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Yeso

Clase:
Sedimentaria evaporítica de precipitación química.
Descripción:
Roca monominerálica compuesta esencialmente por yeso, que puede contener pequeñas
cantidades de: minerales de la arcilla, anhidrita, carbonatos, sílice, óxidos y cloruros. Se
reconocen fácilmente porque se raya con la uña, salvo algunas variedades de yeso
alabastrino, y no efervece con HCl al 10 % en frió. Su color es muy variable en función
de las impurezas; rojo o rosado por inclusión de hematites, amarillo o pardo por
hidróxidos de hierro del tipo goethita o lepidocrocita, negro por restos de materia
orgánica, blanco cuando carece de impurezas que lo colorean, etc.
Su textura y estructura también son muy variables, pudiendo aparecer con texturas
microcristalinas, sacaroideas, macrocristalinas o detríticas, que pueden originar
formaciones masivas o estratificadas con laminaciones. Así mismo, puede aparecer en
niveles de espesor decamétrico a métrico o en láminas de espesor milimétrico que alternan
con margas.
Ambiente de formación:
El yeso tiene una génesis similar al resto de rocas evaporíticas. Se origina en masas de
aguas salinas con circulación muy restringida y sometida a un clima árido y cálido. Es
decir, en lagunas salobres, de origen continental o marino donde precipita asociado a otros
sulfatos y sales. En estos ambientes sedimentarios se depositaron los yesos triásicos y
permotriásicos de la región. Los de edad terciaria (Mioceno superior) proceden de la
desecación del Mediterráneo, hace unos 6 millones de años.
Localidades:
En la región cabe distinguir tres grandes grupos de materiales yesíferos:
Los yesos del Triásico superior de las zonas externas, que aparecen en la base de
numerosas sierras de la región: la Pila, Lugar, Corque, Ricote, el Oro, Quipar o la Puerta;
formando parte de diapiros, como el de la Rosa (Jumilla) o el de Salmerón (Moratalla); o
aflorando en grandes superficies como en el triángulo Caravaca de la Cruz-Calasparra-
Bullas, oeste de Abarán y Blanca. Son materiales evaporíticos que se reconocen
fácilmente por sus llamativos colores abigarrados en tonos rojizos, verdosos, negros y
blancos.
Los yesos del Mioceno superior, que aparecen intercalados entre materiales margosos,
normalmente están bien estratificados y presentan coloraciones amarillentas, grisáceas o
blancas. Son muy abundantes en diversas zonas de Fortuna, Molina de Segura, Abanilla,
Alcantarilla, Mula, Librilla, Lorca, Moratalla y Caravaca aunque hay pequeños
afloramientos, también en otras poblaciones como Jumilla.
Los yesos permotriásicos de las zonas internas, que suelen presentar textura sacaroidea
(semejante a la de un terrón de azúcar) y coloraciones blancas o grises. Dichos materiales
dan lugar a afloramientos localizados pero de interés comercial (sierra de Carrascoy).
Usos:
El yeso es una roca monominerálica de gran interés comercial, dadas sus cualidades y
abundancia. Es la materia prima en la fabricación del yeso de albañilería y de la escayola,
utilizándose como material de carga en las industrias del papel y de la goma. Así como,
fertilizante agrícola y retardador del fraguado del cemento. Las variedades compactas,
homogéneas y de coloraciones claras (alabastro), se utilizan como roca ornamental y para
el tallado de objetos de decoración, e incluso fue común su empleo en ventanales de
iglesias por ser traslúcido.
La explotación de yesos triásicos y permotriásicos destinados a la fabricación de yeso de
albañilería y escayola, ha tenido un importante papel en la región, aunque actualmente el
número de explotaciones es relativamente reducido, si se compara con las canteras de
materiales carbonatados.
Los yesos miocenos se explotaron localmente para la obtención de losas para bodegas
(Jumilla) y como piedra de mampostería (Abanilla, Fortuna, Molina de Segura, etc.), que
eran cementadas con yeso de albañilería, procedente de canteras en afloramientos
triásicos.

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