políticas, no estéticas; lo cual era una
manera casi sutil de curarse en salud—,
tro país que en otros, dadas las tremendas quién es el mejor director, quién es el me-
proverbios me viene ahora a las mien- jor pianista o el mejor tocador de ocari-
condiciones de nuestra vida cultura] (por
tes uno muy conocido y practicado de ejemplo, 80 lectores de periódicos por ca- na. Lo triste no es sólo que eso se
entonces acá: «La muía grande, ande da 1.000 habitantes, la cifra más baja de produzca. Lo triste es que la bobalicone-
o no ande». Europa)— ha impuesto su sello de vul- ría paleta de un país como el nuestro re-
Muy de nuestra tierra es eso de va- garidad, de mal gusto, de consumismo de pita como un lorito las consignas del
lorar según tamaño, sin duda debido a medio pelo a nuestras sociedades. La ob- Hermano Grande y muy pocos sean ca-
la escasez en que nos movemos. Mi sesión gringa por la com peí ¡ti vi dad —que paces de discernir lo que hay de verdad
compadre Sancho afirmó en la cróni- por cieno ellos están perdiendo, a pasos artística y lo que hay de formidable ma-
ca que de él escribió Avellaneda que agigantados, ante la industria europea y nipulación mercantil en operaciones de
prefería las mujeres grandes, porque le asiática— lo marca todo. La cultura se ese tipo.
placía «anegarse en carnes». Tales opi- está con virtiendo en un penoso mercadi-
niones vulgares contrastan con las de llo regido por una miserable estética de Hace un par de años la visita de Leo-
anuncio publicitario y por un sistema de nard Bernstein y la O. F. de Viena elevó
los que podemos considerar más sabi- a las cumbres el ridículo de una élite so-
dores de estos asuntos. Por ejemplo, vaJores digno de cualquier broker de Wall
Street. Acabamos de recibir la visita de cial que llegó a pagar 45.000 péselas por
Juan Ruiz, Arcipreste de Hila: un director de orquesta que ha sido pre- ver —no por escuchar— al director nor-
«Chica es la calandria e chico el roisiñor sentado inmediatamente como «el rey de teamericano. Bernstein es un gran direc-
pero más dulce cantan que otro ave mayor: la música». El susodicho no es norteame- tor, sin duda. Carlos Kleiber lo es tan
la mujer por ser chica, por eso non espior; ricano pero lo parece y trabaja como di- grande como él, posiblemente. Estuvo
con doñeo es más dulce que azúcar nin flor.» rector de una de las principales orquestas unos años después en Madrid y los que
de USA. Lo triste no es que Mehta sea de verdad se enteraron fueron los que
V iénenme a cuento estas antiguallas aman de verdad la música. Kleiber pasó
porque en estos últimos meses contem- un buen director a secas, como hay bas-
tantes. Lo triste tampoco sería que una casi inadvertido mientras que la prensa,
plo una creciente subida de los juicios definición semejante se viera en un anun- trabajada a fondo por el aparato publi-
de valor basados en la magnitud. cio televisivo. Lo trisle es que periódicos citario bernsliano, nos vendía como gran-
Debe tratarse de una neurosis veranie- serios adopten sin un pestañeo la estra- diosa una actuación a medio gas,
ga: records de paella, cocido o butifa- tegia de impacto y de falsificación que im- hisiriónica hasta la náusea.
rra, Sabrina, Danuta y Samantha Fox, ponen los fío/sdel marke'ing y la vendan
a un público ignorante como realidades No tenemos remedio porque estamos
crucigramas gigantes, olimpiadas, mag- colonizados por dentro, en el interior de
nos festivales, conciertos sonados, es- incontrovertibles.
nuestras mentes. Ellos lo saben y se ríen.
cándalos mayúsculos, etc., e l e , etc. La gente come literalmente mierda en for-
Digo yo si el Arcipreste no tenía ra- No existe más valor que ser el Number ma de hamburguesas. Está dispuesta a de-
zón en lo de la calandria y el ruiseñor One en cualquier especialidad artística. jarse las pestañas por ir a ver a una
(en lo otro me reservo mi opinión). ¿No Qué calificaciones reales hacen falta pa- orquesta USA de provincias y no se en-
hay mucho ruido y pocas nueces? Es ra recibir ese codiciado título las ignora tera cuando viene la Filarmónica checa
más. ¿No van las nueces en proporción todo el mundo salvo el formidable apa- con Neumann a la cabeza. Pobre gente.
rato propagandístico norteamericano. El Pobres de todos nosoiros.
inversa al ruido? ¿Es oro todo lo que
es, ese aparato, quien decide cuál es la me-
reluce y música todo lo que suena? jor orquesia del mundo —un bobo noto-
Por vía de ejemplo sirva esta noticia: Javier Alfaya
"David Kalvins ha construido un pia-
no gigante de 3,65 metros de altura co-
mo resultado de sus investigaciones Asombra leer que el sistema de la cola
para mejorar la fuerza y la pureza del CARTAS y el número era de lo más manipulable,
sonido del piano de cola... para tocar- ya que permitía apuntar a varias perso-
lo el pianista debe subir a una platafor-
ma a dos metros del suelo». Quizá se
Más sobre Kamerton nas por medio de una sola y, orgullosa-
mente, don Simón figura como la persona
Leí con sumo agrado y total acuerdo que ha terminado con tan terrible situa-
deba añadir: «Con el artefacto se su- el artículo de don Rafael Ortega sobre el ción. Pues no, no sólo no ha lerminado
ministra un motor fuera borda y un evidente problema que acarrea a los afi- con ella, sino que ahora son los chicos Ka-
juego de ruedas para facilitar al ejecu- cionados madrileños la reventa de loca- merion (chica en este caso) los que la or-
tante sus jiras por todo el mundo». lidades. Mi sorpresa no ha conocido ganizan y, casualmente, ellos (100, 150,
Por lo demás, es fácil reírse de esto limites al leer el lono de la carta con que el número depende de! divo que actúe)
y, sin embargo, no hacerlo de esos le contesta el desgraciadamente conoci- ocupan los primeros puestos de la lista.
grandiosos eventos en magnos festiva- do director gerente de Kamerton y a la Lo de la manta y el termo, propio de
les con potentes voces, grandes orques- que me permito hacer una serie de pun- mentes desfasadas, tiene ahora, sin du-
tas, inmensos coros y la presencia de las tualizaciones como aficionada que se ve da, mucho más morbo, ya que allí están
obligada a hacer horas de cola para ad- los que figuran en esos primeros puestos
gentes del gran mundo. Ja, ja. quirir una localidad (cosa al parecer inau- y, a juzgar por los restos visibles por la
dita para don Simón, ya que existen sus mañana, no consumen precisamente agua
Sansón Carrasco servicios). de litines.

6 Scherzo
OPINIÓN

AL MARGEN
|
CARTAS
Que no decaiga Josep Pía, una puntualización
El motivo de la presente es puntualizar al-
aventuras artísticas (y no digamos con las gunas de las afirmaciones que aparecen en la

A hora, cuando tantos aseguran que


ha muerto la Avant-Garde musi-
cal, parece justo y necesario pro-
nunciar su elogio fúnebre.
Se podría decir que fue algo asi como
otras).
¿Y los pasajeros dei abollado carrico-
che? ¿Qué fue de tanto galán, qué de tan-
ta invinción que Irujeron?
crítica publicada en el n.° 25 de esta revista y
que se referían a la siguiente partitura:
J. PLA: Sonara IIIper a dos oboes, violins
o flautes i baii continu. Revisió i realilzació
del continu: Roben Gerhard. Introducció: Jo-
una desvencijada tartana, a la que se en- Pues verán ustedes: por lo visto y oído sep Dolcet. Col.leeeió Higini Anglésn.°6. Bi-
caramó todo el que quiso. El Progreso, todos han dado de hoz y (sobre todo) de blioteca de Catalunya.
defendido por las oportunas orejeras del coz con don Hilarión Eslava, fatigan ho- 1) El pie de imprenta de esta publicación di-
sonoro espanto que lo cercaba, tiró de ella gaño los Tratados de Rameau (1722) y ce <(Barcelona, 1986» y no «Barcelona, 1987»,
Fux (1725) que no hollaron en su juven- 2) La intención primera de esta publicación
hasta que, falto ya de aliento, tuvo que fue tribulai un recuerdo a Roben Gerhard por
detenerse y abandonar la desbocada tud, mientras febriles, sudorosos, fran-
camente molidos, desempolvan la métrica la vinculación que en su día tuviera con la Bi-
carrera. blioteca de Catalunya y con mosén Anglés.
tradicional y quitan el moho a la melo-
Ha sido una lástima: aquella fuga de día. Qué hacer, si no; es preciso renovar 3) Aun admitiendo la hipótesis de que An-
la Historia rindiendo viaje, descarrilan- glés rechazara hace 30 ó 40 años la realización
il mestiere. Ponerse al día, vamos. que hizo Gerhard, existen varios factores dis-
do incluso, en la estación término de la Post scriptum: Alguno se preguntará dón- tinto» de los que el crítico supone y que podrían
cocina musical más antañona que indiges- de han ido a parar los críticos que hace explicar este hecho: a) falta de fondos; b) el
tarse pueda. Aquel verde entusiasmo, apenas unos años celebraban las inven- no pertenecer Gerhard a la plan!illa del 1EM
aquella rosa ingenuidad, trocados por este ciones y descubrimientos de los entonces ni de la Biblioteca de Catalunya; c) la exclusi-
gris escepticismo que todo lo niega, has- jóvenes vanguardistas, dirigiendo así la va que de sus obras había concedido a una edi-
ta la evidencia de la derrota —y consi- solfa patria en la dirección apetecida por tora; d) motivos políticos. Piénsese que por las
guiente rendición sin condiciones— ante las autoridades franquistas empecinadas mismas fechas Anglés permitió la publicación
la cordura musical recuperada. de las Sonatas de Manatí en la realización del
en rejuvenecer la vieja cultura oficial. Padre Donostia.
Pues aquí están, defendiendo hoy lo con-
Porque hoy impera el buen sentido y trario que ayer; pero, eso sí, con idénti- 4( La revisión que hizo Gerhard del texto ori-
los reaccionarios de toda la vida rebosan co ardor, la misma ciega fe y semejante ginal del «yin —como yo me encargué de com-
satisfacción por los cuatro costados. probar cotejando ambos— es absolutamente
íntimo convencimiento. Cualquier cosa, fiel, con todas las correcciones y añadidos en-
—No, si ya se lo decía yo, queridísimas pueden creerlo, con tal de que la juerga tre paréntesis, como en cualquier edición de ri-
señoras: ni un abultado abdomen, como no decaiga. gor filológico.
Dios manda, ni una alopecia digna de re- 5) Considero la cadencia que añadió Gerhard
verencial temor, se compadecen con las Miguel Ángel Coria plenamente justificada y estilísticamente co-
rrecta.
6) Por las razones hasta aquí apuntadas creo
Ciertamente que en las colas se recu- inútil (no para usled, desde luego). Sin que la publicación de la versión que Gerhard
rre al derecho de todo ciudadano a ad- embargo, los allí presentes también vivi- hizo del acompañamiento (y más ahora que se
quirir las entradas que se desee. Sin mos de nuestro trabajo, no crea. Pero la tiende a editar las obras sin realizar el bajo) no
embargo, es difícilmente compatible re- cuestión no es ésa. Da la sensación de que habría de desprestigiar a sus responsables ni es-
venderlas después (y no a bajo precio), la suya es una sociedad filantrópica, pe- candalizar a nadie que posea una adecuada
con el texto de un cartelito colgado a la ro eso debieran decirlo los que requieren perspectiva histórica. A mi entender la apor-
tación de Gerhard en este sentido no hace más
derecha de la taquilla, que figura asimis- sus servicios, o a quienes ustedes los ofre- que dar un doble interés a la publicación: el
mo en los folletos repartidos por el Tea- cen (los antiguos abonados de la Nacio- de la obra de Pía y el de la suya propia, neta-
tro de La Zarzuela y que reza nal que trataban de conseguir nuevos mente diferencia bles, satisfaciendo tanto a los
textualmente: abonos). estudiosos del siglo xvm como a los de la obra
de Gerhard.
«Las localidades del Teatro Lírico Na- Que existan chanchullos o no en los tea-
cional La Zarzuela están subvencionadas tros oficiales es otro problema que ima- 7) En ningún momento he definido estilísti-
por el Estado. Ninguna reventa de las gino usted conoce, puesto que lo saca a camente la obra de Pía como perteneciente a
mismas está autorizada por el teatro. colación, pero que no justifica una acti- las postrimerías del Barroco. Es de esperar una
lectura mis atenta por pane del crítico antes
La taquilla es el único punto oficial de vidad que se podría acabar si quienes pue- de atribuir afirmaciones tan contundentes y ter-
venta de las localidades del Teatro Líri- den aplicaran la ley o la cambiaran si es giversadas.
co Nacional La Zarzuela, salvo en aque- necesario, ya que es claro que el único S) Evidentemente, todo el mundo sabe que
llos espectáculos que, efccepcionalmente, perjudicado es el aficionado que, ingenuo el Clasicismo estaba ya consolidado «ca. 1780»;
se realicen fuera del Teatro. él, pretende comprar la entrada en la ta- pero el caso es que ¡a obra de Pía ya fue publi-
El Teatro Lírico Nacional La Zarzue- quilla del teatro al precio oficial, subven- cada hacia 1770 en una edición que incluía
la declina toda responsabilidad ante lo- cionado, es decir, pagado por todos. obras editadas en 1754, por lo que no se pue-
de datar esta Sonata en fecha tan tardía. Esta
calidades adquiridas fuera de la taquilla El párrafo final puede ocasionar un obra, ademas, se publicó en Inglaterra, donde
del Teatro». ataque de estupor al más pintado: en Ka- el estilo clásico llegó con un marcado retraso.
Consuela saber que su empresa propor- merton no les hace falta termo para pa- 9) En mi introducción no anuncio un estu-
ciona trabajo (seis empleados en nómina), sar las noches. Desde luego no a don dio sobre estos personajes (los hermanos Pía).
de lo que deduzco que el negocio no va Simón, que él no va, pero sí a las perso- El trabajo que me ocupa se refiere más a la re-
mal, puesto que también paga «impues- nas que él envía, que sí pasan la noche copilación y análisis de obras que a su biogra-
tos, tasas, I.V.A. y demás». En «demás» en la cola y que son perfectamente visi- fía. Asi el error de suponer a Joan Bla. Pía
deberá incluirse, supongo, el número no bles para todo el que va a adquirir loca- como hermano menor de Josep cuando el me-
pequeño de chicos que vemos en las co- lidades. Por otra parte, si no necesitan del nor era ésce, se debe efectivamente a mi impo-
sibilidad de acceder a Fuentes que traían el lema
las de La Zarzuela, el Real e incluso hu- termo, como ya he señalado, sí parecen de forma diiecla (no sé cuáles son las de fácil
bo intentos, espero que fallidos, en la necesitar de alguna que otra bebida, lo acceso a que se refiere la crítica). Lo que en
Autónoma para conseguir las entradas de cual no es incompatible con que el direc- cualquier caso puedo anunciar es la inminente
sus conciertos. tor gerente sea abstemio, como parece po- publicación de un primer intento de catálogo
nerse de manifiesto. critico de todas las obras de Pía que he conse-
Resulla curioso leer que trabajan uste- guido localizar. josep Do¡cet
des para gente corriente, trabajadora, que Isabel Rubio
no puede perder ei tiempo en una cola Madrid Atentamente,
Barcelona

Scherzo 7
ACTUALIDAD

El crepúsculo de Bayreuth

Cada nueva producción del Anillo del Níbelungo en Bayreuth es un Aparte del aire gimnáslico-circense
acontecimiento artístico que acapara la atención mundial. Público y crí- que Kupfer da a la representación hay
otros aspectos en los que el director ger-
ticos de todos los países (preferentemente norteamericanos, franceses y, mano oriental demuestra su reconoci-
cómo no, alemanes) se desplazan a esta ciudad donde tiene su sede el do talento, aunque siempre dentro de
más importante teatro wagneriano del orbe. Como es natural tanta ex- los parámetros de lo discutible u opi-
pectación produce reacciones a favor y en contra que generalmente tie- nable. La relación Freia-Fasolt no está
nen poco que ver con el valor intrínseco del acontecimiento. exenta de ternura; muy sintomático que
al finalizar El Oro del Rin, la diosa, sen-
tada en su maleta de metacrilato, mien-
tras los demás dioses loman el ascensor

E l director Harry Kupfer es uno de


los monstruos sagrados de la es-
cena internacional. Su Holandés
errante en Bayreuth ha sido una de las
producciones más importantes vistas en
ya. ¿Epopeya? Kupfer ha procurado al
eliminar en su dirección toda referen-
cia a la épica tradicionalmente asocia- do.
da a la obra wagneriana. Frente al
Walhall, contemple con cierta año-
ranza el cadáver del gigante enamora-
Bellísimo, por su frescura, el
encuentro
estatismo del pasado, Kupfer impone cio del segundo Brünnhilde y Wotan al ini-
los últimos años en la Colina Verde Su una movilidad en muchos casos histé- el que el dios y acto de la Walkiria, en
su hija se enzarzan en
Máscara negra de Penderecki en el Fes- rica e innecesaria. En el Oro del Rin, un juego inocente y salvaje. Tratadas
tival de Salzburgo, un éxito total. Hom- Freia no cesa de correr; Wotan también
bre de imaginación desbordante, corre; Siegmund, en Walkiria, hace ga- con interiorización inusitada las relacio-
estupendo regista de cantantes, ha en- la de excelentes condiciones físicas ba- nes
se
Woian-Fricka que por primera vez
unen, se locan, que por primera vez
contrado en la Tetralogía wagneríana un lanceándose colgado de una plataforma son un matrimonio que discute, se ama
campo abonado para la libre interpre- que se eleva y lanzándose de ella al sue- y odia, no dos nubes distantes que se
tación. Sin embargo, su trabajo, nota- lo desde una altura más que considera- lanzan rayos sin el menor asomo de re-
ble en muchas ocasiones, se ha visto ble. Siegfried forja la espada en medio lación sentimental. También interesan-
desbordado por la magnitud de la obra. de un alarde de esfuerzos gimnásticos. te la escena entre Brünnhilde y
Después de la denostada versión de Brünnhilde, en El Ocaso de los dioses, Waltraute en e! primer acto del Ocaso,
la Tetralogía de Peter Hall, tantas ve- sube y baja sin cesar las escaleras de un por fin dos hermanas que intentan com-
ces bella, pero endeble en concepción enorme podio metálico. A esto añáda- prenderse pero cuyo destino les impide
dramática, sólo cabían dos opciones. O se el constante arrastrarse por el suelo, hacerlo.
un nuevo intento de Anillo romántico las volteretas, los saltos, asombrosos en
o seguir la huella de Chereau y arries- el caso de Mime, y se .preguntarán có-
garse a una puesta en escena polémica mo es posible después de tanta evolu- Ingenioso el tratamiento de Loge co-
e iconoclasta. Kupfer ha optado por la ción cantar... pero de las voces hablaré mo un punk astuto y el de Mime, una
segunda posibilidad. Sobre una enorme más larde. parodia entre Woody Alien y el Dr.
plataforma triangular gris se desarro- Jekyll. Sin embargo, en otras ocasiones
llarán las cuatro óperas de que consta
el ciclo. La plataforma se elevará, des-
cenderá, servirá, cubierta de humo y
con un espectacular uso del rayo láser,
para que las Hijas del Rin se arrastren
(el arrastrarse es una consume en toda
esta Tetralogía) ame Alberich.

Frente al colorido de Peter Hall y


Dudley, Kupfer y Swachernoch crean un
espacio gris iluminado por focos late-
rales de luz pura que enfrian aún más
la ya de por sí gélida escenografía, con
lo que el efecto distanciamienlo se lo-
gra, pero con una monotonía que aca-
ba siendo opresiva y tediosa. Kupfer
concibe el Anillo como una parábola
social nihilista en la que la lucha por
el oro, el poder, desemboca en un men-
saje desesperanzado en el que dos ni-
ños con una linterna buscan en la
oscuridad ante la mirada de Alberich,
que ha sobrevivido a la hecatombe.
El Oro del Rin se inicia a telón abier-
to. Un grupo de personas se aparta de
un hombre tendido en medio del esce-
nario. Entonces comienza el preludio.
Del fondo del escenario van surgiendo
rayos láser que dibujan en el espacio un
cono tendido descomunal. Tras este «El oro del Rin». 4." cuadro. La dirección de escena es de
efecto espectacular comienza la Epope- Harry Kupfer

8 Scherzo
ACTUALIDAD

con la túnica levantada hasta la cintu-


ra descansa bajo el cuerpo de Sieg-
mund, adormilado iras hacer el amor.
En el despenar de Brünnhilde el nume-
rito raya lo infantil y quizá esto es lo
que Kupfer pretende. Siegfried al des-
cubrir que aquel guerrero adormilado
es una mujer, tras palparle el pecho, co-
rre y se revuelca por el escenario con la
espada Notung a guisa de símbolo fá-
lico y simulando penalidades más pro-
pias de la represión sexual que del
descubrimiento de la feminidad igno-
rada. Otra de invención provocadora de
Kupfer es la entrada de Briinnhilde en
el segundo acto del Ocaso transporta-
da en una red por un grupo de hom-
bres, como si de una fiera se tratase,
mientras se escucha una de las músicas
más solemnemente aparatosas com-
puestas por Wagner. Este tratamienio de
Brünnhilde-fiera se mantiene hasta el fi-
nal de la ópera. Para mí, todos estos
golpes de efecto sólo sirven para dar vi-
sos de modernidad a una forma de ha-
cer teatro pedante y bastante vacía de
contenido real.
• I a Wulkiria". Tercer acio. Escenografía de Hans Swachernixh

El conceptualismo es una manía ale-


mana obsolera que tuvo validez en su
momento, pero que hoy resulta caduca
y hasta reaccionaria. Que Wotan sea
transformado en una especie de India-
na Jones (y como tal ataviado) rodea-
do de dioses pertenecientes a su gang
con indumentaria moderna del peor
gusto para indicar su condición de arri-
bistas; que Loge sea un punk; que Er-
da aparezca como una echadora de
cartas de los años cuarenta; que Sieg-
fried sea el héroe proletario, mono azul
incluido, aniquilado por la sociedad
burguesa-capitalista al estilo america-
no representada por una Guirune (ex-
traordinariamente interpretada en lo
dramático por Eva Maria Bundschuch)
que, estúpida e indecisa, es manejada
por el autoritarismo sin limites de Ha-
gen bajo la permisiva mirada de su dé-
bil e incestuoso (esto solamente
insinuado) Gunther, no me parecen más
que juegos de artificio válidos, pero fá-
ciles. Muy ingenioso el tratamiento de
«Siegfried». Tercer ocio. Vestuario de Reinhard Heinrkh Hagen como un anti-Wotan que reviste
la imagen de todo lo negativo del dios
sin ninguna de sus virtudes, un Wotan
Kupfer se permite licencias que serán lista, pero en total contradicción con el inmisericorde y cruel cuyo deseo de po-
aceptables en el plano dramático expe- arrobamiento de la partitura en ese der no es paliado por el amor paternal
rimental pero contradicen el texto y la momento. como es el caso del dios. Con todo es
música de Wagner. Acepto la brutalidad en la conclusión del Ocaso de los dio-
de Wotan con Brünnhilde al final del ses donde Kupfer falla lamentablemen-
tercer acto de La Walktria, porque eslá te. Tras una explosión provocada por
implícita en la música, acepto la cruel- Los limites del erotismo Brünnhilde en el túmulo de Siegfried,
dad de Siegfried con Mime porque, ex- los gibichungos (en mono azul, como
cesiva, puede pensarse que existe en el Siegfried, miembros de un proletaria-
iraiamiento dramático musical de las re- L a s relaciones sexuales de los perso- do inocente y maltratado) corren ate-
laciones del héroe con el enano. Sin em- najes están exacerbadas hasia rayar lo morizados por la escena mientras un
bargo, encuentro más que discutible que grotesco. Aceptables en el encuentro de nutrido grupo de burgueses que bebe
mientras Briinnhilde anuncia la muer- Sieglinde-Siegmund que sienten la champagne, en traje de fiesta, contem-
te a Siegmund, éste no la mire y sin em- atracción física desde su primera mira- pla en múltiples celevisores las catásiro-
bargo diga que es bellísima. También da y desembocará en un apasionado fes de un mundo que no les atañe.
discutible que Woian salude al sol, abrazo al finalizar del primer acto de Alberich se sitúa en la embocadura del
cuando despierta en Siegfried. en un es- La Walkiria, para, por si algo no ha que- escenario. Desciende un enorme telón
cenario escasamente iluminado, tras un dado claro, reaparecer al inicio del se- en forma de guillotina. Un niño y una
desentumecerse los músculos muy rea- gundo en una escena en que Sieglinde

Scherzo 9
ACTUALIDAD

niña, como ya he dicho antes, buscan so cuya marcha fúnebre e inmolación ven con valentía escénica y vocal salvan-
en la oscuridad con una linterna. Un fi- de Brünnhilde fueron interpretadas sin do, si no con brillantez, sí con
nal levemente esperanzador pero más aliento trágico ni tensión emocional. autoridad, los escollos de la forja de
aparatoso que profundo, nihilista, pe- Quizá en el futuro Barenboim pue- Notung, a cuyo final llegó agotado, y el
ro repleto de moralina de guardarropía. da, tiene cinco años para lograrlo, co- dúo con Brünnhilde- Aun así, una muy
V quieran o no Wagner en su Anillo es ger las riendas de esta partitura que, en buena actuación. Reiner Goldberg en el
cualquier cosa menos un materialista mi opinión, aún le viene grande. Siegfried del Ocaso de los dioses fue
histórico desengañado o moralista, su El punto casi bochornoso, salvo hon- muy inferior a Jerusalem tanto en lo vo-
idealismo, peligroso o inocuo, está pre- rosas excepciones, de este Anillo fue el cal como en lo escénico, poseedor de un
sente en lo que se dice y aún más en lo vocal. Ni las Hijas del Rin, ni las Wal- bello tono medio, sus agudos suenan
que se escucha. Esto Kupfer no ha que- kirias, ni las Nornas superaron lo me- siempre forzados y tirantes.
rido, o no ha sabido, plasmarlo. diocre. Bueno, dentro de cánones más Apreciable la Sieglinde de Nadine Se-
La escenografía de Hans Schvacher- que manidos, el Loge de Graham cunde por su apasionada interpretación
noch insiste en el tono brutalista de la Clarck, excelente sin embargo en el pa- de la gemela enamorada. En Siegmund,
representación; resto de catástrofes nu- pel de Mime. Sin nada sobresaliente el Peter Hofmann hizo, una vez más, ga-
cleares, masas meiálicas oxidadas, tur- Fasolt de Matthias Hoelle que en La la de sus excelentes dotes de actor aun-
binas abandonadas. El vestuario feo y Walkiria interpretó un Hunding correc- que vocalmente fue una lástima; la voz
ramplón, acorde con el tono sórdido to pero sin gran personalidad. Philip de este tenor se ha teñido de color ba-
que se quiere dar a toda la saga. Men- Kang fue un Fafner de cierto carácter ritonal y ha perdido cualquier brillo lí-
ción aparte, la siempre magnífica lumi- y un Hagen de fuerte impacto escénico. rico que poseyera en el pasado, con lo
notecnia de Bayreuth y el uso Gunther von Kanen encarnó a Albe- que su interpretación del Wálse! quedó
eficacísimo del láser en el inicio del Oro rich con autoridad. Insignificante el desfigurada por no decir plagada de es-
del Rin y en la secuencia del fuego con
que se cierra La Walkiria, en la que
Brünnhilde es depositada en un cubo de
neón rojo a cuyo alrededor se desenca-
dena una lluvia de rayos del mismo
color.

La dimensión musical

" e r o El Anillo delNibelungo es so-


bre todo música, y si esla Tetralogía de
Bayreuth en lo escenográfico es discu-
tible pero puede suscitar interés, es en
lo musical donde falla sin paliativos.
Barenboim sorprende en El Oro del
Rin y entretiene en el Ocaso de los dio-
ses pero en La Walkiria y el tercer acio
de Siegfried fracasa estrepitosamente.
La arbitrariedad en los tempi es osten-
sible, la falta de una línea de pensamien-
to coherente se evidencia a cada
instante, además su forma sinfónica de
dirigir ia partitura, llena de colores or-
questales, pero caprichosa y antidramá-
tica, va en detrimento de la adecuación
texto-música. En El Ocaso de los dio-
ses ocurrieron dos cosas que jamás pu- «t'l Ocaso de los Dioses». Acto tercera
de pensar sucedieran en Bayreuth: el
coro entró fuera de tono en la segunda Gunther de Bodo Brinkmann y buena tridencias antimusicales. El Wotan del
escena del segundo acto y el metal de- la Gutrune de Eva Maria Bundschuh. Oro del Rin y de ¡ A Walkiria fue inter-
safinó en numerosas ocasiones. Baren- Waltraud Meier en su corta interven- pretado con vitalidad por John Tomlin-
boim es un músico serio pero no pude ción, como Waltraute en El Ocaso de son, poseedor de una redonda voz de
evitar el sentimiento, mientras escucha- los dioses, fue el punto artístico-vocal bajo, pero el papel de Wotan es para
ba su Anillo, de que aún está verde pa- más alto de toda la Tetralogía, aunque bajo-barítono y con una materia como
ra llevar a buen puerto la enorme nave no comparta del todo la opinión de la de Tomlinson la zona luminosa del
de Das Ewige Werk, Era evidente que cierto sector de la crítica alemana que personaje, musicalmente hablando,
foso y escenario iban por derroteros di- ha dicho de ella que es «un tempera- quedó corta e inaudible. Desastroso el
ferentes. Kupfer pedia para su concep- mento como el de Hildegard Behrens Wotan de Franz Mazura en Siegfried
ción de la obra una dirección musical con la voz de Christa Ludwig». Linda que se limitó a recitar el personaje.
nerviosa, tensa donde Barenboim le Finníe en Fricka mostró una voz inte-
ofrecía abulia y desgana. Aunque lo resante pero sin peso específico y desa- Con todo, lo más lamentable de este
peor ocurría cuando Kupfer y Baren- gradable en el agudo. Discreta la Freia Anillo es la elección de Deborah Polas-
boim intentaban ponerse de acuerdo. de Danin Eva Johanson y corta de re- ki, mujer de enorme estatura, para in-
Lo que mantuvo cierta dignidad en El gistro la Erda de Anne Gjevang. Musi- terpretar Brünnhilde. Esta cantante
Oro del Rin, aunque yo hubiese desea- cal el Waldvogel de Hilde Leidland. Sin andrógina y tosca en lo escénico, a pe-
do un descenso al Nibelheim más co- embargo, fue en los papeles grandes sar de su ancho y poderoso centro de
lorista, una subida al Walhall más donde pude comprobar el desolador voz, carece totalmente de técnica y sus
solemne, fue un auténtico descalabro en paisaje de voces wagnerianas que sufri- agudos siempre se resuelven en gritos
una Walkiria sin lirismo, un Siegfried mos en nuestros días. Pace Siegfried Je- intolerables.
sin poesía en el tercer acto y en un Oca- rusalem, hoy en posesión de una VOÍ
bellísima y que encarnó el Siegfried jo- Es de lamentar que se destroce ma-
teria prima tan prometedora, a pesar de

10 Scherzo
ACTUALIDAD

su inexpresividad, en cometidos para los cura y delicadeza de un cuadro de Fra condujo la ópera con premiosidad mo-
que la soprano aún no está ni media- Angélico. nótona; sin esa evanescente delicadeza
namente capacitada. La orquesta estu- La naturaleza, tan importante en que pide sus momentos líricos, ni la ro-
vo magnifica aunque con esporádicos Wagner, se manifiesta en toda la repre- tunda sonoridad que requiere el acom-
desajustes, como ya he dicho, en el me- sentación. Nieblas atravesadas por el sol pañamiento del dúo Ortrud-Telramund
tal. Como siempre, supremo el coro. mortecino sobre un mundo helado en con que se inicia el segundo acto, para
el primer acto. Cielo estrellado, con una mi el momento más logrado a niveles
Mención aparte merece el general- luminosa luna que se refleja en las dramático musicales de esta hermosa,
mente histérico y feíichista público de aguas, auténticas, de un Escalda que la- pero irregular, partitura. La escena pe-
Bayreuth, desmesurado en el aplauso y me las ruinas de una iglesia-palacio gó- día un foso más romántico para dar vi-
el bufido, intransigente y en muchos ca- tico (la naturaleza erosionando el da interna a aquella estática imagen.
sos cerril, que considerando a Wagner mundo idealizado del cristianismo me- Tampoco las voces, excepto la lumi-
un compositor casi sagrado es incapaz dieval). Cortejo nupcial en la cima de nosa Elsa de Cheryil Studer, un poco
una montaña nevada aún cubierta de estridente en los agudos, ayudaron a re-
de captar los defectos o las virtudes de hierba, como símbolo de la unión mis-
lo que está viendo y escuchando. tica de esos dos seres etéreos que son dondear su representación. Paul Frey
Lohengrin y Elsa, en la primera escena tiene una voz lírica interesante, pero su
En conclusión, una Tetralogía biso- del segundo acto y retorno al mundo línea de canto es torpe y Lohengrin re-
ña que quizá logre en los cinco años que helado en la segunda escena que al con- quiere un ienor cuasi italiano con lega-
le restan de vida madurez deseada pa- cluir la obra, con la reconciliación de to adecuado, emisión natural en la que
ra bien de todos los amantes de esa obra Ortrud y Elsa (materia y espíritu cesan no se evidencie esfuerzo y de todo esto
suprema de música y teatro que es el en su maniquea contienda), se cubre carece Frey. Gabriele Schnaut en Ortrud
Anillo wagneriano. llenó el Festspielhaus con su enorme
presencia escénica y su no menos enor-
me pero incontrolada voz. Defecto es-
te último que se puede disculpar dada
la fuerza que el personaje requiere. Mal
el Telramund de Ekkehard Wlaschiha,
discreto el Rey Enrique de Manfred
Schenk. La orquesta sonó sin fisuras, re-
donda y empastada. El coro, una vez
más glorioso, animó con sus interven-
ciones una representación lamentable-
mente fallida.
Una vez más se repuso el claustrofo-
bia) Parsifal de Goetz Friedrich bajo la
dirección musical de James Levine. El
director norteamericano ha hecho su-
yo el Parsifal de Bayreuth (ya se anun-
cia que el nuevo montaje que de esta
opera hará en 1989 Wolfang Wagner
también lo dirigirá él) y reconozco que
hace filigranas sonoras con la partitu-
ra. La orquesta responde a su batuta
con precisión matemática. Sin embar-
go, Parsifal es más que sonido, es un-
ción, es misticismo, es pasión en el
segundo acto y esto brilla por su ausen-
cia en la concepción que Levine tiene
de la obra postuma de Wagner. Sin em-
«Lohengrin». Acto primero, escena segunda bargo, y con todo, en el tercer acto lo-
gró el momento de más alto nivel
con una hermosa nevada símbolo de la artístico de todo Bayreuth 1988.
Un Lohengrin de la naturaleza
paz que retorna al mundo. El elenco vocal también fue el único
Un precioso mensaje deslumbrante de todas las representaciones del Festi-
JLn su segundo año de vida el Lohen- en su iconografía que, sin embargo, se val digno de La Colina Verde. Sólido el
grin de Schneider y Herzog deslumhra queda en una serie de hermosas tarje- Gurnemanz de Sotin, aunque se le pue-
por su belleza visual y decepciona por tas postales sin vida. Un oratorio sin la de achacar una cierta monotonía. Bue-
su inoperancia dramática y musical. menor acción dramática. Ningún per- no el Titurel de Matthias Hoelle. Franz
sonaje vibra, el coro se comporta co- Mazura en Klingsor fue lo menos con-
Herzog no ha deseado sorprender a mo una masa de sonámbulos sin vida. vincente de la representación. En Par-
nadie, se ha acercado al texto con res- Lástima. sifal, Peter Hoffmann compuso una vez
peto, y si se ha permitido libertades con Hay que agradecer a Herzog que ha- más su estupendo retrato del persona-
él, ha sido con tacto y nunca en detri- ya dejado a los cantantes hacer música je. Deficiente en lo vocal, pero excelen-
mento de Wagner. El famoso cineasta sin esfuerzos corporales gratuitos, pues- te en lo dramático, sobre todo en su
ve esta ópera romántica como una pa- to que ello redunda en beneficio de la conmovedora intervención del tercer ac-
rábola en la que la tierra, la materia, re- partitura, pero su total desinterés por to. Brilló sobre todos y sobre todo Wal-
presentada por Telramund y Ortrud, se enriquecer oreavivarel texto de la ópera traud Meier en Kundry, la única
enfrenta con el mundo de los hijos del hace fracasar un espectáculo que, en su luminosa esperanza con Jerusalem en
aire, del espíritu encarnados por Lohen- base, era. a mi forma de ver, totalmen- el oscuro paisaje vocal de Bayreuth. El
grin y Elsa. te válido. Aun así este Lohengrin se ha- coro, incomparable en todas sus inter-
La primera pareja, sacada del me- venciones.
bría salvado si la parte musical y vocal
dioevo germánico, cubierta de pieles. El hubiese sido medianamente inspirada,
mundo de Elsa, y Lohengrin, sin em- pero no fue así. Peter Schneider es un
bargo, con la exquisita solemnidad, fres- director correcto pero impersonal, y Francisco José Villalba

Scherzo 11
ACTUALIDAD

De la mediocridad
a la maestría
La Centrtnwla de G. Rossini: Orqucsla Filarmónica de Viena Coro de la Opera de Viena. Direc-
ción musical: R. Chailly. Dirección de escena: Michael Hampe. Escenografía y vesiuaric: Mauro Paga-
no. Reparto: [Jon Ramiro- Francisco Arai'a; Dandinh Gino Quilico; Don Magnifico: Waher Berrv:
Clorinda: Angela Denning: Tishe: Daphe Evangelaios; Angelina: Ann Murray; Alidoro: Wolfgang
Schoenc.
La Clemenza di Tilo de W. A. Mozan. Orquesta Filarmónica de Viena. Coro de la Opera de Viena.
Dirección musical: Riccardo Muti. Dirección de escena: Pe[er Brenner. Fsfenografia y vestuario: Enri-
que Job. Repano: Tilo Vespasiano: Goesia Winberg; Vilellia. Caro) Vaness: Strvilia: Chrisjine Bar-
baui: Seslo; Dolores Ziegler; Annio: Martha Senn; Publio: Laszlo Polgár.

E ste año el Festival de los Festiva-


les ofrecía dos novedades en su
oferta operística, la CenereMota
de Rossini y La Clemenza di Tito de
Mozart, ambas dirigidas musicalmen-
tudio de caracteres, se vio convertida
por Hampe en un juguete cómico deli-
cioso, muy británico, muy edulcorado,
muy de salón.
te por maestros italianos, la primera por Muy inferiores a los aspectos mera-
Chailly, la segunda por Muti, y que han mente dramáticos del espectáculo, fue-
servido para demostrar las flaquezas del ron los musicales. La propuesta de Ann
primero y la irresistible grandeza del Murray como Angelina, Cenerentola,
segundo. me parecía arriesgada. Murray, excelen-
te Cherubino y deliciosa Dorabella,
Casi todo hacía pensar que La Cene- canta muy bien, tiene una voz peque-
rentola de Salzburgo iba a ser un éxito ña pero bella, posee una excelente téc-
y lo fue a nivel de público, pero a nivel nica gobernada con esa seguridad
de la crítica la apreciación dista de ser impecable, aunque un tanto monótona,
tan positiva. de los cantantes ingleses; además es una
El local elegido para la representa- solvente actriz. Sin embargo, su Cene-
ción era el adecuado dentro de los tres rentola resultó decepcionante. En el pri-
que, para ópera, dispone el Festival, el mer acto estuvo opaca, inaudible, pobre
Kleinesfetspielhaus. Idóneos también el en el fraseo, la coloratura y el legato.
director de escena, Michael Hampe, y En el segundo Murray fue sustituida
el escenógrafo Mauro Pagano, excepcio- por Martha Senn (Murray había can-
nal artista lamentablemente fallecido a tado el primero indispuesta como yo me
la edad de treinta y siete años la pasa- temía) que con una voz mas idónea para
da primavera. Este mismo tándem que el papel, salvó con dignidad la espino-
obtuvo un triunfo sin reservas con Muti sa aria con que concluye la ópera.
en el Cossi de Mozart, con Jefrey Tate
en el Orfeo de Monteverdi y algo infe- Francisco Araiza en Don Ramiro, el
rior, pero también notable, últimamente principe, evidenció las fatales conse-
con Karajan en el Don Gtovanni, todas cuencias de haber abordado últimamen-
ellas en este mismo Festival, también ha te un repertorio más pesada Su voz
conseguido hacer una filigrana con La sigue siendo bella pero ha perdido esa
Certereniola, pero en esta ocasión con ligereza que requiere el bel canto. Gino
criterios que considero discutibles, de- Quilico prestó su buena figura y sim-
bidos quizá en gran parte a los condi- patía al personaje de Dandíni, pero no
cionamientos estéticos a que están tiene ni idea de lo que es cantar a Ros-
sometidos los espectáculos en la ciudad sini. Walter Berry, aquel glorioso can-
de Mozart, donde el público exige re- tante de hace años, hoy no es ni sombra
presentaciones siempre millonarias y de su sombra, ni creo que haya sido
agradables a la vista que fuerzan a los nunca intérprete apropiado de Don
directores de escena a montar lujosos Magnífico.
pasatiempos a veces sin contenido.
Malo el Alidoro de Wolfgang Schoe- Gosla Winbergh en Tila
La Cenerenlola de Hampe y Pagano ne y peores las hermanas de Evangela-
se vio afectada por este mal. Demasia- tos y Denning. mal. Su dirección fue pesada, ruidosa,
do bellos los decorados neoclásicos en Y es que con Rossini lo primero que sin matices, burda hasta lo bochorno-
que predominan los (onos azules, cam- hay que hacer es cantar, y cantar muy so. Y esto con la insuperable Orquesta
bios de esccena a ritmo cinematográfi- bien. Con otros compositores, a excep- de Viena es doble pecado. Tampoco el
co, increíble el momento en que la ción de [Mozart, cabe lo de sacrificar la maestro lució sus dotes como concer-
carraza del príncipe corre arrastrada linea melódica en beneficio de la expre- tador de voces. Me pregunto ¿cómo un
por caballos mecánicos bajo la tempes- sión dramática, pero esto no ocurre con músico tan mediocre ha podido lograr
tad, realizado con tal derroche de ima- el maestro de Pesaro para cuya interpre- cierto renombre internacional? ¿Protec-
ginación y medios que forzó al público tación es necesario poseer una voz pro- ción de papá Karajan?
a interrumpir la representación con una digiosa, técnica impecable y musicali-
ovación. Hábil la dirección de cantan- u En los antípodas de Chailly, Riccar-
dad. Virtudes todas éstas de las que ca- do Muti cada día consolida más su con-
tes, deslumbrante el vestuario. Pero la recen la mayoría de los cantantes de hoy dición de músico-director de ópera
estupenda farsa rossiniana, con su piz- en día. excepcional, sin limitaciones de reper-
ca de sal gorda, su exultante derroche torio, mago del sonido y la expresión
de gozo mediterráneo, su grotesco es- Ricardo Chailly al frente de la Filar-
mónica de Viena estuvo rotundamente dramática del mismo, supremo acom-

12 Scherzo
ACTUALIDAD

pan ante de voces, concenador minucio-


so de foso-es ce na rio, imaginativo
brillante, profundo, demostró con su di-
rección de La Clemenza di Tilo con qué
grandeza, variedad de matices y perfec-
Dos vías para la ópera
ción sabe resucitar la música de Mozart. El Festival de la pequeña ciudad de han procurado eliminar de la represen-
La Orquesta Filarmónica de Viena, con Bregenz, localizada en un pasaje para- tación cualquier referencia al mundo bí-
él, fue un instrumento incomparable, re- disíaco a orillas del lago Constanza (el blico /nade in Hollywood situando la
donda en todas sus secciones, flexible,
precisa. Muti concibe la Clemenza co- Bodensee de los países de lengua ale- acción en un campo de concentración
mo un grandioso fresco histórico en el mana), que fue inaugurado en 1946, es en la época del holocausto nazi.
que sabe interiorizar, logrando dar vi- famoso por sus espectáculos musicales Los decorados cubistas, surrealistas
da, humanidad a sus personajes, acom- que tienen lugar en un escenario asen- en el segundo y tercer acto, son de in-
pañando a Sesto, Servilia, Annio, tado sobre las aguas. Allí se desarrollan quietante belleza. El vestuario, imagi-
Vitellia y Titus en sus arias, con la suti- lo montajes más aparatosos de su Fes- nativo aunque arbitrario. Interesante el
leza de un miniaturista, pero sin ama- tival de verano y los que cuentan con tratamiento que da la coreógrafa Alet-
neramientos preciosistas, con más aceptación popular. Por eso, el en- (a Collin a la bacanal del tercer acto con
profundidad psicológico-musical. Con foque que Savari ha dado a los Cuen- bailarinas ataviadas en traje de noche
todo, lo más admirable del maestro na-
politano es su condición de servidor de tos de Hoffman para dicho escenario rojo y bailarines de negro que efectúan
la música, su capacidad para dar el es- me parece perfecto. Un espectáculo en una especie de happening al estilo de Pi-
tilo adecuado a cada obra que dirige. toda la regla con saltimbanquis, mala- na Bausch, alrededor del Sumo Sacer-
Qué diferentes de este Titus su Cosí de baristas, góndolas, números dignos del dote de Dagon vestido como un
Salzburgo, sus Bodas y Don Gíovanni Follie Bergére en el acto veneciano, mu- Cardenal de la Curia Romana. En un
de la Scala de Milán, en todos los ca- ñecas gigantes, toda la parafernalia de costado del escenario un montón de ce-
sos personal ísimos, sin caer en el pro- luces, humos y sombras de un gran gui- nizas del que sobresalen trozos de ro-
tagonismo di vista, aunque Muti, por ñol con final de fuegos artificiales in- pa, plumas, etc. ¿Restos de cadáveres
obra y gracia de su arte, esté ya marca- cluido. No es ésta una representación incinerados? Notable la dirección escé-
do con el carisma que sólo unos pocos
alcanzan al frente de una orquesta. para ser juzgada con los parámetros de nica de coro e intérpretes. Un espectá-
una ópera en circunstancias convencio- culo teatralmente válido, aunque en
nales, porque el aire libre, a excepción muchos aspectos excesivo y en el que es
La baza musical se enriqueció con de la Arena de Verona, es mal compa- demasiado evidente el deseo de sorpren-
una aportación vocal de buen nivel me- ñero de la música, y los intérpretes de- der. Lo que en el primer acto gusta, en
dio. Discreía la Servilia de Christine ben contar con micrófono. Esto es otra el tercero acaba por resultar grotesco
Barbaux. Musical el Annio de Martha
Senn. Digno el Publio de Laszlo Pol- cosa, arte popular inteligente y eficaz. por su constante búsqueda de la origi-
gár. Delicado, melancólico y de buena En el amplio teatro cerrado de los nalidad a toda costa.
línea el Sesto de Dolores Ziegler. Mu- festivales, sala moderna, cómoda de Musicalmente la representación tuvo
cho mejor que en Madrid el pasado ju- enorme escenario con todos los adelan- alto nivel. Magnifico como cantante-
nio, Goesta Winberg como Tilus. tos técnicos y amplísimo foso para la actor Alain Fondary en el Sumo Sacer-
Magnifica en conjunto, aunque con orquesta, los criterios de la directiva del dote de Dagon. Noble y digno el San-
ciertas irregularidades en el agudo, la Festival para las representaciones de son de Cario Cosutta, cuyo color de voz
Vitellia de Carol Vaness que supo en- ópera son muy otros que para el espec- cuadra perfectamente el personaje. Ex-
camar con fuerza dramática y regia pre-
sencia escénica al personaje más trágico táculo lacustre. En este recinto se hace celente la Dalila de Marjana Lipovsek
y conflictivo de la ópera. ópera en la mejor acepción de la pala- que encarnó el personaje sin excesos vo-
bra, siempre con la Sinfónica de Viena cales ni escénicos pero con erotismo
La Felsenreitschulle, fue el marco en el foso. Este año la aportación seria contenido e inteligencia del más alto
adecuado por acústica, no por dimen- del Festival (esto sin detrimento de los rango. Sylvain Cambreüng, como direc-
siones, demasiado amplio el escenario antes citados Cuentos de Hoffmann), tor musical, me causó una grata impre-
para la representación, en la que el es- fue el Sansón y Datila de Saint-Saéns, sión. Cuidadoso con los cantantes, hizo
cenógrafo Enrique Job hizo ostentación
de un auténtico derroche de medios, no para cuya producción han invitado a un que la Sinfónica de Viena recrease la
de imaginación, aunque hay que agra- equipo artístico inglés. Los escenógra- partitura con sutileza, sensualidad y
decerle que procurase dar intimidad al fos Tom Caírns y David Cunningham
espectáculo reduciendo el escenario, en y el director de escena Steven Pimloti F.J.V.
los momentos de mas intensidad dra-
mática por medio de un enorme dosel
dorado sostenido por cuatro pilares, del
que colgaban descomunales cortinas de
damasco verde. El director de escena
Peter Brenner dio un cierto aire estatua-
rio al protagonista, y trató sin lograr-
lo de dar humanidad a los demás per-
sonajes. Además en algún momento ca-
yó en excesos de especia cu lari dad.
bellos pero innecesarios.
Una representación a niveles musica-
les, no dramáticos, de las que compen-
san horas de tedio, digna de la categoría
artística, no siempre alcanzada, del Fes-
tival de Salzburgo y de Mozart.

Tercer acto de «Samson el Dalila»


EJ.V.

Scherzo 13
ACTUALIDAD

canzó para mí un punto culminante. El

Festival Strauss en Munich maestro inglés es un consumado mozar-


tiano y nos ofreció una versión deiicio-
sa, penetrante, intencionada, de la
ópera. Además, la representación con-
tó con un reparto de primera categoría

E ste año el Festival de Munich ren-


día homenaje al más famoso
compositor de la ciudad, Richard
Strauss, ofreciendo en el transcurso de
un mes la integral de su obra para la es-
existen hoy en día, Pamela Coburn (que
sustituía a la insustituible Lucia Popp)
como la Condesa.
El resto del reparto excepio un peno-
so Eduardo Villa en el cantante italia-
encabezado por Hermann Prey, en de-
cadencia pero aún insuperable en el pa-
pel de Fígaro. Un tanto limitado para
teatro de tan grandes dimensiones el
Conde de Thomas Alien. Agradable sin
cena en representaciones de alio nivel no (sátira descarada de Luciano más el Cherubino de Jeanne Piland.
a excepción de Guntram y Fríedenstag Pavarotti) muy acertado, sobresaliendo, Muy musical y encantadora en su inter-
que se dieron en versión de concierto. como es habitual en este repertorio, esa pretación de Susana, la madura pero
Al frente del empeño ese soberbio Ka- artista singular que es Brigitie Fassbaen- aúr>deliciosa Helen Donath. Margare!
pellmeister que es Wolfgang Sawallisch. der como Clairon, personaje al que dio Price en la Condesa me hizo temer lo
Además del todo Sirauss el progra- matices insospechados y al que enrique- peor con su muy deficiente Porgi amor,
ma del Festival incluía el Caso Makro- ció con su expresiva voz. Sawallisch es- pero una vez superado este bache se vio
poulos de Janacek, Las Bodas de Fígaro tuvo en esta ocasión sensacional, que aún es, con Kiri Te Kanawa y qui-
de Mozart, Falstqffáe Verdi, Los Maes- recreando hasta el último detalle de una zá aún más que ésta, la cantante insus-
tros Cantores de R. Wagner y dos reci- de las partituras más ricas en conteni- tituible hoy en día para el papel. Voz
tales de Lieder. Una oferta airaciiva e do del músico muniqués. bellísima con un medio redondo y ater-
interesante elaborada con eclecticismo ciopelado, con perfecta línea de canto...
Con ilusión asistí a la representación Una de las poquísimas sopranos de ver-
e inteligencia. Asistí a la última sema- del que en su día fue mítico Falstaffde dad que aún quedan por el mundo. La
na del Festival y comentaré las represen- Strehler y Frigerio y que hace años tu- antigua y famosa producción que de las
taciones ofrecidas en estas fechas. ve la oportunidad de disfrutar cuando Bodas presenta la Bayerische Staatso-
Friedenstag de Richard Strauss en se estrenó en la Scala de Milán bajo la per sigue fresca al cabo de los años,
versión de concierto, como ya he dicho, batuta de Lorin Maazel. De aquellas aunque los decorados y el vestuario co-
fue una novedad para la mayoría del glorias no quedan ni las memorias, la miencen a evidenciar su vejez de forma
público y tengo que decir que no entien- producción ha sido reelaborada y la es- alarmante.
do por qué esia bella partitura no ha cena final, poética u onírica entonces,
alcanzado mayor popularidad. Obra se ha vulgarizado de forma lamentable;
eminentemente coral, una especie de Fi- claro que de Strehler ya no queda casi Dietrich Fischer Dieskau dio un re-
delio del siglo XX, de gran impacto, que nada. La parte vocal fue lamentable. cital de lieder de Richard Strauss en el
contó con un buen reparto encabezado Hasta la elección de Brigitte Fassbaen- que una vez más y a pesar de los años
por Bernd Weikl y una irregular Sabi- der para interpretar Mrs. Quickly fue fue el genio musical e interpretativo de
ne Hass. Notable la orquesta de la Ba- un error. inteligencia irrepetible que, si en casi to-
yerische Rundfunks y el coro de la do el repertorio de barítono lírico ha si-
Staatsoper. Todos ellos bajo la batuta Se salvó del desastre Juan Pons co- do uno de los más grandes artistas del
segura de Wolfgan Sawallisch, al que mo Falstaff, papel que domina y del siglo, en su especialidad, el lied, conti-
también escuché dirigir, con idéntica que consigue hacer una buena creación. núa manteniendo la primacía indiscu-
maestría, Daphne y Capriccio. La dirección musical de Patané medio- tible, convirtiendo cada una de sus
cre y aburrida. Lástima este desastre actuaciones en una experiencia estéti-
Daphne, en la Bayerische Staatsoper con una de las obras cumbres indiscu- ca, musical e intelectual inolvidable.
tuvo un elenco vocal irregular encabe- libles de la ópera.
zado por Catherine Malfitano en el pa- Con Las Bodas de Fígaro de Mozart
pel principal, en el que demoslró ser dirigida por Colin Davis el Festival al- F.J.V.
una artista considerable dando intensi-
dad al papel de la ninfa convertida en
laurel, pero cuya voz, estridente en el
agudo y de centro demasiado ancho,
dista mucho de ser la idea! para encar-
nar a Daphne musicalmente. Peter Lin-
droos en Apollo, una verdadera lección
de incompetencia musical y dramática.
Kurt Molí como Peneios comienza a
dar señales de que los años también pa-
san para el mejor bajo alemán de la úl-
tima década. Muy bien por tipo de voz
y estilo la Gaea de Marjana Lipovsek.
El coro y el ballet dignos. La represen-
tación concebida en lo teatral por John
Cox fue vulgar y sin interés.
Muchísimo mejor en todos los sen-
tidos, a pesar de su puesta en escena
convencional, el Capriccio de Strauss,
también, en el Cuvillies, el precioso lea-
tro rococó del palacio de la Residencia.
La dirección de escena corrió a cargo
del grandísimo bajo-barítono que fue,
y aún en ocasiones es, Theo Adam, que
creó un espectáculo clásico, sin noveda-
des, pero correcto. El reparto fue apro-
piado. Interesante sin llegar a las
grandes intérpretes del papel que aún Juan Pons y Brigine Fassbaender en «Falsía//»

14 Scherzo
Claudio Arrau
Concierto Homenaje
85 Aniversario

Auditorio Nacional de Música


Madrid, 22 de noviembre de 1988 (19,30 h.)
Obras de Beeihoven, Schumann y Liszl
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ACTUALIDAD

Comienzo de temporada
Festival de Buxton 88 en Viena
Viena. Staatsoper. Debussy: Petléas et Mélisan-
Este año Buxton ha celebrado el X Fes- Fraser que sacó partido del pequeño es- de (01.09.88). Pelléas: Malcolm Walkcr. Go-
tival musical, centrado especialmente en cenario de la Opera de Buxton. La agili- laud: John Bróchelcr. Arkel: Nicolai Ghiaurov.
la ópera, aunque incluye también recita- dad de los cambios de escena y la Yniold: Patrizia Pace. Médico: Rudolf Maz-
les, conciertos, teatro, conferencias y elegancia del vestuario fueron las notas zola. Méiisande: Frederica Von Stade. Gene-
otras actividades. Buxton es una pobla- más positivas, así como la mejor drama- viévc: Chrisu Ludwig. Escenografía: Anloine
ción de balneario, situada a más de dos- tización del endeble libreto situando al ini- Vliez Decorado y Vestuario: Yannis Kokkos.
cientos cincuenta kilómetros al norte de cio del drama la escena en que Tasso se Coproducción con el Teatro alia Sea la. Direc-
Londres, y relativamente cerca de Man- arrodillaba ante el cadáver de su amada tor del Coro: Karl Kamper. Dirección musical:
chester. Eleonora cuando es llevada al sepulcro, Claudio Abbado, Orquesta Filarmónk-a de
Viena.
La pequeña población está orgullosa de algo muy del gusto romántico y por lo
ser —asi lo proclaman— la única de tanto muy adecuado. Para quien esto firma, desgraciada-
Europa que posee un Micrarium (proyec- Russel Smythe se enfrentaba, como mente no acostumbrado a los teatros se-
ciones ampliadas de microscopios en ac- protagonista, a la temible partitura de exi- rios, el nivel global de la representación
ción, paca ilustración del público) y gencias vocales considerables. Las supe- fue envidiable, si bien tuvo cosas mejo-
también lo está de su teatro, por lo que, ró con entrega; la voz, no especialmente res que otras, como asi reconoció el pú-
una vez restaurado cuidadosamente, y pa- bella, corrió adecuadamente y la escena blico al final de la obra, que se desarrolló
ra potenciar el turismo interno, Buxion de la locura resultó francamente convin- con una continuidad también envidiable,
montó los festivales, que han optado de- cente. Stephaníe Friede, en el papel de con sólo una pausa entre los actos terce-
cididamente por un repertorio operístico Eleonora, lució una coloratura ágil y un ro y cuarto. Nada que oponer a la pues-
infrecuente y llamativo. Este año, en es- timbre agradable y consistente, dentro de ta en escena del binomio Vitez-Kokkos,
te terreno, se podían ver la Armida de un estilo muy adecuado. Be ver ley Mills convincentemente oscura y estática, no
Haydn; Torquato Tasso de Donizetti; II interpretó el otro papel femenino, de La exenta de originalidad en algunos mo-
combattimenio di Tancredo e Clorinda de Scandiano, con recursos vocales más mo- mentos (el pozo mágico en la escena pri-
Monteverdi, presentada como obra semí- destos, y Gwion Thomas dio la talla ade- mera del segundo acto), y, en definitiva,
escenificada y Help, help, Che Globolinks! cuada al severo, pero más breve papel del muy adecuada. Sólo la primera escena del
de Me no t ti. duque. Algunos de los comprimarios re- acto tercero pudo haberse resuelto con
sultaron inadecuados, como Richard Rea- más mesura, en especial en lo que se re-
Presencié la ópera de Donizetti, una ville en el papel del criado Ambrogio, fiere a la kilométrica longitud de la me-
obra bastante interesante dentro del con- pero en cambio el coro de sólo ocho hom- lena de Mélisande. Por lo demás, insisto,
junto de partituras que fueron célebres y bres funcionó excelentemente. La Man- una preciosa escenografía.
luego cayeron en el olvido por una razón chester Camerata sonó correctamente
u otra. Torquato Tasso quedó arrincona- bajo la batuta de Malcolm Layfield. Los Desde el punto de vista musical, la Von
da por un motivo evidente: su protago- recitativos se interpretaron, como debe Stade y Claudio Abbado fueron los gran-
nista debe ser un barítono dotado de gran ser, con piano y no con clavecín, que ya des triunfadores de la noche. La Von Sta-
agilidad vocal, y desde el último cuarto no se usaba en 1833. de compuso una Mélisande magnífica en
del siglo XIX esa especie se habla ido ex- lo vocal y en lo teatral (si bien, la idea de
tinguiendo. Vitez es un tanto estática y no permite
grandes alardes), con más calidad que
La obra fue presentada en una senci- cantidad en la voz. Su excelente trabajo
lla, pero eficaz producción de Malcolm Roger Aiier obtuvo un caluroso reconocimiento en el
público. Claudio Abbado demostró una
vez más su excepcional categoría extra-
yendo lo mejor de los magníficos mim-
Henze en Tanglewood bres que tenía en el foso. La Filarmónica
vienesa sonó extraordinariamente a sus
órdenes, creando un clima de alta tensión
El afamado Festival de Tanglewood cuenta entre sus nutridas actividades con unos en los tres primeros actos para dejar es-
días que anualmente se dedican a la música contemporánea. Este Festival dentro del capar la música en los dos últimos lenta,
Festival promociona estrenos, encarga nuevas obras y revisa las ya clásicas de la cen- imperceptiblemente, con un final sobre-
turia en que vivimos. Una interesante figura ideada en Tanglewood es, como ya se cogedor. Sensacional trabajo el suyo, y
ha indicado anteriormente en estas páginas, la del compositor residente, que este año también el más aclamado.
ha correspondido al alemán Hans Werner Henze (Gütersloh, 1926). La presencia del
autor supone un trabajo intensivo sobre su música. Representa también, lógicamen- En fin, Ludwig y Ghiaurov impartie-
te, un conjunto de audiciones de obras de ese compositor. Henze ha dado a conocer ron sendas lecciones de musicalidad y
en Tanglewood su New Fan/are, que se oyó en estreno absoluto en la interpretación buen gusto, si bien sus voces ya no son
de los Fellows of the Tanglewood Music Center. Una de las últimas grandes obras lo que eran, especialmente en cuanto a
del músico, la Séptima Sinfonía (1984), ha sido montada por la Sinfónica de Boston volumen.
y su director titular, Seiji Ozawa. La primera interpretación americana de los Sieben El barítono John Brócheler creó un ex-
Liebeslieder, con Yo Yo Ma como cello solista y dirección de la Tanglewood Music celente y atormentado Golaud, en el que
Center Orchestra debida al propio Henze, ha sido otro interesante momento de estas sin duda fue el tercer gran éxito de la no-
jornadas. Pero seguramente el punto culminante de la residencia en Tanglewood de che. Una lástima que el tenor Malcolm
Hans Werner Henzelo ha constituido la representación de su ópera Elegía para jóve- Walker (nuevo para este crítico) desequi-
nes amantes (Elegie für junge Liebende, 1961), que ha estado a cargo de los Fellows librara desfavorablemente la balanza con
of the Tanglewood Music Center, con dirección escénica de George Mully y musical unos recursos vocales muy limitados en
de Gustav Meier. La Elegía es un hito dentro de la importantísima producción ope- cantidad y calidad. El público le obsequió
rística de Henze, lamentablemente ignorada en España. Paniendo del libreto de W.H. con algunos «Uuuuhs» que lo dicen todo.
Auden y Chester Kallman, que refleja las obsesiones y las relaciones de un pequeño
grupo reunido en la primavera de 1910 en una posada de los Alpes, Henze ha queri- No obstante, representación de un ni-
do explorar todo el registro en relación con el nacimiento de un poema y, según sus vel, repito, envidiable, que, mucho me te-
propias palabras, «cuestionar la figura del artista como héroe, tal como fue creada mo, tardaremos unas cuantas
por el siglo XIX y todavía el XX no ha liquidado completamente». generaciones en tener por estos lares.
Rafael Ortega

16 Scherzo
N
Chandos 1 n- n:v K
STMfnBnMI

¡harmonía
mundi
( K IBÉRICA

KALUNNIKÜV DVORAK HONEGGER


SINFONÍA n ° l SINFONÍA N° 4 PeWeas v Melissnoe Symphon»N"2. Condeno Be
GLAZUNOV Canciones Bíblicas WEBERN Cámara. PrdiKle. Airoso
THESEAOp 28 5pringOp 34 Bnan Rayncr Coofc Scottish Passacagiía (ai Oicheslra. Fughana
Scotiish Nalnral Orchestra National Orctwstra NeemeJarvi. Scottisti Menoría! Orchestra I Musió de Momreal Yulr
Neeme Jarví Dtreclor Director Matthias Barnert. Director. TurovsW. Director
CDCHAN8611 CDC HAN 8608 CDCHANB619 CO CHAN 8633

HYPERION

UENDELSON TOMAS LUIS DE VICTORIA F GE MINIAN I V. WILLIAMS


flomarüas sin palabras MISA "VI DI SPECIOSAM' LA FOLIA Five Mysiical Songs. Five Tudor
Lhoa Rev. Piare Choír of Weslminsler Calhedral. The Purcell Quanet Ponraits
CD COA 662212 DawdHili. Director CDCDA 66264 S Wlaker. H heriard Guiklford
COCDA 66129 Choral Sociely. PhiJharrTXínia
Orcheatra Hilai Davan Wellon.
DuecTof.
CDA 66306

HACHMANINOV. intagrel de ka obra para-


piarxj Diez Preludios op 23 Morceaux üe Fanlasie
HACHMANINOV op 23 Howard Snelley. Paño.
The Early Piarto WorVs Howard Shellev CD CDA 66081
CD CDA 66198 Piano Sonau N° 1 n D minor op. Z8 Piano
Etudes-Tableuauv Howard Shelkey Sonata N° I in B minor op 36 Howard Shelley.
CD CDA 66091 Piano
Morceaux de &ak)n op 10 Momente Musicaux CD CDA 66047
op 16 Howard SheNev Variaciones sobre un tema de Chopin op 32
CD CDA 661SJ Variaciones sobre un Tema de Carelli op 42
Trece Preludios op 32 Howard Shellev. Piano. Howard Shelley. FTano.
CC CDA 66082' CO CDA 66009

LE JEU DE DANIEL V1VALDI MOZART MOZART


Roben WHITE Concebí pour piccolo Los seis Cuartetos dedicados a Sonata*; para vtoNn y p>ano Peti
Lamentaciones de Jeremías Jean-Louis Beaumadier HayUn Messiereur. volín. Síenislav
The Clerkes of Oientoid David Orchestre Nation* de F ranee. Le Quatuor lahch Bogunia. piano
Wulstan. Diredoi DiiecTian Jean-Pierre Hampat. CD CAL 9241/3 COCAL 9664
CD CAL 9848 CD CAL 9630 Sonatas para uolln y piano K 3O5r
37S. 380 ei 4&4 Slanislsv
Bo^unia. piano PerrMessiereijr.

