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La definición clásica de antígeno es cualquier sustancia foránea que otorga una respuesta
inmune cuando es introducida dentro de tejidos de animales susceptibles y que son capaces de
combinar con los anticuerpos específicos formados. Los antígenos son generalmente de alto
peso molecular y comúnmente son proteínas o polisacáridos. Polipéptidos, lípidos, ácidos
nucleicos y otras moléculas pueden también funcionar como antígenos. La respuesta inmune
puede también ser generada contra sustancias pequeñas, llamadas haptenos, si estos estan
acoplados a una proteína acarreadora, como la albúmina de suero bovino (BSA) u otras matrices
sintéticas. Una variedad de moléculas como drogas, azucares simples, aminoácidos, pequeños
péptidos, fosfolípidos o triglicéridos pueden funcionar como haptenos. Así, dándole suficiente
tiempo, cualquier sustancia foránea será identificada por el sistema inmune y evocará la
producción de un anticuerpo específico. Sin embargo, esta respuesta inmune específica es
altamente variable y depende mucho en parte del tamaño, estructura y composición de los
antígenos. Los antígenos que elicitan una fuerte respuesta inmune se dice que son altamente
inmunogénicos
Las partes de las regiones hipervariables del anticuerpo que contactan con el antígeno se
denominan parátopos y la región de un antígeno que puede específicamente unirse a un
anticuerpo es llamado epítope. Un epítope no tiene una propiedad intrínseca de alguna
estructura particular. Estos son usualmente uno a seis monosacáridos o 5-8 residuos de
aminoácidos sobre la superficie del antígeno. Debido a que la molécula de antígeno existe en el
espacio, el epítope reconocido por un anticuerpo puede depender de la presencia de una
específica conformación tridimensional del antígeno (por ejemplo, un sitio único formado por la
interacción de dos loops o subunidades de una proteína nativa) o el epítope puede corresponder
a una región de una secuencia primaria simple, así, los epítopes son descritos como
conformacionales y lineares, respectivamente. El rango de posibles sitios de unión es enorme,
ya que cada sitio de unión tiene sus propias propiedades estructurales derivadas de enlaces
covalentes, iónicos e interacciones hidrofílicas e hidrofóbicas.
Para que exista una eficiente interacción entre el antígeno y el anticuerpo, el epítope debe estar
fácilmente disponible para la unión. Si la molécula blanca es desnaturalizada, por ejemplo, por
la fijación, cambios de pH o durante la preparación para el gel de electrofóresis, el epítope puede
ser alterado y esto puede afectar su habilidad para interactuar con un anticuerpo. Por ejemplo,
algunos anticuerpos son inefectivos en un Western blot pero muy bueno en
inmunohistoquímica debido a que en el proceso, un complejo sitio antigénico puede ser
mantenido en el tejido, mientras que en el otro procedimiento la preparación de la muestra
altera la conformación de la proteína lo suficiente para destruir el sitio antigénico y así elimina
el sitio de unión con el anticuerpo.
Determinantes antigénicos
Los determinantes antigénicos se encuentran en las proteínas, los polisacáridos, los lípidos, los
ácidos nucleicos y, en general, en cualquier antígeno que puede estimular específicamente la
respuesta del sistema inmunitario. Representan segmentos pequeños (4-5 aminoácidos o 5-6
monosacáridos) de la molécula antigénica.
Cada determinante antigénico posee una región llamada epitope, que es la que interacciona con
el receptor de los linfocitos. La parte del receptor de los linfocitos que se une a los determinantes
se llama paratope. Cuando el antígeno es digerido enzimáticamente y sus determinantes son
expuestos sobre la superficie de las células presentadoras, en esos oligopeptidos se pueden
distinguir otra región conocida como agretope que es la que interacciona con las moléculas de
histocompatibilidad de la célula que presenta el determinante sobre la superficie de su
membrana. La región que la molécula de histocompatibilidad que hace contacto con el agretop
ha sido llamada desetope.
