CAPITAL DE RIESGO

El capital riesgo o capital emprendedor es un tipo de operación financiera a través de la cual

se facilita con capital financiero a empresas start up con elevado potencial y riesgo en fase de
crecimiento.
El objetivo es que con la ayuda del capital de riesgo, la empresa aumente su valor y una vez
madurada la inversión, el capitalista se retire obteniendo un beneficio. El inversor de riesgo
busca tomar participación en empresas que pertenezcan a sectores dinámicos de la economía,
de los que se espera que tengan un crecimiento superior a la media.
El capital riesgo opera valorando el plan de negocio de los proyectos que les presentan
los emprendedores mediante Comités de Inversión, que analizan la conveniencia de entrar en
el accionariado de esas empresas.También aporta soluciones a los proyectos de negocio a
tráves de mentoría de los socios, compartiendo el riesgo y los rendimientos donde el
inversionista capitalista busca una asociación estrecha y de mediano plazo con los accionistas
originales.

El 2014 fue un año récord para la inversión de capital de riesgo, debido a que se invirtieron
87,000 millones de dólares (mdd) en 6,507 ofertas en el mundo, reveló la consultora Ernsrt &
Young. El sector de servicios de consumo sigue a la cabeza del panorama mundial de capital
riesgo. Tomando en cuenta sus estimaciones, la consultora indicó que Estados Unidos, China,
Israel, India y Canadá son los cinco países que acaparan la mayoría de las inversiones de
capital de riesgos. Estados Unidos lidera la lista de los países con más inversiones de capital de
riesgo, debido a que cuenta con 52,100 mdd, le sigue China con 15,500 mdd y la India con
5,200 mdd.

Alta Ventures, Latin Idea Ventures, KaSZek Ventures, InverSur Capital y Alta Growth Capital
son los cinco fondos principales de venture capital que inyectan recursos a las startups en
América Latina. La industria en México comenzó a organizarse a través de la Asociación
Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP) en 2003 y los expertos en finanzas aseguran que es
una de las industrias con mayor potencial de crecimiento en el país.

Sin embargo, México tiene un largo camino por recorrer. Si comparamos el sector de capital
de riesgo (VC) en México con el de EE.UU., las diferencias son impresionantes. EE.UU. cuenta
con 923 empresas de capital de riesgo registradas, que en el año 2012 realizaron 3,752
inversiones por un total de 29 mil 100 millones de dólares. Por su parte, en México existen 14
organizaciones de este tipo, que en el 2012 realizaron 19 inversiones por 200 millones de
dólares.

Según las cifras de la Small Business Administration, alrededor de 600,000 negocios arrancan
en EUA, siendo fondeados por capital de riesgo menos de 300. Esto significa que el 99.95% de
los emprendedores no reciben financiamiento de venture capital. Los inversionistas buscan
ideas y proyectos con una sólida prueba de su potencial, no solo soñadores. Estos fondos no
son para empresas tradicionales ni nuevas, y menos para aquellas que quieran permanecer
pequeñas.
La primer etapa para ser candidato al VC (Venture Capital) es “amarrarte el cinturón” mínimo
dos años, buscando financiamiento de otras fuentes y trabajando tu negocio de la forma más
ahorrativa posible, ya que un requisito para postularte es que la empresa haya superado su
periodo de irrupción al mercado y se encuentre en un claro panorama de crecimiento
acelerado y cuyo modelo de negocios sea rápidamente escalable.

Otro punto importante es que tengan un mercado ya probado, y lo bastante grande para
responder a los rendimientos esperados por los inversionistas. Las cifras esperadas como
retorno de inversión son entre 20% y 30%, mismas que afectarán tus márgenes de utilidad en
su momento, por lo tanto debes estar seguro que tu producto tiene afuera bastantes clientes
con suficiente dinero e interés para querer adquirirlo. Si tu visión es el dinero, quizá no te es
conveniente este tipo de tratos. Un inversionista de riesgo busca a alguien cuya aspiración sea
cambiar el mundo, alguien que revolucione el statu quo. Por otro lado, la visión de ser tu
propio jefe recibirá un choque, ya que parte de los requisitos es la cesión de acciones de la
empresa por el monto de inversión, y entraras a negociar el poder y voz que tendrán tus
accionistas dentro de ella. Grandes rendimientos requieren grandes riesgos, y las grandes
empresas requieren grandes sacrificios. Obviamente, trae enormes ventajas, no solo la
inyección de capital, sino las redes de contactos y la experiencia del propio inversionista
dentro de la empresa. Siempre busca aquellos que puedan dar un valor agregado a tu
proyecto, no solo dinero, investiga su portafolio, el nivel de éxito de las empresas en las que
ha participado, su bagaje profesional y sobre todo el entusiasmo que siente por el sector de tu
negocio. Recuerda, será tu socio, no tu banco.

También considera la innovación de tu negocio, debe ser difícil de replicar, para lo cual las
patentes son interesantes, pero debe de ser comercialmente atractivo. Si no existe, puede
que sea porque nadie lo quiere comprar. Todas las ideas interesantes de negocio tienen una
gran competencia.

Y sobre todo, ten paciencia. Prepara todos los datos posibles de tu empresa, sobre todo tus
números. Estos procesos son largos y requieren una gran cantidad de reuniones, preguntas y
papelería. Una vez conseguido el cierre, se procederá a realizar auditorías a tu empresa,
revisión de contratos y trámites legales, que al final contribuirán a la profesionalización de tu
negocio. El proceso total de fondeo puede durar más de 3 meses. Demostrar tu conocimiento
y que eres un buen líder jugando en equipo, puede volverte un excelente candidato para esta
clase de financiamiento.

"Penélope Rascón Carrillo. Ingeniera Industrial en Calidad y Productividad, Máster en

Finanzas. Cuenta con más de nueve años de experiencia en administración de MIPYMES y
evaluación de proyectos productivos para diversos programas de fondos públicos federales.
Actualmente se desempeña como Coordinadora General del Centro de Investigación y
Desarrollo Económico de la UACH."