COCAL 9686
ACTUALIDAD

Festival de Berlín: las cosas bien hechas


a calidad general de los conciertos, tables como el Melos y el de Cleveland,
L sus mismos planteamientos inicia-
les, son de alio nivel global. No otra
cosa puede predicarse de la interesantísi-
ma serie dedicada a ocho de los más gran-
que actuaron en la sala de música de cá-
mara de la Philharmonie —quizá de acús-
tica menos lograda que la grande— y
ofrecieron un raro programa compuesto
des compositores vivos del presente: por los Octetos de Spohr y Mendelssohn
Nono, Reimann, Schnittke, Ligeti, Yun, (gran partitura esta última) y dos sabro-
Kurtág, Messiaen y Rihm. El ciclo, que sas piezas de Shostakovitch.
se extiende del 3 de septiembre al 30 de
octubre, permite conocer, en interpreta-
ciones de artistas de primer orden, algu-
nas de las mejores y más recientes páginas Sangre y sexo
de estos autores (todos estrenan obras de
encargo menos Schnittke y Messiaen), a
quienes, además, es posible escuchar, en Mucho de ambas cosas contiene la pro-
una de las tres sesiones dedicadas a cada ducción de 1982 que la Deutsche Oper
uno, hablando sobre su música. Como mantiene en cartel de la Lulu de Berg y
complemento de la extensa serie se han que lleva la firma de Oótz Friedrich, In-
situado el Prometeo de Nono (1984/85), tendente General del teatro. La peripecia
los días 30 y 31 de agosto, y la Dahlemer de Wedekind, vertida en música por el
AíesjedeSchnebel, que se dará el 11 y el compositor austríaco, recrea una Lulu tan
12 de noviembre. sensual como sexual que se mueve en un
mundo hostil y realista. La puesta en es-
cena, con decorados funcionales, natura-
lismo y simbolismo a partes ¡guales,
mantiene una general coherencia, supe-
Humanismo trascendente rior a la de Plaza y Vera que vimos hace
poco en Madrid, aunque éstos procura-
ran una mayor fantasía (quizá demasia-
Pocas batutas tan sabias, tan intensas, da) y un espacio escénico más atrayente
tan humanas, ¿orno la del ya anciano (74| (aunque menos apropiado). El espectácu-
Cario María Giulini, uno de esos direc- lo funciona bien engrasado con un equi-
tores que están ya de vuelta de todo y que po de cantantes muy estimable y profe-
persiguen antes que cualquier otra cosa sional (la Wise y Reich a la cabeza, am-
la expresión a partir de la traducción de bos mejores aquí que en Madrid), una or-
las claves poéticas de una partitura. El Curio Miirtti üiulini
quesia excelente y una dirección de López
maestro italiano, ante el Réquiem de Cobos precisa, atenta, bien planificada,
Brahms, se recrea en la búsqueda fructí- expresiva, aunque no siempre intensa y,
Tamizad» claridad por lo común, falla de incisividad, de cris-
fera de esas líneas de base que animan
desde dentro las notas y logra, más que pación, de sabor trágico; algo que después
una reproducción exacta y ajustada com- La reunión de Abbado y Pollini para de todo pide no ya la obra sino el propio
pás por compás de cada una de ellas, una una obra tan compleja y decisiva dentro montaje diseñado por Friedrich.
interpretación en profundidad, que toca de la técnica dodecafónica como el Con-
el tuétano de la composición, que le da cierto para piano de Schoenberg era es- Uno y otro están menos afortunados
vida y energía continuas, que la dota de perada con interés. Los artistas italianos en Aída. El director de escena por que-
inmenso aliento y convicción con inde- no defraudaron en su encuentro del 6 de rer apartarse, sin conseguirlo, de la ira-
pendiencia de episódicas irregularidades septiembre. A ia máxima lucidez exposi- moya de ópera de cartón piedra que lastra
metronómicas, de ciertas arritmias y mo- tiva y analítica, tenida de un arte exqui- la obra, creando unos decorados más bien
mentáneos confusionismos derivados de sito para el fraseo y bañada en una feos, que proporcionan un efecto distin-
una poco cuidadosa planificación diná- amplísima variedad de colores, del pia- to al pretendido, con una buena idea,
mica (fugado final del n." 3). El gesto am- nista se unió la ajustada, vibrante, medi- práctica, en cuanto a la disposición de un
plio, severo, algo monocorde de Giulini, da y punlillista labor del director, hasta fondo permanente negro, con aberturas
director eminentemente comunicativo, el punto de obtener, aparte el perfecto en- a voluntad, pero que da en lodo momen-
efusivo, señorial, pudo captar así, en es- samblaje y ejecución, una lectura estimu- to la sensación de ser algo monolítico, rí-
ta ocasión (10 de septiembre), todas las lante, reveladora de la esquiva poesía que gido, no imbricado en la acción. Aunque
bellezas de la obra brahmsiana, vivida se esconde iras la árida estructura de la para las aficiones necrofíiieas de Friedrich
muy desde dentro, a través de un discur- composición. La batuta vital y clara de pueda servir. El director de orquesta por
so fluido y bien contrastado —con la Abbado supo encontrar luego el aire pau- llevar a cabo una lectura más bien ruti-
autoridad que otorga una sabia y natu- sado y la atmósfera de sereno romanti- naria, de oficio, sin momentos de inspi-
ral elección de tempi—, por instrumen- cismo que embarga a la Rapsodia para ración verdadera (el peligro del hábito
tistas (los excelentes de la Filarmónica), contralto y coro masculino de Brahms, continuo), no exenta, sin embargo, de al-
masa coral (un bien entrenado, afinado en donde se dieron cita una excelente mez- gún que otro desajuste, en los que, por
y musical Ernst-Senff-Chor), sol i si as zo, Marjana Lipovsek. un entonado co- supuesto, tuvo algo que ver un mediocre
(Barbara Bonney, de canto delicado y ex- ro (el ya citado Ernst-Seff) y una Filar- equipo solista del que únicamente cabe
presivo y voz solamente discreta, y An- mónica de Berlin excepcional, que pres- destacar, aunque su voz —lírica, débil en
dreas Schmidt, de instrumento notable y tó su gran concurso en la algo áspera, pre- graves, no muy rica de timbre— no sea
decir adecuado, aunque algo inmaturo; cisa y nada neblinosa Segunda del la más idónea para el cometido, a Julia
los dos ya presentes en la grabación de compositor hamburgués que cerraba la Varady, magnífica cantante y excelente
la obra con el mismo director) y público sesión. artista.
(un entusiasta grupo de aficionados ber-
lineses, amantes del arte del maestro). Magníficos los resultados que tres días
después obtenía la agrupación constitui-
da por la unión de dos cuartetos tan no- Arturo Reverter

18 Scherzo
ACTUALIDAD

El tradicional conservadurismo de pro-


Un río de óperas gramad o res y público vieneses ha retro-
cedido este año en la Opera. Esta es, al
menos, la impresión que se tiene al ver
las obras de nuestro siglo de las que se
preparan nuevos montajes (el excelente
Wozzeck por Abbado del pasado año si-
gue igualmente en cartel). El Castillo de
Barbazul de Bartok (dirección musical:
Jiri Kout, escénica: Gótz Friedrich. Sieg-
mund Nimsgern, Ildiko Komlosy) y Er-
wartung de Schocnberg (Ulf Schirmer,
Giitz Friedrich. Karan Armsirong) for-
man un interesantísimo programa. El
gran ensayo operístico de Schoenberg, la-
men! abléntenle inacabado, Moses und
Aron (Theo Adam y Wolfgang Neu-
mann) ilustrará uno de los caminos im-
posibles de la ópera de nuestro tiempo.
El no muy inspirado Horst Stein será el
responsable musical, Góiz Friedrich fir-
mará el montaje. Elektra, perteneciente
al estilo más revolucionario de Richard
Sirauss, será revisada en una producción
de Harry Kupfer con dirección musical de
Claudio Abbado. En el reparto, Brigitte
f-assbaender, Eva Marton, James King y
Franz Gtundheber. De la mayor signifi-
cación es el hecho de reponer la ópera Die
tote Stadt del semiolvidado Eric Wolf-
gang Korngold —se le liene en cuenta, so-
bre todo, como autor de música cinema-
Claudio Abbaúo y Claus Heímuí Drese, responsables de la Opera de Vierta tográfica—, su máxima obra para la es-
cena. Hollreiser y Friedrich se reparten
la conducción de la obra. Cierra el capí-

C on sus alrededor de 300 represen-


taciones al arlo la Staatsoper de
Viena es uno de los teatros con
mayor actividad operística del mundo. A
esta cantidad abrumadora se une una ca-
Burdschuladse será quien asuma el papel
protagonista en esta magna creación de
Mussorgslty. De nuevo Otto Schenk es-
tará al mando de la escena en un Tann-
hauser algo depauperado en lo vocal
tulo de la recuperación de óperas poco co-
nocidas Der Besuch der Alten Dame de .
Gottfried von Einem (dirección musical:
Alfred Walter, montaje: Otto Schenk).
lidad artística de primer orden. La con- —destacan Jessye Norman y Waltraud
tribución de la Filarmónica de la ciudad Meier— y que estará gobernado por Giu- La premiére de La forzó del destino (di-
en el foso y el siempre cuidado nivel me- seppe Sinopoli, quien ya ha dirigido la rección musical: Giuseppe Sinopoli, es-
dio de los montajes, construidos con una obra en Bayreuth. La temporada debe se- cénica: Giancarlo del Monaco) cuenta con
eficaz y moderna maquinaria, garantizan ñalarse con piedra blanca para la música un plantel de voces de primer orden: Maz.
siempre unos resultados cuando menos teatral de Mussorgsky, pues también zola, Marton, Carreras, Bruson, Toczys-
plausibles. Khovantschina subirá a las labias de la ka y Pons. Finalmente, pero no lo menos
Staatsqper. Claudio Abbado cuidará de importante, Harnoncourt prosigue con su
El coliseo vienes prepara una tempo- la música y Alfred Kirchner de la esce-
rada 88-89, cuya apertura se comenta en ciclo mozartiano en la Siaaisoper con Die
na. Ghiáurov, Atlaniov, Burdschuladse Entführung aus dem Serail, que cuenta
este mismo número, basada fundamen- forman parte de un reparto de impor-
talmente en el repertorio. Tiene éste en con la dirección de escena de Ursel y Karl-
tancia. Ernst Herrmann.
la sala de la antigua capital imperial tres
vertientes. La primera, la moz^rtiana:
Cosí, Nozze, Zauberflóte, Don Giovart-
ni; la importante presencia del teatro lí-
rico germánico, cuya corriente principal
pasa por Wagner: Fidelio, Fliegende Ho-
llander, Rasenkavalier, Salome, Walkü-
re, Ariadne auf Naxos, Parsffal, Tristón,
Retrospectiva Shostakovitch
Freischütz; y, finalmente, la justa aten- El público londinense, que ha demostrado en numerosas ocasiones ser un fiel
ción a los títulos italianos: Elisir, Lucia, seguidor de la música de! compositor soviético Dmitri Shostakovitch, está de en-
María Sluarda, Andrea Chenier, Pagliac-
ci, Cavalleria, Bohéme, Fanciulla, Ma- horabuena. Bajo el titulo Shostakovitch, música de las llamas se ha preparado
non Lescaut, Tosca, Barbiere, Italiana, una gran retrospectiva, la mayor realizada hasta ahora, de la música del autor
Viaggio a Reims, A ida, A tula, Macbeth, de La nariz. El evento, que se extiende entre el 16 de octubre de este ano y el
Otello, Rigoletlo, Boccanegra, Traviata 24 de enero del próximo, posee características de acontecimiento magno. Los
y Trovaiore. Completan el plan previsto conciertos se van a celebrar en las tres mayores salas sinfónicas de la ciudad,
obras de las escuelas francesas y eslava:
Rusalka, Novia vendida, Manon, Weri- Royal Festival Hall, Queen Elizabeth Hall y Barbican Centre; el proyecto,ade-
her, Onegin, Pelleas. más, involucra a dos de las grandes orquestas, London Symphony y Royal Phil-
harmonic, que de esta forma se unen por vez primera en un plan conjunto. Las
centurias se repartirán la interpretación del importante ciclo sinfónico de Shos-
Nuevos montajes takovitch, redactado entre 1924 y 1971, y la colección de conciertos para diver-
Pero, además de los títulos en rodaje, sos instrumentos. Vladimir Ashkenazy (Royal Philharmonic) y Mstislav
la fábrica que dirigen Claudio Abbado y Rostropovitch (London Symphony) compartirán las tareas directoriaks. La pro-
Claus Helmut Drese ha preparado una se- ducción sinfónica se verá acompañada por la más grande contribución camerís-
rie de nuevos montajes, que es donde la
Opera de Viena brilla a mayor altura. Bo- lica de Shostakovitch, su trascendental serie de Cuartetos de cuerda, que estará
ris Godunov, con dirección musical de a cargo del Cuarteto Brodsky. Este verdadero festival se completa con una expo-
Mark Ermler y escénica de Otto Schenk, sición sobre el músico, la exhibición de películas y videos y la realización de se-
abre el capitulo de las novedades. Paata minarios y programas educativos.

Scherzo 19
ACTUALIDAD

Balance santanderino
Fueren como fueren las cosas en el pa- Se advertirá que he repetido referencias
y artistas en contratación compartida con
otras manifestaciones del país de los que
admite la internacionalidad de la santan-
derina; a la escasa imaginación a la hora
sado, algo hay que puede afirmarse con a los últimos años. Las voy a concretar de seleccionar nombres de compositores
rotundidad: no se han visto desatendidas, ahora. Quiero aludir al puñado de edicio- nuestros de hoy; o a la pobreza y aun in-
ciertamente, este último agosto santande- nes festivaleras en las que José Luis Oce- suficiencia formativa e informadora de
rino, ni la inquietud renovadora ni la jo ya había tomado tierra plenamente en los programas de mano. Pero enfrente es-
atención a los creadores de nuestro país sus cometidos y responsabilidades direc- tá, con peso específico favorablemente
y de nuestro tiempo. Hasta el punto de toriales y había comenzado a introducir desequilibrador —y además de todas las
que es ésle el principal extremo que debe innovaciones tan acertadas —y tan abso- consecuciones ya mencionadas de la era
ponderarse al ensayar la síntesis valora- lutamente necesarias— como las apunta- Ocejo—, la envidiable altura media de las
tiva de lo que ha sido el Festival monta- das, consolidadas este verano. Puñado de agrupaciones y de las individualidades
ñés de 1988. A saber: se han estrenado ediciones decisivo, en verdad. Tanto, que que han desfilado este verano por los es-
en él con carácter absoluto hasta once cada vez me parece menos hiperbólica y cenarios del Festival: la entrañable Pla-
obras de autor español, escrita una de más justa y exacta la afirmación de En- za Porticada, el claustro de la catedral
ellas por encargo expreso del propio Fes- rique Franco en El País del uno de sep- santanderina y los numerosos restantes
tival. Han sido estos autores Xavier tiembre pasado, de que la fecha de! marcos históricos de Cantabria.
Montsalvatge, Cristóbal Halffter, Luis de nombramiento de Ocejo como director Que resultados óptimos sólo se hayan
Pablo, Carmelo Alonso Bernaola, Antón del F.I.S. es la más importante de la his- alcanzado en el fabuloso recital de la mez-
García Abril, Tomás Marco, Javier Bus- toria de éste, después de la de su fun- zo Brigitte Fassbaender, en el Mozart de
to, Claudio Prieto y José García Román, dación. Ashkenazy-Royal Philharmonic, en el
estos dos úliimos con dos títulos y Gar- Cierto es que no faltan las cuestiones Max Bruch de Stern, en las traducciones
cía Román, además, con el estreno tam- mejorables —ya empleé este término al renacentistas del coro del King's Coilege,
bién absoluto —y nada menos que a cargo hablar de la aventura operística— y aun en el increíble joven elenco de Víctor Ulla-
de la Royal Philharmonic londinense con las criticables, pero el panorama general te y en los meritorísimos estrenos del Trío
Leinsdorf— de una versión para gran or- que ha ofrecido la edición de este año re- Mompou; que los haya habido más que
questa del himno oficial de Cantabria. sulta ahora, vista a toro pasado, con so- discutibles en presencias aprioristicamente
Pero no faltan otras conquistas y otras siego y en su globalidad, altamente cimeras como la conductora de Rostro-
parcelas en las que se han enriquecido o, convincente. Por echar a un lado en se- povitch, en nada limita el enorme acier-
al menos, mantenido los avances experi- guida las carencias, podría referirme a la to selectivo general. En resumen: favora-
mentados por la prueba desde hace cua- excesiva dispersión, dentro del calenda- bilísimo balance, sí, el del F.I.S. de 1988.
tro o cinco ediciones. Como logro prác- rio del Festival, de las sesiones de cada
ticamente inédito, porque un intento per- género; a la presencia de más conjuntos Leopoldo Hontañón
dido ya en el recuerdo de los primeros
años no es realmente invocable ni como
antecedente, está el de la inclusión en el
Festival del género operístico representa-
do. El empeño —en esta oportunidad el
montaje de La ilaliana en Argel de
Rossini—, que nace con encomiable vo-
cación de continuidad, resultó mejora-
ble, evidentemente; pero sobre haber
alcanzado cotas de dignidad no menos
evidentes (ver el número anterior de
SCHERZO), sólo por la voluntad que de-
muestra de que la ópera no sea ignorada
por el Festiva! bien merece todos los plá-
cemes. La descentralización por todo el
territorio cántabro —desde Castro Urdia-
les a San Vicente de la Barquera; desde
Suesa a Reinosa, con citas en Camargo,
Torrelavega, los Corrales de Buelna, San-
tillana del Mar, Comillas, Potes, Ampue-
ID, Santoña, Noja,...—; los recuerdos
que se han dedicado a nombres ilustres
ligados a la Montaña, Federico Mompou,
Regino Sainz de la Maza, Ángel Bar ja,
por vía del mejor de los homenajes, que
es el de hacer oír su música; la atención
a la música no española de nuestro siglo,
con la destacada presencia de Penderec-
ki, son temas que pueden representar la
firme decisión de continuar transitando
por sendas que, aun con ser obviamente
obligadas, han sido abiertas en el Festi-
val por vez primera no hace mucho más A. MUÑOZ
de un lustro. Mslislav Rostropovich

20 Scherzo
ACTUALIDAD

Homenaje a Regino Sáinz


Concierto y estreno
de la Maza El marco, una pequeña iglesia de la
Costa Brava, en La Escala; la orques-
—fruto de la raza y el paisaje—, de sus ta, la de Cámara de Pforzheim, o Süd-
westdeutsches Kammerorchester, inte-
discípulos y de las obras que nacieron grada por poco más de veinte profeso-
al conjuro de su arte. Para el critico res y profesoras de cuerda, creada ha-
madrileño, el Concierto de Aranjuez no ce casi cuarenta años y dirigida ahora
tuvo nada de reaccionario. Era una por Vladislav Czarnecki; en el reperto-
obra que estaba en el aire, no era fruto rio, Janacek con la Suite para orques-
de directriz política alguna y en ella ta de cuerda y el Concierto en fa y el
Concierto en re menor para piano y or-
Joaquín Rodrigo se limitó a retomar el questa, de Juan Sebastián Bach en el
hilo del neocasticismo espafiol —ya vi- primer tiempo; en el segundo el Con-
sible en obras de Bautista, Gerhard o cierto para trompeta y orquesta, de J an
los hermanos Halffter— y Regino a do- Krititel Jiri Neruda y la Saint Paul Suite
meñar las muchas dificultades de la de Guslav Holst. Actuaron como so-
partitura. listas Caries Coll para los conciertos de
piano y Erik Schultz, trompeta, en el
de Neruda. Un hermoso concierto eje-
cutado por un magníFico conjunto
Emocionada sembiaza —cuerda cálida, afinada, segura, vi-
brante, con una capacidad dinámica ex-
Por su parte, Paloma Sainz de la Ma- traordinaria y una gran seguridad téc-
za trazó una breve y emocionada sem- nica— y, además, la maravillosa sor-
blanza de su padre, de la intensa rela- presa de lo que yo creo que ha sido el
Regino Sáinz de la Maza estreno en España de la Suite para or-
ción de éste con Cantabria —«en Luz- questa de cuerda de Leos Janacek, una
Santander. 37 Festiva] Internacional de Música, mela encontró belleza, silencio y de esas obras profundas, bellísimas y
Danza y Teatro. Homenaje a Regino Sai; de la paz»— y de cómo siempre estuvo aten- maravillosamente escritas que resulta
Maza. Recilal de José Luis Rodrigo, guitarra. incomprensible el que no aparezcan en
Obras de üiuliani Moreno Torroba, Rodrigo y Re- to a los sonidos de la naturaleza.
guío Sai/ de la Maza Samillana del Mar, Claus- Por la noche, el catedrático de gui- nuestros programas. La versión, un Ja-
tro de la Colegiala (22-8-88). nacek de gran fuerza y autenticidad,
tarra del Real Conservatorio de Ma- servido por el gran conocimiento de un
drid, José Luis Rodrigo, ofreció un buen director que además ha nacido en
E! Festival Internacional de Santan- bello recital en el claustro de la Cole- la misma tierra del compositor, fue be-
der rindió homenaje al guitarrista cas- giata, cuya segunda parte estuvo dedi- llísima y obtuvo un éxito clamoroso, no
tellano Regino Sainz de la Maza (1896- cada a la interpretación de piezas de los exagero.
1981). Y lo hizo en la hidalga villa de hermanos Sainz de la Maza, alguna de
Santiltana del Mar a través de una evo- tanlo interés como la Habanera de
cación del critico Enrique Franco y de Eduardo. Rodrigo tocó con la limpie- Caries Coll tocó los dos conciertos
la hija del guitarrista, Paloma, en la de Bach con su acostumbrada seguri-
za y maestría que le caracterizan, pero dad y calidad expresiva y —no es un re-
Torre de Don Borja, sede de la Funda- tiene la costumbre de ponerse a afinar proche, pues para mí tan válida es esta
ción Santíllana, y con un recital por la inmediatamente después de tocar una versión como una purista— un senti-
noche del mismo día (22 de agosto) en pieza, e iniciar la siguiente sin interrup- do casi romántico, destacando sobre to-
el claustro de la famosa Colegiata ro- ción, con lo que impide recibir esa im- do en el Re menor. Es una pena que el
mánica, a cargo de José Luis Rodrigo. presión de algo cerrado y completo que sonido del piano se adapte tan mal a
Enfocó Enrique Franco a Sainz de la este tipo de locales.
da la ejecución de una pieza, sobre to-
Maza dentro de la generación de 1901 do si ésta es breve. El programa de ma- El solista de trompeta, el canadien-
(nacidos entre 1894 y 1908) que hoy lla- no era un modelo de descuido: las ver- se Erick Schultz, nos dio una buena,
mamos de 1927, y se deluvo en la teo- daderas fechas de Giuliani (1781-1829) una bella versión de una obra que no
ría de las generaciones orteguiana estaban mal indicadas. Faltaba el títu- tiene una gran profundidad, que apro-
desarrollada por Julián Marías, para vecha el lado virtuosístico del instru-
lo de la obra de Moreno Torroba, así mento olvidando que éste tiene una
afirmar que desde Tárrega no ha habi- como la fecha de la muerte de éste gran belleza de sonido para expresar
do un guitarrista tan generacional co- (1982). Era incorrecta la fecha de na- ideas más profundas. Pero esto no es
mo Regino, que se embarcó en mil cimiento de Joaquín Rodrigo (1901, y culpa del intérprete, que demostró un
aventuras con sus compañeros de ge- no 1902), faltaba el nombre de Eduar- gran dominio y una calidad de sonido
neración. Habló de la guicarra de Re- do y las fechas de su ciclo vital realmente admirables.
gino como clásica y moderna, sobria e (1903-1986). Pero la calidad artística Esta magnífica orquesta, sabia y
incitante, andaluza y castellana, mo- del intérprete, y la histórica y humana creativamente dirigida por Vladislav
viéndose entre la poética juanramonia- del homenajeado, bien merecieron la Czarnecki, nos dio como final una Sui-
na y la lorqueña. Se refirió al track que nutrida asistencia al claustro de la Co- te de Holst, de cierto tinte orientalizan-
sufría el gran guitarrista burgales ante te, que tampoco tenía gran interés, pese
legiata de Santiltana. a la bella versión que de ella se hizo.
el concierto público y habló con ame-
nidad del castellanismo de Regino
A.R.T.
Eduardo Rincón
Schcrzo 21
ACTUALIDAD

49 Quincena Musical deSan Sebastián


Teatro Vicioria Eugenia, 3Gdeagosio. Sorozábal: nes en sus escalonadas frases de La luxación de un brazo impidió al
Cuarteto ert Fti ntavor; Mozart: Cuarteto n." 15, arranque. Carece, no obstante, de la
A'. 421, Quinteto para clarinete y cuerda K. 5SI. anunciado Antoni Wit —en Santander
David Campbell, clarineie. Cuantío Brodsky belleza tímbrica y de la elegancia y va- y en San Sebastián— situarse al frente
riedad en la dicción de algunos de sus de la orquesta polaca. En su lugar lo
En la mitad del camino más ilustres compatriotas (Brymer en hizo su compatriota Pijarewski, direc-
o podía fallar en esta nueva edi- primer lugar). tor aún joven, de técnica gestual eco-
N ción del certamen donostiarra la
presencia de la música de cáma-
ra en su modalidad cuartetistica. Un be-
Un gris standard
I earro Victoria Eiugenia, 31 de agosto. Moniuzs-
ko: obertura de Paria; Mussorgski-Kavd: Cuadros
nómica, austera y poco variada, de
batuta clara y justa. Dio la sensación
de ser un músico solvente, pero epidér-
llo programa había preparado el joven de una exposición: Strauss Dvn Juan, Muerte y mico, quizá perjudicado por la necesi-
grupo inglés bautizado con el nombre transfiguración. Orquesta Sinfónica Nacional de dad de preparar un programa nada
del violinista ruso Adolph Brodsky (su la Radio Polaca: Director: Marek Pijarewski. fácil en pocos días, lo que privó de se-
Guadagnini es utilizado ahora por el
concertino Michael Thomas). Buen de-
talle incluir en él el primerizo cuarteto
de Sorozábal, obra demostrativa de Barroco a la inglesa
unos saberes y de un oficio nada des-
preciables, aunque, entre sus ecos na-
cionalistas, se denote un academicismo
evidente. La prestación del Brodsky
fue, en lineas generales, convincente y
aplicada, si bien, como en todo el con-
cierto, acusará una apreciable falta de
solidez estructural, de firmeza en el tra-
zado polifónico —detectable especial-
mente en la fuga del tercer movimíen-
10— y de intensidad expresiva. No
obstante, los arcos, de afinación no
perfecta, pero suficiente, matizaron con
delicadeza al Andante casi adagio. En
Mozart los instrumentistas británicos
—ganadores en 1983 del Primer Premio
del Concurso Europeo de Radiodifu-
sión— mostraron buenas maneras, in-
dudables calidades sonoras, adecuada
conjunción y un permanente y, en oca-
siones, apropiado tono intimo y reco- The Sixieen
gido, pero, abundando en los más San Sebastián. Teatro Victoria Eugenia. 3 y 4-IX. Haendel, La fiesta de Alejandro. Purcell. La
arriba dicho, no acertaron a establecer Reina de las hadas. Lynne Daw^on, soprano; Maldwin Davies. tenor; Michael George, barítono;
Christophef Robson. contratenor {Purcell). Orquesta y Coro The Sixieen. Director: Harry Chris-
los siempre necesarios contrastes tím- tophers.
bricos, dinámicos y agógicos, con lo Quiere indicarse con el título de esta crónica que las dos jornadas de The Six-
que quedaron perjudicados muchos teen de la Quincena Musical Donostiarra han estado presididas por la solvencia,
instantes de las dos partituras, sobre to- una musicalidad mucho más que correcta y un buen hacer en cuanto al estilo muy
do de la K, 421, composición delicada considerable. Debe destacarse, antes que nada, la labor del coro, alentó, flexible,
que requiere, sin embargo, un impulso capaz de cantar afinado y de regular los planos dinámicos con facilidad. De nivel
interior más enérgico y una diversidad más bajo el conjunto instrumental, al menos si se lo compara con oíros proce-
dentes de Inglaterra. Lo más endeble de la orquesta se encuentra en su madera,
de acentuaciones que evite la monoto- flautas y oboes. Las (rompas tuvieron una intervención poco afortunada en la
nía de las variaciones de su allegretto obra de Haendel, en tamo que las trompetas, que habían cumplido satisfactoria-
final. Fue correcta la colaboración con mente el día anierior, se encontraron con muchos problemas de afinación, por
el solista en el Quintero, aunque no se lo demás comprensibles al tratarse de instrumentos originales, en La reina de las
llegó a tocar fondo en momentos clave fiadas, l.os violines, no siempre empastados y con ostensibles diferencias de cali-
y se notó cierta insuficiencia técnica en dad entre el primer y el segundo atril, a favor de los músicos de aquél, en La fies-
ta, estuvieron más centrados en Purcell, cuya obra tocaron con brío, agilidad y
la reproducción del rico tejido polifó- elegancia. Chnstophers se condujo con algo de frialdad en Haendel, si bien la
nico de la más dificultosas variaciones versión que obtuvo no dejó de ser funcional. Mucho más personal y animada la
del cuarto tiempo. No puede discutir- interpretación de La rema de las hadas, donde al trabajo orquestal más refinado,
se, en todo caso, la consecución de be- con muy hermosos momentos en la cuerda, se ha de añadir un tono general más
llas frases en piano, excelentemente chispeante y lúdico. Asi, la Escena del poeta borracho, cantada con acierto por
acentuadas, en particular por er primer un miembro del coro, o las picardías del contratenor, efectivo aunque no de mu-
cho volumen. El tenor Maldwin Davies fue un punto negativo en ambos concier-
violín (exposición, tras la entrada del tos. Su emisión nasal y la cortedad del aliento impidieron que diera vuelo a su
clarinete, del tema básico del movi- no mal enfoque de estilo. Michael George, por el contrario, expresivo y con bello
miento inicial, por ejemplo). color, estuvo magnífico en ambas composiciones. La soprano Lynne Dawson, por
David Campbell es un buen clarine- último, poco comunicativa al comienzo de La fiesta de Alejandro, logró luego
intervenciones más matizadas. La gracia que dio a sus canciones en La reina de
tista, de ancho sonido, dominio técni- las hadas nos hace olvidar el accidente que quebró su voz en el acto quinto,
co indudable y correcta expresión, que
locó más que aceptablemente su par- E.M.M.
te, a pesar de ostensibles imperfeccio-

22 Scherzo
ACTUALIDAD

guridad e impidió probablemente otor-


gar mayores calidades expresivas y
matices a la reproducción de cada obra,
cuya partitura figuró en lodo momen-
Oriente-Occidente
to en su atril. Ello se reflejó en la eje-
cución orquestal, no siempre aseada e na. La gira se desarrollará por Austria,
incluso con desajustes y alguna que otra Alemania, Italia, Suiza, España (San
desafinación de la cuerda aguda. Re- Sebastián, Vitoria, Burgos, Valencia,
cordamos actuaciones más felices del Harcelona y Zaragoza), Francia y Yu-
conjunto de la Radio Polaca, que aquí goslavia. Los programas incluyen obras
mantuvo un general tono gris, sin bri- del gran repertorio europeo: Sinfonía
llos, correcto a lo sumo, perjudicada n." I de Brahms, Quinta de Tchai-
también por la seca acústica. Algo pe- kovsky, junto a la obertura de L'ita-
ligroso en composición tan abigarrada, lianain Algeriy el acrobático Concierto
variada y colorista como los Cuadros para violin n. ° I de Paganini, página
o en obras tan espectaculares y ricas, en la que podrá brillar el arte del violi-
tan orquestal mente refulgentes como nista Lu Si Qing, ganador del último
las de Strauss. Pijarewski no logró ir Concurso Paganini de Genova. Dos
más allá de aproximaciones conceptual- muestras de la música china de nues-
mente standard, no trabajadas desde el tro siglo darán color local a los concier-
fondo, no recreadas en toda su inmen- tos. La Escenas de Yunnan de Wang Xi
sa multiplicidad de elementos. Ralas y Lin, obra escrita en 1963 pero estrena-
planas resultaron así las expresivas pro- da sólo en 1978, pues su autor sufrió
gresiones —en las que tanto y tan bien las consecuencias de la revolución cul-
ha de jugarse con el lempo y la tural, es una partitura que busca repro-
dinámica— de Muerte y transfigura- ducir las bellezas naturales de la región
ción. Lo mejor ejecutado fue la inevi- del titulo. El Concierto para piano «El
table propina: Preludio del tercer acto Moví RU YU rio amarillo» de Xian Xinghai es una
de Lohengrin. adaptación de la Cantata delríoama-
Un hecho casi impensable hasta ha- rillo, obra de fuerte militancia polí-
Música y Palabra ce unos años va a ocurrir este otoño: tica de los años cuarenta, es
Teatro Principal. I de sepiiembie. Obras musii una orquesta sinfónica china va a rea- posiblemente la música sinfónica chi-
les de Obradors. Donosiia. Rodrigo. Martín Po lizar, entre el 10 de octubre y el 14 de na más conocida. Será solista del Con-
pey, Garbízu, Guridi, García Leoz, Thomas y I
Hit Pnrrtt. l i W i r l - u tia I ^rai V« IA i iiinrn t^tlilawá noviembre, una gira por varios países cierto el pianista italiano Riccardo
europeos. Atrás quedó por fortuna la Caramella, quien va a ser el primer
época de la condena de la música bur- europeo que colabore co# una orques-
guesa. Con esto sólo se ha normaliza- ta china. Se turnarán en el podio direc-
do una situación de influencia —en torial Yuang Fang y How Run Yu.
muchísima menor medida de intercam- Coincidiendo con la gira aparecerá en
La sesión, que anunciaba una inte- bio— de la música occidental sobre la el mercado un disco (LP o CD) con las
resante combinación entre la música, la china. La Sinfónica de la Radio de Beijin Escenas de Yunnan y el Concierto del
palabra y el teatro, quedó privada de (Pekín), la más antigua de su país, ha
venido siendo el instrumento imprescin- río amarillo, por la Orquesta de la Ra-
este último elemento por repentina en- dio de Beijin y con el solista y director
fermedad de Emilio Sagi, que lo tenía dible del pensamiento sinfónico de los
compositores chinos. Es ésta la orques- de este viaje. La presencia en Europa
a su cargo. Todo se redujo por ello a de esta orquesta china ha sido posible
una sucesión, sin hilo conductor algu- ta que conoceremos en Europa, donde
por vez primera viaja una centuria chi- gracias a la acción patrocinadora de
no, de recitados, canciones y números Iveco y Lufthansa.
corales, en lo que finalmente fue un es-
pectáculo fallido, más bien monocor-
de, sin entraña dramática. Los
intervinienles pusieron, no obstante, lo
mejor de sí mismos: la soprano su bo-
La cuerda en España: un síntoma
nilo, redondo y lírico centro y su sen- No es ninguna novedad afirmar que nuestro país no produce los suficientes
tido decir, enturbiado a veces por instrumentistas de cuerda que demandan las orquestas de ya larga existencia y
pequeñas desigualdades de tono y difi- las muchas que se han ido creando de nuevo cuño. Un hecho reciente ha venido
cultades de emisión en la zona superior; a dar, una vez más, la señal de alarma. Ha tenido éste lugar en el marco del II
el recitador su voz bien timbrada, su Concurso Internacional «Nicanor Zabaleta» que se convoca en San Sebastián.
buena dicción y su convincente acen- Se trata de un certamen destinado precisamente a los intérpretes de cuerda de
to, no en todo momento, es cierto, su- alto nivel. En la edición de 1988 se han presentado 28 instrumentistas de varios
ficientemente diverso, denotador de países europeos, incluidos los del arte, Estados Unidos, Australia y Nueva Ze-
estados de ánimo y descripciones de dis- landa. Hubiera cabido esperar que un acontecimiento de este tipo, con lo que
tinto carácter; el pianista una loable dis- de lanzamiento lleva consigo, y celebrándose en suelo español, provocase una
creción, y el coro, eficazmente gober- verdadera avalancha de inscripciones de músicos de nuestra nacionalidad. No
nado por Ansorena, general afinación, ha sido asi significativa y lamentablemente. Sólo seis españoles han formalizado
clara modulación, flexibilidad y empas- la petición de participación. Tres de ellos en la especialidad de violoncello, dos
te aceptable, contrarrestados en ocasio- en la de violín y uno de la de contrabajo. Como se ve, en este concurso, como
nes por determinados desajustes, en tantos otros medios musicales del país, la viola amenaza con convertirse en
borrosidades y episódicas faltas de una especie en trance de extinción. Sería bueno que los responsables políticos
unidad. y educativos se preocupasen por sumar el número necesario de sólidos instru-
Arturo Reverter mentistas de cuerda españoles a la costosa red de infraestructura ahora en marcha.

Scherzo 23
ACTUALIDAD

Festival de Peralada: el reinado dela ópera


E l English Bach Festival (entidad
que se distinguió hace ya algunos
años en Vetsalles, enseñando a los
franceses cómo interpretar a Rameau sin
fárrago), ha propuesto al público espa-
vía a nuestros escenarios) y el montaje de
la compañía británica permite que la ac-
ción se desarrolle con una admirable flui-
dez, tal vez con excesiva linealidad, pero
de un modo indudablemente atractivo.
vamenie, como en el Alceste del día an-
terior, se puso de manifiesto la profesio-
nalidad del grupo por su capacidad para
narrar la acción con una continuidad es-
cénica admirable (usando unos accesorios
ñol —que desconoce esencialmente al El espectáculo gravita sobre dos pivo- escenográficos mínimos), con una elegan-
Hándel operístico, pues sólo Giulio Ce- tes: la belleza del vestuario, que llega a te coreografía de Belinda Quirey, y con
sare ha figurado en alguna temporada de lo espectacular en el de Apolo, inspirado un vestuario de gran categoría, traslada-
ópera normal— una obra tardía del com- indudablemente en modelos de la época, do esta veza fines del siglo XVII, la épo-
positor sajón, escrita en realidad como y la elegancia de la coreografía de Belin- ca de esta ópera, cuyo tercer centenario
música de escena, pero adaptada a la for- da Quirey, que da a los bailarines una li- está al caer.
ma de ópera-ballet por los artífices de la gereza y unos moví míen i os de calculado
compañía. efecto. Esta vez, al atractivo montaje y a to-
das las restantes virtudes de la compañía
Efectivamente, A Icesie fue escrita por El respeto a la época presidió ta repre- se añadió la capacidad vocal de los intér-
Handel en la última semana de 1749 y en sentación en todos los aspectos: el vestua- pretes, y especialmente el interés suscita-
los primeros días de 1750 como música rio era el de la época del estreno —y no do por la presencia de Montserrat Caballé
incidental para la obra teatral de Tobias el de la Grecia de época heroica— y tam- en el papel de la reina Dido, que induda-
Smollett que con este título tenía que es- bién se intentó esa fidelidad en la orques- blemente le cae como anillo al dedo y sin
trenarse en el Covent Garden de Londres, ta, que, formada por instrumentos embargo no había interpretado nunca an-
en el verano de 1750. Por causas que se originales de la época o reconstrucciones, tes de esta ocasión. Se trata del 135.° ti-
desconocen, la obra no se representó y sonó todo lo bien que éstos permitían ba- tulo operístico que Montserrat Caballé
posieriormente se perdió, quedando úni- jo la batuta del prestigioso director Char- incorpora a su dilatado historial, y si no
camente del texto el incluido en la parti- les Farncombe. Lo único que no estuvo constituye un hito especial de su carrera
tura de Handel: unas pocas arias de a la altura de la época fue la interpreta- es simplemente porque el papel es tan cor-
personajes secundarios, como la musa ción vocal. Sobresalió Marilyn Hill-Smith to que no da mayores oportunidades a su
Calliope, un cortesano, un Espíritu y el con una bonita voz y una agilidad nola- intérprete. Montserrat Caballé se mostró
dios Apolo. blc, en el papel de la musa Calliope, y segura, ajustada no sólo vocalmente si-
también logró un buen nivel John Rath no también en lo escénico al personaje,
Teniendo en cuenta la presencia de in- en el papel del barquero Caronte. Correc- conmovedor amen te auténtica en su aria
terludios y pasajes específicamente de bai- to en sus agilidades Peter Jeffes, tenor, final, en la que hizo gala de una poten-
le en la partitura, los responsables del en el papel del Cortesano y del Espíritu, cia y de una seguridad realmente admi-
montaje recrearon la historia dando a los y discreto, incluso pobre, el Apolo de rables. Su dominio del papel resultó
protagonistas (la reina Alceste y el rey Ad- Graham Gorfrey, que a pesar de su mag- evidente y su dicción inglesa muy correc-
meto) una acción coreográfica explicati- nífico atuendo no logró convencernos de ta, con lo que no se alteró el equilibrio
va de sus respectivos avalares. De este sus capacidades canoras. general de los intérpretes de los restantes
modo, ei público puede apreciar el desa- papeles. En el de Eneas sobresalió tam-
rrollo de la historia a pesar de que se ha- bién el eficiente bajo-barítono británico
ya perdido el texto hablado de los prin- lan Caddy; sus breves intervenciones su-
cipales personajes. Monserrat Caballé, Dido pieron a poco pero justificaron el presti-
El resultado es sumamente feliz, ya que gio que el cantante ha adquirido en la
la historia resulta comprensible (y lo se- El segundo programa ofrecido por el English National Opera de Londres, de
ría aún más para nuestro público si nues- English Bach Festival consistía en una donde tantos buenos intérpretes-no-divos
tra indigencia musical no hiciera que el puesta en escena de la ópera Dido and han salido.
Alceste de Gluck no haya llegado toda- Aeneas, de Henry Purcell, en la que nue-
También merece mención la Belinda de
Marilyn Hill-Smith. de considerable mu-
sicalidad y hermoso timbre, y la interpre-
tación, más que los medios vocales, de
Sha ron Cooper en el papel de la Bruja
Mayor. Correcto el pequeño coro y ex-
celentes las intervenciones coreográficas
a cargo del mismo equipo que las ofre-
ció en Alceste.
La orquesta, bajo la batuta de David
Roblou, luchó tenazmente contra las li-
mitaciones de los instrumentos origina-
les y contra la humedad ambiente,
logrando una versión correcta, en general.
La misma orquesta, reforzada con tres
trompas y algunos otros inslruínenlos, in-
terpretó en la segunda parte la Música pa-
ra los Reales Fuegos Artificiales de
Handel. Con arreglo a un criterio perfec-
tamente defendible desde un punto de vis-
ia histórico, no se pretendió en ningún
momento que la atención del público se
centrara en la interpretación musical
—donde hubo más fallos que en la ópe-
ra, debidos a la ingratitud de los instru-
Monlserrat Caballé (Dido/ e ¡an Caddy (Eneas) mentos— sino en el carácter festivo del

24 Scherzo
ACTUALIDAD

Tosii, canciones francesas, obras de


Mompou, la canción popular catalana El
canl deh ocells, piezas de Turina y Obra-
dors en castellano, y unas canciones de
Puccini de clara vinculación operística (la
primera no era sino la adaptación del dúo
Rodolfo-Mimi del tercer acto para tenor
solo).
En ocasiones como ésta, la labor del
critico queda suspendida ante la magia del
sentimiento que reina en la comunicación
entre público y cantante. En Peralada
cuajó el contacto entre público y cantan-
te de un modo como no se había logrado
en el primer recital barcelonés, simple-
mente por la mayor proximidad física en-
ire los fans y el tenor. Una enorme
pancarta en varios idiomas (alguno in-
comprensible para el que suscribe) asegu-
raba mediante un enorme corazón rojo
que Carreras es querido de su público, y
éste demostró tal aserto aplaudiendo rei-
teradamente y arrancando nada menos
que tres bises: Cuore ingrato (que el te-
Graham Gor ¡Apollo), lan Knowies ¡Admeio) y Allison nor terminó con un prometedor agudo),
Pooíey (Alceste/ la canción de Grieg en versión catalana
T'estimo, y Granada, la popular canción
conjunio. Asi los primeros movimientos y su simpática presencia, fue un Fígaro de Agustín Lara, que despertó el frenesí
coincidieron ton fuegos artificiales y los ideal. por la elegancia, la contundencia vocal y
últimos con danzas coreografiadas por María Gallego empezó un poco floja el espíritu con que Carreras la lanzó al
Stephen Presión, lo que dio pie a la pre- como Rosina, pero luego fue afirmándose aire de la, pese a todo, cálida noche am-
sentación de un vestuario, dieciochesco y sacó partido de los aspectos líricos del purdanesa.
ahora, y de excelente calidad, totalmen- personaje como en el aria final del pri-
te distinto al del Alcesie del dia anterior. mer acto, delicadamente expuesta, y en
su gran aria de la lección de música. En- En su recital. Carreras hizo gala de una
rié Serra, como Bartolo, encajó menos en mezza-voce de una calidad y de una suti-
Clausura triunfal con el Barbero el personaje que en su reciente actuación leza que antes rara vez habíamos podido
de País ¡ello en La italiana en Argel, pero de lodos apreciar en él. Desgraciadamente, la for-
modos evidenció un competente estudio mación operística de nuestro público to-
El último espectáculo del Festival de davía se conmuevf preferentemente ante
Peralada constituyó, sorprendentemente, de los movimientos propios de un ancia-
no. Alfonso Echeverría, en el papel de el grito desgarrado de raíz verista, y por
un gran éxito de público. Era la primera ello, aun con la honda emoción de mu-
vez desde 1935 que se representaba en Ca- Don Basilio, cantó con voz homogénea
y timbre grato, pero no resultó convin- chos, fueron mejor acogidas las piezas
taluña la ópera de Paisiello, y aunque es acabadas con bravura que las mas exqui-
reciente su presencia en el Festival de Gra- cente como personaje. Secundaron bien
al conjunto Vicenc Esteve y Antoni Co- sitamente cinceladas por José Carreras,
nada, puede asegurarse que prácticamen- que se acreditó una vez más como esen-
te todos los presentes la veían por prime- mas en los papeles de los esperpénticos
criados, doblados con los pequeños pa- cialmente musical, además de excelente
ra vez. cantante.
peles de la última escena.
Esta ópera de Paisiello, aun siendo de-
cididamente cómica, tiene una parte im- Muy agradable resultó la labor de la or-
portante de carácter lírico. Patané insistió questa Solistes de Catalunya, que se mos- Roger Alier
en los aspectos bufos, a veces con cierta tró dúctil, transpareme, consistente en los
tosquedad voluntaria, como la presencia crescendi (también Paisiello los tiene,
del propio director escénico, vestido de aunque no sean tan evidentes como en
turista, que, cual Hitchcock redivivo, se Rossini) y eficaz como soporte de la lí-
dejaba sorprender en escena con un ma- nea vocal, bajóla batuta de Xavier Güell,
pa o bien regando con insistencia el pa- cuyos progresos son notables respecto a
raguas de Fígaro durante la tempestad. la Sabor similar desarrollada el año an-
El cuadro de intérpretes tuvo que lu- terior.
char denodadamente contra los efectos de
la tramontana. Sin embargo, la audición,
en general, fue suficiente y permitió en- El retorno de Carreras
juiciar la labor de los intérpretes, que, en c/Hutri*s. Í7 -.Tel.: « í I» *1
general, fue positiva. Eduardo Giménez Probablemente desde que Francisco Vi-
cantó su personaje de conde Almaviva Todos lu« dias
ñas cantó Lohengrinm el Liceo, hace jus- I < I H I C I CU dir«li>
(que ha representado numerosas veces) tamente cien años, no había habido otra
con soltura y noble linea vocal. El papel ocasión en la que un tenor catalán can-
es de tesitura bastante baja, pero el tenor De lunes a jueves > a las 2Í.J0: CICLOS
solventó todas sus intervenciones sin pro- tara ante tantas figuras de la realeza DE MI SICA CLASICA, dedicadas a un
unidas. autor, a un entilo o a un periodo de la
blemas y con su reconocida musicalidad, Misiona de la Música
a la que sumó sus dotes de actor. Algo Carreras apareció acompañado, como Viernes, sábados y domingos, dos acíua-
parecido puede decirse del Fígaro de Car- en el recital dado el mes anterior en Bar- ciones. a la< 20.ÍO y' las 23. JO
los Chaussón, a pesar de que el persona- celona, del pianista Vincenzo Scalera y
je de Paisiello tiene menos relieve que el ofreció una serie de canciones bastante
de Rossini. Chaussón, con su voz graia parecida a la de su primer concierto de
reaparición, con inclusión de piezas de

Scherzo 25
COMPA<
SPECI^

DECCfl

JS "ntmti
Sjmptemy Ne. 3í 'Luí' "OVATION" "CLASICOS DEL SIGLO X?
THE UAtiim OS *HCI£Kr MUSIC BERG: Concimo át tánun. 4 P l a n
BEETHOVEN: SinTonfa No. •
SulhetlandíHorne/Xing/Talveia pw> cluinelt > piano. Sonili p i n pnuu
Coro y O. F. Viena/Schmidi-Isserstedt Barcnboim/ Zukcrmany Pay/ Bou l a
CD4I77S5-2 CD 423237-2

MOZART: Aria de condeno BERIO: Cora


Kaiuwa/O. C. Viena/G. Fiícher Coro y O. S. R Colonia/ Btrio CD 423902-2
CD 417756-2
BRITTEN: Serenli purt Imof j Irompí
MOZART: Concierto p i n chuinHr LAA Ihimkucionet. Guii de orq. pan jo*«io
Sinfonía roneertante pan violfei y viola Teac/Clevenger/Giulini/Miue!
DF PpytríD t [ Oisinkh CD «23339-3
Maag/Kondrmhin • CD4IT7S9-2
H1NDEMITH: SJnlonU M . t i u d Pintor
MOZART: Sinfoni» Nm. 35 r 3* Multa pan cucnU y melilei- Conckrlo viola
Aiadcmy of Ancienl Munc/Hogwood Sleinbcrg/Bcnyamani/Barcnboim
CD 4177*0-2 CD 423241-2
IVÉS: Sinfoní» No. 4. Calnd Partí
RACHMAN1NOV: Coodalo No. 3. i Preludio* TrH hifireí en Nuevi Inflalem
Ash*enuy/O. S. Londm/Piwm • CD 417764-2 O. S BosLon/Ouwa/Tilson Thomu
CD 423243-2
SIBELIUS: Flnbndb. KireUa • Tapiohi. En Snt>
O Phillurnionii/Aihkciuiy • CD 417762-2 Digital L1GETI: Concierto de c i n u n . Ranilkirtaoa
Cuarteto No. L Aventaim, Lili Artera*
STRAVINSKV: PttnicWu. U ConupacMn BoiHez/CuartetoLaSalle • CD 423244-2
O. S. Delroil/Domi • CD4177SS-2 DigiUl
NONO: Como mu olí. Soflerir ondf serene
VERDI: Alai, Hlccclón Conlrappunto dnikrtlko allí vente
Tcbaldi/Bcrgonzi/SinliúDalúylCanJBn Taskova/Pollmi/Aboado/Antonellim
CD 417763-2 CD 42324Í-2
CONCIERTOS PARA TROMPETA de HAYDN, tu. SCH&NBERC: Noche Trandipinidi. Trio
Suingevi Wilbraham/Academy/M*rnner Cuando LaSallt • CD 423250-2 Digital
CD 417761-2

"GALLERÍA"
BACH, VIVALDI: 4 Cunckrtof para iiotn
D e l Oulrath/Ooostns * CDJÍ9Í55-2

BEETHOVEN: S o n t a Not 17 y »
Ktmpff • CD 419857-2

BEETHOVEN: Coaeiena Not. I j 1


KcmpffíO F. Bcrlln/Lcitncr • CD419*56-2

BIZET: La Arisiana, Carmen: miltn


O S. Londres; Abbado • CD 423472-2

BRIICKNER: Sinfoni* No. 7


O. F. Viena/Bohm • CD 419858-2
T DISCS • i Symphofiy No.7

, PRICE

PHILIPS DEBUSSY-RAVEL
Oualuofs 3 cordel
QUARTFTTO ITALIANO
MENDELSSOHN: Suiíonia No. 3. Hebridu BACH: 2 Cootlotiu. vioüp. Conc. 1 noltan
O. F. Berlín/ Karajjn • CD 419477-2 Suryn£/ Hasson / Acadony/ Mairincr
CD 423250-2
MOZART: Serénala No. 7 "HaHner"
Brand.s/O. F BcrlLn/Bahm • CD 419866-2 VIVALDI: M ú i k i Sien complcn, >ol. 1
Solisiai/Coco Alldii/English Ch. Orch./Ncgn
RESP1GHI: Aria j Dunas andfiiai CD 420649-2
O. S. Boston/Oiavra • CD 419868-2

S1BELIUS: Concierto pan viotin


Finbndta. Tapióla
Fcins/O. F. Berlín/Karajan • CD 419871-2 "SILVER LINE":
TCHAIKOVSKY: Sinfonía No. *. Capricho BACH: SuHo orquaUla Not 1 , 1 ) 4
O. F. Berlín(Kjirajan • CD 419873-3 English Chambcr Qrch 'Leppard
CD42OS88-2 • MC 43OSSt4

BACHt Su*' No. 1.1 Cono. tloUn. Conc. triplt


Onimiaux/J- L G. Asensio/Adcney/Lcppaid
ÁLBUMES DE PRECIO MEDIO: CD 420889-2 • MC 420889-4
BACH: k» t Condutal d i Bnndtmnuito • EETHOVEN: Conciertos Nos. 1 y I
y l u 4 Suito orqunula Brendel/O. f. Londin.'Haiilnk
EnghshConcert/Pinnock • 3CD 423492-2 CD 420*82-3 • MC 420882-4
BACH: la Obn p u t vtolfci •ola BRUCKNER: Sinfoxi» No. 4 -
Miisttin • 2CD42J294-2 O. Concertgebouw/Hailink
CD 420881-2 • MC420B8M
BEETHOVEM: l a « Siirfontai. i Obertura!
Solisui/Coio y O. F. Vitna/Bemsttin DEBUSSV. BAVELt
6 CD 4334ÍL-2 C. luluno • CD 430894-2 MC 42OW4J
BEETHOVEN: I* Obn pan ifolfa , piano DVORAK, SIBELIUS: Candcrtcn pura
Mcniíhin/Kempff • 4CO4I5879-2 Accaido/O. Concengtbouw/O. S. BBC/Divu
BEETHOVEN: la Obn fmn ttOo j ptano CD 420895-2 • MC 420895-4
Founüer/Kcmpfl • 2CD4I3W-2
DVORAK, TCHAIKOVSKY: Sncnatai
BEETHOVEN: I » Trio» con piano English Chamber Orcheiiraí Lepptrd
KempnVSicryng/FoumKr • 3 CD 415879-? CD 420883-2 • MC 420883-4

BRAHMS: ba 4 SktfoaaH. I Obtm. Variaoono HOLST: L M P l l M a


O. F. Vicu/Bcnuum • 4CD415570-2 Dignal Coro Alldii/O F. Landres/Hailmk 1IENRYK
CD 420893-2 • MC 420893-4 SZEKYNG
HAVDN: lot * Caattctoi OB. Tt
MENOELSSOHN: slnfonaa Nat. i j í I.SiSAOll
Cuando Anudcui • 2CD41ÍU7-I HE V1OUN
O. F. Londres/Haiiink
CD 420884-2 • MC 430884-4 :ONCERIDS
MOZABT: l a t Cuuiaoi <M<CHI« • D\\. \K3UN-
Cuantío Meloi • 3CD4IÍ87O-2 KONZBÍTE
MOZART: Coáctalo pan (hiiU ) upa
MOKART: h» Cuuitu» tt cacrdi «vnptrlm Andante y Coscieno para flauta
Cuanclo Amadeiu • 6CD 423300-2 C. Momeux/Elhs/Audemy/MarnncT STAIMÍTIN-
CD 420880-3 • MC 420880-4
R. STRAUSS: Obra orq~>ula lfíNfV11ü
SlMÍRINfS
O. EiUUl Dnsdc/O. F. Berlin/Bohm
3 CD «234M-2
ACTUALIDAD

Confirmaciones y decepciones rop y la pobre condición técnica de la


gambista Anneke Pols. La pureza del
flautista Wilbert Hazelzet, el correcto
acompañamiento al clave de Jacques
Ogg y la bella sonoridad del violonce-
l Curso de Música Barroca y Ro- mundo, la.-. Piezas en ¡a mayor de Mou-

E cocó ha vuelto felizmente este lon. En parte decepcionante el concier-


año, iras la experiencia del Tea- lo de Kenneih Gilbert (I7-VII1), que
tro Albéniz de la pasada convocatoria, proponía obras de Louis y Francois
a su sede acostumbrada de San Loren- Couperin y Bach. El clavecinisia cana-
lista Wouter Móller, que tocó una
magnífica Sonata en re mayor también
de Telemann, compensaron al menos
parcialmente las deficiencias señaladas.
zo de El Escoria!. La labor que se vie- diense estuvo irregular, con un sonido El programa de Isabelle Poulenard,
ne desarrollando en estos cursos, que no homogéneo, instantes expresivos y soprano; Paul Goodwin, oboe; Ma-
ahora han cumplido su primer decenio otros gélidos, logrando pasajes muy rianne Muller, viola da gamba y Emer
de vida, es desde luego positiva y me- hermosos junto a momentos decidida- Buckley, clave; (18-VIII) encontró sus
recería un más decidido apoyo de las mente feos. mejores momentos en el canto, afina-
instituciones oficiales. Sin embargo, se Los 6 Cuartetos de París de Tele- do, estilista y comunicativo de la pri-
aprecia en la vertiente pública de los mann (19,20-VIII) conformaban en mera. G~óodwin tropezó con enormes
conciertos una cierta fatiga, algo así co- principio dos sesiones de gran interés,dificultades en la Sonata en sol menor
rno si hubiera un limite infranqueable que una vez en la práctica no lo han si- de Bach, transcripción de la BWV IQ¡0
a la calidad global. Dos o ires nombres do tanto. Las obras mismas son una para flauta, pero logró reencontrarse
punteros acaparan casi todo lo que de prueba de que la capacidad inventiva como instrumentista de calidad en el
sobresaliente acaece en el Real Coliseo. de Telemann no era ilimitada. El enten- Concierto XIV de Los Gustos Reuni-
El resto va de lo aceplable sin más a lo dimiento a la hora de hacer música de dos de Coupeñn y la cantata, con oboe
declaradamente malo. Esta diferencia cámara de los intérpretes fue lo más obligado, Pan el Syrinxde Montéclair.
ha sido muy acusada en el X Curso, gratificante de los conciertos. No obs- Marianne Muller reprodujo muy por
uno de los de pulso general más débil tanie, éstos se vieron lastrados por los debajo de sus posibilidades las Piezas
de los últimos años. La cuestión de fon- problemas para afinar —mayores el se- en so! mayor de Marais. El Ensemble
do es, naturalmente, presupuestaria, gundo día— de la violinista Alda Stuu- Baroque de Mateus (21-V1II) dio un
como lo indica bien a las claras la concierto bastante mediocre, del
renuncia de los organizadores a edi- que cabe sólo resaltar las buenas
tar esta vez el tradicional libro con formas estilísticas, no tanto ya las
la programación total. técnicas, que mantiene la violinista
Dejando sin citar loi conciertos Marie Leonhardt, así como la per-
primero y último, por inasistencia sonalidad musical y conocimiento
del firmante, efectuaremos una rá- del clavecinista Ketil Haugsand. Las
pida mirada panorámica, no crono- indudables facultades de Kees Boe-
lógica, sobre el evento esc urial en se. ke (24-VIII), flauta de pico, se vie-
Los dos únicos conciertos que res- ron empañadas por su propio so-
pondieron a lo que de ellos se espe- nido, no siempre limpio, la dudosa
raba se debieron a músicos españo- calidad de algunas de las piezas es-
les: Jordi Savall (23-VIII) y José Mi- cogidas y la contribución del arbi-
guel Moreno (26-VIH). Savall dio trario clavecinista Glen Wilson, que
un excepcional recital, digno del pri- a solo tocó de manera inconexa pie-
mer gambisia de nuestro tiempo. zas de Couperin. Wouter Móller,
Pasó por algún apuro de afinación que se brindó a realizar el bajo de-
en la Sutte en si menor de Marin sinteresadamente, animó notable-
Marais, en especial en los compro- mente la primera parte del con-
metidísimos compases iniciales del cierto. Konrad Hiinteler (25-V111),
Prélude, pero se centró ya en Le Ta- flauta travesera, conocedor de las
bieau de 1'operatíon de la Tailíe, que peculiaridades del estilo de la flau-
tocó con fino humor, para dar en la francesa barroca y siempre ágil,
la Sutte d'un gaüt eiranger una emborronó por desgracia demasia-
muestra de sus al parecer inacaba- do a lo largo de la velada. Tuvo a
bles recursos ante las infinitas exi- su lado al correcto laudista, pero de
gencias de Marais. Savall, instru- corlo volumen, Stephen Stubbs y al
mentista consumado, es sobre todo gambista Rainer Zipperling, poco
un músico profundo y emocional. menos que impresentable y simple-
Rinaldo Alessandrini le acompañó mente insufrible cuando se atrevió
bien al clave y puso de manifiesto como solista con la pieza Tombeau
su precisión en las piezas de Cou- pour Mr. Sainte Colombe de Marin
perin y Royer que interpretó en so- Marais.
litario. José Miguel Moreno, si bien
con más roces de lo que es norma Enrique Martínez Miura
en él, derrochó musicalidad y domi-
nio instrumental, tañendo lo mismo
el laúd, al que extrae un sonido por-
tentoso, que la tiorba. Excelente su
Suile en re mayor de Weiss y admi-
rables, por la forma de otorgar sen-
tido a este un tanto intrincado Jtirtii Su valí MARIÓN KALTEH

28 Scherzo
ACTUALIDAD

Brillo deslumbrante
Por el mismo camino Mullid. Tcairu Real. 8-1X-88. Schubert. Sinfo-
nía n." 2. Schoenberg, Sinfonía de Cámara n." /.
Wagner, Iragmenlosde El ocaso de tos dioses- Fi-
Con la celebración del V Festival de larmónica de Nueva York. Director: Zubin Mehta.
Otoño de la Comunidad de Madrid
(24-IX/4-X1) viene a confirmarse la cla- La brillantez, ese rasgo característi-
ra dualidad existente en esta manifesta- co de las mejores orquestas norteame-
ción. De una parte, unos pocos conciertos ricanas, ha sido la impresión dominante
sinfónicos y recitales ofrecidos por for- dejada por e! concierto de la Filarmó-
maciones, batutas y solistas de renombre nica de Nueva York. La orquesta, una
mundial, que se llevan un considerable de las más antiguas del mundo que se
bocado del presupuesto del Festival. Nor- conservan en activo, es efectivamente
malmente en ellos se proponen obras de
repertorio y es también ley general que una formidable maquinaria de hacer
tengan a Madrid capital como sede. De música. Pero la excelencia de las eje-
la ofra parte, los planteamientos son mu- cuciones no ha estado, al menos esta
cho más modestos, en lo estético y en lo vez y con la excepción que veremos, al
económico, aunque como contrapartida servicio de un pensamiento musical de
hay más novedad e imaginación en la se- gran profundidad. Zubin Mehta, no se
lección de las piezas. De este tipo son ma- pone en duda, es un músico serio que
yoritariamente los espectáculos que conoce todos los entresijos de su ofi-
pueden verse fuera de la villa y corte. cio, mas no siempre acierta con el to-
La habitual fuerte apuesta sinfónica del no o el estilo de las obras que dirige.
Festival se centra este año en la presen- Además, el programa que le tocó en
cia de la Filarmónica de Berlín. Es una suerte a Madrid en esta gira de la cen-
lástima que no haya podido contarse con turia estaba realmente mal construido,
Karajan. El todoierreno Maazel será con unas piezas que se limitaban a fi-
quien dirija los dos programas, no muy gurar unas al lado de las otras de la ma-
trillados pero tampoco prodigios de in- nera más incoherente posible. La lige-
ventiva: Mozart, 39.a; Bruckner, 7."/ reza y tersura de sonido de la cuerda
Mendelssohn, Obertura del Sueño de una se puso de manifiesto en una Segunda
noche de verano; Beethoven, 8.'; Proko- schubertiana vista por Mehta a través
fiev, 5. °, No desdeñable, desde luego, la
actuación de los excelentes conjuntos, co- de un prisma romántico, no muy exa-
ro y orquesta, de la Onera del Estado de gerado pero que no casa con el autén-
Baviera. El serio artista que es Wolfgang tico aliento de la obra. La capacidad de
Sawallisch ha escogido para este concieno diálogo de las familias instrumentales
la monumental, a veces discutida. Misa Luis de Pablo fue un acierto de esta luminosa versión.
Solemne de Beethoven. Se contará con un Lo mejor del concierto estuvo, sin pa-
buen plantel de cantantes: Lucia Popp, to, conmemorativo de la muerte de Carlos liativos, en la sensacional recreación de
Marjana Lipovsek, Peter Seiffert y Theo 111 e inaugural del Festival, cuenla asimis- la Sinfonía de Cámara n. " I de Schoen-
Adam. mo con la Ritiraia según Berio y una Suite
de La Clementina del propio Boccherini, berg. Aquí Mehta dio de lleno en la dia-
Una importante baza se apunta la or- cuya inclusión no parece muy feliz, pues na conceptual, obteniendo una versión
ganización al traer de nuevo a Madrid al la obra completa pudo verse escenifica- equilibrada, prodigiosa en cuanto al co-
genial pianista italiano Maurizio Poliini, da en otra edición del Festival. Mejof hu- lor y con momentos de intenso lirismo;
quien, además, ha demostrado con su be- biera sido recuperar un título distinto del en realidad, la escandalosa composi-
llísimo programa cómo pueden atender- madrileño de adopción. También bajo la ción del inventor del dodecafonismo es
se la tradición y la música de nuestro advocación del rey borbón se prevén con- de un romanticismo paroxístico. Los
tiempo: Brahms, 3 Intermezzi; Schoen- ciertos en varias localidades de la Comu- músicos de la Filarmónica neoyorqui-
berg, 5 Klavierslücke; Stockhausen, 2 nidad de los hermanos Moreno junto a na se portaron como solistas de gran ta-
Kíavierstücke; Beethoven, Sonatas n." 23 Chiara Banchini y Rainer Zípperling. lla. Las cuerdas locaron con una
y 24. Con Teresa Berganza se cierra la nó-
mina de grandes del Festival. Su concier- porLaeste ópera es un mundo dejado de lado
V Festival de Otoño. Lo que más
afinación irreprochable y todos inter-
to, cuyos resultados globales dependerán se le aproxima pretaron oyéndose mutuamente. Meh-
también del juego que dé la Orquesta de tro Musical queesseelmontará espectáculo de Tea-
en el María
ta ordenó estos materiales logrando una
Cámara Reina Sofía que dirigirá David Guerrero con obras de De Pablo, transparencia admirable en una obra
Parry, comprende páginas de Haendel y Centle y Berceuse, y Berio. Melodrama. Very
que puede llegar a ser impenetrable. Lo
obras españolas. Esta producción del Festival, que tiene a escuchado de El ocaso de tos dioses,
¡roteado y fuera de contexto, no luvo
Ya a otro nivel más terrenal, pero no Nasrawi, Clapton, Pérez-iñigo y von Os-
sin interés, se encuentran otras iniciativas. ten como solistas vocales y contará con mucho sentido en un planteamiento cri-
Muy significativo, y debería incidir se aún un grupo instrumental, supone una inte- tico riguroso. Especialmente desafortu-
más en esto en el futuro, es el encargo de resante novedad entre nosotros. José Ra- nado el enlace de la Marcha fúnebre
una obra a José Luis Turina, del cual ha món Encinar será el director musical y con el final. Mehta, tendiendo al efec-
resultado su Concierto para clave titula- Pierre Audi el escénico. tismo, extrajo poderosísimas sonorida-
do Variaciones ydesavenencias sobre un El Festival del primer quinquenio cuen- des de la orquesta, que en estos
tema de Boccfterini. Lo habrán estrena- ta con algunas novedades, como es el pa- pentagramas wagnerianos dio un ver-
do cuando estas líneas vean la luz Pablo trocinio oficial de una empresa privada dadero recital de sus recursos.
Cano, la Sinfónica de Madrid y José Ra- (Amper), o la reconstrucción del carillón
món Encinar como director. Este concier- del Monasterio de El Escorial.
E.M.M.
Scherzo 29
ORQUESTA Y O
DE I
TEMPORADA 1988/1S

1SolMi
a. S, » (tauhn: I9SÍ

Jesús Ixípez Cobos


Htatadi U n , .Mai
5 25, * . 27 Sa

Coro Nacional de España


riman- J a ú s López Cobos
9 Orquesta Sinfónica de Euskadi
Gabriel Ouniva
MndAukn Otwuin y LsifUE úd-Sudki de Lina iwdv dr SobaK F l i Ap, dgh
Cfluenu pon iHulin y wquestt GEI Mi mmot. Op. 64
Sudona íiúm. } en LÍ mena-, Op 5
p n viofc, piav y «quals en
*n Mi bemol ID*W3Í '
•pulo Fn_. h_iun

2 1 . 1 6 Novxmtmi lies
10 Joven Orquesta Nacional
Sutau.