HAPTENOS
La mayoría de los antígenos tiene un peso molecular de 100 o mayor. Una sustancia extraña que
tenga un peso molecular menor no será antigénica a menos que este unida a una molécula
transportadora. Estos compuestos de peso molecular bajo se denominan haptenos. Una vez que
se haya formado un anticuerpo contra el hapteno este reaccionara con el anticuerpo de manera
independiente de la molécula transportadora. La penicilina es un buen ejemplo de hapteno. No
es antigénica por sí misma, pero algunas personas desarrollan una reacción alérgica contra ella.
En estas personas la combinación de la penicilina con proteínas séricas produce moléculas que
inician una respuesta inmunitaria.
Anticuerpo
Un anticuerpo se define como una inmunoglobulina (Ig) capaz de una combinación especifica
con el antígeno que ha causado su producción en un animal susceptible. Ellos son producidos
en respuesta a la invasión de moléculas foráneas en el cuerpo. Los anticuerpos existen como
una o más unidades en forma de Y, compuesta por cuatro cadenas polipeptídicas. Cada Y
contiene dos copias idénticas de una cadena pesada (HC, heavy chain), y dos copias idénticas
entre sí de una cadena ligera (LC, light chain), llamadas así por sus pesos moleculares relativos
que son de aproximadamente 50kDa la cadena pesada y de cerca de 25kDa la cadena ligera.
Estas cadenas se mantienen unidas mediante enlaces disulfuros intercatenarios. Estas cadenas
pueden separarse por reducción de los enlaces S-S y acidificación.
REACCIÓN ANTÍGENO- ANTICUERPO
Las inmunoglobulinas constan de cuatro polipéptidos, dos cadenas pesadas y dos cadenas
ligeras. La unidad funcional capaz de unir a un antígeno está determinada por el heterodímero
formado por una cadena pesada y una ligera. Además, tanto la cadena ligera como la pesada,
están divididas en un dominio constante (C) y otro variable (V). el dominio Ces el encargado de
las funciones comunes de todos los anticuerpos, como son las uniones del complemento;
mientras que el dominio V de la cadena ligera y la pesada interaccionan entre sí para formar el
sitio de unión al antígeno. En este apartado vamos a analizar las características estructurales de
los dominios V, así como del sitio de unión del antígeno.
DOMINIOS VARIABLES
En los dominios variables (V) de las distintas Igs existen diferencias en la secuencia de
aminoácidos. Esta variabilidad es especialmente marcada en diferentes zonas llamadas regiones
hipervariables. Estas zonas hipervariables, también llamadas regiones determinantes de la
complementariedad(CDR), determinan la mayoría de los contactos moleculares con el antígeno.
Cada dominio V, tanto de la cadena ligera como de la cadena pesada, dispone de tres CDRs. Los
dominios CDR1 y CDR2 son ligeramente diferentes entre las distintas inmunoglobulinas; por el
contrario, los dominios CDR3 presentan diferencias entre ellos. El dominio CDR3 de la cadena
pesada tiene una estructura particularmente compleja. Estudios de la secuencia de aminoácidos
de CDR3 indican que están formados por la porción carboxi-terminal del dominio V seguido por
un segmento de escasa diversidad (D) de alrededor de 3 aminoácidos, y una región de unión (J)
de entre 13 y 15 residuos. La cadena ligera presenta una organización similar en su dominio
CDR3, pero carece de la región D. todos los CDRs están involucrados en la unión antígeno.
UNION AL ANTIGENO
Los enlaces son muy específicos si bien relativamente débiles. Las uniones covalentes no juegan
papel alguno de las interacciones antígeno anticuerpo, solo participan enlaces no covalentes de
baja energía. De los tipos de uniones más débiles, de los principales participan en el enlace
antígeno anticuerpo: fuerzas electrostáticas, por una parte, y fuerzas de dispersión del tipo van
der Waals London, por la otra. También están implicados los enlaces de hidrogeno, pero es poco
probable que por lo regular jueguen un papel importante en las interacciones antígeno
anticuerpo. La hipótesis de la cerradura de Paul Ehrlinch, aun parece a la luz de los
conocimientos actuales acerca de las interacciones antígeno anticuerpo.
ESPECIFICIDAD Y AFINIDAD DE LAS INTERACCIONES DE ANTÍGENO ANTICUERPO
Capacidad del anticuerpo de unirse al antígeno (a su epítopo) que lo estimuló. La unión dada
por la especificidad es muy precisa y permite distinguir entre grupos químicos con diferencias
mínimas a pesar de su similitud.