HJ4I
M B I
Jesús López Cobos
A I B SqiMc M t M , v U h

' Sinlorua num 60 en [)D mayot "E diwwlo"


' Concicfto pan viodn y onqueaa jium I en Re
rain» 21
T o r u n o pan notan j orqucBa en He imyot
El í l F o ( 1910)
6 U " Dranhrr I9S

WaJterWefler
de España
Edmon Cokmter
Dand de 1» fuiuk de "Oteo y E u a i n '
SirdorÉa uím. S ai HE Qta>orr K. 504 ~P
liacnnfdkj or "(iírjrao»"
^ Op SO

" Corado jmn mpa y aquali & alada

3
(imnnn ^«btksaj
Cjmdmo p m JMIIO y «DucHa nüm í cu S4i
mrwtOp. 11
Srtmla rMm i m Si hemoL Op. 55
11Dmcuv-
¡1. ü. 29 E n m L9»W

Orquesta Ciudad de Barcelona


Franz-Paul Decker
C

7
SnHU>
Vakii Otnkk, Muta
9, JO. I r DvemCn JWS
Muta Orin, * 4 * H »
Snlotua c a n i l l a * pan 'FUIDL 'pida y
Mi tamul K. MI
Stfiionia ruim í ai Ha láVDudo moio

RifawJ» pomjgwH p e * puna y orqucDi

Cnnmta' p n mxnpa y ccquHti nuin 2 m Mi


bemol itupnr
SudaiA nún ^<n FlItUyac Op 7h 12 Orquesta Sinfónica de BAao
José Ramón Endnar

4 IBr 19, 70 Noviaiibfc I

or Junidd Hirolumi 8 >6, J7, E8 DwMnfwT 1^88


Unto*
(HIOILIIB dr 'I ai od»aa jraon"
í nrmu> [wa piano y nqu^u

p i n vtDtD j D J Re rmVDC Op V
R a b d Friihbwk de Burdos
SciToma nüm. 4 en Mi mmur. Op flU

Corpui í I n u en Sevila 13 IU II. IIFrtmu IW)

Coro Nadoml
Jesús López Cobos
Há H l ,uto

infinta •úm. « ai Sol UBUK. K U0


Connoto pata obof y orquesurn Do mayor. K 314
" Condeno para oboe ) orqucua
• Calino Xiil

MINISTERK
RO NACIONALES
SPANA
) AVANCE PROGRAMAS

14 17. 18, 14 Febrero l

Jesús López Cobos


18 17. 1!, 19 Mano IW9

Coro Nacional de España


Johannes Moesus
23 28, S . » AhJ I9S9

cwior Waher Weller

Concierto pira vtolln > onjucU" nura. 5 í


' Contiena Ü n l i KHB, n»a«upraiw Limiyor K I I 9
Sombrtrod* Ifts pKOí mpJcul SinfonLA núm. 4 rn Re menor
Dmifhi liHmcf, bajo
LUH Alvwe*, tyo

24
Km» a JMwminir

15
PUAII niiji S u Juan, BWV MJ S. b. 1 Mayo 1989

24. 25. 26 fiBroo 198»

Isaac Karabtclievsky
Frudaco CwaelohL pÜBD
Adagio p u i i:uerdt. Op. 11
Gnndl haniana paiji puno v oiqimu "Homemic a
19
Direoor.
Sol m i
f MffQ r 1.3 Abril I98fl

Cristóbal Hattfter
Waher W«Uer
t*ri H. MnaiDVM. pi

* Conicrlu púa di* piUKH y o n p m a


Sinfonía núm.tten Fá nuyor. Op *ti

ÜDHH VnUOr Une Op.40 • Obertura

25
* CoiKtfEtir p a n orqima núm 2
Cuadra* de
H. IIHni l«fj

16 V O Uirro 1969

Coro Nacional de España


20 TL B, 9 Abril l

Director OtlHaT S U t l l í r
Coro Nacional de España
Jesús López Cobos
OmrS
' Obenuri de KCuulHlrH
' Cumxrio puf vioün y orqurail núm. 2 en
Escolanli NucsCnt Señora del Recuerdo ObíRuii de "Uu bobu dr F-ipri R
Carlos Kalmar Cwrpc*eno pvt piuw y orquoi"
Op 54
• Sinfonía Auto. 4 « Do mayor

" OHiCKrlU p«r« uioJonchclo y Dn|U«l en


Mi mrnuE Op 35

21 Otmar Suitncr
26 Diwcior
Sotan
19, JO, ¡ I MÍVO IÍS9

Jesús López Cobos

F m t Pebf Z ' Pnrhjdjü hnfAcuco p i n arqumi tilto


' Contieno pira vwloncndo y oiquaCA en
Sol menor

17
Corarlo ona vxriin y oroueu en Re imw.
Op fil * EtefU. p ú a viokaacheki y arquen*. Op- 7*
Sinfonía núm. 4 en Mi nuynf ~RmnáeIlcaH * l ' u m n o ~1> 1I Eouerre de La do«xUa~
10, U, 12 Mv*c 1 (vemün p ú a oiqueAB de cuerda)

Coro Nadonal de España


Gerd Albrecht
-PMI Oyin' Op. a
22 21. a 23 Atril 1 1

Coro Nacional de España


Víctor Pablo Pérez
C."
• Primera vez por la ONE
• • Estreno absoluto.
La prójuma lemporada 1988-89 de la Orquesta
y Coro Nacionales de España tendrá lugar en la nueva
sala de concuños, ubicada en la calk Principe de
Vergara de Madrid.
Pratofln Sun T a m i l ILyí". Op SO
SinedK Ene avanor a Miaceptible de modiiiciaon
Dnnk • Te DUIDL Op. 10]
• Vai Cram. Op. S7

Contfpauociniode IBERDUERO
III
* CULTURA
s T * U MJSJG}
ACTUALIDAD

Otra temporada sin grandes batutas


a temporada de conciertos de la Falla, Bernstein, Bruch, Ivés, Mahler,
L Orquesta y Coros Nacionales de
España que va a comenzar en el
presente mes de octubre posee el encan-
Monn-Schoenberg Fauré y la versión
para orquesta de cuerda realizada por
Mahler del Cuarteto «La muerte y la
to inicial de que la sede de estas dos en- doncella» de Schubert. Como se verá
tidades se traslada definitivamente al nada especialmente llamativo en cuan-
nuevo Auditorio Nacional. Han queda- to a auiores se refiere, salvo el estreno
do atrás, pero no olvidados, los serios del Concierto para oboe y orquesta de
conflictos que planteó el discutible sis- iturriaga 0 el raramente escuchado Sal-
lema de abonos que ha causado no po- mo XIII de Zemlinsky, o el Quijote de
cas decepciones. Lo que ocurra a lo Gerhard. Falta, como siempre, un hi-
largo del curso dentro del flamante lo conductor de la programación que
Auditorio lo iremos viendo semana a tampoco se observa en el resto de los
semana. ciclos en los que intervienen directores
invtiados, uno de los puntos más débi-
Sin embargo, a la vista de la progra- les de toda la programación. Grandes
mación que se ha dado a conocer, de- batutas, ninguna; hay, eso sí, directo-
bemos hacer algunas reflexiones para res con oficio, como Walter Weller o
que sepamos desde el principio a qué Gerd Albrecht o quizá algo más pun-
atenernos. Además de los tres concier- teros como Otmar Suitner.
tos inaugurales previstos para celebrar A. ML'NOZ
la apertura del Audiiorio, la programa- Algunos de los directores invitados G Albrecht
ción está integrada por veintiséis con- son, para quien suscribe, completamen-
ciertos, divididos en tres ciclos te desconocidos, como Jun'ichi Hiro- sobra que la Orquesta precisa del con-
solamente a efectos de abono. El titu- kami o Nicholas Cleobury. Cabe supo- curso de estos maestros que modelan
lar de la orquesta, Jesús López Cobos, ner que el presupuesto global de la Or- el estilo y la clase de cualquier agrupa-
la dirigirá en siece ocasiones, y podre- quesia y Coro, que ronda los J .400 mi- ción sinfónica. Nada de eso nos vamos
mos oír obras de Mendelssohn, Haydn, llones de pesetas, no es súdente para a encontrar en este curso. V se va a no-
Mozart, Stravinsky, Shumann, Itu- contratar a grandes bal utas, pero nues- tar. Tres Orquestas invitadas actuarán
rriaga, Zemlinsky, Gerhard, Castillo, tros responsables musicales saben de durante el ciclo, además de la Joven
Orquesta Nacional de España (en la
que existen depositadas esperanzas co-
mo vivero de futuros profesores de la
one); se trata de la Sinfónica de
Euskadi, dirigida por Gabriel Chmura;
la de la Ciudad de Barcelona, con el ve-
terano Franz Paul Decker y la Sinfó-
nica de Bilbao bajo la batuta de José
Ramón Encinar.
Tampoco el panorama de los solis-
tas que intervendrán en el ciclo resulla
especialmente llamativo; destaquemos
algunos nombres: Anne Sophie Mutter,
que interpretará el Concierto para vio-
tin n." 2 de Mozart; N. Magaloff que
tocará el Concierto n." / de Chopin;
Barry Tuckwell, eximio trompa que in-
terpreiará el Concierto n. ° 2 de R.
Strauss; Heinz Holliger, el Concierto
para oboe de Mozart y un estreno de
Iturriaga y Rost ropo vite h que se encar-
gará del Concierto de violoncello de C.
Halffter. El resto entra dentro de los
limites de la normalidad más absoluta.
Cuando esle número de la revista esté
en sus manos, el telón estará próximo
a levantarse. Los defectos apuntados en
la programación, que lo son y serios,
se podrán olvidar si musicalmente los
resultados convencen. No adelantemos
acontecimientos ni seamos agoreros.
Tiempo al tiempo.

H'a/ier He/ler A. MUÑOZ Gerardo Queipo de Llano


32 Scherzo
ACTUALIDAD

Cambiar hoy de lugar para quizá cambiar


mañana de costumbres
I ndudablemente va a ser este un
año de cambios para la orques-
ta de R.T.V.E. y, aunque para
remontar la crisis que dicha agrupa-
Acertada la inclusión de La Crea-
ción de Haydn, que dirige Joó.
Mahler se nos pone muy Wunder-
horn. Dos sinfonías de juventud,
ción atraviesa deban moverse las una de ellas programada junto a
más variadas piezas en forma mul- una obra de encargo para nuestra
t i lineal, en algunos de estos cambios orquesta, firmada por Bertomeu;
es relevante la sola cita. Si drástica directores, Ros-Marbá para la 2.°
es la medida que afecta al cambio Sinfonía y el nuevo titular para la
de titularidad de la batuta rectora 3. ". Por su parte, Antón Bruckner
de la formación —Joó por Gómez se verá representado por su obra
Martínez—, también es mucho más más madura y profunda: la Octava
que circunstancial el cambio de re- Sinfonía, con dirección también a
cinto por el que el Real cede el tes- cargo de Ros-Marbá. Por último, el
tigo al singular Tealro Monu- monográfico dedicado a Messiaen
mental. con la visita del antiguo titular
Odón Alonso, deberá ser coser y
Todavía es muy pronto para pro- cantar para un público que ya co-
nunciarse sobre la mayor o menor noce gran parte del San Francisco
competencia de Arpad Joó como de Asís.
músico —pese al vigoroso Kodaly En lo que atañe a los intérpretes,
que ofreciera como director invita- r. Arpad Joó tendrá a su cargo la di-
do poniendo fin a la temporada pa- J rección de ocho de los veinte con-
sada. En relación a su predecesor • ciertos que integran la temporada;
parece evidenciar en sus declaracio- a despecho de sus muy amplias y
nes un mayor interés hacia la música Arpad Joó elogiables miras le esperamos, sobre to-
contemporánea y un amplio abanico es- do, en el Concierto para Orquesta de
tético, que incluye toda suerte de mú- la jornada con la inclusión de una dul- Bartók y en la Sinfonietta de Janacék.
sica llamada culta y abraza las causas zona misa de Charles Gounod. Antoni Ros-Marbá, una baiuta muy
de la música folklórica y del jazz. Como compensación, frente a este apreciada por el público madrileño en
¿Y el repertorio? Aquí los cambios despropósito se nos ofrece una notable los últimos años, es el principal direc-
son menos evidentes, por más que el hornada de conciertos de un razonable tor invitado de la orquesta, en cuatro
programa de la temporada 88-89 apa- equilibrio. Desde el típico de sello vie- conciertos en sus manos, todos ellos de
rezca cargado de insinuaciones. En nes que agrupa a Haydn, Mozart y interés. Los solistas instrumentales no
cualquier caso hay un cierto equilibrio Schubert, hasta el eslavo de Smetana, tienen gran gancho, pero en algún ca-
fundamental y deseable entre los reper- Dvorak y Prokofiev. Ambos son ma- so, como el de Bruno y Colom, son
torios centroeuropeo y francés, con es- teria para Joó y en el segundo se ha nombres muy valiosos. Junto a nues-
casez de obras italianas y menos música programado el Concierto para cello de tros valores un cabeza de serie de las
eslava de la que cabía esperar, ya que Antonin Dvorak, que contará con la últimas remesas soviéticas para el Con-
el nuevo titular —húngaro— no quie- presencia del veterano János Stárker. cierto para piano de Tchaikovsky:
re que se le conozca como especialista El más valiente, sin embargo, es uno de Gavrilov.
un tanto restringido a obras nacidas en Ros-Marbá que ha atrapado en un mis- Entre los solistas vocales, posible-
estas latitudes. mo programa a cuatro figuras indepen- mente la joven Cuberli será insuficien-
La inteligente renovación del reper- dientes, vivas o desaparecidas hace po- te vocalmente para desentrañar todas
torio parece siempre una asignatura co: los compositores Maderna, Britten, las implicaciones de las canciones ra-
pendiente del mismo curso al que per- Ohana y el catalán Benguerel. velianas de Scheherazade, pero de en-
tenecen el aumento del número de en- Abundan los conciertos monográfi- trada resulta muy plausible, por su
sayos para las obras más complejas o cos. Uno dedicado a Cristóbal Halffter equilibrio, el reparto previsto para La
la mayor atención al capitulo de las gra- dará a conocer al público de su país el Creación integrado por Laki, Perry,
baciones de radio y archivo sonoro. reciente Concierto para piano, con in- Hill, Hoelle y Thomas. Nos visitará
En cualquier caso, la programación tervención de Manuela Caro y dirección también un grupo de incuestionables fi-
de esta temporada se distingue por un del propio autor. Mendelssohn y Vi val- guras femeninas, centrado en nombres
mejor criterio de selección de cada obra di tendrán también sendos monográfi- como Auger, Miltcheva o Rysanek. La
en su relación con las demás que inte- cos, cuya música relativamente infre- clausura solemne tendrá lugar el vier-
gran el concierto. Hay menos dispara- cuente se encargarán de sacar adelante nes 16 de junio con un primer acto de
tes que otros aflos en este sentido, Sergiu Comissiona y Vittorío Negri. El La Walkyria a cargo de Joó y con la
aunque siempre existen excepciones y dedicado a Berlioz reúne al un poco colaboración vocal de Siegried Jerusa-
la más clara puede ser el programa que académico Harold en Italia y a esa ma- lem, y la mencionada Léonie Rysanek,
interpretará David Parry y en el que, ravilla que es Romeo y Julieta —¡Sólo una soprano casi anciana, pero con la
tras una obra de Jordi Cervelló y otra fragmenios!—, obra en que al interés suprema experiencia de haber dado a
composición del jovencísímo alumno arquitectónico presente en este autor la escena las mejores Electras y Sie-
de Messiaen George Benjamín (1960), viene a sumarse una mucho más infre- glindes.
termina desbaratándose el equilibrio de cuente originalidad melódica. J.M.S.
Scherzo 33
CBS MASTERWORKS
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•reludios y Fugas para órgano Sinfonías N.° 1 y 2 Concierto para piano Sonatas para viohn y piano
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flYK44722 Bruno Wnltar Rudolf Serkin. piano Zino Francescattf. violin
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'est Sida Story: Danza* Sinfonía N.° 4 pare violin. violoncillo Sinfonía n.° 88
endide. Obertura Obertura Trágica y arnuatta Sinfonía n.' 100 "Milrtor"
TI ttia Town: 3 spiíodioi Orqusits Sinfónica Columbia S C H U M A M N Concierto Orquesta sinfónica Cotumbia
ti trie W«t«r Fronti S«it» Bruno Walter para piano Bruno Waltar
I armonice da Nueva Vork MYK44778 Z. FrancaacatH. P. Foumiar, MYK44777
»onard Bamstain E. litomln. O. S. CoJumbia
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nfonía 39 Filarmónica de Nueva Yortt RACHMANINOF Cabálgate de Iss Valkvriaa.
rquaata Sinfónica Columbia Laonard Bemstain Tres Preludios para piano Murmullo! dsl boiqua.
uno Walter MYK44770 Gary Grarhnan. piano Marcha fúnebre de Sigfrido...
VK44778 Oiquasta ds Clavaland Orquaata da Cleveland
Gaotga Sietl Gaocga Siell
MYK44772
MYK44769
ACTUALIDAD

Wolfang Sawallisch:
Maurizio Pollini; solidez germánica
pureza, incandescencia y rigor
Pocos artistas tan esperados en Ma- da del Chopin, se ha convertido en un
El omnímodo responsable de la Ope-
ra del Estado de Baviera —director ar-
tístico desde 1971 y también intendente
drid, desde aquella prodigiosa actua- instrumentista dotado de una técnica desde 1982— es una de las batutas más
ción suya de noviembre de 1979. como casi infalible, en un intelectual de altos sólidas, serias, precisas y solventes del
el pianisia milanés Maurizio Pollini. vuelos, en un artista maduro, introspec- actual —cada vez más opaco— firma-
Ahora nos lo trae de nuevo, para lo- tivo, concentrado de poco más de seis mento de la dirección orquestal. Sawa-
car en el mismo escenario del Real, el lustros. llisch, nacido justamente en Munich en
Festival de Otoño. La visita se produ- Su vuelta a los ruedos es acogida cla- 1923, es una gran autoridad que domi-
ce en un momento de máximo esplen- morosamente. Se percibe pronto que na muchos campos. Destaca tanto en
dor del instrumentista, cuando, a los 46 los años de retiro han servido para al- la ópera como en la música sinfónico-
anos, se encuentra en la cima de su ar- go. Pollini consigue, y día a día aún lo coral o en la propiamente sinfónica. Es
te, en su plena madurez, en posesión de suele demostrar, el mayor rigor inter- asimismo un consumado pianista, co-
todos sus medios, que son muchos. pretativo a través de la mayor de las laborador de los más notables cantan-
Es curioso —aunque no único— el austeridades. Posee un sonido de extra- tes de los últimos tiempos, Fischer-
caso de este músico. Obtiene por una- ña y diamantina pureza, una impeca- Dieskau entre ellos, que ya dio mues-
nimidad, en 1960, el primer premio del ble digitación, una modélica pulsación tras de su habilidad al ganar en 1942
concurso Chopin de Varsovia, cuyo ju- y juega con un amplísimo espectro di- el gran premio de música de cámara de
rado presidía el milico Arturo Rubins- námico en el que, claro, interviene un Ginebra en compañía del violinista Ger-
tein, que le felicita efusivamente y le habilidoso pedal. hard Seitz.
augura un gran porvenir. A renglón se- Los planteamientos intelectuales de La carrera de este maestro alemán no
guido, contra lo que cabía esperar en su estilo, nacidos de un estricto análi- ha sido nunca de esas llamadas de re-
alguien que tiene el éxito asegurado y sis de lo escrito, de una modernidad de lumbrón. Su ascenso, a partir de una
que puede tocar ya la gloria con la pun- concepto insólita —favorecidos por la muy trabajada formación, se produjo
ía de los dedos, el joven pianista se re- lucidez mental del pianista—, condu- lenta aunque firmemente desde que
tira del mundanal ruido, se aleja de la cen a interpretaciones inusualmente in- ocupó en 19S0 el puesto de asistente en
fama y del dinero y se dedica a estu- tensas dotadas de una tensión y energía Salzburgo de Markevitch. En el 53 pa-
diar, a meditar, a escuchar, a profun- interior fuera de lo común que han lle- sa como director general de música a
dizar en la música, en la filosofía y en vado a alguien a calificarle de «desmi- Aquisgrán, donde había triunfado Ka-
el arte. Trabaja en esta etapa intensa- tificador de la música»; cosa incorrecta rajan años atrás. Los nombramientos
mente con Benedetli-Michelangeli. El porque, a lo sumo, Pollini sería un pu- se suceden: después de aceptar la titu-
niño prodigio, alumno de los profeso- rificador, un eliminador de factores laridad en W íes badén, se traslada a Co-
res Lonati y Vidusso, debutante a los ajenos, marginales a ella, a su auténti- lonia al tiempo que se sitúa al frente de
9 años, el muchacho de 16 que causa ca entraña. El estilo espartano del ar- la Sinfónica de Viena. Entre 1961 y
sorpresa en una interpretación milane- tista milanés, su línea interpretativa, su 1972 desempeña funciones de director
sa de los Estudios chopinianos, el ga- curiosa dimensión sonora, podrán ser musical en Hamburgo y colabora igual-
nador del concurso Ettore Pozzoli de admirados otra vez en su actuación ma- mente con la Deutsche Oper de Berlín.
Seregno en 1959, el vencedor en segui- drileña del 12 de octubre. La Suísse Remande lo tiene como titu-
lar de 1970 a 1980.
El estilo sobrio y elegante de Sawa-
llisch —presente asimismo en Bayreuth
desde 1957 hasta principios de los
setenta— es conocido de cierta parte de
la afición española, madrileña y barce-
lonesa fundamentalmente. En el Real
se lució con la Nacional en 1966 (es-
pléndidas Leonora III y 4. " de Brahms)
y 1969 (dos programas con importan-
tes versiones de Metamorfosis Sinfóni-
cas de Hindemith y 4. * de Bruckner,
partitura que brindó de nuevo tempo-
radas después con la Sinfónica de Vie-
na) mostrando su criterio musical,
serio, sus bien delineadas construccio-
nes, su dominio del métier, su equili-
brio estructural. Características que lo
hacen idóneo —como director profun-
damente germano que además es y co-
mo seguidor de una larga tradición-
para enfrentarse con una partitura tan
monumental como la Missa Solemnis
de Beethoven, que ofrecerá con sus
huestes bávaras el 28 de octubre en el
Auditorio Nacional.

Scherzo 35
I VAl

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P VP 1 9 9 5 p i n ii V A IIX IIIKIO i .ui.1 iiii.ii Firmii Fi^rlví de L
iberiOamera
V Temporada octubre 88 - julio
Barcelona Palau de la Música
Catalana
1 16 ociubrc Maurizio Pollini, piano 16 febrero Englfth Chamber Orche&ira
B^ahin^. Sihonbeig SEockliau^n Bcerhovcn 14 Edmon Coluiuer. director
Orfeún Donostiarra
T E noviembic Agnes Bnltsa^ ninzo-soprano L>nda Russell. soprano
Orqaeslra Experimental d'Aleñes Palrlda Bardun, conlrah
Slavros Xarbakoi, diretior Uwe Ilcllmaan, lenor
Koslas Papadopoulns. houzouki Jofa Broecheler, baríton
Mu^iea pupulnr gnega Nfozari
^ 1 noviembre Orqyíslra Gewandhius de Icipzig 5 marzo VEftdfmlr Ashkenaij. piano
K i i n Masar, director
Pegei MahJer
E.l Heethoven S¿ human n
Cifj 1 of London SinfoBia
^k Id noviembre And re W B I I S , piano
Sclnjtwn Bríhms 15 Richard Hickox, director
Orfeó Caíala
C 21 noviembre Israel Sin f aniel la Jordi Casas, director
Mendi Roda a. dittrior Haydn
1 C Baeb Mozan Beeihowen Orquestra i Con Philhannonia de Londres
¿ II diciembre María Jo£o Pires, pimno
Brdhm^ Mozan Mnmp<ni Bcclho^rn
16 Cirio María Giullni. direclor
A nat Evans, soprano
Margerita Zimncnnann, coBlrall
^7 10 entro Rovil PUltaanDOBjc Orthcslra Kdtb L C K I I , Itnor
Vladimir Asfakcnaiy, director GHyaBc Howell, baHfun
Shoslahavim Bcílhovcr

V 16 enero 1 Soliili VeBfli


Claudio SíimoDf, dirtetnr 17 2\ marzo Orqueslra Simfonica de Radio IfamhurK
Krrystof Pcnderrcki, diivcior
A determinar
Albinom Vivaldi Bollnim
tu enero Andrea Luccbesird. plano
Chupiür Chopin. Schumann
18 3 abril I Solisti ItalUni
Gluaeppe Mugoafli, toncerli no-di redor
Vivaldi
"I í | 19 enero Virtuosos óe Moscou
Vladlmir Spitakov. director
Annanaria Gigoli, piaao 19 10 dbnl Chrísüan Zacharias. pía mi
A Jelermindr
M o a n . Shonkovir* Haydn
"I "| Jí enero Loado n PniHiarmoaic O r c h n l n 20 V abril BourDemouth Symphonj Orthesira
Andrr» Unan, dlrrcior
Olee Hagan, violi
5emyon Bychkn*. director
Nilalii Culmao. violoncel
Elgv Brahmi. Rahhnianinú>
1 "í •> fe tarro Orquestra Simtéoici del Temí re Bobboi
Alciandtr Lazsre*. director
Irina Zliorina, soprano
21 16 mayo Orquestra tllharm6nica de Lenlngrad
Vurí Temirkanov. director
A üeleumnar

1 *! 15 Icbrcio t j l g l l i h C t i m b e r Orcheslra
Edman C^olomer. director 22 ~ julio Londori S^mphun) Orchestrt
Lorin Maazel. direclar
Llols Clarti. violoncel \ tlcccrniinaj
Schumann

Todos los conciertos comenzarán a las 21,OO hora», excepto


el concierto extraordinario E-1 que comenzará a las 19,00 horas.
Venta de localidades:
A partir del día 3 de octubre para cada concierto,
en las taquillas del Palau de la Música Catalana.

i Generalitat de Caialunya MINISTERIO DE CULTURA


FUHMCm PtfU EL «POTO DE LA CUUWU
Ajuni.iiuriii
i Departament de Cultura
VOCES DE AYER Y HOY

María Ivogün: técnica y sentimiento


hora hace un año fallecía Ma- danza y canto con Amalia Schlemmer Fiel a la promesa que se hizo al ini-
A ría Ivogün un mes antes de que
cumpliera su noventa y seis ani-
versario. Más de medio siglo después
Ambros, de 1907 a 1913.
Bruno Walter en sus memorias (Te-
ma y variaciones) informa de cómo se
ciar su carrera, Ivogün se retiró del tea-
tro en 1932, a los veinte años de
comenzar su actividad artística, cum-
de haber inlerrrumpido su actividad produjo el descubrimiento de la cantan- plidos los 41. Un período de tiempo
profesional. Su verdadero nombre era te. Hans Gregor, encargado general de volcada exclusivamente a tareas concer-
el de Use Kempner, adoptando el pro- la Berlín Komische Oper, había convo- tisticas, acompañada por Raucheisen,
fesional de Ivogün a partir de las ini- cado una prueba para aspirantes jóve- preludió su labor pedagógica, primero
ciales del de la madre /da von Cüniet. nes. Walter, que estaba en el teatro, al en Viena, Musikakademie, de 1948 a
Fue una de las cantantes más importan- escuchar a Ivogün se sintió literalmen- 1950, luegoenlaMusik Hochschulede
tes del período de entreguerras. Y de- te emocionado e inmediatamente le Berlín, de 1950 a 1958.
dicada a la enseñanza, dos nombres ofreció un contrato para Munich, don-
célebres dan talla a su magisterio: Eli- de era director general de la ópera. En
sabeth Schwarzkopf y Rita Streich. Munich debuta la cantante el 1 de abril La voz y el repertorio
de 1913 como Mimi en La bohéme de Ivogün pertenece al momento en que
Puccini. en la escena operística dominaba la
La revelación se produjo al sustituir cuerda de soprano coloratura, que
Apunte biográfico a la prevista Reina de la Noche en La comprende desde finales del siglo XIX
flauta mágica del festival de música de a 1940 aproximadamente. Pero, en la
María Ivogün nace en Budapest el 1 i la misma dudad meses después. Ivogün cantante, nunca el alarde o el brillante
de noviembre de 1891, hija de un ofi- formará parte del mítico equipo Wal- juego de artificio sonoro sofocó a la in-
cial húngaro y de una cantante lírica. ter, primero en Munich y luego en Ber- térprete sensible y natural. «Su canto
Al fracasar el matrimonio, la madre lín. Con giras por América del Norte —diría Walter— evocaba al del jilgue-
vuelve al teatro, llevando consigo a la y presentación en los principales teatros ro en el árbol, pero no era un pájaro
pequeña Use. La niña, se cuenta, entre líricos europeos. sino un corazón». Voz de homogenei-
bambalinas, cronometraba los famosos Estuvo desposada con el famoso te- dad sin fisuras, deslumbrante de lustre
trinos de Selma Kurz, que luego en ca- nor Karl Erb, de 1921 a 1932. Luego y afinación, con una octava aguda fir-
sa intentaba en vano reproducir, Rea- se volvió a casar con el profesor y pia- me y fluida que llegó a alcanzar el fa
liza sus estudios en Viena, idiomas, nista Michel Raucheisen. sostenido agudo. Ello no le impidió
asumir papeles de registro más lírico,
donde la escasez de anchura del medio
era suplida por un fraseo emotivo y pe-
netrante. Su canto es pon i aneo, la per-
sonalidad hecha de fragilidad y ternura,
liberaron a la escuela alemana de can-
to de cierto academicismo del que no
pudieron salvarse su antecesora Selma
Kurz y su contemporánea Frieda
Hempel.
Pequeña y graciosa, en escena se mo-
vía con soltura y oportunidad. En el rol
del Elfo de Das Christelfein de Hans
Pfitzner, Ivogün hacia creíble el deli-
cado personaje improvisando algunos
pasos de danza para acentuar su vero-
similitud.
E! nombre de Ivogün se asocia a al-
gunos protagonistas mozartianos: Che-
rubino, Susanna, Zerlina, Despina,
Frau Silberklang, pero sobre todo
Konstance de El rapio en el serrallo. Ri-
chard Strauss la eligió para su Zerbi-
netta de Ariadne auf Naxos en la
presentación vienesa de la obra. Fue el
primer Ighino de Patestrina de Pfitzner.
Asimismo estrenó Der ring des Poly-
krates en 1916 de Erich Wolfgang
Korngold y en 1920 Die Vógel de Wal-
María Ivogün en Zeríina. ter Braunfels. Manon de Massenet y
Margarita de Valois de Los Hugono

Scherío 39
VOCES DE AYER Y HOY

interpretaciones. Los discos recogen sus


fundamentales interpretaciones teatra-
les: de Konstance a Norina. Al lado de
Je marche sur lous les chemins de la
Manon massenetliana, vivaz y regoci-
jante, se eleva una Reina de la Noche
(las dos páginas) firme, implacable y
autoritaria. Risueña y seductora apa-
rece su Rosina de Una voce poco fa,
mientras que e! Caro nomede Rigolei-
to nos muestra una Gilda contemplati-
va y beatifica. En Mariern aüer arlen
de El rapio en el serrallo, modelo de
puntual i zación rítmica y agilidad vocal,
incluye un trino inolvidable antes de
terminar el aria en un agudo esplendo-
roso, licencias perdonables. El aria de
Norina, grabada en dos ocasiones, una
en italiano y otra en alemán, es iodo
un clásico de la historia del fonógrafo:
técnica, belleza del órgano, identifica-
ción con el personaje.
Para cerrar estas líneas, y rubrican-
do la semblanza de una tan excepcio-
nal cantante, nos servimos de las
palabras de Elisabeth Schwaríkopf en
El equipo de Bruno Walteren Berlín; María Ivogün, Grele Stuckgoid y Lotte Schóne. La voz de mi maestro: «Debo mi ca-
tes de Meyerbeer fueron sus principa- rrera a mis padres, a mi profesora Ma-
El legado ría Ivogün y a mi marido Walter
les incursiones en el repertorio francés.
En el italiano, Gilda, Violetta, Osear, María Ivogün grabó cuarenta discos, Legge». Reconociendo a quien supo
Rosina (memorable su presentación que comprenden arias de ópera y ope- descubrir una voz, darle visión y reper-
neoyorkina con Schipa), Lucia, Nan- reta, lieder y varios dúos acompañada torio y un único dictamen: «Sé noble,
neita y, por encima de todos, la Nori- por Karl Erb, enire 1916 y 1930. Re- hija mía».
na de Don Pasquale, donde tenía como gistros modélicos por la precisión mu-
oponente impar a Karl Erb. sical, adecuado estilo y encamo de las Fernando Fraga

Música Clásica

Las grandes intérpretes del canto en EMI


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XI CICLO I
3 d t noviembre de I9B8Tjueves
25 14 de febrero de 1989, manes YPOI
Marta Argcrid)* púura q Cámara Española
Jaita L¿pu Cobo*
Progrmi i áatnaitm
i w Orn Sonuu. (rompen
Conacrm para ü™n|eia tp Mi bemol
TEMPOF
1-M » u palibrEde Jamnsuj m li C
ívmun onguial oqu-s*J]
T 9^dc noviembre de 1988, miércoles

Coro Nacional de España


Directa- Alberto ttmfori
Motete
Inckia
Vidark, Goal*), S*ta, b r i n i , UA, Moafirá-
Muí aüm 2 en MJ menai 28 2Z Je Febrero de \%9, miércoles

Bárinra Hrndrkks, soprano


Steffin Schei», piano
( K ] O It
8 de noviembre de 1988. manes

Obm * Schuben, fiun, bw ABcU d e Larrocha, p i a n o


Sokr li& vivas (Sol rontor. Re miyor, Sol menor}
22 de noviembre ¿t 1988, manes SdhHHU limíteteVenaOp Ib
•Ibnu"
Trío Mandetssohn
Tno pata piano, vioíiny notoHcBD non. ?
Trio para puno, vutn y vnilooctllri cu RE ornot. Op. 49
Trioidctcnninar
31 7 de marzo de 1980, manes

Quíntelo Medherrineo
(Quinlcto de vicnlo)
Lbro II CRonileña", "Almoíi". 'TrauT
Ubre IIITEI Aloaidn: "El ?clt>: "

17 de noviembre de 1988. jueves


Moait líiiminniin en Fa mayor. Qum S, K V. 213 Orquesta d e C á m a r a E s p i n ó l a
Rádií QuiniciD rn Mitemo!manir. Op U, núm. ?
QUIDIOD CD RE menor Dircflor Vídof Mutín

11 1.1 de diciembre de 1988,

Orquesta de Cámara
"Teatro Lliurc"
"Concíerfo conmemür-iHvo
X ínívera-uio de 1A O , C E , "
Sobras. Mijod A. ( nboraaa, üoaft
Mifud dd Silfo, árpiH
DirtOor JowpPons
Solistas Dolom Aláa, Tw
Juu \bat Amri«. d u w l t 34 16 de mino de I989h jueves

Dimitrí flftshkirov, piano


Do? bnlasias pcelmuii (ai Efe menor y en Do mmoi
Vicior M m k wta.
Coni (oncnia growo, Op 6, núm. 11
Cunim Di» sonaiu para trompi y orqiDU de curda, m h nujor
Cooccfltir IIÚQI ID. Op. 6
Bntoa Fusio. Op. 4) Adagio pata oigina. vnjhii y nerii
Schurnbtrt Sinfonía de Cámara. Op. 9 SooiEa cu Rf nuyor, Op H (anoto!
Ratl Tres poerra de Mallarme SoniLa QÚHL ], cu Fj mcrof Op. 5 Congrio grasuK ü FoDia"
loio Concertino

8 24 de noviembre de 1988, jueves

Israel Sinfoníetta
39 6 de abril de 1989. jueves DütClDI
lllüIlE iRodH

17 I 7 d e enero de 1 9 8 ' . manes

Orphrus Chamber Orchcstra


^ífiíorua num 31. m Dn mayor
Coro Nariona] de España
J o b u n a MCHIB

"Música coral religiosa


UA
Monrl
BcrAava
SUIIODU púa üohk orquesa. Op. )£. núm. 2
SIDIODLI nuiL 19. rn Mi bonol mayor. KV. S4J
Sinlonil núm. I en Do mayor, Op. II
Vochc transfigúrala, Op. *
y Dumhuirjn Oú¡
Dvorak SriroaU de nenio
de la Alemania r o m á n t i c a "
Oh» de MendeUschn. Snluiii. Rt¡er, Brt
10SdflH
I de diciembre de f988>ji»cves

Dirid Alien Wber


EECUI di[ buque, Op Ü
Caitb» Fínlasia wbrí un OsinXa de Berlhostn
Cmdn

19 24 de enero de 1989, martes 41 13 de abril de 1989. jueves

C h o - L i a n j - l i n , violfn
nl}al
Lira
LOÍrequiebros(de "Go)«í»T
Soniu ni Da irjyor. Hcb XVI. í í
Dos piüas de "Año* d
Primer ano: Suiza
Trío Otstrakh Michael Dussck, p o n o
Sobn» ![(• OÉtnkK. nota y oda Soiuu núm. i en Sol ina>Di. Op. JO 3
Vían) üémla. rioá Sonau auni. J m R« mena, Op JOS Rapudía húnprs nún. 6
Nauta Zmaton, piano P i M
p
BnBBi
KaoM-
Hihina
Trio para puno, violin y viola en ML benol nayoE, Op. 40

Píüciln pira violin y w l i


Soruu pin vioCiii y puno en Sol ruyor
12 15 de diciembre de J988. jueves

Genoieva Gilvez, clave


Frank Theuns, flauta travesera
num 1.2,3.4
VUTÍ
SanaaB
PDtmB'Frtrjdsrup"pandosvBhnBy piano.C^ %
Dana eqnílola "Ñivara" pandos vwliasy Daño 44 20 de abril de 1989. jueves

Trio de Moscú
Ti» pan piano, violin y violonchelo en Rr mayor. Hob
Sonata f n Sol ^layoi pan flauta 1 bl)0 mnrintu
h
JÜJfteh Tfflau FB Mi IDO
^

SOÜÉHI en Mi nuytB1, para Qauli) bajo mnniiüo,


XV-ls BWV 1035
Trio para piaio. violin y violoncheb nun. 3 m Do menor, CAB>d> Sonata cu I i mcnoi, pan Huu v « i Wuq .32
Op 101 IS.UA Sonaia di Si iKnof. paia 1ka> > d w obdpdu. BWV ID»
22 2 de febrero de Í989. jueves

Laboratorio de Interpretación
Musical rL.l.M "^
Iriopara puno, viotas) ™loacbelo ihim JrOpJfpnnKra
n en España) Trio núm. 1 en Mi menor, Op 67
14 22 de diciembre de I98S, jueves

Pro Musirá Antigua


J r n Vüi Rofo Director Uipel Anpl TIBDW
SolfilL f"i H n Mirttan, WJUDO
"La música en Europa hacia 1600"
"Concierto Homenaje • Massiacn" 45 25 de abril de I9S9, manes

Cuarteto Cttsadó
(España. Ftilu. Akmama. In^lacmif
Mrmua Tres mtJodias púa vn; y puno
Cuando pan el fui df 1« Itcmpoi Prírto
€*•*"
D*onk
Cuindc pira tundís
CuacUit» para íurrdíi
C mneio jun cu^J» en h'i
16 I2de enero de !9K9.jucv»

Cuando Borodin
lorndB Cuinno núm. 2 ín Rr mayoi
ílnakonii Cuantío num 11 tn Fa mayor. Op- f
M a s Cuantío num I m Do menor. Op 5!

24 Iraku
9 de febrero de 1989. jueves

Joaquín Achúcamj, piano


Rjpsalifi, ni SolrntuarOp- 79, DDIIL Z 51 16 de mayo de 1989. manes
21 31 de enero de Í9S9, manes

Orquesta df Cáman Española. Trío Amadeus


Vinacuna soto ur lemí dr Schumam, Op. 9 Trio pan piano y Holorcbdo. cu Sol mayor, Op. l.nüm. 2
Tr» Pff ludios, Op. I Jan Lapo Coba
Trío pan pono violín > viotoncbtlo. núm. 5 en Rr mayor. Op
í\ ainor y It miíire Doa diflüs a TOrtum I
Attcu "Iberia" üncvrtí] pan vmtín y cuqiisa en Do mayor Trio para puto, nota) WIODCIIEIO, DÚD. 7 cu SitenwL0p.
Libro I CEHXMMT, -£) pKno"T~C«pui Onáli a SeiiliT Sinfoni núm, 8J. Sol itrniij'láPoüV* ÍTArttoduqne'

MINISTERIC
CÁMARA ( l< I O (
ONIA 10 de noviembre de 198E.jue™
33 14 de marzo de 1989, martes
Cuartetu Wilano* Conjunto de cuerdas Rossini
Sea diam tlnnaiias pan (ks VHÜQQ, vioíondíelo >
A 1988/89 Cmrtflo pin runda ni Re nuyor, Op. 76, núm, 5,
Hob Eli: 79 ScuU QSRL J ca Do miyni
t u m o pin cundí, Op 51. núm. 2 SOMU DÜIIL 6 ffl Rr niVOf
Suine -|d>ifc"
Quiniela ra Sol mayor, Op. TI
15 de noviembre de I9SK, martes

SeWat
Andre Witts, piano
p
lUnnentuchcOp Pos D M6
ha«ioi.Op 15. D W
36 28 de marzo de 1
Orquesta de Cámara Española

26 16 de febrero de 1989. jueves


Orquesta y Coto de la Comunidad
KlivimiutlK.Op. 119
ubre vi ICDU ÚC Pa^inmL, Op. 3)
Sofcas

Hif^
A ^ J IcñiA, cono afta
f p
Siflfoíú lam ü cu Do nuyor
de Madrid Moan LJ bfonu muncaL KV 522
Dúnior MipdCrEila 19 de noviembre de 1988, inaneí Fkka FiDUSd pan cuno mgfa. arpa y cuerda
krtur Mapo.Op II MMB SioEonij ampie, 0p. 4
Hixdn SiTifoftia núm. 34ni Rf menor Conhoilo Nacional de Metales
Sdm*« Mura™

27 2\ d t febrero d t 1989. m a n e . 40 I de abril de 1989, manes


Trio Htydn de Viena

CHUTUAO
Director
Orquesta de Cámara Española
Vfclw MMdn
13 20 de diciembie de 1988. manea
Orquesta de Cámara
Hif*

VliLoboi
MOMHÍH
Trio pan puno, vuta y violoDdielo ea Re IIIETWI.
Hob XV S
TnopMpuuo. «olin >• vnjkwdiclo núm. 3 (I9ÍS)
TTÚ pan puno, nobn y ™l™kio a Da m i » . Op.
Sotan Cata Piim, TBIOKMO ViUa de Madrid
DctCtOd Mrrcnkn PadOla
Pmdi Abdelim or ihc WMB ]twn(t Sobu MijiMd t w t s , ob«
Hi»4* rtmrtno cD Do nu>ix pura violonchelo v
Ttknwn I j Piítam
VinUi {.uranio er Si bemol may». pan violin. vwloKhtlo y
VRIIÉ

Mindo
SinfiBiii num ! ep. Sol nuyor
CoocitTo CD Li mmor rúm 5 púa obw. merdt y continua
CoDcicno en Do ixnn, púa oboe > orquou
43 19 de abril de 1989, miércoles
Conjunto Sema
DEquesu loeftaki Panoralr. gravr c liukngo "Música del Renaámknto inglés"
Hoan Smfonii núm. 23 a Rl m ) « KV. líl Moan SrrmjU m Rt ma)Tr. KV 2ft

30 2 de mano de 1989. jueves


Harmonía di Cámara de BratisUva
15 10 de enero óc )QK9F m a n e s

Trio Baui Arts


46 V de abril de 1989, jueves
Atsuko Kudo, soprano
Javier Pares, piano
(Ocíelo de violto) Tin para puno, viofo y iinlmdieio m &i bemol miyoi,
Hj(*i Onno KV 502
Hunnd Orino - ParlIU ni Mi bnool SAnin Trio pin puno, miin y violonchelo en Re mentn» Op- tá

47
OmKkT Pirtitl nám. 4 M t a Trío pan piano, vi^hi y vnloDdicbo « Do iwiwn, Op 66 2 de mayo de 1989, manes
MtnM
Orquesta Sinfónica de Tenerife

35 21 de marzo de 1989, manes 18Direaor


19 de enero de 1989,jueT^S
Orquesta de Cámara Reina Sofía
Dintlw Via» PIMD rtnz
Sobla
Cota*
MHadlanni.iBlBn
AleplB
The Talfe Scholfcrs Coocirrio de Aranjuu
"Música española
d d Renací míenlo" Otalllll tO Sol IKttJI
Obra dr Guerrero. Lobo, Momkí y Roper SuK rn Rr crup» pan violofldKK oquesu dcaEidny

37 30demaizo de 1989, jueves


Mía I » i H n a á m a . Op li
49 9 de mayo de I9S9, manes
Boris Belkin, violín
Brunildi G i i n n e o . violín
Manuel Regó, piano
(Miembros del Quíntelo R t g o )
20 Hiydl
2b de enero de 1989,jucves
Lindsay QuaHet
Cmnelo pul cundí. Op 7* HJH]. ]
Bom Bekhlerev, piano
f * A S * Í Í * h d

Unan Soiara en Sol uuynr KV. 30! •riña TiiaiiHo psn toadi núm. ]
Inhn Símala en ftf Ditrnr Op. 108
toutciopantoerdiOp. H.núm. I
Chumo) Coturno pin ^lolin-püaüyíTaiBcdcciíailijOp. 2! El XI Ciclo úc Cámara y Polifonía, programado
para IB temporada 1988/ 89, tendrá lugar en La SaJa de
Cámara del Auditorio Nacional de Musita, ubicada
38 4 di abril de 1989. manes
Octeto dt li Filarmónica de Berlín
23 Mmi
7 de febrera de 1989, manes
Rafael Oroico, piano
en La calle Principe de Vergara, J36. de Madrid

Mourt DivMuwnKi en Rr mayor. KV. [& mo.lÍ Este Ciclo se divide en tras panes de diecisiete
Fint&joi Domtyn, Op 17 concienos cada una: Ciclo A, Ciclo B y Ciclo C.
Fini&ia«iFameDa, Op 49
ScpíBiunoen Mi bonol aupa, Opr 20 Nodiinio. Op 6Z rúm. I
Ajib un tóiíi du Dulc IFinleii qun sociul La hora de comienzo de los conciertos se fija en las
19.30, y los precios san los siguientes para cada uno
de los cicles, pudiendo abonarse a uno. dos o (res
42 lfldeabfildc l
Cuarteto Powtr 29 28 de febrero de 1989. manes
Jrnnifer Smith, soprano
ciclos.

Iblm CinloiuiuniH
Mira Cdiwo úr extát Conjunlo Barroco Zarabanda
Prtdo ibono
Cuntió pm coerii nun ? fn U a "Cantatas de Cámara barroca»"
QuiHno pin furrdjoi Fi mcAtv Zona A lí.000 1.000
ZonaB 9.000 600

48 4 de mayo de 1989, jueves


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32 tRd«
9 de miuío dr 1989. jueves
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Los abonos nodrin adquirirse en las taquillas del
Teatro Reíd, en el huraño habitual de taquillas, en Las
Cflult Cannini Ifiikr Rkkvd HUak fechas comprendidas entre el 28 de septiembre al 8 de
'Ludí u oclubit de 1988.
Qfloeno gnwi. Üp. 1. BDOL 2 programa la susceptible de modificaciones.
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ENTREVISTA

Gilbert Kaplan:
una vida, una sinfonía

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Cilbert E. Kaplan con la partitura autógrafa de la Segunda sinfonía de Mahler.

El lector podrá encontrar aquí parte de la fascinante historia personal de Gilbert


Kaplan, un hombre que lleva más de 20 años dominado por la Segunda Sinfonía
de Mahler, «Resurrección». Kaplan, millonario fundador de la revista ¡nstitutio-
nal ¡nvestor, una de las más felices ideas editoriales de los últimos tiempos, escu-
chó por primera vez la sinfonía a Stokowski al frente de la American Symphony
Orchestra. Desde entonces su vida no ha sido la misma. Sin más que unos peque-
ños conocimientos musicales, en 1979 decidió dirigir esta obra maestra: un año en-
tero estudiando junto a un profesor de dirección cada detalle, cada compás,
aprendiéndola de memoria, fue seguido por su presentación en concierto el día 9
de septiembre de 1982. Para esa ocasión él mismo había alquilado el Avery Fisher
Hall y la propia Orquesta Sinfónica Americana. El éxito fue absoluto y desde en-
tonces ha viajado por todo el mundo dirigiendo diversas orquestas y convirtiéndo-
se en uno de los intérpretes preferidos por el público mahleriano. A mediados de
octubre tendrá lugar la presentación mundial de la impresionante versión discográ-
fica de Kaplan, realizada con los mejores medios técnicos y artísticos imaginables.
Este entrevista fue realizada el pasado día 2 de septiembre en Londres, en el inte-
rior de una elegante suite del lujoso hotel Savoy.

Scherzo 45
ENTREVISTA

S
CHERZO: Hasta ahora se ha di- nía carácter privado, y que yo conocía personalmente a mu-
cho de todo sobre su relación con chas de las 2.700 personas que allí estaban, por eso noté lo
la Segunda de Mahler para unos identificados que estaban conmigo. Era como si todos y ca-
es una historia de amor, para otros da uno estuvieran junto a mi en el podio: yo, dirigiendo; aquél,
una pasión, y para otros tantos escribiendo el libro que siempre quiso escribir; otro, conver-
una obsesión... tido en el campeón de fútbol que siempre quiso ser... Por eso
G1LBERT KAPLAN: Efectiva- estábamos tan nerviosos, y por eso, al final del concierto, to-
mente, de todo se ha dicho, y creo dos sentimos que algo verdaderamente bello había ocurrido.
que con certeza. Desde luego que S.: ¿Cómo imaginaba Vd. el hecho de ponerse por primera
es una historia de amor, un ena- vez frente a los músicos de una orquesta?
moramiento que dura ya 20 años, G.K.: La verdad es que lo que imaginaba tenía bastante que
y supongo que también en una ob- ver con la realidad, porque llevaba tanto tiempo preparándo-
sesión, porque cuando un simple aficionado con muy esca- me, estudiando todos los detalles... Llevaba un año entero es-
sos estudios musicales, únicamente tres años de piano cuan- tudiando 5 horas al día con un profesor de dirección, y en
do era pequeño, decide dirigir una obra maestra como la ese tiempo le aseguro que se aprende bastante. En realidad
Sinfonía Resurrección, imagino que es porque está muy ob- lo que más sorprende cuando uno sube al podio es compro-
sesionado con la idea. Escuché la sinfonía por primera vez bar que el escenario parece tan grande como un campo de
hace 20 años, y no puedo explicar por qué pero me enamoré fútbol, y uno se siente ínfimo. Por supuesto que a! dirigir su-
profundamente de la música, y a lo largo de los años seguí ceden cosas que para un profesional no suponen novedad,
escuchándola constantemente. Al cumplir 40 años, hace ahora aunque pueden plantear muchas dificultades para los aficio-
6, me decidí a dirigirla, pero entonces no comprendía lo que nados. Por ejemplo, es verdaderamente terrible el instante que
eso significaba realmente, y tampoco lo difícil que era la Sin- existe entre las señales de entrada a la orquesta y la respuesta
fonía, ya que para mí únicamenie era una música bellísima. de los músicos... ¡Parece que no va sonar nunca la música!
Sólo más tarde entendí sus verdaderas proporciones. Pero ni Lo que un director hace es vivir en un triple período tempo-
eso consiguió parar el desafío, el reto que había nacido en ral mientras está frente a la orquesta. Para empezar está mar-
mi cabeza y mi único pensamiento era dirigirla para poder cando lo que los músicos deben hacer, es la cabeza visible y
sentirla y vivirla de una forma esencial. Así que ésta es, en ha de indicar las entradas, etc. Eso significa vivir en un tiem-
resumen, mi relación con la Sinfonía: una historia de amor po futuro, si bien inmediato. Pero también vive el presente
que continúa. puesto que está escuchando a la orquesta, y haciendo sobre
S.: Al parecer Vd. sólo se planteó un concierto, pero desde la marcha algunos ajustes de lempa dinámicas, etc. Y hay
entonces ¡a ha dirigido ya muchas veces... todavía un tercer período, el del futuro real, porque hay que
G.K.: Efectivamente, yo quería dirigirla una sola vez, con tener en cuenta que al cabo de algunos compases puede ha-
ocasión del vigésimo aniversario de Institulionaf Investor, la ber un cambio de lempo súbito, y hay que hacer que la or-
revista que dirijo, y suponía que aquella ocasión sería tam- questa esté preparada para ello. Así que se vive en tres tiempos
bién la última, pero obtuve muy buenas críticas... En reali- a la vez, lo cual es bastante esquizofrénico (quizá por eso al-
dad para ese concierto no invitamos a ningún critico, porque gunos directores son tan raros...), y por supuesto sorprendente
tanto ¡a orquesta como yo mismo queríamos protegernos de cuando se hace por primera vez...
cualquier tipo de comentario sí aquello no salía demasiado S.: Desde su primer concierto hasta ahora, ¿cómo ha cam-
bien, pero finalmente sí hubo gente en la sala que escribió biado su acercamiento a la Sinfonía «Resurrección»?
cosas maravillosas sobre nuestra interpretación, lo que hizo G.K.: Cada vez que dirijo lo hago de una forma muy dife-
que la orquesta decidiera invitarme nuevamente. Desde en- rente, porque depende de cómo me encuentro cada noche, pero
tonces he sido invitado muchas otras veces por orquestas de siempre teniendo en la cabeza lo que Mahler pretendía. Re-
todo el mundo, con lo que ahora tengo algo así como dos cuerde que es quizá el compositor más obsesionado con la
carreras, si bien es cierto que mi carrera como director de or- notación de la partitura, el que más información nos da so-
questa es infinitamente restringida, yo en realidad soy editor, bre cómo quería que sonase. La dirigió 13 veces y dejó ano-
y no me he considerado nunca un profesional de la dirección. tados muchos detalles sobre cómo.interpretarla, y por eso es
Sólo interpreto la Segunda de Mahler, y jamás me he pro- inexcusable seguir sus indicaciones. Así pues, yo tengo mi pro-
puesto dirigir otras obras. Como le comentaba antes, dirijo pio concepto interpretativo, que no es otro que seguir riguro-
la Resurrección porque llegué a la conclusión de que era la samente sus anotaciones, y espero que eso se note en nuestra
única forma de acercarme de verdad a ella, y porque pensa- grabación, en el disco. Por cierto que cuando aparezca a me-
ba que tenia algo interesante que aportar, interpretativamente. diados de octubre, hará el número 47 en la historia de la dis-
S.: SÍ le parece después hablaremos de eso, pero antes... cografía; la primera grabación se reali/ó en 1924, y yo he
¿considera Vd. normal que algo tan aparentemente sencillo escuchado absolutamente todas. No lo hago porque me inte-
como es escuchar una pieza musical pueda cambiar tan radi- rese más un director que olro. sino más bien por ver si ellos
calmente la vida de una persona? han encontrado algún detalle que se me haya escapado a mí.
G.K.: No, no, claro, pero creo que las cosas que más im- Si escucho alguna idea musical interesante, rápidamente acudo
pactan en la vida son aquellas que ni se planean ni se esperan a la partitura para ver si eso lo escribió Mahler o si es cose-
nunca, y tal es mi caso. A mí me han sucedido muchas cosas cha propia del director, y si sucede esto último me olvido de
maravillosas en la vida, si bien debo decir que algunas de ellas, ello, porque considero que el director es un mero transmisor,
francamente, las esperaba. Pero las cosas más excitantes no no un compositor, especialmente en el caso de Mahler. Pero
se preparan de antemano, y eso es algo general para todos muchas veces encuentro aspectos enriquecedores en esas gra-
los hombres y mujeres del mundo. Una de las tragedias más baciones o en los muchos conciertos de la Sinfonía que he
grandes de la vida es que muchos de nuestros anhelos jamás visto en todo el mundo, aunque siempre intento que mi in-
llegan a cumplirse, y a menudo se nos presenta la ocasión terpretación tenga más de Mahler que de Kaplan. Como qui-
—quizás no muy claramente—, y no somos capaces de apro- zá sepan sus lectores, yo adquirí la partitura original de la
vecharla. A mí me ha sucedido algo extramusical con la Se- Sinfonía, y creo haber tenido acceso a más documentación
gunda de Mahler, algo que comprendí perfectamente cuando sobre esta música y cómo la interpretaba su compositor que
por fin la dirigí en público. Yo estaba nerviosísimo, pero rá- ninguna otra persona viva, y mi intento discográfico consiste
pidamente me di cuenta de que los asistentes aún estaban más en acercarme lo más posible a sus pretensiones. He querido
nerviosos que yo. Permítame recordarle que el concierto te- brindar a la gente la posibilidad de escuchar la obra tal y co-

46 Scherzo
ENTREVISTA

mo posiblemente Mahler quería que fuera interpretada, y creo


« 1T0 que va a causar sorpresa en muchos aspeaos. Por ejemplo
entiendo ahora la música de Mahler suele interpretarse a un lempo muy
lento. El principio de la Sinfonía lleva unas indicaciones me-
por qué los tronómicas muy claras, y ha de interpretarse mucho más rá-
profesionales de pida de lo que se suele hacer... Yo desde luego he cambiado
la dirección bastante en mi forma de dirigir, algo lógico porque ahora ten-
go mayor dominio de los gestos, de cómo dar las indicacio-
no interpretan nes, con más plasticidad, más flexibilidad, más libertad, en
lodo lo que hay una palabra, pero sin ir más allá del concepto que yo pienso
escrito en la partitura que Mahler tenia de la obra.
S.: Esperemos ai menos que en su tratamiento hacia los mú-
sicos no siga las indicaciones mahlerianas...
G.K.: No, no, Mahler era un tirano (riendo francamente),
quizás si yo fuera profesional me comportaría como él, pero
no, en serio, yo no podría ser así con los músicos, no tengo
ningún derecho a ser arrogante con ellos. Necesito siempre
su ayuda, y desde luego no puedo pedirles las cosas con la
dureza propia de Mahler. E incluso no creo que ningún di-
rector actual se parezca verdaderamente a él, porque los mú-
sicos seguramente huirían. Puede que algunos directores se
consideren más o menos infantiles, y que achaquen sus fa-
llos a los demás, pero yo siempre los admito, y además sería
ridículo no hacerlo, porque todos los músicos se dan perfec-
ta cuenta. Mire, una de las cosas más hermosas que ocurrie-
ron durante las sesiones de grabación fue que los músicos
comentaban constantemente que existía un excelente ambiente
de trabajo, que no había tensión respecto a los posibles fa-
llos... Si alguno de nosotros se equivocaba, repetíamos sin ma-
yor problema, era una atmósfera humilde por parte de codos.
S.: Vá. atesora una de las más importantes colecciones do-
cumentales sobre Mahler, y concretamente sobre la Sinfonía.
¿Qué quería comunicar realmente Mahler con la «Resu-
rrección»?
G.K.: Con esta sinfonía por primera vez un compositor in-
tenta responder a las preguntas básicas sobre la vida y la muer-
te mediante la música. Se llama «Resurrección» porque la
solución que Mahler daba al problema de la vida y la inevi-
table muerte era la llegada de la resurrección. Hay muchas
discusiones sobre si Mahler creía literalmente en ella; algu-
nos opinan que se refería más bien a un renacimiento dentro
de la vida, mientras que otros aseguran que, simplemente,
Mahler pensaba que (ras la muerte llega la resurrección. En
el primer movimiento el compositor plantea ya las cuestio-
nes fundamentales: ¿por qué nos marchamos de este mundo,
qué ocurre cuando morimos, qué sentido tiene nueslro paso
por la tierra? En el segundo movimiento trata de reflejar las
bondades de la vida ya acabada, es algo así como unflash-
back cinematográfico. El tercero es un verdadero grito de an-
gustia, mientras que el cuarto, una canción maravillosa, es
un acio de fe: «soy de Dios, y a Dios voy». Por fin, el quinto
movimiento es sin duda la pieza musical más extraordinaria
que nadie haya compuesto jamás, es una serie de imágenes
sobre por qué la vida acaba, y en el cual suena el tema de
la Resurrección, que es un momento de inigualable belleza.
Es muy importante entonces tener en cuenta la verdadera no-
ción que Mahler tenia sobre la resurrección, porque no creía
en ella desde el punto de vista cristiano, esto es, los buenos
van al cielo, y los malos al infierno, sino que creía que, cual-
quiera que fuera la forma última de la resurrección, la paz
eterna llegaba para todos, independientemente de la vida que
hubiésemos llevado en la tierra.
S.: ¿Qué significa para Vd. el tan traído y llevado concepto
de director mahleriano?
G.K.: Creo que la mayoría de las personas entienden por
tal cosa ser un director profesional que, entre otras muchas
obras, frecuentemente ofrece conciertos con música de Mah-
ler. Yo no soy profesional, pero para mí ser mahleriano signi-
fica comprender lo que él quería decir cuando escribía ciertas
cosas, cuál es el verdadero estilo que Mahler adoptaba al di-

Scherzo 47
ENTREVISTA

Cuben Kaplan
junio a la casita
donde Mahier
compuso su
Segunda sin/orna,
situada en el
lago Aliersee,
en Sieinbach,
Austria

rigir, etc., y creo que eso lo sé muy bien. Cuando se ha estu- si Mahier dirigió la obra 13 veces, y sistemáticamente hacia
diado la música con el cuidado que lo he hecho yo... verá, todas las anotaciones precisas, es porque esperaba que se cum-
yo no debería decir esto, no sé que van a pensar sus lectores, plieran. Pero claro, la vida concertística de la mayoría de los
pero son precisamenle los estudiosos de la obra de Mahier grandes directores de hoy en día no permite el trabajo deta-
los que más creen en mí, y son los amantes de su música los llado necesario: hoy Beeihoven, mañana Berlioz, pasado Mo-
que me escriben cartas constantemente, los que vienen al ca- zart, y después Mahier; hoy Viena, mañana Amsterdam...,
merino tras los conciertos para felicitarme porque he inter- aquí un ensayo, allá dos... Asi únicamente se pueden conse-
pretado la obra de una forma nueva que a ellos les gusta... guir algunos resultados cuando se está de gira con una obra,
Ciertamente, la mayoría de las interpretaciones de la música pero la mayoría de las veces se salta de una música a otra de
de Mahier que se hacen ahora no son demasiado buenas, en forma increíble. Hay por ejemplo otra característica muy im-
parte porque los directores no dedican el tiempo necesario portante en la música de Mahier que no se tiene muy en cuen-
ta, y es que muchas veces hay grandes contradicciones y
a preparar sus versiones con el cuidado y la atención a los cambios en su escritura. En un momento obtiene sonidos be-
detalles que éstas precisan. Tenga en cuenta que cada com- llísimos, y al lado hay un pasaje que esíá en contradicción
pás, cada página de la partitura encierra una sorprendente con el anterior, que lucha contra él; eso para mí es la vida
cantidad de detalles que han de interpretarse. Verá, dentro de interior de la música de Mahier. Hay también otras cosas in-
unos meses dirigiré la Sinfonía en Frankfurl; la orquesta me teresantísimas, como que dentro de una misma sección de ins-
ha reservado 8 ensayos, y yo voy a utilizar cada minuto de (rumentos pide a algunos músicos que acentúen unas notas,
esos ensayos, para el pasaje de la fanfarria, en el que hay ins- y a otros no, o que esle violinista toque muy fuerte, y el de
trumentos que suenan desde el escenario, y otros que lo ha- al lado muy suave. Así se obtiene el color y la textura tan es-
cen desde fuera del escenario, yo invierto más de tres horas peciales y tan propios de Mahier. No quiero que parezca que
de ensayo. Incluso suelo convocar un ensayo sólo para ese pa- doy lecciones a los profesionales de la dirección, pero mi pre-
saje, que dura menos de tres minutos, en realidad 2 minutos gunta es simple: ¿por qué no interpretan todo lo que hay es-
y 50 segundos. Además, durante años estuve dando vueltas crito en la partitura? Volviendo al pasaje que antes le
a las posibilidades que exisien para la interpretación de ese comentaba, le diré que incluso Mahier se tomó el trabajo de
pasaje, y he llegado a una conclusión cara, si bien inmejora- dibujar una línea recta desde el instante en que una trompeta
ble: los músicos que están fuera del escenario me siguen por toca una nota para señalar que esa nota ha de sonar entre
un circuito cerrado de televisión. Con esto quiero decir que otras dos producidas por la flauta y el piccolo. Cuando un
hay que dedicar ciertamente mucho trabajo a cada segundo compositor hace una indicación tan precisa, ¿cómo es posi-
de esta música. El mismo Mahier empleaba (res horas para ble que en la inmensa mayoría de las grabaciones eso no se
ensayar la fanfarria, y advierte en muchos documentos que respele, y esa nota se dé en un sitio, en un momento erróneo?
No lo entiendo.
es lo más difícil de toda la Sinfonía. Algunas personas han
llegado a decirme que no creen que los otros directores sien-
tan esta sinfonía, y que por eso sus interpretaciones no son S.: ¿Cómo surgió la idea de grabar la Sinfonía?
buenas... Yo simplemente les digo que no es que no haya pa- G.K.: Desde la primera vez que la dirigí empecé a recibir
sión por parte del director, sino que no se han dado cuerna llamadas de diversas casas de discos que estaban interesadas
de lo importante que es respetar absolutamente todo lo indi- en el proyecto, fiero no me decidí hasta hace unos pocos años,
cado en la partitura. Comprendo que hay muchas cosas difí- justo tras el concierto que di en Londres con la London
ciles, que quizá no parecen necesarias, pero lo cierto es que Symphony. Hasta ese momento todavía tenía algunas dudas

48 Scherzo
&lisabeih óchwarzkopf
EL CHAMPAGNE DE LA OPERETA
COMPACT DISC A PRECIO MEDIO

JOHANN STRAUSS JOHANN STRAUSS


II II
TV Gypsy Barón
L* B«on Tiigane

SCHWARZKOPF SCHWARZKOPF1
itreich - G«dda • Kunz Gedda • Knnz • Prey
Serbert Otto
VONKARAJAN ACKERMANN

JOHANN 8TRAUSS JOHANN STRAUSS


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Otto ^ y Otto
ACKERMANN ACKERMANN

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SCHWARZKOPF SCHWARZKOPF
Gedda - Kunz Gedda-Kunz
Otto Otto
ACKERMANiN ACKERMANN

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ENTREVISTA

respecto a unos pasajes que, a pesar de la claridad habitual entre ambos han conseguido un color orquestal, un sonido
de Mahler, no parecían demasiado evidentes. Pero tras ese con- ciertamente maravilloso. Pasamos mucho tiempo hablando
cierto llegué al convencimiento personal de que iba por el buen del tipo de sonido que yo quería, y lo han plasmado perfec-
camino, y fue cuando realmente deseé hacer la grabación. Lo tamente. Me gustaría hablar un momento sobre lo que el oyen-
cierto es que fue un trabajo durísimo, mucho más que un con- te escucha al poner el disco: hay dos teorías en la grabación
cierto, porque una grabación es para siempre, y mucho más de sonido; la primera sostiene que hay que intentar lograr lo
en mi caso, ya que no creo que vuelva a grabarla de nuevo. que una persona oiría en una sala de conciertos, y la segun-
Asi que quise que todo fuera absolutamente perfecto... No da, que es la que yo prefiero, dice que hay que conseguir in-
quiero que piensen que soy un narcisista, pero he escuchado cluso más, que se escuchen nítidamente todos los detalles
el disco un centenar de veces y me encanta, jamás me canso precisos, y que si suena un arpa, que se oiga, lo cual es mara-
de él, cuando otros directores nunca escuchan sus grabacio- villoso. Esto es lo que se ha conseguido. Tampoco quisiera
nes porque les gustaría poder cambiar muchas cosas, pero yo olvidar a las cantantes, Maureen Forrester y Benita Valente,
no, yo estoy muy contento. y a los coros, espléndidos. Por otro lado, para el movimiento
S.: ¿Qué fue lo más duro de las sesiones de grabación? final creo que hemos conseguido algo que Mahler siempre
G.K.: Yo no quería repetir pequeñas secciones de un movi- anheló: en una carta que poseo él dice que querría contar con
miento cuando había fallos, porque considero que así se pierde el impresionante sonido de unas grandes campanas, y de he-
cho visitó una fundición, pero se dio cuenta de que eran de-
masiado grandes y caras como para poder conseguirlas algún
día. Naturalmente esto no se puede obtener en concierto, pe-
ro sí para la grabación, así que lo que hicimos fue tomar el
sonido del carillón de la torre Harkness de la Universidad de
Yale, en Estados Unidos, y mezclarlo después con la música.
El resultado es formidable..., ¡una de las campanas pesa más
de 5 toneladas y mide algo más de dos metros de diámetro!
Incluso hemos utilizado el órgano que Mahler usó cuando
era director de la Filarmónica de Nueva York, y que se en-
cuentra en el Woolsey Hall, también de Yale.
S.: Yaparte de los logros técnicos y musicales de la graba-
ción, creo que sería interésame también hablar de la docu-
mentación que acompaña a los discos compactos, que yo no
dudaría en calificar como la más completa aparecida jamás
en una edición discográfica.
G.K.: Yo he dedicado mucho tiempo, como sabe, a la Se-
gunda Sinfonía de Mahler, y era natural que quisiera lo me-
jor para esta grabación. Con el mismo rigor que he
seleccionado los intérpretes he querido seleccionar la docu-
mentación. La grabación sólo se editará en cassette y en CD,
y el juego de dos compactos (que aparecerá a un precio bas-
tante bajo, por cierto) contiene dos folletos con un total de
136 páginas; el primer folleto se divide en varias partes: em-
pieza con una lista detallada de todas las entradas orquesta-
les importantes, el principio de cada movimiento, la
introducción de los temas y subtemas y cualquier otro mo-
mento interesante en la Sinfonía. A continuación hay un aná-
lisis musical de cada movimiento, complementado con
referencias a las entradas, etc., y con la descripción que hace
Mahler de lo que cada movimiento significa, además de los
textos completos traducidos al inglés. Posteriormente hay un
capítulo llamado El Nacimiento de una Sinfonía, en el que
se narra cómo compuso Mahler la Sinfonía, la gran cantidad
de problemas e incomprensión que encontró... Creo que es
una de las historias mas fascinantes de la música universal.
Gtlberi Kaplun HENRY GROSSMAN Después hay un capítulo que habla sobre el estilo de Mahler,
cómo dirigía la obra, etc., y por fin una selección de fotos
la relación entre lo que va antes y después, y no me parece e ilustraciones de las sesiones de grabación, el programa pa-
una forma muy natural de hacer las cosas. Así que hemos ra el estreno mundial de la Sinfonía, y un sinfín de cosas más.
tendido a grabar muy largas secciones, prácticamente movi- Y por fin en el otro folleto, titulado Cartas, se reproducen
mientos enteros, hasta que salían perfectamente. Es como si extractos de 92 cartas en las que Mahler habla o comenta cual-
uno escuchase un concierto en directo. quier aspecto de la Segunda, de modo que es prácticamente
S.: ¿Qué criterios siguió para reunir lodo el personal técni- una minibiografia de Mahler, y que tiene un interés grandísi-
co y artístico que aparece en la grabación? mo. Hay cartas de angustia, de agradecimiento, de rabia, etc.
O.K.: La orquesta esiaba clara desde el concierto en el Al- Como comprobará hemos intentado luchar contra lo que tan-
bert Hall, e incluso ya en aquel momento deseé hacer el dis- tas veces se dice de los CDs: que aunque suenan maravillosa-
co allí mismo, pues los resultados fueron excelentes. Después mente, generalmente la información que contienen es mucho
he actuado con ellos dos veces más, y como nos conocíamos menor que la de los discos negros... he puesto toda la docu-
muy bien, era la elección más natural. Respecto a James Ma- mentación que tengo a disposición de los compradores de los
llinson, el productor, tampoco había dudas puesto que es uno
de los mejores profesionales del mundo, con gran experien- discos,
na
y he intentado hacer una grabación lo más mahieria-
posible, así que creo que la respuesta va a ser muy satis-
cia mahieriana. y en cuanto a Tony Faulkner, el ingeniero de
sonido, ¿qué voy a decir de él que no se sepa ya? Creo que factoria...
José Carlos Cabello Arroyo
50 Scherzo
DISCOS

BACH: Motetes BWV 225-230. Krabrodior siones. Es elocuente en el manejo de ta


tiunover. Cotkfium Aureum. Director: orquesta, sobre lodo a partir del Concierto
Heinz Henning. EMI. DtuUche Harmonía n° i. Se muestra técnicamente inatacable —
Mundi LDM 7 69Í77 2. Compacto. ADD. sus cadencias son ejemplos de virtuosismo—
«'53". y en las composiciones que más lo deman-
El Collegium Aureum ha parti- dan, Conciertos n° 4 y 5, es plausiblemente
cipado en dos grabaciones de los expresivo. Finalmente, su fraseo, siempre
Moleta, la que se comenta en es- dentro de lo adecuado, alcanza sus más al-
ta resena y otra anterior con la Kamoreí Bar- ias cotas de belleza en los movimientos len-
men-Gemarké y sin dirección reconocida. tos de los Conciertos Segundo y Quinto.
La segunda versión del grupo no aporta mu-
cho a la primera y en realidad viene a ha-
blarnos de la decadencia del conjunto. Los E.M.M.
Moteles ahora reeditados son menos inte-
resantes que los que distribuyera BASF en
su día. Los puntos más discutibles de estas
interpretaciones se hallan en el poco bello
DISCOS BELL1NI. EKCBM de / puritani, La son-
nambula, I Capuletiei Montecchiy Beatri-
color del coro y en la conjunción discutible de temperamentos— perfectamente disfru- ce di Jenda. June Auderson, soprano.
de ésle con el acompañamiento instrumen- table. No se trata, por supuesto, de negar Orquesta Filarmónica de Moniecario. Direc-
tal. Con una visión algo tímida, que se atie- belleza o viabilidad al camino seguido has- tor, Nteola Rcscigno. Disco compací o KMI
ne más a las reglas de ejecución de este tipo ta ahora, que el largo proceso de sedimen- CDC 7.47561.2 DDD. Duración, 53'48".
de obras que a la realidad cotidiana de la que tación de la tradición ha consagrado, pero
poseemos información, se usa sólo el bajo lo indudable es que realizaciones como ésta
continuo y únicamente un grupo más am- No es la primera vez que
plio en el Motete BWV226. El disco se de- contribuyen con un punto referencia! di- SCHERZO se ocupa de June
be enfrentar además con la dura compe- ferente. Anderson, destacada soprano
tencia de dos opciones bien claras. La inci- Parece prematuro, ya que Hogwood no norteamericana en el campo de las de agili-
siva y conceptualmente muchísimo más pro- ha acabado de grabar las sinfonías, hablar dad o coloratura: en los números 5 y 13 apa-
funda versión de Nikolaus Harnoncourt de la mayor o menor homogeneidad de uno recieron las críticas a sus grabaciones de La
(Teldec) y la más moderada, pero excelen- y otro ciclo. Centrémonos, en consecuencia, jolie filie de Perth y La filie du régimen!. La
temente cantada por la Chapelle Royale, de- en el de los conciertos. El nivel interpretati- Anderson posee una considerable materia
bida a PhiÜppe Herreweghe. La lectura de vo es muy alto en todas las lecturas, si bien prima de lírico-ligera, con extensión, meca-
este disco queda a enorme distancia" de algunas resuelven con mayor acierto proble- nismo, conecta escuela y buena dicción. Con
ambas. mas que vienen derivados de la opción ins- estos presupuestos, un recital como éste de-
trumental histórica misma. be ser notable. Así sucede y no se me ocu-
El equilibrio entre el teclado y la orques- rre otra soprano actual que pudiera mejorar
E.M.M. ta es algo precario, dado el escaso volumen el resultado, salvo Ediia Gruberova. En tal
del pianoforte, en las dos primeras partitu- sentido, el disco puede recomendarse, da-
ras del ciclo, mejora en la pieza central y es do que el acompañamiento del veterano Rcs-
BEETHOVEN: Los cinco conciertos para muy aceptable en las dos finales. El uso de cigno es correcto y las condiciones técnicas
piano y orquesta. Sleven Lubln, fortepiano. instrumentos originales nos restituye no ya del registro, grabado en junio de 1987, son
Tbe Academ) of Ancieot Music. Director: iodo un mundo de color sino climas poéti- buenas.
Chnslopher Hugwood. DECCA. cos muy concretos, como es el caso del An-
L'OISEAU-LYRE 421 408-2. 3 Compactos. Pero sí se echa mano de los registros de
dante con moto del Cuarto Concierto, donde Callas, Sills o Sutherland, se apreciará, una
DDD. 60'M". 67-19, 3T«1". la delicadeza del pianoforte y el antitradi- vez mas, que no vivimos una edad de oro
Con el ciclo de las sinfonías beet- cional acompañamiento de Hogwood logran en lo que al canto se refiere, y que la crisis
un instante único. Otros momentos que se no se limita sólo a la falta de voces wagne-
¡los© hovenianas todavía en marcha,
Hogwood ha acometido esta in deben recordar por su trascendencia tlmbrica rianas, dramáticas o de tesitura grave. En
tegral de los conciertos del músico de Bonn son, por ejemplo, la forma de empastar los efecto, esas sopranos realmente grandes per-
escogiendo como solista al pianofortista nor- clarinetes en el Quinto Concierto y el pasa- miten contrastar que el trino y la agilidad
teamericano Steven Lubin. Es casi innece- je del timbal previo al final en esta misma de la Anderson son a veces algo perezosos.
sario indicar que se ha seguido en la presente obra. La acostumbrada claridad del lúcido (Cfr. Sutherland); que a la dicción le falta
grabación la norma de utilizar instrumen- Hogwood es una de las pautas interpretati- incisividad e intención, como las que derro-
tos de época. En concreto, Lubin ha opta- vas, que se ve acompañada, en ocasiones, chaban Callas o Sills; y que su línea de can-
do por copias fidedignas que se basan en por rudezas muy beethovenianas. to es correcta pero poco expresiva. En
ejemplares creados por Antón Walter (1795), realidad, los recitales como éste exigen pe-
Conciertos n. m ¡ y 2. Johann Fritz (h. Ligera, vital, furiosa incluso en el Rondo rentoriamente, ya la presencia de un produc-
a
1818), 3. , y Conrad Graf (1824), 4. 'y 5.' final es la versión del Concierto a" I. Lo lú- tor tipo Walter Legge —especie extinta— ya
como en (antos otros de los trabajos del di- dico impera también en el Segundo, en el que un cantante inteligenie, imaginativo y capaz,
rector británico, lo que se ha pretendido en Lubin y Hogwood se muestran agudos y ele- por si solo, de escucharse, juzgar los resul-
estos registros es la recuperación de una so- gantes. Intensa, llena de fuerza, sin negar tados y tratar de mejorarlos. De otro modo
noridad. Pero también ajustar el estilo de su sitio a lo romántico, es la idea directriz se corre el riesgo, no eludido en el caso que
interpretar a Beeihoven a lo querido por el del Allegro con brio del Tercer Concierto, nos ocupa, de que los cuatro personajes pa-
compositor, hasta donde sea posible según página que, tras la meditación del lento — rezcan el mismo; y eso no debiera ocurrir
las fuentes disponibles. De esta forma, di- con muy bellas sonoridades veladas en la ni en las dos arias de Puritanos: Elvira ha
námicas, fraseos y acentos se cimentan en cuerda—, se torma poderosa y agitada en de expresarse de modo muy diferente en la
los textos, apartando lodos estos elementos el final. El Concierto n° 4 iniciado con un polonesa del primer aclo y en la locura del
de la recreación sonora de la tradición. arpegio y no un acorde siguiendo una fuen- segundo. En ésta, Belliní pide una amplia
te de la época, se expone con gran lirismo, gama de matices: «con estasi; con abando-
cerrándose con un despliegue de energía no; con slancto; rawivando; incalzando; con
Si las sinfonías en la versión de Hogwood marcial. Muy heroico el Emperador, sien-
(puede verse un comentario en SCHERZO tutta la disperazione del dolore». Huelga de-
do aquí la labor de la Academy absoluta- cir que la Anderson y Rescigno apenas les
n" 21, p. 49) eran en gran parte nuevas, otro mente magistral.
tanto ocurre con los conciertos. La impre- hacen justicia, acaso por creer, erróneamen-
sión de sorpresa puede incluso agudizarse, Lubin se comporta como un músico sóli- te, que belcanto y expresividad son concep-
pues si a algo estaba habituado el oyente era do y en general no hay nada reprochable en tos antitéticos.
a la sonoridad de! piano moderno. Quizá se sus intervenciones. Quizá hubiera precisa-
deba empezar, por lo tanto, haciendo una do Hogwood para su proyecto un solista de En resumen, un buen recital de la Ander-
declaración global: esta interpretación de los más inventiva, pero los pianofortistas no son que pudo haber resultado mejor.
conciertos de Beeihoven es perfectamente abundan. Lubin, por lo demás, encaja sin
válida y —aunque esto ya es una cuestión dificultad en los planteamientos de las ver- R.A.M.

Scherzo SI
DISCOS

BIRTW1STLE. Carmen Arcadiae, Mecha- rructionem Mortuorum en versiones gio non troppo de la Serénala estos plantea-
nicae Perpetuum. SilburyAir. Secret Thea- adecuadas y competentes y en CD? La di- mientos degeneran en sequedad: el lempo
Ire. The LondoB SíntonicHa. Elgar ferencia que se percibe entre la audición de excesivamente rápido (4.41 frente a 7.10 de
Howarth. Etcétera. CD KTC I0S2, DDD. este disco de Birtwistle a cargo de la impe- Kertesz y 8.58 de Bernsteín, dos grandes in-
cable London Sinfonietta y la escucha de térpretes de la Opus 16) contradice la indi-
Hay que saludar la edición del cualquier grabación antigua de Erato, BASF cación de Brahms y desvirtúa lo mucho que
préseme CD como un aconteci- o Wergo (música de Messiaen, Stockhausen este bello movimiento anticipa del corres-
miento discográfico: para cele- o Penderecki) es absoluta. pondiente de la Segunda Sinfonía.
brar los 20 años de existencia al servicio de Un dato para terminar: existe un error en Sonido muy bueno en origen, de amplia
la música moderna del fenomenal grupo in- el minuta je dado ea el estuche del disco: la dinámica; compacto de generosa duración
glés The London Sinfoniefta. nada mejor pieza Secret Theatre no dura 25'44" como y precio moderado. Recomendable.
que hacerlo con Ea grabación de tres obras allí se indica, sino en realidad 31 '58".
recientes y, por cierto, espléndidas, de Ha-
rrison Binwislle (Gran Bretaña, 1934), autor R.A.M.
del que, precisamente, los integrantes de la F.R.
Sinfonielta han estrenado más de media do-
cena de obras en todos estos años. Además, BRAHMS: Cuartetos de cuerda op. 51 BRITTEN: Las Tres Suites para violonce-
esta grabación supone para el aficionado es- núms. /^2.GabrieUStrlBgQnar1el,Cluui- llo solo. Timotny Hugh, violoncelo. C D .
pañol un primer acercamiento a la música dos. CHAN gttl. CD. DOD. 60' 33". Hyperion. DDD. 67*30.
de uno de los compositores más divulgados
y de mayor personalidad en Gran Bretaña Son ya muchos loa aciertos fo- Escribir para un instrumento de
actualmente. En efecto, Birtwistle posee ya nográficos en la interpretación cuerda sin acompañamiento ha
un corpus creativo de la suficiente solidez de los tres cuartetos de cuerda de sido siempre un terrible reto. En
y envergadura como para despertar todo Brahms, o en los dos del op. SI. Italiano esla parte del siglo, Brillen y Crumb fueron
nuestro interés, y en el caso particular de la (Philips). Melos (DG). Weller (Decca), Bar- de tos pocos en producir obras para violón -
tercera de las piezas aquí contenidas, Secret iók (Hungaroton), Janácek (Supraphon), La cello solo. Britien poseía un profundo co-
Theatre, nuestra admiración sin reservas an- Salle (DG), Alban Berg (Telefunken), por nocimiento del style brisé (voces
te tal cúmulo de resoluciones musicales no acudir a ejemplos en solitario o a graba- independíenles unidas dentro de un arpegio),
felices. ciones históricas. Hace poco, en Madrid y empleado por los laudistas y violinistas in-
Barcelona, pudimos escuchar una opción gleses. Utilizó esa peculiar técnica para crear
Desde la seductora y meditativa The plenamente siglo XX al Juilliard Quartet. numerosas obras para la cuerda solista: Noc-
Triumph of Time (1972>, Birtwistle ha ve- Pues bien, la opción del Gabrieli es exacta- turnal pora guitarra. Suite paro arpa, Lachr-
nido forjando un estilo que entiende el de- mente la contraria. Es una versión román- ymae para viola y piano y las Tres Suiles
venir sonoro como si de un ritual o procesión tica, aunque no desbordada. El romanti- para violoncello.
musical, de enorme carga dramática, se tra- cismo se filtra con un gusto por lo cüntabi-
le. Pocas veces escucharemos el canto En la Primera (1964), estructurada en cua-
tase. Un ritual siempre sostenido en una base tro Canti, Brillen explora las posibilidades
rítmica continua, simulación del discurrir del brahmsiano como en esta lectura del Gabrie-
li, pero al mismo tiempo hay momentos de sonoras, timbre y registro, del instrumento.
tiempo real, que puede hacernos pensar en En el segundo Canlo, después de la Serena-
ei empleo de los materiales rítmicos de! úl- encendida pasión, perfectamente motivada
y controlada. Acaso la visión de este con- ta, loda en pizricati, cuerdas al aire y armó-
timo Boulez (Répons) o del Andriessen de nicos, la Marcia descubre efectos inauditos
De Tijd y De Sneltieid, pero a diferencia de junto, fundado en 1966 por Kenneth Silli-
to, venga de su especialidad en la música de trompa, de trompeta y de tamboril.
Boulez, que no abandona la influencia del
¿amelan balines, y de Andriessen, en exce- inglesa contemporánea (hacia atrás hasta El- La Segunda Suite (1967) comporta una de
so derivativo del primer Stravinsky, el rit- gar o Walton, hacia adelante Brillen o Gor- las fugas más ingeniosas, complejas y fas-
mo no opera en Birtwistle como única fuente don Cross), que tanto debe al segundo cinantes: está escrita en style brisé, y gracias
generadora del material, de forma que se romanlicismo. Son interpretaciones perfec- a la originalidad del sujeto, podemos oír una
permite combinaciones tales con ei tema me- tamente dosificadas, que parecen reservar la fuga a tres voces (sujeto y contrasujeto en
lódico que puede producir segmentas sono- brillantez del ataque para unos fínate de espejo, canon...) sin que sea tocada más de
ros tan aparatosos y laberínticos como los enorme vigor. una sola nota a la vez.
que se contienen en Secret Theatre: en fren- Mientras en las dos primeras, había refe-
ta-miento, a su vez, entre el Hombre, repre- rencias a Bach, Debussy, Prokofiev y Shos-
sentado por el bloque melódico, y el paso S.M.B. takovitch, la Tercera Suile entrelaza cuatro
inevitable del Tiempo, representado por et cantos tradicionales rusos, tratados en va-
pulso rítmico, y será en las continuas luchas riación, al estilo propio de Britten, presen-
e interacciones de estos dos núcleos sono- BRAHMS: Tercera Sinfonía Opus 90; Ober- tando los temas como realización de las
ros y en la lenta y abrumadora progresión tura para un festival académica, Opus 80; variaciones.
del potencial melódico y rítmico a modo de Segunda Serenata, Opus 16. Orquesti Sin- Las tres obras fueron dedicadas a Rosiro-
continuum, donde radique el carácter obse- fónica de Londres (Opus 16), Director, Sir povich, quien las creó, pero sólo grabó las
sivo, a ratos angustioso, de la pieza. Adrían Boult. EMICDM 7. 69203.2 Disco dos primeras. Su técnica, en la época, era
compacto ADD. Duración 71*42". única: la perfección del sonido, siempre tim-
Secret Theatre (1984) es el epilogo de la brado en todos los registros y todas las in-
trilogía que completan las otras dos obras La gran profesionalidad de Sir tensidades, sólo se encontraba en los más
presentes en la grabación, anteriores en el Adrián Boult (1889-1983) le per- grandes violinistas. Desde este punto de vista
tiempo y de menor aliento compositivo, me- mitió en 1970 iniciar su registro se puede considerar su versión como defi-
nos redondas: Carmen Arcadiae (1979) y Sil- de la obra orquestal de Brahms con la Sin- nitiva, sin embargo, Timolhy Hugh encuen-
buryAir (1977) pero, con lodo, de la misma fonía aquí comentada, aprovechando dos se- tra oíros colores, privilegia los contrastes
enorme brillantez [imbrica. Brillantez que es- siones de Rrabación libres. Lo que empezó entre las distintas atmósferas, deslaca la ri-
tá servida de la mano de la London Sinfo- casi por accidente culminó, a finales de los queza rítmica, definiendo así otra natura-
nielta de forma modélica. Pocas veces ha 70, en una sobresaliente realización integral leza de las obras.
podido darse en la Música Contemporánea de esla música que bastaría para conceptuar
un caso parecido, de tal compenetración en- a Boull como el más grande de los directo-
tre músico e intérpretes. Uno llega a pensar res británicos fallecidos, junio a Sir Tilomas
que, tras versiones de semejante poderío y Beecham. Las versiones de la Sinfonía y de
calidad, y de fidelidad a la obra escrita, se la Obertura son irreprochables dentro de una CEREROLS: Missa de Batalla, Missa pro
debería rehacer buena parte del repertorio linea clásica y objetiva que no excluye la ani-
de música moderna ya grabado, me refiero mación y el buen humor, palentes en una Defunctis, Vivo yo, Pues para en la sepul-
al que hemos tenido que soportar en discos Opus 80 difícilmente mejora ble. La textura tura. Escolanta y Capella de Música de
de mediocre sonido y con ejecuciones muy orquestal es clara y la construcción, exenta Montserrat. Ar» Música de Barcelona. Di-
dudosas en los años 60 y 70 ¿Cómo sona- de énfasis y de retórica, está siempre regida rector: Irancn Segarra. EMI. Deutsche Har-
rían hoy un Circles o un El Expeclo Reso- por impecable lógica. Tan sólo en el Ada- monía MiMdi. CDM 7 69280 2. Compacto.
Edltio Ciánica. ADD. 64' 12".

52 Scherzo
DISCOS

La Escolanía de Montserrat y su Couperin. Estas matizaciones, sin embargo, cluye una obra muy juvenil, la Segunda Sin-
director, Ireneu Segarra, realiza- no impiden que el disco sea muy hermoso. fonía, de 1S65, muy inmadura aún, a pesar
ron hace unos años una no muy de que se trata de una revisión estrenada en
amplia carrera discográfica para el sello E.M.M. Praga en 18X8, y destinada a Simrock, su
Deutsche Harmonía Mundi y también algu- editor, con el que empezaba a tener gra-
na incursión en Archiv (Gesualdo, Respon- DITTERSDORF: 6 ünfonfas sobre las Me- ves problemas. Esta sinfonía no fue publi-
soria). Fueron trabajos, en general, tamorfosis de Ovidio. Cantilena. Dirección cada en vida de Dvorak (lo cual es
meritorios y de interés por el tipo de reper- significativo, a pesar de que el compositor
torio abordado y las exigencias mínimas de Arlan Shepherd. 2 CD's CHANUOS
8564/5. 53'2J" v 60'. DDD. Distribución: parecía contento con la obra en I8S8) y es
cuidado del eslilo con que ios registros se una de esas cuatro primeras que no ha teni-
planteaban. Discosa los que no se puede ne- HARMONÍA MUNDI
da mumeración hasta mucho después. En
gar musicalidad, pero que sin duda han en- esa época Dvorak empezaba a ser victima
vejecido. Así, en la grabación dedicada a De lo que suele ser política ha- de la imagen que él mismo había aceptado
Cererols que motiva este comentario —dala bitual de las casas discográficas crear con Simiock, que sólo deseaba obras
de 1979— puede encontrarse de todo, des- nos da buena muestra el hecho con sabor local y escasa ambición estética.
de cosas buenas a cosas francamente malas. de que estas sinfonías interesantísimas no ha- Una de las series que le había ofrecido en
La contención, la emotividad de la interpre- yan sido grabadas antes más que parcial y tiempos en ese sentido, además de las pri-
tación de la Missa pro Defunctis se hallan separadamente (y aún asi, no todas ellas). meras Danzas eslavas (el Op. 46) fue la com-
en la parte positiva del balance. El más gra- Afortunadamente, parece que ahora vamos puesta por las Rapsodias eslavas
ve problema que lienen estas interpretacio- a poder escoger, puesto que Supraphon (1878-1879), la tercera de las cuales está in-
nes de Cererols es la poca belleza de las anuncia otra integral. Dittersdorf no es, es- cluida en este disco. Dvorak se mostraba ya
sonoridades obtenidas. El color vocal, me- tá claro, un compositor demasiado aprecia- entonces más ambicioso con obras esplén-
jor en el registro agudo, es vago y poco do entre nosotros, aunque esto puede didas como el Slabaí Mater o su música de
atraclivo. Pero lo peor se da en las contri- deberse más a lo poco que se programa su cámara, pero esta obra (y ia Sinfonía n" 2),
buciones instrumentales, de nivel mejorable música que a un rechazo ante la calidad de sin carecer de atractivos y anunciar al futu-
en lo tímbrico, de la Misa de Batalla. Una ésta, que a mi modo de ver es grande, y que ro gran maestro a quien ya le conozca por
reedición, en suma, poco afortunada. encuentra su cima más alta precisamente en sus obras de madurez, es música menor.
estas sinfonías escritas hacia 17S2 (en prin-
cipio fueron 12, de las que se conservan úni-
camente estas 6 ahora registradas). Cada una Ello no impide que la interpretación de
E.M.M. de ellas lleva un subtítulo que deja ver cla- Járvi sea de considerable interés, acaso sin
ramente las intenciones programáticas del más porque la propia música no da para otra
L. COUPERIN: Suites. Pavana. Gustay autor, y que musicalmente se plasman en in- cosa. Es mejor esperar a hacer una valora-
Leonbardt, clave. EMI Deutsche Harmonía finidad de detalles que aqui no podríamos ción completa, o al menos amplia, de esta
Mundi. Completo. CDM 7 69281 2. ADD. recoger, pero que son fácilmente ideniifica- integral aún no concluida de la música or-
57-36". bles durante la escucha de los discos. questal de Dvorak. Por el momento, este dis-
co aislado no tiene interés suficiente.
La enorme importancia de Fran- Como es bien sabido, Cantilena es un con-
cois Coupenn ha hecho que du- junto de tamaño variable que utiliza instru- S.M.B.
rante demasiado tiempo perdié- mentos modernos, y que tiene grabados
ramos de vista la significación real de los de- bastantes discos en su casa habitual, Chan-
más miembros de esta familia musical, dos. Dentro de este tipo de repertorio hasta FÁURE: Sonatas para violín y piano op. 13
autentica columna de sustentación del cla- ahora habían grabado un muy interesante y op. 108. Shlomo Mintz, violfn. Yeflm
ve barroco francés. Louis y sus hermanos triple disco (doble en CD) dedicado a Boc- Bronfman, piano. Deutsche Grammophon
Francois y Charles formaron parte de la ge- cherini, así como las sinfonías 22, 24 y 30 423 065-2. CD DDD 51'49".
neración fundacional de los Couperin. Et de Haydn. Su director, Adrían Shepherd, ha
tomado buena nota de algunos de los logros El exquisito mundo de la músi-
clave del primer XVII no ha despegado to- ca de cámara de Gabriel Fauré
davia. Su estilo instrumental no está del to- de las orquestas auténticas, y nos ofrece unas
interpretaciones a caballo entre ambas con- se basa, aparte de las formas y
do definido. Se ha pensado incluso que los los géneros, en unas melodías ricas y elegan-
propios clavecinistas franceses de este mo- cepciones. De momento lo que primero ha-
bría que agradecerle es que sus versiones tes, por una parte, y en una tensión que pa-
mento pudieron ser al mismo tiempo laudis- rece prometer siempre una exaltación, pero
tas y haber traspasado algunas peculia- sean vivas, entusiastas, llenas de fuerza y de
sentido rítmico. Yo personalmente echo de que nunca pierde el dominio de sí. Dentro
ridades de este instrumento de cuerda pul- de la evolución de Fauré hacia mayores com-
sada al teclado. De hecho, los Préludes non menos el color de los inlruínenlos antiguos,
así como una articulación algo más recor- plejidades —lo que se advierte sobre todo
mesures, que abren las Suites de Louis Cou- en su amplia sene de mélodies (canciones)—,
perin proceden de la práctica de los laudis- tada, y un sonido más abierto de los timba-
les, pero les aseguro que escucho y escucharé estas dos Sonatas, tan lejanas entre sí (1875
tas de la libre improvisación inicial. El y 1916), son buena muestra de esas caracte-
ejemplo del alemán Johann Jakob Frober- esta grabación con sumo placer, pues a una
música interesante se une una interpretación rísticas que, por cierto, comparte con la
ger es determíname en el arte clavecinistico competencia: con el César Franck del Quin-
de Louis Couperin, como indica explícita- excelente, y desde luego muy superior a las
propias de Cantilena en música barroca. teto y de la Sonata y con el Emest Chaus-
mente el título Prélude á I'imitation de Mr. son del Concieno. La belleza llena de lirismo
Froberger de la Suite en la menor. Coupe- de ambas Sánalas, tan significativas del co-
rin toma la distribución de la Suite —además mienzo y el final del compositor, ha mere-
de algún que otro precedente francés— de cido algunas grabaciones excelentes:
la propuesta por Froberger. J.C.C.A.
Crossley-Grumiaux (Philips), Queffélec-
Amoyal (Éralo), Dumay-Collard (EMI, den-
No es precisamente la música francesa la DVORAK: Sinfonía n° 2 en sí bemol ma- tro de la integral de la música de cámara de
que mejor va a las caracierísl icas interpre- yor, Op. 4. Rapsodia eslava en la bemol ma- Fauré, en seis LPs). Se le unen ahora, con
tativas de Gustav Leonhardt. Este genial cía- yor, Op. 45, n° 3. Orquesta Nacional de altura inierpretaliva, expresividad románti-
veetnista, inmejorable en Bach, brilla algo Escocia: Neemc Jürvi. CUAN DOS. CHAN ca, ligereza cantabile y profundo conoci-
menos a la hora de recrear músicas como la 858». CD DDD. Distribución: HARMONÍA miento del necesario equilibrio seriedad-dis-
de Louis Couperin. No es que sus versiones MUNDI. tancia de este repertorio, el gran violinista
sean en absoluto desdeñables —la gran téc- Shlomo Mintz y el pianista Yefim Bronf-
nica de Leonhardt y su siempre hondo pen- El interés de este disco en soli'a- man, que siguen en la buena racha cametis-
samiento musical obligan siempre a tenerle rio es relativo, tal vez escaso. Su tíca que ya pudimos comprobar el ano
en cuenta—, pero algunos de los rasgos de importancia radica en que forma pasado con su grabación, también para DG
estas piezas no casan muy bien con la sobrie- parte de una integral que está llevando a ca- en CD, de las Sonatas de Franck, Debussy
dad ascética del holandés. Así, una fanta- bo el interesante director Neeme Jarvi, con y Ravel.
sía más libre y una ornamentación más las sinfonías, oberturas y poemas sinfóni-
prolija nos hubieran dado una imagen más cos de Dvorak, con la Nacional de Escocia,
acabada de la personalidad sonora de Louis para Chandes. El disco que nos ocupa in- S.M.B.

Scherzo 53
DISCOS

mX: Of Thee Ising. Leí'men eal HONEGGER. Sinfonía n° 2. Concertó da Se sabe que Shostakovich llegó a supri-
cake. Maureen McGovem, Lan? Kert, J»ck Camera. Preludio, Arioso y Fughetla. I Mu- mir los títulos programáticos de los movi-
Gilford. New York Cboral Artists. Orches- ski De Moni real. Yuli Turovsky. CD mientos de la sinfonía. Jarvi, siguiendo esta
Ira oí Si. Lnke's Michael Tilson Thomas, CHANDOS M32.DDD.5r51. SHOSTA- dirección (es el planteamiento de Ancerl en
dirección. CBS F2M 41522. Álbum de 2 KOVICH. Sinfonían." 7. Orquesti Nado- la Quinta; no conozco su Séptima), condu-
LPs. nal de Escocia. Neeme Jürvi. CD ce la obra hasta su abstracción.
CHANDOS 8623. DDD. 69'06. Importa-
George Gershwin compuso unos cuaren- dor: HARMONÍA MUNDI
ta títulos con deslino al teairo musical lige- P,f.
ro, desde ta primera comedia musical La Segunda Sinfonía de Honeg-
complelamenie suya, La, la, Lucille, hasta ger y la Séptima de Shostakovich LISZT: Conciertos para piano y orquesta
su último éxito, The show is on, estoes, en- fueron escritas contemporánea- V " / en Mi bemol mayor, y JV™ 2, en La
tre 1919 y 1936. Aparte previas colaboracio- mente, durante el invierno de 1941, y en cir- mayor. Valentina Kamenikovi, piano. Or-
nes, empieza a contar para los Lyrics con cunstancias similares; Leningrado sitiado y quesU Filarmónica del Estado de Bmo. Di-
su hermano Ira desde 1924, con Lody be París ocupado por las tropas alemanas. El rector: Jiri Beloblave. SCHUMANN:
good. En adelante conocerá el éxito con propósito de los compositores se refleja en Concierto para piano y orquesta en La me-
obras como Song of t he fíame (1925), Oh, un mismo programa: «Guerra», «Recuer- nor, Op. 54. Ivan Moravec, plano. Orques-
Kay! (1926), Funny Face (1927), la segun- dos», «Patria», «Victoria», para el ruso, y ta Filarmónica Checa. Dir.: Vacia?
da versión de Slrike up the band (1930), Girl para el suizo, «Invasión», «Lamentación», Nenmann. Supraphon Compacto 2 SUP
Crazy (1930), etc. También hubo ruidosos «Lucha», «Canto de esperanza». Misma es- 0012 (AAD, 70'31). Grabación de 1976. Im-
fracasos, como Tell me more (1925, sólo 32 tructura (aunque la sinfonia de Honegger portado por Turaer. Serie media.
representaciones) o Pardon my english tenga un movimiento menos, el primero es-
(1933, 46 representaciones). Se trata de un tá compuesto de un Molió modéralo segui-
teatro a menudo evasivo, aunque oirás ve- do de un Allegro), mismos efectos y ritmos Nuevo compacto de serie econó-
ces tenia claras intenciones políticas (como empleados (el tristemente celebre paso de oca mica de Supraphon, que el buen
en las dos obras que r ecoje este álbum). del ejercito alemán)... Encontraríamos más hacer de Turner nos permite co-
Siempre era una música escasamente ambi- similitudes, pero lo que realmente es intere- nocer por estos pagos (que yo sepa nadie más
ciosa, a veces trépidamente, casi siempre sante en este paralelismo, es que Jarvi y Tu- los trae). El emparejamiento Ltszt-
convencional, difícil de soportar por el afi- rovsky, por una parte se distancian de una Schumann resulta a priori bastante atracti-
cionado fuera de su contexto teatral o even- visión tradicional, mientras por otra, tienen vo, al menos como contraste con el sempi-
tualmente cinematográfico. Of Thee I sing un planteamiento similar. Los dos directo- terno Grieg-Schumann. La Kamenikova es
(«Canto para ti») y «Let'men eal cakeo («Que res enfocan sus interpretaciones sobre el dra- una pianista de medios técnicos muy consi-
coman pastel») son dos sátiras políticas, gé- ma interior, utilizando el carácter derables, y aunque una cierta falta de ener-
nero que ya había abordado Gershwin con espectacular de la obra como decorado pa- gía en las octavas iniciales del primer
Sfrike up the band, estrenadas en plena gran ra la tragedia. concierto me hizo dudar de ello, lo cierto es
depresión (1930 y 1933). La primera fue un que su lectura es electrizante. Casi diría que
éxito, con 441 representaciones: era la épo- demasiado, pues cuando de hecho se pide
ca de Hoover y acaso las cosas no se veían De la sinfonía de Honegger, Karajan da más canto que derroche técnico, aquél se en-
aún tan negras: podía uno reírse de sus ma- una versión rkhard-straussiana en el Alle- cuentra ausente en buena medida, y la di-
les, acusar a los políticos de banales y estú-gro atronador, uno llega a preguntarse si no námica es un tanto estrecha. Lo penoso, sin
pidos. Pero la segunda fue un fracaso: ya se trata más bien de las glorificación del ejér- embargo, no es ta pianista, sino la orques-
era la ¿poca de Rossevelt, pero también la cito invasor. En el tercer tiempo el sonido ta, francamente floja, con un metal que sue-
de Hitler, discípulo aventajado de Mussoli- se hincha de tal manera que oimos ecos de na auténticamente a mariachi.
ni. £1 fascismo, como presencia y como po- la Alpensinfonie, (Interpretación aparte, hay
sibilidad de gobierno en América, está que tener un serio sentido del humor para Schumann, no obstante, fue una más que
presente en la comedia. ¿Qué hubiera sido escuchar esta versión: en el invierno de 1941, agradable sorpresa. Moravec es un pianista
de Gershwin si hubiera vivido aún en tiem- mientras Honegger componía su sinfonía, notable y, sobre todo, un músico francamen-
pos del siniestro senador MacCarthy? Re- Karajan, a la cabeza de la Staatsoper de la te bueno. Aun sin la claridad y transparen-
sultado: sólo 90 representaciones. Notemos, capital del Tercer Reich, dirigía Wagner en cia, sin esa exquisitez de Arrau, su versión
como curiosidad, que una reposición neo- el París ocupado ¡Cuantos recuerdos!) Tu- es muy buena: romántica, con fuerza, bien
yorquina de Of Thee I sing en 1952 sólo al- rovsky, en oposición al gusto karajanesco, estructurada y perfectamente traducida. A
canzó 72 representaciones. restituye el carácter camerislico original de ello ayuda una fenomenal colaboración de
la obra: los episodios dramáticos cobran in- Neumann desde el podio.
tensidad sin necesidad de multiplicar los pu-
pitres; restablece el equilibrio entre los Sonido aceptable en ambos casos. Si no
El propio Gershwin dividió tajantemente solistas y la masa orquestal. Los cuatro te- fuera por el Concierto de Schumann, poco
sus dos áreas de actividad musical: la comer- mas del primer tiempo no se piíefcien en un tendría que hacer este disco al lado de la ver-
cial (la de estas comedias) y la culta (la sonido confuso, el Lamento, Pesante no es sión de Berman (DG, también serie econó-
de la Rapsodia in blue, el Concierto en fa. nunca pesado. La gran sutileza del fraseo mica). Su elección depende, pues, de la
Un americano en Parts, las Variaciones I gol permite una escucha perfecta de la bitona- combinación que prefiera.
rythm o la magnífica ópera Porgy and Bess. lidad y de la polirritmia del tercer tiempo. En
Su música comercia] ofrece un interés rela- este aspecto Dutoit (Sinfónica de la Radio
tivo. Para los aficionados a la música culta R.O.B.
de Baviera) consigue una excelente versión,
puede suponer pasarse a los am ¡-Gershwin pero Turovsky con 1 Musici De Moni real,
(y hay unos cuantos), y la verdad es que no una joven orquesta de primen simo plano,
hay que pasarse. Pese al entusiasmo de Til- LISZT: Años de peregrinaje (tercer año).
ofrece la opción más radical. Zoltan Kocsis, piano. Philips, DDD 420
son Thomas, el director y pianista america-
no que tanto ha hecho por la música de su 174-2 PH; duración: Sl'06".
país, no puedo recomendar estas obras. Qué- Tener un flechazo por una obra tan co-
dense con Porgy and Bess. No hay color (y nocida como la Sinfonia «Leningrado*; con- Durante toda su vida, Liszt es-
no es un chiste fácil y racista). Además, las siderada académica y Un po pesante, es algo tuvo componiendo los distintos
orquestaciones —perdidas las originales, que raro; he ahí la muy feliz sorpresa que pro- cuadernos de sus Años de pere-
tampoco eran totalmente de Gershwin—, duce la versión de Járvi. El director renue- grinaje. Hay una lógica rigurosa en esta his-
han sido rehechas por otras manos (Leí') o va totalmente la obra, proponiendo un largo toria: la vida, para el artista romántico, es
recuperadas las del inefable Russell Bennett poema onírico; todos los efectos (hasta los un peregrinaje hacia la final serenidad mis-
(Of Thee). Pero sí aún se siente atraído por más primarios: caja clara, símbolo de la in- tica a través de un mundo extraño. No se
momentos aislados, como la preciosa can- vasión...) están tamizados, el inmenso cres- traía, como podría parecer, de los Wander-
ción Mine, deLel'..., adelante. Pero no di- cendo del primer tiempo está siempre jahre goetheanos (años de vagabundeo o de
gan que no hemos avisado. desmentido por suspiros y quejas. Entre in- errancia) sino de una peregrinación, en el do-
somnio y pesadilla, los sentidos agudizados ble sentido de la palabra: una marcha con
perciben los más mínimos detalles dentro de un objetivo prefijado y el ejercicio de ta ex-
la bruma. tranjería, ya que peregrinus era, para el de-
S.M.B.

54 Scherzo
DISCOS

recho romano, el extranjero de paso por tos de belleza vocal cuando cantaba a plena ÍO de miss Modalin. Su voz es bella y cálida,
Roma. voz sin locar el registro agudo. En cambio, al tiempo que emitida con nitidez. Cuando
Este úllimo y tercer cuaderno consta de cuando tiene que apianar no sale demasia- aumenta el volumen, se la oye excesivamente
siete partes (el número del ciclo, del estadio do bien parado, lo que hace que fracase al vibrante y un poco árida. Evitando todo ries-
cumplido), las tres primeras y las I res últi- pretender dar un tono Intrascendente y de- go, Bonavera conduce con recalo y deta-
mas, de carácter religioso y aun litúrgico, y senfadado a Von der Jugend. Su intimismo llismo,
la central, de índole impresionista. Juegos es. en realidad, incapacidad para cantar re-
de agua en la Villa d'Este, que evoca el jai- gulando convenientemente el sonido. B.M.
din palaciego del cardenal Hohenlohe, en T¡- La paleta de la Ludwig es, por el contra-
volí. Que Roma sea la meta del peregrino rio, riquísima y cama siempre con una blan-
permite estas licencias, la asociación de un dura y un beicantismo que la hacen ejemplar MENDELSSOHN: Obras para órgano.
paisaje cálido y sensual con las celebracio- casi único en sus latitudes. Tan fabuloso es Marie-Ciairc Alain, árgano. ERATO ECD
nes del barroco italiano. En resumen: el más el esmalte de su instrumento, que a veces la 8*112. Compacto AAD (70' 14").•
depurado y maduro pianismo liszteano, al gran mezzo parece complacerse en exceso re-
cual se llega sorteando la experiencia de su dondeando el sonido, mimándolo, resbalan- La música escrita por Mendels-
virtuosidad y sus iracas. do la nota en los ponamentos. Nos sohn para el órgano estuvo du-
encontramos frente a una obra muy espe- rante mucho tiempo relegada al
Zoltán Kocsis propone unas lecturas cui- olvido. Sólo de las Sonatas, la Sexta, se in-
dadosas, orientadas, sobre todo, a lo instru- cial en su carrera, en la que siempre. ade-
más de su fabulosa^ba-fiiéd, de sonoridades terpretaba con mayor frecuencia, a causa de
mental. Es rico de sonido y limpido de utilizar el conocido coral luterano Valer un-
ejecución. En d orden interpretativo, sin em- plenas y reguladores de enorme expresivi-
dad, encontramos el incomparable estallido ser im Htmmelreich. En el pasado reciente
bargo, su (área peca de epidérmica y mecá- comenzó a cambiar esta imagen, reconocién-
nica. No penetra ni se arriesga en registros vocal en las últimas frases del muy conteni-
do Einsame im Herbst, o la facilidad pas- dose la riqueza intrínseca de la obra orga-
expresivos, climas y sistemas de imágenes. nística del músico hamburgués. No debe
La serie ofrece una construcción hecha de mosa con que sortea las difíciles sucesiones
de corcheas, corcheas con puntillo y semi- olvidarse la importancia que Mendelssohn
contraposiciones y matices de carácter reli- tuvo en la renovación e impulso de la músi-
gioso, que van desde la marcha fúnebre y corcheas en el agitado pasaje central de Von
der Schónheil. ca religiosa en su época. Existe en él un fuer-
ei dolor del mundo hasta la serenidad angé- te vínculo con el pasado, a través del
lica de la contemplación. Hay, luego, cipre- contrapunto, del coral luterano y, sobre to-
ses y fuentes de agua para teatralizar el En resumen, una Canción de ¡a Tierra ex-
celentemente dirigida por Karajan y excelen- do, de la obras de J. S. Bach. A Mendels-
conjunto. De todo ello, Kocsis apenas se en- sohn, precisamente, debemos agradecer el
tera, prefiriendo el decoro profesoral al ries- temente cantada por la Ludwig. que se
beneficia, además, de un magnífico sonido. redescubrimiento de Bach, mediante la in-
go artístico. terpretación, en 1829, déla Pasión según San
Pese a todo, no alcanza la sorprendente ho-
mogeneidad de la de EM1, lograda gracias Mateo, la primera desde la muerte de Bach.
B.M. a Klemperer, Wunderlich y la propia Lud- Lo cierto es que Mendelssohn practicó el ór-
wig, y menos aún la dimensión emotiva de gano ya desde los diez años, aunque las gran-
la versión de Bruno Watter y la Ferrier re- des obras —los Preludios y Fugas y las
MAHLER: La Canción de la Tierra. Christs gistrada por la Decca. Sonatas—, pertenecen a su plena madurez.
Lndwig (mezzosoprano), Reoé Koüo (Irnor). En sus composiciones para órgano está pre-
J.M.S. sente el espíritu del genio de Eisenach, aun-
Orquesta Filarmónica de Berlín: Herbert von
Karajan; director. DG Digital ADD-Sterto que siempre con un estilo definido y
419 058-2 66*00". personal.
MARTUCCI: La eanzone dei rkordi. Nol-
Karajan concibe La Canción de lurno. RESPIGHI: // tramonto, Carol M«- Las grandes obras para órgano de Men-
la Tierra con un fuerte sabor tea- dalin (mello-soprano) y Orquesta de delssohn aparecieron entre 1829 y 1845. En
tral, casi operístico. El elemen- Cámara Inglesa, dirigid* por Alfredo Bo- 1837 publicó los Preludios y Fugas, y en 1845
to exótico está también muy recalcado y Van navíra. Hyptrion, CDA 66290, DDD, du- las Seis Sonatas. En cuatro de ellas se utili-
der Jugend, por ejemplo, nunca ha sonado ración: 55'19. zan temas extraídos de corales luteranos, in-
tan cercano al orientalismo del Turandol corporados a las mismas por el gran amor
pucciniano. Son teatrales asimismo la des- Poco y nada se oye la música de que Mendelssohn sentía hacia la música de
lumbrante dinámica, una cierta preeminen- Giovanni Manucci (1856-1909). Bach, en especial por sus corales de órgano
cia de los cantantes, rara en Karajan, y la pianista y director de orquesta. y de las cantatas.
elección de dos voces muy adiestradas en el profesor en Bolonia y compositor de una es- El compacto que nos ocupa contiene el
teatro, lejos del ¡iederismo de Ferrier, Pat- tética [ardor román tica, muy impregnada de Andante variado, los Tres Preludios y fu-
zak, Háfliger, Dermola, etc. germanismo. Las obras aquí incluidas per- gas y las Sonatasn."I,3y6. En realidad,
Con su habitual pericia, Karajan constru- miten jungarlo, sobre todo, como autor de se trata de una selección de la Obra completa
ye un denso y sugestivo fondo orquestal — canciones sinfónicas, género con solera teu- para árgano, de Mendelssohn, publicada por
casi un decorado de enorme riqueza tónica y escaso en Italia, país de la ópera. ERATO en un álbum de 3 LPs hace ya al-
(imbrica—, sobre el que realza la labor de Martucci no es ne carne ne pesce. Le fal- gunos aflos. Parece más lógico que, si se ha
las voces. O pon unamente se destaca tal o ta el desenfado melodramático y la prodi- decidido pasar a compacto dicha versión, se
cual instrumento subrayada en e! tejido or- galidad melódica de Puccini, pero tampoco haga de forma completa y no parcial. No
questal —qué enorme belleza la del clarine- es denso y socavado como Mahler, Richard obstante, siempre cabe la posibilidad que
te bajo—, y el interés no decae jamás, ni Strauss o el Wagner de los Wesendonck Lie- ERATO decida presentar en compacto el
siquiera en los números más banales del der. Es levemente sentimental, levemente at- resto de la obra contenida en el cilado ál-
poema. mosférico y levemente literario. Los poemas bum. Creo que esta solución sería bastante
de Pagliara que utiliza resultan olvidables. acertada no sólo por la calidad de las obras,
Sin que pueda afirmarse que exista en él II tramonto data del pleno Respighi, el de sino también por la interpretación.
una mayor calidad interpretativa, en el úl- los poemas sinfónicos romanos en lechni-
timo tiempo— Der Abschied—, la visión es color y kodachrome. Aquí se muestra reca- La organista francesa Marie-Claire Alain
serena y pausada, con un pavoroso fragmen- tado y erudito, acudiendo a unos versos del realiza, en general, una encélente lectura de
to que separa y a la vez unifica sus dos par- romántico inglés Shelley. El resultado no pa- estas obras, en especial de las Sonatas, en
tes, en el que los trombones suenan especial- sa de un buen estudio de recitativo para con- las que hace gala de todos los recursos del
mente amenazadores. De forma distinta a cierto. También a Respighi le cabe la instrumento. Considero muy acertada la
otros directores (en particular Bruno Wal- observación acerca de una supuesta mesu- elección de los diversos registros para lograr
ter), Karajan no acentúa en exceso el tono ra. El se halla cómodo en el mundo del abi- las ricas combinaciones sonoras propias de
otoñal de la obra, transformado este último garramiento impresionista, sin renunciar a estas páginas. La claridad interpretativa de
número en un canto doliente ante la despe- las excursiones por la feria y la verbena. El Marie-Claire Alain es también patente en los
dida de los bienes terrenales. comedimiento no le favorece. cambios de teclado, que realiza sin brusque-
Rene Kollo (qué eterna nostalgia de Par- dad y con un color musical perfectamente
sifal y Tannhauser), aún conservaba hacia diferenciado en cada uno de ellos. Lo mis-
Estas obras exigen, ante todo, una can- mo cabe decir del contraste dinámico y, so-
1975 un cierto terciopelo en el centro y res- tante de impecable dicción, que no es el ca-

Scherzo 55
DISCOS

bre todo, de la utilización del pedal, aspecto y es por lo tanto arbitrario, imprevisible. Y Reencontramos en este disco el nuevo so-
este último al que el propio Mendelssohn extraordinario. nido mozartiano de Hogwood y la Aca-
concedía gran importancia. El respeto de Las dos sinfonías de Mendelssohn que demy. ün Mozart vital, claro y penetrante.
Marie-Claire AJaúi a esta idea original es in- Maag ha grabado para este nuevo sello fo- La grabación da nueva luz a estas obras.
discutible: en su versión no hay, en ningún nográfico de la Casa Pickwkk responden a Destaca el peculiar color de los instrumen-
momento, desequilibrio entre los diversos su repertorio más amado. De la Escocesa y tos solistas. El uso de ejemplares del perío-
planos sonoros, aportando siempre el pedal de la Obertura Las Hébridas realizó Maag do resuelve problemas que se plantean al
una planificación sonora diferenciada en el ya hace bastantes años maravillosas versio- escoger los actuales, en especial el del ba-
conjunto. nes de esas que llaman de referencia para lance entre la flauta y el arpa en el Concier-
Decca. Esta nueva mantiene el altísimo ni- to K-299. El arpa que toca Francés Kelly es
F.G.U. vel de aquélla y tiene para el oyente el méri- un instrumento de sonoridad muy bella
to adicional de estar aún mejor grabada, —escúchese su entrada en el Andantino—,
porque en pocos discos las ventajas del com- en el que la brillantez y la dulzura coexis-
MENDELSSOHN: Sinfonía n' 4 en La, pacto se notan con tanta claridad como en ten. Kelly consigue una notable claridad en
op. 90 «Italiana». Oberturas: Las Hébridas; esta grabación. En cuanto ala Sinfonía «Ita- su dicción de los pasajes rápidos. Lisa Bez-
Hijo y extranjero; La Bella Melusina. Or- lianan digamos que Maag consigue otro lo- nosiuk, además de su excelente labor de
questa Sinfónica de Berna. Director: Peter gro memorable. Y que la Orquesta de Berna compenetración con Francés Kelly, nos ofre-
Maag. Compacto. DDD. IPM (Innovad ve demuestra una auténtica calidad, una afina- ce su limpio sonido y fraseo convincente en
Musíc Productions) PCD 8. 61'14". ción exquisita, un empaste impecable y una el Andante K-315 y en el Concieno K-313,
MENDELSSOHN: Sinfonía n" 3 en La ajustada disciplina. Danny Bond, con un timbre muy atractivo
Menor, Op. 56, «Escocesa». Obertura Mar y una digitación muy suelta, logra hacer se-
en calma y viaje feliz. Orquesta Sinfónica De este modo recuperamos, aunque sólo ductor uno de los trabajos mozartianos me-
de Berna. Director: Peter Maag. Compac- sea en el disco, a Maag. A uno le entra una nos interesantes en Jo que a la invención se
to DDD. IMP (lnnovative Musk Prodac- infinita nostalgia pensando qué hubiera po- refiere.
tions) PCD 814 dido ocurrir si aquel noviazgo entre e! maes-
tro suizo y la OS de la RTVE se hubiera
Estas dos grabaciones represen- convertido en matrimonio permanente. Sin E.M.M.
tan el retorno «en fuerza» — duda se hubieran ganado unos años, se hu-
como diría un galicista— al mun- biera impedido que el deterioro de la orques- MOZAHT: Concierto para piano y orques-
do de la grabación discográfica de un gran ta —que ahora parece entrar, esperemos, en ta n" 27en Si bemol mayor. K, 595. Con-
maestro: el suizo Peter Maag. Retorno que vías de arreglo— se prolongará lamentable- cierto para dos pianos y orquesta en Mí
parece estar relanzando Ínter nacionalmen- mente a lo largo de unos cuantos preciosos bemol mayor, K. 365 316 a). Emil y Elena
te a Maag, que se apresta a grabar nuevos años. Glkls, pianos. Orquesta Filarmónica de Vie-
discos en proyectos fonográficos de notable En resumen: dos grabaciones de primer na. Dlr.: Karl Bohm. O.íi.G. Gallería 419
ambición. orden, con un Mendelssohn que sale en lí- 050-2. Reprocesado digilalmente. 58' 54".
La carrera musical de Maag ha sido es- nea recta del mundo mozartiano de ta ma-
pecialmente discontinua. Después de sus no de un director excepcional. Estamos ante una de esas graba-
años en Suiza, trabajando con Futwaengler ciones que rinden completo ho-
J.A. nor al nombre y a la obra del
y con Ansermet, de su época vienesa, de su
relación con la London Symphony —que en- genio de Salzburg. Tenemos en primer lu-
contró eco fonográfico en una serie de es- MOZART; Concierto para flauta, arpa y gar el concurso de aquel gran pianista que
pléndidas grabaciones—, de sus escapadas orquesta en do mayor K-299, Andante pa- fue Emil Gilels. Todo, en su ejecución de
a Praga pata dirigir a la Sinfónica de esta ra flauta y orquesta en do mayor K-315, ambas obras, rezuma una capacidad admi-
ciudad y a la Filarmónica Checa, de su lar- Concierto para fagot en si bemol mayor rable pare verter a Mozari, particularmen-
go período italiano, Maag parecía haber lle- K-I9I, Concieno para flauta en sol mayor te en el fraseo, gracias al cual muestra, entre
gado a una especie de impasse en su carrera. K-313. Lisa Beznosiuk, nauta; Francés otras cosas, una importante disposición ba-
En España lo descubrimos hace aproxima- Kelly, arpa; Dannj. Bond, fagot. The Aca- sada en poder sacar de un determinado com-
damente una década, cuando dirigió a la Or- demy of Ancknl Musíc. Director: Coristop- pás la solución de toda una frase musical:
questa de la RTVE en un concierto her Hogwood. DECCA. L'Oiscau-Lyrt. con el fin de ejemplificar este aserto, escú-
memorable, uno de los mejores que ha rea- Compacto 417 «2-2. DDD. 74'47". chese con detenimiento, golosamente —vale
lizado este conjunto. La relación entre Maag la pena—, la magistral versión del Larghet-
' y la OS de la RTVE aparentó consolidarse. Con este hermoso disco mozar- to central d¿l Concierto n. ° 27. A ello se le
Maag Habló incluso de un Love Affair con OS© (iano prosiguen Hogwood y la uniría, además, la acentuación y pulsación
la Orquesta y ésta parecía encamada con e! Academy of Ancient Music la justas; así como suele decirse de las gran-
maestro suizo. Luego las cosas se torcieron, grabación de obras concertantes del salzbur- des obras de Mozart que no les falta ni les
después de unos cuantos conciertas magní- gués con instrumentos de viento como pro- sobra ni una sola nota, a Gilels tampoco le
ficos. Vino luego la vinculación con la ONE, tagonistas. Fue ya revelador el registro con falta (pero sí le sobra) ninguna cualidad co-
una experiencia que realmente nada repor- los Conciertos de clarinete y de oboe. Vuel- mo inlétprete suyo.
tó ni a Maag ni a la Orquesta, que nunca ve a serlo el presente y las razones de ello
se entendió con él. Finalmente a Maag lo lla- las daremos más abajo. No son naturalmente ajenos al resultado
maron a su país, a Suiza. En Berna le ofre- global de la grabación ni el rendimiento de
Las piezas agrupadas en la grabación coin- la Filarmónica de Viena —bajo aquella gran
cieron unas condiciones ideales de trabajo ciden en una característica, en modo algu-
y Maag aceptó. Se trataba de rehacer una autoridad mozortiana que se llamó Karl
no trivial O secundaria. Mozart, como se Bóhm— que es por supuesto extraordina-
orquesta en no muy buen estado y de revi- sabe consumado pianista, escribió estos
talizar un teatro de la ópera. Ambas cosas rio, ni una excelente toma de sonido, en la
Conciertos para diversos destinatarios, ob- que por su claridad quedan resallados todos
las ha conseguido, según parece, ple- viamente distintos de él mismo. Los niveles
namente. y cada uno de los fenómenos sonoros. Ya
de dificultad de ejecución, que van desde una muy buena, pues, en su origen —el disco fue
técnica elemental (K-299) a la necesidad de producido en 1974— ahora ha sido mejo-
Y estas dos grabaciones son fruto de esa un virtuosismo nada desdeñable (K-I9I, rada por el reprocesamiento digital y por la
nueva etapa en la carrera del veterano di- K-313), encuentran su explicación en este he- pureza e intangibilidad del sistema de repro-
rector nacido en 1919. Maag es el arqueti- cho. Composiciones pensadas en función de ducción en CD.
po del músico que se encuentra en los la habilidad de personas concretas, como era
antípodas del director tecnócrala, mecáni- común en Mozart y casi todos los músicos En resumen: si usted, querido lector, de-
co excelente, perfecto producto del marke- dieciochescos. No tienen quizá estas pági- sea una grabación excelente de dos de las
ting multinacional. No hace falla citar nas concertantes para viento la altura de sus más representativas obras pianísticas de Mo-
nombres: una simple ojeada a los catálogos hermanas para piano, mas lo admirable en zart y a un precio asequible, ha hallado ya
de determinadas firmas fonográficas se los ellas es la forma en que Mozart se hizo con lo que buscaba. Si conocía la grabación en
darán. Son técnicos irreprochables y por lo el idiomatismo de instrumentos del tipo de su presentación en LP, entonces sobran los
general fotogénicos. Maag también es foto- la flauta y el fagot y les brindó partes que comentarios.
génico pero tiene un defecto: es un artista explotaban sus posibilidades con acierto.
Jo.R.B.

56 Scherzo
DISCOS

MOZART: Quinteto para clarinete en la da momento para realzar las diferentes at- pal en el primer movimiento, así como en
mayor K-58I. Cuarteto para oboe en fa ma- mósferas escénicas, jugando rnagistralmente el tema de la segunda sección del Tercero,
yor K-370. Quinteto para trompa en mi be- con los tempi de la partitura, consiguiendo rítmicamente cercano a Prokofiev.
mol mayor K-407. Miembros del CoUeginm en todo momento una pulcritud timbrica y Berman se encuentra mucho más a gusto
Aureun. EMI Deulscbe Harmonia Mundi. un equilibrio entre el foso y el escenario ad- aquí que en Brahms, ya que las característi-
Editio Clasica. Compacto CDM 7 692851. mirables. cas del Concierto le permiten demostrar su
ADD. 6S'5S". Gianni Raimondi, aunque posee una be- espléndida técnica, y además el propio cli-
llísima voz de tenor lírico, ideal para el per- ma de la música parece serle mas afín. Aun-
Al Collegium Aureum se debie- sonaje de Rodolfo, está distante y frío en que la grabación no es nada del otro mundo,
ron algunas de las interpretacio- todo momento. Vocalmente consigue un alto parece también más aceptable que la del Pri-
nes, en directo y grabaciones nivel medio, aunque tiende a cantar en for- mero de Brahms. El acompañamiento de
discográfícas, de Mozart con instrumentos te, lo que confiere algo de monotonía a su Abbado es siempre atento y equilibrado. Só-
originales pioneras en este campo. Causa- interpretación, y tenga, cosa sorprendente lo cabe decir que, aun a precio moderado,
ron en su momento un cieno impacto allá en este cantante de fácil agudo, algunos pro- hubiera podido incluirse alguna otra obra
por los primeros años setenta. Desde enton- blemas a partir del Sí bemol, donde la emi- en el disco. Por lo demás, dudo que los nu-
ces nuestra imagen de la sonoridad mozar- sión se hace algo comprimida y oscilante. merosos aficionados a Rachmaninov se sien-
tiana ha cambiado sensiblemente, pensemos tan decepcionados con este disco.
Mirella Freni es la Mimi de referencia de
sobre todo en la integral de las Sinfonías de- los últimos treinta años, la voz es bellísima,
bida a Christopher Hogwood, El mundo de pura y juvenil, probablemente la que iodos ít.O.B.
la música de cámara del salzburgués, salvo leñemos en la cabeza cuando pensamos en
ejemplos todavía aislados, está algo más vir- este personaje. En todo momento derrocha RAMEA 1): Les Indes galantes, symphonies
gen. Por esto mismo el presente compacto ternura, calidez y sensibilidad. Con una téc- (suite de orquesta). Orchestre de la Chupe-
—compilación de grabaciones datadas en nica vocal de una perfección irreprochable, lie Royale: Philippe Herrrweghe. HARMO-
1976— conserva su vigencia en el terreno del es capaz de dibujar con un canto variadísi- NÍA MUNDI-FRANCE 2901130.
estilo. Las versiones, sin embargo, no supo- mo, todos los estados de ánimo de la bor-
nen realizaciones que sean difícilmente su- dadora parisina: sí alguien quiere saber lo Sí el mismo Rameau preparó una
perables. Los instrumentistas se conducen que es auténtica tristeza, me remito al final suife para clavecín de esta ópera-
con corrección y demuestran seriedad de del aria Donde Hela usci. ballet (género tan propio del Cla-
conceptos, mas las lecturas están desprovis- sicismo francés, esto es, lo que en Europa
tas de genio e incluso caen en un tono me- Rolando Panerai bien como MarceUo, se conoce aún por Barroco) estrenada en
dio un tanto anodino. Así, la interpretación aunque con una clara tendencia a la sobreac- 1735, resulta muy plausible que de la mis-
del Quinteto para clarinete resulta, pese a tuación abriendo ligeramente la voz, quizás ma obra se obtenga ahora una especie de sui-
aciertos parciales en la faceta del fraseo, pla- para intentar, que no conseguir, paliar en te orquestal que aproveche 24 números
na y gris. Mucho mejor e! Cuarteto para lo posible el excesivo trémolo que en algu- (accesibles directamente cada uno de ellos
oboe —una pieza muy poco grabada— que nos momentos resulta incómodo. en virtud del sistema de pistas del CD en es-
se beneficia de una recreación mucho más Hilde Güden, sin ser la Musseta ideal, ta grabación) al margen de la acción dramá-
penetrante y de la magnifica participación ideal difícil de alcanzar, está lo suficiente- tica. No seria tan sencillo hacerlo, algunos
del oboísta Helmut Hucke. Con el hermo- mente frivola y alegre. Únicamente cabe se- años después, con una obra de Gluck, pero
so Quinteto pora trompa las cosas vuelven ñalar que en 1963 la voz acusa algún síntoma sí es posible un resultado digno y verosímil
a marchar mal. Walter Lexutt es un trom- de fatiga. con esta u otra pieza teatral de Rameau.
pa demasiado justo para esta obra, de co- Giuseppe Taddei demuestra que no hay Unas breves palabras justificadoras de Re-
lor escasamente redondo y que evidencia papeles pequeño*, estando en todo momento naud Machan presentan un libreto que es,
tener dificultades en decir con precisión los por encima de su rol. Indudablemente en su en realidad, un catálogo de los títulos dis-
pasajes de nota: breves. Un disco, en suma, interpretación hay frases que oímos a Schau- ponibles en CD por Harmonia Mundi-
que ofrece aspectos positivos y oíros que no nard por primera vez. France (la mayoría reediciones de registros
lo son tanto. publicados previamente en soporte negro).
El resto del reparto consigue un nivel de y su eficacia no nos impide lamentar la
dignidad global sin más. ausencia de explicación sobre el responsa-
En resumen, buena versión de conjunto, ble de esta selección (acaso el mismo He-
E.M.M. con algunos elementos insustituibles, Kara- rreweghc).
jan y Freni, peto superable por las versio-
nes ya clásicas, del propio Karajan en Hay dos versiones discográficas de Las in-
PUCCINI: La bohéme. Mirdta Freíd, fílao- estudio, o la de Beecham, complementarios dias galantes: una amplia de Paillard y otra
•I Raimondi, Hilde Giiden. Ko lando Panc- entre sí, ambas con repartos muy superio- algo más breve de Malgoire. Esta última uti-
ral, Giuseppe Taddei. Ivo Vinco, Peler res y que son dos paradigmas de la ópera en liza instrumentos originales, pero resulta tan
KleiB, Siegfried Rudolf Frese. Orquesta y disco. poco interesante como la otra, o acaso me-
Coros de la Opera del Estado de Viena. Di- nos aún. Larimera es de Erato, ya antigua,
rección: Herberi Von Ka rajan. Rodolphe R. de C. la segunda de CBS, de los 70 (4 LPs la pri-
Productions 32512. 1 Compacto de larga du- mera, 3 la segunda). El criterio de Herreweg-
ración. Grabación registrada en vivo el 30 he es más serio. A sabiendas de que el
de noviembre de 1M3 en I* Opera de Viena. RACHMANINOV: Concierto para piano y purismo es algo propio de época muy pos-
orquesta N.' 3 en Re menor, Op. 30. La- terior (el siglo XIX) y de que esta obra se
La estupenda realización técni- zar Bermaa, piano. Orquesta Sinfónica de compone de números netamente separables,
ca de este CD que recrea perfec- Londit*. Dtr.: Claudio Abbado. Compac- su respeto se centra esencialmente en una in-
tamente la atmósfera teatral sin to CBS Maturo MYK 44715 (ADD, terpretación muy adecuada al nivel de las in-
perdida de calidad, adopta la WI9"). vestigaciones y prácticas interpretativas
forma de larga duración mono, lo que con- sobre la música francesa del período Clási-
Debo confesar que Rachmani- co, del que es uno de los especialistas (la gra-
diciona el pleno disfrute del mismo a la po- nov dista de ser un músico que
sesión de un adaptador que permita escuchar bación original es dr 1984, analógica). El
me capte particularmente. Sus feeling de la música francesa de la época es
la grabación por ambos canales (caso de que composiciones pianísticas se caracterizan
no disponga de clavija mono en su ampli- muy especial, y no se parece demasiado al
más por la excelente utilización de los recur- de los contemporáneos de otros países (Bach
ficador). sos expresivos y técnicos de! instrumento que compuso, con éxito, oberturas a la france-
Lo primero que sorprende positiviamen- por la especial riqueza temática. Las dificul- sa, cuya interpretación no francesa nos ha
te de esta versión de la conocidísima obra tades que plantea son siempre muy grandes, hecho a menudo no comprenderlas, no acep-
de Puccini, es la importancia y el protago- producto de la extrema elasticidad que sus tarlas). Su interpretación con instrumentos
nismo que cobra el foso. Karajan, con una manos poseían, debida al síndrome de Mar- originales es, en este sentido, esencial, aun-
orquesta que conoce perfectamente, cons- fan, que al parecer padecía. En el Tercer que sólo sea por intentar reproducir el nivel
truye una Bohéme juvenil y apasionada en Concierto quizá lo más interesante se en- de conciencia musical posible de aquellos
la que la música fluye con la espontaneidad cuentra en el tormentoso pasaje que sigue contemporáneos que la escuchaban.
deseada. Crea los climas adecuados en ca- a la primera reexposición del terna princi-

Scherzo 57
DISCOS

Herreweghe, un director relativamente jo- El clavicénbalo utilizado por Puyana en SpruecMein. Todos ellos son testimonio vi-
ven (nacido en 1947) en la Bélgica flamen- la presente grabación es un instrumento ale- vo de cómo la Schwarzkopf, incansable tra-
ca) fundó en 1977 el Conjunto Vocal La mán construido por Hieronymus Albrecht bajadora, buscaba una y otra vez nuevos
Chape!le Royale a la que pronlo añadió un Hass en 1740. No parece ser ésta una elec- caminos hacia la inasible perfección, lejos
conjunto instrumental, protagonista de es- ción del todo acertada pues Scarlatti, según de estancarse en una cómoda versión defi-
te registro. Ha destacado en importantes gra- todos los documentos, nunca tuvo la opor- nitiva, repetida una y otra vez. Jacqueline
baciones de música antigua, como algunos tunidad de componer para un clave alemán, Bonneau colaboró en plano de igualdad a
discos para Astrée con obras de Orlando de por lo que su obra no se adapta completa- la altísima calidad artística del concieno.
Lasso, uno de ellos con Hesperion XX y Jor- mente a este tipo de instrumentos. Sonido monoaural muy aceptable y tex-
dí Savalt; el disco Los grandes Moteles de tos en alemán con traducción a inglés y fran-
Rameau (Harmonía Mundi-France); su dis- No obstante se trata de una grabación in- cés. Un disco excelente.
cutible Armida de Lully (Erato); o su pre- teresante para los aficionados a la música
cioso disco con el Réquiem de Guilles (Archiv). de Domen ico Scarlatti y a ¡a música clave-
Incidentalmente, recordemos que Hcrreweg- cinística.
he, muy cercano a Harnoncourt y a los ho- R.A.M.
landeses es también, como alguno de éstos X.D.
(Bruggen), asiduo intérprete de música con- SCHUMANN: Cuarteto con piano en Mi
temporánea. Su historial, acaso con un gran bemol mayor, Op. 47. Quinteto con piano
futuro, le hace adecuado para interpretar SCHUBERT: 8 liéder. WOLF: liéder. en Mi bemol mayor, Op. 44. Trío Bctux
unas Indias galantes con garantía (pese ai STRAUSS: 4 Heder. Festival de Strasbonrg, Aris. Samuel Rnodes, viola. Dolí Beltd-
traspiés de Armida), aunque añoremos una 1960. Elisabelh Schwartzlopf, soprano. Jac- beim, viohn II (Op. 44). PhUIps 420 791-2
grabación de esta obra por Harnoncourt, queline Bonneau, piano. Disco compacto LE PB (ADD, ST3I-).
que ya registró magistraímente una tragedia CHANT DU MONDE LDC 278.899 AAD.
lírica de Rameau, Castor y Pólux (Telefun- Duración 55*42". Distribución HARMO- Es curiosa la vena cameristica
fca). Por el momento queda esta suite donde NÍA MUNDI IBÉRICA. que pareció afectar a Schumann
los aciertos fundamentales, basados en ins- entre 1842 y 1847, y que dio lu-
trumentos de ta época, son el logro del idio- gar, entre otras, a las obras contenidas en
ma, el acierto de los tempi, la consecución La extensa discografia de Elísa-
beth Schwarzkopf, casi en su to- este compacto. Curioso resulta, asimismo
de un color irreprochable y la contrastada que, donde sería de esperar una evolución
tensión de los 24 temas, es decir, la autenti- talidad realizada en cooperación
con su marido, el productor británico Wal- hacia lo más elaborado, lo más conseguido,
cidad sonora que músicos como Herreweg- encontramos que la segunda obra (Cuarte-
he y sus maestros intentan desde hace años ler Legge, es de una calidad extraordinaria
lanto en lo musical como en lo técnico. Por to), con ser muy notable, nos gana en me-
arrancarle al tiempo. Esperamos de él, pues, nor medida que la primera. En efecto, el
una integral al menos tan seria como esta ello, paulatinamente, EM1 va enriquecien-
do su catalogo de CD con la reedición de di- Quinteto, de lemas típicamente schumannia-
suite de Las indias galantes, ante el fracaso nos, es, desde el comienzo, obra con gran
de los bienintencionados intentos de Paillard versos recitales, como los que la soprano
dedicó a Mozart, Schubert, Brahms, Wolf Tuerza, que sólo en parte reposa en la pri-
y Malgoire. mera sección del segundo tiempo, para re-
o Strauss, por no hablar de las óperas u ope-
retas que el matrimonio Legge grabó en coo- tornar a su atmósfera inicial en los dos
peración con grandes batutas. (Recien- últimos. El segundo tiempo, una cuasi mar-
temente, en el número 22 de SCHERZO, cha de tono melancólico, ofrece un cambio
S.M.B. apareció la reseña de un recital Strauss; en súbito, al adquirir el tema un carácter emi-
los números 5, 6 y 9 se críticaíon otros dis- nentemente pasional; este cambio, de gran
SCARLATTI: Trente Sonóles. Rafael Pu- cos dedicados a Wolf, Mozart y la opereta; efecto, recuerda en buena medida a momen-
yana, clavecín. HARMONÍA MUND1 y en el número 1 se hizo un estudio general tos de La muerte y la doncella de Schubert.
HMC 901164.65. Dos discos CD ADD. Du- sobre su arte.). En lo que a la versión se refiere, la del Trío
ración 66"32" y 69'50''. Beaux Arts, con sus incorporaciones, se me
Pero no todo el amplio repertorio de la antoja modélica. Plena de fuerza, equilibra-
En el doble disco que nos pro- Schwarzkopf quedó grabado oficialmente; da, el papel protagonista del piano no tapa
pone Harmonía Mundi Rafael asi por ejemplo, nos faltan sus Elsa y Elisa- nunca a sus colegas, porque Pressler cuida
Puyana interpreta treinta sona- beth, y también su Pamina. En este punto, en extremo este aspecto. Únicamente cabe
tas de Domen ico Scarlatti, compositor na- la discografia pirata o semiprivada rinde útil apuntar alguna aspereza en las cuerdas pro-
politano que tanta influencia recibió de Es- servicio, por más que a ta soprano, perfec- duelo del brío que ponen en sus ataques, sí
pada. Las piezas han sido seleccionadas e cionista hasta el extremo, disgusta la publi- bien esto es una minucia. Excelente tersión,
integradas en la grabación, aparentemente, cación de tomas en vivo. Pero en «La pues, y muy buena grabación. Asi, es fácil
al azar. ocasión parece haber cedido al entusiasmo recomendar este disco a cualquier amante
de André Tubeuf, gran exégeta de su arte, de la música de cámara.
Siguiendo a Ralph Kirkpatrick, las sona- autor de los sabrosos comentarios que acom-
tas han sido ordenadas, en esta edición, por pañan este CD y presumible promotor del
parejas, de la forma como parece ser que rescate, en los archivos de Radio France, de
Scarlatti las concibió; se incluyen, por otra R.O.B,
pane, un grupo de nueve piezas sueltas. De la grabación que motiva este comentario.
esta forma, este disco nos permite escuchar A tenor de lo dicho, cabe suponer que el
programa ofrecido en Estrasburgo era más SCHUMANN: Keisleriana. Op. 16 / Ara-
la obra de Scarlatti tal y como su autor la dilatado de lo que hoy se publica; la auto- besque en Do Mayor, Op. 18/ Humoresque.
pensó, y no inexplicablemente mutilada co- censura de la Schwarzkopf debe haber tra- Op. 20. Jeffray Grice, plauo. CALIOPE
mo aparece en otras grabaciones. El volu- bajado duramente para rechazar lo CAL 9207 (DDD. 73'33". Distribución
men se cierra con la Sonata por el Señor imperfecto. Tanto da: estos 56 minutos son HARMONÍA MUNDI
Escaríale, página de una gran sencillez y de de calidad siempre muy alta con muchos mo-
reducidas proporciones. mentos excepcionales que, según gustos, Enhorabuena por la aparición de
Es un hecho harto conocido por todos que pueden hállate en diversos liéder. Me atre- este generoso CD que contiene
Scarlatti insufló en su obra todo el sustrato vo a destacar la forma personalisima, pre- una selección importante del ca-
musical español; encontramos una clara in- cisa e intensa en que Schwarzkopf desgrana tálogo pianístico de Roben Schumann, con-
fluencia del rasgueado de la guitarra, ritmos los Wolf, con un Herr. Was Traegst y una junto que en su totalidad y fuera de las obras
andaluces, el canto gitano, la danza espa- Wiegenlied, memorables; la dramática ro- de siempre, sigue siendo un terreno bastan-
ñola o el claquetear de las castañuelas. To- manza de Rosamunda o las risueñas Fiscber- te poco frecuentado por el aficionado no es-
do ello está en su obra y el intérprete debe weise y Shlechtes Wetter, en las que cantante pecializado. Y es que Schumann, a
destacarlo para que la recreación resulte con- y pianista saben transmitirnos su gozo. Tam- diferencia de otros músicos románticos, es
vincente. En nuestro caso, Rafael Puyana bién figuran aquí tres viejos caballos de ba- un compositor difícil que precisa de un es-
consigue todos estos efectos con suma fide- talla de la soprano: Al!/ dem wasser z.u pecial cuidado tanto en su interpretación co-
lidad, con lo que el sabor hispano a que nos singen. de Schubert; y de Wolf, In den mo en la percepción por parte del oyente.
referíamos queda claramente puesto de ma- Schatlen Meiner Locken y Mausjallen- Sus obras pianísticas extensas —y la Kreis-
nifiesto. leriana y la Humoresque pertenecen a este