Cuando un anticuerpo se encuentra con un antígeno para el cual es específico se forma con
rapidez un complejo antígeno- anticuerpo. Un anticuerpo se une a un antígeno, como por
ejemplo una bacteria, en una porción específica denominada epítopo, o determinante
antigénico.
Aglutinación de bacterias
Las bacterias móviles, tanto si lo son por el movimiento de su propio cuerpo, como las
esporiquetas, o por el flagelo, se inmovilizan al ligarse con partes de su superestructura de sus
flagelos.
Inactivación de virus
• Los anticuerpos IgG, IgM e IgA pueden unirse a ciertos virus durante su fase extracelular
e inactivarlos.
• La fijación al virus del factor C4b de la vía clásica del complemento ayuda al proceso de
neutralización.
• La neutralización viral impide una infección viral porque no permite al virus unirse a la
célula diana.
Neutralización de toxinas
• Producción de anticuerpos específicos que inactivan las toxinas que produce una
bacteria. Este proceso se denomina neutralización de toxinas.
Ciertos tipos de anticuerpos fijan el complemento, lo cual da lugar a las siguientes reacciones
biológicas:
Temperatura
Ph
De este factor depende el estado iónico de grupos importantes que participan en la interacción,
como son los radicales aminos (-NH3) y carboxilo (-COO). Aunque la reacción Ag-Ac la podemos
observar en un intervalo amplio de pH, se considera que el óptimo está entre 6.8 a 8.6, en la
práctica las técnicas de rutina deben trabajarse a un pH alrededor de 7,0.
Si hay exceso de uno de ellos se presenta el EFECTO O FENÓMENO DE ZONA, donde el antígeno
y el anticuerpo no están en concentraciones equivalentes, por lo tanto no se puede llegar a la
agregación de los complejos primarios. El efecto de la concentración puede ser observado si se
hacen reaccionar cantidades variables del Ag con una concentración constante de Ac y
graficando el producto formado, se aprecia que en la zona de equivalencia todos los epitopos
están ocupados con todos los paratopos disponibles.
Fuerza ionica
los anticuerpos de los diversos grupos sanguíneos tienen diferentes tiempos para alcanzar el
equilibrio, en esto interviene de manera significativa la clase de inmunoglobulina y la forma en
que se une con su antígeno específico. Estudios con eritrocitos suspendidos en suero o solución
salina han demostrado que del 100 % de anticuerpos RhD que se fijan, aproximadamente el 25
% lo hace en los primeros 15 minutos y el 75 % restante lo hace durante la primera hora. La
adición de varios agentes potenciadores, por ejemplo, disminución de la fuerza iónica, puede
aumentar la cantidad de anticuerpos fijados durante los primeros 15 minutos, y con esto
disminuir el tiempo de incubación necesario para alcanzar el equilibrio.
PRUEBAS INMUNOENZIMATICAS
Después de permitir la formación del complejo anticuerpoantígeno, las cuentas son atrapadas
en un filtro y el anticuerpo no ligado se elimina por lavado. Después se añade un anti-anticuerpo
unido covalentemente a una enzima, como la peroxidasa de rábano picante. El complejo
anticuerpo- enzima (el conjugado) se une al anticuerpo de prueba, y una vez lavado el conjugado
no ligado, el ligando unido se visualiza tras la adición de un cromógeno. Un cromógeno es un
sustrato incoloro sobre el que actúa la porción enzimática del ligando para producir un producto
coloreado.
Las pruebas de neutralización viral se emplean a menudo para detectar infecciones virales. El
suero sanguíneo sospechoso que contiene anticuerpos frente a ese virus se introduce en células
de cultivo de tejidos o en huevos embrionados que serán posteriormente infectados con el
mismo virus.
Inmunodifusión
La inmunodifusión alude a una reacción de precipitación que tiene lugar entre un anticuerpo y
un antígeno en un medio de gel de agar. Se emplean habitualmente dos técnicas: la
inmunodifusión radial simple y la doble difusión en agar.
Radioinmunoensayo
Inmunoprecipitación
Inmunofluorescencia