58 Scherzo
DISCOS

grupo— están cohesionadas interiormente espléndida de EMI, favorece su enfoque. El cuarteto Coull, creador de las obras,
por unos principios formales que se apar- Ambas aproximaciones me parecen igual- atestigua el extraordinario nivel de la músi-
tan por completo de la dinámica expansiva mente válidas y preferir una u otra es cues- ca de cámara británica.
de la sonata clásica y deben su funcionali- tión de gustos; lo que no cabe discutir es la
dad eficaz a la intervención de un simbolis- superioridad de la Filarmónica de Nueva
mo narrativo que se complace en la autocila York sobre la Orquesta Hallé. TCHAIKOVSKI: Sinfonía N° 6 en Si me-
constante y en el contraste de situaciones aní- El disco de Barbirolli incluye, además de nor «Patéticas. Orquesta Filarmónica Che-
micas definidas al hilo de su propia sucesión la inevitable Finlandia, una electrizante ver- ca. Dfr: Lovro von Matarte. Capricho
en el contexto de la obra unitaria. Schumann sión de El regreso de Lemminkainen, un so-
exige del pianista unas dotes innatas para el italiano, Op. 45. Orquesta Sinfónica de Pra-
berbio Vals triste y una no menos excelente ga. Dir.: Jlri BdofettvrL. Kupraphou 2 SUP
aguante del trabajo prolongado y sobre to- versión de la Suile Karelia, en la que desta-
do una sensibilidad peculiar que sea capaz 0008. AAD. 59'»". Importador: TURNER
ca la nobleza con que el gran director britá-
de iluminar los motivos temáticos, tímbri- nico plantea la Balada. Pero si este compacto
cos y rítmicos escritos en las partituras des- En esta grabación de 1968 el di-
es recomendable, aún lo es más el de Bern- rector yugoslavo Lovro von Ma-
de una previa toma de posición comprensiva. stein, cuya versión de la Quima Sinfonía es,
El pianista neozelandés Jeffrey Grice pen- tacic (1899-1985) ofrece una
probablemente, la mejor de las muchas gra- versión de la Patética desbordante de pasión
samos que reúne estas condiciones a juzgar badas hasta la fecha y, a no dudarlo, uno
por el lirismo que sabe imprimir en su eje- y rayana a veces en la histeria. Plena de ru-
de los máximos aciertos de toda la carrera balos, sin recreación alguna en los fragmen-
cución que debe mucho más a la interiori- fonográfica del maestro americano. Los nu-
dad sutil de un Claudio Arrau que a la tos lentos, la versión asemeja algo la recién
merosos problemas que plantea la construc- aparecida de Semion Bychkov (Phillips),
brillantez explosiva un tamo neurótica auh- ción de esta Sinfonía (el primer tiempo
que igualmente genial de un Horowíiz, por aunque su duración bastante inferior
bipartito, con una transición muy difícil; la (45'57") refleja el nervio permanente que la
citar sólo a dos eminentes músicos que han engañosa simplicidad de las variaciones y
registrado las obras aquí escuchadas. Grice batuta de von Matacic infunde a la partitu-
especialmente el complejo final, que Bern- ra, que no languidece en los adagios como
se mueve en un ámbito delicado y prefiere stein culmina con un fervor casi místico) son
detenerse en la nuance expresiva de los mo- la versión de Bychkov (48'29").
resueltos con pulso firme, entusiasmo y co-
vimientos lentos. Sólo le objetaríamos las municatividad desbordantes. Matacic consigue un excelente sonido de
omisiones, por otra parte frecuentes en otras la orquesta y hace que las distintas voces sue-
interpretaciones, de las repeticiones de los En suma, dos discos espléndidos a precio nen perfectamente diferenciadas, siendo dig-
dos tríos y de parte del material principal en asequible. Concluyo recordando que, den- na de mención la actuación de los metales.
\aArabesque porque creemos que ello va en tro de esta gama de CD, EMI ha publicado No obstante, los arranques de impetuosidad
detrimento déla coherencia del discurso di- ya las Sinfonías I, 2, 4 y 5 por Karajan; que del director impomen lates dificultades a las
latado característico del pensamiento del Philips ha reeditado la inmarcesible Segun- cuerdas que éstas llegan a fallar en algunas
compositor alemán. Y otra critica a la im- da de Szell, y que Saphir-lntercord ofrece, entradas de las escalas ascendentes del últi-
perfecta calidad de la reproducción sonora con Rojdestvensky y la London Symphony, mo movimiento, ahí donde parecen oirse los
' que esperamos que sólo haya afectado al un programa análogo al de Barbirolli aquí últimos estertores o gemidos del composi-
ejemplar que nosotros poseemos. comentado. Realmente, una difícil elección tor y de la sinfonía, que poco después desa-
gratamente recompensada por la bella mú- parece en la nada.
sica de Sibelius servida por sus mejores in-
C.C. térpretes. En conjunto se trata de una versión ple-
namente coherente en la que quizá sólo so-
bra algún ataque de nervios que, por otra
SIBELIUS: Quinta sinfonía Opus 82. La R.A.M. parte, puede estar de sobra justificado en
muchacho de Pohjola Opus 49. Orquesta Fi- una partitura como ésta. Quien suscribe si-
larmónica de Nueva York. D¡redor. Leo- gue prefiriendo la Patética de Karajan o la
nard Bcrnsltln. Disco compacto CBS ADD SIMPSON: Cuartetos de cuerda n" 10 «For de Mravinski, pero ello no es inconveniente
MYK 44720. Duración: 45'23". Peacea, y n" II. The Coull Slring Quartet. para disfrutar de otras versiones como ésta
SIBELIUS: Suile Karelia Opus II. El regre- CD Hyperion. DDD. SI'. o la de Bychkov, con planteamientos bas-
so de Lemminkainen Opus 22,4- Finlandia tante alejados de aquellas pero poseedoras
Opus 26. Vals triste Opus 44. La muchacha La obra de Simpson es práctica- también de una coherencia interna que re-
de Pohjola Opus 49. Orquesta Hallé, de mente desconocida en las salas de vela un acercamiento distinto a una parti-
Manchcster. Director, Sir John Barbirolli. concierto sur-europeas, como lo tura que, al fin y al cabo, es algo que hay
Disco compacto EMI ADD CDM 7.69105.2. es en general la música británica. Algunas que interpretar.
Duración 50'17". de las más bellas sinfonías del siglo veinte E! disco completa su duración cercana a
(Cuarta y Sexta de Vaughan Williams, Cuar- la hora con una versión del Capricho italia-
Obra común a estos dos compac- ta deTippett...) son muy poco tocadas o ni no correcta en líneas generales, aunque al-
tos es uno de los mejores poemas siquiera han sido estrenadas en algunos paí- go escandalosa y charanguera.
sinfónicos de su autor, que des- ses como España. A pesar del AAD el sonido es excelente
cribe la fascinación ejercida por una joven Nacido en 1921, entre Britten y Maxwell y el disco es perfectamente recomendable,
diosa de Pohjola, la región norte de Finlan- Davies, contemporáneo de Racine Fricker, tanto más por el precio medio de la serie a
dia, sobre Viainomoinen, héroe del Kaleva- Roben Simpson cultiva un lenguaje gene- la que pertenece, distribuida por Turner.
la. Estas dos versiones forman, junto con ralmente austero. Los Cuartetos 10 y II fue-
la histórica de Kussevitzky y la muy recien- ron concebidos simultáneamente en 1983 y J.A.T.G.
te de Rojdestvensky, el grupo más destaca- 1984. El n. ° 10, íntimista que, utiliza las téc-
do en la discografía de esta Opus 49 de nicas contapun tísticas elizabetianas, y el n °
Sibelius. La comparación entre las realiza- ¡I, más expresivo, inspirado en el mundo WACNER: La walkiria. acto I. Lotte Leb-
ciones de Bernstein y Barbírolli ilustra so- beethoveniano, no son las obras más direc- •nauD, Lmuritz Mekhior, Emanucl List. Or-
bre las diferentes posibilidades de tamente seductoras del compositor; no tie- questa Filarmónica dt Yiena. Director:
acercamiento a esta obra, deudora de los nen la brillantez de su Quinta Sinfonía o del Bruno Walitr. EMI Referentes CDH 7
poemas de Strauss y de Rimsky-Korsakov, Cuarteto n° 9, pero muestran una cualidad 61020 2 PM SI7. ADD. 62'19".
pero inequívocamente sibeliana. Ambos di- que podría definir el estilo de Simpson, el
rectores responden imaginativamente a las ritenuto expresivo, utilizado no como color He aquí una auténtica cima de la
múltiples sugerencias de esta música. Bar- sino como concepto generador de la obra. interpretación operística, una
birolli, de andadura más pausada, es pos- Con otro vocabulario, es un mundo sonoro grabación justamente famosa
tromántico en su concepción y en el manejo próximo a Fauré, Albéniz y Debussy, carac- desde hace lustros recuperada ahora, sin pér-
de la orquesta. Bernstein, más dramático y terizado por la doble paradoja: el pionísi- dida de su ya buen sonido original (extra-
contrastado en tempi, timbríca y dinámica, mo, ma sonora y el forte con sordina. ñamente bueno paia la época) y disminución
observa estos pentagramas desde más allá (Encontramos también ejemplos en Falla, de ruidos de fondo, para el soporte compac-
de su fecha de composición, 1906; la pro- Intenso, ma p. de La vida breve, de La to. Las tomas fueron realizadas los días 20,
pia toma sonora, más dura e incisiva que la Jota...). 21 y 22 de junio de 1935 en Viena. El pro-
yecto inicial, sin embargo, era grabar la ópe-

Scherzo 59
DISCOS

ra entera en Berlín; razones políticas, entre pla excelentemente a estos elementos: no es iín; s. Knusbcvilzky, chelo; L. Oborin, pia-
otras, lo impidieron. Las escenas 3 y 5 del la suya una interpretación refinada o mati- no. LDC 278.907. Disco compacto AAD.
siguiente acto, que Walter alcanzó a regis- zada, pero el instrumento, sólido, pleno, re- Duración, 63'23".
trar en las sesiones vienesas con los mismos sonante, da el carácter adecuado al torvo Volumen 8. DVORAK: Concierto para vio-
cantantes más Hans Hotter y Marta Fuche personaje. La Fi¡armónica de Víena es pu- iín, Opus 53. CHAUSSON: Poema, Opus
como Wolan y Brünnhilde, se unieron a las ro aire y fuego en la batuta de Waiter. Lo 25. RAVEI.: Tágane. D. Oislraf, violln. Or-
restantes grabadas tres años más tarde en dicho: una cima. questa Sinfónica de la URSS. Director, K.
Berlín, con Bruno Seidler-Winkler (un ario Kondrashin. LDC 278.908. Disco compac-
puro) en el pupitre directoría!. Mar-
garete KIose completaba el reparto para las to AAD. duración, S7'3S".
intervenciones de Fricka en la primera es- A.R. Volumen 10. PROKOF1EV. Sonata para
cena. Alfred Jerger y Ella Flesch prestaban violin y piano n". I, Opus 80. 5 melodías
sus voces a Woian y Brtinnhilde en la quin- Opus 35 bis. Sonata para 2 violines, D. Ois-
ta de este mismo acto segundo. Como ve- lraj, violin. Con L. Oborfn y F. Baller, pia-
mos, una grabación fraccionada y
accidentada. Lástima que. aún con estos u
RECITALES no; lgor Oislraf, violin. LDC 278.910. Disco
completo AAD. Duración, 56'SS"-
otros problemas, no se siguiera con el acto CANTO GREGORIANO: Circunderunt
f II. Los dos que se conservan, con las irre- me; A ve María; Gústale el videle; fíodie Prosigue la publicación de los
gularidades apuntadas, pero —y esto es lo scietis; Laelare lerusalem; Laetalus sum; discos compactos en que Le
más importante— con Melchior y Lehmann Quinqué prudentes virgines; Ingrediente Do- chant du monde (que representa
al frente, aparecen unidos en un reciente mino; Resurrexi; lubilate Dea; Veni, Sáne- en Francia al sello ruso Melodía) recoge par-
compacto doble de la firma danesa DANA- le Spiritus; Qui sedes Domine; Visionem te de la amplísima discografia de David Ois-
CORD, en estos meses importado a Espa- quam vidistis; Benediclus es Domine; Uni- traj, de laque nuestros lectores ya tuvieron
ña junto a los oíros cinco volúmenes que el versi; Salve, Fesia dies. Schola Anlkgua. Di- referencia. En el número 20 de SCHERZO
sello dedica al tenor wagneriano (publica- rector. Laurentino Sáenz de Buruaga. Cásele se reseñaban los dos Conciertos para vioiín
ciones a las que, dada su importancia his- A*B MASTER RECORDS. 87-11 Digital. deShoslakovichyenelZI EPA criticaba los
tórica y su enorme valor recopilatorio de de Chaikovsky y Sibelius; los directores eran,
inapreciables documentos sonoros, será for- nada menos, Mravinsky, Kondrashin y Roj-
zoso dedicar en SCHERZO un próximo co- El cultivo del canto gregoriano se ha man- destvensky. En el último número citado, fi-
mentario). tenido en España gracias a la actividad de- guraba también la crítica al Concierto de
sarrollada en algunos, muy pocos, centros Brahms dirigido por Klempercr para EM1.
religiosos, sobre todo el Monasterio bene- Toda esta laboi editorial permite recuperar
Bien, pero en estos momentos lo que te- dictino de Silos. Ahora, cuando se procede la discografía de uno de los más grandes vio-
nemos, impecablemente editado por Réfé- a una revisión generalizada de las formas de linistas de este siglo, en condiciones técni-
rences —recogiendo las antiguas tomas de interpretar la música antigua, el gregoriano cas generalmente superiores a las de
Keilh Hardwick que luego figuraron, ya en no ha dejado de verse sumergido en este pro- anteriores apariciones de estos registros; en
33 revoluciones y un tercio, en un LP ceso. Como este canto litúrgico llegó a de-
Seraphim—, es el primer acto, que motiva saparecer y luego fue recuperado por los concreto, los prensados que Hispavox nos
obsequió cuando, durante los años 70, dis-
esta critica y que es, él sólo, la auténtica jo- benedictinos de solesmes, su situación es si- tribuyó en Espaila el sello Melodía, fueron
ya; la cima de que se hablaba. Cualquier co- milar a la de otras músicas del pasado por bastante deficientes. Aclaremos no obstan-
sa que se diga ahora de esta interpretación haber sufrido una quiebra de la tradición. te que las grabaciones en origen mediocres
podría caer en la redundancia. Baste resu- Todo intento actual de una fiel recreación (el Concierto de Dvorak, por ejemplo) si-
mir unos cuantos rasgos esenciales. La di- del gregoriano necesita, por lo tanto, acu- guen siéndolo a pesar de las técnicas moder-
rección de Walter — que había conducido, dir a las fuentes disponibles. Aún otro pro- nas de reprocesado.
en 1924, la representación de la misma ópe- blema viene a hacer mis dificultosa si cabe
ra en la primera aparición de Meichior en ¡a búsqueda de la autenticidad en este cam-
el Covent Carden y que no había llegado a po. Su sentido ritual vuelve casi inasible la En cualquier caso, los cuatro discos que
entenderse con ¿I— es de un lirismo incan- esencia última de esta música a los conjun- hoy nos ocupan son de interés por un moti-
descente y apasionado; de tempi ligeros pe- tos musicales que se acercan a ella desde el vo u otro. Comencemos por el que une a la
ro no apresurados; de permanente valor campo estrictamente profano. Se explica así Opus 53 de Dvorak, el Poema de Chausson
energético; de precisión y claridad asombro- que grupos vocales de gran fama se estre- y la Tzigane de Ravel. La ejecución de Ois-
sas; de soberbia elegancia y de máxima elo- llen contra el gregoriano. traj es soberbia y por si sola asegura el va-
cuencia. Ejemplar. Lotte Lehmann es una lor de este CD. No obstante, la contribución
Sieglinde ante todo juvenil, de voz fresca Muy encomiable el trabajo de la Schola del gran Kyril Kondrashin en estas obras fue
y homogénea, de acento vibrante, de fraseo Antiqua en la presente cinta, cuya existen- mejorada por otras batutas más afines a
nítido y caliente, fácil en el agudo. Meichior cia misma es ya un heroico esfuerzo de la ellas, por ejemplo ladeMünch, que grabó con
es un modelo puede que irrepetible de tenor formación, que ha procedido a su autofinan- Oistraj el Poema de Chausson en Boston;
wagneriano poderoso y lírico, heroico y cá- ciación. Se aprecia la labor de estudio de las y en la obra de Dvorak, las de Ancerl y Neu-
lido; un paradigma del canto en Wagner, ca- fuentes y la inquietud por depurar al máxi- mann también son superiores. En resumen,
paz tanto del acento propio del Heldentenor, mo el estilo, cosa esta última que se logra se trata de un disco interesante por la bella
de la imprecación, de la valiente evocación al menos en una parte aceptable. El color música que contiene y por la radiante inter-
{su Waise! Walse! es justamente célebre: vocal del grupo de intérpretes no es de gran pretación de Oistraj, pero con algunas limi-
I qué Sol naturales agudos, regulados y man- belleza, pero esto se ve compensado por la taciones. De referencia absoluta puede
tenidos con una potencia y una intensidad seriedad y el rigor de sus versiones. calificarse, en cambio, el CD que agrupa los
extraordinarias!) como de la efusiva frase, Conciertos para vtolin y orquestad* Jacha-
llena de sabor poético (inigualado Winters- turian y Kabalevsky: son los propios auto-
lürme). El tenor danés se encontraba por es- res quienes dirigen a Oistraj, dedícatario e
ta época, a los 45 años, en el apogeo de sus E.M.M. intérprete de los estrenos. Aquí las reticen-
sensacionales medios vocales y expresivos. cias a la hora de recomendar el CD derivan
Admiran cada vez que se escuchan sus In- EDICIÓN DAVID OISTRAJ exclusivamente de la propia música conte-
tervenciones la manera con que regula la Volumen 3: JACHATURIAN: Concierto nida, de calidad muy dudosa. Recordemos,
emisión, su control de legato, su linea de para vioiín en Re. David Oistraj, violfn. Or- de paso, que el Concieno de Jachaturian ha
canto, su media voz, sus ataques certeros, questa Sinfónica de la Radio, URSS. Direc- conocido otras notables versiones discográ-
el brillo de sus agudos, firmes, potentes, lle- tor, Armm Jacbalurian. KABALEVSKY: ficas, como la de Rampal —en transcripción
nos, squillantes... La voz era, desde luego, Concierto para vioiín en Do, Opus 48. D. para flauta— o la soberbia de Kogan y Mon-
monumental: extensa, de oscuro color (ha- Oistraj, violfn. Orquesta Nacional de )• teux para RCA.
bla comenzado como barítono), de bello URSS. Director, Dmilrí Kabalcvsky.
timbre, aterciopelada en los pianos, fácil en LDC.2TH.883. Disco compacto AAD. Du- El atractivo compacto que combina los
cualquier registro, de comunicativa vibra- ración, 53'4S". Distribución HARMONÍA Tríos de Ravel y Rimsky-Korsakov (muy in-
ción. El Hunding de Emanuel List se aco- MUNDI. frecuente éste, y no carente de interés) sirve
Volumen 7. RAVEL: Trio en La. R1MSKY- para recordarnos que Rimsky fue músico
KORSAKOV: Trío en Do. D. Oislraj, vio- completo, de sólido oficio. La ejecución de

60 Scherzo
DISCOS

Oisiraj con Knushevitzhi (chelo) y Oborin las Canciones de Ravel, memorables. Como tiguas, aunque no por ello carentes de cali-
(piano) es excelente en ambas obras, aun- comparación seleccioné, para esta última dad. Participan directores como Eugen
que en la de Ravel existen otras versiones de obra, la versión de von Stade (CBS), cuya Ormandy, sir Thomas Beecham, George
igual o superior calidad musical y técnica, pronunciación mediocre y estilo algo mon- Weldon, sir Malcolm Sargent o sir Georg Sol-
desde la antigua de Menuhin-Cassadó- jil la dejan muy por debajo de la soberbia ti, la mayoría de ellos Tallecidos.
Kentner hasta las más modernas del Trio Norman. Asi pues, un popurrí, pero de ex- El disco incluye, entre otras, muestras de
Beaux Arts o diversos grupos franceses. Una traordinaria calidad. las tres principales obras para ballet de
vez más, la digitalización no puede evitar al- Tchaikovsky; El lago de los cisnes. El Cas-
gunas distorsiones o lloros de la banda ori- canueces y La bella durmiente.
ginal, fechada en Moscti hacia 19S2. R.A.M. Como todas las grabaciones de estas ca-
Sensacional, sin reserva alguna, es e! dis- racterísticas (reunión de diversos fragmen-
co dedicado a obras de cámara de Proko- ANDRÉS SEGOVIA. Grabaciones tos), An Evening al the Ballet presenta una
fiev: música bellísima, de espléndida factura, 1927-1939, Obras originales, transcripciones gran variedad de íntÉrpretes, hecho que resta
en versiones de referencia. La excepcional 1 arreglos de: Albéniz. Bach, Castelnuovo- uniformidad al disco. No obstante, cabe se-
musicalidad de Oisiraj y su apabullante do- Tedtsco, Frobergcr, Granados, Muíais, ñalar que como resumen de música para ba-
minio técnico le permiten superar sin difi- Mendelssonii, Moreno-Torroba, Sor, Tárre- llet la obra es válida.
cultades aparentes los más intrincados ga. Turto» y de Visee. CD. EMI. Referen- X. D.
pasajes de la Sonóla opus 80, sin que su so- tes. CHS 7 61047 2. ADD. 61'IM y 58'44.
nido noble, lleno y cálido en (oda la gama A NIGHT AT THE OPERA (en tres volú-
acuse mínimamente (ensión o problemas.
Pero lo más admirable es que todos esos ina- El arte de Segovia eslá basado en un único menes). Arlas y dúos célebres interpretados
gotables recursos técnicos y el temperamento concepto: la magia del sonido, virtud pri- por diferentes cantantes, orquestas y direc-
que se adivina intensísimo, se subordinan a maría y primera de la música; encantar a tra- tores. Kenwest Records CD 601 a 3 ADD.
una lógica musical de primer orden, respon- vés del canto. Este altivo intérprete no tuvo Serie Media. Importador: Masterlrax.
sable última de que la atención del oyente piedad de ningún compositor, podó a su gus-
quede prendida por entero en la belleza de to las obras, extirpando una gavolle de una Con el título genérico de A Nighl
las obras y no en el virtuosismo de su prin- partita para violín, una couranle de una suite al the Opera Kenwest Records
cipal intérprete. Con él colaboran óptima- para violoncelo, una canzonetía de un cuar- nos propone una interesante co-
mente Lev Oborin (Opus SO), Frida Baller teto de cuerdas... Poco importan los instru- lección de las más famosas arias del reper-
(Opus 35 bis) y su propio hijo Igoi Oistraj mentos originales, la lógica, la razón, el torio italiano y francés (aunque también apa-
en la Sonóla para dos violines. Un disco ad- estilo; todas las obras sirven con tal de fa- rece un ejemplo de Dvorak: Oh ¡una de plata
mirable que debe figurar en toda colección. vorecer la guitarra. En el universo hedonis- de la ópera Rusalka), Destacan fragmentos
ta del intérprete, todos los compositores se como la Canción del toreador, de Carmen;
parecen entre sí. Caro nome, de Rigoletto; el dueto de amor
de Madama Butterfly; Che faro senza Euri-
R.A.M. Estas grabaciones de los años treinta (ex- dice, del Orfeo ed Euridice de Gluck; Ce-
celentemente reeditadas en CD), mostran- leste Alda de Aida; Recóndita armonio, de
do al intérprete ya convencido de su genio Tosca; Parigi o cara, de La Traviata; el due-
RECITAL Jessye Norman, soprano. Frag- y seguro de sus ideas, atestiguan del princi- lo de las flores de LaBoheme, Vapensiero,
mentos d* obras d* BERLIOZ (Romeo y Ju- pio de la epopeya. En nuestra época ilustra- de Nabucco o Ritorna vincitor de Aida, en-
lieta), BRAHM5 (Réquiem alemán), da por las interpretaciones de Leonhardt y tre muchos otros.
OFFENBACH Ha bella Elena) y WEBER .de Gould, no se trata de escuchar a Bach o
(Euryanthe). RAVEL: Canciones malga- a Froberger por Segovia, sino a su guitarra Uno de los aspectos más sorprendentes de
ches. WAGNER: Wesendonk Lieder. Diver- única. ¿Oscurantismo?, es posible, pero las este disco es que se trata, en su mayor par-
sas orquestas y directores. Pianistas: Üallon fuerzas irracionales removidas por este ar- te, de una recopilación de grabaciones anti-
Bladwin; Irwin Gage. Disco compacto EMI tista fueron provocadoras del Deseo; com- guas; aparecen intépretes como la soprano
DD CDM 7692562. Duración, 61 m. 12 s. positores del mundo entero escribieron para Anna Moffo —que, por cierto, nos demues-
Segovia, mientras, de pronto se animaron tra su gran dominio en todo el registro vo-
guitarristas, vihuelistas, laudistas, adoran- cal, pues canta desde la Canción de las
Esta heterogénea mezcla de frag- do al Primer Padre, para, después, rebeldes,
mentos de diversos autores es campanillas de Lakmé de Delibes o el Caro
vivir su vida propia. nome del Rigoietto de Verdi, hasta el Che
una recopilación concebida por
EMI como homenaje a la eximia soprano, /aró senza Euridice del Orfeo de Oluck—,
Andrés Segovia queda hoy en el Olimpo. Lcontyne Price, Mirella Freni o Victoria de
realizada yuxtaponiendo registros de diver- Solo.
sas ¿pocas que van desde 1970 (Wagner) a los Angeles. Asimismo están presentes di-
1986 (Berlioz). A través de todos ellos bri- rectores como Vitlorio Gui, Tullio Serafín,
llan los fulgores de una voz ya excepcional Renato Fasano o Thomas Schippers, todos
P.E. ellos fallecidos. Sin embargo, encontramos
en sus comienzos que con el paso del tiem-
po ha ido ganando en riqueza 1 imbrica, ca- AN EVENING AT THE BALLET. Obras asimismo nombres de músicos plenamente
pacidad expresiva y rigor artístico sin perder en activo actualmente; tal es el caso de los
dt Tchaikovsky, Chopln, DHibes, Saint- directores de orquesta Zubin Menta o Aldo
apenas nada. La Norman, como antaño Ca- Sai-ns, Adam y Ponchieli. Fragmentos in-
llas y Schwarzkopf —por ejemplo—, sabe Ceccato y de los cantantes Plácido Domin-
terpretad os por diferentes orquestas y direc- go o Montserrat Caballé.
variar los colores de su voz sin renunciar a tores. Kenwest Records CD 605 ADD. Serie
los presupuestos básicos de una emisión Media. Importador: Mastcrlrax.
siempre perfecta, y logra asi la variedad de A Night at the Opera es una obra pensa-
acentos y colores necesarios para hacer jus- da principalmente para el aficionado que de-
ticia a tal diversidad de estilos. No hay du- Es evidente que una buena sesión see poseer, en poco espacto, un resumen del
da de que en eso —y en otras muchas de ballet no puede sustituirse por más conocido repertorio operístico. Los tres
cosas— Jessye Norman es hoy día artista su- ninguna grabación. Lo único que volúmenes cumplen perfectamente este re-
prema, excepcional. Para más detalles so- le queda a un disco de este tipo es el poder querimiento que, como todas las coleccio-
bre su voz, pueden repasarse en otros de la música de rememorar las interpreta- nes de este tipo, tienen sus ventajas e
números críticas a sus registros de Slrauss ciones ya vistas de los grandes bailarines. Por inconvenientes. Entre las primeras esta la de
(SCHERZO. 12). de La belte Heléne otro lado, su función es asimismo la de di- tener, juntas, toda una serie de arias que,
(SCHERZO, 2) de Romeo y Julieta (SCHER- vulgar las composiciones pertenecientes a es- por su fama y belleza, a todo el mundo le
ZO, 18). te género musical. gusta escuchar; pero en estos discos se dis-
torsiona la idea original del compositor, pues
A pesar de todo, Kenwest Records ha creí- las obras se presentan de forma parcial y los
En la calidad de las interpretaciones de do oportuno editar un disco dedicado a la fragmentos quedan desligados de su contex-
ópera y oratorio cooperan Muti, Tennstedt. música de ballet, grabación que ha incluido to general, por lo que la obra total no pue-
Plasson y Janowski al frente de excelentes dentro de su serie divulgativa de los gran- de ser comprendida por el auditor.
orquestas. En las de lieder lo hacen especia- des fragmentos de la ópera y de la opereta.
listas como Gage y Baldwín, y asi no es ex- En este caso, los responsables de su edición,
traño que los Wesendonk sean excelentes y también se han servido de grabaciones an- X.D.

Schcrzo 61
DISCOS

AN EVENING AT THE OPERETT. Obras He, que muy inteligentemente dirige el críti- El reencuentro del soprano de Bechet con
de Offfnbich, Slraoss, Aúam, Léhar y Ze- co inglés Alan Bates! Estos compactos des- el trombón de Víc Dickenson, otro sólido
ller. Fraf mentos interpretados por diferen- tacan, tanto por su calidad como por su representante del jazz tradicional, resultó al-
tes uníanles, orquestas y directores. seriedad, en un mercado español todavía tamente feliz produciendo una música pu-
Kenwesl Records CD 604 ADD. Serie Me- muy difuso. Además se ofrecen a un precio jante, de una brillantez raramente lograda
dia. Importador: Masitrtrax. asequible, dato a agradecer en vista de los en este contexto clásico. Bechet se encontró
abusos de que frecuentemente Mimos victi- en magnífica forma, y quien no le ha escu-
Como complemento a A Nighl mas en esta nueva faceta de ta tecnología. chado en mucho tiempoq uedará seducido
al the Opera Kenwesl Records Sería, sin duda, exagerado hablar de obras por la gran belleza de su luminoso fraseo do-
nos propone un volumen, An maestras, pero todos estos discos encierran minado por ese tan peculiar víbralo que hi-
Evening al the Opérala, dedicado a los afi- un jazz excelente que proviene de grabacio- zo de él una figura legendaria, admirado en
cionados de la opereta vienesa, género que. nes semi olvidadas, algunas incluso total- toda Europa y especialmente en Francia
aunque popular, bien merece ser tenido en mente desconocidas. Los coleccionistas donde pasó la última larga y fructífera fase
consideración. Can toda seguridad, los sabrán aprovechar esta ocasión de ampliar de su vida.
amantes de esta forma musical celebrarán su su conocimiento de unas figuras que tuvie-
aparición. Con el saxo alto Lee Konitz nos encon-
ron gran importancia para la consolidación tramos en el polo opuesto. Este intérprete
Como pórtico de la grabación aparece la y el desarrollo de la música en sus respecti- del estilo cool, ferviente seguidor del pianista
obertura por excelencia del mundo de la ope- vas épocas. En varios casos se trata de obras Lennie Tristano, acababa de salir de una
reta: la obertura de Die Fledermaus de Jo- tardías de valiosos jazzmen americanos que prolongada estancia en la gran orquesta de
hann Strauss, A partir de aqui se suceden durante la década de los cincuenta emigra- Stan Kenton, y su recién recuperada liber-
numerosos ejemplos, hasta un total de tre- ron a Europa para allí pasar los últimos años tad se nota en cada momento de la bellísi-
ce, de las más célebres operetas vienesas: Tie- de vida. ma sesión que fue grabada en Boston en
rra de sonrisas. Paganini, La viuda alegre enero de 1954. Acompañado por un trio rít-
de Léhar; Orfeo en los infiernos de Offen- Por fin está a nuestra disposición en su mico compuesto por el pianista británico
bach; Barón gitano de Strauss y Der Obers- totalidad el celebre concierto que dio en Ale- Ronníe Bal!, el contrabajista Percy Heath
teige de Zeler. mania, en al primavera de 1960, un cuarte- y el batería Al Levitt, Konitz se lanza en los
to compueslo por auténticos colosos del jazz más atrevidos solos que jamás se habían es-
Se encuentran en esta grabación dos obras de la posguerra —el pianista Bud Powell, el
que no sabemos exactamente por qué han contrabajista Osear Peitiford, el batería cuchado en un músico blanco hasta enton-
sido incluidas, pues no son opereta sino ver- Kenny Clarke y el saxo tenor Coleman Haw- ces. Con sus libres improvisaciones sobre
daderas óperas. Se trata de Los cuentos de dins. El LP que entonces vio la luz causó cier- unos cuantos siandards logra crear un nue-
Hoffman de Offenbach y de Der Postilion to impacto porque era la prueba de la vo estilo que poco o nada tiene que ver con
von Longjumeau. En cuanto a esta última todavía existente inspiración de Powell, el al revolución parkeríana. Sus largas y me-
se incluye el fragmento Freunde, Vemehmat gran revolucionario del piano bebop, que an- lódicas líneas, su frase flexible y, por enci-
die Geschichre en el que Adam escribió pa- teriormente había dado alarmantes señales ma de iodo, su swing tan denso como
ra el tenor un Re agudo. Nicolai Gedda, el de crisis. Hawkins, que se encontraba en una discreto hacen que esta música se escuche
encargado de esla aria en nuestra grabación, espléndida fase de madurez, participó en con la misma fascinación que hace más de
resuelve la papeleta dignamente. cuatro de los nueve temas, y es apasionante treinta años cuando tan injustamente se le
escuchar su diálogo con el legendario pia- consideraba un improvisador frío y cerebral,
Como sus compañeros de colección An Eve- y no el inventor lírico fuera de serie que siem-
ning al the Opereita es una obra dirigida a to- nista. Un encuentro casual de grandes per- pre fue. Existen algunas grabaciones de Ko-
do aquel que quiera tener un resumen de las sonalidades que recuerda un momento nitz de la misma época, concretamente unas
arias más famosas del mundo de la opereta. glorioso en ta historia del jazz. La podero- efectuadas en Escandínavia, pero este ma-
sa música de este concierto suena aún hoy terial, soberbiamente grabado y desconoci-
X.D. con todo su frescor y constituye en su con- do hasta ahora, supera todo. Un pumo de
junto un emocionante testimonio de cuatro relieve en la abundante discografía de un Lee
maestros que se iban a apagar en lo sucesivo. Konitz que, por fortuna, sigue tan inspira-
do como en aquel luminoso momento de ju-
Pettiford falleció cuatro meses después de ventud.
esta grabación. Una todavía más evidente
prueba de lo que este inolvidable contraba-
jista era capaz la tenemos en la sesión de Vie- Del matrimonio que forman el pianista y
THELOMOUS MONK: The London Co- na que un alio ames había grabado en cantante Roy Kral y la vocalista Jackie Caín
ilection, vol. I. Black Llon BLCD 760101. compañía del saxo tenor austríaco Hans Ko- se sabe poco, pero se podría escribir largo
Duración: 46'54". Grabación: el 15 de no- llert, uno de los mejores seguidores de Zoot y tendido. Dentro de un estilo eminentemen-
viembre 1971 en Londres, Gran Bretaña. Sims, y el guitarrista húngaro Attila Zoller. te blanco ha sabido mantener siempre una
LEE KONITZ: Jazz at Sioryville. Black Al escuchar este sorprendente CD, uno se trayectoria limpia y tiene desde siempre un
Iion BLCD 760901. Duradón: 48'26'\ Gra- fija en la habilidad del líier cuando toca el tugar privilegiado entre los favoritos de es-
bación: el 5 de enero 1954 en Boslon, cello, instrumenlo poco frecuente en el jazz. te crítico. Esle simpalie dúo, que se inició
EEUU. ¿Y quién quedará insensible al peso y al en el seno del grupo del saxofonista Charlíe
significado que tiene el riquísimo material Ventura en la costa oesie a finales de los arios
ÓSCAR PETTIFORD: Vienna Blues/The que el pianista Thelonious Monk grabó en cuarenta, tuvo rápidamente un gran éxito
complete Session. Black iion BLCD 760104. solitario en Londres antes de refugiarse en que traspaío los círculos puramente jazzís-
Duración: 50'20". Grabación: el 9 y el 12 un profundo silencio que iba a durar nada ticos. Sus interpretaciones de viejas cancio-
de enero 1959 en Viena, Austria. menos que once altos, hasta su muerte en nes, maltratadas por infinidad de crooners,
JACKIE AND ROY: Spring Can Really febrero de 1982? Era su despedida de una destacaban por su frescura y por su manera
Hang You Up TheMost. Black Lion BLCD escena que había dominado durante los anos de someterlas al lenguaje del bebop y del
760904. Duración: J6'57". Grabación: pri- decisivos de transición que terminaron por scat. Esta docena de ejemplos de su arte vo-
mavera del 1955 en Los Angeles, EEUU. liberar definitivamente el jazz. Estre primer cal, que datan de 1955, sacan, por fin, a Jac-
BUD POWELL: The Complete Essen Jazz volumen de la famosa colección londinense kie & Roy de un olvido absolutamente
Festival Concert. Black Lion BLCD 760105. impresionará a todo el mundo, también a injusto y llegan como agua de mayo en un
Druación: 51'34". Grabación: el 2 de abril los que ya conocíamos estas preciosas ver- momento tristemente dominado por cantan-
1960 en Essen, Alemania Federal. siones de algunos de sus más queridos temas. íes mediocres que, por la dichosa ironía del
SIDNEY BECHET: Jazz ai Storyville. Black Y ¡magnífica sorpresa!: dos de las diez pie- destino, conocen un éxito popular que esta
Lion BLCD 760902. Duración: 57*04". Gra- zas que aquí se ofrecen son inéditas... entrañable pareja, todavía activa en los clubs
bación: el 25 de octubre 1953 en Boston, de su país, nunca obtuvo, en primer lugar
EEUU. Tan importantes como estas tres históri- por culpa de su admirable fidelidad a los
DisiriburiómHARMONlA MUND1. cas sesiones europeas son las grabaciones auténticos tesoros, que incluye el famoso
que tuvieron lugar en el club Storyville de American Songbook, y su manifesta hosti-
¡Bienvenida sea esla primera me- Boslon a principios de los cincuenta con dos lidad a los géneros comerciales.
dia docena de negros leones per- saxofonistas tan diferentes como Sidney Be-
tenecientes a la serie Storyvi chet y Lee Koniu como destacados solistas. E.T.

62 Scherzo
DISCOS

ESTUDIO DISCOGRAFICO

l catálogo Références de EM1 presenta


Voces históricas en CD
afectiva. Lehmann parece tener siempre la aria de Nemorino son hitos interpretativos
E en disco compacto una muestra del ar-
te de cinco cantanies cuya andadura su-
ma más de cincuenta años de nuestro siglo.
voz que necesita la heroína que canta; pare-
ce poseer, además, el tono justo, el diseño
adecuado que ésta necesita. Sin distancia-
dentro de la historia del canto Úrico, desta-
carla, sin hacer de menos a todo lo extraor-
dinario de la selección, el aria del tercer acto
Sin que el cambio de medio mejore especta- miemos ausentes ni sofistícaciones elabora- de Andrea Chenier, Si fui soldólo. Es impo-
cularmente la calidad técnica de los registros, das: el acento preciso. Así, de Weber a nible ofrecer un servicio mejor a la página,
en origen bastante penosos en los casos de Korngold, pasando por Beethoven, Wagner con ese juego entre A forte y el piano en un
Melba y Car uso, pueden, no obstante, ser- o Strauss, la soprano alemana frasea Leo- perfecto arco sonoro que dibuja el cantan-
vir de acicate, a través del reclamo del las- nora, Rezia o Elsa con tocante carnalidad. te. No obstante, el tenor pagaría su tributo
ser, para vencer las reticencias que algunos Y la Maríscala y Ariadne, puntos de referen- a la época: algunos ataques resultan enfáti-
aficionados vacilantes siempre han demos- cia para las que vendrían detrás. Ante estas cos con acciacaiure innecesarias, abusos del
trado por este tipo de grabaciones antiguas. pruebas, secundario aparece que la cantan- efecto sollozo, nasalidades.
El esfuerzo auditivo se compensa con cre- te baje un tono el aria de Leonora de Fide-
ces ante tales personalidades gloriosas e irre- lio (el exigente Tbscani se hizo el sordo por Jussi Bjoerling carecía en principio de la
petibles. Y es de esperar que la oferta por una vez) o que descuide por momentos la innata disposición para el canto italiano que
parte de la casa editora continúe. continuidad de la linea (Du winl milh be- poseían los dos anteriores, así como la len-
freien del soliloquio de Ariadne) o que el gua común. Hubo de trabajarlo, nunca su-
Matilde Marchesi decía de la voz que ha- agudo vacile en ocasiones. El lustre perma- ficientemente cuidado el segundo apartado.
bla de utilizarse como un instrumento que nece. Las grabaciones que recoge el compac- Pero el color y empuje vocal, la línea canta-
se deslizara de las notas graves a las agudas to van de 1927 a 1933. momento glorioso de ble, el vigor de las caracterizaciones, el en-
con absoluta libertad, con poco vibrato y sin una carrera que llegaría hasta 195] (y que canto y la elegancia, hicieron de él un tenor
quebrar el registro. Y su leona la puso en era glosada en el n.° 25 de SCHERZO por de primera magnitud, por encima de todos
práctica con superior relieve su alumna pri- Blas Matamoro con motivo del centenario los colegas peninsulares contemporáneos, en
vilegiada; Nellie Melba. Un nombre de cierta de la cantante). un período particularmente fértil en perso-
actualidad hoy en el país, gracias a la emi- nalidades y voces. De Bjoerling da a cono-
sión televisiva de su biografía, con rostro de Los tres tenores que propone la entrega Ré- cer el disco que se comenta (tomas entre 1936
una actriz notable (Linda Cropper) y modes- ferences parecen haberse pasado el relevo de y 1947 ) sus principales empleos escénicos,
to apoyo vocal de una soprano, también aus- su cuerda en la primera mitad del siglo: Ca- de los que existen también grabaciones com-
traliana, Yvonne Kenny. ruso, Gigli y Bjoerling, los más representa- pletas algunas ya en CD asimismo: Radamés,
tivos de su generación, aunque en el caso del Cavaradossi, Cania Rodolfo y Marineo. Un
La voz de la Melba era de las que hacen solo fragmento de Romeo el Julielle y el di-
época, una por generación. Luego está la téc- sueco (al menos en Europa) la estimación in- bujo sería completo.
nica. Y si ambas convergen los resultados ahí condicional le haya llegado a posteriori.
están: seducción de timbre, pureza de color, Cinco discos (el precio también ayuda) que
extensión generosa (del Si2 al Fa5), perfec- hay que adquirir sin titubeos, salvo que ya
ción virtuosística (escalas, cadencias, trinos), Caroso se tengan, como será el caso evidente del
afinación implacable. Y, para colmo, con la auténtico entusiasta del género.
precisión y facilidad de un mecanismo infa- De Caruso se ofrecen sus primeras graba-
lible. La contrapartida a tanta virtud se la ciones realizadas en Milán de 1902 a 1904, NE1L1E MELBA: Ariu de Lucia di Lammtr-
denominó frialdad o, a lo peor, monotonía. un Caruso menos difundido que el de los re- moor, Rigoleiio, La Traviaia, Romeo el Julielle.
Y la sensibilidad actual del oyente puede ha- gistros americanos de la década del diez. Casi f'aua. La bohéme. Olvllo. Canciones de Tostl,
cer suyo el reparo al escuchar los fragmen- todas las páginas recogidas en el disco las BtmbnB. BWiop. Chiuuon, Baeta-GoiDOd, Aiu-
tos de Travioia y Bohéme (sobre todo aquí Ic. EMl CD11 7 «1070 1. ADD. Dandoa 6I'4Z.
repetiría el cantante más adelante mejoran- LOTTE LEHMANN: Arias de f ¡delio, Der Frtts-
al tener al lado al fogoso y moderna Rodol- do, en general, el estilo y la interpretación. chuiz. Oberon. Die lustigen weiber van Windsor,
fo de Caruso), acostumbrado aquél a sopra- En estos años iniciales de la centuria prima- Lohtngrin. Tannháuser. Tristón und Isolde. Der
nos más comprometidas con los avalares de ban en el tenor la espontaneidad y desenvol- Rosenkavalter, Anadie auf Naxos, Arabella. Die
Violetta y Mimí. Pero el resto de las pági- tura del excepcional instrumento sobre el míe Siadi, Das wunder yon Hrliane. Die Fleder-
nas recogidas en el disco, las más represen- rigor formal, sin por ello carecer la lectura maus. Eva. EMl CDH 7 61041 2. ADD. Du-
tativas de su no numeroso repertorio (Gilda. de esa electricidad penetrante que siempre
Julieta, Margueritte de Faust, Lucia), son han tenido sus interpretaciones. Un instru- EN RICO CARUSO; Artas de Gtrmanio, Rtgolel-
únicas, personales, modélicas y, ay, irrepeti- mento entonces de perfiles esencialmente lí- la. Aída, Manon, L'Elísir d'amore, Mefisioftlé,
bles, porque el arte de Melba es fruto de una ricos, aterciopelado y I impido, sin la Tosca, Iris. Ftdora, La Gioconda, I Pagliacci. Ca-
época y una escuela que pertenece a un pa- oscuridad barí tonal que enriquecería poste- valforia rusticana. Adriana Lecouvreur. L*s pé-
sado perdido. Las arias y canciones presen- chrurs de perles. Les Huguenots. Ctaáoua de
riormente su voz, de resultas de la operación Demu, Toüi, Uracratia, Zurdo, Trinnrrni, Cor-
tes en el disco van de las primeras tomas de nodular de 1909. Pero la vibración, la pu- si. EMl CDH 7 61046 I, ARO. Duración: W31.
1904 a las últimas de 1926. cuando la sopra- janza y la solidez del sonido privativo del te- BFNIAM1NO C!GM: Páginas de Fatal, Carmen,
no contaba sesenta y cinco años, sin que el nor napolitano en su juventud profesional, Les pécheurs de perles, Manon, Ca vallena rusti-
tiempo ni el uso hayan mellado la frescura ya estimulan la adhesión incondicional del cano. La bohéme. Tosca, Andrea Chenier, Maris-
y estabilidad del instrumento. oyente. tello. EMl CDH 7 61051 2. ADD Duración:
6670"
Con Lotte Lehmann la persuasión admi- Gigli no poseía la exuberancia orgánica, JUSSI BJOERUNG:AriM de VEIisir d'amore. II
rativa pulsa otras cuerdas. Estamos ya en el el tonelaje sonoro de Caruso. Su arte es me- Ttovatore, Un bello m maschera, A ida, I Pa&liac-
terreno de lo humano. Humano porque la nos natural, más elevado. El sonido no tan ci. La bohéme. Tosca, La fanciuíla del West, 1u-
viril, aunque igualmente bello, cálido y am- ¡andol, Fedora. U4rltnana, VAJricaine, Fausl,
voz (rica, pastosa, comunicativa) presenta lí- Manon. Manha, Siabaí Mater (Rmriai), EMl
mites, apreciables aunque dominados. Hu- plio. Su marca de fábrica era el peculiar uso CDH 7 61053 2- ADD. DancMa: 6417".
mano porque tras el instrumento aparece el de la voz mixta, que tan elocuentemente ma-
personaje, la artista seductora, femenina y nejaba en los momentos convenientes, aca- Fernando Fraga
riciando la melodía, deslizando la voz de una
nota a otra con una morbidez conmovedo-
ra. El disco propuesto, con grabaciones rea-
lizadas entre 1927 y 1941, ofrece un retrato
bastante completo de su personalidad. Si la
cavatina de Nadir, el sueño de Manon o el

Scherzo 63
LIBROS

ACTUALIDAD

Edición íntegra de los


Villancicos del padre Soler
el coro segundo (Soprano, Alto, Tenor

L
a figura del padre Amonio So-
ler representa una de las perso- y Bajo). Los solistas vienen represen-
nalidades musicales más rele- tados por los más diversos protagonis-
vantes del siglo XVIII. Hasta ahora se tas de la acción del villancico y son los
conocía a Soler como un notable com- que intervienen en los recitados y en las
positor de música de tecla y de música II I t l f l f ' •• «*-*< * ( * * • ' coplas: desde personas de la calle (Bar-
de cámara; sin embargo, su inmensa tolo, Bato. Gila, Antón, etc.) hasta per-
obra vocal ha permanecido práctica- sonajes bíblicos pasando por zagales,
mente inédita hasta nuestros días. gitanos, negros, alemanes, médicos,
buhoneros, etc.
Todos los villancicos sin excepción
Edición integra de los villancicos de están dotados de acompañamiento ins-
Soler. trumental: a la fórmula Bajo continuo-
violines I o y 2° se le añade instrumen-
Un primer paso para sacar del ano- tos como la trompa, el oboe, la flauta
y el clarín.
nimato las composiciones vocales del
monje escurialense lo ha dado la edi- Los villancicos demuestran no sólo
torial Arte Tripharia que, a partir de una gran complejidad formal (alguno
octubre de 1988, publicará las trans- de ellos se compone hasta de siete par-
cripciones de los villancicos que hemos tes) sino también el extraordinario do-
realizado, trabajo en el cual hemos in- minio del contrapunto y de la homofo-
nía de que hace gala el padre Soler. Las
vertido más de dos años y que supon- dadera tropelía como la efectuada por modulaciones y la armonía que presen-
drá un total aproximado de 5.000 Marvin. tan muy avanzadas en comparación con
páginas de música impresa. A un rit- las practicadas por sus contemporáneos
mo de 25 villancicos por ano, la edito-
rial Arte Tripharia, que dirige Significa do de los villancicos del padre y que le valdrían los reproches de los
Soler compositores más conservadores, hacen
Rudesindo Soutelo, calcula que en cin- de los villancicos de Soler una de las
co aítos puede completarse la integral Frente a la estructura del villancico obras maestras de la música española.
de los villancicos solerianos, siendo la del siglo XV y XVI, compuesta por Nos hemos enfrentado a numerosos
distribución fundamentalmente por Es t rib i I lo-Coplas- Es l ri bi lio (Can ció ne- problemas a la hora de la transcripción:
suscripción. ros de Palacio y Upsala, villancicos de partes incompletas, numerosos errores
Con este ambicioso proyecto edito- Francisco Guerrero, etc.) o a la del de los copistas (ningún villancico fue
rial esperamos que la música del padre siglo XVII, integrada por Trío o copiado directamente por Soler), y so-
Soler y la música española en general Introducción-Responsión o Estribillo- bre todo la imprecisión de las notas de
del siglo XVIII sean mejor conocidas, Coplas (Pedro Rimonte, Juan Bautis- adorno, dinámica y fraseo. Por ello la
ya que de este siglo, una de las épocas ta Comes, etc.), aparece un nuevo tipo nuestra es una edición crítica: todo aña-
de oro de nueslra música, no tenemos de villancico en el siglo XVIII, del cual dido y toda corrección han sido expli-
sino lagunas. Hemos concebido esta el padre Soler es uno de sus máximos cados, en un intento de mantenernos
publicación como el primer paso para exponentes. Tomando como base la es- fieles a las intenciones originales del
constituir lo que será la futura opera tructura formal del villancico del siglo compositor.Hemos actualizado el tex-
omnia del compositor gerundense. De XVII, la enriquece y amplía, dando ori- to si bien aclarando las diferencias con
los 126 villancicos compuestos por So- gen a uno de los monumentos de la mú- el español actual por medio de notas de
ler, el padre Samuel Rubio publicó siete pie de página. En la edición de cada vi-
sica española: no sólo incluye formas llancico se incluirá asimismo la edición
en una edición modélica desde todos los musicales foráneas, tales como el aria, del texto poético. Paralelamente a la
puntos de vista, mientras que el nortea- el minué o la contradanza, sino también publicación íntegra saldrá a la luz un
mericano Frederic Marvin publicaba en formas típicamente hispanas como la trabajo de investigación que contendrá
los años 60 cuatro villancicos en la pres- seguidilla o la tonadilla, que adquieren el análisis formal y estilístico de los vi-
tigiosa editorial austríaca Universal caracteres novedosos en manos de So- llancicos.
Edil ion; las transcripciones que hace ler. En cuanto a la temática, los lemas
Marvin de los villancicos son lamenta- navideños son los más representados, No quisiéramos terminar este breve
bles y carentes de todo rigor científico; y sólo un pequeño número de villanci- articulo sin agradecer al Patrimonio
añade signos de articulación y matices cos versan sobre San Lorenzo, San Je- Nacional todas las facilidades que por
inexistentes en los originales a lo que rónimo y el Santísimo. Por lo que se medio de su asesor de música, el cate-
hay que mencionar su más absoluto refiere a la dotación vocal son muy nu- drático de la Universidad Autónoma de
desconocimiento de la lengua castella- merosos los villancicos que adoptan un Madrid José Peris, nos ha concedido
na: palabras tan sencillas como «bien» coro con solistas o bien dos coros; ge- para la realización de este trabajo en el
o «muy» las interpreta como si fueran neralmente, y siguiendo una costumbre Monasterio de San Lorenzo de El Es-
compuestas de dos silabas. Una pena muy seguida en la música de esta épo- corial.
que una editorial como Universal Edi- ca, el coro primero (Soprano 1', Sopra-
tion contenga en su catálogo una ver- no 2 a , Alto y Tenor) es más agudo que Paulino Capdepón

64 Scherzo
LIBROS

ROÑAL» TAYI.OR: Wagner Jivitr Ver- el libro de Schweitzer J.S.Baeh, el


gara Editor. Colección «la música y los mú- músico-poeta.
sicos». Bueno» Aires, 1987. 1 volumen de No hay en la obra un capitulo especifico
390 páginas y 2J'5x 13'S cm. Traducción de dedicado al análisis de las conposiciones de
Aníbal Leal. Widor. Andrew Thomson realiza dicho aná-
lisis en diversos capítulos del libro, alternán-
Dentro de la colección diada le toca tur- dolo siempre con las referencias a la fuente
no a Wagner con un libro de Ronald Tay- de que proceden, contribuye también a en-
lor, cuyos Liszl y Schumann han sido ya riquecer esta publicación. La extensa lista
publicado* asimismo por Vergara. El origi- bibliográfica y el índice onomástico con los
nal inglés es interesante. Tayiot se inspira que se cierra el libro deben lambifn resal-
en fuentes solventes, no tiene malquerencia tarse como puntos positivos. Se recoge, asi-
—antes al contrario— al objeto de su dis- mismo, una relación de las principales obras
curso (caso de Charles Osborne), no preten- de Widor, procedente del catálogo comple-
de corregir cada linea de la autobiografía de
Wagner (caso de John Deathridge) y no in-
LIBROS to proporcionado por John Richard Near en
la obra más arriba citada.
curre en la sobada matraca política y sim- En resumen, salvando algunas objeciones
plificadora (caso de Th. W. Adorno, Ludwig bia sido uno de los principales promotores de no excesiva importancia —una de ellas
Mar cuse, Harlmut Zelimsky y la legión de de la amnistía de Wagner, y que le había podría ser, a mi juicio, la no inclusión del
susexégetas). La selección podría sei inclu- conseguido un pasaporte prusiano». catálogo completo de las obras—, el libro
so aplaudida, ya que los modelos de Taylor es de sumo interés para el acceso a una épo-
—la magna biografía realizada por Emest En estas lamentables condiciones, la edi-
ción en castellano (?) del libro de Taylor sólo ca y a un autor del que se posee, en general,
Newman y las disquisiciones también bio- un conocimiento bastante parco. Como no
gráficas de Mary Burrell— no han sido ver- puede ser útil a los expertos que sepan ex-
traer de él el dato complementario que les existe traducción al castellano —quizás al-
tidos hasta ahora a nuestra lengua. Es más, guna vez, mediante un milagro, llegue a
el libro contiene citas extraídas de los escri- interesa, despreciando todo el amplio res-
to. Para el lector meramente curioso o no haberla—, habrá que contentarse con leer-
tos o memorias de contemporáneos de Wag- lo en el original inglés.
ner como Friedrich Pecht, Karl Gutzkow, versado, el libro puede convertirse en una
Clara Schumann, Cari Schurz, Wendelin fuente de confusiones, de la que ciertamen-
Weissheimer, Eduard Hanslíck, Friedrich te no es responsable el autor. Mas lo peor
Hebbel y otros, que asi se hacen asequibles del caso es que este despropósito no consti- F.O.U.
a los castellanoparlames seguramente por tuye un hecho aislado. Salvo honrosas ex-
primera vez, y nos ofrece también en primi- cepciones, el libro de música se traduce al
cia un documento impagable procedente de castellano y se edita en la actualidad con un
descuido que raya en lo desaprensivo. Así REVUE D'ESTHFTIQUE. N." 13-14-15.
la colección Burrell; la transcripción del con- Número monográfico dedicado • John Ci-
trato del joven Richard Wagner como maes- de triste, pero también asi de claro.
ge. Edilions Primt. Toulouse 1988. 574
tro de coros y comprimario del Teatro de páginas.
Wurzburgo, con cláusulas que revelan la
profunda desconfianza de la dirección pese A.F.M.
a la recomendación del cantante y actor Al- Este voluminoso ejemplar de la Revue
bert Wagner, hermano mayor del princi- d'Esthetique agrupa un gran número de tra-
piante. ANDREW THOMSON: The Ufe and times bajos sobre el compositor norteamericano
of Charles-Marie Widor. Oxford Untvershy John Cage. Como expresan los propios edi-
Press 1987. 116 páginas. tores se trataba de la reunión de los home-
Pero en éstas viene el traductor (que no najes al más grande compositor vivo de su
sabe nada de Wagner ni de la historia de Ale- La aparición del presente libro viene a cu- pais con motivo de su setenta aniversario
mania) y el editor (que entrega un libro es- brir una importante laguna en el ámbito de (5-IX-1987). El resultado nos ofrece la más
pecializado a un traductor de a tanto la bibliografía dedicada hasta el momento extensa y variada información disponible so-
—supongo que muy poco— la página), y a la música francesa para órgano de los si- bre Cage. Además de textos del propio com-
destrozan el libro. No se (rala ya de los ha- glos XIX y XX. Charies-Marie Widor cons- positor, que aparecen por vez primera en
bituales americanismos lindantes ahora con tituye, por mérito propio, un obligado punto francés, se presentan escritos de personali-
lo esperpéntico a causa de la influencia del de referencia en los organistas-compositores dades cercanas a él, como Feldman, Rey-
inglés: insumir, reláceos, falencias, exlerna- de esta época, no sólo como heredero directo nolds, Higgins o Kostelanetz, y de los críticos
lizar, y su doblemente espurio sustantivo ex- de una rica tradición instrumental, sino tam- americanos que más lúcidamente han enfo-
ternalización, subsidiar, etcétera; lo peor es bién como maestro de conocidos organistas cado el fenómeno Cage: Broods, Delio, Ten-
que la terminología wagneriana consagrada y compositores de nuestro siglo, tales como ney. Esta constelación de escritos nos da una
en castellano salta por los aires hecha añi- Dupré, Várese, Vieme, y Schweitzer. imagen caleidoscópica, multiforme de Ca-
cos, y asi tenemos que leer «Mensaje a mis ge. Quizá no esté aquí lodo Cage, ni el nú-
amigos" {Una comunicación a mis amigos), No existía ninguna publicación, con el ca- mero de la Revue nos proporcione la clave
«danzas de las Doncellas del Rin», Las Alas rácter formal de libro, dedicada al autor de de la comprensión total del americano, pe-
(Las Hadas), «Ladrón» (el terranova Rob- referencia. Debe exceptuarse, por no reves- ro tampoco es esto lo que se busca con la
ber que Wagner perdió en París, cuyo nom- tir dicho carácter, la tesis doctoral de John recopilación, sino más bien reunir las armas
bre alemán coincide efectivamente con el Richard Near, aparecida en los Estados Uni- de futuras investigaciones. Los elementos de
sustantivo inglés robber), «El caso de Wag- dos y publicada por la Universidad de Bos- la anarquía creada por Cage son puestos ante
ner» (Der Fall Wagner, de Nietzsche), «La ton en 1985 con el título The Ufe and work la vista: piano preparado,happening, acep-
Noche cae sobre los dioses» IEl ocaso de los of Charles-Marie Widor. tación del ruido y del azar, introducción del
dioses), «Realización del sueño» (Wahn- El libro, a pesar de su brevedad, propor- silencio (recordemos la pieza sin ningún so-
fried-Paz de la ilusión), «Festival escénico ciona una rica visión de la vida y obra de nido 4'33" de 19Í2). Partes todas ellas de
devodonal» (Festival escénico sagrada) y un Wjdor, formación, esludios, entorno social la actividad de un hombre que ha dejado
simmúmero de disparates por el estilo. En y político, relaciones con otros composito- también su huella en el teatro, la danza, la
cuanto a los nombres alemanes, no se tra- res, tales como Liszt, Saim-Saéns y Franck, radio o la poesía. Los trabajos que se ofre-
ducen, y así se convienen en topónimos ex- a quien sucedió en el cargo de profesor de cen en la revista, escritos por artistas, poe-
presiones como Cruner Hugel (colina verde) órgano del Conservatorio de París. Se reco- tas, críticos y estudiosos de estética de varios
o Tragheimer Kirche (iglesia de Tragheim), gen, asimismo, interesantes opiniones ver- continentes -con la representación españo-
a la pobre Mathilde Wesendonck se le ad- tidas en su momento por sus propios la de Lloren? Barbcr y Juan Hidalgo— se
judica un horrible «mujer Wesendonck», y discípulos. En esta relación maestro- refieren tanto a la dimensión musical como
de la princesa Augusta de Sajorna Weimar, discípulos, destaca, de modo especial, la a la perteneciente a oirás áreas de John
futura reina de Prusia y Emperatriz de Ale- mantenida con Albert Schweítzer (capitulo Cage.
mania, se hace «Auguste von Sachsen- S), a quien Widor admiraba y por el que sen-
Weímar, príncipe regente de Prusia que ha- tía un gran afecto. Prueba de ello es la in-
troducción que el propio Widor escribió para
E.M.M.

Scherzo 65
LA GUIA DE SCHERZO

ra. M.1 Cannen Quintani- BERLÍN 25, 27, 29, 30: Reich & mu- llan. Johns. Secunde,
lla, Luis Celada. Lieder. sicians. Reich.
CONCIERTOS 9: Majadahonda. Casa de Orquesta de I» Radie- 27: EnaJish Baroque So-
Zschau, Hagegard, Roote-
ring. 10, 14, 11, 22, 2», 31
Cultura. L.I.M. Jesús Villa de Berili loisis. Monteverdi Choir. de ocribre.
Rojo. Villa Rojo. Messiaen. 23, 24 de oclubrt: Riccardo John Elioi Gardiner. Rob- FALSTAFF (Vtrdi). James
CANARIAS 12: Mostoles. Cauro Cultu- Chailly. Antony Pay. clari- son, Tucker. Varcoe. Caris-
ral. L-I.M. Jesús Villa Rojo. Conlon. Wixell, Home, Da-
Orquesta Siiíóslo nete. Messiaen, Brahms- símí, Bassano. niels, Swensofl. Hadley,
de Tenerife — Alcorcón. Cine Estoríl Berio. Brahms-Schoenberg. Brendel. » át octubre.
6. 7 de orlabre: Víctor Pa- M.1 Carmen Quinianilla, MUNICH
blo Pérez. Kyung Wha Luis Celada. Lieder. LONDRES LONDRES
14: Aranjuez. Iglesia de San FUannóafca de Mankb
Chuno, violín. Sanabria, An totú o. Músicas para Car- Tbe South Bank Centre 14,16,17 de oclubrt: Sergiu Eaf llsh Nilloual Opera
Dvorak. los III. I. 3 de octubre: London Celibtdache. Mozan, LA TRAVIATA (Verdi).
10,21, 2í: Víctor Pablo Pé- — Colmenar Viejo. Iglesia Philhannonic Choir & Or- Bruckncr. Mark Eider. David Pount-
rez. Guillermo González, de N.' S." de la Asunción. ehestra. Kurt Masut. Bund- ney. Field, Davies, Peterson,
piano. Curidi. Falla, E. Grupo Alfonso X el Sabio. schuh, Konig, Caley, PARÍS Opie. 4,7,13,19, 22,16,29
Halffler. Luis Lozana Virumbrales. Mclntyie. Beethoven, Fide- de octubre.
lio (versión de concier(q). Orqnesüi de París
MADRID Tropos y glosas sobre Gre- S, 6 de oclubrt: James Con- IL BARBIERE DI S1V[-
goriano. S: Orquesta y Coro BBC. lon. Mahler, Sexta. GL1A (Rossini). Stephen
Orquesta Nacional 15: Geiafe. Iglesia de la John Prilchard. Langridge, II, 13: WnoldLmoslawski. Bariow. Jonathan Miller.
11 te ortubn: Jesús López Magdalena. Grupo Alfonso Reich. Schoenberg, Moses Krystian Zímerman, piano; Coleman, Boolh Jones, Tai-
Cobos. X el Sabio. un Aron (versión de con- Etitnne Péclard, violo nce- bol, van Alian 5,8,11,14,
— Tonejún de Ardoz. Igle- cierto). llo. Luioslawski. 11, 20, 27 de octubre.
2 1 , » , 30: Jesús López Co-
bos. Elisabelh GlaiS, violin. sia de San Juan Evangelista. 6: Fi¡armónica de Berlín. 19. Í0: Emmanuel Krivine. SIMÓN BOCCANEGRA
Mendetssohn. Músicas para Cortos III. Herbert von Karajan. Jean-Francois Heisser. pía- (Verdi). Mark Eider Peter
16: San Fernando dt Hena- Schoenberg, Brahms. no. Mozan. Brahim, Robinson. Cairas, Barham,
OrqueMi de RTVE res. Casa de Cultura. Músi- — Orchestra of (he Age of Franck. Mee. Donnelly, Tomlinson.
13, 14 de octubre: Coro cas para Carlos III. Enlightenmem. Gustav Page. 21,25, 21 de octubre.
RTV. Antoni Ros-Marbi. — Rascafria. El Paular. 26, 27: Herben Blomstedt.
Leonhardl. Anner Bylsma. Gil Shaham, viojin. Weber,
Bcnomcu, Mahler. Grupo Alfonso X el Sabio. Haydn, C.P.E. Bach. Mendelssohn, Nielsen. MUNICH
10, 21: Arpad Joó. Andrea 21: Majadahonda. Casa de Mozart. Blyeriscbt Staalsoptr
Cavrilov, piano. Tch ai - Cultura. M ' Cannen Qmn- 9: Philharmonia Orchestra.
kowsky, Bahok. tanilla. Luis Celada. Lieder. Giuscppe Sinopoli. John LE NOZZE DI FÍGARO
— Las Rozas. Iglesia de (Mozan). Wolfgang Sawa-
V Festival de OloNo San Miguel. Cuarteto
Wallace, trompeta. Elgar,
Maswcll-Davies. Mahler.
OPERAS llisch. Titus, Coburr, Mu-
de b Comunidad de Madrid Ibérico. — Dielrich Fischer-Dies- rray. McLaughlin, Rinaldi,
Madrid Capital 22: Navalcarnero. Tearro kau, barítono: Han muí VALENCIA Wulkopf. 2, 4, 7, 10 dt
12 de octubre: Teairo Real. Centro. Cuarteto Ibírico. HóU, piano. Schumann. octubre.
Huiizio Pollini. piano. — Leganés. Iglesia del Sal- 18: Oruuesia y Coro BBC. Teabo Prindpil
KOVANTCHINA (Mus- PARÍS
Brmhms. Schoenberg, Stock- vador. Orquesta de Cámara Lothar Zagrosek. Hermann,
hausen, BeMhoven.
16: Auditorio Nacional. Or-
questa de Cámara Reina So-
u Cocal de La Comunidad de
adrid. Miguel Crroba.
23: Buitrago de1 Lozoya.
Fassbaender.
Schoenberg.
Brahms.
11: PhilhannoniaOrcheslra.
sorgsky}. Opeía Nacional de
Sofía. EmiJTchakarov.6,8
de oclubrt.
Opera de París
GIULIO CESARE (Haen-
del). lean-Claude Malgoire.
fía. David Parry. Teresa Iglesia Sania M. del Casti- Ciuseppe Sinopoli. Gil Sha- Nicholas Hytner. Pushee,
Berganza, mezzo. Haendel. llo. Cuarielo Ibérico. ham, violin. Débvissy, Men- BRUSELAS Philippe, Laurens, Quittme-
García Abril, Granados, 27: Aranjuez. Iglesia de San ddssohn. La MonnafF yer. Lotl. Visse. 1, 3, 5.10,
Turina. Antonio. Meister Conson 12: Dietrich Fischer- 15 de octubre.
28: Auditorio Nacional. O - Suisse. LA TRAV1ATA (Verdi). RICOLETTO . (Verdi).
Dieskau, barítono: Harmut Sylvain Cantbreling. Karl- Alain Guingal. Jean-Marie
uesta y Coro de la Opera — Alcorcón. Cine Estoril. Holl, piano. Schubert. 14:
J Í Baviera. Wolfgana Sawa-
Uisch. Popp, Lipovsek, SeiF-
Melros. Danza Contem-
poránea.
R. Strauss.
16: Roya) Philhamionic Or-
Ernst Herrmann. Cuberli,
Ardam. Moeskops. Tor-
Simón. Shicoff. Fondary.
Feírarini. Tesarowici. 2, 4,
zewski, Stone. 9,13,16,19, S, 9, 11. 12, 14. 16, 17 de
feíl, Adam. Beelhoven, 28: Alcalá de Henares. Uni- chestra. Wladimir Ashke- 22, 25, 27, 30 de octibre. oenbre.
Misa solemne. versidad Laboral. Metros. nazj. Ortiz, Palmer, Shirley-
7, 8, » de odabre: Teatro — San Lorenzo de El Esco- kurck. Shoslakovitch.
María Guerrero. Grupo ins-
trumental. José Ramón En-
rial. Real Coliseo de Carlos
III. Meister Consort Suisse.
S i: Royal Philharinonic Or-
chestra. Wladimir Ashke-
CHICAGO
Lyrlc Opera
SAN FRANCISCO
Open de San Francisco
cinar. Pierre Audi. Nasrawi, 29: Torrelodones. Teairo nazy. Vo Yo Ma, cello. LA TRAVIATA (Verdi |. DIE FLIEGENDER HO-
Clapton. Pérez Iñigo, von Bulevar. Meíster Conson Shostakovilch. Bruno Bartoietti. Gíulio
Oslen. De Pablo, Very Gen- Suisse • 21: New London Conson. Chazalettes, Tomowa- LLANDER (Wflgner). Jerfi-
tic, Berceuse; Berio, Me- — Mósloles. Centro Cultu- Philip Pickett. Schmelzer, Síntow, Rosenshein, Pons. me Kalienbach. Polaski.
lodrama. ral. Metros. Biber. 1.5,8, 12,16, 21,15,1S de Young, van Dam, Ochman,
3,4,5, 7, S de octubre: Tea- — Alcalá de Henares. Aula 23: Steve Reich and musi- octubre. Koptchak.1,5,7,11,15.13
tro de la Zarzuela. Lyon Magna de la Facultad de cians. Reich. LA SONNAMBULA (Bdli- de octubrr.
Opera Ballet. Ciencias Económicas Joa- — The Tallis Scholars. Pe- ni(. Donato Renzetti. San- THE RAKE'S PROGRESS
quin Achúcarro. piano. ler Phillips. Tallis, Morales. dro Sequi. Gasdia, Lopar- (Stravinsky). Andrew Melt-
l*ocalididn — San Lorenzo dé El Esco- Rogier. Guerrero, Byrd. do, Kavrakos, Lawrence. 3. zer. John Cox. Pauerson,
de I* Comunidad rial. Real Coliseo de Carlos — The Orchestra of (he 7, II de oclibfr. Christin. Vergaia, Hadley,
7 de oclubrr: San Fernando III. Dúo Cervcra-Jorda, Age of Enliahtenmeat. Si- TANNHAUSER (Wagner). Shimell, Green. 1, 4 de
piano». giswald Kuijken. Mozart. Ferdinand Leilner. Peter Se- octubn.
de Henares. Casa de Cultu-

BOLETÍN DE S U S C R I P C Í O N JbUMar Números atrasados: 400 pesetas

sch&fzo Si desea recibir algún número atra-


sado envíenos el cupón adjunto e in-
Dato HxrlbiniH; h m nuevo Win, • ]« irruía SCHERZO • partir del numero- .. . por petíodoa
mediatamente lo recibirá en su
•utOAálicniiciilc de un BAO natural (diei niimenH). cuyo imp«tí 3.600 PUL 0) titatíii de domicilia Elija la fonna de pago que
fomu:
O Trunilcnodi btncana • ta c/c 1J.7M-0 iü BANCO HISPANO AMERICANO Sucunal d i » .
más le convenga entre las que se in-
n Di. Goma UUt 1 • IS01Í MADRID dican en este boletín.
G fía Uüún 1113111110
ü Por flio patul N.° 0 S N.° 7 D N.° 14 D N.° 21 0
D
O Con caijo • \t Cuenta n' de (1)
N.° 1 13 N. 8 D N.°15 a N.° 22 D
N.° 2 D N.° 9 D N.°16 a N.° 23 ü
Fumado.
N.° 3 D N.° 10 O N.°'17 a N.D 24 D
Oí U t WLil|iLiuii pan d enruie» pe* « m e «dtauiv iSOÜ pw. j poa ariú* «JNO pm. n n Borapi 1000 pen
N.D 4 D N.° 11 S N.° 18 a N.° 25 D
Cl> T É C W H b qac DO procedí. N.° 5 •N.° 12 D N.° 19 a N.° 26 •
N.° 6 •N.° 13 D N.°20 a N.° 27 •
S Agotados
dosier

Debate sobre
la educación musical

En la calidad de la enseñanza se encierra el futuro cultural de una


nación. En España la educación musical es un desastre y necesita
con urgencia una reforma. La administración se refugia en el
silencio, mientras la inquietud crece con las críticas. Todos dan su
opinión. Quizá haya aspectos que estén ausentes en este dosier, que
no pretende ser exhaustivo, pero si lo más variado posible. Es un
tema tan serio, que hemos decidido ilustrarlo con humor.

Scherzo 67
dosier

¿Nueva sintonía para nuestro


Ministerio de Educación y Ciencia?
invimiento adavio
l movimiento adagio anlicadn
aplicado a la reforma de las ense- reriantearse
replantearse vy las insuficientes horas dedicadas a la música
E ñanzas musicales en España está cansando al oyente
más asiduo y constante. Por un lado, el variopinto
florilegio de anteproyectos y, por otro, la cansina indolencia
con que ta Administración los ha contemplado, ha hecho que
en la formación de los futuros maestros en las Escuelas de
Magisterio y, por otro lado, el enfoque de la enseñanza de
la música en esa especie de ghettos llamados conservatorios,
aislados del resto del proceso educativo del país en sus dis-
el tema y sus desarrollos, que podrían ser de singular belleza tintas etapas, con abundantísimo alumnado de todas las eda-
en manos de diestros artistas, hayan quedado hasta el mo- des y procedencias, con fines profesionales y amateur al mismo
mento entre el catálogo de meros proyectos e ilusiones. tiempo, son evidentemente temas de tal amplitud que necesi-
Mientras llega la gran obra lógica y cohesionada en sus di- tan desarrollarse de forma concertante, con gran disposición
versos movimientos, nos hemos ido entreteniendo con diver- de medios de todo tipo, que van más allá de los simples di-
sas bagatelas, incoherentes y sin ninguna relación entre ellas. vertimentos y formas menores, quizás preciosas algunas de
Los reciclajes de maestros, —que por otro lado no tienen por ellas, pero siempre como ejemplares aislados.
lo general unos conocimientos musicales mínimos que
reciclar—, a fin de que hagan música en la escuela, excluyen- Pero toda obra musical, con el cambio de intérpretes o de
do asi a los músicos, las dotaciones de plazas de profesores director, toma siempre un carácter distinto, y nos puede lle-
de música en institutos, casi siempre en manos de licencia- var a vivencias totalmente diferentes y nuevas. Las circuns-
dos y no de músicos profesionales, cuyos responsables deben tancias actuales de España exigen la creación de esa obra
luchar por la presencia de esta asignatura en solitario, sin un musical trascendente, digna de un país moderno, plenamen-
proceso de continuidad después ¿el primer curso de B.U.P., te integrado en todas sus facetas en el conjunto de naciones
y debiendo arrancar de un punto bastante indefinido por la que, por situación geográfica y relaciones políticas y cultura-
desigual preparación en esta materia con que llega la juven- les de siglos le corresponde. En este sentido, y de acuerdo con
tud al haber terminado su E.G.B., las aventuras musicales uni- nuestro acervo musical, debemos afrontar el reto musical del
versitarias alia asturiana, las programaciones que deben futuro con inteligencia y audacia.

Al final... ¿se enterará la Administración?

68 Scherzo
la educación musical

Creación de infraestructura

E.A cambio reciente de titular en el Ministerio de Educación


y Ciencia, puede en principio reavivar las cenizas de las espe-
ranzas de los profesionales de la música en España. La polí-
tica musical desarrollada últimamente por el Sr. Solana a
(ravés del Ministerio de Cultura podrá ser discutible, como
todo, pero entre otras cosas se ha materializado con la crea-
ción de unas infraestructuras básicas para el desarrollo de la
vida musical española, a través principalmente de una red de
grandes y modernas salas de conciertos.
Esta política no tendrá desde el ángulo cultural un desa-
rrollo pleno si se descuida, como hasta el momento, el aspec-
to educativo. La solución al miedo de los responsables por
la posible infrautilización de estas salas que pondría en tela
de juicio la sensatez de esas inversiones, pasa evidentemente
por la formación musical de nuestro pueblo, tanto a nivel de
preparación de unos profesionales capaces de resistir cualquier
comparación, por odiosa que sea, con los de otros países, co-
mo por la de un público capaz de enriquecerse y deleitarse
con la rica gama de valores humanos y espirituales que ofre-
ce la música.
Esta es una de las tareas que deben afrontar el nuevo Minis-
tro de Educación y su equipo, plantear y resolver de una vez
por todas la reforma de las enseñanzas musicales en nuestro
pais, la integración digna de la música en los distintos niveles
educativos. Detrás tienen un colectivo deseoso, como pocos,
de reformarse, de integrarse de lleno en la sociedad, de ofre-
cer su arte y su ciencia tan necesarios para un buen equili-
brio en el hombre moderno.
De no enfrentarse con la realidad de este problema nos ire-
mos metiendo cada vez más en un callejón sin salida, atrapa- Nueva sintonía
dos en una maraña de reglamentos, leyes, decretos, normas,
etc., contradictorios e inoperantes, y que frustran cualquier Necesidad de una reorientación
tentativa de normalizar el hecho musical entre nosotros.
E,
A paso firme del Ministerio de Educación es absolutamen-
te necesario e imprescindible para normalizar la situación mu-
sical española, sobre todo en su vertiente educativa, y no
Un camino tortuoso solamente cultural, a fin de poder realizar el cambio propuesto
por el PSOE también en la música, ya que por el momento
y en la vertienie educativa, hemos cambiado poco y con toda
V>on unos Conservatorios mal dotados y peor atendidos, seguridad a peor.
prácticamente abandonados a su propia suerte, sin verdade- Las Autonomías, por lo general, no han hecho más que
ro reconocimiento universitario en su grado superior, no se complicar las cosas. La música ha servido de inestimable ve-
puede hablar de ningún nivel musical en España. No se pue- hículo al protagonismo de algunos cargos intermedios auto-
de pedir la heroicidad ni tampoco la esquizofrenia como nor- nómicos, que no han parado mientes en montar campañas
ma para nuestros futuros músicos. Estos jóvenes que llevan y espectáculos musicales con unas pretensiones educativas que
una doble vida a la que les empuja su doble formación, no producen un verdadero bochorno a cualquier profesional de
podrán competir —salvo raras excepciones y a pesar de la Ad- la música que pretenda seguir una línea de actuación míni-
ministración y nuestro sistema educativo—, con los músicos mamente coherente y eficaz. Las mentes iluminadas, que no
de otros países, con una formación más equilibrada y racio- ilustradas en la materia, han tenido y siguen teniendo la opor-
nal que les permita desarrollar con más holgura su talento tunidad de cubrirse de gloria. La Autonomía Valenciana re-
musical. Esto, a las puertas de nuestra plena integración a sulta ejemplar en estos percances, y los vicios creados, sobre
Europa, es muy grave para nosoiros. todo por la extinta Dirección General de E.G.B., han puesto
El esfuerzo de nuestros estudiantes de música, toda la se- en tela de juicio la más mínima credibilidad de los músicos
rie de privaciones a que se ven sometidos para llevar esa do- en nuestra Consellería de Educación. Con todo, dado que esta
ble formación, el sacrificio constante desde casi la infancia, publicación no es solamente de alcance regional no procede
privándose de horas de asueto con la familia o los amigos, entrar en más detalles, que por otro lado serían demasiado
para prepararse musicalmente al tiempo que cumplen con to- deprimentes para todos. Es una buena Autonomía para te-
dos los requisitos educativos de cualquier es paño lito, inclu- ner en cuenta, no cayendo en sus mismos defectos, es un exce-
yendo una carrera universitaria normal, que avale su lente modelo que no se debe imitar, aunque desgraciadamente
formación musical superior en uno de nuestros sufridos Con- me temo que no es la única.
servatorios, es un tortuoso y aberrante camino que no con- Nunca es tarde para deshacer entuertos y creo que es un
duce a nada bueno. buen momento para que renazcan de nuevo las esperanzas
La proliferación de cursillos —más sobrecarga aún para el de los músicos, ya bastante maltrechas. Hagamos un esfuer-
tiempo de vacaciones—, no supone desgraciadamente en la zo para renovar la sintonía con el nuevo equipo del Ministe-
mayoría de los casos, un perfeccionamiento en el sentido de rio de Educación. ¡Bienvenido Sr. Ministro!
alto virtuosismo, sino el repaso de lo aprendido durante el
curso con prisas y poca atención, como consecuencia del dis- Vicente Ros
Director dd Conservatorio Superior de Musa
paratado ordenamiento académico que sufrimos. de Valencia. CiiedrAiico di Órgano y Clavecín.

Scherzo 69
dosier

Formación del profesorado


y enseñanza musical
a enseñanza de la música dentro de la educación gene- máximo, se pueden transformar en profesores de algo que no
L ral sigue siendo una asignatura pendiente. Una vez más,
resulla penoso recordar que nuestro periodo de ense-
ñanza obligatorio, EGB, carece, en la realidad, de educación
musical. Este vacío, sobre el que se crearon grandes expecta-
sólo desconocen sino que no ha tenido el más mínimo prece-
dente en sus vidas?
Esta difícil realidad de las Escuelas Universitarias debería
provocar la transformación total del planteamiento de la mú-
tivas a partir de la Ley General de Educación de 1970, no só- sica no sólo como asignatura sino también como posible es-
lo no ha recibido ninguna atención por pane de los gobiernos pecialidad dentro de la carrera. La selección imprescindible
sucesivos sino que, progresivamente, se ha ido utilizando y del alumnado de acuerdo con sus conocimientos musicales,
rellenando con soluciones de parcheo que intentan amorti- la exigencia de un nivel de los mismos, la ampliación del ho-
guar las ilusiones de unos —los aspirantes a profesores— y rario lectivo, el establecimiento de los límites de competencia
las exigencias de otros —nueva demanda social representada de dicho profesorado dentro de los niveles educativos asig-
en su mayoría por las A.P.A. El sistema de cursillos para su- nados (Preescolar y Ciclo Inicial o ¿también debería incluir-
plir en el profesorado la falta de formación inicial, la irres-se el Ciclo Medio?) son, entre otros muchos factores, pilares
ponsabilidad de pretender que dicha formación se lleve a cabo de cualquier proyecto que se proponga romper con la masifi-
por el procedimiento de adquirir, de forma simultánea, los cación, esclarecer los objetivos de su competencia y propor-
primeros conocimientos disciplinares, interdisciplinares y su cionar una formación seria que garantice la tarea educativa
correspondiente didáctica... han deteriorado, gravemente, el encomendada.
concepto de lo que debe ser una educación musical haciendo En el caso de los Conservatorios Superiores de Música en
caricatura, en muchas ocasiones, de las metodologías desa- donde se pueden realizar los estudios correspondientes al Tí-
rrolladas en otros países a lo largo del siglo XX. tulo de Profesor Superior de Pedagogía Musical, (?) la ino-
perancia no reside en el analfabetismo musical de) alumnado,
Personas e instituciones evidentemente, sino en la ausencia e imposibilidad de de-
manda, dentro del actual sistema educativo, de la especiali-
3 i el profesorado es el «factor determinante para que un sis- dad que dicho título représenla. Especialidad que se ha
tema educativo alcance cotas de calidad» (Proyecto para la quedado enquistada desde su creación sin que. en los últi-
Reforma, apartado 19, punió 1), las instituciones implicadas mos veinte años, se haya echado en falla un plan de estudios
en la formación del profesorado de música se encuentran hoy específico cuya función profesional estuviera destinada al ejer-
aprisionadas en una normativa que imposibilita, por razo- cicio de la docencia en aquellos niveles de la enseñanza gene-
nes diversas, toda especialización. ral que requieren la figura del profesor especializado.
En primer lugar, las Escuelas Universitarias que tienen a Quizá una de las razones que explique esta situación, tan
su cargo la formación del profesorado para los niveles de confusa como estéril, pueda encontrarse en la falta de vincu-
Preescolar y EGB, reciben un alumnado que, en su mayoría, lación que tuvieron los Conservatorios, con un reglamento
desconoce por completo los rudimentos del lenguaje musical, casi recién estrenado (Decreto de 1966) y la Ley General de
de la práctica vocal e instrumental. ¿Podemos pensar que es- Educación de 1970 o.ue establece, cuatro años más tarde, la
las personas, en un periodo de dos cursos escolares, como enseñanza obligatoria hasta los catorce años, pero ignora la

La reforma de ¡a enseñanza musical

70 Scherzo
lo educación musical

¿Están adecuadamente preparados nuestros profesores? La evaluación del alumnado prima sobre la evaluación del sislema educativo

importancia de una educación musical y, por consiguiente, de las Enseñanzas Musicales. No podemos entender la reno-
la preparación adecuada del profesorado. La pretensión de vación del sistema educativo sin involucrar a todas las insti-
responsabilizar al profesor de EGB, sin exigirle formación mu- tuciones responsables de la formación de los futuros profesores
sical alguna, de todo este importante nivel educativo, da la del mismo.
medida de lo que significa la música en nuestro sistema. • Si dicho Proyecto de Reforma plantea la formación del
La misma Ley señala para el B.U.P. la música como asig- profesorado como uno de los objetivos prioritarios y recla-
natura obligatoria (Art. 24) lo que en el plan de estudios se ma planes específicos de formación inicial y de actualización
plasma en un solo curso, exclusivamente dedicado a la His- ¿cómo y dónde puede el músico realizar su formación do-
toria de la Música, cente en este campo profesional? La situación de los Conser-
Tampoco en este caso se prevé la especialidad adecuada para vatorios, dentro de las Enseñanzas no Universitarias, provoca
el ejercicio de la docencia. La total des vinculación de las en-un grave obstáculo para el desarrollo de cuestiones tan deci-
señanzas musicales, con sus especialiades, su situación aca- sivas como la puesta en marcha de dichos programas de for-
démica... tan sólo se vio tímidamente modificada en el aspecto mación.
administrativo, cuando se consiguió, doce años más tarde, la • El marco legal que la LRU proporciona a las Escuelas
equiparación con el Título de Licenciado a efectos de docen- Universitarias de Formación de Profesorado, les ha permiti-
cia en centros públicos y privados (BOE, 14/6/82). do la creación de Departamentos de Didáctica de la Expre-
sión Musical, Plástica y Corporal. Ello supone una gran
conquista en lo que a profesorado de Educación Primaria se
Síntomas de alarma refiere pero, al no disponei los Conservatorios del mismo mar-
co legal ¿cómo pueden debatirse aspectos tan importantes co-
.A. las puertas de una reforma del sistema educativo tene- mo la formación del profesor del primer ciclo de Secundaria,
mos una amplia experiencia, en Iodo lo concerniente a la edu- entre otras cuestiones?
cación musical y su profesorado, de lo que no debería volver Urge esclarecer las competencias de las instituciones res-
a suceder. (¡Qué decir de la adjudicación de horas de miisi- ponsables de la formación del profesorado de música y do-
ca, para completar horario, a cualquier profesor por el he- larlas de los medios necesarios, a fin de multiplicar esfuerzos,
cho de ser licenciado en... lo que sea!) Proyectos y esperanzas promover inIerre!aciones y evitar antagonismos que siempre
surgen de nuevo en la creencia de que la educación musical, entorpecen la realización de proyectos complementarios en-
la música como hecho cultural, tenga un lugar en nuestra rea- caminados a la cotisecución de lo que a todos nos preocupa:
lidad escolar. Sin embargo, han aparecido ya síntomas de alar- una enseñanza musical de calidad.
ma que afectan a la formación del profesorado en este
importante sector educativo. Señalemos algunos: Elisa Roche
• Mientras el Proyecto para la Reforma está en pleno de- Profesora de Ptdagogia Musical.
bate, no se conoce propuesta oficial alguna sobre la reforma RttJ Con$trvalono Superior de Música de Madrid.

Scherzo 71
dosier

Pedagogías musicales
a historia reciente de la educación musi-

L cal en España se asemeja, en cierto senti-


do, a la de una actriz olvidada cuyos
rasgos, después de los años y a pesar de su cons-
tante valia, hubieran cautivado repentinamente
a productoras de los más diversos géneros, pa-
ra darle también los más variados papeles. Este
parangón será, sin duda, comprendido por quie-
nes de una u otra forma se relacionan con el ejer-
cicio de la educación musical en sus distintas
vertientes. Para éstos, la situación actual de su
objeto de deseo es a pesar de tardía, afortuna-
da, pero no por ello menos confusa.
Por una parte, el término Educación Musical
es en este momento un cajón de sastre donde
se recogen áreas de trabajo, de investigación y
publicaciones con contenidos y finalidades muy
diversos. Por otra parle, y como consecuencia
de lo anterior, no parece fácil resolver esa con-
fusión sistematizando las áreas de trabajo con
especialistas, porque no existen los marcos ins-
titucionales ni la agilidad administrativa para
hacerlo.
La formación pedagógica de los profesiona-
les de la música corresponde actualmente y de
manera oficial a los Conservatorios, donde las
distintas especialidades existentes podrían per-
mitir e! tratamiento de diversos aspectos peda-
gógicos dentro de un marco legal.
En el ámbito de la educación musical esco-
lar, fuera de la profesión musical, existen recien-
tes experiencias: los cursos de postgrado en
Escuelas Universitarias para la Formación del
Profesorado.
En los Conservatorios españoles, las asigna-
turas —que no especialidades— relacionadas
con la pedagogía continúan como cursos o cur-
sillos de Pedagogia y Prácticas de Profesorado
dentro del grado superior de cada especialidad.
Entre éstas, aparece la de Pedagogía Musical,
que desarrolla, con distinias orientaciones y sólo
en algunos centros, una labor más estrictamen-
te referida a la educación musical. Esta situación, un fruto podría ser secundaria si, en cualquiera de los casos, se garan-
más del ancestral reglamento de 1966, da idea por sí misma tizaran formas de acceso correctas y niveles de profesionali-
de las dificultades que aparecen inmediatamente para quie- zación claros.
nes intentamos poner en marcha un programa que, cuando Nos dedicaremos preferentemente a revisar el término Edu-
menos, y nos cuesta decirlo, informe al alumnado y a la so- cación Musical aquí y ahora, y las necesidades a las que ha
ciedad de las necesidades existentes y de la formación reque- de responder. Después, quizá sea más fácil sacar conclusio-
rida para ejercer como docente en el terreno musical. nes en oíros sentidos.
En un breve análisis de estos problemas nos encontramos, Al ser sin duda la Educación Musical un campo continuo,
primero, con la necesidad de añadir a la formación musical que abarca desde la formación elemental hasta la superior a
la psicopedagógica, orientando ambas hacia una continua in- partir de unos principios básicos comunes, nos encontramos
vestigación. Pedagogía y experimentación no pueden sepa- con que en relación a este término se está trabajando en áreas
rarse nunca. tan específicas como:
Una posible vía de solución puede estar en el marco de la — Técnicas y recursos didácticos para acceder a la músi-
Reforma de las Enseñanzas Musicales, siempre que se revi- ca elemental.
sen los programas y, sobre todo, los módulos pedagógicos — Desarrollo de las capacidades específicas que intervie-
creados para las áreas superiores de especialización, ya que nen en el aprendizaje musical dentro de la enseñanza musi-
hasta ahora son meramente teóricos, incompletos y de com- cal o bien aplicadas a la educación general.
promiso. — El empleo de técnicas y principios conectados con los
Pero, en todo caso, ésta es una discusión paralizada por anteriores con aplicaciones terapéuticas, de rehabilitación psí-
la Administración en tanto no se ponga en marcha el proce- quica y social.
so de la Reforma. Partiendo de esle hecho, no es objeto de — La animación cultural.
estas líneas defender la ubicación de estos estudios en la Uni- — La pedagogía específica de cada especialidad musical
versidad o en los Conservatorios. Esta es una discusión que (Interpretación, Composición, etc.) a nivel profesional.

72 Scherzo
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MUSICAL
CARLOS III • M* 1 - 20013 - MAORO
Orquesta Sinfónica
y Coro de RTVE
Avance de Programas Temporada 1988-1989
OCTUMI Director •ERTOMEU Obra encorgo
Jueves, 13 Antoni Ros-Morbo MAHIER Sinfonía nüm 2
Viernes, 1 4 SoHitoi: Coimen Bustarrionte (soprano) V Nodine Denize (mezzosopranol
Coro de RTVE
Jueves, 20 Director TCHAIKOVSKY Concierto poro piano núm. 1, op 23 Saliito: Andreí Govriiov (piono)
Viernes, 21 Árpod Joó •ARTOM Concierto pora orquesto
NOVIEMRRt Director C. HALFFTER Versas
Jueves, 3 Cristóbal Holffter Concierto para piono Soltare: Manuela Caro (piono]
Viernes, 4 Vorioc iones Dortmund
Jueves, ! 7 Director MAVUZUMI Buaoku
Viernes, 18 Arpad Joó •1OCH Schelomo. Sollito: Ángel Luis Quintana (violonchelo!
OlIVÍ» Nunc (Premio de Composición -Reino Solio. 1987}
JANACEK Smfonietta
Jueves, 24 Director MENDELSSOHN Concierto para piano núm. 2, op. 40. SoNito: David Atlen Wehr (piano)
Viernes. 25 Sergiu Comissiona Sinfonía núm. 2. op. 52 Sollite*: A determinar
Coro de RTVE
MCIEMMf Director KRIIOZ Harold en Italia Sollate; Enrique de Santiago (violo)
Jueves, 1 John Neison > Romeo y Julieto (fragmentos)
Viernes, 2
Jueves, 8 EHroctor O Music ot goity
Viernes, 9 Anioni Ros-Marba OHANA Concierto poro guitarra. SolUM: Narciso Vepes (guirano)
MNGUERfl Rafees Hispánicas
•KITTEN Cuotro Interludios Marinos de «Peter Gnmes-
Jueves, 15 Director VIVALD4 Domine ad adiuvondum me, CV 593
Viernes, 16 Vittorio Negri Beotus vir, RV 597
Introducción ol Dixit, RV 636
Dixit Dominus, RV 594. SoMatai: Volerie Mosterson y Teresa Ringholz [so-.
pronos), Christine Caims (meííosopronol, Andreas Joeggi (tenorl y Cor-
nellus Hauptmann (bajo)
Coro de RTVE
Jueves, 22 Director SMETANA la novio vendido |oberturo)
Viernes, 23 Árpdd Joó DVORAK Concierto para violonchelo, opr 104. Solbta: János StánVer (vbkmchflloi
nOKOFlEV Sinlonfa nvpitS. °P 100
HUMO Director WAGNIR lohengrin (Preludio Acto I]
Jueves, 2 Árpod Joó STRAUSS Concierto para oboe Sollitg; Antonio Faus (oboe)
Viernes, 3 Burleske. Sollito: A determinor
El Caballero de la Roso fsuite)
Jueves, 16 Director COUKMN-MIIHAUD La Sultana
Viernes, 1 7 Antoni Ros-Marbá IAVEL Cinco meJodTas populores grieaos
Sheherezade. (oliste: Lello Cutierli |soprano|
MAftCO SinlonJa núm. 2
DHUUV El Mor
Jueves, 23 Director •RUCKNH Sinfonía núm. 8
Viernes, 24 Antoni Ros-Marbó
MARZO Director HAVDN lo Creoción
Jueves, 1 Árpdd Joó Sollitai: Kryszlina Laki v Janet Perry (sopranos), Mortyn Hill (tenar)
Viernes, 3 Marrriias Hoelle y David Thomos (bajos]
Coro de RTVE
Jueves, 30 Director VAOOl Sinfonía núm. 2 (Qadea)
Viernes, 31 Sergiu Comissiona MOZART Concierto paro trompo núm. 4, K. 495. Soltito: J. Vicente Puertos |trompa)
MArIMS-SCHOENIERC Cuarteto núm. 1, gp. 25
AMHl Director CE «VELLO Concertó G'OSSO
Jueves, 6 Dávid'Par'v •ENJAJMN A mind of winter
Viernes, 7 COUNOD Misa de Sania Cecilia, f o l h t e i : A delermmor
Jueves, 20 Director HAVDN Sinfonía núm. 49
Viernes, 21 Árpdd Joó MOZART Concierto para piono núm. 25, K 503. Sellito; Cristina Bruno jpiono)
SCHUKRT Sinfonía núm. 9. D 944
MAVO Director MBSIAfN Hymne
Jueves, 1 1 Odón Alonso Sinfon'a Turongolilo. toWit—! A determinor
Viernes, 12
Jueves, 25 Director MAHLER Sinfonía núm. 3
Viernes, 26 Arpad Joó Sellito: Aleíandrina Miltcheva (mezzosoprano)
Coro de «TVE
JUNIO Director FALjtJ Pelleas et Melisande
Jueves. 1 Van Pasco 1 Tortelier MOZAftT E > sulla le Jubilóle, K 165
Viernes, 2 Arias. Sallitai Arleen Auger |soprono]
ROUSSEL Sinfonío núm. 3. op- 42
Jueves, 15 Director n VIERE Obra encargo
Viernes, 16 Arpad Joó WAGNER Lo Wolkyna (Aclo I) Sollttot: Léonie Rysonek (soprano), Siegfried Jeru-
salem (leñor) y Philip Kang (bo|o)
Coro ae STVE
'Jvoncü ni susceptible oe madilicación

Horgrla de loe concierto i: Enuyo ganara!:


Jueves, a las 19,30 horas Jueves, • las I 1,00 horas
Viernes, a las 20,30 horas

Teatro Monumental
MADRID
lo educación musical

Cada una de estas áreas no constituye más que un campo la orientación en la elección de instrumento; criterios para
de especialización dentro de la Pedagogía Musical. Las dos la selección de alumnos según aptitudes e intereses; aspectos
primeras están en la base de la formación de cualquier peda- de la enseñanza para i raba jar individual y colectivamente en
gogo, porque sólo una educación elemental correcta y pre- cada especialidad, etc.
sente desde las primeras etapas de la escolarización asegura La forma óptima de trabajar estos temas seria quizás la de
que la continuación de nuestro trabajo tenga sentido. Pero seminarios permanentes, con el requisito imprescindible de
nunca puede pensarse que la teoría y la práctica de la Educa- colaboración mutua entre especialistas en Pedagogía Musi-
ción Musical se agotan aquí, en un solo campo de conoci- cal relacionados con el campo concreto de que se trate, y los
miemo. profesores de larga experiencia en el mismo. Estos últimos,
El empleo de recursos procedentes y conectados con la edu- cuando han ejercido vocacionatmente su enseñanza, pueden
cación musical para fines psicoterapéuticos en un campo aún aportar un conocimiento de las necesidades y tipologías del
tan experimental como especifico y delicado, que no puede alumnado muy valioso para la elaboración de los programas.
aparecer mezclado sin rigor con lo puramente educalivo. Ha Por su parte, el pedagogo, que tendrá que conocer la espe-
de ser llevado a cabo en colaboración con especialistas en psi- cialidad siempre desde dentro del ejercicio musical, deberá
coterapia, lo que no nos impide reconocer el trabajo de contribuir con el conocimiento de la realidad educativa mu-
terapeutas-mus i eos como J. Alvin, Benenzon, Boscaini, o la sical del momento y del lugar que se trate y, sobre todo, siste-
escuela de Vitoria entre nosotros, por citar algunos. matizando las necesidades pedagógicas para llegar a
La última área de trabajo mencionada de forma tan gene- confeccionar con los profesores de la materia un programa
ral (dejaremos para otro momento el tema de la animación de formación del profesorado realista, en el que se establezca
cultural) es quizá una de las más abandonadas y sobre todo un correcto orden de prioridades.
de las menos sistematizadas. Tratada hasta ahora, salvo ra- Sabemos, para terminar, que la Pedagogía Musical contie-
ras excepciones, como una asignatura de compromiso en los ne en si misma la formación humanística y precisa más, si
Conservatorios, se ha limitado en el mejor de los casos a un cabe, de las técnicas de investigación y los recursos que pro-
repaso histórico del instrumento o la especialidad de que se porciona la Universidad, aunque también hacen falta para la
tratara y a una enumeración de métodos pedagógicos, enten- formación musical, y lo que es más importante, para el desa-
diendo por métodos, en muchas ocasiones, las distintas téc- rrollo de las aptitudes musicales necesarias, que van más allá
nicas instrumentales, de dirección, de Música de Cámara, etc. de los estudios de Conservatorio.
Este es, sin embargo, el marco adecuado para tratar temas Estamos hablando de una enseñanza artística, que equiva-
(entre otros) como la ordenación de dificultades de los as- le a la creación constante en la enseñanza.
pectos técnicos del instrumento; los criterios de ordenación Sólo se puede crear y transmitir aquello que constituye un
y selección del repertorio según características del alumno; lenguaje propio y la música es, por encima de todo, un len-
el estudio del cuerpo como instrumento; el trabajo conscien- guaje infinito. Maravillas Corbaián Abellán
te con la partitura —los distintos tipos de análisis, la indivi- Profesara de Pedagogía Musical en el Conservatorio
dualización y desarrollo de las memorias musicales, etc.—; Superior de Las Palmas de Gran Canaria

15) \\

'•''•• PAKA INGRESO /

La pedagogía o/rece en los Conservatorios pocos alternativas CARMELO

Scherzo 75
dosier

Consideraciones sobre la enseñanza


musical en España
E s innegable que la actual sociedad española es unáni-
memente sensible a la demanda de una educación y en-
señanza musical de calidad. Sin embargo, la respuesta
de las estructuras educativo-mus i cales no son, ni mucho me-
nos, las adecuadas, por diversos motivos.
creada. Asimismo, dada la sutileza del contenido sonoro, es
preciso que para transmitir y desarrollar los procedimientos
creativo e interpretativo, y lambién el estimulo a la aprecia-
ción musical, existan los sistemas de enseñanza adecuados,
es decir, la Pedagogía Musical. Luego están las diversas mo-
Si estudiamos las más evidentes nos encontramos, por una dalidades en cuanto a los tratamientos teóricos que conven-
parte, que no está adecuadamente contemplada la necesaria gan o puedan deducirse del hecho musical, los cuales
diferenciación entre las dos vertientes correspondientes a los constituyen el campo de la Musicología.
estudios específicos de la carrera musical y la utilización de Quedan así perfiladas, por este orden, las especialidades
la música en los contenidos y actividades de la enseñanza ge- que, de manera general, forman el nivel superior de la carre-
neral como elemento que potencie, de manera singular, el de- ra musical y que, lógicamente, tinen que ser planificadas e
sarrollo de todas las facultades humanas, a fin de alcanzar impartidas con la necesaria interpelación y equilibrio, com-
la armoniosa y equilibrada formación integral del individuo. plementándose entre ellas a través de los tres tipos de maie-
Por otra parte, los centros de enseñanza musical vienen im- rias que habitualmente se incluyen en todos los planes de
partiendo su labor docente con unas estructuras en las que estudio: materias propias de la especialidad, materias comu-
se hallan perjudicial mente mezclados los tres niveles educa- nes y materias optativas.
tivos —básico, medio y superior—, propiciándose así la ma-
sificación de los alumnos, con el consiguiente bajo Solamente a título indicativo, y poniéndonos en el caso del
rendimiento de sus resultados. funcionamiento por separado de una de esas especialidades,
¿cómo se podrían llevar a cabo actividades tan esenciales en
Además de todo ello, situándose en la perspectiva del es- una enseñanza superior de la música, como son'la práctica
tricto presente, contemplamos con preocupación la dispersión coral —realizada a nivel profundo—, la música de cámara y
de iniciativas que se formulan cara al futuro, y que surgen la labor orquestal?
por separado, sin conexión alguna entre ellas. Se entorpece
así la posibilidad de trazar una estructura propicia de la edu-
cación musical en España con la debida coherencia e inierre- El ámbito universitario
lación entre los diversos niveles y vertientes pedagógicos.
His obvio que el nivel superior de los estudios musicales, en
las cuatro especialidades enunciadas, deben estar adscritos al
Los proyectos actuales ámbito universitario. En este sentido, es oportuno recordar
cómo, exclusivamente por falta de visión, no se aprovecha-
X eniendo en cuenta que los estudios musicales específicos ron las posibilidades que ofrecía al respecto la Ley General
y los centros donde se imparten muy bien pueden servir de de Educación de 1970. De igual modo que las Escuelas Su-
punto de mira respecto a las demás acciones educativas en periores de Bellas Artes se integraron entonces en la Univer-
materia musical, debemos centrar la atención en los dos pro- sidad, los Conservatorios podrían haber regulado los tres
yectos de más significación que hoy se manejan en relación niveles de la enseñanza musical e integrarse el superior en la
con la enseñanza de la música en nuestro país. Lamentable- Universidad.
mente, sobre ambos no hay más remedio que expresar por ade- Volviendo a la situación actual, si se tiene en cuenta que
laniado una apreciación, en general, negativa. la Universidad, en el aspecto musical, sólo posee algunas cá-
Por un lado, está el Documento Ministerial para la Refor- tedras y titularidades cuyos objetivos no están suficientemente
ma de las de las Enseñanzas Musicales (1986), relativo a los determinados —generalmente se imparte historia de la
Conservatorios, al que forzosamente hay que criticar por su música— y la situación correspondiente en las Escuelas Uni-
confusa y arbitraria concepción de los niveles de enseñanza, versitarias con su función precisa en el campo de la Pedago-
por una imprecisa ordenación de los centros y por la inade- gía musical; y que ambas estructuras pueden y debe ser
cuada configuración de materias que propugna. Por otro la- implicadas en las especialidades de Musicología y Pedagogía
do, debemos referirnos al proyecto del Consejo de Musical, son éstos unos medios humanos y materiales a to-
Universidades sobre nuevas titulaciones, en el que se incluye das luces insuficientes para llevar a término la ordenación de
la licenciatura en Musicología. Se le debe reprochar a éste de los estudios musicales superiores, equilibradamente progra-
manera negativa siguiendo el mismo enfoque que si se trata- mados. Por eso, lógicamente, se debe proceder a una pros-
se de cualquier otra especialidad incluida unitariamente. Es pección profunda en los Conservatorios para determinar la
decir, plantear por separado una sola rama del curriculum integración de las enseñanzas y el profesorado que deban vin-
general que conforma el nivel de los estudios musicales va cularse al nivel superior, contemplando conjuntamente las cua-
en detrimento de la propia área, aparte de las repercusiones iro modalidades, creación, interpretación, pedagogía musical
desfavorables que puedan surgir respecto a dualidad de fun- y musicología, dentro de los estudios universitarios.
ciones o injusta diferenciación de titulacions.
En síntesis, cabe extraer una conclusión clara de estas con-
sideraciones: la conveniencia de desistir en que los dos pro-
yecios mencionados sigan adelante, máxime cuando, según
Importancia de la creación artística parece, el Congreso de los Diputados se dispone a promover
una ley sobre la enseñanza de la música, y es ahí donde de-
Centrando más la atención en lo que se acaba de señalar, biera dirigirse toda la atención para posibilitar una estructu-
téngase en cuenta lo siguiente: en música hay un factor ini- ra que contemplase, de forma unificada y coherente, la
cial y condicionante, al ser el elemento generador de todo el ordenación de la educación y enseñanza música! en España,
acontecimiento del arte sonoro y que es la creación; sin pro- en toda su dimensión.
ducirse ésta no hay nada. Pero al mismo tiempo, dado su ca-
rácter temporal y su procedimiento comunicativo, también Manuel Ángulo
imprescindible, la música requiere la interpretación de la obra Catedrático de ¡a Escueta de Maguwno dr Madrid

76 Scherzo
COLECCIÓN
la música y bs músicos
Colección de libros sobre la música y sus protagonistas: Mozart,
Beethoven, Strauss, Schumann, Arrau,-
Schubert, Verdi, Gatina y muchos más.

LISZT
HONALiriAYLOH

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Carlos III, n° 1
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28013 MADRID C/ Platerías, 3 - 28O16 Madrid - Telf.: 202 42 35.
dosier

El problema de la cuerda en España


poner en competición a nuestros jóvenes músicos con instru-
mentistas que han tenido oportunidad de formarse en condi-
ciones mucho mejores, que habiendo recibido una educación
musical desde la escuela (¿-?) accedieron luego al Instituto
donde recibieron enseñanza musical especializada y hasta te-
nían ¡su propia orquesta! Más tarde, cuando decidieron ser
profesionales de la música ingresaron en una escuela supe-
rior universitaria donde su formación musical estuvo atendi-
da de una forma adecuada (un profesor que enseña a cuatro,
seis u ocho alumnos, como mucho, y a uno o dos cuartetos,
varias orquestas de distinto tipo y nivel, representaciones de
ópera y conciertos en el propio Conservatorio, Master Class
etc., etc.) y que cuando terminaron su carrera tuvieron un buen
número de orquestas sinfónicas y conjuntos de cámara de ni-
veles distintos donde ir progresando en el escalafón.

Una larga marcha


v^-ompárese esto con el calvario que ha tenido que pasar su
iluso contrincante español; que ya tuvo suerte de conseguir
plaza en uno de nuestros conservatorios para recibir clase en
aulas masificadas, con un profesor desesperado ante el pa-
Hay que norama de cómo enseñar sin desgastarse, en el mejor de los
afinar mucho casos, a cuarenta alumnos; que debe encontrar tiempo para
practicar después de su extensísimo horario escolar y de asis-
tir hasta altas horas de la noche a las clases del Conservato-
rio; donde no encontrará más tarde ni un grupo de cámara

A fortunadamente hoy la cuerda en España es un pro- ni una orquesta, inexistente en la mayorías de los centros. Ello
blema. Y lo digo con cierta alegría porque hace tan que convierte a nuestro heroico aspirante en superviviente de
sólo veinte años —espacio de tiempo bien corto si se un colectivo de alumnos con un fracaso escolar que puede
piensa en los diez años de carrera de violín o violoncello o los llegar al noventa por ciento, y que si no consigue triunfar co-
ocho (¿-?) de viola y contrabajo—. Eramos un exiguo núme- mo David ante Goliat, decidirá cambiar de profesión o via-
ro de extraños personajes los que decidíamos dedicar nues- jar al extranjero en busca del tiempo perdido, para poder
tra vida —en una actitud casi temeraria— a una profesión competir en la próxima ocasión en condiciones de mayor
para la que sólo existían como dijo uno de nuestros grandes igualdad.
músicos, tres brillantes salidas: por tierra, mar y aire. Por tanto, creo que nuestra asignatura pendiente es la ade-
El panorama ha cambiado hasta tal punto que el proble- cuación de la Enseñanza Musical a las exigencias actuales.
ma es ahora motivo de grandes polémicas, sesudos artículos No hay espacio aquí para analizar en profundiad los muchos
¡ ¡editoriales en El País'.!, programas de radio, reportajes y aná- y graves problemas que tiene nuestro sistema educativo. Es,
lisis televisivos, lo cual nos produce la sensación de que aque- desde luego, como claman todos nuestros estamentos musi-
llos irresponsables y locos jovencilos de hace veinte años cales, urgente y necesaria una reforma, no sé si en la forma
formamos parte de una especie en peligro de extinción. y con los cambios que la ley contempla. Pero lo que está cla-
Pero resulta que, sorprendentemente, las altas esferas han ro es que, ante todo, hay que descongestionar los Conserva-
caído en la cuenta de que un país moderno, culto, avanzado torios, convertirlos en verdaderas escuelas superiores de tipo
y europeo necesita ¡hasta músicos! con los que formar or- europeo y diversificar la oferta educativa pública y privada
questas (los pequeños grupos de cámara son un lujo dema- en busca de sistemas, métodos y programas que nos permi-
siado exquisito que todavía no podemos permitirnos), que tan mayores y mejores resultados: sin obsiaculizar tas posi-
hagan que los conciertos, representaciones de Opera y Zar- bles iniciativas de cambio e investigación, ni agobiar al
zuela, que sean algo habitual en la actividad cultural de nues- Conservatorio obligándole a ejercer un control continuado
tra moderna sociedad. Y para ello, se necesita mucha cuerda de todos los estudiantes de música. Es decir, como pasa por
(el viento se ha salvado gracias a la tradición de las Bandas). ejemplo en Alemania o Inglaterra, por nombrar sólo dos paí-
Claro que si queremos que esta actividad musical tenga la ses, donde un niño estudia su instrumento en la escuela, en
altura que merecemos debemos exigir que nuestros músicos una academia privada o municipal o con un profesor parti-
tengan una gran cualificación y esto ha hecho que surja lo cular y no se preocupa de exámenes ni controles, porque, si
que yo llamaría el Síndrome del Nivel. decide y tiene condiciones para ser profesional, ya se le exi-
La falta de instrumentistas de cuerda con un nivel suficiente girá el nivel adecuado para acceder a la Escuela Superior en
se ha convertido en una especie de nube negra que planea so- la que pretenda estudiar cuando tenga edad universitaria.
bre toda prueba u oposición de ingreso a cualquiera de nues- Esto facilitaría mucho las cosas: daría margen al profesor
tras orquestas, lo que ha justificado la casi masiva para aplicar métodos, utilizar sistemas y seguir un ritmo de
adjudicación de plazas a instrumemistas extranjeros que ¡bien- enseñanza adecuado para cada caso y momento. Por otra par-
venidos sean! El músico ha sido tradicionalmenie un profe- te, evitaría la angustia de padres y alumnos que al no poder
sional internacional (casi nómada) y todas las orquestas del entrar en el Conservatorio y atacados por la titulitis se en-
mundo tienen músicos de otros países. Esto es bueno, enri- cuentran ante exámenes libres con la dificultad añadida que
quecedor y hace progresar. Pero habría que pensar si es justo supone el mencionado síndrome de! nivel. Por tanto, es lógi-

78 Scherzo
lo «ducoción musical

co que intenten ingresar como sea en el Conservatorio don- una manera esporádica y casi siempre fuera del Conser-
de, evidentemente, no hay sitio para todos. vatorio.
Son de agradecer, especialmente los esfuerzos de la Casa Real
que nos han proporcionado últimamente la posibilidad de
Posibles medios aprender del genial Rostropovich o del Cuarteto Enesco; su
mecenazgo y la amistad de muchos de los grandes músicos
JLs verdad que habría que introducir la música en la escue- (hace un mes me expresaba Piero Farulli en Siena, los de-
la, crear centros especiales para simultanear una enseñanza seos que tiene de venir a enseñar a España y su admiración
especializada en la música con la EGB, BUP, COU. etc. Pero por nuestros Reyes) podría cumplir un impórtame papel his-
yo me pregunto ¿de dónde se van a sacar profesores suficien- tórico que nos hiciera olvidar tiempos pasados de aislamien-
temente preparados para atenderlos? Cuando estamos vien- to y lejanía de la tradición y corrientes musicales del resto
do como se quedan vacantes las plazas de profesores de de Europa.
cuerda, merced a una ley de incompatibilidades que hace al Queda aquí, apuntado tan sólo, una parte del problema
buen profesional elegir el trabajo en una orquesta donde, en de la cuerda. Habría que tratar, pero no tenemos espacio,
algunos casos, puede ganar más del doble que en el Conser- de otras muchas: por ejemplo, de las Jóvenes Orquestas —
vatorio y además tiene mayores posibilidades de promoción feliz iniciativa, pero mal planteada en algunos casos—. El
profesional, mientras que acceder a una plaza de conserva- acceso prematuro la profesión por la mucha demanda, la po-
torio supone: primero, una inseguridad en el destino al que lítica de contratación de conciertos que hace casi imposible
no se le enviará, pudíendo ocurrir que termine en una ciudad esta actividad para nuestros músicos en beneficio de Orques-
con escasa o nula actividad musical, debiendo superar para tas, grupos de cámara y solistas extranjeros que, o bien su-
ello un difícil concurso-oposición en el que, por ejemplo, el1 ponen una buena publicidad para el que los contrata, o son
baremo de valoración de méritos puntúa esiar inscrito en el muy accesibles por contar con subvención estatal en sus
paro, publicaciones (trabajo poco frecuente para un instru- países. Da la sensación de que nuestra vida musical es
mentista aunque exigible para un teórico), cualquier premio muy rica, pero es difícil la existencia de
obtenido, ya sea éste el premio de cuarto curso de violín o orquestas y grupos independientes, y
el de la Reina Isabel de Bélgica (¿-?) y donde los conciertos casi no hay grabaciones dis-
que haya dado no obtendrán valoración alguna. En la parte cográficas que den a conocer los
práctica se le exigirá la presentación de un repertorio tan am- músicos españoles dentro y fuera del
plio que hace muy difícil una serie de interpretación de toda país.
las obras, dado el poco tiempo disponible para prepararlo.
No hay que sorprenderse, por tanto, que se presenten pocos Rubén Fernández
profesionales de cuerda en las oposiciones a Conservatorio,
lo que hace que queden vacantes muchas plazas o deficiente- García
mente cubiertas.
Habría que buscar medios de Proftsor de Música de Cinum del Real
contratación más libres en los que ronservHlono Superior de Madrid
al buen pedagogo se le valorará
por su historial, curriculum y
resultados obtenidos, y que una
vez contratado un estudio serio de
sus logros le permitiera una
promoción que le incentivara a
trabajar por mejorar en su labor
pedagógica.
Esta flexibilidad en la
contratación permitiría asimismo
hacer buenos fichajes tanto
nacionales como internaciones (a
la manera de las buenas
Universidades y Escuelas de los
países de nuestro entorno):
instauración de Máster Class,
cursos permanentes, ele.
Por otra parte habría que *
promover la formación de
profesores con becas o ayudas que
les permitieran estudiar en
profundidad: métodos y sistemas
que en otros países llevan mucho
tiempo dando buenos resultados:
creación de asociaciones de
profesores de cuerda, para la
discusión e intercambio de
experiencias y cursos de grandes
pedagogos que podrían ayudarnos
a ir teniendo profesores
preparados y entusiastas de su
labor.
Se están haciendo, es verdad,
algunos buenos cursos aunque de

Scherzo 79
dosier

La enseñanza de las nuevas tecnologías


musicales en España
n esta época de comienzo de curso académico, en que dísticos. La posibilidad de digitalizar el sonido y analizarlo
E vuelven a primer plano los problemas acuciantes de la es importantísima para la investigación sobre músicas de tra-
enseñanza musical en España y se replaniea la espera- dición oral. También la música aplicada (cine, radio, TV, etc.)
da reforma, no es una frivolidad hablar sobre el tema que nos y las nuevas arles como video, esculturas sonoras, música y
ocupa. Sin embargo, la enseñanza de las nuevas tecnologías gráficos por ordenador, requieren amplios conocimientos
musicales hasta ahora no ha llegado ni a la categoría de pro- técnicos.
blema, simplemente no existe. Lo cual, por oirá parte, tiene Hasta ahora la enseñanza de estas materias en España se
cierta lógica, ya que materias como, por ejemplo, la música ha realizado principalmente por iniciativas privadas y, salvo
electroacústica o la informática musical, que requieren un cier- honrosas excepciones, sin demasiada continuidad. Casi siem-
to grado interdisciplinar, un ambiente de investigación y cierta pre, los que nos hemos interesado por el tema tuvimos que
inversión económica, es fácil que se ignoren en un país como salir al extranjero. La situación está cambiando aunque muy
el nuestro donde cualquiera de dichos requisitos se cumplen lentamente y la enseñanza sistemática no acaba de empezar.
débilmente. Se han construido laboratorios de música electrónica en los
La enseñanza de las nuevas tecnologías musicales no debe conservatorios de Cuenca y Vitoria. En Barcelona hay dos
confundirse con la aplicación de las nuevas tecnologías a la laboratorios, Phonos y Caixa, con actividades bastante conti-
enseñanza de la música, campo que no trataremos aquí, pe- nuas. En el Conservatorio de Madrid parece que este curso
ro que es de suma importancia también, ya que está revolu- comienza la enseñanza después de haberse comprado el equipo
cionando y facilitando la pedagogía de la música. La primera hace bastantes años. También en el CSIC y en el estudio de
razón por la que se debe integrar la enseñanza de las nuevas COMC se realizarán actividades pedagógicas.
tecnologías musicales es de justicia histórica. Los hallazgos La música electroacústica se tenía que haber integrado for-
en música electrónica, concreta y más adelante la utilización malmente en nuestros conservatorios hace veinte años. Lo que
del ordenador, tanto en composición como en síntesis de so- urge ahora es la elaboración de un plan de estudios incluyen-
nido, puede que sean las aportaciones más importantes de do nuevas titulaciones donde, una vez, más se puede aprove-
nuestro siglo. Además, es evidente que entramos en una épo- char la experiencia de otros países. Dicho plan debe realizarse
ca en que el ordenador y la tecnología digital están predomi- por personas competentes, con una gran flexibilidad de con-
nando en la música. tenidos para que el estudiante tenga información de los últi-
Pero también están apareciendo nuevas profesiones a las mos avances. Aunque es conveniente una cierta perspectiva
que la enseñanza se debe adaptar. Cada vez es más requeri- histórica, no se debe caer en errores tales como el de la ense-
do, por ejemplo, en los estudios de grabación el músico ex- ñanza de la armonía en que se da demasiada importancia a
perto en ordenadores o sintetizad ores. También, la figura del la escritura a cuatro voces de un determinado periodo del pa-
intérprete de música electrónica debería ser obligada en las sado. En la música electroacústica sería ridículo hoy, por
orquestas o grupos de cámara <un equivalente a los técnicos ejemplo, insistir sobre las técnicas de edición de cinta con ti-
de sonido, que en la música popular son imprescindibles). De- jeras. Es muy importante que et estudiante distinga dentro
bería ser capaz de ejecutar los montajes electro acústicos re- de la jungla de los cambios tecnológicos, qué es lo acceso-
queridos por las obras, seguir al director y poseer una rio, qué cambiará con el progreso, qué posibilidades brinda
sensibilidad auditiva extra para realizar las mezclas de soni- la tecnología hoy y qué es lo esencial. La teoría y la práctica
do amplificado. También los campos de investigación más in- se deben alternar. Esta última debe ir encaminada a que el
teresantes y menos explorados en informática musical o en alumno se desenvuelva con facilidad dentro de! laboratorio.
psicoacústica requieren pa-
ra su desarrollo a músicos con
conocimientos científicos a ni-
vel superior.
Necesidad del ordenador
X-ía carrera de compositor es
la que menos debe ignorar es-
tos temas. Pocos compositores
se conformarán hoy con la or-
questa de Slravinsky. De he-
cho, la electrónica y los
ordenadores son parte de la
evolución tímbrica en la que el
compositor ruso fue pionero.
Algo parecido le ocurre al mu-
sicólogo. El ordenador es vital
no sólo para la construcción de
bases de datos en texto y mú-
sica, sino también para la ma-
nipulación y análisis de
partituras o para esludios esta-

80 Scherzo
lo •ducodén musical

El equipamiento con que se debe dolar a los centros debe universidad abierta con departamentos, es la forma más efi-
de ser también lo más general posible, lo que implica el uso caz de realizar tesis doctorales o estudios que encajen total-
obligado del ordenador. Deben contar con equipos de sínte- mente con los intereses del investigador. Se podrían combinar
sis y grabación y han de estar abiertos para introducir nue- en el mismo curriculum, junto con la música, materias pro-
vas herramientas que vayan apareciendo, con un presupuesto cedentes de campos tan diversas pero tan necesarias para el
previsto para ello. Como en toda enseñanza, pero es espe- desarrollo de la investigación musical como la inteligencia ar-
cialmente importante el reciclaje de los profesores, que se debe tificial, psicología, historia, ingeniería electrónica y mecáni-
realizar como mínimo cada cinco años. ca, matemáticas, física, informática, etc. Toda investigación
En cuanto a los contenidos, se debe distinguir entre lo esen- que no utilice herramientas o conocimientos existentes está
cial y lo accesorio, que dependerá de la tecnología del mo- condenada o a la duplicación del trabajo o a resultados infe-
mento y quedará obsoleto. He aqui algunos temas riores.
importantes: programación de ordenadores tanto para sín- Y para acabar, reitero que es indispensable y urgente por
tesis y proceso de sonido como para composición, psicoa- lo tanto la regularización de la enseñanza a nivel oficial de
cústica, psicología de la música, electroacústica, técnicas de estas materias de tecnología y ciencia musical. Es raro el mú-
grabación. Un objetivo nada ambicioso sería el tener un la- sico actual que no vaya a utilizar en su vida profesional ios
boratorio básico en cada Conservatorio medio y uno bien do- medios electrónicos. Por otra parte, en un momento como
tado en cada conservatorio superior, junto con el personal éste de integración en Europa, la investigación musical debe
necesario para la enseñanza. hacerlo también y para ello se debe basar en una enseñanza
Si el conservatorio superior se va a integrar en la universi- coherente y multidisciplinar dentro de una Universidad
dad o si ésta va a absorber los estudios superiores de música, abierta
- Adolfo Núñez
no es tema de este artículo. Lo que está claro es que la inves- Compositor y «icargjdo del Laboniorio del Músico
tigación de la música es muy interdisciplinaria. Dentro de una Elearotcüíiica y Ordenador del CDMC.

Las otras titulaciones universitarias


L a única licenciatura universita-
ria de música que se imparte en
España es la de Musicología,
creada hace cuatro años en ta Univer-
sidad de Oviedo y cuyo nuevo Plan de
ción Social y Animación Musical, La
titulación más próxima sería la de Di-
plomado en Patrimonio Artístico y
Cultural, con lo cual comparte curri-
culum. Las posibilidades laborales
acceso a esta especialidad a los actua-
les profesores de Solfeo, Teoría de la
Música, Transposición y Acompaña-
miento que cursasen un ciclo de adap-
tación con contenidos en Pedagogía
Estudios (que no la existencia de la ti- son importantes (Animación cultural General, Psicopedagogía, Psicología
tulación como quisieron hacer creer en la Administración, Fundaciones y General, Psicometría y Teoría de la
pescadores en río revuelto) se some- Empresa Privada; Radio y Televisión; Educación. La actual tendencia del
tió a debate durante el primer semes- Empresas Fonográficas y de Sonido, Ministro a pensar en esta especialidad
tre del presente año, provocando etc.) como una carrera de primer ciclo con
jugosas polémicas. La Pedagogía Musical posee un título terminal me parece peligrosa,
La di versificación del mercado la- perfil de Carrera de Segundo Ciclo (2 puesto que su perfil es el de unos es-
boral en la música (Composición, Pe- años) a la que se accedería con los es- tudios a los que se accede tras haber
dagogía, Investigación, Interpreta- tudios de Profesorado de E.G.B. o de cursado una dipiomatura. Es la inten-
ción y Animación Cultural) exige se- primer ciclo de Pedagogía más unos ción del Ministerio para la opinión
mejante di versificación de estudios y estudios musicales que, como mínimo, corporalivista de las Escuelas de For-
sus titulaciones especificas, problema equivalgan al actual Nivel Elemental mación del Profesorado de E.G.B., pe-
no resuelto por los actuales planes de de Conservatorio con el piano como ro la propuesta de éstas es
estudio de Conservatorio y Universi- instrumento aplicado. El motivo es incompatible con los sistemas euro-
dad. Una de las especialidades, la In- que la enseñanza de la música en la peos. Lo idóneo sería que los alum-
terpretación, es incuestionablemente educación general ha de ser compe- nos de estas Escuelas que pretendieran
propia de una Escuela Técnica Supe- tencia de pedagogos especializados, acceder a los estudios de Pedagogía
rior (el Conservatorio) e inintegrable pero es inadmisible que lo sea de mú- Musical, realizaran un tercer curso es-
en la Universidad. Dos de ellas (Pe- sicos sin completa formación pedagó- pecíficamente dirigido a esta intención
dagogía y Animación) poseen un per- gica. La misión de la música en la que les evitase seguir el curso de adap-
fil típicamente universitario y de educación general es «el descubri- tación para realizar el segundo ciclo,
ardua integración en el Conservatorio. miento de las posibilidades creativas como sucede ahora en la Facultad de
Otra (Composición) requiere infini- del niño y del individuo en general, Ciencias de la Educación.
dad de matizaciones, ya que si su per- que vaya seguida de un descubrimien-
fil es universitario, es complejísimo to de toda la música para la audición La Universidad, las Escuelas de
diseñar un curriculum universitario activa y critica no solamente de losFormación del Profesorado y los Con-
para esa carrera. autores del pasado sino también del servatorios son para la Sociedad y no
arte actual, de la música extra- al revés. Por ello han de servir las ne-
La Animación Musical es una es- cesidades sociales. Es imprescindible
occidental, de la música tradicional e
pecialidad que no existe en España a que se abra el debate público sobre es-
incluso de la música popular de nues-
pesar de la gran demanda laboral pa- tra época». (Consejo de Europa. Co- tas dos especialidades so pena de se-
ra estos técnicos. Su perfiler parece el mité de Ministros de 4-XIM986). guir sufriendo que las actividades
típico de una carrera de 1 ciclo y tí- musicales de los Ayuntamientos sean
tulo terminal (tres cursos) y sus con- Los contenidos específicos de esta coordinadas por el funcionario que,
tenidos específicos serian H" de la carrera han de ser H" de la Música, casualmente, es melómano (en el me-
Música, H" del Arle, H" de la Lite- Acústica, Organolpgia, Etnomusico- jor de los casos) o que la música en
la E.G.B. sea impartida por maestros
ratura, Filosofía, Etnomusicología logía (Culturas musicales). Dirección cuya
/Culturas musicales). Acústica, Orga- Coral y Práctica Instrumental, Didác- buena intención no logra ocul-
nologia. Sociología, Medios Audiovi- tica Musical, Informática y el Semi- tar su deficiente formación especia-
suales, e Historia. Asimismo, los nario práctico de Pedagogía Musical. lizada.
seminarios prácticos de Comunica- Cabría la posibilidad de permitir el Xoan M. Carreira

Scherzo 81
dosier

Propuesta escéptica para un bachillerato


artístico-musical
C
uando se hizo el reparto de temas para esle dosier, me 6) Usar paradigmas teóricos básicos para el análisis del
cupo en suerte un tema sobre el cual no escribo desde «mundo físico y/o social.
hace cinco años, cual es el papel de la música en la 7) Tener amplios conocimientos fundamentales del ámbi-
educación secundaria. Repasando mi artículo he compro- to cultural, científico, técnico o artístico de la variedad del
bado que, pasado un lustro, mantiene en no poco grado vi- bachillerato elegida.
gencia suficiente como para que no merezca Ea pena volver S) Realizar estudios o trabajos que impliquen la integra-
sobre la cuestión. Por otra pane, creo que es momento opor- ción, elaboración y asimilación de informaciones provenien-
tuno para escribir sobre un asunto no menos escurridizo y tes de fuentes variadas.
lamentable cual es el papel de la educación secundaria en la
formación de los músicos. 9) Cooperar en la realización de trabajos en equipo.
Viene ello a cuento de la actual reflexión del Ministerio so- 10) Analizar críticamente informaciones y situaciones co-
bre los resultados del vigente Bachillerato Experimental que tidianas.
tiene seis modalidades: Lingüislico-Lileraria, Ciencias Huma- 11) Definir sus propios intereses en relación con estudios
nas y Sociales, Ciencias de la Naturaleza, Técnico-Industrial, superiores y/o profesionales.
Técnicos de Administración y Gestión y Artes Plásticas. 12) Valorar la individualidad de los demás y las formas de
Tal dispersión planteó según el M.E.C. «problemas de difícil organización, representación y gestión de los grupos a que
solución educativa» y ha llevado a reorganizar el bachillera- pertenece.
to en Ires modalidades: Ciencias Humanas y Sociales; Cien- 13) Conocer la sociedad en la que vive y estar preparado
cias de la Naturaleza y de la Salud y Técnico,
dejando la puerta entreabierta a «otra modali-
dad más específica y singular» cual es el Bachi-
llerato Artístico. Por las rendijas de esta puerta
pudiera entrar el Bachillerato Artístico, Opción
Musical sobre el cual trataré no sin antes dete-
nerme sobre las

Características y objetivos del bachilléralo


pues nos explica el M.E.C. que «en la mayor par-
te de ios países de nuestro entorno cultural los
límites de la enseñanza integral se establecen en
torno a los quince-dieciséis años. En esa edad
las diferentes motivaciones, aptitudes e intere-
ses entre los estudiantes, asi como su madurez
para optar por alternativas definidas de reali-
zación social y personal aconsejan una neta di-
ferenciación de ramas en la Educación
Secundaria». El carácter propio del Bachillera-
to se lo da su no obligatoriedad; su aspecto
preparatorio para la Educación Superior no in-
compatible con su carácter terminal, el ofreci-
miento de posibilidades más amplias de elección
que ha de responder a la diversidad de intereses
y aptitudes del alumnado y a la exigencia dei mundo laboral para participar en la misma de forma responsable y demo-
que requiere preparaciones diversas y, finalmente, a la muy crática.
polémica definición de disciplina, en vez de área, como uni- 14) Respetar las formas de cultura, costumbres y creencias
dad curricular que exige clara especialización del profesor. que no son las propias.
«La función básica del Bachillerato es establecer los apren- Para lograr estos objetivos, los curricula de los alumnos han
dizajes instrumentales y de contenidos necesarios para cur- de tener un 40% de Disciplinas comunes a todas las modali-
sar con éxito un curriculum universitario o acceder al nivel dades que serian: «Lengua y Literatura Española (en su ca-
de la Educación Técnico-profesional». Por ello, se han fija- so. Lengua y Literatura de ¡a Comunidad Autónoma), Idioma
do una serie de objetivos que han de cumplirse al final del Extranjero, Matemáticas, Historia y Geografía; Ciencias de-
Bachillerato con independencia de la modalidad cursada». El Ha Naturaleza, Filosofía y Educación Física». Lógicamente,
estudiante al fin de los dos cursos ha de ser capaz de: los contenidos y número de horas de cada disciplina pueden
1) Emplear formas de pensamiento lógico y critico. variar en función de la modalidad de Bachillerato elegida.
2) Comprender elementos fundamentales de la metodolo- La especificidad y singularidad del aún inexperimentado
gía científica. Bachillerato de Artes Plásticas hace incierta su consolidación,
3) Utilizar las técnicas principales de trabajo intelectual. incluso así es preciso reflexionar sobre la viabilidad del
4) Emplear de forma fluida y coherente la lengua oral y Bachillerato artístico-musical
escrita. toda vez que es aún más singular si consideramos las ca-
5) Dominar, al menos, un idioma extranjero. racterísticas del alumno ideal: A los ocho años, simultá-

82 Scherzo
lo educación musical

neamente con el segundo curso de E.G.B., inicia los esludios Recomendando entre las disciplinas optativas un segundo
de Grado Elemenlal en un centro distinto de su colegio y en idioma extranjero y ofreciendo un grupo especialmente útil
horario extraescolar. Al finalizar la E.G.B. y optar por la mo- para el mercado laboral de la música (Radio, TV, Empresas
dalidad de B.U.P. ha estudiado solfeo, conjunto coral, cinco de fonografía, de sonido, etc.) cual Física, Electrónica, Infor-
años de su instrumento y, quizás, un año de armonía. mática, etc.
Cualquier renovación del Plan de estudios de Conservato- El principal problema con el que cuenta este modelo de
rio —que no afectaría a quienes quisieran hacer este B.U.P. B.U.P. es que el estudiante seguirá teniendo que ir a otro cen-
hasta seis años después de tal renovación— requiere la pervi- tro distinto de su Instituto para continuar sus estudios de ins-
vencia de los Conservatorios como Escuelas Profesionales de trumento, los cuales el alumno ideal terminaría en
Instrumentistas y habría de ser en ellos y no en otra pane simultaneidad con el B.U.P. Evidentemente, la puesta en mar-
en donde se cursaran los estudios de práctica instrumental cha de un BUP experimental de estas características exige que
{instrumento, conjunto, cámara, etc.) y formación teórico- el alumno no tenga que cursar en el Conservatorio las mate-
musical (armonía, contrapunto, etc.). El título final sería el rias equivalentes (las de igual o parecida denominación y las
de Profesional Instrumentista y no capacitaría para otro tra- Formas Musical), lo cual reduciría sensiblemente sus horas
bajo que el designado por e! titulo, es decir: tocar un ins- de estancia en el Conservatorio.
trumento. Termino remitiendo al lector al título de este articulo, la
Habida cuenta de los objetivos, características y funciones cuestión está servida y o se soluciona ahora o no tendrá solu-
del B.U.P. la modalidad Artístico-Musical habría de atender ción. Por mi parte creo que bien vale un debate.
a la formación humanística del estudiante de instrumento. Por Xoan M. Carreira
ello las disciplinas debieran ser aproximadamente así (1): |1) A vertirá el lector que no incluyo la porácticadel Cania Coral. Ello es
1? Curso: Historia y Eslélica de la Música I. Análisis Musi- porque a la edad que nos ocupa eslá sucediendo la muda de la voz y los ado-
cal y Educación Auditiva /(Ambas hasta ca. 1700). Historia lescentes no pueden cancar por razones de salud, por cierto, no es en absoluto
del Arte. Lectura Musical y Transpone Instrumental. infrecuente que profesores de Música del actual B.U.P. organicen el Coto del
Instituto o incluso utilicen el horario leclivo para la práctica deí Canto Coral
2? Curso: Historia y Estética de la Música !¡. Análisis y Edu- en vez de explicar el lemaiio. ¿Cuándo va a intervenir la Inspección en defensa
cación Auditiva II (Ambas desde ca. 1700 hasta la actuali- de la integridad física de los alumnos y de «u derecho a que SÍ cumplan los
dad). Interpretación musical. Acústica y Organologi'a. programas?

La enseñanza de la música joven mover la burocracia, los intereses crea-


dos, los presupuestos y la tradición que
gravitan sobre el tema. Mejor dejar los
Conservatorios como están, que bastan-

L as cosas como son: la música que


se compone actualmente es pro-
ducto de una Humanidad ya al-
go vieja, cansada, enfurruñada y bas-
tante pesada. Cuanto más retrocedemos
fractarios a los inventos modernos y
porque iradicionalmente han ofrecido
serias resistencias a las materias histó-
ricas, que, en todo caso, han sido admi-
tidas como marias al final de los planes
te uenen con lo que tienen.
Solución B: dotar de validez oficial
a los cursos de verano que han demos-
trado su estabilidad, afiliándolos a los
en la Historia, encontramos músicas de estudio. Los Conservatorios preten- Conservatorios de la ciudad respectiva
más frescas, jóvenes e, incluso, ingenuas den enseñar una música absoluta, o sea, o estatuir al estilo Trances cursos de Tin
e infantiles. ¿No? la música o la armonía o el piano, dog- de semana de periodicidad mensual y de
mas generalmente expresados en catecis- duración anual con fuertes exámenes y
Otra impertinencia más para empe- expedición de títulos de validez oficial.
zar: la música llamada antigua es un in- mos, y es sabido que el estudio del
devenir histórico lo relativiza todo bas- Solución muci;o más viable que la an-
vento genuinamente moderno. A los terior, aunque habría que remover bas-
músicos y al público de hace un siglo tante: ni el piano ni la armonía ni la mú-
sica han sido siempre tal como se tantes quintales métricos de papel, falta
apenas si les interesaba más que como de imaginación y desgana.
curiosidad de erudito la música de los enseñan en los Conservatorios. Es más,
siglos anteriores. Mucho menos pensa- nunca han sido asi. Solución C: seguir como hasta aho-
ban dedicar esfuerzos a recuperar ins- ra. Es la solución más fácil y seguramen-
Consecuencia: la enseñanza musical te la que estará vigente en los plazos
trumentos o estilos pasados. Para ellos de los Conservatorios es a-histórica (en
todo eso no era antiguo, sino simple- corto y medio. Esta solución ofrece ade-
algunos casos, también pre-histórica). más algunas ventajas adicionales, como
mente viejo, como lo es para nosotros
la moda de los pantalones campana o Estado de la cuestión: en los Conser- es el facilitar los ligues de verano de los
la TV en blanco y negro. Fueron los vatorios se aprende a tocar instrumen- jóvenes aprendices de música histórica,
tiempos modernos los que se lanzaron tos y, como complemento, se recibe el posibilitar el que éstos viajen al extran-
a descubrir la música de la Edad Me- barniz de un poco de historia. Por otra jero y conozcan otros mundos, conser-
dia o Renacimiento. parte, los instrumentos barrocos o rena- var un encomiable nivel de amateurismo
centistas se aprenden en cursos de vera- entre los practicantes de esta música,
Una propuesta para seguir: puesto no, a salto de mata y sin validez oficial. permitir a las que manejan las pelas
que antigua y joven son términos que Ambos sistemas de enseñanza resultan conceder graciosamente de vez en cuan-
se prestan a equivoco, habida cuenta de escasamente idóneos para formar mú- do alguna subvención para que no po-
que importan la denominación tempra- sicos históricos con preparación damos decir que nos olvidan, recuperar
na que usan angios y tedescos no ten- adecuada. algunos marcos históricos incompara-
dría éxito y mucho menos el término Solución A: que se reestructuren los bles, que de otro modo se destinarían
anciana de los francos, considerando Conservatorios, admitiendo instrumen- a cursos de inseminación artificial, diag-
otro si que la perífrasis música- tos renacentistas o barrocos y estable- nóstico precoz del cáncer de esófago,
histórica-con-instrumen tos- orig ¡nales ciendo una enseñanza de tipo histórico, técnicas de disuasión, masas en los ani-
ofrece defectos de fondo y de forma, basada en el conocimiento de las prác- llos de Saturno o cosas por el estilo.
¿por qué no hablamos simplemente de ticas de interpretación de otras épocas.
música histórica, como hablamos de ho- Desechamos tal solución por ínviable a Apuesta: triple contra sencillo a que
mo histoncus, es decir, el que es cons- corto y medio plazo, porque haría falta seguiremos como hasta ahora durante
ciente de su historicidad? que a las autoridades o, mejor dicho, los mucho tiempo.
Corolario: la música histórica no ha poderes encargados de ello les importase
y/o entendieran algo de lo que estamos Pepe Rey
entrado en nuestros Conservatorios, hablando. Es algo más que imposible
porque éstos, como institución, son re- Dirtctor dtl Grupa SEMA

Scherzo 83
dosi«r

La música es lo que suena


D urante el tiempo, más de un lustro, en que tuve a mi car-
go las clases de Historia de la Música en la correspon-
diente Cátedra del Real Coservatorio Superior de Música
de Madrid, y más recientemente como responsable de la Cáte-
dra de Musicología de la Escuela Superior de Camo, he tenido
trayectoria del ejercicio científico, artístico y menestral para el
que esos títulos me dan licencia, en mi doble experiencia de pro-
fesor universitario y de profesor de conservatorio y muy princi-
palmente, en la amable invitación de la revista SCHERZO para
hacerlo así a través de sus páginas, a cuyos lectores debo la cor-
y tengo por norma invariable comenzar la primera clase de cada tesía de no airopellarles con estadísticas, cómputos, ergotismos
curso con una advertencia general al alumnado. Tras señalar los y disquisiciones más propios de otra circunstancia y seguramen-
objetivos y límites de nuestro trabajo escolar, iras aludir a las te contrarios a la instructiva amenidad que esperan hallar en ellas.
fuenies, instrumentos y técnicas auxiliares del mismo, tras refe- De manera que el lector ya sabe que «yo tengo entre dos amo-
rirme por amicipado a las diversas escuelas y teorías y sus res- res mi corazón repartido, y si encuentro a uno llorando es que
pectivos criterios especulativos y fundamentos ideológicos que el otro le ha ofendido», como le sucediera el protagonista de una
explican el hecho musical y su entorno, siempre insisto con ve- de nuestras más entrañables canciones (igualmente desconocida
hemencia en recomendar el mayor cuidado para no equivocar u olvidada tanto por el común de los músicos prácticos como
lo principal: ¡a Música es lo que suena; lo demás son sólo pala- por los universitarios especulativos, de donde podría inferirse —
bras sobre la música. quién sabe si de modo sólo en apariencia caricaturesco— que
en cuestiones de ignorancia es mucho más lo que les une que lo
Viene esto a cuento —y pronto iremos viendo los motivos— que les separa), así es que, atento al llanto y las ofensas
de la tempestad desatada en el pequeño vaso de agua de nuestra y procurando distinguir las voces de los ecos, el hisirionismo vic-
realidad musical académica con motivo de la propuesta de crea- timista del coro de grillos que cantan a la luna y la estólida arro-
ción de una licenciatura universitaria de Musicología, proyecto gancia de los tenores huecos, pasemos revista a algunas cuestiones.
elaborado por el Grupo de Trabajo n? 14 de la Ponencia de Re-
forma de Enseñanzas, del Consejo de Universidades.
Cabe, en principio, felicitarse por una iniciativa semejante, pues
en todo el mundo culto los esludios de lo que, para no ser proli- Conocer el lenguaje
jos, llamaremos música especulativa tienen rango superior y sue-
len estar vinculados a la Universidad. En nuestro país, sin J_/n cuanto a los cornos a que antes me refería, le cabe a uno la
embargo, sólo en época reciente tomaron cuerpo las enseñanzas inquietante sospecha de si, por emplear una muy gráfica expre-
de Musicología como cosa real, primero en el Conservatorio de sión coloquial, no se habrá querido empezar la casa por el teja-
Madrid bajo la orientación del eminente Samuel Rubio y muy do (o léase si se prefiere espadaña, tribuna o arengario). Me
poco después en varios otros, de manera que en un liempo rela- explico: la exigencia de que quienes vayan a adentrarse en los do-
tivamente breve han ido extendiéndose y, al tiempo, tratando de minios de la musicología necesilan, previa e inexcusablemente,
perfilar sobre la marcha su propia definición a través de un pro- sólidos conocimientos de la música a secas es algo que sólo un
ceso rápido que, a causa precisamente de su novedad, dista mu- descerebrado podría no postular. Y no vale aquí el falso argu-
cho de estar acabado con la deseable propiedad y perfección. mento de que un estudiante de la literatura no precisa de la ha-
Pero, por lo que se ve venir, no parece que a dicho proceso vaya bilidad de componer una novela o una colección de sonetos,,
a permitírsele alcanzar la necesaria madurez para dar fruto bas- porque ésa no es la equivalencia correcta. Claro que no necesita
tante. Porque una cosa es la lógica de plantearse el reconocimiento tener esas facultades, pero sí que es una exigencia,- previa e inex-
de un rango superior de carácter universitario (y, obviamente, la cusable como antes dije, que esté alfabetizado, simplemente que
capacidad de merecerlo) y otra, no del todo idéntica, el proceso conozca el lenguaje.
de implantación de la Musicología en la universidad que hoy te- Cuando alguien llega a la universidad y decide cursar estudios
nemos en España. Y sobre todo cuando, como en este caso, cuen- de Literatura (por mantener el ejemplo), puede, desde luego, no
tan de manera decisiva los cornos, los cuándos y los quiénes, por ser capaz de emular las greguerías de Ramón o las comedias del
no mencionar el vidrioso asunto de los porqués. Fénix, pero —si no lo ha hecho antes— al menos tendrá a su
Me apresuro a declarar que no es en absoluto la intención de llegada la capacidad funcional e instrumental de leerlas. Y si de-
estas lineas, que quisiera dejar escritas con el mejor humor y áni- cide estudiar las Matemáticas, podrá tener problemas más o me-
mo posible, la de formular una crítica minuciosa, detallada y cir- nos graves, pero no irremediables, si no domina el cálculo
cunstanciada del citado informe técnico. Para ello ha habido un infinitesimal o las series de Fouriei porque, como poco, sabrá
generoso plazo, dentro del cual todo el que lo haya deseado ha contar y hasta desarrollar algunas operaciones. En resumen: co-
podido manifestar ante el Consejo de Universidades sus razones mo es sabido, en la universidad se ingresa sabiendo cuando me-
y argumentos, y hacerlo además en el entorno y forma a'decua- nos hablar, contar, leer y escribir (aunque también es verdad que
dos. Estoy, por otra pane, convencido al respecto de que el an- cada vez peor, y a la vista están las consecuencias) y tanto da
dar mirando con lupa la letra, censurar un participio para si es en cifra, en prosa, en verso o en Braille... pero no en música.
proponer en su lugar un gerundio, cambiar una hora y media Por esa razón, el caso es radicalmente distinto si ese mismo
por el total de tres medias horas o sustituir la paleografía por sujeto decide cursar la nueva licenciatura de musicología que aho-
la escritura antigua, o el folklore por el saber popular, nos pue- ra se propone, porque si ha de enfrentarse a la música en sí —es
de hacer perder el norte y el meollo del asunto (y hasta confesa- decir, al objeto último de su estudio, lo que le da sentido y de
ré que a veces me viene la ocurrencia de si, velis nolis, no habrá cuya mera existencia y características se deriva todo lo demás—
quien se regocije, segura su arca, al ver cómo los demás riñen sencillamente no podrá hacerlo a falta de un dominio previo e
por esa calderilla). Decía, pues que no he de entrar ahora en jue- imprescindible del lenguaje musical como algo específico, glo-
go tan sutil; muy por el contrario, ceñiré esta prosa a un juicio bal y complejo, que va más allá del limitado campo de la semio-
estrictamente personal, un comentario sobre algo que entiendo logía. Salvo, claro está, si antes lo ha adquirido en un
como un aspecto básico y fundamental de toda esta cuestión, conservatorio o se ha procurado una instrucción equivalente. Por-
una opinión sin aires pontificales pero no por desprovista de apa- que para llegar a la universidad nadie se lo va a pedir. Y así po-
rato menos seria y sentida. Me amparo para ello en mi doble con- dríamos llegar ante una divertida situación: una oferta univer-
dición de titulado por conservatorio y por universidad, en la sitaria consistente en algo así como «hágase licenciado en

84 Scherzo
lo educación musical-

Literatura y no se preocupe si, de entrada no sabe leer; ya le La base humanística


iremos dando unas nociones sobre la marcha».
Y es que, a la vista del informe técnico antes aludido, hay que
admitir que se trata sólo de eso, de dar unas nociones —y bien r ero del envés de ese paño también hay algo que decir. Y lo pri-
sumarias, por cierto— de técnica musical; dígase si no qué otra mero a señalar es la deficiente base humanística de quienes es-
cosa más allá puede esperarse de esos «Elementos de lenguaje tudian en los conservatorios. La exigencia de haber cursado el
musical» y de esa «Introducción a la Historia de la Música» con B.U.P. para obtener la titulación superior no palia gran cosa esa
que se pretende barnizar a quienes carezcan de una verdadera carencia, por lo demás compartida con quienes acceden a la uni-
formación musical previa. Anuncié al principio que prescindiría versidad. Pero no deja de ser llamativa la interesada cortedad
de hacer comparaciones, siempre maleables, pero de lo poco ve- con que se plantean esas exigencias de formación humanística
rosímil y chapucero de tal subterfugio (dicho sea por su escueto distinta de la específica técnico-musical. Según el proyeclo co-
nombre y sin mayor acritud) puede dar idea el hecho de que en mentado, podrán acceder directamente a los estudios de musi-
un Conservaiorio o una escuela de música el aprendizaje del len- cología quienes hayan cursado el primer ciclo de otras ramas
guaje musical y sus técnicas requiere un mínimo de cinco cur- universitarias, que se definen explícitamente: Historia, Geogra-
sos, que pueden convertirse en ocho O hasta diez si incluimos, fía, Historia del Arte, Filología, Lingüística, Filosofía y Peda-
además del solfeo, la teoría de la música, la práctica coral, el piano gogía. Perfecto, sólo que podría calificarse de visión decimonónica
elemental, al acompañamiento y la transposición, la armonía, si no fuera porque corresponde a un criterio aún más arcaico.
las formas musicales, la historia, ta estética, la acústica... maie- Con el tercer milenio a la vuelta de la esquina, hoy hemos de
rias sin cuyo cabal conocimiento y comprensión previos no pa- preguntarnos qué razones hay para que el estudio y la investiga-
rece honesto —ni aun posible— ningún género de especulación ción de los «aspectos científicos de la música», según quedan
posterior. literalmente perfilados en el informe, se pretendan casar con la
historia, con la literatura y con el arte —materias de neta tradi-
Claro que también se anuncian por parte de los promotores ción universitaria, desde luego, aunque no del todo ausentes en
de dicho informe ciertos apriorismos encaminados a prevenir el los conservatorios— y, sin embargo, se escamotee su relación con
progreso de los ignorantes y hasta se insinúa una especie de se- la física, con las ciencias de la comunicación o con la informática.
lección natural que iría dejando en la cuneta a los más ineptos,
pero en ningún caso se define una exigencia ni se establece una Ya vamos viendo que, si prospera la propuesta, los musicólo-
garantía creíble que confiera los inexcusables requisitos de serie- gos que se titulen en las universidades puede que no tengan gran
dad que un proyecto así debería reunir. Sobre todo cuando des- cosa que ver con la música (eso que suena, ¿recuerdan?) lo cual,
de los sectores más lúcidamente críticos de la propia universi- aunque ya de por si estupefaciente, no es nada si reparamos en
dad se denuncia el riesgo de que el paso por sus aulas sea sólo que el logos restante, es decir, aquello a lo único que podrán re-
una carrera de obstáculos, una prueba de resistencia, y de haber currir y ejercer para justificar su titulación, queda reducido a
algún tipo real y efectivo de selección no sea precisamente la de esa parcela de las Humanidades (y sólo a ésa) que agrupamos
los más capaces para el conocimiento y la reflexión creativa, si- bajo la denominación genérica de Letras. No es fácil decidir si
no los más dotados para el aguante de las innumerables sevicias
y triquiñuelas burocráticas que le aguardan, para el coleccionis- es un desdén deliberado o simple ignorancia del Quadrívium
mo de créditos como si de bonos de una tómbola se tratase, pa- pero en cualquier caso, mirando tanto hacia el pasado como ha-
ra la picardía y la adaptación a un entorno cada vez más cia el futuro, ¡qué lastimosa amputación del concepto de Hu-
alarmantemente amenazado por el gregarismo acrítico y la me- manidades!
diocridad. Que la musicología sea materia universitaria es cosa que pare-
ce generalmente aceptada por la gran mayoría de aquellos a quie-
Si los valedores de la propuesta que comentamos se revelan nes afecta este asunto, tanto en el área de la universidad como
capaces de triunfar sobre esos condicionamientos darán testimo- de los conservatorios, tanto docentes como estudiantes. Que la
nio de una talla titánica y se harán acreedores de imperecedera manera mejor para todos ellos de convertir eso en realidad sea
gloria, pero permítasenos a los demás mortales no locados de la que ahora se propone, habida cuenta de las circunstancias, es
tan providencial designio mantener una actitud si positiva no me- cosa que no parece tan clara ni tan segura.
nos cautelosa. Sobre todo cuando conocemos el percal. Antes al contrario, son muchas —y algunas muy cualificadas—

Scherzo 85
dosier

las voces que se han alzado abiertamente en contra del pioyecto hacen en los conservatorios y, sin duda, hay otros más en con-
presentado al Consejo de Universidades. Unas con más tino, otras diciones de añadirse. La demanda puede ser prometedora, cada
errando el blanco, unas sopesando con ecuanimidad los pros y vez con un mayor grado de madurez y exigencia. Pero la for-
los contras, otras viscerales y apasionadas, lo cierto es que el de- mulación concreto del proyecto y el modo en que se ha ido ges-
bate ha derivado en polémica. V la polémica, casi en algarada. tando y desarrollando (aunque se arguya que técnicamente es
Sazonada además por alguna que otra estrepitosa intervención el correcto), está muy lejos de ser tan encomiable.
de algún acólito aspirante a sentarse a la derecha del Pope, mien- Quisiera creer que todavía estamos a tiempo de rectifica/ ac-
tras otros callan acaso más por miedo a señalarse que por pru- titudes, de revisar criterios, de madurar los objetivos y definir
dencia. sus vías, de aprovechar lo más positivo de cada área de trabajo,
Con todo lo cual, además de los cornos, resulta de capital im- de cada nivel y de cada experiencia. Y de hacerlo sin fatuidades,
portancia tener en cuenta los quiénes. Y es precisamente este as- exclusiones, arrogancias, clanes, miedos ni oráculos, congregan-
pecto, con toda seguridad, el más espinoso y el que plantea do y no disgregando, colaborando en una tarea grande para la
mayores problemas a la hora de encontrar la solución correcta. que hacen falta todos los que son y más que han de venir. Con
Está claro que en el deseable proceso de integración de la mú- honestidad y con cordura.
sica especulativa en la enseñanza universitaria, sea tal como se ;Ah!, y con música. Para que los musicólogos españoles del
propone ahora o bien sea de manera distinta, y dejando al mar- mañana, formados por igual en la técnica musical y en las Hu-
gen los aspectos institucionales, hay una gran cantidad de indi- manidades, no se extravíen en doctrinas, teorías, cognaciones y
viduos implicados con sus respectivas peculiaridades, razones e aspavientos, para que no ignoren lo más importante: que la mú-
intereses que abarcan una gama muy amplia y diversa, en la que sica es lo que suena, y lo demás son sólo palabras sobre la música.
caben desde los más altruistas hasta los menos nobles. Y está
bástanle claro también, a la vista de todo aquel que prefiera no
cerrar los ojos o mirar sólo el librillo de la doctrina que le con- Jacinto Torres
viene, que tales intereses han aflorado y se han puesto en juego
por unos y otros. Resulta evidente que ello ha constituido un profesor Especial de Musicología
factor decisivo para dar al traste con las posibilidades de enten- de ti Escuela Superior de Camo.
derse, convirtiendo en en fren t amiento lo que hubiera debido ser
debate, contraste y colaboración.
En un asunto como éste —o, para decirlo de una vez, precisa-
mente en éste— es difícil dejar de tener en cuenta determinadas
ambiciones personales (que incluso han sido impúdicamente pro-
clamadas en alguna ocasión) por más que suelan presentarse re-
vestidas de mesianismo. El indiscutible arrojo de alguno de los
más conspicuos promotores de este proyecto universitario se ha
visto favorecido por la apatía y la lentitud de reflejos de que han
hecho gala los conservatorios. Estos, por su parle, no han sido
capaces de tomar la iniciativa y articular con agilidad una alter-
nativa coherente, empantanados ante ciertas actitudes corpora-
tivas y una dramática dispersión de criterios que oscilan entre
la abstención expectante y el numantismo más arrebatado.
Si algunas de las actuaciones promovidas desde los conserva-
torios han pecado de desorientación en su planteamiento o de
torpeza en su ejecución, si con mayor frecuencia de la conveniente
hemos presenciado actitudes más pasionales que cerebrales, no
debe olvidarse que en buena medida eso se ha producido como
reacción provocada por ciertas actitudes de ta! soberbia y arro-
gancia que, sobre poner de manifiesto un talante bien poco dig-
no de aprecio, han abierto innecesariámenle heridas que, a la
corta o a la larga, amenazan con gangrenar todo el proceso.
Como quien siembra vientos cosecha tempestades, no ha fal-
tado tampoco malicia para apuntar la insidiosa posibilidad de
que quien ha concebido y desencadenado semejantes acon-
tecimientos tenga algo de demente o de canalla. O de ambas co-
sas. El tiempo dirá qué había de razón o de sinrazón en todo ello,
pero hay que advenir con toda nitidez que lo que está en juego
es el futuro de la musicología en España. La megalomanía, el
clientelismo, las ambiciones, el encono y los recelos que se han
desatado sólo presagian una salida, si la hay, traumática. De se-
guir por esta vía, es de temer que no será posible una normaliza-
ción hasta dentro de bastante tiempo, cuando hayan desaparecido
de la escena quienes hoy son sus principales protagonistas.
Si llega a suceder asi, si la contumacia en lo que ha empezado
con tan mala faz obliga a pagar el precio de la discordia y el re-
sentimiento, todos seremos un poco culpables, aunque sólo sea
por habernos dejado arrastrar por el pésimo estilo de unos po-
cos. El resto de los docentes en la universidad y en los conserva-
torios no merecen ser uncidos al carro de los caudillos, ni cargar
con sus responsabilidades.
La idea fundamental de incorporar la música al nivel univer-
sitario es esencialmente buena. Diré incluso que digna, justa y
necesaria. Sus promotores merecen el reconocimiento debido a
los pioneros con coraje. Algunos de los más capacitados técnica
y humanamente ya trabajan en ello en la universidad, otros lo ¿Es musical todo lo que suena?

86 Scherzo
la educación musical

La Universidad y la música
La implantación de la Licenciatura en Musicología en la Uni- se venia haciendo en el resto de Europa: la creación de Conser-
versidad española. vatorios y Escuelas de Música en los que se enseñaban funda-
mentalmente las técnicas de la voz así como de los diversos
instrumentos.

E l propósito del Ministerio de Educación al incluir la Li-


cenciatura en Musicología dentro de las nuevas titulacio-
nes que se proponen, resuelve una de las más antiguas e
injustas características de la música española en relación con la
Universidad; la recuperación para la Universidad española de la
Es una realidad incuestionable, (a la que se han referido todos
los intelectuales españoles de alguna manera relacionados con
la música) que la ausencia de la Música en los planes docentes
universitarios a partir de 1807, es la razón casi única y exclusiva
de la considerable falla de consideración social y del atraso que
Música, (pues ya estuvo presente desde la fundación de la mis- cualquier tema musical tiene en nuestro país en relación con el
ma), y su consecuente homologación con el resto de las Univer-
sidades europeas, especialmente las que integran la CEE. resto de Europa.

Los antecedentes de la situación actual


Antecedentes históricos
L-ia incorporación de la asignatura de Historia de la Música al
infectivamente: al organizar Alfonso X el Sabio el plan de es- plan de estudios de los Departamentos de Historia del Arte es
tudios de la Universidad de Salamanca en 1254, situó a la Músi- relativamente reciente. A partir de los años cincuenta surgen las
ca en el Quadrivium, junto con la Aritmética, la Astronomía y llamadas Cátedras Honoríficas que, como su nombre indica, sólo
las Matemáticas, continuando la gran tradición especulativa grie- tienen de Cátedras el titulo. Tales son la «F. Pedrell», de la Uni-
ga y romana, al disponer «que aya un maestro en órgano el que versidad de Barcelona: «Manuel de Falla» de las Universidades
yo le dé cinqüenta maravedís de cada anno». La palabra órgano de Granada y Madrid; «Muñiz Toca» en la Universidad de Ovie-
no se refiere aquí al instrumento musical de igual nombre, sino do; «Cristóbal de Morales» en la Universidad de Sevilla; «Ra-
a la ciencia de la composición a varias voces simultáneas, como fael Mitjana» en la Universidad de Málaga, etc. La precariedad
hacían los organistas (compositores de organa o piezas o dos o de medios de estas Cátedras, dadas sus características de hono-
más voces) de Nótre Dame de París. ríficas, condicionó fundamentalmente el desarrollo y !a efectivi-
Durante más de cinco siglos la presencia de la Música en la dad de las mismas, ya que se dedicaron principalmente a la
Universidad española, en su aspecto teórico, investigador y es- Extensión Universitaria, organizando recitales y conciertos casi
peculativo, fue una realidad tan viva y dinámica como lo era en exclusivamente y sin apenas incidencia en el aspecto docente e
el resto de Europa, ofreciendo el acervo cultura! occidental la investigador.
aportación de los Ramos de Pareja, o Francisco Salinas en el si-
glo XVI, por citar sólo a los catedráticos más umversalmente co- Posteriormente, son algunos Directores de los distintos Depar-
nocidos. Por su parte, la enseñanza práctica del Cantor y/o del tamentos de Historia del Arte quienes, a título personal, cons-
instrumentista, era confiada a las Capillas de Música de las Ca- cientes de la necesidad de una formación integral para los
tedrales, Colegiatas, Monasterios y Parroquias más importantes. estudiosos de la Historia del Arte, solicitaron y consiguieron en
algunas Universidades las plazas de Profesores de Historia de
Lamentablemente, esa situación de homologación de la Uni- la Música, equiparadas a lodos los efectos con las de los restan-
versidad española con el resto de Europa en lo que a la Música tes profesores universitarios. Finalmente, el llamado Plan Suá-
teórica y especulativa se refiere, finalizo con la reforma de la en- rez, estableció la obligatoriedad en el segundo ciclo de los estudios
señanza iniciada con Carlos III en nuestro siglo XVIII y culmi- de Historia del Arte de la asignatura de Historia de la Música,
nada con Carlos IV en 1807, año en que el Marqués de Caballero, junto con la Historia del Cine y la Historia del Teatro.
ministro de educación, elaboró un plan uniforme de estudios para
la colación de grados del que desapareció la música. Es verdad
que todavía vivió hasta 1842 Manuel Doyagüe, el último cate-
drático de Música de la Universidad de Salamanca, pero con él
finalizaron esos más de quinientos años de presencia ininterrum- La situación actual
pida y viva de la música en la Universidad española.
Lo peor de esta desaparición es que la misma no fue acompa- ü í s e movimiento inicial culminarla con la dotación de auténti-
ñada de algún plan alternativo, ni siquiera en la enseñanza de cas Cátedras Universitarias en las Universidades de Santiago de
la música práctica, esto es, en la formación de instrumentistas Composte]a, Oviedo, Salamanca. Barcelona, Barcelona Autóno-
y cantantes, labor ésta realizada fundamentalmente en las Capi- ma, Madrid (Complutense y Autónoma), y Granada, además de
llas de Música. Aunque en 1810 el primer violin de la cámara un considerable número de Profesores Titulares en esas y otras
de José Napoleón I, Melchor Ronzi, había dirigido al rey un Plan muchas Universidades, a los que habría que añadir el crecimien-
para instalar un Colegio o Conservatorio de Música vocal e ins- to y expansión de plazas de Catedráticos y de Profesores titula-
trumental, «a imitación de los de París, Ñapóles y Venecia», dan- res en prácticamente todas las Escuelas Universitarias de
do como argumento principal «el estado miserable a que están Formación del Profesorado de EGB. Por otra parte, el Ministe-
reducidos los profesores de música en Madrid, por las circuns- rio de Educación creó a titulo experimental una Especialidad de
tancias del día (...) de modo que muchos de ellos han fallecido Musicología en la Universidad de Oviedo, y más recientemente
de pura miseria y necesidad (...)», habría que esperar hasta 1830 incluyó la propuesta de Licenciatura en Musicología dentro de
para asistir a la creación del Real Conservatorio de Madrid, que los nuevos títulos que serán expedidos en el futuro inmediato por
vendría asi a tratar de homologar la enseñanza de la música prac- la Universidad española, encargándose de la elaboración del pri-
tica, vocal e instrumental, con lo que hacía ya más de un siglo mer borrador de trabajo a la denominada Comisión XIV.

Scherzo 87
dosier

El proyecto de IB comisión XIV La musicología en la Universidad

por fin la Música, en su especial i zación de Musicolo- . A n t e el proyecto XIV de Licenciatura en Musicología se han
gía, es propuesta para formar parte del elenco de nuevos títulos levantado algunas voces (sospechosas voces) por parte de algu-
ofrecidos por la Universidad española, que debe homologarse nos musicólogos españoles a los que han secundado no pocos
al sistema educativo vigente en los países de la CEE, y la citada Conservatorios, en contra de la presencia de la Musicología en
Comisión XIV elabora un primer borrador de trabajo, surge de los planes docentes universitarios, argumentando su más anti-
inmediato la interpretación demagógica y falaz del mismo, por gua presencia en los planes docentes de los Conservatorios (ol-
parte de quienes más lo debían apoyar, por las siguientes razones: vidándose de Alfonso X el Sabio, Ramos de Pareja, Salinas, etc).
I? La oferta de las citadas materias que se proponen a la dis- Mis queridos colegas musicólogos de Conservatorio saben muy
cusión de toda la comunidad docente española, ha sido realiza- bien, (tratamos el tema innumerables veces en conversaciones pro-
da por la Asociación de Profesores de Música de Universidad, fesionales y en numerosos Congresos), que la presencia de la es-
y no por una persona en especial. pecialidad de Musicología en los vigentes planes de esludios de
Conservatorio era y es absolutamente inviable, mientras no se
2." La adhesión de España al Mercado Común Europeo exige reformen en su conjunto todos los programas de la enseñanza
la homologación de los planes de estudio españoles con los de musical, en los que habría que incluir un considerable número
los restantes países que integran dicho Mercado Común. No es de disciplinas humanísticas, imprescindibles y absolutamente ne-
éste el momento ni el lugar de discutir sobre ta conveniencia o cesarias para la adecuada formación del musicólogo. Y, sobre
no de la adhesión de España al Sistema Comunitario Europeo. todo, cuando todavía en un 98^0 de Conservatorios españoles
Pero es un hecho que en nuestra cultura europea la enseñanza no ya la Musicología (que sólo existe en esta denominación en
de la Musicología sigue la tradición secular de incluir a la mis-
ma en los planes docentes universitarios, mientras que la ense- Madrid, Valencia y tal vez Barcelona), sino incluso la obligato-
ñanza de la música prédica se realiza en los Conservatorios y/o ria Historia de la Música, no deja de ser —por increíble que
Escuelas de Música, con el mismo rango pero independientes de parezca—, una María más que hay que realizar para obtener cual-
la Universidad. Esta es la principal diferencia con los países an- quier título de instrumentos.
glosajones, en los que existen Facultades de Música que contem- Tal vez convenga informar al melómano y aspirante a profe-
plan todas las especialidades de la enseñanza musical. sional de la música, desconcertado por esta falta de armonía por
parte de algunos de los protagonistas de la vida musical de este
3 . ' No obstante lo anterior, la redacción del proyecto de Li-
cenciatura en Musicología, al igual que el resto de nuevas titu-
laciones ofrecidas, comprende un porcentaje de asignaturas
llamadas ¡roncales que serán las mismas en todas las Universi-
dades y que oscila entre un 40 y/o un 50% del total de la carga
lectiva. El resto de asignaturas será programado por cada
Universidad en función de criterios específicos derivados
del entorno sociológico y del perfil diferenciador y de
especial i zación que cada Universidad quiera imprimir
al titulo, según el espíritu de la Ley de Reforma
Universitaria. Dicho espíritu no excluye de mo-
do alguno las disciplinas de tipo práctico, por
lo que puede darse el caso de Universidades
que contemplen las más diversas especializa-
ciones de la enseñanza musical y que lle-
guen incluso a la creación de Facultades de
Música, al estilo anglosajón, en virtud de la
Autonomía Universitaria.
4.* La acusación que desde determinados
frentes se ha hecho de que se puede ser musicólogo
sin saber música es, una vez más, totalmente dema-
gógica y gratuita. Por ley se pueden matricular en
el segundo ciclo de cualquier especialidad universita-
ria todos aquellos alumnos que estén en posesión del
título de Diplomado. Al igual que ocurre con otras es-
pecialidades, —por ejemplo, Filología inglesa— se pue-
den matricular legalmente en la especialidad de Filolo-
gía inglesa (por seguir con el ejemplo), alumnos que no
sepan ni una palabra en inglés, pero que esíén en pose-
sión del título de Diplomado Universitario. La autonomía
universitaria contempla que cada Departamento pueda es-
tablecer los mecanismos correctores necesarios (pruebas de
admisión, titulaciones previas, convalidaciones, etc.) para ga-
rantizar la correcta formación de los futuros especialistas, ade-
más de los contenidos específicos de cada asignatura con sus con-
siguientes evaluaciones finales.
5* El documento ofrecido por el Ministerio es sólo un instru-
mento de trabajo. La oferta inicial de la Asociación de Profeso-
res de Música de Universidad comprendía, en su conjunto una
Titulación en cinco años: Di pío matura en Pedagogía Musical a
la que seguiría la Licenciatura en Musicología. Por razones, que
yo al menos desconozco, una vez que el proyecto pasó por la Po-
nencia, desapareció la Diplomatura en Pedagogía Musical, dán-
dose en el borrador ofrecido só!o la Licenciatura en Musicología,
con algunas erratas que cualquier inteligente lector en seguida
detecta.

88 Scherzo
lo educación musical

país, que la Musicología tiene por objeto el estudio e interpreta- el titulo medio) con lo que el acceso al cuarto curso de carrera
ción del hecho musical a través de documentos escritos y sono- se haría a los dieciocho o diecinueve años, cuando por la vía nor-
ros, tanto antiguos como actuales y que en todas las Universidades mal se realiza a los veintidós o veintitrés años.
del mundo civilizado se contempla su enseñanza, debido a la plu- Esta incuestionable realidad de la falta de sincronía, de los pla-
rí disciplinan edad que comporta. nes docentes de Conservatorio con las enseñanzas regladas es uno
El concepto de Musicología se entiende actualmente en un triple de los temas que, objetivamente, hay que resolver con urgencia,
sentido: para evitar las demagogias que han permitido lo que en los últi-
a) En sentido estricto, la Musicología es Historia de la Músi- mos años está ocurriendo: que tanto a plazas de Profesores de
ca y está emparentada con la Historia General, de la que toma Conservatorio, como de Instituto de Enseñanza Media para Pro-
sus técnicas y sus métodos, adaptándose a sus particularidades. fesores de Música, (para las que se permite también el Título Su-
b) En sentido amplio, la Musicología es una Ciencia Históri- perior de Conservatorio), accedan alumnos con mucha menos
ca, Literaria, Filológica y Comparativa. Al igual que la Litera- edad de lo que permite el acceso a la enseñanza con la posesión
tura Comparada, por ejemplo, estudia la evolución del lenguaje de los títulos universitarios ordinarios, con lo que ello tiene de
musical a través de los siglos y en los diversos países y culturas. agravio comparativo.
c) En sentido global, la Musicología es una ciencia pluridis-
ciplinar, que participa de los métodos y técnicas de las discipli-
nas humanísticas y científicas. Conclusiones finales
Su vinculación y dependencia de las Ciencias Históricas, Li-
terarias y Filosóficas, asi como su necesidad de las Ciencias Auxi- A \ margen de intereses corporativos y gremiales, humanamen-
liares de la Historia, hacen imprescindible su inserción en el te explicables pero objetivamente indefendibles, debemos reco-
ámbito universitario de las Facultades de Humanidades, como nocer que la reforma global de la enseñanza musical en nuestro
siempre estuvo y está en la actualidad en todas las Universida- país, tiene más recursos de los que se nos pretende hacer creer
des del mundo. por parte de determinados personajes y colectivos.
Si nos centramos en las actuales acuciantes necesidades de Pro-
fesores de Música para atender la enseñanza musical en la EGB,
La confrontación demagógica Conservatorios-Universidad BUP, Conservatorios y Universidades, resulta lo siguiente:
En la Universidad existen ya las áreas de Música (principal-
Uri na de las mayores responsabilidades que atañen a los denos- mente en las Facultades de Letras) y de Música y su Didáctica
(en las Escuelas Universitarias de Formación del Profesorado de
tadores del proyecto de la Comisión XIV es su intento demagó-
gico —en parte conseguido— de presentarlo como un ataque a EGB) que, una vez adecuados sus planes docentes y establecidos
la enseñanza de los Conservatorios, como si el citado proyecto los necesarios programas de perfeccionamiento del profesorado
cerrase la puerta a la tan deseada reforma de las enseñanzas existente, deben responsabilizarse de la formación de los profe-
técnico-musicales y su necesaria homologación con el máximo sores necesarios para la enseñanza de la Música en la EGB, BUP
rango de la enseñanza. Sólo basta con transcribir las Sugeren- y Universidad.
cias de la Ponencia para desenmascarar a quienes han pretendi- Por su parte, la acuciante necesidad de buenos instrumentis-
do el injustificado enfrentamiento que a nadie beneficia, y mucho tas y cantanes que se integran por fin en nuestras orquestas y
menos, a la Música (con mayúscula) en nuestro país. Dicen así en la vida musical del pais, es un derecho y una obligación a la
las citadas Sugerencias: que de ninguna manera pueden renunciar nuestros Conservato-
«La Ponencia cree oportuno señalar que esta propuesta de ti- rios, a través de la racional y lógica reforma de sus planes de es-
tulación y directrices, que tiene en cuenta algunas experiencias tudios, homologándolos con las enseñanzas regladas para permitir
ya existentes en nuestra Universidad, se limita al campo exclusi- así el máximo rango académico de sus títulos.
vo de la Musicología como campo científico y no prejuzga ni Afortunadamente, es hoy un sentir casi generalizado en la pro-
condiciona en absoluto la ordenación actual o futura de los ni- fesión musical, el admitir que la Musicología no es una discipli-
veles superiores de la enseñanza musical (técnica, profesional, na independiente de la enseñanza de la técnica de los
etc.) ni el perfil académico que tengan o puedan tener las corres- instrumentos. Lo mismo que es inconcebible un musicólogo que
pondientes titulaciones de estos niveles». no domine a la perfección los elementos y técnicas del lenguaje
Creo que el párrafo es lo suficientemente explícito de por si. musical, también lo es que un intérprete no conozca a fondo to-
En realidad, desde esta concreta vía que es la especialidad de do lo relacionado con su instrumento y la literatura del mismo
Musicología, el proyecto ofrece por primera vez la tan deseada desde un punto de vista musicológico, para conseguir en cada
conexión Conservatorios-Universidad, rompiendo el tan nefas- caso la mas adecuada interpretación musical. Es a través de esa
to circulo vicioso del problema de las titulaciones (mientras no necesaria coordinación y colaboración entre ambas áreas, secu-
se aborde una reforma en profundidad en el resto de los planes larmente diferenciadas y en ocasiones confrontadas, como se debe
de estudio de Conservatorio), permitiendo de manera generosa resolver el problema global de la música en España, no a través
el acceso directo al cuarto Curso de la carrera a «quienes posean de descalificaciones gratuitas movidas más por intereses corpo-
el título de profesor (con Bachillerato) o Profesor Superior de rativos y personales que objetivos.
Conservatorio en cualquiera de sus especialidades» —según se Tal vez no vendría de más recordar que quien estas líneas es-
dice en el citado proyecto—, estableciendo ese necesario puente cribe, junto con otros colegas de Conservatorio, defendió en 1979
por tanto tiempo deseado. la necesidad de acogerse al entonces vigente Libro Blanco de la
Esto no quiere decir, ni prejuzga, como ya se encargan de ase- Educación, que establecía la obligatoriedad de integrar antes de
gurar las Sugerencias, que en las reformas de los planes de ense- 1980 a los Conservatorios de Música, Escuelas de Arte Dramáti-
ñanza musical no se puedan establecer títulos de rango co y Danza en la enseñanza universitaria «según los procedimien-
universitario. tos que la ley determine». Pues bien, en aquella ocasión, todos
los claustros de los Conservatorios españoles, con excepción del
Frente a los que han visto el proyecto de la Comisión XIV co- de Madrid y Sevilla, rechazaron expresa y unánimemente dicha
mo perjudicial y negativo para los Conservatorios, hemos de decir integración. No perdamos una vez más la oportunidad histórica
que es justamente lo contrario. Quienes conocemos el actual plan de planificar adecuadamente la enseñanza musical en nuestro pais
de estudios de los Conservatorios debemos reconocer honrada- 'por razones personales y corporativas, como en tantas otras oca-
mente que esta concesión de la Comisión XIV de ofrecer el ac- siones de nuestra historia pasada y reciente.
ceso al cuarto curso de carrera universitaria a los titulados medios
(con Bachillerato) y superiores de Conservatorio tiene bastante
de injusta y establece un agravio comparativo con el resto de las
carreras universitarias. Por una sencilla razón: es posible, —y se Antonio Martín Moreno
dan los suficientes casos— obtener el titulo Superior de Conser-
vatorio a los diecisiete o dieciocho anos, (y mucho más fácilmente Catedrático de H&orta de la Música
de la Universidad de Gianida.

Scherzo 89
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AJUNTAMENT DE VALENCIA Conciertos
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ENQLWH CHAMBER ORCHESTRA IANO A MUNICIPAL O l VALENCIA ORCHESTREMCHAMBRE
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ORQUESTA FILARMÓNICA
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Sociwu fii*irio«ie» oí vjiBím» HÜQM*O*I

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RAIMON
ORQUESTA MUNICIPAL
DE VALENCIA INVITAaOH A LA DANZA
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DE VALENCIA RAIMON
MANUEL IJALDUF DUDITD'

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QUINTETO DE VIENTO
BANDA MUNICIML DE VALENCIA DE BUDAKST

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DE VALENCIA
AMSTERDAM BACH SOUSTEN COR OE VALENCIA
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ORQUESTA M I CÁMARA DE BUDAPEST
NACIONAL DC TOULOUSS AUNAS MARCH EN CONCBRT
MAIMÓN

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ORQUESTA SINFÓNICA
DE RADIO PEKÍN
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AUSIAS MARCH EN CONCERT
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ORQUESTA MUNICIPAL
DE VALENCIA D I NEUCHATEL

CANCIONES DEL ALMA


Otoño 88
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ORQUESTA MUNICIPAL
DE VALENCIA
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INVITACIÓN A LA DANZA

INVITACIÓN A LA DANZA
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INVITACIÓN A LA DANZA

PALAU DE LA MÚSICA
I C O N G R E S S O S D E V A L E N C I A
OPERA'
Comunidad Valeneian

Opera de 4 notas Estrella Eslevez (soprano)


Tom Johnson Ignacio Girter (tenor)
Días 25 26 y 27 de octubre Aurelia Faubel Imezzosoprano)
Aula de Cultura de Alicante Joaquín Marti (barítono)
Días 11 y 12 de noviembre Miguel Ángel Curras (bajol
Teatre del Raval de Castellón Bertomeu Jaume (piano)
Directora de Escena; Elisa Crehuet
Director Musical: Joan Cerveró

Kovantchina Opera Nacional de Sofía


Modest Mussorgsky Coro y Orquesta de la Opera Nacional de Sofía
Días 6 y 8 de octubre Director: Russlan Raytscheff
Teatro Principal de Valencia

Opera en concierto Soprano: M." Angeles Peters


Día 4 de noviembre Tenor: Suso Mariategui
Palau de la Música de Valencia Obras de: Mozart, Dínozetti...
Día 5 de noviembre ORQUESTA MUNICIPAL DE VALENCIA
Teatro Principal de Castellón CORO DE VALENCIA
Día 7 de noviembre Director: Manuel Galduf
Teatro Principal de Alicante

Don Giovanni Thomas Lawlor (Leporello)


W.A. Mozart Jill Gómez (Donna Anna)
Dias 15 y 17 diciembre Peter Knapp {Don Giovanni)
Teatro Principal de Valencia Mark Curtís (Don Ottavio)
Claire Daniels (Donna Elvira)
Meryl Drower ¡Zerlinal
John Hancorn (Massetto)
KENT OPERA Director: Ivan Fischer

Fidelio Howard Milner (Jacquino)


L. Van Beethoven Meryl Drower (Marzellina)
Días 16 y 18 de diciembre Phyllis Carinan (Leonora)
Teatro Principal de Valencia Peter Knapp (Pizarro)
David Johnston (Florestan)
KENT OPERA Director: Ivan Fischer

DIPUTACIÓN DE VALENCIA
Diputaciones de Alicante y Castellón
Ayuntamientos de Alicante, Castellón y Valencia
Teatro Principal áe Alicante
Teatro Principal de Castellón
I V A E C M -ÜEL Teatro Principal de Valencia
Palau de la Música
ESTUDIO

La música en Florencia
Del ars nova a la camerata Bardi (2)
El esplendor musical de los Medid privado. Con seguridad cantaba tam-
bién obras de sus muy admirados Du-
orenzo el magnífico no sólo se
L destacó como promotor de la ex-
presión popular encarnada por
los Canti carnascialeschi. Creó un cír-
culo de destacados escritores, pintores
fay e Isaac. Lorenzo reorganiza la
capilla catedralicia hacia 1480, dotán-
dola de 18 miembros. La formación pa-
sa en estos años a ser una de las mejores
de toda Italia. Acontece en ese instan-
y humanistas. Se rodeó también de al- le un fenómeno muy característico; se
gunos de los más grandes músicos de llama a un buen número de músicos
la época. Ames de ocuparnos de ellos franco-flamencos, que pueblan las ca-
conviene hacer un alto en un hecho que pillas del país entero. Roma, Florencia
incide en la música como una concre- y Venecia son algunos de sus feudos
ción más de los ideales del humanismo más seguros. Los artistas de esta escue-
renacentista. En el entorno del magni- la son ahora los que Europa valora por
fico se especula a gran altura intelec- encima de cualquier otra, incluida la
tual sobre la naturaleza última del arle propia. Ocurre así en Florencia. La
de los sonidos. Participan en este de- preeminencia de los compositores y
bate varios de los más agudos filóso- cantantes norteños se vio facilitada tan-
fos de la Italia del momento. Cosimo to por su inmensa celebridad como por
de Medid había fundado en 1459 la una aparente caída de tensión del ner-
Academia florentina, con la que se qui- vio creativo florentino. Su presencia, lo
so volver a la vida el espíritu que había Retrato de Lorenzo el Magnifico comprobaremos inmediatamente, rea-
alentado a la instilución homónima ate- por Bronzino. nimó la creación autóctona, si bien lo
niense creada por Platón. Bajo la ad- más factible es que ésta nunca hubiera
vocación del autor de La República a la posibilidad de actuación de orden perdido una consistencia estética míni-
trabajan los pensadores de esta Came- mágico. Ideas en el fondo coherentes ma. Todos los datos señalan a un mú-
rata, que pretendieron en su campo lo con los postulados de la Armonía de las sico florentino como el eje central del
que los miembros de la musical en el Esferas y de la Música como palanca proyecto de reorganización de los Me-
suyo: la resurrección en toda su presun- para la comunicación con el Todo. dici. Antonio Squarcialupí, organista
ta pureza del legado griego. Lógica- Marsilio Ficino no sólo fue un teórico, de Santa María dei Fiori de 1432 a su
mente, la existencia de fuentes escritas también practicó por sí mismo el arte muerte en 1480, ha pasado a la histo-
tornó más fácil la tarea de los filóso- musical. Cantaba y se acompañaba ria mucho más como el dueño de un
fos. El neoplatonismo florentino del muy probablemente por medio de la li- Códice al que ha dado su nombre —
XV presenta, en este sentido, anclajes ra da braccio, instrumento que se pen- donde se encuentra la mayor parte del
mucho más seguros a su modelo que la saba era la lira de los antiguos griegos, Ars Nova italiano, con 116 piezas y 14
ópera con la tragedia griega. Brilla con compuso unos Cantos órftcos, cuya in- retratos— que en virtud de su propia
luz propia en esta Academia Marsilio terpretación —esto al menos es lo que obra. No es raro, pues no ha sobrevi-
Ficino. Este traductor y comentarista se asegura— le hacía caer en trance. vido, quizá por su famosa postura
de Platón y Plotino en tuvo estrecha- Los Medici se mostraron asimismo autocrítica, ninguna de sus composicio-
mente ligado a los Medici —Cosimo y activos a la hora de potenciar otras fa- nes. Por lo que sabemos se han perdi-
Lorenzo lo protegieron y le brindaron cetas de la vida musical de Florencia. do de esta manera y para siempre los
su amistad— hasta el punto de retirar- Los focos de primera magnitud que sig- perfiles de la figura más trascendental
se cuando éstos fueron expulsados de nificaban las capillas eclesiásticas o cor- de la Florencia de mediados del siglo
Florencia en 1494. La música ocupa tesanas en esa época gozaron de su XV. Nos llegan abundantes noticias,
una porción notable en los escritos de especial favor. Cosimo el viejo funda empero, de su intima relación de tra-
Ficino. Su estética es en realidad exclu- en 1438 las instituciones de este género bajo junto a Lorenzo Medici. En su
sivamente musical. Toma de Platón la de la Catedral y del Baptisterio. Piero tiempo se le tenia por el mayor músico
idea pitagórica de la Armonía de las Es- sigue sus pasos en cuanto a mecenazgo vivo de Florencia y puede que de la to-
feras. Pero lo que más le importa es el musical, pero es en los años de Loren- talidad de Italia.Es muy elocuente la
poder del sonido para influir sobre el zo el magnifico cuando se pasa a un ni- comparación que se hacía de su arte
hombre. Según Ficino, la música hace vel cualitativo muy superior. Lorenzo con el de Dónate!lo. Un último dato de-
que el spirilus humano entre en comu- era él mismo cantante, quizá desprovis- be añadirse a la fragmentaria imagen
nión con el spirilus mundi; de manera to de la excelencia que una predisposi- que poseemos de Squarcialupi: un ar-
beneficiosa porque así el orden del Cos- ción demasiado aduladora le concedía tista universal como Leo Baltista Alber-
mos se interioriza. Creía igualmente en entonces. Puso música a algunos poe- li aprendió música a su lado y desde
un factor esotérico de la música, que mas propios y estaba constantemente luego no en calidad de diteltante.
iba desde una significación astrológica dispuesto a interpretarlos en su circulo ¿Se debió a la intervención de Squar-

Scherzo 93
ESTUDIO

cialupi la entrada de los flamencos en italianos sino específicamente florenti- de algo tan florentino como los Canti
las formaciones musicales florentinas? nos, que luego Isaac demostró conocer carnascialeschi. Su Hora e di maggio
Imposible responder categóricamenie a a fondo. El compositor flamenco ad- es uno de los ejemplos con tal implica-
esta pregunta, sólo cabe aportar algu- quiere rápidamente una enorme res- ción. Otras piezas firmadas por él pue-
nos hechos conocidos que parecen con- ponsabilidad en muchos aspectos den aducirse para ilustrar la íntima
firmar antes que desmentir la conje- musicales de la dudad. Toma a su car- relación de su arte con la vida social de
tura. El organista florentino mantuvo go la dirección de esta actividad en va- la ciudad, como Ne piú bella, escrita
contacto con Guillaume Dufay y no rias de las iglesias, ejerce como para la fiesta patronal de San Juan
hay a la vista ningún otro motivo más organista, es miembro de los cantores Bautista. Isaac regresa a! norte de
poderoso para que el flamenco pasara de San Giovanni y, por último pero en Europa al perder los Medici el poder.
al fin una breve temporada en la ciu- absoluto lo menos importante, compo- La muerte de Lorenzo le inspira el la-
dad del primero. Dufay era el indiscu- ne infatigablemente. Como creador, mento fúnebre Quis dabit capili meo
tido más grande músico de su tiempo Heinrich Isaac tiene la seña de identi- aquam, con letra del poeta Angelo Po-
y cualquier capilla de Europa hubiera ficación de una capacidad de asimila- liziano, un escritor humanista seguidor
hecho lo imposible por atraérselo. Su ción de estilos de pasmosa versatilidad. de las ideas de Marsilio Ficíno. En
llegada a Florencia, después de su per- Esta absorción fue precisamente lo que Innsbruck Heinrich Isaac estuvo al ser-
tenencia a la capilla del Papa, no de- le ganó la admiración de Lorenzo el vicio de Maximiliano I, quien le dio la
bió corresponder a una oferta magnífico, quien reconoció como ver- suficiente libertad como para hallarlo
profesional concreta con visos de con- dadera la música italiana del flamen- en multitud de ocasiones en Florencia
tinuidad, sino que serian más importan- co. La madurez de Isaac es, en última en el periodo 1512-1517, año este últi-
tes las consideraciones de otro tipo, instancia, la síntesis de esa filtración, mo de su fallecimiento, luego de reco-
como viene a subrayar el poco tiempo una reunión muy elaborada de las ma- brado el control de la ciudad por la
pasado aquí. La relación con Squarcia- neras italianas, flamenca y alemana. familia que lo protegía. La dependen-
lupi es la única causa que hoy conoce- Los años de Florencia son, empero, de cia del compositor con el emperador
mos para el viaje de Dufay a Florencia. un ilalianismo militante. No otra expli- fue realmente curiosa, llegando a de-
De su estancia en la villa del Arno se cación tiene la soltura melódica de Mo- sempeñar aquél tareas diplomáticas —
sabe de algunas páginas escritas enton- nodia in Laurentium Mediceum. Isaac, del tenor de su encuentro con Niccoló
ces, como Mirandas pañi, la laudato- más atrás se dijo de pasada, es autor Machiavelli en Constanza en 1507— en
ria para sus habitantes Salve flos Tusce
geniis Florentia y la que es la más re-
presentativa, el motete Nuper rosarum
flores escrito para la consagración, el
25 de marzo de 1436, de la Catedral
acabada por Brunelleschí.

Arrigo il Teciesco

. A la fugaz relación de Dufay con Flo-


rencia se contrapone la larga e intermi-
tente de otro de los más extraordina-
rios compositores flamencos del XV:
Heinrich Isaac, cuyo prestigio era ape-
nas un grado menor del que aureolaba
el genio de Des Prez. Isaac fue el mú-
sico por antomasia de Lorenzo el mag-
nifico. El gran Medici hubiera deseado
tener a su lado a Dufay (muerto en
1474), al que sencillamente idolatraba,
pero la posibilidad de atraerse a Isaac
finalizó por ser lo máximo alcanzable
dadas las circunstancias. Arrigo il Te-
desco, como luego se le conoció en me-
dios italianos, llega a Florencia antes
de 1480, incluso es verosímil que hacia
1474. Lorenzo le otorga su plena con-
fianza, le prepara su unión a una no-
ble dama florentina y le encomienda la
educación musical de sus propios hijos.
Se ha pretendido que Isaac estudia con
Squarcialupi nada más instalarse en
Florencia. Esto carece de base —aparte
de por la inmediata muerte del
organista— puesto que el flamenco es
ya para ese tiempo un músico íntegra-
mente formado. Lo que sí puede venir
a decirnos esta leyenda es la plausible
asesoría de Squarcialupi acerca de gé-
neros y tipos no ya inequívocamente (¡mllaume Dulas <'" """ "imialura del siglti XV.

94 Scherzo
ESTUDIO

Música para Orjeo de Poliziano.

favor del monarca. Nunca dejó Arri- de historia de la música le dedican al- franco-flamenca. E! término madrigal
go il Tedesco de sentirse ligado a la fa- guna línea por haber sido el responsa- se aplica ahora a un tipo poético-
milia de los Medid, buena prueba de ble de que Josquin Des Prez fuese a musical de signo muy distinto al del
ello la encontramos en la exclamación Ferrara. Trecento. El objetivo declarado es la
jubilosa que viene a ser el motete Op- expresión emocional a toda costa. Ver-
I¡me pastor, escrito para el ascenso al sificación y estructura musical se vuel-
papado, como León X, en 1513, de El madrigal clásica ven muy libres con tal de ganar en
Giovanni de' Medici, uno de aquellos posibilidades comunicativas.
hijos del magnífico a los que iniciase en
los misterios del arte de los soni-
E.¿1 regreso de los Medici a Florencia
en 1512 tuvo, como era esperable, mu-
El nuevo madrigal se cree suficien-
temente asentado hacia 1530. Varias
dos. El sobrehumano Lorenzo tuvo chas consecuencias en el plano musical. ciudades italianas, entre ellas Roma y
otros muchos músicos flamencos a sus Hay toda una reactivación en lo orga- Venecia, se sitúan en la vanguardia de
órdenes, si bien ninguno del genio de nizativo y en lo estético. Extranjeros e la promoción de la forma. Florencia
Isaac. Uno de ellos fue Alexander Agrí- italianos suman sus esfuerzos para dar ofrecerá incluso ejemplos de algunas
cola, un incansable viajero que estuvo a las capillas su antiguo brillo. Hay un actuaciones pioneras en este campo. El
antes en el Milán de los Sforza y más nuevo intento de regreso a la Repúbli- francés Philippe Verdelot es, con los
tarde en Ñapóles, para pasar a España ca en 1527, que al fin es derrotado en nueve libros que consagrara a la man i :
y morir por fin en Valladolid. Agrico- 1532 por el Emperador Carlos V, que festación, el compositor que más con-
la se dejó bañar por la música italiana crea para Alessandro de" Medici el tí- tribuyó a modelar el madrigal
de la que se apropió de su claridad for- tulo de Duque. El declive musical oca- temprano. Desarrolló la escritura a cin-
mal y cohesión melódica. No se sabe sionado por estos avalares habrá de ser co partes y contó para llevar a cabo su
cuánto tiempo pasó Agrícola en Floren- cortado por su sucesor Cosimo 1, Este actividad —estuvo unos treinta años en
cia —es segura su presencia en el vera- refundió las capillas de la Catedral y del Florencia: de 1523 a su muerte, algo an-
no de 1474— pero lo cierto es que capió Baptisterio, pasando la resultante a tes de 1552— con magníficos colabo-
las peculiaridades musicales de su am- contar con 32 integrantes. El primer radores del estilo del famoso cantante
biente, cosa que queda clara en la bri- maestro ducal fue Francesco Corteccia Charles d'Argentille. Los logros en el
llantez de sus Cami carnascialeschi. del que luego hablaremos. En los años área del madrigal debidos a Philippe
Como es comprensible hubo además comprendidos entre las dos resiauracio- Verdeloi fueron ahondados por otro
loda una galaxia de figuras menores, nes mediceas de la primera mitad del músico norteño, el flamenco Jakob Ar-
a las que aquí no concederemos espa- siglo XVI tiene lugar en Italia el naci- cadelt. Su estancia en Florencia vino re-
cio por razones obvias, bastará con re- miento —o si se quiere renacimiento clamada por la presencia en ella de
cordar, para simbolizarlas a todas, a aunque con otros rasgos— del gran gé- Verdelot. Debió llegar después de 1532
una de ellas. Se trata del cantor Johan- nero nacional del madrigal, en el que y marcharse al ocurrir el asesinato de
nes Ghiselin, que desempeñó su cargo sin embargo han de jugar un destaca- Alellandro de' Medici en 1537. Con Ar-
en San Giovanni en 1492-93. Los libros do papel los músicos de la escuela cadelt el madrigal se (orna mucho más

Scherzo 95
ESTUDIO

rico. Huye del modelo que lanto debía han de citar los titulados Líela per ho- una alteración en su relación con el tea-
a la canción, ganando en dimensión norarle y Ecco la/ida, redactados pa- tro. Parece darse una suerte de aluvión
contrapumística. No sólo hay una más ra le celebración de la boda de su en la Florencia del XVI: madrigales,
concreía comprensión del madrigal, patrón, Cosimo de1 Medid, con Eleo- cantos a solo, sinfonías instrumentales
igualmente se profundiza en la otra no- nora de Toledo en 1539, aunque es for- caen como por capricho sobre la acción
ta confluyente: la italianidad. Arcadelt zoso reconocer la superior trascenden- escénica. Acabó haciéndose evidente la
ha hecho sinceramente suya la suavidad cia de su Primo Libro de música sopra necesidad de una reordenación de los
patrimonial de la península. algune Canzone del Maestro Frances- materiales y la urgencia de primar unos
Los propios italianos, desde luego, co Petrarca (hacia 1550), donde intro- sobre otros. La adecuación de la mo-
no permanecieron ajenos a la evolución duce una idea cíclica que proporciona nodia con la imposición de individua-
que consolidó el madrigal clásico. Ber- unidad al conjunto. lizar los diversos personajes tomó
nardo Pisano, al que encontramos en Una articulación de madrigales co- cuerpo en la solución que es ya la ópe-
1511 como director de la capilla de la mo se halla en Rampollini es lo que ra. Antes de semejante conclusión la
Catedral florentina, es quizá el más re- conduce luego a una estructuración de monodia culta se diría que no existe,
presentativo de los madrigalistas primi- las características de la comedia madri- pero los hechos no fueron así en abso-
tivos italianos del XVI. En 1520, este gal. Una sola idea argumental es desa- luto. La carencia de fuentes no debe en-
amigo de Michelangelo Buonarroti, es- rrollada por medio de varios madri- gañarnos. En la Florencia del último
tableció en su Música sopra le canzone gales. Ni que decir tiene que esto está cuarto del XVI encontramos una de
del Petrarca un modelo seguido rápi- ya exigiendo la escena. El madrigal lle- esas exiguas referencias. Se hallan en
damente por legiones de músicos. La ga también a ésia por otras vías. De in- la obra del laudista al servicio de los
otra gran personalidad que no debe ser mediato veremos su función de Medici Cosimo Bottegari, quien agru-
olvidada es la encarnada por Matio intermedio musical en el seno de un ac- pó una colección de piezas para canto
Rampollini. Probable discípulo de ción teatral. Simultáneamente, se ha a solo y laúd en su Arte e canzoni in
Isaac, compartió con Verdelot las obli- producido otro hecho determinante: la Música.
gaciones musicales de la Catedral de renovación de la escena florentina. Tra-
Santa Maria dei Fiori (1520-1528), pa- tarla en detalle no es, claro está, nues-
ra acabar volviendo a ella como suce- tro propósito, sirva como indicativo
sor de Pisano. Sigue a éste, mucho más que un personaje de la relevancia de El crecimiento del Intermedio
que a los franco-flamen eos de su entor- Machiavelli se vio compromeiido con
no, en el estilo de sus madrigales. Se la misma. La música sufrió entonces
una muestra más del gusto de
los Medici por los festivales con músi-
ca se desarrolla en el siglo XVI, cada
vez con más fuerza, el Intermedio tea-
tral. Su expansión no conoce limites y
de la escena profana se introduce inclu-
so en las sacre rappresentazioni. Los In-
termedios cumplían asimismo una
función preeminente de aparatosa ex-
plosión de lujo manierista en la vida
cortesana. Solían montarse con ocasión
de visitas a Florencia de destacados per-
sonajes y en los enlaces matrimoniales
de la familia Medici. El Intermedio sur-
ge con pretensiones muy modestas: una
simple y breve pausa musical que inte-
rrumpe la acción teatral. Este es el sen-
tido de los madrigales de Verdelot O
doice nolley Chi non ja prova amore,
escritos, respectivamente, para las co-
medias Cima y La Mandragola de Ma-
chiavelli. Con el tiempo el Intermedio
se expande, despliega un argumento
autónomo y admite distintos tipos de
música.
Casi todos los compositores oficia-
les de los Medici en esia etapa se vie-
ron abocados a la composición de
Intermedios. Algunos de ellos, con to-
do, sobresalen por sus logros dentro del
género. Francesco Corteccia escribió el
Intermedio para // Commodo de An-
tonio Landi, representación que formó
parte de las celebraciones de 1539 por
la boda de Cosimo I con Eleonora de
Toledo, la cual sellaba la protección del
Ducado de Toscana por el Imperio. La
música de Corteccia no se pliega con
docilidad a lo que la escena demanda.
Niccoló Machiavelli. Sus madrigales para este fin, en los que

96 Scherzo
ESTUDIO

• í

Diseño para
Rivalidad entre
las Musas y las
Piérades, segundo
de los Intermedios
de 1589 por
Bernardo
Buon talen ti

se pide el uso de instrumentos, si bien en los que se montaron seis Interme- portantes que la propia obra. Figuran
no tan progresivos como los libros in- dios, que trataremos de inmediato. en la creación de este espectáculo mu-
dependientes, poseen un contrapuntis- chos nombres luego asociados con la
mo que les resta agilidad. Su discípulo Ensayo general de la Opera ópera. Los textos son de Giovanni de'
Luca Bafi fue maestro en la Catedral. Bardi —que los ordena en su
Se ha perdido su música para el Inter- totalidad—, Ottavio Rinuccini y Lau-
medio de la sacra rappresentazione Híl nuevo estado de cosas que había ra de' Guidiccioni. La revisión musical
L 'esaltazione delta croce. Por sus oirás venido creando la novedosa manera de corre a cargo de Emilio de' Cavalieri.
obras se puede comprobar la finura de relacionarse la música con el teatro ad- Los temas seleccionados son mitológi-
estilo de que solía hacer gala. Su Daf- quirió pronto sanción intelectual. El es- cos, tan del gusto renacentista y poste-
ne es ya una ópera que se presenta, si- crito que tuvo la virtud de abrir los ojos riormente asimismo de la ópera
guiendo viejas costumbres, en carnaval. a la realidad naciente fue el Dialogo de- barroca. El primer Intermedio, con
Bati perteneció a una Academia crea- lta música antica e delta moderna (Flo- música de Malvezzi, consistía en el mo-
da por su alumno Marco da Gagliano. rencia. 1581) de Vincenzo Galilei. Se tivo de La Armonía de las Esferas. Lu-
Este partidario de Peri ejemplifica el defendía en él la recuperación del tea- ca Marenzio, El cisne de los
cambio estético de la época. Como ma- tro musical a la manera de la tragedia madrigalistas, se enfrentó a una labor
drigalista es demasiado convencional griega, naturalmente entendida a tra- escénica en los dos siguientes: Rivali-
pero su escritura monódica es exquisi- vés del filtro de la mentalidad renacen- dad de las Musas y las Piérades y El
ta. Se conservan dos óperas suyas: Daf- tista. Galilei, protegido del Conde combate de Apolo y la Pilón. Los crea-
ne y Flora. Gagliano representa el Bardi a quien dedica el Dialogo, teóri- dores de la Opera también participaron
punto final donde nos hemos propues- co de la famosa Carne rata, estaba con- en los Intermedios de 1589, Caccini con
to detenernos. En el eslabón anterior vencido de que ésto no podía realizarse La profecía de la edad de oro y Peri con
hay unos músicos que empiezan a ser con éxito si no se sustituía el caduco es- Arión y el delfín. Cerraba la serie el
tildados de conservadores por no dar tilo contrapuntístico por el recitativo- Descenso del Ritmo y la Armonía a la
el salto definitivo. Alessandro Striggio monódico. Tierra, cuya música iba firmada por el
fue muy descriptivo en sus madrigales Los deseos del padre del genial astró- pionero del Oratorio, Emilio de' Cava-
para Intermedios. Colaboró con Cor- nomo estaban muy próximos de su ma- lieri. La música de estos Intermedios
teccia en el de La Cofaniara de 1565. terialización. La hipertrofia del florentinos presenta una gran variedad
Una disposición mucho más abierta ha- Intermedio no iba a ser en modo algu- de recursos: sinfonías instrumentales al
cia las novedades se descubre en Cris- no ajena a esa concreción. Es interesan- comienzo de cada uno de ellos y en los
tofano Malvezzi, posiblemente uno de te detenerse en los Intermedios cambios de escenas, coros masivos —
los compositores más grandes de los florentinos de 1589. que son ya todo un la representación contó con 60 músicos,
que cultivaron el Intermedio. Trabaja ensayo general de la Opera. Se montan instrumentistas 24 de los mismos— y
en Florencia de 1577 a su muerte en para agasajar a Ferdinando I Medid y solos vocales ornamentadísimos. Una
1599. Escribió la música para los Inter- Christine de Lorraine en su boda. La nueva forma de música para la escena
medios de las obras Le due Persitie de comedia escogida es La pellegrina de apuntaba en el horizonte. También se-
Giovanni Fedini (1583) y L'amicoftdo Girolamo Bargagli, pero la mutación rá Florencia el sitio donde madurará.
de Giovanni de' Bardi (1586), asi co- ha acaecido. Con una desproporción
mo para los grandes festivales de 1589, notoria, los Intermedios son más im- Enrique Martínez Miura
Scherzo 97
N
harmonía
mundi
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ANIVERSARIO

Leonard Bernstein, un showman


El pasado 25 de agosto cumplió 70 años el director de orquesta y compositor
norteamericano, de ascendencia rusa hebrea, Leonard Bernstein. El autor de West
Side Story ha llegado a ser en su madurez un símbolo viviente de todas las fuerzas
que actúan en la música culta americana: de la herencia europea a la revista musical,
pasando por la integración del jazz y el pop con modernas tendencias de escritura.
Pero si se discute a Lenny como creador, nadie duda de que con él los Estados
Unidos han producido su más prestigiosa figura en el campo de la dirección de
orquesta. Una gala, con fastos al estilo de Hollywood, celebrada en Tanglewood, y
que sorprendentemente pudo verse por TVE, celebró por todo lo alto el aniversario de
Bernstein. Hubo entonces grandes intervenciones estelares —Behrens, Yo Yo Ma,
Hendricks, Von Stade, Ludwig, Jones, Rostropovitch— alrededor del festejado.
SCHERZO, con ¡os trabajos que pueden leerse a continuación, desea igualmente
sumarse al recuerdo que el gran director merece.

L os perfiles biográficos de Leonard


Bernstein tienden a hacer hincapié
en lo que tiene de excepcional, pre-
sentándolo como el hombre de las seis ac-
tividades: director de orquesta, compo-
sitor, pianista, conferenciante, escritor y
pedagogo. Independientemente de que su
valía en estos campos no es siempre la
misma (a nadie se le escapará la induda-
ble superioridad del director de orquesta
por encima del compositor), Leonard
Bernstein es un showman cortado, tanto
en el físico como en su carácter, como e! i
perfecto prototipo del selfmade-man
americano dedicado a la música. Nues-
tro director (pues ésta es la faceta que
aquí vamos a tocar) defiende con pala-
bras y hechos la causa de la paz, del an-
tirraeismo, de la igualdad de colores, y
al mismo [iempo declara abiertamente su
odio al comunismo: una alternativa al sis-
lema que permanece rígidamente ancla-
da al sistema. Bernstein es un americano
perfecto. Exalta las aglomeraciones su-
burbanas de las ciudades (West Side
Story), denuncia la hipertensión de la vi-
da americana (The Age o/Anxieiy/ y re-
cibe premios y reconocimientos del
gobierno americano; cania para la aba-
dia de Chichester el ideal cristiano y de-
dica su primera obra sinfónica al profeta
Jeremías, con lo que contenta al mismo
tiempo a cristianos y a hebreos. Empren-
de ciclos de difusión musical entre los jó-
venes y titula uno de sus libros The Joy
of Music, pero a la vez escribe un ciclo
de canciones cuyo título es / hale Music
(Odio la música). Es el más extrovertido
de los directores contemporáneos y uno Sinfonías), muy personales, inteligentes entendímiemo de las razones internas del
de los mayores intérpretes de Mahler. Do- y discutibles, y, por supuesto, sin alcan- sintonismo mahleriano, no por descali-
lado de extraordinaria sensibilidad, es zar ni de lejos los resultados obtenidos ficar las interpretaciones de Bernstein, si-
también un director de gran sutileza ana- con el compositor bohemio. no para distinguirlas como versiones
lítica que frecuenta con un notable nivel desarraigadas de los motivos genéricos
de calidad partituras de todas las épocas originales, del temperamento exquisita-
con la única excepción de la música anti- mente vienes. En una palabra, alejadas
gua. Sin embargo, sus logros indiscutibles Bernslein, traductor de Mahler de las versiones de un Bruno Walier o de
hay que buscarlos en Mahler, en algunas quienes como él se alimentaban de la triste
partituras de nuestro siglo, en pocas ópe- S e ha escrito repetidamente que la raíz nostalgia austríaca. Estas razones son
ras (Fahtaff sobre todo)... Otra cosa son cultural americana no permite el acerca- ciertas y Bernslein está realmente lejos de
sus aproximaciones a Brahms, a Schti- miento a los compositores del área ger- las razones del pensamiento europeo (co-
man n, a Beethoven (al Beeihoven de las mánica, excluyendo también el poder mo lo están Menta, Ozawa o Maazel),
mientras que otros directores viven en
poseer el pensamiento musical europeo. ellas. Pero por este razonamiento el Mah-
Algunos han llegado a hablar de falta de

Scherzo
ANIVERSARIO

que permite elegir algunos interesantes es-


tudios discográfieos, ya sea de directores
fallecidos como Ansermet o Markevitch,
ya de otros más recientes como ttoulez,
Abbado, Menta, Ozawa, Muti o Karajan.
Bernslein los supera a todos dado que uti-
liza para su interpretación métodos pro-
pios y originales. El final de la primera
parte, Da/iza de la tierra, es sencillamen-
te terrorífico por la densidad de los em-
pasles metálicos y por la tensión
dinámica; y el comienzo de la segunda
parte, Introducción y circuios misterio-
sos de los adolescentes, se va desarrollan-
do por e! carácter fúnebre que Bernstein
sabe imprimir a la página. Ante nosotros
se presenta un rito bárbaro, pobre de co-
reografía pero preflado de espiritualidad,
y si no es un rito, es el sueño de un rito:
se desvanece al nacer, no debe romperse
el encantamiento.
Con respecto a Petrushka, la resuelve
de tal modo que la convierte no sólo en
una fiesta de ritmos, sino también de co-
lor. La transparencia de la lectura de
Bernstein es perfecta; los tempi, aparen-
temente más lentos de lo habitual, adquie-
ren vivacidad interna que ilumina toda la
composición, al tiempo que se encienden
también colores inéditos.
Bernslein ensayando la Séptima de Mahier en Viena (1974) En cualquier caso es siempre propio de
la capacidad de Bernstein revelar las in-
ler más aceptable deberla ser sólo el de de la primavera y emotiva la intensidad tersecciones de las líneas más escondidas,
los directores vieneses, la ópera italiana devocional de la Sinfonía de ¡os Salmos. manteniendo un control constante de lo-
la de los directores italianos, Scarlatti in- dos los parámetros.
terpretado por napolitanos y Sibelius por La consagración de Bernstein
los finlandeses. Lo que si ocurre de he- En la ópera italiana, al contrario que,
cho es que aquellos que están fuera de una por ejemplo, sus incursiones en obras co-
cultura determinada, no sólo se acercan AJOS directores que deciden abordar una mo Fidelio, los resultados son menores
a esa cultura con excelentes resultados, si- obra como La consagración de la prima- a excepción de Falstaff, donde Bernstein
no que aportan algo más: las páginas de vera la estudian durante años, ya que es puede ser nombrado el gran buscador de
Mahier no son solamente realizaciones imposible cualquier improvisación debi- densidad contrapuntística. La fascinación
idealistas de la Viena decadente. do a la excepcional complejidad rítmica de las contraposiciones, de los timbres y
de la paniíura que, por otra parte, es la de los ritmos tiene su razón en el alter-
Sintiéndose desprovisto de una comu- característica que la hace favorita del más narse de los caracteres, adaptándose per-
nicación cultural real, Leonard Bernstein diverso público. Su gran difusión es tal fectamente la interpretación de Fischer-
busca las razones de la grandeza de Mah-
ier en la estructura, en el empaste timbri-
co, en su densísima polifonía, y la valora-
ción que e! director realiza de todo esto
acentúa la impresión de caos ordenado
que se manifiesta en los momenios de ma-
yor densidad compositiva. Ahonda en el
cuerpo sonoro con vivacidad, con furor
y al mismo tiempo con inocencia, sin pre-
juicios. De ahí nace un Mahier que sor-
prende precisamente por la total ausencia
de reglas y de conformismo directorial.
En parte por una cierta facilidad ecléc-
tica y en parle por exigencias de reperto-
rio (y de catálogo discográfico), los
autores de Bernstein son muchos, distri-
buidos según una generosidad omnívora
que excluye solamente los extremos de la
historia de la música: la antigua y la con-
temporánea. Para Bernstein la música del
siglo XX se limita a Bartók, ciertas pági-
nas de Stravinsky, algunas de Janacék,
ciertas obras de Schónberg, Ivés, Foss,
Messiaen y Ligeti junto a algunos pico-
teos en Berg y Feldman. En algunos de
ellos logra éxitos clamorosos: es extraor-
dinaria la densidad de la Música para
cuerdas, percusión y ce/esta de Bartók,
alucinante la vitalidad de La consagración

100 Scherzo
ANIVER5ARI0

Dieskau que hace un Falsiaff demasiado


sutil en el transcurso de las diversas situa-
ciones de la obra y en la esquizofrenia de
sus múltiples aspectos psicológicos. Bern-
stein lo secunda haciendo de él un cam-
La conexión Tanglewood
peón de situaciones paradójicas; Falsiaff
es tierno y duro, inteligente y torpe; en
suma, una lectura en blanco y negro, don-
de sigue siendo fascinante la ligereza ca-
merística que el director pone de relieve
C uando Leonard Bernstein, con 21
años, llegó a Tanglewood en 1940
como estudiante del primer curso
de lo que entonces se conocía como el
Berkshire Music Centre (hoy llamado
greso en el Curtís se conseguía por audi-
ciones, ya que ningún estudiante tenia que
pagar por su educación allí. Rea!mente el
joven llevaba impreso el sello de la músi-
ca, era alguien a quien no debía perderse
como rasgo sobresaliente de la ejecución. Tanglewood Music Centre), ya había co- de vista. Apenas debió sorprender que
Se trata de una ligereza con dos únicas menzado a crearse un nombre en el mun- Koussevitzky le aceptase en sus clases de
excepciones: en el pequeño preludio del do musical. Había estudiado piano dirección en el nuevo Music Centre.
acto tercero, donde el diseño punteado de durante años, demostrando una sorpren-
los arcos se dilata hasta llegar a ser un dis- ¿Por qué, pues, con toda esta experien-
dente fluidez y memoria, así como un des- cia previa a su llegada a Tanglewood, es-
curso orquestal pleno; y en la fuga final, tacado poder de lectura a primera vista.
vista por Bemstein como triunfo suntuoso cogió Leonard Bernstein este lugar para
Se había graduado en Harvard cum lau- celebrar su 70 aniversario con la celebra-
no diferente a la de un Credo. de. Allí había estado en constante activi- ción de una gala a beneficio del Tangle-
dad produciendo comedias musicales e wood Music Centre? La razón es sencilla.
interpretando música, incluyendo piezas Aunque el músico había demostrado ya
que él mismo había escrito. Ganó un con- un talento considerable, fue en Tangle-
Ejecución sin definir curso musical patrocinado por un perió- wood donde realmente encontró su ho-
dico de Boston, y cuando dicho periódico gar artístico. Fue también el lugar donde
" e r o existe una ejecución de Bernstein supo que tenía cierta experiencia como di-
que no se logra definir: la versión sinfó- comenzó la carrera de Bernstein cuando
rector, le propusieron dirigir, sin ningún fue nombrado alumno destacado y ayu-
nica del Cuarteto Op. 131 de Beethoven. ensayo, a miembros de la Orquesta Sin-
La ejecución sinfónica de un cuarteto es dante de Koussevitzky. Asi pues su cariño
fónica de Boston en la Esplanade, la ober- hacia Tanglewood sigue siendo grande
hoy en dia una operación bastante rara, tura del Festival Académico de Brahms.
aunque no lo era hace algún tiempo. Sin aún después de casi medio siglo.
Esta fue sin duda la primera aparición pú-
duda Bemstein ejecuta la Op. ¡31 porque blica del joven Bernstein como director Aquel primer verano de 1940 fue un ex-
es la que le gustaba dirigir a su maestro de una orquesta profesional. perimento para todos los asistentes. Du-
Dimitri Mitropo 11 los, y Bernstein propo- rante años el sueño de Koussevitzky había
ne incluso la edición del director griego, sido organizar una escuela para músicos
quien le enseñó la partitura con todas las También entonces había ya Bernstein
pasado un año en el Curtís Institute de y el Music Centre era la realización del
acotaciones cuidadosamente apuntadas. mismo. Pero, ¿quién podía imaginar
Estas se refieren sobre todo al empleo de Filadelfia, una de las grandes escuelas
para enseñanza musical avanzada. El in- cuántos músicos destacados, cuántos pro-
los contrabajos en la duplicación de los
violonchelos. Y sin duda en algunos lu-
gares el sonido cortante de los contraba-
jos es muy deseable, pero en definitiva la
excelente Filarmónica víenesa naufraga
hasta cierto punto en esta difícil escritu-
ra que, al fin y a la postre, está hecha para
cuatro instrumentos de cuerda.

La carrera de Bernstein ha sido hasta


ahora un continuo crescendo de inteligen-
tes aproximaciones a los textos y también
de indudable musicalidad, revelada inclu-
so exteriormente por una exuberante fí-
sica no muy controlada y que no es
comprendida por todos. Pero, como di-
ce acertadamente Steven Ledbetter, Bern-
slein es el portador de la antorcha que le
entregó Koussevitzky; es una de las ba-
tutas más representativas de nuestros
días, con todo lo que ello significa.

Enrique Pérez Adrián

y la ma de guido
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• Se tfmílr n enc**4 de cdlCKriía


(hduufin en cVlhiqu y dWrlbuctún intrmKkirUl) ranglewood
• Vcnu y ütaritu úf >ofl«>UT pora PC t <•» 1948

Scherzo 101
ANIVERSARIO

motores y renovadores del mundo musi- Yampolsky, acababa de emigrar con su


cal habían de sugir realmente de aquel familia de la Unión Soviética y estaba
verano? El joven Bernstein (a quien to- planteándose de qué iba a vivir cuando
do el mundo llamaba Lenny) pudo de- un año, a finales de junio, conoció a
mostrar su habilidad para perfilar la Bernstein en Roma y tocó el violín para
interpretación de una orquesta a pesar de él. Este telefoneó a Tanglewood dicien-
ser relativamente nóvalo en este lerreno. do: «Quiero que sea uno de los invitados
La primera obra que se le asignó inter- a Tanglewood este verano». Aunque ya
pretar fue la Segunda Sinfonía de Ran- se había formado la orquesta del Music
dall Thompson, una composición Centre para ese verano, se le pudo aña-
contemporánea con ritmos engañosos y dir otro violin, especialmente porque
minuciosos detalles; sin embargo, estaba Bernstein pagaba sus gastos. A primeros
encantado de su trabajo con Koussevitzky de julio, Victor Yampolsky se encontra-
y escribió a sus padres: «Está contento ba estudiando en Tanglewood, donde co-
conmigo y me dedica mucha atención en noció a otro ruso emigrado, el violinista
las clases particulares. Es un hombre ma- Michael Zaretzky, quien también había
ravilloso (un gran espíritu que nunca re- acudido por recomendación de Bernstein.
molonea ni falla) que me inspira pro- Al acabar ese verano ambos pasaron con
digiosamente. Me ha dicho que está con- éxito las pruebas de acceso a la Sinfóni-
vencido de que tengo grandes dotes y ya ca de Boston, donde Zaretzky toca aún
está haciendo de mi un gran direcior». hoy, mientras que Yampolsky se dedicó
a la dirección, estando durante algunos
años al frente de la Orquesta de Jóvenes
Ayudante de Koussevitzky Artistas de la Universidad de Boston en
Tanglewood y en la actualidad en la Fa-
i ero la experiencia de Bernstein en Tan- cultad de la Northwestern University.
glewood fue más allá de la mera direc-
ción. Quería también ser un compositor Esto es sólo un ejemplo, aunque espe-
y allí tuvo la oportunidad de componer cialmente claro, del activo papel que
y oír interpretar su música. En 1942 fue Bernstein ha jugado en tos destinos de
nombrado ayudante de Koussevitzky. muchos jóvenes músicos; cada verano,
Aunque la guerra restringió las activida- cuando dirige en Tanglewood, devuelve
des del Music Centre, Bernstein acudió a sus honorarios, que pasan a convertirse
Lennox en agosto de 1943 para acompa- así en donación para la fundación Leo-
ñar a Jennie Tourel en el estreno de su nard Bernslein del Music Centre. Gracias
ciclo de canciones infantiles / hale Mu- a su generosidad un considerable grupo
sic (Odio la música). Durante la siguien- de compositores, directores, cantantes e
te temporada revolucionó la escena instrumentistas han podido, durante
nacional, en primer lugar al sustituir al años, asistir al Music Centre de Tan-
indispuesto Bruno Walter en un concier- glewood.
to con la Filarmónica de Nueva York que
casualmente fue transmitido a todo el Además, cada verano (excepto en con-
país, y, posteriormente, estrenando su tadas ocasiones en que estaba completa-
Sinfonía Jeremiah en Pittsburgh, y su ba- mente dedicado a la composición) Berns-
llet Fancy Free en Nueva York. tein ha dirigido a la orquesta del Tangle-
wood Music Centre (TMC) en la interpre-
Al acabar la guerra y reanudarse las ac- iación de una de las grandes obras
tividades en el Music Centre, Bernstein re- maestras del repertorio. Esta realización
gresó como ayudante de Koussevitzky en ocupa la segunda parte de! concierto, cu-
1946. Ese verano había supuesto para él ya primera parte se dedica a dos o tres
una nueva experiencia que ahrió oiro de piezas cortas dirigidas por loTálumnos del
sus caminos futuros: la dirección de ópe- curso de dirección preparados personal-
ra. La obra en concreto fue Peler Grimes mente por Bernstein. Los directores re-
de Benjamín Britten, encargada por la re- cuerdan una y otra vez la reveladora
cientemente establecida Fundación Kous- experiencia que supone ver a Bernstein
sevilzky, e interpretada en su estreno trabajando, cuando está inspirado, espo-
americano por el elenco de Tanglewood. D.ti./ARTHUR UMBOH leado e iluminado por su pasión artísti-
ca. En esto, más que en cualquier otra
A principios de los 50, Bernstein era el perfeccionar su inspiración y técnica. Mas cosa, Bernstein está claramente pasando
responsable de la orquesta y de la sección adelante, en los anos 70, la conexión de la antorcha que recibió de las manos de
de dirección de Tanglewood. Durante los Bernstein con Tanglewood quedó forma- Koussevitzky. Es demasiado pronto para
años 60 fue, por supuesto, el primer di- lizada en una iroika formada por él mis- ver con detalle el efecto de largo alcance
rector americano de la Filarmónica de mo, como asesor, Seiji Ozawa como que conlleva la labor de Bernstein en el
Nueva York, pero siguió estando unido director artístico de los conciertos del fes- Tanglewood Music Centre, pero sin du-
a Tanglewood, acudiendo a dirigir la Sin- tival, y Gunther Schuller, director artís- da sus ondas alcanzarán a varias de las
fónica de Boston en el Concierto Anual tico del Music Centre. generaciones próximas.
en Memoria de Koussevitzky (el cual, tras Bernstein había acudido frecuentemen-
la muerte de la segunda esposa del direc- te a Tanglewood como director invitado,
tor, pasó a llamarse Concierto en Me-
moria de Serge y Olga Koussevilzky). pero también estaba constantemente a la Steven Ledbetter
Además, acogía a jóvenes directores que búsqueda de jóvenes músicos de talento,
Musicólogo y Prog'amm AnrtüloTO'
acudían al Music Centre cada verano para a los que en ocasiones llevaba al Music de ¡o Orqueüa Sinfónica de Bailón
Centre. Uno de ellos, el violinista Víctor Traducción: M.' Angeles de Jutrn

Scherzo 102
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HOMENAJE

Ponnelle: creador de
espacios para la música
El pasado ¡I de agosto fallecía Jean-Pierre Ponnelle, uno de los pocos
directores de teatro cuyo nombre había traspasado las fronteras,
asociándose siempre a producciones de calidad artística. No fue un
revolucionario, sino un renovador que, utilizando formas y modos
clásicos, supo dar nueva vida a la ópera sin caer en los excesos
innovadores a los que son tan proclives otros grandes registas de nuestro
tiempo.

M uy inteligente, analítico, culto,


no pudo evitar verse, en algunas
ocasiones, atrapado por su pro-
pio prestigio, como le ocurrió en su pro-
ducción del Idomeneo de Mozart en el
entre el espectáculo, el cuento, el rito, la
broma. Una representación ingeniosa, su-
til, poética.
Pero fue con Don Giovanni y con Las
bodas de Fígaro donde Ponnelle logró sus
Los montajes wagnerianos

IV1 en os conocidos, a excepción de su


Trislán e Isolda del Festival de Bayreuth,
Festival de Salzburgo y en el Met. de Nue- más interesantes recreaciones mozart ia- son los irabajos de Ponnelle con las ópe-
va York. Espectáculo bello, pero ampu- nas. En la primera haciendo del «Disso- ras de Wagner, y aunque monló el Ho-
loso y monótono, lastrado en su base por luto punito» un conquistador en plena landés, Parsifal, La prohibición de amar
la presencia, en el papel protagonista, de decadencia física, perseguido por la muer- y La Tetralogía, pienso que el mundo del
un tenor estrella con escasas dotes dra- te, incapaz ya de cualquier proeza sexual, romanticismo alemán le era ajeno. Esto
máticas, lo que, sin embargo, no impidió pero aún convencido de su irresistible a pesar de que el mencionado Trislán fue
a Ponnelle interiorizar, revitalizar, el an- atractivo, al que una Doña Elvira, Neme- un rotundo éxito de público y critica. La
quilosado libreto del abate Varesco y lo- sis, frustraba cualquier intento de seduc- escenografía era bonita, sobre todo en el
grar aciertos dramáticos parciales. ción. En las Bodas, con sutileza muy segundo acto, basado en juegos de luz so-
Fabuloso el tratamiento de Electra, para francesa, acentuaba la carga político- bre un árbol descomunal, pero en sus ni-
el que conló con dos actrices cantantes de revolucionaria del texto de Bcaumarchais, veles dramáticos la representación Tallaba
excepción tanto en el Met, Hildegard Beh- sin descuidar el análisis de las relaciones por blanda: demasiado alo Pelléaset Mé-
rens, como en Salzburgo, Elisabeth Con- entre los personajes, su carácterización lisande. La música del Tristón no es, al
nel, a las que hizo interpretar el personaje psicológica. menos para mí, una evanescente postal
con toda suerte de gestos grandilocuen-
tes, al estilo de las grandes trágicas del si-
glo XVII, con lo que consiguió caldear
una representación bastante gélida en su
conjunto. ¿Era aquello teatro clásico
francés? Dudo mucho que alguien sepa
cómo se interpretaba en la época de Cor-
neille y Racine, pero Ponnelle era capaz
de hacernos creer que debió ser asi. Qui-
zá ésia fue su mayor virtud. Una capaci-
dad casi mágica para convencemos de que
su ficción era la única realidad.

Como escenógrafo fue un maestro de


las enormes masas arquitectónicas, de lo
abigarrado, además de un diseñador ins-
piradísimo de telones piniados con los que
lograba crear espacios escénicos de ex-
traordinario efecto visual,
Ponnelle sabía que tanto Idomeneo co-
mo La clemenza di Tilo eran dos crea-
ciones casi perfectas en lo musical pero
muy endebles en lo dramático; por eso
ideó para ellas puesias en escena escultó-
ricas, procurando potenciar su música,
pero sin convertirlas en oratorios dra-
máticos.
Muy diferente fue su aproximación a
las óperas grandes de Mozart. Fascinan-
te su Ftauía Mágica en la Fclsenreitschu-
le de Salzburgo. Un prodigio de equilibrio

Scherzo 104
HOMENAJE

Monteverdiana
L
a labor de Ponnelle fue inmen-
sa. Ningún compositor operísti-
co parecía serle ajeno y tan sólo
los límites de una vida pronto trunca-
da le han impedido acceder a más títu-
los, a más hombres. Por fortuna, a
pesar del carácter efímero de lo teatral,
los medios visuales conservan algunas
de sus puestas en escena. Podemos re-
cordar una de sus grandes aportacio-
nes, las tres óperas de Monteverdi en
colaboración con Harnoncourt.
En 1975 Ponnelle y el músico ale-
mán, que había grabado años antes una
versión revolucionaria de L 'Orfeo al
que habían seguido las primeras graba-
ciones mundiales de // rilorno di Ulis-
se in patria y de L'incoronazione di
Poppea, coincidieron en Zurich para la
escenificación de una reconstrucción de
Orfeo {las óperas de esta época han de
cuentos de Hofjman» en el Festival de Su/zburgo de 1981 ser necesariamente reconstruidas).
La experiencia fue muy satisfactoria
y quedó como un montaje lírico pron-
to legendario. En 1981 se representa-
ron en Zurich las tres obras plenamente
operísticas atribuidas a Monteverdi (ca-
recemos de seguridad en cuanto a Vlisse
y Poppea). después de sus puestas en
escena anteriores. Iba a ser posible un
nuevo registro fonográfico de las tres
obras y la grabación en vídeo de una
versión especial de la puesta en escena.
Pero en esta ocasión la labor de Pon-
nelle fue más allá de lo escénico. Su
aportación constituyó una verdadera
recreación visual de lo que se podía pre-
senciar en el teatro. Vemos, en efecto,
la escena, y percibimos la cuarta pared,
pero a menudo ésta parece disolverse
en virtud de una cámara que baila con
los figurantes y acompaña al pequeño
conjunto coral. No se trata de un mon-
taje cinematográfico, sino de una obra
maestra de conversión de lo teatral en
«Lulu de Aiban Berg» en el Festival de Munich cíe 1985 visual. La belleza delicada, la musica-
lidad de la propia imagen, la compren-
impresionista y en eso la convirtió Pon- utilizada para destacar la obsesiva poe- sión del lirismo esencialmente no
nelle por mucho que con un final, preten- sía marcada por la ebriedad y la muerte dramático (Orfeo) o del esencial humor
didamente revolucionario, en el que de su protagonista. Halló excelentes so- escéptico de la época veneciana (Pop-
Tristán sonaba con que Isolda llegaba a luciones para las historias de Olympia y pea) son algunas de las bazas de esta
su lado, sin llegar, mientras Marlte y Antonia, pero fue en la de Giulielta, en decisiva aproximación al mundo de
Brangania cantaban en el foso de la or- el acto veneciano, donde, evitando cual-
questa, inteniase dar un toque de nove- Monteverdi. Estos tres vídeos, ofreci-
quier cliché manido de canales y góndo- dos hace algo más de dos años por
dad a la representación. las, creó un momento inolvidable de arte TVE, son una de las mejores muestras
Mucho más afortunado en su aproxi- por su capacidad sugeridora e inquietan- de la capacidad visualizadora de Pon-
mación a la ópera francesa, logró un gran te, con gondoleros que arrastraban sus ca-
éxilo con Los Cuentos de Hoffman, una nelle a partir de ese medio artístico de
pas negras sobre una laguna de espejos.
vez más en el Festival de Salzburgo, tan difícil reducción e imágenes signi-
creando un juego de espejos, luces y som- ficativas, la ópera.
bras, en el que los elementos oníricos de
la ópera alcanzaban momentos deliran- Las aperas de nuestro siglo
tes. Ennobleció la obra de Offenbach con
una puesta en escena fastuosa pero inci- \_^ on las óperas del siglo X X , Ponne-
Santiago Martín Bermúdez
siva, incómoda en algunos momentos.
lle, pudo desarrollar su capacidad crea-

105
HOMENAJE

tiva quizá con más libertad, pero sin


renunciar a sus cánones estéticos.
Su dirección y puesta en escena del
Moisés y Aarón de Schoenberg logró lo
que parecía imposible, hacer que una pai-
ütura difícil para el público medio fue-
se aceptada e incluso aclamada por un
público como el del Festival de Salzbur-
go. Para ello Ponnelle utilizó todos los
trucos imaginables. Una escenografía su-
gerente presidida por un gigantesco can-
delabro de siete brazos en la que se
desarrollaba, antes de comenzar la acción
musical, una efectista escena de extermi-
nio y destrucción por parte de un grupo
de soldados con reminiscencias nazis. Eli-
minó cualquier sugerencia a la iconogra-
fía clásica de la Historia, excepto en el
caso de Moisés; así hizo de Aaron un as-
tuto pragmático capitalista, vestido de
chaqué, que oponía eficacia y superviven-
cia a idealismo y creencias. Todos estos
ingredientes manejados con tal inieligen-
cia que el público disfrutó del especlácu-
lo y, lo que es más importante, de la
música de Schoenberg sin el menor aso- «Tristón e Isolda» en el Festival de Bayreuth de 1982
mo de aburrimiento o rechazo. Sin em-
bargo, esta producción no superó la que, cero y Ponnelle la supo aprovechar. lógica y entrega, pocas una luminotecnia
con motivo de su estreno mundial en Usando la totalidad del espacio escénico más cuidada, pocas un servicio a la obra
1987, hizo del Lear de Aribert Reimann. de la Ba y ensene Staatsoper, cubrió su in- más sutil e inteligente.
Opera con una partitura muy teatral, un mensa extensión con una llanura rocosa También un artista, por grande que
texto excelente, basado en Shakespeare, segmentada en rectángulos móviles de sea, tiene lagunas y la laguna de Ponne-
y para servirla un plantel de cantantes- inagotables posibilidades como decorado. lle fue Verdi. Ni su Traviata, ni su Siman
actores de primera categoría encabeza- Pocas veces he visto a unos cantantes in- Boccanegra, ni su Rigoletto, menos aún,
dos por Dielrich Fischer-Dieskau. Era !a terpretar a los personajes que les han en- su Aída fueron un éxito; es más, esta Aída
oportunidad de crearlo todo partiendo de comendado con más profundidad psico- en el Covent O arden fue un total fraca-
so, ya que intentó hacer un drama inti-
mo de la que es por naturaleza gran
ópera. La pasión, la irracional poesía des-
bordada del genio de Roncóle no era te-
rreno en el que se pudiese sentir cómodo
un racionalista, intelectual, amante de lo
mesurado como era el director francés,
que sin embargo con las óperas de Ros-
sini tuvo grandes aciertos. He aquí que
en el 1987, ya consagrado como uno de
los nombres indiscutibles del mundo de
la ópera, cuando parecía que su creativi-
dad comenzaba a declinar volvió a sor-
prendernos; y esto fue en Italia, en el
Festival Rossini de Pesaro, donde, sin me-
dios millonarios, nos dio una lección de
mejor teatro con su producción de L 'Oc-
casione fa il ladro. Fue estupendo com-
probar que el divo todavía era capaz de
despojarse de sus atributos de consagra-
do y crear un espectáculo nuevo, sin tics,
divertido, por supuesto; una vez más,
muy francés, pero que se cenia con pre-
cisión matemática a la farsa rossiniana,
sin privarle de su vitalidad. Una delicia
hecha con la experiencia de un maestro
y la frescura imaginativa de un joven.

Ponnelle aún podía aportar ideas a la


escena, aún tenia capacidad para electri-
zarnos, aún estaba en activo. Lástima que
el pasado mes de junio, en Tel Aviv, du-
rante los ensayos de Cosifan tulle de
Mozart, su compositor preferido, una la-
mentable caída en el foso de la orquesta
le hiriese de muerte, privándonos de él dos
meses después, en un hospital de Munich.

•iL'occasione fa'il ladro» en el Festival de Pesaro de 1987 Francisco José Vil/alba

Scherzo 106
S O L O P A R A T U S O J O S

O ye, mira...
Date el gusto.
Viaja en tren con los cinco sentidos.
Descubrirás detalles, paisajes, gestos, que sólo entenderán tus ojos.
No dejes que se te escapen. Son tus recuerdos de viaje.
Descubrirás también que el tren está cambiando. Que ha cambiado ya.
Mira, fíjate bien.
El tren es el mirador perfecto para echarle un vistazo al mundo.

REÍ1FE
MEJORA TU TREN DE VIDA.
DANZA

Inauguración de la temporada
del Liceu
Barcelona: Gran Teatre del Liceu, I-IL de septiembre de 1988. Ballet Nacional de España. Prime-
ros bailarines. Conchita Cerezo. Manbel Gallardo. Aída Gómez. Ana González, Cristina Hernando
y Juan Mata. Sol i si as; Paco Mordí, Adelaida Calvin. Adoración Carpió. Lupe Gómez, Montserrat
Marín, Amonio Márquez y Joaquín Corees Anilla invitada: Merche Esmeralda. Guuamscas 1 Juan
Maya Marote, Luis Carmona Habichuela y José María Banderas. Cantores: Juan Camero, Juan José
Alcalá y Manuel Palacin. Director artístico y bailarín estrella: José Antonio. Directora adjunta: Nana
[.Orea.
El Ballet Nacional de España inau- utilización de música grabada resta es-
guró la presente (emporada de ópera y pontaneidad a! conjunto: todo debe es-
ballet del Liceu con un doble progra- tar perfeciamente cronometrado; todo
ma fuertemente marcado por un anda- debe hacerse en su justo momento. Una
lucismo exagerado. El primero de ellos, consecuencia de ello es que los bailari-
más variado, consistió en un Fandan- nes no podían parar su interpretación
go del P. Soler y Claudio Prieto, una para recibir, si se daba el caso, los
Zarabanda de José Prieto, un amplio aplausos con que el público les obse-
cuadro de flamenco, Homenaje de Jo- quiaba.
sé Nieto y Alborada del gracioso y Bo- Además, hay que decir que el siste- Alborada del gracioso
lero de Ravel. En el segundo programa ma de reproducción no fue óptimo (he
presentaron Los Taramos (basado en aquí otro de los inconvenientes de esta parte, el inmenso ruido que produce tal
la obra teatral de Alfredo Mañas) con solución), especialmente en el primer forma de baile impedía oír la música sa-
música de Paco de Lucía orquestada día, en que hubo algunas deficiencias tisfactoriamente; además, al ser toda la
por Joan Albert Amargos y El sombre- bastante notables. compañía quien debía ejecutar el zapa-
ro de tres picos de Manuel de Falla con En cuanto a la primera parle del pri- teado, resultaba que en muchos mo-
los figurines y decorados originales de mer programa, quedamos saturados de mentos el ritmo se perdía y lo que se
Pablo Picasso. flamenco por la gran cantidad de este oía era tan sólo un molesto ruido
La primera sorpresa fue descubrir tipo de danza que en ella se bailaba. informe.
que la música no sería interpretada por Más interesante fue la segunda pane, El sistema de reproducción musical,
una orquesta en directo, sino que se tra- que se inicio con Homenaje, con mú- en otro orden de cosas, tampoco ayu-
taba de música enlatada —solamente sica de José Nieto y coreografía de Fe- dó en absoluto. Como es sabido, uno
fue música interpretada en vivo la de lipe Sánchez. Se trató de un tipo de de los recursos que hace interesante el
los guitarristas y cantaores, y aun así, danza moderna en que los bailarines conocido bolero de Ravel es el progre-
amplificada por medios artificiales—. creaban unas interesantes imágenes sivo crescendo orquestal que lleva des-
No se nos ocurre ninguna explicación plásticas. A conseguirlo también ayu- de la caja a toda la agrupación ins-
de por qué esto tiene que ser así; pue- daron los juegos de luces de Carlos trumental; evidentemente, ello implica
de existir algún caso en que, por el ti- Guerrero y Rafael Yunta, muy bien lo- una subida del volumen bastante con-
po de música interpretada, sea grados. siderable. Eslo no se precibió de nin-
justificable el utilizar el recurso de la guna manera, por lo que el Bolero pasó
Lo que creíamos que iba a ser uno sin pena ni gloria.
grabación, pero en el nuestro no lo es de los punios culminantes de la velada, El segundo programa estuvo integra
en absolulo. Era perfectamente facti- el Bolero de Ravel, no lo resultó. Los do por Los Tarantos y El sombrero de
ble ofrecer el Bolero de Ravel o El som- bailarines debían, a intervalos, ejecu- tres picos. En la primera obra dio la
brero de tres picos de Falla con una tar un zapateado; de ello sobrevenían sensación de que el argumento fuera
orquesta de verdad. Por otra parte, la dos inconvenientes muy graves: por una tan sólo una excusa para la sucesión de
una serie de cuadros de flamenco. El
abuso indiscriminado de éstos hacía
que en algunos momentos se llegara pe-
lígrosamenie al aburrimiento. Más gra-
cia tuvo la obra de Falla, que además
se presen I aba con los figurines y deco-
rados que en su día diseñó Picasso pa-
ra su estreno.
El problema más grave de este doble
programa presentado por el Ballet Na-
cional de España fue el exagerado abu-
so del flamenco: el ballet nacional de
un país debería dedicarse a un reperto-
rio más de tipo clásico, y si cree que de-
be centrarse en el folklore (excluyendo
de la palabra toda carga peyorativa que
en algunos casos se le ha querido asig-
nar), debería fijarse en todo el folklo-
re español (que no es precisamente
escaso). Se trata del Ballet Nacional de
España y no de Andalucía.
Bolero Xavier Daufí
Scherzo 108
CARLOS III
Y LA
MÚSICA DE SU TIEMPO
27 de octubre de 1988 24 de noviembre de 1988
• Scoll Ross, clave. • Eduardo López Banzo, clave
Obras de Scarlatti y Soler. Obras de Scarlatti, Soler y Baguer.

3 de noviembre de 1988 I de diciembre de 1988


Grupo Vocal «Sebastián Duron» • Presentación Ríos, órgano de cámara.
Obras a determinar. Obras de Larrañaga, Lidón, Nebra, Albero, Scar-
latti, Seixas y Soler.

10 de noviembre de 1988
Quíntelo «Música Humana» 15 de diciembre de 1988
Obras de Boccherini, de Torres, Martín y Soler, J.C. Coro de Cámara «Juan del Enzina»
Bach, García, Sor, Rodríguez, de la Serna y Vidal. Obras de Muelas, Soler, López y Duron.

17 de noviembre de 1988 22 de diciembre de 1988


• Trío «Serénala» Cuarteto Mossaiques
Obras de Oliver y Astorga, Bautista, J.C. Bach, (C. Coin, E. Hobarth, A. Bischof y A. Mitterer) con
Haydn y Mozart. José Miguel Moreno, guitarra. Obras de Boccheri-
ni, Haydn y Mozart.

Todos los comimos lendrán lugar i las fí horas, en las Salas de! Sitio XVIII dd Musco Municipal de Madrid (Calk Funonal, 1Í|.
Entrada lime (fairmos limitados 5c mega nuiim puntualidad)

Información: teléfonos 522 57 32 y 532 61 30 «de 10 a 15 horas)

Ayuntamiento de Madrid
Concejalía de Cultura
MUSEOS MUNICIPALES
DANZA

que marca con mucha precisión brazos,


complicaciones evoluciones en las pun-
Reconstrucción cubana del Don Quijote tas, y giros tanto para los hombres co-
mo para las mujeres. El paso a dos del
tercer acto ha sido condensado a la ma-
El Ballet Nacional de Cuba ha hecho una extensa gira por toda España durante nera de su versión en concierto, se han
los meses de julio y agosto, y aunque no en las condiciones que se merece al ser respetado matices de su interpretación
una de las más importantes agrupaciones del mundo de la danza, se pudo apre- que hoy ya casi nadie conserva. El pa-
ciar su alto nivel y su amplio prisma interpretativo, dos cosas que son sin duda so a dos de Don Quijote se ha conver-
la marca de presentación. Esta vez el interés se centró en dos ofertas: la premiere tido en paso fácil de circo. Aquí, se ha
mundial en España de Don Quijote y la Gala Romántica. insertado de manera orgánica y tratan-
do de que sea parte de la acción del ba-
llet todo.

H a sido Don Quijote un balle¡


maltratado por la espectacula-
ridad, esa tentación fácil en que
se cae tantas veces a la hora de recons-
truir un clásico, atendiendo más a las
Mancha, tierra del Quijote. Así los sie-
nas, pardos y oros, tan castellanos en
su conjunto, enmarcan un vestuario
que encuentra su punto más alto en el
segundo y tercer acto. En el segundo
Las caracterizaciones son buenas en
el Sancho y en el Quijote, dotándolos
de una humanidad nada caricaturesca.
Esto también es muy acertado.
exigencias contemporáneas que a una sustituye los tutu clásicos por largos y La versión cubana de Don Quijote
especie de código arqueológico que de- románticos. Acertada solución que se seguramente en un futuro tendrá el des-
be primero por encima de las concesio- va un poco más atrás a los orígenes de tino de la Giselle, del Lago y de la Be-
nes a estrellas individuales, dimensiones la pieza misma (1869-1872). El cuadro lla: pasar al repertorio de otras
de los teatros, o posibilidades de los lla- gitano, en una gama de acules noctur- compañías en otros países, pues su há-
mados efectos especiales. nos, es una faniasia que precede y pre- bil síntesis lo hace actual a la vez que
Efectivamente, Don Quijote hoy día para el acto blanco, en este caso no traiciona el original.
se ve o aumentado y mixtificado, o en enconado en azules. La Gala romántica de San Lorenzo
las arcaizantes versiones soviéticas, que El tercer acto, claramente goyesco, de El Escorial superó con creces las ex-
por otra parte en algún sentido son de está dominado por el color blanco, y pectativas. Comentó con el segundo ac-
agradecer, pues gracias a ellas se con- genera una luminosidad plenamente to de Giselle, interpretado por María
servan algunas cosas que facilitan una conseguida. En cuanto al baile, la for- Elena Llórente y Rolando Candía. Lló-
recreación coherente. Alicia Alonso al mación de los bailarines facilita la dan- rente está entrando en su madurez in-
reconstruir Giselle, y devolverle una za de carácter y los fuertes acentos. terpretativa. Ella es una bailarina toda
frescura que parecía perdida para siem- Es 10 se hace notar en una coreografía seguridad que actualmente hace una
pre, sentó cátedra en este aspecto, tra-
bajo que repitió con Bella Durmiente,
con el Grand Pas de Quatre y con otras
piezas del repertorio tradicional. Sobre
tales presupuestos, Salvador Fernán-
dez, Matha García, María Elena Lló-
rente y Karemia Moreno se dieron a la
tarea de resucitar a Lázaro, de hacer el
milagro de que el ballet, en su graciosa
esencia, se levantara y comenzara a dar
unos pasos de baile.
Los resultados vistos en la gira espa-
ñola son sólo el comienzo de este tra-
bajo que, naturalmente, será pulido
con el tiempo. La pátina de las repre-
sentaciones dará el perfil definitivo a
una coreografía que, respetando los es-
quemas tradicionales básicos, se aden-
tra en las danzas españolas en un
sentido de estilización respetuosa de ca-
da tipo de baile, correspondiendo con
el aire musical. No se trata de danzas
españolas, error en que han caído al-
gunos, sino de cómo ve un coreógrafo
de formación estrictamente clásica, la
herencia universal del riquísimo folk-
lore español. En este mismo sentido se
admite la danza escocesa del segundo
acto de Coppelia, o la española del ter-
cer acto de El Lago de los Cisnes, con
la dificultad de que, en Don Quijote,
la mayoría de las veces se [rata de bai-
les de conjunto que !o hace todo mu-
cho más complejo.

El aire de Castilla
Los diseños de Fernández, sin em- María Elena Lloren* y Rolando Caudia en Don Quijo*
bargo, se han separado del llamado rea-
lismo teatral para poner la escena en La

Scherzo 110
DANZA

Giselle concenirada en si misma, más


sutil que la que se viera antaño. Esto
es algo que no puede ser sustituido por
nada: la experiencia escénica. El cuer-
po de baile, las dos willis y la reina, es-
tuvieron todos con un alio nivel.
La noche se cerró con Alicia Alonso
y Orlando Salgado en Roberto el Dia-
blo, según la reconstrucción de Alber-
to Méndez, que ha ido a una tesitura
de fino humor. Esta habilidad dispen-
sa el hecho de que, como se sabe, no
hay referencias concretas a !a coreogra-
fía original, y todo debe basarse en los
elementos estilísticos de la época, el hilo
argumenial y un toque de ánimo que
aporta la partitura de Meyerbeer. Sal-
gado, por su parte, cumple su papel ton
esmero, entrando sin dificultad en la
misma cuerda.
En Pamplona pudo verse en el papel
protagonista masculino de La Filie mal
gardée a José Carreño. Un joven de Don Quijote ¡xtr el Bulle: Nacional de Cuba CASTAÑAR
apenas 20 años que ya ganó la medalla
de oro del concurso de Nueva York. Su
calidad, su limpieza y su porte presa-
gian todo lo bueno que podrá llegar a
ser. No abundan hoy dia bailarines que
La escuela cubana y los clásicos
e habla por muchos sitios de que conseguida a través de un intenso tra-
despunten de esa manera. Por otra par-
te, ha sorprendido Lein Chiang, un jo-
ven que tiene en su sangre una mezcla
(la misma que Wilfredo Lam) milagro-
S el ballet está surgiendo de nue-
vo, y es cierto, pero lo que po-
cos analizan es dónde están los focos
bajo que va desde los años elementa-
les hasta el apogeo de la vida
profesional. Cuando se van los mon-
sa y misteriosa, de ascendentes chinos de resurgimiento y de brotes nuevos. tajes de los clásicos por la compañía
y muíalos, este joven posee unas raras Y este estudio casi geográfico tiene cubana, se puede palpar en la prácti-
dotes que unen el buen baile a la capa- una importancia inmensa, pues se ca, cómo las características de la es-
cidad histriónica. Su bobo de La Filie... procede a veces fuera de los llamados cuela han trascendido la manera de
es una verdadera creación. Además, en focos tradicionales de la especialidad. bailar para entrar a formar pane del
esta gira, hizo un pas a trois del primer Por una parte, la escuela francesa decálogo que precede el hecho de
acto de El Lago de los Cisnes donde de-
mosiró su correcta formación y posi- tiene ya una nueva generación de bai- abordar un montaje de tal enverga-
bilidades. Estos dos jóvenes son parte larines que de alguna manera le está dura. Hay una manera cubana de bai-
de una nueva generación que despunta dovolviendo parte del esplendor de lar como la hay de montar un clásico.
y promete. Entre ellas destaca Rosa antaño; por otra parte, la escuela in- Se trata de que se tienen en cuenta ele-
Ochoa y Gladys Acosta, que también glesa continúa su trisie difuminación mentos de análisis histórico, puestos
bailaron partes solistas y el pas a trois y del otro lado del atlántico pasan dos científicamente al servicio de argu-
del Lago. fenómenos: la pérdida de la escuela mentos fantásticos y decimonónicos
norteamericana en función de un es- cuyo resultado primero es acercarlo
El Ballet Nacional de Cuba estuvo en tilo internacional escéptico que tiene a los tiempos que corren. Un recurso
Peralada, Sitges, Salou, Olite, Vitoria, retazos rusos, retazos de retazos y las que asegura, ante todo, la perviven-
El Escorial, San Javier, Almería, Mar- añoranzas de lo que fueron los tiem- cia de esas obras sin una apariencia
tos, Palma de Mallorca, Sagunto y Bil- pos de oro del American Ballet Thea- anquilosada. En los últimos tiempos
bao, inexplicablemente faltó de esta tre o el New York City Ballet, y un Alonso ha hablado varias veces de los
gira Madrid y Barcelona, pero hay una poco más abajo el fenómeno cubano. peligros del llamado estilo internacio-
buena noticia. Con toda probabilidad nal, y de la necesidad de buscar cada
en 1989 el Ballet Nacional de Cuba rea- Todo empezó en la década del 60,
lice una temporada de actuaciones en cuando Arnold Haskell comenzó a uno sus propias raíces, y aplicarlas a
los principales teatros de España, co- alertar sobre que, el caso cubano, era los códigos clásicos, envolver un pa-
mo el Liceo de Barcelona, La Zaríue- ya algo consolidado mucho más tras- so universal en un contenido particu-
la de Madrid y el Arriaga de Bilbao, cendente, si se quiere, que el baile per- lar y distintivo.
entre otros, con unos programas que sonal de Alonso, a todas luces motor A finales del siglo XX el mensaje
comprendan ballets completos con to- impulsor de la corriente. No fue sólo llega del Caribe, un mensaje de aler-
dos sus elementos. Al público de ballet el eminente crítico inglés, sino mu- ta donde se respira lo nuevo unido a
español le faltan estas dosis de buena chos otros especialistas. Se comenzó lo que no debe perderse. Más que un
danza académica, y es de justicia que estilo de baile, que también lo es, el
se vean los grandes bailéis en las mejo- entonces a teorizar al mismo tiempo
res condiciones y por los mejores intér- que pasaban los años y se iban for- mensaje habla del sostenimiento de la
pretes. El salto hacia adelante en la mando bailarines cada vez con carac- tradición a través de los valores pro-
danza clásica pasa sin duda alguna por teris ticas propias mucho más pios. Muchos países buscan afanosa-
estos presupuestos donde hay además distintivas. Alicia Alonso había apor- mente toda su vida una escuela y no
de la información, un acto cultura] de tado algo más que una leyenda y una la encuentran, ha dicho un crítico,
reconocida trascendencia. técnica. Hoy dia, abriendo la histo- otros sí. Esa búsqueda supera a la
ria hacia atrás, nos encontramos con danza misma y es el horizonte cultu-
una sucesión de generaciones donde ral después de 25 años de trabajo.
Roger Salas se comienza a ver una homogeneidad. R. S.

Scherzo 111
DANZA

Un festival español en Italia


L a ciudad de Reggio Emilia está conceptuada como la capital de la danza
fde Italia, y uno de los ceñiros de actividad de Europa en este campo.
Anualmente allí se organiza un festival que lleva ya tres ediciones monográficas im-
portantes y absolutamente inéditas en Europa. Primero fue un integral de Martha
Graham, después la danza holandesa y ahora España.
Es organizado este evento por la red de teatros de la ciudad, que dirigen Bruno
Borghi y Giovanni Ottolini, y han tenido el apoyo incondicional del Instituto de
las Artes Escénicas y de la Música del Ministerio de la Cultura español. Este año
han asistido un total de 330 personas procedentes de toda España entre baila-
rines, coreógrafos, directores y críticos. Desde el 17 de septiembre al 27 del
mismo mes, se bailó por España en esta zona de Italia.
Este evento ha contado también con la colaboración de la Comunidad de
Madrid y el Instituto del Cine.
Entre los actos más significativos es de destacar la gala Una noche de en-
cuentros, donde han estado representadas todas las modalidades de la danza
en España, üesde las danzas boleras de los hermanos Pericet hasta el fla-
menco y el ballet clásico, en las personas de Mario Maya, Blanca del Rey,
Amonio Márquez, el dantxari vasco Míkel Sarríegi, Arantxa Arguelles y Raúl
Tino.
Enire los grupos participantes estuvieron Bocanada Danza, Mudances, An-
tonia Andreu, Cese Gelabert, Vicente Sáez, el Ballet del Teatro Lírico, el
Baile) Nacional de España, las componentes del antiguo grupo La Dtix,
Viananls, Carmen Senra y Víctor Ullate.
Entre las actividades paralelas ha estado la exposición Rostros y Escenas.
Actualidad de la danza española, de Jesús Castañar, fotógrafo de la
sección de danza de SCHERZO, hecha en colaboración con el Centro Blama del Rey
Cultural de la Villa del Ayuntamiento de Madrid. CASTAÑAR

Amplia presencia Certamen coreográfico de Madrid.


española en el
Festival Cubano
Un termómetro parcial
Del 13 al 18 de septiembre se ha celebrado en Madrid el segundo cer-
tamen coreográfico en la Sala Olympia, donde han concursado 19 pie-
Este año, del 28 de octubre al 12 de no- zas en tres días. El resultado de lo visto en esas tres primeras jornadas
viembre, se celebra en La Habana el 11 es sobre todo una llamada de alerta sobre las lineas de actuación que
Festival Internacional de Ballet, que fes-
teja los 150 años del teatro y los 40 de la ya son urgentes para la danza española actual.
compartía titular cubana. También se
cumplen 45 años desde el debut de Ali-
cia Alonso en Giselle.
V este año será cuando la presencia es-
A l cierre de esta edición, ya han
pasado por el remozado esce-
nario de la Sala Olympia to-
dos los concursantes. Ha habido de
todo. Desde desfiles de gordas, has-
ha sido parcial. A unos si y a otros
no. En la sala se veían molestos flas-
hes, ruido, trasiego de técnicos. Ha-
bría que superar iodo eso para dar un
voto de confianza a un equipo que de-
pañola sea casi masiva. Estarán presen-
tes Arantxa Arguelles, que bailará por ta descubrimientos de talentos, des- be garantizar i n condicional i dad a la
primera vez la versión completa de El La- de buenas coreografías, hasta bocetos hora de hacer la selección y compo-
go de los Cisnes con Julio Arozarena, una sin terminar, desde cosas muy mal ner jurado, programa y otras acti-
de las jóvenes promesas de la danza jo- bailadas hasta rigurosos profesiona- vidades.
ven cubana, recientemente ganador de la les. Ha sido un poco el circo que es La danza española resurge, y en al-
medalla de piala en Varna; Trinidad Se- la vida misma, y que es la danza es- gunos terrenos sólo surge ahora por
villano, que bailará Giselle junto a la pañola en particular (dicho sin senti- primera vez, con una producción es-
compañía cubana; dos grupos de danzas do peyorativo y atendiendo a la pectacular digna, inteligente, a veces
vascas, Argía, con su director Juan An- variedad), que, por otra parte, atra- con fallos que tienen justificación en
tonio Urbelz, y el grupo Skola, que par- viesa un innegable buen momento. la inexperiencia, y, sobre todo, con
ticiparán en el festival y actuarán por lodo El mérito principal es para el Cen- una pujanza hacia el futuro muy a te-
el país. Con e! grupo Argía viajará a La tro de Nuevas Tendencias Escénicas, ner en cuenta. Pero los halagos no ha-
Habana Milcel Sarriegi, el más destaca- que acoge el concurso en su infraes- cen más que enturbiar una visión
do dantxari de la actualidad. tructura. Los resultados deben ser clara del asunto. Hay mucha impro-
medidos sobre todo en el terreno no visación, muchas barreras formales,
El Ballet Nacional de Cuba estrenará de los ganadores absolutos, sino en el mucha desinformación que salvar en
dentro del Festival El Sombrero de Tres otro terreno más fértil, el de la con- todos los terrenos. El concurso en sí
Picos en la versión de José Antonio, que frontación. La organización del con- mismo es a veces de vergüenza ajena
acudirá a bailar en el estreno a principios curso padece un amateurismo que no en cuanto a la calidad de lo que se ve.
se merece un jurado como el que ha Pero eso sabemos lodos que hay que
de noviembre. tenido este año, con Jean Paul Mon-
Se estima que este año la participación lanari y Douglass Dunn, entre otros. afrontarlo. Hay que ser duros, casi es-
de bailarines invitados superará los 300, Por ejemplo: la atención a la prensa toicos, y seguir trabajando.
con solistas de las mejores compañías de
todo el mundo.

Scherzo 112
DANZA

Unos veranos
eclécticos La danza en el otoño madrileño
L a edición de 1988 de los Veranos de
la Villa de Madrid se ha caracteriza-
do por su eclecticismo, y la danza no
se ha escapado de esa especie de tendencia
veraniega y peligrosa. S iendo el Festival de más alto presu-
puesto del Estado español, suele exi-
gírsele mucho al evento que organiza
ascendencia española que comenzó su carre-
ra profesional junto a Maurice Béjart. Su
Cendrillon ha ido a América y ha triunfa-
El público madrileño vio y aplaudió a la anualmente la Comunidad de Madrid. En do. Es una versión libre, sícologista y senti-
compañía de Víctor Ulíate, a la de Roland danza, al llegar a su quinta edición, han si- mental sobre la música original de
Pelit (que fue francamente una decepción) do más los aciertos que los errores, aunque Prokofiev.
y, entre oíros, al Ballet de Sara Lezana y al siempre se nota la falta de una programa- Del 12 al 16 de octubre en el teatro Albé-
Sidney Dance Company, que venía prece- ción coherente y realmente conocedora del niz se podrá ver a Martha Clarke, un espí-
dido de una injustificada aureola de perfec- tema. Se sabe, y es noticia pública, que e! ritu voluntarioso, renovador y sensual que
ciones. Esta compañía, de corte renovador, festival lo programa su directora, Pilar de ha pasado por varias tendencias y formatos
presentó en Madrid un espectáculo inspira- Yzaguírre. que a la vez dirige y programa de espectáculo diferentes. Vienno Lusíhaus
do en Muerte en Venecia, pero menos di- el Festival de Olite, asesora en el Festival de será una oportunidad para acercarse a la obra
rectamente en el libro original de Thomas Santander y ha sido programadora de una de una creadora polémica e inspirada, de
Mann, y mucho más en los regodeos y su- amplio prisma y corazón ecléctico. Su últi-
perficialidades esteticisfas que afectaron al semana de actuaciones en Santiago de Com-
postela. Este monopolio sobre la programa- mo montaje inspirado en Tiépoto ha causa-
film de Luchino Visconli. do una verdadera tormenta en Norteamérica
ción espectacular a la larga perjudica al por sus desnudos integrales. Martha Clar-
El montaje del grupo australiano es de una criterio y la selectividad, además deque, de ke está de moda otra vez y viene a Madrid
ampulosidad que en el terreno del baile no alguna manera moral, toca el techo de las justo en este momento.
llega a justificarse plenamente. Resulta par- incompatibilidades.
ticularmente interésame la escena de los ba- Yzaguirre programa intuitivamente, y eso Carolyn Carlson estará también en el Tea-
ños turcos, que se erige con mucha tiene su parte buena y su parte mala. Ella tro Albéniz de Madrid del 25 al 30 con Dark,
actualidad en una parábola de la enferme- oye campanas admirativas y contrata y pa- su última creación para el Teatro de La Vi-
dad mortal, las oscuras relaciones con el sexo ga (por cierto, a veces más de la media in- He de París. Carolyn es la niña mimada de
y la muerte. Los bailarines están prepara- ternacional). Por esta vía se pudo ver en las instituciones francesas. Ellos saben que
dos, y la compañía cae en la tentación de la Madrid a algunos de los mejores: Pina le deben mucho de la profunda renovación
exhibición. A pesar de ello, hay un nivel ar- que comenzó hace 25 años y de la que ella
tístico alto que se pudo comprobar mejor en Bausch, Merce Cunningham, Regine Cho-
pinot, Twyla Tarp... La lista es larga y me- es parle histórica fundamental. Muy cono-
la otra presentación de esta compañía den- cida del público español, la Carlson trae una
tro de las actividades que desarrolla cada año ritoria. Los madrileños, sin duda, han visto producción lujosa e impensable en estos pre-
el Patrimonio Nacional en los espacios del en estos cinco años muchas cosas. Pero tam- dios para la danza.
Palacio Real. bién han dejado de ver otras que podían ha-
ber sido. El coreógrafo catalán Ramón Oller, di-
La compañía de Sara Lezana debutó con 1988 será un año a la baja en cuanto a rector del grupo Metros, estrenará en los
un intento espectacular poco agradecido. Lo grandeza de los nombres, pero a pesar de pueblos de la Comunidad de Madrid un nue-
principal fue ver de nuevo a esta bailaora, todo, podrán encontrarse algunos espectá- vo espectáculo, después de la consolidación
ciertamente no muy refinada, pero que po- culos de obligada presencia: de su compañía a través del montaje de No-
see una fuerte personalidad escénica y un do- Ballet de la Opera de Lyon. Dirigido por fres. Oller, uno de los más rigurosos de nues-
minio de algunas zonas del baile jondo. Francoise Adret desde hace unos años, el Ba- tros jóvenes talentos, podrá ser visto en
Sara Lezana está en plena forma, a pesar Solos a solas el día 27 de octubre en el cine
llet de la Opera de Lyon ha cambiado su fi- Estoril de Altorcón; el día 28 de! mismo mes
de haber estado tanto tiempo alejada de los sonomía y va adquiriendo un perfil propio,
escenarios, y su espectáculo falla en el te- en la Universidad Laboral de Alcalá de He-
apostando por los nuevos creadores. Del 3 nares y el día 29 en el Centro Cultural de
rreno de una pretendida dramaturgia. Ella al 8 de octubre en el Teatro de La Zarzuela
es una bailaora bástanle pura, en el sentido Móstoles.
de Madrid se verán varios programas com-
de que sus intervenciones arguméntales tu- binados y la expectación se centra en Cen-
vieron su punto más alto en los años 60, y
drillon, de Maguy Marín, coreógrafa de R.S.
en el cine con Los Taramos. Mari Paz Ba-
llesteros ha intentado dar un cariz de acción
teatral y no ha resultado. Lezana estuvo
acompañada en algunos bailes por Antonio
Alonso, que encarnaba al pintor Julio Ro-
mero de Torres.
Antonio Alonso, que era una de las prin-
cipales figuras masculinas del Ballet Nacio-
nal de España, decidió dejar la compañía y
probar suerte en solitario. Su baile, contro-
lado, de conos virtuosismos, tiene buena ve-
na dramática, y, de hecho, está mejor en sus
solos que en los bailes de conjunto.
Los veranos madrileños apostaron por la
variedad, y esto se hizo notar en taquilla,
con resultados muy dispares. La publicidad
tampoco ayudó lo suyo, pues fue genérica
y sin gancho esta vez. Dada la importancia
del foro, esta programación veraniega bien
valdría la pena que estuviera estructurada,
ya fuera en lo temático o en lo técnico.
Dark de Curolyn Carlson
R.S.
Scherzo 113
JAZZ

L lega el oioño, y á la renirée nos


encontramos con una sorpresa de
las grandes y, tal vez, gratas. No
lo podemos saber ha si a mucho más tar-
de. Por todas panes —en televisión, en
EPISODIOS
a los compaas— y en muchos casos se
ha recurrido a varios LP's para selec-
cionar piezas y confeccionar un disco
que aparecerá bajo un título inventa-
do por los nuevos productores. Esto se
periódicos y revistas, en quioscos y llama manipulación. Allí hay que an-
librerías— se anuncia el lanzamiento de "•i dar con sumo cuidado para no caer en
una nueva serie de discos (o cassettes), las trampas de oirás mutiladas y dis-
llamada Maestros de! Jazz. Parece ser frazadas. Si realmente se piensa con-
que la idea es dibujar nada menos que quistar nuevos adictos para el jazz,
la entera historia de este género musi- causa sorpresa que no se haya respeta-
cal a través de un centenar de volúme- do cierta cronología, y que, por otra
nes que serán publicados sema nal meme parte, la información discográfica ven-
durante los próximos dos años, y que ga tan escueta y deficiente como es el
irán acompañados de fascículos profu- caso de las dos primeras entregas, es de-
samente ilustrados. Al final de la aven- cir de Louis Armstrong. La serie em-
lura tendremos, aparte de un montón pieza con un concierto del entrañable
de grabaciones que cualquier coleccio- Satchmo grabado en Chicago en 1955,
nista serio ya posee en su mayoría, una de muy aceptable calidad, pero, al fin
gigantesca obra literaria de seis tomos y al cabo, una muestra evidente del de-
escrita por un sinfín de críticos de no clive que tuvo su larga carrera en sus
se sabe cuántos países. últimos años cuando, a la cabeza de sus
Tampoco se sabe muy bien a quién All Stars, daba el mismo concierto no-
va destinado este magno proyecto, pe- che tras noche. El segundo volumen da
ro es de esperar que las nuevas genera- un salto de treinta años atrás para ofre-
ciones de aficionados, que son victimas cernos catorce importantísimas piezas
de tantas estafas, encuentren aquí un de los Hot Five y los Hot Seven. ¿No
camino a través de la confusión que el hubiera sido más lógico empezar por
mercado viene sembrando. ¿Quién no Louis Annslrong allí?
recuerda la caótica colección de pira- Maestros del Jazz ( I a música del siglo XX).
Lo mismo ocurrirá con Duke Elling-
terías italianas, Los Grandes del Jazz, Planeía-Agostini. Disco o casseiie con fascículo:
10 n y Count Basie de quienes sólo po-
que Sarpe nos regaló a principios de la 69S pis.
década? Incluso se rumoreaba que gran demos esperar grabaciones tardías.
parte de esle sospechoso material se iba bre el jazz que, firmado por el crítico Otros artistas serán presentados con
a reeditar, un disparate que afortuna- italiano Arrigo Polillo, servirá como obras que rozan lo meramente comer-
damente vamos a poder evitar, quizá prólogo para la obra que en su día ve- cial. De grandes solistas como Ben
gracias a esla nueva serie, detrás de la rá la luz bajo el título que lleva la se- Webster, Dexter Gordon y Sonny Ro-
cual figura la editorial Planeta- rie. Da la impresión de tratarse de un llins tendremos ejemplos en cierto mo-
Agostini, que ha adquirido los derechos texto sumamente claro e interesante, do menores, y choca que Eric Dolphy
de siete sellos discográficos de bastan- pero una valoración pormenorizada tie- sólo tendrá derecho a un álbum saca-
te peso. Además se ha encargado a un ne lógicamente que esperar. do de su última actuación en Europa,
buen número de especialistas escribir la de la misma manera que un LP dedi-
Otra cosa es naturalmente el conte- cado al cantante Mel Tormé nos va a
introducción a los músicos presentados, nido de esta nueva oleada de LP's que sobrar, sobre todo cuando figuras tan
y asi obtendremos, a buen seguro, una nos espera y que pretende darnos satis- relevantes como Wes Montgomery,
obra biográfica diferente y ¡ojalá! mu- facción total. De nuevo hay que pre- Chet Baker, Kenny Dorham, Sonny
cho mejor cuidada que la enciclopedia guntar: ¿a quién exactamente va Clark, George Russell, Joe Henderson,
que, utilizando la misma fórmula, en dirigida esta colección? Casi todo el Abdullah Ibrahim, Sun Ra, Jack De-
su día publicó Sarpe. material proviene d¿ediciones conoci- Johnette, David Murray, Betty Cárter,
das y buscadas en los catálogos de CBS, Cecil Taylor y un largo etcétera no tie-
El valor de tanto esfuerzo se verá Verve, Mercury, Decca, Polydor, ECM nen acceso a la colección. Por no ha-
más adelante. 1.200 páginas escritas y MPS, y es por lo tanto familiar a to- blar del limitadísimo espacio que se
por numerosos críticos y comentaristas, dos los aficionados maduros. No hay dedicará al jazz de los 80... A falta de
entre los cuales se encuentran al pare- en toda la serie un solo inédito —estos sellos como, por ejemplo, Blue Note,
cer algunos de nuestros propios y tan encantos están por lo visto reservados Impulse y Atlantic, el proyecto esta
insignes doctores en la materia, difícil- condenado a cojear. V en cambio ten-
mente podrán formar un conjunto ho- dremos que asistir a cierta alteración de
mogéneo y lograr ser una obra grabaciones que en su conjunto tienen
armónicamente ordenada. Tendremos <;u sitio indiscutible en la historia que
que prepararnos, sin duda, para otra se quiere ilustrar.
fuerte dosis de tópicos y errores, y ¡van
unas cuántas...! Inevitablemente habrá
banalidades, repeticiones, omisiones y AI.BLRyLERQliK, 14 Tiempo habrá de discutir la elección
fallos. Pero a juzgar por los dos prime- junlii Virtr.i BiNun de la música y los textos que ésta ha-
ros fascículos que contienen el largo en- brá inspirado a los más o menos ilus-
sayo sobre Louis Armstrong (va sin El mejor tres comentaristas nacionales y
firma), se puede esperar cierta calidad, forasteros. De momento hay que feli-
cierta profundidad, e incluso alguna
que otra reflexión nueva sobre la vida
Jazz en Vivo citar al joven e inexperto que acaba de
cada descubrir el jazz, y que aquí parece es-
y la obra de las figuras importantes que tar en buenas manos. Encontrará sufi-
se tiene derecho a exigir de una publi- noche ciente sustancia en esta colección para
cación ambiciosa que viene acompaña- hacerse con una sólida base para sus fu-
da por tanto ruido publicitario. con 2 PASES
turas andaduras por este mundo tan
diarios fascinante.
Paralelamente se nos ofrecen las pri- 11,30 y 130 h.
meras páginas de un extenso ensayo so- Ebbe Traberg

Scherzo 114
PIANOS
PfiPP SE.NTI1? LD mUSICR

i I
£ETROF

CHERNY

WEINBAC
'ósfer
AL SERVICIO RM DE LA MÚSICA

REAL MUSICAL
CARLOS III, 1
(Frente al Teatro Real)
Tels.: 241 30 09 - 241 31 06
28013 MADRID

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